La Globalización y El Sector Servicios en México
La Globalización y El Sector Servicios en México
La Globalización y El Sector Servicios en México
Resumen. Los procesos de globalización producen cambios de todo tipo a tal velocidad que prácticamente no
hay tiempo de verlos y menos aún de comprenderlos. En el campo de la información se reflejan esas circunstan-
cias y se dan excesos y faltantes que muchas veces no permiten reflexionar en lo general. De todos modos, a
partir de lo que se tiene, se puede decir que el viejo concepto de terciario sufre modificaciones igualmente
rápidas y pasa de ser el conjunto de actividades estériles e improductivas al sector más dinámico de la economía
de los países, incluso si se considera el sector informal.
En el cambio de los siglos XX al XXI, los países ricos establecen la pauta, sobre todo en lo que concierne al
incremento desbordado de los servicios. El fenómeno de terciarización se da también en los países emergentes,
de ahí que aquí se trate el escenario mexicano: el sector terciario que actualmente ocupa a más de la mitad de la
fuerza de trabajo y general más del 70% de los ingresos totales del país. Se presenta, entonces, un análisis
geográfico detallado de los servicios en México.
From the XX century to the XXI century, the rich countries have led the way, mostly concerning the increase of
the services sector of economy. Tertiarization is also present in other countries as the emerging ones, thus, in
this paper we present the Mexican scenario: it occupies more than half the active population and produces more
than 70% on the national income. A detailed geographical analysis of services in Mexico is given.
* Instituto de Geografía, UNAM, Circuito Exterior, Cd. Universitaria, 04510, Coyoacán, México, D. F. E-mail:
atlcoll@yahoo.com.mx
** Departamento de Geografía Física y Análisis Regional, Facultad de Geografía e Historia, Universidad Complutense
de Madrid, 28040 Madrid, España, E-mail: jcordoba@ghis.ucm.es
además que, conceptualmente, este sector de las DEL SIGLO XX AL XXI: TERCIARIZACIÓN,
estadísticas oficiales excluye las actividades ile- GLOBALIZACIÓN Y MODERNIZACIÓN.
gales, entre otras: la evasión fiscal, la piratería, LOS PAÍSES RICOS ESTABLECEN LA
el tráfico de drogas, la usura, la reventa, el PAUTA
contrabando, la medicina no autorizada… ac-
tividades que como bien se sabe son genuina- Según estimaciones internacionales, los ser-
mente terciarias (servicios, en definitiva…). vicios representan ya el 64% del PIB a nivel
¿Cómo vamos a conocer el terciario si lo mundial e incluso llegan al 45% en los deno-
informal (visible o subterráneo) es insonda- minados países de bajos ingresos (Banco
ble? Y aún más, ¿no es este problema aun más Mundial, 2004); en el marco más preciso de la
grave en los países todavía no catalogados OCDE, los servicios representan el 70% del
como desarrollados? empleo y del valor agregado (OCDE, 2005).
Nuestra reflexión original es muy senci- El auge de los servicios desde los años se-
lla: ¿Tiene sentido (¿es científico?) hacer un tenta del siglo pasado ha sido, en parte, la res-
breve comentario académico sobre el signifi- puesta a la crisis económica y se ha traducido
cado de algo tan complejo como el terciario en un acelerado proceso de terciarización eco-
en un país tan complicado como México y uti- nómica y social en todo el mundo, de tal for-
lizando como argumento de discusión unos ma que parece un componente básico de la
indicadores tan “simples” como las estadís- globalización. En cierto modo podría decirse
ticas oficiales del INEGI? que la terciarización es a la globalización, lo
Una primera respuesta –incluso hipótesis que en su día fue la relación indiscutible entre
de cara a otras investigaciones– es también industrialización y urbanización.
simple: si no se conoce la “realidad oficial” La terciarización,2 como la globalización,
será muy difícil acercarnos al fondo de la cues- es fruto de una evolución económica y social
tión. Los trabajos de detalle no dejan de ser otra que se fue gestando durante siglos, pero que
realidad (personal, puntual, “extra-oficial”) que se ha acelerado desde la crisis de los setenta,
tienden a confundir la parte con el todo, el debido a la interrupción del modelo de creci-
árbol que no deja ver el bosque… Atención: miento económico vigente hasta ese momen-
no se pretende minimizar el extraordinario to. Aunque los cambios son muy complejos y
valor de muchos trabajos económicos, socia- las respuestas a la crisis son muy variadas,
les o antropológicos; nuestra advertencia se nos interesa subrayar:
centra en el estricto campo de la geografía que
olvida cada vez más las escalas de orden su- 1. La adaptación del sistema de producción
perior al análisis local. desde los modelos hiperespecializados a nue-
La parquedad de estudios sobre Geogra- vos modelos caracterizados por la flexibili-
fía de los servicios en México nos ha inducido dad.
