Tratamientos de Los Trastornos Psicológicos
Tratamientos de Los Trastornos Psicológicos
Tratamientos de Los Trastornos Psicológicos
Maestro (a):
Estudiante:
Matrícula:
23-EPSS-2-089.
Sección:
291.
Tema:
Fecha:
d) Jones trabajó en las sugerencias de Watson para desarrollar formas de prevenir las
fobias en los niños.
e) Hull, Tolman y Guthrie fueron pioneros del nuevo conductismo. Skinner postuló
que el comportamiento puede cambiarse manipulando sus consecuencias
(condicionamiento operante).
3. Terapia de la conducta.
Los resultados después de treinta años se pueden resumir indicando que cada
psicólogo ahora, independientemente de su orientación teórica o afiliación, tiene al
menos una técnica de modificación o manual de terapia conductual. Además, a veces (o
habitualmente) utilizan estos métodos, aunque, como se ha mencionado
anteriormente, su orientación teórica o modelo de referencia es muy diferente del modelo
conductual a partir del cual se desarrollaron.
4. Terapia humanista.
f) Reflejo de sentimientos. Las palabras del paciente transmiten algo más que
pensamientos. También hay sentimientos y emociones implícitos que, al ser
captados y reflejados en el tiempo por el terapeuta humanista, ayudan a los
pacientes a profundizar en su experiencia interior.
Terapia centrada en el cliente. El psicólogo Carl Rogers, creador de este enfoque, cree
que todas las personas pueden alcanzar su máximo potencial, pero algunas experiencias
nos lo impiden. Durante la terapia, el objetivo es que las personas se conecten con sus
recursos internos y redescubran su valor.
Terapia de Necesidades Humanas. Su premisa es que todas las personas nacen con un
conjunto de necesidades básicas. Descuidar estas necesidades causa problemas
psicológicos. El objetivo de su proceso terapéutico es enseñar al paciente cuáles son sus
necesidades físicas y emocionales y cómo satisfacerlas.
5. Terapia de grupo.
La primera etapa del tratamiento incluye una evaluación completa con un psiquiatra.
Durante esta entrevista, tómese el tiempo para conocer a la persona y, si es posible, a su
familia o a alguien cercano.
Generalmente se realizan análisis de sangre y estudios de neuroimagen (resonancia
magnética) para descartar posibles causas orgánicas de los síntomas psicóticos. Este
puede ser un momento confuso y preocupante para los pacientes, por lo que es importante
contar con el apoyo y la comprensión de todos los profesionales de la salud.
Esta confianza mutua entre el paciente y el equipo de salud mental es esencial para
que ocurra temprano en el proceso de tratamiento. La información recabada durante la
entrevista y las pruebas realizadas reflejarán la especificidad de la psicosis y el
tratamiento más adecuado en cada caso concreto.
En algunos casos, los síntomas desaparecen al poco tiempo de iniciar el tratamiento,
lo que permite a los pacientes volver a su vida normal en un corto período de tiempo. En
otros casos, la recuperación puede tardar semanas o incluso meses. Al igual que otras
enfermedades, puede dejar de trabajar o estudiar adecuadamente temporalmente y
reanudar después de la recuperación, que es el éxito más garantizado.
El tipo de tratamiento puede variar según las preferencias del paciente, la gravedad de
los síntomas, el tiempo de aparición y la posible causa.
Medicamentos.
Los medicamentos son una parte importante del tratamiento de la psicosis y, junto con
otros tratamientos, juegan un papel importante en la recuperación de los episodios
psicóticos y en la prevención de futuros episodios.
Hay una variedad de medicamentos altamente efectivos que pueden reducir tanto los
síntomas psicóticos como la ansiedad asociada con ellos. El tratamiento generalmente
comienza con dosis bajas, con el psiquiatra trabajando con el paciente para decidir los
cambios necesarios en función del desarrollo de los síntomas.
Existe una amplia gama de medicamentos, por lo que puede cambiar entre ellos si
experimenta efectos secundarios. Es importante que el paciente informe a su psiquiatra si
presenta efectos secundarios, ya que su presencia puede reducir la adherencia al
tratamiento que, como hemos dicho, es fundamental para la recuperación.
Orientación y psicoterapia.
Hablar con un equipo profesional es una parte importante del tratamiento. Existen
diferentes tipos de tratamiento y la elección depende de las necesidades del paciente y de
la etapa de la enfermedad mental en la que se encuentre.
Al inicio, una persona que comprenda la situación y exprese una nueva confianza
puede ser suficiente. A medida que avanza la recuperación, pueden surgir dudas o
inquietudes sobre la enfermedad, y la información sobre medidas para evitar recaídas,
como técnicas de manejo del estrés o aprender a reconocer las señales de alerta temprana,
puede ser útil. La consejería o la psicoterapia pueden llevarse a cabo individualmente o
en grupo.
Tratamiento farmacológico.
Los antipsicóticos, también conocidos como antipsicóticos, a menudo se recomiendan
como tratamiento de primera línea para los síntomas psicóticos. Estos medicamentos
ayudan a reducir o detener/eliminar la frecuencia e intensidad de los síntomas de la
enfermedad.
