Sentencia. CAAr. 98-2018. Extrapetita.
Sentencia. CAAr. 98-2018. Extrapetita.
Sentencia. CAAr. 98-2018. Extrapetita.
Visto
La abogado Procurador Fiscal de Arica, del Consejo de Defensa del
Estado, doña Ana María Cortes espejo por la Dirección General de Aguas-Fisco
de Chile, en autos sobre tutela laboral y prestaciones laborales, caratulados “Rejas
con Dirección General de Aguas”, Rit Nº T-43-2018, interpuso recurso de nulidad
en contra de la sentencia definitiva de fecha 03 de octubre de 2018, que acogió
parcialmente la demanda que, declaró la existencia de una discriminación
arbitraria en el cese de Juan Pablo Rejas Bustos como Director Regional de Arica
y Parinacota en la Dirección General de Aguas, y ordenó el pago de
indemnizaciones por despido arbitrario.
Por resolución de veinticinco de octubre del presente año, se declaró
admisible el mentado recurso, efectuándose la respectiva vista, en la audiencia de
fecha quince de noviembre del año en curso.
TENIENDO PRESENTE
PRIMERO Que la recurrente a modo de proemio refiere que el demandante,
de profesión Ingeniero Civil Mecánico, expuso en su demanda haberse
desempeñado desde el mes de julio de 2016 en la Subsecretaría de Obras
Públicas, en calidad de contrata, desempeñando en tal calidad prorrogas de su
contrata, hasta el 13 de noviembre de 2017, fecha en que fue nombrado Director
Regional de la Dirección General de Aguas de Arica y Parinacota, hasta el 31 de
diciembre de 2017, siendo renovada en enero de 2018 esta calidad de Director,
hasta el 31 de diciembre de 2018 y luego el 25 de abril de 2018, fue notificado del
término anticipado de su contrata.
Plantea en su demanda, que habría sido víctima de discriminación política,
por ser las nuevas autoridades de gobierno, de diferente tendencia política que la
del demandante.
En el petitorio de aquel libelo, solicita que se declare lo siguiente:
1. Se disponga la inmediata reincorporación de don Juan Pablo Rejas Bustos, a la
Dirección Regional de Aguas de Arica y Parinacota, en su calidad de profesional a
contrata hasta el 31 de diciembre de 2018.
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mayor medida las garantías fundamentales que la acción de Tutela Laboral que
está establecida y limitada para ciertos derechos fundamentales, por lo que el
fundamento de que los funcionarios públicos, quedan fuera de todo margen
regulatorio respecto de la vulneración de sus derechos no es efectivo, no puede
confundirse un marco regulatorio desde un punto de vista procesal con la
inexistencia de protección de garantías fundamentales, ya que ello no es real y,
debe fallarse conforme a la legislación vigente, en que prevalecen las normas
especiales por sobre las generales, no pudiendo resolverse por analogía
existiendo una norma de orden público vigente que rige las relaciones del Estado
con sus funcionarios sean de entes centralizados o descentralizados, por lo que
deben respetarse las normas vigentes. Lo dicho está zanjado incluso en
Unificación de jurisprudencia rol Corte Suprema Nº 5.659-2015 de fecha 30 de
noviembre de 2015.
Acota que, no es dable sostener que por el hecho de que a los funcionarios
públicos no les sea aplicable el procedimiento de tutela laboral estén en una
situación de desigualdad con respecto a los trabajadores regidos por el Código del
Trabajo, porque nuestra legislación sí contempla recursos o vías legales para
reclamar por vulneración a sus derechos y, por ende no están desprotegidos o
carentes de posibilidades de recurrir ante la Justicia Ordinaria para el resguardo
de sus derechos fundamentales.
