Derecho de Peticion SANTA MARTA

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Medellín, 28 de junio de 2023

SEÑORES:

SECRETARIA DE MOVILIDAD DE SANTA MARTA


E.S.H.D

ASUNTO: DERECHO DE PETICIÓN SOLICITUD DE PRESCRIPCION O


EXONERACION DE SANCIÓN DE TRANSITO.

Astrid Lisseth Alarcón Gómez con cédula 37843150, en ejercicio del derecho de
petición consagrado en el artículo 23 de la Constitución Política de Colombia y
con el lleno de los requisitos de los artículos 5, 15 y 16 del Código de lo
Contencioso Administrativo ley 1437 de 2011 modificado por el artículo 1 de la ley
1755 de 2015, respetuosamente me dirijo a su despacho con el fin de solicitarle:

1) En caso que no tengan prueba que permita identificar plenamente al infractor


tal como lo ordena la Sentencia C – 038 de 2020, solicito la exoneración de los
comparendos 47001000000035748190, 47001000000035749701,
47001000000035749000 y 47001000000035760326.

2) Solicito por favor las guías de envió de notificación de las fotodetecciones


antes mencionadas.

3) Solicito por favor prueba de la citación para notificación personal y la


notificación por aviso de los comparendos 47001000000035748190,
47001000000035749701, 47001000000035749000 y 47001000000035760326.

4) 7) Solicito por favor los permisos solicitados ante la Supertransporte, prueba


de la debida señalización y de calibración de las cámaras de fotodetección con
la cual realizaron las fotodetecciones numero 47001000000035748190,
47001000000035749701, 47001000000035749000 y 47001000000035760326.
tal como lo establecen la ley 1843 del año 2017 y la Resolución 718 del año
2018.

5) En caso de no acceder a esta petición por favor argumentar en que artículo de


que ley se basan para hacerlo teniendo en cuenta que para las autoridades lo
que no está permitido expresamente en la ley y las normas está prohibido
según el artículo 6 de la Constitución. Además, se debe tener en cuenta que
ya transcurrieron los términos establecidos en el artículo 41 de la ley 153 de
1887 y el artículo 206 del decreto 019 de 2012.
RAZONES QUE SUSTENTAN ESTA PETICION

La sentencia C - 038 de 2020


Declaró inexequible el parágrafo 1 del artículo 8 de la ley 1843 de 2017 que
trataba sobre la solidaridad entre el conductor y el propietario del vehículo por las
infracciones captadas con cámaras de fotodetección. Ello implica que
automáticamente TODAS las fotodetecciones realizadas desde el 14 de julio de
2017 (fecha en la cual se sanciona la ley 1843 de 2017) hasta la fecha son
ilegales y deben ser exoneradas con base en el principio general del derecho
Accesorium sequitur principale o también Accesorium non ducit, sed sequitur
suum principale (lo accesorio sigue la suerte de lo principal).
Y para todas aquellas fotodetecciones anteriores al 2017, por analogía y según el
artículo 162 del Código Nacional de Tránsito, también deben exonerarse todas
aquellas fotodetecciones en donde no se hubiera podido establecer plenamente la
identidad del infractor ya que la sentencia C – 530 del año 2003 al analizar una
demanda de nulidad por inconstitucionalidad de uno de los apartes del artículo
129 del Código Nacional de Tránsito, también establecía que no se podía
vincular automáticamente al propietario del vehículo al proceso
contravencional sin que existieran elementos de prueba que permitieran
inferir que el propietario era el infractor. En palabras de la Corte: La
responsabilidad solidaria entre el conductor y el propietario del vehículo,
por las infracciones detectadas por medios tecnológicos (fotomultas), es
inconstitucional, al no exigir expresamente, para ser sancionado con multa,
que la falta le sea personal mente imputable y permitir, por lo tanto, una
forma de responsabilidad sancionatoria por el hecho ajeno

