SC 678

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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA PENAL
AUTO SUPREMO Nº 678/2014-RRC
Sucre, 27 de noviembre de 2014

Expediente : Santa Cruz 52/2014


Parte Acusadora : Ministerio Público
Parte Imputada : Jesús Leonor García Pasabárez
Delito : Suministro de Sustancias Controladas
Magistrada Relatora : Dra. Norka Natalia Mercado Guzmán

RESULTANDO

Por memorial presentado el 5 de agosto de 2014, cursante de fs. 91 a 94, el Ministerio


Público interpone recurso de casación impugnando el Auto de Vista 42 de 25 de abril de
2014, de fs. 87 a 89 vta., pronunciado por la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, dentro del proceso penal seguido por el
recurrente contra Jesús Leonor García Pasabárez, por la presunta comisión del delito de
Suministro de Sustancias Controladas, previsto y sancionado por el art. 51 de la Ley del
Régimen de la Coca y Sustancias Controladas (Ley 1008).

I. DEL RECURSO DE CASACIÓN

I.1. Antecedentes

a. En mérito a la acusación pública (fs. 18 a 21) y desarrollada la audiencia de


juicio oral, se pronunció la Sentencia 26/2013 de 1 de octubre (fs. 69 a 73), emitida
por el Juzgado Primero de Sentencia del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz, que declaró a Jesús Leonor García Pasabárez, autor y culpable del delito
de Suministro de Sustancias Controladas, previsto y sancionado por el art. 51 de la
Ley 1008, condenándole a la pena privativa de libertad de ocho años de presidio,
más el pago de un mil días multa, a razón de un boliviano por día y el pago de
costas a calificarse en ejecución de sentencia.

b. Contra la referida Sentencia el imputado Jesús Leonor García Pasabárez


formuló recurso de apelación restringida (fs. 74 a 76), que fue resuelto por Auto de
Vista 42 de 25 de abril de 2014 (fs. 87 a 89 vta.), dictado por la Sala Penal Primera
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, que declaró admisible y
procedente el recurso, revocando la sentencia apelada y absolviendo al imputado del
delito de Suministro de Sustancias Controladas, previsto por el art. 51 de la Ley
1008, y en aplicación del art. 363 inc. 1) del Código de Procedimiento Penal (CPP):
“al haberse demostrado que el imputado es narcodependiente”, ordenó su
internación en un centro de rehabilitación hasta su total recuperación y reinserción a
la sociedad, en aplicación de los arts. 49 de la Ley 1008 y 79 inc. 1) del Código
Penal (CP), motivando la interposición del presente recurso de casación por parte
del acusador público.

I.1.1. Motivo del recurso

Del memorial del recurso de casación y del Auto Supremo 436/2014-RA de 2 de


septiembre, que declaró su admisión, se tiene como motivo el siguiente:

El Ministerio Público, previa relación de los antecedentes fácticos y procesales que


concluyeron con la sentencia condenatoria contra el imputado, denuncia que el Auto de
Vista modificó la Sentencia que declaró a Jesús Leonor García Pasabárez autor del delito
de Suministro de Sustancias Controladas, previsto por el art. 51 de la Ley 1008;
absolviéndolo del mismo y aplicando en su lugar la norma relativa al consumo y tenencia
de sustancias controladas, prevista por el art. 49 de la misma Ley, ordenando su
internación en un centro de rehabilitación de drogodependencia; sin tomar en cuenta que
la fundamentación jurídica de la Sentencia radicó en establecer que los delitos de la Ley
1008 son de peligro y no de resultado, consumándose el hecho desde que se pone en
marcha los mecanismos para la ejecución, y que el presente caso corresponde a un delito
consumado, pues durante la celebración del juicio oral la Fiscalía demostró que el
imputado se encontraba suministrando sustancias controladas, ya que se le encontró con
diez sobres de marihuana, encuadrándose su accionar en el delito señalado, por lo que se
le condenó a la pena privativa de libertad de ocho años de presidio.

I.1.2. Petitorio

El recurrente concluyó solicitando se deje sin efecto el Auto de Vista impugnado y se


disponga se pronuncie uno nuevo, de acuerdo a la doctrina legal establecida.

