El Analisis Elect Final
El Analisis Elect Final
El Analisis Elect Final
en la neuropsicología
Las limitaciones clínicas
de la psicometría
Autores: Eduardo Alejandro Escotto Córdova, Ana María Baltazar Ramos, Yulia
Solovieva, Luis Quintanar Rojas.
ISBN: 978-607-30-5646-5.
DERECHOS RESERVADOS
Queda prohibida la reproducción o transmisión total o parcial del texto o
las ilustraciones de la presente obra bajo cualesquiera formas, electrónicas
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de recuperación de información, dispositivo de memoria digital o grabado
sin el consentimiento previo y por escrito del editor.
Presentación 9
Prólogo 13
Introducción 17
La estructura del libro 41
Reflexiones epistemológicas del texto 43
Tesis generales del libro 45
Capítulo 1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del 49
psiquismo humano
Tesis 50
La ciencia neuropsicológica 51
El psiquismo humano 55
Variaciones en la definición 56
Psiquismo y neuropsicología 74
La unidad de análisis del psiquismo 80
Las características de la psique humana 81
Funciones psíquicas: procesos y contenidos 87
Las funciones psíquicas dos formas de concebirlas 95
Los componentes neuropsicológicos de la acción concreta 100
El análisis de los componentes del sistema funcional 103
Capítulo 2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural 107
Tesis 108
Lo universal y lo particular de la naturaleza cultural de la semiosis 109
Los universales culturales 116
Capítulo 3 La Ciencia, el método y la medición 137
Tesis 138
Lo esencial de cualquier medición: comparar con algo 140
La valoración cualitativa 147
Principios epistemológicos 156
Lo metodológico y técnico 159
Las definiciones, las teorías y los valores 161
3
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
4
Índice
5
Autores por orden alfabético
7
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Yulia Solovieva
Doctor en Ciencias Psicológicas por la Universidad
Estatal de Moscú, Rusia. Profesora y coordinadora (2016-
2019) de la Maestría en Diagnóstico y Rehabilitación
Neuropsicológica de la Universidad Autónoma de
Puebla. Profesora de la Licenciatura y Maestría en
Educación Especial de la Facultad de Ciencias para el
Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de
Tlaxcala. Directora del Instituto de Neuropsicología y
Psicopedagogía de Puebla (INPP) y del Colegio Kepler.
Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional del
Perú (Huánuco). Asesor de Doctorado en Ciencias de la
Educación, Universidad Iberoamericana. Miembro titular
de la Sociedad Latinoamericana de Neuropsicología
(SLAN) y Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
(SNI) nivel II. Autora de libros, capítulos en libros,
artículos e instrumentos de evaluación especializados en
neuropsicología.
e-mail: aveivolosailuy@gmail.com
8
Presentación
E n este libro nos hemos propuesto explicar qué es el análisis cualitativo utilizado
en el diagnóstico clínico neuropsicológico y el desarrollo psicológico. Incluye sus
fundamentos teóricos, metodológicos, epistemológicos y prácticos. Explicamos cómo
se realiza la evaluación cualitativa, los aspectos prácticos en su implementación, las
diferencias fundamentales con la medición de tareas específicas propias de las pruebas
psicométricas (test), o la cuantificación de signos y síntomas de las escalas clínicas
usadas en psicología, psiquiatría, y psicopedagogía, así como en el ámbito judicial-
forense. Argumentamos la importancia de distinguir el diagnóstico clínico, de la
medición psicométrica que, cuando se confunden, se reduce el diagnóstico a la medición
psicométrica llevando al error de creer que se hace diagnóstico clínico con medir qué
tan diferente es la persona de la norma de una muestra poblacional en tal o cual tarea, o
conjunto de ellas. La psicometría mide y cuantifica, pero no diagnostica.
9
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
padece, pero ello es sólo el inicio del diagnóstico cualitativo y no se reduce a ello. El libro
explica y ejemplifica la diversidad de procedimientos que se utilizan y la complejidad
del análisis cualitativo, y destaca un rasgo fundamental de él que suele ignorarse por
completo: realiza microexperimentos en el proceso diagnóstico, e, identificando la zona
de desarrollo próximo, no solo analiza lo que el sujeto no hace, sino cómo lo hace y lo
que puede, con ayuda, llegar a realizar por medio de la enseñanza rehabilitatoria. En
otras palabras, no separa el diagnóstico de la rehabilitación.
Hasta ahora no existe un texto en psicología del desarrollo y neuropsicología que explique
y fundamente qué es el diagnóstico cualitativo clínico, por lo que nos proponemos
contribuir a llenar este vacío.
La primera, en el trabajo clínico. Los sesgos se producen no solo por criterios metodológicos
y teóricos, sino por las secuelas sociales que provoca la incorrecta interpretación de las
pruebas psicométricas, cuyo dato fundamental es qué tanto se acerca o se aleja el sujeto
de una norma poblacional en las tareas evaluadas. Cuando se toma la distancia a la norma
como el dato clínico fundamental, se deslizan fácilmente a considerar a los diferentes, a
los que no son como la mayoría, a las minorías, a los “anormales”, como enfermos que
requieren “ayuda” institucional. Es un tipo de iatrogenia psicológica-sociológica-cultural
creada por la incomprensión clínica, teórica, metodológica y epistemológica de qué se
cuantifica con la psicometría.
10
Presentación
conclusión social es clara, se busca saber quién es el anormal que requiere vigilancia del
Estado y, en consecuencia, quién pierde sus derechos o, en el caso de la patologización
del delincuente, a quién se le atenúa el delito.
Por supuesto que existen delitos (acciones concretas) que tienen una génesis psicológica
o neuropsicológica o neurobiológica. Pero antes de patologizar un delito, vale la
pena preguntarse por qué el mismo delincuente no se pasa todo el tiempo de todos
los días cometiendo esos delitos: los psicópatas asesinos, incluso los seriales, suelen
tener trabajos y actividades cotidianas en las que no asesinan; los violadores conocen
a muchas mujeres que no violan, los ladrones, los timadores, los defraudadores, los
narcotraficantes, los maridos violentos, etc. tienen muchos momentos y días de su
vida cotidiana en los que no cometen esos delitos. No es sólo lo que hacen (los delitos
concretos), sino lo que no hacen lo que debe incluirse en la comprensión científica
del delincuente. Consideramos necesario que en esa área se incorpore al diagnóstico
clínico cualitativo de corte científico como el que proponemos en este libro, que puede
ser utilizado como evidencia clínica o forense, en el sentido en que lo argumentamos
en este texto.
11
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
comparar grupos, o para correlacionar con otras variables. Su utilidad es científica, pero
no aporta nada más al diagnóstico clínico de lo que ya saben los familiares, o el paciente,
o el profesor, o de lo que observa el clínico en la primera entrevista: que el individuo no
es como los demás, que está fuera de la norma, que es diferente a otros.
Esperamos que el libro sea útil a los profesionales y estudiosos de estas disciplinas y
áreas.
Los autores
12
Prólogo
13
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
1
Término del inglés que se refiere “al ocio, o el tiempo libre, es tiempo pasado lejos del negocio, del
trabajo, de las tareas domésticas, y de la educación. También excluye el tiempo dedicado a actividades
necesarias como dormir” (https://educalingo.com/es/dic-en/leisure).
14
Prólogo
La neuropsicología infantil aplicada es uno de los logros más relevantes y con futuro
de la neuropsicología actual, junto con las neuroimágenes cuantitativas, como, por
ejemplo, fNIRS (en inglés: functional Near Infrared Spectroscopy. Espectroscopia infrarroja
funcional) y el QEEG (en inglés: Quantitative electroencephalography. Electroencefalografía
cuantitativa). En la neuropsicología pediátrica cualitativa, el tratamiento es, de manera
clara, multidisciplinar, y frecuentemente se lleva a cabo también por otros profesionales,
especialmente de ambientes educativos. La salud física puede deteriorarse sin la
intervención médica y sin el apoyo del personal de enfermería, que debe informar,
enseñar y apoyar a la familia, especialmente en orientación a la persona, en apoyo
intelectual, en cuestiones de la vida escolar, así como en las actividades de la vida diaria
y social.
Desde el punto de vista predictivo del curso del daño recibido, este va a depender de
la extensión y magnitud del daño cerebral que haya sufrido; cuanto más localizado
sea ese daño, mayor será la oportunidad de obtener una respuesta plástica. La edad
del niño es importante, e intervenir tempranamente lo antes posible, una vez que la
vida está salvada y estable, activa su plasticidad cerebral. No se debe olvidar que el
cerebro es tremendamente plástico durante toda la vida, aunque depende de nuestra
genética, del estilo de vida y del trabajo que hayamos llevado hasta el momento y las
enfermedades sufridas y de cómo han sido tratadas. La restauración psicológica infantil
se centra fundamentalmente en la compensación y adaptación para permitir rehabilitar,
ajustándose al daño cerebral que se ha adquirido.
15
Introducción
- I -
Los autores
17
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Todos estos planteamientos teóricos y metodológicos son vigentes a pesar de que las
técnicas, tareas, procedimientos, conocimientos neuroanatómicos y neurobiológicos que
utilizaron y conocieron Vygotski, Luria o Leontiev; o que las teorías y filosofías con
las que polemizaron hayan cambiado, o se hayan mimetizado con nuevas envolturas, e
incluso ante la existencia de nuevas. Los cambios han fortalecido a sus principales tesis
teóricas y, por supuesto, otras más no han sobrevivido a los avances científicos2.
2
Entre la desechadas, está la concepción eurocentrista dominante en la lingüística histórica durante
el siglo XIX (Humboldt, 1836/1990) y en algunos estructuralistas en el XX, de que hay lenguas
superiores a otras, por ejemplo, las aglutinantes como el griego, el alemán, el ruso, el turco y
otras indoeuropeas. En Luria, esta idea se trasluce en ciertos pasajes como: “En muchas lenguas
desarrolladas (como el ruso, alemán y turco) ...” (Luria, 1979, p. 42, las negritas son nuestras). No
existen lenguas desarrolladas y no desarrolladas, superiores o inferiores. El postulado de lenguas
superiores e inferiores de Humboldt fue acompañado de la deducción de que, si el lenguaje es
clave para el pensamiento, hay pueblos que piensan mejor que otros. Ninguna de estas dos tesis es
aceptada actualmente. Una de sus derivaciones teóricas se expresó en la postura de Sapir-Whrof:
“la lengua determina la visión del mundo” y el relativismo lingüístico (Whorf, 1956/1973; Sapir,
1921/1984)
Entre las tesis superadas está su concepción de que el “lenguaje de los animales sólo contagia
emociones” (Luria, 1979, p. 27), tesis sostenida por Vygotski (1930/1997b, p. 186) “...los sonidos
que los chimpancés emiten son siempre una expresión de su estado emocional”; también lo es la
tesis de que los animales solo regulan su conducta por instintos (Leontiev, 1945/1983), y asumida
también por Vygotski y Luria. La tesis es verdadera, pero parcial. Hoy sabemos que los sonidos
emitidos por muchas especies no sólo expresan emociones, también intenciones (conductas dirigidas
hacia un objetivo) y, por tanto, está ligada a la comunicación; por su parte, el comportamiento de
muchas especies no sólo es instintivo en el sentido de genéticamente determinado, sino también hay
aprendizaje condicionado, y, en muchas de ellas, también aprendizaje social, observacional.
18
Introducción
Sostener la vigencia de las principales tesis del modelo histórico-cultural del psiquismo
humano formulado por Vygotski, Luria y Leontiev se enfrenta al escepticismo y genera
críticas de todo tipo, las más de las veces por desconocimiento e incomprensión de
la obra de esos autores, y, en consecuencia, por la poca integración de los nuevos
conocimientos a ellas que los críticos no pueden concebir. Esto lleva a muchos a
considerar que el modelo histórico-cultural ha sido rebasado y, en consecuencia,
quienes lo sostenemos aún, solo somos sus fieles seguidores dogmáticos, a manera de
secta, que se resiste al cambio.
Afirman que no reconocemos que las tesis sobre la dinámica de los sistemas funcionales
complejos que subyacen a los procesos psicológicos, ha sido rebasada y sustituida ya sea
por la vieja concepción modular y computacional del cerebro, o en el mejor de los casos,
por la noción de redes sinápticas (Villa,2007); que el diagnóstico clínico cualitativo, el
análisis sindrómico, la enseñanza rehabilitatoria, la zona de desarrollo próximo en el
diagnóstico y rehabilitación neuropsicológicos, han sido rebasados, o al menos son muy
limitados, frente al uso de la psicometría y las imágenes cerebrales.
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
20
Introducción
21
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Frente a esta hegemonía, existe otra larga tradición teórica, epistemológica, metodológica
y clínica no hegemónica, pero con extendida presencia mundial en la clínica y en la
psicología, que va ampliando su lugar en universidades y revistas señalando las
limitaciones de la hegemónica: es la neuropsicología histórico-cultural. Hasta ahí llega,
y ahí se queda, esta dicotomía.
Describir estas posturas requiere recurrir a oxímoros que, por su naturaleza contradictoria,
expresan la dialéctica de lo que ocurre de forma más expresiva. En muchos aspectos
centrales sólo tenemos un cambio de piel de las viejas posturas contra las que debatían
Vygotski, Luria y Leontiev. Insistimos: “en muchos aspectos centrales”, pero no en
todos. Hay, sin duda, en esas posturas innumerables avances científicos novedosos que
han llegado para quedarse y que todo neuropsicólogo bien formado ha incorporado a su
quehacer científico y profesional.
22
Introducción
Este libro tiene por objetivo general demostrar las enormes limitaciones de estos modelos
teóricos y epistemológicos de antigüedad modernizada (oxímoron), sin menospreciar sus
aportes científicos. Las concepciones teóricas y epistemológicas siguen con los viejos
planteamientos, pero en su desarrollo empírico en neurociencias han contribuido
al conocimiento de la neurobiología, de las técnicas para su observación, medición y
registro. Lo mismo ocurre con la comprensión de las relaciones sociales y culturales que,
no obstante, sus avances, reviven la epistemología constructivista enmascarada por la
investigación cualitativa.
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
La neuropsicología y la psicología cognitivas son, sin duda alguna, ciencias, no solo por
las virtudes de las técnicas que usan, sino por el método científico con el que validan
su utilización y confirman o refutan sus explicaciones teóricas. Sus avances clínicos y
terapéuticos no se deben solo a las técnicas que usan o utilizaron antes, sino ante todo
por su capacidad clínica, teórica y la demostración científica de acertar en el diagnóstico,
pronóstico y terapéutica de los casos que atienden. La neuropsicología histórico-
cultural cualitativa también es científica y utiliza las mismas técnicas de apoyo clínico e
investigación, y sus logros también dependen de su marco teórico y su capacidad clínica.
24
Introducción
Por supuesto que las técnicas de observación, medición y cuantificación dan mayor
precisión a los hechos y fenómenos registrados, los confirman o los refutan, pero en
cualquier caso estos deben ser explicados por una teoría. Ninguna imagen, ningún
hecho empírico, ninguna observación o medición por exacta que sea, explica por sí
misma al fenómeno evidenciado. Se habla de neuropsicología con evidencias y se le
contrapone a la neuropsicología cualitativa histórico-cultural. Quienes así proceden,
¿acaso no entienden que “evidencia” solo quiere decir que un fenómeno es visible,
que se ve; y que lo que se ve “siempre de los siempres” se interpreta con un marco
teórico? El humano siempre que percibe, juzga, y sus juicios orientan su percepción.
Las revoluciones científicas son teóricas, pero su confirmación siempre es empírica,
aunque las evidencias no sean visibles con los sentidos, sino indirectas. Es en la
demostración empírica cuando la precisión y avances tecnológicos tienen un papel
fundamental, pero por sí mismos estos avances no explican nada. Su función es la de
apoyar o rechazar explicaciones a partir de observar, registrar y medir los fenómenos
de estudio. Es la teoría la que explica los datos observados y cuantificados, y estos
siempre tendrán múltiples versiones explicativas. Los avances tecnológicos son de
fundamental ayuda para la verificación o rechazo empírico de las teorías, pero no son
las teorías.
Las mismas técnicas de análisis del sistema nervioso utilizadas por la neuropsicología
y psicología cognitivas, son las que utiliza la neuropsicología histórico-cultural, pero la
interpretación teórica de las evidencias es distinta.
En los párrafos siguientes expondremos solo algunas de las “viejas” tesis teóricas del
modelo psicológico y neuropsicológico conocido como histórico-cultural (Vygotski,
Luria y Leontiev le llamaron también “psicología materialista”. Escotto-Córdova, 2012,
p. 23), así como las evidencias empíricas modernas que en lugar de desacreditarlas las
avalan. Una fundamentación más completa de ellas, y otras tesis, está en el interior
del texto.
25
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Otra tesis “vieja” de hace 90 años de Vygotski sobre la naturaleza cultural del psiquismo:
Tesis teórica de hace 90 años (Vygotski): crítica a la psicometría usada para diagnosticar
y reivindicación del diagnóstico cualitativo.
El estudio del niño con retraso mental debe basarse sobre todo en un test cualitativo, y no en
la determinación cuantitativa del defecto. El objetivo del estudio de ese niño es la determinación
del tipo de desarrollo de la conducta, y no el nivel cuantitativo que ha alcanzado cada una de
las funciones…cuyo valor auxiliar no puede negarse (p. 193) (…) la escala de Binet, el perfil
de G. I. Rossolino…se basan en una concepción puramente cuantitativa del desarrollo
infantil…se limitan a dar una caracterización negativa del niño…un proceso cuantitativo
de crecimiento de unidades homogéneas…Un año siempre es un año (…) la unidad
de memoria es igual a la unidad de atención, independientemente de su peculiaridad
cualitativa de cada función psicológica (p. 290) (…) Estamos totalmente de acuerdo con
Gesell, quien subraya que existe una gran diferencia entre una medición psicológica y un
26
Introducción
…los test psicológicos (…) la denominada “testología”. No es difícil advertir que, tras
semejante transformación de un procedimiento técnico en una disciplina independiente,
se esconde nada menos que el reemplazo de la investigación teórica por un burdo
pragmatismo. (Leontiev, 1974/1978, pp. 12-14).
[La actividad] se la analiza como un proceso que entraña las contradicciones dinámicas, los
desdoblamientos y las transformaciones internas que engendra la psiquis… (Ibíd., p. 14).
(…) el viejo materialismo separaba el conocimiento… de los nexos prácticos vitales del
hombre en su medio circundante (…) consideraba el conocimiento sólo como resultado de
la influencia sobre el sujeto cognoscente, sobre sus órganos de los sentidos, y no como un
producto del desarrollo de la actividad en el mundo objetivo…el profundo viraje que Marx
imprimió a la teoría del conocimiento radica en que la práctica humana fue concebida
como base del conocimiento humano (…) el descubrimiento filosófico de Marx no consiste
en modo alguno en identificar la práctica con el conocimiento, sino en que el conocimiento
no existe al margen del proceso vital, que por su propia naturaleza es un proceso material,
práctico... (Leontiev, 1974/1978, pp. 19-20).
Tesis teórica de hace 86 años (Anojin) y 47 años (Luria): los sistemas funcionales
complejos en relación con la actividad:
27
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Estas tesis teóricas han sido confirmadas y fortalecidas por los avances científicos
modernos en muchas disciplinas, particularmente las ciencias sociales, las ciencias
de la salud, las neurociencias, la estadística utilizada en la construcción de pruebas
psicométricas (ver la argumentación dentro del texto), por los avances en ingenierías
biomédicas sobre el registro de la actividad del sistema nervioso al utilizar las matemáticas
con los modelos de redes aplicados a los datos de Resonancias magnéticas funcionales,
Potenciales evocados (PE), sobre todo relacionados con Resonancia Magnética funcional
(RMf), tractografía, Electroencefalografía cuantitativa (EEGc), registro de células
individuales, etc. Ellas muestran que toda tarea modifica la conectividad funcional (en
función de la tarea), en el mismo sentido que Anojin, Luria y Vygotsky hablaron de
sistemas, particularmente funcionales complejos. Una breve lectura de Vigotski y Luria,
así como de recientes investigaciones de este siglo lo confirman (Chen y Wang, et. al,
2018; Yourganov, et. al., 2010; Rajaram, et. al., 2011; Cauda et. al, 2011; Cauda et. al.,
2010; Fair, et. al., 2010; Lin et. al., 2008; Ioannides, 2007; Harrison, et. al. 2005; Gazzaley,
et. al., 2004).
28
Introducción
29
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Estos tres estudios nos permiten valorar la gran utilidad de las nuevas tecnologías
de investigación del sistema nervioso. Pero los datos empíricos siguen abiertos a
diferentes interpretaciones, por sí mismos no resuelven el problema empírico y teórico
de su explicación. Estas explicaciones deben responder, e incluir, los datos surgidos
de psicología, las psicoterapias y la rehabilitación neuropsicológica. El problema
lo podemos resumir así: si la única explicación posible es que nacieron con esas
peculiaridades cerebrales, ¿cómo se explica que la actividad sociocultural del individuo,
que las psicoterapias y la enseñanza rehabilitatoria neuropsicológica modifiquen esto
que presumiblemente está determinado genéticamente? La tecnología por sí misma,
por más evidencia que aporte, por más mediciones finas que nos permita realizar,
no explica por sí misma la configuración dinámica del sistema nervioso, y para
colmo, la evidencia acumulada en los últimos 25 años apunta a que las condiciones
socioculturales, la actividad práctica del sujeto, por sí solo o con ayuda terapéutica,
configuran y reconfiguran al sistema nervioso. Es decir, apoyan una de las tesis centrales
de la neuropsicología y la psicología histórico-cultural.
30
Introducción
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Finalmente, si tuviéramos que elegir una metáfora para describir el funcionamiento del
sistema nervioso en función de la actividad del individuo, rechazamos rotundamente
la de la máquina computacional, y elegimos la del vuelo coordinado de las aves. Cada
ave puede ser considerada una zona cerebral, su vuelo coordinado y dinámico, como
el sistema funcional complejo, y la dirección del vuelo colectivo, como dirigida y
organizada por la actividad práctica del individuo.
- II -
Los test psicométricos modernos deben distinguirse de las escalas clínicas, los
cuestionarios o encuestas, aunque todos utilicen los mismos procedimientos estadísticos.
Los cuestionarios suelen utilizarse para conocer lo que las personas saben de un tema
puntual, por ejemplo, en el ámbito educativo. Las encuestas se utilizan para conocer
las opiniones o actitudes en un momento dado y sobre temas específicos. Por su parte,
las escalas clínicas se basan en respuestas del tipo “lo tiene o no lo tiene”, o de rangos
numéricos tipo Likert para la presencia o ausencia de síntomas y signos clínicos bien
32
Introducción
establecidos desde hace muchos años por la práctica clínica psicológica, neuropsicológica,
neurológica, psiquiátrica, o educativa. La psicometría es diferente a los tres instrumentos
previos. Analiza tareas concretas a las que se les pueden aplicar parámetros específicos,
a los cuales se les asignan números, y, al aplicarse a cientos de personas, se procesan
estadísticamente los resultados numéricos comparando las ejecuciones de un sujeto con
la norma de la muestra poblacional.
Los test psicométricos y las escalas clínicas son las nuevas anteojeras de muchos
psicólogos, neuropsicólogos, educadores y pedagogos. En la mayoría de los test se
cumplen bien las reglas que la psicometría y la estadística han establecido. Fortalecida
con poderosas herramientas matemáticas, la psicometría (un saber hacer y cuantificar
acciones ante tareas normalizadas llamadas test, que se cree miden lo psicológico)
consiste realmente en asignar números a parámetros de acciones concretas ante tareas
específicas, y utilizar la distribución de las frecuencias numéricas relativas procesadas
estadísticamente en percentiles, puntajes Z, o cualquier otra medida, a manera de
“regla” o instrumento de medición numérica de las acciones. Los constructores de
test psicométricos hacen bien su trabajo técnico. Convierten sus pruebas, sus perfiles,
sus números generales promediados, y sus escalas, en la medición de las acciones
que se realizan ante tareas específicas y con los parámetros que ellos eligieron.
Pero lo impecable del proceso técnico y matemático tiene un grave error teórico y
epistemológico. Caen en el espejismo de creer que las acciones ante unas pocas tareas
elegidas por el constructor del test, es tal o cual proceso psicológico -función cognitiva-
dominio; o peor aún, creen ver en ellas lo psíquico general, por ejemplo, a “la cognición”,
o a “la personalidad”, o a “la inteligencia”, o al “perfil neuropsicológico”, etc., de un
individuo concreto.
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
La psicometría es una disciplina metodológicamente muy seria que llegó para quedarse
en la ciencia psicológica. Hace muy finos instrumentos de medición, los test, pero a costa
de difuminar y desaparecer aquello que la atribución teórica dice medir con ellos. Por
ejemplo, si escogemos la realización de un cubo de Necker, un reloj de manecillas, y el
trazado de una línea que una letras y números en su orden canónico, y a la ejecución
de los dos primeros le damos un punto a cada una, mientras que al reloj le damos tres,
hemos asignado números y parámetros (el rango de aquello que vamos a cuantificar en
el reloj). Todos ellos arbitrariamente elegidos. La sumatoria nos da cinco puntos (Test
MoCa, Montreal Cognitive Assessment). A su vez, la no realización de uno de ellos, o de
algún parámetro, quita un punto. Aceptemos, sin mayor discusión, que tal proceso fue
impecable técnica y matemáticamente. También aceptemos, temporalmente, que esas
tareas miden la “cognición”. Ahora bien, si un individuo no realiza bien una tarea
y uno de los parámetros, perdería dos puntos y su resultado final sería tres. ¿Qué
significado psicológico o clínico tienen esos números perdidos y el resultado final?,
¿acaso es neuropsicológicamente igual no realizar la tarea de trazar la línea entre letras y
números (simplificando: presumiblemente una función ejecutiva-frontal que involucra
a zonas parieto-occipitales izquierdas), que la de dibujar mal el cubo (simplificando:
presumiblemente una función visopráxica vinculada a zonas fronto-parietales derechas
que involucra al occipital), o no poner números a las manecillas del reloj (simplificando:
presumiblemente, una función visopráxica vinculada a zonas fronto-temporoparietales
izquierdas que involucran al occipital)? Numéricamente sí; psicométricamente sí, pero
clínica y neuropsicológicamente no, ni teórica ni epistemológicamente. Cuando los test
de inteligencia, o de funciones ejecutivas, o de signos blandos, o de personalidad, o de
cognición, dan un número global sumando muchas tareas diferentes, ¿qué significado
psicológico real tienen esos números globales? Ninguno. No dudamos que midieron
muy bien las ejecuciones de las tareas, las cuales nos permiten comparar a muchos
sujetos en investigaciones puntuales. La psicometría mide, pero no diagnostica.
La psicometría es una técnica de medición que suele llevar a muchos a nunca ver la
naturaleza semiósica, histórica, cultural y social del psiquismo de un individuo concreto.
¿Cómo ocurre esta prestidigitación?, mediante la asignación de números a los parámetros
de sus acciones en la realización de tareas específicas elegidas con algún criterio teórico
o clínico, pero desvinculadas de su uso cotidiano, real y socioculturalmente útil. En
el mejor de los casos, los test psicométricos, excelentemente construidos, son buenos
instrumentos de medición de acciones, pero también unas anteojeras de las cualidades
psicológicas de un individuo concreto, real, histórico, que es sustituido por un sujeto
abstracto y promediado finamente representado por números.
34
Introducción
Los test psicométricos miden qué tanto es tantito en las acciones ante ciertas tareas; qué
tanto se aleja un sujeto de la norma de una muestra poblacional. Cuando ello ocurre, y el
sujeto se ubica por debajo de ella, los aplicadores del test cometen otro error gravísimo
tanto teórica, epistemológica y socioculturalmente: creen que no ser como los otros, que
ser diferente, que ser distinto, que estar anormal estadísticamente, es tener un trastorno,
una enfermedad o una patología. Para sustentar nuestra afirmación, basta con señalar
que el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) (APA, 2014),
al poner como criterio diagnóstico a las pruebas psicométricas en el “diagnóstico”
de las dificultades de la lectoescritura y el cálculo, simultáneamente exige que sean
(psicométricamente) de inteligencia normal, y, a la par, clasifica a los que están fuera de
la norma en lectoescritura y cálculo, como trastornados mentales sujetos a la atención
psiquiártica. Nada más falso. Estar debajo de la norma no convierte a nadie en enfermo,
en trastornado o con una patología, aunque al revés sea cierto: todo trastorno, patología
y enfermedad nos hacen estar fuera de la norma. Cuando los test psicométricos se
usan para definir políticas públicas, educativas, legales o clínicas, tienden convertir la
diversidad psicológica en un trastorno, y con ello a justificar al racismo, al sexismo y al
clasismo, incluso a la aniquilación psicológica y física de los “anormales”.
35
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
36
Introducción
Estas aproximaciones lurianas sin Luria, no alcanzan a comprender que los nuevos
conocimientos sobre la neuroanatomía, la dinámica neuroanatómica y funcional del
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
38
Introducción
una consulta, sino que le piden estudios de registro durante 24 horas, igualmente ocurre
con monitoreo de 24 o más horas del EEG.
El lector atento habrá notado que escribimos el de Vigotski de forma diferente. Esto
lo hemos hecho a propósito para llamar la atención sobre cómo se escribe o translitera
en distintos libros según los traductores de cada país: Wygostki, Vygotski, Vygotsky,
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
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La estructura del libro
El libro está organizado en nueve capítulos. Cada uno de ellos comienza con las
tesis generales que lo sintetizan. El primer capítulo caracteriza teóricamente a la
neuropsicología y al psiquismo humano como semiósico, social, cultural e histórico.
El segundo vincula a la neuropsicología como ciencia, a la semiosis histórico-
cultural del psiquismo. El tercero expone nuestra noción de ciencia, el método
científico y la medición, conceptos fundamentales para comprender los fundamentos
epistemológicos y metodológicos de la metodología cualitativa en neuropsicología y
las limitaciones de la psicometría. El cuarto distingue la comparación, la medición y la
cuantificación en la psicología y la neuropsicología, tema central de toda cuantificación
de las acciones psicológicas y de la “medición cualitativa”. El quinto se centra en el
análisis general, teórico y empírico, de las tareas neuropsicológicas y psicológicas que
se utilizan en toda evaluación diagnóstica. Es el aspecto fundamental en todo análisis
y diagnóstico clínico en la psicología, neuropsicología, psiquiatría y educación. El
capítulo seis aborda de lleno al análisis cualitativo de las evidencias clínicas. Se aplican
los conceptos teóricos previos y se fundamenta en diversos casos clínicos y el análisis
de las acciones ante tareas específicas. El séptimo se centra en la lógica del diagnóstico
clínico en la neuropsicología psicométrica versus la neuropsicología cualitativa. El
octavo distingue el análisis cualitativo en la neuropsicología, del realizado en las
ciencias sociales, un aspecto teórico, epistemológico y metodológico importantísimo
para no confundir la metodología cualitativa en ciencias sociales, con la valoración
cualitativa en psicología, neuropsicología, psiquiatría y educación. Finalmente, el
noveno sintetiza nuestras reflexiones.
El libro fue escrito “a cuatro manos”. Con ello queremos decir que en su proceso de
elaboración hubo una gran similitud y sinergia teórica, metodológica, epistemológica
41
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
y clínica que hizo innecesaria la división por capítulos elaborados por cada uno de los
autores, que por lo general suele indicar diferencias teóricas y metodológicas entre
ellos. ¿Cómo se puede llegar a un proceso colectivo con tal unidad conceptual? Nuestra
explicación personal de este logro se expondrá brevemente en el anexo final de este libro.
Los autores
Ciudad de México/Puebla/Tlaxcala, 2021
42
Reflexiones epistemológicas
del texto
Los autores
43
Tesis generales del libro
- I -
La neuropsicología es una ciencia que a lo largo de su historia ha cambiado su objeto
epistémico, es decir, aquello que sus teorías conjeturan y dicen observar y conocer
con procedimientos en torno a las formas como el cerebro regula la actividad de los
individuos, y, de cómo la misma actividad de las personas modifica al cerebro-cuerpo.
- II -
El análisis cualitativo neuropsicológico y psicológico del desarrollo, y de los síntomas
ante afecciones del sistema nervioso, es fundamental para determinar el nivel real y
potencial del desarrollo psicológico en un individuo a cualquier edad, es decir, su zona
de desarrollo próximo, así como para diagnosticar y corregir/rehabilitar los trastornos y
secuelas producidos por el daño cerebral.
- III -
La categoría de “cualitativo” en la neuropsicología se refiere a lo peculiar, lo distintivo, lo
particular, lo diferente que existe en la orientación y regulación de las acciones concretas
ante tareas específicas, cuando las acciones varían y se ejecutan de múltiples formas para
la realización de un mismo objetivo. Su análisis pasa no solo por especificar si el sujeto
solo y sin ayuda de nada o de nadie, hace o no la acción esperada, sino ante todo, cómo
se hace, bajo qué condiciones varía, qué tipo de errores comete, cómo mejora o empeora
con ayuda de otros y con distintos apoyos físicos y socioculturales. Lo cualitativo nada
tiene que ver con la noción de “variable discontínua” o de “categoría nominal” de la
psicometría y la teoría de la medida cuya evaluación se reduce a si el indiviudo solo, sin
ninguna ayuda o apoyo, realiza o no la acción especificada.
- IV -
El diagnóstico cualitativo en psicología y neuropsicología no se opone a la cuantificación
rigurosa de los fenómenos, ni al uso de modelos matemáticos, ni a la experimentación
con control de variables. Nada de eso lo contrapone como excluyente a él, comprende
que su uso depende de los objetivos científicos que se tengan. Es el caso de la utilidad
de la psicometría.
45
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
- V -
La psicometría en psicología, psicopedagogía, neuropsicología y psiquiatría no
diagnostica padecimientos clínicos, solo establece cuantitativamente lo que el individuo
y sus familiares ya saben: que se está fuera de la norma, que no se es como la mayoría, ni
cómo se era antes. Y lo hace comparando al sujeto con una población, una o más veces
(test-pretest). La psicometría solo mide qué tan diferente es un individuo, pero no lo
diagnostica.
- VI -
Cuando se tiene la arrogancia fatua y petulante de diagnosticar con psicometría creyendo
que lo anormal es sinónimo de enfermedad o trastorno, se hacen juicios morales y
clínicos falsos usando datos reales acerca de la medición de la conducta que está más
allá de la norma estadística.
- VII -
La psicometría no hace, ni podrá hacer nunca, un diagnóstico clínico por tres razones
iniciales: primera, porque solo evalúa lo que el sujeto hace y no hace sin ayuda de
nadie, pero nunca evalúa lo que podría hacer en otras condiciones y con ayuda de otros.
Segunda: no explica por qué un sujeto está fuera de la norma, sólo lo mide. Tercera:
porque aunque el sujeto esté fuera de la norma, no por ello tiene un trastorno, ni tiene
una patología, ni está enfermo, ni padece una incompatibilidad evolutiva.
- VIII -
Lo anormal es solo estar fuera de la norma poblacional, es decir, no ser como la mayoría,
ser atípico, ser diferente a los otros. El trastorno clínico es el cambio que sufre un
individuo de sus condiciones previas de salud mental o física (su “media estadística”),
y que le provoca deterioro personal, social, y laboral: ya no es como era antes. La
patología es un trastorno o cambio anatómico y/o fisiológico a nivel celular que un
individuo de cualquier especie animal sufre trastornando y deteriorando su salud. La
enfermedad es la conciencia del trastorno y/o de la patología: la persona padece, sufre,
se angustia y puede tener dolor y discapacidad. La incompatibilidad evolutiva abarca
los cambios genéticos inadaptativos expresados, o no, en el fenotipo, que afectan la
supervivencia y la reproducción del individuo, y, como consecuencia, la continuidad
de la especie si ésta dependiera de él. Las peculiaridades genéticas que impiden que un
individuo crezca y se reproduzca, o simplemente muera antes de reproducirse, son de
46
Tesis generales del libro
este tipo. Si todos los humanos las tuviéramos, la especie Homo sapiens no existiría. La
enfermedad socialmente atribuida es la creencia de un grupo social (médicos, psiquiatras,
psicólogos, neuropsicólogos, pedagogos, políticos, o instituciones, y grupos sociales)
que tipifica como trastorno o patología a las características físicas, psicológicas,
culturales y/o socioafectivas de quien solo es anormal, diferente, atípico, es decir, que
no es como ellos. Cuando la presión social y el estigma son grandes, la persona termina
sintiéndose enferma.
- IX -
En las ciencias de la salud, un diagnóstico adecuado no se reduce a una clasificación o
etiquetación taxonómica, ni mucho menos qué tan cerca o lejos se encuentra el individuo
fuera de la norma estadística. Conlleva también una explicación de las causas y una
terapéutica adecuada. El uso clínico de la psicometría se basa en la creencia de que
cuantificar la ejecución de las tareas que un sujeto realiza sin ayuda, y ubicarlo dentro
o fuera de la norma (“qué tanto es tantito”), es diagnosticarlo, y que la rehabilitación o
terapéutica no puede omitirla. Toda medición no es cuestionable, pero la psicometría no
evalúa si el sujeto puede realizar las tareas de otra manera o con ayuda de otros, es decir,
pasa por alto los determinantes socioculturales de toda actividad humana, y al hacerlo
así, la neuropsicología psicométrica no acierta a determinar las formas culturales que
impulsan la reorganización de los sistemas cerebrales funcionales fundamentales para
la rehabilitación.
- X -
Sin importar el objeto epistémico surgido en un marco teórico (el “constructo”) que
pretenden medir las diferentes pruebas psicométricas, lo cierto es que lo único que
miden son los parámetros que el investigador decidió asignar a las acciones concretas
de tareas específicas.
- XI -
Medir las manifestaciones de un fenómeno no es explicar sus causas y condicionantes.
En toda actividad clínica, ya sea en la neuropsicología, la psicología, la psiquiatría o en
los diversos campos de la medicina, cuantificar síntomas clínicos no es diagnosticarlos,
ni comprender su etiología, ni elaborar un pronóstico, ni proponer una terapéutica,
aunque medirlos sea de gran ayuda para todo ello.
47
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
- XII -
El problema del diagnóstico clínico de la psicometría no es el uso de herramientas
matemáticas para medir los parámetros de las ejecuciones en ciertas tareas, preguntas
o escalas, y, a partir de ellas, ubicar distancias a la media estadística, percentiles,
frecuencia de síntomas, escalas de intensidad, correlaciones, etcétera. Lo fundamental es
la atribución teórica al concebir aquello que cuantifica y ubicarlo fuera de la norma como
si fuera un trastorno, o una enfermedad, o una patología; y el descuido epistemológico
de aquello que se cree conocer cuando se miden acciones concretas.
- XIII -
Podemos considerar a la psicometría como una “regla”, un instrumento para medir
y comparar parámetros de ejecución de tareas concretas. Sirve para saber qué “tanto
es tantito” en la ejecución de acciones específicas de tareas concretas; para conocer
qué tanto se aleja o se acerca la ejecución de un individuo a la norma poblacional o a
diferentes estadísticos sobre ellas, o a un antes y un después de sí mismo; sirve para
establecer correlaciones y covariaciones entre parámetros de las tareas y otras variables
(sexo, edad, genes, rasgos de personalidad o culturales, etc.); es muy útil para identificar
tendencias poblacionales de aquello que se cuantifica en las ejecuciones de ciertas tareas
y compararlas con otro momento de medición. Así concebida, es una herramienta útil
en toda investigación que requiera comparar parámetros cuantificados con buen nivel
de confiabilidad y validez.
- XIV -
Hacer de la psicometría la forma principal de conocer y explicar lo psicológico, es como
comprarse el mejor aparato de medición de longitudes y creerse ingeniero de carreteras.
La medición es esencial en la ciencia, pero sin teoría y vigilancia epistemológica (la
esencia del método científico), cualquier instrumento de medición puede ser usado para
medir cualquier cosa, incluso creencias falsas, pseudocientíficas, místicas, supersticiosas
y esotéricas.
48
Capítulo 1
49
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Tesis
- I -
La naturaleza del psiquismo humano es siempre actividad social, semiósica, cultural
e histórica.
- II -
La actividad psíquica humana no se explica ni se reduce al funcionamiento del cerebro,
pero sin él no existe. Lo biológico no determina lo psicológico, solo condiciona su
expresión. Los determinantes socioculturales del psiquismo modifican y reorganizan
su base neurobiológica.
- III -
La neuropsicología es una disciplina que estudia a la actividad psíquica en estrecha
relación con la actividad cerebral, en niños y adultos, en la patología y la normalidad
en circunstancias específicas y contextos socioculturales concretos.
- IV -
La neuropsicología es una ciencia que no solo estudia hechos: hace experimentos,
postula objetos epistémicos, y utiliza el método científico, entendido como respuestas
empíricas a las preguntas de la vigilancia epistemológica.
- V -
Las alteraciones neuropsicológicas afectan distintos niveles de organización de la
actividad del individuo, tanto neurobiológica como socioculturalmente y, con ello, a
su personalidad.
- VI -
El neuropsicólogo no trata cerebros dañados o disfuncionales, trata a personas con una
historia personal específica, con una personalidad individual inserta en un contexto
sociocultural y emocional concreto, todo lo cual presenta secuelas a consecuencia de
alguna afección neurológica.
50
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
La ciencia neuropsicológica
Puesto que la dinámica de los sistemas cerebrales son la base material de los procesos
psicológicos, éstos pueden ser también entendidos como formas de orientación y regulación
de la actividad, mediada por la combinación secuenciada, jerárquica y simultánea de diversas
estructuras nerviosas con múltiples circuitos de retroalimentación, cuya dinámica está en
función de las acciones concretas de los individuos en interacción con su entorno, el cual es, en
el humano, social, semiósico, histórico y cultural (Escotto-Córdova, 2009/2012). En su forma
más general, la neuropsicología es una disciplina que estudia los sistemas dinámicos
neurobiológicos que orientan y regulan las diversas formas de orientación y regulación
del psiquismo animal y humano3.
3
Algunas aproximaciones cognitivas han arribado a la tesis de que la neuropsicología no solo estudia la
relación entre el cerebro y la actividad psíquica, también ha superado las visiones iniciales cognitivas
de corte neofrenológico reconociendo de que “Sólo a partir de la combinación de las capacidades de
varios millones de neuronas, dispersas en circuitos corticales y subcorticales, el cerebro alcanza cierta
complejidad algorítmica (Dehaene, 1997/2016, p. 292); rechazan la metáfora de la computadora (Ibid.,
p. 313); reconocen la influencia de los factores culturales para procesos complejos, ( Ibid. p. 314),
y proponen que “Si uno tuviera que buscar una función “primitiva” en el sistema nervioso, tal
vez sería la habilidad de una célula nerviosa para reconocer una “forma” elemental en sus inputs
sopesando la información que recibe de las descargas neuronales de miles de otras unidades. Pero
siguen anclados a la noción del cerebro como máquina (tal y como concibiera Descartes al cuerpo-
cerebro) y a la visión de un microlocalizacionismo: “¿Pero no se logra mayor progreso todavía
cuando se descubre cómo está construida la máquina en sí misma?” (Ibid., p. 315). Aun así, hacen una
certera crítica a la ausencia de emociones en las explicaciones de la metáfora cerebro-computadora
que reduce el funcionamiento neuronal al cálculo lógico (p. 315) o cuando dice “el cerebro humano
no es ni un “papel en blanco” isotrópico cuyas regiones son todas equivalentes, ni tampoco una
prolija disposición de módulos altamente especializados y bien separados” (p. 346). La concepción
modular ancla sus concepciones en algoritmos de zonas fijas e individuales (modulares) haciendo a
un lado en su explicación (no niegan la existencia de la cultura) el papel de la cultural y la semiosis no
sólo en el funcionamiento cerebral, sino en su misma configuración sináptica. Reportan maravillosos
experimentos localizando las zonas cerebrales de diversas etapas en el procesamiento, por ejemplo,
de los números, pero olvidan rápidamente que los números son un producto cultural. Reconocen
al cerebro que los “computa”, pero dejan a un lado el origen histórico y cultural de los sistemas
numéricos al momento de explicarlos.
51
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Cada ciencia tiene su propio objeto de estudio, niveles de análisis, unidad de análisis
y métodos que le permiten dar cuenta de dicho objeto de estudio. Además, existen
categorías de análisis, conceptos generales y particulares, que constituyen el contenido
de cada ciencia. La neuropsicología es una disciplina de frontera, ubicada entre las
ciencias sociales y las neurociencias. Diversas disciplinas han aportado conocimiento
a la neuropsicología, por lo que es comprensible que no exista una concepción teórico-
metodológica única y comúnmente aceptable. Esto ha conducido a que existan
discusiones y controversias sobre cuál es su objeto de estudio, su nivel de análisis
y los métodos que debe utilizar, así como las categorías y los conceptos generales y
particulares que se utilizan en la neuropsicología. Lo anterior ayuda a entender que
no haya acuerdos sobre las categorías y los conceptos generales y particulares que se
utilizan en la neuropsicología.
52
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
53
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Las bases cerebrales se deben comprender como sistemas dinámicos y flexibles que
transcurren en diferentes niveles psicofisiológicos, y que se conforman y reorganizan
con y por las actividades culturales. Las bases cerebrales son un elemento integral de las
actividades culturales de los individuos y no un epifenómeno ni algo paralelo. Desde
esta posición es posible proponer que la neuropsicología estudia las bases cerebrales
como sistemas cortico-subcorticales dinámicos y flexibles de las acciones y actividades
humanas dirigidas a objetivos culturales. Por lo tanto, el estudio y la consideración de
la diversidad de las actividades culturales constituye un objeto de estudio cercano y
pertinente al estudio de sus bases cerebrales.
