Tumores

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SNC:

TUMORES:

Glioblastoma

El glioblastoma es un tipo de cáncer que comienza con el desarrollo


de células en el cerebro o en la médula espinal. Las células se
desarrollan rápidamente, y pueden invadir y destruir tejidos sanos. El
glioblastoma se forma a partir de células denominadas astrocitos, que
brindan soporte a las neuronas.

El glioblastoma puede ocurrir a cualquier edad, pero tiende a aparecer


con mayor frecuencia en adultos mayores y en hombres. Los síntomas
del glioblastoma incluyen dolores de cabeza que empeoran, náuseas y
vómitos, visión borrosa o doble y convulsiones.

No existe cura para el glioblastoma, también llamado glioblastoma


multiforme. Los tratamientos pueden reducir la velocidad de desarrollo
del cáncer y disminuir los síntomas.

Diagnóstico

Entre los exámenes y los procedimientos que se hacen para


diagnosticar el glioblastoma se incluyen los siguientes:
Examen neurológico. En este tipo de examen, se controla la visión, la
audición, el equilibrio, la coordinación, la fuerza y los reflejos. Un
problema en una o más de estas áreas puede ofrecer pistas sobre la
parte que el glioblastoma afecta en el cerebro.

Pruebas por imágenes. Las pruebas por imágenes pueden ayudar a


determinar la ubicación y el tamaño de un glioblastoma. La resonancia
magnética se utiliza con frecuencia para diagnosticar el glioblastoma.
Otras pruebas por imágenes podrían incluir tomografías
computarizadas y tomografías por emisión de positrones.

Extracción de una muestra de tejido para análisis. Una biopsia es un


procedimiento en el que se extrae una muestra de tejido para análisis.
Se puede hacer con una aguja antes de la cirugía o durante la
operación para extirpar el glioblastoma. La muestra se envía a un
laboratorio para análisis. Los exámenes pueden indicar si las células
son cancerosas y si son células de glioblastoma.

Los exámenes específicos de las células cancerosas pueden brindar


al equipo de atención médica más información sobre el glioblastoma y
tu pronóstico. El equipo utiliza esta información para crear un plan de
tratamiento.

Tratamiento

Las opciones de tratamiento para el glioblastoma incluyen las


siguientes:

Cirugía para extraer el glioblastoma. Un cirujano del cerebro, también


conocido como neurocirujano, trabaja para extirpar la mayor cantidad
posible del tumor. A menudo, el glioblastoma se desarrolla en el tejido
sano del cerebro, por lo que podría no ser posible extirpar todas las
células cancerosas. La mayoría de las personas reciben otros
tratamientos después de la cirugía para llegar a las células cancerosas
que quedaron.

Radioterapia. La radioterapia utiliza poderosos haces de energía para


destruir las células cancerosas. La energía puede provenir de fuentes
como los rayos X y los protones. Durante la radioterapia, te recuestas
sobre una camilla mientras una máquina se mueve a tu alrededor. La
máquina dirige la radiación a ciertos puntos de tu cerebro.

La radioterapia por lo general se recomienda después de la cirugía.


Podría combinarse con quimioterapia. En el caso de las personas que
no pueden realizarse una cirugía, el principal tratamiento puede ser la
radioterapia y quimioterapia.

Quimioterapia. La quimioterapia usa medicamentos fuertes para


destruir células cancerosas. A menudo se usa un medicamento de
quimioterapia que se toma en forma de pastilla después de la cirugía,
y durante y después de la radioterapia. Otros tipos de quimioterapia
administrados a través de una vena podrían ser el tratamiento para el
glioblastoma que regresa.

A veces, es posible que se coloquen en el cerebro durante la cirugía


obleas circulares y delgadas que contienen el medicamento de
quimioterapia. Las obleas son de disolución lenta y liberan el
medicamento para destruir las células cancerosas.

Terapia de campos de tratamiento tumoral. La terapia de campos de


tratamiento tumoral usa un campo eléctrico para interrumpir la
multiplicación de las células cancerosas. Esta terapia implica colocar
almohadillas adhesivas en el cuero cabelludo. Las almohadillas están
conectadas a un dispositivo portátil que crea un campo eléctrico.
La terapia de campos de tratamiento tumoral funciona con la
quimioterapia. Podría indicarse después de la radioterapia.

Terapia dirigida. La terapia dirigida utiliza medicamentos que atacan


sustancias químicas específicas dentro de las células cancerosas.
Mediante el bloqueo de estas sustancias químicas, los tratamientos
dirigidos pueden destruir las células cancerosas.

Ensayos clínicos. Los ensayos clínicos son estudios de nuevos


tratamientos. Estos estudios presentan una oportunidad para probar
los tratamientos más recientes. Podría desconocerse el riesgo de
efectos secundarios. Pregúntale al proveedor de atención médica si
puedes participar en un ensayo clínico.

Atención médica de apoyo. La atención médica de apoyo, que también


se conoce como cuidados paliativos, se centra en aliviar el dolor y
otros síntomas de enfermedad grave. Esta capa de apoyo adicional se
da en conjunto con otros tratamientos, como cirugía, quimioterapia o
radioterapia.

Los gliomas son el tipo más común de tumor del sistema nervioso
central (es decir, del cerebro y la médula espinal). Se originan a partir
de células gliales que crecen sin control. Según su apariencia
microscópica, se pueden clasificar en astrocitomas, ependimomas y
oligodendrogliomas. Los glioblastomas (un tipo de astrocitoma) son el
tipo más maligno.

Considerando su patrón de crecimiento y capacidad infiltrante, los


gliomas se clasifican según la Organización Mundial de la Salud
(OMS) en Grados (I-IV). Un progreso notable ha introducido
marcadores moleculares y genéticos en su clasificación, lo que permite
a los pacientes beneficiarse de conocimientos pronósticos y
terapéuticos. Los gliomas pueden afectar a pacientes de todas las
edades, pero son más comunes en adultos.

