Informe Sector Remolacha-Azúcar
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Edición 3
INFORME Fecha: 03/07/09
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ELABORADO: REVISADO:
TECNICO RESPONSABLE JEFE DE AREA DE INVESTIGACIÓN
ÍNDICE
INFORME SOBRE EL SECTOR DEL AZÚCAR/REMOLACHA EN ESPAÑA
1. HISTORIA DEL SECTOR EN ESPAÑA
2. AGRONOMÍA DE LA REMOLACHA
3. AGRONOMÍA DE LA CAÑA DE AZÚCAR
4. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA SITUACIÓN DEL SECTOR Y EL MODELO PRODUCTIVO DEL
AZÚCAR
A) Contextualización de la futura PAC en relación con el sector remolachero azucarero: qué ha sucedido
desde el fin de las cuotas.
B) Papel de la remolacha en la rotación de cultivos y en la elección de siembra del agricultor.
C) Una política que debe adaptarse a las especificidades ambientales de cada cultivo y cada país.
Características del cultivo en España.
D) Comparativa de sostenibilidad medioambiental frente alternativas de cultivo.
E) Un sector con marcado carácter social y territorial.
F) Un sector organizado. Modelo de acuerdos.
G) Un sector transparente que pide transparencia y representatividad.
H) Los co-productos de la remolacha y la caña, la innovación y la importante presencia del sector en otras
esferas de actividad económica.
I) El refino de caña como complemento de la producción de remolacha en un mercado deficitario de
oferta de materia prima local.
J) Un sector modélico como ejemplo de economía circular.
K) Sector fundamental para la vertebración de población en zonas rurales.
L) Remolacha y azúcar: un sector sostenible y atento a las demandas de la sociedad.
1. Exigencias sociales en materia de alimentación y salud.
2. Productos alimenticios seguros: trazabilidad, etiquetado, declaraciones, control, residuos y
antibióticos.
3. Sanidad vegetal.
4. Sanidad animal, bienestar animal y resistencia antimicrobiana.
5. Productos alimenticios saludables. Nuevos estándares de nutrición. Dieta mediterránea.
6. Calidad de los alimentos.
7. Productos alimenticios sostenibles: producción orientada al mercado, economía circular, modelos
de productos sostenibles y productos ecológicos.
M) Un sector preparado para afrontar los nuevos desafíos medioambientales del cultivo.
5. SITUACIÓN ACTUAL Y OPORTUNIDADES
a) Fábricas, centros de envasado y otros centros de producción: evolución y dimensiones. Capacidad
instalada.
b) Evolución de la superficie sembrada de remolacha en la zona norte.
c) Evolución de la superficie sembrada de remolacha en la zona sur.
d) España en el contexto europeo.
e) Comparativa con otros cultivos.
f) Datos de contexto sobre el trabajo de trasferencia tecnológica y divulgación que se ha llevado y se
lleva a cabo desde AIMCRA y los demás Centros que realizan investigación y experimentación.
Principales áreas de trabajo y resultados obtenidos.
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En 1902 se crea la Sociedad General Azucarera y, en 1911, inicia su andadura, Ebro Compañía de Azúcares y
Alcoholes, durante más de cincuenta años, estas dos empresas son las encargadas de la producción y
comercialización del azúcar en España, hasta la aparición en 1962 de la llamada por entonces Azucarera Cooperativa
Onésimo Redondo, hoy denominada Sociedad Cooperativa General Agropecuaria ACOR, creándose desde entonces
un importante desarrollo de este sector en España y especialmente en Castilla y León, donde estas tres empresas
tenían la mayoría de sus fábricas.
La relocalización de las zonas azucareras y la concentración de la producción han sido una constante en los más de
100 años de historia del sector remolachero-azucarero tanto en España como en la mayor parte de los países de
Europa. Solamente entre 1882 y 1960, se pusieron en funcionamiento un total de 91 plantas azucareras en las
diferentes zonas geográficas de cultivo de remolacha: Cuenca del Duero, Andalucía Occidental, Andalucía Oriental,
Cuenca del Ebro, Centro (Madrid y Castilla-La Mancha) y zona Norte-Noroeste (Asturias, Santander y Galicia).
La década de los 80 se caracterizó por la adaptación de la industria a la Unión Europea. Se mejora tanto en
productividad como en calidad como consecuencia de los ceses de su actividad de fábricas que no son rentables y de
las mejoras y modernización de las plantas que permanecen activas.
Ya en los 90, la industria del azúcar en España profundizó en la reorganización y homologación a los estándares
europeos, teniendo como principal objetivo el fortalecimiento del sector en aras de la competitividad en Europa.
Como culminación de este proceso, en 1998, las dos principales compañías españolas, Ebro Agrícolas y Sociedad
General Azucarera, se unen para la constitución del primer grupo agroalimentario español y el quinto azucarero en
Europa. Esta iniciativa tuvo como objetivos fundamentales: La finalización del proceso de reestructuración industrial;
El afianzamiento del cultivo de la remolacha en España; La estabilidad del sector mediante una mejora de la
competitividad y, finalmente, el interés por reforzar la presencia de la industria azucarera española en el marco de la
UE
El sector tuvo que adaptarse con rapidez al nuevo entorno político y legislativo obligándose a buscar una mejora de
la productividad de sus fábricas y unos mayores rendimientos del cultivo para seguir el paso de la organización
común de mercado que existía en Europa. Esta organización común de los mercados agrícolas (OCM) establecía un
sistema de cuotas de producción por país, un precio mínimo para la remolacha, un precio de referencia del azúcar y,
en caso necesario, un mecanismo de intervención para el sostenimiento del precio. La cuota de producción de
azúcar de remolacha asignada a España era de 996.960 toneladas, para cubrir una demanda interior de alrededor de
1.300.000 toneladas.
La última reducción drástica de las cuotas de producción de azúcar establecida en Europa, se produjo entre 2006-
2009 periodo en el que la reestructuración es gestionada por la propia Comisión Europea, que se traduce en el cierre
de 6 molturadoras y el abandono del 50% de la cuota de producción de azúcar disponible, dejando reducido el
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número de fábricas existentes en España en las cinco existentes y en dos el número de compañías que operan en el
sector del azúcar.
Hoy, tras la reestructuración y redimensionamiento del sector, y la desaparición del sistema de cuotas de producción
de azúcar de remolacha el 30 de septiembre de 2017, éste cuenta con una implantación agrícola-remolachera bien
dimensionada y un tejido industrial altamente tecnificado que le permite competir en Europa en mejores
condiciones que en épocas pasadas.
La producción se concentra principalmente en Castilla y León, comunidad en la que se ubican cuatro de las cinco
fábricas azucareras. Estas cuatro fábricas están situadas en Olmedo (Valladolid), La Bañeza (León), Toro (Zamora) y
Miranda de Ebro (Burgos) que reciben remolacha además de la propia Castilla y León, de La Rioja, País Vasco y
Navarra. Por último, la quinta azucarera se ubica en Andalucía (en Jerez de la Frontera) y recibe la materia prima de
Cádiz y Sevilla.
Fuente: Acor
2. AGRONOMÍA DE LA REMOLACHA
Planta dicotiledónea perteneciente a la familia de las Quenopodiáceas, del género Beta y especie Vulgaris,
subespecie saccharífera. Se trata de una planta bienal: en el primer año se desarrolla una roseta de hojas que se
encargan de producir sustancias de reserva (azúcar) que se almacenan en la raíz para pasar el invierno. A la
primavera siguiente se completa el ciclo vital de la especie produciendo un tallo floral de altura superior a 1 metro.
La inflorescencia es una espiga densa y alargada, formada por flores verdosas o purpúreas. Los frutos están
agrupados en glomérulos que contienen cada uno varios gérmenes. La maduración de los órganos masculinos y
femeninos se producen generalmente en épocas diferentes, lo cual favorece la polinización cruzada.
La germinación de las semillas se produce a una temperatura de 15º C o superior. El óptimo de desarrollo se produce
alrededor de 22º C. A partir de 35º C se produce parada fisiológica. El cero fisiológico se encuentra a temperaturas
inferiores a 5º C. El ciclo productivo tiene una duración, según variedades, de 180 a 220 días
Como el aprovechamiento industrial consiste en la extracción del azúcar (sacarosa) almacenado en la raíz, la
recolección se debe realizar antes de que comience el segundo año del ciclo vital (floración). Agronómicamente
(durante el primer año), se pueden distinguir en la planta tres partes principales:
RAÍZ
Pivotante, de forma cónica o tronco-cónica, piel rugosa con círculos en espiral. A los lados se encuentran dos surcos,
uno frente a otro, de los que nacen una gran cantidad de raicillas. Son los llamados surcos sacaríferos. La longitud del
cuerpo de la raíz se considera hasta donde el diámetro de la misma supera 1 cm. Por debajo de ese punto tiene un
aprovechamiento prácticamente nulo y casi carece de azúcar. Está constituida aproximadamente por un 75% de
agua y un 25% de materia seca. El azúcar se forma en la hoja y pasa a la raíz como fuente energética para su
crecimiento y acumulación. El contenido aproximado en sacarosa es de un 16%. Industrialmente, es importante el
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contenido de las impurezas, que dificultan la extracción del azúcar. El exceso de abonado nitrogenado (o su
aportación tardía) y una mala sanidad repercuten negativamente en el rendimiento industrial.
HOJAS
Son pecioladas, ovales-acorazonadas u ovales-romboidales. El limbo es rugoso y abarquillado. En cuanto al porte, las
más jóvenes se conservan erguidas y, a medida que pasa el tiempo y nacen nuevas hojas, las más viejas se van
cayendo, llegando las más externas a quedar apoyadas en el suelo. Se producen por encima de sesenta hojas a lo
largo del primer año de vida de la remolacha.
La caña de azúcar pertenece a la familia de las gramíneas, concretamente al género Saccharum. Las variedades
cultivadas son híbridos de la especie officinarum y otras afines (spontaneum). Procede de extremo Oriente, desde
donde llegó a España, concretamente a las zonas de Málaga y Motril, en el siglo IX, para posteriormente expandirse
por América en el siglo XV.
TALLO
Macizo, cilíndrico (5-6cm de diámetro), alargado (altura de 2-5m) y sin ramificaciones. Se considera el verdadero
fruto de aprovechamiento agrícola ya que en los entrenudos de éste se encuentra almacenado el azúcar. La caña
tiene un porcentaje de riqueza en sacarosa en torno al 14% aproximadamente. La caña de azúcar, además de
proporcionar sacarosa, tiene otros aprovechamientos. Tiene aproximadamente 40kg/t de melaza (materia prima
para la fabricación del ron) y se pueden obtener unos 150kg/t de bagazo.
RAÍZ
El sistema radicular, que tiene una cierta profundidad, lo compone un robusto rizoma subterráneo.
HOJAS
Largas, delgadas y planas. Recubiertas por pequeñas vellosidades con numerosas aperturas estomáticas.
INFLORESCENCIA
Para que aparezca la inflorescencia es necesario que se den una serie de condiciones de edad, fertilización,
fotoperiodo, temperatura y humedad adecuadas. En estas circunstancias, se pasará de un crecimiento vegetativo a
uno reproductivo. Los entrenudos seguirán alargándose y finalmente aparecerá la hoja bandera, esta hoja es un
claro indicador de la inmediata aparición de la inflorescencia. La inflorescencia es una panícula que en sus ejes
secundarios presentan pares de espiguillas unidas mediante un pedicelo y con una sola flor.
La caña de azúcar no soporta temperaturas inferiores a 0ºC. Para crecer exige un mínimo de temperatura de 14 a
16ºC y la temperatura óptima de germinación oscila entre 32-38ºC.
Para España, el sector de la remolacha es un cultivo estratégico e imprescindible, tanto por su aportación económica
y social, como por ser un cultivo alternativo en regadío, que favorece la creación de empleo, tanto en puestos de
trabajo directos como indirectos, por lo que es necesario hacer lo posible para evitar su desaparición.
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La fuerte presión de campañas anti azúcar, la imposición de tasas a los alimentos azucarados, los acuerdos de la
Unión Europea con terceros países, el futuro acuerdo con MERCOSUR, son factores que están condicionando a este
importante sector de la agricultura comunitaria.
En lo que se refiere a las campañas anti azúcar y los impuestos a los alimentos que contienen azúcar, no han
conseguido que durante los dos últimos años el consumo haya descendido, favorecido por el aumento de la
población en el mundo, una mejora de la economía a nivel global y el aumento del consumo en los países en
desarrollo.
El balance mundial 2019/20 arroja un déficit global (diferencia del consumo y producción) de 7 millones de
toneladas, debido al descenso de la producción de India de 4,86 millones de toneladas y de 2,29 millones de
toneladas de Tailandia principalmente, que no han compensado el aumento de la producción en Rusia en +1,12
millones de toneladas, en Brasil + 0,55 millones de toneladas y en Irán +0,45 millones de toneladas. La producción de
azúcar de remolacha aumentaría 0,8 millones de toneladas, por la excelente cosecha de Rusia, pero descendería
0,34 millones de toneladas en EEUU. Por contrario, el azúcar de caña descendería 6,3 millones de toneladas, por la
caída de la producción en India y Tailandia principalmente.
Por otra parte, el descenso de la producción prevista, no afectaría a la actividad exportadora que tiene suficientes
stocks almacenados, lo que se estima una mayor demanda de las importaciones y una reducción de los stocks, que
sería de las más bajas desde 2016/17, lo que está ocasionando una recuperación de los precios.
En la siguiente tabla puede verse el balance mundial de azúcar en las cuatro últimas campañas, donde se aprecia un
ligero descenso de los stocks y un aumento del consumo.
Fuente OIA
Las primeras observaciones de cara a la campaña 2020/2021, prevén que el balance mundial vuelva a ser deficitario
en 8,5 millones de toneladas, si bien en la Unión Europea, se espera el retorno de condiciones climatológicas
favorables, después de veranos muy secos y calurosos, lo que podría suponer una recuperación del rendimiento de
un 5%, dando como resultado un incremento de la producción de azúcar de un millón de toneladas.
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Tabla2. Balance del sector del azúcar en los principales países del mundo (miles de t)
Tabla 3. Distribución de la Producción mundial de azúcar de caña y de remolacha: 1979/80 al 2018/19. Fuente: Sugar Economy Europe 2020
Barten.
Campaña Producción de Producción Campaña Producción de Producción Campaña Producción de Producción Campaña Producción de Producción
Remolacha de caña Remolacha de caña Remolacha de caña Remolacha de caña
1979/80 40,3 % 59,7 % 1989/90 35,3 % 64,7 % 1999/00 27,2 % 72,8 % 2009/10 22,2 % 77,8 %
1980/81 37,7 % 62,3 % 1990/91 36,9 % 63,1 % 2000/01 28,2 % 71,8% 2010/11 20,4 % 79,6 %
1981/82 37,0 % 63,0 % 1991/92 32,8 % 67,2 % 2001/02 24,4 % 75,6 % 2011/12 22,3 % 77,7 %
1982/83 37,1 % 62,9 % 1992/93 38,5 % 61,5 % 2002/03 25,3 % 74,7 % 2012/13 20,4 % 79,6 %
1983/84 37,1 % 62,9 % 1993/94 36,3 % 63,7% 2003/04 24,2 % 75,8 % 2013/14 20,3 % 79,7 %
1984/85 37,5 % 62,5 % 1994/95 30,6 % 69,4 % 2004/05 26,5 % 73,5 % 2014/15 22,6 % 77,4 %
1985/86 37,4 % 62,6 % 1995/96 29,7 % 70,3 % 2005/06 26,3 % 73,7 % 2015/16 20,7 % 79,3 %
1986/87 36,3 % 63,7 % 1996/97 30,7 % 69,3 % 2006/07 22,0 % 78,0 % 2016/17 23,1 % 76,9 %
1987/88 37,3 % 62,7 % 1997/98 30,5 % 69,5 % 2007/08 21,2 % 78,8 % 2017/18 23,3 % 76,7 %
1988/89 38,8 % 61,2 % 1998/99 28,3 % 71,7 % 2008/09 21,4 % 78,6 % 2018/19 21,0 % 79,0 %
En la tabla 2, se recoge el balance de los principales países del sector del azúcar, que representan el 62% de la
producción mundial, el 48% del consumo, el 41% del comercio de importación, el 19% de las exportaciones y el 60%
de los stocks.