54
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
El psiquismo humano
4
La doble asignación de sapiens sapiens, la proponen algunos paleontólogos para distinguir al
neandertal (otra especie de homo sapiens) de la especie humana.
55
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Variaciones en la definición
Ninguna de estas tres concepciones excluye a las otras, aunque el énfasis en uno u
otro aspecto sea diferente. En la psicología existen múltiples definiciones del objeto de
estudio de la psicología: la actividad psíquica, la conducta, la cognición, la mente, el
inconsciente, entre otras. Desde nuestro punto de vista, aquellas que tomen en cuenta la
naturaleza semiósica, cultural, social e histórica de lo psicológico, independientemente
de la definición puntual de él, están en el mismo carril de la investigación científica en
la psicología y la neuropsicología del ser humano. La evidencia empírica y la vigilancia
epistemológica irán afinando y perfilando aquella que sea más adecuada a nuestra
comprensión objetiva y científica de la psique humana.
56
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
Vygotski y Luria utilizan el primer sentido (trabaja, opera, realiza una actividad).
Vygotski habló de funciones psíquicas superiores en el texto “La psicología y la teoría de
la localización de las funciones psíquicas” (1934/1997), o en “Historia del desarrollo de
las funciones psíquicas superiores” (1931/1995), o en “Sobre los sistemas psicológicos”
(1930/1997). Para él, las funciones psíquicas superiores se identifican como formas
culturales de la conducta mediadas por el lenguaje, y, desde aquellos años, ya distinguía
al menos dos concepciones teóricas de función psíquica. La primera: “… Se basaba en el
hecho de la idea atomística según la cual los procesos superiores se forman mediante la
suma de ciertos elementos aislados” (Vygotski, 1931/1995, p. 97)5, el proceso psíquico
5
Este planteamiento vigotskiano es casi simultáneo al planteamiento del biólogo alemán Ludwig
Bertalanffy, el fundador de la teoría general de sistemas, que afirmaba a finales de los años veinte
“…la investigación usual de procesos y elementos individuales es incapaz de ofrecer una explicación
completa…no nos informa sobre la coordinación de partes y procesos...” (Bertalanffy, 1972/1979, p.
140), también criticó el reduccionismo impulsado desde Descartes sobre el análisis descomponiendo
el todo en sus partes más ínfimas, que analizaba las partes olvidándose del todo. Tanto en Vygotski
como en Bertalanffy la influencia de la teoría de la Gestalt es clara. En 1972 Bertalanffy decía: “Las
57
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
“...la idea ...de investigar el organismo como un todo, pues éste constituye un sistema de
elementos que interactúan dinámicamente, lo que a su vez indica que el comportamiento
del sistema no puede ser descrito mediante una simple sumación de las conductas de sus
partes, investigándolas aisladamente” (Bertalanffy, 1937/1979, p. 90. Las cursivas son del
original).
propiedades y modos de acción de los niveles superiores no pueden explicarse por la suma de sus
propiedades y modos de acción que se corresponden a sus componentes considerados aisladamente
… es posible llegar a los niveles más elevados partiendo de los componentes, si se conocen el conjunto
de componentes y las relaciones que existen entre los mismos.” (Ibid.).
6
Considérese que el libro en español se publicó en 1974 (Editorial Fontanella), y que lo más probable
es que su elaboración y proceso de edición en Rusia se llevó dos años.
58
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
(p.-28) sostuvo que la característica del “trabajo de todo sistema funcional” es que una
tarea constante se realiza por medios variables que llevan al proceso a un resultado
constante, mientras que Bertalanffy sostenía que “...el rasgo característico de los procesos
orgánicos consiste en que la misma meta puede alcanzarse desde diversos puntos de
partida y de formas diferentes...el sistema alcanza su estado final gracias a procesos que
pueden variar con arreglo a las condiciones iniciales.” (Bertalanffy, 1937/1979, p. 92).
Finalmente, las coincidencias son mayores cuando se analiza la crítica que Bertalanffy
hizo a diversas teorías psicológicas de los años 60 (no menciona nunca a Luria, Vygotski
o Leontiev. Tampoco Vygotski o Luria lo citan a él) cuando dice que el modelo robot
subyace al conductismo, al psicoanálisis, a la cibernética y a la teoría de la personalidad
de aquél entonces, porque no explican lo específico del humano:
O cuando critica el reduccionismo biológico imperante, pese a todos sus avances con la
biología molecular, la genética, la etología, la fisiología.
“En calidad de biólogo he hallado que la noción de símbolo y de las actividades simbólicas
constituye el mejor medio para formular la especificidad de la conducta humana...
El lenguaje humano es un inmenso sistema de símbolos... El que nuestras acciones se
conduzcan con arreglo a metas se hace posible debido a la anticipación simbólica de un
futuro todavía no existente...” (Bertalanffy, 1967/1979, p. 112).
No tenemos elementos para mostrar los vasos comunicantes entre las investigaciones
de Bertalanffy, Vygotski, Anojin y Luria, pero sin duda todos conocieron la teoría de
la Gestalt, y quizás la Teoría del Campo del polaco-alemán Kurt Lewin, y diversas
investigaciones avanzadas de varios alemanes de la época. Vygotski y Luria leían
alemán, las obras de Luria tienen muchas citas en alemán de autores alemanes, pero
ninguna de Bertalanffy.
59
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Esta concepción tuvo que ver con la tradición de la psicología funcionalista en los Estados
Unidos, cuyos filósofos y teóricos fueron William James, John Dewey, James M. Baldwin,
Edward Titchener, James Rowland Angell, y otros más que pusieron el énfasis, no en la
estructura de lo mental, como lo hacía la escuela estructuralista de W. Wundt, sino en
la función adaptativa de las habilidades, las destrezas, o las conductas, preguntándose
para qué sirven, más que cuál era la composición, o lo que es su estructura (Boring,
1950/1979). Este énfasis en la función adaptativa y en la utilidad práctica también se
impulsaba en Europa, pero recibió el nombre de psicología funcionalista en los Estados
Unidos. En Estados Unidos se transitó de la reflexión puramente filosófica, o teórica-
experimental en laboratorios, a la aplicación práctica de los conocimientos psicológicos.
Surgieron las encuestas y los test psicológicos, se impulsaron las teorías del aprendizaje
y se impulsó la psicología educativa distinguiéndola de la pedagogía. Pero en común,
todas ellas concibieron a las funciones psicológicas como independientes, o conductas
específicas funcionalmente dependientes de estímulos, cuya sumatoria integrada daba
lo psicológico. Una de sus derivaciones llevó a que las funciones psíquicas podían ser
60
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
medidas con test psicométricos, poniendo el énfasis en las diferencias individuales entre
las personas en la ejecución de los test, y/o con relación a una norma poblacional. Esta
tendencia se vio reforzada cuando se pasó de meras frecuencias, medias, y desviaciones
estándar, a correlaciones multifactoriales entre funciones o “factores” (aquí, “factor” es
el concepto del análisis factorial en estadística) primero de la inteligencia, y después
de las funciones independientes investigadas con test independientes (de atención, de
memoria, de lenguaje, de atención, etc..).
Es a partir de mediados del siglo XX, con el nacimiento de la cibernética (en la cual dos
mexicanos tuvieron un importante papel, el Dr. Arturo Rosembleuth, y el Dr. Manuel
Sandoval Vallarta. Wiener, 1948/2013), y la teoría matemática de la comunicación
(Shannon y Weaver, 1948/1998), que esta disciplina matemática-ingenieril influyó a la
psicología mundial, pero tuvo efectos distintos en la entonces URSS y en los Estados
Unidos. En Norteamérica, estimuló la maquinización de lo mental en la psicología
cognitiva, en el sentido de la máquina cerebral que computa o procesa información. En
la URSS, estimuló las nociones de regulación, control y retroalimentación dinámica en la
neurofisiología, y, finalmente, en la neuropsicología de A. R. Luria, pero sin maquinizar
lo mental o lo psicológico. El materialismo histórico y dialéctico tan presente en la
educación en ese país, y en los científicos, impidió este sesgo.
61
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
7
Los psicólogos cognitivos niegan lo anterior concibiéndose como monistas neurales por su
reduccionismo de lo psicológico al cerebro, pero olvidan que maquinizan al cerebro al concebirlo
como máquina computacional. Eliminaron el alma cartesiana sustituyéndola por el procesamiento
de información mediante software, y al hacerlo, dejaron una nueva máquina con un nuevo fantasma.
René Descartes desarrolló parte de su concepción del alma y el cuerpo en sus libros Las pasiones del
alma (1649/1971) y El Tratado del Hombre (1664/1977). Descartes maquinizó al cuerpo del Hombre;
los cognitivos maquinizaron su cerebro computacionalmente; Descartes propuso que los espíritus
animales viajan por las arterias y llegan a los tubos (nervios); los cognitivos hablan de la información
que viaja por nervios; Descartes concibe la glándula pineal donde se dirige a los espíritus animales;
los cognitivos hablan de un flujo informacional regulado por procesador central; Descartes habla de
ideas como figuras; los cognitivos hablan de imágenes mentales; Descartes propuso cuerpo y alma;
los cognitivos hardware (cerebro) y software (el procesamiento de información modificado por el
aprendizaje); Descartes le atribuyó a dios la creación de ambos; los cognitivos a la evolución, pero
muchos de ellos con la concepción de que la vida en la tierra fue un evento probabilístico único. Es
decir, un milagro probabilístico.
62
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
La metáfora histórica del cerebro como computadora se complementó con los módulos
independientes propios de esas máquinas (módulo de sonido, procesador central,
módulo de memoria, etc.), y por tanto, el cerebro fue concebido modularmente (Miller,
Galanter & Pribram, 1960), rescatándose conscientemente el término “facultad” mental
que se utilizaba en la frenología, pero a diferencia de Franz Joseph Gall, que a decir
de Fodor concibe las facultades verticalmente, él las concibe horizontalmente (Fodor,
1983/1986, pp. 34-35), y por tanto:
“Me propongo …1) distinguir el postulado general de que hay una serie de facultades
psicológicas de una versión particular del mismo que denominaré la tesis de la modularidad;
2) enumerar algunas de las propiedades que los sistemas cognitivos modulares pueden
exhibir…; 3) considerar…una hipótesis plausible acerca de qué procesos mentales pueden
tener carácter modular…; 4) desligar la tesis de las facultades y la modularidad de lo que
denominaré los confines Epistemológicos……voy a ceñirme al tema de la psicología de
los procesos cognitivos, ya que es la única clase de psicología que conozco en parte…El
proponer un inventario de facultades psicológicas equivale a postular una teoría de la
estructura de la mente…” (Fodor, 1983/1986, p. 20)
Desde muy temprano, esa nueva teoría psicológica concibió a la cognición como aquellos
procesos que transforman, reducen, elaboran, almacenan, recobran, interpretan y
reinterpretan la información proveniente de los ingresos sensoriales (Neisser,1967/1976).
La tesis esencial no ha cambiado en este siglo XXI, pues destacados psicólogos
experimentales señalan que es el estudio de la forma en que se percibe, aprende, recuerda
y se piensa en la información (Sternberg, 2011). Sin embargo, la mayoría simplemente
conciben a la cognición como el procesamiento de información en los módulos del
cerebro, refiriéndose a que el cerebro “la computa”. Su expresión en la neuropsicología
cognitiva y su práctica clínica actual, consiste en valorar funciones psicológicas aisladas,
los “módulos”, mediante instrumentos psicométricos, y suelen exponer sus resultados
ya como perfiles de funciones cognitivas (una línea trazada que une los resultados
cuantitativos que resultan de la comparación a una norma poblacional en cada uno de
ellos), ya como un resultado numérico global.
63
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Durante muchos años del siglo XX, el desarrollo psicológico fue estudiado
predominantemente con la psicometría aplicada en diferentes edades de la ontogenia,
y lo mismo hicieron al comparar distintas poblaciones humanas. La psicometría
moderna ha incorporado puntajes especiales para considerar la escolaridad y tiende a
8
Este término se presta a confusión por ser igual al que se usaba -y algunos lo usan aún- de psicología
evolutiva en el sentido de psicología del desarrollo infantil (Mújina, 1997/2015; Petrovski, 1980).
64
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
normalizar las pruebas en poblaciones culturalmente diferentes. Hasta ahí llegan sus
consideraciones socioculturales.
Es hacia finales del siglo pasado y durante este siglo XXI, cuando bajo el impulso
de modernas tecnologías de neuroimagen y del uso creciente de la medición de la
coherencia en el EEG cuantitativo, que la observación que hiciera Bertalanffy en 1972,
de que “...la teoría de las ecuaciones diferenciales, la de conjuntos, y grafos, los métodos
de computación...Coinciden, sin embargo, en... [que] tienen que ver con problemas
sistemáticos´” (Bertalanffy, 1972/1979, p. 146) adquiría utilidad en las neurociencias y
la psicología. En este siglo XXI, ciertas posturas cognitivas se acercan a las nociones
de sistema funcional complejo, llevando a los nuevos modelos de neurociencia
cognitiva a reconsiderar seriamente sus primeras posturas, con lo que primero se llamó
redes neuronales, y más recientemente conectividad funcional, esto último, casi la
misma noción luriana de sistema funcional complejo. La conectividad funcional hace
referencia a la medición de la sincronía y sinergia de grupos neuronales en función de
tareas específicas que se le ponen al sujeto. Este desarrollo tecnológico ha permitido
abordar temas envueltos en misticismo y explicaciones pseudocientíficas, como la
hipnosis, la meditación, y el efecto placebo, con objetividad y rigurosidad científica
(Oakley y Halligan, 2009; Jamieson y Burgess, 2014), y el replanteamiento teórico sobre
la conectividad funcional los acerca notablemente a las posturas de Vigotsky y Luria
sobre el funcionamiento sistémico del sistema nervioso, así como las tesis de Bertalanfy.
Solo les hace falta un pequeño detalle teórico: la semiosis, la historia y la cultura como
determinantes del sistema funcional complejo y de la conectividad funcional.
65
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Sin embargo, aún muchos psicólogos y neuropsicólogos cognitivos mantienen las viejas
nociones modulares.
En los veinte años que llevamos del siglo XXI, esta concepción ha venido cambiando en
muchos investigadores que se autodenominan cognitivos, pues ahora reconocen redes
neuronales, aunque fijas, o hablan de la reorganización dinámica de las redes en función
de la tarea, de conectividad funcional, y otros conceptos más que los acercan con el apoyo
de nuevas tecnologías, de nuevos conocimientos científicos y sólidas bases empíricas, a
la propuesta de A. R. Luria (1974/1979, p. 31) cuando él hablaba de “el establecimiento
de conexiones funcionales…de nudos funcionales”, o de Leontiev cuando se refiere a
“órganos funcionales” (Ibid.), o de Vigotsky cuando afirmaba que:
Aun con los más recientes avances de registro de la conectividad funcional, la mayoría
de los neuropsicólogos cognitivos clínicos siguen con la vieja concepción modular
neofrenológica. Esta concepción de las funciones psíquicas aisladas puede parecer
teóricamente adecuada y metodológicamente justificada; parecen avaladas por esos
puntos de colores localizables en las Resonancias Magnéticas funcionales o en las
Tomografías por emisión de positrones (PET) o la magnetoencefalografía (MGE) . Sin
embargo, conciben un mismo nivel de análisis para el estudio de los fenómenos psíquicos.
Se propone un método “desde adentro” asumiendo que es el único que existe y que no
hay ninguna otra posibilidad. Esta postura se asume como aproximación reduccionista y
66
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
Por otro lado, hablando sobre las zonas de especialización en el sistema nervioso
central y periférico, nosotros entendemos que éstas nunca son aisladas ni operan
modularmente. Son siempre componentes de sistemas funcionales dinámicos, complejos,
simultáneamente estables y flexibles, que cambian con la actividad y el desarrollo
ontogenético socialmente condicionado histórica y culturalmente.
(b) Se asume que, habiendo especialización funcional de zonas cerebrales específicas (lo
que es cierto), el funcionamiento cerebral opera como una colección de piezas aisladas
a manera de rompecabezas (lo que es falso). Con tal postura no se logra a comprender
la noción de sistema funcional complejo y dinámico, término y categoría conceptual
propuesta por la fisiología (Anojin, 1987; Bernstein, 2003) y retomada por la psicología
(Leontiev, 1983) y la neuropsicología (Luria, 1973d). Este término o categoría de análisis
representa la unión de diversos centros nerviosos altamente especializados con sus
vías nerviosas y sus centros periféricos, no en relación con una “función cognitiva”
9
Este proceder se conoce como reduccionismo. Existen dos tipos de reduccionismo, el metodológico
y el teórico. El reduccionismo metodológico analiza los componentes de un todo (la sociedad, el
cuerpo, el cerebro, las células, los genes, los receptores, las moléculas, los átomos, etc.), los analiza
por separado, y los reduce a su mínima expresión con el fin de descubrir sus leyes y determinantes
de esos componentes aislados. Hace todo eso, pero NUNCA olvida que solo analiza las partes para
después comprender al todo. Por el contrario, el reduccionismo teórico utiliza la reducción, pero
acaba entrampado con los componentes mínimos, y en vez de integrarlos como un sistema del todo,
pretende que el todo se explica exclusivamente con las partes más pequeñas.
67
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
aislada, sino con una tarea real en la vida del animal o del ser humano. Una tarea no
es una tarea de “atención” o de “memoria”, sino alcanzar un objetivo para el animal, o
culturalmente justificado para el ser humano. Es la consecución de un objetivo por parte
del individuo como un todo, no por una de sus partes, ya sean éstas concebidas como
zonas específicas del cerebro, o “funciones” psicológicas aisladas. En la concepción de
Anojin (1987), un sistema funcional no es “una red de conexiones neurales” o “mosaico
de módulos”, sino un sistema fisiológico que incluye elementos centrales aferentes,
eferentes y periféricos, con el mecanismo de aferentación de retorno para cada “acción”.
La concepción cognitiva o funcionalista, en cambio, suele estudiar a los procesos
eferentes separados de los aferentes y viceversa, y a ambos de manera independiente de
los elementos periféricos. Por ejemplo, hablan de las funciones ejecutivas ligándolas casi
exclusivamente a los lóbulos frontales, y minimizan las aferencias que las posibilitan
y llegan al lóbulo parietal pasando por estructuras subcorticales talámicas, e iniciadas
en elementos periféricos. Ven las partes, no el todo, ni mucho menos como un sistema
dinámico, aunque declarativamente los identifican.
Por lo tanto, la postura cognitiva es incapaz de explicar por qué, si se afecta una
zona específica del cerebro, el paciente puede lograr con éxito realizar una tarea,
con cierto esfuerzo o entrenamiento. Por ejemplo, ante compromiso del giro angular
y supramarginal, implicado en la dislexia, los individuos pueden aprender a leer y
escribir mediante una terapia que reorganiza el sistema funcional del que depende la
lectoescritura. No queda claro cómo se puede reorganizar el cerebro si para cada función
consideran su localización en un conjunto limitado de sectores, normalmente, solo
corticales. ¿Cómo explicar que, si se daña el lugar donde está la función identificada
en las acciones que dejó de hacer, éstas reaparecen con la reorganización de las tareas?
(c) Finalmente, la postura cognitiva reduce casi exclusivamente la explicación final del
funcionamiento psicológico a zonas localizables o redes distribuidas en “el cerebro”, y no
de una persona con cerebro, minimiazando generalmente los determinantes semiósicos
y culturales del contenido psíquico de ella, o cuando los consideran, los pasan a un
segundo plano y los simplifican10, es decir, siempre se pretende explicar al cerebro desde
el mismo cerebro o, dicho de otro modo, a las funciones por las zonas o redes neuronales
10
Cuando consideran el sexo, ven solo su naturleza biológica; cuando consideran la edad, ven solo la
maduración biológica en función de los años de vida; cuando consideran los años de escolaridad,
ven a la cultura solo como años de escuela; cuando consideran factores socioculturales en distintas
poblaciones, ven solo el promedio estadístico de sus respuestas ante las pruebas aplicadas. Por
supuesto, nosotros valoramos como un avance que ahora los consideren, sobre todo si lo comparamos
con las pruebas psicométricas de principio del siglo XX que no solían considerar a la mayoría de ellos.
68
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
11
Entenderemos por “circunstancias” al conjunto de hechos, personas y relaciones sociales que
rodean a una persona en situaciones puntuales o temporalmente breves para una acción concreta;
por “situación(es)” entenderemos a la ubicación temporal y espacial específica en la que se sitúa
un individuo en un momento determinado; y por “contexto” al entorno sociocultural en el que se
ha desarrollado, y se desenvuelve, un individuo en una época, región, lengua y comunidad social
específica. Circunstancias y contexto influyen, y a veces determinan, el sentido comunicativo en un
momento dado o espacio conversacional o textual (escrito) determinado (palabra, oración, discurso).
Situaciones, circunstancias y contextos influyen, y, en ocasiones, determinan, las relaciones
socioculturales y afectivas de los individuos. En el uso cotidiano, estas palabras se usan como
sinónimos, pero no lo son en su uso teórico y categorial.
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
el maltrato y/o abandono infantil, la violencia de género desde la infancia, etc. Cuando
consideran los aspectos biológicos, muchos investigadores se apoyan en la concepción
sobre las funciones psicológicas como independientes, modulares, aisladas y localizables
en una zona específica del cerebro. Parafraseando a Vigotsky, parecería que la sociología
se traga a la psicología sin dejarle la oportunidad de defender su propio objeto de estudio.
Además, en esta postura cada individuo se toma en cuenta como un “ente”, como un
objeto de estudio con sus propias características ya dadas, sin considerar que estas
son históricas y cambiantes. Hablan de los significados que concibe el individuo, pero
pasan a segundo plano que cada sujeto adquiere y usa los “significados” porqué está en
interacción semiósica con otros individuos, y sobre todo, que no existen “significados”
aislados. Estos siempre se relacionan con otros y pueden cambiarse de muchas maneras
cuando se usan en la comunicación semiósica entre individuos. En cualquier caso, a la
biología humana casi la desaparecen.
Ambas concepciones son parciales: la primera analiza las partes neurobiológicas sin el
todo, el individuo. Pone el énfasis en los procesos psicológicos, y éstos se conciben como
independientes, aislados y localizados en zonas cerebrales específicas, es decir, reduce
lo psicológico a lo biológico. La segunda pone su énfasis en el todo sin las partes, en
el individuo como un todo, como personalidad determinada socioculturalmente, pero
minimizando lo biológico. La primera toma en cuenta a la biología, pero sin la cultura; la
segunda toma a la sociedad y la cultura, pero sin la biología, o acaso, con una concepción
errónea de su funcionamiento. Ninguna de las dos posturas considera al desarrollo
psicológico sociocultural que modifica, pero a la vez se basa, en la maduración biológica
del crecimiento; no lo consideran como objeto y método de estudio. Ninguna toma en
cuenta realizar constantes y necesarias modificaciones en todos los niveles de análisis.
Hemos de aclarar que, ambas, sin negar la existencia de la otra (las partes o el todo) solo
alcanzan a identificarlos a manera de dualismo, o de asociarlos mecánicamente. Ambas
optan por fenómenos estáticos, ya dados “a priori”, intocables y fosilizados. Les falta
la dialéctica y el historicismo, como lo diría el filósofo Ilienkov (2011). La psicología de
muchos centros universitarios actuales parece reproducir la misma tendencia que tenían
las ciencias naturales de inicios del siglo XIX y, por tanto, se le puede aplicar aquello que
Engels decía de ellas: “lo que caracteriza especialmente a este período es…la idea de la
absoluta inmutabilidad de la naturaleza (Engels, 1872/2021, p. 142).
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
Todas las funciones psíquicas superiores son relaciones interiorizadas de orden social, son
fundamento de la estructura social de la personalidad. (Vigotsky, 1931/1995, p. 151).
Creemos que el sistema de análisis psicológico adecuado para desarrollar una teoría
debe partir…a) de la variabilidad de las conexiones y relaciones interfuncionales; b) de la
formación de sistemas dinámicos complejos, integrantes de toda una serie de funciones
elementales, y c) de la reflexión generalizada de la realidad en la conciencia…” (Vigotsky,
1934/1997, p.134)
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
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También parece ocurrir en aves, pero no tenemos nosotros conocimiento si también se presenta en
reptiles, peces, moluscos, insectos o medusas. Todos tienen especificidad genética y sistema nervioso.
13
Algunos zoólogos, primatólogos, psicólogos evolutivos y cognitivos sostienen que los animales
tienen lenguaje en el sentido de usar y modificar signos y significados, algunos le llaman zoosemiótica
(Riba,1990) y otro protolenguaje (Bickerton,1994). No existe hasta el momento ninguna evidencia
empírica de que otra especie invente, modifique y utilice unos signos, y lo modifique en el diálogo
puntual con otros interlocutores cambiando el signo y el significado, como lo hacemos los humanos
cuando decimos (signo fónico) “peligro”, y lo cambiamos por una calavera y una cruz con huesos,
o por un triángulo rojo, o por una bandera, o por la palabra escrita peligro, o por cualquier otro
signo. Esta es una de las propiedades definitorias de todo signo y del significado: se modifican por
voluntad compartida por los interlocutores.
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Psiquismo y neuropsicología
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
percibido o modificado por el individuo, o que lo influye y afecta, pero nunca como
unidad dialéctica (unidad contradictoria de lo individual y lo social) en la que se llega a
ser individuo con los otros, por los otros, para los otros con sus prácticas culturales; y,
en otra etapa del desarrollo individual, la persona llega modificar a los otros, con ayuda
de otros, así como a la sociedad y a la cultura.
Justo estos puntos son los difíciles de concebir cuando se realiza una evaluación y se
interviene desde la psicología. La práctica clínica es diferente si la dicotomía: individuo
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
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Desde la postura extrema del adaptacionismo-seleccionismo, si algo biológico existe ahora es
porque sirvió, y sirve, para la supervivencia de la especie. La teoría darwinista clásica partía de que
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
En los humanos existen múltiples ejemplos: las acciones deportivas modifican el cuerpo-
cerebro; las prácticas alimenticias igual; las acciones intelectuales modifican las sinapsis;
las acciones laborales modifican la salud física y mental (síndrome de quemado en
existe gran variabilidad entre los organismos, y, aquellos que logran sobrevivir para reproducirse,
heredan a sus descendientes sus características biológicas. Es decir, hay una selección natural de
los mejores adaptados al entorno ecológico. La clave radica en sobrevivir lo suficiente como para
tener hijos que a su vez sobrevivan y se reproduzcan. Por supuesto que la selección natural existe y
explica muchos fenómenos biológicos, pero si aceptamos solo ese mecanismo para explicar todo lo
biológico existente, no se puede comprender a la menopausia y otros aspectos biológicos: ¿por qué
se seleccionaría la menopausia si su naturaleza impide reproducirse y tener descendientes?, ¿qué
función adaptativa tiene la cicatriz del obligo?, ¿cuál función adaptativa tienen el pelo “chino” versus
lacio, el tamaño de la superficie de las uñas desde la cutícula al final del dedo, o los cinco dedos en
vez de seis? Si algo cuestiona tal visión adaptacionista seleccionista extrema es el caso del orgasmo
“clitoriano” o del “punto G” en las mujeres, pues está desligado del coito, el único que permite la
concepción y reproducción de descendencia. Stephen Jay Gould propone nuevos mecanismos: la
exaptación para dar cuenta de estas características biológicas no adaptativas. Por cierto, para este
autor, es precisamente el orgasmo clitoriano el que cuestiona de lleno a la teoría sexual de Sigmund
Freud basada en el coito.
79
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Para comprender mejor cómo es posible esto, necesitamos, pues, asumir que el psiquismo
humano es la expresión holística de la actividad de un individuo con peculiaridades
biológicas propias y que actúa en sus circunstancias, situaciones y contextos
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
La comprensión científica del psiquismo humano necesita dar cuenta de todos estos
aspectos, y ninguno puede excluirse bajo la fórmula de “esto o aquello”. La estructura
de la actividad psíquica expresada en cada una de las acciones concretas ante tareas
específicas, y, el individuo actuante ante sus circunstancias y contextos socioculturales,
son una unidad dialéctica indisoluble.
El psiquismo humano es un caso específico del psiquismo animal; tiene sus raíces en
la evolución biológica, y su especificidad en la cultura, la semiosis, y las interacciones
sociales en momentos históricos concretos. Ambos, el psiquismo animal y humano se
estudian analizando las formas de regular su actividad. Pero en el psiquismo humano,
en el plano de la actividad, la cultura se integra de tal forma en ella que no puede ser
ya estudiado sin ella. Podemos decir, utilizando la fórmula de la dialéctica, que es la
psique humana es animal desde un punto de vista biológico-evolutivo (tesis), pero no
lo es desde el punto de vista social (antítesis), por lo tanto, al incorporarse la semiosis
y la cultura se conforma un distinto nivel del desarrollo que es el nivel del desarrollo
cultural (síntesis).
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
en los humanos, las falsas creencias determinan que no se vacunen y mueran, como
es el caso tan extendido de las teorias conspiratorias surgidas en esta epidemia del
virus SARS-CoV-2 y la enfermedad COVID-19. Ninguna otra especie animal se divide
entre los convencidos culturalemente de no cuidarse ante el peligro de muerte, y los
convencidos que se vacunan para no morir; ninguna otra especie se divide entre los que
dejan morir a sus congéneres por hacer un negocio con vacunas, y los que deciden donar
vacunas a desconocidos para que no mueran. Solo esto bastaría para cuestionar al “gen
egoista” de las fabulaciones “seleccionistas” de ciertos teóricos evolutivos. Comprender
la relación entre biología y sociedad, entre biología y cultura, es la clave para dar cuenta
del psiquismo humano.
“a) las necesidades orgánicas, están relacionadas de forma hereditaria con los mecanismos
de una relación específica con el medio circundante que determinan, de esta forma, el tipo
de la actividad “vital” se puede comprender mejor como necesidades biológicas; b) las
mismas necesidades orgánicas, pero no determinadas por los mecanismos de una relación
específica con el medio circundante y que, por lo tanto no determinan a la actividad vital,
no constituyen a las necesidades biológicas en este mismo sentido” (Galperin, 1998, pp.
410-411).
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
En el fondo, los procesos psíquicos se pueden considerar los básicos, tales como
formas neurobiológicas de regular la actividad. Al mismo tiempo, existen las formas
de regulación y orientación semiósica, cultural e histórica que forman los contenidos
psíquicos propiamente dichos. Este nivel se refiere a la experiencia socioemocional, la
escolaridad, el estrato socioeconómico, la comunidad lingüística, la práctica laboral, la
región geográfica, época histórica, los roles sexuales y de género, los roles etarios, y, las
interacciones sociales y prácticas individuales que son fundamentales para comprender
los contenidos psíquicos de las personas. Por ejemplo, las estructuras cerebrales (corticales
y subcorticales), o todas aquellas que podamos imaginar ampliamente involucradas en
el lenguaje de todos los humanos, son la base material para la adquisición de una lengua
(náhuatl, zapoteco, español, inglés, ruso, chino, etc.). Sin embargo, la posibilidad para
adquirir una, dos o varias de estas lenguas es puramente de origen histórico-social,
y aquello que se pueda decir con la lengua (historias, poemas, novelas, peticiones,
órdenes, súplicas, sentimientos, etc.), depende de la experiencia individual y social,
la convivencia compartida que conforma a la vivencia subjetiva en contexto histórico-
social de un individuo concreto, siempre rodeado de otros individuos cercanos y lejanos
en el tiempo y en el espacio históricos. Las lenguas humanas no existen sin el cerebro
humano, pero no se reducen a él, ni se explican solo por él.
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
En relación con lo anterior, Elkonin (1980) escribió que la infancia terminaba a los 5-6
años en las sociedades prehistóricas que no han conformado las formas de organización
compleja de la sociedad. En las sociedades urbanas del siglo XX antes de la guerra
mundial, la adolescencia no era algo digno de atención más allá de los cambios físicos,
las impertinencias y aventuras amorosas principalmente en los hombres, y del inicio de
la edad de casamiento para las mujeres. El cambio parece manifestarse y reflejarse en las
obras de los escritores como F. Dostoievski (El Adolescente) en 1875, o con J. Joyce (Los
Dublineses) en 1914, y tuvo que pasar algo de tiempo hasta que apareciera G. Salinger con
su incomparable “El guardián entre el centeno”, en 1951, o con las canciones de los Beatles
y las manifestaciones de jóvenes reprimidos e incomprendidos en todo el mundo en la
década de los años sesenta del siglo XX. Este proceso histórico llevó a que la adolescencia
dejará de analizarse como mera etapa biológica con tal o cual peculiaridad en hombres
y mujeres, o que se caracterizará su nivel cognitivo como la presencia de las operaciones
formales de Piaget, para hablarse con toda apertura sobre los objetivos y necesidades
propias de los adolescentes en todos los aspectos. Ahora nos queda la tarea psicológica
de caracterizar plenamente a la edad psicológica de la juventud temprana, básica y
tardía que, algunos piensan, se prolonga actualmente más allá de un joven veinteañero,
incluso a los 30 años. Todo lo expresado nos hace pensar sobre la total incoherencia
de los argumentos ficticios y metafísicos que asumen que las edades psicométricas (las
edades cronológicas que se consideran en las valoraciones psicométricas), son verdades
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
atemporales y ahistóricas cuando nos señalan que alguien está por arriba o por debajo
de la norma psicológica en una edad determinada. Eso nunca es así. La categoría de
tiempo histórico, de tiempo cultural y psicológico es una categoría relativa.
En relación con el espacio cultural, opinamos que se puede tratar de otra categoría
importante para estudiar y valorar el desarrollo psicológico de una forma cualitativa.
Esta categoría implica que el desarrollo psicológico, los periodos del desarrollo y la
convivencia con los miembros de la sociedad cercanos y lejanos, ocurre necesariamente
en un espacio cultural. Este término nos parece más apropiado para expresar el
contenido de una situación particular del desarrollo y la coincidencia de éste con otros
representantes de la sociedad histórica, es decir, como un espacio cultural o espacio
psicológico. Lotman lo expresó con la idea de una época histórica compartida, cuando
las “ideas están en el aire” y se retoman voluntaria e involuntariamente por los miembros
de la sociedad que comparte el espacio y el tiempo histórico. Es equivalente al Zeitgeist
(espíritu de un tiempo) alemán que acuñó Herder en 1769. En ambos casos, refieren a
que diferentes miembros de la sociedad pueden compartir, más o menos, el tiempo, el
espacio o ambos en su propio desarrollo psicológico y en su formación. Un ejemplo del
tiempo compartido es la coincidencia de que, en los primeros veinte años del siglo XIX,
diferentes personalidades muy lejanas como Napoleón, Simón Bolívar y los dekabristas15
rusos compartían ideas parecidas. Estos personajes vivían en el mismo tiempo, pero no
en el mismo espacio. A pesar de las semejanzas, existen enormes diferencias entre ellos.
Por otro lado, un ejemplo de tiempo y espacio compartido son los compañeros de
Liceo en el cual estudió el poeta ruso Alexander Pushkin, todos ellos expresaron ideas
progresistas, humanistas muy avanzadas para su tiempo, todos destacaron en distintas
esferas de la vida social de su época. Eran cerca de 20 personalidades extraordinarias.
Es realmente inverosímil considerar que estos veinte personajes hayan heredado o
desplegado sus bases biológicas para realizar las aportaciones. Igualmente es inverosímil
que el mexicano Arturo Rosembleuth Stearns (1900-1970), el físico mexicano Manuel
Sandoval Vallarta (1899-1977), W. McCullogh, el matemático J. Bigelow, el lógico R.
Carnap, el fisiólogo Walter B. Cannon, el matemático Norbert Wiener, el biofísico
ruso P. P. Lazariev, el inglés Allan Turing, y el fisiólogo francés Lapique tuvieran las
mismas bases cerebrales para desarrollar lo que se llamaría la cibernética, inaugurada
15
“Decabrismo…decabrising ocurrió el 14 de diciembre de 1825 en Rusia imperial. Algunos oficiales
del ejército imperial que pertenecen a sociedades secretas condujeron a unos 3.000 soldados en un
intento de revolución en Rusia para implementar una economía liberal…” https://educalingo.com/
es/dic-it/decabrista
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
con el libro Cybernetics de Wiener en 1948. Lo más apropiado es considerar que hayan
compartido el espacio y el tiempo, y para algunos (ya sea en el Liceo ruso o en el
Instituto Tecnológico de Massachusetts, o la Universidad de Harvard), de forma muy
densa, regulada y orientada por otros representantes de la sociedad que han sido sus
mentores directos e indirectos.
Estas consideraciones nos hacen pensar qué tan importante es estudiar las categorías
de tiempo y espacio psicológico cuando queremos comprender las diferencias y las
semejanzas entre las generaciones, o los miembros de una misma comunidad o familia.
Ambas categorías, tiempo y espacio psicológicos se deben estudiar de forma relativa,
así mismo, como lo son todas las categorías del desarrollo psicológico: edad psicológica,
situación social del desarrollo, líneas y formaciones psicológicas, crisis (Vigotsky,
1996). Si estas categorías del desarrollo psicológico son relativas, entonces, la forma de
valorarlas igualmente debe ser de forma cualitativa. Si se promedian estadísticamente
desaparecen las peculiaridades relativas. De acuerdo con la lógica dialéctica, no se
pueden valorar cuantitativamente de forma rígida las categorías que son relativas. Se
pueden calcular los grados de expresión o aparición de un determinado parámetro, pero
no se pueden cuantificar las categorías cualitativas.
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
La teoría de la actividad, por su parte, ha propuesto que estas funciones pueden ocupar
distintos lugares en la estructura de la actividad (Talizina, Solovieva y Quintanar,
2010; Solovieva, 2014; Talizina, 2019). Por ejemplo, los conceptos lógico-verbales en el
pensamiento pueden ser resultado de una actividad, pero también pueden ser la base
orientadora de otra. El recuerdo puede ser una operación, pero también el objetivo de
una actividad. Parafraseando a Vigotsky (1996), recordamos que todas estas funciones
psicológicas se conforman como acciones externas iniciando desde el nivel compartido,
social y material; y pueden alcanzar el nivel interno, individual, ideal, solo que se trata
no de una obligación mecánica, sino de una posibilidad flexible que depende de las
formas de interacción real, convivencias sociales y las disposiciones subjetivas, es decir,
también de la cualidad de las circunstancias propias de las categorías de tiempo y
espacio psicológicos, tal y cómo las hemos introducido.
16
Especificamos que ocurre desde el nacimiento, no porque ignoremos que los movimientos del feto
también influyen en su formación y maduración, o porque el ambiente que rodea a la madre no lo
afecta, sino porque no es claro que los procesos culturales lo influyan directamente. Existen opiniones
que sugieren que la voz de los padres, la música o las actividades de la madre influyen, pero no hay
evidencia científica irrefutable de ello.
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
(b) ontogenéticamente, porque ningún humano nace con todas y cada una de las
funciones psíquicas, ni mucho menos aparecen en la ontogenia en forma acabada
ni se desarrollan al mismo ritmo ontogenético. Este sistema de funciones no
puede aparecer desde el inicio generado internamente, tal y como lo conocemos
e identificamos con los términos de lenguaje, memoria, conciencia, pensamiento,
imaginación, percepción, etc. Todas estas funciones aparecen como elementos
externos de la estructura de la acción compartida del niño con los miembros
de la sociedad que ya han adquirido e interiorizado estas acciones (como una
posibilidad, desde luego). Los recién nacidos no tienen lenguaje, voluntad,
pensamiento, memoria lógico verbal, conciencia (reflejo autorreferencial de su
actividad), coordinación sensomotora de ojo-mano entre otras. Estas funciones van
formándose como elementos estructurales de las acciones culturales en distintas
etapas del desarrollo y siempre siguen desarrollándose (como una posibilidad).
La forma de orientación y regulación de la actividad psicológica cambia en cada
etapa del desarrollo siempre en interacción con la aparición de otras funciones que
operan en cada acción concreta que realiza el niño (en ello se evidencia su carácter
sistémico). Por ejemplo, la memoria involuntaria e inconsciente de un bebé de
meses cambia radicalmente cuando las palabras del adulto regulan su actividad
(los niños comprenden algunas palabras antes de hablarlas); luego cambia,
cuando el niño domina su propio lenguaje hablado, vuelve a cambiar cuando
aprende a leer y escribir y ejercita la memorización consciente y voluntaria. Las
relaciones interfuncionales entre memoria, emociones, sensopercepción, atención,
conciencia, pensamiento, voluntad etc., cambian en cada estadio del desarrollo
y pueden analizarse durante la estimulación del desarrollo temprano (Baltazar-
Ramos, Escotto-Córdova, Esquivel, 2018a). A estas interacciones Vigotski les
llamó sistemas psicológicos:
“…lo que cambia y se modifica son precisamente las relaciones, es decir, el nexo de
las funciones entre sí, de manera que surgen nuevos agrupamientos desconocidos en
93
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Los hechos…demuestran que todo foco patológico local que aparece en el córtex
cerebral altera de hecho la correcta realización de algunos procesos psicológicos
mientras deja intactos otros, o en otras palabras que todo foco da lugar a lo que…
Tember llamó “el principio de la doble disociación de la función” (Luria, 1979, p. 39).
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1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
un grupo de zonas corticales y subcorticales, cada una de las cuales aporta su propia
contribución…y aporta su propio factor a la estructura” (Ibid.., p. 37) y cuyo análisis, en
caso de lesión cerebral, se basa en “una cualificación detallada del sistema observado”
(Luria, 1979, p. 35), es decir, del análisis cualitativo de los síntomas que conforman un
síndrome, procedimiento que Luria llamó análisis sindrómico. De acuerdo con Luria, la
naturaleza de los sistemas funcionales no es solo biológica: “se forman con el proceso de
comunicación y la actividad objetiva…aparecen bajo la influencia de la actividad práctica del
niño…” (Luria, 1977, p. 38). En ese sentido, son un producto de la actividad histórico,
social y semiósica:
Al respecto, Leontiev (2012) expresó que, junto con la actividad cultural externa, a
nivel de organismo, que siempre implica la participación del sistema nervioso central y
periférico en una u otra medida, se conforman complejos sistemas que se convierten en
órganos funcionales estables, dinámicos y flexibles, siempre y cuando traten de procesos
prolongados en el tiempo, que impliquen la perfección y automatización junto con una
alta motivación. Acorde con la interiorización gradual de estos procesos, que implica
la línea de automatización y generalización, los elementos externos se convierten en
los elementos internos condensados, adquiriendo de esta forma, el nivel de lo que
conocemos y acostumbramos a llamar funciones psicológicas. Cada función psicológica
dentro del sistema, como un elemento del contenido estructural de la actividad cultural,
tiene su propia historia en la actividad del sujeto psicológico, cuando pasa del nivel
del elemento externo de la actividad exteriorizada, al elemento interno de la actividad
automatizada y perfeccionada. Todo esto siempre es solo una posibilidad dialéctica.
95
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Todo lo anterior se refleja necesariamente en las posturas que toman los investigadores y
los clínicos en relación con la posibilidad de valorar e intervenir neuropsicológicamente,
es decir, establecer la relación entre los procesos cerebrales y funciones psicológicas.
96
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
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El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
impide comprender que, si las funciones psíquicas tienen como sustrato sistemas
funcionales complejos y dinámicos, la inactivación, la ausencia de metabolitos, o el daño
de una zona altera todo el sistema funcional, lo que no significa que solo esa zona participe
de la función psíquica, ni mucho menos que la función psíquica se localice en ella. La
misma ilusión neofrenológica ocurre con la Tomografía por Emisión de Positrones (TEP)
y otras técnicas como la espectroscopía por resonancia magnética (ERM), la que aporta
información precisa de ciertos metabolitos (H1, P31, Li7, F19, C13) presentes o ausentes
en las neuronas de regiones cerebrales (Pérez-Gómez, Junqué, Mercader & Berenguer,
2000), o la tomografía por emisión de fotones simples (SPECT) que también aportan
visualizaciones de zonas cerebrales involucradas en múltiples padecimientos.
Por supuesto que científicos cognitivos tan notables como Sternberg se dan cuenta de
que “los procesos cognoscitivos interactúan entre sí” (Ibid., p. 27), pero el corsé teórico
de sus creencias localizacionistas les gana la partida.
Los avances recientes en la RM con imágenes por tensor de difusión (Romero, Ghis,
Mazzucco y Ternak, 2007) y la tractografía resultante (imágenes de la sustancia blanca
formada por los axones) han impulsado la noción de redes neurales en la neurociencia
98
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
cognitiva y matizado la visión modular, pero aún estamos lejos de una tecnología que
visualice los sistemas funcionales complejos y su dinámica en sujetos intactos y en
tiempo real, y se eliminen modelos irreales del funcionamiento cerebral y psicológico.
Lo más cercano a esta tecnología es el uso de RMf junto con la Coherencia del EEG que
permiten analizar la conectividad funcional con relación a tareas específicas.
El proceso empírico para estudiar la conectividad del cerebro surgió en los años 70 del
siglo XX, y la primera publicación fue en 1986 y se realizó en un gusano (Caenorhabditis
elegans) por Sydney Brenner. En el 2005, Olaf Sporns (EUA) y Paric Hagmann (Suiza)
llegaron independientemente a la noción de conectoma definido como el conjunto de
conexiones neuronales del cerebro. En 2009 surgió el Proyecto del Conectoma Humano
que pretende mapear en 1200 personas, las interconexiones de las regiones cerebrales
humanas, visualizando las fibras de la sustancia blanca. En 2013 surgió el proyecto
BRAIN en los Estados Unidos, que pretende sea funcional, no solo como en el conectoma.
