CNIS 2022 - Valenzuela-Beltran Et Al

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EVALUACIÓN DE PÉRDIDAS PROVOCADAS POR SISMO EN

EDIFICIOS DE CONCRETO REFORZADO UBICADOS EN SUELO


BLANDO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Federico Valenzuela-Beltrán (1), Alfredo Reyes-Salazar (1), J. Ramón Gaxiola-Camacho(1), Mario D.
Llanes-Tizoc(1), Robespierre Chávez(1), Edén Bojórquez (1), Juan Bojórquez (1)

1
Facultad de Ingeniería, Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, Sinaloa, 80000. fvalenzuelab@uas.edu.mx,
reyes@uas.edu.mx, jrgaxiola@uas.edu.mx, mariollanes@uas.edu.mx, robespierre@uas.edu.mx, eden@uas.edu.mx,
juanbm@uas.edu.mx

IX. Riesgo sísmico, peligro, vulnerabilidad y confiabilidad

RESUMEN

En este trabajo se presenta una evaluación de las pérdidas económicas esperadas por daños
para dos edificios de concreto reforzado sometidos a distintos niveles de intensidad sísmica y
localizados en suelo blando de la Ciudad de México. Los edificios se diseñaron siguiendo los
lineamientos de las NTC-17 y cuentan con diferentes características de ductilidad. La evaluación se
llevó a cabo usando una nueva metodología de diseño sísmico basado en desempeño contenida en el
documento FEMA P-58. Dicha metodología se basa en un meticuloso procedimiento probabilístico
que toma en cuenta explícitamente las incertidumbres inherentes en la respuesta estructural,
intensidad sísmica, y en el daño que pueden sufrir los diferentes tipos de componentes de una
estructura. El objetivo de esta metodología es estimar el desempeño sísmico de estructuras en
términos de parámetros que son más significativos para los tomadores de decisiones, tales como
pérdidas económicas, interrupción de actividades, y pérdida de vidas. Para cada edificio estudiado se
realizó un modelo no lineal 3D en OpenSees y se analizó por medio de análisis dinámicos no lineales
usando un conjunto representativo de registros sísmicos. El análisis de pérdidas contempla los
posibles daños a elementos estructurales y no estructurales, así como aquellas asociadas al colapso o
demolición de la estructura. A partir de los resultados obtenidos se identificaron las fuentes que más
contribuyen a las pérdidas esperadas considerando distintos niveles de intensidad. Además, tomando
en cuenta la curva de peligro sísmico asociada al sitio, se realizó un análisis de las pérdidas anuales
esperadas para los edificios estudiados.
1 INTRODUCCIÓN

Los sismos son uno de los fenómenos naturales que históricamente han provocado cuantiosos daños
materiales y pérdida de vidas humanas en diversas partes del mundo. Es por ello que la gran mayoría
de los manuales y códigos de construcción proveen lineamientos para la consideración del riesgo
sísmico en el diseño de las estructuras. En este contexto, la mayoría de los códigos de diseño usados
actualmente, entre ellos, el Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México (RCCDMX) y
sus Normas Técnicas Complementarias (NTC) (NTCS, 2017), especifican criterios para el diseño de
estructuras que, de aplicarse correctamente, aseguran una baja probabilidad de colapso ante un sismo
intenso. No obstante, aunque estos códigos están asociados a una baja probabilidad de que las
estructuras fallen, no consideran explícitamente otras consecuencias que pueden ocurrir debido a la
acción de las cargas sísmicas, como: pérdidas económicas asociadas a los daños estructurales, pérdida
de vidas humanas, interrupción de las actividades de la edificación, entre otros.

Las pérdidas económicas provocadas por sismos históricos han sido muy cuantiosas. Algunos eventos
como el de Kobe, Japón (1995), el de Northridge, USA (1994), el de Ciudad de México (1985), entre
otros, han cambiado en cierta medida algunos criterios de análisis y diseño de las edificaciones que
parecían correctos en la época. Por ejemplo, en el caso particular de México, el sismo del 19 de
septiembre de 1985 provocó una gran cantidad de daños, particularmente en la Ciudad de México. Se
estima que alrededor de 10,000 personas perdieron la vida y que cerca de 30,000 estructuras
presentaron daños totales. Desde el punto de vista de las pérdidas económicas, se estima que estas
fueron de poco más de 4,000 mdd. Años más tarde, el 19 de septiembre de 2017, ocurrió un sismo
intra-placa de magnitud 7.1 con epicentro aproximadamente a 120 km de la Ciudad de México. Este
sismo provocó el colapso de 46 estructuras solo en la Ciudad de México y otras más en los estados
colindantes, lo que causó la pérdida de alrededor de 369 vidas humanas y más de 1,500 mdd en
pérdidas económicas.

