Tratamientos de Los Trastornos Psicológicos

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Asignatura:

Psicología General II.

Maestro (a):

Doris Margarita Pérez Guerrero.

Estudiante:

Luz Natalia Rijo Leite.

Matrícula:

23-EPSS-2-089.

Sección:

291.

Tema:

Los trastornos psicológicos.

Fecha:

05 de junio del 2023.


TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS PSICOLÓGICOS.
Realizar:
1. Psicoterapia psicoanalítica.

El psicoanálisis es una forma intensiva de terapia basada en la observación de que las


personas no son conscientes de los factores que determinan sus sentimientos y
comportamiento porque son en gran parte inconscientes. El tratamiento psicoanalítico
examina cómo estos factores inconscientes influyen en las circunstancias actuales y en
los patrones de pensamiento, sentimientos y conductas.
No es sólo un método para tratar las neurosis, sino también un procedimiento para
estudiar los procesos mentales inconscientes, una teoría de la vida mental.
El inconsciente es uno de los conceptos más interesantes de la psicología, porque es
donde almacenamos todos nuestros recuerdos, pensamientos y sentimientos. Este mundo
fascinó a Sigmund Freud, quien se preguntó si era posible explicar lo que en su época
parecía estar más allá del ámbito de la psicología enfatizando la importancia del
inconsciente en nuestra vida cotidiana.
Por lo tanto, alrededor de 1892-1896, desarrolló gradualmente la psicoterapia
psicoanalítica, donde la mente subconsciente se vuelve importante en nuestros
pensamientos, comportamientos y actitudes para alcanzar pensamientos involuntarios que
no pueden ser alcanzados por la intuición ordinaria.
Es un proceso terapéutico que intenta solucionar los problemas psicológicos de las
personas teniendo en cuenta sus fantasías, pensamientos, sentimientos, emociones y
sueños, es decir, su mundo interior.
Esta terapia permite al paciente expresar libremente cualquier cosa que le venga a la
mente, incluyendo fantasías, miedos, sueños, síntomas, recuerdos, entre otras, por
insignificantes o vergonzosos que parezcan. Y eso es todo, es una manera de llegar a las
verdades más privadas y especiales en el subconsciente de cada uno, y sin que ellos sepan
que lo saben, dicta su camino. Además, el terapeuta está al tanto de cuando esta verdad
inconsciente se revela en las palabras del paciente, por ejemplo, por un desliz de la lengua,
para rescatarla y devolverla al paciente para que la asocie libremente.
También tiende a observar y examinar las experiencias de la primera infancia para ver
si estos eventos han influido en la vida del individuo o pueden haber contribuido a las
preocupaciones actuales. Destaca el contenido inconsciente y lo ve como la causa de
nuestros trastornos y condiciones mentales. Este tipo de tratamiento se considera una
opción a largo plazo y puede durar semanas, meses o incluso años, según la profundidad
del problema que se investiga.
Se puede decir que sólo poniéndote en el lugar del paciente puedes darte cuenta de la
importancia del psicoanálisis, porque el proceso de cada paciente es diferente. Cada
psicoanalista individualizará la terapia según las necesidades del paciente, pero la
mayoría de los terapeutas tienen en cuenta varios principios básicos, que incluyen:
• Los conflictos psicológicos del paciente son el resultado de problemas
subconscientes.
• Los síntomas se manifiestan debido a las emociones subyacentes.
• El conflicto inconsciente surge de problemas infantiles no resueltos o traumas
reprimidos.
• La terapia psicoanalítica recupera el problema reprimido del inconsciente.
La terapia psicoanalítica se caracteriza entre otras cosas por ser ir adaptándose a las
circunstancias sin seguir una estructura muy rígida. Esto es así porque, para la perspectiva
teórica desde la que parte el psicoanálisis, cada paciente experimenta una forma de
malestar única, basada en sus experiencias pasadas y que forman parte de su identidad
como individuo.
Funcionamiento de la psicoterapia psicoanalítica.
Se ofrece como una terapia a largo plazo encaminada a lograr una profunda y duradera
reorganización psicológica del paciente realizando cambios relevantes en el carácter y los
sentimientos de la persona con el fin de mejorar su bienestar y calidad de vida.
Sigmund Freud animó a sus pacientes a acostarse en el sofá y hablar con el objetivo
de liberarlos de los recuerdos reprimidos y reducir el dolor psicológico. Actualmente, el
terapeuta trabaja hablando constantemente con el paciente y tratando de que se sienta
cómodo y seguro para que pueda expresar todos sus sentimientos mientras el terapeuta
escucha atentamente.
En esta terapia, las palabras cobran importancia. Las conversaciones se vuelven ricas
y nutritivas, ya que el paciente logra tomar conciencia de cuestiones que tiene ocultas en
su inconsciente, conectarlas con el presente y encontrarles sentido.
Técnicas terapéuticas que se aplican en la terapia psicoanalítica.
El psicoanalista debe estar atento a las reflexiones y pensamientos del paciente
expresados en voz alta. Para ello, utiliza diversas técnicas y estrategias que le permiten
descubrir las causas de sus miedos y sacar a relucir el subconsciente. Estos métodos son:
• Asociación libre. Consiste en permitir que el paciente exprese lo que le viene a la
mente sin censurar o cerrar sus pensamientos o recuerdos. De esta forma se promueve
un habla fluida con el objetivo de devolver al paciente a un estado mental o emocional
básico.

• Transferencia Terapéutica. El proceso por el cual un paciente transmite


sentimientos, emociones y creencias relacionadas con personas importantes en su vida
a un terapeuta. Analizar estos sentimientos y emociones ayudará a implementar el
proceso de cambio.
• La interpretación. Es el proceso de interpretar y sacar conclusiones de las ideas e
historias del paciente.
La terapia ha evolucionado a partir de estas técnicas. Algunos trastornos que pueden
tratarse con terapia psicoanalítica incluyen ansiedad, insomnio u otros trastornos del
sueño, problemas sexuales y timidez o baja autoestima.
En cualquier caso, aunque sigue siendo una terapia muy controvertida por su falta de
aporte empírico y algunas limitaciones para problemas inespecíficos, no deja de ser una
terapia útil para problemas más específicos. En definitiva, está dirigido por un profesional
con formación en psicología y puede ser de ayuda para personas que tienen problemas
emocionales recurrentes o que quieren entenderse mejor a sí mismos.
Creo que el objetivo básico de todas las formas de psicoterapia es aliviar los trastornos
mentales y lograr una buena calidad de vida. En particular, el psicoanálisis es una forma
de terapia que se basa en la suposición de que los sujetos no son conscientes de los
determinantes de sus sentimientos y comportamiento porque son de naturaleza
inconsciente y, por lo tanto, es una forma de estudiar cómo influyen, determinan. e influir
en el proceso actual de asociación, regulación de patrones de pensamiento, sentimientos
y comportamiento.
Según ellos, la fuente de la dificultad de la angustia para el psicoanálisis es la angustia
infantil reprimida, así como una secuencia progresiva de mecanismos de defensa y
síntomas destinados a proteger al sujeto de la reproducción y la repetición, por lo que su
tarea se define en aprox. sensibilizar a la gente sobre estas reliquias del pasado para que
puedan volver a ser apreciadas y asimiladas adecuadamente.
El objetivo de la terapia es entonces descubrir los aspectos inconscientes del problema
actual para que el sujeto pueda vivir una vida mejor y más feliz, para que el sujeto pueda
aceptar lo que es y nada más, y esto se puede hacer para que pueda hacer decisiones. tu
vida en la dirección indicada por tus deseos. Esto lo distingue de varias otras formas de
psicoterapia porque intenta efectuar cambios profundos en la personalidad y el desarrollo
emocional.
Principios básicos de la psicoterapia psicoanalítica.
Existen varios principios básicos del tratamiento psicoanalítico, entre los cuales
podemos destacar:
• El inconsciente y sus manifestaciones. La terapia psicoanalítica se basa
en conceptos espirituales, incluida la mente subconsciente, a la que no puede
acceder directamente, pero de la que puede aprender a través de las formas en que
se manifiesta, como sueños o fantasías.

• El pasado. Al contrario de lo que sucede en otras ramas de la psicología,


el psicoanálisis tiene en cuenta el pasado de las personas y cómo el pasado afecta
la situación presente en su comportamiento y pensamiento.

• La defensa. Las personas pueden tener áreas ocultas de la mente que


protegen del terapeuta para que no se revelen. Estos mecanismos de defensa son
estudiados por el psicoanálisis en un intento de llegar al inconsciente.
2. Terapia conductual.

La terapia conductual es un tipo de terapia basada en los principios del conductismo.


