Farmacología de Las Secreciones Gastrointestinales
Farmacología de Las Secreciones Gastrointestinales
Farmacología de Las Secreciones Gastrointestinales
La secreción acida gástrica producida por la célula parietal del estómago es regulada a través
de mecanismos neurocrinos, paracrinos y endocrinos. Ppal mediador neurocrino es la ACTH,
liberada por estimulación vagal a partir de fibras posganglionares y con capacidad de activar
receptores M3 (en membrana basolateral de la célula parietal). La liberación de gastrina al
torrente circulatorio a partir de las células G del antro pilórico constituye el principal
mecanismo endocrino involucrado en el control fisiológico de la secreción ácida gástrica. La
gastrina es liberada en respuesta a estímulos como los alimentos y la distensión gástrica y
actúa principalmente sobre receptores de gastrina-colecistocinina B (CCK-B) localizados en la
célula parietal. Por último, la histamina, sintetizada en mastocitos, pero fundamentalmente en
las denominadas células tipo enterocromafín próximas a la célula parietal, tiene una
participación esencial en el proceso de secreción; tras su liberación paracrina en respuesta a
diversos estímulos, entre ellos la gastrina y la acetilcolina, actúa sobre receptores H2
localizados en la membrana basolateral de la célula parietal. Tanto la activación de receptores
M3 como de gastrina -CCK-B estimula la fosfolipasa C intracelular, incrementando los niveles
de inositol-1,4, 5-trifosfato y de calcio citoplasmático: por su parte, la activación de receptores
H2 por la histamina estimula la adenililciclasa y, como consecuencia, aumentan los niveles de
AMPc. En ambos casos se produce, en último término, la activación de una bomba H·/K·-
ATPasa, también denominada bomba de protones, localizada en la membrana apical de la
célula parietal, necesaria para la secreción de protones al exterior celular. Desde el punto de
vista estructural, esta bomba es un heterodímero, constituido por dos subunidades, la
subunidad a, o catalítica, de gran tamaño y la subunidad B, de menor tamaño, siendo
necesario el ensamblaje de ambas para su activación. En condiciones basales, la H·/K·-ATPasa
está localizada en la membrana de las tubulovesículas situadas en el citoplasma celular.
Cuando se estimula la célula, dichas membranas se integran en la membrana del canalículo
secretor de la célula parietal, quedando expuestas a los iones K· del medio extracelular, lo cual,
unido a una mayor permeabilidad de la membrana al K·. activa la enzima y comienza la
secreción de protones.
Las posibilidades de prevenir la acción lesiva del ácido sobre la mucosa gastrointestinal se
basan en: a) inhibir la secreción ácida procedente de la célula parietal con el uso de agentes
antisecretores, b) neutralizar el ácido una vez secretado a la luz gástrica, con agentes
antiácidos y c) proteger la mucosa gástrica con el uso de protectores de la mucosa.
Antisecretores: capacidad de disminuir la secreción de hidrogeniones por parte de la
célula parietal.
Mecanismo de acción: los IBP son bases débiles que en un medio ácido se protonizan y
quedan atrapadas, se convierten en derivados sulfonamidos capaces de formar enlaces
covalentes con residuos de cisteína de la subunidad a de H-K-ATPasa, inhibiendo su capacidad
de bombear protones.
A pesar de su semivida corta, inducen una hiposecreción persistente, ya que inhiben de forma
prácticamente irreversible, lo que hace necesario la síntesis de nuevas enzimas.
Acciones farmacológicas: inhiben la secreción acida gástrica basal y la inducida por cualquier
clase de estímulo. Debido al incremento de PH que inducen, inhiben la conversión de
pepsinógeno en pepsina. Poseen la capacidad de inhibir el crecimiento de H. pylori (utilizados
para potenciar acción de claritromicina).
La eficacia antisecretora de los IBP es tanto mayor cuanto mayor es el número de bombas de
protones que se encuentren integradas en el canalículo secretor de la célula (célula parietal
activa). Por ello, la administración de estos fármacos por la mañana (alrededor de 1 hora antes
de la primera comida) aumenta la duración de sus efectos antisecretores. Además, la
administración conjunta con otros agentes antisecretores reduce significativamente la
actividad de los IBP, ya que estos fármacos requieren un medio ácido para su activación.