Pueden producir síntomas por compresión o invasión local de


estructuras adyacentes. También pueden aumentar la presión
intracraneal (presión dentro del espacio del cráneo). Una evaluación
integral con una historia clínica detallada, un examen neurológico y
estudios de neuroimagen es el punto de partida para tratar a un
paciente con sospecha de glioma. Se recomienda un manejo
cuidadoso centrado en el paciente con un enfoque multidisciplinario.

¿Qué es un glioma?

Para brindar una descripción general de los gliomas, comencemos


analizando dónde se originan los gliomas. Estos tumores surgen de
las células gliales, que son células no neuronales que rodean,
protegen y sostienen las neuronas del cerebro y la médula espinal.
Los gliomas son el tipo más común de tumor cerebral (Figura 1).
Suelen aparecer en personas mayores, pero también pueden afectar a
pacientes jóvenes. Los síntomas que producen están relacionados con
la invasión o compresión de estructuras adyacentes del sistema
nervioso central o la elevación de la presión intracraneal.

¿Cómo funciona el Sistema Nervioso Central?

Ya que en este lugar del cuerpo, es que se encuentran las neuronas,


es que se cumple con la función de conducir impulsos nerviosos y por
ende transmitir información que viene del medio externo e interno,
para luego enviarlo a la región encargada del cerebro y que se ejecute
la respuesta adecuada

¿Cómo está formado el Sistema Nervioso Central?


Principalmente, el neuroeje está compuesto por grandes cantidades
de pequeñas células, conocidas como neuronas, las cuales están
conformadas por un cuerpo, axones y dendritas.

Este complejo además de estar formado por el cerebro o encéfalo, y


por la médula espinal, también podemos encontrar a dos sustancias
(sustancia blanca y sustancia gris) que están definidas como grupo de
cuerpos neuronales y grupos de axones.

El cerebro, a su vez está dividido en dos hemisferios cerebrales, en


donde se ubican los lóbulos occipitales, frontal, temporal, parietal. Y
justo por encima de estos lóbulos, se encuentra la corteza cerebral
motora, corteza sensitiva, olfativa, corteza visual y corteza auditiva.
Pero no solo encontramos esas estructuras también están: el
cerebelo, los ganglios basales, el hipocampo, la corteza insular o
ínsula, el tálamo y el hipotálamo.

En cuanto a la médula espinal, está es considerada como una


prolongación del tronco del encéfalo y como una entrada hacia al
sistema nervioso periférico, del cual salen y entran los nervios de todo
el cuerpo.

El tronco del encéfalo, tiene la función de ser un puente entre el


cerebro, el cerebelo y la médula espinal.

¿Qué controla el Sistema Nervioso Central?

Este sistema nervioso al estar formado por muchas estructuras,


interviene en diferentes funciones corporales, entre ellas tenemos:
El aprendizaje motor por parte de los ganglios basales.

El troncoencéfalo que participa en la conciencia, sueño, control


respiratorio y del corazón.

El lóbulo frontal que coordina el comportamiento.

Las sensaciones por parte del lóbulo parietal.

El lóbulo temporal controla la audición.

La regulación del tono muscular y el equilibrio por el cerebelo.

El lóbulo occipital con la visión.

¿Qué estructuras protegen al Sistema Nervioso Central?

Primero viene el cerebro con sus diferentes lóbulos, luego viene la


corteza cerebral que es la capa externa, le siguen las menínges
(duramadre, piamadre y aracnoides), por donde circula el líquido
cefalorraquídeo y finalmente se tiene al cráneo que es la superficie
dura de la cabeza.
Astrocitoma

Los astrocitomas surgen de los astrocitos, que son células en forma de


estrella que limpian el entorno del cerebro y sostienen las neuronas.
Los astrocitomas se desarrollan cuando los astrocitos crecen y se
dividen de forma desordenada. Son el tipo más común de glioma. Hay
diferentes subtipos y grados. El astrocitoma de grado IV, también
conocido como glioblastoma, es el más invasivo y agresivo. En
general, las modalidades de tratamiento son cirugía, radiación y
quimioterapia. Los tumores de bajo grado tienen el mejor pronóstico.

Glioblastoma

El glioblastoma, anteriormente conocido como glioblastoma


multiforme, es el tumor cerebral primario más común en adultos y es
un cáncer cerebral. Lamentablemente, aún no se ha identificado la
causa específica de su aparición, pero determinadas condiciones
genéticas y factores ambientales aumentan el riesgo de desarrollo.
Los síntomas pueden ser más pronunciados debido a su
comportamiento agresivo. Los glioblastomas crecen rápidamente y se
infiltran en el cerebro sano y normal que los rodea. Es característica su
apariencia en las imágenes radiológicas (Figura 3).

Debido a su crecimiento difuso, su eliminación completa es casi


imposible. Tanto el riesgo como la tasa de recurrencia son altos. Si no
se trata, el tiempo medio de supervivencia después del diagnóstico es
de 3 a 4 meses. Aunque el pronóstico es desfavorable, ha habido
informes de supervivientes a largo plazo. El tratamiento es exclusivo
del paciente a través de un equipo sanitario especializado.

Ependimoma
Los ependimomas surgen de las células que recubren el cerebro y las
cavidades del líquido interno de la médula espinal (cerebroespinal:
LCR). Las células ependimarias producen líquido cefalorraquídeo. En
los niños se presentan principalmente en el cerebro, mientras que en
los adultos suelen surgir en la médula espinal. Algunas familias
muestran grupos de casos que apuntan a una posible asociación
genética con su aparición. Las modalidades de tratamiento son
variables y se seleccionan según el caso específico. Distintivamente,
los ependimomas tienen una alta sensibilidad a la radioterapia. Al igual
que los otros subtipos, el tratamiento y el pronóstico son específicos
del paciente y del grado del tumor.

Oligodendroglioma

Los oligodendrogliomas surgen de los oligodendrocitos, que son


células que recubren las fibras nerviosas. Estas células producen
mielina que aumenta la velocidad de transmisión de señales entre
neuronas. Para estos tumores, el síntoma de presentación más común
son las convulsiones.