Centrándonos en los principales países productores de remolacha podemos observar la importancia del hemisferio
norte, destacando Rusia con 1.174.700ha seguido de EEUU con 450.500ha y la UE destaca Alemania con 406.700ha
Si analizamos la tabla 3 observamos como en la campaña 1979/80 la caña de azúcar representaba un 59,7% de la
producción total de azúcar frente al 40,3% de la remolacha y en la campaña 2018/19 representa un 79% del total de
frente al 21% de azúcar proveniente de la remolacha, manifestándose una clara tendencia de crecimiento de la caña
de azúcar durante este periodo.
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Por otra parte, si queremos transmitir el modelo de transversalidad del sector remolachero-azucarero en cuanto a su
impacto en la cadena de valor y como bien de interés público, debemos hacerlo a partir de una serie de puntos a
considerar:
A) Contextualización de la futura PAC en relación con el sector remolachero azucarero: qué ha sucedido desde el
fin de cuotas
El fin de las cuotas de producción de azúcar en la UE el pasado 30 de septiembre de 2017 supuso, por un lado, la
posibilidad de producir aquellas cantidades que los remolacheros y la industria considerasen oportuno y, por otro,
poder exportar al mercado mundial sin restricciones. Sin embargo, nada cambió para las importaciones, de modo
que se mantuvieron los derechos de importación tanto para el azúcar blanco como para el crudo para ser refinado,
excepto para aquellos países con acuerdos preferenciales o contingentes para la importación acordados con la UE.
En la primera campaña sin cuotas en la UE 28, los principales productores europeos apostaron por incrementar el
área cultivada de remolacha, debido a los buenos precios del mercado interior, así como a las condiciones que
brindaba la exportación en el otoño-invierno de 2016/17 que animaban a producir azúcar. La superficie de cultivo de
remolacha, se incrementó en un 19% respecto al 2016/17. Este incremento de superficie, acompañado de buenos
rendimientos, dio como resultado una producción récord en la UE. Esta situación en el balance europeo,
acompañada a su vez de un excedente de producción mundial, trajo consigo una fuerte caída de precios, situación
que todavía en 2019 sigue penalizando en parte al firmarse tradicionalmente en el sector, contratos a largo plazo
con los principales utilizadores de azúcar en un momento de fuerte caída de los precios.
En las dos últimas campañas, sin embargo, la situación ha cambiado puesto que la superficie de remolacha ha caído
en torno al 5%, como consecuencia de las pérdidas en el conjunto del sector remolachero azucarero comunitario y
de las adversas condiciones climatológicas, lo que ha llevado a una disminución de los rendimientos y a su vez a una
mejora en los precios del azúcar en los últimos meses, tendencia que esperamos continúe a lo largo de la campaña
2020/2021. (Tabla 6)
Con todo ello, son varias las compañías que a lo largo de 2019 han anunciado planes de reestructuración y cierres de
fábricas en la Unión Europea. Se han identificado estos anuncios de cese de actividad:
Bourdon (Francia): Cristalco.
Toury (Francia): Cristalco.
Ernstein (Francia): Cristalco (50% de su actividad).
Cagny (Francia): Saint Louis Sucre, Grupo Sudzücker.
Eppeville (Francia): Saint Louis Sucre, Grupo Sudzücker.
Arlov (Suecia): Nordzücker.
Stryzow (Polonia): Sudzücker.
Brottewitz (Alemania): Sudzücker.
Warburg (Alemania): Sudzücker.
San Quirico (Italia): Eridania.
Es destacable el hecho de que, en el análisis por país, el cultivo ha crecido en la zona del llamado “cinturón
remolachero”: Alemania, Francia, Holanda y especialmente en Polonia, donde tras el fin de las cuotas, la superficie
se ha incrementado notablemente, en un 20%. Ello contrasta con el hecho contrario que se ha producido en los
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países del sur (Italia, España, Grecia...) y algunos como Austria o Suecia donde el cultivo de la remolacha ha
descendido en el periodo post-cuotas.
Tabla 4. Área sembrada de remolacha en la UE 28. (Elaboración Azucarera de datos de la Comisión Europea.)
La UE ocupa el tercer lugar en la producción mundial de azúcar con 17,5 millones de toneladas en la campaña
2019/2020, ligeramente inferior a la 2018/2019, de 3,8 millones de toneladas menos que el récord de 2017/2018,
pero 3,3 millones de toneladas superior a la 2016/2017. El consumo, equilibrado con la producción y similar al
consumo de la campaña anterior, sería inferior a 2 millones de toneladas respecto a la última campaña sin cuota. El
mantenimiento del consumo de azúcar comunitario, con una ligera reducción, es debido a las campañas anti
consumo de azúcar y por el aumento de impuestos a algunos alimentos azucarados, ya que el consumo de azúcar
comunitario siempre ha excedido a la producción. Las compras de azúcar por parte de la UE, superan ligeramente a
la anterior campaña, pero son inferiores a 2016/2017. Las exportaciones, por el contrario, casi duplican a 2016/2017,
aunque lejos de 2017/2018, manteniéndose bajos los stocks.
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Tabla 5. Producción de azúcar (miles de t) en la UE 28. (Elaboración Azucarera con datos de la Comisión Europea.)
Julio 2019 Agosto 2019 Sept. 2019 Oct. 2019 Nov. 2019 Dic. 2019 Enero2020
320 €/t 320 €/t 328 €/t 332 €/t 335 €/t 342 €/t 360 €/t
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Las tablas y gráficas anteriores ponen de manifiesto la situación del sector en la UE y constituyen un elemento de
partida para su análisis.
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Mediante la Orden AYG/1129/2014, de 19 de diciembre, por la que se regulan las medidas agroambientales y clima,
contenidas en el Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020 y cofinanciadas por el Fondo Europeo
Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), se pretende contribuir al mantenimiento de este cultivo característico la
agricultura de Castilla y León, no sólo por su importancia económica, sino también por su capacidad de fijar
población en las zonas rurales.
En el actual contexto, ya expuesto, se hace necesaria una gestión sostenible de este cultivo que, de lo contrario,
podría sufrir un retroceso importante.
La remolacha azucarera destaca por ser uno de los cultivos con mayor capacidad de fijación de CO2 (dióxido de
carbono) atmosférico, por lo que su mantenimiento supone contribuir de forma directa a la mitigación del cambio
climático.
AIMCRA y el Servicio Agronómico de ACOR, en todas sus líneas de trabajo, están alineados con los Compromisos
agroambientales y climáticos, dando las herramientas y servicios necesarios para dar respuestas a las exigencias de
los planes de desarrollo rural, tales como: cuadernos de campo informatizado; información detallada de los
beneficios de la rotación con remolacha y de la necesidad de que ésta sea como mínimo cada cuatro años;
formaciones sobre mejora de la eficiencia del riego; calibración y evaluaciones de los equipos de tratamiento.
También se realiza una campaña de análisis de suelos con recomendaciones para establecer un programa de
abonado adecuado a las necesidades, ajustando la dosis y consiguiendo una mayor sostenibilidad.
A continuación, se muestran los requisitos según el PDR para la consecución del pago a los agricultores a lo largo del
período de vigencia del contrato:
Ampliación de la rotación a cuatro hojas respetando un mínimo de tres años sin la implantación de remolacha
azucarera en la misma superficie de la parcela.
Gestionar la explotación en función del asesoramiento técnico recibido más allá de lo que está obligado por el
Real Decreto 1311/2012 de 14 de septiembre por el que se establece el marco de actuación para conseguir el
uso sostenible de productos fitosanitarios, así como el tiempo dedicado a formación, mejora de la eficacia del
riego y calibración de maquinaria y equipos de tratamiento del cultivo.
Realizar análisis de suelo con el fin de establecer un programa de abonado adecuado a las necesidades del
cultivo ajustando las dosis y consiguiendo un cultivo más sostenible.
Incorporar al suelo las hojas y restos de la cosecha de remolacha, como acción de captura de CO2 atmosférico, a
más tardar 30 días desde que se produce el momento del arranque o recolección. De los restos analizados, las
hojas generan más restos, pero también producen mayor aporte de elementos que las raíces. Nitrógeno,
fósforo, potasio y magnesio son los elementos con mayor proporción de aportes, llegando al 65%. Sólo el potasio
genera el 35% de todos los elementos aportados. De los restos de cosecha, se supone que se mineralizarán por
completo y podrán ser asimilables en un futuro. Lo que es muy difícil de cuantificar es la cantidad de restos que
se mineralizará cada año, así como los años que se necesitarán para que se descomponga por completo el
material vegetal aportado.
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Cumplir con los requisitos legales de gestión y las buenas condiciones agrarias y medioambientales que les sean
de aplicación, así como con los requisitos mínimos de fertilización, fitosanitarios y otros requisitos obligatorios, a
los que se hace referencia en el Marco Nacional de Desarrollo Rural y en el Programa de Desarrollo Rural de
Castilla y León 2014-2020.
La rotación con remolacha tiene múltiples beneficios; a lo ya mencionado se añade:
1. Explota horizontes más profundos que otros cultivos, aprovechando mejor los nutrientes.
2. Mantiene y mejora los contenidos de materia orgánica, con el enterrado de restos de cultivo. Esto no sucede con
otros cultivos.
3. Es un cultivo que realiza una captura de carbono mayor que otros cultivos.
4. Evita la resistencia de malas hierbas y enfermedades.
5. Mejora el drenaje y la aireación del suelo.
Además, desde AIMCRA se han realizado trabajos adicionales para poder determinar los restos de cosecha
aportados por el cultivo de remolacha azucarera. Al valorar económicamente los restos, sólo los cuatro elementos
principales utilizados normalmente en el cultivo de la remolacha suponen más de 280€.
Dentro de los cultivos utilizados en una rotación, la remolacha es, con diferencia, el cultivo que más elementos
genera. Sus resultados son una inversión en la explotación.
C) Una política que debe adaptarse a las especificidades ambientales de cada cultivo y cada país. Características
del cultivo en España
La remolacha azucarera en España se considera un cultivo estratégico, encontrándose presente en cinco
Comunidades Autónomas: Castilla y León, La Rioja, País Vasco, Navarra y Andalucía. La mayoría lo ha incluido dentro
de sus Planes de Desarrollo Rural o dentro del régimen de ayudas de minimis en el caso de Navarra. Al encontrarse
muy extendido por toda la geografía peninsular, la diversidad climática en las distintas regiones donde se cultiva
hace que se tenga que investigar y buscar soluciones técnicas adecuadas a cada una de las situaciones específicas.
Para buscar soluciones técnicas, los agricultores desde hace más de 50 años cuentan con AIMCRA (Asociación para la
Investigación y Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera constituida por Azucarera y sus remolacheros), con los
servicios agronómicos de Azucarera y de la Cooperativa ACOR, con los servicios técnicos de los colectivos
remolacheros creados por los agricultores y con los centros de investigación agrícolas de cada Comunidad
Autónoma.
En la zona norte se realiza cultivo de siembra primaveral. Esto significa que la remolacha se siembra desde finales de
febrero y se empieza a cosechar en octubre. En contraste, en Andalucía se realiza una siembra otoñal, empezándose
a sembrar en septiembre y realizando la cosecha a partir de junio. A pesar de ser un mismo cultivo, el
comportamiento, las necesidades nutricionales, necesidades hídricas y el control de plagas y enfermedades se
realiza de forma diferente, lo que hace imprescindible, como ya hemos dicho, investigar en cuanto a las mejores
prácticas de cultivo que se adapten a las peculiaridades de cada zona.
La remolacha azucarera es un cultivo que produce una cosecha anual. Una vez transcurrido ese periodo, debe estar
incluida dentro de una rotación de 3 ó 4 años con otros cultivos que comparten explotación con ella, como son las
leguminosas, las proteaginosas, las oleaginosas y, sobre todo, el cereal. Es lo que conocemos como “rotación”.
Existen claras ventajas medioambientales y económicas en relación con el cultivo de la remolacha en rotación:
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Mejora el aprovechamiento de los nutrientes del suelo, evitando que se pierdan arrastrados por el agua de
lluvia.
Mejora el control de malas hierbas de los otros cultivos que entran a formar parte de la rotación de la
explotación.
Mejora la estructura del suelo al tratarse de una raíz pivotante y profunda.
Las parcelas que han sido cultivadas con remolacha azucarera reducen el nivel de plagas y enfermedades
para el cultivo siguiente, ayudando así, a minimizar las cantidades de productos fitosanitarios aplicados.
Ayuda a la reducción de uso de fitosanitarios y semillas (normalmente de cereal) y reduce la cantidad de
abono en el cultivo siguiente por el enterrado de las hojas de remolacha.
Mejora la fertilidad del suelo debido al aporte de materia orgánica y nutrientes que quedan en él a partir de
los restos de cosecha con lo que ello supone de reducción de la cantidad de fertilizantes a aplicar.
En el seminario se profundizó sobre los principales impactos debidos al cambio climático que afectan al sector que se
resumen a continuación:
Precipitaciones: El descenso de las precipitaciones ocasiona, por un lado, una menor disponibilidad del agua,
sobre todo en las zonas con acuíferos más sensibles destacando el sur de Castilla y León y la Cuenca Hidrográfica
del Duero. También ocasiona mayores costes sobre todo en las zonas de sondeos y riego por pozos.
Temperaturas:
o Incremento de las temperaturas medias, que ocasiona una mayor demanda hídrica, además la
remolacha azucarera no es un cultivo especialmente bien adaptado a la sequía (no desarrolla un sistema
radicular profundo, ni tiene buen cierre de estomas o disminución del número de ellos).
o Aumento de las temperaturas mínimas en otoño/invierno, en la zona norte perjudicaría sobre todo la
calidad, al retrasar o impedir el arranque de la cosecha y estar más expuesto a podredumbres; y en la
zona sur, se traduciría en unos rendimientos agrícolas menores.
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Fenómenos extremos:
o El aumento de las temperaturas máximas en verano ocasiona golpes de calor que, por un lado, en la
zona norte coincide con la mitad del ciclo del cultivo, lo que se traduce en parones en el desarrollo y en
el ciclo de crecimiento, a veces con pérdida folicular y en casos extremos con la muerte de la planta, y en
la zona sur provocaría problemas en la calidad agrícola al coincidir con el ciclo final, momento del
arranque e incremento de plagas y enfermedades.
o Las lluvias torrenciales, sobre todo en otoño, ocasionan principalmente pérdidas de rendimiento agrícola
y de calidad del cultivo, tanto en la zona norte como en la zona sur.
Consecuencias de lo anterior:
o Cambios en el ciclo y en el manejo del cultivo.
o Cambios en la fenología de las plantas; en la última década la remolacha ha sufrido cambios físicos,
como un menor espesor de la piel lo que ha requerido una adaptación de la industria.
o Inestabilidad de producción, de rendimientos y de calidad.
o Inestabilidad de abastecimiento de remolacha a la industria azucarera.
o Mayor volatilidad de los precios en el mercado mundial.
A pesar de todo lo anterior, destacar que, con respecto a otros cultivos, quedó patente que el riesgo de impacto
del cambio climático en la remolacha era menor que en otros cultivos debido a dos factores: por un lado, por su
perfil de cultivo industrial altamente tecnificado y en su mayor parte cultivado en regadío, y por otro debido a
que estos impactos se podían solventar en todo o en gran parte gracias a técnicas de cultivo y una correcta
gestión del riego. Dicho impacto climático no parecía tener repercusión directa en los rendimientos de
producción sino principalmente en los costes derivados para la adaptación antes mencionados.
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Desde esta perspectiva del cambio climático, las líneas de trabajo específicas de la remolacha que desde hace
años se están llevando a cabo por los centros dedicados a la investigación y experimentación son las siguientes:
Genética: ensayos y recomendaciones de las variedades mejor adaptadas a las condiciones climáticas de
cada zona en función de las plagas y enfermedades endémicas como medida de adaptación al cambio
climático, para asegurar lo máximo posible unas producciones estables a los agricultores.