Lo dicho, según sostiene, no resulta ser ni antojadizo ni majadero, cuando
se tiene en cuenta que el denunciante, en su relación con la Dirección General de
Aguas (servicio centralizado del Estado), se hallaba especialmente sometida al
Estatuto Administrativo y, en forma supletoria, a las normas del Código del
Trabajo, pero sólo en los asuntos no regulados por dicho Estatuto y en la medida
en que las normas del Código Laboral no fueran contrarias a las de esa normativa
especial. En este sentido, el Estatuto Administrativo, en su artículo 3º, luego de
definir la planta del personal de un servicio público como el conjunto de cargos
permanentes asignados por la ley a cada institución, al tratar los empleos a
contrata, señala que son aquellos de carácter transitorio que se consultan en la
dotación de una institución y su duración no excede del 31 de diciembre de cada
año. Así, aparece que el Estatuto Administrativo establece su propia regulación en
torno a las calidades funcionarias que pueden formar parte de una dotación
institucional y en cuanto a las causales de expiración en los cargos de contratados
y sus disposiciones, rigen con preferencia a quienes integran una dotación como
la que se trata, excluyendo el imperio del derecho laboral común en esos asuntos,
al tenor de lo preceptuado tanto en los artículos 1º y 10 del mismo Estatuto
Administrativo, como en los incisos segundo y tercero del artículo 1º del Código
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del Trabajo, sin perjuicio de considerarse además el artículo 13 del Código Civil.
Cita luego el artículo 485 del Código del Trabajo, el que establece que este
procedimiento de tutela laboral, se aplicará respecto de las cuestiones suscitadas
en la relación laboral por aplicación de las normas laborales, que afecten los
derechos fundamentales de los trabajadores que allí se precisan. Es decir, de la
propia norma fluye claramente que la tutela laboral tiene asidero respecto de
situaciones que se den con ocasión de aplicación de normas laborales, sin
embargo, en la relación del Estado con sus funcionarios, no hay aplicación de
normas laborales, sino estatutarias, por lo que forzado resulta estimar que sí se
aplican las normas del Código del Trabajo a la relación del Estado con la
denunciante para impetrar la tutela laboral, ya que ambos sistemas orgánicos son
absolutamente distintos y no puede resolverse por analogía, si justamente los
funcionarios públicos tienen otras vías diferentes de acciones legales e incluso
administrativas de reclamar respecto de sus garantías fundamentales. Agrega
que, la analogía como principio, se utiliza para resolver situaciones que la
legislación en general no resuelve, cuyo no es el caso.
Continúa sosteniendo que, lo dicho encuentra su asidero en que debe
considerarse que, conforme a lo dispuesto en el inciso final del artículo 485 del
Código del Trabajo, “Interpuesta la acción de protección a que se refiere el artículo
20 de la Constitución Política, en los casos que proceda, no se podrá efectuar una
denuncia de conformidad a las normas de este Párrafo, que se refiera a los mismo
hechos”. De lo que se concluye que, para nuestro legislador laboral, son
igualmente idóneos ambos mecanismos, tanto el procedimiento de tutela de
derechos fundamentales, como la acción de protección, por lo que no puede
sostenerse que exista un vacío normativo que amerite la aplicación supletoria del
procedimiento de tutela de derechos fundamentales prevista en el artículo 485 del
Código del Trabajo y consecuencialmente la vinculación surgida en los términos
de los artículo 7º y 8º del Código del Trabajo, se rigen por lo dispuesto en el
artículo 485 del mismo texto legal y, en caso alguno, a la relación estatutaria a la
que se someten los funcionarios públicos a contrata, cuyo contenido está dado,
como se dijo, por las disposiciones de su propio estatuto, esto es, la Ley Nº 18.834
y, por consiguiente, los juzgados laborales son incompetentes absolutamente, en
razón de la materia, para conocer de una demanda de tutela de derechos
fundamentales incoada por un funcionario público designada en calidad de
contrata .