I.2. Admisión del recurso

Mediante el Auto Supremo 436/2014-RA de 2 de septiembre, se admitió el recurso de


casación vía flexibilización.

II. ACTUACIONES PROCESALES VINCULADAS AL RECURSO

II.1. Acusación formal.

El Ministerio Público fundamentó su acusación señalando que en mérito a una


denuncia anónima, en sentido de que en la zona Barrio 26 de septiembre Calle 4,
una persona de sexo masculino se estaría dedicando a la venta ilícita de sustancias
controladas al raleo en vía pública, personal de la FELCN se constituyó en el lugar
observando a una persona, quien realizaba movimientos sospechosos y tomaba
contacto con diferentes personas de dudosa reputación, es así que el grupo
operativo se aproximó y previa advertencia e identificación como funcionarios de la
FELCN, encontraron en el bolsillo delantero derecho del pantalón del imputado dos
bolsitas de nylon transparente que contenía Marihuana. Posteriormente se ingresó
a su domicilio, lugar donde también se encontró 8 bolsitas de Nylon transparente
que contenían también la misma sustancia controlada que totalizó 16 gramos.

II.2. Sentencia.

El Tribunal de Sentencia con la respectiva identificación de prueba, estableció como


hechos probados que el 13 de octubre de 2012, Jesús Leonor García Pasabarez fue
encontrado en forma flagrante en posesión de marihuana, que se encontraba en 2
bolsitas de Nylon en el bolsillo delantero

de su pantalón y 8 bolsitas fraccionadas en su inmueble, por tanto realizando todas


las acciones tendientes al suministro de sustancias controladas, toda vez que se le
llegó a encontrar en su bolsillo delantero de su pantalón dos bolsitas de nylon,
conteniendo en su interior marihuana, además de otras ocho bolsitas fraccionadas
conteniendo igualmente marihuana, lo cual hace ver que la finalidad del
fraccionamiento de la sustancia controlada en bolsitas de Nylon, tenía como
propósito su posterior comercialización.

En el acápite destinado a la valoración de la prueba, previa referencia al art. 173


del CPP, destacó: “se ha llegado a comprobar y demostrar por la declaración del
testigo Agustín Llanque Pujro, investigador asignado, que se ratifica en su informe,
que reconoce al señor Jesús Leonor García que está presente en la sala de
audiencias y fue aprehendido en fecha 13 de octubre de 2012, por el Barrio 26 de
septiembre, Calle 4, porque el mismo se encontraba en posesión de marihuana,
dice también que no recuerdo muy bien los hechos porque tiene muchos casos y
se ratifica ante todo en el informe que realizó, las pruebas incriminatorias de cargo
documentales consistentes en las pruebas Nros. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12, 13,
14, 16, 17, 18, 19, 20, 21 y 22, así como también la material No. 1; prueba pericial
1 y 2, son claras al indicar que en el mes de octubre del año 2012, al promediar las
14:00 pm., del día 13, se llegó a encontrar en posesión de Jesús Leonor García
Pasabarez en el bolsillo derecho delantero de su pantalón 2 bolsitas de Nylon
conteniendo marihuana y de la requisa de su domicilio se encontró 8 bolsitas con
pequeñas cantidades de marihuana las cuales estaban fraccionadas, que luego esta
sustancia encontrada sometida a la prueba de campo o narco test y dio resultado
positivo para marihuana, la prueba documental en forma clara, precisa, sin lugar a
ninguna duda incrimina a Jesús Leonor García Pasabarez de encontrarse en
posesión de sustancias controladas para su posterior comercialización al raleo en
pequeñas cantidades, es decir Jesús Leonor García Pasabarez es autor del delito
sometido a juzgamiento, pues se dedicaba a realizar actividades ilícitas de
narcotráfico suministrando sustancias controladas como la marihuana en pequeñas
cantidades en bolsitas de Nylon, actividad que la desarrollaba con pleno
conocimiento por cuanto el mismo sabe que se trata de sustancias controladas, de
igual modo los informes policiales, señalan que se logró la aprehensión del acusado
en posesión de las mencionadas sustancias controladas, concluyendo que las
pruebas de cargo han demostrado sin lugar a ninguna duda que Jesús Leonor
García Pasabarez se dedicaba al suministro de sustancias prohibidas, y como los
delitos de narcotráfico no admiten tentativa por ser de peligro concreto y de
producción instantánea no existe la figura penal de tentativa y por lo tanto se tiene
como delito consumado, toda vez que el tipo penal acusado para considerarse
como delito de suministro la ley exige que esta conducta esté encaminada a
suministrar sustancias controladas a otras personas, sustancias que fueron
encontradas, mismas que sometidas a la prueba de campo dieron positivo para
marihuana.