Abonado: de especial interés es el abonado nitrogenado. Tanto AIMCRA como ACOR, realizan analíticas de
suelos de sus agricultores y recomendaciones de las dosis adecuadas de nutrientes que necesita la planta en
cada momento, con el objetivo de aplicar solo el abonado justo y mitigar el impacto medioambiental por un
mal uso de nitrógeno y otros nutrientes.
Uso sostenible de fitosanitarios mediante el control integrado de plagas y el control de malas hierbas en la
rotación. La caída tan grande de disponibilidad de fitosanitarios a nivel europeo hace que cada vez sea más
importante trabajar las líneas de control integrado de plagas y el control en la rotación.
Uso eficiente del agua y ahorro energético, mediante el asesoramiento específico de las necesidades hídricas
de cada parcela y el trabajo continuo de implantación de nuevos sistemas más eficientes energéticamente y
que consiguen bombear el agua con energía solar o eólica.
De forma transversal, en todas las prioridades técnicas, se está implementando el uso de nuevas tecnologías que
aparecen en el mercado.
Estas prioridades de acción, junto con los beneficios medioambientales que supone el cultivo de remolacha,
pueden ser claves en el futuro marco de la PAC, por estar alineadas y ser muy coherentes con varios de sus
objetivos, así como con el “Pacto Verde Europeo”, recientemente anunciado por la Comisión Europea.
La combustión del petróleo produce fundamentalmente CO2 y es el responsable principal del efecto invernadero. El
impacto del resto de los gases se cuantifica refiriéndolo al producido por el CO2 (CO2 equivalente).
La visión que se tiene de la actividad agrícola es el de ser una emisora de gases de efecto invernadero (GEI),
considerándola como una actividad imprescindible, pero contaminante. En el sector agrario el CO2 se produce por el
uso de combustibles fósiles, el metano (CH4) por la actividad ganadera y NO2 por la gasificación de los fertilizantes
nitrogenados. Para producir, es necesaria una emisión de GEI a la atmósfera, pero en el crecimiento vegetativo de
los cultivos se produce una absorción de CO2 por parte de las plantas.
Las plantas, son capaces de captar el CO2 de la atmósfera y transformarlo con la energía del sol, mediante la
fotosíntesis, en materia orgánica vegetal o biomasa. Los factores que afectan la formación de esa biomasa son la
radiación solar absorbida y la eficiencia de la planta para utilizar esa energía para la fijación del CO2
Parte de esa biomasa es la cosecha, que se utiliza sobre todo para la alimentación humana y animal. Todo el carbono
que compone esa biomasa es devuelto a la atmosfera tras su consumo.
El resto de la biomasa producida (restos de cosecha, subproductos y rastrojo), se pueden incorporar al suelo o bien
ser consumidos por los animales, en cuyo caso su carbono es devuelto a la atmosfera. Sólo el carbono de los restos
vegetales que se incorporan al suelo, puede considerarse carbono almacenado.
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Por tanto, las plantas cultivadas, se pueden considerar como sumideros de CO2 atmosférico.
El CO2 fijado en el suelo queda retenido durante mucho tiempo constituyendo un sumidero estable, en tanto que el
absorbido para la formación de cosechas es un sumidero temporal pero que, al renovarse año tras año, tiene una
enorme influencia positiva respecto al cambio climático.
De las aproximadamente 260.000 especies de plantas conocidas, sólo el 0,4% tiene una elevada eficiencia en la
fijación del CO2. En estas plantas llamadas “Plantas de alta eficiencia fotosintética”, el CO2 no es fijado de una forma
directa, sino que cumplen dos vías metabólicas, el ciclo de Hatch y Slack o del C4 y el ciclo de Calvin o del C3.
La cantidad fijada de CO2 por estas plantas es de “50 a 80 mg de CO2/dm2 de superficie foliar por hora”, en contraste
con las plantas de baja eficiencia fotosintética, en las que solo se realiza el ciclo del C3, y en donde la cantidad de CO2
fijada es de “20 a 40 mg de CO2/dm2 de superficie foliar por hora”.
Entre estas plantas de “Alta eficiencia fotosintética” se encuentran el sorgo, el maíz, arroz, leguminosas, caña de
azúcar y por supuesto la remolacha azucarera.
Para calcular la fijación efectiva de CO2, se utiliza un coeficiente de conversión del peso del C en peso de CO2; es de
3,67 (Pm CO2 / Pa C), es decir, 1 kg de carbono equivale a 3,67 kg de CO2, y que el carbono representa
aproximadamente el 50% de la materia seca vegetal.
El cálculo de las emisiones de CO2, es un tema del que existen muy pocos trabajos y estudios que aporten datos que
utilizar, así como una metodología estandarizada. Para este trabajo hemos recogido información de trabajos
realizados por la Universidad Politécnica de Madrid (Pedro Urbano Terrón), La Comunidad Autónoma de la Rioja
(Servicio de Estadística y Planificación Agraria) y datos actualizados por ACOR y AIMCRA, donde se han contemplado
las emisiones directas e indirectas del cultivo.
Emisión de
Capturado Fijación Emisión la Emisión
de la del del producción de la
atmósfera cultivo cultivo del cultivo industria
Captura de la Atmosfera 52,3
Fijado en la raíz 41,1
Emisión mineralización suelo 1,4
Emisión mineralización secundaria 4,5
Fijado en el humus del suelo 2,2
Fijado en el material biológico del suelo 4,5
Emisión de la producción del cultivo 4,94
Emisión de la industria 5,09
Total parcial 52,3 47,8 5,9 4,9 5,1
Total arrastrado fijación CO2/ha 52,3 ----- 46,4 41,4 36,3
Fuente : Remocar
Balance de carbono en remolacha azucarera y otros cultivos de regadío en Castilla y León (REMOCAR)
El objetivo final de este proyecto es el aprovechamiento sostenible de los recursos para el desarrollo de cultivos en
regadío, económicamente viables, en la región de Castilla y León y la competitividad del sector agroindustrial de esta
región, a través de diferentes estrategias que mejoren las prácticas y los procesos de producción mediante la
convergencia de sectores estratégicos para Castilla y León: el energético, el agrícola y el industrial.
Para llevar a cabo todos los objetivos del proyecto se realizan experiencias en diferentes zonas de la Región. Para
ello, se eligieron parcelas en cinco zonas con cultivos de regadío (remolacha, trigo, patata y/o maíz) distribuidas en
distintas provincias donde estos cultivos tengan una gran importancia, En estas parcelas, se determina el balance de
carbono de los cultivos de regadío, se analiza su comportamiento en las distintas zonas agroclimáticas y se
comprueba la variabilidad existente de suelos y climas en la Comunidad, ya que la producción potencial de los
cultivos depende principalmente del lugar (terreno, clima e interacciones) y de los efectos del año (condiciones
climáticas y periodo de vegetación).
Entre las actividades más importantes del proyecto están la de identificar y evaluar la importancia de fijación y
asimilación de carbono de los cultivos remolacha, maíz, patata y trigo de fuerza en regadío y el balance de carbono
en cinco zonas de Castilla y León. Para ello, se determina la fijación de carbono de los cultivos y del suelo en cada
zona y se desarrolla una base de datos de los recursos que existen en estos cultivos de regadío con información de
las necesidades de inputs, su rendimiento y calidad de los productos finales en cada zona. Todo ello permitirá
analizar el impacto del clima, suelo y manejo sobre la producción y rentabilidad de los cultivos, realizar un análisis
energético en los diferentes cultivos en cada zona y finalmente conocer qué cultivo aprovecha mejor el potencial de
fijación de carbono con una menor contribución del efecto de CO2. Los resultados de este proyecto, base de datos y
balance de carbono servirán para elaborar recomendaciones no solo de buenas prácticas agronómicas con el fin de
reducir el gasto energético y sus efectos medioambientales sino también aumentar el conocimiento y la conciencia
de los agricultores a nivel regional.
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Fuente: Remocar
Fuente: Remocar
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Estos datos muestran la importancia de la remolacha como cultivo fijador de CO2, si bien habría que hacer una
comparativa con la caña de azúcar. Para ello hay que explicar la diferencia entre plantas C3 (remolacha) y C4 (caña
de azúcar).
Las diferencias metabólicas y de gasto energético entre plantas C3, C4 y CAM son debidas a una respuesta
ambiental. Cada uno de estos tipos se desarrolla en climas diferentes, y cada uno representa una adaptación a ese
clima. Esto hace que el mayor gasto energético para la fijación de CO2 que existe en plantas CAM y C4 tenga sentido.
Las plantas C3 para fijar una molécula de O2 gastan 3 moléculas de ATP y dos moléculas de NADPH, mientras que las
plantas C4 y CAM gastan para lo mismo 5 o 6,5 moléculas de ATP respectivamente y 2 de poder reductor. La
conversión diurna de málico para formar almidón requiere ATP y justifica la diferencia en consumo energético.
CAM y C4 son tipos de plantas adaptadas a vivir en ambientes cálidos y áridos las primeras y cálidos, pero más
húmedos las segundas. En estos ambientes la apertura de estomas para dejar circular el aire y así poder fijar el CO2
les supondría pérdidas de agua, de ahí que las C4 y CAM utilicen mecanismos de acumulación de CO2 que les
permitan evitar esas pérdidas de agua.
Pero no sólo presenta esa ventaja la acumulación de CO2 en la planta para después ser utilizado en el ciclo de Calvin.
La Rubisco a altas temperaturas (a partir de los 30º C más o menos), pierde afinidad por el CO2 con lo que el mayor
gasto energético que se utiliza para acumularlo dentro de la planta queda compensado, ya que en el caso de una
planta C3 tuviese humedad suficiente para realizar la fijación sin desecarse pasaría mucho tiempo en fase
oxigenativa, lo cual representa un gasto energético extra (gasta ATP y poder reductor) y además no estaría fijando
CO2 con lo que el rendimiento sería inferior.
Por lo tanto, el mayor gasto energético de plantas C4 y CAM queda compensado en los ambientes en los que viven,
ya que en esos ambientes un metabolismo tipo C3 sería menos rentable y en algunos casos inviable debido a la
desecación.
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Si por el contrario atendemos a la producción de biomasa entre estos 3 tipos de plantas nos encontramos con una
serie de diferencias.
Biomasa bruta producirían menos las plantas C3, ya que estas alternan fase oxigenativa con fase carboxilativa. Por el
contrario, C4 y CAM prácticamente no presentan fase oxigenativa debido a que acumulan CO2 con lo que estas
plantas producen más biomasa, ya que aprovechan todo el CO2 en formación de fotosintatos.
Pero si atendemos a biomasa neta aquí se invierte y son las plantas C3 las que más producen y esto es debido a que
gastan menos energía (pese a alternar fase oxigenativa con fase carboxilativa) que las plantas CAM y C4, las cuales
hacen un mayor gasto de ATP y poder reductor para acumular CO2.
Al comparar los datos de retención de C promedio diario del cultivo de caña de azúcar con los de otras especies
vegetales, especialmente remolacha, se muestra la capacidad alta de retención de C de este cultivo. Sin embargo, es
importante mencionar que la retención de CO2 es muy transitoria por ser un cultivo cosechado anualmente para lo
cual se queman las hojas y gran parte del CO2 retenido se regresa a la atmósfera al final del ciclo. Por tanto, sería
importante sustituir la quema por la aplicación de herbicidas para la defoliación de las plantas lo cual también
generaría un problema medioambiental, sin embargo, la mayoría de las prácticas agronómicas en la caña de azúcar,
pasan por la quema de hojas e incluso caña, con el consiguiente retorno del CO2 a la atmósfera, lo que no ocurre con
la remolacha. A estas prácticas agronómicas que se realizan en la caña de azúcar hay que añadir la huella generada
por el trasporte de las zonas de producción a las zonas de consumo.
No es posible hablar de la vulnerabilidad del sector sin hacerlo de los estrechos vínculos existentes entre los actores
que integran el sector remolachero-azucarero, y el impacto económico que hay entre ambos.
Según el Estudio WIFOR (2019), que recoge el Comité Europeo de Fabricantes de Azúcar (CEFS), en la campaña
2017/18 se produjeron en España medio millón de toneladas de azúcar de remolacha provenientes de 6.200
remolacheros establecidos en las zonas rurales de nuestro país. Según dicho estudio, por cada euro generado en el
sector productor de azúcar se generaron adicionalmente 3,90 euros de manera indirecta o inducida a lo largo de la
cadena de suministro.
En términos de empleo, además de los 6.200 remolacheros mencionados, el sector productor impulsó la creación de
1.200 empleos directos, que se suman a un total de 10.100 empleos indirectos y 2.500 inducidos, con una ratio de
impacto de 10,6: en otras palabras, por cada puesto de trabajo directo en la industria el factor multiplicador en otros
sectores es más de diez veces mayor. Por tanto, el total del empleo generado en el sector remolachero-azucarero se
eleva por encima de los 20.000 puestos de trabajo.
Un empleo con un valor añadido mayor, si cabe, al darse sobre todo en zonas rurales, en este caso, aquellas del
entorno de las fábricas de Castilla y León, Andalucía, La Rioja, País Vasco y Navarra. El propio Comité Económico y
Social de la Unión Europea, en un informe emitido en 2017, valoraba de esta manera el impacto de la actividad
productora:
“Las fábricas de azúcar de remolacha se sitúan en su mayoría en zonas rurales caracterizadas por un nivel bajo de
actividad industrial. A menudo constituyen la base económica de las regiones en las que se ubican, donde existen
pocas alternativas industriales. El sector azucarero de la UE proporciona casi 28.000 empleos directos, que se
concentran principalmente en las regiones productoras de remolacha azucarera más competitivas. Estos empleos
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tienden a ser puestos muy cualificados, y los trabajadores de la industria azucarera perciben unos salarios más altos
que en la mayoría de los demás sectores agrícolas. Además del empleo directo, la actividad económica generada por
la industria proporciona otros 150.000 empleos indirectos, por ejemplo, en los sectores del transporte, la logística y
la construcción.
Solo en circunstancias muy excepcionales es posible reiniciar la producción de azúcar una vez que una instalación de
producción de azúcar ha sido cerrada. El motivo es que la construcción de una fábrica de azúcar conlleva unos
elevados costes de inversión, normalmente del orden de varios cientos de millones de euros. En la mayoría de los
casos, el cierre de una única instalación implica la pérdida permanente de una actividad industrial fundamental, lo
que da lugar a la pérdida de cientos de empleos directos e indirectos. La búsqueda de un puesto de trabajo industrial
alternativo puede conducir al éxodo rural.
La situación es similar para los cultivadores. La remolacha azucarera se ha de cultivar geográficamente cerca de las
fábricas de transformación. Esto se debe al coste relativamente alto del transporte de la remolacha (se requieren
entre seis y siete toneladas de remolacha para producir una tonelada de azúcar). Si una fábrica de azúcar de
remolacha desaparece, los cultivadores pierden una vía para dar salida a su producción de remolacha azucarera.
Esto tiene una notable repercusión negativa en la rentabilidad financiera de los agricultores afectados, muchos de
los cuales habrán hecho unas inversiones sustanciales en equipos específicos, por ejemplo, para la recogida de la
remolacha, que no se pueden aplicar a otros cultivos. Además, la conversión repentina a otro tipo de cultivo por
parte de un gran número de agricultores puede ejercer una presión considerable sobre los mercados agrícolas
locales.
Los transformadores del azúcar de remolacha y los agricultores de remolacha azucarera dependen los unos de los
otros. Los agricultores dependen de las empresas de producción de azúcar para que proporcionen el capital fijo y los
conocimientos técnicos necesarios para extraer el azúcar de la remolacha, y los transformadores dependen de los
agricultores contratados para que les suministren el cultivo. A fin de minimizar los costes del transporte de la
remolacha, los agricultores también han de ubicarse geográficamente cerca de la fábrica de azúcar a la que
suministran la materia prima.