a dar este paso como primera aproximación
2. La liquidación forzada del paternalismo es-
a futuros trabajos más específicos. Nuestro
tatal y el creciente deterioro de la sociedad
objetivo inicial ha sido descubrir si las esta-
del bienestar, consecuencias directas del nue-
dísticas oficiales más elementales aportan
vo orden de relaciones entre lo social y lo eco-
algo de luz a la tremenda complejidad so-
nómico, con implicaciones políticas conside-
cioeconómica y geográfica de México. Dicho
rables.
incluso de otro modo: se quiere verificar si las
estadísticas oficiales por lo menos no contra- En la incertidumbre del gran cambio
dicen lo que se ha visto en el trabajo de cam- finisecular, presidido por el nuevo vector de
po. la globalización, algunos países han readap-
tado a marchas forzadas sus estructuras, lo- cilmente cuantificables como son la poliva-
grando con ello sacar partido del nuevo auge lencia profesional y la precariedad (laboral,
económico de las actividades terciarias. Cier- generalmente, pero siempre, salarial y hasta
tos países, entre ellos México, tipificados has- ubicacional). Se trata del viejo concepto de
ta el momento como no desarrollados o en terciario refugio5 pero que ahora tiene una
vías de desarrollo, han visto la esperanza de nueva dimensión porque engloba desde el in-
un nuevo amanecer económico y social eva- migrante no legal que cuida ancianos (y que tie-
porarse en la llamada Década Perdida. Otros ne en su país de origen una elevada cualifica-
países, finalmente, se han hundido en la más ción profesional), hasta el joven egresado de la
absoluta y literal de las miserias. Universidad que reparte pizzas, o el obrero in-
A pesar de esta respuesta diferencial (diversi- dustrial desclasificado que abrió un pequeño
ficación), en todo el mundo la urbanización ha negocio con la compensación económica que
crecido y la sociedad se ha “terciarizado” le dieron por la pre-jubilación, como sucede
(homogeneización), aunque con sentidos y pro- en ciertos países. En otros, México, el terciario
blemas muy dispares. Esta diversidad, den- refugio sigue siendo de los más pobres (inte-
tro de esa homogeneidad, avala la tesis de lectualmente, desde el punto de vista de la
Bauman, para quien los procesos globaliza- capacitación y el nivel social), ya que expulsan
dores incluyen una segregación, separación a su población excedente y son los migrantes
y marginación social progresiva (Bauman, nacionales los que se funden en un terciario (a
2001:9) que es simple reflejo de las contradic- veces ilegal) en el extranjero.
ciones de la globalización, considerada por unos En los países ricos la terciarización recien-
indispensable para la felicidad y por otros, la te está produciendo un reajuste social equipa-
causa de la infelicidad (Ibid.: 7). rable al que se produjo, en su día, con la in-
En el propio seno del “mundo rico”, la adap- dustrialización. El resultado general empieza
tación al nuevo modelo socio-económico a ser un nuevo modelo que ha roto con los
imperante (si es que existe sólo uno) ha sido viejos patrones uniformizadores que poten-
compleja y aunque el auge del terciario como ciaron la consolidación de las clases medias
motor del desarrollo económico es indiscuti- en los países industriales. Al mismo tiempo,
ble, los problemas sociales que está generan- ha sido necesario responder a nuevos proble-
do no han sido aún estudiados.3 mas entre los que sin duda el más imperioso
Utilizando una vieja terminología geográ- es una modernización urgente para la que no
fica aplicada con éxito a la caracterización estaban preparados los colectivos sociales.
