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Resumen
Analizaremos principalmente a las Tesmoforias y las Haloas, festividades con noto-
rio contenido ritual en honor de la diosa Deméter, la Ceres latina, personificación
de la fertilidad y de la riqueza agraria, a quien se veneraba en todas las regiones con
economía basada en cultivo, sobre todo de cereales. Puesto que enseñó a uncir ani-
males, a arar, sembrar, cosechar, almacenar y moler el grano, condensa la historia del
nomadismo. Como la fertilidad humana, animal y de cultivos, jugó un papel central
en la magia, celosamente guardada. Es por ello que la información sobre algunos
ritos es compleja y escasa. Para comprender mejor a Deméter y su relación con la vida
rural resulta útil revisar los principales lugares de culto como señora de los cultivos;
entre las representaciones escultóricas más significativas que se han conservado y
una lista, por lo menos parcial, de sus epítetos e incumbencias primordiales según
fuentes primarias griegas.
Palabras clave: Grecia Antigua, fiestas agrarias, Deméter, Tesmoforias.
Abstract
This research mainly analyzes the Thesmophorias and the Haloas, festivals with
notorious ritual content in honor of the goddess Demeter, the Latin Ceres. Perso-
nification of fertility and agrarian wealth, she was venerated in all regions whose
economy was based on the farming, above all, of cereals. Agricultural commemo-
rations happened according to the rhythmic cycle of the seasons, but also at critical
moments, such as famine, with rites appropriate to the deity and to the farm under
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consideration. Since she taught how to join in matrimony animals, how to plow,
sow, harvest, store and grind grain, she condenses the history of nomadism. As hu-
man, animal and crop fertility were intertwined, magic, jealously guarded, played a
central role. For this reason, the information on some rites is complex and scarce.
To better understand Demeter and her relationship with rural life, it is convenient
to review the main places of worship as the lady of the crops, the most significant
sculptural representations that have been preserved and a list, at least partial, of her
epithets and primordial incumbencies in agreement with primary Greek sources, for
example Hesiod’s Theogony 912 (VIII-VII BC), the Homeric hymn dedicated to her,
epigrams of the Palatine Anthology; in V BC, 2.171 and 6.16 of Herodotus’ Histories;
Thucydides’ History of the Peloponnesian War 80.182; the fragment 826 of Sophocles
(V-beginning of IV BC), Pseudo-Apollodorus’ Library I.29-33, Polemo’s History 39 (II
BC) and Aelian’s Varia Historia 1.27 (II-III AD).
Keywords: Ancient Greece, agrarian festivals, Demeter, Thesmophoria.
Así comienza la carta que un entusiasta Filométor envía a su madre Epifanión, en la que la insta
a que deje el campo y disfrute de las celebraciones.3 Es fiel ejemplo del gozo que ellas provocaban:
“Los griegos llaman a la fiesta heorté, con una palabra muy antigua que no se deja descifrar e
indica deleite, alegría, celebración. Para ellos la fiesta es siempre ‘fiesta de un dios’” (Grammati-
co, 1998: 35). En la enumeración de Filométor interesan en este capítulo las Tesmoforias y las
Haloas,4 ya que son festividades en honor de Deméter, la Ceres latina, cuarta esposa de Zeus —si
hemos de creer a Hesíodo en su Teogonía (Hesíodo, 2005).
3 El pasaje corresponde a la carta n° 37 del libro II, “Cartas de los campesinos”, 216.
Alcifrón vive en el II d.C.
4 En Las suplicantes v. 29, Etra, madre de Teseo, ofrece sacrificios a Deméter en
beneficio de la labranza de Eleusis, donde se desarrolla esta tragedia euripídea, refiriéndose
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1. Epítetos de Deméter
Figura 1. Altar de Deméter Chamyne, en terraplén norte Estadio Olímpico Olimpia, época romana
Figure 1. Altar of Demeter Chamyne, on the north embakment of Olympia Stadium, Roman Empire
Deméter5 —Damáter en dialectos dorio y eolio— es “madre”, como lo indica el segundo compo-
nente de su nombre.
