Introducción Marco Teórico

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INTRODUCCIÓN

El aumento de densidad poblacional es una situación constante cuyo crecimiento se ve


resuelto con el impulso y la creación de diversos proyectos de vivienda encaminados a
poder solucionarlo, así como ser una vía para ofrecer un mejor estilo de vida a las familias
que desean adquirir un bien inmueble, sea para poder vivir en él o para darle usos
comerciales (alquiler) que puedan ayudar al sustento diario.

Es así que se abren nuevos lugares que no han sido habitados previamente, con la finalidad
de poder adecuarlos en forma de predios para impulsar la construcción de viviendas que,
en su conjunto, conformen una ciudadela o urbanización que ofrezca diversos beneficios a
quienes adquieran una unidad habitacional en esta.

El cantón Daule se encuentra en un momento de continuo desarrollo urbanístico, con el


constante lanzamiento de proyectos habitacionales para personas de todo estrato
económico-social, convirtiéndose en uno de los polos urbanísticos de la provincia del
Guayas.

Estos proyectos habitacionales, como se ha mencionado, son ofertados a todo tipo de


personas, teniendo un alto flujo de adquisición debido a los interesantes planes de pago
por cuotas módicas que -generalmente- se encuentran al alcance del comprador. (Diario El
Universo, 2013)

No obstante, la existencia de estos proyectos habitacionales conlleva altos costos de


construcción, con materiales que -en la gran mayoría de casos- no cumplen con los
estándares necesarios para la protección ambiental y el impulso del desarrollo sostenible
tan necesario en los días que corren en la sociedad actual.

Es así que muchas familias adquieren un bien por un valor excesivamente alto -pero que
se presenta accesible debido a las comodidades de pago- y, además, con proyectos que
no cumple con las exigencias ambientales de actualidad; siendo que, hay mejores
posibilidades, a menor costo y con respeto de los principios de sostenibilidad y
sustentabilidad necesarios para el cantón Daule, que se ha caracterizado por su naturaleza
eminentemente arrocera.

A partir de lo previamente expuesto, se identifican dos variables que son enumeradas a


continuación:
1. VARIABLE INDEPENDIENTE: Gestión de Construcción.

2. VARIABLE DEPENDIENTE: Despilfarro, Construcción Sostenible.

La metodología aplicada es cuantitativa puesto que se busca la recopilación de información


que ayude a dilucidar la hipótesis planteada, así como un análisis respecto de los costos
que se asumen en materiales de construcción de casas cuya principal característica en ser
sostenibles. El diseño de la investigación es experimental debido a que se obtendrá
mediciones de las variables con la finalidad de corroborar o descartar la hipótesis planteada.
Con la aplicación de esta metodología, el lector será re direccionado a los resultados que
son analizados en el trabajo investigativo, de tal forma que la conclusión del mismos sea
consecuente con lo que se ha expuesto.

La lectura del trabajo investigativo ofrecerá una visión objetiva respecto del uso (o falta del
mismo) de técnicas de construcción que incluyan el cuidado al medioambiente por medio
de los diferentes principios de sostenibilidad como parte de un régimen en el que se da
prioridad a la naturaleza en la urbanización de lugares.

MARCO TEÓRICO REFERENCIAL

Al hacer referencia a la construcción, lo hacemos de forma directa respecto del desarrollo de las
sociedades. De acuerdo con lo indicado por Maldonado Dávila y Blanco Cruz (2021), es en 1969
cuando se utiliza por primera vez el término desarrollo sostenible bajo el auspicio de la Unión
Internacional para Conservación de la Naturaleza (UICN) en un documento oficial firmado por
treinta países africanos, en 1987 aparece por primera vez el informe Brundtland, nombrado así por
la primera ministra Noruega Gro Harlem Brundtland, que en español se tituló “Nuestro futuro
común”, elaborado por varios países de la Organización de las Naciones Unidas ONU, en dicho
informe se utiliza el término Desarrollo Sostenible como “la necesidad imperiosa de estudiar y
delimitar el impacto que tienen las actividades sobre el medio ambiente”.