Efectos adversos: diarrea, náuseas, vómitos, cefaleas y dolor abdominal, nefritis intersticial en
pacientes de edad avanzada, uso crónico produce hipergastrinemia por hiperplasia de
enterocromafines o expansión de masa de células parietales.
Contamos con ranitidina, famotidina y cimetidina (que ha sido retirado). Se trata de un grupo
de fármacos de estructura química diferenciada que presentan en común la capacidad de
bloquear selectivamente el receptor H2 de histamina localizado en la célula parietal. Los IBP
son más rápidos y más eficaces.
Mecanismo de acción: inhiben la secreción acida gástrica por bloqueo competitivo y reversible
de los receptores H2 de membrana basolateral de célula parietal. Tras su unión, impiden que
la histamina se una a su receptor, con lo que inhiben la secreción estimulada por la gastrina y
acth, puesto que la histamina participa en el efecto estimulante de estos secretagogos.
Acciones farmacológicas: inhiben la secreción basal, por lo que son eficaces para la supresión
de la secreción acida nocturna. Inhiben de forma parcial la secreción inducida por diversos
estímulos.
Efectos adversos: diarrea, fatiga, estreñimiento, cefalea y dolor muscular. Hipersecreción ácida
de rebote tras la interrupción brusca del tto prolongado con antagonistas H2 (debido a mayor
expresión de receptores H2 en la célula parietal).
Antiácidos:
Conjunto de compuestos inorgánicos de naturaleza qca variada, que poseen la capacidad de
neutralizar el ácido secretado a la luz gástrica.
Desde el punto de vista químico, los antiácidos son sales de cationes monovalentes (sodio),
divalentes (magnesio o calcio), trivalentes (aluminio), o combinaciones de varios, con
características farmacológicas propias dependiendo del catión.
Bicarbonato sódico: ejerce una rápida acción neutralizante que genera cloruro sódico y
dióxido de carbono. El exceso de bicarbonato accede de forma rápida al intestino, donde se
absorbe y puede dar lugar a alcalosis metabólica con alcalinización de la orina. Puede inducir
distensión abdominal y flatulencia debido a la rápida producción de dióxido de carbono. Tiene
elevada carga de NA asociada, no es recomendable.
Carbonato cálcico: elevada capacidad neutralizante, que origina cloruro de calcio y CO2. El
cloruro de Ca se convierte en sales insolubles responsables de estreñimiento y co2 induce
distensión abdominal y flatulencia. También forma sales insolubles con iones fosfato presentes
en el tubo digestivo.
Protectores de la mucosa
Sucralfato: sal básica de aluminio y sacarosa que, en un medio ácido, se polimeriza y origina
una pasta pegajosa y viscosa que se adhiere firmemente a las células epiteliales, sobre todo a
las proteínas del cráter ulceroso, y previene la actuación de irritantes tanto endógenos como
exógenos. Su efecto citoprotector se mantiene durante 6 horas tras una administración.
Además, el sucralfato contribuye a la curación de la úlcera, ya que se une a la bilis y a la
pepsina, estimula la síntesis local de prostaglandinas y de óxido nítrico, incrementando como
consecuencia el flujo sanguíneo mucoso, y promueve la afluencia de factores de crecimiento a
la zona lesionada.
-Farmacocinética: Tras su administración oral, el sucralfato ejerce una acción local sobre la
mucosa gástrica. La mayor parte se excreta por heces; sólo una pequeña proporción se
absorbe (3-5 % de la dosis ingerida) y se elimina por la orina de forma inalterada. Se
recomienda su administración antes de las comidas (requiere un medio acido `para su
activación).
-Farmacocinética: Tras su administración oral, la mayor parte del bismuto se excreta por las
heces; sólo se absorbe una pequeña proporción (normalmente < 1 % de la dosis ingerida). Se
une a proteínas plasmáticas y se distribuye por todos los tejidos, especialmente el hígado y el
riñón. La administración de una dosis única, así como la administración continuada durante 1
mes, origina una concentración plasmática máxima de bismuto muy inferior a los 100 ng/ml,
considerada la concentración mínima tóxica. El bismuto absorbido se excreta principalmente
por la orina y sólo el 10% por vía fecal; es importante destacar que, debido a la actuación de
las bacterias del colon sobre las sales de bismuto, se originan compuestos que tiñen las heces
de negro.