Figura 2. Deméter
Figure 2. Demeter
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Su figura maternal, apacible, reposada, siempre enteramente vestida, diosa de modales humanos,
sin esposo, ha inspirado a escultores como Fidias y Praxíteles, ambos de Atenas, y a Onatas de
Egina, y al pintor Zeuxis de Heraclea, entre los antiguos. Imprescindible en la vida y economía
helenas, contaba con numerosas leyendas locales. Su imagen suele ir acompañada por la ador-
midera, espigas, narciso, antorcha, trigo, cesto con frutos, lechón (Figura 4 y 5) y con el símbolo
místico de la serpiente.
Venerada en toda Grecia —Atenas, Naxos, Olimpia,6 Platea y Samotracia, por nombrar algunas
póleis—, el templo en su honor se llama Δημήτριον; en Roma, Δημήτρειον (Estrabón 9.5.14). Sus
fiestas también aluden a su nombre: Δημήτρια (Pol. 1.37 etc.). “Sus lugares preferidos son los
llanos de Eleusis y Sicilia, pero se encuentra también en Creta, en Tracia y en el Peloponeso”
(Grimal, 1984: 131).
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Por ejemplo, en el himno homérico para ella,7 el más antiguo de tales cantos, ca. VII a.C., se la
califica de ἠύκομον, σεμνὴν θεόν (v. 1), “de bella cabellera, venerable diosa”; πότνια μήτηρ (vv.
39, 122, 185), “venerable madre”; πότνια Δηὼ (v. 47), “augusta Deó”; πότνια Δημήτηρ, ὡρηφόρε,
ἀγλαόδωρε (v. 54), “augusta Deméter, que da las estaciones o los frutos”; ἄνασσα (v. 75), “reina”,
“soberana”; καλλιστέφανος (vv. 237, 251, 295), “que tiene bella corona”, “bellamente coronada”;
ξανθὴ (v. 302), “dorada”; ἠύκομον de nuevo en 315, κυανόπεπλον (vv. 319, 360 y 442; en dativo
en 374), “de velo oscuro o negro”; ἐυστέφανος (vv. 384 y 470), “bien coronada”; καλλισφύρου
(v. 453), “de bellos tobillos o pies”. Entre los epítetos específicamente referidos a su carácter de
protectora de los cultivos, el texto consigna los adjetivos compuestos “de hermosos frutos” (v.
4, ἀγλαοκάρπου) y “dispensadora de las estaciones” (vv. 54, 192 y 492, ὡρηφόρος declinado en
distintos casos, o sea, mediante políptoton). Es la “nutricia de muchos”, πολυφόρβης, en térmi-
nos hesiódicos (en Teogonía, Hesíodo, 2005: 912). Por su parte, el dramaturgo Sófocles (de s. V a
principios del s. IV), en su fr. 826 la llama ἀνησιδώρα, “donante de frutos”, título que comparte
con la igualmente nutricia Tierra. Y Eurípides, en Las suplicantes v. 260, πυρφόρον θεὰ, “diosa
productora de trigo”; en el Reso 964, καρποποιός, “que hace nacer los frutos”.
Por su parte, en su himno a Deméter, el poeta Calímaco (fines del IV-III) la calificará de
πολυτρόφε, πουλυμέδιμνε, “multinutricia, la de numerosas fanegas de trigo” (VI.2 y 119) y en
el último (v. 138) τρίλλιστε μέγα κρείοισα θεάων, “invocada tres veces, omnipotente entre las
diosas” (Calímaco, 1980). Un epíteto muy común a diosas fértiles es φερέσβιος, “que trae vida”,
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referido a Deméter en algunos pasajes (Sófocles, fr. 754.2; Esquilo, fr. 300.7; Himno a Ceres 450
y 469). Otro sobrenombre —común a Afrodita (Sófocles fr. 847) y a Dioniso (AP 6.31)— es
εὔκαρπος, “que produce mucha buena fruta, fértil; fecundante”.
