El Árbol Mágico

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

El Árbol Mágico

Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de frondosos bosques, un árbol


mágico. Nadie sabía con certeza cuántos años tenía ese árbol, pero se decía que
era el ser más antiguo de la región. Su tronco era grueso y retorcido, y sus hojas
brillaban con colores que parecían imposibles en un árbol común.

La leyenda del árbol se transmitía de generación en generación, y se decía que


tenía el poder de conceder un solo deseo a cualquier persona que se aventurara a
buscarlo en la profundidad del bosque. Sin embargo, este deseo tenía una
condición: debía ser un deseo puro y desinteresado.

Un día, una joven llamada Elara escuchó la historia del árbol mágico de boca de su
abuela. Su corazón se llenó de esperanza, y decidió emprender el viaje al bosque
en busca del árbol. Aunque no tenía un deseo específico en mente, estaba decidida
a encontrarlo y conocer su magia.

Elara se adentró en el bosque con una mochila llena de comida y una brújula que
su abuela le había regalado. Mientras caminaba entre los árboles altos y el
murmullo del arroyo cercano, comenzó a sentir una extraña conexión con la
naturaleza a su alrededor. Se dio cuenta de que no solo buscaba un deseo para sí
misma, sino que también deseaba algo para el mundo.

Días pasaron mientras exploraba el bosque, enfrentando desafíos y superando


obstáculos. Durmió bajo las estrellas y se alimentó de los frutos que el bosque le
proporcionaba. Cada vez sentía que se acercaba más al misterioso árbol mágico.

Finalmente, un atardecer, encontró un claro en el bosque donde se alzaba


majestuoso el árbol mágico. Sus hojas parecían bailar con la brisa y sus raíces se
entrelazaban con las raíces de otros árboles, formando una red que parecía abrazar
la tierra misma.

Elara se acercó al árbol y, con reverencia, le contó su viaje y sus sentimientos. Le


dijo que deseaba un mundo lleno de amor y compasión, donde las personas se
ayudaran mutuamente y cuidaran de la naturaleza que los rodeaba.

Entonces, algo maravilloso ocurrió. El árbol mágico comenzó a brillar con una luz
dorada y las hojas comenzaron a caer suavemente alrededor de Elara. Una
sensación de paz y alegría llenó su corazón.
Elara regresó al pueblo, y a medida que se acercaba, notó un cambio en el aire. Las
personas parecían más amables y sonreían con más frecuencia. El agua del arroyo
era más clara, y los campos florecían con colores vivos. La magia del árbol mágico
se había extendido por todo el lugar, cumpliendo su deseo de un mundo mejor.

A lo largo de los años, Elara siguió visitando el árbol mágico, compartiendo


historias de esperanza y amor con las personas de su pueblo. La magia del árbol se
mantuvo viva, recordándoles a todos que los deseos más puros pueden cambiar el
mundo.

Y así, el árbol mágico siguió siendo un símbolo de la magia que reside en los
corazones de las personas y de cómo un deseo puro y desinteresado puede
transformar el mundo que nos rodea.

Y este fue el cuento del árbol mágico, un recordatorio de que cada uno de
nosotros tiene el poder de hacer del mundo un lugar mejor con nuestros deseos y
acciones.

También podría gustarte