De igual modo la prueba documental No. 6 consistente en el acta de requisa


personal del imputado en el cual consigna habérsele encontrado en el bolsillo
derecho delantero de su pantalón dos bolsitas con una sustancia verduzca que
luego de la prueba de narco test dio positivo para marihuana; y de la requisa
voluntaria de domicilio se encontró 8 bolsitas de Nylon también conteniendo
marihuana, corroborado por la prueba documental No. 6 y 7, dando lugar al
secuestro de las sustancias controladas hecho evidenciado por la prueba No. 8,
para luego realizar el pesaje de las sustancias controladas, la prueba de muestrario
fotográfico No. 12 y fotografías de la sustancia controlada encontrada al imputado,
la prueba material Nº 1, muestra única de la sustancia controlada y finalmente la
prueba de laboratorio realizada por la perito Marcia S. Barbery Pinto, dictamen que
indica que la sustancia secuestrada se trata de marihuana, pruebas éstas que
llegan a crear convicción plena al suscrito Juzgador que la sustancia controlada
encontrada en posesión de Jesús Leonor García Pasabarez, se trata de marihuana
por lo tanto se tiene que la pruebas de cargo generan la suficiente convicción de
que el imputado si cometió el delito de suministro de sustancias controladas.

Pruebas de cargo éstas que se relacionan entre ellas en cuanto a los hechos,
tiempo, lugar y destino, que nos hacen llegar a la firma conclusión sin lugar a
ninguna duda que JESÚS LEONOR GARCÍA PASABAREZ fue la persona que en
fecha 13 de octubre del 2012, fue encontrado con dos bolsas pequeñas de nylon
con marihuana en su bolsillo delantero derecho de su pantalón y en su domicilio 8
bolsitas de marihuana para su comercialización en pequeñas cantidades,
concluyendo que la prueba de cargo aportada hacer ver que el nombrado JESÚS
LEONOR GARCÍA PASABAREZ es autor del ilícito penal de suministro de sustancias
controladas previsto en el art. 51 de la Ley 1.008 conforme los argumentos
expuestos líneas arriba.

Asimismo de lo expresado por el acusado se puede extractar que el mismo


manifestó hechos no coherentes, tales como que, él es consumidor, señalando que
solo ha comprado la sustancia para su consumo, versión que de acuerdo a un
simple razonar y por sentido común no encaja dentro de la lógica y la sana crítica.

Es menester también señalar que la tesis planteada por la defensa en sentido de


que la investigación ha sido mal realizada que la misma no tiene los suficientes
elementos que no se han respetado ciertos aspectos que están establecidos en la
norma procesal tales como el art. 72 del CPP, respecto a la objetividad del
ministerio Público, así como también que el imputado es consumidor de marihuana
pidiendo que se le aplique medidas de seguridad, el suscrito juzgador viendo y
observando las pruebas presentadas, que el procedimiento ha establecido que las
partes, en este caso el acusador tiene la independencia y la autonomía para
ofrecer y producir las pruebas que estime necesario para sustentar su acusación.
Respecto a que no se hubiese intervenido a las persona que se le acercaban al
señor Jesús Leonor García Pasabarez, debemos manifestar que la investigación
está dirigida por los agentes de la FELCN y ellos son quienes tiene todo la potestad
de actuar cuando y contra quienes ellos crean conveniente, asimismo respeto a lo
expresado por el acusado, se debe recalcar que en dicha declaración se notó
nerviosismo y bastantes contradicciones que hacen que el suscrito juzgador no
otorgue ninguna

credibilidad a los manifestado por Jesús Leonor García Pasabarez, asimismo la


defensa no aportó ningún elemento o prueba que demuestre que el imputado es
realmente consumidor de sustancias controladas, aspecto que al ser sostenido por
la defensa los mismos tenían el deber de demostrar ya que al plantear un tesis de
defensa éstos asumen el compromiso de demostrar la misma” (sic).