socioprofesional del empleo en los inicios de Cifras de desempleo tremendas en casi todos
la terciarización europea de los años sesenta los estratos socio-profesionales, jóvenes bus-
(Beaujeu-Garnier, 1972), podría decirse que los cando desesperadamente su primer empleo,
“cuellos blancos” han proliferado en detri- maduros jubilados prematuramente, muje-
mento de los “cuellos azules” del mundo obre- res incorporadas (en su recién conquistado
ro tradicional que han tenido que afrontar espacio de libertad) a un mercado de trabajo
serios problemas de reestructuración, moder- que no les daba oportunidades reales… son
nización e incapacitación y/o desclasificación.4 manifestaciones del costo social de esta
Pero paralelamente a este proceso de adap- terciarización acelerada. Problemas que han
tación, en todo el mundo rico ha proliferado sido asumidos en parte, desde el punto de vis-
una nueva categoría profesional, socialmente ta económico, por países que han tenido dine-
transversal, que se podría definir como los “sin ro para ello o en los que las estructuras sociales
cuello”: profesionales o no, inmigrantes o no, han podido adaptarse y moldearse coyuntu-
urbanos o no, unificados por parámetros difí- ralmente (tardía emancipación de los hijos,
logados como ricos por el Banco Mundial? pués de 1980, cuando se desarrollan las ciu-
¿Son sus parámetros estadísticos (verdade- dades medias y se consolidan las ciudades de
ros o falseados, pero oficiales) equiparables? la frontera norte (Coll-Hurtado, 2003).
Tal vez uno de los hechos diferenciales de La marcha de la economía también sufrió
la terciarización es que se “vive” (se experi- cambios notables: de ser un país productor
menta) de forma diferente en el Primer Mun- de materias primas, en particular de minera-
do, que ha conocido un proceso de industria- les y de productos agropecuarios, las políti-
lización “razonable” y que llegó a rozar unas cas oficiales promovieron un proceso de in-
condiciones de “bienestar” envidiables. Pero dustrialización denominado “de sustitución de
¿cómo están los hechos en nuestro caso de es- importaciones” que se centró en tres ciudades:
tudio, México, un país que debería haber sido la capital del país, Monterrey y Guadalajara. El
uno de los grandes beneficiarios de la globali- espejismo de la riqueza de la ciudad y de la
zación? industria atrajo a los migrantes en la bús-
queda de una vida mejor, pero tuvieron que
El escenario mexicano enfrentarse a una dura realidad: su falta de
capacitación les impidió entrar de lleno en los
Como país de la periferia, México ha sido ca- nuevos “paraísos” y tuvieron que conformar-
talogado como país en vías de desarrollo o se con ingresar en lo que en su momento se
como país emergente (Dabat, 1994). No esca- denominó el “ejército de reserva”, esto es, las
pa a una posición global ni a la pertenencia a masas de empleados potenciales que permi-
Latinoamérica por lo que respecta a una his- tían contrarrestar las presiones sindicales de
toria colonial común y una evolución seme- mejora de las condiciones laborales y salaria-
jante como entidades independientes de Es- les. La única salida que encontraron estos
paña, primero, y como pertenecientes a la inmigrantes fue la de las ocupaciones no cua-
esfera norteamericana, más tarde. lificadas en el sector terciario. Este fenómeno,
Pero, ¿cuáles son las características parti- en sí, no fue conceptualmente diferente del
culares del escenario mexicano en los últimos que ocurrió en algunos países europeos en
cincuenta años? Las más significativas son, vías de desarrollo, como la España de la déca-
en primerísimo lugar, un crecimiento demo- da de los sesenta, pero lo que ha sido muy
gráfico acelerado que ocasionó que se pasara diferente en México, como en Latinoamérica
de 25.7 millones de habitantes en 1950 a 105 y muchos otros países del Tercer Mundo ha
millones de habitantes en 2003; en segundo sido su magnitud y, sobre todo, la perdurabi-
lugar, una modificación de la distribución lidad del proceso.
geográfica de la población. Ante la presión La otra salida ha sido, de modo constante,
demográfica sobre las tierras de cultivo –cuya la migración al exterior, a los Estados Unidos,
extensión permanece sin grandes cambios a unas veces bajo programas oficiales signados
lo largo del siglo y que equivale a poco más por ambos países (el Programa de Braceros
del 10% de la superficie total del país– y la de los años 1940-1950), la mayoría de las ve-
consecuente pérdida de capacidad producti- ces en forma ilegal. Estos migrantes dejan el
va del campo, la expulsión de la población empleo precario nacional y pasan a confor-
rural dio lugar a una creciente urbanización mar una fuerza de trabajo ocupada en muy
del país, sobre todo a partir de los años sesen- diversas actividades: la industria, la agricul-
ta. Pero fue una urbanización desequilibra- tura y, sobre todo, los servicios.