La escuela de pensamiento conocida como conductismo se centra en la idea de que
aprendemos de nuestro entorno.
Su propósito es reforzar el comportamiento deseado y prevenir comportamientos no
deseados o inapropiados. Las técnicas utilizadas en este tipo de terapia se basan en las
teorías del condicionamiento clásico y del condicionamiento operante.
A diferencia de otros enfoques teóricos y prácticos, la terapia conductual se basa en
la acción. Por lo tanto, los terapeutas conductuales se enfocan en usar las mismas
estrategias de aprendizaje que conducen al desarrollo de comportamientos no deseados y
dirigen la terapia para aprender nuevos comportamientos.
El problema es el comportamiento en sí, y el objetivo es enseñar al paciente nuevos
comportamientos para reducir o eliminar el problema. Se cree que el antiguo aprendizaje
ha causado que se desarrolle el problema, por lo que la idea es que el nuevo aprendizaje
pueda resolverlo.
Este es un enfoque popular entre los profesionales de la salud mental porque se enfoca
en el problema y apoya los correlatos del comportamiento. La terapia conductual también
es una buena opción para controlar la ira y el estrés.
Las bases de la Terapia Conductual.
Los dos principios básicos de la terapia conductual que componen la teoría de la
conducta son el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.
El condicionamiento clásico implica la formación de asociaciones entre estímulos.
Por otro lado, el condicionamiento operante se enfoca en cómo usar el refuerzo y el
castigo para aumentar o disminuir la frecuencia de un comportamiento. Es una forma de
cambiar el comportamiento y hay muchas técnicas diseñadas para lograr este cambio.
Conocido originalmente como modificación del comportamiento, las principales
técnicas utilizadas en este enfoque son la inundación, la desensibilización sistemática y
la terapia de exposición o aversión.
Otro grupo de técnicas son las que se basan en los principios del condicionamiento
operante, lo que significa que utilizan el refuerzo, el castigo, el entrenamiento, el
modelado y otras técnicas relacionadas para cambiar el comportamiento. La ventaja de
estos métodos es que están muy enfocados en el comportamiento problemático, lo que
resulta en resultados rápidos y efectivos.
Algunas de las técnicas y estrategias utilizadas en este enfoque incluyen la economía
de fichas, la gestión de amenazas o la extinción del comportamiento.
Técnicas de la Terapia.
Gracias al desarrollo de la teoría conductual, la terapia conductual utiliza varios
métodos que han demostrado científicamente ser exitosos en el tratamiento de ciertos
trastornos.
Desensibilización sistemática. La desensibilización sistemática fue desarrollada por
Joseph Wolff para clientes con fobias. La técnica sigue un proceso de "contrarregulación".
Para lograr este efecto, debilitar el vínculo entre estimulación y ansiedad utilizando
técnicas de relajación y evaluaciones de ansiedad que promuevan la desensibilización.
Exposición en vivo. Las técnicas de exposición están diseñadas para exponer a los
clientes a situaciones de la vida real que provocan miedo y ansiedad.
Inicialmente, la exposición se llevó a cabo por un corto período de tiempo, luego los
sujetos fueron expuestos al ambiente temeroso por períodos cada vez más largos. Al igual
que con la desensibilización sistemática, utilice técnicas de relajación para controlar la
ansiedad situacional.
Inundación. Las inundaciones implican exponer a los sujetos a situaciones de miedo
reales o imaginarias durante un período prolongado de tiempo. También dispone de
técnicas de relajación para afrontarlo.
Esta técnica puede generar problemas éticos con ciertos eventos traumáticos, por lo
que es imperativo que los pacientes reciban la información necesaria para comprender el
proceso.
Técnicas aversivas. Esta es quizás la técnica de comportamiento más controvertida y,
a menudo, se usa como último recurso para deshacer el mal comportamiento.
Las represalias consisten esencialmente en combinar un comportamiento que desea
prevenir o reducir (como beber alcohol) con un estímulo que provoca una respuesta
aversiva (como tomar un medicamento para la emesis con alcohol).
Modelado. El modelado se utiliza a menudo como una técnica de elección para
mejorar las habilidades sociales, interpersonales y de comunicación.
Según el modelo en sí y el contexto en el que se utiliza la tecnología, existen diferentes
tipos de modelado: modelado en vivo, modelado simbólico, juego de roles, modelado
participante y modelado encubierto. Su modelo común es que el comportamiento es
realizado o representado por un patrón que el paciente repite o reproduce.
¿Cuáles son los diferentes tipos de terapia conductual?
Un profesional de salud mental determinará qué terapia conductual usar en función de
una variedad de factores, como la condición mental subyacente o la gravedad de los
síntomas.
• Terapia de modificación de la conducta. Este enfoque utiliza el condicionamiento
operante para dar forma y modificar comportamientos problemáticos.

• Terapia cognitivo-conductual (TCC). Aunque este enfoque se basa en métodos


conductuales, también incluye factores cognitivos. En otras palabras, tendrá en cuenta
las creencias desadaptativas o pensamientos problemáticos que influyen en el
comportamiento.
• Terapia conductual dialéctica. Esta forma de TCC se desarrolló originalmente
para pacientes con trastorno límite de la personalidad (TLP). Sin embargo, su uso se
ha ampliado para incluir a quienes quieren aprender a regular las emociones, manejar
el dolor o fortalecer las relaciones. Esto puede incluir terapia de grupo o terapia
individual, así como asesoramiento telefónico.

• Terapia de exposición o desensibilización del sistema. Los profesionales de la


salud mental utilizan la terapia de exposición para ayudar a las personas a lidiar con
su miedo o temor a las escenas u objetos. Esto incluirá una exposición gradual, así
como técnicas de relajación y respiración.

• Terapia racional emotiva conductual (TREC). Las creencias o emociones


negativas o destructivas pueden influir en el comportamiento. Usando este enfoque,
uno aprende a desafiar estas formas de pensar para reemplazar estas creencias con
otras más lógicas y equilibradas.

• La terapia cognitivo conductual se ha convertido en un referente en psicoterapia.


Es la forma de psicoterapia más investigada y se ha demostrado que reduce la
ansiedad y el estrés y trata otras enfermedades mentales.
¿Es efectiva?
Las técnicas de terapia conductual utilizan principios de aprendizaje para cambiar
conductas desadaptativas. En lugar de centrarse en educar a los clientes sobre su
comportamiento, estas técnicas se centran en generar un cambio de comportamiento. Por
esta razón, la terapia conductual suele ser más eficaz que otros enfoques cuando se trata
de problemas conductuales específicos.
La terapia conductual funciona mejor para los trastornos mentales que provocan un
comportamiento no deseado. Ejemplos de estos incluyen adicción, ansiedad, fobias y
trastorno obsesivo-compulsivo. En muchos casos, la terapia conductual funciona bien por
sí sola, pero muchos terapeutas encuentran que una combinación de diferentes enfoques,
como la terapia cognitiva conductual, es más eficaz en el tratamiento.
Los autores más famosos del modelo son:
a) Pavlov (1848-1936) creó las leyes del condicionamiento clásico.

b) Thorndike estudió la ley de las asociaciones estímulo-respuesta, a la que llamó


condicionamiento instrumental. La ley más importante es la ley del efecto: todas las
acciones están determinadas por sus consecuencias.

c) En su Manifiesto conductista, Watson propuso utilizar la investigación objetiva


para estudiar el comportamiento.

d) Jones trabajó en las sugerencias de Watson para desarrollar formas de prevenir las
fobias en los niños.

e) Hull, Tolman y Guthrie fueron pioneros del nuevo conductismo. Skinner postuló
que el comportamiento puede cambiarse manipulando sus consecuencias
(condicionamiento operante).
3. Terapia de la conducta.

La terapia de la conducta implica terapia con profesionales capacitados para mejorar


su comportamiento diario, ayudarlo a ser independiente, mejorar sus habilidades e incluso
construir mejores relaciones con su entorno.
A menudo se usa para personas que tienen problemas de comportamiento debido a un
comportamiento excesivo o insuficiente. Puede mejorar significativamente la
concentración, el aprendizaje, los miedos excesivos, las dificultades interpersonales, etc.
ayudando a detectar tempranamente los trastornos mentales mientras ayuda a desarrollar
habilidades laborales, académicas y sociales.
También conocida como terapia conductual, se usa para tratar problemas conductuales
y tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Para ello utiliza métodos de modificación conductual basados en la desensibilización
sistemática, la terapia de aversión, el biofeedback y el análisis conductual aplicado. Se
caracteriza por el uso de estrategias sensoriales, físicas y mentales que se adaptan a las
necesidades de cada paciente. Por lo tanto, también se puede usar para identificar algunos
otros problemas psicológicos que afectan el comportamiento de una persona de alguna
manera.
Se enfoca en reemplazar hábitos y conductas negativas con positivas, parte de la
terapia consiste también en enseñar a los padres cómo modificar sus propios
comportamientos. Los padres emplean un sistema de recompensas dirigido a
comportamientos específicos.
Características básicas.
• Las conductas anormales se rigen por leyes. La adquisición, el mantenimiento y
la prevención del comportamiento anormal siguen las mismas leyes generales que se
aplican a otros comportamientos considerados normales. Por la misma razón, se
pueden cambiar al igual que el comportamiento normal. También se tiene en cuenta
la importancia de los factores biológicos, constitucionales o provocadores. Una vez
que se ha probado su valor, se los considera como la base estructural sobre la cual
operan las leyes que gobiernan la apariencia del comportamiento.

• Análisis del Terapeuta. El trabajo de los terapeutas conductuales se centra en el


análisis, evaluación y tratamiento de conductas específicas y sus determinantes. No
en una construcción interna o causa raíz asumida que no se puede objetivar o actuar
en consecuencia. Este trabajo también debe tener en cuenta las peculiaridades del
tema y del entorno natural, social y cultural.
• Conducta medible en Terapia de Conducta. Enfatice la importancia del
comportamiento medible y utilícelo como referencia. La palabra medible no significa
necesariamente un comportamiento obvio. De hecho, algunos defensores del modelo
se han interesado por las estructuras internas o respuestas ocultas como la ansiedad o
los procesos cognitivos. Casi cualquier comportamiento puede ser objeto de
investigación siempre que exista un método de medición aceptable.

• Evaluación continua. El proceso de diagnóstico en la terapia conductual implica


una evaluación continua del repertorio conductual del sujeto (cambiado y sin
cambios). Dicha evaluación significa el estudio de la conducta y de las variables o
determinantes específicos que controlan su aparición. Se rechazó el uso de etiquetas
globales o categorías diagnósticas porque no aportaban información sobre las
características específicas (conducta y determinantes) que alcanzaba el problema en
el individuo.

• Cambio conductual. El objetivo de la intervención es identificar una conducta


que el sujeto no tiene o sustituir su conducta por otra más adecuada. Se trata de
producir cambios de comportamiento observables y medibles, directa o
indirectamente, en cualquiera de los tres tipos de respuesta: motora, fisiológica y
cognitiva. Para lograrlo, se deben detallar de manera clara, precisa y estructurada los
objetivos específicos de cada intervención, el tipo de intervención, las condiciones en
las que se implementará y los medios a través de los cuales se probará y evaluará su
eficacia.

• Terapia integral. Las intervenciones terapéuticas conductuales no solo cambian


directamente el comportamiento del sujeto. Utilice este entorno físico o social como
una forma de cambiar su comportamiento también.

• Determinantes actuales. Es una forma de concentrarse en el aquí y ahora,


enfocándose en los determinantes de su comportamiento actual. La historia pasada se
relaciona con el grado en que se relacionan las variables que influyen en el
comportamiento actual.
Características individuales del cliente.
A partir de esta base teórica común, el terapeuta debe adaptar su conducta a las
características individuales del cliente y de su entorno, desarrollando y aplicando
programas de intervención específicos en cada caso individual para modificar
comportamientos u objetos ambientales concretos. El objetivo no es modificar "los
sujetos mismos", sino modificar su comportamiento, uno o más, secuencial o
simultáneamente.
• Evaluación experimental. Los programas de intervención en terapia conductual
deben evaluarse experimentalmente y demostrarse que son efectivos. Es necesario
determinar la efectividad de la técnica o programa de intervención y de cada uno de
sus componentes. Dicha efectividad será evaluada teniendo en cuenta cambios
objetivos en el comportamiento del individuo a corto, mediano y largo plazo, con
énfasis en su generalización en la vida cotidiana.

