Kiss Me, Liar Novela Completa

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2464

• Novela: Kiss me liar | Bésame mentiroso | 키스 미,

라이어
• Autor: Zig
• Género/Categoría: Omegaverse A&O | Nudos |
Marcas | MPREG | Obsesión | Pérdida de memoria |
Traumas | Hetero | Experimentos | RUT | Celos
• Año: 2017
• Volúmenes: 4 + 2 Extras
• Traducido por: Its_Unfortunxte | Unfortunxte
• Edición: Magna Vega
✤✤✤✤✤✤ Índice ✤✤✤✤✤✤
Prólogo

Bésame mentiroso | Vol. 1:


Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11 Capítulo 12
Capítulo 13

Bésame mentiroso | Vol. 2


Capítulo 1
Capítulo 2 | Parte 1
Capítulo 2 | Parte 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11

Bésame mentiroso | Vol. 3


Capítulo 1 | Parte 1
Capítulo 1 | Parte 2
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7 | Parte 1
Capítulo 7 | Parte 2
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12

Bésame mentiroso | Vol. 4


Capítulo 1 | Parte 1
Capítulo 1 | Parte 2
Capítulo 1 | Parte 3
Capítulo 2 | Parte 1
Capítulo 2 | Parte 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5 | Parte 1
Capítulo 5 | Parte 2
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8

Epílogo
Bésame mentiroso • Prólogo

¡Pom!

Cuando la puerta se abrió con un ruido fuerte, Yeonwoo saltó


del susto. Naturalmente su reacción fue apartar los ojos del
escritorio y mirar en dirección hacia el sonido. Era el jefe de
Yeonwoo quien acababa de abrir la puerta, y con quien hace
solo dos días tuvo sexo ardiente. Su temperatura corporal
aún no desaparecía del todo, tragó en seco sin darse cuenta,
y se levantó como de costumbre para inclinarse cortésmente
con un saludo.
—Sr. Pittman. ¿Hay algún problema?
Incluso si no responde, ya parece saber la respuesta.
Yeonwoo pudo sentir cómo su corazón latía como loco e
intentó fingir calma y controlar su expresión. Keith
distorsionó su boca y se rio brevemente.

—Ah... Por supuesto, hay un gran problema.


Sostuvo una de sus orejas y la apretó.
—Una perra me marcó.
Yeonwoo casi se lanza gritando “lo siento” pero se contuvo.
A Keith no le agradó la reacción, y le lanzó una mirada
desagradable.
—¿Qué? ¿Eso es todo?
No paso mucho tiempo antes de que Keith comenzara a
gritar. Era su reacción natural. ¿Quién se atrevió a dejar una
marca en un hombre tan arrogante sin permiso? Tan
orgulloso.
—¿No recuerda quién le hizo la marca?
Bueno, si supiera no estaría aquí. Yeonwoo estaba entre
asustado y aliviado. ¿Quién era capaz de marcar tan
audazmente el cuerpo de Keith Knight y desaparecer? Keith
nunca lo sabrá y eso tranquilizaba a Yeonwoo.
Keith, quien tenía un huracán de ira sobre él, hizo una mueca
con la boca para después suspirar

—Llama a Whitake.
Yeonwoo estaba tan sorprendido por el nombre del líder del
equipo de guardaespaldas que comenzó a jugar con sus
manos en señal de nerviosismo
—... ¿Estás tratando de encontrarlo?
—No. —Antes de sentir alivio, Keith agregó—: Voy a matarlo.
En ese momento, su dulce sonrisa asesina fue vista como una
sentencia de muerte para Yeonwoo.
Bésame mentiroso • Capítulo 1

El dolor punzante llegó después del sonido abrupto. Cuando


sentí algo fluir, me llevé la mano al rostro, había sangre en la
punta de mis dedos. Pedí que me quitaran todas las espinas,
pero al parecer quedaban algunas. Me sentí enojado así que
chasqueé la lengua sin querer.

La mujer frente a mí se acercó con sus tacones altos y me


miró como si fuera a asesinarme. Abrí la boca para hablar,
mirándola con una cara inexpresiva:

—Si no le gustan las rosas, quizás otra flor...

—Loco hijo de puta. ¿Qué quieres decir con eso?

Su apariencia estaba lejos de ser la elogiada como "la actriz


más elegante de Hollywood". Me puse a pensar en la reciente
campaña de marca que realizó, pero nunca me hubiese dado
cuenta inmediatamente que eran la misma persona. Las
rosas con las que me golpeó aún brillan sobre el suelo. La
actriz comenzó a gritar de repente, pisoteándolas
implacablemente junto a un montón de palabras y
maldiciones.

—No puedes convencerme de esta manera. ¡Déjame ver a


Keith de inmediato! —Ya se lo dije, no puedo.

La evadí con una actitud familiar e inteligente, incluso hablé


antes de que volviera a golpearme.

—Si quiere verlo en el futuro, primero tendrá que pasar por


mí o por un abogado. Pittman quiere mantener la relación lo
más tranquila posible. Por favor acéptelo, también ayudará
en su carrera como actriz.

—Me estas amenazando justo ahora. ¿Cómo te atreves?

Le respondí indiferente:
—Acabo de contarte una realidad. Sólo el Sr. Pittman puede
tomar decisiones que la beneficiarán.

—Esto es divertido. ¿Sabes que voy a ser reconocida después


de esto como otra perra más?

Estaba por contestar, pero ella interrumpió mis palabras y


gritó:

—Puedo llamar a cien periodistas aquí ahora mismo. Están


por todos lados. ¡Diré lo astuto que es Keith Knight Pittman,
como me usó y me abandonó! ¿Sabes lo que puedo hacer?

—Bien. Entonces hágalo. Le informaré al Sr. Pittman.

En aquel momento se detuvo. No imaginó que diría eso.


Continué hablando, como una máquina sin emociones.

—Si la decisión de Elisha es sincera lo haré, el Sr. Pittman ha


expresado buena voluntad sobre la relación, pero si Elisha
dice que no está satisfecha con ello, es su elección. Pero en
caso de ser así, entienda que el papel de heroína para "With
you in the rain" estará disponible, mientras tanto la villa en
Malibú que estaba usando no le estará permitida.
Empacaremos todos los artículos que utilizó y se lo
enviaremos a su casa. La membresía del club de campo y el
uso del Hotel J se suspenderán.

—Oye, espera.

Tartamudeo con una cara pálida.

—Es ridículo. ¿Se suponía que me lo darían? ¿Incluso el


elenco? Esto es tan estúpido y muy sucio.

—Es una recompensa por aclarar las relaciones. Repito, esto


es un contrato. ¿No es natural que el contrato no se
establezca si no se cumplen las condiciones? La propuesta
está aquí y Elisha se negó por lo que las negociaciones se
rompieron.

—¡No, es contra mí! Solo quiero ver a Keith y escucharlo...

La interrumpí.

—También es un término del contrato que no moleste al Sr.


Pittman.

Por primera vez ella se quedó callada. Pregunté, mirando la


palidez en su rostro:

—¿Qué hará? Si necesita más tiempo para pensar le daré tres


minutos a partir de ahora.

Ella gritó:

—¿Qué? ¿Sólo 3 minutos?

—Originalmente, le iba a dar unos 20 pero ya han pasado 17


minutos...

Miré el reloj como si estuviera realmente percatándome del


tiempo.

—Oh, lo siento. Quedan 2 minutos y 10 segundos. Mientras


tanto, puede tomar una decisión si está de acuerdo.

Miré su rostro, el cual estaba pálido y lleno de dudas.

—Si decide aceptar, firme este documento.

Ella se mordió los labios. Mientras tanto, el tiempo


transcurrió. Cuando quedaron los últimos 30 segundos,
levantó la pluma y firmó, como si estuviera firmando
forzadamente para un molesto fanático. Esperé en silencio a
que terminara, me recliné y recogí los documentos. Luego,
cuando quise despedirme, levanté la cabeza y sin poder
evitarlo, una pluma estilográfica me fue lanzada a la cara sin
darme tiempo de reaccionar.

✤✤✤✤✤✤

—Oh, Dios mío. ¿Qué te pasó?

Al verme, Emma gritó por la sorpresa. Su reacción feroz fue


natural, pero no había tiempo para una larga explicación.
Tenía 15 minutos de retraso.

—¿Cómo estuvo la preparación para la reunión? —pregunté


rápidamente.

Ella me siguió a paso apresurado y respondió:

—Todo se hizo según las indicaciones y todos asistieron.


Debería cambiarse la camisa Sr. Yeonwoo.

Me negué sin dudarlo.

—Bien. ¿Has terminado de imprimir los documentos que te


solicité?

—Ah, sí.

—Perfecto. Por favor espera en la sala de conferencias.

Directamente me dirigí a la oficina del presidente. Ni siquiera


tuve tiempo de pasar y mirarme en el espejo. Prefería
esperar a terminar el trabajo y volver a casa. Mis ojos se
sentían pesados y el ojo que había sido golpeado por la pluma
continuaba latiendo. Ingresé a la habitación al final del
pasillo. Después de abrir la puerta, pasé de largo mi escritorio
e inmediatamente me situé frente a la oficina del presidente.
Después de una respiración profunda, golpeé la puerta.
Como siempre, no hubo respuesta así que la intenté abrir de
nuevo. En ese momento, inesperadamente cedió desde
adentro. Keith estaba a punto de salir cuando escupió una
breve exclamación al mismo tiempo que sus feromonas de
Alfa golpeaban la punta de mi nariz.

Él inspeccionó mis movimientos, parpadeando mientras


contenía una sonrisita de burla.

Keith Knight Pittman. Una versión definitiva de Dios creada


para mostrar a las personas cuán injusta es la vida. Su padre
es el dueño de P Finance, quien sacude a la comunidad
financiera estadounidense. Keith es el sucesor de la
reconocida familia Pittman, pero ahora dirige una compañía
de entretenimiento. Era un Alfa dominante, en un grupo de
personas, solo el 0.1 por ciento lo son. En simples palabras,
se posicionan en la cima de la pirámide social. Este hombre
por naturaleza seduce a su oponente de forma innata y por
supuesto, al ser del tipo dominante tiene la apariencia de
uno.

En la boca aún tenía una sonrisa sarcástica y una mirada de


lo más despectiva.

—Elisha firmó el contrato. —Empecé a informar con tono


serio—. El proceso de compensación se completará al final
de la semana, y el contrato posterior pasará por un proceso
legal y bloqueará las disputas innecesarias que puedan llegar
a ocurrir en el futuro.

—Oye. ¿Necesito saberlo todo?

Miré en silencio su rostro casi inexpresivo. Fue un poco


molesto.

—No —respondí en tono firme y con el ceño fruncido.Keith


preguntó de nuevo:

—Entonces, ¿crees que quiero saber eso?

—No. Pero es mi trabajo informar —dije sin rodeos.


—No reportes nada similar en el futuro.

A él no le preocupaba para nada lo sucedido, ni siquiera como


resultó para mí. A pesar de que no era una sorpresa, estaba
desilusionado.

—Lo siento por los inconvenientes ocasionados. La reunión


está lista y lo están esperando.

Keith suspiró brevemente como si fuera patético. Mientras el


avanzaba yo lo seguía desde atrás, repentinamente me miró.

—¿Qué? ¿Piensas avergonzarme ahora?

—¿Por qué lo avergonzaría jefe?

Inmediatamente me di cuenta de que había cometido un


error. Cuando se detuvo, Keith inclinó la cabeza hacia un lado
y entrecerró los ojos.

—No es tan estúpido como para preguntar por qué.


¿Realmente no lo sabe?

Me disculpé rápidamente.

—Oye.

Al escuchar la voz, Keith y yo giramos la cabeza al mismo


tiempo. Me encontraba escondido detrás de él y no podía ver
a la otra persona. Sin embargo, pude saber quién era por su
altura.

Grayson Miller, un amigo de Keith, otro Alfa dominante con


una hermosa y poderosa apariencia. Ambos eran jugadores
de Polo.

—Oye, ¿eres Yeonwoo? Mucho tiempo sin verte.


Alcé la vista hacia el rostro del hombre que se rio a carcajadas
y habló.

—Hola, señor Miller.

—Llámame Grayson.

Él extendió la mano y yo retrocedí instintivamente. Keith lo


miró y sacudió la cabeza.

—Detente, este tipo no es apto para tus juegos.

—¿Podemos jugar?

—Me negaré.

Ambos me miraron fijamente. Cuando tuve a estos dos


hombres musculosos a dos metros de mí, me asfixió la
sensación de presión. Inevitablemente me sentí pequeño y
levanté la vista con mi cuerpo temblando.

Keith se echó a reír al verme.

—Siempre pienso en ello, pero tienes un olor realmente


único.

—¿Yo?

Grayson miró a Keith mientras que él me inspeccionaba lenta


y descaradamente como si buscara algo. Poco después,
dirigió su mirada a Grayson.

—Eres el único que jugaría con este tipo.

Solo este hombre podía decir algo así conmigo en frente. No


pude controlar mis expresiones faciales, pero
afortunadamente, no notaron nada.

—¿Por qué? Oh. ¿No te acuestas con hombres Omegas?


Grayson se echó a reír.

—Eres un tipo muy gracioso. ¿Por qué odias a los Omega?

Ante eso, Keith frunció el ceño.

—Omega o lo que sea es un hombre después de todo, ¿no?


No tengo el pasatiempo de acostarme con hombres.

—Si nunca te acuestas con uno, jamás lo sabrás

Grayson sonrió y tocó el hombro de Keith.

—Te pierdes de los placeres de la vida, Keith. Es realmente


una pena.

—Yo no necesito ese tipo de diversión. Es asqueroso ver el


pene de otro hombre encima. Es molesto el solo imaginarlo.
Debe ser extraño estar erecto mientras lo ves.

Grayson se rio a carcajadas.

—Oye, no es como tener sexo con Omegas mujeres. Por


desgracia, nunca lo sabrás si no lo intentas. Incluso si es un
hombre, es diferente si es Omega, entonces… ¿Por qué no
intentas dormir con un hombre Omega?Grayson de repente
me miró, no, ambos comenzaron a observarme
detenidamente, hablaban entre ellos y yo solo me
encontraba parado, observándolos, tenían su mirada en mis
ojos cuando de pronto Grayson sorprendido dijo:

—Oh, qué grosero fui. Disculpa, no voy a hablar más de esto


aquí.

Keith abrió la boca en mi nombre, a quien simplemente miré


sin emoción.

—A mí no me importa y a este chico tampoco.


Me importaba y mucho, pero no lo expresé. Este hombre
siempre me trataba así, aunque tampoco era algo nuevo. Ser
humillado por él se había vuelto tan usual.

—No me importa si te lo tiras, pero te arrepentirás. Hasta


donde sé, es el tipo más aburrido del mundo. Grayson se echó
a reír y me miró expectante.

—Creo que sería alguien divertido en la cama.

Keith se encogió de hombros y se fue como si no quisiera


saber nada más del tema. Grayson se despidió levemente y lo
siguió. Solo después de quedar solo me dirigí a mi escritorio
y finalmente me senté con un suspiro tembloroso. De repente
sentí humedad, al darme cuenta, rápidamente fui al baño con
urgencia. Esperar modales por parte de los Alfas arrogantes
para que ocultaran sus feromonas era imposible. Era su
trabajo. No tenían forma de ocultar el hecho de que son Alfas
dominantes. Por el contrario, como están orgullosos de sus
feromonas las liberan en cualquier momento sin tener en
cuenta las circunstancias de otros.

Me senté en el inodoro y eché un vistazo adelante. Fue


realmente lo peor. Que se mueran todos los Alfas
dominantes. De repente, mis ojos se oscurecieron y me mordí
los labios. Keith, recuerdo su aroma. Parecía que mi ciclo de
calor vendría pronto. Cerré los ojos con una cara al rojo vivo
y pronuncié su nombre en mi boca. Tan pronto como la
imagen de su cuerpo desnudo llegó a mi mente, mi pene se
endureció y se puso en línea recta. Quería introducirme algo,
pero no pude. Me daba miedo hacerlo. Hasta ahora no había
tenido esa clase de masturbación ni lo había intentado,
pero… ¿Y si Keith me ponía su pene grueso? Entonces me
volvería loco.

—Ahhh...
Suspiré. No podía soportarlo, solté un gemido. Mi parte
trasera estaba empapada, luego sentí un líquido resbalar.

Finalmente, solté una eyaculación larga y pronuncié su


nombre. Siempre era así. Cada vez que me masturbaba, él
venía a mi mente y finalmente eyaculaba llamando su
nombre. Si Keith lo llegaba a descubrir, me estrangularía y
me mataría. Sentado en el blanco inodoro parpadeé
lentamente. Mi cabeza seguía nublada, el semen que disparé
se encontraba en la pared del baño. Tenía que limpiar, pero
no quería mover un dedo.

Pronto llegaría mi ciclo de calor, tal vez era por eso que
estaba más sensible a las feromonas.

—Oh.

Suspiré cansado y finalmente me incorporé. En la taza del


inodoro, el líquido que había derramado era confuso. Me
quité los pantalones, teniendo cuidado de no mojarme, los
empapé con agua para intentar lavarlos. Después de llamar a
Emma e indicarle que asistiera a la reunión por mí, comencé
a limpiar el baño. El baño de Keith siempre había sido muy
útil.

Luego de ello, no tuve más remedio que saltarme el almuerzo


y esperar a que el aroma se disipara de la oficina. De todas
maneras, cuando terminé de limpiar, me sentí cansado.
Después de la reunión, Keith fue a almorzar con Grayson. Me
encerré en la oficina, puse mi alarma y luego cerré los ojos en
el cómodo sofá para invitados.
Bésame mentiroso • Capítulo 2

Fue en la universidad donde conocí a Keith. Era una


celebridad desde el principio. Lo primero que escuché
cuando ingresé a la universidad fue “Keith Knight Pittman”, y
desde entonces, muchas veces más.
En ese entonces, era un Beta. Era común que la mayoría se
manifestará en la adolescencia, y era raro “mutar” después
de ese período.
En aquel momento me encontraba exhausto, se acercaban
los exámenes finales del semestre, estaba nervioso y tenso.
No importaba cuánto lo intentara, mis calificaciones no eran
las esperadas, era un momento de tanta ansiedad que ni
siquiera podía comprender de que se trataba el libro que
tenía para leer.
Como estaba inscripto en una buena universidad era el deseo
de mis padres que me graduara, pero sentía mucha presión.
El costo de vida era insuficiente y no había tiempo para
trabajos a tiempo parcial. Ni siquiera conseguía buenas
notas. Aprobar el semestre era mi único deseo. Además, mi
hermano menor estaba aprendiendo a tocar piano, por lo
que había una falta importante de dinero en la casa.
Se convirtió en rutina el levantarme todos los días e ir a la
biblioteca a leer algún libro hasta que pudiera entender, así
que eventualmente perdí el sentido de la realidad. Después
de darme por vencido me dirigí temprano a casa, Lee-Wei,
con quien compartía la casa, me saludo amablemente.
—Hola, Yeonwoo. ¿Ya estás aquí?
Solo respondí torpemente.
—Uh, qué...
Cuando lo vi usando tenis con una camisa ligera y pantalones
cortos, me preguntó con una sonrisa:
—Hoy es el día del juego. ¿No vas a ir?
—¿Juego? ¿Qué? ¿Es tenis?
Mientras miraba su atuendo, se rio a carcajadas, como si
hubiese dicho algo absurdo, pronto entendí por qué se rio.
—Juego de Polo. ¿No lo sabías?
—Uh... ¿En serio? ¿Hay algo así? —pregunté torpemente.
Solo había escuchado del juego de Polo, nunca lo había visto
y no me había interesado jamás. Sabía que se practicaba en la
universidad o algo así, no estaba seguro de cuántas personas
jugaban, y mucho menos las reglas del juego así que mi
reacción fue indiferente mientras que la de Lee-Wei fue
ansiedad.
—¿Irás?
Estaba muy deprimido por mis notas que me agite por un
momento. Quería cambiar mi estado de ánimo. Desearía
poder olvidar todo por un minuto mientras hago algo
diferente.
—¡Lee-Wei, estoy lista! ¡Vamos!
La novia de Lee-Wei apareció inadvertidamente saliendo de
su cuarto.
—Si vas, vamos juntos.
Dudé. Estaba muy preocupado por mis estudios, pero
también tenía el impulso de correr a algún lugar. Lee-Wei
añadió vacilante:
—Estará Keith Pittman jugando hoy. Es una oportunidad de
ver a un Alfa dominante. ¿Te lo perderás? Pittman es un
graduado así que, si no lo ves esta vez, nunca lo harás.
Tenía curiosidad por conocer a Keith, Lee-Wei tenía razón, si
no lo veía esta vez, nunca lo vería de nuevo. Entusiasmado
respondí:
—Iré.

✤✤✤✤✤✤

El estadio, donde estaba programado el partido de Polo, ya


estaba repleto de gente. Lee-Wei apenas alcanzó a estacionar
su auto en un lugar remoto, silbando brevemente por la
multitud.
—¿Es más grande de lo que pensaba? Me pregunto si
podremos ver este juego adecuadamente —dijo su novia
pensativa.
—Espera un momento, escuché que Jennifer es una agente.
Podrías conseguir unos asientos si hablas con ella.
Agarró el brazo de Lee-Wei y entusiasmada me dijo:
—¿Qué dices? ¿Te gustaría ir con nosotros?
—¿Yo también? ¿Estás de acuerdo con eso?
Era una oportunidad inesperada, estaba sorprendido, ella se
rio y asintió.
—Por supuesto que está bien. Vamos juntos, pero no puedo
confirmar si Jennifer realmente me dará los asientos.
—Oh, es cierto. Por supuesto.
Los seguí impaciente y a paso apresurado. Cuando apenas
pudimos atravesar entre la multitud, nos dirigimos con el
equipo, Jennifer de pronto se acercó.
—Pueden pasar si ayudan antes de que empiece el juego.
Ella habló amablemente y nos dijo qué hacer. De hecho, no
fue nada. Mi trabajo consistía en proporcionar a los
jugadores los suministros necesarios, ya sea agua o algo para
beber. La mayoría de los jugadores tenían asistentes para
ayudarlos a jugar, por lo que cuidaban a cada individuo. Mi
trabajo principal era rellenar previamente los artículos para
que los asistentes pudieran suministrarlos de inmediato. Me
moví de un lado a otro para ayudar a los agentes antes de que
comenzara el juego.
—Que difícil conseguir un asiento. —Lee-Wei se quejó.
—Todos esperan, es hora.
Siguiendo las instrucciones de Jennifer, terminamos nuestro
trabajo y nos dirigimos a un asiento fijo.
El ruido era potente. Lee-Wei estaba hablando con su novia y
en todo el estadio habían personas disfrutando, bebiendo
con amigos y conversando. Yo fui el único que vino solo, pero
estoy bastante bien con eso. Aunque era compañero de casa
con Lee-Wei no me atrevía a hablarle, sólo porque vinimos
juntos a un lugar como este no puedo acercarme de repente.
Me preguntaba qué hacer en situaciones incómodas. Tenía
un pequeño arrepentimiento, pero ahora no había vuelta
atrás. De todos modos, para regresar necesitaba ayuda de
Lee-Wei. Cuanto más pensaba, sentía que más tiempo perdía
estando aquí.
—¿Quién es ese Alfa dominante? ¿Es Grayson saliendo?
Alguien dijo en la parte de atrás, luego escuché otra voz que
le seguía.
—Jamás imagine ver a Keith y Grayson en un solo lugar. ¿Se
están graduando los dos esta vez?
—Sí. Allí está Grayson, es un Alfa dominante perteneciente a
la familia Miller. ¡Dios mío, en realidad estoy viendo a un Alfa
dominante de la familia Miller! Fue muy buena idea venir a
esta universidad. No dormí nada desde ayer.
—Estamos en la misma universidad, pero nunca lo he visto
antes.
—Yo tampoco. ¿Los van asistir? ¿O los Alfas dominantes son
de pase libre?
—No sé, quiero averiguarlo pronto. ¿Cómo se verán? Los
Alfas dominantes son todos tan temperamentales y calientes.
De repente olí un dulce aroma. Inconscientemente levanté la
cabeza y busqué la fuente de la fragancia. No fui el único. Las
personas tenían el mismo propósito que yo, buscaban
urgentemente en todas partes. Sentí que mi alrededor se
calmaba y al mismo tiempo lo encontré, no fue tan difícil.
Estaba sentado en lo alto de un prominente caballo negro,
como si mirara sobre todos. Nunca olvidaré ese día. El
momento en que todo mi universo se detuvo. El caballo
negro se apresuró y lentamente se acercó al campo. El aroma
se volvió más espeso.
El cabello oscuro revelado debajo del casco se sacudió
suavemente en sincronía con los pasos del caballo. Incluso si
no me atreviera a revisar los ojos morados debajo de él, su
presencia era tan obvia. Usando pantalones blancos, sostuvo
la brida y el látigo de polo ligeramente en una mano y un
mazo en la otra. Keith se balanceaba con gracia cada vez que
el caballo caminaba. Su rostro solo miraba al frente.
—Ah...
Escuche el sonido de alguien suspirando, fue un sonido muy
empático. Casi lo imito, sin embargo, estaba cubriendo mi
boca para evitar justamente emitir sonido alguno. No podía
girarme ni respirar. Solo estaba concentrado en mirarlo. No
era solo yo. Su apariencia llamó la atención de todos a simple
vista. ¿Alguna vez has visto un ser tan impresionante y
elegante? La cara de Keith cambió levemente. Todos,
incluyéndome, podíamos ver la sonrisa en su rostro, que era
inexpresiva. Sin embargo, la sonrisa estaba dirigida a una
sola persona.
—Grayson.
Mientras montaba, Keith estaba muy por encima de él. Ni
siquiera podía mirarlo porque la luz del sol caía sobre su
cabeza. Solo podía oler un aroma dulce. No solo yo, sino todos
los que están allí, en ese momento las feromonas de Keith
inundaron el estadio. Me sentí celoso cuando lo pensé.
Keith pasó de largo y fue directamente al lado del otro
hombre vestido como un jugador de Polo. El hombre sentado
en el caballo era de su clase. Cualquiera que haya visto su cara
lo sabría de inmediato, era otro de los Alfas dominantes de la
universidad. Mi mirada se fijó en aquel hombre con ojos de
luz amatista, el símbolo del Alfa dominante. Tenía una rubia
cabellera que era completamente diferente del color oscuro
del cabello de Keith Knight Pittman, y era un chico guapo con
una bonita sonrisa. Dos hombres de infarto, en un solo lugar.
Nadie hubiera esperado tal situación. Ambos eran Alfas
dominantes.
—Oh, Dios mío, siento que puedo morir ahora.
Todos habrían pensado lo mismo. Escuché el sonido de
tomar fotos a toda prisa desde un lado. Fue una oportunidad
dada por cielo el poder capturar aquel momento, el ver a dos
alfas dominantes juntos. Pero sabiendo eso, dudé. Estaba
avergonzado por alguna razón, por lo que no podía tomar mi
teléfono móvil y fotografiarlos como las otras personas. En
lugar de sacar mi celular, simplemente lo miré. Como si
quisiera mantener a Keith en mis ojos para siempre. Los dos
habían estado hablando durante un rato, y luego chocaron
sus palmas ligeramente. La gente miraba mientras iban a sus
respectivos asientos mientras que el sonido de presionar el
obturador de la cámara era continuó.
El juego comenzó, y los hombres en sus caballos corrieron
con su mazo en alto, pero yo solo podía ver a Keith. El sonido
de la vestidura a cada golpe del caballo se hizo
excepcionalmente fuerte en mis oídos. En realidad, solo
podía oír todo lo relacionado con Keith, lo miraba sin
parpadear. Desde tirar hábilmente de las riendas, balancear
el mazo hasta golpear la pelota, incluso correr con el caballo
para amenazar al otro jugador. Es como si solo existiéramos
él y yo en este mundo. Incluso el sudor que goteaba de su
frente llegó a mis ojos con tanta claridad. Mi corazón latía
fuertemente que tuve que presionar suavemente mi pecho.
En ese momento me di cuenta que no fue un problema para
mí que Keith fuera un Alfa dominante y yo un Beta mediocre.
Mi corazón latía tan fuerte por Keith como si estuviera
gritando con todas sus fuerzas.
—Oh, me enamoré de ese hombre.
Después de que me di cuenta de aquel hecho lo vi corriendo
hacia mí como si estuviera consiente de mis sentimientos.
Keith se acercó lentamente como si redujera tanto la
velocidad como lo puedo recordar. Me quede en blanco
mirándolo. Ni siquiera podía escuchar el sonido de las
personas a mi alrededor. Solo estaba mirando a Keith, cada
vez más cerca, más lento. Y entonces…
¡Tak!
Volví a la realidad parpadeando después de un ruido agudo.
Pasó un tiempo hasta que escuche los gritos de las personas.
Mi cerebro comenzó a recordar como si fuera una película.
Los agentes corrían de un lugar a otro. El juego había sido
detenido. Keith había sido visto tambaleándose. Me di cuenta
de que la pelota había volado delante de mis ojos y Keith, que
había estado corriendo a toda velocidad, trato de esquivar
con el mazo, pero se encontró fuera de balance y por tal
motivo cayó del caballo.
De nuevo el juego continuó, pero Keith fue la excepción. Su
frente estaba rota y sangrando. Todos estaban nerviosos por
lo cual lo llevaron a la enfermería. El juego se reanudó
después de que otro jugador fuera puesto en su lugar. Salí de
la multitud dirigiéndome en dirección a donde se
encontraban los agentes. Tenía que encontrar a Jennifer y
preguntar a dónde lo habían llevado.
Al encontrar a Jennifer le pregunté:
—Uh… Quería saber si se encontraba bien porque se hirió
por mi culpa...
Agregué una explicación innecesaria, pero ella no tuvo
reacción alguna, solo miraba a Grayson. Después de
señalarme a donde se lo habían llevado, me dirigí hacia la
enfermería, que se situaba en una carpa apartada y remota.
Sería difícil para el público en general encontrar al jugador
lesionado, y pudiera ser una consideración para las personas
lesionadas que necesitan descansar. Especialmente si la
persona lesionada es un Alfa dominante. Había fanáticos muy
entusiastas. De hecho, mientras iba vi a varias personas
deambulando. Como era de esperar, el agente de seguridad
respondió inadvertidamente a alguien que había preguntado
a dónde habían llevado a Keith.
—Por supuesto que fue al hospital —dijo.
En ese momento, se dieron la vuelta decepcionados. Si no
fuera por Jennifer, que es un agente habría escuchado la
misma respuesta. Aunque Keith fue lastimado por mí culpa,
de alguna manera sentí la emoción de ser privilegiado y me
dirigí a la tienda. Sin embargo, incluso después de
encontrarla, no me anime a entrar, pero me armé de valor y
decidí avanzar lentamente, empecé a sentir presión con cada
paso. Definitivamente estaba allí, había una evidencia que era
más clara que cualquier otra cosa. Era el aroma de sus
feromonas, insoportablemente dulce, cegador. Mi cuello
hormigueo y dolió. Sin embargo, era poco probable que
alguna vez volviera a tener una oportunidad como esa. Keith
estaba acostado en una gran camilla. Tenía una gasa ancha en
la frente y tez pálida como la nieve. Mi corazón se sacudió.
Estaba preocupado pensando en la gravedad de las heridas,
pero pronto mis emociones se reprimieron, si se hubiera
tratado de una afección grave, los agentes no habrían
desaparecido y hubieran dejado solo a Keith. Sobre todo, no
lo habrían puesto en esa tienda temporal, lo habrían
trasladado al hospital, me sentí un poco tranquilo. Pero el
vendaje alrededor de su limpia frente todavía me
preocupaba. ¿Qué pasaría si había una cicatriz en su
cara? Incluso con imaginación, me sentí extremadamente
culpable. Keith de repente abrió los ojos. Por un momento
estaba tan sorprendido que dejé de respirar. La luz del sol
que entraba por la tela iluminaba la tienda. Keith me miró, lo
vi levantarse lentamente. Ninguna de las palabras que tanto
había preparado surgió. Solo me quedé ahí. Keith fue el
primero que abrió la boca.
—¿Eh?
Keith se echó a reír. Mis rodillas se encontraban tan débiles
que casi me caigo. La voz de Keith fluyó mientras que yo
apenas podía captar la situación en mi consciencia distante.
—¿Te dolió?
Me detuve un momento. El reconoció mi rostro, el rostro de
la persona que salvó, no pude contestarle por alguna razón.
Cuando negué, sonrió. Fue una sonrisa para mí. Mi corazón
iba a explotar. Quería dar gracias, tenía que hacerlo, pero no
había sonido. Keith se acercó a mí, dudando con la boca
abierta solo lo miré a la cara. En cada paso, la frecuencia de
mi pulso se multiplico varias veces por segundo. Cuando
finalmente lo tuve cerca, dejé de temblar.
—¿...?
De repente, tiró de mi muñeca y me jalo. Sorprendido por lo
inesperado de la situación caí literalmente sobre su pecho.
Inmediatamente envolvió un brazo alrededor de mi cintura
y la apretó con fuerza. Terminé sentado en su regazo.
Resoplo profundamente. Me encontraba temblando con los
ojos bien abiertos. Él olisqueó mi cuello y se rio. No pude
contener el aliento, y apenas inhalé algo de oxígeno.
—¿Eres beta?
Solo asentí.
—¿En serio?
Y se volvió a reír. De verdad necesitaba respirar. Keith abrió
la boca y me mordió el cuello.
—Ah...
Respire hondo. Todo mi cuerpo se estremeció con la
sensación de succión constante sobre mi piel, estreche mi
mano sobre su hombro, él inmediatamente lo agarró y lo
envolvió alrededor de su cuello. Me sorprendió, la mano que
sostenía mi cintura se movió para levantarme la camisa.
—¿Hay chicas que no tienen demasiados senos?
Se echó a reír. Keith comenzó a succionar uno de mis
pezones, no pude soportarlo y abracé su cabeza con urgencia.
Me dio unos apretones suaves en los pezones. La feromona
de todo su cuerpo se expandió por mi médula espinal. Me
boqueo una y otra vez, mi cuerpo se volvió loco.
Cuando su mano entró en mis pantalones me agarró el culo
con fuerza, pero fue Keith quien gritó:
—¡¿Qué, esto?!
Estaba en ese momento tan absorto en su dulzura que no
pude responder de inmediato. Me empujo de una forma tan
violenta que todo mi cuerpo sintió dolor. No fue hasta que
rodé por el suelo que recuperé la lucidez. Keith se levantó y
me miró. Una mirada como si quisiera matarme. Había sido
tan dulce hasta hace solo un momento y ahora su aroma se
había disipado. Keith se sacudió cuando se sentó.
—¿Eres un hombre?
Entré en pánico y solo pude parpadear, pero no me pidió una
respuesta. La evidencia de ser un hombre era muy obvia. De
repente cerró la boca cuando vio un pene. Al momento
siguiente, giró su cuerpo y solo vislumbre su amplia espalda.
Estaba como loco.
—Eres un maldito pervertido.
Dejé de respirar en ese momento. Sus ojos no eran los
morados de siempre, exclusivos de Alfas dominantes, eran de
un color dorado que brillaba como un grano de arena en el
desierto cubiertos por el sol, los cuales no dejaban de
proyectar una mirada amenazante.
¿Qué paso? Estaba perplejo, algunas personas dicen que el
color de los ojos cambia según el estado de ánimo. En ese
momento, no sabía que el color de los ojos cambiaba cuando
los Alfas extremos dominantes liberaban una gran cantidad
de feromonas. La feromona de Keith era de ira pura que se
vertió como una cascada, llenando la tienda. Fui aplastado
por las feromonas tanto que me costaba respirar. Con mucho
esfuerzo intente levantarme. Me encontraba aterrorizado
mientras él miraba a su alrededor buscando algo así como un
arma. No sabía que sería de mí sí me quedaba allí. Por
supuesto, los resultados que imagine serían desastrosos.
Intente huir con las piernas torcidas y gritando por ayuda
con la cara en el suelo. Mi corazón estaba latiendo como si
fuera a morir en ese mismo instante. Si no huía, realmente me
mataría. No tenía razón para no hacerlo. Detrás de mí,
cuando apenas pude levantarme nuevamente para salir
corriendo, él pronunció un sinfín de malas palabras y
maldiciones. Me estaba mareando, así que escapé de ahí con
todas mis fuerzas sin mirar atrás. Finalmente corrí a una calle
donde ya no podía sentir su aroma, dejé de respirar
correctamente y caí al suelo.

✤✤✤✤✤✤

Era pasada la medianoche cuando llegué a casa. Me tambalee


hacia la habitación para finalmente recostarme sobre la
cama. Estaba tan cansado que no quería pensar en nada. Solo
quería dormir y olvidar todo. De repente, sentí que la fiebre
estaba subiendo, pero lo ignoré y me acurruqué. Una esquina
de mi pecho se sentía miserable. Keith pensó que era mujer
por eso me salvó, me besó e intentó abrazarme. Un profundo
suspiro fluyó involuntariamente. De repente recordé que
estuvo oliendo y revisando mis feromonas. ¿Estaba
decepcionado de saber que era una Beta? Si fuera un Omega,
¿habría cambiado algo? ¿No importaría si fuera hombre? Si yo
fuera Omega. Fue imposible encontrar una respuesta. Yo era
un Beta, un hombre, y él me despreciaba. Me quedé dormido,
estaba cansado a morir. Todo lo que realmente quería era
olvidar lo que paso.
En ese momento, malas elecciones cambiaron mi vida. Ese
día tuve que ir a la farmacia más cercana, comprar y tomar
un medicamento para extraer temporalmente las feromonas.
No funcionó, así que tuve que lavar y deshacerme de todas
las feromonas que aún quedaban en mi cuerpo. Nunca
absorbí tal cantidad en mi vida, si no lo hubiera hecho, mi
cuerpo no habría mutado, y no me hubiese convertido en un
Omega al abrí los ojos después de sufrir fiebre alta durante
días. Pero lo más doloroso fue que a pesar de que mi vida
cambió por completo, el causante de ello no pudo
recordarme en lo absoluto.
Cuando fui contratado como secretario de Keith Knight
Pittman al ganar algo de experiencia después de graduarme,
me di cuenta. Él nunca me reconoció. Para Keith, yo solo era
un “secretario masculino”. Cuando me pare frente a él con un
corazón tembloroso, Keith dijo con una cara indiferente:
—No me importa si eres Omega o Alpha, porque no estoy
interesado en hombres, solo haz bien tu trabajo.
No sabía si era una advertencia. Cambiaba a sus mujeres de
vez en cuando, a veces eran Betas y otras Omegas. Pronto, me
di cuenta de que el único problema que tenía era que yo tenía
un pene en lugar de pechos, y mientras esto fuera así, él
nunca me miraría.
El día que lo acepté, me despedí de mi primer amor. Borracho,
me quedé dormido.
Después de parpadear varias veces, volví a la realidad solo
después de unos segundos. Mi mente todavía estaba en
blanco, pero mi fatiga era mucho menor. Me senté frotando
mis dedos alrededor de mis ojos. Después de verificar la
hora, la alarma sonaría en 10 minutos. Me desperté
lentamente, me acomodé el pelo y revisé mi ropa. Antes de
salir, revise el interior de la

oficina una vez más, todo se encontraba en orden. Como


prueba de ello, el personal del equipo que completó el
informe que ordene, me miraron como de costumbre, luego
me saludaron ligeramente con una sonrisa. Revisé los
documentos. Dentro de cinco minutos, la puerta se abrirá y
Keith entrará. Como siempre, entrará con confianza y me
pasará de largo. Como una rutina. Escuché los pasos
provenientes del pasillo y levanté el rostro indiferente. Poco
a poco el tiempo se iba acercando proporcionalmente, mi
mente se cerró. Los pasos que parecían una ilusión se
hicieron realidad. Sostuve el informe ligeramente con ambas
manos. Me puse de pie y esperé a que se abriera la puerta. Un
instante después, llegó el momento. Keith apareció frente a
mis ojos e hice lo de siempre.
—¿La reunión se hizo bien?
Como si nada hubiera pasado.
Bésame mentiroso • Capítulo 3

Todavía estábamos dentro de la sala de conferencias, en


silencio, ya que cualquiera no podía abrir la boca. Acaba de
notarlo así que me senté con la espalda recta y esperé a que
Keith hablará con los otros ejecutivos.
—Ja. —Keith suspiró profundamente. Fue una mala señal—.
¿Has visto todos los artículos en Forbes?
Todos se quedaron perplejos por la pregunta repentina,
luego se miraron. Keith dejó el informe y movió la mesa con
los dedos, después la golpeó.
—Si miras allí, puedes ver aproximadamente cuánto será mi
patrimonio. Por supuesto, será más de lo que se anunció.
Pronto se reveló por qué se jactaba de dinero en lugar de
reunirse. Keith distorsionó su boca.
—El dinero que gasté en comprar mi yate fue menos de lo
que gasté en hacer esta película. ¿O vas a hacer alrededor de
1,000 piezas de esta basura? Terminaré mi vida haciendo
esta película. Es muy genial —dijo Keith, aplaudiendo como
si pareciera aburrido.
Nadie pudo hablar. El silencio cayó entre los ejecutivos, que
solo miraron hacia abajo. Keith agarro la película y la aplastó
con las manos.
—¿Acabas desperdiciar un año para hacer algo como esto? Si
arrojas dinero a la basura… ¿Será una obra maestra? ¡NO!¡La
basura es solo eso! Es solo basura con dinero. —Keith arrojó
el informe al desperdicio—. ¡¿No usan la cabeza para
pensar?! ¡Acaso tienen mierda en ella! —No hubo sonido de
refutación—. Todo este plan está mal. Vuelvan a empezar
desde cero. Tres días serán suficientes y espero no volver a
tomar mi precioso tiempo con esta basura.
Después de que Keith concluyó, me puse de pie sin dudarlo.
Inmediatamente lo seguí. Mientras caminaba, sacó un
cigarrillo y se mordió los labios. Keith nunca dejó de caminar
hasta que encendió el cigarrillo y escupió sus primeras
palabras. Por supuesto, él ni siquiera me miró.
—A Whittaker…
—Sí. —Le respondí de inmediato.
Keith todavía dijo, caminando hacia adelante:
—Dile que este fin de semana solicitaré más personal.
—De acuerdo. Este fin de semana es la fiesta en el barco.
¿Algo más que agregar?
Todavía no tenía idea de cuál era el propósito de la fiesta y no
lo pregunte. Cuando miré, Keith se volvió hacia mí por
primera vez.
—Eso es todo lo que tienes que hacer.
—Ya veo.
Cerré la boca después. Una fiesta social típica, pero en este
caso, era con una lista de invitados.
Keith volvió la cabeza y se dirigió hacia el frente. De repente
pensé que parecía sonreír.
—Me gustas porque te das cuenta rápidamente.
—Gracias.
Por el momento lo dije sinceramente. Cuando estaba
confundido por la admiración, me dijo:
—Es muy conveniente.
Él estaba cerca de mí. Para este hombre, soy un secretario
realmente útil, ni más ni menos. Aunque era natural, se
detuvo momentáneamente y me reí.
—¿Es eso así? Me alegro —agregué—. Haré lo mejor que
pueda en el futuro.
Keith se volvió hacia mí. Esta vez definitivamente estaba
sonriendo.
—¿Alguna vez te has convertido en un tipo que tiene
diversión de una noche?
—Yo no hago eso.
En ese momento Keith preguntó de manera bastante
extraña:
—¿Eres Omega? Existen Alfas femeninos puedes conseguirlo
fácilmente, eres un hombre.
Estaba muy desconcertado sobre dónde corregir sus
palabras. Tuve una novia antes de la mutación. Y nunca tuve
una relación con alguien después de enamorarme de Keith.
Además, incluso después de convertirme en Omega, ni
siquiera sabía cuál era mi identidad.
—De todos modos. No tengo diversión de una sola noche si
no, no podría dormir bien y tendría un gran problema para
ayudar al jefe durante el día.
—Wow.
Keith escupió deliberadamente. Rápidamente lo empujé y
presioné el botón del elevador. Keith dio un paso atrás y
esperó a que la máquina volviera a aparecer.
—¿Hay alguna razón para no ser diferente al resto?
Tan pronto como inadvertidamente lo pregunté, lo lamenté.
Estaba nervioso de haber tocado el temperamento de este
hombre. Afortunadamente, Keith no respondió. Él solo se rio
de mí, riéndose como de costumbre.
Aquel hombre estaba intentando mirar a través de mí, pero
la verdad es que soy una persona realmente aburrida. No soy
tan bueno en la vida nocturna como Grayson, y no puedo
hacer bromas ingeniosas. Así he vivido hasta ahora y
continuaré haciéndolo.
Finalmente, después de un rato el ascensor llegó.
Dije con una sonrisa:
—Mi única ventaja es ayudar al jefe.
La puerta del ascensor se abrió. Keith, sin embargo, subió y
se detuvo inesperadamente para mirarme. Cuando se cerró
la puerta, extendí la mano rápidamente, solo entonces Keith
entró.
Antes de que lo siguiera, él abrió la boca primero:
—Es la hora del almuerzo.
—Es la hora del almuerzo —repetí, la puerta del ascensor se
cerró y él presionó el botón.

✤✤✤✤✤✤

—Oh, ¿en serio? ¿Podría enviar la lista y el número de


invitados que vendrán primero a la fiesta?
Whittaker inmediatamente preguntó de manera profesional.
Le respondí que enviaría un correo electrónico después de
confirmar la cantidad de personas que asistirán. Después de
colgar el teléfono, clasifiqué a las personas invitadas en orden
alfabético. Tan pronto como terminó la hora del almuerzo,
todos comenzamos a trabajar. Fui al asiento de mi oficina
conectado a la oficina del presidente e hice llamadas una por
una.
—Por supuesto que voy.
Grayson contestó el teléfono de la secretaria.
—¿Yoonwoo, también?
—¿Yo?
Se escuchó su voz.
—Sí, necesito un administrador. ¿O vendrá Charles esta vez?
Si había una fiesta en la casa de Keith, Charles se encargaría,
pero esta vez era diferente porque se haría en un barco. Es
decir, si había una fiesta fuera de su casa, la mayoría de las
cosas tenían que ser organizadas por mí.
Era evidente que tenía que asistir. Por supuesto, no
invitamos a un organizador de fiestas y no le preguntamos a
Charles así que, pensé por un momento y luego respondí.
—Tal vez iré.
—...
—...
—¿Sí?
De repente, después de un repentino silencio, preguntó:
—¿Siempre llevas medicamentos?
—Sí, por supuesto.
Nuevamente, respondí en secreto una pregunta que no era
demasiado simple.
—Nos vemos en la fiesta, Yeonwoo. Si llegaras a ver algo no
te sorprendas demasiado.
Después de agregar una extraña oración Grayson colgó el
teléfono. Inadvertidamente miré el auricular desconectado,
pero no pude volver a llamar y preguntar qué significaba.
Seguí rígido, sin embargo, no tuve más remedio que
ignorarlo.

✤✤✤✤✤✤

Los preparativos de la fiesta fueron fáciles. No hubo nada


especial porque ya se había hecho varias veces. Era solo una
fiesta en yate. El orgulloso yate de lujo de Keith era lo
suficientemente grande como para transportar a 300
pasajeros. El número de personas invitadas a la fiesta fueron
alrededor de 50, así que fue mucho más sencillo. Incluso si
consideraban traer a sus propios socios, no habría más de
200 personas.
Precavidamente, preparé 250 comidas y bebidas. Todas las
habitaciones estaban disponibles en caso de que tuvieran
alguna molestia o necesitarán descansar. La preparación era
perfecta. La fiesta sería a partir de las 7:00, pero siempre
había invitados llegando temprano y otros llegando tarde. De
hecho, sabía que el propósito de la fiesta era solo por
“amistad”. No sabía que Keith tenía tantos amigos, y tampoco
sabía algo sobre las redes sociales. Quizás su significado de la
palabra amigo sea diferente al mío, por lo que
probablemente sea más difícil que entre él y yo encontremos
lo mismo.
—Bienvenido a... Sr. Norman.
Cuando levanté la vista, inmediatamente me convencí al ver
sus ojos morados de que era un Alfa dominante. No era dulce
como la etiqueta con el nombre que se le dio en la entrada.
Por suerte, fue útil memorizar a los invitados presentes antes
de la fiesta. Incluso cuando obtuve la lista por primera vez,
estaba perplejo, todos en la fiesta eran Alfas
dominantes. Podía ser que hubiera ganado la lotería porque
estaba viendo a un montón de Alfas dominantes reunidos en
un mismo lugar, y eso era algo que quizá nunca volvería a ver
en mi vida, pero… Lamentablemente, la situación se había
previsto, por lo tanto, no había sido cuestión de suerte.
Quizás la advertencia de Grayson se debía a eso.
Ya que no había Omega en el mundo que pudiera soportar las
feromonas emitidas por tantos Alfas extremos. Un día me
dijeron que los Omegas eran los únicos que podían controlar
las feromonas de un Alfa dominante, y ya sea cierto o no, yo
era un Omega ordinario a pesar de que mi ciclo fuera
desordenado. Solo tenía que tener cuidado.
Grayson, quien acababa de entrar, me miró a los ojos y me
envió un ligero saludo por lo que incluso mi ciclo de calor se
puso algo confuso debido a la “mutación”, así que me
comprometí de nuevo. Debía de tener cuidado.
—Yeonwoo.
Cortésmente recibí el saludo.
—Señor Miller.
—Grayson. —Me corrigió.
No podía seguir su voluntad.
—El Sr. Pittman llegará en los próximos 15 minutos. Por
favor, disfrute de la fiesta primero.
—Por supuesto que estoy pensando en hacer eso.
Grayson sonrió a la bella y glamorosa rubia que lo acompaña
y luego me miró de nuevo.
—Te lo diré de antemano, pero te advertí sobre esta fiesta. A
ti y a Keith.
—¿En serio?
Él parpadeó como si mi respuesta fuera inesperada, pero en
un segundo volvió con una sonrisa amarga, luego se fue.
—¿De qué estará hablando...?
Me sentí incómodo y confundido por lo que murmuré.
«¿Habrá una fiesta diferente? ¿Todos los invitados son amigos
de Keith? ¿Por qué todos son Alfa dominantes...?»
Cuando me detuve en el último pensamiento, el
guardaespaldas me informó que Keith había llegado. Rompí
mi raciocinio y rápidamente fui a su encuentro. Keith se
encontraba con una nueva mujer, había comenzado una
relación con la más atractiva y reciente modelo. Me dolió el
estómago cuando vi a la glamorosa belleza rubia aferrarse al
brazo de Keith. No tuve más remedio que recibirlos con
mucha formalidad.
—Bienvenidos. —Los salude para luego añadir—: Adelante.
Los invitados aún no han llegado. Srta. Abigail, hoy se
encuentra especialmente hermosa.
Las palabras de elogio eran exactamente las que Keith me
hacía decir cada vez que cambiaba de mujer. Un día Keith me
dijo: “¿Por qué no cambias la frase?”, con un tono sarcástico.
¿Por qué debería preocuparme por alabar a la pareja sexual
de Keith en varios idiomas?
Pensando intensamente, miré a Keith con una cara
inexpresiva. Llevaba un traje oscuro, era un atuendo tosco
que no llevaba corbata, incluso se soltó un par de botones de
la camisa, así mantuve mi mirada hacia sus sensuales
músculos del pecho. Un suspiro fluyó espontáneamente
cuando lo vi a la cara. Estaba sorprendido así que me
apresuré a respirar. Afortunadamente, mi agitación
momentánea pasó sin problemas porque Keith nunca me
miró. Echó un vistazo a la cubierta brevemente y me miró sin
ninguna reacción.
Lo miré casualmente.
—El número de guardaespaldas aumentó según lo indicado,
y los preparativos necesarios para la fiesta fueron realizados.
Dio un paso y yo me quede parado ahí, viendo desde lejos
como se fue con Abigail.
Cuando sin querer me distrajo la amargura y la ambición, mi
rostro cambió, sonreí, aunque estaba impaciente. Puede que
no se haya dado cuenta... Está bien, lo sé. No lo había visto, fue
realmente un momento. Fueron solo unos segundos, pero en
mi cabeza todo tipo de pensamiento estaba enredado con él.
Entonces el chef me habló:
—Yeonwoo, ¿podrías revisar los platos por un segundo?
—Ah, sí. Sí.

✤✤✤✤✤✤

No hubo nada especial hasta la mitad de la fiesta. Los


invitados seguían y seguían llegando mientras yo luchaba
para evitar confundir sus nombres. Sin embargo, había algo
que era inusual, había varios clientes con dos, tres o más
socios juntos. A veces, la pareja era una mujer o un hombre,
pero estaba claro que todos eran Omegas. Pensé que había
algo extraño, pero pronto lo ignoré. Todo lo que tenía que
hacer era terminar la fiesta sin incidentes. No importaba el
tipo de privacidad que tuviera el invitado o cuántos socios
tuviera, solo tenía que asegurarme de que la fiesta no se
arruinara.
Había revisado la lista de invitados, confirmado a todos,
incluso a los que no habían venido. Después de revisar a las
personas por separado, le pedí a los guardias que vigilaban la
entrada que se pusieran en contacto conmigo con
anticipación si es que llegaba a haber algún invitado
adicional. Hasta ese entonces, el progreso fue lento,
especialmente no hubo clientes que causaran problemas.
Por la noche, el mar estuvo tranquilo, por lo que el bote
apenas se sacudió. Sin embargo, lo que hizo diferente esta
fiesta de otras fue que los invitados estaban jugando en algún
otro sitio. En su mayoría, las fiestas son el objetivo principal
de socializar y obtener nueva información. Por supuesto,
debería haber grupos grandes y pequeños que se dividían,
pero no estaban aquí. No había mucha gente en la cubierta.
Los Alfas dominantes estaban entusiasmados debido a las
feromonas que estaban enviando, aunque tuvo poco efecto.
Pensé en ello y miré alrededor de la cubierta, pero de repente
tuve una idea extraña.
Había muy poca gente y aún quedaba comida y alcohol sobre
la mesa. No era una o dos cosas extrañas, vacié mi mente. Por
fin, una pareja parecía estar hablando con otra hasta que se
fueron juntos a una habitación. Todas las cabinas tienen
interfonos, por lo que, si necesitan algo, nos contactaran de
inmediato. Cada uno tiene una pareja, por lo que todos
pueden ir a disfrutarlo.
Me pregunté por qué había tenido una fiesta así. ¿Keith lo
sabía? Keith repentinamente vino a mi mente así que intenté
deliberadamente no pensar muy profundo.
—Creo que está bien aquí. ¿Deberíamos mirar alrededor de
las habitaciones?
Me atreví a hablar mientras caminaba por la cubierta con un
paso más poderoso que de costumbre. En una larga silla de
playa, a un lado, pude ver a un hombre sentado. Como
invitado a la fiesta de hoy, también era un Alfa dominante.
Observé a los tres Omegas que había traído, brevemente
pude ver como lamían sus cuerpos entre sí, así que me
apresuré a encontrar el elevador luego presioné el botón.
Cuando me quedé solo, mi cara se calentó. De hecho, los Alfas
dominantes no tienen vergüenza para mostrar sus deseos en
cualquier parte. ¿Me gustaría tener sexo así?
Incliné mi cabeza dentro del elevador que se elevaba
lentamente. Tuve sexo con mi primera novia, pero no fue tan
bueno. Por encima de todo, era incómodo y, por supuesto,
ella no estuvo satisfecha. Mi primera experiencia terminó así.
Lo mismo ocurrió con la siguiente novia que tuve. Encajamos
bien y la pasábamos bien en compañía del uno del otro.
Cuando se me confesó la acepte fácilmente, pero durante la
relación solo hubo besos. No importaba cuánto lo intentara,
no estaba acostumbrado al sexo. Creo que hice mi mejor
esfuerzo, pero puede que no fuéramos el uno del otro. Nos
separamos lento y muy naturalmente. Esa fue toda mi
experiencia de citas. Después de eso, me llevaron a estudiar.
Luego y de repente me transformé en Omega. Ya no podía
pensar en nadie más. Era incómodo salir con una mujer, y
tenía miedo de salir con un hombre, aunque eventualmente,
sabía que iba a tener una relación.
Ding-dong.
Después de un rato, la puerta del ascensor se abrió para
darme acceso al pasillo del piso superior. De repente se sintió
un dulce aroma. Era una fragancia de feromonas
extremadamente familiar. Mi interior se puso quieto.
Deliberadamente tosí, pero eso fue todo. El silencio volvió a
caer en todas partes. Me sentí incómodo y ansioso, y me moví
paso a paso más rápido de lo habitual. Solo iba a revisar y a
bajar rápidamente.
—Ah.
Cada vez que movía mis pies, la fragancia se volvía más
fuerte. Alguien estaba vertiendo feromonas
intencionalmente. Recordaba vagamente que algo similar
me había sucedido en el pasado. El día en que me transformé
en Omega, me empapé de las feromonas de Keith. En ese
momento, pude llegar a mi casa porque estaba menos
afectado que un Omega, pero como resultado luego me
convertí en uno.
Aunque ahora el problema era que soy Omega así que el
impacto iba a ser mucho mayor que eso, ya de por sí era difícil
imaginar lo que sucedería.
«No importa la cantidad de medicamento que tomé, es
peligroso», pensé.
Me tapé la nariz con la manga y, sin darme cuenta, deambulé.
No muy lejos, vi la puerta de una habitación, la fragancia de
feromonas fluía desde allí. Al instante dudé. Pensé que debía
dar la vuelta y tomar el elevador nuevamente.
Pero la fragancia fue mucho más fuerte de lo que esperaba.
Parecía que mis piernas ya estaban temblando y doblándose.
Caminé rápidamente por el pasillo mientras mis pasos se
volvían cada vez más pesados. De repente, la puerta se abrió
por detrás.
—¿Lo has traído? ¿Oye? ¿A dónde vas?
Me detuve ante su llamado. Era claramente una voz que
conocía. Ella seguía gritando nerviosamente.
—¿Acaso no me oyes? ¡A dónde vas!
Parecía que había solicitado algo por el intercomunicador.
No tuve más remedio que responder. Respiré tanto como
pude y me di la vuelta.
—Srta. Abigail.
Me era difícil sonreír, pero ya tenía un sudor frío en la frente
y un pulso acelerado. Abigail se movió sin dudarlo, como si la
exposición de su cuerpo no fuera nada, tan solo traía un
camisón. Los tacones altos se estaban acercando. Estaba
atrapado. Me quedé quieto y esperé a que ella viniera.
Finalmente, se detuvo justo frente a mí y me miró. Era más
alta, me reconoció y abrió los ojos, pero su reacción de
sorpresa fue momentánea.
—¿Lo trajiste? ¿Qué estás haciendo aquí?
Casi tartamudeando, respondí.
—Lo siento. Lo traeré ahora mismo.
Quería huir rápidamente de ahí. Me disculpé
apresuradamente y traté de irme.
—Detente ahí. ¿Quién te dijo que fueras?
El sonido de su voz era lo suficientemente fuerte como para
no ser ignorado. Hubiera sido agradable si el entorno hubiera
sido ruidoso, pero el pasillo estaba tan tranquilo que su voz
creo un sonido lo suficientemente fuerte como para dejar un
vago eco.
Inevitablemente, me di la vuelta y me tapé la nariz con la
manga.
—Sí, Srta. Abigail. ¿Necesitas más?
Después de apenas hablar, ella se acercó a mí, usando un
camisón sobre su ropa interior. Me quedé quieto y esperé a
que ella viniera.
Cuando finalmente se detuvo justo en frente de mí, Abigail
me miró con los ojos delgados y abrió la boca:
—¿Que estabas pensando al venir aquí?
—¿Qué quiere decir?
—No te hagas el ingenuo, eres como una prostituta.
Por un momento me sorprendí. Nunca imaginé que ella
pondría esas palabras en su boca, y que las dirigiría
precisamente hacia mí. Entré en pánico y parpadeé, ella
continuó hablando:
—Eres Omega, ¿no? Te vi antes como estabas mirando a
Keith. Qué gracioso. ¿Qué sueño loco has tenido al venir aquí?
Ella estaba mirando mi expresión mientras yo quería decirle
que no. Al principio, me pareció que ella era Omega, pero
estaba completamente equivocado. Además, en primer lugar,
para Keith Knight Pittman, yo no era alguien que despertara
su deseo sexual porque era un hombre, así que, quería
resolver el malentendido, pero era difícil respirar, por lo que
mis palabras no estaban bien organizadas.
—Es un malentendido, Srta. Abigail. Solo estoy revisando si
hay algo que necesiten los invitados…
—¡Ja!
Su risa histérica me interrumpió. Abigail sudaba
horriblemente y me gritaba:
—¡Si quieres poner excusas, tienes que ser bueno! ¿A quién
quieres engañar hablando así? ¿Crees que podrás acostarte
con Keith? Estoy pensando en eso y es muy gracioso.
—¿Qué estás haciendo ahora?
Una voz apareció interrumpiendo la voz de Abigail.
Hasta ese entonces, ella me empujó y gritó como si me fuera
a golpear. Abigail miró hacia atrás momentáneamente. Keith
estaba de pie contra el marco de la puerta. Ella se cubrió la
boca con vergüenza mientras que yo solo lo miré; su cabello
todavía estaba húmedo como si acabara de darse una ducha,
su oscuro cabello brillaba intensamente bajo la luz, y las
gotas de agua que fluían lentamente, cayeron directamente a
través de sus mejillas hasta la barbilla para terminar en el
piso. Inadvertidamente tragué saliva seca al ver sus
músculos gruesos y un cuello fuerte y húmedo. De inmediato,
él notó mi movimiento desesperado.
—¿Qué haces con mi secretario?
Abigail entró en pánico y se disculpó apresuradamente.
—Escúchame, Keith. ¿Por qué este hombre estaría aquí?
Mira, tienes las manos vacías, ¿verdad?
—¿Por cierto? —Keith comentó molesto.
Abigail se puso más nerviosa.
—Estaba intentando seducirte. Ahora que su período de celo
está cerca, ¿qué vas a hacer con él? ¡Además intenta
engañarte con su celo!
Las últimas palabras se agregaron con ímpetu, pero la
reacción de Keith no cambió mucho. Por el contrario, se rio y
distorsionó la boca.
—¿De qué demonios estás hablando? ¿Te volviste loca?
La voz aguda de Keith detuvo a Abigail.
Keith se quitó el pelo bruscamente de la cara.
—Esa es solo mi secretario. ¿Parece que voy a dormir con un
hombre? Realmente eso es absurdo.
—Ja, pero… —Abigail tartamudeó y protestó—: Pero es
Omega.
Keith la miró fijamente.
—Es un hombre. —Abigail dudó, perdiendo lo que tenía que
decir—. No me importa si es Omega, él no está aquí por lo que
piensas. ¿Cierto?
Apenas asentí ante su mirada.
—Vine a ver si hay algún problema porque todos nuestros
huéspedes están dispersos...
Keith me interrumpió sin escucharme por completo.
—¿Has oído? Entonces no seas ruidosa y entra ahora.
Realmente estaba confiando en mí. Incluso si hubiera venido
aquí con el propósito que pensaba Abigail, ella nunca lo
imaginaría así que, los motivos de la idea pronto fueron
revelados.
—Nunca me acuesto con un hombre. Y Yeonwoo lo sabe.
—Lo sé.
Contuve el aliento y lo miré. Keith, parado a cierta distancia,
todavía me miraba mientras preguntaba:
—¿No es así?
Abigail tomó aliento y me miró, con una cara dudosa.
Fue difícil abrir la boca.
—Sí —dije, apenas respirando, luego añadí—: Por supuesto.
La puerta del ascensor se abrió y el sonido de un carro
susurrante continuó, era el personal que traía el champán de
Abigail.
—Querido, lo siento. ¿Qué hice para cometer un
malentendido tan ridículo? Oh por favor, perdóname. Haré lo
que sea. Puedes rodarme por el suelo como una esclava si lo
deseas...
—...
Incluso si ella dijera que no, Keith podría golpearla contra el
suelo y zambullirla en el barro si así lo deseara.
Abigail se aferró a él sin decir nada. Naturalmente, sus largos
brazos sostuvieron su cuello mientras que sus dos piernas
saltaron, envolviendo la cintura de Keith. Yo, por mi parte, me
quedé allí y los vi desaparecer dentro de la habitación.
Todo lucía nublado ante mis ojos, aunque no podía asegurar
si se debía a la influencia de las feromonas o algo más.
—Oye, Yeonwoo. ¿Estás bien?
Preguntaron desde algún lado, fue entonces cuando
finalmente me di cuenta de que estaba respirando mal.
—Sí, estoy bien.
Me sentía mareado, pero no podía sentarme.
—Está bien, bajemos. Creo que se caerá.
Apenas asentí.
El ascensor estaba demasiado lejos y la medicina no me había
servido de nada, aunque debería haberla tomado más de 10
veces, no lo hice. Caminé arrastrando mis pies. Mi cabeza
estaba hecha un desastre. En ese momento, lo único que me
vino a la mente fue tomar un inhibidor así que, tenía que
bajar y encontrar mi maletín, sacar la medicina, tomarla y
calmarme, pero la maleta con las pastillas estaba en el sótano
junto a las pertenencias del personal. ¿Cuántos pisos tiene el
sótano? ¿En qué piso estaba? Presioné un botón con una
mano temblorosa y la puerta del ascensor se cerró, un trozo
de metal raspó por un momento, luego descendió. Me apoyé
contra la pared y me puse de pie. Cerré los ojos y esperé a que
el ascensor llegara hasta abajo.
Ding-dong
—Ah...
Cuando finalmente escuché la llegada del elevador, suspiré
con alivio. Solo tomaría mi medicamento para calmarme.
Era un plan simple.
Era tan simple que era bastante extraño fallar, pero no me di
cuenta de que ahí había una gran trampa. Mi cuerpo se
endureció cuando la escena se abrió brillante y lentamente
frente a la puerta del ascensor. Había una gran piscina en el
sótano, incluso era dos veces más grande que en la cubierta,
así que había mucha más gente.
La mayoría de los Alfas dominantes que habían desaparecido
de la cubierta, estaban allí.
Bésame mentiroso • Capítulo 4

Cuando desperté, vi un techo muy alto, solo entonces me di


cuenta de que estaba acostado y tirado en el suelo. Ya ni
siquiera podía pensar en eso así que, cuando abrí mejor los
ojos me sorprendí por lo que estaba observando. Varios Alfas
tenían rodeado el cuerpo de un Omega y como había pocas
mujeres en el lugar algunos Omegas hombres estaban siendo
penetrados mientras que otros solo estaban frotándose
contra los Alfas mientras se lamían todo el cuerpo, también
había varios de ellos que estaban entrelazados entre sí
mientras succionaban el pene de su compañero y al mismo
tiempo eran penetrados. Fue solo hasta ese entonces que me
di cuenta de la identidad de la fiesta. Era una orgía de Alfas
dominantes, un lugar hecho para verter feromonas
libremente.

Con la vista borrosa vi a un hombre con una botella de


champagne. Como la mayoría de los invitados, aquel hombre
también era un Alfa dominante, estaba completamente
desnudo, bebiendo mientras sostenía la cabeza de un Omega
contra su pene erecto y lo empujaba con fuerza para poder
hundirse más y más en su boca. En el momento en que lo vi,
me disgusté. De pronto el hombre que estaba bebiendo el
champagne giró la cabeza hacia mí, desafortunadamente
nuestras miradas se encontraron, parecía decirme algo, pero
todo estaba borroso. Estaba seguro de que no era una buena
situación.

El hombre se levantó y caminó hacia mí, yo intenté


levantarme pero no pude hacerlo así que intenté retroceder.
Tenía que subir de nuevo al ascensor, me apoyé contra el
muro mientras intentaba presionar el botón, pero era muy
tarde, los ojos del hombre me habían atrapado y como lo
había esperado, mi cuerpo no se movió.

Parecía sofocarme con sus feromonas, fue entonces cuando


comprendí porque esos hombres habían elegido una piscina
subterránea, deseaban que sus feromonas se mantuvieran
en un espacio cerrado para enloquecer a todos los Omegas
en la fiesta. De pronto, volví a dirigir mi mirada hacia todos
aquellos que se encontraban borrachos por las feromonas
que estaban esparcidas por todo el lugar, la escena volvió
aparecer en mi cabeza, Omegas siendo penetrados,
masturbados y usados por diversos Alfas.

Si no hubiera tomado las medicinas por adelantado habría


estado, quizás así, en las mismas condiciones; sin embargo,
no me sentía aliviado, apenas tenía conciencia, aunque poco
a poco me estaba acercando al límite, al final, los instintos
aparecían antes que la razón.

—¡...!

«¿Es hora de pensar? ¡Despierta!»

Moví desesperadamente mi mano pesada para encontrar el


botón. Parecía haber una ligera vibración de la máquina
moviéndose detrás de mi espalda. Mientras tanto, el hombre
ya estaba muy cerca. Agarré la pared y me puse de pie sin
apartar la vista de él. Como si me enfrentara a una bestia, me
puse de pie para mirarlo. Podía ver al hombre extendiendo
su mano. En el momento en que agarró mi hombro, abrí los
ojos con una extraña sensación. Él parpadeó y se rio. La
fuerza de mi respiración solo empeoraba. El hombre me miró
con sus delgados ojos.

—Eres el secretario de Keith, ¿cierto?

El sonido de su voz se escuchó como si hablara en una cueva.


Tal vez mi tímpano estaba mal. Lo intenté y me disfracé.

—Si. ¿Lo necesitas?


Mi voz había sido escuchada desde muy lejos. Curiosamente,
no se sentía real. Traté de sonreír lo más posible. Él no
respondió. Solo bajé la cabeza mientras intentaba cubrirme
la nariz.

—Oye, Omega.
Siguiendo la baja voz, el hombre presionó con fuerza la mano
que sostenía mi hombro. Inmediatamente caí al suelo.
Escuché un golpe, pero no sentí ningún dolor. Cuando miré
hacia arriba, el pene erecto de aquel hombre estaba a la vista.

—¿Qué estás haciendo allá?


Se escuchó la voz de otro hombre. Del mismo modo, estaba
desnudo, por supuesto, también era un Alfa dominante. No
era bueno. Se estaban reuniendo a mi alrededor uno por uno.

Definitivamente no era nada bueno.

—Decían que el secretario de Keith era un Omega y vaya que


realmente lo era.
Otra voz intervino:

—Eres el tipo que vi en la entrada, ¿cierto?

—Keith dice que no tiene sexo con hombres. ¿Será una


mentira?
Se oyó una fuerte carcajada.

De alguna manera debía salir de ese lugar.

—De hecho, ha sido bonito desde que lo vi en la entrada.

—Lo que quiero decir aquí, es que este niño también tiene la
intención.

—Es el instinto de los Omegas.

—¿Pero estará bien? ¿No es de Keith su agujero?


Cuando alguien preguntó como si estuviera preocupado, una
voz se rio de él inmediatamente.
—Keith trajo a una mujer hoy. Además, él es quien suele
hablar de no acostarse con un hombre, por lo que no puede
decirnos nada.

—¡Correcto! Así es. Ja, ja, ja, ja, ja.


Todos los hombres se rieron a mi alrededor. El miedo de
levantarme y las feromonas abrumaron todo mi cuerpo, cada
vez se volvía más difícil. El único pensamiento que tenía era
salir de ahí. ¿Ya estaba casi en el ascensor? ¿Podía huir
incluso si vinieran? ¿Podía rechazar sus feromonas hasta el
final? ¿...? Cuando tuve esas dudas en un rincón de mi
corazón, alguien me arrastró.

—¿A dónde vas? —dijeron—. Entonces quien comenzará.

—¿Estas bromeando?

—No se puede poner todo de una vez.

—¿Por qué no? —Alguien se rio entre dientes—. Una vez


probé tres a la vez.

—Wow.

—¿Es posible ponerlos todos juntos?


Mientras la admiración sorprendida continuaba alguien
preguntó con arrogancia.

—¿Acaso no puedo poner tres penes en el culo de un Omega?

—Es asqueroso.
Pensé que estaban locos. Debió haber sido que sus propias
feromonas provocaron que sus cerebros se volvieran
estúpidos, por qué… ¿De qué otra forma podían sonreír así
en un tipo de conversación como esas? Pero hablaban tan
casualmente como si hablaran del clima.

—Es el secretario de Keith así que, hagámoslo


correctamente. Puede tener tres a la vez, dos en la parte
inferior y uno en la parte superior.

—No está mal.


Voces ásperas intervinieron a través de la tranquila
conversación.

—Joder, entonces yo comenzaré.


Apenas me había levantado cuando miré a un hombre
desnudo que caminaba hacia mí con asombro. Si me quedaba
ahí, moriría. No, incluso si no moría, al menos sería como
morir. Por supuesto que no tenía intención de hacerlo con
ellos.

—¡¿Oye?! ¿A dónde crees que vas?


Alguien gritó con una voz risible. Se estaba riendo de mí por
intentar desesperadamente escapar. La risa continuó, pero
nadie vino después de él. Más bien, se burló y silbó.

—Ten cuidado, te caerás.

—Ken, ¿qué estás haciendo? Simplemente hazlo.

—¡Huye, rápido! ¡Adelante, corre!


El sonido de la risa, luego los aplausos y aplausos
perturbaron mi mente. Era un juego para ellos, pero estaba
desesperado. Estaba aún más aterrorizado cuando recordé
que lo vi violar a su Omega hasta que sangrará. Finalmente,
llegamos frente del elevador. Estiré la mano tan fuerte como
pude y presioné el botón. Los números cambiantes indicaron
que llegaría pronto. Solo tenía que esperar un poco más.

—... ¡No!
De repente me atraparon y grité.

Tal como estaban las cosas, el hombre me tiró al suelo. Mi


chaqueta la quitaron sin problemas, seguido de lo demás. La
camisa se rasgó con un sonido agudo. Ni siquiera podía
permitirme cubrirme o resistirme. Varias manos se
apoderaron de mi cuerpo, sosteniendo mis brazos y
cubriéndome la boca para que no pudiera gemir, apenas
podía aguantar la respiración.

Sentí que mis fuerzas habían desaparecieron. No había


necesidad de someterme. Miré a los hombres a mi alrededor
con una mirada nebulosa mientras sostenían mis
extremidades. Se sentía como si alguien me estuviera
quitando los pantalones. De momento, la sensación de frío se
sintió en mi trasero, así que me di cuenta de que estaba
desnudo. Por supuesto, el frío pronto se volvió insensible.

Alguien tiró de mi cabello por lo que había una sensación de


tirón brumoso en el cuero cabelludo, pero eso fue todo. El
hombre que me hizo caer como un perro me trajo algo a la
boca. No fue hasta que llegó a mis labios que me di cuenta de
que era un pene. Sentí un sabor amargo, trataba de evitarlo.
Sin embargo, dado que me tenían sujetado por el cabello, solo
sacudí la cabeza un poco mientras apretaba mis labios.

—Esta perra.
Cuando trató de forzarlo en mi boca y falló, me golpeó en la
mejilla. Mi mente había vuelto. El hombre empujó
nuevamente su pene sobre mis labios. Tan pronto como me
vi obligado a abrir la boca, me sacudió la garganta.

—... Uf, eup.

El maldito apareció violentamente, pero no pude vomitar. Lo


intenté mucho y, en ese momento, me sorprendí.
Instintivamente supe que esa era una buena oportunidad. El
hombre trató de sacar su pene de mi boca, pero no lo solté.
Algo caliente fluyó por mis labios, pero no fue semen.

—¡Para, para! ¡Yeonwoo!


Alguien gritó mi nombre.
—¡Para! O esto terminará... ¡Dios mío, Ken!
Cuando apenas lo deje ir, la parte inferior del cuerpo del
hombre se empapó en sangre.

Estaba medio consciente.

✤✤✤✤✤✤

Un largo humo voló en línea recta y se dispersó en el aire en


algún momento. No había más feromonas, aunque tenía
dolor de cabeza. El leve aroma de los alrededores se sentía
vago, pero eso no era nada. Me senté en la cama con una
manta sobre mi cuerpo y miré, no muy lejos, Keith estaba
sentado en una silla fumando un cigarrillo. No sabía lo que
estaba pensando.

—¿Por qué hiciste eso?


Abrió la boca por primera vez en mucho tiempo, luego
parpadeo.

Keith parecía de mal humor. La fiesta se había convertido en


un desastre por un accidente inesperado, por lo que su
actitud podía ser natural o tal vez era porque yo había
interferido mientras había interrumpido su noche con
Abigail, aunque podían ser ambos casos. Estaba pensando en
demasiadas cosas.

—No entiendo por qué ocurrió este tipo de incidente. Estoy


decepcionado, Yeonwoo. Pensé que eras un gran secretario
que hacia su trabajo a la perfección.

—Lo siento.
Me disculpé. Miré hacia abajo y vi como mi mano temblaba,
la escondí detrás de la manta y abrí mis labios, los cuales
estaban secos.
—Fue una situación inesperada... Debí haber sido más
cuidadoso.
Estaba seguro de que conocía la situación, pero no estaba
tratando de escucharme. Las lágrimas parecieron salir sin mi
conocimiento.

—Solo debías chuparlo con moderación y aceptarlo. ¿Por


qué demonios hiciste eso?
Tras las acusaciones, me endurecí con la boca abierta. Keith
seguía hablando molestamente conmigo, con los ojos
abiertos.

—El pene de Ken estaba cortado por la mitad. Pudo haber


quedar lisiado. Va a tener que ser tratado durante mucho
tiempo.
No podía creer lo que estaba escuchando.

—Él, yo lo... mordí… —No pude controlar mis lágrimas—,


porque trato de violarme y...

—¿Por cierto? —Keith me interrumpió una vez más con una


voz aguda—. ¿Acaso no es el trabajo de los Omegas? Si no te
gusta, simplemente dejas que te lo meta y terminará en un
segundo. ¿Por qué no pretender? Realmente me
decepcionas.
Cuando lo vi sacudir la cabeza, me quedé sin palabras y con
la mente vacía. Mis ojos se calentaron, pero me contuve,
mordí mis labios y aguanté. El puño que había cerrado debajo
de la manta se estremeció por una razón diferente a la
anterior.

Contuve la respiración en silencio.

Él siempre había sido así, no había expectación ni decepción


en su rostro. Nunca me comunico adecuadamente el
propósito de la fiesta, y lo que sea que hubiera pasado ahí
había sido solo asunto mío. Para Keith, eso era ser un
secretario competente.

Nunca deje que Keith sintiera ninguna molestia de mi parte.


Lo cuidé y le resolví todo.

Keith volvió a fumar.

—De todos modos, le haré una indemnización por los daños,


así que ve al hospital y discúlpate con Ken...

—Yo… Voy a renunciar.


Keith dejó de jugar con el cigarrillo en sus labios.

Entre tanto, abrí la boca como siempre, mientras él me


miraba.

—Pido disculpas por arruinar la fiesta hoy. Me iré con la


confianza de que el jefe hará la compensación por mí.
Él me miró en silencio, tenía una expresión tan encantadora
que, en otro momento, hubiera sido difícil el soportar sonreír
al mirlo. Apenas salí de la cama, me puse de pie.

—Estoy agradecido. Entonces, adiós.


Después de inclinarme para despedirme, salí de la cabaña.
Estaba descalzo.

Mientras caminaba por el pasillo retorcido, me preguntaba si


todavía estaba sentado así.
No, ya no importaba.
Bésame mentiroso • Capítulo 5

—Así que mamá, todavía no tengo idea sobre el matrimonio.


Ya se lo había dicho una y otra vez, aun así, escuché una voz
nerviosa a través del auricular.
—Pero Yeonwoo, te estás haciendo mayor. Tienes que
encontrar a alguien.
Respiré hondo y exhalé.
—No tengo intención de casarme ahora.
—Incluso, si no lo piensas, conoce gente o… ¿Pretendes
casarte desde el principio y sin conocerse? ¿Te preocupa
porque cambiaste a Omega? Cuando eras Beta eras un poco
más fácil, incluso había chicas Omega que te gustaban; ellas
dieron a luz fácilmente, no es difícil. ¡¡Si puedes!!
—¡Mamá, mamá!
No pude soportar más su conversación y la interrumpí:
—No hay necesidad de casarme con un Alpha. Puedo
casarme con una chica Beta.
—Si te casas con una mujer Beta, no puedes tener hijos. Por
supuesto, cuando te cases, deberías tener hijos. Y para hacer
eso, tienes que casarte con un Alpha. Es difícil encontrar a
una mujer Alfa lo sé, pero no podrás tener hijos si te
involucras con una mujer Beta u Omega. Necesito encontrar
a alguien decente, ¿no…? Quizás puedo buscar a un Alfa
hombre. ¿No sería sorprendente si te casaras con un
hombre?
De repente sus palabras se cortaron y una voz intervino.
—Hermano, ¿cómo estás? ¿Todo está bien? ¿Necesitas algo?
¿Te gustaría que te enviáramos un bocadillo o algo así?
Me sentí aliviado por la voz que salió presurosa del auricular.
Sin querer sonreí y pregunté:
—Estoy bien hermana. ¿Necesitas algo?
—¡Por supuesto! Puedes mirar mi lista de deseos en Amazon.
Después de que prometí hacerlo, le pedí que me pasara con
mi hermano menor, el cual respondió fríamente.
—¡¡Mi hermano también está sufriendo!! Recibe mucho
dinero, pero a cambio sufre mucho. ¿Quién quiere dinero
fácil? Hasta luego descansa, cuelga. ¡Adiós!
—Yeon-hee, ¡tienes que darme el teléfono!
Escuché la voz de mi madre, pero el teléfono simplemente se
colgó. Sólo entonces pude exhalar profundamente. Cuando le
confesé por primera vez mi transición a Omega, mi madre se
puso pálida justo antes de que se desmayara. Fue lo mismo
con mi padre, no pudo contener su conmoción.
Afortunadamente, Yeon-hee, fue el primer hermano que no
se volvió loco.
—Entonces, ¿qué haces durante el ciclo de calor? Mis amigos
no salieron de la casa después de tomar la medicina. ¿Y tu
hermano?
—... Será similar —respondí.
—¿Vas a vivir en América de todos modos? Entonces, ¿no es
realmente un problema? Hay mejor medicina en los Estados
Unidos...
En ese momento, mi hermano menor todavía era joven.
El hecho de que solo un hijo se convirtiera en Omega
sorprendió a mis padres; les tomó un año poder asimilar la
noticia. El ambiente en la casa era pesado, y mis padres a
menudo evitaban mirarme. Solo mis hermanos fueron
reconfortantes, pero hay muchas maneras de adaptarse. Fue
difícil tomar los medicamentos para calmar mi cuerpo.
Desde entonces, mi madre se vio obligada a buscarme pareja
para poder casarme. Al principio comenzó como una
sugerencia, pero la intensidad fue aumentando
gradualmente, hasta hacerse muy explícito. Cada vez que lo
hacía, mi respuesta era fija, aunque no sabía cuánto tiempo
iba a aguantar. Todos serían empujados a casarse en algún
momento.
Por un instante, parpadeé y sacudí la cabeza.
Cuando abrí el refrigerador, estaba vacío. Era natural. Había
estado en casa toda la semana, me senté frente al
refrigerador con la puerta abierta por un rato, pero eso no
cambió la situación.
Suspiré con la cabeza gacha.
Tenía que salir a comprar cualquier cosa, no podía quedarme
en casa para siempre. Decidí tomar el coraje, en realidad no
era nada, solo necesitaba dar un par de pasos, pero mover un
pie era difícil. Los pensamientos seguían inundando mi
cabeza si me quedaba en casa sería más difícil. ¡Tenía que
salir! Me decidí y me moví, me llevó más de una hora
prepararme antes de pararme frente a la puerta principal.
Antes de salir, tomé un par de inhibidores. Cuando apenas
abrí la puerta después de varios intentos, pude notar que el
sol era brillante.

✤✤✤✤✤✤

Había renunciado muy pronto así que tenía que tomar


medidas urgentes, todavía tenía muchas cuentas pendientes,
préstamos, gastos de manutención, dinero para enviar a la
casa, en fin.
La noche en que renuncie, de alguna manera llegue a casa con
la ayuda del personal de seguridad. Sinceramente, no me
acordaba bien. Tan pronto como entré a la casa, coloqué
todas las cerraduras, y me senté en una silla frente a la
puerta, luego tomé una pastilla para dormir.
No fue hasta más noche que desperté, después de hacer
cualquier cosa, me quedé dormido nuevamente. Después de
pasar un fin de semana completo de quedarme dormido
frente a la puerta, me levanté antes de lo habitual y comencé
a prepararme para ir al trabajo, pero tenía un problema, no
podía abandonar la casa.
Me paré en la entrada, aunque dudé varias veces antes de
abrir. Quería llamar a un taxi, pero también tenía miedo de
que aquel hombre fuera un Alpha. Sin embargo, me vi
obligado a sentarme en el asiento del conductor mientras
observaba repetidas veces si las puertas estaban cerradas,
estaba bajo un estrés considerable hasta que me fui a
trabajar. A pesar de estar rodeado de varias personas por
todos lados, estaba ansioso porque sentía que estaba
expuesto. Mi boca se mantuvo seca. Cuando apenas llegué a
la compañía, mi frente estaba sudando, incluso cuando
encendí el aire acondicionado al máximo.
—Hola, Yeonwoo.
Emma me saludó enérgicamente al mismo tiempo en que iba
a la oficina.
—¿Qué haces? ¿Sucedió algo importante?
—No —respondí como siempre—. Debido a que estoy
renunciando estoy sacando mis cosas.
—¿Renuncia?
—¿Renuncia?
Finalmente, otro empleado que había llegado a la oficina
gritó detrás de Emma. Continué sacando mis cosas del
escritorio con una cara inexpresiva. Las cosas en mi oficina
que estaban conectadas a la oficina del presidente ya las
había sacado, todo lo que restaba por hacer era organizar la
oficina del secretario.
—Si necesitan algo, tómenlo si no, tírenlo.
—¡Yeonwoo!
Emma y algunos otros empleados se sorprendieron y me
miraron sin saber qué hacer, incluso, otra secretaria que
entró y cerró la puerta, a la cual fingí no conocer, también lo
hizo.
—Emma, te entregaré todas mis responsabilidades porque
eres la líder del equipo. En el futuro, mi oficina que está
conectada con la oficina del presidente, es tuya. Simplemente
mueve todo allí y úsalo. Compra lo que necesites, esto será
manejado como un gasto de la empresa. Ahora que ya lo
sabes, centrémonos en cosas importantes.
—Yeonwoo, es tan repentino...
—Este es el horario del Sr. Pittman para un mes a partir de
hoy. Se clasifica por color, por lo que puedes ajustarlo al
preguntarle. Es necesario su aprobación para adaptar este
color en específico. Este es un horario anual. En primer lugar,
hemos marcado lo que se ha decidido, para que pueda
escribirse en el calendario del próximo año.
Emma estaba tan ocupada contemplando y escribiendo mis
palabras mientras que continuamente estaba entregándole
papeles. Le expliqué de manera breve los detalles de cada
departamento, los informes que se publicaban cada mes, los
planes de los próximos meses, entre otras cosas más.
Cada que terminaba una parte, le preguntaba: "¿Hay alguna
pregunta que no entiendas?"
Cuando finalmente le entregué el último documento y
concluí, Emma me miró con una cara confusa.
—... ¿Es todo?
—Sí, si no te acuerdas de algo solo llámame. Te lo haré saber
de inmediato. —Recogí mis cosas y me dirigí a la salida—.
Gracias a todos.
—¿El Sr. Pittman lo sabe?
Otro empleado me preguntó, por lo que respondí
imprudentemente a su mirada desesperada con la clara
intención de detenerme.
—Se lo informe este fin de semana al Sr. Pittman, tiene
conocimiento sobre mi renuncia.
Pude notar su cara avergonzada, me sentí un poco mal por la
forma en que respondí así que me reí brevemente y dije:
—Solo volvería si el Sr. Pittman me da el 5% de las acciones
de P Entertainment.
Sonreí y abrí la puerta de nuevo.
Emma intentó detenerme
—Yo, Yeonwoo… No creo que pueda hacerlo, ni siquiera
podré verlo mañana —dijo Emma en el pasillo.

Cuando vi su rostro lleno de miedo, sacudí la cabeza


suavemente, ya había tomado una decisión.
—De ahora en adelante deberás hacerlo Emma.
Cuando me di la vuelta, Emma ya no me llamó.
Al llegar a casa, puse todas las cerraduras y me incliné sobre
una silla.
Todo eso había ocurrido la semana pasada. Después de ello,
permanecí inactivo todo el tiempo, encerrado en casa. Las
llamadas telefónicas de Emma que se habían realizado con
frecuencia durante dos días seguidos, habían ido
disminuyendo gradualmente. Me sentí un poco triste, pero la
realidad era esa, no importaba quién se hubiera ido, al final,
siempre había un remplazo, esa era la ley. Sacudí mis
pensamientos y giré en una curva hacia el estacionamiento.
Mañana buscaría un nuevo trabajo.

✤✤✤✤✤✤

Mi celular había estado sonando durante un rato así que


cuando lo saqué y vi un número desconocido en la pantalla,
me sorprendí. Por un momento dudé en contestar, aunque
pronto acepté la llamada.
—Si...
Entonces, hubo un gritó:
—¡Oye, maldito hijo de puta! ¿Cómo fue que sucedió esto?
El sonido de su voz fue tan fuerte que sentí que mi tímpano
me dolió.
—... ¿Quién eres? —pregunté, pero continuaron gritando con
una voz aguda.
—Perro, hijo de puta. ¡¿Cómo puedes hacerme esto?!
El grito había sido molesto y difícil de escuchar. Sin embargo,
en el momento en el que intenté colgar recordé quién era ella.
—¿Señorita Elisha?
—Sí, hasta ahora lo sabes. Estúpido niño.
Si hubiera estado frente a ella, la hubiera golpeado. Por
supuesto, eso era solo una idea, incluso si así hubiera sido la
situación nunca le hubiera puesto un dedo encima. Ella solo
suspiró y espere hasta que sus sentimientos disminuyeron
para tener la oportunidad de hablar. Entonces me subí al
auto con el teléfono fuera de mis oídos.
—Srta. Elisha.
—¿Qué?
Tan pronto como la llamé sin perder una oportunidad,
inmediatamente atacó. Me senté en el asiento del conductor,
cerré la puerta con llave y deliberadamente hablé más
despacio y más tranquilo que de costumbre.
—Escúcheme no sé qué paso, pero no puedo resolverlo.
Después de hablar mecánicamente, recordé el hecho de que
había renunciado.
—¿Qué pasó? ¿Por qué Keith está saliendo con esa perra? ¿Se
atreve a terminar conmigo para ir a jugar con esa maldita
puta?
Parecía que había un artículo en alguna parte. Cuando
trabajaba, era natural mirar las noticias o escanear artículos
a primera hora de la mañana, pero no lo sabía porque había
estado casi todo el día acostado en la cama desde que
renuncie.
Le respondí con calma:
—Su relación con el Sr. Keith ya fue resuelta y acordada.
¿Firmó los papeles? Además, ya no me importa la privacidad
del Sr. Pittman.
—¡Eso fue antes de que se metiera con Abigail! ¿Por qué es
esa perra?
—Sr. Elisha. —Abrí la boca mientras ella respiraba por un
momento—. Entiendo la situación, pero no hay nada que
pueda hacer. Dejé la compañía.
—¿Qué? ¿Qué? ¿No hay nada que puedas hacer? —De
repente se detuvo—.
¿Te fuiste? ¿En serio?
—Sí. Ha pasado una semana.
En mi respuesta tranquila, ella tartamudeó notablemente
consternada.
—Bueno... Entonces, ¿cómo le puedo hacer? ¿A quién debo
contactar?
Su tono fue más cortés. Un cambio repentino, me sorprendió
y respondí:
—Bueno, llame a la compañía. Todavía hay otros empleados.
Eso fue todo lo que pude responder. Sin embargo, no me fue
posible dar la información de contacto de Emma libremente.
Pensé que estaba avergonzada y colgué después de
contestar.
—Lo siento.
Estaba avergonzado, pero no dude no hubo tiempo de
lamentarme e inmediatamente llamé a Emma.
—¿Emma?
—Oh, Yeonwoo. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo estás?
Estaba notablemente contenta, pero no era hora de saludar.
—Te llamará la Srta. Elisha, no le gusta la nueva pareja del Sr.
Pittman. El ambiente no es bueno, así que por favor habla
bien y tranquilízala.
—¿Sí?
—Eso es también es parte del trabajo que debes hacer
Emma. Creo que esto va a suceder en el futuro de todos
modos.
Emma respondió con un “sí”. Sentí pena por ella, pero no
pude evitarlo. Si no me hubiera ido, yo lo hubiera resuelto.
—Gracias, Yeonwoo. Me llamaste por adelantado.
Detrás de escena, escuché un teléfono sonar en la oficina.
Parecía que otra secretaria estaba recibiendo la llamada de
Elisha así que colgué después de alentarla.
Cuando volví a casa, me sentí mejor. Realmente me daba
cuenta de que había renunciado, por lo que debía encontrar
un nuevo trabajo. Todo iba a estar bien con el tiempo.
Pensé en limpiar el refrigerador y hacerme de comer una
pasta.
Había estado viendo televisión durante mucho tiempo, pero
no había nada que ver. Mientras pasaba los canales, veía un
momento una pequeña comedia o programa. Poco después,
me fui a la cama y me quedé dormido.

✤✤✤✤✤✤

Ding dong. Ding dong.


Me desperté con una campana sonando fuerte en mis oídos,
me llevó un tiempo poder asimilarlo antes de que pudiera
despertar por completo. Parpadeé en blanco mientras estaba
acostado. Mientras tanto, la campana continuó sonando
fuerte.
—¿Quién… quién es?
Mi voz tembló por si sola. Después de la medianoche me
preguntaba quien vendría a mi casa. Entonces, un miedo
desconocido sacudió mi cabeza. De pie en medio de la sala de
estar, mi cuerpo se endureció sin poder hacer nada, había
una voz impensable al otro lado de la puerta.
—Abre la puerta, soy yo.
Era la voz de Keith. Abrí los ojos sorprendido. De ninguna
manera, no tenía sentido. ¿Por qué Keith estaba aquí? Debió
haberse estado equivocado. Me quedé quieto dudando.
—Abre la puerta ahora mismo, antes que la derribe.
Era claramente la voz de Keith. Aún más, era increíble, dudé
un poco más y permanecí en silencio por un momento. De
repente, escuché como pateaba la puerta.
¡Bang! ¡Bang!
Tuve miedo del fuerte ruido. Pero no era hora momento de
estar en blanco. Keith realmente estaba tocando mi puerta.
Pronto la vieja entrada pareció caerse.
Grité cuando vi que los candados triples temblaron.
—¡Un momento! ¡Espera un momento, voy a abrir ahora!
Repetí las mismas palabras y abrí la puerta. Keith seguía
pateando.
Cuando apenas y abrí, observé como Keith estaba tratando
de doblar sus largas piernas para patear nuevamente. Miré
su rostro endurecido y finalmente se contuvo. Vi a otras
personas en el mismo piso abriendo sus puertas y mirando
hacia afuera así que me apresuré a que él ingresará. Keith
miró con el ceño fruncido la silla que estaba bloqueando la
puerta principal.
Cerré.
En el momento en que me di la vuelta, me quedé sin aliento.
Cuando vi a Keith de pie en medio de mi estrecha sala de
estar, de repente sentí que mi casa era muy pequeña.
Le ofrecí asiento.
—Siéntate.
Sabía que debía darle un poco de té, pero lo pensé y miré en
dirección a la cocina, mientras tanto, Keith se levantó, miró
alrededor y abrió la boca:
—¿Es esta toda la casa?
¿De qué estaba hablando tan de repente? Sin querer miré
hacia arriba. Keith preguntó de nuevo con el ceño fruncido:
—¿Está es la puerta de la entrada? ¿Dónde está la sala de
recepción?
Me quedé sin palabras, no pude responder de inmediato.
—... El lugar por donde entraste es la entrada, y esta es la sala
de recepción.
Keith apartó sus ojos de mi rostro y lentamente miró otra vez
alrededor.
—¿Por qué estás viviendo en un almacén como este?
Casi me disculpo por eso, pero pronto recordé que había
renunciado a la compañía.
—Esta casa es lo que puedo pagar con el salario del Sr.
Pittman.
En voz baja, Keith levantó una ceja ligeramente. Mi corazón
estaba latiendo. Cuando trabajaba como secretario para este
hombre, nunca le había respondido de esa manera.
Afortunadamente, Keith no dijo nada mientras se sentaba en
el sofá. El único consuelo que tuve fue tener un gran corazón
y comprar un buen sofá. Dudé y decidí quedarme allí. Por
suerte, Keith no me recomendó que me sentara.
En cambio, puse mis manos sobre mi cara y suspiré
profundamente.
—¿Por qué ha venido Sr. Pitman?
—¿No hablaste con Elisha?
Por un momento, quise mentir, pero si lo hacía podría meter
en problemas al equipo de la secretaria.
—Sí.
¡Tenía que tomar valor y admitirlo! No tenía nada de
malo. Cuando vi a Keith con la cara enroscada entre sus
manos, pensé sin darme cuenta de que se estropearía el pelo.
Estuve fascinado por un momento y no pude entender lo que
estaba pensando. Me quedé en blanco y luego escuché
nuevamente las palabras de Keith:
—Nunca había visto a mujeres pelear así antes.
Parecía exhausto, pero por supuesto era mi ilusión. La cara
de Keith estaba llena de disgusto cuando se sacudió la cabeza
con nerviosismo y levantó la cabeza. Quería preguntar qué
demonios estaba pasando, pero fui paciente. Tenía
curiosidad así que pensé en buscar el artículo más tarde,
luego dije con calma:
—Lo he visto a menudo.
Keith dejó tocarse la cara y me miró.
—¿Las mujeres peleaban por ti?
La inverosímil respuesta fue increíblemente grosera, pero
asentí.
—Sí. Muy a menudo.
Claro que en mi caso eran mis hermanos. Él frunció el ceño.
—Significa que no solo los hombres guapos como el Sr.
Pittman pasan por eso.
Keith se echó a reír inesperadamente, fue entonces cuando
dijo insignificantemente:
—Tu apariencia no es mala. Simplemente no pensé que
tendrías problemas con mujeres.
—¿Por qué?
—No pareces ser de los que tiene aventuras con diferentes
mujeres.
Su comentario había sido muy gracioso por lo que pensé que
estaba lleno de ingenio. Quería decirle que no había sido así,
pero contuve el aliento y pregunté fríamente:
—¿Es divertido ser un mujeriego?
—Es bueno disfrutar.
Me consoló al menos que no negara que fuera un mujeriego.
En cambio, le pregunté.
—El Sr. Pittman es hijo único, ¿no?
Keith levantó la cabeza.
—¿Importa?
Evitó mi pregunta con una respuesta rápida así que solo
sacudí la cabeza.
—No. Pero, ¿por qué está aquí? ¿Desea algo de tomar?
—No, está bien.
Había pensado en una bolsita de té barata para ofrecerle,
pero por suerte se negó. Estaba nervioso, aunque al final fue
Keith el que primero abrió la boca:
—Cinco por ciento, ¿no?
—¿Sí?
De repente pregunté de nuevo. Keith se inclinó
profundamente en el sofá y estiró sus largos brazos y se los
puso sobre la espalda.
—Solicitaste el 5% de las acciones de P Entertainment, ¿no?
Eso es difícil. Por favor pídeme otra cosa.
—...
Entonces recordé lo que dije ese día. Keith siguió esperando
por mi respuesta, increíblemente paciente.
—... ¿Me está pidiendo que regrese?
—¿No es así?
Keith indudablemente preguntó. Estaba ansioso porque me
preguntaba qué había pasado para que ese hombre viniera y
pidiera regresar. Reprimí desesperadamente mi curiosidad y
abrí la boca, fingiendo ser casual:
—El 5% de las acciones de la compañía.
—No puede ser.
—¿Por qué?
Keith hizo una pausa por un momento y luego suspiró. Se
frotó la sien como si tuviera un dolor de cabeza.
—Me estas pidiendo 200,000 acciones. —Me miró y apretó
los dientes—. Pídeme cualquier otra cosa, lo que quieras.
Por un momento, me mordí los labios, apenas tragando
saliva. Respiré hondo e intenté mantener la calma, fue
entonces cuando mi nariz pudo sentir repentinamente sus
feromonas. Era hora de tomar mis inhibidores.
Apresuradamente levanté mi manga y bloquee mi nariz.
—¿Qué?
Keith preguntó como si realmente no lo supiera. Le respondí
con urgencia.
—Tus feromonas. ¿Cómo puedes hacer eso aquí? Si quieres
contratarme de nuevo, no me dejes oler esa maldita
feromona en el futuro.
Derramé palabras duras, pero Keith no dijo nada. Él solo
distorsionó ligeramente la frente mientras que yo me
apresuraba a cruzar la sala con la nariz tapada.
Al mismo tiempo en que abrí la ventana, una pequeña ráfaga
entró. Inevitablemente cerré la ventana de nuevo y regresé a
donde estaba por primera vez.
—¿Terminó?
Cuando levantó la cabeza, me preguntó con indiferencia:
—Eso es todo lo que necesitas. ¿Nada más?
Por un momento pensé en las innumerables veces en las que
imaginaba que aparecía el genio de la lámpara frente a mí y
solía pedirle diversos tipos de deseos, pero cuando se hizo
realidad, no sé me ocurrió nada.
Respiré profundamente sin querer. Y por un instante, el
aroma de sus feromonas se sintió mucho más ligero debido
al aire exterior. Me quité la manga de la nariz y abrí la boca:
—¿Estás pensando en hacerme una oferta?
—...
Keith, que guardó silencio por un momento, se echó a reír.
—Diez años de servicio.
—Absolutamente no. —Me negué y agregué—: El contrato
será renovado cada año.
Keith escupió suspiros ridículos.
—¿Entonces quieres decir que no hay nada más que quieras?
—No. Aumente mi salario.
Luego de ello se me ocurrieron más requisitos.
—Sufrí mucho por la fiesta obscena del señor Pittman.
Además, me agota mentalmente cuidar de la vida privada del
jefe.
Keith no dijo nada, si de todos modos me volvía a contratar,
no podría volver a decirle esto de nuevo. Además, antes de
regresar decidí decir aproximadamente el 30% de las
palabras que había acumulado en mi mente.
—Si hay una fiesta, dígame de antemano qué tipo de fiesta es.
En ese caso, contrataré a un organizador.
—... ¿Eso es todo?
Keith estaba notablemente decepcionado, pensaba que
pediría algo grandioso. No sé lo que estaba imaginando, pero
no quería saberlo. Asentí. Keith abrió la boca lentamente:

—Cuanto menos exigente es la otra parte, más ansioso me


siento. —Él entrecerró los ojos y me miró—. Parece que
estoy asumiendo menos responsabilidad.
Me conmovió.

—Solo quiero que sea más considerado conmigo. No me


malinterprete.

—Y si no te gusta… ¿Renunciaras de nuevo?


—¿Hay algo en el mundo llamado eternidad? —pregunté,
pero Keith no dijo nada.

—Tengo mucho que decir. —Honestamente confesé—.


Cuando empiece a trabajar, lo soportaré nuevamente todo.
Así que debería disfrutar el momento ahora.

—Ja, ja, ja.


Keith se rio inesperadamente en voz alta. Esa fue la primera
vez que sonrió tan alegremente.
Recuerdo que se rió cuando lo vi por primera vez, pero era
la primera vez que lo veía reír a carcajadas. Estaba sin
palabras, él dejó de reír y se puso de pie en el sofá. Una
sonrisa de risa permaneció en su rostro mientras me
miraba. Estaba fascinado por ella.
—Voy reducir las feromonas y hacerte saber cuándo tenga
una fiesta y el propósito de la misma. Además de aumentar
tu salario. ¿Eso está bien?

—Sí.
Las feromonas se redujeron según lo prometido. Keith tenía
razón. La sala de estar era demasiado pequeña. Acaba de
darme cuenta que él y yo estábamos demasiado cerca.
Conscientemente contuve el aliento.
De repente se acercó frente a mí. Inesperadamente hicimos
contacto visual. Mientras bajaba la cabeza
apresuradamente, Keith extendió un brazo, apoyándose en
la pared.
—¿Estás bien? ¿Debo llamar al 911?
—Oh no.
Tenía prisa por negarlo, sin embargo, Keith no me creyó.
—¿No tienes fiebre? Tu cara está muy roja.
—Estaré bien después de descansar. Es demasiado tarde.
Estaba nervioso así que levanté la cabeza con cuidado. Mi
corazón pareció estallar. Me apoyé contra la pared e
inadvertidamente tragué saliva seca. De repente, mis ojos
comenzaron a cerrarse. Recién me había dado cuenta de que
Keith y yo estamos frente a frente en mi sala de estar y él me
estaba mirando. Mis labios se estaban acercando. Era
ridículo.
Cerré los ojos y negué la realidad.
Bésame mentiroso • Capítulo 6

Rápidamente presioné mis labios contra los suyos y luego los


retiré. Sin embargo, no podía permitirme sentirme
desafortunado. Su lengua se abrió paso en mi boca, haciendo
contacto con la mía. Estaba sorprendido, me retiré
involuntariamente. La textura húmeda aún permanecía en la
punta de mi lengua. Su lengua, inmediatamente persiguió a
la mía para lamerla y luego nuestros labios se engancharon.
—¡Mhh!
Cerré los ojos con fuerza y respiré apresuradamente
mientras chupaba mis labios ligeramente.
De pronto, escuché un sonido y Keith me mordió el labio
inferior. ¡No podía soportarlo! Sin embargo, él no puso un
dedo sobre mi cuerpo. Sus labios fueron los únicos que me
tocaron, no obstante, mi cuerpo parecía arder. Si no hubiera
estado apoyado contra la pared me habría caído. Respondí a
su beso sin dudarlo y Keith persiguió mi lengua de nuevo.
En respuesta lo mordí e inmediatamente volví a unir
nuestros labios.
—...
No podía respirar, él seguía respirando en mi boca. Ni
siquiera podía saber si nuestros alientos estaban mezclados.
Sus labios se frotaban bruscamente contra los míos. Keith,
parecía comerme. Estaba asustado y emocionado.
—...Keith.
Su nombre salió de mi boca involuntariamente, su lengua se
enredó con la mía. Nuestras salivas se mezclaron
completamente y fluyeron por mi boca. Tenía ganas de que
su lengua me acariciara el cuello. Sentí como mis caderas
comenzaban a temblar.
—Ah, sí.
Escupí suspiros en silencio. Seguía queriendo abrazarlo, pero
tenía miedo. Si me hubiera movido incluso un poco, estaba
seguro de ese momento desaparecería como el polvo. No,
ciertamente lo haría. Porque esa situación no podía ser real.
Sentí un dolor que me trajo a la realidad. Tenía un sabor a
sangre. Keith superpuso sus labios y la chupó. La saliva y la
sangre estaban mezcladas y resbaladizas. Su lengua seguía
lamiendo y frotando el interior de mi boca.
Las feromonas de Keith se sintieron en la punta de mi nariz.
Él estaba emocionado. Podía saberlo sin tocarlo. Tenía una
erección.
—... Ah.
Keith gimió.
El hombre frente a mí estaba temblando, reprimiendo
algunos gemidos. Apenas me miró cuando abrí los ojos.
Nada había cambiado desde que cerré los ojos. La distancia
entre nosotros era corta, él permanecía parado con sus
brazos sobre mi cabeza y yo estaba arrinconado contra la
pared. Solo su aliento agitado y su expresión mirándome
eran diferentes. ¿Qué estaba pensando? Me pregunté. Era un
estúpido, pensé en mi cabeza.
—... Feromonas. —Poco después de que Keith abriera la
boca, simplemente parpadeé y lo miré. De repente, su
expresión se volvió fría como siempre—: ¿Por qué no
controlas tus feromonas primero?
Me despertaron sus palabras sarcásticas. Keith me miró
como si fuera desagradable e inmediatamente se alejó. Solo
después de escuchar que se cerraba la puerta, me di cuenta
de que estaba solo. Fue una suerte que la puerta no se cerrase
ruidosamente. Keith debía estar maldiciendo el hecho de
haber besado a un hombre y esterilizando su boca con
alcohol.
—... Ja.
Me senté con un suspiro. Levanté mis manos a la fuerza y
apenas palpé mis labios. El aroma de las feromonas de Keith
se extendía por toda la casa y solo mis labios húmedos me
hacían sentir su rastro de lo que había sucedido.
Keith me sedujo y luego se enojó conmigo y me empujó. Era
muy consistente.
—Ja ja...
Me reí perezosamente y pronto me callé. ¿Cómo podía no
recordarme?

✤✤✤✤✤✤

—¡Yeonwoo!
Emma gritó cuando vio mi cara, aunque ya les había enviado
un mensaje a todos, el día anterior.
Como siempre, fui el primero en llegar a la oficina.
—Tuve muchos problemas. Lo siento, de repente renuncie.
En el futuro les avisare anticipadamente.
Todos me miraron con un alivio.
Eran menos de 10 días, pero era casi imposible preguntar
qué había sucedido. Sin embargo, había una historia que
quería escuchar.
—La fiesta se convirtió en un desastre. —Emma me informó
como si supiera que estaba esperado—. Cuando Yeonwoo
llamó ese día, Jane recibió la llamada de la Srta. Elisha.
Pregunto con tanta calma el horario el Sr. Pittman que nunca
pensé lo que ocurriría. Le informe sobre la fiesta a la cual
asistiría el Sr. Pittman. Bueno, eso es suficiente información
para Elisha. Parece que ella y la señorita Abigail se
encontraron en la fiesta.
Emma, que habló sin dudarlo, revoloteó.
—Escuché que pelearon tanto que nadie pudo meterse entre
ellas. El Sr. Pitman estuvo presenciando todo. Las cabezas de
ambas estaban revoloteadas, los rasguños y las marcas en
sus cuerpos eran inmensos. No fue frenético, la policía no
vino. Que alivio. Probablemente, si se supiera que hubo tal
caso, la persona que estaba organizando la fiesta también
hubiera estado en problemas. Estoy tratando de esconder lo
sucedido tanto como puedo. Bueno, creo que el artículo
aparecerá pronto. Sin embargo, no solo una o dos personas
lo han visto… ¡Sino toda la fiesta! Porque el Sr. Pittman era el
escándalo central. ¡Oh, debería haber visto la escena!
Emma suspiró con sinceridad. No era inusual para ella estar
tan emocionada de hablar. No era difícil adivinar la situación
cuando pensaba en el día anterior.
—¿Yeonwoo?
Mientras estaba alerta a la voz de Emma, inadvertidamente
acaricié mis labios.
—¿Está bien? ¿Por qué tus labios están así? No sabía que
tenías la costumbre de morderte los labios.
—Oh, esto es solo...
Ya no me preguntó más, solo sacó algo de su bolso.
—Creo que volverán a sangrar. Si lo dejas, será un gran
problema.
Hablando amenazadoramente, me entregó un protector
labial. Fue amabilidad innecesaria. No quería que esa herida
sanara. Tenía miedo de que su único rastro desapareciera.
Quería estos labios desgarrados por un día más.
—... Gracias.
Acepté el protector labial pero no lo use. Lo puse en el cajón
y comencé a imprimir documentos. Afortunadamente,
Emma fue a su asiento. Notó mi mensaje silencioso de que es
hora de comenzar a trabajar. Como de costumbre, programé
el día con los documentos organizados y salí de la oficina.
Incluso después de tomarme solo unos días de descanso, el
pasillo familiar se sintió extraño. Finalmente, llegué a la
oficina de Keith.
Después de un breve golpe, esperé un momento antes de
abrir la puerta. La espalda de Keith era visible, él estaba de
pie directamente hacia la ventana delantera. Estaba
fumando, mirando hacia los rascacielos. Giró lentamente la
cabeza, tan pronto como nuestros ojos se encontraron,
inadvertidamente contuve el aliento. Por un momento nos
miramos en silencio. No tenía idea de lo que Keith estaba
pensando. Solo había una vaga suposición de que no era solo
yo quien recordaba el beso del día anterior. Solo esperaba a
que él hablara primero.
Whoo ...
Keith, que había escupido el humo durante mucho tiempo,
volvió a mover su cuerpo y silenciosamente volvió a ir al
asiento, haciendo un chillido monótono.
—Es el horario de hoy.
Después de que Keith se sentó, di un paso y puse el horario
que imprimí en medio del gran escritorio. Observé en
silencio mientras Keith jugaba con el cigarrillo en sus labios
y revisaba su horario. Esperando a que me diera
instrucciones.
—... ¿Eh?
De repente me quedé perplejo. El aroma de los cigarrillos se
volvió más oscuro, y tosí sin que yo lo supiera.
—¿Qué?
—Lo siento, fue el humo del cigarrillo.
Inmediatamente me disculpé. Keith no dijo nada. Parecía
incapaz de concentrarse de alguna manera. Keith suspiró con
el humo del tabaco.
—Cancela todos los horarios hoy. —Continuó hablando—:
Voy a ir a la fiesta de Ian por la noche. Haz una lista de
posibles socios.
Me había estado cansando de esto desde que me uní por
primera vez. Ese hombre tenía tanto dinero que podía vivir
sin trabajar. A menudo pensaba que la razón por la que
dirigía una empresa de entretenimiento no solo era para
gastar dinero como un pasatiempo, sino porque era fácil
encontrar a alguien con quien tener relaciones sexuales.
Debido a que es el dueño de una compañía de
entretenimiento, sus socios siempre son modelos o actrices.
Podía elegir a cualquiera que se adaptara a su gusto. Y de
nuevo, el trabajo que había estado odiando, tendría que
hacerlo de nuevo.
No tuve que pasar por procedimientos molestos como citas.
Todo lo que necesitaba era una tarjeta de presentación con
su nombre. Aun sabiendo que simplemente eran parejas
sexuales, estaban dispuestas a hacerlo. Eso era porque Keith
era muy atractivo para ellas. El Dueño de P Entertainment, el
Alfa dominante, y el hecho de que fueran elegidas por él…
¡Era un halago!
Incluso si no tuviera dinero, había mujeres dispuestas a
acostarse con él con tal de atraparlo. Había mucho que hacer
a partir de ahora, aunque lo más importante era reorganizar
el horario. Le pediría a Emma que hiciera una suposición
aproximada y a Jane que se comunicara nuevamente con el
anfitrión de la fiesta. Moví mi cabeza tan pronto como salí de
la oficina.
—¿Canceló el horario? —preguntó Emma con cara de
sorpresa.
Apresuradamente saqué el archivo de programación del
cajón y respondí seco:
—Debe haber cambiado de opinión. En primer lugar, el
horario de hoy está cancelado. Vamos a limpiarlo de nuevo y
reprograma todas las reuniones de hoy. Muéstrame cuando
esté organizado para comprobarlo. Rachel, llama a cada
departamento y diles que se cancelaron las reuniones de hoy
y luego ve a Tiffany & Co. Si preguntan por qué estás ahí, diles
que vas a recoger las joyas del Sr. Pittman. No tienes que
pagar...
Todos tenían prisa por las instrucciones que les había dado,
y dejando atrás al ocupado personal comencé con el trabajo
más importante.

✤✤✤✤✤✤

Cuando conté 3 segundos abrí la puerta. Keith estaba sentado


de la misma forma en la que estaba cuando salí de la oficina.
La única diferencia era que los cigarrillos se apilaban en el
cenicero frente a él y, por supuesto, el humo dentro de la
misma. Valientemente crucé y me paré frente a él. De
repente, pensé que sus feromonas y el olor a cigarrillo serían
difíciles de soportar.
—Estas son las elegidas.
Puse a tres candidatas a su frente.
Con una actitud mucho más sincera que antes, Keith examinó
a las candidatas. Pronto desplegó uno de ellas y me lo
devolvió. Recogí el resto de los archivos y puse el
seleccionado encima. En caso de que necesitara encontrar a
alguien la próxima vez y este apurado podría presentar a las
dos restantes.
—El horario ha sido reajustado. Eso es todo. Por favor,
dígame si hay otros cambios.
Keith me miró.
—No. Déjalo ahí.
Mientras fumaba de nuevo, puse el archivo en su escritorio.
Había algunas cosas más que informar, pero no era urgente.
No tenía la intención de agregar algunas palabras más.
Inmediatamente seguí sus órdenes y salí de la oficina. Al salir
al pasillo y quedarme solo, en una esquina, pude sentir como
mi pecho palpitaba. Miré el archivo en mi mano, una bella
chica glamorosa estaba frente a mí. Ni siquiera podía soñar
con eso de todos modos. Me toque los labios. El dolor en mi
corazón se extendió como un dolor agudo en mi boca. Fue
solo una coincidencia afortunada debido a las feromonas.
Miré fijamente a la mujer de la foto. No volvería a suceder.

✤✤✤✤✤✤

—Estoy de vuelta.
La voz de Emma hizo que levantara mi cabeza. Sentí
compasión interna por su tez, mostraba una apariencia
cansada.
No solo era Emma. Lo mismo había ocurrido con los otros
miembros del personal en la oficina. Aunque yo estaba más
cansado que nadie.
Pensé, agotado: «No es esa la cantidad de trabajo que
mereces». Más bien, es mejor sufrir con un trabajo pesado
que encontrar una compañera para la cama de Keith que
también era doloroso y, además, tenía que soportar la
ruptura.
Si esa oportunidad se presentaba nuevamente, debía pedir
un millón de acciones. Pensé, fruncí el ceño. No. ¿De qué
estaba hablando?
—¿Yeonwoo?
Emma me estaba mirando perpleja.
Fingí hacer otra cosa. Entonces Emma me dijo:
—Lo siento, Yeonwoo. Yeonwoo siempre hace el trabajo
duro.
Cuando levanté la vista ante sus repentinas palabras, vi una
expresión de culpa en su rostro. Últimamente me había dado
cuenta del significado de su palabra. Hoy iba a escoger a una
nueva mujer, y pronto debería ir con la misma que había
dejado, lo cual era malo.
—Es mi trabajo, no me importa.
Hablé claramente y tragué un suspiro. Siempre hay algo a lo
que no te acostumbras, incluso después de algunas veces.
Escuchar palabras insultantes frente a ti, incluso si vacías tu
corazón. Además, el período entre ellos había sido
demasiado corto.
—¿Pittman no cambia muy a menudo de mujer en estos días?
Emma de repente habló fuera de mis pensamientos. El
pensamiento parecía inesperado, no era solo para Emma y
para mí. Jane y Rachel también habían ayudado.
—Sí.
—Me pregunto qué está pasando.
—¿Qué quieres decir...?
Quería negarlo, pero no tenía más información que ellos
sobre Keith. Todo lo que pude decir fue:
—¿No es lo usual en el señor Pittman? Un cambio constante
de vez en cuando.
—Pero es demasiado corto.
Emma señaló de nuevo.
—¿Pero no ha estado al menos dos o tres meses antes? A
veces hasta 6 meses, y hubo varias veces. Pero ahora está
cambiando cada mes.
Rachel abrió la boca.
—De todos modos, esa es la privacidad del Sr. Pittman y lo
que tenemos que hacer es lo que el Sr. Pittman quiera... —dijo
Emma con una cara poco dispuesta.
—Así es.
—Así es.
Me puse de pie en el sentido de terminar la conversación.
—Entonces iré a conocer a la Srta. Annabel James. Después
que regrese, el horario del Sr. Pittman debe completarse sin
interrupción alguna.

✤✤✤✤✤✤

—¿Sí? Entonces no puedo evitarlo.


Me sorprendió y abrí los ojos. Fue una respuesta muy clara.
—¿Aceptó fácilmente la separación?
—¿Por qué? Incluso si estoy histérica. Estoy decepcionada
que me vieras así.
—Oh no. Eso es... Lo siento —tartamudeé avergonzado.
Annabel abrió la boca con una sonrisa en su rostro.
—La fama de Pittman es bien conocida. Debería estar
bastante agradecida de que tuve una oportunidad. No duró
mucho, pero eso es inevitable, ¿verdad? Aunque proteste de
todos modos él no regresará. Entonces… ¿Qué puedo hacer?
Necesito ser fiel a la realidad.
Incluso en sus palabras, todavía no podía creerlo. La mujer
frente a ella era una súper modelo que ostentó durante el año
pasado el título a mejor modelo, aunque el título le fue
quitado por una estrella en ascenso, pero aún era conocida.
No podía imaginar este tipo de dignidad. Por supuesto había
ido preparado para todo tipo de malas palabras y críticas.
Terminarle a una mujer así en solo tres semanas. Me sentí
incluso triste.
—¿Qué es eso? ¿Me lo estás dando?
—Ah, sí. Este es un regalo del Sr. Pittman.
Annabel aceptó el sobre con un elegante gesto con la mano.
Las uñas bien cuidadas eran excepcionalmente notables.
—Oí sobre ello. Pittman es muy generoso. —Riendo,
agregó—: No tengo interés en esto.
—¿Ah...?
Me sentí extraño como si fuera inesperado. Deslizó el interior
del sobre con la punta de la uña y lo colocó sobre la mesa. Sin
interesarse sobre cuál era el contenido. Era la misma actitud.
Cambié la dirección de mis pensamientos, pero seguía reacio.
Annabel era muy, muy tranquila. Era como si eso fuera algo
que no le interesaba. Ella estaba escondiendo algo.
—Entonces… ¿Se acabó el trabajo?
Me despertó la voz de Annabel. Estaba tan naturalmente
preparada para dejarme ir.
—Sí, lo siento. Pero, ¿puedo tomar un poco de agua? —Muy
nervioso agregué—: Estoy sediento.
Ella asintió rápidamente.
—No es fácil separarse después de todo.
Annabel dijo que entendía todo y se dirigió a la cocina.
Después de un rato, ella regresó con un vaso de agua fría.
—Aquí tienes.
—Gracias.
Sonreí y recibí la taza. Fue un acto que requirió una
sincronización delicada y sutil. Fueron solo unos segundos,
pero al mismo tiempo, me mantuve cerca de su cuerpo
mientras enfocaba mis nervios para no perder la sonrisa.
—¡Oh Dios mío!
En un momento impresionante, ella y mi mano se movieron,
y la taza se inclinó en línea recta, empapándome la camisa y
los pantalones, y dirigiéndose al suelo. La copa cayó sobre la
alfombra, haciendo un sonido fuerte y sordo. Ella y yo
miramos la copa que había caído, y luego se endureció por un
rato, después levanté la cabeza casi al mismo tiempo para
mirarnos.
—Oh, lo siento. Debo de estar nervioso.
—No, está bien. Tu ropa está empapada.
Irónicamente, el agua en la taza atravesó la cintura de mi
camisa y atravesó mi entrepierna. Fue vertido con precisión.
Por supuesto que fue como pretendía.
—Oh mi... —Ella extendió una sonrisa—. Quítatelo, lo secaré.
Me sentí realmente avergonzado. Me di la vuelta y me quité
los pantalones. En ese corto tiempo, revisé rápidamente la
estructura dentro de la casa.
—Wow, tu trasero es muy bonito.
Me ardía la cara. Cuando me volví al frente ella se avergonzó
así que, inevitablemente incliné mi cuerpo y entregué mis
pantalones a un lado. Annabel sonrió.
—¿Dónde estará el pijama que usaba mi ex esposo? Lo recogí
para tirarlo, pero si está bien… ¿Lo usarías mientras seca tu
pantalón?
—Oh por supuesto. Gracias.
Annabel asintió.
—Lo traeré. Espera un minuto. ¿Dónde lo puse?
Annabel se volvió hacia mí. Cuando nuestros ojos se
encontraron, sonreí. Ella también sonrió y bajó la mirada.
—¿No tendrías que secar eso también? —Como ella había
dicho, tenía la ropa interior mojada. Me ardía la cara de
vergüenza, pero tenía prisa. Ella me señaló una puerta—. La
secadora está en el baño de allá.
—Gracias.
Me dirigí hacia ahí.
La mayoría de los baños estaban en la sala de estudio o en los
dormitorios. El cuarto en el que entré fue la segunda
habitación. Abrí la puerta y rápidamente miré. Era realmente
grosero revisar la casa ajena de alguien en contra su
voluntad, sin embargo, no podía pasarlo por alto. Había
pensado en renunciar si no encontraba nada relevante, pero
resulta que encontré cierta evidencia en el último de los
cajones que solo confirmo mis dudas.

✤✤✤✤✤✤

El teléfono continuaba sonando, pero nadie me contestó,


corté y volví a llamar nuevamente, me preguntaba si me
contestaría. Probablemente Whittaker estaba ocupado con la
organización de la seguridad en la fiesta. Aun así, era raro. Tal
vez no era nada de lo que debía preocuparme. El equipo de
seguridad estaba ocupado cuando Keith cambió
repentinamente su día y decidió asistir a la fiesta; y cuando
pensé de repente, recibí una llamada telefónica.
—¿Señor Whittaker? Soy Yeonwoo. ¿Señor Whittaker?
—... Yeo... dig...
El sonido seguía rompiéndose, así que no podía entender de
qué estaba hablando. Los alrededores eran ruidosos.

✤✤✤✤✤✤

Cuando llegué a la mansión donde se celebraba la fiesta,


había muchos guardaespaldas alrededor debido a la
asistencia de numerosos Alfas dominantes.
Pude percibir diversas feromonas en el ambiente, Omegas y
Alfas estaban reunidos en la mansión.
Los Omegas se veían afectados por la exposición constante
de feromonas. Así que pensé en encontrar rápidamente a
Whitaker. Esta vez, los guardaespaldas me bloquearon el
acceso, mientras revisaban mi identidad. Tenía prisa.

—Soy el secretario del señor Pittman, pero él vino hoy


acompañado del Sr. Whittaker, quien está actuando como
guardia de seguridad, necesito informarle algo urgente —
agregué—: Soy Omega.
—... Ah.
Su frente estaba ligeramente distorsionada. La razón era
obvia por lo que agregué de inmediato:
—Sé de lo que trata la fiesta. Solo voy a encontrarme con el
señor Whittaker e irme de inmediato para que no tengan de
que preocuparse.
En el caso de las fiestas de feromonas, a menudo compraban
Omegas para que los invitados pudieran tener diversión.
Tan pronto como recordé la fiesta anterior, mi corazón
pareció estar intranquilo, pero no podía volver ahora.
El guardaespaldas pareció estar pensando por un momento,
pero pronto salió del camino.
—Cuidado, ahora mismo es una locura.
Después de agradecerle por agregar una palabra de
advertencia, me apresuré a entrar. También puse dos
*caramelos en mi boca.
Quizás me estaba esperando en un asiento designado. A toda
prisa, encontré a uno de los guardaespaldas de Keith.
Mientras lo perseguía apresuradamente, lo agarre del brazo,
pronto me reconoció, se veía sorprendido.
—Yeonwoo, ¿qué está pasando?
—Tenía prisa, así que vine a ver al Sr. Whittaker. ¿Dónde
está? El teléfono no tiene señal.
Sacó su celular.
—El teléfono está afectado por las feromonas. ¿No es
realmente divertido que un teléfono este afectado por
feromonas?
Se rio, pero no tenía ganas de reír. El hombre que se sintió
incómodo mirándome por mi reacción de pronto se movió
apresuradamente.
—Vámonos. Probablemente estén en el estacionamiento.
Después de perseguirlo y caminar por un rato, me dijeron
que Keith está entre los costosos autos alineados.
Whittaker estaba de pie a poca distancia y hablaba con otro
guardaespaldas.
—¡Sr. Whittaker!
Le grité con mi corazón alegre y lo llamé. Él se volvió hacia
atrás y se sorprendió.
—Yeonwoo, ¿qué haces aquí? ¿Estás bien?
Estaba claro que había recordado el accidente de la última
fiesta. Empujé el caramelo contra mi mejilla para que se
notará lo abultado, luego me reí. Whittaker también hizo lo
mismo, sacó un caramelo de su bolsillo y rasgó el plástico
como si lo estuviera pensando.
—Pero, ¿qué está pasando? ¿Seguiste llamando? —Se puso el
caramelo en la boca y frunció el ceño—. Hoy se ve muy
frenético. Escuché que a uno de los Alfas dominantes le llego
su *RUT, aún se encuentra en la fiesta.
Tenía prisa y abrí la boca a toda velocidad.
—Hoy fui a notificar a Annabel James sobre el fin de su
relación con el Sr. Pittman.
Me apresuré a encontrar la foto que tomé en mi teléfono
celular. Whittaker frunció el ceño cuando inmediatamente
revisó la pantalla.
—¿Certificado de consignación de banco de esperma? ¿Qué es
esto?
Cuando quedó perplejo, giró la foto y parpadeó.
—¿Estás diciendo que robo el semen del Sr. Pittman?
—Creo que sí. Y ahora lo está almacenando en el banco de
esperma. Si no lo encuentras y no actúas... —dije a toda prisa,
pero su reacción fue sutil. Bueno, se acarició la barbilla y me
devolvió el teléfono.
—De acuerdo. Lo comprobaré e informaré al señor Pittman.
Me sorprendió su reacción tibia.
—¿No es urgente? En caso de inseminación artificial o
comercio...
Whittaker se encogió de hombros y dijo:
—Tendrías que demostrar que es el esperma del Sr. Pittman.
Pero para contrastarlo tendrías robarlo del banco de
esperma, aunque no puedes hacer esa estupidez. —Luego
agrego—: ¡¿Dices que va hacerse una inseminación
artificial?!
De repente se echó a reír.
—Que haga tantos como pueda con espermatozoides vacíos.
—¿Espermatozoides vacíos?
Cuando estaba confundido, Whittaker pareció bastante
sorprendido.
—¿No lo sabías? El Alfa dominante controla sus
espermatozoides. Todos estos están vacíos, sin ADN. —Me
miró a la cara y sonrió—. Es por eso pueden jugar
imprudentemente.
El hombre frente a mí se rio a carcajadas. Los Alfa
dominantes eran en muchos sentidos como animales.
Entonces, Whittaker dijo:
—Hmm —agregó—. De todos modos, revisaré la
información que me has dado. Hay algunos coleccionistas
que comprarían el esperma del Sr. Pittman —dijo—. Pero si
descubren que es un esperma vacío, el valor disminuirá.
Annabel estará bastante decepcionada. Si lo supieras, no
hubieras corrido hasta aquí con tanto riesgo alrededor.
Solo después de revelar su vana expresión, Whittaker me dio
un golpe en el hombro como para consolarme.
—Todos sabemos que Yeonwoo es un gran secretario.
—Gracias.
Whittaker sonrió.
—Ahora debes irte Yeonwoo, es peligroso.
—Sí, tengo que.
Estas personas estaban allí para proteger a Keith, y no
estaban relacionadas con mi seguridad. Tenía que cuidarme
por mí mismo.
—Entonces me iré. Te encargo este asunto.
—Adiós, ten cuidado.
Salí a toda prisa.
Después de que se alivió la tensión, el olor a feromonas que
no había sentido llegó a mi nariz. El caramelo en la boca ya se
ha derretido más de la mitad. De repente, sentí una sensación
de crisis. Saqué dos caramelos más y crucé por el jardín
corriendo. Mi auto estaba estacionado afuera de la puerta
principal. ¡Vamos, tenía que irme! De repente estaba
corriendo. Quería escapar de las feromonas.
Tan pronto como dudé, las feromonas me alcanzaron. El
miedo me estaba llevando al extremo. Me quedé sin aliento y
corrí como un loco.

—¿Qué...?
Algo apareció de repente. Los deslumbrantes faros reflejaron
mi rostro. Alguien haló de mi brazo y me tiró. Me quedé sin
aliento. Un auto deportivo estaba pasando asombrosamente
justo frente a mí.
—¿Estás bien?
Desde arriba escuché una voz y me di cuenta, tardíamente,
de que uno de los guardaespaldas me había salvado.
—Oh, ah. Sí.
Cuando apenas y tropecé, respondí, me miró y frunció el
ceño.
—Ten cuidado. ¿Por qué conducen así? —dijo, como si
estuviera cansado, pero no llegó a mis oídos.
Me despedí y me dirigí al lugar donde estaba estacionado el
auto.
Y eso es todo lo que puedo recordar.
Mas tarde, cuando desperté e intenté abrir la puerta de mi
casa no pude ingresar la clave, tenía mucho tiempo
sosteniendo la manija de la puerta.
Tan pronto como abrí, corrí. Mientras temblaba, cerré las
tres cerraduras y llené el pestillo interior. Puse la silla frente
a la puerta, pero aún no estaba aliviado, así que fui
urgentemente a la habitación sin quitarme la ropa, cerré las
ventanas. Finalmente, salté a la cama y volteé la manta hacia
mi cabeza. Aun así, el temblor no se detuvo. Lo único en mi
cabeza era el hombre sentado en el auto deportivo que pasó
junto a mí. El hombre que trató de violarme. El pene del sujeto
que mordí tan fuerte ese día. Inmediatamente tuve náuseas,
pero no salió nada excepto el jugo gástrico amargo. Pensé
que lo había superado. Estaba aterrado. Aunque me acaba de
dar cuenta que nunca traté de superarlo, solo lo ignoré. Y
ahora se había convertido en un monstruo gigante.

✤✤✤✤✤✤

El sonido del teléfono interrumpió mis pensamientos. La


llamada venía de la oficina.
—Yeonwoo, ¿qué pasó? ¿Vas a venir? ¿Ocurrió algo?
No pude entender la voz por un tiempo así que pregunté aún
aturdido:
—... ¿Emma?
—Sí, Yeonwoo. ¿Dónde estás ahora?
Parpadeé en blanco.
—...Oh —respondí con un suspiro—... Estoy en camino.
Hubo un silencio por un momento después de hablar.
Emma preguntó vacilante:
—Siempre llegas temprano, pero hoy... Tal vez hubo un
accidente o algo.
El reloj del coche me decía que había pasado el tiempo.
Agarré el mango con ambas manos y respiré profundamente.
—Creo que llegaré tarde hoy. Se lo explicaré al Sr. Pittman
más tarde, así que por favor comiencen a trabajar sin mí.
Primero denle al Sr. Pittman el horario de hoy.
Emma estaba perpleja, aunque finalmente me colgó. Agarré
el mango y lo apreté. No podía decirle nada, pero aun así no
podía salir del estacionamiento. Había pasado una hora
desde que me senté en el asiento del conductor. Incluso había
usado toda mi energía para salir de la casa y subirme al auto,
sin embargo, no me moví, pero tenía que ir a trabajar. Puse
ambas manos sobre el volante y suspiré. Está bien, está bien.
Cuando cerré los ojos una vez más y los abrí, pensé en
blanco. No está bien.
De pronto, el sonido de un fuerte golpe en la ventana me hizo
gritar por la sorpresa. No podía despertarme, no podía oír
nada.
—…
Alguien estaba hablando. Intenté despertarme parpadeando
varias veces… Fue entonces, cuando vi una cara familiar que
me estaba mirando.
—¿Qué estás haciendo?
La cara de Keith, estaba mirándome por la ventana del auto,
como si estuviera molesto.
Bésame mentiroso • Capítulo 7

«¿Por qué estaba este hombre aquí?». Apenas pude pensar, mi


cabeza se sentía confusa.
Me di cuenta de que todavía estaba sentado en el auto, y que
el sol ya estaba cayendo. Aun así, lo desconocido era que
Keith estaba delante de mí.
«¿Estaré viendo una alucinación?».
Mi mirada estaba fija en él. Keith chasqueó la lengua
brevemente.
—¡Ah! —Keith chilló mientras se encogía de hombros—.
¿Qué estás haciendo? ¿No puedes abrir?
No podía responder así que, reprimí desesperadamente mi
cuerpo tembloroso mientras me mordía los labios.
Abrí la puerta, pero no fue hasta que salí del auto y me
enderecé que me di cuenta de que algunos hombres con
trajes negros me tenían rodeado. Entre ellos, también vi la
cara de Whittaker.
—Lo siento, no puedo conducir, no puedo.
Ese fue el final de mi conciencia.

✤✤✤✤✤✤

Sentí un ligero aroma. Era un olor que conocía. «¿Qué era?»


Desperté sorprendido.
Mi cuerpo saltó brevemente como si hubiera sido golpeado
por la electricidad. Parpadeé. Tardíamente, me di cuenta de
que no estaba en mi auto. Por supuesto que no era mi auto
viejo. Estaba recostado en un cómodo asiento de cuero,
lentamente rodé los ojos y miré alrededor. Había desde
interiores de mármol hasta esencias de feromonas
mezcladas con esencias de cuero suave, inclusive, elegantes
alfombras en el piso; y aunque no fue muy agradable, Keith
se sentó a mi lado. En ese momento, me di cuenta de que se
sentía el olor de sus feromonas.
Lo escuché accionar el encendedor. Keith miraba al cigarrillo
en su boca mientras lo encendía. Una llama roja chispeó
desde el final del cigarrillo.
Después de eso, Keith, que escupió el humo durante mucho
tiempo, abrió la boca:
—Dime, ¿qué paso esta vez?
Parpadeé sin comprender. Keith parecía disgustado.
Me asusté, pero no se me ocurrieron más palabras. No pude
crear ninguna oración porque todos mis pensamientos
estaban enredados en mi la cabeza. Afortunadamente, él y yo
estábamos solos en el auto. El asiento del conductor estaba
bloqueado por paneles para crear un espacio completamente
independiente. Estaba aturdido. «¿Alguna vez he estado aquí
antes?» Primero lo pensé, no hubo respuesta inmediata,
luego recordé que Keith estaba esperando una respuesta.
De repente, me sentí mareado. De alguna forma intenté
explicarle la situación, pero en ese momento, me quedé sin
palabras. Keith nunca lo entendería. Él me lastimaría de
nuevo. Me tragué lo que estaba a punto de decir y me mordí
los labios.
Tomé un par de respiraciones profundas, y después de eso,
abrí la boca:
—… Me gustaría tener una consulta médica—. Hablé con una
voz que parecía agotada, incluso cuando la escuché—. Parece
que tengo un problema psicológico. Perdón por no hacérselo
saber de antemano.
Estaba mirando, pero de repente sentí que Keith estaba
haciendo una llamada. En poco tiempo, abrió la boca:
—Dile a Steward que necesito una consulta.
Ese era el nombre del médico a cargo de Keith. De hecho, yo
nunca había efectuado una reserva para Keith con él.
Entonces, era solo un doctor que solo recordaba por su
nombre. Mientras la cabeza volvía a darme vueltas, sin
darme cuenta, Keith se frotó las arrugas de la frente con la
mano que sostenía su cigarrillo.
En otras ocasiones, había tenido que llamar a Steward, pero
esta vez yo no estaba en el trabajo, así que supuse le habría
dado la orden a Whittaker o Emma. «¿A quién llamó?». Tenía
una curiosidad, pero por supuesto no pregunté nada.
—Gracias.
Esperando a que Keith colgara, me miró brevemente con el
ceño fruncido, sin embargo, pronto se dio la vuelta. Entonces
no dijimos ni una sola palabra. «¿Cómo llego Keith? ¿Por qué
vino?» Quería preguntarle, pero no pude hacerlo, cerré la
boca.
Llegamos al hospital sin hablar. El problema fue que
entonces, no pude salir del auto. La cara de Keith se volvió a
distorsionar cuando mi cuerpo se solidificó y revoloteó. «No
puedo».
Comencé a temblar e hiperventilar.
Whittaker respiró profundamente. Keith salió del auto y
alguien entró.
—¡...!
De momento tragué el grito y salté hacia atrás. El hombre que
vi, abrió la boca mientras me acurrucaba contra el asiento.
—Está bien, cálmate. Soy Norman Steward, médico. Tu eres
el secretario del señor Pittman, ¿cierto? ¿Has escuchado
antes mi nombre?
Su rostro, con una sonrisa, fue gentil. Jadeé sin moverme.
Steward no se movió de su asiento y esperó hasta que me
calmara. La puerta del auto estaba abierta detrás de él. Si
había un problema, Whitaker o cualquiera me ayudarían.
—Bien hecho.
Steward me animó gentilmente.
Después de que apenas me tranquilicé, Steward abrió la
boca:
—¿Estas bien?
Apenas respondí tratando de no evitar su mirada.
—Sí.
Steward, sin embargo, permaneció en silencio en el lugar sin
ningún cambio.
—Parece un trastorno de pánico. ¿Ha sucedido esto antes?
Asentí.
Steward, luego me preguntó cuidadosamente con una voz
suave.
—¿Sucedió algo que causo tu pánico?
No pude responder de inmediato, así que me mordí los
labios. Hablarlo era doloroso e insultante hasta la muerte.
Steward me dijo que mi respiración se estaba endureciendo
nuevamente.
—Está bien, Yeonwoo. Aquí es seguro, no te preocupes.
Respira despacio... Sí. Buen trabajo, se reduce la velocidad de
nuevo.
Después de apenas volver a respirar, sentí una fatiga
tremenda. «¿Qué es todo esto?» Probablemente lo lamentaría
una vez que regresara a casa, tanto la vergüenza como la
amargura se multiplicarían y volverían a mí, pero ahora no
importaba. Estaba tan cansado que solo quería terminar con
todo.
—... En la fiesta de ese día... —comencé.
Él solo se quedó en silencio, escuchándome.
—... Y eso es todo.
Cuando apenas terminé de hablar, parecía que estaba
exhausto. Estaba tan agotado que no podía decir nada más.
Tartamudeé mis palabras de manera constante.
Entonces Steward dijo suavemente y sin ningún cambio en
su expresión:
—Gracias por decirme, sé que debe haber sido difícil. Ahora
descansa, voy a hablar con Pittman.
Se movió lentamente para salir del auto. Un hombre abrió la
puerta, me puse nervioso y clave mi mirada en la entrada, sin
embargo, Steward cerró desde afuera, como si lo hubiera
notado.
Ciertamente, después de quedarme solo, pude respirar
profundamente después que mi cuerpo se relajó. De repente,
llegó la fatiga, cerré los ojos y me apoyé contra la ventanilla
del carro. De pronto, mis ojos parecieron haber visto a
Steward hablando con Keith, pero mi conciencia,
rápidamente se volvió negra. Parpadeé y me quedó dormido.
Aunque inesperadamente, el sonido de la puerta abriéndose
me despertó. Estaba asombrado y tenso, mis ojos se abrieron
demasiado, pero pronto noté un leve aroma a feromonas
mezclado con el olor a cigarrillo. Me sentí aliviado y mi
cuerpo fue calmado. Keith inmediatamente cerró la puerta
del auto y guardó silencio por un momento.
Estaba solo con él.
La ansiedad y la tensión fueron dejadas atrás por lo que sentí
una extraña alegría. No podía hablar porque temía que la
felicidad desapareciera. Keith fue el primero en decir algo en
lugar de mí.
—¿Entonces qué vas a hacer?
No sabía el significado de sus palabras, así que parpadeé.
Keith me miró. Solo entonces lo entendí. Abrí la boca después
de morderme los labios y luego soltarlos.
—... No puedo trabajar así. Dame unas largas vacaciones...
Creo que me tengo que ir. Lo siento.
Las últimas palabras fueron agregadas rápidamente.
Inmediatamente me apagué y esperé su respuesta. Por un
momento, Keith no respondió. No tenía el coraje para verlo.
El aroma del tabaco mezclado con sus feromonas se sintió
aún más intenso. En poco tiempo, Keith volvió a decir:
—¿Cuándo renovaste el contrato? ¿Tiene seis meses?
—... Han pasado cinco meses y veinte días.
—El período del contrato es de un año. ¿Pagaras la multa?

—Lo siento. Dame algo de tiempo... —Luego agregué


vacilando—: Es mucho dinero para mí, pero no es demasiado
para el Sr. Pittman. ¿No es así?
Los ojos de Keith se entrecerraron. «¿Lo había hecho sentir
mal?» Estaba impaciente, exhaló nerviosamente el humo del
cigarrillo.
—Lo necesito.
Sabía lo que eso significaba. Solo me necesitaba como
secretario. Alguien rápido para ocuparse de cosas molestas,
cuidar cosas desagradables y hacer que se sintiera cómodo
en cualquier momento y en cualquier lugar. No era necesario
por ser yo mismo, sino sólo por ser el mejor para atender sus
necesidades.
Sin embargo, mi corazón tartamudeó.
—... Lo siento. Pero, no puedo ir a trabajar... —dije con voz
temblorosa—. Apenas me subí al auto, pero... ahora estoy
tranquilo. No sé si puedo hacerlo de nuevo mañana.
Este era mi límite. Honestamente, ni siquiera sabía si podía
salir del auto. Aunque me sentí aliviado de estar con alguien,
no obstante, si regresaba, volvería a estar solo. ¿Podía
superar ese miedo? No, incluso… ¿Podía salir al mundo otra
vez?
Por un momento no hubo palabras. No tenía idea de lo que
estaba pensando.
En poco tiempo, Keith se movió. Tocó la ventana del auto con
los dedos, con un movimiento tan trivial. El tiempo que se
había detenido hasta entonces de repente comenzó a
regresar rápidamente.
Mirando por la ventana, los guardaespaldas, incluido
Whittaker, se dispersaron por todo el lugar a toda prisa.
Estaba callado sin pedir un destino. Keith nunca dijo una
palabra. Igual que cuando estábamos en el hospital, nos
quedamos callados.

—... Ah.
El paisaje fuera de la ventana me era familiar, fue entonces
cuando me di cuenta de que nuestro automóvil se dirigía a mi
casa.
Keith no respondió cuando dije que renunciaría. Me
preguntaba que estaba pensando.
—¿Crees que deberías encontrar otra secretaria para
reemplazarme? Hay tantos talentos en el mundo —dije y
dudosamente agregué—: ... Incluso si es incómodo por
primera vez, pronto se adaptará.
Keith me miró y me miró. Hablé con los ojos bajos.
—Porque hay muchas personas competentes... Emma ya está
acostumbrada, así que no habrá problema.
Keith se rio inesperadamente cuando terminé de hablar.
Como podía reírse de mí mientras fruncía el ceño de esa
manera.
—Eres el único que trabajará conmigo en este momento.
Y era cierto. En la vida de ese hombre todo estaba
relacionado a su voluntad, si él quería algo, él lo obtenía.
Keith Knight Pittman no tenía motivos para esperar a que
alguien más se ajustará a él. Yo también había tenido
dificultades en mis primeros meses, cuando mi senior
renunció y fue demandado por Keith. Al principio cuando
comencé a trabajar con él sentía que era una pesadilla, sin
embargo, traté de satisfacer las necesidades de Keith, incluso
si tenía que usar mis fines de semanas. Después de un
tiempo, pareció que estaba bastante satisfecho con lo que
estaba haciendo.
Fue natural renunciar a mi vida por este hombre, mientras
trabajaba temblaba de alegría cada vez que me enteraba de
sus gustos y pensamientos. Hacer lo que ese hombre quería
y estar inmerso en su vida, me alegraba, aunque Keith…
nunca se dio cuenta.
—... Lo siento.
Eso es todo lo que tenía que decir. Keith se quedó sin
palabras otra vez. La velocidad del auto disminuyó. Se
detendría pronto. Cuando pensé en eso, de repente dejé de
respirar. Tenía que bajar del auto. Tenía que ir a casa. Tenía
que acostarme solo en la cama para luchar contra el miedo.
De nuevo mi cabeza se enredó, un cierto aroma despertó mi
mente. Era una fragancia de feromonas.
Al mismo tiempo, volví a mirar Keith. Me estaba mirando sin
siquiera moverse. El aire flotando era el mismo. Solo el aroma
de sus feromonas penetraba fuerte y se volvía más intenso.
Solo abrí la boca, no podía hablar porque no podía creerlo,
pero ya sabía la respuesta. Los ojos morados de Keith se
decoloraron intermitentemente en oro.
Las feromonas que había estado enviando se habían
multiplicado en cuestión de horas. Todo mi cuerpo parecía
estar siendo aplastado por su fragancia. Se aceleró
rápidamente y el sudor frío fluyó detrás de mi espalda, estaba
mareado.
Entonces, el recuerdo de la fiesta de repente pareció
golpearme. Los hombres desnudos, las manos que me
golpearon e incluso las sensaciones extrañas.
—... Ah.
Respiré profundamente sin siquiera saberlo. Al mismo
tiempo, las feromonas fueron absorbidas profundamente
por mis pulmones y de repente se detuvieron. Cuando dejé
de respirar, Keith repentinamente me tiró del cabello.

—¡...!
Abrí mis ojos. Inmediatamente sentí sus labios presionando
contra los míos y su lengua pidiendo entrar en mi boca.
Casi lo rechacé, pero Keith simplemente agarró mi mano e
hizo que el desistimiento fuera imposible. Luché, aunque no
pude superar el agarre de la mano que sostenía mi cabeza. Mi
boca estaba ocupada y mis labios fueron mordidos
salvajemente hiriéndolos, Keith se frotó la sangre y se la
tragó. Al separarnos, la saliva cayó de nuestros labios.
Estaba aterrorizado y fui besado con violencia, y al final, lo
acepté.
—… Bien.
El aliento de Keith era tan áspero como el mío. Sus ojos
dorados eran increíblemente fuertes.
—Vivirás en mi casa.
Bésame mentiroso • Capítulo 8

Abrí la boca, pero pasaron unos segundos después de que


salió el sonido.
—¿A la casa del Sr. Pittman?
Una voz que no parecía la mía latía en mis oídos. ¿Era mi voz
así? Parpadeé inexpresivamente.
Keith se peinó nerviosamente el cabello.
—No hay lugar en el mundo que sea más seguro que mi casa.
¿No es así?
—... Ah, pero...
No podía entender lo que estaba sucediendo, y de pronto la
respuesta llegó.
—Steward dijo que una forma de superar tu miedo es
exponerlo. —Keith hablaba mientras sacaba un nuevo
cigarrillo—. En tu caso son las feromonas de un Alfa
dominante.
Un hombre con las mismas feromonas que los hombres que
intentaron violarme. Aun así, él era único hombre que nunca
me desearía. Un hombre que nunca sabrá a qué aspiro. Keith.
Como él había dicho, en mi cabeza no quedaban más
recuerdos de ese día. En cambio, lo único que quedaba era el
hombre frente a mí.
—Por qué ir tan lejos...
La voz sin confianza se desvaneció. Keith, nerviosamente
encendió el cigarrillo.
—Es ridículamente más fácil y menos costo en comparación
con el 5% de mi compañía.
No sabía si debía alegrarme de ser un secretario tan útil.
—¿Entonces vas a seguir vertiendo tus feromonas sobre mí
hasta que mis síntomas mejoren?
Mi voz tembló débilmente. Me pregunté si Keith se había
dado cuenta.
Keith, quien estaba nervioso, escupió el humo.
—¿Por qué no?
Mis labios latieron de nuevo. Había un ligero sabor a sangre.
Mi lengua se deslizó por mis labios mientras sentía algo
diferente a la saliva. De repente, los ojos de Keith parecieron
tocar mis labios. Puedo haber sido sola una ilusión, pero su
expresión no cambió.
—... ¿Por qué me beso? —pregunté con impaciencia.
Estaba seguro de que culparía nuevamente a mi feromona,
sin embargo, esta vez había tomado mis medicamentos, no
debía estar emitiendo feromonas. Cuando se lo pregunte con
ansiedad, Keith frunció el ceño como si estuviera molesto.
—Acabo de comprobar la receta de Stewart.
Ah, ya lo había entendido. La forma más rápida y segura de
inyectar feromonas era el sexo, aunque este hombre me
había besado en lugar de tener sexo conmigo solo para
calmarme. También quería asegurarse de que Steward
tuviera razón. La prescripción del médico había sido clara.
No era difícil respirar y mi cabeza ya no estaba tan
confundida como antes. Keith era actualmente la única causa
de mi angustia. La racha de feromonas seguía siendo
dolorosa, pero era tolerable si pensaba que eran de Keith. En
otro sentido, solo había una razón por la que era difícil de
soportar, y esa era porque yo soy un Omega.
Había tomado una cantidad más elevada de inhibidores.
Tenía miedo incluso de imaginar lo que habría pasado si
hubiera estado expuesto a sus feromonas sin tomar
inhibidores.
No podía vivir de esa manera de todos modos. No importaba
lo que hiciera, debía deshacerme de los síntomas.
—¿No es extraño que las feromonas del señor Pitman estén
bien para mí?
Abrí la boca con fuerza e hice una pregunta peligrosa. Él me
miró. No había signos de vergüenza.
—Sabes que nunca te tocaré.
Esa fue la respuesta correcta. Fue por eso que sentí que mi
corazón se estaba rompiendo.
—... Correcto.
Lo admití con fuerza y cerré la boca de nuevo. Keith ya no dijo
nada, había sido como si intentará darme tiempo para
pensar. La propuesta de Keith fue perfecta. Podría hablar con
los mejores médicos y obtener tratamiento, además de poder
vivir en una mansión; pero al mismo tiempo, fue lo más
problemático. ¿Podría ocultar mi mente mientras vivía con
Keith? También debería tomar más medicamentos de lo
habitual. Si continuaba tomando más de la cantidad recetada
de medicamentos, existían algunos efectos secundarios,
quizás una sobredosis en mi caso o ser infértil.
Había visto casos de anomalías mentales, tenía miedo de que
mi situación empeorara, así que por mucho prefería tener
infertilidad.
En la casa de este hombre, algún día me volveré infértil o loco.
Tal vez ambos.
Además, fue su feromona la que en primer lugar me
transformó en Omega. Me mordí los labios.
El auto se detuvo, apoyé mis manos en mis rodillas.
—Bueno. —Apenas abrí la boca sin tartamudear—. Aceptaré
la propuesta del señor Pittman. Gracias por su consideración.
Después de hablar de inmediato, me sentí aliviado.
Inadvertidamente bromeé:
—El Sr. Pittman ha besando a un hombre, dos veces. Lo
mantendré en secreto.
Era difícil hacer que un hombre como él, sonriera… pero
Keith sonrió brevemente.
—Tu cara es de mi gusto. Si fueras mujer, ya habría dormido
contigo.
De ser así, ¿en cuánto tiempo me hubiera dejado? ¿Cuál había
sido el período más corto? De repente, la cara de Annabel
apareció en mi cabeza. Keith golpeó brevemente el panel que
bloqueaba el asiento del conductor con la mano y con un
cigarrillo.
Keith se echó a reír mientras abría la boca:
—¿Puedes bajar del auto?
No pude responder a eso. Tampoco tendría poder en mis
piernas. Incluso sentarme era difícil, así que tenía que hacer
todo lo posible para evitar resbalar y rodar por el piso. Keith
volvió a llevarse el cigarrillo a la boca como si lo supiera.
Al final, Keith se dirigió a su mansión. Puse mis manos sobre
mis rodillas, mirándome las yemas de los dedos sin querer.
El automóvil estaba lleno del aroma de las feromonas que
había descendido profundamente. Tenía miedo, pero
inesperadamente a medida que pasaba el tiempo, mi mente
se tranquilizó, gracias a las feromonas de Keith. Cerré los
ojos, respiré hondo lentamente y exhalé. El aroma llenó mis
pulmones. De repente, volví a respirar hondo, y ya no
recuerdo más...

✤✤✤✤✤✤

Repentinamente abrí los ojos al sentir que mi cuerpo estaba


temblando. Mi campo de visión estaba fuera de foco. Sentí
como si todo mi cuerpo estuviera flotando. ¿Todavía estaba
despierto o dormido con los ojos abiertos? Miré sin
comprender y me detuve cuando la cara de Keith apareció a
la vista.
—¿Eh...?
Lo miré.
Era la primera vez que veía a ese hombre desde ese ángulo.
Keith notó mis ojos e inclinó la cabeza. Inmediatamente
nuestras miradas se encontraron, lo miré confundido. De
pronto, una sonrisa salió. Parece que sonrió, pero no estaba
seguro. Era sorprendente que Keith me hubiera mirado.
Involuntariamente respiré hondo. Se sintió un ligero aroma
a feromonas, una refrescante fragancia cítrica, este era el
aroma de Keith. Cerré los ojos y volví a recostar mi cabeza
sobre su hombro.
Respiré profundo y exhalé lentamente, mi cuerpo seguía
temblando. Me estaba quedando dormido nuevamente,
parecía que alguien estaba hablando, pero era difícil de
entender. Eran dos personas, pero pronto me quedé
dormido.

✤✤✤✤✤✤

Me desperté con el sonido de un golpe. Abrí los ojos,


confundido por un momento. ¿En dónde estaba? La escena
de la habitación desconocida hacía que el cuerpo vacilará,
pero cuando la puerta se abrió, vi entrar a una cara familiar.
—¿Estás despierto? ¿Cómo está tu cuerpo?
Era el mayordomo de Keith, Charles.
Luché por recordar que había sucedido, pero me era difícil.
—Estaba inconsciente en el auto del señor Pittman. Quizás
fue por las feromonas. Le preparé un té para que pueda
despejar su mente.
Solo entonces me convencí. De alguna forma mi conciencia se
había vuelto demasiado vaga. No solo me sentía cansado,
sentía que mi cabeza estaba confusa por las feromonas.
Recordé que había sentido que otro olor se había mezclado
levemente con su terrible aroma dulce, pero seguía
confundido, mi cabeza aún no estaba del todo clara.
—Si bebes té, tu cabeza se aclarará.
Charles empujó la taza de té caliente frente a mí.
—... Ah.
Pestañeé por un inesperado sabor fresco. Como él dijo, mi
mente se aclaró. La conciencia pareció despejarse por
completo.
Charles confirmó mi reacción y abrió la boca.
—Lavé su ropa. ¿Va a traer su equipaje? El Sr. Pittman nos dio
instrucciones de prepararle ropa si es necesario.
—¿Sí?
Inadvertidamente pregunté, mirando la ropa que llevaba
puesta. Era una ropa de dormir.
Charles me dijo:
—Es un pijama confeccionado para invitados. Yo hice el
cambio.
—Oh no. Lo siento por causar problemas.
Poco a poco, el recuerdo volvió. Solo entonces parecía saber
la situación. Charles me cargo, me trajo aquí y me cambió la
ropa. Estaba incómodo y agradecido, así que sonreí
incómodamente, bebí el té con una cara inexpresiva.
—Todavía hay suficiente tiempo —dijo como si hubiera
penetrado en mis pensamientos—. El Sr. Pittman debe
haberse levantado ahora. Puede comenzar a prepararse
después de terminar de beber su té.
—Gracias —dije y luego agregué—: Lo siento, de repente
perdí la cabeza. No tengo otra opción...
—Es la mansión del Sr. Keith, solo sigo sus órdenes.
Silenciosamente llevé la taza a mi boca. Charles, dejó una
escuela técnica en suiza y fue un diácono por muchos años.
Cuando terminé de beber té, me preguntó, moviendo una
taza vacía a la bandeja.
—¿La medicina es suficiente?
Eso es todo lo que Charles me preguntó.
Charles tenía riesgo de mutación, cuando le pregunte un día
por que se mantenía al lado de un Alfa dominante que podía
acelerar el proceso. Charles respondió
inexpresivamente: “Soy muy mayor para cambiar. Además, el
Sr. Pittman es un hombre gratificante y elegante”. Eso calmó
mi curiosidad. Si cambia a una edad avanzada,
probablemente esté en el libro de los récords Guinness.
Había puesto la medicina en la mesa de noche, junto con mis
otras cosas. Miré rápidamente la cantidad de medicamentos.
—No dude en decirnos si le falta o necesita más cantidad.
Prepararé todo de inmediato —añadió inmediatamente
antes de que dijera algo—. Son las instrucciones del Sr.
Pittman.
Ante sus palabras, solo dije gracias. Estaba tratando de evitar
cosas molestas para Keith. Especialmente cuando se trataba
de medicina. Me sentí aliviado.
Luego de ello, salió de la habitación sin ninguna reacción.
Dejé salir un profundo suspiro sin querer. El cuarto estaba
quieto.
Observe el paisaje exterior, la propiedad de Keith tenía un
terreno amplio y verdoso, y en el medio estaba la mansión.
Parpadeé varias veces, realmente estaba ocupando una
habitación en la mansión de Keith. Era completamente
diferente a donde vivía; y aunque era debido al trabajo, varias
veces visité la mansión. Cada vez estaba abrumado por las
feromonas que terminaba abandonando el lugar como si
estuviera huyendo. Por supuesto, incluso cuando Keith no
estaba en casa, la fragancia de sus feromonas permanecía.
Incluso si se trataba de una emergencia, era absolutamente
imposible pensar acerca de la mansión, pero acepte su
propuesta a pesar de que lo sabía. Esta era la única forma de
detener mis ataques, mientras me justificaba sentí un
escalofrió. Esta era la realidad.
Pensé en lo que había pasado, como su lengua había azotado
el interior de mi boca, como nuestras lenguas se habían
enredado mientras acariciaba la tierna piel de mi boca,
mezclando nuestras salivas y retorciéndome los labios. Cerré
mis ojos. Lo que quedada adentro de mi boca era su dulce
fragancia.
Sentí mi cuerpo caliente y de pronto pensé en mi ciclo de celo
así que rápidamente encontré la medicina y la arrojé a mi
boca sin agua. Ahora, esto se repetiría todos los días. Las
feromonas de Keith que flotaban en el aire eran succionadas
por mi cuerpo, pero quería que la medicina fuera absorbida
mientras esperaba, exhalé lentamente. Poco a poco mi pulso
disminuyó y finalmente llegó el silencio. Cerré mis ojos. El
aroma de Keith estaba en todas partes.

✤✤✤✤✤✤

Un sonido me levantó, estaban tocando la puerta. Después de


abrir los ojos, estuve confundido por un tiempo. Parpadeé,
me senté al lado de la cama y fingí revisar mi celular. Charles
abrió la puerta. En su brazo llevaba la ropa que había usado
el día anterior.
—Yeonwoo, prepararé el desayuno. ¿Lo traigo a la
habitación o desea bajar?
Respondí apresuradamente a su voz profunda.
—Oh... Bajaré.
En mi respuesta, Charles explicó sin rodeos.
—Por favor, venga al salón de té al final del pasillo en el
segundo piso. El Sr. Pittman siempre desayuna allí... Si quiere
comer por separado puedo alistar otro ambiente.
—Uh, no. Está bien. Iré al salón de té. Gracias.
Charles asintió brevemente y puso mi ropa en el respaldo de
la silla. Pronto salió de la habitación. Después del sonido
turbio y silencioso de la puerta, comencé a prepararme. Era
imposible hacer esperar a Keith. Me apresuré lo más posible
para ir al salón de té.
Cuando abrí la puerta, el aire fresco del exterior atravesó
todo mi cuerpo.
Lamentablemente, Keith estaba sentado primero. No pude
evitar verlo tomando té y mirando la pantalla de la portátil,
estuve fascinado por un momento. De repente tragué saliva
seca.
Ahora, estos días se repetirían diario. Iba a estar fascinado al
mirar a ese hombre e iba a respirar su feromona.
Miré la cabeza de Keith y sonreí como siempre.
—Hola.
Ofrecí un saludo ordinario mientras sentía la luz del sol
detrás del Keith, y los árboles ondeando soltaban su ligero
aroma.
Bésame mentiroso • Capítulo 9

—Lo digo en serio. Yeonwoo, respira despacio... Bien, ahora


exhala.
Siguiendo las instrucciones de Steward, apenas me
tranquilicé. Mi visión lentamente comenzó a hacerse menos
borrosa. Después de calmarme hasta cierto punto, Steward
me entregó una píldora y una taza de agua, él esperó
mientras los tomaba.
—Has mejorado mucho, Yeonwoo. Definitivamente el Sr.
Pittman ha ayudado bastante.
Miré a Steward con una mirada impotente. Habían pasado
tres días desde entonces. El problema era que no podía
deambular por la empresa como lo hacía antes. No me
desmayaba ni tenía ataques de ansiedad, pero de repente
tenía miedo. Sabía por primera vez cómo era estar atrapado
en el miedo, aunque finalmente logré hacer todo por
teléfono, dejando muy poco en mi oficina, la cual estaba
conectada a la oficina de Keith.
Steward me había dado unos medicamentos los cuales debía
tomar todos los días cada dos horas. No estaba seguro, pero
intentaba confiar en sus palabras.
Habían pasado algunos días desde que regrese a la compañía,
aunque cada vez que me encontraba con un Alfa, estaba
menos asustado. Quizás se debía a la medicina.
Sin embargo, sabía que habría límites para la paciencia de
Keith. Me puse nervioso al mismo tiempo que estaba
impaciente. Como yo, Steward estaba sentado en un solo
sofá, algo alejado de mí. Durante la consulta, siempre se
sentaba cerca de la puerta y la mantenía abierta todo el
tiempo, lo cual me tranquilizaba. Si sucedía algo, Charles y
otros empleados domésticos me ayudarían. La idea era
hacerme sentir lo más aliviado posible desde que llegué a la
mansión.
Sorprendentemente, era un médico bastante bueno. Se dice
que se especializa en consultar a personas de alto rango, pero
los ciudadanos pequeños como yo ni siquiera podíamos
pensar en hacer alguna reservación telefónica con él; aunque
es el médico de Keith.
Steward después de confirmar que me encontraba mejor,
preguntó:
—¿Cuánto tiempo llevas siendo secretario del señor
Pittman?
—Han pasado un poco más de dos años.
—¿Alguna vez has conocido a un Alfa dominante que no sea
el Sr. Pittman?
De repente, Grayson Miller vino a mi mente, pero sacudí la
cabeza. Pensé que no era adecuado para responder la
pregunta porque era solo el amigo de Keith y solo lo había
visto en algunas oportunidades.
—No.
—Entonces no tienes más remedio que saber sobre los Alfas
dominantes. Sin embargo, no es fácil para el público en
general saber acerca de ellos —dijo y luego murmuró para sí
mismo—. ¿No son las feromonas el arma más grande de los
Alfas dominantes? Se desconoce el mecanismo exacto de
cómo afecta al cerebro, pero se conoce que los efectos de las
feromonas provocan diversos resultados.
Steward se rio suavemente y añadió como una broma:
—¿Has visto los resultados de un estudio reciente? El Alfa
extremo tiene una inmunidad excelente, ¿verdad? Así que
rara vez se enferma y se recupera rápido después de haber
sido lastimado. Además, desintoxica más rápido las drogas y
alcohol. Entonces, es fácil beber cocaína y éxtasis en el vino.
Es por eso que incluso si bebes cocaína y éxtasis en el vino,
no te emborracharas ni te volverás adicto. Eso es todo por la
influencia de las feromonas. Bueno, en casos raros, hay
medicamentos que pueden ser utilizados incluso por Alfas
extremos, pero en realidad no son pocos.
—... Parece que las feromonas del extremo Alfa son para todo
uso.
—Es beneficioso tener una feromona fuerte, pero también es
peligroso... El apilamiento se convierte en veneno. —Se tocó
la cabeza con los dedos—. Esto te puede arruinar, volverte
loco.
—¿En serio?
Abrí los ojos inesperadamente.
Steward dijo insignificantemente:
—Para evitar esto, las feromonas generalmente se eliminan
por adelantado. ¿Qué sucede si sumas una cantidad habitual
a las feromonas? El cerebro estaría siendo sobrecargado por
feromonas.
Steward se rio de mí, no dije nada.
—¿Ahora lo sabes? ¿Por qué los Alfas extremos no pueden
renunciar a tanto sexo? Bueno, si lo deseas, puede verter una
gran cantidad en poco tiempo, pero hay un límite para la
liberación artificial, la mejor forma siempre es la liberación
natural mediante el sexo.
No podía ocultar mi expresión.
—Eso no significa que tengamos que cambiar a nuestras
parejas con tanta frecuencia.
Steward se rio de nuevo y se encogió de hombros.
Pregunté de nuevo:
—¿Qué significa que se vuelva loco?
Steward respondió amablemente a mi pregunta:
—En ese momento... —Los ojos de Steward se
entrecerraron—. Si tiene a un perro en frente suyo, lo haría
con un perro.
En ese punto, casi se me cayó la taza. ¿En serio? Mirando la
sorpresa, él me sonrió con una mano en la barbilla.
—No puedes hacerlo sin un compañero, ¿verdad? Ni siquiera
pueden recordar después de recobrar la conciencia de todos
modos.
Estaba en blanco. ¿Cómo podía decir algo así? Abrí la boca,
pero no salió el sonido.
Steward, que parecía estar pensando por un momento,
sonrió extrañamente.
—Es solo un rumor, pero se dice que uno de los hermanos de
Miller ha estado con un perro.
Estaba completamente sin palabras. De ninguna manera,
tenía mis ojos parpadeantes.
—Escuché que fue un Rottweiler. Fue por la acumulación de
feromonas porque no tenía pareja, así que simplemente
sucedió...
Se rio.
Los seis hermanos de Miller eran famosos por ser todos Alfa,
excepto uno. Además, el padre era el dueño de una de las
empresas más reconocidas, pero a medida que avanzaba en
la política, le entregó la dirección a su primer hijo. Nassani
Miller, un abogado especializado en compañías, de sangre
fría, llamado el abogado del diablo.
El primero, Nassani Miller, que se parecía más a su padre; el
segundo Grayson, el playboy, que siempre sonreía; el tercero
Chase Miller, conocido por ser un mentiroso, el cuarto y
quinto también eran Alfas dominantes pero femeninos y el
hijo menor, su cara nunca había sido revelada al mundo. Sin
embargo, solo se daba por sentado que toda la familia,
excepto el Omega, eran miembros de la familia de Alfas
dominantes.
Steward levantó con orgullo la barbilla.
—Ahora aprenderás algunas cosas poco a poco. Centra tu
mente en otra cosa. Entonces se reducirán los ataques de
pánico.
—Mmm ya veo. —Sonreí involuntariamente—. Entiendo
ahora. Es por eso que inventaste la historia de Miller antes,
para poner centrar mi mente en otra cosa.
—Uh, no. Eso es real.
Steward negó claramente. Sonrió y agregó mientras lo hacía:
—No está confirmado, pero es cierto que los rumores
circulan de todos modos.
Finalmente, cerré la boca en silencio.
—Hmm.
—Mmm.
Volteé la cabeza hacia el sonido que escuché, Charles estaba
parado afuera de la puerta abierta.
—Se acabó el tiempo de consulta. ¿Lo extenderás más?
—No, está bien. Hoy es suficiente.
Steward sonrió y se levantó de la silla. Charles, quien entró,
se puso frente mío y se inclinó. Después de una palabra
cortés, tomó una taza vacía de mi mano, con un gesto muy
elegante. Steward lo esperó y luego siguió adelante.
—Estoy agradecido por la consulta.
—Nos vemos mañana, Yeonwoo... Ah, es fin de semana.
Entonces nos vemos el lunes.
Asentí y me despedí.
Después de que se fueron, me quedé allí sentado por un rato.
Mi corazón estaba abrumado por la información que me
había dado Steward. Mi cabeza estaba intentando entender a
Keith.
—¿Pasa algo?
La voz que sonó me asustó así que me levante del sofá. Keith
se paró sobre la puerta abierta.
—¿Lloraste?
Entré en pánico y solo lo miré. Keith seguía allí.
Abrí la boca tarde.
—No.
Luego caminó hacia mí. Inevitablemente, Keith se paró frente
a mí. Me levanté del sofá. Estaba fascinado mientras miraba
sus delicados dedos largos acercarse a su cara. Una mano
elegantemente doblada cubrió mis ojos y los acaricio. Keith
hablo con voz baja.
—Tus ojos están rojos.
Tenía muchas ganas de llorar. Tenía que responder, pero el
sonido no salió, así que tenía prisa.
—Estaba un poco cansado. Charles acompaño al señor
Steward a la salida.
Intente cambiar el tema, Keith, que guardó silencio por un
momento tomó la mano que había acariciado mis ojos, y tocó
su cabello. Silenciosamente vi su cabello oscuro envolverse
suavemente alrededor de sus dedos y luego regreso a su
lugar.
—¿Qué dijo Stewart?
—Que estoy mejorando —respondí y presurosamente
agregué—: ¿Como fue tu cita? Llegaste temprano.
Traté de cambiar el tema, pero pisé una mina. Keith se había
reunido con una acompañante en el hotel. Yo había realizado
todas las citas y reservas. Después del trabajo, Keith me dejó
en la mansión y luego se dirigió directamente al hotel sin
bajar del auto. Haber hecho esta pregunta sabiendo yo mejor
que nadie cuál era el propósito… No era la información que
quería saber en absoluto.
De repente mis ojos se volvieron borrosos. Solo entonces
noté la feromona de Keith. Era tan natural que no podía
darme cuenta. Cuando la visión borrosa me hizo temblar y
perder la estabilidad, Keith me agarró del brazo y tiró de él
con fuerza, mi cuerpo chocó contra el suyo. Cerré los ojos
mientras olía el dulce aroma de sus feromonas.
—¿Te estas acostumbrando?
No sabía si era realmente curiosidad o era una queja. Me
apoyaba contra su hombro, Keith me mantuvo entre sus
brazos. El aroma a feromonas se sintió junto con la sensación
refrescante del traje. Había una leve mezcla de aroma de gel
de baño y un aroma de piel fresca. Luego recordé que era
debido a su cita en el hotel.
Respiré hondo y exhalé lentamente. Las feromonas de Keith
se extendieron dentro de mí. Mi mente se desvaneció
gradualmente. Estaba tomando más medicamento de lo
usual para ocultar mi feromona y no causarle molestias.
Perdí la conciencia, mis rodillas apenas sostuvieron. Keith
inmediatamente me agarró entre sus brazos, por suerte no
caí al suelo. Levanté la cabeza para pedir perdón, pero en el
momento en que me encontré con sus ojos, no pude recordar
nada. Keith, que solo me miró, tampoco dijo nada. Lo escuché
suspirar y yo solo parpadeé.
De pronto, Keith tiró de mi cuerpo que chocó violentamente
contra el sofá, todavía tenía la mente en blanco cuando vi a
Keith con ambas manos apoyadas en el reposabrazos.
¿Alguna vez había visto a Keith tan cerca?
Tenía la cabeza en blanco, así que no lo recordaba bien.
Keith bajo la cabeza. ¿Acaso estaba intentando besarme?
Cerré los ojos con pocas expectativas, pero estaba
equivocado. De repente sentí su aliento en mi cuello.
Keith olfateo mi aroma y mi pulso se aceleró. La mayoría
decían que los Alfas olían el aroma de sus compañeros para
decidir si lo aceptaban o no. Se había considerado como una
justificación humana para los instintos del Alfa.
Fue entonces, la voz de Keith la que me trajo de vuelta a la
realidad.
—... ¿Por qué no hueles?
Apenas levanté los pesados párpados. De repente, Keith
levantó la vista y me miró. Estaba fascinado por su rostro que
estaba demasiado cerca. Incluso, parecía tocar sus labios un
poco.
—Estoy tomando medicamentos...
Keith me miró en silencio.
—... ¿Desde cuándo?
—Desde que el Sr. Pittman... Me pidió que me deshiciera de
mis feromonas...
Keith por un momento no reacciono hasta que respondió con
un suspiro, parecía recordarlo. Abrió la boca:
—... Desde entonces… ¿No hubo feromonas?
Respondí que sí. Keith se quedó sin palabras otra vez.
Inesperadamente, pensé que su expresión era extraña. ¿Era
una expresión de molestia? ¿Vergüenza? ¿Desagrado?
Keith era un hombre con una cara tan complicada. Entonces,
Keith levantó su cuerpo y se sentó en línea recta, mirando
hacia arriba. Me sentía confundido. Se acarició la barbilla por
un momento mientras parecía estar pensando en algo, y de
pronto, se tocó el pelo nervioso.
—Subiré.
Keith habló presuroso, luego se dio la vuelta y se fue.
Me quedé en blanco

✤✤✤✤✤✤

Cuando desperté lo hice sintiendo un leve dolor de cabeza.


Me acosté y parpadeé por un instante.
—¡Ah…! Ah...
Por el momento, grité y me senté.
Era domingo.
Accidentalmente me rasqué la cabeza. Mirando el reloj,
habían sido solo cinco minutos antes de lo habitual. Antes de
que sonará la alarma, presioné el botón y la apagué. Después
de exactamente 5 minutos, me levanté de la cama.
Inmediatamente, fui al baño que estaba conectado a la
habitación y saqué la medicina del armario. Como siempre,
primero tomé el medicamento, luego me bañé y me cambié
de ropa. Era un día en donde no iba a trabajar. Cuando vi el
reloj, de repente tuve una sonrisa amarga.
Momentos más tarde, cuando abrí la puerta, Charles estaba
caminando en el pasillo.
—Hola, Charles.
Él me saludó con su rostro inexpresivo, como siempre.
—Buenos días, se ha levantado temprano.
Lo miré torpemente.
—Sí.
Incluso si no me despertaba, habitualmente habría abierto
los ojos porque la alarma. Incluso si era feriado. Pensé que
tenía que ayudar en lo que pudiera. Charles todavía me
miraba con una expresión desconocida.
Así que preguntó con una cara inocente.
—¿Quiere té o café?
Le respondí ansiosamente:
—Me gustaría un café. También huevos revueltos con un
poco de tocino y panqueques.
Charles asintió.
—Me preguntaba si podría ayudar en algo.
Charles me miró en silencio. Estaba desconcertado por la
cara inexpresiva, cuyos pensamientos eran desconocidos.
—Entonces, ¿podrías despertar a Pittman y preguntarle que
desea desayunar?
—Ah, sí.
Asentí, pero fue inesperado. Di un paso adelante y parpadeé
sin comprender por un momento, luego, cuando comprendí
ya era demasiado tarde, solo vi su espalda alejándose. El
cuarto de Keith. Mi corazón comenzó a acelerarse. Habían
pasado varios días desde que estaba en la mansión, pero
nunca había entrado en su habitación.
Después de dudar, me moví apresuradamente sin poder
pensar. La mano que golpeó la puerta tembló y me
avergoncé. Apresuradamente agarré ambas manos y respiré
hondo. No hubo respuesta. Keith todavía seguía dormido.
Tragué saliva seca y abrí la puerta con cuidado.
—Ah...
El olor a dulzura se infiltró en mis pulmones. Lentamente
inhalé la feromona flotando en el aire. Gradualmente, la
escena en la habitación se hizo visible.
Cuando finalmente abrí la puerta, las feromonas inundaron
todo mi cuerpo. Su cama era particularmente enorme, en la
pared opuesta a la cama, colgaban pinturas al óleo. Era una
pintura elegante y seductora de Venus. En el dormitorio, no
había mucha decoración aparte de un par de muebles
sencillos.
Keith todavía estaba dormido. Cuando lo vi
acostado “solo”, en una cama enorme, me sentí ridículamente
aliviado. Aunque sabía que había regresado a casa el día
anterior, había un desafortunado miedo en un rincón de su
corazón. Después de comprobarlo con mis propios ojos, puse
una patética sonrisa en mi rostro. Tenía una delgada sábana
que cubría su cuerpo, sin querer tragué saliva seca.
Era la primera vez que veía su cuerpo desnudo. Pude ver el
pecho de Keith, tenía la piel bronceada, su pecho era lo
suficientemente firme como para tocarlo de inmediato. Sus
músculos bien formados sobresalían a simple vista.
Sentía que ni siquiera podía respirar mientras movía mi
mirada desde su nuca hasta la clavícula. Sus hombros y
brazos permanecieron fuertes a pesar de estar dormido. Mi
lenta mirada fue bloqueada por la sábana, pero no pude
mover mis ojos allí abajo. La delgada tela me impidió ver todo
el cuerpo de Keith, es decir, si miraba debajo de la sábana,
seguramente lo conocería todo, pero tenía miedo de
imaginar qué pasaría si viera su pene. No tuve el coraje
suficiente para llegar allí. Apenas y respirando, sostuve mi
mano mientras la mantenía presionada contra mi pecho.
Tenía que despertarlo.
—Sr... P... itt..man.
La voz se partió. Afortunadamente, Keith no abrió los ojos de
inmediato. Me sentí aliviado y me apresuré a calmar mi voz.
Apenas contuve el aliento, pude hablar como siempre:
—Sr. Pittman.
Gracias a Dios. Una voz, que no era diferente de lo habitual,
fluyó en mis oídos. Me acerqué con más coraje y reprimí el
deseo de acariciar su pecho desnudo; apenas le puse un dedo
en el brazo. Por suerte, Keith no se despertó.
—Sr. Pittman.
Pronuncié su nombre una vez más y finalmente agité su
brazo. Entonces, me pregunté si Keith se había dado cuenta
de que había tocado suavemente sus músculos como si lo
estuviera acariciando. Sus largas pestañas ni siquiera se
habían movido hasta entonces. Estaba asustado.
Me quedé allí y vi a Keith despertarse de su sueño.
—... Ugh.
Keith, que emitió un sonido profundo dentro de su cuello
como un gemido, frunció el ceño aun recostado, luego abrió
sus morados ojos. Parpadeó unas cuantas veces como si
tratara de concentrarse, su mirada se dirigió hacia mí. Su
cabello oscuro, su cara recién despabilada, sus hombros
anchos y su pecho firme. ¿Cómo no podía ama a ese
hombre? Si pudiera abrazarlo y besarlo en ese momento, lo
haría.
De repente, Keith levantó la parte superior de su cuerpo y
extendió su mano jalándome hacia él. Me sorprendí cuando
sucedió. Nos encontrábamos tan cerca que podía sentir su
aliento en mi cara mientras nuestras narices se rozaban. Mi
corazón comenzó a latir con fuerza, fue entonces cuando lo vi
con los ojos abiertos.
El dulce aroma había crecido aún más. Keith estaba
emitiendo más feromonas, pero la feromona que emitía era
distinta a las otras ocasiones, era suave y envolvente, como si
tratara de tentarme.
De repente, Keith se detuvo y fui testigo de cómo los ojos de
ese hombre volvieron repentinamente a la realidad. Eso hirió
mi corazón. Keith me empujó de inmediato y me tropecé.
—Maldición, tu feromona...
Había pasado mucho tiempo desde que estaba tan enojado.
El primer día que lo conocí, recordé vagamente que estaba
muy molesto. Keith no pudo soportar la ira y arrojó la
almohada que cayó en la suave alfombra.
—¿Por qué estás aquí?
Tan pronto como se calmó, me preguntó con una voz
tranquilizadora. Aun así, sus ojos todavía estaban fríos por lo
que respondí lo más hábilmente posible:
—Charles preguntó si podía venir a despertarlo, Sr. Pittman.
¿Que desea para desayunar?
Keith revolvió nerviosamente su cabello.
—Huevos hervidos y tocino.
Le respondí formalmente.
—Bien. ¿Quieres un café o té?
—Espresso, triple.
Keith de repente levantó la sábana y dejo al descubierto todo
cuerpo. Voltee la cabeza. Pronto, mi corazón comenzó a latir
fuertemente. A Keith no le importó mi reacción, se levantó y
fue al baño.
Solo entonces suspiré y volteé la cabeza, observando a la
mujer de la pintura. La bella diosa Venus parecía estar
riéndose arrogantemente de mí. Rápidamente aparté mi
mirada de la imagen y salí de la habitación como si estuviera
huyendo.
✤✤✤✤✤✤

El ambiente en la mesa no era bueno. Keith se cambió de ropa


después de un rato y bajó, pero su expresión facial no mejoró.
Charles se puso de pie con su rostro inexpresivo como
siempre y nos escuchó a Keith y a mí decir:
—Gracias.
Saludé a Charles, que vertió jarabe de arce sobre mis
panqueques. Tomé uno de los panes y lo llevé a mi boca, miré
a Keith, quien no me ha mirado desde que bajo.
Se llevó el tocino a la boca, y de repente dijo:
—¿A qué hora decidió venir Grayson?
De momento, me quedé quieto. Levanté la cabeza sin darme
cuenta. Charles respondió:
—Va a venir a las cinco en punto. Los otros invitados
también.
Solo entonces, me di cuenta de la situación. Habría una
reunión o fiesta en la mansión. No tenía de que preocuparme
porque Charles sería responsable así que fingí que no me
importaba, miré hacia mi plato. No tenía nada que ver
conmigo.
Sin embargo… ¿Sabía Grayson que me estaba quedando en la
mansión? No, no era Grayson lo que importa ahora. Si dice
“otros”, estaba claro que en la reunión habría otras personas.
De pronto pensé en la fiesta del barco. Fue espeluznante.
Esta vez desconocía el propósito de la fiesta, además no la
estaba organizando. Por lo tanto, no había razón para
decirme.
Los recuerdos que había olvidado repentinamente volvieron
a mi mente. Solo Grayson me advirtió aquella vez, como si
hubiera esperado que sucediera. Fue Grayson quien apareció
ese día y me quitó a ese hombre. Entonces, ¿por qué no me
dijo nada?
De pronto, escuché que una silla retrocedía. Keith levantó la
cabeza y se fue. Me dejaron solo en el comedor. Terminé de
comer a un ritmo lento.
Charles regresó y me pregunto:
—¿Te gustaría más café?
Ante su pregunta, sacudí la cabeza.
—Jugo está bien.
Silenciosamente llenó mi vaso con jugo de naranja. Charles
que hábilmente limpió el jugo que fluía fuera de la botella de
vidrio con un paño, espetó:
—La reunión de hoy de es recurrente, aunque puede ser
incómodo para ti y para los invitados. Pero si tienes
problemas con las feromonas...
Pronto dejó de hablar. Tampoco sabía qué hacer, yo podría
estar escondido en mi habitación y tener convulsiones por
las feromonas de alguien que no fuera Keith.
—Yo… mejor caminaré por el jardín.
Una compasión muy instantánea pasó por la cara de Charles,
aunque apareció y desapareció tan rápido que me confundió.
—No olvides tu teléfono celular. Cuando los invitados se
hayan ido, ventilaremos el lugar y nos comunicaremos
contigo. ¿Sabes mi número? Si no puedo contestar el teléfono
Emily lo hará.
Escribió hábilmente el número sobre un papel que luego
puso sobre la mesa. Agradecí y recogí el papel.
—Empacaré algunos bocadillos y bebidas simples. ¿Hay algo
que quieras específicamente?
Pensé por un momento, pero no se me ocurrió nada porque
tenía el estómago lleno. Después me dijo que le dijera más
tarde.
El tiempo fue relajado y tranquilo, así que todo transcurrió
lentamente.

✤✤✤✤✤✤

—¿Deseas descansar en una habitación vacía? Hay una sala


para empleados.
La sugerencia de Emily me hizo difícil ocultar mi cara feliz.
—¿Hay tales lugares?
Emily asintió y dijo con una cara más brillante:
—En la parte posterior hay lugar utilizado por los
empleados. Ocasionalmente, si hay una fiesta o algo especial,
siempre hay varias salas vacías disponibles para
trabajadores temporales. Yo limpio todos los días para que
los recién llegados usen la habitación de inmediato. Yeonwoo
si no te importa, creo que puedes quedarte allí.
—Oh por supuesto. Realmente lo agradecería si pudiera
usarlo.
Emily sonrió amablemente.
—Charles nunca lo hubiera pensado. Bien, la tercera
habitación en la planta baja está vacía. La llave estará colgada
en la entrada del porche. Camine en el orden de las
habitaciones para que no se pierda.
Luego de ello, me pregunte qué iba a hacer para matar el
tiempo. ¿Debía leer libros? No era del tipo que generalmente
leía mucho, pero tampoco había podido leer en los últimos
años por el trabajo.
De repente, el estudio de Keith vino a mi mente. Cuando entré
por primera vez en la mansión, Charles me guio por la casa.
Conocía el estudio, pero no había entrado en ese momento.
El estudio estaba a medio camino entre la habitación de Keith
y mi habitación. Inadvertidamente miré la habitación de
Keith. ¿Qué importaba lo que él estuviera haciendo ahora?
Estaba ocupado viviendo ahora mismo. Apresuradamente,
entré al estudio.
—Ah...
La admiración fluyó desapercibidamente ante la magnífica
vista. Inesperadamente, el techo del estudio era muy alto.
Había una escalera a un lado. El techo interior era redondo
en forma de cúpula, pero el techo exterior era puntiagudo
como un castillo gótico, podía obsérvalo desde el exterior. La
luz del sol que entraba por la ventana de techo alto iluminaba
un lado de la estantería. Miré fijamente el polvo que flotaba
en el aire. ¿Qué libro debía leer?
Estaba abrumado por tantas colecciones que no pude llegar
a una decisión. Pero al dudar y mirar alrededor de la
estantería, luché por encontrar una novela moderna.
Después de buscarla, tuve que decidir qué autor leer, había
varios libros de años o idiomas diferentes. Por supuesto, me
costó entender cuál me convenía mejor. Al final, el libro que
seleccione cuidadosamente fue una novela de un escritor
alemán que había sido producido como una película. Disfruté
viendo la película. Entonces, pensé en leer la novela, pero la
olvidé en mi vida ocupada. Cuando vi la foto del autor, me
intrigué. Sonreí inadvertidamente. Cuando miré el reloj era
una hora más tarde.
—Yeonwoo. —Charles estaba caminando hasta que, de pie y
frente a mí, abrió la boca tan casualmente como de
costumbre—: ¿Estás bien? Los invitados llegaran pronto.
—Oh, sí, ahora salgo.
Charles miró el libro en mi mano y dijo que parecía
convincente.
—Emily me dijo que descansara en la sala de empleados. Le
llevaré algo de comer ahí.
—Gracias.
Me despedí y salí a toda prisa. El tiempo se acercaba.

✤✤✤✤✤✤

Llegué a la habitación vacía de la sala de empleados y me


acosté en la cama. Tenía que esperar por horas. Cuando me
acosté, miré al techo, luego abrí el libro, pero no podía
entenderlo.
En la Francia del siglo XVIII, un hombre vivía...
Leí la misma línea una y otra vez, pero aún así el texto era
confuso.

✤✤✤✤✤✤

Repentinamente desperté con el sonido del celular. Me


acosté, parpadeando sin comprender. Era Emily.
—Ah. Lo siento, Emily. ¿Ya termino?
—Hola. ¿Aburrido?
—... ¿Se fueron los invitados? ¿Debería ir ahora?
—Sí, puedes venir ahora. Estoy arreglando un poco ya que
está algo desordenado. Por cierto, ¿aún no ha cenado? ¿Le
llevo la cena a la habitación?
Decliné apresuradamente.
—No te preocupes, Emily. gracias.
Me despedí y colgué. La ventana ya estaba oscura. ¿Qué tan
ocupados estaban todos? Incluso, si no era mi trabajo, todos
estaban ocupados, me sentía culpable de solo dormir. Ayudar
con la limpieza iba a ser lo mejor. Tenía prisa y salí. Todo lo
que llevaba era un teléfono celular y un libro. Estaba
silencioso, no había gente en la sala de empleados.
Traté de adivinar dónde podría haber personas, para no
causar tantos problemas. La respuesta llegó rápidamente al
pensar en qué zonas se moverían los invitados. En la sala de
recepción, talvez conversaron y luego se fueron al salón de
té. Entonces, la cocina era probablemente el lugar más
concurrido en este momento.
Recordé a Emily y Charles, quienes a menudo se negaban a
aceptar mi ayuda, pensé que sería lo mismo si la ofrecía
ahora. Pero, aun así, estaba dispuesto a preguntar. Las luces
que iluminaron toda la mansión se desbordaron hacia el
jardín, seguí caminando.
De repente me detuve ante el siniestro sonido que vino de
atrás. Mi espalda se tensó incluso antes de comprobar qué
era. Quizás era solo el viento. Traté de calmar mi mente y
miré hacia atrás lentamente. Caminé y pronto miré hacia
abajo muy lentamente. Luego, a una distancia no muy lejana,
me encontré con un par de ojos, mi cuerpo se tensó.
Era un rottweiler.
Un enorme perro de pelea, que solo había visto en imágenes,
me estaba rugiendo. «¿Qué? ¿Por qué no me dijeron que ese
perro estaba aquí?». Numerosos pensamientos pasaron a la
vez en mi cabeza, pero todos eran preguntas sin sentido y no
ayudaban en esta situación. «Debería llamar a alguien».
Apenas abrí la boca, pero no hubo sonido. Al mismo tiempo,
la ansiedad se aseveró. Entonces… «¿Quién iba a venir?
¿Cuándo? ¿Cuánto tiempo tardarían?».
Me estremecí y caí al suelo. Abrí los ojos en este momento.
Casi simultáneamente, el perro ladró salvajemente. Mis
brazos estaban envueltos alrededor de mi cabeza. Incluso, el
aire descendió. Ni siquiera podía gritar, estaba congelado.
Fue cuando un grito salió volando de la nada.
—¡Alex, para!
Y eso fue todo. No hubo más ataques. Por orden de alguien, el
perro estaba tranquilo. Mi mente estaba en blanco. Pude ver
al perro corriendo hacia una persona. No muy lejos, un
hombre que parecía ser el dueño estaba de pie.
—Siéntate, Alex.
Era la misma voz de antes, una voz fría. El perro siguió una
orden con una actitud dócil. Lentamente moví mi mirada. Era
un hombre que ya conocía el que sostenía el collar del perro.
Él también me reconoció.
—¿Yeonwoo? —preguntó con una sonrisa familiar—. ¿Qué
estás haciendo aquí?
Era Grayson, me senté y lo miré sin expresión.
Bésame mentiroso • Capítulo 10

El perro estaba ridículamente tendido a sus pies mientras él


me miraba con el ceño fruncido, aun así, mantenía su cara
sonriente, lo que me hacía sentir incómodo.
Apenas abrí la boca para hablar, sin embargo, no hubo
sonido. El aroma de las feromonas había hecho que mi
corazón latiera fuertemente. Si el olor hubiera sido más
denso habría perdido el autocontrol, otra vez. Estaba
agradecido por el viento que venía desde atrás.
Tenía que despertar, apreté mis puños e intenté no perder el
conocimiento de alguna forma. Está bien, había muchas
personas que me ayudarían si algo pasaba. Estaba realmente
bien. Apenas me puse de pie, sentí una sensación de
incomodidad que pareció agotar mi energía.
—Hola, señor Miller. ¿La reunión terminó bien hoy?
Difícilmente podía hablar. Traté de relajar mi cuerpo, pero la
sensación de presión no disminuyó mucho. Grayson levantó
ligeramente ceja y abrió la boca mirándome, aún con una
sonrisa:
—No respondiste a mi pregunta.
El momento fue vergonzoso. ¿Qué me había preguntado ese
hombre? Apenas recordaba sus palabras.
—Hoy hubo una fiesta.
—Ajá.
Solo entonces Grayson escupió un signo de exclamación
exquisitamente corto. Me quedé en silencio.
—Todos han vuelto, pero yo, por este sujeto… —dijo en una
posición mirando hacia abajo con una sonrisa hacia el
Rottweiler que estuvo a punto de atacarme pero que ahora
meneaba la cola—. Abrí los ojos por un momento, y cuando
me di cuenta se había ido a alguna parte, lo estaba buscando.
Este chico.
Él se rio, pero yo no lo hice en lo absoluto. Casi me desmayé
y morí. ¿Cuántas personas podían reírse en esta situación?
Aunque yo no era el único en la mansión, sabía que había
algunos empleados cerca de aquí. ¿Estarían bien? De pronto,
Grayson dijo como si hubiera penetrado en mis
pensamientos:
—Pero no suele atacar. Creo que le gustaste mucho,
Yeonwoo. —Se rio y preguntó—: Si lo piensas, ¿te gustaría
aparearte con Alex en tu ciclo de calor? Está bastante
desesperado.
Por un momento, mi piel se puso de gallina. Grayson se
encogió de hombros, sin decir nada.
—Era una broma.
Al menos, era cierto que era una broma. Me quedé sin aliento
y seguí intentando abrir la boca:
—Entonces… Sr. Miller, estoy...
—Espera un minuto.
De repente, no tuve más remedio que parar allí, mientras me
preguntaba qué estaría pensando, fue cuando Grayson dijo:
—¿Entonces por qué estás aquí? No hay nada que puedas
hacer en primer lugar.
Estaba realmente curioso. No sabía si solo estaba
bromeando. En realidad, nunca sabía cuándo hablaba con
sinceridad, de igual forma, no estaba seguro del por qué lo
había encontrado aquí.
—... Disculpe.
Apenas dije eso, me di la vuelta. Quería entrar a la casa y más
específicamente, a mi habitación y esconderme. Sentía que
me faltaba la respiración. Las cosas no estaban saliendo
como lo había previsto.
—Yeonwoo. ¿Qué es tan urgente?Grayson me llamó con una
voz llena de risas. Como siempre, estaba tratando de decirme
algunas palabras más con una broma ligera. Lo sabía
claramente, mi cabeza lo sabía, pero mi cuerpo no podía
evitarlo.
—... ¡Hola! ¿...?
En el momento en que Grayson me agarró del hombro, dejé
de respirar y grité. La cara de Grayson se sorprendió a la
vista, pero eso fue todo. Me caí y terminé sentado suelo.
—¿Yeonwoo, Yeonwoo? ¿Qué pasa?
Grayson preguntó, avergonzado, pero no pude decir nada.
Seguía respirando solo por la boca. Mi cabeza estaba tensa y
mis ojos parpadearon. ¿Estaba muriendo?
El miedo agarró todo mi cuerpo. Tenía la boca abierta pero
no entró oxígeno. Gradualmente, la conciencia se volvió
borrosa. Mientras tanto, el aroma de Grayson todavía flotaba
dulcemente sobre mi nariz; fue cuando de repente, alguien
me abrazó por detrás.
Todo mi cuerpo estaba envuelto en una rica fragancia de
feromonas.
—Está bien. —Una voz tranquila y calmada fluyó en mi
oído—. Está bien, respira lentamente...
La voz tranquilizadora era claramente familiar. Conocía al
dueño de esa voz. Lo sabía muy bien.
—... ¡Ugh!
De repente entró el aire y respiré, una leve tos salió. Oh,
gracias a Dios. Mi mano temblorosa se aferró a su camisa.
Era Keith. Era la feromona de Keith.
—Hmm...
Dejé de llorar. No pude resistir mis emociones. Mientras
sacudía mis hombros y me ahogaba, escuché la voz de
Grayson, que permaneció en silencio hasta entonces.
—¿Qué…? ¿Qué pasó?
—Cállate, Grayson. —Keith se expresó con una voz
completamente diferente a la de antes—. Deshazte de tu
feromona.
—¿Qué?
Grayson preguntó, aparentemente confundido, pero Keith
dijo lo mismo con una voz fría:
—¡Deshazte de tu feromona!
Hubo silencio por un breve momento. La feromona de
Grayson, se redujo significativamente. Respiré temblando. La
fragancia de Keith había entrado por completo en mí.
Apenas calmé mi respiración agitada. Cuando mi mente se
alejó, mi cuerpo fue liberado. Keith abrazó mi cuerpo que
había sido completamente liberado.
—¿Por qué...? ¿Qué es esto?
Como si Grayson no pudiera soportarlo más. Keith levantó la
mirada y no me vio.
—Cuando absorbe otra feromona que no sea la mía le
provoca convulsiones y ataques de pánico.
—¿Qué?
Keith respondió tan simple como molesto:
—El día que tuvo el incidente con Ken. Por eso.
Por un momento, Grayson guardó silencio.
—¿Lo que sucedió hace unos meses?
Keith me miró en lugar de responder. Yo lo miré sin
comprender. Grayson me miro extrañado.
—¿Pero solo tus feromonas están bien? ¿Todas las otras
feromonas le provocan eso?
Keith asintió.
—Bueno. —Grayson volvió a quedarse sin palabras. Un
silencio ominoso continuó—. ... Entonces… ¿Tienes que
calmarlo cuando esto sucede? ¿Por cuánto tiempo?
Keith no respondió.
Grayson tampoco parecía querer una respuesta, pero pronto
agregó como una broma:
—¿Por qué no duermes con él? Creo que te gustará.
—Cállate, Grayson.
—Ja, ja, ja. —Grayson se rio a carcajadas, aunque pronto se
convirtió en una risa amarga—. Pobre Yeonwoo.
Miré a Grayson con ojos nublados. Me estaba mirando
fijamente, con una sonrisa como siempre.
Ese hombre se había dado cuenta.
Bésame mentiroso • Capítulo 11

Un profundo suspiro fluyó.