En este acápite el Juez de Sentencia dejó constancia que la defensa del imputado
no produjo ninguna prueba que considerar, para luego en los fundamentos de
derecho encuadrar su conducta al tipo penal de Suministro previsto en el art. 51 de
la Ley 1.008, al concluir que se encontraba en poder de marihuana, preparada en
bolsitas pequeñas precisamente para su suministro, características típicas de la
forma en que se comercializan las sustancias controladas; en consecuencia, declaró
su autoría en el citado delito imponiendo la pena de ocho años de presidio y multa
de 1000 días a razón de Bs. 1 por cada día, mas costas a calificarse en ejecución
de sentencia.

II.3. Apelación.

Mediante recurso de apelación restringida, el imputado denunció la errónea


aplicación de la ley sustantiva prevista en el art. 370 inc. 1) del CPP y violación del
principio de legalidad reconocido por los arts. 117. I) y 180.I) de la Constitución
Política del Estado (CPE).

II.4. Auto de Vista.

El recurso fue resuelto mediante el Auto de Vista impugnado, que al resolver los
motivos del recurso de apelación restringida, en el cuarto CONSIDERANDO,
concluyó señalando: “Que, en el presente caso debemos tener en cuenta que
según el delito de SUMINISTRO de sustancias controladas, acusado por el
Ministerio Público, el Art. 51 de la Ley 1008, estable los siguiente: ‘El que
suministrare ilícitamente a otros sustancias controladas, será sancionado
con presidio de ocho a doce años y mil a dos mil días multa , cualquiera
sea la cantidad suministrada’. En el caso de autos, el Ministerio Público ha
probado que el acusado Jesús Leonor García Pasabarez ha sido aprehendido y
encontraba en posesión de sustancias controladas (MARIHUANA), hecho que se
demuestra por las distintas actuaciones policiales durante la investigación,
reflejadas en las Actas acumuladas al expediente, sin embargo no se ha probado
con ningún medio de prueba que el imputado hubiera suministrado, provisionando
o vendido sustancias controladas a otras personas, tampoco se ha demostrado la
existencia de los supuestos compradores para que se llegue a consumar el delito
previsto en el Art. 51 de la Ley Nº 1.008; en ese contexto, debemos indicar que si
bien es cierto que se ha demostrado que el imputado ha sido aprehendido en
posesión de una cantidad mínima de marihuana, la misma que según nos informan
los datos del proceso investigativo así como las pruebas insertadas y judicializadas
al juicio oral, esa marihuana era para su consumo personal. En ese entendido, el
Art. 49º de la Ley Nº 1008 al respecto dispone lo siguiente: CONSUMO Y
TENENCIA PARA EL CONSUMO: ‘El dependiente y el consumidor no habitual
que fuere sorprendido en posesión de sustancias controladas en
cantidades mínimas que se supone son para su consumo personal
inmediato, será internado en un instituto de farmacodependencia público
o privado para su tratamiento hasta que se tenga convicción de su
rehabilitación’. Es así que en este caso no existe coherencia entre la acusación,
la conducta del imputado y la sentencia condenatoria respecto a la adecuación del
tipo penal de suministro de sustancias controladas previsto en el Art. 51 de la Ley
1008, ya que durante el juicio oral se ha presentado a declarar el testigo de cargo
ofrecido por el Ministerio Público el Sof. 2º Agustín Llanque Pujro, quien en toda la
extensión de su testimonio no menciona ni indica que hubieran encontrado a los
supuestos compradores en los alrededores del lugar donde fue aprehendido el
imputado, simplemente informa que el imputado ha sido aprehendido en flagrancia
en posesión de 16 gramos de marihuana, y que simplemente se han abocado a
sorprender al imputado en posesión de marihuana sin poder constatar si éste haya
suministrado o vendido dicha droga a otras personas, no le consta; en ese sentido,
del estudio minucioso de los datos del proceso elevados en originales y todo
cuanto convino ver, se llega a determinar que, el Tribunal de Sentencia de Puerto
Suárez al dictar la sentencia apelada de fs. 69 a 73, ha procedido en forma
incorrecta y sin tomar en cuenta lo previsto por el Art. 49 de la Ley 1008” (sic).

