Ensayo Chlamydia Trachomatis Grupo C. Tercero A

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Chlamydia trachomatis: Agente encargado de la causa más

común de infección venérea transmitida sexualmente en el


mundo.

Jonathan Emanuel Monzón Gómez 201646911. Magaly María Peñalonzo Somoza


201842507. Débora Maité Hernández 201842156. Ana Laura Gómez 201846123.
María del Cielo Arango 201842079. Andrea María Arango López 201746037
Diego Gerardo Orozco 201843442. Carlos Antonio Aguilar 201548833
Universidad de San Carlos de Guatemala, Centro Universitario de San Marcos, Carrera
Medico y Cirujano.

Resumen: La infección por clamidia es una enfermedad de transmisión sexual


(ETS) común que puede infectar tanto a los hombres como a las mujeres causando daños
graves y permanentes en el aparato reproductor de una mujer y hacer más difícil o
imposible que quede embarazada en el futuro. Son bacterias intracelulares obligadas
inmóviles y patógenas para el hombre. La mayoría de infecciones genitales en adultos
pueden tratarse con doxiciclina o con azitromicina, ambas por vía oral.

Abstract: Chlamydia infection is a common sexually transmitted disease (STD) that


can infect both men and women, causing serious and permanent damage to a woman’s
reproductive system and making it more difficult or impossible for her to become pregnant
in the future. They are obligate intracellular bacteria that are immobile and pathogenic for
man. Most genital infections in adults can be treated with doxycycline or azithromycin, both
taken by mouth.

Palabras clave:
Clamidia, Chlamydia trachomatis, jóvenes, infección genital, infertilidad,
conocimientos, creencias.

Introducción.
Se estima que Chlamydia trachomatis es una de las infecciones de transmisión
sexual (ITS) más comunes en todo el mundo, con 131 millones de nuevas infecciones
cada año. La infección afecta solo al humano, principalmente a la población jóven. Esta se
caracteriza por la ausencia de síntomas, como resultado, la mayoría de personas
subestiman sus riesgos, aumentando así el riesgo de prácticas sexuales como no usar
condón o tener relaciones sexuales sin protección con varias personas, y generalmente no
presentan interés de realizarse pruebas diagnósticas para detectar clamidia. La clamidia
generalmente se trata con antibióticos, pero la infección puede no causar síntomas y
muchas personas no se dan cuenta de que la tienen, causa también una variedad de
complicaciones tanto en hombres como en mujeres, incluido un mayor riesgo de infección
por VIH e infertilidad. Por lo que presentamos el siguiente ensayo nuestras
consideraciones sobre ¿Qué conocimientos o creencias tienen las personas sobre esta
enfermedad?

Chlamydia trachomatis

Es correcto afirmar que “Chlamydia trachomatis” es la causa más común de


infección venérea transmitida sexualmente en el mundo. Tomando en cuenta que Clamidia
tiene tanto una alta prevalencia como una tasa de transporte asintomático (que porta
peligrosidad al patógeno), con frecuentes complicaciones serias en pacientes como
mujeres y neonatos (1).

Para la OMS estima que se produjeron 131 millones de nuevos casos de infección
por clamidias en adultos y jóvenes de 15 a 49 años en todo el mundo, con alrededor de
128 millones de casos existentes. El número más alto de casos se observa en la Región
de las Américas y la Región del Pacífico Occidental de la OMS (2).

Debido a que en su mayoría la infección puede ser asintomática, hasta en 80% de


los casos debemos tomar en cuenta tanto como personal de salud e incluso a pobladores
en general la peligrosidad que representa éste patógeno y el alza en los casos en la
actualidad (3).

Principalmente la población que no cuenta con los recursos económicos,


educativos y estructurales son los más afectados, al no tener acceso a información de
calidad. Sin embargo y tomando en cuenta que éstas enfermedades son en su mayoría
de veces prevenibles podemos mencionar que afectan a la población gravemente, siendo
éste no solo un problema a diagnosticar y tratar sino también un problema de salud
pública con implicaciones incluso en la economía de los países.

El riesgo de la población a contraer clamidia puede ser alto debido a la gravedad


de estas complicaciones, diversos países han tomado acciones para reducir la prevalencia
de esta infección, aun así, el diseño de programas de control epidemiológico se ve
obstaculizado porque no se dispone de técnicas que reúnan criterios de sensibilidad
satisfactorios (3).