El aire de la noche era frío, así que mis brazos estaban
envolviendo mi cuerpo, pero no quería volver a buscar ropa
de abrigo. Keith actualmente, está teniendo sexo con una
acompañante, por lo que no puedo entrar a la casa así que,
deambulo por el gran jardín. Olí cuidadosamente las
feromonas que se desbordaban. El aire dentro de la casa
estaría tan húmedo que no podría soportarlo. Tenía miedo
de entrar a la mansión.
—Yeonwoo, ¿estás aquí? Charles me encontró y habló. Dudé
y asentí. Él abrió la boca con la cara inexpresiva, como
siempre—: Se terminará pronto. ¿No hace frío? ¿Deseas
alguna bebida caliente o ropa de abrigo?
—Oh gracias. Ropa de abrigo, por favor.
Charles asintió brevemente.
—Vendré pronto.
Dicho esto, desapareció como el viento y yo me quedé allí,
frotándome los brazos. ¿Qué hora era? Inadvertidamente
miré con tristeza mi muñeca vacía. Keith a veces las llamaba
al hotel y otras veces a su casa. Aunque está vez, el periodo
había sido corto, habían sido en espacios de 3 días. La había
llamado todos los días durante la primera semana. No había
nada de que decepcionarme porque se suponía que ya la
conocía. Sin embargo, era difícil verla entrar a su habitación
con orgullo. Pretendí quedarme dormido las primeras veces
y me quedaba en mi habitación desde la tarde, pero debido a
la feromona que se desbordaba, podía ver la situación sin
estar físicamente ahí así que, a menudo deambulaba fuera de
la mansión. Me dolía el corazón a morir.
... Que frío.
Me encogí de hombros. ¿Cuánto tiempo había pasado? En mi
experiencia, parecía que habían pasado tres horas, pero
seguramente habían pasado mucho más. Gracias a él,
siempre tuve que esperar durante al menos tres horas en el
auto cada vez que se encontraba con una compañera sexual
en el hotel. A veces, me dejaba en la mansión y se dirigía al
hotel, pero en ese caso, al cabo de unas horas, al amanecer,
volvía en el coche.
De pronto, escuché un sonido.
—... ¿Ya terminó?
Era una pena que me hubiera olvidado del reloj y mi celular
porque salí antes de lo esperado. Me sentía amargado.
Miré la mansión una vez más cuando un grito fluyo desde la
ventana abierta de Keith.
Los sucesivos gemidos me habían estado molestando por
mucho tiempo, pero lo que me molestó aún más fue que
Naomi, que era la compañera, había durado un poco más de
tiempo que la anterior. Ya era hora de cambiar.
A Keith le podía haber gustado Naomi. Mi corazón pareció
estallar solo por imaginarlo. Después de un tiempo ya no
podía escuchar los gemidos y los gritos, se estaban quedando
sin aliento. La mansión estaba en silencio. Suspiré, fue
entonces cuando por detrás escuché el sonido de la puerta.
Pensé que Charles había vuelto con mi abrigo, pero estaba
mal. Había sido Naomi quien abrió la puerta.
—Oh, Dios mío.
Tan pronto como me vio, me asustó. Naomi, que llevaba un
vestido delgado que hacía relucir su delgado cuerpo y dejaba
al descubierto su abultado pecho, se me acercó.
—¿Eres el secretario del señor Pittman? Eso es bueno.
¿Dónde está el mayordomo? Cuando terminé, le dije que me
gustaría irme a casa.
—... Debe venir ahora.
Ni siquiera tuve que escuchar su respuesta. Un fuerte aroma
a feromona salió de su cuerpo. Naomi era Beta. Así que
estaba perfectamente con la feromona de Keith. De
momento, me sentí celoso. Bajé la cabeza para ocultar mi
expresión. Ella saco un cigarrillo del bolso y lo mordió.
Naomi, escupió el humo durante mucho tiempo.
—¿Eres Omega? ¿También te acostaste con Pittman?
Su voz se oía cansada. Lo comprobé cuando miré sus ojos, los
cuales también lucían de esa manera.
—No... el Sr. Pittman nunca duerme con un hombre.
Curiosamente, mi voz fluyó en mis oídos con tanta calma.
Naomi me miró, tenía una mirada sorprendida, pero no era
mi intención.

—¿De Verdad? ¿Aunque seas Omega?


Repetí las mismas palabras una vez más. Con voz seca.
—No tiene sexo con hombres.
Con un silbido, escupió un largo humo de cigarrillo.
—Sin las disposiciones de confidencialidad... Annabel dijo
que robó el esperma, pero no entiendo. ¿Cómo Annabel robó
el esperma? ¿Y cómo lo descubriste? No la entiendo, yo
hubiera tomado una foto de su pene mientras dormía, y me
hubiera hecho un consolador que se viera igual.
No pude decir nada cuando la miré con una expresión en
blanco, como si estuviera recordando. Había escuchado
varias veces los sentimientos de las compañeras de Keith
sobre sus encuentros en la cama. Sin embargo, traté de
ignorarlo. Naomi, no conocía mis sentimientos, sentí una
tristeza.
—Pero no importa qué tan bien me pueda hacer sentir un
consolador, no sería igual.
Observé su hermosa cara, bastante arrogante.
En ese momento pensé:
¿En serio? Qué tan bueno es...
No sabía cómo reaccionar, estaba callado. Honestamente
tenía curiosidad. Sin embargo, no lo sabría, aunque después
de escucharla, me volvería aún más miserable. Elegí mi
orgullo sobre la curiosidad.
—Me alegra que este satisfecha.
—¿Satisfecha?
Naomi se rio y escupió la actuación:
—No lo has visto, así que no puedes saber. Keith es el mejor
hombre que he visto. ¡Dios mío! ¿Por qué estás tan asustado?
¿Cuándo iba a venir Charles?
Me puse nervioso.
—Espero que no me golpees cuando acabe.
—¿Golpearte?
Lo siento, pero ya era agua derramada, ya lo había dicho. Miré
a Naomi y ella suspiró, luego respondió con franqueza y sin
rodeos:
—Hay muchos casos en los que no puedo aceptar una
despedida, pero con Pittman es diferente, haré lo mejor que
pueda hasta el final, aunque puede haber algunas cosas con
las que no estoy satisfecha.
No tuve que dar una explicación detallada, así que me callé.
Naomi entrecerró los ojos. No podía entender lo que estaba
pensando. Puso un cigarrillo en su boca y dijo con elocuencia:
—Todos están enojados con una persona orgullosa y
arrogante. A ti también te debe estar costando mucho. —Ella
fuma lentamente y sonríe—. ¿Tienes que callar todo lo que
sabes?
Era correcto, pero no podía asentir con la cabeza. Naomi me
preguntó en silencio.
—¿Puedo tocarte sin golpearte?
—¿Sí?
Mientras estaba confundido, ella sonrió alegremente.
—Un Omega puede dormir con una mujer, ¿verdad?
Simplemente no puede tener hijos. Solo seria para disfrutar.
Estaba avergonzado y sin palabras por un momento.
—Lindo. Te pareces a mi hijo.
—¿Hijo?
¿Naomi tenía hijos? Había estado casada dos veces, pero
ahora estaba soltera. No había oído hablar sobre un hijo, y
cuando la visité, solo vi a los empleados dentro de la casa. Me
acordé apresuradamente y pronto la cuestioné:
—... El perrito que crías en casa.
—¡Sí, Mickey!
Al instante no pude manejar mi expresión facial al escuchar
que me parecía a un perro, pero cuando vio mi rostro
distorsionado, se rio a carcajadas, como si fuera divertido.
—Realmente te pareces. Mickey se ve así cuando está
enojado conmigo. Mira esto, ¿es realmente lindo?
Naomi intentó encontrar una foto en su teléfono celular para
mostrármela. Por supuesto, me negué.
Estaba tratando de decirle que iba a buscar a Charles, cuando
de repente se tropezó. Me sorprendió y la atrapé por reflejo.
Las feromonas que la cubrían entraron en mi cuerpo. Dejé de
respirar, pero ya me latía el corazón, las palmas de mis
manos se me mojaron. Me tranquilicé a la fuerza y apoyé a
Naomi; su mirada hacia mí era confusa. Últimamente me
había dado cuenta de la situación, ella estaba afectada por las
feromonas. Si uno se encurtía hasta este punto, no importaba
si eras Beta. Cuando Naomi salió de la mansión por primera
vez, estaba bien, así que quizás las feromonas se fueron
absorbieron poco a poco.
Con un humor amargo, sostuve los brazos de Naomi con
fuerza.
—Es por las feromonas. Asegúrese de bañarse cuando llegue
a casa. Tome medicina también.
Naomi, que parpadeó sin comprender de repente sonrió.
—Es amable, Sr. Puppy.
Posteriormente, sucedió algo inesperado. De repente, ella
agarró mi rostro y levantó sus labios. Nuestras bocas
chocaron sin tiempo a evitarlo. ¿Realmente había sido un
accidente? Me tensé en ese momento y no pude responder de
inmediato. Naomi tenía labios suaves.Ella siguió presionando
firmemente mientras intentaba meter su lengua en mi boca.
De pronto, grité apresuradamente mientras me la quitaba de
encima:
—¿Qué estás haciendo?
—Jajaja.
Ella se rio. Por supuesto que no me reí en absoluto. Aparte
mis labios a toda prisa, pero en esos momentos, Charles salió.
—Charles.
Lo saludé. Charles, que tenía mi abrigo, miró a Naomi y
caminó directamente hacia ella.
— Yeonwoo, por favor entra.
Estaba dispuesto a entregarle a Naomi el abrigo que me
trajeron.
Me apresuré hacia Charles.
—Parece que las feromonas ya han surtido efectos en su
cuerpo, necesita medicamento...
Charles respondió sin rodeos como de costumbre.
—Siempre sucede. No te preocupes.
Cuando miré la reacción tranquila del diácono, lamenté
haber hecho solicitudes innecesarias, aunque Naomi nunca
se dio cuenta de la situación.
—Nos vemos de nuevo, Sr. Puppy.
Naomi se rio y me mando una señal de beso con la mano. No
dije nada. Vi como Charles arrastraba a Naomi y de repente,
me sentí genial. Cuando levanté la cabeza sin que lo supiera,
me detuve momentáneamente.
Keith está en la barandilla del balcón fumando un cigarrillo
mientras me miraba. Ni Keith ni yo hablamos. Solo nos
miramos el uno al otro. ¿Desde hace cuánto que estaba ahí?
¿Hasta dónde había visto? ¿Por qué me estaba mirando? ¿Qué
estaba pensando ahora?
Tenía curiosidad por todo, pero no podía preguntar. Tenía la
camisa desabotonada y el cabello desordenado, lo que lo
hacía parecer más rudo que nunca. Estaba confundido por la
apariencia desconocida de Keith. Mi corazón latía. El aire
nocturno solitario pasó una vez más. Inevitablemente,
levanté la mano y agarré mi cabello perturbado por el viento.
Keith todavía estaba allí, sosteniendo el cigarrillo entre los
dedos.
Después de eso, escupió un largo humo, el humo que fluía en
línea recta se dividió en el aire momentáneamente y luego, se
dispersó por todas partes.
De pronto, su rostro se vio ligeramente distorsionado.
Inadvertidamente sonreí mientras que con un gesto lo
saludé. Keith me miró una última vez y entro a su dormitorio.
—... Ah.
No fue hasta ese momento en que sentí que mi corazón se
tranquilizó y que me había quedado solo en el gran jardín de
la mansión.

✤✤✤✤✤✤

—... Así que decidí publicar un informe hasta el día de hoy.


Me pondré en contacto con el nuevo director y comprobaré
el progreso. No hay cita para el almuerzo, pero si una cita con
el abogado a las tres en punto. Voy a ponerme en contacto
con Chase Miller. Y finalmente, Grayson Miller dejó un
mensaje. ¿Desea que lo llame...?
Una voz seca sin emoción alguna sonó dentro del auto.
Keith no dijo ni una palabra. Hoy le había leído el horario en
el mismo tono.
Grayson Miller me habría dicho:
“Eres tan aburrido. ¿Estás tratando de hacerme dormir?"
Pero Keith permaneció fumando y mirando al frente.
Terminé de leer y esperé su respuesta, no era diferente de lo
habitual. Lo que sucedió ayer en el balcón quizás había sido
un evento sin sentido, pero no podía dejar de pensar en ello.
Tal vez mis vanas expectativas querían darle un significado
diferente. Sonreí amargamente. No debía distraerme.
Miré a Keith, lucía indiferente como siempre.
Ahora que lo pensaba, mi envase de inhibidores parecía que
se había reducido esta mañana, era natural, estaba tomando
más de lo habitual, por lo tanto, se terminaba cada vez más
rápido. Recordando las palabras de Charles, saqué mi celular.
En caso de que no tuviera tiempo de ir a la farmacia, le pediría
que me consiguiera más medicamento.
Cuantos más medicamentos tuviera, mejor.
Charles se había encargado de preparar todo, incluso de los
trajes para usar en la oficina. Eran las instrucciones de Keith,
pero de todos modos no estaba muy cómodo. Debía ir de
compras y conseguir más trajes por mí mismo. Si mejoraba,
tal vez podía irme a casa.
Pensé en ello, y pronto lo ignoré. Tenía que centrarme en este
momento. Keith abrió la boca para enviar un mensaje rápido:
—¿Qué dijo Grayson?
Respondí la pregunta.
—No me dijo nada en específico. Solo pidió que lo contactes.
Keith frunció el ceño, pero guardó silencio. Normalmente, no
era muy hablador.
Por la mañana, iba a trabajar con él en su auto e informaba
sobre el horario del día en el auto todos los días. Esperando
instrucciones, aunque los silencios repetidos se habían
vuelto desconocidos y habían hecho que mi mente se
abarrotara cada vez más. Tan extraño.
—... Chase Miller.
—Sí, señor Pittman.
Cuando respondí de inmediato, él sopló el humo.
—Dile que cambie de roles. No será Sebastián, sino Crow.
—¿Sí? —pregunté sin saberlo y luego volví a hablar—: Es un
papel secundario, no un papel principal.
Keith no dijo nada.
—Bueno. Entonces, ¿quién desempeña el papel principal?
—Debes encontrar un candidato.
—Bien.
Respondí bruscamente y tomé una nota rápida.
Tan pronto como llegué a la compañía, tuve más lugares para
llamar.
Chase Miller. De repente recordé su rostro. Actualmente, era
el actor más vendido en Hollywood y el tercero de su familia.
Ojos color púrpura, Alfa dominante y con una cabellera rubia,
caracterizadora de los Miller.
—Deberá teñir su cabello de negro para el papel —murmuré
inadvertidamente, agregando—: Por supuesto, se adaptará.
Un incómodo silencio fluyó. Keith miró en silencio los
documentos. Revisé rápidamente el horario. Simplemente
escribí lo que necesitaba con un bolígrafo y abrí la boca sin
pensar:
—¿Qué hará en la noche? ¿Desea que invite a Naomi Parker
al hotel?
No me respondió. Esperé y miré hacia arriba, luego pregunté
una vez más:
—Sr. Pittman. ¿Desea que invite a Naomi Parker al hotel?
—¿Qué?
Solo entonces me di cuenta de que Keith no me estaba
escuchando. Nuestras miradas se encontramos sin previo
aviso. Mi corazón latió apresuradamente. Contuve el aliento,
pero no pude escapar de sus ojos. Keith tampoco miró hacia
otro lado. De repente, el espacioso interior del sedán se sintió
ridículamente estrecho. La respiración se volvió difícil, pero
ni siquiera parpadeé. Keith solo siguió
mirándome. Exactamente estaba mirando mis labios. No pude
soportar el momento, lamí mi lengua.
Sus labios, que permanecieron débiles, tartamudearon. De
repente, Keith frunció el ceño ligeramente y dijo:
—Sí tú...
Estaba tenso. Keith endureció su cuerpo para no perder ni
siquiera el aliento. Sin embargo, ya no habló. Todavía me
miraba con el ceño fruncido mientras yo solo esperaba sus
siguientes palabras, aunque Keith ya no parecía dispuesto a
hablar. Lo vi levantar la mano sin siquiera pestañear. Sus
delicados dedos se acercaban a mis mejillas. Estaba tan
mareado que me faltaba el aliento. ¿Era por las feromonas?
¿Estaba siendo engañado por de nuevo por ellas?
Inesperadamente, sonó un teléfono.
Cerré los ojos sin que lo supiera, de repente escuché una
campana. Dudé y levanté los párpados. Keith todavía me
estaba mirando. Con sus manos sobre mí, el timbre del
teléfono todavía seguía sonando. En el silencio, solo las
sonatas para piano de Beethoven se escuchaban.
Suspiré.
Keith, que pareció suspirar brevemente retiró su mano de mi
rostro.
El que estuviera hablando por teléfono, apenas calmó mi
corazón. Cuando respiré lentamente, el suave aroma de las
feromonas que fluían finalmente se sintió en la punta de mi
nariz.
—Por favor, ven al hotel.
Keith, quien hablo abruptamente, colgó el teléfono.
Después de una breve pausa, entendí sus palabras.
—¿Debería hacer la cita para la cena de las 7 en punto?
Keith asintió de manera fugaz. Ya no me miraba.
Rápidamente anote la cita a un lado del cronograma
mientras intentaba deliberadamente vigilar mis emociones
desordenadas.
Bésame mentiroso • Capítulo 12

Después del trabajo, Keith me dejó en la mansión y se dirigió


directamente al hotel. Fue un hecho frecuente, pero al ver la
distancia no pude evitar sentir amargura.
Después de la cena, preparada por Charles, tuve una consulta
con Steward.
—Ahora, ajustemos la frecuencia dos veces por semana y
tratemos con medicamentos nuevos.
Dicho esto, sacó la medicina de su bolsillo. Siempre había
sido un solo medicamento por si perdía el control.
—Si alguna vez tienes una convulsión o ataque de ansiedad,
toma esta. Si no se calma, toma la otra.
La segunda medicina, fue la primera vez que la vi. Tenía
curiosidad.
—Solo toma esta si el primer medicamento no funciona. Es
mejor no tomarla si es posible. Como el efecto es bueno, los
efectos secundarios también son excelentes. Una vez que
tomes el primer medicamento, es importante que intentes
calmarte con ejercicios de respiración. Y si tomas la segunda
tienes que llamarme para verificar tu estado y los efectos que
te pueda producir.
Asentí con la cabeza y verifiqué el orden de la medicina una
vez más.
—Oh.
Cuando respiré profundamente sacudiendo mi hombro,
Steward sonrió y me dio unas palmaditas en el hombro. No
me tense como antes ni tuve miedo. Steward era de
confianza.
Después de despedir a Steward, regresé al salón. Cuando me
quedé solo, un suspiro salió. Me quedé en blanco sin pensar,
pero podía escuchar el sonido del celular. Al principio, no me
di cuenta de qué se trataba.
Parpadeé.
Apresuradamente saqué mi teléfono y revisé quien llamaba.
Era el agente de Chase Miller.
—Hola, lo siento por responder tarde. ¿Qué sucede?
Rápidamente, llevé el teléfono a mi oído y me disculpé.
—Siento llamar tarde. Creo que debería decirte lo que dijo
Chase.
—Sí, por supuesto.
Me preparé rápidamente para tomar notas. Pronto el agente
suspiró. Sentí algo siniestro.
—Dice que no le gusta la condición.
De momento me sorprendí. Había olvidado que Chase Miller
era un hombre orgulloso. Cambiar el elenco podía no ser un
trabajo fácil para un actor, pero había actores que lo
aceptaban, comprometiéndose hasta el final y otros que no lo
hacían. Debí suponer que Chase sería del segundo caso.
—¿No le gusta la condición? —pregunté.
El agente respondió como si estuviera avergonzado por
teléfono.
—Sí, Chase dijo que rompería este contrato. En primer lugar,
ustedes fueron quienes cambiaron el contenido del mismo.
—¡Espera un minuto, espera un minuto!
Tenía prisa por interrumpir sus palabras.
—¿No estabas convencido cuando llamaste durante el día?
Aceptaste el cambio de roles...
—Decidí hacer eso, pero… ¿Qué puedo hacer si a Chase le
disgustaba el contrato?
De nuevo, su profundo suspiro fluyó por el auricular. Por un
momento, no tenía nada que decir. ¿Qué era lo que realmente
no le gustaba? Había presentado todas las condiciones
mucho mejor que la primera vez. Solo había cambiado el rol
de Chase Miller.
Sin embargo, la razón por la cual Chase Miller fue elegido
como un papel secundario en lugar de un papel principal
todavía no era convincente entre los ejecutivos. No obstante,
nadie se atrevió a cuestionar a Keith.
Además, la elección de Keith siempre era correcta. El final de
una película de la que todos no estaban convencidos y de cual
se opusieron, había sido alabada como la mejor película del
año, convirtiendo a un actor desconocido en una estrella.
Entonces, de nuevo la elección de Keith… ¿funcionaría?
Todos estaban dudosos y obligados a seguir órdenes.
—Entonces dime lo que quiere. Lo que no te gustó, cómo
solucionarlo.
No tuve respuesta así que esperé pacientemente.
— Bueno, eso...
El gerente, que inevitablemente abrió la boca, dudó.
—De eso es de lo que voy a hablar con él, y voy a concertar
una cita para vernos.
—Ok.
Era común crear condiciones y dificultar las negociaciones,
pero esa arrogancia contra Keith no tenía que ver con el
contrato.
—Bueno, pero no puedo garantizar que sea aceptado.
—Está bien.
En respuesta a mi advertencia, la otra parte también
respondió con una voz triste. Sentí compasión por la idea de
que este hombre no era diferente de mí.
Fue cuando volví a suspirar.
Escuché un coche afuera. Keith está volviendo a casa. Me
apuré y salí del salón. Cuando salí de la puerta principal, vi a
Charles parado listo para saludar a Keith. El automóvil,
corriendo desde una distancia no muy lejana, dibujó un gran
círculo en medio del pequeño jardín, cuando el auto se
detuvo. El primero en bajar fue Whittaker, se acercó al auto y
abrió la puerta.
Keith, quien bajo enseguida, levantó la cabeza y me encontró,
luego se detuvo. Quizás fue una reacción natural a una
situación inesperada.
—Señor bienvenido. ¿Desea tomar un baño?
El mayordomo, hizo una pregunta con poco acento, este tipo
de días solían venir con una ducha. Keith añadió tan
casualmente como de costumbre:
—Está bien, vete.
Charles asintió brevemente y se fue.
Keith también hizo lo mismo y yo directamente fui detrás de
él.
Keith, quien parecía haber fumado desde que estaba en el
interior del automóvil tenía un cigarrillo entre los labios. A
medida que me acercaba, se mezcló el familiar olor a humo
de tabaco ligeramente con su feromona. Traté de no oler el
aroma del gel de baño que estaría allí. Keith, finalmente subió
las escaleras de la entrada.
Repentinamente, se detuvo.
—¿Qué?
El cigarrillo en su boca me hizo pensar en lo dulce que eran
sus labios. De pronto, imaginé que el cigarrillo sería yo y a
último momento sería arrojado al suelo, sin dudarlo. Pronto
volví a la realidad. Keith todavía me estaba mirando. Mi
corazón latió con fuerza , traté de ocultar mi reacción y
respondí como siempre:
—Hablé con el agente de Chase Miller, pero dijo que le
gustaría reunirse para hablar del contrato, no le gustan las
condiciones.
Las cejas de Keith se sacudieron brevemente. Se quitó el
cigarrillo.
—¿Chase?
—Sí.
Estaba impaciente y me di cuenta. ¿Qué pasaría si se
enoja? Me pregunté. Se me ocurrió con urgencia cómo
respondería si ese fuera el caso. Afortunadamente, también
estaba Charles, por lo que él podía ayudarme si sus
feromonas se volvían más intensas por el enojo. Estaba
aliviado, pero inesperadamente Keith suspiró molesto.
Abrió la boca de nuevo y luego, mordió el cigarrillo que
colgaba de su largo dedo.
—¿Cuándo?
—¿Ah?
Me sorprendió su respuesta, no era la que esperaba.
—No dijo la fecha ni la hora exacta, pero estaría bien el
descanso para el almuerzo del próximo martes, estará vacío.
—Entonces elige eso.
—... Bien.
Pensé que estaría muy enojado o tendría una reacción
similar, pero se terminó así. ¿Keith esperaba que eso
sucediera? Mientras tanto, Charles abrió la puerta principal
esperando a Keith. Pasó junto a él, como siempre.
Keith subió una larga escalera a su habitación en el segundo
piso. Mi habitación no estaba muy lejos de la suya así que,
comencé a perseguirlo sin querer.
Mientras continuaba siguiéndole, pareció detenerse y me
miró.
—¿Hay algo más que quieras decir?
Quería decirle que era la misma dirección hacia mi
habitación, pero en lugar de decir la verdad, hice preguntas.
—Bueno, ¿qué condición está tratando de imponer el Sr.
Miller?
A toda prisa, medité el motivo de la pregunta.
—Si tiene algo que esperar, lo prepararé con anticipación.
Entonces el contrato procederá rápidamente.
Entonces Keith dijo sin dudarlo en absoluto:
—No hay nada especial.
—¿En serio?
Apenas soporté preguntar y preguntar, pero en cambio
redondeé los ojos.
—Solo quiere darme problemas, él es un tipo así.
—De acuerdo...
Estaba confundido.
Keith dijo sacando otro cigarrillo:
—Grayson...
En el momento en el que escuché el nombre de Grayson
esperé en silencio a que Keith volviera a hablar.
—No me importa. Está bien.
—... Está bien.
No tenía nada más que decir, así que me callé. En silencio,
solo sus pasos y los míos resonaron. Keith se acercó al pasillo
del segundo piso.
—¿Estás cansado?
Keith miró hacia atrás. Pensé que le estaba haciendo una
pregunta presuntuosa, pero inesperadamente, fue él quien
abrió primero la boca.
—Un poco.
—¿Hubo mucho trabajo últimamente?
Me apresuré a pensar en la espalda de Keith mientras
continuaba caminando a la misma velocidad. Recientemente,
Keith parecía no tener un buen aspecto. Pensé en la causa,
pero no se me ocurrió nada.
De repente pensé en las palabras de Steward, aunque pronto
lo negué. Las feromonas no se habían acumulado, por lo que
no había nada malo con su cabeza. Keith había llamado a
Naomi con más frecuencia que antes y hoy había regresado
del hotel.
—¿Te importaría si te doy un masaje?
Dicho esto, Keith se detuvo.
Estaba avergonzado. Me miró a la cara. Lamentaba mucho
que me ardiera la cara.
—Eso... Lo aprendí en... Un trabajo de tiempo parcial...
Keith continúo fumando, sus ojos permanecían fijos sobre
mí.
Más tarde, preguntó:
—¿Masaje?
—Sí —asentí—. Solía trabajar a tiempo parcial debido a mis
gastos de vida... Oh, también tengo una licencia. Si no es lo
suficientemente bueno entonces...
Keith lentamente tomó el cigarrillo.
El silencio aplastó mis hombros con tanta fuerza que solo
pasaron unos segundos hasta que volvió a hablar:
—Ven a mi habitación en 10 minutos.
A pesar de escuchar claramente las palabras de Keith, mis
oídos dudaron.
Tak, tak.
Silenciosamente, Keith cerró la puerta y solo entonces me di
cuenta de lo que había dicho.
En 10 minutos.
Grité sin mi conocimiento, así que rápidamente cerré la boca.
Diez minutos habían sido poco tiempo para calmarme.
Respiré hondo varias veces y canté el himno nacional para
tranquilizarme, luego olvidé la letra, así que busqué
apresuradamente en Internet, posteriormente, leí el poema
y respiré hondo nuevamente.
Vi mi reloj, ya habían pasado 13 minutos.
Salí de mi habitación a toda prisa sintiéndome nervioso.
De pie frente a la habitación de Keith, mi corazón palpitó
fuertemente.
Deberían haber pasado 15 minutos ahora.
Llegaba cinco minutos tarde. Respiré hondo y toqué la
puerta.
Pude ver mis manos temblorosas claramente al tocarla. Abrí
lentamente, la vista de la habitación que había visto en la
mañana apareció a mi frente.
Levanté la cabeza y miré a Keith. Llevaba unos pantalones
cómodos de algodón mientras que su torso estaba desnudo.
Era natural, le iba a dar un masaje, pero no podía decidir
dónde dejar de mirar, incliné la cabeza. No obstante, la parte
superior de su cuerpo se quedó impresa en mi mente.
Mi corazón latió con fuerza, como si fuera a estallar. Debido
al sonido de mi corazón, mis oídos no podían escuchar
sonido alguno correctamente. Los nervios de todo mi cuerpo
se pusieron alerta.
Me puse de pie al lado de la cama.
Keith solo me miró y volvió acostar la cabeza.
—Yo… Emm, ¿tienes una loción…?
Su voz ronca se filtró y tosió, luego señaló el baño a un lado
sin decir nada.
Me apresuré a ir.
El diseño del baño no era muy diferente al de mi habitación.
Solo era mucho más amplio. Dentro, los artículos disponibles
eran más o menos similares, incluso vi los mismos
analgésicos simples en el lugar donde solía poner los
medicamentos. Pronto, encontré una loción.
Cuando regresé, miré su cabeza que permanecía volteada,
opuesta a la dirección donde me encontraba mirando, me
sentí aliviado, y cerré los ojos. Si Keith me hubiera mirado a
los ojos, no podría soportarlo. La alfombra se tragó mis pasos,
así que deliberadamente tarareé.
Después de carraspear levemente, me acerqué a él. Keith no
abrió los ojos.
Antes de tocar su cuerpo, hablé primero:
—Señor Pittman, ¿está durmiendo?
Le pregunté porque pensé en irme si estaba dormido, no
quería despertarlo porque lucía cansado, pero a diferencia de
mi pensamiento, Keith pronto respondió:
—No.
Sin querer sonreí y abrí la boca:
—Bien, comencemos... —dije—. Por favor, dime si sientes
incomodidad en algún lugar —agregué como advertencia,
pero esta vez no hubo respuesta.
Me subí a su espalda poniendo ambas piernas separadas
sobre su cintura. Tomé la loción con moderación y la froté en
la mano. Necesité una gran cantidad de coraje para poner la
palma de mi mano sobre él. Respiré tratando de relajarme.
¿Acaso había otro cuerpo perfecto en el mundo?
Los músculos de su espalda, eran firmes como los de un
nadador y sus hombros eran anchos.
Dios mío, solo tocar el cuerpo de ese hombre, era...
Yo había elegido esta suerte. No podía arrepentirme. Respiré
profundamente de nuevo, sin embargo, si continuaba
respirando la feromona de Keith en mi estado actual sabía
que sería el final así que, contuve la respiración a la fuerza
para bloquear la terrible situación. Mis dedos temblorosos
tocaron la piel de Keith, en ese momento, sentí que mi
corazón se había detenido.
No podía contener mi emoción.
Inmediatamente bajé mi palma y presioné su espalda. Había
pasado mucho tiempo desde que ofrecí un masaje, por lo que
fue bastante difícil de recordar. Mi cerebro ardía al tratar de
recordar lo que había aprendió. Después de varias presiones
a lo largo de los músculos, pregunté:
—¿Estás bien? ¿Debería hacerlo más fuerte?
Keith parecía estarlo pensando.
Mientras esperaba una respuesta, me quedé con las palmas
en su espalda. Quería sentir este sentimiento un poco más.
—... Sigue.
En ese momento, sentí alegría y vergüenza al mismo tiempo.
Mi corazón podría estallar y morir, moriría feliz en ese
momento.
—Entonces, continuaré.
Keith no dijo nada.
Todavía permanecía con los ojos cerrados. Ni siquiera podía
mirarlo sin pensar y de repente abrí los ojos, temí ser
atrapado. Mientras tanto, mi mano se movió mecánicamente.
Mis dedos recorrieron sus largos músculos, frotando
lentamente, acariciando su cuello y hombros. Con el paso del
tiempo, mi cuerpo comenzó a recordar. Incluso si traté de no
pensar, mis manos se movían naturalmente así que me sentí
cómodo.
De repente, me encontré frunciendo el ceño. Si yo hubiera
sido mujer, se habría acostado conmigo. Si hubiera sido así,
podría haberle confesado que me gusta, podría tocarle y
besar su cuerpo sin tener que sentirme de culpable. Aunque
sus relaciones terminaban en unos pocos meses, incluso si
eso pasaba no importaba porque una relación con él sería un
sueño.
—... Jaja.
De repente, Keith se rio brevemente. Revisé su rostro. Keith
todavía tenía los ojos cerrados, pero una leve sonrisa en su
boca.
Traté de recordar si había pasado algo interesante.
Keith dirigió su mirada hacia mí.
—¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto?
Lo recordé por un momento y luego respondí:
—Han pasado 3 o 4 años, pero solo lo hice a veces durante
las vacaciones... Sería alrededor de un año si contara la
cantidad de meses.Cuando ingresé a la compañía, tuve el
trabajo más largo. Dudé y pregunté:

—Bueno, tal vez es incómodo...


—No, buen trabajo.
Keith se rio de nuevo. Estaba emocionado en ese momento.
—Hice un buen trabajo preguntando entonces.
—... Aprendiste mucho.
Keith abrió los ojos mientras hablaba con atención. La pupila
púrpura debajo del párpado medio levantado se volvió hacia
mí. Detuve mi mano sin saberlo y lo miré. Keith estaba
realmente cansado, su rostro frío desapareció en cierta
medida. Estaba fascinado y lo miré a la cara.
Caliente.
Sacudí la cabeza y me concentré en el masaje. Keith siguió
mirándome. Me esforcé por mantener una actitud neutra y
concentrarme en lo que estaba haciendo.
El silencio incómodo fue difícil de soportar, así que encontré
algo que decir desesperadamente. Apenas se me ocurrió una
cosa.
—Has estado conociendo a la Srta. Parker por bastante
tiempo.
Estaba ansioso por decirle que me encontraba celoso. Traté
de ocultar la expresión e incliné deliberadamente la parte
superior de mi cuerpo para no alcanzar su mirada, luego me
alejé lo más posible.
—¿Quién?
Estaba avergonzado por lo que estaba preguntando. Le
respondí dudoso:
—La Srta. Naomi Parker. La persona con la que te encuentras
recientemente. La viste hoy en el hotel —dije y agregué—:
¿Debo hacer una reserva para el hotel mañana?
—Ah...
Todo interés desapareció de su cara. Me sorprendió su
reacción inesperada.
—Está bien mañana.
Keith no era de los que se encontraba con su compañera
todos los días. A veces era una vez cada 3 días y a veces cada
4. Sin embargo, me había sorprendido porque no había
tenido más de tres días en los últimos años, y recientemente
había sido casi todos los días.
Tartamudeé avergonzado:
—Yo, entonces... Es una compañera que te ha gustado,
porque la has estado viendo todos los días...
Keith contestó:
—¿Gustado? ¿Ella?
Cuanto más hablaba, más ganas tenía de estar en un pantano.
Murmuré, sintiendo mi cara arder:
—Supongo, porque te has estado reuniendo durante
bastantes días con ella. Lo siento.
La expresión de Keith cambió. Exactamente se rio de mí.
—¿No has tenido sexo solo porque te divertirte?
Estaba una vez más sin palabras. Esta vez estaba teniendo
dificultades para encontrar qué decir. ¿No era por eso que
seguía llamando a Naomi? Además, ¿no le gustaba el sexo?
¿Solo era diversión? Era como había dicho Stewart, solo era
para sacar las feromonas.
De repente, recordé que Naomi elogió la habilidad de Keith.
Lo estaba haciendo muy bien para solo ser diversión.
Un incómodo silencio fluyó mientras me sentía complicado.
Keith todavía me estaba mirando, como si pidiera una
respuesta. Desesperadamente, rodando la cabeza, apenas
respondí:
—Creo que el sexo es con alguien que ames...
—...
Keith no dijo nada. Todavía me miraba con la cara en blanco
que decía que era patético. Por supuesto que era verdad. Yo
era un chico realmente patético. ¿Por qué le había dicho esto
a Keith?
Cuanto más largo era el silencio, más avergonzado me sentía.
Keith sonrió con una risa incómoda.
—Pensé que Grayson era el único que vivía en el engaño.
Aparentemente me estaba ridiculizando.
—No es un engaño, es romántico.
Lo sentía, sin embargo, ya era tarde. Keith me miró
desagradablemente.
Me apresuré a bajar.
—Lo siento.
Mire a Keith para ver si aceptaba mis disculpas o se negaba a
tratar conmigo. Yo, que me había dedicado al masaje por un
tiempo, tomé coraje y abrí la boca. Nunca hubiera podido
preguntarlo si no fuera ahora.
—Si solo es diversión entonces,¿necesitas cambiar de
compañera con tanta frecuencia?
Keith suspiró profundamente.
Abrí mi boca nuevamente para disculparme. ¿Por qué había
hecho esta pregunta inútil? Me arrepentía, pero incluso antes
de decir algo, Keith respondió:
—De todos modos, no importa con quién juegues, si sigues
tratando con una persona se pueden equivocar. Además, los
medios harán suposiciones inútiles.
Entonces me di cuenta. Él era simplemente molesto.
Solo en dos o tres meses, me había enamorado demasiado de
este hombre. No tuve que pensar en ellos. Incluso me
enamoré a primera vista y, ¿cuántos años había tenido este
amor por él? Incluso después de intentar rendirme varias
veces.
Además, en estos días parecía un sueño. Vivir en la misma
casa que este hombre, comer juntos y tener una
conversación como esta. Incluso me abrazó, aunque fue un
acto que tenía que hacer porque tenía una convulsión, tenía
ganas de llorar cada vez que recordaba el momento. Este
hombre hacía latir mi corazón fuertemente algunas veces,
decenas de veces diría, y podía ser que nunca dejara de latir
por él.
Si no hubiera sido tan amable, habría creído que este corazón
podría algún día olvidarlo. Me preguntaba, ¿qué pasaría si
conociera mi corazón?
Me di cuenta de nuevo cuán lejos estaba Keith. Pensé que era
un compañero que no podía tener. Este hombre no tenía la
intención de estar atado a nadie. Especialmente conmigo, un
hombre.
Deliberadamente moví mi mano. Me concentré en el trabajo
y aparté mis pensamientos inútiles.
Entonces, ¿por qué la veía tanto tiempo? Además, el número
de veces era más frecuente que en otros momentos.
Definitivamente pensé que ella le gustaba.
Mi mente estaba abarrotada. Moví mi mano mecánicamente,
sin saber si lo estaba lastimando.
Keith de repente suspiró. Dejé de moverme y lo miré a la cara.
—¿Nos detenemos ahora?
El sonido de su aliento estaba fuertemente mezclado con el
cansancio. Pensé que debía irme a dormir, así que pregunté
con cuidado y en voz baja porque tenía miedo de despertarlo.
—¿Está dormido?
Gentilmente levanté mi mano e intenté salir de la habitación,
pero de repente atrapó mi muñeca. Me sorprendió y miré
hacia atrás.
Keith me estaba mirando.
Bésame mentiroso • Capítulo 13 | Final de Vol. 1

Contuve el aliento y lo miré. Keith también guardó silencio.


En silencio, solo la muñeca que sostenía temblaba con una
leve sensación de ardor. Inadvertidamente lamí mis labios
secos con mi lengua. Pensé que tenía que decir algo, pero no
me vino nada a la mente. Keith solo me miró.
—Ah... ¿Necesita algo más...?
Al final de la oración, mis palabras parecieron perder fuerza.
Keith no debía haberme escuchado. Sentí que mi corazón iba
a estallar en tensión.
—¿...?
Quería preguntarle por qué estaba haciendo eso, pero no
hable. Keith miró hacia abajo enfocando la muñeca que
sostenía.
Qué demonios. Su rostro parecía estar enredado con
emociones complicadas, las cuales eran más difícil de
adivinar. ¿Por qué Keith no podía abrazarme con esa
mirada?
Keith, que soltó un suspiro de repente me soltó, y me tropecé
de regreso a la realidad.
Keith me rechazó sin verme.
—Está bien, sal.
Después de cerrar la puerta, mi muñeca se tiño de morado.
Sentí mi cara calentarse. Suavemente levanté mi mano y puse
mis labios sobre las marcas.
—...Ah.
Suspiros profundos fluyeron. Mi corazón estaba latiendo
como loco, no podía caminar. Me apoyé en la puerta de su
habitación, y sin querer tuve que cerrar los ojos para respirar
durante mucho tiempo mientras estaba de pie.
✤✤✤✤✤✤

Intente abrí los ojos por la mañana, sin querer gruñí. Después
de algunos intentos, apenas levanté mis párpados. Cuando
revisé mi muñeca sin saberlo, estaba ligeramente magullado.
En silencio, me toqué. Mi pecho latía con fuerza, mientras
estas contusiones permanecían.
Toqué mi muñeca con mis labios, pero de repente escuché un
golpe. Aparte la mano apresuradamente.
Me senté en la orilla de la cama.
Charles, entró.
—¿Estás despierto? ¿Qué te gustaría para el desayuno? El Sr.
Pittman dijo que comerá en su habitación.
—Ah...
Era una voz llena de desilusión incluso para mí.
Apresuradamente salí de la cama.
—Bajaré y comeré. Gracias.
Después de confirmar el pedido como siempre, Charles salió
de la habitación. Después de eso, suspiré y dejé caer mis
hombros. La mesa donde desayunaba con Keith todos los
días no era demasiado grande. Era hora de comer juntos una
vez al día, pero por qué me había acostumbrado tan rápido.
—Ah.
Incluso el sonido de un tenedor golpeando la mesa sonó tan
fuerte que escupí un suspiro. Charles se puso de pie a mi lado
intentado llenar mi vaso de jugo, me negué. Cuando regresé
a la habitación y terminé los preparativos restantes, de
repente me mareé.
Mientras estaba apoyado en la pared contuve el aliento por
un tiempo, sentía una sensación que sacudió mi
cuerpo. Sabía lo que era este sentimiento. A veces pasaba una
vez al mes por un tiempo corto y otras veces, cada pocos
meses por un tiempo prolongado.

✤✤✤✤✤✤

Incluso en el auto que usábamos para trabajar, Keith nunca


me vio a la cara. Fingí trabajar y miré la pantalla de la tableta,
luego abrí y cerré el horario sin querer.
El silencio había sido más largo que nunca. De repente, el
último día que lo vi me vino a la mente. Desayunar en su
habitación esta mañana podía haber sido un simple capricho.
Sin embargo, cuando recordé el día anterior, sentí algo
inusual. Abrí la boca varias veces y luego la cerré. No era
probable que respondiera solo preguntando por qué estaba
de mal humor, ya que solo escucharía palabras sarcásticas,
las cuales me lastimarían. Ya lo había experimentado.
Elegí no preguntar más.
Afortunadamente, era bastante notable que estaba de mal
humor sin mucho esfuerzo. Aunque realmente hoy era
extraño.
Mi teléfono celular me sorprendió por las vibraciones junto
al sonido de la campana. Lo saqué tan pronto como confirmé
quién era, y contesté:
—Emma, ¿qué pasa?
Le pregunté con asombro.
—¿Puedo no ir a trabajar? Le pediré a Rachel que le dé las
instrucciones matutinas.
—Claro no hay problema... ¿Pasó algo? Si necesitas ayuda,
dime, Emma —agregué seriamente a la atmósfera inusual.
Ella respondió con una voz ligeramente suavizada:
—Gracias, Yeonwoo. Lo haré.
Abrí la boca torpemente:
—Emma me dijo que no podía ir a trabajar porque tenía un
inconveniente personal.
Keith no dijo nada.
Cuando lo miré, me sentí incómodo y abrí la boca para decir
algo nuevamente, pero fue Keith quien habló primero:
—¿Cuándo vas a mejorar?
De repente me sentí avergonzado por un momento y me
quedé sin palabras. Creo que había mejorado mucho hasta
ahora. Le había comentado lo que Steward mencionó
respecto a mi mejora; pero estaba seguro que pronto estaría
bien, con confianza. Repentinamente recordé el ataque de
pánico que había tenido cuando me encontré con Grayson
hace un tiempo. No podía. Nunca podría salir de la oficina sin
Keith.
Keith me miró buscando algo que decir, frunció el ceño y giró
la cabeza.
—Eres realmente molesto.
De momento, mi corazón se volcó. Había olvidado que me
mantuvo cerca por conveniencia. La mano tierna que me
abrazó y la voz suave que me calmo, habían sido solo una
ilusión, tanto que supuse que tendría sentido. Por supuesto
que ya lo sabía. Solo quería fingir que no sabía y estar en esa
fantasía por más tiempo.
Aun así, «¿necesitaba repentina y cruelmente llevarme a la
realidad?». Pensé mientras miraba mi rostro seco a través de
la ventana. Por supuesto, este tipo no sabía nada de mi
mente. No sabe o no necesita saber que estas palabras me
duelen. Incluso si lo supiera, ¿podría cambiar la actitud de
este hombre hacia mí? No soy nada para él.
—Lo siento por las molestias.
No hablé más y pensé en la próxima consulta, debía pedirle a
Steward que me dijera cuándo iba a estar mejor. ¿No había
otro tratamiento? Si había tal cosa, lo aceptaría y le diría.
La cara que estaba frente a mí a través de la ventana del auto
todavía no tenía expresión. No podía confiar en Keith para
siempre. Si este hombre realmente se cansaba de mí, esta vez
iba a rodar hasta el fondo.

✤✤✤✤✤✤

La cita con Chase Miller se decidió después de algunas


rondas. También esperaba que esto fuera difícil.
—¿No dijiste que el miércoles es posible?
No pude ocultar la voz furiosa.
—Así es, el horario está vacío y lo comprobé varias veces,
pero de repente hubo un imprevisto...
—¡Dime por qué, por qué rompiste tu promesa el mismo día!
El agente abrió la boca.
—No tiene ganas de salir...
—¡... !
Tiré de mi cabeza y miré hacia el techo. Tardé unos segundos
en suprimir mis emociones.
—¿Planeas continuar con el contrato?
Me sentí repentinamente exhausto, había preguntado sin
dudar. El agente respondió apresuradamente:
—Por supuesto, Chase está muy satisfecho con el papel. Ah,
por supuesto, el papel anterior.
—¡Pero por qué...!
El gerente dudó:
—Eso es solo que se siente diferente...
—...
Pensé en las citas que leí en alguna parte. Después de pasar
mucho tiempo, dije con calma.
—Entonces, cuando acepte el papel y complete el contrato,
reunámonos. Si pospone una cita más, entonces...
No podría decir nada como romper el contrato a voluntad.
—Si interrumpe una cita como esta, será muy difícil para
usted administrar su agenda...
No había diferencia entre nosotros. Realmente quería
consolar, tendría que programar otra cita con él.
—Por favor, cumpla su promesa esta vez.
Colgué.
Sin embargo, no tenía confianza en sus palabras. ¿Qué iba a
decir Keith si le dijera que le he hecho una cita nuevamente?
Últimamente parecía que su mente estaba en otro lugar, era
tan indiferente. Creí que me iba a estallar la cabeza porque
estaba escribiendo el horario restante. A medida que
avanzaba, reorganizaba el horario de Keith, luego comencé a
hacer llamadas urgentemente.

✤✤✤✤✤✤

—Vamos, señor Pittman. El recepcionista, que fue saludado


bruscamente, lo guio directamente a la reserva.
Dejando a Whittaker y otros guardaespaldas en la entrada,
seguí a Keith. Estábamos en un lugar en el que había estado
muchas veces, pero todavía me sentía abrumado cada vez
que venía. Caminé con la espalda estirada intencionalmente
para no estar abrumado. Las personas comían y bebían café
en lugares como este.
Keith se sentó primero en el asiento al lado de la ventana.
Había una silla para sentarse un poco lejos de él. Me senté en
silencio.
Revisé el reloj de pulsera. Hasta esta mañana, mi corazón
estaba irritado. Afortunadamente, en las dos llamadas de
confirmación que hice, el agente dijo:
—¡Hoy debe ser!
Respondí con certeza. Esta vez podía creerle, pero estaba
ansioso.
¿Chase Miller se apegaba incluso a sus citas? Lo recordaba
por su nombre, pero nunca lo había visto realmente. Era la
primera vez que lo vería. ¿Cómo se verá?
A pesar de eso, tenía curiosidad. No era la edad o la situación
para gritar de alegría por las celebridades, pero era cierto.
Incluso como secretario del propietario del grupo de
entretenimiento, había conocido a los principales actores.
Era una experiencia inusual verlos de primera mano.
Entonces, me pregunte si Chase Miller había venido a la fiesta
el año pasado. Obviamente se hubiera enviado una
invitación. Recuerdo que Grayson asistió, pero no recordaba
algo sobre Chase. Me detuve por un momento, pero de
repente vino un empleado.
—Oh gracias. —Me entregaron el menú, después me dirigí
hacia Keith y hablé con cuidado—. Sr. Pittman, ¿le gustaría un
café expreso? ¿O té?
Keith respondió sin mirarme:
—Té.
—De acuerdo. ¿Puedo elegir las hojas?
Keith no dijo nada. Era el significado de su consentimiento.
Después ordené que se mezclaran algunas de las hojas que
parecían ser del gusto de Keith.
—Me gustaría lo mismo.
El personal volvió con hojas de té para probar. Me enderecé
y miré la espalda de Keith. Siempre era lo mismo que ver. Su
aroma suave y fluido, su cabello oscuro cuidadosamente
recortado, su nuca fuerte, sus hombros duros.
De repente pensé: «Ahora es el momento de aclarar tu
mente». Recordé cuando rompió mi corazón por primera vez,
habían pasado años desde ese día. Había renunciado a la idea
de ser amado por él, pero igual habían pasado varios años y
yo aún seguía sin rendirme. No habían sido solo una o dos
veces que decidí terminarlo. Este tonto corazón nunca sería
recompensado, lo sabía demasiado bien, pero no podía dejar
de ser estúpido.
Era irónico, yo solo era ahora una molestia para él.
“Eres realmente molesto”.
Cuando volví a tocar mi corazón, cerré los ojos y lentamente
los abrí de nuevo. Nada había cambiado. Keith seguía
mirando en la misma dirección, apartado de mí, y yo miraba
su espalda. Pensé que estaba cansado de este amor por
primera vez. Me pregunté si había llegado el momento de
cerrar realmente mi corazón.

✤✤✤✤✤✤

El sonido de la taza fue débil. Keith ya había terminado su


primer té. Me pregunté qué debía ordenar. Observé con
impaciencia, pero no vi signos de Chase Miller.
¿Había sido un accidente al venir? No podía creer que
hicieran esperar a Keith dos horas.
Al final de los 30 minutos, llamé al gerente, pero él dijo:
—Voy a ir pronto.
Esperé 30 minutos más, pero nuevamente fue lo mismo.
En la siguiente llamada espeté:
—¿De verdad vas a venir?
Estaba perplejo cuando dijo:
—Iré.
Pero no tenía confianza. Ya era la segunda hora. No estaba
actuando de nuevo. Estaba irritado, me volví a mirarlo de
nuevo y encontré la taza de Keith vacía. Rápidamente me
levanté y miré a los ojos de Keith. ¿Debía ordenar
nuevamente?
—Yo, señor Pittman.
Cuando abrí mi discurso con cuidado, Keith se levantó de
repente. Me sorprendió y retrocedí como si saltara
involuntariamente, Keith estaba mal visto por mi tardía
reacción. Miré hacia abajo.
—Lo siento.
Keith se mantuvo en silencio y comenzó a caminar hacia la
salida. Perseguí su gran paso.
—Gracias por venir, por favor regrese de nuevo.
Fue hora de cruzar el pasillo justo después de que el personal
de la entrada se despidiera.
—... ¿Eh?
De repente, un hombre apareció a la vista. En algún lugar,
parecía nervioso y ansioso, cuando se encontró con Keith se
detuvo, luego cerró los ojos y juntó las manos, como en un
acto de rezar.
Incliné la cabeza.
—¿Qué...?
Observé con atención, pero Whittaker se acercó de repente y
habló en voz baja:
—Yeonwoo, ¿qué sucedió con Chase Miller? ¿No vino?
Nosotros estuvimos custodiando la entrada, pero ni siquiera
vimos su sombra.
También parecía tan avergonzado como yo.
Después de tragar la saliva seca, asentí.
—No vino.
—Jesús, ¡cómo así...!
Fue entonces, cuando Whittaker escupió una pequeña
blasfemia. De repente, un hombre sospechoso intervino. Era
el hombre que había visto antes, escupí una breve
exclamación. Nadie tuvo la oportunidad de detenerlo.
Repentinamente pude ver su ataque contra Keith tan
claramente como una pantalla lenta e incluso vi como sacaba
un arma afilada de sus brazos.
—¡Keith...! —grité fuertemente.
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 1

Fue solo un momento, pero creo que incluso después de


varios años, podría recordarlo claramente. El hombre que
sostenía el cuchillo se abalanzo sobre Keith, los
guardaespaldas corriendo detrás de él.
—¡Keith! —grité de miedo.
No había nada en mi cabeza. El único pensamiento era Keith.
Tenía que detener a ese hombre, tenía que tomar ese
cuchillo, tenía que cuidar a Keith…
Corrí con todas mis fuerzas. Extendí la mano e intenté
detener al hombre. La escena se desarrolló lentamente frente
a mí. Muy lentamente, el hombre se estaba moviendo. Un
pequeño esfuerzo más, si me acercaba un poco más. El
hombre estaba sosteniendo un cuchillo. Dibujaba una gran
sonrisa. Keith parecía retroceder, pero ya era tarde. El
cuchillo del hombre entro en el brazo de Keith frente a mis
ojos.
—¡...!
La sangre estallo frente a mí. Los gritos sonaron aún más
fuertes. Los guardaespaldas se apresuraron por todas partes.
El hombre fue abrumado por los guardaespaldas y lo tiraron
al suelo.
—¡Malditos, son unos demonios! ¡Muerte a los Alfas! ¡La
destrucción viene!!
Estuve en blanco por un momento. No podía creer que
hubiera fallado. Me acerqué con todas mis fuerzas, pero ya
era tarde. Keith ya estaba herido en un brazo y estaba
sangrando. Tenía prisa y de inmediato me acerqué a él y
desaté mi corbata.
—Dejará de sangrar —dije y agregué—: Creo que sería más
rápido ir directamente al hospital. ¿Estás bien?
Cuando se lo pregunté en un tono rápido, Keith asintió
brevemente sin ningún cambio en su expresión. Miré a
Whitaker de inmediato.
—Voy a ir al hospital más cercano ahora mismo. Me pondré
en contacto con usted. Entregue al atacante a la policía y
reporte lo que sucedió. Por favor.
Miré a Keith nuevamente.
—¿Estás bien? ¿Puedes caminar hacia el auto?
Mi voz sonaba tan extraña.
Era tan espeluznante escucharme a mí mismo. Keith me miró
y avanzo sin responderme.
—... Sí, Keith Pittman ahora está aterrorizado. Llegará en los
próximos 10 minutos. Es una puñalada y mide
aproximadamente 4 o 5 pulgadas. No sé la profundidad, pero
puede moverse y ha dejado de sangrar. Sí, necesita
tratamiento tan pronto como lleguemos.
Después de llamar a la sala de emergencias, le informé a
Keith.
Keith, sentado a mi lado, debería haber escuchado todas las
llamadas, pero no hubo respuesta. Estaba ansioso de que se
desmayara porque estaba sangrando.
—Yo controlaré la prensa para que este atentado no sea un
problema.
Era natural que no hubiera necesidad de informar, pero
deliberadamente hablé con Keith.
Keith no me respondió, pero de alguna forma me sentí
aliviado. A pesar de que até lo más fuerte que pude la corbata,
la sangre continuaba saliendo.

✤✤✤✤✤✤
El personal médico que esperaba curó de inmediato la herida
de Keith.
—Pueden quedar o no cicatrices... Como sabe, es diferente a
otros pacientes.
El médico no tenía mucha confianza. Fue una suerte que la
herida se curara rápidamente. Contrariamente a mi
preocupación, no hubo otras lesiones. Todo lo que tenía que
hacer era coser la herida, dijo el médico.
—Tiene que volver otra vez para retirar los hilos. Cosí
bastante…
Después de completar el procedimiento, estaba ocupado
llamando a todas partes para mantener la seguridad.
También llamé a Charles para informar la situación y
comentarle sobre los cuidados de Keith.
Debía cuidar su herida. Compré una camisa de cambio y me
dirigí a la habitación del hospital donde se encontraba Keith,
había varios guardaespaldas en la puerta.
Después de abrir observe a Keith que se encontraba sentado
en la cama, inmediatamente me miró.
Cerré la puerta.
Me acerqué a él y saqué la camisa nueva.
—Por favor, póntela. ¿Cómo está la herida?
Keith levantó el brazo. Un vendaje estaba envuelto alrededor
de su musculoso brazo.
—Se trata de coser algunos puntos. El médico dijo que era
muy bueno en la hemostasia.
Se rio.
Ningún pensamiento me vino a la mente. No dije nada, saqué
la camisa de la caja y la desdoblé. Keith se quitó la camisa rota
que llevaba puesta. Extendió los brazos y le ayudé a ponerse
la camisa, haciendo todo lo posible para evitar lastimar la
herida.
Keith estaba tratando de cerrar el botón de la camisa cuando
el frunció ceño. En el momento en que trató de abotonarse,
tiró de la herida y le llegó un dolor.
—¡Yo! Lo haré.
Me senté en la cama y comencé a cerrar los botones. Cada vez
que abotonaba uno por uno, me venían poco a poco los
recuerdos. El hombre que había atacado a Keith, el cuchillo
que se clavó en su brazo, la sangre roja que se dispersó
gradualmente e incluso yo, indefenso e incapaz de hacer algo
para ayudarlo.
Detuve mis manos. Para ser exactos intenté seguir pero fallé,
mis manos me fallaron. Una venda blanca apareció cerca de
mis ojos.
—¿Qué?
Solo podía ver un vendaje blanco.
Sus manos temblorosas se detuvieron en el aire. Apenas abrí
la boca.
—Lo siento.
—¿Qué?
Keith no parecía entenderlo realmente, pero solo seguí
hablando.
—Debí haberlo detenido, pero pude hacerlo.
Keith guardó silencio, solo me estaba mirando.
—Lo siento... Por herirte.
—No lo hiciste.
Keith escupió sin rodeos. Sacudí la cabeza.
—Pero… aun así, debería haberlo detenido. Yo... Debería
haber sido más rápido...
Debí haberme movido rápidamente. Vi al hombre acercarse,
había sido poco antes de que mis ojos se nublaran. Chasqueé
los labios a toda prisa.
Keith, guardó silencio por un momento.
—Eso es lo que debería hacer Whitaker.
Sacudí la cabeza violentamente. No, no, no. Debería haberlo
hecho yo. Debería haberlo notado más rápido.
—... Debería haber sido herido —murmuré.
Keith no dijo nada. De repente, mis ojos se oscurecieron. Sin
darme cuenta, un calor se sintió sobre mis párpados y la luz
desapareció. Keith cubrió mis ojos con sus manos. Solo me
quedé en blanco. Prefería no ver nada.
No fue hasta más tarde que me di cuenta de que lloraba.
Cuando apenas recuperé mi respiración temblorosa con
sollozos, sentí unos labios encima de los míos.
—...Ah.
Al principio, no me di cuenta de lo que estaba pasando. Mi
cabeza estaba vacía, mis ojos estaban llorando, y mi
respiración era muy áspera.
Su lengua pasó sobre mis dientes y se abrió paso en mi boca,
nuestros los labios se engancharon.
—¡...!
De repente, sentí un peso sobre mí. Me caí sin ayuda. El suave
colchón se sintió en la parte posterior, pero no hubo
conmoción cuando la mano, que estaba cubriendo mis ojos
se colocó atrás de mi cabeza y la protegió. Abrí los ojos con
dificultad, pero los volví a cubrir.
Nuestros labios se tocaron, luego giré la cabeza nuevamente
para atacar el otro lado. Este había sido el primer beso tierno,
como reconfortante, relajante y acariciante. Con tanto
cuidado como si me fuera a romper.
—Ah.
Presionado completamente entre el colchón y Keith, pude
sentir su cuerpo completo. Los músculos duros y fuertes de
Keith, su peso pasó sobre mí.
Quería levantar mi mano temblorosa y abrazarlo, pero no
pude. Parecía que esta ilusión desaparecería tan pronto
como me moviera un poco. Quería mantenerlo un poco más.
Esta dulzura. Solo cerré los ojos y respiré mientras estaba
inmerso en un beso con él. De alguna manera quería tener
más, quería recordar este momento.
Keith besó mi cuello una y otra vez. Sus dedos descendieron
lentamente. Cuando la punta de su dedo presionó mi pezón,
tragué mi aliento a través de los labios superpuestos. Un
dedo pausado frotó lentamente mi pezón encima de mi
camisa, haciendo un movimiento circular. Soporté
desesperadamente mis gemidos, pero el aliento se volvió
áspero. No podía soportarlo. Cuando Keith volvió a mí,
agarró mi pezón, dejé de respirar porque pensé que mi
corazón iba a estallar. Sentí que algo palpita debajo. Me
esforcé por no ponerme de pie.
Cuando apenas abrí los ojos, la cara de Keith era visible en un
campo de visión medio abierto. Separo sus labios de los míos
y me miró. Su mano cubrió mis ojos nuevamente. Nada se
reflejaba en la oscura vista.
—Ah.
Un suspiro tembloroso golpeó los labios de Keith y volvió a
mí. De nuevo nuestros labios estaban fuertemente
comprometidos. Quería morder su labio inferior y chuparlo.
La sensación de los dedos que sostuvieron mi pezón y el
movimiento de su lengua que deambula por mi boca fue muy
intensa.
Deseaba poder convertirme en uno con él. Quería que este
hombre entrara en mí. Hasta el fondo. Podría hacer cualquier
cosa si pudiera tener a este hombre.
Un golpe repentino sonó en mi mente. Volví a la realidad.
Quitó sus labios, levantó su cuerpo. Incluso entonces, su
mano que cubría mis ojos permaneció igual. Sentí que me
estaba mirando por alguna razón. Todavía aguanté la
respiración acostado. Me preguntaba qué estaba pensando
Keith, cómo se veía y por qué me dejaba ir, pero… al
contrario, era bueno. Era suficiente que él me estuviera
mirando y solo éramos nosotros dos en este espacio.
—... Maldición.
No fue hasta que escuché su voz y pasaron unos segundos
antes que me diera cuenta que Keith había estado
maldiciendo. La mano que cubría mis ojos se fue.
Me senté en la cama y lo miré atentamente. Todo lo que
habíamos hecho había sido solo besarnos, pero sentí lo
absurdo de ser abandonado después del sexo. Keith caminó
frente a la puerta, agarró la manija y abrió la boca de repente:
—Tú, por qué...
Inmediatamente abrió la puerta de la habitación del hospital.
El campo de visión brevemente iluminado volvió a
oscurecerse cuando salió al pasillo. Me di cuenta de que me
había quedado solo. Tenía que ir.
Pensé sin comprender. No quería mover un solo dedo, pero
tenía que ir tras Keith, volver a la mansión y hacer lo que él
me indicará. Ese era mi trabajo. Seguí deslizando mis manos
y arreglando mi camisa; limpié mi ropa y me pasé los dedos
por el cabello.
Las palabras de Keith vinieron a mi mente. Él estaba en lo
correcto. Sabía que Keith lo lamentaría. Sabía que debería
haberlo detenido. Sin embargo, aunque sabía el resultado, lo
dejé solo porque no quería perderme la sensación de ser
tocado por él.
Lo dejé solo por mi codicia. Aunque ya conocía el miserable
final. Cuando apenas tomé coraje y salí al pasillo, Keith estaba
hablando con Whittaker. Parecía que el tiempo había pasado,
pero el reloj en el pasillo indicaba que solo había pasado 20
minutos.
Afortunadamente, Keith me estaba dando la espalda. Me
quedé en silencio detrás de él, prestando atención a su
expresión.
—... Lo estoy haciendo así.
Whittaker asintió brevemente después de informar. Keith se
alejó sin decir nada. Me apresuré a seguirlo.
A pesar del sonido del hospital sentí un pesado silencio.
Seguí a Keith, subí al coche y pensé en aclarar esto lo antes
posible. La sutil fragancia de feromonas todavía flotaba en el
auto.
Cerré mis ojos.
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 2 | Parte 1

—Buenos días.
Keith entró al comedor con un saludo habitual.
—¿Está bien su brazo? —pregunté cuidadosamente, él me
miró en lugar de responder y levantó la vista en breve—. Si
te duele toma tu analgésico, está en el baño —agregué
palabras innecesarias, pero tenía que hacerlo. La mirada de
Keith se volvió hacia mí otra vez.
Me enfrenté a él, lo miré directamente a los ojos esperando a
que Keith hablará, pero no dijo nada hasta que Charles entró
y colocó la comida uno frente al otro. Finalmente, fingí no
saberlo. Alcé la vista y levanté el tenedor.
Keith también comenzó a comer, él había pedido huevos
revueltos para el desayuno, aunque parecía estar abrumado.
Lo estuve mirando, hasta que nuestros ojos se encontraron
de nuevo, me sentí ansioso.
—Bueno, si tienes algo que decir...
No podía soportarlo, le pregunté, pero Keith ni siquiera se
sintió avergonzado.
—No.
—...
—No. —Una vez más enfatizó, sin mirarme—. Terminé.
Salió del comedor y yo me quede murmurando en blanco.
—Debería haber tomado medicamentos...
Finalmente volvió Charles.
—Le recetaron antibióticos...
—¿Te refieres al señor Pittman? Lo sé. Yo me encargaré.
—Gracias.
Charles dijo abruptamente como siempre:
—Es mi trabajo. Estoy en casa y Yeonwoo en el trabajo.
“¿Correcto?"
Asentí con la mirada.
—Sí, así es.
Charles agregó cuando pensó que necesitaba traer su
medicina para el almuerzo.
—El Sr. Pittman le encargo la medicina que debe tomar a la
compañía a Whitaker. Por favor, compruebe si lo tomo.
—Oh, está bien.
Parpadeé mientras admiraba su mirada tensa.
¿Podía estar un poco sensible por el momento? Nunca había
pensado que Keith u otros Alfas tendría un nervio delicado,
pero también eran seres humanos.
Después de que Charles tomó el plato vacío, me quedé solo
para terminar la comida. Después de un rato, Keith bajo para
dirigirse a la entrada, antes de salir me miró, él fue el primero
en subirse al auto.
De repente me preocupe. ¿Tendría un trauma como yo?
Estuve a su lado toda la mañana, pero no vi nada inusual.

✤✤✤✤✤✤

Abruptamente la puerta de mi oficina, la cual quedaba en el


área de secretaria se abrió, era Emma quien había aparecido,
me puse de pie y le saludé.
—Yeonwoo.
—¿Algo qué informar?
Emma caminó hacia el escritorio y sonrió como siempre.
—Es la hora del almuerzo. Me preguntaba si había algo en lo
que pudiera ayudarte, he notado que tienes mucho trabajo
en estos días.
No había estado en esa oficina, ni en ningún otro lugar de la
empresa por el miedo recurrente a sufrir algún ataque de
pánico sin que Keith estuviera cerca. Intenté no revelar mi
cuerpo tembloroso.
—No por ahora... ¿Qué tal la oficina del secretario?
—Tampoco. Ya he realizado todas las órdenes que me indicó
sin interrupciones.
Estaba sintiendo que últimamente le debía mucho a Emma.
Antes del ataque, organizaba y entregaba el trabajo del día
todas las mañanas, y luego iba a la oficina del secretario, era
una rutina diaria.
Cuando estuve trabajando por teléfono, Emma recibía las
instrucciones y se encargaba de efectuarlas, debió haber sido
algo molesto para ella porque era mi trabajo. Nuevamente,
antes de ir a comer, parecía comprobar si había algo que
decir.
—Gracias Emma.
—Es mi trabajo.
Me sonrió.
Era hora de que se diera la vuelta y saliera, pero esta vez
pareció dudar. Abrí discurso con un sentimiento extraño.
—Si tienes algo que decir, está bien. Así que siéntete libre de
hablar.
No podía preguntar sobre su privacidad, pero si era un tema
difícil de hablar, no pensaría que fuera malo hablar primero.
Emma se sonrojó ligeramente y dijo:
—Creo que no ha estado comiendo bien estos días...
¿Cómo sabía Emma que ni siquiera podía salir a almorzar? A
veces, Charles simplemente proporcionaba el almuerzo, pero
este no siempre era el caso. Cuando estaba ocupado, a
menudo se olvidaba. Por supuesto no era su trabajo
cuidarme.
Estaba pensando en saltearme el almuerzo, pero nunca
imaginé que Emma traería algo para comer. Me avergoncé
por un momento sin saber cómo reaccionar. Emma agregó
rápidamente.
—No te preocupes por eso, lo hice porque somos amigos.
Ella sonrió. Poco después de unirme a la compañía, ella me
ha visto luchar para ser un buen líder de equipo. Era natural
que hubiera un vínculo inusual.
Sonreí.
—Gracias, comeré bien.
Emma asintió levemente y se dio la vuelta. Fue justo después
de eso que se detuvo. Keith se encontraba apoyado en el
marco de la puerta. Sus ojos se encontraron. Entré en pánico
y parpadeé. «¿Desde cuándo estaba allí?». Pensé que se
encontraba en su oficina. Keith continuaba con una cara
inexpresiva.
—Sr. Pittman... —dije.
Me desperté tarde y puse la lonchera que Emma me había
dado sobre el escritorio.
—¿Le duele el brazo? —pregunté con preocupación, pero él
permaneció en silencio.
La mirada de Keith se dirigió hasta mi escritorio, luego volvió
a mirar directamente a Emma.
Más tarde, me di cuenta de que su aroma a feromonas era
más oscura que antes, estaba soltando más y más feromonas.
Abrí la boca:
—Gracias Emma, nos vemos más tarde.
—Sí, ya me voy, Sr. Pittman, Yeonwoo.
Emma se despidió rápidamente y luego salió de la oficina.
Después de que la puerta se cerró, Keith se acercó. Me sentía
incómodo mientras seguía ahí parado sin decir nada.
No pude soportar la incomodidad y dije:
—Emma estaba preocupada de que no pudiera salir a
almorzar...
No pude superar el pesado silencio, y mis palabras se
desvanecieron. Me abstuve de decir algo nuevamente.
—Entonces, ¿vino deliberadamente a darte eso?
El tono sarcástico de sus palabras dolió.
—El Sr. Pittman es difícil de entender, pero hay algunas
mujeres a las que les gusto.
Por supuesto, el significado de flechazo era diferente.
Añadiendo internamente, Keith dijo algo en lo que nunca
pensé.
—Creo que sí.
Dudaba de lo que había escuchado. Parpadeé en blanco, pero
eso no significaba que pudiera repetir lo que dijo.
Últimamente me había dado cuenta de que no era sarcástico.
Acababa de verificarlo.
—¿Por qué no almuerzas?
Estaba avergonzado por el tema inesperado.
—Ah... Bueno. Como mucho en el desayuno y no almuerzo...
—¿Entonces?
Luché por un tiempo tratando de encontrar algo que decir:
—No siempre... A veces, Charles empaca sándwiches.
El ceño de Keith estaba fruncido. Él entrecerró los ojos
mientras buscaba.
—¿Qué pasa si Charles no te lo empaca?
No pude responder, Keith soltó un suspiro.
—¿Por qué no me lo dijiste?
Estaba avergonzado y miré hacia abajo.
—Me estoy ocupando de eso, pero incluso diciéndolo... Es
solo consideración, ¿no es así? Está bien no comer una
comida al día.
De nuevo, como excusa, Keith no dijo nada. Había silencio
nuevamente, el ambiente era pesado. Tenía que decir algo,
pero no se me ocurrió nada. Solo esperaba a que Keith
saliera.
¿Iba a salir? Pensé sobre cuál era el horario de almuerzo hoy,
e inesperadamente Keith cogió el sándwich que estaba en el
escritorio y lo arrojo a la basura.
—Qué... ¿qué estás haciendo?
Tartamudeé sorprendido, pero Keith no cambió su actitud en
absoluto. Más bien, dijo, barriendo su cabello como molesto:
—Vamos.
Después de escupir como una orden, Keith se movió primero.
En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba de pie con la puerta
abierta. Frunció el ceño como si estuviera esperando algo,
entré en pánico y abrí la boca:
—¿A dónde vamos? Tienes una cita para el almuerzo.
—Vamos.
Keith estaba molesto. No tuve más remedio que salir de la
oficina siguiéndolo. ¿Había algo que hacer? Mientras tenía
prisa, tenía curiosidad por saber si estaba sucediendo algo,
pero por otro lado estaba molesto, aunque no podía hacer
nada para protestar contra Keith o mostrar sentimientos
ofensivos. Me sentía culpable por Emma.
✤✤✤✤✤✤

Sin ninguna explicación, el automóvil se dirigió a un lugar


previsto. Estaba seguro de que no me iba a decir a donde
íbamos. Siempre tenía que adivinar, esperando y razonando.
De nuevo, este hombre parecía actuar raro. Giré mi cabeza y
pensé que demonios era. ¿Le dolía el brazo?
—Bienvenido.
El gerente que reconoció a Keith en la entrada nos saludó
cortésmente y nos guio hasta el asiento. El día de hoy, Keith
iba a almorzar con una abogada para escuchar lo que la
compañía de producción estaba haciendo. Quizás había algo
para grabar. Tan pronto como me senté, abrí el maletín y
saqué mi teléfono y tableta. Estaba listo para manejar
cualquier cosa, pero de repente algo llamó mi atención; Keith
estaba sosteniendo la carta del menú, luego levantó la cabeza
para dirigir su mirada hacia mí. Parpadeé y tomé la carta
apresuradamente. ¿Me estaba pidiendo que eligiera?
Miré el menú mientras pensaba. Pensé en el gusto de la
abogada, pero nunca lo recordé realmente. Lo habría hecho
con confianza si me hubieran pedido que hubiera elegido la
comida de Keith. Inevitablemente, levanté la cabeza.
—¿Debería llamar al abogado y preguntar?
—¿Qué?
Keith me miró.
Respondí sin ocultar mi expresión avergonzada.
—No sé qué comería la abogada... ¿No me estás pidiendo que
le ordene algo?
Keith volvió a mirarme. La expresión que tenía Keith era la
primera vez que la veía.
¿Acaso había dicho algo tan absurdo?
Keith se quedó asombrado, como si no pudiera decir nada.
—Estás eligiendo tu menú.
—¿Yo?
—Bueno. —Keith fue realmente sarcástico esta vez—. ¿Es
que piensas que soy lo suficientemente inescrupuloso como
para traerte hasta aquí, sentarte y comenzar a comer en
frente de ti, mientras tú no comes nada? Entonces así es cómo
has estado pensando de mí hasta ahora. Gracias.
Lanzaba palabras inusuales. Yo estaba sin palabras, no pude
responder.
—No tengo ninguna explicación... Por supuesto que pensé
que era por trabajo.
—¿No es necesario almorzar si trabajas? Tienes muchos
trabajadores a tu cargo y te ocupas de todo.
Dejé de hablar por las acusaciones abusivas. No podría
decirle que no pensé que se haría cargo de mi comida.
Realmente parecía estar enojado. Inevitablemente, bajé la
cabeza y me disculpé, pero Keith ya estaba en una situación
irreversible.
Parecía impaciente. Me apresuré a elegir.
—Ese... Quiero salmón.
Hablando cuidadosamente, Keith dijo, aun mirando el libro
de menú.
—¿Qué pasa con los aperitivos?
—Ah.
Revisé el menú nuevamente. Cuando miré, la expresión de
Keith pareció ser un poco suave. Después de un rato, vino el
camarero y preguntó por el menú. Señalé la página en la cual
estaba el platillo.
—Me gusta esto... La sopa es de langosta y el principal es el
salmón.
—Bien. ¿Qué le gustaría beber?
—Agua con gas.
—¿Quieres limones también?
—Oh por supuesto.
El camarero apartó el menú de mí con una sonrisa
profesional, tomó la orden de Keith y luego se retiró.
Luego apareció la abogada a toda prisa.
—Lo siento, me detuve porque el auto fallo.
Primero se disculpó con Keith, luego me saludó.
—Hola, Yeonwoo. ¿Cómo estás? Mucho tiempo sin verte.
—Si gracias. ¿Cómo estás?
Al principio, se inclinó y me abrazó, un abrazo formal.
—Gracias. ¿Qué ordenaste? Me gusta el salmón de aquí.
Keith no dijo nada. Su actitud no era diferente de lo habitual,
pero fue suficiente para incomodarme.
—También pedí salmón. No sabía que fuera famoso.
Este era el menú recomendado para “Cosmopolitan” de este
mes. Solía saber este tipo de información.
Tan pronto como levanté la mano, el camarero se acercó y
escribió el pedido. La abogada que ordenó champán
adicional le preguntó a Keith:
—¿Estaría bien tomar una bebida ligera?
Esta vez me miró, como si nunca hubiera esperado la
respuesta de Keith en primer lugar.
—El salmón y el champán son los mejores. ¿También bebes
Yeonwoo?
—Estoy en el trabajo.
Ella se rio e ignoró mis palabras a la ligera. No conducía
directamente, así que pensé que estaría bien tomar una copa.
Keith no me detuvo y, sobre todo, quería probar el champán
seleccionado por la abogada.
Sin embargo, no debería beber mientras estaba en el trabajo.
Reprimí mi deseo y cortésmente lo rechacé con una actitud
formal.
—Lo siento. Me abstendré.
Después de un rato, el camarero vino y coloco las copas,
posteriormente sirvió el champán a cada uno. La abogada
sonrió y levantó el vaso.
—Bebe.
Keith bebía champán sin decir nada. El alcohol no era bueno
para la herida. Estaba preocupado, pero no podía decirle a
Keith que no bebiera.
El aroma fresco y afrutado se esparció por mi boca
rápidamente.
—¿Qué tal, genial?
Me reí de la pregunta de la abogada y asentí. Su elección
había sido excelente. De repente vacié la copa. En realidad,
quería beber más, pero apenas y lo soporté, no quería
perderme la conversación. Y si Keith se embriagaba o algo,
tenía que solucionarlo; aunque los Alfas dominantes
bebieran en exceso no solía producirles mayor efecto.
Lo sabía, pero no podía evitarlo porque era mi trabajo así que
rechacé cortésmente la siguiente copa. Estaba molesto con
mi corazón e hice una expresión deprimida. La comida había
estado bien. Ocasionalmente escuché sobre el trabajo
mientras mantenía un registro en la tableta para no olvidar
puntos importantes, por si me llegaban a solicitar un informe
más tarde.
—Creo que estoy perdiendo peso, Yeonwoo. ¿No es así?
La abogada me habló íntimamente.
Le respondí:
—Usted abogada se ha vuelto más hermosa.
Luego se echó a reír y puso su mano sobre mi brazo.
—Tengo que verte a menudo, me gusta que Yeonwoo me
diga que soy bonita.
—Solo le estoy diciendo la verdad.
Hablé con calma, pero ella todavía me miraba con ternura. La
gentil mirada era incómoda por alguna razón. Además, su
mano todavía permanecía en mi brazo. De repente sentí una
mirada diferente, era Keith, estaba mirándome fijamente.
Nuestros ojos se encontraron por breves segundos.
Nos estaba mirando con el ceño fruncido. Parecía que le
molestaba algo. Rápidamente quité la mano de la abogada sin
rudeza.
—¿Vas a hablar sobre la compra después de la comida?
Te sentirás mal. La abogada asintió como si hubiera
recordado tarde.
—Oh por supuesto. Lo siento, señor Pittman. Me alegra ver a
Yeonwoo después de mucho tiempo.
Keith nunca respondió a su disculpa. Después, la comida se
convirtió en un silencio mortal.
—Discúlpeme un momento.
Al final de la comida, la abogada se puso de pie, recogió su
bolso y se dirigió al baño. El camarero vino inmediatamente
y retiró los platos vacíos. En un momento, la mesa quedó
vacía.
El camarero dejó el libro de postres y desapareció
nuevamente. Mientras esperaba a que volviera la abogada,
saqué la tableta y organicé lo que había escrito. Ahora
hablaremos sobre el trabajo en serio. Cuando estaba listo
para escribir la conversación levanté la cabeza, Keith parecía
estar mirándome. Ni siquiera evito mis ojos. Por supuesto
que fue natural. Parpadeé y pregunté cuidadosamente.
—¿Tienes algo que decir...?
Seguía en silencio. Como estaba ansioso por su figura
silenciosa, pronto recordé que debía tomar su medicina.
Debía darme prisa, abrí el maletín para sacar la medicina y
colocarla sobre la mesa, le había pedido a Whitaker con
anticipación el medicamento.
—La medicina... Es un antibiótico —agregué—. Es para
aliviar el dolor, si no lo tomas tu herida puede...
Mientras hablaba los recuerdos aparecieron de nuevo. La
cuchilla afilada y la sangre saliendo de su brazo. Cuando abrí
los ojos sin que lo supiera, Keith me miró. Con el ceño
fruncido en su rostro, apenas temblé.
—Lo siento, pensé de repente.
Keith no dijo nada. Tomó el medicamento y lo tragó con un
poco de agua, lo observé en silencio.
Solo podía hacer eso para ayudarlo.
—... ¿Qué tal va la herida? ¿No le duele?
Una voz llena de tristeza llegó a mis oídos. ¿Esa era realmente
mi voz? ¿Había sonado tan sombrío y tan doloroso? Keith se
quedó en silencio mientras me miraba, como si estuviera
escuchando la voz de otra persona.
—No es nada.
Bajé la cabeza para ocultar mi expresión. Estaba evitando su
mirada. De repente el reflejo de la abogada apareció, estaba
regresando. Keith la miró y de repente abrió la boca:
—¿Es Beta?
No entendí la pregunta en un primer momento, pero luego
pude comprender el objetivo de su pregunta.
—Ah, sí. Si usted es abogado, la versión Beta es correcta.
En ese momento, mi cabeza que había estado abrumada por
el incidente de Keith, se volvió furiosa por la pregunta. ¿Keith
había seleccionado a su siguiente compañera?
¿Era esa la preferencia de Keith? No lo creía, pero las
preguntas de Keith que siguieron agravaron aún más la
confusión.
—¿Emma también es Beta?
—... Sí.
Estaba confundido, pero Keith volvió a preguntar
—¿Esa mujer también es Beta?
—¿La mujer?
Demasiadas mujeres vinieron a mi mente. Keith estaba
molesto por mi respuesta.
—La mujer que duerme conmigo.
Se refería a Naomi. Asentí.
—Sí lo es.
Keith se quedó sin palabras y un pesado silencio fluyó. Pensé
que mi mente iba a estallar con pensamientos surgiendo
como locos. ¿Por qué me había preguntado por Emma? ¿Por
qué estaba Naomi otra vez en la conversación? No era de
extrañar cuántas mujeres Betas había a su alrededor. Keith
actúa raro, hoy. De repente, las palabras de Charles me
vinieron a la mente. ¿Había cambiado algo en su mente
después del ataque?
—... ¿Qué?
Respondí con cuidado.
—Me preguntaba... Lo siento, pero no estoy seguro de cuál es
la intención de la pregunta.
Keith me miró en silencio. No dije nada, pero me sentí un
poco incómodo. Finalmente abrió la boca:
—No sabía que a las mujeres Beta les gustaran los hombres
Omegas.
Keith se echó a reír. Aparentemente se rio de mí.
"Algunas veces hay mujeres a las que les gustan los hombres
que son fáciles de manejar".
Keith me miró como si nada hubiera pasado. Finalmente, la
abogada regresó.
—Deberíamos ordenar postre.
Pero ni Keith ni yo respondimos. Después de un rato, el
camarero preguntó si deseábamos ordenar el postre, pero yo
simplemente pedí café. Estaba ocupado grabando la
conversación entre los dos y apuntando información.
El mismo pensamiento de antes se repitió en la esquina de mi
cabeza. Keith era originalmente un hombre así. No había
necesidad de ser herido de nuevo. Podía solo ignorarlo. No le
pregunté nada más que no fueran asuntos de trabajo.
Esa tarde regresó a la mansión conmigo sin encontrarse con
Naomi. Por supuesto que entré directamente a mi habitación
sin mirarle la cara.
A la mañana siguiente tanto Keith como yo comimos en
nuestras habitaciones.
✤✤✤✤✤✤

—Sí, estableceré el lugar de la cita allí. La hora es a las 2 en


punto... Sí, si necesita algo, contácteme de inmediato.
Colgué y dejé un registro de inmediato. Revisé el horario y
llené mi cita con Chase Miller en el espacio vacío. Revisé el
horario una vez más.
Keith estaba al otro lado de la puerta. Después de respirar
profundamente, llamé con cuidado. Esperé un rato y abrí,
Keith se encontraba revisando unos papeles, luego alzó la
vista.
Cerré la puerta a mis espaldas y caminé apresuradamente, de
pie frente a él.
—Como usted indicó, hice una cita con el Sr. Orlando
nuevamente. La fecha es viernes y el lugar y la hora son...
Keith solo escuchó en silencio mientras yo estaba
informando. Después de terminar de hablar, esperé a que
respondiera. Keith asintió brevemente y se levantó. Era hora
de almorzar.
Keith tenía una cita, pero de repente la canceló. Debido a que
era una reunión necesaria, revisé un horario vacío y agendé
la cita nuevamente. ¿Qué estaba pasando o es que acaso solo
era un capricho?
—Vamos. —Pero lo que dijo Keith fue diferente. —¿Qué
estás haciendo? Te dije que vengas.
Apresuradamente salí de la oficina, siguiéndolo.
¿Había algo que hacer? Estaba perplejo, tomé un maletín y lo
seguí. No había otra reunión para el almuerzo. Keith
permaneció en silencio hasta que bajó del elevador y se subió
al auto. Dudé, repentinamente había cancelado su cita. Subí
al auto y pronto me di cuenta que nos estábamos dirigiendo
al mismo restaurante al que habíamos asistido ayer. ¿Acaso
había hecho otra cita allí? Tenía curiosidad, pero ni siquiera
me atreví a preguntar.
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 2 | Parte 2

El restaurante, ya había sido reservado con 3 meses de


anticipación, se encontraba lleno de gente, suficiente para
darse cuenta de su popularidad. Cuando fui al asiento guiado,
pensé que alguien vendría primero. Pero la mesa estaba
vacía. Después de que el camarero dejó cada libro de menú,
desapareció. No pude aguantar más y abrí la boca:
—¿Alguien más vendrá? —pregunté; Keith miró el menú y
levantó la cabeza.
Apresuradamente fruncí el ceño.
—Has cancelado la cita. ¿Es porque tienes una reunión de
emergencia con alguien más?
Fue difícil añadir esas oraciones, pero Keith no respondió.
—No.
—¿Sí?
Cuando pregunté sin mi conocimiento, Keith frunció el ceño.
—Nadie más vendrá. No es una nueva cita.
Mientras escuchaba las palabras ridículamente duras, cerré
la boca, quería preguntarle: ¿Qué dijiste cuando cancelaste tu
cita y me arrastraste hasta aquí?
Aunque estaba molesto mi acompañante era mi jefe. Me
calme.
—Tomaré este platillo.
Cuando le mostré la página a la camarera, ella asintió y
sonrió, con una sonrisa muy profesional, de igual modo le
devolví una sonrisa. Giré mi cabeza para beber agua, pero
Keith de repente hizo contacto visual. De alguna manera, me
estaba mirando con una cara fría.
De repente, vino a mi mente lo que me había dicho
anteriormente: "Hombre fácil de manejar”.
Pensé si todavía se reiría de mí pensando eso. Cuando
confirmé mi pedido, miré directamente a Keith, pero él ni
siquiera me miró.
—Estoy bien.
Le sonreí a la mesera, después de que ella me sonriera, se
retiró.
Un silencio incómodo fluyó sobre la mesa. Vacié mi copa e
inmediatamente apareció un empleado, luego la volví a
llenar de agua. Keith, que había estado en silencio hasta
entonces, empujó la lista de vinos sobre la mesa hasta mí.
Inadvertidamente recogí el libro del menú.
—... ¿Elijo?
Keith no dijo nada. No podía entender su comportamiento de
vez en cuando. ¿Qué estaba pensando?
Aunque era la hora del almuerzo, el trabajo de la tarde aún
permanecía. Beber alcohol en el trabajo era algo que nunca
debías hacer. El día que conocí a la abogada, Keith bebió con
confianza, pero aún trataba de abstenerse. Sin embargo,
¿quería beber de nuevo hoy? Pronto le di a Keith la carta de
vinos.
—Estoy trabajando —respondí con vergüenza.
—Bebiste ayer.
—Sólo fue una copa. —Después de que hablara, suavicé un
poco mi tono y agregué—: Bebí ayer, así que me abstendré
hoy.
—No lo bebas.
Keith escupió como si estuviera molesto.
—Incluso si el horario de la tarde está vacío, tengo trabajo
que hacer inmediatamente después de comer.
Parpadeé. ¿Cuál era el horario de la tarde? Pensé por un
momento y pronto me volví contemplativo. ¿Debía
cancelarlo todo?
¿Este hombre decidió molestarme ahora? Una guerra estalló
en su cabeza, pero Keith fue casual. Era mi trabajo hacer una
llamada telefónica de ida y vuelta al capricho del empleador.
Suspiré y dije:
—No lo sé, así que Sr. Pittman lo elegirá por mí.
Luego extendió la mano y tomó el menú. Pasando lentamente
la página, abrió la boca:
—¿Te gusta el vino de California?
—¿Vino tinto?
Cuando se lo pregunté cuidadosamente, Keith asintió
brevemente.
—Bueno. —Pensé por un momento y luego abrí la boca—: Sí,
me gusta.
—¿Pareces vacilante?
Cuando eché un vistazo, no se veía tan mal. Le respondí
honestamente:
—Tengo una bodega que no me gusta...
—¿Por qué no te gusta? ¿Fue insípido?
Keith, milagrosamente siguió haciendo preguntas.
—El vino producido allí es excelente, pero los fundadores
son un poco... Es sólo que personalmente no me gusta mucho.
—¿El fundador?
No era sorprendente que no lo entendiera. Dudé y finalmente
confesé:
—Se divorció porque tuvo una aventura.
—¿Qué?
Por supuesto, Keith pareció estar absorto. Tenía la cara
avergonzada.
—Tenía curiosidad porque el vino estaba delicioso y me
dieron un premio. De alguna manera compré un libro sobre
el fundador, y había una bibliografía privada.
Keith hizo una pausa por un momento antes de abrir la boca:
—¿Eso es tan malo?
Tenía una expresión dura.
—Todos piensan de manera diferente. Pienso que es malo
engañar —contesté.
Por un momento estuve perplejo.
Keith preguntó de nuevo:
—¿Si conoces a tu pareja?
Estaba confundido.
—Si estuvieron de acuerdo el uno con el otro... no puedo
decir nada.
¿Por qué me estaba preguntando eso? ¿No era un tema
innecesario? Estaba incómodo, pero afortunadamente Keith
dejó de hablar. Eso es lo que le diría si pudiera llamarlo una
conversación. Keith eligió el vino francés. Un vino añejo de 20
años, incluso me había fascinado el aroma que fluía por el
aire. Era la primera vez que la fragancia era tan suave. De
repente, pensé en solo tres botellas de vino en el mundo que
se hicieron en el siglo XIX. Qué fragante era ese vino.
¿Haría que mi corazón latiera tanto como lo hacía por las
feromonas de Keith?
Cuidadosamente acerqué la copa y cerré los ojos. El suave
sabor que tocó la punta de mis labios me había quitado todos
los sentidos. Lo único que quedaba era el refrescante regusto
del vino.
—Es delicioso —agregué.
Keith sonrió espontáneamente. Parpadeé. ¿Acaso era una
sonrisa amable? Lo había visto por muchos años, pero era la
primera vez que tenía una cara tan amigable. ¿Keith sabía
que se veía así? Aunque es no era un espejismo. Keith sonrió
levemente hasta la comida. Seguí mirando los sucesos
increíbles. Pero, aun así, estaba impresionado por el hecho de
que sus palabras que me habían lastimado todo el tiempo
desde ayer se habían desvanecido.
Un rincón de mi corazón se volvió amargo.

✤✤✤✤✤✤

Tan pronto como la copa se vació, el empleado apareció de


algún lugar para servir más vino y desapareció. Al principio,
solo fui cauteloso, pero cuando vacié la primera copa, mi
corazón se debilitó nuevamente. Tan pronto como me di
cuenta, el vino de la copa se acabó de nuevo y los
pensamientos comenzaron a fluir. Este hombre y yo éramos
diferentes.
—¿Qué estás haciendo? —dijo, ya que no continúe bebiendo.
Respondí, con cuidado de no ser grosero.
—Ya bebí lo suficiente.
Keith escupió en voz alta:
—Bebe todo lo que quieras.
Estaba avergonzado. Todavía estaba trabajando.
—Estoy trabajando.
—Yeonwoo.
De repente me llamó por mi nombre. De momento me
detuve. Había trabajado para él durante años, pero
raramente usaba mi nombre, usualmente la mayoría de las
veces que lo usaba no era bueno.
—¿Sí, señor Pittman?
Estaba nervioso así que esperé su próxima palabra, fue
entonces cuando Keith dijo molesto:
—Si te importa el trabajo, vete temprano.
—Oh no. No puedo...
Estaba avergonzado y lo rechacé apresuradamente. Sabía
que no debía hacerlo, pero si me negaba una vez más, Keith
se enojaría. Por supuesto, nunca quise ofenderlo.
—Después de comer, saldré del trabajo inmediatamente.
Me detuve. Quizás tenía que ver con cancelar todos los
horarios de la tarde, ¿cierto? Incluso, si Keith estuviera fuera,
tendría que volver a trabajar. Como si viera a través de mis
pensamientos, Keith agregó:
—Es lo mismo.
Dudé y abrí la boca:
—Si tienes algo que hacer, puedo hacerlo en casa...
Keith no respondió, pero me pareció que no tenía otra
opción. Inevitablemente, le envié un mensaje a Emma desde
mi teléfono celular. Cancele todos los horarios de la tarde.
Bebamos sólo uno más. Al final de la comida, estaba
borracho. Pero yo era el único que lo sabía.

✤✤✤✤✤✤

—... Así que dejé de reír.


Después de hablar, agregué una sonrisa. Keith dijo una
palabra corta.
Pensé sin comprender. Se veía realmente borracho. Keith
parecía sonreír. ¿Cómo es que ese hombre podía sonreír
tanto? De repente, el día que vi por primera vez a Keith, vino
a mi mente el partido de Polo de ese día junto con el sonido
de la risa que abarrotó mis oídos. ¿Por qué Keith no reía así
usualmente?
—¿Hace cuánto tiempo...? —murmuré.
Keith me miró, pero sólo parpadeé. Levanté el vaso e incluso
lo vacié.
La botella de vino ahora estaba vacía. Fue desafortunado,
pero me alegré. Casi me tomé media botella. Me gusta el vino,
pero tenía que tener cuidado porque la cantidad de alcohol
no era muy buena. Keith dijo algo, aunque mis oídos no
podían escucharlo, así que no entendía lo que quería decir.
Keith me sonrió mientras miraba torpemente buscando una
respuesta. Me avergoncé y miré hacia abajo.
Me apresuré a través del maletín. Keith intentaba alcanzar la
medicina y ponerla sobre la mesa. Sin pensarlo puse un
pequeño paquete de medicina en su palma. Keith frunció el
ceño. ¿Estaba fuera de su alcance? Rápidamente levanté la
mano y pensé que podría sentirse mal. Incluso entonces,
Keith me miró por un rato.
¿Me estaba pidiendo disculpas? Cuando estaba preocupado
por eso, Keith tomó la medicina y la bebió de inmediato.
—Vámonos.
Poco después, Keith se puso de pie. Me levanté
apresuradamente detrás de él, y luego me detuve. De
repente, el alcohol se extendió rápidamente por todo mi
cuerpo. Por un momento, mis ojos se volvieron negros. Pude
hacer lo mejor con toda mi fuerza. Keith ya estaba tan lejos.
Me apresuré y firmé la factura a su nombre para luego ir tras
él. Hasta entonces, no fue tan diferente de lo habitual. No
temblé al momento de firmar y estaba bien mientras
caminaba. El problema fue que sólo pude recordar hasta ahí.
✤✤✤✤✤✤

—... Huh —murmuré y sacudí la cabeza.


Cuando froté mis mejillas, sentí algo sólido con una sensación
de tela fresca pero suave. De repente me sentí incómodo y
agité nuevamente la cabeza. Una cosa dura me golpeó la
parte posterior.
¿Acaso era un muro?
De pronto, algo cálido vino a mi cuello, sentí caricias suaves,
la sensación me hizo sentir cosquillas y me encogí de
hombros. Luego quise quedarme un rato así. Un gemido fluyó
involuntariamente de mi boca mientras un dedo acariciaba
mi cuello, después continúo con la barbilla, tocándola
lentamente y ascendiendo a los labios. Abrí mi boca sin
querer. Entró un dedo por los labios abiertos, para ser
precisos acariciaba el interior de mis labios, saqué la lengua
y lamí los dedos. De repente, sentí que se detuvo.
Instintivamente froté mis labios contra sus dedos, pidiendo
más.
Cuando los chupé suavemente con mis labios y los lamí con
mi lengua, se quedó quieto.
Lo que tocó la parte posterior de mi cabeza creció
rápidamente y se calentó. Me sentía cómodo con los sueños
no soñados.
—Huh... —murmuré y lentamente levanté mis párpados.
Por un tiempo, no me di cuenta en dónde estaba. Lo primero
que me llamó la atención fue el asiento de cuero oscuro.
Parpadeando inexpresivamente, todavía estaba mordiendo
algo en mi boca.
—¡...!
Repentinamente mi memoria revivió y mis ojos se abrieron.
Me quedé sin aliento, golpeé mi cabeza contra el techo del
auto y dije en voz alta:
—¡Oh!
Doblé la cabeza con un grito que salió solo. Tenía lágrimas
por el dolor, tragué un gemido.
Apenas podía levantar la cabeza. ¿Qué demonios había
hecho? Me vi obligado a aceptar la horrible realidad. ¿Por qué
me quedaría dormido justo después de subir al auto?
Cometiendo tal error. ¿Qué podía hacer? Era difícil de creer
que estaba durmiendo en las rodillas de Keith.
Keith cruzaba las piernas mientras miraba con cuidado por
la ventana. No tuve el coraje de verlo a la cara. Entré en
pánico y volteé la cabeza.
—... Lo siento, me quede dormido.
No hubo respuesta. Solo quería morir en el acto. Estaba tan
emocionado de comer con Keith. Además, fue el vino que
eligió él, por lo que tuve que beberlo. No importaba si Keith
me hubiera dado permiso, no debería haber estado
bebiendo. No debería haber bebido lo suficiente como para
hacer esto.
Estaba cerca del shock. ¿Qué hubiera pasado si Keith no
hubiera cancelado todos los horarios restantes? Nunca
volvería a beber alcohol. Levanté la cabeza una y otra vez.
Keith solo miraba por la ventana con una mano en la barbilla.
El dedo que acababa de morder con mis labios y lamí con mi
lengua descansaba bruscamente sobre su muslo apretado. Si
Keith me hubiera reprendido, habría abierto la puerta del
auto sin dudarlo y saltado, pero la puerta del auto estaba
cerrada. Incluso si intentaba escapar hubiera fracaso, estaba
atrapado dentro del automóvil.

✤✤✤✤✤✤
El auto lentamente disminuyó la velocidad. En el pesado
silencio, solo toqué el maletín sin sentido. No me sentí
aliviado en absoluto. El mayor accidente ocurrió justo
después de eso. Keith no me miró, pero seguía sentado con
las piernas cruzadas, apartándose de mí. ¿Estaba diciendo
que no quería verme? Sentí que era una molestia. Tan pronto
como el auto se detuvo y se abrió la cerradura,
inmediatamente abrí la puerta del auto y salí.
Cuando volteé la cabeza, vi a Whittaker caminando hacia
Keith quien hizo una pausa mientras dudaba por un
momento.
Fue entonces cuando Keith dijo:
—Tengo algunos pensamientos, así que cierra el auto, ¿Sí?
Whittaker pareció no entender así que dudo un momento.
—Cierra la puerta del auto. ¿No escuchaste?
Cerró apresuradamente la puerta. Poco después el
desconcertado Whittaker, se encogió de hombros y se
detuvo allí. Dudé por un momento y luego retrocedí. ¿Era una
verdadera molestia para él?
Todos los pensamientos flotaron en mi cabeza, aunque una
realidad miserable vino de inmediato. Sólo era un secretario.
La brillante vida de Keith Knight Pittman podía tener al
menos un recuerdo desagradable.

✤✤✤✤✤✤

Keith se bajó del auto casi 30 minutos después de eso. No


podía entender lo que estaba haciendo durante ese tiempo
así que fui directamente a mi habitación y me aseguré de
haber cancelado el horario de la tarde con Emma.
Nuevamente había roto el horario. Si se cancelaba el horario
de medio día, las consecuencias iban a durar por un mes.
Apreté la cabeza como loco.
Mientras tanto, tuvieron que organizarse eventos especiales
entre horarios, como socializar o celebrar el cumpleaños de
alguien, para verificar la lista de regalos, realice algunas
llamadas para reorganizar las citas canceladas de la tarde.
Mientras tanto, hubo una brecha, fuera de la ventana observé
a Keith en el auto, aunque no mostraba señales de querer
moverse. Finalmente, después de 30 minutos, se abrió la
puerta del automóvil.
Podía ser que estuviera enojado conmigo.
Probablemente necesitaba un tiempo para refrescarse. No
quería verme. Pero, ¿qué podía hacer sobre lo que ya había
sucedido? Con calma empecé a recordar la realidad. De todos
modos, realice un excelente trabajo como su secretario, para
ser exactos un trabajo a gusto de él. Estaba claro para él que
mi privacidad no tenía ningún interés. Incluso si apareciera
un artículo sobre mí bailando en la calle desnudo en la parte
superior de las principales noticias de CNN, Keith solo
preguntaría: "Entonces, ¿cuál es el horario hoy?”
Me quedé dormido sobre sus muslos. Sólo fingí que no sabía
que mi corazón latía con fuerza y ardía con solo recordar la
textura. Seguí pensando en mis acciones, tenía que hablar
con él. Esperé a Keith, cuando finalmente subió al segundo
piso me miró parado en el pasillo y se detuvo. Por alguna
razón, su feromona fue más profunda. Estaba muy enojado.
—Sr. Pittman. —Apreté la fuerza mi voz y abrí la boca—:
Todos los horarios han sido reorganizados. ¿Le gustaría
imprimirlo y ponerlo en la biblioteca?
Keith asintió brevemente. Sin siquiera responder, pasó por
mi lado. La oscura esencia de sus feromonas pude sentirlas
en mi nariz, fue en ese momento que me las arreglé para
captar mi mente otra vez, apresuradamente volteé la cabeza.
—¡Sr. Pittman!
Keith se detuvo. Se dio la vuelta. De repente, su rostro pareció
muy cansado. Abrí mi discurso, sintiendo mi corazón
hundirse:
—Lo siento no volveré emborracharme en el futuro…
Después de disculparme torpemente, Keith me miró por un
momento. Deseaba poder responder, pero Keith estaba
nervioso.
—¿Siempre duermes cuando estás borracho?
Parpadeé ante una pregunta inesperada. Estaba
avergonzado en este momento.
—Ah... Sí. Porque mi hábito de dormir es... No soy bueno, pero
hoy bebí mucho.
Keith me miró a la cara sin decir nada. No podía entender lo
que estaba pensando. Afortunadamente, no fue que
pareciera que le disgustara.
—... Ah.
Keith de repente suspiró y se volvió. Me confundió más,
finalmente entró a su habitación.
Después de aproximadamente una hora, Keith me llamó por
teléfono:
—Reserva un hotel ahora.
—Oh, sí. Lo haré...
En lugar de responder, me di cuenta de que la llamada ya
estaba colgada. Pero no había tiempo para quedarse en
blanco. Llamé urgentemente a Naomi y luego contacté al
hotel. Les dije que prepararán la habitación ya mismo.
También llamé a Whittaker.
—¿Estás en casa?
Whitaker suspiró y dijo:
—Está bien.
Colgó. Después de contactarme con todos, salí de la
habitación. Tenía que informar, pero me costó un poco tocar.
—¿...?
Inmediatamente, se sintió el aroma de las feromonas. Tenía
un aroma tan fuerte, incluso más allá de la puerta cerrada.
¿Estaba muy enojado? ¿Por qué? Poco después, del error que
cometí hizo que mi cabeza pesara, pero pronto pensé que no
era la única razón. Llamé a la puerta con ansiedad. Después
de una breve pausa, intenté abrir, aunque de repente, la voz
de Keith me detuvo.
—¿Qué?
La voz áspera me causo curiosidad. ¿Qué estaba pasando? No
creía que sólo estuviese enojado conmigo, sucedía algo más.
—Soy Yeonwoo, hice una reserva en el hotel y la Srta. Parker
me dijo que iría. Deberías poder irte en unos 10 minutos...
Keith no respondió. Dudé y abrí la boca de nuevo:
—¿Yo, señor Pittman? ¿Está bien?
¿Debía abrir la puerta? De repente lo pensé y rápidamente
terminé el impulso. Esperé un rato, pero él todavía no
respondía.
—Regresaré luego. Llámame si tienes más instrucciones.
Estuve allí por algún tiempo y luego me di la vuelta. También
fue debido a la feromona de Keith que se desbordaba que no
podía soportarlo más. Regresé a la habitación y tan pronto
como cerré, me senté en el suelo. Mi corazón latía con fuerza,
mi cuerpo se calentó ya no podía soportarlo más. Estaba
claro que se acercaba mi ciclo de calor. Quería masturbarme,
pero mi erección no funcionó debido a la medicina. Parecía
una locura por el calor que flotaba en mi cuerpo. Estaba
temblando.
✤✤✤✤✤✤

Me desperté con el sonido del motor del auto. Cuando miré


el reloj mientras me frotaba los ojos, me di cuenta que habían
pasado más de tres horas. Keith parecía estar volviendo.
Mientras dudaba, fui a la ventana y miré hacia abajo. Como se
esperaba, el auto de Keith se acercó a la mansión mientras
disminuía la velocidad. Apoyé mi cabeza contra la ventana y
parpadeé sin comprender. Keith estaba acostumbrado a
hacer lo que quisiera.
Tenía envidia.
De todos modos, lo que me gustaba era mi libertad, pero a
cambio no podía esperar un precio por ella. De repente, Keith
sintió ganas de mirar hacia arriba. La idea de que sus ojos se
encontraran con los míos provocó que rápidamente inclinara
la cabeza y me alejara de la ventana. Solté un pequeño
suspiro que se impregnó en el cristal, luego desapareció.
Steward vendría en unos días así que podría preguntarle por
otro tipo de tratamiento para que finalmente pudiera salir de
aquí y borrar al hombre que había ocupado mi mente por
mucho tiempo.
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 3

—Oh, ¿estás motivado? Eso es muy bueno.


Cuando Steward me escuchó, sonrió brillantemente y me
animó. El motivo no había sido detallado y no había
necesidad de hacerlo.
Todo lo que dije fue:
—Ojalá pudiera mejorar y volver a casa.
—¿No es incómodo tener una mansión tan bonita? Tu casa es
la mejor.
El mayordomo, quien cantó una línea corta de “My Pleasant
House”, se echó a reír. Lo miré torpemente e hice lo mismo. A
Steward se le había ocurrido una nueva forma de
tratamiento.
—Yeonwoo es muy bueno estar activo. En realidad, la
voluntad es lo más importante, así que esperé para decírtelo,
pero... poco a poco, a partir de mañana. Intenta desplazarte
por los alrededores de la compañía.
—Está bien, porque realmente he mejorado.
Steward quería que liberara la tensión, pero de repente me
sentí rígido en cada esquina de mi cuerpo. Steward puso su
mano en mi hombro y sonrió.
—Entonces Yeonwoo, reunámonos en la próxima consulta y
escuchemos los resultados. No te excedas. ¿Ok?
Asentí con una voz nerviosa que curiosamente sonó en mis
oídos.
Intenté seguir su consejo; comencé a salir de la oficina
primero, y luego caminar por todo el piso.

✤✤✤✤✤✤

Cuando llegó la hora del almuerzo, Keith abrió


inmediatamente la puerta de mi oficina, entrando a ella.
Dudé un momento. Todos los días de repente me lleva a
almorzar, gracias a eso, no me había saltado el almuerzo,
aunque no lo necesitaba. Incluso en esos días en que no tenía
estómago, me llevaba a comer. Por supuesto, desde ese día,
no había bebido, sólo tomaba agua con gas. De igual forma,
Keith nunca volvió a pedirme que bebiera de nuevo.
Todos los días dudaba, estaba molesto y le preguntaba qué
estaba haciendo. Se suponía que el almuerzo de hoy debía
hacerse con un abogado. Al principio pidió cancelar, pero de
todos modos no pude ajustar el horario. Le informe al
respecto y, de hecho, parecía molesto. No importaba si me
llevaba con él, sin embargo, no sería extraño si Keith se fuera
solo.
—Yo, señor Pittman.
Keith se detuvo. Por primera vez en el día, me miró a la cara.
Curiosamente, en la mañana, nunca vio.
—Habrá un informe sobre la nueva promoción a las 4 en
punto. Hasta entonces no hay otro horario, así que creo que
puedes venir a las 3:30. ¿Puedo llamarte antes que empiece
la reunión para confirmar su asistencia?
A mi pregunta, Keith frunció ligeramente el ceño y dijo que
no, luego se dio la vuelta y se fue. Pronto me quedé solo. Si
planeaba llevarme, habría dicho algo. Me sentí avergonzado
y triste. Me culpé por mi desvergüenza. Keith estaba feliz de
cuidarme. Respiré hondo y exhalé lentamente. Quizás sea
algo bueno. Fue una buena oportunidad para probar el
consejo de Steward.
Necesité de coraje para salir al primer pasillo, luego intenté
varias veces agarrar la manija de la puerta para salir, pero me
resultó difícil hacerlo.
“Eres molesto”.
Cuando recordé las palabras de Keith, mi mano temblorosa
se movió, aun así, me tomó un tiempo actuar, aunque lo hice
de todos modos. Con el corazón latiendo locamente, me paré
en el pasillo. De momento, surgieron mareos y cerré los ojos.
Me tomó un tiempo abrirlos nuevamente. Apreté mis puños
muy fuerte, sin embargo, no pude dar un paso. Apenas podía
moverme. Saqué la medicina, tenía la boca seca, pero aun así
lo tragué sin agua. Fue un momento difícil. Después de pasar
urgentemente la píldora, esperé a que hiciera efecto.
Me encogí un poco, pero al final logré que mis pies se
movieran. Había tomado prestado el poder de la medicina
para caminar por el pasillo; aunque tarde en llegar a la
oficina, lo hice. Había salido solo, había caminado por el
pasillo, había tomado el elevador y finalmente estaba de
nuevo en la oficina. Cuando abrí la puerta y miré la cara de
Emma, mi cuerpo se relajó tanto que casi me senté.
—¡Oh, Yeonwoo!
Emma gritó tan pronto como me vio. Miré a mi alrededor y
pregunté:
—Jane y Rachel, ¿están descansando? —pregunté con un
mayor sentido de logro que nunca antes.
Emma asintió.
—Sí, todavía les quedan 30 minutos. ¿Yeonwoo comió?
—No aún no. ¿Qué hay de Emma?
—Traje un sándwich.
Ella miró la bolsa de papel sobre el escritorio como si
pareciera aburrida.
—Si aún no lo has hecho, ¿te gustaría comer juntos?
—No, gracias. Tengo en la oficina algo para comer.
No había engañado a Emma.
—Está bien. Incluso si no fuera así, sé que es barato lo que
estoy compartiendo, pero espera un momento, herviré el té.
¿Qué te gustaría beber? ¿Agua con gas?
Asentí cuando preguntó por mi preferencia.
—Si, gracias.
Emma regresó un rato después con una botella de agua con
gas y un jugo enlatado en ambas manos. Cuando vi el
sándwich que Emma me dio, me recordó la última vez
cuando Keith lo tiró a la basura. Emma también parecía
recordar el mismo día. Por supuesto, al final sus recuerdos
podrían haber sido diferentes a los míos.
—¿Cómo estuvo tu sándwich ese día? ¿Estuvo bien?
—Ah, sí. Tuve una buena comida. ¿Tú lo cocinaste? —
agregué una palabra de elogio más de lo necesario.
Emma sonrió alegremente.
—Por supuesto. Aprendí un poco porque mi madre era
buena cocinando.
—Ya veo, tienes talento Emma —agregué un cumplido y
luego me puse un bocado de sándwich en la boca.
Afortunadamente, el sándwich con mucho jamón y huevos
era muy sabroso.
—¿Cómo no puedo comer algo como esto? Es delicioso —
aseguré.
—Si lo disfrutas, puedes llevarme a ver una película la
próxima vez.
Emma sonreía y hablaba, pero yo me detuve. ¿Ir al
cine? Emma cambio apresuradamente el tema cuando no
pude responder de inmediato.
—Es una broma, no te lo tomes en serio.
—Oh, no es... Ahora no me siento bien, pero... Iré contigo
cuando me sienta mejor. Lo siento, pero te explicare la
situación próximamente. Ella sonrió como si entendiera
todo.
—Sí, estoy bien. No te preocupes. —Momentos después,
Emma preguntó, ansiosa—: Entonces, probablemente no has
podido almorzar, ¿qué hiciste?
—Oh no. —Me apresuré a responder—: Recientemente, no
me he saltado los almuerzos porque he acompañado al Sr.
Pittman a sus citas de almuerzo. Creo que a menudo
sucederá en el futuro, pero no tiene que preocuparse por eso
—dije mucho para que no se sintiera triste, Aun así, Emma
tuvo un gesto conmovedor.
Rápidamente cambié el tema.
—¿Qué tal estos días, hay algo especial?
Desde hace unos días Emma había estado pidiéndome llegar
tarde al trabajo.
—En realidad, mi madre no se sentía bien, así que tuve que ir
al hospital, pero fue difícil ir sola. Gracias por tu permiso.
Me sorprendió. No tenía idea de lo que le había pasado a
Emma.
¿Lo sabían los otros empleados? Como líder del equipo de
secretarios, ni siquiera había bajado o los había visto.
—¿Por qué no pides ayuda al equipo de asistencia social?
—Oh, ¿debería?
Emma parpadeó.
—Realmente el seguro está al límite. Dijeron que ya era difícil
presentar una solicitud porque llegó al límite... Además, de
que tenemos una hipoteca...
No sabía que la situación de Emma fuera tan mala. Sentí pena
así que toqué su mano para reconfortarla.
—Desearía que me lo hubieras dicho antes. ¿Necesitas algo
más? ¿Dónde está el hospital?
El hospital donde se encontraba la madre de Emma era de
urología. En algunas palabras que siguieron, supe que su
madre estaba en diálisis.
—Estoy esperando el trasplante, pero como sabe, no es fácil.
Emma suspiró.
Ella, quien era más joven que yo, de repente pareció verse
mayor. Había sido una pena que pensara que estaba teniendo
problemas solo.
—¿Hay algún donante compatible? Como un hermano
menor. Sería bueno tener a alguien en quien confiar.
—Tengo un hermano, llamado Josh, vive en Boston me ha
ayudado con los gastos médicos, realmente es un buen
hermano.
Emma pareció estar pensando por un momento, luego
agregó de una manera insignificante:
—Era un casanova, tenía muchas mujeres alrededor pero
ahora ha estado tranquilo.
—Oh.
Me reí brevemente, un pequeño chisme que podía hacer
como familia. De todos modos, me alegré de que tuviera a
alguien en quien confiar. Emma y yo comimos los
sándwiches con agua carbonatada y hablamos sobre ello.
—Bueno, Yeonwoo. Parece que estás viniendo a trabajar con
él Sr. Pittman en estos días, ¿cierto?
La cautelosa pregunta de Emma me detuvo.
Ella habló perpleja:
—Lo siento si te sientes mal. Jane dijo que vio a Yeonwoo
llegar a la compañía en el auto de Pittman. Así que a todos
nos preocupa la salud de Yeonwoo.
Ya parecían haberlo sabido desde hace bastante tiempo.
Ahora era extraño venir y esconderse o poner excusas, así
que le dije honestamente.
—Como dijo Emma, fue un poco difícil viajar, así que decidí
quedarme en la casa de Pittman solo hasta que las cosas
mejoraran.
—Oh, ¿De Verdad?
Emma parecía sorprendida mientras tenía las manos
cubiertas, aun así, su reacción había sido refrescante en
cuanto a lo que estaba haciendo.
—¿Está bien, Yeonwoo? ¿Qué tal contratar a un cuidador
temporalmente? Mi madre viene con un cuidador dos veces
por semana. Te puedo recomendar uno.
La razón de su preocupación pronto siguió.
—¿Qué peor pesadilla que viajar con el jefe incluso si sales de
la oficina tu trabajo no habrá culminado tendrás horas extras
y tendrás que hacer todo tipo de cosas hasta que te vayas a
dormir?
Pude adivinar lo que Emma estaba imaginando. La reacción
de Emma al sacudir la cabeza fue muy natural. Estaba
diciendo todo lo que le preocupaba. Por supuesto yo también
conocía todas las deficiencias de vivir con Keith.
Nadie en el mundo quiere viajar con su jefe; pero no tenía
elección, y en cierto sentido era lo que quería. Lo que me
preocupaba era una situación completamente diferente.
Finalmente, Emma lo dijo:
—Si el Sr. Pittman se enreda con una mujer seria incomodo
estar en esa casa.
También perdí las palabras para decir al respecto. Incluso si
no había sucedido recientemente, tendría que deambular
por el jardín si Keith comenzaba a llamar a sus acompañantes
a casa, aunque ya casi estábamos en invierno.
—Funcionará de todos modos.
Eso fue todo lo que pude decir, pero incluso ni yo mismo
estaba seguro de eso. ¿Podía ignorarlo?
Sin embargo, a pesar de toda la irracionalidad, era imposible
renunciar al trabajo. También había un problema real con el
dinero, pero quería ver a Keith. Emma abrió la boca
lamentando mi silencio:
—Lo siento, solo me preocupaba... Bueno, somos amigos.
Ante eso, asentí con una sonrisa amarga.
—Sí, lo sé. Gracias por preocuparte.
Podría decir eso porque Emma no tenía que decir nada malo
y era una colega bastante confiable. Emma también sonrió
con confianza.
—Me gustaría que el Sr. Pittman sea más considerado con
Yeonwoo.
Le respondí inadvertidamente, Emma tenía una cara triste.
—Creo que Pittman no es un mal jefe. —Había encontrado
algo bueno en lugar de una aversión, posteriormente
agregué—: Nunca me hizo una solicitud injusta y siempre
pagó por el trabajo. Si haces lo correcto, lo admite. —Emma
estuvo de acuerdo y asintió, luego continué—: Hay buenas
personas para realizar este trabajo, pero la vacante no estará
disponible porque el predecesor no renunciará fácilmente.
Emma se echó a reír. No tenía idea de lo que era tan gracioso.
—Sí, ese es el problema. —Con una sonrisa todavía en su
rostro, me miró—. Pero me alegro de que Yeonwoo sea mi
jefe. Es muy difícil trabajar con el Sr. Pittman; en ese tiempo,
cuando Yeonwoo dijo que había renunciado... Fue la primera
vez que vi al Sr. Pittman gritar y enojarse, su personalidad no
es tan genial. Además, había que tener en cuenta varias cosas,
a menudo solo soltaba palabras como órdenes, pero no eran
muy específicas, hay tanto que tienes que saber de
antemano; creo que no podría manejar las cosas
correctamente. —De nuevo, Emma sacudió la cabeza con un
suspiro, como si fuera una pesadilla—. Extrañe mucho a
Yeonwoo.
Emma parecía una hermana menor y sin pensarlo traté de
tocar su hombro. Ella no era mi hermana, sino una
compañera de trabajo.
—Gracias por preocuparte de todos modos. No planeo dejar
el trabajo por el momento, y si alguna vez escribo una
renuncia, me tomare el tiempo suficiente para pensarlo...
Mientras hablaba, me detuve. Por supuesto, después de
escribir una carta de renuncia, era natural tomarse un
tiempo para hacerse cargo. Aunque por un momento, la idea
de disfrutar mi vida pasó momentáneamente por mi mente.
Nunca pensé en dejar la compañía desde la última vez.
De repente, la puerta se abrió sin llamar. Emma y yo
estábamos sorprendidos y nos volteamos a un lado al mismo
tiempo. Cuando descubrimos quién era la otra persona, nos
sorprendimos aún más.
Keith nos miró con una cara pálida.
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 4

—Sr. Pittman.
Emma murmuró avergonzada y eso fue todo. Ninguno de los
tres abrió la boca después. ¿Por qué estaba de repente aquí?
Fue lo que se me ocurrió primero. Keith me miró sin siquiera
pestañear, como si dijera algo. Por supuesto no estaba listo;
pero en este caso, era natural para mí ser el líder del equipo.
Luché por abrir la boca y hablar:
—Sr. Pittman, ¿qué está haciendo? Regresaré a mi oficina
pronto. ¿Tiene algo para decirme?
Afortunadamente, mi voz fue la misma de siempre,
probablemente.
Estaba convencido de que no había ningún cambio en la cara
de Keith mirándome. Después de revisar el reloj en la pared,
me di cuenta de que aún era la hora del almuerzo, solo habían
transcurrido cerca de 15 minutos. Era extraño que viniera
hasta el área de secretariado.
Revisé mi celular, tenía tres llamadas perdidas. Eran todas
del número de Keith. El teléfono se puso en silencio sin
darme cuenta.
—Lo siento. No lo sabía que se había configurado en
silencioso...
Me disculpé, pero él seguía en silencio. Estaba nervioso. Keith
se dio vuelta y se fue.
—Entonces me retiro.
Simplemente me despedí de Emma y salí detrás de Keith.

✤✤✤✤✤✤

Mientras caminaba por el pasillo, Keith no dijo nada. Lo seguí


en silencio.
—Ah.
Inadvertidamente escupí una exclamación. Rápidamente
extendí la mano para detener el ascensor. Después de que
Keith se subió primero, subí al elevador. Mientras la máquina
se movía, miré en silencio los números que cambiaban uno
por uno, sin notarlo miré a Keith, casi simultáneamente, él
también me miro. Sólo nos miramos por un tiempo. Fue
como una pelea donde el ganador sería quien pudiera
aguantar la mirada del otro. Por supuesto, que vencí a Keith.
Pensé en su fragancia.
—Creo que el aroma de su feromona es más oscuro de lo
habitual...
Keith respondió de inmediato:
—¿Hay algún problema? Dijiste que estabas tomando
medicamentos.
De pronto, el discurso estaba bloqueado. ¿Mi pregunta era
incorrecta?
—Ah... Sí.
En estos días, era más bien un caso pedirle a Keith que se
hiciera cargo de sus feromonas. No era bueno que él
derramara feromonas estando cerca mi ciclo de calor.
El aroma a menudo se espesaba o se desvanecía según su
estado de ánimo, no sólo cuando tenía relaciones sexuales.
Gracias a esto, no era raro que supiera sus sentimientos,
incluso si no quería. Estaba claro que Keith no era feliz ahora.
Ni siquiera podía preguntarle por la razón. En cambio, le
pregunté de nuevo:
—¿Tienes algo que decir?
—¿Qué?
En el instante en que contestó, sonó una campana corta y el
ascensor se detuvo. Me apresuré primero y presioné el botón
para que la puerta no se cerrará. Después de que Keith salió
del pasillo, caminé y dije:
—¿Por qué vino directamente al área de secretariado?
¿Tiene alguna instrucción…?
Keith se detuvo momentáneamente, fue un tiempo muy
corto, pero claramente vi su espalda inclinarse. Keith aún se
movía sin mirar atrás.
—Sólo intenté quería saber cuál era el siguiente horario.
—Eh...
¿Qué? ¿Cuándo tuvo prisa? Estaba perplejo otra vez.
—Dijo que habrá un informe sobre la nueva promoción a las
4 en punto. Cuando salí a comer me di cuenta que tenía
algunas dudas sobre la reunión.
—También dije que podría volver a las 3:30...
Él no dijo nada. Tenía mucha curiosidad por su expresión,
pero no pude confirmarlo. Keith, que no había respondido
durante un tiempo, siguió adelante. Lo seguí y esperé la
siguiente palabra, pero mientras caminaba por el largo
corredor, Keith nunca hablo. Finalmente, pregunté primero:
—¿Cambiamos el horario? Si no...
—Hecho.
De repente se dirigió a mi escritorio. Sin siquiera pensar en
algo, tomó la primera bolsa de papel que vio en mi escritorio
y lo tiró a la basura.
¿Qué estaba pasando? Estaba confundido, pero ni siquiera
podía preguntarle a Keith sobre la situación. Al final, todo lo
que pude decir fue: “Está bien”.
Cuando Keith dejó de repente de intentar abrir la puerta de
la oficina conectada a la suya, miró hacia atrás y abrió la boca:
—¿Has ido solo?
—¿Sí? —pregunté sin saberlo. Giré la cabeza a toda prisa y
luego asentí—. Ah, sí. El Sr. Steward me pidió que ampliara el
alcance de mis actividades... Una vez que salí al pasillo, dije
que todo estaba bien y que debería recorrer los alrededores
de la compañía.
—¿Entonces?
Respondí con cuidado:
—Si creía que podría ser peligroso, me recetó un
medicamento para tomarlo, pero estuvo bien. —Le sonreí a
Keith, que no dijo nada—. Parece que he mejorado mucho
gracias al Sr. Pittman. Gracias.
—¿Gracias a mí?
Keith hizo muchas preguntas. Le respondí con duda.
—Sí... No sólo me permitió quedarme en su mansión, sino
que también accedió a que yo siguiera tomando sus
feromonas hasta que me acostumbrara. —Inadvertidamente
bromeé—. El Sr. Pittman para mí es el lugar más seguro del
mundo.
La reacción de Keith fue fruncir el ceño.
—Tengo la seguridad de que nunca me tocará.
Keith no volvió a preguntar. Sólo me miró con una cara
inexpresiva como siempre. De nuevo, el aroma se espesó. El
mareo surgió debido al dulce aroma que flotaba alrededor.
Deseaba ir y enterrar mi nariz en su pecho e inhalar su
aroma. Era difícil. Apreté mucho los puños y realicé algunos
ejercicios de respiración varias veces para luego, finalmente
abrir la boca:
—... ¿Le importaría reducir el aroma? Yo... Si no quiere...
Keith no respondió, estaba parado allí como si estuviera
pensando en algo. Poco después, se dio la vuelta y entró a su
oficina. Me quedé sólo y me senté en el escritorio. Borracho
de feromonas, cerré los ojos y respiré hondo. Por alguna
razón, un rincón de mi corazón había estado temblando.

✤✤✤✤✤✤

—No sé, de repente Pittman ha cancelado la cita. —La


abogada que contestó el teléfono dijo en voz alta—: Tengo un
horario ocupado, pero de esta manera... ¿Quién puede
atreverse a desafiar al gran hombre? Voy a tener que
igualarlo aquí. Así que de nuevo. ¿Cuándo es?
Era una actitud contundente, pero tenía que entenderlo.
Había hecho un horario con ella. Después de colgar el
teléfono, sin querer miré la puerta cerrada de la oficina. Qué
capricho le había hecho cancelar de repente.
—Ah.
Se me ocurrió ver la bolsa de papel que Keith había dejado
atrás. Me pregunté que había adentro, lentamente saqué el
sobre de la basura y lo abrí, me detuve. Dentro había un
sándwich de atún y una bebida enlatada. De ninguna forma,
no tenía sentido. Negué la idea que se me ocurrió. Era ridículo
que Keith hubiera regresado para darme esto. Confundido,
llegué a varias preguntas. ¿Por qué había ido a la oficina de
secretariado en primer lugar? ¿Por qué cancelo de repente su
cita? Quizás intentó comprarme un sándwich porque se
preocupó por mí y cancelo la cita pensando que no había
almorzado. Fue la historia más plausible, pero aún no podía
creerlo. Básicamente, no tenía sentido que Keith me
comprara un sándwich y una bebida.
Incluso si lo aceptaba, la mayor pregunta seguía siendo el…
¿Por qué?

✤✤✤✤✤✤

Esa tarde le conté a Steward los resultados del


entrenamiento. Él estaba notablemente emocionado cuando
le conté que había ido abajo a la oficina de secretariado,
también de como subí y bajé de la azotea del edificio por la
tarde sin ayuda alguna.
—Es muy bueno. Buen trabajo, Yeonwoo.
Ni siquiera era un niño, pero tenía ganas de escuchar todo
tipo de felicitaciones.
Con elogios excesivos, me avergoncé y miré hacia abajo.
—Pero todavía es difícil.
Hablando con cuidado, me reí amargamente.
—No seas impaciente y come cómodamente. Es difícil dar el
primer paso.
Lo miré torpemente.
—Pero esto se debe a los medicamentos... ¿Fue posible
porque me tomé la medicina que me diste?
—Falso —gritó ante la pregunta silenciosa, parecía que se le
dificultaba decirme algo, luego abrió la boca—: Es falso.
Me quedé perplejo y lo miré. ¿Por qué me estaba diciendo
eso?
De momento, no pude entender sus palabras y sólo
parpadeé. Steward se rio amablemente.
—Eran placebos. Sólo las primeras píldoras que te di fueron
reales, las siguientes fueron vitaminas.
Abrí los ojos con asombro.
—¿Cuántas veces ha sido real? ¿Lo que comí todo este tiempo
era falso?
—Si.
La respuesta fue tan tranquila que estaba confundido.
—Ah, pero no fue la única vez que las tomé, antes... Sentí un
efecto gracias a la medicina.
Cuando entré en pánico, respondió como siempre.
—Después de conocer el efecto, aun tienes fe en la medicina.
Estaba sin palabras. ¿Entonces no había sido por la medicina?
¿Había sido solo una ilusión? Como si respondiera una
pregunta silenciosa, Steward respondió:
—El cerebro es realmente asombroso. ¿No es así? —Solo
miré su rostro—. Entonces, ¿debemos pasar al siguiente
nivel?
Asentí en silencio.

✤✤✤✤✤✤

Steward dio la vuelta y caminó hacia a la puerta. Parecía que


había pasado bastante tiempo.
—Es hora de hablar. ¿Te gustaría parar o...?
Charles abrió la puerta.
—En el futuro, Yeonwoo vendrá a mi sala de exámenes.
La mirada de Charles se volvió hacia mí, aunque su expresión
no cambió en absoluto, sentí que Charles estaba sorprendido.
—Mi condición mejoró mucho... Creo que podré irme a casa
pronto.
Charles dijo sin rodeos:
—Buena noticia.
—No es hora de hablar, ¿no?
Steward habló mirándome, pero Charles todavía lo miraba
sin emoción.
—Prepararé su auto. ¿Necesita algo más?
Steward se encogió de hombros. Charles pronto se dio la
vuelta y desapareció.
—Entonces Yeonwoo, piensa en lo que te dije.
—Sí.
Ligeramente me dio unas palmaditas en el brazo.
—Alégrate, realmente es justo ahora.
Asentí con la cabeza esta vez. Mientras salía por la puerta
principal para ver al mayordomo, vi a Keith quien finalmente
había regresado del hotel.
—Oh, señor Pittman.
Steward parecía feliz de ver a Keith.
Keith me miró primero y luego se volvió hacia Steward. No
dijo nada, pero estaba seguro de que estaba en un lío. Como
prueba, el aroma de sus feromonas fue más oscuro de lo
habitual. A pesar de estar al aire libre, el aroma se extendió
ampliamente. Keith camino dejando a los guardaespaldas y
empleados dispersos. Mientras subía las escaleras, dio unos
pasos hacia Steward y se detuvo a cierta distancia.
—¿Tienes algo que decir?
Steward le estrechó la mano.
—No, solo quise saludar. Es tarde, señor Pittman.
Keith respondió frunciendo el ceño y mirándolo fijamente.
Steward parecía avergonzado, terminó despidiéndose de
Charles y se apresuró a su automóvil.
—Entonces Yeonwoo, avísame cuando estés listo.
Estaba mirando, pero una sombra salió de repente. Tan
pronto como levanté la cabeza Keith se paró en las escaleras
donde yo estaba. De inmediato el dulce aroma mezclado con
la brisa nocturna perturbó mi mente. No pude evitar que mi
piel se erizara, agité ligeramente la cabeza.
Keith en silencio me miró.
—... ¿Sí?
Al instante perdí palabras, parpadeé y miré hacia arriba. De
inmediato nuestros ojos se encontraron y nos quedamos así
por un rato. Sin decir nada. Todavía se veía mal, frunció el
ceño, su aroma a feromona permaneció por completo. Pero
quería que este momento durara un poco más no había
muchas oportunidades para ver la cara de Keith tanto como
quisiera. De repente, Keith levantó la mano. Sus dedos
tocaron mis mejillas, y suavemente colocaron mi cabello
detrás una oreja. De pronto, el dedo de Keith se quedó en mi
oído, exactamente en el pabellón, lo acariciaba lenta y
suavemente con el pulgar y el dedo índice.
Miré hacia un lugar inespecífico. Suspiré.
—Encuentra una nueva mujer.
No fue hasta que los dedos de Keith se alejaron que pude
entenderlo.
—¿Entonces Naomi Parker...?
Se rio sarcásticamente cuando le pregunté.
—¿Ahora puedes moverte?
Estaba avergonzado y sin palabras. No podía caminar solo.
Tan pronto como la cara de Naomi vino a mi mente. Keith
entró a la casa, incluso tiempo después de que se había ido, el
dulce aroma de sus feromonas aún seguía flotando a mi
alrededor.
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 5

Desde la mañana, el cielo estaba nublado. Mi estado de ánimo


también era un desastre. Revisé las fechas marcadas en el
calendario y el medicamento en el armario. Como siempre
Charles preparó generosamente la medicina para que no
faltara. De nuevo, la medicina era suficiente, la dividí en dos,
una en el armario y la otra en un maletín.
Me levanté antes de lo usual y arreglé mi apariencia de una
manera más meticulosa.
Cuando llega el ciclo de calor, a veces, el estado de ánimo
cambia debido a la erupción hormonal. En mi caso, mi estado
de ánimo y mi condición empeoraron cada vez más, por lo
que tenía más de qué preocuparme. Además, mi ciclo no era
consistente debido a la transición tardía. En este momento
me vuelvo más sensible. Especialmente desde que escuché a
Keith Knight Pittman decir: “que luzco como un mendigo”.
Finalmente, revisé el espejo una vez más. Desde el cabello
bien peinado hasta el ángulo apretado de la corbata, todo era
perfecto. La tez se veía pálida, pero hasta ese punto no podía
evitarlo. Bien, después de asentir con la cabeza, salí del baño.

✤✤✤✤✤✤

No estaba solo sintiéndome mal. Cuando entré al comedor


después de respirar, noté los sentimientos de Keith.
Recientemente no había estado en buena forma. Se había
vuelto aún peor desde el ataque que sufrió. Después de eso,
nadie se sentiría bien por algún tiempo. Me acerqué a él.
—Hola.
Keith, que estaba viendo un artículo en su tableta, de repente
levantó la cabeza. Por lo general me ignoraba, pero esta vez
había habido una reacción inesperada. Keith me miró de una
forma más aguda que de costumbre.
—¿Es tiempo de tu periodo de celo?
—¿Sí?
De repente le pregunté de nuevo ante la inesperada
pregunta. Keith volvió a preguntar nervioso:
—¿Has oído? ¿Es tu ciclo de celo?
Respondí monótonamente, como siempre, mientras
apretaba inadvertidamente mis puños:
—Si es un ciclo de calor, probablemente llegará pronto. Me
estoy preparando.
Keith murmuró algo en voz baja, supe que era un lenguaje
abusivo.
¿Alguna vez había notado que el aroma a feromonas se había
espesado a medida que se acercaba el tiempo? Entonces, ¿el
aroma no desaparecía incluso después de tomar
medicamentos? Bueno hasta ahora, lo estaba escondiendo.
¿Debía tomar más medicamentos? Pero ya estaba tomando
hasta el límite. ¿Podía aumentar la cantidad?
Cuando llegue el ciclo de calor, ya pensaré qué hacer
entonces. La cantidad que estaba tomando de medicina era
más de lo que consumía durante el ciclo. Si tomará más
podría haber efectos secundarios.
—Si no te gusta el aroma...
Dejé de tratar de decir que rociaría perfume. Sería más
desagradable si el aroma de feromona se mezcla con otros
aromas. Keith parecía haber mirado a través de mis
pensamientos.
—La fragancia no es mala. ¿Hay algún Alfa que odie el olor a
Omega? —Escupió un largo humo de cigarrillo y agregó
nerviosamente—: Solo quiero que te abstengas porque es
molesto.
Estaba sin palabras así que olvidé qué decir por un momento.
Había pasado mucho tiempo desde que me uní a la compañía
de Keith para trabajar juntos, pero nunca había notado mi
fragancia.
—Seré cuidadoso.
Incluso con mi respuesta, no parecía estar satisfecho.
Además, simplemente inhalé el humo del cigarrillo mientras
se distorsionaba, en silencio, sentado en una silla.
Charles se tomó un momento para traer el desayuno. Keith,
que había llegado antes que yo termino de comer en menos
de cinco minutos.
Me senté solo en la espaciosa mesa de comedor y desayuné.
—No importa lo que dijo el Sr. Pittman.
Charles hablo mientras llenaba mi vaso con jugo. En una
situación inusual, lo vi con ojos sorprendidos. Miré hacia
arriba. Charles dijo con una cara inexpresiva como siempre:
—Su RUT estará aquí pronto. Pittman también está en un
período sensible, por lo que no lo puede evitar.
Solo entonces entendí un poco. Los Alfas extremos parecían
estar en malas condiciones cuando llegaba su momento. Algo
interesante. Los Alfas extremos parecían estar viviendo en
un mundo completamente diferente de los Alfas u Omegas
ordinarios, pero tenían algo en común.
¿Se había vuelto más sensible a la fragancia?
Pronto me avergoncé. Hasta que pasara mi tiempo, era
probable que me mantuviera lo más lejos posible, no quería
volverme loco. Sería mejor dejar la empresa por unos días.
Me comprometí de nuevo y bebí el jugo.

✤✤✤✤✤✤

—Buenos días —dijo Emma y la saludé tan animosamente


como siempre.
—¿Estas bien? Tienes una tez pálida.
Respondí con un profundo suspiro:
—Solo estoy cansado. Me dormí tarde ayer.
—Intenta descansar un poco el fin de semana, Yeonwoo.
Sus palabras tenían un tono de preocupación.
—Gracias. Lo intentaré.
Después de una conversación dura, fui a mi asiento y arreglé
mi trabajo. Dado que el cronograma para los próximos tres
meses estaba establecido, estaba ocupado revisando todo
antes de informar a Keith, pero de repente me di cuenta de
alglo. Emma me miró mientras miraba hacia arriba.
—¿Quieres decir algo?
Cuando inadvertidamente pregunté, sonrió.
—Están mucho mejor… tus labios. —Ante las palabras de
Emma, de repente me llevé la mano a los labios—. Me alegro,
estaba preocupada porque parecía que iba a tardar mucho
tiempo. Ese bálsamo labial fue efectivo —dijo Emma con una
sonrisa, pero nunca lo había usado, quería mantener mis
heridas por un día más. Sin embargo, la herida se curó y el
recuerdo se volvió borroso en cualquier momento.
Resoplé mis labios suavemente por el arrepentimiento. Sus
huellas desaparecían silenciosamente. No quería morderme
los labios y cubrir sus huellas a propósito. Estaba mirando
tristemente la desaparición.
—Gracias por preocuparte, Emma.
Emma sonrió brillantemente y luego habló con otra
secretaria que venía caminando a trabajar. La miré por un
momento y luego volví a concentrarme en mi trabajo. Decidí
qué hacer de acuerdo con el cronograma, y luego salí de la
oficina de secretariado fue entonces cuando de repente me
encontré con Emma, ella sonrió en silencio. También sonreí
y salí de la oficina.
—... Ah.
Tan pronto como cerré la puerta a mis espaldas suspiré y
cerré los ojos. Cuando me apoyé contra la puerta cerrada por
un tiempo, mi mareo disminuyó. Parecía que llegaría el
momento dentro de unos días. Necesitaba prepararme con
anticipación. Tomé aliento por un momento y luego moví mi
cuerpo. Tenía que comprar una joya para darle a Naomi e ir
a decirle adiós.
Estaba muy nervioso, pero afortunadamente llegué a la
tienda sin ningún problema. Cuando abrí la puerta de la
tienda, me sentí decepcionado.
—Hola, Yeonwoo. ¿Cómo estás?
La gerente me saludó con los brazos abiertos. La saludé y la
terminé saludando de mejilla a mejilla.
—¿Qué paso hoy?
Cualquiera que viera una sonrisa brillante tenía muchas
intenciones. Era igual que ella, con una sonrisa cara a cara
respondí:
—Vine a recoger el regalo del señor Pittman. Hoy es la última
fecha.
Keith nunca tuvo que decir adiós él mismo, por lo que toda la
incomodidad era mi responsabilidad. De todos modos,
debería ser uno o dos meses, pero recientemente era difícil
superar las dos semanas. No había razón para hacer un
regalo. Aunque esta vez fue excepcionalmente largo, los
resultados fueron los mismos. Nada había cambiado. La fama
de Keith Pittman seguía siendo la misma, otorgando siempre
una joya moderadamente refinada y con un precio razonable
a sus compañeras como forma de decir adiós. Incluso si les
daba un brazalete, nadie lo entendería mal. Cuando lo miras
así, parece que una persona solo puede ver lo que quiere ver.
—Oh por supuesto. Ven aquí. Incluso si no fuera así, salió un
nuevo producto. Es muy popular en estos días.
De las muchas gemas que tomó del interior, elegí una. Afuera,
dos conductores y un guardaespaldas vigilaban la entrada.
Tenía la joya, tan pronto como terminé salí y me subí al auto.
No había sido necesario pedirle a Naomi su dirección.
La mansión de Naomi estaba a las afueras, no tardé mucho.
Su mansión, que fue dada como pensión alimenticia cuando
se divorció de su segundo esposo, estaba ubicada en un
bosque tranquilo. Después de confirmar mi identidad en la
puerta, me dirigí hacia la mansión. Todo lo que vi mientras
caminaba fueron árboles que estaban bien podados.
Sorprendentemente, creo que ella podía querer más de esta
vida tranquila.
Naomi, quien había sido contactada por adelantado por el
guardia que vigilaba la puerta, me dio la bienvenida y
rápidamente confirmó lo que tenía en la mano. Una mujer de
ojos rápidos, podría haberlo notado de inmediato. Estaba
nervioso y esperé su reacción.
—¿Café?
Respondí con ansiedad:
—Sí por favor.
Pero luego recordé que Annabel robó el esperma. También
recordé a Naomi, quien dijo que era una pena romper con
Keith. Tal vez tomó una foto en secreto de Keith e hizo un
consolador. Incluso si lo hiciera, ¿qué podíamos decir al
respecto?
Fue cuando entré en la sala de recepción, guiado por Naomi.
Allí, un invitado que se adelantó, se sentó a tomar té primero.
Lo noté de inmediato, un olor a feromonas dominantes.
—¿Qué?
Cuando nuestros ojos se encontraron, escupí una
exclamación. De momento mi cuerpo se tensó. Algunos
escalofríos corrieron por mi espalda mientras tenía un sudor
frío en las palmas de mis manos. Grayson estaba sentado en
el sofá y no se movía en absoluto.
Parecía que estaba apostando si tendría una convulsión o
no. Está bien. Calmé mi aliento con urgencia. Estaba mejor
ahora. Estaba bien sin la medicina. Además, estaba es la casa
de Naomi. Los guardaespaldas estaban vigilando fuera de la
puerta, y Grayson no tenía ninguna intención de dañar su
imagen haciendo un escándalo en un lugar tan
extraño. ¿Cierto?La idea de que Grayson no estaría
interesado, sin importar cómo lo miraran los demás, me
sacudió la cabeza.
No pude moverme mientras estaba parado allí. Mi mente
estaba en blanco y vacía. Lo que sostenía en mi mano de
pronto se cayó al piso, pero ni siquiera me di cuenta.
—Oh. ¿Qué está pasando?
La cara sorprendida de Naomi se sacudió
momentáneamente frente a mis ojos, pero eso había sido
todo. Pronto salí de la mansión hacia el auto que me estaba
esperando afuera. Miré al conductor que estaba junto al
sedán, esperándome, e inmediatamente abrí la puerta del
asiento trasero.
—Vamos, gracias.
Jadeé y apenas hablé.
Después de sentarme en el auto, todo mi cuerpo tembló,
cerré los ojos y apoyé mi cabeza, cuando los abrí, el
conductor estaba sentado y arrancando el auto.
Estaba en el auto temblando un poco, envolví mi cuerpo con
mis brazos y cerré los ojos nuevamente. Como siempre, el
aroma de las feromonas de Keith flotaba en el interior.
Respiré profundamente aún con los ojos cerrados. Respiré
hondo varias veces más para que el temblor disminuyera;
pero incluso si inhalaba y exhalaba, no hacía que mí cuerpo
se calmara, su aroma que me estabilizaba no lo había hecho
hoy. La razón era probablemente porque mi ciclo se estaba
acercando.
Cuando apenas levanté mis párpados, el paisaje de la ventana
del auto que apareció a la vista pareció verse borroso. Estaba
mareado, como si mi cerebro estuviera temblando.
—Yeonwoo, ¿estás bien? ¡Yeonwoo!
El conductor se volteó y gritó, pero no pude responder. Mi
respiración rápidamente se volvió incontrolable y de repente
se detuvo.

✤✤✤✤✤✤

—Toma un descanso profundo de nuevo.


Una voz tranquila llegó desde lo alto. Otra vez respiré
profundamente.
—Tranquilo.
Me estaba sosteniendo en silencio, sentía calambres en todo
el cuerpo. Mis ojos estaban llenos de lágrimas, apenas abrí los
ojos, un paisaje familiar apareció en mi vista. Todavía estaba
sentado en el auto, la diferencia era que Keith estaba
conmigo.

—¡... !
Más tarde, me di cuenta de la realidad e intenté levantar mi
cuerpo, pero fallé porque Keith me abrazó de inmediato para
no escapar. Presionó mi cabeza contra su pecho para
dificultar el movimiento. No podía escapar y no tuve más
remedio que estar encerrado en los brazos de Keith. Estaba
congelado. Sentí que Keith estaba vertiendo feromonas. El
dulce aroma se extendió en el automóvil cerrado.
Lentamente exhale mi tembloroso aliento.
—¿Estás bien?
—Sí...
Después de la convulsión, llegó el mareo y no me importó.
Debería haberle dicho a Naomi. ¿Cómo podía decirle a Keith
que fallé? Demasiados pensamientos inundaron mi mente.
Keith abrió la boca primero:
—¿Qué pasó?
La voz tranquila no era tan diferente de lo habitual. No
parecía culparme hasta ahora. Abrí la boca para decir algo,
pero no pude encontrar la expresión correcta. Keith me
esperó así. Después de un rato, apenas hablé:
—Fui a ver a la Sra. Parker... Según sus instrucciones... fui
primero a Tiffany, todo iba bien, sin incidentes... pero en la
mansión de la Sra. Parker... Me guiaron a la sala de
recepción... Ahí, estaba el Sr. Miller.
Cuando comencé a hablar sobre Grayson, las palabras se
detuvieron. El miedo de ese momento revivió y todo mi
cuerpo se tensó nuevamente.
Keith me tocó la espalda como para intentar calmarme como
a un niño. Me mordí los labios.
—Entonces eso sucedió...
Aun en sus brazos estaba asombrado por la respuesta. Cerré
mis ojos.
—Lo siento...
—Todavía estás lejos de estar mejor.
En el momento en que oí sus palabras mi corazón se encogió.
¿Era patético? ¿Acaso él creía que ya no servía para nada?
Luché con mis pensamientos. ¿Qué hacía?
De momento, pensé que las lágrimas se iban a volver a caer,
así que cerré los ojos. Mordí mis labios para reprimir las
ganas de llorar.
Apenas abrí la boca:
—Lo siento... déjame ir.
Estaba ahogado y mi discurso fue interrumpido. Keith
todavía acariciaba mi espalda, sosteniéndome. De repente,
sentí que tenía su nariz en mi cabeza y emergió un olor
profundo.
—No puedo... —Dejé de desesperarme—... Lo siento —De
nuevo murmuré, pero Keith ya no dijo nada. En sus brazos,
que simplemente no se movían, mordí mis labios y soporté
mis ganas de llorar.
Steward había dicho que usaríamos un nuevo tratamiento,
así que lo único que quedaba era usarlo. De alguna forma
debía ser curado. Decidí aclarar mi mente, no quería ser
abandonado como un ser inútil. Al menos hasta el final,
quería seguir siendo un secretario competente. Me dolía el
corazón. Cerré los ojos y respiré profundamente. Keith se
quedó conmigo hasta entonces. No podía entender lo que
estaba pensando, pero una cosa era segura, era patético.
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 6

La alarma sonó fuerte. Aparentemente escuché el sonido,


pero mis ojos no se abrieron y de repente el sonido
desapareció.
—Yeonwoo, ¿quieres dormir un poco más? Si no desayunas
tendrás 15 minutos más.
Me desperté con la voz de Charles, había entrado a la
habitación y había apagado la alarma. Desperté, pero aún no
podía abrir los ojos.
—Bajare a desayunar...
—De acuerdo. ¿Te gustaría un poco de jugo?
Dudé, luego asentí.
—Sí por favor. Lo que sea está bien.
De nuevo Charles dijo:
—Está bien.
Después de escuchar el sonido de la puerta cerrándose, la
habitación se calmó como si estuviera muerta. Luego de un
profundo suspiro me desperté.
Cuando me levanté y me senté, suspiré nuevamente.
Después de frotarme los ojos unas pocas veces se levantaron
mis párpados. No había sido si no hasta que terminé de
bañarme que pude observar mi cara en el espejo, parecía más
cansada que nunca. Era natural que no pudiera dormir bien
e incluso lloré antes de quedarme dormido. La mano que
pasó por el cabello mojado tembló débilmente. Los
recuerdos del día anterior habían sido cortados. De todos
modos, no podía regresar a trabajar. Intenté volver a la
oficina, pero Keith interrumpió mis palabras.
“Eres una molestia”.
Eso rompió por completo mi última voluntad.
Inevitablemente intente llamar a Emma, pero incluso a eso,
Keith le había ordenado a Whittaker que nadie de la oficina
respondiera mis llamadas.
Finalmente, cuando regresé a la mansión, me quedé en mi
habitación, sentí odio contra mí mismo. Sacudí la cabeza y me
miré directamente al espejo. Era algo vago sentarse solo y
culparme. Tenía que cambiar esta situación de alguna
manera.
—Oh.
Respiré hondo y me miré. No volvería a hacer esa estupidez.

✤✤✤✤✤✤

Después de saludar a Whittaker y Charles, me subí al auto.


—Hola.
Keith en todo momento me observó. Me revisé varias veces
antes de bajar. No encontraría un hueco en ninguna parte.
Abrí la boca con una actitud extremadamente comercial:
—Lamento lo que sucedió ayer, pronto me reuniré con la Sra.
Parker y se lo diré.
El conductor se sentó y el auto avanzó. Keith abrió la boca:
—¿Puedes hacerlo?
No sabía si se estaba riendo o probándome. Por alguna razón,
parecía estar sonriendo. Sin embargo, la cara de Keith no era
nada diferente de lo habitual.
—Es mi trabajo. En ese momento fue difícil... intentaré dar lo
mejor de mí la próxima vez.
Keith no dijo nada, sólo me estaba mirando.
¿Por qué seguía mirándome así? Su mirada era diferente.
Keith de repente se rio como si tuviera una expresión
estúpida. Estaba aún más sorprendido y abrí mucho los ojos.
Alzó la mano. Todavía sonriendo, sus largos dedos tocaron
mi mejilla, pero no pude entender qué significado tenía.
Mientras intentaba ocultar mi estado de ánimo y lo miraba
en silencio. Keith se detuvo. La temperatura corporal cálida
se transmitió débilmente. Pasaron unos segundos, sacó una
bolsa de papel que parecía pesada, contenía algo. Cuando
abrí el interior, inesperadamente encontré una caja de
almuerzo. Miré a Keith sorprendido.
—Tienes que almorzar hoy.
—Ah... sí.
Tardíamente recordé que había reorganizado la cita con el
abogado que había cancelado la última vez para hoy. Había
hecho una doble cita. Podía estar ocupado resolviendo dos
reuniones a la vez. Pronto, me di cuenta, amargamente, que
era inútil.
—¿Le decimos a Emma que lo acompañe?
Keith se volteó a verme. La expresión molesta revelaba
claramente sus pensamientos.
—Creo que puede necesitar un compañero porque hay dos
citas... Si no puedo.
Keith abrió la boca. Lentamente, muy lentamente un sonido
salió de sus labios:
—¿Dije que la necesitaba?
Al momento estaba sin palabras.
—No salgas de la oficina.
Me ardió la cara. Agaché la cabeza apresuradamente, pero no
pude ocultar mi rostro febril. En silencio, el auto llegó a la
empresa. Salí del auto después de Keith, sosteniendo el
almuerzo que me dio en una mano. Me apresuré a moverme.

✤✤✤✤✤✤

La mañana como siempre pasó rápidamente y ya era la hora


del almuerzo. Keith se había ido sin decir nada. Me había
dejado solo, abrí el almuerzo que me había dado y me quedé
en la oficina comiendo.
La oficina estaba tan silenciosa. Deliberadamente abrí el
cajón y lo cerré, golpeé el teclado violentamente, pero pronto
me rendí. Tenía una sensación de autodestrucción. Intenté
apresuradamente pensar en otra cosa.
Necesitaba llamar a Steward. Era hora de comer, pero estaría
bien si simplemente enviaba un mensaje. Un día me dijo que
podía contactarlo en cualquier momento, las 24 horas del día.
Hasta ahora, nunca le había enviado un mensaje en ningún
momento. Me puse a pensar y escribí un mensaje. Unas pocas
veces después de corregir la oración, mi respuesta fue
enviada en menos de 5 minutos.
“Anímate, Yeonwoo”.
Parecía alentarme e involuntariamente sonreí.
De repente la puerta se abrió y me sorprendí. Keith había
entrado. Cuando miré el reloj a toda prisa, noté que la hora
del almuerzo ya había pasado desde hace 10 minutos.
—¿La reunión estuvo bien?
Keith no respondió y miró por encima de mi escritorio.
Cuando noté el significado de esa mirada, hablé:
—No salí de la oficina como se me indicó. Terminé mi
comida...
Keith, como siempre, no dijo nada, pero la expresión se
suavizó en alguna parte. Parpadeé y pregunté:
—¿Cómo le fue...? ¿Terminó todo bien?
—Bueno, más o menos.
Keith se movió como siempre, con indiferencia. De repente
entendí por qué su aroma se sentía suave y dulce. Keith
necesitaba una compañera rápidamente. Un Alfa no podía
estar solo cuando le llegaba su RUT, las feromonas se podrían
acumular en su cerebro provocando que perdiera el control,
con más razón, sucedía si era un Alfa dominante.

De pronto sentí incomodidad por mi amargo pensamiento.


Inadvertidamente levanté la cabeza y me encontré con la
mirada de Keith.
Pensé que iba a entrar en la oficina, pero inesperadamente él
estaba parado ahí, frente a mí, con un escritorio en el medio.
Parpadeé y abrí la boca para preguntarle si había algo más
que deseaba decir. De repente, me acarició la cabeza. Estaba
avergonzado por el toque gentil como si hubiera sido niño a
cuál felicitaban. En poco tiempo, la mano se fue, y levanté la
cabeza nuevamente.
No podía entender por qué estaba acariciando mi cabeza. No
era un niño y no había hecho nada para ser alabado. ¿Era
porque la reunión había sido buena? Intentaba adivinar
mientras miraba. Keith, luego caminó directo a su oficina y
abrió la puerta, dudé y abrí la boca:
—Lo siento, pero tengo una consulta hoy... Voy a ir a la sala
de tratamiento de Steward después del trabajo...
La razón de las palabras borrosas fue que todavía no había
encontrado a la siguiente compañera de Keith y que todavía
no le había dicho a Naomi respecto a la decisión de Keith.
Estaba amargado, pero Keith hizo una pregunta inesperada:
—¿Vas a la sala de tratamiento? ¿No vienes a la mansión?
Agregué una explicación:
—Le pedí que intentara otro método así que me pidió que
fuera a la sala de tratamientos.
Keith me miró mientras fruncía el ceño. La atmósfera suave
que había desapareció y el silencio fresco fluye nuevamente.
—¿Estás bien? —preguntó sin dejar de mirarme.
Una palabra corta contenía varios significados.
—Sí.
Cuando apenas respondí, entrecerré los ojos. No mientas, me
dije. De repente, Keith pareció reír brevemente. Fue un
momento tan corto que no podía creer que lo estuviera
viendo de verdad. Por supuesto, incluso si me reía, me era
imposible entender lo que significaba.
—Como quieras.
Y eso fue todo. Observé cuidadosamente, pero no pidió
concertar una cita con Naomi o encontrar a una próxima
compañera. Me sentí aliviado de ver a Keith cuando abrió la
puerta y entró en su oficina.

✤✤✤✤✤✤

El humor de Keith no era malo, se veía bastante bien. En


medio de terminar el trabajo que tenía para hacer mañana,
abrió la puerta de la oficina y miró que todavía tenía trabajo.
Mi corazón casi se detuvo. Anteriormente, Keith era quien se
había visto obligado a abandonar la oficina cuando era el
momento, pero después de que tuve problemas, siempre
estaba esperando para irnos.
—¿Todavía estás aquí?
Keith preguntó con una cara que no era diferente de la
habitual. Parpadeé y respondí apresuradamente:
—Está casi listo. Cinco minutos, no, diez minutos...
Pude sentir su mirada fija en mí todo el tiempo. Tenía prisa y
cometí un error.
—¡Ah!
En el momento en que me corté el dedo con el papel grité y
apresuradamente hice un puño.
—¿Qué estás haciendo?
Keith debía pensar que era patético. Me dio vergüenza decir
que estaba bien, pero de repente él se acercó.
—...
Abrí los ojos con sorpresa. Increíblemente Keith besó mi
mano. No había sido el final allí, inmediatamente miró la
herida con sus delgados ojos, observó cómo la sangre roja
salía; sólo miraba como si estuviera contemplando algo.
—Lo siento, lo siento...
Me disculpe a toda prisa. Keith saco un pañuelo de su traje.
Observé detenidamente mientras él me ataba el dedo sin
decir nada. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi
sangre había dibujado una larga línea en la mano de Keith,
pero antes de decir algo se levantó y volvió a la oficina.
Probablemente estaba tratando de lavarse las manos en el
baño adjunto. Desperté y me apresuré a terminar mientras
Keith regresaba.
Increíblemente no volvió.
Después de terminar la limpieza, revisé una vez más, pero la
puerta seguía cerrada. De repente, la puerta de la oficina se
abrió de par en par, al mismo tiempo un dulce aroma fue
expulsado. Retrocedí sin mi conocimiento, poco después,
apareció Keith.
¡Ah!
Me di cuenta tarde. ¿Era por mi olor?Se me ocurrió que Keith
había criticado mi aroma ¿Había sido el aroma de las
feromonas más fuerte después de la herida? Estaba
preparado de nuevo, esperando que me condenara, pero
inesperadamente, Keith no dijo nada.
Miré hacia abajo; estaba nervioso y esperé sus palabras. Él
pareció pensar por un momento, luego habló:
—¿... Dijiste que ibas a ir al hospital de Steward?
—Ah, sí.
Esperé en silencio, pero Keith abrió lentamente la boca:
—¿No puedes cancelarlo?
Era una pregunta inesperada, por lo que no pude responder
de inmediato. En ese momento se me ocurrieron muchos
pensamientos. Necesitaba un enorme coraje para rechazar lo
que Keith me pregunta. Apenas soporté lo que quería decir
en este momento: “Sí, cancelaré”. La tentación fue tan grande
que la rechacé con poderes sobrehumanos.
—No... Cancelar una cita es un poco...
¿Me atreví a decir? ¿Le había dicho que no a Keith Knight
Pittman? ¿Debía decir que lo haría ahora? Keith no dijo nada.
Estuve preocupado por un tiempo, agité mi cabeza, lo ignoré
y me fui. Él sólo me estaba mirando.
Pronto, sentí un aroma a feromona que se extendió como una
tentación llenando mi espíritu. Quizás estaba intoxicado con
ello, era una locura pensar que Keith podría besarme.
Keith me miró un largo rato sin saber por qué, ¿estaba
equivocado? mientras fluía suavemente una fragancia de
feromonas.
Cuando Keith volteo la cabeza, de repente sentí que estaba
despierto, di un paso recto y me dirigí hacia la puerta.
Bajé el elevador en silencio. No hubo conversación después
de que los dos estuviésemos solos en el auto, solo el sonido
del dedo largo de Keith tocando y golpeando débilmente en
el reposabrazos. Ni siquiera supe cuándo se acabó el tiempo.
El aroma de la feromona de Keith era mucho mejor que en la
mañana, se había hecho más fuerte. Si también me viera
afectado de esta manera, tarde o temprano el ciclo vendría.
Necesitaba una contramedida; tenía que encontrar una
compañera para Keith.
—Bueno, si no puedo encontrar inmediatamente a una
compañera, ¿estará bien la Srta. Parker hasta que se calme el
RUT...?
Cuando hablé con cuidado, Keith movió su cabeza y me miró.
Me fue difícil decirlo:
—Charles me dijo que llegaría el momento pronto... Es mi
trabajo encontrar a alguien.
—Está bien, es un RUT.
—...
Keith volvió a mirar y me quedé sin palabras. Lentamente, el
auto se estaba desacelerando. Llegamos al hospital de
Steward.
—... Gracias por traerme.
Era difícil saludar y salir del auto, pero Keith de repente abrió
la boca:
—Llámame cuando hayas terminado, no salgas solo.
Abrí los ojos, inesperadamente Keith me miró y dijo con
indiferencia, como siempre:
—Si algo vuelve a suceder.
—... Sí.
Sus sugerencias fueron muy amables, pero estaba más
angustiado.
Él sonrió y luego salí del auto, no volvió a decirme nada. Cerré
la puerta apresuradamente, ignorándolo, luego Keith regresó
a la mansión. Whittaker y algunos otros guardaespaldas se
quedaron atrás.

✤✤✤✤✤✤

—Vamos, Yeonwoo.
Steward me dio la bienvenida.
Era desconocido y misterioso, miré alrededor de su oficina,
me imaginaba el consultorio de un médico lleno de libros
como un estudio, pero no había nada más que un escritorio,
incluso el escritorio era bastante grande.
—¿Qué pasa?
Steward preguntó con una sonrisa. Lo lamenté tanto que abrí
la boca con cuidado:
—Uh, no es lo que pensaba. Bueno, pensé que habría muchos
libros o algo así.
Steward me sonrió.
—Creo que este es un lugar temporal. Tengo una oficina real.
—Ah, sí... ¿No tienes una consulta aquí?
Parecía tener varias salas de asesoramiento. Cuando se lo
pregunté, pareció pensar por un momento y se encogió de
hombros.
—Depende de la situación. De todos modos, está bien. ¿Ya
preparaste tu mente?
Inmediatamente se dirigió al tema principal. Estaba nervioso
en este momento, mi expresión se endureció.
—S... sí.
La voz quedó atrapada en las cuerdas vocales y se partió al
salir.
Steward sonrió amargamente como si hubiera notado mis
miedos.
—No te excedas.
Estaba dispuesto a hablar la próxima vez, pero como
siempre, pensé en Keith. Entonces con coraje levanté la
cabeza, apreté mi mano temblorosa y lo miré.
—Lo haré. Por favor.
Steward me miró a la cara, como si realmente se preocupara.
—Si, está bien proceder así. En cambio, te diré de inmediato,
si creo que va a ser difícil —añadió una advertencia con una
cara seria—. Puede que sea demasiado difícil, pero podrías
sufrir un trauma mayor. Entonces se volverá realmente
difícil de tratar. Hoy solo estoy haciendo una prueba, ¿de
acuerdo?
Respondí después de tragar la saliva seca.
—Sí.
✤✤✤✤✤✤

Antes de comenzar, Steward me dio una medicina. Esta vez


no había sido un placebo. Cuando le pregunté por qué, la
respuesta fue sorprendentemente simple.
—No es bueno que estés estresado desde el principio, es para
relajarte un poco.
La atención de Steward también hizo que me pusiera más
nervioso. Después de tomar algunas respiraciones
profundas tomé la medicina, de ahí me llevó a la sala de
tratamiento.
El sitio del hospital era bastante grande, también había una
gran distancia entre los edificios tanta que incluso en el
siguiente edificio se tuvo que caminar durante bastante
tiempo.
—Es de ayuda, porque me falta ejercitarme.
Steward se echó a reír, yo también me reí, pero fue solo una
sonrisa formal.
Mientras caminaba por el muy cuidado jardín junto al él, me
vinieron a la mente todo tipo de pensamientos. ¿Qué pasaba
si volvía a fallar? ¿Si convulsionaba otra vez, si me
encontraba con Grayson sin previo aviso? Cuando recordé lo
que había sucedido, mi confianza desapareció sin dejar
rastro. Mis manos apretadas se cerraron aún más.
—¿Has tenido otra convulsión?
—Ah...
Después de una respiración profunda, me costó contar mi
última convulsión. Steward, que escuchó en silencio, asintió
y dijo:
—Debes estar avergonzado porque no estabas preparado en
lo absoluto. Hoy estaré allí apoyándote... ¿Estás tomando
inhibidores?
—Sí, todos los días.
Aproveché la oportunidad.
—Creo que mi ciclo de celo llegará pronto. ¿Puedo tomar más
medicamentos...?
—Por supuesto que no, ya tomas demasiados. El ciclo es
inevitable. —Mientras permanecía en silencio, Steward
habló—: Mejoraras pronto, así que ajustemos la medicina.
Encuentra la mejor forma de pasar este ciclo y toma
vacaciones si es posible. Si necesitas ayuda, contáctame,
vaciaré una habitación del hospital para que puedas
quedarte solo durante el ciclo. Te recetaré pastillas para
dormir así que tómalas, terminará en un día más o menos.
¿Cuántos días dura tu ciclo?
—De dos a tres días.
Se acarició la barbilla con una mirada avergonzada.
—Es larga. La mayoría termina en un día.
No fue la gran cosa, pero mi cara se puso caliente. Él me miró
y habló rápidamente:
—De todos modos, esa es una medida separada.
Comenzaremos con el tratamiento de hoy.
—Sí.
Después de tragar saliva seca, Steward preguntó, pasando la
tarjeta de identificación.
—¿Tomaste tu medicamento en la mañana?
La puerta automática se abrió con un leve sonido. Respondí
que sí, otra vez.
—Tomas más de lo usual, puede ser peligroso así que no la
tomes hoy. En cuanto llegues a casa tienes que ducharte y
dormir de inmediato. Si te bañas no absorberás las
feromonas, debes tomar un largo baño; mientras más tiempo
te bañes, será mejor, deberás lavar toda la ropa que llevas
puesta hoy.
Steward me advirtió de lo siguiente:
—Si las feromonas se desbordan, los periodos del ciclo
pueden ser alterados, así que no olvides hacerlo. Podría venir
de repente esta noche así que, si ese es el caso, contácteme de
inmediato.
Estaba más nervioso que nunca y asentí. Steward presionó el
botón del elevador.
—Por ahora, todos dejaron el trabajo —musité
ansiosamente en el ascensor—. Bueno, ¿cuándo llega un
extraño no está en el registro *CCTV o algo...?
Steward se rio de lo que estaba pensando.
—La cámara en el laboratorio no funcionará de todos modos.
En ese momento la puerta se abrió y un largo pasillo en el
sótano se extendió frente a nosotros. Lo seguí.
No había nada en la pared, solo un número estaba
claramente escrito en la puerta que estaba separado con
amplios intervalos de espacio. En el sofocante silencio, el
sonido frío de los pasos hizo que mi corazón se congelara.
Finalmente, Steward en la puerta pasó la tarjeta, solo
después de tomar las huellas digitales se abrió la cerradura.
Cuando entré, escuché la puerta cerrarse a mis espaldas.
Ahora realmente parecía no haber forma de dar un paso
atrás. Steward apretó el botón en una de las paredes, de
repente el lugar se iluminó y apareció otra habitación.
—Está bien, no puede verte desde allí.
Steward dijo que me tranquilizara, pero eso me puso más
tenso.
—Ahora respira hondo. Despacio... Está bien porque tomaste
la medicina. Las convulsiones no vendrán.
Me calme un poco.
—Ese es el experimento que dije.
El hombre, sentado en la cama individual volteó la cabeza,
una mirada nebulosa se dirigió hacia mí. De momento, estaba
nervioso.
—Desde que nació, se dijo que era un Alfa extremo por lo que
la feromona es particularmente fuerte, lo cual es muy útil. —
Steward dijo, mirando los oscuros y brillantes ojos
morados—: Debes haber escuchado, ese hombre mató a más
de 100 personas. Es un asesino en serie.
Tragué en seco sin darme cuenta. Steward puso sus manos
en cada uno de mis hombros para alentarme y pronto me
soltó.
—Entonces, ¿empezamos?
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 7

—Fue realmente bueno, Yeonwoo.


Me senté con una respiración agitada. No podía hablar,
permanecía con los ojos cerrados para calmar el mareo. Las
feromonas del hombre se habían volcado en todo mi cuerpo
durante más de 5 minutos.
No sabía si era gracias al medicamento que Steward me había
dado inicialmente, pero no me sentía muy aturdido ni
alterado, solo sentía calor, pero era debido a que mi ciclo de
celo se estaba acercando. Steward me sentó en una silla y me
entregó un vaso con agua.
—Bebe mucha agua, ayudará a eliminar las feromonas.
Steward me dio otro vaso y comprobó mi estado. Sus ojos se
iluminaron, señaló la Mac, y pronto asintió.
—Una vez que el ciclo de calor termine, volveremos a repetir
el tratamiento. Recuerdas qué hacer cuando llegues, ¿no?
Sólo asentí. De repente, estaba tan cansado que incluso abrir
la boca me fue difícil. No podía dejar de pensar ya que la
fiebre seguía aumentando, ahora mismo no era un ciclo de
calor, pero pronto lo sería.
Steward llamó a Whittaker, que estaba esperando.
Posteriormente, llamó a la oficina de administración.
—Todas las máquinas en el 302 están caídas. ¿Sí? Oh, nada.
Acabo de hacer un experimento con feromonas. —Steward
dijo, mirándome significativamente—: Bueno, el registro de
unos 30 minutos puede haber desaparecido, pero no puedo
evitarlo. Sí, entonces por favor verifique.
Colgó y se echó a reír.
—Es un crimen completo, ¿no?
Solo lo miré sin comprender. Steward tiró de la silla y se
sentó a mi lado, como si estuviera esperando calmarme.
—Tuviste muchos problemas, pero la consulta terminará
pronto. —Ligeramente dijo—: Las personas que vienen a
buscar asesoramiento de esta manera es debido al Alfa
dominante. No eres el único. Esa maldita feromona es una
molestia en muchos sentidos.
No dije nada, pero él continuó hablando:
—¿No parecen unas bestias impresionantes por las
feromonas? Además, los Alfas dominantes distinguen las
feromonas de otros Alfas dominantes, como el perro cuando
hace pipí en los árboles de la calle y lo marca. —Finalmente,
como si todavía hablara consigo mismo, agregó: —Desearía
que todos Alfa dominantes desaparecieran.
Me abstuve de mencionar algo.

✤✤✤✤✤✤

Whittaker volteo y me miró.


—Yeonwoo, ¿estás bien?
Asentí, con la conciencia borrosa.
—Sí un poco... Estoy cansado —dije de manera ansiosa.
El paisaje que se miraba desde la ventana del automóvil pasó
por mi vista un poco más rápido que antes. Respiré
profundamente de nuevo con la frente apoyada contra la
ventana.
Pronto llegaría a la mansión. Primero, tendría que bañarme…
«báñate, báñate, báñate...»
¡Ah!
Los pensamientos difíciles fueron interrumpidos, Keith no
me había contactado. De nuevo en mi cabeza, estaba
emocionado por el calor y no pensé en nada. Cerré los ojos
otra vez. Las respiraciones calientes continuaron fluyendo
junto con los mareos. Presioné el maletín contra mis muslos.
Afortunadamente, todavía no tenía una erección, pero el
deseo era intenso.

✤✤✤✤✤✤

—Yeonwoo, ¿estás bien?


Charles preguntó, tan pronto como salí del auto.
—Sí un poco... Estoy cansado.
Él olió las feromonas y pronto frunció el ceño.
—El olor a feromonas es severo... No es la feromona del Sr.
Pittman. ¿Puedo preguntarte qué pasó?
Estaba preocupado por lo que había pasado.
—El Sr. Steward propuso un nuevo tratamiento... Fue muy
difícil.
Poco después, suspiré. Charles se detuvo, podía adivinar cuál
era su expresión sin verlo, definitivamente estaba
mirándome tristemente.
Mi cara ya estaba ardiendo. Debía apagar el calor antes de
que aumentara... Aún podía llegar a mi habitación y llorar,
antes de perder la razón.
Quería estar solo, conocía mi corazón.
—Sube y descansa. Informaré al señor Pittman.
—Gracias.
Después de apenas agradecerle, seguí adelante. Me
temblaban las piernas. Si Steward no me lo hubiera advertido
yo... Quería hurgar en mi maletín y llevarme la medicina a la
boca, eso ayudaría, pero no podía hacerlo, no tenía fuerzas.
Subir las escaleras había sido tan difícil que tuve que parar
varias veces. Me arrepentí, pero ya era demasiado tarde para
volver. Inevitablemente, seguí moviéndome. Cada vez que
respiraba las feromonas a mi alrededor, estas me empapan.
Debía llegar a mi habitación y tomar un baño, ya casi estaba
arriba. ¿Cuánto faltaba? Levanté la cabeza y la figura de Keith
apareció frente a mí, de pie en las escaleras.
Me detuve sin saberlo.
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 8

Cuando lo miré desde las escaleras, vi a un hombre alto, a


unos pocos pasos de distancia, estaba abrumado.
Parpadeé como si me hubiera convertido en un niño. Era
difícil reconocer su expresión correctamente porque estaba
frente a la luz, pero pude adivinar que estaba enojado, como
prueba de ello, cuando Keith abrió la boca, su voz sonó más
fría de lo habitual:
—¿Por qué no me llamaste?
Pude ver a Charles parado detrás de él. En ese instante,
recordé sus palabras de que informaría sobre mi llegada.
Estaba molesto porque pensé que iba ignorar las
instrucciones de Keith.
Abrí la boca con dificultad:
—Lo siento, está bien...
Me disculpé y cerré los ojos, estaba mareado y mis piernas ya
no podían sostenerme.
Casi me caí de las escaleras, al recuperar un poco la visión
pude ver la cara de Keith. Si no me hubiera atrapado, habría
tenido un gran accidente. Tenía que dar las gracias. En ese
momento de repente Keith preguntó:
—¿Qué es ese olor?
Su voz baja parecía apuñalar todo mi cuerpo como un
cuchillo. Estaba avergonzado. ¿Por qué estaba tan enojado?
No pude entender por qué. Miré a Charles a primera vista,
pero tampoco tenía idea.
Me apresuré a calmarme y traté de hablar, aunque necesité
un poco más de coraje para hacer un sonido.
—Hoy, el Sr. Steward propuso un nuevo tratamiento... Quizás
es por eso, el olor a feromonas.
“Los Alfa dominantes dicen que diferencian sus feromonas de
las de otros Alfa dominantes”. ¿Por qué Stewart había dicho
eso? Estaba perplejo ¿Qué era diferente?
Keith todavía me miraba.
—¿Entonces…? —preguntó—. ¿De quién es esta feromona?
Quería mentir. Por supuesto que lo habría hecho si hubiera
podido, sin embargo, en ese momento no tuvo sentido decir
una mentira, además, no había razón alguna para mentir.
No podía entender por qué Keith estaba tan enojado. Estaba
nervioso y dije la verdad.
—Sólo necesito acostumbrarme a las feromonas de los Alfa
dominantes, y él conoce a uno...
Tal vez era mejor no hablar profundamente sobre los
experimentos que podían ser secreto del hospital. Sin
embargo, traté de explicarlo con rudeza, pero antes de que
terminara de hablar, Keith habló con voz aguda:
—Entonces… ¿Han volcado sus feromonas sobre ti?
Me sorprendí. Al mismo tiempo, un dulce aroma se extendió.
Era la feromona de Keith. Indudablemente ahora estaba
increíblemente enojado.
No podía entender por qué este hombre estaba así.
—El Sr. Stewart dijo que tendría que intentarlo dos o tres
veces más... hoy aguanté bien. Pronto todo estará mejor...
Antes de que terminara de hablar, Keith me tomó con fuerza
de la mano, jalándome. En ese momento, el dolor me
despertó. Sorprendido pude caminar tras él y seguir su ritmo.
¿Qué le sucedía? ¡Por qué caminaba tan rápido!
—Sr. Pittman, ¿qué...?
Estaba molesto y lo llamé, pero Keith no respondió. Poco
después, abrió la puerta de su habitación y me arrastró
adentro. Abrí los ojos sorprendido, sin embargo, continuó
caminando sin detenerse, abrió la puerta del baño y me tiró
dentro de la bañera.
—¡...!
No tenía idea, pero de repente el agua fría se derramó sobre
mi cuerpo. Keith abrió la ducha. Grité sorprendido:
—¡Pare! ¡Pare, Sr. Pittman! ¿Qué está hacien... do!
Agité los brazos apresuradamente, pero era imposible
detener el agua que se derramaba por todos lados.
Las feromonas que se habían acumulado en todo mi cuerpo
fueron eliminadas por el agua.
¿Qué era esto...? La fuente de la fragancia era clara. Mientras
que las feromonas de Alfa dominante eran eliminadas, otras
feromonas dominantes estaban cubriendo todo mi cuerpo.
Cuando temblé y levanté la cabeza, me encontré con Keith y
sus ojos, mi cuerpo estaba empapado.
Pude ver que sus ojos eran de color dorado. Estaba cubriendo
mi cuerpo con sus feromonas.
—¿...?
El interior de mi cuerpo palpitaba. Estaba
avergonzado. Sabía lo que era este sentimiento. Lo sabía muy
bien.
Nunca debió haber llegado en este momento, pero no era
algo que pudiera controlar. No importaba cuánto
medicamento tomará, había demasiadas feromonas ahora. Si
solo hubieran sido las feromonas de Keith habría podido
soportarlo.
“Báñate tan pronto como vuelvas a la cama”.
Me había dicho Stewart.
Ya era peligroso tomar medicamentos, pero ahora no tenía
otra opción. Me acurruqué contra la bañera. Obviamente, el
agua que vertía sobre mi cuerpo era fría, pero por dentro
sentía mucho calor.
Mi cuerpo se estaba calentando y no pude soportarlo. Quería
desesperadamente llevar mi mano temblorosa hacia mis
pantalones.
Las lágrimas estaban a punto de salir.
—... ¿Qué sucede?
Keith preguntó de repente. Él era responsable de esta escena
así que finalmente lo notó.
Rasqué el piso de la bañera tratando de no masturbarme.
—Sobre mi bolso... adentro... la medicina.
Todo mi cuerpo tembló.
Sus manos se movieron y agarraron mi maletín arrojando
todo lo que había en su interior al suelo. Keith desvió la
mirada.
Sus feromonas me aplastaron a tal grado de que me resultó
difícil levantarme y caminar.
No importaba cuán fría estuviera el agua, mi cuerpo se sentía
tan caliente. Estaba frotando mi agujero sobre mis
pantalones delgados sin mi conocimiento, pero ni siquiera
me di cuenta. Vi a Keith dando la vuelta.

Jadeé y lo miré, él revisó mi bolso encontrando un frasco con


medicina.
—¿Es esto?
Volteo mostrándome la medicina. Asentí y extendí mi mano.
Espere a que Keith pronto me las diera, pero él sólo se quedó
observando, abrió el frasco.
Miré a lo lejos cuando Keith volteó el frasco y las pastillas
cayeron al suelo. No lo podía creer. ¿Qué estaba haciendo
ahora?
Keith me miró en silencio. Después de que toda la medicina
se vació completamente tiró el frasco al suelo y aplasto las
pastillas con los pies, luego abrió la boca:
—Te ayudaré —dijo sarcásticamente, inmediatamente
agarró mi brazo y jalo mi cuerpo hacia él, pronto sentí unos
labios cubriendo toda mi boca. No podía creer lo que estaba
pasado.
—Ah... No. ¡Pare! ¡Ah, no, no lo haga!
Apenas mantuve la cordura, lo rechacé. Keith me abrazó con
fuerza, ignorando mi mano y empujando sus hombros.
—Es tu ciclo de calor y mi RUT acaba de llegar. —
Sarcásticamente añadió—: ¿Hay una mejor razón para que
no tengamos sexo?

—...
—Sólo disfruta.
¿Estaba desesperado? ¿No importaba que fuera yo? Entre el
deseo de abrazarlo y el miserable orgullo, apenas hablé:
—Yo... Usted no... duerme con... hombres... ¿No es así?
Keith se detuvo por primera vez en protesta. ¿Estaba
tratando de renunciar? Pero no había tiempo para sentir un
amargo alivio.
Me miró mientras apretaba los dientes.
—Cállate.
Mordió mis labios. Una gota de agua fría cayó sobre mi boca
y una lengua gruesa pidió entrar, abrí la boca y su lengua
finalmente se enredó con la mía.
—Ah.
Estaba abrazando su cuello sin saberlo. Ya no podía
resistirme, no tenía sentido. Lo único que nos quedaba a los
dos, era nosotros dos y sus feromonas que cada vez se
profundizaban más. Si tan solo pudiera resolver este loco
deseo por su cuerpo, quería que lo pusiera dentro de mí,
deseaba que su mano acariciara mi cuerpo. Mi estomago hizo
cosquillas y la parte de abajo palpitó más y más con cada
beso. Ya no podía soportarlo, rápidamente me colgué de él.
—Keith, ¡Keith...!
—Sí, lo sé.
Sollocé y froté sus mejillas. Su fuerte brazo tiró de mi cintura
con fuerza y mi cuerpo cayó encima del suyo. Su pene, que
estaba firme, se podía sentir con tanta fuerza. Estaba
sollozando y respirando con dificultad. Keith sostuvo mi
cintura con uno de sus brazos, luego bajó la otra mano y
agarró mi cadera. Mientras lo abrazaba, envolví mis piernas
alrededor de su cintura. Nuestros labios nunca se separaron
cuando nos movimos. Cada vez que nuestras bocas se unían
se oía un constantemente sonido áspero, le agarré las
mejillas.
No tenía idea de cómo fue que sucedió. Besé a Keith, lo toqué
y tendría sexo con él, sentía que mi cuerpo iba a explotar.
—¡.. !
Caímos sobre la cama. Keith continúo besando mis labios. Su
parte inferior golpeó mi trasero, y yo apreté las piernas con
fuerza para sentirlo más. No podía respirar de la emoción.
Keith repentinamente separó su cuerpo, pero no estaba
tratando de terminar, más bien, fue todo lo contrario. Me
miró a la cara y se quitó la camisa con rudeza. Su aliento
parecía más urgente que el mío. Tardé en quitarme la camisa
mojada, cuando apenas iba por la mitad, Keith ya tenía sus
manos sobre mi ropa interior. Me cubrí la cara.
—¡Oh esperé...!
Keith, quien intentó bajarme los pantalones y la ropa interior
no se detuvo hasta que lo logró.
Por un momento, Keith no dijo nada. Sólo el fuerte sonido de
su respiración se extendió por todo el lugar. Esperé a que
Keith se diera cuenta de la realidad, aunque mi mente ya se
había derretido por completo a causa del ciclo de calor. Si
Keith me hubiera dejado así, tendía que luchar solo contra
esta pasión. Herviría mi corazón con miseria antes de que
perdiera por completo la razón.
—...Ah.
Keith exhaló un profundo suspiro como si estuviera
bloqueado. El momento había sido abrumado. Temeroso,
mirando a través de mis dedos. La mirada de Keith se dirigió
a la parte inferior de mi cuerpo. Cuando mis hombros se
encogieron de miedo, de repente él soltó una breve risa,
como si no hubiera nada de qué preocuparse.
—¿...?
No pude entender el significado, sólo parpadeé y Keith de
repente me agarró el brazo que ocultaba mi cara, mi
temeroso rostro apareció a la vista.
—Ah.
Abrí la boca sin comprender y al momento siguiente, sus
labios se superpusieron inmediatamente.
Su aliento áspero y los gemidos se filtraron por los labios. El
cuerpo de Keith estaba encima de mí. Increíblemente, él
estaba desnudo y yo también. ¿Estaba loco por las
feromonas? Pensé vagamente. Su piel desnuda que tocaba
todo mi cuerpo también estaba caliente y tanto su pene como
el dulce aroma de su cuerpo aplastante, eran increíbles.
Estaba teniendo sexo con él. Keith me besó incluso después de
asegurarse de que era un hombre.
Estaba claro que estaba teniendo un sueño loco en ese
momento debido al ciclo de calor, de lo contrario, él no me
besaría, no me tocaría…
Su lengua se frotó en el interior de mi boca, su saliva entraba
en mi garganta y sus manos me apretaron mis nalgas y mis
pezones, era tan realista. Sobre todo, el pesado pene que
estaba presionando firmemente contra mi estómago.
—Ahhh... Ugh.
Un gemido salió por sí solo. Mi cintura se retorció
constantemente debido a estímulos desconocidos. Keith
chupó y mordió mis labios; y el lugar que no podía imaginar
se mojó. Me aferré a él y lo besé.
—Oh Dios mío.
Keith susurró con una voz burlona:
—Me he equivocado durante mucho tiempo.
Me culpé por la respiración agitada. Un dedo grueso frotó el
interior de mi agujero y un gemido lloroso salió de mi boca.
—Oh, ah, ah, ah.
—¿Escuchas? ¿Qué es ese sonido?
Frotó mi interior violentamente. Pude oír por mismo el
desbordamiento de mis gemidos.
—Huh...
No pude soportarlo y estallé en llanto, pero Keith nunca se
detuvo. Más bien, doblo los dedos en el interior y comenzó a
frotar nuevamente. Grité mientras me tragaba el aliento por
primera vez. En el momento en que intenté escapar, Keith me
besó. Mi cuerpo fue presionado hacia abajo, por lo que fue
imposible moverme. Estaba acostado cómodamente entre
mis piernas abiertas, Keith estiró los dedos y volvió a sacudir
mi interior. Cada vez que doblaba un dedo sentía como se
rasgaba mi parte interior. Grité.
—Ah.
Keith escupió brevemente un gemido y retiró sus dedos.
Pude observar cómo sus dedos estaban empapados de mis
fluidos. Él frunció el ceño, si me odiaba no importaba. Solo
quería algo, quería que lo pusiera.
—Keith, rápido...
Me acerqué a él con el cuerpo temblando. Él apenas me
abrazó.
—¿Con cuántos hombres jugaste cuando parecías tan
inocente?
—Nunca, nunca...
—¿Qué? —Keith se echó a reír como si no estuviera
realmente preocupado. —Si lo vas a disfrutar de todos
modos, es bueno ser sincero el uno con el otro.
—¿Tú también? —susurré y me besó.
No podía permitirme decir algo. Simplemente lo abracé y
froté mi entrada contra él como un loco. Vamos, solo quería
que pusiera sus dedos en mi interior como antes. En el lugar
donde había tocado, se sentía un hormigueo. No pude
soportarlo. Moví mis caderas y toqué su cuerpo a tientas.
—Keith, rápido... Ponlo rápidamente. Ah, no puedo
soportarlo...
—Ah.
Mientras lloraba y rogaba, él soltó un gemido y me miró por
un momento. Era la primera vez que lo veía así, pero no tuve
tiempo de pensar en esto o aquello. Bajé mi mano y agarré su
pene. Keith se detuvo. Intenté ponerlo dentro de alguna
manera, pero estaba tan mojado que se resbaló y no pudo
entrar.
—Pobre de mí...
Las lágrimas se desbordaron de nuevo. Miré hacia arriba y
miré la cara de Keith. Solo quería que este hombre entrara
una y otra vez en mí; pero Keith simplemente me miró a la
cara sin comprender. Me estaba volviendo loco, aunque él no
se movió. Finalmente, lloré y froté mi entrada contra su pene.
—Por favor, por favor... ¡Hazlo rápido! ¡Creo que me voy a
volver… ¡Loco!
Mientras gritaba golpeaba su hombro.
—Oh, Dios mío. Es realmente un desperdicio verte así.
Keith agarró mis muñecas con una mano y las colocó sobre
mi cabeza. Su pene tanteó mi entrada mientras separaba con
su otra mano mis nalgas. Instintivamente me puse nervioso.
—¡¡Ah!!
Un gemido fluyó desde lo profundo de mi garganta.
Empecé a frotar su pene contra mi entrada, sentí un
cosquilleo, necesitaba más.
Keith inclinó la cabeza y besó mi mejilla ligeramente, aunque
fue corto, me pareció tan lindo, como el beso de un niño.
A través de mi brumosa vista, pude ver a Keith sonreír. Jadeé
y lo miré fijamente. Un grito insoportable atravesó mis
cuerdas vocales.
Quería abrazarlo, pero no podía porque él tenía sujetas mis
muñecas, no lograba zafarme de su agarre, mi cuerpo estaba
temblando. El ajustado espacio entre el colchón y su cuerpo,
no me permitían moverme ni una pulgada...
De pronto, él entró.
—¡Ufff! —jadeé.
Retrocedió un poco y volvió a entrar para después quedarse
quieto. Sorprendido y con el aliento entrecortado, hablé:
—Sigue.
Pero él no se movió
No podía soportarlo más, y torcí la espalda. Entonces,
naturalmente, mi interior se tensó y Keith gimió,
distorsionando su frente.
Lo único que podía hacer era contraer mi entrada, debido a
que mis manos estaban atrapadas, me detuve
frenéticamente, él avanzó poco a poco para que su pene
entrara en mi interior. De alguna forma, traté de atraerlo más
profundo, en un esfuerzo desesperado.
—Ah...
De repente suspiré, había llegado a mi límite, sentía que me
volvería completamente loco, Keith soltó un profundo
gruñido...
Luego salió completamente de mi para después entrar con
fuerza.
—¡...!
No emití un ningún sonido, aunque respiré con la boca
abierta. Ligeramente, todo mi cuerpo temblaba. Keith
penetraba tan profundamente dentro de mí, disfrutando del
lugar estrecho. Su aliento se volvió más áspero que el mío.
Keith tenía la cara enrojecida. Parecía estar demostrando que
solo había sido paciente anteriormente y que ahora toda esa
paciencia había llegado a su fin.
—... ¡Ah, no!
Violentamente, Keith entró de nuevo. Cuando tocó en el
fondo de mi interior, un gemido salió fuera de mi boca, le
siguió un breve grito.
Él estaba más emocionado que nunca, a medida que pasaban
los segundos su parte inferior se hinchaba cada vez más.
—Ah... tu agujero me está succionando, has estado fingiendo
ser inocente... Ah... ¡Maldición! ¿Por qué eres tan estrecho?
Keith se quedó sin aliento sobre mí.
En el momento en que su cuerpo entró en contacto con el
mío, solté un grito lleno de dolor; incluso el calor del ciclo no
aliviaba la molestia de la fricción que estaba recibiendo. De
repente sollocé y temblé.
—Shhh, está bien —susurró en mi oído mientras me
consolaba, su voz era infinitamente dulce.
Cuando soltó mi muñeca, no pude responder. Keith besó mi
mejilla, luego se dirigió hacia mis labios al mismo tiempo en
que su pene volvió a golpear en mi interior. Grité porque
estaba sorprendido. Sus manos se deslizaron hacia mis
caderas, aún nos encontramos unidos, súbitamente, sacudió
su cabeza.
—¡Estás tan mojado!
Acarició mi entrepierna. Yo solo salté. Fue tan doloroso que
mi abdomen se estremeció. La dolencia duro
persistentemente, pero me gustaba sentir su pene tan grueso
y caliente, aplastando y friccionando en mi interior, sin
embargo, deseaba que eyaculara pronto.
—Si me estabas tentando, ha sido un éxito... Ah... ¿Qué
demonios quiere este obsceno agujero?
Me dio una nalgada. El interior de mi cuerpo tembló y se
contrajo, él presionó su pene en mi punto más débil.
Su rostro estaba enojado y distorsionado, pero al mismo
tiempo, Keith me miró con la cara roja. ¿Acaso no le
gustaba? No lo sabía, pero no me importaba. Todo lo que
quería era que llenará mi interior rápido.
—¡Por favor, Keith...! ¡Ayúdame...! ¡Es insoportable...!
Él se detuvo, y comencé a llorar y a rogar, nuevamente él
volvió a penetrarme y a sacarlo rítmicamente.
—¡Oh, ah, ah, ah!
Rápidamente lo abracé.
Mi agujero estaba caliente y doloroso, y aunque no tenía
intención, mi interior se apretó por auto reflejo, succionando
el pesado pene de Keith.
—¡Maldición! ¿Dónde aprendiste a hacer esto?
Keith escupió junto con malas palabras, pero no esperó mi
respuesta, como evidencia, continuó entrando y saliendo de
mí.
Sus brazos eran tan fuertes como las manos que sostenían
mis caderas. Golpeteos violentos eran lo único que se podía
escuchar, todos mis sentidos estaban concentrados allí, así
que no podía sentir nada más. Parecía una locura cada vez
que su grueso glande se hundía en mí.
—Ahh, ahí —grité—. Ahí, ahí... Más, más... ¡Más fuerte, más
fuerte...! —supliqué con lágrimas.
De repente, Keith sonrió. Noté que ese hombre lo había
hecho a propósito así que mordí su hombro.
—¡Ah!
Fue cuando me di cuenta de que yo estaba provocando que
él estuviera más excitado.
Solté un grito. Keith frotó justo en el lugar exacto que quería.
Siempre que su grueso pene frotaba mi interior, sentía que
me mojaba cada vez más.
De pronto, se escuchó el sonido un líquido rebosante
mezclado con el sonido de los golpes de carne. Levanté mi
trasero, abriéndome más. Keith soltó mis manos y agarró mis
nalgas.
—Oh, ah, ah, ah, ah.
Los gemidos continuaron sin parar. ¡Estaba completamente
emocionado!
Cada vez que él golpeaba mi interior violentamente, se
escuchaba el sonido fuerte de nuestros cuerpos chocando...
Inesperadamente, sentí un fluido que me llenó. Mi aroma se
mezcló entre sus feromonas desbordantes.
Escuché un suspiro.

—Ahh...
Keith estaba eyaculando, gemía con una respiración
profunda. Mordió y sacudió mi cuello, fue cuando mi entrada
caliente apretó con más fuerza su pene para no dejarlo ir.
Él se detuvo y el mareo surgió.
Keith vertió sus feromonas mientras su semen se extendía
profundamente en mi cuerpo, todo el dolor desapareció.
Mi cuerpo se quedó sin fuerzas y mis brazos, que estaban en
sus hombros cayeron sobre la cama. Keith continuó
eyaculando. Mi cuerpo tembló, sentí el fluido caliente llenar
mi estómago. Incluso, aunque había estado tomando
medicamento, hasta ahora era que sentía que este ciclo de
calor había sido diferente a los demás.
Exhalé.
El pene de Keith no se había encogido después de la
eyaculación...
—¿Por qué no querías tener sexo conmigo?
¿Qué quería decir?
Pestañeé sin saber el significado.
—No soy del tipo del Sr. Pittman.
Keith se rio como si estuviera fuera de lugar, pero pronto sus
labios se sobrepusieron a los míos.
De nuevo, mi cuerpo estaba palpitando. Mi ciclo aún no había
terminado... Repentinamente los ojos de Keith se volvieron
de nuevo dorados. Su pene, que estaba en mi interior, se
hincho todavía más... E instintivamente me di cuenta de que
su RUT tampoco había terminado.
—¡Ahhhh!
Inhalé profundo.
Aunque no había tiempo para sorprenderse. Keith agarró
mis hombros y volteo mi cuerpo, su mano agarró mi trasero
para separarlo, dejando a la vista mi orificio mientras el
semen que se había acumulado en el interior fluía.
Keith suspiró ante la vista. Giré la cabeza y lo miré, pero él no
vio mi cara, solo observaba mi entrada. Mi rostro comenzaba
a quemarme por la vergüenza, pero no era el momento.
Mi cuerpo se calentó de nuevo, no podía soportarlo y me
recosté. Keith me miró y me sostuvo la cintura.

—... ¡Ugh!
Mi parte inferior estaba apretada y mis caderas se
contrajeron espontáneamente. Keith entró y salió varias
veces, golpeando mi punto, con más facilidad que la primera
vez.
—¡...Uuff!
Keith suspiró por la satisfacción.
Una mano grande se adelantó y acarició mi abdomen, su
mano empezó a deambular cerca de mi ombligo,
seguidamente, se detuvo donde su glande se marcaba y
presionó contra mi estómago.
—¡Ah!
Escupí un gemido corto ante una sensación extraña que fue
dolorosa, incómoda y emocionante.
La sensación de apretar el mismo lugar por dentro y por
fuera, donde solo una piel delgada los dividía... era aterrador
y emocionante.
Keith escupió un lenguaje abusivo detrás de mí. De repente,
comenzó a moverse hacia adentro y hacia afuera mientras se
aferraba a mi vientre. Luché con el dolor.
—¡Oh, ah, ah, ah, ah, ah! ¡Ahhh!
El semen que brotaba de mi interior y el fluido de mi
miembro comenzaron a derramarse entre mis muslos.
Incluso después de haber eyaculado, agité el trasero sin
parar. De repente, Keith dejó de agarrar mi cintura y disfrutó
de mi movimiento. La palma de su mano golpeó mi trasero.
Un áspero gemido salió de mi boca. Volvió a poner sus manos
sobre mi cadera y tiró de ellas.
—Vamos, vamos... ¡Lléname, por favor!
Keith estaba increíblemente emocionado. La feromona que
derramó sobre mí fue la prueba, pero era
sorprendentemente codicioso.
—¡Oh!
Los gritos de dolor salieron.
—Ah...
La cantidad de semen que ingresó en mí fue enorme. Keith
me acarició lentamente la espalda desnuda. Parecía que
disfrutaba de verme temblar. Contraje mi interior para
presionar su pene. Keith satisfecho, vertió más semen en mí.
Después de golpear mis caderas unas cuantas veces más,
terminó sin esfuerzo. Cuando Keith me dejó ir, me desvanecí
sobre la cama. Mis entrañas todavía estaban calientes. El
placer que sentía en mí cuerpo, por primera vez, no
desapareció.
Este era un verdadero ciclo de calor. Vi su desnudez con una
febril visión. Su pene estaba empapado.
Caí boca abajo y Keith empujó su pene hacia mi agujero
expuesto. Puse mis manos sobre la cama y las mantuve
flexionadas. Él entraba y salía, cada vez con más frecuencia y
rapidez.
De repente dejó de moverse y se quedó un rato así, inmóvil.
Me estaba penetrando profundamente.
Su cara estaba húmeda por el sudor y su aliento era tan
entrecortado como el mío. Mi cabeza estaba empapada de
feromonas por todas partes, no podía pensar en nada e hice
lo que quería sin ningún cálculo.
Lo sorprendente fue la reacción de Keith, solía ser más
racional, aun cuando su RUT se manifestará. Me
pregunté: ¿Por qué no se había detenido? Después de un rato
inclinó la cabeza. Nuestros labios se encontraron y se
mezclaron con un sonido húmedo.
Pronto Keith comenzó a moverse de nuevo, lo besé, sentí
como su miembro estaba revolviéndose dentro de mí.
Lo único que quedaba era el deseo. Pronto jadeé y me volteé,
quedando a mi vista el rostro de Keith. Agarró mis rodillas y
las empujó contra mi cuerpo, flexionadolas. Su grueso pene
me penetró más profundo que antes. Estaba completamente
cubierto de feromonas, observé como su pene mojado entró
y salió de mi interior, mis genitales eran tan delgados
comparándolos con los de él. Ni siquiera me había dado
cuenta de cuántas veces me había corrido, sentía que ya no
podía más. Algunas gotas de mi fluido cayeron sin fuerza, y
pronto se volvieron transparentes.
Mi vientre estaba hinchado y las costillas inferiores parecían
arder.
Keith, extendió la mano y trazó el lugar donde su pene
marcaba mi abdomen. De repente, me agarró la muñeca y se
corrió de nuevo, pude sentir como su semen se mezclaba en
mi interior.
Antes de darme cuenta, Keith hizo que mi mano recorriera
sus genitales cubiertos de fluidos. Lo agarré con ambas
manos y lo froté. Podía sentir como sus vasos sanguíneos
palpitan entre mis dedos.
—Ah...
Keith sacudió la cabeza y exhaló una respiración profunda.
Su entusiasmo llegó a la palma de mi mano. Rápidamente
froté su pene, esperando que él entrara en mí, aunque ya me
encontraba lleno de semen, inmediatamente me calenté.
Seguí masturbándolo, pero no fue por mucho tiempo. No
estaba satisfecho con mi torpe toque, empujó mi mano y me
giró hacia un lado, conectándome con la parte inferior de su
cuerpo.
Keith finalmente comenzó a moverse frotando su pene
contra mi entrepierna... Mi campo de visión se fue
oscureciendo.
—Ugh, uh.
Nuestros gemidos fluyeron, sin embargo, Keith no se detuvo.
—Oh...
Con un suspiro de satisfacción, terminó. Pero ese no fue el
final. Sin descanso, Keith me abrazó de nuevo. Esta vez de
frente.
—¡Ah... Ah!
Ante la presión repentina, grité. Todo mi cuerpo tembló por
un momento cuando su pene volvió a entrar en mí. Y el sexo
comenzó de nuevo... Keith agarró mi cintura, mientras su
pene entraba y salía, una y otra vez.
—Ah...
Un gemido cansado salió de su boca.
Con cada movimiento de Keith, el semen acumulado se
desbordaba.
Mi conciencia se iba desvaneciendo. ¿Cuántas veces lo
habíamos hecho ya? No sabía cuánto tiempo había
transcurrido, simplemente rodamos sobre la cama sin parar.
Nuevamente estaba acostado en la cama, Keith cayó sobre mi
cuerpo, el semen volvió a llenar mi interior.
La cara de Keith apareció en mi vista borrosa mientras él
parpadeaba sin comprender. Me besó de nuevo...