Nuevas técnicas como la optogenética surgida en el 2005, posibilita activar o inhibir
la actividad neuronal. Todo ello está llevando inevitablemente a la noción de sistema
funcional complejo, aunque falte aún tecnología para “visualizar” la dinámica cerebral
de esos sistemas.
99
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Son las manifestaciones evidentes de los microsistemas del sistema nervioso (grupos
neuronales con especialización funcional) involucrados en toda orientación, regulación,
realización y verificación de la actividad o acción concreta. Esta actividad o acción
concreta siempre se lleva a cabo por un sistema funcional complejo que incluye a
los elementos que se combinan secuenciada, simultánea y jerárquicamente en la
realización de la acción concreta, por eso son dinámicos y cambiantes. En los humanos,
los nombramos por la función psíquica hegemónica dentro del sistema de funciones,
la cual se expresa en la actividad (tareas concretas) y en el sistema funcional de esta
misma actividad. Además, no existen sistemas funcionales nerviosos independientes de
las actividades culturales; los mecanismos neurobiológicos no pueden ser nombrados
únicamente por su estructura neuronal, ni por su topografía anatómica o propiedades
fisiológicas, toda vez que tienen distinto correlato en diferentes edades ontogenéticas,
diferentes contextos culturales, educativos, profesionales y clínicos. Es decir, muchos se
configuran por la interacción sociocultural del individuo en cada etapa de su desarrollo
psicológico. Lo anterior implica que no se puede hablar de una única y recíproca
correspondencia entre los mecanismos funcionales como elementos de sistemas y zonas
(niveles) de la organización cerebral. Los mecanismos o factores neuropsicológicos son
los efectos del trabajo de distintas zonas y niveles, dependiendo, entre otros elementos,
predominantemente de la edad psicológica y tipo de la actividad cultural.
100
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
101
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
17
Por fonemática nos referimos a los fonemas. La fonética y la fonología son dos diciplinas dentro
de la lingüística. La primera estudia las propiedades físicas de los sonidos utilizados en el habla de
una lengua o idioma (frecuencia, amplitud, longitud de onda, potencia acústica, intensidad, etc.);
la segunda estudia los sonidos del habla (sin importar sus propiedades físicas) que no teniendo
significado por sí mismos, marcan el significado de las palabras en todas las lenguas cuando se
combinan con otros sonidos. Se llaman fonemas. Por ejemplo /s/, como sonido, no tiene significado
en sí mismo, pero en el español, es un fonema que permite distinguir “vaca” o “vacas” al cambiar el
significado refiriéndose a un animal o a muchos.
102
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
103
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
nivel educativo, importancia para el sujeto y muchos otros factores que deben ser
considerados. Para no errar, el neuropsicólogo debe analizar de forma dinámica y
flexible el contenido de cada acción del sujeto, utilizando los conocimientos teóricos
psicológicos y neuropsicológicos que deben formar parte de su preparación profesional.
Podemos expresar que siempre se deben analizar las acciones concretas, y en particular,
las formas específicas de regularlas en cada situación clínica particular. Cada acción
concreta requiere de diferentes combinaciones secuenciadas, jerárquicas y simultáneas
de diversas estructuras nerviosas que son el sustrato material de los componentes de
la acción. Es una combinación dinámica de zonas cerebrales corticales y subcorticales
porque cambia con cada acción concreta.
Hasta ahora, ya hemos visto que no existe forma de aislar una sola función psicológica
de las demás funciones que operan en una actividad concreta, como, por ejemplo,
resolver operaciones aritméticas. En este caso, no hay forma de analizar de forma
“pura y aislada” el cálculo matemático de una división, y aislarlo de la percepción,
la conciencia, la voluntad, la memoria, la atención, la emoción, la imaginación, la
motivación, el pensamiento, o el lenguaje, involucrados en él. Ninguna de esas funciones
psíquicas se puede aislar y analizar independientemente de la interacción con las otras
en su manifestación en una acción concreta. Se trata, en lugar de revisar a las funciones
psicológicas aisladas, de reflexionar sobre el contenido concreto de cada acción del
sujeto, sea un niño, un adolescente o un adulto, para distinguir los elementos cerebrales
funcionales que en ésta participan y que justifican su éxito o su fracaso.
104
1 La neuropsicología como ciencia: la caracterización del psiquismo humano
105
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
106
Capítulo 2
La neuropsicología y
la semiosis histórico-cultural
107
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Tesis
- I -
La diferencia esencial entre el psiquismo de otras especies de animales y del humano
radica en nuevas formas de orientación, realización y regulación de las actividades: en
el humano no solo son biológicas y dependientes del nicho ecológico, sino también
semióticas, socioculturales e históricas, lo que permite que sean autorreguladas,
conscientes y voluntarias de forma diferente en distintas etapas ontogenéticas, en
diversos contextos socioculturales y épocas históricas. Su objeto epistemológico no
es solo biológico, es el psiquismo humano, una construcción teórica que toma en
cuenta los determinantes semióticos, históricos y socioculturales, es decir, surgido en
la sociedad humana que, incluso, modifica su propia biología, la del ambiente natural
en que vive y de las diversas formas en que se concibe a sí mismo.
- II -
El carácter semiótico, sociocultural e histórico del psiquismo humano se expresa en
aspectos concretos de los universales semiósicos culturales, es decir, todas las prácticas
semióticas que nunca han estado ausentes en sociedad humana existente hasta ahora.
Se expresan como la unidad dialéctica entre lo particular y lo universal compartido
por todo ser humano que existe y ha existido.
108
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
Lo universal y lo particular de la
naturaleza cultural de la semiosis
L lamamos Cultura a todo aquello que, mediado por diversos sistemas de signos y
recursos, incluyendo al lenguaje-lengua, todos los grupos humanos que han existido,
y que existen, compartimos en la interacción social, y que se identifica por un conjunto de
universales semiósicos. Implica aprendizaje social, pero no se reduce a éste, más bien lo
rebasa. En muchas especies de animales existe el aprendizaje social, observacional, que
no es ni heredado ni instintivo. Sin embargo, si el grupo animal en el que los individuos
aprenden observando a otros desaparece, dicho aprendizaje desaparece con ellos para
siempre. No hay forma de que otros grupos de animales en otra región y tiempo lo
recaten de sus predecesores. Lo pueden volver a desarrollar por sí mismos, pero no lo
pueden recuperar de los otros. Por el contario, solamente los seres humanos poseen
aprendizaje cultural que se transmite mediante signos y significados de una generación
a otra, de una región geográfica a otra, incluso de un tiempo histórico diferente a otro,
como ocurrió con la comprensión del indoeuropeo, o de los jeroglíficos egipcios mediante
la traducción de la Piedra Rosseta en el siglo XIX. Este aprendizaje cultural no se hereda,
no es instintivo y no desaparece con la eliminación de un individuo dado o de su grupo
social, sino que permanece, se resguarda y se transforma con cada siguiente generación
que utiliza este aprendizaje creativamente. La Cultura es una peculiaridad humana
general y se conforma por diversas propiedades semiósicas universales (en el sentido
de que no ha existido, ni existe, grupo humano en la tierra que no las haya expresado,
o las exprese) socialmente compartida, y cuya especificidad concreta, es decir, histórica,
social y regional, es particular de un grupo poblacional.
109
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Tomasello (1999) escribe al respecto, que no hay nada sorprendente que un niño encuentre
fácilmente el camino a su casa por repetirlo varias veces, porque cualquier otro mamífero
lo hace. Lo sorprendente es cuántos años en la vida de este niño se necesitan para que
él pueda adquirir las actividades intelectuales humanas. Todo esto transcurre como un
proceso colaborativo, dirigido a un objetivo y mediatizado por signos y significados.
Los adultos se interesan por cómo los alumnos aprenden, mientras que los niños
desean ser valorados, observados y acompañados por los adultos durante el proceso del
aprendizaje cultural. Los animales sociales no demuestran esta característica, debido a
que los individuos mayores no muestran preocupación e insistencia en el aprendizaje de
sus críos (Tomasello, 1999).
18
En aquellas especies en que se manifiesta el aprendizaje social: primates, cánidos, elefantes, mamíferos
110
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
Los lectores pueden notar que, en este texto, Vigotsky claramente relaciona el término
de “imitación” con el concepto de la “zona del desarrollo próximo”. La escribe en el capítulo
“Problema de la edad y la dinámica del desarrollo” (Tomo IV de sus Obras Escogidas
titulada por los compiladores como Problemas de la psicología infantil. psicología de edades).
En él, Vigotsky habla sobre los objetivos y los procedimientos de la evaluación cualitativa
de la edad psicológica, e introduce en este texto su famoso concepto de la “zona del
desarrollo próximo”, tan frecuentemente citado y tan poco comprendido y utilizado, y
mucho menos durante la evaluación. Lo curioso es que justo para el tema de evaluación
(no para la enseñanza), es introducido este concepto por Vigotsky. Para Vigotsky, el
“encuentro de la zona del desarrollo próximo” es uno de los objetivos del diagnóstico
cualitativo del desarrollo (Ibid., p. 262).
marinos, mamíferos pequeños como los perros de las praderas o los suricatos, algunas aves, etc., el
aprendiz observa, imita y se ejercita por ensaño y error. No hay evidencia de que los adultos o sus
pares les enseñen mediante instrucción intencional, organizada y programada de antemano. Los
adultos ayudan a su aprendizaje poniendo a su disposición presas u objetos, pero no hay indicios de
que sea una actividad sistemáticamente planeada y organizada socialmente. Modificaremos nuestra
concepción si se demuestra empíricamente que sí la hay, pero la antropomorfización de la conducta
animal no es evidencia empírica, es solo una creencia más de los investigadores. Afirmar que existe,
no es una prueba empírica de su existencia.
19
Traducción realizada por los autores del ruso al español.
111
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Kottak habla del aprendizaje en general, término vago cuando hoy distinguimos
diferentes tipos de aprendizaje y la enseñanza, sobre todo distinguimos el aprendizaje
social fruto de la observación, la imitación, el ensayo y error que no necesita el lenguaje
para su adquisición, el cual es diferente a la enzeñanza que produce un aprendizaje
intencionalmente organizado y regulado por el lenguaje hablado y escrito. Muchas
especies de animales tenemos el primero, pero solo el humano tiene el segundo, es un
cambio cualitativo en el aprendizaje.
112
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
113
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
con el objeto de estudio en psicología: con la actividad cultural dirigida a los objetivos
y con el desarrollo de estas actividades desde la infancia. El estudio de las actividades
concretas, a su vez, es cercano al objeto de estudio en la neuropsicología, porque las
actividades culturales son las que determinan la constelación de los sistemas funcionales
cerebrales que son el objeto de estudio en la neuropsicología. Por esta razón, desde
la neuropsicología, en el estudio cultural es necesario identificar los aspectos o los
medios generales universales que puedan permitir establecer las regularidades en la
organización de la actividad cultural humana. Uno de estos medios universales es la
posibilidad para la adquisición del lenguaje.
Destacaremos dos aspectos importantes de la cita. Uno de ellos, señala que el sistema
funcional complejo subyace no tanto al lenguaje como si fuera una función aislada y
específica, sino al tipo de la acción (actividad) verbal que se enfrenta el sujeto de la
acción psicológica, la cual puede ser: contestar a una pregunta oralmente, exponer una
duda, escribir oraciones al dictado, leer un párrafo o producir un texto independiente. El
otro es que en este sistema participan no solamente las zonas corticales especializadas,
sino también una variedad de los elementos funcionales subcorticales superficiales
20
La traducción es realizada por los autores del libro.
114
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
De acuerdo con Leontiev (2003, p. 302), el lenguaje humano constituye el objeto de estudio
de varias ciencias, en primer lugar, es el objeto de estudio de la lingüística y de la historia
del idioma, ambas se pueden comprender como ciencia histórica que puede estudiar
los niveles morfológico, léxico y semántico; en segundo lugar, el lenguaje es el “objeto
de estudio de psicología como una actividad particular humana que se desarrolló en el
proceso de sus relaciones hacía la realidad (cuya parte es este lenguaje en su ser objetivo
115
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Esta capacidad cultural que surge en la actividad humana y se aprende por cada
individuo en la colaboración con otros permite generar la semiotización de su mundo,
y cuando es en interacción social, posibilita la semiosis, entendida como la creación,
modificación y uso social de signos y significados, base fundamental de la Cultura y
sus universales.
Los universales culturales son una propiedad de la sociedad humana que se expresan
concretamente en cada individuo como especificidad de la cultura de su grupo social. La
116
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
variedad de signos y significados (fónicos, como las lenguas; gestuales y corporales, como
las lenguas de señas de los sordos; gráficos, como pinturas, formas geométricas, escritura,
etc.; objetuales, como las estatuas, las construcciones arquitectónicas religiosas, o los
muñecos religiosos, etc.; naturales, como las montañas rituales, la antropomorfización
de la lluvia, o los rayos, etc.; astronómicos, como los signos astrológicos, etc.), así como
las lenguas como expresión oral o escrita del lenguaje, se manifiestan en cada individuo,
aunque su génesis y desarrollo dependen de la sociedad humana en que vive la persona, no
sólo como medio de comunicación, sino también de colaboración y de memoria colectiva.
El lenguaje oral ha sido necesario, antes de la escritura, para transmitir los mitos, las
creencias y las tradiciones, así como los conocimientos. La creación, uso y modificación
de signos y significados fónicos surgió gradualmente en la historia convirtiéndose en
lenguas orales, aunque no tenemos claridad de la fecha en cada rama original de las más
de 7,139 lenguas existentes actualmente (https://www.ethnologue.com. Consulta del 30
de abril 2021), porque no tenemos registros paleontológicos, arqueológicos o escritos, a
diferencia de los signos objetuales, iconográficos o representativos del arte pictórico en
el paleolítico superior (hace 20,000 – 45,000 años aproximadamente), el cual podemos
apreciar en las cuevas que se convirtieron en museos21. El lenguaje, como capacidad de
significar, de usar signos y significados en la comunicación, es una propiedad funcional
del cerebro del Homo sapiens, la de significar, cuya evolución estuvo estrechamente
vinculada e impulsada por la actividad comunicativa para la transformación práctica
del entorno entre los homininos, lo que devino, en cierta etapa, en comunicación
sociocultural en forma de lenguas o idiomas, es decir, como experiencia acumulada
de generaciones pasadas y presentes, modificando así su propia evolución biológica y
desarrollo histórico-cultural.
En el lenguaje oral, los medios y los instrumentos son partes de nuestro cuerpo, y es
tan común para nosotros, que nosotros no notamos su naturaleza cultural. Por ejemplo,
nacemos con la capacidad funcional de pronunciar todos los fonemas existentes (punto y
modo de fonoarticulación) en todas las lenguas, pero en el curso del primer año de vida
se seleccionan y usan los específicos de la lengua materna, propia de nuestra cultura.
Podemos hacer un símil con la habilidad para bailar o hacer deportes. En estas actividades
también participa nuestro cuerpo, pero nadie va a pensar que es una propiedad innata
para bailar tango o el jarabe tapatío. Metafóricamente hablando, el lenguaje es un medio
cultural que ha surgido en la sociedad para los fines de la actividad compartida que echa
mano de nuestro cuerpo, incluyendo al cerebro, para su conformación y desarrollo.
21
Picasso, al visitar Altamira, expresó que ya no hay nada que hacer en el arte, porque ya toda está en
Altamira.
117
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
22
Piaget, (1969, p. 65) habla de un conocimiento biológico como un saber hacer, y con ello define al
instinto. «…el instinto representa un modelo de comportamiento preestablecido…en informaciones
genéticas y notablemente anticipador (…) los conocimientos que intervienen en el instinto no son
otra cosa que reacciones a los “estímulos significativos” … este conjunto jerárquico de conductas,
tenemos allí un ejemplo…grandemente impresionante de anticipaciones fundadas en informaciones
anteriores, en gran parte genéticas (p. 181) (…) saber hacer” es un modo de conocimiento o un “saber”
como cualquier otro, y, en el niño, precede con mucho al conocimiento conceptual…» (p. 197).
118
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
El filósofo Ilienkov expresa con claridad que la cultura conforma el plano ideal en la
actividad del hombre:
Desde el punto de vista de este filósofo, quien desarrollaba las bases fundamentales
de la teoría de la actividad, el cerebro reformado por la actividad se convierte en el
representante pleno de este aspecto “ideal” de la actividad que caracteriza solamente
al humano. “En esta posición consiste realmente el materialismo científico que logra
resolver el problema de lo “ideal” (Ibid., p. 209). Por lo tanto, se establece una clara
relación entre el rol de la cultura en la actividad, como su producto y como el plano
de su existencia. La actividad cultural transforma al cerebro humano y lo convierte en
el portador del plano ideal cultural que se realiza solamente en esta actividad. Dicha
posición, critica radicalmente la idea de separación entre el mundo y el cerebro, en la
cual se comprende al mundo como “una realidad objetiva” y a la conciencia como una
función propia cerebral a priori, producida únicamente por este órgano y separada de la
“realidad objetiva”.
Tomasello (1999) nota perfectamente esta situación, cuando escribe que el estudio de la
experiencia individual en la vida del niño no tiene importancia para la comprensión de
su comportamiento, y dice que el hecho de que cada niño sepa el camino a su casa no es
tan sorprendente, ya que cada animal igualmente encuentra el camino. Lo esencial para
el desarrollo humano es que se adquiere la experiencia de toda la humanidad a través
de complejos procesos intelectuales que comprenden la escritura, la lectura y el cálculo;
119
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
estos procesos llevan tiempo y requieren de esfuerzos considerables por parte de toda la
sociedad en su conjunto (Tomasello, 1999).
“El mundo externo, en el cual penetra el hombre, para convertirse en un factor cultural, se
somete a la semiotización – se divide en áreas de objetos que algo significan, determinan,
simbolizan, señalan, es decir, que tienen un sentido, y en los objetos que determina
únicamente a ellos mismos” (Lotman, 2001, p. 259).
23
La semiótica es la disciplina que estudia los signos y sus significados, así como su organización en
diversos sistemas. El lenguaje permite a cada humano individual semiotizar su mundo. Pero como
el desarrollo de todos los humanos siempre es social, es decir, siempre estamos interactuando con
otros, construimos, modificamos y usamos socialmente signos y significados. A este proceso social le
llamamos semiosis.
120
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
en diccionarios. Este nuevo significado puede ser algo agregado al significado anterior
o puede representar una modificación total de él. Normalmente, el significado común
se relaciona con una utilidad práctica en la convivencia. Los significados agregados
o adicionales se relacionan con una creación artística, la literatura y la poesía, con las
metáforas, con el sentido de humor, las creencias o la búsqueda de explicación teórica.
Al respecto, Eco (2005) escribió que una herramienta aún no se puede determinar como
un fenómeno semiótico, pero cuando se le da un nombre y se le reconoce con este mismo
nombre en el momento siguiente, ya se puede tratar de un fenómeno semiótico, de
una expresión semiótica o de una semiosis. Umberto Eco dirige la atención del lector
sobre que, solo el uso de una piedra como una herramienta no es suficiente para el acto
cultural, sino que se requiere de una simbolización, una semiotización que se puede
lograr, además de otras posibilidades, con lenguaje oral, pero también se puede lograr
por el uso de gestos u otros medios.
y ser capaz de contener a los textos semióticos. Lo anterior permite estudiar y caracterizar
a las producciones históricas y culturales desde la semiótica, pero nosotros consideramos
que la misma idea se puede utilizar también para la psicología del desarrollo cultural.
121
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
En la actividad objetal del niño, debe coincidir la realización de una acción objetal junto
con el proceso de semiotización de esta acción, lo cual, al mismo tiempo, no puede
suceder con todas las acciones y aspectos de su vida. Estas categorías, de tiempo y
espacio cultural, permiten comprender profundamente la posibilidad y necesidad
de existencia de las diferencias llamadas individuales (queremos agregar que son
diferencias individuales culturales o semióticas, y no solo fenotípicas o genotípicas) en
cada niño, caracterizando a cada actividad, conciencia y personalidad (usando palabras
del título del libro de Leontiev (1974/1978), y en el mismo orden, lo que es fundamental
para lo que deseamos expresar). Psicológicamente hablando, la semiotización en tanto
coincidencia en el tiempo y espacio de una acción con sentido de esta acción, impacta en
distintas edades psicológicas de diferente manera, lo cual se expresa, por ejemplo, al
final de la edad preescolar con la aparición de las “vivencias emocionales significativas”
(Vigotsky, 1984b).
De acuerdo con Lotman (2001, p. 334), el espacio cultural que rodea al hombre
necesariamente conforma una esfera espacialmente organizada que incluye “…las
representaciones de las ideas como modelos semióticos, mientras que, por otro lado,
recrea a la actividad humana, debido a que el mundo artificialmente creado por la gente
– agricultor, arquitectónico y técnico – correlaciona con sus modelos semióticos”.
3. En toda comunidad humana (a partir de aquí, los siguientes incisos implican “toda
comunidad humana”) existen propiedades discursivas socialmente compartidas:
temas, marcadores del discurso, estructura discursiva, argumentaciones y
prácticas retóricas.
122
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
24
Todo símbolo es un signo, pero no al revés. Un signo es un ente físico que alguien usa para que
esté en lugar de algo para él (semiotización), o para otros (semiosis). Tanto en la semiotización
como en la semiosis, él, o los interlocutores, puede(n) cambiar al signo o el significado a voluntad.
La materialidad del signo es variada: sonidos, gestos faciales y posturas corporales, pictogramas,
escritura, dibujo, objetos construidos, o naturales (sol, luna, rayos, nubes, montañas, ríos, etc.), seres
vivos (víboras, leones, elefantes, aves, insectos, flores, árboles, vegetales, etcétera). Un símbolo
es un signo que además evoca sentimientos y emociones intensas y altamente significativas para
un individuo o grupo social, y se gesta por las vivencias intensas, vitales y con las atribuciones de
sentido teóricas y psicológicas que el grupo social o el individuo tienen. Por lo anterior, decimos que
los símbolos no se reducen al grafismo, al pictograma o a una figura.
123
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
símbolos. Por ejemplo, la cruz gamada o esvástica, es una figura dibujada por muchos
pueblos desde hace miles de años (su simbolismo en cada pueblo lo desconocemos),
pero con el ascenso del nazismo, fue usada como símbolo de su política racista y
de exterminio de judíos, comunistas, y homosexuales. La intensa movilización que
terminó con el nazismo le confirió al signo gráfico u objetal de la figura de la cruz
gamada un carácter simbólico para ambos bandos. Para la ultraderecha moderna
de corte racista como supremacía blanca, es un símbolo de orgullo y lucha; para los
movimientos democráticos y antirracistas, es un símbolo de ignorancia, prejuicio
racial y de la derecha en política. La cruz gamada dejó de ser un signo en forma de
figura o dibujo para convertirse en símbolo de ambos bandos.
124
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
15. Creencias, hábitos sociales, y prácticas habituales acerca de la actividad sexual, de las
relaciones entre los sexos y géneros, y del vínculo entre ellos. Las prácticas sexuales del
pueblo huichol en México, los wixárikas o wixáricas (wixarika [viˈʐaɾika]~[viˈraɾika]),
conocidos en español como huichol, grupo étnico mayoritario del estado de Nayarit,
México, no son las mismas que de los judíos ortodoxos en Jerusalem.
125
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
20. Prácticas y creencias hacia los animales y plantas sobre sus atributos psicológicos y
poderes extraordinarios, ya sean mágicos y naturales. Por ejemplo: los gatos negros
y su vínculo con la brujería y la mala suerte.
21. Normas sociales compartidas de todo tipo y cuya violación o trasgresión implica
consecuencias para los individuos: éticas, legales, etarias, de parentesco y filiación
(maternidad y paternidad), de convivencia, de lo permitido y lo prohibido, de
género y sexo, de cortejo y sexualidad, de ayuda mutua, de solución de problemas,
25
Proponemos que el camino de este proceso transcurre de: (a) la percepción de intencionalidad
(conducta dirigida a una meta) en el mundo animal a, (b) generalización a todo lo que transcurre,
cambia, y se mueve; y (c) extensión a todo lo que afecta, daña, causa malestar, contratiempo
o que beneficia al sujeto sin que él tenga control alguno sobre ello. Todo lo existente se llena de
intencionalidad, ya sea en su variante mágica atribuida a los poderes de alguien, o antropomorfizada
en seres supranaturales. La acción práctica y transformadora sobre el mundo, la explicación racional
basada en datos empíricos y el cuestionamiento constante sobre la causalidad de los fenómenos
contrarresta o anula este proceso de teleológico o “intencionalización” de todo lo existente.
126
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
26
En el Istmo de Tehuantepec, estado de Oaxaca, México, los muxes o “mushes” es un grupo de
zapotecos nacidos con genitales masculinos y roles de mujer cuya existencia como género y apoyo
social es antiguo. Son aceptados por toda la comunidad como un tercer sexo.
127
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Todas estas prácticas sociales han existido en cualquier cultura y están mediadas
semiósicamente, son universales semiósicos culturales.
128
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
129
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
De acuerdo con la tabla 2, se puede observar que existen distintas relaciones entre el
plano de la acción humana intelectual, lúdica o artística, en la cual se puede observar
a la semiosis, cuyos mecanismos son distintos. Por ejemplo, en el plano de la acción
de sustitución materializada, un objeto se convierte en signo de otro objeto, el nombre
de la imagen de este objeto evoca al objeto o a la imagen. En la acción materializada
esquematizada, un símbolo o figura ya anteriormente elegida se convierte en la
representación de una regla o en el signo de una regla. En la representación perceptiva
esquematizada, una imagen simbólica anteriormente elegida, se convierte en un
signo representativo de algo más. En la acción verbal, que puede ser oral o escrita,
una palabra determina o representa a cualquiera de las situaciones anteriores, pero lo
común es que se sustituya por otra palabra (objeto o imagen), donde se da un significa
metafórico. El lenguaje, sin duda, es el medio universal de la semiosis, porque puede
lograr representar todo lo que fue mencionado en los otros niveles (objetos materiales,
símbolos materializados y perceptivos concretos y generalizados, otras palabras,
expresiones corporales). El lenguaje es el medio universal, porque a través de éste se
pueden expresar, sustituir, estudiar y explicar todos los demás niveles, incluyendo el
nivel de propio lenguaje (Lobodanov, 2013).
El contenido del presente libro no nos permite enfocarnos en el desarrollo más detallado
de este tema, a pesar de que lo consideramos como uno de los esenciales aspectos de la
psicología y neuropsicología del desarrollo. La función simbólica y nivel de su desarrollo,
indudablemente, debe ser incluido en los protocolos de evaluación neuropsicológica
cualitativa (Solovieva y Quintanar, 2014b).
130
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
De acuerdo con nuestra opinión, en todos los casos en los que se trata de una investigación
experimental, evaluación y/o intervención con los seres humanos, las características
culturales de su actividad deben ser consideradas. Por esta razón, los niveles de una
manifestación de semiosis pueden resultar útiles, ya que resumen los niveles accesibles y
comunes de expresión que pueden evidenciarse durante los estudios neuropsicológicos.
La semiosis ayuda a comprender con mayor profundidad el contenido de la actividad
cultural en el plano psicológico. “Cultura, antes que nada, es un concepto colectivo. Un
hombre aislado puede ser un portador de la cultura, puede participar activamente en su
desarrollo, aun así, por su naturaleza, la cultura, incluyendo al idioma, es un fenómeno
colectivo, social” (Lotman, 1997, p. 5). Cada paciente, niño, adolescente, o adulto es,
entonces, un portador, a la vez, de la cultura humana general, y de la particular de su
grupo social, y este hecho no puede omitirse por la neuropsicología. Como ya hemos
mencionado, solamente el hecho de considerar la función simbólica como aspecto
importante del desarrollo, implica modificar por completo el contenido de los protocolos
de evaluación neuropsicológica cualitativa en distintas edades psicológicas (Solovieva y
Quintanar, 2014b, 2018a).
Conocemos los universales culturales que forman la Cultura por la comparación entre
sociedades y grupos sociales con sus respectivas culturas. Este rasgo epistemológico
es un principio metodológico en las ciencias sociales (hoy se usa el concepto de
“transcultural”), y actualmente de las médico-biológicas. Por ejemplo, en la psiquiatría,
muchas de las patologías hasta ahora consignadas en el DSV-5 (Asociación Americana
de Psiquiatría, 2014) y la CIE-10 (Organización Mundial de la Salud, 2007) tienen
manifestaciones culturales específicas. Ambas consignan trastornos de ansiedad
inducidos por las creencias religiosas y mágicas: la CIE-10 utiliza la clasificación F44.3,
(trastornos de trance y posesión) y el DSM-5 usa la clasificación 300.1 (trastornos de
identidad disociativa), sin embargo, en muchas culturas se conoce como experiencia de
posesión de un demonio o ser maligno. Otro ejemplo es que, en el sudeste asiático existe
la llamada enfermedad de Koro: temor de que el pene, los pezones, los labios mayores
de la vagina, los senos estén reduciéndose hasta desaparecer y producir la muerte. En
México esto no ha sido consignado hasta ahora en ningún centro de salud institucional
conocido por nosotros.
131
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Se puede suponer que el proceso de semiosis forma parte del desarrollo psicológico
individual que atraviesa a la ontogenia y pasa por diferentes etapas. Los estudios
precisos tendrían que enfocarse a la conformación y los mecanismos particulares de
semiosis en cada edad psicológica en particular, pero sin duda, las edades importantes
serán aquellas en las cuales predomina la línea afectivo emocional comunicativa y que
aporta significativamente al desarrollo de personalidad (Vigotsky, 1928/1997). Estas
edades son; la edad preescolar básica, en la que predomina el juego temático de roles
como actividad rectora, y la edad llamada adolescencia, en la que la actividad rectora
predominante es la de comunicación con los coetáneos en la sociedad.
132
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
133
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Entendemos por cualitativo a las nuevas propiedades que surgen en un fenómeno como
consecuencia de la combinación y repetición de diferentes elementos que lo componen,
por la reorganización de estos; se trata de propiedades que no pueden ser explicadas
solo por la suma cuantitativa de esos elementos, aunque el aumento o disminución en
cantidad de estos esté presente. Todo cambio cualitativo implica nuevas regularidades y
propiedades. Ejemplos, el embrión de un nuevo animal es el resultado cualitativo de la
unión de los óvulos y el esperma de sus progenitores, no la suma cuantitativa de ambos.
Por su parte, Engels decía que:
El gas hilarante (monóxido de nitrógeno N2O) es muy distinto del anhídrido ácido-nítrico
(pentóxido nítrico N2O5). El primero es un gas; el segundo, bajo temperatura corriente,
un cuerpo sólido cristalino. Y, sin embargo, toda la diferencia de composición entre ambos
cuerpos se reduce a que el segundo contiene cinco veces más oxígeno que el primero, y
entre uno y otro se hallan, además, otros tres óxidos de nitrógeno (NO, N2O3, NO2), todos
ellos cualitativamente distintos de aquellos dos y entre sí (Engels, 1872/2021, pos. 1119).
Vygotsky, siguiendo ese razonamiento expuso que el agua, H2O, tiene propiedades
cualitativas nuevas que no se reducen a las del oxígeno o el hidrógeno (ambos gases): el
agua apaga el fuego, los gases lo incrementan; Este famoso ejemplo fue utilizado por L.S
Vigotsky, cuando él explicaba que los fenómenos psicológicos se deben estudiar como
unidades cualitativas y sistémicas y no como funciones aisladas una de la otra (Vigotsky,
1995). Yaroshesvky (2007, pp. 66-67) escribe que el interés principal de Vigotsky era
encontrar una “célula” como una unidad apropiada para los estudios psicológicos y
que “el principio de lo sistémico debía unirse con el principio de lo histórico”. Este
interés lo conservaron los seguidores de Vigotsky y lo comunicaron a las siguientes
generaciones de psicólogos. A.R. Luria, en sus clases con estudiantes ponía el ejemplo
de que, para comprender el sentido de la obra “Catedral de San Basilio” en la Plaza Roja,
no sería suficiente conocer el material de construcción y contar ladrillos (Luria, 1994).
El sentido arquitectónico de la obra se expresa en toda la arquitectura y en el momento
histórico de su construcción. Para los autores de este libro es importante la necesidad
de la justificación y estudio de la aproximación sistémica e histórica en psicología,
cuando en cada ciencia se debe identificar y respetar un nivel de análisis específico. Para
comprender el sentido de Don Quijote no sería posible contentarse con cuantificar la
cantidad de palabras en el texto, a pesar de que, indudablemente, las palabras son los
elementos del texto, y la elección léxica del autor forma parte del análisis del sentido
de la obra. Sin duda son distintos niveles de análisis, pero no se pueden confundir. En
psicología y en la neuropsicología es necesario identificar y justificar un nivel de análisis
(Solovieva, 2009).
134
2 La neuropsicología y la semiosis histórico-cultural
Sin comprender esta noción de lo cualitativo, es muy difícil estudiar la naturaleza del
psiquismo humano como especie y como individuo. No somos una suma de elementos.
Por ejemplo, ciertamente somos el resultado de la unión esperma-óvulo, pero es absurdo
decir que el individuo es su suma. Ni lo es biológicamente, ni psicológicamente. No
podemos decir “soy el esperma de mi padre, el óvulo de mi madre y Yo”, ¿de dónde
saldría el “yo”?. Como individuo biológico, surjo de la combinación -no de la suma-
de genes de ambos gametos, y mi conversión en individuo o personalidad psicológica,
surge de mi entorno semiósico, cultural y social en que me desarrollo y me permite
ser un individuo, un “yo” diferente al de mis padres. Otros cambios cualitativos se
expresan con la experiencia, por ejemplo, con la lectura repetida del mismo libro en dos
meses diferentes -enero y diciembre- comprendemos y atribuimos sentidos distintos a la
misma lectura por los cambios cualitativos que ella misma nos produce; el conocimiento
previo de la primera lectura nos lleva a descubrir implicaciones en la segunda lectura
no concebidas en el primer momento. Enamorarse cinco veces en la vida provoca
cambios cualitativos en la expresión y comprensión de la experiencia amorosa. En todos
esos casos, la cantidad de experiencias produce la reorganización de los elementos
constitutivos o experienciales, y está provoca nuevos aprendizajes cualitativamente
diferentes a las anteriores experiencias y conocimientos.
Los cambios cualitativos en el desarrollo psicológico humano tienen que ver con las
formas de las actividades culturales y los mecanismos de semiosis que participan en
ella. Conociendo la estructura interna y el contenido concreto de diversas actividades
culturales, junto con los medios externos e internos que en ella participan, se puede
pasar al estudio de los sistemas cerebrales funcionales que surgen y se desarrollan como
niveles integrales de estas actividades.
Nos permitimos presentar una cita larga de Leontiev (2012), en la cual el autor expone
con detalles la posibilidad de estudiar la actividad desde diversos niveles: el nivel
psicológico, que se relaciona con el estudio de los objetivos y tareas; y el nivel fisiológico
o cerebral, que se relaciona con el estudio de los sistemas funcionales complejos que
subyacen a estas acciones.
Los estudios modernos demuestran que cualquier actividad, desde el nivel fisiológico,
representa un sistema funcional dinámico que se dirige por las señales complejas
y diferenciales, las cuales llegan desde el medio externo y desde el medio interno
del organismo. Estas señales que ingresan a los centros nerviosos interrelacionados,
incluyendo a los centros propioceptivos, se sintetizan. La participación de unos u otros
centros nerviosos caracteriza a la estructura de la actividad desde su nivel neurológico. La
135
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
actividad puede transcurrir en distintos pisos del sistema nervioso, ante la participación
de sus diversos “niveles”. Estos niveles no participan indiferentes y su aportación no es
igual. Algunos de estos representan los niveles conductores, mientras que los otros juegan
el papel del fondo (son niveles del fondo en la terminología de N.A. Bernstein). Con ello,
lo sorprendente es, como lo subraya especialmente N.A. Bernstein, lo que se concientiza
son siempre las señales sensibles desde el nivel conductor más superior. Dicho nivel
sensible es lo que dirige a toda la actividad, cuya estructura puede ser muy variable. El
nivel conductor como tal se determina por lo que Bernstein llamó tareas, es decir, justo
por aquello que nosotros, según nuestra terminología, llamamos objetivo (debido a que
una tarea para nosotros es el objetivo que se establece en las condiciones dadas) (Leontiev,
2012, pp. 194-195).
136
Capítulo 3
La Ciencia,
el método y la medición
137
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Tesis
- I -
La Ciencia es el conjunto de teorías científicas verificadas, coherentemente lógicas,
y hermenéuticamente compatibles entre sí, que explican los fenómenos de la
realidad objetiva y los objetos epistémicos surgidos del conocimiento acerca de sus
regularidades y determinantes, utilizando el método científico.
- II -
El método científico es el conjunto de respuestas empíricas a las preguntas de la
vigilancia epistemológica. Se expresa como reflexión permanente y recursiva acerca
de cómo definimos los fenómenos y objetos epistemológicos; cómo y con qué las
verificamos su existencia ontológica; cómo los conocemos; con qué los observamos;
a qué nivel ontológico los conocemos; cómo y con qué los comparamos, medimos y
cuantificamos; cómo y con qué los registramos; cómo verificamos que los instrumentos
de observación y medición midan establemente el fenómeno; cómo verificamos
y corroboramos que midan aquello que la teoría dice medir; cómo y con qué los
transformamos; cómo distinguimos la causalidad, la correlación, la probabilidad y el
azar en sus determinaciones; cómo lo replican y observan otros investigadores; cómo
y con qué distinguimos, por un lado, las conjeturas, las inferencias, las deducciones,
y las atribuciones; frente a la confirmación experimental y la predicción científica, por
el otro.
- III -
Toda investigación científica implica la comparación, medición y cuantificación entre
fenómenos. Aspira a la medición, pero no se restringe a ella, porque si bien toda
cuantificación implica medir y comparar, al revés no es cierto. En ocasiones se mide
sin cuantificar, o se compara sin medir ni cuantificar.
- IV -
Comparar es apreciar similitudes y diferencias entre fenómenos de estudio. Su
reporte suele expresarse como aumento o disminución, pero sin una unidad objetiva
de medida. Le llamamos comparación cualitativa. Suele ser el primer reporte en la
valoración clínica cualitativa de muchos síntomas neuropsicológicos, psicológicos,
138
3 La Ciencia, el método y la medición
- V -
Medir es comparar un ente material con otro ente que le sirve de unidad de medida, la
cual puede subdividirse o multiplicarse en subunidades estables, o no.
- VI -
Cuantificar es medir asignando números a la mayor cantidad de submúltiplos
o múltiplos de la unidad de medida. Entre más pequeños e invariantes sean los
submúltiplos de la unidad de comparación, más fina es la medición.
- VII -
Se puede comparar y medir sin cuantificar. Se mide sin cuantificar cuando la unidad
de medida no se subdivide, solo se suma y se resta.
- VIII -
Cualquier submúltiplo de una media estadística con el que se ubica la distancia de un
parámetro elegido a la norma poblacional de ese parámetro, tanto en la neuropsicología,
como en la psicología y la psiquiatría, no es un diagnóstico clínico. Solo cuantifica
qué tanto difiere una persona con respecto a un grupo; qué tan parecido o diferente
es, que tan común o atípico es el individuo.
139
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Medir es comparar algo con referencia a algo, generalmente un ente físico, que le sirve
como su unidad de medida, por tanto, toda medición es una comparación relativa,
debido a que la elección de la medida es siempre con relación a otro ente (relativa a él),
arbitraria y modificable en principio. Al mismo tiempo, lo importante de la medición,
es decir, de la comparación, es que aquello que se utiliza como unidad de medida sea lo
más invariante e inalterable posible (Kula, 1970/1980). Muchas mediciones se hacen con
unidades inestables y variables lo que las hace difícil de cuantificar.
140
3 La Ciencia, el método y la medición
Hubo una época en que diferentes partes del cuerpo servían como unidades de medida
de longitudes: el pulgar, el pie, el codo, la distancia de la punta de la nariz al dedo
medio con el brazo extendido -la yarda-, los pasos necesarios para recorrer algo (la milla
romana era un millar de pasos dobles), la palma de la mano y el alcance de la voz o
de la vista, entre otros. También se usó el peso del cuerpo como medida de “pesos”.
En Etiopía, en los siglos XVII-XVIII, las recetas médicas utilizaban como medida “tu
dedo”; su medicina usaba el tamaño del agujero de la oreja como medida; la definición
musulmana medieval de “tu dedo” era la longitud de seis granos de avena yuxtapuestos,
mientras que cada uno de los granos tiene un ancho de seis pelos de la cola de una mula
(Kula, 1970/1980, p. 31).
27
Antes del establecimiento del sistema métrico decimal impulsado por los cambios de la revolución
francesa, Francia tenía 250 mil medidas distintas. Cada pueblo, comarca o región tenía sus propias
unidades de medidas, se dice que había 800 nombres distintos para ellas. En París se usaban el
pulgar, el pie, el paso, el palmo, el codo (2 palmos) el brazo, la toesa (12 pies), la vara de París (18
pies), la vara ordinaria (18 pies), la vara de agua y bosques (22 pies) (Kula, 1970/1980). Tardaría diez
años en consolidarse la reforma que estableció al sistema métrico. La propuesta inicial consistía en
tres principios: 1) el sistema seguiría la escala decimal; todas las unidades se definirían a partir de
la unidad de longitud; la unidad fundamental de longitud se extraería del a naturaleza. La unidad
de medida sería el metro (medida en griego), y todas las otras unidades de volumen, superficie,
capacidad y peso se harían con referencia a él. La referencia para obtener el metro fue una parte del
meridiano terrestre (Madrid, 2011/2017, p. 86). México adoptó el sistema métrico decimal en 1857,
pero no operó hasta que Maximiliano lo decretó como unidad de medida, y Juárez lo respaldo con
una ley de 1861.
141
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
El codo de los humanos fue una medida válida para longitud. Esta medida era poco
fiable si se usaba el codo de cualquier persona, por ejemplo, el codo persa medía 0.50
cm, el codo griego 0.463 cm, el codo árabe 0.64 cm, el codo árabe negro 0.54 cm. La
gran desventaja de estas medidas era su invarianza, además de la falta de múltiplos y
submúltiplos precisos. Por ejemplo, en Etiopía, el codo equivalía a dos palmos con dos
dedos, pero en Letonia en el siglo XVII, 16 pies equivalían a siete codos y medio. Aun
así, ¿cómo poder dividir un paso con precisión? Pese a ello, en el siglo XVII Galileo hizo
un experimento con esas medidas, la caída de una bola de bronce por un surco en un
plano inclinado para relacionar tiempos y distancias; sus especificaciones fueron: “un
listón de madera de unos doce codos de largo, medio codo de ancho y tres dedos de
grosor” (citado en Navarro, 2015, pp. 50-51). En la Rusia antigua, antes de las reformas
del emperador Pedro el Grande en el siglo XVIII, para medir la longitud se utilizaba el
“codo”, y comprendía la longitud del brazo desde los dedos hasta el codo.
Medir es siempre comparar un ente material con otro ente material usado como unidad
de medida, o consigo mismo, ya sea en longitud, peso, volumen, tiempo, velocidad, etc.
Y, por supuesto, dependiendo del ente material tomado como unidad de medida, varía
la medición de la misma categoría (longitud, peso, volumen, velocidad, tiempo, etc.). Por
ejemplo, en Rusia, la toesa28 se establecía de tres formas distintas: midiendo la longitud
entre las puntas de ambos dedos de en medio con los brazos abiertos (176 cm), o entre
ambas muñecas (152 cm), o desde la punta del dedo medio del brazo levantado hasta el
suelo (216 cm). El codo, se establecía de tres formas: la longitud desde la muñeca hasta el
codo (38 cm), o desde el codo hasta la punta del dedo medio de la mano extendida (44
cm), o desde la punta del dedo de en medio hasta el hombro (54 cm) (Kula, 1970/1980,
p. 33).
Si la medición de un ente material varía con aquello que se usa como punto de referencia,
o unidad de medida, los requisitos de una buena medición cuantificada fallan. Estos son
la invarianza de la unidad de medida, su estabilidad en el tiempo y circunstancias, y la
posibilidad de subdividirse en múltiplos iguales lo más que se pueda. Se puede utilizar
cualquier unidad de medida para medir y cuantificar, a condición de que sea lo más
estable e invariante posible. Los ejemplos son vastos.
28
La toesa es una palabra castellanizada del francés toise: una unidad de medida de longitud, área y
volumen de la Francia prerrevolucionaria.
142
3 La Ciencia, el método y la medición
del meridiano terrestre)29, tuvo en 1889 un patrón metálico de platino e iridio a partir del
cual se hicieron las subdivisiones. Antes de eso, la longitud de un metro fue definida por
las oscilaciones de un péndulo igual a un segundo, pero como variaba con la latitud y
altura (hoy sabemos que en el ecuador y a nivel del mar, g, la constante de aceleración, es
= 9.78 m/s2,, pero en los polos es de 9.33 m/s2), por lo que fue desechado y cambiado por
la referencia al meridiano: la diezmillonésima parte de la distancia entre el polo norte y
el ecuador (Sánchez, 2011). En 1960 se definió como una longitud igual a 1 650 763 veces
la longitud de onda en el vacío de la radiación naranja, en el espectro de emisión del
átomo de kriptón-86, pero fue impráctica (Navarro, 2015). Luego, con la aplicación de los
láseres, vino otro punto de referencia, y en 1983, la XVII Conferencia General de Pesas
y Medidas, definió el metro como la distancia recorrida por la luz en el vacío durante
1/299 792 458 segundo (Ibid. p. 31). La enseñanza de estos cambios es ilustrativa: usando
el metro de metal como parámetro, entre más submúltiplos de la unidad se hacían, más
se afectaban las subunidades por los pequeñísimos cambios del metal por el calor, el frío
o el polvo, por lo que la unidad de medida tuvo muchos cambios hasta que en 1983, el
metro fue definido como la distancia recorrida por la luz en el vacío, y la incertidumbre
absoluta y relativa de su medición por múltiplos cambiaron de 0.5–0.1 mm y 10−4 (año
1792 y 1889), a 0.1 nm y 10−10 (año 1983).