III. VERIFICACIÓN DE LA VULNERACIÓN DE DERECHOS Y GARANTÍAS

Conforme se advierte del Auto 436/2014-RA de 2 de septiembre, emitido por este Tribunal
en la presente causa, el recurso de casación formulado por el Ministerio Público, fue
admitido ante la concurrencia de los presupuestos de flexibilización, a los fines de verificar
si fue correcta la revocatoria de la sentencia por parte del Tribunal de alzada, si éste podía
determinar la absolución del imputado, si efectivamente cambió la situación jurídica del
imputado o simplemente adecúo la conducta del imputado a otra norma penal sustantiva y
en definitiva si la determinación asumida de recluir al imputado en un centro de
rehabilitación se enmarcó o no en normas legales, a cuyo efecto corresponde previo al
análisis del caso concreto, hacer referencia a la jurisprudencia pertinente a las
problemáticas planteadas.

III.1. Alcances del recurso de apelación restringida.

La Corte Suprema de Justicia, mediante Auto Supremo 277 de 13 de agosto de


2008, estableció como doctrina legal aplicable que: "...en el sistema procesal penal
boliviano no existe segunda instancia y que los jueces o tribunales de sentencia
son los únicos que tiene la facultad para valorar la prueba, al encontrarse en
contacto directo con la producción de la misma.

La función principal del Tribunal de alzada es pronunciarse respecto de la


existencia de errores ‘injudicando’ o errores ‘improcedendo’ en que hubiera
incurrido el tribunal a quo (Juez o Tribunal de Sentencia) de acuerdo a la previsión
del artículo 414 del Código de Procedimiento Penal, consecuentemente el Tribunal
de alzada sin necesidad de reenvío puede subsanar errores de derecho existentes
en el proceso pero sin revalorizar la

prueba, ya que lo contrario significaría desconocer el principio de inmediación que


se constituye en el único eje central en la producción probatoria reservada
exclusivamente para los Tribunales de sentencia sean estos colegiados o
unipersonales.

El Tribunal de Sentencia, sea unipersonal o colegiado llega a la certeza de


culpabilidad o absolución examinando todas las pruebas introducidas y valorando
las mismas bajo el sistema de la sana crítica, en consecuencia el Tribunal de
apelación no se encuentra en condiciones de cambiar la situación jurídica
de absuelto a culpable o a la inversa, por no tener facultades de
revalorización de la prueba y por la imposibilidad material de aplicación
del principio de inmediación, lo contrario significaría volver a la posibilidad de
revocar los fallos valorando pruebas que nunca se presenciaron ni fueron parte de
estos actos procesales y en consecuencia incurrir en violación a la garantía
constitucional del debido proceso" (Las negrillas nos corresponden).

En la misma lógica, el Auto Supremo 94/2013 de 2 de abril, manteniendo la


jurisprudencia relativa a los alcances del recurso de apelación restringida estableció
la siguiente doctrina legal aplicable, que conforme el art. 420 del CPP es obligatoria
para los tribunales y jueces inferiores, mientras no sea modificada por medio de
una resolución dictada con motivo de otro recurso de casación: “(…)el recurso de
apelación restringida constituye un medio para impugnar errores de procedimiento
o de aplicación de normas sustantivas en los que se hubiera incurrido durante la
sustanciación del juicio o en la Sentencia, no siendo el medio idóneo que faculte al
Tribunal de Alzada para revalorizar la prueba o revisar las cuestiones de hecho que
determinan los Jueces o Tribunales de Sentencia; por ello, el Tribunal de Alzada
está obligado a ajustar su actividad jurisdiccional a los siguientes aspectos: Anular
total o parcialmente la Sentencia y ordenar la reposición del juicio por otro Juez o
Tribunal, cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de la ley o
su errónea aplicación; cuando la nulidad sea parcial, se indicara el objeto concreto
del nuevo juicio, y; cuando sea evidente que para dictar una nueva sentencia no es
necesaria la realización de un nuevo juicio, resolverá directamente.