En algunos casos, las convulsiones pueden afectar a los pacientes


varios años antes de su diagnóstico. Se presentan alrededor de los 40
años de edad. Una historia familiar positiva duplica el riesgo de que
ocurra. Los oligodendrogliomas pueden ser de Grado II (grado bajo) o
de Grado III (grado alto). Favorablemente, las tasas de supervivencia
son superiores al 70% después de cinco años. El tratamiento depende
del caso, pero estos tumores responden bien a la quimioterapia.

En resumen, los gliomas son tumores del sistema nervioso central que
surgen de células gliales normales (es decir, astrocitos,
oligodendrocitos y células ependimarias). Se nombran según las
células de las que surgen. Su clasificación depende de su forma,
comportamiento de crecimiento y variaciones genéticas moleculares
clave.

El pronóstico de los gliomas depende de varios factores como la edad,


las comorbilidades, el grado y la ubicación del tumor, la respuesta al
tratamiento y la extensión de la resección quirúrgica. Es necesario
informar a los pacientes sobre la importancia de un seguimiento
médico estrecho, el cumplimiento del régimen de tratamiento y las
modificaciones en el estilo de vida. Se recomienda un enfoque
multidisciplinario para mejorar la atención al paciente y obtener los
mejores resultados posibles.

Conclusiones clave

Los gliomas son el tipo de tumor más común del cerebro y la médula
espinal. Surgen de células gliales como astrocitos, oligodendrocitos y
células ependimarias.

Se pueden clasificar según los grados de la OMS (I-IV) según la forma


de sus células, su capacidad infiltrativa, su tasa de crecimiento y sus
características genéticas. Los gliomas de alto grado son los más
agresivos. El glioblastoma es el tumor cerebral primario más común.

La historia del paciente, el examen físico y las pruebas clínicas (es


decir, resonancia magnética) son fundamentales para el diagnóstico.

Las opciones de tratamiento son variables y únicas para el paciente.


Por lo tanto, se recomienda un enfoque multidisciplinario para obtener
mejores resultados para los pacientes.

A pesar de los avances científicos, los gliomas de alto grado son muy
difíciles de tratar. Por lo tanto, se necesitan investigaciones clínicas y
de ciencias básicas en curso para mejorar la atención y los resultados
de estos pacientes.
Astrocitoma

El astrocitoma es una multiplicación de células que comienza en el


cerebro o la médula espinal. Esta multiplicación, que se denomina
tumor, se inicia en unas células llamadas astrocitos. Los astrocitos
sostienen y conectan las células nerviosas del cerebro y la médula
espinal.

Los síntomas del astrocitoma varían en función de dónde se encuentre


el tumor. Un astrocitoma en el cerebro puede causar cambios de
personalidad, convulsiones, dolores de cabeza y náuseas. Un
astrocitoma en la médula espinal puede causar debilidad y
discapacidad en la zona afectada por el tumor en desarrollo.

Algunos astrocitomas se multiplican lentamente. Estos no se


consideran cancerosos. Los tumores no cancerosos a veces se llaman
astrocitomas benignos. La mayoría de los astrocitomas se multiplican
rápidamente y se consideran cánceres cerebrales. También se
conocen como astrocitomas malignos. Que el tumor sea benigno o
maligno es uno de los factores que el equipo de atención médica tiene
en cuenta a la hora de elaborar un plan de tratamiento.

Diagnóstico

Las pruebas y los procedimientos utilizados para diagnosticar el


astrocitoma incluyen los siguientes:

Examen neurológico. Durante un examen neurológico, un miembro del


equipo de atención médica te preguntará cuáles son tus síntomas.
También te revisarán la visión, la audición, el equilibrio, la
coordinación, la fuerza y los reflejos. Los problemas en uno o más de
estos puntos pueden ayudar a identificar la parte del cerebro afectada
por un tumor cerebral.

Pruebas por imágenes. Las pruebas por imágenes permiten


determinar la ubicación y el tamaño del tumor cerebral. La resonancia
magnética se utiliza con frecuencia para diagnosticar tumores
cerebrales. Se puede utilizar junto con las imágenes de resonancia
magnética especializada, como la resonancia magnética funcional, la
resonancia magnética de perfusión o la espectroscopia por resonancia
magnética.

Otras pruebas por imágenes pueden incluir una tomografía


computarizada y una tomografía por emisión de positrones.

Extracción de una muestra de tejido para análisis. Una biopsia es un


procedimiento para extraer una muestra de tejido del tumor para
analizarla. A menudo, la muestra se extrae durante la cirugía para
extirpar el astrocitoma. Si el astrocitoma está en un lugar de difícil
acceso con instrumentos quirúrgicos, se puede utilizar una aguja para
obtener la muestra. El método que se utilizará dependerá de tu
situación. El tejido se envía a un laboratorio para su análisis. Las
pruebas pueden determinar los tipos de células y la velocidad con la
que crecen.

Existen pruebas especiales que ofrecen información detallada sobre


las células tumorales. Las pruebas pueden buscar cambios en el ADN,
que es el material genético de las células tumorales. El resultado le da
al equipo de atención médica información sobre tu pronóstico. El
equipo utiliza esta información para crear un plan de tratamiento.
Tratamiento

Los tratamientos de astrocitoma incluyen:

Cirugía para extirpar el astrocitoma. Un cirujano del cerebro, también


llamado neurocirujano, trabaja para extirpar la mayor cantidad de
astrocitoma posible. El objetivo es extirpar todo el tumor. A veces, el
tumor está en un lugar de difícil acceso. Puede que sea demasiado
arriesgado extirparlo. Aún así, la extirpación de parte del astrocitoma
puede reducir los síntomas.

Para algunas personas, la cirugía puede ser el único tratamiento


necesario. En otros casos, se pueden recomendar otros tratamientos
para acabar con las células tumorales que puedan haber quedado y
reducir el riesgo de reaparición del tumor.