Los antipsicóticos generalmente alivian la ansiedad y la inquietud en unas pocas horas,
pero para reducir síntomas como alucinaciones y delirios, el medicamento debe usarse
durante un período de tiempo más prolongado. Dos tercios de las personas experimentan
menos síntomas a los pocos días o semanas de tomar el primer medicamento. Es
importante señalar que los antipsicóticos son muy efectivos contra los síntomas positivos
(alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento y del lenguaje, etc.) pero muy
efectivos contra otros síntomas, como los síntomas negativos (retraimiento emocional y
social, apatía, etc.) Poco o nada. no efecto.
La mayoría de los antipsicóticos se toman por vía oral y, según el tipo y la dosis, es
posible que deba tomar una o más pastillas al día. En los últimos años, también se han
desarrollado antipsicóticos que se pueden administrar por vía intramuscular, por
inyección ya intervalos más prolongados (la frecuencia puede ser de dos semanas a tres
meses, según la prescripción). Hay una gran cantidad de antipsicóticos; una persona
puede responder a un antipsicótico mientras que otra puede responder a otro. Además, se
pueden prescribir distintos antipsicóticos en distintos momentos del proceso psiquiátrico,
en función de su eficacia y de la presencia o ausencia de efectos secundarios.
Es importante nunca dejar de tomar medicamentos antipsicóticos recetados a menos
que lo indique un profesional de la salud. Los medicamentos antipsicóticos juegan un
papel importante en la prevención de recaídas y la interrupción puede provocar nuevos
síntomas. El medicamento se puede suspender gradualmente bajo el control y supervisión
de un profesional de la salud. Si los síntomas están bien controlados y progresan bien, se
puede considerar una disminución gradual y controlada de la medicación.
Para algunas personas, la psicosis se asocia con otros síntomas, como depresión o
ansiedad, problemas para regular las emociones o trastornos del sueño. En tales casos,
también se necesitan otros tipos de medicamentos, como antidepresivos, estabilizadores
del estado de ánimo, ansiolíticos, tranquilizantes o somníferos.
Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico.
Como casi todos los medicamentos, los antipsicóticos pueden tener efectos
secundarios. No todos los experimentan y su gravedad varía de persona a persona. Los
efectos secundarios más comunes pueden ser: letargo/sedación, problemas de
movimiento: temblores, irritabilidad, rigidez, lentitud de movimientos, nerviosismo...,
aumento de la fatiga, aumento del tiempo de sueño, apatía, aumento de peso, dificultad
para concentrarse y errores de memoria, libido. Pérdida o disminución, depresión,
aumento o disminución de la salivación. Asegúrese de informar a su profesional de la
salud (medicina familiar, psiquiatría, enfermera) si nota efectos secundarios que le
resulten especialmente problemáticos. Es posible que le cambien el antipsicótico por uno
con efectos secundarios que usted tolere mejor. Nunca debe dejar de tomar su
medicamento recetado a menos que se lo indique el profesional de la salud calificado
responsable de su tratamiento. Si deja de tomar el medicamento repentinamente, es
posible que los síntomas regresen (recaída). Cuando los especialistas creen que se puede
reducir el tratamiento, lo hacen de forma paulatina y con una cuidadosa observación.
Tratamiento psicológico.
Dependiendo de las necesidades del individuo y de la familia y de la etapa de la
enfermedad mental en la que se encuentre la persona afectada, existen diferentes tipos de
psicoterapia, algunas de las cuales son:
• Grupos de Ayuda Mutua (MAG). Los Grupos de Ayuda Mutua (MAG)
también son una buena opción. Estar con otras personas que han vivido
experiencias similares, compartir y comunicar experiencias y problemas
cotidianos, expresar sentimientos y emociones, etc. puede tener un efecto muy
positivo en la curación de un enfermo mental.
Examen físico: Esto puede ser para descartar otros problemas que puedan estar
causando los síntomas y buscar cualquier complicación.
Tratamiento.
Medicamentos.
Estos antipsicóticos a menudo son menos costosos que los antipsicóticos de segunda
generación, especialmente los genéricos, que pueden ser un factor de decisión importante
cuando se necesita un tratamiento a largo plazo.
Intervenciones psicosociales.
La mayoría de las personas con esquizofrenia necesitan algún tipo de apoyo en su vida
diaria. Muchas comunidades tienen programas que ayudan a las personas con
esquizofrenia a encontrar trabajo, vivienda, grupos de autoayuda y situaciones de crisis.
Un administrador de casos o alguien del equipo de tratamiento puede ayudarlo a encontrar
recursos. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las personas con esquizofrenia
pueden controlar su condición.
Hospitalización. Durante una crisis o síntomas graves, los pacientes pueden requerir
hospitalización para garantizar la seguridad, la nutrición adecuada, el sueño adecuado y
la higiene básica.
Hacer frente a una enfermedad mental grave como la esquizofrenia puede ser difícil
tanto para el paciente como para sus amigos y familiares. Aquí hay algunas maneras de
lidiar con eso:
• Salud mental familiar. Fortalecer las medidas para promover la buena crianza,
como los programas de crianza y escolares, y fortalecer las redes de apoyo
social a través de actividades que promuevan la convivencia de las familias en
la comunidad local, como los días familiares organizados. Eventos de
entretenimiento, deportivos y culturales que involucran a padres e hijos.