da: unos pocos grandes polos absorbieron al En pocos años, los procesos globales y la
grueso de los habitantes urbanos y no se for- aplicación de las medidas neoliberales exigi-
mó una estructura jerárquica sino hasta des- das por instituciones como el Banco Mundial
fue así. En México, el petróleo retrasó la llega- yo de otros indicadores y, en este sentido, se
da de la crisis que ya sufrían los demás países ha recurrido (Figura 2) a la simple correla-
del área y retardó los efectos de las nuevas ción del empleo en actividades terciarias con
políticas económicas globales. El cambio del el grado de urbanización (INEGI, 2001). Am-
llamado sistema fordista al toyotista trajo bas variables expresan una correlación cla-
como consecuencia el desmantelamiento de ramente positiva que ha permitido definir
una parte importante de industria consoli- tres grandes grupos de situaciones que pare-
dada –se llega a hablar de “desindustrializa- cen no sólo sugerentes sino también bastante
ción”– así como la difusión de los estableci- coherentes (Figura 3):
mientos maquiladores, en particular en la
región de la frontera norte, primero, y más 1. Estados equilibrados en los que el grado de
tarde en todo el territorio nacional. Todos es- urbanización (más del 50%) y de terciariza-
tos cambios fueron acompañados por el cre- ción (también superior al 50%) apuntan ha-
cimiento constante y acelerado de la pobla- cia los estereotipos del desarrollo. Son enti-
ción que trabaja en el sector terciario, pero en dades en las que la industrialización está
condiciones de precariedad manifiestas. presente desde hace décadas (Estado de México,
La simple diferenciación de los valores es- Morelos, Jalisco y Nuevo León), y aquéllas en
tadísticos generales de la población activa las que el efecto de frontera es más agudo (Sono-
terciaria por estados (Figura 1) ofrece ya una ra, Baja California, Tamaulipas).
primera visión sobre unas desigualdades re-
2. Estados también equilibrados pero donde
gionales significativas entre estados manifies-
los indicadores apuntan más bien hacia los
tamente terciarizados, como el Distrito Fede-
estereotipos del subdesarrollo (con menos del
ral y Quintana Roo, en los que la población en
50% de población urbana y empleada en ter-
actividades terciarias supera el 70% de la
ciario). Corresponden a entidades en las que
PEA, y estados que podemos llamar “subter-
hay un predominio de población indígena y
ciarizados”, en los que la población empleada
de ocupados en el sector primario con una
en el sector apenas supera la tercera parte de
importante parte de su población viviendo
la PEA, como Oaxaca y Chiapas.
en el medio rural: Chiapas, Oaxaca, Puebla,
Esta contraposición parece lógica en tér-
Veracruz, Hidalgo, Tlaxcala. Algunos de ellos
minos “macro”. Si Oaxaca y Chiapas repre-
se cuentan entre los estados más pobres del país.
sentan el “México profundo”, caracterizado
por estructuras obsoletas, subindustrializa- 3. Estados “sobreterciarizados” (más del 50%
ción, ruralidad y pervivencia de lo indígena del empleo y menos del 50% de urbanización)
(tanto en su sentido positivo como negativo), que deberían adscribirse a ese terciario du-
el Distrito Federal y Quintana Roo son –no doso que apunta más hacia las característi-
sin problemas– dos fieles exponentes de la cas económicas del subdesarrollo. Puede tra-
modernidad mexicana: el primero por su ca- tarse de una terciarización remanente del
rácter de centro neurálgico del país, el segun- estado de bienestar en el que la gestión hizo
do por su condición de territorio frontera de crecer el aparato administrativo, mismo que
reciente explotación que prácticamente ha ahora con las medidas impuestas por el Ban-
eludido una fase industrial de transición al co Mundial hay que reducir drásticamente.
desarrollo. También puede tratarse de entidades como
Entre estos cuatro estados contrapuestos, Guerrero, en la que el turismo, actividad tradi-
el resto del país presenta una caracterización cional desde los años cuarenta, descompensa
terciaria difícil de evaluar si no es con el apo- de forma manifiesta los valores estadísticos.
