Bolívar Verdadera Amenaza para Los E

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Bolívar verdadera amenaza para los E.E.U.

U, padre y protector de
nuestra soberanía antecedentes históricos por David Valderrama.

Al ver nuestra patria de nuevo amenazada por otro imperio el más poderoso y sanguinario que ha
existido sobre la faz de la tierra, vuelvo mi mirada hacia el pasado y me encuentro con el paladín
de la patria nuestro Simón Bolívar velando y defendiéndonos de cualquier agresión de potencia
extranjera así como algunos hechos que ocurrieron en el año de 1817 con los “inmóviles
espectadores” como llamo El Libertador a los Estados Unidos de América en la carta profética de
Jamaica fechada el 6 de septiembre de 1815 ya doscientos años.

Bolívar con una visión geopolítica de la guerra de independencia para protección del mar Caribe
para luego afianzar su plan de independizar las islas de Cuba y Puerto Rico que serian
encomendadas a Páez y a Sucre en el futuro después de Carabobo, pero que no se pudo realizar
por las luchas intestinas que ocurrieron en 1828 en la Gran Colombia, decide enviar a la isla Amelia
posesión española de la Florida, a un grupo de venezolanos y partidarios de la causa
independentista que la habían tomado encabezados por el general MacGregor y Pedro Gual, Juan
Germán Roscío y Lino de Clemente sobrino del Libertador este ultimo nombrado embajador de la
nueva Republica Bolivariana de la Florida acreditado ante Washington el cual fue rechazado por el
entonces Presidente James Monroe y luego expulsados por este por las fuerzas armadas de
Estados Unidos de América gracias a un incidente con una goleta que pasaba hostilmente en
costas de estos territorios españoles y que nuestros patriotas hundieron y luego tropas de este
país “neutral” desembarcaron y expulsaron con el pretexto de que eran un grupo de
“contrabandistas, aventureros y saqueadores….” Y que luego conoceríamos las negociaciones que
hubo con España la cual le vendió estas tierras a la nación del norte.

De allí empieza la colaboración de Estados Unidos con España en contra de la lucha de


independencia por parte de nuestros próceres; entre julio y octubre del año 18 tiene lugar entre
Bolívar y el agente diplomático estadounidense Bautista Irvine un singular intercambio epistolar
que acaso pueda, en la actualidad, servir como referencia histórica de dignidad.

En ese mismo año fueron capturadas dos goletas norteamericanas la Tigre y la Libertad en bocas
del Orinoco que fueron encontradas en flagrancia llevando armas a nuestros enemigos
irrespetando una proclama hecha por el Libertador que bloqueaba las costas del Caribe para que
no pasarán los españoles, esta obra magistral la llevo a cabo nuestro Almirante Brión, este agente
fue enviado por Norteamérica para negociar la devolución de dichas goletas exigiendo y tratando
de dar órdenes a nuestro libertador. La arrogancia de este contrasta con la firmeza inquebrantable
de Bolívar.

Extractos de las cartas del Libertador en respuesta ha dicho agente Gringo:


“Angostura, agosto 6 de 1818-8

Al señor B. Irvine, Agente de los Estados Unidos

De La América del Norte, cerca de la República de Venezuela.

Señor Agente:

Tengo el honor de responder a la nota de V.S. de 25 de julio próximo pasado relativa a las
indemnizaciones pedidas por las condenas hechas de las goletas americanas Tigre y Libertad,
apresadas por las fuerzas marítimas de Venezuela.

Para proceder con más ordene y claridad se expondrán primero los hechos distintamente,
según constan de los procesos seguidos, y de los diarios de los buques; y después se aplicarán los
principios del derecho. Empezaré por la goleta Tigre, en que parecen aquellos más dudosos y
complicados.”

Más adelante prosigue:

“Desde el momento en que este buque (Tigre) introdujo elementos militares a nuestros
enemigos para hacernos la guerra (cualquier parecido…), violó la neutralidad, y pasó de este
estado al beligerante: tomó parte en nuestra contienda a favor de nuestros enemigos, y del mismo
modo que, si algunos ciudadanos de los Estados Unidos tomasen servicio con los españoles,
estarían sujetos a las leyes que practicamos contra estos (Decreto de Guerra a Muerte), los buques
que protejan, auxilian o sirvan su causa deben estarlo y lo están.”

