Apuntes Pérdida de La Cosa Que Se Debe

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3.

4 Pérdida de la especie debida (imposibilidad de cumplimiento de la obligación)


El título decimonoveno del libro cuarto se llama “de la pérdida de la cosa que se debe”.
Dice relación con un MDE más amplio denominado la imposibilidad de incumplimiento de la
obligación (que puede también referirse a obligaciones de hacer o no hacer). La imposibilidad
absoluta de ejecución o cumplimiento de un hecho se regula en el artículo 534 del CPC. Entonces,
los requisitos son:
a) No tiene que ser imputable al deudor.
b) El género no perece, entonces la cosa debe ser una especie o cuerpo cierto.
Esto obedece al hecho de que “nadie está obligado a lo imposible”. Si la prestación se torna física
o legalmente imposible, la obligación se extingue. Ej: a un pianista le cortan las manos y no puede
cumplir su obligación de tocar el piano o me obligo a no demoler una casa y resulta que el juez
ordena la demolición por denuncia de obra ruinosa.
El cc lo regula sólo respecto de obligación de dar o entregar una especie de cuerpo cierto y no para
obligación de dar cosa genérica o de hacer/no hacer pero igual se aplica en estos casos.
Doctrinariamente la imposibilidad de ejecución tiene lugar en dos casos:
1. Cuando el deudor obligado a dar/entregar especie o cuerpo cierto, esta perece por caso
fortuito (esto se denomina pérdida de la cosa debida).
2. Cuando el deudor de una obligación de hacer o no hacer se haya imposibilitado de cumplir
con la obligación.
3.4.1 Requisitos
a) La imposibilidad de cumplimiento debe ser absoluta o irresistible porque si es relativa se está
obligado a cumplir (a lo más alego teoría de la imprevisión).
b) No puede ser atribuible ni a título de dolo ni de culpa.
c) La causa tiene que ser sobreviniente.
3.4.2 La pérdida de la cosa debida en obligaciones de género
El código regula la pérdida de especie o cuerpo cierto y así lo dice el artículo 1670, pero en las de
género muchos dicen que no se aplica (dado que el género no perece). Ahora, hoy en día hemos
entendido que el género sí puede perecer y si ocurre se aplican estas normas.
Art. 1670. Cuando el cuerpo cierto que se debe
perece, o porque se destruye, o porque deja de estar en
el comercio, o porque desaparece y se ignora si existe,
se extingue la obligación; salvas empero las excepciones
de los artículos subsiguientes.

Art. 1509. En la obligación de género, el acreedor


no puede pedir determinadamente ningún individuo, y el
deudor queda libre de ella, entregando cualquier
individuo del género, con tal que sea de una calidad a
lo menos mediana.

     Art. 1510. La pérdida de algunas cosas del género


no extingue la obligación, y el acreedor no puede
oponerse a que el deudor las enajene o destruya,
mientras subsistan otras para el cumplimiento de lo que
debe.
3.4.3 En qué casos se entiende que perece o se pierde la cosa que se debe
Art. 1670. Cuando el cuerpo cierto que se debe
perece, o porque se destruye, o porque deja de estar en
el comercio, o porque desaparece y se ignora si existe,
se extingue la obligación; salvas empero las excepciones
de los artículos subsiguientes.

a) Destrucción
a.1 Material. Ej: un rayo quema el auto.
a.2 Funcional: se destruye la aptitud de la cosa para el objeto a que según su naturaleza o según la
convención se destina, se entiende destruir la cosa (artículo 1486 inciso final).
b) La cosa deja de estar en el comercio1.
c) La cosa desaparece y se ignora que existe.
3.4.4 Distintas hipótesis
a) La especie o cuerpo cierto perece por caso fortuito. En este caso se extingue la obligación sin
responsabilidad del deudor salvo las excepciones legales.
b) La especie o cuerpo cierto perece por culpa o dolo del deudor. Subsiste la obligación pero
cambia de objeto porque se debe el precio + indemnización de perjuicios.
Art. 1672. Si el cuerpo cierto perece por culpa o
durante la mora del deudor, la obligación del deudor
subsiste, pero varía de objeto; el deudor es obligado al
precio de la cosa y a indemnizar al acreedor.

c) La especie o cuerpo cierto perece por un hecho voluntario del deudor que inculpablemente
ignoraba la obligación. En este caso se debe sólo el precio sin indemnización de perjuicios (ej: A es
heredero de B y no sabía que había un testamento en el cual B le dejaba una vaca a otra persona
pero se la come).
d) Casos en que la pérdida por caso fortuito no extingue la obligación.
d.1 Si el deudor está en mora: se debe el precio más indemnización de perjuicios por la mora.
Art. 1672 inciso 2.
     Sin embargo, si el deudor está en mora y el cuerpo
cierto que se debe perece por caso fortuito que habría
sobrevenido igualmente a dicho cuerpo en poder del
acreedor, sólo se deberá la indemnización de los
perjuicios de la mora. Pero si el caso fortuito pudo no
haber sucedido igualmente en poder del acreedor, se debe
el precio de la cosa y los perjuicios de la mora.