Solamente queda fuera de estos tres gran- tremo, solamente 4.4% de los trabajadores
des grupos el estado de Chihuahua debido a terciarios obtienen más de 10 s.m.
su especialización fronteriza, al peso de su Por sectores, el comercio es el que presen-
agropecuario comercial y a la importancia de ta niveles más bajos de ingreso (53.74% de la
la industria maquiladora, en particular en Ciu- PEA hasta 2 s.m.), confirmando lo expresado
dad Juárez y la propia ciudad de Chihuahua. anteriormente de que se trata de una activi-
dad en la que predominan los negocios muy
Estructura del terciario por ramas de actividad pequeños y el trabajo informal; otro tanto
ocurre con los otros servicios (64.7% de la PEA
La estructura interna del terciario es, en una
hasta 2 s.m.), que conforman un núcleo de pe-
primera aproximación, bastante esclarecedo-
queños servicios personales presuntamente
ra sobre los desequilibrios del sector (Figura
muy poco cualificados. Por el contrario, las
4). Cerca de la tercera parte de los ocupados,
ramas que cuentan con un mejor ingreso re-
29.46%, corresponden a las actividades co-
lativo son la de los servicios de información
merciales en las que, como se verá, lo que pre-
en medios masivos, los servicios financieros
domina es el comercio muy pequeño y en don-
y profesionales y el sector de la salud.
de se refugia gran parte del sector informal. El
La imagen estadística básica del terciario
segundo grupo de importancia lo constituyen
mexicano es, en consecuencia, muy elocuen-
los servicios sociales que, en conjunto, suman
te: proliferación del empleo en actividades
15.11% de la población activa; en el mismo ran-
triviales y de elevado grado de ubicuidad,
go se encuentran los denominados “otros ser-
asociada a ingresos muy bajos, característi-
vicios”, aquéllos que carecen de una clasifica-
cas del subdesarrollo, coexisten con un pe-
ción bien diferenciada, es decir, que pueden
queño terciario avanzado y que suponemos
corresponder al grupo más marginal del ter-
está muy polarizado geográficamente.
ciario. Estos tres grupos representan el 60% de
los trabajadores terciarios. Otro 30% está con- La productividad aparente del terciario
formado por los ocupados en el turismo
(hotelería, alimentos y bebidas, esparcimien- La simple especialización sectorial es un in-
to), por los transportes y por el terciario rec- dicador insuficiente para evaluar la auténti-
tor. ca dimensión de los servicios. Con objeto de
Un indicador estadístico que permite ma- precisar un poco más el significado económi-
tizar esta estructura es el de los niveles de co de estas actividades en el aparato produc-
ingreso de la población trabajadora. Esta in- tivo, se ha procedido a analizar la producti-
formación en México se expresa en salarios vidad aparente de cada sector mediante la
mínimos (s.m. en adelante) que son un ingre- relación que se da entre la población econó-
so fijado anualmente por una comisión con- micamente activa y el número de unidades
formada por los patrones, los trabajadores y económicas censadas (UE) o establecimientos
el gobierno. Se considera que este salario es el productivos (Tabla 2).
mínimo indispensable para sobrevivir; no obs- En el análisis de la relación entre la PEA y
tante, siempre resultan muy insuficientes. las unidades económicas, destaca la enorme
La situación recién descrita se agrava al disparidad del dato según sea la rama que se
analizar los datos sobre salarios: el 4% de los analice: de actividades modernas, con un buen
trabajadores en el sector terciario no percibe número de trabajadores, es decir, empresas
ingresos, es decir, son los que laboran en el grandes o medianas, con potencial de inver-
negocio familiar; 11.32% ganan hasta 1 s.m.; sión y tecnología, a los pequeñísimos estable-
28.26% perciben entre 1 y 2 s.m. En el otro ex- cimientos familiares en los que sólo trabajan
una o dos personas. La rama que presenta una mos que atienden a los obreros y empleados
mayor concentración de trabajadores es la de de las empresas y a los trabajadores del Esta-
servicios educativos, con 55 por estableci- do (IMSS e ISSSTE), es la Secretaría de Salud la
miento o unidad económica. La siguiente es que brinda los servicios, pero el déficit de aten-
la de servicios financieros, con 42.5 y la de ción es muy grande, en particular en ciertas
información en medios masivos, es decir, en regiones del país. Esta media implica la pre-
televisión y radio, con 40. En el otro extremo, sencia de pequeños establecimientos: clínicas
el comercio sólo cuenta con 3.8 trabajadores por de primer nivel, centros de salud, prevalecien-
unidad económica, lo que habla de la prevalen- tes en áreas rurales, y consultorios, más que
cia de pequeños negocios de tipo familiar. hospitales de concentración o de tercer nivel.