Sobre el último aspecto descrito precedentemente, el Tribunal de Alzada aplicando


debidamente el principio de economía procesal y sobre todo el de legalidad debe
observar lo prescrito en el artículo 413 parte in-fine del Código de Procedimiento
Penal, que textualmente dice: "...Cuando sea evidente que para dictar una nueva
sentencia no sea necesaria la realización de un nuevo juicio, el tribunal de alzada
resolverá directamente", el supuesto que posibilita la disposición legal citada está
facilitando subsanar errores de derecho existentes en el proceso, sin que
se modifiquen los hechos probados en juicio que se hallan sujetos al
principio de intangibilidad, una interpretación contraria importaría que por una
indebida aplicación de norma sustantiva o indebida interpretación de la ley tenga
que efectuarse un nuevo juicio oral, aspecto que llevaría a que los juicios orales
tengan duraciones demasiado largas y dificultosas, restringiendo el derecho que
tienen los sujetos procesales a un juicio pronto, oportuno y sin dilaciones, en
observancia de la garantía jurisdiccional consagrada en el artículo 115 parágrafo II
de la Constitución Política del Estado; sin perjuicio de destacar que esa posibilidad
no puede ser entendida como una facultad que le permita al Tribunal de Alzada
cambiar diametralmente la parte dispositiva de la Sentencia, esto es cambiando la
situación jurídica del imputado, de absuelto a condenado o viceversa.

Finalmente, si bien ninguna persona puede ser condenada por un hecho distinto al
atribuido en la acusación conforme al principio de congruencia, empero se debe
tomar en cuenta el principio "iura novit curia", por el cual la congruencia debe
existir entre el hecho y la Sentencia y no respecto a la calificación jurídica que
provisionalmente establece el Ministerio Público o la acusación particular de
manera indistinta; por ello, luego del desfile probatorio y del análisis de las pruebas
incorporadas a juicio oral y ordinario, el Juez o Tribunal que pronuncia Sentencia
tiene que realizar la subsunción del hecho al tipo penal que corresponda pudiendo
ser diferente al de la calificación jurídica provisional realizada por la acusación, en
aplicación precisamente del principio procesal indicado -siempre que se trate de la
misma familia de delitos-“ (las negrillas y subrayado no cursan en el original).

III.2. Análisis del caso concreto.

En el caso de autos, se advierte que el Juez Primero de Sentencia de Santa Cruz


dictó Sentencia declarando al imputado, autor y culpable del delito de suministro
de Sustancias Controladas, pero ante el recurso de apelación restringida
interpuesto por el imputado, el Tribunal de alzada pronunció el Auto de Vista
impugnado, revocó totalmente la Sentencia y deliberando en el fondo, declaró al
recurrente absuelto de la comisión del delito imputado y dispuso con base al art.
49 de la Ley 1008, su internación en un Centro de Rehabilitación hasta su total
recuperación.

Con este antecedente y teniendo en cuenta la jurisprudencia glosada


precedentemente, así como el ámbito de análisis del presente recurso, se advierte
en principio que el Tribunal de alzada, ante la denuncia del imputado formulada en
apelación restringida de errónea aplicación de la ley en el marco del art. 370 inc. 1)
del CPP y violación al principio de legalidad, intentó adecuar la conducta del
imputado a las normas sustantivas contenidas en la Ley 1008 aplicables al presente
caso, situación que si bien resultaba posible se hallaba sujeta a una condición
insoslayable: la intangibilidad de los hechos y la imposibilidad de revalorizar la
prueba.