Debido a las grandes pérdidas tanto humanas como económicas ocasionadas por sismos,
principalmente por los ocurridos en California, Loma Prieta 1989 y Northridge 1994, los cuales
causaron pérdidas económicas excesivamente grandes; 7,000 mdd en Loma Prieta y 30,000 mmd en
Northridge, se enfatizó la necesidad de desarrollar códigos de construcción que fueran más efectivos
a la hora de mitigar las pérdidas tanto económicas como de vidas humanas para futuros eventos
sísmicos. Como resultado de esto, la comunidad científica alrededor del mundo ha trabajado
constantemente en el desarrollo y actualización de nuevas metodologías que garanticen un adecuado
comportamiento de las estructuras ante diferentes niveles de intensidad sísmica; es decir, que estas
exhiban niveles de desempeño preestablecidos de acuerdo al nivel de intensidad sísmica a la que sean
sometidas. Estas nuevas metodologías caen dentro del marco de diseño sísmico basado en desempeño
(PBSD).

El diseño sísmico basado en desempeño, se puede definir como la práctica de diseñar estructuras con
la expectativa de que estas cumplan con cierto nivel de desempeño cuando son sometidas a
movimientos sísmicos. En 1997, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de los Estados
Unidos (FEMA) desarrollo de una serie de documentos enfocados a la rehabilitación de edificios
existentes. Dichos esfuerzos culminaron en la publicación de los Lineamientos y Comentarios para
la Rehabilitación Sísmica de Edificios (FEMA 273, 1997; FEMA 274, 1997). Estos lineamientos
representaban la primera generación de metodologías de diseño por desempeño para su uso masivo
en la práctica de la Ingeniería Estructural. El principal aporte de esta metodología fue que se
definieron formalmente estados de desempeño o estados límites que no debían de exceder las
estructuras ante diferentes niveles de intensidad sísmica: a) ocupación inmediata, b) seguridad de
vida, y c) prevención de colapso, las cuales se pueden ver esquemáticamente en la Fig. 1.

Fig. 1. Estados límites propuestos en la primera generación de metodologías de diseño por


desempeño.

A pesar de la gran aceptación de la comunidad ingenieril, pronto se reconoció que dichos


procedimientos necesitaban mejorarse, ya que dicha metodología no contempla varios factores
importantes. Por ejemplo: no tomaba en cuenta el desempeño de los componentes no estructurales;
además, los procedimientos estaban basados a nivel elemento en lugar de a nivel sistema, por lo que
el desempeño sísmico se basaba únicamente en las demandas y capacidades de componentes
estructurales individuales (Hamburger et al., 2012, 2017). Por otra parte, tal vez la desventaja más
importante es que los niveles de confiabilidad inherentes al procedimiento no estaban explícitamente
definidos. Derivado de estas limitantes, FEMA empezó a planear una nueva generación de
disposiciones que contemplaran las deficiencias mencionadas anteriormente. Se realizó una gran
cantidad de investigaciones que incluyeron pruebas de laboratorio de elementos estructurales y no
estructurales, mejora a los métodos de simulación de la respuesta estructural, estudios socio-
económicos para determinar criterios de desempeño apropiados para edificios de diferentes tipos,
entre otros. Los resultados de estos estudios culminaron en la publicación de una serie de documentos
bajo el nombre de “nueva generación de metodologías de diseño sísmico basado en desempeño”
(FEMA P-58, 2012, 2018). En esta nueva metodología se contemplan explícitamente los aspectos
mencionados anteriormente y además se consideran las pérdidas económicas asociadas a la
reparación de los daños en estructuras causados por sismos, los tiempos asociados a dichas
reparaciones, así como el número estimado de pérdida de vidas que puede ocurrir para diferentes
niveles de intensidad sísmica. Esto permitirá tomar decisiones basadas en un determinado nivel de
riesgo para desarrollar soluciones para el diseño/rehabilitación de estructuras para minimizar las
pérdidas después de un evento sísmico. Los objetivos principales de esta investigación son: 1) ilustrar
el uso de esta nueva metodología de diseño sísmico basado en desempeño, 2) estimar las pérdidas
económicas esperadas para edificios de concreto reforzado ubicados en suelo blando de la Ciudad de
México, 3) identificar las fuentes que más contribuyen a dichas pérdidas, y 4) calcular las pérdidas
anuales esperadas de cada estructura estudiada.
2 METODOLOGÍA PARA LA EVALUACIÓN DE PÉRDIDAS

