Urgencias en Endodoncia3e4r56780'
Urgencias en Endodoncia3e4r56780'
Urgencias en Endodoncia3e4r56780'
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
CÁTEDRA
Endodoncia II.
TEMA
Urgencias en Endodoncia.
DOCENTE
AUTORES:
Wilson Naranjo
Daniel Pacheco
Mariam Portocarrero
CURSO:
El 85% de las urgencias dentales están dadas por enfermedad pulpar o periapical. Se
consideran 5 presentaciones clínicas:
1. Pulpitis irreversible sintomática con periápice normal.
2. Pulpitis irreversible sintomática con periodontitis apical sintomática.
3. Necrosis pulpar con periodontitis apical sintomática.
4. Necrosis pulpar con tumefacción intraoral fluctuante.
5. Necrosis pulpar con tumefacción facial difusa.
Pulpitis irreversible
Significa que la pulpa está inflamada y es incapaz de volver a un estado de hemostasia.
Tienen dolor intermitente o espontáneo, y son positivos a pruebas de sensibilidad pulpar. Su
terapia consiste en el tratamiento endodóntico propiamente dicho. Sin embargo, en
situaciones donde existen lesiones periapicales, los síntomas pueden reagudizar tras un fallido
tratamiento de endodoncia, o en caso de biofilm extrarradicular. En la mayoría de casos
también, el tratamiento endodóntico puede tomar más de una cita, y para evitar la
microfiltración se puede usar hidróxido de calcio. También se deben valorar las interferencias
oclusales y contactos prematuros, para descartar una periodontitis apical por estos factores;
de ser así, se debería realizar los ajustes oclusales u ortodoncia. En estos casos, no es
necesario el uso de antibióticos. El tratamiento antibiótico ya sea como profilaxis o de
prescripción está indicado en casos de extracción dental con lesiones periapicales, en caso de
celulitis, u osteomielitis.
Trepanación
Es la perforación quirúrgica de la placa cortical alveolar para liberación del exudado
inflamatorio e infeccioso acumulado.Se recomienda para el dolor periapical agudo e
intratable. Debemos tener cuidado mientras realizamos el procedimiento de no causar una
lesión inadvertida en el ápice o estructuras anatómicas cercanas.
El vestíbulo bucal mandibular es la zona anatómica situada entre la placa cortical vestibular,
la mucosa alveolar superficial y el músculo buccinador (posterior) o el músculo mentoniano
(anterior). En este caso, el origen de la infección es un diente inferior anterior o posterior.
El espacio del cuerpo mandibular es la zona anatómica virtual que hay entre la placa cortical
vestibular o lingual y el periostio que la recubre. El origen de la infección es un diente
inferior en el que el exudado purulento ha atravesado la placa cortical que lo cubre, pero no
ha perforado todavía el periostio que la recubre. Este espacio puede resultar de una infección
posquirúrgica.
El espacio mentoniano es la zona anatómica bilateral virtual del mentón que se encuentra
entre el músculo mentoniano, y el músculo platisma. El origen de la infección es un diente
anterior en el que el exudado purulento atraviesa la placa cortical vestibular y el ápice del
diente se encuentra por debajo de la inserción del músculo mentoniano.
El espacio submentoniano es la zona anatómica virtual que se localiza entre el músculo
milohioideo, y el platisma. El origen de la infección es un diente anterior en el que el
exudado purulento atraviesa la placa cortical lingual, y el ápice del diente se encuentra por
debajo de la inserción del músculo milohioideo.
El espacio sublingual es la zona anatómica virtual que hay entre la mucosa oral del suelo de
la boca y el músculo milohioideo. El origen de la infección puede ser cualquier diente inferior
en el que el exudado purulento atraviesa la placa cortical lingual, y el ápice o los ápices del
diente se encuentran por encima de la inserción del músculo milohioideo.
El espacio vestibular bucal es la zona que hay entre la placa cortical vestibular, la mucosa
que la recubre y el músculo buccinador. El origen de la infección de un diente posterior
superior en el que el exudado purulento atraviesa la placa cortical vestibular y el ápice del
diente se encuentra por debajo de la inserción del músculo buccinador.
El espacio bucal es el espacio virtual que hay entre la superficie lateral del músculo
buccinador y la superficie medial de la piel de la mejilla. El origen de la infección puede ser
un diente posterior inferior o superior en el que el exudado purulento atraviesa la placa
cortical vestibular, el ápice o los ápices del diente se encuentran por encima de la inserción
del músculo buccinador (es decir, el maxilar superior) o por debajo de la inserción del
músculo buccinador (es decir, el maxilar inferior).
El espacio submaseterino es el espacio virtual que existe entre la superficie lateral de la rama
mandibular y la superficie interna del músculo masetero. El origen de la infección suele ser
un tercer molar impactado en el que el exudado purulento atraviesa la placa cortical lingual, y
los ápices del dente se encuentran muy cerca del espacio o dentro del propio espacio.
El espacio temporal está dividido por el músculo temporal en dos compartimientos. El
espacio temporal profundo es el espacio virtual que hay entre la superficie lateral del cráneo y
la superficie interna del músculo temporal. El espacio temporal superficial se localiza entre el
músculo temporal y la aponeurosis que lo recubre. Los espacios temporales profundo o
superficial pueden resultar implicados de manera indirecta si una infección se extiende en la
zona superior desde los espacios pterigomandibular inferior o submaseterino,
respectivamente.
La hinchazón de las zonas faríngea y cervical puede abarcar los siguientes espacios
aponeuróticos
● El espacio pterigomandibular.
● Los espacios parafaríngeos.
● Los espacios cervicales
● El paladar.
● La base del labio superior.
● Los Espacios caninos.
● Los Espacios periorbitarios.