✤✤✤✤✤✤
Mi vista fue sacudida con brusquedad. Miré fijamente al
techo con las pupilas dilatadas. Mi cabeza no funcionaba
correctamente. Quizás se debía a la sensación de temblor
constante. Miré hacia mi pelvis, el pene de Keith estaba en mi
entrepierna. Lo miré desconcertado. No podía creer que
hubiera estado con él durante todo el ciclo de calor.
Perdí la conciencia, pero cuando abrí los ojos, este hombre
todavía estaba encima de mí.
—... El ciclo ha terminado...
Apenas lo dije, pude escuchar mi voz como un chillido.
Solté un largo gemido, su semen salió de nuevo. Era la
primera vez que pasaba mi ciclo de calor con alguien,
siempre lo había soportado con medicina. Inadvertidamente,
fruncí el ceño. Su semen continuaba vertiéndose... Los ojos de
Keith eran morados. ¿Había terminado? Cuando pensé en
eso, sus ojos se volvieron dorados. Keith parecía estar quieto.
Esta vez lo había solucionado todo con sexo, pero Keith no
era el tipo de persona que tuviera sexo con hombres, incluso
lo había manifestado públicamente, aun así, tuvo sexo
conmigo.
Suavemente chupé mis labios.
—Uf, uh...
Hubo un sonido de dolor y poco a poco, me desorienté...
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 9

El dormitorio estaba tranquilo.


¿Acaso era posible estar así, tanto como quisieras?
No había ningún sonido, gemido o grito. Todo lo que
escuchaba era la profunda respiración de Keith, serena y
satisfactoria como la de un niño.
—¿Sr. Pittman...?
Traté de llamarlo con cuidado.
Dudé por unos momentos, pero finalmente, lo agarré del
hombro y lo sacudí un poco. Keith no se movió. ¿Qué debía
hacer?Me había metido en problemas. No había nada que
pudiera hacer, incluso si lo pensaba.
Todo mi cuerpo dolía, era imposible moverme. Intenté
apartar el cuerpo de Keith, pero cuando su cintura se movió,
un grito ahogado salió de mi boca:
—Ugh.
Tragué mi aliento cuando su miembro se endureció de
nuevo.
Keith estaba duro en mi interior mientras dormía; solo
entonces me di cuenta de que aún estábamos entrelazados,
su semen todavía permanecía en mis entrañas. No pude
moverme, después de un rato escuché un golpe y la puerta se
abrió. Charles entró a la recámara, estaba muy avergonzado
y sin aliento, pero él parecía haber anticipado la situación así
que fue directo a la cama sin ninguna agitación.
—Lo ayudare —dijo para calmarme.
—Gracias.
Con su ayuda, logré alejarme de Keith, pero repentinamente
él abrazó mi cintura, impidiendo mi escape.
Mientras intentaba alejarme sigilosamente, sus brazos poco
a poco me soltaron, sin embargo, mis piernas no me
sostuvieron y caí de la cama.
—¡Oh!
Charles escupió una breve exclamación y me levantó.
Sacó una bata del baño y en seguida me cubrió. Poco después,
me abrazó y me acompañó a mi habitación.
Keith se quedó dormido...

✤✤✤✤✤✤

No era tan tarde, pero después del RUT, se dice que los Alfa
dominantes permanecen profundamente dormidos, tanto
que pueden dormir hasta tres días. Keith lleva durmiendo
dos.
Fue entonces cuando de repente una sirvienta entró a la
habitación, informando que Keith se había despertado.
—La mayoría de las veces se levanta a medio día, aunque esta
vez ha estado durmiendo de más.
Charles habló mientras yo estaba sentado en la cama,
comiendo. Levanté mi rostro.
Él todavía hablaba con indiferencia:
—No se pudo evitar, tuvo un RUT muy intenso, diferente a
los habituales, pero no es su culpa Yeonwoo.
Cuando parecía aliviado, agregó para sí mismo:
—Debe haber una razón.
Intenté preguntar de qué estaba hablando, pero de
inmediato se dio la vuelta sin dudarlo.
Después de que Charles me ayudó, fue a la habitación de
Keith. Terminé la comida y me quedé solo hasta que Emily
entró después de un rato, como si Charles le hubiera dado
instrucciones por adelantado. Me preguntó qué iba a comer
de postre con una actitud diferente a la habitual, me ánimo a
descansar y desapareció con los platos vacíos.
Lentamente mi cara se volvió roja de vergüenza. Todos en la
mansión sabían que había tenido sexo con Keith. Quería
convertirme en polvo y desaparecer.
¡Estaba bien! Alfas y Omegas dormían juntos durante el ciclo
de calor en cualquier parte del mundo... Sin embargo, no creía
que todos los Omegas desearan desaparecer tanto como lo
deseaba yo.
La actitud de los empleados que habían venido a la
habitación no había sido la misma de siempre.
Sabía que estaban hablando detrás de mí, pero pretendí estar
tranquilo, fingí que no sabía nada y los traté como de
costumbre.
Más tarde, Charles me dijo que Keith iría a trabajar al día
siguiente.
—Los recuerdos del Sr. Pittman no están completos. Parece
haber una pérdida de memoria. Su RUT nunca ha sido así... —
dijo Charles, luego agregó—: Creo que no ha tenido una
compañera últimamente, ¿cierto?
Intente recordar cuándo había sido la última vez que vio a
Naomi. No lo sabía porque el recuerdo era débil. Respondí
con franqueza:
—No lo sé.
—De todos modos, le pregunté a su médico de cabecera. —
Charles asintió y agregó—: Si esto vuelve a ocurrir, entonces
hay una advertencia de que puede producirse un deterioro
grave de la memoria.
Eso pareció motivarme a buscar una nueva compañera para
el Sr. Pittman.
Era algo normal, con calma, acepté la realidad. Lo que sucedió
solo había sido un accidente. Keith había roto su propia regla,
la de no acostarse con un hombre.
Pronto, Charles se fue y me quedé solo.
Mi cuerpo se estaba recuperando lo suficiente como para
salir de la cama. La razón por la había cenado en la habitación
había sido porque no estaba en buena forma. Pero la verdad
era que no tenía coraje para ver a Keith a la cara. En cambio,
verifiqué el estado de la compañía por teléfono e hice un
informe. Mientras Keith estaba dormido, estuve manejando
los asuntos de la oficina por teléfono como usualmente hacia
cuando salía de vacaciones.
— ¿Estás bien? Me preguntaba si el Sr. Pittman te estuvo
forzando en exceso.
Emma estaba preocupada por mí, a pesar de que tenía que
organizar miles de cosas. Estaba agradecido, así que le dije
honestamente:
—Sí, lo siento. De repente llegó mi ciclo de calor. No pude ir a
trabajar.
Debido al fin de semana que se atravesó, no pude decirle
porque estuve ausente durante una semana. Le dije que se lo
compensaría con dinero. Emma se rio como de costumbre.
—No me importa eso, lo entiendo —dijo, luego agrego
amargamente—: Mi hermano también es Omega, sé lo difícil
que es.
Como Emma era Beta, por supuesto, pensaba que su
hermano también lo era. Me sentí mal por mis prejuicios.
Aparte de mí en la mansión, todos eran Betas, yo era el único
Omega.
Después de decir gracias de nuevo, colgué.
Más tarde, recordé que me había dicho que su hermano
trabajaba como guardaespaldas. ¿Podía un Omega ser un
guardaespaldas? Pensé que era difícil debido a las
feromonas. Cuando Keith reclutaba guardaespaldas siempre
excluía a los Omegas porque siempre resultaban afectados
por las feromonas. Creo que debía estar equivocado. Pronto
perdí la cabeza y me puse a trabajar. El tiempo pasó.

✤✤✤✤✤✤

—Sí, voy a tener una reunión en la tarde para tomar una


decisión sobre ese asunto, te diré cuál será el resultado... Sí,
lo sé. Lo reportaré tal como está. Sí... Nos comunicaremos con
usted nuevamente tan pronto como salgan los resultados.
Después de colgar el teléfono, me levanté y escribí una nota.
Me dirigí a la oficina de Keith, su perfil era visible desde la
distancia. Entré y crucé la oficina para quedarme frente a su
escritorio.
—Hubo una llamada del abogado de Chase Miller, preguntó
qué sucedió la última vez y dijo que respondería de acuerdo
con los resultados de la reunión de hoy. No hay más horarios
para hoy, ya todos los otros horarios se han organizado a
partir de mañana. Si tiene una cita para agendar, puedo
agregarlo para después de la reunión.
Esperé y pregunté que más se tenía que hacer.
Keith me miró sin decir nada. Seguía siendo el mismo de
siempre, pero sentí que mi corazón se atascaba. En un
instante mi interior se calentó y comenzó a palpitar.
Si pudiera, lo besaría de inmediato.
Sin embargo, la realidad era que solo podíamos vernos el uno
al otro con un escritorio de por medio. Keith ni siquiera podía
adivinar lo que estaba pensando. Escupió el humo y apagó el
reducido cigarrillo en un cenicero.
—Puedes irte.
—Está bien —respondí brevemente y luego me volteé para
salir de la oficina, solté un suspiro.
Keith, deliberadamente se negó a verme al rostro, no fue
diferente. El aroma de su feromona se había mantenido
estable, como antes. Tal vez se había debido a la cantidad de
feromonas que vertió durante su RUT.
Habíamos estado viniendo juntos a la oficina en el auto, pero
no habíamos hablado más que lo necesario y, hasta ahora
nada había cambiado. Me di cuenta de que solo había sido un
error. De pie y por un momento, sacudí la cabeza
apresuradamente y volví a mi asiento, con la mirada vacía.
Cuando regresé a trabajar los empleados estaban
abrumados, Keith y yo nos habíamos ausentado
simultáneamente, aunque Charles les había informado sobre
nuestra ausencia, y les había unificado un ajuste en el
horario.
Había sido la primera vez en mi vida que había tenido tanto
sexo, mi entrepierna aún palpitaba.
Curiosamente, luego de un día más o menos después de mi
ciclo de calor, mi cuerpo se recuperó rápidamente. Y ahora,
al menos en la superficie, no parecía estar nada mal. Era por
eso que los Alfas y Omegas pasaban por un período tan
intenso. Era la primera vez en mi caso, aunque mi interior se
había recuperado más rápido de lo habitual, sin embargo, no
podía soportar el dolor en mi espalda y en las piernas.
Pararse de la cama había sido difícil, y simplemente con solo
girar mi cuerpo sentía dolor.
Los recuerdos de ese día fluyeron en mi mente, el momento
en que recuperé la conciencia y lo vi acostado sobre mí y
sentí su respiración profunda tan cerca, junto a la sensación
de su pene en mi interior, a pesar de que todavía estábamos
unidos mientras dormíamos.
De pronto, el calor comenzó a recorrer mi cuerpo, sentí como
una leve fragancia se desprendía de mí, era mi aroma de
Omega.Estaba sorprendido y parpadeé. Levanté el brazo a
toda prisa y olí todo mi cuerpo. Pensaba que no era el olor de
Omega, pero sí, lo era. Al parecer, la fragancia fluía de mí. Yo
era el único Omega en este lugar. Hundí mi nariz en mi
muñeca para sentir el aroma. La esencia era refrescante pero
sutil, era innegable, era yo.
Era un aroma peculiar que me hizo sentir raro. ¿Acaso todos
los otros Omegas podían sentirlo?
Finalmente me di cuenta de que no había tomado mis
medicamentos. ¿Podría haber sido esa la razón? Sin embargo,
había tenido momentos en los que no había tomado la
medicina, pero nunca me sentí así. ¿Qué estaba pasando?
¿Había algo mal con mi cuerpo?
Los pensamientos continuaron sin cesar.
Era un fenómeno llamado: “floración”. No sabía que era un
síntoma común de un Omega que había tenido relaciones
sexuales por primera vez, resulta que emiten un aroma por
sí mismos para seducir a los Alfa.
Barrí mi cabello con una mano temblorosa por la confusión.
Solo esperaba a que Keith no lo notara.
Se decía que el aroma se volvía especial cuando un Omega
insertaba su marca en un Alfa.
De repente, se me ocurrió una idea. Si marcaba a alguien,
sería para él su único Omega especial. Él no podría oler nada
más que mi aroma. Solo mi esencia podría seducirlo. Mi Alfa,
sería mío para siempre. Pero, ese no sería Keith.
Revisé la bolsa y saqué la medicina.
Dudé por un momento y luego la metí en mi boca. No quería
escuchar a Keith culparme por el olor nuevamente. Mientras
esperaba a que el medicamento hiciera efecto, comprobaba
la fragancia de mi muñeca de vez en cuando.
No pasó nada hasta que salí del trabajo. El almuerzo fue un
sándwich que me compró Whittaker. Mientras tanto, pasé
tiempo sosteniendo el emparedado en una mano y el
teléfono en la otra para manejar la programación de las
reuniones atrasadas.
De repente, y aunque estaba ocupado, recordé lo sucedido.
Los recuerdos de Keith eyaculado dentro de mí o besándome
tiernamente cada vez que lloraba y como me aferraba a él
hacían que me ardiera la cara cada vez que lo recordaba.
No había diferencia entre el antes y el después, excepto que
mi entrepierna me estaba quemando, tuve que presionar las
piernas.
La actitud de Keith seguía siendo tan indiferente, lo que me
hizo darme cuenta de la realidad.
De camino a casa, no fue diferente. Parecía decirme
claramente: Eres solo una pareja sexual.
Deliberadamente no lo miré, saqué la tableta del maletín y
me concentré en mi trabajo. Volví a revisar el cronograma
preparado por la compañía, ordené primero los asuntos
urgentes y puse al frente el resto del cronograma para
arreglarlo nuevamente.
Cuando íbamos llegando, estaba pensando en terminar las
cosas tranquilamente en la habitación.
El auto se dirigió silenciosamente a casa mientras organizaba
mentalmente que cosas tenía que hacer. Keith se había
sentado a mi lado como en la mañana, aunque con la barbilla
en una mano mientras miraba por la ventana, en silencio. Era
igual que antes.
Sin hacer ruido revisé la tableta y continué trabajando.
—Bienvenidos. Sr. Pittman, Yeonwoo.
Charles, que estaba esperando en la puerta principal nos
saludó, devolví el saludo y seguí a Keith.
La puerta se cerró a nuestras espaldas, Keith subió las
escaleras sin mirar atrás. Por un momento nuestros pasos
resonaron monótonamente. Cuando él llegó al último
escalón, la situación cambió. Avancé sin pensar, pero me
sorprendió de repente que él mirara hacia atrás. ¿Acaso
pasaba algo?
Iba abrir la boca cuando él tiró de mi brazo.
—¿...?
De repente, fui atraído por él, salté las escaleras. Keith
caminaba más rápido de lo habitual mientras que yo
intentaba seguir sus pasos. Mientras seguía su ritmo, casi me
caí un par de veces. Finalmente se detuvo frente a su
habitación. Estaba confundido al verlo abrir la puerta y
entrar. Keith, quien entró primero, me atrajo hacia él. Me
sorprendí, tragué mi aliento y salté a sus brazos. La puerta se
cerró detrás de mi espalda y todo mi cuerpo golpeó contra la
pared.
—¡...!
Inmediatamente Keith me besó. No me importó, aunque me
sorprendió, contuve el aliento. Él sacudió sus labios y los
presionó contra los míos como si fuera algo natural, abrí la
boca y respondí a su beso.
Su lengua se mezcló con la mía, lamió mis labios y volvió a
unir los suyos con los míos. Fue un beso lleno de urgencia,
nuestros dientes chocaron, mordió mi labio inferior, un
ligero sabor a sangre apareció.
Los suspiros fluyeron a través de besos repetidos.
El aliento de Keith fue tan áspero cuando hablo:
—¡Oh, Dios mío! Pensé en esto todo el día.
Al escucharlo me sorprendí y abrí mucho los ojos. Keith
sonrió brevemente, mi expresión le resultaba divertida.
—Sí, así es. Lo pensé.
De nuevo superpuso sus labios.
Después de un beso profundo, me presionó contra la parte
inferior de su cuerpo. Su entusiasmo era evidente. No podía
creer la situación. Mi mente estaba en blanco. ¿Se debía esto
a las feromonas? ¿Acaso era por mi olor a Omega? A primera
instancia, llegó a mi memoria la fragancia de feromonas que
había surgido de mí esta mañana. De ninguna manera podía
ser eso, había tomado la medicina. ¿No había sido suficiente?
¿Debería haber tomado más? ¿Qué tenía que hacer?
—¡Ah!
De repente, me subió la camisa y me frotó el pezón expuesto
con su pulgar. Estaba sorprendido y emocionado, Keith,
inmediatamente bajó sus labios y mordió mi pezón. Estaba
excitado. Sentí como el calor aumentaba en mi interior. Keith
se puso de rodillas mientras continuaba besándome. Fui
empujado por él y quedé tendido en el suelo. Mi camisa
estaba levantada hasta mi pecho, aunque poco después me di
cuenta de que ni siquiera podía aflojar mi corbata.
Me miró y susurró:
—¡Oh, Dios mío!
Solo parpadeé. Su aliento era áspero y caliente, sus ojos me
miraron con lujuria. Incluso, cuando se acercó a mí, pensé
que no estaba bien, él solo necesitaba a alguien con quien
tener relaciones, quien quiera que fuera, a él le daba igual.
Su toque era impaciente. Se quitó la camisa sobre su cabeza
e inmediatamente superpuso sus labios sobre mí. Me quitó la
corbata y sucesivamente la camisa.
¿Acaso su RUT habías vuelto? No lo sabía, aunque lo único
seguro era que este hombre me quería ahora. Quedé a su
vista de una manera tan clara. Estaba frotando mi agujero
como si tratara de entrar de inmediato.
—¡Ah, para!
Intenté con urgencia apartarlo. Keith se detuvo y me miró.
—No duermes con hombres... Ese día tu RUT te llegó y... Solo
sucedió porque soy un Omega, debido a mis feromonas... Fue
un accidente.
Las palabras no salieron bien. Me esforcé mucho por
pronunciar correctamente, pero parecía que lo había
entendido.
—Entonces probémoslo. Puedo dormir contigo, aunque
estés desnudo.
—¡...!
Su respuesta inesperada me sorprendió. Keith besó mi piel
expuesta como si no le interesara mi reacción. Su aliento
caliente se sentía doloroso como si estuviera quemándome.
Sus labios mordieron mi pecho.
—¡Aaah! —grité, pero Keith no se detuvo.
Agarró mi pezón, lo mordió y lo frotó contra su lengua.
—Oh, duele... ¡Detente!
Le supliqué, pero él se rio cínicamente.
—Mentira.
Agarró mis pantalones y los bajó. Sentí una sensación
húmeda entre mis nalgas expuestas. Keith sonrió con orgullo
y me miró. No pude negarlo, ya estaba mojado. Sin dudarlo,
mantuvo mis piernas abiertas y miró entrada, mi pene que
no podía erguirse debido al medicamento comenzó
endurecerse y a temblar.
Mi temblor se transmitió a él.
—No lo puse, pero ya estas mojado.
Mi cuerpo no reaccionaba como lo esperaba, estaba
resentido, pero no había forma de detener la sensación.
—Lo siento... Sí... Tomé medicina... Pero...
El sonido se cortó porque no tenía discurso. Keith volvió a
reírse en silencio. En el momento en que lo vi, mis ojos se
oscurecieron y las lágrimas fluyeron sin ninguna ayuda.
—¿Qué pasa? —preguntó Keith a través de una respiración
temblorosa mientras besaba mis ojos.
—Otra vez... Es mi culpa.
Sentí que se detuvo. Un resentimiento surgió en mi voz.
—Siempre... Siempre es por mi culpa.
Me dolía el corazón y cerré los ojos.
De nuevo las lágrimas fluyeron durante mucho tiempo. No
tuve más remedio que admitir mi sincero autodesprecio. Los
sollozos continuaron. Keith se mantuvo en silencio por un
momento, luego abrió la boca:
—... Hablaremos más tarde.
Sus labios superpuestos de nuevo tenían prisa, me querían.
Para ese momento, Keith se acomodó en mi entrepierna
abierta. Su pene hinchado llegó a mi entrada empapada. Me
sorprendió la sensación de su glande que se restregaba entre
mis glúteos, Keith comenzó a frotar el lugar lentamente,
acariciándolo. Conocía ese sentimiento. El interior de mi
cuerpo latía con anticipación, como cuando me tomó por
primera vez.
Cuando mi agujero se abrió y se estremeció, Keith se detuvo
y esperó. Finalmente, fue el momento de rendirse y
abrazarlo.
—¡Keith...! —grité y extendí los brazos, él entrecerró los ojos.
—Dime, ¿qué quieres?
—¡Ahh!
Cuando su pene entró, tragué mi aliento. Sin embargo, se
detuvo de nuevo en tal situación. Sorprendentemente,
primero me di cuenta de que la paciencia de Keith era genial.
—Ponlo... Uh, por favor... —supliqué.
—¿Y…? —preguntó.
Después de tragar la saliva exclame:
—... Por favor, eyacula dentro de mí... ¡Lléname!
Keith sonrió levemente y me besó.
—¡Pobre de mí...!
Cuando entró, lance un profundo gemido como un suspiro.
Keith besó mi cuello, fue un toque suave, sin embargo, no
duró mucho. Pronto comenzó a chupar bruscamente y a
mover su cintura. Intenté cerrar mis piernas para bloquear
sus movimientos, pero sus muslos se ensancharon cuando lo
hice. Cada vez que Keith golpeaba mi interior, los gemidos
salían, haciendo un sonido lujurioso mientras fluían mis
lágrimas.
—Oh, ah. ¡Ahh!
El áspero gemido estalló, cortando mi aliento.
Keith presionó mi cuerpo hacia abajo con el suyo y se sacudió
dentro. Estaba ahogado por la presión y estaba asustado por
otras razones. Era tan aterrador y emocionante el placer que
sentía ahora mismo. ¿Me podía sentir así? ¿Podía estar tan
emocionado? ¿Qué pasaría después?
—¡Estoy asustado...!
Giré la cabeza como si quisiera verlo, pero en lugar de ello,
derramé lágrimas con los ojos apretados.
—Oh. Qué... ¿qué puedo hacer?
—Está bien.
Keith susurró y me abrazó por completo.
No podía respirar, él me abrazaba muy fuerte. En algún
momento me trepé sobre su cuerpo. Estaba sorprendido y
envolví mis piernas a su alrededor, mi cuerpo estaba
encerrado entre sus brazos. Su grueso pene se encontraba
dentro de mí. De pronto, Keith comenzó a moverse
violentamente, me penetraba con una frecuencia rítmica,
cuando frotó mi orificio, un gemido irresistible salió de mi
boca.
¿Alguna vez había estado tan asustado? No me acordaba,
aunque ahora era imposible escapar de este miedo. Keith no
tenía la intención de dejarme ir. Los gruesos brazos que me
sostenían, me limitaban.
Ah, tenía mucho miedo, pero estaba muy emocionado. ¡Debía
haberme vuelto loco!
—¡Keith...!
Llamé su nombre con fiereza, fue entonces cuando él eyaculó
dentro.
Mi cuerpo tembló y él solo esbozo unos cuantos breves
suspiros, su dulce olor comenzó a emitirse mientras
continuaba eyaculando. Finalmente, besó mi frente. Había
sido increíble. Ni siquiera podía imaginarlo.
Estaba tan asustado.
Con la cabeza apoyada en su hombro, nos miramos fijamente
a los ojos, aunque no duró mucho. Keith se puso de pie,
sostuvo mi espalda y mientras su pene aún permanecía en mi
interior se dirigió hacia la cama.
Parpadee sorprendido.
Me tendió y se acostó sobre mí, aún estamos conectados
cuando él volvió a besarme, luego comenzó a moverse,
lentamente, fue diferente.
Estaba confundido por el ritmo lento y suave.
Él solo sonrió en silencio, con los labios contraídos.
—Ah... —gruñí ligeramente y fruncí el ceño.
De pronto, apreté mi interior. Keith dejó de moverse y
mientras levantaba la vista, paulatinamente, cerró los ojos.
—... ¡Ah! —gimió.
Besó mi cuello, cara y labios alternativamente, pero su pene
ya no se movió. Permanecí quieto y disfruté de la sensación.
Luego, lentamente comenzó a moverse, esta vez fue un
movimiento lento, ocasionando con un intervalo de tiempo
entre cada penetración. Mi interior cosquilleó.
Mordió sus labios y a diferencia de antes salió y entró
fuertemente en mi orificio.
—¡Ah!
Se tragó el aliento al mismo tiempo en que yo me tragué el
mío.
Mirándome, comenzó a mover su cintura de nuevo. El grueso
pene entró y salió sin dudar. Oh, no podía soportarlo.Este
hombre parecía ya saber todo sobre mi cuerpo o de lo
contrario, cómo era posible que pudiera volverme tan loco.
—Oh, sí, sí, sí... Uh.
Apreté los dientes y me aferré a él con los ojos entrecerrados.
Pude ver que su mirada estaba fija en mi rostro. Enfoqué
todos mis sentidos sobre mi pelvis. De repente, Keith
retrocedió, frotando hábilmente mi orificio y entrando de
nuevo. No pude contener la respiración.
Mordí sus labios fuertemente, pude sentir un sabor a sangre
en mi boca. Inesperadamente, Keith dejó de moverse.
—Ah...
Con un suspiro de profunda satisfacción eyaculó de nuevo
dentro de mí. Apreté su pene en mi interior y esperé a
estimularlo. Quería continuar toda la noche, deseaba que
frotará mis entrañas violentamente y volviera a llenarme.
Pude sentir como su pene se volvía hinchar dentro de mí y
como comenzó a entrar y a salir nuevamente.
Su semen, que me había llenado se desbordó con cada
movimiento.

✤✤✤✤✤✤

Abrí los ojos sorprendido cuando desperté. Me llevó mucho


tiempo acostumbrarme al cuarto oscuro. Parpadeé en blanco
mientras estaba acostado y recordaba el día anterior; fue
entonces cuando me di cuenta de la presencia de unos brazos
alrededor de mi cintura. Keith, quien se recostó detrás de mi
espalda estaba dormido con un brazo encima de mí. Revisé
su rostro y entré en pánico. Él no dormía con sus parejas
sexuales. ¿Qué era lo que había pasado? ¿Estaba cansado o
simplemente fue molesto el despertarme?
Ninguno de los pensamientos que le siguieron a esos resultó
ser positivo. A medida que pasaba el tiempo, me inquietaba.
Sabía que tan pronto como Keith abriera los ojos estaría
molesto conmigo así que, tenía que volver a mi habitación.
Salí de la cama lo más silencioso posible, teniendo cuidado de
no tropezar. Me moví inadvertidamente y casi grité por el
dolor, la cintura me dolía.
Anteriormente, Charles había venido a ayudarme; sin
embargo, a pesar de las pequeñas expectativas, hoy no había
señales de él. Tenía que salir de allí, solo. Cuando apenas salí
de la cama, un miedo recorrió mi espina dorsal. Tuve miedo
de que Keith se despertara así que recogí mi ropa que estaba
dispersa por toda la habitación, una por una. Me resultó
difícil recoger la corbata que estaba en el piso, intenté un par
de veces levantarla antes de darme por vencido, Charles la
recogería por mí.
No podía inclinar mi cintura.
Había sido doloroso e incómodo debido al semen seco en mi
parte inferior. Ni siquiera podía usar ropa, así que la recogí y
apenas me cubrí. Todo lo que me quedaba era rezar para que
alguien no apareciera en el pasillo.
Chii…
El sonido de la pesada puerta abriéndose resonó muy alto.
Miré a Keith y salí del cuarto. Él permaneció dormido hasta
que cerré cuidadosamente la puerta.
Cuando apenas llegué a mi habitación, noté que estaba
envuelto en un sudor frío. Exhalé y emití un sonido.
—...Ugh.
Tiré mi ropa al azar, aunque lo lamenté de inmediato; al
menos debía haberla puesto sobre una silla.
Caminé lentamente apoyándome contra la pared y me dirigí
al baño. Cuando abrí el armario, aparecieron mis medicinas.
Entre ellos, tomé algunos analgésicos y medicamentos para
el resfriado. Mi interior estaba tan vergonzosamente mojado.
Pensé sin comprender mientras tomaba algunas pastillas,
luego me apoyé por un rato contra la pared. Ligeramente, el
calor subió a mi cuerpo. Había surgido nuevamente mi libido.
El sexo que había aprendido por primera vez como Omega,
era un placer que no desaparecía.
Quería más, incluso si no era mi ciclo de calor. ¿Era solo por
qué era un Omega? De pronto, recordé que un día Naomi
había elogiado el pene de Keith.
—Ah...
Sostuve mi pene en mi mano y comencé a frotarlo como lo
había hecho hasta ahora, pero fue diferente. No importaba
cuán ferozmente lo frotara, no estaba satisfecho.
No llegaría a eyacular de esta forma, aunque mi entrepierna
estaba empapada de semen.
—Ah...
Apoyé mi cabeza contra la pared y extendí mi mano para
abrir la regadera mientras miraba descuidadamente el
semen que caía, luego me pregunté sin comprender: ¿Qué era
lo que iba a hacer ahora?
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 10

Cuando desperté, todavía tenía ganas de seguir durmiendo,


pero ya no podía eludir a más a Keith, así que
inevitablemente le dije a Charles que bajaría a desayunar.
Lo tenía que mirar a la cara para ir a trabajar de todos modos.
Al ponerme de pie sentí un dolor que recorrió mi cintura.
Antes de bajar tomé una vez más un analgésico y el inhibidor
lo guardé en mi bolsa.
No era bueno tomar muchos medicamentos a la vez, por lo
que consideré tomarlo después.
Para cuando llegué al comedor, Keith ya se encontraba
sentado.
Desafortunadamente, el ambiente fue tenso. Era muy
evidente por su ceño fruncido y sus feromonas esparcidas.
Miré a Charles sin saber por qué, él solo se encogió de
hombros brevemente.
—Buenos días Sr. Pittman.
Keith me devolvió el saludo sin mirarme. Involuntariamente
me rasqué la cabeza. Estaba nervioso.
Me senté frente a él en una posición fija, impaciente, pero
mirándolo a los ojos, ya no me importaba nada.
Después de sentarme, Charles esperó y preguntó por el
desayuno antes de irse.
Finalmente, Keith y yo nos quedamos solos. Tenía
miedo. ¿Debía preguntar qué estaba
pasando? Inmediatamente borré el pensamiento que vino a
mi mente. Solo había una razón para adivinar. Keith estaba
arrepentido de nuevo y ahora iba a culparme.
Me preparé y esperé a que abriera la boca.
—¿Por qué te fuiste?
—¿Ah?
Keith me miró con desagrado. No podía transmitir lo que
quería decir así que, tartamudeé avergonzado:
—De... después del sexo... Usted siempre... duerme solo. Por
supuesto, pe... pensé que debería irme.
Keith no respondió, parecía culparme como ya lo esperaba.
Finalmente, Charles regresó al comedor, colocó la comida
delante de mí después de verter jugo en mi vaso. Keith
guardó silencio y comenzó a comer, la atmósfera era un poco
diferente a la habitual. Parecía estar enojado. Comencé a
comer.
Al final, su silla retrocedió haciendo un sonido áspero; luego
Keith salió de la habitación sin mirarme. Suspiré, no solo su
plato sobre la mesa estaba vacío, sino también su taza de café.
Cuando se termina de comer, es natural salir, sin embargo,
comencé a llenarme de pensamientos.

✤✤✤✤✤✤

Estaba ocupado haciendo mi trabajo, Keith también tenía


mucho trabajo por hacer. No era de extrañar, estuvimos
fuera varios días. Las citas retrasadas no tenían fin y tenía
muchas reuniones por agendar.
Había demasiados lugares en donde tenía que informar
rápido o dar una respuesta, estaba increíblemente ocupado,
era un resultado natural porque no había podido terminar lo
que estaba haciendo el día anterior. Por supuesto, lo que hice
en lugar de trabajar no lo quería recordar.
Estaba sentado haciendo un par de llamadas cuando vi salir
a Keith de la oficina.
—¿Se va?
Inadvertidamente pregunté.
Keith me miró, se dio la vuelta y salió de la oficina. Cuando
miré el reloj, era hora de almorzar.
Tenía una importante cita para el almuerzo, me apresuré a
abrir la puerta y lo perseguí.
—Sr. Pittman, el horario de la tarde...
Keith miró hacia atrás y dijo:
—Reunión a las 3 en punto, lo sé.
Siguió adelante.
Después de un momento de vergüenza, volví a mirar a Keith
que desapareció a lo lejos a grandes pasos, yo regresé a la
oficina.
Desde ese momento estuve atrapado ahí todo el día.
Cuando Keith regresó, después de una hora más o menos, me
encontraba hablando por teléfono y con un sándwich en la
otra mano.
—... ¿Qué estás haciendo?
Tan pronto como colgué, Keith se puso de pie frente a mi
escritorio con los brazos cruzados, su frente estaba
notablemente fruncida.
Me paré y respondí honestamente:
—Ah, es porque tengo mucho trabajo. ¿Todo salió bien en la
reunión?
Keith no respondió, sus ojos se volvieron hacia el sándwich
que dejé.
—Oh, Charles lo preparó —murmuré como una excusa,
respondiendo a una pregunta que no me hizo.
Él no dijo nada, simplemente me miró a la cara. Esperé a que
hablara, pero Keith solo sacudió la cabeza y entró a su oficina.
Parpadeé por un momento, luego me senté
apresuradamente. El sándwich estaba casi a la mitad, pero ya
no tenía ganas de comerlo.

✤✤✤✤✤✤

Miré el reloj, aún quedaba una hora para la reunión, todavía


tenía tiempo suficiente para informar; recogí el contenido
organizado y me puse de pie. Los documentos presentados
en la mañana ya habían sido revisados.
Pensé que debería entregárselo al Sr. Pittman.
Toqué la puerta de su oficina y después de unos segundos la
abrí, pronto salió el olor a tabaco mezclado con el aroma de
las feromonas de Keith.
Él levantó la cabeza con un cigarrillo a medio consumir en la
boca. Caminé hacía su escritorio.
—Este es el documento que fue revisando hoy. Puede
permitirse una hora, así que léalo ahora. Le llamaré después
de la reunión.
Keith trazó con la mirada el montón de papeles sobre el
escritorio. Era una mirada sin interés en lo absoluto. Cuando
terminé de dejar la pila de documentos en su escritorio, él
habló:
—Voy a tener sexo contigo de ahora en adelante.
Por un momento, pensé que mi oído estaba mal. Keith me
miró.
—Si no te gusta, sal de aquí ahora mismo.
Debía de revisar los documentos, en una hora era la reunión
así que se tenía que preparar, pero de repente estaba
hablando de sexo en la oficina.
Keith se levantó del escritorio y se acercó lentamente, yo
retrocedí.
Vacilaba cada vez que daba un paso hacia atrás, la mirada de
Keith estaba fija sobre mí.
Tenía que salir, cerrar la puerta con fuerza y olvidarlo por
completo.
Sin embargo, la puerta chocó contra mi espalda. Entonces, sin
pensarlo giré mi mano, agarré la perilla y coloqué el seguro.
Mientras estaba de pie con las caderas apoyadas sobre el
escritorio, Keith me miró. Sus ojos estaban ligeramente
inclinados, no dijo nada, solo extendió su mano esperando mi
respuesta, entonces lo imité, y acerqué mi mano temblorosa.
Cuando lo toqué con mis dedos, solté un pequeño suspiro sin
darme cuenta.
Keith agarró mi brazo y me atrajo hacía él, luego… besó mis
labios frenéticamente.
—Ah.
Estaba acostado en el escritorio, sin aliento, con la camisa
arrugada y atada a la cintura, mis pantalones estaban caídos
hasta los tobillos y la ropa interior apenas colgaba por
encima de mis rodillas. Keith fumaba con una mano mientras
que con la otra frotaba suavemente mi trasero. Un dedo
largo, empezó a acariciar mi interior. Mi entrada respondió a
su toque y comenzó a fluir un líquido resbaladizo entre mi
entrepierna.
La parte superior de mi cuerpo estaba sobre el escritorio
mientras un calor recorría mi agujero.
—¡Uff!
Inadvertidamente moví la cintura, Keith no estaba
intentando meterme su pene, aunque ya estaba listo, pero él
solo se burlaba.
Después de un rato Keith habló:
—Agárrate del escritorio.
Puse mis manos hacia abajo y me sostuve del mueble. Él
golpeó mi trasero para después meter un dedo en mi interior,
un sonido agudo se escuchó en la oficina. Tragué mi aliento,
cerré los ojos, me mordí los labios y aguanté las ganas de
llorar pero no pude, mis ojos se llenaron de lágrimas.
—Hmm...
Mis lágrimas cayeron y mis piernas temblaron. Keith no se
detuvo, sus dedos entraban y salían de mi trasero, de
repente, recordé la sensación de su semen en mi interior.
Al mismo tiempo que el sonido se hacía más fuerte, mi mente
se estaba volviendo loca y de pronto, se extendió una
fragancia fresca. Era mi esencia, más tarde me di cuenta de
que había eyaculado. No tenía idea de que estaba erecto, ni
tampoco sabía si Keith lo sabía.
Respirando, sin ninguna expresión, su dedo continuó
golpeando mi interior hasta que abruptamente se detuvo.
Con una visión borrosa vi que estaba sonriendo.
—Puedes soltarte ahora.
Cuando solté mis manos, las rodillas se doblaron y me senté
en el suelo. Incliné la cabeza hacia abajo y me apoyé contra el
escritorio, lo miré.
Keith mordió su cigarrillo y se llevó la mano al pantalón.
Zick.
Sus dedos bajaron sutilmente el cierre, no dijo nada mientras
sacaba su pene erecto.
Keith estaba a unos cuantos pasos de mí, con la cadera sobre
el escritorio. Me arrastré de rodillas y me ofrecí
voluntariamente a través de su entrepierna.
—... Sí.
Un gemido fluyó.
De repente me sentí mareado con el dulce aroma que brotó
de él. Keith se acercó a mí, tomé su pene entre mis manos y
lo dirigí hacia mi boca, mis manos se movieron por sí solas,
como si estuvieran poseídas.
—Sigue.
Me ordenó sobre mi cabeza.
Tragué en seco debido a su tamaño y grosor. Él solo me miró
desde arriba.
Después de volver a dudar no tuve más remedio que sacar la
lengua y levantar el extremo de su pesado pene para
sostenerlo con mi boca. Mientras sostenía su glande, Keith
sacudió su mano suavemente para que continuará; se sintió
como un elogio. Rodé la lengua lentamente desde la base de
su pene hasta el prepucio; pronto, sentí su líquido
preseminal en mi boca.
Keith exhaló el humo de cigarrillo por encima de mí, luego
colocó una mano sobre mi cabeza.
Él continuó fumando con una mano y acariciándome la
cabeza con la otra. Moví mi boca más activamente, mis labios
comenzaron a chupar su pene y mi lengua fue presionando
justamente en el meato uretral. De pronto, una sensación
resbaladiza se sintió en la punta de mi lengua, fue entonces
cuando Keith agarró mi cabello y comenzó a empujar
rápidamente mi cabeza contra su pene; el dolor que sentí, no
duró mucho.
Keith soltó un largo suspiro lleno de satisfacción y acarició
suavemente mi cabeza, nuevamente lamí su glande. Respiré
profundamente mientras el líquido humedecía mi boca,
quería meterlo lo más profundo que me fuera posible, pero
no era tan fácil como lo había pensado, era demasiado largo
y grueso. Estaba a un poco más de la mitad del camino,
aunque tuve que liberarme de nuevo. Su pene erecto golpeó
mis mejillas. Elevé la vista y miré su cara que estaba
ligeramente enrojecida.
—¿Dónde quieres comer?
Por un momento me preocupé. La garganta me ardía tanto
que no podía responder así que Keith tomó la decisión por
mí, porque yo no fui capaz de elegir.
Su gran mano presionó mi cabeza y la llevó de nuevo a su
pene, Keith golpeó mis labios con su miembro y yo abrí la
boca para aceptarlo.
Respiré lentamente y lo puse dentro, aunque no fue tan
diferente a la primera vez. Su mano que aún estaba en mi
cabeza ejerció una fuerza mayor, provocando que todo su
pene ingresara en mi boca cuando me empujó hacia adelante.
—... Ah.
Keith soltó un fuerte gemido mientras permanecía estático,
era como si lo estuviera disfrutando.
—Tu boca es igual de estrecha que tu sucio agujero —
murmuró con un aliento inquietante—. Me gusta mucho.
Poco después, sujetó mi cabeza y la empujó nuevamente,
penetrando más allá de los labios, mis manos comenzaron a
resbalarse y rápidamente agarré sus muslos. Un pene grueso
entraba y salía de mi boca, no podía hacer nada, solo podía
mantenerla abierta.
Sabía que los golpes que recibía eran muy violentos, sin
embargo, sentir su pene caliente me volvía loco.
Si hubiera podido hablar, le hubiera pedido que fuera más
profundo. ¡Oh, por favor!
Mientras pensaba en cómo se sentiría su semen en mi
garganta, él dejó de mover mi cabeza, luego sacó su pene de
mi boca.
Cerré mis ojos reflexivamente cuando un fluido corporal se
vertió en toda mi cara.
Keith me tomó del brazo y me levantó. Mi conciencia casi se
había desvanecido. Me acostó sobre el escritorio y se puso en
mi entrepierna, para ese entonces los pantalones y la ropa
interior que estaban colgando hace unos momentos ya
habían desaparecido.
Sentí vergüenza y me sonrojé. No hubo cambios en la mirada
que Keith tenía sobre mí, exhaló el humo del cigarrillo una
vez más y después lo frotó en el cenicero. Observé su actitud,
era tan extraño lo que estaba haciendo ahora que me pareció
un sueño, aunque era increíble; pero en el momento en que
puso su mano debajo de mi rodilla y la empujó hacia arriba
para insertar su pene directamente en mi empapado agujero,
me di cuenta de que todo esto era real.
—¡Ahhh! —gemí.
Keith inmediatamente me tiró de la cintura al mismo tiempo
en que su pene ingresaba en mi trasero.
Jadeaba y gritaba.
Había abandonado todo el racionalismo. Mi agujero recibió
el pene de Keith como si estuviera esperando. Su aliento era
tan áspero como el mío. Para meterlo en mí, movió su cintura
de una forma violenta.
—Ah, ah.
Keith besó mi cara, me frotó los labios y miró hacia abajo.
—¡Oh, ahí! ¡Oh, para! —grité sin pensarlo.
Keith frotó mi interior y mi visión se oscureció mientras él
me preguntaba a gritos, con una voz áspera:
—¿De verdad? ¿Quieres parar? ¿Lo dices en serio? —Keith se
rio en silencio—. No mientas.
Sus genitales que habían retrocedido me empujaron hacia
delante violentamente.
—¡Oh, ah…! ¡Está bien...! ¡Oh, para, para! —grité, respirando
agitadamente.
—¿Estás diciendo que pare o que siga?
Se rio de mí una vez más y tiró de mi cintura.
Fue tan doloroso que las lágrimas brotaron de mis ojos.
Keith, cuyo aliento era tan áspero como el mío, llegó hasta el
fondo de mi interior. No lo soporté y me sostuve de su cuello
mientras él sostenía mis caderas.
Apreté mi interior.
—... Ah.
Suspiré.
Él dejó de moverse. Su semen me llenó por completo, y me
estremecí débilmente. Pude percibir el olor a feromonas
mientras mi cuerpo era llenado. No podía pensar en nada
más que en Keith, quien estaba eyaculando muy profundo
dentro de mí mientras mi interior continuaba contrayéndose
y estimulándolo, como si suplicara por más.
Keith se quitó el cabello de la cara, y yo me recosté en el
escritorio, luego lo miré sin comprender. Su mirada bajó
lentamente hacia mi entrada empapada y repentinamente se
echó a reír como si se estuviera riendo de mí por ser tan
lujurioso.
Estaba aliviado, aunque también estaba cansado.
Cuando cerré los ojos sin ser del todo consciente, me tapé la
cara con ambas de mis manos, de repente escuché un sonido.
Dudé y levanté los párpados. Miré a través de mis dedos,
Keith todavía me estaba mirando y acariciando mi vientre. El
timbre del teléfono continuó sonando.
En el silencio, solo las sonatas para piano de Beethoven
deambulaban inestables en el aire.
Keith, que suspiró brevemente, se movió. De inmediato, su
pene se agitó en mi interior y me tragué mi aliento. Él
extendió su mano sobre el escritorio y levantó su celular,
luego miró la pantalla del teléfono, yo cerré los ojos con
fuerza.
Cuando volví abrirlos, él me estaba mirando cuidadosamente
hacía abajo mientras acariciaba mi abdomen.
Keith vio el número, contestó y preguntó de inmediato:
—... ¿Qué quieres?
—¡Ah!
Al mismo tiempo grité sin saberlo.
Keith cerró los ojos como si disfrutara y se quedó en silencio
por un momento. Su mano que lentamente tocó mi abdomen
bajó hacia mi pelvis.
—... ¿Te has roto la pierna esta vez?
Keith suspiró.
—... En serio, entonces, ¿por qué estás tratando de escapar?
Ha llegado el momento de saber que no tendrás éxito.
¿Con quién estaba hablando?
—Así que ríndete ahora. Aunque viví toda mi vida... Ah, ya
veo. Pero tampoco me gusta interponerme entre ustedes...
¿Qué me importa que me hayas dado a luz?
Parpadeé inesperadamente. Al mismo tiempo, su palma
presionó en mi ingle, escupí gemidos, contrayendo mi
interior.
—¡Whoo!
Keith soltó un suspiro de satisfacción.
—No soy el único a quien diste a luz. Intenta contactar a otro.
Keith colgó el teléfono y lo colocó a un lado.
Recordaba vagamente el nombre que había escuchado por el
auricular. Clayton, era padre de Keith. ¿Le había pasado algo
a su familia? Tenía curiosidad.
Keith movió lentamente mi mano para que tocara su cabello.
En ese momento, entré en pánico y mis ojos se abrieron. Era
la primera vez que alguien más podía tocarlo.
Entre tanto, Keith acarició lentamente con sus dedos sobre el
bulto, que se asomaba por mi vientre, justo donde se
marcaba su glande.
Abrí la boca, traté de decir algo, pero cuando lo hice, el
teléfono volvió a sonar. Me sorprendí, aunque esta vez Keith
tampoco pareció muy feliz. Me tomó por la cintura como si
tratara de ignorarlo, sin embargo, la campana volvió a sonar.
Keith, molesto contestó la llamada:
—Keith. ¿Sabes que le rompiste la pierna a Ángel?
—¡Ahh! —grité cuando él arqueo la espalda mientras
hablaba.
Keith continuó moviéndose y hablando.
—Me llamó y me enteré.
La persona al otro lado de la línea se parecía a su padre. No
tuve ningún interés en escuchar la conversación porque
Keith continuaba follándome, sosteniendo un teléfono
celular en una mano y mi cintura en la otra.
—Ugh... Ah.
Los gemidos de dolor fluyeron a través de mis dientes, pero
él no parecía querer detenerse.
—¡Oh!
Puck
Los genitales que me golpearon hábilmente apuñalaron mi
punto débil. Todo mi cuerpo se estremeció. Mi pene estaba
mojado, y el semen humedeció el escritorio. Keith me miró
con ojos delgados mientras los fluidos corporales blancos
salían poco a poco.
—No tiene nada que ver conmigo, ya sea que lo haya hecho
Harrison o alguien más... De todos modos, no quiero
involucrarme.
—Ah.
Traté de respirar rápido y mirar hacia abajo, pero al mismo
tiempo, Keith se salió de control, lo que me sorprendió
porque comenzó a penetrarme con más fuerza.
—... Asistiré. Por favor, no me molestes más —dijo y colgó.
Lo miré con los ojos humedecidos. Keith, que colgó su
teléfono celular agarró mi cintura con ambas manos, tiró de
ella y la empujó simultáneamente.
—Ah.
La emoción recorrió todo mi cuerpo, incliné la cabeza.
—Maldición, todos morirán juntos.
Keith escupió. Su aliento también se dispersó bruscamente.
De pronto, estaba realizando suaves movimientos con su
cadera. Estaba emocionado. Keith abrazó mi cintura, me
levanté del escritorio y puse mis brazos alrededor de él.
—¡Ah!
Aún con su pene adentro, enredé mis piernas en su cintura.
Cada vez que Keith se movía, mi cuerpo subía y bajaba
libremente, apretando su pene.
—... Whoo.
Con un profundo suspiro, dejó de moverse.
El áspero cuerpo y el escroto de Keith se sentían debajo de
mi entrada abierta. Vacilé un poco, luego valientemente
apreté el lugar donde estaba su pene. Keith pareció
detenerse, luego agarró mi trasero para poder tirar de él.
Posteriormente, eyaculó dentro de mí, su semen hirvió en mi
estómago y pronto se desbordó. Contuve el aliento y lo
abracé fuerte.
Durante la eyaculación, mi interior se calentó e hizo temblar
todo mi cuerpo. Keith fue estimulado por la vibración, se
demoró un rato después de finalmente derramar todo en mi
interior. Yo tampoco lo dejé ir. Froté mis labios contra su
hombro.
«En esta camisa, está mi rastro», pensé.
Él sonrió por encima de mi cabeza.
—Eres un gato lujurioso.
Keith me dejó sobre el escritorio. Habría tenido una
conmoción cerebral si no lo hubiera hecho. Él me besó y
retrocedió saliendo de mi interior.
Cada vez que respiraba, su semen acumulado en mi interior
caía alrededor. Keith respiró hondo y se sacudió el pelo con
hastío para luego mirar el reloj de su muñeca, apenas recordé
que había una reunión. ¿Había tenido alguna vez Keith
relaciones sexuales en el trabajo?Pensé sin comprender, pero
mis pensamientos no continuaron. Cerré los ojos por un
momento, estaba distraído. Al instante, la conciencia pareció
hundirse.
Keith se rio.
—¿Qué sucede?
Me acosté en el escritorio y parpadeé sin sentido. Él se dio la
vuelta y se sentó, también en el escritorio, a mi lado. Extendió
la mano sobre mi cuerpo e impulsivamente levanté la cabeza
para besarlo. Lo miré sin pensar. Encendió un cigarrillo.
—Ignora la reunión, Emma puede hacer el registro —dijo
Keith, escupiendo el humo—. Quédate como estas hasta que
regrese. No podrás salir, porque la puerta estará cerrada por
fuera.
Él me miró mientras yo aspiraba el humo de su
cigarrillo. ¿Acaso creía que iba a escapar? Era difícil, incluso
respirar en este momento.
Me miró una vez más sin comprender y extendió la mano. Me
sorprendió cuando sus dedos tocaron mi cabello.
—¿Estás comiendo?
Respondí apenas, reprimiendo un gemido:
—Si... Hoy no... porque la bolsa...
¿Por qué no había comido hoy, aunque había empacado el
almuerzo?
Keith frotó la carne desde mi pubis hasta el pene y con la
punta de sus dedos lo acarició. Abrió la boca:
—Hecho.
Lo miré con entusiasmo.
Keith volvió a sacudir el cigarrillo y dijo, escupiendo:
—Hoy no tengo que salir a comer.
Continúo tocando mi pene y tragué el aliento, para evitar que
un gemido saliera.
Keith se rio brevemente y recogió los papeles que le había
traído. Miró por un momento el contenido y rápidamente se
alejó del escritorio. Enseguida pude verlo salir de la oficina.

✤✤✤✤✤✤

Cuando Keith regresó a la oficina después de la reunión,


apenas intentaba lavarme y ponerme la ropa interior. Keith
frunció el ceño al verme así. Me quitó de nuevo la ropa
interior.
—No te pongas esto.
Me sorprendió verlo tirar rápidamente mis calzoncillos a la
basura. No se debía tirar la ropa interior de otras personas a
voluntad, no estaba seguro de qué ponerme.
¿Entonces ahora quería que me fuera a casa sin ropa interior?
Pero antes de preguntar, Keith me tiró al sofá.
—¡Oh, ah, ah!
—¡Qué diablos! ¿No me escuchas?
Keith escupió palabras abusivas y golpeó salvajemente mi
trasero para luego entrar de manera violenta.
Con mi cabeza de lado grité y él agarró mis brazos por detrás.
—¿No me oíste decir, que te quedes como estás y me
esperaras? En el futuro, ¿te gustaría ser atado y encerrado?
¿Entonces solo así me escucharás?
—Oh, ah. Lo siento...
Mientras me apresuraba a disculparme, Keith se estrelló con
más fuerza contra mis nalgas.
Grité de nuevo.
Enterré mi cara en el asiento de cuero y sacudí mi cuerpo
mientras su pene se hundía en mi interior.
—¡Aaah! —grité.
Después de ser empujado hacia arriba por el choque de su
cuerpo, sacó y puso de nuevo su pene. Me sorprendió y
apreté mi interior con fuerza. Keith soltó un largo suspiró
lleno de satisfacción. Me acarició lentamente la cintura y las
caderas con una mano. El toque fue infinitamente suave. Otra
vez me golpeó el trasero, el sonido de fricción rígido y áspero
se extendió por toda la oficina, tragué mi aliento y apreté el
lugar que acaba de ser golpeado, todavía estaba caliente y
nuevamente él golpeó mis nalgas.
—Detente... ¡Basta, duele!
Keith entrecerró los ojos.
—¿Quieres parar?
—Sí.
Asentí.
Él se rio brevemente cuando me vio lleno de lágrimas.
—¿No te gusta? Pero si ya eyaculaste.
Cuando escuché eso, apenas abrí los ojos y vi mi entrepierna
empapada. Sin duda era mi semen.
—Ah...
Mi cara ardió de vergüenza.
—¿Qué tal ser más honesto? Ahora sé lo suficiente sobre tu
cuerpo.
Keith se echó a reír mientras respiraba con dificultad y me
miraba.
—Si te gusta fingir que no, hazlo. Pero no estoy tan
impresionado si soy el primero o no.
—...
—Entonces, ¿por qué no usas todas las técnicas que tienes?
—Acarició significativamente mi cintura—. Estoy muy
satisfecho con tu cuerpo... Te gusta divertirte conmigo, ¿no?
Sus palabras me dejaron pensando. No sabía si debía estar
agradecido o no por el malentendido. Abrí la boca con
dificultad:
—... ¿Por qué creé que tengo mucha experiencia?
Estaba sonriendo amargamente.
De repente, Keith besó mi cintura y la apretó. La parte
conectada se amplió y me tragué aliento en ese momento.
Keith, frunció el ceño. En lugar de desagradarme, me gustó su
reacción. Bajó su mano, acariciando mi espalda hasta llegar
al área donde nuestros cuerpos se unían. Cerré los ojos, como
si supiera lo que haría a continuación.
—No se puede ser inexperto, con un cuerpo como este.
Solo me callé y no dije más. Luego él añadió:
—Tal vez habrá una docena de hombres que están ocultos,
¿verdad?
—... Si es así, ¿qué haría?
Le pregunté de inmediato, pero en lugar de responder,
comenzó a penetrarme nuevamente. Hice todo lo posible
para mantenerme al día con sus acciones.
Tenía que gritar cada vez que entraba y salía. Quería eyacular
y terminar rápidamente, pero él se detenía por un momento
y esperaba a que la emoción disminuyera cuando el clímax
parecía llegar. Después de calmarse hasta cierto punto,
comenzaba de nuevo. Lo repitió unas cuantas veces más.
Realmente pensé que iba a morir. Cuando finalmente
eyaculé, suspiré profundamente aliviado y apoyé la cabeza
en el hombro de Keith. En el momento en el que el sonido de
la respiración disminuyó hasta cierto punto, él abrió la boca
y dijo:
—El sábado tengo que ir a la mansión de Ángel.
Sus manos acariciaron suavemente mi espalda desnuda.
Yo me quedé todavía sintiendo un escalofrío. Keith continuó
hablando:
—Cancela todos los otros compromisos del fin de semana.
Estaba avergonzado porque él estaba hablando tan
casualmente, pero a Keith no le importó, besó mi cuello y
respiró hondo. Fue para oler mis feromonas, como si fuera su
Omega. No pude evitar estar emocionado. Su cuerpo que
todavía estaba conectado al mío saltó inmediatamente.
Suspiré.
—Y todos los otros hombres ya no existen, ¿entendido?
—...
—No importa con cuántos hombres estuviste, desde ahora
no podrás jugar con otros.
Keith me besó de nuevo.

✤✤✤✤✤✤

Tan pronto como Keith me soltó, agotado colapsé sobre la


cama. Él se sentó en su almohada, acostado a mi lado. Su
mano acariciaba suavemente mi cuello como de costumbre,
luego frotó mis hombros y espalda.
Quizás comenzaría a fumar.
La evidencia fue el sonido del crujir al abrir la cigarrera.
Aunque su otra mano todavía se preocupaba por acariciar mi
cuerpo. Cerré los ojos ante el sutil placer.
Mientras intentaba conciliar el sueño, mi boca indefensa se
abrió sola:
—… ¿Qué sucedió...?
El sueño que venía furtivamente, escapó. Keith respondió mi
pregunta:
—El Omega que me dio a luz, se escapó y fue atrapado.
Keith no me ignoró, al contrario... las palabras continuaron
fluyendo de mi boca:
—¿... Huir?
Era una pregunta cautelosa. Él respondió cínicamente:
—Sí, así viví toda mi vida. Se escapa y lo persiguen.
Keith distorsionó su boca como si no fuera gracioso.
En eso recordé lo que dijo en su última llamada... Por lo tanto,
no es el único a quien dio a luz.
¿Entonces Keith tenía un hermano?
—... ¿Es un Omega dominante...?

—...
Solo era posible producir Alfa y Omegas dominantes en una
familia de dominantes. Había oído que era un caso raro, pero
también era posible producir Omegas ordinarios. Cuando vi
a Keith, encendió un cigarrillo y respiró un poco. No dijo
nada, pero la respuesta era obvia. Los Omegas dominantes
eran capaces de ocultar sus feromonas sin medicina, por lo
tanto, era una suerte descubrirlo.
Huir y ser perseguido.
Los Omegas de las familias dominantes, eran propiedad
conjunta de los Alfa dominantes. Pensé que era una historia
que estaba cerca de ser una leyenda urbana, pero tal vez, sí
era verdad. Sin embargo, no podía pedir la historia familiar
de otra persona solo para llenar mi curiosidad.
—Podría encadenar su cuello y mantenerlo encerrado.
En el momento me sentí tan avergonzado por preguntar,
pero me pareció una alternativa natural.
—... ¿A menudo hacen eso?
Cuando dudaba en volver a preguntar, Keith respondió,
como si no fuera nada:
—Es el pasatiempo de Harrison sacarlo y cuidarlo.
Pronto dejé de pensar al respecto. De todos modos, nunca
conoceré su mundo. La mano de Keith sostuvo mi barbilla e
inclinó su cabeza, me dio un corto beso y dijo:
—¿Hay algo que quieras tener?
—¿Qué quiera tener? —repetí sus palabras como un tonto.
Keith suavemente se rio.
—Si, lo que quieras. Compraré cualquier cosa. —Luego
agregó—: Todo lo que quieras será tuyo.
Pensé internamente, sin embargo, nunca podría sacarlo de
mi boca.
—No —dije de forma seca—. No hay nada que quisiera
tener... Gracias.
Keith me miró, pero no tenía nada más que decir. En poco
tiempo, había escupido el humo de nuevo, abrió la boca:
—No eres codicioso.
Casi lance una risa nerviosa. Dije amargamente
distorsionando mi rostro:
—Está equivocado.
Deliberadamente miré hacia abajo e intenté no revelar mis
emociones desordenadas. Por un momento, él guardó
silencio. El aroma de los cigarrillos y las feromonas a la deriva
se mezclaron. Y de pronto, mis labios fueron atrapados por
los suyos, abracé su cuello para profundizar su beso, pero
una esquina de mi corazón parecía tener un pequeño
agujero.
«¡Te quiero a ti!».

✤✤✤✤✤✤
Después de mucho tiempo, la mansión se quedó en silencio.
Me senté en el salón y me llevé la taza de té tibio a la boca.
De pronto, escuché el pequeño sonido de la taza golpeando la
mesa. El ruido terminó con eso.
Miré fijamente por la ventana. Las hojas se mecían acorde al
viento. No recordaba un paisaje tan sereno.
Por la mañana Keith había salido de la mansión a tiempo,
posiblemente hoy podría venir o no. De todas maneras, era
fin de semana así que no importaba si llegaba mañana por la
noche, aunque la espera me resultaba larga.
Todavía no podía creer en las palabras de Keith.
Él pensaba que yo tenía mucha experiencia, incluso me había
preguntado con cuántas personas jugaba a la vez. Dejé de
preguntarme eso y me abracé con dureza, como si fuera un
castigo.
Fue entonces cuando recordé la primera vez que Keith me
abrazó mientras mordía mi cuello y metía su pene en mi
interior, así como su semen que me llenó por completo para
luego quedarnos dormidos en la habitación.
Esa noche Keith me abrazó con ternura. No hizo preguntas
inútiles. Sin embargo, mi cuerpo aún no entendía bien lo qué
sucedía, aunque no tenía la intención de corregirlo.
Parecía que no era malo para él que me quedara a dormir en
su habitación.
Rápidamente corté mis pensamientos. Esto era solo sexo. Las
expectativas prematuras solo me harían sentir miserable. No
debía esperar nada, solo era un compañero sexual más.
Fruncí el ceño.
—¿Quieres más té?
La voz de Charles me despertó de mis pensamientos.
Miré por la ventana y sacudí la cabeza.
—No, gracias.
Charles inmediatamente arregló la mesa. Cuando estaba a
punto de salir del salón de té, me detuve y miré hacia atrás.
Charles, que sintió mi mirada, me miró directamente, con la
espalda recta.
Dudé.
—Mmm. ¿Hubo alguna llamada del Sr. Pittman?
Charles dijo:
—Llegará al día siguiente después de ir a la mansión de
Ángel. No es razonable ir y venir el mismo día.
—Ah... ya veo. Gracias.
Me apresuré a salir del camino. El pasillo estaba tranquilo y
toda la casa silenciosa, como si estuviera muerta. Era porque
Keith no estaba. No esperaba que se sintiera tan vacío solo
porque él no estaba en la mansión. Había estado ocupado
todo el día trabajando, y leyendo libros, aunque ahora estaba
en mi límite. Estaba ansioso.
¿Debería leer más?
No era una idea muy atractiva. El libro que elegí por la
mañana no había sido muy divertido. Sin embargo, la
biblioteca de Keith era enorme. Estaba llena de libros por lo
que elegir uno llevaba bastante tiempo así que, decidí que
podía leer algo porque tenía tiempo libre, me decidí y pasé
por mi habitación para dirigirme directamente hacia la
biblioteca.
Pero cuando me detuve frente al estudio, la habitación de
Keith apareció ante mi vista. Me quedé quieto por un
momento. El aroma de mis feromonas, que nunca antes
había sentido, de repente se sintió con fuerza. Me moví como
si estuviera poseído y me dirigí a la habitación de Keith. El
dulce aroma se volvió más y más oscuro. En el momento en
que finalmente abrí la puerta, cerré los ojos. Mi interior se
calentó. No podía soportarlo así que me acosté en su cama.
La sábana estaba llena de su aroma.
Resoplé.
«¡Te extraño!».
No había pasado ni un día. Sin embargo, no podía soportarlo.
¿Qué haría por las noches cuando tuviera que dormir
solo? Parecía que la vida sin Keith era inexistente. Mi vida
ahora era él.
La rígida respiración sonó en mis oídos, estaba acostado
respirando desesperadamente su fragancia que flotaba en el
aire. La sábana todavía tenía mucho de su olor. De repente
me encontré deambulando por la cama. No podía soportarlo
así que volví a acostarme para mirar hacia el techo. Bajé la
mano y abrí mis pantalones.
No era de extrañar, esto ya había pasado varias veces antes
de entrar a la mansión. En aquellos tiempos, hubo un día en
que Keith llegó borracho, por supuesto me fui a casa a
masturbar; no obstante, en la mansión lo hice el primer día
en que llegué. Me sentí tan inescrupuloso al recordarlo que
no pude evitar sonreír.
Aunque ahora, el haberme atrevido a recostarme en su cama
y masturbarme… Jadeé. De pronto, un sentimiento de culpa
me invadió. No podía soportarlo porque mi interior estaba
palpitando. Bajé mis pantalones y mi ropa interior a la vez.
—Keith...
Mi cuerpo era tan lujurioso que me mojé con solo pensar en
él. Incluso ahora, era suficiente con solo oler sus feromonas
para excitarme, era imposible resistirlo, mi cuerpo estaba
ardiendo por dentro. Tan pronto como abracé la almohada,
me recosté y abrí las piernas.
Antes solía frotar mi pene vigorosamente, pero hacer eso
ahora no funcionaría.
Después de conocer la sensación que se siente por detrás,
nada lo puede reemplazar.
Extendí mi mano y mis dedos encontraron mi agujero.
—Ah...
Estaba completamente húmedo. Metí mis dedos y acaricié mi
interior.
Respiré con dificultad.

—Ahhh.
Mi respiración se fue acortando. Su aroma, que sentía cada
vez que respiraba, gradualmente me hizo perder la razón.
Cerré los ojos y escupí un gemido tembloroso. Por supuesto,
la sensación fue diferente a la que sentía cuando él me
penetraba. Abrí los muslos para que mis dedos entraran con
más facilidad. Empujé y comencé a frotar mi interior, no me
sentía satisfecho con el grosor y la profundidad, pero no tenía
más remedio que satisfacerme con mis dedos. Continué
frotando apresuradamente mi agujero, podía sentir como mi
cuerpo temblaba a medida que aumentaba el ritmo.
—Ahh.
Eyaculé mientras unos profundos gemidos salían de mi boca.
Mi mente se quedó en blanco después de la eyaculación.
—Whoo...
Suspiré y luego mi cabeza giró.
Keith estaba ahí.
Bésame mentiroso Vol. 2 • Capítulo 11 | Final

En el cuarto, solo mi vago jadeo se oía en medio de todo el


silencio mientras Keith me estaba observando. Mis ojos no
parpadearon. Estaba tan avergonzado que mi cabeza quedó
completamente en blanco. Me froté los labios sin saber que
decir, luego, apenas y solté un pequeño sonido cuando hablé.
—... ¿Desde cuándo estás ahí?
Cuando pregunté, Keith levemente apartó la cabeza.
—Desde que tu dedo se metió en tu agujero.
—...
Quería que Dios me hiciera desaparecer de este mundo. Tenía
muchas ganas de morir. ¡Estúpido idiota! ¿Cómo me atrevía a
hacer esto? ¿Cómo podía ser tan desvergonzado?
Culpándome salvajemente, abrí la boca, pero curiosamente
ya no había nada más que decir. Casi enseguida me disculpé
cuando mis lágrimas de vergüenza y culpa brotaron.
—Lo siento...
Keith, que se encontraba apoyado en el marco de la puerta
avanzó hacia mí. Me sorprendió la forma en que sus pies se
acercaron rápidamente así que intenté ponerme de pie.
—Quédate como estás.
Él me miró fijo mientras se dirigía hacia la cama. Mi cara
estaba ardiendo, pero no pude moverme. Keith me levantó la
camisa, expuso mis pezones y bajó mis pantalones hasta mis
pies junto con mi ropa interior. Cuando tragué saliva, pude
observar a Keith sentarse a un lado de la cama. Acercó sus
manos y sujeto mis tobillos.
—¡Ah!
De repente fui arrastrado, solté un grito. Keith simplemente
terminó por quitarme los pantalones y la ropa interior,
arrojando las prendas al suelo, miró a mí alrededor y habló
con indiferencia:
—Hazlo otra vez.
—¿Qué? —pregunté sin comprender.
Keith parpadeo con fascinación, luego me dijo en voz baja.
—Quiero que lo hagas de nuevo, desde el principio.
Estaba perplejo y avergonzado.
¿Realmente estaba diciendo que lo hiciera de nuevo? ¿Estaba
tratando de avergonzarme todavía más?
No tenía ninguna otra explicación; aunque no era de
sorprenderse, había hecho esto sin ninguna clase de pudor
en su habitación.
Tartamudeé:
—Keith... Lo...lo siento. Esto es...
—¿Te dije que te disculparas? —Me interrumpió, luego
volvió a mirarme con indiferencia—: Cállate y comienza de
nuevo, ahora mismo.
Olvidé mis palabras. Aunque parecía increíble, Keith hablaba
en serio. Lo único que podía pensar sobre esto, era que
trataba de molestarme.
¿Acaso esta era una nueva manera de castigarme?
Keith continuó observando. Si no seguía sus órdenes estaba
seguro de que tendría problemas.
Sentí mi cuerpo arder de la vergüenza, pero cuando mi mano
temblorosa tocó mi pene, dejé de morderme los labios.
Keith soltó brevemente uno de mis tobillos. Estaba nervioso,
tragué mi aliento y bajé la otra mano hasta mi entrada. La
mano de Keith, que antes tenía sujeto mi tobillo comenzó a
subir por mis piernas hasta mis nalgas. Ahí, fue en donde
ambos nos rozamos.
El pene que estaba en mi mano se endureció poco a poco, por
lo que suavemente lo acaricié con mi mano izquierda. De
pronto, un dedo vacilante tocó mi agujero frío. Temblé sin
saberlo, no había tiempo para arrepentirse. Keith, con su otra
mano todavía tenía sujeto mi tobillo como impidiendo que
fuera a huir. Una sensación de urgencia creció dentro de mí.
Cerré los ojos. Mi mano temblorosa acarició mi entrada. Mi
pene, que estaba un poco enérgico, se tensó en mi otra mano.
Estaba avergonzado, no podía soportarlo.
—Hmm...
Finalmente, mis lágrimas calientes fluyeron por mis
párpados cerrados.
—Whoo. —Keith pareció suspirar cuando tocó mi cuerpo,
posteriormente habló—: Me estoy volviendo loco por tu
culpa.
Fue una voz tranquila como siempre, pero mi respiración
estaba extrañamente perturbada. Abrí los ojos
inconscientemente, y Keith bajó la cremallera de sus
pantalones manteniendo sus ojos en mi rostro. Mi
respiración se acortó y mi interior se humedeció. Separó mis
rodillas y mantuvo mis piernas abiertas, muy abiertas. Su
pene llegó a mi orificio y entró en mi interior.
—... ¡Ah!
Mi cuerpo parecía anhelarlo y lo aceptaba. Arrugué la sábana
entre mis manos y cerré los ojos, sin aliento. Todos mis
sentidos parecieron concentrarse ahí. Podía sentir su pene
latir en mi interior cada vez que me penetraba. Mi pulso se
volvió uno con el suyo. Espontáneamente mi interior se
fricciono, solté un gemido.
—Ah.
Keith me besó brevemente.
—¡Oh, ah, ah!
Un áspero gemido estalló.
Él no me miró en lo absoluto. Sus movimientos eran muy
rápidos. Ni siquiera tuve tiempo suficiente para respirar.
Sacó su pene y sin ninguna advertencia volvió a introducirlo
hasta el fondo.
Keith, que parecía haberse detenido por un minuto, tomó mi
pierna entre su brazo, luego comenzó a moverse de nuevo.
Cada vez que arremetía, mi cuerpo se sacudía bruscamente.
—...Ah.
Keith gimió y dejo salir un profundo suspiro.
Cuando recuperé el aliento, abrí los ojos. Mis párpados se
sacudieron varias veces mientras lo intentaba enfocar. Keith
estaba sin aliento. Por un momento, nos quedamos mirando
hasta que abrí la boca impulsivamente:
—... Quiero besarte.
Keith sonrió ante mi petición. Fue una sonrisa
increíblemente amigable.
En el momento en que sus labios me tocaron, abrí los ojos con
sorpresa. Era una realidad. Su dulce y suave lengua
recorrieron mis labios, abrí mi boca y puse mis brazos
alrededor de su cuello. Podía sentirme temblar. Mi pulso en
la parte inferior era evidente. Keith era tan delicado y
cauteloso.
—¿Satisfecho?
Keith separó los labios cuando lo preguntó.
Entonces, cuando lo volví a ver, me di cuenta de que nuestras
respiraciones estaban lo suficientemente cerca así que, giré
un poco la cabeza, quería que el beso continuará, pero en
lugar de hacerlo, asentí.
Estaba nervioso por su ceño fruncido, sin embargo, de nuevo
besé cuidadosamente sus labios, apretando
deliberadamente mi interior.
Quería que Keith disfrutara de mi cuerpo un poco más. Tenía
miedo de que algún día se cansara de mí. Quería sentirme
dueño de este hombre por más tiempo. Quería que me
abrazará por mucho tiempo más... Solo un segundo más, por
favor.
Keith arrugó la frente profundamente, luego escupió un
áspero gemido. ¿Estaba aburrido? Me detuve y entré en
pánico. Luego él habló con una voz entrecortada:
—Sigue.
Keith comenzó a frotar sus labios bruscamente sobre los
míos, y mientras golpeaba violentamente mi interior, tragué
mi aliento. Me sentía aliviado.
Mi cuerpo… ¿Podía pensar que realmente le gustaba? Era
inevitable reírme de mí mismo.
Keith estaba gimiendo de nuevo mientras bajaba con
cuidado y frotaba el área entrelazada. Disfrutaba de los
movimientos que él realizaba, acostado sobre mi abdomen.
Suspiros calientes llegaron a mis oídos cuando Keith mordió
mi lóbulo.
Por un momento pensé que dejaría una marca, pero fue solo
una ilusión.
Keith, quien disfrutaba al máximo estar dentro de mí, nunca
había dejado una marca; solo chupaba y lamía mis orejas,
pero eso era todo. Aunque era un Alfa que podía dejar marcas
en innumerables compañeros, nunca había dejado una en mí.
El motivo era simple, era un hombre.
Antes de sentirme miserable, me calmé. Lo supe desde un
principio. A este hombre, solo le gustaba mi cuerpo.
Su peso y temperatura corporal se sintieron por todos lados.
Era real. Me sentía tan agradecido ahora en comparación con
los días en que ni siquiera me atrevía a imaginar en que
podría llegar a besarme.
Este hombre era solo mío ahora.
De pronto, Keith gimió profundamente en mi oído. El sonido
de su aliento fue realmente caliente. Estaba tan excitado por
mi culpa. Era sorprendente que tuviera este talento. Tal vez
yo era más lujurioso de lo que él pensaba.
—¿...?
En un instante, la posición cambió; me coloqué encima de su
cuerpo y levanté mi trasero, apoyándome de sus hombros
para bajar lentamente.
—... ¿Qué es esto?
Keith preguntó, pero no pareció desagradarle, más bien,
preguntó como si fuera divertido.
—Sexo, por supuesto —respondí con naturalidad mientras
lentamente movía mi cuerpo sobre su pelvis.
—Ah...
El lugar que todavía estaba entrelazando nuestros cuerpos
seguía húmedo, apreté aún más su pene que todavía se
encontraba en mi interior. Era la primera vez que tenía
relaciones sexuales con alguien después de haberme
convertido en Omega. Cada vez que me movía, su gran pene
llegaba hasta el fondo de mi interior. Respiré y froté el
perineo contra su pubis. Keith bajó su mano, agarró mi
trasero y presionó suavemente con la punta de sus dedos
—¡Ahh!
Inmediatamente, sus genitales endurecidos entraron de
nuevo. Keith me ordenó a través del aliento áspero:
—Levántate y siéntate.
Vacilé en el momento en el que me dio la orden, sin embargo,
levanté la cintura por completo. Luego, Keith movió su mano,
agarró mi pelvis y la presionó.
—¡¡... !!
En ese instante no pude pensar en nada más, tragué mi
aliento. Era tan diferente de lo que me había imaginado hasta
ahora. Sus genitales que permanecieron firmes ingresaron
de nuevo en mi cuerpo, acariciando mi interior.
—¡Ah! —grité y temblé.
Su pene vibraba violentamente dentro de mí, una caricia
ardiente frotó la pared interior. Vociferé una vez más. Por un
segundo, mi mente se volvió distante. Respiré con dificultad
y me detuve.
Cuando me calmé, Keith preguntó:
—¿Alguna vez has hecho esta postura?
Sorprendido, me di cuenta de inmediato, pero no era
momento de entrar en pánico. Abrí la boca mientras mi
corazón latía fuertemente e intentaba responder de una
forma casual:
—Nadie me ha interrumpido durante el sexo de esta manera.
—¿He interferido?
—Por supuesto.
Cuando respondí sin rodeos, Keith se echó a reír
inesperadamente.
—Entonces, ¿qué debo hacer con mis manos mientras te
retuerces como una ardilla?
—Tienes que esperar hasta que termine.
—¿Haciendo nada? ¡Dios mío! ¿Con qué tipo de chicos te has
acostado?
De repente, Keith se rio una vez más, fue una reacción
escandalosa.
—Entonces, ¿no puedo tocarte?
No parecía estar convencido en absoluto así que hablé
apresuradamente:
—Los hombres con los que he estado no me tocaban porque
les ataba las manos.
Ante eso, Keith se detuvo por primera vez.
—¿Con la corbata? —preguntó, incrédulo.
A lo que le respondí audazmente:
—¿Acaso no puedo?
Por un segundo pareció estar enojado, pero su reacción fue
lo contrario. De repente, se echó a reír, sincera y
agradablemente. Parecía que esta situación le era realmente
divertida por lo que no pude soportarlo. El lugar donde
nuestros cuerpos se entrelazaban chapoteo de nuevo.
Entré en pánico, fue entonces cuando él con una sonrisa dijo:
—Pruébalo, será divertido.
Extendió sus muñecas hacia mí, aunque lo cierto era que
estaba aterrado. No sabía que realmente lo aceptaría.
¿Qué debía hacer?
—Lo haré la próxima vez, porque necesito preparación.
—¿Preparativos?
—Lo sabrás cuando sea el momento.
Mi corazón latió presuroso.
Me preguntaba qué pasaría si no podía engañarlo.
Cuanto más lenta era su respuesta, más impaciente me
volvía. No podía soportar ni unos segundos más, así que me
atreví a apretar su pene. Su frente se distorsiono en un
momento.
—Duele.
Keith me apretó ligeramente el trasero, luego sonrió.
—Está bien, entonces… ¿Cuándo será?
—Tan pronto como esté listo.
Hablé rápidamente. Él solo entrecerró los ojos.
—Estoy deseando que llegue.
Keith sonrío audazmente. No había nada más que pudiera
hacer, excepto hacer lo mismo, pero a él pareció no
importarle. Me miró a la cara y estiró una mano para tirar de
mi cabello. Pronto, nuestros labios se tocaron y comenzamos
a besarnos repetidas veces de una manera eufórica y
desesperada. Agarró mi trasero y luego lo levantó para
después bajarlo, cada vez que lo hacía mi agujero se contraía.
Comencé a mover el culo mientras realizaba movimientos
circulares sobre su pelvis.
Cada vez que su pene se frotaba mi interior mi respiración se
entrecortaba.
—Ahh...
Keith exhaló un largo suspiro y eyaculó dentro de mí. Apreté
mi interior una y otra vez hasta que terminó su eyaculación.
Estaba tan lleno...

✤✤✤✤✤✤

—¡Ay...!
Distorsioné mi rostro sin darme cuenta cuando un profundo
dolor me atravesó. Keith paró de lamer mi nuca, la cual
estaba mordida y chupeteada.
Tímidamente lo miré.
—¿Estás bien?
Asentí. Era difícil imaginar cómo se veía mi cuello en estos
momentos. Keith, quien me miró por un instante, besó mis
labios de una forma tan tierna.
Estaba avergonzado, pero él no me dijo nada.
De repente, salió de mi interior. Cada vez que respiraba
sentía como un fluido espeso escurría entre mis nalgas. Me
sentía como un niño abandonado, parpadeé ansiosamente,
en eso, me llegó a la nariz un olor dulce y familiar.
—Ah.
Solté un suspiro.
Keith se dio la vuelta, luego regresó con una caja entre sus
manos.
—Ábrelo.
Se acercó a la cama y frunció el ceño brevemente. Dentro
había un reloj. No sabía lo que significaba. Él lo sacó y tomó
mi muñeca. Cuando el frío metal tocó mi piel, sentí miedo,
pero no dije nada, tan solo me lo quedé mirando.
Solo después de que Keith colocó el reloj me dejó ir, fue
entonces cuando llevé mi muñeca cerca de mi rostro y lo
miré. Era un reloj con piedras preciosas de colores.
Extrañamente sentí que mi corazón se estaba enfriando.
Lo miré de nuevo.
¿Qué significa esto?
—¿Te gusta?
Keith me miró, esperando una respuesta. Por supuesto, yo
estaba seguro de que tenía curiosidad por saber si me
gustaba su regalo.
Asentí.
—... Sí. Es hermoso, pero… ¿Por qué...?
Cuando pregunté vacilante, Keith estaba sentado a mi lado,
luego me abrazó por la cintura. Como de costumbre suspiro
cómodamente después de enterrar su nariz y oler mi cuerpo.
—Cuando vas a la casa de Ángel, no debes ir con las manos
vacías —dijo, tranquilamente—. Siempre compro joyas, pero
los collares y anillos están prohibidos. Ya ha pasado que se
los traga para intentar suicidarse. Debe ser algo lo
suficientemente grande para que no pueda tragarlo.
Como si fuera molesto, Keith habló con rudeza. Sin embargo,
encontré algo inesperado en sus palabras.
No me había dicho a mí, se lo había dicho a Emma.
Ni siquiera sabía que le estaba dando un regalo al Omega que
lo dio a luz. Entre tanto, Keith parecía siempre comprar joyas
cada vez que visitaba a Ángel. Estaba avergonzado porque
había encontrado un lado que no conocía de él. No tenía idea
alguna sobre su familia.
—La regla es que tienes que elegir el regalo que le das a
Ángel. Es ridículo, tienes que ir y conseguir una joya cada vez
que lo atrapan. Ni siquiera sé por qué estoy haciendo esto.
Keith se quejó mientras me abraza más de cerca. Tenía
vergüenza que mi piel desnuda se pegará, pero audazmente
puse mis brazos alrededor de su espalda y de la misma
manera en la que él lo había hecho, yo también inhalé su
fragancia de feromonas, la cual parecía derretir mi cerebro.
Mi interior se mojó. Quizás se debía a mi emoción que mi
aroma también se había espesado. Sentí que Keith levantó mi
trasero, fue entonces cuando abrí cuidadosamente una
pierna y la subí sobre su cintura.
Él entró como si lo hubiera esperado.
—Uh... Ugh.
Mi interior estaba lo suficientemente húmedo, sin embargo,
la presión que puso al entrar todavía estaba allí. Sin querer
distorsioné mi rostro. Al darse cuenta, Keith besó mi mejilla,
y lentamente movió su espalda.
—Ah. Suspiré, feliz.
—¿Tú lo elegiste...?
Le pregunté con el aliento caliente.
Keith sonrió y besó de nuevo mis labios.
—¿Por qué, no te gusta?
—No. —Sacudí la cabeza. No podía ser que yo fuera el primer
compañero sexual al cual le elegía personalmente un
regalo—. Estoy tan feliz... Gracias.
Keith deslizó su mano hacia abajo y empujó su pene en mi
interior.
—¡Ah!
Después de un breve grito, Keith se echó a reír.
—¿Qué estás haciendo?
En el momento en que vi su sonrisa, me quedé en blanco.
Él me sonrío.
Mientras su mano tocaba mi cuerpo, el sol cayó sobre su
cabellera y el olor a hierba del día se mezcló con el dulce
aroma de sus feromonas.
Todo era perfecto.
—¿Qué sucede? —preguntó Keith, perplejo.
Abrí la boca para contestar, pero no hubo ningún sonido.
Apenas y respiraba con dificultad cuando de pronto sentí mis
ojos brillar.
Keith volvió a besarme, luego sonrió.
De repente mis emociones me empujaron violentamente
contra la realidad, perdí la razón. Nunca lo dije. Una esquina
de mi corazón se sacudió, dolía. Había estado pensando por
mucho tiempo. No lo soporté y dije:
—¡Me gustas...!
Keith de la nada, dejó de moverse.
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 1 | Parte 1

Mi corazón latió frenéticamente, tanto que creí que había


dejado de respirar.
¿Qué demonios había dicho?
Me había repetido tantas veces que esto era suficiente.
Estaba loco por hacer cosas tan presuntuosas. Era evidente
que había perdido la cabeza. De otra forma, cómo me había
atrevido a hacer una confesión tan ridícula.
—Bueno, eh...
Apenas abrí la boca, pero mis palabras no salieron.
¿Qué debía hacer?
Tenía curiosidad por su expresión, pero el miedo me detuvo.
No tuve el coraje. Keith quizás estaba enojado conmigo y de
seguro me gritaría, era claro que mi confesión había apagado
su libido. Estaba confundido.
Oh, Dios.
Sin embargo, cuando sus labios se superpusieron a los míos,
me quedé en blanco, no sabía lo que sucedía. Su fogosa lengua
se balanceó en toda mi boca.
¿Qué era lo que significaba esto?
Estaba confundido, el beso se prolongó y no pude preguntar.
Keith apoyó su cuerpo sobre el mío antes de que siquiera
pudiera llegar a pensar en algo. Me sentía avergonzado así
que traté de levantarme.
—... Ugh.
No hubo ningún tipo de sonido después, sin embargo, un
gemido sofocado salió de mi boca, aunque a Keith no le
importó, continuó besándome una y otra vez, sosteniendo mi
cabeza con su mano, entrelazando su lengua con la mía y
soportando mi espalda con su otro brazo, imposibilitando mi
movimiento.
Mi interior se sacudió violentamente mientras mi
desbordante saliva fluía de mi boca a la suya, sin afectarle.
Fue un beso demasiado intenso. El aliento me faltó, aun así,
Keith no se detuvo. Su pene entró y salió bruscamente
mientras sostenía mi cintura para evitar que no me moviera
en lo absoluto. Keith abrió todavía más mis piernas y yo solté
un largo gemido; parecía no detenerse. Cada vez que lo metía,
mis lágrimas fluían a través de mi rostro. Mi entrepierna se
empapo de nuestros fluidos.
—¡...!
Luego de un rato, Keith continuó sosteniendo mi cabeza
mientras mantenía presionados nuestros labios, de pronto,
la sensación de un fluido caliente llenando mi estómago me
invadió, estaba eyaculando. Me estremecí. Sentí que la
cantidad vertida era mayor a la habitual porque continuaba
fluyendo y empapando mi interior, infiltrándose en lo más
profundo de mí.
Fue entonces, cuando un aroma apareció en la punta de mi
nariz. Era la fragancia de sus feromonas. Rápidamente me di
cuenta de que el olor del semen que fluía dentro de mi cuerpo
era ligeramente diferente.
Cerré los ojos y probé, pensando en que el aroma de sus
besos también sería desigual.
¿Cuál era su identidad? ¿De dónde provenía? ¿Por qué de
repente se sentía tan diferente?
Keith soltó mi cabeza tan pronto como termino de hacerlo,
no obstante, su brazo aún seguía en mi cintura. Apenas y
levanté la vista, jadeé. Keith me miró y sonrió suavemente
mientras mi mirada estaba en blanco.
Su brazo que sostenía mi espalda bajo para tocar mi trasero,
lo masajeo lentamente, parecía disfrutar de la textura, lo cual
no era muy agradable para mí, ya que cada vez que Keith lo
acariciaba, mi orificio se abría y su semen mezclado con mi
fluido corporal se bajaba poco a poco. Estaba tan
avergonzado, mi interior estaba empapado de su semen.
—... Ah.
Me encontraba tan impresionado por su intensa eyaculación.
Sin darme cuenta, Keith comenzó a frotar mi entrada con sus
dedos. La sensación de su caricia sobre mi agujero me dejó
sin aliento. Mi campo de visión se hizo borroso así que traté
de inhalar por la boca mientras Keith continuaba frotando.
—Oh, ah... Ah.
Mi cuerpo tembloroso reaccionó a sus toques, no eyaculé,
pero el placer se sentía similar, incluso los dedos de mis pies
se doblaron por el placer que sentía.
Esa tarde Keith no respondió a ninguna de mis confesiones.
Lo recuerdo muy bien, pero pensé que no importaba.
Realmente no.

✤✤✤✤✤✤

—¿Estás diciendo picnic?


Sus palabras me sorprendieron.
—Sí —dijo desde el otro lado de la línea con una voz
amable—. Le pregunté a algunas personas sobre sus
preferencias, pero la mayoría respondió positivamente al
picnic.
Posteriormente, me envió una lista de personas que dijeron
que “sí” irían, eran nombres que conocía. Algunos de ellos
habían sido alumnos y compañeros de la universidad. Eran
diez miembros que pertenecían al mismo grupo social desde
que se unieron a clubes cuando eran novatos, incluido Keith,
quienes se frecuentaron incluso después de la graduación y
crearon diferentes reuniones, incluyendo el club de Polo.
Hubiera sido agradable jugar al Polo en aquellos días.
Una vez que lo pensé, colgué después de decir que lo
comunicaría.
Los informes de personas que sufrieron las consecuencias de
los huracanes en un estado cercano hace unos días, fueron
difundidos por periódicos y noticieros todos los días.
Era común patrocinar una fiesta de donación, por lo que esta
vez íbamos a donar a través de organizaciones relacionadas.
Sin embargo, actividades al aire libre como picnics eran
inesperadas.
Después de tocar la puerta, ingresé en la oficina e
inmediatamente entregué el informe.
—Iré.
Su reacción inesperada, me asombró.
—¿Estás seguro? La lista de asistentes aún no se ha
decidido... Aunque la mayoría ya respondió que asistirá.
Keith se rio y habló:
—Debe ser una lista obvia, pero… ¿tienes que esperarla?
—... No —respondí después de un rato.
Por suerte, Keith solo se rio brevemente, justo como si
hubiera hecho una broma. Me sentí tranquilo. Sutilmente
movió una mano para indicarme que fuera hasta donde
estaba. Al mismo tiempo, mi corazón se estremeció. Había
estado en la cama con él todo el fin de semana así que sabía
lo que este pequeño gesto significaba.
Me quería ahora mismo.
Observé a mi alrededor, nadie estaba cerca, pero me sentía
ansioso. Después de susurrar palabras sin sentido, me giré.
Mi mano tembló débilmente al cerrar la puerta, fue entonces
cuando un sonido pesado y frío golpeó mis oídos con fuerza.
Mientras me daba la vuelta, Keith todavía me estaba
mirando. Caminé hacia él, paso a paso, sin apartar la mirada.
A medida que la distancia se fue acortando, mi corazón
comenzó a doler. Finalmente, rodeé el escritorio y me paré a
su frente.
Me sentía herido.
Keith continuó en silencio. Extendió una mano y yo me
acerqué y la tomé.
—Ah.
Tan pronto como sentí su temperatura corporal,
espontáneamente unos suspiros fluyeron, este hombre me
excitaba con tan solo tocar mi mano.
De pronto... tiró de ella y mi cuerpo cayó sobre sus brazos e
inmediatamente sus labios se superpusieron a los míos,
nuestras lenguas se enredaron como si estuvieran ansiosas.
Luego, Keith acarició mi espalda hasta llegar a mis
pantalones. Cuando su mano llegó a ellos, no lo dudó y la
metió dentro. De repente, vi que frunció su ceño. Pronto supe
la razón.
—Te dije que no los usaras, me molesta.
Se refería a mi ropa interior, no sabía si estaba asustado o
avergonzado por ello así que intenté evitar su mirada, pero
pronto puede sentir un calor que recorrió mis mejillas.
—Tengo que usarlo... —Keith me miró en silencio. Me sentía
ansioso, quería besarlo, pero en su lugar, dije—: Con la boca...
¿Puedo hacerlo?
Eso era algo que nunca diría libremente en otro tipo de
situación. Sin embargo, ahora ese nivel de vergüenza había
desaparecido.
—Creo que sería razonable.
Keith me tomó de la barbilla. Mi boca se abrió con solo
presionar mis labios con su pulgar. Sus ojos se entrecerraron.
Me arrodillé en el suelo, no era la primera vez que lo hacía, la
última vez había sido en el baño de Keith mientras el agua
caliente caía por todo nuestro cuerpo. Comencé a recordar
como tomé su pene entre mis manos y lo coloqué dentro de
mi boca.
Mi interior palpitó. Solo Dios sabe cuán desesperados
estuvimos durante el fin de semana. Me emocionaba el
recordarlo. Coloqué mi cabeza entre sus piernas abiertas y
bajé cuidadosamente la cremallera de su pantalón. Mis
nerviosos dedos temblaron mientras él tenía su mirada
puesta sobre mí.
Cuando saqué su pene, un suspiro se escuchó.
—... Ah.
Coloqué su pene en mi boca y respiré lentamente, de pronto
sentí una presión sobre mi cabeza. Al levantar la vista pude
observar la mano de Keith acariciando mi cabello.
—Oh...
Por encima de mí, Keith soltó un suspiro lleno de satisfacción.
Acomodé mis labios sobre su miembro y empecé a lamerlo,
mi mano la había utilizado para estimular las partes en
donde mi boca no alcanzaba. Froté su pene hasta la base, y el
líquido que salió se mezcló con mi saliva. Su mano continuó
acariciando mi cabeza, de repente, Keith ejerció un poco de
fuerza sobre su toque y me presionó contra su entrepierna.
Por un momento dejé de respirar, tuve que tragar todo su
pene una y otra vez mientras mi boca era penetrada
salvajemente, solo cuando por fin eyaculó, Keith aflojó su
agarre. Su semen escurrió por mi barbilla, era bastante.
Retiró su mano de mi cabeza y sacó su miembro de mi boca.
Vi su pene mezclado con semen y saliva.
Quería lamerlo de nuevo.
Keith sacó unos pañuelos y se limpió mientras que yo
permanecí apoyado contra uno de los cajones del escritorio.
Sentí que mi cara estaba manchada de fluidos, sin embargo,
no le tomé importancia hasta que él me observó y se acercó
para limpiar mi rostro, puso uno pañuelo en mi barbilla para
que escupiera el semen de mi boca, pero no lo hice, al
contrario, lo tragué. Keith me miró asombrado.
—Ven.
Me extendió sus brazos amorosamente.
Entonces supe lo que significaba. Pero en lugar de aceptarlo,
moví mi cuerpo que aún estaba en el suelo, me puse entre sus
piernas y apoyé mi cabeza sobre sus muslos.
—¿Es más fácil para los orientales sentarse en el suelo?
Me preguntó sonriendo.
No era posible sentarse en su regazo sin terminar teniendo
sexo. Keith contempló cuidadosamente mi cara sin decir
nada, solo acariciaba mi cabeza. De repente, su mano bajó a
mi cara para frotar mis mejillas. Dirigí mi mirada hacia él, él
también me miró, tenía una sonrisa suave en su rostro. Sabía
que iba a besarme. Cerré los ojos y estiré mi cuerpo. Pronto,
nuestros labios se tocaron. Keith me besó tiernamente, como
si me felicitara.
—Estar dentro de ti es lo mejor.
¿Realmente estaba diciendo eso?
Keith sonrió satisfecho.
Si me dijera que lamiera su pene de nuevo, lo haría. Yo podría
hacer cualquier cosa por él, solo para complacerlo.
Pero lo único que atiné a hacer, fue apoyar mi cabeza sobre
su muslo. Eso había sido todo, contuve el aliento y cerré los
ojos. Sus manos continuaron acariciaron mi cabeza con
ternura. Por alguna razón, me sentí triste…

✤✤✤✤✤✤

—... Huh
Cuando desperté, lo hice con la sensación de unos besos que
estaban siendo esparcidos en mis pezones, cuello y hombros.
Keith sonrió a mis espaldas, parpadeé inexpresivamente y lo
saludé:
—... Buenos días —dije un poco tímido.
Pero Keith, en lugar de responder, bajó su mano a mi muslo
y me levantó una pierna. Naturalmente, cerré los ojos y dejé
escapar un breve gemido cuando su grueso pene me perforó.
Desde el día en que me confesé, había estado durmiendo en
su cama; aunque era mejor decir que me quedaba dormido
después de tener relaciones. Era muy difícil volver a mi
habitación al amanecer porque sus grandes músculos
permanecían siempre alrededor de mi cuerpo, además, si
tenía éxito, su humor al día siguiente no era tan desastroso.
Cuando la hora de ir a trabajar llegaba, Keith solía golpear mi
trasero o penetrarme violentamente.
Era muy difícil para mí no emocionarme al ser besado por él.
No podía evitar despertarme y tener sexo, parecía que le
gustaba hacerlo por las mañanas. Siempre me despertaba a
causa de sus besos y mordidas en mi cuerpo. Con las más
triviales de sus caricias, mi cuerpo se calentaba y, por
supuesto, mi interior se humedecía.
Keith se introdujo en mi interior, como si lo hubiera
esperado.
—Oh... Ah.
Me estremecí por el repentino movimiento.
Él mordió mi hombro y hundió su nariz en mi cuello para
poder percibir todavía más mi aroma.
—Sí...
Keith eyaculó profundamente dentro al mismo tiempo en
que emitió un largo gemido de placer. Me besó por detrás,
entrecortando nuestras respiraciones. Sus labios tocaron mi
cuello y orejas. De pronto, encogí mis hombros ante la
sensación, fue en ese instante cuando solté una breve sonrisa
y mi parte inferior volvió a palpitar.
—Ah.
Keith suspiró.
Él todavía se encontraba en mi interior cuando su mano
repentinamente se movió hasta llegar a mi pene. Me
sorprendió su tacto, tenía miedo, pero lo tocó con suavidad,
como si estuviera jugando con su mano.
—Hay un evento de caridad hoy.
—Ah...
Solté un gemido.
Él continuó acariciando mi pene mientras sus labios se
apoderaban de mi cuello, su respiración en mi piel me
estremeció.
—¿Valdrá la pena un millón de dólares?
Apenas moví la cabeza, Keith habló:
—... Eso es lo que estoy donando.
—Ah.
Liberé un grito por la excitación. Todo mi cuerpo estaba
caliente y temblando, finalmente Keith retiró su mano. Lo
había hecho a propósito. Lo miré con ojos resentidos, pero él
solo me besó.
—Whoo.
Siempre dejaba mi cuerpo como quería, no solo el frente, sino
todo mi cuerpo.
Casi habíamos pasado una hora en la cama.
Al final, sacó su pene de mi interior y mi entrepierna se
empapó de su semen.
Esta mañana había sido más larga que otras porque hoy era
festivo. Keith se había levantado ya así que pensé que sería
bueno dormir toda la mañana, mi cuerpo estaba muy
agotado.
De pronto sentí que unos brazos me envolvían.
—¿...?
Mis ojos brillaron por un momento.
Keith me miró a la cara.
—Tú también deberías lavarte.
—¿También voy a ir yo?
Keith agregó con el ceño fruncido:
—No iré sin una pareja.
—Oh no... Por supuesto.
Mi expresión todavía era de sorpresa, parpadeé un par de
veces para terminar de entender la situación.
—Pero… ¿Yo, como pareja...? ¿De Verdad?
Keith citó con una mirada fría:
—Entonces… ¿Quién irá conmigo?
Él tenía razón. No tenía una compañera, tampoco le había
buscado una. En otras ocasiones lo hubiera hecho con
anticipación, pero esta vez yo era su compañero. Por
supuesto, él pensó en mí como su compañero. El cuerpo me
dolía, incluso me era difícil mover un dedo, aunque pronto
sentí que me llené de energía.
Un susurro suave salió de mis labios hinchados:
—Gracias...
Keith me respondió con una sonrisa burlona:
—De nada.
Luego me volvió abrazar y se dirigió al baño.
Estaba tan feliz, parecía un sueño.

✤✤✤✤✤✤

—Ah... Sí, sí, sí. —gemí una y otra vez por los constantes
besos.
Keith lamió la saliva que fluyó de mi boca con su lengua, y
luego volvió a colocar sus labios sobre los míos. En ese
momento estaba expulsando feromonas deliberadamente.
Keith había comenzado a besarme tan pronto como subí al
auto. La avalancha de feromonas era una locura.
Lamentablemente, eso había sido todo. Estaba excitado y no
podía soportarlo. Sentí húmedo mi agujero. Ahora parecía un
niño que se colgaba y se aferraba a él, queriendo que le bajara
los pantalones.
También fue gracias a su represión que no sucedió. Nuestros
labios apenas se separaron luego de que el conductor nos
informará a través del intercomunicador que llegaríamos a
nuestro destino pronto, luego se calló.
Estaba jadeando.
Apoyé mi cabeza en su hombro y él enterró su nariz en mi
cuello para respirar profundamente mi aroma. Mientras sus
feromonas continuaban siendo vertidas sobre mi cuerpo,
Keith se rio con júbilo. Fascinado, contemplé su rostro
sonriente. Incluso después de que el auto se detuvo tardamos
un tiempo en salir. Después de regularizar mi respiración,
ordenar mi cabello y acomodarme la ropa, tuve que esperar
a que mi rostro ruborizado volviera a la normalidad.
Era muy difícil no tener una convulsión en esta situación así
que, no fue hasta que tomé la medicina que Steward me había
dado de antemano que pude salir. Pensé que debía tomar
inhibidores, aunque no tenía tiempo para hacerlo. En eso
recordé que Keith no quería que los tomará, pero de todas
maneras siempre los llevaba conmigo.
Iba a estar bien, aunque estuviese lejos de Keith. Me animé y
lo seguí apresuradamente.
El clima era infinitamente tranquilo. Me quedé a su lado lo
más cerca posible mientras miraba a mi alrededor. La lista de
personas que iban a asistir a la fiesta me había sido enviada
con antelación. Algunos de ellos eran a los que había visto el
día de la orgía. Sabía que cuando los volviera a ver, me
quedaría tranquilo. Pero, realmente… ¿Podría hacerlo? No
podía garantizarlo.
“Esta es la última prueba restante”.
Con las palabras de Steward en mi mente, respiré hondo.
Solía hablar en serio.
“Si pasas la etapa, podremos pensar que has mejorado”.
Pensé que no harían algo raro en este lugar. En ese momento
fue una situación diferente, se malinterpretó y carecí de
precaución.
Pero si sucedía lo mismo… ¿Keith me diría lo mismo otra
vez? Mi cuerpo se enfrió instantáneamente.
De repente, el teléfono sonó. Era una llamada del organizador
para confirmar nuestra asistencia.
—Sí, el Sr. Pittman ha llegado, también estoy aquí...
Eché un vistazo a Keith. Estaba hablando con otros asistentes
a pocos metros de distancia. De nuevo me concentré en la
llamada.
—Después de la competencia, asistiremos a la entrega de
premios y a la recaudación de fondos... Sí, ha donado
alrededor de un millón de dólares...
Los organizadores estaban preparando varios eventos
infantiles. Uno de ellos había sido el escondite.
Tal vez realizaban este tipo de juegos para que se conocieran
y pudieran hablar naturalmente unos con otros. Si Keith
hubiera venido solo, tal cosa nunca podría haber sucedido.
Incluso fue imposible encontrarle en este momento un
compañero. Me alegraba tanto que me hubiera pedido venir
con él. Una inusual fiesta benéfica, era quizás solo un evento
de apariencia.
Giré la cabeza y miré a Keith. En esos momentos sentí mi
corazón palpitar y como mi sangre comenzaba a ponerse
caliente. Dios, solo lo estaba mirando. Exhalé profundamente
para calmar mi respiración temblorosa.
—¡Ugh!
De pronto, alguien me agarró del hombro, solté un grito,
sorprendiéndome de más cuando reconocí a aquella
persona. Ahí, un hombre con una sonrisa bastante familiar se
me quedó mirando.
—¿No eres Yeonwoo? ¿Cómo estás?
Era Grayson.
Abrí mucho los ojos cuando sentí su dulce aroma. Lo miré
sorprendido por un momento. Grayson habló con una
sonrisa en su rostro:
—Me dolió mucho la última vez. ¿Cómo pudiste escapar tan
pronto me viste?
Estaba bromeando como siempre. Lo sabía, lo tenía claro en
mi cabeza, pero de todas maneras no pude evitar que mi
respiración se entrecortara. Había tomado la medicina. Me
las arreglé para soportar el impulso de abrir el frasco de
medicina y vaciarlo en mi boca.
Está bien, estaba bien.
Incluso yo lo sabía. Miré hacia atrás, Keith seguía ahí, como
antes. Giré solo un poco mi cabeza para no ser muy obvio,
quería confirmar que se encontraba cerca. Su presencia me
hacía sentir aliviado.
“Eres molesto”.
De repente, sus palabras frías volvieron a mi mente. No
debería molestarlo...
—¿Yeonwoo?
Grayson todavía me estaba hablando. Me observaba en
silencio mientras yo parpadeaba de nuevo.
—¿Estás un poco más tranquilo ahora?
Me preguntó, pero apenas pude respirar.
Aún tenía miedo de él así que lo saludé manteniendo una
expresión seria para que mis emociones no fueran reveladas.
—... Sí, lo siento. ¿Cómo ha estado, Señor Miller?
—Grayson —corrigió ligeramente mis palabras y volvió a
preguntar con una sonrisa—: Tengo la suerte de encontrarte
aquí. ¿Viniste con Keith?
—Sí.
Di una respuesta fría. No había nada más que decir porque
era la respuesta correcta.
Grayson dijo liviano:
—Oye, ten la seguridad de que no voy a hacerte nada de
repente. —Luego se echó a reír—: Ni siquiera traje a Alex
hoy.
Lo miré sin expresión. A veces, estar demasiado alerta era
peligroso. Respondí que "estaba bien", fingiendo ser de lo
más inofensivo posible. De repente, el viento sopló y el aroma
de Grayson se sintió aún más intenso. Tanto el aroma de
Keith como el aroma de Grayson eran dulces para mí. Si
embargo, dependiendo de quién se tratará, yo podría
cambiar de opinión.
De pronto recordé que Grayson sabía que Keith me gustaba
así que levanté la barbilla lo más descaradamente posible.
Las cosas ya habían pasado de todos modos, Keith conocía
mis sentimientos, sin embargo, no había dicho nada respecto
a mi confesión... aunque no importaba. Mi confesión talvez
había sido un error.
Estaba aterrorizado en ese momento, pero gracias a Grayson,
podía ser un poco más atrevido. Entonces, abrí la boca con
una expresión convincente, no obstante, Grayson
interrumpió mis palabras para preguntarme con una actitud
diferente:
—Keith… ¿Encontró una nueva compañera?
—Sí.
Nuevamente di mi misma respuesta.
Por supuesto, nunca iba a decirle quién era. La reacción de
Grayson fue difícil de predecir por lo que no quise que
supiera algo. De nuevo hubo silencio. Escuché el ruido
desordenado de la gente, pero misteriosamente, me sentí
desolado. Él y yo nos miramos en silencio, un silencio en
donde incluso podíamos escuchar la respiración del otro.
Mantuve la boca cerrada, esperando a que él hablará
primero. Pensé en rendirme, pero Grayson, contrariamente,
preguntó con una sonrisa en su rostro, sin ningún cambio:
—¿Quién es?
Le respondí sin rodeos.
—No tiene nada que ver con el Sr. Miller.
Grayson se inclinó. Me sorprendió su acción inesperada.
—... ¿Qué está haciendo?
Bajó la cabeza y hundió su rostro en mi cuello. Me tomó
desprevenido y grité. Él solo sonrió:
—¿No eres Omega? —Fruncí el ceño ante su repentina
pregunta. Grayson todavía sonrió aún más—. ¿Cuánto
tiempo tendrás el olor de un Alfa dominante impregnado en
ti?
Al instante, retiró su rostro. En el auto en el que habíamos
llegado, Keith vertió descaradamente sus feromonas sobre
mí mientras besaba y tocaba mi cuerpo; y ahora era que lo
recordaba, las feromonas siempre se conservaban. Me sentí
avergonzado.
—Soy el secretario del Sr. Pittman.
Apenas fingí ser casual, pero mi voz dejó de filtrarse. Grayson
sonrió de una manera extraña mientras tosía
apresuradamente y me miraba mientras aclaraba su voz.
Estaba irritado.
¿Cómo podía salir de este lugar?
Grayson preguntó:
—¿Terminó con Naomi?
—Fueron las instrucciones del Sr. Pittman.
Con una respuesta simple dijo:
—Oh. —Luego escupió con pesar—: Pobre Naomi. Debería
consolarla como su amigo. Vino conmigo. ¿Te gustaría
saludar? Pobre Srta. Parker...
Inadvertidamente abrí la boca:
—No sabía que tenías una relación con la Srta. Parker.
En esos momentos recordé el día en que salí huyendo de la
casa de Naomi a causa de él.
Grayson espetó con una sonrisa:
—Toda belleza en el mundo es mi amiga.
—Tiene una relación muy profunda con la Srta. Parker. Va a...
Le pregunté mientras observaba su rostro, pero Grayson me
interrumpió y me preguntó con una sonrisa burlona:
—¿Cómo pasaste el RUT?
—¿RUT? —pregunté sin comprender.
No sabía cómo era que lucía en esos momentos, pero
Grayson se rio de mí porque obviamente estaba
avergonzado. Sus largos dedos barrieron lentamente su
rubia cabellera.
—Sí, era el RUT de Keith. ¿No fue particularmente malo esta
vez? ¿Cómo te fue?
Fue difícil adivinar la intención de su pregunta por lo que
permanecí en silencio, pero de repente su voz irrumpió mis
pensamientos.
—No sabía que el celo de un Omega podía causar cambios en
el RUT de un Alfa dominante.
Inesperadamente, se echó a reír. Solo después de que
terminó de hablar me di cuenta de que tenía algunos
comentarios que Keith le había hecho. Grayson sonrió aún
más.
—Oh, Dios mío. No estudiaste, Yeonwoo. El ciclo de calor de
los Omega es una bendición para los Alfa.
Hablaba sin rodeos, con los brazos abiertos, como si rezara
en una catedral.
—No existe el autoestudio. Solo te dije lo que dijo el Sr.
Pittman.
Luego de ello, permanecí en silencio, porque sus palabras
eran ciertas. Todavía sonriendo me dijo:
—Pero es cierto que, en el período del RUT, las cosas
empeoran de muchas maneras.
En silencio, trataba de ordenar todo lo que él me había dicho.
Sin dejar de sonreír, Grayson añadió:
—Si no elimina las feromonas correctamente durante su
período del RUT, será difícil —dijo—: Incluso escuche que los
recuerdos pueden desaparecer.
Grayson habló sin rodeos, luego volvió a reírse.
—Escuché que no ha estado con Naomi por mucho tiempo.
Las feromonas se acumularon y me pregunté si algo había
sucedido. ¿O es que te apuraste para encontrar una nueva
compañera y solucionarlo? No hubiera sido fácil.
—... ¿Por qué?
Me lamenté tan pronto como lancé la pregunta. Sus ojos se
entrecerraron mientras bromeaba:
—¿Yeonwoo, eres su secretario desde hace años y no has
visto a Keith pasar su RUT? — Luego agregó—: Siempre te
pierdes los momentos especiales. Ja, ja, ja.
Grayson carcajeó alegremente.
—Pero creo que este RUT fue especial. A Keith nunca se le
habían acumulado tantas feromonas. ¿No es así? —inquirió,
sonriendo deliberadamente.
¿Qué era lo que este hombre quería preguntar exactamente?
Grayson parecía tener curiosidad, era como si esperara a que
me confesara. Hasta donde sabía, Keith había estado
acostándose con Naomi hasta que me pidió que finalizara la
relación. Sin embargo, cuando su RUT llegó había acumulado
demasiadas feromonas y a causa de esto terminó perdiendo
temporalmente una parte de sus recuerdos. Tenía curiosidad
de preguntarle a Grayson si él sabía algo al respecto, pero me
avergoncé de mi propia curiosidad.
Grayson silbó brevemente y luego abrió la boca:
—No eres divertido Yeonwoo.
Cuando escuché eso, de repente recordé lo que no quería. El
aroma de mis feromonas se extendió por todo el lugar, eran
más oscuras de lo habitual.
—Lo vi en la fiesta del yate... El Sr. Pittman no parecía
participar en la fiesta con las demás personas.
Esa fue la primera vez que vi una orgía de Alfas dominantes,
hasta ese entonces solo había escuchado historias. La
mayoría de las fiestas a la que Keith siempre asistía eran
sociales por lo que me fue difícil imaginar que aquella fiesta
sería diferente.
—No le gusta tener sexo con varias personas. Por eso se
mantuvo alejado de la fiesta y reservó una habitación para él
y su compañera.
Las palabras de Grayson de repente me hicieron sentir
aliviado ¿Por qué me había tranquilizado? A Grayson no le
importaban mis sentimientos.
—Pero Keith es un buen hombre... Bueno, aunque yo prefiero
a los Betas. A mi hermana le gusta jugar con Omegas sin
importar si son mujeres u hombres.
Grayson se rio ligeramente y sacudió la cabeza, saco un
cigarrillo y se lo puso en la boca, murmurando para sí mismo.
—Algún día mi cerebro se romperá y voy a morir estúpido.
No tenía nada que decir a eso así que me callé. Más tarde,
Grayson escupió el humo mientras yo lo observaba en
silencio. Hablé:
—Tengo una pregunta.
Grayson levantó una ceja ante mis palabras. Dudé en
preguntar, aun así, lo hice:
—Ese día... ¿No me advertiste sobre que tuviera cuidado?
Pero... ¿Por qué no me dijiste sobre la fiesta...?
Las últimas palabras sonaron con resentimiento. Grayson
debía saber lo que sucedería, pero… ¿Por qué no me lo había
advertido?
Era cierto que me salvó más tarde, pero en primer lugar si me
hubiera dicho, seguramente no hubiera pasado, de alguna
forma habría encontrado una manera de prevenirlo. Me
preguntaba qué estaba pensando. Su respuesta fue muy
simple:
—Era difícil decirte de antemano, y si te escapabas, la fiesta
no hubiera continuado.
Como si fuera natural, sonrió. Qué malvado era este hombre.
Podía sonreír y decir algo como esto. Era un hombre que te
haría daño con usarte. Respiré profundamente para borrar la
creciente ira. A comparación de este hombre, Keith... No,
lamente hacer una comparación, él al menos no escondía sus
intenciones. ¿Por qué este hombre era un cuervo
inteligente? En el momento en que lo pensé, tuve miedo de él.
—Oh, Yeonwoo. Ha sido un tiempo.
—Srta. Parker.
Cuando le salude, se abalanzó a mis brazos.
—¿Cómo estás? No sabía que te encontraría aquí.
—Sí... ¿Cómo está?
Le pregunté torpemente, ella solo sonrió y me miró.
—¿Se están llevado bien? No sé si Grayson cometió un error
la última vez...
No pude responder.
Grayson sonrió brillantemente en su lugar, con los brazos
abiertos de par en par:
—Hice lo mejor que pude para acercarme. Ahora, ¿me vas a
recompensar? Estoy esperando, es urgente.
Naomi sonrió y empujó a Grayson. Los dos no eran simples
amigos. Tenía curiosidad y pregunté:
—Bueno, desde cuándo ustedes dos...
Naomi sonrió y añadió:
—¿Lo conoces antes que al Sr. Pittman?
Entonces se echó a reír.
Estaba confundido.
—Ha pasado mucho tiempo desde que Keith me llamó. Ya era
hora de romper, y conocí a Grayson en una fiesta.
—Sí... —respondí dudosamente.
Entonces recordé que no le había dado el mensaje de
despedida. En un apuro por hablar sobre el asunto, Naomi
abrió la boca primero:
—Revisé los regalos que me dejó. Pero esa película… ¿De
verdad podré hacerlo? No creo que mi imagen vaya muy bien
con el papel.
El papel que le habían dado en la película era la de una mujer
que extrañaba a su esposo que se había perdido por el resto
de su vida. No era un papel que fuera con la imagen de Naomi.
Por lo tanto, dije exactamente lo que Keith había dicho:
—El Sr. Pittman dijo que tiene buenas habilidades de
actuación, por lo cual le irá bien en la película, además
invertirá en su imagen.
—Estoy tan agradecida de que Keith elogiara mi actuación.
Era la primera vez que tenía una ruptura tan
atmosférica. ¿Era porque se encontraba con Grayson?
Naturalmente continuó aferrándose al brazo de él, me sentí
poco familiarizado con su rostro sonriente. Naomi prosiguió:
—Firmé el papeleo así que lo enviaré a la oficina. He tenido
muchos problemas, Yeonwoo.
Estiré mi mano para estrechar la suya, luego la sostuve
ligeramente.
—Espero con ansias la película.
Naomi se rio y le preguntó a Grayson:
—Mi compañero de actuación es Chase Miller. ¿Podré
hacerlo?
Grayson se rio en voz alta ante sus palabras, lo que no parecía
una broma en absoluto.
—Por favor, lo harás —dijo con una sonrisa—. Me alegro de
que seas una Beta. Es difícil dejar una marca.
—¿Por qué? —preguntó Naomi.
Grayson se rio de nuevo.
—Por supuesto, tienes que diferenciar entre una pareja
sexual y una pareja de matrimonio.
Yo era el único que sabía cómo se sentía Naomi en este
momento. Pocas personas habían escuchado tantas palabras
arrogantes de parte de los Alfas dominantes.
¿Podría la noticia de la muerte de Grayson Miller aparecer en
el periódico mañana por la mañana?
Junto con mi espeluznante imaginación, surgió un pequeño
título, como: "El testimonio del secretario de Pittman en la
escena”.
Tenía prisa por alejarme a una atmósfera más tranquila y
fresca. De repente, alguien me abrazó por atrás. Me sentí
aliviado por el dulce aroma que reconocí de inmediato. Era
Keith.
—¿Que están haciendo todos ustedes?
—Keith.
Grayson sonrió y lo saludó mientras que Naomi a toda prisa
trató de voltear la cabeza, su rostro estaba distorsionado.
—Ah... Estabas saludando a dos personas después de mucho
tiempo. El Sr. Brown es quien organiza el evento, vamos a
saludarlo. Entonces Sr. Miller, Srta. Parker fue bueno verlos
otra vez.
Después de despedirme, salí apresuradamente de ahí junto
con Keith, estaba preocupado por lo que había pasado con
Grayson y Naomi, pero no era momento de preocuparme por
los demás.
Pocos pasos después Keith se detuvo y preguntó con voz
aguda:
—¿Estás bien?
—¿Ah?
Keith me miró seriamente.
Asentí.
—Estoy bien. Tomé la medicina...
Dudé por un momento y luego evité su mirada.
—Yo no estaba nervioso porque el señor Pittman estaba
cerca... Se que me habría ayudado de inmediato.
Extrañamente, Keith no respondió. Me sentí avergonzado,
entonces pregunté:
—¿No es así?
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 1 | Parte 2

Keith guardó silencio por un minuto. Lo miré con valentía. En


ese instante pude ver lo estúpido que era sin mirarme al
espejo, mi cara estaba enrojecida, pero él no se rio de mí. En
lugar de hacerlo, inclinó la cabeza y me besó. Abrí los ojos.
—Sí —dijo con una suave sonrisa, su voz tenía un tono de
credulidad.
En este momento, una confianza ciega hacia él surgió de
dentro de mí. Lo abracé. Cerré los ojos y escuché el sonido de
su corazón, se oía irregular y se sentía un poco rápido.
Estábamos conteniendo la respiración lejos del evento,
ocultos en un pequeño escondite de conejo. Lo único que
escuchaba era el sonido de su corazón. Eso era lo único que
ahora existía para mí en el mundo. No había razón para
esconderse. Lo pensé vagamente.
La dulce ilusión de que él y yo quedáramos solos en el
mundo, me calentó sin cesar. Keith, que guardó silencio por
un momento, susurró:
—¿Estás excitado?
Una voz suave llegó a mis oídos. Dudé y levanté la vista. Su
rostro medio iluminado me estaba mirando, y su sonrisa, en
su cara no fue tan diferente a la usual. Hablé después de
tragar saliva seca:
—... Sí —dije un poco apenado.
Pude ser audaz en este momento porque Keith y yo éramos los
únicos que quedábamos en este mundo.
Sí, realmente lo era. Keith era el único en mi mundo y él se
sentía igual que yo. De lo contrario, ¿cómo era que podía
besarme así?
Me abracé a su cuello y lo besé. Cada vez que mis labios
chocaban con los suyos se emitía un sonido húmedo. Sus
labios estaban lamidos y mordidos. El beso fue infinitamente
dulce. De repente una sonrisa salió de sus labios.
—¿Por qué?
En lugar de responder, mordí su labio inferior. Keith me
volvió a besar. Solo se detuvo cuando puso su mano dentro
de mi pantalón. Inmediatamente separó nuestros labios y me
miró. Mi cara estaba caliente.
—... No te lo pongas.
Cuando apenas habló con su voz ronca, se echó a reír. Me
pregunté por un momento, qué significaba eso, pero Keith
movió nuevamente su mano dentro de mi pantalón.
—... Huh.
Solté un pequeño gemido y su frente se distorsionó.
—Bien hecho —susurró en mi oído.
De pronto, sus dedos buscaron mi lugar más íntimo, fue
entonces cuando levanté la cintura para pudiera moverse
con mayor facilidad. Pronto, sus dedos fueron directamente
a mi entrepierna. Respiré profundo cuando uno de sus dedos
frotó mi agujero. Repentinamente caímos al suelo, el musgo
en el piso se adhirió suavemente a nuestra piel. La camisa
salió por sobre mi cabeza, mis pantalones se arrugaron sobre
mis tobillos y luego quedaron en el piso. Keith puso su cuerpo
sobre el mío, desnudo.
Desesperadamente traté de desabrocharle los pantalones.

—No es justo.

—¿Por qué?
Keith sonrió como si fuera divertido, luego mordió
ligeramente la punta de mi nariz. No me dolió en absoluto.

—Solo yo estoy desnudo... —hablé con una voz tímida.


Keith separó mis piernas.
—Tienes muchos lugares para tocar.
—¡Ah!
Liberé un largo suspiro mientras su pene se movía
lentamente en mi interior.
—Estas muy mojado —dijo y comenzó a moverse más
rápido.
Gritaba cada vez que Keith entraba. Mi interior estaba
húmedo. El sonido de nuestros cuerpos resonaba en todo el
pequeño escondite. Coloqué mis brazos alrededor de su
cuello. No podía estar satisfecho simplemente con el contacto
de su pene en mi entrada. Quería todo de él.

—Quiero comerte todo.


Keith mordió mi cuello y yo apreté el interior con un breve
grito. Su frente se distorsiono cuando me soltó.

—Duele.
Se quejó, golpeando ligeramente mi frente.

—También me duele —respondí.


—Estoy siendo paciente.
¿Paciente? ¿Qué hubiera pasado si no hubiera sido paciente?
¿Él realmente me hubiera comido?
Sentí una emoción temerosa y desconocida.
Keith se rio.
—Sí, podría comerte algún día. En estos días, realmente...
estoy muy loco. —Keith murmuró para sí mismo y suspiró—
: Sólo pienso en ti. ¿Puedes creer que estás todo el día en mi
cabeza?
Parecía una declaratoria de rendición. Me sorprendí y abrí
los ojos.
—Solo pienso en hacerte esto todo el día. Dios mío. ¿Qué me
has hecho?
Parecía culparme aunque, por el contrario, se rio
agradablemente.
No podía creer lo que estaba escuchado, pero era real. Keith
frotó sus labios contra los míos.
—...Yo también.
Mi voz salió entrecortada.
Keith me miró de una forma amigable y yo me confesé una
vez más.
—Yo, todo el día... solo pienso en ti.
Él se rio nuevamente, luego susurró mirándome:
—No tanto como yo.
Poco después, Keith me besó de nuevo y comenzó a moverse.
—¡Ah! —gemí ante sus movimientos.
Mi corazón latió presuroso. Fue en ese instante en que lo
pude ver, este hombre nunca me lo había dicho, pero yo ya lo
sabía.
Keith me amaba.
Fuegos artificiales resonaron en mi cabeza y todo mi mundo
brillo. Este hombre me amaba como yo a él. Apresurado, me
abrace de su espalda mientras él entraba y salía, las yemas de
mis dedos se resbalaban, de pronto Keith se sacó la camisa
por la cabeza. Presioné las puntas de mis dedos sobre los
músculos tensos de su espalda, mis uñas lo arañaron. Mordí
su hombro y rodeé su cintura con las piernas.
«Oh, Dios mío. Este hombre me ama».
Estaba lleno de emociones locas, mis quejidos se
desbordaron, pero él no se detuvo. Sus gemidos resonaron
en mis oídos uno tras otro con una respiración agitada
mientras esparcía besos por toda mi cara.
—Oh, ah... Ah. ¡Keith...!
El sonido de mis gritos se oyeron por todas partes. No podía
soportarlo, rodamos juntos por el suelo. Cambiamos de
posición y terminé encima de él. Miré hacia abajo y pude ver
su rostro mientras me penetraba violentamente, grité. La
posición cambio nuevamente, Keith se puso ahora sobre de
mí.
—¡Ah...!
Solté un largo quejido. Mi mente voló lejos por la cantidad de
fluidos que llenaron mi interior. Su cuerpo tembló sobre de
mí y yo rodeé su cintura con mis piernas para presionarlo
aún más.
¡Quería que me llenara todo!
Keith respiró hondo hasta que terminó de eyacular.
¿Por qué tenía una expresión tan hermosa?
Cerré los ojos y lo besé, él empujó su lengua dentro de mi
boca mientras yo me abrazaba a su cuello.

✤✤✤✤✤✤

Era tarde por la noche cuando volví a la mansión con un traje


desordenado. El evento benéfico no quedaría en mis
recuerdos, sin embargo, había hecho una donación. Después
de eso pensé que no era necesario regresar. No era solo Keith
el único loco. Yo tampoco podría estar del todo cuerdo. Todo
su cuerpo estaba caliente y su aliento agitado. Keith continuó
besándome en el coche y solo hasta antes de llegar a la
mansión fue cuando me dejo ir.
Me tomó entre sus brazos y se bajó del auto. Entramos a la
mansión como era de esperar, con los brazos envueltos sobre
su cuello para poder sostenerme. Debido a la sensación
abrumadora que sentía, enterré mi cara en su hombro tanto
como me fue posible. Por lo tanto, tan pronto como entramos
a su habitación, Keith cerró la puerta y caminó hacia la cama.
Cuando me recostó, me colgué de él y lo besé. Lo abracé del
cuello y él separo mis piernas. Su cremallera no estaba del
todo cerrada al igual que la camisa que no estaba abotonada.
Fácilmente me quitó los pantalones. De repente, el aire frío
rozó mi piel, pero antes de que pudiera frotarme los
hombros, Keith se abalanzó sobre mí. Ya estaba lo
suficientemente húmedo y no había razón para esperar. Sin
embargo, no lo estaba haciendo fácil.
—Por favor...
—Por favor, ¿qué?
Me preguntó mientras dejaba de frotar mi entrada húmeda
con su pene.
Keith sonrió brevemente, le gustaba mi reacción. Sin
descanso, enredo sus labios con los míos. Pronto, su
miembro erecto entró en mí, respiré profundamente. Keith
me besó y me acaricio lentamente un pezón mientras me
agarraba una nalga al mismo tiempo en que entraba y salía
constantemente. El sonido de nuestros cuerpos chocando, se
hizo más violento todavía.
—Ah...
Finalmente, Keith dejó de moverse con un profundo suspiro
mientras vertía sobre mi interior su semen, apreté con fuerza
para no perderme nada. Él terminó sin ningún esfuerzo, fue
entonces cuando sonrió y besó mi mejilla como si me
estuviera felicitando. Abrazó mi cuerpo y me giró sin salirse
para ponerme sobre su cuerpo. Pensé que lo haríamos de
nuevo, pero Keith permaneció quieto. Me acosté sobre su
pecho y me quedé dormido, por supuesto no fue muy
cómodo para mí, pero estaba claro que a él si le gustaba. Y
una vez más, solo dejé que lo disfrutara.
—Ah...
Keith suspiró satisfecho con los ojos cerrados mientras
succionaba suavemente mi boca. El pulso que sentía dentro
de mi cuerpo era tan intenso que mi mente se quedó en
blanco. Keith acarició mi mejilla en silencio. Yo solo lo miré
después de que abrí mis ojos. Mi interior se hinchó poco a
poco y el pene de Keith comenzó a erguirse de nuevo.
Respondí al beso y esperé a que se endureciera por completo.
De repente, tuve un mal pensamiento.
Keith preguntó:
—¿Qué sucede?
—No, nada. Solo pensé en algo.
—¿Qué?
Le contesté mal:
—Obviamente había alguien que dijo que no les gustaba el
sexo, pero siento que últimamente es todo lo contrario.
—Estabas tentándome.
Protesté:
—¿Sabes que no tuve tiempo para hacer eso?
—Lo hiciste —dijo Keith, agarrando mi trasero—. Tu cuerpo
lo dijo todo, querías dormir conmigo.
El hecho de saber que este hombre me quería me daba
mucha confianza. Keith sonrió y agregó:
—He caído en la tentación.
De repente pregunté:
—Dijiste que no te acostabas con hombres. ¿Y ahora te ha
tentado uno?
Keith se rio a carcajadas.
—Sí. ¿Por qué no me acosté contigo en primer lugar? —
susurró, luego me besó, yo simplemente cerré los ojos
mientras sentía el viento frío sobre mi piel expuesta.
Mientras temblaba, Keith me abrazó y preguntó:
—¿Hace frío?
—Sí.
Mi voz vibró débilmente.
Keith me abrazó más fuerte y yo me quedé quieto con la
cabeza recostada sobre su hombro, fue entonces cuando él
comenzó a moverse de nuevo.
—Ah...
Suspiré profundamente.
—Sí, no hace mucho calor. —Keith suspiró y me colgué de su
cuello—. Oh, Dios mío. Esto es realmente increíble...
Keith gimió mientras continuaba penetrándome, él estaba
más emocionado que nunca. Lo abracé fuerte e intenté
satisfacerlo lo mejor que pude. Al darse cuenta me abrazó.
Quería hacerlo por más tiempo, pero un escalofrío estalló por
todo mi cuerpo.
—Oh...
Respiré hondo y todo mi cuerpo se estremeció.
Era claro que la fiebre estaba a punto de aumentar. Me
pregunté si quizá sería un resfriado, pero él no notó nada, mi
cuerpo continuó temblando por dentro, estimulando el suyo.
Keith estaba completamente fuera de razón.
—... ¡Maldición, Dios!
Él estaba tan emocionado, pero mis mareos y escalofríos se
hacían cada vez más evidentes así que todo lo que podía
hacer era abrazarlo con todas mis fuerzas. Debido al frío,
todo mi cuerpo se tenso. Mi condición no estaba siendo
comprendida, mi cuerpo temblaba porque no me sentía bien,
pero él pensaba que lo estaba tentando, dando como
resultado sus violentas embestidas. Cerré los ojos y luché por
superar los mareos hasta que, finalmente eyaculó dentro de
mí, su fluido se sentía mucho más caliente.
El frío no se detuvo y mi fiebre continuó subiendo, aunque
Keith estaba muy satisfecho con eso. Me quité de encima
suyo y me recosté de lado; fue entonces cuando él levantó
una de mis piernas mientras me abraza por la espalda, entró
y salió de nuevo, yo levanté el trasero para que su pene
tuviera mayor movilidad, sin embargo, los escalofríos
continuaban. Hacía demasiado frío, sentía mucho dolor;
aunque Keith parecía estar más excitado que nunca. Quería
decirle que parara, pero no pude hacerlo porque en ese
instante me besó.
—Creo que tengo un resfriado... —dije cuando nuestros
labios se separaron.
Él solo respondió insignificantemente:
—Está bien. Me gusta, porque tu cuerpo está caliente.
Luego unió nuestros labios.
«¿Y si se enferma?» pensé.
Estaba preocupado, pero no pude hablar. Mi mente seguía
alejándose y el sonido que intentaba emitir no salió. Creo que
lo llame por su nombre, aunque no estaba seguro. Me
desmayé.

✤✤✤✤✤✤

Cof, cof, cof.


Mis lágrimas fluyeron de mis opacados ojos cuando mi
cabeza fue perforada por una fuerte tos. Tenía calambres en
todo el cuerpo. Mis manos y pies estaban fríos y mis huesos
dolían.
—No llores o el calor subirá.
Me encontraba un poco inconsciente cuando una voz
tranquila me habló. Quería abrir los ojos, pero no era tan fácil
como pensaba. La voz continuó:
—No he visto a gente que tenga un resfriado tan malo.
¿Estará bien? Puede ser neumonía.
¿Acaso era la voz de Charles?
Alguien le contestó:
—Bueno, por ahora le daré un medicamento. Debe
mantenerlo hidratado. Es grave si la fiebre continúa hasta
mañana.
Parecía ser otro de los médicos de Keith. ¿Cómo se
llamaba? Intenté recordar, pero mi cabeza no funcionaba
bien. Un temblor salió de mi cuerpo.
—Yeonwoo, ¿me escuchas? El calefactor está configurado,
así que calentara pronto la habitación. Por ahora resiste un
poco más.
Su voz no era tan diferente a la habitual, pero me preocupaba
por alguna razón.
Cuando intenté dormir de repente pensé en Keith.
Tenía curiosidad de saber por qué él no estaba aquí, aunque
no era de extrañar, debía estar en el trabajo.
¿Qué hora era? ¿Cuál era el horario de hoy?
No creía que hubiese algo importante.
Emma se ocuparía de eso.
Solo esperaba mejorar pronto para ir al trabajo, y si me era
posible, sería mañana...

✤✤✤✤✤✤

Una sensación de "frío" en mi cuerpo, me despertó. Parecía


que alguien tocaba mi frente para controlar la fiebre. Levanté
los pesados párpados con dificultad, fue una cara familiar la
que apareció ante mi vista borrosa.
—... Keith.
Traté de llamarlo, aunque mi boca estaba seca.
Keith se dio la vuelta, quería atraparlo, pero no pude mover
los dedos. Entonces lo vi sirviendo un vaso con agua y
volviendo hacia mí. Cuando me di cuenta de que estaba
tratando de traerme agua, mi expresión se ablandó. Me senté
para beber el agua cuando lo vi a mitad del camino. Debido a
la fiebre, mi boca estaba caliente y mi garganta seca, y no fue
sino hasta que terminé de beber todo el vaso que pude hacer
algo de ruido.
—Gracias.
Keith aceptó el vaso vacío en silencio.
—¿Quieres más?
Pensé por un momento y luego asentí. Sin esfuerzo hizo otro
viaje de ida y vuelta. Me sentí cómodamente en la cama, era
como si estuviera soñando.
—Ah.
Suspiré.
Fue solo después del segundo vaso que solté un suspiro lleno
de alivio. Keith colocó el vaso en una mesa auxiliar y examinó
mi cara. Como siempre, él estaba vestido con un traje
perfectamente equipado. Constantemente miré a Keith, que
era maravilloso. Él sonrió e inclinó la cabeza, quería besarme
así que lo evité debido a que no quería contagiarlo.
Tristemente, él frotó sus labios en mis mejillas, frunciendo su
ceño.
Avergonzado le dije:
—Puedo contagiarte...
—Cómo si no pudiera soportar un resfriado.
Sus labios cubrieron los míos. Debido al calor, mi cabeza
estaba completamente aturdida. Cerré los ojos y acepté que
su lengua entrará a mi boca, la cual acarició mi interior.
—Todavía está caliente...
—Sí...
Su mirada estaba fija en mis labios. De repente, me di cuenta
de lo que Keith estaba pensando.
—¿Puedo hacerlo con mi boca...?
Keith frunció su ceño.
¿Había dicho algo malo?
Se cepilló el pelo en silencio y después hablo:
—No me animes. ¡Maldita sea!
—Lo siento.
Me disculpé.
—Descansa.
Keith suspiró brevemente y salió de la habitación.
—¡Keith!
Lo llamé urgentemente.
Él se detuvo y miró hacia atrás. Fue después de que sentí sus
ojos sobre mí que me di cuenta de que lo acaba de llamar por
su nombre, aunque él no cambió su rostro. Me sentí extraño
cuando lo vi de pie, esperándome. Cuidadosamente, dije:
—Yo, la empresa... ¿Está bien? De repente me ausenté así que
no pude hablar con Emma de antemano.
Era posible que hubiese cometido un pequeño error.
Incondicionalmente pensé que tenía que terminar de hablar,
pero él me respondió sin mucha expresión:
—Está bien.
Dejé de hablar ante su corta respuesta y un silencio
incómodo fluyó en la habitación.
Keith inesperadamente abrió la boca:
—¿Cuándo vas a mejorar?
¿Acaso alguien sabía eso? Incluso un médico no podría
responder correctamente. Pero tenía que hacerle una
promesa urgente.
—Mañana estaré mejor. Entonces... haremos lo que quieras.
Tenía fiebre y la cara me ardía, pero ni siquiera podía
imaginar si me estaba mirando con su expresión enojada,
porque tenía la cabeza muy caliente.
—¿Cómo sea?
Keith sonrió mientras levantaba la cabeza sin que yo me
diera cuenta. Parecía burlarse de mí por alguna razón, pero
yo había hablado en serio.
—Sí.
Keith se rio brevemente.
—Estoy deseando que llegue.
Quería correr y abrazarlo, pero todo lo que podía hacer era
sonreír. También quería preguntarle cómo había estado su
día, sin embargo, Keith ya se había ido así que no tuve más
remedio que esperar a Charles.
Después de un tiempo Charles llegó, me había traído sopa y
medicinas como lo había hecho durante el día. Él era quien
me alimentaba porque yo no tenía el poder para levantar una
cuchara.
—Lo siento por las molestias...
Mientras murmuraba en voz baja, él me contestó inexpresivo
como siempre:
—Este es mi trabajo también, así que está bien.
Sin embargo, fue un poco mejor que en la mañana.
«Tomar medicamentos me mejorara para mañana», pensé
para mí mismo. Luego recordé que había besado a Keith.
—Yo, a Keith... Creo que necesitará tomar un medicamento.
—¿El Sr. Pittman? ¿De qué medicina estás hablando?
Me preguntó.
—Medicina para el resfriado... Puede haberse enfermado por
mi culpa... Estuvo en mi habitación hace un rato.
Estaba teniendo problemas para seleccionar las palabras
porque mi cabeza no giraba correctamente. Charles
inmediatamente entendió lo que estaba diciendo.
—No tienes que preocuparte por eso. Es imposible para un
Alfa extremo tener un resfriado. ¿No lo sabías? Los Alfas
dominantes rara la vez se enferman. Entonces, incluso si
alguien está enfermo, no lo sienten.
Charles me dirigió una mirada significativa. Me avergoncé.
—No solo es un resfriado. Debes controlar las veces que
tienen relaciones.
Estaba siendo demasiado informal por lo que dudé de lo que
estaba escuchando, pero Charles todavía me hablaba con una
cara inexpresiva:
—También debes evitar tener contacto con él hasta que te
cures del resfriado. Sanar es lo primero. Yeonwoo, en el
futuro, es mejor rechazar moderadamente. Si lo acepta todo
de manera incondicional, esto volverá a suceder.
Básicamente, no es razonable que las personas tengan la
resistencia de un Alfa dominante.
Su voz era la normal mientras continuaba hablando:
—El Sr. Pittman dijo que era extraño que Yeonwoo no se
despertara por la mañana. Tenía una fiebre de más de 40°
Celsius, pero solo pensó que su cuerpo estaba un poco
caliente. Incluso no reconoció que tenía fiebre, porque nunca
lo había experimentado antes.
No pude responder. Sus palabras eran correctas, aunque
naturalmente, solo tuve las agallas suficientes para asentir
con la cabeza. Todo lo que podía hacer era obligarme a comer
la sopa que me estaba dando, luego tragar la medicina y
volver a dormir. Eso era todo.
Iba a recuperarme pronto.

✤✤✤✤✤✤

Había estado durmiendo por mucho tiempo, pero mi


condición aún no había cambiado. Después de comprobar mi
temperatura corporal, Charles me pidió que no me levantara
de la cama tanto como me fuera posible, aunque de vez en
cuando le preguntaba por Keith cuando entraba a mi
habitación. Tenía dolor de cabeza y sufría de dolores
palpitantes por todo mi cuerpo, pero solo esperé a dormir
rápidamente.
«¿Qué día es hoy...?» pensé mientras me iba quedando
dormido.
Se suponía que Keith iba a hacer un viaje de negocios a
Boston. Necesitaba estar listo para un viaje de negocios. El
hotel era un gran lugar para alojarse. Debía verificar que la
reservación estuviera bien así que tenía que llamar a Emma.
—¿...?
Abrí los ojos ante la sensación de que barrían mi cabello.
Estaba tan emocionado por el tacto que apenas parpadeé. Mi
visión borrosa tomó forma solo después de varios esfuerzos.
—... ¿Keith?
Mi voz era débil.
Él me miró y preguntó en voz baja:
—¿Aún estás enfermo?
Pensé en la respuesta por un rato. De repente, las palabras de
Charles me vinieron a la mente. Aposté porque que Keith
penaría a que iba estar mejor hoy, pero no estaba a la altura
de las expectativas. Por alguna razón lo sentía, así que dije
con franqueza, como Charles me había aconsejado:
—Sí... Aún tengo fiebre.
Tosí. Keith no dijo nada por un momento. Después los
dolores de cabeza y mareos volvieron. Él me dio un vaso de
agua mientras yo estaba jadeando para poder respirar. Di las
gracias y después de apenas tomarlo, él me dio la espalda sin
decir nada. La habitación estaba llena de sol. Keith parecía
haber pasado por mi habitación antes de ir a trabajar.
Además, quería hablar con Emma, pero en un instante, mi
conciencia se alejó y no se escuchó ningún sonido hasta que
oí la puerta cerrarse.
Abrí los ojos nuevamente solo cuando Charles me trajo la
medicina, apenas le hablé:
—Llama a Emma... Tengo que...
Entonces él me interrumpió:
—¿Es por el viaje de negocios? El Sr. Pittman llegó ayer a
Boston y está trabajando acorde al horario. No parece un
problema particular.
—Ah...
Parpadeé sin comprender.
¿Acaso había dormido tanto tiempo?
Charles me entregó una píldora con un vaso con agua.
—Emma está bien, Yeonwoo olvida todo e intenta mejorarte.
El Sr. Pittman volverá en 3 días.
No hablé. Me sentía impotente de no poder ayudar. Me tomé
la medicina y me quedé dormido. Más tarde, Charles me
despertó para comer y me volvió a dar más medicamento,
luego volví a dormir.
Me sentí aturdido.

✤✤✤✤✤✤

—¿Dijiste que el horario del Sr. Pittman se retrasó un día?


Después de revisar el horario, me sorprendió escuchar las
palabras inesperadas de Charles. Él dijo que “sí”.
—Originalmente, debía regresar ayer, pero cambió el horario
y se quedara un día más.
Mirando la fecha, tenía razón. Sorprendido por el hecho de
que había estado enfermo durante tanto tiempo, me
pregunté cuál era la causa de su horario repentino. Pensé en
ello, pero no pude entenderlo. Era común que Keith cambiara
los horarios de repente. Emma debía estar perdiendo la
cabeza por lo que pensé que tenía que ir a trabajar y aliviarle
la carga.
—No te excedas, Yeonwoo.
Me dijo Charles, preocupado.
Le conteste con un “sí” y lo tranquilice. Después de un largo
tiempo al fin salía de la cama, terminé dándome una ducha,
comí y me cambié. Todavía tenía mareos, pero estaba bien,
solo debía caminar despacio y con cuidado. Por otro lado,
quería que Keith supiera que estaba mejor y que no
necesitaba preocuparse. Al fin podría besarlo tanto como
quisiera, mi corazón comenzó a acelerarse. Esta era la
primera vez que mi corazón latía con tanta fuerza.
Realmente me gustaba demasiado.
Después de mucho tiempo pensando en verlo, la sonrisa que
tenía en mi rostro no desapareció.
Salí de la mansión sin él y me dirigí a la compañía, realmente
requería de un gran coraje, pero el miedo fue momentáneo.
Ya no estaba enfermo. Todo en lo que podía pensar, era en
ver a Keith.

✤✤✤✤✤✤

—¡Oh, Yeonwoo! ¿Estás bien? Tuviste un resfriado muy


fuerte. Dios mío, estás pálido. Emma habló apresuradamente,
su tono demostraba preocupación.
—Gracias por preocuparse, he mejorado mucho. Perdón por
irme tan de repente. ¿Todo estuvo bien?
Emma me tranquilizo.
—Sí, el evento terminó. No había nada de qué preocuparse,
Yeonwoo.
—Me alegro.
Sonreí, pero de repente me sentí amargado.
Keith nunca me llamó. Fue a un viaje de negocios así que
debió estar ocupado y, de todos modos, yo seguía tomando
medicamentos y durmiendo por lo que no habría podido
responder, incluso si él hubiera llamado.
—Me alegro, me había preocupado por la agenda, estaba
pensando en cómo programarla.
Emma estaba fascinada por lo que había dicho. Su cara me
miró como siempre.
—Debió ser difícil para todas, así que tomen turnos para irse
de vacaciones. Le pediré permiso al Sr. Pittman...
—¿Puede hacer eso?
Rachel, que miró a Jane, abrió los ojos y dijo con ansiedad:
—Pero Yeonwoo, acabas de volver a trabajar, ¿verdad? Aún
es muy pronto para hablar de vacaciones. Debes mejorarte.
Gracias, pero estamos bien, así que lo tomaremos más
adelante.
—Sí. No es urgente. En cambio, desearía que me den dos
bonos más cuando me vaya de vacaciones —agregó Emma,
juguetonamente.
Prometí hacer lo mejor posible.
—Voy a ir al aeropuerto. ¿A qué hora es su llegada?
—A las 5 de la tarde. ¿Estás bien, Yeonwoo?
Sonreí y asentí.
—Si, está bien, Gracias. Pero es mi trabajo —dije, luego pensé
en si Keith ya estaría en el avión.
Después de mucho tiempo lo vería.
Luché por calmar mi entusiasmo con los horarios ocupados,
llamadas e informes de eventos que habían ocurrido durante
mi ausencia.
Había sido mucho tiempo.

✤✤✤✤✤✤

El aeropuerto como siempre estaba agitado. Había mucha


gente llegando y personas esperando para saludarlos. Unas
personas me guiaron a la sala VIP y solo después de
identificarme, me permitieron pasar. Me miré en el espejo
varias veces, pero aún no me sentía a gusto con mi apariencia
así que fue al baño que estaba en la sala, me revisé en el
espejo un par de veces y salí.
Quería verlo pronto.
Me preguntaba si Keith se sorprendería.
¿Se alegrará? ¿Saltaría y me besaría?
Mi cara se tiño de rojo, estaba avergonzado, mi mirada
parecía lujuriosa.
No tenía que esconder que lo quería, sin duda alguna, él
respondería a mis deseos.
No lo habíamos hecho desde hace días. Estaba tan triste
aquella vez en la que solo nos besamos. De pronto reí, las
imágenes de nosotros recorrieron mi mente.
¿Le gustaría hacerlo como prometió? ¿Podrá esperar hasta
que llegáramos a casa? ¿No sería un desperdicio hacerlo en un
lugar como este?
¡Oh, quería verlo pronto!
No pude evitar que mi corazón se emocionara con tan solo
pensarlo, nunca hubiera imaginado que el deseo me cegaría
tanto. De pronto, escuché el sonido de la puerta abriéndose
desde afuera. Una brillante sonrisa apareció en mi
rostro. Podía sentir un olor a feromonas saliendo de mi cuerpo,
mi feromona de Omega lo iba a seducir.
De repente, su aroma llegó a mi nariz, lo absorbí
profundamente.
Abrí la puerta. Me preguntaba si se sorprendería al ver mi
rostro o si estaría tan feliz como yo.
—Keith...
Lo llamé mientras sonreía brillantemente.
Sin embargo…
Lo primero que sentí al abrir la puerta fue un olor familiar,
sus feromonas eran tan dulces, luego, lo siguiente vi fue a
Keith, quien no estaba solo; alguien estaba sentado en su
regazo, en un sofá grande, con un uniforme medio despojado.
Solo entonces me di cuenta de que se trataba de una azafata.
Era posible que la hubiese conocido en el aeropuerto. Tal vez
habían estado viajando juntos por el viaje de negocios, en
realidad no lo sabía, aunque de lo que sí estaba seguro, era
que, en cualquier caso, Keith la estaba besando.
Él estaba tocando a otra mujer frente a mis ojos.
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 2

Tenía la cabeza vacía, no se me ocurría nada. Abrí la boca,


pero ni siquiera pude pronunciar un sonido. Apenas y
respiraba. No, ni siquiera podía hacer eso. Sentía el pecho
apretado, solo entonces me di cuenta de que estaba
conteniendo la respiración.
—Sí, ah, ah, sí...
El alto y agudo gemido de la mujer perturbaba mis oídos. Ni
siquiera sabían que estaba parado allí. Las manos de Keith
tocaron su cuerpo, espalda, piernas y pecho. La vista fue
impresionante, retrocedí e hice un ruido al golpear la puerta.
Fue entonces cuando Keith levantó la cabeza; al mismo
tiempo, nuestros ojos se encontraron. Por un momento no
dije nada. Mi cabeza estaba hecha un lío. Keith parecía llamar
mi nombre, pero no era como si lo estuviera escuchando, solo
salí corriendo de la sala de espera.
También parece que vi Whittaker junto a un conductor que
estaba con él, pero no tampoco era como si los estuviera
viendo realmente. Estaba aturdido, me volví loco y salí del
aeropuerto.
—Ah... Ah... Ah.
Solté varios suspiros.
El aire frío que soplaba cubría mi cuerpo, mi corazón dolía.
Me senté en la calle, agarrando mi pecho mientras jadeaba,
mi respiración era pesada.
Era un sueño.
Llevé mis manos temblorosas hacia mi cabello. Esto era
ridículo, había visto mal.
No había sido Keith. Había sido otra persona.
¿No era Grayson? ¿No era el Alfa dominante al cual le había
mordido el pene? Entonces, ¿quién estaba ahí?
Era un Alfa de ojos morados, con pelo oscuro y un olor
terriblemente dulce.
—Yeonwoo.
De repente, alguien me llamó y me agarró por los hombros.
Me asusté. Mientras continuaba sentado en el suelo frío, miré
hacia arriba sorprendido, aquel hombre me miró. Era el
mismo que había estado esperando, pero que no quería ver
ahora. Era Keith.
—¿Qué pasó? ¿Tienes frío? —preguntó casual.
Realmente no me lo podía creer, incluso sentía que había
visto mal. Keith se acercó a mí, luciendo confundido. Me
agarró un brazo para levantarme y frunció el ceño por un
corto tiempo, luego sacudió mi ropa y dijo:
—Estas sucio.
Todavía estaba perplejo, parpadeando mientras lo veía.
Keith me abrazó de inmediato, como si pensara que mi
condición era extraña.
De repente me cargó, mis pies flotaron en el aire, giró su
cuerpo y caminó con una gran calma. El auto en el que viajaba
no estaba muy lejos de nosotros, a lo lejos también se veían
los guardaespaldas que estaban alrededor. Keith entró en el
auto sin dudarlo, sosteniéndome, después cerró la puerta y
al cabo de unos minutos arrancó el coche.
Keith no espero demasiado. Inmediatamente después de que
entramos puso sus labios y empujo su lengua en mi boca.
Acabe aceptando su hábil beso, chupó mis labios y acaricio
mi paladar. Keith continúo besándome mientras yo estaba
perplejo mirándolo.
—Ah…
Keith soltó un profundo suspiro lleno de satisfacción.
—¡He pensado en esto, todo este tiempo!
Traté de decir “yo también”, pero el sonido que salió de mi
boca, fue diferente.
—¿Quién es ella?
Keith no respondió en el momento. No era una evasión,
simplemente no sabía de quién estaba hablando, así que
estaba tratando de recordar. Espere pacientemente su
respuesta. Fueron solo unos segundos de silencio, pero el
tiempo estaba siendo tortuoso.
—Bueno, no he visto la etiqueta de su nombre.
Hablaba tan casualmente mientras intentaba besarme, pero
mi cabeza estaba un poco más confundida que antes.
¿Y luego qué pasó? ¿Estaba diciendo que solo paso por ahí y la
beso? ¿Cuándo y cómo la conoció? ¿Por qué lo estabas haciendo
allí? ¿Estabas planeando hacerlo con ella?
Tenía tantos pensamientos en la mente que no sabía qué
decir. Era la primera vez que estaba tan confundido. Entré en
pánico, y un mal pensamiento penetró mi mente, causando
un desastre. Keith continuaba besándome, pero lo alejé. Él
frunció el ceño ansiosamente y me miró.
¿Por qué haces esto? Quería preguntar, pero no puedo
hacerlo. Era muy aterrador.
—¿Por qué...?
Mi voz agrietada apenas fluyó de mi garganta, necesitaba
tomar agua, pero no podía. Mi boca parecía arder así que
traté de hablar con mucho esfuerzo:
—¿Por qué regresó hoy? ... Emma dijo que debió regresar
ayer... pero aumentó un día más al horario del viaje.
Las palabras continuaron saliendo sin dudar. Keith no tenía
ninguna intención de evitar mi pregunta, aunque yo ya sabía
cuál sería su respuesta.
—Tuve una fiesta.
Retiró su mano de mi rostro y yo me apresuré a retroceder.
Inmediatamente mi espalda golpeó la puerta del auto. ¿Acaso
era este auto tan estrecho? Sin embargo, no sentí ni el dolor
ni la incomodidad. Solo miré a Keith con un rostro de
sorpresa.
¿Fiesta? ¿Qué fiesta? ¿Era verdad? ¿Realmente había ido ahí?
¿No era una mentira?
Quería hablar, pero ninguna palabra salía. No, ni siquiera
sabía si lo había dicho, aunque ya sabía la respuesta. Sabía
que tipo de fiesta había sido…
—¿Por qué...?
Una terrible y temblorosa voz salió de mi boca. Mis oídos
comenzaron a vibrar por el sonido de mi corazón adolorido.
Al mismo tiempo, mi rostro se distorsiono, la cabeza me
dolía.
—¿Por qué tener una fiesta así... y quedarte un día más?
Keith me miró con el ceño fruncido. No tenía idea del por qué
había hecho esa pregunta. Realmente no lo entendía en lo
absoluto.
—Tú y... Estamos durmiendo juntos —proteste de forma
miserable. Tenía derecho a hacerlo, al menos eso pensé,
incluso en este momento lo creía.
Solía pensar que no había forma de que este hombre pudiera
traicionarme.
—Ah.
Keith suspiró profundamente, como si pensara que era
patético.
—No estabas en condición de tener sexo conmigo.
Me quedé perplejo por un momento. Lo que había dicho era
cierto. Era un punto muy bueno, pero no era la respuesta que
esperaba.
—¿No es así?
Pensé que tenía que hablar con calma de alguna manera,
pero mi cuerpo no estaba tan dispuesto. Sostuve mis manos
temblorosas firmemente sobre mis rodillas.
—Fue solo una semana.
Keith mantenía una sonrisa en su rostro mientras me miraba,
no podía hablar ante la sorpresa.
—¿Entonces debería haberte esperado hasta que te
mejoraras? ¿Cuánto tiempo?
Se rio brevemente, como si hubiera sido absurdo.
—Es una locura.
Mi mente pareció alejarse, mi cabeza estaba vacía.
Numerosas preguntas y resentimientos aparecieron. Keith
todavía estaba frente a mí. Lo estaba mirando y él me miraba.
Nada había cambiado, pero mi mundo estaba
desapareciendo sin dejar rastro.
No podía creer la realidad por la que ahora estaba pasando.
De pronto, el coche desacelero. Habíamos llegado a la
mansión. Keith miró por la ventana y dijo:
—Será mejor que puedas hacerlo la próxima vez.
Me tomó un tiempo entenderlo. El sonido de su risa cuando
el auto se detuvo inundo el interior.
Keith abrió la puerta del auto, pero fue completamente
diferente. Mi campo de visión estaba distorsionado y mi
corazón adolorido. Después de destruir mi mundo, él sonrió
con la misma cara de siempre. Extendió su mano hacia mi
mientras yo permanecía inmóvil, no la tomé por lo que él se
acercó a mí y me agarró del brazo, luego me cargó sobre sus
hombros.
—¡...!
No era de extrañar que quisiera abrazarme. Ante la idea, todo
mi cuerpo se endureció. Sin embargo, él no parecía
preocupado así que siguió adelante. Forcejé para salir de su
agarre.
—Espere un minuto.
—¡Ten cuidado! Está vez, lo dejaré pasar.
Keith me detuvo con una voz aguda.
Lo miré con un rostro frío.
—... Por favor, déjeme. Espere...
Keith cerró la boca. Sus intenciones eran obvias. El lugar al
que nos dirigíamos sin ninguna duda era su habitación, el
mismo lugar donde ya había mezclado mi cuerpo con él
varias veces.
Incluso en esos momentos, todavía tenía una real esperanza.
Si hablamos de nuevo, estaba seguro de que él lo entendería.
Le diría lo dolido que estaba y del por qué tenía una buena
razón para estarlo.
Volví mi mirada temblorosa hacia su rostro, él solo sonrió
brevemente mientras me veía. De repente, tuve ganas de
llorar. Estaba enojado, pero estúpidamente solo quería
perdonarlo.
Sin conocer mi complicada mente, Keith entró a la habitación
y me recostó en la cama sin desnudarme. Aquel lugar que me
era tan familiar de repente se sintió extraño. El dormitorio
lleno de feromonas estaba recién ventilado y ordenado.
Keith se subió encima de mí para intentar besarme.
Lo esquivé y lloré.
—¡Keith... espera, espera, espera!
Él frunció el ceño. Su razón de disgusto había sido obvia,
parecía estar ansioso por abrazarme, su pene excitado que
presionó mi vientre, lo demostró y, su aroma de feromonas
que había sido sutil desde un inicio se hizo más fuerte. Me
estaba volviendo loco por el olor.
—De Verdad... ¿Te acostaste con alguien más solo porque no
tuve sexo contigo? Estaba enfermo...
Mientras hablaba, gradualmente me di cuenta de la realidad.
Sentí como mis ojos se calentaron.
—¿Cómo pudiste hacer eso?... No es como si se acumularan
tantas feromonas en una semana. Si hubieras pensado en mí,
podrías haber esperado un poco más... Al menos por mí.
¿Acaso habría sido diferente si lo hubiera hecho? ¿Podría
haberle dicho que lo hiciera porque estaba bien? Sé que no
puede evitar acumular feromonas. No podía hacer
suposiciones sobre lo que no sucedió, pero al menos quería
sentir lástima por mí mismo.
—¿Por qué debería hacer eso?
Keith habló con el ceño fruncido.
De repente me quedé sin palabras, parpadeé. Keith solo se rio
cínicamente, como si yo hubiera dicho algo fuera de lugar.
—No te debe importar con quién tenga sexo. ¿Por qué
debería decírtelo? ¿En qué estás pensando? Incluso si me
gustas, solo estoy teniendo sexo contigo.
Inesperadamente su voz llegó a mis oídos con tanta claridad.
Todo lo que podía escuchar era su brillante voz.
—Te quiero... Te dije que te quería... Ni siquiera piensas en
mí. —Apenas dije.
Esa había sido mi última esperanza.
Si él me hubiera dicho que me amaba, yo lo hubiera olvidado
todo. Podría haberlo besarlo y abrazado... solo si no negará
mis sentimientos, pero… fue su risa corta la que me
sorprendió.
—¿Qué significa decir algo “así” durante el sexo?
Eso había sido todo. Intenté hablar, pero las palabras no
salieron. Él continuó hablando:
—... No tiene sentido, ¿no?
¿Acaso todas las palabras tan dulces que había dicho eran solo
porque estábamos teniendo sexo? ¿No tenían sentido? Pero...
yo lo había creído. Estaba cegado por sus palabras, por él.
—Pensé que estábamos saliendo...
Keith murmuró al tiempo en que soltó una breve risa:
—¿Parece que estoy saliendo con toda la gente con la que
tengo sexo?
Aunque era poco probable que tal sueño se convirtiera en
una realidad, perdí totalmente mis esperanzas ante sus
palabras. Todas sus palabras y acciones que pensé que
habían sido porque me amaba, en un instante llegaron a un
final completamente diferente. Este hombre solo quería tener
sexo conmigo. Le gustaba mi cuerpo y solo disfrutaba
teniendo sexo conmigo. Había sido mi error. Yo había sido
solo una de sus muchas parejas sexuales con las que él se
acostaba. La brutal realidad me golpeó la cabeza. Al fin podía
verlo claramente. Todo lo que había pensado era mi fantasía.
Este hombre no me había dado una respuesta porque mi
confesión no había significado nada para él, solo había sido
como un gemido durante el sexo que desapareció en el aire.
Solo entonces me di cuenta de la realidad y dolió...dolió
demasiado.
Este hombre nunca me había amado.
—¡Detente...!
Empujé su cuerpo con mis manos. Pero Keith, que esparcía
besos alrededor de mi cuello, de pronto alzó la mirada
asombrado por mi repentina negativa.
—¿Qué sucede?
Parecía irritado de mi constante rechazo. Sin embargo, no
podía dormir con este hombre ahora. Tenía que organizar
mis ideas y me era imposible si estaba ahí con él. Con
urgencia intenté salir debajo de su cuerpo, pero Keith
presionó mis hombros otra vez.
—Déjame ir... No, no lo haré.
—¿Qué estás haciendo? Cálmate un poco.
Keith se molestó y me atrapó.
Traté de salir, pero fue imposible así que finalmente comencé
a rogarle.
—Por favor, Keith... Señor Pittman. Ahora no puedo hacerlo.
Me sentí tan miserable que las lágrimas comenzaron a fluir
cuando me di cuenta que él solo me veía como un compañero
sexual; y que yo no valía tanto para él como creía. Pero, él no
me entendía en lo absoluto. Con un breve suspiro, Keith
intentó besarme de nuevo mientras yo trataba de evitarlo,
agarró mi barbilla y aplastó por la fuerza sus labios contra los
míos. Lo empujé y golpeé su hombro con fuerza, aunque fue
en vano así que utilicé el último recurso que tenía.
—¡...!
Keith apartó sus labios y retrocedió un poco. En cambio, yo
solo pude sentir el sabor a sangre en mi boca. Lo miré con
lágrimas en los ojos y dije con voz temblorosa:
—No... No lo hagas. No tengo ganas ahora... Ya no voy a hacer
esto con el Sr. Pittman.
Apenas podía hablar. A esas alturas, pensé que lo aceptaría.
Él no era del tipo de hombre que obligaba a un compañero a
hacerlo. Solo era uno de sus muchos compañeros sexuales.
Traté de levantar mi cuerpo pensando que no continuaría
con esto, pero de repente me derribo de nuevo, poniéndome
boca abajo. Lo miré sorprendido. Él solo me miró con una
mezcla de disgusto y ansiedad.
—¿Qué estás diciendo?
Su voz sonó tan intimidante.
Keith parpadeó un par de veces y amargamente suspiró,
luego habló con una voz tranquila:
—No te preocupes. Querrás hacerlo tanto como yo.
De repente, sus ojos morados se colorearon en oro junto al
aroma de sus feromonas que se espesaron tanto que mi
cabeza se confundió.
—No, detente... ¡Para! —grité con urgencia, aunque él no se
detuvo.
Intenté dejar de respirar a toda prisa, pero me fue imposible.
—Ah.
Tan pronto como aspiré una bocanada, una feromona oscura
me envolvió, mareándome al instante.
¿Qué estaba haciendo?
Mi cabeza estaba borrosa y mi cuerpo impotente. Sentí mi
cerebro derretirse lentamente, como si fuera una clase de
pudín. Pero a diferencia de mi voz que gritaba que se
detuviera, mi entrepierna se humedeció a causa de sus
feromonas.
Keith sonrió brevemente al revisar mi entrada.
—¡Keith, por... favor!
Él solo me observó mientras rogaba, luego desató su corbata,
me quito la camisa, se desabrochó el cinturón y lo tiró al piso,
sin prisas ni impaciencia, con naturalidad. No podía huir ya,
estaba empapado. Keith extendió su mano y bajo mis
pantalones mojados.
—¡No...!
Lloré, eso fue lo único que pude hacer.
Keith introdujo su pene en mi agujero sin ninguna dificultad.
Mi cuerpo tembló.
“Puck, puck”
Varias veces se escuchó el sonido del golpe de nuestras
carnes hasta que pronto, Keith llegó hasta el fondo.
Por un instante se detuvo. Siempre se detenía para disfrutar
de la estrechez de mi interior. Tocó mi cuerpo, parecía
disfrutar del verme temblar, sostuvo de nuevo mi cintura y
entró y salió lentamente para luego aumentar la intensidad.
—Ah, Ah, Ah —gimió encima de mí mientras movía
violentamente su cintura.
Yo simplemente me retorcí, dejando que hiciera lo que
quisiera. Sus movimientos continuaron.
Estaba mojado.
Había reaccionado tanto a sus feromonas que mi cuerpo ya
no respondía a mi voluntad. Su pene entraba fácilmente y mi
interior lo recibía para hacerlo sentir bien.
Todo mi cuerpo parecía haberse convertido en un órgano
sexual.
Mis lágrimas continuaron cayendo, y ya ni siquiera podía
entender que estaba pasando, solo quería que terminara.
Keith gimió y eyaculó dentro de mí. Podía sentir como un
fluido espeso invadía cada rincón de mi interior y…
Era terrible.

✤✤✤✤✤✤
No fue sino hasta el amanecer que Keith me dejo ir. Fue
sorprendente darme cuenta de que mi ciclo de calor no
llegará a pesar que él expulso una gran cantidad feromonas.
Eventualmente, la razón desapareció por completo y lo
acepté, colocando mis brazos alrededor de su cuello
mientras mi cuerpo lo recibía
plenamente, independientemente de mi voluntad e incluso,
me subí sobre él. Cada vez que Keith eyaculaba, mi estómago
vibraba de felicidad. Finalmente, después que él resolviera su
lujuria, su feromona que había estado derramando sobre mi
cuerpo se desvaneció. Sin embargo, aun podía sentir el
semen que había derramado en mi interior. Fue entonces
cuando recordé que era un Omega.
Mi corazón ardió por la desilusión y el odio. Me sentí
aturdido. Whittaker y Steward se habían burlado de que los
Alfas dominantes eran como animales, pero en realidad, los
animales eran los Omegas. Como yo. Estaba aturdido por las
feromonas y las había aceptado.
Me había transformado en una bestia loca por el
apareamiento.
De pronto, miré la cara de Keith con un campo de visión
nublado, tenía el aliento agitado mientras me miraba. Me
sonrió. Puso su mano sobre mi cabello, tan dulce como
siempre, luego, se inclinó. Sabía lo que sucedería después y
así como lo esperé, me besó. Fue como si me diera un premio,
pero cuando sus labios se separaron lo abofeteé. El sonido
fue tan fuerte e impotente. Todo lo que pude hacer fue
golpear su mejilla con la palma de mi mano por que ni
siquiera pude tener el poder de apretar el puño.
—... ¿Qué haces?
Keith había sido el primer hombre al que había golpeado en
la mejilla. Me estremecí y lo miré.
—Yo... Si vuelves a soltar tus feromonas sobre mí... Te mataré.
Fui más sincero que nunca. Me apoderé de toda mi fuerza
restante y lo empuje hacía atrás. Su cuerpo retrocedió un
poco, pero fue suficiente para mí. Salí de debajo de él. Cuando
caí al costado, tragué involuntariamente un aliento áspero.
Mi corazón palpitó y sentí como mis lágrimas se acumularon
en mis ojos, pero apreté los dientes y lo soporté.
—Espera... ¿Qué estás...?
Keith me agarró por el brazo.
Intenté zafarme con todas mis fuerzas, pero él no me dejo ir.
Por un momento perdí la razón.
—¡Déjame, no me toques! ¡Déjame ir, no me toques! ¡No, no,
no...! —grité y luché.
Fue sorprendente ver mi propia determinación.
Keith, quien me vio llorar, finalmente me dejo ir. Por primera
vez, se dio cuenta de que hablaba en serio. El silencio se hizo
presente. Respiré hondo y lo miré. Keith no dijo nada, solo
me miró sorprendido.
—Al amanecer, saldré de la mansión.
Mi voz se quebró, las palabras no salían correctamente, sin
embargo, hablé sobre el dolor de las cuerdas vocales:
—Gracias por su consideración. Pronto, le buscaré a su nueva
compañera Sr. Pittman.
—... ¿Qué?
Keith respondió como si no entendiera de lo que estaba
hablando, pero yo no tenía la intención de explicar más.
—Esta es la última vez. En el futuro, no dormiré con usted Sr.
Pittman. Si me obligas entonces...
—¿Fuiste forzado?
Keith no me dejo terminar, tenía una expresión escandalosa
ya que ni siquiera entendía lo que había hecho. Después de
todo, él creía que yo había abierto mis piernas a voluntad
porque lo aceptaba. Sin embargo, él ignoró los hechos.
Respiré brevemente hasta que apenas hablé con una voz
normal:
—Muchas gracias.
—Espera un minuto. Quédate ahí.
Él intentó retenerme, pero yo solo recogí mi ropa y salí del
dormitorio. Eso era todo lo que necesitaba para mantener mi
orgullo. Tan pronto como cerré la puerta, mis rodillas se
doblegaron; y el semen que se derramó a través de mi
entrepierna, escasamente cayó a través del pasillo cada vez
daba un paso, pero yo ya no me sentía avergonzado. Después
de todo…
Ya estaba hundido hasta el fondo.
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 3

—...Todos los horarios han sido reprogramados.


Compruébelo por si tiene algún cambio, por favor. Este es el
material de la reunión de la tarde. Compruébelo también
antes del almuerzo e informaremos antes de la reunión. Aquí
hay una referencia.
Puse un archivo grueso en el escritorio y lo empujé hasta el
fondo. Era el mismo escritorio donde una vez estuve
acostado y tuve sexo con Keith. Poco después coloqué un
archivo delgado con imágenes, él levantó la vista.
—Busqué algunos perfiles de acompañantes acorde al gusto
del señor Pittman. Mírelos y elija, nos pondremos en contacto
con la elegida.
—Oye.
Keith me llamó.
Me vi obligado a parar y a esperar sus siguientes palabras. Él
frunció el ceño y le dio unos cuantos golpecitos al escritorio
con las yemas de sus dedos.
—¿Qué estás haciendo?
Respondí fríamente:
—He informado de la agenda de hoy y le he entregado un
archivo sobre la reunión, también le he dejado un archivo de
compañeras para que pase su tiempo libre. —Luego añadí
sin cambiar mi expresión—: ¿Cuál es el problema?
Después de salir de la habitación de Keith, me salté el
desayuno y limpié mi habitación. No dormí y me preparé
para el trabajo.
Tampoco dije una palabra cuando subí al auto, él tampoco
dijo mucho. Quizás pensó que era un poco caprichoso y no
me equivoqué. Ahora su expresión era la prueba.
—¿Qué demonios es esto ...? Ah, está bien. ¿Puedo elegir uno
de estos?
Keith tomó el archivo y lo acercó a él con una actitud
silenciosa, pero no me importo. Reviso las fotos y luego
señalo una, la cual empujó hacia mí.
—Entiendo. Me podre en contacto con usted luego. ¿Le
gustaría conocerla hoy? ¿Reservo el hotel?
Él levantó las manos con un gesto para que yo hiciera lo que
creía más conveniente. Tomé el archivo y dije:
—No tenemos horario esta noche, así que le diré que venga
al hotel a las 7:00. ¿Desea cenar? ¿Puedo tener una habitación
lista?
Keith solo mantuvo en sus labios una maldita sonrisa. Para
él, todo parecía una completa broma. Era como si un gato
dócil se hubiera rebelado ante su dueño. Por supuesto que no
era mi amo. Era solo mi empleador.
—Está bien.
Me di la vuelta para salir de la oficina, pero me detuve por un
momento. Abrí el maletín y saqué la caja que había traído.
Keith miró hacia arriba. No sabía lo que estaba pensando,
pero no quería adivinar. Caminé derecho y puse la caja en su
escritorio. Inmediatamente, reconoció el objeto y frunció su
ceño para después hablar:
—... ¿Qué es esto?
Con una voz tranquila, respondí de manera profesional.
—Este es el reloj que me dio. Se lo devuelvo.
—¿Por qué?
Era la primera vez que alguien le devolvía un regalo. Me
sentía sucio por tener ese reloj conmigo, pero era evidente
que Keith nunca lo entendería.
Contesté sin expresión:
—No acepto regalos de parejas sexuales.
—¿Ah?
Keith inquirió confundido, luego empujo la caja con la punta
de los dedos provocando que retrocediera. Él se detuvo a una
distancia no muy lejos de mí.
—Yo te lo regalé, así que tómalo.
—No me gusta. —Negué—. Disfrutamos el uno del otro, pero
ya no hay razón para que me dé algo. No hay razón para
recibirlo.
—Tómalo ahora mismo.
Me exigió.
Era muy desagradable para mí rechazarlo así que pensé por
un momento, luego abrí la boca:
—Está bien.
Dicho eso, no recogí la caja, en cambio, saqué una chequera
de mi bolsillo del traje. Keith frunció el ceño. Mientras él me
observaba, yo levanté un bolígrafo y escribí un número en la
chequera. Él no dijo nada mientras yo llenaba los espacios en
blanco. Era obvio que no podía adivinar nada en lo absoluto.
—Aquí está.
Empujé el cheque firmado directamente delante de él. Keith
lo miro. El monto era exactamente $20,000. Me observó sin
comprender.
—Es el precio por tener sexo conmigo. Me pagó con un reloj,
pero no hice tanto como el señor Pittman. Y excluí el último
sexo, porque fue contra mi voluntad.
Keith ni siquiera me entendió. Volvió a mirar el cheque con
una expresión avergonzada. El motivo del pago estaba
claramente escrito: “Sexo”.
—¿Ahora me estás pagando por tener sexo?
—No puedo hacer nada si piensa que el monto no es
suficiente, para mí la cantidad es excesiva.
Keith apretó el puño en el escritorio. Sus manos temblaron.
Ahora estaba colosalmente enojado, tanto que hasta podría
golpearme. Como prueba de ello, sus feromonas eran
oscuras. Me disguste conmigo mismo por distraerme con su
dulce aroma. Keith abrió su mano y en lugar de golpearme,
recogió el cheque y lo rompió, produciendo un sonido agudo.
No fue sorprendente porque ya lo esperaba. De todas formas,
no tenía $20,000 en el banco. Él solo continuó mirándome
mientras rasgaba el cheque.
Observé con un semblante serio como los pedazos del papel
quedaban esparcidos por el suelo.
Keith levantó las manos a la ligera, como si no importara.
Recojo la caja con el reloj del escritorio y delante de él lo tiró
a la basura.
—...
“Tang”
Se escuchó un sonido abrupto, seguido de un silencio helado.
Keith no dijo nada. Mantuve una postura firme y hablé:
—El cálculo ha terminado, así que saldré.
Después de un breve saludo, salí de la oficina. Keith me llamó,
pero esta vez lo ignoré. Tan pronto como llegué a mi
escritorio llamé a la oficina de secretariado.
Después de decirles brevemente qué hacer, Keith envió por
correo electrónico información general sobre la persona que
había elegido. Los secretarios ahora se encargarían de las
joyas a regalar y también de contactarlas.
¿Acaso debería elegir una joya o un regalo para mí también?
Estaba siendo cínico.
Pronto volví a trabajar con una expresión seria.

✤✤✤✤✤✤

Cuando salí por la mañana, la habitación estaba arreglada.


Durante mi estadía en la mansión, mis pertenencias
aumentaron, pero dejé todo lo que me compró Keith. Todo lo
que tomé fue mi maletín y el traje que llevaba puesto. Para
que fuera más fácil tirar las cosas que había usado, lo había
arreglado antes de marcharme. Lo único que había decidido
sacar de la casa había sido un inhibidor y analgésicos del
armario del baño.
Deseaba verter un frasco entero de pastillas en mi boca, pero
por día solo debía tomar la cantidad máxima que cabía en la
palma de mi mano. Después de tragarlas, me sentaba en la
cama por un rato y esperaba a que la droga hiciera su efecto.
Era normal que mi cabeza se quedara en blanco y mi cuerpo
se sintiera pesado. ¡Malditas feromonas! Si pudiera volver a
ser Beta nuevamente, podría hacer cualquier cosa. De
repente, pensé en Steward.
¿No estaba haciendo un experimento como este?
Pensé que era especial para Keith, pero era mi ilusión. Estaba
cegado por el amor y pensaba tan arbitrariamente. Él no era
diferente de otros Alfas dominantes.
Sin darme cuenta, salió el sol mientras apoyaba la cabeza
contra la pared, luego miré por la ventana.
Debía ir al trabajo. Quería renunciar de inmediato, pero la
realidad era indolente. Tenía que volver.
Si me quedaba desempleado tan rápido sería un problema
para mí extender mi visa mientras buscaba un siguiente
trabajo, y la verdad no tenía la suficiente confianza de
regresar a Corea para encontrar un nuevo empleo. La mejor
opción era ir a trabajar hasta conseguir otro. Además, si se
agregaban las restricciones a los extranjeros, las opciones se
reducían aún más. La buena noticia era que Keith no podía
despedirme, al menos no por el momento.
Cuando lo pensé, la respuesta fue obvia. Tenía que soportarlo
de alguna forma.
Ahora tenía que andar y trágame el orgullo.

✤✤✤✤✤✤

—Emma, ¿estás ocupada hoy?


Deliberadamente fui a oficina de secretariado y le pregunté:
Al desocupar su asiento, me miro dudosamente.
—No, no estoy ocupada. ¿Hay algo más que hacer?
Rachel y Jane lucían preocupadas, parecía que pensaban que
iba a pedirles horas extras así que dije con una sonrisa:
—No es eso, me preguntaba si puedes llevarme a casa. Si está
bien, te invito a cenar.
—¡Oh!
Jane grito y pronto Rachel la golpeo con el codo.
—Entonces nos iremos a casa primero.
Rachel levantó rápidamente su bolso y habló. Jane también
se despidió apresuradamente. Emma simplemente agitó su
mano para despedirse y dirigirme su mirada otra vez.
—Por supuesto. Está bien vamos, Yeonwoo. Pero no tienes
que pagar la comida.
—Quiero pagarlo.
—Bueno, si ese es el caso. De hecho, estoy muy cansada de
ver al Sr. Pittman porque lo vi durante todo el viaje de
negocios.
Emma, que sacudió la cabeza con un suspiro, habló de nuevo:
—Por cierto. ¿Ya no te quedas en la casa del Sr. Pittman?
—No —respondí—. Ahora estoy bien. Todo está mejor.
—Oh, gracias a Dios —dice Emma con notable alegría—.
Entonces ¿nos vemos en el primer piso? Sacaré mi auto.
—Sí, gracias.
Después de despedirme, regrese a la oficina. Cuando abrí la
puerta vi a Keith poniéndose la chaqueta de su traje. Hablé
sin expresión:
—Todos los preparativos están listos. Solo vaya
directamente al hotel. Tengo asuntos que resolver, así que
me retiro.
Keith se detuvo, pero yo salí de la oficina poco después de que
terminé de hablar.Tan pronto como subí al elevador, tomé la
medicina que Steward me había dado. Esta vez no había sido
un placebo. Cuando el elevador descendió respiré hondo, y
calmé mi mente.
—Yeonwoo.
Whittaker, que estaba esperando en la puerta principal me
saludo como siempre.
—El Sr. Pittman vendrá pronto.

—¿Qué? ¿Por qué viniste solo hoy? ¿Pasó algo? —Me


preguntó perplejo.
Sacudí la cabeza y respondí:
—No, yo me retirare primero porque tengo una cita. Como te
informe por teléfono el Sr. Pittman ha programado reunirse
con su nueva compañera en el hotel, luego debe volver a su
casa. ¿De acuerdo?
Whitaker se sorprendió, parecía no entender lo que decía. Me
despedí de él y caminé hacia el estacionamiento.
Mientras caminaba recordé la vez en que había tenido un
ataque de pánico, pero me había tranquilizado en esos
momentos gracias a la ayuda de Keith. Desde entonces, esta
era la primera vez que me subiría al auto de otra persona. Era
algo extraño. Sacudí mi cabeza a toda prisa, tenía una
sensación desconocida y solitaria que me afligía. Poco
después, el coche de Emma llegó así que me dirigí hacia la
puerta de copiloto.
—¿Está bien la cocina italiana? Conozco un buen lugar.
Emma se rio y asintió.
—Me gusta mucho. Estoy deseando llegar.
—Me alegro.
Poco después, hábilmente ella manejó el auto para irnos. A
primera vista, Keith apareció en el espejo lateral, pero pronto
su silueta se fue haciendo menos visible. Tenía miedo de
tener una convulsión, pero inesperadamente, el tiempo
posterior paso tranquilo después de comer juntos y hablar
de diversas cosas.
Regrese a casa con la ayuda de Emma. Aún no tenía el coraje
de tomar un taxi, pero estaba planeando conducir al trabajo
por la mañana de alguna manera. De forma preventiva, tenía
conmigo las medicinas que Steward me había dado.
Incluso, en el peor de los casos, si tenía una convulsión, el
aroma de las feromonas de Keith ya no funcionarían para mí
así que ahora realmente tenía que soportar esta situación por
mí mismo.

✤✤✤✤✤✤

Keith llegó a trabajar al día siguiente, y expresando un estado


de ánimo malhumorado paso de mi escritorio y entro a su
oficina. Llamé a su puerta exactamente 10 minutos después
de recoger los documentos que había preparado. Keith
estaba sentado en una silla, fumando. Di un paso hacia
adelante y me encontré con su mirada aguda de inmediato.
Me paré frente al escritorio y anuncié la agenda del día con
voz clara, él me miró todo el tiempo, sin decir una palabra.
—... Eso es todo. ¿Tiene algo más que pedir?
Le pregunté en un tono extremadamente profesional, pero
Keith solo me miró y guardó silencio. Miré el reloj en la pared,
había pasado exactamente un minuto, por lo que abrí la boca:
—Si no tiene...
—Tú.
Me habló por primera vez. Inevitablemente respondí:
—¿Ah?
Pero Keith ya no volvió hablar, solo me miró con el ceño
fruncido, el humo de su cigarrillo llegó a mi nariz. Finalmente,
habló después de un rato:
—¿Qué quieres?
—No entiendo qué trata de decir.
Cuando respondí, él escupió una breve exclamación:
—Estás haciendo esto por qué quieres algo, ¿verdad? Bien,
ahora dime qué quieres. ¿Es una isla?, ¿un avión?, ¿un yate?
¿Te gustaría que comprara Las Vegas entera? ¿Qué demonios
quieres?
Keith me miró y rechinó los dientes. No esperaba que este
hombre intentara hacer un acuerdo para acostarse conmigo,
pero eso no significaba que estuviera impresionado.
—No hay nada que quiera del Sr. Pittman. Simplemente
dormí con usted porque quería, y ahora ya no. Así que de
ahora en adelante no dormiré con usted nunca más.
—¿En serio?
—Es decisión del Sr. Pittman si me cree o no. Simplemente
no me acostaré con usted.
Keith entrecerró los ojos, parecía estar tratando de descifrar
mi mente, pero fue absolutamente imposible. Este hombre ni
siquiera sabía porque me había acostado con él en primer
lugar.
Permaneció en silencio por un tiempo y de pronto se rio.
—No creerás que voy a aferrarme a ti, ¿cierto?
Le respondí sin dudar:
—¿Es posible? Más bien, creo que se rendirá a la ligera.
—...
Keith se quedó sin palabras y por primera vez, el cinismo
desapareció de su rostro. Me quedé allí un rato, luego abrí la
boca:
—Bueno… ¿Puedo salir? Porque tengo que empezar a
trabajar.
No volvió a decirme nada. Me despedí brevemente y di la
vuelta.

✤✤✤✤✤✤

El tiempo pasó sin problemas. Keith y yo éramos al menos


como antes. Me ignoraba y ocasionalmente era sarcástico
por lo que solía no darle importancia a sus palabras. Keith no
me había tocado ni con las yemas de sus dedos desde ese día
y tampoco había mencionado asuntos personales. Él había
vuelto a dormir continuamente con diferentes compañeras,
me ordenaba buscar a una nueva cuando se cansaba y yo me
ocupada de eso, dándole una nueva lista con las posibles
nuevas compañeras sexuales. Como él había dicho, me
aseguraba de que estaba “comprendiendo el tema”. Después
de todo… Ya habíamos terminado.
Cené con Emma unas cuantas veces después. Ella es una
compañera cómoda para conversar. Emma, que había estado
viviendo con su madre enferma durante mucho tiempo, no
había podido permitirse el lujo de conocer amigos ni tener
tiempo personal. A veces quería ser un amigo que le diera su
propio espacio para respirar, también yo lo necesitaba.
Habíamos estado trabajando mucho tiempo juntos.
—¿Tu hermano tiene un hijo?
Le pregunté el fin de semana mientras nos sentamos a cenar
en un restaurante recién abierto. Ella dijo que “sí”.
—¿Te dije que mi hermano está aquí por trabajo? Así que mi
sobrino está con nosotras en casa, siento que lloraré por
querer verlo, no puedo evitarlo. —Pronto sus ojos se
pusieron brillosos—. ¿Te puedo mostrar una foto? Es muy
lindo.
Me reí y asentí.
Rara la vez sonreía alegremente cuando hablaba de
privacidad.
—Wow.
Cuando vi la foto, la admiré sin darme cuenta. Era un niño tan
encantador, ahora entendía porque Emma se sentía tan
orgullosa. Tenía una cabellera rubia y sonreía ampliamente,
era más bonito que cualquier niño que hubiera visto.
Pregunté de manera dudosa:
—¿Es niño?
—Sí.
Tan pronto como la vi dejando su teléfono celular, pregunté
insignificantemente:
—¿Dijiste que era Omega? ¿No fue difícil cuando tuvo el
bebé?
—Yo no sé —dijo inesperadamente—. Ni siquiera sabía que
estaba embarazado, un día ya no supimos de él y de repente
apareció con un niño en sus brazos. Su trabajo es muy difícil
así que a menudo no veía su cara y perdíamos contacto. Así
que pensé que se había ido a trabajar de nuevo.
Una curiosidad emergió. ¿Podía preguntarle algo como
esto? Después de un momento de duda, Emma habló
primero:
—Josh es una persona muy minuciosa, fue mariscal de
campo en la escuela secundaria, siempre obtuvo
sobresalientes "A". Sin embargo, tuvo un bebé, y no sabe
quién es el Alfa.
Un Omega a menudo pierde la cabeza en el ciclo de calor y
puede pasar la noche con una pareja desconocida e incluso
quedar embarazado. En ese caso, sería bueno que la otra
persona se encargará de la anticoncepción. El hermano de
Emma no tuvo esa suerte, pero talvez no sea tan malo, tenía
un niño tan encantador.
—¿Cómo es tener un hijo? —murmuré sin querer.
Emma levantó la vista.
—Mi sobrino es muy lindo, el amor de Pete por Josh,
simplemente lo ayuda. Si están juntos no pueden ver a su
alrededor. Eso es…
—...Ya veo.
Todavía me sentía confundido. Me era difícil imaginarme con
un bebé, tendría que esperar al menos unos cuantos años
más para dar a luz a uno. Cuando el postre llegó, cambiamos
de tema. El tiempo paso rápidamente.
—¿Nos vamos?
Ya era bastante tarde. Me despedí de ella y me fui a casa. Las
calles estaban vacías por la noche. Además, era un largo
camino desde la zona residencial de Emma hasta mi casa. Me
sentía cansado y continué conduciendo, las farolas
escasamente iluminaron el camino.
—Ugh.
De repente, un coyote apareció en la vía, el accidente casi
resulto fatal. Apenas pude evitar la terrible situación. El
coyote se fue ileso, pero me vi obligado a detener el coche.
Mientras me recostaba con el aliento agitado, por un
momento recordé la foto del niño que había visto antes. Era
un niño bonito, quería preguntar si tenía alguna intención de
ser actor en un futuro.
¿Qué había de bueno de tener y criar a un niño?
De repente me sentí desolado. Un rincón de mi corazón
afligió. Repentinamente, me acordé de las palabras de mi
madre. Podía conocer a alguien, casarme y tener un bebé,
pero... ¿Con quién?
Me pregunté mientras estaba sentado, observando la
constante oscuridad.
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 4

“Ouch”

Había estado tomado inhibidores como un hábito por las


mañanas, de repente sentí un dolor en el estómago.
Inconscientemente fruncí el ceño y presioné mi abdomen,
pero el dolor agudo duró por unos segundos más.

¿Qué era esto...?

Estaba desconcertado por el dolor que acababa de sentir. Tal


vez había estado tomado demasiados inhibidores. Mientras
estaba en una relación con Keith, dejé de tomar
medicamentos, pero desde que comencé a ingerirlos de
nuevo, he estado tomando el máximo permitido todos los
días, como solía hacerlo.

Nunca más volvería a caer en las feromonas de nadie. No


habría un efecto secundario, ¿o sí?

Me consolé a mí mismo pensando que estaría bien, pero, por


otro lado, tenía miedo. Era posible que no pudiera tener hijos,
pensé vagamente. Antes, tenía más miedo de estar loco, pero,
extrañamente, cuando pensaba en que podría ser estéril, mi
mente colapsaba.

¿Qué era más doloroso?

Pensé y respiré hondo. El dolor disminuyó, pero fue solo


después de un tiempo que mi cuerpo se movió.

✤✤✤✤✤✤

—Buenos días Sr. Pittman.

Como de costumbre, Keith abrió la puerta y apareció. Paso


por mi asiento sin mirarme mientras se dirigía a su oficina.
Deliberadamente me tomé el tiempo necesario para tocar la
puerta y pasar. Keith estaba de pie junto a la ventana,
mirando hacia afuera mientras encendía un cigarrillo. Se dio
la vuelta y aspiro lentamente una bocanada. La punta del
cigarrillo se tornó roja y de pronto se volvió gris. Por un
momento, nuestros ojos se encontraron mientras exhalaba el
humo, evité su mirada y me dirigí al escritorio.

—Es el horario de hoy. Consulte el memorando adjunto. El


Sr. Brightman, que se suponía que se reuniría a la hora del
almuerzo, cambió rápidamente su cita. No cancelé la reserva
en el restaurante, así que me gustaría que le echara un
vistazo a la propuesta mientras almuerza.

Dejé los documentos y enderecé la espalda.

Hasta entonces, Keith no había dicho una palabra. No pensé


mucho, porque había sido así hasta ahora. Traté de salir
después de contar internamente hasta diez, como de
costumbre.

—...Tú.

De repente, Keith abrió la boca.

Fue un comentario breve, pero dudó, no dijo más. El silencio


reino de nuevo. Keith aspiró el humo y exhaló lentamente.
Continuaba mirándome en silencio. Tampoco dije nada
mientras esperaba a que él hablara, pero al final no pude
soportarlo y hablé primero:

—¿Sr. Pittman?

De repente Keith parpadeo ante la furtiva pregunta.


Tardíamente note que estaba distraído. No podía creer que
estuviera pensando en otra cosa después de llamar a alguien.
Estaba internamente molesto, pero fingí no saber y dije:
—¿Puedo salir si no tiene nada que decir? —pregunté
cortésmente, pero soné sarcástico.

Efectivamente, Keith frunció el ceño. Pero, aun así, no hablo.


En lugar de preguntarle qué demonios estaba haciendo con
alguien esperando de pie, intente salir. Entonces Keith
ordenó:

—La mujer, cámbiala.

Noté el significado de inmediato. Había sido menos de una


semana y ya estaba cambiando de compañera. Solo la había
llamado dos veces al hotel. De todas formas, solo habían sido
6 días, pero si hubiera sido buena no me estaría pidiendo que
la terminara. Llegué a una conclusión razonable. Parecía
dormir con todas las mujeres de América. No tenía nada que
ver conmigo. Pensé internamente, ¿no podía no acostarte con
nadie?

—De acuerdo.

Me despedí brevemente y me di la vuelta.

Esta vez ni siquiera se despidió. Los hombres deberían ser más


considerados. Pensé mientras cerraba la puerta.

¿...Eh?

Tardíamente me di cuenta de que algo andaba mal. Oh, por


un momento me preocupe. Solté un grito ante la sorpresa. No
olía a feromonas. El aroma dulce y fragante siempre era el
mismo, pero dentro de la oficina solo quedaba un leve rastro.
El cuerpo de Keith no olía a nada.

¿Había sido eliminado deliberadamente?

No había más respuesta que esa. Pero aún no era


convincente.
¿Por qué?

No podía encontrar la respuesta a eso.

✤✤✤✤✤✤

—Oh, solo me conoció por una semana, pero ¿ya…?

En respuesta a la reacción de la mujer, que era una mezcla de


arrepentimiento y conmoción, hablé en un tono profesional,
como de costumbre.

—Son seis días. Hemos preparado un regalo como


agradecimiento por sus esfuerzos.

Los regalos se habían simplificado en los últimos años debido


a la corta duración.

Cuando abrí la caja y mostré el conjunto de joyas dentro, lo


admiró, pero pronto pareció triste.

—Me pondré en contacto con usted la próxima vez que haya


una buena oportunidad.

—Sí, por favor hazlo. Quería saber un poco más de Pittman.

Era solo una simple frase que siempre decían, pero cada vez
que escuchaba estas palabras, mi corazón se aceleraba.

✤✤✤✤✤✤

“Whoo”

Después de sentarme en el asiento del conductor y cerrar la


puerta del auto, cerré los ojos y suspiré. A veces, aún
recordaba el día en que me subí al auto y mi cuerpo se
endureció. Una sensación terrible de miedo me invadió, mi
tez se volvió pálida y se me dificulto respirar. El miedo que
sentí en este momento fue tan aterrador que me tembló todo
el cuerpo de solo pensar en tener otro ataque. Me apresuré a
buscar para tomar la medicina. Había tomado demasiados
medicamentos recientemente, pero no podía evitarlo.

Comenzaríamos reduciendo la dosis mañana.

Cerré los ojos, prometiéndome a mí mismo.

Podía descansar unos diez minutos. El trabajo había


terminado antes de lo que pensaba, así que todavía tenía algo
de tiempo libre. La hora del almuerzo sería pronto, así que
podía tomarme una hora extra... Cerré los ojos y respiré
hondo por un rato. Poco a poco, encontré tranquilidad y me
relajé. Antes de darme cuenta, me quedé dormido, así que no
estaba preparado para nada cuando se produjo un accidente.

“¡Bang!”

Se sacudió todo mi cuerpo con un sonido tremendo.

—¡Argh!

Me tomó algún tiempo darme cuenta cuál era la situación


después de gritar. Cuando vi el espejo retrovisor
tardíamente, observé un auto que desapareció a toda
velocidad. Solo entonces me di cuenta de que alguien había
goleado mi auto y escapó. Debí mirar la situación del
accidente, pero no tenía valor para salir. De todas formas, no
había rastro del automóvil en las calles. Más tarde miraría la
caja negra, pero ahora debería llamar a la compañía de
seguros y...

“Hoo-hoo”

Fue solo después de varias respiraciones profundas que salí


del auto.

La parte trasera del automóvil estaba abollada, pero no hasta


el punto de no poder conducir. Mire hacia atrás en la
dirección en que la que había desaparecido el automóvil,
pero no tenía sentido. Tenía que ir a trabajar primero.
Mirando la hora, estaba lo suficientemente cerca como para
llegar al final de la hora del almuerzo. Fue realmente una
suerte que fuera en la parte trasera.

“... Ouch”

Un lado de mi frente palpito después de sentarme delante del


timón de nuevo. Revisé mi rostro en el espejo retrovisor y
observé el área por donde fluía la sangre.

—Ah.

Saqué mi pañuelo pensando y presioné la herida.

Cuando descubrí que estaba herido, el dolor y los mareos


llegaron al mismo tiempo. Estaba seguro de que podía
superar mi fobia con mi fuerza mental. Tenía el tiempo libre
para pensar en eso, pero no había tiempo para pasar por el
hospital. Si presionaba bruscamente la herida, la sangre se
detendría. Debía lavarme la cara más tarde.

Ahora que lo pensaba... ¿Keith se habrá retirado los puntos del


brazo...? Cuando salí del auto, de repente lo recordé. Charles
había dicho que se encargaría de eso, pero pensé que debería
comprobarlo. Es mi trabajo.

✤✤✤✤✤✤

Hice una parada en el baño antes de volver a la oficina. La


sangre se detuvo en el camino. Me lavé la cara e intenté cubrir
la herida con mi cabello. Afortunadamente no parecía ser tan
grande como para necesitar puntos. Después de ocultarla
moderadamente, me di cuenta de que no solo terminó la hora
del almuerzo, sino que ya habían pasado 20 minutos
adicionales.
¿Cuál había sido hoy la cita para el almuerzo de Keith?

Pensé mientras me dirigía a la oficina, en ese momento


recordé que la cancelé.

—Ah.

Un profundo suspiro salió de pronto.

Esperaba a que Keith volviera tarde, pero eso era algo que no
iba suceder. Me tomé un poco de tiempo antes de tocar la
puerta de la oficina. Cuando abrí, él estaba sentado en su
escritorio fumando. Cerré la puerta y rápidamente avancé
hacia él, que me miró mientras me detenía a unos pasos de
distancia.

—Terminé la relación con su compañera. ¿Buscamos a la


siguiente persona?