3.2. Luego de precisar el alcance del principio de responsabilidad personal en


materia sancionatoria, que exige imputación personal de las infracciones, como
garantía imprescindible frente al ejercicio del poder punitivo estatal (ius puniendi) y
de diferenciarlo del principio de culpabilidad, concluyó este tribunal que la
solidaridad prevista en la legislación civil no es plenamente aplicable a las
sanciones impuestas por el Estado, al estar involucrados principios
constitucionales ligados al ejercicio del poder punitivo estatal por lo que: (i) la
solidaridad en materia sancionatoria administrativa es constitucional, a condición
de (a) garantizar el debido proceso de los obligados, lo que implica que la carga
de la prueba de los elementos de la responsabilidad, incluida la imputación
personal de la infracción, le corresponde al Estado, en razón de la presunción de
inocencia y que a quienes se pretenda endilgar una responsabilidad solidaria,
deben ser vinculados al procedimiento administrativo en el que se impondría la
respectiva sanción, para permitir el ejercicio pleno y efectivo de su derecho a la
defensa; (b) respetar el principio de responsabilidad personal de las sanciones, lo
que implica demostrar que la infracción fue cometida por aquel a quien la ley le
atribuye responsabilidad solidaria o participó de alguna manera efectiva en su
realización; y (c) demostrar que la infracción fue cometida de manera culpable, es
decir, sin que sea factible una forma de responsabilidad objetiva.
3.3. Determinó la Corte que la norma demandada adolece de ambigüedades en
su redacción y, por consiguiente, genera incertidumbre en cuanto al respeto de
garantías constitucionales ineludibles en el ejercicio del poder punitivo del Estado.
Así, (i) aunque garantiza nominalmente el derecho a la defensa, al prever la
vinculación del propietario del vehículo al procedimiento administrativo, vulnera,
en realidad, dicha garantía constitucional, porque omite de la defensa lo relativo a
la imputabilidad y la culpabilidad, al hacer directamente responsable al propietario
del vehículo, por el solo hecho de ser el titular de este -imputación real, mas no
personal-. (ii) Desconoce el principio de responsabilidad personal o imputabilidad
personal, porque no exige que la comisión de la infracción le sea personalmente
imputable al propietario del vehículo, quien podría ser una persona jurídica y (iii)
vulnera la presunción de inocencia, porque aunque no establece expresamente
que la responsabilidad es objetiva o que existe presunción de culpa, al no requerir
imputabilidad personal de la infracción, tampoco exige que la autoridad de tránsito
demuestre que la infracción se cometió de manera culpable. Ante el
incumplimiento de garantías mínimas del ejercicio legítimo del poder punitivo del
Estado, la Sala Plena de la Corte Constitucional declaró, por consiguiente, la
inexequibilidad de la norma demandada.

En concepto número C – 6417 expediente D – 12519 del 19 de julio de


2018 de la Procuraduría General de la Nación, dicha corporación le solicitó a la
Corte Constitucional que declarara inexequible el parágrafo 1 del artículo 8 de la
ley 1843 de 2017 que establece que serán solidariamente responsables el
conductor y el dueño del vehículo por las fotodetecciones. Eso significa que ya la
Procuraduría estableció que no hay razón para que una persona que ni siquiera
ha sido notificada ni se ha enterado de sanción de tránsito alguna deba ser
endilgada con una serie de multas que ni siquiera cometió. La Procuraduría
también habla de cómo no se puede imponer la carga de la prueba al ciudadano
para que demuestre su inocencia sino como es el estado o más bien quien acusa
(el tránsito) quien debe demostrar la culpabilidad. También habla de como si bien
en nuestro ordenamiento jurídico se establece la posibilidad de la responsabilidad
objetiva, esta no es óbice para violar el debido proceso u obligarle a pagar por una
actuación que no cometió o que no se demostró que cometió. Igualmente, se
debe tener en cuenta el principio de la LEGALIDAD establecido en los
artículos 6, 209 y 230 de la Constitución Política de Colombia el cual se
resume en que ningún funcionario público puede actuar sino en base a las
leyes válidas y vigentes y no puede omitir o excederse en el ejercicio de sus
funciones.