Las unidades de peso se definieron por el gramo que, en 1795, fue definido como la
masa de 1 centímetro cúbico de agua líquida a la temperatura de equilibrio con el hielo,
es decir, cero grados centígrados, y el litro como 1000 cm3. En 1901 se redefinió como el
volumen ocupado por un kilogramo de agua a la temperatura de 3.98 °C, y en 1964 se
volvió a la definición de 1 litro es igual a 1 dm3 (Navarro, 2015).
29
En esas épocas había tres propuestas: (a) la longitud del péndulo que bate segundos en el Observatorio
de Paría, (b) una fracción de la longitud del círculo ecuatorial de la Tierra, y (c) una fracción del
círculo de meridiano (Navarro, 2015, p. 24).
143
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
El tiempo30 tuvo varios puntos de referencia, (debemos decir que las medidas de tiempo
fueron de las más variables a lo largo de la historia y en diferentes culturas), un ejemplo
son los ciclos de la luna y del sol usados para los calendarios lunares o solares. Sin
embargo, el calendario solar de 365 días ¼, establecido por Julio César, el emperador
romano, resultó impreciso, y al cabo de miles de años tuvo que ajustarse, porque el
tiempo exacto de 365 días, 5 horas y 46 segundos, provocó que se acumularan varios
días (24 horas por cada 130 años). Fue el Papa Gregorio XIII quien ordenó (el 24 de
febrero de 1582) quitarle al calendario los días de sobra, y pasar del 4 de octubre al 15 de
octubre. Otras mediciones del tiempo son interesantes. La sombra de un palo o triángulo
vertical producida por el sol servía para medir el tiempo. El agua también fue usada, lo
que tardaba en salir por un conducto de un recipiente (clepsidra). También instrumentos
mecánicos, como el recorrer de unas manecillas movidas por un mecanismo pendular.
Finalmente, con los avances mecánicos, el tiempo se definió a partir del segundo,
y éste fue concebido como el resultado de dividir el día solar medio por 86 400 (24
horas, por 60 minutos, por 60 segundos). En 1927 se basó en el año trópico (el tiempo
transcurrido entre dos equinoccios sucesivos de primavera). Sin embargo, desde 1875,
Maxwell había sugerido que el segundo se definiera utilizando las propiedades de los
átomos, las moléculas, ya sea los períodos de vibración o longitudes de onda. Tardarían
casi un siglo en hacerle caso. En 1967 se definió el segundo como las vibraciones de un
átomo: la duración de 9 192 631 770 oscilaciones de la radiación emitida en la transición
entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del isótopo 133 del átomo de
cesio (133Cs), a temperatura de cero K (Navarro, 2015). Los relojes atómicos tienen una
precisión inferior a una parte en 10 000 millones (10-10).
30
Entendemos por tiempo a la relación que guardan las transformaciones o cambios de un ente
material con respecto a las transformaciones o cambios de otro ente material que le sirve de
referente. Cuando esta relación es comparada por alguien, e incluso cuantificada, decimos que medimos
y conceptualizamos al tiempo. Es un hecho que esta comparación ha variado en diferentes culturas,
lo que ha llevado a muchos a creer erróneamente que el tiempo es un mero concepto arbitrario, y
no parte de la realidad objetiva en constante cambio y movimiento. Donde hay movimiento hay
tiempo, y la relatividad del tiempo está en función de qué ente material se compara con cual. La
elección de aquello que se usa para medirlo, el momento puntual que sirve de inicio, así como
su conceptualización, son lo cultural e histórico, pero la relación entre entes materiales es una
propiedad de la materia que puede ser conocida, e incluso cuantificada con gran aproximación.
(Escotto-Córdova, E. A., octubre, 2019. Comunicación personal, Seminario de Ciencia: Teoría y Práctica,
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma de México).
144
3 La Ciencia, el método y la medición
es usando el fotón como punto de referencia, lo que significa: un año luz es la distancia
que recorrería un fotón en el vacío durante un año juliano (365.25 días de 86 400 s) a
la velocidad de la luz (299 792 458 m/s) a una distancia infinita de cualquier campo
gravitacional o campo magnético (https://es.wikipedia.org/wiki/A%C3%B1o_luz). En
astrofísica, la unidad de medida es el pársec (pc) que equivale a 3.26 años luz, es decir,
13,820 millones de años. Con esas unidades se ha calculado que el Big Bang ocurrió hace
14 mil millones de años.
El calor de un cuerpo fue medido por Lavoisier y Laplace en el último quinto del siglo
XVIII mediante el calorímetro: un cuerpo caliente se colocaba en un recipiente cilíndrico
en cuyo interior colgaba una canastilla. Debajo de ésta había hielo que, al derretirse salía
por un grifo en la parte inferior del cilindro a manera de embudo. La cantidad de agua
resultante era proporcional al calor del objeto. En esos tiempos se creía que el calor era
un fluido, el calórico, y su unidad era la caloría, definida como la cantidad necesaria
para aumentar un grado de temperatura de un gramo de agua destilada, desde 14.5 °C
a 15.5 °C. La temperatura medida por la escala Celsius fue definida como referencia a la
centésima parte de temperatura necesaria para pasar de hielo fundido a agua hirviendo.
La concepción de que el calor era energía producida por el movimiento llevó a James
Prescott Joule, en 1842, a definir esa energía como el trabajo mecánico necesario para
producir ese aumento de temperatura de una caloría. Hoy, la caloría como unidad de
medida solo se mantiene en la dietética (Navarro, 2015). A partir de 1968, se definió la
temperatura termodinámica, cuya unidad es el kelvin (K), como la fracción de 1/273.16 de
temperatura termodinámica del punto triple del agua, que quiere decir, donde coexisten
los tres estados (líquido, gaseoso y sólido) (Ibid.). La energía cinética media que genera
a la temperatura cesa a -273.16 °C bajo cero, y a partir de ese cero absoluto se forma la
escala de grados kelvin. En el 2005, la comisión Internacional de Pesas y Medidas precisó
la definición estableciendo que el agua debía tener una composición isotrópica definida:
0.00015576 moles de hidrógeno-2 o deuterio por mol de hidrógeno-1, 0.0003799 moles de
oxígeno-17 y 0.0020052 moles de oxígeno-18 por mol de oxígeno-16 (Ibíd, p. 40).
Las unidades de sustancia fueron definidas en 1971 como el mol: “la cantidad de
sustancia de un sistema que contiene tantas entidades elementales como átomos hay en
0.012 kg de carbono-12” (Navarro, 2015, p. 40). El mol es una constante, la de Avogadro
(NA = 6.022 x 1023 mol-1).
145
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
x 1012 hercios y cuya intensidad energética en tal dirección es de 1/683 vatio (energía
por unidad de tiempo) por estereorradián (el ángulo de un cono que subtiende una
superficie dada) (Navarro, 2015).
Las siete unidades internacionales de medición principales son: longitud (el metro);
masa (kilogramo); tiempo (segundo); intensidad de corriente eléctrica (ampere);
temperatura electrodinámica (kelvin); cantidad de sustancia (mol); intensidad
luminosa (candela). Su uso tiene dos objeciones básicas aún polémicas: la primera, es
un sistema redundante; la segunda: son referidas a la escala humana (Ibíd, p. 42). En
septiembre del 2018 se anunció que las unidades de medida del kilo (peso), el amperio
(unidad de corriente eléctrica), el mol (unidad de cantidad de energía) y el kelvin (unidad
de temperatura), serían redefinidas por constantes universales: El kilo sería definido por
la constante de Planck (h), el umbral de energía mínimo que se puede medir en una
partícula. El kelvin por la constante de Boltzmann (k), medida de la agitación térmica de
los componentes fundamentales de un cuerpo. El amperio por la carga elemental (e), la
carga eléctrica de un protón. El mol por la constante de Avogadro (NA) (6. 022 141 29(30)
x 1023), (La Jornada, 19 de septiembre del 2018, sección ciencias).
En todos estos ejemplos siempre hay tres procesos: (1) se compara a un ente material que
se pretende medir, con otro ente material que sirve de referencia y unidad de medida
que debe ser lo más invariante posible; (2) la unidad de medida se multiplica por sí
misma o se subdivide en múltiplos lo más que el ente material lo permita. Cuando ello
no es posible, solo se usa el número de veces de la misma unidad de medida como
múltiplos, pero no submúltiplos; (3) con los múltiplos o submúltiplos se cuantifica. Solo
las constantes fundamentales no se pueden calcular a partir de otros referentes porque,
según Navarro (2015), no se comprenden profundamente los fenómenos subyacentes,
con los cuales compararlos. El mismo autor reporta que en el año 2010, la comisión de
Datos para la Ciencia y Tecnología estableció 230 constantes fundamentales.
Si bien las siete unidades del sistema Internacional de medidas (longitud, masa,
intensidad de corriente eléctrica, temperatura electrodinámica, cantidad de sustancia
e intensidad luminosa) tienen submúltiplos que permiten la cuantificación de muchos
fenómenos físicos, existen comparaciones (mediciones) en ciertos fenómenos, que
no siempre permiten su cuantificación y manipulación numérica, particularmente
en ciencias sociales, y, en específico, en la clínica médica, psiquiátrica, psicológica y
neuropsicológica.
146
3 La Ciencia, el método y la medición
La valoración cualitativa
Existe otra posibilidad para comparar los fenómenos sin utilizar su cuantificación
numérica. Se trata de comparaciones que no son expresadas numéricamente o por
submúltiplos, sino se expresan verbalmente con frases o palabras de magnitud relativa
(aumento o disminución) de los cambios apreciados por un sujeto que las compara.
¿Qué se compara? Las cualidades de los fenómenos psicológicos y neuropsicológicos
normales o clínicos. Entendemos por “cualidad”31 dos aspectos fundamentales. Primero,
las propiedades y características que se consideran peculiares y distintivas de algo;
atributos que distinguen la naturaleza de los fenómenos y de alguien; modo de ser de
algo por lo cual es lo que es; cambio o diferenciación de los seres; aspecto de algo o de
algún fenómeno (etimologías de Chile32; Corripio, 1973; Gómez de Silva, 1991; RAE, 2014;
Moliner 2007, Larousse, 2011). Cuando realizamos comparaciones entre fenómenos sin
medirlas o cuantificarlas, las llamamos comparaciones valoradas cualitativamente. En
tanto comparación, al realizarse se distinguen y valoran las semejanzas y/o diferencias
entre los fenómenos, así como la presencia o ausencia de diversos parámetros que se
identifican en ellas, y su magnitud relativa expresada como aumento o disminución.
31
En el idioma español, se distingue la cualidad de la calidad, ésta última refiere a una escala del grado
de lo bueno de algo “estos tacos son de calidad”.
32
DECEL - Diccionario Etimológico Castellano en Línea (dechile.net) 16 febrero 2021.
147
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
148
3 La Ciencia, el método y la medición
conozca o no, pero como existe, puede llegar a ser conocido. La comparación subjetiva
de los fenómenos que cada persona hace es uno de esos hechos que no se perciben por
otros, pero existen en cada individuo.
149
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
pueden ser expresados con o sin números, dependiendo de la naturaleza del fenómeno
y de los instrumentos técnicos para la subdivisión en magnitudes equivalentes de su
unidad de medida.
Por lo general, cualquier persona tiene la capacidad de apreciar los cambios cualitativos de
un fenómeno. Eso ocurre cuando distingue y corrobora objetivamente sus semejanzas
o similitudes haciendo una valoración. Puesto que toda comparación es relativa a algo
que le sirve de referencia, las expresiones verbales que expresan las comparaciones de
los cambios y las cualidades son del tipo relativo utilizando adjetivos (alto, bajo, ancho,
estrecho, pequeño, grande, rápido, lento, viejo, joven, antiguo, moderno, bueno, malo,
feo, bonito, agradable, lento, inteligente, sensible, etc.); o adverbios de cantidad (mucho,
muy, poco, escasamente, notablemente, demasiado, bastante, algo, tanto, notablemente,
más, menos, nada, etc.); o sustantivos numerales (parvada, manada, pelotón, jauría, etc.),
en estructuras sintácticas del tipo: “este amor es mejor que el otro”, “me duele menos
que ayer”; “me he equivocado mucho hoy”, “se me olvidan muchas cosas”, “el paciente
está muy mejorado”, “ahora lo hace mejor que hace una semana”, “este dibujo es mejor
que aquél”, “este dibujo es más parecido al modelo”, “él es joven, aquél es niño”, “se ha
desarrollado mucho”, etc.
En todos estos casos de valoración cualitativa se ha comparado con algo que sirvió de
referente para el observador del cambio. Este referente que el observador toma puede ser
un evento, proceso, o estado comparados por su frecuencia, intensidad, forma de la
acción, forma física, reproducción fiel a un modelo, etc., a partir del conocimiento previo
que de él se tenía. Cuando hablamos de animales, comparamos conductas, estados de
ánimo o cogniciones pasadas o esperadas. Decimos, entonces, que hemos comparado
los cambios que el evaluador observa y que se expresan en la manera o forma como
transcurren y desenvuelven los fenómenos. Esta comparación basada en lo que sabe un
sujeto acerca de algo es parte de la valoración cualitativa.
150
3 La Ciencia, el método y la medición
151
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
presión del paciente, pero puede preguntar “cualitativamente” si este tiene “mucha”
o “poca” tos, sin tener que medir las expectoraciones. El análisis cualitativo de esta tos
tiene mucho más sentido clínico que algún tipo de “medición” numérica de esta tos.
Lo principal es cuál es la forma más acertada para dar un diagnóstico objetivo y útil
para tratar al paciente. Estas observaciones no restan ni un ápice a la importancia de la
cuantificación de los fenómenos.
152
3 La Ciencia, el método y la medición
153
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
154
3 La Ciencia, el método y la medición
Los fenómenos que estudian las ciencias pueden emerger como objetos del conocimiento,
lo que permite explicarlos, manipularlos y transformarlos, generalizarlos y predecirlos.
Lo anterior no necesariamente requiere de una cuantificación de ellos. Comprender
adecuadamente al método científico (entendido como las respuestas empíricas a
las preguntas de la vigilancia epistemológica) es un asunto ineludible, un asunto
epistemológico fundamental en toda disciplina científica.
155
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Principios epistemológicos
La categoría ontológica:
(2) dime con qué finura comparas, mides o cuantificas, y te diré que conoces.
156
3 La Ciencia, el método y la medición
La categoría teórica-conceptual:
(7) dime qué valores cuantificas y sumas, y te diré qué categorías utilizas para
clasificar como “hechos” lo que conoces.
Los niveles ontológicos, y, por lo tanto, epistemológicos que proponemos, son cuatro:
157
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
158
3 La Ciencia, el método y la medición
Lo metodológico y técnico
159
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
33
Existen muchas posturas feministas dentro del mismo “feminismo”. Nosotros compartimos sin
dudarlo un solo momento, la lucha por la igualdad en todo terreno cultural, económico, político,
familiar, sexual y condición social de las mujeres y de los hombres. Esa desigualdad es inaceptable
y debe combatirse resueltamente. Pero no estamos de acuerdo con las posturas de odio sexual y
de género de hombres y mujeres cuyo fundamento es un biologicismo disfrazado de argumentos
morales, políticos o culturales que son la ideología que subyace a la violencia de géneros (no de un
solo género).
160
3 La Ciencia, el método y la medición
Las teorías, y las definiciones de las categorías que utilizan, acotan, enmarcan, agrupan,
clasifican y explican los fenómenos que medimos, observamos y manipulamos en distintos
niveles ontológicos y epistemológicos. El ejemplo de la categoría de “inteligencia” es
ilustrativo. Definir inteligencia por el éxito económico, como lo hacen las personas con
mayores ingresos económicos, no es lo mismo que definirla por un test de inteligencia
hecho en EU, o definirla por la solución práctica para llevar agua a la ciudad de México,
a Chapultepec, mediante un acueducto, como lo hizo Netzahualcoyot. Puesto que si
cambiamos la definición de inteligencia, cambia aquello que decimos que medimos,
entonces, resulta evidente la falsedad de afirmar rotundamente que la inteligencia
(definida por test psicométricos) depende de los genes, no solo porque la definición
puede cambiar, sino porque los fenómenos que se incluyen en cualquier definición no
estás dados solo por “los genes” (todo el genoma), ni mucho menos por genes específicos.
Las contradicciones que surgen de tal afirmación son patentes, por ejemplo, si definimos
inteligencia como los genes que determinan la habilidad para calcular mentalmente
números primos, entonces, la inteligencia de un autista de alto rendimiento o Savants (en
francés significa “sapiente” o sabio-idiota, idiot savant, como les llamó Langdon Down
en 1887. Sacks, 1997/2003), que calcula mentalmente números primos más rápido que el
mejor matemático, es mayor (Howe, 1989/1994) que cualquier niño normal. Si al cambiar
la definición de inteligencia cambia lo que medimos, es claro que no por eso cambian
los genes de los individuos. Por tanto, buscar correlaciones entre genes e inteligencia
definida de tal o cual forma, es muy cuestionable, aunado al hecho de que NINGUNA
correlación es, por sí misma, una relación causal.
Por ejemplo, la afirmación de que, estar fuera de la norma en una prueba psicométrica
es equivalente a estar enfermo o trastornado mentalmente, es hacer un juicio de valor
sobre quienes son diferentes a nosotros: “como no eres como yo, estás enfermo”. El
161
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
DSM-5 especifica como un trastorno mental (trastorno específico del aprendizaje, pp.
66-74) a un niño que está fuera de la norma psicométrica en la lectoescritura y cálculo
para su cultura y edad. Las conductas que especifica no son inventadas, son reales;
los niños tienen dificultades reconocidas por ellos y observadas por todos, ya sea para
leer, escribir o realizar operaciones matemáticas. Existen evidencias neurobiológicas y
genéticas que se asocian con estas dificultades. Por lo tanto, la discusión no es si existe
o no el fenómeno, la discusión radica en que siendo su naturaleza biológica diferente de
la nuestra (no aprenden como lo hacemos nosotros), se les juzga como enfermos, como
trastornados mentalmente. Y eso es falso. Estos niños aprenden de otra manera a leer,
escribir y a realizar cálculos (Escotto-Córdova, 2014), y aquellos que no pueden hacerlo,
no les pasa absolutamente nada. Su “inteligencia”, su desarrollo socioafectivo, su
capacidad comunicativa, su vida amorosa o familiar, su capacidad laboral e incluso para
hacerse millonario o inventor, su capacidad para tener amigos siguen siendo normales,
no están impedidas, y si no fuera porque ese juicio de valor “clínico” les genera muchos
problemas asociados al estigma, no tendría la menor importancia hoy, cuando una
computadora y programas computacionales adecuados pueden realizar esas funciones
(hay aplicaciones para los teléfonos celulares que leen los mensajes).
162
Capítulo 4
La comparación, la medición
y la cuantificación en la
psicología y la neuropsicología
163
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Tesis
- I -
La neuropsicología y la psicología estudian los diferentes niveles de organización,
orientación y regulación de la actividad del individuo bajo diferentes condiciones
experimentales, clínicas o cotidianas, en cualquier momento del desarrollo, pero
enfatizan diferentes aspectos o niveles ontológicos que se conocen: la psicología
estudia a la actividad humana con los contenidos semiósicos y socioculturales,
mientras que la neuropsicología estudia los sistemas cerebrales funcionales
complejos y dinámicos que subyacen a la actividad. Ambas existen en los humanos,
ambas se complementan, y ninguna de ellas puede ser excluida del estudio clínico o
del desarrollo de un individuo.
- II -
La neuropsicología y la psicología son ciencias que comparan, y/o miden, y/o
cuantifican los parámetros asignados a las acciones que un sujeto realiza. Existen
varias posibilidades para valorar y/o realizar estas acciones.
(a) Las acciones ante tareas específicas que un individuo realiza con ayuda de
otros con o sin parámetros asignados (zona de desarrollo próximo: ZDP). Los
parámetros de las ayudas se han estudiado, por un lado, desde el plano de la
acción en el que se realizan (material, perceptivo, verbal) y, por otro lado, por los
pasos que el contenido real de la acción exige (pasos o desglose en operaciones).
Lo anterior ha permitido precisar el contenido psicológico del término ZDP
(Solovieva, 2014). La ayuda puede consistir en la posibilidad de modificar la
tarea y presentar apoyos perceptivos y/o materiales, dividirla en pasos, explicar
su procedimiento o dar ejemplos. Los diversos tipos de ayuda orientativa se
han estudiado con detalle en la teoría de la actividad y se han denominado
con el término base orientadora de la acción (BOA) (Galperin, 2000; Talizina,
2019). Ésta es una poderosa herramienta para la enseñanza regular y para la
corrección y la rehabilitación (Solovieva y Quintanar, 2019). La aplicación de
los tipos de ayuda en la evaluación neuropsicológica tiene un sentido clínico
específico, debido a que permite determinar los aspectos fuertes y débiles de
cada sujeto. Se trata de una postura flexible y dinámica de los procedimientos
neuropsicológicos.
164
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
(c) Las acciones que realiza un individuo para resolver tareas sin ayuda de otros
y sin variación alguna de las tareas, comparándolas con los estadísticos de un
grupo poblacional (psicometría) en las mismas condiciones de realización de
la tarea. Se trata de una postura rígida, en comparación con los procedimientos
neuropsicológicos flexibles.
- III -
Las dos primeras aproximaciones (ZDP-BOA y VSA) representan una postura flexible
ante los experimentos neuropsicológicos y del desarrollo psicológico en los que el
sujeto es su mismo control, realizados durante la evaluación misma como estrategia
fundamental para el diagnóstico y la rehabilitación. Su confiabilidad se finca en el
análisis sindrómico; y su validez (todas las fuentes de información que ayudan a
la coherencia y consistencia entre las evidencias y la teoría con la que interpretan
las ejecuciones) se fundamenta, y a su vez permite, distinguir las diferentes formas
de orientación, realización y regulación de la actividad bajo diversas condiciones.
Por ello, el equivalente de la validez convergente y discriminante propias de las
pruebas psicométricas, no se parece a la de ellos ni se establece con ellos, sino con las
condiciones cotidianas en que se desenvuelve el individuo.
- IV -
La segunda aproximación a la evaluación, la psicométrica, solo mide qué tan diferente
son las ejecuciones de un individuo al realizar unas tareas, comparadas con la media
estadística, la varianza y múltiples estadísticos utilizados de las mismas ejecuciones
del test realizadas por una muestra o una población. Mide las diferencias individuales,
y su confiabilidad y validez (de constructo, de contenido, de estructura interna, de
165
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
- V -
Considerando las dos aproximaciones en la evaluación clínica, la flexible versus la rígida
son excluyentes en un mismo momento de realización de la acción (la psicométrica
impide cualquier tipo de ayuda, orientación o variación), y dan información diferente
acerca de las ejecuciones realizadas. Desconocer este punto, suele llevar a un uso
inadecuado de ellas y a generalizaciones injustificadas acerca de los fenómenos
psicológicos y neuropsicológicos que se investigan. La neuropsicología cualitativa
busca comprender el mecanismo central alterado en los sistemas funcionales, para
poder más adelante reestablecer la realización adecuada de la actividad en las
condiciones cotidianas, educativas y profesionales del sujeto. La neuropsicología
psicométrica busca medir las diferencias individuales y establecer la comparación de
los parámetros del sujeto con una norma poblacional.
- VI -
En la psicología del desarrollo son igualmente excluyentes la aplicación de la
valoración cualitativa y la psicométrica. En la valoración psicológica cualitativa, el
objetivo es analizar las diversas formas de orientación, regulación y autorregulación
de la actividad que el individuo despliega ante situaciones concretas y variadas en
la interacción con sus congéneres y ambientes socioculturales diveros, tanto por sí
mismo, como con ayuda de otros, es decir su zona de desarrollo próximo. Se valoran las
características afectivas y de personalidad que obstaculizan o facilitan la variabilidad
de sus acciones y el alcance de su autorregulación. Ante ello, la rigidez de las pruebas
psicométricas, y el hecho de que solo aportan información de qué tanto se acerca o se
aleja de la norma el individuo, qué tan diferente es de los demás, no responden a las
preguntas sobre las formas de orientación, regulación y autorregulación variable de
su actividad en diversos contextos socioculturales y afectivos.
166
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
Toda medición es una comparación con algo, pero no toda comparación es numérica.
Comparar, medir y cuantificar son procesos diferentes estrechamente vinculados.
Comparar es distinguir las similitudes y diferencias del objeto de estudio en una antes o
un después, o con otros objetos de estudio. Medir es comparar a un ente o una cualidad
de él, utilizando a otro ente material como unidad de medida que puede multiplicarse,
pero tiene grandes limitaciones para subdividirse. Cuantificar es medir utilizando a un
ente material que puede subdividirse o multiplicarse en muchas unidades numéricas sin
que su unidad de medida varíe grandemente, en donde una cuantificación fina y mejor
siempre equivale a una unidad de medida con más divisiones o múltiplos numéricos
posibles (10n o 10-n). Cuantificar tiene dos momentos: en el primero, se establecen
correspondencias biunívocas entre un ente y un dígito (es el nombre del signo con que
se representan las cantidades de las cosas, y también los números); y en el segundo, se
opera matemáticamente con los números, no con las cosas que se designan con los dígitos
numéricos. Como en ambos casos se usan los mismos signos, los dígitos como cantidades
y los dígitos como números, suelen confundirse en la práctica clínica, particularmente en
la psicometría.
Para evitar confusiones, hay que tener presente que se usan dígitos para medir contando
entes (correspondencia biunívoca entre entes y dígitos), y dígitos para cuantificar
numéricamente (el dígito para representar números). Los entes físicos, o psicológicos, o
semiósicos no tienen propiedades matemáticas; los número sí.
167
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
168
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
169
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
dinámicos y complejos que permiten realizar una misma tarea de muy diversas formas,
y que el aprendizaje y dominio de la inmenza mayoría de ellas han sido con ayuda de
otros, con otros y para otros en situaciones socioculturales específicas. Cuando se afecta
algún componente cerebral de esos sistemas, el sistema se desorganiza y la variabilidad
de las acciones también, esta se reduce en muy diferentes gradas en cada individuo, y
pro ello toda evaluación debe ser individual. Pero, pese a esta reducción, con ayuda de
otros en condiciones específicas, puede reorganizarse el sistema funcional y realizarse las
acciones de otra manera, o de las previas maneras. Descubrir esas nuevas rutas de acción
y establecerlas como autorreguladas, son el objetivo del diagnóstico y la rehabilitación
en la neuropsicología histórico-cultural.
Otro asunto a considerar con respecto a la psicometría, es que se presume que las
tareas que contienen las pruebas psicométricas son las mejores tareas que pueden dar
cuenta del estado funcional o psicológico del sujeto. Aún sin cuestionarnos la forma
de elegir las tareas y relacionarlas estadísticamente con la concepción de las funciones
psicológicas aisladas (atención, memoria, intelecto), ni las conclusiones acerca de estas
funciones aisladas con el estado general del sujeto, el problema es que dichas tareas
se aplican de una forma estática. Se registran las respuestas y se comparan con un
sujeto promedio (promedio muestral-poblacional). Al tomarse la frecuencia de las
respuestas de una muestra poblacional como la probabilidad de respuestas en toda la
población, y asumiendo sin cuestionar que es una inferencia matemáticamente válida,
la probabilidad deviene en una entidad metafísica -el sujeto promedio- que en realidad
no existe34. Un ente matemático abstracto, más allá de lo concreto y específico del
individuo con una biografía única, en un momento histórico concreto y con prácticas
socioculturales propias que es nuestro sujeto clínico. En otras palabras, la psicometría
no sirve para el diagnóstico clínico, aunque sea un instrumento de medición muy útil en
otras condiciones, las cuales analizaremos más adelante.
34
Las pruebas psicométricas en psicología y neuropsicología de todo el mundo siempre utilizan
muestras poblacionales, por ejemplo, de la ciudad de México, o incluso de algunos o todos los
estados de la república mexicana. Con la muestra elegida, incluso si llega a rebasar los mil o dos
mil sujetos, asumen que las frecuencias de las respuestas representan probabilísticamente a toda
la población mexicana (a los niños y adultos de todos los grupos etarios, analfabetas y letrados, de
todas las colonias de las ciudades de México, de la sierra de Chihuahua, de poblaciones originarias
coras, yaquis, zapotecas, tarahumaras, chotales, amuzgos, mayas de la selva lacandona, o niños de
la calle, y a partir de este supuesto inventan a su sujeto metafísico, abstracto, suprasensible: el niño
mexicano. ¿Cuántas pruebas neuropsicológicas construidas y editadas en México, que dicen tener
una muestra representativa, habrán considerado a esos grupos sociales?, si los hubieran considerado,
¿es representativa la cantidad de sujetos elegidos en la muestra, de esas poblaciones específicas?
170
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
Por supuesto, tales creencias y actitudes son erróneas. Las técnicas estadísticas son un
excelente instrumento de cuantificación en las ciencias, pero no determinan el carácter
científico de ellas. Sin embargo, si hacemos a un lado su fetiche de cientificidad lleno de
petulancia, en ambos casos la psicometría solo puede constatar que el sujeto es diferente
con respecto a los parámetros de cierta población. Este dato es inútil, tanto en la clínica
del adulto con daño cerebral, como en el trabajo con niños con dificultades en su
desarrollo. Aún la prueba psicométrica más perfecta no puede ir más allá de lo que
todos ya saben: que el sujeto es diferente a la norma, y eso no es ningún diagnóstico que
se descubra con la psicometría. El paciente acude, o lo llevan, al servicio psicológico o
neuropsicológico porque ya se sabe fuera de la norma, porque se sabe diferente a otros,
o porque identifica que algo ha cambiado en él. En otras palabras, la simple constatación
de que el paciente es diferente de los demás no puede ser un diagnóstico, no solo porque
esto ya lo sabe hasta el mismo paciente, sino porque estar fuera de la norma no es
necesariamente estar enfermo, y, porque no explica el origen de la diferencia.
171
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Veamos otro ejemplo que puede ilustrar este principio: se puede escribir la palabra
silphē, cucaracha en griego, (Eliano, s. II-III/2008, p. 94) con los dedos, las manos, la boca,
los pies, con un lápiz, una pluma, un pincel, una navaja, una máquina, etc. sin conocer su
significado. Ello sugiere que el sujeto, al menos, puede copiarla de diferentes maneras,
172
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
pero si le damos una lista de palabras en español y le pedimos que escriba la palabra en
griego junto a la palabra que crea que corresponda, observamos una realización diferente
y más eficiente, debido a que el paciente recibe una tarea que tiene un sentido y puede
ser atractiva. La tarea mecánica y sin sentido se substituye por otra tarea: descubrir un
significado.
Solo esto debiera bastar para comprender el enorme error que se comente cuando se
interpreta el análisis cualitativo de Luria con anteojeras psicométricas, ya sea que se
conciban las respuestas del paciente como “nominales” (teoría de la medida), o como
discontinuas (normal versus anormal = variables cualitativas; los errores considerados
como patognomónicos de un daño cerebral), lo cual lleva a creer que “...son el tipo de
test usado principalmente por la neuropsicología cualitativa de Luria” (Peña-Casanova,
2021, p. 141). Las acciones psicológicas no son respuestas sólo del tipo lo hace o no lo
hace como las que se ejecutan en un test psicométrico. Son algo más.
173
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
La acción psicológica, como una tarea del sujeto, se define como un problema dado en
ciertas condiciones. En la neuropsicología histórico-cultural todas esas consideraciones
llevan a distinguir el defecto primario de sus efectos sistémicos.
174
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
35
Las cursivas son de Luria y las negritas de los autores.
175
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Solovieva y Cols., 2013; Pronina, Korneev y Akhutina, 2015; Solovieva y Cols., 2016a, b;
Hermosillo y Cols., 2017; Solovieva, Torrado y Quintanar, 2018; Villanueva-Bonilla y
Cols., 2018; Ochoa, 2018; Maravilla y Cols., 2019; Cadavid-Ruiz y Coos., 2019; Soto, 2019;
Borges, 2020).
En cualquier caso, los valores de dígitos numéricos nunca son el objetivo de la evaluación
en la neuropsicología cualitativa, son solo una forma de medir asignando dígitos
numéricos a los parámetros de las acciones y tareas. La fuerza del análisis cualitativo
radica en que se utiliza la variación sistémica de la actividad (los experimentos y
maniobras), el análisis sindrómico, el análisis de los errores, la enseñanza rehabilitatoria,
el análisis fino y detallado de la actividad cotidiana y los experimentos sobre la génesis
de las actividades (Escotto-Córdova, 2014; Solovieva y Quintanar, 2015; 2016a, 2017b;
Solovieva, López-Cortés y Rosas-Alvarez, 2018; Hazín, Solovieva y Freire, 2019).
Además, como hemos señalado anteriormente, las tareas que integran las pruebas
psicométricas suelen estar rígidamente relacionadas con la idea de la existencia de
funciones cognitivas aisladas y, consecuentemente, lo que valoran son funciones
cognitivas sin posibilidad de modificar los procedimientos de evaluación. La búsqueda
de la causa o mecanismos de las dificultades que se manifiestan sistémicamente en el
paciente está ausente.
176
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
177
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
178
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
…cada foco limitado de lesión provoca, además de las alteraciones primarias, una serie
de alteraciones secundarias, sistémicas, y conduce al surgimiento del síndrome…Cada
investigación neuropsicológica debe destacar, no solo el correspondiente defecto esencial,
sino mostrar también cómo se manifiesta en diferentes tipos de actividad, determinando
todo un conjunto de alteraciones surgidas. Por ello, la comparación de resultados obtenidos
mediante el empleo de diversos métodos y la localización de los trastornos de tipo común,
observados en diferentes clases de actividad, presta a los resultados de las investigaciones,
importancia clínica y suficiente confiabilidad (Luria, 1977, p. 389).
179
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
secuelas que producen las perturbaciones de los mecanismos cerebrales que subyacen a
la actividad del paciente.
En todo este proceder, lo que se conoce como confiabilidad y validez del análisis
sindrómico y demás procedimientos es un asunto fundamental para juzgar su valor
clínico y científico. Para comprenderlo en sus justos términos, hay que distinguir
estas nociones cuando se aplican a un instrumento de registro, de observación y de
cuantificación, de cuando se utilizan en los procedimientos y maniobras de diagnóstico
clínico y de enseñanza rehabilitatoria.
180
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
acerca de él. Pese a ello es muy útil para medir y comparar un antes y un después de
las intervenciones de cualquier tipo (psicológicas, neuropsicológicas, quirúrgicas,
farmacológicas, etc.), en investigaciones, en tendencias poblacionales, etc. Sirve para
investigar, no para diagnosticar. En la clínica psicológica y neuropsicológica sirve para
establecer grados de gravedad, no para dignosticarlos.
36
Todos los cuestionamientos que Campbell y Stanley (1966/1970) enumeraron de validez interna
(los indispensables para interpretar el modelo teórico) y externa (los que permiten generalizar las
conclusiones) (pp. 17 y 18) son en realidad cuestionamientos epistemológicos sobre los diseños
pre, cuasi y experimentales. Después de ellos, algunos textos de metodología los han retomado
(Hernández, Fernández y Baptista, 2014; Kerlinger y Lee, 1986/2002). La investigación cualitativa
en ciencias sociales utiliza otros criterios, pero ponen su énfasis en la validez de sus teorizaciones
(Delgado y Gutiérrez, 1999; Gibbs, 2014; Denzin y Lincoln, 2011, 2013; Taylor y Bogdan, 1987/2013).
181
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Lo fundamental del método que utilizan las ciencias -el método científico- es el conjunto
de respuestas empíricas a las preguntas de la vigilancia epistemológica de las teorías, en
particular, sobre los objetos epistémicos que cada una propone al analizar los fenómenos.
No es un asunto de repitir el viejo empirismo ramplón que pretendía acumular hechos
observables y medibles como único criterio para teorizar. Sin teoría no hay ciencia
posible, por lo que la vigilancia epistemológica de aquello que se teoriza es el centro
del método y procedimientos que las responden empíricamente. Y para ello, cada teoría
utiliza procedimientos, técnicas o instrumentos específicos.
182
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
Pero ¿cómo sabemos que evalúa lo que dice evaluar (validez neuropsicológica de
“constructo”), es decir, los parietales, y no alguna de las otras áreas involucradas en el
sistema funcional complejo? Recurrimos al análisis sindrómico, a la variación sistémica
de la actividad, a la base orientadora de la acción, y a todo tipo de ayudas en la enseñanza
rehabilitatoria a partir del principio (sustentado por evidencia clínica y experimental) de
que en toda actividad participan múltiples zonas corticales y subcorticales operando
como un sistema, y a su vez, cada estructura cortical y subcortical, participa en múltiples
actividades (Luria, 1979).
La lógica que subyace al análisis sindrómico podemos resumirla de esta manera: puesto
que cada foco lesional provoca alteraciones principales y secundarias o sistémicas,
ambas se pueden distinguir y analizar a partir de utilizar y variar distintas tareas y
condiciones que involucren la zona cerebral implicada. Así, por ejemplo, si el parietal
dañado está involucrado en el dibujo de formas geométricas por su componente espacial,
cualquier otra actividad que implique el componente espacial se verá afectada en forma
secundaria o sistémica: la escritura, el cálculo, las praxias del vestir, la orientación en
un mapa, el dibujo de un reloj, etc. Si esto ocurre, la certeza y seguridad del análisis
cualitativo se fortalece.
Este mismo proceder se sigue para descartar otras zonas que pudieran explicar las
dificultades del dibujo como, por ejemplo, los sectores frontales: si los frontales están
implicados, entonces, cualquier otra tarea que implique a los frontales como rector,
183
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
184
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
explicación causal de las dificultades del paciente. Esto ya lo había expresado Hughlins-
Jackson (1879a), quien señaló que la identificación del síntoma no implica la localización
de la lesión, y no podemos afirmar que una lesión es la causa de los síntomas.
“El análisis cualitativo del proceso observado y el que fundamenta su alteración, exige el
uso de una serie de procedimientos adicionales que son empleados en la investigación de
la solución de cualquier tarea y que facilitan el análisis dinámico-estructural del defecto…exige
considerable variabilidad y movilidad de la investigación y obliga a renunciar totalmente
al empleo estándar y estático de la metodología del experimento psicológico (…) La
confiabilidad…en las investigaciones neuropsicológicas se logra por otros medios: por la
vía del análisis comparativo de un grupo de pruebas homogéneas localizando en ellas los
rasgos comunes que encajan en un mismo síndrome. Por ello el camino para la obtención
de resultados fiables será el análisis sindrómico…mostrar también cómo se manifiesta en
diferentes tipos de actividad” (Luria, 1977, pp. 386, 389. Cursivas en el original).
37
Este texto forma parte de una estenografía del último curso de Vigotsky en la facultad de Pedología.
La traducción al castellano se encuentra en: Quintanar y Solovieva, 2016).
185
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
38
La neofrenología moderna de la neuropsicología cognitiva, asume el mismo principio teórico de
la frenología del siglo XVIII y XIX de Franz Joseph Gall (1758-1828), Johann Gaspar Spurzheim o
Mariano Cubí y Soler (1801-1875) (García, 2013), en el sentido de que el cerebro es el órgano de la
mente, que posee diversas facultades mentales localizables en zonas específicas, pero no en cuanto
a su localización, el tipo de facultades mentales y los procedimientos para auscultarlas palpando
el cráneo.
186
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
La misma tecnología con sus imágenes resultantes permite explicaciones teóricas distintas
a las neofrenológicas. Es claro que tareas diferentes activan zonas, y combinaciones de
éstas, diferentes, algunas de ellas más activas que otras, como lo muestran las imágenes
de las PET y RMf. Y, aunque no se visualice el sistema funcional dinámico implicado en la
actividad (solo se visualizan sus puntos aislados en uno de los niveles de organización),
podemos interpretar los datos a partir de asumir que cada tarea funciona más como el
vuelo coordinado de una parvada, que como el vuelo de un solo pájaro, (ver el siguiente
video https://www.youtube.com/watch?v=QOGCSBh3kmM), este vuelo es cambiante,
dinámico, pero siempre se observa la hegemonía de una zona (mayor concentración de
pájaros en la imagen) que dirige al grupo.
Por ejemplo, cuando se ejecuta la actividad de leer, todas las otras funciones como
recordar, percibir, atender, concienciar la actividad, dirigir la actividad voluntariamente,
atender, sentir emociones, etc. operan en segundo plano, van a la cola del vuelo coordinado
del sistema, pero están presentes. ¿Cómo distinguir su aporte en la misma actividad
187
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
concreta? Por la tarea que debe realizar, las condiciones específicas de su ejecución, y las
formas de regulación internas y externas.
Por ejemplo, si al sujeto se le pide que lea y diga el contenido general de la lectura, lo que
se destaca como regulación hegemónica, directriz, o rectora es la función del lenguaje
y el pensamiento; si se le pide que diga cuántas “A” aparecen en los renglones leídos,
lo que se destaca es la atención consciente y los procesos de inhibición; si unos minutos
después se le pide que recuerde los contenidos, lo que se destaca es la memoria; si se le
pide que identifique los errores que ha cometido al comprender el texto, lo que se destaca
es la conciencia, etc. La misma actividad de leer en la que están involucradas distintas
funciones psíquicas, hace hegemónica a una u otra función a partir de la tarea concreta
que el sujeto debe realizar, y, por lo tanto, la distingue de las otras. Es decir, regula la
actividad de forma diferente. Las otras funciones no desaparecen, solo pasan a un plano
secundario, pero presentes en cada caso, y la contribución relativa de cada una de ellas
se puede explorar variando constantemente la tarea concreta. Esta misma valoración se
hace tanto con sujetos sanos, como con pacientes neuropsicológicos o psiquiátricos; en
diferentes edades y sexos.
Las técnicas de neuroimagen como la RMf aportan evidencia de que la tarea elegida
modifica la participación de las zonas cerebrales lo que, desde nuestro punto de vista,
significa que el sistema funcional complejo (combinaciones de zonas) es diferente.
Por ejemplo, en el estudio de las zonas cerebrales involucradas en el lenguaje interno
(Alderson-Day et. al., 2017), utilizando RMf, se ha encontrado que, cuando el sujeto ejecuta
la tarea de hablar en voz alta como ejercicio para exponer una conferencia, condición de
monólogo, se activan las zonas giro frontal inferior izquierdo y circunvolución temporal
superior izquierda; mientras que si el sujeto utiliza su lenguaje interno en forma
dialógica, hablándole a otros personajes imaginados o a sí mismo, se activan, además
de esas mismas zonas del habla monológica, otras más que involucran al hemisferio
derecho: el cíngulo posterior, el precúneo, la circunvolución temporal superior y el
giro angular y supramarginal, y además las dos circunvoluciones de Heschl izquierda
y derecha. A ese sistema de zonas le han llamado el sistema de cognición social. Esto
apoya la tesis de que cada tarea específica, con su correspondiente ejecución de la acción,
activa diferentes combinaciones de zonas cerebrales que funcionan como un sistema
dinámico funcional. El lenguaje interno es el soliloquio en forma de discurso dialógico
(oral o silencioso) en donde uno es, a la par, todos los interlocutores virtuales; a partir
de cierta edad, está presente durante toda la vida en vigilia y en algunas etapas durante
el sueño. El lenguaje interno es fundamental para la emergencia de la conciencia, para
188
4 La comparación, la medición y la cuantificación en la psicología y la neuropsicología
189
Capítulo 5
191
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Tesis
- I -
Los instrumentos de evaluación en psicología, psicopedagogía y neuropsicología
utilizan siempre tareas específicas.
- II -
Una tarea es una o más acciones concretas intencionalmente realizada(s) por el
sujeto, pero definida(s) por el investigador, o el instrumento de evaluación. Suelen
tener parámetros asociados como el tiempo que tarda, la velocidad de ejecución, la
frecuencia de respuestas, el número de respuestas correctas, y muchas más.
- III -
El investigador, presumiblemente a partir de un marco teórico, decide qué parámetros
evaluar en la ejecución de cada tarea.
- IV -
El marco teórico con el que se seleccionan las tareas y los parámetros asume que éstos
evidencian, miden, reflejan tales o cuales propiedades y características de los objetos
epistémicos que pretende investigar en los fenómenos epistémicos que observa y mide.
En psicometría, a los objetos epistémicos se les llama “constructos”.
- V -
Un objeto epistémico es todo aquello que cada teoría o creencia dice conocer al observar
los fenómenos de la realidad objetiva o subjetiva. Cambian cuando se modifican las
teorías y creencias, aunque la realidad objetiva sea la misma. Un fenómeno epistémico
es todo aquello que se percibe directamente con los sentidos o indirectamente con
instrumentos.
- VI -
No siempre los parámetros elegidos en cada tarea tienen significación clínica, aunque
sirvan para cuantificar la ejecución. Y no siempre los objetos epistémicos que se dice
medir en los fenómenos conocidos existen objetivamente: no son reales.
192
5 Las tareas neuropsicológicas y psicológicas
Llamamos tareas a las acciones conscientes e intencionales que se realizan bajo una
instrucción o consigna específica, y que un sujeto realiza en situación de prueba, o de
evaluación o de experimento. Se puede pensar que las tareas que se aplican durante la
evaluación neuropsicológica siempre se ejecutan como acciones dirigidas a un objetivo,
el cual está presente en la instrucción que el neuropsicólogo proporciona al paciente. Sin
embargo, no siempre esto es así. Cabe mencionar que las acciones, propiamente dichas,
son los procesos motivados y dirigidos a un objetivo (Leontiev, 1975; Talizina, 2019). La
ausencia de un objetivo y motivo para el sujeto, convierte a las acciones en operaciones
mecánicas, que no se pueden llamar acciones en el sentido psicológico.