De repente se me ocurrió algo.

—...Si me dice su gusto, buscaré en el lado masculino.

La frente de Keith se distorsionó. Acomodé mi cabello


rápidamente.

—Si no lo piensa, procederé a buscar a una mujer como suelo


hacerlo.

Keith no dijo nada. Solo entonces me di cuenta, tardíamente


de que su mirada estaba fija en un lugar en específico. De
repente se movió.

—¿...?

Keith me agarró el brazo y tiró, atrayendo mi cuerpo hacia él,


mis ojos se abrieron por la sorpresa. Instintivamente evité
caer en sus brazos, levanté la cabeza e inmediatamente me
encontré con sus ojos. Antes de que pudiera decir algo, él
abrió la boca:

—¿Qué es...? Esto es...

Lo que Keith señalo fue el cuello de mi camisa. Parecía estar


perplejo.

—¿Es sangre? ¿Qué pasó?

Me di cuenta tarde. No había notado la mancha en la camisa


así que no tuve más remedio que confesar.

—Ah, tuve un accidente... Está bien, no me duele mucho.

—¿Qué accidente?

La voz de Keith se volvió aguda.

No había ninguna razón para dar más detalles y tampoco


tenía ganas, pero sabía que no me dejará ir sin responder.
Dije con un pequeño suspiro de por medio:

—Estaba sentado en el auto y lo golpearon por detrás... como


solo estaba sentado no me puse el cinturón de seguridad y
me golpeé en una esquina. No estoy gravemente herido.
Estoy un poco...

Estaba hablando cuando de repente Keith sostuvo mi rostro


y lo observo por todos lados mientras parpadeaba
asombrado, finalmente levanto mi cabello y encontró la
herida que había intentado esconder. Inmediatamente su tez
se tornó pálida. Estaba avergonzado e intente nuevamente
cubrirme con mi cabello. Fue entonces cuando sus
feromonas comenzaron a salir.

Estaba enfadado.

—¿Quién fue? —dijo, rechinando los dientes.


—¿Quién fue?

Estaba asombrado por su reacción. ¿Por qué estaba enojado?


Era yo el que había resultado herido.

No entendía la ira de Keith, pero lo más importante, eran las


feromonas. El olor se duplicó, las feromonas que estaban
siendo suprimidas fluyeron. Sin un momento para
prepararme, el dulce aroma se impregno profundamente en
mi respiración. El miedo aumentó con la excitación sexual.
Cuando recordé la cara del hombre que vertió sus feromonas
sobre mí y me forzó a tener sexo, mi corazón se enfrió
rápidamente. Traté de reprimir mi miedo instintivo y tragué
saliva.

Estaba bien. Me susurré a mí mismo otra vez. Estaba bien,


estaba realmente bien. Estaba mejor. Luego me despertó la
fría realidad. Ahora Keith ya no podía ayudarme, porque este
hombre no era diferente a otros Alfas.

—¡Déjame ir, déjame ir!

Me las arreglé para que las palabras salieran. Lo fulminé con


la mirada sin ocultar mi disgusto y miedo.

—Feromonas... es doloroso. Deshazte de ellas o déjame ir.

El sonido de mi voz aumentó gradualmente, y por fin dejé


escapar un nuevo grito.

Keith vaciló mientras jadeaba y apretaba los dientes. El olor


disminuyo en un instante. Fue mucho más fácil respirar, pero
eso no significaba que me dejará ir.

—¿Este es el único lugar donde estás herido?

Me preguntó con voz apagada.


Parecía estar suprimiendo sus sentimientos, no lo entendía.
Respiré con un suspiro.

—Sí.

Keith miró una y otra vez mi herida, y de repente recordé


algo que había olvidado.

—¿Te has quitado los hilos de la herida de tu brazo? Ya pasó


tu fecha para ir al hospital.

—¿Por qué diablos estás hablando de eso?

La voz de Keith, que se volvió aguda, se detuvo de nuevo.

—Lo siento. Pensé que era mi trabajo.

—Maldición.

Maldijo en voz baja.

Su semblante, que había estado mirando mi herida por un


tiempo, estaba extrañamente distorsionado. Yo había sido el
que resultó herido, pero ¿por qué parecía que este hombre era
el herido? No podía entenderlo.

—Entonces...

—Ve al hospital.

—¿Qué?

Le pregunté sin darme cuenta.

Keith todavía sostenía mi brazo cuando ordenó:

—Ve al hospital con Whitaker ahora mismo. Necesitas ver a


un médico... ¿Cómo está el auto?

Dije la verdad:
—La parte trasera está un poco rota, así que... Puedo
conducir sin dificultad...

Mientras hablaba, Keith levantó el teléfono con la mano


izquierda. Tan pronto como presionó la marcación rápida,
salió la voz de Whitaker.

—Lleva a Yeonwoo al hospital... —Keith volvió a posar sus


ojos sobre mí y preguntó—: ¿Qué pasa con la caja negra?

Yo respondí torpemente:

—Todavía no la he verificado.

—Echa un vistazo a la caja negra en el auto de Yeonwoo y


encuentra al conductor que huyó y cuando termine el
tratamiento, llévalo a casa.

En esos momentos colgó para después decir algo inesperado:

—Deja el auto y compra uno nuevo.

—Todavía tengo cuotas que...

—Cómpralo —dijo entre dientes—. Deja de decir tonterías y


ve a comprar un auto con Whitaker. Cárgalo a mi cuenta.

Fue generoso como siempre, pero me negué.

—No.

—¿Cómo?

Keith parecía tan feroz como si fuera a golpearme.

Sin embargo, fue sorprendente que logra controlar sus


feromonas mientras me hablaba con una voz fría.

—Ya ni siquiera tengo sexo con el Sr. Pittman, así que… ¿Por
qué debería darme un regalo?
—Eso es...

Keith tartamudeó por primera vez hoy.

Lo miré extrañamente mientras se endurecía por un


momento, como si estuviera avergonzado. Después de unos
segundos en silencio dijo:

—Porque eres mi secretario. —Luego agregó de


inmediato—: No puedo permitir que llegues tarde al trabajo.
Cállate y tómalo.

Quería decirle que podía tomar un taxi, pero lo dejé pasar. De


hecho, todavía no tenía la confianza de tomar uno. Aun así, la
razón de bondad de este hombre era extraña, no quería
aceptarla, pero Keith dijo dudando:

—Beneficio.

—...

—Esto es solo un beneficio para el empleado, para suavizar


las cosas.

Fue un impulso, pero me sentí conmovido. Aunque había


muchas formas de pensar en sus acciones. Finalmente,
suspiré y asentí.

—...Entonces, solo hasta que el auto esté arreglado.

Mi corazón todavía estaba pesado, pero le di las gracias.

—Gracias por su consideración.

Fue un saludo tan superficial, sin una pizca de sinceridad


para mis oídos, pero Keith no dijo nada.

—Ve al hospital.
Me ordenó otra vez.

Respondí brevemente que “sí” y luego salí de la oficina.

“Tak”

Cerré la puerta a mis espaldas y me incliné un rato.

¿Por qué era tan dulce conmigo ahora?

Desearía que me ignorara. Nunca volvería a tener esa ilusión


de nuevo. Respiré profundamente temblando y mordí mis
labios suavemente. Nunca olvidaría lo que me hizo.

✤✤✤✤✤✤

—Oye, Yeonwoo. El auto estaba muy dañado. ¿Cómo


condujiste todo el camino?

Solo entonces sonreí amargamente delante de Whitaker.

—Fue difícil conducir porque la parte trasera estaba rota.

—Eres un hombre muy arriesgado. La caja negra la revisaré


después. ¿Podemos ir al hospital y luego buscamos el auto?

Whitaker me abrió la puerta del asiento del pasajero. Me


senté y le agradecí.

—Que oportuno porque necesito conseguir un nuevo auto


para el Sr. Pittman, así podré pagarlos ambos a la vez.

—¿El auto del Sr. Pittman?

Le pregunté de nuevo. Whittaker miró al frente y respondió:

—Sí, señor —dijo—. En estos días, el auto se descompuso


muchas veces. Así que me pidió que comprara dos nuevos.

—¿Qué quieres decir con que está descompuesto? ¿Podría...?


Entonces recordé el último ataque que sufrió Keith y mi
cuerpo se tensó.

Whitaker hablo:

—No, no es así. Es solo que las feromonas causan una


anormalidad. Es extraño, el Sr. Pittman nunca ha acumulado
feromonas. Tiene citas como antes, pero no sé por qué tienes
tantas feromonas. Me alegro de que no nos viéramos
afectados...

Whittaker, sacudió la cabeza como si no tuviera nada más


que decir, y pronto cambió la expresión de su rostro por una
seria.

—Eso no significa que no nos podamos ver afectados. Es un


gran problema si mutas, por lo que todos son cuidadosos.
Otros dicen que después de la pubertad, estamos casi
seguros, pero existe esa posibilidad toda nuestra vida.

Los Gamma tienen sus propias dificultades como Gammas.


Como están expuestos a sufrir cambios inesperados, pocas
personas pueden entenderlos tanto como yo. Además, la
mutación en los Gammas es potencialmente mortal. La
transición de Beta a Omega puede ser algo insignificante en
comparación.

Dije de forma sincera:

—Debes estar preocupado de muchas maneras. ¿El Sr.


Pittman está reteniendo muchas feromonas? Apenas lo sentí
en la oficina...

—¿En serio? Entonces debes abstenerte Yeonwoo, porque


eres un Omega.

Casi me eché a reír sin darme cuenta. Dios, ¿Qué tontería era
esta? Whittaker continuó hablando conmigo, pero no pude
decir nada porque apreté los labios con fuerza para contener
la risa.

—No lo sabía porque no podía olerlo, pero el auto se detenía


con frecuencia. Resulta que las feromonas del Sr. Pittman se
han acumulado y si no las expulsa con regularidad saldrán en
una gran cantidad. Charles está preocupado de que su RUT
llegue en cualquier momento.

—Tiene una compañera constante...

Señalé en un tono muy desconfiado.

Whitaker también asintió.

—Cierto... Bueno, aunque últimamente está durando menos


que antes.

Mientras estaba perplejo, Whitaker añadió


descuidadamente:

—Solía tardar unas dos o tres horas, pero en estos días son
30 minutos como máximo. Algunas dicen que en realidad no
lo hicieron, y no estoy seguro. —Whittaker suspiró
brevemente—. También me preocupa, porque puede dañar
su cerebro.

Fue difícil encontrar un grupo de Alfas dominantes tan


educados. Por el contrario, Keith es un empleador "muy
bueno" en comparación a otros Alfas dominantes, que a
menudo suelen atacar y maldecir, y hubo muchas situaciones
en las que no les dicen nada ni tampoco a qué atenerse. Pero
él, es muy generoso, gasta mucho dinero en bonos y
subsidios, así como en salarios anuales. La mayoría de los
Alfas dominantes son extremadamente ricos, pero muchos
de ellos tratan de reducir costos. Por lo tanto, protegerlos no
garantiza necesariamente un alto ingreso. En muchos de
estos aspectos, proteger a Keith Pittman es muy beneficioso.
Sin embargo, era la primera vez que Whitaker decía algo tan
preocupante de esta manera.

—El olor de las feromonas es tan fuerte que incluso nosotros


lo hemos percibido. Pensé que sería peligroso, así que le di
unas vacaciones rápidas a unos cuantos guardaespaldas. Por
el momento, nos turnaremos.

No respondí ante las palabras de Whittaker, él solo atinó a


soltar un suspiro.

✤✤✤✤✤✤

En el hospital simplemente desinfectaron la herida. Estaba


avergonzado porque la herida era tan insignificante como
para venir acompañado.

—Entonces te dije que no era necesario venir.

—A veces es mejor asegurarse. Muchas personas mueren


por heridas leves. Un chico que conocía antes...

Whittaker comenzó a hablar como si lo hubiera esperado.

Hasta ahora, no era muy diferente de lo que se esperaba. El


problema fue nuestro próximo destino. Me sorprendió saber
que Keith había llamado a la tienda donde solía comprarle
sus autos. El gerente, quien reconoció mi rostro tan pronto
como entramos, me dio la bienvenida y me dijo:

—Recibí una llamada del Sr. Pittman de antemano. Pero


llevará algún tiempo enviar el auto. En cambio, te preparé un
auto temporal. Por supuesto, es del mismo tipo que el auto
que ordenó. Si lo usa hasta que se lance oficialmente, se
acostumbrara a la operatividad.

El auto que me mostró era del mismo tipo que el de Keith.

—Tiene las mismas opciones.


Me quedé sin palabras. Girando la cabeza hacia el elegante
sedán nuevamente, el gerente me dijo:

—Puedes pedir el color que quieras. ¿Te gustaría probarlo?


Avíseme si deseas agregar o realizar más cambios.
Comenzaremos la producción de inmediato, pero no
podemos cambiarla para un día o dos. Sabes mi número, así
que puedes contactarme por separado.

Me dijo sin interrupción.

Pero yo era el único que se quedaba sin palabras. Whittaker


hizo una solicitud a otro gerente como si fuera natural, y
eligió un color que le gusta.

—El Sr. Pittman no me dio ninguna instrucción en especial,


así que la elegiré a mi gusto. Me hace sentir como si fuera mi
auto.

En esos instantes el gerente soltó una gran carcajada y yo no


pude evitar reír.

✤✤✤✤✤✤

El cielo había estado nublado desde la mañana. Era poco


probable que lloviera, no me preocupé mucho porque solía
haber nubes oscuras. El problema fue más bien un incendio
forestal. Mientras conducía el automóvil, vi demasiado humo
negro elevándose. Hoy había venido a trabajar escuchando
los informes sobre los incendios forestales, y en un auto de
lujo desconocido, el cuál intenté estacionar varias veces con
cuidado.

—Buenos días, Yeonwoo —dijo Emma, con quien me


encontré en el ascensor. Ella me saludo con una sonrisa.

—¿Has llegado recién a trabajar? Vi otro incendio forestal en


el camino hacia aquí.
—Lo sé, es un gran problema porque hay muchos
últimamente. Por supuesto, ya es hora de que llueva.

Estamos teniendo una conversación informal, empezando


con la historia de que no había llovido en mucho tiempo,
cuando sentí un aroma ligeramente familiar con un aire
extraño, volteé la cabeza y vi a Keith caminando hacia
nosotros. Era raro verlo frente a un elevador camino al
trabajo.

Dejando atrás a la sorprendida Emma, di un formal saludo


matutino:

—Buenos días, Sr. Pittman.

Él no respondió. Curiosamente, sus ojos estaban puestos en


Emma. Whittaker y otros guardaespaldas alineados detrás
de él también dejaron de caminar, sin embargo, Keith se
quedó de pie en el amplio salón y solo miró a Emma.

—Emma, ¿subirás al elevador? Yo voy a ir con el Sr. Pittman,


luego bajaré a la oficina.

—Sí, está bien. Entonces Sr. Pittman, Sr. Whitaker —dijo


Emma, quién se despidió alternativamente para dirigirse con
prisa hacia el otro ascensor.

Miré a mi alrededor y a Keith después de tomar un respiro


profundo.

—Llegó temprano. ¿Vio el artículo sobre el incendio forestal


hoy?

Los ojos de Keith, que seguían la espalda de Emma, se


volvieron hacia mí cuando deliberadamente mencioné temas
innecesarios, y llamé su atención. Podía ver que estaba muy
disgustado a pesar de que su expresión no era muy diferente
a la habitual. No sabía la causa. Keith paso por mi lado sin
decir nada y se dirigió al ascensor privado. Whittaker
presionó el botón primero, y pronto se abrió la puerta. Dude
un momento. Odiaba el hecho de que los dos estuviéramos
solos en el ascensor, pero tampoco me gustaba que pareciera
que me estaba escapando con otra excusa. Todos me estaban
mirando, en unos pocos segundos me metí al ascensor.
Whitaker y otros guardaespaldas permanecieron en el
vestíbulo.

Cuando la puerta se cerró, me quede a solas con Keith.

El amplio ascensor se sentía ridículamente estrecho. Intenté


dejar de respirar deliberadamente, y me di cuenta de que el
aroma de las feromonas se había ido. Keith elimino
conscientemente el olor. Casi lo miré sin darme cuenta,
quería preguntarle si era intencional.

¿Por qué preguntaría eso? Definitivamente era solo un


capricho.

El ascensor de alta velocidad subió a la planta superior en un


instante sin emitir sonido. Yo solo observé los números
cambiar rápidamente. Keith, de pie frente a mí, se reflejó en
la puerta del ascensor y entro en mi campo de visión. En un
momento dado, nuestros ojos se encontraron. Hice una
pausa reflexiva, pero no podía evitar su mirada. Keith
tampoco se molestó en mirar hacia otro lado. El ascensor
subió rápidamente, pero el aire en el interior parecía
detenerse. El silencio incómodo era desalentador. Me las
arreglé para encontrar unas palabras para intentar aligerar
el ambiente.

—Bueno, gracias por el auto... Lo devolveré tan pronto como


termine la reparación.

Apenas terminé de hablar. Quería bajarme rápido. Keith me


miró y respondió con indiferencia:
—Sigue manejándolo.

Cuando Keith le daba un regalo a alguien, el propósito


siempre era el mismo. Así que esta vez era desagradable para
mí, incluso si no era por esa razón. No quería nada de él. Iba
a devolverlo, aunque Keith no quisiera. Cuando pensé en eso
y miré casualmente hacia adelante, encontré el reflejo de mi
rostro con el ceño fruncido.

Keith de repente abrió la boca:

—Viniste con ella, ¿verdad?

Me llevó un momento descubrir su significado. Pronto me di


cuenta de que estaba hablando de Emma. Respondí con una
voz clara. Afortunadamente, mi voz salió suavemente, como
de costumbre:

—No, la encontré frente al elevador —dije. Y de repente


pensé en otra cosa.

¿Su pregunta era si Emma estaba en el auto conmigo?

Keith volteo la cabeza y me miró directamente. No tenía más


remedio que levantar la cabeza y mirarlo. Su actitud de
espera me hizo dudar y abrí la boca:

—Si quiere decir si vine a trabajar con Emma, la respuesta es


no —agregué sin ninguna razón—: Ella vive en una dirección
opuesta a la mía, maneja 30 minutos adicionales en coche...

Efectivamente, Keith arrugo la frente. Espere ansioso por


saber que más diría. Por un momento nos quedamos
mirando. Parecía tener algo que decir, pero no importaba
cuánto tiempo esperara, Keith no dijo nada, solo atinó a
mirarme. Me puse más y más nervioso.

—Yo...
Cuando no pude soportar más, la campana del ascensor sonó.
Perdí la oportunidad de hablar, pero por un lado me alegré.
Después de un suspiro de alivio, la puerta se abrió; luego
Keith salió al pasillo. Me apresuré en seguirlo.

En el largo pasillo solo mis pasos, mezclados con los suyos,


resonaron en el silencio. A veces pensaba que sería bueno
tener música en el pasillo de la compañía. Ahora era el
momento exacto, y aunque era un silencio natural, se sentía
pesado. Keith lucía extraño.

—¿...?

De repente dejo de caminar y no se movió por un tiempo. Me


detuve detrás de él. Espere por si tenía algo que decir u otra
razón, pero él seguía sin moverse, ni decir nada.

Finalmente, me cansé de esperar, así que hablé primero:

—Sr. Pittman que...

Inesperadamente, me observó con una mirada en blanco,


distante. Parecía que algo le ocurría, era como si sus sentidos
no reaccionaran. Empecé a ponerme nervioso.

—Sr. Pittman, ¿qué está pasando? ¡Sr. Pittman!

Lo llamé de nuevo, pero no hubo respuesta. Me puse ansioso.

—¡Keith!

De pronto parpadeo. Inesperadamente, regresó en sí


mientras miraba desconcertado a su alrededor. Sin embargo,
lo que dijo fue aún más sorprendente, murmuró cosas sin
sentido, como si no supiera hablar en inglés.

—... ¿Por qué estoy aquí?


Me quedé perplejo ante su pregunta. Fueron solo unos
minutos, pero no lo recordaba. Por un momento no pude
decidir cómo aceptar la situación que estaba pasando justo
frente a mí, pero no tenía que hacer ninguna elección, porque
Keith inmediatamente recuperó el sentido. Me miró con una
cara pálida.

Fui cuidadoso cuando le pregunté:

—Sr. Pittman, ¿está despierto?

Keith no dijo nada, pero podía ver que estaba completamente


consciente. Se quitó el cabello que ni siquiera le caía en la
cara. Podía ver sus dedos largos y delicados temblando
débilmente.

—Dile a Whittaker...

Luego repitió en voz baja como siempre:

—Dile que voy a ir a la fiesta hoy.


Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 5

— Mi Alfa —
Estaba vertiendo café en una taza cuando escuché el rugido
de un trueno afuera. Me asuste y deje de moverme. Es muy
raro que llueva. Inconscientemente mire por la ventana
oscura. Todo lo que podía ver en ella era el reflejo de mi cara
pálida. La débil lluvia parecía mostrarse, pero no estaba clara.

Me lleve el café caliente a la boca y luego le sople. Cuando


llegué a casa del trabajo, me di cuenta de que me estaba
tomando un descanso. Después de salir de la mansión de
Keith, todos los días eran como una guerra, mis nervios
estaban de puntas desde el momento en que salía de mi casa
hasta que entraba. Sin embargo, afortunadamente no se
habían producido ataques, también era porque estaba
tomando el medicamento que me había dado Stewart,
aunque me sentía mucho más estable que antes.

Fue irónico encontrar estabilidad después de abandonar mis


sentimientos por Keith. Parece que las personas solo
aprendemos la lección después de experimentar una
decepción. Me reí amargamente. Si este era el caso, pronto
podría cortar completamente el medicamento. Tomé la taza
y caminé. En la mesa encontré mi teléfono celular, así que
verifico cuando será mi próxima cita.

Mañana debería dejar de llover.

Recordando un incendio forestal durante el día, vacío la


mitad de mi café, lavo la taza y la volteo. Quizás debido a la
lluvia el aire se siente frío. Es difícil sacar una manta gruesa.

✤✤✤✤✤✤
De repente me desperté debido a los violentos golpes que
provenían de la puerta. Estaba tan sorprendido que casi me
caí de la cama.

¿Quién es? Entré en pánico.

Cuando miré mi reloj ya era pasada la medianoche.

¿Quién demonios venía a esta hora?

El ruido violento continuo. Estaba nervioso y salí


apresuradamente de la habitación.

Al mismo tiempo que la idea de ser una molestia para


quienes me rodean surge, también lo hace el miedo. No había
nadie aquí para protegerme si entraba una persona no
identificada. Era la primera vez que lamentaba no haber
comprado un arma. Por otro lado, hay un pensamiento
racional de que cualquiera que llamará tan fuerte a la puerta
no era un criminal. Sin embargo, contrariamente a la razón,
las emociones aún despiertan mi ominosa imaginación.

—Quién, ¿quién...? —pregunté con voz temblorosa y revisé


cuidadosamente el exterior a través de la mirilla.

En el momento en el que vi el rostro familiar de la persona


allí parada, tragué mi aliento por la sorpresa.

—¿Keith? —exclamo sin darme cuenta.

Él se detuvo por un momento, pero luego volvió llamar a la


puerta. Volví a mis sentidos tarde y apresuradamente solté la
cerradura de la entrada. Mientras desbloqueo los tres
cerrojos y grilletes, él llama frenéticamente a la puerta.

Cuando finalmente la abrí casi me golpeó. Su mano,


intentando de golpear la puerta, vaciló en el aire. Keith quien
me miró, está empapado.
¿Por qué?

Tardíamente me di cuenta de que continuaba lloviendo


afuera. Pero eso era todo lo que pensaba. Me observó
aturdido. Sus labios temblaban débilmente, parecía tener
frío. Me apresuré a dejarlo entrar a la casa sin pensarlo un
momento. Afortunadamente, no había nadie en el pasillo.
Keith entró y cerré la puerta con prisa.

¿Por qué había venido aquí en este momento? Esto era tan
repentino.

—Sr. Pittman...

Me di la vuelta gritando su nombre.

No puse cerrojo a la puerta por si Whittaker lo seguía.

Keith volverá pronto, así que todo estará bien. Estaba


pensando eso cuando de repente Keith me miró y respiró
hondo.

Por un momento, su pálido rostro reveló una profunda


oscuridad a la luz de un rayo.

—¿...? De repente Keith agarró mi brazo y tiró de mí. Sin un


momento de sobra, me empujo directamente contra la pared.
Al mismo tiempo, la fuerte tormenta eléctrica seguida de
luces brillantes vibro en todas partes. El cuerpo empapado
de Keith se pegó al mío. Me sorprendí e intenté alejarlo.

Pero Keith se aferró a mí. Posteriormente trato de frotar sus


labios contra los míos para besarme, traté de evitarlo girando
la cabeza, sus fríos labios empapados por la lluvia se
deslizaron por mis mejillas y bajaron hacia mi cuello.

—Keith, ¿qué...? ¡Detente! ¡Basta! —grité a toda prisa.


Pero no había nadie para ayudarme. Estaba atrapado entre
la pared y Keith, así que simplemente revoloteo sin ningún
sentido.

—Por favor, ¿por qué estás haciendo esto? Te estoy diciendo


que pares. Para...

Me lamento...

No puedo entender por qué este hombre vino tan de repente.

¿No hemos terminado? ¿Keith no entendió eso?

Me ordenaste que cambiará tu compañera tantas veces. ¿Por


qué ahora?

Mis ojos se calientan. Como era de esperar, este hombre solo


piensa en mí como una pareja sexual.

De repente vienes a mí, quieres abrazarme y luego que tus


deseos estén satisfechos me abandonarás nuevamente. No te
importa para nada mi bienestar.

Incluso ahora, está derramando feromonas en mi casa.


Aunque le dije que no lo hiciera.

Lo supe desde que abrí la puerta principal. Estaba


derramando intensas feromonas por todo su cuerpo. Ya he
perdido mi fuerza para resistir. Incluso la determinación de
matarlo se desvanece. Cada vez que los besos continúan y los
labios se superponen, mi mente gradualmente se queda en
blanco.

Prometí que no volvería acostarme con este hombre.

Todavía me queda el último orgullo.Tengo que alejar a Keith.


Me las arreglo para salir de sus brazos y escapar a la
habitación, pero soy atrapado a unos pocos pasos. Tropiezo
y ruedo por el suelo, él también cae sujetándome en sus
brazos.

—¡Déjame ir, déjame ir!

Me revelo tan fuerte como puedo. Lo golpeo en el hombro y


arañó su cara. Pero Keith, despreocupado, toca mi cuerpo,
frota sus labios contra los míos y derrama más feromonas.

¿Por qué este aroma es tan dulce?

Mi mente se pone en blanco. Como lo experimenté antes, se


cuál será el resultado.

Perderé. La derrota ya decidida me hace llorar.

¿Hay algún punto en revelarse?

Trato de golpear a Keith, pero no tengo fuerzas para hacerlo


en absoluto, solo gruño torpemente. Keith me besa y mezcla
su lengua con la mía. Cada vez que la feromona incrementa
su intensidad y se vierte sobre mí, dificulta mi respiración.

Este hombre está loco.

Un destello atrae mi atención. Desde el momento en que


llamó por primera vez a la puerta, no, tal vez antes de eso,
este hombre ya había perdido la razón. Las feromonas
desbordantes, los ojos dorados, dicen la verdad. Recuerdo
tardíamente lo que dijo Whitaker. Su RUT está aquí.

Al final, me rindo. Esta es la realidad. No puedo vencer a esta


jodida feromona mientras sea Omega. Desdichado, bajo las
extremidades y lo dejo hacer lo que quiera.

Keith me quita el pijama y me acaricia el interior del muslo.


Mis ojos se humedecen, un sollozo se escapa y me doy cuenta
de que estoy llorando. Siento un escalofrío repentino en mis
mejillas. Cuando lentamente abro los ojos, Keith me está
mirando. Sus ojos dorados brillan intensamente.

—Yeonwoo —susurra mi nombre.

Me siento sofocado. Continúa acariciando mi mejilla y dice:

—... ¿Por qué lloras?

No puedo soportar más las lágrimas. Jadeo mientras me tapo


la boca con las manos. Keith besa el dorso de mi mano y
murmura:

—No llores.

Sollozo en voz alta.

¿Puedo amarte de nuevo? ¿Cómo puedo volver a enamorarme


cuando estoy tan angustiado?

—Uh, uh... Ah...

Lloro y abrazo su cuello. Keith entra en mí. La fuerte presión


detiene mi respiración, por primera vez en mucho tiempo
abro la boca e inhalo ante la sensación. Keith se mueve
lentamente y me besa. Con cada beso susurra mi nombre.

—Yeonwoo.

Llama mi nombre una y otra vez.

Tan dulce, tan triste. ¿Habrá otro día en que mi nombre


moleste tanto a mis oídos?

Me desespero chupando sus labios y enredando su lengua


con la mía. Toda mi vida estaré solo. No puedo amar a nadie
más. Incluso si me caso y tengo hijos... ¿Se volverá a llenar mi
alma? Justo como el día en que creí que este hombre me
amaba.
En este momento se despierta el odio mortal que siento hacia
este hombre, puedo sentir su carne en mi boca mientras un
increíble y dulce olor a flores fluye de mi boca. Él, que sigue
entrando en mí, se endurece, pero no me detengo y muerdo
su oreja violentamente. Chupo con avidez el rebosante dulce
sabor de sangre.

Suelto un gemido ante un dolor intenso.

—¡Ah...!

Me duele el estómago de repente. He tenido mucho sexo con


Keith, pero nunca antes había sentido este tipo de sensación.
El pene de Keith se hincha y me llena. Cada vez que entra y
sale, grito de dolor. El fondo está a punto de rasgarse. Es la
primera vez que su pene me lastima tanto. Lo abrazo con
todas mis fuerzas y mi interior se siente extraño. Tiemblo de
miedo y agonía, incapaz de respirar adecuadamente.

El dolor parece continuar sin cesar. Esto ya no es sexo, es solo


un acto de conquistar y saquear. Este hombre está tratando
de poseer todo lo que tengo. Lo tomara todo y no dejará ni el
cascarón. No seré nada. Estoy asustado. Cuando me doy
cuenta, instintivamente Keith gime con intensidad, golpea
con fuerza mis entrañas y eyacula. La cantidad de fluido que
entra es diferente a la de un usual RUT, pero el semen que
vierte es caliente como si quemara todo mi estómago, el cual
aprieta su miembro dificultando el movimiento, por tal
motivo no lo puede retirar. Keith gime constantemente
mientras sigue llenándome.

Ni siquiera puedo moverme hasta que todo su semen es


absorbido por mi interior. Respirando con dificultad, me
mira. Los ojos de Keith siguen siendo dorados, y las
feromonas fluyen sin cesar. Su pene se mantiene erecto en
interior. Keith sigue eyaculando una y otra vez sin salir de mí.
Curiosamente, ni fluidos corporales ni semen se
desperdician. Él derrama todo en mí interior.
Cuando la llovizna para, Keith apenas se detiene. El sol sale
tenuemente en la distancia. Acaricio la cara de Keith a la luz
del amanecer. Sus orejas rozaron la punta de mi dedo. La
marca se nota claramente en la oreja izquierda.

Susurro llorando.

—Mi Alfa.

Me inclino hacia Keith y superpongo mis labios sobre los


suyos mientras cierro los ojos. El beso es tan dulce. Repetidas
veces mezclo mi lengua, chupo sus labios y los uno
nuevamente con los míos.

Me besó de todo corazón, con tanto amor, una y otra vez. Pero,
yo sé, que este hombre me abandonará de nuevo. Sin
embargo, dejé una marca en él. Me da una satisfacción
maliciosa. En este momento, pienso que todo será mejor
ahora.

Keith es mío hasta que muera


Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 6

—Uh...

Lentamente abro los ojos y dejo salir un leve gemido. Logro


levantar mis pesados párpados, pero mi visión aún está
borrosa. Me quedo acostado por un rato y reflexiono sobre
mis memorias.

¿Keith?

Termino de despabilarme con un susto, y junto a un grito


caigo de nuevo en la cama. Tengo un terrible dolor en el
estómago. Me quedo sin aliento y espero a que el dolor
desaparezca. Después de tener sexo duro durante toda la
noche, hubo ocasiones en las que la parte inferior de mi
cuerpo dolía y no podía juntar mis piernas, aunque es la
primera vez que duele como si el interior del estómago
estuviera roto. Tardíamente, recuerdo lo que Keith me hizo
la noche anterior. Obviamente fue diferente del sexo que
habíamos tenido hasta ahora.

¿Qué está pasando?

Mientras desciendo lentamente de la cama y me siento en la


orilla, trago mi aliento. Es tan doloroso que es difícil respirar.
Al mismo tiempo, siento que quiero morir, colocó una mano
temblorosa sobre mi estómago y la mantengo ahí por un
largo tiempo.

Haa, haa.

Me las arreglo para moverme, y respiro con dificultad. La


casa está vacía como era de esperarse. No quedan rastros de
él, así que podría creer que el día anterior fue un sueño si no
hubiera sido por el dolor en mi cuerpo.
Miro fijamente a la puerta principal, que ni siquiera está
cerrada.

¿Cuál fue la prisa por irse?

Tarde en recordar lo que había hecho. Poco a poco, la


sensación de realidad viene a mí. Cuando me doy cuenta que
le hice una marca, dejo de respirar. Mis manos tiemblan. No
lo puedo creer.

¿Qué hice para...?

Mis rodillas tiemblan y casi me desplome. Me duele el


estómago otra vez porque me estoy tambaleando, pero
prefiero superarlo. Quiero olvidar completamente la
realidad con el dolor, pero es inútil. Las cosas ya han sucedido
y no pueden deshacerse. Tengo miedo incluso de atreverme
a imaginar lo que sucederá en el futuro.

Solo hay un pensamiento en mi cabeza.

Tengo que huir.

Keith no me dejará en paz si encuentra la marca.

Tenía que esconderme en alguna parte, pero ¿a dónde?

No puedo pensar en nada. Trato de levantarme a toda prisa,


aunque colapsó nuevamente y grito. Me las arreglo para
mover mi cuerpo y comenzar a empacar mis cosas.

Pasaporte, pasaporte. ¿Dónde está?

Cuando las lágrimas se acumulan por el dolor y el miedo,


suena el repentino ringtone de mi teléfono móvil.

Hugh...
Giro la cabeza tragando saliva. El tono de llamada continúa.
La voz de la cantante, que generalmente es relajada, suena
particularmente grotesca hoy. No puedo moverme, mi
cuerpo comienza a temblar. El ringtone se detiene después
de sonar durante mucho tiempo, pero no hay lugar para el
alivio, la música vuelve a sonar. Finalmente, me muevo
titubeando, buscando el teléfono móvil. El tono de llamada se
interrumpe un par de veces más y luego continúa
nuevamente antes de que pueda contestar.

—Hola.

Cuando logro abrir la boca con voz entrecortada, del otro


lado me llega una voz de alivio.

—¿Yeonwoo? ¿Qué pasó? Estaba preocupado por qué no


cogías el teléfono.

—Charles.

Sé quién es, pero eso no significa que mi ansiedad disminuya.


Respondo con cuidado:

—Me acosté tarde... Debo haberme quedado dormido. ¿Qué


está pasando? ¿Qué hora es en este momento...?

—Oh, está bien. Puedes llegar tarde al trabajo hoy.

Charles alivia mis preocupaciones, sin embargo, lo siguiente


que dice es inesperado:

—De hecho, hubo un accidente anoche. Como Yeonwoo sabe,


se suponía que el Sr. Pittman debía ir a una fiesta, pero su
auto se descompuso repentinamente en el camino. Todos se
bajaron para arreglarlo, y el Sr. Pittman decidió mudarse a
otro automóvil, pero la cantidad de personas ha disminuido
recientemente... La seguridad se vio comprometida. El Sr.
Pittman desapareció de repente y todos lo estaban buscando.
Pero esta mañana lo encontré acostado hecho un desastre
cerca de la mansión, empapado por la lluvia de anoche.
¿Dónde y qué ha estado haciendo toda la noche...?

Charles suspira, pero pienso en otra cosa mientras lo


escucho.

¿Entonces Keith vino caminando a mi casa ayer? ¿E intentó


regresar caminando a la mansión?

Su comportamiento extraño el día anterior puede que tenga


algo que ver con su repentina visita y el sexo, así que
pregunto cuidadosamente:

—¿Se desmayó?

—Sí —continúa Charles—. Primero lo traje y lo lavé, y ahora


está durmiendo. No ha podido sacar las feromonas
recientemente, es probable que se acumularan y de repente
apareció su RUT... Aún no era momento para que le llegará...
De todos modos, me temo que estará inconsciente durante
aproximadamente uno o dos días.

Sin querer contengo el aliento. Charles entiende mal mi


respuesta silenciosa.

—Sé lo que Yeonwoo está pensando. También estoy


preocupado por eso... Se despertó dos veces y abrió los ojos,
pero estaba completamente loco. No importa lo que digas, no
entiende y vuelve a dormir.

Charles hace una pausa. Inconscientemente me pongo


nervioso por el extraño silencio. Entonces vuelve a abrir la
boca:

—Parece que tiene un trastorno de memoria.

—...
—Estoy seguro de que lo sabremos cuando se despierte por
completo, pero no tiene ningún recuerdo de las horas en que
se perdió. El médico dijo que aún hay muy pocas
posibilidades de recordar después de que despierte.

Todavía no digo nada. Charles concluye:

—Estaba preocupado por su repentina desaparición, pero


me alegra que haya vuelto sin problemas. De todos modos, te
llamo para comunicártelo.

—... Sí.

Me froto con fuerza la garganta y hago un sonido.

—Está bien, tendré cuidado.

Intercambio algunas palabras más y termino la llamada.

Whoo

Un profundo suspiro rompe el silencio. Me siento en un


rincón tranquilo de la habitación y parpadeo sin
comprender.

¿No te acuerdas?

Mis dedos hormiguean con nerviosismo.

Si es así, no tengo que huir a toda prisa.

También es una posibilidad organizar los alrededores y


observar la situación con calma.

“Es bueno que haya regresado sin problemas”.

Las palabras de Charles pasan por mi mente.

No importa, pienso con malicia. No han encontrado ninguna


señal todavía. A nadie se le ocurriría mirar cerca de sus oídos.
Siento que me han dado un período de gracia hasta que Keith
despierte. Pero tengo que estar preparado para cualquier
emergencia. Cuando Charles descubra la situación estaré
listo para ocultar mis huellas en cualquier momento. Me
tambaleo por la casa y hago un gemido. Tengo que resolverlo.
Mientras busco mi tableta, dejo de caminar varias veces y me
siento.

Al final, no pude hacer nada ese día y me enfermé.

✤✤✤✤✤✤

He venido a trabajar a la hora habitual. Hago mi propio café


molido y vierto agua. Respiro hondo el aroma profundo
mientras le doy un sorbo. Cuando miro el reloj en la pared, el
momento se acerca gradualmente. Keith aparecerá hoy a la
misma hora de siempre. Regreso a mi escritorio con la taza
de café y me siento en mi silla.

Ugh

Me tiemblan las manos y terminó derramando un poco del


café en el suelo. Afortunadamente, la ropa no se ensucia.
Limpio la mancha de la alfombra con un pañuelo y me inclinó,
de repente surge un escalofrío en mi cintura.

¡Pom!

Cuando la puerta se abre con un fuerte estruendo, casi grito


por el asombro. Finjo ser lo más indiferente posible y miro en
la dirección del sonido. Quién abre la puerta es la persona con
la que tuve sexo ardiente hace solo dos días. Me levanto de
mi asiento y me inclino cortésmente, como siempre. A pesar
de mi intento de actuar normal descuidadamente trago en
seco.

—Sr. Pittman. ¿Hay algún problema?


Incluso si no respondiera ya sé la respuesta. Siento como mi
corazón late frenéticamente e intento fingir calma y
controlar mi expresión. Keith, que me mira, tuerce la boca y
se ríe brevemente.

—Ah... Por supuesto, hay un gran problema.

Sostiene una de sus orejas y la aprieta.

—Una perra me marcó.

Sin darme cuenta, casi me caigo gritando: Lo siento. Pero en


la realidad solo suelto un pequeño suspiro. Keith me dirige
una mirada desagradable, como si no le gustara mi reacción.

—¿Qué? ¿Eso es todo?

No pasa mucho tiempo antes de que comience a gritar. Es su


reacción natural.

¿Quién se atrevió a dejar una marca en un hombre tan


arrogante sin permiso? Tan orgulloso.

—¿No recuerda quién le hizo la marca?

Keith, que golpea la pared con fuerza mientras intento hablar


con voz tranquila, me mira con una cara aterradora.

Bueno, si él supiera eso, no estaría aquí ahora. Tengo miedo,


pero también siento un poco de alivio.

Qué vergonzoso sería si este hombre supiera que fui yo.

De repente me las arreglo para contener mi risa nerviosa. La


marca que dejé tan claramente, permanece en su oído. Un
rastro de posesión que nunca se perderá en la vida. Eso
nunca desaparecerá hasta que muera.
Además, Keith nunca tendrá hijos de nadie más que no sea yo.
Ni siquiera podrá percibir el aroma de otro Omega, excepto el
mío.

Bajo la mirada para ocultar la maliciosa satisfacción.

¿Quién fue capaz de marcar tan audazmente el cuerpo de Keith


Knight y desaparecer?

Él nunca lo sabrá.

Después de derramar un huracán de ira contra mí, Keith


suspira y abre la boca:

—Llama a Whitaker.

Me sorprendí al escuchar el nombre del líder del equipo del


guardaespaldas personal de Keith.

—... ¿Está tratando de encontrarlo?

—No. —dice, luego agrega antes de que me sienta aliviado—


. Lo voy a matar.

Su dulce sonrisa asesina, mientras barre su cabello hacia


atrás me parece una sentencia de muerte. Pero al mismo
tiempo, nunca olvidaré la cruel alegría que surge en mi
interior.
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 7 | Parte 1

Woo-Wook

Las náuseas volvieron aparecer. Distorsiono mi cara y logro


tragar el ácido gástrico que vino a mi garganta. Hace casi un
mes que no me siento bien. Ni siquiera puedo comer bien
porque mi estómago sigue volteándose. Me las arreglo para
aguantar agua o bebidas, pero a veces me da asco y termino
vomitando.

—¿Qué puedo hacer, por qué tu cuerpo está enfermo? —


preguntó Emma con ansiedad.

Solo atino a sonreír débilmente. Incluso hablar es difícil.

Quizás mi cuerpo fue dañado por la constante tensión de los


últimos días. Cuando estoy en el trabajo todo el día, no puedo
evitar estar nervioso por cada movimiento de Keith. Y, por
supuesto, me agoto. Él ha estado buscando al criminal desde
ese día, pero no importa cuánto lo intente, no encuentra
nada. La trayectoria que Keith tomó ese día estaba en el
limbo, y es aún más difícil encontrar rastros debido a la lluvia
que cayó.

Todo lo que puedo decir es que hubo una serie de malas


noticias sobre aquel día en que la lluvia cayó; y porque su
RUT llegó y perdió la memoria. Por supuesto que esto último
fue una bendición para mí. Keith ya no buscó compañeras
después de que grabe la marca. Le habían dicho que solo por
tenerla sus feromonas podrían estar más estables.

Las personas solían decir cosas románticas sobre la marca


como: "Ya no tienes que deambular entre personas
inespecíficas en busca de tu propio compañero". Creo que es
una mierda ahora, pero es cierto que las feromonas son
estables de todos modos, y Keith no parece acumular
feromonas a pesar de que no ha tenido una relación sexual
con nadie durante más de un mes.

Whitaker se regocijaba diciendo que el auto ya no se


descomponía y que ya no es afectado por el aroma. Ahora yo
soy el único que puede tomar la feromona de Keith.

No podrá seducir a nadie con esa jodida feromona. Todo él se


convirtió completamente en mío.

Fue bueno para todos que a Keith le quedará una marca a


excepción de las partes involucradas.

—¿Tiene sentido que aún no lo hayas encontrado?

Keith gritó enojado, como siempre.

Doy una respuesta definitiva.

—La lluvia borró todo rastro y Charles se llevó al Sr. Pittman


que estaba inconsciente ese día, lo lavó y descartó toda la
ropa sucia y mojada.

Cuando Keith despertó de un sueño profundo, no quedaba


rastro en su cuerpo. Lo cual lo puso aún más enojado. Aparte
del hecho de la marca, Keith parece más enojado que nunca.
El problema, en definitiva, soy yo que permanezco en silencio
esperando a que terminé con su rabieta, y de repente siento
como mis ojos se oscurecen.

—... ¿Qué pasa?

Fue Keith quien lo notó por primera vez. En un momento, mi


rodilla estaba casi doblada y rápidamente me apoye sobre el
escritorio, él levantó una mano para intentar sostenerme.

—Está bien, no me toques.


Por un momento Keith hace una pausa. De pie a cierta
distancia, me mira. Me paro apoyándome en el escritorio y
espero a que el mareo desaparezca.

Whoo-hoo

Apenas suspiro y Keith, que ha estado observando hasta


entonces, abre la boca:

—¿Por qué no vas al hospital?

—Estoy bien solo es cansancio.

Después de rechazarlo, retomo el tema. Keith ya no dice


nada, solo me mira. La mirada es pesada, así que a propósito
digo:

—Si no hay nada más que decir me retiro.

Entonces me doy la vuelta para retirarme. Él me detiene y


dice:

—Detén el trabajo y vete a casa.

—¿Ah?

Dirijo mi mirada hacia él ante el comentario inesperado.


Keith se frota el pelo irritado.

—Ve, ve a casa y descansa. Porque no quiero verte tropezar


débilmente.

—Estoy bien...

—No estás bien. ¡Escúchame, maldita sea!

Keith golpea de repente el escritorio y escupe fuertes


maldiciones. Abro los ojos con asombro. Keith me fulmina
con la mirada así que no tengo más remedio que responder
que sí. Me apresuro a salir de la oficina, es entonces que él
escupe una advertencia a mis espaldas.

—Me aseguraré de que estés fuera del trabajo en diez


minutos. Prepárate, si te veo entonces...

Miro hacia atrás con asombro, él no está sonriendo en


absoluto por lo que no tengo más remedio que asentir otra
vez.

Deje la compañía tan pronto como me echaron, aunque aún


es demasiado temprano. Pienso en la posibilidad de caminar
por el parque, pero no me siento bien y no quiero ir allí. Me
siento en el auto y pierdo el tiempo. De repente, me doy
cuenta de que hoy es el día que tengo que hablar con
Steward. Hay una sala común en el hospital, así que incluso si
voy un poco temprano podría esperar ahí, incluso tiene un
baño, por lo que es un buen lugar para tomarse un descanso
o beber una taza de café.

Arranqué el auto sin dudarlo.

✤✤✤✤✤✤

—Yeonwoo, bienvenido. Llegaste muy temprano.

Sonrió brevemente.

—Sí, terminé un poco temprano así que vine primero. No


puedes acelerar la cita, ¿cierto?

Cuando se lo pregunto pone una cara de preocupación.

—Hay alguien más esperando en este momento. Será posible


después de su consulta. Creo que tomará unas dos horas.
¿Está bien?

Aun así, es más rápido que la reservación. Asiento con la


cabeza.
—Mientras tanto, estaré esperando en el salón.

—Sí, entonces te acompaño.

La recepcionista se levanta rápidamente y me guía hacia la


sala. Ya había venido varias veces, no era necesario que me
guiara, pero aun así acepte.

—Gracias.

Después de agradecer y entrar, un olor familiar llegó a mi


nariz. Fue solo después de un momento que me percaté de
dónde venía aquel aroma. El hombre que ocupaba el salón
miró hacia atrás mientras ponía una bolsita de té en una taza.
Me sonrió familiarmente.

—Oye, ¿qué haces aquí a esta hora? No sabía que Yeonwoo


haría algo tan grandioso para dejar el lugar de trabajo.

—Sr. Miller.

Saludo a Grayson con una cara rígida. Tan pronto como la


puerta se cierra a mis espaldas, siento que me ahogo. Sin
saberlo, el sudor frío invade mis manos y las froto contra mi
pantalón. Quería respirar profundamente, pero estaba sin
aliento. Saludo a Grayson con una cara endurecida. Cuando
Grayson observa mi reacción inesperadamente esconde sus
feromonas.

Lo miro aliviado y me pregunto porque reduce el aroma.

—No te he visto en mucho tiempo, y estaré muy triste si


vuelves a huir de mí. No tengas tanto miedo.

Se lleva la mano al pecho y sacude la cabeza exageradamente.

—Gracias —digo de manera cortante.


Grayson señala un sofá mientras se apoya contra la barra de
bebidas.

—¿Por qué no te sientas? No me moveré de aquí, así que no


te preocupes. —Él sonríe y me dice aun dudando—. No hay
razón para que yo te haga algo aquí, no soy tan malo.

Siento mi cara arder de vergüenza en este momento.

—... Lo siento.

—Está bien —dice Grayson, quien acepta mis disculpas


como si fuera generoso, esperó a que me sentara y luego
abrió la boca—: ¿Quieres té o café?

—Yo lo haré.

Estaba tratando de levantarme cuando de repente me sentí


mareado al punto de colapsar.

Grayson preguntó sorprendido:

—¿Estás bien?

—Oh, sí... Estoy un poco cansado en estos días —murmuro


vagamente y cierro los ojos, luego escucho un repentino
sonido de pasos acercándose, abro los ojos reflexivamente,
Grayson había traído la taza hacia mi mesa.

—... Gracias.

Justo a tiempo, quería beber un poco de agua, así que


agradezco sinceramente. He estado pensando que Grayson
es ingenioso durante mucho tiempo, pero en este momento,
me sorprende que él mirara dentro de mí. Además, los ojos
morados que me miran son particularmente amables. Otras
veces habría sospechado, pero mi cuerpo debilitado me lo
impide. Este hombre era conocido por su promiscuidad,
especialmente entre los Alfas de alto rango. Si miras de esa
forma, ¿alguien podría negarse? Cuando sin querer me siento
en confianza, Grayson abre la boca de una manera
increíblemente cariñosa.

—Escuché que un tipo ha marcado a Keith.

—...

De momento no respondo, pero luego abro la boca:

—Sr. Miller, ¿trabaja para el FBI o la CIA?

—¿Huh? ¿Qué quieres decir? —pregunta seriamente, parecía


no tener idea.

—Creo que serias muy bueno para interrogar a alguien sin


tortura.

—Jajajajaja.

Grayson se echa a reír.

Él siempre sonríe, pero es raro verlo romperse así en risa.


Abrió la boca después de dejar de reírse de mí con un aspecto
extraño.

—Siempre me han molestado por conseguir un trabajo y


debería pensarlo. Gracias, Yeonwoo. Por el consejo de vida.

—Ni lo menciones —concluyo sin rodeos.

Casi me confieso sin darme cuenta.

Debo tener cuidado de no decir nada que no deba decir, pero


Grayson se acerca y se sienta en el sofá, aunque un poco
alejado para no incomodarme. Saca la bolsita de té y la pone
en un plato pequeño sobre la mesa y habla:

—Entonces ¿todavía no has atrapado al criminal?


—Sí, todavía no.

Evito mirarlo intentado disimular que estoy bebiendo agua.


Grayson inclina la cabeza y sonríe.

—Estás en problemas, Keith también.

—...

—Yeonwoo, ¿estás bien?

Dirijo mi mirada hacia él quien me está mirando con una cara


inusualmente seria. Afortunadamente, estaba preparado
para poder reaccionar como siempre.

—¿Qué quieres decir?

—Te gusta Keith.

Por un instante busco que decir ante el repentino golpe de


sus palabras, pero no tengo forma de contradecirlo. Grayson
toma mi silencio como respuesta.

—Los Omegas son tan crueles. ¿No es injusto monopolizar a


tu compañero para siempre con una marca?

Parpadeo ante el repentino comentario. Grayson deja su taza


de té sin beber y se recuesta profundamente en el sofá.

—El Alfa puede dejar una marca en innumerables


compañeros, pero eso no significa nada. Incluso un Omega
con mi marca puede oler a otro Alfa. Además, hay muchos
casos en que la marca desaparece por sí misma u otro Alfa se
superpone a la marca para eliminar la anterior. Una vez vi a
un Omega con cinco marcas a la vez. Cinco alfas
compartiendo un Omega. ¿Tiene sentido? ¿Puedo llamar a
ese Omega, mi Omega?
Grayson distorsiona la frente y continúa hablando con una
cara inusualmente sonriente.

—Pero el Omega solo puede ser dueño de una persona, por


el resto de su vida. Porque la marca nunca desaparece hasta
que muere. —Suspira—: Injusto.

Las palabras de Grayson, por un lado, fueron comprensivas.


En resumen, la marca dejada por un Alfa no significa nada. Los
Omegas son libres al máximo, incluso marcados. El Alfa, en
cambio, es el único que se condena debido a la marca. Sin
embargo, el costo para el Omega es grave.

—...Y muchos Omega mueren por eso —añado un


comentario ante la injusta realidad.

En el año, usualmente docenas de Omegas y Alfas tomaron la


decisión de marcarse mutuamente en señal de su amor, pero
el corazón del Alfa suele cambiar así que deciden asesinar a
su Omega para poder liberarse de la marca.

Los Omegas solo pueden dejar una marca una vez en la vida y
a riesgo de morir asesinados.

Solo poseen un compañero para el resto de su vida.

Grayson me observa con una mirada curiosa y añade:

—Keith está buscando por todos lados al Omega para


matarlo. ¿Podrá encontrarlo?

—Yo no lo sé —respondo con calma esta vez.

Grayson sonríe.

—Ahora Keith solo podrá oler la feromona del Omega que lo


marco por lo que, si el criminal está cerca, lo sabremos tarde
o temprano. —Me dirige una mirada significativamente y
entrecierra los ojos—. Habrá límites para ocultar las
feromonas con inhibidores.

En lugar de responder le pregunto:

—¿Qué harías si tu Omega fuera marcado por otro Alfa?

—¿Por qué?

—Solo curiosidad.

Grayson se acaricia la barbilla.

—Si mi Omega queda bajo la marca de otro. —Grayson, que


finge preocuparse por un momento, pronto sonríe—: Debo
matarlo, por supuesto.

—¿A ambos?

Grayson abre los ojos, parece sorprendido por mi pregunta.

—Mataría solo al bastardo que se atrevió a marcar a mi


Omega. No puedo matar a mi Omega. —Y pronto murmura
con una mirada seria—: No puedo matarlo... ¿Qué haré?

Grayson, que parece estar preocupado por un minuto,


inesperadamente sonríe.

—No lo he pensado.

Cuando me dispongo a hablar, un sonido agudo me


interrumpe y la puerta se abre de golpe. Un empleado
familiar aparece a la vista.

—Sr. Miller, es hora.

—Oh, ya. —No siente lástima en absoluto de que nuestra


conversación fuera interrumpida—. Fue un placer verte,
Yeonwoo. Espero que estés bien.
Cuando estaba a punto de levantarse e irse, se detiene y me
mira.

—Le dije a Keith que el Omega que lo marcó podría estar más
cerca de lo que se imagina. ¿Sabes lo que me dijo?

Grayson susurra y espera mi reacción. Parece que ya lo


descubrió todo o tan solo está intentando descubrirlo. Sin
opción respondo:

—¿Qué dijo?

—Dijo en el acto sin dudarlo, realmente impensable. —


Grayson habla poniendo énfasis a sus palabras—: Dijo,
Yeonwoo nunca haría eso.

Se ríe en voz alta y no dice nada por un momento.

—Estaba tan seguro que me sorprendió. La confianza en


Yeonwoo parece enorme.

—...Nunca me atrevería a hacer eso.

Grayson dice:

—¿En serio? —Luego se acaricia la barbilla como si estuviera


preocupado por un momento, acto seguido se encoge de
hombros—. Hasta luego Yeonwoo.

Se ríe brevemente y pronto se retira de la sala de descanso.


Me quedo solo.

Cierro los ojos y me recuesto en el sofá, siento que mis


nervios, que habían estado al límite, se calman. Al mismo
tiempo, los mareos y los dolores de cabeza aparecen de
inmediato. Grayson se deshizo de las feromonas y hablamos
solos en un espacio cerrado sin tener algún tipo de ataque de
pánico.
¿Finalmente estoy libre de todo miedo?

Lejos de la alegría, me siento aturdido.

Tal vez eso es lo que quiero. De repente pienso... Si tuviera otro


ataque de pánico, Keith volvería a ser amable conmigo.

Estoy tan desesperado. No puedo creer que todavía tengo


sentimientos tan persistentes. Grayson tiene razón. No
puedo ocultarlo para siempre. Algún día Keith lo sabrá. Que
fui yo quien dejó la marca. Cuando llegue el momento, ¿me
sentiré renovado o me sentiré abatido?

✤✤✤✤✤✤

—...Woo, Yeonwoo.

El suave movimiento en mis hombros provoca que abra mis


ojos. Me había quedado dormido sin darme cuenta.

La empleada me ofrece una sonrisa amarga.

—Debiste estar muy cansado. Estabas durmiendo como un


tronco.

Tartamudeo avergonzado:

—Ah... Sí, estos días he estado un poco... No me siento bien.

—Te ves mal. Será mejor que cuides tu salud.

Ella me lleva a la oficina de Stewart después que termina de


hablar.

Stewart me saluda tan alegremente como siempre.

—¿En serio? ¿Estuviste solo con Grayson Miller durante más


de 10 minutos en un espacio cerrado y no se produjeron
ataques? —repite lo que le había dicho y parece sorprendido.
—Él redujo las feromonas, pero... —Steward sacude la
cabeza y me interrumpe. —No, eso es suficiente. Ahora
vamos a dejar la medicina. Mientras tanto, has tenido otros
problemas...

De repente su voz se vuelve distante. Frunzo el ceño


inconscientemente. Era extraño que mi vista se volviera
borrosa. Debo estar realmente enfermo.

¿Debería hacerme un chequeo médico...?

—... ¡Oh! ¡Yeonwoo!

De repente, mi mente regresa mientras parpadeo. Steward se


ve sorprendido. Me dice preocupado:

—¿Estás bien? Me asustaste mucho, casi te caes


repentinamente. Espera, no te levantes. Lentamente, sí...

Con su ayuda, me recuesto en el sofá. Permanezco algo


inconsciente por los mareos, pronto Steward me dice
preocupado:

—Tienes la presión arterial baja y una tez pálida. ¿Has


comido bien recientemente? Te ves más delgado que la
última vez que te vi.

El sonido de su voz resuena en mis oídos y parte de mi frente


se distorsiona por sí misma. Él, que notó mi condición,
permanece en silencio.

Después de un breve momento, abro la boca con dificultad:

—Solo me siento...un poco mal.

Mis palabras se van desvaneciendo a medida que hablo hasta


que finalmente me quedo en silencio.
Siento náuseas nuevamente. Pero no había comido nada, no
hay nada que pueda expulsar en esta condición. Solo siento
como el jugo gástrico amargo se asoma por mi garganta.

—Últimamente el Sr. Pittman ha estado ocasionando mucho


alboroto. ¿Tal vez es por eso que has tenido más trabajo?

—Si... —dije mis palabras torpemente.

Steward continuó, como si pensara que era porque estaba en


malas condiciones.

—No te esfuerces demasiado, el Sr. Whitaker se encargará de


eso. —Me mira por un momento y agrega con
preocupación—: Es cierto que el Sr. Pittman es muy exigente,
pero hay algunas cosas en las que Yeonwoo trabaja
demasiado duro. No tienes que hacer todo por ti mismo...

Eso es algo que me he estado diciendo a mí mismo desde


siempre. No tengo que ser yo. Alguien más se ocupará. No
pensemos que es imposible sin mí. Eso es obvio.

—... ¿Yeonwoo?

De repente mis ojos se oscurecen. Steward saca un pañuelo y


me lo entrega.

Yo le agradezco esbozando una breve sonrisa.

—Creo que solo estoy un poco cansado.

Él se rio amargamente.

—No exageres, Yeonwoo. El criminal caerá pronto sin


importar lo que intente.

—...Supongo que sí.


Y antes de eso, tendré que irme de aquí. Antes de que Keith
se dé cuenta, no, cuando nadie pueda imaginarlo. No puedo
permitirme esperar, debo organizarme para huir. Lo
importante es cuándo.En qué momento debo desaparecer sin
levantar sospechas.

Solo sé que cuando llegue ese día, me iré para siempre. A donde
Keith nunca me encontrará.
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 7 | Parte 2

Escucho un fuerte estruendo, Keith está arrojando algo, de


nuevo. Es obvio que no puede controlar su temperamento
por tal motivo actúa de esa manera. Internamente siento que
se lo merece. Su vida parece haber sido encadenada por
alguien que no conoce, no ha podido encontrar ningún rastro
del criminal, y mucho menos su identidad. Después de un
tiempo Whittaker salió de la oficina con una cara
completamente preocupada.

—Puede que en cualquier momento pierda mi trabajo.

Whittaker suelta un suspiro.

En silencio ordeno los documentos para luego entrar en la


oficina, cuando estoy adentro lo primero que llama mi
atención es el desastre alrededor, todo está desordenado
como si un huracán hubiese pasado. Incluso la pesada silla de
cuero, en la que siempre se sienta, se encuentra al revés. No
parece demasiado difícil dado que Keith tiene unos músculos
firmes en todo el cuerpo. Me acuerdo cuando me cargó y
subió las escaleras de la mansión, nunca suspiró de cansancio
en absoluto. La única vez que lo escuchaba respirar con
dificultad era cuando teníamos sexo. Ahora que lo pienso no
sé porque ese día Keith no usó la fuerza, era más fácil
someterme usando la fuerza que usando feromonas. ¿Por qué
uso feromonas en mí?Quizás porque resultó más fácil que
usar la fuerza o tal vez porque pensó que era divertido
controlar a un Omega con las feromonas.

De cualquier manera, los resultados hubieran sido los


mismos. Doy una mirada rápida a la silla de cuero que se
encuentra boca abajo en el suelo y luego dirijo mi mirada
hacia Keith quien tiene un cigarrillo en la boca mientras
barre su cabello con una mano. Espero en silencio hasta que
enciende el cigarrillo y de una bocanada.
—Si va a reemplazar al equipo de seguridad, avíseme con
anticipación. No es fácil establecer un equipo de seguridad
con Gammas.

—Lo sé. No lo voy a reemplazar.

Keith aprieta los dientes.

Entonces es poco probable que Whittaker pierda su trabajo.


No me arrepiento de lo que he hecho. Me acerco para
entregar los documentos.

—Se trata de una fiesta el fin de semana. Verifique la parte


marcada y si tiene algo que agregar, hágamelo saber hoy.
¿Qué pasa con su pareja? ¿Debo ordenar la lista?

Keith me mira con los ojos entrecerrados y la llama en la


punta del cigarrillo se enciende mientras él lentamente le da
una calada.

Después de escupir el humo habla:

—Trae la lista.

—De acuerdo.

Me despido e intentó dar la vuelta, pero de repente Keith me


detiene.

—Quédate ahí.

Abre la boca con una mueca y me veo obligado a obedecer su


orden.

—Sí.

Me detengo y espero.
Dudo antes de detenerme, pero parece que Keith habla en
serio. Luego de un momento camina hacia donde estoy, a
medida que se acercaba con cada paso, mi corazón
comenzaba a sacudirse por la inquietud. Keith me mira con
los ojos entrecerrados y se detiene a un par de pasos antes de
llegar a mí.

Keith, que no ha dicho ni una sola palabra hasta entonces,


extiende la mano. Tan pronto como sus largos dedos tocan
mi mejilla, me asusto y mis nervios comienzan a ponerse en
alerta. Se quedó así por un instante. Mi respiración se volvió
cada vez más pesada, pero no era mi cara lo que estaba
mirando. Está mirando mis orejas.

Keith inclina la cabeza de repente Y sin tiempo a escapar


entierra su nariz en mi cuello, por un momento contengo la
respiración por la sorpresa. Mi corazón late como loco.
Permanezco quieto, incapaz de respirar. Keith inhala
fuertemente en mi oído y exhala lentamente, el aliento
caliente me hace cosquillas. Después de un rato, vuelve a
comprobar si hay olor. Poco a poco repite lo mismo hasta
bajar a mi cuello...continúa por mi clavícula y regresa hacia el
lóbulo de mi oreja. Mientras que yo solo atino a quedarme
allí, inmóvil.

—Ah...

Keith suspira en poco tiempo. Cuando levanta la cabeza,


parece extrañamente decepcionado.

Mientras que yo me encuentro internamente aliviado.

—¿Por qué hizo eso? —pregunto audazmente.

Keith me mira por un momento y abre la boca:

—No —dijo en voz baja—. No importa.


Keith vuelve a quedarse sin palabras y frunce el ceño.

—Inhibidores... ¿Sigues tomando inhibidores?

Por un momento trago en seco sin darme cuenta.

¿Qué? ¿Hice algo para que sospecharas? ¿Qué expresión estoy


haciendo ahora?

En solo unos segundos me lleno de pensamientos. Pero la


expresión de Keith no me permite adivinar sus
pensamientos. Finjo ser lo más indiferente posible y
respondo con un tono tranquilo:

—No, de todos modos no podría olerme, así que no tengo que


tomar medicamentos.

Las arrugas en la frente de Keith se profundizan.

¿Sabrá que estoy mintiendo? ¿O está sospechando de mí?

Espero en suspenso sus siguientes palabras. Nos miramos el


uno al otro sin decir nada. Compartimos una mirada
persistente como si buscáramos algo, pero nadie abre la
boca. No puedo hablar primero porque mi corazón está a
punto de estallar. Permanezco inmóvil, soportando la
sofocante tensión.

—...Sal de aquí.

Cuando Keith finalmente habla, hago una reverencia y me


retiro. Llegar a mi escritorio me resulta difícil porque no
puedo respirar correctamente. Cuando finalmente me siento
en mi silla, respiro profundo y me quedo pensando por un
tiempo. De repente los mareos comienzan a surgir
nuevamente.

¿Será por el inhibidor?


Quizás esto se deba a los efectos secundarios que puede
causar el abuso continuo de inhibidores, pero si no consumo
inhibidores podrían atraparme en cualquier momento. Y
Keith puede no creer mis mentiras.

¿Y si duda de mí?

Un sudor frío comienza a invadir mi cuerpo. Necesito


encontrar una manera de dejar de oler naturalmente.

✤✤✤✤✤✤

—Sí, puedes dejar las flores allí. Oh, un poco a la derecha. Sí,
está bien.

Voy de ida y vuelta entre la bulliciosa multitud y doy


instrucciones. Tiene que estar todo listo antes de que lleguen
los invitados. Discuto esto y aquello con el organizador de la
fiesta y preparamos todo para no cometer errores. No
importa cuántas veces lo revise, siempre ocurre una
situación inesperada. Esta vez estoy preocupado por lo que
sucederá y reviso todo meticulosamente.

La fiesta es para la promoción de la película que pronto


comenzará a grabarse. Tales eventos ya se han celebrado
varias veces, pero la razón por la cual este evento es tan
especial es porque Chase Miller asistirá, es un actor muy
famoso y además un Alfa dominante. No solo debo de
organizar con éxito la fiesta, también debo prestar especial
atención a Chase Miller y que reciba un trato adecuado.

Chase Miller, quien poco tiempo atrás cambió de papel


debido a la decisión de Keith e inmediatamente después del
ataque terrorista que sufrió Keith aceptó el cambio y
suscribió el contrato. Me sorprendió su repentina actitud,
como si hubiera esperado que sucediera el ataque para
aceptar las nuevas condiciones, pero quizás es tan
malhumorado como mencionó Keith. De todos modos,
estaba claro que era una persona difícil.

Además de los funcionarios y directores de cine, también


había muchas celebridades invitadas. Por lo tanto,
contrataron guardaespaldas adicionales y ordenaron más
comida y alcohol. Keith y su compañera de fiesta ya habían
hecho un trato. La acompañante seleccionada de la lista es un
modelo que recientemente se ha convertido en el centro de
atención, y es Beta, al igual que la mayoría de las compañeras
anteriores de Keith. Su rostro está últimamente por todas
partes, debo admitir que tiene un rostro bonito, y
probablemente su presencia destaque entre la multitud
durante la fiesta. Me pregunto si él también estará tan
deslumbrante.

—Escuché que el Sr. Pittman tiene una marca, pero ¿todavía


necesita una compañera?

La noticia de la marca se extendió rápidamente por todo el


país. Keith insistió en bloquear las noticias y ocultar el
artículo tanto como fuera posible, pero ya se había
rumoreado y, sobre todo, no podía ocultar de su oído la
marca, estaba siempre expuesto a que lo notaran por sus
actividades públicas. Finalmente, la noticia se hizo de
dominio público y todos comentaban:

¿Quién será el audaz Omega que dejó una marca en ese


arrogante Alfa dominante?

Por supuesto, nadie podría haber imaginado que sería yo.


Incluso Whitaker cada vez que lo ve dice: “Es muy difícil de
creer”.

Whittaker realmente no duda de mí. No podía decir si


debería estar feliz o decepcionado con la realidad, nadie
esperaría que Keith caminara por la calle y viniera a mí,
tuviera relaciones sexuales y volviera. Incluso a veces me
pregunto si ese día fue un sueño.

¿Por qué tuvo que venir hacía mi cuando estaba inconsciente?

Es más convincente que pensaran que Keith había caído


inconsciente cuando llegó su RUT y estuvo con un mal Omega
que grabó una marca y escapó. A veces hasta pienso si quizás
lo que sucedió fue real, pero la marca que se encontraba
grabada en el oído de Keith me recuerda que es una realidad.
Un dulce aroma a flores se extiende por mi boca.

Pensar que este hombre arrogante es mío me hace sentir un


placer y un vacío agridulce al mismo tiempo.

Este es mi secreto que nadie en el mundo sabe. De repente,


escucho el tono de llamada de mi teléfono celular. Reviso el
número con urgencia.

—Sí, Sr. Whitaker.

—Los autos están llegando así que creo que tendremos que
prepararnos —dice Whitaker al otro lado de la línea.

—Ok, gracias.

Cuelgo y miro alrededor del salón.

Fuera de la mansión, el bullicio de la gente incrementa.


Periodistas y personas comunes se reunieron para la
cobertura. Keith debe llegar pronto con su compañera para
asistir a la fiesta de hoy. Voy a la cocina y le informo a Charles.

—Revisaré a los invitados a la fiesta. Por favor, avísame


cualquier cosa.

—Sí, no te preocupes. —Para Charles, esta fiesta no es nada


especial. Sonríe como si fuera una máquina y dice de repente
mientras intento darme vuelta para retirarme—: Yeonwoo,
¿pasa algo malo? Estás más delgado que la última vez que te
vi.

—¿Qué?

Le pregunto y él continúa:

—No te excedas, puedes irte cuando hayas terminado con tu


trabajo. Yo me encargaré del resto... ¡Jesús! ¿No comes en
absoluto? No tienes color en el rostro.

Si Charles dice algo así es porque mi apariencia realmente


está muy debilitada, hasta ahora no me había preocupado.
Siento mi cara avergonzada.

—No he podido dormir últimamente... Eso es todo. Gracias


por tú preocupación.

Rápidamente peino mi cabello y me doy la vuelta. Sigo


sintiendo náuseas y mareos. No le presto mucha atención a
los comentarios de Charles, más tarde le pondré atención a
mi salud.

¿Realmente tengo que ir al hospital?

Sacudo la cabeza a toda prisa cuando se me cruza por la


cabeza que quizás es un efecto del inhibidor. Tiempo
después, una cara familiar aparece en mi campo de visión y
me acerco a él con una sonrisa profesional.

—Hola, director. ¿Cómo ha estado?

—¡Yeonwoo! Mucho tiempo sin verte. ¡Chico, tu cara se ve


muy mal! Dile al Sr. Pittman que deje de molestarte.

Después de un breve apretón de manos se fue. Luego


vinieron otros invitados, saludo una y otra vez mientras
rápidamente borraba sus nombres de mí lista mental.
Algunos de ellos estaban preocupados por mi estado de salud
y ofrecieron presentarme a un médico o conseguirme una
buena medicina. Por supuesto que no soy descortés, solo los
evito soltando una breve risa.

El proceso es sencillo, intento mantenerme relajado y doy un


vistazo al salón de la fiesta, Charles también está ocupado
entreteniendo a los invitados. Ocasionalmente, cuando
encuentro un cliente que quiere algo o siento una atmósfera
inusual, me acerco a él de inmediato y resuelvo el problema.

Todo lo que tengo que hacer es mantener la atmósfera


tranquila hasta que llegue Keith. Cuando pienso en eso, me
siento extraño. Me doy la vuelta instintivamente porque los
vitoreos de la gente se han multiplicado. En ese momento veo
a Chase Miller frente a mis ojos y me congelo.

Su colorida cabellera rubia se encuentra teñida de negro.


Puede ser por su papel, pero aquella cabellera hacía más
pronunciada su mala personalidad. Es sorprendente el
excelente trabajo que hicieron al modificar su cabello, lo hace
lucir más "diabólico" en realidad su papel de reparto está
más cerca a ser considerado un villano. Si su personaje
tuviera un parche en el ojo sería un gran error. Es un hombre
verdaderamente hermoso. No hay una sola mancha en su
inmaculada piel. Tiene una cara tan bonita que nunca sería
rechazado por ninguna actriz e incluso tiene un aspecto
juvenil, pero cuando se enojaba era el problema. Gracias a
eso él es apodado públicamente “perro loco”. Pero cuando
Chase Miller no hace nada y solo respira, nadie podría negar
que es un hombre hermoso, como de fantasía. Además, sus
habilidades de actuación no eran malas.

Recuerdo algo avergonzado la vez en que me quedé hasta el


final en el teatro, esperando que todos se retiraran luego de
ver una de las películas que protagonizó, luego cuando pude
salir me di cuenta que mi cara estaba enrojecida y empapa de
lágrimas. Todavía suelo ver la película de vez en cuando. Por
supuesto, siempre veo la última escena solo en mí casa,
porque siempre termino llorando. De la nada recuerdo la
noticia de los fanáticos que habían acudido recientemente a
la estación de transmisión donde Chase Miller casi
protagonizó un accidente grave.

De repente Chase se quita un mechón de cabello que había


caído en su cara, sus largos dedos enredan el mechón teñido
y pronto lo aparta. En eso, el famoso reloj de marca en la
muñeca se revela con un brillo. Oh. Reconozco el reloj. Es la
misma marca del reloj que Keith me había regalado. Ahora
que lo pienso, Chase Miller dijo que le gustaba esa marca.
Perdido y pensando en ideas inútiles un aroma dulce me trae
a la realidad. Gracias a eso, recupero el sentido y miro hacia
atrás apresuradamente.

—Sr. Pittman.

Me doy cuenta que se encuentra cerca de mí, pero con una


expresión no muy buena, parece mirarme irritado.

¿Por qué está irritado?

Parpadeo perplejo. Pero él me mira con el ceño fruncido sin


decir nada. Tardíamente veo a su compañera colgando del
brazo de Keith y la saludo. Por supuesto que mi propósito es
evitar su mirada.

—Bienvenida, estás muy hermosa de nuevo hoy.

Tan pronto como termino de hablar, Keith suelta una risa.

Se está riendo de mí. Recuerdo el día en que se burló porque


siempre le decía lo mismo a todas sus compañeras. Sin
embargo, no hay sinceridad suficiente para cambiarme las
palabras establecidas en ese momento o ahora. En cambio,
ella sonríe.
—La mayoría de los invitados han llegado. Tendrá que
saludar pronto. ¿Está listo?

Miro el reloj en mi muñeca y pienso que es hora. Espero la


respuesta de Keith quien extrañamente se encuentra callado.
Estoy nervioso por la persistente mirada hacia mí. No estoy
seguro de lo que ha descubierto.

Debido a la ansiedad mi corazón pronto se acelera. Creo que


cuanto más tengo que hacer esto, más difícil se vuelve. Debo
mantener la boca cerrada, es lo mejor. Reviso mi reloj una vez
más, fingiendo no estar agobiado. Solo abro la boca cuando
levanto la vista ante una presión silenciosa.

—Vamos.

—De acuerdo.

Inmediatamente respondo y luego me doy la vuelta después


de darle a su compañera una sonrisa de cortesía. Puedo
sentir a Keith mirándome continuamente.

Está bien, ese tipo no lo sabe.

Estoy tomando inhibidores y si olía a feromonas, él no me


habría dejado ir, ¿verdad?

No tengo idea. Entonces está bien. El mayor problema es el


mareo que me aqueja. Sin pensarlo demasiado, me presiono
la frente. Me duele el estómago otra vez, pero lo único que he
estado tomando es la medicina y no puedo dejar de tomarla.
Al menos tengo que aguantar hasta que renuncie y me vaya
de aquí. Keith nunca encontrará al culpable. Siento un placer
agridulce, pero ya no estaba tan alegre como la primera vez.
Estoy tan lleno de fatiga que quiero que todo esto termine
pronto.

✤✤✤✤✤✤
—Ah.

Cierro los ojos mientras suelto un profundo suspiro. La fatiga


se duplica porque los eventos con muchas personas tienden
a cansarme.

Quiero regresar y descansar.

Otras veces Charles solía estar a cargo de las fiestas en la


mansión, pero esta vez no pude evitar involucrarme porque
es una fiesta que coincidía con el estreno de la película.
Además, si hay un problema durante la fiesta puede afectar
el estreno de la película. Aun así, todo está tranquilo hasta
ahora. Es ridículo. Me apoyo contra una pared, cierro los ojos
y respiro hondo. Probablemente sea por los mareos que me
quedo sin aliento. ¿Anemia? He estado sintiendo indigestión
y mareos últimamente.

Los efectos secundarios del inhibidor parecen ser graves.


Pienso vagamente.

—¿...?

De repente las náuseas vienen con más fuerza, cubro mi boca


con mis manos y salgo presurosamente del lugar. No puedo ir
al baño. Salgo corriendo con dirección al jardín a toda prisa.
Me escondo entre los árboles robustos y vomito, pero como
siempre lo único que expulso es jugo gástrico amargo.

—Ah...

Dando un pequeño suspiro me siento en el jardín, aun me


tengo mareos y no puedo soportar estar de pie.

Buscaré a Charles... Hablaré con él... para que limpie el


desastre...

Estoy perdido en mis pensamientos mientras mi vista


continúa girando y el aliento se acorta. Parece que tengo que
calmar primero estos mareos. A propósito, contengo la
respiración y aminoro la actividad de mi cuerpo lo más
posible. Poco a poco, el tinnitus disminuye.

Descansaré un poco y entraré. Si la fiesta parece ser un éxito,


preguntaré si puedo retirarme.

Mi mente se fue apagando poco a poco... De repente, escuché


un grito lejano. Era Keith quien sonreía mientras subía a un
caballo a plena luz de sol. Está enojado conmigo...

—¿Estás bien?

La repentina voz hace que me sobresalte. La conciencia


vuelve repentinamente. Pero me lleva tiempo abrir los ojos.
El hombre no espera. Como si tratara de asegurarse de que
me encontrará consciente, sostiene mis hombros y los
sacude brevemente, así que abro los ojos. Con la idea de estar
demasiado cansado, cuando logro levantar la cabeza, lo
primero que veo es al hombre mirándome fijamente, es
guapo, con un cabello brillante y una mirada notablemente
preocupada por mi aspecto.

—No creo que te sientas bien. ¿Quieres que llame al 911?

Parpadeo sin comprender. Parece pensar que estoy en malas


condiciones porque me encuentro sentado en el suelo.

—Oh...no... estoy bien.

El hombre frunce el ceño con sus hermosas cejas. Es muy


guapo. Pienso aún perplejo.

—¿Puedes levantarte?

El hombre pregunta amablemente. Asiento breve, pero la


verdad es que no puedo mover mi cuerpo.
El hombre, que me ve aun recostado, parece estar pensando
por un momento y de repente extiende la mano. Pienso que
la extiende para ayudarme a levantar, pero estoy equivocado.
Inesperadamente pone sus manos debajo de mis axilas y me
levanta.

—Qué, ¡¿qué estás haciendo?! —grito inesperadamente por


el repentino movimiento.

Cuando me pone de pie, noto que es tan alto como pensaba.


Parece ser Beta porque no emite olor. Pero encontrar a un
hombre tan guapo y que sea Beta es difícil. De alguna manera
me siento extraño. Es entonces cuando veo su auricular
colgando en su oreja.

—Oh, es por el trabajo. —Él nota mi mirada y dice con una


sonrisa—: Soy un guardaespaldas. Vine a la fiesta porque mi
empleador asistió. Ahora estoy como en un descanso.

El auricular que está completamente envuelto alrededor del


lóbulo de su oreja, se ve bastante bueno. Parece que podría
recibir recepción inmediata incluso si se encontrara a una
distancia significativa. Me siento aliviado de conocer que es
guardaespaldas.

—...Gracias, está todo bien ahora.

Me las arreglo para hablar con voz moribunda. No puedo


hablar bien porque mi boca está seca. Él me mira y me acerca
algo.

—¿Quieres un trago? Oh, es nuevo, así que no tienes que


preocuparte.

Me entrega una botella de agua. Me hubiera negado en otras


ocasiones, pero no me queda opción. Lo acepto sin reparo,
aunque ni siquiera puedo abrir la tapa. El hombre ve mi
condición y toma la botella. Con un sonido monótono,
simplemente abre la tapa y me ofrece la botella nuevamente.

—...Gracias.

Acerco la botella a mi boca y la bebo con cuidado. El agua fría


está más sabrosa que nunca. Inclino mi cuello y bebo más de
la mitad del envase. Cuando finalmente dejo de beber suelto
un suspiro.

—¿Te sientes mejor?

Miro su rostro el cual tiene una amplia sonrisa brillante.


Tiene un cuerpo alto, delgado y musculoso, es perfecto para
trabajar como guardaespaldas. Quizás una cara demasiado
hermosa puede ser un obstáculo. Cualquier hombre guapo
como él no podría olvidarse. Su cara sonriente me recuerda
a una hermosa estrella del deporte que apareció en la
portada de una revista. Me doy cuenta por primera vez que
es totalmente diferente a Keith quien a menudo tiene una
expresión fría a pesar que tiene una hermosa apariencia que
da la impresión de que no era fácil acercarse a él. Entonces,
cuando se reía a veces, me fascinaba y me quedaba
impresionado mirando su rostro. Por eso me enamoré de él.

Él hombre niega con la cabeza y sonríe mientras me


encuentro perdido en mis vagos recuerdos.

Estrecho su mano apresuradamente.

—No es nada. Solo pensaba en otra cosa, así que... ¿Comiste?


¿Puedo hablar adentro y conseguirte algo de comer?

—Oh, ¿en serio? Todos estaban husmeando porque mis


colegas pensaron que era hora. Estoy aquí como
representante.
Es natural que el grupo de guardaespaldas que cuidaban a las
celebridades pasarán momento como estos dado que ellos
no podían dejar sus puestos e ir por unos bocadillos.

Asiento con la cabeza.

—Tal vez se están preparando. Le diré que se apuren.


¿Quieres agua?

Él me mira con una sonrisa en su hermoso rostro.

—Debido a que un compañero es un personaje difícil,


explotará si no lo alimentas con una bebida carbonatada.
Wow, es realmente muy difícil.

Me rio sin darme cuenta, por primera vez en mucho tiempo


parezco estar vivo.

—¿Qué estás haciendo aquí?

Me sorprendo por la repentina voz fría y giro la cabeza para


encontrar la fuente de ella. A pocos pasos de distancia, un
hombre alto y familiar se encuentra de pie. Era Keith. Entro
en pánico y parpadeo. Me mira a mí y al guardaespaldas con
ojos aterradores.
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 8

—¿No lo sabías?—
—Sr. Pittman.

Mi voz se quiebra en este momento y carraspeo secamente...

Pero la cara de Keith se enfría después de verme así. ¿Sucedió


algo cuando me fui? Estoy nervioso y me apresuro en
despedirme del hombre.

—Bueno, entonces lo investigaré de inmediato. Gracias por


tu ayuda. Debes estar ocupado...

Intento enviarle de inmediato una señal.

Afortunadamente, pronto descubre mis intenciones.

—Sí, entonces... Cuídate... —dice de forma casual. Sonrío ante


la repentina pausa del hombre.

—Es Yeonwoo, Seo Yeonwoo.

—Soy Joshua, pero todos me llaman Josh. Encantado de


conocerte, Yeonwoo.

El hombre se da la vuelta después de dedicarme una sonrisa


fresca. Finalmente, no se olvida de darle a Keith una breve
mirada.

Sus modales son tan buenos como parecen. ¿Qué tipo de


mujer le gustará a ese hombre? Me pregunto de repente.
Pensé que solo durante la pubertad anhelaba ver a un
hombre exitoso frente a mí, pero no es así. Ni siquiera podría
salir con una mujer que no sea Alfa de todos modos... De
repente el hombre le dirige a Keith una sonrisa amarga
cuando sus ojos se encuentran.
El descanso se acaba rápido. Inmediatamente regreso a mis
nervios cansados y sensibles. Durante un tiempo no nos
decimos nada. Keith espera a que hable primero y al final,
pregunto:

—... ¿Hay algo que quiera decirme?

Espero atentamente y Keith, que ha estado mirándome todo


el tiempo hasta entonces, finalmente responde:

—Charles te está buscando. Tiene algo que preguntarte.

—Oh... sí.

Es una respuesta vaga, pero dejo caer mis hombros.

—Hay algo que me gustaría ver, solo estaba... Está bien, iré.

Espero el primer movimiento, pero Keith no está demasiado


interesado en moverse de su lugar.

¿También vino a sentir el viento como yo? Me tomo un


momento e intento irme.

—¿Qué estabas haciendo con ese hombre?

No puedo leer en absoluto ninguna emoción en su voz


tranquila.

¿Sólo pregunta porque tiene curiosidad?

Pienso que no es muy compatible con la personalidad de


Keith, pero respondo honestamente.

—Me encontraba descansando, porque me mareé un poco.


Justamente él iba pasando y me preguntó si me encontraba
bien. Escuché que es el guardaespaldas de uno de los
invitados.
Ahora que lo pienso, ¿quién es el empleador? Me hago la
pregunta recordando la cara sonriente del hombre, tan
radiante como el sol.

—Quizás es por el trabajo que mi condición no parece buena


para los ojos de otras personas —añado casualmente y Keith,
que no había dicho nada por un tiempo, abre la boca.

—Me preguntaba que pasaba para que corrieras tan rápido


del salón...

Me sorprende el extraño comentario apuñalador. ¿Me


estabas observando? ¿O lo viste por casualidad? Supongo que
es lo último.

Es extraño aún después de pensarlo con claridad. No habría


venido por mí.

—No eres lo suficientemente bueno para soportar los


mareos, pero para jugar con un hombre sí.

Por un momento no puedo creer lo que he escuchado.

—... ¿Qué dijiste justo ahora?

Keith se echa a reír. Tan despectivo como suele ser siempre.

—Lo que escuchaste, ¿no?

—Ah. —La exclamación escapa por sí misma—. Estás


jugando, ¿verdad?

—¿No es así? Lo estabas mirando fascinado.

Y no termina allí. Keith dice sarcásticamente:

—Todos los hombres que vienen hoy lucen locos. ¿Estás


buscando a un Sugar Daddy o estas en celo otra vez? ¿No es
bastante desesperado mirar a un guardaespaldas?
Me quedo sin palabras por un momento, estupefacto. Keith
me sonríe como si supiera que esa sería mi reacción.

—Eres Omega, ¿no? No lo soportas, cuando estas en celo eres


como un gato callejero. ¿Es hora de otro ciclo? ¿O estabas
tratando de escoger a tu compañero por adelantado?

Keith claramente me está insultando. Me desprecia y ni


siquiera trata de ocultarlo. Aprieto el puño varias veces a
toda prisa, pero no logro calmarme. Finalmente, entrelazo
mis manos temblorosas y abro la boca.

—No hago nada para elegir a un compañero mientras estoy


trabajando. Porque no soy el Sr. Pittman.

En ese momento la cara de Keith se endurece. Siento un poco


de júbilo.

—¿Qué quieres decir con que no eres como yo?

Keith pregunta inquieto, en voz baja. Derramo mis palabras


rápidamente.

—Puede que me preguntes porque no lo sabes, pero te lo diré


si realmente no lo sabes. No vivo en un desastre como el Sr.
Pittman. Entonces ¿los Omegas somos siempre así? ¿Has
pensado quién cambió a tu pareja todas las semanas? ¡No sé
si recuerdas quién hizo toda la limpieza!

Las palabras salen fuera de control antes de que las piense.


Pero creo que no importa. Ese hombre me insulta y me
balancea a voluntad. Siempre ha sido así. ¿Por qué no puedo?

—Entonces. —Keith rechina los dientes. Normalmente, una


persona se enoja cuando se ve atrapada—. ¿Qué pasa? Ese es
tu trabajo, lidiar con la parte problemática.

Absorbo las palabras como si las hubiera esperado.


—¡Sí! Gracias a alguien como tú que puede pagar el precio y
delegar las cosas desagradables a otros, alguien como yo
puede vivir y comer. Entonces ¿debería agradecerte? ¡Que te
jodan, que te jodan! ¡Si tuviera dinero como tú, no estaría en
esta mierda! —grito y me detengo.

¡Dios mío!, escupí malas palabras que ni siquiera dije durante


la pubertad. Incluso yo mismo estoy confundido.

Ah, ah.

Mi respiración es áspera y los mareos siguen presentes. En el


tranquilo jardín Keith solo me mira en silencio por un
tiempo.

—... ¿Ya terminaste?

—¡No! —escupo de inmediato.

—¿Estás en celo como un gato callejero? ¡Qué limpio estás!


¡Eres tú quien se transfiere a la cama de otra persona en
menos de una semana! ¡No importa cuántas veces me haya
acostado con otra persona, no tiene nada que ver contigo!
¡¿Como te atreves a decirme eso?! ¡Eres una mierda!

Derramo todas las palabras que me estaba guardado. ¿Esto


me hará sentir mejor? De repente, Keith se echa a reír. Estoy
enojado y perplejo por su reacción. ¿Te estás riendo de mí?

—Oh, Dios. —Suspira brevemente luego suelta una


exclamación pausada—. Tienes razón, no me di cuenta —
admite sin problemas.

Solo parpadeo ante la reacción inesperada. Keith me mira.

—Tú y yo actuamos igualmente en celo. Pero ¿vas a fingir que


no lo sabes? Sólo admítelo, no tienes que esquivarlo.
—¿Qué... que quieres decir? —tartamudeo
inconscientemente.

Keith está listo para continuar, pero me apresuro a regresar.


Un fuerte olor dulce fluye en la punta de mi nariz, es el aroma
de sus feromonas. Pero ni siquiera puedo pedirle que las
reduzca ya que en el momento en que diga eso, descubrirá
que puedo olerlo y no sería diferente de confesar que fui yo
quien dejó la marca. Todo lo que puedo hacer es dar un paso
hacia atrás y advertirle.

—Espera, no te acerques.

—¿Por qué?

Keith se sacude el pelo, riéndose de mí.

—Es bueno para ambos, ¿no? También me di cuenta que no


odiabas acostarte conmigo. —Keith entrecierra los ojos y
susurra en voz baja—. Cuántas veces lloraste porque te
gustaba.

—Tienes un Omega —grito con urgencia.

—¡Sí, ese maldito Omega que se escapó dejando una marca


en mí!

Keith levanta las manos y las deja caer nerviosamente.

—Ni siquiera puedo saber en qué parte del mundo está. ¿Es
una excusa para que no tenga sexo contigo?

—Ha, no lo hagas. ¡Te dije que no me volvieras a tocar!

Keith suelta una breve carcajada. Está lejos de ser agradable.


Miro a mi alrededor frenéticamente, pero no hay nadie para
ayudarme. Pienso en huir, aunque no logro poner fuerza en
mis piernas. Todo lo que tengo que hacer es esforzarme por
no colapsar. Keith extiende sus manos y me lleva hacia él,
impotente. Tan pronto como toca mis labios, todo mi cuerpo
se endurece con disgusto. Un olor dulce se vierte
causándome mareos. Oh, cubre todo mi cuerpo. Me deprime,
me hace perder el poder de resistir.

Mi cuerpo suplica: ¡Keith, abre mis piernas y deseo que entres


en mí!

Le dije tantas veces que no volviera a hacer esto. La única


diferencia de entonces y ahora es que Keith no está
derramando feromonas intencionalmente sobre mí. Antes
me sometía con feromonas, ahora trata de vencerme con
fuerza. Solo para derribarme como un objeto de deseo.

—¡Para...!

Suelto un grito desesperado.

Keith mueve sus labios hacia mi cuello y lo chupa


bruscamente. Una mano apresurada recorre mis pantalones
y agarra mi trasero. Aparto su hombro y lo golpeo, pero es
inútil. En el momento en que la mitad inferior de mi cuerpo
está completamente adherida a la suya, no dudo, coloco mis
dientes encima de mi muñeca que reposaba sobre su hombro
y la muerdo.

—... ¿Qué estás haciendo?

Keith grita tarde, pero no me detengo y sigo mordiéndome la


muñeca.

—Detente. Oh, Dios mío. ¡Qué demonios ...! ¡Detente, detente!

Keith grita frenéticamente.

Me agarra el brazo y me lo quita, pero mi brazo y mi boca ya


están cubiertos de sangre. Keith desata rápidamente su
corbata y me la pasa por la muñeca. Le doy una palmada en
la mejilla y empujo su hombro, Keith ignora la bofetada y ata
la corbata con fuerza.

—Doctor... hay que llamar a un médico. Oh, Dios mío, qué


demonios es esto...

Hago a un lado su apresurado intento de sostenerme en sus


brazos. La cara de Keith está en blanco.

—Otra vez... Y, en lugar de esto, moriré.

—Está bien, no lo haré. ¡Así que cálmate! Jesús, esto es tan


ridículo...

¡¡Qué demonios, esto no tiene sentido!! ¡¡Lo rechace!!


¿Intentaste morir porque no querías tener sexo con Keith?
¿Qué demonios?

Pierdo el conocimiento sin encontrar una respuesta.

✤✤✤✤✤✤

Cuando recupero el sentido, aparece una escena extraña.


Parpadeo varias veces y logro concentrarme. El lugar donde
estoy acostado es una habitación que veo por primera vez. Sé
que es un hospital con un ambiente áspero. Después de
acostumbrarme un poco al techo desconocido, lentamente
vuelvo la cabeza. Hay un olor dulce inmutable mezclado en el
aire frío. Keith se queda mirándome. Es la primera vez que
tiene una cara tan pálida. ¿Por qué me miras así?

A.

Recuerdo lo último que sucedió antes de desmayarme y bajo


la mirada. Hay una venda blanca alrededor de mi muñeca en
lugar de la corbata de Keith. Gracias a mí, Keith no tiene
corbata en la camisa. Cuando me doy cuenta de la herida,
siento un dolor tardío. Frunzo el ceño involuntariamente.
—Ah. —Keith suspira profundamente—. No hagas eso otra
vez.

—No vuelva a hacer eso, Sr. Pittman. Lo advertí varias veces.

Le digo de inmediato.

Keith no dice nada. No sé si está asombrado o sin palabras.


Pronto dice inesperadamente con voz débil:

—... No sabía que lo odiarías tanto.

Estoy estupefacto y solo me rio en vano. Keith no aceptó que


no me gustaba, pensé que lo haría, pero ahora puedo
confirmarlo.

¿Es natural que nunca hayas sido rechazado en tu vida?

Keith ha vivido así toda su vida.

De repente, cuando mis ojos se calentaron, escucho un


estruendo. Es un médico con una bata blanca que entra
después de un rato.

—Oh, ¿volviste a tus sentidos? ¿Cómo te sientes?

—.... Estoy bien, gracias.

Cuando doy una respuesta superficial, asiente y dice algunas


cosas insignificantes. Se trata principalmente de lesiones en
la muñeca. Después de agregar una solicitud de desinfección
frecuente, pregunta:

—¿Hay algún inconveniente?

Pienso por un momento y respondo con franqueza:

—Estoy un poco mareado...


Keith sigue allí de pie mirándonos. El médico asiente hacia
mí, que soy interiormente reacio, y rápidamente abre la boca.

—Muchas personas se quejan de anemia en las primeras


etapas del embarazo.

Al principio, no entiendo. Keith que aparta sus ojos de mí,


mira al médico. Parpadea asombrado por primera vez.

—¿Qué acaba de decir?

La voz de Keith es tan baja que es difícil de entender.

El médico lo mira rápidamente y le dice:

—Oh, ¿no lo sabías? Tendré que hacer más pruebas durante


varios meses, pero estoy seguro de que está embarazado.
Debió estar en mal estado recientemente. Pero si está
embarazado por primera vez, debe tomar precauciones. De
ahora en adelante, asegúrese de comer bien y venir a verme
a menudo. Los resultados de las pruebas no son buenos en
muchos aspectos... Debe comenzar a cuidarse más.

Las palabras del doctor se extienden por el aire, simplemente


vagando y no entran en mi cabeza. Parpadeo mis ojos como
una ráfaga. La mirada de Keith se vuelve lentamente hacia mí.
Pero no puedo decir nada, solo miro al doctor. Sus palabras
me han caído como un balde de agua fría.
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 9

— ¿De verdad? —
Hay un silencio mortal. Nadie abre la boca. El médico, que
nota la atmósfera sospechosa, se despide de manera evasiva
y sale de la habitación del hospital. Incluso ahora todavía no
acepto la realidad. Lo extraño es la reacción de Keith.

¿Por qué me miras así? ¿Por qué está tan blanco, como si
estuviera sorprendido? No me digas que te diste cuenta.

—... ¿De Verdad?

Keith finalmente abre la boca después de mucho tiempo.


Extrañamente, su voz tiembla débilmente.

Trago en seco. No hay nada que decir.¿Qué vas a decir?


Tampoco me importa en este momento.

¿El embarazo? ¿Cuándo? Pasa por mi mente como un destello.


El día que grabé la marca, el día que desapareció un fragmento
de la memoria de Keith. Él había eyaculado dentro de mí una
y otra vez, y su pene había desgarrado mi interior, ni siquiera
podía ponerme de pie, hasta el siguiente día. Ah, una sonrisa
abatida sale. Estoy atónito. ¿Cómo pudo pasar esto? Cuando
pensaba que Keith no podía lastimarme más. Solo lo miro. No
hay color en su pálido rostro.

—... Dime, ¿estás seguro?

La voz de Keith de repente cruza mis oídos. Todavía lo miro.


No quedaba sangre en su pálido rostro.

—¿En serio, embarazado?

No puedo responder por el hecho de que acabo de enterarme


de que lo estoy. Me siento tan confundido y asustado.
¿Qué diablos está pasando aquí?

Keith, que solo me está mirando, pregunta:

—... ¿De quién es el niño?

Parece haber tomado mi silencio como un sí. Keith me mira


con la cara rígida.

¿Qué lo hace hacer tal pregunta? Tal vez no hay ninguna razón
en absoluto. No lo sé, no quiero pensar en nada.

—¿Estás preguntando por qué crees que es tu hijo?

La nerviosa pregunta lo detiene. Me rio histéricamente.

—No te preocupes, no sucederá. Es imposible tener el hijo de


un Alfa dominante sin que él lo sepa, ¿verdad? ¿O no pudiste
controlar tu situación cuando estabas durmiendo conmigo?
No pensé que estabas tan loco por mí.

Eso era cierto. Keith parece quedarse en blanco, como si lo


hubieran tomado desprevenido. Solo fue el día que perdió su
memoria. Este niño no puede ser suyo a menos que recuerde
ese día. Si recuerda ese día, sabrá que soy yo quien dejó la
marca. Keith nunca lo imaginaría.

Respira brevemente y se aparta el cabello que ni siquiera se


ha caído en su rostro. Keith de repente comienza a
deambular por la habitación del hospital. Es fácil ver que
todo tipo de pensamientos inundan su cabeza. Es extraño. Ni
siquiera puedo adivinar lo que estaba pensando así que estoy
en problemas, de repente deja de caminar y me mira.
Todavía con la cara pálida, pregunta:

—¿Te acostaste con otro hombre? —Keith rápidamente


niega sus palabras—. No, no puedes haberte acostado con
otro chico mientras dormías conmigo. Eso es ridículo.
—¿Por qué?

—Eres diferente a mí. Lo dijiste, ¿no?

Por supuesto, no lo hice. Pero después de insultarme con todo


tipo de palabras, ahora devuelto sus palabras, las cito tal como
las dijo.

—¿Quién dijo que era “un gato en celo”?

Keith no puede responder de inmediato a las frías críticas.


Intenta negarlo de alguna manera. ¡Oh Dios mío! Puedo ver la
mente del hombre tan transparente. Está enloqueciendo.
Estoy asombrado.

¿Cuántas veces levantó la mano, negó con la cabeza y se


revolvió el pelo? El hombre pregunta desesperadamente:

—No creo que lo hayas dicho en serio. Fuiste violado,


¿verdad? ¿Qué clase de persona es él? ¿Quién te hizo eso?

Parece que espera que lo confirme. Si fuera cierto, lo


atraparía y lo mataría. Me río muchísimo.

—No, lo hice porque quería.

La cara de Keith se pone blanca. Me dirige una mirada


perdida. De repente siento ganas de reír a carcajadas.

—... ¿Con quién? —Keith pregunta rechinando los dientes—.


¿Quién se acostó contigo? ¿No sabes de quién es tu hijo?

Inmediatamente respondo a sus comentarios sarcásticos.

—Oh, estoy seguro de que no es tu hijo.

La cara de Keith está muy distorsionada. ¿Sería posible que


la expresión de su rostro pudiera encajar así? De repente,
Keith me agarra del brazo, sus dedos se hunden y frunzo la
cara sin darme cuenta, pero Keith me agarra con más fuerza
y no me deja ir.

—Si estás embarazado, por supuesto que es mi bebé. —Su


voz tiembla—. Solo yo he eyaculado dentro de ti. ¿Cómo
puedes estar embarazado de otra persona? —grita.

Siento un cruel placer por primera vez.

—¿Cómo puedes estar seguro de que eres el único que ha


eyaculado en mí?

La cara de Keith se endurece instantáneamente. Tengo el


brazo entumecido, pero incluso eso se siente dulce. Keith
abre la boca.

—Dijiste que te gustaba.

¡Dios, que comedia! ¿De qué estás hablando ahora, después que
pisoteaste mi confesión como si nada hubiera pasado? Tú
fuiste quien se rio de mi amor y lo pisoteó sin piedad.

Escupo fríamente:

—¿Y qué? Pensé que el Sr. Miller era el único que tenía
delirios.

Cuando le devuelvo lo que había dicho, Keith no puede decir


nada más. Simplemente me mira como si estuviera en estado
de shock. Sé por primera vez que la venganza es tan dulce.
Dios, ¿qué acaba de pasar? Me sorprende mi alegría varias
veces más que cuando dejé la marca.

¿Hay algo más en el mundo que me satisfaga tanto como la


expresión de este hombre que parece estar en pánico?

Ahora Keith sabe que nunca podré ser suyo. Sí, además este
tipo nunca verá a su propio hijo. ¡No voy a dar a luz a este
bebé! Y huiré. Entonces él nunca sabrá que soy el Omega que
dejó la marca. Haré que la vida de este hombre sea solitaria
para siempre, pero a cambio también mi vida será solitaria,
no podré ser dueño de nadie excepto de él. Qué dulce veneno.
Quería llorar y reír. Tengo pensamientos mezclados en mi
cabeza.

Mi vida se acabó. Abrazando la vida de este hombre, me arrojo


a un acantilado. Y lo más miserable era yo mismo, que
todavía sentía dolor por el hecho. De repente, mi mente se
oscurece. Pero ¿qué fue eso? De hecho, podría hacer
cualquier cosa con tal de atormentarlo. Si tuviera que morir
para que esté hombre sufra, lo haría sin pensarlo. Lo triste es,
que incluso si sacrificó lo único que tengo, no significaría
nada para él. Lo sé. Este hombre acaba de desmoronarse,
dándose cuenta de que alguien más le ha arrebatado el
juguete que perdió. Su pareja sexual favorita. Y lo más
miserable es que todavía tengo un dolor en el corazón.

Parpadeo varias veces porque mis ojos están borrosos, pero


no puedo captar nada, la conciencia de estar lejos perdura.

—¿Yeonwoo?

Escucho a Keith llamándome.

✤✤✤✤✤✤

—¿...?

Cuando abro los ojos, lo primero que pienso es que es


extraño. Este no es mi hogar, sin embargo, no es la primera
vez que he visitado este lugar. El paisaje en la habitación ha
cambiado un poco, pero debe haberme traído aquí. Estoy
tratando de levantarme rápido, pero me recuesto en la cama
con mareos. Además del mareo, me duele la cabeza. Respiro
por un momento, esta vez lentamente, es un poco mejor.
¿Tomaste la medicina? Trato de husmear y comprobar. Hay
un ligero aroma. Mi corazón tiene prisa. Estoy seguro de que
hay medicina por aquí. Si limpiaron mi habitación después de
irme, ya no estarían allí. Me obligo a levantarme y me dirijo
al baño. Un suspiro de alivio fluye pronto cuando abro el
armario con ansiedad. Hay un inhibidor entre las medicinas
de emergencia cuidadosamente llenas. Recojo el frasco y
reviso la medicina, como de costumbre la pongo en mi boca.
¿Estará bien? Por un momento dudo. De repente recuerdo
que tuve dolor de estómago, también hubo efectos
secundarios de la sobredosis. No sería lo suficientemente
bueno para un niño, causaría infertilidad. Mi mente se ha
vuelto complicada. ¿No hay posibilidad de que el médico
diagnosticara mal? Mi mente pronto toma una decisión
cuando pienso como loco. Tengo que ir a otro hospital y
verificar.

El médico pudo haber llegado a una conclusión incorrecta


porque no sabe que he estado tomando demasiados
inhibidores.

Pero si realmente estoy embarazado... me dan escalofríos al


instante. No puedo tener este bebé. Llego fríamente a una
conclusión. No tengo confianza en criar un hijo solo y todavía
no estoy listo. Además, el niño puede crecer y querer
encontrar a la otra mitad de sus padres. Solo con imaginarlo
es suficiente... Decido y vierto la medicina en mi boca. No
puedo estar embarazado e incluso si lo estoy, no daré a luz.
Nunca.

Regreso a la cama y me tomo un respiro es entonces cuando


escucho un golpe en la puerta. Un momento después aparece
Charles, como es de esperarse.

—¿Te despertaste? ¿Cómo te sientes?

—Me siento mucho mejor, gracias. Bueno, por cierto... ¿Qué


hay con el Sr. Pittman...? —pregunto cauteloso, y Charles
responde inexpresivo, como de costumbre.
—Está fuera por negocios. Volverá antes de la cena. —
Charles continúa hablando después de un breve momento—
. Pero me alegro de que hayas recuperado el sentido, a
menudo venía a comprobar cómo seguías.

—Gracias por preocuparte.

—No.

Charles interrumpe mi agradecimiento formal.

—No fui yo el que estaba preocupado, fue el Sr. Pittman

Inadvertidamente frunzo el ceño. ¿El hombre está


preocupado por mí? ¿Por qué? En primer lugar, es extraño
que me trajera aquí, pudo preguntarle a mi doctor.

—Entonces me iré a casa. Gracias por cuidarme...

Charles sacude la cabeza con firmeza ante la palabra de


agradecimiento.

—Espera hasta que el Sr. Pittman regrese.

—¿Por qué?

Casi digo: “Ahora supongo que me está criando como un


perro”, pero me muerdo la lengua apresuradamente para
tragarme mis palabras.

—No te veías bien y tu condición era mala, así que descansa


primero aquí. Es mejor que quedarse solo en casa. —Me dice
Charles como advertencia, solo para mostrar su disgusto—.
No has estado consciente por dos días. Si esto hubiera durado
solo un día más, habrías regresado al hospital.

Parpadeo sorprendido, y Charles asiente con seriedad.

—Sí, fueron dos días.


—Bueno, la compañía...

Charles me informa con rapidez:

—Has estado acostado todo el fin de semana y hoy es día


festivo.

Me siento aliviado. Sería vergonzoso ver al personal de la


oficina de secretariado si he estado ausente de nuevo. Woo,
doy un pequeño suspiro de alivio.

Pronto me pongo a pensar. No puedo decir que sus palabras


son equivocadas. Me siento aliviado porque hay muchas
cosas aquí. Pero es realmente molesto esperar tan tranquilo
según la voluntad de Keith, pero trato de pensar de la manera
más racional posible. De todos modos, esta situación no es
mala. Excepto por la única cosa que me hace sentir mal... no
hay más inconvenientes. Escuchemos lo que tiene que decir
cuando llegue aquí. Me obligan a quedarme en la cama,
porque incluso me prohíben salir de la habitación. ¿No es esto
un encierro? Cuando termino la comida sencilla que Charles
preparó, de repente lo pienso, pero después de terminar el té y
la comida, me quedo dormido.

✤✤✤✤✤✤

—... Woo, Yeonwoo.

Abro los ojos, con las manos todavía temblorosas. Charles me


está observando. Abro la boca parpadeando sin comprender.

—Es la hora de la cena. Será mejor que comas algo y luego


vuelvas a dormir.

—Uh...

Todavía lo miro somnoliento.


No sé cuánto tiempo ha pasado desde que me dormí, pero ha
sido mucho tiempo desde que tuve una comida adecuada, a
pesar de que la cantidad fue pequeña. No vomité, y después
de eso tuve una buena siesta. Es bueno tener a alguien que te
espere, pienso vagamente. Entonces Charles me regresa a la
realidad.

—El Sr. Pittman estará en casa pronto. Pidió que cenaras con
él.

Literalmente abro mucho los ojos mientras lo miro aún con


ojos grandes, Charles agrega:

—¿Hay algo en especial que quieras comer?

—No —respondo tan fríamente como puedo, tratando de no


mezclar emociones—. Está bien cualquier cosa.

—Haré que el chef prepare algo de comida que te sea fácil


digerir.

Charles asiente brevemente, luego se da la vuelta y sale de la


habitación. Me siento lentamente. Cuando Keith llegue, voy a
preguntarle por qué me mantiene aquí. Antes de eso,
primero quiero arreglar mi apariencia. No quiero enfrentarlo
con una cara en mal estado.

✤✤✤✤✤✤

Me pongo a organizar la situación hasta que Keith llegue. En


primer lugar, es una prioridad ir al hospital y comprobar el
diagnóstico, además tengo que informar que voy a renunciar.
También es cierto que últimamente me he estado sintiendo
mal, además mis ausencias repentinas están causando
problemas al equipo de trabajo. No estoy en condiciones de
trabajar. Keith tampoco se negaría, conoce la situación. No
importa cuánto lo piense, solo hay una conclusión.
Además, Emma está entrenada y puede tomar fácilmente mí
lugar. Sí, prefiero tomar esto como una oportunidad. Es la
oportunidad que estaba esperando ya que sigo pensando
sobre cuándo renunciar e irme. Si deseo extender mi visa,
tengo que encontrar otra empresa, así que debo conseguir un
trabajo tan pronto como pueda y tranquilamente encontrar
un lugar adecuado. Entonces, sin mencionar la visa, el dinero
urgente se resolverá en cierta medida. Será una vida mucho
más difícil de la que estuve llevando hasta ahora, pero por el
momento esta es mi mejor opción.

Con la decisión tomada, una de mis primeras acciones es


sacar inmediatamente mi teléfono. Además de buscar
nuevos puestos de trabajo debo preparar documentos.
También debo limpiar el lugar donde vivo. Tengo que
presentar a mi sucesor. Como sucesor, por supuesto, estoy
pensando en Emma. Está acostumbrada a trabajar, así que en
un mes se organizará, ¿verdad? Inadvertidamente llevo mi
mano a mi estómago. Todavía no se siente nada. Debe ser un
diagnóstico erróneo, pienso con frialdad. Es cierto que me
pongo nervioso mientras lo pienso. ¿Y si es verdad? No
puedo resistir el nerviosismo y me muerdo las uñas. Siento
que me arde el estómago. Debo ir al hospital a verificar si el
diagnóstico es correcto. Cuando escucho el golpe en la puerta
apenas logro enviarle un mensaje a Emma.

—¿Estás listo para la cena? Baja.

Me pongo de pie lentamente para evitar mareos. Mantengo


mi boca apretada.

✤✤✤✤✤✤

Usualmente uso escaleras, pero hoy bajé por el elevador. Por


supuesto, Charles lo recomendó primero. De todos modos,
me trajeron independientemente de mi voluntad, así que
decidí poner mi conveniencia primero. Por supuesto, Keith ni
siquiera parpadeará sin importar lo que haga. El comedor al
que bajaba a comer todas las mañanas no es diferente de la
última vez que lo vi. Una elegante lámpara de araña que
cuelga del techo proyecta una luz brillante y una flor radiante
adorna la mesa. Keith, que estaba sentado primero, se
levanta lentamente cuando me ve. Tal reacción es nueva para
mí. Entro en pánico por un momento y me quedo inmóvil.
Keith me mira directamente y parpadea.

—¿Qué estás haciendo? Ven y siéntate.

La voz tranquila me trae a mis sentidos. Keith me está


mirando con una cara inexpresiva. De nuevo, no puedo
entender lo que está pensando. En el hospital su mente
pareció tan transparente, quizás fue solo mi ilusión. De
repente pierdo toda la confianza. Camino en silencio hacia el
lugar designado. Es donde comí antes de salir de esta
mansión. Charles, que está parado a un lado, camina en
silencio y corre mi silla. Se va después de verter agua en cada
vaso. Finalmente, Keith y yo nos quedamos solos. Tengo
mucho de qué hablar, pero no sé cómo iniciar. El aire
desolado parece pesar sobre mí. Keith saca el tema primero.

—¿Cómo estás?

Respondo torpemente a la pregunta tranquila.

—... Me he recuperado mucho. Gracias.

¡Maldita sea! ¿Por qué gracias? ¡He estado encerrado! El inglés


que llena mi boca está maldito. Sin embargo, Keith continúa
sin darme tiempo para agregar nada más.

—Steward dice que las feromonas de los Alfas dominantes,


incluso marcados, pueden afectar a otros Omega, pero de
manera negativa.
Solo entonces supe la verdadera naturaleza de la extraña
atmósfera. Curiosamente, Keith está eliminando el aroma de
sus feromonas. Gracias a eso respirar es mucho más fácil.
Entonces no importaría si yo no fuera el Omega de la marca,
de todos modos... ¿Por qué las eliminas? ¿Por qué fuiste a ver
a Steward?

Tengo muchas preguntas, pero primero hago la que me


causa más curiosidad.

—... ¿De qué manera negativa...?

Keith me mira.

—Eso significa que no es bueno para tu salud...


especialmente si estás embarazado.

No digo nada, porque la verdad no se me ocurre nada.


Entiende mal mi silencio y explica.

—Te diré exactamente lo que dijo Steward. El león matará a


los bebés de otro león, de esta manera, la leona tendrá a sus
propios cachorros.

—Entonces... —Lentamente abro la boca—... ¿Quieres decir


que eliminaste las feromonas porque podría abortar?
¿Incluso si no es tu hijo?

—Es significativamente menos probable que ocurra porque


estoy marcado, pero es mejor tener cuidado.

No tengo nada que decir, estoy en calma, parpadeando. Keith


golpea lentamente la mesa con sus largos dedos. Siento que
se me olvido algo. Me doy cuenta, no hay cigarrillos entre esos
dedos. De repente, Keith abre la boca.

—Escuché que tienes un préstamo. ¿Cuánto es?


Dirijo mis ojos a su rostro por el repentino tema. Keith me
mira inexpresivo. Todavía no tengo idea de lo que está
pasando. De alguna manera trato de ver a través de él y digo:

—¿De qué estás hablando de repente? ¿Qué tiene que ver eso
con el Sr. Pittman?

Recuerdo tardíamente lo que planeaba decir. Tengo que decir


que voy a renunciar. Cuando abro la boca Keith de repente me
interrumpe.

—Lo pagaré.

Abro mucho los ojos.

¿Qué significa esto de repente?

Tak, tak.

El sonido de golpear la mesa con los dedos sigue sonando en


el lugar tranquilo. Keith abre la boca. Y me hace un anuncio
impactante.

—Cásate conmigo en su lugar.


Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 10

¿Está loco este tipo por las feromonas?

Es lo primero que pienso. No puedo encontrar ningún rastro


de broma en la cara de Keith y él solo atina a observarme,
pero no puedo creerlo aún.

O está claro, seguro estás soñando.

Si, debe ser eso, estoy soñando. Quizás ya enloquecí y estoy


escuchando cosas. Puede ser un efecto secundario del abuso
excesivo de inhibidores.

Me pellizco el muslo. ¡Ay duele!Contengo un grito de dolor.


Keith está esperando mi respuesta, parece que fue
absolutamente sincero. Cuando grite: “Sí” seguramente un
payaso saldrá de la parte trasera y gritará: “Oh, Sorpresa”.
Instintivamente volteo hacia atrás para comprobar si no está
por ahí. ¡No hay nadie!

Regreso la cabeza al lugar y Keith pregunta:

—¿Sucede algo?

En el momento en que mis ojos se encuentran con los suyos


me doy cuenta que esto es la realidad, realmente está
ocurriendo.

—¿Por qué me propones matrimonio de repente? No tiene


sentido.

La curiosidad me invade. ¿Qué demonios está pensando este


hombre?

Keith frunce el ceño e irritado abre la boca.

—Estoy diciendo que voy a criar a tu hijo. ¿No lo entiendes?


El sonido del golpeteo de sus dedos sobre la mesa se
intensifica y miro hacia abajo para observar sus
deslumbrantes dedos y vuelvo mi mirada hacia su rostro.

—¿Por qué te casarías conmigo y criarías a mi hijo? —agrego


después de tragar saliva seca—. ¿Qué pasa con el Omega que
te marco?

Keith responde sin dudarlo.

—Solo lo encontraré y lo mataré.

—...

Pronto recuerdo los innumerables artículos sobre Omegas


que dejaron una marca en su Alfa y fueron asesinados.

—Entonces —pregunto moviendo mis labios secos—. ¿Por


qué quieres casarte conmigo mientras estás haciendo eso?

Keith entrecierra los ojos. Tengo ciertas expectativas en su


respuesta.

—Nadie es tan bueno en el sexo como tú.

No puedo decir nada.

¿Esa es la razón?

Me quedo estupefacto. Me pregunto si debería estar


emocionado y agradecerle a un hombre que está jugando tan
promiscuamente conmigo.

Keith golpea de nuevo con los dedos la mesa.

—Piénsalo, encajamos bien. Lo admitirás.

Ya ni siquiera estoy enojado. Todo lo que tengo que hacer es


exhalar brevemente.
—El matrimonio se trata de respeto y cuidado mutuo, no
solamente el sexo es importante.

Keith se ríe.

—Yo también pensaba lo mismo...

—...

—...Hasta que me acosté contigo.

Me quedo en silencio y luego abro la boca nuevamente. Una


voz temblorosa fluye hasta mis oídos.

—¿Quieres casarte conmigo para tener sexo...? ¿Acaso tiene


relación con el matrimonio? Solo necesitas comprar un
cuerpo.

Keith se ríe brevemente.

—Eso tampoco está mal. ¿Cuánto quieres?

De nuevo no hay dudas en su respuesta.

—Ah.

Suspiro en voz alta.

Mis ojos se calientan por la indignación. Eso es en lo que ha


estado pensando, solamente en acostarse conmigo.

—Eres realmente un hijo de puta.

Le digo mientras rechino los dientes.

Pero la reacción de regreso es simplemente indiferente.

—He escuchado suficiente de eso. Entonces ¿cuál es la


respuesta? ¿Sí? ¿No? ¿Qué decides?
Mis palabras parecen ser tan insignificantes para él y las
ignora. Incluso, frunce el ceño como si estuviera aburrido.

¿Cómo puede lastimarte este hombre así, sin cesar?

Me siento herido a pesar de que pensaba que no tenía más


sentimientos por Keith, ya no había un anhelo por él. Keith
me está pisoteando, ya no solo mi corazón. Quiero
estrangularlo de inmediato. Solo quiero gritar, pero todo lo
que hago es apretar mi puño ligeramente sobre mi regazo.

—...Lo pensaré.

Apenas lo digo.

A Keith no le gusta mi respuesta, pero no me apresura.


Charles llega en un buen momento mientras la conversación
se corta. Tal vez estaba esperando afuera. Escucho un
pequeño tintineo de vajilla, mientras deja la comida frente a
nosotros el comedor está tranquilo. Charles se aparta de
después de hacer su trabajo.

Keith toma el tenedor y abre la boca después de cortar


hábilmente el abulón adornado con algas marinas con un
cuchillo.

—Entonces ¿quién es el padre del niño? ¿Lo has contactado?

—No —respondo—. No lo sabe.

—Bien, no te molestes en decirle.

No lo iba a hacer de todas maneras.

¿Cómo será criar a su propio hijo, pensando que es el hijo de


otra persona?

Este hombre me daría todo, nunca me faltaría nada material.


Pero no habrá amor en ninguna parte.
De repente siento pena por la existencia en mi estómago. Yo
tampoco le doy la bienvenida a este niño. Más bien, espero
que no se dé tal cosa. Pienso en deshacerme de él. Qué
desgarrador sería si este niño supiera todo esto. Mi
determinación de repente se sacude. Un momento de
simpatía, sin embargo, me siento culpable.

Keith, quién no dice nada, de repente hace una pregunta sin


sentido, mientras busca el abulón.

—¿Qué tipo de persona es él? El padre del niño.

—... ¿Por qué preguntas eso?

Keith responde casualmente.

—Simplemente curiosidad.

Giro la cabeza a toda prisa y digo:

—Es muy dulce y amable. Es bueno en la cama.

Por un momento Keith parece titubear.

¿Se habrá dado cuenta?

Estoy ansioso mientras espero su respuesta, después de


llevarse los abulones a la boca dice insignificantemente:

—¿De Verdad?

Pienso que eso es todo, pero Keith pregunta de nuevo:

—¿A qué se dedica?

Lo miro directamente.

—¿Por qué debería decir esto y aquello sobre él? No sabía


que estabas tan interesado en la vida privada de otras
personas.
Después de haberme lanzado preguntas difíciles como:
“¿Hace cuánto tiempo te encontraste con él?” Y así
sucesivamente, corto los abulones y me los pongo en la boca.

Después de eso Keith no ha dicho ni una sola palabra al igual


que yo. Permanecemos en silencio por un largo tiempo y solo
se escucha el sonido de los platos resonando en el comedor.

Keith vuelve a hablar cuando termina su comida.

—Espero que ya no te encuentres con ese hombre.

—... ¿Qué?

Se limpia la boca con una servilleta y dice casualmente:

—Si no arreglas las cosas con ese hombre con anticipación,


tendrás problemas más adelante.

Doy un suspiro corto y sorprendido digo:

—No he dicho que sí todavía. Dije que lo pensaría.

Keith me mira.

—Yeonwoo.

Por un momento titubeo. Permanece inmóvil mientras me


mira con una expresión desconocida para mí. Contengo la
respiración y lo observo.

—Arréglalo.

—...

Keith continúa dirigiéndose a mí, quién no dice nada.

—Si no lo haces tú, lo haré yo.

—... ¿Cómo? —pregunto tontamente.


Keith se ríe brevemente.

—Bueno, si tienes curiosidad, ponme a prueba.

Me pregunto: ¿Cómo podrá encontrar a alguien que ni


siquiera existe y que le iba hacer...? No lastimaría a personas
inocentes, ¿verdad?

Charles trae el postre, pero Keith solo toma un sorbo de su


copa de vino. Mi copa solo contiene jugo de fruta. Bajo la vista
y miro el delicioso postre de almíbar con rodajas de naranja
que está frente a mí. Pongo un bocado en mi boca, pero no
puedo sentir el sabor. Me limpio la boca bruscamente y me
levanto de mi asiento.

Keith dice a mis espaldas mientras salgo del comedor.

—Soluciónalo en este mes.

Dudo si voltear a mirarlo, pero no lo hago.

Cuando ingreso a mi habitación, me recuesto en la cama y


suelto un suspiro. Mi cabeza está demasiado enredada.
¿Porque no me negué de inmediato?

Aún hay miedo en mí. ¿Podré hacerlo? Respiro


profundamente varias veces mientras cierro los ojos. Tirar
todo a la basura es sorprendentemente simple, siempre y
cuando estés preparado para hundirte hasta el fondo, pero
yo ya he caído en el fondo... ¿A que le tengo que tener miedo
entonces? Sin darme cuenta me acaricio el estómago con
ambas manos. Permanezco así por mucho tiempo... mientras
miro al techo.

✤✤✤✤✤✤
Al amanecer las náuseas repentinas me despiertan. Un
temblor invade mi cuerpo cuando intento pararme de la
cama para correr al baño.

Wook, wook.

Vomito varias veces emitiendo un sonido fuerte. Expulso


todo lo que había cenado y permanezco sentado en el piso
por un tiempo, intentando regular mi respiración. La
medicina prescrita por el médico no me ha funcionado muy
bien. ¿Se supone que deba ser así? Pienso mientras inclino mi
cabeza. ¿Todos los embarazos son así de doloroso? ¿Mi
condición empeorará? Siento que moriré si tengo a este bebé,
no creo poder soportar casi diez meses. ¿Cuánto nos queda?
Cálculo aproximadamente cuantos meses tengo, deben ser
unos cuatro meses. No es exacto, pero lo más probable es que
ronde esos meses.

Necesito ver a un médico y obtener más información sobre


mi estado, pero Keith no debe descubrirme. Debo buscar un
hospital donde él no pueda filtrar mi historial clínico. Aún no
se siente real, no puedo creer que tendré un hijo. Coloco mi
mano temblorosa sobre mi estómago. No siento nada.

Tengo que ir al hospital... Vuelvo a recordarme mientras me


pierdo en un mar de pensamientos. Cierro los ojos y espero a
que el mareo se alivie cuando escucho débilmente el sonido
de la alarma del celular.

Necesito prepararme para ir a trabajar.

✤✤✤✤✤✤

Tan pronto como Emma ve mi rostro se pone pálida y


pregunta:

—Yeonwoo, ¿estás bien?


Puedo ver la razón de su pregunta sin consultarle. La última
vez que me miré en el espejo mi cara lucía tan pálida que
parecía un fantasma en fiesta de Holloween.

Trato de sonreír y decir:

—Por supuesto, todo está bien, no tienes que preocuparte...


Solo tengo un cuadro de anemia.

—Tienes una mala complexión. ¿Has ido al hospital?

Rachel pregunta con notoria preocupación, pero finjo estar


bien.

—Iré cuando tenga un día libre. Tengo que hacer una cita, así
que... Gracias por su preocupación ¿Empezamos a trabajar
ahora? —añado con una ligera sonrisa.

Todas se van a sus puestos y se sientan sin emitir ninguna


sola palabra más. Voy a mi escritorio e imprimo los
documentos previamente verificados y adjunto el horario del
día de hoy.

✤✤✤✤✤✤

—... Esta es una tabla de ganancias y análisis de audiencia de


la película lanzada el mes pasado. Aquí están los países y
regiones donde vamos a distribuirla. Esto aún no está
aprobado, así que por favor revíselo e infórmenme... Este es
un fragmento de artículos de esta fiesta de arranque...

Keith no dice una palabra durante el informe. Solo golpea el


escritorio con sus dedos. El sonido me molesta, pero finjo no
notarlo. Debe ser porque ha dejado el cigarrillo.

—¿Por qué tienes que venir a trabajar?

—¿...? Porque es mi trabajo.


—Te dije que no tenías que hacerlo.

Keith aprieta los dientes. Parece enojado porque no le


obedecí.

Respondo de manera profesional.

—Gracias por su consideración, pero si alguien del equipo


sigue ausentándose, el resto tendrá dificultades. Por lo tanto,
es mejor renunciar que hacer eso.

—Entonces renuncia.

Hice una pausa cuando estaba a punto de hablar sobre irme,


como si fuera el momento justo, y por supuesto había
preparado algunas de estas palabras para que Keith las
entendiera.

—Lo siento —dice Keith—. Tampoco te sientes bien. Dijiste


que apenas dormías desde el amanecer. ¿No deberías ir al
hospital en lugar de ir a trabajar?

—... ¿Cómo sabes que no podía dormir? —pregunto


sospechosamente.

Keith responde sin demora:

—Charles me dijo.

Pronto recuerdo. Cuando logré salir del baño, Charles


acababa de llamar a la habitación.

—Me encargaré de eso de todos modos. Si no tienes más


instrucciones, voy a...

Me doy la vuelta y salgo de la oficina. Me apoyo sobre el


escritorio después de cerrar la puerta a mis espaldas y
sentarme en mi asiento, suelto un suspiro. Estoy mareado.
Me doy cuenta de que es realmente doloroso para mí seguir
sintiéndome así. Keith tiene razón. Tengo que ir al hospital
primero. No puedo esperar nada más, si solo pudiera
resolver este jodido mareo.

—Ah...

Con profundos suspiros, me cubro los ojos con las manos y


me inclino. Incluso en la oscuridad, mi cabeza da vueltas. No
sería tan doloroso si no estuviera embarazado. Me llevo la
mano suavemente al vientre y lentamente acarició, pero no
hay ningún sentimiento. Con profundos suspiros, me cubro
los ojos con las manos y me inclino. Incluso en la oscuridad,
mi cabeza da vueltas. No sería tan doloroso si no estuviera
embarazado. Me llevo la mano suavemente al vientre y
lentamente acarició, pero no hay ningún sentimiento. Ah.
Detengo mi mano y suavemente presiono. Si este niño
desaparece. Me sorprendo y recupero el sentido. Cuando
levanto la vista inconscientemente, tragando mi aliento, veo
a Keith apoyado contra la puerta, observándome.

—Sal del trabajo —dice en voz baja cuando sus ojos se


encuentran con los míos—. Es una molestia que te quedes
aquí en ese estado. Deja de venir.

—Puedo trabajar...

—¡Por favor, escucha! —Keith grita y atino a mirarlo


asombrado. Se sacude el cabello nervioso y dice con voz
apagada—: No puedo trabajar si estás en esa condición.

—... Lo siento.

Me disculpo. En cualquier caso, es mi culpa que esta


condición haga que los demás se preocupen por mí. Si quiero
trabajar no debería hacer que otros alrededor mío se sientan
incómodos. Me reprocho a mí mismo.
—Bueno, solo trabajaré hasta antes del almuerzo. Voy a
tener que resolver lo que queda y entregárselo a Emma...

Afortunadamente, no hay horario hoy. No hay reunión y


Keith solo tiene cita para cenar, así que solo debo trabajar
como de costumbre y, de vez en cuando, cumplir con las
instrucciones de Keith.

Agrego en voz baja:

—Gracias por tu consideración.

—... Así que arréglalo y vete.

Habla cansado. Pensé que se iba a dar la vuelta y entrar a la


oficina, pero inesperadamente permanece en el mismo lugar.

Pienso por un momento y agrego dudando:

—Sí.

Solo entonces Keith asiente y se vuelve. Tak. Se escucha el


sonido de la puerta cerrándose. Después de mirar la puerta
cerrada por un rato, comienzo a preparar algo para contarle
a Emma. Tengo que ir al hospital, pienso y abro el sitio de
búsqueda al mismo tiempo. Un hospital donde no se pueda
filtrar mi historial clínico.

—Ah.

Involuntariamente escupo un suspiro.

✤✤✤✤✤✤

Mientras le comento a Emma que debía irme ella me sonríe


con una cara iluminada.

—Sí, será mejor que me vaya y descanse. Estoy muy


agradecido de que el Sr. Pittman haya hecho tal oferta —
continúo con un poco de alivio—. Porque el Sr. Pittman es de
pocas palabras, así que a veces no habla cuando trabaja.
Quizás te pueda dar miedo cuando se enoje, pero si haces las
cosas bien no ocurrirá, y si cometes algún error... Es cierto
que se enojara, pero... no demasiado.

No es fácil trabajar con Keith, pero creo que Emma lo hará


bien. Miro alrededor después de informarle. Ya es la hora del
almuerzo, Jane y Rachel están preparándose para salir a
comer.

—Bueno, Emma. ¿Tienes tiempo por la noche? Si no te


importa, me gustaría comer y hablar contigo...

Finjo no notar la persistente mirada de Jane y Rachel sobre


mí. Emma parpadea y pronto sonríe asintiendo.

—Está bien, ¿nos vemos en el restaurante al que siempre


vamos?

—Bueno, no. Nos vemos en mi casa hoy. No creo que esté en


buenas condiciones para salir a algún lugar... ¿Te importaría?

—Oh mi Dios.

—¡Wow!

Jane y Rachel exclaman de nuevo. Sonrío torpemente porque


estoy avergonzado.

Emma les dedica una mirada y pronto sonríe.

—Está bien. Entonces ¿debería ir a tu casa alrededor de las 7


en punto?

—Si, está bien.

Asiento. Me despido y salgo de la oficina de secretaría.


La forma en que Rachel y Jane me miran desde la puerta es
pesada, pero finjo no notarlo. Cuando cierro la puerta y
camino unos pasos, de repente escucho un grito. Miro hacia
atrás con asombro, pero no puedo volver a la oficina de
secretaría. Finalmente, inclino la cabeza y me dirijo hacia el
ascensor.

✤✤✤✤✤✤

Cuando salgo, el conductor de Keith me está esperando. Me


subo al auto después de una breve reverencia. Es natural que
tenga que regresar a la mansión a recoger el automóvil, dado
que lo había dejado el día de la fiesta. Sin embargo, estoy un
poco perplejo al dirigirme a la casa de Keith sin consultar el
destino. Supongo que el conductor está seguro que me dirijo
hacia ahí.

¿Keith dio esa orden?... No lo sé.

Estoy agotado de pensar de más y simplemente vacío mi


mente. Las calles del mediodía están llenas de luz solar. Estoy
cruzando la calle con mis ojos inadvertidamente
entrecerrados.

✤✤✤✤✤✤

Despierto con una extraña sensación. Cuando abro los ojos,


aparece un jardín familiar, llegamos a la mansión de Keith.
Me preparo para bajar después de un rato, cuando el auto se
detiene, alguien abre la puerta desde afuera.
Inesperadamente, Charles está ahí de pie. Le agradezco y
rápidamente intento ir a donde había estacionado mi auto.
Me llama de inmediato.

—¿A dónde vas, Yeonwoo?

En algún lugar me detengo y respondo la pregunta urgente:


—Voy a buscar mi auto... Tengo que volver a casa.

Por primera vez, Charles parece avergonzado.

Digo maravillado:

—Me atendieron durante el fin de semana. Tengo que irme


ahora.

Entonces, me despido ligeramente y me doy la vuelta. Mi auto


se quedó donde lo había estacionado. Mirando por un
momento el Jaguar que Keith me había dado, pronto abro la
puerta del auto y me siento en el asiento del conductor.
Respiro hondo y me tomo un tiempo para asegurarme de que
estoy en condiciones de conducir. Quizás porque me quedé
dormido por un tiempo es que me siento mucho mejor ahora.
Charles sigue mirándome, parado allí, mientras salgo por la
entrada del jardín. Cuando reviso el espejo retrovisor, ya ha
desaparecido muy lejos.

✤✤✤✤✤✤

Emma llega unos 10 minutos antes de lo prometido.

—Llegué un poco temprano, ¿está bien?

—Por supuesto, entra. ¿No fue difícil venir?

—Estuvo bien. Gracias.

—He preparado un filete simple, ¿está bien?

—Oh Dios. Tenía mucha hambre.

Después de confirmar cuánto demorará en hornearse, la


llevo a la sala de estar. Mientras esperamos, Emma sonríe y
dice gracias. Mientras espero que se cocine la carne. La razón
por la que me estoy poniendo nervioso es por la presión
sobre lo que tengo que decirle. Cuando veo a Emma
revisando mensajes en su teléfono celular, recuerdo lo que
he practicado.

✤✤✤✤✤✤

—Bueno, estaba muy delicioso. Gracias.

Cuando la veo sonreír satisfactoriamente, yo también sonrío.


Ahora se acerca el momento de hablar, le doy una taza de té
con el postre.

—Oh, gracias.

Sonríe mientras me ayuda a limpiar la mesa vacía. Su cara


sonriente es muy bonita.

—Quédate sentada, comeremos el postre pronto.

—Sí, lo espero con ansias.

Respiro profundamente mientras muelo los granos. Estoy en


excelentes condiciones hoy, no me siento enfermo, así que
tuve una buena comida y no cometí errores al hablar. He
estado posponiendo y retrasando la charla difícil, pero ahora
es el momento. Emma sonríe brillantemente mientras saco
una tarta de huevo, brownie de chocolate y café.

—Oh, es mi panadería favorita.

—Bien, escucho eso a menudo.

—Voy a aumentar de peso.

Cuando la veo que suspira, pero no puede apartar la vista del


postre, me río, es como si estuviera mirando a mi hermano.

—No digas eso porque eres lo suficientemente delgada. Mi


hermana siempre se preocupa así, pero ella se ve bastante
delgada para mí. Una dieta excesiva no es buena para tu
salud...

—¿Tienes una hermana menor?

—Sí, dos.

Naturalmente, la conversación pasa a algo sobre la familia.


Después de sopesarlo por un tiempo, se da la oportunidad de
introducir el tema.

—Bueno, Emma, dijiste antes que tienes un hermano Omega,


¿verdad? Y dio a luz a un niño.

—Sí, así es. ¿Por qué?

La cara de Emma está perpleja y tiene una sonrisa en su


rostro.

Respondo, tosiendo en vano y evitando su mirada.

—Bueno, yo... tengo una pregunta sobre eso. ¿Podemos


encontrarnos? No hay Omegas a mi alrededor.

Emma sacude la cabeza.

—Puedo preguntarle, pero... ¿Qué pasa? Oh, ¿tu hermana


tuvo un bebé? ¿Cuántos años tiene?

Trago saliva seca. El tiempo finalmente ha llegado. Abro la


boca con dificultad.

—No, no, es que... mis dos hermanos son Beta. El


embarazado... soy yo.

Emma parpadea y permanece en silencio por un momento.

—... ¿Sí?
Esa es toda su reacción. Al mirar a Emma, que está sin
palabras nuevamente, me siento avergonzado.

—Bueno, algo así... Eso es lo que pasó. Es por eso que no me


he sentido bien últimamente... Lamento sorprenderte de
repente, pero no tengo a quien más consultarle... Creo que
podría ser un diagnóstico erróneo, pero si realmente lo es...
Me acordé del hermano de Emma.

—...

Emma no dice nada. Su reacción aparentemente


conmocionada me deja sin palabras. De repente me pregunto
si piensa que la relación entre ella y yo fue confundida; quizás
para ella era diferente a lo que yo creía, que para ella tal vez
solo soy un compañero de trabajo a quien le tiene confianza.
Pienso que debí haber definido la relación primero, pero ya
era demasiado tarde. No tengo más remedio que esperar a
que ella aclare el desastre.

—Oh, entonces... ¿Qué debería decir?

Emma abre la boca después de la sorpresa. Todavía parece


perpleja, pero gradualmente su tez está volviendo. Hablo con
cuidado:

—Siento decir esto de repente, Emma.

—Bueno, me sorprendió increíblemente.

Whoo.

Emma suspira. Todo tipo de emociones están en su rostro.


Me siento culpable nuevamente porque no quise confundirla
así.

—No sabía que salías con alguien Yeonwoo. Mira, quiero


decir... ¿De quién?
Cuando pregunta con cautela, suena un timbre oportuno en
la puerta principal. Miro hacia atrás casualmente. Emma
también parece sorprendida.

—Espera un minuto.

—... ¿Quién es? —murmurando para mí mismo, me levanto


de mi asiento.

Emma se lleva el café a la boca a toda prisa, como si tuviera


sed. Incluso hasta que abro la puerta, no tengo idea de quién
es el visitante. Como si fuera difícil esperar un poco, el
visitante impaciente vuelve a tocar el timbre.

Respondo: "Sí", y abro la cerradura de la entrada.

Un sonido de traqueteo se extiende y la visita, espera...


Cuando finalmente abro la puerta, lo primero que siento es
un leve aroma. Y tan pronto como aparece su rostro, digo su
nombre sin darme cuenta.

—... ¿Keith?
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 11

Me sorprende la inesperada visita. Keith me está mirando


con un rostro inusualmente pálido.

¿Por qué este hombre se encuentra aquí?

Inclino mi cabeza casualmente. Keith, que me mira a la cara


sin decir una palabra, luego abre la boca:

—... ¿Estás bien?

—¿Sí?

Me sorprende nuevamente la repentina pregunta.

Me observa por un momento, solo parpadea y suspira. Se


pasa los dedos por el pelo como si estuviera cansado y abre
nuevamente la boca:

—¿Por qué no contestaste el teléfono?

—¿Teléfono? —repito sus palabras como un tonto.

Keith frunce el ceño como si estuviera molesto por mi


reacción.

—Bueno, quién...

Emma, que se acerca a la puerta de entrada preguntándose


qué está pasando, se sorprende y suelta un grito. Keith pasa
por encima de mi cabeza en silencio y la mira. Emma habla
primero:

—¿Por qué el Sr. Pittman está aquí...?

De repente se da cuenta de algo. También me percato de que


Emma encuentra la respuesta a la pregunta que hizo justo
antes de que sonara la campana. Por supuesto, lo negaría
inmediatamente, sin embargo, necesito habilidades de
actuación de las que nadie dude. No puedo garantizar que
pueda negar de manera calmada.

Afortunadamente, Emma no dice nada al respecto. Todo lo


que hace es vernos por turnos a Keith y a mí. De nuevo se
cierne un pesado silencio. Una vez más, abre la boca primero:

—Bueno, me retiro. Yeonwoo, hablemos de esto nuevamente


la próxima vez. Le preguntaré a mi hermano.

—Ah gracias. Emma. Espero que...

Me doy cuenta de la presencia de Keith mientras hablo. Me


veo obligado a apartarme y pedirle que entre.

—Te veré en un momento.

Lo digo a espaldas de Keith, pero él no mira hacia atrás.


Cierro la puerta y bajo el edificio con Emma. El camino está
bordeado de autos familiares. Me detengo para ver a
Whitaker parado en la calle fumando un cigarrillo.

—... ¿Dónde está el auto?

Emma, ante mi pregunta, sin decir nada señala al otro lado de


la calle. En silencio caminamos uno al lado del otro. No fue
hasta que llegamos al frente del auto que Emma abre la boca:

—No sabía que tenías tal relación con el Sr. Pittman... Es del
Sr. Pittman, ¿no es así?

Se a lo que se refiere, aunque no lo diga claramente. Digo que


sí y asiento con la cabeza.

—Ya veo —murmura Emma con una mirada amarga.

Abre la puerta del auto y me mira antes de sentarse en el


asiento del conductor.
—No le diré a nadie sobre esto hasta que Yeonwoo lo diga
directamente.

Sonrío amargamente.

—Confío en ti Emma.

Emma sonríe.

—Lo que preguntaste antes, se lo preguntaré a mi hermano


y te lo haré saber. Es difícil decírselo ahora porque tengo que
comprobar cuándo tiene día libre.

—Sí, gracias.

—De nada. —Ella habla de manera entrecortada—. Somos


amigos.

Ante las palabras de Emma, sonrío alegremente. Cuando le


doy un ligero abrazo como despedida, ella también me da
una palmada en la espalda.

—Bueno, vete a casa sana y salva.

—Sí, Yeonwoo.

Se sienta fácilmente en el asiento del conductor y cierra la


puerta. La veo encender hábilmente el auto. No es hasta que
el coche de Emma desaparece de mi vista que cruzo la calle y
me dirijo a casa. Whittaker, que me reconoce tardíamente,
levanta la mano para saludarme. Mientras subo las escaleras,
mi mente gradualmente se vuelve pesada.

¿Qué demonios está haciendo Keith aquí? ¿Por qué me llamó?


¿Pasó algo? No es algo normal que venga a mi casa después
del trabajo, pero Whitaker y otros guardaespaldas parecían
demasiado relajados.

¿Sucedió algo que no se me ha informado?


Abro la puerta principal sintiendo la complejidad de mi
cabeza. Keith está sentado en el sofá de la sala de estar. Fue
hace un rato que Emma y yo estábamos sentados allí. Camino
en silencio y despejo tazas vacías y postres que estaban en la
mesa.

—... ¿Puedo traerte algo de beber?

Keith niega brevemente con la cabeza mientras le ofrezco la


invitación. Respiro hondo y me paro frente a él con la mesa
en el medio.

—¿Qué está pasando? Si tienes tanta prisa, algo grande debió


suceder...

Keith abre la boca, después de una pausa dice:

—¿Por qué estás aquí?

Me las arreglo para soportar la pregunta obvia. Gracias a eso,


respondo con calma:

—Porque es mi casa. ¿No es obvio?

Keith aprieta la mano en el muslo y la abre lentamente. Sus


dedos hacen de nuevo un sonido débil golpeando su muslo.

—Fuiste a mi casa.

—Sí, para recoger mi auto.

La velocidad de los dedos aumenta.

—¿Por qué Emma estaba aquí?

—Yo la invité. Tenía algo que preguntarle...

De repente frunzo el ceño.

Pero ¿por qué tengo que hablar de esto? Es mi vida privada.


—Entonces ¿por qué estás aquí? ¿Le pasó algo a la empresa?
—pregunto con frialdad, y puedo ver a Keith vacilar, cuando
el ritmo de sus dedos que cambia de Moderato a Allegro y se
detiene de repente.

—... ¿Qué?

Esta vez Keith vuelve a preguntar. Me molesta que no parece


concentrarse en lo que digo. Me cepillo el pelo y frunzo el
ceño.

—Si vienes hasta aquí, porque no contesté el teléfono, debió


ocurrir un gran problema, ¿verdad? De lo contrario no hay
razón para hacerlo en este momento.

Espero una respuesta después de decirlo, pero Keith sigue en


silencio. De alguna manera hace una pausa y abre la boca:

—... El cálculo está mal.

Parpadeo ante el comentario inesperado.

—¿Qué? ¿Qué cálculo?

—El número de espectadores, la suma ha estado mal durante


dos semanas.

Por un momento me quedo sin palabras.

—¿Es eso lo suficientemente urgente como para venir hasta


aquí?

Keith guarda silencio de nuevo. Sus dedos palmean


nuevamente su muslo. Es Allegro desde el principio.

—De todas formas... —De repente, Keith detiene sus dedos y


cambia el tema—. Prepárate, vamos a mi casa.

—¿Por qué?
Su respuesta es simple.

—Porque lo quiero.

Lo miro a la cara. Abro la boca cuando vuelvo a sentir que


surgen todos los sentimientos negativos.

¿Y si no lo hago?

Keith entrecierra los ojos. Me doy cuenta de que da la


respuesta que esperaba. Al mismo tiempo, Keith se pone de
pie. Doy un paso atrás sin darme cuenta. Lentamente se me
acerca, suelto un pequeño gemido y me apresuro a
retroceder. No hay lugar para correr en esta casa estrecha.
Pronto mi espalda toca la pared y mi retirada es bloqueada.
El hombre que camina hacia mí, se detiene con calma.

No hay aroma de feromonas en este hombre al que solo le


quedan unos pocos pasos hasta llegar a mí; sin embargo,
siento un aroma sofocante. Me siento como el perro de
Pavlov. La mera visión de este hombre me hace sentir calor y
percibir olor. Es tan injusto que casi lloro. Entonces el
hombre abre la boca:

—Yeonwoo. —Lo observo con los ojos borrosos. Keith dice


en voz baja—: Prepararte.

Alza la mano. En el momento en que sus dedos tocan mi


mejilla, suelto un gemido. Keith, que me contempla mientras
me encuentro endurecido y sin poder moverme, me vuelve a
acariciar la mejilla.

—Ven conmigo.

—...

—Yeonwoo.

Llama mi nombre otra vez.


Este hombre me conoce bien. Con solo decir mi nombre
suavemente ya ha calculado que estoy obligado a volverme
infinitamente débil. Cierro los ojos con un profundo suspiro.
Siento que sé muy bien lo que este hombre piensa de mí.
Cuando abro los ojos otra vez, ya he tomado una decisión.

—Sí.

✤✤✤✤✤✤

En el auto, él y yo no decimos una palabra. Apoyo mi cabeza


contra la ventanilla y solo miro el fondo de la noche que pasa
sin sentido. Keith vuelve a golpear su dedo contra su muslo,
muy despacio esta vez. En lugar de fumar, parece tener un
nuevo hábito. Ni siquiera huelo el regusto leve del cigarrillo.
Al deshacerse de las feromonas, ya no puedo oler ningún
aroma de Keith, excepto por el aroma fresco de su piel. Me
siento extraño. Todavía hay un ligero aroma a feromonas en
el coche, pero este también se desvanece lentamente. Así
como si la memoria se desvaneciera.

—¿Has estado en el hospital?

A la pregunta de Keith, todavía miro por la ventana y


respondo:

—No.

—Voy a hacer una cita... El hombre... ¿Ya lo arreglaste?

Después de un momento, vuelve a preguntar. Echo un


vistazo, Keith, como yo, está mirando por la ventana.

—No. —Solo ante mi respuesta, Keith me mira. Hablo


nuevamente, aun observando por la ventana—. Todavía lo
estoy pensando.

—¿Qué?
—De qué manera debería arreglarlo.

Keith no responde por un momento. Puedo darme cuenta


que está desconcertado sin tener que mirarlo. Por supuesto,
no estaba en sus cálculos que hiciera estos comentarios
picantes, pero esto solo es el comienzo.

—Todavía no has encontrado al Omega que dejó la marca,


¿verdad? Hasta entonces hablaré sobre si lo voy a arreglar o
no.

Keith pregunta como si estuviera atónito.

—¿Me estás comparando a mí y a ese hijo de puta?

Era natural estar perplejo. ¿Cómo se atreve alguien más a


jugar así contra este hombre? Es imposible sin estar tan loco
como yo. Me rio cínicamente.

—Ni siquiera recuerdo cómo fue tener sexo contigo, pero


¿hay alguna razón por la que yo deba arreglarlo con el
hombre primero?

Tengo curiosidad por la expresión de Keith, pero no me


molesto en comprobarla. Todavía miro por la ventana y digo
casualmente:

—Podrías cambiar de opinión cuando aparezca el Omega


que dejó la marca, así que será mejor que hablemos de eso
entonces. Ni siquiera podemos olernos de todos modos,
¿verdad? Soy un gato en celo, así que no sé cómo reaccionaré
si huelo a otro Alfa y tú hueles a tu Omega...

—No me importa.

Me dice Keith bruscamente. No tengo más remedio que


mirarlo.
—No importa cuál sea el aroma de las feromonas. Sería
mejor si pudiera olerte, pero me siento atraído por ti, incluso
cuando eliminaste el olor de todos modos.

Inesperadamente, lo admite con frialdad. Parpadeo de


asombro, porque nunca pensé que lo diría con su propia
boca. Pero Keith, más bien, inclina una esquina de la boca
como si mi reacción fuera graciosa.

—¿Te lo dije? Habría dormido contigo antes si fueras mujer.

Keith se acerca a mí en silencio. Toca mi mejilla lentamente y


murmura para sí mismo:

—Si hubiera admitido que podía hacerlo incluso con un


hombre, no habría perdido tanto tiempo.

Se hizo el silencio. Keith no miente. No hay forma de cambiar


de tema, sin embargo, el problema es que su sinceridad es
claramente su propio punto de vista, que puede ser diferente
de los demás.

Como me equivoqué. Soy yo el mentiroso. Pienso. Diré muchas


mentiras este día y en el futuro a este hombre.

Nos estamos mirando, pero el silencio no es pesado. La mano


de Keith envuelve mi mejilla y su pulgar acaricia mi labio
inferior sin apretar. Separo mis labios sigilosamente, los
dedos de Keith entran en mi boca. Muerdo suavemente el
pulgar con mi diente. Mi mirada sigue sobre Keith. Nos
miramos el uno al otro sin siquiera parpadear. Coloco el dedo
entre los dientes para que no le doliera, y secretamente
levantó mi lengua. Los ojos de Keith se entrecierran mientras
acaricio su dedo suavemente con la punta de mi lengua. Keith
deja fluir sus feromonas. Hay un ligero aroma. Él está
emocionado. Siento el olor incontrolado fluir, y envuelvo el
dedo con la lengua y lo chupo con los labios, como si
estuviera acariciando su pene. Keith también lo nota. Es
obvio que la parte delantera del pantalón tiene una erección.
Keith gira su mano alrededor de mi cabeza y tira de ella. Soy
arrastrado como él quiere, sin resistir.

—Ah.

Keith suspira profundamente y cierra los ojos. Está tratando


de besarme. Justo antes de que nuestros labios se toquen,
susurro:

—Encuentra al Omega primero.

Keith abre los ojos. De inmediato nuestros ojos se


encuentran. Sonrío levemente, mirándolo directamente.

—No dormiré contigo hasta entonces.

Poco a poco el coche baja la velocidad. El poder desaparece


de la mano de Keith, que me sostiene. Me hago un poco hacia
atrás, aun así, mi mirada todavía sigue fija en Keith y él no la
esquiva. La cara de Keith está febril, y simplemente no tiene
expresión.

Me gusta mucho esa cara.

✤✤✤✤✤✤

—Han pasado cuatro meses. ¿Es este su primer diagnóstico


hospitalario?

Mirando el rostro inexpresivo del doctor, inadvertidamente


trago en seco.

—... No, lo obtuve de otro hospital y me preguntaba si era un


diagnóstico erróneo...

—Estás embarazado.
El médico aún mira el monitor de una manera meramente
profesional.

Está hablando de los resultados de las pruebas y la condición


actual, pero no puedo escuchar correctamente. Solo oigo
mientras estoy en blanco, las últimas palabras del médico me
llaman la atención.

—Incluso si es tu primer embarazo, estás en muy mal estado.


¿Estás tomando algún medicamento?

Es difícil responder de inmediato. Respondo con una


respiración profunda de por medio.

—El inhibidor... Consumo un poco más que la cantidad


normal.

—Oh, no.

El doctor pronto frunce el ceño.

Después de hacer preguntas detalladas sobre cuánto tiempo


y cuánto era la cantidad, se rasca la mejilla con la punta de un
bolígrafo.

—Detén todos los medicamentos. A este ritmo, la vida del


niño está en peligro. ¿Por qué tiene que tomar inhibidores
cuando está embarazado? ¿Tiene una pareja?

Hay muchos Omegas que tienen hijos solos, sin un cónyuge


establecido. Echo un vistazo a la vertiginosa mirada.

—No le he dicho todavía.

—Entonces ve a hablar con él de inmediato. Te sentirás


mucho más relajado si grabas la marca. Si no puede, te
recetaré temporalmente otro inhibidor. Esto es temporal, así
que no puede consumirlo continuamente. Y no consuma
nada más que la dosis recetada... —agrega, diciendo esto y
aquello—. ¿Hay otros inconvenientes?

Pienso por un momento y luego abro la boca:

—Es difícil dormir. Quizás es por eso que me siento peor...

—Suele pasar más si es tu primer embarazo. Te recetaré una


pastilla para dormir.

Le pregunto con cautela, mirándolo hacer la receta.

—No soy un tipo al que las medicinas le hagan mucho efecto,


así que... ¿Tienes alguna medicina fuerte?

El doctor suelta un "uhm" y se acaricia la barbilla.

—Debido a que estás embarazado, es difícil usar el


medicamento sin cuidado... Solo tómelo cuando tenga
insomnio muy severo. Y básicamente, el alcohol no está
permitido, más bien está absolutamente prohibido,
especialmente cuando se toma este medicamento. Si se
mezcla con alcohol, la gente común simplemente se
despierta en tres días. Hay estudios que lo comprueban. No
hay otros efectos secundarios graves. Es básicamente malo
para el niño, así que, si no vas a someterte a una cirugía,
nunca lo tomes conjuntamente con alcohol. ¿De acuerdo?

—Sí.

Asiento como si lo estuviera prometiendo.

✤✤✤✤✤✤

Paso por la farmacia, tomo mi medicina y vuelvo a la calle.


Hay un parque bastante famoso en la zona donde se
encuentran los hospitales. De repente quiero comer pudín,
así que paso por una tienda cercana. Cuando me doy cuenta,
he sacado todos los pudines del refrigerador. Se derretirá.
Estoy preocupado, pero no puedo renunciar a ninguno de
ellos. Finalmente, compro todo y salgo de la tienda. El
empleado me mira a la cara con extrañeza, pero lo ignoró.

Sentado en un banco vacío, saco uno, abro el paquete y paso


cuidadosamente en la esquina con una cuchara. El pudín frío
y suave se aplasta en mi boca. Comiendo lentamente un
bocado a la vez, pienso en ello sin comprender. La dulzura
que se extiende en mi boca se asemeja al dulce sabor de la
sangre que probé cuando grabé la marca. La emoción de esa
vez revive y me pone la piel de gallina.

Me como uno y saco otro. Normalmente no me gustan tanto


los dulces, pero estos días como demasiado. Ahora que lo
pienso, cuando termino mis comidas, busco dulces para el
postre. No solo eso, sino que es realmente extraño que esté
sentado en un banco y comiendo pudín. ¿Es por el niño?
Inadvertidamente miro mi vientre. Todavía es poco
irrealista, pero está claro que hay un niño. No puedo negarlo
más.

“Si no tiene intención de dar a luz, tendrá que decidir


rápidamente. No hago abortos, así que busque otro hospital
que pueda hacerlo y programe una cita”

Recordando la advertencia del médico, como mi pudín.

Tuk.

Un trozo de pudín cayó sobre mi pierna, pero lo dejo así.

No me muevo, aunque sé que el bulto suave me moja la


pierna. Entro en razón porque de repente alguien me habla.

—Oye, ¿estás bien? ¿Está todo bien?

Me sorprende la repentina voz del hombre.


Parpadeando con los ojos en blanco, abre la boca con un
breve suspiro.

—Oh, no te desmayaste. Eso es un alivio. ¿No te sientes bien?


¿Debería llamar al 911?

—Oh, no... Estoy bien.

Mientras habla, sacudo la cabeza. Es familiar, pero ¿dónde lo


viste? Sonríe como si tuviera la misma idea.

—¿Nos hemos visto en alguna parte?

—Bueno... —murmura aturdido y tardíamente encuentro


auriculares envueltos alrededor de sus orejas.

Me sorprendo y escupo sin darme cuenta.

—Dijiste que eras un guardaespaldas... Josh. ¿Eres Josh?

—¡Oh!

También se acuerda de mí.

Su rostro fresco, que había visto en la noche oscura, brilla a la


luz del sol.

—Es un placer verte de nuevo, Yeonwoo. ¿Te sentiste bien


luego?

Extiendo la mano y me da la suya. Josh se sienta a mi lado


naturalmente y habla:

—¿Qué haces aquí? ¿No son horas de trabajo?

—Tenía que ir al hospital hoy... ¿Qué haces aquí?

—Ah, tengo trabajo que hacer en un hospital cercano.


Cuando iba a preguntarle dónde, la voz del niño de repente
me interrumpe.

—Papi, papi.

—Oh.

El niño se tambalea y se queja con Josh como si estuviera


aburrido. El hombre pronto dirige su atención al niño y
sonríe suavemente. El niño se parece a él, pero es algo
diferente. Es obvio, pero pienso que probablemente se
parece a su otro padre... ¿Dónde lo has visto? Ladeo la cabeza
de repente.

La cara del niño, que veo por primera vez, parece


extrañamente familiar. Mientras miro quieto, Josh levanta
hábilmente al niño, pone sus pies en una mano y se encoge
de hombros en el aire. El niño parece asustado, pero con la
emoción, sus ojos se iluminan y el equilibrio es difícil. Pero no
dura mucho.

—Uh. Huh.

—Ah-ah-ha-ha.

El hombre lo agarra, tan pronto como el niño tambalea.

Mientras observo la figura pacífica del niño que estalla en


risas y el hombre sonríe, mi mente se vuelve increíblemente
compleja. Sin darme cuenta, acaricio mi estómago, Josh se
voltea hacia mí.

—Él es Pete, mi tesoro. Vamos, Pete. Di hola.

—Woo woo...

El niño me mira, chupándose el pulgar. Lo saludo con una


sonrisa.
—¿Hola, Pete? Soy Yeonwoo.

El niño todavía me mira y de repente sonríe y entierra su


rostro en el hombro de Josh.

—Este chico es tímido.

Se ríe Josh en voz alta.

Sonrío torpemente.

El niño en los brazos de Josh me mira. Cuando nuestros ojos


se encuentran, el niño vuelve a reír y oculta su rostro. En ese
momento su cara se me hace familiar.

—¡Ah!

Josh me mira maravillado mientras exclama


inconscientemente.

Su reacción en un abrir y cerrar de ojos es muy natural. Las


palabras que había escuchado sobre el hombre en mi cabeza
rápidamente pasaron de largo.

—Oh, yo... ¿Tal vez tengas una hermana menor...? Llamada


Emma.

Ese comentario hace un cambio repentino en la cara que


había estado sonriendo hasta ahora.

La cara del hombre que me observa es terriblemente fría.

—¿Quién eres tú?

Trago saliva en seco, es una pregunta natural. No puedo creer


que este tipo sea Omega. Solo entonces comprendo la razón
de su hermosa apariencia.
¿Este hombre también consume inhibidores? Porque no puedo
sentir ningún olor proveniente de él.

Mi mirada se vuelve hacia el niño que sostiene. Es un Omega,


quien dio a luz a un hijo solo. Apenas abro la boca, soportando
la sensación de lágrimas.

—Bueno, yo trabajo para la misma compañía que Emma... —


continúo soltando palabras con dificultad—. Emma dijo que
tú también tenías un bebé...

El hombre frunce el ceño.

—¿Tú también...?

Me muerdo los labios y confieso.

—Creo que yo también debería tenerlo.

Se sorprende por la confesión que pronuncio con un aliento


bloqueado y permanece en silencio por un momento.

El hombre mira el reloj en su muñeca y me abre la boca,


bajando la cabeza y mordiéndose los labios.

—Podré dedicarte otra media hora más o menos —dice


rápidamente—. Lo haré mientras quieras que te escuche, si
no te importa.

Por supuesto que está bien. Siento que mi corazón explotará


si no le cuento a nadie sobre esto.

—Escuché de Emma y le pregunté si podía conocerte. No


tengo a nadie con quien hablar. Pero no sabía que eras el
hermano de Emma...

Resulta que se parecen. Por supuesto, el lado de Emma es


mucho más suave, así que no pensé en eso.
—Oh.

Y Josh parecía recordar algo.

—Entonces por eso me envió un mensaje preguntando


cuándo iba a descansar. No sabía que estaba pasando... De
todos modos, el resultado es el mismo.

Josh abraza cómodamente a Pete y se endereza.

—Hablemos. Entonces ¿por qué quieres conocerme?

Logro sacar las palabras de mis labios temblorosos. Solo


escucha en silencio mientras yo hablo.

—... Entonces ¿estás regresando de un examen médico? —


pregunta Josh, que había escuchado más o menos y asiento
con la cabeza.

Josh dijo que él estaba regresando de un pediatra cercano


debido a la vacuna de su hijo.

Solo confesé que me acosté con mi jefe y quedé embarazado.

—¿No se lo vas a decir? O el Alfa no quiere un niño. Tu


compañero debe ser Alfa, ¿verdad?

En un punto realista, me tomé un momento para responder.

—No lo sabe. Sigo pensando que es un diagnóstico erróneo...

—¿Ni siquiera piensas decirle?

Josh pregunta bromeando.

Casi me echo a reír nerviosamente. Mirando a Pete


dormitando en los brazos de Josh, abro la boca con dificultad.

—¿Debería tener un hijo?


—Bueno, esa es la elección de Yeonwoo.

La respuesta obvia regresa.

Le pregunto a Josh, incapaz de quitarle los ojos de encima.

—... ¿No te daba miedo? Escuché que tenías un bebé por tu


cuenta.

Josh mira a Pete.

El niño ya está profundamente dormido. Sin embargo, Josh


bloquea los oídos de Pete con sus grandes manos y dice:

—Cuando lo supe, ya era demasiado tarde para la cirugía. No


tuve más remedio que dar a luz. —Mira al niño con una
sonrisa amarga—. Pero después de nacer, no pude evitar
amarlo. ¿Qué hubiera pasado si hubiera tenido una cirugía?
Es terrible imaginarlo.

No puedo decir nada. No me di cuenta de que tengo un hijo


en el vientre y no me di cuenta de que tengo que decidir si
dar a luz o no.

—Será mejor que tomes la decisión rápidamente. Porque el


tiempo pasa y se vuelve irrevocable. —Señala Josh con
frialdad. Solo digo que sí con dificultad. Josh me mira así y
abre la boca—: Estoy seguro que el médico ha tratado con
muchos Omegas y los ha ayudado de muchas maneras a
sentirse "aliviados" respecto a dar a luz o no.

Parece disimular sus palabras a propósito. Sin mencionar a


Pete, me temo que el niño en mi vientre podría escucharlo y
lastimarse. Ni siquiera estoy seguro de su existencia todavía.
Estoy sin palabras porque mi cabeza está confundida, así que
Josh se toma un descanso y pregunta:

—... Trabajas para la misma compañía que Emma, ¿verdad?


¿Puedo preguntarte algo?
Asiento apresuradamente ante las palabras de Josh.

—Sí, cualquier cosa. A menos que sea una disposición


secreta...

—¿Cuántos hombres hay en la oficina?

—¿Qué?

Abro mucho los ojos ante la repentina pregunta.

Josh lo pregunta seriamente otra vez.

—Bueno, ella dice que trabaja en la oficina de secretaría.


¿Cuántos empleados hay? ¿Cuántos hombres hay?

No sé por qué me pregunta esto, pero respondo


honestamente:

—El único hombre que trabaja en el departamento de


secretaría soy yo, el líder del equipo. El resto son todas
mujeres. Incluida Emma, hay tres de ellas.

—... ¿Qué?

Josh distorsiona su rostro y escupe palabras duras. Estoy


sorprendido y parpadeo.

¿Por qué estás haciendo eso? ¿Qué pasa?

Espero a que diga lo siguiente, pero Josh no abre la boca. Me


mira el rostro durante mucho tiempo con su cara aún
fruncida.

—... Ah. Emma, Emma.

—... ¿Qué?

Cuando lo veo sacudir la cabeza llamando al nombre de su


hermana, no puedo resistir mi curiosidad.
—¿Qué está pasando? ¿Por qué... algo malo le pasó a Emma?

Quiero ayudar en todo lo que pueda.

Quería ayudar en todo lo que pudiera. Mientras daba un paso


de manera entusiasmada hacia adelante, Josh me mira de
reojo y pregunta de repente:

—¿Qué opinas de Emma?

Respondo honestamente sin dudar a la pregunta abrupta.

—Es una querida amiga. Siempre estoy agradecido con ella.

—Ahhhh...

Josh echa la cabeza hacia atrás con un suspiro inusualmente


largo.

Estaba avergonzado viendo el cielo lejano con una mirada en


blanco en mi rostro. Josh, que guarda silencio por un
momento, saca su teléfono celular. Abre la boca
preguntándome:

—Número.

—¿Qué?

Cuando se lo preguntó sin entender las palabras repentinas,


Josh, a diferencia de antes, parece molesto.

—Dame tu número, te mostraré el hospital al que fui. Solo


dame tu número y te lo diré. Tendrás una cirugía de mitad de
período, pero no dejes que sea demasiado tarde.

—Oh... eso está bien. Yo lo averiguare...

Yo estoy reacio por alguna razón y trato de negarme, así que


me mira con el ceño fruncido. Bajo la presión tácita, me veo
obligado a llamar a su número. Josh guarda el número en
silencio y me envía un mensaje. Después de escuchar una
recepción monótona, Josh dice:

—Guarda mi número y contáctame si tienes alguna pregunta.


Mantendré en secreto lo de hoy, así que no te preocupes.

—... Gracias.

Me mira una vez más con una expresión compleja y mira el


reloj en su muñeca.

—Tengo que volver pronto. ¿Estarás bien?

Josh pronto mira a su alrededor y pregunta. Cortésmente lo


rechazo.

—Sí, gracias, pero está bien.

Josh me mira de nuevo con una expresión extraña. Parecía


querer decir algo, pero finalmente se encoge de hombros,
luego levanta su cuerpo.

—Fue un placer conocerte. Cuídate y vete a casa luego.

El hombre, se despide, ligeramente se levanta mientras


sostiene a Pete en un brazo y se levanta.

Miro inexpresivamente la espalda de Josh quien se fue


dejando una breve despedida, vuelvo a mirar el teléfono
celular. Mi cara se refleja en la pantalla negra. De alguna
manera parezco cansado. Parpadeo e intento recuperar el
sentido.

De repente suena el teléfono. Verifico el número y es Keith.


Después de un momento de vacilación, se corta y el teléfono
comienza a sonar nuevamente. Doy un suspiro y presiono el
botón de llamada.
—... Sí.

Tan pronto como respondo con voz cansada, Keith dice:

—¿Dónde estás? Escuché que la cita ya terminó.

Me quedo atónito.

—¿Has consultado en el hospital?

Keith no responde mi pregunta, deja un breve espacio y luego


pregunta de nuevo:

—¿Dónde estás?

Respondo sin energía:

—En un banco del parque, cerca del hospital.

—Ya voy.

La línea se corta de inmediato. Miro el teléfono celular cuya


pantalla se había oscurecido.
Bésame mentiroso Vol. 3 • Capítulo 12 | Final

Keith llegó un poco más de 30 minutos después.

A sus familiares guardaespaldas los vi primero, así que tuve


el presentimiento de que aparecería pronto. Como esperaba,
las expectativas fueron correctas.

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunta Keith fácilmente,


sentándose en el asiento donde antes se había sentado Josh.

Respondo con indiferencia:

—Solo estaba pensando.

—¿Qué?

—Solo esto y aquello.

Es verdad, es una respuesta sincera. Cuando se corta la


conversación, Keith se queda en silencio por un momento.

—¿Qué es eso?

Vuelve a preguntar señalando la bolsa junto a él. Respondo


de nuevo:

—Pudín.

—¿Pudin?

Como está perplejo, sostengo la bolsa en silencio y se lo


entrego, Keith mira dentro y se sorprende.

—¿Todo esto era pudín?

—Sí.
Asiento suavemente. Hay muchos contenedores vacíos en la
bolsa. Keith se da cuenta y no puede creer que comiera tantos
pudines solo. Digo fingiendo no saberlo.

—La cantidad fue poca.

Keith me mira desconcertado por un momento e intenta


cambiar de tema.

—¿Qué dijo el doctor?

—¿No le preguntaste?

Cuando pregunto sarcásticamente, frunce el ceño.

—Todo lo que le pregunté fue si tu tratamiento había


terminado, eso es todo. No pregunté nada más, porque es tu
vida privada. Y si es un buen médico, no hablará con otras
personas sobre los registros médicos de su paciente solo
porque alguien se lo pregunte.

Por supuesto, eso es cierto, pero si este hombre se viera


obligado a usar su dinero, nadie podría resistir mucho.
Afortunadamente parece no haberle preguntado al médico
sobre el tratamiento. Por supuesto así es la personalidad de
Keith. No es el tipo que se entromete en los asuntos de otras
personas y prefiere preguntarle a la persona directamente.

—No me dijo mucho. Solo hizo unas pruebas simples... —


Dejo de hablar. ¿Qué tan lejos debo llegar? Mientras estoy
angustiado, Keith espera. Poco tiempo después concluyo mis
palabras con indiferencia—. No había nada especial.

—...

Simplemente me mira sin decir nada y luego cambia de tema.

—Todavía no has comido, ¿cierto? ¿Esto es tu almuerzo?


Pronto sacude su cabeza con el ceño fruncido.

—Por supuesto que no —contesto y de repente siento


hambre.

Justo a tiempo Keith se levanta y pregunta:

—Vamos a almorzar. ¿Hay algo que quieras comer?

Una cosa pasa por mi mente.

—Carls Jr.

—¿Qué?

Keith vacila. Pero lo digo en serio.

—Quiero agregar pepinillos y cebollas a la hamburguesa


teriyaki, papas fritas y un batido de fresa.

—...

—¿No puedo?

Keith me mira sin decir nada.

✤✤✤✤✤✤

Hay cada vez menos personas en el parque justo después de


la hora del almuerzo. Al abrir el paquete de la hamburguesa
que el guardaespaldas me compró, pienso que es un alivio.
En el banco, Keith y yo nos sentamos uno al lado del otro con
una hamburguesa en la mano. No muy lejos, Whittaker y
otros guardaespaldas también toman su lugar para almorzar
con hamburguesas en sus manos. El grupo se dividió y
algunos comen primero, mientras que otros están en
guardia. No tiene que preocuparse por la seguridad, de
repente lo pienso y pronto recuerdo aquel incidente, cuando
Keith fue atacado. Los Alfas dominantes siempre están
expuestos al peligro. Me siento mal después de recordar. El
olor de la hamburguesa fresca me llena la boca, pero no
puedo comer porque mi corazón se siente pesado.

—¿Qué? ¿Qué pasa? —pregunta Keith.

Respondo con cautela:

—No, pensé que debería haberme ido a casa... El Sr. Pittman


no quiere estar expuesto a este espacio abierto. Podría haber
paparazzi, podría haber ataques...

De repente, Keith levanta la mano mientras juega con la


hamburguesa a medio desenvolver. Dice inesperadamente:

—No te preocupes, también me gusta el parque —agrega


Keith, indiferente como siempre—. Ya es hora de tomar sol.

—¿En el parque?

Me rio inconscientemente y él también sonríe.

—¿Vamos a Miami?

Ahí está la playa privada de Keith. Por supuesto, sé que Keith


suele pasar sus vacaciones allí a veces. Nunca he estado allí
antes. No tengo conocimiento de que haya llevado a alguien
alguna vez. Si voy, seré la primera persona a la que lleva o al
menos eso creo. En silencio me llevo el batido a los labios y
succiono. Una bebida dulce pero fría se introduce en mi boca.
Después de humedecer mi garganta seca, muerdo la
hamburguesa.

—Uhm.

Sale una exclamación sin saberlo.

Keith me sonríe.
—¿Delicioso?

—Sí.

Asiento francamente, tomando un bocado de nuevo. Keith


vuelve la cabeza y comienza a comer su hamburguesa él
mismo.

—Mmm.

Verlo asentir brevemente me hace sentir un poco a gusto.

—¿... Uh?

De repente, siento una extraña sensación en el vientre. Dejo


de masticar y miro mi estómago. No hay forma de que se
moviera o de que pueda hacerlo ya. Pero ciertamente se
sintió desconocido. Lentamente comienzo a masticar la
hamburguesa de nuevo. Ya no puedo sentir la sensación,
pero la emoción permanece.

✤✤✤✤✤✤

Después de terminar la comida, Keith inesperadamente me


lleva a una calle llena de tiendas de lujo. Es una calle a la que
a menudo venía a comprarle regalos a la pareja sexual de
Keith, así que estoy un poco familiarizado con ellas, pero no
sabía que este hombre me traería aquí.

—Voy a comprarle todo lo que necesita el niño —dice Keith


casualmente, tirando de mi mano. Me sorprende una vez
más.

—No sabes si es una niña o un niño —respondo sin dudar.

—Puedo comprar ambos.

—Podría elegir al hombre, no a ti.


A mi advertencia, se detiene por primera vez. Sin mirarme,
habla después de quedarse unos segundos en silencio.

—Tómalo.

—¿Qué pasa si no lo quiere? Es posible que desee comprarlo


él mismo.

—¡Entonces tíralo, maldita sea!

Por fin escupe una maldición.

También estoy aturdido y me endurezco con asombro. Keith


exhala, suavizando su discurso.

—Me ocuparé de eso más tarde, entra por ahora.

Keith es obstinado. No tengo más remedio que ir a la tienda


con él.

—Bienvenido, Sr. Pittman. Me han contactado y avisado de


su visita.

El gerente viene y nos saluda en persona. Al mismo tiempo,


el obturador se baja con un sonido mecánico a mis espaldas.
De repente me siento atrapado sin ningún lugar a donde
correr.

—No tienes que hacer esto.

Le susurro en voz baja.

Keith me mira y dice casualmente:

—Lo hago porque quiero.

¿Quizás ya lo sabe? Me pongo nervioso y lo miro. Keith frunce


el ceño, como si me hubiera descubierto.
—No te preocupes, no te enviaré una factura a ti, ni a ese
hombre.

Aún no lo sabe. Estoy aliviado. Pero, aun no entiendo. ¿Por


qué me está haciendo esto?

—Si crees que me acostaré contigo...

—Yeonwoo. —Keith me interrumpe. Se frota la frente con


cansancio cuando duda—. No quiero nada de ti. Solo déjame
hacer lo que quiera. Eso es todo lo que tienes que hacer. ¿Está
bien...?

Keith me mira porque no digo nada. La presión no expresada


me obliga a responder que sí.

—Siéntate aquí, por favor. ¿Te gustaría algo de té? ¿O café?

Primero Keith, sentado en el sofá, me mira. Vacilante me


siento a su lado. Cuando veo a Keith pidiendo café, me quedo
un momento perdido en mis pensamientos.

—¿Hay algo que quieras comer? —pregunta Keith. Cuando


vuelve los ojos hacia mí, agrega como una broma—: ¿Pudín?

No puedo responder. Solo parpadeo y Keith se echa a reír.


Como si hubiera mirado mi corazón, habla con el gerente.

—Dele a Yeonwoo un pudín con un batido de fresa.

Sonríe y asiente.

—Está bien. ¿Quiere un cigarrillo? ¿O puro?

—No, está bien —dice Keith después de un momento


breve—. Espero que no huela a nicotina... porque no me
gusta.

—Está bien, tendré cuidado.


Keith se echa hacia atrás sin prisa después de que el gerente
desaparece. Miro hacia abajo y él está golpeando lentamente
su muslo con su dedo. Noto sus pensamientos y abro la boca:

—Si quieres fumar, no tienes que...

—Lo deje. No me lo recuerdes.

Keith escupe bruscamente.

Silenciosamente cierro la boca. Al menos está claro que tiene


paciencia. Es extraño que Keith haga esto por los demás e
incluso por mí.

¿Tanto así quieres sexo conmigo? ¿Cómo reaccionaría este


hombre si le dijera que me casaré, pero no tendré sexo?
Todavía no puedo ni besarlo. Aun así, Keith sigue siendo
amigable conmigo. Es tan amable que temo volver a caer en
una ilusión. No tengo ni idea de lo que este hombre quiere de
mí. Pero estoy seguro de lo que quiero. Mantengo mis manos
con fuerza sobre mis rodillas. Nunca olvidaré lo que este
hombre me hizo. En el momento en que lo olvide, volveré a
ser el mismo.

✤✤✤✤✤✤

Keith me lleva a otra tienda después de comprar todo tipo de


cosas, es como si fuera a vaciar todas las tiendas. Allí me dice
que compre todo lo que quiera.

—Dicen que el embarazo en los Omegas no cambia mucho la


forma de su cuerpo, pero será mejor que compres algunos
atuendos por si acaso —dice Keith con una sonrisa—. Si
comes tu Pudín con ese impulso, pronto notarás que estás
embarazado.

Justo cuando estoy comiendo pudín de leche, me avergüenzo


y me detengo.
—Es broma, come todo lo que quieras.

Se ríe Keith y vuelve a acariciarme la cabeza.

Alguien que no lo conoce, se confundiría, pensando que este


hombre está interesado en mí. Así me equivoqué antes, pienso
cínicamente. Efectivamente el gerente se turna para
mirarnos a Keith y a mí y rápidamente muestra su negocio.

—Este es nuestro nuevo producto, hecho de tela


especialmente procesada para mujeres embarazadas.
Algunas personas tienen piel sensible. De hecho, se utilizó en
todos los productos algodón orgánico, teniendo cuidado de
no provocar alergias...

Cuando presentaba el producto con fluidez, iba a decir que sí.


Pero Keith fue más rápido que yo.

—Todas.

—Gracias, pero no necesito tanto. Probaré uno y luego... —


digo apresuradamente, pero Keith solo me mira.

Para mantenerme callado, no tengo más remedio que


llevarme el pudín a la boca en silencio. Después de eso, lo
mismo sucede repetidamente. El gerente busca esto y
aquello y Keith acepta incondicionalmente sin pensar
mucho. Tengo miedo de pensar si podré llevar todas esas
cosas en mi auto.

—¿Por qué no compras toda la tienda? —digo rápidamente,


exhausto y gruñendo.

Incluso pienso que ha venido a tirar su dinero con el pretexto


de mi embarazo. Justo a tiempo, el gerente trae un nuevo
artículo. Mirando las corbatas alineadas en la mesa, agrega
una explicación fluida de nuevo. Abro la boca antes de que
Keith diga todos nuevamente.
—¿Puedo elegir?

Cuando Keith se da la vuelta, sonríe levemente.

—Como quieras.

Levanta ligeramente la mano, pero su mirada de satisfacción


es evidente.

Pongo el resto del pudín en mi boca y vuelvo los ojos hacia


una corbata. Hay una serie de lazos con todo tipo de diseños,
desde elegantes hasta decentes, pero nada deja de ser
llamativo. Elegir uno de estos puede ser una tortura. Si le
preguntas a Keith, por supuesto, él dirá: Compra todo. Y por
supuesto que no quiero ir tan lejos. Echo un vistazo serio y
elijo uno de ellos.

—¿Te gusta?

Ante la pregunta de Keith, asiento con la cabeza, luego llevo


sin decir nada y pongo la corbata doblada sobre su camisa

—Por favor usa esto —digo mirando a Keith—. Es tuyo.

Por un momento, Keith parece sorprendido. Es


sorprendentemente lindo que un hombre cansado muestre
una emoción tan pura.

Hablo sonriendo sin darme cuenta.

—También debería comprar algo para ti, porque has estado


comprado cosas para mí... ¿Te gusta?

Keith recoge su corbata sin decir nada. Agrego


cuidadosamente mientras mi mirada permanece baja.

—Si no te gusta...
—No. —Me dice, observando los numerosos lazos en la
mesa—. Me gusta.

—...

—Bien.

Keith mira la corbata y me mira a mí. Sonríe suavemente.

—Lo estoy comprando con tu dinero.

—Lo sé. —Y vuelve a mirar la corbata—. Pero tú lo elegiste


—dice Keith, que solo ha visto lo que tengo en la mano
durante un tiempo sin decir una palabra, de repente agarra
su corbata y la desata. Luego extiende su mano y dice—:
Dame la corbata.

La corbata que elegí no coincide con el traje que lleva puesto.

Mirando alternativamente una corbata azul oscuro brillante


y un traje marrón oscuro, digo con cautela:

—No encaja bien con el traje.

—Está bien —insiste—. Rápido.

Me veo obligado a colocarle la corbata. Después de poner la


corbata sobre la cabeza de Keith, no digo nada mientras
realizo un nudo familiar. Puedo notar que su mirada está fija
en mi cara, pero finjo no saberlo.

—Hazlo despacio.

Puedo sentir a Keith riéndose. El nudo se retuerce a toda


prisa. No tengo más remedio que desatar la corbata y
comenzar de nuevo. Logro terminar esta vez sin fallar.

Cuando intento alejarme después de arreglar el nudo, Keith


de repente me toma la mano y la besa mientras me mira
dudar por un momento. Sus suaves labios tocan el dorso de
mi mano, contengo el aliento sin darme cuenta. Los labios
suavemente presionados retroceden lentamente y Keith
sonríe.

—Gracias.

Estoy sin palabras. No puedo creer que me haya dicho eso.


Por primera vez, me siento un poco culpable por dejar una
marca en este hombre.

Debe haber regresado hacia mí porque desea tener relaciones


sexuales. Además, siempre está reteniendo feromonas. No
tienes que esperar por mí, porque de todos modos pronto me
marcharé. No te lo esperas, ¿verdad?, ¿Qué pasa si digo que no
dormiré contigo nunca más? Entonces ¿me obligarás a
abrazarte de nuevo?

Me trago saliva seca y rápidamente retiro mi mano. Mi boca


se seca, así que me apresuro a traer el batido a mis labios.
Casualmente, está vacío. El gerente desaparece de inmediato
debido al sonido del vaso vacío. Reaparece con un nuevo
batido.

—... Gracias.

Aunque estoy lleno, sostengo un sorbo completo en mi boca


para ocultar la incomodidad. La bebida que se filtra a través
del popote está fría, pero no puede calmar mi estómago
ardiente.

✤✤✤✤✤✤

—¿...?

La sensación de algo temblando despierta mi conciencia. Me


doy cuenta vagamente de que me había quedado dormido.
Logro levantar mis párpados, pero mi visión no es clara y me
giro casualmente. La persona que me sostiene susurra en voz
baja:

—Está bien, descansa un poco.

Conozco al dueño de esta voz.

Estoy cansado y vuelvo a cerrar los ojos. De repente siento un


toque cálido en mi frente, suspiro quedamente y me inclino.
Me siento tan cómodo después de mucho tiempo que pronto
me duermo.

✤✤✤✤✤✤

Con la ayuda de la luz de la luna, la memoria finalmente jugó


un papel apropiado. Parece que he regresado a la mansión de
Keith. Ahora que lo pienso, me quedé dormido en el auto... Ni
siquiera pensé en quién me trajo aquí. Tengo hambre. Bajo
de la cama tambaleando. Por un tiempo, el imaginarme
comer algo, ni se me cruzaba por la cabeza, y ahora quiero
comer como un loco, como si fuera una mentira. ¿Se supone
que debe ser así? Tengo curiosidad, pero decido buscar en
internet una vez que coma algo.

Abro la puerta con cuidado. Por supuesto que no hay nadie


en el pasillo vacío. Camino en silencio. En mi cabeza, pienso
en la ubicación de la cocina. ¿Alguna vez me he preparado algo
aquí? Estaba pensando en sacar los ingredientes y hacer algo
por mi cuenta.

—¿A dónde vas?

La repentina voz me asusta hasta la muerte y miro hacia


atrás.

Keith está de pie en el pasillo. ¿Estabas despierto a esta hora?


¿O lo desperté? Lo miro avergonzado. Keith lleva una cómoda
prenda de punto y pantalones de algodón. De repente, me
pregunto cuánto tiempo ha pasado.

—Oh... acabo de despertar, pensando que me gustaría algo de


comer.

—Vuelve a tu habitación. —Keith dice con indiferencia—.


Les pediré que preparen la comida. ¿Hay algo que quieras
comer?

—Está bien, yo lo haré...

—Entra. —Keith me interrumpe como siempre. Añade


irritado—. No me hagas decirlo dos veces.

Me veo obligado a darme la vuelta.

Al abrir la puerta, Keith pregunta. ¿Hay algo en especial que


quieras comer? Pienso por un momento y sacudo mi cabeza.

—Come un bocadillo mientras esperas —dice y entra en su


habitación.

Tal vez está tratando de llamar a Charles. Más que eso, me


pregunto qué quería decir. ¿Estás diciendo que mientras
espero coma un bocadillo? Pronto sé el significado. De vuelta
en la habitación, encuentro algo que no había visto antes. Es
una nevera pequeña. Está en una mesa junto a la pared, para
que no tenga que inclinarme. Cuando abro la puerta del
refrigerador, está lleno de todo tipo de postres. Entre ellos,
por mucho, el que más hay es pudín.

¡Oh Dios mío! No puedo hablar por un momento, con la puerta


abierta. ¿Qué demonios es todo esto...? Dudo y saco un pudín,
me sorprende nuevamente ver la fecha y el nombre escritos
allí.

No era uno, sino muchos tipos de pudin. Los ingredientes


principales también están escritos brevemente. Una vez que
saco el que tenía en la mano, sostengo una de las cucharas
preparadas a su lado. El pudín casero es mucho más suave y
sabroso que el que compre para comer. Pronto pruebo uno,
dudo y saco otro. Esta vez es pudín de chocolate. La dulzura
suave que mantiene mi boca cerrada, me hace feliz, pero, por
otro lado, hace que mi corazón se sienta pesado.

Estoy seguro de que Charles lo hizo, llego a esa conclusión


dentro de mí. Keith nunca es el tipo de persona que da tanta
consideración y, aun así, no puede darme esa consideración.
Estoy seguro de que Charles lo hizo por su cuenta. No sé por
qué el refrigerador está tan lleno, pero decido que tal vez es
solo una coincidencia.

Cuando saboreo el tercer pudín en mi boca, escucho un golpe


y un momento después la puerta se abre. Mientras me pongo
de pie, Charles arrastra su carrito transportista y coloca los
platos uno por uno en la mesa vacía.

—Lo siento, es tarde —respondo de manera casual, mientras


me disculpo.

—Es mi trabajo, no tienes que preocuparte. —Y añade


Charles, abriendo la tapa—. Si no tiene suficiente o necesita
más, por favor llámeme. El chef dijo que era tarde, así que
hice poco...

—Oh, sí, eso es suficiente.

Charles pregunta, limpiando la lata de pudín vacía sobre la


mesa.

—¿Cómo estuvo la merienda? ¿Quieres más pudín? ¿O hay


algo más que quieras?

—Oh... todo estuvo bien. Gracias, estuvo muy delicioso. Todo.

Le agradezco su amabilidad.
—Por favor, dile a la persona que lo hizo que lo disfruté. Tú
también, Charles, gracias por tu cuidadosa atención.

Cuando digo gracias, Charles señala con una cara


inexpresiva.

—Solo seguí las instrucciones. El agradecimiento debe


hacerse al Sr. Pittman.

Mi cara está rígida. Charles sigue hablando sin compasión.

—Es verdad. Ayer, el Sr. Pittman trajo a Yeonwoo, que estaba


dormido. También me dio instrucciones de colocar una
nevera.

—...

—Incluyendo instrucciones para hacer mucho pudín.

Lo miro con una cara reacia y digo:

—Ah.

Charles deja de intentar salir y dice:

—Oh, dijeron que habían tomado el ADN.

—¿ADN?

Cuando pregunto por la historia repentina, sin entender lo


que significa, Charles habla:

—El ADN del Omega que dejó una marca en el Sr. Pittman.
Parecen haber encontrado una cantidad muy pequeña y les
resultó difícil.

Mi cabeza se queda en blanco. Estoy asombrado y lo miro.


Está diciendo algo, pero no hay sonido. Finalmente me doy
cuenta de lo que dice.
—¿Qué...? ¿No dijiste que no quedaban rastros? También
descartaste su ropa.

—Sí, luego lo tiré todo, pero afortunadamente, después de


rastrear, encontré la ropa del Sr. Pittman. Un hombre sin
hogar lo llevaba puesto.

Charles sacude la cabeza una vez, mostrando compasión por


el pobre hombre sin hogar.

—No pensé que habría algún progreso porque estaba


contaminado y lavado bajo la lluvia, pero fue casi un
milagro... Se encontró mucho ADN y solo uno de ellos fue de
Omega.

Sin querer trago saliva seca.

—Entonces... ¿Lo encontraste? ¿Quién es?

Antes de que Charles pueda responder, por un corto tiempo


mi cabeza se vuelve un campo de batalla. Cálmate, si lo
supiera, todo habría terminado. No hay forma de que Charles
pueda hablar con tanta naturalidad. Contengo la respiración
y Charles habla seco como siempre.

—No, todavía no. Desafortunadamente, no está en la base de


datos... Pero lo he registrado, así que lo encontraré algún día.

Es demasiado pronto para descansar. Me las arreglo para


hablar.

—Incluso si lo encuentran... ¿Cómo sabrán qué ese ADN le


pertenece al Omega que dejó la marca?

—Hay una marca, por lo que será fácil de descifrar.


Simplemente encerrándolo durante unos días, sin tomar el
medicamento y naturalmente olerá la feromona.

—...
—Si el Sr. Pittman pudiera oler al Omega... ¿No sería el
criminal?

Abro la boca con dificultad.

—... Sí.

Sonrío, intentando de alguna manera dar aires de


indiferencia.

—Lo bueno es que encontré una pista —dice Charles, da un


breve saludo y luego sale de la habitación.

Cuando me deja solo, me quedo allí sentado un rato.

Trato de ser racional y pensar fríamente. Está bien, no


sabemos cuándo nos atraparán. Venga, tienes que limpiar el
alrededor rápidamente. Sin embargo, la razón me dice que
huya ahora mismo, pero la emoción es todo lo contrario.

Sin saberlo, mis ojos se vuelven hacia el refrigerador. Al


principio, solo estaba pensando en escaparme. Pensé que
sería suficiente con huir. Sin embargo, las cosas se me están
yendo de las manos.

¿Está bien huir así? ¿Le importará si me escapo así? Me


pregunto a mí mismo. ¿Es eso suficiente para satisfacerme? El
odio dentro de mí sigue susurrando. Solo está buscando a
alguien que no sabe quién es. Me muerdo los labios y pienso
una y otra vez. Tarde o temprano, su interés desaparecerá y
volverá a su antigua vida. ¿Entonces vas a dejar todo?

Todo lo que puedo hacer es organizar mis pensamientos con


calma. ¿Qué es diferente de antes? Keith me ha tratado tan
amablemente antes. Así me equivoqué y el precio fue alto.
¿Es lo suficientemente tonto utilizar el mismo truco de
nuevo? Por supuesto no lo es.
Inadvertidamente miro las cajas de regalo apilada a un lado.
Estos son los artículos que Keith compró para mí. Ni siquiera
desaté la cinta. Siempre ha sido generoso. Siempre suele
presentar joyas caras a la pareja que pasa una noche con él,
pero nunca ha comprado un producto él mismo, qué yo sepa,
esto es ciertamente inusual. Además, no puedo creer que
llevaras a alguien a comprar un regalo y le dijeras que escoja
lo que le gusta. No tiene sentido proponerle matrimonio a
alguien con quién solo quieres dormir en primer lugar. Si...
Tomo una respiración profunda.

Si este hombre siente algo por mí...

El bistec frente a mí se está enfriando, pero ni siquiera lo toco.


Mirándolo sin sentido, pienso.

... Probémoslo.
Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 1 | Parte 1

—¿Has tenido una buena charla con Josh?

Emma preguntó mientras se sentaba y comía pan.

Había pudín frente a mí. Sonreí y di un saludo tardío con una


leve sonrisa.

—Sí, gracias por preocuparte.

—No, le envié un mensaje y no me respondió, así que estaba


preocupada sobre qué hacer. No quería llamarle porque
estaba en guardia, pero que suerte que se conocieron de
casualidad. Al final todo resultó bien —dijo Emma con una
sonrisa.

Se suponía que tenía que irme temprano hoy. Le dije a Keith


que iba a ir al hospital, y Emma y yo hicimos una cita para
almorzar con anticipación. Mientras almorzábamos juntos,
iba a tener una charla importante. Al verla comer pan de
repente recordé lo que había olvidado.

—Entonces Josh me preguntó sobre la empresa. ¿Qué pasó?

—¿Qué? ¿Qué quieres decir?

Hasta entonces Emma estaba sonriendo. Esparció


mantequilla sobre el pan y se lo llevó a la boca. Hablé
mientras la miraba.

—Me preguntó cuántos empleados masculinos había en el


departamento y cuando dije que yo era el único hombre
pareció muy sorprendido. Parecía avergonzado y parecía
tener algo más que decir, pero simplemente se marchó. Y me
preguntaba si Emma tenía algo en mente...

“Cof-Cof”
Emma de repente tosió violentamente.

Me sorprendí y me apresuré a darle una servilleta.

—¿Estás bien?

Ella asintió con la cabeza, pero la tos seguía saliendo. Esperé


ansiosamente a que se calmara.

“Hoo-hoo”, apenas conteniendo la respiración, Emma abrió la


boca.

—¿Josh hizo eso? ¿Te preguntó sobre la empresa?

—Sí... sobre los miembros de nuestro departamento, para ser


exactos. Emma, si hay un problema que no sé...

—Oh, no. No hay nada de eso en absoluto. No te preocupes,


Yeonwoo. Porque Josh se equivocó.

Emma inmediatamente movió la mano y lo negó. Pero su


rostro sonriente era de alguna manera algo inusual. Estaba
preocupado, pero no podía averiguar lo que Emma no quería
decir.

—Entonces Emma, avísame cuando necesites una consulta.


Te esperaré.

—Gracias, Yeonwoo. Pero en realidad, no pasó nada.

Ella dio otra sonrisa brillante, aun así, era una sonrisa poco
usual.

—¿Yeonwoo está bien? Te ves mucho mejor estos días y


pareces comer bien. —Emma bajó la voz y susurró—: ¿Has
estado en el hospital? ¿Qué te dijeron?

—Estoy con receta. He tenido mucho dolor de estómago


porque tomé el medicamento.
Sin embargo, a pesar de cambiar a un inhibidor recetado, mi
vientre me dolía de vez en cuando. No siento que tenga
menos náuseas, pero pronto sentí un dolor de estómago y me
puse ansioso. Quizás tomé demasiada medicina durante
demasiado tiempo. Cuando Emma me vio llevar la mano a
vientre con indiferencia, habló con ansiedad.

—Cuídate, Josh dijo que no te sentías bien. ¿Dijiste que te


había presentado un hospital? ¿Has estado allí?

—No, solo hice una cita... Voy a ir hoy de todos modos.

Todavía quedaba algo de tiempo para la cita. Después de


comprobar la hora, le dije que todo estaba bien. Emma
asintió con seriedad.

—Sí, debes ir, Yeonwoo. ¿Cómo sigues trabajando?

—Eso es... —Me decidí y abrí la boca después de elegir mis


palabras por un tiempo—. Estoy a punto de renunciar.

—¡Oh, Dios mío!

Emma estaba realmente sorprendida y abrió mucho los ojos.


Hablé con calma.

—No le he dicho al Sr. Pittman todavía, pero me voy pronto.


No me siento bien y estoy esperando un bebé; y como Emma
sabe que el Sr. Pittman suele exigirle mucho a su
secretaria/o... Pensé que sería malo para mi hijo tener una
gran carga de trabajo.

Al decir eso, me pregunté a mí mismo. ¿Estoy pensando en


tener este bebé? Entró la voz de Emma.

—Así es. Hay mucho de qué preocuparse... Entonces


Yeonwoo, ¿renunciarás y buscarás un nuevo trabajo?
Después de dar a luz, será difícil encontrar trabajo por un
tiempo...
Sabía lo que estaba tratando de decir, porque esa también era
mi preocupación. Pero todavía no he decidido si dar a luz o
no. De qué tonterías estás hablando, claro que no deberías dar
a luz, dije por dentro, sintiéndome frustrado.

—Por eso te digo con anticipación, Emma. Si renuncio, Emma


será la líder del equipo...

—Pero para hacerme cargo... ¿No necesitaré algo de tiempo?

Sonreí amargamente por la pregunta de Emma.

Emma, por supuesto, sabía el significado. Le he estado


enseñando todo el trabajo durante meses; y por la mañana
incluso hice un horario para los próximos seis meses y lo
entregué. Lo que cambiará después es que ella tendrá que
agregarle o eliminarle en cualquier momento, pero el alcance
de eso fue el trabajo que siempre asumía cuando no estaba,
así que no cambió mucho.

—No tengo nada más que enseñarte, Emma.

Ante mis palabras Emma soltó un suspiro.

—Si Yeonwoo renuncia, se sentirá muy vacío... Tendremos


que contratar nuevos empleados...

—He publicado un aviso. Programe una entrevista y contrate


a un empleado que le guste a Emma. Los documentos están
en mi cajón.

Emma abrió mucho los ojos con sorpresa.

—Yeonwoo, no me digas... ¿Te has estado preparando para


esto antes? ¿Desde cuándo?

Emma, que se dio cuenta tardíamente, se sintió avergonzada.


Deslicé mi lengua.
—Tendré que hablar con el Sr. Pittman, no es posible que
renuncie de la noche a la mañana, debo anunciarlo con
anticipación y despedirme.

—Luego... —A la desconcertada Emma, le sonreí—. Gracias


por todo, Emma.

✤✤✤✤✤✤

Después de despedirme de Emma en la oficina, subí al coche.


Me senté en el asiento del conductor del Jaguar comprado
por Keith y hábilmente encendí el auto. El volante suave y la
conducción cómoda siempre me hicieron sentir bien.