• Psicología científica en Terapia de Conducta. Los conocimientos, métodos y


procedimientos de la psicología experimental se utilizan como base de la terapia
conductual para ampliar el conocimiento sobre la etiología, evaluación, desarrollo y
modificación de la conducta. Se hace especial énfasis en el uso de métodos
experimentales para desarrollar modelos explicativos y programas de intervención.
Sin embargo, estos puntos en común permiten que ocurran diferentes según el tipo de
comportamiento "anormal" que se trate y la técnica o procedimiento de intervención que
se use. Tradicionalmente, la terapia conductual ha intentado proporcionar una dirección
o diferentes direcciones de acción en términos de cuatro direcciones principales: análisis
conductual aplicado, dirección de mediación conductual, dirección basada en el
aprendizaje social y terapia cognitiva conductual (Labrador, 1990).
¿Cómo funciona?
Cuando algunas personas escuchan la palabra terapia, imaginan a los clientes sentados
frente a un terapeuta hablando sobre sus sentimientos y tratando de resolver sus
problemas. Sin embargo, la terapia conductual es muy diferente. Se enfoca en lo que la
gente hace, no en lo que piensa o siente. Un terapeuta, generalmente un psicólogo clínico,
trabaja con su cliente para desarrollar un plan para cambiar su comportamiento.
El objetivo de la terapia conductual infantil es cambiar el comportamiento de los niños
y sus padres. Los padres pueden estar acostumbrados a lloriquear y gritar, lo que refuerza
el comportamiento negativo de los niños. Una parte importante de la terapia es enseñar a
los padres cómo reemplazar sus comportamientos negativos por otros positivos.
¿Cómo puede ayudar la terapia conductual a los niños con TDAH?
La terapia conductual puede ser útil para muchos niños y adultos. Pero es
especialmente beneficioso para las personas con TDAH. Los niños con TDAH pueden
tener dificultades para controlar y controlar su ira, lo que puede provocar problemas de
comportamiento. Los niños con TDAH también suelen mentir sobre las actividades
cotidianas, como las tareas del hogar.
La terapia conductual utiliza un enfoque similar a una conversación para ayudar a los
niños con TDAH a cambiar la forma en que se comportan en diversas situaciones. Uno
de los objetivos es evitar discusiones en el hogar y motivar a los padres a hacer cambios
sin involucrarlos.
El objetivo de la terapia es reemplazar el comportamiento negativo por positivo, por
lo que el sistema de recompensas y consecuencias es muy específico. Pero
independientemente de la recompensa, siempre va acompañada de elogios para reforzar
el comportamiento deseado. Es importante que los maestros de su hijo conozcan el
programa para que también puedan reforzar el comportamiento en la escuela. Digamos
que uno de los comportamientos que desea cambiar es la procrastinación. En su cuadro,
escribirá el comportamiento deseado: "Empezar a hacer la tarea cuando se supone que
debo hacerlo".
También decidirás sobre los premios. Tal vez por cada cinco inicios que llegas a
tiempo, obtienes una hora extra de tiempo de computadora. Así que cada vez que hace su
tarea y se lo recuerdas más de una vez, le marcas la tabla y él obtiene puntos. Igual de
importante es su aprecio verbal y cumplidos. Por ejemplo, podrías decir “Levantaste la
mano en clase, hiciste un gran trabajo. Me alegro de que lo hayas intentado. “Si no
recuerda levantar la mano, no obtiene un punto y no pierde un punto. Los puntos son una
recompensa por el buen comportamiento, no por el mal comportamiento.
Sin embargo, fallar esto puede tener consecuencias negativas como la pérdida de
puntos. Si el comportamiento negativo intenta cambiar, es agresivo, en cuyo caso también
debe usar consecuencias negativas.
Terapia de la conducta en la escuela.
A veces, el tratamiento se enfoca en el comportamiento en la escuela. En tales casos,
los docentes deben participar en este proceso. Debe hablar con los maestros y hacer que
se comprometan con el plan de comportamiento. También querrás asegurarte de que el
plan sea lo suficientemente simple como para que el maestro no tenga que dedicarle
demasiado tiempo y esfuerzo.
A veces, el tratamiento no es suficiente para aliviar los síntomas del TDAH. Hable con
su médico si su hijo sigue teniendo problemas. Juntos decidirán si desean usar
medicamentos para el TDAH además de la terapia conductual. Es una buena idea conocer
a los profesionales que pueden ayudar a los niños con TDAH.
Puntos clave.
• Además de las recompensas, los padres también deben brindar reconocimiento y
elogios cuando sus hijos exhiben un comportamiento meritorio.

• Si las recompensas no funcionan, serán necesarias consecuencias negativas como


la pérdida de puntos.

• Considere hablar con el médico de su hijo acerca de los medicamentos para el


TDAH si la terapia conductual no es suficiente para aliviar los síntomas.
Técnicas de intervención.
Uno de los aspectos más notables y destacables de la terapia conductual ha sido el
desarrollo de programas de intervención sistemáticos y cortos (al menos en comparación
con otros enfoques), que además han demostrado reiteradamente su eficacia tanto
en general como en diferentes áreas de aplicación. en aspectos especiales.

Desde finales de los años sesenta, el surgimiento e implementación de estas


técnicas ha sido sistematizado en "Manuales Técnicos”, un nuevo desarrollo en
psicología clínica.

Esta es la primera vez que se presenta un conjunto integral y sistemático de técnicas


de intervención y se explica en detalle el modo de acción. Este enfoque para
aprender el trabajo profesional de un psicólogo clínico desde un punto de vista científico
es igualmente revolucionario en comparación con los métodos desarrollados con
métodos alternativos, donde este aprendizaje se acerca a la iniciación o ritual.

Los resultados después de treinta años se pueden resumir indicando que cada
psicólogo ahora, independientemente de su orientación teórica o afiliación, tiene al
menos una técnica de modificación o manual de terapia conductual. Además, a veces (o
habitualmente) utilizan estos métodos, aunque, como se ha mencionado
anteriormente, su orientación teórica o modelo de referencia es muy diferente del modelo
conductual a partir del cual se desarrollaron.
4. Terapia humanista.

La creatividad, el autodescubrimiento y la autorrealización son muy importantes en la


llamada terapia humanista.
La terapia humanista es un grupo de terapias cuyo objetivo principal es ayudar a los
pacientes a descubrir sus fortalezas y lograr un sentido de realización personal. Su trabajo
se centra en desarrollar un sentido de autoaceptación y trabaja para superar las críticas o
la resistencia de los demás.
Es un enfoque de la salud mental que enfatiza la importancia de ser quién eres para
vivir una vida plena. Algunas personas creen que las personas en su ser único tienen un
buen corazón y pueden usar su intuición personal para encontrar dentro de sí mismos la
sabiduría, el crecimiento, la curación y la realización que desean lograr.
El terapeuta está con el paciente durante todo el proceso y crea una relación de igualdad
que proporciona un ambiente de apoyo, empatía y confianza donde el paciente puede
compartir sus sentimientos sin temor a ser juzgado.
El objetivo de la terapia humanista es promover el cambio para que los sujetos
aprendan las herramientas necesarias para lograr su equilibrio emocional. Esto quiere
decir que el psicólogo facilita y guía al individuo hacia su propio progreso y felicidad.
Las piedras angulares de la terapia humanista son la elección, la creatividad y la
autorrealización.
Orígenes.
Tiene sus raíces en la filosofía, especialmente en el existencialismo y en las ideas de
escritores como Sartre, Kierkegaard y Nietzsche. Centra sus intervenciones psicológicas
en el desarrollo personal de la persona. Esto significa que además de tratar los problemas
psicológicos de un individuo (depresión, ansiedad, fobias, trastornos mentales, etc.),
también puede desarrollar su identidad, autoestima y motivación.
En 1960, el psicólogo estadounidense Maslow creó su famosa pirámide, en la que
definió las áreas más importantes que tiene una persona y que necesita mejorar para
alcanzar la felicidad. Basado en el humanismo y el existencialismo, este movimiento
promueve la motivación humana en su esencia. Solo así se introducirá una perspectiva
personal más amplia y global. Esto significa que las personas ya no son solo sus traumas
pasados o problemas de salud mental actuales, sino un conjunto completo de elementos
que incluyen lo físico, lo mental, lo emocional y lo espiritual.
La terapia humanista se enfoca no solo en el malestar emocional, sino también en
elevar todos los dominios personales en la búsqueda del sentido general de bienestar de
una persona.
Base teórica.
Independientemente de la enfermedad o problema a tratar, el modelo de intervención
de la terapia humanista se centra en el desarrollo de la personalidad. Sus fundamentos y
operaciones están destinados a aclarar su significado. Dentro de esta línea, tiene un
conjunto de características comunes:
Visión optimista y holística de la humanidad: cada persona es un compuesto de
elementos físicos y mentales, y se cree que los humanos son inherentemente buenos.
Centrarse en los factores sociales: el autodescubrimiento y el desarrollo personal
deben ir de la mano de la responsabilidad social.
Importancia de la subjetividad: En el curso de la terapia, se vuelve muy importante
analizar cómo los pacientes perciben e interpretan sus pensamientos internos.
Un concepto alternativo de felicidad y éxito: Cada uno puede tener su propio camino
hacia la felicidad, y el proceso terapéutico ayuda a descubrirlo. Desafía los estándares
tradicionales de felicidad.
Cada uno es su propio motor de cambio: el terapeuta es importante en la terapia
humanista, pero el gran motor de cambio es la propia persona, que es más que capaz de
solucionar sus propios problemas.
La actitud humanista básica de los terapeutas hacia los pacientes.
• Consistencia (autenticidad). Esta es la base de la terapia centrada en el cliente y
es la clave para el pleno desarrollo de la terapia humanista. Al aprender a ser
coherentes, los pacientes y los terapeutas pueden volverse más conscientes de sus
propios sentimientos y pensamientos, lo que puede ser una herramienta poderosa para
lidiar con una variedad de situaciones de la vida.

• Empatía. Cómo un auténtico terapeuta humanista puede realmente acompañar la


experiencia de cada paciente y comprender el significado que le atribuyen. Es la ira,
tristeza, soledad, etc. del paciente. sintiéndose como propios, pero "sin perder nunca
la cualidad de ser". También es importante saber comunicar claramente al paciente
que se le comprende, para que sepa que se le acompaña.

