Comunicacion
Comunicacion
Comunicacion
Y EL DESARROLLO”
ÍNDICE
CAPÍTULO I. ESCRITORES DE LA EDAD
ANTIGUA O CLÀSICA OCCIDENTAL.
1.1. Nombre del escritor, biografía
Homero
El poeta griego a la que se atribuye la autoría de las dos grandes
epopeyas de la antigua Grecia, "La Ilíada" y "La Odisea", ocupa un
lugar preeminente en la literatura clásica. En palabras de Hegel, es
"el elemento en el que vive el mundo griego como el hombre vive en
el aire", lo que subraya su profunda influencia en la cultura helénica.
Don Juan Manuel fue, sin lugar a dudas, uno de los individuos más
cultos de su época y complementario un papel significativo en la
promoción de la prosa en castellano. Su obra literaria se caracteriza
principalmente por su enfoque didáctico y moral, destinada con
frecuencia a la educación de los jóvenes de la nobleza,
preparándolos para su desarrollo personal y su desempeño en la
corte.
Sus escritos, como "El Conde Lucanor", destacan por su contenido
instructivo y su énfasis en la moralidad. A través de cuentos y
ejemplos, Don Juan Manuel transmitía lecciones valiosas sobre la
conducta, la prudencia y la sabiduría. Estas enseñanzas eran
particularmente relevantes en un contexto en el que la educación de
la nobleza desempeñaba un papel esencial en la sociedad medieval.
1.3. Cargo o cargos que ocupó
Miguel de Cervantes
Escritor español, autor de Don Quijote de la Mancha (1605 y
1615), obra cumbre de la literatura universal. La inmensa
fama de este libro inmortal, que parte de la parodia del
género caballeresco para trazar un maravilloso retrato de los
ideales y prosaísmos que cohabitan en el espíritu humano, ha
hecho olvidar la existencia siempre precaria y azarosa del
autor, al que ni siquiera sacó de la estrechez el fulgurante
éxito del Quijote, compuesto en los últimos años de su vida.
Cuarto hijo de un modesto médico, Rodrigo de Cervantes, y
de Leonor de Cortinas, vivió una infancia marcada por los
acuciantes problemas económicos de su familia, que en 1551
se trasladó a Valladolid, a la sazón sede de la corte, en busca
de mejor fortuna. Allí inició el joven Miguel sus estudios,
probablemente en un colegio de jesuitas.
1.2. Trascendencia literaria
1.3. Cargo o cargos que ocupó
1.4. Producción literaria en línea de tiempo
1.5. Resumen de su principal obra.
Capítulo V. ESCRITORES DE LA EDAD
NEOCLÀSICA
Jean Racine
Dramaturgo francés. Huérfano desde muy joven, fue educado por
sus abuelos en la tradición jansenista. Estudió en las escuelas de
Port-Royal de 1655 a 1658, año en que inició sus estudios de
filosofía en el colegio D'Harcourt de París. A medida que se alejó de
la influencia de sus antiguos maestros se introdujo en círculos de
literatos y vividores y compuso, entre 1659 y 1660, una oda y dos
tragedias que se han perdido. Permaneció hasta 1663 en Uzès, donde
inició la carrera eclesiástica, tal como deseaba su familia, pero acabó
por abandonar los estudios y marchó a París con la intención de
dedicarse a la literatura.
Sus primeras obras, La Tebaida y Alejandro, fueron representadas
por la compañía de Molière, y, aunque no cosecharon un éxito
espectacular, sí le valieron cierto renombre. Descontento con el
montaje de la segunda, Racine la encargó luego a la compañía del
Hôtel de Borgoña, rivales de Molière, lo cual fue el origen del
conflicto entre ambos. El año 1666 marcó el principio de otra larga
polémica, esta vez entre el dramaturgo y Port-Royal.
1.2. Trascendencia literaria
1.3. Cargo o cargos que ocupó
1.4. Producción literaria en línea de tiempo
1.5. Resumen de su principal obra.
Capìtulo VI. ESCRITORES DE LA EDAD
ROMÀNTICA
William Blake
Pintor, grabador y poeta británico, una de las figuras más singulares
y dotadas del arte y la literatura inglesa. Fue para algunos un místico
iluminado, un religioso atrapado en su propio mundo, y para otros
un pobre loco que sobrevivía gracias a los pocos amigos que, como
Thomas Butts, creían en su arte y le compraban algunos grabados.
La posteridad, sin embargo, ha considerado a William Blake como
un visionario.
Su padre era calcetero, y al parecer, había pertenecido a una secta de
seguidores del teósofo sueco Emmanuel Swedenborg. En 1771
Blake empezó a trabajar como aprendiz con el grabador James
Bazire; en 1780 conoció al rígido y frío escultor neoclásico John
Flaxman, de quien aprendió el gusto por la seguridad y la precisión
de contornos en el dibujo.