La segunda generación de metodologías de PBSD se deriva de la aplicación del procedimiento


desarrollado por el PEER (Cornell and Krawinkler, 2000; Moehle and Deierlein, 2004), en el cual se
hace uso del teorema de probabilidad total para estimar el desempeño sísmico de una estructura en
términos de la tasa media anual de excedencia de ciertos parámetros de desempeño, λ(PM), como
pueden ser los costos y tiempos de reparación, pérdida de vidas, entre otros; como se indica en la Ec.
1:

( )=∭ ( | ) ( | ) ( | ) ( ) (1)

donde PM representa un parámetro de desempeño, el cual en este estudio es el costo de reparación


asociado a la ocurrencia de un determinado estado de daño (DS) en los elementos; PDE son
parámetros de demanda estructural como pueden ser las distorsiones de entrepiso (DME), las
aceleraciones máximas de piso (AMP) o las velocidades de piso asociados a un determinado nivel de
intensidad sísmica (IM); esta última puede ser la aceleración espectral evaluada en el periodo
fundamental de la estructura, Sa (T1) (Shome, 1999), INP (Bojórquez et al., 2012), o la aceleración
espectral promedio en un rango de periodos de vibración, Saavg (Eads, Miranda and Lignos, 2015),
entre otras. Dentro de la metodología, el termino ( | ) representa una función de consecuencia;
( | ) una función de fragilidad; ( | ) es una distribución de demandas estructurales,
y ( ) representa la curva de peligro sísmico del sitio en estudio.

Para evaluar el desempeño sísmico de estructuras siguiendo metodología mencionada, y para evaluar
correctamente la ecuación 1, es necesario seguir una serie de pasos, los cuales se muestran
esquemáticamente en la Fig. 2.

Fig. 2. Diagrama de flujo para la evaluación del desempeño sísmico de acuerdo a la metodología del
FEMA P-58.
3 MODELOS ESTRUCTURALES

3.1. Características generales de los edificios

La metodología se ilustra por medio de la evaluación de las pérdidas esperadas de dos edificios de 10
niveles de altura estructurados a base de marcos resistentes a momento. Los edificios fueron
diseñados con diferentes niveles de ductilidad (media y baja) de acuerdo a las NTCS-17. En lo
sucesivo, se hará referencia a ellos como M10NQ3 y M10NQ2 para el edificio de ductilidad media y
baja, respectivamente. Ambos edificios se consideran localizados en una zona de suelo blando de la
Ciudad de México (LAT 19.3887, LONG -99.15122) con un periodo dominante Ts = 1.5 s. El espectro
de diseño del sitio, así como el espectro de peligro uniforme (EPU) se tomaron directamente del
SASID. El uso de las edificaciones se considera de oficinas. El diseño estructural de ambos modelos
se llevó a cabo usando el software ETABS 18 (CSI, 2018). Las dimensiones en planta y elevación de
las estructuras estudiadas se muestran en la Fig. 3. Nótese que la geometría de ambos edificios es la
misma, pero están diseñados con diferente factor de comportamiento sísmico (Q), lo que conduce a
que tengan distintas secciones de elementos estructurales, y distinto periodo fundamental de
vibración.

9 @ 3.5 m

4m

7m 7m 7m

a) b)

Fig. 3. Vista en a) planta y b) elevación de los edificios en estudio.

3.2. Modelado no lineal

Con el objetivo de obtener una estimación precisa de la respuesta estructural en términos de los PDE
de interés, se desarrollaron modelos tridimensionales no lineales de cada uno de los edificios en el
software OpenSees (Mckenna, Fenves and Scott, 2000). Los modelos se analizaron por medio de
análisis paso a paso no lineales usando un conjunto apropiado de registros sísmicos escalados a
diferentes niveles de intensidad. Los miembros de concreto reforzado se modelaron usando elementos
no lineales tipo fibra. La ley constitutiva para las secciones de concreto se caracterizó por medio del
modelo de Mander (Mander, Priestley and Park, 1988) para la zona de concreto confinado por los
estribos, mientras que se usó el modelo parabólico de Todeschini para representar al concreto no
confinado. Estas consideraciones se toman en cuenta dentro de OpenSees al usar el material
“Concrete02”. El modelo constitutivo uniaxial Giuffre-Menegotto-Pinto se usa para representar el
comportamiento no lineal del acero de refuerzo. La resistencia a compresión del concreto se considera
de f’c = 300 kg/cm2, y el esfuerzo de fluencia del acero es Fy = 4,200 kg/cm2. Las secciones de vigas
y columnas se discretizaron de acuerdo con las recomendaciones de Kostic and Filippou (2012); es
decir, una malla de 8x8 en el núcleo de concreto confinado y una de 5x5 en el recubrimiento. Cada
varilla de refuerzo se modeló usando un elemento tipo “fiber-layer” usando el material “Steel02”
incluido en OpenSees.