Así, sostiene que el Juez, al haber conocido y resuelto una materia respecto
de la cual resultaba ser incompetente en razón de la materia, influyó en lo
dispositivo del fallo., solicita después que, en conformidad a lo dispuesto en el
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en el inciso 4 del artículo 2 del Código del Trabajo y además ello es calificado
como grave por resolución fundada, el trabajador podrá optar entre las dos
alternativas que dicha norma establece, la reincorporación o las indemnizaciones
a que se refiere el inciso tercero de ese mismo precepto. Es decir, de ser el
despido discriminatorio, y calificada por el Juez tal discriminación como grave
mediante resolución fundada, el afectado puede optar a elegir lo que allí se
plantea y por el contrario, en caso de no calificarse la discriminación del trabajador
como grave, la norma simplemente no le concede tal opción, como ocurre en la
especie, de tal suerte que, como la gravedad de la discriminación se refiere no a la
existencia de la misma si no a la sanción aplicable, resulta posible que se
configure la discriminación en el despido del trabajador y no ser ésta calificada
como grave por el Juez que la acoge, por lo que, sin perjuicio de existir,
simplemente no daría lugar a la opción a elegir entre la reincorporación de quien la
alega y las indemnizaciones que allí se establecen. De lo dicho se desprende que
no se configura en el fallo que se impugna, a vulneración del artículo 489 del
Código del Trabajo, por lo que la causal de nulidad el artículo 477 invocada por
este motivo, será también desechada.
SEPTIMO: Como tercer motivo de nulidad del artículo 477 del Código del
Trabajo, por haberse dictado la sentencia con infracción de ley que influye
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, incoa específicamente, falta de
aplicación del artículo 489 inciso 3° y 4° del Código del Trabajo. Sostiene que el
fallo impugnado contravino lo dispuesto en ambos incisos de la dicha disposición
al otorgar a la demandante una indemnización por lucro cesante por la suma que
señala la sentencia.
Sin perjuicio de aquello, considerando que dicha prestación no se encuentra
establecida como aquellas procedentes para el caso de la tutela conforme lo
establecido en los incisos 3° y 4° del artículo 489 del Código del Trabajo. No
obstante, resulta evidente que en el caso de marras el demandante resulta ser un
funcionario que prestaba labores para la Dirección General de Aguas dependiente
del Ministerio de Obras Públicas, razón por la cual no es posible aplicar las
indemnizaciones estatuidas en los incisos tercero y cuarto del artículo 489, las que
se encuentran establecidas para los trabajadores regidos por el Código del
Trabajo, sin perjuicio de que ello no significa que el juez por disposición del
numeral 3°del artículo 495 de esa preceptiva no pueda adoptar todas las medidas
a que se encuentre obligado el infractor dirigidas a obtener la reparación de las
consecuencias derivadas de la vulneración de derechos fundamentales, incluidas
las indemnizaciones que procedan, razón por la cual no se advierte la vulneración
reclamada lo que obliga a esta Corte a rechazar el recurso por la caula y el motivo
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incoado.
OCTAVO: En subsidio del anterior deduce un cuarto motivo de nulidad por
la causal del artículo 477 del Código del Trabajo, por haberse dictado la sentencia
con infracción de ley que influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
específicamente, falta de aplicación de los artículos 1°, 3° letra c), 7 y 10 de la ley
N°18.834 sobre estatuto administrativo; y la letra b) y c) del artículo 300 del código
de aguas.
Sobre la particular estos sentenciadores estiman que la vulneración aludida
a los artículos 1°, 3° letra c), y 10 de la ley 18.834, sobre Estatuto Administrativo,
no es tal en el fallo que se impugna desde que, si bien tales normas se refieren a
las relaciones entre el Estado y el personal de las diversas dependencias a que
alude el artículo 1° de ese Estatuto, especialmente respecto de aquel empleado
sujeto a la modalidad de contrata definida de acuerdo a los artículos 3 letra c) y
10 de esa preceptiva como esencialmente transitoria, ello, como se señaló
precedentemente, no excluye la aplicación supletoria de las normas del Código del
Trabajo, respecto de aquellos trabajadores, en los aspectos no regulados por
dicho Estatuto, razón por la cual el procedimiento de tutela laboral, en este caso
es perfectamente aplicable.