Capìtulo VII. ESCRITORES DE LA EDAD
REALISTA
Honoré de Balzac
Escritor francés. Junto con Stendhal y Gustave Flaubert, es el
principal representante de la novela realista en su país y una de las
grandes figuras del realismo europeo. En 1814 se trasladó con su
familia a París, donde estudió derecho y empezó a trabajar en un
bufete, pero su afición a la literatura le movió a abandonar su carrera
y a escribir el drama Cromwell (1820), que fue un rotundo fracaso.
Sin embargo, el apoyo de Madame de Berny, mujer casada y
bastante mayor que él, le permitió seguir publicando novelas
históricas y melodramáticas bajo seudónimo, que no le reportaron
beneficio alguno. Emprendió varios negocios, que acabaron en
fracaso y le cargaron de deudas, que, sumadas a las derivadas de su
afición al coleccionismo de arte y su tendencia al derroche, lo
pusieron en una difícil situación.
Capìtulo VIII. ESCRITORES DE LA EDAD DEL
SIMBOLISMO
1.1. Nombre del escritor, biografía
Arthur Rimbaud
Poeta francés, uno de los máximos representantes del simbolismo,
tendencia dominante en la segunda mitad del siglo XIX que suele
señalarse como el inicio de la lírica contemporánea. A pesar de su
efímera carrera literaria (escribió su último libro a los veinte años),
la importancia de su obra es equiparable a la de los otros grandes
nombres de esta corriente: Charles Baudelaire, Stéphane Mallarmé y
Paul Verlaine, poeta este último con quien mantuvo una atormentada
relación.
Los padres de Rimbaud se separaron en 1860, y el pequeño Arthur
fue educado por su madre, una mujer autoritaria. Destacó pronto en
el colegio de Charleville por su precocidad. En septiembre de 1870
se fugó de casa por vez primera y fue detenido por los soldados
prusianos en una estación de París. Su profesor, Georges Izambard,
lo salvó de la cárcel, pero al mes siguiente intentó de nuevo la fuga,
esta vez dirigiéndose hacia la región del Norte. Después de
trasladarse a Bélgica, quiso emprender carrera como periodista en la
ciudad de Charleroi. Entre las dos fugas había empezado a escribir
un libro destinado a Paul Demeny, pariente de su profesor y poeta
reconocido en París.
Capìtulo IX. ESCRITORES DE LA EDAD DEL
VANGUARDISMO
José Martí
Político y escritor cubano, destacado precursor del Modernismo
literario hispanoamericano y uno de los principales líderes de la
independencia de su país.
Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos
económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar en
el colegio municipal que dirigía el poeta Rafael María de Mendive,
quien se fijó en las cualidades intelectuales del muchacho y decidió
dedicarse personalmente a su educación.
El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias
de muchos cubanos, y tras el inicio de la Guerra de los Diez Años
(1868-1878) y el encarcelamiento de su mentor, inició su actividad
revolucionaria: publicó la gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco
después una revista, La Patria Libre, que contenía su poema
dramático Abdala. A los diecisiete años José Martí fue condenado a
seis años de cárcel por su pertenencia a grupos independentistas;
realizó trabajos forzados en el penal hasta que su mal estado de
salud le valió el indulto.
Capìtulo XI. ESCRITORES DE LA EDAD
CONTEMPORÀNEA
Primo Levi
Escritor italiano que por su militancia política antifascista y su
condición de judío fue confinado en Auschwitz hasta 1945,
experiencia que marcó su obra narrativa y ensayística. La vuelta a
casa y a su trabajo de químico supuso una normalidad imposible de
soportar para quien había conocido el horror de los campos de
concentración. Relató esa experiencia en Si esto es un hombre
(1947), un lacerante análisis de los efectos devastadores de la
maquinaria genocida del nazismo sobre la dignidad humana.
Si esto es un hombre trasciende en realidad la literatura al ser el
testimonio austero, implacable y lleno de dignidad por la
supervivencia del autor en el campo de concentración nazi de
Auschwitz. No es una novela propiamente dicha ni un documento
histórico, sino el relato de las vivencias de una de las víctimas que
no quiso perder ni la vida ni el respeto por sí mismo. Obtuvo un
enorme éxito, y destacó inmediatamente entre la amplísima gama de
libros de memorias generados por el horror de la guerra.
Capìtulo XII. ESCRITORES DE LA
LITERATURA CLÀSICA ORIENTAL
Osamu Dazai
Escritor japonés. Fruto del desencanto reinante en su país tras el fin
de la Segunda Guerra Mundial, las últimas novelas de Osamu Dazai
expresaron el sentir de una generación que había asistido al
derrumbamiento de sus valores tradicionales: El sol poniente (1947),
quizá su obra más famosa, se centra en la decadencia de la nobleza
japonesa tras la derrota en la contienda, mientras que su último libro,
Ya no humano (1948), narra en tono autobiográfico la frustración
ante el descalabro nacional. Conocido por su ingenio irónico y
sombrío y por la brillante fantasía de sus novelas y cuentos, su
obsesión por el suicidio y su permanente búsqueda de una verdad
ulterior lo convertirían en una figura de culto entre los lectores
jóvenes de su país.