Radioterapia. La radioterapia utiliza potentes haces de energía para


destruir las células tumorales. La energía puede provenir de rayos X,
protones y otras fuentes. Durante la radioterapia, permaneces
acostado sobre una camilla mientras una máquina se mueve a tu
alrededor. La máquina envía haces a puntos precisos del cerebro. El
tratamiento solo requiere unos minutos.

La radioterapia puede utilizarse después de la cirugía. Se puede


utilizar si el cáncer no se ha extirpado completamente o si hay un alto
riesgo de que el cáncer vuelva a aparecer. La radiación puede
utilizarse junto con la quimioterapia para los cánceres que crecen
rápidamente. En el caso de las personas que no pueden someterse a
una cirugía, la radioterapia y quimioterapia pueden utilizarse como
tratamiento principal.
Quimioterapia. La quimioterapia utiliza medicamentos fuertes para
destruir las células tumorales. Los medicamentos de quimioterapia se
pueden tomar como pastillas o se pueden inyectar en una vena. A
veces, se puede colocar una oblea circular con el medicamento de
quimioterapia en el cerebro después de la cirugía. Esto permite
disolver y liberar el medicamento lentamente.

La quimioterapia se usa generalmente después de una cirugía para


matar las células tumorales que puedan haber quedado. Se puede
utilizar con radioterapia en el caso de los tumores que crecen
rápidamente.

Ensayos clínicos. Los ensayos clínicos son estudios de tratamientos


nuevos. Estos estudios presentan una oportunidad para probar las
alternativas de tratamiento más recientes. Puede desconocerse si hay
riesgo de efectos secundarios. Consulta a un miembro del equipo de
atención médica para ver si puedes tomar parte en un ensayo clínico.

Atención médica de apoyo. La atención médica de apoyo, o cuidados


paliativos, se centra en aliviar el dolor y otros síntomas de una
enfermedad grave. Los especialistas en cuidados paliativos trabajan
contigo, con tu familia y con los demás miembros del equipo de
atención médica para brindar un apoyo adicional. Los cuidados
paliativos se pueden administrar al mismo tiempo que otros
tratamientos, como cirugía, quimioterapia o radioterapia. A menudo,
los cuidados paliativos empiezan cuando se inician los tratamientos de
astrocitoma. A veces no es necesario a que se produzcan
complicaciones para recibir cuidados paliativos.
Astrocitomas/Gliomas

También llamada: Los astrocitomas/gliomas constituyen un grupo


grande de tumores diferentes, algunos de los cuales tienen los
siguientes nombres: astrocitoma anaplásico, astrocitoma fibrilar,
glioblastoma, glioblastoma multiforme (GBM), astrocitoma pilocítico
juvenil (APJ), astrocitoma pilocítico (AP), astrocitoma pilomixoide
(APM), xantoastrocitoma pleomórfico (XAP)

Referir Pacientes

Enfermedades que Tratamos

Información de contacto para tumores cerebrales

Teléfono: (901) 595-2544

o (901) 595-4599

Lunes a viernes, de 9 a.m. a 5 p.m.

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braintumors@stjude.org

En línea (en inglés):

Información de Contacto para Tumores Cerebrales

Coordinadora de la División de Tumores Cerebrales

La Coordinadora de la División de Tumores Cerebrales se dedica a


ayudarlo a buscar tratamiento o referir a un paciente.
Tabatha Doyle, RN

Teléfono: (901) 595-2544

Fax: (901) 595-6211

Correo electrónico:

tabatha.doyle@stjude.org

¿Qué son los astrocitomas y los gliomas?

Los astrocitomas y los gliomas son tumores que crecen a partir de


células cerebrales llamadas astrocitos. Estas células son un tipo de
célula glial. Las células gliales conforman el tejido de soporte del
cerebro. Un astrocitoma es un tipo de glioma.

Como los términos “astrocitoma” y “glioma” suelen usarse para


denominar la misma cosa, aquí usaremos “astrocitoma” para hablar de
ambos.

Los sitios comunes de los astrocitomas incluyen los siguientes:

El cerebelo (la zona justo encima de la parte de atrás del cuello que
controla el movimiento, el equilibrio y la postura)

El cerebro (la parte más grande del encéfalo, en la parte superior de la


cabeza. Controla el pensamiento, el habla, las emociones, la lectura,
la escritura, la resolución de problemas y el movimiento)
El tronco encefálico (la parte inferior del cerebro que se conecta con la
médula espinal. Controla la respiración, la frecuencia cardíaca y todos
los nervios y músculos que se usan para escuchar, caminar, hablar,
ver y comer)

El hipotálamo (ubicado en el centro del cerebro y que controla la


temperatura corporal, la sed y el hambre)

La vía visual (el grupo de nervios que conectan los ojos con el
cerebro)

Los astrocitomas podrían agruparse según su aspecto bajo el


microscopio:

Grado I: a menudo llamados benignos o de bajo grado. Están más


cerca de lo normal y crecen lentamente.

Grados II, III y IV: todos son cancerosos. Cuanto más anormales se
vean las células bajo el microscopio, más alto es el grado.

Los grados III y IV son los tipos más agresivos de astrocitoma/glioma.

Los astrocitomas se pueden clasificar de la siguiente manera:

Astrocitomas/gliomas de alto grado: Los tumores crecen rápidamente y


se propagan por el cerebro. Son agresivos y requieren de un
tratamiento intensivo lo antes posible. Astrocitomas comunes de alto
grado:

Astrocitoma anaplásico (AA), que son tumores de grado III

Glioblastoma multiforme (GBM), que son tumores de grado IV

Astrocitomas de bajo grado: Tumores generalmente localizados y de


crecimiento lento. Astrocitomas comunes de bajo grado:

Astrocitoma pilocítico (AP) o astrocitoma pilocítico juvenil (APJ)


Astrocitoma pilomixoide (APM)

Astrocitoma fibrilar

Xantoastrocitoma pleomórfico (XAP)

Astrocitoma difuso

En niños, la mayoría de los astrocitomas son de bajo grado. En


adultos, la mayoría son de alto grado.

¿Qué tan común es el astrocitoma?

El astrocitoma es el tipo de glioma más común diagnosticado en niños.