Sin embargo, se advierte del contenido de la sentencia, que el Juez de Sentencia


en lo sustancial estableció, previa valoración de la prueba, que el imputado es
autor del delito atribuido, pues se dedicaba a realizar actividades ilícitas de
narcotráfico suministrando sustancias controladas como marihuana en pequeñas
cantidades en bolsitas de nylon, enfatizando que los delitos de narcotráfico no
admiten tentativa por ser de peligro concreto y de producción instantánea;
además, de concluir que la defensa no aportó ningún elemento o prueba que
demuestre que el imputado sea realmente consumidor de sustancias controladas,
ya que incluso destacó en el texto de la sentencia, que la defensa no produjo
ninguna prueba de

descargo; por su parte, el Tribunal de apelación sostuvo su decisión de revocar la


sentencia, de declarar absuelto al imputado y de disponer su internación en un
centro de rehabilitación, al concluir en la falta de coherencia entre la acusación, la
conducta del imputado y la sentencia condenatoria, procediendo a la revalorización
de la prueba de cargo, no otra cosa significa su conclusión en sentido de que el
testigo Agustín Llanque Pujro, en toda la extensión de su testimonio no hubiese
mencionado ni indicado que hubieran encontrado a los supuestos compradores en
los alrededores del lugar donde fue aprehendido el imputado; incluso asumió como
cierto un hecho que se tuvo como no acreditado por el Juez de Sentencia, al
concluir: “…si bien es cierto que se ha demostrado que el imputado ha sido
aprehendido en posesión de una cantidad mínima de marihuana, la misma que
según informan los datos del proceso investigativo así como las pruebas insertas y
judicializadas al juicio oral, esa marihuana era para su consumo personal” (sic),
quedando demostrado que el Tribunal de alzada por un lado procedió a la
revalorización de la prueba o por otra parte desconoció que los temas relativos a la
relación de los hechos resultan intangibles a los fines de precautelar el principio de
inmediación que rige el sistema procesal penal vigente.

Ahora bien, corresponde precisar que, en caso de haberse constatado que la


Sentencia no se ajustaba a las normas procesales, al haberse emitido una
resolución con una visión con prejuicios, con la presencia de simples indicios y
presunciones, sin que se haya probado la culpabilidad del imputado, situación que
derivaría en una defectuosa valoración de la prueba; en cumplimiento de lo
dispuesto por el art. 413 del CPP, al Tribunal de alzada le correspondía anular total
o parcialmente la Sentencia, y ordenar la reposición del juicio por otro Tribunal, y
no así dictar una nueva Sentencia con base a una revalorización de la prueba y
hechos que no fueron acreditados ante el Juez de sentencia, en vulneración al
derecho al debido proceso, reconocido por el art. 115.II de la CPE, pues en forma
indebida rectificó la Sentencia y cambió la situación jurídica del imputado,
asumiendo en forma inadecuada facultades que corresponden exclusivamente a la
competencia del Juez o Tribunal de Sentencia.

Por todo lo expuesto, se concluye que la decisión asumida por el Tribunal de


alzada de revocar la sentencia pronunciada en la presente causa no fue correcta,
que el intento de la adecuación de la conducta del imputado se fundó en la
revalorización de la prueba y en un hecho no acreditado en juicio y que en
definitiva la determinación asumida en el Auto de Vista impugnado no se enmarcó
a las normas legales; por ello, con la finalidad de restablecer los derechos y
garantías constitucionales de la parte recurrente, corresponde dejar sin efecto el
Auto de Vista recurrido, a efecto de que el Tribunal de apelación dicte nueva
resolución, considerando los fundamentos del presente Auto Supremo que se
constituyen en doctrina legal aplicable.

POR TANTO
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en aplicación del art. 419 del CPP,
declara FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el Ministerio Público y DEJA
SIN EFECTO el Auto de Vista 42 de 15 de abril de 2014 de fs. 87 a 89 vta., disponiendo
que la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, pronuncie
nueva resolución de acuerdo con la doctrina legal establecida.

A los efectos de lo previsto por el art. 420 del CPP, hágase conocer mediante fotocopias
legalizadas el presente Auto Supremo a los Tribunales Departamentales de Justicia, para
que por intermedio de sus Presidentes, pongan en conocimiento de los Jueces penales de
su jurisdicción.

En aplicación del art. 17.IV de la Ley del Órgano Judicial, por Secretaría de Sala,
comuníquese el presente Auto Supremo al Consejo de la Magistratura.

Regístrese, hágase saber y cúmplase.

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