En hotelería y restaurantes, la razón me- Si los datos analizados aportan cierta luz
dia de trabajadores por establecimiento es sobre las condiciones de riqueza y pobreza
baja: 6.2, lo que indica que se trata en su ma- del terciario mexicano, la consideración de la
yor parte de una actividad poco moderniza- estructura socioprofesional de la población
da, de reducidas dimensiones. Aquí cabe se- activa acentúa las tendencias observadas. La
ñalar que muchos de los negocios del sector mayor parte de la población activa está cons-
son pequeños centros de alimentos y bebidas, tituida por empleados, lo que es normal, so-
callejeros, muchos de ellos informales. Del bre todo en algunos sectores como el gobier-
mismo modo, predominan los pequeños ho- no (95.13%), y las finanzas (91.11%), o la
teles y posadas tradicionales. Tan solo en los información en medios masivos (90.7%). Por
principales centros turísticos, los grandes el contrario, en ciertas actividades la propor-
hoteles cambian el sentido de las cifras. ción de empleados se reduce considerable-
Con una media de 9.5 trabajadores por mente, como en el comercio (51.1%), en los ser-
unidad económica, el servicio de salud es aún vicios profesionales (59.49%) y en hotelería
insuficiente en el país. Fuera de dos organis- (62.64%). En estos casos, la población activa
se concentra en los denominados censalmente vicios que podría suponerse que correspon-
como “independientes”, es decir, los que tra- derían a una situación privilegiada, como el
bajan por su cuenta, los autónomos o dicho caso del turismo, tercer generador de ingre-
de otro modo, los que se autoemplean. Por sos en el país después del petróleo y de las
ejemplo, en comercio éstos representan remesas que envían los migrantes del extranjero,
35.45% a los que se añade 5.51% de apoyo fa- esté caracterizado por una pobreza evidente.
miliar; en hotelería 26.23%, con 4.32% de tra- En todos los países, desarrollados o no, ri-
bajo familiar. En el otro extremo de la escala, cos o pobres, las actividades terciarias se ca-
los patrones, se concentran en dos ramas muy racterizan por esta dualidad: un terciario
precisas: los servicios inmobiliarios y los ser- avanzado, moderno, selectivo, propio de las
vicios profesionales: 8.48 y 6.68%, respecti- grandes ciudades, en oposición a un terciario
vamente. mucho más ubicuo y banal con una produc-
La distribución geográfica detallada del tividad baja y generador de empleo masivo,
empleo en actividades terciarias apunta fi- generalmente en condiciones precarias.
nalmente también en el sentido de que el ter- Por los datos analizados, esta dualidad es
ciario es aún una actividad demasiado pola- demasiado contrastada en México. El tercia-
rizada para contribuir a la modernización del rio moderno se antoja demasiado exiguo en
país. El mapa del empleo a nivel municipal un país que sobrepasa los 100 millones de
(Figura 5) expresa una concentración clarísi- habitantes; por el contrario, el terciario ba-
ma en los centros urbanos, tanto en las gran- nal se define demasiado pobre para ser una
des ciudades, como en las ciudades medias actividad capaz de modernizarse y de con-
que han tenido un protagonismo indiscutible vertirse en motor de desarrollo: ingresos muy
en la modernización del país en los últimos bajos, tamaño muy reducido de las unidades
25 años. Estos focos, junto con otros muy pun- de producción y excesivo autoempleo dan la
tuales asociados a municipios turísticos, son imagen de un terciario atrasado, con predo-
indiscutiblemente los centros del terciario minio de su vertiente de terciario refugio para
moderno, pero salta a la vista que son unas la supervivencia.
cuantas “islas” inconexas que se pierden en El sector terciario mexicano está confor-
la vasta extensión del territorio mexicano. Los mado, en definitiva, por dos grupos bien defi-
focos de modernización del país están dema- nidos: uno minoritario, que se ubica dentro
siado dispersos para pensar todavía en un de la esfera del sistema imperante y presta
desarrollo regional no ya uniforme sino al servicios de calidad, necesarios para el desa-
menos homogeneizador como el que se ha rrollo de las actividades económicas, y otro
dado en los países ricos. mayoritario, que agrupa servicios que se pue-
den identificar como banales y de poca calidad,
CONCLUSIONES en el que tienen cabida todos los excluidos del
sistema. Este último grupo se identifica en
El sector terciario mexicano es un sector pro- gran parte con la economía informal y se
fundamente contrastado. Por una parte se manifiesta en numerosas actividades del sec-
encuentran servicios con un alto nivel de tor: comercio, servicios personales, hotelería,
profesionalización, propios de un país desa- alimentos y bebidas.