Chlamydia requiere cultivos en líneas celulares, pero éstos son de alto costo y de
difícil mantenimiento en un laboratorio de rutina, por lo cual muchos laboratorios han
abandonado la práctica de investigación de Chlamydia.

La Clamidiasis se transmite al tener relaciones sexogenitales, vaginales, anales u


orales sin protección con una persona previamente contagiada con el patógeno.
trachomatis, o bien de madre a hijo durante el parto. Se da con mayor frecuencia en
adultos jóvenes sexualmente activos. La prevalencia más alta de infecciones por clamidias
en el sexo femenino se da en el grupo etario de 15 a 19 años, seguido del de 20 a 24 años
(4).
La infección por clamidias no complicada puede curarse fácilmente con antibióticos
y por lo general la vamos a poder resolver en días o semanas. Aproximadamente 70% de
las mujeres y 50% de los hombres no muestran ningún síntoma de las infecciones
genitales debidas a clamidias (4).

Algunos factores de riesgo a tomar en cuenta pueden ser la edad, menores a 25


años: existe una mayor prevalencia de infección por C. Trachomatis. A medida que avanza
la edad disminuye la prevalencia y puede deberse al desarrollo de inmunidad parcial al
patógeno tras una exposición repetida y al cambio en el comportamiento y hábitos
sexuales.

Número de parejas sexuales: tener más de una pareja sexual en los últimos 3
meses. Antecedente de infección previa por C. Trachomatis: por alto riesgo de reinfección
con una nueva pareja sexual o por la pareja actual no tratada.

En una revisión sistemática de 38 estudios, la proporción de mujeres reinfectadas


fue del 13,9% (5). El antecedente de cualquier ITS previa también se asocia con mayor
riesgo de futuras infecciones por C. Trachomatis (5).

Uso inconsistente del preservativo también puede ser uno de los factores más
importantes recordando el porcentaje de protección que éste nos brinda (80-95%).

La clamidia se trata con antibióticos. El tratamiento antibiótico recomendado es la


doxiciclina, dos dosis diarias durante siete días o la azitromicina en una única dosis. Se
pueden utilizar otros medicamentos alternativos, pero no son tan eficaces como la
azitromicina y la doxiciclina. Las personas en tratamiento para la clamidia no deben tener
relaciones sexuales durante siete días después de una terapia de dosis única
(azitromicina) o hasta haber completado los siete días de antibióticos (doxiciclina). Los
pacientes pueden ser infectados nuevamente si sus compañeros sexuales no reciben
tratamiento (6).

Sin embargo, si una persona no recibe tratamiento para la clamidia, se pueden


presentar complicaciones. En su mayoría de veces las mujeres desarrollan una
enfermedad pélvica inflamatoria (EPI).
La EPI puede producir esterilidad, dolor pélvico crónico, embarazos en las trompas
y el contagio continuo de la enfermedad. En los hombres, la clamidia sin tratar puede
causar infecciones uretrales y complicaciones, tales como hinchazón y dolor en los
testículos. La infección por clamidia durante el embarazo puede producir ruptura
prematura de membranas, parto prematuro y posibles embarazos en las trompas en un
pequeño porcentaje de las mujeres.

Además, la clamidia puede producir infecciones conjuntivales y neumónicas en los


recién nacidos. Las personas con infección por clamidia tienen mayores posibilidades de
contraer otras infecciones, tales como la gonorrea o el VIH (6).

Siendo algo relativamente nuevo “Infosalus” asevera que “investigadores de la


Universidad de Waterloo (Canadá) han desarrollado una nueva forma de prevenir y tratar
la clamidia. El nuevo tratamiento difiere del antibiótico tradicional, ya que es un tipo de
terapia génica que se administra a través de la nanotecnología y muestra una tasa de
éxito del 65 por ciento en la prevención con solo una dosis.

"El nuevo tratamiento apunta a la infección por clamidia al evitar que la mayoría de
las bacterias entren en las células del tracto genital y destruyan cualquier bacteria que
pueda penetrar en la pared celular. El equipo pudo lograr esto utilizando un pequeño ácido
ribonucleico interferente (ARNip) para atacar un gen específico llamado PDGFR-beta en el
tracto reproductivo femenino, que crea una proteína que se une a la bacteria 'Chlamydia'.

