Estética I
Estética I
Estética I
QUE ES LO BELLO?
Sócrates le pregunta a Hipias por qué cree él que filósofos tan destacados como: Bias(1), Pitaco(2), Tales de Mileto o Anaxágoras, no se involucraron nunca en asunto del servicio público.
Hipias responde que la debilidad de juicio en estos filósofos, los impedía de preocuparse de tales cosas, aunque Hipias prefiere más a los antiguos que a los modernos.
Lo bello
Pasando a otro tema, Sócrates lleva a Hipias a analizar el concepto de lo bello. Pasó una vez que a Sócrates le preguntaron qué era lo bello y él quedándose estupefacto, no pudo responder. Así,
éste le pide a Hipias que le explique qué entiende él por lo que es bello, tal como si estuvieran respondiéndole al tipo que le preguntó a Sócrates.
Primera definición de Hipias
Primero que todo, Sócrates le hace a Hipias un par de preguntas para establecer que el justo se hace justo por la justicia, lo bello se hace bello mediante la belleza.
Sócrates al analizar esta definición decide ir más allá. Claro, podríamos llamar a cualquier cosa bella; una olla bella, una mula bella, una lira bella, etc. Pero claro, una olla bella sería fea
comparada con una joven hermosa y una hermosa joven, sería fea frente a una hermosa diosa.
¿Cómo podemos ser consecuentes con la primera definición de Hipias, si decimos que una joven no es hermosa frente a una hermosa diosa? Lo bello entonces, no podría ser una hermosa
joven.
''Lo bello es una joven hermosa''
Sócrates al analizar esta definición decide ir más allá. Claro, podríamos llamar a cualquier cosa bella; una olla bella, una mula
bella, una lira bella, etc. Pero claro, una olla bella sería fea comparada con una joven hermosa y una hermosa joven, sería
fea frente a una hermosa diosa.
¿Cómo podemos ser consecuentes con la primera definición de Hipias, si decimos que una joven no es hermosa frente a una
hermosa diosa? Lo bello entonces, no podría ser una hermosa joven.
Segunda definición de Hipias
Esto se entiende de la siguiente manera. Hipias cree que el oro puede embellecer cualquier cosa que esté con él. Sin embargo,
Sócrates argumenta que entonces el gran escultor de la Antigua Grecia, Fidias, no hizo obras bellas, ya que todas sus esculturas
fueron hechas con mármol. Siguiendo la lógica de Hipias, hubieran sido bellas con oro y no con mármol.
¿Podría Fidias mantener la misma belleza de sus obras si las hubiera esculpido con piedras? Hipias responde que sí, siempre y
cuando estas cuadren en la obra. Pero, supongamos que a la olla que hablábamos antes le ponemos condimento con una
cuchara de higuera(3) y otra de oro ¿con cuál será mejor? Por supuesto, con la de higuera. Esto refutaría la segunda definición
de Hipias.
Para no volver a recurrir a las cosas, Hipias se refiere a las cosas un poco más abstractas.
''Es siempre una cosa muy bella el buen comportamiento, ser rico, verse honrado por los griegos, alargar mucho la vida, y en
fin, recibir de su posteridad los últimos honores con la misma piedad y la magnificencia con que han sido dispensados a sus
padres y a sus mayores‘’.
No obstante, Sócrates lo interrumpe con otra explicación. ¿Realmente es bello que a alguien se le entierre? Si es bello cuando
lo entierran sus descendientes, ¿el entierro de Hércules no es bello? Además, no para todos es bello un funeral, así la
tercera definición de Hipias queda refutada.
Primera definición de Sócrates
El problema sería que lo conveniente y lo decoroso haría a las cosas bellas, pero no por eso las cosa serían bellas. La
conveniencia y el decoro no son lo bello en sí mismo, en última instancia, hacen parecer a las cosas bellas. Por lo tanto, la
definición de Sócrates no es la acertada.
Sócrates está convencido de que los ojos no son bellos cuando no ven nada, sino más bien cuando pueden ver. También pasa
con todas las partes del cuerpo, cuando son útiles son bellas. Esto también se relaciona con el poder, es decir, las cosas que son
capaces son útiles y bellas; las que son incapaces son inútiles y feas.