rrollado; por la otra, predominan los servi- El conjunto de trabajadores del sector in-
cios banales, de escasa cualificación, con dé- formal ha sido y es objeto de numerosos estu-
biles ingresos, que caracterizan a algunos dios ya que, por una parte, representan la
países que hoy se denominan emergentes. Lla- ineficiencia del sistema de crear trabajos for-
ma la atención, en particular, que ciertos ser- males dignos, y, al mismo tiempo, significan
la solución económica para muchísimas fa- cial por cualquier región del país permitirá
milias. Unos son los que bregan por la sobre- constatarlo.
vivencia diaria, otros conforman grupos de En este sentido y para concluir, cabe diag-
poder dentro de diversos partidos políticos. nosticar que la participación en México en la
La ocupación en el sector no estructurado de Revolución Terciaria está siendo muy sesgada
la economía fue de 10.8 millones de personas hacia las actividades menos productivas. No
en 2003 (INEGI, 2004), lo que implica la nece- se puede negar la modernización existente en
sidad de la creación de nuevas fuentes forma- la cúspide del sistema social y económico, pero
les de trabajo. Pero, la inserción del país en hacia abajo la modernización es muy depen-
las normas globalizadoras, en particular en diente de recursos coyunturales como los del
la esfera de dominio norteamericano, implica turismo, de las remesas que envían los
una flexibilización del trabajo y un creciente migrantes y que permiten una modificación
contratismo que agudiza las condiciones de estructural en sus lugares de origen, así como
informalidad y de terciarización de la mano la formación de pequeñísimos negocios (que
de obra (Roubaud, 1995). Como señala J. Cross implican el abandono de las actividades pri-
(2003:3). marias) muchos de ellos dentro del sistema de
comercio trivial que a su vez dependen de los
… México, [es un] país capitalista, pero que ofrendan las mercancías (sean éstas legales
sin capitales, un país de trabajadores o de contrabando). Se ha perdido en forma cre-
pero sin empleos, un país consumidor, pero ciente la participación del Estado en la genera-
sin capacidad adquisitiva, donde el sec- ción de empleos y, así, en la base de la pirámide,
tor formal no proporciona lo suficiente a el terciario pobre vuelve a ser un refugio para la
la mayoría de los pobladores. El sector in- inmensa mayoría de la población.
formal existe precisamente porque resuel-
ve estos problemas. NOTAS
1
El terciario es un sector sumamente com- Nos atenemos en este caso al sentido estricto de
plejo que requiere de una atención constante contemporaneidad defendido por Gadamer cuan-
puesto que es quizá el sector de actividad en do la identifica con una condición de actualidad en
situación interrogante tanto hacia el pasado como
el que los cambios macroeconómicos se refle-
hacia el futuro (Gadamer, 1994:140). Con respecto
jan con mayor crudeza y en el que se dan condi- a la metamodernidad, cada vez mayor número de
ciones cambiantes de adaptación a la coyuntu- investigadores atribuyen el concepto a D. Haraway
ra. Uno de los problemas más significativos (1997), en FemaleMan©_Mets_OncoMouse TM,
para ese análisis es el de las fuentes de infor- Routledge, Londres.
mación, siempre deficitarias tanto en conte-
2
nido como en periodicidad. El terciario sigue En sentido estricto debe entenderse como
terciarización el crecimiento desproporcionado
siendo, como ya han señalado muchos inves-
del sector servicios en comparación con el resto
tigadores, un cajón de sastre; en él caben to- de las actividades económicas. Sin embargo,
das las opciones, todas las calidades de tra- como se desarrolló en las siguientes páginas, la
bajo, todas las manifestaciones espaciales: del terciarización debe ser un concepto mucho más
ámbito urbano al medio rural, de la formali- amplio que atañe a toda la sociedad en muchos
dad a la informalidad; de la calidad profesio- sentidos, particularmente en el cultural.