El neuropsicólogo debe saber qué es lo que quiere observar, qué proceso analizará
con cada una de las tareas (acciones) que utiliza. Para ello debe conocer la estructura
psicológica de cada tarea, es decir, cuáles son los elementos (operaciones) que garantizan
su realización. Debe saber, cómo se le puede dar uno u otro sentido a una tarea y lograr
su regulación verbal o material (Escotto-Córdova, 2014). Además, debe conocer las bases
cerebrales que garantizan cada una de dichas operaciones, es decir, los componentes que
conforman su sistema funcional complejo. Este conocimiento enriquece la posibilidad
de realizar el análisis sindrómico, debido a que permite valorar el transcurso, voluntario
e involuntario, de la ejecución de cada acción y de las operaciones involucradas en ella.
El neuropsicólogo puede valorar la participación de un mismo mecanismo o factor
neuropsicológico, a través de distintas tareas. Por eso la evaluación neuropsicológica
cualitativa es flexible, dinámica, variable y modificable, y una misma tarea puede
repetirse y presentarse en diversos momentos bajo distintas condiciones. Además, las
tareas se presentan en diferentes planos: material, materializado, perceptivo, corporal
motora y verbal oral y escrito, en dependencia de la edad psicológica, las condiciones
del niño y los objetivos de la evaluación.
(1) La especificación de las acciones que un individuo debe realizar bajo una consigna
o instrucción, ejemplo: “repita las sílabas que le voy a decir: DA-PA”; o “copia
lo más parecido posible el dibujo que te voy a mostrar (una figura geométrica
compleja como la de Rey-Osterrieth)”; o “con el círculo amarillo chico toque el
cuadrado grande rojo”; o “cuénteme una historia de lo que pasa en este cuadro o
193
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
lámina (podemos utilizar el cuadro artístico “La lección de anatomía del Dr. Nicolaes
Tulp”, pintado por Rembrandt en 1632, que no solo es compleja en su composición,
sino compleja en la gama de colores y gesticulaciones de los personajes). En
algunas pruebas psicométricas suelen utilizar láminas con escenas simplificadas
en sus trazos, su tema, composición y calidad pictórica.
(2) La especificación de las condiciones bajo las cuales debe y no debe realizarse la
acción, y el tipo de sujeto que las debe realizar (edad psicológica y cronológica,
sexo y género, escolaridad; sano o clínico, etc.). En las pruebas psicométricas las
condiciones son rígidas e inflexibles y deben presentarse de la misma manera para
todo sujeto y circunstancia (ejemplo: consigna: “dibuje una línea al centro de los
caminos de este laberinto y trate de encontrar la salida”; condiciones: sin levantar el
lápiz ni tocar las paredes del laberinto. Si se equivoca, no borre la línea). Mientras
que en la evaluación cualitativa es variable, dinámica y se ajusta a las condiciones
de ejecución y circunstancias del sujeto concreto al que evaluamos.
Lo que define a la tarea es la instrucción o la consigna que orienta las acciones específicas
y las condiciones (lo que se debe y lo que no se debe hacer) bajo las cuales debe realizarse,
194
5 Las tareas neuropsicológicas y psicológicas
no los materiales ni los parámetros, pues un mismo material puede ser usado para
distintas tareas o distintos parámetros. La selección de estos para una evaluación, ya
sea cualitativa o cuantitativa, los decide el examinador conforme cierto marco teórico o
búsqueda de síntomas específicos. Lo anterior es igual para pruebas cualitativas como
para cuantitativas o psicométricas.
Primera: significa que los mismos materiales pueden ser utilizados para múltiples tareas,
o que cualquier material (los que se traigan en el cuerpo, los que estén en un cuarto
o ambiente exterior) pueden utilizarse para cualquier tarea que se desea evaluar. Los
materiales los elige el evaluador y no existen materiales “obligatorios” para ningún
diagnóstico39.
Un ejemplo ilustrará lo anterior (Figura 1). Podemos utilizar como material dibujos de
figuras geométricas como rectángulo, triángulo, círculo y cuadrado.
39
Muchas personas que compran las pruebas psicométricas las cuales suelen tener materiales, parecen
creer (una creencia es la aceptación acrítica, no reflexiva, de la certeza de una explicación o afirmación)
que sin esos mismo materiales no se puede hacer la evaluación. Creen que sin ese dibujo, sin esas
figuras, sin esos juguetes, sin esos cubos, sin esas láminas la evaluación no sería posible. Nada más
falso que eso. Se argumenta que dicha prueba, sus datos normativos, fueron hechos con ellos. Lo
cierto es que los que se venden no siempre son exactamente los que utilizó el investigador para sus
datos normativos.
195
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Con el mismo material podemos realizar diferentes tareas: copiar, señalar, recordar la
imagen, recordar las palabras y las imágenes, igualar a la muestra, señalar las imágenes
siguiendo una secuencia, empalmar las imágenes y solicitar que reconozca cada una
de las que están empalmadas, recortarlas, usarlas para formar una imagen compleja
como una persona o un animal o un objeto, etc. Los parámetros que se elijan pueden ser
cualesquiera, o algún otro de los que se describen en los párrafos anteriores (errores,
tiempo, aciertos, velocidad, perseverancia, etc.). Las condiciones y secuencia pueden variar
en cada tarea: imaginarlas primero y luego dibujarlas; dibujarlas en papel y luego en el
aire con la mano derecha y luego con la mano izquierda, etc.
Aquello que creemos que evaluamos con cada tarea, condición, parámetro y material,
es un asunto de otro orden: es teórico y epistemológico. Teóricamente, esto nos remite
a los objetos epistémicos40 que cada teoría concibe: ¿qué proceso psicológico evaluamos
con igualar a la muestra cada dibujo?, ¿evalúa reconocimiento visual, memoria visual
de las formas, componente espacial de la forma, seguimiento de instrucciones, memoria
de trabajo, inteligencia, proyección de tendencias inconscientes, preferencia manual,
coordinación visomotora?, ¿evalúa algún otro proceso psicológico? Epistemológicamente
remite a cómo conocemos, medimos y manipulamos los objetos del conocimiento o
epistémicos que cada teoría adopta.
40
Hemos dicho que un objeto epistémico es aquello que cada teoría o creencia dice conocer al
observar los fenómenos de la realidad objetiva o subjetiva. Cambian cuando cambian las teorías, o
las definiciones o las creencias, aunque la realidad objetiva sea la misma. La historia de las ciencias
es la historia de múltiples objetos epistémicos, algunos ya desechados. Por ejemplo, durante la
epidemia de tifo (llamado tabardillo o matlazahuatl) en México en el año 1813, se caracterizó a la
epidemia como “fiebres misteriosas”, “fiebres pestilentes. Murieron 39,762 personas. La explicación
más frecuente fue la teoría de “los miasmas” o vapores malignos, cuyos antecedentes se ubican
en la teoría de los humores de Hipócrates. Los síntomas fueron descritos objetivamente, pero el
objeto epistémico, los miasmas, cambió hacia finales del siglo cuando se desarrolló la teoría de los
microbios y confirmó que el vector era la pulga de la rata (Sánchez, 2013).
196
5 Las tareas neuropsicológicas y psicológicas
Toda tarea es seleccionada bajo un marco teórico y asume un objeto epistémico al que
pretende evaluar. Cuando las tareas se miden y se les asignan parámetros se convierten
en una prueba o test. No toda prueba es psicométrica. Las acciones, las consignas, las
condiciones y los parámetros para su realización, así como los materiales, se suelen
organizar bajo un protocolo, es decir, un agrupamiento de tareas y secuencia de
41
Hay muchos ejemplos de ello en la historia de las ciencias: cuando el alemán Franz Anton Mesmer
(1734-1815) hizo sus exhibiciones cortesanas de influenciar a las personas, las conductas manifiestas
de los sujetos ante ciertos procedimientos (los hechos) las atribuyó al “magnetismo animal” (la
explicación) (Mesmer, 1785/2006), el cual se convirtió en objeto de conocimiento durante años, al
grado que el Rey francés Luis XVI creó una comisión científica formada por el químico Lavoisier,
el médico Guillotín, el astrónomo Sylvain Bailly y el embajador estadounidense Benjamín Franklin
para estudiar este nuevo objeto de conocimiento, los que concluyeron que no había evidencia del
magnetismo animal. En 1842 surgió otro objeto de conocimiento para los mismos hechos, se le llamó
“hipnosis”. Los mismos hechos (conductas y procedimientos) conocidos como hipnosis devinieron
en otro objeto de conocimiento y su correspondiente nueva explicación: el inconsciente freudiano
evidenciado con la hipnosis (Borch-Jacobsen, 2017). En las décadas de 50-70, en la Unión Soviética
surgió un nuevo objeto de conocimiento para los mismos hechos: el set o las formas inconscientes de
la actividad nerviosa superior (Bassin, 1972). Hacia los últimos dos decenios del siglo XX, los mismos
hechos (conductas y procedimientos) y otros más (aprendizaje y priming) devinieron en un nuevo
objeto de conocimiento: el inconsciente cognitivo (Froufe, 1997).
197
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
presentación para ser utilizados de igual manera con otros sujetos y poder comparar
resultados con el mismo sujeto en otro momento, o con un grupo de sujetos. Si los
resultados de esta prueba (tareas y protocolos) se comparan a un grupo poblacional
de referencia para obtener parámetros estadísticos, se evalúa la consistencia interna
de los ítems que la forman, y se construyen con rigor estadístico, se tiene una prueba
psicométrica. Algunas pruebas neuropsicológicas combinan datos normativos de
poblaciones clínicas sin ser psicométricas, fijando criterios o grados de gravedad con
su interpretación cualitativa, por ejemplo, Evaluación Clínico-Neuropsicológica de la Afasia
Puebla-Sevilla (Quintanar, Solovieva, León-Carrión, 2011).
Las instrucciones, condiciones y materiales para realizar una tarea varían si se utilizan
pruebas psicométricas, escalas clínicas o valoración cualitativa de las acciones: en las
dos primeras son rígidas e inflexibles, mientras que en las segundas son variables y
ajustables a las condiciones del paciente.
Por ejemplo, las condiciones en psicometría serían: “El sujeto debe estar sentado frente
a una mesa en la que habrá una hoja tamaño carta colocada verticalmente, y un lápiz. Se
198
5 Las tareas neuropsicológicas y psicológicas
En la evaluación cualitativa de una tarea las condiciones serían: “Dele a leer al sujeto un
texto que contenga un refrán y después le da a leer las opciones de respuesta de las que
debe escoger una”, pero, a diferencia de la psicometría, si el sujeto no puede leer, uno
puede leérsela en voz alta y pedirle que repita textualmente el refrán, y después que
nos explique qué quiere decir la moraleja de éste. Si el sujeto muestra dificultades tales
como decir literalmente el contenido del refrán sin captar el sentido generalizado de la
moraleja, entonces se puede poner otro refrán y el investigador lo explica paso a paso.
Después, se elige otro refrán y se analiza si el sujeto pudo generalizar a partir del ejemplo
del investigador. Todas las respuestas, desde el inicio hasta el final, son consideradas
síntomas y ajustes regulatorios de la actividad; todas dan información de las formas en
que se regula la actividad del sujeto, entre las cuales solemos encontrar aquellas en las
que mejora. Es decir, variamos las condiciones de la ejecución de la tarea ajustándonos
al sujeto y las circunstancias. El resultado es que obtenemos mucha información clínica
más allá del simple registro “lo hace, no lo hace” de una prueba psicométrica.
199
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Reconocer la diversidad de fines y circunstancias con los que puede utilizarse una
herramienta, no hace al diagnóstico cualitativo un procedimiento ecléctico en el sentido
epistemológico. El eclecticismo consiste en mezclar diferentes concepciones teóricas
y filosóficas, es decir, diferentes categorías42 que son útiles como explicación de una
conducta, lo que suele producir incoherencias e incongruencias teóricas. El ecléctico
renuncia a dar una explicación teórica coherente de los fenómenos mediante el uso
pragmático de categorías de los más variados modelos teórico-filosóficos. Así, por
ejemplo, un ecléctico podría decir que el complejo de Edipo -categoría del psicoanálisis- ha
sido reforzado positivamente -categoría skinneriana del condicionamiento (explicación
que en alguna ocasión expuso un psicólogo), sin la menor reflexión de la incongruencia
42
Distinguimos las palabras por su alcance semántico en nombres, conceptos y categorías. Una palabra
como nombre es una etiqueta que señala algo que tiene características específicas, por ejemplo, si
a su perro usted le llamara “pichi”, se refiere a un individuo concreto con características físicas
y conductuales concretas, es decir, su perro. Una palabra se convierte en concepto, cuando hace
referencia a los rasgos abstraídos de todos los perros como especie, y no refiere a un espécimen
particular. La palabra se trasforma en categoría, cuando el concepto que expresa tiene carga teórica, es
decir, que condensa mucha información, como, por ejemplo: la historia de los perros, tipos de perros,
anatomía, rasgos conductuales, teorías explicativas del origen evolutivo de “canis lupus familiaris”, y/o
su taxonomía (Dominio eucariota; Reino animal; Filio: cordado; Clase mamífero; Orden carnívoro;
Familia de los cánidos; Género canis; Especie canis lupus; Subespecie canis lupus familiaris.) etc.
Cuando usamos una palabra como categoría implicamos mucha información histórica acumulada,
personal y científicamente. La ciencia utiliza generalmente categorías, aunque en el proceso de su
elaboración se pase por nombres y conceptos. El diagnóstico científico, ya sea neuropsicológico,
psicológico, psiquiátrico o pedagógico, utiliza categorías, pero muchos profesionales, a falta de
información teórico-experimental sobre el fenómeno, se quedan en el nivel de conceptos. Esto es
frecuente en aquellos que reducen el diagnóstico a la utilización de pruebas psicométricas.
200
5 Las tareas neuropsicológicas y psicológicas
201
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
cualquier página de cualquier libro bajo la consigna de tache todas las “A” que aparecen en
este párrafo hasta que le indique que pare.
Cada tarea, cualquiera que esta sea, da indicios de las funciones psicológicas implicadas
en las acciones como un sistema dinámico (que cambia con cada acción), así como
también sugiere los diversos factores neuropsicológicos propios de los sistemas
funcionales complejos que regulan la actividad.
En tanto que las tareas son herramientas de análisis, cualquier herramienta puede ser
utilizada para distintos fines y con distintas interpretaciones teóricas. Lo que suele
ocurrir, cuando además de diagnosticar se realiza investigación, es que las tareas deben
incorporarse a un protocolo específico, debido a que el objetivo es comparar resultados.
Este protocolo puede estar estandarizado y normalizado estadísticamente, es decir, ser
psicométrico, o no. Pero no hay que olvidar que, en neuropsicología y psicología, las más
diversas tareas obtenidas de múltiples medios, experimentos y modelos psicológicos,
pueden ser utilizadas para realizar el diagnóstico mediante el análisis cualitativo de los
síntomas neuropsicológicos.
202
Capítulo 6
El análisis cualitativo de
las evidencias clínicas
203
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Tesis
- I -
El análisis cualitativo de los síntomas neuropsicológicos busca identificar en múltiples
ámbitos del individuo, naturales y artificialmente creados, el funcionamiento y/o las
alteraciones de la actividad desde el nivel de los sistemas funcionales dinámicos
por la afección de uno o más de sus componentes. Por eso se puede aplicar tanto a
pacientes con secuelas de afectación del sistema nervioso, como en cualquier etapa
del desarrollo psicológico del individuo sano.
- II -
El análisis cualitativo toma en cuenta varios aspectos: (a) el reporte de cambios,
malestares, disfunciones y síntomas que el paciente y sus familiares reportan; (b) el
reporte de las alteraciones, lo más detalladas y minuciosas posibles, de las formas
de regular la actividad cotidiana del paciente antes del trastorno y después de él; (c)
las alteraciones en la realización de la actividad en tareas artificialmente creadas en
el consultorio para ese individuo específico, y otras más que vienen incorporadas en
las pruebas o protocolos neuropsicológicos (no su cuantificación psicométrica); (d)
la variación sistémica de esas actividades utilizando siempre la zona de desarrollo
próximo en sus ejecuciones, ya sea centrada en la Base Orientadora de la Acción (BOA)
para la tarea, o en el nivel de presentación de la tarea con diferentes formas de
orientación y regulación externa por parte del evaluador; (e) el análisis sindrómico
de una tarea; (f) el análisis del tipo de errores, la conciencia del error que el paciente
comete en tareas específicas y las formas de corregirlo; (g) el análisis sindrómico de
los síntomas que emergen en la ejecución de múltiples tareas; (h) los componentes
de la acción afectados que se evidencian en el análisis sindrómico, en la variación
sistémica y en la vida cotidiana; (i) la enseñanza rehabilitatoria y los experimentos
neuropsicológicos específicos para ese paciente; (j) el análisis de la génesis de las
acciones, particularmente durante el desarrollo.
- III -
El análisis cualitativo de los síntomas neuropsicológicos se realiza mediante
experimentos en los cuales se solapan el diagnóstico y la rehabilitación, es decir,
las acciones que se proponen para diagnosticar las alteraciones de las formas de
204
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
organización de la actividad psicológica son a la vez, las que dan pistas que permiten
reorganizarla.
- IV -
El análisis cualitativo de los síntomas neuropsicológicos y psicológicos están sujetos a
la metodología científica, entendida ésta como las respuestas empíricas a las preguntas
de la vigilancia epistemológica de cada procedimiento realizado en cada etapa y de
los resultados que se obtienen. Se evalúa, se mide, pero no siempre se cuantifica, y el
sujeto suele ser su propio control.
- V -
El neuropsicólogo que realiza el diagnóstico clínico mediante el análisis cualitativo de
los síntomas no utiliza pruebas psicométricas para, con descaro y presunción, decirle
al paciente lo que el mismo paciente, sus familiares y amigos ya saben: que está fuera
de la norma; que es diferente a como era antes; que es diferente a los demás. Algunos
hacen esto y hasta cobran por decir esa perogrullada.
- VI -
El análisis cualitativo de los síntomas neuropsicológicos no se reduce a la especificación
de “lo hace o no lo hace” propio de la psicometría cuando usa variables discontínuas
o categorías nominales.
- VII -
El análisis cualitativo de los síntomas neuropsicológicos no es igual al análisis
cualitativo en ciencias sociales.
205
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Este análisis permite obtener información acerca de la forma de realizar las tareas
propuestas por parte del paciente, con el fin de obtener información precisa y detallada
acerca de la contribución de distintos sistemas funcionales implicados (constelación de
zonas cerebrales en distintos niveles de su organización jerárquica) en la realización de
dichas tareas. La elección de las tareas depende de los objetivos clínicio o psicológicos
que se pretendan, y suelen tiener que ver con la edad psicológica, el nivel educativo, la
experiencia de la vida, o de la profesión, etc. y pueden ser accesibles o no al paciente. La
evaluación neuropsicológica cualitativa utiliza diversas tareas para obtener información
acerca del funcionamiento óptimo o alterado de los diferentes mecanismos cerebrales
206
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
El eje del análisis cualitativo son los llamados experimentos neuropsicológicos (Luria,
1977) que se explicarán posteriormente.
207
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
esenciales del paciente” (Ibid., p. 397) que posibilita analizar los síntomas que serán
estudiados. La entrevista debe realizarse con los familiares del paciente presentes,
sobre todo aquellos con los que más convive, o sus cuidadores primarios. El paciente
no solo expresa sus quejas, sino que podemos ver las limitaciones o secuelas más
evidentes de su padecimiento, por ejemplo, si su estado de alerta es fluctuante. Durante
la entrevista debemos observar varios aspectos: si la conciencia del padecimiento está o
no presente (algunos pacientes niegan o minimizan los trastornos que son evidentes); si
el paciente no puede organizar la expresión verbal del habla, o tiene severas dificultades
sensoriomotoras para las secuencias motoras del habla; si su habla es agramatical
(omite pronombres, artículos, conjunciones, preposiciones, no conjuga verbos); si tiene
dificultades para la selección léxica; si es incapaz de orientarse en tiempo, lugar, espacio; o
si tiene dificultades de memoria inmediata, mediata o a largo plazo (de trabajo, episódica,
biográfica, semántica, visoespacial, musical, léxica)43. Todas ellas son acciones concretas,
cuya ejecución está afectada presumiblemente por alteraciones del sistema nervioso. Se
puede observar también el efecto emocional del padecimiento (algunos pacientes lloran
y llegan con signos evidentes de depresión) y su posible impacto sobre su personalidad
(se niegan a realizar ciertas tareas por la vergüenza que les da su incapacidad, reportan
que no salen ni conviven socialmente por el mismo motivo, se vuelven irritables, etc.).
43
Cada una de ellas puede afectarse sin que se afecten las demás. Por ejemplo, tener afectada la memoria
de trabajo y presentar dificultades para expresar, en orden inverso, una secuencia de palabras como
“tijeras, cuchara, amistad”, pero recordar lo que comió ayer (memoria episódica), o las vacaciones
cuando salió de la primaria (biográfica), o el significado de cada palabra (semántica), o la disposición
espacial de objetos en su cuarto (visoespacial), o la canción México, lindo y querido, o una serie de
sinónimos de una lista de palabras (léxica).
208
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
fue confirmado por personal de salud que la atendía. Cuando le preguntamos a ella si los
veía, o si le hablaban y dialogaba con sus alucinaciones, o si éstas se desplazaban en su
casa, ella respondía que sí. Sin embargo, siempre expresaba que: “tengo una imaginación
muy viva”. Al preguntarle a quien veía, ella siempre se expresaba diciendo, “me imaginé
a mi nieta, o a mi hermano”, pero nunca decía “aluciné”. Cuando exploramos las
circunstancias cotidianas, su cuidadora y familiares reportaron que eso ocurría cuando
se despertaba, ya fuera en la noche, o en la mañana, o después de una siesta en la tarde.
Que esas visiones eran más frecuentes los fines de semana cuando sus familiares estaban
fuera de casa y solo llegaban a verla en la noche. Esos reportes nos hicieron sospechar de
la naturaleza de esas alucinaciones y comenzamos a explora si le provocaban ansiedad,
miedo o pánico, si veía cosas extrañas como distorsiones del cuerpo de sus familiares,
de objetos de la casa, o si aparecían animales, o si las visiones tenían colores vívidos,
brillantes, extraños, o si sólo le hablaban, o si las visiones la insultaban, decían groserías,
la amenazaban o le daban instrucciones para que hiciera algo. Nada de eso fue reportado
por la señora. Tampoco había delirios, incoherencia del pensamiento o del discurso,
aplanamiento afectivo, o pánico ante ellas, etc. En conclusión, no apreciábamos ninguna
alucinación típica de los trastornos psicóticos. Todo ello nos sugirió que la señora
padecía una alteración del sistema neurobiológico (zonas cerebrales, neurotransmisores,
hormonas, etc.) vinculado al tránsito del sueño a la vigilia que por momentos hacían
difícil que distinguiera lo que soñaba o imaginaba vivamente, literalmente imágenes y
diálogos de la realidad, precisamente en los momentos después de despertarse. En otras
palabras, la señora siempre llamó a sus visiones “mi imaginación”, y concluimos que
tenía parte de razón, si consideramos que las imágenes oníricas no son alucinaciones en
el sentido clínico, aunque se parecen, e incluso hay teóricos que así las han concebido, o
las vean “como delirio” (Hobson, 1994/2004).
En resumen, hay que escuchar lo que dice y cómo lo dice el paciente, además de buscar
activamente toda la información que puedan aportar los familiares presentes en la
entrevista. Ellos pueden indicar información valiosa para el diagnóstico diferencial
(aquél que diferencia síndromes y etiologías), confirmar o negar ciertos síntomas,
esclarecer las circunstancias en que se presentan, exponer otras limitaciones que no se
expresan a simple vista o que el paciente omite y, sobre todo, aclarar el desempeño del
paciente en su vida cotidiana.
209
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Explorar las formas de realización de la actividad cotidiana, antes y después del trastorno,
con y sin ayuda de familiares y cuidadores, es parte de nuestra propuesta metodológica
para el análisis cualitativo. Por ejemplo, una de nuestras pacientes a la que le extirparon
un tumor en el hemisferio izquierdo afectando las zonas frontales, parietales y
subcorticales, tenía una comunicación verbal incomprensible en nuestro laboratorio, por
lo tanto solicitamos al esposo el registro sistemático de expresiones verbales espontáneas,
y se encontró que en su casa solía tener expresiones orales pertinentes a las situaciones,
como por ejemplo: “mata esa mosca”, “quiero ir al baño”, “mete la ropa”, “mata el
mosco”, “cierra la cortina”, “ya me quiero ir”, “ya está caliente, báñate”, “te extraño”,
“no manches”, “ya veniste”. Al pasar por una farmacia, le recordaba a su esposo que
210
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
tenía que comprar las medicinas diciendo “pastillas”; cuando faltaba el gas doméstico
y pasaba el camión del gas, decía “gas”; En ocasiones, en nuestras sesiones, cuando
escuchaba a su esposo platicar alguna anécdota con ella, se reía o lloraba indicando una
clara comprensión de lo narrado y del contexto de la narración. Todo lo anterior sugería
que, a nivel espontáneo, la organización sintáctica de sus expresiones estaba con cierto
grado de conservación (en los ejemplos anteriores, conjuga adecuadamente verbos y
usa los pronombres correctamente), así como la intención comunicativa, las secuencias
fonoarticuladoras y la comprensión mínima del lenguaje oral. Sin embargo, en nuestras
sesiones raramente teníamos la oportunidad de que se manifestaran estas expresiones
tan útiles para el diagnóstico.
Otro paciente, un policía de tránsito que fue embestido por un automóvil provocándole
daño cerebral, y como consecuencia, presentó un tipo de afasia diagnosticada como
mixta por los servicios de salud gubernamentales. Durante la primera sesión fue
incapaz de responder a preguntas concretas con alguna frase u oración, o al menos
con un “si” o con un “no” más allá de mover la cabeza asintiendo o negando (que de
suyo indicaban que comprendía las preguntas), pero al explorar su cotidianidad con
preguntas específicas a su esposa, ésta reportó que al manejar el auto en la ciudad,
cuando se desesperaba con cualquier automovilista, le gritaba expresiones obscenas:
“hijo de puta,”, “chinga tu madre”, “quítate cabrón”. Estas expresiones evidenciaron
que utilizaba artículos, pronombres, preposiciones, conjugaba los verbos, etc. de
manera pertinente y con intención comunicativa. Por otra parte, pese a su incapacidad
para responder verbalmente “si”, o “no” cuando se le daba la instrucción específica de
decirlo: “diga: si”, si se le preguntaba ¿quieres un café o una cerveza o un taco?”, solía
decir rápidamente “si” o “no”. Se perfiló así, la hipótesis diagnóstica de un tipo de afasia
motora aferente típicamente reportada por Luria:
211
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
En otras palabras, la afección de las vías aferentes que implican zonas parietales (AB 3,
1, y 40) impiden la expresión motriz del habla voluntaria que requiere la aferentación,
pero dejan intacta la expresión motriz del habla automática y/o espontánea. Lo anterior
muestra que se encuentran conservadas aquellas expresiones automatizadas que se
utilizan en situaciones sociales particulares, y lo que se encuentra alterado se relaciona
más con la organización voluntaria de la expresión.
212
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
A partir de la primera entrevista, cada sesión con el paciente debe incluir la descripción
de las actividades cotidianas del individuo, lo que de suyo permite ir valorando cambios,
avances, estancamientos o retrocesos, no solo detectados por el neuropsicólogo, sino
también por los familiares y el paciente mismo cuando puede expresarlas. Así, por
ejemplo, si la queja principal del paciente después de un traumatismo es la alteración
de su memoria, hay que explorar en su cotidianidad los “olvidos”: si presenta “olvidos”
de rostros familiares, de música, de letras de canciones, de movimientos y destrezas
rutinarias (lavar, cocer, cocinar, manejar, vestirse, etc.), de reconocimiento de lugares
(no de ubicación espacial), de las películas o programas de televisión que ve, de los
programas de radio que escucha, de los rumores o chismes que escucha, del nombre
de familiares y amigos cercanos, de lo que platica con familiares y amigos, de órdenes
específicas, de objetivos a los que se dirigía, de objetos que deja en algún lugar, etc.
Esta exploración nos permitirá relativizar los resultados de las pruebas rutinarias y más
comunes de “memoria”, que lo que evalúan es un listado de palabras que tiene que
repetir, o de un dibujo que copió y que tiene que dibujar después de un tiempo, por
cierto, tarea frecuentes en las pruebas psicométricas. Sus resultados se suelen generalizar
como “problemas de memoria”, o de “memoria de trabajo”, o de “atención y memoria”,
y por lo general, dicha generalización no corresponde a la complejidad de la estructura
de la memoria en la vida cotidiana.
213
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
214
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
215
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
216
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
El análisis parte de la tesis de que una misma tarea puede realizarse de múltiples maneras.
Lo que en la cotidianidad observamos es que, por ejemplo, para escribir, podemos
hacerlo con los dedos de la mano, con la palma de la mano, con el pie, con la boca, con
un dedo (tecleando una computadora), con el movimiento de un músculo del ojo (sensor
óptico ligado a una computadora como lo hacía Stephen Hawking, recientemente
fallecido). En el caso de la escritura, las estructuras nerviosas no son solo las ligadas a la
motricidad, sino también las vinculadas a la direccionalidad de la acción, a la planeación
de ésta, a la verificación de los resultados, a la coherencia de la expresión comunicativa,
a la memoria semántica, verbal, biográfica, de trabajo; a la visión, a la representación
semiótica, a la representación espacial; al sistema activador del tono cortical; al sistema
límbico, etc. (Luria, 1979). La misma acción se realiza por medios diferentes y, por lo
tanto, con combinaciones de zonas cerebrales diferentes. Un corolario de esto es que una
misma zona cerebral, por ejemplo, el parietal implicado en las aferencias cinestésicas y
en la orientación espacial, está operando en diversas y variadas funciones psicológicas
217
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
218
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
219
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
tareas que involucran también al componente espacial. Lo esperado es que los síntomas
en cada actividad serían peculiares y tendrían como característica una inadecuada
ejecución de carácter espacial o/y cinestésica. Pero, como toda acción depende de un
sistema funcional para el cual cualquier componente puede afectarla, el segundo aspecto
fue evaluar la regulación y control en diferentes tareas en las que tenía que planear,
anticipar y dirigir su conducta a una meta (presumiblemente dependientes del frontal),
también tareas visuales que dependían del occipital, etc. A partir de la manera en que
ejecutan, ajustan, se regulan y modifican las acciones se comienza el análisis de los tipos
de errores cometidos para confirmar o rechazar sus peculiaridades, y se corroboran,
rechazan o matizan las hipótesis de los componentes cerebrales implicados de uno o
ambos hemisferios.
En otras palabras, cuando se daña, por ejemplo, algún núcleo de la amígdala, quedan
vinculadas sistémicamente muchas otras zonas del cerebro y de la amígdala misma.
Incluso su desaparición, si bien altera la respuesta emocional, no suprime ni elimina
múltiples formas de los estados afectivos. Y si algo sugiere lo anterior, es que el menor
o mayor grado de rehabilitación que los pacientes tienen, depende de que sus sistemas
funcionales se reorganicen con la terapia, para lo cual el análisis de los errores en las
ejecuciones de las tareas o de la vida cotidiana son un elemento clave.
220
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
asigna grados de gravedad del padecimiento (normal, moderado, leve, grave, profundo,
etc.), la neuropsicología cualitativa registra, por supuesto, si se ejecuta o no la actividad,
pero sobre todo pone su atención en cómo se realiza la respuesta, particularmente qué tipo
de error se comete, qué tan consciente es el paciente de ello, cómo lo corrige o lo ajusta para
completar el objetivo que se ha propuesto, cómo mejora o empeora al variar la actividad.
Por ejemplo, en la prueba psicométrica Token Test (De Renzi y Vignolo, 1978) utilizada
para la comprensión verbal en pacientes afásicos, las 36 órdenes que componen la
prueba van aumentando en complejidad gramatical, sin embargo, la prueba solo califica
el número de respuestas correctas e incorrectas y a partir de los resultados numéricos
asigna un nivel de gravedad de la ejecución, realizando la sumatoria de errores, y la
resta del nivel de escolaridad. Es decir, pese a que incluye diferentes complejidades
gramaticales, omite el análisis gramatical de las respuestas y no analiza el tipo de error,
ni cómo se comete, ni la conciencia del error, ni las posibles correcciones al alcance
del paciente. Desde la psicometría, lo que cuenta es si responde o no correctamente
cada ítem; desde la neuropsicología cualitativa, lo que importa es qué errores comete
y de qué tipo son, de tal manera que, en esta prueba, lo que nos importa es si los
errores tienen que ver con el uso adecuado de las preposiciones y conjunciones, de
los sustantivos (cuadro) y adjetivos (grande rojo), de los verbos conjugados (coloque,
toque, ponga), de los adverbios (lentamente, rápidamente) o del orden sintáctico. O
si los errores tienen que ver con el volumen mnémico de la cantidad de palabras que
componen cada ítem. Lo que importa es conocer qué caracteriza cualitativamente al
tipo de error. El análisis cualitativo de los errores nos permite formular hipótesis de
los factores neuropsicológicos implicados: es decir, de los componentes de los sistemas
funcionales cerebrales presentes en tal o cual respuesta.
221
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
adverbio no cambia; otras son dos oraciones coordinadas, del tipo antes mencionado,
usando una conjunción: “toque el círculo rojo y el cuadrado grande”; otras son
oraciones con otro verbo de acción diferente, regulada mediante preposiciones: “ponga
el círculo rojo sobre el cuadrado verde”; otras son oraciones condicionales: “si hay un
círculo azul toque el cuadrado rojo”; otras son oraciones cuyo verbo está regulado por
dos adverbios: “toque lentamente los cuadrados y rápidamente los círculos”; otras
implican un cambio de acción mediante un imperativo: “toque el círculo rojo, ¡no!, el
cuadrado blanco”.
Pese a las cualidades gramaticales de creciente complejidad de las órdenes verbales para
ejecutar acciones, la cuantificación resultante de la sumatoria de los puntajes (23 puntos)
enmascara, oculta, omite las diferencias sintácticas, como si un acierto o un error fueran
todos de igual valor gramatical e impacto en la comunicación. El error cometido por los
psicómetras, es substituir los síntomas evidenciados en las tareas, por números, luego
realizar operaciones matemáticas con los números, y concluir que éstos son equivalentes
a los síntomas: en este caso, como son números, da igual no realizar una actividad
cuantificada como “1”, pués si falta el item 12 (un punto) o el ítem 31 (un punto), la
sumatoria será la misma, pese a que son cualitativamente diferentes.
Por tanto, la comprensión oral del habla de esta paciente está conservada en la
identificación léxica de algunos sustantivos, adjetivos, y adverbios. Con respecto a
la regulación de la actividad mediante oraciones que implican diferentes relaciones
sintácticas (recuérdese que son órdenes para actuar) está conservada con algunos
verbos transitivos incluidos en oraciones sencillas, pero está afectada cuando se trata
de secuenciar acciones mediadas por conjunciones y preposiciones. Nada de esto sale
a relucir con el número final de 23 errores y la asignación de gravedad de “moderado”
(entre 17 y 24 errores) (Token Test, figura 3).
222
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
La prueba Token Test fue planteada por Renzi y Faglioni (1978) como un instrumento
que permite discriminar entre sujetos afásicos y normales, y efectivamente lo hace,
pero solo hace eso. Obviamente todos sus familiares ya sabían que su lenguaje estaba
afectado. La cuantificación confirmó lo que todos sabían, pero no las cualidades de
esa perturbación, es decir clínicas, pese a que su análisis cualitativo arroja mucha más
información que su cuantificación psicométrica. Si además consideramos que el análisis
cualitativo implica, siempre, la variación sistémica de la actividad, la información clínica
se profundiza.
223
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
224
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
Analicemos otro ejemplo que muestra las ventajas de la evaluación cualitativa para el
diagnóstico y la rehabilitación neuropsicológica. Se sabe que la afasia dinámica surge
ante lesiones frontales terciarias del hemisferio izquierdo (Akhutina, 2014). Sin embargo,
hemos tenido un caso poco frecuente de afasia dinámica, producida por lesión en el
hemisferio derecho (Morán y Cols., 2013; Solovieva y Quintanar, 2018b, c). Se trata de
una paciente adulta joven con nivel educativo alto y nivel socioeconómico medio, que
225
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
226
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
Otro ejemplo que también señala la utilidad clínica de la evaluación cualitativa que
antecede a la rehabilitación neuropsicológica (Solovieva, Rentería y Quintanar, 2001),
es el de un paciente diestro, con alto nivel educativo y socioeconómico. El paciente
sufrió un accidente cerebrovascular que afectó los sectores parietooccipitales bilaterales.
La evaluación reveló una afasia semántica, a pesar de que el paciente solamente se
quejaba por problemas de memoria. La valoración cualitativa no reveló problemas
de comprensión del lenguaje oral y escrito, siempre y cuando se tratara de oraciones
activas y directas. Sin embargo, en el caso de oraciones con estructuras gramaticales
complejas, pasivas, con preposiciones y conectivos espaciales, temporales, comparativos
y de contraposición, el paciente presentaba serios problemas y decía no recordar nada
de lo que escuchó o leyó. El paciente manifestaba que siempre le agradó la lectura y que
tenía enorme interés en recuperar esta habilidad intelectual. Se diseñó un programa
de rehabilitación, el cual incluyó un análisis gramatical detallado de las categorías
sintácticas de las oraciones que se materializaban con señales elegidas para cada una de
ellas. Conjuntamente se analizaba la ubicación espacial de diversos objetos y símbolos
en el plano perceptivo, debido a que el paciente no presentaba dificultades en las
acciones concretas. El análisis de las representaciones se acompañaba con la elaboración
de oraciones que caracterizaban a estas situaciones. También se analizaba el contenido
de los problemas matemáticos, que se representaban esquemáticamente. El contenido
227
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
de los problemas se anotaba con oraciones elaboradas por el paciente, con apoyo y
verificación del neuropsicólogo. El paciente trabajó sobre la comprensión de fábulas,
poesías y textos literarios, mostrando alta motivación y agrado por estas actividades.
Después de 4 meses de enseñanza rehabilitatoria con 2 sesiones semanales se logró
una rehabilitación prácticamente total. El paciente ya no se quejaba de problemas de
memoria, comprendía todas las expresiones orales y escritas y recuperó su trabajo.
Con este ejemplo mostramos que las conclusiones obtenidas a partir de la evaluación
cualitativa prácticamente conducen a la elaboración de un programa rehabilitatorio
apropiado para el paciente. El programa siempre es individual, pero se elabora con base
en los principios teórico-metodológicos de la neuropsicología (Tsvetkova, 1998).
228
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
229
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Para las tareas de dibujo se utilizó el pizarrón y varios plumones de colores. El paciente
debía pararse y el neuropsicólogo le ayudaba a mantener el equilibrio. A lo largo del
proceso rehabilitatorio, fue posible disminuir este apoyo externo de manera gradual,
hasta que el paciente podía mantenerse por sí solo. Poco después comenzó a caminar
por primera vez en su vida. Para los dibujos se utilizaron puntos de apoyo como
base orientadora de la acción. Antes de dibujar, al paciente se le mostraba la imagen
de un objeto concreto y se comentaban en voz alta todas las características del objeto
que se lograban percibir. El dibujo se realizaba ocupando todo el pizarrón a través
de movimientos secuencialmente organizados. En el plano verbal, se leyeron cuentos
mágicos cortos que el paciente escuchaba, y debía elegir objetos externos y un muñeco,
los cuales representaban a los personajes del cuento y sus acciones. Para la representación
de los sucesos del cuento, el paciente tenía que “dramatizar” el cuento durante la lectura
y al término de ella. De manera simultánea se trabajaba con preguntas y respuestas
dirigidas a las causas y efectos de todos los sucesos, así como a las características de los
personajes y acontecimientos de los cuentos.
A los familiares se les mostró este tipo de tareas y se les solicitó su apoyo para su realización
en casa, además de trabajar con el paciente con el autocuidado y la participación
responsable en las tareas domésticas. Después de 4 meses con un total de 40 sesiones de
60 minutos cada una, se lograron resultados favorables. El paciente bajó de peso, lograba
realizar tareas concretas cotidianas en las sesiones y en su casa, comenzó a dibujar y
su lenguaje dialógico se hizo más estable y dirigido, disminuyeron las asociaciones
colaterales, mejoró el interés por las tareas cognitivas, tales como escuchar el contenido
de los cuentos y realizar tareas constructivas siguiendo un modelo sin desviarse. El
paciente ya lograba levantarse sin apoyo y mantenía el equilibrio realizando pasos hacia
el frente. Los padres expresaron que en todos los años anteriores de la vida de su hijo no
habían visto los logros que se obtuvieron en estos 4 meses de trabajo.
230
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
Este plan del programa rehabilitatorio se realizó considerando los datos del análisis
sindrómico y la edad psicológica, en lugar del diagnóstico neurológico y la edad
cronológica del paciente. Los resultados no se hubieran logrado a partir de evaluación
únicamente neurológica que se limitaba a la sugerencia de uso de silla de ruedas, y la
evaluación tradicional, que solo ofreció terapia común del lenguaje, con tareas repetitivas
y mecánicas denominativas.
Este caso ilustra que, si en lugar del análisis sindrómico hubiéramos “diagnosticado”
con psicometría, sus resultados hubieran sido dramáticamente desalentadores por los
bajísimos puntajes que obtendría, y esos resultados no hubieran aportado clínica y
prospectivamente nada más de lo que los padres ya sabían.
231
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
pueden sintetizar de la siguiente manera: toda nueva destreza se inicia con operaciones
externas que pueden adquirir la forma material (con objetos) o materializada
(mediante representaciones simbólicas externas), pasa después a regularse mediante
el habla externa y, finalmente, se regula mediante el lenguaje interno poco antes de
automatizarse. Estos autores han precisado la necesidad de un estudio detallado de cada
una de las etapas mencionadas y el lugar que ocupa un objeto de conocimiento dentro
de la actividad propia del aprendizaje del sujeto. El estudio del contenido del proceso
de aprendizaje se ha convertido en uno de los objetos de estudio desde la teoría de la
actividad. Al respecto de ello, Leontiev (2009, p. 196) escribe: “cada contenido de una
actividad puede ser convertido en el contenido de lo que se representa en la consciencia
actual del sujeto”. El proceso de aprendizaje se comprende como un proceso dirigido
a un objetivo, es reflexivo y consciente. En el caso de los pacientes, el neuropsicólogo
ayuda a concienciar y analizar cada acción del paciente, sus limitaciones, sus errores y
las formas de superarlas, hasta que, por la vía de la acción exitosa, el mismo paciente la
interioriza, autorregula y automatiza.
232
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
la explicación del aporte con que cada factor neuropsicológico y función psíquica
contribuye para explicarlos empírica y teóricamente, y con ello perfilar la rehabilitación.
233
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Una de las tareas posibles para lograr que autorregule la ubicación de fechas diarias,
por ejemplo, se inicia con apoyos materializados, externos, como la recomendación a
él y a sus familiares que tengan un calendario grande pegado en la pared de su cuarto,
otro en el comedor, otro en la cocina, y que diariamente tache señale el día, la semana,
el mes y el año. Después de hacerlo, debe decir qué fecha fue ayer y cuál será mañana.
Se le enseña a ubicar la fecha actual por sí mismo, apoyándose con el calendario. Esta
enseñanza es, a la par, su rehabilitación.
Todo proceso rehabilitatorio implica un modelo teórico del aprendizaje y del desarrollo
psicológico. Las aproximaciones neuropsicológicas cognitiva, conductista, cognitivo-
conductual, o históricocultural-sociocultural presuponen una teoría del aprendizaje.
En la neuropsicología cualitativa de tipo luriano, los modelos de aprendizaje se basan
en los trabajos de Vigotsky (1984 a, b) y de los seguidores de su enfoque, tales como
Galperin (2000), Elkonin (1980), Obujova (2006), Leontiev (2009), Talizina (2018, 2019),
y otros investigadores que desarrollaron métodos pedagógicos, cuya aplicación a
la rehabilitación neuropsicológica han sido exitosos (Solovieva y Quintanar, 2018a;
Solovieva, 2019; Quintanar y Solovieva, 2020). Algunos de los conceptos fundamentales
que se utilizan son los siguientes: Zona de Desarrollo Próximo (Vigotsky, 1934/1993),
formación de las acciones mentales por etapas (Galperin, 2000; Solovieva y Quintanar,
2019) y actividad rectora de la edad psicológica (Obujova, 2006; Leontiev, 2009;
Elkonin, 1980).
234
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
“valoración de los procesos psíquicos con ayuda de pruebas especiales, para realizar una
cualificación y una caracterización cuantitativa de la alteración, del estado de las funciones
psíquicas superiores, y el establecimiento de los defectos, así como con la patología o el
estado funcional de sectores determinados del cerebro y los rasgos individuales del estado
morfofuncional del cerebro en general” (Balashova y Koviazina, 2019, p. 15).
235
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
b) Nivel psicológico. Este nivel caracteriza a las acciones del paciente desde los
aspectos de la orientación, la ejecución, la regulación y la verificación. Determina
y precisa la edad psicológica y la situación social del desarrollo de niños y
adolescentes, además de caracterizar el grado de realización de las tareas con
diversos tipos de ayuda en todos los pacientes.