“La PAC deberá incluir instrumentos de mercado que apoyen la producción continua de azúcar en los Estados
miembros de la UE. La industria del azúcar de remolacha de la UE contribuye de forma decisiva a la creación de
empleo y a la actividad económica, así como a la competitividad de la industria de la alimentación y las bebidas. Hoy
por hoy, la PAC permite a los Estados miembros conceder una ayuda asociada a los sectores o regiones en que
ciertos tipos específicos de actividades agrarias o sectores agrícolas específicos que sean especialmente importantes
por motivos económicos, sociales o medioambientales estén experimentando determinadas dificultades. Tal es el
caso del cultivo de remolacha azucarera en las regiones vulnerables. Los pagos directos asociados deberían centrarse
en reducir el riesgo de disminución o abandono de la producción de azúcar de remolacha en tales regiones, a fin de
evitar la desertificación rural y preservar la biodiversidad. En el contexto de una mayor volatilidad, el apoyo directo a
los agricultores debe complementarse con un mejor acceso a los instrumentos de gestión del riesgo. La
interdependencia de los transformadores y los agricultores es el motivo subyacente al marco contractual específico
que regula la relación entre cultivadores y transformadores en este sector.”
Parece por tanto razonable concluir que la vinculación entre remolachero e industria es de dependencia y que esta
vinculación va más allá, debido al efecto multiplicador que genera en la economía y el desarrollo rural local. En este
contexto, las posibles ayudas al cultivo de la PAC resultarán determinantes para el mantenimiento del sector y
asegurar la permanencia del ecosistema de producción agroindustrial remolachero-azucarero, contribuyendo
también de manera positiva al octavo objetivo de los planes estratégicos referido a las “zonas rurales vivas”.
Por otro lado, si tenemos en cuenta el papel central de la remolacha en la planificación económica de muchas
familias debido, entre otros factores, a la seguridad de su cobro y a contar con un precio conocido antes de la
siembra, podría concluirse que un posible horizonte sin ayudas significaría un importante inconveniente, no solo
para la remolacha, sino para la propia actividad agraria del agricultor.
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Además, en un marco de producción en el que desapareciesen las ayudas al cultivo de remolacha, las cosechas
sustitutivas (maíz, patata...) podrían dar lugar a sobreproducciones y con ello a caídas de precios en sus respectivos
mercados. En este sentido es reconocido el valor de la remolacha respecto a otros cultivos, si se sustituye una
hectárea de remolacha por un cereal ello significa que hay que sembrar 4 o 5 hectáreas en función del cereal para
alcanzar el mismo nivel de rentabilidad, lo que significaría una reestructuración importante de las parcelas.
Para corroborar lo anteriormente mencionado, no tenemos nada más que ver la evolución, por ejemplo, de la
población, de algunos municipios rurales donde existían fábricas de transformación de remolacha y que han sido
cerradas al comienzo de este siglo XXI. Así Monzón de Campos (Palencia), tenía en el año 2002, cuando se cierra la
azucarera 722 habitantes, en 2019 tiene 592, un 18% menos.
Peñafiel (Valladolid), cierra su azucarera en 2001, donde contaba con 5.127 habitantes, actualmente, a pesar del
empuje del sector vitivinícola cuenta con 5.037 habitantes, un 2% menos.
Otras localidades donde se han producido cierres, como Jédula (Cádiz), Linares (Jaén), Benavente (Zamora),
mantienen su población o crecen levemente, debido a que han aparecido otros tipos de industrias o que la propia
industria azucarera se ha transformado (caso de la fábrica de Benavente, en la que se pasó de ser molturadora a un
puntero centro logístico y de envasado), pero no han compensado la actividad económica que suponía,
especialmente durante la campaña remolachera, la industria azucarera. El cierre de más industrias, supondría un
importante impacto económico en cada una de las comarcas y favorecería el incremento de la denominada España
vaciada.
Utilizando y contrastando distintos mapas de Castilla y León, podemos ver la relación de población rural con el
cultivo de remolacha (y otros de regadío). El mapa 1, muestra los municipios con cultivo de remolacha azucarera,
escala de color por porcentaje de superficie.
MAPA 1
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El mapa 2, muestra la densidad de población en Castilla y León en habitantes por kilómetro cuadrado y excluyendo
las capitales de provincia y su alfoz y zonas muy industrializadas como El Bierzo o el Valle del Tietar, las zonas más
pobladas (zonas rurales), coinciden con las de más densidad de cultivo de remolacha.
MAPA 2
Fuente: Itacyl
Más allá de estas relaciones organizadas y formalizadas, lo cierto es que una de las señas de identidad de la
Industria azucarera es situar al agricultor en el centro de su actividad productiva y como pieza esencial de la
misma. Por ello, durante el ejercicio 2018/2019, Azucarera puso en marcha un programa destinado a mejorar el
rendimiento de los cultivos denominado “el verdadero potencial”, cuyo propósito es fomentar el intercambio de
experiencias entre los agricultores de la compañía, de forma que aquellos cuyos campos presentan mayores
rendimientos puedan compartir sus prácticas con los demás. A ello se une el intercambio de conocimiento técnico
adquirido gracias a los trabajos realizados en los campos de ensayo. De esta forma, el programa ha logrado reducir
las diferencias de rendimientos que existían entre cultivos localizados en las mismas áreas geográficas.
Azucarera apoya desde hace más de 50 años el trabajo de AIMCRA, cofinanciada entre la propia industria y los
agricultores, con la que mantiene una estrecha cooperación. De AIMCRA surgen trabajos de ensayo y análisis del
comportamiento de nuevas variedades de remolacha, así como de productos destinados al control de plagas y
enfermedades. A estos se unen los trabajos realizados por el Servicio Agronómico de ACOR, que viene realizando
ensayos para la mejora del cultivo desde los primeros años de creación de la Cooperativa.
En el ámbito agronómico, tanto Azucarera como ACOR han venido apoyando directamente el cultivo desde hace
décadas a través de los “planes de desarrollo agronómicos”, planes específicos de desarrollo cuya financiación y
recursos humanos han sido gestionados íntegramente por las compañías, que ponen a disposición un grupo de
personal experto, los “técnicos de campo”, cuya tarea es el acompañamiento y el apoyo al remolachero en el día a
día del cultivo. Ejemplo de este trabajo por la mejora de los rendimientos de la remolacha a lo largo de los años son
el Plan 92, el Plan 97, el Plan 2002 y el Plan 2014. Gracias a este trabajo conjunto de asesoramiento, divulgación y
empleo de nuevas técnicas agronómicas, I+D+i, se ha conseguido aumentar los rendimientos medios de remolacha
de las 60 t/ha, en los años 80 a las 115 t/ha actuales de media hoy. En esta línea, las azucareras ponen a disposición
de sus agricultores ciertos recursos destinados a facilitar su labor. Entre ellos destacan:
Modelos de contratación que se adapten a las diferentes necesidades de los agricultores, como puede ser el
“cultivo compartido”.
Trasferencia de resultados de I+D+i en distintos ámbitos: promoción de semillas de alta polarización, alto
rendimiento y buena calidad tecnológica, nuevas técnicas agronómicas.
Anticipo en el pago de cosechas.
Financiación sin coste de las inversiones en eficiencia energética, riego solar, drenaje o maquinaria.
H) Los co-productos de la remolacha y la caña, la innovación y la importante presencia del sector en otras esferas
de actividad económica
El efecto multiplicador de la producción de azúcar tiene una derivada muy relevante, procedente de la capacidad de
la remolacha de ser transformada en otros co-productos destinados a varios sectores del mundo agrario, ganadero e
industrial. Esta riqueza debe ser tenida en cuenta desde el punto de vista político ya que, al apoyar este cultivo, se
está:
fomentando el desarrollo económico local, agrícola, industrial, ganadero y de otros sectores auxiliares tales
como el del transporte, la producción de piensos para la ganadería, la producción de biofertilizantes para la
agricultura o la producción de sustratos de fermentación para la industria biotecnológica.
apoyando la producción de energía sostenible producida en el proceso transformador de la remolacha a
través de los sistemas de cogeneración de alta eficiencia de las plantas azucareras.
incentivando la competitividad de los remolacheros, la industria productora de azúcar y utilizadores de
azúcar, quienes tienen acceso a una materia prima de proximidad.
favoreciendo las relaciones intra-comunitarias a partir de alianzas con productores locales que generamos en
torno al suministro de materias primas de naturaleza diversa.
Un ejemplo de ello, es el que realiza el sector a través de la actividad de BETALIA (Azucarera), e IBERLÍQUIDOS
(ACOR).
BETALIA lanzada en 2017 y que engloba toda una serie de productos destinados a alimentación animal, aplicaciones
vegetales y usos industriales. Se obtiene bien de la propia remolacha azucarera o del propio proceso de producción
del azúcar, y supone un volumen de comercialización de más de 400.000 t anuales de co-productos. Posee tres líneas
de negocio: una dedicada a la alimentación animal y de la producción de productos frescos, ensilados o
deshidratados a base de pulpa de remolacha y melazas enriquecidas destinados a las raciones ganaderas; otra
segunda compuesta por nutrientes y fertilizantes vegetales. Finalmente, una tercera línea orientado al sector de
materias primas para la industria de fermentación, la cosmética, la industria farmacéutica, la energía y la
construcción, entre otros.
Por su parte IBERLIQUÍDOS es una sociedad conjunta de ACOR con otro Socio, que se dedica a la producción y
comercialización de piensos líquidos, consistentes en melaza enriquecida con otros productos añadidos que se
venden directamente a granjas (vacuno y ovino de leche) y a la comercialización directa de melazas (procedentes de
remolacha o de caña) que se venden a fabricantes de piensos o a fabricantes de levaduras. Para la elaboración de los
piensos líquidos se construyó en 2014 una planta de mezclas integrada en la fábrica azucarera de ACOR con
tecnología inglesa, que ahora es operada por personal propio y cuyo mantenimiento se realiza por personal de
ACOR. Gracias a IBERLÍQUIDOS, ACOR comercializa este coproducto de la producción azucarera (melaza)
enriquecida, a un precio superior al de la melaza sin tratamiento posterior, y bajo el nombre de SUGAR PLUS,
obteniendo un mayor valor añadido que suponen unos ingresos extras para la Cooperativa, que en los poco más de 4
años de funcionamiento, ha duplicado el volumen de melazas comercializadas y ha multiplicado por 11 el resultado
de las ventas de este coproducto.
control, que recibió únicamente la leche maternizada sin la mezcla descrita. Concluyéndose que, esta mezcla
promueve el desarrollo de un microbiota beneficioso en el intestino de los corderos lechales, lo cual ayuda a
disminuir el número de animales enfermos y mejora la ganancia media
La principal materia prima de las empresas azucareras en España por volumen de contratación, es la remolacha
azucarera de cultivo local. A ella se une el refino del azúcar de caña necesario para cubrir la demanda del mercado
que no es posible suplir a través de la remolacha, proceso que se realiza en la Azucarera de Guadalete situada en
Jerez y en Olmedo (Valladolid), ocasionalmente, también en las otras fábricas de Castilla y León en lo que se
denomina “proceso de co-refino”.
Gracias a estas actividades de refino y co-refino, se puede mantener abierta todo el año las azucareras de Guadalete
y de Olmedo o ampliar los días de actividad de las azucareras, que, al finalizar la molturación de azúcar de
remolacha, y tras un proceso de mantenimiento, comienza su actividad transformadora del “azúcar crudo de caña”.
Dicha actividad tiene un impacto muy importante en la economía local, no solo por el mantenimiento de los puestos
de trabajo que de ella se deriva, sino también por afectar a sectores auxiliares, tales como la actividad portuaria y la
estiba, el transporte y la logística durante la mayor parte del año. La materia prima entra por el puerto de Cádiz para
Guadalete, y por el puerto de Santander para Olmedo, constituyendo un importante acicate para la actividad de
ambos puertos.
Gracias a esta actividad de refino, se puede disponer de azúcar a lo largo de todo el año. Esto supone una ventaja
competitiva respecto a otros operadores europeos que solo producen azúcar durante la campaña de molturación de
remolacha en el otoño-invierno. Esta característica, unida a la capacidad logística y de almacenamiento de los
Centros de Envasado del Sur (CES) en la fábrica jerezana y de la fábrica de Olmedo, hace que estas fábricas sean un
referente en la producción y distribución en España.
En la pasada Cumbre del Clima COP25, la empresa Azucarera fue reconocida por la comunidad #PorElClima “por su
esfuerzo y compromiso para hacer frente a la emergencia climática”. Este reconocimiento responde principalmente
por su desempeño bajo un modelo de economía circular, que es fundamental poner en valor en el contexto de la
futura PAC y del “Pacto Verde Europeo”.
La actividad “circular” se origina en las fábricas y a través de ella se devuelven al campo y al entorno rural lo que de
allí salió. Este retorno se realiza gracias a los proyectos de innovación que realizan los equipos de tecnólogos del
Centro de I+D ubicado en la Azucarera de Toro. Allí se trabaja para conseguir la utilización máxima de los co-
productos derivados de la remolacha desde una perspectiva de aportarle valor comercial y de uso para otros
eslabones de la cadena.
Este avance no se realiza solo, sino a través de alianzas con los principales centros de referencia en el campo de la
investigación local, tales como ITACYL, CETECE, IFAPA, AINIA, CARTIF, UVA, USAL, CSIC, CNTA, AENOR, CTIC-CITA o el
Instituto NEIKER, entre otros.
Además de todos los co-productos de la remolacha mencionados en el punto anterior, las azucareras, en su proceso
de materia prima, obtiene energía eléctrica, calor en forma de vapor y biogás. El aprovechamiento es máximo y, con
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él las posibilidades de utilización de insumos del propio proceso de extracción del azúcar que es energéticamente
auto sostenible durante la campaña de molturación del azúcar.
Tal como resaltó el Parlamento Europeo y se indica en la Comunicación sobre «El futuro de los alimentos y de la
agricultura», “las nuevas cadenas de valor rural, como la energía renovable, la emergente bioeconomía, la economía
circular y el ecoturismo, pueden ofrecer un buen potencial de crecimiento y empleo para las zonas rurales,
conservando al mismo tiempo los recursos naturales”.
Por su parte, la Comisión Europea ha anunciado recientemente su “Plan Maestro para la transformación de las
industrias europeas intensivas en energía para favorecer una economía circular en 2050 que sea neutral desde la
perspectiva del clima”. Dicho Plan Maestro coloca en el centro de su estrategia el cambio al modelo de economía
circular tanto en lo que concierne a los productos como a la generación y uso de energía. Concretamente, en la
empresa Azucarera, en el ejercicio 18-19 el volumen de producción de co-productos superó al del azúcar, lo que
claramente supone la materialización de la apuesta de la empresa por la diversificación y el aprovechamiento de
todos los insumos que entran en sus fábricas.
En el contexto de la producción de energía solar fotovoltaica para su uso en el riego, AIMCRA inició en 2014 un
proyecto denominado Maslowaten en el que propone al agricultor la sustitución de las fuentes de energía
convencionales por energía fotovoltaica producida en su propia explotación, así como la implantación de medidas de
eficiencia energética y la mejora de las condiciones de contratación con las compañías eléctricas. El proyecto nació
para ayudar a los remolacheros españoles en un contexto de mejora de la competitividad y la sostenibilidad a largo
plazo del cultivo, siendo conscientes del impacto en otros cultivos debido al papel clave que desempeña la
remolacha en la rotación.
Desde 2014 más de cinco mil agricultores remolacheros han podido conocer a través de AIMCRA las ventajas
medioambientales y económicas del sistema de riego solar, y alrededor de 500 ya producen un 90% menos de
emisiones de CO2, debido al no uso de fuel; han reducido un 70% el coste del riego y han conseguido un 20% de
reducción de agua de riego.
La economía circular está en la base de numerosos objetivos de la PAC: desde la mejora de la competitividad a la
acción contra el cambio climático, la protección del medioambiente, la conservación del paisaje, el mantenimiento
de las zonas rurales vivas, la protección de la calidad de los alimentos y la salud y el objetivo transversal del
conocimiento y la innovación. El compromiso de las empresas con este modelo de producción, es pues un motivo
de indudable dimensión para apoyar a la remolacha y todos sus subsegmentos de actividad.
Una de las propuestas de la Comisión en su planteamiento de la PAC consiste en “atraer a los jóvenes agricultores y
facilitar el desarrollo empresarial en las zonas rurales”.