Oh, qué triste sería si no pudiera seguir manejando este auto.


Ya me sentía amargado, pero no pude evitarlo.

Había poco tráfico en la carretera recta. Aceleré por el


camino despejado. El plan fue sencillo. Le dije al arrendador
que me mudaría y la mayoría de los muebles y cosas se
arreglaron. He conseguido suficiente dinero para salir
mañana. Como dijo Keith antes, resolvió todos los problemas
relacionados con el dinero, incluidos los préstamos.

Gracias a ti, he aclarado tan fácilmente las partes más


preocupantes. Estoy agradecido.Me reí cínicamente.

Todos los preparativos están ahora completos. Si quisiera, no


me importaría correr hacia la frontera así. Pero todavía tenía
trabajo por hacer.

Tal vez estoy loco. Pensé mientras conducía. Pero no tenía


intención de detenerme.

Tuve que ir al hospital de acuerdo con el horario que le dije a


Keith. Eché un vistazo al tablero. Seguro que se registrará el
destino del coche en caso de robo o accidente. Además,
escuché que la ubicación se entrega directamente a través
del satélite. Keith puede ver de inmediato a dónde voy desde
su asiento.

Hoy había una reunión importante. Era una reunión que


nunca se podía perder ni retrasar. Emma asistirá a la reunión
en mi lugar, porque tenía que ir al hospital. Paré el coche y
miré la hora. Era hora de que comenzara la reunión. El
contenido de la reunión era decidir cuándo se lanzará la
nueva película y luego finalizar y aprobar todas las
promociones en consecuencia. Si no llegaba a una decisión
hoy, se perderá las vacaciones doradas. Entonces habría
grandes pérdidas para la empresa y Keith ciertamente no
podría escapar de las críticas de los involucrados. Esta era
una apuesta.

Respiré hondo y esperé el momento adecuado. Cuando llegó


el momento, salí del coche. Y fui al lugar que prometí de
antemano y esperé al hombre. Llegó unos diez minutos más
tarde de la hora señalada. Lo había esperado hasta cierto
punto, pero estaba a punto de mirar mi reloj una y otra vez
con nerviosismo. De pie en un callejón y mirando
ansiosamente a mi alrededor, dudé cuando apareció el
hombre que vi en la imagen. Fue una apariencia similar.
Cuando lo miro con un suspiro de alivio, el hombre de
repente frunció el ceño.

—¿Este eres tú?

Asentí con la cabeza, mirando el mensaje que me había


enviado.

—Sí, así es. Aparqué el coche allí. Aquí está la llave.

Cuando saqué la smart key, la aceptó fácilmente y volvió a


mirarme a la cara. Todavía quedaba una cosa. Estaba
decidido, pero cuando el hombre me abofeteó, grité y me caí.

—¡... !
Un puñado de sangre se acumuló en mi boca. Tan pronto
como la abrí la boca algo rojo fluyó. Me senté, todavía
respirando con dificultad. Ahora la transacción ha
terminado. El hombre se irá pronto. Entonces llamaré a
Emma. Entonces Keith lo sabrá de inmediato

—¿...?

Estaba aturdido y de repente, el hombre me agarró del pelo.


Me estaba mirando y me forcé a levantar la cabeza. Pude
verlo levantando su otra mano en alto. Cuando sentí una
premonición ominosa, me golpeó de nuevo en la mejilla y
algunos golpes más. Instintivamente me arrastré por el suelo
y traté de alejarme de él. Pero una vez más el hombre me
pateó... mi conciencia poco a poco se fue desvaneciendo

✤✤✤✤✤✤

Había un rugido constante en mis oídos. Gemí y me sacudí,


pero el sonido no desapareció. Mi cabeza, mi cara, no... Me
dolía todo el cuerpo.

¿Qué pasó con mi vientre? El niño.

Quería poner mis manos sobre mi vientre, pero no podía...

Me sentí culpable por la nebulosa conciencia. Lo siento,


terminará pronto. Por favor se paciente. Se acabará pronto.

—Oye, ¿estás bien? ¡Despierta! ¡Oye!

La voz del hombre se derramó a través del rugido.

Me las arregle para abrir los ojos con repetidos gritos. Pude
ver a alguien mirándome. Cuando intenté cerrar los ojos de
nuevo, me dio unas palmaditas sin dudarlo. No tuve más
remedio que abrir los ojos con un gemido. El hombre siguió
gritando fuerte.
—Vamos al hospital ahora. ¿Cómo te llamas? ¡Mantente
consciente, no puedes perder el conocimiento!

El hombre gritó sucesivamente. Tal vez lo estaban


trasladando a una ambulancia.

Respondí a su pregunta con dificultad, torciendo mi frente.

—Está bien, buen trabajo. Anímate, estaremos allí pronto.


¿Cuál era tu nombre otra vez? ... Yeonwoo, bien. Cualquier
familiar o amigo con el que quieras contactar estará bien. ¿Lo
tienes? ¿A quién puedo contactar?

Apenas respondí la rápida pregunta del hombre, con una voz


moribunda enApenas respondí la rápida pregunta del
hombre, con una voz moribunda en mi teléfono celular. Pero
la respuesta no fue muy buena.

—No, el ladrón se lo llevó. Yeonwoo... ¡Despierta! ¿Hay


alguna otra forma de contactarnos? —preguntó el hombre
con urgencia.

¿Mi condición es tan mala?

Apenas logré aferrarme a mi conciencia persistente y lancé


de mis labios.

—Pittman... Keith, al señor Pittman...

Podía sentir al hombre vacilando por un momento.

—¿Te refieres a Keith Knight Pittman de P Entertainment?

Pronuncie un sí en un pequeño susurro. Y luego volví a


perder el conocimiento. El hombre trató de despertarme
apresuradamente, pero ya no pudo abrir los ojos.

✤✤✤✤✤✤
Cuando recuperé la conciencia, fue un silencio incomparable.
Traté de abrir los ojos, pero pronto fallé.

—Uh...

Un gemido salió de mi boca.

De repente, el silencio desapareció y escuché a alguien


moverse.

—Yeonwoo, ¿estás bien? ¿Has recuperado el sentido?

Jadeé por una serie de dolores de cabeza, luego levanté mis


pesados párpados con dificultad. Al principio, el enfoque que
no era el correcto apenas se logró con algunos esfuerzos. Fue
Charles quien me miró. Moví mis labios secos, pero no hubo
sonido. Traté de gritar el nombre de Charles, pero solo pude
gesticular con mi boca y él me llevó agua como si entendiera.
Gracias a que sostuvo mi hombro y la mitad de mi cuerpo
hacia arriba, me permitió beber agua y pude humedecer mis
labios.

—¿Qué pasó... estoy en el hospital?

—Sí. —Charles respondió con un rostro más pálido que de


costumbre—. Tuviste un atraco. ¿Recuerdas?

Retrasé la respuesta por un momento. En parte se debió al


hecho de que mi cabeza no se movía correctamente, pero
incluso si lo hubiera hecho, habría fingido no saberlo. Charles
fue engañado por mí y abrió la boca.

—Parece que estaba tratando de robar el auto. Se llevó tu


celular y todas tus pertenencias. Si recuerdas la cara del
ladrón por favor dímelo... también hicimos pruebas de
violación.

Lo miré sin comprender las palabras agregadas. Charles


habló con una mirada indecorosamente perpleja.
—Tenías saliva y semen en tu cuerpo... afortunadamente, fue
atrapado en medio del crimen, pero se escapó. Hemos
entregado las pruebas. Lo atraparemos pronto...

Accidentalmente distorsioné mi rostro. En primer lugar, el


trato consistía en robar el coche y golpearme la cara. El
hombre parecía haber fallado después de intentar una
bonificación inesperada. Era obvio que terminaría así, al
apresurarme en obtener un gánster por Internet. De hecho,
había pensado que podría cambiar de opinión o querer más
dinero, pero tenía su propio objetivo. Fue un error, no
esperaba que hiciera eso con mi cuerpo, pero el hombre no
pudo obtener su bonificación y, de todos modos, también
obtuve el resultado deseado. Sin embargo, esto hizo que
acelerara mis planes. Si arrestaban al ladrón, estaba claro que
confesaría el trato. Entonces todos mis planes terminarían.
Antes de eso, tengo que terminar todo.

—¿Cómo supiste...? Si se llevó mi celular...

Le respondí a Charles tratando de revivir mi último recuerdo.

—Afortunadamente el paramédico se puso en contacto con


el Sr. Pittman, él mismo vino al hospital a realizar el registro.

—¿... Sr. Pittman?

Pero él no estaba en la habitación del hospital. Charles dijo


mientras miraba a su alrededor con indiferencia.

—Salió a una reunión importante y tuvo que volver al


trabajo. Como sabe Yeonwoo, la reunión de hoy no era una
reunión ordinaria, así que no deberíamos haberlo
interrumpido, pero si me hubieras llamado, yo hubiera
venido y él no tendría que hacerlo...

Charles soltó el final de sus palabras y cerró la boca.


—... Eso es.

Eso es todo lo que pude decirle.

✤✤✤✤✤✤

No pude dormir en absoluto, la conciencia parpadeante no


desapareció.

Quizás perdí el conocimiento por el dolor. Quizás fue por una


lesión en la cabeza.

La razón por la que recuperé la conciencia borrosa, fue


porque escuché el sonido de la puerta abriéndose. Parpadeé
lentamente mientras estaba acostado. Como esperaba fue
Keith quien entró. Se dio la vuelta, me miró a los ojos y se
detuvo.

—... ¿Despertaste?

Keith se acercó a la cama y preguntó en voz baja.

Mientras seguía acostado, lo miré. Se acercaba paso a paso.

—¿Cómo te sientes?

Levantó la mano y la llevó a mi cabeza vendada. Sus manos


frías descansaron un rato sobre la espesa gasa. Keith parecía
muy cansado.

¿Es por la empresa o por algo más? Necesitaba comprobarlo.

—Lamento molestarlo... yo no debí decir el nombre del Sr.


Pittman.

—¿De qué estás hablando?

Keith frunció el ceño.


Hablé en voz baja.

—Cuando ocurrió el accidente... Alguien me preguntó esto y


aquello, y creo que cometí un error. Lo siento, estaba en una
reunión importante...

—No es algo que te deba importar.

—Pero...

—¡Yo me ocuparé de eso! ¡No te dije que asumieras la


responsabilidad, maldita sea!

Finalmente, Keith escupió una maldición.

Me disculpé apresuradamente y dije:

—Lo siento.

Luego, torció la cara.

—No te disculpes.

Nos miramos en silencio, suspiró y se sentó junto a la cama.

—¿Cómo estás?

—Estoy bien...

—Dime la verdad, no mientas. —dijo Keith con una cara


seria.

De repente pensé. ¿Entonces que puedo decirte? He estado


mintiéndote todo este tiempo. Por el momento, logré
tragarme una sonrisa nerviosa que llegó a la punta de mi
lengua y respondí:

—Estoy un poco mareado. Y el cuerpo duele aquí y allá...

—Por supuesto que sí —escupió Keith con nerviosismo.


De repente me di cuenta de que quería fumar. Iba a decirle
que estaba bien si quería ir a fumar, pero Keith abrió la boca
primero.

—¿Viste su cara?

Sacudí la cabeza en silencio.

—... ¿Recuerdas lo que pasó?

Después de un breve intervalo, preguntó Keith. Esta vez me


quedé en silencio de nuevo. Significaba que no podía
recordar, pero se mordió los labios como si se tragara las
malas palabras. Pude ver que Keith estaba pensando, pero no
importaba. Seguía callado.

—Olvida lo que pasó —dijo Keith con voz áspera—. Lo


atraparé y lo haré pagar unas cuantas veces, no, haré que
pague decenas de veces. Lo mataré una y otra vez... —repitió
lo mismo varias veces y apretó los dientes.

Parecía casi loco. Sentí alegría y miedo. Estaba volviendo loco


a este hombre.

¿Algún día este hombre recordará lo que dijo? Me despreciaste


por hacer tanto alboroto, pero mira, ¿cómo te ves ahora? Es
como si realmente me amaras.

—Volveré a comprarte un coche. —Keith abrió la boca—. No


conduzcas de ahora en adelante, te conseguiré un
guardaespaldas, no andes solo... Maldita sea, hijo de puta.

Apretó y desplegó el puño y volvió a apretar como si


estuviera tratando de contener su ira. Lo vi lucir
sorprendentemente genial.

Silenciosamente extendí mi mano. Keith volvió la cabeza.


Nuestros ojos se encontraron mientras acariciaba
suavemente su mejilla con las yemas de los dedos, pronto
tomó mi mano y besó mi palma. Los labios se movieron hacia
la muñeca y se quedaron mucho tiempo como si estuvieran
grabando una marca. Cuando Keith miró hacia arriba, supe
que me besaría. Pero no lo evité, preferí cerrar los ojos.

—¡Ah!

Nuestros labios se tocaron y su lengua ansiosa entró en mi


boca. Nuestras lenguas se mezclaron mientras acariciaba el
interior con tanta naturalidad. Me convencí. Este hombre está
completamente engañado por mí.

✤✤✤✤✤✤

—Ya te dieron de alta en el hospital. ¿Estás bien?

Charles, que vino a hacer el registro, preguntó con ansiedad.

Solo ha pasado un día desde el accidente. Pero no tuve


tiempo para dudar. No cuándo atraparán al criminal.
Además, no estaba claro cuándo se revelaría que el ADN del
Omega que dejó la marca en Keith, era mío.

Mi cuerpo se tensó. No oculté mis huellas porque decidí que


los hechos serían revelados y que de todos modos huiría. No
tomará mucho tiempo para que mi celular sea encontrado
para arrestar al hombre o para dar con innumerables pistas
que revelan todos mis planes.

Respondí poniéndome la ropa que me había traído, con mis


pensamientos más íntimos ocultos.

—No pasa nada... Los recuerdos del accidente aún no son


claros, y creo que es mejor descansar en casa.

Charles volvió a expresar sus sentimientos.

—Me temo que el Sr. Pittman pensará de manera diferente.


Abroché el último botón de mi camisa y lo miré.

—Tengo algo que decirle después del trabajo y se lo diré


directamente. No molestaré a los demás.

Charles seguía haciendo una cara desagradable, pero no


estaba dispuesto a detenerme más. De todos modos, puede
pensar que es inútil.

Después de terminar el resto del procedimiento, fuimos


juntos en su auto a la mansión. Otras veces, aturdido, hubiera
visto pasar el paisaje, pero hoy era diferente. Sabía la
contraseña de la puerta, la ubicación de las llaves del coche,
el turno de los guardaespaldas y el tiempo de descanso de los
empleados en la mansión. Todo lo que quedaba era la
ejecución. El tiempo de espera era interminable. Pero lo
soporté tanto como pude. La paciencia es amarga pero sus
frutos son dulces. Y finalmente, al terminar el día, regresó a
casa.
Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 1 | Parte 2

Mientras me preparaba para la hora de comer, mi corazón


latía como loco. En mi cabeza, revisé el plan muchas veces,
pero no estaba seguro de si saldría como esperaba. Era la
primera vez que iba a seducir a alguien. Además, la persona
que iba a seducir era un hombre que seguramente estaba
agotado. ¿Realmente funcionará mi torpe provocación en él?
¿Y si Keith no está tan obsesionado conmigo como pienso?
Tengo que hacerlo. Ya no puedo correr. Tarde o temprano, si
todo se revela, se terminará de todos modos. Me miré al espejo
y reflexioné sobre mi resolución. ¡Puedes hacerlo! ¡Yo puedo
hacerlo!

"Hoo-hoo"

Después de respirar profundamente, salí de la habitación.

El ancho pasillo parecía interminable. Finalmente abrí la


puerta del comedor, multiplicando mi confianza a cada paso.
Keith bajó primero y estaba esperando. En el momento en
que lo vi sentado en una silla casi me escapo sin darme
cuenta. Cuando se puso de pie, apenas apreté las piernas y
seguí adelante. Esperó a que me sentara y luego, se sentó en
su asiento. Habló solo después de que Charles se fue.

—¿Qué estabas pensando al dejar el hospital sin decir una


palabra?

—Porque no tengo que estar allí.

Afortunadamente, la voz salió como de costumbre. Y seguí


antes de que Keith pudiera decir algo más.

—Hay algo que me gustaría decirle al Sr. Pittman.

—...

—No, mejor dicho, es algo que quiero hacer.


Keith me miró sin siquiera parpadear. Charles rompió el
silencio y entró. Después de poner un plato delante de
nosotros uno por uno, sirvió vino a Keith y jugo de frutas para
mí.

—Gracias.

Charles asintió brevemente mientras Keith decía sus


palabras de gratitud. Pronto se fue. Keith y yo estábamos
solos de nuevo. Por un momento, solo un pequeño sonido de
vajilla chocando sonó en el comedor. Cuando vi a Keith
bebiendo vino, hablé casualmente con una voz
suficientemente alta para ser escuchado por él.

—Si no estuviera embarazado, podría haber bebido.

Keith me miró y se rio brevemente.

—Lo siento.

—¿No es realmente injusto? Tener hijos es responsabilidad


de ambas partes, pero solo una tiene que soportar las
molestias —dije casualmente con un pequeño gruñido.

—La vida es intrínsecamente injusta —agregó Keith,


llevándose el vino a la boca como si fuera flagrante—. Todo
en el mundo es así.

Añadí deliberadamente sarcástico:

—¿Cómo si un Omega desconocido dejará una marca en tu


oreja y desapareciera?

Keith se detuvo. Solo frunció el ceño levemente, pero estaba


claro que estaba muy disgustado.

Levanté el vaso de jugo para brindar.

—Todo en el mundo es así.


Keith no dijo nada. La comida prosiguió. Me sentí mal, tal vez
porque estaba nervioso. Hice un cálculo minucioso de la
velocidad de masticar y comer.

—¿Qué pasó con lo de encontrar al Omega? Escuché que


obtuviste el ADN.

Keith se rio cuando se lo pregunté, como si nada hubiera


pasado.

—No tomará mucho tiempo. No importa dónde se esconda


en el mundo, lo encontraré.

Lo miré todavía.

—Ok.

Keith me miró fijamente y se llevó la copa a la boca. Abrí la


boca mientras miraba el líquido rojo inclinado hacia un lado.

—¿A qué sabe?

—¿Curioso? —preguntó Keith, bajando la copa.

Miré la copa vacía, extendí la mano y la acaricié lentamente.


Alcancé la superficie donde los labios de Keith tocaron. Barrí
lentamente el borde del vaso, la humedad restante impregnó
mis dedos, los llevé a mis labios con la mirada baja, sabía que
Keith me estaba mirando todo el tiempo. Saqué la lengua y
lamí, el sabor era apenas palpable. Bajé lentamente mi dedo
mojado y presioné la tierna carne dentro de mis labios. La
saliva tocó el dedo que había barrido el vaso y la punta estaba
ligeramente mojada. Nuestras miradas se encontraron.

Ah, con un suspiro bajé el dedo. Hubo un chirrido de la silla


retrocediendo. Me levanté lentamente y caminé hacia él.
Keith se quedó mirando, inmóvil, hasta que me acerqué.
Tampoco evité mirar. Cuando finalmente me paré frente a él,
tiró de mí y me sostuvo. Caí en sus brazos como si me
estuviera desmoronando, sus labios se superpusieron. Cerré
los ojos, lamí y froté su lengua que pasó por mi boca.

—Ah.

Keith se levantó conmigo en sus brazos y me puso sobre la


mesa. Me acosté haciendo una breve exclamación, como un
chillido, sin darme cuenta. El rostro de Keith, que miraba
desde abajo mientras estaba acostado, era algo desconocido.
Una cara levemente sonrojada. Estaba lleno de deseo. Tengo
que recompensar a un hombre que me quiere tanto...

Sin dudarlo, extendí la mano y cubrí su rostro. Tiré sin mucho


esfuerzo y lo besé. La mano de Keith tocando mi cintura me
subió la camisa y me acarició la piel desnuda. Sentí que iba a
barrer mi piel, pero sus dedos se atascaron en mi pezón.
Agarró el pequeño pezón con el pulgar y el índice, lo retorció.
No dolió en absoluto, pero fruncí el ceño, como si tuviera
dolor. Keith me mordió el cuello, riendo en silencio, como si
lo supiera todo. Esta vez pellizcó mi pezón y sentí mucho
dolor. Me quedé rígido por la sorpresa, pero pronto acarició
el pezón con la punta del pulgar. Parecía estar jugando con
mi cuerpo, como jugaba con mi corazón.

Keith bajó los labios y los puso sobre mis pezones. Los apretó
entre sus dientes y lamió con su lengua. Escupí un gemido de
emoción sin saberlo. Mi interior se mojó.

—Sí, sí.

A pesar de que lamía y succionaba suavemente, a veces


mordía dolorosamente, me sorprendía y gritaba
brevemente. Pero Keith sonreía con alegría cada vez que lo
hacía y frotaba mis pezones con sus labios. Me besó por todo
el cuerpo, frotó mis labios y respiró hondo como si
comprobara mi olor de vez en cuando. El aroma de las
feromonas probablemente saldría pronto porque, aunque
tome el medicamento por la mañana, debido a que era una
dosis más baja de la usual, quizás el olor acabaría saliendo en
cualquier momento. Keith pronto se percató que no había
olor porque tenía una expresión de decepción en su rostro.

En cambio, moví mis manos para abrir la cremallera y


quitarme los pantalones. Keith parecía sorprendido por un
momento cuando mis partes fueron expuestas. No estaba
usando ropa interior, como había pedido antes. Y dio la
misma reacción que esperaba, me besó con una sonrisa llena
de satisfacción. Un ruido vino desde abajo, era el sonido de él
desenroscando el cinturón de sus pantalones. Keith fue
demasiado apresurado, pero no me molesté en detenerlo. La
noche era larga y pensé que pagaría bastante por ella.

—Ah...

Un gemido fluyó desde el interior de mi garganta debido a la


presión que sentí después de tanto tiempo. El cuerpo
olvidado del hombre, entró en mí. Abracé el cuello de Keith y
abrí las piernas para que le fuera fácil entrar. Keith me besó
y se movió. Siempre que daba un paso atrás y entraba, no
dudaba en profundizar más. Quería retirarme, pero entró
violentamente de nuevo y luego volvió a entrar. Keith me dio
unas palmaditas y mordió mi labio inferior. El sabor de la
sangre se derramó en mi boca, mientras frotaba y lamía mis
labios. Una sensación de peso más profunda que el dolor sutil
se extendió desde abajo. Keith entraba profundamente y
frotaba con su pene mi interior. El vello áspero de su cuerpo
se frotaba contra mi carne blanda haciendo que mi trasero se
calentara más.

—Uh, sí. Ugh.

Hubo un gemido de dolor proveniente del interior de mi


cuello.

Tanteé sobre la mesa, pero no tuve nada que agarrar. Me vi


obligado a abrazar los hombros de Keith y levantar las
piernas para rodear su cintura. Cuando apreté mi interior,
Keith torció la frente, se deslizó hacia atrás y se insertó
directamente en mí. De alguna manera quería llegar más
profundamente en mi interior, así que levanté mis caderas y
me sacudí. El área entrelazada salpicaba alrededor del
agujero. Mi trasero se abrió de par en par y Keith empujó sus
gruesos genitales hacia mi interior. Su mano me sujetó por la
cintura e inmediatamente se empujó hacia adentro. Curvé la
espalda, ahogando un grito. Mi agujero, que se había abierto
hasta el límite, se tragó el pene de Keith hasta la raíz.

—Ah, ah...

La respiración agitada de Keith se rompió en mi oído.

Mi interior estaba tan caliente como el fuego. Su miembro


que se introdujo profundamente y retrocedió, pareció
volverse loco. El movimiento de Keith se volvió más urgente
en la pared interior que lo absorbía más profundamente.
Cada vez que golpeaba rápido, había un chirrido proveniente
desde el interior por culpa del rebosante fluido. Keith exhaló
a través de la respiración entrecortada.

—Dios mío, eres tan... ¡Maldita sea!

De repente me levantó y me abrazó. Lo abracé con todo mi


cuerpo, sentándome al final de la mesa. Keith penetraba
frenéticamente y murmuraba como si estuviera loco.

—Eres mío, ¿no? Dime que eres mío.

Hice lo que él deseaba. ¿Qué son todas estas tonterías? ¿Estás


burlándote de mí?

—Soy tuyo.

Keith sonrió con satisfacción. Superpuso sus labios detrás de


una breve sonrisa y golpeó su pene en mi interior.
—Oh.

Entré en pánico por un momento como en aquel entonces,


Keith infló el final. El miedo llegó a mí por el pene que se
expandía en mi interior. Sin saberlo, traté de alejarlo, pero
Keith sujetó mi cintura con fuerza y se empujó hacia dentro.

—¡Ah, detente, duele! —grité rápidamente.

Luché por alejarme, pero Keith no me soltó, más bien, me


consoló con una serie de besos en mis mejillas y labios.

—¡Duele, detente!

Traté de hacerlo salir de mi cuerpo a toda prisa, pero no me


dejó. Solo me endurecí. Keith continuó besando todo mi
rostro mientras susurraba dulcemente, tranquilizándome,
nunca trató de sacar su pene de mi interior.

—Aaah...

Keith eyaculó en mí con un profundo gemido. Se estremeció


levemente y vertió su semen, pero nada se desperdició. Me
vino a la mente el recuerdo de ese día, incluso entonces, Keith
eyaculó en mí. Después de llenar mi estómago así, todo el
semen que no se había desbordado aún seguía dentro.

¿Y el niño...?

—Uh, ahh...

Las lágrimas brotaron por el dolor, pero a pesar de ello, Keith


lo hizo hasta el final. A pesar de que finalmente terminó, no
intentó reducir el tamaño. Besó mi sien y mi boca, pero volví
la cabeza y me negué. Mientras me miraba con ojos
resentidos, inesperadamente hizo una sonrisa amarga. Me
besó de nuevo y susurró en mis labios.
—Tú también lo querías. —Miré a Keith con los ojos
empañados por las lágrimas. Frotó mis labios y dijo una y
otra vez—: ¿Verdad? Tú también lo querías.

Tiene razón. Yo fui quien lo atrajo. Era yo quien lo quería.

—Sí —susurré en voz baja—. Lo quería.

Soy yo quien abandonará a este hombre.

Keith quería reír y luego superpuso profundamente sus


labios. Su pene no se encogió en absoluto, incluso mientras
mezclaba su lengua y me chupaba los labios. Me pareció que
mantenía su forma en mi estómago para llenarme de sus
huellas.

Cuando Keith terminó de retirar mis pantalones y me abrazó


para llevarme a la habitación. Me cargó en brazos, vistiendo
solo una camisa y con la parte de abajo expuesta. Tanta prisa
tenía que no me permitiría volver a ponerme los pantalones.
Mientras íbamos directo a su habitación le susurré:

—No puedo soportarlo, vamos a mi habitación...

Keith me siguió sin dudarlo. También fue como esperaba, su


habitación estaba más lejos que la mía. Keith
inmediatamente me dejó en la cama y se subió encima de mí.
Mientras llevaba su mano hacia mi entrada, acarició mi
empapado agujero y vaciló. Su semen se mezcló con mis
fluidos corporales y mojó su mano. Inmediatamente después
de revisarlo a fondo, frunció el ceño. El semen que había
vertido en mi agujero todavía abierto se filtraba poco a poco
cada vez que respiraba. Al verlo, se dirigió directamente
hacia mí.

Keith de nuevo me dejó sin tiempo para prepararme. Me


levanté asustado y sorprendido, pero otra vez su pene estaba
firmemente fijado dentro de mí. Al borde de las lágrimas, me
besó de nuevo. Poco después comenzó a moverse. Era un
movimiento profundo intentando llegar hasta el límite de mi
interior, sin embargo, ya se estaba acercando
profundamente. Me mordí los labios y soporté el dolor,
porque sabía que no me escucharía, aunque dijera queKeith
de nuevo me dejó sin tiempo para prepararme. Me levanté
asustado y sorprendido, pero otra vez su pene estaba
firmemente fijado dentro de mí. Al borde de las lágrimas, me
besó de nuevo. Poco después comenzó a moverse. Era un
movimiento profundo intentando llegar hasta el límite de mi
interior, sin embargo, ya se estaba acercando
profundamente. Me mordí los labios y soporté el dolor,
porque sabía que no me escucharía, aunque dijera que no.

¿Es esto bueno? Incluso cuando estuvo inconsciente hizo un


lío en mi estómago. Ahora está consciente, entonces.... ¿Por
qué estás haciendo esto?

—... ¿Por qué estás haciendo esto?

Cuando Keith alcanzó la segunda eyaculación con su pene


dentro de mí, finalmente le pregunté impaciente. Estaba
lleno de lágrimas y me costaba respirar. Jadeando de
cansancio se detuvo un momento y luego abrió la boca.

—Porque no puedo marcarte.

¿Este hombre está tratando de hacer una marca en mi


estómago justo cuando yo le había dejado una marca en su
oreja? Estaba sin palabras.

Keith susurró, mirándome sorprendido.

—Si no fuera por la marca, te habría hecho mío.

Y besó mi oreja.
Todo mi cuerpo se puso rígido en ese momento. Si este
hombre me muerde ahora, lo sabrá de inmediato. ¡No! Apreté
mi agujero con urgencia. Al mismo tiempo, un dolor terrible
atravesó mi estómago y Keith dejó escapar un profundo
gemido. Escuché un murmullo espontáneo de dolor.

—Uh, Ugh...

Sacudí todo mi cuerpo y lo agarré del brazo. La mirada de


Keith volvió a mi rostro.

—Romperás, por supuesto...

—...

—... con ese hombre.

Su voz mezclada con respiraciones ásperas, susurró


sigilosamente a lo que señalé con frialdad, como para resistir
la tentación.

—No estamos saliendo, dijiste que solo estábamos tenido


sexo.

Era extraño que todavía me doliera tanto repetirlo con mi


boca. Ya había renunciado a todo... Pero Keith lo entendió
mal, frunció el ceño y miró hacia abajo. Seguí la dirección de
su mirada y acarició mi estómago.

—¿Es por esto? —Me quedé atónito ante el murmullo. Keith


todavía miraba hacia mi vientre y dijo—: ¿Estaría bien si no
tuvieras esto?

Sus ojos se enfriaron en un instante. La cara con cinismo era


algo que había visto bien antes, por supuesto que no en la
cama. Agarré su brazo sin darme cuenta, pero Keith no se
movió.

Hablé con voz temblorosa:


—Dijiste que lo criaríamos juntos.

Keith se rio brevemente de mi protesta.

—Sí, pero si se interpone en el camino, puedes deshacerte de


él.

—Para ti, hay una marca... de otro Omega.

Keith me besó suspirando.

—Está bien —susurró reconfortándome—. Después de que


mate a ese Omega, la marca desaparecerá también...
Entonces serás mío completamente —dijo besándome una y
otra vez—. En ese momento, aunque no lo quieras, pondré
una marca aquí y serás completamente mío.

Keith acerco sus labios a mi oreja y dejó un beso. Solo miré su


rostro, sonriendo dulcemente, sin decir una palabra.

—¿Y si... si digo que no romperé con él...? —Keith enfurecido


me miró fijamente. Inesperadamente, se rio—. ¿También
quieres que mate a ese hombre?

Con un suave susurro acarició mi mejilla. Se me puso la piel


de gallina. Me asusté tanto. ¿Realmente puedo manejar a este
hombre? Si bien no pude decir nada, Keith llegó a su propia
conclusión.

—Arréglalo y tú serás mi Omega. —Miró hacia mi vientre y


dijo—: Y también cuidaré de este niño...

—...

—... Como si fuera mi hijo.

Quería reírme, pero no podía hacerlo en absoluto. Ya había


salido del punto de partida y solo tenía que correr hacia la
meta. Es demasiado tarde para volver atrás. Tragué saliva
seca y abrí la boca.

—Tengo sed...

Keith no se movió por un instante. Dudó como si no quisiera


salir de mí, pero al poco tiempo suspiró y se levantó. Cuando
su pene, que estaba tan apretado, se deslizó, sentí una
repentina pérdida de fuerza y dolor de estómago. ¿El niño
estará bien? Inconscientemente volví en mí. Estaba
preocupado por el niño, incluso cuando había negado su
existencia. Me avergoncé, pero no era momento de tomarme
mi tiempo. Hice mi trabajo mientras Keith me daba la espalda
y pedía el agua. Encontré las cosas que había escondido con
anticipación debajo de la almohada, las revisé y lo esperé.

—¿Qué tal vino?

Keith, que estaba a punto de colgar, frunció el ceño por mi


pregunta.

—¿No puedes beber?

—Entonces, bebe en mi lugar.

Intentando deliberadamente suavizar los límites de su


paciencia, sonreí. Entonces Keith me miró inmóvil, y pronto
se encogió de hombros ordenando que trajeran vino.
También agregó jugo de frutas para mi bebida.

—¿Hay algo más que necesites?

Negué con la cabeza. Keith colgó y volvió a la cama. Dejé que


me besara. Keith entró naturalmente entre mis piernas,
agarró mis muslos y abrió mi entrepierna ampliamente. Abrí
las piernas como él quiso y lo acepté. A Keith parecía gustarle
mucho que fuera obediente. Varias veces me besó, llamé por
su nombre, toqué su cuerpo y eyaculó nuevamente en mi
interior. Cada vez que eyaculaba me lastimaba, aun así,
aguanté hasta el final. Es la última vez, pensaba.

"Toc, toc"

Keith me estaba besando por todo el cuerpo cuando escuchó


el golpe.

Al cabo de un rato fue Charles quien abrió la puerta y entró.


Keith, que todavía estaba dentro de mí, comenzó a moverse.
No fue fácil concentrarme. Estaba expuesto y desnudo ante
otro hombre. Sentía vergüenza a morir. Pero Charles, que era
un profesional, colocó las bebidas que había traído en la mesa
sin mirar al costado de la cama, se dio la vuelta y salió de la
habitación. Fue solo después de que la puerta se cerrara que
pude dar un suspiro de alivio. Entonces Keith habló:

—Si miras a otro hombre frente a mí en el futuro, lo mataré,


sea quien sea.

Lo miré por un momento sin comprender. La voz de Keith era


tranquila, pero su rostro estaba más serio que nunca. Lo
decía en serio. Dudé y asentí, pero revelé una mirada poco
convincente, Keith me amenazó con una mueca.

—Lo mismo ocurrirá con las mujeres.

—...

Lo besé en lugar de tratar de convencerlo. Keith lamió y frotó


mis labios y comenzó a moverse lentamente. El semen en mi
estómago me hacía sentir mal cada vez que se movía.

—¿Por qué no... no te tomas un descanso...?

Parecía que, si hacía esto una vez más, el plan no podría


ejecutarse. Me preguntaba si todavía podría caminar. Cuando
recordaba aquel día en el que ni siquiera podía levantarme,
pensé que hoy no sería diferente. Lo miré desesperado por
dentro.

—Por favor, ¿no continuaremos mejor mañana...? Haré lo


que me digas, así que déjame descansar un rato...

En silencio, Keith me miró suplicar. Tenía miedo de que me


ignorara y comenzara de nuevo, como siempre lo había
hecho. Sin embargo, inesperadamente exhaló un breve
suspiro, me besó en la frente y salió de la cama. Logré mover
mi cuerpo que estaba todo dormido. Keith abrió la puerta del
baño y desapareció dentro. Mientras tanto saqué la medicina
que había escondido y la sostuve en mi mano. Al poco tiempo
de salir de la habitación, Keith regresó vistiendo una bata de
baño. De alguna manera me pareció extraño ver que la bata,
que era de mi talla, era un poco corta para él. Sacó hábilmente
el corcho de la botella de vino, como si recordara lo que le
había dicho. Después, el vino se vertió finamente como un
hilo delgado y se trasladó a la copa. Me quedé temporalmente
aturdido por el aroma del rico vino que se esparcía por la
habitación.

—¿Quieres beber?

Cuando parpadeé de repente ante la voz que había


escuchado, Keith me estaba mirando y riendo. Me quedé
como hipnotizado de nuevo. Nunca te volveré a ver.
Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 1 | Parte 3

—¿Qué sucede? —preguntó Keith, pero extrañamente, en


ese momento, mi estado de ánimo no se podía expresar en
ningún idioma. No entendía por qué me sentía tan confuso.
Fueron las palabras de Keith las que me hicieron recobrar el
sentido. Las triviales palabras que se habían ido acumulando
en mí desde hace mucho tiempo, me recordaron mi voluntad.
Y cuando recordé las últimas palabras que más me dolieron,
pronto sentí mucho frío. No dejaré que este hombre me
lastime más.

De nuevo, sonreí casualmente.

—Huele bien, pero no puedo beberlo.

—Eso es muy malo. Pero no pasará mucho tiempo. Ahora


que lo pienso, ¿cuántos meses tienes?

Calculé rápidamente el número de meses y mentí:

—Tengo menos de tres meses.

—... ¿De verdad? —murmuró Keith, dejando un silencio no


deseado entre nosotros.

Pronto dejó la botella de vino y sirvió jugo esta vez. Es para


mí. Abrí la boca fingiendo no saberlo.

—También quiero comer pudín.

Keith se echó a reír.

—Dios mío, ¿por qué no le pones pudín al niño?

Dije sin ninguna pretensión:

—No está mal. Leche si es niña, chocolate si es niño.


Él sonrió y abrió la puerta del frigorífico.

—¿Qué te gustaría?

Pensé por un momento y respondí:

—Caramelo.

Keith tomó la cuchara con el pudín y me la entregó.

—... Gracias.

—De nada —dijo y me besó.

Pronto, Keith se dio la vuelta y sirvió el vino de la jarra en una


copa. Esperé a que volviera con la copa y luego, dejé caer el
pudín en la cama fingiendo que había sido un error.

—¡Ups!

Momentáneamente soltó una exclamación bastante inusual.

Aunque estaba nervioso por dentro, Keith parecía no tener


ninguna duda. Más bien, arregló casualmente el pudín que
dejé caer y preguntó:

—¿Quieres que te traiga otro?

Asentí con la cabeza, fingiendo lamentar la pregunta que


había estado esperando.

—Sí, gracias.

Acarició mi cabeza con una sonrisa.

Cuanto más pensaba en ese hombre que sonreía tan


amablemente, más extraño me sentía, un aturdimiento
momentáneo me invadió. Vacié la medicina de mi mano en la
copa de vino que estaba en la mesa lateral, mientras él abría
la puerta del refrigerador y rebuscaba. El efecto de la droga
era seguro. Le pregunté al encargado de la farmacia y me dio
la respuesta que quería. Él había estudiado los efectos de este
medicamento y explicó que funcionaba mejor si se ingería
con vino, pero añadió como advertencia:

“Tienes que tener cuidado porque es mortal para la gente


común”

Cuando le avisé a mi médico que me habían recetado este


medicamento, me dijo que nunca bebiera alcohol a la vez. Por
supuesto que se lo prometí, de hecho, no era la medicina que
se suponía que debía tomar en primer lugar.

Solo había dos pudines de caramelo. Había escondido uno a


propósito en el fondo del refrigerador. Gracias a eso, le tomó
tiempo encontrarlo. Cuando cerró la puerta de la nevera, la
cápsula ya se había derretido en el vino y desapareció sin
dejar rastro.

Keith, que me entregó el pudín, rápidamente tomó su copa


de vino y se la llevó a la boca. Lo miré, fingiendo comer pudín.
Keith, que había inclinado el vaso sin pensarlo mucho, vaciló.
¿Lo sabrá? Inclinó la cabeza como si estuviera nervioso.

—¿Qué pasa? ¿Hay algún problema?

La forma en la que hablé, naturalmente se volvió difícil.

Keith abrió la boca con indiferencia.

—Tiene un sabor extraño, pero creo que está oxidado.


¿Habrá algún problema con el almacenamiento? El olor
estaba bien, pero...

Observó la copa por un momento, todavía poco convencido,


y pronto se encogió de hombros. Eché un vistazo como si no
supiera que Keith estaba poniendo las copas de vino en la
mesa lateral. El efecto de la pastilla para dormir, prescrita por
el médico, duraba tres días. Aunque dicen que la resistencia
de los Alfas dominantes a los medicamentes es más fuerte
que la de la gente común, Keith se vería afectado si lo bebe
incluso con alcohol. Todo lo que quedaba era esperar.

Repentinamente, saltó sobre la cama y me quitó el pudín.


Cuando perdí mi pudín a medio comer, parpadeé de
vergüenza. Keith añadió con una sonrisa:

—Deberías haber comido más rápido.

Inmediatamente superpuso sus labios sobre los míos y yo


retrocedí. Tenía miedo de que empezara de nuevo, pero
inesperadamente no trató de metérmela. Tan solo me besó
en los labios, en la frente, en la mejilla, en todas partes... La
cara que me sonreía, me pareció genuinamente adorable.
Una vez más, pude sentir un pinchazo en mi corazón
tembloroso. Entonces, Keith, que tenía la nariz en mi cuello,
vaciló.

—¿...?

Levantó la cabeza y frunció el ceño. Mientras contenía la


respiración, casualmente, Keith inclinó la cabeza y llevó su
nariz a mi clavícula. Pude escuchar una respiración profunda.
Murmuró para sí mismo, rígido y confundido:

—Olor, creo que... hay un olor.

Su tono era visiblemente tenue.

Keith levantó la cabeza y la sacudió rápidamente de un lado


a otro, como un perro.

—... ¿Qué hay de malo en esto? —murmuró de forma extraña.

Pero yo sabía por qué. Los efectos medicinales fueron


inmediatos. Fue un momento maravilloso. Si hubiera llegado
un poco más tarde, me hubiera enamorado de este hombre
nuevamente. Keith siguió perdiendo el conocimiento. Los
síntomas empeoraron hasta que quedó completamente
inconsciente. Me levanté de debajo de él. Keith se derrumbó
a mi lado y se recostó. Me subí encima de su cuerpo con el
corazón temblando. Ocupar la parte superior de él era algo
que normalmente no podía hacer. No podría haberme
atrevido a imaginarlo a menos que me estuviera volviendo
loco por el sexo.

—Keith.

Lo llamé en voz baja. Keith parpadeó medio ido.

¿Puedes entenderme? ¿Te acuerdas? Pensé interiormente y


pregunté:

—¿Por qué sucede esto? ¿Estás borracho con vino oxidado?

Keith negó con la cabeza lentamente, murmurando:

—Extraño. Hasta ahora... Nunca he estado borracho, pero no


lo estoy.

Acepté de buena gana.

—Puse medicina allí.

—... ¿Qué? —Keith no entendió de inmediato las palabras.


Con ojos parpadeantes, preguntó—: ¿Por qué?

—Porque... —Me las arreglé para reprimir una carcajada—...


Porque quería hacerte pagar.

Keith me miró sin comprender. Su expresión reveló un


sentimiento de confusión.

—... ¿Qué? —repitió la misma pregunta.


Mi cabeza parecía dar vueltas. No pude dejar de reír. La risa
nerviosa resonó ásperamente. Keith me miró aturdido. Para
él, esta situación no tenía ningún sentido. El hecho de que
estuviera acostado de esta manera, que yo lo mirara con
desprecio, que me atreviera a drogarlo... Dejé de reír y lo miré
fijamente.

Tienes que contárselo todo antes de que se duerma. De esta


manera, cuando despierte, sabrá un poco sobre lo que es la
humillación.

Extendí mi mano y acaricié su oreja lentamente. Sentí la


marca en la punta de mi dedo.

—¿Cómo estuvo el sexo hoy? ¿Te gustó?

Keith no respondió. Solo me miró. Yo no esperaba una


respuesta.

—Estoy seguro que ha sido bueno, ya que será la última vez


que tendrás relaciones sexuales con el Omega que te marcó.

Abrió la boca. El sonido llegó después de unos segundos de


vacío.

Extendí mi mano y acaricié su oreja lentamente. Sentí la


marca en la punta de mi dedo.

—¿Cómo estuvo el sexo hoy? ¿Te gustó?

Keith no respondió. Solo me miró. Yo no esperaba una


respuesta.

—Estoy seguro que ha sido bueno, ya que será la última vez


que tendrás relaciones sexuales con el Omega que te marcó.

—... ¿Qué?
Keith tan solo repitió eso. Saqué a colación lo que había
preparado cuidadosamente.

—Ese día tú me dejaste embarazado.

—...

—Y lo olvidaste todo.

Me reí de nuevo.

Los labios de Keith eran dulces, pero no podían emitir ningún


sonido. Observé con mis propios ojos como su conciencia se
desvanecía gradualmente. Me incliné y le susurré al oído:

—Te lo advertí, no me quedaría quieto si volvías a usar tus


feromonas. —Mi voz sonaba débil como si fuera de otra
persona. Seguí hablando—: Pero volviste a rociarlas sobre
mí.

La mano, que acariciaba la oreja se detuvo por sí sola. Me


obligué a sonreír.

—Este es el precio.

Por un momento no me entendió. Esta vez no era solo por las


drogas. Moviendo los labios y besando su mejilla, confesé:

—Voy a borrar a este niño. No tendrás hijos con nadie a


menos que yo muera. No tendrás tu propio Omega nunca.

Lo miré a la cara y sonreí por completo.

Él dejó salir un susurro tan pequeño como el aliento.

—No seas tan injusto... Hemos dado y recibido de manera


justa.

Keith me miró estupefacto.


Como trataba de aferrarse a la conciencia que seguía
desapareciendo. Fue tan notorio para mis ojos, pero era un
acto inútil. Keith levantó la mano, sus dedos fríos frotaron mi
mejilla, pero eso fue todo. Pronto perdió completamente la
cabeza.

Después de comprobar el estado de Keith, me tambaleé, me


vestí, empaqué mi equipaje y salí de la habitación. Fue más
complicado dejar la mansión que engañar a Keith, que
parecía lo más difícil. Casi me caigo varias veces mientras
caminaba por el pasillo. Cuando apenas había entrado en el
ascensor y me apoyé en la pared, me quedé sin aliento.

No vi a nadie en mi camino hacia la puerta principal. Salí de


la mansión ansioso de no encontrarme con Charles. Y cuando
por fin abrí la puerta principal y salí al jardín, finalmente dejé
escapar un largo suspiro lleno de alivio. Fue frente al garaje
donde de repente me encontré con una persona.

—Uh, Yeonwoo. ¿Qué estás haciendo aquí a esta hora?

El guardaespaldas, que estaba vigilando alrededor, me


encontró y vino a hablarme.

Me sorprendió mucho, pero traté de saludar como si nada.

—Tengo que salir un momento a hacer algo. ¿Todo bien,


entonces?

—Sí, por supuesto. Pero ¿qué? ¿quieres ir ahora? Tampoco te


ves muy bien. Me pareció verte cojear.

Intenté reírme y mentir.

—Salí y estaba oscuro, me golpeé con algo... no podía ver


bien.

—¿En serio? Charles siempre deja las luces encendidas en el


pasillo...
—Tengo algo que llevar a mi casa, así que me gustaría usar el
auto.

Él no dudó de lo que dije, pero mostró una bondad


innecesaria.

—¿Le gustaría que lo acompañara? No ha pasado mucho


tiempo desde que ocurrió el accidente, ¿verdad? El Sr.
Pittman me dijo que no dejara a Yeonwoo solo...

Todos pensaban que me había encontrado con un ladrón. Por


supuesto, esta ilusión se romperá en tres días como máximo.
Quizás todos lo sepan en el momento en que Keith abra los ojos,
pensando para mis adentros, negué con la cabeza.

—Está bien. Vuelvo enseguida... Me siento más cómodo solo.

Agregué intencionadamente la última palabra. Por un


momento, se acarició la barbilla con el rostro serio. Parecía
estar preocupado por las órdenes de Keith. Así que añadí
apresuradamente:

—Ni siquiera han contratado un guardaespaldas adicional


todavía, pero ¿no existe un límite para el número de guardias
en la mansión? Es de noche, así que todos se irán a
descansar... Iré a visitar mi casa un momento para
comprobar que no haya ningún peligro. El accidente ocurrió
porque tomé un camino equivocado...

¿Hablé demasiado? Lo miré con ansiedad interior. El


guardaespaldas todavía parecía estar perdido en sus
pensamientos, pero al final suspiró.

—Sí.

Sonreí torpemente después de un momento de regocijo. Dio


un paso atrás y ya no interfirió conmigo. La noche era corta y
tenía prisa. El garaje estaba lleno de sedanes de lujo con
aroma a Keith. Después de mirar alrededor de la habitación
una vez más, elegí un auto que me pareció fácil de manejar.
Fue bastante difícil sentarse en el asiento del conductor. Tuve
que morderme los labios para contener los gemidos. Cuando
finalmente me senté, solté un suspiro de alivio.

—¿Está seguro de que se encuentra bien?

Asentí con la cabeza al guardaespaldas que me miró con


lástima.

—Iré a trabajar desde casa mañana. Ha pasado un tiempo, así


que tengo que limpiar un poco...

Me acomodé en el asiento del conductor, encendí el motor y


el guardaespaldas habló mientras yo asentía con la cabeza
como si entendiera.

—Por la mañana le informaré a Charles. Conduce con


cuidado.

Después de agregar esas palabras, el guardaespaldas


retrocedió. Arranqué el auto de inmediato y pude verlo
alejarse en un instante a través del espejo retrovisor.

De todos modos, no puedo ir muy lejos con este coche. Pensé


tan pronto como atravesé la puerta y conduje camino abajo.
Ya había hecho planes para el futuro y había preparado algo
de efectivo. Incluso si el ladrón no se hubiera llevado mi
teléfono, no habría sido útil de todos modos.

Tendremos que descartar todo lo que deje rastro, incluida la


tarjeta.

No hubo necesidad inmediata de un nuevo teléfono celular,


así como de un teléfono prepago.

¿Cuándo despertará Keith?


El medicamento no durará más que en una persona
promedio. Tenía que conducir tan lejos como pudiera. Así,
pisé el acelerador a toda velocidad, en aquella carretera en la
que no había ni un solo automóvil.
Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 2 | Parte 1

Tuve la cabeza atascada en el baño con un ataque de náuseas


y vómitos repetidos, pero lo único que salía era un jugo
gástrico amargo. Así que, solo me senté, respirando con
dificultad, hasta que el mareo disminuyó.

Han pasado dos semanas desde que me escapé de Keith.


Mientras tanto, he estado moviéndome por moteles baratos
y evitando la mirada de otras personas. Después de conducir
una distancia interminable ese día, detuve el automóvil en el
aeropuerto y tomé un Uber. Compré varios boletos a mi
nombre, así que probablemente pensarán que estoy fuera
del estado.

Pronto descubrirán si realmente me subí a bordo o no, pero


era suficiente para ganar algo de tiempo. No tengo mucha
ansiedad porque Keith, afortunadamente, parecía haber
despertado en menos de un día. Los artículos diarios de los
periódicos, que aparecieron día a día durante las últimas dos
semanas, mostraban el estado reciente de Keith. No sabía
cuánta verdad había en ellos. Algunos de ellos seguramente
eran falsos, y otros parecían tan plausibles que, incluso yo,
pensaba que estaban en lo cierto.

Te dije que detuvieras todos estos informes.

Era una lástima, pero no podía evitarlo. Emma ahora tendrá


prisa por liderar el equipo. Debe ser demasiado para ella.
Pronto se acostumbrará y pasará por el famoso “prueba y
error”, que es un paso establecido. Sobre todo, no tenía
derecho a hacer esto o aquello después de que dejara mi
trabajo de repente. Además, era beneficioso estar
obteniendo información sobre Keith.

Estoy mareado...

Me apoyé contra la pared y me quedé sin aliento por un rato.


✤✤✤✤✤✤

Debí quedarme dormido. Me sorprendió escuchar un grito


repentino afuera. Por un momento rodé mis ojos en la
oscuridad, con ansiedad. Cuando escuché con atención y sin
aliento, parecía que había una pelea entre borrachos. Me
levanté lentamente después de un suspiro. La medicina que
traje casi se me estaba acabando. Miré el inhibidor recetado
y lo vertí en mi boca. No había nada bueno en ser atrapado
como Omega en un lugar como este. ¿Qué pasaría si te
encuentras con un Alfa y se pone rudo? No quiero volver a ser
aplastado por las feromonas... Froté mi brazo ante la
espeluznante idea y me dirigí a la cama.

Afuera, los intermitentes letreros neón perturban mi sueño


todos los días. Era un entorno completamente diferente al de
la mansión de Keith, que se mantenía siempre en silencio. Por
supuesto que lo es. ¿Se puede comparar? Me regañé. No puedo
evitarlo ahora mismo. Tengo que conseguir un trabajo decente
y luego conseguir una habitación. Es posible que tarde o
temprano no pueda quedarme más tiempo en este motel. Sin
darme cuenta, llevé mi mano a mi vientre. El retraso en la cita
me ponía nervioso. Puedo pasarme de la fecha límite.
¿Cuánto tiempo durará la cirugía? ¿Si pierdo el tiempo...?
Ansioso como estaba, me quedé dormido.

✤✤✤✤✤✤

—¡Dios mío, Yeonwoo!

Josh escupió duras exclamaciones tan pronto como me vio.

Me levanté de mi asiento. Caminando por el café con sus


largas piernas, se sentó frente a mí y rápidamente habló:

—Emma me contó. ¿Qué te pasó? De repente dijiste que te


ibas de la empresa. No pueden localizarte. Jesús, mira esto.
¿Es eso una peluca? ¡Casi no te reconozco! ¿Y qué es este
número?

Le dije que me iba a disfrazar, pero no pareció gustarle


mucho. Mientras sonreía torpemente y me preparaba para
responder, Josh frunció el ceño y continuó hablando:

—Pensé que eras Spam, así que traté de no responder.

—Lo siento.

Me disculpé con una sonrisa amarga. Pronto negó con la


cabeza.

—No, esto no es algo para disculparse... Bueno, de repente


me hiciste salir de manera improvisada del trabajo.

Josh dijo para sí mismo mientras se acariciaba la barbilla. Me


di cuenta y abrí la boca.

—Bueno, no le dijiste a nadie que te reunirías conmigo...

—Oh, por supuesto que no le dije a nadie. Confías en mí,


¿verdad? No te preocupes, no soy tan boca floja.

Por supuesto, no pensé que Josh fuera de esa clase. Justo


cuando estaba a punto de preguntar por él, se acercó la
camarera.

—¿Les gustaría ordenar?

Dirigió alternativamente su mirada a mí y a Josh,


sonriéndonos, deteniéndose un poco más en Josh. Este, sin
siquiera mirar el menú, ordenó su pedido.

—Un pastel caliente y un café. ¿Qué hay de ti Yeonwoo? —


Primero ordené, me asintió con la cabeza y rápidamente
devolvió el libro del menú—. Gracias, Stella.
Su rostro sonrío al decir el nombre de la etiqueta.
Naturalmente, pensé: ¿Es esto lo que es ser un mujeriego
natural?Como era de esperar, la camarera también sonrió
alegremente y se dio la vuelta tras recibir el libro del menú.
Un hombre guapo... es incluso tan amable.

—¿Qué?

Josh preguntó como si mi mirada fuera extraña.

Respondí con franqueza:

—Pensé que Josh habría sido popular, si se hubiera


expresado como un Alfa.

—¿Parezco un Alfa?

Me miró parpadeando. Fue una reacción tan pura que me


sentí bastante avergonzado. Josh habló de manera
insignificante:

—Más bien me gusta, porque tengo más opciones. Puedo


conocer a alguien que no quiera tener un bebé. Bueno o tal
vez pueda conocer un Alfa agradable.

Su rostro sonriente se mostraba lleno de confianza. Era una


sonrisa relajada, de un hombre que nunca había sido
rechazado en su vida.

Justo a tiempo, la camarera se me acercó y puso cada bebida


frente a nosotros. Le guiñó un ojo ligeramente a Josh cuando
sacó un dispensador de crema de su delantal, quien había
pedido café. Entonces Josh se rio.

Observando su figura en silencio, murmuré casualmente:

—Te envidio, yo nunca he sido muy popular...


Josh, que se estaba llevando su café a la boca, vaciló. Me
avergonzaron los ojos verdes que me miraban.

—¿Por qué...? ¿Cometiste algún error?

—... No, no creo que haya sido muy popular, pero pienso que
era extraño.

Josh murmuró para sí mismo como si estuviera hablando


solo, y pronto dijo:

—¡Aaah...! ¿No sabías eso? Un Omega no puede ser


impopular.

—Oh, no. Soy un caso mutante. Yo era Beta antes de eso... No


salía normalmente en la adolescencia. Me convertí en un
Omega después de un tiempo...

—¿No eras popular cuando eras Beta...? Aún si cambiaste, tu


rostro sigue siendo el mismo.

Josh todavía preguntó con sospecha. Respondí que sí.

—Antes del cambio de género... Tuve dos novias, pero no


funcionó. Todo el mundo tiene un pasado.

Josh, que me miraba con una sonrisa amarga, suspiró de


repente y volvió a pronunciar el nombre de su hermana.

—Emma... Emma. —Estaba desconcertado, pero él continuó


fácilmente—. De todos modos, ¿tienes un lugar para
quedarte? ¿Por qué te fuiste de repente? ¿Peleaste con tu
jefe?

—Sí... Mmm fue inesperado.

Pasé por alto las preguntas a quemarropa y le hablé sobre mi


situación actual.
—Me estoy quedando en un motel cercano en este momento.
Bueno, todavía no he tenido noticias de Emma, pero...
¿Escuchaste algo sobre la empresa?

—Bueno, ¿el jefe se volvió loco y enojado? —Josh se encogió


de hombros y continuó—: Te harás una idea aproximada de
la atmósfera con solo mirar el artículo del periódico.

—Sí...—agregué torpemente—. Me preguntaba si hay algo


más que no aparezca en el artículo.

—Bueno, tampoco voy a casa a menudo, así que no tengo


oportunidad de oír sobre eso de Emma. Siempre estoy
ocupado jugando con Pete. —Sacudió la cabeza y añadió—:
Tengo que reparar la casa, tengo que cortar el césped... Mi
casa es vieja y tengo que retocarla cada vez que voy. Tengo
que terminar de arreglar el techo otra vez. No tengo tiempo
para charlar con Emma, lo siento. No hablamos mucho.

—No, es obvio... Lo siento.

Fue una suerte que Emma y Josh no tuvieran tiempo para


hablar de mí. Me preocupaba que la conversación se filtrara,
así que me disculpé varias veces. Entonces Josh agregó:

—Ah. He oído que te están buscando mucho.

—...

—No sé por qué.

Justo a tiempo, la camarera nos trajo la comida. Una vez más


saludó a Josh y desapareció. Cada uno de nosotros comenzó
su propia comida.

—¿En qué puedo ayudarte?

Levanté la cabeza a la pregunta de Josh. Ya había comido más


de la mitad del rábano picante. Abrí la boca con dificultad:
—El hospital que me recomendaste la última vez, perdí mi
teléfono celular... ¿Me lo puedes decir de nuevo?

Josh silbó brevemente.

—Te las arreglaste para no olvidar mi número.

Me reí tímidamente. Guardé tu número por separado, de


manera provisional.

—Es bueno estar preparado.

Josh me elogió casualmente. Después de haber sacado su


teléfono celular y haber comprobado algo, pareció estar
reflexionando por un momento, luego dijo, volviendo a
guardar el teléfono en su bolsillo:

—Iré contigo, porque ya es la hora.

—¿Sí?

Inclinó la cabeza cuando se lo pregunté.

—Sí, se supone que alguien debe ir contigo.

—No, no hay nadie así. Pero ¿por qué? De repente...

Josh me miró en silencio.

—Es bastante aterrador ir al hospital solo.

Parpadeé sorprendido.

No esperaba que esas palabras llegaran de este hombre.


Sonrió amargamente como si mis pensamientos se leyeran
en mi expresión.

—Eso es correcto. La gente como yo piensa que es mejor ir


solo, pero la gente como Yeonwoo...
—... ¿Alguien como yo? ¿Y eso qué significa?

Me quedé mirándolo fijamente, mientras Josh parecía


pensativo, como si estuviera eligiendo sus palabras.

—Bueno... ¿Alguien que necesita ayuda... que parece estar en


peligro e indefenso?

—...

—También puedes llamarlo instinto protector —dijo, con


una mirada relajada en su rostro, pero no pude sonreír.

—Me ha ido bien solo hasta ahora.

Josh asintió cuando hablé en un tono bastante rígido.

—Por supuesto que sí. Emma me dijo que eres muy


competente. Incluso escuché que Pittman estaba tratando de
darte una participación en la empresa.

Me pregunté si era necesario hablar de eso, pero mantuve la


boca cerrada. Josh esbozó una sonrisa amarga.

—Pero ser capaz y verse así es un asunto diferente. —No dije


nada y Josh agregó—: De todos modos, hoy estoy libre, así
que iré contigo si quieres. Es obligatorio hacer una cita, pero
es tu primer día... así que, si vienes conmigo, lo dejarán pasar.
¿Qué dices?

✤✤✤✤✤✤

La elección recayó en mí. La sugerencia de Josh fue muy


tentadora. Ir al hospital por primera vez y hacerlo solo era
muy aterrador. Además, no se sabía cuándo se haría la cita.
Apreté mi mano a toda prisa, después de repetir esta acción
un par de veces, abrí la boca:

—Sí... Si no te molesta, por favor.


—Entonces lo haré. ¿Tienes un coche? Si no es así, ¿llevo el
mío?

Me alegré.

—Gracias, estaba pensando en llamar un Uber.

—¿No tienes coche?

Josh preguntó sorprendido.

Le dije la verdad.

—Compré un auto usado, pero tomé un taxi hoy porque no


me sentía bien.

Después de mucho tiempo, Josh sonrío casualmente y sacó el


dinero de su bolsillo. Cuando lo vi dando mi parte de
propinas, traté de negarme, pero Josh me estrechó la mano
como si fuera suficiente y simplemente se levantó. Solo subí
el precio de la comida y le seguí.

—Gracias de todas maneras. Yo también estaba un poco


nervioso yendo solo.

Josh, que todavía sonreía, me miró y siguió adelante. No se


olvidó de saludar a la mesera al salir.

—Entra.

Él, que había estado utilizando el coche de su empleador,


abrió la puerta del Lamborghini. Parpadeé sorprendido.
Ahora que lo pienso, debe ser un guardaespaldas de alguien
bastante famoso de aquella fiesta. ¿Está bien que lo deje
conducir esto libremente? Debe ser bastante cercano a su jefe.
A veces, hay empleadores que comparten relaciones
personales con sus empleados y Josh parece ser el caso.
Es un hombre tan guapo que es tan amigable, pensé para mis
adentros, mientras me sentaba en el asiento del pasajero
siguiéndolo. Me revisó para abrocharme el cinturón y luego
entró al auto. Desde ese momento, estuvimos hablando de
temas comunes. Empezando por el clima, los incendios
forestales y los asesinatos en el Este.

—Hay demasiados incendios forestales en esta área. Debería


llover un poco —dijo Josh indiferente.

De repente me recordó a aquel día.En un día lluvioso. Ese día


mi vida cambió por Keith. Si no lo hubiese hecho, si no hubiese
venido a verme ese día, si no hubiese llovido, si no hubiera
grabado la marca... Me pregunto qué habría pasado. Tenía
una imaginación ociosa y pronto sonreí amargamente. ¿De
qué sirve todo este pensamiento ahora? De pronto pude sentir
a Josh mirándome, lo vi y nuestros ojos se encontraron de
inmediato.

—¿...?

—¿Hay algo que quieras decir?

Cuando se lo pregunté, desconcertado, me miró con el brazo


apoyado en el alféizar de la ventanilla y se encogió de
hombros. Estaba perplejo, pero pronto volvió los ojos al
frente, lo que hizo ambiguo preguntar más. Finalmente,
llegué al hospital sin más conversación.

—Espera un minuto.

Al salir del coche, Josh sacó algo de su bolsillo.

¡Ah!

Con el hecho de que eran auriculares, confirmé que Josh se


estaba tapando los oídos con ellos, y la marca en la oreja
desaparecía debajo de ellos. ¿Es la marca que dejó el otro
padre del niño?El olor débil de Josh puede no deberse a que
tomara el medicamento, sino a su firma. Supongo que,
porque es un guardaespaldas, esconde sus oídos con
auriculares. Un Omega debe tener mucho trabajo que hacer
cuando está protegiendo a alguien.

Tal vez así esté bien, porque si hay una marca, se verá menos
influenciado por otros Alfa. Al mismo tiempo pensé: ¿Qué
pasó con tener un bebé solo cuando hay una marca? Por
supuesto que no podía preguntar. Todos tienen sus propias
razones. Lo mismo ocurre con Josh y conmigo.

—Yeonwoo, bájate.

Me dijo, abriendo la puerta y bajando. No era momento de


preocuparse por él. Porque ahora mismo, mi problema era lo
primero.

✤✤✤✤✤✤

El hospital estaba ubicado en un barrio tranquilo, bastante


alejado de la calle principal. Las calles, en donde se
agrupaban varias tiendas, estaban tan desiertas como en
cualquier otro lugar. De vez en cuando, algunas personas
daban algunos pasos para entrar en sus automóviles
estacionados y desaparecían en un instante. Seguí a Josh a la
clínica de ginecología, que tenía un cartel viejo colgando.

—Oh, Josh. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Quizás el segundo?

El personal sentado en el mostrador de recepción saludó a


Josh con deleite e hizo una ráfaga de preguntas. Una mujer
latina bastante carnosa no escondía su cariño por Josh. Este
le dio un abrazo, aparentemente insignificante, como si esta
reacción fuera común.
—¿Cómo has estado? Desafortunadamente, no es mi
problema, pero estoy aquí para presentarte a mi amigo. No
pude hacer una cita. ¿Qué se puede hacer?

Y sonrió dulcemente.

Incluso a mí, me hizo latir el corazón esa sonrisa maravillosa.


Como era de esperar, la empleada respondió con una sonrisa
brillante.

—No puedo evitarlo si es la petición de Josh. ¿Podrías llenar


este formulario? Entonces tendrá una cita y deberá esperar
como una media hora.

—Gracias, Kate —dijo y pronto tomó los papeles.

Sentado en el sofá, llené con un bolígrafo los espacios en


blanco de los papeles que me había entregado.

—Escribe tu nombre diferente —susurró Josh, dándome un


consejo rápido.

Casi sin querer había escrito mi nombre real y detuve la


pluma. Después de pensarlo un rato, vi un anuncio en la
televisión y escribí el nombre del producto cambiando la
ortografía. Josh, que estaba mirando, se echó a reír de
repente.

—¿Qué es Xylie Tol?

Tenía la cara ardiendo, pero fingí no saberlo y seguí


escribiendo en silencio. De repente, pude sentir a Josh
observando mi perfil. Mi cara se puso más caliente. Josh
recogió todos los papeles y los llevó él mismo a la recepción.
Todo lo que quedaba era esperar.

—No te pongas demasiado nervioso —dijo Josh, y asentí con


la cabeza.
Él estaba en lo correcto. Hubiera sido difícil soportar esta
tensión si hubiera venido solo.

—Gracias por venir conmigo.

Josh se encogió de hombros a un lado, como si no fuera nada.


Y después de 40 minutos, finalmente llamaron mi nombre en
la recepción.

✤✤✤✤✤✤

No hubo nada especial durante el examen. El médico que me


presentó Josh fue muy amable y me enseñó muchas cosas.
Sin embargo, parecía perplejo por la cirugía. La razón fue que
eran ya muchos meses. Después de que su expresión se
endureciera, se acarició la barbilla con agonía y suspiró.

—Ojalá hubieras tomado la decisión antes... Si te operas


ahora, podría ser muy peligroso para ti también. ¿Estás bien?

Tragué saliva seca.

—Sin embargo, no puedo dar a luz.

—Oh...

Suspiró profundamente y buscó en el calendario. El médico,


que estaba agonizando por el poco tiempo, me asignó una
fecha.

—No puedo darte una fecha antes de este día. El día más
temprano es este... Si es posible, estaría bien que buscaras
otro hospital.

—No, por favor, Doctor.

No podía permitirme el lujo de buscar nuevos lugares. Es una


situación urgente. El doctor parecía amargado.
—Sé que es una decisión difícil en muchos sentidos, anímate.

Dijo algo que no estaba claro si lo decía en serio o no. Me


preguntaba cómo conocía mi mente, pero solo dije que sí.

Después de salir del hospital con Josh, ya era bastante tarde


y el sol se estaba preparando para ponerse.

—¿Cómo estás? ¿Puedes venir solo?

Asentí con la cabeza a la pregunta de Josh.

—Sí, el medico es amable. Gracias, por presentarme a una


buena persona.

—No hay problema. Me alegro de que te haya gustado —dijo


Josh con una sonrisa.

Ya no hacía preguntas como: "¿Qué harás con el niño?",


"¿continuarás haciendo esto?" o "¿has pensado en lo que
sucederá en el futuro?". Todo lo que preguntó fue la dirección
del motel en el que me estaba quedando. Dudé y abrí la boca.

—Quizás esté huyendo de un crimen, pero ¿no me preguntas


nada?

Josh volvió a mirarme directamente.

—Es de mala educación, pero para ser honesto, Yeonwoo no


parece alguien que cometería un crimen.

Porque era cierto, no tenía nada que refutar. Solo hice una
sonrisa amarga. ¿Cómo reaccionará este hombre cuando
descubra que me escapé dejando una marca en la oreja de
Keith? Fue cuando recordé con amargura lo que Keith me dijo
un día, que era “aburrido”. Porque soy de ese tipo de
personas, por supuesto. ¿Cómo llegué aquí tan lejos en esta
aventura?
—Si Yeonwoo no hubiera estado embarazado, tampoco lo
habría ayudado aquí.

—...

—Bueno, es una complicación —añadió para sí mismo.

Tenía ganas de llorar por alguna razón, así que murmuré:


"Gracias". Y no hablamos más.

Josh, que había estado callado todo el tiempo, frunció el ceño


ante la apariencia del motel cuando llegamos a nuestro
destino.

—¿Estás seguro?

Di una excusa, avergonzado por su reacción.

—Es una estadía temporal... Me moveré pronto.

—Será mejor que lo hagas rápido. Dios, creo que hay más
borrachos aquí de los que he visto en toda mi vida.

Tal y como él dijo, pronto se notó a varios hombres sentados


al costado de la carretera bebiendo alcohol. De un vistazo, la
calidad parecía mala. Añadí un gracias y estaba a punto de
salir del coche.

—Es difícil criar a un niño solo, piénsalo... porque no te queda


mucho tiempo.

Dudé y abrí la boca.

—Bueno, Emma...

—No tengo tiempo para hablar.

Josh me estrechó la mano como si estuviera molesto. Dejé de


sonreír.
—Gracias.

Me despedí y Josh rápidamente encendió el auto. Mientras


observaba el Lamborghini alejarse, luego me di la vuelta y me
dirigí a la habitación.

Los silbidos y las maldiciones de los hombres vinieron desde


detrás, pero los ignoré. Tan pronto como entré en la
habitación, me sentí aliviado solo después de haber cerrado
todas las cerraduras y grilletes; y bloqueado la puerta con
una silla. Muchos pensamientos ocuparon mi mente después
de acostarme en una cama ligeramente mohosa.

“Suspende el inhibidor ahora mismo”. Dijo el doctor con cara


seria. En otras palabras, la prescripción también es fatal para
el cuerpo. “No es bueno para un niño... No me importa si no
quieres dar a luz”.

Las palabras que agregó seguían flotando en mi cabeza. Cerré


los ojos con la mente aún confusa. Dije que no tendría hijos
de Keith. Ya he fijado una fecha. Pero, estaba asustado.

Mordí mis labios y toqué tranquilamente mi estómago. El


deseo de tener un bebé y el deseo de no tenerlo estaban
reñidos. Me quité la peluca y borré el maquillaje de mi cara.
También me cambié la ropa que era más grande que mi talla
original por ropa más cómoda.

Tengo que salir de aquí mañana. Llenemos el tanque de


combustible y cojamos un neumático extra. Mientras pensaba
en qué hacer mañana, traté de no pensar en el niño. Incluso
en este día, con mi complicada mente, no pude evitar caer en
una siesta.
Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 2 | Parte 2

Abrí mis ojos, me recliné por un momento y miré a mi


alrededor poniendo los ojos en blanco. Nada había cambiado
en absoluto desde antes de quedarme dormido. Pero ¿por
qué me siento tan incómodo? No estaba pensando en nada,
cuando de repente me di cuenta de que la luz que entraba por
la ventana era diferente. El viejo letrero del motel tenía varios
cables cortados y no funcionaba correctamente. Por esa
razón, la letra "MOTEL" se leía como "M T I", pero hoy el
letrero estaba apagado por completo, haciendo que la letra
negra pareciera sombría. Sin embargo, lo extraño fue que
todavía estaba brillante afuera. Se leían todas las letras del
letrero con las luces apagadas. Salí de la cama
preguntándome: ¿Qué está pasando ahí fuera?

De pie junto a la ventana y mirando hacia afuera, dudé con


asombro. Había varios sedanes de lujo, inapropiados para
este Motel barato. Y entre ellos, encontré un rostro que
conocía bien.

Whittaker. ¿Cómo lo supiste?

Inmediatamente, me sentí mareado, pero evité caerme por el


marco de la ventana. Sabía que no tardarían mucho en
encontrarme, aunque solo habían pasado dos días desde que
me mudé de motel. Además, era la primera vez que hacían un
descubrimiento de este tipo.

Pensemos en ello más tarde.

Empaqué mis cosas a toda prisa. Ya había mucha gente


alrededor del Motel. Quizás pronto vengan a mi habitación.
Salí corriendo al pasillo. Pero antes de que pudiera caminar
unos pasos, escuché primero una voz que venía de abajo. La
voz de Whittaker se entremezclaba. Me di la vuelta a toda
prisa y volví a subir. Miré a mi alrededor, pero no había
ningún lugar a donde ir.
¿Qué hacemos?

—Oh, por aquí.

Los pasos de los hombres se fueron acercando


gradualmente. No había lugar para más vacilaciones.
Rápidamente giré la manija de la puerta más cercana. Lo
conseguí al tercer intento. En la habitación cerrada sin llave,
un borracho dormía, tumbado en el suelo, incapaz de
acostarse en su cama. Cerré apresuradamente la puerta a mis
espaldas.

Los fuertes pasos se acercaban rápidamente, pero pronto se


alejaron. Me quedé allí, conteniendo la respiración y
forzando todo mi cuerpo. Solo mis ojos se movían girando
alrededor, buscando un lugar para huir. Lamentablemente,
no había ningún lugar por donde salir.

Siguió un golpe en la puerta. La tranquilizadora voz de


Whittaker me llamó por mi nombre, pero tampoco lo hizo
por mucho tiempo. Un momento después, sentí un ruido
fuerte, como si hubieran forzado la puerta para abrirla, y
estalló una conmoción.

—¿No? ¡Mira cuidadosamente!

—Yeonwoo, no estoy tratando de lastimarte. ¡Sal y habla con


nosotros!

—Mira dentro del conducto de ventilación... Por supuesto


que nosotros no cabemos, pero Yeonwoo es delgado, así que
es posible. Quítatelo y mete la cabeza. ¿Está ahí?

—No está aquí.

—¡Mira de nuevo!

Las voces de los hombres clamorosos despertaban uno a uno


a los borrachos que se habían quedado dormidos en sus
habitaciones. Miré al dueño de la habitación tirado en el
suelo, en suspenso, pero roncaba fuerte y ni siquiera se
movía. Fuera, sin embargo, hubo duras protestas de los
huéspedes que se habían despertado.

—¿Qué demonios? Malditos bastardos. ¿Ni siquiera


duermen?

—¿Estás buscando a tu madre? ¡Se está vendiendo a sí


misma, ve a preguntarle por ti mismo!

—Jajajaja ¡Entra y chúpame el pene!

—¿Por qué diablos eres tan malo conmigo? ¿Quieres que


muera? ¡Los voy a demandar a todos!

Los borrachos estaban furiosos por todo el lugar. Es posible


que Whittaker no haya experimentado una situación simular
antes. Cuando abrí la puerta y miré afuera, los
guardaespaldas estaban confundidos y avergonzados. Me
arrastré de puntillas, sin perder una oportunidad. Me las
arreglé para llegar al final de las escaleras. Tuve suerte hasta
que bajé corriendo a toda prisa. Pero eso fue todo.

—¡Yeonwoo! —gritó uno de los guardaespaldas que me


encontró cruzando el estacionamiento del Motel.

Cuando me di la vuelta sin darme cuenta, los guardaespaldas


que deambulaban por el Motel gritaron y salieron corriendo.
También se les vio salir corriendo desde el segundo piso.
Traté de huir a toda prisa, pero ya había guardias allí. No tuve
más remedio que dejar mi coche y empezar a correr.

El Motel, bien abierto al costado de la carretera, no tenía un


lugar para esconderse. Corrí con todas mis fuerzas y
finalmente salté a la hierba, al otro lado de la calle. Iban tras
de mí. Busqué un lugar para esconder mi cuerpo lo más bajo
posible. Por suerte, encontré una pequeña madriguera de
conejo. Inmediatamente, me arrastré dentro y me escondí en
la oscuridad.

—¡Yeonwoo!

—Yeonwoo, sal. ¡Por favor!

—Hablemos, maldita sea. ¿Por qué me estás dando tanta


mierda?

Los guardaespaldas gritaban alternativamente, pero yo me


agaché aún más, volviéndome más pequeño.

Tenía miedo incluso de respirar, así que aguanté la


respiración lo más que pude. El aire de la noche era frío y
húmedo. Quería frotarme los brazos, pero apreté los dientes
y aguanté. Aunque en ese momento...

¡Ah!

Casi grité sin saberlo por un repentino dolor de estómago.


Apenas me mordí los labios y respiré hondo. De repente,
sentí un olor en mi cuerpo. Era mi aroma de Omega. En un
momento como este.

Un sudor frío estalló detrás de mi espalda. Era una suerte que


los guardaespaldas fueran Gamma y no pudieran sentir el
olor. Sin embargo, una vez que saliera, tendría que buscar
otro escondite, porque no era bueno que el olor se
desbordara así. Lo que más temía era el acto de vagar con
Alfas raptando y atrayendo fácilmente a Omegas. No era
común, pero a cualquiera con mala suerte podría sucederle.
Y nunca he tenido tanta suerte en mi vida.

—Uh...

Apenas me tragué un gemido que se escapó de mi boca.


Mi estómago sufría constantes dolores. ¿Qué pasa con el niño?
Las palabras del doctor flotaban en mi cabeza.

“No más inhibidores”.

Pero, ¿qué hacemos? Vayamos al hospital, te verá tan pronto


como amanezca... No, puedo tomar medicamentos, este bebé se
irá. Por lo que, entonces...

De repente abrí los ojos. Me tomó un momento darme cuenta


de la realidad. En ese estado, conteniendo la respiración, me
di cuenta de que había silencio por todas partes. ¿Se rindieron
y se fueron?

—... Oh.

Cuando me moví, me dolió el estómago de nuevo, pero no fue


tan insoportable como antes. No podía moverme debido a la
rigidez de mi estómago. Todo el cuerpo parecía crujir y hacer
ruidos.

Whoo.

Me las arreglé para exhalar una respiración bloqueada. Justo


cuando estaba a punto de levantarme, de repente alguien
gritó:

—¡Hay algo allí!

—¿Qué? ¿Dónde?

Por un momento cerré la boca. Sin darme cuenta, mi corazón


latía como loco. Esperé a que se dispersaran. Cuando me di
cuenta, se me puso la piel de gallina en todo el cuerpo. ¿Qué
fue lo que siguieron por error? ¿Un conejo? ¿Un coyote? De
todos modos, fue una suerte para mí. Si mi estómago no me
doliera en ese momento... Sin saberlo, miré hacia mi vientre.
En ese momento, muchas emociones me sucedieron de
manera complicada.
Me agaché más en la cueva. Esperé a que el sonido se fuera y
luego corrí lo más silenciosamente posible en la dirección
opuesta. Ya era hora de que saliera el sol. El cielo estaba
brillante y poco después, pude estirar mi cuerpo y ponerme
firme convencido de que había logrado mantenerlos
alejados.

—Oh.

Suspiré profundamente después de tragar mi saliva seca.


Bajo el sol brillante, revisé cuidadosamente los alrededores,
pero como esperaba, no pude verlos. Cuando confirmé que
había escapado a salvo, me sentí aliviado y relajado. Me
tambaleé paso a paso y salí del bosque. ¿Cómo averiguaron
donde me encontraba? Por si acaso, seguí caminando en
dirección opuesta al motel.

Recordé que todavía me debía quedar una semana para salir


del Estado Federado. ¿Qué hago? Pensé nerviosamente. Es
posible que lo haya sabido desde hace mucho tiempo. De esta
manera, era solo cuestión de tiempo antes de que fuera
capturado. Casi escupí una maldición. Nada funcionó según
lo programado. Dejé de caminar y cerré los ojos suspirando
profundamente.

Al principio, planeé dejar la empresa de manera secuencial y


mudarme a una empresa estable, incluso si mis ingresos eran
pequeños, y esconderme en silencio. Sin embargo, para
empeorar las cosas, tuve que huir a toda prisa debido al
descubrimiento del ADN. La expresión de Keith en ese
momento todavía estaba frente a mí. ¿Qué estará pensando
ahora?

Rechinó los dientes por querer matar al Omega que le dejó


una marca, pero fui yo, así que, no me matará. La idea me hizo
reír estupefacto. Desde el principio, la idea de esconderme
para siempre, sin que él lo supiera fue una fantasía. Me di una
fría reprimenda. Ahora, el plan que concebí como la siguiente
mejor opción, también era impresionante.

Intentaré cruzar la frontera hacia México o Canadá, pero


Canadá estaba demasiado lejos. La siguiente opción viable
era México. Después de eso, quizás decida volver a Corea o ir
a un tercer país. Lo más necesario, ahora mismo, era un
coche. Sentí pena por el auto que dejé atrás, pero no podía
regresar.

En primer lugar, tenemos que comprar un nuevo auto usado y


hacer un pasaporte falso. Se suponía que iba a encontrarme
con un contrabandista en el Motel donde me quedaba, pero
todo salió mal. Tendré que contactarlo de nuevo... El trato
podría haber terminado de todos modos, porque se rompió
la cita. Todo ha fallado. Quería llorar.

Estaba exhausto después de vagar por el bosque toda la


noche. Si hubiera un Motel cerca, habría entrado
imprudentemente, pero ni siquiera encontré una gasolinera.
Caminé sin energía. Revisé mi teléfono celular, pero no había
señal. ¿Es esto lo que es un dilema?Caminé tropezando por ese
camino sin fin.

✤✤✤✤✤✤

El terrible sol había estado brillando durante horas. Seguí


caminando y sintiendo como si estuviera en medio del
desierto. Si me detenía por un momento, nunca podría volver
a levantar el pie.

—Ah, ah.

El mareo se volvió tan severo que exhalé con dificultad. Estoy


sediento. El interior de mi boca estaba ardiendo y cada vez
que respiraba, me dolía como si mi garganta fuera a
romperse. Si camino recto así, ¿llegaré a México? Pensé en mi
mente confusa.
Un día, vi un artículo sobre el dueño de un negocio que
transportaba contrabandistas en una camioneta. ¿Existen
tales casos? Por supuesto que sí, ¿verdad? Trataré de hacer eso
también. Necesito llamar al contrabandista de nuevo. Si vas a
México, no te perseguirán así.

México. Sí, México. De repente parecía un paraíso en la tierra.


Cuando llegara a México, parecería que todo se iba a
solucionar. Sin ningún problema.

Estaba sediento. Me obligué a producir saliva, pero no


funcionó. Parpadeando con los ojos borrosos, me obligué a
continuar.

¿Cuánto tiempo caminé? ¿Qué hora es? Teléfono móvil,


¿todavía no...?

Levanté mi mano débil y comprobé si había señal, pero no


pude hacer la llamada. Ojalá hubiera algo de sombra. Seguí
caminando y pensando. Si hubiera sabido que iba a hacer esta
ridícula carrera, habría aumentado mi resistencia.

Sí, lo hice. Parpadeé mis ojos nublados. Oh, si lo hubiera hecho.

♬ ♪♪ ♩ ♬ ♩♩...

... No escuché el sonido al principio. Lo estaba oyendo, pero


no me daba cuenta de lo que era. Cuando me enteré
tardíamente de que era el tono de llamada de mi celular, esta
vez mi reacción se desaceleró con sorpresa. Lo saqué, lo
comprobé y, como esperaba, el teléfono estaba sonando. Era
el número de Josh. Apreté el botón a toda prisa, pero terminó
allí. Pensé que la llamada se conectaría de nuevo, pero pronto
se volvió a cortar.

Aunque avergonzado, la esperanza surgió de inmediato, el


teléfono estaba funcionando. Parecía haber una estación
base cercana. Me dio una fuerza impensable. Mis pasos
cansados se aceleraron antes de darme cuenta. Cualquiera es
bueno, así que quería encontrarme con quien fuera. Pensé
que no importaba en qué tienda, si puedo llamar, si puedo
beber agua.

—¡Ah!

Cuando a lo lejos, finalmente encontré la estación de servicio


y el restaurante, casi caí en ese mismo lugar.

✤✤✤✤✤✤

—Bienvenido.

Cuando abrí la puerta y entré, la camarera, que cordialmente


me saludaba, se sobresaltó. Pero no podía permitirme darle
importancia simplemente. Tambaleándome, apenas me
senté en cualquier parte y la esperé sin aliento. La empleada,
indecisa, trajo el menú y lo puso frente a mí. Pero todo lo que
quería era un vaso de agua fría.

Observé con asombro cómo la camarera ponía el vaso sobre


la mesa y servía el agua, tan pronto como estuvo lleno de
agua, lo levanté y me lo bebí todo. Mientras bebía agua, el
interior de mi cuello seguía temblando y mostraba pocas
señales de aflojarse. Solo después de que la sorprendida
camarera lo llenara de nuevo de agua y yo bebiera tres vasos
seguidos, recuperé un poco el sentido.

—¿Está bien, señor? —preguntó la camarera con ansiedad.

Dejé el vaso vacío y apenas respondí:

—... Sí, gracias.

Ella sonrió torpemente y se dio la vuelta después de empujar


el menú frente a mí. Cansado, pero hasta cierto punto
manteniendo la razón, respiré hondo y saqué mi teléfono
celular. Claramente se estaba captando una señal. Traté de no
llorar de alivio y marqué el número. Mientras esperaba a que
Josh contestara el teléfono, sin darme cuenta, volví mis ojos
hacia la televisión frente a mí. La noticia estaba en el aire.
Después de un rato, el timbre dejó de sonar y salió la voz que
había estado esperando.

—¿Yeonwoo?

—Josh —grité su nombre como si estuviera exhalando una


respiración bloqueada.

Le iba a dar un breve relato de lo que ha estado pasando, pero


Josh me interrumpió primero.

—¿Dónde estás ahora? ¿Estás bien?

—¿Qué? Oh... Sí, por ahora. Lo siento, no tengo a quién más


pedir ayuda...

Me sentí avergonzado porque parecía estar molestando a


Josh. Me habría disculpado por hacer una llamada telefónica
mientras él trabajaba, pero Josh lo hizo primero, así que está
bien. Y siempre estaré en deuda con él por cuidarme esta vez.

Eché un vistazo. Afortunadamente, la tienda estaba vacía y


había pocos clientes. Se trataba de ver televisión y tomar café
para un anciano al que le quedaba poco pelo, ver a los
empleados charlando tranquilamente... Iba a hablar sobre lo
que había pasado, pero Josh habló de nuevo.

—Hablemos en alguna parte ahora. En primer lugar... Oh, no.


No puedo salir más. Primero que nada, dime... ¿Dónde estás?
¿Hay mucha gente a tu alrededor?

—No, no hay...

Fue una serie de preguntas extrañas. Estaba desconcertado y


primero le di el nombre y el número de teléfono de la tienda
en el menú. Josh pareció tomar notas, pero inmediatamente
dijo con seriedad:

—Está bien, es bueno no tener invitados allí. Quédate donde


estás. Siéntate en la esquina, tanto como te sea posible.

—¿Por qué estás haciendo esto? ¿Qué demonios...?

Fue entonces, cuando sin querer miré la televisión, mis ojos


simplemente se detuvieron. No podía creer lo que acababa
de ver.

La voz de Josh fluyó en mi oído cuando abrí demasiado los


ojos.

—Keith Pittman, ese hijo de puta, está ofreciendo una


recompensa por encontrarte. Hay un gran premio en juego
por ti. ¿Lo entiendes? Todo el país se está volviendo loco
buscándote. Ahora Yeonwoo es más famoso que la Super
Bowl. Enciendo el televisor y apareces en ella de vez en
cuando. Solo verás fotos tuyas en Internet. A este ritmo, es
solo cuestión de tiempo antes de que te atrapen. Dicen que,
si te encuentran, pueden ganar más dinero del que podrían
ganar en el Powerball. No sé qué está pasando. ¿Qué diablos
le hiciste a Pittman?

Con un final lamentable para sí mismo, Josh colgó. Ni siquiera


podía recordar lo que le respondí. Me quedé allí sentado sin
comprender, con los ojos fijos en la televisión. La imagen ya
había desaparecido, pero no podía apartar los ojos.

✤✤✤✤✤✤

Me desperté con el ruido del lugar. Debí quedarme dormido


mientras esperaba. Sentado solo en la esquina interior de la
tienda, miré alrededor con cuidado. Antes de darme cuenta,
el restaurante estaba lleno de gente. Ya era la hora de comer.
Fuera de la tienda, pude ver varios camiones corriendo
largas distancias. Los camioneros, que volvían a la carretera
después de una cena temprana y un breve descanso,
ocupaban la tienda.

Me agaché para tener el mayor cuidado posible de que no me


vieran hasta que dejaran sus asientos. Sin embargo, el
pequeño movimiento no dejó de llamar la atención. Un
hombre corpulento, que estaba mirando a su alrededor para
llamar a una camarera, repentinamente me miró a los ojos.
Esquivé la mirada a toda prisa, pero no tuve un buen
presentimiento al respecto. No sabía si aquel hombre
simplemente lo dejaría pasar.

Una vez más, vi a un hombre hablando con otro tipo sentado


enfrente. Este volvió la cabeza y me miró. El corazón me
empezó a latir violentamente. Las palabras de Josh volvieron
a cobrar vida.

“Dicen que, si te encuentran, pueden ganar más dinero del que


ganarían en el Powerball”.

Un sudor frío estalló detrás de mi espalda. Dudé y comencé a


empacar mis cosas una por una. Iba a esconderme en el baño
por el momento. ¿Cuándo estará Josh aquí? Miré el reloj de la
pared y ya habían pasado más de dos horas desde que hablé
por teléfono con él. Estaba nervioso observando alrededor.
Los hombres todavía me miraban. Parecía que todos me
miraban desde todas direcciones. No pude soportarlo y
finalmente me levanté de mi asiento. Entonces,
inmediatamente, los hombres se levantaron y se pararon
frente a mí.

—Espera un minuto.

Dudé asombrado por un momento. Dos grandes hombres


comunes parecían inusualmente intimidantes en las
circunstancias actuales. Abrí la boca e intenté ser tan frío
como pude.
—¿Podrías moverte?

—Oye, ¿cuál es la prisa? Hablemos un minuto. ¿Estás solo?

Miré a mi alrededor a toda prisa, pero no encontré señales de


ayuda, solo parecía como si todos estuvieran mirando. Traté
de fingir que no pasaba nada.

—No, llegará pronto.

Entonces el hombre sonrió.

—¿Cuándo? Has estado solo por un tiempo.

El hombre de habla inglesa, con acento sureño, tenía un


aspecto rudo y parecía haber estado bebiendo hasta el
amanecer tras haberse mantenido horas al volante. Otro
hombre con una barba desgreñada sonrió y dijo:

—Vamos a tener una charla informal durante la comida.


Estás aburrido, ¿no?

—No, estoy bien...

—Siéntate.

Rápidamente agarró uno de mis brazos y me obligó a


sentarme en el asiento. Traté de levantarme, pero
inmediatamente los hombres se pararon en el camino.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué estás nervioso? ¿De verdad crees


que haremos algo?

No respondí. Miré seriamente a la camarera que pasaba, pero


esta volvió la cabeza profundamente, como si esto no pasara.
El hombre me empujó tranquilamente por los hombros. Me
derrumbé sobre la silla como si cayera sin pulso. Él miró
hacia arriba encorvado. Aquel hombre pudo oler mi esencia
sin tener que acercarse. Mientras olfateaba, inmediatamente
miró hacia atrás.

—¡Eres Omega, pequeño bastardo! —dijo el otro hombre


riendo, dándolo por hecho—. Es extraño que las feromonas
se desborden así. ¿Es tu ciclo de calor? Huele tan bien. Tu olor
está por toda la tienda. —Entrecerró los ojos y me miró—.
Este... ¿Eres tú?

Mi cara estaba en el papel arrugado que uno de los hombres


sacó de la parte de atrás de sus pantalones. La recompensa
con innumerables “0” también llamó mi atención. Todo mi
cuerpo se puso rígido de miedo.

¿Si no oliera, no habría sido descubierto?

Nunca lo sabría, pero, de todos modos, era un hecho que


debía salir de ahí. Intenté levantarme apresuradamente,
pero el hombre no dudó en agarrarme del hombro y
empujarme de nuevo.

—¿A dónde vas?

El hombre me sonrió.

El miedo me puso la piel de gallina por todo el cuerpo. Aquel


no era el final. Los otros hombres intervinieron en el
pequeño disturbio.

—¿Qué? ¿Qué pasa?

—¿Qué estás haciendo?

Ante aquellas palabras, se fueron levantando uno a uno. Abrí


por completo mis ojos. Un hombre, que había lanzado su
mirada detrás del hombre que me sostenía, se sorprendió.

—Hijo de puta. ¿No es ese el tipo de la recompensa? ¿Verdad?


La recompensa es enorme.
—¿En serio? ¿Ese Powerball?

Hablaron de seguido otros hombres. Los que me habían


atrapado por primera vez se enojaron.

—Piérdete, bastardo. ¡Lo tenemos! ¿Qué estás haciendo?


Vamos. ¡Llamemos rápido!

No era una persona para ellos. Era solo un cheque con un “0”
sellado innumerables veces. Sentí miedo en aquel ambiente
ruidoso. El hombre que le había arrebatado el teléfono
celular a otro hombre, el cual presionaba el número
apresuradamente, me miró.

—Oye, ¿con todo el dinero que hay y estás tratando de


comértelo solo?

—Deberías compartir las cosas buenas, ¿no?

Asintió con la cabeza aquí y allá e intercambió miradas. Los


hombres que me atraparon se miraron avergonzados.

—Deberías haber esperado antes de llamar.

Una parte se enojó cuando la otra parte le atacó con sus


palabras.

—¿Quién lo reconoció? ¿Cómo te atreves a culparme?

—Vamos, no discutamos y terminemos bien. Eso es mucho


dinero para compartir con moderación, ¿no?

Un hombre trató de mediar. Su rostro se notaba lleno de


codicia.

Me pregunté si los hombres que me atraparon se estaban


mirando entre sí, y de repente uno de ellos gritó y atacó a los
demás. Pero era demasiado ambicioso tratar con todos los
hombres él solo. Mientras luchaba, el hombre que me
sostenía me agarró apresuradamente por el cuello y trató de
salir de la tienda. Sin embargo, fue bloqueado a pocos pasos.

—Oh, no, no.

El rostro del hombre que me sostenía se distorsionó cuando


fue bloqueado por tres o cuatro hombres. Un hombre le
tendió la mano. Fue una señal para darme la vuelta. Pero
prefirió abrazarme por detrás y retroceder.

—¡Ponme un dedo encima y le retuerzo el cuello a este tipo...!

Antes de que pudiera terminar lo que dijo, alguien golpeó su


cabeza con una silla por detrás. El hombre se cayó y me soltó.
La estancia rápidamente se convirtió en un desastre. A toda
prisa saqué mi cuerpo, pero un hombre extendió su mano
para atraparme huyendo. Mientras se peleaban entre sí para
quedarse con el dinero del premio, alguien gritó:

—No lo pierdas.

El dueño del lugar envolvió sus manos alrededor de su


cabeza. Mientras yo era atrapado varias veces en mis
repetidos intentos por tratar de huir. Finalmente, pude
refugiarme en el baño.

Cuando entré en la habitación privada y me encerré dentro,


los hombres que me seguían, inmediatamente rugieron y
llamaron a la puerta por todos lados. Miré a mi alrededor a
toda prisa, pero no podía ver la ventana. Sin saberlo, escupí
maldiciones, pero ya era demasiado tarde. No había otra
forma más que aguantar en un retrete estrecho, hasta que
Josh entrara. Me hundí contra la pared, respirando con
dificultad por el horror. La ropa se me había rasgado aquí y
allá. Mientras tanto, los hombres siguieron llamando a la
puerta. Pensé que la puerta se rompería o que vendría
Whitaker. Justo la noche anterior, había pensado que me
estaba siguiendo de cerca.
—¿...?

De repente, un sonido extraño vino del exterior de la puerta.


Cuando escuché con atención, hubo un sonido sordo de
gritos y golpes.

—¡¿Dónde demonios está?!

—¿Quién eres?

—¡Uf! ¡Vamos, espera! ¡Espera un minuto!

Los gritos de los hombres y las refriegas parecieron


continuar durante mucho tiempo, hasta que finalmente se
calmaron. Parpadeé avergonzado. No tenía idea de qué
diablos estaba pasando. Mientras seguía escuchando y
contenía la respiración, de repente alguien llamó a la puerta.

¡Boom, boom!

—¡Ahh! —grité y me agaché, pero un momento después oí


por primera vez una voz desde el otro lado de la puerta.

—Oye, lo tengo todo resuelto. Sal —dijo seguido de un


chasquido como de chicle.

Parpadeé sorprendido. ¿Quién es este chico? Seguía


diciéndome con miedo.

—Tú eres Yeonwoo, ¿verdad? Josh me pidió que viniera.

Al escuchar el nombre de a quien había estado esperando,


inmediatamente me levanté. Tan pronto como abrí la puerta
cerrada, sin darme cuenta tardé en desconfiar.

¿Puedo confiar en ti? Quizás alguien escuchó la llamada


telefónica que mantuve con Josh antes...
No dudé de Josh, pero cuando recordé lo que acababa de
suceder, mi cuerpo no se movió tan rápido. Mientras dudaba,
el hombre abrió la boca.

—Oye, estoy ocupado. Si no sales ahora, me iré solo, porque


yo ya he hecho suficiente.

—...

—Está bien. Vamos, si no sales a la de tres... Uno, dos, tres...

—Espera un segundo.

Cuando abrí la puerta apresuradamente y salí, mis ojos se


encontraron con un hombre con el cuerpo medio girado.
Cuando el hombre se dio la vuelta, tan rápido como un rayo,
respiré asombrado ante la imagen que se presentaba ante
mis ojos. Aquel hombre y yo éramos los únicos de pie, todos
los grandes hombres que venían hacia mí estaban en el suelo,
gimiendo o inconscientes.

¿Lo hizo todo él solo?

Lo miré sin comprender.

En el momento en que nuestros ojos se encontraron, me


sorprendí y me quedé sin aliento. Luego, frunció el ceño
ligeramente e inmediatamente caminó hacia mí. Por un
momento, retrocedí sin darme cuenta. Pero el hombre se
paró frente a mí en solo unos pocos pasos con una gran
zancada. No pude escapar y me tragué la sequedad.

A primera vista, era sorprendentemente alto. Abrió la boca


solo cuando mire hacia arriba con el cuello estirado.

—Soy Dane Striker, amigo de Josh.

—... ¿Amigo?
Cuando se lo pregunté con asombro, asintió, mostrando
signos de gran molestia. Descubrí tardíamente quién era el
hombre que estaba mascando chicle. El hecho de que este
increíble hombre guapo me pareciera familiar, lo recordé en
el momento en que lo vi apartar casualmente sus enredados
cabellos rubio rojizos.

—Calendario...

El hombre detuvo su mano y me miró con el ceño fruncido.


Estaba claro. Era el hombre que decoró la portada del
calendario de los bomberos.
Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 3

—Inclina la cabeza hacia abajo.

De repente, ante las palabras del hombre, me derrumbé por


reflejo. Poco después, los autos corrieron hacia el otro lado
de la carretera con un extraño sonido de viento. Después de
contener la respiración por un tiempo, miré cuidadosamente
hacia arriba y noté que la parte trasera del auto se alejaba. Sin
duda, Whitaker y sus hombres llevaron varios de los sedanes
que me eran familiares. Fue impresionante. Dane a mi lado,
exhaló un suspiro de alivio. Después de eso no reaccionó a
nada. Me asusté y lo miré. Mientras conducía el automóvil, el
hombre apenas hablaba. Era un tipo completamente
diferente a Josh, que podía hablar fácilmente con cualquiera
y dirigir una conversación. El hombre que masticaba chicle
haciendo ruido, hizo un globo. Sentado en el asiento del
pasajero, miré con atención, pero a él no le importé en lo
absoluto. De repente recordé lo que había pasado antes.

El hombre que se presentó como Dane Striker dijo que era


bombero. También era correcto que fuera el modelo de
portada del calendario. En ese momento, el personal de la
secretaría colgó el calendario en la oficina y reaccionó con
bastante entusiasmo, y fue extraño ver al protagonista de la
imagen, que tardó casi un año, aunque a primera vista tardé
en reconocerlo. Además, Josh y él eran conocidos. Cuando el
hombre habló de la portada que decoraba el calendario, dijo,
todavía molesto.

“Hice esa foto hace mucho tiempo”. Parecía decir: “Estoy tan
cansado de niños como tú”.

Eso me asustó. Fue como ser un hooligan que conoció a un


jugador famoso.

—Gracias por tu ayuda.


Cuando le agradecí tardíamente, Dane dijo, después de
masticar chicle en voz alta:

—Me alegro. Acabo de pagar mis deudas a Josh. —Luego se


puso las gafas de sol y habló solo—: Ese hijo de puta es un
tipo tan agradable. Le debo la vida.

—¿Qué?

Cuando lo miré con sorpresa, Dane continuó, mirando al


frente.

—Yo estaba en la misma unidad que él. Una granada estalló


y él me salvó —dijo casualmente, aunque obtuve mucha
información.

—¿Josh y tú estaban en el ejército?

—Sí, después de ser dados de alta, él se convirtió en


guardaespaldas y yo en bombero, haciendo esto y aquello. —
Dane, quien dijo eso, de repente me miró—. ¿Por qué no
cierras la boca ahora que has cavado hasta aquí? Odio ir
diciendo tonterías por el mundo.

—... Sí.

Era un tipo duro que no podía considerarse amigo de Josh.


Me callé de prisa y no dije una palabra después de eso.

✤✤✤✤✤✤

La casa de Dane no estaba lejos del centro de la ciudad. Las


casas que se dice, que tienen más de 100 años, eran casas
antiguas de un piso que a menudo se pueden ver en el
camino. Metió el auto en el garaje e inmediatamente abrió la
puerta que estaba conectada a él y entró a la casa. Me coloqué
detrás de él con cuidado.
—Espera un minuto. —De repente me detuvo. Mientras
miraba hacia arriba con vacilación, Dane dijo inexpresivo—:
¿Eres alérgico a los gatos?

—¿...? No, no lo creo.

—Entonces entra. No importa si eres alérgico.

Dane rápidamente escupió y se dio la vuelta. Entré


preguntándome el por qué, pero pronto lo descubrí.

—¡Darling!

Inesperadamente, Dane sonrió alegremente y abrazó al gato


que yacía en el sofá.

Con una sonrisa en su hermoso rostro, el impacto fue


enorme. ¡Dios mío! Si Josh y tú, si los dos caminan por la calle,
las chicas se apresurarían como un enjambre.Realmente lo
pensé. Además, incluso los hombres parecían no dejarlos ir.
Mirándome sin comprender, Dane se dio la vuelta con el gato
en sus brazos.

—Este es Darling. Cuando esté fuera, tienes que cuidar a este


niño. Esa es la condición de que te quedes aquí.

Me advirtió en un tono muy frío que era bastante diferente


de la forma en que le habló al gato.

Sin duda, Dane fue sincero. Dije que sí y asentí. Me miró por
un momento, luego pronto comenzó a darse la vuelta y
guiarme por la casa. Tenía un dormitorio y el otro cuarto se
utilizaba como trastero y estudio. Afortunadamente, había
dos baños. Me permitió usar el baño y el inodoro afuera. A un
lado estaba la caja de arena de Darling.

— La arena está aquí, luego la cambio.


Tenía más salvedades para Darling que para mí.
Curiosamente, Darling nunca lloró y Dane la abrazó en
silencio. Ni siquiera me mostró curiosidad. La razón se
descubrió más tarde.

—Darling es sorda y no puede ver con un ojo, tienes que


cuidarla

Respondí que síde nuevo. Me guio rudamente, pero no estaba


seguro de dónde dormiría. Dane fue sarcástico cuando me
notó dudando, sin saber cómo preguntar.

—Te dije que soy bombero, ten por seguro que te daré
permiso de vivir aquí, pero espero que no seas tan
desvergonzado.

Sacudí mi cabeza apresuradamente.

—Por supuesto que no. Simplemente no sé dónde dormir...

Miró hacia el sofá. Era un sofá viejo y barato que parecía


incómodo de mirar. Pero para mí, incluso eso era sensato.

—Gracias...

—Bien. ¿Ya no tomas inhibidores?

Mi rostro se puso rígido cuando recordé el incidente en el


restaurante. Respondí con dificultad.

—El médico dijo que era mejor no consumir más


inhibidores... por el niño.

¿Qué es este chico? ¿Beta? Muy tarde me puse ansioso. Parecía


Beta cuando vi que no había olor. No podía imaginar que este
hombre fuera Omega. Pero Josh también era un Omega.
Además, dio a luz a un niño. No podía entender qué era este
hombre, así que fruncí el ceño. Era más grande que Josh y en
general más delgado, pero bastante musculoso. Además, era
un hombre de gran fuerza, lo suficiente como para noquear
solo a algunos grandes camioneros. Surgieron sospechas
sobre el cuerpo fuerte del hombre, que parecía tener menos
del 1% de grasa corporal. Sin embargo, Dane no dio más
explicaciones y volvió a poner a Darling en el sofá. Fue el sofá
que me dio en lugar de una cama. El gato acostado
cómodamente en medio del sofá y moviendo lentamente la
cola, me dio vergüenza.

Entró a la habitación, sacó la ropa de cama, me la dejó en el


suelo, sin decir una palabra y volvió a su habitación. Después
de un rato, hubo un sonido de agua. Parecía estar tomando
una ducha. Darling levantó la cabeza como si hubiera notado
algo. Darling, que saltó del sofá, entró de inmediato en el
dormitorio de Dane. Me las arreglé para apoyarme en el sofá
vacío. Me acosté en el lugar donde Darling estuvo sentado y
cerré los ojos.

—... Ay.

Me dolía el estómago de nuevo. Pero ahora no estaba tan


nervioso como antes. Solo pensé que debería ir al hospital
tarde o temprano... Después de todo, este niño no puede
nacer. Con una mente confusa, tomé decisiones difíciles. Lo
siento, pero no puedo. Lo siento. Repetí y cerré mis ojos. Sé que
no es justo para ti. Pero el mundo es así. Mientras daba
excusas, sabía que era un cobarde. Pero fingí no saberlo.

✤✤✤✤✤✤

Pasaron unos días sin siquiera salir de casa. Cuando encendía


la televisión, ni siquiera podía verla sin ver mi cara. Al
principio, solo estaba dentro de la casa como si me hubieran
encarcelado, pero después de unos días, me animé a salir al
patio trasero. Por supuesto, después de varios días de
observación, elegí un momento en el que no había nadie
afuera e hice el intento de salir. Cuando abrí la puerta de la
cocina y salí, había un pequeño jardín. Había un tilo allí, y
Dane se quejaba de que se producían pocas bayas cada año.

Darling tenía poco interés en la llegada de una nueva


persona. Incluso si no podía oír ni ver, podía olerme, pero
mantuvo una cierta distancia sin ser particularmente
cauteloso conmigo ni pegarse a mí. Pero fue porque yo era un
extraño para él.

Un día, Dane, borracho, me dijo que Darling era un gato


rescatado del lugar de un incendio, y que luego fue adoptado
y criado por un hombre discapacitado. Gracias a esto, su
vínculo especial fue tan fácil de entender. Otro día, cuando vi
a Darling rodando y durmiendo en el vientre de Dane
dormido, pensé que era al único que Dane abría su corazón.
De vez en cuando traía mujeres u hombres a casa, la mayoría
de las cuales parecían ser pernoctaciones ligeras. Parecía ir a
clubes de vez en cuando, para encontrar a su pareja sin tener
un amante específico. Hubo momentos en que la cara que vi
volvió a aparecer. Aun así, Dane preparaba un desayuno
ligero y lo acompañaba a la puerta. No había un trato
especial.

Dane me dijo que no preguntara sobre él, sin embargo, no


parecía interesado en los demás. No preguntó nada sobre mí,
gracias a eso me sentí muy cómodo para quedarme. Aunque,
trataba de evitar mostrar mi rostro cuando traía a sus
compañeros. Tenía miedo de que me reconocieran, pero no
había mucho de qué preocuparse. Siempre estaban
intoxicados y también Dane. Esos días solían gritar y tener
sexo durante toda la noche.

A la mañana siguiente, Dane registraba el frigorífico con cara


de cansancio, con un pijama viejo en la parte de abajo y
desnudo arriba. Esos días también yo tenía un mal desayuno;
huevo fritos y tocino, se llevaba dos porciones al dormitorio,
lo compartía bien, luego los despedía en el porche y
terminaba. A veces llamaba a un Uber.

Era una persona única en muchos sentidos. Algunas veces


fumaba, pero no era un dolor de cabeza, y una vez que estaba
borracho se volvía altivo, pero nunca conducía borracho.

—Josh dijo que te acompañara —dijo Dane, rascándose


torpemente su cabellera rubia rojiza, poco después de que se
despertó.

Me dio un momento para responder al comentario


repentino.

—Sí... Sí está bien, acompáñame... por favor. La situación no


es buena.

Llamar a un Uber también me asustaba. Dane respondió


tranquilamente.

—Por supuesto que no lo es. Tu rostro está por toda América


del Norte. El presidente será menos famoso que tú.

No sabía decir si era una broma o algo así, pero no podía


reírme de todos modos. Añadió después de preguntar
cuándo iría al hospital.

—Entonces ¿qué vas a hacer con el niño? Si estás seguro de


que te vas a deshacer de él, tendrás que incluir el tiempo que
has pasado con él.

Tragué mi saliva seca. Me tomó tiempo responder a las


palabras de Dane, aunque iba a hacerlo.

—Incluir el tiempo... que pase con él.

—Bueno —respondió Dane, no me escuchó hasta el final, y


pronto comenzó a hurgar en el refrigerador.
La fecha era dos días después. Si no hay nada especial en el
hospital, me operaré ese día. Tenía la boca seca y las palmas
de las manos sudorosas, así que respiré profundamente unas
cuantas veces.

✤✤✤✤✤✤

Ese día estuvo tan soleado como de costumbre. Sin darme


cuenta de que me dirigía al hospital, abrí los ojos y pasé mi
tiempo como siempre, antes de irme.

Dane vestía prendas de punto rojo oscuro, jeans y zapatillas


de deporte. Yo llevaba prendas de punto del mismo color que
él y también me compró jeans. Dane echó un vistazo por
encima mientras esperaba y dijo brevemente:

—Eso te queda bien.

Saltó a un lado al final de la oración. Salí corriendo detrás de


Dane y subí al coche. El día anterior, llegó temprano a casa y
dijo algo inesperado:

“¿Quieres teñir tu cabello?”.

Tenía un tinte en la mano como si lo hubiera comprado él


mismo. Dane, sorprendido, dijo casualmente:

“¿No deberías al menos cambiar el color de tu cabello? Escuché


que alguien que conozco puede ayudarme con un maquillaje
especial”.

Estaba desconcertado porque no sabía que él se encargaría


de estas cosas.

“Ah... gracias. Pero teñido...”.

Me toqué casualmente el vientre y Dane dijo con calma:

“De todos modos, mañana te desharás de él”.


Me detuve un momento. Sus palabras fueron verdaderas,
pero todo desaparecía cuando llegara mañana. Aunque lo
sabía, no pude responder fácilmente. Al verme vacilar, Dane
puso el tinte en el sofá y se encogió de hombros, dándome a
entender si tenía alguna otra idea mejor. A la mañana
siguiente, cuando me vio con el pelo negro, no reaccionó
mucho. Era como si ya lo hubiera esperado. Trataba de sacar
las bolsas de la compra, como de costumbre. Dentro había
ropa y pelucas.

“Pretender ser una pareja llamará menos la atención”.

“Ah... Gracias”.

Estaba desconcertado porque no esperaba que él hiciera tal


favor.

Después Dane y yo nos dirigimos al departamento de


obstetricia y ginecología en parejas. Cualquiera podía ver una
pareja feliz, esperando la segunda generación. Dane tenía
razón, de esa manera, habría mucha menos gente
mirándome. Además, me puso un pañuelo fino para cubrir
más de la mitad de mi rostro e incluso usé peluca y lentes. La
hora era la última. Incluso se confirmó que no tenían más
pacientes después de nosotros. Usé un seudónimo desde el
principio y me disfracé, así que será difícil reconocerme, pensé.
Además, el recepcionista estaba mucho más interesado en
Josh que yo, por lo que es posible que no recuerde mi cara en
absoluto. Además, hoy presté más atención que antes.

Aprecié la consideración de Dane, hasta que me dio el recibo.


Contenía el costo exacto del tinte, la ropa y todos los gastos
utilizados en el pequeño disfraz. Incluyendo el impuesto.

—... Volveré y te lo pagaré.


Me preguntaba si había algo que no me cobrara como la
electricidad u otros gastos varios. [1] De todos modos, estaba
usando su casa gratis, aunque fuera en parte. Mientras el auto
estaba atrapado en la luz del semáforo, como un hábito, Dane
sacó un chicle y se lo metió en la boca.

✤✤✤✤✤✤

—Vamos...

El hospital estaba tranquilo como se esperaba. Mientras


tarareaba y miraba el teléfono celular, la recepcionista me
saludó a pesar que estaba disfrazado. Inclinó la cabeza como
si no pudiera recordar bien mi rostro y pronto mostró
curiosidad cuando vio a un hombre alto y guapo que entró
conmigo.

—¿Esta es tu pareja?

Me preguntó si era el padre de mi hijo.

Reemplacé la respuesta evitando vagamente el contacto


visual. Pronto se dio cuenta y no hizo más preguntas.

—Llegaste antes de lo programado. Has escuchado todas las


precauciones, ¿verdad? ¿Hay algo más que te gustaría saber?

—Sí.

Estaba nervioso y solo dije una palabra y me callé. Ella me


sentó en una silla sin mucha respuesta, porque esto era
común.

—Simplemente buscaré tus signos vitales. No te pongas tan


nervioso, pronto terminará.

Ella sonrió, como si tratara de animarme. Nuevamente, solo


dije que sí. No pregunté cómo sería el procedimiento. Solo
dijo que rezara para que todo saliera bien. El tiempo pasó
muy lentamente. Mientras esperaba, seguí mirando a la
puerta sin saberlo. Sentí que me levantaría y huiría, así que
junté las manos. Todo terminará pronto. Me convencí a mí
mismo... Todo terminará en un rato.

Fue cuando exhalé un suspiro tembloroso que, de repente,


tuve una extraña sensación en el vientre. Abrí los ojos con
asombro. Mientras tanto, algo se movió de nuevo. Contuve la
respiración. Esta vez pude verlo claramente. Fue
completamente diferente al dolor abdominal que había
sentido hasta el momento. El niño se movió. No lo podía creer.
¿Por qué un niño, que nunca antes se había movido? ¿Por qué
en este momento? Estas ahí, existes en mí.

—Oye.

Me habló de repente Dane.

Cuando miré hacia arriba con sorpresa, la empleada me


estaba mirando. Dijo con una suave sonrisa.

—¿Estás listo? Entremos ahora.

Me levanté del lugar. Mientras caminaba por el estrecho


pasillo detrás de ella, mi cabeza parecía vacía. No había un
sentido claro de la realidad. Ya no se sentía al niño moverse.
De hecho, ni siquiera estaba seguro si fue el movimiento del
niño. Pero todavía no era tan grande. Puede que fuera mi
error. El continuo dolor abdominal pudo llegar esta vez, de
una manera diferente. Pero...

—Vamos, entra aquí. —Cuando seguí las instrucciones en el


vestuario, ella encontró la ropa y me la entregó—. Vístete
bien. Te estaré esperando afuera.

Poco después, me quedé solo.

Mi abdomen entró en mi campo de visión, no era diferente a


antes. Me dijeron que los Omegas no tenían mucha barriga.
Entonces, a veces ni siquiera lo notas hasta el final del
embarazo.

Toc, toc.

—¿Has terminado? —preguntó la empleada que esperaba,


imitando el sonido de los golpes.

Empecé a cambiarme de ropa tarde. Después de un rato,


cuando salí, pronto me llevó a la habitación que estaba al otro
lado del pasillo. Probablemente era un quirófano. Me detuve
en el pasillo, no podía moverme.

Ahora da un paso más y todo habrá terminado. El dolor


abdominal, las náuseas y los mareos que eran tan dolorosos se
habrán ido. Y con eso, terminará toda mi venganza. Keith
nunca tendrá hijos ahora. Siempre estará solo, como yo. Había
decidido que lo haría de esta manera... Pero ¿puedo hacerle
esto a este niño?

Por un instante, di un paso atrás sin saberlo. El personal


parpadeó, asombrado.

—¿Estás bien? —preguntó, pero no pude responder.

Mi corazón latía y mis ojos estaban borrosos. Se me acabó el


aliento junto a mi pecho. Ella entró en pánico y agarró mi
brazo.

—Oh, vamos, contrólate. Mira esto... ¡Señor!

Escuché la llamada urgente de un médico.

El sonido de los pasos de alguien lo siguió, pero no pude


recobrar el sentido. Abracé mi estómago inconscientemente.
Todo mi cuerpo tembló. El doctor me preguntó, sorprendido
de verme sentado quieto.
—Oye, ¿estás bien? Enfermera, primero revisa los signos
vitales aquí. Tráeme alguna silla de ruedas.

El personal se movió rápidamente siguiendo las


instrucciones. Mientras estaba agachado y jadeando, el
médico me habló:

—Cálmate, está bien. Es porque estás muy nervioso. Si crees


que va a ser difícil hoy, puedes reprogramar la cirugía para la
próxima vez...

Las palabras del médico se desvanecieron gradualmente.

Solo mi respiración resonaba rudamente en mis oídos.


Continuó un latido sordo, como el de un corazón. ¿De quién
es este corazón? Mis ojos se nublaron por un momento.

—Doctor. —Logré abrir la boca. Me atraganté y no pude


escuchar el sonido correctamente—. Deténgalo... No quiero
renunciar a este niño... No lo haré, no lo haré.

No fue hasta que escupí mis palabras que me di cuenta.

—Voy a tener al bebé...

Solo entonces supe las palabras que salían de mi boca.

No puedo renunciar a este niño.


Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 4

Dane no dijo una palabra de camino a casa. Originalmente era


un hombre que no hablaba mucho, por lo que no había nada
en especial. Me senté mirando fijamente por la ventana.
Toqué mi estómago, aunque no era realista que decidiera dar
a luz a este niño, y ahora el hecho era que este niño estaría
conmigo, en mi vida. El coche redujo la velocidad lentamente,
Dane lo metió en el garaje y entró directamente en la casa.
Darling estaba postrada en el sofá, como siempre. Dane,
quien fácilmente sostuvo al gato en sus brazos, abrió la boca
por primera vez.

—¿Comemos algo?

Excepto por la mañana después de traer a sus compañeros,


no hacía algo en casa. Después de dejar a Darling en el sofá,
Dane rápidamente revisó el refrigerador, sacó los
ingredientes y comenzó a preparar sándwiches. Mientras
miraba alrededor de la cocina preguntándome si había algo
que pudiera hacer para ayudar, miró detrás de mí y dijo:

—Dame los bocadillos de Darling.

Como dijo, abrí la lata y la dejé caer en un plato. Cuando lo


dejé en el suelo, Darling, que había estado moviendo la cola
tranquilamente hasta entonces, miró a su alrededor. Pensé
que lo estaba oliendo, bajó del sofá y encontró el plato.
Mientras observaba a Darling comer pollo en silencio con un
pequeño sonido, Dane, quien rápidamente completó el
sándwich, puso los platos sobre la mesa. Y para él, puso
cerveza y jugo frente a mí.

—Gracias.

Dane solo levantó la mano como si fuera a comer.


El sándwich estaba delicioso, aunque no tenía mucho
contenido. Devoré todo en silencio con el jugo. Hasta el
momento, Dane solo había estado bebiendo cerveza y nunca
tocó su sándwich. Echó un vistazo a mi plato vacío y se puso
de pie de un salto, luego se fue a la cocina sin preguntarme y
rápidamente hizo otro.

—Gracias.

Tomé el sándwich en mis manos, sintiéndome avergonzado.


Esta vez me lo comí rápidamente. Quizás porque estaba
relajado, tenía hambre. Finalmente, me comí tres sándwiches
y Dane ni tocó el suyo. Solo después de estar algo lleno, me
avergoncé tardíamente. Además, Dane no ayudó al
pronunciar unas palabras con indiferencia.

—Estás tan flaco y comes mucho. —No pude responder y


tomé un sorbo de jugo. Dane preguntó, en un tono aún
insensible—: ¿Realmente vas a parir y criar?

Hablando francamente, no estaba seguro. Pero lo cierto era


que no podía darme por vencido.

—¿Estás seguro de que no te arrepentirás más tarde? —


preguntó Dane una vez más, mirándome casualmente—.
¿Estás seguro de que no te sentirás resentido con el niño?

No pude responder fácilmente. No sabía lo que venía. Los


sentimientos hacia las personas no siempre pueden ser los
mismos. Incluso si estás enamorado, se pueden crear otras
emociones. Pero de una cosa podía estar seguro.

—Haré mi mejor esfuerzo, sean cuales sean las


circunstancias.

Dane me miró. Una bella sonrisa vino a su fría expresión.

—Bueno, ¿se puede confiar en un Omega?


Me sorprendió el comentario inesperado. No es que no me
crea, sino que no cree en Omegas. Pero se levantó de su
asiento, sin hablar más. Dejando el sándwich intacto en el
lugar, Dane entró en el dormitorio. Me quedé aturdido por un
momento y comencé a limpiar cada parte de la mesa.

✤✤✤✤✤✤

Al día siguiente, Dane se comportó como de costumbre.


Como siempre, besó a Darling y acarició su cuerpo antes de
ir a trabajar sin siquiera darme una mirada especial.

Solo en la casa, me puse a limpiar. Entré en la habitación de


Dane y la organicé de forma aproximada, fue cuando el
correo en el escritorio destacó. Escuché que estaba listo para
ser enviado. Dudé por un momento y luego llamé a Dane.
Después de un par de repiques de llamada, él contestó el
teléfono.

—¿Qué le pasó a Darling?

Cuando hizo una pregunta al azar, rápidamente la negué.

—No, no es la gran cosa. Encontré el correo mientras


limpiaba... ¿Debería ponerlo en el buzón?

—¿Solo llamaste para eso?

Dane estaba asombrosamente irritado. Respondí con calma:

—Si enviaba un mensaje y lo revisabas tarde, pasará el


tiempo de recolección.

Dane suspiró en vano y colgó el teléfono, diciendo: Dane


suspiró en vano y colgó el teléfono, diciendo: "Hazlo".

Primero ordené las cosas para enviar y guardar en el


escritorio. Aún quedaba tiempo antes de que llegara el
cartero. Además, a esta hora las calles lucían vacías. El
momento fue muy bueno. Salí apresuradamente con algunos
sobres. La zona residencial estaba desierta. Siempre era un
barrio tranquilo, especialmente en esa época del año. Salí de
la puerta principal y fui directamente al buzón; puse un
sobre, levanté la bandera y me di la vuelta. Vi un periódico
tirado alrededor de la puerta principal al azar, lo recogí y
volví a la casa, lo doblé y lo puse sobre el escritorio de Dane.

De repente me vino a la mente una leve nostalgia. Mi


ajetreada vida, mis días de correr por el capricho de Keith,
mis otras secretarias quejándose, organizando materiales de
reuniones, revisando horarios... Me di cuenta tardíamente de
que estaba disfrutando mucho esa vida. Me gustaba estar al
lado de Keith, amaba tanto mi trabajo. Mirando hacia atrás,
sentí que me adaptaba muy bien al trabajo de secretario. A
menudo se decía que era tímido pero competente, y que
estaba bastante preparado para la ocasión. Ojalá pudiera
volver al trabajo.

Me quedé aturdido por un momento y recobré el sentido


tardíamente. No podía estar tan en deuda con Dane para
siempre. Tienes que pensar en una forma de todos modos. ¿No
me encontrará si me escondo en un pueblo lejano y
desconocido?

Como podía aprender a trabajar rápidamente, me gustaban


los pequeños despachos de abogados o los pequeños
trabajos de oficina en las pequeñas empresas. Por supuesto,
no podía esperar una vida diaria más dinámica, que cuando
era el secretario de Keith.

De repente, surgió mi motivación. Rápidamente encendí la


computadora. Dane dijo que estaba bien hacer cualquier cosa
después de que terminara las tareas domésticas. Por
supuesto, me permitió usar la computadora, la condición era
no tocar todos sus datos, pero no importaba porque de todos
modos estaba principalmente en Internet. Lleno del deseo de
encontrar un trabajo, busqué rápidamente en la pantalla.
Cuanto más pequeña sea la ciudad, mejor. Pensé que sería
mejor para tener un hijo y criarlo. Tal vez sea difícil ir al
hospital, así que... ¿Sería mejor dar a luz aquí? ¿Cuánto tiempo
me dejará quedarme Dane? Creo que deberíamos preparar
algo en caso de que Dane nos pida que nos vayamos. ¿Cuánto
dinero me queda?

—Ups.

Accidentalmente hice clic, así que abrí la pantalla incorrecta.


Mientras trataba de cerrarlo rápidamente y volver a abrir la
pantalla anterior, me detuve un momento. Mis ojos
sorprendidos estaban inmovilizados. Me quedé mirando la
pantalla sin comprender. Había una foto de Keith. Sin
embargo, después de mucho tiempo, no estaba solo. Era el
primer hombre que veía con Keith. El hombre de cabello
plateado era más pequeño y delgado que Keith. La cintura,
que era tan extravagante como para caber directamente en
el brazo de Keith, era suficientemente tentadora como para
llamar la atención. Sin embargo, había otra razón para llamar
la atención. Sorprendentemente, el hombre estaba besando
a Keith, con sus brazos alrededor de su cuello. La fecha del
artículo era ayer.

✤✤✤✤✤✤

Darling deambulaba, soltando pequeños gemidos. Abracé


mis rodillas y me senté en el sofá mirando fijamente a Darling
sin comprender. Tengo que moverme. Darling parecía
nervioso porque yo estaba sentado en su asiento. Quizás ese
gato sordo esté protestando ahora. Tal vez esté buscando la
oportunidad de rascarse en el dorso de mi mano.
Estúpidamente, Darling solo estaba comiendo bocadillos.
Realmente no moví mi cuerpo a pesar de que me sentía
patético conmigo mismo. Ahora que lo pienso, parecía haber
estado sentado así durante bastante tiempo. ¿Cuándo fue la
última vez que vi el artículo? ¿12 en punto? ¿Qué hora es en este
momento?. Estaba oscuro fuera de la ventana y ya estaba
oscuro dentro de la casa. Pero todavía me quedé quieto sin
encender las luces. El contenido del artículo flotaba
casualmente en mi cabeza. Un artículo sobre Keith, que
apareció en una joyería famosa, no mencionaba quién estaba
con él. Sin embargo, como lo hizo cuando fue conmigo, estaba
casi seguro de que la especulación de que había comprado
casi todas las joyas de la tienda para el hombre con el que
estaba ese día, era cierta. La evidencia mostró imágenes
claras del personal y los guardaespaldas cargando
mercancías en el automóvil, y el hombre besó a Keith con
ellos en el fondo.

¿Finalmente encontró un nuevo compañero? Pensé sin


comprender. Mirando hacia atrás, era extraño que estuviera
tan obsesionado conmigo. Solo le gustaba en la cama, era
normal, alguna día encontraría un mejor compañero que yo
y me romperia el corazon.

Fue la primera vez que me sentí así. No fue desgarrador, fue


en vano. Me sentí vacío como si me hubieran perforado un
rincón del corazón y mi cabeza estuviera en blanco. Quizás
ese hombre no estaba muy interesado en el hecho de que
estaba solo y tener o no su propio Omega, su vida no es
diferente a la de antes.Soy el único que sentía la soledad. Aún
así, Keith estaba bien, sin mí. Era tan obvio. De repente, una
sonrisa amarga salió y luego desapareció. ¿Qué es este
sentimiento? Me pregunté si mi mente se vaciaría de esa
manera, para que no quedará nada. ¿Es este solo el proceso?.

Pude oír débilmente el motor del coche. Parecía venir, pero


se detuvo cerca. La puerta del garaje se abrió y el motor del
coche volvió a ponerse en marcha. Entonces de nuevo se
cerró el garaje.
—... ¡¿Qué está...?! —gritó Dane, quien entró a la casa por el
garaje.

Una repentina explosión de fuego distorsionó mi rostro.


Tomó tiempo para que la vista, que había estado
acostumbrada a la oscuridad, capturara adecuadamente las
cosas. Parpadeando sin comprender, Dane se acercó a mí
chasqueando la lengua.

—Darling, has perdido tu lugar. —Él, sosteniendo al gato, por


supuesto, se sentó rápidamente a mi lado—. ¿Qué estás
haciendo? ¿Pasó algo?

Fue extraño que me preguntara eso. Respondí: Fue extraño


que me preguntara eso. Respondí: "No".

Todo lo que hice todo el día fue mantener la boca cerrada, y


no podía hacer el sonido correctamente. Dane frunció el ceño
ante mi reacción.

—Espera un minuto. —De repente puso su mano en mi


frente y se sobresaltó—. ¡Oh, Dios mío... Tienes fiebre! —
Dane, que se tragó la maldición a toda prisa, se levantó de un
salto—. Si coges un resfriado, tienes que tomar
medicamentos. ¿Por qué haces eso? ¡Oh, Dios mío, tiene alta
temperatura! ¿No sabes si tienes fiebre o no?

—¿... Fiebre? —murmuré sin comprender y me toqué la


frente.

Inesperadamente, mis manos estaban muy frías. Cuando la


frialdad tocó mi piel, la sensación fue agradable, Dane dejó de
intentar decir algo. Después de descansar un poco, escupió.

—Detente y acuéstate, tienes las manos frías porque tienes


fiebre.
¿Es eso así? Estaba mareado y me acosté en el sofá como me
dijo. Dane me cubrió con una manta, luego se dió la vuelta y
se dirigió a alguna parte. Cuando regresó, llevaba un
medicamento para el resfriado.

—Tomalo.

Tomé la medicina para el resfriado como me dijo, y me reí


casualmente.

—¿Por qué? —preguntó Dane irritado.

Respondí sin energía:

—Solo se toma durante el día —dije. Sorprendido como si de


repente se hubiera dado cuenta. Me reí casualmente—. Es
extraño confundirse entre las que se toman durante el día y
las que se toman de noche a pesar de que el color del sobre
es diferente.

—Tranquilo.

Dane escupió violentamente y me quitó la medicina. Traté de


decirle que estaba bien, pero ya se había ido. Por un
momento escuché un traqueteo. Esta vez tomó más tiempo
que antes. De nuevo, todavía tenía la primera medicina en la
mano.

—No hay nada de comer por la noche.

—Está bien, gracias.

Hablé débilmente y tomé la medicina. Traté de romper el


papel, pero fue difícil. Las puntas de mis dedos estaban
entumecidas y no tenía fuerzas. Al verme fallar una y otra vez,
Dane tomó el medicamento con una mirada patética.

—Ahora.
Dane, que rompió el sobre frente a mis ojos, vertió la
medicina él mismo en el agua. La agitó rápidamente para
derretir la medicina y pronto me dió una taza. Dije: "Gracias"
y me la llevé a la boca.

Dane dijo, mirándome así.

—Dime si es difícil de comer.

Conteste con curiosidad.

—Es difícil de comer.

Dane pensó por un momento y respondió:

—Lo siento.

Me reí a carcajadas y dejé de toser.

Mientras tosía apresuradamente, Dane chasqueo


brevemente su lengua. Intenté tomar la medicina tarde, pero
volví a dudar.

—¿Qué pasa de nuevo?

Dudé en responder la irritante pregunta.

—Bueno, debido al embarazo... No creo que deba tomarlo.

Por primera vez, Dane tenía una mirada estúpida. Apenas


soporté que la risa volviera a estallar. En cambio, devolví la
taza y dije:

—Lo siento.

Dane frunció el ceño y me quitó la taza. Escuché el sonido de


él, tirando el agua y lavando la taza. Cuando regresó, trajo
agua tibia.

—Gracias.
Le agradecí con la voz ronca. Cuando terminé de beber, Dane
me recostó.

—Ahora duerme.

Asentí. Cerré los ojos y traté de dormir, pero


inesperadamente, no pude sentir nada especial. Mientras
esperaba a que Dane entrara en la habitación, me quedé
quieto un rato y abrí los ojos con suavidad. Hice contacto
visual con él de inmediato. Dane, mirándome, se sentó con el
culo sobre la mesa. Lo miré en silencio y abrí la boca.

—... ¿Por qué?

Dane no respondió de inmediato. En cambio, levantó la mano


y barrió el cabello que se pegaba a mi frente.

Un suspiro caliente salió de su boca.

Parpadeé lentamente, con los ojos medio cerrados.

Dane frunció el ceño. Sus ojos entreabiertos parpadearon


lentamente y, de repente...

—Un tipo como tú tiene la peor cualidad...

El comentario repentino me sorprendió. Solo mirándome,


Dane murmuró para sí mismo:

—Ese rostro con el que me miras tan desesperado... derritió


incluso a Pittman.

No pude entender a qué se refería. Abrí la boca, pero Dane se


levantó de repente y perdí la oportunidad.

—No puedo creer que me dejaste esto, hijo de puta.

Simplemente fue directamente a su habitación y tiró la


puerta. Después de un rato escuché el sonido del agua. Era
para darse una ducha después de volver a casa, como de
costumbre.

Estaba perplejo, pero no duró mucho. Al poco tiempo me


quedé dormido profundamente.

✤✤✤✤✤✤

Me desperté con el toque fresco. Mientras levantaba


lentamente los párpados, una cara familiar me estaba
mirando.

—Dane.

Abrí mis labios y dije su nombre. Dane abrió la boca


descuidadamente.

—¿Cómo te sientes?

Sonreí. Sus manos frías, se sentían bien. Dane preguntó,


mientras yo mantenía los ojos cerrados.

—¿Comiste algo durante el día?

Abrí los ojos de nuevo, pero no pude responder.

Volvió a hacer la pregunta, mirándome solo a mí.

—¿Qué quieres comer?

No tenía mucha hambre, pero parecía querer darme algo de


comer. Pensé por un momento y abrí la boca.

—Pudín.

—¿Pudín?

Dane, que leyó la forma de mi boca, frunció el ceño. Sonreí


débilmente y asentí.
—Caramelo.

—¿Caramelo? —repitió mis palabras de nuevo. Mientras


asentía, Dane volvió a preguntar—: ¿Te refieres al pudín de
caramelo?

En lugar de responder, lo miré fijamente. Comprendí tanto el


desconcierto de Dane, que me reí de nuevo sin darme cuenta.
Dane guardó silencio por un momento. No parecía saber si
estaba bromeando o hablando en serio. Apreté mis labios de
nuevo.

—... ¿Es eso lo que quieres comer?

Repetí lo mismo de nuevo: “Pudín de caramelo”

Dane, que me miraba en silencio, suspiró al poco tiempo.

—Estoy cansado.

Miré fijamente mientras él saltaba. No tenía idea, pero lo


decía en serio.

Después de un rato, se escuchó el motor del auto y pronto


desapareció. Me quedé perplejo. ¿Fue a comprarlo? No ha
pasado mucho tiempo desde que salió del trabajo. Se dió una
ducha y volvió a salir por mi culpa. La repentina bondad de
Dane, quién generalmente era duro y sarcástico, me hizo
sentir avergonzado y arrepentido. Nunca pensé que
realmente saldría a comprarlo.

Debes estar cansado... Pensé y cerré los ojos. Mi cabeza


pesada, rara vez se refrescaba. Respiré hondo y me volví a
dormir de nuevo.

✤✤✤✤✤✤

—...
Me desperté repentinamente por el chillante sonido de una
campana. Me senté y parpadeé sin comprender. Hubo un
sonido de nuevo. Esta vez, pude decir qué era. Era la campana
del porche. El tono de llamada siguió y siguió en el transcurso
de la procrastinación. Parecían tener prisa en alguna parte.

¿Es Dane?

Tropecé con el sofá. Mientras caminaba hacia la puerta


principal, siguió tocando el timbre. ¿Por qué no pasa por el
garaje? De repente lo pensé, pero ya era demasiado tarde, ya
estaba abriendo la puerta.

—¿Qué está pasando...?

Mientras hablaba, me endurecí. El hombre de pie junto a la


puerta abierta, era un completo extraño. Como siempre, con
el cabello bien peinado, vestía un traje azul oscuro a la
medida. Como siempre, estaba vestido con un traje perfecto,
de los mejores. Un hombre que es poco probable que alguna
vez use mocasines, pero que nunca ha atado sus propios
cordones de zapatos.

Keith.

Repetí su nombre sin hacer ruido.


Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 5 | Parte 1

Mi cuerpo se movió antes de lo que pensaba. Sin darme


cuenta, di un paso atrás e inmediatamente traté de dar la
vuelta y huir. Keith no se molestó en atraparme. Solo estaba
mirando. Puede que no haya sido necesario. Estaba entrando
en pánico y tratando de escapar, pero ni siquiera podía dar
unos pasos y simplemente rodé por el suelo. Keith no tenía
ninguna prisa. Solo estaba mirando mi ridícula figura. Intenté
escapar de nuevo. Tan pronto como estaba a punto de
levantarme a toda prisa, el dulce olor que había olvidado me
rodeó.

—¡...!

Por un momento abrí mucho los ojos. Era la feromona de


Keith. Me estaba echando feromonas de nuevo. Traté de salir
de eso de alguna forma. Sin embargo, era difícil moverme,
incluso levantarme bajo la presión de la fragancia.
Finalmente, Keith se movió y me miró jadear. El sonido
regular de las pisadas de sus zapatos resonó en el suelo. Mi
corazón rebotó rápidamente en consecuencia. Aún así, no me
rendiría. Keith se inclinó sobre mí, que me retorcía para
escapar de alguna manera, aferrándome al suelo.

—¿A dónde vas de nuevo? —susurró, tan dulce como la


fragancia.

Miré hacia arriba con miedo y Keith me sonrió. Estaba


asfixiado y me costaba respirar.

—De nuevo... Feromonas, no la uses. Te lo dije.

Ni siquiera podía hablar porque seguía perdiendo el aliento.


Mirándome así, Keith se volvió cínico.

—Sí, pero ahora eres el único que reacciona a mis feromonas.


—...

—Entonces ¿cuál es el problema con que las use? Me dejaste


una marca sin ningún consentimiento y luego te escapaste.
¿Hay alguna razón por la que yo deba preocuparme por ti?

No pude responder. Sentí como si hubiera usado toda mi


energía para respirar. Pero de alguna manera tenía que salir
de esa situación. Tenemos que correr de nuevo.

—¡...!

Me esforcé mucho y lo miré. Pero no había sonido. En el


mejor de los casos, se trataba de jadear y apenas atraer
oxígeno. Con cada respiración entraban feromonas. No podía
usar mi fuerza. Keith abrió la boca, mirándome,
gradualmente drenado de energía.

—¿No es mi hijo?

Su mirada se volvió hacia mi vientre. Tenía la boca torcida y


un aspecto cínico.

—Fingiste que no eras tú quien dejó la marca.

Keith agarró mi cabello y lo tiró violentamente. Grité y me


alejé. No tuve más remedio que enfrentarlo. Keith abrió los
ojos levemente y susurró:

—Mentiroso.

Me estaba acusando de fraude. No lo negué porque era cierto.


Pero a Keith no pareció gustarle mi silencio.

—Dime cualquier cosa, estoy deseando oír qué otra mentira


inventarás esta vez.

Jadeé con fuerza y abrí la boca.


—Oh, ¿cómo pudo… aquí?

Él soltó una risa breve, como si estuviera asombrado, por


supuesto, nunca fue una risa agradable.

—¿Pensaste que no sabría si te cambiabas de hospital?

Su rostro frío se reflejó en mi visión borrosa. Keith continuó


diciendo:

—El tipo del cual hablaste, ¿es ese chico?

Keith entrecerró sus ojos mirándome intensamente y no


pude decir nada. Esta situación lo convencería aún más con
su teoría de que Dane y yo estamos en este tipo de relación.

—¿Te envolviste y fuiste con ese chico porque estabas urgido


de sexo?

Había una gran cantidad de ira acechando en la voz. Su mano


agarró mi cabello y grité sin darme cuenta. Pero Keith no
parecía capaz de enojarse tanto.

—¿Tuviste sexo con mi hijo aquí? Me follaste, te escapaste.


Jugaste con él, ¿no? ¡Eso debe ser muy refrescante! Pero se
acabó, te encontré. Ya no puedes correr. ¡Eres mío ahora, mi
Omega!

Mientras hablaba, gradualmente se enojó más y más. Las


pupilas de sus ojos poco a poco se volvieron doradas. Incapaz
de controlar sus emociones, las feromonas se derramaron
como una cascada. No pude decir nada. A ese ritmo, parecía
que el ciclo de calor llegaría. No podía soportar sus
feromonas. Keith abrió la boca mientras miraba que estaba
temblando y jadeando.

—Voy a matar a ese maldito hijo de puta.


El bajo susurro estaba lleno de ira. Pero de alguna forma me
sentí amargado y aliviado. Este hombre está solo. Tanto como
solía ser. Pero yo ya no estoy solo porque tengo un hijo. El hijo
de este hombre.

Mis ojos de repente se calentaron. Miré fijamente el rostro de


Keith. No sabía si todavía amaba a este hombre o lo odiaba. E
incluso estás preocupado por este tipo. Solo lo miré. Eso era
todo lo que quería ahora. Solo mirar la cara de este hombre.

La expresión de Keith se suavizó un poco. Me miró a la cara


sin decir una palabra. Las dulces feromonas seguían vagando
a mi alrededor con una mezcla de odio, tristeza y enojo, me
hacía sentir lastima. Cuando inclinó la cabeza, no tenía idea
de lo que pasaría después.

—... ¡Ah!

Un grito salió de mi boca en ese momento. Keith me mordió


la oreja con fuerza. Arrancó violentamente la carne y chupó
la sangre. Me vertió feromonas y trató de dejarme una marca
para hacerme suyo. Me aferré fuertemente y enterré todo mi
cuerpo en sus brazos cayendo sin fuerzas.

✤✤✤✤✤✤

No se me ocurría nada. Solamente pude sentir como el


ardiente dolor de la oreja se extendía dolorosamente por
todo mi cuerpo.

Después de algún tiempo, Keith levantó la cabeza y miro mi


oreja. De alguna manera su expresión parecía como si su
mente estuviese en blanco. También parecía como si
estuviese en shock. Solamente parpadeé y lo miré.

—... ¿Por qué?

Después de un momento, Keith abrió la boca.


—¿Por qué la marca no se queda...?

Su vago murmullo se sintió como si hubiera entrado en


pánico. Keith parecía genuinamente sorprendido. Pero
tampoco pude responder a su pregunta.

La marca de los Alfas no significa nada para los Omegas. De


repente recordé lo que había dicho Grayson:

“Los Omegas son realmente crueles. ¿No es injusto


monopolizar a tu compañero para siempre con solo una
marca?”

Él estaba en lo correcto. La oreja de Keith estaba claramente


marcada por mí. Cualquiera podía ver que este hombre era
mío, y nadie podía absorber las feromonas de este hombre.
Solo yo puedo hacerlo. Ese hombre me pertenecía para
siempre. Pero Keith ni siquiera pudo dejar su marca en mí.
Ese rostro contemplativo fue la prueba. Nunca seré suyo.
Incluso si él me marca, puedo ser o no ser su propio Omega.
Puedo deshacer cualquier marca que fue grabada por un Alfa.
Aislé a este hombre de todo el mundo.

“No es justo”

Las palabras de Grayson resonaron extrañamente en mis


oídos.

✤✤✤✤✤✤

—... Levántate.

Después de un tiempo, Keith abrió la boca, como si apenas


hubiese disminuido el impacto. Su voz sonaba quebrada y
débil. Me agarro del brazo y lo jaló, sin esperar a reponerme.
Me tambaleé, pero de inmediato él me sostuvo con sus
brazos. Ni siquiera tenía las fuerzas para oponerme, así que
estaba simplemente estirado. Keith dejó de tratar de
moverse. Me miró con una expresión extraña. Sentí que
estaba pensando en algo, parecía desconcertado. Pronto la
razón fue revelada.

—... ¿Estás resfriado?

Solo parpadeé ante la repentina pregunta. Keith continuó:

—¿Tu cuerpo está caliente? ¿Es un resfriado? ¿O hay otra


razón?

Tuve una experiencia similar un día. En aquel momento,


simplemente ignoró si estaba resfriado o no, y ahora ¿qué
tengo que hacer? ¿Por qué hacía esta pregunta? El besó a otra
mujer porque no pudo aguantarse. Un recuerdo amargo salto
en mi mente y abrí mi boca con indiferencia.

—¿Por qué no resfriarme? Así irás a acostarte con


cualquiera. Vas a las fiestas, sales y juegas con las mujeres,
igual a como lo hacías antes porque eres ese tipo de persona.

En ese momento, Keith se detuvo. Me miró y abrió la boca.

—Mi Omega eres tú.

Todo lo que pude hacer fue reírme brevemente.

—Entonces ¿quieres decir que no te has acostado con nadie


desde que me escapé? ¿Crees que lo creeré?

Una voz furiosa salió de mi boca. Mientras tanto, Keith habló


con una voz baja y apagada.

—Es cierto, lo creas o no.

—No podías hacerlo por la marca. Antes de eso...

—No lo hice.
De repente Keith me interceptó, como si no quisiera
escucharlo. Pronto, hablo como si estuviera cansado.

—Fui a la fiesta, lo que estás pensando es cierto. Quería


comprobar si eres especial, porque justamente eres tú o si
todos los Omegas masculinos eran así.

—...

—Solamente fue un poco de curiosidad.

Haa... Un suspiro bloqueado fluyó. ¿Es este tipo más


inteligente de lo que pensaba? ¿O simplemente se está
burlando de mí? Todavía piensas que voy a caer en esto.
¿Quién crees que soy?

Cerré la boca sin decir una palabra. Keith me miró y dió un


paso para atrás. Los guardaespaldas estaban esperando
afuera, incluido Whitaker.

Agotado, cerré los ojos y apoyé la cabeza en el hombro de


Keith. Keith me dejó en el asiento trasero del auto sin decir
nada. Cuando recobré la conciencia se escuchó el sonido del
motor de un auto. De repente me di cuenta. Dane estaba de
regreso.

✤✤✤✤✤✤

—¿Qué están haciendo en frente de una casa ajena?

Dane preguntó ni bien bajó de su coche. Estaba más irritado


de lo habitual.

Tenía que decirle a Dane que lo sentía y agradecerle, pero


estaba tan cansado. Apenas era capaz de mover mis labios,
estaba simplemente cayendo sin fuerzas, y Dane me vio.
Luego se volvió hacia Keith, en cuanto lo reconoció su rostro
se distorsionó como si estuviese abucheando.
—¿Lo estás secuestrando?

—Solo estoy tomando lo que me pertenece —dijo Keith con


frialdad—. Si quieres compararlo con un crimen, entonces tú
eres un ladrón, ya que te robaste lo que es mío.

—¿Solo estaba ayudando a un pobre Omega que se escapó


del villano? —respondió Dane que obviamente estaba siendo
sarcástico.

Keith guardó silencio por un minuto. Luego abrió la boca y


con una voz baja, como tratando de contener su ira dijo:

—Este tipo se escapó con mi hijo en su vientre.

Ante ese comentario Dane dijo:

—¡Oh! —Y luego abucheó—:Supongo que no le gustó que


fueras el padre de su hijo.

Keith otra vez permaneció en silencio. El olor a feromonas se


hizo más espeso. Dane dijo profundamente,
independientemente de su enfado. Como si valiera la pena.

—La mayoría de la gente no es buena para admitir la verdad.

Keith apretó su mandíbula y rechinó sus dientes fuertemente


como si estuviese por escupirlos. Apretó sus puños varias
veces.

—Deberías agradecer que no te mate.

—Vaya, tengo tanto miedo que me voy a mear. —Dane fue


sarcástico hasta no poder y agregó: —¿Por qué no? Mi cuello
está aquí y el corazón está justo aquí.

Dane estaba provocando a Keith sin ningún temor. Sin


embargo, inesperadamente, las espesas feromonas pronto
desaparecieron. Me alegré por eso, ya que mi respiración se
volvió más fácil. Keith, quien me miró, cerró la puerta del
auto y movió sus pasos hacia el otro lado. Cuando Whitaker
abrió la puerta del auto, Dane dijo en voz alta desde atrás:

—También eres un cobarde y un fanfarrón.

Keith dejó de subir al coche y lo miró. Sus feromonas fluyeron


hacia mí de manera más estable. No pude evitar
sorprenderme de que Keith fuera razonable a pesar de la
situación. Abrió la boca con calma.

—Si te mato, no podré convencer a Yeonwoo. —Keith se rio


brevemente, pero jamás fue una risa sincera—.Por favor
cuídate, Dane Striker.

—Estarás agradecido de que tus guardaespaldas Gamma


estén aquí.

Ante las palabras de Dane, Keith se volteó hacia él de nuevo.


Dane abucheó casualmente:

—Si no estuvieran aquí te patearía el trasero.

—... Es una verdadera lástima para ambos.

—Estoy de acuerdo.

Keith, quién lo miró ferozmente, finalmente subió al coche.


Luego de cerrar la puerta, el conductor puso el auto en
marcha. Hasta entonces, solamente me quedé sentado,
aturdido y mirando por la ventana. Lo hizo parecer como si
fuese una persuasión, pero en realidad fue una amenaza. Es
una advertencia para mí. Si escapo de nuevo, no dejará a
nadie a mi alrededor en paz. Miré por la ventana en silencio.
Cuando el coche dio un giro en forma de U pude ver a Dane,
quien miraba el coche con un rostro inexpresivo. Pero ni
siquiera pude agitar mi mano. Todo lo que pude hacer fue
suspirar amargamente al verlo desaparecer en un instante.
Keith abrió la boca solo después de que el automóvil entró en
la carretera.

—¿Cuánto tiempo llevas con ese tipo?

Abrí mis ojos ante la repentina pregunta. Volteé la cabeza y


pregunté:

—¿Cuándo lo conocí? ¿O cuándo empezamos a acostarnos?

Keith, instantáneamente apretó su puño. Lentamente aflojó


su mano, las articulaciones estaban blancas por la fuerza
ejercida. Pronto, dijo en voz baja como de costumbre:

—¿Cuándo comenzaron a acostarse?

Sin pensar, miré hacia otro lado y respondí:

—¿Eso que importa? ¿Le he preguntado alguna vez al señor


Pittman con quién y por cuánto tiempo durmió?

Keith guardó silencio por un momento. Por supuesto no tiene


nada que decir ante eso.

—... ¿Qué pidió a cambio de esconderte?

Se volteo y dijo con una voz tranquila. Después note lo que él


tenía en mente. Keith me estaba mirando de manera fría.

—¿Ese era el único lugar al cuál ir? Después de huir tan


intensamente... ¿Al final terminaste en la casa de ese tipo?

—Gracias a alguien, fui buscado en todo el país. —Fui


sarcástico y fruncí el ceño—. ¿Desde cuándo supiste sobre
Dane? ¿Le hiciste una verificación por ti mismo?

—¿No pensaste que sería el primero en enterarme de él tan


pronto como supe dónde te estabas quedando? —Keith se
volvió cínico y siguió hablando—: Es un tipo libertino. ¿Se
acuesta con diferentes personas cada día? ¿Dormía con otros
frente a ti, aunque estabas allí? ¿O hacían tríos?

Estaba sin palabras porque era absurdo. ¿Ahora estás


cotilleando sobre Dane frente a mí? Solo solté un fuerte
suspiro y volví a ser sarcástico.

—Incluso si Dane se acuesta con alguien más frente a mí,


¿qué importa? No es la primera vez que paso por eso.

—¿Estas defendiendo a ese hijo de puta y culpándome?

Parecía como si preguntara, porque estaba enojado consigo


mismo en vez de estar enojado con Dane. Me sentía furioso.

—¡Para empezar, Dane es alguien a quien no tengo en mi


corazón!

—... ¿Dije algo que no te gustó?

—¿No es así?

Keith se calló, pero continué:

—¿Quién diablos le está diciendo libertino a otra persona? Sr.


Pittman, ¿acaso se olvidó que yo estaba a cargo de su agenda?
Bueno, dices que no puedes recordar nada debido a que las
feromonas se amontonan. ¡¿Cierto?! ¡Eso es realmente
conveniente! ¡Que impresionante es la cabeza de un Alfa
dominante! Lo vi besándose y tocando frente a mis ojos a otra
persona, pero si dice que no lo recuerda... ¡Se acabó,
problema resuelto!

No sé, por qué sigues hablando y cavando tu propia tumba.


Bueno, es un hombre que no sabía qué tipo de vida estaba
llevando hasta ahora. Pensé con malicia. Si hubiera mirado un
poco hacia atrás, diría que el silencio es oro. Había silencio. No
dije nada más. Keith miró por la ventana durante un tiempo
y finalmente abrió la boca.
—Pensé que, si me acostaba con otra persona, las cosas sobre
ti se enfriarían, pensé que no sería nada.

—Entonces si te seguías acostando. ¿Por qué me


perseguiste?

¿Estaría menos herido si él no lo hubiese hecho?Mientras


estaba pensando en esto de repente, Keith suspiró como si
estuviera harto.

—No sé, no puedo lograr tener una erección.

—... ¿Qué dijiste?

No supe qué decir y pregunté sin pensar. Keith miró hacia el


techo una vez.

—No logré levantarlo, así que estaba pensando si debería o


no hacerlo hasta el final. Me preguntaba si era porque había
aguantado tanto sin hacerlo, pero ni bien te vi se paró
inmediatamente. —Keith, dijo eso y de repente se irritó—:
Mierda. ¿Por qué debo estar explicando esto?

Enfurecido, golpeó la puerta del coche con su puño. Por un


momento su rostro estaba arrugado por el enojo. Ambos nos
callamos. Pero no creí en sus palabras en absoluto. Eso fue
incluso antes de que yo dejara la marca. Pero ¿quieres que te
crea que no consigues tener una erección sin mí? Sin
mencionar que cuando las feromonas se acumulan, los Alfas
se vuelven más promiscuos que los animales. Como si nada,
de repente acepté la realidad. ¿Qué importa todo esto ahora?
¿Qué importa si este hombre haya tenido sexo con otra persona
o no? Las palabras que me lastiman no desaparecerán. Y
volverán de vez en cuando a lo largo de mi vida para
atormentarme.

Miré por la ventana otra vez sin decir nada más. El camino de
regreso a la mansión era interminable. No dije nada,
solamente apoyé la cabeza sobre la ventana del coche. Mi
cara reflejada en el cristal estaba locamente devastada.
Simplemente íbamos por un camino largo sobre la carretera,
pero de pronto el conductor habló por el micrófono.

—Señor Pittman, estamos en control vial de emergencia


debido a un incendio forestal. Parece que será difícil volver a
la mansión en este momento. ¿Qué debo hacer? Si tomamos
un desvío, no llegaremos hasta mañana por la mañana...

Pude ver un humo negro elevándose por el oscuro cielo


nocturno. Otro incendio forestal, me preguntaba si Dane
estaba viendo las noticias en casa porque dejó el trabajo.
Estará sentado en el sofá sosteniendo a Darling y bebiendo
una cerveza. La imagen en mi mente vino tan natural que
solté una pequeña sonrisa. Pero eso fue todo. La expresión
desapareció de mi rostro y de nuevo pude ver el reflejo de mi
cara en la ventana del coche. Pronto, escuché la voz de Keith.

—Ve al hotel que está cerca de aquí. Dile a Whittaker que


consiga una habitación de inmediato. Tomaremos un
descanso y nos iremos mañana por la mañana.

—Está bien.

Pronto, apagó sus altavoces.

De repente, recordé que había una habitación en el hotel que


estaba vacía durante todo el año. La habitación, de la cual
Keith siempre renovaba el contrato, todos los años. Esa
habitación era usada únicamente para tener sexo. Keith
llamaba a sus amantes para encontrarse allí y tener sexo
antes de regresar a casa. ¿Va a ir a este hotel esta vez?Después
de unos momentos, el conductor volvió a encender el altavoz
y habló:
—Es difícil reservar varias habitaciones a la vez debido a la
temporada alta. En su lugar, puede usar la habitación que
siempre ha estado usando. ¿Qué debo hacer?

Keith dio la orden sin pensarlo profundamente.

—Hazlo.

—Bueno.

Pronto, el coche cambió de carril y tomó otro camino. Solté


un pequeño suspiro.

—Ahh...

Eso fue todo.


Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 5 | Parte 2

—Bienvenido, Sr. Pittman.

El gerente del hotel, que había sido contactado


anticipadamente, con una sonrisa profesional en su rostro,
dio la bienvenida a Keith, tan pronto como este bajó del
coche. Keith rápidamente me tomó en sus brazos y caminó
con indiferencia. El gerente lo alcanzó de inmediato y lo guio
directamente al ascensor.

—La habitación fue preparada como lo indicó. También


preparamos habitaciones adicionales para que sus
guardaespaldas se hospeden, pero lamentablemente no
había vacantes en el mismo piso, por lo que los ubicamos
abajo. Espero que no le importe.

El lugar que Keith usaba era un Pent-house con solo dos


habitaciones. La forma consistía en 2 habitaciones, una frente
a la otra divididas por un pasillo. Quizás era natural que no
hubiese lugar. Keith asintió brevemente sin mucha reacción.

Luego me sostuvo en sus brazos hasta que llegamos a la


habitación. La cantidad de feromonas que desprendía era
mucho más baja, pero no dije nada porque estaba
completamente sin fuerzas debido a la fiebre. Cuando
Whitaker pasó la tarjeta para abrir la puerta de la habitación,
repentinamente recordé y murmuré:

—Debo ser pesado...

Keith bajo su mirada captando el débil susurro.

—¿Estas bromeando?

No respondí nada más ante su molesto bufido. Keith dio un


paso adelante y se dirigió directamente al dormitorio. Como
si ya conociera perfectamente la estructura, no dudó ni por
un momento.

Claro que sí... Pensé con amargura. Estoy seguro que ya


llegaste a cansarte de esta habitación. Keith solía preparar
encuentros en ese hotel para tener sexo e implemento varios
cambios por si no estaba a gusto con algo. Igualmente, este
hotel se ha utilizado durante años. Aparte de eso, el confía en
el servicio del hotel porque este parece estar al día con sus
gustos difíciles de complacer. Él tiene mucho dinero y puede
ser tratado de forma muy especial y, además, es un Alfa
dominante. Mientras pensaba en eso, Keith me acostó en la
cama, y clavó intensamente sus ojos en mí por un momento.

Oh, ahí me di cuenta.

—... ¿Qué estás haciendo?

Keith frunció el ceño mientras yo me quitaba la camisa. Hable


terriblemente exhausto por la fiebre.

—... Es lo que quieres hacer, ¿verdad?

—...

—Creo que será posible que lo hagas dos veces, así que
súbete encima de mí. En cambio, no voy a hacer nada.

Keith me miró sin comprender mientras le hablaba sin


energía. Seguí quitándome la ropa y finalmente preguntó con
un suspiro:

—¿Cuándo pedí que tuviéramos sexo?

—Entonces ¿cuál es la razón por la qué me trajiste aquí? —


pregunté con la voz quebrada por la fiebre—. Cuando
quieras, puedo solamente abrir las piernas, ¿verdad? ¿Qué
otro uso puedo tener para ti?
Por un momento, Keith se quedó en silencio. Solamente me
miraba con una expresión deprimida y pronto soltó un
suspiro.

—¡Oh, Dios mío...! ¡Ya te lo dije, no te tocaré mientras estés


enfermo!

—Si piensas en aguantar y salir corriendo en busca de otro


amante para hacerlo, entonces mejor hazlo ahora. O renuncia
a mí completamente.

Keith estaba perplejo. Como si yo estuviera diciendo


tonterías. Pero ¿qué más quiere este hombre de mí además de
sexo?Abrió la boca para decir algo, pero lo detuve.

—Si vas a decir tonterías, como que me amas o algo así, mejor
déjalo.

Por un momento, Keith se detuvo. Me reí nerviosamente de


él porque parecía que se había quedado sin palabras.

—Me estás diciendo que no me tocarás. ¿Hablas en serio?

—Estoy hablando en serio. —La complexión de Keith se


volvió pálida—. Puede que no lo creas, pero no dormí con
nadie desde la primera vez que me acosté contigo.

—¡Tu amante estaría tan feliz de escuchar eso!

Cuando grité el frunció el ceño y dijo:

—¿Qué quieres decir con amante? ¿Ya olvidaste que me


marcaste?

Estaba enojado, pero no me detuve y seguí hablando:

—Los vi besándose.

Keith suspiró y se pasó la mano por el pelo con rudeza.


—¿De qué diablos estás hablando? ¡Habla claro para que
pueda entenderte!

Por fin, su voz se elevó. Sin dudarlo, derramé todas las


palabras que se habían acumulado dentro en mí.

—Hubo varios artículos escandalosos dando vueltas por aquí


y por allá. Decían que asaltaste todas las joyerías y que,
aunque antes no te acostabas con hombres parecía que tu
disgusto ha desaparecido. ¿O será que no estás feliz con el
sexo porque es un chico Beta? ¿Es por eso que ahora quieres
acostarte conmigo? Dicen que el sexo con la pareja marcada
es incomparable. Cuerpo y mente de forma separada. En ese
caso puedes hacer lo que quieras, “la violación” es tu
pasatiempo. ¡¿No?! ¡Usa esas malditas feromonas y haz todo
lo que quieras, como lo has hecho hasta ahora!

Inesperadamente, la reacción de Keith fue tranquila. Después


de derramar todos mis sentimientos, me desmorone. Cuando
mi respiración agitada se calmó, Keith abrió la boca.

—Ese era Ángel.

Inesperadamente parecía muy cansado. Levantó las manos y


las volvió a bajar, murmurando:

—¡Dios mío! ¡Jamás en mi vida haría algo así con él! Sobre
todo, sus amantes intentarían matarme primero... ¡Oh, Dios
mío! ¡Eso es ridículo...! —Keith exclamó de nuevo—. ¡Dios!

Su reacción fue tan vivida que era imposible considerarla


como falsa. Pero, por otro lado, todavía era difícil de creerle.
¿Es el Omega que dio a luz a Keith? ¿De Verdad?

—Le dije que eligiera joyas para él... —continuó Keith, con
desesperación—... Parece que hubo algo que ofendió a Ángel.
Estaba en una situación en la que todos tenían que aliviar mi
estado de ánimo, pero desafortunadamente, me agarré con
él.

Sacudió la cabeza y rechinó los dientes.

—Diablos, no estaba cuerdo y ni en la condición para poder


buscarte, pero sí o sí tuve que hacerlo.

Cuando no respondí nada, Keith murmuró para sí mismo:

—Incluso si no lo estaba, le dije a Emma que impusiera


sanciones a aquellos medios porque había demasiados
artículos innecesarios y ridículos últimamente.

Bueno, Keith evalúa a una persona por sí mismo, nunca


compara a una persona con la otra. Recordé uno de sus
puntos fuertes. Keith suspiró brevemente, frotándose las
cejas como si le dolieran.

—Ahora que se ha publicado la foto de Ángel, habrá otro lío.


—No dije nada. Keith me miró—. ¿Ya dijiste todo? ¿Alguna
pregunta más?

Por un momento me sentí preocupado. Ya sea para


disculparme o no. La conclusión fue mantener la boca
cerrada. Razoné que esto no es nada comparado con todos
los malentendidos o a los comentarios groseros que me ha
hecho. Keith cerró mi camisa sin decir nada.

—¿Qué debo hacer si estás resfriado? ¿Debería darte un baño


para mantenerte caliente? — De repente frunció el ceño—.
¿Eso te provocaría aún más fiebre? Debería traer hielo para
enfriarte.

Siguiendo los principios básicos de la materia. Keith estaría en


lo correcto, pero yo era un ser humano, así que era diferente.
Le di una pista en voz baja.

—Busquemos en internet.
—...

Cosas como esta siempre han sido buscadas y organizadas


para él por mí y otras personas. Cuando Keith estaba curioso
o necesitaba saber sobre algo solo tenía que decir "búscalo"
o "tráelo". Entonces, toda la información y respuestas que
quería aparecían frente a Keith. Y todo en menos de una hora.
De repente, me pregunté si este hombre sabía cómo navegar
por Internet. Creo que no tanto. Amablemente agregué un
comentario mientras él aún estaba en silencio.

—Si ingresa el término de búsqueda en el navegador y


presiona adelante, aparecerán términos de búsqueda
relacionados.

✤✤✤✤✤✤

Me quedé dormido. Cuando abrí los ojos, Keith estaba


sentado en una silla junto a la cama. La habitación estaba casi
a oscuras, solo había algunas pequeñas luces encendidas.
Aunque no era lo suficientemente brillante como para leer,
estaba haciendo algo en su tablet. Lo observé en silencio.
Keith parecía no haber cambiado mucho desde la última vez
que lo vi, pero algo en él se notaba diferente. Sobre todo, se
veía más delgado que antes. A este hombre atractivo,
musculoso y robusto, ahora los huesos de sus mejillas se le
marcaban más y hacían que su rostro se viera más elegante y
prominente que antes. Gracias a esto, su fría expresión
habitual se volvió algo agria. Las pestañas que se
balanceaban con cada lento parpadeo, proyectaban una
sombra profunda en su rostro. Ver su rostro de esa forma me
hizo sentir incómodo. Keith, de repente notó que lo estaba
observando y levantó la cabeza. Momentos después de que
nuestros ojos se encontraron, dejó su tablet sobre la mesa de
noche.

—¿Hay algo que necesites?


—¿...No estás ocupado? —pregunté débilmente.

Él respondió en voz baja:

—Consuma mucho líquido, manténgase fresco cuando la


fiebre suba y caliente su cuerpo cuando la temperatura
baje,manténgase limpio y coma alimentos ligeros de a poco y
con frecuencia. En caso de estar embarazado, asegúrese de
consultar a un médico antes de obtener una receta.

—...

—¿Hay algo más que deba saber?

Parpadeé confundido y pregunté:

—¿Lo estabas averiguando hasta ahora?

—Me dijiste que lo hiciera. —Keith respondió con


indiferencia y pronto cambió de tema—. Parece que la fiebre
bajo.

Poco después, Keith sacó el termómetro de la mesa auxiliar.


El termómetro electrónico insertado en mi oído emitió
instantáneamente un pitido. Keith, quien comprobó los
números, dijo:

—Ya no tienes fiebre, ¿puedes bañarte? ¿O será mejor comer


algo primero? —No pensaba en comer algo porque mi boca
estaba muy seca. Keith volvió a preguntarme en voz baja—.
¿Hay algo que quieras comer? No será difícil comer de
inmediato, ¿verdad?

Pronto entrecerró un poco sus ojos y rio de forma juguetona.

—¿Qué tal un pudín?


Fue la primera vez que vi el rostro de Keith de esa forma. Me
quedé fascinado. Seguía sonriendo mientras que con su
mano barrió a un lado el cabello de mi frente.

—Voy a traerlo para ti.

Se levantó rápidamente y salió del dormitorio.

Al regresar, al cabo de un rato, trajo un pudín y una cuchara.


Me senté con su ayuda, pero en realidad no me entregó el
pudín. Keith se sentó junto a la cama y abrió la tapa él mismo.
Ese no fue el final. Para mi sorpresa, tomó un poco del pudín
con la cuchara y tendió su mano.

—... Puedo comerlo solo —dije en voz baja y él río


brevemente.

—Quiero hacerlo.

Con su mano acercándose, abrí la boca. El blando pudín se


derretía en mi paladar. De repente, Dane vino a mi mente. Ni
siquiera pude darle las gracias por cuidar de mí. Algún día,
también le mostraré mi gratitud a Josh. Al menos los invitaré
a cenar.

—¿Qué ocurre?

Keith me preguntó ya que me desconecte por un momento.


Rápidamente regresé a la realidad y abrí la boca.

—Nunca he visto un hotel con pudín en un refrigerador.

Entonces Keith dijo en voz baja:

—Es porque le dije al gerente que lo llenara. —En ese


momento recordé el refrigerador en la mansión. Me
respondió con indiferencia—. Si no, haría falta en el
refrigerador.
Por un tiempo me costó encontrar la manera de reaccionar
ante todo eso, así que solo lo miré. ¿Era este hombre una
persona tan delicada? Además, no podía comprender todas
las acciones que realizó desde que me trajo aquí. Él estaba
actuando como si realmente se preocupara por mí.

¿Keith se da cuenta? ¿Sabe lo que dice y lo que hace? Y cómo


otros pueden percibir esas acciones. Cambié de tema antes de
que eso rompiera mi corazón de nuevo.

—... ¿Qué pasó con tu RUT?

La respuesta a esa pregunta era obvia. Seguramente me


devolvería la razón con sus arrogantes palabras. Pregunte de
nuevo con confianza:

—Estoy seguro de que no vino, pero... no me importa si


abrazaste a alguien durante ese tiempo.

Fingiendo ser generoso, guardé silencio por un momento.


Miré a un lado y mi mente fue hacia un rincón sombrío de mi
corazón. Está bien, no me lastimará cuando lo escuche. Porque
este hombre originalmente era así. Es solo para confirmar que
es un hombre de poca confianza.

—Me llego 2 veces.

Keith sonrió amargamente de forma inesperada. Estaba


nervioso y agarré la sábana sin darme cuenta. Keith dijo
insignificantemente:

—Esperé mucho tiempo para estar bien, pero me sentía


culpable. Desafortunadamente estaba solo en la isla.

—¿...Una isla?

Le pregunté de nuevo ante su inesperada respuesta.


—Sí. —Y se rio brevemente de nuevo—. Así no me acostaría
con nadie para dejarlo embarazado... A menos que me tirara
a una lagartija de las que estaban tomando el sol sobre las
piedras.

Y agregó en voz baja, como diciéndoselo a sí mismo.

—No creo que pueda hacer concebir a nadie más, ya no.

Entonces pensé para mí mismo. Es imposible, a menos que sea


yo. Pero todavía no lo podía creer, así que pregunté con
sospecha:

—¿Ambas veces?

—Ambas veces.

Aun así, la respuesta de Keith era sombría. Lo miré en busca


de respuestas.

—¿...Cómo?

No dirá que fue una coincidencia. La respuesta obtenida con


tanto esfuerzo me sorprendió de nuevo.

—Estuve allí con anticipación porque pensé que mi RUT


estaba por llegar. No dejé que nadie me contactara o visitara
hasta que terminó.

—Igualmente ninguna de las islas que posees está tan


deshabitada...

—Oh, compré una. Debido a la prisa, solamente construí una


instalación que me permitiera quedarme durante un par de
días.

El respondió de manera tan insignificante, como si hubiera


comprado un helado, dando un paseo. Por supuesto que eso
no era nada para este tipo. Pero ¿por qué tienes que ir tan
lejos? Todavía no podía procesar toda la información.

—Afortunadamente, nunca perdí la memoria. Steward dijo


que la marca estabiliza las feromonas, por lo que el RUT pasa
de forma más ligera.

—Pero eso debió ser doloroso.

—Sí, lo fue —dijo Keith y continuó—: Pensaba que si podía


tenerte en mis brazos... realmente no tendría nada más que
desear.

Sonrió levemente, como si estuviera recordando el pasado.


Pero pronto la sonrisa desapareció y Keith me miró
fijamente.

—... Más bien —murmuró en voz baja como para sí mismo—


. Ojalá me hubiera vuelto loco. —De repente, sonrió con
amargura—. Ni siquiera puedo volverme loco ahora.

Sus feromonas no se acumularán más. Mientras yo no muera


y mi marca persista. Sus feromonas ya no serán un peligro
para él. Pero ¿por qué tienes esa expresión en tu rostro?

—... ¿Por qué estás sufriendo? pregunté porque no pude


entender la razón.

—Porque... —Keith levantó la mano y posicionó la punta de


su dedo sobre mi oreja, abrió su boca y dijo mirando mi oreja
herida—... Tú ya no me amas.

Yo no respondí. Realmente parecía estar llorando. ¿Alguna


vez has visto a Keith con una expresión así? Y había visto sus
diversas caras: sonriente, alegre, irritable, ridícula, cariñosa.
Pero no vi ninguna como la expresión de ahora. Sobre todo,
Keith estaba llorando, eso no podía ser posible. Es solo
porque no pudo marcarme.
—¿Qué importancia tiene para ti lo que hay en mi corazón?
—respondí con desesperación—. Fuiste tú quien dijo que no
lo necesitaba.

Keith no respondió por un momento. Sus manos cayeron sin


energía.

—Sí.

Sonrió con amargura.

Aún con el rostro distorsionado dijo:

—¿Por qué hice eso?

—Simplemente fue porque no lo necesitabas —respondí


honestamente.

Keith no dijo nada por un momento. Durante mucho tiempo


solo se limitó a mirarme la cara. Pensé en decir algo, pero no
lo hice. Quizás no pude. Lo deje así, solo consigo mismo.

—... Ese día... ¿te visité?

No dijo exactamente a qué día se refería, pero me di cuenta.

—Sí —respondí brevemente.

Keith enterró su rostro entre sus manos y suspiró


profundamente.

—¿Por qué no te rebelaste?

No lo dijo como si intentara culparme. No estaba


familiarizado con esa voz llena de angustia y resentimiento,
pero respondí con calma.

—Fue imposible debido a las feromonas.


Keith dejó de respirar. No sabía lo que estaba pensando, pero
no pregunté. Solamente agregue amablemente:

—Así que hice lo único que pude. Puse una marca en tu oreja.
—Se quitó las manos de la cara y levantó lentamente la
cabeza. Keith me miró a los ojos y yo sonreí con frialdad—.
¿Acaso no te advertí que, si volvías a usar tus feromonas
sobre mí, no me quedaría quieto?

—... Así que me dejaste una marca.

¿Crees que es injusto? Traté de adivinar, pero me equivoqué.


Keith distorsionó las cejas y preguntó:

—Ya no puedes marcar a nadie.

—Sí —dije convencido y en calma—. ¿Qué te importa? Para


ti, soy el único Omega, pero tú no eres el único Alfa para mí.

Oh, esta era mi verdadera venganza. Por primera vez me di


cuenta. Hasta ahora, toda la venganza que tenía, pensaba era
falsa. La expresión que Keith tenía en este momento, era el
resultado de la venganza que tanto deseaba. Ese era el fruto.

De repente sentí las lágrimas deslizándose por mis mejillas.


¿Por qué esto es tan vano?

✤✤✤✤✤✤

Cuando abrí los ojos al día siguiente, me sentí mucho más


ligero. Me senté en la cama, comí la sopa y el pudín que
estaban en la bandeja sobre la cama.

Whittaker llegó y anunció que estaba listo para partir. Keith


me tomó en sus brazos de buena gana y salió de la habitación.
Deje de insistirle que podía caminar por mi cuenta. No había
sentido en contradecir. Me resigne. De todos modos, voy a
terminar haciendo lo que este hombre quiera.
Escuché que los incendios forestales del día anterior se
extinguieron, pero el control vial continuaba, por lo que el
automóvil tuvo que tomar otro camino. Afortunadamente, no
había muchos autos en la carretera porque aún era
temprano. Miré los coches que iban y venían, apoyando la
cabeza contra la ventana del coche. Fue entonces cuando
note un humo negro inusual. Un fino trazo de humo se podía
observar desde la distancia. ¿Qué es eso? De repente tuve un
mal presentimiento. Miré por la ventana con cuidado.
Acabábamos de pasar una señal de tránsito. Sin decirle a
Keith, presioné el botón y le pregunté al conductor:

—Disculpe, ¿no será posible ir por la Ruta 8?

Respondió en un intervalo muy corto.

—Sí, debido a que la ruta actual está controlada. Tomaré la


ruta 24.

Apreté el botón para bloquear el sonido y luego le hablé a


Keith, gesticulado con mis labios, pero sin dejar salir el
sonido.

—Es mentira. Quizás esto sea un dispositivo de escucha


telefónica.

Mientras señalaba con mi dedo el asiento del conductor, que


estaba bloqueado por una partición, imitándome, Keith
preguntó en silencio:

—¿Qué?

Respondí:

—Mira allá.

Señalando el humo negro en la distancia, continué. Todavía


sin hacer ruido.
—Si continuamos por la ruta 24 nos toparemos con las
llamas. Deberíamos ir por el número 8.

Keith se quedó rígido. Seguí susurrando:

—Solo dile que se detenga, usando cualquier excusa.

—¿Qué?

Una sonrisa extraña apareció en su rostro. Me puse nervioso


y lo llamé gesticulando. Keith luego se encogió de hombros y
apretó el botón.

—Detén el coche.

—¿Po... por qué, por qué? —tartamudeó notablemente.

Keith respondió después de un breve momento.

—Ya que Yeonwoo está de mal humor, tomemos un


descanso.

El conductor no respondió de inmediato. Era evidente que


estaba avergonzado. Estaba esperando nerviosamente su
respuesta. De repente habló:

—Estoy casi allí. Por favor sea paciente.

Estuve nervioso por un momento. Tragué saliva en seco y


miré hacia un lado, pero Keith no cambió mucho.

—Detén el coche.

—No. —Se burló de nosotros y agregó—: Si quieres bájate.


¿No puedes hacer eso? No hay nada, que no puedas hacer.

Pronto se oyó el sonido del micrófono apagándose. Como era


de esperar, la puerta del coche estaba cerrada. Además,
conducía a una velocidad tremenda. ¿Qué tengo que hacer?
Estaba nervioso y me hormigueaban las puntas de los dedos.
¿Estamos siendo secuestrados? ¿Qué diablos está pasando
aquí? No podía entender por qué el conductor, que siempre
era callado y sincero, de repente hizo esto.

Cuando me di la vuelta, miré a Keith que estaba molesto. De


repente el suelo vibró con un fuerte sonido y el auto se
sacudió violentamente. En ese momento grité sorprendido.
Parecía que hubo un deslizamiento de tierra en algún lugar
debido al creciente incendio forestal. Inmediatamente mis
manos se estiraron y Keith me abrazó. Me susurró con los
ojos bien abiertos.

—Todo estará bien.

Su voz tranquila me tranquilizó más que nunca. Mi corazón


que palpitaba como loco empezó a calmarse lentamente.
Siguió susurrando sobre mi cabeza una y otra vez.

—Está bien, no te preocupes.

Estaba preocupado. Pensé que debería apartarme de él, pero


todo lo que hice fue respirar profundamente. Seguía
escuchando los latidos del corazón de Keith, y de repente
murmuró para sí mismo:

—El coche de Whitaker se ha ido.

Keith agregó más fuerza al brazo con el cual me sostenía. Mi


corazón empezó a acelerarse de nuevo por la ansiedad. La
desaparición del auto de Whitaker, que siempre seguía al
auto de Keith, significaba que le sucedió lo mismo al vehículo
de seguridad detrás de él. ¿Qué pasó con el vehículo de
seguridad que iba delante? Cuando lo pensé, Keith susurró:

—El fuego está creciendo de nuevo.


¿Cómo? Levanté la cabeza inconscientemente. Keith me miró,
nuestros ojos se encontraron. Él sonrió como para
tranquilizarme. Me sostenía con un brazo y llevó el otro hasta
la puerta del auto. Por supuesto que estaba cerrada. En algún
momento estampó su huella digital en algún lugar de la
puerta. Entonces, de repente se escuchó un pequeño crujido.
Ni siquiera sabía qué estaba provocando el pequeño ruido, y
poco después apareció el arma. Me sorprendió eso.

¿Cuándo pusiste ese tipo de dispositivo en el auto? Nunca había


oído hablar de una orden para hacer algo así. Antes de que
pudiese preguntar qué había pasado, Keith agarró mi cabeza
y con su mano la apretó contra su pecho.

Como si hubiera un problema con la carretera, el coche


reducía la velocidad y cambiaba de carril. Atrapado en los
brazos de Keith, me mordí los labios para contener el mareo.
Una mano grande se envolvió alrededor de mi oreja expuesta
y pronto apretó el gatillo. Se escuchó una secuencia de
fuertes disparos. Tragué el aliento y me encogí de hombros
inconscientemente. Keith levantó la pierna y pateó la puerta
del auto que tenía un agujero. La puerta del coche cayó en la
carretera con un sonido de traqueteo. El conductor, que notó
la situación, tiró apresuradamente del volante. Fue un
intento de detenernos, pero Keith no mostró ningún signo de
vacilación.

¿Este hombre no siente miedo ante nada? Keith revoloteó, no


dudó ni por un segundo mientras me sostenía en sus brazos.
Mi corazón parecía detenerse ante la visión del paisaje que
pasaba rápidamente.

—¡...!

✤✤✤✤✤✤

Dejé de gritar y cerré los ojos. Hubo un sonido sordo y


resonante por todo mi cuerpo. Poco después, rodé por el
suelo. Mi mente estaba en blanco, pero una cosa de la que
estaba seguro, era el hecho de que Keith me estaba
abrazando fuerte.

—...

Jadeé por un momento. Keith preguntó por encima de mi


cabeza, mientras estaba aterrorizado y desconcertado por el
repentino impacto de mi cuerpo.

—¿Estás bien?

Levanté la cabeza, avergonzado porque preguntó tan


tranquilo. En ese momento, todo mi cuerpo crujió y grité por
un corto tiempo. Inmediatamente, Keith se levantó.

—¿Estás herido?

Ese comentario me hizo darme cuenta que había estado


acostado sobre el cuerpo de Keith hasta entonces. Me
sostuvo en sus brazos y, de repente, torció su frente. Fue el
lado de Keith el que resultó herido. No podía creer que este
hombre estuviera envolviendo sus brazos a mi alrededor y
estando herido. No lo podía creer. Keith se acercó a mí,
todavía parpadeando. Pronto dio un suspiro de alivio cuando
revisó todo mi cuerpo. El aliento de Keith llegó a mis labios y
se dispersó. Silenciosamente lo miré a la cara. Keith también
guardó silencio. De repente solté una risa. Keith también se
rio.

—¿Qué pasa?

—...

Me pasó el pelo detrás de las orejas, preguntando.

—No lo sé.

Y me reí de nuevo.
Debes estar loco para reírte de tal situación.

Cuando pensé vagamente que quería besarme, escuché un


rugido siniestro en lo alto. Mientras levantaba
apresuradamente la cabeza, pude ver algo moviéndose como
una niebla con humo negro elevándose desde lejos. La
montaña estaba a punto de colapsar nuevamente. No era solo
eso. El coche que iba a toda velocidad, giraba en U y corría
hacia nosotros. Me quedé rígido por la sorpresa. Keith me
abrazó de nuevo y enterró mi rostro en su pecho. Mientras
me tapaba los oídos, volvió a apretar el gatillo. Los
neumáticos del coche estallaron con una fuerte explosión. El
gran sedán arañó la carretera con un ruido fuerte. Abrí
mucho los ojos y vi el cuerpo negro girar y deslizarse,
haciendo un enorme círculo. El suelo, debilitado por el ruido
del pesado coche, se hundió. Las ruedas traseras del coche
cayeron y pronto se inclinaron. Keith se incorporó cuando lo
vio.

—Agárrate fuerte.

Keith dio órdenes en voz baja y comenzó a correr mientras


me sostenía. Me sorprendí y abracé apresuradamente su
cuello. Un montón de tierra cayó detrás de él. La carretera de
asfalto se agrietó y agrietó, dejando al descubierto la tierra
empobrecida que estaba debajo.

Había un fuerte olor a quemado en alguna parte. El incendio


forestal continuaba. A ese ritmo, habría incluso más
deslizamientos de tierra. El brazo con que lo sujetaba, se
volvió rígido y se aferró con fuerza sin mi conocimiento.
Keith me abrazó con más firmeza, de manera
tranquilizadora. El olor a quemado y el sonido de colapso por
todas partes vibraron, pero extrañamente ya no estaba
asustado.

¡Ah!
Había un leve olor dulce. Era el aroma de Keith. Su olor a
feromonas me tranquilizaba como en aquel entonces.
Enterré mi nariz en su garganta e inhalé profundamente. De
repente, Keith se detuvo. Miró hacía un lugar cuando levantó
la vista con sorpresa. Cuando volví mis ojos tardíamente, yo
también dudé. Un árbol enorme y el suelo, se derrumbaron y
se amontonaron frente a mí, bloqueando el camino.
Inusualmente la respiración de Keith era agitada. Abrí la boca
al darme cuenta que el siniestro rugido se había alejado un
poco más.

—Espera, descansa.

—...

—Estoy mareado, así que por favor paremos.

Solo entonces obedeció mis palabras.

Keith miró a su alrededor una vez, encontró un lugar plano y


se recostó contra un árbol caído. Todavía no parecía tener la
intención de bajarme. Gracias a él, me senté de lado en su
pierna e incliné mi cabeza sobre su hombro. No nos dijimos
nada. Solo escuché el rugido aleatorio que parecía acabar con
el mundo. Si hubo otro sonido ahí, fue el sonido del corazón
del otro. Silenciosamente, el sonido de un corazón latiendo
solo para su compañero.

Él bajó la mirada hacia mí. Yo también lo miré. Se dice que los


hombres y mujeres que se encuentran en un puente oscilante,
tienen una alta probabilidad de enamorarse.

¿Sigue siendo así? ¿Estoy simplemente confundiendo la


emoción con el amor en un precario estado de muerte? Si Keith
ahora me deja una marca, podría tener éxito. Pensé en ello,
pero él no parecía tener ninguna intención. Yo tampoco lo
recomendé. En cambio, inclinó la cabeza todavía más.
Nuestras respiraciones entraron en contacto. Un poco más
cerca tocaría tus labios.Él y yo lo sabíamos. Pero justo antes
de eso dudamos. Las dos partes no logramos reunir valor.
Dudé en seducirlo y Keith dudó en empujarme. Mi corazón
latía como loco. La fiebre pareció volver a subir. No puede ser.
Esta es solo una ilusión común que surge debido a la fiebre.
Nunca volveré a darle mi corazón a este hombre.

—Ah...

Cerré los ojos con un leve suspiro. En el momento en que sus


labios tocan mis labios, un ruido extraño intervino en el
mundo. Era el tono de llamada del celular. Llegamos a un
punto muerto. Cuando abrí los ojos, Keith me estaba
mirando. Podría besarme como quisiera. Era posible
disfrutar de la luna de miel incluso por muy poco tiempo. Oh,
debí besar esos labios. Exhalé un suspiro lamentable, pero la
oportunidad ya había desaparecido.

Keith volvió la cabeza y sacó su teléfono celular. Fue


Whitaker quien llamó. De vez en cuando escuché su voz más
allá del teléfono.

—¡Señor Pittman! Gracias a Dios. ¿Estás bien?

Como de costumbre, Keith respondió a la pregunta urgente


con indiferencia, diciendo que sí.

—El conductor está probablemente muerto. Traté de


salvarlo, si era posible, pero no sé qué pasó —agregó en un
tono que aún no tenía emoción—: Traté de averiguar quién
estaba detrás de mí, pero fue un desperdicio.

—Oh, no... Me alegro que el Sr. Pittman está a salvo de todos


modos.

Whitaker rápidamente explicó cómo se perdió el auto de


Keith e informó sobre la situación actual.
—Hemos calculado aproximadamente su ubicación. Dicen
que pronto habrá un deslizamiento de tierra mayor. El
helicóptero está en camino ahora, así que espere en un lugar
seguro. Todavía estoy comprobando su ubicación por
teléfono.

Lo escuché. Apreté su traje sin darme cuenta. Me miró


mientras yo miraba hacia arriba.

—Está bien —susurró Keith—. Está bien, no va a pasar nada.

No dije nada. Solo lo miré en silencio. Pensé que no


importaría si me quedaba ahí, así, pero no tenía que decir
nada. En cambio, me sentó en su regazo.

—Puedo caminar —dije, y levanté la mano hacia Keith que


estaba tratando de sostenerme de nuevo. Pero su respuesta
fue firme.

—No.

Sin embargo, no me rendí.

—No tengo ninguna intención de huir. No estaré lejos de ti,


así que no te preocupes.

—No. —Keith volvió a dar la misma respuesta y dijo algo


inesperado—: Tienes un resfriado.

El resfriado parecía ser una enfermedad grave. A veces me


daba un fuerte resfriado y casi moría de neumonía, pero
todavía no estaba así. Sin embargo, no sabía si reírme o
quedarme estupefacto por la respuesta de Keith, que era
demasiado seria. Lo cierto es que en ese momento mis ojos
se amargaron.

—Señor Pittman, nunca ha tenido un resfriado. ¿Cierto?


—Nunca —añadió—: Quizás antes de la manifestación, pero
no recuerdo.

Esa fue una respuesta natural. Me reí amargamente y dije:

—Supongo que sí, me suelo enfermar de vez en cuando,


créame, estaré bien.

Keith me miró. No sé si por sospecha o vergüenza, dije con


más fuerza:

—Y me marea que sigas cargándome. Le diré si la estoy


pasando mal.

Eso parecía funcionar. Keith dudó por un momento, pero al


final se puso de pie sin decir una palabra. Mientras trataba de
seguir y levantarse, extendió la mano.

—Gracias.

Le sonreí para tranquilizarlo.

Keith todavía me miraba sin querer. Pronto se volvió y


empezó a caminar. No caminó conmigo, pero tomó mi mano.
Yo no rechacé eso. Guardamos silencio mientras avanzamos
en busca de una llanura más segura. Como si estuviéramos
reemplazando todas las conversaciones con nuestras manos.
Sus manos se sentían frías, tal vez a causa del frío provocado
por la fiebre. Suavemente moví mi dedo y él lo sostuvo con
fuerza. La forma en que me miró parecía preguntarme qué
estaba pasando. Negué con la cabeza. No es nada.
Rápidamente me quedé sin aliento. Si le dices a Keith, te
abrazará de inmediato. De alguna manera estaba
convencido. Pero me moví en silencio. Esto está bien. Ni
demasiado cerca ni demasiado lejos. Mi corazón se siente
adolorido, pero no duele y, desafortunadamente, no es
tristeza, solo esa distancia. Oh, pero...
—... Yo.

De repente, Keith abrió la boca. Lentamente me miró.


Nuestros ojos se encontraron. Esperé sus palabras.

—Si yo, si…

—...

—Tú...

Y Keith volvió a callar. Solo lo miré cuando dejó de hablar,


tenía una hendidura en el labio inferior. Pensé que podría
creerlo si me lo dijera ahora. Si Keith dice que me ama. Pero
no lo dijo. Cuando vi a Keith apartarse de mis ojos serios,
también incliné la cabeza. Mi mano aún en su mano apareció
a la vista. Está bien, no me decepcioné. Porque no lo esperaba
en primer lugar.

Fue cuando el suelo tembló con un fuerte ruido que, Keith


vaciló. Inconscientemente, levanté la cabeza y vi una masa
negra de tierra colapsando. Vi grietas claras y amplias en el
área. De alguna manera, de repente recordé el pasado. A
Keith. Yo estaba aterrorizado frente a él. La roja sangre que
se esparció. Oh, estaba pensando entonces ¿por qué no pude
protegerte?

—Keith...

Salté sobre él. Keith me miró sorprendido. Lo aparté con


todas mis fuerzas. Y al mismo tiempo, un montón de tierra
cayó sobre mí. El pasado cruzó ante mis ojos. Keith,
montando a caballo, besándome en una tienda oscura y todas
sus palabras y acciones; cuando estaba enojado conmigo,
burlándose y riéndose. Pero lo último de lo que estaba llena
mi retina era su rostro sonriéndome. Yeon-woo. Con su voz,
llamándome.
—¡Yeon-woo...!

Cuando sus ásperos gritos se superpusieron tenuemente, la


negra suciedad se derramó ante mis ojos y perdí el
conocimiento.

✤✤✤✤✤✤

—¡Y... Woo, Yeon-woo!

Alguien estaba gritando mi nombre por encima del


estruendo. Me las arreglé para gemir a través de la conciencia
confundida. Inmediatamente gritó:

—¡Yeon-woo, despierta! ¡Yeon-woo!

La voz me era familiar. Sabía quién era. Abrí los ojos


lentamente y traté de enfocarme en la imagen borrosa. Como
esperaba, pensé. Keith me estaba mirando.

Cof, cof, cof.

Debía haber una gran cantidad de polvo. Sí, estaba ahí.


Tardíamente me di cuenta de que estaba acostado en un
helicóptero abrazando a Keith. Era un alivio, Whitaker debió
encontrarnos. Keith, ¿estás bien…? Lo último que recordaba
era empujarlo con fuerza. Mis labios estaban agrietados. Pero
no hubo sonido. Tosí de nuevo. Algo rojo se derramó.

—¡Yeon-woo! —gritó Keith.

Parecía aterrado. Quería decirle que no se preocupara. Pero


fue extraño, no pude mover un dedo por alguna razón. Estaba
avergonzado y quería mirar a su alrededor con prisa y gritó:

—Yeon-woo, no... ¡Dios, sangre, sangre…!


Vaya, estaba mirando mi pierna. ¿Me rompí la pierna? Quizás
sucedió algo peor que eso. Me las arreglé para abrir la boca al
primer pensamiento que me vino a la mente.

—... Bebé. ¿El bebé está bien?

Keith vaciló. Me miró con los ojos muy abiertos. Confesé


como si estuviera arrepentido.

—Al principio, traté de deshacerme de él... Estaba tan... tan


asustado. —De nuevo estalló una tos. Cada vez que tosía,
sentía un dolor agudo en todo el cuerpo. Apenas hablé de
nuevo—: ... Quiero darlo a luz... Es tu niño.

—Yeon-woo.

—Oh, va a ser muy... hermoso.

Quería reírme, pero no salió a mi manera. Quizás si logré


reírme. Keith me quitó el pelo de la frente. Sus manos
parecían temblar levemente.

—Está bien —continuó después de mi tos apresurada—.


Todo estará bien, el bebé estará bien. No te preocupes.

—Gracias a Dios —susurré y cerré los ojos.

Ha sido tan difícil respirar. Se supone que la respiración se


hace de forma natural, pero no sé por qué es tan difícil cada
vez que exhalo.

Como mi conciencia se volvió borrosa, mi respiración


también se detuvo intermitentemente. El rostro de Keith se
veía en mi visión borrosa. Es extraño, ¿por qué tienes esa cara
de nuevo?Quería acariciar su mejilla, pero no pude. Keith
levantó mi mano y la llevó a su mejilla, como si conociera mi
corazón. Sentí una humedad fría. Se volvió y besó mi palma.
¿Por qué estás llorando?
—¿Por qué estás llorando?

Mordí mis labios dulcemente. Él no respondió. Las lágrimas


corrieron por su rostro de nuevo.

—No llores. —Hablé en voz baja. Quería secar sus lágrimas,


pero no salió como quería. Lo dije una vez más—. No llores.

—... ¿Por qué hiciste eso? —La voz de Keith tembló


levemente. Contuvo la respiración y preguntó, soportando
sentimientos intensos—. ¿Por qué me alejaste? Si me
hubieras dejado, no habría pasado esto.

¿Por qué hace una pregunta tan obvia? Me pregunté.

Me quedé perplejo. De lo contrario, tú... Debía ser herido yo...

En ese momento Keith dejó de respirar. Me miró como si


estuviera sorprendido.

—¡Yeon-woo, despierta!

Un grito repentino despertó mi conciencia. Me di cuenta de


que había perdido el conocimiento por un tiempo. Keith
todavía estaba a mi lado.

—Yeon-woo —dijo con voz temblorosa—. Solo un poco más,


pronto estaremos en el hospital. Por favor, por favor.

Los ojos morados de Keith se oscurecieron. Cuando


lentamente cerró y abrió los ojos, su cara estaba húmeda de
nuevo.

—¡Oh, Dios! Esto es ridículo...

Keith sollozaba. El hombre adulto gritó, pero no lloro más.


Logré mover mis dedos. Keith relajó un poco su agarre en mi
mano. Gracias a él, pude tocar su oreja. Palmeé la marca que
había tallado. Después de eso, dejé salir un suspiro
tembloroso.

—Si yo... muero, esto se... desaparecerá...

Mientras hablaba con una voz moribunda, Keith me miró con


los ojos bien abiertos. Seguí susurrando delante de su cara de
sorpresa.

—Tú... No has hecho nada malo, solo yo, estaba equivocado.

—... ¿Qué? —preguntó Keith.

Sonreí levemente.

—Tú... Yo... Te amo.

Los ojos de Keith se agrandaron. Pero lo decía en serio. Sí, fue


toda mi ilusión. No hiciste nada malo.

Debo expiar... por dejarte una marca sin tu voluntad... Lo


siento. Sonreí. Quizás esta sea la última vez.

—¡Yeon-woo!

Keith gritó. Sin embargo, no pude hablar más. También fue


difícil mantener los ojos abiertos. Más allá de la lejana vista,
Keith siguió llamándome. Pero no pude contestar. Los gritos
de Keith se extendieron por todas partes.

—Por favor... Por favor... ¡No! ¡Yeon-woo, por favor!

Más allá de la lejana vista, lloró.

—¡No me dejes...!
Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 6

Podía sentir la vibración en todo mi cuerpo. Gemí y tosí como


si estuviese enfermo. Pero era solo pensamiento, en realidad,
ni siquiera podía mover un dedo. Ni bien logré levantar un
poco mis párpados, una luz brillante fluyó en mis ojos.
Alguien gritó sobre mí, lo que provocó que los cerrara
inmediatamente.

—¡Yeon-Woo, despierta! ¡Abre los ojos!

Cuando logré abrir los ojos nuevamente en respuesta a los


repetidos gritos, vi la cara de Keith, me miraba. Las personas
en uniformes médicos estaban arrastrando la camilla
apresuradamente. Lo quise alcanzar, pero no pude
moverme.

—¿Estás bien? —pregunté, apenas moviendo mis labios.


Keith me vio con una mirada penetrante. Susurré de nuevo—
. ¿Estás bien?

—¡Maldita sea… ¡Eres tú quien resultó herido, no yo! —gritó


Keith. Pero sonreí levemente. Eso es un alivio.

La cama se sacudió una y otra vez, lo que tensó aún más el


vértigo. Keith tomó mi mano apresuradamente. Le pregunté:

—¿Adónde vamos?

—Necesitas hacerte pruebas, comprobar dónde te lastimaste


y recibir tratamiento… Está bien, todo va a estar bien.

—Bebé.

Apreté mis labios. Keith vaciló y respondió después de un


intervalo de tiempo:

—Va a estar bien.


Poco después de que la camilla pasara por una puerta, Keith
ya no pudo seguirme. Volví a perder el conocimiento después
de ver su rostro pálido que se alejaba.

✤✤✤✤✤✤

Mi cuerpo dolía hasta la muerte. Mi visión estaba


distorsionada y mi respiración se volvió áspera. Apenas
recuperé la conciencia con un gruñido. Me sentía confundido
ante la vista. Quería llamar a alguien, pero no había ningún
sonido. Quizás debido a la ansiedad mi respiración se agitó y
una máquina comenzó a sonar. Luego después de un
momento apareció la enfermera.