• Aceptación Positiva Incondicional. En un mundo de prejuicios, los espacios


terapéuticos se vuelven vitales si se pueden despejar las actitudes del paciente o la
"aceptación condicional" y el rechazo de las personas. La aceptación positiva
incondicional abre la puerta para que el paciente explore libremente su mundo interior
porque entendemos que el paciente está haciendo lo mejor que puede con las
herramientas que tiene actualmente.
Herramientas de la terapia humanista.
a) Atención física. El paciente debe sentir claramente la atención, y una de
las formas más claras es a través de la postura, la mirada y las respuestas no
verbales del terapeuta a lo largo de la sesión.

b) Atención psicológica. Esta es una habilidad desarrollada con el tiempo que


le permite al terapeuta ver puntos importantes durante la terapia y utilizarlos para
acompañar mejor al paciente.
c) Atención no verbal. Observar los movimientos, cambios de voz, gestos,
etc. que realiza el paciente sin darse cuenta porque contienen información
importante que puede ser utilizada durante la sesión.

d) Concretización. Ayuda vital para pasar de lo vago a lo concreto y de lo


general a lo concreto, entre los muchos temas que toca el paciente que ayudan a
esclarecer su situación.

e) Reflejo simple. Partiendo de que el paciente ha hecho todo lo posible y


tiene los recursos para lograr lo que quiere, este tipo de reflejo permite enfatizar
algunas frases o palabras que el paciente ha dicho pero que quizás no haya dejado.
Reflejar ayuda a enfatizar o resaltar lo que se dice y es una excelente manera de
dejar en claro al paciente que no está solo.

f) Reflejo de sentimientos. Las palabras del paciente transmiten algo más que
pensamientos. También hay sentimientos y emociones implícitos que, al ser
captados y reflejados en el tiempo por el terapeuta humanista, ayudan a los
pacientes a profundizar en su experiencia interior.

g) Reflejo no verbal. La experiencia del paciente también se puede expresar


en gestos, ademanes e incluso movimientos corporales. Al aclarar estas acciones
al paciente, él mismo podrá completar alguna información sobre lo que sucedió
en ese momento desde un punto de vista fenomenológico.

h) Comunicar comprensión empática. Se puede decir que es la otra cara de


la moneda de la empatía. Cuando hemos conseguido hacer vivir el mundo interior
del paciente como el mundo del terapeuta, debemos comunicárselo, porque la
empatía como herramienta terapéutica es útil para el paciente sólo cuando se le
comprende claramente, se le acompaña.
Estas son algunas de las terapias humanísticas más conocidas.

Terapia Gestalt. La autoconciencia es la clave para el crecimiento y desarrollo


personal. El "aquí y ahora" o la misma palabra, el momento presente, es el núcleo de su
proceso de curación. El terapeuta ayuda a cada persona a observar sus pensamientos e
identificar sus reacciones emocionales.

Terapia corporal. “Escuchar nuestro cuerpo” es un precepto importante de esta terapia.


Es importante ser consciente de la información que nos está dando nuestro cuerpo para
poder analizar nuestras experiencias.

Terapia centrada en el cliente. El psicólogo Carl Rogers, creador de este enfoque, cree
que todas las personas pueden alcanzar su máximo potencial, pero algunas experiencias
nos lo impiden. Durante la terapia, el objetivo es que las personas se conecten con sus
recursos internos y redescubran su valor.

Terapia de Necesidades Humanas. Su premisa es que todas las personas nacen con un
conjunto de necesidades básicas. Descuidar estas necesidades causa problemas
psicológicos. El objetivo de su proceso terapéutico es enseñar al paciente cuáles son sus
necesidades físicas y emocionales y cómo satisfacerlas.
5. Terapia de grupo.

La terapia de grupo es una forma de terapia en la que un terapeuta reúne a un pequeño


grupo de personas con problemas emocionales a menudo similares en una sesión y
permite que cada persona exprese sus preocupaciones y se ayude mutuamente en su
moderación profesional.
Este tipo de psicoterapia se enfoca en las interacciones y conexiones que ocurren en
grupos y es un tipo de terapia diseñada para dar a las personas herramientas para encontrar
soluciones a sus problemas o conflictos mentales y emocionales.
El objetivo es lograr el crecimiento personal, el equilibrio emocional y la mejora de
las habilidades sociales para que las personas se animen mutuamente a cambiar los
comportamientos y hábitos deseados para resolver un conflicto o trauma. En muchos
casos, se recomienda romper el aislamiento al que recurren las personas cuando se sienten
emocional y psicológicamente incómodas.
Al igual que la psicoterapia individual, esta terapia puede ser eficaz en el tratamiento
de problemas como la ansiedad, la depresión, enfermedades crónicas o graves, problemas
sociales, trastornos de la personalidad y traumas.
Se trata de una técnica muy utilizada para tratar adicciones, fobias o trastornos
alimentarios. Por otro lado, cuando las poblaciones cambian, en la mayoría de los casos
son cambios más estables que persisten en el tiempo.
Orígenes.
En 1905, el médico de Boston Dr. Joseph Pratt reunió a todos sus pacientes con
tuberculosis para discusiones grupales semanales y descubrió que estas reuniones
fomentaban el apoyo mutuo, aliviaban la depresión y reducían los sentimientos de
desesperanza y aislamiento.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la terapia de grupo se consideraba ineficaz. Las
numerosas bajas neuropsiquiátricas de la guerra obligaron a los gobiernos estadounidense
y británico a encontrar las formas más eficaces y económicas de tratar a estos veteranos.
Desde entonces, el campo de la terapia de grupo ha crecido rápidamente y ahora se usa
en una variedad de entornos clínicos para una amplia variedad de problemas.
¿En qué consiste?
El terapeuta reúne de cinco a doce personas en un grupo con el objetivo de hablar
honesta y espontáneamente. Interviene como guía y árbitro. El comportamiento del
paciente mejora y las relaciones interpersonales mejoran a través de la interacción grupal.
Además, con el apoyo del terapeuta a lo largo de la sesión, se alienta a las personas a
expresar sus sentimientos y aprender a vivir y escuchar los sentimientos de los demás.
Aparte de de escuchar y hablar, los psicólogos pueden pedir a los miembros del grupo
que cambien de roles y revivan situaciones pasadas y otras dinámicas específicas para
que las personas se sientan cómodas expresando sus sentimientos.
Preparación para la terapia de grupo.
Antes de seleccionar a los miembros del equipo, generalmente se realiza un proceso
de evaluación para preparar al paciente para el tratamiento. Esto se hizo en tres
entrevistas:
Primera entrevista: se centra en los motivos por los que el paciente acude, cómo habla
de sus problemas, relaciones, antecedentes familiares y situaciones laborales, sociales y
sexuales.
Segunda entrevista: brinda detalles sobre la terapia de grupo y describe cómo
funciona. Además, también se debe tener en cuenta la actitud del paciente hacia la
información proporcionada.
Tercera entrevista: una mirada en profundidad a la terapia de grupo y cómo funciona
un grupo en particular. El resto de dudas o inquietudes del paciente son respondidas y
complementadas con información que le permite determinar sus objetivos a alcanzar en
la terapia de grupo.
Resultados de la terapia grupal.
La terapia de grupo requiere un ajuste inicial entre los miembros del grupo, que suele
durar unos 2 meses. Después del período inicial, debería comenzar a sentir los cambios.
Una vez que se siente el progreso, hay un momento de consolidación donde los miembros
del grupo aprecian y pueden reconocer los cambios que los han ayudado en su vida diaria.
A partir de ahí, los pacientes a menudo tienen miedo de hacer estos cambios sin el
apoyo sugerido por el grupo. Por esta razón, en muchos casos el terapeuta necesitará hacer
un seguimiento.
Ventajas.
• El paciente repite las dificultades típicas del grupo. Interactuar con un grupo le permite
detectar rápidamente patrones de comportamiento.
• El término "Salón de los Espejos" se refiere a la capacidad de los grupos para confrontar
comportamientos individuales que antes no podían identificar. Cada miembro del grupo
es más sensible a las reacciones a su comportamiento cuando sus observaciones provienen
de un grupo de observadores.
• De hecho, cuantas más personas se identifiquen con las dificultades del paciente, más
fácilmente podrán afrontar el problema y la intensidad con la que les afecta.
• Revelar secretos vergonzosos puede ser un gran alivio.
• La interacción intergrupal promueve respuestas e intercambios socialmente aceptables.
• El grupo ofrece modelos de conducta alternativos.
• En general, la terapia de grupo se considera menos regresiva que la terapia individual.
Desventajas.
• Los pacientes tienen menos tiempo exclusivo y menor atención que en las terapias
individuales.
• Los grupos pueden crear la sensación de estar perdido en la multitud y de no ser
apreciado por la propia unicidad.
• La confidencialidad tiene limitaciones. El guía del grupo puede garantizar que todos los
miembros del grupo sean discretos y mantengan las confidencias en secreto.
• La finalización de la terapia es más complicada que en la terapia individual al ser menos
flexible
¿Cómo se seleccionan los miembros de un grupo?
Se han propuesto varios criterios para la selección de pacientes. En general, la mayoría
de los pacientes pueden trabajar eficazmente en alguna forma de terapia de grupo. Los
pacientes son candidatos para la terapia de grupo si están dispuestos a escuchar a los
demás y hablar de sí mismos.
Los criterios de exclusión son: negativa a participar en el grupo o no estar de acuerdo
con el acuerdo del grupo, problemas graves en la comunicación interpersonal.
Contrariamente a la creencia popular, las personas a las que no les va bien en grupos no
son los mejores candidatos para la terapia de grupo. También se debe tener precaución al
incluir en grupos a individuos altamente impulsivos, intensamente suicidas, homicidas o
psicóticos.
Tipo de grupo para cada tipo de paciente.
El grupo no es una colección aleatoria de extraños reunidos porque la clínica tiene muy
pocos médicos y demasiados pacientes. Es importante no solo seleccionar a los pacientes
que puedan beneficiarse de la terapia de grupo, sino también colocarlos en un grupo que
sea especialmente adecuado para ellos.
Los grupos están formados tradicionalmente por individuos con un autodesarrollo
similar pero diferentes estilos interpersonales. Por ejemplo, habilidades similares para
fomentar la confianza o el cariño, pero diferentes niveles de timidez o conformidad.
Lo más importante es que ningún miembro del grupo se considere el único del grupo,
porque entonces el riesgo de abandonar el grupo es significativo. Por ejemplo, en un
grupo de pacientes jóvenes, como las nuevas madres, el único paciente mayor es una
viuda. En este caso, el viudo encontrará poco en común con los demás miembros y
abandonará rápidamente el grupo. Tres razones por las que los pacientes son extremos:
• Programar al paciente para corregir el grupo en el momento equivocado
(el paciente no está listo para el grupo).

• Grupo equivocado en el momento adecuado (por ejemplo, viudas entre


nuevas madres)

• El paciente no se adapta a la terapia de grupo.