nal a la improvisación. Pero, lo que está claro 3
es que el terciario en México no responde al Sería absurdo entrar aquí a defender las apor-
taciones del terciario al desarrollo de las nacio-
nivel de desarrollo que las cifras generales
nes. Nuestro propósito es más bien destacar que
hacen pensar. Incluso un recorrido superfi- este desarrollo “terciario” tiene muchas facetas,
6
las más oscuras, de las cuales también se dan La idea de la Revolución Terciaria, que afecta
en los países ricos. simultáneamente a todas las actividades eco-
nómicas aunque restringida a los países desa-
4
Los cuellos azules se identificaban con el mun- rrollados, fue concebida por Fourastié (1949)
do obrero convencional en alusión a los unifor- como “el segundo neolítico” de éstos, y ha sido
mes de trabajo. Los cuellos blancos se referían ampliamente desarrollada por Lengellé (1966)
a los cuadros de orden superior en alusión a las como fruto del uso de las máquinas pensantes.
camisas y batas de trabajo, una categoría socio-
profesional difícilmente tipificable como pobla- REFERENCIAS
ción industrial u obrera: era la irrupción de los
servicios cualificados no sólo en la industria sino Appadurai, A. (1990), “Disjuncture and difference
también en todas las ramas de la producción. in the global cultural economy”, en Featherstone,
M. (comp.), Global Culture: Nationalism, Globaliza-
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El concepto de terciario refugio se popularizó tion and Modernity, Sage, Londres, pp. 295-310.
en los años setenta como expresión de un con-
junto de actividades que fueron afectadas me- Banco Mundial (2004), Informe sobre el desarrollo
nos negativamente por la crisis económica. Se mundial 2004, Mundi-Prensa, Madrid.
puso de manifiesto, en ese momento, que una
parte del terciario fue insensible a la crisis (ser- Bauman, Z. (2001), La globalización: consecuencias
vicios muy especializados, por ejemplo), mien- humanas, Fondo de Cultura Económica, México.
tras que otras actividades muy poco producti-
Beaujeu-Garnier, J. (1972), Geodemografía, Labor,
vas, pero que no exigían gran cualificación
Barcelona.
(servicio doméstico, hotelería poco profesiona-
lizada, por ejemplo) pudieron absorber parte de Bell, D. (1973), The coming of post-industrial society,
la mano de obra expulsada por la industria y Basic Books, Nueva York.
también reaccionaron “positivamente” ante la
crisis. Este concepto de terciario refugio se ve- Borja, J. y M. Castells (1997), Local y global. La
nía aplicando ya a las actividades urbanas de gestión de las ciudades en la era de la información,
servicios que absorbían el excedente de éxodo Taurus, Madrid.
rural que no podía captar la industria. Por este
motivo, el terciario refugio se suele identificar Browning, H.C. y J. Singelmann (1975). The
con un terciario pobre y primitivo y que en los emergente of a service society. National Technical
últimos años tiende a circunscribirse a los paí- Information Service, Springfield.
ses tercermundistas, asociado al concepto de
hipertrofia urbana del sector servicios. Algunos Castells, M. (2000), La era de la información.
autores, como Dalmasso (1976:9) lo describen Economía, sociedad y cultura. La sociedad red, tomo
como arcaico; otros, como Dickenson et al. I, Siglo XXI Editores, 2ª. ed., México.
(1996:206) llegan a identificarlo con el concepto
de sector informal definido por Hart (1973), pero Castillo, G. y A. Orsatti, (comp.; 2005), Trabajo
pensamos que esto no es correcto. El concepto de informal y sindicalismo en América Latina y el Caribe:
terciario refugio, como su propio nombre indica, buenas prácticas formativas y organizativas,
debería reservarse precisamente para el ca- CINTERFOR/OIT, Montevideo.
rácter coyuntural (no siempre de baja produc-
Clark, C. A. (1940), The conditions of economic
tividad) y acomodaticio de muchas activida-
progress, Macmillan, Londres.
des, como ya hemos sostenido en otro trabajo
(Córdoba, 1988) y que ahora mismo tiene es- Coll-Hurtado, A. (2003), México, una visión
pecial relevancia en el contexto de los modos geográfica, Temas Selectos de Geografía de
de producción flexibles. De ninguna forma se México (II.2), 2ª. ed., Instituto de Geografía,
puede identificar (aunque sea muy probable) UNAM, México.
la idea de refugio con la de informalidad, a no
ser que entráramos en juicios de valor sobre
los contratos-basura.
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