4 EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO SÍSMICO EN TÉRMINOS DE LAS


PÉRDIDAS ESPERADAS

4.1. Modelo de desempeño de los edificios

La metodología del FEMA P-58 para evaluar el desempeño sísmico de estructuras en términos de las
pérdidas económicas esperadas consiste en varias etapas, como se mencionó en la Sección 2. La
primera de ellas es construir un modelo de desempeño de cada uno de los edificios estudiados, los
cuales deberán incluir todas las características de elementos estructurales y no estructurales,
contenidos, materiales, uso de la edificación, así como los tiempos y costos de reparación
correspondientes. El FEMA P-58 provee una base de datos que contiene una gran variedad de
elementos estructurales y no estructurales que se encuentran comúnmente en edificios con diferentes
usos. Esta base de datos especifica los potenciales estados de daño que cierto componente puede
experimentar, así como el tipo, la mediana y la dispersión del PDE que puede causar tal daño.
Además, dicha base de datos establece funciones de consecuencia para cada componente (p.ej. costo
de reparación, tiempo de reparación). El costo total de reemplazo de los edificios (CTR) se estimó
tomando en cuenta el costo promedio de construcción por m2 para edificios tipo oficinas ubicados en
Ciudad de México. Este dato se tomó del documento “International Construction Market Survey
2019” (Turner & Townsend, 2019) en el cual se mencionan los costos promedios de construcción
para edificaciones con diferentes características ubicados en algunas de las ciudades más importantes
del mundo. De acuerdo con dicho reporte, se tiene un costo promedio de construcción de $13,000/m2;
sin embargo, en el cálculo del CTR se deben considerar los costos asociados a la demolición,
remoción de escombros, entre otros; los cuales se pueden estimar como un 20% de los costos de
construcción (Bojórquez et al., 2017; FEMA P-58, 2018). Por lo tanto, el costo total de reemplazo de
los edificios se puede tomar como $15,600/m2. Usando la herramienta contenida en el FEMA P-58,
se puede obtener datos de los tipos de componentes estructurales y no estructurales, susceptibles a
daño, que comúnmente se encuentran en edificios con características similares a los estudiados aquí.

4.2. Caracterización del peligro sísmico de la zona

Los edificios se analizan por medio de análisis dinámicos no lineales usando un conjunto de 30
registros sísmicos consistentes con el peligro sísmico de la zona en estudio. Los registros usados
tienen magnitudes de momento (Mw) mayores o iguales a 6, y distancias epicentrales cercanas a los
300 km. Estos se seleccionaron de tal manera que su forma espectral sea similar a la del espectro de
peligro uniforme (EPU) del sitio en un rango de periodos que va desde 0.1T hasta 2T, donde T es el
periodo fundamental de la estructura. En los análisis dinámicos se consideraron las dos componentes
de los registros actuando de manera simultánea. La intensidad de las dos componentes se combinó
usando la media cuadrática, de la siguiente manera:

( ) ( )
( )= (2)

donde SaEO(T) es la aceleración espectral de la componente Este-Oeste del registro para el periodo de
la estructura; SaNS(T) representa lo mismo, pero para la componente Norte-Sur. Los espectros de
respuesta de pseudoaceleración (considerando las dos componentes horizontales) escalados para la
intensidad del EPU correspondiente al sitio, se muestran en la Fig. 4. Con línea punteada se indica el
periodo fundamental de vibración de cada modelo. Para los análisis sísmicos, los registros se
escalaron para valores de Sa(g) de 0.1g hasta 1.5g (o hasta que la estructura alcanzó el colapso). Cabe
mencionar que se usaron diferentes registros para cada modelo, debido a que la selección involucra
explícitamente al periodo fundamental de cada estructura.

a) b)

Fig. 4. Espectros de respuesta de los registros seleccionados, escalados a la intensidad del EPU del
sitio, en el periodo fundamental del modelo: a) M10NQ3, b) M10NQ2.

4.3. Resultados de los análisis dinámicos no lineales

Los análisis dinámicos no lineales de los modelos se llevaron a cabo en el programa OpenSees. Como
se mencionó anteriormente, cada modelo se sometió a un conjunto de 30 registros sísmicos
consistentes con el peligro sísmico de la zona. Se llevó a cabo una serie de análisis dinámicos
incrementales (IDAs) (Vamvatsikos and Cornell, 2002) hasta alcanzar el colapso de cada estructura.
La respuesta de los edificios se obtuvo en términos de los PDE mencionados anteriormente, es decir,
distorsiones máximas de entrepiso y aceleraciones de piso. Estos parámetros son importantes debido
a que el daño de los componentes estructurales y no estructurales, así como sus correspondientes
funciones de consecuencia, dependen explícitamente de ellos. En la Fig. 5 se muestran los análisis
dinámicos incrementales en términos de distorsiones de entrepiso para ambos modelos.
b) b)

Fig. 5. Análisis dinámicos incrementales para los modelos a) M10NQ3 y b) M10NQ2.