Esta propuesta fue completada por una enmienda del Parlamento Europeo en su informe sobre los Planes
Estratégicos de la PAC, que dice así: “atraer y apoyar a los jóvenes agricultores y a los nuevos agricultores y promover
la participación de las mujeres en el sector agrícola, en particular en las zonas más despobladas y con limitaciones
naturales; facilitar la formación y la experiencia en toda la Unión, el desarrollo empresarial sostenible y la creación de
empleo en las zonas rurales”.
Alineados con esta afirmación, la ampliaríamos integrando en esta cadena a todas las personas que tienen cabida en
el sector productor del azúcar, entre los que deberían incluirse a los jóvenes cualificados procedentes de las zonas
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rurales. Conseguir atraer y retener el talento en las fábricas es un desafío cuya superación resulta primordial para
garantizar el futuro de nuestros centros. Empleo cualificado y mano de obra especializada que contribuyen, al igual
que los remolacheros, a fijar residencia en el entorno rural, a fomentar el gasto y la actividad comercial local y, en
definitiva, a mantener vivos nuestros pueblos.
Esto tiene también mucho que ver con el relevo generacional, objetivo 7 de los planes estratégicos.
Como ya hemos explicado, es comúnmente reconocido el carácter social de la actividad remolachero-azucarera, y su
vital importancia para el empleo en el conjunto de las actividades asociadas al cultivo y a la producción y distribución
del azúcar y la propia remolacha, implicando a un variado perfil de fabricantes, almacenistas y distribuidores de
fertilizantes, productos fitosanitarios, semillas y otros insumos agrícolas… así como en el sector del transporte y los
servicios (empresas de montaje, hostelería, talleres locales, etc.)
En relación con el transporte, señalar que el volumen de mercancías que cada año llegan y salen de las azucareras es
enormemente elevado, lo que representa una fuente de riqueza añadida para todo el entorno de la planta
molturadora de remolacha. Por citar un ejemplo de esta magnitud de movimiento, sólo en la recepción de
remolacha, en torno a cada fábrica se movilizan más de 150 camiones al día, realizando cada uno por encima de 4
viajes diarios en el periodo de campaña.
En el ejercicio 18/19, solamente Azucarera contó con un 94% de proveedores de ámbito local; se produjeron 80.000
operaciones de transporte de remolacha y casi 60.000 de movimientos de azúcar y de otros materiales auxiliares.
Por su parte ACOR, durante la misma campaña 2018/19, sólo considerando la actividad remolachera-azucarera de
Olmedo y, únicamente, las llegadas de materias primas agrícolas a las plantas industriales (remolacha y azúcar bruto
de caña) y las salidas de los principales productos comercializados por la industria azucarera (azúcar blanco, pellets
de remolacha y melazas), la cantidad total de estas materias primas recibidas y productos expedidos, superaron la
cantidad de 1,2 millones de toneladas.
El valor estimado en euros, de tan sólo estos movimientos de mercancías, superarían para el caso de ACOR, los 13
millones de euros. No se han considerado, por tanto, la recepción de otros inputs y materias primas necesarias para
el funcionamiento de la fabricación de azúcar, ni se valora el valor exacto del transporte pagado, pues no se ha
considerado distancia, época del año del transporte, ni otras muchas circunstancias que influyen sobre el precio del
mismo, utilizando tan sólo un valor medio (seguramente más prudente que el real) para la remolacha azucarera de
entre 7,60 y 7,85 €/t, para el azúcar bruto y pellets de remolacha entre 17 y 18 €/t, para el azúcar blanco entre 21 y
23 €/t y para las melazas entre 15 y 16 €/t.
El objetivo 9 de los Planes Estratégicos de la PAC es “Mejorar la respuesta de la agricultura de la UE a las exigencias
sociales en materia de alimentación y salud”. Según la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las
temáticas sobre las que se está trabajando actualmente son:
3. Sanidad vegetal.
7. Productos alimenticios sostenibles: producción orientada al mercado, economía circular, modelos productos
sostenibles y productos ecológicos.
A continuación, aportamos algunos comentarios en relación con estas prioridades.
1. Exigencias sociales en materia de alimentación y salud
Las demandas de la sociedad serán una realidad en la futura PAC, algo de lo que son muy conscientes los actores
de la escena agroalimentaria. El 9 de julio de 2018 las organizaciones agrarias emitieron una nota de prensa en la
que decían: “Desde sus orígenes, el proyecto europeo de la PAC fue concebido para proporcionar una
alimentación sana, de calidad y a precios razonables a la sociedad. Además, mediante esta política se busca
conseguir condiciones de vida y oportunidades económicas similares en las zonas rurales y urbanas, evitando el
éxodo rural y reequilibrando la ocupación del territorio.”
Por su parte, la nueva Comisaria de Sanidad afirmó en su discurso de presentación en el Parlamento Europeo
que “los cambios ambientales y demográficos que enfrentan las sociedades europeas solo pueden abordarse a
partir del enfoque “Una sola salud”, colocando la buena salud y la alimentación saludable bajo un único
paraguas político. Sus prioridades incluyen la nueva estrategia “de la granja a la mesa” para mejorar la
seguridad alimentaria, la acción contra la resistencia a los antimicrobianos y asegurarse de que los ciudadanos
tengan acceso a un flujo constante de medicamentos asequibles.”
En este sentido, se reconoce la importancia de establecer políticas transversales, aunque llamamos la atención
sobre la necesidad de que estas políticas reposen sobre una sólida base científica, una información completa y
una justa proporcionalidad.
En cuanto a los residuos, más del 99% de los que se generan se reciclan.
En materia de antibióticos, referirse al proyecto colaborativo que está en marcha con la Granja de Desarrollo
Ovino (AGM) a través del proyecto Prebionat, que cuenta con el respaldo del Instituto Tecnológico Agrario de
Castilla y León (ITACYL). El producto Prebionat es un compuesto natural a partir de remolacha, ajo y extractos de
plantas, que mejora el sistema inmunológico del cordero sin usar antibióticos.
3. Sanidad vegetal
Se tiene conocimiento de que la sociedad demanda cada vez más una menor presencia de productos químicos,
fertilizantes e insecticidas. Por ello, una de las prioridades comunes de AIMCRA, Azucarera y ACOR, es la
búsqueda de soluciones eficientes y sostenibles para los remolacheros en materia de sanidad del cultivo. En este
sentido, los técnicos ponen el foco en los siguientes puntos de acción:
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o Fertilización: Ajuste en el uso de fertilizantes en base al análisis de suelo realizado anualmente en las
parcelas a sembrar. Con ello, se logra reducir el uso de abonos nitrogenados, evitando efectos negativos
sobre las plantaciones derivados de su uso excesivo, así como la contaminación del suelo por nitritos.
o Fitosanitarios: Ajuste en la dosis de herbicidas, insecticidas y fungicidas para el control de malas hierbas,
plagas y enfermedades, respectivamente. Esto permite reducir la cantidad de producto empleado y los
costes de producción asociados, así como la exposición y los efectos negativos derivados que su uso
excesivo tiene sobre los cultivos, los agricultores y el medio natural.
o Riego: Durante la campaña de riego de la remolacha, entre los meses de verano (junio a septiembre), se
informa semanalmente a los agricultores de las necesidades de riego de la remolacha, de acuerdo con
las condiciones climáticas del medio (temperatura y humedad) y el momento de desarrollo del cultivo.
Con ello, se consigue que los aportes de agua se ajusten estrictamente a los requeridos por los cultivos,
evitando así el consumo excesivo de agua. Es reseñable destacar la información aportada por Inforiego.
Los nuevos productos destinados a la nutrición animal que comercializamos a través de Betalia, tales como
Prebionat y Betafos, constituyen una apuesta en este sentido.
Por su parte, Betafos es un alimento líquido de origen natural con contenido en fructo-oligosacáridos y azúcares,
destinado a alimentación de monogástricos y rumiantes de primeras edades. Producido a partir de azúcar líquido
y procedente de remolacha, entre sus principales beneficios destaca la mejora de los problemas gástricos y la
mejor adaptación al destete.
o La sacarosa juega un papel trascendental en la producción de alimentos, pues, además de dulzor, aporta
muchas otras funcionalidades, tales como la conservación, el aporte de cuerpo y textura, la corrección
de la acidez, la modificación del punto de congelación o fusión, el fomento de los procesos de
fermentación, aporte de color, etc.
o Estas funciones ejercidas por el azúcar varían según el tipo de alimentos y bebidas. Así, por ejemplo, en
bebidas, el aporte del azúcar consiste fundamentalmente en la provisión de dulzor, mientras que en el
caso de otros productos el azúcar juega otros papeles tecnológicos, por lo que su sustitución total o
parcial resulta mucho más compleja. En estos casos, la sustitución del azúcar se ha de hacer a partir de
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otros ingredientes, que pueden ser más calóricos, como la grasa. En la mayoría de las ocasiones, la
ausencia de sacarosa implica tener que añadir aditivos edulcorantes y no edulcorantes, para suplir todas
las funciones antes mencionadas.
o Esta multi-funcionalidad del azúcar es lo que la hace estar presente en tantos alimentos de la cesta de la
compra. A día de hoy, no hay ningún otro ingrediente que haya sido capaz de aportar todas estas
funciones a la vez.
o Desde la empresa Azucarera se propone para la reformulación del azúcar y la grasa el producto
Fibractive FOS60, considerando que es un ingrediente que aporta algo de dulzor (aunque no permite la
sustitución completa del azúcar) y las mismas calorías que el azúcar. Además de ello, permite la
reducción de grasa y la sustitución de humectantes artificiales, aportando una importante fuente de
fibra alimentaria.
o Una alimentación saludable es aquella que consiste en consumir la cantidad correcta de alimentos en
función de las necesidades energéticas del individuo y en encontrar el equilibrio adecuado para
garantizar que el cuerpo obtenga todos los nutrientes que necesita.
o La ciencia debería ser la base de las decisiones políticas que puedan tener repercusión en la salud de los
ciudadanos. Se espera que ello sea también lo que sirva para enfocar las decisiones de la PAC. En este
sentido, se quiere remarcar que no existen “alimentos saludables o no saludables” sino “dietas
saludables y no saludables”.
Por último, parece importante recordar que relacionar los objetivos de la PAC, con la posible promoción o veto al
suministro de determinados alimentos, es algo que queda fuera de la competencia de la Política, tal y como
establece el Art. 39 del Tratado de la Unión.
En el contexto de la calidad de los alimentos, el azúcar tiene la virtud de poder cumplir muchas funciones
habitualmente desconocidas por los tomadores de decisión, con lo que si se sustituye totalmente o en parte hay
que reemplazar todas esas funciones con el uso de aditivos. Por lo general, los consumidores rechazan alimentos
con mayor número de aditivos (números “E”), por lo que la presencia de sacarosa es un valor de naturalidad y un
ingrediente conocido que debe tenerse en cuenta. Por otro lado, debido al poder de conservación que posee la
sacarosa, se contribuye con ella en gran medida a la seguridad alimentaria del producto final.
Esta estrategia, cuyo contenido concreto no ha sido aún desvelado, parece que apunta hacia sistemas de
producción de alimentos sostenibles que tengan en cuenta el impacto económico, social y medioambiental. Este
es el enfoque que en su día apuntó la FAO.
Considerando el actual contexto de presión que sufre el azúcar en el ámbito de la dieta, y su posible inclusión en
el contexto de la PAC, parece oportuno recordar aquí varios conceptos que pueden ser determinantes a la hora
de establecer medidas regulatorias ligadas al ámbito de la salud. Estos conceptos son:
La producción de azúcar de remolacha es una producción sostenible, que pivota de una manera práctica
sobre los pilares de la economía circular, tal y como se describe en este informe y se puede ver en informes
de Responsabilidad Social Corporativa. El enorme impacto social, económico y medioambiental de su
producción es determinante y debería tenerse en cuenta en las políticas de producción de alimentos en la
UE y en España.
Fijar objetivos de reducción de consumo de azúcar mediante una reformulación, tiene poco sentido si no
viene de la mano de una disminución de calorías. Menos azúcar, tal y como hemos visto en el apartado
anterior, no significa siempre “mejor producto” ni mejor dieta, pues su ausencia o disminución se reemplaza
por ingredientes que con frecuencia los consumidores rechazan, tales como los aditivos (edulcorantes y
también no edulcorantes), de acuerdo con la propia OMS. En otros casos, la reformulación se hace a costa
de añadir ingredientes más calóricos, que encarecen el producto. Por tanto, esto debe tenerse en cuenta a la
hora de establecer políticas e indicadores de seguimiento.
Destacar el principio de evidencia científica como base para la toma de decisiones y la consideración de
todos los factores que impactan en dichas decisiones.
Finalmente recordar que, en materia de nutrición y salud, lo importante son las dietas no los alimentos
considerados aisladamente
M) Un sector preparado para afrontar los nuevos desafíos medioambientales del cultivo
El sector remolachero-azucarero cuenta con una gran experiencia de adaptación a los distintos desafíos
medioambientales, por lo que es un cultivo en constante innovación y uno de los más tecnificados y preparados que
existe actualmente en España. El uso eficiente del agua, el abonado racional y el control eficiente de plagas y
enfermedades son algunos de los retos a los que se enfrenta el sector en el futuro.
Para poder afrontarlos, es importante tener muy presentes la técnica y el buen saber de los agricultores, así como
las nuevas tecnologías que van apareciendo en el mercado. Por eso, la remolacha azucarera, desde sus centros de
investigación en AIMCRA, trabaja distintas líneas de investigación de variedades más resistentes a plagas y
enfermedades, abonos, uso de mínimas dosis para el control de plagas y enfermedades, etc.
Prueba de ello es la pertenencia de Azucarera y ACOR a la Plataforma SAI (Iniciativa para la Sostenibilidad Agrícola).
La Plataforma SAI fue creada en el 2002 por la industria alimentaria con el fin de promocionar a nivel mundial el
desarrollo de la agricultura sostenible, involucrando en ello a los distintos actores de la cadena alimentaria.
Actualmente cuenta con más de 110 miembros que representan las distintas partes de la cadena de valor,
incluyendo cooperativas, productores, minoristas y grandes marcas, todos ellos comprometidos en implementar la
seguridad y el desarrollo de una cadena de suministro agrícola, así como proteger las fuentes naturales de la tierra a
través de la adopción de unas prácticas agrícolas sostenibles.
Por lo tanto, es una iniciativa mundial de la cadena alimentaria que busca garantizar un suministro constante,
creciente y seguro de materias primas agrícolas obtenidas mediante un cultivo sostenible. ACOR es miembro formal
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de dicha plataforma desde el 3/11/2016, tras la comunicación recibida ese día del Comité Ejecutivo de la Plataforma
de Iniciativa para la Sostenibilidad Agrícola (SAI), acordando aceptar la incorporación de ACOR como miembro de
esta. Por su parte Azucarera también es un miembro de SAI.
En este sentido, destacar las variedades de doble (Rizomanía y Nematodos) y triple tolerancia (Rizomanía,
Rhizoctonia y Nematodos), así como las tolerantes a Cercospora, que permiten incrementar la producción y la
calidad de la remolacha, así como la disminución de productos fitosanitarios, al tener las variedades estas
tolerancias.
La constante disminución de materias activas, el 50%, en los últimos años, tanto de insecticidas y herbicidas,
incrementado con la retirada de clorpirifos y metil clorpirifos y las próximas retiradas de demedifam o cloridazona,
han hecho que el sector haya tenido que adaptarse, consiguiendo aumentar los rendimientos y ser todavía más
respetuosos con el medio ambiente. La tecnología CONVISO, abre un nuevo campo para afrontar los desafíos
medioambientales.
En lo referente al riego, cada vez más explotaciones están apostando por la instalación de fuentes de energías
renovables, principalmente fotovoltaicas, que están dando buenos resultados de funcionamiento y un gran ahorro
del coste de la energía.
En lo referente al abonado, cada vez se realizan más análisis de suelo, por lo que los abonados se pueden hacer muy
a la carta, optimizando las aportaciones y evitando posibles contaminaciones. El conocimiento de agronomía del
cultivo, de la importancia de los microelementos y la optimización de los procesos fotosintéticos han contribuido a
conseguir unos abonados más sostenibles.