De acuerdo con lo indicado por la Universidad Europea (2021), la construcción sostenible es


considerada aquella que se caracteriza por:

•Ser respetuosa con el entorno y estar adaptada a sus condiciones.


•Ahorrar recursos mediante la utilización de materiales de bajo impacto ambiental y social a lo largo
de su ciclo de vida.

•Ahorrar consumo energético gracias a la puesta en práctica de estrategias de bioconstrucción, así


como el uso de energías renovables y la eficiencia energética.

•Garantizar el bienestar de sus usuarios, ser un lugar seguro y cómodo para ellos.

En este sentido, González y Roblero (2019) consideran que un sistema de construcción sostenible
es aquel conjunto de técnicas para crear formas y combinaciones para armar estructuras que con
especial respeto con el medio ambiente, se dirige a la minimización de el consumo de energía y a la
reducción de los impactos ambientales, pues no atenta contra los recursos naturales, ya que implica
una responsabilidad con el medio ambiente y considera las diferentes alternativas en todas las
etapas de construcción.

La construcción de una vivienda sostenible comienza con la elección de un lugar adecuado,


atendiendo a los ecosistemas locales y el uso de energía que supondrá su obra, uso y
mantenimiento. No obstante, también se puede valorar la posibilidad de reutilizar o rehabilitar una
vivienda ya hecha; o bien, construir en un terreno abandonado o uno que ya ha sido desarrollado
previamente.

MH Tascón (2009) considera que las técnicas constructivas avanzadas y el desarrollo de espacios
construidos sostenibles son temas que han aparecido en el entorno arquitectónico académico y
profesional en los últimos años, así como todos los elementos que directa e indirectamente se
relacionan con el calentamiento global. Cómo se consideran los efectos ambientales en el diseño,
construcción, uso, reutilización y demolición de edificios es un tema importante en la toma de
decisiones y estrategias de marketing de las profesiones de la arquitectura y la construcción, así
como entre los usuarios que demandan una construcción cada vez más eficiente. edificaciones de
acuerdo al uso racional de los recursos naturales y económicos en relación al uso de energía y costos
de operación de los procesos constructivos.

Giordani y Leone (2020) indican que este un sistema constructivo que promueve alteraciones
conscientes en el entorno, de forma a atender las necesidades de habitación y uso de espacios del
hombre moderno, preservando el medioambiente y los recursos naturales, garantizando calidad de
vida para las generaciones actuales y futuras.
Las construcciones sostenibles están pensadas para reducir el consumo de energía, mejorar el
rendimiento energético y maximizar el uso de energías renovables. Las viviendas sostenibles buscan
reducir el impacto ambiental y económico que implica bombear, transportar y tratar las aguas, tanto
potable como residual.

Una construcción sostenible se basa en la reutilización y el reciclaje de materiales a lo largo de su


ciclo de vida, desde su diseño hasta el momento del derribamiento. De ese modo, se intenta
minimizar el agotamiento de los recursos y la contaminación, mejorar la gestión de residuos y
reducir los costes de eliminación.

Este tipo de casas se preocupa por mejorar la calidad ambiental interior, de tal manera que sea
confortable y saludable para los usuarios. Es, por ello, que suele apostarse por maximizar la
iluminación natural, tener una ventilación y unos niveles de humedad adecuados, mejorar el
rendimiento térmico y acústico o evitar el uso de materiales tratados con productos químicos
tóxicos o cuyos procesos de producción supongan un consumo energético elevado, entre otros
aspectos.

La optimización de las prácticas operativas y de mantenimiento durante el diseño y obra de una


construcción sostenible contribuirá a prevenir futuras incidencias, reducir los gastos de energía y
recursos derivados de las reparaciones que se pudieran necesitar hacer, y conseguir un edificio de
mayor calidad y duradero en el tiempo.