Secreción pancreática
El páncreas es una glándula mixta que produce secreción endocrina y exocrina. La secreción
exocrina está constituida por enzimas digestivas secretadas a partir de los ácinos pancreáticos
y por grandes volúmenes de bicarbonato sódico secretados por los conductos que emergen de
ellos. El producto combinado constituye el jugo pancreático, que se secreta en respuesta a la
presencia de quimo en el intestino, con la finalidad de favorecer la digestión y absorción de
nutrientes tras la ingesta.
Por otro lado, se dispone de un inhibidor de las lipasas gástrica y pancreática, el orlistat, cuyo
objetivo es reducir la hidrólisis de los triglicéridos de la dieta a ácidos grasos libres absorbibles
y monoglicéridos y, de esta manera, favorecer la pérdida de peso. Adicionalmente, indicios
recientes sugieren que el tratamiento con orlistat puede acompañarse de una reducción en el
riesgo cardiovascular. Está indicado junto con una dieta hipocalórica moderada en el
tratamiento de pacientes obesos (índice de masa corporal [IMC] > 30) o pacientes con
sobrepeso (IMC > 28) con factores de riesgo asociados. El orlistat prácticamente no se absorbe
en el tubo digestivo, por lo que la vía principal de elimininación es la excreción fecal
(aproximadamente el 97 % de la dosis administrada, 83 % de esta cantidad como fármaco
inalterado). Las principales reacciones adversas al orlistat son gastrointestinales e incluyen
flatulencia con descarga, urgencia e incontinencia fecal, heces grasas y aumento de la
defecación. El aumento de la grasa fecal inducido por orlistat también provoca interacciones
en la absorción de numerosos principios activos, entre los cuales cabe destacar ciclosporinas,
anticoagulantes orales, vitaminas liposolubles, amiodarona, anticonceptivos orales,
levotiroxina, antirretrovirales, algunos antiepilépticos, antipsicóticos, antidepresivos y
benzodiazepinas. Orlistat está contraindicado en casos de síndrome de malabsorción crónica o
colestasis.
Secreción biliar
La bilis, secretada por el hepatocito, está constituida por ácidos biliares, colesterol, lecitinas y
pigmentos biliares. Los dos ácidos biliares humanos primarios, el ácido cólico y el ácido
quenodesoxicólico, se sintetizan a partir de la oxidación del colesterol en el hígado y en el
hombre constituyen la principal vía de eliminación de colesterol. En el hígado se conjugan con
glicina y taurina para formar las sales biliares que se secretan al intestino. Una gran proporción
de las sales biliares (85-88 %) que llegan al intestino son absorbidas por transporte activo en el
íleon distal, desde donde llegan al hígado y pasan a formar parte de la circulación
enterohepática, siendo el resto excretado por las heces. Una pequeña fracción de las sales
biliares que alcanza el colon se desconjuga y transforma en ácidos biliares secundarios, el ácido
desoxicólico y el ácido litocólico. Los dos ácidos biliares primarios junto con el ácido
desoxicólico constituyen el 95 % de los ácidos biliares circulantes. El ácido ursodesoxicólico, es
un ácido biliar terciario sintetizado en el colon por epimerización del ácido quenodesoxicólico y
absorbido a través de la mucosa colónica. Los ácidos biliares poseen, entre otras funciones
fisiológicas, la capacidad de impulsar el flujo biliar, reducir la síntesis de colesterol por
mecanismos de retroalimentación, promover la solubilización y eliminación intestinal del
colesterol y facilitar la dispersión y absorción de lípidos y vitaminas liposolubles. La mayoría de
estas funciones las consiguen gracias a su capacidad de ejercer un efecto anfipático, es decir,
ser solubles en medio acuoso a la vez que solubilizar los lípidos en las micelas.