En la Antología Palatina (AP) se suman otros compuestos, varios de ellos ἅπαξ; esto es, formas que
se han conservado escritas una sola vez, lo cual implica el empleo intencional de posibilidades
léxicas poco frecuentes, muy cuidadas, por parte de los poetas. Así, Adeo concibe “que preside
los surcos”, “aventadora” (AP 6.258.1, ἐπόγμιε), y “dadora de muchos montones —sobrentendido
“de trigo” (en la era)— (AP 6.258.6, πολύσωρε); Zonas recurre a “protectora de los ahechadores”
o a “defensora de quienes limpian con la criba el trigo u otras semillas”, “protectora de los ahe-
chadores” (AP 6.98.1, λικμαίῃ) y Filipo emplea “que gusta del trigo, que ama el grano” (AP 6.36.1,
φιλόπυρε) y “coronada de espigas” (σταχυοστεφάνῳ, AP 6.104.8). En Historia 39 de Polemón
(II a.C.) y en Varia Historia 1.27 de Eliano (II-III) se la nombra Σῑτώ, literalmente “la diosa del
trigo o de la alimentación”, su sobrenombre entre los siracusanos. Otro apelativo es el poético
Χθόνια, la “subterránea”, porque en las profundidades de la tierra se gesta la vida de los vegetales
(Heródoto 6.134.1, 7.153.2); lo comparte, entre otros dioses, con Hécate en el monte Pron, situa-
do en Hermíone, Corinto; con Orfeo en Esparta y con su propia hija, Perséfone.
2. Fiestas agrícolas
Si bien Atenas estaba consagrada a la diosa del olivo, de las artesanías y de la sabiduría, durante
muchas generaciones sus habitantes también habían reverenciado a Deméter, cuyo poder se ma-
nifestaba en abundantes gavillas de trigo. Las llanuras de Ática podían proveer un suministro
restringido de trigo, cebada y centeno, ciertamente insuficiente para alimentar a la polis. Por
eso, Atenas se volvió dependiente del grano importado para abastecer la población de la ciu-
dad principal y del Pireo. La Armada garantizó el acceso continuo del imperio a los mercados
extranjeros. Además, la alimentación se basaba fundamentalmente en el consumo de cereales,
principalmente trigo duro, espelta y cebada. Se elaboraba pan de trigo y torta de cebada, esta
última una receta más económica.
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Los festivales remontan al periodo neolítico. En general renuevan los deseados vínculos con los
poderes sobrenaturales y tienen un valor de convivencia; implican pautas de acción colectiva y
de identidad popular. Proveen cohesión y reafirman el orden social tradicional. Las celebracio-
nes centradas en la agricultura ocurrían naturalmente, según las estaciones, aunque también
en momentos críticos, por ejemplo, de hambruna, con rituales apropiados para la deidad y para
el cultivo en cuestión.8 Debido a que los conceptos de fertilidad humana, animal y de cultivos
estaban entrelazados, la magia jugó un papel central. Por eso, y debido a su secreto y a la combi-
nación de dos o más festivales, la información sobre algunos ritos es compleja y escasa.
Como cada divinidad ejerce una incumbencia o competencia, cuando se pide protección frente
a epidemias o parásitos, socorre Apolo; para la concordia civil Zeus, y para los cultivos, Demé-
ter. Ello no impide que a Apolo también se le conozca como ἀρότριος, “que preside la labranza”,
“protector de la agricultura” (Himno órfico 34.3). También recibía la advocación de Esminteo
(Σμινθεύς), “ratonero”, “protector contra los ratones”. Tampoco imposibilita que se entreguen
las primicias de las cosechas a la mayoría de las divinidades, para granjearse el favor de todas.
Sin embargo, habrá fiestas especiales, como las θαλύσια y las θεσμοφόρια. Las primeras son
celebraciones privadas en homenaje a Deméter y a Dioniso, con abundante comida y bebida.9
Las presidía su sacerdotisa, ἀντλήτρια, palabra de la familia de ἄντλη, montón de trigo para tri-
llarlo en la era. En Timón o El misántropo 17 de los Dialogi Deorum, el retórico y satírico Luciano (II
d.C.) la llama Tesmóforo, “legisladora” (también en Heródoto 6.91.2), sobrenombre que la acerca
a la venerable Temis y que explica el nombre de este festival, el más registrado por las fuentes
antiguas. El escolio a Luciano detalla sobre el ritual eleusino e informa que se la llama así porque
estableció leyes o thesmoi, según las cuales los hombres deben trabajar para conseguir su alimento.