—Oh, abriste los ojos. ¿Cómo te sientes? —preguntó


amablemente, pero no pude responder de inmediato.

Cada vez que abría y cerraba los ojos sentía como mi


conciencia se iba y venía de vuelta. En ese momento el dolor
también volvió a mí otra vez. Cuando gemí débilmente y me
puse triste, ella me miró y dijo:

—Duerme un poco más, te hará sentir mejor.

No salió ningún sonido, así que la detuve solamente con la


gesticulación de mis labios. La enfermera se detuvo y se
agachó sobre mí, tratando de escuchar lo que intentaba decir.

Cuando pregunté sin aliento ella sonrió.

—El Señor Pittman está fuera de peligro, así que no se


preocupe. Va a estar muy feliz cuando escuche que Yeonwoo
está despierto. En realidad, estaba tan preocupado que le
prohibí visitarlo por ahora. Estaba muy reacio a irse de tu
lado todo el tiempo.

—…
—Él bebé también está sano. —Con un profundo suspiro de
alivio la enfermera volvió a hablar—: Es un bebé muy fuerte.
Estaba en peligro, pero lo logró. Aún no es momento de sentir
alivio, aunque la crisis ya pasó. —La enfermera sonrió y
agregó—: Gracias a que Yeonwoo no se rindió, él bebe fue
capaz de fortalecerse.

El sentimiento de culpa y tristeza agitaron mi corazón,


entonces respondí débilmente. La enfermera barrió el
cabello de mi cara, como intentando reconfortarme.

—La condición de Yeonwoo ha mejorado


considerablemente. Cuando vino aquí por primera vez,
estaba más preocupada por la neumonía que por los
traumatismos, pero afortunadamente superó bien la crisis—
dijo con la expresión triste—. Ahora no te preocupes y
descansa.

La enfermera agarró la jeringa y la insertó en la intravenosa


que estaba conectada a mi brazo. Después de un momento,
una sensación fría me envolvió y pronto mi cuerpo cayó.

✤✤✤✤✤✤

Desperté sintiendo un dolor sordo al cual ya me había


acostumbrado. Tenía mucha sed.

—Uh…

Gemí levemente y distorsioné el rostro. Inmediatamente


sentí que alguien se movía. Ni bien logré abrir mis ojos, pude
ver como se acercó al borde de la cama. Me era difícil
reconocer la figura debido a que mi visión estaba aún
nublada y el lugar estaba oscuro. Mientras tanto, la persona
me miró y no dijo nada. Sentí mucha ansiedad por el
comportamiento de esta persona, pero de repente me di
cuenta de quién era Keith.
—…

Simplemente me miraba sin decir nada. Era imposible


descifrar la expresión de su rostro mientras estaba parado de
pie con una luz tenue atrás de su espalda. Intenté examinar
su sombría cara, pero, inesperadamente soltó un profundo
suspiro. Se sintió como si fuese a decir algo, pero eso fue todo.
Otra vez Keith cerró su boca.

¿Qué estás pensando? Pronto me volví curioso. ¿Desde


cuándo...? ¿Me estabas vigilando? ¿Estuviste lamentándote de
que la marca no desapareció? Varios pensamientos
envolvieron mi cabeza. Igualmente, Keith seguía en silencio
como hace un momento.

Por fin habló, pero le tomó un poco más de tiempo emitir un


sonido.

—… ¿Te duele mucho?

Su voz tembló ligeramente. Le respondí.

Aún no emití ningún sonido, lo único que se escuchó fue una


mezcla de respiraciones. Keith me miraba en silencio. Tenía
una expresión vaga, como si estuviese perdido. Pude ver su
cara. Se veía muy cansado. Las sombras se notaban mucho
más en su rostro pálido debido a las oscuras ojeras.

Además, viendo su expresión, se veía agotado. Parecía como


si estuvo enfermo durante varios días. Como evidencia, Keith
lentamente barrió su cabello, mucho más lento de lo usual.
Su pelo había perdido su original y perfecta forma, como si ya
lo hubiese hecho varias veces.

Simplemente mire a Keith. Se sentía como si lo estuviera


viendo en ese momento, cuando él vino a la casa de Dane a
buscarme. Parecía como si una esquina de mi corazón se
abriera. Odie tanto a este hombre, pero ahora pensaba que
eso ya no importaba. Me daba pena. Eso era todo.

Mientras intentaba ocultar la incomodidad, finalmente noté


un vaso en la mesa.

—… ¿Qué?

Keith preguntó al notar mi mirada. En vez de responder,


señale el recipiente con el dedo. Keith caminó como si se
diera cuenta después de un momento. De repente vino a mi
memoria un recuerdo sobre antes, cuando me trajo el agua
del mismo modo. Cuando regresó, metió su brazo bajo mi
hombro y me sentó a medias. Después de tomar agua con su
ayuda, logre emitir un sonido.

—Gracias.

Mientras sonreía ligeramente de pronto el rostro de Keith se


distorsionó. Me acostó de vuelta y caminó hasta la mesa. Bajó
el vaso y miró hacia el techo. Como si intentase tolerar varias
emociones a la vez, Keith permaneció en silencio por un
momento. Me pregunté qué estaba pensando. Sus hombros
se sacudieron como si diera un suspiro profundo y
finalmente abrió la boca.

—…No vuelvas a hacer eso.

Solo parpadeé y de repente comencé a toser. Keith se volteo


hacia mí. Agité mi mano ante su cara que de pronto se puso
rígida, en señal de que estaba bien. Por suerte la tos paró.
Keith quien me miró fijamente por un buen momento de
pronto escupió:

—Dilo. Nunca más lo volverás a hacer.

—…

—Yeonwoo.
Me vi forzado a responder ante la voz baja que salió como si
fuese una amenaza.

—No lo sé. Mi cuerpo se movió por sí solo en ese entonces.

Esta vez Keith estaba en silencio. Dije apresuradamente:

—Quizás la próxima vez.

—¡Tú…!

Keith rechinó sus dientes. Se enojó cuando no hice lo que él


quería. Dije obstinadamente, de todos modos, no había nada
que perder.

—Solo no tienes que estar en peligro.

—…

Keith me miró en silencio durante un tiempo, soltó un feroz


suspiro y se frotó la cara con ambas manos. Lo mire en
silencio. Keith estaba ahí como reprimiendo emociones.
Finalmente abrió la boca.

—¿Qué demonios quieres de mí?

—No quiero nada.

—¡Dime! ¡Maldición!

Keith grito. Mientras miraba sus ojos inyectados en sangre,


pensé: ¿Qué debería decir para aliviar a este hombre? Me sentí
triste por alguna razón, así que respondí. Solo esta vez, se
sincero.

—Está bien.

—Haaa.
Keith exhalo fuertemente. Sus ojos color púrpura estaban
temblando ansiosamente y mirándome fijamente. Abrió y
cerró su boca repetidamente, hasta que por fin emitió un
sonido. Con una voz completamente abrumada.

—… Por favor.

—…

—Por favor no más, no hagas nada por mí. ¡Es un favor, te lo


ruego!

Escupió violentamente como dejando fluir todo el


resentimiento y seguido de eso, dejó la habitación. Enseguida
pude ver a hombres vestidos de trajes negros a través de la
puerta que se cerró con un estruendo.

✤✤✤✤✤✤

Cuando volví a abrir los ojos, por supuesto, estaba solo en la


habitación del hospital. Mientras dormía, parecía que mucha
gente iba y venía, pero curiosamente ahora no había nadie.
La enfermera también me dijo que había varios
guardaespaldas afuera de la puerta vigilando las 24 horas.

Charles, que vino al hospital al día siguiente, me dijo varias


cosas. El conductor que intentó secuestrarnos pertenecía a
un grupo pseudo-religioso al que pertenecía el hombre que
atacó previamente a Keith.

Era un grupo que definía a los Alfas extremos como


demonios y desencadenaba ataques hacía ellos de vez en
cuando. Sin embargo, el hombre que corrió hacia Keith fue
arrestado, sin mucho progreso, dejando solo un corte en su
brazo. Después de eso, escuché que se suicidó en prisión
mientras ejercía su derecho a permanecer en silencio sin
importar lo que le dijeran. No obstante, fue una muerte
sospechosa en muchos sentidos. Whitaker, quien dio la
noticia en ese momento, dijo haciendo una mueca, que tenía
dudas. Desde entonces, pasó el tiempo sin más interés por el
incidente. En ese momento, hubiera sido bueno, ser más
cuidadosos e investigar más. Lo lamente, pero ya era
demasiado tarde.

Después del arresto, el conductor confesó todo. Mintió


deliberadamente que la carretera estaba cerrada y lo indujo
a quedarse en el hotel por el día. Quizás se tomó el tiempo
para informar a sus superiores e hizo planes detallados
durante la noche. Charles estaba más conmocionado por el
incidente. Por lo general, era famoso por su contratación
exigente.

Cualquier empleado recién contratado ni siquiera podía


acercarse a Keith. La limpieza de habitaciones también fue
posible después de años de empleo y algo de confianza.
Escuché que el conductor también había trabajado durante
casi 10 años. Sin embargo, al escuchar que casi le quita la vida
a su empleador, por supuesto, me sorprendió.

—Ha estado en la religión desde que su hija comenzó a


enfermarse —dijo Charles con seriedad—. Lo he estado
visitando.

No fue así desde el principio, y dado que sucedió en el


camino, parecía una sutil súplica de que no era su
responsabilidad. Por supuesto que yo también lo pensaba.

—No sabía que había un dispositivo de ese tipo en el coche,


pero me alegro de que no haya pasado nada, gracias a eso.

Charles respondió con la cara en blanco y una leve sensación


de orgullo.

—Después del último ataque terrorista, le pedí al Sr. Pittman


que colocara un dispositivo secreto en el auto. Me alegro de
que haya sido útil.
Cuando le di las gracias, sonrió por primera vez. Charles, que
estaba a punto de regresar, de repente añadió:

—Oh, el Sr. Pittman estará fuera por unos días en un viaje de


negocios urgente.

—... ¿Cuántos días?

Asintió con la cabeza cuando se lo pregunté casualmente.

—No sé el horario exacto en el que volverás después de que


se solucione el trabajo.

Tuve que decir está bien. Charles se despidió brevemente y


salió de la habitación. Pasé un tiempo fingiendo estar bien y
sin saber porque me sentía vacío.

✤✤✤✤✤✤

La visita de Emma fue dos días después. Excepto por el dolor


ocasional en todo mi cuerpo, estaba aburrido, llenando sin
sentido el tiempo. Ese día, también, pasé los canales de
televisión y miré el reloj. De repente escuché un golpe y
Emma entró.

—¡Emma!

—¡Yeon-woo!

Ella se acercó apresuradamente y compartió un abrazo


conmigo.

Cuando aflojó los brazos y me miró, rápidamente distorsionó


su rostro como si estuviera llorando. Si me hubieras visto
cuando me lastimé por primera vez, es posible que te hayas
desmayado, pensé.

A pesar de que las intravenosas ya no encajaban y todo lo que


tenía que hacer era ponerme una inyección de analgésicos
antes de acostarme, los ojos de Emma todavía me veían como
a un paciente crítico. Quizás debido a los rasguños y heridas,
las tiritas y los vendajes estaban por todas partes.

—Oh, Dios mío, escuché que te lastimaron mucho, pero…

—No es tan malo como parece. Además, ahora estoy mucho


mejor, Emma.

Lo dije con una sonrisa, esforzándome a actuar calmado. Al


mismo tiempo, las costillas me dolían.

—¡Mentira!

Emma volvió la cabeza a toda prisa y me miró después de


sollozar. Había una sonrisa en su rostro. Lamentó llegar
tarde, y continuó hablando.

Dijo que hoy se tomó un día libre para ir al hospital con su


madre. Mientras tanto, acudió a la visita que había estado
intentando realizar desde hace tiempo.

—Estaba tan distraída por una serie de cosas inimaginables.


—Emma acercó una silla y se sentó—. Después de que
Yeonwoo renunció, la compañía es un lío. Todos están
trabajando duro, pero los nuevos reclutas no fueron de
mucha ayuda y todos esperaban que pudieras mejorar y
trabajar de nuevo.

Ella me miró una vez y suspiró.

—Tendré que esperar un poco más.

—Emma lo está haciendo bastante bien.

Emma negó con la cabeza cuando la animé.

—En realidad no… Es solo que apenas estoy aguantando.


—Emma.

Cuando la llamé por su nombre de forma seria, Emma me


miró a la cara. Dije, mirándola directamente a los ojos.

—Si te lo dejé a ti, Emma, es porque pensé que serías lo


suficientemente capaz de hacerlo. No me digas que me
equivoque.

Las mejillas de Emma se sonrojaron levemente ante el


comentario.

—Lo siento, gracias.

Ella, que alternativamente hablaba palabras contradictorias,


rápidamente cambió de tema.

—Es cierto que hay más trabajo. Después de que Yeonwoo


desapareció, el Sr. Pittman estaba loco. Pensé que la empresa
iba a quebrar.

—De ninguna manera.

Emma prosiguió con seriedad:

—A menudo cancelaba las reuniones cuando no se podía


concentrar en ellas, y algunos días no iba a trabajar, así que
verificaba su estado y no podía ni levantarse, porque estaba
borracho. Lo pasé muy mal porque todo su cuerpo olía a
alcohol.

Era nuevo para mí e inesperado, la miré sorprendido.

—El Alfa dominante no se emborrachaba fácilmente...

¿Es algo diferente cuando la marca está grabada? Emma me


negó con la cabeza cuando pensó en ello.
—Entonces ¿cuánto crees que ha bebido? Fue lo suficiente
para que Charles se quejara conmigo más tarde. Dice que ha
escondido algunos de los vinos premium, antes que agotara
todo lo que Pittman ha almacenado. Además, parece que
bebía mucho vodka, whisky.

—…

—Jane pensó que sería el primer Alfa dominante en morir de


alcoholismo.

De repente, se me ocurrió que, cuando vino a verme, había


perdido mucho peso y se veía demacrado. Aunque está mejor
que entonces, todavía se ve menos guapo que antes.

Ella volvió a sacudir la cabeza y murmuró:

—¡Oh, Dios mío! He trabajado durante años, pero nunca vi al


Sr. Pittman tan destrozado. Siempre lo he visto en perfecto
estado. Hubo momentos en los que estaba borracho y venía
a trabajar sin corbata o su cabello estaba todo enredado.

No le dije nada a Emma, que suspiró. No lo podía creer. ¿Keith


se fue a trabajar con el pelo despeinado y sin corbata? Quizás
Emma no lo soñó. Es cierto que todos tuvieron la misma
experiencia. Pero Keith nunca ha mostrado una cara así
delante de mí. Incluso antes de que me escapara, incluso
después de que regresara, él siempre fue perfecto. Emma
continuó quejándose, sin darse cuenta de mi mente confusa.

—Fue durante una reunión en la empresa... ¿Cómo pudo


decir eso? Tomó un par de decisiones erróneas y casi se
canceló la película, y escuché que perdió mucho dinero.
Pensé que se iba a la quiebra. —Sacudió la cabeza y continuó,
sin pensar—. Me alegro de estar trabajando un poco estos
días. Todos piensan que esta película es realmente la última
oportunidad. La he estado esperando últimamente, pero…
Todos están haciendo su mejor esfuerzo porque creo que
podremos ganar unas cuantas veces más de lo que hemos
perdido hasta ahora. Por otro lado, si falla, todo se acaba.
Hemos invertido tanto.

¿Cuál fue la película que se estrenó esta vez? Emma me dio el


título mientras buscaba en mi memoria.

Ah, y pronto lo recordé. Fue una película protagonizada por


Chase Miller. Se dice que se está filmando la película del
último contrato que anuló y causó problemas... La película
también fue toda una aventura, pero la victoria o la pérdida
de dicha película que se estrenaría esta vez, era más urgente
que si el experimento de cambiar los roles a la película, con
todo tipo de daños y molestias tuvo éxito. También estaba el
papel principal de Chase Miller, por lo que garantizaría cierto
grado de éxito de taquilla. Pero necesitaba un "gran golpe" no
un "hasta cierto punto".

—Funcionará —dije enfáticamente.

Tenía que estar bien.

Emma también asintió con una mirada seria.

—Tiene que funcionar. —Pronto cambió de tema—. Todavía


hay mucho trabajo, pero muchas cosas el Sr. Pittman las
dirige personalmente. Compró un terreno, solicitó a alguien
para que realice la construcción, estoy ocupada manejando
esas demandas. Y él está ocupado haciendo la construcción y
siempre sale del trabajo a tiempo.

Emma rápidamente apretó los labios.

—Entonces tenemos que quedarnos y arreglar todo para


poder revisarlo y ocuparnos de ello al día siguiente tan
pronto nos ponemos a trabajar. Por supuesto que hay
beneficios adicionales, pero quiero encontrar mi vida antes
que el dinero. Es muy ajetreado y el nuevo recluta no ayuda
en absoluto e incluso, si intentas reclutar a más personas, no
puedes hacer esto o aquello, porque de todos modos se
necesita tiempo para enseñar.

Para ella era tan natural quejarse. Aunque estaba herido,


sentí pena por mí mismo, por estar acostado en el hospital.

—¿El novato es tan malo en el trabajo?

Cuando se lo pregunté con ansiedad, ella negó con la cabeza


con aire enfermizo.

—No fue muy bueno cuando tuvimos la entrevista por


primera vez. Se veía un poco estúpido, tartamudeaba sin
importar lo que le preguntara e incluso chocó con la puerta
mientras me saludaba al salir. Por eso me preguntaba si
podría trabajar para el Sr. Pittman, pero Jane y Rachel dijeron
que estaban bien y, sorprendentemente, parecía haber
disfrutado de la entrevista con el Sr. Pittman... Bueno, ¿estaba
loco el Sr. Pittman en ese momento? Si tuviera otra entrevista
ahora, lo rechazaría de inmediato.

Al verla negar con la cabeza de nuevo, sentí algo extraño.

—¿El nuevo empleado es Beta?

—Es un hombre y es Alfa. En cuanto a los documentos de


solicitud, su carrera fue buena y se veía bastante competente,
pero cómo se golpea la nuca de esa manera con la puerta.

Ella apretó los puños con resentimiento. Oh, Dios mío, y pensé
profundamente. Pero la extraña sensación no desapareció.
Cuando le pregunté sobre su trabajo en la empresa, agregué
algunas preguntas sobre los recién llegados. Y después de
escuchar la respuesta de Emma, la conclusión que salió fue:

—¿No se enamoraría de Emma a primera vista?

—¿Qué?
—Creo que es una historia posible. ¿No se está enamorando
de Emma y cometiendo errores y tartamudeando? ¿Lo odias
tanto?

—No está mal. Como sabe Yeonwoo, Alfas y Omegas son en


su mayoría guapos.

Sí, y estuve de acuerdo. Esto se debe a que hay muchos casos


en los que la apariencia cambia después de la expresión o
debido a los rasgos originales Alfa u Omega, la apariencia es
excelente desde el nacimiento. Excepto en el caso de mí, que
había mutado de un Beta a Omega.

Emma continuó:

—Es solo un hombre estúpido. No puedo creer que se haya


enamorado de mí.

—¿Por qué piensas eso?

Me sorprendió porque Emma respondió:

—No hay ninguna razón para eso.

—¿...? Oh. De qué estás hablando No lo dices en serio.

Emma parpadeó. Parecía decirlo en serio. Me reí mucho.

—Emma es lo suficientemente hermosa, pero no sé, por qué


piensa de esa manera.

—¿Belleza? ¿Yo?

—Por supuesto. Josh también es tan guapo, ¿no? ¿Es la


sangre?

—Josh es guapo, pero yo no…


Inesperadamente, no parecía muy segura. Ella era tan
hermosa y extraña. Cuando inclinó la cabeza, Emma logró
mantener sus palabras.

—Me han comparado mucho con Josh desde que era niña.
Josh es un chico guapo, pero yo soy simple, así que...

—Si Josh naciera como mujer, tendría tu rostro, Emma —dije


con firmeza. Emma parpadeó con ojos sorprendidos. Añadí
con confianza a una mujer dudosa—: Por supuesto que eres
una belleza.

Ella me miró desconcertada y pronto sonrió con amargura.

—No me hagas sentir emocionada porque no vas a ser mi


hombre.

No hubo nada que responder a ese comentario. Cuando


sonrió torpemente, Emma dijo de buena gana:

—No le agradaba a la gente que siempre me gustó. He tenido


un par de confesiones, pero eran tipos musculosos y no me
gustan tanto los deportistas… Algún día aparecerá alguien
que se adapte a mí.

Más tarde, al verla suspirar, me apresuré a cambiar de tema.

—El Sr. Pittman debe estar ocupado en un viaje de negocios.


¿Quién lo siguió en este viaje de negocios? ¿Rachel o Jane?

Al ver el trabajo restante de Emma, que normalmente no se


retrasaba, fue que pensé que cuando saliera la ayudaría, si
me sentía mejor, Emma inclinó la cabeza y dijo:

—El Sr. Pittman está de vacaciones.

—¿A qué te refieres con vacaciones? —pregunté,


sorprendido por las palabras inesperadas—. Charles dice
que está en un viaje de negocios... ¿No es eso? ¿Son
vacaciones?

Mi corazón latió de repente. Los recuerdos de odio revivieron


y mis palmas se mojaron. Emma parpadeó, avergonzada,
porque mí agitación había salido a la luz.

—Uh... No... No está en un viaje de negocios. Yo me estoy


ocupando de la compañía. Son unas vacaciones, y fueron de
repente, Charles llamó y entró en pánico toda la oficina.
Además, estará fuera por lo menos una semana, así que no
saben cómo proceder…

La miré a la cara sin comprender. Emma me miró y preguntó


con cuidado:

—Bueno, cualquier error que cometí...

No, debería haber dicho que estaba bien, pero mis labios no se
movieron. Mi cabeza estaba hecha un desastre. Finalmente,
recordé a Keith, quien me estaba gritando. ¿Qué diablos está
pasando aquí?

—... Charles.

Me las arreglé para abrir la boca.

—¿Te pondrás en contacto con Charles…? Yo… Eh, quiero


verlo. Ahora mismo.

—...

—Ahora mismo.

Emma llamó al teléfono celular de Charles, avergonzada.

✤✤✤✤✤✤
Charles llegó al hospital en menos de dos horas. Emma se
apresuró a regresar después de despedirse. Solo, esperando
a que viniera, estaba muy nervioso cuando apareció Charles.

—¿Qué está pasando, Yeonwoo? ¿Hay algo que necesites?

Su actitud inusual me hizo pensar que Emma podría haberse


equivocado en algo. El rostro de Charles mirándome no
mostraba signos de desgana ni de ocultar algo. Pero siempre
fue así. Cuando recordé el rostro de Charles, que apenas
había revelado su expresión, tarde, pregunté sin levantar
dudas:

—Escuché que el Sr. Pittman está de viaje de negocios,


¿verdad?

—Así es —respondió de nuevo sin vacilar. Pero sentí una


extraña sensación de incompatibilidad.

—¿Cuántos días? ¿No sabes el horario exacto?

—Sí. Recibirás una llamada cuando hayas terminado. No sé


cuánto tiempo tomará ahora.

Pregunté con sospecha:

—La oficina de secretaría dijo que se fue de vacaciones

—No lo sé. Emma a menudo comete errores.

—¿Tiene sentido que la secretaria que administra el horario


del empleador no pueda diferenciar entre vacaciones y viajes
de negocios?

Charles guardó silencio por primera vez. No hubo ningún


cambio en su expresión, pero no se perdió el sudor frío que
fluía por un lado de su frente.

—Está bien si el Sr. Pittman tiene un nuevo compañero.


—Realmente no.

Medio desesperado, Charles lo negó de inmediato. Pero no


me rendí e hice otro movimiento.

—Sería mejor si el Sr. Pittman fuera a ver a alguien más. Yo


también quiero ver a alguien, así que… ¿Podrías ponerme en
contacto? No tengo un teléfono celular.

Hablando con bastante valentía, me miró a la cara por un


momento. Sospechaba si estaba mintiendo, pero incluso
sonreí descaradamente. Charles, que no tenía nada que decir,
finalmente confesó la verdad.

—Yeonwoo, no hagas eso. El Sr. Pittman no está saliendo con


nadie... Es solo que ha llegado su RUT.

No pude reaccionar de inmediato.

—... ¿RUT?

—Sí. —Charles prosiguió con seriedad—. Se fue a la isla. Hay


una isla deshabitada a la que va en momentos como este...

—He oído hablar de eso. Entonces ¿por qué se fue?

Charles respondió como si fuera obvio:

—Porque no hay otra manera de pasar el tiempo.

Estaba aturdido en ese momento.

¿Por qué me evitaste? Charles me miró medio confiado y


añadió insignificantemente.

—Está bien. No es la primera vez, ya ha pasado dos...

Dudé ante el comentario inesperado.

Sí, dijiste que compraste una isla. Tuviste dos RUT, sin mí.
Me mareé por un momento y parpadeé a toda prisa. No
importa cuán marcado esté el Alfa dominante, si continúa
pasando el RUT solo de esta manera, seguramente se
romperá en alguna parte. ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué
fuiste solo? Si me lo hubieras dicho... De repente lo pensé. ¿Qué
hubiera pasado si lo hubiera hecho?

—¿Yeon-woo?

Charles habló, preguntándome.

Pero no pude responder fácilmente. Es fácil fingir que no lo


sabes. Todo lo que tienes que hacer es esperarlo. Quizás eso es
lo que quiere Keith. ¿No esperabas eso también? ¿Quizás lo
supiste desde el momento en que lo marcaste? Sabías que Keith
estaría completamente solo. ¿Qué diablos quieres de mí? En el
momento en que recordé el grito de Keith, me di cuenta de lo
que quería ahora.

—¿Dónde está la isla? —Charles parpadeó sorprendido por


mi pregunta. Lo tomé del brazo con una mirada seria en mi
rostro—. Estaré en camino ahora mismo, por favor
prepárate.
Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 7

La isla estaba en total calma. No había otro sonido más que el


de las olas. Realmente era un lugar completamente aislado.
¿Cómo encontraste una isla así?Tenía mucha curiosidad. Por
otro lado, me di cuenta que existen innumerables islas
desiertas en el mundo y también innumerables personas
abandonadas. Completamente solas.

—¿No es peligrosa esta isla en caso de un tifón o desastre?

Charles respondió:

—El clima seguirá despejado durante al menos un mes. No es


una zona de terremotos y casi no hay riesgo de desastres
naturales. Hasta ahora no ha sucedido nada.

Asumí que Keith no compraría cualquier isla. Asentí y dije:

—Entonces... Por favor regresa pasado mañana. La mayoría


de las feromonas se agotarán dentro de 2 días por lo que
podrá regresar a la mansión después de ese tiempo.

Charles inclinó la cabeza como si tuviera alguna sospecha,


pero finalmente dijo:

—Lo haré.

Sorprendentemente, la pequeña isla estaba equipada con


todo. El lugar para aterrizar los helicópteros se construyó
sobre el techo de la casa. Cuando bajé del helicóptero y
comencé a bajar por las escaleras, el helicóptero despegó.

Ahora, realmente, solo Keith y yo nos quedamos en esta isla.

—Aahh...

Dejé de caminar y retorcí mi cara. De vez en cuando mi


cuerpo dolía, probablemente porque los moretones aún no
se habían curado por completo. Respiraba con dificultad y
me movía lentamente apenas tocando el suelo.

La escalera de caracol conectaba con un pequeño jardín.


Cuando di la vuelta alrededor de una linda piscina, pude ver
el interior de la casa. La puerta estaba completamente
abierta. El clima era increíblemente bueno. Esta isla pequeña
con un infinito cielo azul era verdaderamente un paraíso. Por
un momento pensé que sería bueno vivir el resto de mi vida
en un lugar así. Por supuesto esto sería aburrido, pensé
fríamente. Estaba obsesionado con la vida urbana más de lo
que pensaba, así que no podría vivir sin los beneficios de la
civilización y la interacción social. No importa que aquí haya
de todo, uno no puede simplemente seguir mirando las olas.

Entre en la casa, pero no pude ver a Keith por ningún lado. El


espacioso living con piso de madera garantizaba una
excelente vista desde cualquier lugar. Múltiples puertas
corredizas estaban completamente abiertas por lo que la
fresca brisa entraba por todos lados. Atravesé la sala de estar
que contaba con nada más que una mesa de té y me dirigí al
segundo piso. Seguramente habrá un dormitorio y Keith
estará ahí. Cuando subí las escaleras encontré otra sala de
estar. La mitad de mi sospecha no fue acertada y la otra mitad
si fue correcta.

Keith.

Trague saliva en seco. Él estaba dándome la espalda, sentado


en una silla, mirando al extenso mar. Miré la botella de vino y
una copa a medio terminar sobre la mesa, parecía que estaba
bebiendo solo. Debió escuchar el helicóptero, pero Keith no
decía nada. No parecía que le interesara que alguien viniera.
Por supuesto ni siquiera se le pasaba por la mente que sería
yo, si alguien quisiera matarlo no podría ser más fácil. De
repente el terror vino a mi mente y un escalofrío pasó por mi
columna. Respiré silenciosamente. El olor de las feromonas
era más denso de lo normal, pero aún no tan peligroso.

¿Estabas aquí solo como un cangrejo esperando a que llegue tu


RUT? ¿Cuántos días tuviste que soportar en soledad cada vez?
Me sentí raro. ¿Debería alegrarme y reírme de él en un
momento así? ¿Debería sentir este sentimiento tan triste?

Keith dejó de intentar llenar la copa de vino y de repente se


dio la vuelta. Nuestros ojos se encontraron sin ningún previo
aviso. Sentí vergüenza, pero parecía que Keith estaba aún
más avergonzado que yo. De pronto la silla cayó hacia atrás
con un fuerte estruendo. Él se puso de pie bruscamente.

—... ¿Cómo es que estás aquí?

La voz de Keith tembló ligeramente. En ese momento, mi


mente, que estaba pérdida, encontró su camino.

—... Charles me trajo. ¿No escuchaste el helicóptero?

Agregué en broma y él murmuró sin comprender:

—De acuerdo... ¿Y Charles?

—Él se fue.

—…

—Yo insistí y dije que vendría. No culpes a Charles —dije en


voz baja. Keith aun no respondía así que bromee
intencionalmente—: Teniendo a tu propio Omega, eres el
único Alfa pasando su RUT en soledad.

Keith dijo de inmediato:

—Soy un Alfa dominante.


¿No es esto aún más miserable, justo porque eres un Alfa
dominante? Lo pensé, pero no me atreví a decirlo en voz alta.

—De todas maneras... —Cambie el tema—... ¿Por qué viniste


aquí solo? ¿Ni siquiera me lo vas a decir?

—Mejor tú… ¿Cómo lo supiste?

Esta era la primera vez que Keith tartamudeaba. Me reí


porque era algo fascinante e interesante.

—Como Charles intentaba cubrirte le dije que quería


encontrarme con otro hombre. Luego de me dijo que no
hiciera eso.

¡¡Sorpresa!! Quise gritar, pero apenas me contuve. El rostro


de Keith parecía sorprendido, pero comenzó a distorsionarse
gradualmente. No parecía enojado, pero después de pensar
comenzó a rechinar los dientes.

—¿Tenías pensado encontrarte con otro hombre?

—Huh.

Le respondí naturalmente a Keith quien repitió mis palabras.


Keith se detuvo por un momento y pronto frunció el ceño y
entrecerró los ojos.

—… ¿De verdad?

—Sí.

De nuevo asentí delicadamente.

Keith exhaló ruidosamente. Pensé que fue malo, pero ya


pasó. Si a una persona ya no le queda nada, entonces no tiene
por qué temer. Eso fue exactamente lo que hice.
—Todas las mentiras que dije se han acumulado como si
fuese un enorme camión. ¿Qué diferencia hará una mentira
más?

Keith se quedó absolutamente sin palabras. Agitó su cabeza


y su mente voló otra vez. Abrió y cerró su boca, levantó y bajó
sus manos, miró al cielo y hacia abajo. De repente agarró la
botella de vino. Miraba en silencio como bebía de un solo
trago el vino vertido en la copa, como si fuese una cerveza.
Dije en voz baja:

—No tienes por qué ocultarte en un lugar como este… Y


beber estas cantidades.

Keith volteo y me miró con una mirada aguda.

—Lo escuche de otras personas. —Apartó la vista y dijo en


voz baja—: Esto ya es el pasado.

—Pero tú sigues bebiendo.

—Esto…

Keith intentó decir algo, pero se contuvo. De pronto note que


trago saliva.

—¿Es insoportablemente doloroso si no estás borracho?

No dijo nada más otra vez. De pronto, sentí dolor en un rincón


de mi corazón.

—Es tan estúpido aguantarlo en soledad.

Keith corrió su pelo y suspiró pesadamente. De pronto


parecía horriblemente cansado.

—Entonces ¿debería verter mis feromonas en ti y hacerte


llorar otra vez?
Me sorprendí ante esas inesperadas palabras. Keith continuó
siendo sarcástico:

—¿Y si me follas para después escapar otra vez? ¿No estaría


tan mal, no es así?

Oh me di cuenta de repente... ¿Este hombre le tiene miedo a


algo? Era una emoción que nunca había sentido viniendo de
Keith, hasta ahora. Siempre fue un hombre que se reía de los
demás, no escondía su desprecio, era sarcástico y pisoteaba
a otros con indiferencia.

—…Si lo hubiese odiado tanto no hubiese llegado hasta aquí.

Ante mi tono tranquilo, él se rio cínicamente.

—Y volverás a abandonarme.

—¿Cuál es el punto al decir eso? ¿No debería ser yo quien se


preocupe por eso? Fuiste tú quien me abandonó primero.

Fruncí el ceño y Keith se detuvo en silencio. El sonido regular


de las olas resonaba en mis oídos. Keith abrió la boca. En ese
preciso momento una gran ola golpeó la roca debajo de la
mansión. Después de eso, su voz ahogada llegó a mis oídos.

—No te abandone.

—…

—Aunque simplemente no admití… que no eras solamente


un compañero sexual. —Keith suspiró y continuó—: ¿Estoy
siendo castigado?

Keith sonrió amargamente y me miró con los ojos bien


abiertos. Como si ya supiera todo.

—Ni siquiera logré marcarte.


—…

—Siempre podrás cambiar de parecer y después me dejaras.

Se estaba haciendo todo un rollo. ¿Qué le pasará a Keith si lo


dejo en soledad? ¿Permanecerá solo por siempre y se volverá
loco, igual como me pasó a mí? Abrí mi boca.

— Sí, te odié hasta la muerte —dije en voz baja, él no


respondió nada así que continué hablando—: Hubo
momentos en los que quería acabar con todo y muchas veces
lloré porque te odiaba. Estaba tan herido que pensaba que no
quería volver a verte jamás. Me dije a mi mismo que era
mejor estar solo, en vez de seguir dañando mi corazón de esa
manera.

Miré fijamente la cara de Keith.

—Y entonces ¿qué?

Keith se detuvo y agregue en voz baja:

—Eso es amor.

Aún estaba en silencio. El sonido de las olas seguía


desvaneciéndose.

—Esto duele, duele, duele, duele. Besarse y reconciliarse.


Volver a confesar los sentimientos y abrazarse para no
sentirse solo.

—…

—Si esto no es amor, entonces ¿qué es?

—…

—¿De qué diablos tienes miedo? —Mi voz tembló


levemente—. Aunque estuve tan herido y angustiado. Este
amor jamás se detuvo. —Escupí con una voz llena de
emociones—: ¿Por qué intentas huir de esa manera?

Keith mordía sus labios. En el momento que soltó sus labios,


inmediatamente dejó salir un susurro. Intentó decir algo,
pero se detuvo. Yo seguí esperando en silencio. Finalmente,
Keith confesó:

—Te amo.

La cara de Keith se distorsionó. Sentí como si él estuviese a


punto de llorar, como paso aquel día.

—Lo único que puedo hacer para demostrarlo es usando el


dinero… Pero no puedo expresar todo lo que siento con eso.
—Eventualmente cubrió su cara con ambas manos—. Dios
mío, tengo tanto miedo de que no vuelvas a amarme…

Solo lo estaba mirando. Las emociones desbordantes de


Keith me invadieron. Él y yo estábamos completamente
solos. Incluso estando juntos, la soledad no pudo ser llenada.
La razón fue una. Moví mis pies, me acerqué a él, paso por
paso. Para no seguir estando en soledad, silenciosamente
agarré su mano. Seguramente se dio cuenta que me estaba
acercando. Él seguro sintió mi aroma.

—¿Quieres que confíe en ti?

Los ojos de Keith temblaron. Yo susurré silenciosamente:

—Entonces deja tu marca sobre mí. —Sentí su mano rígida


mientras lo tenía agarrado. Seguí hablando—: Si realmente
me amas, pruébalo, márcame una y otra vez. Hasta que la
marca quede fija.

Lo mire con una sonrisa cínica mientras él permanecía en


silencio.

—¿O acaso eres un cobarde?


Inmediatamente la expresión de Keith se volvió sombría.

—No vuelvas a decirme que soy un cobarde.

—Entonces demuéstralo.

Lo provoqué, pero él seguía sin poder tocarme. Abrí


levemente mi boca mientras el miraba mis orejas, con una
expresión llena de anhelo y temor.

—No me importa si no me amas.

—…

—Ahora ya no importa. —De repente mis ojos se pusieron


calientes. Apenas exhalé y confesé—: Porque yo si te amo.

Keith guardó silencio por un tiempo. Simplemente me miró y


abrió la boca. Soltó una voz temblorosa que escuché por
primera vez en mi vida.

—¿Qué debo hacer para que me creas? —Su rostro se


distorsionó por la desesperación—. Dios, puedo hacer
cualquier cosa, mientras me ames nuevamente.

Mirándolo a los ojos enrojecidos, dije:

—Solo...

La voz tenue estaba perturbada por el aliento.

—Solo ámame. —Barriendo sus ojos, silenciosamente


susurré—: Mi Alfa.

Keith recorrió mis labios con su aliento áspero. Cerré mis


ojos y lo abracé con todas mis fuerzas.

—Yeonwoo.
Keith susurro mi nombre y superpuso sus labios sobre los
míos. Los froto, mordió, chupó. No era suficiente solo
abrazarlo por lo que subí su camisa y acaricié su cuerpo
desnudo como loco. Keith me empujo y ambos caímos al
suelo, como peso muerto. Un gemido escapó de las
profundidades de mi garganta. Sus feromonas se
derramaron por todo mi cuerpo. Su dulce aroma recorrió mis
venas como una feliz canción de amor. Mi parte baja
comenzó a humedecerse, todas mis células deseaban a este
hombre. Lo empujé apresuradamente y me subí sobre él. Él
besó mi cuello y clavícula, inhalando el aroma.

Mientras el cerebro se sumergía cada vez más en las


feromonas, el placer se volvía más intenso.
Instantáneamente sus ojos se volvieron dorados, para volver
a su color púrpura otra vez. Su RUT estaba llegando. No pude
aguantar y pasé mi lengua por sus párpados. Keith sabía
amargo, pero no me detuve.

—Ah, ah, ah, ah…

Los gemidos y la respiración agitada se mezclaban y fluían


desordenadamente. Mi corazón estaba agitado. Movió su
lengua y la dirigió hacia mis mejillas, orejas y boca. Pronto,
nuestros labios se engancharon y deslice mi lengua en su
boca. Mientras me movía encima de Keith, me quite los
pantalones. Todo lo que tuve que hacer fue enseñar mis
nalgas y Keith instantáneamente agarró mi carne y sus dedos
vagaron en busca de un agujero.

—¡Ahh...!

Finalmente, su grueso dedo presionó mi entrada, penetró en


el agujero palpitante y lo acarició por mucho tiempo.

—¡Yeonwoo! —gritó mi nombre y frotó sus labios.


Su respiración era acelerada e intensa. Las feromonas se
volvieron más espesas y llenaron completamente el aire y el
ambiente. El razonamiento de Keith desapareció
gradualmente. Me pregunté si el tiempo en que sus ojos se
volvían dorados, se alargaba y de repente un dorado brillante
centelló como llamas. Keith agarró ambos lados de mis
caderas y abrió la entrada con sus dedos.

Dedos gruesos entraron en mí y sacudieron mi empapada


pared interior. El líquido se derramó sobre sus manos,
muñecas y estaba goteando sobre su abdomen. Cada vez que
los dedos de Keith se estiraban, la presión se intensificaba,
pero pronto se hartó. Rápidamente su rostro se distorsionó.

—… Ugh.

Keith gimió viciosamente, mostrando sus dientes afilados.


Mientras yo estaba nervioso por la penetración, su pene
erecto me tocó.

—Ah… ¡Ahh! —grité sinceramente, sin darme cuenta.

Su pesado pene entró en mí, extendiendo salvajemente mi


interior como si estuviera a punto de romperme. Respiré
hondo, pero no logré calmarme. Mi cuerpo entero parecía
arder. Mi estómago hervía y todo mi cuerpo temblaba, no
pude superar la pasión. ¡Oh, qué debo hacer!

Busqué los labios de Keith, susurré y los froté como loco. Mi


celo también llegó. Esto no se debía a sus feromonas.

Es porque estoy tan emocionado, quiero tanto tener a este


hombre, quiero tragarlo más adentro de mí, más profundo.

Todo mi cuerpo se derretía con feromonas. Mi parte baja


estaba completamente empapada y todo mi cuerpo ardía
solamente para Keith.
Quiero que estemos conectados más profundamente. Quiero
devorar por completo a este hombre.

—¡Ah, ahh, aaah…!

Gemí como si me cortaran por la mitad y palmeé su espalda


ligeramente. Sacudí todo mi cuerpo de arriba hacia abajo y
me tragué su pene por completo.

—¡Oh, Dios mío! ¡Maldita sea!

Keith me empujó, escupiendo insultos. La posición cambió y


llegó hasta el fondo de inmediato.

Convulsionado con un grito agudo, creo que perdí la cabeza


por un tiempo. Cuando abrí los ojos, Keith estaba sobre mí.
Las feromonas oscuras estaban por todas partes.

Oh, esos ojos dorados.

Extendí mi mano y le rodeé la mejilla. No quedaba más razón


para Keith. Fue solo un golpe, otro golpe y otro. Infló su pene
como lo hizo aquel día. El estómago se hinchó hasta el punto
de romperse. Pero tragué un gemido y lo abracé con más
fuerza.

Tienes que esparcirlo más. Tienes que tragarte a este hombre


más profundo, más.

Me incliné y respiré fuerte para ayudar con la inserción. Los


genitales, que habían llegado a la raíz, gruñeron
violentamente, como si estuvieran tristes por no poder
entrar más.

Quizás este hombre me comería el estómago si pudiera.

Mordió mis labios, mi cuello, mis hombros y comió mis


pezones. No había ningún lugar en todo mi cuerpo donde no
mordiera y lamiera, excepto por una, la oreja. Keith no me
tocó la oreja a pesar de que perdió la razón. Como si
instintivamente tratara de evitarlo, le mordí la oreja como en
venganza. Keith estaba tan emocionado que dejó de respirar
cuando puse los dientes en la marca que dejé.

—¡Ah, ah, ah!

Poco después, su inserción se volvió violenta. Cada vez que


Keith atacaba mi vientre, gemía tanto como respiraba. Era
demasiado rápido, demasiado profundo, demasiado grande.
Un pene caliente metido en el estómago, golpeando
violentamente. Solo estaba revoloteando. El trasero estaba
caliente y dolorido, pero el estómago seguía pidiendo más.

¿Alguna vez has anhelado con tanta avidez?

Lo abracé con todas mis fuerzas. Fue cuando Keith volvió la


cabeza y frotó sus labios en mi mejilla. Abrió la boca y mordió
mi oreja con rudeza.

—¡…!

El calor se extendió por todo mi cuerpo. Abrí la boca al


máximo, pero realmente no pude emitir ningún sonido. Mi
mente se quedó en blanco en un instante y se desvaneció. El
aroma que olí por primera vez se extendió hasta la punta de
mi nariz. Incluso antes de la eyaculación, una sensación
similar de debilidad se extendió por todo el cuerpo. Cuando
abrí un poco los ojos, Keith me estaba mirando. Miraba
precisamente mis orejas. Por su mirada pude ver todo.

Keith, que había intentado decir algo, abrió la boca, pero


renunció, repetidamente trató de decirlo y finalmente
confesó:

—Te amo —Los ojos de Keith se humedecieron— ...He


estado enamorado durante mucho tiempo.
Sonreí levemente y extendí mi mano. Toqué débilmente su
mejilla, la acaricié y susurré:

—Mi Alfa.

Sus labios acariciaron mis mejillas, mi frente, y chupó mis


orejas.Wow, un doloroso sonido de mordisco hizo eco en mi
oído. Tembló y eyaculó en mí.

✤✤✤✤✤✤

Escuché el sonido de las olas en la distancia. De repente hizo


frío y me acurruque para calentarme. Sentí una temperatura
cálida, me abracé de inmediato. Podía sentir un dulce aroma,
cómodamente. Olí y olí. El olor tan suave y dulce me hizo
sentir aliviado. Me desperté tardíamente, extendiendo la
mano y abrazando el cuerpo firme del hombre.

—¿...?

Cuando abrí los ojos lánguidamente, apareció una escena


desconocida. Una barandilla de madera, una línea horizontal
en la distancia, salpicaduras ocasionales de agua, el
interminable sonido de las olas y el hombre durmiendo a mi
lado. Keith.

El hombre que derramó feromonas durante solo dos días, se


durmió inmediatamente después de que terminó su RUT.
Inesperadamente, miré su rostro por un momento,
exhalando un profundo y tranquilo aliento.

Ahora que lo pienso. De repente, una sonrisa vino a mi mente


al recordar el pasado.

Un hombre que nunca duerme con otras personas después del


sexo, se duerme tan profundamente a mi lado.
Era trivial, pero me dio una plenitud que no pude negar. Lo
miré e incliné cuidadosamente la cabeza. Toqué sus labios
con los míos, haciendo un lindo sonido. Keith no se despertó.
Pensé que tenía que levantarme y comer algo, pero estaba
cansado a morir.

La parte inferior de mi cuerpo hormigueaba y ardía. No fue


difícil imaginar que el lugar estuviera hinchado. Porque la
velocidad de las embestidas fue muy alta, aquí y allá. La gran
cantidad de semen que Keith vertió por mi agujero, aún
abierto, se mezclaba y salía poco a poco cada vez que
respiraba. Estaba avergonzado y feliz por la sensación de
gotear del interior de mi trasero.

Abracé a Keith de nuevo y silenciosamente acerqué mis


orejas a su pecho. El sonido de su corazón latiendo
regularmente, era tan fuerte como el sonido de las olas.

Cerré los ojos y volví a quedarme dormido.


Bésame mentiroso Vol. 4 • Capítulo 8

Toc Toc

Giré mi cabeza hacia el golpe. Un momento después se abrió


la puerta y apareció una persona inesperada.

—Señorita Parker.

—Yeonwoo.

Naomi entró con una sonrisa brillante en su rostro hermoso.


Abrazó ligeramente mis hombros, mientras sonreía abrió la
boca aun con una sonrisa.

—¿Cómo estás? Escuché que te lastimaste, pero no pude


venir porque estaba filmando. Lo siento.

—No, estoy bien. ¿La filmación terminó bien? Estoy


deseando verlo.

—Gracias al Sr. Pittman —continuó Naomi—: Estaba un


poco preocupada acerca de si podría interpretar un papel así,
pero creí en la visión del Sr. Pittman. El director estaba muy
sorprendido. Cada escena realmente me costó todo.

—Todo saldrá bien.

Sonreí.

Durante bastante tiempo, se han planteado preocupaciones


sobre el papel que no coincidía con su imagen, pero la
filmación parecía haber terminado con éxito. Pocos actores
fueron elogiados por sus habilidades de actuación por parte
del famoso director. Con esta oportunidad, Naomi dará un
gran paso en la filmografía como actriz. También quería ver
una película. Se suponía que iría con Keith en el próximo
estreno VIP.
—Estoy aquí para saludar al Sr. Pittman, y estás solo.

—Keith fue a recoger al bebé.

Sonreí.

—Quería ir con él, pero me dijo que esperara aquí.

El propio Keith fue a recoger al niño, negándose a que la


enfermera lo llevara. Como si quisiera hacerlo. Naomi me dio
unas palmaditas cariñosas, sosteniendo mi mano.

—Tuviste dificultades, ¿no? Dicen que no es fácil dar a luz


para los Omegas.

—Sí… un poco.

Me equivoqué en mi respuesta. De hecho, no quería decir que


estuve a punto de morir. Me dijeron al final de mi embarazo
que la pared interna se había debilitado debido a los efectos
secundarios de tomar demasiados inhibidores durante
mucho tiempo. Por eso tuve que quedarme en el hospital dos
meses antes de tener al bebé. Keith alquiló toda la sala VIP
del hospital y cortó el acceso de cualquier ruido externo
innecesario. Su protección especial, hizo que la cirugía fuera
un día sin muchos problemas.

La cara de Keith solía ponerse rígida cuando bajaba de la


cama durante ese tiempo, porque una vez me mareé y me caí.
Keith se tomó unas vacaciones y se quedó a mi lado todo el
día. Hasta ahora, la empresa estaba a cargo de su medio
hermano, pero a veces llamaba o realizaba
videoconferencias para continuar con su trabajo. Incluso
entonces, por supuesto, Keith nunca me dejó. Después de la
cirugía, fueron necesarias dos semanas más, para ver la cara
del niño.
Keith declaró con el rostro pálido, diciendo que el sangrado
era tan severo que había estado a punto de morir.

Por supuesto que pensé lo mismo. Era vertiginoso


imaginarme volver a pasar por un proceso tan difícil. Y hoy,
finalmente obtuve el permiso del médico para conocer a mi
hijo. Mientras esperaba ansiosamente a Keith, miré hacia la
puerta mientras hablaba con Naomi.

Naomi, que me notó así, sonrió y dijo:

—Bueno, me voy a poner en marcha. No debo arruinar un


momento familiar.

—Oh, no...

—Yo también tengo una cita.

Cuando la vi guiñar un ojo levemente, de repente pensé en


Grayson. Naomi sonrió y negó con la cabeza, como si hubiera
mirado dentro de mí.

—Oh, no. Ya no me acostaré con Grayson. Ahora solo soy


amiga de él.

La última vez que los vi juntos, recordé lo que dijo Grayson y


lo distorsionado que estaba el rostro de Naomi.

Abrió los ojos levemente.

—Hay un dicho. Mantén a tus amigos cerca y mantén al


enemigo más cerca —dijo Naomi, con los ojos brillantes y
susurrando en voz baja.

—Habrá un momento en que alguien le pateará el trasero a


ese hombre. Y para ese día, me sentaré en la primera fila y
miraré.

—…
—Estoy deseando que llegue el momento.

Pronto sonrió alegremente y me dio una ligera palmada en la


mejilla para despedirse.

—Entonces Yeonwoo, hasta la próxima vez.

Cuando Naomi abrió la puerta de la habitación del hospital,


entró Charles, como turnándose.

—Yeonwoo, estás despierto. ¿Dónde está el Sr. Pittman?

Le di la misma respuesta que a Naomi cuando me lo


preguntó.

Él contestó:

—¿De verdad? —Y pronto dio la vuelta al tema y sacó a


relucir—. Emily quiere que decidas cuál usar para las
cortinas de la habitación del bebé.

Charles asintió con la cabeza mientras tomaba uno de los


folletos de muestra que había sacado. Hace
aproximadamente un mes me dijeron que se renovaría el
interior de la mansión.

Recitó el progreso sin problemas.

—La habitación de Yeonwoo está adjunta a la habitación del


Sr. Pittman. Puede entrar directamente por la puerta
conectada. La habitación del niño está al otro lado. Puede ver
a su hijo con solo dar unos pocos pasos. Tengo algunos
artículos más, además de los que compré antes. Emily estaba
a cargo de decorar la habitación, y me dijo que comprara más,
si quería algo más.

Charles parecía divertirse de alguna manera.


—Colgué una foto de Magritte en la habitación de Yeonwoo.
Dime si tienes algún otro pintor o cuadro favorito que
quieras. Podemos conseguirlo en una subasta u otro lugar.

—... Estoy bien, no sé mucho sobre arte...

—He colgado varias piezas de arte en las que vale la pena


invertir.

—Tenemos todos los vestidores, pero la semana que viene


tendremos todas las joyas. Doce juegos de gemelos, doce
relojes, doce alfileres de corbata, etc. Puedes venir a mirar el
catálogo y elegir tú mismo...

—No necesito tanto.

Él sonrió vagamente, sintiéndose un poco perplejo. Charles,


que había estado hablando durante mucho tiempo, cambió
de tema.

—Hoy vas a conocer al bebé por primera vez, ¿no? Es tan


encantador. Te enamorarás apenas lo veas.

—Sí, supongo que sí —respondí con una sonrisa, pero ya


estaba listo para amar al niño antes de verlo. Añadí con una
sonrisa amarga.

—Quería ir a buscarlo, pero fue a buscarlo él mismo, porque


yo no podía ni gatear...

—Porque está preocupado por Yeonwoo.

Charles me respondió sin dudarlo:

—Cuando Yeonwoo desapareció, el Sr. Pittman casi se


convierte en un desastre. He estado con el Sr. Pittman
durante bastante tiempo, pero nunca había visto nada tan
roto como entonces. Mucha gente estaba preocupada de que
esto pudiera conducir a un funeral. Cuando Yeonwoo tuvo el
accidente después de eso, fue una locura. Prohibió cualquier
visita.

—¿Acaso no fui yo quien resultó herido?

Cuando se lo pregunté en broma, se veía serio.

—Entonces, la condición de Yeonwoo mejoró y casi tuve dos


funerales. Por favor, tengan cuidado los dos, a partir de
ahora. Desde el punto de vista de un empleado, la salud del
empleador es muy importante. —Y Charles agregó
rápidamente—: Más importante aún, el estado financiero.

Pregunté con cuidado, recordando que la empresa de Keith


casi se arruina.

—... ¿Fue tan malo?

Charles, que por un momento tuvo una expresión débil en su


rostro, pronto volvió a su rostro indiferente.

—Espero que nunca deje el lado del Sr. Pittman o se enferme,


Yeonwoo.

—...

—Por favor.

Después de una petición más, arregló mi cama aquí y allá y


salió de la habitación del hospital. Keith regresó unos 10
minutos después.

En el momento en que se abrió la puerta, finalmente


encontré el rostro esperado y abrí mucho los ojos. Sentí una
sensación de incompatibilidad con un aroma dulce. Luego
me di cuenta de que era por una fragancia. El primer olor se
mezcló con el dulce aroma de las feromonas. Era
desconocido y emocionante. Keith, que me llevó al niño, abrió
la boca y me miró con los ojos muy abiertos.
—Di hola... Es nuestro bebé —agregó distraído.

Pero solo miré el bebé que sostenía Keith. Tan pronto como
corregí mi postura, extendí mis brazos inmediatamente.
Traté de sostener al niño, pero dudé en cuanto mis brazos
aparecieron a la vista.

¿De quién es este brazo flaco?

Era desconocido y vergonzoso. Los brazos, que eran mucho


más delgados que antes, estaban tan delgados que parecía
que se romperían. Tenía miedo de abrazar al niño con estos
brazos y dejarlo caer. Keith, que estaba a punto de
entregarme el niño, pronto se dio cuenta y dijo, mientras yo
retiraba mis brazos aterrorizado:

—Está bien, porque estoy a tu lado.

—...

—Abrázalo.

Lo dijo y volvió a sostener al bebé. La diminuta criatura que


murmuraba era increíblemente pequeña. Parecía más
pequeño en los brazos de Keith. Dudé y extendí mis brazos.
Podía ver mis brazos temblando levemente.

¡Ahh…!

Cuando finalmente sostuve al niño en mis brazos, una


sensación indescriptible surgió desde adentro. Conseguí
tragar un suspiro tembloroso y miré la cara del niño. Keith,
que estaba mirando sin decir nada, abrió la boca.

—Le llamé Spencer. —Solo entonces, lo miré a la cara. Keith


habló casualmente—: Es un niño y se desarrolla bien. Come
bien y nunca se enferma.
No pude hablar y solo asentí. De alguna manera lloré, sin
saberlo. Keith lo supo y sacó un pañuelo. Lo recibí en silencio
y me froté los ojos. El bebé tenía ojos azules. Keith dijo
maravillado:

—Mis ojos eran azules antes de la manifestación.

¿Se volverán morados si este niño se expresa como un


dominante? No es agradable.

Me hizo sentir extraño pensar eso. Cuando lo abracé y lo olí,


olí algo desconocido y palpitante, era el aroma único del
bebé. Un día, pensé que lo había olido cuando nació mi
hermana menor, que tiene bastante diferencia de edad. De
pronto, extrañaba a mi familia. Entonces Keith abrió la boca
de repente.

—Le dije a tu familia que estabas bien —dijo Keith, cuando lo


miré por el comentario inesperado—. Emma dijo que
estarían preocupados, si no podían mantenerse en contacto.
¿Escuché que tienes una buena relación con tu familia? —
expresó brevemente sus sentimientos. Fue una reacción que
parecía no poder comprender. —De todos modos, Keith
continuó—: Hice que Emma me llamara. Le dijo que tenías
una mala racha, así que más tarde podrás decirles.

Keith, que había dicho eso hasta ahora, calló un momento. De


alguna manera se me ocurrió que dudaba, por supuesto que
eso no podía suceder.

Umh, Keith, que se aclaró la voz, volvió a hablar:

—¿No debería decir que me voy a casar?

—...

—...

—¿Conmigo?
Me reí casualmente de las palabras que agregué. Ni siquiera
pensé en una boda porque no me sentía bien durante el
embarazo. Hay muchas parejas que piensan que las marcas
de grabado y el matrimonio son temas separados, pero Keith
parecía tener ideas diferentes.

—¿Te estás proponiendo? —Un rincón de mi corazón dolía,


hacía cosquillas y se sentía extraño—. ¿Y si me niego?

Keith torció la frente. Dejé de reírme. Solo entonces Keith


negó con la cabeza como si estuviera estupefacto.

De repente, sentí algo cálido y bajé los ojos, el bebé me estaba


mirando. Tan pronto como me enfrenté a unos ojos azules
claros, una esquina de mi corazón se entumeció de nuevo.

¿Qué hubiera pasado si me hubiera rendido con este niño?

Solo imaginarlo me asustó. Abracé al niño con fuerza. Poco a


poco, mis brazos comenzaron a rendirse, pero no quería
soltar al niño. Sin embargo, habría sido un gran problema si
lo dejaba caer por ser terco.

Solo un poco, solo un poco más...

Seguí posponiendo el tiempo y abrazando al niño, y de


repente Keith se sentó en la cama y me tiró hacia él.

—¿...?

Cuando me jalo hacia él estaba aturdido, Keith me tomó en


sus brazos y me agarró del brazo.

Gracias a él, pude sostener al niño en mis brazos sin ningún


esfuerzo.

Lo miré, desconcertado por el comportamiento inesperado.


Entonces, sorprendentemente, Keith me sonrió aún más.
Dejé de estar aturdido.
Cuando solo lo miré, Keith también me miró a la cara.
Estábamos lo suficientemente cerca para sentir la
respiración del otro. A mis espaldas, la temperatura corporal
de Keith se sentía claramente, y más allá de mi delgado traje
de paciente, no solo podía distinguir la textura de su traje,
sino también el sólido cuerpo musculoso escondido en él. De
repente, mi corazón comenzó a latir como loco. La expresión
de Keith no cambió mucho, pero también estaba tan
emocionado como yo o más que yo.

Sus feromonas eran espesas. Su aroma que solo yo puedo


oler. Su feromona, que solo me seduce a mí. Keith ladeó la
cabeza cuando vio la marca que quedaba clara en mi oreja.
Tan pronto como sus labios se encontraron con los míos,
cerré los ojos y me lamenté. Creo que he estado esperando este
momento desde el principio. Fue solo un beso, pero todo mi
cuerpo estaba entumecido. En el momento en que abrí los
labios para aceptar su lengua, Keith susurró:

—Te vas a casar, ¿verdad? ...Conmigo.

En ese momento, me eché a reír. El bebé en mis brazos se


movió. En lugar de sentirme avergonzado, Keith abrazó al
niño, junto con mis brazos.

Hoo, hoo.Suspiré aliviado y volví a mirar al bebé. Era tan


bonito, tan hermoso. Cuando lo besé en la mejilla, su carne
me tocó. Quería abrazarlo hasta el fondo de mi corazón, pero
el niño era lo suficientemente pequeño y delicado como para
preocuparme de que pudiera lastimarse.

—Spencer —susurré su nombre.

El niño me miró como si hubiera entendido. Sonriendo de


nuevo, Keith abrió la boca.

—Si no te gusta, puedes ponerle otro nombre.


Negué con la cabeza y hablé con voz indiferente:

—... Es un buen nombre.

Le sentaba bien al niño. Besé su mejilla de nuevo.

Keith nos mantuvo juntos a mí y al niño. De repente me besó


en la coronilla. Me recosté cómodamente contra él. Keith, que
no había hablado durante un tiempo, abrió la boca.

—... Estoy construyendo una villa. —Solo esperé en silencio


por el tema repentino. Él continuó—: Estoy haciendo el
camino, así que podrás ir a descansar cuando te den el alta.
El paisaje es bueno y el aire alrededor es limpio.

Creí haber escuchado algo inusual. Pregunté maravillado:

—¿Camino?

Keith dijo casualmente.

—Es un área sin desarrollar, así que compré todos los


bosques de la zona.

—...

Bajé la mirada hacia el rostro del niño sin hablar más. El niño
agitó los brazos mientras lo besaba de nuevo en la mejilla. ¿El
sabrá que soy yo quien lo dio a luz?

—¿Vamos después de la boda? A la villa que estás


construyendo... —Le pregunté con un aire furtivo—. Voy con
MI ALFA, ¿con quién vas tú?

Keith me abrazó por detrás y me tiró hacia él.

—MI OMEGA.
Levanté la cabeza y lo besé en los labios. De repente, mis ojos
ardían, pero mi corazón estaba más lleno que nunca.

Porque ya no estoy solo...


Bésame mentiroso • Epílogo

Ese día la joyería de la ciudad no estaba abierta. Por supuesto


que no eran vacaciones regulares. Se prometió la visita de
invitados especiales, por lo que llegaron a trabajar antes de
lo habitual y estaban completamente preparados. La puerta
se abrió con un traqueteo y una campana. Los empleados,
que volvieron la cabeza encantados, se sintieron
decepcionados al ver al extraño, pero pronto sonrieron
profesionalmente y le pidieron comprensión.

—Lo siento, hoy está cerrado—.

Señaló para ella el letrero “CERRADO” en la puerta, el cliente


se dio la vuelta, sintiendo pena.

La gerente miró la hora apresuradamente. Todos los


preparativos deben hacerse antes de que él venga. Por
supuesto, estaba prohibido que cualquier otra persona se
acercara a la tienda. La gerente llamó a un nuevo empleado
para que se quedara afuera de la puerta.

—Si intentan entrar debes decirles que hoy no hay atención.

—Sí, gerente.

El empleado asintió con una mirada nerviosa.

El invitado reservado nunca había perdido su tiempo.


Siempre llegaba dentro de los cinco minutos de la hora
exacta, a más tardar. Estaban seguros de que pronto
emergería.

Más allá de la pesada puerta de vidrio, se vio a un empleado


enviando a otro invitado de regreso. Faltaban 3 minutos. El
empleado se apretó el nudo de la corbata como si estuviera
nervioso y la ajustó. Finalmente, con un minuto para la hora
citada, el personal afuera miró apresuradamente alrededor
de la tienda. Parecía haber llegado.

Efectivamente, el coche negro se detuvo después de un rato.


Luego de que algunos autos se alinearan, un hombre corrió y
abrió la puerta de atrás. Y finalmente apareció el invitado que
estaban esperando.

✤✤✤✤✤✤

—Hola, Yeonwoo.

La gerente con alegría lo saludó, llamándolo por su nombre.


Yeonwoo sonrió brevemente y respondió a su saludo.

—¿Cómo estás? Te has vuelto más hermosa.

—Oh, Dios mío, debería estar feliz de escuchar eso de


Yeonwoo.

Su reacción agradecida y su sonrisa, por supuesto, estuvieron


lejos de ser desagradables. La gerente, que por casualidad vio
al niño que trajo Yeonwoo, preguntó afectuosamente.

—¿Cómo estás, Spencer?

El niño la miró y parpadeó, y pronto enterró su rostro en el


hombro de Yeonwoo.

—Acaba de despertar —dijo Yeonwoo avergonzado, y el


gerente le estrechó la mano como si estuviera bien.

—Yo también tengo tres hijos. Puede suceder en cualquier


momento a esa edad, por supuesto. Siéntese. Por cierto, ¿le
gustaría tomar algo? Para Spencer es pudín, ¿cierto?

Spencer se volvió hacia sus palabras y miró a la gerente. La


saliva fluyó por su boca.
—¡¡Spencer!!

Yeonwoo se sintió avergonzado, sacó un pañuelo y le limpió


la boca al niño. La gerente y el resto del personal los
observaron con una sonrisa amistosa.

Situado en el sofá, a Yeonwoo le sirvieron capuchino y a


Spencer le sirvieron pudín de leche. El niño tomó la cuchara
y luchó de alguna manera por comerlo solo. Yeonwoo
compró un tapiz improvisado para evitar que el sofá se
manchara. Solo después de colocarlo en el sofá y sentar a
Spencer, Yeonwoo se quedó tranquilo y miró a la gerente.

—Quiero comprar un anillo de aniversario de bodas. ¿Me


puedes mostrar los diseños?

Todos los años, en el aniversario de bodas, Yeonwoo


compraba un anillo y se lo regalaba a Keith, luego él colocaba
el anillo que recibió el año anterior en un cajón y usaba el
nuevo. Aunque cambiaba su anillo todos los años, no se lo
quitaba bajo ninguna circunstancia hasta que recibía un
anillo nuevo.

¿Quieres algo más, como regalo este año? Se preguntó


Yeonwoo, mientras pensaba por un momento.

—¿Puedo ver un alfiler de la corbata?

—Oh, claro —dijo el personal que estaba detrás de la


gerente.

Luego desapareció rápidamente y volvió a aparecer. Dentro


de la caja de terciopelo que trajo había una hilera de alfileres
de corbata brillantes. Yeonwoo sacó uno de ellos y lo miró
con atención. El gerente comenzó a explicar como si hubiera
estado esperando.
—Este trabajo se vende constantemente. Han pasado 10
años desde que salió, pero se está vendiendo continuamente.
Va bien con cualquier corbata, y el diseño es simple, por lo
que puede usarlo en cualquier lugar. Este diamante es
originario de una isla en Grecia. Es famoso por su alta pureza
y calidad. Se vende a un alto precio porque solo se recolecta
una pequeña cantidad cada año. Si se cansa del alfiler de
corbata, puede quitarle el diamante y cambiar el diseño a un
anillo u algo...

Yeonwoo dijo que sí y tomó otro alfiler de corbata. Ella


comenzó a explicar de nuevo. Mientras escuchaba
seriamente a la gerente, Spencer intervino de repente. Y
terminó teniendo un accidente inesperado.

—¡Spencer!

—¡Oh Dios mío!

Era una caja con un nudillo y un alfiler de corbata en la


cabeza. Yeonwoo lo atrapó por el ancho de un cabello cuando
estaba a punto de rodar. Spencer estaba a salvo, pero las
joyas no. No solo el anillo que trajo, sino también los alfileres
de corbata estaban esparcidos por el suelo. Pero ese no fue el
final. La taza de café que estaba en la mesa con él, cayó al
suelo y el pudín que sostenía Spencer también. Gracias a la
suave alfombra, la taza de té no se rompió, pero el problema
fueron las joyas. Yeonwoo se metió en un dilema cuando vio
que el personal se apresuraba a recoger las joyas
estropeadas mezcladas con café y pudín. Un miembro del
personal tomó un alfiler de corbata, se sorprendió y miró a
su alrededor. Avergonzada, miró a la gerente, pero no vio a
ningún empleado. Yeonwoo pronto notó la situación.

—Gerente.

—Oh, sí, Yeonwoo.


Yeonwoo le dijo al gerente, quien sonrió apresuradamente.

—Compraré todo.

—¡Oh Dios mío! —gritó el personal de nuevo con sorpresa.

Yeonwoo continuó:

—Por favor, límpielo y envíelo a casa. No se puede evitar si


está rayado o roto... Si puede hacer las reparaciones tanto
como sea posible.

—Oh mi...

La gerente estaba perpleja pero encantada. Su boca seguía


abriéndose cuando Yeonwoo agregó sonriendo:

—¿Puedo ver unos gemelos?

—Por supuesto, ¿te gustaría un capuchino de nuevo? —


Yeonwoo negó con la cabeza a favor de la gerente—. Está
bien. Spencer, tú tampoco puedes.

Spencer parpadeó por un momento bajo severas sanciones.


Sus ojos se volvieron hacia el pudín que cayó al suelo. Pero
en el momento oportuno, el personal lo envolvió en un
pañuelo y se puso en marcha. Spencer miró a su alrededor
con una cuchara vacía, pero el pudin se había ido.

—Woo…

Yeonwoo se debilitó al ver a Spencer mordiendo y chirriando


los labios. Hoo, suspirando, dijo de nuevo:

—Lo siento, pero ¿podrías darme pudín de nuevo?

Yeonwoo dejó el tapiz en el suelo y sentó a Spencer. Después


de eso, se sintió aliviado. Mirando al niño que estaba
emocionado y comenzó a comer pudín una y otra vez,
Yeonwoo eligió un par de gemelos.

Cuando terminó de comprar y salió, se sentía exhausto.

✤✤✤✤✤✤

Justo cuando entró al auto, escuchó una llamada telefónica.


Resultó ser su hermana menor. Ante el sonido de Yeon-Hee
preguntando inmediatamente, Yeonwoo sonrió levemente.

—Salí por un momento. ¿Cómo estás?

—Por supuesto que lo estamos haciendo bien, ¿tiene sentido


que no podamos?

Se alegró de que lo dijera. Keith no solo hizo todo lo que


Yeonwoo quería, sino que también brindó apoyo a su familia.
El mes pasado, debido a que era el tercer aniversario de su
matrimonio con Yeonwoo, sus padres y sus hermanas
menores pasaron un viaje en crucero por el Ártico. Fueron
unas largas vacaciones para ver el Polo Norte, incluido el
norte de Europa, durante más de un mes después de
comprar los pasajes del crucero. En cambio, Yeonwoo y Keith
llevaron a Spencer a celebrar su aniversario, alojándose en el
nuevo castillo francés de Keith. Ahora Yeonhee viajaba a
Estados Unidos. Mirando alrededor ella dijo que quería
reflexionar sobre sí misma, pero Yeonwoo fingió no saber
que solo quería jugar. Estaba pensando que la dejaría jugar
cómodamente hasta este viaje y hablar seriamente sobre el
futuro una vez que terminara su agenda. Por supuesto,
Yeonhee no estaba tan preocupada porque siempre ha sido
una persona inteligente.

—¿Llamaste a casa? —preguntó Yeonwoo.

—Si. Mi mamá quiere que llame a mi hermano. Te echo de


menos.
—Está bien.

Después de calmar a su hermana menor, quien lloró por


querer ver a Spencer, Yeonwoo dijo:

—Puedes comer en cualquier lugar, pero busca un buen


lugar para dormir, no lo escatimes. Te enviaré dinero de
inmediato si lo necesitas.

Yeonhee se estremeció como si supiera todo, cuando insinuó


sus preocupaciones.

—¡No te preocupes! Me estoy cuidando. Simplemente


caminé porque me preguntaba si te estaba yendo bien.

—Sí, bien hecho.

Después de escuchar sobre el área donde Yeonhee se


quedaría hoy, Yeonwoo inmediatamente abrió su tableta y
buscó un hotel cercano.

—Haré una cita, así que duerme allí esta noche.

Yeonhee se sorprendió cuando dijo el nombre del hotel de


lujo.

—Está bien, tengo una reserva de hotel.

—Ve ahora, busqué tu reserva y lo que reservaste se veía mal.


Primero ve al hotel, tómate un día libre y busca en otro lado.

—Uh...

Era inusual difuminar el final de las palabras. Yeonwoo


frunció el ceño y preguntó. No cree que haya hecho una
reserva allí sabiendo.

—Probablemente no lo sabías y reservaste allí.


—Uh…

La misma reacción esta vez. Yeonwoo dijo con severidad:

—Seo Yeon-hee.

—Pero es caro quedarse en un hotel de lujo. —Yeonhee puso


una excusa—. Acabo de regresar del crucero… Lamento
decirte esto.

—Está bien, así que ve y duerme. También te di una tarjeta.

Después Yeonhee dijo vacilante: “Gracias”.

—Está bien. No te saltes la comida y sal mañana por la


mañana, no te preocupes, no tienes que pagar. Lo haré todo
de una vez aquí.

—¿Hasta la mañana? ¿No estás gastando demasiado?

La hermana menor sorprendida pronto agregó sus


preocupaciones. Yeonwoo respondió con indiferencia.

—A Keith le gusta cuando gasto dinero.

—¿De verdad?

—De verdad.

Preguntó Yeonhee sigilosamente:

—... Entonces ¿puedo ir de compras al hotel?

—Compra tanto como quieras

Yeonhee gritó de alegría al otro lado de la calle, por lo que


Yeonwoo se quitó el teléfono celular de la oreja por un
momento. Después de eso, hablaron algunas palabras más
antes de finalizar la llamada. Justo después de presionar el
botón de salida, hubo un mensaje de Josh. Después de varios
pitidos, respondió el teléfono.

—Lo siento, Josh. He estado hablando con mi hermana por


un tiempo.

—Oh, eso está bien. Más bien, creo que debería cancelar la
cita que había hecho para encontrarnos.

Estaba deseando que llegara, así que suspiró sin saberlo. Josh
se disculpó al otro lado del teléfono.

—Lo siento, paparazzi.

Josh escupió maldiciones y expresó su ira durante mucho


tiempo por su vida en cautiverio. Y al final, dio la impactante
noticia de que estaba embarazado de su tercer hijo.

—Decidí no tener más niños, pero ese hijo de puta... ¿qué


puedo hacer? Es mi culpa que mi cara esté arruinada.

—Sí...

Yeonwoo estuvo de acuerdo sin querer. Cuando piensa en el


Alfa de Josh, le parece natural. Si el hombre lo quería, estaba
claro que cualquiera en el mundo iría por las estrellas en el
cielo. Además, incluso Yeonwoo estaba emocionado.

¿Qué tan bonito será el hijo de Josh y ese hombre?

—En su lugar, envío fotos de los niños.

Hasta ahora ha sido privado, así que enviarle fotos fue una
gran prueba de confianza. Hijos de celebridades cuyo género
se desconoce. Incapaz de resistir la curiosidad, Yeonwoo
miró la imagen enviada por Josh. Era una foto de dos niños
sentados uno al lado del otro, uno era un hijo y el otro era una
hija. Entre ellos, el chico, Pete, era muy alto como se esperaba.
Como si hubiera heredado exactamente la mitad de la sangre
de ambos lados, pensó que se merecía el objetivo de los
paparazzi porque tenía una cara bonita y atractiva.

La hija también era una gran belleza. La niña, que tenía el


cabello rubio rizado atado a ambos lados con cintas moradas,
llevaba un vestido con volantes y parecía una princesita. Los
calcetines blancos y los zapatos Mary Jane eran perfectos. Un
hijo y una hija son increíbles. El sexo del segundo se encontró
mirando la imagen. Dio a luz sin un baby shower y se quedó
en silencio de inmediato, por lo que no hubo tiempo para
celebrar. Algún día se revelará al público, pero Josh parecía
querer retrasar ese tiempo tanto como fuera posible. Eso era
comprensible. Yeonwoo estaba convencido.

El matrimonio entre él y Keith también fue una sensación,


pero fue mucho menos que ellos. Siendo Chase una de las
principales estrellas de Hollywood y Josh su guardaespaldas,
por supuesto, la atención permaneció. En ese momento,
Internet y la TV, todo tipo de medios publicaron artículos
sobre ellos durante casi un mes. Aunque la boda se llevó a
cabo en secreto, bajo estricto control, también se utilizó un
helicóptero para filmar y retransmitir. Por supuesto, fue
criticado, pero las calificaciones fueron enormes. Además de
eso, tenía miedo de imaginar lo loco que sería con estos niños
guapos y bonitos. Quizás se vuelvan más famosos que sus
padres

… Hija. Yeonwoo miró a la chica en un lado de la imagen.


Yeonwoo miró a la bebé de la foto. Sostenía la mano de Pete,
parece como si le gustara mucho. Su corazón se conmovió
aún más cuando vio al hermano y la hermana con quienes
estaba cerca

—Papá, papá.

Spencer lo agarró del brazo y trató de llamar la atención.


Yeonwoo sonrió y abrazó al niño. Mientras frotaba los labios
contra sus suaves mejillas, a Spencer le gustó y pronto sonrió.
—Spencer—. Mientras lo llamaba por su nombre, el niño
parpadeó y lo miró. Yeonwoo preguntó suavemente—: ¿Y si
tuvieras un hermano?

El niño ladeó la cabeza, sin darse cuenta del significado.


Yeonwoo agregó como si estuviera hablando consigo mismo.

—... Tengo que persuadir a Keith.

Escuchó todo lo que Yeonwoo quería, con una sola excepción.


No importa lo difícil que fuera, ese era un punto inflexible.

Su corazón se debilitó cuando recordó a Keith siendo cortado


con un cuchillo. Además, cuando los resultados del reciente
examen médico se mostraron falsamente, Keith llamó al
médico frente a los ojos de Yeonwoo para confirmar el hecho.
Y se enojó como el fuego después de mucho tiempo y gritó
que no podía morir. Mientras se disculpaba en voz baja con
Keith, Yeonwoo lamentó haber escrito los resultados
demasiado bien.

Debo manipularlo un poco... para persuadirlo. Yeonwoo


estaba seriamente perdido en sus pensamientos. ¿Debo decir
que no me acostaré contigo en este RUT? Entonces ¿volverás a
quedar atrapado en la isla, solo? Puede vivir tantas veces como
quiera en una isla, así que, si compra otro lugar y se esconde,
no podré encontrarlo. Si se acumulan feromonas, entonces...

Yeonwoo, que pensaba hasta ahora, con ira, negó con la


cabeza. Eso no es.

Reflexionando sobre sí mismo, que tenía una mala idea en


ese momento, pensó seriamente una y otra vez.

Tendría que convencerlo de alguna manera. Yeonwoo volvió


a mirar la foto. Incluso aquellos que no tenían pensamientos
de niños probablemente los tendrían con esta imagen.
Yeonwoo quería tener una hija de inmediato. Pensemos en
una forma. Yeonwoo, quien recientemente desarrolló el
hábito de dar golpecitos con los dedos como Keith, los movió
en sus muslos, como tocando las teclas de un piano,
profundamente perdido en sus pensamientos.

—Papá, papá.

Spencer tiró del brazo de Yeonwoo. Estaban vendiendo


helados cuando vio hacia dónde apuntaba. Podía preguntarle
al guardaespaldas, pero Yeonwoo decidió simplemente salir
del auto.

—Me gustaría dar un paseo, por favor.

Cuando el conductor se detuvo a un lado, los guardaespaldas


bajaron inmediatamente de aquí y de allá. Sintiendo el foco
de atención de la gente, Yeonwoo se dirigió a la heladería con
las manos sobre Spencer como si nada hubiera pasado.

—Fresa —dijo el niño cortando la palabra.

Yeonwoo ordenó un helado de fresa para Spencer y se lo


recomendó a los guardaespaldas. Al principio los
guardaespaldas que se negaban, al darse cuenta eligieron un
helado o una bebida. Yeonwoo pidió té helado.

El clima era tan bueno que caminó, no pudo evitarlo. Además,


siempre era agradable caminar en las tardes por las
tranquilas calles.

Pero no pocos pasos después, Yeonwoo se arrepintió. No


debería haber pedido té helado. Sin darse cuenta, buscó el
bote de basura. Lamentablemente, nada se destacó de
inmediato.

No podía beber porque estaba cargando a su hijo. Si pudiera


sostenerlo en un brazo como Josh, haría cualquier cosa con
su mano izquierda, pero Yeonwoo no tenía tanta resistencia.
En el pasado, sintió que su fuerza física disminuyó más
rápidamente después de haber estado enfermo por sufrir
una sobredosis y tener la cirugía para dar a luz al bebé. Keith
se volvió sensible al respecto. Yeonwoo también se sintió
amargado, pero lo entendió.

Debe estar saludable, pero mejorar su fuerza física era otro


problema. Iba a decirle a Charles que buscara un entrenador
físico cuando mejorara. De todos modos, no estaba en una
situación como esa en este momento. Si quieres tener un
segundo hijo, definitivamente necesitas hacer crecer
físicamente tu cuerpo. Cuando recordó a Josh, cuya fuerza
física era diferente desde el nacimiento, inmediatamente se
sintió derrotado, pero no pudo evitarlo. Yeonwoo se animó e
hizo una promesa. Trabajemos duro en persuadir a Keith.

—¡Papá, ahí!

Spencer lo hizo volver de sus pensamientos, señalando el


buzón. Al no ver nada, el niño se alegró y perdió el juicio. Este
tipo de experiencia no era común, así que por supuesto, fue
emocionante. Sin embargo, la pregunta era: ¿cuánto duraría
la resistencia de Yeonwoo?

Yeonwoo gimió y caminó con Spencer en sus brazos. El niño


sonrió y miró a su alrededor en una fila. Yeonwoo también
estaba aceptando sus palabras, pero estaba algo seco. Ya sus
ojos se habían vuelto negros y un sudor frío estalló detrás de
su espalda.

Vayamos a ese bloque. Al ver que había un pequeño banco


frente a la estación, Yeonwoo decidió. Sentémonos allí,
descansamos y volvemos al coche. Cuando pensó en volver
mientras caminaba, inmediatamente perdió la cabeza.
Entonces, de repente, alguien tomó al niño del brazo de
Yeonwoo.
—¡Spen… !

Yeonwoo, que estaba a punto de gritar en contemplación,


pronto dejó de hablar. Keith lo estaba mirando, sosteniendo
al niño en un brazo.

—Te dije que no lo llevaras contigo de una manera difícil.

Respondió Yeonwoo, aliviado por las ligeras quejas:

—Solo porque quería...

—Tienes que dejar que Spencer camine por su cuenta.

Mientras decía eso, Keith no bajó al niño. Sintiéndose libre de


la repentina pérdida de peso, Yeonwoo se llevó el té helado a
la boca. Pero ese no fue el final. De repente, Keith sostuvo la
cintura de Yeonwoo en su brazo izquierdo y tiró de él.
Cuando Yeonwoo, a quien se llevaron inesperadamente,
miró hacia arriba, vio que Keith estaba mirando hacia
adelante. Naturalmente, el hombre con él en un brazo y el
niño en el otro, abrió la boca.

—Se supone que debes ir a otro lugar de reunión, ¿no es así?


¿Por qué estás caminando aquí?

—Quería caminar, por el buen tiempo. —Yeonwoo preguntó


con curiosidad—: ¿Me viste al pasar?

—¿Pensaste que no destacarías? —preguntó Keith


sarcásticamente.

Yeonwoo se sonrojó.

—Me mantendré en contacto para no aparecer en el artículo


contigo.

—Está bien, déjalo así. —Keith respondió angustiado—: De


todos modos, siempre es el mismo artículo, pero es molesto.
Sin embargo, el ángulo y la ropa cambiaban un poco. Lo único
de ellos, siempre habían sido imágenes similares. Cuando
eran tres, Keith sostenía a Yeonwoo y a su hijo en un brazo, y
cuando había dos, Keith o Yeonwoo abrazando a Spencer.

—¿Qué es eso?

Ante la pregunta de Keith, Yeonwoo levantó el vaso. Keith se


puso casualmente la pajilla que Yeonwoo estaba chupando,
en su boca.

—¿... Es azúcar?

Keith frunció el ceño. Yeonwoo se echó a reír.

—No, es té helado, pero está en polvo, no en hojas. Hay


momentos en los que quieres comer algo como esto.

Yeonwoo tomó un sorbo como si lo estuviera esperando.


Keith se quejó brevemente de que el sabor era extraño.

—Sabe raro por un corto tiempo.

Pero no refutó el gusto de Yeonwoo al preguntarle por qué


tomaba este tipo de cosas.

—Spencer me pidió que comprara helado, pero los


vendieron juntos.

Ellos y los guardaespaldas que los seguían, sostenían un vaso


de papel con la marca de la misma tienda. Las ventas de la
tienda probablemente se duplicarán cuando salga el artículo.
A Yeonwoo no le importaba mucho porque siempre pasaba.
Se sintió un poco apenado al ver un artículo acerca de que un
restaurante donde la comida que eligió sin pensar, no era
sabrosa, estaba abarrotado después.

—¿Qué? ¿Helado? ¿Y el pudín?


Keith estaba desconcertado, sabiendo que Spencer siempre
come pudín una vez al día. Yeonwoo informó los hechos.

—Me comí tres antes.

Ante esas palabras, Keith miró el rostro de su hijo. Spencer se


rio a toda velocidad y abrazó su cuello. Con eso, la expresión
de Keith se liberó de inmediato. Aunque el traje estaba
untado con helado, no le importaba en absoluto. Fue una
tarde tranquila. Mientras caminaba uno al lado del otro,
Yeonwoo sintió una paz más profunda que nunca.

—Este. —Yeonwoo abrió la boca y apoyó la cabeza en el


hombro de Keith—. Josh me envió una foto. Los niños de esa
casa…

—¿Bien?

Keith no respondió mucho. Yeonwoo habló más


activamente:

—Fue muy lindo. Pete está creciendo bien. Vi al segundo por


primera vez, pero estaban tomados de la mano como si
estuvieran en buenos términos. ¿No es maravilloso tener un
hijo y una hija? Una cinta en su cabello y es tan lindo. Fue tan
encantador.

Inesperadamente Keith lo miró con el ceño fruncido.

¿Te diste cuenta?

Keith abrió la boca y dijo a Yeonwoo, que estaba nervioso en


ese momento.

—... ¿Una hija?

—Sí. —Asintió Yeonwoo—. El segundo llevaba un vestido y


zapatos. Se ve bonita como una muñeca de porcelana.
Sin embargo, el rostro de Keith estaba más fruncido que
aplanado. Como si no pudiera entender.

—... ¿Ese tipo solo tendrá dos hijos?

—... ¿Qué?

Yeonwoo preguntó sin saberlo. Con un rostro sonriente.


Keith todavía tenía el ceño fruncido.

—Grayson dejó en claro que Chase solo tenía dos hijos...


¿Cómo diablos está criando a un niño, ese niño?

Keith chasqueó su lengua como si estuviera estupefacto. Pero


Yeonwoo no pudo evitar sentirse avergonzado.

Quería mostrarte la imagen y aligerar mi deseo por una hija,


pero no pude ni mencionarlo.

Al mirar su figura visiblemente asustada, Keith pronto se dio


cuenta. Yeonwoo está tramando algo.

Las palabras que suele sacar de tal tema, generalmente son


fijas. Por supuesto, nunca hubo un caso de revelar los motivos
ocultos. ¿Qué otras mentiras estás preparando esta vez?

—Bueno, yo... Keith —dijo Yeonwoo, con una pausa y con


cara pálida.

Por supuesto que Keith iba a escuchar lo que dijera. Excepto


por una cosa.

Recientemente, he tenido una sensación de crisis, siento que


algún día, debido a los repetidos cambios de métodos de
Yeonwoo, mi corazón accederá. Casi tengo un segundo hijo
anoche. Keith miró al zorro. Es peligroso, está mejorando cada
vez más.
Yeonwoo, que no había notado sus pensamientos en
absoluto, tuvo dificultad para hablar.

—Ahora Spencer es bastante grande y quiero trabajar a


partir del año que viene. Soy muy apto para trabajar como
secretario, así que estoy tratando de hacer algo relacionado
con eso, y está bien, ¿no?

—Si tienes un plan en mente, dímelo y lo revisamos. —Keith


dijo como siempre.

Yeon-woo dijo: “Um”, y se emocionó de nuevo.

—Oye, entonces. Algo más antes de empezar a trabajar…


Creo que...

Parecía que las palabras finalmente estaban a punto de salir.


Cuando Yeonwoo, que se quedó quieto, miró hacia arriba.
Keith se detuvo y entrecerró los ojos.

—Bésame primero.

Yeonwoo se sintió avergonzado, pero pronto se sonrojó y


acercó sus labios a él. Estuvieron preocupados un momento
por los paparazzi, pero pronto lo ignoraron. Keith dijo que no
importaba y se preguntó cómo sería la nueva imagen.

Por encima de todo, ahora Yeonwoo quería besarlo, tanto


como Keith. Cuando levantó la cabeza, Keith abrazó la cintura
de Yeonwoo y tiró de él con fuerza. Los labios de Yeonwoo
tenían un sabor dulce. Sacó la lengua, lamió los labios y
posteriormente introdujo la lengua en su boca. El sabor del
té helado barato que quedaba en su boca se sentía dulce.
Keith mezcló su lengua, frotó los labios y luego de un rato, lo
dejó de besar. Mientras separaba los labios y lo miraba,
Yeonwoo lo vio con una mirada vacía. Keith lo volvió a besar
brevemente y susurró:
—Ahora di una mentira.

Yeonwoo se sorprendió. Pero Keith se limitó a sonreír.

—Ah… yo…

Yeonwoo tartamudeo.

Keith lo miró hacia abajo tranquilamente. Podría esperar


para siempre por esta dulzura.

Las orejas de Yeonwoo estaban claramente marcadas. Tras


confirmarlo de nuevo, Keith no dudó en meterle los dientes
en las orejas. Superpuso la marca nuevamente, para que
nunca fuera borrada.

Con los labios juntos de nuevo, Keith susurró:

—Te amo, mi mentiroso.


Bésame mentiroso – EXTRA 1

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Bésame mentiroso
Extra 1
— Kiss me, Idiot —
-Temblando-.

—Sí, sí, ah.

Había una corriente constante de respiración. Gemí y abracé el hombro de Keith.


Cuando mis dedos se deslizaron sobre su piel sudorosa, rápidamente presioné las
yemas de mis dedos.

—Ha.… ah.

Puse mis uñas en su hombro tan fuerte como pude, pero simplemente lo raspé. En
ese momento Keith gimió profundamente por encima de mí. Estaba tan loco por el
deseo que mis labios se superpusieron. Estiré los brazos y abracé su cuello, su
lengua se revolvió ansiosamente en mi boca. Perdí el ritmo debido al movimiento
cada vez más rápido, fue imposible alcanzarlo.

Todo lo que tenía que hacer era, apenas aferrarme a la conciencia, dejando a mi
cuerpo temblar impotente.

Pero cuando estaba casi al límite, Keith finalmente se detuvo y eyaculó en mí. Ha,
y me estremecí levemente con un suspiro

✤✤✤✤✤✤

Al parecer, me quedé dormido. Abrí los ojos con la sensación de acariciar y morder
mi cuerpo. Keith me estaba besando por detrás, mordiéndome las orejas, los

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

hombros y el cuello alternativamente. Su mano suavemente acarició mi estómago


de forma vergonzosa. Como si revisara el fluido que me vertió.

—... puedes hacer más.

Estaba avergonzado, pero sugerí con sigilo. ¿Cuántas veces lo hice, y lo quieres de
nuevo?, ¿No crees que es demasiado? Por un lado, estaba nervioso y cauteloso,
Keith movió su mano hacia abajo en lugar de mover su cuerpo. Tan pronto como la
mano grande y caliente agarró el lugar, cerré los ojos y escupí profundos suspiros.

—¡Ah…!

Keith puso sus dientes en mi hombro tembloroso. Mi cuerpo se calentó de nuevo,


pero no pude encontrar energía allí. Keith un poco decepcionado, parpadeó y de
repente se río detrás de mí.

—¿Por qué eres tan pequeño?

Lo miré por un momento sin darme cuenta. Su rostro sonriente era a la vez
descarado y vergonzoso, por lo que mi rostro se calentó. Sabía que Keith se estaba
burlando de mí, pero mi orgullo demasiado superficial, no me permitió dejarlo pasar.
Le espeté, poniendo la cara seria a propósito.

—Soy normal. ¡Ustedes son grandes!

—¿Ustedes?

De repente, el rostro de Keith se endureció y rechinó los dientes ¿Por qué haces
eso? Estaba desconcertado cuando apretó los dientes y habló

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—¿Me estás comparando con tus ex hombres?

Me tocó abajo, como si fuera a meterse dentro de inmediato. Rápidamente lo negué


sin saberlo.

—No, me refiero al tamaño normal. Cuando vas al baño, se supone que debes ver
todo.

Por un momento, Keith guardó silencio. Finalmente abrió la boca, mirándome como
si se preguntara si debía creerme o no.

—No uses el baño afuera en el futuro.

—...

Te das cuenta de que estás siendo terco, ¿Verdad?

Cuando me quedé sin palabras y sólo miré a Keith, quitó su mano y la puso recta.
Inmediatamente encima de mí, superpuso sus labios y acepté un beso. Sus labios
se movieron y tocaron mi mejilla, siguieron por la oreja. Finalmente, Keith, quien
marcó sus dientes en mi pabellón auricular, preguntó de repente.

—¿Cuándo me vas a atar?

¿De qué diablos está hablando?

No pude entender y simplemente parpadeé. Keith levantó los labios y miró hacia
abajo. Con mirada suspicaz, tardíamente abrí mucho los ojos.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—Uh...

«No puedo evitarlo. Lo até y me trepé.»

De repente, me sentí confundido cuando recordé la endeble mentira que había dicho
y tartamudeé. Eso fue hace unos años y todavía lo recuerdas. Espero que te olvides
de esto. Mi rostro se endureció en poco tiempo, pero Keith se echó hacia atrás y me
besó. Como tentadora, una fragancia suave y dulce deambulaba. Estaba
emocionado, por un lado, pero, mi corazón latía con fuerza por otra razón.

—Oh, bueno... no tienes que jugar así...

Traté de decir: Lo estoy disfrutando lo suficiente, pero no pude terminar de hablar


por la cara de Keith. Me miró con ojos aterradores y afiló los dientes.

—Después de hacerlo con otros chicos ¿No lo harás conmigo?

—Por supuesto que no. ¡Por supuesto, sí. ¿Por qué no?!

Sin saberlo, hice una declaración exagerada. Aun así, tartamudeé y añadí. Mientras
me miraba con recelo.

—Pero necesito estar listo... bueno, hay cosas que comprar.

—...

—No quieres usar las cosas que usaron otros hombres.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Fue sólo entonces que la expresión de Keith se relajó un poco. Preguntó


nuevamente superponiendo sus labios.

—Entonces, ¿Cuándo lo vas a hacer?

Respondí tan casualmente como pude.

—¿Mañana?

Oh, debería haberte dicho más lejos.

Lo lamenté, pero ya era demasiado tarde. Keith me acarició la frente con suavidad
y sonrió.

—Estoy deseando que llegue.

Por favor no lo hagas. Por favor.

Lo pensé, pero no pude hablar. Keith empujó el pene por detrás. El agujero húmedo
se abrió suavemente y lo aceptó.

—Ha emocionado, ...

Aunque pronto cerré los ojos con un suspiro de emoción, mi cabeza se llenó de
miedo al mañana.

✤✤✤✤✤✤

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

... el mundo no se colapsa fácilmente.

Mirando el cielo azul tan soleado, pensé desesperadamente. ¿No sería muy
descortés para los que viven con dificultad esperar que el mundo perezca sólo por
sexo? Si me sentía culpable en mi corazón y no perecía, sólo deseaba que Keith
golpeara su cabeza en alguna parte, muy ligeramente, y que sólo desaparecieran
los recuerdos de anoche. Si este es el caso, quiero que olvide lo que dije hace unos
años. Estaba orando mucho y sólo escuché el timbre de mi teléfono celular. Cuando
verifiqué el número, era Keith. En ese momento, contesté, sintiendo que mi columna
se congelaba.

—Uh, Um, ¿Por qué?

Cuando se lo pregunté de la nada, Keith dijo casualmente.

[¿Almorzaste? ¿Todo bien?]

—Oh, sí... ¿Llegas tarde?

¿Por qué me llamaste de repente? Río brevemente al otro lado de la línea cuando
se lo pregunté con una pizca de esperanza.

[No me digas, me estoy conteniendo ahora mismo. No puedo evitarlo porque tengo
una reunión importante por la tarde.]

Keith parecía realmente arrepentido. Añadió, mientras yo tragaba saliva seca en


silencio.

[Estás listo, ¿No?]

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Llamaste para verificar.

Me di cuenta de que ya no podía evitar esta situación.

—U ha... No, voy a salir ahora. Porque es hora de que Spencer tome una siesta...

[Sí.]

Susurró con una dulzura indescriptible.

[Estoy deseando que llegue.]

Colgué después de unas pocas palabras más, pero no podía recordar de qué
demonios estaba hablando, porque estaba ocupado pensando en cómo superar
este desastre inevitable.

Pocas personas piden ayuda en momentos como este. A pesar de mi vergüenza,


llamé a Josh.

[¿Oh cómo estás?]

Como siempre, saludó alegremente. Después de compartir algunos saludos


formales, saqué las palabras que había preparado. Por supuesto, después de
respirar profundamente un par de veces, hablar sobre el clima inútil. Un gemido de
dolor salió.

—Hey, Quiero decir, me gustaría comprar algún equipo, pero me preguntaba si


sabes algo.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

[¿Equipos? ¿Qué?]

Josh preguntó feliz, como si realmente no lo supiera. No pude soportar la culpa y


me cubrí la cara con una mano. El ardor en la piel, se extendió a las palmas de la
mano. Afortunadamente, Josh entendió lo que estaba tratando de decir.

[Ah... ‘ese equipo’. Lo siento, pero no tengo ese tipo de pasatiempo...]

Me sentí aún más desesperado porque me sentí humillado sin ninguna razón. Pero
luego a Josh se le ocurrió una solución.

[¿Llamarás a Dane? Estoy seguro de que él sabe.]

—... ¿Dane?

Le pregunté sorprendido por el comentario inesperado. ¿Puedo llamarlo para algo


como esto? Cuando recordé su negativa de corazón frío, Josh me dio un consejo.

[A cambio, si te ofreces a comprar algo para Darling, él saldrá.]

Y Dane apareció en la cita exactamente dos horas después.

✤✤✤✤✤✤

'Tintineo'

Cuando me volví hacia la pequeña campana, sonreí alegremente. Dane entró por
la puerta de vidrio de color oscuro llevaba el cabello desordenado y vestía jeans

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

viejos y una camiseta blanca. Había una pequeña mancha gris en un lado de la
camiseta, cuando llamé dijo que estaba aplicando cemento nuevo a la puerta
principal, parecía salpicadura de cemento. Literalmente salió como estaba en casa.
Sin embargo, en el momento en que apareció, el empleado tomó aliento sin darse
cuenta y miró a Dane. Si fuera ese hombre, incluso usando una bolsa, su
sensualidad se desbordaría. Lo pensé, pero Dane, que miró alrededor de la tienda
una vez, se encontró con mi mirada. Caminó recto y me puse de pie. Lo saludé,
mirando que parecía cinco pulgadas más alto que yo.

—¿Cuánto tiempo sin verte, Dane? ¿Cómo has estado?

Se metió un chicle en la boca. Después de mirar brevemente a mi alrededor con


una cara alargada. Dane abrió la boca.

—Entonces, ¿A qué vas a jugar?

—Uh, ahí, entonces.

Era tímido y murmuraba en voz baja, evitando su mirada.

—Atar… algo...

—¿Y?

—¿Qué?

Inconscientemente, cuando miré hacia arriba, Dane dijo con una mueca.

—¿Vas a hacer eso toda la noche? Tienes que hacer algo. ¿O Pittman estará
satisfecho con sólo ser atado?
Traducción por: Its_Unfortunxte
https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—Oh, no, por supuesto que no.

Negué avergonzado, pero me miró como diciendo, '¿Y bien?'. Una vez más, Dane
hizo estallar el chicle, pero yo no tenía nada que decir.

—Oh, bueno, quiero decir... esperaba que Dane me recomendara...

Era tímido y no pude terminar mi discurso. No podía hacer nada con la cabeza gacha
y mi cara ardiente, pero Dane me miró y de repente se dio la vuelta. Caminó hacia
el mostrador dando grandes zancadas, tomó una canasta, sin dudarlo. Luego
caminó entre los artículos expuestos y comenzó a barrerlos. Parpadeé
avergonzado. ¿Tantos? Llenó una canasta bastante grande, finalmente sacó una
revista. Luego se volvió hacia mí y giró un lado de la cubierta como para que mirara.
Decía: 'Cómo utilizar el nuevo equipo'. Me sentí aliviado por su consideración, Dane
se acercó al mostrador. Me apresuré detrás. El empleado no podía apartar los ojos
de Dane mientras pagaba la cuenta. No fue hasta que hizo el cálculo nuevamente
que pude extender mi tarjeta. El personal se apresuró a sacar un sobre para poner
los objetos y Dane sacó un par de artículos de la canasta.

—Esto es por separado.

Luego, Dane se colgó la bolsa de plástico en la muñeca con indiferencia. Cuando


miré hacia arriba sin darme cuenta, él también me miró. Como si tuviera una queja.
Sólo sonreí torpemente.

—Por favor ven de nuevo.

El personal lo saludó con la cara roja. Dane sólo asintió brevemente. Mientras me
apresuraba a salir, llegaron los guardaespaldas que estaban esperando. Me negué
a escuchar los saludos de despedida y me subí al coche de inmediato. No fue hasta
que estaba en el asiento que mi corazón palpitante se hundió un poco. Luego

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

encontré suficiente espacio para preguntarle a Dane, a dónde íbamos. Tienes que
dar un regalo a cambio.

Dan respondió: —Tiffany-

Y se fue a casa con varios collares de gatos chapados de diamantes en la mano.

✤✤✤✤✤✤

Era la primera vez que un día pasaba tan rápido. Todo el tiempo estuve inquieto por
la casa. Mientras me sentaba en la alfombra, seguía mirando mi reloj cuando estaba
con Spencer, el niño estaba impaciente y sacudió mi brazo varias veces para llamar
la atención.

—Oh, lo siento, Spencer.

Abracé el cuerpecito del niño y lo besé en la mejilla. Spencer se río como si tuviera
cosquillas. Cuando sonreí inconscientemente, de repente me sentí extraño y volví
la cabeza. A continuación, Keith, que estaba de pie mirándonos a Spencer y a mí,
hizo contacto visual. Todo mi cuerpo se puso rígido de inmediato. Sin saber en
absoluto mi reacción, Keith caminó rápidamente hacia nosotros.

—Estoy en casa.

Él, que habló con afecto y me besó, tomó a Spencer de mi brazo.

Tan pronto como levantó al niño en alto, Spencer se emocionó y se río a carcajadas.
Keith miró a Spencer de una forma indescriptible y lo besó por toda la cara.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Finalmente, el hombre, abrazando al niño se acercó a mí. Tomé su mano y me puse


de pie. En el momento en que nuestros ojos se encontraron, los ojos de Keith
estaban llenos de ansiedad. Me hizo tener escalofrío

✤✤✤✤✤✤

Después de la cena, dejé mi asiento con el pretexto de poner a dormir a Spencer.


Todavía necesitaba más tiempo para preparar mi mente. Pero, lamentablemente,
Spencer se durmió rápido. Probablemente esto era lo que esperaba, porque el niño
nunca lloriqueo. Pero estaba plagado de deseos de despertar a Spencer. Sin
embargo, antes de que pudiera hacer algo malo, Keith abrió primero la puerta y
entró. Por supuesto, cuando encontró a Spencer dormido jadeando, me tomó en
sus brazos y me tiró hacia atrás. Keith, que tenía la nariz enterrada en mi cabeza,
respiró hondo y susurró.

—¿Vamos al dormitorio?

Tragué saliva, la cual pasó a mi esófago de manera inconsciente. Por un momento


quise escapar, pero Keith inmediatamente me abrazó como si lo hubiera notado.

No pude evitar sonreír al ver su rostro sonriente. Me arrastró a nuestra habitación


sin más demora. Keith me acostó en la cama, me besó suavemente, luego se
levantó y preguntó.

—¿Ahora que hacemos?

Este tipo nunca ha jugado esto antes, ¿verdad?

Lo miré en suspenso. Nadie en el mundo imaginaría atar a Keith. La reacción de


Keith fue absurda. No lo notará incluso si soy un poco torpe. El sudor frío se deslizó
por las palmas de mis manos, la froté sobre la sábana y abrí la boca.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—Acuéstate por ahora, todo desnudo.

—Bueno.

Realmente no tuvo una palabra de vacilación. Se sintió como si se hubiera quitado


todo en un segundo. Él ya estaba en la cama antes de que pudiera decir, 'más
despacio'.

—¿Y?

Abrí la boca con cuidado para que mi voz no temblara.

—Espera un minuto.

Leí la revista lo suficiente como para memorizarla. No te pongas demasiado


nervioso y pásalo con calma.

Tomé las esposas en mis manos como si lo supiera. Pero tan pronto como me di la
vuelta, cometí un error. Las esposas se me cayeron de la mano.

—¡Ah!

Rápidamente recogí las esposas, escupiendo una exclamación. Mi confianza se


apagó en un instante. Keith levantó la cabeza con cuidado y me miró
tranquilamente, con una sonrisa. Quería esposarle la mano, atarla al poste de la
cama y salir corriendo. Por supuesto, si lo hiciera, no podría actuar, porque no sabría
manejar el trabajo que sigue. En realidad, di un paso tembloroso y me fui a la cama,
con las esposas en la mano.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—Te ataré.

Bajé la voz y susurré, ocultando el temblor. Keith entrecerró los ojos. Tan pronto
como lo vi, me di cuenta de que lo había seducido. La emoción de Keith me llamó
la atención de inmediato. Al instante, él extendió las manos. Traté de esposarlo,
pero volví a dejar caer las esposas sobre su pecho.

—Oh, ha pasado mucho tiempo.

Cuando presenté una excusa apresurada, Keith levantó las esposas y se las puso
en una de las muñecas, como si lo hubiera hecho antes, ayudé a terminar el resto
del trabajo con mis manos.

Las feromonas de Keith se volvieron claramente espesas. Mi mente estaba perdida.


¿Y qué más debo hacer? Conseguí mover la cabeza para reflexionar sobre lo que
había estudiado. Vi el video y leí la revista con atención. La preparación era perfecta.
Obligándome a aumentar mi confianza, me subí al estómago de Keith. Entonces,
de repente, preguntó.

—¿Esto es todo? ¿Atar?

—¿Qué? ¿Por qué?

Tartamudeé confundido. Keith dijo de forma insignificante.

—Si decides hacer algo como esto, puedo desatarme rápidamente. ¿Tiene que
estar atado a la cama, ¿No?

Oh, Dios.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Al darme cuenta tarde, me puse nervioso. ¿Qué debo hacer? ¿Debería desatarlo y
volver a atarlo?

—Vamos, espera.

Mi cabeza se enredó y no pude pensar en el orden correctamente.

Resolvamos eso primero. Y arréglalo por encima de su cabeza. Espera, no hay


dónde atar en esta cama, ¿Verdad? ¿Dónde quieres que lo ate? ¿Había un pilar en
la cabecera de la cama? ¿Debería pedirle que se mueva? ¿No deberíamos revisar
la cama primero? No, pero ¿Tiene sentido cambiar de lugar en el camino? Nunca
había visto una pareja así.

Sentado en la amplia cama, Keith, que me estaba mirando, abrió la boca

—... ¿No quieres hacerlo?

—¿Qu… qué?

Mientras tartamudeaba de nuevo, Keith frunció el ceño. Cómo le digo esto.


Simplemente abrí la boca y la cerré varias veces. Keith esperó pacientemente, pero
no pude hablar, a pesar de la considerable cantidad de tiempo. Finalmente suspiró.

—Está bien... así que suéltame.

Lo miré con sorpresa. Keith se incorporó con expresión apagada, como si ya hubiera
perdido el interés. Abrí la boca con urgencia.

—No es que no quiera, sólo… ah.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—¿Dónde está la llave?

Keith me interrumpió. Dudé y señalé a un lado. Salió de la cama, abrió el cajón y


sacó la llave. Miré ansiosamente su sólida espalda, mientras se giraba. ¿Qué tengo
que hacer? Parece un malentendido. ¿Debo decir que lo voy a hacer ahora? Pero
parece que ya se enfrió

—... ¿Qué pasa?

Levanté la cabeza por la pregunta repentina. Sentí el dolor en el interior de mis ojos.
Antes de que me diera cuenta, Keith usaba la bata que había estado sobre la silla.
Suspiró y preguntó en voz baja.

—¿Lo odiaste tanto?

Sacudí la cabeza, pero no pareció creerlo. Keith continuó.

—Cálmate, no te forzaré de nuevo.

Keith agregó sin saber mis intenciones.

—Sabía que no querías hacer esto conmigo.

No fue sarcástico ni decepcionado, pero fue un recordatorio de los hechos. Por


supuesto que no era cierto. Sin embargo, Keith ya estaba convencido. No pude
pensar en una excusa, así que simplemente negué con la cabeza y me dijo.

—Vamos a descansar, no te sobre esfuerces.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Keith acarició mi mejilla y besó mis labios. Fue tan dulce, pero eso me hizo sentir
más avergonzado.

El mundo no se terminó, pero el resultado salió como quería de todos modos. Keith
ya no me pedirá este tipo de juegos.

Al escuchar las profundas respiraciones de Keith, quien me abrazó, pero se quedó


dormido sin hacer nada, me sentí algo desconsolado.

Cuando abrí los ojos, Keith ya se había ido a trabajar. Después de comprobar la
hora con asombro, me sentí relajado. Me quedé dormido, porque no pude dormir
hasta el amanecer. Con menos de cuatro horas de sueño, me sentí entumecido y
molesto. Sentado distraídamente en la cama, se escuchó un pequeño golpe y
Charles abrió la puerta.

—¿Te has despertado? Spen...

— ¡Papi!

Charles dejó de hablar porque el niño gritó, pasando a través de sus piernas.
Cuando vi a Spencer, que corría tambaleante, y pronto rodó por el suelo, me
apresuré a salir de la cama para cargarlo.

Cuando le di un beso en la suave mejilla, el niño sonrió y me abrazó.

Charles, que miraba en silencio, abrió la boca.

—¿Cómo te gustaría tu desayuno? ¿Debería traerlo a la habitación?


Traducción por: Its_Unfortunxte
https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

No tenía ganas de comer mucho. Estaba tratando de pedir té, pero el rostro de
Spencer apareció a la vista. Después de pedirle pudin, un té y galletas, Charles se
retiró. Pero cuando Charles regresó, trajo un carrito lleno de ensaladas, pan, tortillas
y fruta.

—Tienes que comer de todo.

Salió de la habitación, No tuve más remedio que ponerlo mi boca, pero no sabía
muy bien. Al final, cuando logré comer alrededor de dos tercios, ya era pasada la
hora del almuerzo. Spencer, que había estado jugando mucho, comenzó a quedarse
dormido por la tarde. Yo también estaba cansado, llevé al niño a la cama y nos
quedamos dormidos uno al lado del otro.

✤✤✤✤✤✤

De repente me desperté y había oscuridad en la habitación. Cuando estaba a punto


de levantarme, me di cuenta de que mi costado estaba vacío y de inmediato me
puse pálido. Cuando giré la cabeza a toda prisa, mis ojos se encontraron con un
hombre inesperado y me tragué el aliento aterrorizado.

—Keith.

Tardíamente susurré su nombre, con un suspiro de alivio. Keith estaba sentado en


una silla junto a la ventana, mirándome. ¿Desde cuándo has estado ahí? Abrí la
boca maravillado, pero Keith habló primero.

— Spencer se fue a su habitación.

—Ah.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Sólo entonces mi rostro se relajó y él habló casualmente.

—¿Dormiste bien?

—¿Eh? Sí. — Asentí avergonzado.

—Lo siento, no te escuché venir... ¿Cómo estuvo hoy?

—No hubo nada especial. Más bien, tengo una pregunta.

Cuando de repente me vino a la mente la última noche, Keith se puso de pie. Lo vi


avanzar con su paso habitual hacia la mesa. Había varios libros y artículos. Mientras
miraba a Keith, que se dirigía hacia mí con ellos, inadvertidamente contuve la
respiración por una ansiedad desconocida. Finalmente llegó a la cama y arrojó un
montón de revistas frente a mí. En el momento en que vi las aburridas revistas
extendiéndose con un sonido sordo, abrí mucho los ojos. Keith abrió la boca por
encima de mí.

—Explica qué es todo esto.

Por supuesto que no podía decirlo. La revista que leí tanto el día anterior, estaba
arrugada y sucia, aquí y allá, era un desastre. ¿La vi tanto?, pensé. Vacilé y levanté
la cabeza. Inmediatamente me encontré con la mirada penetrante de Keith. Tienes
que decir cualquier cosa. Me las arreglé para abrir la boca después de tragar mi
saliva seca.

—¿Cómo puedo… esto?

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Dejé salir palabras inesperadas y me apresuré a callar, pero la expresión de Keith


no cambió.

—Spencer las estaba leyendo.

—¿Qué?

Casi me desmayé por un momento. Estaba pálido, gritando. Keith continuó con el
ceño levemente fruncido.

—Para ser precisos, sería cierto decir, que estaba jugando con ellas. Dijeron que
las encontraron debajo de la cama

—¿Vio esto? ¿todas?

—Afortunadamente, todo lo que vio, fue este libro.

El libro que recogió Keith tenía las palabras: 'Cómo usar el equipo’.
Afortunadamente, el folleto, que contenía el texto completo de cómo usar todo tipo
de equipo, no contenía fotografías de uso real.

Whoo-hoo, suspiré aliviado. Keith añadió, mirándome.

—Ahora, explícalo.

Dejé de respirar de nuevo. Continuó hablándome, mientras su voz se endurecía por


encima de mi cabeza.

—¿Cuál es la razón por la que tienes apiladas todas estas revistas en el armario?
Traducción por: Its_Unfortunxte
https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—No. Es que yo no.

—¿Entonces?

Keith estaba realmente disgustado. Me quedé sin palabras de nuevo. No había lugar
para la disidencia en la mirada sospechosa. Tenía que aclarar el malentendido de
Keith, pero no pude hacerlo. ¿Cómo diablos se supone que explique para qué son
todas esas revistas? De repente pensé en la razón por la que estaba mintiendo al
respecto en primer lugar y me sentí triste. Perdí la paciencia sin darme cuenta.

—¡Lo intenté, pero no lo hice!

—¿Qué?

Keith me miró con los ojos fruncidos. Escupí con desesperación.

—Nunca había hecho esto antes. Estaba simplemente mirando alrededor. Compré
todos estos para practicar… porque estabas muy emocionado.

—...

Abrió la boca después de tomarse un momento como si estuviera pensando.

—... ¿Quieres decir que nunca has atado a alguien?

¿Por qué un hombre tan astuto suele ser tan estúpido ahora? Estaba impaciente y
confesé.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—No he dormido.

—...

—No lo he hecho con otro hombre.

—...

—Eres el primero.

Keith me miró sin comprender, como si le hubiera golpeado en la cabeza con un


martillo. Abrió la boca, pero no pudo hablar. Cerró la boca de nuevo, la abrió y la
volvió a cerrar. Después de mucho tiempo, Keith preguntó como si no pudiera
creerlo.

—No puedo creer que no lo hayas hecho, no lo negaste cuando te pregunté.

En un repentino ataque de ira, escupí.

—¡Tonto! Es obvio que estaba mintiendo.

—¿Tonto?

Keith gritó, también enojado y pronto se detuvo.

—Espera, ¿Mentiste? ¿Por qué?

Ahora no había nada que ocultar. Dije la verdad.


Traducción por: Its_Unfortunxte
https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

— Tenía miedo de decepcionarte sí decía que no tenía experiencia... te agradaba


porque era bueno.

De repente mis ojos se calentaron. Lo miré de nuevo después de frotar mis ojos
violentamente. Pero Keith todavía parecía en blanco.

—¿Fue tu primera vez, y lo hiciste tan bien?

Mi cara se puso roja.

—Tuve novia, pero era la primera vez con un hombre... No lo había hecho desde
que me convertí en omega.

De alguna manera Keith parecía sorprendido. Bueno, yo me vería como un bicho


raro para un tipo que había estado jugando así, de forma tan promiscua.

Keith se quedó sin palabras de nuevo.

¿Estás muy decepcionado de mí? A pesar de todo el trabajo de ayer, de memorizar


esas revistas.

Después de mucho tiempo, Keith preguntó.

—¿Te sentiste así desde el principio? De ninguna manera, ¿así que todo fue
actuado?

¡Esta persona me está poniendo de los nervios!

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—¿Crees que soy un gran actor? Entonces, ¿Por qué no me das el papel principal
de esta película? Será un gran éxito, ¿no?

Poco a poco me enojé por la continua sospecha y fui sarcástico. Pero en medio del
caos, la respuesta de Keith llegó con una frialdad aguda.

—Eso no está permitido.

Cuando abrí la boca para decir: 'por supuesto que No, estoy siendo sarcástico',
Keith apretó los dientes.

—¿Me estás diciendo que vas a filmar una escena de cama con otro hombre, en mi
cara? ¿Cómo te atreves?

—...

Simplemente no tenía nada que decir, cuando vi su expresión, como si estuviera


enojado con sólo pensarlo. Abrí la boca tardíamente pensando, ¿qué debo hacer al
respecto?

—Sólo digo.

—¡Por supuesto!

Keith, que gritaba enojado, caminaba nerviosamente por la habitación. Dejó de


caminar y frunció el ceño.

No dije nada. Si digo: 'Es tu culpa que te hayas confundido', volverás a enojarte.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Es mi culpa no haberlo corregido correctamente.

Keith me preguntó, barriendo nerviosamente su cabello.

—¿Ningún otro hombre? Estás Mintiendo.

Era una oportunidad para expiar todo, pero no podía pensar en nada. Negué con la
cabeza.

—Ninguno hasta ahora.

—...

—Realmente no lo hay.

Una vez que le di más énfasis, Keith dejó salir su respiración bloqueada.

—No lo hiciste durante casi una década, ¿no tienes ningún deseo sexual?

—¿...? ¿Diez años?

Keith respondió como si tuviera la razón:

—Debiste manifestarte a la edad de dieciocho años, a más tardar.

Keith hizo una pausa y entrecerró los ojos.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—¿O es un talento natural? No lo sé.

Mi cara se puso roja. ¿Estoy revelando demasiado?

—Simplemente no lo hice. No lo hice porque me gustaba alguien en el pasado.

—Pero, podías tenerlo cuando quisieras, ¿no?

De repente, recordé el pasado que había olvidado, y por un momento mi corazón


se rompió.

—En ese momento...

Con una respiración temblorosa de por medio, confesé.

—No pude hacerlo con la persona que quería.

¿Qué sentido tenía pasar la noche con alguien a quien no querías?

De repente pensé y dejé de hablar. Keith, que no había dicho nada, abrió la boca.

—¿Qué clase de hijo de puta es?

El aroma de las feromonas se hizo más profundo. Inconscientemente me reí, estaba


estupefacto por su descarada ira.

—Podría ser una mujer.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Keith no se río en absoluto. Sólo entrecerró los ojos y me preguntó de nuevo

—¿Quién es ese hijo de puta calenturiento con el que querías revolcarte?

Estaba confundido en cuanto a dónde estar sorprendido, “Hijo de puta”, “revolcarte”


y “calenturiento”, pero lo más impactante fue que Keith puso palabras tan vulgares
en su boca. Hablé con dificultad.

—Ni siquiera sabía que me gustaba... ...

—Si lo hubiera sabido, habrías dormido con él, ¿no?

Sin un momento para responder, Keith se quedó estupefacto y luego exclamó.

—Realmente no puedo creerlo. Casi tuve que comprar un boleto y esperar turno.

—¿Por qué?

—¿Preguntas porque no sabes?

Keith miró por encima de mi cuerpo con ojos significativos.

—¿Alguien podría no caer con tu cuerpo, después de dormir contigo?

Después de darme cuenta tardíamente, mi cara se puso roja de ira.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

— Quieres decir, ¿cualquiera que lo hiciera conmigo se sentiría así?

—Dijiste que sólo has dormido conmigo, pero estabas demasiado emocionado que
lo malinterprete.

Era más que absurdo así que exploté y grité como si me ahogara.

—¡Por supuesto! ¡Porque me gustabas! ¿Lo entiendes? ¡Eres el hijo de puta


calenturiento con el que quería revolcarme, Keith Knight Pittman!

Keith parpadeó sorprendido con la boca abierta. Luego preguntó.

—¿Soy yo?

—¡Sí!

—... ¿Desde cuándo?

—¡¡Desde el principio!!

Mirando su cara en blanco, escupí las palabras amontonadas como si quemaran.

— Si duermes con alguien de quien has estado enamorado durante años, ¿no te
emocionas? ¿soy un eunuco? Tú también te emocionaste desde el principio cuando
jugabas conmigo. Entonces ¿Por qué hiciste eso, cuando tienes más experiencia
que yo? ¡Me vertiste feromonas y me hiciste entrar en calor!

Por primera vez, Keith tenía una expresión de desconcierto en su rostro. Era
delicioso que se quedara sin palabras, pero era extraño que estuviera tan aturdido.
Traducción por: Its_Unfortunxte
https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Simplemente pensé que era ridículo, sin embargo, se veía conmocionado y


extasiado.

—... ¿Keith?

Lo llamé por su nombre. Keith, que se tapó la boca con una mano, me miró sin
siquiera parpadear. Era la primera vez que Keith tenía esa mirada. Parecía
avergonzado, pero ni siquiera se movió durante un rato y exclamó: 'Oh'. Como si se
hubiera dado cuenta de algo. Se frotó la cara con fuerza con ambas manos, luego
las bajó y de repente saltó hacia mí y me besó. Me acosté en la cama, aturdido.
Keith, que frotó su lengua y mezcló su saliva con la mía, murmuró como un suspiro.

—¡Qué tonto!

Aunque no pude entender la oración en inglés, volvió a sobreponer sus labios en


lugar de explicarse.

Cuando el largo y oscuro beso se detuvo por un momento, abrí la boca.

— Para ambos es la primera vez con un hombre.

Por un momento Keith se detuvo. Al parecer mi expresión se endureció sin mi


conocimiento. Keith me besó apresuradamente.

—No, no me malinterpretes. Fue solo un beso. Hace mucho tiempo—. Confesó: —


Hoo, hoo. Lo confundí con una mujer. No lo habría hecho si hubiera sabido que era
un hombre. Eres el único hombre que he tenido, lo juro.

Dudé ante el repentino recuerdo. Entonces Keith, que no entendió mi reacción,


rápidamente agregó.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

—Si lo pienso ahora, estaba desconcertado, fui engañado.

Su rostro se tornó sombrío de indignación. Dudé y pregunté.

—... por casualidad, ¿era su cara de tu gusto?

De repente lo recordé y Keith habló violentamente.

—No pienso en cosas como caras.

Respondió en voz baja. Por alguna razón, ni siquiera tenía la energía para enojarme.
De repente me reí, porque mi rostro parecía gustarle mucho a este hombre.

—¿Qué pasa?

Keith frunció el ceño y preguntó. Negué con la cabeza y susurré dulcemente.

—Si vuelves a besar a otra persona, te mataré.

Keith vaciló, luego sonrió y me besó.

—¿Mi omega me va a matar?

Yo también sonreí y lamí sus labios ligeramente.

—Bésame hasta que muera.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Los suaves labios se superpusieron de nuevo. Poco después de estar absorto en el


beso, de repente me di cuenta que había perdido el tiempo para decir que había
mutado de nuevo. Simplemente no lo dije, pero no mentí.

Además, pensé que se sorprendería mucho de saber que fui yo quien lo besó en
ese momento. Mantengamos el secreto para Keith. No quiero perder a mi Alfa por
un ataque al corazón.

Mientras resolvía mis pensamientos, Keith me acarició la oreja marcada y preguntó.

—¿Qué pasa?

Sonreí y negué con la cabeza.

—No, nada.

Una pequeña risa penetró en mi boca. Esta vez, me concentré sólo en besar sin
pensar en nada más. Keith preguntó de repente.

—Entonces, ¿Cómo compraste todas esas cosas? Dijiste que no tenías experiencia.

Al parecer vio todos los tipos de instrumentos horribles que estaban en el cajón.
Mentí para que Keith no se enojara.

—Lo busqué en Internet.

—¿En serio?

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
Bésame mentiroso – EXTRA 1

Keith sonrió de forma extraña. Inmediatamente entendí el significado.

—Entonces, ¿Lo usamos? Por primera vez.

—¿Ahora?

Keith se río a carcajadas de mí, cuando vio que estaba asustado.

—No, la próxima vez.

Nuestros labios se superpusieron nuevamente y la noche comenzó de nuevo. Me


decidí, abrazándolo con alegría.

Voy a tirar esas cosas aterradoras tan pronto como amanezca mañana.

Traducción por: Its_Unfortunxte


https://archiveofourown.org/users/Its_Unfortunxte/pseuds/Its_Unfortunxte
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤ PRÓLOGO✤

Sentí como una luz brillante pasaba a través


de mi amplia visión, y mi cuerpo se levantó
por un momento. Cuando su cuerpo fue
arrojado al suelo, perdió el conocimiento por
un tiempo. Luego se escuchó un débil sonido.
Eso fue lo único que lo despertó, le costó
mucho esfuerzo abrir los ojos. Cuando logró
levantar los párpados, la luz del sol se hizo
presente y golpeó con fuerza su tenue visión.

—…

Intenté levantarme, pero todo lo que pude


hacer fue mover un poco los dedos. Sus
párpados, que apenas se habían abierto,
pronto volvieron a caer. Más allá de su mente
oscurecida, de nuevo con su visión, se las
arregló para pensar.

…Spencer.

Aunque sus delgados labios se movieron, no


salió ningún sonido de ellos.

Esa fue la última vez.

✤✤✤✤✤✤

Mientras los hombres de traje negro


rondaban por el pasillo del gran hospital,
todas las personas que pasaban por allí los
miraban con el rostro lleno de dudas. Varias
de ellas, que reconocieron al hombre que iba
delante de los guardaespaldas, susurraban
sorprendidos, pero él los ignoró mientras
caminaba rápidamente.

—Sr. Pittman, por aquí.

Whittaker, el jefe del equipo de seguridad,


que rápidamente lo guió hacia la dirección de
la habitación, continuó.

—El doctor está esperándolo para explicarle.


Yeon-woo todavía está dormido, pero
afortunadamente, dice que no tiene heridas
graves.
—Espero que así sea.

Keith se revolvió el pelo con irritación. Justo


cuando doblaba la esquina, un grupo de
hombres apareció a su vista. El pequeño
cuerpo de Spencer, que estaba siendo
sostenido por unos grandes brazos, apareció
y desapareció en un momento, entre la
ráfaga de emociones que sentía en ese
momento, se detuvo.

—¡Papá!
El rostro de Keith, que hasta entonces había
estado endurecido, se suavizó de inmediato al
ver al niño corriendo con lágrimas rodando
por sus mejillas. Sin dudarlo, Keith sostuvo al
niño entre sus brazos con delicadeza y le dió
suaves palmaditas en la espalda.

—Papá, papá.

—Sí, Spencer. Está bien, no llores.

La suave voz tranquilizante hizo que Spencer


llorara más fuerte. Esperando a que el niño se
calmara, Keith se quedó ahí parado sin decir
nada.
—Sr. Pittman.

Cuando giró la cabeza hacia la voz que lo


llamaba, Whitaker abrió la boca.

—El médico lo está esperando. ¿Le gustaría


hablar con él ahora?

—Hola.

—Buahh.*

*Onomatopeya de llanto.
Spencer intentó dejar de llorar con su cara
enterrada en el hombro de Keith. Aunque el
traje de Keith se arruinó debido a las
lágrimas, la nariz que goteaba y la saliva de
Spencer, no le importó. Lo que le importaba
ahora no tenía nada que ver con su traje
manchado.

Keith casi se desmaya cuando se enteró del


accidente de Yeon-woo. En el momento en el
que escuchó la noticia perdió la fuerza de sus
rodillas, luego se sentó en una silla para
poder seguir hablando por teléfono. Su
corazón se sintió pesado, y en ese momento
corrió al hospital para recibir un informe
detallado de la situación.

[Perdió la conciencia después de golpearse la


cabeza, pero afortunadamente, los exámenes
salieron bien, así que dicen que no tiene que
preocuparse demasiado.]

Se las arregló para relajarse, pero otras


preocupaciones llenaron su cabeza. En el
momento del accidente, Yeon-woo estaba con
Spencer. El shock del niño será grande, ya que
todo pasó ante sus ojos.

Por supuesto, los sollozos del niño se


mantuvieron hasta que la explicación del
doctor terminó. Poco tiempo después
comenzó a dormitar, parecía estar agotado
de tanto llorar. De todos modos, también
parecía aliviado de ver a Keith. Dejo a
Spencer en manos de Charles para que lo
llevara a dormir, ya que era demasiado tarde,
y Keith se quedó en el hospital. Iba a esperar
hasta que Yeon-woo se despertara.

Contrariamente a las palabras del doctor,


Yeon-woo parecía apenas estable. Mirando a
Yeon-woo con el rostro pálido y los ojos
cerrados, Keith le acarició lentamente la
mejilla. Suspiró aliviado por la fortuna de
sentir el calor de su rostro en la punta de sus
dedos.
De repente, quiso fumar a pesar de que había
dejado el cigarrillo, así que inadvertidamente
metió su mano en el bolsillo interior de su
traje y luego la dejó caer torpemente. En ese
momento una mezcla de sentimientos lo
invadieron.

Keith se sentó en una silla al lado de la cama,


esperando a que los ojos de Yeon-woo se
abrieran, y lo miró por un tiempo con los
brazos cruzados. Sin saber nada acerca de los
pensamientos y sentimientos más íntimos de
Keith, Yeon-woo estaba dormido sin darse
cuenta de nada de lo que pasaba a su
alrededor. Al pasar del tiempo, de repente
Yeon-woo frunció el ceño. Keith pareció entrar
en razón cuando vio a Yeon-woo soltar un
pequeño gemido, entonces esperó
pacientemente a que Yeon-woo abriera los
ojos.

Un suspiro salió de sus labios, que se habían


abierto ante los ojos de Keith. Poco después,
sus largas pestañas temblaban y finalmente
Yeon-woo abrió los ojos.

—…

Cuando vio el techo, miró lentamente hacia


otro lado. A pesar de que Keith y yo hicimos
contacto visual, se quedó en blanco, como si
no supiera qué hacer en ese momento.
Luego de ver a Yeon-woo abrir los ojos, el
rostro de Keith se relajó notablemente, y en su
lugar apareció un ceño fruncido.

—¿Que tal dormiste? ¿Tuviste un buen sueño?

Un comentario sarcástico descontrolado fluyó


casualmente de la boca de Keith. Hasta
entonces, Yeon-woo, que había estado
mirando fijamente a Keith con una mirada
perdida, se sorprendió. A Keith le gustó la
reacción en su rostro, pero aún no se sentía
aliviado.

—¿Sabes lo asustado que estaba Spencer?


Lloraba todo el tiempo, pero logró quedarse
dormido hace un rato porque estaba muy
cansado. ¿Qué estabas haciendo en las
escaleras? ¿Por qué no usaste el ascensor?

Su enfado aumentaba más y más mientras


hablaba. ¿Por qué diablos Yeon-woo está
tomando riesgos innecesarios ahora?

—El guardaespaldas es quien debe proteger a


Spencer o a ti si están en peligro. ¿No piensas
que esa fue la razón por la cual les asigné
uno? ¿De qué sirve un guardaespaldas si te
vas a arriesgar así? Eres muy imprudente…

A pesar de sus críticas implacables, Yeon-woo


se mantuvo en silencio. La ira de Keith se fue
esfumando poco a poco cuando vio la
expresión confundida de Yeon-woo, que sólo
lo miraba con una mirada desconcertada.

—Así que quiero decir, piensa primero en tu


bienestar de ahora en adelante. Lo entiendes,
¿No?

—Uh… sí.

Yeon-woo respondió torpemente a los


comentarios de Keith. Había algo extraño en
ello, pero Keith lo ignoró.
—Será mejor que te quedes en el hospital por
un día o dos. Dicen que los resultados de las
pruebas salieron bien, pero no hay que tomar
riesgos. No tienes que preocuparte por
Spencer. Te dejarán salir del hospital tan
pronto como descubran que no hay nada
malo…

—…

—Yeon-woo, ¿Me estás escuchando?

Keith instó de nuevo. De repente se puso


ansioso. No le gustó cuando Yeon-woo
continuó viéndolo de esa manera. ¿Por qué
me miras con una expresión tan extraña?
¿Estás seguro de que no hay nada malo?
Mientras su nerviosismo seguía aumentando,
Yeon-woo abrió la boca.

—Sí, Sr. Pittman.

Al principio Keith no lo entendió. Estaba


perdido en sus pensamientos. Cuando se dio
cuenta, pensó que había escuchado mal y se
dio la vuelta. Desafortunadamente, no fue
así.

—Sr. Pittman.
Una vez más, Yeon-woo, mientras se
tambaleaba, se levantó. Traté de decirle que
siguiera acostado, pero antes de eso,
Yeon-woo continuó hablando.

—Lo siento, pero no sé de qué estás hablando.


Esto es… ¿Un hospital? ¿Qué? ¿Por qué estoy
aquí? ¿Qué está haciendo el Sr. Pittman aquí?

Keith miró nerviosamente el reloj de su


muñeca y comprobó la fecha. No era el Día de
los Inocentes. Incluso si fuera el Día de los
Inocentes, Yeon-woo no es bueno mintiendo.
Keith conoce muy bien a Yeon-woo, y sabe
que para él es difícil incluso contar pequeños
chistes.
Pero, ¿Qué es esta reacción?

Esta vez Keith tenía una mirada perdida en su


rostro.

—… ¿Estás bromeando?

Keith, que había estado hablando con una


voz aguda, dudó por un momento.

No hay nada.

—¡Ah!
La violenta sacudida de su hombro asustó a
Yeon-woo. Keith le revisó la oreja sin
preocuparse de nada más.

No tiene nada.

Era lo mismo incluso si lo tocaba con las


manos, no podía creer lo que veían sus ojos.

Estoy seguro de que la ví esta mañana.

Revisé varias veces, pero las orejas de


Yeon-woo estaban limpias. No había nada
más que una débil cicatriz que había dejado
una marca hace mucho tiempo.

La marca ya no está.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo#1✤

El día estaba lleno de nubes oscuras, como si


predijera lo que iba a suceder. En una oficina
situada en el último piso de un edificio que se
elevaba bajo las nubes negras, Emma estaba
de pie, nerviosa, mirando a su jefe.

Keith Pittman, ¿Ha sido engañado?

El día 8, un periódico encontró a una pareja


que apareció cariñosamente en una tienda de
artículos para adultos. Uno de ellos es el
famoso compañero de KP, Y-woo, que a
menudo ha aparecido en los medios con el
hijo de ambos. Sin embargo, la foto tomada
ese mismo día fue diferente a lo que se ha
visto hasta ahora, ya que fue visto saliendo
solo, sin un niño y entrando al auto con un
hombre común y corriente… un hombre que
no es su esposo.

Según el informe, fueron juntos a la tienda,


compartieron opiniones y compraron algunos
productos. El dependiente de la tienda dice
que escogieron cuidadosamente lo que
llevaron. La lista de artículos que compraron
incluye esposas, mordazas, látigos, etc. (Se
proporcionará información detallada en las
siguientes páginas). La lista de compras
también incluye una guía con instrucciones
detalladas sobre cómo usar el artículo
comprado y una revista reciente para adultos
con varias tallas de cuerpo.
Según algunas personas cercanas a ellos, KP
ha estado recientemente separado de su
pareja, y la pareja está considerando el
divorcio. Tal vez ese hombre desconocido sea
la causa, pero en ese caso, KP lleva las de
ganar.

Los expertos dicen que será difícil para Y-woo


reclamar muchas propiedades porque el
período de matrimonio no es tan largo, aún
siendo conscientes de la fortuna de KP.
Teniendo en cuenta la duración de su
matrimonio, actualmente puede recibir unos
300 millones de dólares en concepto de
pensión alimenticia, y también se espera que
reciba hasta 3.000 millones de dólares, diez
veces más, si continúa su matrimonio durante
siete años más. También es muy probable que
Y-woo tenga la custodia del niño que
procrearon. Un consejo para Y-woo, ¿Por qué
no esperar siete años más si el olor de las
feromonas de KP es de su agrado?

Mientras tanto, más tarde fueron a Tiffany y


compraron un collar para gato por un valor
de “300.000 dólares con un broche con
diamantes…”

—Ha.
Keith suspiró con molestia antes de poder
terminar de leer el resto de esa tontería. El
artículo que ocupó la portada con furor, fue
una tontería de principio a fin. ¿Yeon-woo me
engaña? ¿Cómo puedo lidiar con esta ridícula
mierda y todas esas cosas? Tenía la mente en
blanco luego de terminar de leer.

—Bueno, Sr. Pittman.

Emma, que había esperado a que Keith leyera


todos los artículos, lo llamó con cautela.
Mirando a su jefe, mientras miraba las fotos y
los artículos tomados por los paparazzi,
trataba de adivinar nerviosamente lo que
estaba pensando, en ese momento sonó una
llamada. Emma pudo adivinar quién lo
estaba llamando cuando vio que Keith, que
comprobaba la llamada del móvil, suavizaba
su dura expresión.

[Keith.]

Tan pronto como se conectó la llamada, una


voz apresurada se escuchó del otro lado.
Keith abrió la boca.

—Dime.

Como de costumbre, Yeon-woo se puso muy


nervioso y se apresuró a hablar.
[Es un malentendido, Keith, Puedo explicarlo
todo.]

—Y tendrás que hacerlo muy bien.

De repente, se escuchó el sonido de Keith


rechinando los dientes. Yeon-woo dijo con
prisa y con una voz preocupada.

[Uhm, hey, voy para la oficina ahora.


Escúchame primero. Te explicaré todo.
¿Bien?]
Sentí un cambio ligero en el ambiente cuando
estaba al teléfono, esperé para ver si me
preparaba para salir, luego Keith respondió
suavemente.

—Tómate tu tiempo, hablemos durante el


almuerzo.

[Oh, sí. Lo siento, debes estar ocupado.]

—Yeonwoo.

[¿Eh?]
Justo cuando estaba a punto de colgar,
Yeon-woo hizo una pausa y preguntó. Keith
preguntó después de unos segundos.

—Respóndeme algo. No lo usaste, ¿Verdad?


¡No me mientas!

Unos segundos después, Yeon-woo, que


entendió su pregunta, saltó y lo negó
rápidamente. Estaba perplejo y enojado por
la situación.

[Te dije que nunca había hecho eso antes, así


que ¿Cómo pude haberlo usado? No tuve más
remedio que ir a ese lugar porque dijiste que
querías hacerlo, y fue tan embarazoso…!]
Yeon-woo, que de pronto se había quedado
sin aire, dejó de hablar. Después de unos
segundos, suspiró. [… No, fue mi culpa
haberte mentido desde un principio.]

—Me alegra que lo sepas.

Yeon-woo estaba resentido otra vez por sus


comentarios. ¿Quién asumió desde un
principio que yo tenía experiencia?

Sin embargo, la situación era absolutamente


desfavorable para Yeon-woo en ese
momento. Derrotado, no protestó y habló con
toda la tranquilidad posible.
[No estás muy enojado, ¿Verdad?]

—Por supuesto que estoy enojado—. Keith


añadió pacíficamente, todo lo opuesto a sus
palabras… —Tendrás que explicarte muy
bien. Y de muchas maneras.

Antes de decir algo más, Yeon-woo colgó el


teléfono. Keith miró la pantalla de su teléfono
celular por un momento y lo dejó sobre el
escritorio. Tenía una expresión enfadada y
una sonrisa débil al mismo tiempo, pero no se
dio cuenta de ello. Viendo su rostro así, el
pecho de Emma se sacudió, mientras se
negaba a imaginar lo que él estaba
pensando.
¿Por qué no contesta?

Mirando el teléfono mientras soltaba un


pesado suspiro, Yeon-woo decidió presionar
el número de nuevo. Esta vez sonó un poco
más de tiempo que la vez anterior. Cuando
finalmente atendieron el teléfono, Yeon-woo
abrió rápidamente la boca.

—Oh, Dane. ¿Cómo estás? Lo siento por


llamar de repente….

[Oh, sí.] Dane respondió con una voz ronca,


como si acabara de despertar. Yeon-woo
estaba a punto de continuar, pero Dane habló
primero. [La foto salió bien.]
—Hip.

En ese momento, el hipo salió y Yeon-woo se


cubrió la boca rápidamente. Olvidando lo que
iba a decir en ese momento de pánico, se
apresuró a pensar en qué decir.

—Uh, ya lo sabes, la nota…

[Sí, la vi. Fui a la gasolinera y todos estaban


mirando el periódico.]
En ese momento, Yeon-woo cerró los ojos e
hizo una mueca de dolor. Eventualmente, se
tranquilizó y continuó con una voz deprimida.

—Lo siento, pero gracias a Dios, la foto salió


un poco borrosa, así que si dicen que te
pareces a esa persona, puedes negarlo…

[¿Crees que eso tiene sentido?]

Preguntó Dane con una voz más clara que al


principio. Por supuesto que estás enfadado,
pensó Yeon-woo. Sólo me hiciste un favor,
pero terminaste involucrado en un chisme
ridículo… Dane añadió interrumpiendo a
Yeon-woo, que estaba a punto de disculparse
de nuevo.

[No puede existir otro hombre tan ardiente


como yo.]

—…

Yeon-woo parpadeó porque no supo qué decir


en ese momento. Dane estaba convencido de
que lo que dijo no estaba mal, pero no pudo
responder inmediatamente porque estaba
pensando al mismo tiempo que iba a estar
enfadado. Después de un momento de
vacilación, sonrió torpemente y se disculpó.
—De todas formas, siento si te molesté, así
que te llamo para disculparme. Me alegro de
que no estés enfadado, pero por favor,
llámame si algún periodista o si alguien te
molesta. Haré todo lo que pueda desde
aquí…— Dicho esto, preguntó
cuidadosamente luego de soltar un suspiro.
—Bueno, siento toda esta situación, pero…
¿Puedo preguntarte una cosa más?

[…] Hubo un breve silencio. Estaba


preocupado de haber molestado a Dane esta
vez, pero luego se escuchó una voz
somnolienta al otro lado de la línea. [¿Qué
es?]
Yeon-woo soltó un “¡Ha!” y respondió
rápidamente. —Tengo que explicarle la
situación a Keith, por si acaso… si algo no
sale bien. Me gustaría que le dijeras que…

La voz de Yeon-woo se desvaneció, y pronto el


silencio se hizo presente. Al otro lado del
teléfono, se escuchó un gemido bajo. Tal vez
Dane estaba ocupado.

[Hoy es difícil, mañana…]

—¡Ah!— Yeon-woo reflexionó sobre la molesta


respuesta y escupió una corta exclamación.
—Entonces, por favor, y muchas gracias,
Dane. No lo olvidaré. Si puedo darte algo…
[Lo pensaré… Adiós.]

Dane se despidió a medias y colgó el teléfono.


En ese momento, Yeon-woo estaba
avergonzado, pero entró en razón y le envió
un mensaje diciendo: [Voy a comprarte una
cena, lo siento si te causé problemas]

—Papá, ¿Qué estás haciendo?

Justo a tiempo, el niño asomó la cabeza por


la puerta entreabierta. Yeon-woo sonrió y
abrazó a Spencer, que caminaba hacia él con
un bigote blanco que delataba que había
estado bebiendo leche. Cuando sacó la
servilleta y le limpió la boca, el niño besó a
Yeon-woo en la mejilla y le preguntó.

—Papá, ¿Qué estás haciendo? ¿A dónde vas?

Spencer ladeó la cabeza al verlo listo para


salir. Yeon-woo respondió con una sonrisa
dirigida a su hijo.

—Voy a ir a hablar con papá por un minuto.


Puedes esperar aquí con calma, ¿Verdad?

Spencer abrió los ojos cuando escuchó las


palabras de Yeon-woo. Por un momento,
Yeon-woo tuvo un mal presentimiento. Como
era de esperarse, Spencer sonrió
brillantemente y dijo… —Yo también.

—Oh.

Yeon-woo dejó escapar un suspiro cansado. El


momento no era muy oportuno para que
Spencer lo acompañara, como en otras
ocasiones en el pasado. Keith estaba
obligado a suavizar su ira incluso si veía al
niño porque era muy blando con Spencer.

Después de un momento de tentación,


Yeon-woo sacudió su cabeza. No es bueno
usar a un niño como escudo para escapar de
la situación. Deberías explicarlo
apropiadamente y disculparte si tienes la
culpa de algo. Además dijo que ayudaría a
Dane.

Después de despejar su mente, Yeon-woo


levantó la vista. El niño seguía mirando a
Yeon-woo con los ojos brillantes llenos de
emoción. Yeon-woo, que tenía una sonrisa
amarga en su rostro, besó a Spencer en la
mejilla.

—No, Spencer.

—Buuah…
Cuando Yeon-woo vio al niño estallando en
lágrimas y sacudiendo sus labios, sintió como
su corazón, que se había mantenido firme en
cualquier otro momento, se esparcía como la
arena.

—Papá, vayamos juntos.

Tuvo que detenerse un momento, tragando


con dificultad, se las arregló para decir.

—Deja de llorar—. Aún era de mañana, en ese


momento Yeon-woo relajó su expresión y
añadió con una sonrisa. —Hablaré con papá y
nos reuniremos los tres la próxima vez.
Prometo que hoy volveré temprano, ¿Está
bien?

Besó suavemente su mejilla de nuevo y bajó


al niño. Mirando el reloj, ya había pasado una
hora y cinco minutos desde que se suponía
que se iba a ir. Ya había un coche esperando
en la puerta principal. Yeon-woo salió
corriendo de la habitación. Spencer, que lo
vio, extendió sus manos y lo persiguió con
desesperación.

—Papá, papá.

—Spencer, entra a la habitación.


Mirando hacia atrás y agitando sus manos,
Yeon-woo se detuvo cuando vio a Charles de
pie en el pasillo. Parado a pocos pasos de la
barandilla, gritó.

—Charles, voy a bajar ahora.

Charles levantó la mirada al sonido de la voz


que lo llamaba y enderezó su postura sin dar
ninguna respuesta. Fue cuando caminé hacia
la barandilla y me dirigí directamente a las
escaleras. Spencer, que lo alcanzó en un
instante, de repente se adelantó.

—¡Papá, yo también voy!


—¡Spencer!— Yeon-woo gritó sorprendido.

Spencer, que estaba corriendo con emoción,


cayó hacia adelante. El problema era que
acababa de llegar a las escaleras.

—¡Spencer!

Yeon-woo gritó y extendió su mano. No podía


ver nada más. Como en cámara lenta, el
pequeño cuerpo del niño se elevó lentamente
en el aire, llenando su campo de visión.
Yeon-woo se estiró y agarró al niño.
Uhmm…

De repente, todo lo que estaba en su campo


de visión dio vueltas. Cuando sintió que
estaba flotando, Yeon-woo cerró los ojos por
reflejo y apretó a Spencer en sus brazos.

Spencer.

Sujetando al niño con fuerza, rodó hacia


abajo. Charles, que estaba mirando desde
abajo, gritó, y pronto la conciencia de
Yeon-woo se hundió en la oscuridad.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo#2✤
La oficina del doctor estaba tranquila. El
doctor de Yeon-woo miró a Keith con una tez
pálida. Keith mantuvo una actitud
aparentemente fría, pero el fuerte olor a
feromonas reveló claramente que se sentía
bastante incómodo.

— Juro que no había nada malo en su cerebro

El doctor sacudió su cabeza repetidamente


como si fuera inocente. Keith lo agarró
inmediatamente por el cuello y golpeó su
escritorio, sintiendo que quería temblar.
— Bueno, ¿cómo se explica esto? ¡Yeonwoo no
puede recordar!

El recuerdo de los años se ha ido


completamente en blanco. Olvido a Spencer
incluso se casó con Keith.

Keith no podía creer esta realidad.

Su voz se elevó con nerviosismo. El doctor se


encogió de hombros avergonzado, pero no
había nada que responder.
— Es un shock cerebral que puede causar
temporalmente problemas de memoria. Si
esperas, volverás naturalmente… tal vez.

— ¿Tal vez?

A Keith, que repitió persistentemente sus


últimas palabras, el doctor murmuró,
evitando su mirada.

— La mayoría de los casos la memoria


vuelven con el tiempo, pero a veces no. Es
difícil decirlo a…

— Por supuesto
Keith lo interrumpió y habló.

— Yeon-woo puede que nunca me recuerde a


mí y a Spencer

— Oh, ya sabes, la mayoría de casos, a menos


que tengas mucha suerte, la memoria
regresa. Así que no pierdas la esperanza…

El doctor parecía querer pedirle que no se


rindiera de alguna manera.

Que estúpida charla


Keith apretó los dientes. Sí, en la mayoría de
casos los recuerdos vuelven. ¿Pero puede
garantizar que Yeonwoo esté dentro de la
mayoría de los casos? ¿Quién puede estar
seguro de que el lote que elegí no fue el lote
ganador de esa rara probabilidad? Keith, que
llegó hasta ese punto, quedó atónito por la
inesperada imaginación. ¿Seré el ganador de
esa probabilidad?

Me las arreglé para aguantarme el deseo de


gritar. El doctor continuó con cautela,
mirando sus ojos llenos de ira.
— No tenemos más remedio que esperar a
que sus recuerdos regresen de forma natural.
El impacto de la realidad puede empeorar las
cosas, así que primero que nada, tenga
cuidado…

— Así que, ¿quieres que coincida la realidad


con la condición de Yeon-woo?

El doctor asintió con la cabeza a Keith, quien


rápidamente lo interrumpió.

— No hay manera en este momento. Sería


mejor decir la verdad basándose que en el
futuro su estado mejore. La marca ha
desaparecido…Ni siquiera sabes por qué
desapareció la marca, ¿verdad?

Al escuchar las palabras sarcásticas de nuevo,


el médico desvió la mirada.

— Lo siento. Nunca había visto un caso como


este antes…

Quisiera estrangular a este doctor hasta que


Yeonwoo vuelva a la normalidad.

Pero Keith también sabía que no tenía


sentido. Cuando pensó en hacerlo por un
momento para descargar la ira que crecía en
su interior un golpe se escuchó y Whittaker
entró a la habitación.

— ¿Qué?

Con voz aguda, abrió la boca avergonzado.

— Bueno, señor Pittman. Si Yeonwoo no tiene


nada malo, ¿puede irse a casa?

— Puede irse.

— Bueno, eso es…


Whittaker dudó y no terminó su frase, y Keith
pronto se dio cuenta de lo que Yeonwoo
estaba hablando. Está hablando de esa casa
de conejos donde solía vivir. Algunas personas
la llaman hogar. Sí, eso es lo que dijo
Yeon-woo.

Cuanto más recordaba mi memoria, más me


enojaba. Es ridículo dejar a Yeon-woo solo a
esa casa de conejo. Seguramente ahora,
enjambres de hienas que son buenas oliendo
escándalos estarán corriendo a escribir
artículos. Primero que nada, debo evitar que
cualquier articulo sea público. Necesito
tiempo para pensar.
— … dile que tiene que quedarte en el
hospital por un día.

Cuando Keith dijo, Whitaker le preguntó a


Keith otra vez.

— Le preocupaba ir a trabajar mañana, así


que dice que tiene que irse a casa…

Keith estaba más impaciente

— ¿Por qué no le dices que los médicos dijeron


que descansara? ¿Tengo que decirte todo?
— …lo siento. Se lo diré.

Desapareció apresuradamente antes de que


su mal humor cayera sobre él. Thump,
entonces Keith cerró los ojos y se frotó la
frente después de golpear el escritorio con el
puño. Es un desastre.

Keith no pudo contener su ira y maldijo en voz


baja.

Todo es un desastre.

***
A la mañana siguiente, Keith le dijo a Charles
que estuviera listo para ir al hospital. Emma,
la secretaría, había arreglado el horario con
antelación, así que tuvo tiempo de almorzar.

El día anterior, por consejo de su médico, tuvo


que volver a casa después de ver sólo el rostro
de Yeonwoo que estaba dormido otra vez. La
noche ha pasado, pero decepcionantemente,
no ha habido informes de que la memoria
haya vuelto.

Después de levantarse temprano por la


mañana, Spencer vino a la habitación de
Keith y llamó a la puerta. Keith dejó de
intentar arreglarse la corbata y abrazó al
niño. Spencer, a quien sólo se le dijo que
Yeon-woo había sido hospitalizado el día
anterior para un examen, dio un beso de
ánimo en ambas mejillas con una cara llena
de expectativas.

— Por favor, trae a mi papá, papá

— Sí, Spencer

Añadiendo su propia esperanza al amor del


niño, Keith logró sentirse optimista. Fue
suficiente para indicarle al mayordomo que le
diera a Spencer dos budines de postre.
No me sentí muy diferente mientras conducía
hacia el hospital. Incluso se me ocurrió que la
expectativa de que Yeon-woo recuperara su
memoria se había convertido en una
conclusión inevitable.

¿Debería tomarme unas vacaciones?

Ahora que lo pienso, ¿Hace cuanto no


pasamos tiempo en familia? Keith busco entre
sus recuerdos. Pronto será Navidad, así que
vayamos al hemisferio sur. Oriente Medio
tampoco está mal. Será una experiencia
especial pasar la noche viendo las estrellas en
el desierto.
También es necesario matar un poco de mal
genio. Cuando Yeon-woo abra los ojos esta
vez, calmará su ira y lo saludara con calma.

Sin quererlo, frunció el ceño al pensarlo. Hubo


una experiencia similar un día. Yeon-woo
entonces se abalanzó sobre él para intentar
salvarlo del ataque que sufrió del grupo
religioso.

¿Por qué siempre? Por qué…

Naturalmente, sus manos estaban apretadas


y apretó el puño con fuerza. Con su frente
arrugada, Keith se sumergió en el
pensamiento. Si la misma situación ocurre,
Yeon-woo se lanzará por Keith o Spencer una
y otra vez.

¿Lo cierro en una habitación?

Cuando recordé la idea de retenerlo


seriamente y con seriedad, el coche llegó al
hospital.

**

— Sr. Pittman

Whitaker y otros guardaespaldas que


custodiaban la habitación del hospital
saludaron a Keith en cuanto lo vieron. Una tez
más oscura que el día anterior. Keith
preguntó, ignorándolo deliberadamente.

— ¿Qué pasa con Yeonwoo?

— Sucedió hace unas dos horas.

Por un tiempo muy corto, Keith sintió que de


repente estaba perdiendo el control. Pero en
realidad fue un tiempo muy corto, y pronto,
más de lo necesario, abrió la puerta.

Yeon-woo miró hacia la puerta, que estaba


abierta de par en par sin llamar. Los
temblorosos ojos del miedo se dirigieron
hacia Keith. Keith también dejó de moverse
después de la reacción de Yeon-woo quien
levantó la cabeza y lo miró fijamente. Los
labios de Yeon-woo estaban abiertos.

***

Me sentí mareado cuando fumé después de


mucho tiempo, había dejado de fumar
durante varios años. Era extremadamente
raro que Keith estuviera en mal estado de esa
manera, haciéndolo sentir extraño por un
tiempo. A medida que pasaba la vergüenza
momentánea, había una ansiedad e irritación
enloquecedoras.
¿Qué es lo que le pasa? Ayer tenía el mundo
entero, pero ahora lo he perdido todo.

¿Cómo puede cambiar el mundo en un solo


día?

Nunca he sentido que la vida fuera injusta. No


tuvo ninguna experiencia que lo hiciera sentir
tan frustrado porque siempre todo le salía
bien. Siempre tenía todo lo que quería, y
estaba resentido por no poder tenerlo ahora,
y parece ser la vida de otra persona.
Incluso cuando Yeonwoo desapareció o tuvo
el accidente nunca sintio asi antes. Yeonwoo
lo amaba tanto como antes, e incluso tenía un
hijo que amaba entre ellos. En conclusión,
Keith siempre tuvo lo que quería y siempre
estuvo en la posición de ganador. Entonces
esta situación fue suficiente para
avergonzarlo.

La marca de Yeonwoo habia desaparecio.


Desafortunadamente, la marca que dejó en
Keith permaneció intacta.

— Ha.
Keith, que respiró un aliento de shock y
molestia, inhaló el humo nerviosamente y
exhaló durante mucho tiempo.

Sí, hagámoslo. Veamos quién gana.

Hasta ahora nunca ha perdido. No perdió su


negocio, ni tampoco perdió con la provincia
de Gyeonggi en un juego de Polo o incluso
con Yeon-woo. De alguna manera restauraré
la memoria de Yeonwoo. Por supuesto, la
marca también. Estaba seguro de que nunca
había fallado, y que nunca fallaría.

**
Yeon-woo, que se quedó solo en la habitación
del hospital, miró reflexivamente el sonido de
la puerta que se abría. Fue Keith quien entró.
Inconscientemente aliviado, recogió recupero
rapidamente su expresión. Cuando Keith
esperó a que se acercara y hablara, Yeon-woo
volvió actuar como su secretario.

— Sr. Pittman .

Un saludo como cuando trabaja para Keith,


diciendo su nombre y sonriendo. Keith miró
tranquilamente al Yeonwoo. Yeon-woo
continuó hablando de una manera muy
formal con él.
— Gracias por cuidarme. El doctor me visitó
por la mañana y dijo que puedo dejar el
hospital si no tengo ningún otro síntoma. Me
gustaría hacer las formalidades por la tarde.

Parecía estar pidiendo vagamente su opinión,


pero la realidad era como una notificación.
Por supuesto, el rostro inexpresivo de Keith
estaba ligeramente distorsionado. Algo debe
haber estado molestandolo, pero Yeon-woo
no tenía ni idea. Por eso continuó con una
vaga actitud de negocios.

— Gracias a sus vacaciones, tuve un buen


descanso. Tendré que volver al trabajo
mañana, así el personal de secretaría se
sentirá seguro, tendré que prepararme para
el trabajo.

—…

Keith seguía en silencio. Yeon-woo no era


consciente del hecho de que había perdido la
memoria. Keith bloqueó la boca del doctor,
pero fue por la fácil esperanza de que su
memoria regresara pronto. Como dijo el
doctor, este tiempo podría ser mucho más
largo de lo esperado, así que no tenía más
remedio que ser honesto con él ahora.
Yeon-woo espero una respuesta mientras
miraba. Keith dijo después de inhalar y
exhalar el humo una vez.

— ¿Qué?

— Oh, yo

Yeon-woo respondió torpemente.

— No se puede fumar en el hospital, me


preguntaba si estaría bien
Ni siquiera recordaba que había dejado de
fumar. Keith, ocultando un suspiro, exhaló un
largo humo de cigarrillo.

— ¿Recuerda lo que pasó antes del accidente?

Quería saber exactamente hasta dónde


llegaba su memoria. El día anterior, el doctor
le preguntó la fecha y la confirmó. Sin
embargo, Keith no podía recordar lo que
realmente sucedió ese día. Todo lo que sabía
con seguridad era que Yeon-woo regresó a
cuando era su secretario.

De todas formas, todo es cuestión de trabajo.


Esperó la respuesta de Yeon-woo con
tranquilidad. Sin embargo,
sorprendentemente, Yeon-woo dudó sin
responder. Se veía completamente diferente
comprado al pasado donde siempre recitaba
las respuestas que quería Keith sin dudar.

— Oh, mira, quiero decir

El lado de su cara, que tartamudeaba y


evitaba sus ojos, era de alguna manera
inusual. Yeon-woo habló, aún alejándose de
Keith, quien frunció el ceño. Con una voz
levemente temblorosa.
— Bueno, cuando el Sr. Pittman fue atacado
por un grupo religioso…

Keith dejó de mover su cigarrillo en el aire.


Yeon-woo continuó, mirando sólo la punta de
sus dedos, que seguían jugando con las
sábanas.

— El Sr. Whittaker dice que hice un buen


trabajo, pero no puedo recordar nada. ¿No
me desmayé porque no pude ayudar al Sr.
Pittman? Tal vez por eso estoy en el hospital

…Ah
Keith se tragó un profundo suspiro en su
boca. En ese momento, la necesidad de
abrazar a Yeon-woo y dar besos surgió al
mismo tiempo, y la necesidad de gritar a
alguien, sin saberlo apretó el puño. El
cigarrillo que sostenía se desmoronó de su
mano, quemando su palma por un momento,
pero no le importó. Yeon-woo, quien tardó en
darse cuenta del hecho, abrió los ojos con
sorpresa.

— Sr. Pittman, ¿está usted bien? ¿Por qué? …

Keith agarro su mano violentamente, la cual


Yeonwoo había extendido apresuradamente.
Pronto se arrepintió al ver a Yeon-woo
retirarse, pero ya era demasiado tarde.

— Está bien, no importa.

Yeon-woo no reaccionó mucho a las palabras


que pronunció con más franqueza de lo
habitual.. En cambio, volvió a su actitud de
negocios y se disculpó cortésmente.

— Lo siento, fui grosero

Keith todavía no dijo nada. Tan pronto como


abrí la boca, sentí que iba a enojarse con él o
a besarlo.
…yo era así en ese entonces.

Keith tuvo un vago recuerdo. Entonces


Yeon-woo lloró después de ver la herida de
Keith, y besó a Yeon-woo impulsivamente.

Y tan pronto como entró en razón, se enfadó.

Sólo había una razón. Porque Yeon-woo era


un hombre. Hasta entonces, pensaba que era
asqueroso incluso besar a un hombre, y
mucho mas tener sexo con él.
Pero cuando entré en razón, era la tercera vez
que besaba a Yeon-woo.

Al principio, puso excusas como que fue a


causa de las feromonas, pero después de
saber que Yeon-woo estaba tomando la
medicina, el agujero para huir desapareció.
Eventualmente, derramó su ira sobre
Yeon-woo. Sé que era injusto, pero lo ignoro.

Mirando hacia atrás en mi memoria, me sentí


complicado. Todavía recordaba vívidamente
a Yeonwoo cuando entró por primera vez a la
oficina para una entrevista. Todo era perfecto,
incluso el cuerpo hasta el rostro que parecía
encarnar mi gusto frente a mis ojos. En el
momento en que traté de sugerir algo más
que una pequeña relación de jefe-secretario,
la decepción y la ira que sentí al saber que era
un hombre también revivieron. Había
conocido mi gusto perfecto antes, pero
también era un hombre. Sin embargo, él era
un beta cuyo recuerdo en su memoria era
borroso ahora y Yeonwoo es un omega.

¿Por qué todas sus gustos perfectos eran


hombres?

Keith a menudo descargaba su ira en


Yeonwoo por la irritación. En ese momento, se
vio obligado a contratarlo porque no tenía un
candidato adecuado, pero sintió la necesidad
de despedirlo varias veces porque estaba
agitado por su culpa. Ignorar a un hombre
era la única solución que podía hacer.

Dije que nunca me enamoraría de ti.

¿Cuándo fue la primera vez que comencé a


querer?

Cuando de repente recordé, Yeon-woo me


habló.

— ¿Sr. Pittman?

Continuó mientras lo miraba.


— Lo siento, pero pensé que tendría que
terminar lo que estaba hablando antes. Me
gustaría dejar el hospital, ¿podría ayudarme
con las formalidades?

Yeon-woo entonces hizo una expresión


embarazosa.

— No tengo una billetera o un teléfono celular


por alguna razón. Todo lo que tengo es la
ropa que usaba ese día…
Las palabras de Yeon-woo se volvieron
borrosas otra vez. Keith pensó, mirando los
ojos errantes y las manos ansiosas.

No es para tanto.

Esta condición no durará mucho tiempo. Si lo


cuidas y le haces saber un poco sobre lo que
pasó, su memoria volverá.

Cuando vi a Yeon-woo, que estaba ansioso,


sentí que no debía presionarlo, y que debía
tener autocontrol. Keith, que
deliberadamente se tomó un tiempo para
sentarse con las piernas cruzadas, abrió una
pitillera.
Yeon-woo se levantó, tiró la colilla de
cigarrillo a la basura y esperó en silencio
hasta que volvió a su asiento. Interiormente,
imaginando lo inquieto que estaría, Keith se
sentó en una silla auxiliar. Esta vez, con las
piernas cruzadas del otro lado, abrió la boca
como de costumbre.

— Tengo un pequeño problema.

— ¿Problema? ¿Qué clase de problema?

Era una pregunta cautelosa, pero había


impaciencia. Keith continuó lentamente.
— Hace unos años me atacaron. La herida se
curó, y ahora no queda ninguna cicatriz

Por primera vez, Yeonwoo puso una expresión


en blanco. Keith esperó hasta que se tomó el
tiempo para comprender lo que había dicho.
Yeon-woo, que había agitado sus párpados
un par de veces, abrió la boca. No fue hasta
que un aliento entró y salió que dijo.

— Hace unos años… No sé lo que estás


diciendo…
Keith dio una respuesta clara a Yeonwoo
quien tartamudeo.

— Perdiste la memoria, te lastimaste la


cabeza

— ¿Me lastime la cabeza?

— Sí

Mirando a Yeon-woo, que repetía sus mismas


palabras de nuevo, Keith se golpeó la cabeza
un par de veces con los dedos.
— Estoy diciendo que esto* está mal. Así que
olvidaste todos los recuerdos de los últimos
años. Te diré lo más importante que no
deberías haber olvidado.

*N/T: Esta golpeando su cabeza con los dedos


para hacer referencia.

Yeon-woo lo miró fijamente esta vez, sin


poder siquiera repetir las palabras de Keith.
Keith ignoró su reacción y lo declaró.

— Estamos casados. Tu apellido es Pittman, y


tienes un hijo conmigo. Se llama Spencer. Es
un niño
—…

Yeon-woo se quedó sin palabras con la cara


en blanco después de la repentina explosión.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo#3✤
Hubo un gran silencio en la habitación del
hospital durante un tiempo. Keith estaba
nervioso viendo a Yeon-woo, que ni siquiera
pestañeó. Pensó que tenía que soportarlo
hasta que Yeon-woo respondiera, pero él no
tenía mucha paciencia. Si el silencio se
extiende indefinidamente, Yeon-woo puede
ser aplastado por su ansiedad. Entonces
Yeon-woo se asustara.

Afortunadamente, Yeon-woo abrió la boca


antes de hacer una amenaza. Con la cara
todavía en blanco…

— Lo siento, mi cabeza está un poco confusa.


Creo que he oído mal…
— Tus orejas están bien, es tu cabeza la que
está mal. Tú y yo estamos casados, tenemos
un hijo, y pronto será nuestro aniversario de
boda. Me das un nuevo anillo de aniversario
de boda cada año.

Yeon-woo miró su mano ante sus palabras.


No había nada en el dedo donde se supone
debería estar el anillo de bodas. Keith rechinó
los dientes, Yeonwoo tenía una mirada de
duda.

— Realmente quiero preguntar, ¿por qué no


usaste el anillo? Pero por ahora no puedes
recordar nada.
Pensé que probablemente se lo habían
quitado durante las pruebas en el hospital.

El problema fue la reacción de ese Yeonwoo,


que todavía mostraba incredulidad.

— Cuando llegues a casa, Spencer te estará


esperando. Y si miras en Internet, verás
muchas fotos de ti y de mí juntos.

La última foto tuya con ese maldito bombero.


¿Emma las borró todas?
Pensar en Dane me hizo enojar aún más. Todo
es por culpa de ese hijo de puta.

— El doctor dijo que tenemos que esperar


hasta que tu memoria vuelva de forma
natural. De todas formas, te ayudaré…

Iba a decirle que no se preocupara.

Pero en cambio Yeon-woo dijo como si de


repente entrara en razón…

— ¿Perdí la memoria? ¿Yo? ¿Estoy casado con


el Sr. Pittman? ¿Yo? ¿Incluso tuve un bebé? ¿Te
refieres a mí?
Rápidamente se expresó con una voz algo
agitada, como si estuviera emocionado. De
repente, Keith recordó a Yeon-woo, que
lloraba y gemia cuando tenian sexo. No quise
hacer recordar eso, pero pensé que era bueno
que cruzara las piernas.

Afortunadamente, revisó sus piernas


delanteras, no estaba lo suficiente excitado
como para sobresalir, y luego se volvió la
mirada hacia Yeon-woo de nuevo. Yeon-woo
miró a Keith con una tez pálida y soltó un
áspero suspiro.

Ah…
Keith miró a Yeon-woo con los ojos bien
abiertos.

Quiero besarte.

Inesperadamente, parpadeó con perplejidad


ante la mirada.

Cuando pensó en besarlo, Yeon-woo de


pronto habló.

— Lo siento, estoy avergonzado me deje llevar


por la emoción. Pero no podía creerlo….
— ¿Entiendes la situación?

Yeonwoo miró a Keith. Su cara seguía llena de


desconfianza. Cuando lo vi, mi mente
excitada se enfrió por un momento. Si
Yeon-woo lo llamaba “Sr. Pittman” una vez
más, sentía que no sería capaz de tener una
erección de nuevo.

¿Intentas controlarte cuando sabes que es tu


compañero? Mi Omega es muy considerado.

Keith fue todo sarcástico, pero fue inútil. Se


sentía como un imbécil. Yeon-woo estaba
entrando en pánico, Keith estaba actuando
de una manera muy dulce.

¿Era un animal con él?

Sintiéndose molesto por el auto-odio, Keith


habló con frialdad.

— Entonces pregúntale al doctor. Si no puedes


creer lo que estoy diciendo, ¿no sería lo
mejor? ¿Puedes confiar más en él que en mi?.

Keith pensó que Yeon-woo se avergonzaría,


pero se equivocó otra vez. Yeon-woo
respondió de manera casual.
— Sí, señor…..Lo siento por los inconvenientes
ocasionados. Voy a….

—…

Keith se calló porque no tenía nada que decir.


Las conversaciones nunca fueron una de sus
habilidades. Frunció el ceño mientras
presionaba sus sienes buscando qué decir.

—¿Hay algo que quieras preguntarme?

Yeon-woo, que pareció pensar por un


momento, sonrió y sacudió la cabeza. Incluso
la sonrisa era extremadamente formal, con
sólo una ligera elevación de los labios.
Yeonwoo abrió la boca sin preocuparse de
que Keith se retorciera por dentro.

— Está bien, de todas formas no debe haber


nada importante que recordar

Keith lo miró sin decir nada. Tuve que


contener la respiración y estrechar mis manos
para contener lo que quería decir Spencer y
yo no somos algo trivial que no debas
recordar. Tienes que recordar.

Viendo a Keith en ese estado, Yeon-woo


añadió como una broma.
— El Sr. Pittman dijo que era el tipo más
aburrido.*

*Explicación: Yeonwoo dijo eso para referirse


a que como es un tipo “aburrido” no había
nada importante en su vida que recordar.
Hace referencia también a uno de los
primeros capítulos de la historia principal.

Yeon-woo sonrió, pero Keith no se rió.

— Entonces, ¿te vas a vengar de mí?

— ¿Qué?
Yeon-woo se sorprendió y preguntó de nuevo
por su comentario brusco. Keith era el único
que sabía por qué era una venganza. Sólo lo
miró, parpadeando los ojos, sin entender
nada. No era gran cosa, pero no sabía por qué
reaccionaba así. ¿Y no es eso lo que Keith le
dijo a Yeonwoo en primer lugar?

— …lo siento.

Yeon-woo se disculpó, pero eso sólo lo


estimuló más. Keith fue inmediatamente
sarcástico.
— ¿Qué?

Yeon-woo lo enfrentó con una clara mirada de


vergüenza. Keith lo miró así y tuvo un
pensamiento.

Diles que todo ha sido una mentira hasta


ahora, toda la pérdida de memoria ha sido
una broma ridícula. Entonces te perdonaré
incluso ahora.

A pesar del viento casi amenazador, Yeon-woo


respondió con cautela.

— Uh… porque te conté un chiste aburrido?


— Ha.

Un suspiro salió de la boca de Keith.


Yeon-woo lo miró desconcertado mientras
cerraba los ojos y se frotaba los párpados con
la punta de los dedos.

El cigarrillo, que estaba volviendo a fumar


después de unos años, lo sedujeron
desesperadamente. Keith se puso de pie de
un salto, sin poder resistirse. Estaba a punto
de darse la vuelta, pero de repente Yeon-woo
lo llamó.
— Oh, Sr. Pittman

Keith.

Keith hizo una pausa en el momento en que


recordó que lo llamaba por su nombre con la
misma voz. Tomó unos segundos para girar la
cabeza. Yeon-woo, que dudó por un momento
en voltearse hacia él como si tuviera algo que
decir, abrió la boca.

— Oh, ¿cómo terminé en un accidente?


Keith abrió la boca a una pregunta cautelosa.
Una voz fuertemente reprimida salió de su
boca.

— ¿Por qué no le preguntas al doctor? No me


va a creer de todas formas, ¿verdad?

Thump

Cerrando la puerta en silencio para que no


haya ningún sonido, la paciencia de Keith se
ha agotado por completo.

***
— … ese es el asunto. ¿Tienes alguna
pregunta?

Después de la explicación, el doctor miró a


Yeonwoo. Yeon-woo no respondió por un
momento, mirando la película que había
formado en su cerebro. Aunque parecía que
no podía creer la realidad, Keith lo entendió.

— … entonces, ¿no hay otra forma de


esperar?

— Por ahora, sí.


El doctor echó un vistazo a Keith. Si hubiera
otra manera, se lo habría dicho a Keith antes.
Yeon-woo bajó los hombros como si estuviera
decepcionado y dijo:

— Oh, se me acaba de ocurrir

— ¿No volvería mis recuerdos si me vuelvo a


dañar la cabeza?

— ¿Estás decidido a morir?

— Uh, realmente no te recomiendo que tu


cerebro tenga otro golpe.
Después del duro sarcasmo de Keith,
Yeon-woo se rindió inmediatamente cuando
vio al doctor con la cara seria y dio un paso
atrás. Keith abrió la boca mientras fruncía
seriamente el ceño, con los hombros colgando
decepcionado.

— No tengas prisa y espera. No va a llevar


tanto tiempo.

— Sí, debería.

El doctor habló rápidamente. Yeon-woo no


dijo nada y le agradeció en silencio.
***

Después de completar los procedimientos de


alta, me dirigí a casa y ya era la hora de
cenar.. Keith estaba fuera de la oficina
diciendo que iba a trabajar, así que tuvo que
esperarlo. Yeon-woo, que no tenía ni cartera
ni simples pertenencias, no tuvo más remedio
que seguir las instrucciones de Keith.

Después de esperar unas horas, Yeon-woo,


quien apenas salió del hospital con Keith,
abrió la boca con cuidado en un auto en
marcha.

— Bueno, ¿a dónde vamos?


Keith, mirando por la ventana, le echó una
mirada y abrió la boca. Pasaron unos
segundos antes de que saliera la respuesta.

— Vamos a mi casa

— Uh…

Yeon-woo abrió los ojos con vergüenza. Keith


esperó lo que diría a la extraña respuesta.
Yeon-woo, que parecía estar eligiendo sus
palabras por un tiempo, respondió.

— ¿yo? ¿por qué?


—…

Keith tuvo que tomarse un momento para


reprimir su temperamento. Keith, que respiró
profundamente, abrió la boca. Sin embargo,
los comentarios sarcásticos salieron antes de
las explicaciones amistosas.

— ¿Olvidaste lo que pasó esta mañana? Esa


maldita pérdida de memoria está
empeorando, no mejorando. ¿Te golpeaste la
cabeza contra la pared sin que yo lo supiera?
Ante la lluvia de críticas, Yeonwoo abrió los
ojos de par en par con una cara de sorpresa.
Avergonzando inclinó su cabeza.

— …lo siento.

Keith rápidamente se arrepintió de verlo


disculparse con una voz deprimida. Esta vez,
estaba enojado consigo mismo. No hay
señales de mejoría en su temperamento.

Nunca he tratado de mejorar. Tal vez ahora


sea la oportunidad.
Yeon-woo en el pasado se habría reído, pero
no lo hizo en absoluto. Simplemente se
disculpó y cerró la boca como cuando era
secretario. A pesar de estar sentado a su lado,
Keith se sentía tan lejos como la distancia
entre las estrellas.

Abrió la boca tratando de controlar sus


emociones.

— No estás bien ahora mismo. Hubo un


médico que dijo que no debería dejarte solo

Por supuesto, fue una mentira que me acabo


de inventar. Yeonwoo pareció detenerse ante
las palabras del supuesto médico, pero aún
así dudo.

— Estaré en deuda contigo … puedo


quedarme solo. La vida diaria no es buena…

Cada palabra me puso de los nervios. Keith


reunió toda la paciencia y aguantó
desesperadamente. Sintiendo un dolor de
cabeza lentamente, abrió la boca.

— Yeonwoo

Yeon-woo se sorprendió cuando lo llamé por


su nombre. Keith continuó con una voz suave.
— ¿Olvidaste lo que dije? Te dije que tú y yo
estamos casados. Por supuesto que tienes
que ir a la casa donde vivías conmigo

Se hizo más fácil cuando pensé en Spencer.


Hay que tener paciencia cuando se trata de
un niño. Yeon-woo dijo que cuando se sintió
orgulloso de que mi paciencia haya
incrementado un poco.

— ¿Era eso cierto? Bueno, es difícil de creer…


que estoy casado con el Sr. Pittman…

—…
Keith lo miró sin saberlo. Cuando vio que
Yeon-woo dejó de hablar se sorprendió. Keith
preguntó a Keith, tratando de sonreír después
de dejar un espacio de tiempo.

— ¿Crees que haría bromas en esta situación?

A diferencia de su cara sonriente, Yeon-woo


parpadeó y murmuró unas palabras para
después morder su labio inferior.

— No, pero…

— ¿No?
Mientras lo miraba y fruncía el ceño,
Yeon-woo pareció darse cuenta un poco y
respondió con confianza.

— Debes haber estado enojado conmigo a


estas alturas, pero al ver que eres paciente,
me preguntó si algo anda mal…

—…

Keith permaneció en silencio por un momento


y abrió la boca.
— …¿Significa que yo también me he vuelto
un poco raro?

— Lo siento

Yeon-woo, que se disculpó rápidamente,


añadiendo una mueca. Su expresión estaba
llena de sospecha.

— ¿Las feromonas no se habrán


acumulado?¿No es un delirio? Eres un hombre
no puedes casarte y tener un bebe conmigo.*

(N/T: Lo dice porque a Keith no le gustaban los


hombres)
<Tenga cuidado de no irritarse tanto como
sea posible. Ahora, la estabilidad es más
importante que cualquier otra cosa.>

Keith podría haber gritado de verdad si no


hubiera pensado en el médico en ese
momento. Con los puños apretados con tanta
fuerza que sus articulaciones estaban
blancas, negó con la cabeza, cerró los ojos,
contó los números y trató de aclarar su ira de
alguna manera. Solo después de contar hasta
14782, Keith abrió los ojos.

— Sabrás si es un delirio o no
Después de decirlo con una voz apenas
apagada, miró por la ventana del coche.
Yeon-woo, que miró a Keith con los ojos de
reojo, habló en voz baja.

— No es una vergüenza recibir asesoramiento.


Puedes hacer una cita con Steward, o con otro
psiquiatra…

— Yeonwoo

Keith giró la cabeza y lo miró y abrió la boca


con una voz más amigable que nunca.
— No estoy loco. No estoy aturdido por las
feromonas. Si no te importa, ¿podrías cerrar
esa bonita boca? Me estoy volviendo loco de
verdad

—…

— Muchas gracias

Afortunadamente, Yeon-woo concedió su


petición. Keith le agredió con una voz más
suave y miró hacia afuera de nuevo. Su
expresión se endureció rápidamente.
También es un problema que no puede
recordar, pero Yeon-woo estaba negando su
relación con él en absoluto. Keith estaba
bastante avergonzado porque no se esperaba
la situación.

Sin embargo, Yeon-woo no podía ser el único


culpable. El mismo Keith fue el que dijo que
no se acostaba con hombres.

¿Estoy siendo castigado?

Keith estaba atónito. Qué cosa tan ridícula


sucedió. ¿Es un pecado decir que no me
acuesto con hombres? ¡Por qué, por qué, para
qué!
Yeonwoo se olvidó que había dormido
conmigo y me preguntó si sólo recordaba
alguna cosa.

Keith respiró hondo y contenía las ganas de


golpear algo con el puño.

Si la memoria de Yeonwoo no regresa…

Fue difícil de imaginar después de eso. Keith


pensó, mirando obstinadamente por la
ventana del auto. Eso nunca puede suceder.
El doctor le dijo, que si lo tomo con calma,
regresará naturalmente. Funcionará si lo
trato con paciencia y gentileza.

Cuando vuelva a su memoria, la marca


volverá.

Yeon-woo, que estaba mirando su mano con


la boca cerrada, miró a Keith de perfil.
Yeonwoo pensó muy seriamente en su
apariencia enfadada, Keith respiró hondo,
luego cerró los ojos nuevamente y cambió su
expresión.

Me pregunto si no fui yo quien tenía que ir al


hospital a ver al doctor, sino Keith.
***

El mayordomo, que había estado esperando


frente a la mansión como si lo hubieran
contactado de antemano, no mostró signos
de sorpresa cuando vio a Yeonwoo salir del
auto con Keith.

— Está aquí, Sr. Pittman. …Yeonwoo.

El mayordomo, que se tomó un tiempo para


agregar más palabras, miró la cara de
Yeon-woo por alguna razón. Era raro que
Charles mirara a los demás de esa manera,
así que Yeon-woo se avergonzó por dentro y
sonrió torpemente.
— Hola… Después de mucho tiempo.

Yeonwoo dejó de hablar. Una expresión


confusa apareció en su rostro. A primera vista,
Charles, que vio la reacción de Yeonwoo,
mostró una emoción inusualmente compleja.
Cuando apenas abrió la boca, de repente un
niño corrió por detrás.

— ¡Papá, papá!

Yeon-woo se sorprendió, pero el niño se aferró


a su pierna.
— ¡Papi, papi!

Yeon-woo dudó en avergonzarse cuando vio a


un niño estallar en lágrimas. Estaba asustado
porque no sabía cómo reaccionar ante la
situación desconocida antes pensó debía
darle consuelo. Incluso mientras Yeon-woo
estaba tenso, el niño se aferró a él con
lágrimas en los ojos. Una parte de mi corazón
me dolía. De repente, Keith se agachó cuando
casi extendió la mano sin darse cuenta.

— Spence, vamos, está bien. No llores.

Con una voz amistosa de la que nunca había


oído hablar, consoló al niño y le dio una
palmadita en la espalda. Yeon-woo abrió bien
los ojos ante la increíble vista. Pero ese no era
el final. Keith sostuvo al niño con tanta
habilidad y continuó.

— Papá acaba de salir del hospital y está muy


cansado hoy, así que vamos a descansar por
hoy. Está bien, ¿no?

El niño puso su cara en el hombro de Keith y


asintió con la cabeza. La cara de Spencer
estaba cubierta de lágrimas cuando volvió a
levantar los ojos. El limpio traje de Keith era
un desastre con las lágrimas, la nariz que
goteaba y la saliva del niño que acababa de
frotarse la cara. Sin embargo, no le importó el
traje manchado, sino que tomó un pañuelo de
Charles y se dedicó a limpiar la cara del niño.
Cualquiera podría decir que era un padre
acostumbrado a cuidar de su hijo. Yeon-woo
se sorprendió de nuevo.

Cuando Keith devolvió el pañuelo sucio a


Charles, Spencer giró repentinamente la
cabeza. Gracias a esto, Yeon-woo, que estaba
de pie y observando a los dos, hizo contacto
visual. A diferencia de Yeon-woo, que estaba
sorprendido, Spencer sonrió y extendió su
mano.

— Papá, dame un beso


Yeonwoo estaba avergonzado por el
comportamiento del niño que exigía afecto.
Keith abrió la boca cuando lo vio vacilando.

— Puedes besarlo en la mejilla.

Era una voz tranquila, pero Yeon-woo lo


consideraba una orden. A pesar de su actitud
no forzada, se vio obligado a acercarse al
niño.

Un hombre sosteniendo a un niño y un


hombre de pie junto a él y tratando de besarlo
en la mejilla parecía una familia. Era perfecto
si no fuera por la expresión confusa de
Yeon-woo.
Como dijo Keith, puso sus labios en la mejilla
del niño y luego los retiró, el niño de repente
giró su cabeza y presionó sus labios contra la
mejilla de Yeon-woo. El niño confesó
tímidamente a Yeon-woo, quien abrió los ojos
muy sorprendido

— Estoy tan contento de que papá haya


vuelto

Keith se dio la vuelta mientras parpadeaba


avergonzado. Yeon-woo se quedó aturdida
por un momento cuando Keith caminaba de
espaldas mientras le decía algo a su hijo. Sin
querer, toqué con las yemas de mis dedos la
suave textura que quedaba en los labios, pero
no lo recordaba. Sin embargo, estaba claro
que una extraña esquina del pecho se estaba
entumeciendo.

— Yeon-woo, te mostraré el baño. Deberías


lavarte antes de la comida, ¿verdad?

La criada se acercó y le habló. Parecía


conocerlo tan bien como los demás, pero
todavía no le era familiar a Yeon-woo.
Yeonwoo, que la siguió, se detuvo en ese
momento. La criada miró hacia atrás y
preguntó, perpleja.

— ¿Pasó algo ¿Hay algo malo en ello?


— Uh… No.

Parado frente a las escaleras por un


momento, inclinó su cabeza y pisó el primer
escalón. Por alguna razón, sentí un escalofrío
en mi corazón. Moví mis pies pensando que
era extraño, pero aún así estaba nervioso.
Mientras subía, fingiendo estar tranquilo, di
unos pasos rápidos e inmediatamente llegué
al pasillo.

Whoo.
Sólo entonces, Yeon-woo, que dió un suspiro
de alivio, levantó la vista casualmente. El
salón de la enorme mansión a la vista me hizo
sentir familiar y extraño. Cuando vio otra
amplia escalera al final del pasillo, se detuvo,
pero afortunadamente la criada lo llevó al
ascensor.

— Aquí tiene

La criada que abrió la puerta de una


habitación trajo una muda de ropa y dio un
paso atrás.

Justo cuando estaba cerrando la puerta,


abrió la boca.
— Me alegro que no te hayas lastimado
seriamente. La memoria volverá, así que no te
preocupes demasiado.

La criada, que añadió una sonrisa para


tranquilizarlo, salió y Yeon-woo se quedó solo.

<Papá…>

El niño que había corrido hacia él siguió en su


mente.

<Estamos casados. Tu apellido es Pittman, y


tienes un hijo conmigo.>
Se miró en el espejo a toda prisa, pero no
había nada más que viejas y delgadas
cicatrices en la oreja. Aún confundido,
Yeonwoo se quedó allí por un rato.

***

Estaba tan tranquilo que tenía miedo de


respirar. Yeon-woo se forzó a sí mismo a
dormir mientras estaba acostado en la cama.
No pude ver a Keith durante la cena. Charles
dijo que estaba comiendo con el niño.
Era incómodo comer solo en un comedor frío,
pero aunque estuviera Keith, habría sido lo
mismo. Yeon-woo se levantó de su asiento,
después de una comida que no le agrado
mucho. Entonces, me puse el pijama y me
acosté en la cama en la habitación donde me
guiaron. Sin embargo, no pude dormir debido
al ambiente desconocido.

La imagen de Keith, mirando al niño siguió


vagando por su cabeza. La marca en su oreja
también era clara.

Pero para ser otra persona.


Aún así fue increíble. Keith le mostró a
Yeon-woo todo tipo de artículos así como el
certificado de matrimonio. Aún así, Yeon-woo
no pudo aceptarlo sin problemas por alguna
razón.

Estaba pensando mucho y empecé a


dormirme. Cuando me dormí y me relajé, la
puerta se abrió de repente y las luces del
pasillo se apagaron.

Fue Keith quien entró.

Yeon-woo se olvidó de respirar por un


momento. Era inimaginable que Keith entrara
en la habitación donde estaba durmiendo.
Pero no terminó ahí. Keith, que cerró la puerta
a sus espaldas cruzó la habitación y comenzó
a desvestirse.

El sonido del golpe de la tela fue seguido por


un crujido detrás de Yeon-woo, que contenía
la respiración con mucha tensión. Después de
un rato, volví a oír pasos, y pude sentir a Keith
acercándose al otro lado de la cama.

— ¡…!

Por temor a que la respiración agitada se


filtre, Yeon-woo se cubrió rápidamente la
boca. Mientras tanto, Keith levantó un lado de
la sábana y se acostó en la cama.
Badump, badump, badump.

Mi corazón estaba a punto de salirse de mis


costillas. Además, cuando me imaginaba a un
hombre a mis espaldas, me ponía aún más
nervioso. A diferencia de Yeon-woo, Keith no
sentía ninguna señal como si se hubiera
quedado dormido.

Yeon-woo pensó que debía dormir de alguna


manera. No podía imaginarse levantarse de
la cama cuando su cuerpo estaba rígido.
Charles vendrá por la mañana. Entonces
pediré otra habitación, debo salir de aquí…
Cerró los ojos y comenzó a contar las ovejas
mientras pensaba en ello. Sin embargo, no
importaba cuanto contara, su conciencia
permanecía clara.

La tensión constante hizo que le doliera todo


el cuerpo. Con mucho cuidado, empezó a
estirar los dedos uno por uno. Y en el
momento en que inhaló.

Ah.

El dulce olor a feromonas de Keith se extendió


por todo su cuerpo. Yeon-woo pensó sin
comprender. El vino que bebí más de media
botella no funcionó, pero las feromonas de
Keith me mantienen calmado.

Como siempre…

Fue cuando de repente empecé a sospechar.


De repente, un dulce olor se extendió por
todas partes. Era difícil mantener la razón.
Pronto, se quedó sin aliento, y su cuerpo se
calentó, y Yeon-woo se avergonzó y abrió los
ojos. No terminó ahí.

— …¡Ah!
Gritando sin saberlo, Yeon-woo fue atrapado
en la cintura y arrastrado e inmediatamente
tocó el cuerpo desnudo de Keith. En ese
momento, Yeon-woo dejó de respirar con los
ojos bien abiertos.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #4 Parte #1✤


El aroma, suave y sensual como una flor,
despertó su instinto. Keith podía darse cuenta
incluso con los ojos cerrados.

Oh, este es el olor de mi omega. Sin dudarlo,


estiré mis brazos y lo jalé.

El hombre vino a sus brazos y sostuvo su


cuerpo con firmeza.

Mientras enterraba mi nariz en su piel e


inhalaba profundamente, el olor se esparció
por mis pulmones y un suspiro excitado fluyó.
Su cuerpo tembloroso reposaba en mis brazos
Keith sonrió lentamente ante la vibración de
su cuerpo.

— Yeonwoo

Mientras susurraba su nombre al oído, el


aroma de las feromonas se hizo más espeso y
lo sedujo. El cuerpo tenso de Yeonwoo se
movió poco a poco en el brazo. La luz de la
luna brilló en la cara de Yeon-woo, mirando
detrás de ella. Keith abrió la boca mirando su
confusa expresión.

— ¿Recuerdas lo que hicimos en esta cama?


Yeon-woo no respondió. Sólo agitaba sus
pestañas temblorosas. En un instante, el
dulce olor de las feromonas se hundió a su
alrededor.

La emoción de Keith se transmitió, y


Yeon-woo se quedó sin aliento. Keith levantó
su mano y acarició los labios de Yeon-woo
lentamente con la punta de su dedo. Tan
pronto como levanté mis temblorosos ojos,
nuestras miradas se encontraron. El corazón
de Yeon-woo latía tan fuerte que le costaba
respirar.

— Yeon-woo
Keith susurró en voz baja y sin aliento.

— ¿Puedo besarte?

No había necesidad de permiso. Los labios de


Yeonwoo ya estaban medio abiertos. Sin
embargo, estaba esperando una respuesta de
Yeon-woo.

El aliento se encontró, e incluso un ligero giro


de la cabeza estaba lo suficientemente cerca
para que los labios lo alcanzaran. El fuerte
olor de las feromonas parecía extenderse por
todo el cuerpo cada vez que respiraba. He
tenido un dolor punzante en la parte inferior
de mi pierna. No podía soportarlo.
— …he

Yeon-woo, que hizo una débil exclamación,


cerró los ojos primero. Un pequeño
movimiento fue suficiente para que los labios
se tocaran. El cuerpo de Yeon-woo tembló. No
podía decir si estaba excitado o nervioso.
Mirando a Yeon-woo de esa manera, Keith
pensó.

Sólo un beso.
Ejerciendo fuerza en sus brazos alrededor de
su cintura, se tensó y se comprometió a sí
mismo repetidamente.

Sólo voy a besarte.

La estabilidad es importante.

Es sólo un beso, así que esto está bien,


¿verdad?

— …!
Justo cuando sus labios se tocaron, Yeon-woo
de repente empujó su hombro con fuerza. No
salió del brazo de Keith, pero fue una clara
señal de rechazo.

Ah, ah….

Yeon-woo, que tragó saliva seca a través de


una agitada respiración, se las arregló para
abrir la boca.

— Lo siento…lo que…no puedo hacerlo, no


puedo.
Lo siento, pero Keith se sorprendió al ver a
Yeon-woo disculparse repetidamente.

Ah…

Entró en razón tarde y de repente volvió a la


realidad. Yeon-woo no tenía ningún recuerdo
sobre su relación con él. Por lo tanto, esta
situación es naturalmente embarazosa y
propensa al pánico. Sin embargo, se quedó
atónito al tener que explicar esto.

— …tú y yo.
Dije que estaba casado varias veces, Keith
chasqueo la lengua. Pero cuando vio la cara
de llanto de Yeon-woo, las palabras
desaparecieron de su boca. Quiso usar un
lenguaje abusivo por un momento, pero
también tuvo que soportarlo. Lo primordial
era aclarar el asunto. Le impacientaba la idea
de ver a Yeonwoo con lágrimas en los ojos.
Pero no se le ocurrió ninguna palabra. Keith,
que se las arregló para inventar una excusa, y
abrió la boca.

— …tenemos el hábito de dormir


No era una mentira. Keith sostuvo a Yeonwoo
incontables veces mientras dormía. Por
supuesto, era como la vida cotidiana.

Yeon-woo lo miró cuidadosamente. La vista


de su cara lloriqueando dejó claro lo
avergonzado que estaba ahora. Ah ah. Keith
suspiró. Se dio cuenta de lo bestia que era.

No puedo creer que esté más excitado al ver


su rostro así.

— Ya no va a suceder más, así que vamos.


Eso fue todo lo que pude decir.
Eventualmente, Yeon-woo gritó avergonzado
al verlo levantarse.

— ¿Sr. Pittman?

Keith entró en el baño sin mirar atrás. Debes


refrescar tu cabeza con agua fría.

Me metí imprudentemente bajo la ducha y


abrí el grifo, pero no bajaba fácilmente.

Tristemente, sus genitales estaban tan


erguidos. Cuando vio que la punta del pene se
elevaba hasta el punto de tocar su estómago
apretado y musculoso, espontáneamente
maldijo.

— ¡Ah mierda!

Se agarró los genitales con rabia. La sangre


estaba acumulada en su pene que podía
sentir el fuerte pulso en la palma de su mano.

No puedo creer que me esté masturbando.

Pero esta era la realidad. Keith quien tenía un


intenso deseo de matar a cualquiera,
rápidamente comenzó a escanearlo con la
mirada. Para Keith no era frecuente la
masturbacion ni siquiera en la adolescencia
lo habia intentado siempre tenía muchos
compañeros con quienes acostarse por lo cual
nunca tuvo la necesidad de autocomplacerse
a través de la masturbacion.

No era suficiente deslizar el dedo hacia arriba


y hacia abajo afanosamente. Si Yeonwoo
estuviera acostado con las piernas abiertas,
podría hacer algo mientras lo mira. Pero
ahora, Keith tenía que conquistar a Yeonwoo
con su actitud.

Imaginación de Keith:
Yeon-woo, que abrió las piernas en forma de
M con la cara al rojo vivo, mostró su agujero y
dijo.

<Ponlo aquí, Keith.>

Los dedos blancos de Yeon-woo entraron en la


entrepierna y abrieron la entrada de
Yeonwoo. El olor de las feromonas envolvió su
nariz junto con el jadeante sonido de su
respiración.

<Keith, vamos.>

Yeonwoo susurro.
< Mete tu pene en mi interior>

— …Ha!

Con un profundo gemido, Keith se las arregló


para hacerse una imagen de Yeonwoo. Como
resultado su respiración estaba agitada,
cuando miró hacia abajo, sus manos así como
las paredes estaban manchadas con el semen
que derramó.

Sus genitales estaban todavía firmes. Una


sola masturbación no era suficiente. Sólo
después de tres más se calmó un poco.
Entonces una sensación de desánimo llegó a
Keith.

¿Por qué debería masturbarme?

— …¡oh, Dios mío!

Golpeó el baño con ira y apretó los dientes.

Cuando Yeon-woo recupere su memoria, le


haré pagar todo esto.

Su imaginación se remonta al pasado


mostrando escenas entre ellos dos. Sin
embargo, desafortunadamente, en el
momento en que revivió su ilusión, sus
genitales también revivieron, y Keith volvió a
envolver su pene con sus manos mientras
maldecía.

Estaba tan enfadado que no podía


soportarlo. Se masturbó dos veces más
seguidas y luego regresó al dormitorio.

Yeonwoo, que dormitaba en un rincón de la


cama al oír que la puerta se abría
violentamente, abrió los ojos de par en par.
Un hombre, que sólo tenía una toalla
alrededor de su cintura, se acercó a él, que
estaba medio sorprendido.
— Voy a salir mañana, así que prepárate.

Yeon-woo preguntó desconcertado por el


repentino comentario.

— No puedo creer que salgas de repente….

Ante las palabras de Yeon-woo, Keith apretó


los dientes.

— Tu anillo de bodas

Yeonwoo, quien inadvertidamente miró hacia


abajo, estaba asombrado. Trató de decir que
estaba bien, pero Keith no le dio tiempo para
decirlo.

— No pareces ser consciente de ello porque no


tienes una marca y un anillo, pero dejaré que
te des cuenta de esos hechos uno por uno.
Eres mi omega, estás casado conmigo, diste a
luz a mi hijo. Es un hecho que nunca
cambiará, ¿entiendes? Tú y yo vamos a
comprar un anillo de bodas mañana, y ¡nunca
podrás quitartelo incluso si te mueres!.
¿Entiendes?

—…

— ¡Responde!
— Oh, oh, sí.

Antes las palabras de Keith, Yeon-woo


respondió sorprendido. Keith lo miró
fijamente en silencio durante un rato y de
repente se dio la vuelta y salió de la
habitación. Sólo el aroma de la feromona de
Keith flotaba suavemente alrededor de
Yeon-woo, parpadeó confundido.
✤Capítulo #4 Parte #2✤

— Hola. Bienvenido. Sr. Pittman, Yeonwoo.

El gerente, que estaba esperando después de


recibir una llamada por adelantado, salió de
la tienda tan pronto como salieron del coche y
los saludó. Keith, que se movió rápidamente,
y Yeon-woo, que la siguió, caminaron al paso.

— Si nos hubieras llamado, nos habríamos


preparado mejor. En primer lugar, he
preparado los anillos.
Cuando entraron en la tienda, la puerta
estaba cerrada con llave y el sol se posó
lentamente sobre la enorme vitrina. El
gerente, que selló completamente el espacio
para no poder ver el interior desde fuera,
saludó a Yeon-woo, que se sentó torpemente
al lado de Keith.