236
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
No, de ninguna manera. Todo esto suele pasarle a cualquier clínico al hacer un
diagnóstico cualitativo, y la psicología social ha documentado tales sesgos en los
diagnósticos clínicos desde hace más de cincuenta años (Myers, 1983/2005, pp. 568-
576)44.
44
En 1973, David Rosenhan y siete compañeros investigaron los diagnósticos psiquiátricos que el
personal de un hospital mental daba a ellos. Decidieron ingresar al hospital diciendo que “oían
voces”, pero en toda la entrevista clínica y las sesiones correspondientes solo dijeron su historia
personal verdadera. La mayoría fue diagnosticada como esquizofrénico y hospitalizado tres semanas.
Los clínicos interpretaron cualquier incidente de la infancia de los simuladores como evidencia
clínica que confirmaba su diagnóstico. Después, Rosenhan explicó lo que había hecho al personal
del hospital, y les advirtió que en los siguientes tres meses mandaría uno o más supuestos pacientes
simulados. Luego de ese tiempo, le preguntó al personal si habían detectado cuáles de los 193 nuevos
ingresos de ese periodo era un simulador, 41 fueron detectados como simuladores, sin embargo,
el investigador no había mandado a ninguno (Myers, 1983/2005, p. 570). En ambas situaciones, los
clínicos “vieron y confirmaron” lo que sus creencias previas los inducían a ver, pero que no era
verdadero. Los prejuicios orientan los juicios en todos nosotros, hay que saberlo para restringir su
influencia corroborando los juicios de otras formas más objetivas.
237
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Enfrentar, corregir y precaverse contra estos sesgos del análisis, implica, por lo tanto,
esclarecer el problema de la correspondencia del juicio clínico con la realidad objetiva de
los síntomas (que corresponda a los hechos), de la demostración objetiva de causalidad
de la presencia o ausencia de los síntomas en contextos específicos, de la certeza y
seguridad del diagnóstico, o de la validez y confiabilidad de nuestro juicio clínico. Ello
apunta a los rasgos científicos de la neuropsicología cualitativa.
El análisis cualitativo de los síntomas se rige por el método científico, entendido como
las respuestas empíricas a las preguntas de la vigilancia epistemológica de cada paso,
procedimiento, instrumento utilizado, y resultados obtenidos.
El método como vigilancia epistemológica comienza con tales preguntas, y las respuestas
concretas a ellas nos llevan a la demostración empírica y científica de nuestro diagnóstico
y tratamiento que, como dijimos antes, se solapan en un mismo sujeto.
238
6 El análisis cualitativo de las evidencias clínicas
Aunado a esas técnicas, suele utilizar protocolos, es decir, conjunto de tareas planeadas
en una secuencia determinada. Los protocolos no son instrumentos de medición, sino
de secuenciación de tareas mediante las cuales se manifiestan las distintas formas de
regulación y realización de las acciones aportando signos y síntomas para el análisis
sindrómico. Las pruebas psicométricas se ajustan también a un protocolo, pero es rígido
e inmodificable; los protocolos de la neuropsicología cualitativa son variables, flexibles
y ajustables a las condiciones de cada paciente y a la presencia o ausencia de síntomas y
signos, y, además, no necesariamente cuantifican, aunque si comparan todas y cada una
de las tareas y sus ejecuciones. Por estas razones, la noción de confiabilidad psicométrica
(que la medición numérica sea lo más precisa posible y que no cambie cada vez que
se aplique) no tiene sentido en la neuropsicología cualitativa. Tampoco tiene sentido la
validez psicométrica, en su versión simple: que “mida numéricamente” lo que pretende
medir, puesto que no son instrumentos de medición numérica. Para aclarar más este
asunto, véase lo que entienden los psicómetras por confiabilidad y validez:
239
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Por estas razones, nosotros preferimos hablar de certeza y seguridad del diagnóstico
cualitativo, en el sentido de que corresponde a la realidad objetiva del paciente, más que
de confiabilidad o fiabilidad (con fe en los números). Un análisis más detallado de la
lógica de la neuropsicología cualitativa y psicométrica aclararán estos puntos.
240
Capítulo 7
WZX7.0
241
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Tesis
- I -
La psicometría no sirve para diagnosticar. Es útil para medir qué tan diferente son las
ejecuciones de una persona en determinadas tareas, comparadas con las ejecuciones
promediadas de una población que sirve de referencia.
- II -
El que un individuo se ubique fuera de la norma en una prueba psicométrica, no lo
hace un trastornado, no significa que tiene una patología, ni que está enfermo, o que
tiene una incompatibilidad evolutiva. Solo es diferente a los demás.
- III -
Enumerar signos y clasificarlos en categorías por su intensidad (normal, moderado,
grave, etc.) es parte del diagnóstico, pero no es el diagnóstico.
- IV -
El diagnóstico siempre es diferencial, especifica la etiología, la patogenia, la patocronía,
la nosobiótica, el pronóstico, la gravedad y la terapéutica.
- V -
El diagnóstico neuropsicológico no establece patologías médicas, esto lo hace el
equipo médico especializado. El neuropsicólogo analiza las secuelas de dichas
patologías sobre la actividad psíquica del paciente.
- VI -
Las secuelas neuropsicológicas son alteraciones en las formas de orientación,
regulación, ejecución y verificación de las acciones psicológicas de un paciente, las
cuales se producen cuando se desorganizan los sistemas dinámicos funcionales
del cerebro, ya sea por eventos ocurridos durante el desarrollo que impiden su
funcionamiento óptimo, o por alguna afección del sistema nervioso. La rehabilitación
propone la reorganización de dichos sistemas funcionales para que el paciente se
reintegre a su vida social, familiar y laboral en las mejores condiciones posibles.
242
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
- VII -
La neuropsicología no estudia a un cerebro dañado, sino a una persona con secuelas
por una afección cerebral.
- VIII -
La evaluación, el diagnóstico y la rehabilitación neuropsicológica constituyen una
unidad dialéctica indisoluble que tienen como fin integrar a la persona a su vida
cotidiana lo mejor posible, considerando no solo su condición neurobiológica, sino
también su personalidad, sus afectos y normas socioculturales. Separarlos, sólo se
justifica con fines de investigación, pero no en la atención clínica de un individuo.
243
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
244
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Y, para rematar esta sarta de confusiones metodológicas, coronan su proceder al ver sólo
números, concibiendo lo psicológico-numérico como estático, sin historia, sin cultura,
sin cambio. Una mera abstracción numérica.
Medir no es diagnosticar
Lo primero que habría que establecer al juzgar el uso de las pruebas psicométricas,
tanto en la psicología como en la neuropsicología, es la distinción entre su uso como
instrumento de medición -como “regla” para comparar parámetros numéricos de
ejecuciones en tareas específicas en momentos diferentes entre un individuo frente a
una población- y su uso como instrumento diagnóstico. Su utilidad como instrumento
de medición psicométrico es incuestionable. Nada impide utilizar una “regla” para medir
algo, aunque esto sea la creencia del investigador cuando asume la postura teórica de
que se pueden “medir” funciones cognitivas de manera aislada, ya sea para cuantificar
la realización de tareas de un individuo de cierta población con patrones culturales
similares, o para compararlas con él mismo en tiempos diferentes.
245
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Si elimináramos el entorno del consultorio, el estatus del hospital, las batas blancas, el
costo económico y la seriedad del que dice el “diagnóstico”, lo que en realidad se dice
es: «Pues sí, efectivamente. Como usted lo supo y lo sabían todos los que lo rodean, las pruebas
confirmaron que usted no es como los otros. Usted es diferente a los otros. No está dentro de la
normalidad»
Sus limitaciones para el diagnóstico clínico son varias, particularmente porque suelen
utilizarse45 como un criterio invariante en todos los casos en que se aplican los test
psicométricos, pero no lo es en todos los grupos, en todas las culturas o en todas las
épocas. Basta cambiar lo que se considera normal o anormal en las formulaciones
teóricas sobre las patologías, o cambiar los patrones culturales en un mismo grupo
social, o cambiar a otro grupo social con otra cultura u otra historia para que la norma
cambie. Eso es válido para la neuropsicología, para la psicología y la psiquiatría. Michel
Foucault, cita en su libro Enfermedad mental y personalidad, el caso de los indios crow
señalando que uno de sus miembros poseía un conocimiento excepcional de la cultura
de su pueblo, pero era incapaz de enfrentar los peligros físicos y era concebido como
irresponsable, incompetente y enfermo. Foucault señala: “cada cultura se hace una
imagen de la enfermedad, cuyo perfil se dibuja gracias al conjunto de sus virtualidades
antropológicas que ella desprecia o reprime” (Foucault, 1961). No sólo las concepciones
culturales y las teorías acerca de lo normal o anormal en torno al psiquismo deben
considerarse, sino también múltiples aspectos de la lógica de los test que las miden.
Un aspecto fundamental son sus ítems. Para que los parámetros numéricos de las
ejecuciones de las tareas medidas en las pruebas psicométricas tengan utilidad clínica
para un diagnóstico, se debe DEMOSTRAR que tales parámetros y ejecuciones, y no
otros, tienen mayor significación clínica. Por ejemplo, la prueba conocida como la “Figura
45
Siempre es necesario distinguir a los que usan y aplican las pruebas psicométricas en situaciones
clínicas, de quienes las construyen, no siempre coinciden ambos. La formación teórica, clínica y
metodológica de estos últimos que construyen sus pruebas psicométricas, suele ser más vasta de
los que solo las usan y las aplican, aunque estos sean neuropsicólogos, psicólogos, educadores o
psiquiatras con buena formación en sus respectivas disciplinas. El aplicador de pruebas suele
pasar por alto aspectos fundamentales de las pruebas psicométricas, cometiendo serios errores al
interpretarlas “clínicamente”. Es el caso con una paciente joven que sufrió un accidente vascular
cerebral en el 2019. Ella vivía en una provincia de México y acudió a un hospital regional donde
fue evaluada neuropsicológicamente con un test elaborado en España. Entre sus ítems preguntaba
si reconocía visualmente la cara de ciertos personajes de aquel país. Uno de ellos era Francisco
Franco, muerto en 1976 cuando aún no nacía esa mujer que nunca había vivido o viajado a España.
El neuropsicólogo aplicador no se percató de la incoherencia de hacer esa pregunta, no la ajustó ni
corrigió a nuestro país, a nuestra cultura y a la edad de la mujer. Simplemente aplicó mecánicamente
la prueba.
246
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
La elección de los parámetros con que se cuantifican las ejecuciones en las pruebas
psicológicas, psicopedagógicas y neuropsicológicas es una cuestión fundamental46.
Todo diagnóstico profesional y científicamente bien elaborado siempre es, y debe ser,
diferencial; debe distinguir el conjunto de síntomas de una enfermedad, trastorno o
patología, de los mismos que se presentan en otra, por ejemplo, la diarrea se presenta en
diferentes patologías, no es patognomónica de una sola. Una regla de oro es comprender
que un mismo síntoma puede estar presente en múltiples trastornos y patologías, lo
que obliga a distinguir cada patología y trastorno por el conjunto de ellos, es decir,
46
La elección de un parámetro y su cuantificación es un aspecto clave en toda ciencia, puede definir y
esclarecer fenómenos importantes que de otra manera no se aprecian. Por ejemplo, en genética se sabe
que los cromosomas se delimitan por los telómeros (como una capucha al final de los cromosomas
compuesta de pares de bases). Durante mucho tiempo se ha vinculado la longitud de los telómeros
con el envejecimiento: entre más corto, más viejo; pero este parámetro no explicaba porque algunas
especies tenían telómeros largos, pero vivían poco. Hace poco se cambió el parámetro de longitud por
el de velocidad de pérdida o acortamiento de ellos, se comparó en varias especies de delfines, cabras,
renos, elefantes, flamencos, buitres, gaviotas, ratones, y se descubrió que el ritmo de acortamiento
expresa una relación matemática muy precisa con la longevidad de la especie (Jano. Es. Medicina y
Humanidades, 9 de julio 2019).
247
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
248
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
249
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
47
Un cáncer de lento crecimiento, por ejemplo, en la próstata, es un cambio biológico cualitativo,
pero durante mucho tiempo el paciente no es consciente de él, es decir, no se siente enfermo. En la
actual pandemia de la covid19, hay personas que están infectadas, pero no tienen síntomas o ningún
padecimiento, es decir, no son conscientes del virus en su cuerpo, decimos entonces que no se sienten
enfermas, ni se les percibe como tales.
48
Desde nuestro punto de vista, el rasgo esencial del psiquismo animal o humano es la regulación
de la actividad, y existen diferentes formas de regularla, algunas son compartidas por todas las
especies con sistema nervioso: las sensoriomotoras, las afectivas, las mnémicas; y otras, además de
las anteriores, son específicas de los humanos: las anticipatorias. El psiquismo humano se distingue
250
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
del animal porque las formas de regulación de la actividad están mediadas semiósicamente (signos y
significados socialmente construidos, particularmente el lenguaje-lengua), socialmente (interacciones
prácticas y dialógicas surgidas en diferentes ambientes: laborales, familiares, culturales, amistosos,
lúdicos, etc.), culturalmente, e históricamente (en una época, región geográfica, y momento del
desarrollo específicos). Estas cuatro mediaciones de la actividad humana hacen emerger nuevas
formas de regulación propias del homo sapiens: las anticipatorias. Su rasgo esencial es que el futuro, lo
que no ha pasado, lo que no existe todavía, e incluso lo que no podría ocurrir, pero que es concebido
mediante el lenguaje, la imaginación, la conciencia, el pensamiento y la voluntad, regula la actividad
presente del humano en prácticamente la mayor parte de su vida (Escotto-Córdova, 2012).
251
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
“El propósito de las pruebas debe ser ayudar a establecer el diagnóstico, y desarrollar
un plan de tratamiento para un desorden mental, cuando el diagnóstico o el plan de
tratamiento no pueden ser determinados basados en la información disponible para una
o más comprensiva evaluación médica o conductual... La evaluación neuropsicológica
permite la detección precisa, el seguimiento y el manejo de las funciones cognitivas con
un alto grado de sensibilidad, que no es posible a través del examen estándar del estado
mental. Es el único medio para evaluar el impacto funcional de anomalías corticales
252
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
[“The purpose of testing must be to help establish the diagnosis and to develop a treatment
plan for a mental disorder when the diagnosis or treatment plan cannot be determined based on
available information from one or more comprehensive medical or behavioral health evaluation…
Neuropsychological assessment allows for precise detection, tracking, and management of cognitive
functions with a high degree of sensitivity not possible through standard mental status examination.
It is the only means to evaluate the functional impact of known localized cortical abnormalities
detected on brain imaging studies and EEG].
49
Traducción de los autores. Consultar: https://www.nanonline.org/docs/PAIC/PDFs/Amerigroup%20
Final_BA.pdf
253
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Entre las primeras pruebas psicométricas que se utilizaron para la valoración clínica en
la tercera década del siglo XX, fue la prueba Weschler (Louttit y Browne, 1947; Sundberg,
1961; Lubin, Wallis y Paine, 1971), la cual se posicionó en primer lugar a partir de los
años 50’s y comenzó a incluirse como parte de la evaluación neuropsicológica (Rabin,
Barr y Burton, 2005), contrastando su posibilidad de detectar daño cerebral con baterías
neuropsicológicas (Reitan, 1959; Loring y Larrabee, 2006). En México, la tradición
psicométrica en la neuropsicología llegó de la mano de investigadores de la Universidad
Nacional Autónoma de México.
254
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
“…el proceso que utiliza test y procedimientos estandarizados para valorar sistemáticamente
varias áreas: inteligencia, resolución de problemas y capacidad de conceptualización,
planificación y organización; atención, memoria y aprendizaje; habilidades perceptivas y
motoras” (Portellano, 2005, p. 25).
255
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
clasificar los trastornos y apoyar su diagnóstico que luego pretenden confirmar con las
pruebas neuropsicológicas psicométricas.
50
Las ‘negritas’ son nuestras, para facilitar la lectura. Nota de los autores.
256
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Tales principios son sin duda útiles, pero no apuntan al análisis cualitativo sindrómico
de Luria. El método de Luria pretende, contrario a la cita, considerar que un mismo tipo
de error se puede producir por lesiones diversas y que la aplicación de diferentes tareas
permite considerar todas las opciones posibles para evitar interpretaciones erróneas.
Algunos otros autores consideran una falsa dicotomía la distinción entre corrientes
clínicas (cualitativas) y corrientes psicométricas (Ardila y Rosselli, 2007; Ardila y
Ostrosky, 2012), quizás porque asumen que pueden hacer análisis cualitativos y
psicométricos en un mismo paciente. Tienen razón, pero su utilidad es muy diferente, en
un caso hacen clínica, en otro sólo miden (recuérdese que medir no es diagnosticar) para
buscar correlaciones con otras variables. Otros más, sostienen lo mismo, pero por razones
diferentes: psicometrizan lo cualitativo confundiéndolo con variables discontinuas que
se cuantifican psicométricamente (Peña-Casanova, 2021).
En todos estos casos citados y muchos otros (véase, por ejemplo: Manga y Ramos,
1991; Goodglass y Kaplan, 1972), se habla de la evaluación cualitativa sin aclarar
suficientemente en qué consiste, más allá de postular la necesidad de analizar los errores
y las ejecuciones del paciente, o de dedicarle solo algunas líneas a consignar que es
importante la evaluación cualitativa, pero ninguno aclara o explica, ni parece tener
51
Se respeta la escritura como se encuentra en la cita. Nota de los autores.
257
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
No tenemos duda de que tales resultados (qué tanto se está cerca o lejos de la media;
qué tanto se es diferente a los demás) es un dato objetivo, pero es un error creer que
establecer las diferencias individuales entre los pacientes sea el objetivo central de la
258
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
52
Uno de los aciertos de Ludwig Wittgenstein es haber conceptualizado que el significado de una
palabra está en el contexto de una proposición, en ese uso contextual, y que el sentido de una palabra
está en su propósito (Wittgenstein,1975/1997, p. 49); y de Gilbert Ryle (1949/2005) -haciendo a un lado
su preferencia positivista por el conductismo y su negación de la conciencia- quien en su intento por
eliminar la mente, la conciencia, y los procesos internos de la psicología, criticando el uso de tales las
palabras psicológicas (vano intento), acabó desarrollado un método, entreverado en su libro, muy
útil para analizar el uso de cualquier palabra en diferentes contextos. El desarrollo de la lingüística
pragmática, de la sociolingüística, de la sociología de la conversación, la difusión de las obras de
Bajtín y su noción de enunciado y dialogismo, de los estudios antropológicos de la comunicación,
de las obras de Vigotski y su concepto de sentido, de las obras de Foucault, de Bourdieu, etc. nos han
permitido entender que el significado de las palabras en un diccionario (ahora se consigna sus usos
numerándolos, e incluso en qué países así se usa), es diferente al que se usa en el contexto en una
oración, y éste es diferente al uso comunicativo del diálogo cara a cara, y éste es diferente al que se
asigna en el discurso. Ha quedado claro que el sentido comunicativo de las palabras depende del
contexto de uso, de la comunidad de usuarios, del estrato sociocultural, de las relaciones de poder,
del conocimiento del mundo, de la época, la lengua y región geográfica.
259
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
sujeto no es como los otros, que ya es diferente, que no se ubica dentro de la norma. Y
concediéndoles “finura” a su diagnóstico, agregaremos que no es normal como los otros,
en tal o cual “dominio”. Nada más.
Debemos señalar otro punto fundamental: los humanos, cuando percibimos, juzgamos,
y nuestros juicios orientan nuestra percepción. Lo evidente, lo que se ve o percibe
sin ninguna duda o vacilación alguna, siempre es interpretado, filtrado, clasificado
por las creencias, vocabulario, prejuicios, marcos teórico-conceptuales y patrones
socioculturales, entre los que destacan la manera de ver y percibir al mundo y la
sociedad. No hay “evidencias” (lo que se ve) neutras, sin marco teórico y cultural que las
interprete. Por ejemplo, las imágenes fotográficas de la clínica psiquiátrica sobre locos,
“pervertidos” y criminales no son la excepción, cuanto más si el diagnóstico se basa
en la categoría de “locura moral”. A finales del México porfirista se inauguró en 1910
el Manicomio General de la Castañeda. En aquél entonces utilizaron las fotografías de
los pacientes, tomadas sin poses, frontales y aparentemente naturales, para ilustrar sus
clasificaciones clínicas de locos y depravados. Una tipología que fijó las características
físicas y sociales de la locura, la pobreza y la degeneración en México, que eran, en los
supuestos clasistas de la cultura porfirista, de los pobres, las prostitutas, los criminales
y degenerados, es decir, el pueblo que amenazaba a la clase dominante con mezclar
la sangre y degenerar a la raza. El ejemplo más nítido de tal postura es lo que Miguel
Macedo, abogado y criminalista concebía. Para él solo había dos clases sociales en México,
la superior, compuesta por ricos, educados y civilizados, y, la inferior, compuesta por
individuos ignorantes, enfermos, degenerados y alcohólicos, y quien dijo en 1897, en el
Segundo Congreso Científico de Abogados:
53
Franz Joseph Gall, médico alemán, anatomista prestigiado creó la craneología, que después fue
llamada frenología. Proponía que el cerebro estaba compuesto de varios órganos y que cada uno
de ellos tenía una función Se desarrollaban desde la infancia manifestándose en las protuberancias
craneales. Por ello, la personalidad se definía desde el nacimiento, pero era influida por el desarrollo,
y aquella podía analizarse palpando el cráneo y midiéndolo. Por eso la llamó organología. Proponía
260
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
que la función mental se componía de 27, a veces 29, facultades diferentes ubicadas en zonas diferentes
del cerebro (por ejemplo, el órgano de la poesía; el del robo; el del asesinato), y que cada área se
relacionaba con su tamaño y expansión periférica que, a su vez, se expresaba en la periferia craneal.
En 1804, con su ayudante Johann Christoph Sprürzheim hizo varias observaciones clínicas que
terminaron formando su obra en cuatro volúmenes Anatomía y fisiología del Sistema nervioso en general,
y del cerebro en particular, publicadas entre 1810 y 1819. En 1805, Benjamín Rush la llamó frenología,
y Johann Christoph Sprürzheim, discípulo de Gall, incorpora la palabra a su obra publicada en 1818
como Observations sur la phrenologie. Este personaje propuso 35 facultades u órganos cerebrales. La
frenología, también conocida como craneoscopia, se hizo muy popular en Estados Unidos hasta el
siglo XX (Castañeda, 2009). William James se hizo varios estudios, y la actual psicología cognitiva es
heredera directa de esa tradición pseudocientífica de la neurología, gracias a J. Fodor con el libro de
Modularidad, discutido con Chomsky, quién aceptó dichas tesis, prueba de ello es que este lingüista
utilizó los mismos términos para referirse a la facultad del lenguaje.
54
No es claro si leía la literatura frenológica en francés, o si conoció al frenólogo catalán Mariano
Cubí y Soler (1801-1875) que después de difundir la frenología en Cuba entre 1829-32 (conocida en
la isla desde 1812), llegó a México en 1832, el mismo año en que Sprürzheim se trasladó a Estados
Unidos a difundir la frenología. Trabajó en Tamaulipas en 1834 y se marchó a Nueva Orleans en
1835. Cubí fue el principal impulsor de la frenología en España, y como Gall, acusado de materialista
y ateo, fue obligado a comparecer ante un tribunal eclesiástico para asegurar que la frenología no
contradecía los preceptos de la iglesia. (García, 2013). En España, Francia, Nueva Orleans y México,
la frenología y el magnetismo animal eran aceptados por liberales republicanos, hemos de suponer
que, en algunas logias masónicas, y combatidos por conservadores monárquicos y religiosos porque
fomentaba el ateísmo y el materialismo de los liberales. La novela de Mario Vargas Llosa, La guerra del
fin del mundo, tiene como personaje central a un frenólogo y el contexto político en que se desarrolla,
y todo indica que Llosa se documentó bien sobre Cubí.
261
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
anarquista-socialista griego Plotino Rhodakanaty que llegó a México en 1860, con el fin
de crear una colonia agraria y una escuela llamada “El Falansterio”. Lo publicó en 1875
cada semana del 16 de abril al 10 de junio (9 números) (Castañeda, 2009, p. 245).
55
Publicaron su reporte en Plublications of Massachussets Medical Society (Harlow, 1868), y Bigelow
(1850) en American Journal of Medical Sciences, (Citados en Damasio, 1999, p. 298).
262
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Las similitudes de la frenología con la neofrenología moderna son notables, con respecto
al reduccionismo biológico de las funciones psicológicas. No deja de llamar la atención
que la frenología durante el siglo XIX vinculó los órganos cerebrales o facultades con la
criminalidad y los rasgos de la cara (fisiognomía), y que hoy muchos neuropsicólogos
cognitivos y psicométricos hagan exactamente lo mismo, en el sentido, y sólo en este
sentido, de tratar de explicar la criminalidad (robo y asesinatos) exclusivamente por
causas neurobiológicas muy localizables (mayor o menor grosor de la corteza en ciertas
zonas, genes, neuroquímica, anatómicas, etc.). Hoy, como en el siglo XIX, se buscan
órganos cerebrales para explicar solamente con ellos toda manifestación psíquica, solo
que, si antes le llamaban órganos mentales, ahora se les llama módulos, o basta con
ponerle el prefijo “neuro” a cualquier cosa para darle tufo de cientificidad. Hoy, como
en el siglo XIX, la neofrenología y la frenología se ven obligadas a subdividir las zonas,
módulos u órganos de las facultades para dar cuenta de matices psicológicos como
lenguajes diferentes, destrezas constructivas o de dibujo diferentes, etc. (García, 2013, p.
69). Hoy, como antes, más de un psicólogo y neuropsicólogo cognitivo coquetea de nuevo
263
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
con la fisiognomía, la grafología, las flores de Bach (Brigo, 2009), aunque agregando el
Reiki, las constelaciones familiares y otras pseudoterapias, ingeniosamente criticadas
con fundamentos por Caballo y Salazar (2019), por cierto, psicoterapeutas cognitivos.
Si las similitudes son notables, las diferencias lo son más. Cuando surge la frenología no
hay tecnología suficiente para conocer al cerebro (EEG, Rayos X, tomografías, Resonancias
Magnéticas, ni siquiera potentes microscopios); tampoco se conoce la estructura de la
sustancia gris ni blanca, ni la neurona, ni la sinapsis, ni los genes, ni los neurotransmisores,
ni las hormonas, etc. Actualmente todo eso, y más, se conoce y sirve de fundamento a las
neurociencias modernas, entre ellas a las llamadas cognitivas. Se apoyan en evidencia
experimental de la psicología y diversas ciencias, en las ingenierías, en ciencias de la
computación, en las matemáticas, etc., mientras que la frenología era solo una psicología
más filosófica que experimental, llena de especulaciones sociológicas y neurobiológicas.
Por supuesto que las neurociencias modernas, entre ellas la neuropsicología con
cualquier adjetivo, tienen una actitud científica, utilizan el método científico y se apoyan
en diversas ciencias. Pero todo ello no hace necesariamente verdaderas sus teorías. La
frenología fue, y es aún, una pseudociencia porque no utiliza(ba) el método científico
para autocorregir sus teorizaciones, confirmar su evidencia, experimentar y tener
coherencia hermenéutica con otras disciplinas científicas de su época.
264
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Pese a la perogrullada del diagnóstico psicométrico de decir lo mismo que todos ya saben,
se resalta una virtud de las pruebas psicométricas: sirven para medir cuantitativamente
las ejecuciones en tareas específicas de los individuos, es decir, son un elemento
importantísimo en toda investigación empírica que mida las acciones de los sujetos bajo
condiciones lo mejor controladas posible, reduciendo grandemente las comparaciones
subjetivas de distintos investigadores. En otras palabras, baja al máximo el qué tanto es
tantito de un ojo de buen cubero. En ello radica su principal utilidad y virtud científica, pero
hacer eso no es diagnosticar las alteraciones en las funciones cognitivas. Solo es medir
parámetros cuantitativos de ciertas acciones ante tareas específicas.
“El clínico puede, basándose en su experiencia, dotar de cierto valor o más peso a un factor
que a otro, pero haciendo esto también estaría aplicando un principio que en esencia es
estadístico…el clínico que lanza predicciones lo hace inadvertidamente con la estadística
en la mano (…) teniendo, pues, en mente que tanto la predicción estadística como la clínica
265
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Este tipo de postura confunde la matemática estadística, con la cual se validan las
pruebas psicométricas, con el valor clínico de ellas. La crítica a la psicometría como
base para el diagnóstico clínico neuropsicológico y psicológico, es a sus contrasentidos
éticos, metodológicos, epistemológicos y teóricos, acerca de aquello que se cree que
miden las pruebas psicométricas, a pesar de sus finuras matemáticas. Doce de ellos son
los que encontramos:
§1
La mayoría de las pruebas psicométricas se basan en poblaciones normales de ambos
sexos, varios grupos etarios y diferentes niveles de escolaridad, como referentes de
comparación. Comparan las ejecuciones de un sujeto, con una media o promedio
de ejecuciones o respuestas de muchos sujetos normales, ubicándolas con tales
o cuales desviaciones estándar y otros estadísticos expuestos como percentiles o
baremos de la prueba utilizada. En algunos casos, las pruebas neuropsicológicas y
psicológicas psicométricas se aplican también a una muestra etaria, o una clínica, ya
sea con disfunción cerebral o padecimiento similar, lo que resulta en asignaciones de
gravedad56 en sus ejecuciones. En cualquier caso, lo que pueden decir de un sujeto
dela población en general, o de una muestra etaria, o con una disfunción cerebral es
que está fuera de la norma, es que ¡ESTÁ FUERA DE LA NORMA!, ya sea un poco
más o un poco menos alejada de ella, solo que lo expresan con numerología basada en
percentiles, baremos, puntajes Z, puntajes T, etc. reafirmadas por etiquetas clínicas, y
en algunos casos, asignándoles niveles de gravedad. Eso miden, pero no determinan
un diagnóstico.
Este proceder profesional, cuando se cobra, está más cerca de un fraude que de un
diagnóstico. Podemos decirlo de esta manera: el paciente y sus familiares acuden al
56
La gravedad de un trastorno no puede reducirse al número de síntomas presentes, olvidando la
discapacidad cotidiana y, ante todo, las limitaciones a las posibles formas de reorganización del
sistema funcional que pueden realizarse. Ninguna prueba psicométrica evalúa esta posibilidad,
esto solo es posible con el análisis cualitativo. Ver más adelante el apartado de: La neuropsicología
psicométrica en el DSM-5 y el CIE-10.
266
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
En matemáticas, los dígitos (1, 2, 3...n) son nombres de cantidades, es decir, su significado
refiere a cantidades de algo. Pero los números, que en muchos casos usan los mismos
signos de los dígitos (no todo número se expresa con dígitos, por ejemplo, los números
complejos), su significado depende de las relaciones lógico-matemáticas del sistema
numérico en que se inserta (Escotto-Córdova, 2021). Por eso, cuando en la psicometría se
pasa de contar con dígitos, a operar con números, surgen las preguntas ¿qué significan
esos números?, ¿qué aportan clínicamente?
267
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
§2
Cuando las pruebas psicométricas utilizan el promedio de poblaciones clínicas o no
clínicas como comparación (por ejemplo, grupos de pacientes afásicos, o con Alzheimer,
o con epilepsia del lóbulo temporal, o con resección de tumores frontales, etc.)
aparece un problema obvio: el “individuo” promedio que se usa como parámetro de
comparación no es el individuo concreto, histórico, peculiar que tengo enfrente. El mejor
procesamiento estadístico de sujetos promediados (o sus rasgos psicológicos), la mejor
predicción probabilística sobre poblaciones, y la más rigurosa selección al azar de los
sujetos o respuestas, anulan, por si mismos, al objeto de toda intervención clínica: un
individuo concreto que no es, como parecen suponerlo algunos, un títere del azar sin
peculiaridades propias y sin acciones conscientes y voluntarias para cambiar sus propias
circunstancias. E incluso, desde el punto de vista neurobiológico, la configuración
cerebral originada en diversas alteraciones cerebrales que tiene UN INDIVIDUO suele
tener peculiaridades clínicas únicas, no poblacionales. En la expresión de los síntomas,
no existe una población de sujetos, por más amplia que sea, en la cual la sumatoria y
promediación de sus síntomas pueda corresponder con el mismo conjunto de síntomas
y peculiaridades clínicas de un sujeto particular.
Este paciente ideal, abstracto y promediado con el que se compara el paciente real, no
existe. Como tampoco existe el sujeto normal ideal, abstracto y promediado.
Lo incorrecto de basar un diagnóstico con este sujeto abstracto se ilustra con la siguiente
tabla de diez sujetos y sus calificaciones hipotéticas, en una prueba psicométrica
hipotéticamente construida con la mejor metodología estadística, que no hay que
olvidar, siempre tiene a la media, la mediana, la moda, y la varianza en sus análisis. Si
obtuviéramos la media y desviación estándar tendríamos:
8
8
8
8
7
2
2
2
2
268
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
1
48 Sumatoria
4.8 Media
4.5 Mediana
2y8 Moda
3..026 DesvEst
9.16 Varianza
7 Rango
Aunque la calificación media del sujeto ideal, abstracto, promediado sea casi cinco (4.8), y
con base en ese puntaje ideal se obtuvieran las desviaciones estándar (3.19), aparecen
contradicciones absurdas. Obsérvese: resulta que, si definimos como anormal a los que
estén fuera de la norma, todos los sujetos son anormales; si definimos anormal como
aquel resultado que se ubique dos desviaciones fuera de la norma, ya sea a la izquierda
o derecha de la curva de Gauss (obtener +10 o -10 puntos) ahora ninguno es anormal; si
definimos lo normal como la media, ningún sujeto REAL es normal, ya que los sujetos
reales más cercanos al promedio (4.8) obtuvieron 1 y 2 en su puntaje real, y no del sujeto
abstracto57, si tomamos la moda (el que más se repite, o sea la mayoría) hay dos tipos de
normalidad diferentes y extremos 2 y 8, y si tomamos la mediana de datos pares (el dato
que divide a la mitad al conjunto datos, a partir del cual 50% son mayores o el 50% son
menores que él) sería 4.5. Si nuestro sujeto concreto hubiera obtenido 4.5 en su prueba
psicométrica, el dato no dice absolutamente nada con valor clínico, aunque divida a la
mitad a los demás datos.
57
Hemos tomado de Carl G. Jung (1964/1995, p. 224) esta idea con la cual critica a las técnicas de
sondeo de la opinión pública (él habla del tamaño de un montón de piedras cuyo promedio no
iguala al tamaño de cada una), y la hemos ajustado a la crítica del diagnóstico psicométrico. Como
científicos de la psicología y la neuropsicología, revisamos regularmente la literatura que tenga que
ver con los signos, símbolos, semiótica y antropología y cultura, por un lado, y las explicaciones
biológicas (genéticas, neurológicas, psiquiátricas y neuropsicológicas) de lo psíquico por el otro. El
psicoanálisis de todo tipo está lleno de fabulaciones fantasiosas e imaginativas, que pasan como
explicaciones “verdaderas” y hasta “científicas” del psiquismo. Son literatura fantástica, narrativa de
ficción acerca de dramas y tragicomedias que el homúnculo inconsciente, profundo y, para ciertos
psicoanalistas, hasta colectivo (Jung, 1970/2015). Algunos las hemos criticado desde 1985 (Escotto,
Ponce, Rosado 1985), pero no por ello dejamos de reconocer las sugerentes ideas que algunos llegan
a tener, y los temas fundamentales que ha puesto a la discusión científica: la regulación no consciente
de la actividad, la sexualidad y su influencia en la personalidad, el carácter semiótico de los sueños,
la importancia de las emociones altamente significativas para un sujeto que llegan a configurar su
personalidad y su carácter; el papel de la familia en el desarrollo socioafectivo del ser humano y la
importancia psicológica de los símbolos, entre otros.
269
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Por supuesto que hay síntomas compartidos por los sujetos en cada una de las distintas
clasificaciones clínicas (afasia de Broca, agnosia visual, amnesia retrógrada, apráxia
constructiva, alexia pura, acalculia, etc.) que pudieran ser sistematizados por la psicología
y la neuropsicología psicométrica con fines de medición, como las escalas clínicas tan
utilizadas, pero el conjunto de síntomas y peculiaridades clínicas del análisis sindrómico
de un paciente tiene expresiones únicas. Por definición estadística, al promediarse los
resultados cuantificados de algunos síntomas compartidos por muchos sujetos, se dejan
fuera las peculiaridades únicas de cada individuo, incluso de aquellos sujetos que están
en los extremos de la curva estadística. Sin lugar a duda estas promediaciones muestran
tendencias, pero se comete un serio error clínico cuando olvidamos que el diagnóstico
neuropsicológico y psicológico, siempre se realiza para un sujeto concreto y real.
Si está claro que no se puede estandarizar a la población normal y que el sujeto promedio
estadístico es un dato abstracto, consecuentemente no podemos estandarizar a pacientes
con lesión cerebral, aun cuando dicha lesión se localice en la misma región del cerebro.
Lo mismo sucede con los niños que presentan problemas durante su desarrollo, pero
nos limitamos a clasificarlos sin importar la causa que produce sus dificultades.
§3
Al hacer de las pruebas psicométricas el eje vertebral del diagnóstico, la neuropsicología
psicométrica fabrica hechos clínicos a la medida, selecciona aquellos que solo se prestan
a la aplicación de las técnicas con que se construyen las pruebas psicométricas. Aquellos
hechos clínicos que no son susceptibles de cuantificación y comparación a una norma
poblacional estadísticamente bien conformada, simplemente los ignoran, o a lo más, los
toman como un agregado ocasional sin importancia decisiva para su análisis y explicación
de sus resultados. Por ejemplo, muchas pruebas psicométricas evalúan refranes poniendo
unos cuantos con opciones interpretativas (a, b, c) que los investigadores eligieron,
pero son incapaces de evaluar lo contrario: pedirle al paciente que ante una situación
ejemplificadora de su vida cotidiana aplique un refrán. No lo cuantifican, porque la
variabilidad de la respuesta (múltiples y variados refranes, sentencias, o conclusiones
generales en sujetos y culturas diferentes) es enorme. El signo clínico cualitativo que se
manifiesta en que el sujeto sepa, o no, usar la enseñanza generalizada de los refranes,
las sentencias, las máximas, los adagios, los aforismos, o los proverbios aplicándola
a situaciones concretas de su vida cotidiana, de abstraer y comprender el sentido (la
intención comunicativa) de unas oraciones e ir más allá de su semántica inmediata u
270
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Si este problema es patente en los creadores de las pruebas psicométricas, es peor aún
en los usuarios acríticos que ignoran cómo se construyen, que las interpretan como si
fueran la “verdad verdadera” de los hechos psíquicos manifestados en la clínica. A la
ignorancia metodológica se le agrega la ausencia de reflexión epistemológica, es decir,
¿qué se conoce con esas técnicas?, ¿cómo lo conocemos?, ¿cómo verificamos si responden
a la realidad del fenómeno estudiado?, ¿son la única manera de conocer el fenómeno
clínico?, ¿qué significado clínico tienen los números con que se expresan los resultados?
Al respecto, Bourdieu, Chamboredon y Passeron (1973/2008), señalan que estos usuarios
saben tratar los datos numéricos, pero no entienden cómo construir el objeto de estudio
para el cual se recopilan; saben codificar, pero no entienden las implicaciones teóricas
de ello; saben aplicar una prueba, escala, o cuestionario, pero no construir un sistema de
preguntas a partir de un problema clínico.
§4
La estandarización del diagnóstico y en muchos casos del tratamiento basado en un
paciente ideal surgido de la promediación, presupone que las diferencias entre los
271
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
pacientes solo son cuantitativas, que solo varían en el puntaje promediado global o en la
cantidad de síntomas y tareas ejecutadas, por lo que la misma prueba rígida y la misma
estrategia rehabilitatoria sirve para todos los pacientes sin importar las peculiaridades
cualitativas de su padecimiento, ni sus condiciones socioculturales (revísese la multitud
de libros y software computacionales que se ofrecen como programas de rehabilitación
para la atención, la memoria, el déficit de atención, afasia etc. para cualquier paciente).
El daño cerebral en la zona perisilviana del hemisferio izquierdo que afecta el
lenguaje oral, la lectura y la escritura en un escritor, no impacta igual a un músico,
pues éste puede seguir tocando y componiendo música, aunque esté limitado en las
expresiones del lenguaje por afección en la misma zona, o a un chino o japonés que
pueden seguir escribiendo en ideogramas. La psicometría analiza estandarizadamente
los mismos síntomas en ambos, pero CADA UNO DE los pacientes, su daño cerebral,
el padecimiento de las secuelas de su enfermedad, sus efectos socioculturales, la
sinergia de estos con su personalidad y las consecuentes estrategias rehabilitatorias,
son cualitativamente distintas. Esta concepción implícita de un sujeto promediado, ideal,
abstracto de la psicometría no corresponde con la realidad clínica neuropsicológica,
psicológica y social de cada paciente concreto bajo condiciones socioculturales
específicas, y personalidad distinta.
Cada paciente es único en tanto que las secuelas cerebrales, las causas específicas que las
provocaron y la extensión cerebral comprometida son únicas. Lo mismo ocurre cuando
valoramos el desarrollo normal de cada individuo, pues las condiciones biológicas,
culturales, sociales y afectivas suelen tener un impacto individualizado en cada sujeto.
Por estas razones, el diagnóstico de un individuo es único, así como la rehabilitación
o terapia o apoyo socioeducativo. Sin embargo, hay que tener presente que es un
diagnóstico basado en el método científico (respuestas empíricas a las preguntas de
la vigilancia epistemológica), eso lo distingue del argumento de “es un sujeto único”
utilizado en las pseudociencias y pseudoterapias.
58
«Terapias» como las siguientes: Flores de Bach, Constelaciones familiares o el karma de los ancestros,
Reiki, de vidas pasadas o la resurrección del alma, Renacimiento o respiración sanadora, dianética,
bioneuroemoción, la homeopatía, la acupuntura, han sido analizadas críticamente por Caballo y
Salazar (2019), nosotros incluimos las limpias y las “operaciones” con las manos a las que recurren
muchos mexicanos etc.
272
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Siendo verdad que cada individuo es único (el diagnóstico es único para cada paciente, y
el mismo tratamiento tiene efectos diferentes en sujetos diferentes), de ninguna manera
quiere decir que ignoremos, despreciemos o no tengan utilidad científica los estudios
grupales en los cuales se aplican tratamientos homogeneizados y/o las mediciones (que
no diagnósticos) psicométricas. La gran utilidad de ellos se expresa en que muestran
tendencias grupales de los efectos de los tratamientos y mediciones psicométricas,
atacando una serie de sesgos presentes en la investigación científica, entre los cuales
predomina el sesgo de confirmación implicado en toda valoración diagnóstica e
investigación en la cual se tiene una opinión previa de lo que deberá ocurrir: el resultado
es que seleccionamos las pruebas que confirman nuestras creencias preconcebidas, muy
notorio en las pseudoterapias: homeopatía, regresión hipnótica a etapa embrionaria u
otra vida, Reiki, constelaciones familiares, coaching, programación neurolingüística, etc.
(Caballo, y Salazar, 2019; Grams y Mukerji, 2018). Si este sesgo ocurre en investigaciones
cuantitativas, es mucho más notorio en las cualitativas.
273
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
azar de sujetos y los grupos en diseños de doble ciego; (b) en las cualitativas, los
experimentos o maniobras que se realizan con casos únicos, en los cuales el sujeto es
su propio control.
§5
Muchos psicólogos y neuropsicólogos agregan a la cuantificación de las pruebas
psicométricas utilizadas, la descripción de los síntomas cuantificados por ellos. No solo
dan los resultados numéricos, sino que agregan frases como “dificultades en memoria
de trabajo, atención, funciones ejecutivas”, etc. En ambos casos constatan los síntomas
y los signos descritos por los padres o el paciente, pero no los explican. Por ejemplo, en
la prueba Merril-Palmer-R (Roid y Sampers, 2011, pp. 263-267) se describe el caso de
una niña. Los padres reportan que su hija tiene un buen desarrollo en muchas áreas,
pero que el desarrollo normal del lenguaje es inferior a sus compañeros; habla poco,
utiliza palabras aisladas para pedir las cosas y frecuentemente es difícil entender lo que
dice. Comprende órdenes sencillas, pero no complejas. Después de aplicar la prueba, se
muestra el perfil psicométrico de la niña en relación con el lenguaje y concluyen que la
niña está por debajo de lo normal en la comprensión del lenguaje y de la expresión de
este. ¡Lo mismo que señalaban los padres!
“…relatar en el diagnóstico con otras palabras lo mismo que estaba incluido en las quejas
de los padres, en el mejor de los casos, comunicando a los padres y pedagogos los datos
elaborados de procedimientos técnicos de investigación (como la determinación de la edad
mental…)” (Vigotsky, 1931-36/1997, p. 278).
274
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
evaluación cualitativa. En relación con la evaluación clínica, Vigotsky (1984a, pp. 267-
268) escribió: “a diferencia de un diagnóstico sintomático, que se apoya solo en la
determinación de los rasgos superficiales”, el diagnóstico que se puede llamar clínico
“aspira a determinar el estado interno del desarrollo” que se encuentra detrás de estos
rasgos superficiales.
Una característica del desarrollo del diagnóstico científico es el paso del diagnóstico
sintomático, que estudia complejos de síntomas del desarrollo infantil, es decir, sus rasgos,
hacia el diagnóstico clínico que se basa en la determinación del transcurso interno del
mismo proceso...Si nosotros nos vamos a limitar a determinar y a medir los síntomas del
desarrollo, nunca podremos rebasar los límites de una mera constatación empírica de
aquello que ya de por sí es conocido para los que observan al niño. En el mejor de los
casos, podremos precisar los síntomas y verificarlos con la medición. Pero nosotros nunca
podremos explicar lo que se observa en el desarrollo del niño, ni anticipar el transcurso
posterior de su desarrollo, ni señalar qué tipo de medidas prácticas se deben aplicar en
relación con el niño (Ibid., pp. 267-268).