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La interpretación de thesmoi en tanto leyes del matrimonio y de procreación ha sido popular en los
últimos años. Otros aducen que es la protectora del matrimonio legítimo y de la maternidad.
Concentraban exclusivamente público femenino; en Atenas solo adultas casadas (y con ciuda-
danos atenienses) de conducta ejemplar quienes, además, debían de haberse abstenido los días
anteriores de todo contacto sexual. Sus esposos debían correr con los gastos del banquete.10 En
Atenas, cada año las participantes elegían y delegaban en dos ἄρχουσαι la organización de la
procesión preliminar y del campamento.
Figura 6. Tesmoforias. Lecito. Una mujer introduce un cerdo en el megarón, mientras lleva un
cesto en la otra mano. Atenas, V a.C.
Figure 6. Tesmophoria. Lecito. A woman introduces a pig into the megaron, while carrying a baket in her
other hand. Athens, V BC.
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sonreír a la diosa. Dicen que por eso las mujeres bromean en las Tesmoforias”.11 A las pullas se
agregaban gestos obscenos.
En Atenas, el primer día consistía en el ἄνοδος, “ascenso”, ya que se trasladaban, cuesta arriba, a
un lugar sagrado, el Tesmoforio, templo de Deméter legisladora, cerca de la colina Pnix, donde
acampaban. El segundo día, en νηστεία, “ayuno”, durante el cual se abstenían de alimento, día de
luto y de llanto; y el último, en καλλιγένεια, “que produce hermosos retoños o cosas hermosas”,
entregaban a la diosa diversos frutos de la tierra, papillas, queso, en medio de una desmedida
algazara, con clara intención de purificación y de fecundidad. Por ejemplo, se ofrecían μυλλοί
de Siracusa, pasteles preparados con harina flor, miel y semillas de sésamo, que reproducían
con gran realismo el bajo vientre femenino. Se donaban a Deméter y a Perséfone durante las
Tesmoforias.
Se propiciaba también la fertilidad del campo mediante cerdos sacrificiales.12 Se los arrojaba13 a
pozos o cuevas, como se han encontrado en algunos santuarios de Deméter, los cuales se empla-
zaban con frecuencia en las afueras de la ciudad.14 Con antelación se habían abierto en el suelo
unos hoyos llamados μέγαρα, para echar en ellos lechones vivos, tortas cocidas o panes en forma
de serpientes y de falos, más ramas de pino con sus piñas en tales “hendiduras de Deméter y
Perséfone”, de índole sagrada, como un rito de magia agrícola.
11 También en el Himno homérico a Deméter 200-205: “Sin una sonrisa, sin probar
comida ni bebida, se estuvo sentada, consumida por la nostalgia de su hija de ajustada cintura,
hasta que la diligente Yambe, con sus chanzas y sus muchas bromas, movió a la sacra soberana
a sonreír, a reír y a tener un talante propicio, ella que también luego, más adelante, agradó a
su modo de ser” (trad. Alberto Bernabé, 1988).
12 El cerdo también formaba parte de los ritos de apertura de la μύησις o iniciación en
los misterios de Eleusis. Cada candidato a la iniciación inmolaba, por su cuenta, un cerdo.
Según una versión, la búsqueda de Deméter de su hija había sido infructuosa porque una piara
había borrado las pistas al hozar sobre ellas. Entonces, debían ser tragados por la tierra, como
había sucedido a Perséfone. Otros aducen que estos animales trazan surcos en la tierra cuando
escarban como los que hace el arado. Una tradición eleusina explica que, cuando Perséfone
fue tragada por la tierra, los cerdos del joven porquero Eubuleo y él mismo, que entonces
estaban por la zona, se vieron obligados a seguirla.
13 La preferencia por el cerdo parece confirmar el lugar “excéntrico” de Deméter (y
de Dioniso) en el panteón griego. Curiosamente, se han encontrado muchas terracotas con
dibujos de niñas —no tanto de varones— que cargan lechones en Sicilia y en el Peloponeso.