Los remolacheros de Castilla y León han sido capaces de reducir en las últimas décadas gran parte del aporte de los
insumos que interfieren directamente con el medioambiente:
- Una reducción global de 33,8% de unidades fertilizantes totales.
o 48,6 % de reducción de nitrógeno.
o 16,7 % de reducción de fósforo.
o 25,9% de reducción de potasio.
En este apartado se ponen de manifiesto las oportunidades que el sector remolachero-azucarero tiene en nuestro
país, desgranando dichas oportunidades desde las perspectivas que parecen más relevantes según los objetivos de la
PAC.
En estos momentos, existen cinco fábricas de molturación de remolacha con una capacidad de molienda media
diaria de 8.000 t diarias en total, una perteneciente a ACOR y las otras cuatro a Azucarera:
La cantidad de remolacha molturada en toneladas por cada una de las fábricas es la siguiente:
(t)
Toro 292.728
Bañeza 86.598
Miranda 272.463
Jerez (Guadalete) 600.000
Olmedo 1.374.898
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Cada una de las fábricas dispone de la siguiente capacidad media de molienda diaria:
Por tanto, en estos momentos las azucareras disponen de una capacidad instalada para el envasado que supera las
necesidades. Del mismo modo, existe una gran capacidad de almacenamiento en toda España.
Desde el punto de vista operacional, reseñar capacidad de las azucareras de Guadalete y Olmedo, como centros
productores de azúcar durante todo el año, lo que supone una ventaja competitiva.
ZONA NORTE
120.000
100.000
80.000
Fuente: Acor
Fuente: Acor
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Fuente: Acor
Fuente: Aimcra
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Fuente: Aimcra
Fuente: Aimcra
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ZONA SUR
Fuente: Aimcra
Fuente: Aimcra
Fuente: Aimcra
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Fuente: Aimcra
España es un país netamente deficitario de azúcar. La producción de azúcar de remolacha apenas supera las 400.000
toneladas (82% en la zona Norte y 18% en la zona Sur). Este dato supone un 2,4% de la producción de azúcar de la
Unión Europea. Por el contrario, el consumo de azúcar en España es elevado, 1,25 millones de toneladas, de los que
el 14% se destina a la distribución (retail) y el resto a la industria transformadora. Este dato de 1,25 mmt supone el
7% del consumo de azúcar en la UE.
a) Azúcar crudo: 200.000 - 280.000 toneladas para refino. Origen: países del sur de África, Cuba, Brasil, Centro
América y Fiji, entre otros.
b) Azúcar blanco: en torno a 600.000 toneladas. Origen: UE (Francia, Portugal (refinado), Alemania) e Islas Mauricio.
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Los cultivos con los que compite la remolacha en la zona Norte son principalmente cereales (maíz y trigo) y patata;
mientras que en el Sur lo hace con algodón, maíz y hortícolas, principalmente. En el caso de los cereales, al igual que
ocurre con el azúcar, España es muy deficitaria como consecuencia del auge de la ganadería intensiva,
especialmente el porcino, que requiere de grandes volúmenes de cereal y soja para su alimentación.
En el caso del trigo, la superficie cultivada se mantiene estable en torno a 1.6 - 1.7 millones de hectáreas, mientras
que la producción varía notablemente debido al gran porcentaje de superficie de cultivo en secano y la variabilidad
de los rendimientos. En maíz, la superficie ha crecido en la última campaña porque, a pesar de los bajos precios de
las últimas campañas, los buenos rendimientos obtenidos por los agricultores animan el cultivo.
Para cubrir el déficit de cereales en España se recurre a las importaciones (más de 5 millones de t de trigo y casi 9
millones de t de maíz), que en su gran mayoría tienen origen en el Mar Negro (Ucrania, Rumania, Bulgaria), Brasil,
Estados Unidos y Francia.
En relación a la patata, a pesar de los buenos precios obtenidos la pasada campaña, la superficie total en España
apenas varía, situándose en torno a las 70.000 hectáreas. En el caso de Andalucía y Castilla León, regiones donde
compite con la remolacha, dicha superficie ha experimentado ligeras caídas, según datos del MAPA.
En cuanto al algodón, el cultivo se ubica en Andalucía, donde la superficie ha pasado de 62.929 hectáreas en 2017 a
65.911 hectáreas en la presente campaña.
Traemos aquí de nuevo la mención realizada anteriormente en este informe: “Si se sustituye una hectárea de
remolacha por otro cereal ello significa que hay que sembrar 4 o 5 hectáreas en función del cereal para alcanzar el
mismo nivel de rentabilidad, lo que significaría una reestructuración importante de las parcelas”.
A continuación, se realiza una comparativa de sostenibilidad económica frente alternativas de cultivo.
Ejemplo económico de una explotación con y sin remolacha. Utilizando un reparto equitativo de las superficies en
cada supuesto, se consigue aumentar la rentabilidad media de la explotación un 51%.
Este segundo ejemplo muestra la misma explotación de 40 hectáreas con, oleaginosas, trigo y maíz y como
sustituyendo éste por remolacha, se consigue aumentar de forma significativa la rentabilidad media de la
explotación.
Beneficio total explotación (€): 17.062,00 Beneficio total explotación (€): 22.246,0
Rentabilidad media explotación Rentabilidad media explotación
426,55,00 556,15
€/ha: €/ha:
Fuente: Acor - Itacyl
f) Datos de contexto sobre el trabajo de trasferencia tecnológica y divulgación que se ha llevado y se lleva a
cabo desde AIMCRA y los demás Centros que realizan investigación y experimentación. Principales áreas
de trabajo y resultados obtenidos.
Como se ha indicado anteriormente, AIMCRA es la Asociación para la Investigación y Mejora del Cultivo de la
Remolacha Azucarera. Desarrolla sus actividades en el territorio nacional y tiene como principal objetivo garantizar
la rentabilidad y la competitividad del sector, así como cumplir con los compromisos de sostenibilidad
medioambiental.
A diferencia de otros sectores o cultivos, los remolacheros disponen desde hace 50 años de ‘recomendaciones de
cultivo’ actualizadas año a año. AIMCRA y ACOR generan esta información, que abarca todas las fases del cultivo y es
la base para la mejora continua que ha experimentado el sector. Se trata, por tanto, de que todo el conocimiento
generado sea puesto en práctica por los agricultores.
Dentro del plan de investigación se atienden diferentes líneas: manejo y utilización del riego, protección del cultivo,
fertilización, variedades, medioambiente (CO2, sostenibilidad) y la divulgación, formación y asesoramiento. Además,
también se trabaja en la revisión y regulación de máquinas, abonadoras, pulverizadores y evaluaciones de
instalaciones de riego.
El riego es un elemento clave de la actividad de AIMCRA y ACOR, ya que es un factor de coste diferencial con
respecto a nuestra competencia comunitaria. En este sentido, AIMCRA participa en proyectos de riego Horizonte
2020, en los que se ha conseguido un ahorro de agua de hasta un 30% y reducción de las emisiones de CO2. Para
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darle difusión y dar formación a los regantes, se instaló el Aula de Riego. Además, se han publicado las
especificaciones técnicas para la instalación, y AIMCRA ha elaborado las especificaciones agronómicas sobre el
manejo del riego, producción de los cultivos y ahorro de agua.
Desde el sector se ven claras las oportunidades que, vía innovación, puede plantear un modelo basado en la
bioeconomía y la economía circular. Como hemos explicado ampliamente en puntos anteriores de este informe, las
empresas azucareras llevan años haciendo esfuerzos en este sentido vía innovación, lanzando nuevos productos
derivados de la remolacha y del proceso de extracción del azúcar que se destinan, en su gran mayoría, al entorno
local agrícola, ganadero o industrial.
Adicionalmente, se busca no generar residuos, e incluso se devuelve el agua que contiene la remolacha y que supone
aproximadamente un 75% de su peso al cauce de los ríos, tras depurarla y obtener en ese proceso biogás, que
contribuye a la reducción de emisiones de CO2 por reducción de consumo de otros combustibles.
Elaborar una tabla de costes del cultivo es complicado, ya que éstos varían en función de las zonas de cultivo y de la
climatología del año.
El factor que hace variar más los costes de cultivo es el coste del riego. En zonas modernizadas y en comunidades de
regantes donde el agua está disponible desde el canal o desde alguna balsa, el coste suele ser menor, y en aquellas
zonas de riegos por pozo el coste es mayor debido al alto precio de la energía.
En las siguientes tablas se puede ver un resumen de los costes de riego y los variables del cultivo de la remolacha:
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Comparativa del coste del riego por CULTIVO según infraestructura de riego (datos acumulados de todas las campañas, valores económicos de
2018)
Fuente: Itacyl
Comparativa del coste del riego por CULTIVO según infraestructura de riego (datos acumulados de todas las campañas, valores económicos de
2018), considerando únicamente captaciones superficiales de agua.
Diferencia en
el Coste del % de la
Coste del Riego (€/ha) Grupo Cultivo Riego (Mod- diferencia
Cultivo Tradc) (€/ha)
Zonas Modernizadas o Zonas de Regadío No
TOTAL
Nuevo Regadío Modernizado
REMOLACHA
782,80 REMOLACHA 735,21 1.021,38 -286,17 32,58 %
AZUCARERA
Fuente: Itacyl
Comparativa del coste del riego por CULTIVO según infraestructura (datos de todas las campañas, valores económicos de 2018), solo
considerando captaciones NO superficiales de agua (pozos y sondeos) en zonas no modernizadas.
Fuente: Itacyl
En los cuadros anteriores, pueden observarse las diferencias entre los riegos modernizados y no modernizados,
donde no sólo hay que tener en cuenta la rentabilidad económica, sino la rentabilidad agroambiental y de
sostenibilidad.
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COSTES
REMOLACHA
ESPAÑA
2019 NORTE €/ha
Semillas 303,9
Fertilizantes 495,4
Fitosanitarios 518,1
labores siembra, recolección y otros 762
Riego 1001,7
Total, costes directos 3081,1
Costes indirectos a añadir:
Alquiler de tierras 500,00
Amortización y administración 250,00
Total, costes indirectos 750,00
COSTES TOTALES 3831,1
COSTES
REMOLACHA
ESPAÑA SUR
2019 €/ha
Semillas 303,9
Fertilizantes 449,4
Fitosanitarios 500,6
labores siembra, recolección y otros 600,5
Riego 380,6
Total costes directos 2235
Costes indirectos a añadir:
Alquiler de tierras 700,0
Amortización y administración 280,0
Total costes indirectos 980,0
COSTES TOTALES 3215
COSTES
REMOLACHA
UCRANIA
2019 €/ha
Semillas 507,5
Fertilizantes 368,5
Fitosanitarios 79,7
labores siembra, recolección y otros 470,8
Riego 0
Total costes directos 1.426,5
Costes indirectos a añadir:
Alquiler de tierras 100,0
Amortización y administración 90,0
Total costes indirectos 190,0
COSTES TOTALES 1616,5
Las siguientes tablas presentan los costes directos de distintos países, teniendo en cuenta que los correspondientes
a España están actualizados a 2019 y lo del resto de países según el estudio la universidad de Praga, de 2012, se
considera que la evolución de costes no ha sido importante en estos años, si bien podemos decir que la inflación
acumulada en esos años en cada uno de esos países en el periodo 2012 a 2019 (fuente CIA World Factbook) ha sido
la siguiente:
Francia: 7,2% con media anual del 0,9%.
República Checa: 15,9%, media anual del 1,98%.
Reino Unido: 13,3%, media anual 1,66%.
Polonia: 8,1%, media anual 1,01%.
Alemania: 9,7%, media anual 1,21%.
Si bien como se ha reseñado anteriormente, la influencia sobre los costes en el sector agrario es muy inferior al total
de la inflación en esos países
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Por otra parte, la remolacha es en la actualidad, un cultivo sostenible para el agricultor, favorecido por el importante
crecimiento de los rendimientos medios
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i) Azúcar de remolacha y azúcar de caña - Contexto español y volúmenes medios de producción. Impacto de
la actividad de las refinerías de Andalucía y Castilla y León
El azúcar de remolacha producido en España tras el fin de las cuotas supera las 400.000 toneladas, mientras que el
azúcar de caña tanto refinado como co-refinado, supone un rango entre 200 y 300.000 toneladas, de las que el 60%
es refinado en Guadalete (Azucarera); un 20-30% se procesa en la planta de Olmedo (ACOR) tras finalizar la campaña
remolachera; y el 10% restante es co-refinado en las fábricas de Azucarera al tiempo que moltura la remolacha.
En el caso de Azucarera, las importaciones de azúcar crudo de caña destinadas al refino en la azucarera de
Guadalete, situada en Jerez, completan la demanda de azúcar que no es posible atender a partir de la producción
nacional de remolacha de nuestros agricultores.
Estos volúmenes de caña son fundamentales para las empresas, si bien es cierto que la principal materia prima, por
cercanía y vocación, es la remolacha de cultivo local. No se trata, por tanto, de actividades en competencia, sino
complementarias, que coadyuvan al funcionamiento de un importante polo de actividad agroindustrial que beneficia
al conjunto de la región, incluida la actividad portuaria y de logística de Cádiz (para Guadalete) y de Santander (para
Olmedo).
Recordamos que la remolacha andaluza es un cultivo de siembra otoñal, cuyo ciclo se produce en momentos
opuestos a los de la zona norte de la península, siendo la única de este tipo que existe en la UE en la actualidad. Este
hecho es de relevancia en materia legislativa y estadística, y debe ser tenido en cuenta, pues cuando la campaña de
molturación ha finalizado en Europa, en España aún prosigue hasta el fin del verano.
Durante las últimas décadas se ha conseguido mejoras en la eficiencia del riego, tanto en la dotación aportada como
en el consumo de energía. Esto supone una mejora medioambiental por la reducción del consumo de agua y la
reducción de emisiones de CO2 por la menor energía consumida.
Como ejemplo, se establece una comparativa de costes de la caña de azúcar en La India y Brasil.
COSTES CAÑA DE
2019 AZÚCAR INDIA €/ha
Semillas 70,1
Fertilizantes 135,7
Fitosanitarios 69,8
labores siembra, recolección y otros 523,6
Riego 78,7
Total costes directos 877,9
Costes indirectos a añadir:
Alquiler de tierras 477,00
Amortización y administración 95,00
Total costes indirectos 572,00
COSTES TOTALES 1449,9
Fuente: Ministerio de Agricultura de la India e ITACyL
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COSTES CAÑA DE
2019 AZÚCAR BRASIL €/ha
Semillas 80,8
Fertilizantes 90,5
Fitosanitarios 71,2
labores siembra, recolección y otros 1001,1
Riego 78,7
Total costes directos 1322,3
Costes indirectos a añadir:
Alquiler de tierras 520,0
Amortización y administración 50,0
Total costes indirectos 579,0
COSTES TOTALES 1901,3
Fuente: Consecana e ITACyL
La eficiencia en el uso del agua y la energía será la clave para mantener la competitividad durante los próximos años.
Por ello, es prioritario reducir el coste energético y, al mismo tiempo, seguir avanzando en la mejora de las
instalaciones y en aspectos agronómicos del riego, tales como el cálculo de las necesidades de riego a nivel de
parcela y el seguimiento de las recomendaciones por parte del agricultor.
El uso de la energía solar en el bombeo puede ser una gran ayuda para reducir los costes energéticos y hacer que la
superficie de cultivo crezca de forma importante durante los próximos años. En paralelo, es imprescindible conocer
con precisión el riego que se realiza, por lo que será necesario poner en marcha sistemas de monitorización de
consumo de agua y energía.
El uso de automatismos de telecontrol que faciliten el manejo del riego al agricultor es otra de las innovaciones que
deben abordarse en el cultivo. Los agricultores demandan cultivos que permitan más tiempo libre y calidad de vida, y
el riego es una de las tareas que le crean mayor dependencia y exigen más dedicación.
La expansión del cultivo hacia zonas de regadío modernizado es otro de los grandes retos de futuro, debiendo
superarse los problemas derivados de la despoblación y la falta de tradición de riego de algunas de estas zonas, así
como los problemas derivados de los suelos.
Durante las últimas décadas se ha conseguido mejoras en la eficiencia del riego, tanto en la dotación aportada como
en el consumo de energía. Esto supone una mejora medioambiental por la reducción del consumo de agua y la
reducción de emisiones de CO2 por la menor energía consumida.