6. Terapias centradas en el cliente.

Carl Rogers es considerado uno de los psicoterapeutas más influyentes en la historia


de la psicología, era un pensador humanista que creía en la bondad humana, el impulso o
el deseo de desarrollar su potencial y ser el mejor.
El enfoque centrado en la persona, fundado en 1950 por el psicólogo estadounidense
Carl Rogers (1902-1987), afirmó claramente que las personas tienen una tendencia innata
a desarrollar todo su potencial. Sin embargo, esta habilidad puede ser bloqueada o
distorsionada por nuestras experiencias, especialmente aquellas que dan forma a nuestros
valores.
El objetivo de la terapia centrada en el cliente es comprender las percepciones
conscientes de las personas, no interpretar sus pensamientos inconscientes. Es un enfoque
humanista que se ocupa de cómo las personas se perciben a sí mismas conscientemente,
en lugar de la interpretación de un terapeuta de sus pensamientos o ideas inconscientes.
Carl Rogers lo llamó originalmente terapia no directiva, considerando que el terapeuta
no tiene que guiar activamente al paciente, sino ser un socio comprensivo en el proceso
de recuperación del paciente a través de la autorrevelación a través de la escucha.
Finalmente, al darse cuenta de este hecho descubrió también que los clientes a menudo
recurrían a sus terapeutas en busca de dirección.
El trabajo de Rogers fue parte del humanismo psicológico, un movimiento que
mostraba la bondad de las personas y su impulso innato por el crecimiento personal, en
contraste con las visiones frías y pesimistas del psicoanálisis y el conductismo. Roger y
Abraham Maslow son considerados pioneros de esta dirección teórica.
Para Rogers, la psicopatología surge de una disonancia entre la experiencia de un
organismo (el "yo orgánico") y su percepción o identidad propia; por lo tanto, los síntomas
ocurren cuando los comportamientos y los sentimientos son inconsistentes con la forma
en que las personas piensan sobre sí mismas. Consecuentemente, la terapia debe enfocarse
en que el cliente logre esta adaptación. Al hacer esto, podrá desarrollarse por completo,
estar abierto a la experiencia del momento y sentirse cómodo en su cuerpo.
Para este autor -y para muchos después de él- la eficacia de la psicoterapia no depende
tanto de la aplicación de determinadas técnicas como del hecho de superar determinadas
etapas y de la actitud del terapeuta. Un psicoterapeuta que utiliza este enfoque trabaja
para comprender su experiencia desde una perspectiva personal.
También es importante señalar que Rogers usó deliberadamente la palabra cliente en
lugar de paciente porque creía que la palabra paciente significaba alguien que estaba
enfermo y buscaba atención de un terapeuta. Al usar el término "cliente", enfatiza la
importancia de que las personas busquen ayuda, asuman la responsabilidad de su propio
destino y superen las dificultades. Esta autodirección juega un papel crucial en la terapia
centrada en el cliente.
Al igual que el psicoanalista Sigmund Freud, Rogers creía que la relación terapéutica
podía proporcionar a los clientes una perspectiva y un cambio duradero. Mientras que
Freud se centró en explicar lo que él creía que eran los conflictos inconscientes que
causaban los problemas del cliente, Rogers argumentó que el terapeuta no debería dar
instrucciones, es decir, el terapeuta no debería instruir al cliente sino actuar en
consecuencia.
El objetivo de la terapia centrada en el cliente.
El objetivo principal de este enfoque es promover la tendencia del cliente hacia la
autorrealización. La autorrealización es la creencia de que todas las personas buscan lo
mejor de sí mismas. Este tipo de terapia promueve el crecimiento personal y las relaciones
de una persona, permitiéndole explorar y utilizar sus fortalezas e identidad personal. Un
terapeuta centrado en la persona ayudará con este proceso y brindará el apoyo necesario.
Según Rogers, son necesarias seis condiciones para un cambio real:
• Contacto psicológico entre cliente y terapeuta.

• El cliente sufre un trastorno del estado de ánimo porque se encuentra en un estado


de incoordinación.

• El terapeuta es auténtico y entiende lo que está sintiendo (contexto).

• El terapeuta evalúa incondicionalmente al cliente de manera positiva.

• El terapeuta tiene una comprensión empática del cliente y su marco de referencia


interno y sabe cómo transmitir esta experiencia al cliente.

• El cliente reconoce que el terapeuta es incondicionalmente positivo y comprende


sus dificultades.
Entre ellas, se denominan las siguientes tres condiciones principales o básicas:
Consistencia: El terapeuta debe ser completamente honesto.
Atención positiva incondicional: El terapeuta no debe criticar la evaluación del
cliente.
Empatía: el terapeuta debe tratar de comprender la experiencia del cliente.
Una variedad de factores puede afectar la capacidad de un individuo para prosperar,
incluida la baja autoestima, la falta de confianza en sí mismo y la falta de nuevas
experiencias. Un enfoque centrado en la persona reconoce que las condiciones
ambientales sociales y personales de un individuo pueden afectarlo significativamente y,
por lo tanto, brinda terapia en un ambiente neutral y cómodo donde los clientes se sienten
cómodos, auténticos y abiertos al autodescubrimiento. De esta forma, esta técnica
neutraliza experiencias previas que inciden en el condicionamiento de la tristeza (estados
en los que nos afirmamos o negamos). Otros cambios significativos que se pueden
desarrollar a través de esta terapia incluyen:
Cierra la brecha entre la idealización del cliente y la realidad personal. Mejor
comprensión de uno mismo y de la conciencia. Reducir la actitud defensiva, la
incertidumbre y la culpa. Cree más en ti mismo. relaciones más sanas. Mejorar las
habilidades de autoexpresión. En general, una sana sensación de cambio.
¿Qué técnicas se utilizan en la terapia centrada en el cliente?
La única técnica que se considera efectiva y utilizada en terapia es escuchar. De hecho,
muchos terapeutas y psicólogos centrados en el cliente ven la confianza del terapeuta en
la "tecnología" como un obstáculo para una terapia eficaz en lugar de una bendición.
La visión rogeriana es que el uso de la tecnología puede tener un efecto
despersonalizador en la relación terapéutica. Si bien la escucha activa es una de las
prácticas más importantes, hay muchos consejos y trucos disponibles para los terapeutas
para ayudar a facilitar una terapia exitosa. En contexto, estos consejos y sugerencias
pueden considerarse "técnicas" de terapia centrada en el cliente.
Reflexiones: aquí, el terapeuta resume lo que el cliente ha dicho y verbaliza este
resumen al cliente para demostrar comprensión. A veces, el terapeuta presta especial
atención a reflejar el contenido emocional de la historia del cliente.
Escucha activa: el terapeuta escucha activamente al cliente en lugar de buscar
información para otros fines, como problemas o síntomas. El objetivo es escuchar y
empatizar.
Las experiencias sin censura conducen al crecimiento personal: el terapeuta no guía
al cliente a través de preguntas específicas, el cliente recibe terapia donde necesita ir.
¿Quién puede beneficiarse?
En general, la consejería centrada en el cliente puede ayudar a personas de todas las
edades con muchos problemas personales. Esta es una forma atractiva de terapia para
muchas personas porque les permite mantener el control sobre el contenido y el ritmo de
la sesión sin tener que preocuparse por ser juzgados o juzgados por el terapeuta.
Se cree que el estilo no directivo de la consejería centrada en el cliente es más
beneficioso para aquellos con un intenso sentido de introspección y emoción, y para
aquellos que desean abordar hábitos mentales o patrones de pensamiento específicos. Se
ha encontrado que este enfoque es particularmente útil para ayudar a las personas a
superar problemas específicos como la depresión, la ansiedad, los trastornos de
personalidad, los trastornos alimentarios y la adicción al alcohol.
Estos problemas pueden tener un impacto significativo en la autoestima, la autonomía
y la confianza en uno mismo, pero la terapia centrada en el cliente puede ayudar a las
personas a reconectarse con su ser interior para superar cualquier limitación. Además,
aunque la consejería centrada en el cliente se desarrolló originalmente como un método
de psicoterapia, a menudo se ha transferido a otras áreas en las que las personas establecen
relaciones, incluida la enseñanza, el cuidado de niños y el cuidado de pacientes. Hoy en
día, muchas personas que no están en terapia utilizan este enfoque para ayudarlos a
administrar su trabajo y sus relaciones diarias.
7. Enfoques médicos de los trastornos psicóticos.

La psicosis se refiere a síntomas tales como delirios, alucinaciones, pensamiento y


habla desorganizados y comportamientos motores extraños e inapropiados que pierden el
contacto con la realidad. Este diagnóstico se realiza cuando la psicosis es el resultado de
una condición física en lugar de un trastorno mental como la esquizofrenia.
Un trastorno psicótico es un trastorno mental grave que causa pensamientos e ideas
inusuales. Las personas con psicosis pierden el contacto con la realidad. Los dos síntomas
principales son los delirios y las alucinaciones.
Los delirios son creencias falsas, como creer que alguien está en tu contra o que la
televisión te envía mensajes secretos. Las alucinaciones son percepciones falsas, como
oír, ver o sentir cosas que no existen. Un trastorno mental causado por otro trastorno
médico se caracteriza por alucinaciones o delirios causados por otro trastorno médico.
Por ejemplo, las personas con epilepsia del lóbulo temporal a veces experimentan
alucinaciones olfativas, en las que huelen cosas que no existen. Otras condiciones
médicas que pueden causar psicosis incluyen: tumores cerebrales e infecciones, accidente
cerebrovascular, migrañas y ciertos trastornos hormonales.
Sin embargo, una persona que experimenta una confusión grave (delirios) como
resultado de una enfermedad peligrosa o abstinencia del consumo de drogas o sustancias
no se considera psicótica debido a una afección médica.
El tratamiento de la enfermedad generalmente reduce la gravedad de los síntomas
psicóticos, pero algunas personas también necesitan un tratamiento especial para los
síntomas psicóticos.
Es fundamental establecer una relación temporal entre la afección física y la
psicótica (es decir, comienzan y terminan al mismo tiempo).
Tratar la afección médica a menudo reduce la gravedad de los síntomas psicóticos,
pero algunos pacientes también necesitan tratamiento específico para los síntomas
psicóticos.
Los trastornos más comunes y sus principales síntomas.
• Esquizofrenia. La esquizofrenia se caracteriza por síntomas tales como alteraciones
en el pensamiento, la percepción, las emociones, el lenguaje, la autoconciencia y el
comportamiento.
Las personas con esquizofrenia tienen dificultades para integrarse en la sociedad
porque a menudo experimentan estigma y discriminación. Sin embargo, la
farmacoterapia, la intervención psicológica y el apoyo psicosocial son esenciales para
promover el funcionamiento y desarrollo óptimo de estos pacientes. Se cree que la
esquizofrenia puede ser el resultado de la genética y la interacción de varios factores
ambientales y psicosociales.
• Trastorno de ideas delirantes. Es un grupo de trastornos mentales caracterizados por
la aparición de un tema delirante único o de un grupo de delirios interrelacionados, a
menudo muy persistentes incluso hasta el final de la vida del individuo.
El contenido de un tema o conjunto de delirios es muy variable. Suele ser fantasmal,
melancólico o fantástico, pero también puede referirse a un pleito o un caso de celos, o
para indicar que una parte del cuerpo está deformada, o que otras personas piensan que la
persona huele raro o es gay. La mayoría de las veces no hay otras psicopatologías, pero
los síntomas depresivos y, en algunos casos, las alucinaciones olfativas y táctiles pueden
ocurrir periódicamente.
• Trastorno psicótico breve. A menudo es causado por una causa específica, como una
situación estresante. Por este motivo, suele durar solo unos días y luego desaparece
sin consecuencias. Por lo general, las personas con este trastorno experimentan
episodios psicóticos, que son episodios agudos de delirios y alucinaciones.