Estos tumores pueden aparecer en niños y en adultos.

Representan casi la mitad de la totalidad de tumores de la infancia que


comienzan en el cerebro o en la médula espinal.

¿Cuáles son los síntomas de un astrocitoma?

Los síntomas de un astrocitoma varían ampliamente. Algunos no


causan síntomas, o no los causan hasta que se vuelven grandes. En
los niños, los tipos de síntomas dependen de lo siguiente:

La edad y la etapa del crecimiento

La función de la parte afectada del cerebro

La ubicación del tumor en el cerebro o en la médula espinal

La velocidad de crecimiento del tumor

Los síntomas pueden aparecer rápidamente en algunos niños y lenta y


gradualmente en otros. Los síntomas de astrocitoma incluyen lo
siguiente:
Náuseas y vómitos.

Dolores de cabeza temprano en la mañana

Pérdida o aumento de peso sin explicación

Problemas de visión, audición o habla

Pérdida de equilibrio o problemas para caminar

Debilidad, hormigueo o cambios de sensación en un lado

Convulsiones

Cambios en la personalidad o en el comportamiento

Aumento del tamaño de la cabeza (en bebés)

¿Cómo se trata el astrocitoma?

Cirugía — se usa tanto para diagnosticar como para tratar


astrocitomas. Probablemente se realice una biopsia (extracción de
tejido afectado para examinarlo) para determinar el tipo y el grado del
tumor. Si una biopsia encuentra células cancerosas y el paciente aún
está en cirugía, el cirujano podrá extirpar tanto tumor como sea posible
quitar en forma segura.

En tumores de grado I, la cirugía se considera una opción de cura si el


tumor se puede extirpar por completo. Estos tumores también se
pueden seguir muy de cerca con RM si quedara muy poquito del
tumor.

Además de la cirugía, se pueden usar quimioterapia o radioterapia


para matar las células tumorales que quedaron:

Quimioterapia (“quimio”) — se puede usar después de la cirugía para


el tratamiento de niños menores de 3 años. También se puede usar
junto con la cirugía y la radioterapia en niños mayores. La quimio
utiliza medicamentos poderosos para matar las células del cáncer o
impedir que crezcan (se dividan) y produzcan más células cancerosas.

La quimio podrá inyectarse en el torrente sanguíneo para que pueda


desplazarse por el cuerpo.

Algunos tipos de quimio se pueden administrar por vía oral.

La terapia de combinación usa más de un tipo de quimio a la vez o se


refiere a quimio más radioterapia o cirugía.

Radioterapia — usa rayos X de altos niveles de energía u otros tipos


de radiación para destruir las células cancerosas o detener su
crecimiento. Se usa en general en niños mayores de 3 años luego de
una cirugía por tumores de grados III y IV. La radioterapia externa se
usa para el tratamiento de astrocitomas en niños. La forma en la que
se administra la radiación depende del tipo de tumor y de dónde esté
ubicado en el cerebro o en la médula espinal. Su oncólogo radiólogo
hablará con usted sobre los tipos de radioterapia a fin de decidir la
mejor opción para su hijo.

¿Cuáles son los índices de supervivencia en los casos de


astrocitoma?

Los índices de supervivencia en casos de astrocitomas en niños


varían ampliamente, dependiendo de los siguientes factores:

El tipo, la ubicación y el grado específicos del astrocitoma

Si el tumor está localizado (en una zona) o se ha extendido

La edad del niño en el momento del diagnóstico

Los cambios genéticos en el niño (como NF1)

Si el astrocitoma se diagnostica por primera vez o si ha reaparecido


(recurrente)
¿Por qué elegir St. Jude para el tratamiento del astrocitoma de su
hijo?

La investigación de St. Jude en astrocitomas de bajo grado se


concentra en el desarrollo de tratamientos de quimio que controlen el
crecimiento del tumor y provoquen menos efectos secundarios. Como
estos tumores crecen lentamente, la estrategia es administrar quimio
menos intensiva durante períodos más prolongados. Para casos de
niños mayores y aquellos cuyos tumores progresen pese a la quimio,
se están estudiando nuevas técnicas de radioterapia para aplicar
radiación "focalizada", causando menos efectos sobre el tejido
cerebral normal.

La investigación de St. Jude en astrocitomas/gliomas de alto grado se


concentra en el desarrollo de terapias específicamente dirigidas,
estudiando las distintas rutas que se encuentran en estos tumores. El
objetivo es aumentar el índice de supervivencia general de los niños
con glioma de alto grado. El personal clínico hace esto trabajando con
el departamento de neurobiología para probar nuevos fármacos para
uso futuro en ensayos clínicos mientras siguen mejorando la
aplicación de radiación y las técnicas quirúrgicas.

St. Jude tiene uno de los programas de tumores cerebrales pediátricos


más grandes del país.

El personal de St. Jude está dedicado al tratamiento de niños con


enfermedades graves. Aquí encontrará un hospital y un personal con
un único interés: su hijo.

St. Jude mantiene el compromiso no sólo de encontrar curas, sino


también de ayudar a los niños a mantener su calidad de vida. Los
niños no son sólo gente pequeña. Sus cuerpos y sistemas son únicos,
y también los trastornos que los afectan. Para obtener la mejor
atención, necesitan de un equipo especializado. Eso es lo que reciben
del Programa de tumores cerebrales de St. Jude.

Al trabajar en estrecha colaboración con los neurocirujanos pediátricos


de Le Bonheur Children’s Hospital en Memphis, el Programa de
tumores cerebrales de St. Jude ofrece un equipo experto de médicos
provenientes de muchos campos médicos. El equipo incluye:
neurooncólogos, que estudian y tratan el cáncer en el cerebro y el
sistema nervioso; neurocirujanos, que operan el cerebro, el cráneo, el
cuero cabelludo y la médula espinal; y radiooncólogos, que tratan el
cáncer con radiación. Todos estos médicos han dedicado sus carreras
a encontrar curas y brindar tratamiento a niños con tumores
cerebrales. Estos diferentes conocimientos son vitales para la
asistencia completa de los niños con tumores cerebrales.