No obstante, Sócrates encuentra una nueva dificultad. ¿Qué pasaría si una acción mala o deshonrosa nos es útil? ¿tendríamos
que llamarla bella? Evidentemente, no. Entonces queda descartada la segunda definición de Sócrates.
Además, que el cuerpo sea hábil, que los ojos puedan ver, ¿son realmente algo ventajoso? Pues si lo es y además que es bello,
siendo así, esto produciría el bien. Sin embargo ¿Cómo podría ser la causa del bien lo ventajoso? Porque si seguimos ésta
lógica, lo bello sería la causa del placer. Pero si lo bello produce al bien, entonces los dos serían contrarios , puesto que lo
bello es la causa y el bien el efecto. Más razones para refutar la segunda definición de Sócrates.
Sin duda que se ha hecho difícil la búsqueda de una definición, pero Sócrates no se rinde y expone otra definición:
Los números
Dejando las definiciones de lado, Sócrates y Hipias se ensalzan en una discusión que trae el enojo del sofista. Nuestro filósofo
nos asegura que cuando dos objetos se unen forman un conjunto; por ejemplo, cuando dos personas se enferman, esas
Par e impar
De alguna manera podríamos decir que para Sócrates 1+1=2 mientras que para Hipias 1+1= 1 y 1. Para sacar este argumento
de encima, Sócrates dice que cuando somos uno, somos un número impar, pero cuando uno se junta con otra persona, esto
forma un número par.
Volviendo a las definiciones, lo bello no puede ser lo que convoca al placer de la vista y del oído, puesto que lo bello toma las
cosas de manera conjunta y no de manera particular.
Exasperado por los razonamientos de Sócrates, Hipias le comenta una nueva definición:
''Pues consiste en hablar con elocuencia en el Senado, delante de un tribunal o de un magistrado cualquiera, hasta producir la
convicción y conseguir una recompensa, que no es pequeña, y sí la mayor de todas, cual es el placer de salvar su vida, su
fortuna y la de sus amigos''.
Sin embargo, Sócrates no contesta nada ante la ofensiva manera en que Hipias le habla. La discusión termina sin lograr una
definición, pero con un viejo proverbio; las cosas bellas son difíciles.
Conclusión
No hay dudas que el viejo proverbio pronunciado por Sócrates, las cosas bellas son difíciles, es lo más
cercano a lo bello que existe. En mi opinión, el diálogo refleja toda la ironía de Sócrates como también la
irascibilidad de Hipias, al no poder encontrar una definición convincente.
En textos platónicos posteriores, quedará claro que, para Platón, no existen en nuestra realidad cosas
perfectamente bellas. Sin embargo, existe la idea de lo bello y esa idea sí es perfecta. Gracias a esa idea,
podemos juzgar que algo es más o menos bello. La idea de belleza es la que nos permite reconocer la belleza
en las cosas de este mundo. Para Platón, reconocemos que algo es bello porque existe la idea de belleza. Esa
idea es a priori, es decir, no surge de la experiencia. Para este filósofo, la belleza consiste, fundamentalmente,
en la “proporción perfecta”.
La Poética, De Aristóteles-“la Fábula Y La Estructuración De Los Hechos”,
En El Que Aristóteles Explicita Su Concepción De Lo Bello.
Además, puesto que lo bello, tanto un animal como cualquier cosa
compuesta de partes, no solo debe tener orden en estas, sino también una
magnitud que no puede ser cualquiera; pues la belleza consiste en magnitud
y orden, por lo cual no puede resultar hermoso un animal demasiado
pequeño (ya que la visión se confunde al realizarse en un tiempo casi
imperceptible) ni demasiado grande (pues la visión no se produce entonces
simultáneamente, sino que la unidad y la totalidad escapan a la percepción
del espectador) de suerte que, así como es preciso que los cuerpos y
animales tengan magnitud, pero esta debe ser fácilmente visible en conjunto,
así también las fábulas han de tener extensión, pero que pueda recordarse
fácilmente.
Aristóteles, discípulo de Platón, relaciona lo bello con lo proporcionado. A
diferencia de Platón, para Aristóteles no existe la belleza independientemente
de las cosas bellas. Al referirse a la belleza que percibimos en las cosas,
también introduce la idea de proporción entre las partes. Además de la