“El derecho para la condena de la goleta Libertad no admite ningún género de duda. Los hechos
están uniformemente testificados: son incontestables. Alegar ignorancia del bloqueo y sitio un
buque, que salió de Martinica en el mes de junio de 1817, cinco meses de publicado aquél y
establecido este cuando las relaciones más frecuentes de esta plaza en el Gobierno español eran
con aquella isla, es manifestar un alto desprecio por la verdad y por la buena fe.”

“¿No sería muy sensible que las Leyes las practicase el débil y los abusos los practicase el
Fuerte? Tal sería nuestro destino si nosotros respetásemos los principios y nuestros enemigos nos
destruyesen violándolos.”

“Sería, sin duda, muy glorioso para Venezuela que, pareciendo la última en la escala de las
naciones, fuese la más religiosa en respetar el derecho escrito de las gentes, y nada sería tan
conforme con sus instituciones y objeto, como ver restablecer la justicia entre los pueblos y los
pactos generales que ligan a todos los hombres de las naciones. Pero siendo infinitamente
lamentable que en esta última época de turbulencia, de agresión y tiranía, nada haya sido tan
hollado como el derecho público ¿con qué fuerzas podrá oponerse Venezuela al imperio de las
prácticas opresivas de casi todas las potencias marítimas?”

En otras cartas siguientes responde:

“Hablo de la conducta de los Estados Unidos del Norte con respecto a los independientes, del
Sur y de las rigurosas leyes promulgadas con el objeto de impedir toda especie de auxilios que
pudiéramos procurarnos allí (Ejem. Act Bloqueo Cuba). Contra la lenidad de las leyes americanas
se visto imponer una pena de diez años de prisión y diez mil pesos de multa, que equivale a la de
muerte, contra los virtuosos ciudadanos que quisiesen proteger nuestra causa, la causa de la
justicia y de la libertad, la causa de la América.”

“La perfecta y estricta imparcialidad es otra consideración que debe tenerse muy presente. Sin
ella no hay neutralidad, y desvanecida ésta cesa todo derecho que se deriva de ella. En mi nota del
20 he hecho algunas observaciones, aunque con suma repugnancia, sobre la conducta del
Gobierno de los Estados Unidos con respecto a nosotros, menos con el objeto de probar su
parcialidad, que con el de demostrar la falsedad del principio de la absoluta libertad.”

“Si los Estados Unidos no tienen una comunicación directa con nosotros, si no nos reconocen, ni
nos tratan ¿de qué modos les haremos entender nuestros decretos?”

“Las naciones se gobiernan por otras reglas. Entre estas no se conoce ley que pueda obligar a
una parte, cuando la contraria se cree fuera de ella.”

“El amor a la Patria, y a la gloria solos han dirigido estas empresas, que, lejos de ser risibles,
merecen la admiración y aplausos de los que tienen una patria y aman su libertad.”

“Parece que el intento de V.S. es forzarme a que reciproque los insultos: no lo haré; pero si
protesto a V.S. que no permitiré que se ultraje ni desprecie al Gobierno y los derechos de
Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra
populación y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela
combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende.”

Y finalmente concluye:

“Nada, de cuanto V.S. diga, puede destruir la superioridad de nuestro ejército de tierra sobre el
enemigo, y lo que V.S. alega para probar insuficiencia de nuestras fuerzas navales, convencerá a lo
más, que nuestra escuadra no constaba de tantos buques como la española, que el acto de
evacuar las plazas y el río, fue engrosada con los buques mercantes armados y tripulados con
parte de la artillería y con las guarniciones de los puestos que abandonaba. Pero si éramos tan
inferiores ¿por qué no se atrevió a presentarnos batalla? ¿Por qué en una persecución de más de
cincuenta leguas no nos esperó, ni nos obligó a desistir de ella? ¿Por qué huyendo en una
dispersión espantosa se dejó apresar una multitud de buques, la mayor parte de ellos armados? El
valor y la habilidad, señor agente suplen con ventaja al número. ¡Infelices los hombres si estas
virtudes morales no equilibrasen y aun superasen las físicas! El amo del reino más poblado sería
bien pronto señor de toda la Tierra. Por fortuna se ha visto con frecuencia un puñado de hombres
libres vencer a imperios poderosos.”

Con la moral, la fuerza y el espíritu de nuestro Libertador Venceremos esta nueva afrenta y
saldremos victoriosos ¡Viva Bolívar¡ , ¡Viva Chavez¡ Venceremos¡¡¡¡¡¡¡¡.

Bibliografía: Simón Bolívar escritos anticolonialistas de Gustavo Pereira.

También podría gustarte