Se puede observar claramente la variación de las demandas de distorsiones de entrepiso con el nivel
de intensidad sísmica. Por otra parte, se puede notar que las intensidades sísmicas asociadas al colapso
(el punto donde la curva se vuelve casi plana) del modelo de ductilidad media (M10NQ3) son mayores
a las del modelo de ductilidad baja (M10NQ2). Este resultado se esperaba puesto que es un modelo
más flexible, lo que permite mayores deformaciones laterales. Los datos obtenidos de los análisis
estructurales son necesarios para evaluar el nivel de daño en cada uno de los componentes
(estructurales y no estructurales) del edificio que son susceptibles a ser dañados por las DME. Otra
utilidad importante de las curvas IDAs es calcular la curva de fragilidad al colapso de los modelos
(las cuales se mostrarán en la siguiente sección) para así poder cuantificar la contribución del colapso
estructural en las pérdidas esperadas.

4.4. Evaluación de la fragilidad al colapso

El colapso de una edificación se asocia con la pérdida local o global de la capacidad de carga vertical
o de una pérdida importante de la rigidez lateral. La fragilidad al colapso se puede definir como la
probabilidad de que ocurra el colapso estructural para un determinado nivel de intensidad sísmica. En
este estudio, el colapso se caracteriza cuando ocurra uno de los siguientes escenarios: 1) error de
convergencia en el análisis numérico, 2) que se alcancen distorsiones de entrepiso mayores a 0.1, o
3) cuando la pendiente de la curva IDA sea menor o igual al 10% de la pendiente elástica. A los datos
obtenidos de los análisis se ajustó una distribución lognormal con el fin de obtener la probabilidad
condicional de que la estructura colapse, P(C), dado que se presenta un determinado nivel de
intensidad (Sa), es decir, ( | = ). En la Fig. 6 se muestran las curvas de fragilidad al colapso
obtenidas para los dos modelos estudiados.

a) b)
Fig. 6. Curvas de fragilidad al colapso para los modelos a) M10NQ3 y b) M10NQ2.
De la Fig. 6 se puede observar que el riesgo de colapso es mayor para el modelo ductilidad baja que
para el de ductilidad media, para todos los niveles de intensidad sísmica. Esto puede deberse a varios
factores; por ejemplo, como se puede observar en la Fig. 5, el modelo M10NQ2 presenta mayores
distorsiones de entrepiso que el modelo M10NQ3, para un mismo nivel de intensidad. Debido a que
el software PACT requiere que se introduzca la mediana de la intensidad asociada al colapso
estructural ( ), así como la correspondiente dispersión, dichos datos se muestran en la Tabla 1. Se
puede observar en la tabla que la mediana de la intensidad asociada al colapso es alrededor de 30%
mayor para el modelo de ductilidad media que para el de ductilidad baja. En cuanto a la dispersión,
se puede apreciar que en ambos casos es relativamente baja con valores alrededor de 0.25.

Tabla 1. Mediana y dispersión de las curvas de fragilidad al colapso para los modelos estudiados.
Modelo Mediana, Sa (g) Dispersión, σ
M10NQ3 2.48 0.27
M10NQ2 1.91 0.23

5 ANÁLISIS DE PÉRDIDAS

El desempeño sísmico de las estructuras, en términos de las pérdidas económicas esperadas, se estimó
usando los datos de la respuesta estructural y las estadísticas asociadas a la fragilidad al colapso
obtenidas anteriormente. Para ello, se hizo uso del método de Monte Carlo (Yang et al., 2009)
incorporado en el software PACT. Este procedimiento genera distribuciones estadísticas de las
demandas estructurales para un nivel de intensidad dado. A partir de estas distribuciones, se generan
conjuntos de demandas estructurales estadísticamente consistentes que representan una gran variedad
de estados de respuesta. Estos conjuntos de demandas estructurales, usados en combinación con las
funciones de fragilidad y consecuencia para los componentes de los edificios, sirven para determinar
el estado de daño de estos y calcular las consecuencias económicas asociadas a dicho daño.