A este tipo de diagnóstico Vigotsky lo llama como vacío e inútil, en el sentido explicativo
de su pronóstico y su valor práctico. Esta cita larga muestra claramente que los
planteamientos de Vigotsky y el paradigma histórico-cultural tienen plena vigencia en
la actualidad, pese a las poderosas herramientas matemáticas modernas con las que se
construyen las pruebas psicométricas utilizadas para medir. Sirven para eso, miden,
pero no diagnostican.
§6
Al comparar las ejecuciones de un individuo con las ejecuciones normalizadas de una
población, la aproximación psicométrica utilizada en la clínica evalúa al sujeto por lo
que no tiene, por lo que no responde, y no por lo que puede realizar. Especifican “lo
hace o no lo hace”, pero no si lo pudiera realizar de alguna manera. Vigotsky tipificó
esta aproximación psicométrica como “selección según rasgos negativos” (Vigotsky,
1931/1997, p. 132). Al proceder así, la psicología y la neuropsicología psicométrica no
ponen atención en aquellas actividades y procedimientos por medio de los cuales
el sujeto mejora sus respuestas (que por cierto, son fáciles de descubrir si se procede
cualitativamente al análisis de los síntomas), y, con ello, desligan la evaluación de la
rehabilitación al hacerlos dos procedimientos separados en el tiempo, y a la vez, sin
vínculo clínico entre ellos.
275
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
§7
Las pruebas psicométricas en neuropsicología parten del supuesto teórico cognoscitivista
de que al valorar muestras de conductas particulares con tal o cual tarea, evalúan
funciones psicológicas independientes (modulares), tales como la memoria, el lenguaje,
276
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
el pensamiento, la atención, etc. En los últimos años a las funciones psíquicas le suelen
llamar “dominios cognoscitivos”59, por ejemplo, atención, lenguaje, cálculo, memoria
y aprendizaje, percepción, motricidad, funciones somatosensoriales, habilidades
espaciales y funciones ejecutivas. A partir de esta concepción, las baterías psicométricas
psicológicas o neuropsicológicas se conciben como conjunto de pruebas que evalúan un
área o dominio cognoscitivo determinado (Ardila y Ostrosky, 2012).
El problema de esta suposición modular es que no hay forma de evaluar tales funciones
en forma aislada, única e independiente de la interacción con todas las demás funciones
psicológicas, en tanto que operan como un sistema dinámico en cada acción concreta.
Por supuesto que una tarea específica como recordar una lista de palabras repetida
oralmente tres, cinco, ocho o diez veces, destaca a los procesos mnémicos, pero NO
EVITA, en absoluto, la intervención simultánea de la atención, el lenguaje interno,
la conciencia, la voluntad o las estrategias de pensamiento para su memorización.
La contribución de otras funciones psíquicas y sus sistemas funcionales implicados
se desdibuja ilusoriamente al asumir que se evalúa una función psicológica, o varias
agrupadas en un solo “dominio”. La consecuencia de ello es que el diagnóstico diferencial
de la participación sistémica de los distintos componentes neurobiológicos no se toma
en cuenta en el diagnóstico. Por ejemplo, en el caso de la lista de palabras, ¿cómo se
puede afirmar que solamente se evalúa la memoria audioverbal, presumiblemente
ligada a zonas temporales, y no el papel de los sectores prefrontales en la estrategia
consciente y voluntaria de memorización, o de las regiones parietales relacionadas con
la ubicación espacial de las palabras en la lista? Como lo hemos dicho previamente, la
manera de analizar el papel de cada función psicológica -y de los sistemas funcionales
implicados- es variar las actividades o tareas y evaluar la contribución de cada función o
factor neuropsicológico y su variación, a la manifestación de los síntomas, es decir, hacer
un análisis cualitativo del síndrome.
59
No hay que olvidar que la diversidad de términos con los que algunos psicólogos y neuropsicólogos
llaman a las funciones psicológicas implica un debate teórico, epistemológico, metodológico y
empírico que debe esclarecerse. Desde los griegos y hasta la edad media, se les llamó facultades
del alma. Durante el renacimiento, con la noción de “mente” se les denominó procesos mentales
y hacia el siglo XIX y XX funciones o procesos psíquicos. El surgimiento de la neofrenología
cognitiva en Estados Unidos en los años 60 del siglo XX volvió a llamarles facultades, pero
alternando con los adjetivos “mentales” o “cognitivas”. Actualmente, las aproximaciones
cognitivas le llaman “dominios”.
277
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
pero solo con pruebas psicométricas, y a pesar de ello, no es algo que se realice en una
rutinaria evaluación o intervención neuropsicológica. Ponen su atención en las funciones
cognitivas por sí mismas. Entonces, se habla de las funciones cognitivas cuya razón de
existencia y funcionamiento son estas mismas funciones cognitivas, un verdadero círculo
metafísico. Se elimina al sujeto, al todo, y solo se ven sus partes. La omisión analítica del
sujeto como persona (con personalidad social, cultural e históricamente determinada)
implica también la ausencia de su actividad: no hay pensamiento, lenguaje, memoria,
atención (funciones o dominios aislados) al margen del sujeto como un todo, es decir,
con personalidad. Ni siquiera en la neuropsicología, la psiquiatría, la psicología, la
pedagogía o la neurología clínica existe un cerebro sin sujeto. En neurociencia básica sí,
pero no en estas disciplinas. Se confunden y mezclan diferentes niveles ontológicos de
análisis, la neurona, el cerebro, el individuo (el todo corporal), y la persona. Este asunto
de valorar funciones aisladas y, además, sin considerar la personalidad del individuo es
uno de los aspectos teóricos y prácticos de desacuerdo teórico-metodológicos entre los
representantes de la teoría de la actividad cultural y del enfoque cognitivo.
§8
Las pruebas psicométricas tienen tres características peculiares: a) las reglas para su
ejecución son inmodificables y rígidas; b) miden lo que un sujeto puede hacer solo y sin
ayuda de alguien. Ninguna de estas dos corresponde a lo que ocurre en el desarrollo
de cualquier ser humano normal o lisiado, pues todos aprendemos con la ayuda de
otros modificando las condiciones bajo las cuales aprendemos; c) las tareas evaluadas
se califican con ausencia (incorrecto) o presencia (correcto) de la ejecución en tareas
específicas, y en el mejor de los casos con una pequeña escala del tipo 0,1, 2 o más para
indicar una de tres cosas: que lo hizo como se esperaba de acuerdo con la norma; que la
respuesta fue deficiente, pero la hizo (a veces consignan que lo hizo porque recibió ayuda);
o que simplemente no pudo ejecutarla. En ocasiones miden el tiempo de ejecución de las
respuestas. También en ocasiones consignan los errores cometidos, ya sea por omisión
o por comisión, pero dejan fuera el análisis del tipo de error y sus posibles mejorías con
distintas formas de variar la actividad o el tipo de ayuda que el sujeto, o sus evaluadores,
puedan usar, es decir, por no utilizar los apoyos que otros pudieran ofrecerle al sujeto
(Zona de Desarrollo Próximo) y la variación flexible y sistemática de las condiciones
de la prueba o sus tareas específicas. Con este proceder, pierden la riqueza del análisis
cualitativo de los síntomas, dejando fuera muchas peculiaridades clínicas del sujeto.
278
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Por ejemplo, en una prueba como el MoCa (Montreal Cognitive Assessment), existe la tarea
de dibujar un cubo de Necker. Su evaluación es cero o uno, lo hace o no, pero dejan de
lado la evaluación de la misma ejecución si fuera regulada verbalmente, o visualmente, o
recordada. Los síntomas que emergen cuando evaluamos cualitativamente la actividad
van más allá de si lo hace o no. Otro ejemplo, considérese el caso reportado por uno
de nosotros (Escotto-Córdova, 2014, p. 39) con respecto al cubo de Necker realizado
por una señora de 48 años, cuando hicimos el análisis cualitativo del cubo variando la
actividad de la reproducción a la copia, a la reproducción de memoria, a la reproducción
con regulación verbal. En el primer caso fue posible copiarlo sin dificultad, de memoria
no lo fue, pero con regulación verbal lo pudo hacer de memoria. La aplicación estricta
del MoCa no hubiera detectado estos síntomas, y la ejecución del cubo la hubiera pasado
como dentro de la norma estadística. Nosotros no solo consignamos si lo hizo o no, sino
en qué condiciones mejora o empeora, lo que de suyo nos sugiere estrategias para la
rehabilitación y los sistemas cerebrales comprometidos.
279
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
§9
Algunas pruebas psicométricas aspiran a evitar este desdibujamiento de la cualidad
de las tareas, construyéndolas a partir de seleccionar tareas que teóricamente evalúan
la misma función, pero con variaciones, y las agrupan en subpruebas o secciones de
la prueba y las comparan con la población de referencia. Por ejemplo, en el Programa
Integrado de Evaluación Neuropsicológica, Test de Barcelona (Peña-Casanova, 2005; y
en la versión TB-2, 2019), una de sus subpruebas llamada “Lenguaje espontáneo,
conversación, narración”, evalúa diversas tareas del lenguaje hablado: responder una
serie de preguntas que inducen un diálogo, la narración temática de lo que ocurre en
un mercado, y la descripción de una lámina. La cuantificación se realiza asignando
un número del 0 al 6 según las características de las respuestas: 0 = No comunicación,
reducción grave o jerga anosognósica; 1= No fluente, palabras aisladas; 2= No fluente,
agramatical, no elementos anómalos; 3= Fluente afásico con parafasias abundantes;
4= Fluente no afásico, pobreza en contenidos, Dislogia; 5 = Fluente no afásico, anomia
discreta; 6 = Normal, amplio en contenidos. Al final se comparan las ejecuciones con las
tareas de la población con la cual se hizo la prueba, dando desviaciones de la norma
en percentiles, lo que permite hacer un perfil dibujando una línea que une los puntos
en cada respuesta. Esto es un avance comparado con otras pruebas, pero la naturaleza
cualitativamente diferente de las tareas utilizadas no se analiza: un diálogo inducido
por preguntas no es lo mismo que un diálogo espontáneo entre interlocutores sobre
un tema de interés mutuo. La descripción forzada de lo que ocurre en un mercado, es
decir, nombrar comidas y especificar acciones (comprar, vender, comer, etc.) no es lo
mismo que la narración espontánea de una fiesta a la que el paciente acudió y en la que
existe un componente social y emocional, así como una planeación de la enunciación
de lo vivido y recordado intensamente (inicio, secuencia, final) y la descripción de una
lámina temática puesta por el clínico no es lo mismo que la descripción de lo que hizo
el paciente ese día, lo que se comunica en un caso y en otro es diferente. Por supuesto
que esas tareas especificadas en el Test de Barcelona sí aportan información sobre
los síntomas del funcionamiento del lenguaje dialógico a partir de las preguntas, del
lenguaje narrativo y descriptivo, pero no hay nada en la cuantificación de las respuestas
y el perfil resultante que nos diga cómo mejora o empeora el diálogo, la descripción y la
narración en situaciones cotidianas y con diversas ayudas.
280
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
un evento de su cotidianidad con intensa carga emocional (como cuando un ladrón que
huía de la policía se brincó a su casa, y en la azotea fue aprendido. No les pasó nada a él
o su madre con la que vive; o en otros casos, una fiesta con su pareja), su habla se tornaba
enormemente agramatical. Esto nunca lo detectaría ninguna prueba psicométrica por
más completa que sea, como no lo hizo el Test de Barcelona60.
El Test de Barcelona es del tipo de prueba psicométrica que estipula realizar observaciones
del análisis cualitativo de las respuestas, pero que reduce lo cualitativo a “la peculiaridad
de las respuestas del paciente”, o la confunde con respuestas del tipo “lo hace-no lo
hace” (Peña-Casanova, 2019). Confunde la medición nominal en estadística y las
variables discontinuas que son denominadas cualitativas en ese contexto psicométrico, a
lo cualitativo en la clínica neuropsicológica (Peña-Casanova, 2021). La prueba no aporta
nada más para el análisis clínico, que constatar la desviación a la norma de las respuestas
ante tareas específicas. La riqueza del reporte cualitativo no es parte de la prueba, sino
que queda sujeta a la formación individual de los que la aplican.
En otras pruebas, como el “esquema de evaluación” (Ardila y Ostrosky, 1991) los autores
sostienen que es “una adaptación y desarrollo de los procedimientos diagnósticos
utilizados por A.R. Luria” (Ibid., p. 151) y sugieren considerar las observaciones
cualitativas al decir:
“No se trata simplemente de observar si un paciente ejecuta o no una tarea, sino de cómo la
ejecuta, qué errores comete, y por qué no logra realizarla. Por tal motivo, cada ítem puede
tener diferentes calificaciones” (Ibid., p. 152).
Sin embargo, como casi en todas las pruebas neuropsicológicas, solo se queda en esas
frases comunes, sin aclarar más allá de eso, por ejemplo, cómo debe realizarse el análisis
cualitativo tal y como lo proponía Luria. El resultado, a la hora de calificar una tarea
como el cubo de Necker, se reduce a lo siguiente: “criterio: profundidad; Signo: ausencia;
material: lámina 26” (Ibid., p. 192), y su calificación se especifica como: “Profundidad:
(0) correcto, (1) intentos, (2) carencia de profundidad. Impresión: lesiones del hemisferio
derecho” (Ibid., p. 222). ¿Y el análisis cualitativo? Brilla por su ausencia.
60
Este test es, a juicio de algunos de nosotros, uno de los mejores y más completos que existen en el
mercado del comercio psicométrico en español para hacer un “perfil cognitivo” de varios “dominios”.
281
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
§10
Las pruebas psicométricas, después de cuantificar las tareas específicas que la componen,
suelen manipular matemáticamente los resultados numéricos para sacar uno, dos o tres
promedios generales que caracterizan toda la ejecución del sujeto. Con ello comenten
un segundo error que borra cualquier distinción sintomática de las ejecuciones: el
primer error fue comparar las peculiaridades clínicas de un sujeto con el promedio de
ejecuciones de una población normal o patológica; el segundo error es desaparecer las
peculiaridades de cada respuesta ante cada tarea específica que realizó el sujeto, en un
promedio matemático de todo lo que hizo el mismo individuo. De esta forma, lo que
permitiría analizar la contribución de las distintas funciones psicológicas o los distintos
factores neuropsicológicos involucrados en las tareas, se borra y desaparece en dos
promedios matemáticos: uno con respecto a una población (el individuo se aleja o se
acerca a la media poblacional), otro con respecto a la sumatoria de las respuestas del
mismo sujeto (las peculiaridades de cada tarea ejecutada se desdibujan en el promedio
de todas las respuestas). Por ejemplo, en la prueba MoCa, la sumatoria de todas las
cantidades numéricas de cada tarea da un resultado numérico único, el cual se asocia con
una norma poblacional a la que se compara el sujeto (lo normal en el MoCa en español
es igual o mayor que 26-30). Si cada tarea específica podía sugerirnos la contribución
de un factor neuropsicológico (por ejemplo, en el caso del cubo de Necker las praxias
visoconstructivas asociadas a sectores parietales y/o frontales), el no variar flexible y
sistemáticamente cada tarea y el borrar las peculiaridades de cada una de ellas sumando
los números asignados a cada respuesta (un uno si es correcto o cero si es incorrecto),
elimina cualquier posibilidad de comprender la contribución cualitativa de cada factor
neuropsicológico. Además, comete el error compartido por toda prueba psicométrica,
suma o resta números para sacar el resultado, con lo que iguala erróneamente los
síntomas a los números como si fueran lo mismo clínicamente: un uno en una tarea
vinculada al frontal es igual a un uno en una tarea vinculada al temporal. La clínica se
difumina en los números.
282
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Por supuesto que nada impide que, al construir un instrumento de medición conductual,
asignemos un número a diferentes respuestas; luego hagamos transformaciones
matemáticas con los números, no con las respuestas; y posteriormente comparemos
cuantitativamente los resultados numéricos (el número final resultante) de la ejecución
de distintos sujetos con el fin de seleccionar muestras de poblaciones con ciertos
niveles numéricos (por ejemplo, personas mayores de 70 años con baja ejecución) o de
compararlas después de una intervención. En el mejor de los casos, su utilidad clínica
se reduce a constatar que antes y después del tratamiento hubo cambios numéricos.
Es decir, es muy útil como regla, y nada más. Pero su utilidad diagnóstica, e incluso
teórica, desmerece grandemente porque enmascara y desaparece las peculiaridades
sindrómicas de cada sujeto y las diferencias cualitativas de cada respuesta. Por ejemplo,
en la prueba MoCa, si dos sujetos calificaran con cero puntos en la ejecución del cubo
de Necker, pero uno de ellos, mediante un procedimiento cualitativo puede dibujarlo
con unas breves instrucciones verbales, mientras que el otro no, sus síntomas parecen
cuantitativamente los mismos (no hacen el cubo), pero no lo son cualitativamente. Al
borrar las diferencias cualitativas y agrupar numéricamente las respuestas, se pierde la
contribución específica de cada factor neuropsicológico a las actividades, y con ello se
pierde también la posibilidad teórica de una explicación más completa. Otro ejemplo de
la misma prueba MoCa, la tarea de denominación vale tres puntos y lo mismo vale la
tarea de restar de 7 en 7 a partir de 90, ambas tareas ponen en acción diferentes factores
neuropsicológicos, pero se igualan numéricamente, lo que en la práctica significa que
perder tres puntos ya sea por fallas en la denominación o por fallas en la resta mental, da
igual cuantitativamente, aunque clínicamente (su naturaleza cualitativa) sean diferentes,
y las zonas cerebrales implicadas también. Este proceder lo tienen todas las pruebas
psicométricas.
283
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
284
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
todas las respuestas se engloban con un número final que presumiblemente evalúa toda
(y solo a ella) la corteza prefrontal. Las buenas intenciones de evaluación cualitativa se
las traga la rigidez psicométrica, confirmando el refrán: el camino del infierno está rodeado
de buenas intenciones.
§11
Las pruebas psicométricas suelen poner diferentes tareas, cada una con varios ítems,
que presumiblemente evalúan diferentes funciones o dominios psíquicos: memoria,
atención, funciones ejecutivas, lenguaje, etc. Cuantifican las ejecuciones ante cierto
número de tareas y las procesan numéricamente dando un resultado que comparan
a una norma poblacional que realizó las mismas tareas, y hacen todo esto con gran
rigurosidad matemática y técnica psicométrica. Esta forma de proceder expresa
el error de sumar peras con manzanas. Si asigno un número a cada pera y a cada
manzana puedo, ignorando el contenido contreto de cada fruto, sumar y dividir los
números (10 +10 = 20), pero ¿qué significa el número 20?, ¿veinte qué? Las operaciones
matemáticas cumplen rigurosamente la lógica-matemática, su forma lógica es correcta.
Pero su sumatoria es una variante del problema que hemos mencionado en otro
texto (Escotto-Córdova, 2002/2012): un argumento puede ser lógico, pero no real, por
ejemplo, todos los unicornios son mortales, Juan es un unicornio, Juan es mortal. Esto
es lógicamente verdadero, pero los unicornios no existen. De igual manera, se pueden
asignar números a procesos psicológicos diferentes, se pueden realizar impecables y
complejísimas operaciones lógico-matemáticas con dichos números y expresarse en
285
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
uno solo (el puntaje global de las pruebas psicométricas), pero dicho número no expresa
lo psicológicamente real de un individuo, es decir, la de una persona que regula su
actividad variándola según las circunstancias, los contextos culturales, los problemas
a los que se enfrenta y, sobre todo, con ayuda de otros. ¿Cuál es el referente objetivo
de un número cualquiera en las pruebas psicométricas?, ¿hay una interpretación
teórica universal de ese número?, ¿Qué miden los números de esas pruebas cuando
cuantifican diferentes tareas que se agrupan en conglomerados cuyo nombre varía con
cada aproximación teórica, es decir, ya le llamen funciones psíquicas, o cognición, o
habilidad mental, o inteligencia, o dominios?
Si la interpretación teórica de los números obtenidos son un problema, hay otro que nunca
se esclarece: ¿cuántas tareas e ítems se necesitan para evaluar cada una de las funciones
psíquicas o dominios?, ¿qué criterio clínico o científico utilizan los constructores de test
para elegir el número de tareas que, por cierto, no se deben variar?, ¿cuáles son los
criterios científicos o clínicos para elegir esas tareas y no otras?
Por supuesto que los constructores de las pruebas psicométricas afirman que sus test
miden lo psicológico o algo de él: “funciones ejecutivas”, “cognición”, “inteligencia”,
“atención”, “comprensión del lenguaje”, “memoria”, “visopercepción”, etc., pero
pasan por alto que la atribución teórica que hacen a los números y a los dominios es
una enorme simplificación de ellos, simplificación que pretenden suplir aumentando
las tareas supuestamente similares que se cuantifican, y sumando sus resultados. Este
problema lo podemos evidenciar preguntándonos: ¿con que criterio clínico o científico
se selecciona el número de tareas e ítems en cada prueba psicométrica? Por ejemplo, en la
prueba BANFE-261 (dice evaluar funciones ejecutivas y los lóbulos frontales, definiendo
las funciones ejecutivas como aquellas que “permiten controlar, regular y planear la
conducta” -Ibid., p. 1-), para “evaluar” el área orbitomedial, se incluyeron tres tareas:
laberintos, juego de cartas y Stroop (con dos formas); para la prefrontal anterior, otras tres
(clasificación semántica, refranes, metamemoria), para la corteza prefrontal dorsolateral
se usan 8 tareas. Se sabe por neuroimágenes que todas las tareas elegidas son tareas que
activan dichas zonas, o por datos clínicos que cuando se dañan se altera la ejecución de
ellas, pero cuando nos preguntamos ¿por qué tres y ocho, pero no una, o cinco, o diez?,
no queda clara la lógica de la selección del número de tareas, excepto que aumenta
la suma de los resultados, y con ello, parece asumir que le da fortaleza cuantitativa
61
Flores, L. J., C. Ostrosky, Sh. F., Lozano, G. A. (2014). Batería neuropsicológica de funciones ejecutivas y
lóbulos frontales-2. México, Manual Moderno. La población con la que se compara fue de 308 adultos
y 148 niños, de 6 a 80 años normales.
286
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
62
Montreal Cognitive Assessment- Spanish. www.mocatest.org
63
Peña-Casanova, J., (2006)- Programa integrado de exploración neuropsicológica. Test de Barcelona revisaso.
Normalización mexicana (versión-Alfa- 2006). Barcelona, Masson;
64
Wechsler, D. (1981). WAIS-español. Escala de inteligencia para adultos. México, Manual Moderno.
65
Ostrosky, Gómez, Matute, Rosselli, Ardila y Pineda (2019). NEUROPSIO de atención y memoria.
México, Manual Moderno.
66
Manga, D. y Ramos, F. (2000). LURIA-DNA. Evaluación neuropsicológica de adultos. España, TEA
ediciones.
287
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
§12
Esto nos lleva al problema teórico, epistemológico y metodológico fundamental del uso
de las pruebas psicométricas: si las calificaciones de las respuestas a tareas específicas
diferentes, que implican sistemas psicológicos y cerebrales diferentes, se suman y se
resumen en un número global, ¿qué mide ese número?, ¿acaso no es claro que este tipo
de sumatorias globales de diversas tareas específicas eliminan las diferencias cualitativas
de las respuestas individuales de las funciones psíquicas implicadas y de los sistemas
cerebrales que sustenta a cada una? Una sumatoria global de calificaciones numéricas a
las respuestas presupone que cada número está en un sistema ordinal, tiene un orden
ascendente y descendente, donde cada unidad numérica es de la misma magnitud que
la anterior o la siguiente. Proceder así implica que cada respuesta específica a cada tarea
particular es equivalente a cualquier otra respuesta de cualquier otra tarea, por lo que
las diferencias clínicas solo son numéricas y cuantitativas, de ahí que el mismo número
global puede resultar si la falla es en una tarea visuopráxica, o en una tarea de memoria
de trabajo, o en una tarea de denominación de imágenes, o en una tarea de fluidez verbal.
Esto, por supuesto, en psicología, neuropsicología, psiquiatría y psicopedagogía es falso
teórica y clínicamente. Entonces, ¿qué mide ese número global?
En realidad, los datos globales que obtienen y expresan con los números no
tienen ningún tipo de contenido, es decir, no expresan nada, son números vacíos
de contenido psíquico concreto e histórico. En otras palabras, solo son números y
288
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
289
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
67
Las creencias acerca de los sueños premonitorios entre la población evidencian una noción del
“futuro” distinta de la implicada en “la anticipación del futuro” que hemos utilizado desde que
hablamos de procesos psicológicos anticipatorios (Escotto-Córdova, 1982/2012). Para ciertas creencias
sobre los eventos futuros, estos ya existen en un más allá del presente, ya está “escrito” el futuro, y lo
que ocurre con la premonición es que con el paso del tiempo llegamos a ellos porque ya existían en la
realidad objetiva. Eso es falso. Para nosotros, los eventos futuros son solo anticipaciones que hacemos
en el presente de lo que podría o no ocurrir en el transcurrir del tiempo. Cuando conocemos cómo
transcurren los fenómenos de la realidad objetiva, podemos predecir lo que con mucha probabilidad
ocurrirá, y no porque ya haya ocurrido y esté esperándonos en el más allá del presente. La capacidad
de anticipar el futuro es una cualidad del psiquismo humano que tiene que ver con el sistema de
signos que usamos para dar cuenta de la realidad objetiva. En otras palabras, gracias al lenguaje
los humanos podemos hacer anticipaciones que se manifiestan en distintos procesos psicológicos
como la conciencia, la imaginación, el pensamiento y la voluntad (Escotto-Córdova, Ibid.). Estos
procesos operan de forma diferente en los sueños. Esto puede explicar por qué, aunque sea en una
probabilidad de 0.0001, suele ocurrir lo que se anticipa en sueños (eso sin cuestionar la precisión y
distorsiones en la descripción del sueño y de lo que ocurrió realmente), es decir, opera el sistema de
procesos psicológicos como la conciencia, el lenguaje, la memoria y anticipación, etc.
290
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
291
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
puede ser muy baja o nula: se pueden tener relaciones sexuales durante años sin tener
hijos (Hewstone, 1989/1992).
68
Los objetos epistemológicos o de conocimiento aparecen y desaparecen constantemente en la historia
de la ciencia y de las culturas. Durante siglos los mismas (vapores, olores) fueron una explicación de
las epidemias y enfermedades, es decir, fueron un objeto de conocimiento hasta que en el siglo XIX
Louis Pasteur y muchos investigadores que le siguieron, demostraron que era falsa. Como objeto de
conocimiento ligado causalmente a las epidemias dejó de existir con las teorías y definiciones que la
sustentaban (Daston, 2000/2014). ¿Qué objetos de conocimiento ha inventado la psicometría?
292
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
293
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
unitario” (Santisteban, 2009, pp. 138 y 143). La cuantificación de éstos arroja números
con los que se opera matemáticamente. Las herramientas fundamentales para las
inferencias lógico-matemáticas, a partir de los números que arrojan los instrumentos
psicométricos, son los modelos estadísticos que, por cierto, son muy complejos en las
pruebas contemporáneas. Sin duda alguna estos modelos les han dado su solidez como
instrumento de medición, pero el problema teórico central para la psicología no es con
qué herramientas matemáticas cuantificas lo psicológico y sacas relaciones entre los
números que arrojan las pruebas, sino qué estás midiendo y cuál es la unidad de medida
de lo psicológico.
“el objetivo de un test es el de poder inferir magnitudes que reflejen los inobservables
psíquicos a través de sus manifestaciones observables, hay que ser cuidadosos con la
interpretación dada a la fiabilidad pues, a veces, se confunde con otros conceptos como el
de adecuación o de validez” (Santisteban, 2009, p. 76).
Las pruebas psicométricas son instrumentos de medición que necesitan tener poca
variabilidad en sus resultados cada vez que se aplican (confiabilidad o fiabilidad) y
medir lo que dicen que miden (validez). Los instrumentos de medición necesitan ser lo
más precisos posible y medir lo mismo cada vez que se usan; y deben ser pertinentes o
adecuados para medir aquello que pretenden. Un reloj de pulsera que mida milisegundos
sin que se altere cada vez que se usa es fiable o confiable, pero no tiene validez para
medir el peso en toneladas de un objeto, no es pertinente para medir kilos y gramos. Una
pesa es válida para medir pesos, pero no será confiable si cada vez que se usa se altera y
acaba midiendo diferentes magnitudes.
Cualquier cosa puede ser punto de referencia -unidad de medida- para medir, y cada
ciencia decide utilizar diferentes elementos para medir algo en su campo de estudio.
Entre más fina y precisa son las subdivisiones de esa unidad de medida, más grande es
la precisión. Lo mismo ocurre en psicología, neuropsicología, psiquiatría y pedagogía.
Las pruebas psicométricas son uno, y solo uno, de esos instrumentos de medición de
diferentes tareas y acciones.
294
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
los procesa estadísticamente y los compara con los resultados en las mismas tareas de
una población determinada, luego utiliza instrumentos matemáticos para operar con las
relaciones lógico-matemáticas de esos números. La unidad de medida preferida surgida
de esos procedimientos es la desviación estándar y la varianza, es decir, su diferencia
a la norma. Todo ello rodea a la psicometría de un halo respetable y científico, por lo
que suele obnubilar fácilmente lo esencial: el dato numérico final que arrojan la mayoría
de las pruebas psicométricas en psicología puede indicar una de dos cosas: a) qué tan
lejos o cerca se encuentra el dato numérico (presumiblemente el que expresa el concepto
psicológico) de la norma poblacional; o b) cómo se relacionan entre sí las unidades
de medida de ítems específicos. En cualquier caso, el criterio es matemático, es decir,
expresa las relaciones lógico-matemáticas de los números arrojados por las pruebas.
La esencia formal de las matemáticas, desde las más simples a las más complejas, es que
las fórmulas con que operan los números, letras y signos que representan conceptos
del tipo: infinito (α), integral, ( ∫ ), sumatoria ( ∑ ), raíz cuadrada, ( √ 2 ), varianza (σ),
_
media (x), etc. no representan, sin embargo, ningún contenido concreto, son solo
signos para operar con números, por lo que pueden aplicarse a cualquier ente material
o inmaterial. Los signos y sus fórmulas establecen relaciones lógico-matemáticas entre
los signos figurativos y sus componentes numéricos. Las relaciones lógicas que se
derivan de la fórmula y los números son independientes del contenido concreto, real,
de lo que se esté cuantificando. Por ejemplo, la fórmula de la media tan usada en la
estadística de la psicometría
295
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Sostenía que la psicología experimental no necesitaba aparatos para ser exacta, y que
con papel, pluma y paciencia se podría medir lo que para él eran: la ideación, las frases,
la descripción de objetos, el espíritu de observación, la medición de la atención, la
medición de la memoria, la oposición entre la vida interior y la exterior, el rol de la
imagen del pensamiento, el pensamiento sin imágenes, y el pensamiento abstraído de
esas imágenes (Ibid., p.10). Con esta aproximación, Binet utilizó el método de agrupar
varias tareas específicas que presumiblemente expresaban a ciertas funciones psíquicas
según cierta concepción teórica, en un solo concepto psicológico: “inteligencia”. El
test práctico para evaluar anormales en las escuelas lo dio a conocer en 1905 junto con
Simon, en donde se incluyeron tareas motoras, figuras incompletas (ver imagen 1),
figuras geométricas, operaciones matemáticas, lectura, escritura, identificar nombres de
monedas, etc. Los sujetos que no cubrían un porcentaje de respuestas eran considerados
como retardados mentales.
296
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
El análisis factorial ayudó a definir las posturas, pero pronto se vieron sus limitaciones:
dependen de la naturaleza y calidad de los datos, del tipo de procedimiento estadístico
utilizado, de la inclinación personal del investigador que elige los nombres para designar
los factores. “Las denominaciones factoriales son tan solo categorías descriptivas y no
necesariamente reflejan las entidades subyacentes” (Sattler y Hoge, loc. cit.). Es decir,
se pueden hacer las operaciones matemáticas que se deseen y encontrar las relaciones
pertinentes, pero el problema central subsiste, ¿qué es eso que miden los números?,
¿qué no miden?, ¿qué significan los números con los que se sintetizan las respuestas
de los sujetos?
El problema no es de las matemáticas, sino del objeto teórico al cual se supone se aplican.
Este problema central parece pasar a segundo plano al valorar más la fortaleza de la
construcción matemática de las pruebas psicométricas, que aquello que decimos medir;
pasa a segundo plano al predominar la tendencia a hipostasiar los números que arrojan
los promedios, las correlaciones, los niveles de significación, etc. convirtiéndolos en la
verdadera realidad psíquica. Nada más falso.
297
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
La selección de tareas en las pruebas psicométricas (así como de los ítems en el caso
de las escalas, cuestionarios, inventarios, etc.) responde a las cuestiones teóricas,
experimentales y clínicas de la psicología; mientras que la lógica de la validación,
confiabilidad y relaciones numéricas de las respuestas responde a las herramientas
matemáticas. Cuando se pretende validar la selección de tareas, su sensibilidad clínica, y
la teoría psicológica, por los instrumentos matemáticos utilizados, se producen muchos
problemas científicos, epistemológicos, ideológicos y políticos con el uso de las pruebas
y escalas psicométricas. El más inmediato es que las pseudociencias se podrían nutrir,
en principio, con hacer una escala o prueba psicométrica de la creencia testimonial de los
curados por alguna de ellas (Reiki) o de su comunicación con los muertos (constelaciones
familiares), con excelente fundamentación matemática y metodología psicométrica,
y decir después que está “científicamente” fundamentada. Los psicómetras lo tienen
claro: en la fundamentación matemática de una prueba: “se está dando por supuesto
que se ha cuidado lo sustantivo, es decir, que se han analizado los contenidos del test
y de los ítems…” (Santisteban, 2009, p.112). El problema es que se da por supuesto y
no se verifica continuamente, no hay, como dirían Bourdieu, Bachelard, Canguilhem:
vigilancia epistemológica (Bourdieu, et. al ,1973/2008).
Se pasa del análisis y observación de las tareas en que se manifiestan las diferentes formas
de orientación, realización y regulación de la actividad, a su cuantificación, y a partir de
ello, sólo se trabaja con las relaciones lógicas y matemáticas de los números. Finalmente,
se hacen afirmaciones sobre los números que se supone son de lo psicológico que se
expresa en ellos.
298
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
las representa. Este “algo” que se infiere de la tarea concreta que debe realizar el sujeto,
se le llama entre los especialistas “rasgo”, y es un elemento crítico de las pruebas que los
mismos expertos en psicometría ubican como central:
…Las respuestas a los ítems del test proporcionan una puntuación, que es la que se pone
en relación con los niveles de la aptitud u otro rasgo que se pretende medir en los sujetos a
los que se aplica la prueba…un test es un instrumento diseñado para inferir una medida de
capacidades o ciertas características de los sujetos a través de las respuestas que dan a los
ítems de ese test. Se puede decir también que es un instrumento para obtener una muestra
de un comportamiento individual (Santisteban, 2009, p. 23).
Desde sus inicios, las pruebas psicométricas se caracterizan por un conjunto de múltiples
tareas específicas que el sujeto debe realizar (responder preguntas, ya sea dicotómicas
si-no, o con una escala de atribución; resolver problemas; dibujar; armar rompecabezas,
construir algo con materiales; nombrar-repetir-leer-recordar palabras, oraciones, o
breves textos; dibujar o recordar imágenes; igualar muestras; encontrar relaciones
lógicas en ciertos elementos; decir palabras con ciertas características en un tiempo
determinado, etc. Se fijan parámetros de las respuestas y se les asigna un puntaje que,
procesado estadísticamente, da uno o más números globales promediados que según la
299
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
teoría preferida se supone miden “la inteligencia”, “el funcionamiento cognitivo”. “las
funciones ejecutivas”, “la atención y la memoria”, “la comprensión verbal”, etc.
En otras palabras, alguien pone números y parámetros a las acciones en ciertas tareas.
Luego, con las matemáticas (ahora con software) hacen operaciones con ellos, y el teórico,
o el clínico, o el psicopedagogo, sale contento porque midió propiedades psicológicas.
son los tests psicométricos y otros instrumentos de medición estandarizados los que vienen
a resolver el problema de la medición de esos rasgos inobservables (latentes), infiriéndose
esas medidas desde las de sus manifestaciones observables” (Santisteban, 2009, pp. 41-42).
300
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
que describe el comportamiento del ítem y sus relaciones con el rasgo medido (Ibid.),
“ese valor obtenido para el rasgo no depende más que de la forma que tengan las
denominadas curvas características” (Ibid., p. 47). Existen otros modelos en donde el
constructo hipotético no puede medirse directamente, sino a través de las relaciones que
lo constituyen (inteligencia, actitudes, etc.):
se consideran en psicometría otro grupo de modelos a los que se les ha dado la denominación
de modelos de variables latentes (LVM, usando sus siglas en inglés). Estos modelos
incluyen tanto variables no observadas (latentes) como variables observadas (manifiestas)
y el modelo expresa las relaciones matemático-probabilísticas entre las variables latentes y
las observadas (Santisteban, 2009, p. 44).
…las unidades de medida en los tests, además de ser arbitrarias, no cuentan con una
unidad aceptada universalmente con la que comparar la medición de cada rasgo. No
hay una unidad de medida de la inteligencia, ni del neuroticismo, ni de la agresividad
o de otras características de los sujetos. Así pues, cuando se construye un test hay que
tener muy claro desde su inicio qué es lo que se quiere medir, cómo se va a medir, cómo
se van a obtener las puntuaciones, qué reflejan esas puntuaciones, cómo se pueden
organizar para que se puedan establecer las correspondientes diferencias individuales que
reflejen adecuadamente las diferencias que existen entre los sujetos en el rasgo, y cómo
expresar todo ello para que quienes utilicen ese test puedan interpretar correctamente las
puntuaciones que con él se obtienen (Santisteban, 2009, pp. 35-36).
301
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
La medida total de la prueba se obtiene por adición de las medidas de sus componentes,
refiriéndonos así a los componentes como a cada uno de los ítems, o bien, a cada uno de
los elementos o de las partes constituyentes de la prueba (Santisteban, 2009, p. 104. Las
negritas son nuestras).
Entiéndase bien: “la adición de las medidas” es la de los números que se obtienen; lo
psicológico convertido a números. Este tipo de pruebas que agrupa múltiples procesos
psicológicos o cognitivos a través de tareas específicas que supuestamente expresan
302
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Una manera de eludir este cuestionamiento acerca de qué miden esos conglomerados
de tareas y proceso psicológicos expresados en un número global, es construir las
pruebas psicométricas centradas en un proceso o función cognitiva (atención, memoria,
lenguaje, lectura, escritura, cálculo, pensamiento, etc., o peor aún, de “signos blandos”).
Suponiendo sin conceder que ignoráramos los problemas teóricos que ello supone (no
existen procesos psicológicos aislados; o un mismo signo-síntoma puede tener múltiples
causas etiológicas, o lo crítico y oscuro de la noción de “blandos”), esta medición es más
específica, pero lleva a que una evaluación completa requiera múltiples pruebas para
cada proceso evaluado con su puntuación específica.
69
Escala Wechsler de Inteligencia para niños, WISC-IV (Wechsler, D., 2014, México, TEA ediciones);
Escala Wechsler de inteligencia para los niveles preescolar y primario-III. WPPSI-III (Wechsler, D.,
2002. México, Manual Moderno); MP-Merril-Palmer-Revised Scales of Development. EEUU, Stoeling
Company. Traducción al español 2004, España, TEA ediciones.
70
NEUROPSI Atención y Memoria (Ostrosky, F., Gómez, M. E., Matute, E., Roselli, M., Ardila, A.,
Pineda, D. 2012. México, Manual Moderno); Evaluación Neuropsicológica Infantil ENI-2. (Matute,
E., Roselli, M. Ardila, A., Ostrosky, F., 2013 México, Manual Moderno); Programa Integrado
de Evaluación Neuropsicológica. Test Barcelona (J. Peña-Casanova. (2005). España, Barcelona;
MASSON).
303
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Otra forma de enfrentar el cuestionamiento es hacer una prueba global (muchos procesos
psicológicos) con cuantificaciones diferenciales y comparación a la norma por cada
uno de ellos, lo que lleva a crear perfiles (líneas que unen los puntajes de cada prueba)
llamadas perfiles cognitivos. Y como la tentación es mucha, se le agrega la sumatoria
global en uno o más números, por si las moscas (Test de Barcelona, BANFE, las Weschler,
y otras más).
Existen otro tipo de mediciones psicométricas, las escalas clínicas. Hay numerosas
escalas, cuestionarios, o perfiles para múltiples padecimientos: Alzheimer, depresión,
estrés, alcoholismo, experiencias psíquicas, vida cotidiana, comportamiento agitado,
adicciones, dependencia a la nicotina en particular, abstinencia a los opiáceos, síntomas
negativos y positivos de la esquizofrenia, alucinaciones auditivas, agresividad manifiesta,
cognición social de la psicosis, conciencia (insigth) en alucinaciones y delirios, manías,
entre muchas otras. Algunas suelen especificar el nivel de gravedad por el número de
síntomas registrados. En la mayoría de estas escalas clínicas, las preguntas están basadas
en la sistematización de síntomas y signos de un mismo padecimiento acumulados
por la práctica clínica obtenidos de cientos de pacientes y a lo largo de los años. En
esto radica su virtud: se enlistan los principales síntomas-signos del padecimiento
específico y se cuantifica su gravedad por la frecuencia de ellos. La especificidad de
los síntomas del padecimiento que se registran con las preguntas y respuestas de estos
instrumentos es muy consistente con el consenso de los clínicos acerca de los síntomas
de esos trastornos, y por ello, los puntajes sumatorios expresan mejor la especificidad
clínica de ellos, algo muy diferente de la difuminación de los síntomas específicos
304
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
En todos los casos se asignan puntajes a las respuestas (aun aquellas que tienen escalas
tipo Likert, cada respuesta vale un punto), se suman, dando por resultado un puntaje
global de los síntomas propios de un padecimiento, que se compara con otros puntajes
globales de una población ubicando la desviación a la norma y los grados de gravedad.
Algunos de los problemas teóricos-metodológicos que surgen con este proceder se pueden
expresar con las siguientes preguntas: ¿los conceptos de inteligencia, funcionamiento
cognitivo, funciones ejecutivas, atención, memoria, comprensión verbal, afasia, lenguaje,
etc. son exhaustivamente evaluados con esas pruebas, es decir, miden y analizan todo lo
que es posible medir de esas funciones psicológicas?, ¿la comprensión científica y clínica
de esas categorías teóricas se agota con las tareas que se usan en esas pruebas?, ¿un
número global que dichas pruebas arroja mide realmente tal o cual función psicológica,
o más aún, el conjunto de ellas?, ¿se puede diagnosticar la complejidad de las funciones
psíquicas con uno o más números de un conglomerado de funciones psicológicas? Para
nosotros la respuesta es NO.
305
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Esto es así porque existen diferentes niveles ontológicos en los que conocemos los
fenómenos de la realidad objetiva, por lo tanto, corresponden a iguales niveles
epistemológicos. Los podemos clasificar en seis tipos: por su tamaño: va de macro a
micro; por su distribución en el espacio, va del cuántico a lo sideral; por el tiempo de
observación (de yectosegundos 1 x 10-24 a eones); por las transformaciones y cambios
en el tiempo, es decir, en todo su proceso histórico: génesis, desenvolvimiento y
desaparición-transformación; por la frecuencia de sus trasformaciones: puede cambiar
muchas veces en la misma unidad de tiempo y con la misma duración en cada cambio; y
por la velocidad de esas transformaciones en el tiempo: puede cambiar rápidamente en
una unidad de tiempo, y después mantenerse sin cambios durante mucho tiempo71. Cada
uno de los cuales requiere sus propias unidades de medición, es decir, qué comparas
con qué y cómo los cuantificas; requiere instrumentos de observación y registro propios,
y las manipulaciones experimentales posibles son diferentes.
71
Escotto-Córdova (s/f). Tercera edición de Ensayos sobre Psicología Materialista (en preparación para su
publicación).
306
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Si el número o números globales que arrojan las pruebas psicométricas no pueden medir
universalmente Lo Psíquico, Lo mental, Lo Cognitivo, La Personalidad, Lo Neuropsicológico,
etc., ¿qué miden?
Pese a todo lo anteior, la psicometría es útil para medir solo, y exclusivamente, los
parámetros de las acciones concretas ante tareas concretas. La interpretación de estos
resultados es un asunto de la teoría que se tenga.
Las pruebas estandarizadas y normalizadas, los cuestionarios, y las escalas clínicas son un
buen instrumento de medición; son el equivalente a una regla. ¿Qué miden esas “reglas”
psicométricas?: solamente los parámetros numéricos de acciones concretas de un sujeto
307
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
ante tareas específicas, y, con dichos parámetros y acciones, se miden tres aspectos: 1)
miden las variaciones (desviaciones estándar, varianza, etc.) de los puntajes con relación
a una media estadística, es decir, qué tanto se desvían de una norma poblacional las
respuestas correctas o incorrectas (o cualquier parámetro elegido: tiempo de respuesta,
velocidad de ejecución, precisión, lo correcto o incorrecto de la respuesta, etc.) de un
sujeto ante una tarea específica; 2) miden en un mismo sujeto lo que avanzó o retrocedió
de la media estadística de sus propias respuestas en otro tiempo cuantificadas, es decir,
comparado consigo mismo; 3) miden las relaciones entre los parámetros numéricos
de acciones concretas en la realización de una tarea, con los parámetros numéricos de
otras tareas o variables (edad, sexo, condiciones socioeconómica, genes, u otras pruebas
psicométricas), y al hacerlo se analiza si los números de una influye en los números de
la otra, si una varía con la modificación de la otra y en qué sentido es el cambio, etc. En
síntesis: nos dan información que permite establecer correlaciones, ubicar patrones de
respuestas y distinguir diferencias significativas, todo ello con base en la comparación a
la norma de la población estudiada.