Nuestros médicos especialistas en tumores cerebrales trabajan junto


con el personal de apoyo de enfermería, servicios de rehabilitación,
neuropatología, farmacia, neurorradiología, neuropsicología, nutrición
clínica, y trabajo social y vida infantil, entre muchas otras disciplinas.
Los miembros del personal de apoyo se han capacitado especialmente
para brindar asistencia a niños con tumores cerebrales.

La proporción entre enfermeros y pacientes en St. Jude es


incomparable: un promedio de 1 por cada 3 en hematología y
oncología, y 1 para cada paciente en la Unidad de Cuidados
Intensivos.

El Programa de tumores cerebrales de St. Jude ha hecho grandes


avances en tratamientos para pacientes con tumores cerebrales.
Algunos de los mejores neurocientíficos, biólogos especializados en
cáncer y médicos del mundo que integran la División de Neurobiología
y la División de Tumores Cerebrales de St. Jude combinan sus
esfuerzos para buscar curas. En este programa interactivo, los
descubrimientos sobre la biología del crecimiento de células normales
y células perjudiciales se evalúan rápidamente en estudios clínicos.
Estos estudios incluyen ensayos en fase I, II y III de las formas más
comunes y mortales de tumores cerebrales infantiles.

Una de las mayores ventajas de los centros como St. Jude es poder
llevar un fármaco directamente desde el laboratorio a su hijo. Antes de
tratar a un paciente con cualquier fármaco nuevo, el personal de St.
Jude realiza muchas pruebas en el laboratorio. Estas pruebas
muestran si el fármaco es seguro, si funciona y la mejor manera de
usarlo para ayudar a los pacientes.

St. Jude ha creado más ensayos clínicos para el cáncer que cualquier
otro hospital infantil en Estados Unidos.

Junto con los estudios de tratamientos en constante desarrollo en St.


Jude, el personal también trata a pacientes en estudios desarrollados
por el Grupo de oncología infantil (Children's Oncology Group), el
Consorcio sobre tumores cerebrales pediátricos (Pediatric Brain Tumor
Consortium) y el Consorcio de neurooncología pediátrica del Pacífico
(Pacific Pediatric Neuro-Oncology Consortium). Muchos de los
integrantes del personal de St. Jude desempeñan papeles clave en el
desarrollo de estos estudios, que son pruebas de grandes
dimensiones que se realizan en distintos centros de los Estados
Unidos.

St. Jude ofrece una atención al paciente centrada en la familia. La


atención al paciente centrada en la familia es la asistencia médica
enfocada en la familia como principal fuente de fortaleza, apoyo y
bienestar del niño. En el centro mismo de la atención a pacientes
centrada en la familia está la creencia de que el personal de asistencia
médica y la familia son socios que trabajan juntos para atender las
necesidades del niño de la mejor manera posible. Cuando trabajamos
juntos y respetamos la experiencia que cada uno de nosotros aporta a
cada encuentro de asistencia médica, logramos la excelencia en la
asistencia médica.

St. Jude es el único Centro Integral para el Cáncer designado por el


Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute)
exclusivamente dedicado a los niños.
Los astrocitomas son tumores que se originan en las células del
encéfalo con forma de estrella llamadas astrocitos.

Los astrocitomas pueden ser de grado bajo o de grado alto.

El sistema nervioso central controla muchas funciones importantes del


cuerpo.

Se desconocen las causas de la mayoría de los tumores de encéfalo


infantiles.

Los signos y síntomas de los astrocitomas no son los mismos en todos


los niños.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar los astrocitomas infantiles, se


utilizan pruebas que examinan el encéfalo y la médula espinal.

Los astrocitomas infantiles por lo general se diagnostican y se extirpan


mediante cirugía.

Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y


las opciones de tratamiento.

Los astrocitomas son tumores que se originan en las células del


encéfalo con forma de estrella llamadas astrocitos.

Un astrocito es un tipo de célula neuroglial. Las células neurogliales


mantienen las células nerviosas en su lugar, trasportan alimento y
oxígeno hasta ellas y ayudan a protegerlas de enfermedades, como
infecciones. Los gliomas son tumores que se forman a partir de células
neurogliales. Un astrocitoma es un tipo de glioma.

El astrocitoma es el tipo más común de glioma que se diagnostica en


los niños. Se puede formar en cualquier lugar del sistema nervioso
central (encéfalo y médula espinal).
En este sumario se describe el tratamiento de los tumores que
empiezan en los astrocitos del encéfalo (tumores de encéfalo
primarios). Los tumores metastásicos del encéfalo se componen de
células cancerosas que surgen en otras partes del cuerpo y se
diseminan a este órgano. El tratamiento de los tumores metastásicos
de encéfalo no se describe en este documento.

Los tumores de encéfalo se presentan en niños y adultos. Sin


embargo, el tratamiento de los niños tal vez sea distinto al de los
adultos. Para obtener más información sobre otros tipos de tumores de
encéfalo en niños y adultos, consulte el siguiente resumen del PDQ:

Tratamiento de los tumores del sistema nervioso central en adultos

Los astrocitomas pueden ser de grado bajo o de grado alto.

Los tumores de encéfalo de grado bajo crecen y presionan áreas


cercanas del encéfalo. En escasas ocasiones, se diseminan a otros
tejidos. Los tumores de encéfalo de grado alto suelen crecer rápido y
diseminarse a otros tejidos del encéfalo. Cuando un tumor crece o
presiona un área del encéfalo, a veces impide que esa parte funcione
de manera normal. Los tumores de encéfalo de grado bajo y de grado
alto, pueden causar signos y síntomas y casi todos necesitan
tratamiento.

El sistema nervioso central controla muchas funciones importantes del


cuerpo.

Los astrocitomas son más frecuentes en las siguientes partes del


sistema nervioso central (SNC):
Cerebro: porción más grande del encéfalo, ubicada en la parte
superior de la cabeza. El cerebro controla el pensamiento, el
aprendizaje, la resolución de problemas, las emociones, el habla, la
lectura, la escritura y el movimiento voluntario.