5.1. Pérdidas esperadas para ciertos niveles de intensidad

En esta sección se muestran los resultados relacionados con la estimación de las pérdidas esperadas
en términos de costos de reparación de daños. Los costos de reparación (CR) se normalizaron con
respecto al costo total de reemplazo (CTR) definido anteriormente. En la Fig. 7 se presentan curvas
de distribuciones de probabilidad acumulada de no excedencia de cierto valor de costo de reparación
para valores de intensidad de 0.1g, 0.5g, 1g y 1.5g, y ambos modelos. Se puede observar en la figura
que la probabilidad de no excedencia de cierto costo de reparación disminuye conforme aumenta la
intensidad. Por otra parte, para un determinador nivel de intensidad, la probabilidad de que cierto
valor del costo de reparación no se exceda es mayor para el M10NQ3 que para el M10NQ2. Por
ejemplo, para una intensidad de 1g, se tiene una probabilidad de no excedencia del 40% del CTR
(CR/CTR = 0.4) de 0.82 para el M10NQ3; mientras que para el M10NQ2 se tiene una probabilidad
de no excedencia del mismo valor de pérdida de 0.74. Lo anterior implica que, si se presenta la
intensidad de diseño, es más probable que el modelo de ductilidad baja incurra en pérdidas mayores
debido a los costos de reparación de daños que el modelo de ductilidad media. Este tipo de análisis,
que toman en cuenta factores como la respuesta estructural, el peligro sísmico del sitio, el nivel de
daño que pueden presentar los componentes de una estructura, los costos esperados producto de la
reparación de daños, otorgan herramientas útiles para poder llevar a cabo un análisis costo-beneficio
entre distintas opciones de soluciones estructurales para un proyecto.

a) b)

Fig. 7. Curvas de probabilidad de no excedencia de un cierto valor de costo de reparación para los
modelos a) M10NQ3 y b) M10NQ2, y diferentes niveles de intensidad.

5.2. Desagregación de las pérdidas esperadas

Un análisis de desagregación permite identificar las fuentes que más contribuyen a las pérdidas
económicas para un edificio en particular. Las pérdidas totales se producen por la suma de las pérdidas
asociadas al daño de los componentes estructurales y no estructurales, a la demolición de la estructura
debido a distorsiones residuales excesivas y al colapso de la edificación. En las Figs. 8 y 9 se muestra
la desagregación de las pérdidas esperadas para diferentes niveles de intensidad, correspondientes a
los modelos M10NQ3 y M10NQ2, respectivamente. Nótese que las pérdidas asociadas con la
reparación de daños se clasifican en: a) daño a componentes estructurales sensibles a DME
(Estructural - DME), b) daño a componentes no estructurales sensibles a DME (No Estructural –
DME) y c) daños a componentes no estructurales sensibles a AMP (No Estructural – AMP). Además,
en las figuras, como ya se mencionó, se incluye la contribución de la demolición y el colapso a las
pérdidas esperadas.

a) b)
c) d)

Fig. 8. Desagregación de las pérdidas esperadas del modelo M10NQ3, para intensidades de a) 0.1g,
b) 0.5g, c) 1g, y d) 1.5g.

En la Fig. 8 se puede observar como para el nivel de intensidad sísmica más bajo (Sa = 0.1g, Fig. 9a),
la contribución a las pérdidas económicas esperadas está dominada por el daño a los componentes no
estructurales sensibles a DME; sin embargo, los componentes no estructurales sensibles a AMP
también contribuyen de manera importante a las pérdidas. Se debe notar que la contribución de los
componentes estructurales es insignificante debido a que en ese nivel de intensidad tan pequeño no
se presentan distorsiones importantes que puedan dañar a vigas y columnas. Se puede observar
también como a medida que aumentan los niveles de intensidad, la influencia del daño en los
componentes estructurales se vuelve importante. Por ejemplo, para una intensidad de 1.5g se tiene un
12.7% de probabilidad de que el edificio tenga que ser demolido debido a distorsiones residuales
excesivas; sin embargo, se observa que para este nivel de intensidad el 55% de las pérdidas
económicas esperadas se deben al daño en los componentes estructurales del edificio, mientras que
la contribución de los componentes no estructurales se reduce. Es importante señalar que para el nivel
de intensidad de 1.5g, el colapso no contribuye a las pérdidas esperadas, puesto que como se puede
corroborar en la Fig. 6a existe una probabilidad casi nula de que la estructura presente colapso para
ese nivel de intensidad. En el caso del modelo de ductilidad baja (M10NQ2, Fig. 9) se observa que
para el nivel de intensidad más bajo, las pérdidas son dominadas por el daño a los componentes no
estructurales sensibles a AMP. Si se comparan las Figs. 8a y 9a se puede apreciar que el modelo de
ductilidad baja es susceptible a presentar aceleraciones de piso mayores debido a que su rigidez lateral
es mayor que la del modelo de ductilidad media. La contribución del daño a los componentes
estructurales aumenta conforme crece el nivel de intensidad, como se espera. Finalmente, de la Fig.
9d, se puede notar como para una intensidad de 1.5g, se espera que el 23.4% de las pérdidas esperadas
se deban al colapso de la estructura, y el 54.1% a la demolición debido a distorsiones residuales
excesivas. Es decir, hay casi un 80% de probabilidad de que el edificio sea pérdida total para dicho
nivel de intensidad.