Sin importar el “constructo” (el concepto surgido de un marco teórico) que pretenden
medir las diferentes pruebas psicométricas, lo cierto es que lo único que miden son
los parámetros numéricos a acciones específicas ante tareas concretas.
308
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Cuando se aplica repetidas veces una prueba a un mismo sujeto durante un tiempo,
digamos cada año durante diez años con el propósito de medir el “desarrollo
psicológico”, se miden los cambios numéricos que tuvo en cada año, pero, aun así, la
referencia de esos números es con la primera norma poblacional, pues no se normaliza
la prueba cada año. Si entendemos el desarrollo psicológico de una persona -no la
maduración o el crecimiento biológico - como el proceso de cambios y transformaciones
psicológicas que transcurren en el tiempo siempre en interacción sociocultural con
otros, por otros y para otros (Baltazar-Ramos y Escotto-Córdova, 2018a, 2021b), ¿qué
implica comparar a la persona con una muestra poblacional que es la misma en diez
años, es decir, sin cambios, aunque la edad de comparación sea la misma? Ante este
cuestionamiento, los usuarios de las pruebas –los que las construyen si son conscientes
de este problema- suelen contestar que los parámetros y tareas son las mismas, y por lo
tanto si son comparables.
Cualquier tarea puede ser utilizada para comparar a diversos sujetos de cualquier
especie biológica. Medir alguna capacidad psíquica, cognitiva o conductual (llamadas
así según el modelo teórico correspondiente) con una o más tareas requiere tres cosas:
a) un modelo teórico a partir del cual se atribuye la presencia de tal o cual proceso
psíquico; b) seleccionar la, o las, tareas específicas; c) asignar los criterios de evaluación
o cuantificación que presumiblemente evidencian a ese proceso psíquico.
Esto se hace igual para cualquier especie animal. En la selección de los perros más
inteligentes para pastoreo, una prueba tradicional era:
la tarea consistía en maniobrar cinco ovejas apartadas 400 yardas de distancia del perro
(Collie) y del guarda. El perro tenía que correr, reunir a la manada, llevarla directamente
adonde se encontraba el pastor y luego formar dos vallas. Después tenía que sacar a dos
72
Por ejemplo, la Batería Neuropsicológica para preescolares BANPE de Ostrosky, Lozano y González
(2016) se conformó con una muestra de 485 niños de entre 3 a 5 años: 102 de tres años; 139 de cuatro
años; y 244 de cinco años. En 2020 había más de 10 millones y medio de niños entre 0 y 9 años, un
poco más de 5 millones de niños de 0 a 4 años. ¿son representativos 102 niños o 139 niños?, ¿cuántos
de estos niños de la muestra fueron indígenas o de pobreza extrema?
309
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Obsérvese que aquí “inteligencia” significa que el perro haga lo que el dueño necesita
más para usarlo en el trabajo. David Katz (Ibid., p. 240) narra que en 1923 utilizó un “test
de inteligencia” para gallinas:
Empleamos una serie de tests de dificultad variable; con ellos estudiamos: 1, la memoria;
2, la aprehensión de relaciones (funciones estructurales) entre colores; 3, el “contar” …;4...
la conducta reactiva respecto a un objetivo difícil de alcanzar; 5, el encontrar caminos
indirectos, y 6, la conducta espontánea. Las diferencias individuales en las gallinas fueron
marcadamente grandes. Desde el punto de vista caracterológico también se diferenciaron
mucho las gallinas, por ejemplo, respecto al grado en que manifestaban una tendencia a la
dirección (Katz, 1941/1961, pp. 240-41).
Karl von Frisch (Guillén, 2007, p. 74) relata que las abejas utilizan el esfuerzo de la
danza para indicar la distancia de las flores, y los humanos solemos medir la distancia
percibida, en unidades de tiempo, al decir “está a una hora de distancia”.
310
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
sujeto a todas esas tareas comparado con el número promedio de cómo respondieron la
mayoría de los sujetos. Lo mismo ocurre cuando se comparan con el mismo sujeto, es
decir, qué tanto se desvió de sus resultados previos. El número global solo compara la
misma sumatoria de los puntajes entre varios sujetos ante las mismas tareas y parámetros
de medida. Los números de las mediciones de diversas tareas se pueden luego procesar
estadísticamente. Esos números se comparan entre sujetos o intrasujeto. Cuantificar una
tarea es convertirla en regla de medición, y para esto podemos utilizar cualquier tarea y
parámetros. Pero un problema totalmente diferente es cómo se explica teóricamente lo
que implican tales números y tales tareas.
Los procesos psicológicos que el teórico o el clínico les atribuye a las tareas que
deben realizarse, es decir, lo que cree que mide con su instrumento psicométrico, es
independiente de la tarea ejecutada por un individuo comparada con la ejecución
de un grupo poblacional. La misma tarea puede ser utilizada para medir diferentes
“constructos” teóricos.
Por ejemplo, la prueba que Lauretta Bender hizo en los años 30 del siglo XX como test
de percepción inspirada en la teoría de la Gestalt, otros investigadores con otras teorías
la usaron para interpretaciones psicoanalíticas de la regresión, otros como prueba que
311
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
identifica “signos neurológicos blandos”, y algunos ven en ella signos de daño cerebral,
algunos neuropsicólogos identifican en ella zonas específicas según las respuestas a
cada dibujo (la perseverancia de puntos sugiere desregulación frontal), otros psicólogos
la usan para medir inteligencia, y otros más para evaluar personalidad. La tarea, los
materiales y las instrucciones son las mismas, la interpretación es diferente, y en algunos
casos su cuantificación. Otro ejemplo, el Test de Laberintos de Porteus diseñado en 1914
por el australiano S. D. Porteus (1883-1972)73 fue elaborado para medir inteligencia
general a partir de la edad mental y detectar niños para escuelas especiales. Hoy se usa
en neuropsicología para medir la capacidad de planeación asociada a lóbulos frontales.
Otra prueba utilizada actualmente en neuropsicología es la Figura Compleja de Rey
(Test de figura compleja de Rey – Osterrieth). Fue elaborada en 1941 por André Rey,
un psicólogo de la Universidad de Génova (Ginebra), y pocos años después, Paul-
Alejandro Osterrieth, enumeró los 18 elementos con los que se cuantifica. La prueba
no ha variado, pero la interpretación teórica y clínica sí. Osterrieth pretendía evaluar
“el principio holístico de la percepción en niños y jóvenes”. Hoy tiene diferentes usos:
en la prueba NEUROPSI-atención y memoria (Ostrosky, Op. Cit.) se ubica en procesos
visoespaciales, pero para analizar la atención y la memoria, otros neuropsicólogos ven
en su mala ejecución problemas frontoparietales. Los círculos, triángulos, rectángulos,
líneas diagonales, curvas que tienen muchas de esas pruebas, siguen utilizándose hoy
para medir “lo psicológico” tal y como las usó Binet, pero lo que ha cambiado es su
interpretación teórica.
Las pruebas psicométricas son de gran utilidad por las tareas y parámetros con que
se construyen, así como por su rigurosidad matemática. Pero son simples reglas de
medición de tareas y parámetros cuya interpretación varía con cada modelo teórico. No
entender esto es hipostasiar los números con que se expresan: considerar su naturaleza
abstracta como realidad objetiva absoluta de lo psicológico. Nada más falso.
73
Fue un eugenista convencido de la superioridad racial de los blancos, creía que su prueba demostraba
la mayor inteligencia de la raza blanca.
312
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
cambios obtenidos en la ejecución de las tareas (qué tanto se desvió de la norma, qué
tanto avanzó o retrocedió de sus respuestas previas) después de una intervención bajo
el diseño experimental más simple de medición-intervención-medición de un par de
grupos elegidos al azar (control y experimental). También son útiles para medir los
cambios en un sujeto particular en el sentido de que después de una intervención se
acerca más o menos a la norma poblacional en la ejecución de esa o esas tareas, o qué
tanto avanzó de la medición previa. Incluso en situaciones clínicas, nos permite constatar
el nivel cuantitativo de deterioro de las respuestas a tareas específicas de un sujeto, y de
su recuperación después de ciertas intervenciones con respecto a la norma poblacional,
lo que de suyo tiene importancia práctica para la comparación grupal de datos clínicos
en investigación hospitalaria. También sirven para hacer correlaciones entre variables
y test: edad, sexo, nivel socioeconómico, raza, genes, o con otras pruebas psicométrica,
por ejemplo, Inteligencia medida con WISC y fluidez verbal de palabras que refieran a
animales o el MoCa (Montreal Cognitive Assesment).
313
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Lo que las tareas expresan siempre se interpreta con tal o cual modelo teórico como los
signos y síntomas inducidos por ellas en un individuo con secuelas del daño cerebral
o alteración del sistema nervioso. Recuérdese que en torno a las llamadas funciones
ejecutivas existe una controversia teórica acerca de qué se habla, cuáles y cuántas son,
y qué zonas se activan, pese a que todas suelen ser ubicadas en los frontales. Incluso,
entre quienes han publicado juntos, se encuentran diferencias en el número de funciones
ejecutivas: Ardila y Ostrosky (2008, p. 5) hablan de funciones ejecutivas metacognitivas
(enumeran cinco) y funciones ejecutivas emocionales vinculadas a frontales; mientras
que Flores (2006, pp. 62-63) reporta haber encontrado 21 funciones vinculadas a
frontales en la obra de Luria, lo cual, seguramente, hubiera sorprendido al mismo Luria.
Flores, Ostrosky y Lozano (2012), en la Batería de Funciones Ejecutivas y Lóbulos Frontales
(BANFE), mencionan ocho y una más, la metacognición (p. 1). En cualquier caso, lo único
que mide la psicometría son los parámetros de las ejecuciones a tareas específicas, su
desviación o acercamiento a la norma poblacional, y/o sus correlaciones y covariaciones
mutuas. La interpretación acerca de cuáles son los procesos psicológicos que se expresan
en dichas tareas y su significado clínico depende de los modelos teóricos que sustenten
los profesionales e investigadores.
314
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Pero aún con las virtudes antes mencionadas de las pruebas psicométricas, su uso tiene
limitaciones clínico-diagnósticas. Un listado de signos presentes o ausentes es solo un
momento en el proceso diagnóstico neuropsicológico y psicológico.
315
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
que puede hacer con ayuda, ni mucho menos es un diagnóstico que permita explicar por
qué se deteriora, ni porqué, bajo ciertas condiciones, su actividad mejora, es decir, un
síntoma puede aparecer en una tarea, pero no en otra. Por ejemplo, ciertas dificultades
visoconstructivas no se notan dibujando a la copia la Figura de Rey, pero aparecen
cuando se hace de memoria. Estas diferencias cualitativas según la modificación activa
de la tarea son esenciales para el diagnóstico y fundamentales para definir la estrategia
terapéutica en la neuropsicología.
Finalmente, las pruebas psicométricas son útiles para detectar casos extremos en una
población, no solo por sus carencias (uso general en la clínica), sino por sus excesos,
como cuando se identifican sujetos “talentosos” por medio del Coeficiente Intelectual
(CI) o por la notable expresión de tal o cual talento (musical, mnémico, matemático, etc.).
Aun sin cuestionar el valor teórico del concepto de CI, en estos casos, las puntuaciones de
inteligencia se han usado para correlacionar y predecir éxitos universitarios y laborales
(Sternberg, 2011), o para seleccionar esa muestra de la población y correlacionarla con
316
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
En general, el cerebro es más grande en los adultos que en los ancianos, en los hombres
que, en las mujeres, en los hombres eminentes que en los de talento mediocre, en las razas
superiores que en las razas inferiores…A igualdad de condiciones, existe una relación
significativa entre el desarrollo de la inteligencia y el volumen del cerebro (Citado en
Gould, 1981/2005, p. 100).
74
Para leer sus originales recomendamos: Hécaen y Dubois (1969/1983).
317
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
318
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Toda vez que el dato específico que aportan dichas pruebas psicométricas es qué
tanto se alejan de la norma las respuestas de una persona a tareas específicas, y cómo
se correlacionan y varían los parámetros de tareas diversas, es fundamental entender
que lo anormal, ya sea biológica, social o psicológicamente: lo que no es como la
mayoría o norma estadística, lo diferente o lo atípico no es necesariamente enfermedad,
ni discapacidad, ni inferioridad, ni mucho menos es moralmente incorrecto. La
incomprensión de esto siempre podrá derivar en que las pruebas psicométricas sean
utilizadas con fines políticos, ideológicos, judiciales y morales.
319
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
320
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Para nosotros, desde una aproximación científica75, las enfermedades tienen que cumplir
varios criterios obligatorios y condicionantes. Los obligatorios son: (1) El sujeto tiene
un trastorno (un cambio a su condición previa) y se reconoce conscientemente como
anormal (fuera de la norma estadística) para el funcionamiento previo de él mismo,
éste ya no es como era antes; (2) Ser anormal comparado a la población de referencia
por edad, sexo, cultura, región geográfica, y condición socioeconómica. El paciente
ya no es como los otros de su misma condición; (3) tiene etiología (causa), patogenia
(génesis y desarrollo), nosobiótica (alteraciones que conlleva), semiótica (signos y
síntomas), patocronía (tiene curso: ya sea agudo, lento, persistente, deteriorante,
degenerativo, crónico, etc.); y nosognóstica (diagnóstico, pronóstico y terapéutica); (4)
tiene secuelas (ya sean inmunológicas, neurológicas, psicológicas, neuropsicológicas,
físicas, sensoriomotrices, etc.); (5) es potencialmente recurrente; (6) sin cuidados
puede agravarse y provocar la muerte; (7) puede tener recidiva, es decir, reaparecer
transcurrido un periodo de salud completa; (8) puede tener recaída, es decir, reaparecer
durante la convalecencia de la misma; (9) tiene niveles de gravedad; (10) tiene niveles de
discapacidad; (11) hay sufrimiento, malestar, incomodidad del paciente como un todo.
Los criterios condicionantes son: (a) que puede potencialmente curarse o estabilizarse
dependiendo los avances científicos de una época, así como de los recursos sociales y
económicos con los que cuente el paciente; (b) las manifestaciones de la enfermedad
y su curso pueden variar según la edad, el sexo, la región geográfica, la raza, y los
patrones culturales.
75
Recuérdese lo que entendemos por Ciencia, a todo conocimiento y explicación (teorías) sobre los
fenómenos naturales, sociales y psicológicos cuya fundamentación se basa en el método científico
y está en constante cuestionamiento empírico, corrección y reformulación, a partir de las siguientes
consideraciones: (a) una cosa son los hechos sensorialmente percibidos, y otra, las explicaciones a
esos hechos; (b) un mismo hecho tiene distintas explicaciones, por lo tanto, se requiere un criterio de
verdad para decidir entre ellas. El más acertado criterio hasta ahora ha sido la práctica transformadora
del fenómeno en situaciones controladas cuya forma más fina es el experimento, la observación
sistemática de sus regularidades, y la predicción precisa y cuantificable de sus regularidades; (c)
las explicaciones que corresponden mejor a la realidad objetiva de los fenómenos, permiten su
modificación intencional, predecible y medible; (d) las teorías e hipótesis surgidas con este proceder
son cuestionadas sistemáticamente por las preguntas epistemológicas: ¿cómo sabemos que lo que
creemos acerca de los fenómenos corresponde realmente a su naturaleza y regularidades?; ¿cómo
y con qué los observamos, medimos, comparamos, y cuantificamos?, ¿cómo los definimos?, ¿cómo
distinguimos y reducimos al mínimo los prejuicios personales, sociales, teóricos, y culturales en las
explicaciones científicas?, etc.
321
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Toda enfermedad ubica al sujeto fuera de la norma para consigo mismo (soy consciente
hay un cambio, un trastorno por el cual ya no soy como era antes y siento malestar,
dolor, padecimiento y sufrimiento por los cambios orgánicos) y para con otros (ya no
soy como los demás de mi edad, sexo, condición sociocultural y económica)76, pero no
todo aquél que esté fuera de la norma biológica o cultural es un enfermo.
La psicometría utilizada clínicamente puede desviarse sin el menor recato para hacer
enfermos a los diferentes, a los atípicos, a los que no son como los demás biológica y/o culturalmente
(recuérdese la denigrante y homofóbica historia de la llamada “patología o perversión”
homosexual solo por ser diferentes), frente a la ausencia de evidencia empírica de lo
patológico (cambios biológicos a la condición de normalidad estadística en la salud
previa del individuo). Esta tentación debemos combatirla resueltamente. De hecho, las
clasificaciones internacionales de trastornos mentales, el DSM-V y el CIE-10, utilizan
las pruebas psicométricas para diagnosticar ciertos “trastornos”: lectura, escritura,
discalculia, y con ellas “enferman” a quienes solo son diferentes para realizar dichas
actividades. ¿El que cueste trabajo aprender a leer y escribir hace enfermo a la persona,
o solo la hace diferente, incluso biológicamente, de los demás? Los sujetos disléxicos
tienen variantes genéticas específicas, y se han reportado ectopias neuronales en zonas
del giro angular y supramarginal del hemisferio izquierdo, (Escotto-Córdova, 2014), es
decir, son diferentes biológicamente: ¿eso los hace enfermos, si desde su nacimiento
tienen esa condición biológica?, ¿en qué consiste el trastorno o cambio?
76
Algunas de las características de las enfermedades se presentan en el envejecimiento, sin embargo, éste
no es una enfermedad: no es recurrente (no se vuelve a ser viejo), no tiene recidiva (no se rejuvenece
y se vuelve a envejecer), no tiene recaídas (no se vuele a envejecer), no se cura, no se agrava (¿qué
significaría para un viejo hacerse gravemente viejo?), y sobre todo, no se es anormal comparado a las
personas de la misma edad, sexo, cultura, región geográfica y condición socioeconómica.
322
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
323
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
324
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
77
Si lo importante es el juicio clínico para un buen diagnóstico, resulta absurdo que en dichos
manuales no se esclarezcan directrices para hacerlo, y más aún, resulta sospechoso que en cada
revisión se modifiquen convenientemente la lista de signos que definen a cada trastorno mental
aumentando los pacientes, o que se incrementan nuevos trastornos mentales (nuevos pacientes)
cuyo tratamiento pasa generalmente por terapias farmacológicas (Swanson, et. al, 2004). La
denuncia de cómo las industrias farmacéuticas y hospitalarias financian las investigaciones de
los médicos y psiquiatras, a sus asociaciones profesionales, a sus manuales y guías diagnósticas,
e incluso a las asociaciones de pacientes para promover sus intereses financieros es cada vez más
creciente (La Rosa, 2011). La neuropsicología no está ajena a esta manipulación financiera que crea
enfermedades donde no las hay.
325
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Lograr un acuerdo internacional sobre algunos de los síntomas que muchos trastornos
psiquiátricos conllevan es un logro nada despreciable. Facilita la comunicación
internacional, la comparación en investigaciones, y los registros epidemiológicos.
Incorporar la valoración neuropsicológica y psicológica como parte del diagnóstico es
sin duda otro avance, pero reducirlas a la psicometría es una gran limitación clínica, una
omisión inadmisible del análisis cualitativo de los síntomas (para nosotros el llamado
“juicio clínico”), y un serio error conceptual. La lógica subyacente al diagnóstico basado
en listas de síntomas confirmadas por las pruebas psicométricas parece absurda. Se
comienza definiendo un trastorno, por ejemplo, “Trastorno Específico del Aprendizaje”
en sus modalidades de lectura, escritura, y cálculo matemático (códigos 315.00; 315.2;
315.1 en el DSM 5) o “Trastorno específico del desarrollo del aprendizaje escolar” en sus
modalidades de lectura, ortografía, cálculo (códigos F81.0, F81.1, F81.2, F81.3, del CIE-
10), se especifican y enlistan los síntomas que el paciente debe tener, y que evidentemente
la mayoría de los niños no tienen. Cuando los tienen, llaman la atención de sus padres y
maestros, y, finalmente, se acaba diciendo que la PAUTA DIAGNÓSTICA requiere test
psicométricos, es decir, de comparación a la norma (lo único que dichos test psicométricos
pueden aportar), y cuando los resultados de dichos test se dan a conocer, se evidencia
la perogrullada. En otras palabras, se confirma con este “profundo” diagnóstico la lista
de síntomas que los padres, familiares y profesoras ya sabían: que el niño no aprendía
o tenía serias dificultades en la lectura, escritura, cálculo y ortografía comparado con
los demás niños; que el niño tenía dificultades para esas asignaturas y por lo tanto
reprobaba; que el niño estaba fuera de la norma en su contexto cultural, conforme a su
edad y género.
Pasemos por alto el “insignificante” detalle de decirle a los padres lo que ya sabían (y en
muchos casos cobrándoles), ¿tiene algún aporte clínico este “diagnóstico” ?: NINGUNO.
326
7 La lógica del diagnóstico clínico en la neuropsicología psicométrica y la neuropsicología cualitativa
Nada impide que los neuropsicólogos, psicólogos y psicopedagogos vayan más allá de
la actitud psicómetra y aprendan los diversos procedimientos para realizar el análisis
cualitativo de los síntomas, es decir, clínicos, vinculados a una disfunción cerebral,
a un trastorno del desarrollo infantil o simplemente a una valoración psicológica y
neuropsicológica de cualquier individuo normal. Y un paso para ello es distinguir lo
que hay de común y diferente en el análisis cualitativo en la neuropsicología, del análisis
cualitativo en ciencias sociales.
327
Capítulo 8
329
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Tesis
- I -
El diagnóstico cualitativo de los síntomas neuropsicológicos no se basa en recoger y
clasificar la atribución de sentido y significado del padecimiento que el paciente hace
para sí mismo, ni del que hacen sus familiares, es decir, de sus creencias y actitudes
acerca del padecimiento, aunque estos aspectos se exploren permanentemente. En esto
radica la diferencia fundamental con la valoración cualitativa de las ciencias sociales.
- II -
La neuropsicología cualitativa comparte algunas de las técnicas y métodos de la
metodología cualitativa de las ciencias sociales.
- III -
El diagnóstico basado en el análisis cualitativo de los síntomas neuropsicológicos
se basa en experimentos diseñados para el paciente individual; puede cuantificar
parámetros de las ejecuciones de las tareas; se apoya en evidencias empíricas y
experimentales de otras disciplinas, o las que ellos mismos generan; y la epistemología
que subyace al análisis cualitativo tipo luriano es materialista, no constructivista como
la que domina recientemente en la metodología cualitativa de las ciencias sociales.
330
8 El análisis cualitativo en neuropsicología versus en las ciencias sociales
331
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
78
Comentario pertinente de uno de los revisores del texto: “Vygotski también tenía interés por esos sentidos
y significados ocultos, para lo cual usa las categorías de “sujeto y predicado psicológico” para diferenciarlos
del “sujeto y predicado gramatical” (ver capítulo 7 de pensamiento y lenguaje). Es cierto que teoría de
la actividad no comparte el mismo interés por el lenguaje como Vygotski, pero pienso que también
necesita desarrollar métodos específicos para el análisis del mismo, como lo hizo Vygotski con las
obras de Stanislavsky”. Vale la pena recordar que quién hizo una distinción muy anterior a Vygotski
fue Bajtín -escribió bajo el nombre de Volóshinov- quién entre 1925-29 ya hablaba del sentido oculto
de los textos citando al teórico teatral, distinguía el enunciado (las intenciones comunicativas de un
interlocutor que siempre espera respuesta de otro), de la oración gramatical (sujeto-verbo-predicado).
Bajtín expuso en dichos textos una teoría de la conciencia y del lenguaje interno tan similar a la de
Vygotski, que hemos planteado la existencia de vasos comunicantes no identificados aún. (Escotto-
Córdova, 2011 y 2013). Lo único que hemos identificado es que Vygotski cita a Volóshinov en
Pensamiento y lenguaje publicado en 1934.
332
8 El análisis cualitativo en neuropsicología versus en las ciencias sociales
En relación con el rol del investigador, podemos comentar que en todos los estudios del
enfoque cualitativo se reconoce el rol fundamental del investigador, no solo como el que
interpreta los datos, sino quién construye el objeto epistémico de la investigación. Se
habla del investigador participante, es quien convive y comparte las experiencias con los
sujetos de sus investigaciones o reflexiona acerca de ellos (Riker, 1995; Yurevich, 2006;
Stefanenko, 2008).
333
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Hemos dicho que la neuropsicología es una disciplina que tiene su propio objeto de
estudio, conceptos propios y su propio método. De esta forma, la neuropsicología es
una ciencia.
Si bien es cierto que existe una opinión acerca de la posibilidad de plantear una
metodología científica general y que esta tenga, además, una evolución objetiva
propia (Popper, 1983, 2002), nos parece importante defender el punto de vista de que
pueden existir metodologías particulares en distintas áreas de conocimiento. Gadamer
(2012) afirma que buscar un objeto único de una ciencia, puede equivaler a buscar un
“círculo cuadrado”. De esta forma, es oportuno considerar que las diferentes formas de
evaluación que actualmente existen, necesariamente se relacionan con diversas opiniones
acerca del objeto de estudio, la unidad de análisis y los conceptos fundamentales. No
solo se trata de la utilización de métodos de evaluación “cualitativa” o “cuantitativa”
sin argumentarlos, debido a que la elección del método de evaluación conducirá al
especialista a particulares conclusiones o juicios clínicos distintos.
334
8 El análisis cualitativo en neuropsicología versus en las ciencias sociales
335
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Podemos afirmar que las bases cerebrales de las acciones surgen simultáneamente con la
realización de estas acciones en la cultura. La cultura humana conforma a una esfera que
rodea al ser humano desde su nacimiento (Lotman, 2001). Para la vida del ser humano
esta esfera juega un papel determinante; el niño se apropia de los sistemas de signos
y símbolos, los cuales, además, cambian en el transcurso de la historia (Eco, 2008b).
Lotman (2001) al contrastar los fenómenos biológicos con los fenómenos culturales,
señala que, en la biología, el desarrollo evolutivo se relaciona con la desaparición de
las especies por selección natural. Por el contrario, en la historia del arte, las obras de
épocas lejanas continúan con vida de manera activa como factores vivos y actuales en
todas las obras que surgen; trabajan todos los niveles de la cultura precedente y no
solo la última capa cultural. Los objetos de arte pueden ser considerados como objetos
independientes del estudio científico (Gadamer, 2012). La reconstrucción histórica de la
vida del autor puede contribuir a la comprensión de los aspectos lingüísticos y estilísticos
de las obras literarias (Llosa, 2006). El análisis de las obras de arte, del estilo lingüístico,
de las relaciones entre el autor, sus personajes y los efectos sobre el lector, han sido
aportaciones esenciales de la semiótica y del enfoque histórico-cultural (Vigotsky, 1987;
Eco, 2005, 2008a, 2008b; Bajtín, 1997, 2009).
El psicólogo, en este caso, debe estudiar cómo se establece un proceso psicológico, cuál
es su contenido, qué etapas tiene y cómo se puede favorecer a este proceso. “El mundo
externo en el que vive el niño se somete a la semiotización” y se divide entre los objetos
en sí mismos y los objetos que representan algo más que ellos (Lotman, 2001 p. 259). El
neuropsicólogo estudia qué afecta o cómo se altera este proceso, pero también las vías
con las cuales estas dificultades pueden superarse. Esta superación de las dificultades
implica la necesidad de estudiar el origen del proceso y las regularidades de su
transcurso. Por ejemplo, resulta útil estudiar cómo el niño interactúa con los objetos
culturales desde su nacimiento y cómo, más tarde, comienza a utilizar los objetos del
segundo tipo, los “semiotizados”, de acuerdo con la caracterización de Lotman. Estos
últimos son esenciales para el desarrollo cognitivo, debido a que éste requiere de la
interacción con abstracciones o modelos de objetos y no con los objetos como tales. Se
trata de los instrumentos psicológicos, término propuesto por Vigotsky.
336
8 El análisis cualitativo en neuropsicología versus en las ciencias sociales
psicológicas, sin las cuales la actividad laboral y toda la vida social no hubieran sido
posibles. Estos medios de relaciones psicológicas, de acuerdo con su naturaleza, son
los signos, es decir, estímulos creados artificialmente, cuyo papel es influir sobre el
comportamiento y formar relaciones convencionales nuevas en el cerebro del hombre.
La significación es un principio nuevo de regulación del comportamiento.
Vigotsky (1995) escribió que los procesos psicológicos aparecen en escena dos veces:
primero como procesos externos, sociales, compartidos, y después, como procesos
independientes, internos, individuales. Consideró al proceso de interiorización como el paso
de lo externo a lo interno, de lo social a lo individual. Sostuvo que “Cada función psicológica,
en el desarrollo cultural del niño, aparece en escena dos veces, en dos planos, inicialmente
en el social, después psíquico, interno; inicialmente, entre las personas, como categoría
interpsíquica, después, dentro del niño, como una categoría intrapsíquica” Vigotsky
(1983, p.45).
De esta forma, las acciones cognitivas pueden ser externas o internas, siendo las primeras
las más comunes y frecuentes y las primeras que surgen en la ontogenia.
Lo común y lo diferente
337
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
79
En una ocasión en que evaluábamos a una paciente a la que le habían extraído un tumor en el frontal
izquierdo y que se caracterizaba por su rostro impasible, de cera, sin respuesta gesticular a toda
interacción, oyó a su esposo reportarnos que cuando iban de regreso a su casa, ella quiso ir al baño,
pero al entrar al de una fonda estaba lleno de “caca”. Al oír la palabra de la narración de su esposo,
la señora soltó la carcajada y se mostró sonriente. Esto nos demostró que mantenía la capacidad del
humor, de comprender los contextos comunicativos, y que sí podía expresar emociones en contextos
específicos. Fue totalmente inesperado el descubrimiento de estas capacidades conservadas.
338
8 El análisis cualitativo en neuropsicología versus en las ciencias sociales
339
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
con papel y lápiz, y con tareas simples y complejas que pueden utilizar instrumentos,
computadoras, o artefactos diversos, y estas tareas son sistemáticamente variadas para
determinar el alcance de los síntomas y sus sistemas funcionales complejos; g) El objetivo
de explorar la cotidianidad del paciente no se reduce a describirla, objetivo propio de
ciertas corrientes etnográficas (Hammersley y Atkinson, 1983/2016), sino analizar cómo
se manifiestan los síntomas neuropsicológicos en ella, cómo se regulan socialmente
estos, cómo empeoran o disminuyen en su ambiente natural haciendo experimentos
clínicos; h) como toda actividad científica en el campo de la salud, la neuropsicología
cualitativa está influenciada por los juicios, prejuicios y relaciones de poder del clínico
en un momento histórico concreto, grupo social específico, y cultura dominante
determinada (el dominio de los neuropsicólogos cognitivos en Estados Unidos ha hecho
de la neuropsicología psicométrica su instrumento dominante), pero a diferencia de
las propuestas cualitativas de las ciencias sociales en donde estas características son
determinantes en el análisis de sus datos, el neuropsicólogo que evalúa cualitativamente
los síntomas, no lo hace sólo a partir de la ideología o prejuicios que tenga, sino por la
forma en que regulan la actividad del paciente en el momento de su análisis, por ejemplo,
el análisis de cómo mejora o empeora el agramatismo producido por daño cerebral
cuando el paciente canta o habla, es bastante independiente de si el neuropsicólogo y el
paciente comparten las mismas creencias o no, es decir, si cada uno es fascista, comunista,
budista, liberal, musulmán, cristiano, o si es millonario o asalariado, mexicano, ruso,
norteamericano, francés, etc. Por supuesto que el papel del neuropsicólogo, y de los
modelos teórico-metodológicos de la neuropsicología dominante en un país y momento
histórico concreto tiene muchos vasos comunicantes con la justificación del statu quo,
por ejemplo, en la patologización de los problemas de conducta (la hiperactividad, la
impulsividad y el déficit de atención, conductas que pueden estar fuera de la norma
poblacional, ser anormales estadísticamente, ser atípicas, pero que no son una patología
ni una enfermedad80). Esta justificación del orden dominante se manifiesta por el apoyo
a opciones de tratamientos farmacológicos que estimulan a los intereses corporativos de
empresas farmacéuticas, o por hacer de lo estadísticamente anormal una “enfermedad”
que requiere ser tutelada judicialmente por el estado (recuérdese que en algunos países,
ser homosexual implicaba un juicio legal que tenía como opción la castración, si no
es que la encarcelación o la muerte. Oscar Wilde fue enjuiciado y encarcelado por
homosexual en Inglaterra), pero no se debe confundir estas recomendaciones con la
existencia objetiva de los síntomas de un patrón de conductas fuera de la norma de una
población, o de las secuelas de una patología (ser inquieto, no poner atención suficiente,
80
Ver el apartado “lo normal, lo anormal, lo patológico y lo enfermo”.
340
8 El análisis cualitativo en neuropsicología versus en las ciencias sociales
ser impulsivo, o no poder hablar después de una lesión cerebral) ni mucho menos de
los procedimientos para su análisis cualitativo. Los intereses dominantes se evidencian
en los tratamientos recomendados, o en la interpretación de los síntomas, pero no en los
síntomas objetivos que se manifiestan independientemente de las creencias de cada uno;
i) la epistemología de la neuropsicología cualitativa de tipo luriano es materialista, no
constructivista berkeliana, es decir, idealista, solipsista y relativista. Este último aspecto
define mucho las diferencias esenciales entre la aproximación cualitativa de las ciencias
sociales y la valoración cualitativa en la neuropsicología de aproximación luriana.
341
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
342
8 El análisis cualitativo en neuropsicología versus en las ciencias sociales
343
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
81
Definimos la realidad objetiva como aquello que existe o existió al margen e independientemente
del sujeto o su conciencia y que, por tanto, puede llegar a ser conocido, ejemplos: un bebé no conoce
la existencia de su corazón, pero éste es una realidad objetiva porque sin él no viviría en forma
natural el bebé; un huérfano que no conoció a sus padres no podría decir que estos no existieron
porque él no los conoció, pues tuvieron que haber existido para que él existiera, fueron una realidad
objetiva. Definimos hechos, como aquellos elementos de la realidad objetiva que son aprehendidos
sensorialmente con los sentidos propios de cada especie, es decir, que son percibidos. Definimos
explicaciones de los hechos a las atribuciones de sentido, a las narrativas teóricas sobre los hechos,
y, en consecuencia, asumimos plenamente que el humano cuando percibe, juzga-atribuye sentidos-
interpreta; y sus juicios-sentidos-interpretaciones orientan y reorganizan su percepción-acción; pero
agregamos, las explicaciones-sentidos-juicios pueden ser corroborados o refutados por la acción
práctica y transformadora de la realidad objetiva. La ciencia primero demuestra que los hechos
son tales, es decir, que existen, y luego, o simultáneamente, construye las explicaciones teóricas de
estos. Los hechos, cuando forman parte de una explicación teórica, devienen en datos de esa teoría.
Decimos entonces que los hechos tienen carga teórica (Escotto-Córdova, 2006).
344
8 El análisis cualitativo en neuropsicología versus en las ciencias sociales
“Hay verdades tan obvias y tan al alcance de la mente humana…todos los cuerpos que
componen la maravillosa estructura del universo solo tienen sustancia en una mente; su
ser (esse) consiste en que sean percibidos o conocidos. Y, por consiguiente, en tanto no lo
percibamos actualmente, es decir, mientras no existan en mi mente o en la de otro espíritu
creado, una de dos: o no existen en absoluto, o bien subsisten sólo en la mente de un
espíritu eterno; siendo cosa del todo ininteligible…atribuir a cualquiera de los seres o una
parte de ellos una existencia independiente de todo espíritu…” (Berkeley, 1710/1980, p. 63).
345
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
prejuicios, y reacciones afectivas acerca de las afasias han variado en distintas épocas y
con distintas personas, pero la existencia de las perturbaciones del lenguaje, asociadas
a lesiones cerebrales, existen y siempre han existido en todas esas épocas y pueblos. Las
atribuciones de sentido y las explicaciones sobre la epilepsia han variado en distintas
épocas y pueblos, pero las convulsiones repetidas que configuran el cuadro clínico
epiléptico son una realidad objetiva.
Las técnicas y metodología cualitativa desarrolladas en las ciencias sociales son una
herramienta fundamental para comprender la subjetividad de los individuos y los
grupos, pero la epistemología solipsista propia del constructivismo radical que campea
en muchos investigadores, su relativismo extremo y fantasioso, obstaculizan, más que
esclarecen, los determinantes objetivos y subjetivos de los fenómenos de estudio. Estas
técnicas, interesadas solamente en el plano verbal oral (entrevistas) o escrito (narraciones
escritas) de los participantes, pecan por una creencia ciega de la realidad única del
idioma como un registro del pensamiento consciente, pero en realidad, inconsciente del
participante, quien supuestamente se va a expresar en este idioma. Tal idea se encuentra
muy cercana a una interpretación psicoanalítica oculta que pretende pensar que todo
lo que el paciente expresa es motivado por su única y verdadera realidad inconsciente.
El mismo participante se considera incapaz de descubrir sus sentidos y significados
ocultos interiorizados, pero el investigador los descubre misteriosamente. No obstante
que respetamos el brillante análisis de los textos propuestos y realizados por Gadamer
(2012), no podemos estar de acuerdo en que este método constituye el único método
objetivo para los estudios psicológicos (tampoco para los sociológicos). Creer en ello, es
caer en un idealismo extremo, aunque sea idealismo cualitativo.
346
8 El análisis cualitativo en neuropsicología versus en las ciencias sociales
decir, está atento para hacer las correcciones teóricas pertinentes (las construidas) a los
hechos neuropsicológicos (que existen en la realidad objetiva).
347
Capítulo 9
Reflexiones finales
349
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
350
9 Reflexiones finales
351
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
el cerebro relacionado con una región cerebral y un conjunto de neuronas). Factor tiene
un significado cognitivo (un elemento básico de procesamiento)” (ibid., p. 54).
352
9 Reflexiones finales
353
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
354
9 Reflexiones finales
82
Modelos experimentales con sujetos humanos normales y con otras especies, simulación
mediante la inteligencia artificial y la robótica, avances en el conocimiento de la neuroanatomía
y del funcionamiento e interconexión sináptica de grupos neuronales, diferencias entre sexos
y géneros, en estados alterados de conciencia, en sueño y vigilia, en distintas culturas, en la
ontogenia del desarrollo psicológico; en el análisis filogenético de las funciones psíquicas, de la
anormalidad psíquica no patológica y de las funciones psíquicas en distintos estados afectivos
(Escotto-Córdova, 2012).
355
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Lo que debe evitarse a toda costa con el uso de las pruebas psicométricas es confundir
la anormalidad estadística (no ser como la mayoría), con la enfermedad, pues
inevitablemente se patologiza lo diferente, lo atípico, lo que no es “como nosotros”; es el
primer paso para la invención de enfermedades que benefician a consorcios económicos,
o a grupos políticos, racistas, sexistas y clasistas. No toda anormalidad estadística es un
trastorno, además, lo estadísticamente anormal no corresponde siempre a lo patológico
o a lo enfermo. Por ejemplo, se puede tratar de los individuos que por su naturaleza
biológica son atípicos desde el nacimiento, pero que no tienen ningún trastorno, ni se
sienten enfermos, ni tienen ninguna patología.
En síntesis
En este libro hemos expuesto las consideraciones acerca de dos maneras distintas de
realizar la evaluación neuropsicológica (la psicométrica cuantitativa y la cualitativa
clínica) cuyos objetivos clínicos difícilmente pueden conciliarse, ya que persiguen
metas distintas. El enfoque psicométrico es la corriente predominante en la actualidad,
mientras que la corriente cualitativa clínica, desde el modelo histórico-cultural y la teoría
de la actividad, constituye una corriente crítica. Ambas surgieron en el siglo XX. En
ambas encontramos procedimientos clínicos, principios y conceptos teóricos contrarios
acerca de la naturaleza, de las condiciones del desarrollo, de las formas de manifestación
de la psique humana, y del funcionamiento cerebral que le subyace. Ambas tienen
presencia mundial. Ambas presentan hallazgos empíricos de sus afirmaciones, pero
con metodología e interpretaciones teóricas diferentes. Serán sus resultados clínico-
terapéuticos, sus investigaciones empíricas, sus hallazgos y sus fundamentos científicos
356
9 Reflexiones finales
los que inclinarán la balanza, o nos llevarán a un nuevo replanteamiento teórico, clínico
y metodológico. Y como todo quehacer científico moderno, las polémicas científicas
son contra los argumentos, los métodos y las teorías, no contra las personas que las
sustentan. Es necesario comprender y respetar a los especialistas de uno y otro enfoque.
357
Anexo
359
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
Algunos de los sucesos importantes que nos permitieron escribirlo, entre muchas
circunstancias y encuentros personales, también nos permitieron compartir, no solo
jornadas académicas, sino también gratos momentos con vino, comidas, botanas, música,
bromas y desde luego, el enfoque teórico-metodológico histórico-cultural.
Sin el encuentro en la UNAM en 1983 de Alejandro y Luis, este libro no hubiera sido
posible. Ambos habían promovido el estudio de la psicología que se realizaba en la URSS
a través de seminarios extracurriculares. Luis, con el Seminario del Círculo Pavloviano
en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
y Alejandro, con el Boletín de Discusión del Seminario de Psicología Materialista (1981-1985),
en la Facultad Estudios Superiores, Zaragoza (FES-Z) de la UNAM. En ambos surgió
el interés por los orígenes de la vida psíquica del hombre y su relación con el cerebro,
que constituye el objeto de estudio de la neuropsicología y que puede comprenderse
dialécticamente, es decir, que se complementan y se niegan mutua y simultáneamente.
Este interés condujo a Luis a la Universidad Estatal de Moscú en 1988 para realizar
sus estudios de doctorado, bajo la dirección de la Dra. Liubov Tsvetkova. Al término
de sus estudios en 1992, conoció a Yulia frente al teatro Grande (teatro Bolshoy) en
Moscú. Este encuentro llevó a Yulia a México en ese mismo año y ambos residen en
la ciudad de Puebla desde 1993, año en que fue aprobado el programa de la Maestría
en Diagnóstico y Rehabilitación Neuropsicológica en la Facultad de Psicología de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Este programa inició el 16 de
agosto de 1994, gracias al Decano de ese momento, el Dr. Enrique Recio Ávila, quien
terminó convirtiéndose en amigo y autoridad en las decisiones de la vida académica de
Yulia y Luis.
360
Anexo
Luis fue coordinador de este posgrado (1994-2016) por largos y fructíferos años que
permitieron consolidar la propuesta metodológica del enfoque histórico-cultural en
neuropsicología, no solo en México, sino en otros países de América Latina. Yulia se
incorporó a este posgrado en 1998, cuando estaba realizando su doctorado en psicología
en la Facultad de Psicología de la Universidad Estatal de Moscú, bajo la dirección de
la Dra. Nina Talizina, el cual concluyó en el año 2000. Este doctorado permitió integrar
los conceptos y los métodos de la teoría de la actividad, a la neuropsicología en los
estudios clínicos, a las investigaciones, a las publicaciones, en los cursos y múltiples
conferencias. Yulia asumió la coordinación del posgrado en neuropsicología desde el 1
de agosto del 2016, hasta el 7 de febrero del 2020, que fueron años relámpago en muchos
sentidos. Yulia y Luis fueron obligados a abandonar el posgrado contra su voluntad,
debido a decisiones y maniobras político-administrativas de ciertas autoridades de la
BUAP. A Luis “lo jubilaron”, pero pasó de inmediato a formar parte de la Universidad
Autónoma de Tlaxcala, donde continúa su actividad académica, como profesor de
tiempo completo. A Yulia la obligaron a tomar 8 meses de permiso sin goce de salario
y fue recibida en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, donde también colabora
actualmente. En octubre del 2020, Yulia se reintegró a la Facultad de Psicología de la
BUAP, pero sin posibilidad de continuar su actividad académica en el posgrado en
neuropsicología fundado por Luis.
361
El análisis cualitativo en la neuropsicología. Las limitaciones clínicas de la psicometría
362
Anexo
Finalmente, debemos expresar que el libro que el lector tiene ante sí fue escrito
metafóricamente “a cuatro manos”. Para nosotros es evidente que no cualquier equipo de
colaboradores puede presumir de algo así. En nuestro caso, el trabajo conjunto no sólo
demuestra la convicción y la comprensión de la necesidad de profundizar en el tema de
la evaluación cualitativa en neuropsicología, sino también la sintonía de pensamiento
interno de cada autor y de la posibilidad de la expresión externa que satisface a los
otros tres autores. La expresión a cuatro manos se puede comprender como un término
musical que señala un alto nivel de sintonía ejecutiva de las obras para piano, cuando
una misma obra es ejecutada por dos pianistas en dos pianos. En nuestro caso, que es
el caso de la escritura de un libro, no podemos presumir que usamos dos manos cada
uno, sino que cada autor usó su mano derecha para escribir, desde el punto de vista de
una comprensión histórica de la escritura a mano, como un proceso laborioso y virtuoso.
México/Puebla/Tlaxcala
Marzo del 2021
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Eduardo Alejandro Escotto Córdova
Ana María Baltazar Ramos
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Luis Quintanar Rojas
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