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8000
6000
10000
8000 7250
4000 6500
2000
0
Años 70 y 80 Años 90 Años 2000 Actualidad
Fuente: Acor
Principales reducciones y mejoras de eficiencia en el riego aportado, marcadas por los principales hitos en la mejora
de los sistemas de riego.
m3/ha
Hitos en la reducción del riego en Remolacha
12000
10000 10000
9500
8000 8000
7250
6500
6000
4000
Riego a Aspersión Aspersión Aspersión Pivot
manta Lineas móviles Cobertura Pivot/Rotator Baja Presión
total
Fuente: Acor
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Fuente: Acor
2.000
1.800
1.600
1.400
m3/t
1.200
1.000
Fuente: Acor
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El cultivo de remolacha está en constante adaptación a los cambios que sufre el sector y la modernización de la
agricultura. Actualmente, el sector remolachero-azucarero está a la cabeza de la innovación, implementando y
adaptando nuevas técnicas agronómicas que aparecen en el mundo agrícola para mejorar las explotaciones de los
agricultores.
La remolacha-azucarera siempre ha sido un cultivo innovador, y con el paso del tiempo tiende a ser una herramienta
de dinamización del campo y de entrada de la digitalización en los cultivos extensivos. Ya se pueden ver varias
herramientas de agricultura de precisión a disposición del agricultor, como es el Visor Layers implementado por
Agroteo para sus socios, que permite tener una recomendación semanal del agua que necesita el cultivo, una
recomendación de abonado y de seguimiento del nitrógeno en el cultivo, una siembra variable para reducir el uso de
semillas en las zonas menos productivas y una foto semanal de la evolución de la sanidad de la parcela.
La cooperativa ACOR está en proceso de implementar una plataforma on-line, para mejorar el seguimiento y
asesoramiento técnico con sus socios. Esta plataforma desarrollada con la empresa Visual, además de facilitar a los
técnicos la gestión de parcelas contratadas de remolacha, mapas, información sobre el cultivo, variedades, siembras
permitirá digitalizar la información de cada visita y el proceso de arranque, carga y trasporte de la remolacha hasta la
fábrica. Además, la plataforma Visual, posee una potente herramienta satelital para hacer seguimiento agronómico
(entre el socio y el técnico) a través de mapas de vigor y poder mejorar la diagnosis de problemas y buscar
soluciones de forma precoz.
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El sector productor de azúcar es de “capital intensivo”, que debe ser operado a escala industrial para ser
competitivo. Normalmente, los proyectos de inversión de las fábricas son proyectos costosos que no pueden estar
supeditados a cierres temporales de actividad. Tal y como señala el Comité Económico y Social Europeo, “solo en
circunstancias muy excepcionales es posible reiniciar la producción de azúcar una vez que una instalación de
producción de azúcar ha sido cerrada. En la mayoría de los casos, el cierre de una única instalación implica la pérdida
permanente de una actividad industrial fundamental, lo que da lugar a la pérdida de cientos de empleos directos e
indirectos. La búsqueda de un puesto de trabajo industrial alternativo puede conducir al éxodo rural”.
En este contexto de grandes volúmenes, conviene recordar la importancia de la magnitud del transporte que se
genera en torno a la remolacha, que debe ser cultivada en proximidad a las fábricas y llegar a éstas en un flujo
regular de suministro. Este transporte, además de frecuente para no ocasionar problemas en la fábrica, debe ser
muy eficiente, pues es necesario transportar seis o siete toneladas de remolacha para obtener una tonelada de
azúcar. En promedio, en una fábrica azucarera en días de campaña pueden llegar a entrar más de 450 camiones de
remolacha.
En el plano energético, en una azucarera se requiere una elevada demanda térmica para calentar un gran volumen
de materia prima y poner en marcha procesos a escala industrial. No suele ser muy conocido que en el proceso de
extracción del azúcar se produce energía eléctrica, calor en forma de vapor de agua y biogás a partir del proceso de
depuración del agua de fábrica, en su gran mayoría aportada por la propia remolacha. Estas energías, a su vez, sirven
para retroalimentar a las propias fábricas azucareras y que éstas dependan en menor medida de fuentes externas
(fundamentalmente gas natural).
En el caso de la energía eléctrica, el excedente producido y no utilizado en el proceso es vendido a la red eléctrica de
los municipios de las fábricas. En promedio, la energía vendida a la red equivale al consumo de electricidad de
10.000 viviendas anualmente. Así, Azucarera:
- Dispone de plantas de cogeneración de alta eficiencia en sus cuatro centros productores de Toro, Miranda,
La Bañeza y Jerez;
- Además de éstos, en Jerez cuenta con una central de ciclo combinado que supuso una inversión de 11
millones de euros en el año 2009. Como muestra de su actividad, en Jerez, cada año se están ahorrando el
equivalente a 17.000 t de emisiones CO2, o lo que es lo mismo, las emisiones generadas por 3.500 vehículos
(también en un año);
- Entre todos los centros productivos de Azucarera se están produciendo alrededor de 145.000 Mwh de
energía eléctrica anualmente.
Este autoabastecimiento energético de las azucareras conviene ponerlo en valor en el contexto de los desafíos de
reducción de huella de carbono y eficiencia energética en el marco de la política europea.
A nivel económico, los desafíos más importantes que tiene la industria azucarera como industria cogeneradora de
energía, son los derivados de su estacionalidad, concentrada en los periodos de producción de azúcar. Es en estos
periodos cuando se genera la energía y también cuando se requiere en el proceso.
La estacionalidad es un problema debido a la actual rigidez en los modelos de contratos que no admiten flexibilidad
en el consumo y, por otro, por la dependencia del proceso de factores meteorológicos que lo alteran y que influyen
directamente en el abastecimiento de materia prima. La fábrica tiene, por tanto, que variar su consumo de gas y
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hacer frente a importantes penalizaciones económicas, sin contar con el elevado coste de los peajes de las
distribuidoras de electricidad.
Otro de los retos a los que se enfrentan, es el fin de la vida útil de las plantas de cogeneración, debido al impacto
económico que genera sobre la competitividad industrial del sector. Se hace precisa una regulación en esta materia
que acabe con la incertidumbre existente.
El Comité Económico y Social Europeo, en 2017, en su Dictamen sobre «Transformaciones industriales en el sector
de la industria del azúcar de remolacha de la UE» afirmaba que “en las fábricas, el uso de energía se reduce al
mínimo mediante la utilización de sistemas de producción combinada de calor y electricidad (PCCE), la recuperación
de calor y la conservación del agua”.
En relación con la generación de energía y las prioridades que, en opinión del Parlamento Europeo, debe marcar la
PAC, una de las enmiendas que se ha propuesto al informe de la PAC dice así: “Con el fin de perseguir los objetivos de
la PAC. debe definirse asimismo a escala de la Unión un conjunto de objetivos específicos, que los Estados miembros
tendrán que perseguir en sus planes estratégicos de la PAC.,al tiempo que garantizan el equilibrio entre los diversos
aspectos del desarrollo sostenible, en consonancia con la evaluación de impacto, estos objetivos específicos deben
traducir los objetivos generales de la PAC en prioridades más concretas en los ámbitos económico, medioambiental y
social”.
También el Comité Económico y Social de la UE se ha posicionado claramente sobre la energía procedente de la
cogeneración en su informe ‘El sector eléctrico en España’ en 2017: “El impulso a la cogeneración de alta eficiencia
constituye un elemento esencial para la competitividad de una parte importante de la industria, contribuyendo
significativamente a la eficiencia energética y a la acción por el clima.”
En conclusión y en base a lo expuesto, para industrias como las azucareras, el apoyo a través de contextos
legislativos favorables a los procesos de cogeneración de alta eficiencia debería ser inexcusable, para la
descarbonización y la mejora de la competitividad de un sector imprescindible en la industria agroalimentaria de
nuestro país.
En este sentido, el sector remolachero-azucarero, es un sector muy interesante por sus valores de sostenibilidad
energética.
El sector en España es competitivo gracias a los altos rendimientos obtenidos y las mejoras en la eficiencia de uso de
agua y fertilizantes que se están logrando.
Desde el punto de vista del mercado de azúcar, España goza de una ventaja competitiva frente a otros países del
entorno europeo: los precios en destino de la industria utilizadora son más elevados por el déficit existente. Esta
situación implica mayores ingresos por tonelada de azúcar salida de fábrica. Por el contrario, la menor producción de
azúcar por fábrica y el mayor coste de la materia prima (remolacha), restan competitividad al sector azucarero
español frente a otros productores europeos (Francia y Alemania).
En su último año (2019), las fábricas dependientes de Azucarera contaron con un total de 656 empleados, mientras
que por su parte la fábrica de ACOR en Olmedo emplea a 295 trabajadores fijos. Debido a la naturaleza estacional de
este negocio, durante el periodo de campaña de molturación de remolacha en el último ejercicio se incorporaron en
Azucarera otras 608 personas (fijos discontinuos y eventuales) y 259 en ACOR.
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Además de este total de 1.818 personas, la actividad productora ha impactado en la vida de muchas otras tal y como
se ha explicado anteriormente. Si consideramos el factor multiplicador de 10,6 que cita el informe WIFOR, unas
19.270 personas dependerían de la actividad de las azucareras de manera directa o indirecta.
Señalar también que alrededor de 5.200 agricultores contratan remolacha con las azucareras, lo que supone más de
400.000 jornales que se contratan, a lo que se une la dinamización económica de sectores como el transporte, con
más de 50.000 operaciones de transporte anuales
A continuación, desglosamos los sectores vinculados directamente con la actividad del sector:
Empresas de insumos agrícolas: semillistas, fitosanitarios, fertilizantes.
Empresas de maquinaria agrícola.
Empresas de servicios (maquileros).
Transporte (tanto de remolacha como de azúcar).
Insumos para la producción de azúcar.
Mantenimiento y reparación de fábricas (electricidad, taller mecánicos…).
Subproductos: ganadería, enmiendas suelos, bioestimulantes…
Al igual que ocurre con el coste del cultivo, es complicado calcular exactamente los beneficios para el agricultor. La
renta del agricultor no solo depende del ingreso por la venta de la remolacha, sino de otros cultivos o actividades
agrícolas en su explotación. En el beneficio del cultivo de remolacha influye tanto el coste de producción como el
rendimiento del cultivo.
Beneficio total explotación (€): 17.062,00 Beneficio total explotación (€): 22.246,0
Rentabilidad media explotación Rentabilidad media explotación
426,55,00 556,15
€/ha: €/ha:
Fuente: Acor - Itacyl
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En septiembre de 2015, con el inminente fin de cuotas de producción de azúcar de remolacha, el Ministerio de
Agricultura francés publicó un informe titulado “¿Cuál es la ambición del sector remolachero-azucarero francés
desde la perspectiva del fin de cuotas europeas?”. El trabajo de investigación y producción del informe fue un
trabajo de análisis en profundidad llevado a cabo no sólo por el propio Ministerio, sino también por otros actores
institucionales del Gobierno francés, tales como las oficinas consulares y otras delegaciones exteriores de Francia,
evidencia de la firme apuesta e intencionalidad del Gobierno galo para la defensa del futuro del sector.
Lo más relevante del informe es su apuesta estratégica por la competitividad futura del sector remolachero-
azucarero, expandiéndola al resto de actores con impacto en el sector alimentario y no alimentario. El informe
detalla para cada actor del sector los objetivos, desafíos y oportunidades a los que deberían hacer frente en los
próximos años. En esta visión largoplacista y multidisciplinar llama también la atención el enfoque transversal de las
propuestas, que van mucho más allá de objetivos meramente agrícolas.
En base a las ayudas obtenidas por el sector, se cita y conmina al sector productor a colocar sus producciones en
España y en otros países y a preservar la relación comercial con Alemania y el Benelux, hecho que podemos
constatar como una realidad a día de hoy respecto a España.
Se estima que la apuesta del Gobierno francés por su industria azucarera y en general, por toda su cadena de valor,
debe servir como estímulo para la defensa de un sector en España que tiene poco que envidiar al francés en cuanto
a costes de producción y nivel de competitividad.
Al igual que nuestros vecinos, tenemos una potente industria agroalimentaria en España, industria exportadora y
utilizadora de azúcar que con frecuencia se sitúa próxima a nuestros centros de producción. Según la Asociación
Española del Dulce (Produlce) “El sector dulce, más allá del empleo generado directamente, es al igual que la
industria de alimentación y bebidas en su conjunto, un potente dinamizador del entorno rural. 9 de cada 10 empresas
del sector desarrollan su actividad productiva en núcleos rurales y pequeñas localidades. La necesidad de
determinadas materias primas como cereales, azúcar o frutos secos, entre otros, convierte al sector en un importante
cliente, y dinamizador, por tanto, del sector agrario en general” (Fuente: Informe anual PRODULCE 2018)”.
Con más de la mitad de la demanda de azúcar para consumo interno no cubierta por los dos fabricantes nacionales y
con el potencial exportador que presenta su principal sector utilizador, apostar por la remolacha en el contexto de la
PAC como materia prima fundamental para la producción de azúcar, es imprescindible y necesario para la garantía
de subsistencia del sector a largo plazo.
b) Sociedad:
El cultivo de remolacha es un cultivo que pasa de padres a hijos de generación en generación, y que existe en
nuestro país desde finales del siglo XIX. Su evolución geográfica tiene que ver con los cambios climáticos, habiéndose
trasladado desde la zona de la cuenca del Ebro a las del Duero y Guadalquivir.
En la actualidad, los centros azucareros son de importante influencia local en zonas de Castilla y León, Andalucía, La
Rioja, País Vasco y Navarra, habiéndose pasado de un modelo de fábrica-poblado del siglo pasado, en la que se
producía azúcar y se desarrollaba la vida del día a día de los trabajadores de la fábrica, a un modelo de fábricas
modernas que cuenta con la última tecnología y que resultan determinantes para la vida de las comunidades rurales
colindantes.
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Con frecuencia la remolacha se sitúa en el centro de la planificación económica del remolachero y de decisión de
siembra debido a su rentabilidad con respecto a otros cultivos y a los beneficios derivados de su rotación.
En los cuadros siguientes se dan algunos datos sobre la superficie por provincia en Castilla y León, y la distribución de
las superficies respecto a la proximidad a las azucareras.
Resumen de explotaciones y superficie por provincia (datos PAC 2019)
(Considerando que cada expediente PAC es una explotación y cada declaración gráfica es una parcela agrícola)
Superficie
Nº de parcelas cultivada en la
Provincia
cultivadas explotación
(ha)
Superficie
media por 1,90 (ha)
parcela
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En el siguiente cuadro puede verse el número total de explotaciones con remolacha en Castilla y León, así como la
media de superficie de remolacha por explotación y el porcentaje que representa la remolacha en las diferentes
explotaciones.
Tramo - Superficie Número de Superficie total Superficie promedio % Promedio
Remolacha en la explotaciones Remolacha (ha) de Remolacha por superficie de
explotación (ha) explotación (ha) Remolacha sobre el
total de la
explotación
<=2 509 605,17 1,1889 9,37
>2 Y <=4 593 1799,67 3,0349 8,95
>4 Y <=6 516 2568,98 4,9786 9,31
>6 Y <=10 699 5438,13 7,7799 10,87
>10 593 11045,54 18,6265 13,21
TOTAL 2910 21457,49 7,3737 10,41
Fuente ITACyL
Parcelas (declaraciones PAC 2019) a menos de 100 km de distancia de alguna Azucarera: 8.775
(87,71%), con una superficie de 17.854 ha (88,09%)
Parcelas (declaraciones PAC 2019) a más de 100 km de distancia de alguna Azucarera: 1.229
(12,29%), con una superficie de 2.415 ha (11,91
Total: 10.004 parcelas, (20.269 ha)
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El relevo generacional y la presencia femenina de los que adolece la agricultura en España, afecta también a la
remolacha y al empleo en la fábrica.
En este sentido, se hace imprescindible insistir en la necesidad de visibilizar la agricultura y el empleo en la agro-
industria local como medio de vida para los jóvenes y la mujer y ponerlos en positivo como una oportunidad para la
sociedad en el contexto de la despoblación.