• Trastorno de ideas delirantes inducidas. Es un trastorno delirante raro compartido


por dos o más personas con un vínculo emocional estrecho. Solo una persona afectada
sufre una verdadera psicosis. En cualquier caso, se inducen delirios, que suelen
desaparecer tras la separación.
Un trastorno mental que predomina en un individuo suele ser la esquizofrenia. Tanto
los delirios originales de la persona dominante como los delirios inducidos por el otro son
crónicos y de naturaleza persecutoria o arrogante. Tales delirios solo se propagan en
circunstancias raras y extremas. Los dos son casi siempre parientes cercanos que están
aislados de su entorno por el idioma, la cultura o la geografía. Las personas que son
conducidas a los delirios a menudo son adictas o están al servicio del verdadero psicópata.
Trastorno esquizoafectivo. Este grupo de trastornos se subdivide en trastorno
esquizoafectivo maníaco, trastorno esquizoafectivo depresivo y trastorno esquizoafectivo
mixto.
El diagnóstico psiquiátrico describe un trastorno mental caracterizado por episodios
recurrentes de trastornos del estado de ánimo (depresión o trastorno bipolar), que en todos
los casos cursan con los síntomas psicóticos de la esquizofrenia. Esto puede incluir
alteraciones de la percepción que alternan o coinciden con episodios maníacos o
depresivos.
Esta perturbación en la percepción o expresión de la realidad afecta los cinco sentidos,
pero se manifiesta más comúnmente como alucinaciones auditivas o visuales, paranoia o
delirios de grandeza y pensamiento o comportamiento desorganizado con deterioro social
u ocupacional severo.
Estos son trastornos episódicos en los que los síntomas afectivos y esquizofrénicos son
prominentes y ocurren durante el mismo episodio de enfermedad, preferiblemente al
mismo tiempo o con al menos unos días de diferencia. Su relación con los trastornos del
estado de ánimo (afectivos) y la esquizofrenia típica no está clara.
Estos no cumplen los criterios de esquizofrenia ni de episodios maníacos o depresivos.
Los pacientes con episodios esquizoafectivos recurrentes, especialmente aquellos cuyos
síntomas son maníacos más que depresivos, por lo general se recuperan por completo y
rara vez experimentan un estado deficitario.
Se cree que el trastorno afecta principalmente el funcionamiento cognitivo y
emocional, pero a menudo también causa problemas conductuales y motivacionales
persistentes. Las personas con trastorno esquizoafectivo pueden tener otras afecciones
médicas (comórbidas), incluidos los trastornos de ansiedad y el abuso de sustancias.
¿Qué síntomas presentan?
Los dos síntomas principales para las personas con trastornos mentales son:
Delirios: pensamientos ilógicos y creencias falsas, como que alguien los persigue o
los persigue.
Alucinaciones: son percepciones falsas e irreales, como ver u oír cosas que no existen.
Causas de los trastornos psicóticos o por qué se producen.
Las causas pueden ser varías:
• Consumo de sustancias como el alcohol y las drogas.
• Tumores o quistes cerebrales.
• Algunos fármacos.
• Accidente cerebrovascular.
¿Se pueden prevenir?
La prevención de los trastornos mentales depende de la etiología. Si la causa es el uso
de ciertas sustancias o medicamentos, la enfermedad se puede prevenir evitándolos.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento depende de la causa de la psicosis. El tratamiento consiste
principalmente en psicoterapia. En casos muy graves en los que una persona pueda
suponer un peligro para sí misma o para los demás, puede ser necesaria la hospitalización.
• Biorretroalimentación y manejo del estrés. La biorretroalimentación es un
tratamiento no invasivo que entrena al cerebro para controlar los efectos del
estrés o los problemas de salud en el cuerpo, como la actividad cerebral, la
presión arterial, la tensión muscular y la temperatura corporal. Implica la
colocación de sensores (electrodos) en el cuerpo y una terapia especial por
parte de un terapeuta de biorretroalimentación certificado.

• Terapia electroconvulsiva (TEC). En la terapia electroconvulsiva, se cree que


la aplicación de pequeñas cantidades de corriente eléctrica revierte los síntomas
de los trastornos mentales. La electricidad suministrada a través de sensores
(electrodos) en el cuero cabelludo provoca convulsiones cortas y controladas
que cambian la química del cerebro. Requiere de 6 a 12 sesiones de TEC y se
realiza de forma ambulatoria bajo anestesia general.

• Psicoterapia. La psicoterapia, o terapia de conversación, explora cómo la


enfermedad afecta el pensamiento, los sentimientos, el comportamiento y los
cambios de humor y cómo manejarlos. Hay muchos tipos de psicoterapia,
incluida la terapia cognitiva conductual (TCC) para cambiar su pensamiento o
comportamiento y la terapia interpersonal (IPT) para mejorar sus relaciones.
La psicoterapia se proporciona en grupo o individualmente.

• Psicofarmacología. Es el estudio del uso de fármacos para tratar los trastornos


mentales. Los psiquiatras recetan medicamentos para mejorar los síntomas de
la enfermedad mental. Algunos medicamentos contienen antidepresivos,
estabilizadores del estado de ánimo, antipsicóticos, ansiolíticos o estimulantes,
o una combinación de estos medicamentos. Nuestros psiquiatras estudian estas
sustancias para comprender cómo funcionan y cómo afectan al cuerpo, y
aplican hábilmente este conocimiento en su práctica diaria.

• Estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS). Esta forma no


invasiva de estimulación cerebral puede tratar la depresión y la ansiedad que
no responden bien a la medicación o la psicoterapia. Se colocan sensores en la
cabeza para transmitir pulsos magnéticos a las neuronas. Estos impulsos
cambian ciertas áreas del cerebro responsables del estado de ánimo, la
memoria, la adicción y más. La rTMS se realiza sin anestesia de forma
ambulatoria todos los días durante 4 a 6 semanas.
8. Tratamiento de adultos sicóticos sobre Psicóticos.

La primera etapa del tratamiento incluye una evaluación completa con un psiquiatra.
Durante esta entrevista, tómese el tiempo para conocer a la persona y, si es posible, a su
familia o a alguien cercano.
Generalmente se realizan análisis de sangre y estudios de neuroimagen (resonancia
magnética) para descartar posibles causas orgánicas de los síntomas psicóticos. Este
puede ser un momento confuso y preocupante para los pacientes, por lo que es importante
contar con el apoyo y la comprensión de todos los profesionales de la salud.
Esta confianza mutua entre el paciente y el equipo de salud mental es esencial para
que ocurra temprano en el proceso de tratamiento. La información recabada durante la
entrevista y las pruebas realizadas reflejarán la especificidad de la psicosis y el
tratamiento más adecuado en cada caso concreto.
En algunos casos, los síntomas desaparecen al poco tiempo de iniciar el tratamiento,
lo que permite a los pacientes volver a su vida normal en un corto período de tiempo. En
otros casos, la recuperación puede tardar semanas o incluso meses. Al igual que otras
enfermedades, puede dejar de trabajar o estudiar adecuadamente temporalmente y
reanudar después de la recuperación, que es el éxito más garantizado.
El tipo de tratamiento puede variar según las preferencias del paciente, la gravedad de
los síntomas, el tiempo de aparición y la posible causa.
Medicamentos.
Los medicamentos son una parte importante del tratamiento de la psicosis y, junto con
otros tratamientos, juegan un papel importante en la recuperación de los episodios
psicóticos y en la prevención de futuros episodios.
Hay una variedad de medicamentos altamente efectivos que pueden reducir tanto los
síntomas psicóticos como la ansiedad asociada con ellos. El tratamiento generalmente
comienza con dosis bajas, con el psiquiatra trabajando con el paciente para decidir los
cambios necesarios en función del desarrollo de los síntomas.
Existe una amplia gama de medicamentos, por lo que puede cambiar entre ellos si
experimenta efectos secundarios. Es importante que el paciente informe a su psiquiatra si
presenta efectos secundarios, ya que su presencia puede reducir la adherencia al
tratamiento que, como hemos dicho, es fundamental para la recuperación.
Orientación y psicoterapia.
Hablar con un equipo profesional es una parte importante del tratamiento. Existen
diferentes tipos de tratamiento y la elección depende de las necesidades del paciente y de
la etapa de la enfermedad mental en la que se encuentre.
Al inicio, una persona que comprenda la situación y exprese una nueva confianza
puede ser suficiente. A medida que avanza la recuperación, pueden surgir dudas o
inquietudes sobre la enfermedad, y la información sobre medidas para evitar recaídas,
como técnicas de manejo del estrés o aprender a reconocer las señales de alerta temprana,
puede ser útil. La consejería o la psicoterapia pueden llevarse a cabo individualmente o
en grupo.
Tratamiento farmacológico.
Los antipsicóticos, también conocidos como antipsicóticos, a menudo se recomiendan
como tratamiento de primera línea para los síntomas psicóticos. Estos medicamentos
ayudan a reducir o detener/eliminar la frecuencia e intensidad de los síntomas de la
enfermedad.
Los antipsicóticos generalmente alivian la ansiedad y la inquietud en unas pocas horas,
pero para reducir síntomas como alucinaciones y delirios, el medicamento debe usarse
durante un período de tiempo más prolongado. Dos tercios de las personas experimentan
menos síntomas a los pocos días o semanas de tomar el primer medicamento. Es
importante señalar que los antipsicóticos son muy efectivos contra los síntomas positivos
(alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento y del lenguaje, etc.) pero muy
efectivos contra otros síntomas, como los síntomas negativos (retraimiento emocional y
social, apatía, etc.) Poco o nada. no efecto.
La mayoría de los antipsicóticos se toman por vía oral y, según el tipo y la dosis, es
posible que deba tomar una o más pastillas al día. En los últimos años, también se han
desarrollado antipsicóticos que se pueden administrar por vía intramuscular, por
inyección ya intervalos más prolongados (la frecuencia puede ser de dos semanas a tres
meses, según la prescripción). Hay una gran cantidad de antipsicóticos; una persona
puede responder a un antipsicótico mientras que otra puede responder a otro. Además, se
pueden prescribir distintos antipsicóticos en distintos momentos del proceso psiquiátrico,
en función de su eficacia y de la presencia o ausencia de efectos secundarios.
Es importante nunca dejar de tomar medicamentos antipsicóticos recetados a menos
que lo indique un profesional de la salud. Los medicamentos antipsicóticos juegan un
papel importante en la prevención de recaídas y la interrupción puede provocar nuevos
síntomas. El medicamento se puede suspender gradualmente bajo el control y supervisión
de un profesional de la salud. Si los síntomas están bien controlados y progresan bien, se
puede considerar una disminución gradual y controlada de la medicación.
Para algunas personas, la psicosis se asocia con otros síntomas, como depresión o
ansiedad, problemas para regular las emociones o trastornos del sueño. En tales casos,
también se necesitan otros tipos de medicamentos, como antidepresivos, estabilizadores
del estado de ánimo, ansiolíticos, tranquilizantes o somníferos.
Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico.
Como casi todos los medicamentos, los antipsicóticos pueden tener efectos
secundarios. No todos los experimentan y su gravedad varía de persona a persona. Los
efectos secundarios más comunes pueden ser: letargo/sedación, problemas de
movimiento: temblores, irritabilidad, rigidez, lentitud de movimientos, nerviosismo...,
aumento de la fatiga, aumento del tiempo de sueño, apatía, aumento de peso, dificultad
para concentrarse y errores de memoria, libido. Pérdida o disminución, depresión,
aumento o disminución de la salivación. Asegúrese de informar a su profesional de la
salud (medicina familiar, psiquiatría, enfermera) si nota efectos secundarios que le
resulten especialmente problemáticos. Es posible que le cambien el antipsicótico por uno
con efectos secundarios que usted tolere mejor. Nunca debe dejar de tomar su
medicamento recetado a menos que se lo indique el profesional de la salud calificado
responsable de su tratamiento. Si deja de tomar el medicamento repentinamente, es
posible que los síntomas regresen (recaída). Cuando los especialistas creen que se puede
reducir el tratamiento, lo hacen de forma paulatina y con una cuidadosa observación.
Tratamiento psicológico.
Dependiendo de las necesidades del individuo y de la familia y de la etapa de la
enfermedad mental en la que se encuentre la persona afectada, existen diferentes tipos de
psicoterapia, algunas de las cuales son:
• Grupos de Ayuda Mutua (MAG). Los Grupos de Ayuda Mutua (MAG)
también son una buena opción. Estar con otras personas que han vivido
experiencias similares, compartir y comunicar experiencias y problemas
cotidianos, expresar sentimientos y emociones, etc. puede tener un efecto muy
positivo en la curación de un enfermo mental.