Cerebelo: porción posterior más baja del encéfalo (cerca de la mitad


de la parte de atrás de la cabeza). El cerebelo controla el movimiento
voluntario, el equilibrio y la postura.

Tronco encefálico: parte que conecta el encéfalo con la médula


espinal, ubicado en la porción más baja del encéfalo (justo encima de
la nuca). El tronco encefálico controla la respiración y la frecuencia
cardíaca, así como los nervios y músculos que se usan para ver, oír,
caminar, hablar y comer.

Hipotálamo: área que está en el medio de la base del encéfalo.


Controla la temperatura del cuerpo, el hambre y la sed.

Vía visual: grupo de nervios que conectan el ojo con el encéfalo.

Médula espinal: columna de tejido nervioso que sale del tronco


encefálico y baja por el centro de la espalda. Está cubierta por tres
capas delgadas de tejido que se llaman membranas. La médula
espinal y las membranas están rodeadas por las vértebras (huesos de
la columna vertebral). Los nervios de la médula espinal transmiten
mensajes entre el encéfalo y el resto del cuerpo; por ejemplo, una
señal del encéfalo que hace que los músculos se muevan o un
mensaje desde la piel al encéfalo para sentir el tacto.

AMPLIARAnatomía del encéfalo. En el panel derecho se observan la


región supratentorial (la porción superior del encéfalo) y la fosa
posterior o región infratentorial (la porción inferior y posterior del
encéfalo). La región supratentorial contiene el cerebro, un ventrículo
lateral, el tercer ventrículo (con el líquido cefalorraquídeo que se
muestra en azul), el plexo coroideo, la glándula pineal, el hipotálamo,
la hipófisis y un nervio óptico. La fosa posterior o región infratentorial
contiene el cerebelo, el techo del mesencéfalo, el cuarto ventrículo y el
tronco encefálico (mesencéfalo, protuberancia y bulbo raquídeo).
También se muestran la tienda del cerebelo y la médula espinal. En el
panel izquierdo se observan el cerebro, los ventrículos (espacios
llenos de líquido), las meninges, el cráneo, el cerebelo, el tronco
encefálico (protuberancia y bulbo raquídeo) y la médula espinal.

Anatomía del encéfalo. La región supratentorial (la porción superior del


encéfalo) contiene el cerebro, un ventrículo lateral y el tercer ventrículo
(con el líquido cefalorraquídeo que se muestra en azul), el plexo
coroideo, la glándula pineal, el hipotálamo, la hipófisis y un nervio
óptico. La fosa posterior o región infratentorial (la porción inferior y
posterior del encéfalo) contiene el cerebelo, el techo del mesencéfalo,
el cuarto ventrículo y el tronco encefálico (mesencéfalo, protuberancia
y bulbo raquídeo). La tienda del cerebelo separa la región
supratentorial de la infratentorial (panel derecho). El cráneo y las
meninges protegen el encéfalo y la médula espinal (panel izquierdo).

Se desconocen las causas de la mayoría de los tumores de encéfalo


infantiles.

Cualquier cosa que aumenta la probabilidad de tener una enfermedad


se llama factor de riesgo. La presencia de un factor de riesgo no
significa que enfermará de cáncer; pero la ausencia de factores de
riesgo tampoco significa que no enfermará de cáncer. Consulte con el
médico si piensa que su niño está en riesgo. Entre los factores de
riesgo posibles de astrocitoma están los siguientes:

Radioterapia previa dirigida al encéfalo.

Presentar ciertos trastornos genéticos, como la neurofibromatosis de


tipo 1 (NF1) o la esclerosis tuberosa.

Los signos y síntomas de los astrocitomas no son los mismos en todos


los niños.

Los signos y síntomas dependen de los siguientes aspectos:


Sitio donde se formó el tumor dentro del encéfalo o la médula espinal.

Tamaño del tumor.

Rapidez con la que crece el tumor.

Edad del niño y su desarrollo.

Algunos tumores no causan signos o síntomas. Los signos y síntomas


se pueden deber a astrocitomas infantiles o a otras afecciones.
Consulte con el médico si su niño presenta alguno de los siguientes
signos y síntomas:

Dolor de cabeza por la mañana, o dolor de cabeza que desaparece


después de vomitar.

Náuseas y vómitos.

Problemas para ver, escuchar o hablar.

Pérdida del equilibrio y problemas para caminar.

Empeoramiento de la escritura o habla lenta.

Debilidad o cambio en la sensibilidad de un lado del cuerpo.

Somnolencia fuera de lo común.

Mayor o menor energía que la habitual.

Cambios de personalidad o comportamiento.

Convulsiones.

Pérdida o aumento de peso sin razón conocida.

Aumento del tamaño de la cabeza (en los lactantes).

Para detectar (encontrar) y diagnosticar los astrocitomas infantiles, se


utilizan pruebas que examinan el encéfalo y la médula espinal.

Es posible que se utilicen las siguientes pruebas y procedimientos:


Examen físico y antecedentes de salud: examen del cuerpo para
revisar los signos generales de salud, incluso signos de enfermedad,
como masas o cualquier otra cosa que no parezca normal. También se
toman datos sobre los hábitos de salud, los antecedentes de
enfermedades y los tratamientos anteriores.

Examen neurológico: serie de preguntas y pruebas para revisar el


funcionamiento del encéfalo, la médula espinal y los nervios. Con el
examen se verifica el estado mental de la persona, la coordinación y la
capacidad de caminar de manera normal, y el funcionamiento
adecuado de los músculos, los sentidos y los reflejos. Esta exploración
también se llama neuroexamen o prueba neurológica.

Examen del campo visual: examen para revisar el campo visual de


una persona (área total en la que se pueden ver los objetos). Con esta
prueba se mide la visión central (cuánto puede ver una persona
cuando mantiene la mirada fija hacia adelante) y la visión periférica
(cuánto puede ver una persona en todas las otras direcciones cuando
mantiene la mirada fija hacia adelante). Los ojos se examinan uno a la
vez. El ojo que no se examina permanece cubierto.