En el caso del cultivo de la remolacha, las
aportaciones vienen sobre todo del hecho de ser
un cultivo acompañado por la industria y también
por AIMCRA, instituto tecnológico cuyo objetivo
es la divulgación de las mejoras agrícolas para la
remolacha.
Estos apoyos son un importante acicate en
cuanto a la formación y el aprendizaje de todos
los agricultores y cobra especial valor con los más
jóvenes. No se conoce ningún otro cultivo en
España que presente tasas de acompañamiento
como las de la remolacha.
Para retener el empleo es necesario mantener el
cultivo. Según un estudio de 2015 del Comité
Europeo de Fabricantes de Azúcar (CEFS) y EFFAT
(Federación Europea de Sindicatos en los sectores de Alimentación, Agricultura y Turismo) se constata que la edad
media de la industria era de 46 años. Según este estudio, la reforma que tuvo lugar entre 2006 y 2009 pudo
acrecentar la edad media del trabajador azucarero, cuyo repunte se explicaría debido a los procesos de
reestructuración que tuvieron lugar en aquellos años.
En cuanto a la presencia femenina del empleo, según el CEFS, los hombres representaban aproximadamente un 80%
del empleo fijo del sector, dato que disminuía en el empleo en oficinas, en el que la presencia femenina se elevaba a
un 30% del personal. Contrasta con el caso de la empresa Azucarera, donde las cifras del total de la plantilla
relativas al 31 de agosto de 2019 son de un 78,9% correspondientes a mujeres y un 21% a hombres.
En relación con la diversidad, Se ha puesto en marcha un proyecto llamado “Grupo transversal de diversidad”, cuyo
objetivo es retener y promover el talento femenino y aumentar la participación, contribución y éxito de las mujeres
en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Se trata de un compromiso común dentro del Grupo ABF y
AB Sugar para el cual se ha creado un grupo de trabajo compuesto por un equipo representativo de las fábricas y
oficinas centrales con reuniones periódicas, con la finalidad de cambiar la cultura empresarial en igualdad de género,
diversidad e integración.
Además, Se ha impulsado la creación de la figura del agente de igualdad de oportunidades, fruto de la necesidad de
dar cumplimiento a los compromisos políticos adoptados en materia de igualdad, incorporando transversalmente
estrategias de igualdad de género y tomando en consideración las diferencias existentes.
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3. Diálogo social
Desde 1969, CEFS (Comité Européen des Fabricants de Sucre) y EFFAT (European Federation of Food, Agriculture and
Tourism Trade Unions), han entablado un diálogo social integral. En 1999, la Comisión Europea reconoció
oficialmente dicho diálogo social con la creación del "Comité sectorial de diálogo social en la industria azucarera".
Como parte del diálogo social, CEFS y EFFAT se reúnen al menos dos veces al año. Dichas reuniones tienen como
objetivo el intercambio de opiniones y el establecimiento de acciones concretas sobre materias de interés común,
tales como la formación, el fair trade o el impulso de la Responsabilidad Social Corporativa en el sector azucarero de
la UE.
1. En la fábrica: objetivos y avances en aspectos críticos: emisiones / uso de agua en fábrica / gestión
de energía / gestión residuos.
En el caso del azúcar y la remolacha, los tres objetivos son interdependientes y no pueden gestionarse de manera
aislada.
Es importante recalcar que todos estos aspectos han sido incluidos por la Comisión Europea en relación con la
propuesta de aplicación de la “condicionalidad”, una de las tres herramientas, junto al apoyo al desarrollo rural y los
pagos directos, de lo que debía ser el plan estratégico que cada país sometiese a la Comisión Europea.
Desde hace años, las empresas azucareras en España, entendieron que el modelo de negocio debía venir de una
gestión responsable de la materia prima, los recursos y los residuos, orientada a preservar el entorno y potenciar la
sostenibilidad de la cadena de valor. En el informe de RSC (Responsabilidad Social Corporativa), correspondiente a la
campaña 17/18, se describe la nueva agrupación conceptual en torno a los tres pilares antes mencionados. Al finalizar
el informe, se trasladaban las acciones específicas de cada pilar en el contexto de los ODS (Objetivos de Desarrollo
Sostenible) de Naciones Unidas.
En el pilar de “uso responsable de los recursos”, las prioridades se focalizan en la eficiencia en el uso del agua y la
energía, la fábrica y el campo; la diminución de emisiones de CO2 y la gestión eficiente de los residuos.
En concreto, en el campo se han incorporado herramientas para analizar imágenes satelitales que permiten hacer un
seguimiento de la remolacha e incluso analizar la evolución de la sacarosa producida en el campo. Todo ello ayuda a
realizar un asesoramiento agronómico más eficaz, detectar enfermedades y mejorar el desarrollo de la remolacha con
un menor coste en productos fitosanitarios. Por la importancia de los datos, tanto Azucarera, como ACOR, trabajan
con históricos y con información tomada en diversos estudios para realizar prescripciones en el asesoramiento del
cultivo, de forma que el remolachero pueda maximizar su cosecha.
Por otro lado, en las fábricas de Azucarera, por ejemplo, se ha pasado de emitir 190.612 toneladas de CO2 en el
ejercicio 16/17 a 166.333 en el 17/18. En cuanto a los residuos, más del 99% son reciclados. Un 18% del total del
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material de envasado es plástico reciclable en un 98% por ciento, esperándose alcanzar el 100% en el próximo
ejercicio.
En el segundo pilar, relativo a la prosperidad y bienestar de las comunidades. Desde las empresas se prioriza la
seguridad y la salud de sus trabajadores. En este último año, se ha reducido en un 21% los días de baja y se ha
conseguido la cifra más baja respecto al número total de accidentes. La calidad en el empleo y la igualdad de
oportunidades, la conciliación, la formación, la seguridad laboral y la cooperación son también aspectos claves en la
gestión de las personas de la compañía.
En el ámbito de la familia, podemos destacar que Azucarera otorga ayudas económicas para estudios académicos o
formación de los hijos de los empleados y también si tienen descendientes con discapacidad o con enfermedad grave,
así como la posibilidad de acumular una baja maternal o paternal y el período de lactancia con las vacaciones.
Con respecto al aporte a la comunidad, se desarrolla actividad innovadora para cubrir las necesidades de los clientes.
En 2017 se lanzó Betalia, que ofrece productos destinados a la alimentación animal, a la mejora y fertilidad del suelo y
a diferentes usos industriales. Cuenta con tres líneas de productos: Betalia Feed, constituida por productos destinados
a ganaderos y fabricantes de piensos; Betalia Agro, que propone dar alternativas más naturales a los abonos
convencionales y Betalia Industria, orientada al sector de materias primas para la industria de la fermentación, la
industria farmacéutica, la energía y la construcción entre otros.
Betalia es un ejemplo de economía colaborativa y con sus trabajos con la Granja de Desarrollo Ovino (AGM) mediante
el proyecto Prebionat, que cuenta con el respaldo del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL). En el
plano de las soluciones para la alimentación humana, destaca el ingrediente FIBRACTIVE FOS 60, un jarabe rico en
fructo-oligosacáridos y azúcares naturalmente presentes, que se obtiene de la remolacha. Actúa como sustituto de
grasas y como humectante, constituyendo una importante fuente de fibra. A estos productos destinados a la
alimentación animal se unen novedades y lanzamientos permanentes hacia el consumidor final y la industria.
Finalmente, en lo que se refiere a la contribución al desarrollo rural, las empresas azucareras en España, sitúan al
agricultor en el centro de su actividad. Habiendo puesto en marcha el programa de buenas prácticas “El verdadero
potencial” que, gracias a la cooperación entre productores, está ayudando a mejorar algunas de las explotaciones en
la eficiencia de los recursos consumidos, rentabilidad y menor impacto ambiental. A ello hay que sumar una serie de
soluciones a medida del agricultor para facilitarle al máximo su trabajo.
Por otro lado, junto con los agricultores está AIMCRA y el Servicio Agronómico de ACOR, que juega un papel
fundamental en el cultivo. Gran parte de los avances que se han producido en el cultivo en los últimos años se han
debido a su actuación. Es también importante el papel de Agroteo, empresa coparticipada por Azucarera y más de
850 socios remolacheros, que realiza servicios para que el cultivo de remolacha sea más cómodo y rentable para los
remolacheros.
RIEGO Y ENERGÍA
El riego es, sin duda, la práctica de cultivo que nos diferencia respecto a otros países europeos, y supone en muchos
casos el coste más importante, entre el 15% y el 40%.. El coste del riego repercute directamente en la cuenta de
explotación del agricultor y, por tanto, también en los costes y la cuenta de explotación de la industria, que se ve
obligada a pagar la remolacha a un precio superior al de otros países europeos.
La competitividad y el futuro del sector azucarero en España, y también de otros sectores, depende en gran medida
de nuestra capacidad para cambiar el modelo energético del regadío.
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Si bien en las zonas donde ha llegado la modernización de regadíos, esa tarea ya está realizada, no ocurre lo mismo
en otras áreas, principalmente en las que cultivan remolacha, donde el coste de la energía de riego oscila entre 800 y
1.100 euros/ha. Por ello, es necesario la puesta en marcha de un Plan de Modernización de los riegos de sondeo. Los
datos apuntan a una reducción de costes al menos de la cuarta parte. e incluso un 40% una vez amortizada la
instalación.
Para ello es necesaria una acción conjunta de los agricultores, las administraciones y la industria, con el objetivo de
conseguir esta transformación en el mínimo plazo posible. AIMCRA ha sido pionera en el impulso de soluciones al
alto coste energético del riego. Desde el año 2014 se han realizado con remolacheros más de 50 instalaciones de
riego solar y varios cientos de eficiencia energética, pero se necesitan más instalaciones.
FERTILIZACIÓN
La fertilización racional es uno de los aspectos en los que más se ha avanzado desde el sector. Tanto AIMCRA, como
el Servicio Agronómico de ACOR, contribuyen con la realización de más de 9.000 análisis de suelos anuales y
recomendaciones de abonado que ha dado sus frutos, puesto que se ha conseguido reducir un 20% los aportes
globales de N-P-K por unidad de superficie. Además, todas las muestras de suelo analizadas se han georreferenciado,
disponiendo en estos momentos de mapas de los suelos remolacheros para todas las zonas de cultivo.
Sin embargo, todavía es posible disminuir en mayor medida el uso de fertilizantes. La revisión por parte de AIMCRA
de los criterios de recomendación de abonado fosfórico y potásico ha abierto el camino para una nueva reducción de
hasta el 25% sin afectar a la producción.
Es imprescindible que se sigan realizando análisis de suelos y se insista a ajustar los aportes a las recomendaciones,
utilizando las dosis y formulaciones más adecuadas. También es necesario mejorar la uniformidad de las aplicaciones
en campo, mediante nuevas campañas de revisión y calibración de las abonadoras y colaboraciones con los
fabricantes. La aplicación de abonos y la fertirrigacion en función del estado fenológico del cultivo serán nuevas
líneas de innovación para los próximos años.
La evolución para los indicadores medioambientales del cultivo de la remolacha, uso del suelo, agua de riego,
emisiones de CO2, uso de fitosanitarios y de fertilizante nitrogenado, en todos los casos ha sido positiva, de forma
que la huella medioambiental de la remolacha se ha reducido, gracias a la disminución de las cantidades de inputs
necesarias por unidad producida.
Esto es debido, principalmente, al importante aumento del rendimiento por hectárea, pero también se ha producido
mejora en cuanto a los aportes por unidad de superficie, aplicándose menos fertilizantes o fitosanitarios por
hectárea.
3. Visión en materia de sustancias activas y productos fitosanitarios
Somos conscientes de que la sociedad demanda cada vez más una menor presencia de productos químicos,
fertilizantes e insecticidas. Por ello, una de las prioridades comunes de AIMCRA, Azucarera y ACOR, es la búsqueda
de soluciones eficientes y sostenibles para los remolacheros en materia de sanidad del cultivo. En este sentido, tal y
como se menciona en otro apartado de este documento, los técnicos ponen el foco en los siguientes puntos de
acción:
o Fertilización: Ajuste en el uso de fertilizantes en base al análisis de suelo realizado anualmente en las
parcelas a sembrar. Con ello, se logra reducir el uso de abonos nitrogenados, evitando efectos negativos
sobre las plantaciones derivados de su uso excesivo, así como la contaminación del suelo por nitritos.
o Fitosanitarios: Ajuste en la dosis de herbicidas, insecticidas y fungicidas para el control de malas hierbas,
plagas y enfermedades, respectivamente. Esto permite reducir la cantidad de producto empleado y los
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costes de producción asociados, así como la exposición y los efectos negativos derivados que su uso
excesivo tiene sobre los cultivos, los agricultores y el medio natural.
o Riego: Durante la campaña de riego de la remolacha, entre los meses de verano (junio a septiembre), se
informa semanalmente a los agricultores de las necesidades de riego de la remolacha, de acuerdo con
las condiciones climáticas del medio (temperatura y humedad) y el momento de desarrollo del cultivo.
Con ello, se consigue que los aportes de agua se ajusten estrictamente a los requeridos por los cultivos,
evitando así el consumo excesivo de agua.
La ventana de oportunidad que se abre con los eco-esquemas como instrumento incentivador para que los
productores avancen hacia un sistema agrario más sostenible, más competitivo y capaz de responder a las demandas
de los ciudadanos es una gran oportunidad para los agricultores remolacheros.
El cultivo de la remolacha está muy preparado para marcar algunas líneas de requisitos voluntarios
medioambientales, ya que el sector se encuentra muy unificado entre productores e industria y cuenta con el apoyo
de AIMCRA y los Servicios Agronómicos.
Desglosamos algunas acciones para incluir dentro de los eco-esquemas en remolacha:
- Hacer analítica de suelos para realizar un abonado eficiente minimizando las pérdidas de nitrógeno tanto por
evaporación como por filtración.
- Uso de abonos nitrogenados con inhibidores y de liberación lenta para minimizar las pérdidas por
evaporación y por filtración.
Fomento del uso de variedades con resistencias a enfermedades como la cercospora y a plagas como el
pulgón verde, que transmite la amarillez vírica. Con el uso de estas variedades se consiguen aplicar menos pesticidas
al suelo.
- Al sembrar remolacha, la fijación de carbono en el suelo es mayor que la de otros cultivos, como maíz o
cereales.
- Ayudas por la incorporación de la agricultura de precisión para reducir el uso de insumos: siembra variable,
abonado, agua, fitosanitarios…
- Fomentar la rotación de cultivos dentro de la parcela. Es una herramienta que incrementa la sanidad del
suelo y ayuda a realizar el control integrado de malas hierbas y plagas.
7. CONCLUSIONES
1. Crea y mantiene el tejido social y económico en zonas rurales, promoviendo y preservando el empleo y la
actividad económica local a lo largo de una cadena de producción amplia y diversa.
2. Esta cadena la constituyen múltiples actores: agricultores, ganaderos, empleados de fábrica y personal de
soporte en oficinas, transportistas, clientes de la industria alimentaria y no alimentaria, productores de
semillas e insumos agrarios, empresas de montaje y mantenimiento, entre otros. Ello supone un alto
impacto en el empleo y tejido rural que se traduce en que por cada trabador de la fábrica azucarera se
mantienen más de 10 fuera de ésta.
6. Su uso agroindustrial como materia prima fundamental para la producción de azúcar constituye un
modelo de economía circular y bioeconomía que llevan a cabo las dos industrias productoras que, además
de sacarosa, producen muchos otros co-productos tan importantes como ésta, por ejemplo, materias primas
para alimentación animal, fertilizantes y nutrientes para el suelo e incluso, algo menos conocido, energía
producida en forma de electricidad, calor y biogás.
8. El sector en su conjunto posee una tradición histórica y colaborativa entre sus principales actores, que se
concreta en acuerdos marcos interprofesionales multianuales entre la industria y sus remolacheros y a
través del Diálogo Social Europeo en el ámbito de los trabajadores. A esta tradicional relación se une su
capacidad de capilaridad, gracias a la cual técnicos de Azucarera, AIMCRA y ACOR, son capaces de
acompañar en su día a día a más de 5.000 agricultores que contratan sus cosechas cada año.