El espacio canino, o infraorbitario, es el espacio virtual que existe entre el músculo elevador
de la comisura de la boca y el músculo elevador del labio superior. El origen de la infección
es un canino o un primer premolar superior en el que el exudado purulento atraviesa la placa
cortical vestibular, y cuyos ápices se encuentran por encima de la inserción del músculo
elevador de la comisura de los labios. Existe la posibilidad de que la infección se propague
del espacio infraorbitario al seno cavernoso del cráneo a través de las venas avalvulares de la
cara y la parte anterior de la base del cráneo”.
Para tratar las infecciones progresivas o persistentes que se acompañan de signos y síntomas
sistémicos, como fiebre (> 37 °C), malestar, celulitis, trismo inexplicable y tumefacción
progresiva o persistente (o ambas cosas), se recomienda combinar la antibioterapia con un
tratamiento endodóntico apropiado.
En los pacientes con celulitis hay que realizar un seguimiento a diario para asegurarse de que
la infección está desapareciendo. Cuando los datos clínicos indican que la infección está
desapareciendo o ha desaparecido, los antibióticos deben seguir administrándose durante 1-2
días más, como mucho. Tras la incisión de drenaje, hay que completar el tratamiento
endodóntico lo antes posible. Si no se produce una mejoría clínica significativa, conviene
revisar cuidadosamente el diagnóstico y el tratamiento. En caso de infección grave o
persistente, puede que convenga consultar con un especialista y derivar al paciente.
Asimismo, a los pacientes que necesiten drenaje extraoral hay que derivarlos a un especialista
en esta técnica.
Incisión de drenaje
La incisión de drenaje está indicada tanto si la celulitis es indurada como si es fluctuante, y se
utiliza siempre que se necesite una vía de drenaje para prevenir una mayor propagación de la
infección. La incisión de drenaje:
- Permite descomprimir el aumento de la presión tisular causado por el edema y puede
aliviar significativamente el dolor del paciente.
- Proporciona una vía de salida no solo para las bacterias y sus subproductos sino
también para los mediadores inflamatorios asociados a la diseminación de la celulitis.
Una tumefacción difusa puede convertirse en una urgencia médica que ponga en peligro la
vida del paciente, dos ejemplos son la Angina de Ludwig y la Fascitis Cervical. Hay que
prescribir antibióticos y analgésicos, y realizar un seguimiento estricto del paciente durante
los días siguientes o hasta que se produzca mejoría.
Los antibióticos sistémicos no actúan en muchos casos sobre el foco infeccioso en una pulpa
necrótica, debido que la falta de circulación sanguínea en esa zona impide que los
antibióticos lleguen y eliminen los microorganismos presentes en el sistema de conductos
radiculares.
La mayoría de las especies bacterianas implicadas en las infecciones endodónticas
incluyendo los abscesos son sensibles a las penicilinas. Por esta razón, constituyen los
antibióticos de elección, por lo que se aconseja el uso de amoxicilina. En los casos más
graves, puede que haya que combinar la amoxicilina con ácido clavulánico o metronidazol
para conseguir un efecto antimicrobiano óptimo gracias al mayor espectro de actividad. En
los pacientes alérgicos a las penicilinas o en los casos refractarios a la amoxicilina está
indicada la clindamicina, ya que muestra una marcada actividad frente a bacterias anaerobias
orales.
Hay que sopesar siempre los riesgos/beneficios antes de prescribir un antibiótico, ya que es
alarmante el aumento de la frecuencia de multirresistencias entre los principales
microorganismos patógenos. Es por ello que, en la práctica endodóntica resulta muy
aconsejable un empleo restrictivo y conservador de los mismos.
Analgésicos
El dolor pulpar y periapical supone la presencia de procesos inflamatorios, por lo que la
primera opción de analgésicos son los antiinflamatorios no esteroideos (AINES). El ácido
acetilsalicílico puede ser más efectivo que 60 mg de codeína; sus efectos analgésicos y
antipiréticos son iguales a los del paracetamol, y su efecto antiinflamatorio es más potente.
No obstante los efectos secundarios del ácido acetilsalicílico incluyen malestar epigástrico,
náuseas y úlcera gastrointestinal. Cuando los AINE y el ácido acetilsalicílico están
contraindicados, el paracetamol es el analgésico de elección que no necesita prescripción.
Actualmente, se recomienda una dosis máxima diaria de 4 g de paracetamol, para disminuir
el riesgo de hepatotoxicidad.
El ibuprofeno es muy bueno para aliviar el dolor moderado o intenso, tiene menos efectos
secundarios que las combinaciones con opioides. No se debe superar la dosis máxima de 3,2
g durante un periodo de 24 h. Es importante mencionar que se aconseja a los pacientes evitar
dosis regulares de ibuprofeno. Estos pacientes conseguirían mayor alivio tomando un
inhibidor de la ciclooxigenasa 2, como el diclofenaco o el celecoxib.
Las fisuras en los dientes vitales suelen dar lugar a un dolor repentino y agudo, especialmente
durante la masticación. Las fisuras en los dientes no vitales o previamente obturados tienden
a dar lugar a un “dolor sordo”, aunque pueden seguir siendo sensibles a la masticación. Es
importante determinar su presencia, ya que el pronóstico del diente depende directamente de
la extensión de la fisura o fractura longitudinal.
Tratamiento
- Restauración adhesiva.
- Corona de recubrimiento completo.
- Tratamiento endodóntico.
- Extracción: Si la fisura o fractura fue la causa de la necrosis pulpar y si se ha
producido una degradación periodontal muy extensa (pronóstico malo).
Bibliografía
● Berman LH. Cohen. Vías de la Pulpa. 12a ed. Hargreaves KM, editor. Elsevier; 2022.