"Al apuntar a PDGFR-beta, se puede detener la creación de la proteína que la


clamidia usará para ingresar a las células de la piel del tracto genital. Como resultado, una
infección tiene menos objetivos a los que agarrarse y es menos probable que ocurra" (7).

Si C. trachomatis puede unirse a las células e ingresar a ellas, el tratamiento con


nanomedicina está diseñado para activar la autofagia, éste proceso celular en el que las
células de la piel infectadas pueden formar una burbuja alrededor de esa bacteria y
destruirla.

Por sí solo, el ARNip no puede ingresar a las células de la piel para reducir la
expresión de PDGFR-beta y evitar la unión de la clamidia.

La nueva terapia génica utiliza una nanopartícula única que permite que ARNip
ingrese a las células, reduzca la capacidad de 'Chlamydia' para unirse y destruir las
bacterias invasoras y evitar que la enfermedad se propague.

Hablando específicamente de la farmacoterapia hacia el patógeno y sus diferentes


contextos Lanjouw E. et al. Asegura que aún no hay evidencia de resistencia a antibióticos
terapéutico en cepas de C. trachomatis en humanos. Sin embargo, en los últimos años
han surgido preocupaciones sobre los fracasos clínicos en C. trachomatis pacientes
infectados tratados con azitromicina en particular 1 g por vía oral única dosis. Algunos de
estos fracasos del tratamiento pueden ser explicados por reinfección, mal cumplimiento o
intolerancia al tratamiento, o a la no detección del ácido nucleico de C. trachomatis debido
a la que el test de cura se realiza precozmente (7).

1. El tratamiento recomendado para urogenitales sin complicaciones infecciones C.


trachomatis:

1.1. Primera línea:


La doxiciclina 100 mg dos veces al día durante 7 días, Azitromicina 1 g.
1.2. Segunda línea:
Eritromicina 500 mg dos veces al día durante 7 días (oral), La levofloxacina 500 mg
una vez al día durante 7 días, La ofloxacina 200 mg dos veces al día durante 7 días.

1.3.1. Tercera línea:


Josamicina 750 mg dos veces al día durante 7 días (oral), Cuando se ha
comprobado o se sospeche una infección de Mycoplasma genitalium concomitante, debe
considerarse el tratamiento con azitromicina 500 mg el día 1, seguido de azitromicina 250
mg una vez al día durante 4 días, Pacientes VIH positivos deben ser tratados de la misma
manera como los VIH negativos.

2. Tratamiento recomendado para infecciones C. trachomatis no complicadas


rectales y faríngeas:
2.1. La doxiciclina 100 mg dos veces al día durante 7 días (oral) (preferido si la infección
es rectal)

2.2. Azitromicina 1 g (oral), Si la infección es rectal, se debe realizar posteriormente un test


de cura debido a la baja calidad de los datos que apoyan la superioridad de doxiciclina
frente a la azitromicina para el tratamiento de infecciones rectales, ambos regímenes
siguen siendo recomendados como primera línea.

3. Tratamiento recomendado para urogenital no complicada infección por C.


trachomatis en el embarazo y durante la lactancia materna (Se debe realizar
posteriormente test de cura):
3.1. Primera línea
Azitromicina 1 g (oral)
3.2. Segunda línea:
Amoxicilina 500 mg 3 veces al día durante 7 días (oral)
Eritromicina 500 mg 4 veces al día durante 7 días (oral)
3.3. Tercera línea:
Josamicina 750 mg dos veces al día durante 7 días (oral)

La azitromicina ha sido considerada seguro y eficaz de acuerdo con la experiencia


clínica y en algunos estudios, y también es recomendada por la OMS en el embarazo.

C. trachomatis conjunctivitis
Infección por C. trachomatis debe incluirse en el diagnóstico diferencial en los
adolescentes sexualmente activos que presentan conjunctivitis folicular. Ante conjuntivitis
aguda o crónica por C. trachomatis deben investigarse otras ITS como el VIH, la hepatitis
viral, la gonorrea y la sífilis.

Azitromicina 1 g (oral)
Doxiciclina 100 mg dos veces al día durante 7 días (oral) (8).

Tomando en cuenta la amplia oportunidad que nos brinda azitromicina siendo de


primera línea y tomando en cuenta que es un antibiótico de la familia de los macrólidos,
derivado semisintético de la eritromicina. Expresa su actividad antibiótica uniéndose a la
subunidad 50S ribosomal (rRNA 23S) e inhibe la síntesis de proteínas al impedir la
formación del enlace peptídico entre los aminoácidos de la proteína naciente. Su perfil
farmacocinético está caracterizado por la captura rápida y extensa de la circulación hacia
compartimentos intracelulares y que posteriormente es liberada poco a poco en el sitio
donde se necesita, lo que permite un régimen de monodosis o dosis por un solo día (9).