En cuanto a la vulneración denunciada en el fallo, del artículo 7 del estatuto
Administrativo y 300 del Código de Aguas referida a la calidad de confianza del
cargo de Director Regional de aguas que detentaba el demandante y que, por lo
mismo, supone el ejercicio de la autoridad superior para disponer de él
discrecionalmente, cabe precisar que tal como refirió el Juez en el considerando
Vigésimo Primero del fallo, el aludido artículo 300, establecen los deberes y
atribuciones del Director General de Aguas, el cual de conformidad al artículo 299
del mismo Código de Aguas es calificado como un cargo de confianza.
Así mismo el Decreto Supremo N°1115 del Ministerio de Obras Públicas de
1969, que hace aplicable a la Dirección General de Aguas algunas disposiciones
del DFL 850 del Ministerio de Obras Públicas de 1997 y que contiene la ley
orgánica de dicho Ministerio, determina atribuciones del Director General de
Aguas y el artículo 15 de esa preceptiva reglamentaria, establece que los jefes de
departamento de la Dirección General de Aguas y los demás funcionarios de los
cuatro primeros grados de la escala única de sueldos y grados a que se refiere el
artículo 12 del aludido decreto del Ministerio de Obras Públicas ( entre los que no
se encuentra el de la demandada) son de libre designación del Presidente de la
República. Por su parte Decreto Supremo N° 12, del Ministerio de Obras Públicas,
de fecha 15 de enero de 1992, fija la organización de las dependencias de la
Dirección General de Aguas, y que consagra la existencia de una Subdirección,
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Arica, veintiuno de noviembre de dos mil dieciocho.
Dando cumplimiento a lo ordenado en el artículo 478 del Código del
Trabajo, se procede a dictar la correspondiente sentencia de reemplazo
Visto
Se reproduce solo la parte expositiva de la sentencia de tres de octubre del
presente año.
Y teniendo, además presente
PRIMERO: Que la demandante al deducir la acción de tutela laboral, por
despido discriminatorio, en la parte petitoria de su libelo solicitó lo siguiente:
1. Se disponga la inmediata reincorporación de don Juan Pablo Rejas Bustos, a la
Dirección Regional de Aguas de Arica y Parinacota, en su calidad de profesional a
contrata hasta el 31 de diciembre de 2018.
2. Declare la obligación del demandado de ofrecer disculpas públicas, mediante
un inserto en un diario de circulación nacional, dentro de los cinco días siguientes
a que el fallo quede firme y ejecutoriado.
3. Lucro cesante por la suma de $29.747.800.-, correspondiente a las
remuneraciones que debería percibir el demandante hasta el día 31 de diciembre
de 2018, o las sumas que correspondan hasta su reincorporación al servicio, en
caso que está sea anterior a esa fecha.
SEGUNDO Que los incisos 3° y 4° del artículo 489 del Código del Trabajo,
establecen los siguiente “En caso de acogerse la denuncia el Juez ordenará el
pago de la indemnización a que se refiere el inciso cuarto del artículo 162 y la
establecida en el artículo 163, con el correspondiente recargo de conformidad a lo
dispuesto en el artículo 168 y, adicionalmente, a una indemnización que fijará el
Juez de la causa, la que no podrá ser inferior a 6 meses ni superior a once meses
de la última remuneración mensual.
Con todo, cuando el juez declare que el despido es discriminatorio por
haber infringido lo dispuesto en el inciso cuarto del artículo 2° de éste Código, y
además ello sea calificado como grave, mediante resolución fundada, el trabajador
podrá optar entre la reincorporación o las indemnizaciones a que se refiere el
inciso anterior”
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Pronunciado por la Segunda Sala de la C.A. de Arica integrada por Ministro Presidente Pablo Sergio Zavala
F. y Abogado Integrante Ricardo Fernando Oñate V. Arica, veintiuno de noviembre de dos mil dieciocho.
En Arica, a veintiuno de noviembre de dos mil dieciocho, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución precedente.
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