Un análisis de desagregación de pérdidas es una poderosa herramienta que permite a las partes
involucradas en el proyecto de una edificación, como inversionistas e ingenieros estructurales, tomar
decisiones informadas basadas en un análisis de riesgo, y consecuentemente, minimizar las pérdidas
económicas producidas por eventos sísmicos intensos.

a) b)

c) d)

Fig. 9. Desagregación de las pérdidas esperadas del modelo M10NQ2, para intensidades de a) 0.1g,
b) 0.5g, c) 1g, y d) 1.5g.

5.3. Pérdidas Anuales Esperadas (EAL)

Uno de los parámetros de mayor importancia para los tomadores de decisiones (propietarios de las
edificaciones, inversionistas, entes gubernamentales) son las llamadas pérdidas anuales esperadas
(EAL), las cuales representan una estimación del promedio de las pérdidas económicas esperadas
debido a eventos sísmicos durante un año (Porter, Beck and Shaikhutdinov, 2004)(Bullock et al.,
2019). Las pérdidas anuales esperadas se obtienen de la combinación de las pérdidas esperadas de un
modelo tomando en cuenta diferentes niveles de intensidad sísmica asociadas a sus respectivas tasas
medias anuales de excedencia y se expresan regularmente como un porcentaje del costo total de
reemplazo de la edificación.
La metodología de evaluación de desempeño sísmico de estructuras contenida en el FEMA P-58
permite realizar una “evaluación del desempeño sísmico basada en el tiempo”. El resultado de este
análisis expresa las pérdidas económicas esperadas como función de la probabilidad anual de
excedencia de diferentes valores del costo de reparación. Para ello se necesita combinar la curva de
peligro sísmico del sitio y la curva de pérdidas obtenidas para diferentes niveles de intensidad (ver
Fig. 7). Es decir, la probabilidad de que el costo de reparación (CR) exceda un valor particular (cr)
para un nivel de intensidad IM, ( > | = ) se pondera con la tasa media anual de
excedencia (λ) de la intensidad sísmica IM, lo cual resulta es la probabilidad anual de que se exceda
un cierto valor del costo de reparación y se puede expresar por medio de la siguiente ecuación:

( > )=∫ ( > ǀ = ) ( ) (3)

Por medio de la Ec. 3, se puede obtener una curva de pérdidas “basada en el tiempo” para los edificios
estudiados. En la Fig. 10 se muestran dichas curvas para ambos modelos. Se puede observar que, para
el modelo de ductilidad media, el periodo de retorno asociado con pérdidas cero (es decir, que no se
presenten daños en la edificación) es de 1/0.20 = 5 años; mientras que el correspondiente al edificio
de ductilidad baja (Fig. 10b) es de 1/0.08 = 12.5 años. Estos resultados indican que, la probabilidad
anual de que se exceda un determinado costo de reparación es considerablemente menor para el
edificio de ductilidad baja que para el de ductilidad media. Es importante aclarar que, de acuerdo a lo
observado en la Fig. 7, el edificio de ductilidad baja conduce a mayores costos de reparación que el
edificio de ductilidad media para un valor dado de intensidad; sin embargo, debido a que la tasa media
anual de excedencia de las intensidades sísmicas es mayor para el M10NQ3 que para el M10NQ2, se
tienen menores pérdidas anuales para modelo de ductilidad baja.

a) b)

Fig. 10. Curva de pérdidas basada en el tiempo para el modelo a) M10NQ3 y b) M10NQ2.

Los resultados de la Fig. 10 se pueden expresar de tal manera que se observe con claridad la
contribución relativa de cada uno de los niveles de intensidad sísmica a las probabilidades anuales de
excedencia de los costos de reparación, tales resultados se presentan en la Fig. 11. Se puede notar en
esta figura que, para el modelo de ductilidad media, las intensidades de 0.3g y 0.4g son las que más
contribuyen al cálculo de la probabilidad anual de excedencia de los costos de reparación. Con
respecto al modelo de ductilidad baja (M10NQ2), se puede apreciar que son pocos los niveles de
intensidad que contribuyen a los costos anuales esperados por reparación. En este sentido, se puede
apreciar que solamente las intensidades de 0.2g y 0.3g contribuyen con alrededor del 90% de las
pérdidas anuales por reparación de daños.

c) d)

Fig. 11. Desagregación de la curva de pérdidas basada en el tiempo para el modelo a) M10NQ3 y b)
M10NQ2, para diferentes niveles de intensidad.