La construcción sostenible se basa en un nuevo modelo de edificación en el que se consideran los


impactos ambientales relacionados con todo el proceso de construcción del edificio, que engloba
desde la fase de diseño y proyecto, a la fase de construcción, uso del edificio y hasta la posterior
demolición y gestión de los residuos. La construcción sostenible tiene por fin minimizar todos los
impactos ambientales que se generan en todo el ciclo de vida de la construcción, abarcando factores
tales como un uso eficiente de la energía y el agua, utilización de materiales de construcción y
recursos naturales no perjudiciales para el medio ambiente, una adecuada gestión de los residuos,
el uso de energías renovables, todo ello con el único objetivo de lograr que la edificación sea lo más
sostenible o “verde” posible y por tanto con menor impacto ambiental. (Eurofins Ingenieros
Asesores, 2021)

El Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica (2018) indica que la construcción
sostenible se piensa como la reducción de residuos para reducir el impacto ambiental. Y desde el
punto de vista de las 4 “R” del reciclaje (reducir, reutilizar, reciclar y recuperar), este es el punto de
inicio adecuado.

En el proceso de edificación, se pueden destacar algunos aspectos de impacto como los relacionados
con la salud y seguridad tanto de constructores como habitantes circundantes, así como el manejo
de los residuos producidos por la construcción. Estos son aspectos que, si bien tienen relevancia en
la huella ecológica del edificio desde su materialización inicial, son impactos inmediatos y muy
directos, los cuales en el acumulado no son tan representativos dentro del sumatorio total de toda
la energía y la afectación al medio ambiente respecto al ciclo de vida del mismo.

La cantidad de energía relacionada con los ambientes construidos dependerá del consumo de
energía durante todo el ciclo de vida del edificio, esta es la energía requerida para la construcción,
operación y disposición final del edificio cuando es demolido. Del total de la energía usada durante
la vida útil del edificio, cerca de un 15% es usada para el proceso de construcción y alrededor de un
5% en su demolición. Sin embargo, un considerable valor de aproximadamente el 80% es usado en
su operación. Las implicaciones indirectas de esta utilización de la energía en el calentamiento global
han sido profundamente estudiadas. La creciente demanda por edificios termalmente ventilados y
naturalmente iluminados usando cada vez menos energía es un requisito modelo para proyectos
futuros. De hecho, hoy en día los edificios altamente eficientes en términos energéticos están siendo
cada vez más populares entre profesionales y usuarios finales. Sin embargo, el concepto de
eficiencia energética es un asunto complejo, el cual envuelve muchas estrategias que tienen que ser
aplicadas al diseño formal y funcional, a las tecnologías de construcción, a las de gestión, salud,
confort ocupacional y finalmente a las relacionadas con la huella ecológica del edificio a lo largo de
su vida útil. Estos son elementos clave involucrados en lograr una aproximación holística dentro de
los requerimientos de sostenibilidad de cualquier ambiente construido.

La construcción sostenible ha demostrado beneficios ambientales y económicos, sin embargo,


existen todavía obstáculos dentro de la industria para adoptar tendencias serias para poner en
práctica criterios “verdes” en la construcción. Las condiciones actuales que exigen edificios cada vez
más eficientes y ambientalmente responsables están determinando un cambio en el paradigma de
producción de proyectos Urbano-Arquitectónicos. Estos proyectos requieren un enfoque
multidisciplinario donde se haga especial énfasis en la integración con el componente social y la
planificación a largo plazo. Los ejercicios relevantes a cualquier construcción sostenible no pueden
dejar de lado la integración con los ante - cedentes históricos con las necesidades del presente y la
visión de lo deseable del futuro El éxito de una construcción sostenible será el de aquella que logre:
Optimización del Costo/Beneficio, equidad en la distribución y uso de los recursos disponibles en
todos los segmentos de la población, integridad eco-sistémica entre lo creado y los procesos
ecológicos existentes. Aunque existe una creciente voluntad por construir edificios cada vez más
amigables con el ambiente, todavía carecemos en nuestro medio de una reglamentación clara que
exija a diseñadores y constructores adoptar técnicas sostenibles en la práctica profesional.
Igualmente falta cuantificar más a fondo los beneficios reales de los edificios “verdes” o sostenibles.
Aunque el proceso aplicación es lento en la práctica, la tendencia a desarrollar edificios
ambientalmente responsables está ganando momento y conciencia entre las nuevas generaciones
de profesionales, las cuales están adoptando técnicas y métodos de diseño ambiental sostenible
como parte fundamental de la práctica profesional.

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