— Yeon-woo, ¿cómo estas? Me preguntaba


cómo has estado estos días. El producto que
pediste la última vez tardará más tiempo,
¿debería enviarlo a tu casa cuando esté
terminado? ¿O te gustaría venir a buscarlo tú
mismo, como siempre?
Yeon-woo se avergonzó por un momento y
luego parpadeó como si se hubiera dado
cuenta de algo.

— Vendré a recogerlo directamente. Gracias.

Tan pronto como respondió suavemente, el


gerente se rió y les ofreció un refrigerio.

Cuando el empleado dejó la bandeja con un


colorido chocolate, el gerente preguntó.

— ¿Queréis beber algo mientras esperan?


¿Qué puedo prepararles?
— Me gustaría un jugo de pomelo y un café
expreso con triple carga, por favor.

Keith echó un vistazo a Yeon-woo, quien


fácilmente le ordenó algo de tomar.
Yeon-woo, quien lo había recitado sin saberlo,
giró la cabeza y preguntó.

— ¿Quieres algo más?

Pidió su bebida habitual a su gusto, pero algo


le punzó por dentro. ¿Cambiaste tus gustos?
Esperando una respuesta con impaciencia,
Keith abrió la boca.
— …no, buen trabajo.

Yeon-woo parecía un poco aliviado, así que


sonrió. Keith pensó cuando vio su cara lateral
sonriendo y extiendo la mano para agarrar un
chocolate y colocarlo en su boca.

Me alegro de que salir haya funcionado.

Era sencillo ordenar que trajeran cosas a la


mansión , pero la razón por la que hizo este
esfuerzo fue que tal vez Yeonwoo recordara
algo de cuando deambulaba por las tiendas a
las que solía ir. Cuando Keith lo vio
ordenando su bebida de una forma natural
una esperanza surgió en él.
Si empezamos paso por paso, pronto
mejorará.

Pensando así, Keith se enterró


profundamente en el sofá y estiró sus brazos
hacia atrás y los extendió sobre su espalda.
Yeon-woo, que estaba a punto de ponerse el
siguiente chocolate en la boca, se detuvo. Sus
ojos se encontraron, y Yeon-woo, quien dudó
por un momento mientras sostenía chocolate,
preguntó.

— …¿Te gustaria comer uno?


Keith asintió ligeramente a un lado. Yeon-woo
hizo una pausa y puso el chocolate en su
boca. Tan pronto como empujó
cuidadosamente el chocolate entre sus labios
ligeramente abiertos, sintió una sensación de
frío en la punta de sus dedos. En ese
momento, Yeonwoo abrió los ojos de sorpresa
y retiró su mano.

De ninguna manera, no.

Yeon-woo parpadeó sorprendidos.

Keith no pudo haberme lamido los dedos.


— Han esperado mucho tiempo

Una voz fresca se cruzó entre ellos. Gracias a


esto, los dos pares de ojos dirigieron su
atención hacia aquella voz. Yeon-woo giró
rápidamente la cabeza y miró hacia abajo a
las joyas que el empleado había traído.

— Bueno, ¿cuál es tu elección?

Cuando Yeonwoo le pidió que elegirá, una


respuesta se escuchó desde el otro lado.

— Elige la que quieras.


De repente, Yeon-woo dijo con una voz
juguetona.

— Me gusta todo

Keith también sonrió mientras miraba a un


lado con una sonrisa. Y sacó un cigarrillo y
dijo.

— Envíalos a todos a casa

— De acuerdo

— ¿Qué?
Yeon-woo era el único que estaba
avergonzado. El gerente no pudo cerrar la
boca y respondió rápidamente, e intentó
llevar el joyero que Yeon-woo estaba mirando.

— Vamos, espera. ¿Todos ellos? ¿Compras


todo?

— Dijiste que te gustaba todo.

Keith habló suavemente y encendió un


cigarrillo. Yeon-woo le preguntó rápidamente.
— ¿No estaba bien solo comprar un anillo?
Dijiste que te di un anillo nuevo en cada
aniversario de boda.

—Sí, es cierto.

El gerente a un lado de ellos habló.

Su cara estaba llena de sonrisas como si


pensara que era una pequeña pelea entre
una pareja. Keith, que detuvo al gerente que
intentaba sacar la caja de joyas, levantó la
mano y se inclinó hacia adelante. Miró cada
uno de los anillos que se habían mostrado en
filas, sacó uno y extendió su mano hacia
Yeonwoo.
— Mano izquierda

Keith frunció el ceño y le dijo a Yeon-woo,


quien inadvertidamente extendió su mano
derecha y luego rápidamente extendió su
mano izquierda, Keith agarró la punta de su
dedo y tiró de él.

— No te lo saques de nuevo.

Poniéndose el anillo que acababa de coger en


su dedo anular, ordenó. Yeon-woo miró su
mano avergonzado
No era el final allí. Luego, Keith le compró
ropa a Yeonwoo. Esta vez, los empleados
también aparecieron alternadamente con
varias ropas. Compró zapatos, cinturones,
relojes y pañuelos. Keith salió después de
barrer con la tienda.

¿Vamos a volver ahora?

Yeon-woo lo pensó, pero se equivocó. Keith se


dirigió a otra tienda que estaba a una cuadra
de distancia.

— Bienvenido, Sr. Pittman, Yeonwoo. No han


traído a Spencer hoy.
Nuevamente, el gerente que saludó
familiarmente lamentó el hecho que el niño
no estuviera ahí. Cualquiera podría decir que
los conocía bien. Yeon-woo parecía
desconcertado, pero respondió con una
sonrisa.

— Sí, así es. Entonces espero con interés su


amable cooperación hoy.

— Hay muchas cosas que puedes disfrutar,


por favor espera un momento. Estaré listo
enseguida.
El personal los llevó a sus asientos e hizo un
alboroto. Keith echó un vistazo a Yeonwoo
mientras tomaba café. Yeon-woo, que estaba
más relajado que antes, hizo contacto visual y
sonrió torpemente. Keith trató de besarlo
pero se detuvo.

No te apures, a menos que quieras volver a


estropear las cosas.

Cuando piensa en lo que ocurrió la noche


anterior se le hacía más fácil controlarse.

Hay tiempo de sobra.


Es sólo que a Keith le falta paciencia. Cambió
la dirección de sus ojos y revisó la mano de
Yeonwoo. Después de confirmar que el anillo
que había colocado estaba definitivamente
allí, trató de girar la cabeza y vio las orejas de
Yeon-woo.

No podía entenderlo, no importaba lo mucho


que lo pensara.

No puedo creer que su memoria y mi marca


hayan desaparecido.

<Lo siento. Nunca habíamos visto un caso


como este…>
Se tragó un suspiro, recordando la cara del
médico. Cuando dejó la taza de café vacía,
Yeon-woo preguntó rápidamente.

— ¿Quieres un poco más? ¿O prefieres otra


bebida?

Keith le devolvió la mirada. Su cara estaba


llena de sonrisas.

— Yeonwoo

— Sí
Para Yeon-woo, que estaba nervioso, Keith
hizo una voz amistosa.

— Te dije que no eres mi secretario, eres mi


pareja y estás casado conmigo. ¿Cuántas
veces debo decírtelo?

Sabía cómo transcurría la conversación así


que añadió una dulce sonrisa y le susurro
dado que Yeonwoo estaba demasiado cerca
pudo oírlo.

— Uh…Sí
— No actúes como mi secretario. Actúa como
mi compañero, ¿de acuerdo?

— …Lo entiendo.

Yeon-woo rápidamente cerró la boca. Si decía


una cosa más, pensé en borrar esa cara
sonriente y gritar. Sin embargo, no sabía qué
hacer cuando se le pidió que actuara como
pareja. Afortunadamente, el personal regresó
a tiempo con la mercancía para mostrarla.

— Esta es una nueva temporada. Este 13 es el


símbolo de nuestra marca. Vamos a combinar
el diseño de la Isla de Córcega con este tema,
y vamos a tratar de combinar este patrón…
Yeon-woo escuchó atentamente la
explicación. Keith esperó mientras veía a
Yeon-woo concentrarse. Yeonwoo volteo la
cabeza como si finalmente hubiera tomado
una decisión.

— Sr. Pittman .

— Yeon-woo.

Inmediatamente después de que dijera su


nombre, Yeon-woo se detuvo. Keith sonrió y
dijo.
— Yeonwoo si me llamas una vez más de esa
manera te llevare a mi Isla y te encerraré. No
vuelvas a llamarme “Sr. Pittman.” ¿de
acuerdo?

Yeon-woo parpadeó avergonzado. Aún así,


Keith estaba sonriendo, pero no se podía
decir que realmente se veía feliz. Dudando,
Yeon-woo abrió la boca.

— Pero…

— Yeonwoo
Keith lo interrumpió primero antes de que “Sr.
Pittman” saliera de nuevo.

— Inténtalo si tienes dudas. ¿Crees que no


puedo hacer eso?

Keith no era del tipo que dice palabras vacías.


Nunca hace bromas.

Yonwoo no pudo evitar aceptar que era


absurdamente sincero.

— Bueno, ¿cómo se supone que voy a…


— Yeonwoo

Ahora Yeon-woo se estremecía cada vez que


decía su nombre. Una vez más, al ver su
reacción de sorpresa, Keith respondió con
más ternura.

— ¿ No creerás que mi nombre es Pittman,


cierto? No creo que lo hayas olvidado.
¿Cierto?

— Uh, um…

Yeon-woo una vez más dio una exclamación.


La expresión del rostro de Yeonwoo estaba
llena de vergüenza, pero Keith seguía con la
mirada clavada en Yeon-woo y esperaba una
respuesta. Por supuesto, Yeon-woo perdió.

— En…ton..ces…Ke..ith.

No lo dijo de forma natural, pero se


acostumbrara de todos modos.

Keith no estaba satisfecho, pero lo dejó pasar


por ahora. Te acostumbras si sigues
haciéndolo. Yeon-woo, que se apoyó en el
sofá de nuevo, abrió la boca.

— Bueno…. oye
—…

Las venas sobresalen notablemente en la sien


de Keith. Cuando sus ojos se encontraron con
Keith, quien lentamente giró su cabeza,
Yeon-woo rápidamente giró su cabeza.

— ¿Cuál te gusta? No creo que lo necesite


todo, y estoy pensando en este bolso.

Keith se quedó en silencio por un rato ante


Yeon-woo, quien le preguntó en un tono
rápido como si estuviera tratando de encubrir
lo que había dicho.
— …compra sólo lo que necesites.

Yeon-woo dijo, — Sí— , y escogió unos


cuantos. Keith preguntó cuando lo vio
ordenar un bolso de mujer juntos.

— ¿Vas a dárselo a tu hermana como regalo?

— ¿Eh? No. ¿Por qué lo harías? …

Yeon-woo, que lo negó rápidamente,


respondió sin pensarlo mucho.
—Bueno, ¿no deberías hacerles un regalo?
Siempre los he elegido solo y enviado pero
podemos pedir uno juntos….

— Yeonwoo.

Keith frunció el ceño y lo retuvo.

— ¿A quién le estás dando esto?

¿Es a Emma o a tu madre? ¿A una secretaría?

Yeon-woo le dijo a Keith, que estaba


pensando en las mujeres que conocía.
— Estoy seguro de que conocerás a alguien.
¿No estás aquí para pedir un regalo para
ellas?

Hubo un momento de silencio. Esta vez fue un


silencio más largo y pesado que nunca.

— ¿Conocer a alguien?

Keith preguntó en voz baja. No había más


sonrisas en su cara.

— ¿Qué significa eso? ¿Voy a conocer a


alguien?, ¿Qué quieres decir con eso?
—Es…eh…

Yeon-woo, que tartamudeaba avergonzado,


respondió honestamente.

— Siempre necesitaste a alguien para


solucionar lo de las feromonas, ¿no? Así que
probablemente continúes haciéndolo.

— Yeonwoo

Keith abrió la boca y habló en voz baja.


— ¿Me estás pidiendo que te engañe?

Sus ojos se volvieron dorados de repente. Era


la primera vez que Yeon-woo lo veía después
de salir del hospital.

Mi corazón latía como loco. Estoy seguro de


que cometí un error, pero no sé cuál es el
problema. Yeon-woo miró a Keith con ojos
avergonzados, Keith apretó los dientes y lo
miró fijamente. No podía soportarlo más y
parecía enfadado muy enfadado.

— Oh, mira, es…


Yeon-woo abrió la boca avergonzado, pero no
se le ocurrió nada. Tengo que decir algo. Keith
presionó a Yeon-woo cuando lo vio
tartamudear.

— Dime, ¿qué quisiste decir con eso? Estoy


preguntando. Oh, ¿no puedes responder?

— Bueno, quiero decir.

El puño de Keith estaba a punto de volar


hacia él. Por supuesto, nunca lo había visto
golpear a una persona antes, pero incluso
pensó que podría hacerlo ahora. Yeon-woo
respondió con dificultad apretando sus
cuerdas vocales.
— Siempre has tenido a alguien así…

— ¿Cuántas veces te he dicho que me casé


contigo y no me entiendes? ¿O crees que te
conté un chiste? ¿O estoy haciendo un
programa ahora mismo? ¿No es increíble que
hayas preparado una actuación como esta
para ti? ¿No lo crees?

Keith, que lo dijo de inmediato, habló


sarcásticamente con voz áspera.

— Ahora me doy cuenta de que te amo mucho


y es increíble. El amor es realmente
grandioso. ¡Incluso estoy haciendo un
programa para ti!

— Bueno, no quise decir eso.

La cara de Yeon-woo se puso roja de


vergüenza. La ira de Keith no disminuyó
cuando vio a Yeon-woo, quien no sabe qué
hacer. No había nada para calmar su ira
ahora. Excepto que Yeon-woo
inmediatamente recupera su memoria y lo
besará como disculpa. Por supuesto, la marca
también debería volver. Pero eso no sucedió.

— Se puede decir que estás casado conmigo


pero…
Yeon-woo, que habló con dificultad, dudó en
evitar el contacto visual.

— No importa cuánto lo piense, no puedo


creer que solo estés casado conmigo. No sé
qué te pasó, pero siempre has estado
tratando con mujeres, ¿verdad? Así que
incluso si estás casado conmigo, tendrás a
alguien más para resolver las feromonas…

— …Huh

Un suspiro desolado estalló. Cuando la ira


llegó a su punto máximo, pareció relajarse.
Keith se cubrió la cara con una mano porque
estaba atónito con la situación. Yeon-woo
parecía no haber imaginado nunca que Keith
había mantenido su lealtad por él durante
todo su matrimonio, o incluso antes. No, no
podía imaginar eso en primer lugar.

— …¿Qué clase de persona crees que soy?

Keith preguntó con una voz débil. La ira había


desaparecido sin dejar rastro. Yeon-woo
estaba avergonzado y no podía responder. La
reacción de Yeon-woo le dio a Keith más
confianza.
— ¿Por qué no puedes aceptar el hecho de
que eres el único a quien tengo en mi vida?
¿Qué es lo que te pasa?

Yeon-woo murmuró, — Pero— , mientras Keith


se tragaba sus ganas de soltar una maldición.

— Te estabas besando con la azafata

La palabra salió en un momento inesperado.


Keith entendió las palabras después de unos
segundos.

— …¿qué?
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #5 Parte #1✤


Había una atmósfera inusual. Yeon-woo se
quedó perplejo por un tiempo mientras se
enfrentaba a Keith, que lo miraba con cara de
sorpresa. Keith, que tenía prisa, preguntó de
nuevo.

— ¿Qué acabas de decir? Dilo otra vez,


¡vamos!

A pesar de la insistencia de Keith, Yeon-woo


no se dio cuenta de lo que acababa de decir.

— Oh, bueno… quiero decir..


Yeon-woo, quien finalmente encontró el
recuerdo que pasó ante sus ojos, abrió su
boca.

— En el aeropuerto, lo vi besando a una


azafata

— Sí, ¿y?

—…

— Recuerda más, Yeon-woo. ¡Vamos!

Keith instó, pero ya no se le ocurrió nada.


—..lo siento

Eventualmente, se disculpó, pero Keith


permaneció en silencio por un momento, pero
pronto dijo casualmente.

— Te acordaste de una cosa, así que está bien.


Más recuerdos volverán la próxima vez

Yeon-woo vio su rostro otra vez y pensó que


Keith estaba más decepcionado que él.

— ¿Qué pasó después de eso?


Keith se detuvo ante el comentario de la
mordedura suave. En realidad, no pregunté
porque quería saber. Sólo intentaba cambiar
el estado de ánimo. Iba a decir que está bien
si no quería decirlo, pero Keith abrió la boca.

— Después de eso

Siguió con dificultad.

— Después de eso, te obligue a tener sexo


conmigo aunque me habias dicho que no
querias varias veces.
Yeon-woo abrió bien los ojos ante el
inesperado comentario. Keith siguió
hablando consigo mismo, ignorándolo.

— Te resististe, pero usé feromonas para


presionarte. …y te hice llorar…. Y luego me
dej..

Keith se tragó la última palabra. Esto es


porque no pudo decir con su propia boca que
Yeon-woo lo había dejado.

— Whao…
Yeon-woo murmuró después de romper el
silencio que se extendió por mucho tiempo.
Abrió la boca como si no pudiera creerlo, pero
no era lo que Keith esperaba.

— Pero soy un hombre. ¿Tuviste sexo con un


hombre? ¿Tu? ¿Usaste tus feromonas para
obligarme?

Keith, que estaba dispuesto a ser criticado,


fue agarrado desprevenido en una dirección
completamente diferente. Yeon-woo abrió
bien los ojos y miró a Keith. Su expresión no
parecía ser falsa en absoluto.

— Sí
Keith estuvo en silencio un momento.

— Ya estaba enamorado de ti en ese


momento… …no lo admití

Cuando recordé los resultados de haber


negado el enamoramiento por Yeonwoo
debido a mi orgullo, me arrepentí de nuevo.
Lo amé y lo herí sin cesar. Forzandolo a tener
sexo, menospreciandolo e insultandolo por mi
negacion. Haciendome la idea que Yeonwoo
solo era una pareja sexual.
Si me hubiera dado cuenta un poco antes, si
lo hubiera admitido un poco antes…

Si así fuera,¿No habría evitado que pasara


esto?

— ¿Qué?

— Era una broma

Keith, que rápidamente cambió sus palabras


después de ver la reacción de Yeon-woo, giró
la cabeza.
— ¿Tienes todo lo que necesitas? ¿Vamos a la
próxima tienda?

— Sí….. ¿Vamos a comprar más?

Cuando se le preguntó por sorpresa, Keith se


levantó primero.

— Sí, voy a ir a la fiesta pronto

No creo que necesite tanto, pero Yeon-woo


dijo, — Esta bien— , no quería arruinar el
humor de Keith
Keith se acercó a él cuando estaba a punto de
ponerse de pie. Keith extendió su mano.
Después de mirar hacia arriba casualmente,
Yeon-woo se dio cuenta de que lo estaba
esperando. Yeon-woo lo pensó y le tomó la
mano con cuidado.

— ..¡Ahh!

Inmediatamente Keith tomó su mano y tiró de


él. Gracias a eso, Yeon-woo saltó a sus brazos
como si estuviera volando. Pude escuchar la
risa de Keith en mi oído. Yeon-woo abrió bien
los ojos, abrazándolo sin moverse. Mi corazón
latía como loco. Todo su cuerpo parecía
clamar por Keith. No podía moverse, pero
Keith inclinó su cabeza y puso sus labios en el
cuello de Yeon-woo.

— ……

Pude escuchar una respiración profunda.


Keith estaba oliendo la feromona de
Yeonwoo. Con él, el dulce aroma que flotaba
en la zona se hizo más fuerte. Keith está
seduciendo a Yeonwoo.

¿Qué debo hacer si Keith dice que me quiere


ahora?
Yeon-woo cayó en pánico. ¿Puedo besarte?
¿Qué tal si toco su cuerpo? Keith dijo que
estábamos casados. Hay un niño a quien di a
luz. Es sólo que no lo recuerdo.

Entonces, ¿hasta dónde podemos llegar?


¿Puedo? No recuerdo nada, ¿puedo hacerlo
bien? El cuerpo tiene experiencia, y parece
recordarlo así que, ¿no funcionaría de alguna
manera? Dicen que la mano se mueve por sí
sola después de memorizar el instrumento,
¿será verdad? ¿Lo mismo ocurre con el sexo?.
Entonces, ¿no sería capaz de hacerlo bien?
Espera, ¿qué tienen en común el sexo y los
instrumentos musicales? Oh, el sexo es tocar
el cuerpo de la otra persona, así que son lo
mismo. Sí, no, ¡no está bien!
Yeon-woo se despertó de su delirio cuando
escuchó un ligero sonido. Cuando recobró el
sentido, Keith lo agarró por el brazo y lo
separó de él. Sólo entonces Yeon-woo se dio
cuenta que Keith le había besado la mejilla.

¿Mejillas? ¿Keith Knight Pittman sólo besa mi


mejilla? A Yeon-woo, que lo miró con sorpresa,
Keith le sonrió afectuosamente y agarró sus
hombros.

— ¿Nos vamos?
El personal, incluido el gerente, salieron
corriendo tras ellos. Moviéndose en un
aturdimiento, Yeon-woo se apresuró para
esconder su rostro avergonzado.

¿Qué te imaginaste que sucedería en una


tienda?

Cuando lo pensé tarde, me sentí avergonzado


hasta la muerte. Pensé que era un
desvergonzado imaginarme teniendo sexo
con Keith en un lugar así. Incluso Keith, me
habría acusado de ser demasiado promiscuo,
¡sucio!
Yeon-woo se abofeteó a sí mismo en la mejilla
con remordimiento. ¡Despierta! ¿Dónde
sacaste esa sucia imaginación? ¡Sal de aquí!
¡Fuera!

— ¿Qué pasa? ¿No te sientes bien?

Keith, que se subió al coche después de


Yeon-woo, preguntó. Las mejillas de
Yeon-woo estaban rojas cuando paró su
mano sorprendido y se dio la vuelta.

— Oh, no…

— Tu cara está demasiado roja


Keith extendió la mano sin dudarlo y tocó la
frente de Yeon-woo. Todo el cuerpo de
Yeon-woo se endureció. El hada lasciva, que
había estado trabajando duro para
expulsarlo de su interior hace un momento,
regresó rápidamente a su cabeza. Keith
frunció el ceño y dijo, sin darse cuenta de lo
que sucedía en el interior de Yeonwooo

— No tienes fiebre. ¿Volvemos ahora? Será


mejor que descanses. Si necesitas que te
preparen algo puedo llamar a la casa.

Entonces ordenó que se dirigiera a casa, y el


coche cambió de dirección. Yeon-woo
afortunadamente agradeció por el
malentendido y mantuvo su cuerpo lo más
lejos posible de él. Apoyé mi cabeza contra la
ventana del coche y me gustó la frescura.
Keith se sintió amargado mientras cerraba los
ojos y se concentraba en otros asuntos.

¿Es tan incómodo estar a solas conmigo?

Me enfadé de nuevo conmigo mismo por


haberlo besado impulsivamente. No puedo
soportar tanto. Menos mal que no lo hice en
los labios.

Viendo que la condición física de Yeon-woo


empeoraba, reiteró su promesa de no volver a
cometer ese error. Mientras tanto, Yeon-woo
estaba siendo acechado por un hada lasciva
que volvía a su mente.

— Bueno, yo…

Sólo después de un largo silencio, Yeon-woo


rompió el pesado silencio y abrió la boca.
Mientras Keith lo miraba, Yeon-woo continuó,
evitando sus ojos.

— ¿Cómo es la fiesta? …yo también voy,


¿verdad?
— Es sólo una fiesta de caridad. Charles se
preparará

— Sí…..

A Keith no le gustaba la forma educada de


hablar de Yeon-woo, pero decidió ignorarlo.
Es un infierno pero al menos no sale “Sr.
Pittman” de sus labios. Por supuesto, me he
convertido en — Discúlpeme— en lugar de Sr.
Pittman.

Sintiéndose amargado, Keith añadió sin


pensarlo mucho.
— Escuché que trata sobre un juego de Polo,
así que solo deberemos pisar el césped unas
cuantas veces.

Yeon-woo miró a Keith.

— ¿Juego de polo?

La reacción ha cambiado extrañamente.


Sensiblemente consciente de ello, Keith le
miró tranquilamente a la cara. Yeon-woo no
pudo ocultar sus sentimientos y abrió la boca.

— Por casualidad, Sr. Pittman


— Yeonwoo

Keith, quien rápidamente lo interrumpió,


sonrió.

— Piensa en la isla

— ….. ¿También participaras?

Yeon-woo, que se tragó su aliento


apresuradamente, preguntó con un ritmo. Los
ojos de Keith se entrecerraron.

— ¿Quieres eso?
— Uh…

Yeon-woo eligió sus palabras a toda prisa.

— ¿No eras un jugador de Polo? Creo que


sería bueno participar en el juego después de
mucho tiempo. Bueno, una distracción…

— ……

— …puede que no sea así


Keith abrió la boca mientras miraba a
Yeon-woo, que dudaba en terminar sus
palabras.

— ¿Y si te dijera que soy un participante?

— ¿En serio?

Mirando su cara de satisfacción, pensé que


podría saberlo sin escuchar más respuestas.
Keith recuperó la compostura y sonrió
relajado.

— ¿Te gusta el polo?


— Sí….¿tal vez?

Evitando una respuesta ambigua, murmuró.

— No lo sé, pero sí, bueno, es divertido y


genial ver a los jugadores corriendo……
bueno…, estoy deseando verte jugar de todas
formas. Bueno…, quiero decir…

Él tartamudeaba de alguna manera, pero


Keith podía ver su interior.

En resumen, quiere verme jugando.


Había pasado tanto tiempo que no podía ni
contar cuántos años hace que solté el mazo.
Sin embargo, en ese momento, Keith estaba
tan motivado que podía montar a caballo
enseguida.

— No está mal calentar después de mucho


tiempo

Fingió que el asunto era insignificante, pero


su mente ya estaba ocupada, como por
ejemplo, cómo compartir el tiempo de
entrenamiento, si podría conseguir más
caballos a tiempo, y si debería contactar con
Grayson, que está organizando la fiesta, y
pedirle que lo coloque como un jugador.
***

Tuk

La pelota golpeada por el mazo salió volando


con un sonido alegre. Entonces los jugadores
corrieron tras la pelota.

— ¡Ah!

Cuando la pelota golpeada por otro jugador


pasó al caballo, Yeon-woo sin darse cuenta
suspiró. De nuevo, los jugadores giraron la
cabeza del caballo y corrieron tras la pelota.
Mientras tanto, otro jugador golpeó la pelota,
y otra vez los caballos galoparon tras ella. La
pelota, que rodó por el suelo varias veces, fue
bloqueada por una valla poco profunda y
volvió a fluir hacia el césped. Keith, que corrió
desde lejos, lanzó un gran mazo.

— ¡Argh!

La pelota voló en línea recta con un claro eco


que parecía golpear el corazón. Soltando
suspiros de ira, los jugadores se apresuraron
a hablar.
Mientras tanto, el caballo de Keith galopaba
a una velocidad increíble. El caballo no sólo
era rápido. Era genial al cambiar de dirección
rápidamente cuando era necesario y correr
hacia otros caballos sin dudarlo.

Keith sostenía el robusto caballo con una sola


mano. Keith, agarraba las riendas del caballo
y lo detenía en cuanto el caballo corría en
dirección a la pelota le pasaba.

Su corazón estaba a punto de estallar, así que


contuvo la respiración y lo miró con atención
embelesado. Incluso la presencia de Spencer
en sus brazos fue completamente olvidada.
Incluso en el momento en que parpadeó los
ojos, hizo lo mejor que pudo para no perderse
de aquella imagen.

Keith agarra las riendas y se pone boca abajo


con su mano sosteniendo el mazo.La parte
superior de su cuerpo estaba inclinada, y el
mazo atravesó el suelo en un gran
semicírculo. Los músculos de los brazos
alargados sobresalían notablemente. Los
vasos sanguíneos se elevaban a lo largo de la
línea del cuello fuerte, y los bien entrenados
músculos del pecho se revelaban bajo la
delgada camisa. Un sonido áspero pasó por
los oídos cuando la cintura apretada y los
muslos tensos y gruesos eran claramente
visibles.
Tuk

— ¡Wow!

Había vítores y aclamaciones por todas


partes. El árbitro declaró el resultado, y por
un momento los jugadores dejaron de correr y
se quedaron en el césped. Los jugadores del
mismo lado se acercaron a Keith, que acaba
de marcar, e intercambiaron palabras.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última


vez que Keith jugó al polo?
Lo miré fijamente y conté los años, pero
pronto me di por vencido. Aunque ya fue hace
unos años, este hombre perfecto todavía
estaba atrayendo los ojos de la gente. Justo
como el día que lo vi por primera vez.

Un suspiro de envidia se escuchó por todas


partes. Fue por Keith. Sin embargo, el
corazón, excitado por el anhelo y el
entusiasmo, se enfrió posteriormente. Eso se
debe a la clara marca en su oído.

¿Eso es… realmente lo dejé yo?

La vergonzosa superioridad se elevó en medio


de la todavía incredulidad de los asistentes.
Era evidente que los asistentes luchaban por
el anhelo y los celos intensos del dueño de la
marca. Una vez más, Yeon-woo se sentía
como en un sueño sobre la realidad ahora.

Había una diferencia más desde entonces.


Era el hecho de que tenía un hijo.

Era el hijo de Keith y Yeonwoo.

Ahora que lo pienso, era tan diferente de ese


día. Nunca imaginé que me convertiría en un
omega y tendría un hijo, y que tendría un hijo
de Keith, pero pensé que la vida era muy
desconocida.
Pero su corazón seguía ardiendo. Quería
correr hacia él enseguida, besarlo, levantarle
la camisa y frotar sus labios contra sus fuertes
músculos del pecho. Desearía que me abriera
las piernas y me tocara en el punto húmedo y
pusiera su firme pene dentro de mí.

¿Qué estoy pensando en un lugar como este?

La sensación palpitante en la parte inferior


me despertó. Fue entonces. De repente Keith
giró la cabeza y miró hacia Yeonwoo. Los ojos
se encontraron y la cara se iluminó. Keith
entrecerró los ojos al verlo.

¿Vio a través de mi mente?


Es vergonzoso.

Afortunadamente, el juego continuó, y otros


jugadores rozaron el lado de Keith y corrieron
hacia el caballo. Se vio obligado a girar la
cabeza y corrió tras el caballo.

— ¡Ah!

El caballo de Keith, incapaz de controlar la


velocidad, cruzó la dirección de la pelota.
Pronto se dio una penalización por una falta.
Después de suspirar, Keith miró de nuevo a
Yeon-woo. El calor de mi cara seguía siendo el
mismo, pero pude sonreír esta vez porque
encontré algo de calma. Volvió la cabeza y se
concentró en el juego. Ninguno de los dos
equipos anotó más, y Chukka (palabra que
significa el final de una ronda del juego de
polo) terminó.

Durante el breve descanso, los jugadores


reemplazaron sus caballos y la gente estaba
ocupada pisando el césped. Yeon-woo agarró
la mano del niño y lo colocó en el césped
descalzo. Spencer frunció el ceño cuando pisó
la hierba un poco fuerte y sintió que su suave
suela le dolía. Mientras abrazaba al niño con
prisa, alguien se llevó a Spencer antes de que
pudiera enderezar su cintura.
— Spen..cer

La cara de sorpresa pronto se rompió con una


sonrisa. Keith puso a Spencer en un brazo y
sonrió como si lo supiera todo.

Yeon-woo se rascó la mejilla por la vergüenza.


Spencer abrazó el cuello de Keith y se rió. El
niño parecía muy feliz de salir con su familia
temprano en la mañana. En la superficie, era
una familia perfecta. Yeon-woo recordó la
mañana en que vio la cara de Spencer
sonriendo felizmente.

***
La gente de la mansión estaba ocupada
preparándose para ir a la fiesta temprano.
Esta serie de situaciones parecían tan
familiares para los empleados que sacaron la
ropa y los zapatos que habían preparado el
día anterior y pusieron en fila los accesorios.
Estaba sentado y esperando, mirándolos
moverse en perfecto orden, cuando Spencer
entró en la habitación frotándose los ojos
soñolientos.

—¡Papá!

El niño sonrió brillantemente y corrió hacia


Yeon-woo con los brazos abiertos. Cuando
extendió su mano sin saberlo, diciendo, —
Creo que me voy a caer— , Spencer cayó
terriblemente.

—¡Spencer!

Cuando gritó sin saberlo, el niño que golpeó


su cara en la alfombra levantó la cabeza.
Yeon-woo, que se acercó rápidamente,
suspiró con alivio después de asegurarse de
que Spencer no estaba herido.

Ni siquiera cayó en el suelo, así que no hay


forma de que se pueda lastimar así.
Al darme cuenta del grosor de la alfombra,
pensé en el interior de la mansión. La
sobreprotección no es buena. Sin embargo,
Spencer sonrió y agitó sus brazos, sin saber el
conflicto interno de Yeon-woo. ¿Quieres que te
abrace? Yeon-woo dudó por un momento y
tiró del niño con cuidado. Spencer
inmediatamente abrazó el cuello de
Yeon-woo. Abrazar era un comportamiento
familiar.

Yeon-woo, quien cuidadosamente acarició la


espalda del niño, inesperadamente se dio
cuenta de que el niño estaba en sus brazos.
Sentí una sensación de estabilidad, que me
hizo cuestionarme n qué tan extraño me
sentía al principio.
Todavía no recordaba que era mi hijo pero
pensé que no importaba. Spencer es tan lindo
y tan lindo, lindo… lindo.

En conclusión, era lindo.

—¿Qué estás haciendo?

Keith, que entró en la habitación cuando vio a


Yeon-woo sentado en una silla con un niño en
sus brazos, recibió fácilmente a Spencer de
Yeon-woo y lo levantó. Esto también sucedía
con frecuencia, pero Spencer abrazó
suavemente a Keith sin oponer resistencia.
Yeon-woo se sintió vacío y acarició su brazo
vacío con torpeza.

—Estoy esperando porque están preparando


mi ropa.

Después de decir eso, Yeon-woo se dio cuenta


de que el niño estaba usando un traje de
excursión.

—¿Spencer también irá?

—Sí.
Keith añadió, — Spence también debería
verme jugar.

Yeon-woo aceptó la sugerencia de Keith, era


una buena idea. Y los tres comenzaron a
alistarse..

***

Estaba preocupado, quizás no le agrade a


Spencer.

Yeon-woo sonrió casualmente al niño que


estaba siendo abrazado por Keith. Spencer no
tenía ni idea de que Yeon-woo había perdido
la memoria, quizás porque aún era pequeño,
así que no lo notaba. Para él, Yeon-woo era
todavía un padre cariñoso y siempre un lugar
seguro. Cuando abrazaba al niño, él siempre
me daba un beso sin dudarlo y todas mis
preocupaciones se esfumaban.

Cuando accidentalmente rascó la mejilla del


niño con la punta del dedo, Spencer retorció
el cuerpo, diciendo que le picaba.

— Hola

Keith, que rápidamente sujetó al niño, que


casi se resbala de su brazo, puso a Spencer en
su hombro. El niño sujetó hábilmente su
cuello y se puso en posición. Spencer, que
inmediatamente se montó en su cuello,
sacudió sus caderas y se rió.

— Papá, es pequeño

El niño, que ocupaba un lugar más alto que la


cabeza de Keith, apuntó con el dedo con gran
fuerza a Yeonwoo. Keith abrió la boca
mientras sostenía las piernas del niño
mirando a su alrededor con emoción.

— ¿Cómo fue el juego? ¿Valió la pena verlo?

— Oh, sí. Fue muy divertido


Yeon-woo no pudo soportar ver la cara de
Keith, así que fingió pisar la tierra y miró
hacia abajo.

— Nunca te he visto tan de cerca. No sabía


que era tan intenso

— ¿Es la primera vez que ves un partido de


polo?

— Uh… No…… es así?

Sus palabras eran vagas y evasivas.


— Cuando estaba en la universidad, había
partidos de polos…vi uno pero no lo vi
completo porque sucedió un accidente.

— Oh…

Keith escupió sus habituales exclamaciones


sin pensarlo mucho.

—Si dices que fue un accidente durante un


juego, podría ser una lesión de caballo o una
caída. No hay muchas universidades que
juegan al polo, pero ¿de dónde vienes?
— Eh

Yeon-woo inadvertidamente tragó saliva


seca. De repente, un recuerdo que había
olvidado vino a mi mente. Keith me miraba
enojado, las feromonas salían… sus manos
se extendían para intentar golpearme.

— Eso es

Mi corazón comenzó a latir salvajemente.


¿Cómo reaccionará Keith? Si se entera que fui
yo en aquel entonces?

¿Qué debo hacer?


— ¡Papá, caballo, caballo!

Justo a tiempo, Spencer gritó, con las caderas


temblando. Keith giró la cabeza y Yeon-woo
dio un suspiro de alivio en secreto. Keith, que
volvió a mirar a Yeon-woo, dijo.

— Vuelve primero

De repente, no sabía de qué estaba hablando,


así que sólo parpadeé.

— Deja a Spencer con Amy o Charles, y volveré


después del juego
— ..¿qué?

Keith sonrió amargamente, levantó su mano


y le acarició la mejilla a Yeon-woo.

— Estás cansado

El calor que apenas había disminuido se elevó


de nuevo. Sólo Yeon-woo pudo sentir que su
olor se hizo más fuerte. Bajó la cabeza,
sintiendo que su aliento se estaba volviendo
difícil por sí mismo. Podía ver lo excitado que
estaba sin tener que comprobarlo. Respondí
con dificultad abriendo mis labios
temblorosos.

— Puedo esperar, puedo…

Estaba tan avergonzado de volver primero


porque no podía soportar el calor. Sobre todo,
quería ver a Keith jugar hasta el final. Puede
que pase algún tiempo antes de que esta
oportunidad vuelva a aparecer. Keith
parpadeó como si hubiera sido una sorpresa
mientras levantaba la vista con un fuerte
deseo. Yeon-woo dijo, sintiendo que su cara se
quemaba.

— Quiero ver como termina el juego


No sé cuándo podré volver a verte jugar.

Se las arregló para tragarse unas palabras


que casi salieron sin saberlo. Keith frunció el
ceño débilmente en su frente. ¿Le habrá
ofendido mi negativa de regresar antes?.
Mientras Yeon Woo se sentía ansioso por
dentro.

— Sí, está bien…

Inesperadamente, Keith añadió una suave


sonrisa. Yeon-woo estaba fascinado por él
otra vez. Cuando estuvo distraído por un
momento, Keith extendió su mano.

— ..¡Ah!

En ese momento, Yeon-woo se sorprendió y


exclamó. Keith se echó hacia atrás sin
dudarlo y se movió con Spencer en un brazo y
Yeon-woo en el otro. Podía sentir una mirada
de reojo, pero no tenía tiempo para
avergonzarme. Era difícil contener la
respiración que seguía agitada.

Fue en las gradas fuera del estadio donde


Keith se detuvo. Keith, que llevó a Yeonwoo
por encima de la valla, que se elevaba un
poco más alto que su cintura, abrió la boca.

— Cuando cambies de opinión, vuelve


primero

Hablé con una voz amable, pero las


feromonas que entraron en Yeon-woo
significaban algo completamente diferente.
Yeon-woo jadeó como si se aferrara a la razón
que parecía alejarse por el dulce aroma,
como si quisiera esperar y ver cuánto tiempo
podía aguantar.

— Ah…
Yeon-woo estaba fascinado y se enfrentó a
Keith. ¿Por qué no nos besamos ahora? ¿No es
el momento adecuado?

Es hora de besar a Keith de forma natural.

Pero Yeon-woo dudó. Fui yo quien se negó


primero. ¿Puedo besarte ahora? ¿Y si piensa
que es ridículo?

Cuando pensé en eso, Keith abrió la boca.


Estuvo allí un momento como para decir algo,
sonrió y dijo..,

— Bueno, volveré
Keith, que se dio vuelta rápidamente, dio un
gran paso y pronto se alejó. Yeon-woo, que
miraba fijamente su espalda, se dio cuenta
tarde de que había perdido la oportunidad,
pero era difícil determinar si era algo bueno o
una desgracia.

Yeon-woo, que sacudió su cabeza con un


suspiro, se dio cuenta de que sus brazos
estaban vacíos.

Keith tomó a Spencer en consideración a


Yeonwoo.
Si realmente quería ser considerado, no
habría vertido feromonas.

Pensé en ello con la cabeza en blanco, pero


no tenía ningún resentimiento contra Keith.
Miré a los dos hombres a la vista con una
mirada de entusiasmo. Sólo con mirarlos me
sentí abrumado por primera vez. Incluso
pensé que podría vivir mi vida sin comer
nada. Mi corazón latía tan fuerte que tuve que
cerrar los ojos y respirar profundamente.

Whoo. Whoo.

Me las arreglé para recuperar el aliento y


levantar los párpados, y pude ver a los
caballos caminando para calentarse.
Yeon-woo, que estaba mirando el paisaje por
un rato, se dio cuenta de que Keith y su hijo
habían desaparecido.

¿Qué?

En el momento en que mi corazón iba a


colapsar los encontré con la mirada.. Keith,
que estaba sentado en lo alto del caballo, le
entregaba el niño a Charles. Ahora Charles
me traerá a Spencer. Esperé pensando eso,
pero se dio la vuelta y se alejó.

Yeon-woo, que se preguntaba por qué no


regresaba Spencer, pronto descubrió la razón
cuando vio al niño frotando su cara contra el
hombro de Charles. Es hora de que Spencer
tome una siesta. Sus hábitos daban miedo,
así que el niño se durmió en un instante.

Me sentí aliviado. El peso del niño dormido se


vuelve más difícil que cuando está despierto,
y no estaba seguro de poder cuidarlo
adecuadamente en mi estado actual.

Cuando soltó un suspiro de alivio, Keith le


echó una mirada. Parecía que le había
sonreído pero quizas sea una ilusión.

— …eh…
Yeon-woo sintió de repente que sus mejillas
ardían y tomó su mano. Sentí una sutil
sensación de entusiasmo.

Tal vez sea por Keith.

Avergonzado por dentro, simplemente lo


ignoró.
✤Capítulo #5 Parte #2✤

— Hola, Keith. Ha pasado un tiempo. ¿No


estás exagerando?

Al hombre que se acercó con un temblor, Keith


le miró con indiferencia. Grayson se paró
junto a Keith preparándose para montar y
abrió la boca.

— Me sorprendió mucho que de repente


dijeras que ibas a jugar. No has jugado en
mucho tiempo, ¿verdad? ¿Practicaste mucho?
No eres un jugador activo
— Sólo he practicado unas cuantas veces

Por supuesto que era una mentira. No


importa cuánto haya jugado, han pasado
años desde que jugó. Montaba todas las
mañanas y sostenía un mazo por la noche
para practicar. ¿Alguna vez desde que nació
se había esforzado tanto? Keith ha buscado
en su memoria, pero no se le ocurre nada.

Grayson sonrió con una extraña sonrisa como


si lo supiera todo, y luego cambió sus
palabras.
— Yeon-woo está aquí, y todavía se ven bien
juntos. Spence siempre es lindo. Oh, yo
también quiero tener un bebé.

— Cásate, entonces

Grayson suspiró exageradamente ante la


respuesta indiferente.

— Tienes que conocer a alguien que amas


para casarte. Oh, es muy difícil. Conocer tu
destino

Keith miró a Grayson con cara de cansancio.


Era como ver al diablo rezandole a Dios por
Navidad. Grayson se quejó sin importar los
pensamientos de Keith.

— Chase está casado y tiene hijos. ¿Te


enteraste de eso? Una vez pensé que estaría
drogado hasta la muerte o que se convertiría
en un lisiado

— ……

Si alguien lo oye, pensará que es sarcástico o


cretino. Pero Keith sabía que Grayson estaba
realmente preocupado y sorprendido. Era una
cuestión de cuántas personas entenderían
sus verdaderos sentimientos.
— ¿Está Chase aquí? ¿Con los niños?

— Por supuesto y Josh también está aquí con


nosotros. No sé si vio el partido
correctamente. Cuando están juntos solo se
concentran en ellos mismos, así que no
sabrán ni siquiera si un arma nuclear explota.

Esta vez, fue una reacción de cansancio. Hubo


un informe de que el caballo estaba listo justo
a tiempo. Grayson le deseó buena suerte a
Keith mientras se preparaba para empezar el
juego.

— Espero que ganes, Keith


Keith agarró a Mazo y sonrió.

— Por supuesto que ganaré

***

El juego comenzó de nuevo, y el equipo de


Keith anotó dos puntos más en la Chukka que
siguió. Era el momento de que los jugadores
dieran unas palabras y la gente saliera a
pisar el césped, pero Yeon-woo estaba de pie
allí. Si movía su cuerpo apresuradamente, no
podía soportar la excitación que retenía y se
derrumbaba.
Ya sea que notó sus pensamientos, Keith no se
acercó firmemente a la audiencia con
Yeon-woo. Se estaba preparando con un
caballo en la distancia, pero todo lo que tenía
que hacer era cerrar los ojos y sonreír.
Yeon-woo era tímido por alguna razón, así
que fingió no saberlo.

La siguiente Chukka le siguió. En la escena de


Keith corriendo en un caballo de reemplazo,
Yeon-woo no podía apartar la vista. La gente
aplaudió. Keith miró hacia Yeon-woo y sonrió.
Yeonwoo también quería reír. Sin embargo,
todo lo que podía hacer era exhalar un
suspiro de excitación entre mis labios
temblorosos. Y el juego terminó con la victoria
del equipo de Keith.

***

El mayor evento del día terminó, pero tomó


tiempo para hablar con los jugadores que y
volver. Yeon-woo se quedó allí y esperó a que
Keith lo recogiera.

De repente, recordé a Spencer, que estaba en


un profundo sueño. Cuando sonreí
casualmente, de repente alguien chocó
violentamente contra mí por detrás.
— ¡ugh!

Sin darse cuenta, se tragó un agudo aliento


con un grito en la boca. Afortunadamente,
escapó de caer sobre una cerca y dejó caer su
teléfono celular.

— Oh, lo siento

El hombre se disculpó rápidamente, se inclinó


antes de que Yeon-woo, tomará el celular y lo
recogiera.

— Gracias
Yeon-woo, que dijo gracias, casualmente
levantó la vista y miró al hombre.

Ojos morados.

El olor de las feromonas fue removido


intencionalmente, pero el color de sus ojos
mostró su identidad. Es un alfa dominante. El
hombre, que notó los ojos nerviosos de
Yeon-woo por un momento, sonrió
amargamente y dijo algo que ni siquiera
preguntó.

— Iba a llegar aquí a tiempo, pero ya


acabó….
— Debo haberse retrasado por un viaje de
negocios

Se vio obligado a responder.

— He vuelto después de unos años. Estoy


haciendo negocios en Europa

— Sí……

Yeon-woo miró torpemente la respuesta.


Keith parecía estar demorando. ¿Enviamos un
mensaje y vamos al coche primero?
El hombre, estaba mirando a Yeon-woo, quien
estaba pensando en otra cosa mientras
jugueteaba con el móvil en la mano, habló de
nuevo.

— No he escuchado nada de lo que ha pasado


aquí últimamente. ¿Pasó algo especial?

Yeon-woo respondió con un tono rígido a


propósito para mostrar una actitud más fría
que antes.

— Si buscas en Internet, sabrás todo


El hombre sonrió amargamente como si
hubiera notado sus intenciones. Era
admirable que no fuera arrogante, a
diferencia de otros alfas dominantes, pero no
se rendía fácilmente.

— No crees que pregunté porque tenía mucha


curiosidad, ¿verdad?

Este hombre era tan torpe como otros alfas


dominantes. ¿O no se dan cuenta porque ni
siquiera sabían que la palabra — rechazo—
existe en el mundo? Yeonwoo pensó en su
interior.
— No estás aquí porque no sabes lo que hay
en mi dedo, ¿verdad?

Imité su forma de hablar y levanté mi mano


intencionalmente para mostrarle el anillo. El
hombre volvió a reírse entonces Yeonwoo se
dio cuenta de por qué Keith le obligaba
repetidamente a no quitarse el anillo de por
vida. Por supuesto, Yeon-woo no se rió para
nada. Entonces el hombre bruscamente
extendió la mano e intentó cogerla de la
mano de Yeon-woo. Yeon-woo rápidamente
dio un paso atrás y esquivó.

Todavía sonreía, pero había una extraña


sensación de tensión. Prefiero mantenerme
alejado. Intentaba darme la vuelta, pero un
olor inesperado entró en la boca de Yeon-woo
al respirar.

Era el aroma de feromonas de un alfa


dominante diferente al de Keith.

— ……!

Mis rodillas estaban dobladas hacia el suelo.


El pulso latía salvajemente en la sien y
temblaba por todas partes. El miedo olvidado
volvió de repente. Es extraño, pensó Yeonwoo
mientras la conciencia parecía nublarse. ¿Qué
le pasa a mi cuerpo?
— ¿Qué? ¿Qué ha pasado?

El hombre preguntó con aire perplejo. Era


cierto. Yeon-woo tampoco podía saber por
qué.

¿Cómo?, ¿por qué? ¿Estoy reaccionando a


feromonas de otro alfa que no es Keith?

La mente parecía haber dejado de funcionar.


Era imposible poder hablar.

¿Dónde pusiste las píldoras?


Yeon-woo trató de mantener sus
pensamientos con claridad, pero no fue fácil.

Las conseguí en el hospital. Oh, en el baño. La


dejaste en el armario del baño. ¿Puedo
tomarlas ahora? ¿Funcionará?

…¿podré aguantar hasta que vuelva?

El hombre abrazó rápidamente a Yeon-woo


antes de que colapsara. Mirándolo, Yeon-woo
jadeó e intentó alejarlo, pero no se movió. El
hombre había malinterpretado a Yeonwoo
quien colapsó delante de él.
— Eres bastante atrevido. Me estás
seduciendo, ¿verdad?

Una voz silenciosa fue suficiente para decir


las intenciones. Pero estaba equivocado.
Yeon-woo estaba sin aliento por el miedo, no
por la excitación sexual. En medio de una
ceremonia confusa, trató de escapar del
hombre. Sin embargo, el hombre sólo miró a
Yeon-woo con la espalda doblada como si tal
rebelión fuera divertida. El dulce olor se agitó
por toda mi cabeza. Tuve que dejar de
respirar, pero ni siquiera eso funcionó. Con un
aliento pesado, las feromonas fluyeron
impotentes hacia él.
<¿Por qué hiciste eso >*

*Contexto: Fiesta en el barco de Keith,


incidente donde Yeonwoo casi es violado.

De repente, recordé algo que había olvidado.


Entonces Yeon-woo se quedó inmovil.

<No puedo creer que me hayas decepcionado


así. No tengo nada que decir porque estoy
asombrado.>

Si no satisfago a este hombre aquí, ¿Keith me


culpará de nuevo? Tal vez por las feromonas,
Yeon-woo estaba fuera de sí. No podía
diferenciar el pasado del presente porque mi
mente estaba muy enredada. Al final cayó de
bruces.

Cuando casi perdí la conciencia, alguien


agarró a Yeon-woo por detrás y lo sujeto.
Inmediatamente escapó de los brazos del
hombre y saltó a sus brazos.

— Ah…

Me las arreglé para calmarme con el aroma


familiar de las feromonas. Ah. Ah. Absorbi las
feromonas a toda prisa. Keith estaba
vertiendo feromonas sobre Yeonwoo.
A medida que el miedo desaparecía
gradualmente, la estabilidad volvió. Igual que
entonces. Cuando abracé a Yeonwoo, que
estaba asustado por el miedo…

De repente, el aire fresco de la noche y el


dulce olor de las feromonas parecían estar
intactos. Yeon-woo abrazó fuertemente a
Keith, respirando profundamente en el aroma
de Keith. Keith también lo abrazó. La voz de
Keith se escuchó en sus oídos que apenas
podian escuchar.

— No sabía que eras tan audaz para


derramar feromonas en mi omega
En su habitual tono tranquilo, Yeon-woo se
encogió de hombros. El hombre también
parecía avergonzado, pero su forma de
hablar ha cambiado desde ahora.

— No. Es un malentendido, Keith. Realmente


no sabía, no pensaba que era tu omega……

— Has estado vertiendo feromonas hasta este


punto, ¿y qué?

La voz de Keith se volvió chillona. Entonces el


hombre se lamentó como si estuviera
equivocado.
— No hay ninguna marca

Keith de repente se quedó en silencio ante las


palabras. El hombre continuó protestando.

— Hay innumerables personas que usan


anillos de boda falsos. Si eres es tu
compañero tan valioso, ¿No debería tener
una marca? ¿Por qué respondió a las
feromonas? Además, es raro reaccionar así
aunque no tengas una marca. Sólo estaba
tratando de seducirlo un poco. Te lo digo, era
sólo un poco. Algo debe estar mal. No es mi
culpa……
El hombre habló con galimatías y trató de
probar su inocencia. También fue una
cuestión de Yeonwoo. Keith perdió sus
palabras por un momento, pensaba lo
mismo. El hombre siguió y siguió.

— Lo siento mucho, Keith. Escuché que


estabas casado, pero no sabía que estabas
casado con él. Lo siento

El hombre se disculpó con Yeon-woo y Keith


alternativamente varias veces y se fue como si
estuviera huyendo a toda prisa. Keith, que
había estado sosteniendo a Yeon-woo por un
tiempo, lo tomó en sus brazos sin decir nada
más. Yeon-woo jadeó y se aferró a él.
— Keith…, yo, ahora

— Ya lo sé

Keith interrumpió silenciosamente a


Yeon-woo.

— Espera, te pondré cómodo

Luego se movió y rápidamente se abrió paso


entre la multitud. Todo su cuerpo tembló por
la velocidad de Keith, pero había otra razón
para sentirse mareado. Las feromonas que el
hombre había vertido sobre mi y
seguidamente las de Keith.

Las feromonas de Keith, que intentaban


calmar a Yeonwoo, eran bastante
contraproducentes. Yeon-woo sintió que se
acercaba una sensación de familiaridad e
hizo que su cara se pusiera melancólica con
sollozos. Keith lo abrazó aún más fuerte
mientras sacudía todo su cuerpo.

— Aguanta un poco más

Escupió con rudeza. El olor de las feromonas


que había estado vertiendo ha cambiado.
Keith también estaba emocionado en
respuesta al celo de Yeon-woo. La parte
inferior está empapada hasta los muslos. Fue
lo peor. Yeonwoo quería dejar de llorar. Sin
embargo, el fuerte aroma de las feromonas,
que se desbordaba por todo el cuerpo sin
importar la voluntad, sacudió a Keith
implacablemente.

— Oh, Dios mío. Sí

No era sólo la parte baja del abdomen la que


ardía. Miró a Keith sin ocultar su cara
ardiente. Cuando ya no pudo soportarlo más
y se abrazó al cuello, Keith se deslizó dentro
del coche como si estuviera saltando.
— Uh, uh-huh

Yeon-woo derramó besos en su cara como un


loco. Keith también trató de no detenerlo
más. Se subió rápidamente encima de él y con
una mano tiró de su pierna. A través de la
entrepierna abierta, el pene de Keith lo tocó.
Yeon-woo se frotó violentamente contra la
entrepierna sacudiendo las caderas. Podía
sentir la forma de su pene caliente sobre la
tela húmeda y delgada.

— Keith, Keith

— No, espera
Esperaba que lo pusiera dentro de inmediato,
pero era complicado. No podía entenderlo.
¿Cómo es que es tan difícil?

— ¿Acaso no me quieres?

— ¿Estás loco? … Ah

Keith, que solía maldecir, cerró la boca


rápidamente. Sólo entonces Yeon-woo se dio
cuenta de que había dichos sus pensamientos
en voz alta. Keith apretó los dientes y escupió
bruscamente.
— Si empiezo aquí, no puedo parar. Me estoy
aguantando. Cállate si no lo sabes

Keith miró a Yeonwoo como si su estrés


hubiera alcanzado su punto máximo. Pero a
Yeon-woo no le importaba tener sexo con él
en el auto toda la noche. Podría haber hecho
cualquier cosa si tan solo pusiera su pene
dentro de él de inmediato.

Por favor

Keith, que vio a Yeon-woo sufriendo, también


estaba angustiado. No había manera de que
yo lo ayudara. Era difícil incluso mantener el
flujo de las feromonas de Yeon-woo.
Sin embargo, no podía retener a Yeonwoo
aquí. Finalmente, Keith lo abrazó, mientras
Yeonwoo estaba sollozando.

— Todo está bien

La única forma en que pudo hacerlo fue


consolándolo y vertiendo feromonas. Al igual
que entonces.

En el pasado, el método alivió los ataques de


Yeon-woo. Esta vez funcionará. Keith pensó
así y miró a Yeon-woo. Una cara empapada
de lágrimas que lo miraba tembloroso. No
podía soportarlo en absoluto.

— Yeonwoo

Bajó la cabeza susurrando su nombre. El auto


llegará pronto. No hay más tiempo ni nada
más qué hacer. Es sólo un beso de consuelo.
Tan racionalizado, cuando Keith dejó caer sus
labios, de repente Yeon-woo apartó su
hombro.

— ¡Ah!

— ¡Yeonwoo!
Keith, quien lo agarró rápidamente antes que
se caiga de su regazo, lo abrazó
apresuradamente. Yeon-woo, quien fue
abrazado indefectiblemente por el pecho de
Keith, intentaba escapar de nuevo. No podía
entender por qué estaba sucediendo esto.

— Cálmate, Yeon-woo Está bien, no te besaré.


No lo haré, así que cálmate. ¿Qué es lo que te
pasa? ¿Odias tanto besarme?

Frustrado por el nerviosismo, Keith


finalmente preguntó con dureza. Por un
momento, Yeon-woo murmuró, — No es
eso….si me besas, y entonces…… te
enfadaras…siempre te enfadas

Keith se avergonzó y se quedó inmovil. Las


lágrimas llenaron los ojos de Yeon-woo, que
se abrieron mucho y gotearon.

— Eso es

Keith abrió la boca con dificultad. Era difícil


pensar correctamente debido a la feromona,
pero me estaba volviendo realmente loco al
intentar responder una pregunta tan difícil.
Pero el coche finalmente llegó al hospital.
Keith salió del coche con Yeonwoo tan pronto
como la puerta se abrió. Yeon-woo ya estaba
exhausto después de llorar tanto. Sin
embargo, todavía estaba aturdido de
feromonas y seguía temblando.

— ¿Qué hay de Steward?

Cuando se le preguntó mientras se movía


rápidamente, Whitaker respondió.

— Está esperando. Todo está listo

— Está bien
Keith respondió “está bien”, pero él mismo
estaba en el límite. Keith estaba exhausto,
dejó a a Yeonwoo en una habitación de
hospital que apenas estaba lista.

***

Sentí que mi cabeza se estaba derritiendo. El


ciclo de calor sin previo aviso era tan severo
que las feromonas parecían vagar
interminablemente por los vasos sanguíneos
y lo volvían loco. Yeon-woo exhaló un
doloroso gemido.
— Uh, uh…

— Shhh. Te he puesto una inyección para que


te calmes

Una voz familiar le dio una palmadita.


Yeon-woo reaccionó con dificultad a la voz de
otro hombre que no era Keith. Cuando logré
levantar los párpados, la forma de alguien se
formó en la vista lateral. Tomó un poco más
de tiempo identificar la identidad.

— Ste.., uh

— Sí, eso es
Cuando apenas lo pronunció porque su
lengua no se movía correctamente, Stewart
sonrió y asintió con la cabeza. El médico, que
siempre lo atendió cuando estaba en mal
estado, primero averiguó la causa y le dijo.

— No creo que las feromonas estuvieran


equilibradas. Te he sedado, así que te sentirás
mejor después de una siesta. Mientras tanto,
el Sr. Pittman se ocupará de ti

Miró a un lado. Sólo entonces Yeon-woo se dio


cuenta de que Keith lo estaba mirando.
— Keith.

Sus labios se abrieron y lo llamó con una


sonrisa. Pero Keith no se rió para nada.
Incluso en una situación de confusión, hizo
que Yeon-woo se sintiera intimidado. Las
comisuras de su boca bajaron indefensas, y
Keith abrió la boca con los ojos todavía fijos
en él.

— ¿Qué pasó? ¿Es porque no tiene una marca?

Yeon-woo parpadeó en blanco. Keith escupió


maldiciones y golpeó fuertemente la pared.
— Por favor, ten cuidado con los daños a la
propiedad

Después de un lapsus, Stewart retrocedió


rápidamente cuando vio la cara de miedo de
Keith.

— Cuando estás enfadado, sueles destruir uno


o dos edificios

Keith dirigió su mirada hacia Steward y luego


de nuevo a Yeon-woo.

— ¿Por qué pasó de repente? ¿Qué te ha


hecho él?
Tratando de no presionar a Yeonwoo tan
fuerte como pudo, preguntó con toda la
calma posible.

— No puedes reaccionar así con otras


feromonas. Dime lo que pasó, está bien

Por supuesto que Yeon-woo estará bien. A la


pregunta de Keith, Yeon-woo seguía en
silencio. Con una extraña sonrisa, Stewart
dijo una palabra.

— ¿Quién hubiera imaginado que Keith Knight


Pittman sería un hombre tan dulce?
Fue cuando Keith lo miró fijamente.

—…

— ¿Qué?

Yeon-woo sonrió de nuevo cuando Keith


volvió a preguntar.

— Nada

— ¿Qué?
¿De qué está hablando Yeonwoo? Stewart
también lo miró sorprendido y Yeon-woo
habló lentamente.

— Si no te gusta, simplemente dejas que te lo


meta y todo terminará en un segundo*

*Referencia: Capítulo 4 de la historia


principal.

— ¿Qué es esa mierda?

Keith tiró de él fuera de control. Sin embargo,


Yeon-woo no respondió. Las feromonas y los
sedantes restantes parecían estar volviendolo
completamente loco. Susurró de nuevo, como
un gemido.

— Porque arruinaste la fiesta…… y me


decepcionas de nuevo…… no puedes

— ¿De qué demonios estás hablando? …

Keith, que por fin estaba enfadado, se detuvo


de repente. Sentí algo como un deja vu. ¿Qué
fue eso? ¿Qué demonios?

En ese momento, el recuerdo olvidado


regresó.
Soy yo.

Lo olvidé, pero no… Yeonwoo no.

Todo lo que dije que lastimó a Yeon-woo está


volviendo a mí.

Yeon-woo susurró al mismo tiempo.

— Solo debías ….chuparlo…. con


moderación…. y…. acéptalo.
Pronto se durmió con un profundo suspiro. Al
ver a Yeon-woo, Keith estaba completamente
encantado.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #6 ✤
La oficina del doctor parecía estar nublada. El
humo del cigarrillo mezclado con el aire acre
y el dulce olor hacían que mi cabeza doliera.
Pero no había nadie aquí que pudiera
sentirlo, así que para otros, era sólo un humo
de cigarrillo.

El hombre sentado en el sofá de invitados


estaba inclinado hacia atrás, con los brazos
extendidos sobre la espalda y las piernas
cruzadas. El dueño de la clínica imprimió los
datos, volvió al escritorio y abrió la boca.

— Ser alfa dominante es muy conveniente. Un


paquete de cigarrillos no te deja un agujero
en el pulmón.
Sucedió que Keith tenía un último cigarrillo en
sus labios. Steward, que cogió una pitillera
vacía de la mesa y la tiró a la papelera, pasó
por el sofá donde Keith estaba sentado y se
sentó enfrente.

— Los resultados de la prueba no son malos.


Bueno se puede decir que es mejor, pero sigue
subiendo y bajando

Steward continuó, dejando los resultados de


las pruebas de Yeon-woo.
— Ha querido tener un segundo hijo, pero en
este momento, no puedo ni soñar con esa
posibilidad por un tiempo

Keith, que bajó un brazo que tenía apoyado


en la parte de atrás del sofá lo estiró sobre la
mesa, miró el resultado por un momento y lo
dejó como si rebotara en la punta de su dedo.

— No podré evitarlo para siempre.

La pronunciación de Keith seguía siendo


bastante aburrida cuando hablaba con un
cigarrillo en la boca. Steward recogió los
resultados dispersos de nuevo y abrió la boca.
— Su cuerpo tiene que recuperarse y también
su memoria antes de soñar con tener un
segundo hijo ¿no es así? ¿Cómo va la
situación?

— Sigue igual

Keith, que habló, se cubrió los ojos con una


mano y se los frotó bruscamente, como si le
doliera la cabeza.

— Cada vez que Yeonwoo me llama “Sr.


Pittman” quiero cerrarle la boca.
— Oh, ¿Con un beso?

—…

— Sólo bromeaba

Steward rápidamente sonrió casualmente.

— ¿Entonces te estás acumulando de


feromonas como resultado de la frustración?
Parece bastante delicado.

Keith no respondió mientras permanecía


temporalmente con los ojos tapados, aunque
hablaba, citando los niveles de feromonas
que acababa de probar.

A juzgar por la fuerza de su mandíbula,


estaba claro que estaba de mal humor.
Steward murmuró para sí mismo.

— Debes estar preocupado, en muchos


sentidos.

Keith deslizó su mano y lo miró por una grieta.


A diferencia de sus palabras, se veía tan feliz
que incluso tarareó. Tal vez le gusta que Keith
esté en ese estado. Sentí el impulso de
descargar mi ira en él por un momento, pero
me detuve. Pero no hay nada que pudiera
ganar de eso.

— Yeon-woo está vulnerable a las feromonas


porque su marca ha desaparecido, ¿verdad?

Keith, que se quedó en silencio por un


momento, abrió los ojos y cerró el puño.

— ¿Por qué es tan difícil grabar marcas en


Yeon-woo? Fallé al principio, pero me las
arregle para marcarlo y ahora no está. ¿Tiene
sentido? ¿Por qué los omega son tan
arbitrarios?
En su voz cada vez más dura, Steward sonrió
amargamente y dijo.

—Marcar no significa que esté completamente


controlado. Puede haber excepciones en
cualquier lugar, como una complexión
sensible a las feromonas, y los estudios han
demostrado que, por muchas marcas que
haya, responden a nuevos olores. No es
común

— A Yeon-woo nunca le sucedió eso cuando


había una marca.

Keith, que estaba hablando, estaba enojado.


— ¿Por qué desapareció la marca en primer
lugar? ¿Qué tiene que ver una marca con la
pérdida de memoria?

— Es difícil identificar la causa


inmediatamente. Puede que no estaba en
buenas condiciones ese día, puede que haya
desaparecido de forma natural, o puede que
se haya causado por las feromonas. Como
sabes, las feromonas de los alfas dominantes
todavía están en estudio, ¿no es así? Es sólo
una pequeña fracción lo que se ha revelado

Dijo Steward, continuó hablando.


— Siempre me he preguntado, ¿cómo es que
un Omega y Alfa terminan marcándose el uno
al otro?

Keith frunció el ceño ante el repentino tema.

— ¿Qué tiene eso que ver con lo que estamos


hablando?

Parecía decir que no lo dejaría pasar a menos


que lo explicara correctamente. Steward
sonrió un poco y continuó.

— Es increíble. Hay muchas veces que sólo se


muerden, pero eso no deja una marca en
todos, ¿verdad? Aunque les pidan que dejarán
una marca, pero a veces no lo hacen.

— ¿Y qué?

Steward, que le echó un vistazo a Keith,


explicó.

— Esto es sólo mi suposición, pero ¿no está


relacionado con el cerebro? Si voy a grabar
una marca en una persona, ¿esa persona no
debe decidir aceptar esa marca?. No siempre
funciona si solo la muerdes

Añadió antes de que llegara la refutación.


— Pero eso no significa que todos ellos estén
marcados. Por lo tanto, además de su
voluntad de aceptar la marca, ¿no crees que
es posible esté relacionado el hecho de que
ambas personas comparten sentimientos
mutuos?

— ..¿qué quieres decir?

Steward concluyó con una voz tranquila.

— Así que, quiero decir, tal vez la memoria de


Yeon-woo se ha ido, y su percepción de la
marca ha desaparecido.
Keith permaneció en silencio por un momento
y abrió la boca.

— Bueno, ¿debería dejar una marca de


nuevo?

— Bueno, es sólo mi idea. No estaría mal


intentarlo. Es sólo una posibilidad.

Keith se acostó con la parte superior de su


cuerpo inclinada hacia adelante, con los
dedos cruzados sobre las rodillas.
— …..la marca de Yeonwoo desapareció
porque sus sentimientos por mí
desaparecieron. ¿Estás hablando de eso?

Le pregunté con voz tranquila, pero estaba


desesperado. Si es así, por mucho que lo
intente, no quedará ninguna marca.

Apenas lo he marcado.

— ¿Recuerda Yeon-woo algo después del


accidente?

Preguntó Steward. Keith, que había estado en


silencio por un tiempo, abrió la boca.
— Hay algo

— ¿Qué es?

—…

Keith abrió la boca pero necesitaba un poco


más de tiempo para hablar.

— Algunas cosas que hice y lastimaron a


Yeon-woo.

— ..oh…oh
Las breves exclamaciones de Steward
parecían simpatizar con Keith con todo su
corazón. Suspiró y preguntó de nuevo.

— ¿Hablaste con él en el hospital?

—..sí.

No significaba nada ocultarlo ahora. Keith lo


dijo todo.

— Hice un orgia de feromonas, y Yeon-woo fue


arrastrado hasta allí y casi fue violado. Me las
arregle para sacarlo de ahí, pero yo….
Steward lo siguió, sin poder hablar a sus
espaldas.

— ¿Es eso lo que dijo entonces, Sr. Pittman?


Solo debías chuparlo con moderación y
aceptarlo. ¿ Que simplemente deje que lo
violen y que espera a que todo acabe?

— …….

— No es gran cosa

Steward sonrió débilmente a Keith, que


seguía en silencio.
— Es una mierda

Keith levantó la cabeza y le miró fijamente.


Steward añadió insignificantemente.

— No dijo quién era

Keith estaba furioso, pero no tenía nada que


refutar. Finalmente, Steward le preguntó,
quién cerró la boca en silencio.

— ¿Eso es lo que le dijiste a Yeon-woo cuando


recibió el tratamiento?
— …. sí.

— ¿Por qué Yeon-woo es una víctima


unilateral?

Steward frunció el ceño por primera vez.


Tenía una mirada de genuina incredulidad.
Eso es lo que Keith captó por un momento.

— En ese momento, lo pensé. Todo el mundo


dice eso, así que Yeon-woo no era diferente a
todo el mundo.
No sé si es una excusa o una confesión.
Steward señaló fríamente cuando dijo eso.

— Ustedes son los únicos que viven en un lío.


La mayoría de la gente no vive de esa
manera.

Después de un duro comentario, volvió a


preguntar.

— ¿Te has disculpado con Yeon-woo?

Keith respondió con un suspiro.


— Me olvidé.

— La mayoría de la gente olvida lo que hizo.

Steward habló como si él lo supiera. ¿Por qué


debería ser criticado por él? Keith estaba
molesto en ese momento.

— Yeon-woo tampoco dijo nada.

Estaba equivocado al pensar que evadiria mi


culpa y saldría limpio de eso. Steward
preguntó como si hubiera esperado.
— ¿Tiene algún sentido decirle a alguien que
se disculpe?

Keith perdió sus palabras por la refutación


mordaz. Después de cerrar la boca de nuevo y
encontrar un cigarrillo, se dio cuenta de que
había fumado todos los cigarrillos hasta el
último y maldijo.

Justo a tiempo, escuché un golpe y la puerta


se abrió un momento después. El empleado
que estaba a punto de entrar se detuvo un
momento, se cubrió la nariz y retrocedió.
Después de ver la escena, Steward se levantó
de su asiento y rápidamente se acercó a la
puerta con un gran paso y la agarró.
— Es suficiente, gracias.

Me saludó como si debía salir huyendo y cerró


la puerta. De vuelta en su asiento, Steward
abrió la boca con una voz indiferente.

— Tanto humo es veneno para el público en


general. Parecía muy avergonzado, mi
empleado.

Diciendo eso, sacó el frasco de la medicina del


sobre que le dio el empleado, y comprobó su
nombre una vez más y se volvió hacia Keith.
— Aquí está esta medicina. Tomar una pastilla
cada día, funcionará.

—…

Keith, que ni siquiera se había movido hasta


entonces, se quitó las manos de los ojos e
inclinó la cabeza.

Sus ojos estaban fijos en el frasco de la


medicina sobre la mesa y abrió la boca.

— Esto es un inhibidor, ¿verdad?


— Sí

Steward siguió.

— No olerás a feromonas. No tienes que


quitar las feromonas conscientemente. Es
mejor tomarlo hasta que las feromonas de
Yeonwoo se estabilicen.

Y añadió como si fuera gracioso.

— Todos le dijeron que estaban locos cuando


hicieron esta medicina para el alfa
dominante, pero no hay nada innecesario en
el mundo
Keith extendió la mano en silencio y miró de
cerca el frasco de la medicina. Preguntó,
girando lentamente los ojos como si estuviera
apuntando a cada alfabeto.

— ¿Esta medicina reduce tu impulso sexual?

Respondió Steward, llevándose la taza de té a


la boca.

— Al menos no puedes violar a un omega con


el pretexto de las feromonas
Keith levantó los ojos. Steward sonrió al
fruncir el ceño.

— ¿Ahora sabes cómo se sienten los omegas


quienes toman su medicina todo el tiempo
para no oler a feromonas?

<Sólo quiero que te abstengas de emitir


feromonas porque es molesto.>

Keith no pudo decir nada porque recordó lo


que había dicho.

¿No es todo culpa mía que Yeon-woo tuviera


que tomar tantas drogas y que se convirtiera
en ese tipo de perdona con un cuerpo tna
débil? Este solo es el precio de culpar a
Yeon-woo por todo para negar que me
gustaba.

Pero no tienes que seguir cada palabra de


eso.

Estaba a punto de descargar su ira de nuevo,


pero pronto su espíritu se calmó. Él sabe por
qué Yeon-woo llegó tan lejos.

¿Querías estar a mi lado todo este tiempo?


Cuando reflexioné amargamente, la voz de
Steward entró.

— Piensa positivamente. Deberías estar


agradecido de no haberlo violado

Keith lo miró atónito.

— ¿Crees que es mejor si lo haces?

Al oír las palabras, Steward abrió los ojos


como si estuviera sorprendido.
— Pensé que serías más feliz de esta manera
que siendo un perpetrador. ¿Me equivoco?

—Oye…

— Bueno, a veces hay casos con alfas


dominantes.

Keith interceptó lo que dijo rechinando los


dientes, y continuó.

— ¿Escuchó eso, Sr. Pittman? El último caso


fue en Acción de Gracias. No, era Halloween.
— Cállate, no quiero oírlo

No fue hasta que una chispa molesta voló,


que Steward cerró la boca. Keith, que miraba
fijamente el frasco de la medicina por un rato,
abrió la tapa. Mientras lo miraba tragar la
medicina con agua, Steward sólo habló
después de dejar el frasco de nuevo.

— Es mejor no tomarla por mucho tiempo si


no quieres que tu cerebro se dañe. — dijo
Steward sonriendo — No evita que las
feromona se acumulen aunque será más fácil
aguantar debido a que tienes una marca.

— ¿Algún otro efecto secundario?


A la pregunta de Keith, Steward respondió: —
Bueno, no lo sé, hasta ahora no había nada
que destacara. De todos modos a los alfas
dominantes no les afecta mucho las
medicinas por lo que hay pocos efectos
secundarios.

— ¿No experimentaste?

— Hicimos un ensayo clínico, pero había muy


pocas muestras.

Keith mostró su vigilancia al responder la


pregunta de una manera natural.
— No quieres decir que sólo hay una muestra.

Cuando se le preguntó sospechosamente,


recordando los experimentos del laboratorio,
Steward sacudió la cabeza. Pero es
demasiado pronto para sentirse aliviado.

— Dos

Es obvio quiénes son los dos. Uno era un loco


y el otro un hombre de dinero. Por supuesto,
Steward testificó.

— Uno en nuestro laboratorio y Chase Miller


— …….

Keith no dijo nada a su inesperada respuesta.


Entonces, organizó los papeles y Steward
abrió la boca.

Mientras lo observaba, Steward volvió a su


habitual forma de hablar de negocios.

— De todos modos, es sólo una idea, no se la


causa real. La razón por la que la marca no es
estable puede ser por la mutación de
Yeon-woo. No es normal que una persona
mute, así que suele ser difícil predecir el ciclo
de la feromona, su forma, etc….

Keith, que había barrido su pelo de forma


irritable, se detuvo. Sus ojos estaban fijos en
Steward.

— ..¿Mutar? ¿De qué estás hablando?


✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #7 Parte #1✤


En su camino a la mansión, Keith siguió
pensando en la conversación que tuvo con
Steward. Cuanto más pensaba en ello, más
complicada era su mente. No pensé que
después de tanto tiempo, Yeon-woo siguiera
sorprendiendo de más. Keith se frotó la frente
con una cara seria.

<¿Qué quieres decir con mutar?>

<¿No lo sabías?>

Steward preguntó con una mirada de


sorpresa. Como si nunca hubiera imaginado
que no lo sabría.
Es difícil de creer pero desafortunadamente
es cierto. Keith dejó un intervalo de tiempo y
abrió la boca.

<No me lo dijo, a mí.>

Keith todavía estaba desconcertado. <¿Qué


quieres decir con que era beta? No era
omega. ¿Fue mutado?>

<Ahh>
Steward repitió varias exclamaciones hoy.
Como no quería ser compadecido, Keith
apretó los dientes.

<¿Qué pasó? ¿Cómo lo averiguaste?>

< Porque soy médico y me lo dijo durante la


consulta>

Steward, que dio la razón primero, continuó.

<Tuve muchas oportunidades de hablar de


esto y aquello cuando venia aquí para un
chequeos regulares. Al principio, estaba
teniendo problemas con los niveles
irregulares de feromonas, pero cuando hice
preguntas para averiguar la causa…..>

Steward sacudió la cabeza.

<No creí que el Sr. Pittman no lo supiera.>

Keith ni siquiera pensó en ello. No sabía que


Yeonwoo seguía ocultándole algo.

<Quizás pensaba que no tenía que decírtelo.


No te preocupes demasiado.>
Se suponía que era reconfortante, pero era
inútil. Keith torció su frente y le miró con
desprecio.

<¿Sabes en qué tipo de situación tienes que


estar para mutar?>

<Sí, Yeonwoo dijo que en aquella ocasión


estaba cubierto de feromonas.>

Thump, Keith golpeó el reposabrazos del sofá.


Después de mirar la división de la madera
gruesa, Steward abrió la boca pensando que
cobraría facturas médicas adicionales el
próximo mes.
<No sé los detalles porque no hablé de ello en
profundidad. Pero fue mutado por la
feromona de alguien, y originalmente era
beta.>

Stewart, que había hablado hasta ahora,


añadió con un tono ligero.

<Pero eso fue hace mucho tiempo, y ahora


estás casado, ¿no? Todo está bien si el final es
bueno. Sonríe, eres el ganador final.>

<Mierda>
Keith escupió maldiciones en voz baja.
Steward se rió maliciosamente, pero Keith no
tenía ganas de reírse en absoluto. Si para
mutar debe estar cubierto de un monto de
feromonas solo había una situación donde
podría ocurrir.*

*N/T: Si, piensa que le mintio y tuvo sexo con


alguien.

<Tu eres la primera persona con la que tuve


sexo>

Es extraño que no haya tenido sexo. Si no has


tenido sexo y has mutado, eso significa que
has pasado mucho tiempo juntos.
¿Quién demonios es este tipo con quien no ha
tenido sexo contigo durante años pero
pasaron tiempo juntos?

Intenté menospreciarlo a propósito, pero


nada cambió. Keith gimió profundamente y se
frotó la cara.

Admítelo, lo sabes. A él solo le gusta una sola


persona. Ese soy yo, ¡maldita sea!

Estaba enfadado, pero estaba más ansioso


que enfadado. ¿Cuándo sucedió eso? Aunque
tuvieras una relación cercana con alguien, ya
se ha acabado, pero ahora estás casado
conmigo y tienes un hijo….pero lo olvidaste
del todo.

Además, las mutaciones no ocurren


fácilmente. Debe haber habido algo más
intenso, no sólo feromonas. No es sexo, pero
es como el sexo.

<Te quiero.>

Los susurros de Yeon-woo volvieron a mis


oídos, y todo lo que había creído hasta ahora
estaba completamente nublado.
La marca que dejé desapareció.

La dura realidad lo despertó.

Si la teoría de Steward es correcta…

Lentamente reflexionó sobre las palabras una


por una.

Puede que Yeonwoo ya no me ame.

En ese momento, sentí un dolor como si


alguien hubiera agarrado mi corazón con
fuerza.
***

— Hola, Sr. Pittman

Charles, que estaba en la puerta principal,


saludó educadamente a Keith al salir del
coche. Keith preguntó mientras pasaba junto
a él con pasos rápidos.

— ¿Cómo está Spence?

— Cenó y se quedó dormido


Preguntó Charles, caminando junto a Keith,
que se dirigió a la habitación de Spencer en el
segundo piso.

— ¿Preparamos la comida? ¿O quiere tomarse


un descanso de inmediato?

— Me lavaré y volveré al hospital

Keith habló y caminó rápidamente. Si no


fuera por Spencer, no habría dejado a
Yeon-woo. Primero, debía ver la cara del niño,
al verlo le besó la mejilla y se dirigió a la
habitación. Tenía algo que hacer antes de
ducharse y cambiarse de ropa. Después de
comprobar la diferencia horaria, llamó.
Después de varios pitidos, la otra parte
contestó el teléfono.

— Uh, hola. Es Yeon-hee.

La hermana menor de Yeon-woo respondió


con una voz muy nerviosa.

— Sí, ¿cómo estás?

Cuando le preguntaron cómo estaba, dijo que


sí.
— ¿Todos están bien? Yeon-woo no ha
contestado el teléfono últimamente, ¿está
ocupado?

— Yeonwoo

Keith suspiró y abrió la boca.

— No se siente bien ahora. Así que, quiero


preguntarte algo

— ¿Está enfermo? ¿Dónde, cómo?


En la pregunta urgente, Keith evadió la
respuesta inmediatamente.

— No te preocupes, lo estoy cuidando, así que


no pasará nada grave ahora.

— No es una situación grave, ¿verdad?

— No, nada grave

Sólo entonces se calmó mientras soltaba un


suspiro de alivio cuando Keith negó
rotundamente que no se trataba de algo
grave.
— Eso es un alivio…Estoy preocupada por mi
hermano porque es débil.

Keith preguntó sin demora.

— ¿Es cierto que Yeon-woo ha mutado?

— ¿Perdón?

Yeon-hee, que estaba sorprendida, se tomó


un momento y respondió.

— Sí… Así es. ¿Qué es lo que pasa con eso?


Keith se mordió los labios para tragarse un
gemido.

— ….. ¿cuándo?

En su voz baja, Yeon-hee dijo, — Mhh— , como


si estuviera vagando por su memoria.

— Fue cuando estaba en la universidad……


incluso se tomó una licencia por eso. Antes de
eso, tenía una novia y era bastante popular,
pero mi madre estaba preocupada por lo que
iba a hacer ahora. No es fácil para los
hombres omegas tener parejas…… pero me
alegro de que haya salido bien.
Terminó la conversación mientras decía
tonterías. Keith se quedó en silencio por un
momento. Yeon-hee, que había estado en
silencio como si estuviera notando la
atmósfera, añadió cautelosamente.

— No era particularmente fuerte antes antes,


pero mi mamá pensó que se encontraba más
débil después de eso. Especialmente por el
dolor de esos días.

Esa es otra razón, pensó Keith, pero no estaba


seguro. Después de un corto intervalo, abrió
la boca.
— En cuanto a la razón de la mutación, ¿lo
has oído?

La razón es obvia. Pero él quería escuchar


algo más. Respondió Yeon-hee.

— Así es. Estoy segura de que fue por las


feromonas de un alfa. Por eso mi madre
estaba más asustada…..

Añadió rápidamente.

— No conozco los detalles porque fue algo


que pasó hace mucho tiempo. ¿Por qué no le
preguntas a mi hermano tú mismo?
Keith le dio la vuelta a la pregunta en vez de
responderla.

— ¿No tienes idea de quién era?

— Eso mh…

Yeon-hee dudó y abrió la boca.

— Realmente no lo sé. Solo me dijo que era un


jugador de polo.
En ese momento, la conversación que tuve
con Yeon-woo pasó por mi cabeza.

<¿Te gusta el polo?>

¿Qué dijo Yeonwoo a mi pregunta?

<Sí… ¿Tal vez?>

Su cara, que estaba vagamente desdibujando


el final de sus palabras y evitando sus ojos,
revivió claramente.

No soy yo…entonces ¿Quién es?


Keith se dio cuenta. A Yeon-woo no sólo le
gustaba el juego de polo.

A Yeon-woo no le gustaba el polo, sino la una


persona que jugaba polo.

Alguien que era un jugador de polo.

Entonces

Keith se puso tenso.


¿De quién estaba enamorado Yeonwoo en ese
momento?

***

Emma, que estaba en un sueño profundo,


saltó sorprendida por el repentino sonido del
teléfono. Palabras de maldición salieron
espontáneamente de su boca cuando se
apresuró a comprobar el número.

— Sí, Sr. Pittman


Cuando contesté el teléfono con un tono
rígido, una voz familiar salió desde el otro
lado de la linea.

— Hay algo que necesito saber, es urgente.

— Por supuesto que sí.

Dándose cuenta de la suciedad en su


escritorio, Emma se preparó para escribir con
el bolígrafo que había dejado en la mesa
lateral.

— Sí, adelante
El siguiente pedido de Keith fue totalmente
inesperado. Dudando de lo que había
escuchado, Emma volvió a preguntar.

— ¿Quieres averigue sobre Yeon-woo?

— Sí.

Una respuesta inmediata regresó. En una


situación inesperada, Emma estaba muy
despierta. ¿Sigo soñando? Parpadeó
desconcertada, pero se apresuró a revisar dos
veces antes de colgar.
— Sr. Pittman , ¿ordenó una revisión de los
antecedentes de Yeonwoo?

— Así es.

Keith dijo lo mismo otra vez. Antes de que


Emma hiciera más preguntas, añadió.

— La universidad de Yeonwoo, los amigos que


lo rodearon, las actividades que solía hacer,
los trabajos a tiempo parcial, y lo que hacía
en su día libre. ¿Entiendes?

— ….. así que, ¿ me estás pidiendo que


investigue todo lo que pasó cuando Yeon-woo
estaba en la universidad? Incluyendo las
relaciones amorosas.

— Sí, dentro de una semana.

Emma apenas pudo contener sus gritos.

— ¿Puedo preguntarle por qué?

Keith respondió sin dudarlo cuando apenas


calmó su voz.

— Haz lo que se te dice


El teléfono se cortó, y Emma miró el móvil con
una mirada desconcertada.

— ¿Qué, qué demonios……?

Me acosté en la cama otra vez, pero no me


pude dormir fácilmente.Sé que Yeonwoo tuvo
un accidente. También se dijo que fue una
pérdida de memoria aunque fuera un secreto
para el público, y por eso la oficina de
secretarios estaba en alerta debido a que
Keith se tomó unas largas vacaciones hasta el
final del año.

¿Pero qué pasa con la revisión de los


antecedentes de Yeonwoo?
Emma estaba perdida en sus pensamientos
con una cara seria. El artículo que fue llevado
el día del accidente inmediatamente vino a la
mente. Ese día, Yeon-woo perdió su memoria
en un accidente. ¿Está relacionado con estas
dos cosas?

— De ninguna manera…

Pensé que era más como una ilusión, pero por


otro lado, estaba nerviosa. Si se trata de una
relación normal, es imprescindible investigar
los antecedentes del otro.
Debe haber algo. ¿Qué es?

No había respuesta aunque agonizara por


ello repetidamente.

— No me importan las otras parejas

Intencionadamente hablando, se cayó en la


cama y volvió a dormir. Pero cuanto más
intentaba dormir, más clara se volvía mi
mente, y finalmente me levanté.

¿Por qué?
Rechinó los dientes al salir de la cama y se
dirigió a la cocina. En momentos así, sacaba
el whisky fuerte que había comprado para
beber y lo vertia en un vaso con hielo.
Después de vaciar la mitad de una vez, se
limpió violentamente la boca con el dorso de
la mano y se quejó en voz alta.

— ¿Por qué me haces esto?

***

Desde el principio, el hospital estuvo lleno de


visitantes. Para ser exactos, hay demasiada
gente atraída por una sola persona. Steward
sonrió amargamente a los guardaespaldas
que llenaban el salón.

— El Sr. Pittman es realmente sobreprotector

— Lo siento

Cuando Yeon-woo pensó que la situación se


debía a él, se avergonzó y se disculpó
inmediatamente. Steward sacudió su cabeza.

— Está bien, se preocupa mucho por ti

— Sí…
Steward miró fijamente la cara de Yeon-woo
cuando respondió sin confianza.

— ¿Todavía es difícil de creer? Que el Sr.


Pittman te ama

Yeon-woo miró detrás de él para confirmar


que no estaba Keith.

— Sí

Esta vez hubo una respuesta más clara.


Steward se rió como si se estuviera
divirtiendo.
— Puedo entenderlo así. Eres muy codicioso o
desconfiado.

— No es así……

Yeon-woo, que estaba avergonzado y


sonrojado, lo negó.

— …..no, quizás son ambas cosas

— Oh, Dios. ¿Cómo hiciste para poner tan


nervioso al Sr. Pittman, Yeonwoo?
Él le habló de una manera que era difícil de
decir si estaba bromeando o amargado. No
parecía querer una respuesta, pero estaba
avergonzado otra vez porque era lo
suficientemente fuerte para ser escuchado
por Yeon-woo.

— Es cierto que soy codicioso…… no puedo


creerlo. El Sr. Pitman me ama….

Y Yeonwoo preguntó con una cara seria.

— ¿Qué demonios ha pasado? No crees que


encontré alguna debilidad y use eso para
amenazarlo ¿verdad?
Steward abrió los ojos sorprendido por una
voz tan perturbadora.

— No puede ser. He oído hablar de ser


secuestrado y estar enamorado, pero nunca
he oído hablar de ser amenazado y estar
enamorado

Las palabras hicieron que Yeon-woo se


quedara aún más pensativo, lejos de
tranquilizarse.

— Tal vez secuestre al Sr. Pittman……


— Yeonwoo

Yeon-woo giró la cabeza sorprendido por la


repentina interrupción de su voz. Más allá de
la puerta abierta, Keith se quedó mirándolo
fijamente con el ceño fruncido. Para
desconcertar a Yeon-woo, Keith aún frunció el
ceño y dijo.

— No te hagas ilusiones y piensa con


realismo. ¿Tiene sentido que me hayas
secuestrado?

Keith se acercó a un lado de la cama y miró a


Yeon-woo.
— ¿Eh?

Una gran sombra cayó sobre Yeonwoo.


Mirando desde su asiento, Yeon-woo
inadvertidamente tragó saliva seca debido al
físico del gigante Keith.

— …no

— Todo lo que necesito saber es eso

Keith se enderezó y le preguntó a Steward


esta vez.
— ¿Has terminado? ¿Puede salir del hospital
ahora?

— Todo lo que tengo que hacer es comprobar


los resultados de las pruebas

Steward se puso de pie.

— Tal vez ya hayan salido. Por favor, tome


asiento. Vuelvo enseguida

Steward amablemente cerró la puerta de la


habitación del hospital y desapareció. Hubo
un silencio incómodo. Keith se sentó en la silla
auxiliar donde Steward se sentó y abrió la
boca.

— Spencer te echa mucho de menos

— Pero lo vi ayer

Hablando en broma, Keith miró su cara por


un momento.

— Hoy no lo viste

—…
— En cuanto abrió los ojos, te busco primero,
pero lloro porque no estabas allí… Llegué
tarde por intentar calmarlo.

Keith, cuando terminó de hablar, frunció el


ceño. Yeon-woo se estremeció.

— ¿Cómo se te ocurre la idea de que me hayas


secuestrado?

Yeon-woo se disculpó inmediatamente.

— Lo siento
— Mírate bien

Keith sacudió su cabeza después de mirar a


Yeonwoo una vez.

— Tus piernas son más delgadas que mis


brazos

La cara de Yeon-woo se puso roja.

— Sr. Pitt…

— Isla
Yeon-woo protestó después de tragar saliva
con fuerza.

— ….. Puede que te parezca muy débil

— Eres débil

Keith cortó sus palabras implacablemente.


Yeon-woo abrió la boca, pero no hubo lugar
para la protesta. Keith siguió
inmediatamente.

— Lo has comprobado en el coche, ¿no? Tú


eres el que se va a derrumbar, no yo, por más
que te esfuerces, no yo.
— Eso es

La cara de Yeon-woo se puso más roja de


vergüenza. Mientras estaba sentado, Steward
abrió la puerta detrás de él tan pronto como
estaba a punto de decir algo…

— Me encontré con un empleado en el pasillo


que traía los documentos… Lo vi cuando
venía hacia aquí, pero los resultados son
buenos. Puedes dejar el hospital

Miró a Yeon-woo, a quien le dio la buena


noticia, y preguntó.
— ¿Debería preparar una silla de ruedas?

— No, gracias

Tan pronto como terminó de hablar, Keith se


puso de pie y abrazó a Yeon-woo.

— ¡Oh…!

Yeon-woo se tragó un grito y agarró la camisa


de Keith sin darse cuenta. Keith sonrió
ligeramente después de mirar hacia abajo.
Luego comenzó a caminar con un paso
rápido. Yeon-woo se aferró a él y lo llevó al
auto.

Cuando me vieron salir del edificio, Whitaker


abrió la puerta del coche y salió. Keith, que
inmediatamente puso a Yeon-woo en el
asiento, sonrió brevemente.

— ¿Todavía vas a decirme que puedes


secuestrarme?

Yeon-woo inclinó la cabeza, diciendo: — No,


no tengo nada que decir—. También era
encantador, pero Keith se levantó en lugar de
besarlo. Cuando me aparté de él a propósito y
me di la vuelta, Steward, que me siguió, abrió
la boca.

— No tienes que preocuparte demasiado


porque ahora estás en buena forma. Por
favor, ponte en contacto conmigo tan pronto
como tu estado empeore

Añadió, — Oh, recien recuerdo. No ha pasado


mucho tiempo desde que llegó el ciclo de
calor, así que no te emociones si puedes…. ya
sabes de lo que estoy hablando, ¿verdad?

Keith le dijo, con una extraña sonrisa.


— ¿Olvidaste qué medicina estoy tomando?

— Oh, sí, lo hice

Estoy seguro de que lo sabía, pero era


abominable al fingir. Keith se metió en el
coche, no se ocupó más de él. Whittaker
estaba a punto de cerrar el coche, pero de
repente Steward abrió la boca.

— Porque….

En un momento de pausa, continuó.


— Este es un ciclo no programado, así que
podría haber otro ciclo de calor en el tiempo
programado para que suceda su ciclo
natural. Es difícil usar la medicina entonces.
Como sabes, Yeon-woo no debería usar
demasiada medicina…..

— Entonces, ¿qué quieres que haga?

La forma de hablar de Keith salió de sí misma


de forma irritante. Steward inclinó su cabeza,

— Bueno, no lo sé.
— Sólo tenemos que esperar a que se calme,
¿verdad?

Keith estuvo a punto de lanzarle un


improperio, pero se contuvo por el momento.
No me gustó, pero las palabras de Steward
serían la respuesta. No tenía ninguna
intención de visitarlo.

— …cerca

Por orden de Keith, Whitaker cerró


inmediatamente la puerta del coche.
Inmediatamente se dirigió al asiento del
conductor poniendo en marcha el coche.
Viendo los autos que salían del hospital en
fila, Steward se quedó allí un rato. Silbó
mientras el último coche desaparecía de su
vista a lo lejos.

— Los alfas dominantes son realmente


molestos.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #7 Parte #2✤


— ¡Papá!

Spencer, de pie junto a Charles y dando


patadas, intentó saltar hacia adelante
cuando vio el coche. Charles, que
rápidamente lo agarró por la parte posterior
de su cabeza, lo abrazó, Spencer estaba
agitado e indefenso hasta que el coche se
acercó.
Finalmente, el coche ralentizado se detuvo
delante de ellos, y el primer en salir fue
Whitaker del asiento y abrió la puerta. Sólo
entonces Charles soltó a Spencer a quien
tenía en sus manos.
— ¡Papá, papá!

Spencer, que corría con los brazos abiertos,


dejó de asombrarse cuando vio a Keith, que
se bajó primero, le sonrió y se giró. Mientras
Spencer observaba, Keith inclinó la parte
superior de su cuerpo e intentó abrazar a
Yeon-woo.

— Puedo caminar

Yeon-woo dijo, Keith se rió ligeramente.

— ¿Quieres que te impida caminar?


— ……

Yeon-woo extendió sus brazos en silencio y se


preparó para sostener su cuello. Keith, que
abrazó fácilmente a Yeon-woo, enderezó su
espalda, y Spencer gritó con gracia desde
abajo.

— ¡Papá, yo también! ¡Yo también quiero


subir! ¡Yo también!

— Spencer

Charles trató de sostener al niño por él, pero


Keith ordenó descuidadamente.
— Es peligroso andar por los pies de alguien,
no pueden verte.

— Está bien. Está bien, Spence

Charles llevó la mano por debajo del brazo de


Spencer sin ningún signo de agitación.
Spencer sonrió emocionado y se subió al
hombro de Keith y se montó en su cuello.
Yeon-woo, que vio la escena, preguntó con
ansiedad.

— ¿Estás bien? Solo bájame a….


— Yeonwoo

— Sí

Yeon-woo estaba muy nervioso, recordando


que cada vez que decía su nombre, tenía un
mal resultado. Keith preguntó con una suave
sonrisa.

— ¿Cuántas veces crees que te he llevado a ti y


a Spence al dormitorio a la vez?

¿Me lo está preguntando?


— Eh… tres veces….

Yeonwoo pensó en un número máximo pero


cuando volvió a mirar el rostro de Keith se dio
cuenta que no le hacía preguntas, sino que
sólo era sarcástico.

— Lo siento

— Yeon-woo, ¿por qué no dejas de


disculparte?

— ……
Tuvo la sensación de no volver a disculparse.
Cuando Yeon-woo cerró la boca, Keith volvió a
subir las escaleras a grandes zancadas y se
dirigió a la puerta principal.

De repente, Yeon-woo recordó algo de haber


dudado frente a las escaleras. De repente, su
espalda se enfrió, pero Keith pasó por el
obstáculo que Yeon-woo tanto temía sin
dudarlo. Para Keith, nada en el mundo
parecía ser un problema. Sea lo que sea, se
reirá de ello, como ahora. El corazón de
Yeon-woo latió repentinamente.

Siempre que estaba en problemas, él siempre


me abrazaba y resolvía todos los problemas.
¿Será así?

Cuando llegó al salón, Yeon-woo miró


casualmente a su alrededor. Aunque no era la
primera vez, de alguna manera lo sentía
nuevo. ¿Es porque está abrazando a Keith?

Keith le habló a Yeon-woo, que se quedó


mirando sin comprender el arte decorado en
las paredes, los cuadros, las deslumbrantes
lámparas de araña y las esculturas
construidas por todo el lugar, empezando por
una enorme alfombra en el suelo.
— Bienvenido a casa

Casa

Me sentí extraño. ¿Esta es mi casa? De verdad,


¿es la casa en la que vivía? Keith, Spencer y
yo.

Todos juntos.

— ¡Ah!

Mientras Keith se movía de nuevo, Yeon-woo


casualmente exhaló una exclamación y se
abrazó a su cuello. Keith le echó un vistazo.
Los ojos vigilantes de Yeon-woo se
encontraron con sus ojos.

Ah…

Keith esbozó una fina sonrisa. Por un


momento, una escena vagamente similar
pasó por la memoria de Yeon-woo. Keith se
estaba sonriendo a sí mismo mientras comían
juntos. Luego estaba rociado de feromonas
hasta los huesos. ¿Por qué? Mientras miraba
fijamente la cara de Keith, Yeon-woo se
preguntaba. ¿Por qué no podía salir de la
oficina sin Keith?
De repente, Keith se detuvo cuando su
espalda se estaba enfriando.

— ¿Qué sucede?

Era una voz tranquila, pero parecía nervioso


en alguna parte. Yeon-woo pensó por alguna
razón que parecía preocupado por él. De
alguna manera sus sentimientos eran más
palpables que antes. ¿Me equivoco? Yeon-woo
sacudió su cabeza con asombro.

— No, nada…..
En ese momento, la cara de Spencer de
repente apareció en la vista de Yeonwoo. El
niño estaba tan lleno de lágrimas que se
aferró a Keith.

— ¿Qué pasa, Spencer? ¿Qué te pasa?

Yeon-woo le preguntó al niño


cuidadosamente. Keith también intentó
revisar la cara de Spencer, pero fue imposible
porque se estaba aferrando a su cuello.

— ¿Spencer?
Cuando Keith dijo su nombre, el niño abrió la
boca.

— Eso es…, papá, se cayó de aquí

Keith hizo una pausa en las palabras, y


Yeon-woo lo miró sorprendido. Spencer
tartamudeó entre lágrimas.

— En las escaleras.. él estaba rodando. Me


abrazó con fuerza y rodó hasta allí

Spencer levantó el dedo meñique y señaló,


allí. Las escaleras por las que acababa de
subir Keith estaban allí. Abrazado a Keith, que
se detuvo en el pasillo, Yeon-woo miró
cuidadosamente hacia abajo. La visión de las
escaleras en niveles le puso la piel de gallina.

— Yo, aquí……?

Yeon-woo, que se había endurecido por un


tiempo, abrió la boca.

— ¿Es por el accidente? Yo, uh…donde perdí


mi memoria

— ….. sí
Keith respondió entre líneas. Y se alejó como
si no tuviera que pensar más. Mirando las
escaleras distantes, Yeon-woo no podía
apartar la vista por alguna razón.

Cuando llegó a la habitación, Charles, que lo


seguía, los alcanzó y abrió la puerta. Keith,
que entró sin dudarlo, bajó a Yeonwoo en la
cama, y Spencer, que seguía en el hombro de
Keith, se aferró a Yeonwoo.

— Uh, Uh

Entonces escuché el llanto del niño. Estaba


claro que recordaba el accidente. Oh,
Yeon-woo estaba triste y abrazó fuertemente
a Spencer.

— Papi

— Sí, Spencer. No te preocupes, ya todo está


bien

Cuando Yeon-woo vio al niño moqueando,


Yeon-woo sintió tristeza y amor por el bebe.

Oh, olor a bebé.

Yeon-woo, que casualmente besó a Spencer


en la cabeza, sonrió ante el singular
dobladillo del niño. Quizá fuera porque había
vuelto del hospital, pero sentía un extraño
consuelo. Abrazó al niño que se dirigía a él y,
de repente, pudo ver sus ojos. Al levantar la
vista, me encontré con Keith, que me había
estado mirando hasta entonces. Abrió la boca
como si hubiera estado esperando.

— ¿Hay algo que quieras hacer? O a donde


quieras ir

— No… no mucho

Yeon-woo sacudió su cabeza porque no se le


ocurrió nada. Entonces Keith hizo una pausa.
—….Mañana, ¿saldremos juntos?

— ¡Spencer, también!

Inmediatamente, el niño levantó la mano.


Keith le dio una palmadita cariñosa en la
cabeza y le dio una suave caricia.

— Iremos con Spencer la próxima vez

— Yayy…

El niño se decepcionó entre lágrimas, se


enfadó pero pronto Keith dijo lo siguiente.
— Spencer jugará con Pete y Cecil mañana.
¿Está bien?

— ¿Pete y Cecil?

Cuando Keith vio al niño que le gustaba, le


explicó a Yeon-woo.

— Son los hijos de tu amigo

— ¿Mi amigo?
— Sí. …no sé si te acuerdas es Joshua Bailey.
Lo sueles llamar Josh.

Yeonwoo parpadeó y sacudió la cabeza. Keith


no reaccionó mucho como si lo supiera.

— Entonces tengo que ir a trabajar por un


tiempo, así que descansa

Hablando, se inclinó y besó al niño en la


mejilla. Yeon-woo estaba seguro que Keith
volvería pronto.

— …oh.
Cuando la puerta se cerró, Keith desapareció
de la vista. Yeon-woo miró fijamente a la
puerta cerrada.

Me siento vacío…

A su lado, Spencer tiró del brazo de Yeon-woo.


Spencer le pidió que jugara con él y a petición
del niño se puso de pie, pero el gran agujero
en su corazón parecía parecía imposible
llenarse

***
— Las cuentas de la segunda mitad del año
están por aquí

Emma dijo, señalando un montón de papeles.

— Esta es la producción que voy a hacer el


próximo año. Es debido a esto que estoy
esperando la aprobación. Había un mensaje
pidiéndonos que nos diéramos prisa porque
es urgente producirlo

Keith no dijo nada cuando Emma terminó de


hablar. En su lugar, sólo se dio unos
golpecitos con los dedos en el escritorio.
—¿Qué pasó con las instrucciones?

Emma dejó el archivo que llevaba a un lado


en su escritorio.

— Me gustaría que lo vieras después de que el


pago de producción esté completo

Keith, sin embargo, fingió no ver una


montaña de documentos y tomó su mano
sobre el archivo que Emma había dejado.

Como era de esperar.


Emma pensó, pero no había nadie en el
mundo que pudiera detener a Keith.

¿Será posible para Yeonwoo? De repente,


Keith abrió la boca.

— ¿Eso es todo?

— Sí

Emma respondió.
— No pude evitarlo porque el período que me
diste fue demasiado corto. Fueron 10 horas y
25 minutos, Sr. Pittman

Lo señaló con voz suave, pero en su interior se


escondía: ” ¡Había un límite porque tú
llamaste y lo pediste esta mañana, hijo de
puta!”. Keith miró con una mueca el informe
de una página y suspiró, preguntándose si
Emma sentía como se sentía por dentro.

— Sí, supongo que sí

No era característico de él aceptarlo sin


reservas. Emma miró sin saberlo por la
ventana. No crees que la tierra se va a hundir,
¿verdad? Después de ver el cielo
normalmente soleado, se volvió hacia Keith
otra vez. Keith, que miraba el documento con
cara seria, abrió la boca.

— Averigua lo que Yeon-woo hizo en la


universidad e informame. Entonces 24 horas
serán suficientes, ¿verdad?

— ¿Universidad? ¿Dentro de 24 horas?

— Sí

Después de un corto intervalo, Keith dijo.


— Necesito comprobar algo

***

La mansión estaba tan quieta como si la


muerte rondara por los pasillos. Después de
salir del coche y entrar por la puerta principal,
Keith sin querer dejó de caminar y miró
alrededor de la habitación.

— Yeon-woo se quedó dormido con Spence


después de jugar con él

Charles notó que Keith buscaba


inconscientemente a los dos que siempre lo
saludaban frente a la puerta principal. Keith
se dirigió a la habitación de Spencer sin decir
nada.

Cuando abrí la puerta para evitar que el


sonido se oyera lentamente, vi al niño
dormido en la alfombra y a Yeon-woo. Ambos
parecían haberse divertido mucho, y había
muchos juguetes esparcidos por ahí. Keith
sonrió casualmente cuando se acercó a ellos
después de pasar un tren descarrilado en la
vía férrea. Spencer se durmió sosteniendo un
compartimiento del tren, y Yeon-woo tenía un
conductor de tren en su mano.

¿Qué demonios te pasó?


Keith levantó cuidadosamente al niño y lo
llevó a la cama. Desplegando lentamente sus
dedos y sacando el tren de ajuste, lo puso en
el suelo, besó al niño en la frente y luego se
retiró. Spencer se durmió y no mostró signos
de despertarse.

Dándose la vuelta, Keith abrazó a Yeonwoo


esta vez. Saliendo de la habitación y
dirigiéndose al dormitorio, él, como a
Spencer, puso a Yeonwoo en la cama. La
diferencia era que los adultos se despiertan
más fácilmente que los niños. Yeonwoo dijo,

— Uhgh
Cuando Keith hizo una pausa, levantó
lentamente los párpados y abrió la boca.

— …¿Keith?

Keith respondió, sí, con una voz somnolienta.


Yeon-woo sonrió suavemente, levantó sus
brazos y abrazó su cuello.

— He estado esperando…

Una voz empapada de sueño le hizo parar.


Mirando hacia abajo, Yeon-woo sonrió y
susurró.
— Mi Alfa

De repente Keith sintió una emoción


indescriptible. ¿Es alegría, tristeza u otra
emoción? ¿Qué debo decir sobre esta emoción
que parece abrumadora, pero que se
derrumba sin cesar?

— ..sí

Keith respondió después de mucho tiempo.

— He vuelto, Yeonwoo.
El sonriente Yeon-woo se durmió de nuevo.
Keith lo abrazó con todas sus fuerzas y respiró
hondo, como si tratara de atrapar el rastro de
la desaparición. El olor de la feromona de
Yeonwoo entró en él. A Keith le recordaba a
otra cosa en lugar de al deseo. Keith aprendió
por primera vez que su nombre era anhelo.

Regresa.

Keith suplico con fervor.

Regresa, por favor.


Por favor, ámame de nuevo.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #8 Parte #1✤


Por la mañana, Spencer, que no olvidó la
promesa del día anterior, se levantó más
temprano que de costumbre, se preparó para
ir a casa de su amigo. Yeon-woo, que lo veía
corretear por la habitación y guardar sus
juguetes favoritos, se asombró y preguntó.

— Spence, ¿estás tan feliz de ir con tus


amigos?

En una voz amistosa, Spencer asintió con la


cabeza.

— Sí. Pete es genial, Cecil es bonita y el pudín


que hace Josh es muy delicioso.
Cuando pensé: — ¿Un hijo y una hija?— , la voz
de Keith entró de repente.

— No te equivoques con los dos hijos de ese


tipo.

— ¡Cecil es linda!

Spencer gritó sin perder. Dijo él, con un rápido


rubor.

— Cecil también me enseñó un pene. ¡El pene


de Cecil es bonito!
—…

—…

Yeon-woo y Keith se quedaron en silencio al


mismo tiempo. Fue Keith quien abrió la boca
primero.

— Spencer, las mujeres no tienen penes.

— ¿Eh?
En ese momento, Keith murmuró para sí
mismo cuando vio la reacción del niño que
abrió los ojos con vergüenza.

— Voy a empezar a enseñarle a Spencer sobre


el sexo

— Sí, eso es. Es hora de enseñarle. Vas a tener


un gran problema.

Yeon-woo simpatizó a su lado. Al oír estas


palabras, Keith giró la cabeza de inmediato y
le miró. Sin embargo, Yeon-woo miró a Keith
con cara de desconcierto, sin darse cuenta de
lo que había dicho.
—…

Keith suspiró de nuevo, sintiendo la decepción


que ya había experimentado muchas veces.

Diciéndose a sí mismo que no se apresurara


de nuevo, dio un paso atrás.

— Spencer deja de empacar tus juguetes y


cambiemonos ahora. No puedes llevar todo
esto.

— ¿En serio? ¿No?


— No

Keith tranquilizó al niño cariñosamente.

— Hay muchos juguetes en esa casa,


¿verdad? Vamos a coger sólo dos para no
perderlos. ¿Qué te parece?

— Woo, woo.

El niño no podía decidir nada y sólo miraba a


su alrededor. Mientras tanto, Keith empezó a
ponerle la ropa que la criada ya había
empacado en la mesa.Yeon-woo lo miró en
silencio. Keith le quitó la camisa mientras
Spencer decía palabras sin sentido a la vez.

— Brazos

Le puso la camisa a Spencer con las manos en


alto y le puso el abrigo. Cuando le cambió los
pantalones, sostuvo al niño en un brazo, bajó
la cremallera con la otra mano y le bajó la
cinturilla y le quitó la ropa. Yeonwoo también
estaba pendiente de Spencer para ver si le
resultaba familiar la situación.

— Bien
Cuando Spencer levantó su pierna derecha,
Keith le puso uno de sus pantalones y dijo —
izquierda— de nuevo. Otra vez, Spencer
levantó su pierna izquierda, y Keith le metió el
otro lado, le subió hasta la cintura, lo
enderezó, e incluso terminó subiendo su
cremallera. Era perfecto poniendole los
zapatos después de los calcetines y tirar del
velcro en la parte posterior de los zapatos.

Yeon-woo, que estaba mirando, estaba


asombrado. Hasta entonces, manejaba todo
con una sola mano. Sólo le tomó cinco
minutos para terminar. Keith, a quien
conocía, era un hombre que estaba lejos de
tener una familia y de criar a un niño. ¿Quién
hubiera pensado que cambiaría tan
repentinamente después de vivir una vida de
disipación cambiando de vez en cuando a su
amante?

Keith, que sintió la mirada de Yeonwoo, giró


la cabeza. No había tiempo para evitar el
contacto visual, y la cara de Yeon-woo se
calentó de repente. Keith se rió y bromeó con
Yeon-woo, que fue sorprendido con la cara
roja.

— ¿Estás enamorado?

Yeon-woo quedó fascinado por su cara una


vez más. Mi corazón latía como un loco y no
podía controlarlo. De repente, Keith le sonrió
amargamente a Yeon-woo, que estaba
mirando fijamente.

— Yeon-woo, el aroma de las feromonas es


tan fuerte que creo que mi Rut vendrá.

— Oh.

Entró en razón por un momento. Al mismo


tiempo, Yeon-woo era tímido y se cubrió la
boca con las manos.

— Oh mírame no estoy listo aún para salir…

— Yeonwoo
Estaba a punto de salir corriendo, pero Keith
lo llamó por detrás. Cuando se dio la vuelta y
abrió la puerta a medias, Keith tomó a
Spencer en sus brazos, que pensaba en cuál
tomar, el muñeco tiburón o el muñeco nutria
marina.

— No tengas tanta prisa. Tenemos mucho


tiempo.

—…

Yeon-woo asintió en silencio y salió corriendo


de la habitación.
Thump

El sonido de los pasos de Yeon-woo se alejó en


un instante. Mantuvo la boca tapada y miró la
puerta cerrada.

Keith suspiró.

Me alegro de que esté tomando la medicina.

De lo contrario, habría derribado a Yeon-woo


delante del niño. Todavía había un fuerte
aroma a feromonas de Yeon-woo alrededor,
pero a diferencia del corazón que estaba
terriblemente excitado, su pene estaba en
calma. Fue algo muy afortunado.

No todo puede ser malo.

Spencer miró hacia arriba mientras bajaba


los ojos con pensamientos amargos. Keith
besó al niño en la mejilla y dijo.

— Sí, tenemos mucho tiempo.

Estoy bien.

Repitiendo lo mismo para sí mismo, abrazó


fuertemente a Spencer.
***

Yeon-woo, que de repente abrió la puerta


violentamente, entró corriendo. Sólo después
de cerrar la puerta con urgencia se calmó un
poco.

Esto es una locura. Oh, no.

Estaba tan avergonzado que quería huir a


alguna parte. Antes no me atrapaban en
absoluto, pero ¿cómo he acabado así?
Como dijo Keith, el olor de su feromona era
tan fuerte que paralizaba su nariz. Yo también
lo siento así que debe ser muy fuerte, pero
Keith podría sentirlo aún más fuerte.

Hay una marca.

¿Cómo puedes resistirte a un olor tan fuerte?


Yeon-woo se avergonzó y revisó el olor de
nuevo en su muñeca y brazo. Como era de
esperar, fue tan intenso. Como si le rogara a
Keith que se le viniera encima.

Vergonzoso.
Fue grandioso que Keith lo soportara. ¿Cómo
pudo soportar este fuerte aroma a
feromonas? Fue sorprendente que su
paciencia ahora fuera mucho más fuerte de lo
que Yeon-woo había conocido.

¿Soy el único que no lo soporta?

Cuando me di cuenta de que estaba


emocionado aunque no olía el aroma de
feromonas de Keith, me sentí más sucio
conmigo mismo.

— ¡Hada desvergonzada y lasciva! ¡Fuera,


fuera!
Después de abofetearse dolorosamente la
mejilla, Yeon-woo se quitó rápidamente la
ropa y corrió al baño. El agua fría sacará a
esta desvergonzada hada de su cabeza.

Pero Yeon-woo, de pie bajo la ducha, miró


hacia abajo y se asustó. Su pene ya está
medio parado.

— Uh…

Hubo un sonido de dolor en lo profundo de la


garganta. En esta situación, no había manera
de que la excitación se calmara fácilmente.
Después de una breve ráfaga, terminó
bajando las manos.

— Uh, uh…

Un gemido salió de él. Mientras tocaba la


pared con una mano y escudriñaba
ansiosamente sus genitales con la otra, su
cabeza estaba llena de pensamientos sobre
Keith. Si abrías la puerta violentamente y me
besabas. Oh, no. No puedo dejar que me veas
así… Oh, pero Keith ah…

Si me miras con esos ojos púrpura…


<Hazlo de nuevo.>

La voz de Keith parecía ser escuchada justo al


lado del oído. Al mismo tiempo, los genitales
de mis manos se levantaron completamente.

<Hazlo de nuevo, desde el principio>

Yeon-woo jadeó y sacó su mano de la pared y


se la llevó a su trasero. El instinto se movió
antes que la memoria. Cuando el dedo
tembloroso tocó el agujero escondido entre
las caderas, gritó y se estremeció.
El agujero estaba empapado con un fluido
liso que era diferente del agua que fluía.
Yeon-woo acarició cautelosamente su
entrada, e inmediatamente reaccionó con
temblor. Yeon-woo no pudo resistirse y cayó al
suelo del baño. Se acurrucó y lentamente
empujó sus dedos.

— ¡Ah…!

Eso es todo, pero Yeon-woo suplicó. Fue


golpeado con tanto placer que todo su cuerpo
tembló y su cara se volvió blanca.

Pero no fue completamente satisfactorio.


Quería hurgar más en el interior. Quería algo
más grande y grueso… quería el pene de
Keith.

— ¡Oh, Dios mío!

Yeon-woo gimió y volvió a masturbarse


violentamente por debajo. Sin embargo, no
importaba cuánto se estiraran los dedos,
comparado con la profundidad y el grosor
que querían era ridículamente insuficiente.
Apenas volví a frotar la parte delantera con
violencia, pero el trasero seguía palpitando
de deseos insatisfechos.

…un consolador
Yeon-woo jadeó para respirar en una
conciencia nublada.

…¿debería comprarlo?

Cuando lo imaginé hurgando por debajo


pensando en Keith, sentí que iba a tener una
erección de nuevo. Pero él ya sabía que no
podía estar satisfecho pase lo que pase. No
había nada que Yeon-woo pudiera hacer
ahora excepto levantar su cuerpo pensando
que debía pedir el más grande y grueso.

***
Spencer, que llevaba un traje de marinero,
pantalones cortos y zapatillas de velcro que
parecían zapatos de vestir en sus pies, e
incluso un bombín, tenía una gran confianza.
Además, sostiene su muñeca de tiburón
favorita en sus brazos. Hoy en día era
invencible.

— ¡Papá, voy a ser un marino cuando crezca!

Keith sonrió débilmente cuando vio a su hijo


corriendo entre sus piernas con los brazos
abiertos.
— Bueno, la marina no puede ser, porque
sería difícil poder ver tu rostro. No podría
verlo durante meses cuando salgas al mar.

— ¡Pero quiero subir a un barco!

Keith sonrió, sosteniendo a un niño que dejó


de correr y se aferró a su pierna.

— Hagamos esto, papá te comprará un barco.


Para que puedas subirte cuando quieras.

— ¿En serio?
— De verdad

Keith sonrió y preguntó.

— Entonces, ya no vas a trabajar en la Marina,


¿verdad?

Spencer, que se quedó pensando un


momento, tenía una mirada sombría.

— Me gusta este traje

— Ya lo sé
— Es el que utiliza la marina.

— Puedes usarlo aunque no estés en la


Marina.

— Es mentira.

El punto de vista del niño no estaba


equivocado. Esta vez Keith necesitaba tiempo
para pensar. Pronto se le ocurrió una
solución.

— Bien, entonces te compraré un grupo


mercenario para que tengas una armada de
Marina.
— ¿Qué es un mercenario?

Spencer inclinó la cabeza. Keith respondió


con una sonrisa.

— Es como un ejército. Pero será un ejército


que hará todo lo que Spencer les dice que
haga.

Wow, Spencer abrió los ojos de asombro.

— ¿En serio? ¿Harán todo lo que les pida?


— Sí

Preguntó Spencer, que se emocionó cuando


asintió con la cabeza.

— Bueno, si le pido diez pudines cada


mañana, ¿me los dará?

Keith, que había hecho una pausa, respondió


tras un breve intervalo.

— Cuando seas adulto.


— Bueno, entonces. ¿Puede teñirme el pelo de
blanco si se lo pido?

— Cuando tengas 18 años.

— ¡Papá tonto! Puedo ponerme nieve en la


cabeza.

Keith no pudo evitar reírse a carcajadas al ver


al niño que se reía.

— Sí, es cierto. Spencer es un genio.


Mientras se frotaba los labios con un sonido
en la mejilla, Spencer se dobló y se retorció.
Cualquiera podía ver que era un hombre rico
y feliz.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #8 Parte #2✤


Una visión tan brillante y sonora me dio
ganas de morir.

Yeon-woo no pudo levantar la cara cuando se


paró en la puerta principal, mirando a Keith y
Spencer y recordó lo desvergonzado que
había sido. Incluso tuvo la necesidad de dar
un paso atrás y volver a su habitación.

Y se masturbaría de nuevo en la cama.

Quería volver a golpearse la cabeza contra la


pared. Si Keith no lo hubiera encontrado a
tiempo, realmente se habría golpeado la
cabeza hasta que el hada lasciva se fuera.
— Yeonwoo

— ¡Papá!

Spencer, que luego encontró a Yeonwoo,


también gritó y agitó una mano. Yeon-woo
sonrió torpemente y se saludaron. Tenía que
bajar, pero esta vez no podía hacerlo por otra
razón. En las pocas escaleras, pensé que era
realmente inusual, pero no podía mover los
pies. Tomé el ascensor hasta el vestíbulo, pero
no podía caminar por las escaleras excepto
por las escaleras del porche, donde sólo
había unos diez escalones.
Keith, que notó la vacilación de Yeon-woo, de
repente comenzó a subir las escaleras.
Rápidamente se puso de pie frente a
Yeon-woo, poniendo al niño en su brazo sobre
su hombro. A pesar de estar dos escalones
más abajo, era más alto que Yeon-woo.

— ¡Ah!

Keith, que sostuvo a Yeon-woo sin dudarlo, se


dio la vuelta y comenzó a bajar las escaleras.
Como el día anterior, caminó con Yeon-woo en
sus brazos y llevando en el cuello a un niño, y
le dijo a Charles.
— Haz un ascensor para cada escalera.
Hagan una rampa. No, no. Estaría bien poner
un ascensor que vaya directo al segundo piso

— Bien

— Oh, mira, no hay necesidad de ir tan lejos.

Yeon-woo dijo apresuradamente.

— Estaré bien pronto, es temporal, así que no


tienes que ir tan lejos…

— Yeonwoo.
Keith interrumpió a Yeon-woo con una voz
suave.

— ¿Qué sería más rápido para mí, derribar


toda la casa y construir una nueva o un
ascensor?

Yeon-woo, que se quedó sin palabras por un


momento, respondió con dudas.

— …¿el ascensor?

— Sí, me alegro de que estés de acuerdo.


No lo aprobé.

Yeon-woo lo pensó, pero ni siquiera pensó que


funcionaría si lo refutaba más. Ya han llegado
al final de las escaleras para un momento de
discusión. Pensé que me dejaría ahora, pero
Keith caminó directo al auto. Whittaker, que
abrió rápidamente la puerta del coche, quitó
rápidamente el Spencer del hombro de Keith.
Poco después, Keith, que puso a Yeonwoo
dentro, lo siguió hasta el auto, puso al niño
que Whitaker sostenía en su regazo y cerró la
puerta.

— ¿No te sientes bien?


Keith en el asiento de al lado preguntó de
repente. Cuando se dio la vuelta sorprendido,
miró a Yeonwoo con cara seria y continuó.

— Si te sientes mal en algún lugar, házmelo


saber, llamaré a Steward de inmediato.’

— No. No. Estoy bien. Pero… ¿por qué


preguntas?

Cuando casualmente se tocó la cara, Keith


frunció el ceño y dijo,
— Mis mejillas están muy rojas. Creo que
están un poco hinchadas…… no hay manera
de que te haya pegado nadie. No hay nadie
en nuestra casa que te pegue, ¿verdad? Sólo
fueron dos horas como mucho, mientras te
ibas a preparar. Entonces todo lo que puedo
inferir es que no te sientes bien.

Yeon-woo sintió auto-odio e inclinó su cabeza


para evitar los ojos de Keith.

— Es que… está bien. No te preocupes. Tal vez


sea porque me duché demasiado tiempo

—…
— Te digo que no hay nada malo. Todo está
bien.

¿Cómo reaccionaría Keith si supiera que la


persona por quien se encuentra así es él?
Keith, que había guardado silencio durante
un tiempo, suspiró cuando lo miró con
nerviosismo.

— Bueno, te sueles bañar durante mucho


tiempo.

Afortunadamente, la atmósfera seguía bien.


Yeon-woo estaba aliviado por dentro, pero
por otro lado, un rincón de su corazón estaba
horrorizado.

No te masturbabas cada vez que entras a


ducharte, ¿verdad?

En medio de la ansiedad, el auto arrancó, y


Yeon-woo no dijo nada después de eso.

***

— ¡Pete, Cecil, Josh!

En cuanto se abrió la puerta del coche,


Spencer gritó con los brazos abiertos. Los dos
niños de la puerta principal se acercaron a
Spencer, que corrió hacia ellos.

— Bienvenido, Spencer

Como era el mayor, Pete, que era grande


entre los niños, agarró a Spencer primero y lo
abrazó fuertemente. Spencer saludó a Pete
cara a cara.

— Hola, Pete. ¡Voy a quedarme a dormir esta


noche!

— ¿En serio? ¿Entonces dormirás en mi cama?


— ¡Sí, hagámoslo, de acuerdo!

Spencer gritó emocionado. Pete ladeó la


cabeza cuando lo vio y le besó en la mejilla.

— Spencer es tan lindo

Keith frunció el ceño mientras miraba.

— ¿Los niños se dan besos entre sí en estos


días?
Cuando le hicieron una pregunta tranquila,
Josh respondió: — Bueno, no lo sé. Ya no soy
un niño.

Mientras los miraba en silencio, Pete abrazó a


Spencer una vez más, mirándolo con una
mirada amorosa.

— Hey…

Esta vez, cuando Keith trató de evitar un beso


en los labios, se oyó un repentino gemido
desde un lado. Cuando los ojos de todos se
volvieron hacia un lado, Cecil, que llevaba
una larga melena rubia, un bonito lazo y un
colorido vestido, estaba llorando, secándose
las lágrimas con los puños.

— ¿Qué pasa, Cecil? ¡No llores!

Naturalmente, Spencer, que escapó de Pete y


se puso delante de Cecil, empezó a calmarlo
con fuerza.

— Pero

Cecil dijo con un gemido.

— Spencer se olvidó de mí
— ¿Qué? No, ¡por qué iba a olvidar a Cecil!

— Sólo saludaste a Pete.

— No, Cecil. Yo también iba a saludar a Cecil.


¡Vamos, Cecil! ¡No llores!

Spencer estiró sus cortos brazos y abrazó a


Cecil y le frotó la mejilla. Con todo el mundo
mirando, Cecil le habló amablemente a
Spencer.

— Spencer, tienes que besarme al momento


de saludar.
— Sí

Spencer inmediatamente siguió sus palabras


y juntó sus labios.

— ¿Ya no lloraras? ¿No estás triste?

Cecil sacudió la cabeza con una cara triste


hacia Spencer, que estaba lleno de
expectativas.

— Pero vas a dormir en la cama de Pete esta


noche. Cecil tiene miedo de dormir solo…
— Wook

Pete se sintió repentinamente nauseabundo


por detrás. Josh le dio una palmadita en la
espalda con prisa, pero Cecil no le dio
importancia y parpadeó a Spencer. Spencer
dijo apresuradamente.

— No te preocupes, Cecil. Dormiré contigo.


Mira, también traje a mi tiburón.
Derrotaremos al monstruo juntos

— ¿En serio?
Cecil subió sus párpados.

— ¿De verdad vas a dormir conmigo, Spencer?

Cecil, que era más joven que Spencer y ya


había alcanzado su altura, le cogió la mano
con fuerza y se lo pidió. Spencer asintió con
fuerza y dijo que sí, y lo prometió. Entonces
Cecil sonrió alegremente como si nunca
hubiera llorado y le abrazó con fuerza.

Keith murmuró en voz baja mientras miraba


la escena.
— Bailey, tan pronto como tus pequeños
bastardos toquen a mi hijo, los mandaré
directamente al infierno.

— ¿Pueden tocar sus labios? Los besos entre


ellos ya son familiares ….lo siento.

Josh, que hizo un chiste sin pensarlo mucho,


se disculpó inmediatamente al darse cuenta
de que había elegido a la persona
equivocada por la mirada tenebrosa que le
devolvió directamente.

Si yo estuviera en el equipo de seguridad


trabajando con Josh, me habría reído de sus
chistes, pero me sentía un poco triste.
— Todavía son niños, ¿verdad? No creo que
necesites ser tan estricto.

—…

Josh añadió.

— Si dicen que sí y a Spencer le gusta, no


podemos evitarlo entonces, ¿no?

Las palabras de Josh eran plausibles, pero


Keith no respondió. Quiso separar al niño de
inmediato, pero desistió porque tenía la cara
de Spencer delante. Como dijo Josh, siguen
siendo niños, así que no hay nada de qué
preocuparse. Sin embargo, estaba claro que
Spencer necesitaba educación en muchos
sentidos.

Si te atrapa una escoria, no sabrás que te han


robado.

Keith, que tenía la peor imaginación, pronto


frunció el ceño. ¿Cómo ha podido salir así?
…aunque es encantador.

Keith, que inadvertidamente giró la cabeza,


se encontró con Yeon-woo, que levantó la
vista. Mirando su rostro, Keith
inmediatamente se dio cuenta de a quién se
parecía Spencer y le hizo doler hígado y la
vesícula biliar.

— …estoy en un gran problema.

Keith murmuró en voz baja. Si te pareces a


Yeonwoo, tendrás muchas posibilidades de
ser atrapado por una basura. Igual que él….
Eso debe ser detenido.

Fingiendo no ver, Yeon-woo ladeó la cabeza


con asombro y volvió a girarla. Keith, que se
coló y separó a Spencer de Cecil, dijo…

— Saluda al Sr. Bailey, Spencer


Josh seguía usando su apellido anterior
después del matrimonio. Spencer se acercó a
Josh como él le dijo.

— Hola, Josh

Josh, que estrechó su pequeña mano


ligeramente, sonrió.

— Vamos, Spencer. Espero que te diviertas

— Spencer, debes llamarlo Sr. Bailey


Josh sacudió la cabeza ante las palabras de
Keith.

— Está bien, es difícil de pronunciar, así que le


dije que me llamara Josh. Hola, Yeonwoo.

¿Cómo estás?

Yeon-woo parpadeó cuando vio al hombre


que le saludaba. Era un hombre con una
expresión realmente alegre. Un tipo rubio que
representaba a California diría. Si colgara un
enorme cartel con la inscripción “California”
detrás y pusiera una foto brillante en un
anuncio local, el número de visitantes se
triplicaría.
— Oh, hola. Encantado de conocerte.

Josh inclinó la cabeza cuando se dio la mano


torpemente. Keith de repente lo agarró por el
hombro y lo llevó a un lado.

— ¿Pérdida de memoria?

Keith le dijo sí a Josh quien estaba


sorprendido.

— No digas tonterías porque está en medio de


un tratamiento. La estabilidad es lo más
importante
— Está bien, ¿pero cómo?

— Se cayó por las escaleras. Estaba


protegiendo a Spencer

— Oh dios…

Josh, pronunció una triste exclamación.

— Puedo mantener a Spencer durante unos


días, si es necesario. Estoy de vacaciones
hasta el próximo mes.
— Te estás tomando un largo descanso.

Cuando se le preguntó casualmente, Josh


respondió como si fuera natural.

— Tengo que pasar el fin de año y el Año


Nuevo con mi familia.

<Cuando están juntos solo se concentran en


ellos mismos, así que no sabrán ni siquiera si
un arma nuclear explota..>

Keith lo miró en silencio y se dio la vuelta y


volvió a donde Yeon-woo estaba esperando.
Josh le siguió también. Vieron a Yeon-woo de
pie, solo, mirando al niño. Keith caminó más
rápido y pronto se alejó de Josh. Mirando la
vista, Josh pensó.

Si Chase me olvida…

La conclusión fue simple.

Lo encerrará en el sótano para que solo se


concentre en mí hasta recordarme.

Sólo imaginarlo me hizo sentir genial.

***
Viendo a los niños jugar entre ellos, Yeon-woo
giró la cabeza hacia la persona que se
acercaba, y se encontró con Keith y sonrió. La
cara de Keith, que parecía detenerse, también
mostraba una suave sonrisa.

— ¿Nos vamos ahora? He confirmado que


Spencer y los niños están en buenos términos.

¿Qué quiere decir con buenos términos?

Yeon-woo, que no podía tomar una decisión,


miró a los niños, asintiendo con la cabeza.
Su afecto por Spencer era sincero. Si Keith
está de acuerdo, estará bien.

— Spencer, te recogeré mañana.

Yeon-woo, que abrazó al niño y lo besó, se


sintió repentinamente desconsolada. Cuando
pensaba que iba a dejar atrás a Spencer, sólo
era una noche y el corazón latía con fuerza.
Keith, que observaba en silencio a Yeon-woo,
que no podía moverse mientras sostenía al
niño, abrió la boca.

— Es sólo una noche, Yeon-woo


—…

Yeon-woo se vio obligado a asentir con la


cabeza. Cuando abrazó al niño de nuevo y lo
soltó, Spencer corrió hacia Pete y Cecil.

Ni siquiera miró hacia atrás.

— Yeonwoo

Estaba mirando la parte posterior de su


cabeza cuando Keith le llamó. En cuanto
levantó la cabeza, Keith y sus ojos se
encontraron.
— Tenemos que irnos ahora.

Me avergonzó ver su amarga sonrisa. Tan


pronto como me levanté, Keith abrió la boca.

— Deja que los niños jueguen entre ellos, y los


adultos deben tener tiempo para estar juntos.

Luego, extendió su mano. Yeon-woo dudó por


un momento. Todo lo que tienes que hacer es
agarrar la mano. Realmente no es nada, pero
no fue fácil agarrarla. Yeon-woo sabe muy
bien lo que ha hecho con su mano.

— ¿Yeon-woo?
Preguntó Keith. De repente la cara de
Yeon-woo se puso roja.

Se apresuró a darse la vuelta, lleno de pánico,


y se dirigió rápidamente hacia el coche.

¿Qué hago? ¿Qué debo hacer?

Debería reducir las feromonas, pero no sé


cómo hacerlo. Por supuesto, ¿qué haría un
omega ordinario como yo? Me da mucha
vergüenza derramar feromonas.

— … Debería haber tomado inhibidores


Cuando murmuró, de repente Keith lo agarró
su hombro por detrás.

— …!

Yeon-woo, que se quedó sin respiración por la


sorpresa, levantó la vista por reflejo y se
encontró con la cara pálida de Keith.

— ¿Qué acabas de decir?

Una voz baja tembló débilmente.


✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #9Parte #1✤


Yeon-woo abrió mucho los ojos, sorprendido.
La mano de Keith que le sujetaba el hombro
era Lo suficientemente grande y dura para
sentir el dolor, pero Keith la agarró con más
fuerza en lugar de soltarlo.

— ¿Qué acabas de decir, has tomado un


medicamento? ¿Inhibidor?

Yeon-woo parpadeó avergonzado. No sé por


qué reacciona tan violentamente. Abrió la
boca desconcertado.

— Eh, no… Todavía no


— Todavía no, ¿ibas a tomar?

Yeon-woo dudó en contestar.

— Si es necesario….

— Who…….

Keith se mordió el labio mientras intentaba


no gritar. Controlando a duras penas su ira,
escupió rápidamente.
— Ni lo sueñes. Es una locura tomarlo. ¿Estás
intentando morir? ¿Cómo te sientes ahora?
….

La voz creciente desapareció de repente.


Como era de esperar, Yeon-woo parpadeó con
sorpresa y asombro.

— Mi estado es…… No es bueno. El doctor no


dijo mucho…. el inhibidor. ¿Se supone que no
debo tomarlo? ¿Dijeron que interfería con mi
memoria?

— No, no es así
Keith sujetó el hombro de Yeon-woo e inclinó
la cabeza. Suspirando profundamente,
levantó la vista.

— No deberías tomar inhibidores. Sucedió


antes de que perdías la memoria

Keith, que apenas abría la boca con voz


apagada, eligió palabras coreanas* e intentó
persuadir a Yeon-woo con coherencia.

*Acuerdense que por contexto es en estados


unidos y hablan inglés.
— Debido a tu constitución física, no deberías
tomar medicamentos a partir de ahora no se
trata solamente de inhibidores, sino de hasta
simples medicamentos digestivos. Primero
debemos consultarlo con el médico y si en
algún momento debes tomar alguno, este
debe ser recetado. ¿Entiendes?

—……

— Contesta.

— …..sí
Sólo después de escuchar la respuesta, Keith
lo dejó ir. Tenía los hombros entumecidos
hasta el punto de dolerme así que me los froté
con las manos, pero Keith, que se había
revuelto el pelo con irritación, murmuró para
sí.

— No sé por qué has pensado eso. Nadie te


debe decir que controles tus feromonas.

— Sr. Pittman

Dijo Yeon-woo sin saberlo. Keith, que


intentaba sacar el cigarrillo, dejó de moverse.
— ….. ¿qué?

Yeon-woo volvió a abrir la boca tras recibir


una voz que salió después de mucho tiempo.

— Lo has dicho, ¿no? ….

Añadió como si se hubiera decidido, aunque


había dudado en terminar sus palabras.

— Que no huela a feromonas

Y en el momento en que me di cuenta, Keith


dejó de mirarme.
Oh, Dios mío. ¡Oh, Dios mío! ¡Maldito idiota!

Estoy tan enfadado conmigo mismo que estoy


en un estado de abatimiento. Keith se cubrió
la cara con una mano y suspiró
profundamente.

— ¿Por qué recuerdas todo eso?

Yeon-woo no pudo responder a la voz ridícula


y se limitó a mirarle. Al ver a Yeon-woo así,
Keith volvió a quedarse boquiabierto. ¿Cómo
es posible que sólo recuerde la pequeña
basura que fue y a cambio no recordaba
ningún momento dulce?

Tal vez sea porque soy una parte importante


en el proceso de recuperar sus recuerdos y
está recuperando progresivamente sus
memorias sobre mí.

Finalmente Keith giró la flecha en la dirección


equivocada.

— ¿De dónde demonios has sacado eso? Es


imposible que haya inhibidores en la casa. Si
tuvieras alguna intención de tomarlos,
tendrías algo, ¿no?
Yeon-woo respondió con cautela.

— Eh, oye… Me dieron en el hospital un


inhibidor cuando ocurrió el accidente…

— huh

Keith no tenía nada que decir, así que se


limitó a soltar suspiros vacíos. El hospital al
que llevaron a Yeon-woo no era un hospital
con su médico de cabecera, así que
probablemente no sabían mucho de la
situación. Fue un error que no dijera algo tan
importante en primer lugar.
Es normal para alguien esperar que lo
prescriban allí

Yeon-woo abrió la boca con cuidado mientras


le observaba en silencio con las manos
cubriendo su rostro.

— Bueno, quizá no debería tomarlos… Pero el


doctor me los recetó sin decir mucho…….

— ….. es un charlatán

dijo Keith, tapándose la cara con las manos.


— Escúchame a partir de ahora, ¿vale? Sea lo
que sea, no tomes inhibidores a la ligera

— Uh…… sí

Yeon-woo respondió: — Es difícil de


entender— Keith aún se cubría la cara y
maldecía por lo bajo. ¿Qué demonios es esto?
¿Por qué está ocurriendo esta ridícula
situación?

Keith se recompuso y se quitó las manos de la


cara.

— Yeonwoo
Yeon-woo se detuvo cuando le llamó por su
nombre mirándole directamente. Era tan
obvio a simple vista que estaba ansioso.
Después, Keith, que respiró profundamente,
abrió la boca con una voz lo más suave
posible.

— Estoy aquí para pasar tiempo a solas


contigo hoy. Para que puedas encontrar
aunque sea un poco de tu memoria perdida.
……no esos malos recuerdos, sino los buenos
recuerdos que tuvimos juntos
Keith levantó la mano. Tras dudar un par de
veces, sus manos envolvieron
cuidadosamente las mejilla de Yeon-woo.

— Entonces, quiero que tú también lo


intentes. Para que puedas encontrar tus
recuerdos …y…cuando tu memoria regrese

La mano de Keith se acercó a la oreja de


Yeonwoo. Susurró, fijando la mirada que se
movía a lo largo de la mano.

— Vamos a grabar la marca nuevamente

— …..
— No volverá a desaparecer

La voz de la última palabra pareció temblar


débilmente. Yeon-woo abrió la boca con
cuidado mientras lo miraba. — Sí— , entonces
la expresión de Keith se relajó, y en su lugar
volvió la sonrisa. Keith sintió alivio en la
respuesta de Yeon-woo abrió la boca. Con
una voz tan dulce y suave.

— Por cierto, Yeonwoo

— ¿Qué?
De repente se volvió siniestro. Keith le susurró
con más dulzura a Yeon-woo, que levantó la
mirada ansiosa.

— ¿Qué dije que haría si me llamabas Sr.


Pittman?

Esta vez, Yeon-woo se quedó contemplando.

— …..isla

— Sí
Keith asintió satisfactoriamente cuando
respondió con voz baja.

— Lo dejaré pasar por última vez, pero la


próxima vez sí que te llevaré al aeropuerto.
Como sabes, tengo tres aviones que puedo
pilotar enseguida Esta vez lo dejaré pasar por
última vez, pero la próxima vez sí que te
llevaré al aeropuerto.

— Sí

Yeonwoo tragó saliva seca.

— Así es
Recordó que había tres aviones privados de
diferente tamaño, uno diferente para cada
situación según lo que Keith necesitará.
Había oído que uno de ellos fue encargado
por Yeon-woo cuando era secretario, y que los
otros dos antiguos habían sido sustituidos
recientemente por otros nuevos. Keith sonrió
como si hubiera visto a través de los
pensamientos de Yeonwoo.

— No has subido en el nuevo avión que


compraste el mes pasado, ¿sería estupendo ir
en el a la isla?
Presa del pánico, Yeon-woo no pudo
responder de inmediato y dijo: — Oh, bueno,
yo…Tendré cuidado

— Por favor

Keith, que no estaba suplicando en absoluto,


así que añadió en un tono amable cambiando
el tema.

— Vamos a comer. Tengo una reserva

Mientras se apresuraba detrás de Keith,


Yeon-woo preguntó.
— ¿Reserva? …… ¿Es un lugar famoso?

Keith miró hacia abajo mientras recordaba el


haber llamado de un lugar a otro mientras
acomodaba su horario.

— Lo sabrás cuando vayas….

Es mejor que lo recuerdes por ti mismo..

Añadió Keith para sus adentros. De repente, le


vino a la mente una película romántica de
aquel día. Es un tipo de aspecto más joven
que solía sonreír borracho. Y con su cara
caliente y sonrojada mientras se confesaba.
Fue cuando me dijo por primera vez que me
amaba.

<Keith.>

Ojalá te hubiera dicho que yo también te


amaba.

<Me gustas>

De repente, un rincón de mi corazón se


entumeció.

***
El coche llegó a un restaurante. Situado en lo
más profundo de la espléndida fuente y el
gran jardín, el lugar funcionaba sólo con un
estricto sistema de reservas, pero no era
posible hacerlas a menos que fueran
personas algo famosas. No obstante, siempre
se reservaba para uno o dos meses por
defecto.

Tras salir del coche, Yeon-woo siguió a Keith


al interior de la tienda. El panel metálico de la
entrada tenía grabada una botella de vino
recostada con una historia de 70 años. En el
momento en que pasaba por la puerta
principal, el gerente que lo esperaba se
acercó a él y lo saludó.

— Bienvenido, señor Pittman. Yeonwoo.


Gracias por venir

Luego sonrió a Yeon-woo. Yeon-woo sonrió


incómodo ante la respuesta de que parecía
conocerle. Primero, el gerente que se dio la
vuelta les guió hasta el asiento. Después de
ser guiados a través del restaurante de afecto
frío y elegante, se sentó en un asiento, el
personal que le siguió le entregó la carta de
vinos a Keith y la carta de comidas
respectivamente, y se fue.
¿He estado aquí muchas veces?

Yeon-woo miró con atención a su alrededor e


intentó recordarlo de alguna manera. Keith,
que lo miraba, abrió la boca.

— ¿Recuerdas este lugar?

— …..no

Cuando Yeon-woo negó con la cabeza, Keith


hablo sin ningún rastro de sorpresa, como si
lo supiera.
— Hace tiempo que no comes aquí, asi que
hemos venido a comer…la ultima vez estabas
tan borracho por tomar vino tinto.

Keith sonrió mientras le entregaba la carta de


vinos.

— Sólo bebe lo suficiente para no


emborracharte. Tenemos una agenda por
delante

— Sí……

¿Qué quieres decir con una agenda por


delante? Yeon-woo miró la carta de vinos de
Keith preguntándose. Mientras ojeaba la
carta, Keith estaba eligiendo una comida.
Yeon-woo, que estaba mirando de nuevo el
tipo de vino, dudó y abrió la boca.

— Toma, ¿has venido a menudo?

Keith contestó despreocupadamente.

— No he venido desde que nos casamos. Esta


es la primera vez que vengo desde entonces.

— Pero creo que todo el mundo me conoce,


incluido el gerente.
Keith sonrió al final de su discurso.

— Si vives en los Estados Unidos, todos te


conocerán, sabrán quién eres. Porque eres mi
compañero

Una imagen de repente pasó por mi cabeza.


Era un artículo sobre Keith besando a alguien.
No podía pensar en la cara de la otra
persona, pero Keith, que aparecía en la foto,
estaba delante de mí.

— ¿Recuerdas algo más?


De repente, me distrajo la voz de Keith.
Estaba mirándome por encima de la gran
mesa.

— Oh…… bien

Yeon-woo dudó en contestar.

— Entonces…… una foto de ti besandote con


alguien más en un articulo …Oh sí, frente a
una joyería decía que habían arrasado con
toda la joyería.
Keith no tardó en mostrarse abatido al
escuchar el desagradable recuerdo que llegó
a su mente.

— Ahh…

Ahora suspiró profundamente como si


estuviera cansado de esto.

— Ya te lo expliqué en aquel tiempo…… Es


Ángel, el omega, quien me dio a luz

—……
— ¿No puedes recordarme en algo agradable?
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #9Parte #2✤


Por alguna razón, Yeon-woo evitó mirar.

— Lo siento.

— No te disculpes, me sentiré más miserable

Tras poner en su boca la palabra que no


correspondía a Keith Knight Pittman, dejó la
carta de menús a su lado. Keith, que se frotó
la cara con una mano, enderezó su postura y
abrió la boca.

— Yeonwoo
— Sí

Continuó Keith cuando contestó de forma


nerviosa sin darse cuenta.

— Estoy aquí para crear nuevos recuerdos


contigo. Si recuperas tu memoria en el
proceso, eso sería bueno…con buenos
recuerdos conmigo si es posible

— No estoy haciendo esto a propósito….

— Lo sé, es sólo mi deseo


Inmediatamente bloqueó la pequeña
protesta de Yeon-woo y añadió con una
sonrisa.

— No has podido tener buenos recuerdos,


¿no?

—……

— Contesta

En un instante, Yeon-woo se vio obligado a


obedecerle.
— Supongo que sí

Por supuesto, habría buenos recuerdos, pero


ahora no podía garantizar nada. Cuando mi
débil confianza se desvaneció, recordé de
repente lo que había pasado.

<Todo está bien.>

Ah.

<Está bien, despacio…. sí.>


Con una voz suave, un dulce aroma parecía
fluir en la punta de la nariz. Él, que me
abrazaba y calmaba, mientras tenía pánico y
lloraba, recordaba claramente como si
hubiera sucedido hace poco. Como lo hizo
durante el partido de polo.

Siempre ha estado ahí. Siempre que tengo un


momento difícil.

Me bajo por las escaleras cargandome.

<Oh pobre Yeonwoo>


Cuando las palabras de Grayson vinieron a la
mente, Keith relajo su cara de nuevo y dijo.

— Todo estará bien

Murmurando como si estuviera hablando


consigo mismo, pronto dio un giro al tema.

— Elige despacio. Tenemos mucho tiempo. Es


especialmente popular aquí porque hay
muchos tipos de vino

Yeonwoo volvió a bajar los ojos, diciendo que


sí. Volví a mirarlo varias veces, pero no pude
distinguirlo en absoluto. Lo más aterrador era
el hecho de que los números no se veían por
ninguna parte. Aparte del año de fabricación
del vino

— … ¿debo elegir?

Preguntó Keith, quien se dio cuenta de lo


preocupado que estaba Yeon-woo. Yeon-woo
se sintió aliviado y le entregó rápidamente la
carta de vinos. Keith se rió mientras la cogía
del otro lado de la mesa.

— Avísame cuando necesites ayuda


Yeon-woo se entusiasmó de nuevo con la cara
sonriente. — Sí— , contestó, fingiendo que
cogía agua al levantar la carta de bebidas
que le quedaba, y preocupado porque su olor
a feromonas podría desbordarse de nuevo.
Tenemos que calmarnos. ¡Piensa en algo,
hablemos de otra cosa……!

— Oh, por cierto. ¿Los dos niños que vimos hoy


eran varones?

Afortunadamente, eligió un tema fácil. No hay


problema.

Keith también respondió sin mucha


respuesta.
— Sí, el pequeño lleva un vestido cada vez que
se le ve. ¿En qué está pensando?

Sacudió la cabeza como si no entendiera.

— Pero le queda bien…… ¿Quizás quería


tener una hija? En realidad si no lo hubiera
visto en persona pensaría que era una niña,
cualquier persona lo pensaría. Nunca he visto
a un niño tan bonito

Keith contestó a medias, aún eligiendo el


vino.
— Porque es igual a Chase de niño. Chase es
una gran belleza. Bueno, Bailey……también
está bastante bien

Yeon-woo se sorprendió cuando Keith, que


normalmente es un mal juez de la apariencia
de los demás, dijo tal cosa. Por otro lado, me
sentí mal al pensar en lo guapo que era aquel
hombre.

— Chase, es actor, ¿no? ¿Es el compañero del


Sr. Bailey, Chase Miller?

— Sí, por lo que entiendo Pete y Cecil se


parecen mucho a él. Pete ya es casi el doble
de alto que sus compañeros.
— Ya veo

Yeon-woo quería hablar de otra cosa. Sin


recordar el tema, Keith siguió hablando sin
controlar la velocidad de sus palabras

— Es muy estable desde que se casó. Solía ser


un hueso duro de roer, pero era un dolor de
cabeza en la familia Miller. Cuando estaba en
el instituto, siempre aparecían frecuentes
pinchazos en las ruedas de su coche. Ahora
que lo pienso, cuando debutó, se disfrazó de
mujer y realizó un anuncio……
No quería escuchar el pasado de alguien que
no conocía. Yeon-woo deliberadamente trató
que aquellas palabras pasarán sin
importancia por sus oídos y pensó en otra
cosa. Pensando en la cara de Spencer,
desplazó sus ojos a lo largo del patrón de la
Espiga en el suelo, y tomó el cuchillo.

Cuando el nombre — Chase— se metió en el


oído de Yeonwoo se convirtió en la quinta vez
que lo oía, no pudo aguantar más y lo
escupió.

— Es una pena que te hayas casado con otra


persona cuando te gusta tanto
Era un tono frío sin espacio para la simpatía,
pero ese era el límite que Yeon-woo podía
tener. Keith, sin embargo, seguía mirando la
lista de vinos y hablaba con sequedad.

— Menos mal que nos queremos tanto. Bailey


tiene un gusto único por haber elegido a
Chase. Quizás es el tipo de que les gusta los
rostros de las personas.

—Es por su rostro ¿no?…acaso no lo has


admitido ya?

Dijo Yeon-woo sarcásticamente. ¿Qué estás


haciendo? ¡Para! En su interior, su otro yo
estaba avergonzado y gritaba, pero no podía
parar. De todas formas, Keith no se da cuenta,
no importa.

—Tiene un buen rostro. ¿Pero hay alguien más


en el mundo que pueda manejar esa
personalidad? Incluso ahora, pensando en lo
que intentaba hacer para meterme en
problemas……

Keith, que seguía hablando hasta ahora,


levantó la vista y preguntó con una extraña
sonrisa.

— ¿Estás celoso?
Yeon-woo se sintió visiblemente conmovido
por la pregunta de Keith. La sonrisa
desapareció de la cara de Keith al verlo, y en
su lugar, apareció una mirada de sorpresa.
Yeon-woo lo vio, pero era demasiado tarde
para negarlo..

— ¿De verdad? Yeonwoo, ¿estás celoso?’

— Oh, no. ¿Yo? ¿Por qué iba a estarlo?

Yeon-woo sacudió la cabeza y le hizo un gesto


a Keith, que se apresuraba a preguntar.
— De ninguna manera, estás equivocado.
¿Celos? ¿Quién tiene celos hoy en día? No está
bien. Nunca …..

— Yo sí

De repente, Keith le interrumpe. Yeon-woo,


que tenía prisa por negarlo, mira hacia otro
lado.

Así es como surgió.

— ¿Qué?
— Estoy celoso

A diferencia de antes, continuó su discurso


con una voz contundente.

— Estoy celoso de todo a lo que le hablas y


tocas. La risa que das a otros también me
enfada. Me puse celoso cuando te reíste con el
gerente antes

— ……

Yeon-woo se quedó sin palabras ante la


inesperada confesión. Keith abrió la boca
cuando le vio parpadear sin comprender.
— ¿Y tú? Yeonwoo

— ……

— No estás celoso, ¿verdad? De mí

En algún lugar su cara parecía desolada.


Yeon-woo dudó y finalmente confesó.

—….

Inclinó la cabeza para ocultar su cara roja,


pero ni siquiera pudo ocultar sus orejas rojas.
Mirando hacia abajo, Yeon-woo murmuró
suavemente.

— Tengo muchos celos…incluso ahora

No pude comprobar qué expresión ponía


Keith al oír esas palabras. Intenté mover los
dedos con las manos cruzadas sobre el
regazo, pero no sirvió de mucho. Mirando a
Yeon-woo, Keith pensó: — Sólo quería
levantarme y saltarme el último plato de
inmediato

Pero no debía hacerlo.


Tratando de persuadirse, recordó que había
tomado la medicina por la mañana. Gracias a
esto, la excitación es modera, pero no
sabemos hasta cuándo. Si Yeon-woo sigue
estimulándose de esta manera, el inhibidor
no tendrá sentido.

— Si me hubiera gustado Chase más que tú,


me habría casado con él, no contigo

Intenté decir: — Él tiene a Bailey, ¿verdad?,


pero fue otra palabra la que salió de su boca.

— ¿Pero no seguiste alabandolo por ser una


belleza?
Tal vez debido a un dolor en su corazón, el
tono se volvió rígido por sí mismo. Keith se
echó a reír. ¿Te estás riendo? Estoy molesto.
¿Te estás riendo? Yeon-woo estuvo a punto de
enfadarse, pero cuando escuchó la siguiente
palabra, sus sentimientos desaparecieron.

— No hay un rostro tan de mi gusto como el


tuyo

— ……

— De verdad
La cara hinchada pronto se calmó. Sin
embargo, Yeon-woo no aceptó sus palabras
fácilmente y se hizo de la vista gorda.

— Y seguiré diciendo eso

Keith respondió con ligereza cuando pensó


que lo había hecho de todas formas.

— Sí, estuve enamorado de ti desde el


principio

— ……uh?
Me pregunté si había escuchado algo mal.
Yeon-woo volvió a mirarle con cara de
sorpresa. Keith aún tenía una sonrisa en la
cara, pero no había señales de estar
bromeando.

¿Qué había oído ahora?

— Bueno….

En ese momento, el camarero se acercó a


tomar el pedido. Yeon-woo, que perdió el
tiempo para hacer preguntas, se vio obligado
a tragarse sus palabras. Tras recibir el pedido
de Keith, el camarero dirigió su atención a
Yeon-woo. Sintiéndose vacío, Yeon-woo
respondió.

— Lo mismo, por favor

— Sí, señor

Comprobó el menú, incluyendo el vino que


Keith había pedido, seguido de preguntar si
era alérgico y de recibir el pedido de agua, se
marchó tras organizar el libro de menús.

— ¿Qué fue eso?


Yeon-woo se quedó brevemente sin palabras
ante la pregunta de Keith. Quería preguntar
el significado de las últimas palabras, pero no
podía dejar de hablar. Así que Yeon-woo se
apresuró a decir algo más.

— ¿No habría considerado Chase Miller una


oportunidad?

— En absoluto.

La respuesta llegó inmediatamente. Keith


dijo, como si no valiera la pena.

— Nunca elegiré a ese bastardo antes que a ti


— ¿Si no fuera un imbécil……?

— Yeonwoo, sé sincero conmigo. Sólo quieres


oír que te elijo a ti pase lo que pase, ¿verdad?

Preguntó Keith con una sonrisa como si lo


supiera todo. En otras ocasiones, se habría
molestado y se habría quejado, pero ahora
parecía muy contento de que Yeon-woo
estuviera celoso. Yeon-woo no pudo seguir
siendo terco al ver la cara sonriente de Keith
después de haber dado en el clavo.
Keith pensó: — No puedo evitar mirar tus
mejillas rojas

¿Cuánto durará esta medicina?

El interior de su cuerpo se calentó de repente.


En el pasado, habria llamado a Yeonwoo al
coche y se hubiera abalanzado sobre él o
quizás en el baño del restaurante. No es una
droga supresora de feromonas, sino una
droga supresora de bestias. Pero la bestia en
su cabeza no pudo ser controlada, Keith
desgarró la ropa de Yeon-woo y lo derribó
sobre la mesa durante toda la comida,
repitiendo innumerables veces que estaba
hurgando violentamente en su interior.
***

Después de terminar una comida más larga


de lo habitual, los dos salieron del
restaurante. Yeon-woo sintió curiosidad
cuando vio que el coche se marchaba sin
ninguna instrucción.

— ¿Te ha gustado la comida?

— ¿Qué? Oh, sí. Mucho


Por alguna razón, Keith se quedó mirando su
cara. Cuando de repente se preocupó por lo
que le pasaba, sonrió de repente.

—La última vez estabas borracho y te


quedaste dormido’.

—Oh…….

Yeon-woo se frotó la nuca avergonzado.

— Tengo la costumbre de dormir cuando estoy


borracho….
— Tu cabeza se golpeaba contra la ventanilla
del coche, así que te atraje hacia mi y caíste
encima.

—…..!

Sujetando su cuello, Yeonwoo se detuvo. Keith


abrió mucho los ojos y abrió la boca como si
fuera divertido.

— Estabas completamente borracho y


perdiste el conocimiento. Te dormiste sin
despertarte del todo, así que ……
Keith, que estaba hablando, veía como.
Yeon-woo se puso blanco y le miraba
contemplativo. Pensé que se desmayaría si lo
dejaba como estaba. Yeon-woo gimió con sus
labios temblorosos y preguntó.

— Entonces…… ¿qué he hecho? No me digas


cuál es el problema… por casualidad cometi
algun accidente irreversible…….

Un hada lasciva revoloteó en la cabeza de


Yeonwoo. No cometió ningún error allí.

Cuando recordó la peor situación que podía


suceder, de inmediato Keith sonrió.
— No

— ……

— Tú no hiciste nada. Yo soy el que hizo todo


….

Keith terminó de hablar después de ver la


cara seria de Yeon-woo, que estaba luchando
duramente con un asqueroso hada lasciva.

— Eso no es divertido, es suficiente


— …..sí

Yeon-woo suspiró aliviado. Si has hecho algo


irreversible, prefieres no saberlo. Querrás
saltar del coche. Aunque por supuesto que
está cerrado.

Después de exhalar, Yeon-woo cambió de


tema para cambiar la atmósfera pesada.

— Bueno, ¿dónde es la siguiente parada?

Keith respondió.
— Es un hotel

— ¿Qué?

Yeon-woo abrió mucho los ojos por la


sorpresa.

***

Es un hotel de verdad.

Yeon-woo, que salió del coche, miró el edificio


con desconcierto. ¿No me digas que quieres
descansar aquí……?
¡Fuera, hada lasciva!

Cuando lo abofeteó en secreto, Keith lo llamó


por detrás.

— Yeonwoo

— ¡Sí!

Después de una respuesta apresurada,


Yeon-woo se volvió hacia él a toda prisa.
Keith, que estaba esperando a que se
acercara, abrió la boca.
— ¿Recuerdas este lugar?

— Uh….

Yeon-woo, que había estado desconcertado


durante un rato, se dio cuenta: — Oh,
recuerdo cuando pase por este vestíbulo

Keith no respondió mucho como si lo supiera.

— Pensé que lo recordarías

— Sí…… por supuesto


Murmuró Yeon-woo. ¿Cómo puedo olvidar
este lugar? Vi a Keith herido delante de mí por
un cuchillo blandido por un hombre
misterioso.

— Yeonwoo

Me despertó la repentina llamada. Keith


estaba mirando hacia abajo.

— Está bien, todo está en el pasado

Sólo entonces Yeon-woo se dio cuenta de que


estaba temblando con un aliento agitado.
Keith, que estiró los brazos para consolarlo,
dudó un momento y se decidió a hacerlo.

Le agarró el hombro y tiró de él. En cuanto


Keith lo sostuvo en sus brazos, el corazón de
Yeon-woo comenzó a latir como un loco por
una razón completamente diferente a la
situación anterior. Dijo Keith mientras fruncía
el ceño avergonzado.

— No tienes que tener miedo. Ya estoy bien

Quería decir que Keith lo había entendido


mal, pero no podía porque pensaba que tenía
que decir la verdad. Yeon-woo se limitó a
murmurar: — Sí— , en voz baja.
— Bienvenido, Sr. Pittman. Le mostraré el
lugar

En la amplia sala, sólo Keith y Yeonwoo eran


invitados. Era igual a aquel día. Yeon-woo se
preguntó de repente que había alquilado
todos los cafés de los hoteles ese día porque
podría ofender a un actor famoso
quisquilloso. ¿Era este un lugar donde no
había clientes?

Cuando me convencí de que podía ser un


lugar para socios, el personal sacó la silla.
Sólo después de sentarme me di cuenta de
que era donde se sentaba Keith. Poco
después, el empleado entregó el libro de
menús y se fue. Yeon-woo lo abrió y echó un
vistazo a Keith.

¿Debo hacer un pedido en su lugar?

— Bueno, ¿qué debería pedir? ¿Quiere un


espresso o un capuchino? O….

— Me gustaría un blend.*

*Llamamos blends o mezclas de Té a los


productos que en su base contienen la planta
Camellia Sinensis mezclada, según la receta
nacida de la inspiración del blender, con otros
ingredientes, como pueden ser: frutas
deshidratadas, especias, esencias, flores etc.

¿Blend?

Cuando Yeon-woo respondió como si fuera


obvio, buscó en la carta y se dio cuenta de
que — Oh, no— Después de comprobar el
blend de las hojas de té como él quería, lo
pensó un rato y eligió algunas cosas para
pedir.

— Pediré lo mismo
Cuando el empleado volvió con el libro de
bebidas, vio a Keith sonriendo.

— Bueno….

¿Me he equivocado? Cuando estaba


preocupado por dentro, abrió la boca.

— Pediste lo mismo que yo entonces.

— Oh…….

Sólo entonces Yeon-woo se dio cuenta de que


relajaba sus hombros y sonreía cara a cara.
— Tienes buena memoria

— No

Contestó Keith.

— Es sólo algo que recuerdo

Supongo que sí.

Yeon-woo estaba tan entusiasmado que no se


equivocaría y Keith no se decepcionará. Me
levanté después de hablar de varias cosas
mientras comía las galletas que salieron con
el té. El siguiente lugar al que Keith llevó a
Yeonwoo fue el acuario. Como era de esperar,
aquí tampoco había ningún ser humano.

— Este fue el primer lugar a donde vinimos


con Spencer.

Mientras caminaba por el pasillo inmóvil,


Keith dijo.

— Este es el lugar favorito de Spencer. Incluso


ahora, a veces me pide que vayamos al
acuario
El enorme acuario, difícil de imaginar, fue
construido para crear un túnel transparente
bajo el edificio, que permite ver las aguas
profundas. Gracias a ello, el mar se mostraba
más lejano y profundo de lo que creían.

Mientras caminaba lentamente, me


preguntaba si una manada de rayas nadaría
por el agua, y un tiburón gigante pasó
lentamente. Mirando bajo sus pies, las algas
que se balanceaban en el mar se alargaban
hacia él. Poco después, un calamar con la
cabeza fuera de las algas nadó
vigorosamente hacia el mar y salió corriendo.
Con un ecosistema enorme y desconocido
frente a él, Yeon-woo sintió tanto miedo como
temor.
Justo a tiempo, una bandada de peces se
acercó, dibujando un enorme arco. Mirando el
inesperado suceso, Keith dijo.

— Spencer pone la misma cara que tú.

— ¿Qué?

Giró la cabeza con una ligera sonrisa.

— Le gustan mucho las especies marinas.

— Ahhhhaha
Yeon-woo, que exclamó como si lo supiera,
volvió a girar la cabeza. En ese momento, se
produjo una escena inesperada. Una
bandada de peces comenzó a girar y a dibujar
un enorme círculo.

Keith le dijo a Yeon-woo, quien estaba


sorprendido.

— Es un asunto de amor. Es la primera vez que


lo veo en persona

— ¿Amor?
Al preguntar sin saberlo, Keith explicó: — Sí, lo
es

— Tentando a una hembra para aparearse.


Sería espectacular que desovaron* tantos a la
vez

*Es el acto de verter los huevos y


espermatozoides por los peces y anfibios en
su ambiente.

Al igual que el actor de doblaje del canal de


documentales, su voz era extremadamente
comercial, pero a Yeon-woo le llegó como un
eco profundo.
Los peces se aparean, pero yo

De repente, Yeon-woo se imaginó a Keith


abrazándolo. Por supuesto, ambos estaban
desnudos. Como esos peces. Él mira hacia
abajo cuando levanta la cabeza. Una
respiración temblorosa se encuentra, y Keith
abre los labios. Pronuncio mi nombre en voz
baja.

<Yeonwoo.>

— Yeonwoo
— ¿Qué?

Ante la repentina llamada, Yeon-woo gritó sin


darse cuenta. Keith lo miró extrañado cuando
abrió los ojos. Yeon-woo tartamudeó
avergonzado.

— ¿Por qué, por qué haces esto?


✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #9Parte #3✤


Estaba preocupado de que pudiera ser
sorprendido imaginando algo en su cabeza.
Pero Keith entendió mal su reacción.

— No esperaba Que te sorprenderás tanto…


Tu también eres de los que reacciona así con
los peces, Spencer se parece más a ti que a
mi.

— Eso no puede ser posible.

— ¿Qué?
La expresión de Keith pronto cambió
misteriosamente. Pero Yeon-woo no podía ser
sincero.

— Es…… hay un inconveniente, pero creo que


es un poco serio

Al evadir su mirada, Keith le dio la razón


inesperadamente: — Oh no…. Es cierto. Es
cierto hay problema grave

— Uh….
Yeon-woo parpadeó avergonzado. ¿Cómo lo
sabes? Bueno, soy el único con amnesia, así
que Keith conoce mi lado lascivio.

—No sabía que lo habías notado. Entonces no


tengo que decírtelo

Keith se rió amargamente después de dar un


paso más.

—No se solucionará solo porque yo lo diga.

—… sí
Yeon-woo agachó la cabeza con la cara roja.
Me sentí avergonzado y quise salir corriendo.

—….. Lo siento.

Cuando Keith apenas se disculpó, dijo


despreocupadamente.

— No podemos evitarlo, pero no hemos


podido educar bien a Spencer.. Vamos a
enseñarle bien, ¿de acuerdo?

— Sí
Yeon-woo habló con un poco más de fuerza.
Es ridículo crecer para ser un niño sucio como
yo. Nunca permitiré eso con Spencer

Mirando a Yeon-woo, que estaba tan


avergonzado, Keith pensó que era
inesperado.

……¿No puedes cuidar de ti mismo primero?

Más tarde, Yeon-woo se lamentó cuando


escuchó el suspiro de Keith. Aún más,
Yeon-woo, que no puede levantar la cabeza, y
Keith, que solo ve peces sin dudarlo, tuvieron
ideas completamente diferentes, pero la
conclusión fue la misma.
Yeonwoo es el problema.

Yo soy un verdadero problema.

***

Cuando salí, era bastante tarde. Ahora era el


final, pero parecía que todavía quedaba un
lugar. Yeonwoo, que no podía soportarlo,
finalmente preguntó.

— Bueno, ¿cuál es la razón por la que estamos


saliendo así ahora?¿Hay alguna razón en
particular?
En lugar de responder, Keith lo miró a la cara.
La respuesta parecía ser clara.

— Sí, por supuesto

— Entonces….

Iba a preguntar cuál era, pero Keith dijo


primero.

— Pronto lo sabrás. Espera


Eso es todo. Keith no parecía tener intención
de hablar de inmediato. Finalmente,
Yeon-woo se calló sin hacer más preguntas.
Mientras estaba ansioso y preocupado,
Yeon-woo esperó a que el coche se detuviera,
con la vaga expectativa de que no fuera una
mala experiencia.

*****

El lugar al que se dirigía el coche era una


especie de mansión. La mansión que se
encontraba en medio de la carretera, a lo
largo de un camino remoto, era dos veces
más grande que aquella en la que Keith vive
ahora.
Sorprendido por la escala de la mansión,
Yeon-woo entró y se sorprendió al ver de
nuevo el interior.

El vestíbulo, que tenía una hilera de


candelabros gigantes, era tan ancho como el
tamaño de la mansión, y el pasillo estaba
revestido de coloridas columnas de mármol. A
ambos lados del vestíbulo había estatuas
delicadamente talladas, y los candelabros de
cristal construidos sobre ellas reflejaban las
brillantes luces del candelabro en todas
direcciones, haciendo que el entorno fuera
tan luminoso como el día. Las escaleras de los
extremos del vestíbulo tenían una elegante
curva y hacían resaltar el gran salón. La
cerámica del suelo era muy impresionante,
con una forma geométrica debido a su patrón
irregular, y también había esculturas de
cristal al final de las escaleras.

Yeon-woo, que se quedó sin comprender y


miró a su alrededor, se encontró con la
mirada de Keith. Keith habló como si hubiera
estado esperando hasta entonces.

— ¿Te gusta?

— Uh…… No sé, es demasiado grande…….


Yeon-woo tartamudeó y preguntó.

— ¿Qué es esta mansión? Por qué hemos


venido aquí, no estoy seguro

—Pondré un árbol aquí

Keith miró en medio del pasillo y dijo.


Además, Keith continuó con Yeon-woo, que
estaba con el rostro sorprendido, mirando
detalladamente el lugar.

— Solía haber otra mansión aquí. Tú has


estado aquí antes
— ¿Yo?

— Sí

Keith, quien lo dijo, se volvió primero. Frente a


Yeonwoo que lo siguió, presionó el botón del
ascensor. Keith se dirigió hacia el segundo
piso y volvió a caminar. Aunque confundido,
Yeonwoo lo siguió sin decir nada. Habiendo
llegado al final del pasillo, abrió la puerta
cerrada a ambos lados y salió. El aire fresco
entró en la mansión. Yeon-woo, que siguió la
espalda de Keith hasta el Balcón, tembló por
un momento. Keith vio la reacción de
Yeon-woo e inmediatamente se quitó la
chaqueta.
— No te preocupes

— Póntelo, yo no me puedo resfriar pero tu si.

Keith ignoró su negativa y le puso la chaqueta


sobre el hombro. Yeon-woo agradeció a Keith
con un pequeño movimiento envuelto en su
chaqueta.

— Gracias

La chaqueta que llevaba Keith contenía su


calor. Si hubiera estado solo, habría respirado
profundamente para oler su cuerpo.
— Yeonwoo

— Si?

Yeon-woo, que casi cayó en un delirio al oír su


voz, volvió rápidamente a la realidad. Keith se
estaba mirando a sí mismo.

— …uh?

Sentía un deja vu. ¿Es sólo una ilusión, o


realmente ha sucedido esto? Keith abrió la
boca hacia Yeon-woo, que no podía distinguir
la diferencia.
— Tengo algo que decirte.

El corazón de Yeon-woo, que había estado


revoloteando hasta entonces, se hundió de
repente.

— ¿De qué quieres hablar?

Sentí como si el ritmo de mi corazón que


había aumentado hasta ahora se ralentizara
poco a poco. Lo que sucedió durante el día
pasó por la mente de Yeon-woo como un
caleidoscopio. ¿De qué diablos…. pasé un
gran día tratando de hablar? Por supuesto
que no es una historia estúpida. Espero que la
frase “tengo algo que decirte” desaparezca
del mundo. Nunca más habrá una avalancha
tan siniestra.

— Yeonwoo

— Si?

Keith le dedicó una sonrisa amarga a


Yeon-woo, que estaba intentando adivinar sin
saberlo.

— No te preocupes, no es algo malo. ……


puede haber diferencias de perspectiva
Las palabras me aliviaron un poco, pero por
otro lado, la pregunta creció. ¿Qué quiere
decir con diferencias de perspectiva? De
repente, el aire fresco los atravesó. Cuando el
silencio vacío se sintió de alguna manera más
fresco, Keith abrió la boca.

— Compre este lugar hace un año queria


regalartelo ….No sabía que sería de esta
manera.

Yeon-woo miró despreocupadamente a su


alrededor. Un árbol que crecía como
envolviendo el balcón se agitó con el viento
una vez.
— Compré el sitio lejos de la mansión. Si
hubiera sabido que las cosas resultaron así no
lo habría hecho…

No sé de qué quieres hablar. Yeon-woo seguía


pensando que parecía estar dando vueltas.
Mientras escuchaba en silencio, Keith, que se
había detenido un rato, volvió a sacar el
tema.

— Intenté despedirte antes.

— A mi? ¿Por qué?


¡Trabajé hasta la muerte!

En un repentino sentido de traición, Yeonwoo


se oscureció frente a él. Poco después de que
comencé a trabajar con él, recordé el pasado
cuando Keith lo plago de trabajo hasta la
muerte. A menudo trabajo horas extras y
regreso al amanecer, así que tenía que
trabajar hasta el fin de semana. Incluso
entonces, solía dar instrucciones ridículas y
hacer exigencias irracionales, como si fuera a
ver hasta dónde llegaba.

Todo eso fue una señal para mí para que


renunciara por mi cuenta.
Keith puso cara de amargura al ver la
reacción de sorpresa de Yeon-woo.

— Porque eras una uva agria

— ¿Uva agria?*

*Nota de traducción: Esto es una expresión


coreana “Uva agria” proviene como
referencia a una antigua fábula del zorro y las
uvas agrias.

Un zorro deseaba mucho las uvas maduras de


un árbol pero al no poder alcanzarlo varias
veces se dio la vuelta y dijo: “Esas uvas agrias
y feas no las necesito.” La referencia a la
expresión “uvas agrias” es similar a decir
“odiar lo que no puedes conseguir y fingir que
es insignificante”

¿De qué estás hablando? preguntó Yeon-woo


desconcertado. Keith dijo — sí— , y se calló.
Sin embargo, Yeon-woo seguía sin estar
convencido.

— ¿Por qué, por qué, por qué… no te gustó mi


trabajo? Pero lo hice lo mejor que pude, y no
tenía a nadie que me enseñara porque toda
la gente con experiencia se me fue encima.
No, nunca me dijiste nada, ¿verdad? Lo
averigüé por mí mismo, lo resolví y me
enfrenté a ello. Creo que hice más de lo que
podía. Pero intentaste despedirme…

Cuanto más hablaba, más equivocado me


sentía. Aunque era un Yeon-woo apasionado
con su trabajo, Keith sólo le miraba con cara
de tranquilidad.

— Te lo dije, eras una uva agria

— ¿Qué demonios es eso? ¿Soy una uva agria


que no puede comer un alfa dominante?

A Yeon-woo, que era sarcástico al máximo,


Keith le soltó una pequeña carcajada.
— No es así. Quería comerlo, pero no podía,
¿entiendes?

— No, no entiendo

Seguía diciendo cosas que no podía entender.


Keith abrió la boca cuando Yeon-woo lo miró
de reojo como si fuera rebelde.

— Quería acostarme contigo, desde el


principio

—……
Con una calma absurda, Keith hizo un
anuncio bomba contra Yeon-woo.

Yeon-woo dejó de poner cara de tonto.


✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #10✤
Yeon-woo no dijo nada durante un rato. Sus
ojos podían mostrar que las células de su
cabeza estaban todas congeladas porque no
podía correr.

— No estoy loco, Yeonwoo

En lugar de enfadarse, habló suavemente. Sin


embargo, Yeon-woo abrió la boca.

— ¿Eso significa que te gustaba mi cara?


Desde el principio
No era fácil romper la desconfianza de
Yeon-woo. Keith reconoció suavemente que
todo esto era obra suya.

— No es fácil encontrarse con un rostro tan


perfecto para mí gusto.

Como era de esperar, cuando pensó,


continuó.

— Pero no se puede dormir con alguien sólo


por su cara, ¿verdad? Como sabes, nunca
dormí con un hombre. En realidad nunca
había dormido con un hombre excepto
contigo.
— Sí, has dormido con muchísimas mujeres.

— Si lo se, soy un hombre promiscuo

Keith, que se desahogó con los comentarios


sarcásticos de Yeon-woo, sonrió. Yeon-woo se
calló porque no tenía nada que decir.

— Era mi gusto, y no me gustaba pensar en un


hombre, así que iba a despedirte, pero
estabas tan desesperado que pensé en
esperar y ver. Estabas aguantando más que el
resto, pero pensé que te cansarías…
— He aguantado mucho

— Demasiado

Yeon-woo no podía saber si debía estar


enfadado u orgulloso. Voy a confesar que te
he estado acosando con tanta indiferencia.
Keith le dijo a Yeonwoo, quien
silenciosamente cerró la boca.

— Ese día, pensé que ibas a fracasar

Su voz se hundió como si estuviera


tambaleándose por el recuerdo.
— Te pedí que consiguieras un reloj, pero por
supuesto sabía que era imposible. Ni siquiera
me acordaba, los resultados estaban fijados
de todos modos, y te pondrías nervioso

—…

— Pero entonces apareciste tú

Keith entrecerró los ojos. Como si


estuviéramos viendo al Yeonwoo de aquel
día.

— Respirando agitadamente …y con las


mejillas sonrojadas me dijiste…
<Sr. Pittman.>

El Yeon-woo de ese día jadeó y tragó saliva


seca. El sudor corría por su delgado y largo
cuello, y sus suaves hombros temblaban cada
vez que respiraba.

<Este es el reloj que me pediste..>

<Lo conseguí a tiempo>

—…
Yeon-woo se limitó a abrir los ojos de par en
par. Keith sonrió amargamente ante su
reacción.

— Por supuesto que no te acuerdas

— Sí… No… bueno, no, eso es

Yeon-woo tartamudeó avergonzado. No era


por la pérdida de memoria. Realmente no lo
recordaba. No fue ni una ni dos veces que
Keith le exigiera u ordenará de forma
irracional. Sólo recuerdo haber trabajado
duro y haberlo resuelto de alguna manera,
¿para que me pediste que buscara un reloj?
¿Por qué creíste que no podría conseguirlo?
— Por cierto… ¿qué tiene que ver eso contigo
ahora?

Como todo lo demás, era sólo una de las


instrucciones que Keith le dio. Keith abrió la
boca ante la pregunta de Yeonwoo. Con un
momento de respiración profunda que salía
de su pecho, confesó como si lo derramara de
una vez.

— Me enamoré de ti entonces

— … ¿qué?
Yeon-woo se limitó a hacer una pregunta a
medias ante unas palabras inesperadas. Él
continuó sin mucha agitación, como si lo
supiera.

— Antes de eso, pensaba que me gustaba solo


tu cara. Pensé que solo debería dormir
contigo una vez, porque de todos modos me
canso de cosas insignificantes como la cara
de las personas. Si fueras una mujer cuando
te vi por primera vez, te habría llevado a la
cama

Creo que un día escuché algo parecido. “Si


fueras una mujer, habría dormido contigo.”
¿Donde lo escuche? Mientras intentaba
recordar por un momento, Keith dijo.

— Pero después de eso, solo pensé que eras


un hombre. No quiero abrazar a un hombre
con lo mismo que tengo yo ahí abajo. Pensé
que era solo por tu feromona que me sentia
asi, las feromonas de los omegas atrae
instintivamente a los alfas.

Yeon-woo, que no tenía nada que decir por el


momento, señaló en voz baja.

— No soy como tú*


*Se refiere a que no se deja llevar por sus
feromonas

— Yo soy un poco más alto

Keith bromeó de forma inusual. Yeonwoo


pensó que estaba tratando de aligerar la
atmósfera tanto como fuera posible, así que
se tragó la siguiente palabra atorada en su
garganta.

No era más grande. ¿Hay algún tipo en el


mundo que sea del mismo tamaño que tú?

— De todos modos
Keith continuó hablando como si quisiera
volver al punto de partida.

— Siempre hiciste lo mejor para mí, aunque lo


negara. Siempre he estado desesperado. Es
increíble como es tu apariencia… Mi corazón
se acelera. Intenté controlar mi corazón de
alguna manera, pero entonces tú…

Abrió la boca con un suspiro entre él y su voz.

— Lloraste cuando viste mi herida

—…
— No pude soportarlo, así que te besé. Y te
culpé de nuevo

Mientras Yeon-woo fruncía el ceño ante el


vago recuerdo, Keith lo descifró como una
broma.

— Es cierto, siempre has estado delante de mí


y me has seducido todo el tiempo. Me has
torturado durante años

—…? Por supuesto, yo te seducí en mi papel


de secretario.
Keith añadió insistentemente a los
comentarios de Yeonwoo.

— Pensé que me seducías.

Yeon-woo se quedó boquiabierto y se limitó a


suspirar. Keith volvió a reírse al verlo. Tras una
breve carcajada, pronto se puso serio.

— Te amo, Yeonwoo. Llevo mucho tiempo


enamorado de ti.

<He estado enamorado durante mucho


tiempo.>
¿Eh…?

Yeon-woo se detuvo ante el repentino sonido.


¿Cuándo dijo eso? ¿Desde hace mucho
tiempo? ¿Desde cuándo? Desde el momento
que no recuerdo.

<Yeonwoo.>

De repente me acordé de él besando mientras


decía mi nombre. Y…

—…!
En ese momento, sentí un dolor agudo en mi
oído, por lo que Yeon-woo tomó su mano sin
darse cuenta. ¿Qué fue eso? ¿Qué fue eso?
¿Qué ha pasado?

— ¿Yeonwoo?

Preguntó Keith, preguntándose. Yeon-woo,


que estaba distraído por la voz, levantó la
vista hacia él.

— Oh, no. Nada

Apresurado, Keith le miró un momento y abrió


la boca.
— Está bien que no respondas de inmediato

Keith levantó su mano hacia la mejilla de


Yeonwoo.

— Pero no lo olvides esta vez

Yeon-woo se quedó quieto incluso cuando le


vio inclinar la cabeza. Sólo cuando sus labios
tocaron y se posaron en su mejilla, Yeon-woo
se dio cuenta de que esperaba un beso.
Cuando se sintió vacío, Keith retiró la mano
de su mejilla.
— Bueno, ¿nos vamos?

Se apartó mientras daba un paso atrás.


Yeon-woo, que vio la espalda, preguntó con
retraso.

— ¿Ya ha terminado? Entonces… ¿Nos vamos


a casa?

— Sí

Dijo Keith con una sonrisa.


— Debes estar cansado, así que deberías ir a
descansar

Keith, que estiró su brazo y envolvió el


hombro de Yeon-woo, lo abrazó como si fuera
algo natural. Yeon-woo se sorprendió, pero
esta vez, en lugar de decir que está bien, se
quedó quieto.

Apoyó su cabeza en su hombro. Keith también


se detuvo ante la respuesta de Yeon-woo,
pero rápidamente sonrió y comenzó a
moverse con una gran zancada como
siempre. Yeon-woo se acercó a él con los ojos
cerrados y respiró tranquilamente. Esperando
que el dulce aroma de Keith lo embriagara.
—…huh?

Fue entonces cuando pensé que algo era


extraño. Yeon-woo, sin querer, volvió a abrir
los ojos. Volvió a respirar, pero era lo mismo.
Por un momento, parpadeó avergonzado.
Miré a Keith, pero no se dio cuenta de la
agitación que sentía en mi interior. Yeon-woo,
que bajó rápidamente los ojos y ocultó sus
emociones, pensó una y otra vez, sintiendo un
pulso acelerado.

Pronto salieron de la mansión, y los


guardaespaldas que los esperaban se
movieron al unísono. Keith, que bajó a
Yeon-woo a su asiento por la puerta de un
coche abierto, escuchó brevemente el informe
de Whitaker. Esperando a que Keith le
siguiera en el coche, Yeon-woo respiró
profundamente, pero lo único que sintió en el
coche fue su olor.

Por qué

Pronto Keith entró en el coche. La puerta del


coche se cerró y los dos permanecieron en un
espacio cerrado, pero nada cambió. Yeonwoo
se sumió en la confusión.

¿Por qué no huele a feromonas?


Yeon-woo, que pensaba que Keith había
acortado intencionadamente la feromona,
estaba confundido.

¿Cuándo Keith no olía a feromonas?

No podía sentir el olor de las feromonas, que


siempre había vagado sutilmente ahora.
¿Qué ha pasado? ¿Por qué no huele? Sería
peligroso si las feromonas se acumularan.
¿Me equivoco? No, sentí el olor durante un
tiempo después del accidente.

Por qué demonios.


En ese momento, el teléfono sonó de repente.
Sorprendido, Yeon-woo vio a Keith contestar
su móvil. La persona que llamaba parecía ser
Emma. Keith, que estuvo escuchando un rato,
frunció el ceño y preguntó.

— ¿…ahora?

Keith no dijo nada mientras decía algo al otro


lado de la línea. No tardó en fruncir el ceño y
escupir una maldición en voz baja.

— Bien, vámonos ya

Tras colgar, Keith volvió a mirar a Yeon-woo.


— Tengo que pasar por la empresa. Hay algo
que tengo que comprobar ahora mismo.
¿Quieres ir a casa primero? ¿Necesitas que te
lleve?

***

—Sr. Pittman, Yeon-woo

Primero, Emma, que estaba esperando en la


oficina de Keith, se sorprendió por la
aparición de los dos juntos, pero pronto los
saludó feliz.
—Cuánto tiempo sin verte, ¿cómo estás? Me
he enterado del accidente, pero me alegro de
que no te hayas lastimado mucho.

Yeon-woo también trató de saludarle, pero no


se lo pudo permitir. Emma informó
inmediatamente a Keith, y la charla seria se
prolongó durante un rato.

— Por ahora, todos esperan en la sala de


conferencias. Informaremos de nuevo la
situación detallada

—¿Qué demonios haces sin ocuparte de eso?


Keith se revolvió el pelo con fastidio y pronto
se dio la vuelta. Emma, que estaba a punto de
seguirle, preguntó.

—¿Esperará Yeon-woo aquí?

Yeon-woo, que estaba lejos, volvió en sí y


asintió.

—Sí, estaré aquí mismo.

—Sí…
Emma miró hacia el pasillo donde Keith fue
primero y luego volvió a mirar a Yeonwoo.

—Hay algunos papeles en el escritorio del Sr.


Pittman que me pidió que llevara y olvidé
contactar al Sr. Whitaker y pedirle que se los
lleve. Lo siento, pero ¿puedes dárselo al Sr.
Whittaker? Manten en secreto lo que te pedí.

Para ella, sonriendo como si lo lamentara,


Yeonwoo respondió que lo haría. Podría hacer
una cosa tan simple.

—Es mejor que no mires dentro del archivo.


Rápidamente cerró la puerta y corrió por el
pasillo. En un instante, los pasos
desaparecieron y Yeonwoo se quedó en
silencio. De pie allí por un rato, se volvió y
entró en la oficina. Yeon-woo se dirigió al
escritorio para llamar a Whitaker, tomó el
auricular y encontró una carpeta delgada
encima.

¿Es esto?

Sin pensarlo mucho, Yeonwoo recogió los


archivos y miró de un lado a otro mientras
esperaba que Whitaker contestara el teléfono.

<Es mejor que no mires dentro del archivo>


¿Por qué diría eso? Es como si quisiera que lo
viera.

De repente, Whitaker respondió al teléfono.


Después de entregar el mensaje de Emma y
terminar la llamada, se preocupó
brevemente. ¿Puedo abrirlo? ¿Qué tipo de
documento ha dicho? Emma no puede decir
nada que me perjudique.

No había mucho tiempo. Sólo pasaron unos


15 minutos antes de que apareciera Whitaker.
Yeon-woo dudó y agarró repetidamente la
tapa del archivo, la volvió a agarrar y la soltó.
Las instrucciones de Keith eran claras.
Cuando era secretario, manejaba numerosas
instrucciones personales de Keith, así como
asuntos de la empresa.

¿Pero qué podía ser un secreto para mí?

No podía soportar la curiosidad. Sintiendo


una premonición ominosa, Yeon-woo agarró
con cuidado la tapa y la levantó. Miré el
contenido del archivo y lo dije.

¿…uh?
Por un momento, dudó de sus ojos. Parpadeé
varias veces, cerré el archivo y repetí la
apertura, pero nada cambió. Su nombre
quedaba claramente allí. Con el título
“Informe”.

****

Después de la reunión, Emma regresó a la


oficina, miró el escritorio, fingiendo no
saberlo, saludó a Keith como de costumbre y
estrechó la mano de Yeonwoo.

—Adiós, Yeonwoo.
Puede que sea una ilusión de Yeon-woo que
sus ojos, al saludar, parezcan contener
sentimientos de lástima. No importaba,
Emma trató de que Yeon-woo conociera la
situación tanto como pudiera. Ella hizo lo que
pudo de todos modos.

Desde luego, era algo que había que


agradecer.

El problema era que Keith había hecho su


propia verificación de antecedentes. No
importa cuánto lo pensara, no podía
entenderlo. ¿Por qué también trató de
averiguar qué estaba pasando cuando
estaba en la universidad? Como Yeonwoo,
que solo tenía recuerdos de vivir una vida
muy normal, difícilmente fue convincente. De
hecho, no había mucho de lo que estaba
escrito en el informe. Era aún más
incomprensible pensar en Keith pasando
tiempo consigo mismo todo el día e incluso
confesando que lo amaba al final.

Apenas estaba tratando de aceptar el hecho


de que él y yo estábamos casados e incluso
teníamos hijos.

— Sr. Pittman

Siguiendo a Yeon-woo, antes de que Keith


entrará en el coche y cerrara la puerta,
Whitaker le entregó a Keith el expediente. Era
el expediente que Yeon-woo ya había visto.
Keith abrió con orgullo el expediente con
Yeon-woo a su lado y escaneó el interior. Si
Yeon-woo no conociera la historia, podría
haberse preocupado de que aún le quedara
trabajo.

Al cabo de un rato, el coche se puso en


marcha y tapó el expediente tras leer los
pocos documentos más de lo necesario. Y los
dos estuvieron en silencio todo el tiempo en el
coche. Gracias a ti, el coche estaba tan quieto
como la muerte.
Yeonwoo se mordió los labios suavemente.
¿Qué tipo de comprobación de antecedentes
tiene un cónyuge?

Tal vez sea el caso. Es el caso en el que hay


una duda o algo más. Entonces, ¿qué
demonios es eso? Aunque escuché una
confesión tan franca, la alegría fue
instantánea. La felicidad ha desaparecido y
ahora está llena de ansiedad. Por qué, Oh…

De repente, una palabra pasó por la cabeza


de Yeonwoo.

Divorcio
Mi cabeza empezó a dar vueltas a toda prisa.
Entonces, ¿qué pasó hoy? Keith va por ahí
buscando lugares de los que él y yo teníamos
recuerdos. Incluso se confesó al final. He
estado enamorado durante mucho tiempo.

No me digas que todo era mentira.

Mi corazón, que se había calentado con la


confesión de Keith, se congeló rápidamente.
Como mi memoria no vuelve, ¿se canso de
mi? El divorcio será posible en la medida de lo
posible. Yo soy el que se metió en problemas.
Entonces, es comprensible que las feromonas
no huelan. No tienes que seducirme. De todos
modos tienes muchos oponentes, pero ni
siquiera necesitas dormir conmigo.

Pero la pregunta seguía siendo la misma.

¿Qué sentido tiene el divorcio con Keith


haciendo esto? No obtendrá nada de mí. ¿Qué
puede aportar Keith a mí? Todo lo que tengo
es…

En ese momento, Yeon-woo se dio cuenta.

Spencer.

De ninguna manera, por la custodia del niño.


Mis ojos se volvieron blancos por un
momento. Su cuidado por Spencer era
sincero.

Podrías hacer cualquier cosa para tener la


custodia.

No pretendas ser dulce conmigo.

De repente Yeonwoo sintió ganas de llorar.

***
Lentamente el coche redujo la velocidad.
Mientras Yeon-woo, que estaba sentado sin
decir nada, levantaba la cabeza, la mansión
familiar se acercaba poco a poco. Al cabo de
un rato, el coche se detuvo frente a la casa,
seguido por Whitaker que bajó del coche y
abrió la puerta del asiento trasero.

— Yeonwoo

Keith extendió los brazos como si fuera un


hecho. Yeonwoo vaciló y lo miró. Su rostro,
con una leve sonrisa para sí mismo, seguía sin
cambiar.

No había olor.
Keith, vacilante, sacó su mano extendida y lo
sostuvo en sus brazos, lo levantó.

Mientras subía las escaleras con Yeon-woo en


brazos, éste se limitó a inclinar la cabeza en
silencio.

Keith, que llevaba a Yeon-woo a su


habitación, lo acostó en la cama y miró hacia
arriba. Cuando levantó los ojos sin querer,
apareció Keith, que lo miraba con un gesto
serio.

— ¿Estás bien?
—…?

Keith puso su mano en la frente de Yeon-woo.

— No tienes muy buen aspecto. No es un


resfriado porque no tienes fiebre

Por qué eres tan dulce, si te vas a divorciar de


mí.

Yeonwoo se mordió los labios. Respondió


como si no pasara nada, conteniendo
desesperadamente las lágrimas que parecían
salir.
— Es que estoy un poco cansado… Siento
haberte hecho preocupar

Keith, mirándolo por un momento, inclinó la


cabeza y lo besó en la frente. El hecho de que
no fuera en los labios hizo que Yeonwoo se
sintiera nuevamente avergonzado. Pero
debido a que él fue el que lo rechazó en
primer lugar, ni siquiera podía quejarse de
ello. Mirando a un Yeonwoo así, dijo Keith.

—La próxima vez, vayamos de vacaciones con


Spencer… Como antes
Como en los viejos tiempos

De repente, Yeon-woo le vino a la mente.

¿Puedo recordarlo?

De repente tuve miedo. Me olvidé de un niño


tan encantador y todos mis recuerdos
desaparecieron. Si los recuerdos no vuelven
me quedare asi para siempre.

No, pensó. Los recuerdos del niño eran muy


preciosos. Quería recuperar todo uno por uno.
Si los recuerdos sobre él no vuelven, será más
desdichado.
¿Qué pasa con Keith?

Un pequeño sonido salió de repente de un


rincón de mi corazón. Yeon-woo dudó,
parpadeando.

¿Algún recuerdo con Keith? ¿Qué recuerdas?

¿No quieres que vuelva?

Levantó la vista ante la continua pregunta.


Pronto, Keith y sus ojos se encontraron.
Keith.

Yeon-woo sonrió con dificultad.

Está bien, incluso si los recuerdos no


regresan.

Keith, que llevaba un rato mirándole a la


cara, abrió la boca.

— Yeonwoo, tengo una pregunta


Mientras esperaba en silencio, se sentó junto
a la cama y miró a Yeon-woo. Keith, que abrió
la boca, hizo un ruido un poco más tarde.

—…¿Hay alguien que te guste?


✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #11✤
Yeon-woo lo miró sin decir una palabra. En
silencio, los dos observaron las reacciones del
otro.

—… ¿una persona que me guste?

Preguntó Yeon-woo en voz más baja de lo


habitual. Y una leve tensión pasó por su
vientre. Keith soportó estar nervioso y esperó
en silencio. Yeon-woo abrió la boca. Salió una
voz tensa que parecía muy nerviosa.

— ¿Qué te pasa?
Evitar una respuesta era algo positivo, por
encima de todo. Keith contestó lo más
despreocupado que pudo.

— Sólo…

—…¿Necesitas que te responda?

Su tono volvió a ser rígido. Keith guardó


silencio por un momento y dijo: — No

— No tienes que hacerlo.

— Entonces no lo haré.
Ante la respuesta inmediata de Yeonwoo,
volvió a quedarse sin palabras.

<Me gustaste desde el principio.>

De repente Keith vino a la mente. ¿Desde


cuando fue “el principio”? De repente me sentí
incómodo.

— ¿Te gusta el Polo por él?

No fue hasta que habló que se dio cuenta de


que había gritado lo que había pensado.
Sobre todo, la expresión de Yeon-woo hacia él
era la prueba. Yeon-woo se puso blanco y
abrió mucho los ojos y miró a Keith con una
clara agitación. Si dices que no, nadie te
creerá. Una expresión más clara que las
palabras decía la verdad.

— ¿Qué clase de persona es? … mutaste


gracias a él, ¿no es así?

Yeon-woo se sobresaltó ante la tranquila


pregunta de Keith. Keith abrió la boca como si
respondiera a una pregunta silenciosa.

— Me enteré por Steward. Tu hermana


también me dijo que habías mutado durante
la universidad …por culpa de un jugador de
polo.

La mente de Yeon-woo se quedó en blanco.


¿Qué debo hacer? Tengo que decir cualquier
cosa. Abrí la boca a toda prisa, pero no hubo
ningún sonido. Después de un largo rato,
respondió con voz temblorosa.

— Es alguien que no conoces…

—…¿Cómo lo conociste?
Yeon-woo se sintió avergonzado y volvió a
equivocarse, aunque esta vez debería haber
dicho que no era asunto suyo.

— Lo conocí en la universidad… no, no


debería decir que nos conocimos…

Yeon-woo tartamudea y dice las frases


correctas.

Los ojos de Keith se entrecerraron.

— Ni siquiera se acuerda de mí
— ¿Te has encontrado con él después de eso?
¿Cuándo?

La voz de Keith se volvió cortante. Yeon-woo


se dio cuenta del error de sus palabras en ese
momento, pero era demasiado tarde. Keith
volvió a preguntar a Yeon-woo, que estaba
avergonzado.

— Dime, ¿cómo lo conociste? ¿Cómo puedes


saber si te recuerda o no?

— Eso, eso…es.
Yeon-woo, que tartamudeaba de vergüenza,
se rindió y contestó con sinceridad.

— Porque no me ha reconocido.

—…

— Ya fue hace unos años…la universidad


pasó hace mucho

Yeon-woo añadió con voz débil. Pero la


expresión de Keith no cambió mucho. Keith,
que sólo había visto a Yeon-woo en silencio
durante un rato, abrió la boca.
— Yeonwoo.