Desde un punto de vista gráfico, las pérdidas anuales esperadas (EAL) representan el área bajo la
curva de pérdidas basada en el tiempo (Fig. 10). Desde un punto de vista analítico, las EAL se pueden
calcular de la siguiente manera:

=∫ ( > ) (4)

Los parámetros involucrados en la Ec. 4 ya se definieron anteriormente. Por lo tanto, aplicando la Ec.
4 a las curvas de la Fig. 10, se tiene una pérdida anual esperada en términos de los costos de reparación
(normalizados con respecto al costo total de reemplazo de los edificios) de 0.65% y 0.13% para el
M10NQ3 y el M10NQ2, respectivamente. Es importante comentar que los valores de las pérdidas
anuales obtenidos en este estudio están en concordancia con los reportados en la literatura para otro
tipo de estructuras localizadas en diferentes partes del mundo (Martins et al., 2016; Romano et al.,
2018; Caruso, Bento and Castro, 2019; Hwang, Jeon and Lee, 2019).

6 CONCLUSIONES

En este estudio se evaluó el desempeño sísmico de dos edificios de concreto reforzado estructurados
a base de marcos resistentes a momento y diseñados con diferentes niveles de ductilidad de acuerdo
a las NTCS-2017. Los edificios se consideran localizados en una zona de suelo blando de la Ciudad
de México. La evaluación del desempeño sísmico se realizó en términos de las pérdidas económicas
esperadas producidas por sismo. Para ello, se ilustró la aplicación de una nueva metodología
propuesta por FEMA que involucra un robusto procedimiento probabilístico y toma en cuenta
explícitamente las incertidumbres inherentes en la estimación de la respuesta estructural, el peligro
sísmico y en el nivel de daño de los componentes estructurales y no estructurales de una edificación.
De acuerdo con los resultados obtenidos en este trabajo se pueden hacer las siguientes observaciones:

1) Los dos modelos estudiados exhiben una baja probabilidad de colapso para la intensidad de
diseño, no obstante, las pérdidas económicas producidas por los costos de reparación de
daños son considerables.

2) El modelo de ductilidad media presenta pérdidas totales esperadas mayores a las que se
observan para el modelo de ductilidad baja, debido a que el primero tiene capacidad de
presentar distorsiones de entrepiso mayores, lo que incrementa la probabilidad de que el
edificio tenga que ser demolido debido a deformaciones residuales excesivas.

3) Para niveles de intensidad pequeños, los daños a componentes no estructurales sensibles a


distorsiones de entrepiso gobiernan las pérdidas esperadas en el modelo de ductilidad media.
Para el modelo de ductilidad baja, se observa que los daños a los componentes no
estructurales sensibles a aceleraciones de piso contribuyen en mayor medida a las pérdidas
esperadas, debido a su mayor rigidez lateral.

4) Para niveles de intensidad sísmica moderadas y altas, las pérdidas asociadas al colapso de la
estructura y a la demolición debido a distorsiones residuales excesivas son la fuente principal
de contribución a las pérdidas totales esperadas de ambos modelos.

5) El modelo de ductilidad baja presenta pérdidas anuales esperadas (EAL) considerablemente


menores que las correspondientes al modelo de ductilidad media, debido a que la tasa media
anual de excedencia de las aceleraciones espectrales que pueden afectar al modelo M10NQ2
son menores que las correspondientes al M10NQ3. El valor obtenido para las EAL está en
concordancia con la de otros estudios existentes en la literatura.

6) La metodología usada en este trabajo provee herramientas útiles para los tomadores de
decisiones, puesto que permite evaluar el desempeño sísmico de las estructuras en términos
de parámetros que son significativos para ellos, como son las pérdidas económicas debido a
la reparación de daños después de un sismo intenso. Lo anterior permite ofrecer diferentes
opciones de diseño/rehabilitación de estructuras basadas en un determinado riesgo pre-
establecido.

7 AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen el apoyo brindado por la Universidad Autónoma de Sinaloa dentro del
Programa de Fomento y Apoyo a Proyectos de Investigación (PROFAPI). El tercer autor agradece al
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología el apoyo otorgado por medio del proyecto A1-S-10088.

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