14 Los cerditos eran muy económicos, por la facilidad de la cría y la conocida fertilidad
de estos animales; de ahí también que se los quemara enteros.
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Por otro lado, los secretos de las Tesmoforias han sido bien salvaguardados, como lo demuestra
la comedia poco informativa de Aristófanes, Las tesmoforiantes (411 a.C.). La obra ubica la acción
mientras se oficia la fiesta. Las atenienses planean tomar represalias contra Eurípides, su difa-
mador, considerado un misógino. A pedido del trágico, un anciano se traviste y se infiltra en
el lugar con el propósito de espiar y de sabotear las posibles medidas contra el escritor. Antes,
el viejo ha hecho jurar a Eurípides que debe acudir en su ayuda ante algún posible percance.
Después de varias escenas divertidas hace su entrada el poeta trágico, primero como Menelao y
luego como Perseo, y acuerda con el grupo femenino en que no volverá a calumniarlas. Al final,
el anciano y Eurípides escapan.
El nombre sugiere conexión con la era, el área circular cubierta por adoquines como todavía se
ve cerca de los pueblos griegos. Un epíteto de Deméter es precisamente ἁλωάς, “guardiana de
las eras o de las granjas”. En este caso, la devoción se extendía a Dioniso y tal vez a Posidón. Las
fuentes son sumamente escasas. De hecho, la única descripción —y confusa, por lo demás— per-
tenece al ya mencionado Luciano, quien comenta que es un rito secreto en Eleusis. Los magis-
trados preparaban un festín y, una vez terminado, dejaban solas a las mujeres. Abundaba el vino,
los dichos obscenos y los juegos eróticos, el carácter licencioso generalizado y tortas en forma de
falos, que condicen con ejemplos de vasos griegos encontrados.
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en primavera. Recibe su nombre de κάλαμος, caña, tallo de trigo. El festival celebra la floración
del grano y, por ende, perseguía la protección de los cultivos recién maduros.
Por su parte, las τὰ θαλύσια15 (< θάλος, “brote, renuevo”) y las Συγκομιστήρια, en la isla de Cos,
atañen a las primicias de las cosechas. Θαλυσιάς es la sacerdotisa y θαλύσιος ἄρτος, el pan hecho
con los frutos primeros. En ella se admitía incluso a las cortesanas.
A su vez, las Proerosias – τὰ Προηρόσια (sobrent. ἱερά) refieren al sacrificio celebrado antes de
la cosecha. El término está compuesto por πρό, “antes” + ἀρόω, “labrar, arar; sembrar, fecun-
dar”. Su familia de palabras incluye ἄρουρα, tierra labrada o laborable, campo sembrado. Tales
ceremonias se llevaban a cabo en los demos áticos al comienzo de la temporada agrícola, antes
de arar el suelo para la siembra. Busca la bendición de Deméter para la próxima cosecha; fueron
conocidas también con el nombre de Proarktouria, que indicaba que se llevaban a cabo antes del
levantamiento de Arturo, la estrella de la constelación del Boyero. El festival probablemente se
celebraba en algún momento de setiembre en Eleusis, ciudad próxima a Atenas.
A modo de cierre
Las fiestas mencionadas resultan una alianza vertical y horizontal, una construcción de signifi-
cado político, religioso y social que da sentido al pasado, favorece el presente y alivia los senti-
mientos de inseguridad y de desánimo. Significa una hábil estrategia que expresa la voluntad de
superar la adversidad para enfrentar posibles situaciones de riesgos naturales.
Dichas conmemoraciones, como otras —por ejemplo, en honor de Dioniso— y no solo las agrí-
colas, trazan una matriz articulada de identidad, una medida determinante y decisiva de cohe-
sión, gracias también a un poderoso efecto apotrópico; son un dispositivo didáctico diagramado
y consolidado, también de control y de reaseguro. Es, en definitiva, una παιδεία vívida y revita-
lizada cíclicamente.
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* * *
R ecibido: 14/10/2020
Versión final recibida: 31/10/2020
Aprobado: 10/11/2020
Publicado: 07/10/2021
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