• Psicoeducación. La educación sobre la enfermedad mental y su tratamiento y


pronóstico también es una parte muy importante, ya que permite a los pacientes
y sus familias comprender la experiencia y saber qué esperar de los
tratamientos recomendados. La psicoeducación sobre la enfermedad mental es
una herramienta que empodera a los pacientes y les ayuda a comprender mejor
su enfermedad y comprender mejor sus experiencias. Esto facilita que los
pacientes participen activamente en el tratamiento y tomen decisiones
conjuntas.

• Terapia psicosocial. El tratamiento psicosocial contribuye a la recuperación


social y vocacional de las personas, ya que pueden reintegrarse efectivamente
a la sociedad mediante la promoción y el desarrollo de diversas habilidades,
como el manejo del estrés y las emociones, habilidades de relajación,
resolución y manejo de problemas, establecimiento de metas y promoción de
una vida sana.

• Terapia psicosocial. Búsqueda de apoyo social, prevención de recaídas,


entrenamiento en habilidades sociales, asesoramiento sobre abuso de
sustancias, rehabilitación cognitiva, muchas de estas psicoterapias se pueden
realizar individualmente o en grupo.

• Técnicas de relajación. El objetivo de las técnicas de relajación es reducir el


estrés y la ansiedad que presenta una persona, devolverla a un estado de paz y
reducir la hiperactividad psicofisiológica. Estas tecnologías brindan a las
personas las habilidades y herramientas para hacerlo por su cuenta en caso de
que se encuentren en una situación similar en el futuro. También tienen como
objetivo concienciar a las personas sobre lo que está sucediendo en ese
momento, lo que ayuda a reducir la tensión física y la tensión mental.
• Intervención familiar. El apoyo familiar es clave en el proceso de recuperación
psiquiátrica. Por este motivo, la terapia domiciliaria es un tratamiento eficaz
para los afectados por esta enfermedad. Las familias también han pasado por
el proceso de aceptación y, por lo tanto, pueden necesitar apoyo para
sobrellevarlo lo mejor que puedan. Durante este proceso surgen dudas sobre
cómo manejar determinadas situaciones, como una posible recaída o cómo
sobrellevar el estrés de ser cuidador. Por lo tanto, se necesitarán herramientas
para brindar el mejor apoyo posible a las víctimas en el proceso de
recuperación, así como para mejorar el bienestar de las personas y las familias.
9. Tratamiento de adultos Psicóticos sobre los esquizofrénicos.

Un diagnóstico de esquizofrenia implica descartar otros trastornos psiquiátricos y


asegurarse de que los síntomas no sean causados por el abuso de sustancias, una sustancia
o una afección. Se pueden seguir los siguientes pasos para confirmar un diagnóstico de
esquizofrenia:

Examen físico: Esto puede ser para descartar otros problemas que puedan estar
causando los síntomas y buscar cualquier complicación.

Pruebas y exámenes de detección: pueden incluir pruebas para descartar afecciones


con síntomas similares y verificar el consumo de alcohol y drogas. Su médico también
puede ordenar pruebas de imagen, como una resonancia magnética o una tomografía
computarizada.

Evaluación psiquiátrica: el estado psiquiátrico es monitoreado por un médico o


especialista en psiquiatría, observando la apariencia y el comportamiento y preguntando
sobre pensamientos, estados de ánimo, delirios, alucinaciones, uso de drogas y potencial
de violencia o suicidio. También se discute la historia personal y familiar.

Tratamiento.

La esquizofrenia requiere tratamiento de por vida, incluso si los síntomas desaparecen.


La medicación y el tratamiento psicosocial pueden ayudar a controlar la enfermedad. En
algunos casos, puede ser necesaria la hospitalización.

El tratamiento suele estar a cargo de un psiquiatra con experiencia en el tratamiento de


la esquizofrenia. El equipo de tratamiento también puede incluir un psicólogo, un
trabajador social, una enfermera psiquiátrica y, posiblemente, un administrador de casos
que coordina la atención. Las clínicas con experiencia en el tratamiento de la
esquizofrenia pueden utilizar un enfoque de equipo completo.

Medicamentos.

Los medicamentos son la piedra angular del tratamiento de la esquizofrenia; los


antipsicóticos son los fármacos más comúnmente prescritos. Estos medicamentos
controlan los síntomas al actuar sobre el neurotransmisor dopamina en el cerebro.

El objetivo de la terapia antipsicótica es controlar eficazmente los signos y síntomas


con la dosis más baja posible. Con el tiempo, el psiquiatra puede probar diferentes
medicamentos en diferentes dosis o combinaciones para lograr el efecto deseado.
Otros medicamentos, como los antidepresivos y los ansiolíticos, también pueden
ayudar. Puede tomar varias semanas para ver una mejoría en los síntomas. Las personas
con esquizofrenia pueden negarse a tomar medicamentos para la esquizofrenia porque
pueden causar efectos secundarios graves.

La voluntad de cooperar en el tratamiento puede influir en qué medicamentos se


prescriben. Por ejemplo, una persona que se niega a tomar medicación continua puede
necesitar inyecciones en lugar de pastillas. Pregúntele a su médico acerca de los
beneficios y efectos secundarios de cualquier medicamento recetado.

Antipsicóticos de segunda generación.

Estos nuevos medicamentos de segunda generación son generalmente preferidos


porque presentan un menor riesgo de efectos secundarios graves que los antipsicóticos de
primera generación. Los antipsicóticos de segunda generación incluyen: aripiprazol
(Abilify), asenapina (Saphris), brexpiprazol (Rexulti), cariprazina (Vraylar), clozapina
(Clozaril, Versacloz), iloperidona (Fanapt), lurasidona (Latuda), olanzapina (Zyprexa),
paliperidona (Invega), quetiapina (Seroquel), risperidona (Risperdal), ziprasidona
(Geodon).

Antipsicóticos de primera generación.

Estos antipsicóticos de primera generación tienen efectos secundarios frecuentes y


potencialmente significativos, entre ellos, la posibilidad de desarrollar un trastorno del
movimiento (discinesia tardía), que puede o no ser reversible. Los antipsicóticos de
primera generación incluyen los siguientes: clorpromazina, flufenazina, haloperidol,
perfenazina.

Estos antipsicóticos a menudo son menos costosos que los antipsicóticos de segunda
generación, especialmente los genéricos, que pueden ser un factor de decisión importante
cuando se necesita un tratamiento a largo plazo.

Antipsicóticos inyectables de acción prolongada.

Algunos antipsicóticos se pueden administrar por inyección intramuscular o


subcutánea. Por lo general, se administran cada dos a cuatro semanas, según el
medicamento. Pídale a su médico más información acerca de los medicamentos
inyectables. Si alguien quiere tomar menos medicación, esta puede ser una opción y puede
ayudar con el cumplimiento.

Los medicamentos comunes que están disponibles en forma de inyección incluyen:


aripiprazol (Abilify Maintena, Aristada), decanoato de flufenazina, decanoato de
haloperidol, paliperidona (Invega Sustenna, Invega Trinza), risperidona (Risperdal
Consta, Perseris).

Intervenciones psicosociales.

Cuando la psicosis se resuelve, la intervención psicosocial también es importante


además de la medicación a largo plazo. Estos pueden incluir:
Terapia individual: la psicoterapia puede ayudar a normalizar los patrones de
pensamiento. Además, aprender a controlar el estrés y reconocer las primeras señales de
advertencia de una recaída puede ayudar a las personas con esquizofrenia a controlar su
condición.
Entrenamiento en habilidades sociales: Se enfoca en mejorar la comunicación y la
interacción social, aumentando la capacidad de participar en las actividades diarias.
Terapia familiar: Brinda apoyo y educación a familias que enfrentan esquizofrenia.

Rehabilitación vocacional y apoyo laboral: se enfoca en ayudar a las personas con


esquizofrenia a prepararse, encontrar y mantener un trabajo.

La mayoría de las personas con esquizofrenia necesitan algún tipo de apoyo en su vida
diaria. Muchas comunidades tienen programas que ayudan a las personas con
esquizofrenia a encontrar trabajo, vivienda, grupos de autoayuda y situaciones de crisis.
Un administrador de casos o alguien del equipo de tratamiento puede ayudarlo a encontrar
recursos. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las personas con esquizofrenia
pueden controlar su condición.

Hospitalización. Durante una crisis o síntomas graves, los pacientes pueden requerir
hospitalización para garantizar la seguridad, la nutrición adecuada, el sueño adecuado y
la higiene básica.