d.3 El deudor se hace responsable por caso fortuito (toma a su cargo el caso fortuito).
d.4 El que ha hurtado o robado la especie o cuerpo cierto.
Art. 1676. Al que ha hurtado o robado un cuerpo
cierto, no le será permitido alegar que la cosa ha
perecido por caso fortuito, aun de aquellos que habrían

1
Las cosas incomerciables que no pueden ser objeto de AJ son las cosas comunes a todos los hombres (el
alta mar y el aire), los bienes nacionales de uso público cuyo dominio pertenece a la nación y cuyo uso
pertenece a todos los habitantes de la nación (como las calles o las plazas), etc…
producido la destrucción o pérdida del cuerpo cierto en
poder del acreedor.

e) ¿Qué pasa si la pérdida sobreviene en la mora del acreedor? El deudor es sólo responsable por
culpa grave o dolo.
Art. 1680. La destrucción de la cosa en poder del
deudor, después que ha sido ofrecida al acreedor, y
durante el retardo de éste en recibirla, no hace
responsable al deudor sino por culpa grave o dolo.

f) ¿Qué pasa si la cosa había desaparecido y luego aparece? La puede reclamar el acreedor
restituyendo lo que recibió en razón de su precio.
Art. 1675. Si reaparece la cosa perdida cuya
existencia se ignoraba, podrá reclamarla el acreedor,
restituyendo lo que hubiere recibido en razón de su
precio.

3.4.5 Reglas probatorias


Hasta la entrega, el deudor tiene responsabilidad de conservar la cosa y debe emplear el cuidado
debido. En materia contractual la culpa se presume y el deudor debe probar que empleó el debido
cuidado o que ocurrió un caso fortuito que destruyó la cosa.
Art. 1547. El deudor no es responsable sino de la
culpa lata en los contratos que por su naturaleza sólo
son útiles al acreedor; es responsable de la leve en los
contratos que se hacen para beneficio recíproco de las
partes; y de la levísima, en los contratos en que el
deudor es el único que reporta beneficio.
     El deudor no es responsable del caso fortuito, a
menos que se haya constituido en mora (siendo el caso
fortuito de aquellos que no hubieran dañado a la cosa
debida, si hubiese sido entregada al acreedor), o que el
caso fortuito haya sobrevenido por su culpa.
     La prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que
ha debido emplearlo; la prueba del caso fortuito al que
lo alega.
     Todo lo cual, sin embargo, se entiende sin
perjuicio de las disposiciones especiales de las leyes,
y de las estipulaciones expresas de las partes.

Por lo tanto, la pérdida de la cosa debida se reputa imputable al deudor y él tiene que modificar
ese hecho por la prueba contraria (caso fortuito o ausencia de culpa).
Art. 1671. Siempre que la cosa perece en poder del
deudor, se presume que ha sido por hecho o por culpa
suya.

Art. 1674. El deudor es obligado a probar el caso


fortuito que alega.
     Si estando en mora pretende que el cuerpo cierto
habría perecido igualmente en poder del acreedor, será
también obligado a probarlo.

Art. 1679. En el hecho o culpa del deudor se


comprende el hecho o culpa de las personas por quienes
fuere responsable.
En virtud del artículo 1679, el deudor responde por hechos propios pero también por hechos
ajenos en determinados casos. En materia de responsabilidad extracontractual hay presunciones
de culpabilidad por hecho ajeno (cuando hay vínculo de subordinación y dependencia como los
directores del colegio respecto de los alumnos).
El artículo 2320 tiene casos ejemplares pero si se demuestra vínculo de subordinación y
dependencia entonces respondo por hecho ajeno.
Art. 2320. Toda persona es responsable no sólo
de sus propias acciones, sino del hecho de aquellos
que estuvieren a su cuidado.
     Así el padre, y a falta de éste la madre, es
responsable del hecho de los hijos menores que
habiten en la misma casa.
     Así el tutor o curador es responsable de la
conducta del pupilo que vive bajo su dependencia y
cuidado.
     Así los jefes de colegios y escuelas responden
del hecho de los discípulos, mientras están bajo su
cuidado; y los artesanos y empresarios del hecho de
sus aprendices o dependientes, en el mismo caso.
     Pero cesará la obligación de esas personas si con
la autoridad y el cuidado que su respectiva calidad
les confiere y prescribe, no hubieren podido impedir
el hecho.

Art. 1677. Aunque por haber perecido la cosa se


extinga la obligación del deudor, podrá exigir el
acreedor que se le cedan los derechos o acciones que
tenga el deudor contra aquellos por cuyo hecho o culpa
haya perecido la cosa.

A debe a B una vaca y un caballo y un hijo de A de 14 años agarra una caja de fósforos y junto con
parafina quema a la vaca. A se embriaga en la noche y en ese estado entra un ladrón y mata al
caballo. Respecto a la vaca responde el padre porque responde por los hechos del hijo, ahora por
el caballo no responde porque ahí se extingue la obligación pero si aplicamos el 1677 tiene
derecho el acreedor que se cedan las acciones de A contra el ladrón.

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