Sentencia C-321 de 2022


Así pues, la obligación en cabeza de los propietarios de velar porque el vehículo
de su propiedad circule dando cumplimiento a las normas señaladas de tránsito,
es una obligación propter rem. En el caso de adquirir y mantener el Seguro
Obligatorio de Accidentes de Tránsito, y de efectuar la revisión técnico- mecánica
en el plazo estipulado en la ley, claramente se trata de una obligación de
resultado que deberá cumplir el propietario por el solo hecho de ser el titular del
derecho real del vehículo.
Por su parte, en lo relativo a cumplir con las normas tránsito, es necesario
distinguir dos escenarios; el primero, cuando el vehículo está bajo la custodia del
propietario y el segundo, cuando el vehículo es conducido por un tercero. En el
primer caso se puede considerar que también se trata de obligaciones que surgen
por el solo hecho de ser el propietario y que, por ende, tienen una naturaleza de
obligaciones de resultado. Empero, puede entenderse que razonablemente se
trata de una obligación de medio, cuando el vehículo no está bajo la custodia del
propietario (segundo evento), como cuando este voluntariamente lo presta a un
tercero. En estos casos, el propietario cuenta con una serie de conductas a su
alcance para “velar” porque el vehículo circule dando cumplimiento a esas
condiciones, como exigir a quién conducirá el vehículo que se haga responsable
por el cumplimiento de las normas de tránsito, y que responda ante la autoridad
administrativa en caso de la comisión de una infracción, verificar que el conductor
cuente con las capacidades técnicas y teóricas, así como con los permisos
exigidos por la ley para conducir, y exigir al conductor que circule con el vehículo
por lugares y en horarios que están permitidos, entre otras cosas.
La Sala Plena de la Corte Constitucional declarará exequible el artículo 10 de la
Ley 2161 de 2021 en lo relativo a los literales a) y b).

Precisiones respecto de los literales c), d) y e) del artículo 10 de la Ley 2161


de 2021. El deber de diligencia y vigilancia que comporta la función social de la
propiedad, implica, cuando menos, que el propietario del vehículo (i) use el
vehículo dando cumplimiento a las normas de tránsito; (ii) tome todas las medidas
necesarias para custodiar el vehículo cuando no está en uso; (iii) conozca la
destinación que se le está dando al vehículo; y (iv) sepa, en caso de que el
vehículo vaya a ser conducido por un tercero, si este tiene las habilidades y ha
sido capacitado técnica y teóricamente para operar el vehículo, así como, si
cuenta con las licencias y permisos exigidos por la ley para el efecto, entre otras
verificaciones.
Así pues, resulta razonable y proporcional que el Legislador haya impuesto la
obligación al propietario del vehículo de velar porque este circule dando
cumplimiento a las normas de tránsito señaladas, pues con ello se promueve la
seguridad vial y la protección de los usuarios, los cuales “constituyen principios
rectores de la regulación del tránsito terrestre y un fin constitucionalmente válido y
relevante, de conformidad con el artículo 2º Superior”.1
En efecto, “(…) si no existiera una regulación adecuada de la circulación de
personas y vehículos sobre las vías públicas, los derechos de los particulares, así
como el interés colectivo, se verían gravemente afectados: la descoordinación
de las fuerzas físicas que
actúan en el escenario del tránsito vehicular y peatonal, provocaría la
accidentalidad constante de sus elementos (…)”.2 En ese sentido, resulta
constitucionalmente legítimo que Legislador imponga a los propietarios de
vehículos la obligación de velar porque estos circulen dando cumplimiento a las
normas de tránsito objeto de análisis.
De conformidad con el artículo 10 de la Ley 2161 de 2021, en lo relativo a los
literales c), d) y e) será declarado exequible, bajo el entendido que el propietario
del vehículo podrá ser sancionado cuando, al interior del proceso administrativo
sancionatorio, resulte probado
que este, de manera culposa incurrió en las infracciones de tránsito analizadas.

Por último, es necesario tener en cuenta el artículo 31 de la ley 1437 de 2011 en


cuanto a la adecuada respuesta que deben tener los derechos de petición:

Ley 1755 de 2015 - ARTÍCULO 31 La falta de atención a las peticiones y a los


términos para resolver, la contravención a las prohibiciones y el desconocimiento
de los derechos de las personas de que trata esta Parte Primera del Código;
constituirán falta gravísima para el servidor público y darán lugar a las sanciones
correspondientes de acuerdo con la ley disciplinaria.

Recibo respuesta a este derecho de petición en Cra 93a # 78a – 21, barrio robledo,
Medellín o en el correo electrónico: juan.a1982@hotmail.com
Cel: 3174012466

Cordialmente

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Astrid Lisseth Alarcón Gómez
Cédula 37843150 de Santa Marta

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