Conclusiones:
Las infecciones por clamidia son enfermedades de transmisión sexual (ETS)
comunes y de alto riesgo que pueden infectar tanto a hombres como a mujeres, causando
daños significativos y permanentes al sistema reproductivo femenino e impidiendo que
futuros embarazos se vuelvan difíciles o imposibles. Son bacterias intracelulares
obligadas, inmóviles y patógenas para el ser humano. Las infecciones por Clamidia se
pueden curar con el tratamiento adecuado. La mayoría de las infecciones genitales en
adultos se pueden tratar con doxiciclina oral o azitromicina.
Se destaca el bajo nivel de conocimiento sobre la clamidia porque la mayoría de
los estudiantes que entrevistamos no tenían conocimiento de la infección y no pueden
reconocer signos y síntomas de dicha patología.
Bibliografías:

1. Grupo Mexlab. Clamidia; Prueba Rápida de Clamidia en Casete en Hisopo y Orina.


Grupo Mexlab. Revista 07. Mexico. 2020. [internet] [pdf]. Disponible en:
https://grupomexlab.com/wp-content/uploads/2020/09/5001203-Clamidia.pdf

2. Organización Panamericana de la Salud. Infección por clamidias. Organización


Panamericana de la Salud. Washington, Estados Unidos. 2022. [internet] [pdf].
Disponible en:
https://www3.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=15066:i
nfeccion-for-clamidias-preguntas-frecuentes&Itemid=3670&lang=es#gsc.tab=0

3. Cervantes E. Infecciones causadas por Chlamydia trachomatis. Departamento de


Microbiología y Parasitología, Facultad de Medicina, UNAM. Volumen 52, número
1. México. 2018. [internet] [pdf]. Disponible en:
https://www.medigraphic.com/pdfs/facmed/un-2009/un091e.pdf

4. Organización Panamericana de la Salud. Clamidiasis. Organización Panamericana


de la Salud. Washington, Estados Unidos. 2019.. [internet] [pdf]. Disponible
https://www.paho.org/es/temas/clamidiasis

5. Cannoni G. Actualización de la infección por Chlamydia Trachomatis en mujeres.


Revista médica clínica de Las Condes. Santiago, Chile. 2020. [internet] [pdf].
Disponible en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0716864021000250?via%3Dihub

6. Bassett M. Clamidia (infección genital por Clamidia trachomatis). Departo de Salud


del estado de Nueva York. Nueva York, Estados Unidos. 2017. [internet] [pdf].
Disponible en:
https://www.health.ny.gov/es/diseases/communicable/chlamydia/fact_sheet.htm#:~:
text=%C2%BFCu%C3%A1l%20es%20el%20tratamiento%20para,azitromicina%20
en%20una%20%C3%BAnica%20dosis.

7. Infosalus. Nuevo tratamiento de la clamidia sin antibióticos. Infosalus. Canadá.


2019. [internet] [pdf]. Disponible en: https://www.infosalus.com/asistencia/noticia-
nuevo-tratamiento-clamidia-antibioticos-20190206144526.html

8. Lanjouw E. Guía europea para el manejo de la infección por Chlamydia trachomatis


[Internet] España: Clínica Infectológica HNC, 2015. Disponible en:
http://clinicainfectologica2hnc.webs.fcm.unc.edu.ar/files/2018/03/Guia-
Europea_Clamidia-trachomatis.pdf

9. Maldonado J. ¿Azitromicina como tratamiento contra Chlamydia trachomatis?


[Internet] Mexico: Universidad Autónoma de Coahuila, Centro de Investigación
Biomédica, 30-08-2017. Disponible en:
https://www.medigraphic.com/pdfs/gaceta/gm-2018/gm186i.pdf

10. Piñeiro L. Infecciones por Chlamydia trachomatis. Servicio de Microbiología,


Hospital Universitario Donostia. Barcelona, España. 2019. [intermet] [pdf].
Disponible en: https://www.elsevier.es/index.php?p=revista&pRevista=pdf-
simple&pii=S0213005X19301314&r=28

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