Terapia electroconvulsiva. Se puede considerar la terapia electroconvulsiva para


adultos con esquizofrenia que no responden a la terapia con medicamentos. La terapia
electroconvulsiva puede ayudar a las personas que también tienen depresión. Estrategias
de afrontamiento y apoyo.

Hacer frente a una enfermedad mental grave como la esquizofrenia puede ser difícil
tanto para el paciente como para sus amigos y familiares. Aquí hay algunas maneras de
lidiar con eso:

• Infórmate sobre la esquizofrenia.

• Permanecer enfocado en los objetivos.

• Evita el consumo de alcohol y drogas.

• Pregunta por la ayuda de los servicios sociales.

• Aprende a relajarte y a manejar el estrés.

• Únete a un grupo de apoyo.


10. Salud mental comunitaria.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado


de bienestar en el que las personas son conscientes de sus capacidades, capaces de afrontar
las tensiones normales de la vida, capaces de trabajar productivamente y contribuir a su
sociedad. En otras palabras, la salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales.
La salud mental:
• Es un recurso vital para individuos, familias, comunidades y naciones.
• Promueve las funciones de la empresa e influye en la productividad general.
• Afecta a todos ya que sucede en nuestra vida diaria en nuestros hogares, escuelas,
lugares de trabajo y actividades de ocio.
• Fomenta el capital social, humano y económico de cualquier sociedad.
• La espiritualidad puede hacer una contribución significativa a la promoción de la
salud mental, que afecta la vida espiritual.
Sin embargo, la salud mental comunitaria abarca una gama de actividades destinadas
a mejorar la salud mental comunitaria y el tratamiento integral de los problemas de salud
y sus determinantes.
Para hablar de salud pública hay que reconocer que la salud de las personas y de los
grupos está determinada por varios factores, algunos muy próximos, otros lejos del
control individual, y que existe desigualdad social en el campo de la salud, que es decir,
el acceso desigual a la distribución de la salud.
Las intervenciones tienen diferentes efectos en diferentes niveles de determinantes de
la salud. Así, las políticas afectan a más personas que las intervenciones más cercanas a
los individuos. Además, la acción simultánea en diferentes niveles tiende a aumentar la
eficacia de la intervención, por lo que es práctico combinar acciones dirigidas al individuo
y su entorno (por ejemplo, hogar, estudio o lugar de trabajo) con aquellas que ocurren
más adelante.
Esto afecta, por ejemplo, a la política en las comunidades locales, los lugares de trabajo
o los municipios. De esta manera, junto con la gran política de regular el mundo lento,
podemos y debemos intervenir a nivel de meso escala. Aquí es donde entra en juego la
salud comunitaria, entendida como actividades en y desde las comunidades locales que
pueden tener un impacto positivo en la salud.
La salud comunitaria se refiere a los factores comunitarios que influyen en la salud;
por ejemplo, según la evidencia disponible, las intervenciones para mejorar la salud
mental que se pueden implementar a nivel comunitario deben centrarse en: 1) mejorar la
inclusión social, 2) reducir la violencia y la discriminación, y 3) aumentar el acceso a los
recursos económicos.
En la medicina tradicional, la salud pública cambia el enfoque de la enfermedad al
bienestar, de la recuperación a la promoción de la salud. La evaluación de las necesidades
de la comunidad indica áreas de acción en el entorno más cercano a las personas,
excluyendo los esfuerzos de salud.
Las medidas para mejorar la salud pública también incluyen servicios de salud y
atención social integrada que promuevan el autocuidado, la independencia y las redes de
apoyo familiar. Para los servicios de salud, especialmente para la atención primaria,
adoptar una visión comunitaria significa cambiar la atención individual y las relaciones
con las comunidades locales. Para la salud pública, esto significa adaptar su trabajo a
pequeños grupos de población (análisis de necesidades, priorización de áreas de
actividad, métodos de evaluación, etc.).
Bases de la acción comunitaria.
Alimentos con muchos ingredientes: perspectivas saludables, recursos de salud, redes
(participación intersectorial y comunitaria), equidad, sostenibilidad...
Otro factor importante en las intervenciones comunitarias es la equidad, que debe
tenerse en cuenta al planificar la intervención. de lo contrario, se exacerbarían las
desigualdades en salud. En el ejemplo anterior, es imperativo asegurar que las
intervenciones para prevenir el embarazo adolescente lleguen a los grupos más
vulnerables, incluidos los programas de seguimiento, por ejemplo, no solo por el número
de participantes, sino también por su condición socioeconómica.
Si la intervención beneficia a quienes menos la necesitan, la desigualdad aumenta. Se
debe recordar que el cambio social se da en el tiempo, por lo que la acción comunitaria
requiere esfuerzos sostenidos. Además, la intervención comunitaria requiere un gran
esfuerzo: tanto la implicación transversal como comunitaria requiere el compromiso de
muchos agentes a largo plazo, y si se detienen procesos que tardan meses o años en
desarrollarse e implementarse, no es fácil reiniciarlos.
Finalmente, como con cualquier intervención de salud o social, los esfuerzos de la
comunidad deben ser evaluados. Una buena estrategia de evaluación que mida el proceso
y los resultados, así como los impactos en la salud a largo plazo, debe definirse desde el
principio.
La salud pública es un derecho natural y social innato de las personas (debe ser
garantizado por el Estado y la sociedad), que va más allá del concepto de centrarse en las
funciones biológicas de los individuos e introducirse en la relación entre los individuos y
con los países a partir de ella.
Como miembros residentes de una ubicación geográfica específica (comunidad) que
pueden actuar de manera independiente, tomar decisiones, acceder a servicios médicos
de calidad y ejercer sus derechos de participación. En conexión con otras corrientes
médicas, como la “medicina preventiva”, la “medicina social”, la “salud colectiva”, la
salud pública se ofrece como una alternativa al concepto tradicional de salud pública, que
tradicionalmente considera a la población como un sujeto “objeto”. a las normas
funcionales ya la ciencia empírica.
Por otro lado, la "salud comunitaria" busca considerar a los ciudadanos como "sujetos"
(individuales y colectivos) que crean salud en su vida cotidiana y construyen instituciones
que apoyan la promoción, prevención y atención de la salud.
Modelo comunitario en salud mental.
Es un modelo para brindar atención en salud mental en los lugares donde las personas
viven, trabajan o estudian, a través de escuelas, centros comunitarios y lugares de trabajo,
así como servicios generales de salud como clínicas del seguro social, centros de salud,
camas psiquiátricas en hospitales generales. Lograr un modelo basado en la comunidad
requiere la participación de profesionales de la salud, profesionales de atención primaria
con o sin especialización en salud mental y miembros legos de la comunidad, como
coordinadores locales de salud mental y otros profesionales de la salud. o usuarios de
servicios y desarrollo humano y sus familias.
¿Qué son los factores de riesgo y factores de protección?
Son factores físicos, psicoemocionales y sociales que pueden determinar si una
persona tiene salud mental o desarrolla un trastorno psicosocial o una enfermedad mental.
Los factores de riesgo aumentan la probabilidad de enfermedad y pueden ser factores
estresantes cotidianos como tener un trabajo, cuidar niños o situaciones inesperadas que
conducen a la enfermedad, como la muerte de un ser querido o abuso sexual; también
pueden ser situaciones a las que las personas se enfrentan con regularidad, como la
violencia en el hogar o en la escuela.
Los factores protectores son factores positivos que previenen la aparición de
enfermedades o trastornos, factores estresantes o situaciones difíciles o dolorosas en la
vida que no afectan a todas las personas por igual, y ciertas características de las personas
que les ayudan a sobrellevarlas mejor. Estos factores estresantes ayudan en gran medida
a los promotores a ayudar a las personas a desarrollar estas habilidades y estilos de vida
para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida.
Promoción en salud mental.
La promoción de la salud se enfoca en fortalecer los factores de protección y ayuda a
promover una salud mental positiva al ayudar a las personas a reconocer sus habilidades
y recursos para mejorar sus comunidades, familias y entornos. Objetivos de promoción
de la salud:
• Proteger, promover y mantener el bienestar emocional y social.
• Crear condiciones personales, sociales y ambientales que aseguren un óptimo
desarrollo psicológico y psicofisiológico.
• Promover la salud mental respetando la cultura, la igualdad, la justicia social y la
dignidad humana.
• Promoción de los derechos humanos.
Estrategias para promoverla.

• Salud mental familiar. Fortalecer las medidas para promover la buena crianza,
como los programas de crianza y escolares, y fortalecer las redes de apoyo
social a través de actividades que promuevan la convivencia de las familias en
la comunidad local, como los días familiares organizados. Eventos de
entretenimiento, deportivos y culturales que involucran a padres e hijos.

• Embarazo y lactancia. Apoyar a las madres, especialmente a las madres


primerizas, a través de visitas domiciliarias durante el embarazo, incluido el
apoyo psicoemocional, el asesoramiento, la preparación para la lactancia, la
estimulación temprana y la educación para padres, y las remisiones a los
servicios esenciales. En esta etapa y en los primeros años de vida se produce el
ascenso óptimo.

• Recién nacidos y niños. El apoyo es fundamental en esta etapa. Se pueden


crear espacios donde las madres primerizas puedan reunirse, como grupos de
apoyo o clubes de madres, donde puedan obtener la información que necesitan
para una buena crianza, incluidos talleres sobre la lactancia materna adecuada
y los beneficios para la salud de la leche materna.

• Infancia. Los padrinos pueden desarrollar actividades que contribuyan al


desarrollo cultural, protección y cuidado de los niños. Gran parte del trabajo
debe centrarse en reducir la violencia o el acoso escolar mediante la promoción
de la educación para la paz, la resolución no violenta de conflictos y la
educación en habilidades para la vida.

• Durante la pubertad. La adolescencia es una época de crisis en la que los


individuos exploran sus límites. Los programas de habilidades para la vida
ayudan a los jóvenes a mantenerse dentro de estos límites, obtener más control
y tomar mejores decisiones. La capacitación de facilitadores adolescentes
apoya la promoción, ya que es más probable que interactúen con sus pares.

• Salud mental en adultos mayores. Las actividades en esta fase se centrarán en


apoyar a esta población a medida que se adaptan a los cambios de edad y
brindar actividades inclusivas y edificantes que promuevan las amistades y las
relaciones familiares amistosas.
Prevención.
La prevención se centra en las acciones necesarias para prevenir la aparición de
enfermedades mentales, centrándose, principalmente, en los factores de riesgo.
Prevención universal: prevención para la población general independientemente de
los factores de riesgo.
Prevención selectiva: dirigida a personas o grupos con múltiples factores de riesgo,
como aquellos que viven en sociedades en guerra o experimentan violencia.
Prevención indicativa: para personas con alto riesgo de desarrollar trastornos
psiquiátricos, por ejemplo, los niños abusados, abusados o abandonados de un hijo o hija
de una persona mentalmente enferma.

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