Imágenes por resonancia magnética (IRM) con gadolinio:


procedimiento para el que se usa un imán, ondas de radio y una
computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas del
encéfalo y la médula espinal. Se inyecta en una vena una sustancia
que se llama gadolinio. El gadolinio se acumula alrededor de las
células cancerosas y las hace aparecer más brillantes en la imagen.
Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia
magnética nuclear (IRMN). A veces se realiza una prueba de
imágenes por resonancia magnética espectroscópica (IRME) durante
la misma prueba de IRM para observar la composición química del
tejido del encéfalo.

Los astrocitomas infantiles por lo general se diagnostican y se extirpan


mediante cirugía.
Si los médicos piensan que es posible que haya un astrocitoma, a
veces se realiza una biopsia para extraer una muestra de tejido. Para
los tumores en el encéfalo, se saca una parte del cráneo y se usa una
aguja para extraer una muestra de tejido. A veces, la aguja se guía
con una computadora. Un patólogo observa el tejido al microscopio
para detectar células cancerosas. Si se encuentran células
cancerosas, el médico extraerá la mayor cantidad de tumor que sea
posible de manera segura durante la misma cirugía. Debido a que a
veces es difícil determinar la diferencia entre los distintos tipos de
tumores de encéfalo, es preferible que la muestra de tejido del niño la
observe un patólogo con experiencia en el diagnóstico de tumores de
encéfalo.

Meningioma

Imagen por resonancia magnética (IRM) de un meningioma en el cerebro.


Fuente: NCI-CONNECT

El meningioma es un tumor primario del sistema nervioso central (SNC). Esto significa que
se origina en el cerebro o la médula espinal. En general, los meningiomas son el tipo más
común de tumor primario cerebral. Sin embargo, los meningiomas de alto grado son muy
poco comunes.

¿Cuáles son los grados de los meningiomas


Los meningiomas se clasifican en tres grados según sus características. Cada grado incluye
diferentes subtipos de meningioma. Se realizan análisis moleculares para identificar
subtipos según la localización y las características de la enfermedad.
1. Grado I: tumor de grado bajo; el más común. Esto significa que las células del tumor
crecen de forma lenta.
2. Grado II: meningioma atípico de grado intermedio. Esto significa que hay una
probabilidad más alta de que el tumor vuelva después de que se extirpa. Los subtipos
incluyen el meningioma coroideo y el meningioma de células claras.
3. Grado III: meningioma anaplásico maligno (canceroso). Esto significa que es un
tumor de crecimiento rápido. Los subtipos incluyen el meningioma papilar y el
meningioma rabdoide.

¿A quiénes se diagnostica el meningioma


atípico y el meningioma anaplásico?
Los meningiomas son más comunes en las mujeres, pero los grados II y III se presentan con
más frecuencia en los hombres. Es más común en las personas de raza negra, seguidas por
las personas de raza blanca y luego las personas asiáticas y de las islas del Pacífico. Los
meningiomas tienden a aparecer alrededor de los 60 años y el riesgo aumenta con la edad.

¿Qué causa los meningiomas atípicos y


anaplásicos?
Se desconocen las causas de los meningiomas. La exposición a la radiación, en especial
durante la infancia, es el único factor de riesgo ambiental que se conoce para este tumor.
Las personas con una enfermedad genética llamada neurofibromatosis de tipo 2 tienen un
riesgo más alto de presentar un meningioma.

¿Dónde se forman el meningioma atípico y el


meningioma anaplásico?
Los meningiomas se forman en la duramadre, la capa más externa de tejido que recubre y
protege el cerebro y la médula espinal. La duramadre es una de las tres capas de las
meninges. Los meningiomas se forman en las células meníngeas. Por este motivo, tienden a
aparecer en la superficie del cerebro.

¿Se diseminan el meningioma atípico y el


meningioma anaplásico?
Los meningiomas se pueden diseminar a otras partes del SNC a través del líquido
cefalorraquídeo (LCR). En algunos casos, el meningioma de grado II invade el tejido
que lo rodea, incluso el tejido óseo cercano. El meningioma de grado II presenta
células irregulares y es probable que invada el cerebro o se disemine a otros
órganos del cuerpo.

¿Cuáles son los síntomas del meningioma


atípico y el meningioma anaplásico?
Los síntomas relacionados con el meningioma dependen de la localización del
tumor. Las personas con meningioma pueden presentar cambios de visión, pérdida
de audición u olfato, confusión, crisis convulsivas o dolores de cabeza que
empeoran por la mañana.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento del
meningioma atípico y el meningioma
anaplásico?
El primer tratamiento para un meningioma maligno es la cirugía, si es posible. El
objetivo de la cirugía es obtener tejido para determinar el tipo del tumor y extirpar
la mayor cantidad posible de este sin que se produzcan más síntomas.

Consultas
Consulte a médicos y enfermeros con experiencia en el tratamiento de este tumor.

La mayoría de las personas con meningioma atípico o meningioma anaplásico


reciben tratamientos adicionales. Después de la cirugía, se suele recomendar la
administración de radiación para demorar el regreso de meningiomas de grado II y
III. A veces las opciones de tratamiento también incluyen la quimioterapia o la
participación en ensayos clínicos. También es posible que haya otras opciones de
tratamiento disponibles como la participación en ensayos clínicos con
quimioterapias nuevas, terapias dirigidas o medicamentos de inmunoterapia. La
función de la quimioterapia o los ensayos clínicos después de la radioterapia no es
clara. El equipo médico del paciente decide sobre los tratamientos según la edad
del paciente, el tumor restante después de la cirugía, el tipo de tumor y la
localización del tumor.

¿Cómo se ven un meningioma atípico y un


meningioma anaplásico en las imágenes por
resonancia magnética?
Los meningiomas de grado II y III se suelen distinguir como una masa en la capa
externa que reviste el tejido del cerebro, que puede o no verse más brillante con el
contraste. A veces el meningioma maligno también invade el tejido del cerebro.

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