Mientras levantaba la mirada con cuidado,


Keith volvió a preguntar.

— Fuiste a la misma universidad que yo,


¿verdad?

A Yeonwoo se le heló la espina dorsal. Keith


también se quedó sin palabras ante su
respuesta sin aliento. Yeon-woo sintió de
alguna manera que tragaba saliva seca.
Keith finalmente abrió la boca.
— …¿Es Grayson quien te gustaba en la
universidad?

— ¿Qué?

Yeon-woo, que estaba muy tenso, se


sorprendió de repente. ¿Qué clase de tontería
es esa?

— …¿Cómo es que piensas eso?

Era tan absurdo que toda la reacción era


posible. Keith sentó sus bases para la
especulación.
— Grayson y yo éramos los únicos jugadores
de Polo en la universidad

—…

— Todo está bien si es Grayson. Él fue el


causante de tu mutación y no recuerda,
¿verdad? Yeonwoo, sé sincero. ¿Te… te sigue
gustando Grayson?

—…

Yeon-woo, que había estado en silencio


durante un tiempo, dejó escapar un largo y
hirviente suspiro en lo más profundo de su
corazón. Cansado. Yeon-woo sólo quería
darse por vencido con todo el mundo. ¿Por
qué este hombre no sabe ni siquiera cuando
una situación está relacionada con él?

—…no.

Desesperado, Yeon-woo abrió la boca. Keith


preguntó con el ceño fruncido.

— ¿No? ¿Qué quieres decir?

En ese momento, el abatimiento se convirtió


en ira. Yeon-woo levantó la cabeza y le miró
fijamente.
— No es Grayson quien ha derramado
feromonas sobre mí.

Keith parpadeó sorprendido por la


inesperada reacción. Yeon-woo se enfadó aún
más porque no esperaba que su suposición
fuera errónea. Finalmente, levantó la voz.

— Keith Knight Pittman, ¿por qué no puedes


pensar que eres tú? ¿Se te ha jodido el cerebro
a causa de las feromonas? ¿Por qué no lo
recuerdas?
De repente, surgieron lágrimas de dolor. Fue
cuando Keith estaba a punto de decir algo
cuando vio a Yeon-woo, cuyos ojos se
oscurecieron rápidamente.

— En ese momento, era yo.

Pensó Yeonwoo. No necesito esto, haz lo que


quieras. ¡Ya no necesito esto!

— Soy el beta que besaste en la enfermería.


¡Soy él que mutó a causa tuya!

Finalmente, rompió a llorar, pero Keith no


pudo calmarlo y se endureció.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #12✤
El grito de Yeonwoo se escuchó
profundamente en sus oídos. Sin embargo,
Keith no se daba cuenta de la realidad.
Todavía no podía entender lo que había oído
hace un momento. Definitivamente lo
escuché, pasó por mis oídos pero no pude
procesarlo en mi cerebro. Como dijo Yeonwoo,
¿Qué pasaba realmente por mi cabeza?

— Yo… fuiste tu.

Después de un largo tiempo, abrió su boca.

—¿yo?
— ¡Sí!

Yeon-woo gritó de nuevo a Keith, que


murmuraba aturdido. Lloraba y lloraba como
si estuviera derramando todas las lágrimas
que había acumulado. Keith intentó
consolarlo tarde, pero no supo qué decir.
Estaba muy confundido.

— ¿Yo te hice omega? Pero entonces, Pero


entonces, por qué hasta ahora …

— Cuando hablaste de eso en aquel


momento, fuiste tan malo
Yeon-woo dijo llorando.

— ¿Qué habrías pensado de mí si hubieras


sabido que era yo? Ni siquiera pensabas que
era un hombre. Apenas, …

Me mordí los labios temblorosos. Yeon-woo


bajó la cabeza.

— Te he gustado…

Keith se limitó a mirar a Yeon-woo, que


sollozaba y enterraba la cara entre las
manos. Tenía que hacer algo, pero no se le
ocurría nada. Yeon-woo le estaba empujando
de nuevo con una impotencia infinita.

— Yeonwoo

Keith, que apenas pronunciaba su nombre, le


tendió la mano.

— Bien, deja de llorar…por favor, no llores

Al final, no pudo contenerse y abrazó a


Yeon-woo. No podía creer que Yeon-woo
llorara tanto por él. Al mismo tiempo, estaba
furioso consigo mismo. ¿Por qué no se dio
cuenta de eso? ¿Por qué ni siquiera
imaginaba que Yeon-woo era la persona del
pasado?

No puedo creer que tenga esta cara de


estúpido.

— Yeonwoo, Yeonwoo

Gritó su nombre con un corazón ardiente.

—… Lo siento, todo es culpa mía. Yeonwoo,


deja de llorar, por favor.

El llanto de Yeon-woo no cesaba, aunque él


seguía calmandolo. Todo lo que Keith podía
hacer era disculparse, abrazarlo y calmarlo.
Después de mucho tiempo, Yeon-woo, que
estaba llorando incontrolablemente, exhaló y
empujó a Keith. Su rostro, enrojecido, estaba
empapado de lágrimas.

— Si quieres divorciarte, hazlo. Pero no


renunciare a Spencer, yo lo criare. No necesito
dinero ni pensión alimenticia. Me ocuparé de
él, así que déjame llevarme al bebé. Siempre
permitiré que puedas visitarlo.

Keith estaba sorprendido por el anuncio que


parecía una bomba. ¿Qué quieres decir con
divorcio?
— ¿De qué estás hablando de repente? ¿No
me digas que quieres divorciarte porque soy
el causante de tu mutación? ¡Pero si recien me
entero hasta ahora! Yeon-woo, ¿no crees que
esto es demasiado injusto?

— ¡Tú eres el que quiere divorciarse!

— ¿Quién mierda está hablando de eso?

Keith ya no se contuvo y escupió un lenguaje


abusivo.

— Entonces, ¿por qué has hecho todo eso hoy?


¿Te estabas burlando de mi? Dilo, dilo que
quieres divorciarte de mí en vez de estar
llevándome de un lugar a otro.

Yeon-woo actuó por un momento con


indiferencia, pero no retrocedió y devolvió el
golpe.

— No te estoy pidiendo…que renuncies a la


custodia de Spencer.*

*N/T: La custodia es los derechos y


obligaciones de ambos padres con el niño
pero lo que Yeonwoo le está pidiendo es que
después del divorcio Spencer viva con él, no
que renuncie a sus derechos como padre.
— Por supuesto. Nunca renunciare ni a ti ni a
Spence

Keith rechinó los dientes.

— ¿Y cómo vas a criar a un niño si ni siquiera


tienes fuerza física? ¡No has recuperado la
memoria y ni siquiera tu estado de salud se
ha recuperado!

— ¡Tu tienes todo!

Yeon-woo lloró de nuevo.


— ¿Por qué no puedes solo darme a Spencer?

— Ah ah

Keith no pudo resistir sus sentimientos y se


frotó la cara con las manos.

— Si te vas.

—…

— Yeonwoo, ¿qué tengo yo sin ti y sin Spencer?


Dime, ¿qué me queda si ustedes se van?
Yeon-woo se limpió la nariz por un momento y
respondió con un sonido de arrastre.

— Tienes mucho dinero, muchas casas… y


una isla. Aviones…

— Yeonwoo

Preguntó Keith en voz baja.

— Si nos abandonas a Spence y a mí y


estarías renunciando a todo, ¿harías eso?
Yeon-woo levantó la cabeza sin darse cuenta.
Keith, que lo vio a la cara, dijo con amargura.

— Puedo rendirme. Incluso si nos divorciamos


y Spencer acepta quedarse contigo.

Los ojos de Yeon-woo, que se habían agitado


por un momento, pronto se apagaron.
Yeon-woo volvió a bajar los ojos y murmuró.

—… No sé por qué te casaste conmigo

— Simple, es la misma razón que todos los


demás
Keith acarició la mejilla de Yeon-woo. Cuando
levanté la vista con cuidado, sus ojos
púrpuras estaban oscurecidos como si le
hubieran herido.

— Me casé contigo porque te amaba. No


había ninguna otra razón

—…

— Sigo enamorado. Continuamente,


invariablemente y profundamente
enamorado de ti.
En respuesta a qué Yeonwoo aún lo miraba,
Keith bajó la mejilla de Yeonwoo.

—…incluso si no lo recuerdas

Esta bien si los recuerdos de Keith no vuelven.

— Yo…

Yeon-woo abrió la boca con voz temblorosa.

—No quiero que vuelvan mis recuerdos de ti.

—¿Por qué?
Los ojos de Keith se oscurecieron y, susurró
Yeonwoo.

— Sólo quiero amarte

Por fin confesó.

— Quería tener sólo buenos recuerdos y


amarte al máximo. No quería rememorar los
recuerdos dolorosos que me diste…

Preguntó Keith mientras miraba a Yeon-woo,


que estaba llorando.
— ¿Te he hecho daño?

—… No lo recuerdo

— Si abandonas los malos recuerdos, no


volverán tampoco los buenos recuerdos.

Cuando Yeon-woo se quedó en silencio, Keith


dijo: — Para ser sinceros, digámoslo.

— Quiero que olvides todos los malos


recuerdos sobre mí. Pero tampoco quiero que
tú, yo y Spencer desaparezcamos de tus
recuerdos felices
—…

— Puedes culparme y odiarme

Yeon-woo miró a Keith con cara de duda.


Mirándolo lleno de tristeza, Keith esperó.

— Pero

Yeon-woo abrió la boca como si todavía


hubiera sospechas.
— Entonces, ¿por qué no huelo tus
feromonas?

Keith hizo una pausa. Como si no hubiera


pensado en esto antes. La cara de Yeon-woo
volvió a distorsionarse tras ver la reacción.

— No huele a feromonas

Yeon-woo siguió preguntando.

— ¿Qué te pasa? ¿Ya no me quieres?

— No es así
— ¿Entonces?

—Haa

Keith respondió con un suspiro de por medio.

— Porque tomé inhibidores

Al principio no entendía lo que decía. Keith le


explicó a Yeon-woo, que se limitó a
parpadear.
— El día que te desmayaste después del
partido de polo, Steward dijo que era mejor
que me deshiciera de las feromonas porque tu
estado era inestable y podría incomodarte.
Hay una alta posibilidad de que derrame
feromonas sobre ti inconscientemente, así
que decidí tomar medicamentos…

— ¿Tomaste inhibidores? ¿Continuamente?

— Sí, desde ese día hasta esta mañana

Murmuró Keith mientras miraba el reloj de su


muñeca.
— Bueno ahora ayer por la mañana

Se volvió hacia Yeon-woo de nuevo, como si


tuviera algo más que decir. Yeon-woo le miró
con la boca medio abierta, avergonzado.

Inhibidores, nunca lo había imaginado. Pero


Keith no tenía motivos para decir semejante
mentira. Puede comprobarlo de todos modos
con Steward, seguro me lo diria, pero es un
tonto al hacer eso, y Keith nunca fue tan
tonto.

— ¿Por qué no me besaste…?


La respuesta a la pregunta apenas formulada
fue simple de nuevo esta vez.

— Porque me alejaste

— …oh.

Yeon-woo pensó que estaba poniendo


excusas, pero se vio obligado a decirlo.

— Siempre me culpabas después de besarme,


así que, no sé… lo siento

— Es mi culpa, después de todo


Keith admitió la verdad sin cuidado. Hubo un
silencio incómodo. Bueno, Keith sacó el tema
primero.

— ¿Así que todos los malentendidos se han


resuelto? ¿Puedes confiar en mí ahora?

—…

— Yeonwoo

Instó Keith con una voz bastante nerviosa en


el silencio que se produjo de nuevo. Yeon-woo
se vio obligado a abrir la boca.
— Lo siento

Keith, que casi volvió a suspirar, contuvo la


respiración y escupió.

— ¿Por qué no puedes confiar en mí? ¿Todavía


tienes alguna sospecha? ¿O qué más he hecho
mal?

Yeonwoo sacudió la cabeza


apresuradamente.

— No eres tu…lo que quiero decir es que es mi


culpa…
Bajó la cabeza y murmuró.

— Es por Spencer

— Spencer, ¿por qué Spencer?

Aún así, Keith no estaba convencido y


preguntó. Eso es, se dio cuenta de lo
Yeon-woo, estaba tratando de decir. No es
Keith quien tiene que dejar a Spencer, soy yo.
Cuando dije exactamente lo que pensaba, las
cejas de Keith estaban aún más
distorsionadas.
— ¿De qué estás hablando? ¿No deberías
estar al lado de Spencer?, ¿por qué… ?

Yeon-woo respondió con dificultad.

— Dijiste que sería difícil que Spencer se


pareciera a mí

Keith, que hizo un ruido impresionante, lo


pronunció inmediatamente.

— ¡Sí, porque me hace doler el hígado y la


vesícula y todo!
— ¡Porque soy un obsceno!

Los sonidos de los dos se superpusieron. Se


miraron el uno al otro.

— ¿Qué?

— ¿Qué has dicho?

Esta vez, los dos, que se miraron al mismo


tiempo, parpadearon sorprendidos. Keith dijo
primero cuando Yeon-woo dudó.
— Tú también lo has visto, Spencer, dejándose
llevar por los hijos de Bailey. No creí que fuera
bueno ser tan ingenuo y dejarse llevar por
cualquiera… y me di cuenta a quién se
parecía.

Como diciendo ‘eras tú’, Keith miró el rostro de


Yeonwoo. La cara de Yeonwoo se ha elevado
abruptamente por una razón diferente a la
anterior. Keith cerró y abrió la boca cuatro
veces. Yeonwoo se encuentra en una situación
difícil porque no entendió las palabras de
Keith. Me di cuenta de que estaba hecho.

— Bueno, ya sabes, quiero decir


Yeon-woo, que había estado tartamudeando
y dudando, finalmente confesó.

— No tengo vergüenza

Preguntó Keith, todavía con el ceño fruncido.

— ¿Qué?

Yeon-woo se mordió los labios y finalmente se


disculpó.

— Lo siento…mi, mi sucia imaginación que


hizo que me masturbara pensando en ti.
No pude soportar ver su cara. Keith me mira
como si fuera un loco.

Si pudiera desaparecer ahora mismo,


vendería mi alma. Rezaba con fuerza en mi
interior, pero Yeon-woo seguía sentado
agazapado bajo la mirada del silencioso
Keith. Keith, que había permanecido en
silencio durante mucho tiempo, abrió la boca.

— ¿que tu hiciste que?


La voz de Yeon-woo era tan tranquila que se
sintió algo incómodo. Estaba sudando frío y
Keith volvió a preguntar.

— Entonces, ¿qué hiciste?

Su voz se hundió extrañamente. Había un


silencio diferente al de antes.

— ¿Qué quieres decir…?


La voz de Yeonwoo estaba débilmente
agitada. En la vista vacilante, apareció el
rostro de Keith. Entrecerró los ojos y dijo.

— Hazlo delante de mí
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤Capítulo #13✤
Yeon-woo dejó de respirar ante la situación
inesperada. ¿Qué has dicho? ¿Qué quieres que
haga?

— Yeonwoo

Keith inclinó la cabeza y miró a Yeon-woo a


los ojos desde una distancia tan cercana que
podía sentir su respiración.

— ¿Qué clase de sucia imaginación tenías


conmigo?
El corazón de Yeon-woo latía fuertemente en
ese momento. Tapándose urgentemente la
boca, abrió mucho los ojos e inhaló.

— ¡No puedo decírtelo, nunca…!

— ¿Cómo puede ser eso posible?

Ante una pregunta sutil, Yeonwoo negó con la


cabeza apresuradamente, tapándose la boca
con ambas manos. Keith dijo con una leve
sonrisa.

— ¿Debo decirte lo que imaginé yo?


¿Keith? ¿Qué?

A Yeon-woo, que movía los párpados


apresuradamente, le dedicó una breve
sonrisa, Keith acercó sus labios a sus oídos.
Susurró en voz baja como un suspiro.

— Te imaginaba a ti, acostado son re tus


rodillas, en una posición similar a la de un
perro, abriendo tu propio agujero y
rogándome que te lo meta

—…!
Yeon-woo estaba sorprendido y su cuerpo se
tensó. Keith siguió susurrando.

— Con una correa alrededor de tu cuello


obedeciendome mientras te ordeno que
lamas mi pene. Mordiendo tus pezones hasta
que lloriquees y supliques que me detenga. Tu
agujero goteando tanto, hasta el punto que
tus muslos se empapen a causa de la
excitación mientras yo estoy lamiendo tu
entrepierna.

Yeon-woo jadeó y se estremeció. No fue por


miedo.
Keith se acercó a Yeon-woo, quien le había
apretado las rodillas sin saberlo y puso todo
su cuerpo en tensión. La mano grande que
tocaba la parte externa del muslo acarició
suavemente la pierna de Yeonwoo.

—Ugh, ah..uh.

Una respiración áspera se escapó de la boca


que fue bloqueada con la palma de la mano.
Keith continuó acariciando las piernas de
Yeon-woo lentamente.

— Tu agujero está empapado. Adelante,


pídeme que te lo meta pero no me detendré
aun si me lo pides, en lugar de eso meteré mi
lengua en tu interior y recorreré cada parte
tuya mientras succiono tus fluidos hasta que
te corras.

Un aliento caliente me entró por sus orejas.


Con la boca abierta, Keith susurró al oído de
Yeon-woo.

— Yeonwoo

Su pronunciación estaba un poco


distorsionada cuando hablaba mientras
Yeonwoo trataba de tener su mente en calma,
como si no escuchara nada.
— Estás mojado, ¿verdad?

Junto con sus palabras, la mano, que estaba


acariciando su muslo, de repente se situó
entre la entrepierna de Yeonwoo.

—…!

Las piernas, que estaban tensas, se abrieron


sin posibilidad de detenerse, y la mano de
Keith fue directamente al interior profundo
del muslo de Yeonwoo.

— Hay un montón de feromonas saliendo de ti


ahora mismo.
Fue como él dijo. La ropa interior de Yeon-woo
ya estaba empapada en sus pantalones.
Traté de cerrar mi muslo, temblando de
vergüenza, pero fue imposible porque la
mano de Keith estaba tomando su lugar.
Además, los inútiles intentos de Yeonwoo
empeoraron los resultados. La mano que le
frotaba la parte interior de los muslos se
estimuló como si le suplicara por más.

— Yeonwoo

Keith llevó su mano a la nuca de Yeon-woo y


tiró de ella con ternura. El corazón de
Yeon-woo pareció detenerse cuando sintió el
dorso de su mano caliente

— Ahora es tu turno

Yeon-woo tragó saliva sorprendido. Keith le


acarició el trasero de Yeonwoo lentamente
con las yemas de los dedos.

— Dime, ¿qué tipo de imaginación sucia has


tenido?

— …!
La gran palma de Keith frotó los temblorosos
genitales de Yeon-woo por encima de sus
pantalones. Yeon-woo, que se agachó,
finalmente confesó.

— Tú quitandote la ropa

— ¿Y?

La mano de Keith entró en la camisa de


Yeonwoo. Sus dedos recorrieron su piel
subiendo hasta su pecho, tomando sus
pezones para luego presionarlos. El cuerpo de
Yeonwoo se estremeció ante el sutil estímulo.
— Tu…encima mio

Keith inclinó la cabeza y puso sus labios en el


cuello de Yeonwoo. Se escuchó el sonido de la
succión de la carne y un gemido fluyó de la
boca de Yeonwoo como si se quejara.

— ¡…oh!

De repente empujó su hombro y cayó hacia


atrás. Keith se acercó a Yeonwoo, que
acababa de acostarse. En el campo de visión
de Yeon-woo, jadeando por respirar
bruscamente, vio a Keith agarrando su
camisa, alzandola para luego quitársela por
completo. Preguntó Keith, quien simplemente
tiró su ropa fuera de la cama quedando
desnudo ante Yeonwoo.

— ¿Y?

Yeon-woo le miró embelesado. No había


grasa en su cuerpo profundamente
ensombrecido, debido a que recibía la luz a
sus espaldas. Cuando Yeon-woo vio los
músculos del abdomen divididos en pedazos
tras bajar de su gran y duro pecho, Yeon-woo
tragó saliva.

— Tu…arriba mio
— Ya lo hice. ¿Y?

Keith me instó suavemente. La respiración de


Yeon-woo se volvió más agitada. Sosteniendo
a Keith por el brazo con manos temblorosas,
dijo.

— Mi… mis piernas, las abristes…yo me


rebele…pero tu no me escuchaste.

— ¿Y?

Mientras hablaba, llevó su mano a la cintura


de Yeonwoo.
— Ah…así que

Keith no le dio importancia, pero se quitó los


pantalones con la ropa interior.

— ¡Ah!

Al momento, Yeon-woo exclamó como un


grito. Cuando me quitó los pantalones que
estaban empapados, sentí un escalofrío.
Cuando se encogió casualmente, Keith puso
la palma de la mano en el interior del muslo y
lo presionó.

—…!
Sin tiempo para hacer nada, sus piernas
estaban abiertas de par en par, dejando
expuesta la parte más profunda de su cuerpo.
Cuando el agujero que acababa de derramar
líquidos se reveló bajo los ojos de Keith,
Yeon-woo quiso morir avergonzado.

— Oh, no, no…

— Yeonwoo

Mientras estiraba la mano entre lágrimas


intentando cubrirse, Keith dijo, manteniendo
sus ojos en el empapado agujero inferior.
— ¿Es el fin de tu sucia imaginación?

Yeon-woo no pudo responder. No podía decir


que no, creo que debería contarle toda la
historia. Keith abrió la boca al ver que negaba
con la cabeza.

— Dime, ¿qué quieres que haga?

Yeonwoo todavía no podía hablar. Sin


embargo, su agujero inferior se movía con
más claridad que sus palabras. Siempre que
su agujero se contrae fluyendo hacia abajo un
líquido espeso y claro. De repente, Keith
agarró el muslo de Yeonwoo y empujó la
mano restante en su agujero. En el momento
en que entró el dedo largo y grueso, Yeonwoo
dejó escapar un grito y eyaculó.

— ¡…oh!

El bajo vientre se humedeció de forma cálida.


Yeon-woo jadeaba y respiraba con dificultad.
Keith observó como su frágil cuerpo temblaba
en silencio.

Eyaculo por el repentino estímulo, pero eso no


significaba que Yeon-woo estuviera
satisfecho. Seguía fluyendo de su agujero
líquido. Yeon-woo extendió su mano hacia la
parte inferior de Keith como un niño. Sin
embargo, Keith contuvo aquel toque urgente.

— No

¿Por qué?

Keith miró hacia abajo en lugar de responder


a Yeon-woo, que levantó la vista
avergonzado. Yeon-woo, que volvió los ojos
tras él, no tardó en darse cuenta. Al parecer,
Keith también estaba excitado, pero no
respondía a la parte inferior de su cuerpo. Su
aliento salvaje y su rostro débilmente
enrojecido mostraban claramente su
excitación, pero sólo sus genitales estaban
calmados.

<Tomé inhibidores.>

Sólo entonces Yeon-woo se dio cuenta de que


sus palabras eran ciertas. Yeon-woo, que
estaba avergonzado en ese momento, vaciló.
No tenía ni idea de qué hacer con esta
situación. La necesidad que aún no se ha
resuelto está llenando todo su cuerpo, pero
no había manera de calmarla. Keith abrió la
boca mientras miraba a Yeon-woo quien
había caído en pánico.

— Yeonwoo
Mientras parpadeaba rápidamente, continuó
con una voz calmada, contraria a su duro
aliento.

— Como puedes ver, estoy en problemas


ahora mismo. Me gustaría que me ayudaras

— Bueno, lo que sea… ¡Haré lo que sea, por


favor!

Keith le abrió la boca a Yeon-woo después de


rogar sin saberlo y dijo mientras exhalaba
excitado.
— Acuéstate derecho, abre las piernas

Yeon-woo, quien se detuvo por un momento,


vaciló por un momento y luego se acostó tan
pronto como le dijeron. Sin embargo, incluso
en esta situación, se necesitó más coraje para
abrir las piernas.

— Ugh…

Con los dientes apretados y gimiendo de


vergüenza, poco a poco abrió las rodillas. A
través de las piernas abiertas en forma de M,
se reveló el agujero por donde acababa de
entrar el dedo de Keith. La respiración de
Keith fue un poco más rápida cuando la vio.
— Muy bien, Yeonwoo. Sigue hablando de tu
fantasía.

— ¿Qué?… ¿qué?

Yeon-woo, que estaba avergonzado en ese


momento, abrió los ojos. Keith continuó, aún
manteniendo sus ojos en la entrepierna de
Yeonwoo.

— Sigue contándome tu sucia imaginación

—…he, eso
— Hasta el final

Con esas palabras, Keith agarró su rodilla y la


posicionó adecuadamente. No importa
cuánto lo intenté, no pude cerrar las piernas.
Yeonwoo se puso a llorar y se apresuró a
extender la mano para cubrirse. Traté de
esconder mi parte inferior, pero Keith estaba
mirando. La parte baja de su cuerpo ya era un
desastre con el semen y el fluido. Traté de
evitarlo con los ojos cerrados, pero Yeonwoo
sentía su mirada tan fuerte que le dolía la
piel.

Está mirando.
Se cubrió el trasero con las manos
temblorosas.

Sigue mirándome.

Pude sentir cómo sus genitales, que habían


rogado con urgencia justo debajo de sus
manos, volvían a ponerse firmes. Al deslizar
mi mano un poco más, un agujero cubierto de
líquido tocó las yemas de mis dedos.

— ¡Keith…!
Yeon-woo no pudo resistirse y lo llamó por su
nombre. La mano de Keith, que le sostenía la
rodilla, había comenzando a ejercer fuerza,
pero no sentía el dolor. Bajé el dedo
tembloroso y levanté la punta del dedo.
Cuando el extremo redondo tocó la entrada
con fuerza, abrió la boca como si hubiera
esperado con ansiedad tal movimiento y se
tragó el dedo de Yeonwoo.

— Ah, ha, ah

Yeonwoo se estremeció y empujó su dedo más


profundamente. Imaginando el pene de Keith
quiso meterlo más profundo, pero fue
imposible. Los dedos fueron aumentando
cada vez más, y finalmente cuatro de ellos
entraron. Cada vez que apretó la parte
superior de su cuerpo a toda prisa, el líquido
se desbordó y salpicó por todo el lugar. Keith
siguió mirando a ese Yeonwoo. Yeonwoo
también lo sabía. Pero lo hizo sentir aún más
emocionado. Fue tal como estaba en su
imaginación.

— Ahhhh ugh

Los gritos fluyeron sin cesar. Con una mano


ubicada en medio de su agujero, miró hacia el
frente e introdujo los dedos como loco. Mi
estómago estaba caliente y sentí que estaba
perdiendo la cabeza.
Necesito recorrer todo el espacio de mi
interior, ahh.. por favor… vamos …..

— ¡Ah…!

Cuando inclinó su columna vertebral y gimió


de nuevo, un fuerte aroma a flores se extendió
de repente en el aire de inmediato. Yeon-woo
temblaba irregularmente mientras colocaba
sus manos sobre su agujero, como si estuviera
agotado. El vientre, que estaba ardiendo
lentamente, se calentó como si estuviera
completamente en llamas. Con el olor a
feromonas fluyendo en su mente, Keith
recordó de repente las palabras del médico.
<El ciclo de calor puede venir de nuevo en
cualquier momento.>

Como prueba, a Yeon-woo ahora le quedaba


poca razón. Jadeó y miró fijamente a Keith. Ni
siquiera era posible distinguir si era líquido de
su agujero o semen lo que fluía. Pero una
cosa era segura. En su cabeza, sólo quería el
pene de Keith.

— Keith…
Yeon-woo lo llamó con la cara al rojo vivo.
Abrió más las piernas y dejó al descubierto su
agujero inferior.

— Métela aquí, Keith

Los ojos de Keith temblaron por un momento.


Yeon-woo movió el dedo entre su entrepierna
y abrió él mismo el agujero. La respiración
profunda y rápida perturbó los oídos de Keith,
y el fuerte aroma de las feromonas impregnó
sus pulmones.

— Keith, vamos
Cuando escuchó la voz de Yeon-woo
suplicandole, la razón de Keith se desvaneció.
Yeonwoo quien suplicó mientras revelaba su
agujero sentía como el líquido de su interior
se desbordaba por las yemas de sus dedos,
que estaban abriendo el agujero tanto como
fuera posible.

— Llena todo mi interior…

Keith no pudo detenerse y lo besó como si


quisiera devorarle los labios. De repente, él
también se estaba quitando la ropa. Una
mano grande tiró de las nalgas de Yeonwoo, y
la punta de su pene atravesó un agujero con
fuerza y que le proporcionaba un placer tan
desbordante que no se comparaba con lo que
había sentido momentos antes. El deseo que
había sido reprimido con las drogas hasta
ahora, estalló de una vez, y metió sus
genitales en en el interior de Yeonwoo sin
juegos previos.

— ¡Ah…!

Yeon-woo gritó largamente mientras su


cuerpo se estremecía. Por un momento sentí
como si fuera a perder la razón. Sentí un
grueso tallo empujando el interior de mi
estómago fuertemente. Después de llenar el
interior de Yeonwoo, Keith, que retrocedió un
poco
volvió a entrar sin darle tiempo de respirar. El
cuerpo de Yeon-woo era empujado
constantemente hacia arriba por el acto
salvaje que se desarrollaba en la parte
inferior de su cuerpo. Nervioso, Keith se
abrazó a su cintura con fuerza y comenzó a
moverse con más fuerza.

— Ah, ah,

Cada vez que entraba y salía rápidamente, un


pequeño grito salía de la boca de Yeonwoo y
todo su cuerpo se agitaba. Keith entraba y
salía del interior de Yeon-woo, mientras
apoyaba la parte superior de su cuerpo sobre
él. Cada vez que el pene de Keith salía de su
interior, el líquido que se desbordaba
producía un sonido húmedo y lascivo.
Yeon-woo, que era prisionero de los brazos de
Keith, sólo podía soportar el peso y aceptar
las acciones y los movimientos
descontrolados de Keith.

— ah, ah, ah

Keith dejó de moverse con un suspiro violento.


Finalmente pensé que iba a eyacular, pero
¿Fue solo una ilusión? Keith de repente
levantó la parte superior de su cuerpo aun
con su miembro llenando el interior de
Yeonwoo. Gracias a esto, Yeonwoo se vió
obligado a abrir más sus piernas, mientras
distorsionaba su rostro por la estimulación
excesiva que recibía. Pero no terminó ahí.
Keith levantó una pierna de Yeonwoo, la puso
de costado y comenzó a introducir con más
fuerza su pene desde atrás

— ¡Ah, ah, ah, ah!

La boca de Yeonwoo finalmente estalló con un


nuevo grito. Pero Keith no se detuvo y siguió
moviéndose. Estiró sus grandes palmas y
presionó el estómago de Yeonwoo y lo
penetró con más fuerza. A Yeon-woo le
costaba respirar debido a la presión.
—… Yeonwoo.

Keith llamó su nombre con voz entrecortada


mientras colocaba la pierna de Yeonwoo en
su hombro. Al mismo tiempo, la mano que
presionaba el estómago cobró fuerza y el
pene de Keith se hinchó en el estómago. El
líquido desbordado se acumuló
instantáneamente en su estómago. El pene
de Keith comenzó a hincharse en su interior
Parecía que su interior iba a estallar.
Yeonwoo ni siquiera podía respirar
correctamente y jadeó. Y en lo profundo de su
cuerpo, se extendió un fuerte olor a
feromonas.
— Ahh…

Keith dejó escapar un largo suspiro. La


situación era interminable. Keith vertió una
gran cantidad de semen dentro de Yeonwoo.

— Uh, Uhg, Uh

Yeonwoo estaba borracho con feromonas y


temblaba. Keith continuó presionando el
vientre de Yeonwoo, como si no tolerará que
ni siquiera una pequeña cantidad de semen
se desperdiciara. La forma del pene revelada
sobre el delgado estómago era muy clara.
Cuando Keith eyaculo, Yeonwoo estaba
completamente extasiado. Pero no terminó
ahí. Yeonwoo notó vagamente que el Rut de
Keith había llegado. Como evidencia, su olor
a feromonas era muy dulce, sus ojos se
volvieron dorados y la cantidad de semen que
se esparcía por su estómago era demasiada.

Podría quedar embarazado.

Inconscientemente, recordó. Pero eso era


todo. Keith empezó a hurgar de nuevo. Esta
vez, cayó sobre su estómago. Sin embargo,
Keith levantó su cuerpo como señal de que
aún no era suficiente, y Yeon-woo habia
quedado tendido en la cama pero Keith
levantó su cintura acomodando sus rodillas y
pegando la cara de Yeonwoo contra la cama.
Keith, que le sujetaba la cintura por detrás,
empezó a moverse de nuevo. Esta vez, lo
empujó hacia abajo desde la parte superior.
Cada vez que salía y entraba, se sentía como
si su vientre se estremeciera pero luego volvió
a penetrarlo. Yeonwoo jadeó y trató de
igualar su ritmo, pero fue imposible.

— ¡Ah!

Keith volvió a colocarla, y esta vez empujó lo


hacía abajo sujetandolo fuertemente de los
hombros con sus manos. Empujó sus
genitales lo suficientemente profundo como
para sentir el áspero y rico vello corporal, tocó
el lugar donde su pene y el agujero de
Yeonwoo se encontraban conectados. El pene
frotada en el agujero abierto, estaba
empapado con el líquido de Yeonwoo, y el
sonido de frotar la carne se escuchó
promiscuamente.

— ¡Ah, ah, ha, Keith, ah, Keith…!

— Lo sé

Keith dijo a través de una respiración áspera.

— Lo sé, Yeonwoo. Te gusta este lugar, ¿no? Te


vuelves loco si lo froto, ¿verdad?
— ¡Oh! ¡Ahhh!

Yeon-woo no podía hacer otra cosa que gritar


su nombre una y otra vez. Sentía como si todo
mi cuerpo, así como el interior de mi cabeza,
estuvieran encurtidos en feromonas y su
semen. Tal vez su semen fluya y penetre sus
vasos sanguíneos. Si no lo hace, ¿ cómo
puede sentir el fuerte olor corporal de Keith
cada vez que respira?

Después de varias eyaculaciones, el pene, que


parecía completamente vacío, recuperó la
fuerza. Yeonwoo sintió como si algo se
estuviera llenando en su estómago y estaba
avergonzado incluso en medio del cansancio.

— Keith, Keith, espera… ¡Espera un segundo!


Yo, dentro…

Podía escuchar a Keith riéndose a primera


vista.

— ¿Ya estás lleno? Todavía tenemos un largo


camino por recorrer.

— ¡Oh, no, no!

— Llenaré todo tu estómago, Yeon-woo


Eyaculó apresuradamente, pero Keith tiró de
sus brazos por detrás, en lugar de levantarlo.
Gracias a esto, Keith comenzó a entrar
nuevamente en Yeonwoo, quien levantó las
rodillas y la parte superior del cuerpo. El
sonido de golpes y choques de piel continuó, y
el estómago se hinchó como si estuviera a
punto de estallar. Quería dejar que el calor
hirviente saliera de mi cuerpo, pero esta
sensación era diferente a la situación común
experimentada anteriormente. Yeonwoo gritó
con urgencia.

— ¡Para, para! Keith, no, yo, yo, por favor,


¡para…!
Cuando grité desesperadamente, llegue a mi
límite. Keith golpeó con fuerza en su interior, y
los gruesos genitales empujaron el estómago
de Yeon-woo de inmediato. En ese momento,
los ojos de Yeon-woo se decoloraron.

— Oh…

Al final de su pene, algo más que semen


comenzó a fluir hacia abajo. Contrariamente
a las circunstancias, Yeon-woo, quien notó la
identidad de lo que había fluido durante
bastante tiempo, murmuró tardíamente.
— He dicho que no, pero…

Me quejé, pero esa fue la última vez.


Posteriormente, el espíritu de Yeonwoo se
hundió. Keith lo levantó agarrándolo por la
espalda cuando estaba a punto de caer y lo
abrazó por detrás. Mientras estaba sentado,
Keith levantó la cintura desde abajo. Cada
vez que Keith se movía con violencia, su
cuerpo, que se había escapado como si
estuviera rebotando, bajaba pronto por la
gravedad. Keith volvió a sujetar su cintura
una vez más, pero no era para penetrarlo
violentamente como antes. Sólo lo sostenía
entre sus brazos como si Quisiera grabar la
forma su cuerpo mientras colocaba las
palmas sobre su delgado vientre.
Tal vez quería sentir como su pene se movía
cada vez que entraba y salía del interior de
Yeon-woo. Sosteniéndolo desmayado y caído,
Keith continuó eyaculando en su estómago
varias veces. Finalmente, cuando vertió todo
al final, a pesar de que el pene se hinchó y
cerró bien el interior de Yeon-woo, el semen se
fue saliendo poco a poco.

Keith terminó la eyaculación, jadeando con


una respiración entrecortada. En sus brazos,
Yeonwoo estaba cayendo y perdiendo el
conocimiento. Cada vez que Keith entraba y
salía de Yeon-woo, todo su cuerpo se sacudía,
pero su voluntad no se desestabilizaba. La
mirada de Keith se volvió hacia un lado.
Lentamente se inclinó. Abrió mucho la boca,
levantó los dientes y mordió la oreja de
Yeonwoo quien mostró una reacción sutil.
Keith no dudó en seguir mordiendo la oreja de
Yeonwoo y chupando su sangre.

Cuando levantó la cabeza, su boca estaba


manchada con sangre. De repente, llegó la
fatiga. Ya no quedaba un solo lugar que no
hubiese recorrido en todo el cuerpo de
Yeonwoo. Keith se quedó dormido como si se
desmayara, empujando su pene hacia su
estómago hasta el final porque sentía que no
era suficiente solo con morderlo, besarlo y
tocarlo por completo. Deseaba más, deseaba
marcarlo también en su interior.
***

— Ugh…

Yeon-woo se despertó con un leve gemido. Me


costó más tiempo y esfuerzo abrir los ojos.
Normalmente no era difícil levantar mis
párpados hinchados.

—…

Apenas abrió los ojos con cierto grado de


energía, tuvo que pasar un tiempo para darse
cuenta de la situación actual. La habitación
estaba tan tranquila y silenciosa. No se oía
otro sonido más, que el débil sonido de los
pájaros desde el exterior, y la luz del sol que
entraba por la ventana era deslumbrante. Era
la misma mañana de siempre. Yeonwoo sintió
el peso de un brazo, que miró tardíamente.
Sus brazos gruesos y musculosos abrazaron
su cintura. Mientras movía lentamente mi
mirada, vi el rostro de un hombre durmiendo
profundamente.

Keith

Cuando trató de mover su cuerpo


casualmente, Yeon-woo soltó un gritó. Sentí
una pesada sensación extraña en mi
estómago tras un dolor que recorrió todo mi
cuerpo. Pronto se supo la razón. Porque el
cuerpo del hombre que estaba a su lado aún
estaba conectado a él.

No era la primera vez. Keith amaba el interior


de Yeonwoo y a menudo se dormía con su
pene aún en su interior. Tal vez sea debido a
que Keith se da cuenta enseguida si se mueve
para sacarlo, Yeon-woo se quedó quieto un
rato y parpadeó en blanco ante el
pensamiento que le vino de repente a la
cabeza. De repente, recordo como se sentia
cuando huyo en el pasado después de tener
sexo por priemra vez con Keith. Abrí los ojos
por la mañana y salí de esta habitación.
Cuando la punta de su nariz se frunció de
repente, el hombre de atrás dijo.

— Yeonwoo, ¿qué pasa? ¿Estás llorando?

La voz del hombre estaba ronca como si


todavía estuviera medio dormido. Sin
embargo, la voz parecía preocupada.
Yeon-woo miró lentamente hacia atrás.
Cuando abrió los ojos por primera vez, se
despertó y estaba frente a él. Yeon-woo abrió
la boca.

— Hola, Keith.
—…

— Buenos días.

Giró la cabeza y le dio a Keith un corto beso en


los labios. Keith pareció sorprendido y se
quedó sin palabras por un momento. Su
expresión, que llevaba un rato mirando la
cara de Yeon-woo, cambió lentamente. Tarde,
los ojos se dirigieron a las orejas de Yeon-woo.
Había una clara marca grabada en ella. La
cara de Keith cuando la vio se cruzó con la
sorpresa, la alegría, el alivio y un sinfín de
emociones. Entonces abrió la boca.

— Bienvenido a casa.
— He vuelto.

Yeon-woo sonrió, habló y le besó de nuevo.


Keith cerró los ojos y lo besó profundamente.
De repente sentí una respiración temblorosa.
Entonces Keith abrazó con fuerza al cuerpo de
Yeon-woo y enterró la cara en su hombro.

—… Te he echado de menos.

— Yo también.

Yeon-woo le acarició el pelo y lo abrazó por


los hombros.
— Te quiero, Keith. Hasta que la muerte nos
separe.

Keith levantó la vista cuando lo añadió como


una broma.

— Te equivocas, ni siquiera la muerte puede


separarnos.

Yeon-woo se rió.

— Sí, tienes razón.


Ocultó la frialdad de su mirada y cerró los
ojos.

— Incluso ni la muerte nos…

Antes que terminara de hablar Keith


superpuso sus labios sobre los suyos.
✤VOLUMEN#EXTRAS#2 ✤

✤ Epílogo ✤
Era demasiado grandioso decir que la fiesta
que preparamos para Navidad era solo para
la familia. La voluntad de Keith fue la más
grande, pero la razón por la que Yeonwoo
también se vio obligado a aceptar es porque
la mansión era demasiado grande.

— ¿Cómo instalar un árbol en una casa tan


grande?

Cuando decidió pasar la Navidad en esta


mansión, Yeon-woo habló con un estado de
ánimo desesperado. Por supuesto, la solución
fue sencilla. Al día siguiente, Keith pidió un
abeto* gigante.
N/T: Abeto común o abeto blanco es una
especie arbórea de la familia de las pináceas.
De porte piramidal, tamaño medio o elevado,
entre 20 y 50 metros, puede alcanzar los 60
metros de altura, su tronco es derecho y
columnar, desprovisto de ramas en su parte
inferior, de hasta 6 metros de circunferencia..

El árbol que era lo suficientemente alto como


para inclinar la cabeza hacia arriba, parecía
haberlo traído de un magnífico centro
comercial. Las criadas y sirvientes trabajaron
duro para terminar la decoración, y Spencer
se encargó de levantar la estrella al final.
Cuando por fin llegó la Navidad después de
todos los preparativos, la mansión se
transformó en un espectáculo irreconocible.

— Es una lástima que tenga que guardar esto


cuando termine la Navidad

Keith habló con ligereza cuando Yeon-woo


murmuró.

— Puedes comprar otro árbol el año que viene

— Esto es todo lo que necesito para un árbol


tan grande como este
Yeon-woo lo dijo y apiló los regalos bajo el
árbol. Iba a repartirlos a los empleados uno
por uno cuando tuviera tiempo.

— Han pasado muchas cosas este año,


¿verdad?

Keith sonrió cuando Yeon-woo preguntó como


si fuera algo nuevo.

— Sí, quién iba a imaginar que te olvidarías


de mí

Quería decir que todo había quedado en el


pasado, pero era difícil decirlo en broma
cuando recordaba el sufrimiento de Keith. En
su lugar, Yeon-woo le dio un beso en la
mejilla.

— Pero al final, mi amor por ti no ha


cambiado, ¿verdad?

Keith lo miró en silencio y le devolvió el beso.


Yeonwoo sonrió y abrazó su cuello. Keith tiró
de su cintura y la apretó. El beso duró más
esta vez.

Justo cuando el beso estaba a punto de


profundizarse, escuchó pasos desde la
distancia, y luego Spencer corrió. Llevaba un
sobre blanco en la mano.
— ¡Papá, papi!

— Spencer

Keith, que no tuvo más remedio que dejar de


besar y soltar a Yeon-woo, abrazó al niño que
corría como si fuera algo natural y preguntó
titubeante.

— ¿Qué es eso? Spencer

Dijo Spencer, sacando el sobre que llevaba.


— Esto, la invitación

— ¿Una invitación?

— Spencer quiere invitar a Josh y cenar juntos

Yeon-woo añadió una explicación a Keith, que


miraba sin decir nada.

— Se habló de comer juntos porque es un día


festivo, pero se convirtió en una charla de que
la Navidad era difícil y que era difícil vernos
en el nuevo año. Si estás ocupado, no tienes
que venir
— ¿Pero por qué dos invitaciones? ¿Quién más
va a ir?

Yeon-woo sacudió la cabeza al ver la cara


fruncida de Keith.

— No, uno para Pete y Cecil

— ¿Acaso no viven en la misma casa?

— Eso es porque….

Yeon-woo esbozó una sonrisa embarazosa.


— La última vez envié solo uno, y ambos
pelearon, y me pidió que le enviara uno a
cada uno

—….

Keith miró a su hijo sin decir nada. Spencer


estaba vestido de Papá Noel y listo para
entregar la carta él mismo.

—… Yo tambien voy

Yeon-woo también se vio obligado a unirse a


él en su expresión de disgusto.
— Entonces, Charles, prepara el coche…

Yeon-woo, que estaba hablando, se asustó de


repente. Keith le tocó la oreja. Precisamente
acariciando la marca, pero la reacción volvió
inmediatamente.

— No lo hagas

Yeon-woo, quien rápidamente se puso triste y


se encogió de hombros, le lanzó una mirada
resentida. Después de que la marca apareció
nuevamente, el lugar de Yeonwoo se volvió
más sensible que antes. A veces, bastaba sólo
con tocar su oreja para lograr eyacular, sin
necesidad de que Keith lo penetrara.
Sabiendo eso, Keith a menudo acariciaba la
marca. Como comprobando que aún estaba
ahí. Conociendo su ansiedad, Yeon-woo no
podría detenerlo, pero tampoco podía dejar
que lo hiciera en cualquier momento. Gracias
a esto, lanzó una protesta con una voz débil.

Antes de que Keith volviera a tocarle la oreja,


Yeon-woo, quien dio un paso atrás primero,
suspiró de alivio. Sin embargo, no fue posible
estar alerta. Inmediatamente, Keith agarró la
cintura de Yeonwoo.

— ¡Oh……!
Después de ser arrastrado con un corto grito,
Yeon-woo rápidamente se enfrentó a Keith de
nuevo.

— Yeonwoo

Keith sonrió y señaló a Yeon-woo, que se


mostró inmediatamente receloso. Mirando
casualmente hacia arriba, Yeon-woo pronto
se dio cuenta del por qué. El muérdago
colgaba sobre ellos. Al final, Yeon-woo se rió
como si no pudiera evitarlo.

— Tienes razón
— ¿Qué?

Preguntó Keith, que esperaba el beso de


Yeon-woo, con el ceño fruncido.

Yeonwoo respondió.

— Para tener buenos recuerdos, hay que


aceptar los malos

— ……

— Estaba equivocado
Dijo Yeon-woo con una sonrisa.

— Los malos recuerdos también son valiosos.


Porque son recuerdos tuyos y de Spence

Puso su mano en el brazo de Keith y levantó


su cara.

— Te amo, Keith

La expresión de Keith se aflojó y ladeó la


cabeza. Justo cuando sus labios estaban a
punto de tocarse, Keith preguntó.
— ¿Vamos a la isla en nuestras próximas
vacaciones?

Yeon-woo respondió con una sonrisa igual


que él.

— Prefiero estar en otro sitio que en una isla

Los dos estallaron en carcajadas al mismo


tiempo, y pronto sus labios se encontraron. El
beso, que había sido recibido como una
broma, se profundizó rápidamente, y durante
mucho tiempo los dos no supieron separarse.
Cerrando los ojos y respondiendo al beso de
Keith, Yeon-woo ofreció una sincera
bendición.
Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo.

Que todo el mundo sea feliz.


✤VOLUMEN#EXTRAS#3✤

✤ Capitulo 1 parte #1
—Kiss me, gentleman—✤
La mansión era muy ruidosa desde la
mañana. Hoy fue el día en que Spencer
finalmente tuvo una entrevista para entrar en
el jardín de infancia.

—No, Spencer. Dejemos a Sharky hoy.

Spencer llevaba un traje de marinero y


pantalones cortos que quería usar en los días
importantes. Yeon-woo quería que usara el
traje que compró para aquel día, pero,
aunque se vio obligado a renunciar a la idea
de cambiarle el traje, no podía permitirle
llevar el muñeco.

La cara de Spencer pronto se puso blanca de


sorpresa cuando señaló el muñeco de tiburón
que sostenía con fuerza. Tan pronto como vió
su cara, el corazón de Yeon-woo se debilitó.

—Bueno, Spencer, dejemos a Sharky con el Sr.


Whitaker durante la entrevista. Está bien,
¿Verdad?

Mientras daba un paso atrás y llegaba a un


compromiso, Spencer abrazó el muñeco y
miró a Keith esta vez. Porque Keith siempre lo
escuchaba cuando lo miraba
desesperadamente. Yeon-woo, que conocía
su tendencia a ser infinitamente suave con
su único hijo, no tuvo más remedio que
suspirar en cuanto lo vio. Tan pronto como
pensó que debía ir a la oficina del director con
un muñeco, Keith, que estaba de pie y
observándolos hasta entonces, cruzó
silenciosamente sus brazos y abrió la boca.

—Papi tiene razón. Coge el muñeco y déjaselo


a Whitaker mientras hablamos, ¿Vale?

La cara de Spencer, traicionada por la facción


de confianza, se endureció hasta el asombro.
El niño, que era incapaz de decir nada con la
boca abierta, era probable que estallara en
lágrimas pronto, así que Yeon-woo sabía lo
que pasaría, miró a Keith haciéndoselo saber,
así que Keith levantó al niño y le dijo en voz
baja.

—Spencer, ¿Qué dijo papá? Dijo que iba a


hacer nuevos amigos, ¿Verdad?

—Sí.

El niño pronto asintió con lágrimas en los


ojos. Keith lo tranquilizó con una voz
sorprendentemente amistosa.
—¿Pero no sería difícil si otra amiga quisiera
llevarse bien con Spencer? Mira, si llevas a
Sharky no podrías darle la mano a tus amigos
debido a que debes sostener el muñeco,
¿Verdad?

—Uh…

Las palabras sacudieron notablemente a


Spencer.

—Sólo mientras te encuentras con tus nuevos


amigos y les dices “hola“. Puedes mantenerte
alejado de Sharky por un segundo. Puedes
hacerlo, ¿Verdad? Porque Spencer es un chico
valiente.
—… Sí.

Sólo entonces el niño se limpió las lágrimas


con los brazos mostrando que se sentía
aliviado.

—Está bien solo por un minuto.

—Sí. Whitaker va a esperar fuera de la puerta


con Sharky, ¿De acuerdo?

Mientras Keith le miraba a los ojos, Whitaker


asintió sensatamente. Spencer, que lo
confirmó, tomó un gran respiro. Exhaló y
agarró el muñeco.

—Puedo hacerlo.

—Sí, Spencer.

Keith sonrió y besó al niño en la mejilla. El


niño, a quien besó en la mejilla, preguntó
rápidamente con cara de preocupación.

—¿Qué pasa si los piratas vienen a buscar a


Sharky?

—Whittaker lo protegerá.
Cuando Keith lanzó la respuesta, Whitaker
rápidamente intervino.

— Así es.

— Ya veo.

Spencer asintió tranquilamente.

— ¿Tú proteges a Sharky, y yo protejo a Cecil?

—….¿qué significa eso, Spencer?


La reacción de Keith fue un poco tardía. Aún
mirando su cara sonriente, el niño respondió
brillantemente.

— Soy un hombre, así que tengo que


protegerla.

Keith sonrió y miró a Yeon-woo.

— ¿Volviste a ver a los hijos de Bailey?

Spencer añadió en lugar de Yeon-woo, quien


dudó por un momento.
— Josh me hizo pudín, y se lo di a Cecil.
Tienes que ser amable con las chicas.

—….eso es genial.

Keith, quien dejó un espacio antes de


responder miró a Yeon-woo con una cara
sonriente.

— Ese hijo de puta, ha estado jugando con mi


hijo otra vez.

— Keith.
Cuando Yeon-woo se avergonzó y dijo su
nombre, Keith, que miró al niño, se corrigió.

— Yeon-woo, ¿puedes preguntarle


cortésmente a Bailey si sabe que su segundo
hijo, que es tan encantador y quiero matar, es
en realidad un estafador?

—….

Yeon-woo suspiró en silencio. Pero vio a Keith


rechinar los dientes y murmurar algo en voz
baja. No podía entender el contenido exacto,
pero nunca sería una buena palabra.
Yeon-woo fingió no saberlo y subió al coche
primero. Todo se resolverá cuando los niños
crezcan. Si al segundo hijo de Josh le gusta el
travestismo cuando crezca, es inevitable.

Sólo necesitó educar bien a Spencer.

Keith era tan sensible, que Yeon-woo asintió


con la cabeza. Es común que los niños hagan
trucos o digan pequeñas mentiras.

Keith cabalgó con el niño en sus brazos, y


pronto el coche dejó la mansión. Mientras
sostenía a Spencer, su expresión estaba algo
aliviada, pero su feromona que deambulaba
por el alrededor mostraba su disgusto.
***

— Bienvenido, Sr. Pittman y pareja.


Bienvenido, Spencer.

Con aspecto bastante viejo, el director de cara


arrugada los saludó con una sonrisa
amistosa. Spencer, que dejó el muñeco con
Whitaker antes de entrar en la oficina del
director, se sentó con la espalda bien firme,
tomó las manos del director y las estrechó
ligeramente.

Yeon-woo se sorprendió al ver la digna


apariencia del niño.
Era inimaginable que abrazara a la muñeca y
se despidiera con una cara sombría justo
antes de entrar en la oficina del director. El
director abrió la boca mirando a Keith y
Yeon-woo sentados uno al lado del otro en el
sofá.

— Gracias por venir. Revisé todos los


documentos que registró. Es todo una
formalidad.

Muchos padres querían dejar a sus hijos aquí,


donde se fijó el número de niños máximo para
ingresar, pero los estándares eran altos y las
condiciones difíciles. Yeon-woo también
estaba muy nervioso mientras preparaba los
documentos, así que cuando escuchó al
director, sus hombros se relajaron un poco.

— Entonces, ¿no hay ningún problema con la


admisión?

A la pregunta de la cuidadosa pregunta de


Yeon-woo, él asintió con una sonrisa.

— Sí, además tenemos cupos disponibles, así


que si gustas, puedes entrar de inmediato.
Eres muy afortunado. Hay mucha gente que
no puede venir incluso después de esperar
unos años.
De hecho, Yeon-woo no quería llevar a
Spencer tan pronto al jardín, pero debido a
que Keith ya no quería tener hijos, pensó que
sería útil hacer amigos porque se sentiría solo
si estuviera jugando sólo en casa todo el
tiempo.

En el caso de los famosos jardines de infancia


privados, es común presentar solicitudes tan
pronto como se tiene un hijo, pero como dijo
el director, fue muy afortunado de haber
esperado sólo tres o cuatro meses. Yeon-woo
se sintió aliviado porque le gustaron las
excelentes instalaciones y la historia antigua
del lugar que había escuchado. Pensé que
Spencer jugaría bien aquí sin ningún
problema.
— Esta historia se conecta con la escuela
primaria de la fundación. La mayoría de los
niños que vinieron a este jardín de infantes
van allí.

El director continuó, señalando la parte de


atrás del sofá donde estaba sentado.

— La característica de nuestra fundación es


que podemos construir amistades especiales
desde una edad temprana. Hay muchos casos
en los que te casas con alguien que conociste
por primera vez en el jardín de infancia o te
haces amigo para el resto de tu vida. En
privado, por supuesto, podemos ayudarnos
mutuamente.

El director añadió una explicación. Era difícil


imaginar hacer una conexión para un joven
Spencer, pero si conoces a un buen amigo, eso
sería algo muy bueno. Yeon-woo lo pensó y le
preguntó a Keith con anticipación.

—¿Qué hay de ti? ¿Todavía tienes un amigo


que conociste en el jardín?

—…. bueno, si es un amigo, supongo.


Keith respondió con un hueco como si hubiera
puesto una palabra inapropiada en su boca.
Sin embargo, las siguientes palabras pronto
convencieron a Yeon-woo.

— Conocí a Grayson en este jardín de infantes.

Los ojos de Yeon-woo se abrieron de par en


par sin por el nombre inesperado. Es difícil
imaginar a un hombre gigante que se para
frente a mí en sus épocas de niño, pero
Grayson… Por supuesto, tuvo una infancia, y
era un bebé cuando nació.

Yeon-woo pensó racionalmente, pero aún así


fue difícil de aceptar emocionalmente.
Cuando sentí la pregunta de ser capaz de
hacer buenos amigos, el director dijo como si
hubiera mirado en los pensamientos internos
de Yeon-woo.

— No se preocupe, asumiremos la
responsabilidad y cuidaremos a su hijo de
manera segura. El Sr. Pittman también se
graduó de este jardín de infantes, así que
sabes lo tradicional y maravilloso que es,
¿verdad?

Cuando Yeon-woo lo escuchó, abrió bien los


ojos y lo miró, y Keith sonrió y lo miró.
— Pregúntame si tienes alguna pregunta.
Apenas puedo recordar.

Tan pronto como escuchó eso, Yeon-woo se


dio cuenta de que lo que le intrigaba era la
infancia de Keith, no el jardín de infancia.
Ahora que lo pienso, no he visto las fotos de la
infancia de Keith hasta ahora. ¿Qué clase de
niño era Keith? ¿Qué hacía? ¿Había algún otro
amigo? El director sugirió como si hubiera
notado los pensamientos de Yeon-woo.

— Tengo una foto del Sr. Pittman. ¿Le gustaría


verla?

— ¿En serio?
Su voz se elevó sin saberlo mientras
escuchaba las palabras inesperadas. A
Yeon-woo, que estaba avergonzado y cerró la
boca rápidamente, el director se levantó con
una sonrisa y sacó un folleto de una librería
decorada con una pared.

— Revisé el programa de la visita de hoy y lo


encontré por adelantado.

De vuelta en su asiento, añadió con orgullo y


abrió la página y la colocó en la mesa
delantera de Yeonwoo. Cuando Yeon-woo
revisó el álbum, abrió bien los ojos y dejó
escapar un suspiro de lamentación sin darse
cuenta.

El niño de la foto llevaba una camisa blanca


sin arrugas y una pajarita. La joven cara del
niño, mirando directamente hacia adelante
en pantalones cortos y zapatos, parecía
completamente diferente del Keith actual,
pero se veía innegablemente similar. El color
de los ojos era azul porque era anterior a la
expresión, pero la frialdad de los ojos bajo el
cabello oscuro que estaba prolijamente
torneado permanecía inalterada.

Sin embargo, para Yeon-woo era tan


encantador, lindo y tan pequeño que no podía
compararse con el hombre que es ahora.
Spencer se inclinó hacia atrás, mostrando
curiosidad, mientras miraba a su lado sin
saberlo. Yeon-woo lo abrazó y lo sentó en su
regazo y le mostró la foto.

— Spencer, ¿quién es este tipo?

Spencer se mordió el dedo, lo aspiró y miró a


Yeonwoo. Yeon-woo naturalmente sacó su
dedo de su boca y sonrió.

— Papá, Spencer.

— ¿Oh?
Spencer abrió los ojos e hizo un extraño ruido.
Yeon-woo se echó a reír cuando lo vio. El niño
se veía perfectamente gentil, pero
extrañamente se parecía a Keith. ¿Es este el
poder de un gen? En ese momento,
desbordante de belleza, Yeon-woo abrazó al
niño fuertemente y besó la parte superior de
su cabeza. Keith preguntó cuando recordó su
vaga determinación de que podía hacer
cualquier cosa por un pequeño cuerpo
envuelto en su brazo.

— ¿En qué estás pensando?


Al darse cuenta de que estaba distraído por
un tiempo, la cara de Yeon-woo se puso roja.

— No, sólo…Spencer se parece mucho a ti.

— ¿A mi? De ninguna manera, se parece mas a


ti.

Ante la implacable negación de Keith,


Yeon-woo miró al director como si le pidiera
su consentimiento. Luego respondió con una
sonrisa benevolente.

— Se parece a ambos.
Por supuesto que tanto Yeon-woo como Keith
estaban en desacuerdo con eso.

No tienes buen ojo, es obvio que se parece


más a Yeon-woo.

Keith pensó.

Lo dijo por cortesía ¿no es así? Se parece más


a Keith.

Yeon-woo estuvo de acuerdo con esto. Keith


añadió una cosa.
Si te pareces a mí, no puedes tener esa
personalidad.

Entonces recordé algo que había olvidado y


apreté los dientes sin darme cuenta. El hijo de
Bailey se vistió de mujer y engañó a Spencer,
así como se comió el pudín favorito de
Spencer. La cara del niño que dijo que
Spencer se lo regaló casualmente, realmente
era muy linda, pero era por otra cosa. Además
de amar a Spencer, el hijo desvergonzado de
Bailey tendrá que aprender una lección
inolvidable tarde o temprano. ¿Cuánto
pagarás por engañar al hijo de Keith Knight
Pittman?
— ¿Keith?

Keith entró en razón con una voz cautelosa.


Yeon-woo se miraba a sí mismo con una cara
preocupada. Sabiendo que sin querer había
puesto una cara sombría, Keith abrazó a
Spencer, que aún estaba en el regazo de
Yeonwoo. Sabiendo que Keith abraza a
Spencer o a Yeonwoo cuando tiene que
calmarse, Yeon-woo fingió no saber que sus
rodillas estaban vacías y miró el álbum.

— ¿Tanto te gusta esa foto?

Keith preguntó con una voz más relajada.


Justo a tiempo, sonó el teléfono, y mientras el
director respondía el teléfono, Yeon-woo
susurró en voz baja.

— ¿También tienes esta foto?

— ¿Por qué?

La voz de Keith se convirtió en una risa.


Yeon-woo dijo lo que quería con confianza,
mientras evitaba sus ojos porque era tímida.

— Si no tiene ninguna, me gustaría


preguntarle si puede hacer una copia de la
foto.
Keith se rió en voz alta cuando escuchó las
palabras. El director, que estaba al teléfono,
parecía sorprendido, y Yeon-woo lo miró
avergonzado. Mirando a Yeon-woo de esa
manera, Keith dijo con una voz que seguía
siendo graciosa.

— Te gusto mucho.

Yeon-woo abrió sus ojos rebeldes y preguntó,


mirando sus largos ojos doblados.

— ¿No puede gustarme?


¿Cómo que no? A Keith siempre le ha gustado
el hecho. Además, no mencionó lo bien que se
veía la cara de Yeon-woo cuando abrió los
ojos para sí mismo.

No pude soportarlo más, y cuando incliné la


cabeza lo y besé, Yeon-woo se quedó atónito.
Keith chupó y lamió suavemente los labios
que le había dado sin evitarlo, y por un
momento se preguntó si llevaría a Spencer al
director por un rato y le pediría que guiará al
niño un rato por el parque. Incluso si es un
poco corto en 30 minutos, podrá hacerlo una
vez con prisa.
Calmate. Ya no eres un adolescente no
puedes decir donde y cuando.

Pasó ese período hace mucho tiempo. Ahora


es el momento de saber cómo controlar el
calor y esperar. Keith, que apenas logró
calmarse, mordió dolorosamente el labio
inferior de Yeon-woo, tomó la decisión.

Pongamos a Spencer a dormir de inmediato y


saquémosle la ropa a Yeon-woo.

Pronto revisó su plan.


¿No podemos quitársela mientras hago
dormir a Spencer?

— Keith.

Al sonido de la llamada de Yeon-woo, Keith le


echó un vistazo. La cara de Yeon-woo estaba
más roja que antes.

— Hey, feromonas…

Incapaz de dejar de hablar en voz baja,


Yeon-woo miró a Keith. Keith miró fijamente
la cara de Yeon-woo sin decir una palabra. No
hubo ningún cambio en su expresión y estaba
seco como siempre, pero Yeon-woo pudo ver
que involuntariamente le hizo enloquecer.
Esto se debe a que el olor de las feromonas
que se habían estado esparciendo a su
alrededor se volvió sofocante en un momento
dado.

—ha…….

Viendo a Yeon-woo sin aliento, Keith


rápidamente sofocó sus feromonas. Debido a
la marca grabada, sólo Yeon-woo podía oler
su olor a feromonas, pero todo el mundo
podía ver a Yeon-woo que estaba excitado.
Pero no quise mostrarle eso a nadie. Incluso si
tu contraparte tiene más de 60 años, y es el
director de un jardín de infancia.

— Lo siento por la larga llamada.

El director, que apenas había terminado de


llamar, regresó a su asiento y pidió su
comprensión. Keith cruzó las piernas
suavemente para ocultar su excitación y puso
al niño sobre su hombro para evitar que la
cosa fea tocará a Spencer. Como si fuera
natural, Keith agarró las piernas del niño en
el cuello y las fijó, y abrió la boca.

— Creo que hemos terminado de hablar hoy


¿Podemos volver?
Cuando se le preguntó educadamente, el
director asintió rápidamente, — ¡Oh!

— Por supuesto. El resto de información le


será enviada mientras están de regreso, así
que ya puedes irte.

— Gracias, entonces discúlpeme.

Yeon-woo se despedió con una pequeña voz


temblorosa. Para ver cuánto se había
calmado, Keith, que se levantó primero y se
dirigió a la puerta, rápidamente bajó su
cabeza y la sostuvo en sus brazos para que el
niño no se golpeara la cabeza al salir.

Tan pronto como Whitaker, que estaba


esperando afuera, los vio, entregó el muñeco
de tiburón que había estado acariciando, y
Spencer, que lo vio, reflexionó y abrió los
brazos de par en par.

— Gracias, señor.

Whitaker también le sonrió al niño que lo


saludó como le enseñó Yeon-woo. El director,
que lo siguió, los acompañó hasta la puerta
principal, y dejaron el jardín de infancia en un
coche preparado.
— Whoow.

Keith, que puso a Spencer en su asiento, le


dijo a Yeon-woo, que apenas suspiró.

— ¿Has pensado en lo que vas a hacer cuando


vuelvas?

— Sí.

Viéndolo asentir con la cabeza sin dudarlo,


Keith estaba seguro de que tenía la misma
idea.
— ¿Qué es?

Sería vergonzoso decirlo delante del niño, así


que debe ser vergonzoso sonrojarse. Keith
preguntó maliciosamente, esperando la
reacción. A ese beso, Yeon-woo respondió con
la cara sonrojada, parpadeando los ojos.

— Buscaré tu álbum.

—….
Keith sólo lo miró sin decir una palabra. Tan
pronto como dirigió su atención al niño, besó
a Spencer y la abrazó fuertemente, pensó.

Sorprendentemente, él y Yeon-woo pueden no


ser capaces de comunicarse.
✤VOLUMEN#EXTRAS#3✤

✤ Capitulo 1 parte #2
—Kiss me, gentleman—✤
El niño se durmió antes de llegar a casa.
Keith, que cambió la ropa de Spencer, que se
durmió rápidamente, puso al niño en la
cama, Yeon-woo besó la mejilla del niño y le
acarició la cabeza. Keith se giró primero y
dejó la habitación, y Yeon-woo, que le siguió,
cerró la puerta en silencio y le miró. Keith
también lo miró y le preguntó.

— Tenemos algo más que hacer, ¿verdad?

Keith con una extraña sonrisa y Yeon-woo, de


frente en el pasillo, asintió con la cabeza.
— Necesito encontrar el álbum.

La predicción de Keith era correcta esta vez.


Pero eso no significaba que pudiéramos
comunicarnos. Sobre la brillante sonrisa de
Yeon-woo, Keith no dijo nada por un
momento.

***

— Aquí, he traído todo.


Charles, que trajo todos los álbumes bajo la
dirección de Keith, los puso sobre la mesa y
explicó.

— Hay un período en la portada. Puedes


mirarlo en orden.

— Gracias, Charles.

Charles le dio una ligera respuesta a


Yeon-woo, quien dijo gracias con sus ojos
brillantes.

— Acabo de hacer mi trabajo. Y luego…


Fue entonces cuando Yeon-woo vio otro
álbum que aún estaba en el carro. Charles
puso un álbum diferente junto al de Keith
delante de él.

— Este es el álbum de Yeonwoo.

— ¿Qué?

Por un momento, Yeon-woo se sorprendió. En


el momento de la boda, recordé que mi
familia me había enviado todo mi equipaje
restante. Pero ni siquiera pensé que enviaría
mi álbum en ese momento.
— Bien por ti. Siempre eres sensato, Charles.

Cuando Keith alabó al mayordomo como si lo


hubiera esperado, dijo de buena gana.

— Gracias. ¿Necesitas algo más? ¿Qué tal un


té o un pastel?

— Oh, me gustaría un té con leche, por favor.

Cuando Charles, que asintió con la cabeza a


las palabras de Yeon-woo, miró a Keith,
pareció pensar por un momento y abrió la
boca.
— Tomaré té negro. Pastel.

¿El pastel para Keith? Cuando lo miré con


asombro, por su pedido poco usual, Keith
añadió casualmente.

— Con mucha crema batida.

— Bien, estaré listo pronto.

Como de costumbre, el inteligente


mayordomo respondió y salió de la
habitación. Después de inclinar la cabeza un
momento, Yeon-woo se sentó primero en el
sofá y cogió lo que estaba encima del álbum
de Keith. Cuando abrí la tapa y volteé el papel
con un simple disco, la primera página se
reveló pronto. Tan pronto como vio la foto,
Yeon-woo suspiró profundamente.

Oh, Keith bebe.

En la foto, sentado de frente, el niño tenía una


peculiar expresión de perplejidad. No ha
pasado mucho tiempo desde que salió al
mundo, así que todo es asombroso e
incómodo. Cuando recordé a Spencer cuando
tenía la misma edad, mi boca se abrió
rápidamente. Poco después, cuando imaginé
a Spencer de pie junto a bebé Keith, mi
corazón no pudo evitar latir.
Te ves tan lindo.

Suspiró, volvió a suspirar excitado y pensó. Si


tuviera un segundo hijo….

— Yeonwoo.

Eso es todo lo que podría imaginar. Yeon-woo,


que estaba distraído por la suave voz que le
llamaba, giró la cabeza, y Keith sonrió
afectuosamente y le miró.

— No estás imaginando cosas que no


deberías hacer, ¿verdad?
—….mmm.

En lugar de responder, Yeon-woo tosió


torpemente y evitó el contacto visual. Esta vez
tienes razón. Keith vino con un sentimiento de
reticencia. ¿Por qué está mal cuando debería
estar bien?

Por si acaso, añadió con voz severa.

— No más niños.

—….sí.
Yeonwoo, quien estuvo en silencio por un
tiempo, asintió con una cara deprimida.
Imaginando el rostro de Spencer, quien
estaría momentáneamente decepcionado,
Keith casi dejó de escuchar sus deseos, pero
logró ponerse al día con sus pensamientos y
dirigir su atención al álbum. Al ver cómo era
de niño, pronto recuperó la frialdad y abrió la
boca con una voz tranquilizadora.

— ¿Tanto te gusta esta foto?

Yeon-woo levantó su cara con una atmósfera


más suave y respondió.
— Mucho. Es increíble verte así. Eras tan
pequeño.

Cuando levantó la cabeza y sonrió, Keith


también sonrió. Los ojos se entrelazaron y
Keith entrecerró los ojos. Yeon-woo abrió sus
labios casualmente, sintiendo los latidos de
su corazón. Keith susurró lentamente en voz
baja.

— Yeonwoo.

Mi loco corazón estaba a punto de salirse de


mi boca. Yeon-woo incluso se sintió mareado
y cerró los ojos. Era impresionante y mis
labios estaban a punto de conectarse.
Al sonido de los golpes regulares, Yeon-woo
abrió los ojos con sorpresa. Keith también
miró a Yeon-woo con grandes ojos. Mirándose
como estaba, la puerta se abrió y Charles
entró. Después de arrastrar el carrito, abrió
rápidamente la boca, ignorando a Yeon-woo,
que estaba en una posición poco común y a
Keith, que parecía incómodo.

— He preparado el carrito de comida que


mencionaste.

Charles habló con una voz neutra y puso el té


y el pastel sobre la mesa. Hasta justo antes,
pude ver claramente lo que los dos
intentaban hacer, pero si me avergonzaba o
me preocupaba, no podría trabajar en esta
mansión. Incluso antes de que empezaran a
salir, solían ponerse muy calientes cuando
estaban solos. En ese momento, no sabíamos
que iba a llegar el momento en que todo el
mundo lo sabría, así que ahora es mejor.
Charles pensó colocando una cara
inexpresiva y enderezó su espalda.

— Los dejo entonces. ¿Hay algo más que


quieras que haga?

En lugar de responder, Keith agitó la mano un


par de veces.
Charles rápidamente salió de la habitación, y
Keith y Yeonwoo se quedaron solos otra vez.
Yeon-woo, que estaba avergonzado y se
apresuró a llevarse el té con leche a la boca,
vertió cuidadosamente un líquido caliente en
su boca. Keith sintió una pregunta interna
mientras veía a Yeon-woo pasar
apresuradamente a la página siguiente, con
la cara enrojecida de vergüenza. Aún así, a
veces no podía creer que fuera el primer
oponente de Yeonwoo. Se dice que había una
pareja con la que había salido antes de que
llegara a su vida, pero Keith fue la primera
pareja de Yeonwoo siendo un omega.
Pero cómo era eso posible.
A menudo agradecía a Dios por ser el único
que conocía un cuerpo tan dulce. Si Yeon-woo
no hubiera venido a ver el partido de polo ese
día, si no se hubiera enamorado de Keith,
habría sido un poco más activo y extrovertido,
así que si se hubiera dado por vencido
rápidamente con Keith y hubiera encontrado
otro oponente.
¿Cuántos Alfas tendría deseando ese cuerpo?
Si lo hubiera hecho, su turno podría no haber
llegado nunca para él, e incluso si hubiera
tenido suerte, habría estado celoso de
Yeon-woo, que habría vuelto a los brazos de
otro Alfa. Ya sea en confinamiento o
secuestro, puede haber roto la pierna de
Yeon-woo como lo hicieron sus padres.
Fue entonces cuando Keith se dio cuenta de
algo aterrador.
¿No es eso lo que le he estado haciendo a
Yeon-woo?

A pesar de tantas atrocidades, para su


sorpresa, Yeon-woo no manifestaba sentirse
retenido, secuestrado o que hubiera perdido
su libertad. Por el contrario, ha estado
ocupándose tranquilamente de todo tipo de
situaciones, encargándose de todo lo
relacionado con Spencer, y desde luego de
cualquier situación con Keith. Han pasado
años desde que no recibe los insultos y
comportamiento agresivo de Keith.
— Lindo.

Keith se despertó por la repentina risa de


Yeon-woo. Yeon-woo no tenía ni idea de las
ideas infantiles de Keith mientras miraba el
álbum. Más tarde, Keith, que dio un suspiro
de alivio, miró a Yeon-woo.

¿Cómo esperaste durante tanto tiempo?

Me dolía la cabeza y solté un gemido casual.


Cuando Yeon-woo perdió la memoria, pude
ver un poco el por qué seguía diciendo cosas
equivocadas y porque no podía creer que
estaba saliendo con él. Pensó que conocía
bien su pasado, pero cuando se reveló un
hecho inesperado, cayó al lugar más
profundo.

Debe haber sido difícil aguantar.

Ni siquiera me di cuenta de que a Yeon-woo le


gustaba.

Eso es definitivamente porque no quería


aceptar lo mucho que él me gustaba a mi.

Un nuevo sentimiento de culpa, vergüenza y


alivio se elevaron al mismo tiempo, y se dio
cuenta de lo miserable que era. No puedo
creer que Yeon-woo me siguiera queriendo
aun cuando cambiaba de parejas tan seguido
a causa de las feromonas.

“¿Alguna vez has pensado en quién cambió tu


oponente cada semana? ¡No sé si recuerdas
quién limpió tu desastre!”

El grito olvidado de Yeon-woo de repente


golpeó el estómago de Keith. Estaba
noqueado y gimió indefenso, con la cabeza
envuelta en sus manos.

Yeonwoo merece huir.

— Keith ?
Keith entró en razón con el repentino sonido
de la voz. Cuando giré la cabeza, vi la cara de
Yeon-woo mirándome con ojos ansiosos.

En ese momento se dio cuenta de por qué su


padre le rompió la pierna a Ángel. Sin
embargo, ¿por qué Ángel sigue tratando de
huir? La esencia del hombre nunca cambia. El
es diferente porque también es un ser
humano. Keith seguía siendo una basura y se
conocía a sí mismo demasiado bien.

¿Así que Yeon-woo huirá de nuevo algún día?


¿Como ángel?
La marca podría desaparecer de nuevo.
Entonces estarás saliendo con otro Alfa,
¿verdad? Como yo lo hacia antes, cambiando
a mi compañero, durmiendo con cualquiera.

— Keith .

Yeon-woo llamó su nombre otra vez. Keith se


dio cuenta tarde de que la voz estaba
extrañamente excitada. Además, el olor de las
feromonas se desbordaban de su cuerpo.

Oops.
Keith estaba internamente avergonzado. La
mera imaginación de Yeon-woo abrazando a
otro Alfa hizo que me hirviera la cabeza y
esparci feromonas. Cuando Keith vio a
Yeon-woo, que respiraba por el calor, pero
parecía preocupado, ocultó rápidamente las
feromonas e hizo una sonrisa.

— ¿Terminaste el álbum?

Keith se sorprendió internamente por la dulce


voz. No puedo creer que tenga una voz tan
dulce. Afortunadamente, funcionó, así que
Yeon-woo relajó su expresión y señaló el
álbum. Ya había tomado su siguiente álbum.
Keith calmó sus sentimientos domándose a sí
mismo. Está bien, Yeon-woo no me olvidará
de nuevo y la marca no desaparecerá. No le
romperé la pierna a Yeon-woo.

…no lo creo, nunca.

— ¿De cuándo es esto?

Keith, que miró a otro lado y vio la foto


señalada por Yeon-woo, respondió con
ligereza.

— Cuando estaba en el instituto.


— ¿Llevas puesto un uniforme escolar?

Cuando se le preguntó, curiosamente, Keith


aún asintió con una voz indiferente.

— Sí, todo el mundo.

— Guau.

Yeon-woo pasó la siguiente página con una


exclamación. Escuché que hay escuelas en los
Estados Unidos que usan uniformes, pero era
la primera vez que conocía a estudiantes
experimentados. Sonrió, pensando, — Ahora
veo que estás tan cerca.
— ¿Qué clase de escuela era? ¿Dijiste que las
reglas son estrictas?

— Me aburría.

La respuesta de Keith fue simple. Pero su


expresión era tan consistente con la respuesta
que no había duda.

— Solía usar un uniforme escolar, pero lo


odiaba en ese entonces.

En palabras de Yeon-woo, Keith se dirigió


inmediatamente al siguiente álbum.
Yeon-woo cambió de tema rápidamente,
fingiendo no saber.

— La mayoría de estas escuelas tienen


dormitorios, ¿verdad? ¿Tú también estabas en
el dormitorio?

— Sí.

Keith se dio cuenta de que no quería mostrar


su álbum, pero decidió seguir adelante. Sin
saber que era sólo un período de gracia,
Yeon-woo dijo con alivio.
— ¿Así que sólo venías a casa los fines de
semana?

— A veces es así, a veces no.

Hubo una respuesta seca. ¿No quieres hablar


de esos días? Yeonwoo se preguntó
internamente.

— ¿Pasó algo interesante? Un episodio que


ocurrió entre amigos.

— Bueno.
Keith se encogió de hombros.

— Conozco a la mayoría de ellos desde el


jardín de infancia.

— ¿En serio?

Yeon-woo recordó lo que dijo el director del


jardín de infantes. ¿Eso significa que Spencer
usará este uniforme?

Mientras bajaba los ojos de nuevo, noté una


foto de Keith usando un uniforme escolar. Era
una foto tomada de un lado, sentado en un
escritorio. En ella, Keith tenía su pelo corto y
oscuro, daba vuelta el libro de tapa dura con
una mano sobre el escritorio y ponía la otra
mano al azar sobre su muslo. Además,
miraba a un lugar lejano como si estuviera
perdido en sus pensamientos. ¿Quién tomó
esta foto?

— Tus ojos son azules.

— Porque es antes de la expresión.

Yeon-woo suspiró después de la simple


respuesta de Keith. Cuanto más pensaba en
ello, más sentía que era un desperdicio.
Incluso cuando estaba en la universidad,
luchó para ahorrar no sólo su matrícula sino
también sus gastos de vida, y era imposible
para él asistir a una escuela tan privilegiada,
considerando que había sufrido mucho
durante años, antes de que Keith pagará
todos los préstamos que había gastado.
Aunque lo sabía bien, el hecho de no haber
visto a Keith en ese momento le decepcionó.

¿Qué tan bueno fue para la gente que fue a la


escuela junto a él?

— Es injusto.

— ¿Qué?
Yeon-woo se dio cuenta tarde de que terminó
murmurando lo que pensaba para sí mismo,
pero ya había sucedido. Después de un
momento de vacilación, se rindió y confesó
francamente.

— Desearía haber asistido a la misma


escuela, si hubiera tenido…….

Keith dijo como si no entendiera lo que


Yeon-woo quería decir.

— No habia nada especial.

— ¡…!
Yeon-woo, que estaba emocionado por un
momento, pronto murmuró con una voz
deprimida.

— No hay nada que pueda hacer al respecto.

Yeon-woo, que volvió a mirar el álbum,


suspiró. No importa cuánto mire la foto de
Keith sentado con su uniforme escolar,no
dejaba de pensar que todavía tiene un rostro
joven.

No pude pasar la siguiente página, y de


repente Keith preguntó.
— ¿Te gustaria?

— ¿Eh?

Miró a Yeon-woo con una cara juguetona


mientras levantaba la vista con
entusiasmado.

— ¿Quieres verme con el uniforme de la


escuela?

— ¡Si!
No fue hasta que contestó que se dio cuenta
de que asentía con la cabeza. Esta vez, añadí
con más confianza.

— ¡Me gustaría, me gustaría!

Keith, que se rió un poco de las palabras, se


recostó en el sofá.

— Bueno, ¿qué debería hacer?

Yeon-woo rápidamente se puso ansioso


debido a su actitud que consumía mucho
tiempo. Sabiendo que lo había hecho a
propósito, pero sintiéndose impaciente, se
volvió y miró a Keith. Yeonwoo no era
consciente de lo desesperado que estaba,
pero el efecto era seguro.

La sonrisa desapareció de la cara de Keith,


que hasta ahora había sonreído
tranquilamente, y sus ojos se entrecerraron.

Ah…

Cuando Yeon-woo entró en razón, sus labios


ya estaban entrelazados. El peso de Keith
llegó poco después de que abriera los ojos
tardíamente. Keith, que ocupaba el estómago
de Yeonwoo como si se hubiera derrumbado
sobre un colchón, retiró los labios, pero volvió
a besarlo, esta vez, en una dirección diferente.

El beso, que se había sentido tan suave como


una pluma, pronto se volvió persistente. Sí,
con un gemido, una pierna de Yeon-woo cayó
bajo el sofá, y Keith se colocó entre las
piernas. Yeon-woo exhaló excitadamente a
través de su aliento. Sentí la parte inferior de
mi pierna sobresaliendo, y mi estómago
comenzó a sentirse entumecido con
anticipación.

— Yeonwoo.
Keith susurró y se mordió el labio inferior.
Cuando torció suavemente el pezón, que
sobresalía en su camisa, mientras lo
presionaba suavemente con el pulgar,
Yeon-woo se tragó su aliento y torció su
cintura.

Sólo soy yo.

Keith, que retiró sus labios miró la cara de


Yeon-woo.

Soy el único para Yeon-woo.


La parte inferior de su cuerpo respondió
inmediatamente a las mejillas sonrojadas, los
labios húmedos y los ojos nublados que lo
miraban. Cuando froté la parte inferior
instintivamente, Yeon-woo gimió como si
estuviera sufriendo. Incapaz de contener su
excitación, levantó sus piernas hacia las de
Keith, y tocó el álbum sobre la mesa.

Algunas de las fotos cayeron sobre las otras


en el suelo produciéndose un sonido sordo.
Yeon-woo no pensaba en el sonido, pero Keith
era diferente. Reflexivamente, agarró la
pierna de Yeon-woo y la levantó, mientras
miraba hacia abajo. Afortunadamente, no
pasó nada especial, pero el álbum abierto
llamó su atención con un significado
diferente.

— Por qué….

Yeon-woo, que preguntó con impaciencia y


giró la cabeza después, parpadeó los ojos por
un momento sin darse cuenta de la situación.
La foto del álbum me pareció familiar, pero no
era la de Keith.

Yeon-woo, que se había detenido un rato, se


sorprendió y se tragó su aliento sólo después
de unos segundos de ausencia. Extendió la
mano para cubrir el álbum apresuradamente,
pero fue simplemente atrapado por Keith,
quien se inclinó mientras sostenía el brazo de
Yeon-woo y tomó el álbum con su otra mano.

— Oh….

Yeon-woo dio una exclamación de


arrepentimiento, como una renuncia, pero no
había nada que pudiera hacer. Keith colocó el
álbum en sus gruesos muslos frente a lo
obvio.

— Realmente.

Keith añadió entre dientes.


— Llevas un uniforme escolar.

— Sí….

Finalmente, Yeon-woo se rindió y respondió


con una voz débil.

— Te lo dije, yo también usaba uno.

— Lo hiciste.

Keith miró la foto con una sonrisa en su rostro


como si le pareciera realmente divertido. En
sus últimos días, quería cubrirse la cara
porque era tímido, pero la imagen quedó
atrapado en su mano, así que Yeon-woo no
tuvo más remedio que mirarlo con una
mirada seria.

— ¿Cuándo es?

Aún mirando la foto, Yeon-woo respondió


desesperadamente cuando Keith le preguntó.

— Cuando estaba en el instituto… 1er grado.

— ¿En serio?

Añadió con una voz aún sonriente.


— Pareces un estudiante de secundaria.

— Soy un estudiante de secundaria.

Incapaz de enfadarse, Yeon-woo habló con


una voz suspirante y cerró la boca. Keith soltó
el álbum, pero no hubo tiempo de quitárselo.

— ¡Eh!

Keith, que trató de extender su brazo con


prisa, levantó el álbum con una mano y lo
esquivó ligeramente, abrazó la cintura de
Yeon-woo con la mano que le quedaba tiró de
él. Yeon-woo, que se enfrentó a su oscuro
pasado en los brazos de Keith debido a una
provocación apresurada, terminó emitiendo
un doloroso gemido. preguntó Keith, quien
besó su cabeza de manera casual.

— ¿Por qué tienes el pelo tan corto?

— Porque eran las reglas de la escuela.

El pelo cortado mucho más corto de lo que


está ahora estaba mucho más alto que las
cejas. Además, se veía ridículo para sí mismo
porque tenía un uniforme que era algo más
grande que su tamaño, como si estuviera
preparado para su crecimiento en el futuro.
¿Porque Charles trajo mi álbum cuando nadie
se lo pidió?

Culpé al mayordomo sin motivo, pero era


demasiado tarde para volver atrás. No hay
nada gratis en el mundo. Yeon-woo se dio un
nuevo giro.

Keith todavía sostenía la cintura de Yeon-woo


en un brazo, lo colocó en un muslo, y
orgullosamente puso el álbum en las piernas
de Yeon-woo. Había un álbum justo delante
de mi nariz, pero estaba atrapado por la
cintura y no había forma de hacer nada al
respecto. Como si fuera natural, Keith acarició
lentamente la cintura de Yeon-woo y pasó la
siguiente página.

Todavía tenía el pelo un poco más largo,


aunque corto, y un poco más maduro gracias
a su mayor altura. El uniforme seguía siendo
más grande que su físico, pero fue a
mediados del tercer grado cuando creció
tanto como ahora, así que no sabrá hasta un
poco más tarde, cuando el uniforme se ajuste
perfectamente a su cuerpo. Cada vez que
repasaba la página, Yeon-woo esperaba con
vergüenza. Esa torpe figura pronto
desaparecerá. Un poco más, solo un poco
más.
Viéndose cada vez más joven, esperaba
ansiosamente la siguiente página, pero las
manos de Keith se hacían cada vez más
lentas.

Yeon-woo, que solía tener el hábito de


deshacerse de él rápidamente incluso cuando
trabajaba como secretario en el pasado, se
ha ralentizado significativamente desde que
su cuerpo se debilitó y cede ante él. Gracias a
esto, el hábito de preocuparse y el
nerviosismo de el pasado se ha reducido,
ahora se ha relajado bastante, pero en este
momento, parece haber agotado toda la
paciencia que se había acumulado. Quería
pasar la página yo mismo, pero Keith fue
lento, demasiado lento, yendo en contra de
los pensamientos internos de Yeon-woo.

Te besaré.

Yeon-woo, que recordaba lo que habían


hecho hasta justo antes de que ese
vergonzoso álbum fuera revelado al mundo,
trató de ponerlo en práctica sin esperar más.
Si abrazas a Keith mientras lo besas, el álbum
se caerá naturalmente. Si no se cae, puedes
hacerlo caer.
Simulando en su cabeza, inmediatamente
puso sus pensamientos en acción. La primera
vez que intenté abrazar su cuello con los
brazos, Keith se detuvo de repente.
✤VOLUMEN#EXTRAS#3✤

✤ Capitulo 1 parte #3
—Kiss me, gentleman—✤
—….¿qué es esto?
Yeon-woo dejó de moverse ante una voz
extrañamente tenue. ¿Qué clase de imagen es
esa? En un corto momento, todo tipo de
imágenes pasaron por su cabeza. ¿Hubo algo
tan malo como para reaccionar de esa
manera? Era más perturbador porque no
podía adivinar. Yeon-woo, que tenía dificultad
para mirar por el miedo, se asustó
inmediatamente ante la imagen que
apareció, y pronto soltó su expresión, — Oh,
no.
— Es una foto que tomé con mis amigos.

Una foto de cuatro personas juntas era algo


común para las personas de esa edad. Al
principio, toma una pose plausible, pero de
alguna manera cuando presiona el
obturador, la formación se derrumba. Como
era de esperar, Yeon-woo sonrió sin saberlo al
recordar la foto de él cayendo, cayendo y
tambaleándose en un lío,volvieron los
recuerdos que había olvidado, y Yeonwoo se
rió sin saberlo.

— Los echo de menos. ¿Estarán todos bien?


Keith miró a Yeonwoo murmurando para sí
mismo y acariciando la imagen. Cuando de
pronto aumentó el agarre del brazo que
sostenía la de Yeonwoo y lo jalé con fuerza,
Yeonwoo, quien fue arrastrado por el, levantó
la cabeza. Cuando se hizo contacto visual,
Keith preguntó en voz baja.

— ¿Sigues en contacto?

— No.

Yeon-woo sacudió la cabeza.


— Desde que vine a América después de la
graduación… he perdido el contacto con
todos poco a poco…. No sé cómo les va ahora
mismo.

La razón por la que rompió con sus amigos


fue que había mutado de beta a omega. No
quería ver a sus amigos desde que anunció
que se convirtió en Omega, así que incluso
cuando estaba tomando un descanso de la
escuela y regresando a Corea para descansar,
estaba atrapado en la casa todo el tiempo sin
ver a sus conocidos.

Ese es el tipo de relación que tenía.


De todos modos, encontró una nueva vida
diaria aquí, y tenía una relación diferente a la
de antes. Especialmente una relación
preciosa.

No había necesidad de decir eso, así que


Yeon-woo sonrió casualmente. Keith, sin
embargo, mantuvo los ojos en el álbum y
preguntó.

— ¿Esto un amigo?

Al ver la cara de su amigo siendo señalado


con un dedo y con la designación de “esto”
Yeonwoo contesto cortante.
— ¿Qué quieres decir con “esto”?

Pronto suavizó su tono y añadió.

— Solía ser el hermano de un amigo, pero a


veces jugaba con él. Era dos años más joven.

Cuando estaba en el último año de la escuela


secundaria, un hermano menor de uno de mis
amigos vino a la misma escuela. Una persona
más alta que él se unió a la banda de su
hermano, y Yeon-woo estuvo con él varias
veces gracias a él. La foto lo mostraba
abrazando a Yeon-woo por detrás de sus
hombros. Yeon-woo, que había olvidado su
existencia, sonrió casualmente al mirar la
foto. Ahora que lo pienso, solía ser su hyung.
Keith se quejó.

—…. mira de cerca.

Yeon-woo asintió sin darse cuenta de que el


acento de Keith estaba disminuyendo.

— Le gustabas mucho.

— ¿Le gustaba?
Cuando se le preguntó inmediatamente,
Yeon-woo dijo, — Oh— , y luego se dio cuenta.

— No, no en ese sentido. Si no en el sentido de


un sunbae.

Keith frunció el ceño notablemente.

— ¿Sunbae?

¿Qué es eso? ¿Es un apodo? Su humor


empeoró. Viendo la expresión de Keith en su
cara, Yeon-woo se despertó.
— Espera, no me malinterpretes.

Yeon-woo, que dudaba en explicar el


concepto de antigüedad, pronto abrió la
boca.

— Eso como se llama una persona quien es un


grado más superior que el suyo en Corea. Así
es como todos lo llaman, y no significa nada.

¿Pero la mayoría de la gente no lo llama


hyung?

Mientras hablaba, de repente tuve una


pregunta, pero no lo dije.
— ¿Te llamaba ‘Sunbae’’?

Keith volvió a preguntar. Yeon-woo asintió.

— Sí.

Keith se quedó en silencio por un momento.


Abrió lentamente la boca mirando a
Yeon-woo con los ojos bien abiertos.

—…. ¿Yeon-Woo Sunbae?


Por un momento, el corazón de Yeon-woo
pareció caer en voz baja, pero poco después,
comenzó a latir como loco. Su cara se puso
roja, sus pupilas se abrieron de par en par, y
su respiración se volvió áspera. Sin embargo,
estaba sentado en el muslo de Keith. Keith no
podía conocer la vibración de todo su cuerpo.
La expresión de Keith pareció suavizarse un
poco, pero sus labios se aflojaron.

— Ah….

Keith extendió sus exclamaciones como si


recordara algo que había olvidado.
— Uniforme escolar, ¿dijiste que querías ver
mi uniforme escolar?

—….!

Yeon-woo se cubrió rápidamente la boca con


sus manos. Esto es porque pensó que dejaría
salir un grito. La expresión de Keith se rompió
completamente cuando lo vio asintiendo con
la cabeza sin hacer ningún sonido.

Keith abrazó a Yeon-woo firmemente y


sostuvo su muñeca con su otra mano. Era sólo
un poco de fuerza, pero el escudo que había
sido bloqueado con gran esfuerzo se
derrumbó en vano. Poco después, los labios
se superpusieron y Yeon-woo cerró los ojos.

— Uh, uh-huh.

Mi boca se llenó de gemidos. Mi cabeza


rápidamente se volvió brumosa, y dulces
feromonas flotaron alrededor. Sintiendo a
Keith doblar la parte superior de su cuerpo,
Yeon-woo estiró sus brazos y abrazó su cuello.
Pensé que me derribaría, pero de repente la
voz de otro hombre intervino.

— Sí, Sr. Pittman.


—…uh…

Keith, que se las arregló para separar sus


labios de los de Yeon-woo, que todavía estaba
aturdido, dijo.

— Tráeme el uniforme que llevabas cuando


estaba en el instituto.

— Está bien.

Poco después de que se escuchara la


respuesta, se quedó en silencio. Más tarde,
Yeon-woo se dio cuenta de que la voz
pertenecía al mayordomo Charles y que Keith
usaba el teléfono de la mansión para darle
instrucciones por el altavoz. Se quedó
congelado cuando se dio cuenta de que había
intentado voluntariamente tener sexo en el
sofá, no en una cama. Sólo me ha besado y ya
estoy pensado en acostarme con él.

Estoy avergonzado.

Keith sonrió cuando vio la cara de Yeon-woo,


cuya cara se puso muy caliente. ¿Te has dado
cuenta de lo que estoy pensando? Estaba
inquieto, pero Keith inclinó su cabeza y besó
los labios de Yeon-woo ligeramente.

— Oh, oye, ¿todavía tienes tu informe escolar?


Esta vez, Yeon-woo preguntó, pensando que
no mostraría ningún comportamiento de
nerviosismo. Keith, que estaba a punto de
seguir besandolo de nuevo, hizo una pausa y
pronto respondió con una voz baja.

— Sí, no esperaba que esto sucediera.

— Ya veo.

Es algo bueno. Sólo pensar que Keith llevara


un uniforme escolar delante de sus ojos hizo
que su corazón estallara. Keith mostró una
delgada sonrisa y susurró en voz baja a
Yeon-woo mirándolo con una mirada vacía.

— ¿Te llevabas bien con él?

— ¿Eh? Ahhhhh… Sólo fue porque era el


hermano de un amigo…. era lindo…… Me
agradaba.

Keith preguntó, abrazando a Yeon-woo


mientras le acariciaba lentamente el trasero,
quien respondió de manera seca y miraba los
labios de Keith de manera agitada.

— ¿Lo saben? …que tú, tú has mutado.


— No….

Yeon-woo respondió honestamente.

— No lo sé. No nos hemos visto después de mi


mutación a omega.

— Sí.

Keith murmuró para sí mismo.

— Ni siquiera saben que diste a luz a mi hijo.


Tan pronto como acarició suavemente el
vientre de Yeon-woo, que había estado
sosteniendo a su hijo durante diez meses,
tembló y se tragó el aliento. Al ver la reacción,
Keith sintió una sensación de superioridad
más satisfactoria que nunca.

Es mío.

Tan pronto como inclinó su cabeza, Yeon-woo


levantó su barbilla como si lo hubiera estado
esperando y juntó sus labios. Es mi omega.
Keith abrazó su delgado cuerpo con fuerza,
sintiendo que no podía estar más lleno de
satisfacción.
Mi omega quien muto a causa de mi
feromona.

El deseo de posesión hervía desde las


profundidades de su cuerpo.

Nunca lo perderé por nadie.

El repentino golpe de la llamada me hizo


volver a la razón. Cuando se quitó los labios,
Yeon-woo estaba completamente sin aliento.
Fue tan encantador que Keith lo besó de
nuevo.

— Espera.
✤VOLUMEN#EXTRAS#3✤

✤ Capitulo 1 parte #4
—Kiss me, gentleman—✤

Poco después, Keith, que se levantó


rápidamente después de poner a Yeon-woo
en el sofá, se dirigió a la puerta. Yeon-woo,
que se quedó solo, parpadeó los ojos en
blanco. Se llevó agua fría a la boca. Aunque
bebió un vaso de agua de una vez, no pudo
evitar los latidos de su corazón y se envolvió
las mejillas calientes con sus manos.

Mientras respiraba profundamente y se


calmaba, el álbum en el suelo se hizo visible.
Yeon-woo, que estaba organizando
apresuradamente el álbum pensando que la
foto de Keith podría haberse arruinado, abrió
sin querer el último libro y dejó de respirar.
Había una foto de Keith sentado en un
caballo alto, con las riendas en una mano, y
sujetando el mazo.

Mi corazón, que apenas se había calmado,


latía como loco y estaba aturdido. Su primera
aparición volvió a la vida como si hubiera
ocurrido ayer mismo.

¿Qué debo hacer?

Yeon-woo miró la imagen con una compleja


mezcla de excitación, vergüenza y bochorno.
Sentí la señal de un hombre, y cuando giré la
cabeza, vi que un hombre volvía a mí. En ese
momento, mi corazón se hundió sin ningún
problema.

Este hombre probablemente me tome de por


vida.

Yeon-woo estaba en trance con él mientras


caminaba por la habitación. Hasta ahora,
estaba emocionado con la foto, pero después
de todo, no es comparable a la imagen real.
Los ojos de color púrpura oscuro que estaban
fijos en él brillaron más que nunca.

Mientras miraba a Keith con una mano en el


pecho y sin aliento, Keith llegó hasta
Yeon-woo. No fue hasta cerca que Yeon-woo
se dio cuenta de que Keith estaba
sosteniendo algo. Era el uniforme escolar que
Charles trajo.

Glup

Sin saberlo, tragó saliva. Keith sonrió


levemente y le habló a Yeon-woo, cuya cara
estaba roja porque parecía haber sido
atrapado en la oscuridad.

— Bueno, ¿me cambio?


Yeon-woo no podía decir nada con la boca
cubierta. Keith, que puso el uniforme en la
espalda del sofá, se quitó rápidamente su
chaqueta de traje. Siguiendo los largos y
fuertes dedos del hombre a cada lado de la
corbata, aflojó la corbata envuelta alrededor
de la camisa.

Yeon-woo dejó de respirar y lo observó. Una


mano grande y fuerte envolvió la corbata
alrededor de la parte superior de su cuello.
Era la corbata del uniforme de la foto.

Yeon-woo miró sin aliento mientras sus largos


y duros dedos hacían hábilmente el ángulo de
la corbata en su cuello.
Estoy esperando el momento en que la
infancia de Keith cobre vida ante mis ojos.

—….?

Keith quitó su mano de la corbata y dejó de


moverse. Yeon-woo parpadeó desconcertado.
Ahora que lo pienso, ¿por qué no te cambiaste
la camisa?

Volví mis ojos y revisé y descubrí que todos los


pantalones, chaqueta y camisas se habían
dejado definitivamente. Charles no cometería
un error. Estaba perplejo mientras pensaba
en mi interior. ¿Entonces por qué sólo la
corbata?
— Bueno.

Incapaz de resistirse a la curiosidad,


Yeon-woo abrió la boca.

— Eso es todo?…

— Sí.

¿Por qué? Mientras yo miraba hacia arriba


con una pregunta, Keith respondió como si
fuera natural.
— Todo lo que puedo usar ahora es la
corbata.

— ¿Eh?

Keith sonrió amargamente a Yeon-woo,


seguía devolviendo su exclamación en
blanco.

— Yeon-woo, ya han pasado 10 años desde


que me puse este uniforme. No puede ser
posible que me lo pueda poner.

— Oh….
Yeon-woo, que vio a Keith en la imagen
superpuesta con la actual, no tuvo más
remedio que escupir un lamentable suspiro.
En ese momento, Keith era alto y tenía un
físico débil, pero en comparación con ahora,
era solo un niño.

— Así que el resto de los uniformes, ¿no


puedes usarlos?

Solo la corbata…

Keith le sonrió a Yeon-woo, quien mostró


signos de arrepentimiento. Tan pronto como
sintió una sensación de excitación y ansiedad,
tomó la camisa que se había puesto en la
espalda del sofá.

— Vamos.

—….?

Keith le dijo con una sonrisa tranquila a


Yeon-woo, que miró la camisa que había
tomado y volvió a mirar su cara.

— Tú también deberías ponerte un uniforme.

— ¿Qué?
Yeon-woo preguntó sin saberlo por el
repentino comentario. Mirando a Yeon-woo,
Keith continuó.

— Es injusto que yo sea el único que lo use,


¿verdad? Así que póntelo, tú también.

— ¿Tu uniforme? ¿Ponermelo yo?

— ¿Dijiste que querías ir a la misma escuela?

Nunca pensé que lo que dije volvería así. Keith


añadió a Yeon-woo, que no podía encontrar
palabras para contradecirlo y que
permanecía con la boca abierta.

— No tienes tu uniforme ahora de todas


formas.

— Bueno, eso es verdad.

Yeon-woo tragó saliva seca mientras miraba


alternativamente la camisa y el rostro de
Keith quien tenía una mirada intranquila.

Está bien hacerlo.

Yeonwoo pensó.
No hay nada gratis en el mundo.

— Tu ropa no me entrara.

A la más mínima negación, Keith encontró


una solución simple.

— Está bien porque yo era más pequeño que


ahora.

Eso no significa que fueras tan pequeño como


yo.
Yeon-woo apenas resistió refutar a Keith atinó
a mirarlo era unos 20 centímetros más alto
que él y cuyos hombros y pecho eran casi el
doble de diferentes. Incluso si era un poco
más pequeño en ese momento, habría
medido más de seis pies. Estaba tan claro en
la imagen que era más alto de lo normal.

Esto es ridículo.

En lugar de decir que no, sacudió la cabeza e


intentó retroceder, pero Keith se inclinó sobre
él.

— Yeonwoo.
Se detuvo sorprendido y le susurró a
Yeon-woo.

— ¿Quieres que te vista?

—….

Yeonwoo no pudo responder. Tan pronto


como sus ojos se encontraron, el límite se
rompió, y se estremeció, diciendo, — ¿No te
parece bien?— Di un paso más y pensé que
Keith tenía razón. Es bueno usar uniforme
escolar y sentir que asististe a la misma
escuela, ¿verdad? ¿Qué tal si no me queda
bien? No tengo mucho uniforme escolar que
se ajuste a mi cuerpo de todos modos.

Cuando recobré el sentido, ya había asentido


con la cabeza. Se criticó a sí mismo por
haberse dejado llevar cuando ni siquiera
Keith había usado feromonas, pero ya era
demasiado tarde.

Keith con una sonrisa acarició la mejilla de


Yeonwoo. Yeonwoo tomó su mano y lo besó en
la palma de su mano. Cuando el beso
suavemente tocado se desvaneció, Keith
presionó suavemente sus labios con el pulgar.
Los ojos de Keith se entrecerraron cuando
abrió los labios y lamió.
Tomé más coraje y lo chupé con la punta de
su dedo grueso. Keith quien había dejado una
mano intacta la extendió y acarició el cuello
de la camisa de Yeonwoo. Las puntas de sus
dedos se movieron a lo largo de la corbata
ubicada dentro del cuello de su camisa, y se
deslizaron hasta el ángulo de la corbata que
estaba prolijamente anudada en el centro de
su cuello.

Mi garganta se sintió vacía con el fresco


sonido de la seda deslizándose. Keith le quitó
la corbata de Yeonwoo. Thump cayó de la
mano de Keith al suelo.
Yeon-woo, que chupó el dedo de Keith como
un niño, abrió sus labios y sacó la lengua para
lamer el interior de su pulgar. Keith empujó su
mano dentro de la chaqueta de Yeonwoo
mientras movía la punta de su lengua a lo
largo de la línea afilada de la articulación. El
calor de la grande y áspera mano se extendió
por sus hombros, y Yeon-woo exhaló un fuerte
aliento sin saberlo.

Fue muy sencillo quitarme la chaqueta. Si


empujas tu mano a lo largo de mi hombro, se
acabó. La chaqueta del traje de Yeon-woo
cayó detrás de su espalda y pronto fluyó
hacia abajo. Yeon-woo se quitó la chaqueta
voluntariamente.
Keith dobló su dedo, que Yeon-woo todavía
estaba lamiendo, y se acarició la boca. Keith
tuvo que dedicar toda su paciencia a soportar
el impulso de tirar su cabeza y someterlo
debajo de él.

Me las arreglé para suprimir la sensación de


que mis pantalones estaban a punto de
reventar y lentamente froté la tierna carne
dentro de la boca de Yeon-woo. No lo había
olvidado todavía. ¿Qué causó esta atmósfera?
Tenía algo que realmente quería hacerle a
Yeon-woo.

¿Qué iba a hacer?


Yeon-woo había olvidado por completo por
qué estaba pasando esta situación. Sólo
estaba nervioso, dejando a Keith hacer lo que
quiera con su cuerpo. Esperando
ansiosamente que lo someta debajo de él
para abrir las piernas mientras su respiración
se sintiera pesada a la espera de recibir el
semen de Keith en su interior.

Keith inclinó la cabeza. Era obvio que se lo iba


a besar. Naturalmente, abrió los labios y bajó
los párpados, listo para recibirlo.

— Yeonwoo.
Keith susurró. Podía sentir el aliento en mis
labios. Cuando abrió los ojos de mala gana,
Keith la miró y sonrió.

— Tengo que cambiarme la camisa.

— ¿Eh?

Después de parpadear en blanco, Yeon-woo


movió sus ojos junto con los de Keith. Como
antes, podía ver el uniforme colgando sobre
la espalda.

…oh.
Sólo entonces Yeon-woo se dio cuenta de lo
que había estado haciendo hasta ahora. Poco
después, su cara se iluminó. ¿Qué estás
haciendo? Fui yo quien dijo que quería ver a
Keith en uniforme escolar.

Como si hubiera sido golpeado por el agua


fría, rápidamente dio un paso atrás. Dejando
la mano de Keith en el aire. Yeon-woo dijo en
una ráfaga, sintiéndose avergonzado.

— Qué…, ¿te refieres a la camisa? Puedo


ponermela yo mismo.

Extendió su mano diciendo que no podía


continuar. Keith amablemente recogió la
camisa él mismo y se la dio a Yeonwoo.
Yeon-woo, que se desabrochó la camisa a
toda prisa, inadvertidamente trató de
quitársela pero se detuvo. Keith lo estaba
observando de cerca.

— Uh, uh….

Dudé en abrir la boca, pero no pude decir la


siguiente palabra. Para Keith, que todavía lo
miraba sin bromear, Yeon-woo se las arregló
para armarse de valor.

— Estoy cambiandome. Estoy cambiandome.


— Ya lo sé.

—….entonces, ¿puedes darte la vuelta?

Entonces Keith sonrió y pareció aturdido.

— Yeonwoo.

— ¿Eh?

Keith respondió con asombro.

— No es la primera vez que te veo desnudo.


Solo te estás cambiando de ropa.
— Uh….

Cierto, Yeon-woo dijo, — No me gusta, pero lo


acepto.— Él tiene razón. Es extraño estar
avergonzada ahora.

Cuando empezó a desnudarse, todavía no


podía ver a Keith. Se quitó la camisa y se puso
la ropa que Keith le dio en los brazos más
rápido que nunca. Me sentí un poco aliviado
después de abrocharme los botones
rápidamente. La camisa era bastante grande
como se esperaba, y las mangas llegaban
hasta los dedos, pero aún así era mejor que
quitársela.
La camisa que Keith usó cuando estaba en el
instituto.

Cuando lo pensé, mi expresión se relajó


naturalmente. Keith le dió algo a Yeon-woo,
que sonrió poco. Era la corbata que llevaba
antes de sustituirla por una corbata de
uniforme escolar.

— Es un sustituto.

— Gracias.
Convencido por lo que dijo, Yeon-woo pronto
la tomó y se la envolvió en el cuello. Incluso
cuando recibió y usó la chaqueta de su
uniforme escolar, Yeonwoo estaba
emocionado por dentro. La ilusión de que
realmente asistió a la misma escuela que
Keith se sentía real. La ropa era ridículamente
grande, pero no importaba. De todos modos,
es el mismo uniforme.

Sintiéndose orgulloso, Yeon-woo miró a Keith.


Todo lo que quedaba eran los pantalones.
Keith también lo sabía. Con la mirada en sus
ojos, Yeon-woo se dio cuenta. ¿Quieres que
me lo quite?
Era un poco menos vergonzoso que una
camisa porque ya lo había experimentado
una vez. Yeon-woo, que se quitó rápidamente
los pantalones para terminarlo, miró a Keith
otra vez. Esperando entregarle los pantalones
detrás de su asiento.

—….

Yeon-woo lo miró durante un rato. Lo mismo


ocurría con Keith. Hubo un silencio incómodo,
y Yeon-woo, que estaba esperando, se dio
cuenta de que algo era extraño tarde y abrió
la boca con cuidado.

— ¿Y bien, Keith?
Yeon-woo, que secretamente dijo su nombre,
sonrió torpemente y señaló la ropa que tenía
detrás.

— Pantalones, dámelos.

Keith no respondió. Sólo movió lentamente


sus ojos y miró a través de todo el cuerpo de
Yeon-woo. Yeon-woo, que llevaba camisa,
corbata y chaqueta, estaba desnudo abajo. .
Los muslos blancos y suaves continuaban
debajo de una camisa más grande que su
talla, y se veían pies con calcetines modestos
y zapatos hechos a mano bien lustrados
debajo de las pantorrillas estiradas.
Una vez más, cuando los ojos de Keith
retrocedieron lentamente desde abajo hacia
arriba en el orden contrario y finalmente
volvieron a su cara, la cara de Yeon-woo
estaba roja como si estuviera en llamas.

— Keith .

— Yeonwoo.

Esta vez, mientras se ponía más serio y decía


su nombre, Keith dijo su nombre casi
simultáneamente. Viendo a Yeon-woo
parpadear, Keith se inclinó con una leve
sonrisa.

— Yeonwoo.

— Sí.

Keith le susurró a Yeon-woo, quien asintió en


voz baja para decir su nombre otra vez.

— ¿Jugamos a un juego?

— ju.., ¿juego? ¿Qué?


Cuando se le preguntó tartamudeando con
voz rajada, Keith sonrió de forma extraña.
Cuando sintió una emoción ominosa en ese
momento, Keith abrió la boca.

— Dijiste que eres mayor entonces serías mi


sunbae, ¿verdad?

— Sí.

Keith preguntó la respuesta de Yeon-woo.

— ¿Como se le dice a una persona que está en


un grado inferior?
¿Por qué me preguntas esto? Yeon-woo
respondió.

— Si estás en los grados inferiores, serias…mi


hoobae

— Ya veo.

No tenía ni idea de lo que iba a decir. Keith


finalmente le dijo a Yeon-woo, que estaba
esperando con un corazón palpitante.

— ¿Qué tal si jugamos al sunbae y hoobae?


— ¿Sunbae y Hoobae?

Yeon-woo hizo eco de lo que Keith dijo. Desde


que Keith nació y se crió en un país sin ese
concepto, ¿se sintió curioso sobre el tema?
Pero eso no significa que sea divertido o algo
así.

Yeon-woo sospechó, pero pronto asintió con


la cabeza. No es malo hacerlo entre ellos, si
solo es por diversión.

— Bien, hagámoslo.
Yeon-woo, que pensó poco en ello y lo aceptó,
pronto vino a la mente. Por supuesto que soy
tu Hoobae, ¿verdad? Cuando estaba latiendo
su corazón pensando en su Sunbae Keith.

Keith, de repente abrió la boca.

— Yeonwoo Sunbae.

—….!

Una voz baja inmediatamente golpeó el


corazón de Yeon-woo.
¿Qué, qué?

Yeon-woo no podía creer lo que escuchaba,


así que abrió bien los ojos y se detuvo. ¿Soy tu
sunbae?

¿Keith es mi hoobae?

Keith le preguntó a Yeon-woo, quien sólo lo


miró sin respirar.

— ¿El Hoobae hace todo lo que su Sunbae le


obliga a hacer?
— Tal vez… en su mayor parte….

Yeon-woo contestó de forma aproximada


porque su cabeza no funcionaba bien.
Mirando a Yeon-woo, Keith continuó con una
voz más profunda.

— Sunbae.

Se sintió un pulso fuerte en la sien. Keith le


dijo a Yeon-woo después de respirar con
dificultad.

— Sus piernas son demasiado reveladoras.


La gran mano de Keith acarició su muslo.
Yeon-woo dejó de respirar y saltó. No fue el
final allí. Lentamente acarició la piel,
preguntó.

— ¿Puedes decirme cuánta gente ha tocado


estas llamativas piernas?

Yeon-woo estaba desconcertado por una


forma tan educada de hablar que nunca
antes había oído hablar de Keith. Y la
pronunciación y acento ingleses.

Ah…
En ese momento, Yeon-woo suspiró en
silencio. ¿Por qué un hombre con ojos
morados oscuros se mira tan hermoso? En ese
momento, si Keith le decía a Yeon-woo que
saliera desnudo por la ventana, parecía
dispuesto a hacerlo. Mirando a Keith con
asombro, Yeon-woo sólo sacudió la cabeza.

— ¿Nadie?

Susurró Keith. Yeonwoo volvió a negar con la


cabeza. Los ojos de Keith se entrecerraron.
Los labios anchos y gruesos se ensancharon
gradualmente y los dientes pulcros se
revelaron suavemente. Keith, quien agarró la
mano de Yeonwoo y lo besó en el dorso de su
mano, susurró, mirándolo con una mirada
extraña.

— No hay manera que un Hoobae pueda


admirar a su Sunbae con mera tranquilidad*.

*N/T: Se refiere sin tener sentimientos hacia


él.

Yeon-woo estaba hipnotizado por él, pero se


sentía extraño. Definitivamente era Keith,
pero parecía ver a una persona
completamente diferente. Tanto el habla
como la entonación eran muy diferentes. ¿Así
es como se veía Keith cuando era un
estudiante de secundaria?
— No puedo creer que uses esa
expresión…….

Keith respondió con una leve sonrisa a


Yeon-woo, quien murmuró en blanco.

— Un lenguaje formal es la primera cosa que


un estudiante de secundaria en St. Dominique
tiene que cultivar, señor.

Seguía usando el mismo tono de voz.


Yeon-woo, que se acostumbró un poco, miró y
abrió la boca.
—….realmente, ¿yo soy el sunbae y tú el
hoobae?

— Sí.

La respuesta salió sin dudarlo. Frente a su


impresionante y pulcra cara, Yeon-woo
preguntó con una voz más profunda.

— Entonces… …¿haces lo que te digo que


hagas? ¿cualquier cosa?

Keith se rió en silencio ante la voz de


Yeonwoo, luego inclinó la cabeza y besó los
labios de Yeonwoo. Ante el beso que tocó sus
labios suavemente, Yeonwoo murmuró como
un susurro.

— No te pedí que me besaras.

— Oh, Dios mío.

Keith, que habló con una mirada sin


arrepentimiento sobre la triste exclamación,
levantó sus muñecas.

— Tendrá que castigarme, señor.


✤VOLUMEN#EXTRAS#3✤

✤ Capitulo 1 parte #5
—Kiss me, gentleman—✤

En ese momento, Yeon-woo pensó que no


tendría más remedio que perdonar a Keith
incluso si mataba a una persona. Sin
embargo, tanto el impulso de perdonar a
Keith como el impulso de castigarlo
ocurrieron al mismo tiempo. Y este último
ganó en una feroz batalla.

Ah…

Keith se inclinó y recogió la corbata de


Yeonwoo, que había dejado caer al suelo.
Yeon-woo la recogió con una mano
temblorosa y pensó…

Ahora sé por qué la gente quiere atar a sus


parejas.

Yeon-woo fue completamente iluminado por


la suave entrega de la muñeca de Keith.
Entonces Yeon-woo, observó la imagen de
Keith atado por las muñecas detrás de la
espalda. Se sentó en el sofá y vio a Keith
quien estaba arrodillado ante él.

Jadeando, sin querer, mi boca seca pasó.


Nunca imaginé que Keith se mirara a sí
mismo.
No era el final. Ni las grandes manos ni los
fuertes brazos, que siempre han hecho
impotente su resistencia, ahora se vuelven
suavemente hacia atrás y no puede usar la
fuerza. Por primera vez, Yeon-woo se dio
cuenta de que era superior a Keith.

Es asombroso.

Incapaz de mantener su excitación, se cubrió


rápidamente la boca con las manos y respiró
con fuerza. No puedo creerlo.
Pero el momento feliz pasó muy rápido. Poco
después, Yeon-woo estaba abrumada por la
vergüenza.

¿Qué hacemos ahora?

Ni siquiera podía pensar en eso, así que no


podía tener una idea de cómo seguirlo. Pero
era natural que no pudiera pensar en qué
hacer ante una situación tan inesperada.
Cuando estaba trabajando, era bastante
rápido, pero ¿por qué no pensaba en nada de
esta manera?

<¿Eso es todo?>
Cuando esposé a Keith un día, lo que dijo me
atravesó. No debería decepcionarte esta vez.

Tal vez debido a la ansiedad, surgió un poco


de coraje. Yeon-woo levantó su temblorosa
mano y suavemente acarició la cabeza de
Keith. Sorprendentemente, Keith no se
ofendió en absoluto, pero cerró los ojos y
levantó la barbilla. Tan pronto como vio su
cara, el corazón de Yeon-woo casi se detuvo.

Era la primera vez que tocaba la cabeza de


Keith. El corazón de Yeon-woo latía
locamente. Mientras movía mi mano
lentamente, un rico cabello se envolvió
suavemente alrededor de mis dedos. El pelo
en la mano de Yeon-woo estaba
desordenado, pero inesperadamente hizo que
la cara de Keith fuera más joven de lo normal.

Hubo momentos en los que tenías una


relación solo sexual de mujer en mujer, pero
ahora estás arrodillado debajo de mí tan
silenciosamente.

Mientras suspiraba casualmente por la


increíble realidad, Keith levantó los párpados.

Sus ojos se encontraron inesperadamente, y


Yeon-woo dejó de respirar sin darse cuenta.
Por un momento quedó fascinado por los
profundos ojos púrpura que lo miraban en
silencio.

Con los ojos fijos, Yeon-woo se quitó un


zapato. El sigiloso pie apuntaba al muslo
derecho, donde Keith colocaba
principalmente sus genitales.

…aahhhah.

La cara de Yeon-woo estaba roja como el


fuego, y el aliento de Keith se volvió áspero.
Los pies suavemente acariciados se
mantuvieron firmes con unos largos y gruesos
genitales. Yeon-woo confirmó con sus ojos
que el pene rápidamente expandido tiraba de
la tela de los pantalones con fuerza y
revelaba su contorno.

Lentamente, deslice mis pies y acaricié los


genitales con una fina tela entre ellos, y sentí
el pulso pulsante. Yeon-woo no pudo contener
la respiración y jadeó. No importa lo tranquilo
que Keith pretenda estar, no puede ocultar
esto. Ja-ah, que estaba avergonzado porque
parecía ser el único que había estado
caliente, levantó la cabeza con confianza.

— ¿Desde cuándo estás así?

Tanto como yo, no, más que yo.


Yeon-woo miró a Keith con una dulce mirada.

Está excitado.

Keith miró fijamente a Yeonwoo. A diferencia


de Yeon-woo, no era tímido ni estaba
dispuesto a esconderse. Abriendo lentamente
su boca, respondió.

— Desde el principio.

La cara de Keith también se puso roja.


— Sentí que mi pena iba a explotar cada vez
que mi adorable Sunbae se paraba frente a
mi con ese bonito trasero y soltando gemidos.

¿De cuándo?

Keith abrió la boca cuando recordó que era


un momento en el que Yeon-woo ni siquiera
se daba cuenta.

— Sunbae.

La voz que fluía lentamente pasó por la


espalda de Yeonwoo como si lo acariciara.
— ¿Puedo lamerlo?

—….!

Con su voz baja mezclada con la respiración,


Yeon-woo sintió como si la electricidad
hubiera pasado por su cabeza. Cuando no
pudo responder y se cubrió la boca con la
mano, Keith sólo lo miró sin decir nada. Es
como si no se moviera si Yeonwoo no lo
permite.

¿Quién va a perder más si me mantengo en


esta situación?
Yeon-woo pensó con su conciencia nublada..
El estómago latía, la cabeza estaba nublada y
los dedos estaban fríos y temblorosos.

Aún así, bajo los pies de Yeonwoo, los duros


genitales de Keith golpeaban su pulso con
fuerza. Si aguantas un poco más Keith
tampoco podrá resistirlo. Como siempre. La
victoria estaba a la vuelta de la esquina.

Ah. Ah.

Yeon-woo jadeó y bajó sus manos, que


estaban cubriendo su boca. Un dedo que
apuntaba hacia el dobladillo de una gran
camisa que cubría parte del muslo, agarró
suavemente el extremo.

Yeonwoo no respondió a la pregunta de Keith.


En su lugar, levantó lentamente su camisa.
Sus anchas rodillas temblaron y casi cerró las
piernas sin darse cuenta, pero falló porque
estaba bloqueado por su cuerpo.

Keith, que no había dicho una palabra hasta


entonces, sonrió débilmente. Era como si
hubiera declarado que había ganado, pero a
Yeon-woo no le importaba. Keith bajó la
cabeza frente a Yeon-woo mirando mientras
sacudía todo su cuerpo, agarrando su
camisa. Yeon-woo abrió los ojos al ver que su
cabeza atravesaba sus muslos. Su dura
respiración hizo que me ardieran los oídos.
Cuando Keith giró la cabeza y enterró sus
labios dentro de los muslos de Yeon-woo,
Yeon-woo jadeó y se tragó su aliento.

Inmediatamente me di cuenta de que no


había estado usando pantalones hasta
ahora. Los labios del hombre que tocó la piel
desnuda estaban calientes, y fue como si
hubiera dejado un sello en el lugar. Yeon-woo
intentó contener el gemido con su camisa en
la boca.

Los labios de Keith se movieron


gradualmente. Yeon-woo miró lentamente su
cabeza genital con los ojos bien abiertos. Sus
esperadas feromonas se desbordaron
incontrolablemente, y el aroma pareció llenar
su entorno. Keith también lo sintió, así que su
aliento se volvió áspero.

Uf.

El momento en que un débil sonido de


respiración, como un suspiro, se escuchó
vagamente desde el fondo.

—….Uh!
Estalló un gemido, apretado con fuerza entre
los labios que sujetaban la camisa. Keith, que
tocó los de Yeonwoo genitales envueltos en
una fina ropa interior, los succionó con fuerza.
La parte inferior, rápidamente empapada en
saliva, se eleva con un gemido. Yeonwoo se
dejó caer y se deslizó en el sofá.

—….!

En un apuro, alcanzó su cabeza y se las


arregló para agarrar la espalda del sofá, pero
un breve suceso lo dejó tirado casi plano, con
la entrepierna abierta, apenas colgando
sobre el borde del sofá. Además, no podía
hacer ningún ruido porque todavía tenía la
camisa en la boca.

— Sí, sí.

Si fallaba mi mano, rodaría como está, y era


imposible levantar mi cuerpo nuevamente
para corregir mi postura. Yeon-woo tuvo que
agarrarse al respaldo del sofá tan fuerte
como pudo mientras daba la parte inferior sin
poder hacer nada. En el mejor de los casos,
era todo lo que podía hacer para mover mi
mano rápidamente y conseguir una postura
cómoda.

— Uhhhhhh….
Un gemido incontrolable salió de la boca.
Keith lamió y chupó la ingle y el perineo, que
habían quedado claramente expuestos frente
a sus ojos, sin dudarlo. Cada vez que el sonido
áspero provenía del fondo, Yeonwoo sentía
que su estómago se calentaba y su cintura se
torcía y se volvía loco. Keith, que sacó la
lengua y presionó el perineo, movió los labios
para sujetar el escroto y lo chupó.

— Uhhhhh…

En lo profundo del cuello de Yeon-woo, un


gemido insoportable salió como un grito. Al
menos se filtró por el apretón de la camisa y
desapareció.

— Sunbae.

Keith, que estaba enrollando el escroto con su


lengua, abrió la boca. Un fino paño mojado
con saliva y fluidos corporales fue
humedecido.

— ¿Nos detenemos?

Me despertó un ruido repentino. Se vio a Keith


sobre la amplia entrepierna. Le dijo a
Yeon-woo, que estaba jadeando y mirando
con excitación.

— Esta pequeña tela se interpone entre


nosotros.

Quítatela con la mano.

Yeon-woo estaba aturdido por la ilusión de


escuchar la voz susurrante de Keith. Es
natural. Keith está atado ahora. Lo até con
mis propias manos.

¿Por qué hizo una cosa tan estúpida?


Yeon-woo estaba distraído por el
arrepentimiento creciente. Keith todavía lo
estaba mirando. Yeon-woo no tuvo más
remedio que soltar las manos que estaban
sujetadas detrás de la espalda, ya que
permanecía inmóvil por razones de no saber
si era una excusa o verdad que sus manos
estaban atadas o no.

Los dedos atrapados en la cintura se


tambalearon y bajaron la ropa interior. Keith
solo estaba mirando, incómodo girando la
espalda y mientras la ropa interior de
Yeonwoo era apartada. Cuando Yeonwoo,
que apenas logró bajar un lado por la pelvis,
cambió de manos y trató de bajar el otro
lado….de pronto
—….!

Casi grité sin darme cuenta. Keith lamió el


agujero de Yeonwoo, que fue revelado. No se
quitó toda la ropa interior, pero Keith no
esperó y empujó sus labios con la carne
desnuda. El aliento entró en contacto con la
entrada calentada, y pronto los suaves labios
se frotaron.

Mis ojos se agrandaron y mis muslos


temblaron. El cerebro parecía derretirse por el
movimiento de la lengua, que acariciaba
lentamente el agujero. Keith, que presionó su
lengua suavemente sobre el agujero y lo
lamió.

Podía sentir su lengua deslizándose por mis


fluidos. La lengua se detuvo en el perineo y
volvió a bajar. La punta puntiaguda de la
lengua golpeó el agujero que aún estaba
cerrado, y en ese momento, Yeonwoo exhaló
por un momento y la lengua ingresó en su
interior.

Ah, con un aliento agudo, Yeon-woo arrugó


con una mano la camisa que traía puesta.EL
aliento áspero salió de mi boca uno tras otro.
La larga y flexible lengua acarició el interior
de Yeonwoo llegando hasta las partes más
sensibles.

Antes de que se diera cuenta, Yeon-woo


estaba acostado en el sofá con sus manos
agarrando su espalda. A través de la ropa
interior a medio sacar, el puente de la nariz
afilada de Keith destelló. Con su rostro casi
medio cubierto, enterró sus labios en su
trasero y lamiendo, una electricidad recorrió
su perineo subiendo hacia su estómago.

La saliva mezclada con los fluidos fluía a lo


largo de los huesos de las nalgas empapó el
tallo trasero de Yeonwoo, y el sonido áspero
de fondo hizo que el corazón de Yeon-woo
estallara.

No fue solo el corazón lo que me hizo sentir la


crisis que estaba a punto de estallar. Un
líquido transparente se formó como perlas en
la punta del pene, con su cabeza rígida
erguida, e inmediatamente fluyó por el tallo.
Se trata de prepararse para eyacular. Pero
Yeonwoo dudó en el último minuto. No quería
eyacular ahora. Quería tener el pene de Keith
y lo llenara de su semen. Quiero que revuelva
un estómago que haga un desastre en el.
Detente, detente, detente. Vamos…..

— ugh….
Mientras vestía su camisa, trató de gritar su
nombre con una pronunciación entrecortada,
pero Keith ni siquiera se movió. Levantó la
rodilla y bajó un pie, apenas levantando el
talón al final del sofá. Fue para encontrar el
pene de Keith que había acariciado. Si está
tan excitado como yo, esta sensación se
volverá más insoportable.

Se las arreglé para tener una idea plausible


en su mente, pero desafortunadamente
Yeon-woo estaba un paso por debajo de
Keith. Como si ya hubiera anticipado tal
provocación, tan pronto como Yeon-woo bajó
vacilante, Keith juntó sus labios y chupó con
fuerza su agujero.

—….Hick!

En ese momento, un grito salió de sí mismo.


Cada vez que los labios hacían una fuerte
presión contra su agujero junto al sonido
lascivo un gemido espontáneo salía de sus
labios. Al alrededor del agujero estaba
empapado hasta el punto de desbordarse
hasta llegar a la alfombra.

Yeon-woo jadeó y levantó sus piernas. Lo


único que podía hacer para evitar que se
resbalara de alguna manera era agarrarse al
respaldo del sofá lo más fuerte posible y
levantar las caderas con las rodillas en el
borde del sofá.

— Uhhh

Keith seguía lamiendo y chupando el agujero


de Yeon-woo, quien estaba jadeando y
resoplando. La única forma en que podía
tocar a Yeonwoo con la muñeca atada a la
espalda eran los labios y la lengua. Y Keith
estaba haciendo un uso completo de eso.

—….hahaha!
Yeon-woo jadeó e intentó contener sus
gemidos. La larga y gruesa lengua abrió el
suave agujero y lo revolvió dentro. Cada vez
que empujaba su lengua hacia adentro, sus
labios apretados frotaban las temblorosas
paredes externas del agujero y finalmente
comenzaba a succionarlo. El codicioso sonido
húmedo resonaba uno tras otro como si
estuviera chupando un caramelo, y el fluido
transparente que fluía de los genitales de
Yeon-woo se volvía lechoso.

— ¡Ah, ah, ah, ah, ah!

Antes de que se diera cuenta, Yeon-woo


estaba gritando alternativamente con la boca
abierta sobre su camisa. La lengua de Keith,
que le hacía cosquillas por dentro, hacía que
le picara el estómago y se volviera loco.

— Keith.., espera, espera, espera.

Sin saber lo que estaba diciendo, llamó su


nombre repetidamente. En medio de ello, el
semen continuó fluyendo de su pene. Quiero
que metas en mi interior con algo más largo y
grueso que tu lengua. Si resolvieras mi
interior con tu semen…oh por favor…quiero
sentirlo dentro.

— Ahhhhh…
Yeon-woo finalmente alcanzó su cima del
éxtasis con un largo gemido de suspiros.

Ah

Cuando abrí los ojos, me encontré acostado


de lado en el sofá. Se dio cuenta por un
momento que había regresado de un
aturdimiento. Tal vez sea por la sensibilidad
causada por las circunstancias. Su estómago
aún estaba caliente y palpitante, pero el
semen forzado le hizo sentir incómodo en vez
de satisfecho.

Iba a bajar la mano, pero de repente alguien


me agarró la rodilla. La rodilla simplemente
se abrió y la entrepierna estaba separada.
Sorprendido, Yeon-woo miró hacia arriba y
abrió bien los ojos. Keith estaba sentado
entre sus piernas abiertas.

— Oh, qué, qué.

Estaba tan sorprendido que no podía hablar


correctamente. Lo que fue aún más
sorprendente fue el hecho de que la corbata
de Keith había desaparecido. Yeon-woo se
quedó sin palabras cuando se dio cuenta de
que sus manos libres le separaban las
rodillas. Todo lo que le quedaba era una fina
marca de la corbata que le ataba la muñeca.
¿Cómo?

Ante la pregunta silenciosa, Keith sonrió con


una extraña sonrisa.

— Sunbae, ¿no está satisfecho todavía?

Su cara se iluminó inmediatamente ante la


traviesa pregunta. Incapaz de responder,
Keith bajó la mirada y lo miró fijamente.

— Aquí, están diciendo que no está


satisfecho…
Tocó los pliegues de su agujero que se habían
cerrado con las puntas de los dedos, e
inmediatamente comenzó a jadear. Yeon-woo
se cubrió la boca con las manos y cerró los
ojos sin darse cuenta, ya que sintió tanto
liquido fluyendo a través de su trasero. Quise
cerrar mis piernas juntas, pero no pude. Esto
se debe a que Keith agarró la rodilla que
intentaba levantar rápidamente y la mantuvo
firme. Yeon Woo estaba temblando de
asombro, y hubo un repentino escalofrío en su
interior.

—….?
Cuando abrí los ojos sin saberlo, vi la mano de
Keith, que sacó crema blanca. Recordé las
palabras que le dijo a Charles anteriormente,
le pidió que le pusiera bastante crema al
pastel.

— Ah….

Sin saberlo, un jadeo salió de su garganta. El


dedo de un hombre largo y grueso con mucha
crema tocó la entrada. Yeon-woo se quedó sin
aliento por el repentino toque del dedo en su
entrada. Keith susurró con la respiración
entrecortada.

— Le encanta la crema…
— Oh, ah, ah, ah…….

Yeon-woo tembló por todo el. El impaciente


agujero se abría y se cerraba repetidamente.
Keith, que frotó mucha crema, abrió la boca.

— Tu agujero es realmente codicioso.

—….Ha!

Un dedo entró de repente y Yeon-woo se tragó


su aliento sorprendido. Los largos dedos se
doblaron desde el interior y frotaron la pared
interior, y el estómago hizo cosquillas y vibró.
Ja, Keith suspiró.

— No puedo creer que me esté succionando


así.

De repente, me vi atrapado en un ahogo y mi


cintura se levantó. El trasero en el aire se
reveló claramente ante Keith, y él hizo una
pequeña carcajada.

— Es un desperdicio ser el único que lo ve.

— Keith, parada…….
Me avergoncé. Yeon-woo aguantó
desesperadamente, pero Keith se rió de él.

— Te lo digo porque no puedes verlo por ti


mismo.

— No quiero escucharlo.

Yeon-woo sacó una carta escondida.

— Tienes que obedecer mis órdenes.

Keith hizo una pausa. También se dio cuenta


de que su acento había cambiado antes de
que se diera cuenta. Era hora de volver al
principio, pero sin un momento de alivio,
torció sus labios y se rió.

— Debió haber olvidado las reglas de la


escuela sobre no seguir órdenes injustas,
Sunbae.

— ¡Cómo puede ser injusto…!

Yeonwoo quería gritar: — Eres tú el que no es


justo— , pero en ese momento Keith metió un
dedo más.

— ¡Uhhhhhh…!
Keith habló con Yeonwoo, quien respiró
reflexivamente.

— ¿No es injusto decir que soy el único que ve


como tu delicioso agujero succiona mis
dedos?

Metió un dedo más. Tres dedos cada uno se


movieron y barrieron el interior. Claramente
las paredes internas estaban empapadas de
crema batida y fluidos que se aferraban
urgentemente a sus dedos.

— Sunbae está succionando mis dedos.


— Lo sé…

Yeon-woo respondió entre jadeos. Keith


preguntó de nuevo.

— ¿Sabes que tienes una erección?

Él estaba en lo correcto. Los dedos habían


entrado y comenzaron a frotar el interior con
rudeza. Siempre que la articulación se
doblaba y estiraba, la pared interior se
contraía y el fluido se deslizaba hacia abajo.

— ¡Uh-huh…!
Un sonido de sollozo se filtró. Cada vez que el
dedo entraba y salía y se asomaba, mis dedos
se arrugaban y mis caderas palpitaban. Las
arrugas de la pared interior rugieron
alrededor de los dedos, y el sonido húmedo
continuó violentamente.

Un sonido cerrado se filtró como si estuviera


llorando. Cada vez que sus dedos entraban y
salían de su cuerpo, los dedos de sus pies se
contraen por el exotico placer y sus caderas
temblaban. Las paredes de su interior
alrededor de los dedos de Keith se contraen
en cada movimiento y un sonido húmedo
invade la habitación.
El olor de las feromonas desbordantes de
Yeonwoo perturbó la mente de Keith.
PParecía que la razón pronto desaparecería
por completo. No pude soportarlo más e
incliné la cabeza. Cuando el pecho de
Yeonwoo se llenó con su boca bien abierta,
Yeonwoo gritó. Mordió los pezones calientes,
chupalos con fuerza y mientras sus dedos
aumentaron el ritmo de penetración en el
trasero de Yeonwoo. Finalmente, cuando el
desbordante líquido empapó la mano de
Keith, Yeon-woo inclinó su cabeza y dio un
largo gemido.

— Ahhhhhh…
Con un suspiro en el medio Yeonwoo eyaculo.
Keith se separó de Yeon-woo, que temblaba.
Ante el sonido de traqueteo, Yeonwoo se
volvió hacia una mirada nebulosa. Keith se
desabrochó rápidamente el cinturón, bajó la
hebilla y la abrió. Poco después, sus genitales
quedaron revelados que desbordaba la gran
de Keith.

Era tan grande que incluso Yeon-woo, que


había recibido tantas veces en su interior,
estaba sorprendentemente del tamaño. El
pene sostenido en la mano era más grande y
firme que nunca, y los vasos sanguíneos eran
claramente visibles. A primera vista, parecía
haber un fluido corporal transparente.

Sin embargo, no había suficiente espacio


para que Yeonwoo lo reconociera en su
cabeza. En segundo lugar, como el intervalo
de eyaculación no fue largo, la cantidad de
semen que salió fue menor a la anterior, pero
la sensación de satisfacción fue mucho
mayor. Keith agarró las piernas de Yeon-woo,
que habían estado colgando en el sofá y lo
penetró.

—….Ahhhh!
Yeon-woo dio un pequeño grito ante la
inesperada situación. Un pene que acababa
de entrar en su cuerpo cansado fue empujado
imprudentemente. Keith ya estaba en el
límite de su paciencia.

Ah, ah

El sonido de la respiración entrecortada de


Yeonwoo y el sonido de los golpes en la carne
en sucesión, llenaron el lugar. El pene que
llenó su estómago entró y salió salvajemente
mientras intentaba hundirse más y más en el
interior. Cada vez que el pene entraba y
salía, la piel del vientre de Yeon-woo se
levantaba y se hundía. Era como si fuera a
desgarrar el estómago de Yeonwoo. Era tan
grande…, tan caliente y duro.

— Estoy…, oh, espera… esper… ¡duele!

La cabeza de Yeon-woo era un desastre.


Quiero decirle que pare, pero también quiero
aferrarme a él. Estaba tan emocionado que
no podía decir qué era qué. Se perdió en el
tiempo y Keith fue demasiado rápido, así que
Yeon-woo dio un grito. De repente, la risa de
Keith pareció ser escuchada, y poco después,
Keith golpeó fuertemente la cadera de
Yeon-woo.
Con un sonido palpitante, Yeon-woo gritó
sorprendido. Con un dolor caliente, Keith
gimió.

— Ahhh…no me aprietes tan fuerte.

Su discurso sonaba extraño mezclado con el


acento con el tono habitual. El acento era un
desastre. Keith también está tan loco como
Yeon-woo. Yeon-woo no pudo contenerse y se
abrazó a su cuello. La parte de abajo estaba
completamente enganchada y sus testículos
lo rozaron. Keith estaba poniendo su brazo
bajo la cintura de Yeon-woo y lo levantó. Tan
pronto como lo levantó, Yeon-woo se sentó
encima de Keith.
— ¡Ah!

Se escuchó un breve grito. Debido al cambio


de posición el pene se hundió más profundo
en el interior de Yeonwoo llenando
completamente su interior. Al mismo tiempo,
el interior del estómago de Yeonwoo se
estremeció y sentía una sensación
desconocida. Detrás de su espalda, Keith
abrazó la cintura de Yeonwoo y comenzó a
penetrarlo. El pene, que entraba y salía,
frotaba con precisión la parte más débil de la
pared interior.

— ¡Oh, no….para, Keith!


Yeon-woo gritó con lágrimas en los ojos.

— Acabamos de hacerlo…..se siente raro,


espera, espera.

El estómago estaba raro. Acaba de llenar el


interior con semen pero había una sensación
extraña como un calor hirviendo diferente a lo
usual.

— Keith espera…espera un minuto…tengo


que ir…al baño…..
Yeonwoo gritó con urgencia y luchó. Sin
embargo, era imposible salir del brazo de
Keith, cuanto más se esforzaba más
estimulaba el pene de Keith en su interior.
Desafortunadamente, los esfuerzos de
Yeonwoo alimentaron la excitación de Keith.
Como evidencia, con un profundo gemido,
Keith puso sus dientes en el cuello de
Yeonwoo, luego sujetó su cintura con un brazo
y agarró el muslo con la otra mano y lo abrió
más. Yeonwoo, que trató de levantarse de
alguna manera, se volvió imposible debido a
la gran mano que sostenía su muslo.

— Oh, no te dejaré ir.


Keith respiró fuerte y mordió el cuello y los
hombros a Yeon-woo.

— No puedo sacarlo, por tu agujero…no me


suelta. No te preocupes, si quieres… puedes
hacerlo aquí.

— ¡No…!

Después de un grito urgente, Keith golpeó


más fuerte el interior. Los ojos de Yeon-woo se
volvieron blancos y quedaron inconscientes
por un tiempo.

— Uh, ah, ah, uh….


Todo mi cuerpo tembló, y mi cabeza cayó por
sí sola. Mi cabeza estaba vacía y todo mi
cuerpo se relajó. El semen esparcido en el
estómago se desbordó y los dulces aromas
vibraron por todas partes. Y Yeon-woo vio un
líquido amarillo salir de sus genitales con una
mirada débil.

— Oh….

De repente, la punta de su nariz estaba


fruncida. Yeon-woo se lamentó mientras se
tragaba el aliento.
— Inodoro, te dije que iba a…..

Las lágrimas naturalmente salieron de la


vergüenza y el bochorno. Pero como si no
tuviera nada que ver con la mente
complicada de Yeon-woo, Keith aún lo abrazó
y le besó el cuello y el hombro, donde dejó
marca de dientes.

— Está bien…puedo desecharlo.

Se le ocurrió una solución, una que siempre


sugiere.
— ¿Quieres ir a comprarlo mañana? Con
Spencer.

— Ah….

Yeon-woo sólo respiró un lamentable


suspiro..El hecho de que los muebles y la
alfombra estuvieran sucios era un problema,
pero el mayor problema era que algo como
un ser humano había orinado ahí. Además, el
pene de Keith todavía estaba en su trasero.
También fue perturbador, pero Keith de
repente se puso de pie.

— ¡Ah!
Antes que Yeonwoo pueda sentir su interior
vació, Keith lo levantó entre sus brazos y
volvió a ingresar en él. El agujero que
acababa de aceptar su grueso pene se abrió
sin dificultad y se volvió a llenar.

Keith sonrió amistosamente cara a cara. Se


sintió aún más avergonzado por la ‘escena’
que acababa de ver. Keith se movió
rápidamente mientras sostenía a Yeon-woo,
quien tenía sus piernas envueltas alrededor
de su cintura.

— Espera, es suficiente.
Keith le dijo a Yeonwoo, quien fue
inmovilizado con urgencia.

— No hay nada más que pueda salir ahora.

— Todavía….

Keith besó ligeramente los labios de la


vacilante Yeon-woo.

— No es orina, Yeon-woo.

— ¿Entonces?
Cuando se le preguntó ansioso, volvió una
breve carcajada. En lugar de responder, Keith
volvió a juntar los labios. Lentamente movió
su espalda baja, y el pene que había entrado
profundamente se movió hacia adelante y
hacia atrás. Poco después, se hinchó en el
estómago de Yeonwoo y volvió a derramar
semen.

***

Ni siquiera tenía la energía para levantar los


párpados, y mucho menos para mover los
dedos. Aunque respirar era difícil y el oxígeno
escaseaba, contuvo la respiración y luego
exhaló repetidamente.
El pene de Keith todavía estaba en su interior.
No, nunca salió excepto por un momento muy
corto antes de acostarse en la cama.

Ah.

Keith, que sostenía a Yeonwoo a sus espaldas,


comenzó a besarlo de nuevo. Yeonwoo ha
llegado varias veces a la cima de la excitación
por besos ahí sin ningún motivo. Sin embargo,
ahora estaba físicamente limitado. Si lo hace
por más tiempo, realmente puede morir.
Sin embargo, el pene de Keith todavía estaba
en el de Yeonwoo, y aunque era imposible
tener una erección, se sintió estimulado. Keith
suspiró satisfactoriamente a sus espaldas
mientras la pared interna de Yeonwoo se
contrae y se aferraban a los genitales.

Sus manos acariciaron el interior de mi muslo,


juguetearon con mi cintura, agarraron y
presionaron el pezón, y acariciaron mi cuerpo
sin parar. Yeon-woo también quería besarlo,
pero no podía hacer nada y se dejó llevar. En
este estado, tenía miedo de que se moviera
rápidamente y que empezara de nuevo.

—… por hoy… vas a parar…¿verdad?


Una voz ronca salió. Cuando hablé, el semen
en el interior fluctuó. Keith abrazó el cuerpo
de Yeon-woo y le mordió la oreja.

— Sí.

Después de un suspiro de alivio, Keith dio una


pequeña risa y el interior del vientre de
Yeonwoo vibro haciéndole fruncir el ceño.

— ¿Te divertiste?

Cuando se le preguntó en voz baja, Keith lo


besó en la mejilla.
— Sí.

Poco después, añadió maliciosamente.

— Yeonwoo.

Por un momento, Yeon-woo apretó el interior.


Keith hizo un pequeño ruido y frunció el ceño,
y la cara de Yeon-woo se enrojeció.

— Mh… lo siento.
Cuando se disculpó rápidamente, Keith sonrió
y abrazó fuertemente a Yeon-woo.

Ya no podrás pensar en ningún otro


estudiante de tercer año.

Keith estaba de buen humor porque logró su


propósito y recibió mucha compensación.
Yeon-woo suspiró felizmente con el dulce
aroma de las feromonas que fluía
satisfactoriamente sin notar sus
pensamientos más íntimos. Entonces Keith
preguntó y soltó su oreja y dijo..,

— La próxima vez me toca a mí, ¿no?


Por un momento, Yeon-woo sintió que la
sangre se escapaba por todo su cuerpo, pero
pronto recobró el sentido. No puede ser tan
difícil como ayer …asi que estaría bien si es
un evento ocasional.

Entonces, ¿soy el hoobae?

Cuando de repente lo pensé, dijo Keith,


jugueteando con los pezones de Yeonwoo.

— Estás atado.

Oh, ¿soy el hoobae?.


✤VOLUMEN#EXTRAS#3✤

✤ Capitulo 2 parte #1
—Kiss me, Sugar Tits —✤

>Antes de leer el siguiente capitulo se


recomienda para tener contexto leer el
Epilogo de Kiss me if you can.<

— ¡No, no, no, no!

Josh parecía perplejo cuando vio a su


segundo hijo gritar y llorar. El niño, que se
despertó durante el trayecto en el coche,
volvió en sí y se puso a llorar en cuanto vio la
ropa que llevaba.
— ¡No me gusta la ropa de mujer, no me
gusta!

— No es ropa de mujer.

Dijo Josh, exhortando al niño.

— Cecil, mira. ¿Por qué dices que es ropa de


mujer?

— ¡Son rosados!

El niño gritó. Josh se quedó brevemente


boquiabierto y volvió a persuadirlo.
— El color no importa, mientras te quede bien.

Cecil miró a Josh. Josh, llevaba una camiseta


azul y unos vaqueros negros. Cecil, mirando
una vez más su camiseta rosa y sus
pantalones cortos blancos, empezó a llorar de
nuevo.

— ¡Soy el único que va de rosa, no soy una


chica, no debo llevar un conjunto de chica!.

— Oh, eres ruidoso.


Pete, que no había hablado hasta entonces,
se irritó. Por un momento, el llanto de Cecil se
detuvo, y continuó.

— ¿Qué pasa, si es rosa? Te han vestido así


porque te queda bien.

— ¡¿Qué me queda bien?!, ¡Soy un hombre!

Pete llevaba una camisa blanca y unos


pantalones cortos negros. Pete resopló como
si estuviera aturdido ante Cecil, que gritó
obstinadamente.
— No puedo evitarlo, es culpa tuya que
parezcas una chica.

Cecil soltó un grito. Entonces, de repente, Pete


escupió sus palabras como un fuego rápido.

— ¿He dicho algo malo? Papi, Cecil se parece


a papá cuando era joven. Eso significa que
papá también era así de guapo. Por supuesto,
papá sigue siendo guapo, pero de todos
modos, ¿no está bien? Papá incluso filmó un
comercial usando ropa de mujer real, no es
para tanto. Papi se enamoró de papá porque
era bonito. Eso significa que Cecil puede
conocer a alguien como papá. ¿Pero acaso a
Cecil no le gusta papá?
El acto de Pete de levantar la cara y gritar
sacudió el discurso de Cecil. Miró a su
alrededor a toda prisa, pero Josh miró por la
ventana y no ayudó a Cecil.

— Uh…

Fue cuando la tristeza se hizo emotiva. El


coche ralentizado se detuvo por completo, y el
mayordomo que esperaba delante de la
puerta principal abrió la puerta. Después de
que Josh saliera primero del coche, Pete se
bajó, y lo único que le quedaba era Cecil. Josh
se inclinó y miró dentro del coche y dijo.
— Vamos Cecil tienes que bajar. Deja de estar
triste.

En el momento en que vio la cara de su papá


sonriendo amargamente, Cecil explotó de
repente.

— ¡Papi, te odio!

Cecil, gritando en la parte de atrás, saltó de


repente del coche. Incluso Josh, que estaba
seguro de que no perdería contra nadie si
tenía su ingenio, le extrañaba la situación
porque era una situación inesperada.
— ¡Cecil!

Gritó Josh desconcertado. Cecil, que corría


rápido, se detuvo bruscamente y se dio la
vuelta. Y le gritó a Pete.

— ¡Pero a ti te odio más Pete!

— ¿Qué?

Dejando atrás el irritante murmullo de Pete,


Cecil desapareció rápidamente en el jardín.
Ha, cuando Josh suspiró, miró en la dirección
distante con una mirada preocupada en su
cara, y el mayordomo que estaba de pie por
delante le habló.

— No te preocupes. Está en el jardín de todos


modos, así que lo encontrarás pronto.

— Supongo que sí.

Añadió Josh, sintiéndose amargado.

— Lo siento, está enfadado, pero todo va a


salir bien porque pronto se solucionará.

— Todos los niños son así, es cierto.


Pete irrumpió en la cara sonriente del
mayordomo.

— Cecil siempre está lleno de quejas. No


importa lo que diga, me molesta.

— Pete

Josh se llevó el dedo anular a los labios para


hacer un gesto de “guardar silencio”. Pete
mantuvo la boca cerrada, pero eso no
significó que su expresión se aliviará. Josh
sonrió sin poder evitarlo y acarició el pelo de
Pete con brusquedad.
— Cecil tiene muchas quejas en el mundo, así
que vamos a entenderlo.

— Es del tamaño de un cacahuete.

Con la boca fruncida y un pequeño gruñido,


Pete no tardó en enderezar la espalda y
seguir adelante. Al subir las escaleras de lado
a lado, el mayordomo abrió inmediatamente
la puerta de la entrada. En el vestíbulo, el
señor de la casa estaba de pie esperándolos.

— Josh.
Yeon-woo, que se adelantó primero, los llamó
con gusto y les tendió la mano. Tras un ligero
apretón de manos, sus ojos se volvieron hacia
el niño.

— Hola, Pete.

— Hola, Sr. Pittman.

Al ver que Pete le estrechaba las manos


cortésmente y saludaba, Yeon-woo sonrió
afectuosamente.

— Gracias por venir. Pensé que podrían decir


que no.
— Si tuviera que esconderme en casa y evitar
a los paparazzi, no podría ir a ningún lado de
mi vida

Yeon-woo asintió, — Bueno, sí— , ante la


insignificante sonrisa de Josh.

— ¿Pero Cecil no vino? ¿Todavía es un poco


joven?

Era la primera vez que veía a Cecil desde que


la visité una vez cuando nació y vi su rostro.
Spencer también estaba emocionado de que
finalmente conocería al hermano menor de
Pete.

Pero solo Josh y Pete visitaron la mansión.


Ante la pregunta de Yeonwoo, Josh dijo,
rascándose la parte posterior de la cabeza
como si lo fuera.

— Bueno, estamos aquí juntos, pero está


molesto por algo. Lo iré a buscar cuando se
sienta mejor.

— Oh, no.
Cuando Yeon-woo exclamó tras escuchar que
el niño se había escondido en el jardín, Josh
pronto cambió de tema.

— ¿Es hora de la siesta, Spencer? No lo veo.

— Oh, ahora ests en el establo.

Dijo Yeonwoo con una sonrisa. Después del


partido de polo, que vio por casualidad,
Spencer se interesó por los caballos, y Keith le
compró un pequeño pony como regalo. A
Spencer, que saltó y estaba encantado, le
prometió comprar un caballo de carreras
cuando creciera. Desde entonces, cada vez
que se le ocurría, Spencer iba al establo a
montar en pony, alimentar y jugar juntos.

— No tiene hermanos, así que no tiene


suficientes personas con quien jugar…

Yeonwoo fue disminuyendo el tono de su voz


al final de su discurso y Josh dijo de forma
despreocupada a Yeon-woo.

— No esperes que se divierta solo porque


tiene un hermano. Yeonwoo tambien tenias
un hermano ¿verdad? asi que debes saberlo
perfectamente.
Yeonwoo no siempre estaba en buenos
términos con su hermano. Pero aún así, Josh
dijo cuando pensó que sería mejor que
Spencer crezca solo.

— Cuando crezca, envíalo al jardín de


infantes. Pete ha estado asistiendo, y está
haciendo amigos y es agradable.

— ¿jardín de infantes?

Mientras se dirigen juntos al salón, Pete


agarró de repente la mano de Josh.

— ¿Que pasa, Pete?


Deteniéndose y mirando hacia abajo, el niño
brilló sus ojos y preguntó.

— Quiero ver un caballo.

— ¿Caballo?

— Ah.

Yeon-woo se coló en la conversación y abrió la


boca.
— ¿Quieres que le diga a Charles que te
enseñe el establo? Spencer también está allí,
así que sería bueno que pase el rato con él.

— Bien. Pete, ¿te gustaría?

— Sí.

Pete asintió inmediatamente a la pregunta de


Josh. Charles, que le seguía, le tendió la mano
a Pete, y naturalmente Pete pasó de Josh a
Charles.

— Pronto tendré listo el té y los refrescos.


Charles, que hablaba de forma estricta, se
apartó al ver que Yeon-woo y Josh se dirigían
primero al salón. Justo cuando pasó el
empleado, Charles lo llamó y le entregó a
Pete.

— Muéstrale a este pequeño caballero el


establo. Tengo que prepararle un té a los
señores.

— De acuerdo, señor.

El empleado respondió amablemente y se


llevó a Pete fuera. Afortunadamente, la
siguiente persona que se hizo cargo de Pete
fue el cuidador del establo.
— Bienvenido, eres el chico que dijo que
vendría hoy.

El cuidador, que acarició la cabeza de Pete,


más alto que sus compañeros, continuó.

— ¿Es tu primera vez en el establo? ¿Has


montado a caballo?

Pete negó con la cabeza y respondió.

— No tenemos establo.
— No es común.

El empleado se rió a carcajadas y dijo algo


gracioso

— Espera un segundo. Terminaré lo que estoy


haciendo y te presentaré al caballo. No
puedes entrar solo porque es peligroso, ¿vale?

Y sin esperar respuesta, se volvió a poner a


trabajar.

De pie, Pete miró a su alrededor. Había un par


de personas más, pero también estaban
ocupadas moviendo heno y limpiando. Nadie
se interesaba por Pete.

Pete, que llevaba un rato observándolos,


deslizó los pies y dio un paso más hacia el
establo. Se movía lateralmente como un
escalón, como un cangrejo, pero nadie lo
sabía. Y cuando le quedaban los dos últimos
pasos, Pete se precipitó al interior.

—…ah.

En el interior de un gran almacén de madera,


Pete exhaló de golpe su apretada respiración.
Todavía había un revuelo de ruidos en el
exterior, pero nadie parecía darse cuenta de
los movimientos de Pete.

Pete, que seguía escuchando, barrió el pecho


y levantó la cabeza. Y suspiró con admiración
ante la vista que tenía delante.

El establo era exactamente como se veía en la


película. El alto techo sostenido por gruesos
pilares y fustes estaba lleno de luz solar, con
varios ventanales. Gracias a ello, la
temperatura en el establo era moderada y el
aire era fresco, y el olor a animales que a
menudo se percibía no era tan malo. Además,
el espacio individual en el que se encontraban
los caballos era bastante amplio, con algunos
masticando heno, otros caminando
lentamente por sus establos y otros
dormitando de pie.

En un ambiente de paz y tranquilidad, los


caballos parecían pasar su vida cotidiana
más allá de la valla. Pete dio un paso
asombrado, mirando a un caballo que
parecía más alto que el papá o papi. Le
gustaban todo tipo de animales, pero debido
a la fobia de Chase, nunca pudo criar un
perro, y le dijeron que estaba bien criar otros
animales, pero se mostró reacio.

Cuando Pete era más joven de lo que es


ahora, él y Chase fueron a comprar un perro.
En ese momento, Chase trató de hacer que
Pete se sintiera bien, pero finalmente tuvo un
ataque, y después de eso, Pete nunca dijo que
quería tener un perro. Tenía miedo de que
Chase volviera a caer frente a él.

Tal vez le dan miedo los gatos, o los hámsters.

Tras un suspiro, Pete miró al caballo negro


que tenía delante. Cuando pensaba que tenía
un poco de envidia del niño de esta casa, oí
un crujido desde el interior.

¿Qué?
Pete volvió la vista, extrañado. Quienes
administran los establos todavía estaban
trabajando afuera. Creía que sólo estaba Pete
dentro, pero no era así. Hubo alguien que
entró antes que Pete.

¿Spencer?

Mientras asomaba lentamente la cabeza,


recordando lo que había dicho Yeon-woo,
volví a oír un sonido al cabo de un rato. Pete
se acercó cuidadosamente al sonido paso a
paso. El sonido seguía y seguía, con un breve
intervalo. ¿Qué demonios está haciendo?
Por fin Pete llegó a la fuente. Era el espacio
más interior del establo, y apareció un
pequeño pony, completamente diferente del
caballo grande y elegante que había visto
hasta entonces. Tenía la mitad de las patas
cortas y gruesas, con crines negras y cuerpo
marrón brillante. Lo interesante es que es
menos de la mitad del tamaño de los otros
caballos, pero parece ocupar el doble de
espacio. Probablemente parecía que los dos
compartimentos estaban juntos.

¿Qué significa esto?

Debe haber una razón, pero las palabras se


movieron tan pronto como lo pensé. Pete lo
observó, casualmente nervioso, mientras
sacudía la cabeza y se movía. En el silencio, oí
que un caballo giraba en alguna parte. Pete
estaba asombrado, pero el pony no estaba
interesado, así que simplemente estaba
deambulando, moviéndose lentamente.

No tardé en darme cuenta de que el pony se


movía con un propósito. El pony, que parecía
dirigirse a un montón de heno en un lado, lo
olía y miraba aquí y allá, se metió un montón
de hierba en la boca y empezó a masticar.

Pensé que sólo tenía hambre, pero el pony


volvió a pasearse y esta vez se dirigió al otro
heno. Tal vez intenta probar el heno, que está
dividido en tres trozos. Sin embargo, para
ello, el pony se movía de un lado a otro,
mirando alrededor u oliendo como si buscara
algo.

¿Qué diablos es ésto? Fue cuando me quedé


perplejo e incliné la cabeza.

— ¡Vaya!

Pete se sorprendió por el repentino grito y casi


se derrumbó. Afortunadamente, tropezó y
retrocedió, y en su vista, vio a alguien
surgiendo del pajar.
— ¡Caramelo, buen trabajo, me has
encontrado!

¿Qué buscas después de salir del pajar de esa


forma?

Pete recordó, aún con el rostro pálido. La


apariencia del niño con heno por todo el
cuerpo y la cabeza fue realmente un desastre.
Si te vas a casa así, la mayoría de niños serían
golpeados en la espalda. Por supuesto, Pete
nunca ha sido golpeado hasta ahora, pero ha
habido un sinnúmero de niños en dramas y
YouTube.
En el fondo, el niño, que salía del pajar, cayó
hacia delante.

— ¡Ay!

El niño, que rodó sobre el pajar con un grito,


cayó al suelo y se golpeó el trasero. Al
momento, Pete se encogió de hombros.
Seguro que va a llorar. Va a gritar y se van a
volver locos.

Inmediatamente me vino a la mente la escena


de los berrinches de Cecil y, de alguna
manera, el entorno se calmó. El niño sólo
parpadeó mientras caía de trasero, y no hubo
respuesta.
¿Qué, no sabe que está herido?

Estaba avergonzado, pero de repente el niño


se levantó de un salto.

— ¡ay!

Sólo entonces el niño gritando sintió el dolor,


pero no lloró. Se dio una palmadita en el
trasero y acarició el cuerpo del pony.

— Está bien, está bien. No te preocupes,


caramelo.
El pony parecía no tener ni idea, pero el niño
lo abrazó y le dijo que estaba bien. De
repente, el niño frotaba su cara contra la
cabeza del pony.

El niño parpadeó y miró fijamente a Pete. Pete


dudó, incapaz de responder inmediatamente
a la inesperada situación.

— ¿Quién es?

El niño inclinó la cabeza y preguntó. De


repente, Pete recordó lo que le habían dicho
los administradores del establo.
¿No tendría problemas si se descubre que
había entrado solo?

Cuando pensé eso, una sombra revoloteó en


la entrada. Pete, sorprendido, abrió mucho
los ojos y se endureció. El niño estaba
desconcertado, apuntando su mirada en la
dirección que miraba Pete, luego volviéndola
hacia el rostro de Pete. Pete murmuró para sí
mismo, inquieto.

— No me pueden atrapar.

El niño que lo oyó le habló de repente.


— ¿Qué pasa? ¿Quieres que te esconda?.

— ¿Qué?

Cuando me di la vuelta sin darme cuenta, el


niño hizo un gesto.

— Entra, puedes esconderte aquí. Te


esconderé.

Pete se alternaba con el niño en la entrada.


Se escuchó un débil discurso. Probablemente
estaban a punto de entrar. No podía
permitirse el lujo de dudar más.
Se apresuró a entrar y el niño escondio a Pete
detrás del heno. Pete se acurrucó y el niño no
dudó en cubrir el heno. La visión de Pete
quedó completamente bloqueada, seguida
de las voces de los hombres.

— ¿Adónde fue antes? ¿Lo has visto?

— No, no lo he visto.

— No ha entrado aquí solo, ¿verdad?

— Oye, le dije que era peligroso.


— Si le quitas los ojos de encima un rato, se
meterá en problemas.

El corazón de Pete palpitó mientras los


hombres intercambiaban palabras. Pensaba
que me metería en problemas si me
atrapaban. Estaba nervioso en el fondo, y el
sonido de los pasos bruscos llegó
rápidamente.

— Spencer, ¿has terminado de jugar? ¿Puedo


limpiar la casa de Caramel ahora?
Cuando me quedé paralizado ante la voz que
parecía preguntar de manera amistosa,
respondió un niño llamado Spence.

— Quiero jugar un poco más. ¿No puedes


limpiar la casa de caramelo al final?

Los hombres se rieron inesperadamente ante


la estúpida pregunta. Pensé que iban a seguir
adelante, pero llegó una respuesta
inesperada.

— Vale, voy a limpiar el heno. ¿Está bien?


Pude comprobar que el hombre había
cruzado la valla con voz amistosa. Mientras
me encogía de hombros, la voz de Spencer
continuó.

— ¡Oh, no, no! No se puede jugar al escondite


sin heno.

Parece que el pony y el juego que estaban


jugando era el escondite. Si consideramos
que asomarse antes de que lo descubran era
una especie de escondite.

La petición del niño fue aceptada con


sorprendente facilidad. El hombre dijo con voz
risueña: — Sí, sí, sí— , y luego dio un paso
atrás.

— Entonces, primero lavaré a los otros


caballos. Spencer, avísanos si encuentras un
chico tan grande. No puedo ver a dónde fue.

— Sí, lo haré.

— Qué buen chico.

Los hombres elogiaron al niño y se dirigieron


a otro caballo. El ruido desapareció tan
rápido como cuando empezó. Pete, que
llevaba un rato agazapado, levantó de
repente la cabeza sorprendido cuando el
heno fue desenterrado. Un niño cuyo aspecto
estaba desordenado lo estaba mirando.

— Todos se han ido.

El niño, cuya cabeza estaba cubierta de heno,


agarró la mano de Pete y tiró de ella con toda
la fuerza que pudo. Pete pudo levantarse por
sí mismo, pero no quería decepcionar al niño,
así que se acercó sigilosamente fingiendo que
le ayudaban. Jeje, dijo el niño sonriendo.

— Ya puedes irte.
Pete se puso malhumorado sin razón al ver
esa cara. Su cara sonriente es muy linda, pero
cuánto más linda más se sentía avergonzado.

— No me puedo ir todavía. Están vigilando el


establo.

— Ah.

Spencer abrió la boca como si no lo hubiera


pensado. Cuando pensé que quería tirar de
esa redonda mejilla, Spencer sonrió y dijo.

— Entonces jugaré con los adultos, mientras


tú huyes.
— ¿Qué?

Era el lado de Pete el que estaba


avergonzado. Sólo quería molestarlo, pero
Spencer ya estaba cruzando la valla.

— Vamos, espera.

Dijo Pete, que se apresuró a llamar al niño.

— Hola, soy Pete.


En ese momento, el sol que pasaba por el
tejado proyectaba una gran luz que
iluminaba la cara de Spencer. El pelo rizado y
castaño cubierto de heno, los ojos azul oscuro
con una sonrisa inocente, las mejillas rosadas
y suaves y los pequeños y gruesos labios rojos
cayeron a la vista de Pete.

— Ah, soy Spencer.

Pete lo miró inexpresivamente durante un


momento. Como si se tratara de una película
que pasaba en cámara lenta frente a sus ojos,
el niño se dio la vuelta lentamente y empezó a
correr despacio.
—…!

Pete, que tardó en recobrar el sentido, asomó


urgentemente la cara por la valla. Ya, Spencer
estaba tan lejos como eso y los pasos de los
bulliciosos se alejaron, y pronto
desaparecieron por completo. Pete se quedó
allí un rato y simplemente miró la sombra
desaparecida de Spencer.
✤VOLUMEN#EXTRAS#3✤

✤ Capitulo 2 parte #2
—Kiss me, Sugar Tits —✤

— ¿Me estás pidiendo que juegue al escondite


contigo, Spencer?

Uno de los compañeros de cuadra dijo con


una mirada de vergüenza.

— Todavía tenemos trabajo que hacer. No


puedo jugar contigo.
Dado que no había una forma habitual de
tomar el tiempo de los empleados de esta
manera, fue muy difícil para ellos lidiar con
Spencer, quien salía de la nada.
Sin embargo, también sabían que Spencer
era el único hijo de la familia y, como
resultado, así que no había mucha gente a la
que pedirle jugar.

— Sólo una ronda, por favor. Entonces no


molestaré más. ¿si?

Se enfrentaron, avergonzados por la patética


súplica de Spencer.

—¿Qué debemos hacer?

—No lo sé.
Evitando la toma de decisión intercambiaron
miradas el uno con el otro. Hasta que
finalmente uno habló,

— Spencer, ¿por qué no le pides a Caramel


que juegue contigo?

Spencer contestó con cara de pena al hombre


que respondió como si hubiera esperado.

— Has estado jugando con Caramelo.


Caramelo es tan bueno jugando al
escondite…
Los hombres adultos se pusieron nerviosos al
ver al niño con la cabeza gacha. En ese
momento, Pete salió de la casa y consiguió
huir rápidamente de las miradas de los
hombres.

Spencer no tardó en cambiar de actitud y


sonrió alegremente al ver a Pete agachado en
el jardín.

— Bien, me voy entonces.

— Bueno…, ¿que? ¿Te irás?


El repentino cambio hizo que los hombres
parecieran avergonzados y complacidos.
Spencer asintió y continuó.

— Entonces, ocúpate de caramelo. Adiós.

Tras despedirse alternativamente de los tres


hombres, Spencer se dio la vuelta. Los
cuidadores, que se despidieron, respiraron
aliviados sólo cuando Spencer se alejó.

— Casi no he podido trabajar hoy.

El otro hombre también se solidarizó con lo


que uno dijo con un suspiro.
— Sinceramente, pensé en jugar con él.

— Quiero tener un hijo tan lindo como Spencer


algún día.

— Yo también.

— Yo también.

Asintiendo alternativamente, pronto rieron.


****

—¿Dónde ha ido Pete?

Spencer miró a su alrededor mientras


caminaba en la dirección en la que había
desaparecido. Tengo que decirle el camino a
casa, ¿y si se pierde?

Cuando era más joven que ahora, Spencer se


había perdió en el jardín. Los adultos lo
encontraron cuando se cansó de llorar
durante mucho tiempo y ya no pudo llorar
más, pero cuando Keith volvió a casa con
Spencer, Yeon-woo, que había estado
llorando hasta entonces, se desmayó.
Desde entonces, todos los árboles altos del
jardín han desaparecido y se han creado
cámaras de vigilancia por todas partes.
Gracias a esto, Spencer nunca se ha perdido,
e incluso si vagaba, alguien vendría a
buscarlo pronto.

En esta mansión, Spencer estaba más seguro


que nadie en el mundo.

—Espero que Pete también se encuentre bien.

Spencer corrió afanosamente pensando. Era


hora de comer un bocadillo.
Hoy, Yeon-woo le había prometido que le
dejaría comer dos pudines de caramelo en
particular, así que tenía prisa.

—Apurémonos y vayamos.

Conocer a otros niños era una experiencia


rara. Me hubiera gustado pedirle que fuera a
comer conmigo. Sintiéndose repentinamente
apenado, Spencer vio algo y dejó de correr.

—¿Qué?

Ladeé la cabeza preguntándome, pero no me


equivoqué.
Un niño de deslumbrante pelo rubio estaba
sentado contra un árbol, sollozando y
llorando.

— ¿Qué estás haciendo?

— ¡Argh!

En cuanto me acerqué y le hablé, el niño que


había estado llorando solo hasta entonces
gritó y levantó la cabeza.
***
—Odio a todo el mundo.

Cecil estaba llorando y gimiendo contra un


poste de madera. No me gustaba que papi
me vistiera de rosa mientras dormía, y odiaba
a papá, que no estaba conmigo en ese
momento para ponerse de mi lado, y lo que
más odiaba era el malvado Pete.

Como aún no sabe muchas palabras y su


vocabulario es corto, Pete dejaba a Cecil
fuera de combate con su discurso
extravagante. A pesar de estar tan enfadado,
Cecil no tenía ningún talento para enfrentarse
a él.
Eso lo enfureció aún más, y hoy ha llegado a
un punto en el que no puede soportarlo más.

Pero lo más molesto fue el hecho de que


nadie lo siguiera para apaciguarlo. Salí
corriendo en volandas, pero cuando me di la
vuelta, nadie prestaba atención a Cecil.
Incluso Josh, en quien creía, está cogiendo a
Pete de la mano y entrando en la mansión.

—Los odio a todos.

Las lágrimas salieron y Cecil se abrazó a sus


rodillas y sollozó.
—Supongo que todos me odian.

La pena me golpeó en el cuello y hubo un


sonido de respiración reprimida. Las lágrimas
volvieron a salir y, de repente, alguien
irrumpió en el fondo.

— ¿Qué estás haciendo?

— ¡Argh!

Cecil dejó de llorar y gritar y levantó la


cabeza. La figura de alguien se reflejó frente a
Cecil, que estaba lleno de lágrimas.
Una vez que parpadeé, las gruesas lágrimas
fluyeron hacia abajo y la vista se volvió clara.
Un niño se miraba inclinando la cabeza.

—…

Durante un rato los dos se miraron sin decir


nada. El corazón asombrado de Cecil aún no
se ha calmado, y Spencer estaba esperando
que el tal Cecil hablara primero.

Suspiro, suspiro.
Después de apenas un respiro, Cecil abrió la
boca. El hipo salió con él. Cecil se apresuró a
taparse la boca con las manos.

Spencer seguía de pie mirando a Cecil. La


cara de Cecil se enrojeció de vergüenza
cuando le vio parpadear con la cabeza
inclinada hacia atrás.

— ¿Estás bien?

Spencer le habló primero porque estaba


cansado de esperar. Cecil se limitó a mirar la
mano que se acercaba a él.
En cuanto una pequeña mano tocó la cabeza
de Cecil, las lágrimas surgieron y Cecil se echó
a llorar de nuevo.

— uh-uh.

Spencer se quedó perplejo cuando vio a un


niño más pequeño que él llorando
apresuradamente. Miraba a su alrededor,
pero no había nadie para ayudar y no tenía
un pañuelo para limpiarle la cara. Spencer,
que agonizó durante un rato, se limitó a
abrazar al niño con fuerza.

— No llores, todo estara bien.


Cecil lloró aún más fuerte cuando sus brazos
no pudieron llegar a su espalda y en su lugar
le acariciaban la nuca. Cuando alguien lo
calmaba, su corazón se calentaba y su pena
estallaba.

— uf, uf, uf.

Para cuando dejaba de llorar en cierta


medida, no había más que un fuerte sollozo.
Spencer seguía esperando, acariciando a
Cecil. Cecil, mientras tanto, sentía curiosidad
por el chico que la abrazaba y lo consolaba
para que dejara de llorar.
— ¿Quién eres tú?

Spencer respondió a Cecil, quien preguntó


entre un aliento áspero que aún no había
amainado.

— Soy Spence. ¿Y tú?

— So…y, cec..il.

Justo a tiempo, el sollozo estalló en un sonido


extraño. Afortunadamente, sin embargo,
Spencer logró captarlo.
— Cecil, ¿por qué estabas llorando?

Todavía ladeando la cabeza, Cecil miró a


Spencer preguntando. Era reacio a explicar
por qué lloraba. Después de haber razonado
su actuar hasta cierto punto, se avergonzó.
Pero en ese momento, la emoción era difícil
de entender, y Cecil dudó.

— Sólo porque estoy triste.

— ¿Por qué?
Volvió a preguntar Spencer. Cecil se irritó por
un momento y le empujó el pecho con todas
sus fuerzas.

— ¡Ay!

Spencer, que estaba indefenso, cayó de


trasero y gritó brevemente. En ese momento,
Cecil se sintió culpable, pero no pudo estirar
la mano. Afortunadamente, Spencer no lloró y
se levantó con una palmada en el trasero. Se
alegró de que no llorará, pero la disculpa no
fue fácil. Spencer volvió a preguntar a Cecil,
que había dudado.
— ¿Cómo has llegado hasta aquí? Esta es mi
casa, ¿por qué estás aquí?.

— ¿Eh?

Cecil parpadeó y volvió a tartamudear.

— Papá,…vine con mi papá. Me estoy


echando una siesta… cuando me he
despertado, en el coche…

Mientras hablaba, se volvió a emocionar. El


motivo le vino a la mente tardíamente.
Cuando Spencer abrió los ojos rotundamente
tras ver la reacción de Cecil al morderse los
labios con los puños cerrados, Cecil pronunció
de repente con voz airada

— ¡Me puso ropa de mujer!

— ¿Ropa de mujer?

Spencer parpadeó y preguntó. Sí, respondió


Cecil quien se puso en pie de un salto. Sin
embargo, el niño pequeño, un poco por
encima de su hombro, se estiró y se desahogó.
— Mira, es rosa. No me gusta la ropa de mujer,
¡no me gusta!

Spencer miró al niño, que dio un pisotón en el


suelo y gritó de vergüenza. Francamente, ni
siquiera entendía por qué Cecil lo odiaba
tanto. Pero pensaba que tendría que animar
a Cecil de todos modos, así que se esforzó al
máximo. Ignorándolo, Cecil finalmente
comenzó a luchar por desvestirse.
Sorprendido, Spencer lo detuvo a toda prisa.

— Cecil, vamos. No te quites la ropa.

— ¡No, me la voy a quitar! Suéltame,


suéltame.
— Pero Cecil, esa ropa es muy bonita.

Cecil gritó inmediatamente ante las palabras


de Spencer.

— ¡No es bonito, porque mejor no te lo pones


tu!

— Está bien.

—…
Por un momento Cecil parpadeó
desconcertado.

— ¿Eh?

Cuando hizo un ruido tonto, Spencer contestó


despreocupadamente.

— Me lo pondré, vamos a intercambiar ropa.

Spencer, que no tardó en decirlo, se quitó


primero la ropa. Cecil se limitó a mirar la
figura.
—¿Qué es esto?

Se olvidó de que estaba gritando y llorando


así, y Spencer, que no podía quitarse más con
la camisa hasta la axila, retorció todo el
cuerpo y gimió, estiró los brazos hacia arriba
y bajó la cintura.

— Cecil, ayúdame.

— ¿Eh?

Por sorpresa, el brazo de la camisa fue tirado


y Spencer se echó hacia atrás.
— Gracias.

Con una gran sonrisa, Spencer dejó la camisa


que Cecil aún sostenía en el suelo y esta vez le
dio un hurra a Cecil. Al hacerlo, Spencer, que
levantó las manos, le hizo agacharse y agarró
la camisa, vistió a Cecil con la camisa que le
quitó en esa posición.

— Ahí tienes.

Spencer, que de alguna manera consiguió


introducir los brazos y sacarle el pelo,
enderezó la espalda sintiéndose orgulloso de
su logro. Cecil miró su camisa con
desconcierto.
La camisa, que estaba llena de heno y polvo,
le quedaba un poco grande, pero era de un
color azul varonil.

Al levantar la vista, Spencer estaba


lloriqueando para ponerse la camisa color
rosa. Era la camisa rosa que Cecil llevaba
justo antes. Consiguió meter la cabeza pero
no pudo meter el brazo. Después de forcejear
un rato, Spencer se dio por vencido y
preguntó despreocupadamente.
— ¿Quieres ir a comer algo?

Cuando regresen a la mansión, alguien


vestirá a Spencer adecuadamente.
Spencer no le dio importancia y le propuso a
Cecil. Cecil es más joven que él y todavía tiene
un físico más pequeño, por lo que no sabía
que su camisa no le cabía a Spencer.

Cecil se quedó mirando fijamente a Spencer,


que le tendía la mano de forma divertida.
Hoy nadie me ha hecho caso.
Mi corazón comenzó a agitarse al darse
cuenta de ello.
Sólo Spencer me tranquilizaba.
Además, se quitó la ropa y se consoló. Nadie
me persiguió, pero me encontró llorando solo
y me dijo que no llorara.
En ese momento, este niño parecía más
perfecto que nadie en el mundo a los ojos de
Cecil.

Spence es como un príncipe.

Pensó Cecil con la cara roja. Un príncipe que


vendrá a rescatarme en cualquier momento.

<Eso significa que Cecil puede conocer a


alguien como papá.>

De repente, le vino a la mente las palabras de


Pete. Es la pareja perfecta para mi.
Como lo son Papá y papi.

Mi príncipe.

Cecil tomó la mano de Spencer con el corazón


palpitante.

— Gracias, Spencer.

— De nada Cecil.

Spencer sonrió despreocupadamente ante las


palabras que dio con un rubor. Cecil se
enamoró de él una vez más.
Y los dos se dirigieron juntos a la mansión. El
llanto de Cecil se detuvo por completo, y sus
ojos no podían dejar de mirar a Spencer. Con
un sentimiento de corazón abrumador, pensó.

Spencer.

Mi príncipe.


***

— ¡Oye, Spencer, ayúdame!

— ¡Espera, Cecil!

Ante los gritos de Cecil, Spencer corrió


galantemente y le dio una buena bofetada al
vestido. Una pequeña araña en su falda voló
hasta allí, y Spencer le preguntó a Cecil.

— ¿Estás bien, Cecil?


— Sí, gracias. Ha sido un gran susto.

De nuevo, Pete fingió vomitar al ver a Cecil


gritar, pero Spencer no lo sabía.

— Vamos, Cecil, toma mi mano. Bajemos


juntos.

— Sí, gracias, Spencer.

Bajó a la pendiente con la ayuda de Spencer,


pero en realidad, ésta era lo suficientemente
alta como para correr con ligereza.
Ignorando ese hecho, Cecil, que siguió a
Spencer hacia abajo fingiendo ser débil, ya ha
crecido hasta tener la misma altura que él.
Tarde o temprano, será más grande que
Spencer.

— Me alegro de que tu bonito vestido no se


haya ensuciado, Cecil.

— Gracias, Spence. Yo también lo creo.

Spencer ladeó la cabeza cuando saludó


ligeramente. Sintiendo algo inusual, le dijo
casualmente a Cecil.
— Cuando nos conocimos por primera vez
llorabas porque llevabas ropa de mujer. De
repente me vino a la mente ese recuerdo.

Eso fue antes de saber que me habías


confundido con una mujer.

Cecil sonrió sin decir una palabra. Este chico


me enamoró el primer día que nos conocimos
y ni siquiera pudo captar mi género. No sabes
la decepción que me lleve al saber que
Spencer pensaba que era mujer.

Pero una crisis es una oportunidad.


Cecil decidió aprovechar la ocasión. Desde
aquel día, se puso a menudo ropa de mujer,
se dejó crecer el pelo y utilizó un tono que
podían utilizar las chicas. Josh y Chase se
preguntaron extrañados qué pasaba con él
pero no se molestaron en prohibir lo que
quería. Nadie sabían la razón. Excepto Pete.

Casualmente, la persona que se enamoró de


su hermano el mismo día era tan tonto que ni
siquiera sabía el sexo de Cecil. Pero tanto Pete
como Spencer salieron ganando. Pete, que se
acercó casualmente y tiró de Spencer, le dijo
al misterioso Spencer.

— Había un charco bajo tus pies.


— Ah.

Él estaba en lo correcto. Cecil fue el único que


notó que Pete había apartado a Cecil del lado
de Spencer con tanta naturalidad. Sin darse
cuenta en absoluto, Spencer miró a Pete
brillantemente.

— Gracias, Pete. Pete es como un príncipe.

Pete pareció sorprendido y enseguida se


sonrojó. Cecil intervino sin perder un instante.

— ¿Y yo qué? Spencer.
— Cecil es una princesa, por supuesto. Porque
es una chica.

Pete se puso detrás de Spencer, que hablaba


como si fuera algo natural, y Cecil chilló de
alegría. Acercándose sigilosamente a
Spencer, Cecil se cruzó naturalmente de
brazos.

— Entonces me casaré con Spence.

Entonces Spencer le sacó el brazo y dijo.


— No, Cecil. La princesa debe casarse con el
príncipe.

En ese momento Cecil hizo una pausa y Pete


también se dio cuenta.

— Espera, Spencer.

Sin detenerse, Spencer agarró la mano de


Cecil y la superpuso con la de Pete.

— Vamos, así.

— ¡Saca tu mano!
— ¿Qué estás haciendo?

Pete se sacudió y Cecil gritó. Pete apretó los


dientes con la mirada más seria para
desconcertar a Spencer.

— Spencer, Cecil y yo somos hermanos. Los


hermanos no pueden casarse. Aunque
pudiera, no lo haría.

— Por supuesto, no estoy loco. ¿Por qué no me


caso contigo?
Gritó Cecil frustrado, Spencer balbuceó: — No,
eso no— , y de repente Cecil rompió a llorar.

— Spencer me dejó.

Aún más desconcertado, Spencer dijo,


mientras se sentaba entre lágrimas.

— No, Cecil. ¿Cómo voy a dejarte?

— ¿Entonces por qué no aceptaste casarte


conmigo?

— ¿Entonces mejor cásate conmigo?


Cecil y Pete preguntaron uno tras otro.
Spencer estaba fuera de sí.

— No, Pete, no, Cecil, no es eso.

Estaba dando vueltas, y por suerte, oí


campanas a lo lejos.

— ¡Es hora de la comida!

Spencer brilló y corrió por el gran jardín. La


pelea por Spencer terminó en una nimiedad.
Sin siquiera saberlo.
— Eso es todo por hoy.

Preguntó Pete al murmullo de Cecil.

— ¿Cuánto tiempo vas a andar así?

— ¿Cuál es el problema? Papá todavía se


disfraza delante de papi a veces.

Pete cerró la boca. Cecil es bastante rudo en


estos días, por lo que no lo empujan ni
peleaba con él. Los dos miraron la espalda de
Spencer mientras corría hacia la gente sin
decir una palabra. Yeon-woo, que estaba
esperando, abrazó a Spencer, pero Keith se lo
llevó de inmediato.

— Hoy vi a Spencer después de mucho tiempo

Cecil suspiró mientras hablaba consigo


mismo. Pete murmuró.

— Hoy estuviste lindo otra vez, Spencer.

— Sí, estuvo muy lindo. Aww.

Raramente estaban de acuerdo en algo,


Chase y Josh, los estaban esperando.
Los dos no dijeron nada, pero por dentro
estaban pensando lo mismo.

La próxima vez, haré que Spencer me elija a


mí.

El día de la fiesta benéfica estaba


terminando.

— Fin—

VOLUMEN
EXTRA
#4
✎Prólogo

"Así que la compra del yate estará terminada para el día


12."...."

Keith escuchó la voz del secretario al otro lado del escritorio


informando. Ahora se sentía como un marinero que se tapa
los oídos intentando no responder al canto de la sirena. Su
secretario, que lleva un año trabajando, está molesto desde la
primera entrevista.

No puedo creer que sea un hombre.

Cuando lo miro de nuevo, es definitivamente diferente de las


mujeres. A veces había hombres que no podían distinguir
entre los sexos, pero podían decir que Yeon-woo era un
hombre comparado con él. Por lo tanto, Keith no tenía más
remedio que admitir que esa percepción en sí era una ilusión
creada por su ferviente deseo.

Sin embargo, aparte de eso, también era cierto que la ira


estallaba cada vez. Además, cada vez que olía a omega y
feromona, sentía el impulso de agarrar a Yeon-woo por el
cuello. Sin embargo, la advertencia de la razón de que todo se
acabaría si perdía la razón y lo besaba después de hacer tal
cosa, apenas lo detenía.

El problema era que esté terrible secretario le provocaba con


frecuencia. No le gustaba mucho. Míralo ahora, ¿no crees que
está parado más de 10 minutos con esa cara tan pálida y
mirándome a sí mismo? Debido a esa tez de mosca, sus labios
se veían excepcionalmente rojos que de costumbre.

No estaba nada bien.

Si sale a la calle en ese estado, cualquiera lo golpeará


definitivamente.
Keith sabía que había salido del trabajo después de la
medianoche del día anterior. Además, la entrada al trabajo fue
dos horas antes de la hora fijada. Después de entrar en la
empresa, Yeon-woo rara vez salía del trabajo a tiempo.
Trabajaba hasta el fin de semana y hacía horas extras como si
fuera algo natural. Ya ha pasado un año, así que era natural
tener ese aspecto.

Es hora de que se acostumbre a su trabajo, pero siempre le ha


dado por ahí. La razón es sencilla. Se debe a la escasez de
personal en la secretaría. El secretario recién contratado
también se fue sin aguantar un mes. Yeon-woo hacía más de
lo necesario para evitar que la secretaria contratada huyera.
Por eso tiene ese aspecto. Por supuesto, Keith no tenía
intención de seguir viendo eso y entregarlo.

Le di una oportunidad antes.

Pensó Keith. Si Yeonwoo no hubiera conseguido un reloj


entonces.
Si ese fuera el caso, no lo habría dejado de secretario.

Después de llegar a una conclusión no deseada, Keith se dio


cuenta de repente de que ya no podía oír las sirenas. Yeon-
woo, que había terminado de informar en algún momento,
esperaba sus palabras con la boca cerrada.

Keith se vio obligado a revivir lo que había dicho. Mientras


tanto, Yeon-woo se quedó quieto. Poco después, Keith, que
terminó de repasar, abrió la boca. Fue cuando Yeon-woo se
preparó rápidamente para tomar notas porque pensó que las
instrucciones caerían.

¿Eh?

De repente, sentía que algo bajaba. Yeon-woo, que inclinó la


cabeza por reflejo, sintió inmediatamente los pasos de Keith
levantándose de su asiento.
"Lo siento...".

"Baja la cabeza".

Keith, que escupió con frialdad, apretó la nariz de Yeon-woo


con un pañuelo de papel mientras inclinaba la cabeza según la
orden. Sólo ha pasado un mes desde la última hemorragia
nasal, pero Yeon-woo se avergonzó al verlo así de nuevo.

"Lo siento, pronto parará..."...."

Se apresuró a disculparse, pero dejó de hablar ante el


inevitable sonido nasal.
"No tragues sangre".

dijo Keith como si fuera una advertencia. Yeon-woo levantó la


mano para taparse la nariz, pero Keith seguía sin soltarla. Al
final, Yeon-woo se tambaleó en el aire sin razón alguna, se
avergonzó y bajó la mano.

Hubo un silencio incómodo. Keith agarró la nariz de Yeon-


woo con una mano y empezó a apretar lentamente el cuello de
Yeon-woo con la otra. Yeon-woo abrió mucho los ojos
sorprendido por el repentino comportamiento de Keith. Yeon-
woo sintió que le ardía la cara ante una situación inesperada, y
se puso ansioso por si la hemorragia nasal empeoraba.

"Yeonwoo."
"¿Qué?"

De repente, a Yeon-woo le llamó por su nombre y respondió


por reflejo, levantando la cabeza. Keith y sus ojos se
encontraron inesperadamente. Cuando parpadeó en blanco,
Keith frunció el ceño de repente.

La mano que le apretaba el cuello se detuvo de repente. La


mano se quedó allí, pero Yeon-woo sintió algo diferente. Su
cuello ardía y su pulso corría como un loco. ¿Qué está
tratando de decir? Estaba nervioso, esperando que pensara
que su cara caliente se debía a una hemorragia nasal, pero
Keith abrió la boca con un intervalo no muy largo.

"Estas en problemas".
"Sí, lo sé".

Cuando respondió inmediatamente, su boca estaba torcida. El


corazón de Yeon-woo se agitó ante el evidente cinismo.

¿Había contestado mal otra vez?

Estaba ansioso por dentro, pero Keith continuó hablando en


un tono lento.

"Cuando alguien más te vea, pensará que estoy haciendo el


ridículo con mi secretario otra vez. ¿O te estás preparando
para presentar una demanda?
Esta última palabra era claramente sarcástica. Yeon-woo se
avergonzó y lo negó.

"...No".

"Entonces, ¿cuál es la razón para trabajar tan duro?"

Ya es la segunda vez, y Keith estaba hablando. Tal vez sea más


que eso. Dijo rápidamente Yeon-woo, al notar que sospechaba
de él.

"La mayoría de la gente trabaja para llegar a fin de mes".


Este hombre comerá bien y vivirá bien sin trabajar.

Preguntó Keith a Yeon-woo, que estaba pensando en su


interior, con los ojos aún entrecerrados.

"...No está tratando de demandarme, ¿verdad?"

"No es así".

Cuando respondío inmediatamente, Keith cerró la boca y no


dijo nada. Yeon-woo volvió a preguntarse qué pasaba por su
cabeza, pero pronto se apartó de Yeon-woo con indiferencia.
La mano que permanecía en la espalda se fue primero, y luego
la nariz quedó libre. Yeon-woo ignoró el vacío que siguió y se
apresuró a revisar su nariz. Afortunadamente, la hemorragia
nasal se detuvo rápidamente.
"Gracias".

"Yeonwoo".

Keith le llamó para despedirse a toda prisa e intentó


marcharse. Mirando hacia atrás de mala gana, Keith añadió
casualmente.

"Voy a sacar feromonas esta noche, así que llámala al hotel".

"De acuerdo".
No hubo necesidad de confirmar de quién se trataba. Yeon-
woo salió de la oficina a toda prisa. Ahora llamará a la mujer
con la que trata Keith para informarle de la hora y el lugar.

Keith miró a la puerta cerrada y sacó el cigarrillo y preguntó.


Después de escupir el humo, pensó con el ceño fruncido.

Tendré que pedirle que busque una nueva chica.

Tal vez sea porque la actual contrincante se ha vuelto


aburrida. Si no, ¿tiene sentido que, por muy parecida que sea
su cara o la forma de su cuerpo a su gusto, se deje sacudir por
un hombre?

Sabía que Yeon-woo era el único hombre que sacudía así a


Keith, pero lo ignoró. Desde que consiguió el reloj, Yeon-woo
ha estado en contra de la voluntad de Keith.

......Si sangras la nariz delante de mí una vez más, te despediré


entonces.
Keith prometió firmemente, pero eso no ha sucedido desde
entonces, y como la secretaría empezó a llenarse
gradualmente de empleados, Yeon-woo también empezó a
llegar a tiempo a las horas de trabajo. Desde ese día, no ha
habido nada más que Keith le haya reprochado.

Y un día, después de que Keith y Yeon-woo se casaran y


dieran a luz a Spencer, Yeon-woo fue a la oficina de Keith dos
o tres días a la semana y empezó a trabajar........
Capítulo#1

"Sí, estoy en la secretaría".

En cuanto contestó al teléfono, dejó un breve espacio en la voz


de la oficina que salió y empezó a hablar al otro lado de la
calle. Yeon-woo escuchaba atentamente, preparándose para
tomar notas con la mano derecha mientras sostenía el
auricular con la izquierda.

Yeon-woo ayudaba en el trabajo de la oficina unas dos o tres


veces por semana, por lo que la situación era a menudo
desconocida. En ese caso, tenía que tomar notas del contenido
en un orden inevitable y preguntar a otra secretaria.
Afortunadamente, esta vez fue posible resolverlo
directamente.
"Sí, todavía está en revisión. ...... Bueno, lo siento, pero es
difícil darle una fecha clara. En cuanto se decida, nos
pondremos en contacto con usted. No, no creo que pueda
hacerlo rápidamente....."

Yeon-woo miró al programador y respondió.

"Creo que será un mes después". Sí".

Cuando colgó el teléfono después de terminar bien, sentía de


repente una señal de movimiento. Yeon-woo, que levantó la
cabeza, hizo contacto visual con el jefe de equipo adjunto que
le miraba. Enseguida sonrió y abrió la boca.
"Lo siento, Yeonwoo". "¿Estará bien durante un tiempo?"

"Sí, por supuesto".

El jefe de equipo adjunto tomó a Yeon-woo, que estaba


dispuesto a levantarse de su asiento, y dio un paso. Se dirigió a
la entrada de la secretaría y se puso delante de una gran caja
sobre un escritorio vacío.

"Quiero que arregles esto. "¿Será posible antes del almuerzo?"

"Ah, sí. Ya veo".


Un empleado encargado del correo entregaba la
correspondencia directamente a cada persona cada vez, pero
las cartas y los objetos que llegaban al departamento se
dejaban así en la entrada. Debido a esto, el correo se
acumulaba a menudo sin contrapartida, y era costumbre hacer
turnos para separar los documentos y reflejarlos
inmediatamente según fuera necesario.

Yeon-woo se paró allí e inmediatamente comenzó a revisar el


correo. Para tirar los anuncios innecesarios de una vez, se creó
una caja vacía y se separó, y Emma, que acababa de entrar en
la oficina de la secretaria, lo encontró.

"Yeonwoo, ¿qué estás haciendo aquí?"

"Emma".
Yeon-woo escuchó el anuncio que sostenía y dijo.

"Organizando los correos". Como puedes ver".

Él sonrió, pero Emma frunció el ceño.

"No tienes que sentarte y hacer esto o pararte así. ¿Quién te


ha obligado a hacer esto?"

Tan pronto como la palabra cayó, hubo un fuerte ruido en un


lado. Mientras todos, incluidos Emma y Yeon-woo, se dirigían
hacia él, el jefe de equipo adjunto se apresuró con una simple
silla.
"¡Yeo, Yeonwoo! ¡La silla está aquí! Ugh!"

Él, que había estado corriendo contemplando, gritó y se cayó


como si hubiera tropezado. Cudang, un sonido cruel sonó, y
las secretarias que estaban mirando volvieron a su trabajo,
suspirando o sacudiendo la cabeza. Sólo Yeon-woo,
avergonzado, se acercó a él y le preguntó.

"¿Estás bien? ¿No te has hecho daño?"

"Bueno, está bien. Jaja... Oh, Dios. Estoy avergonzado".


El jefe de equipo adjunto se levantó con una sonrisa, pero ésta
desapareció en el momento en que estableció contacto visual
con Emma, que le miraba fijamente con los brazos cruzados.

"¿Qué demonios...?"

Emma distorsionó la frente y abrió la boca.

"¿Qué te pasa?" ¿Por qué no estás tan tranquilo? "¡Siempre


eres ruidoso y distraes!"

Levantó las manos. Emma, que se bajó, sacudió la cabeza y se


dirigió hacia ellos. Yeon-woo pensó que si estaba tratando de
buscar la seguridad del vicejefe de equipo, pero se equivocó.
Emma pasó por delante de ellos y se dirigió a la simple silla
que salió volando, se inclinó y la recogió. El jefe de equipo
adjunto también pareció notablemente decepcionado cuando
vio a Emma pasar por delante de él y volver con una simple
silla, tal vez con expectativas similares. Emma fue delante del
correo apilado ignorándolo, enderezó la silla ella misma y le
dijo a Yeon-woo.

"Bien, Yeonwoo. Siéntate.

"Bueno, gracias, Emma".

Yeon-woo sonrió torpemente y le dio las gracias, pero por


otro lado, se sintió apenado por el jefe de equipo adjunto y
cohibido. El jefe de equipo adjunto, que estiró los hombros, se
dirigió en silencio a su asiento y pronto se escondió detrás del
panel. Tal vez esté llorando sobre su estómago, pensó Yeon-
woo en su interior.
***

"Por supuesto, discúlpeme".

Yeon-woo, que volvió a la oficina de la secretaria después de


entregar la información y los documentos al departamento, se
encontró con una cara familiar en la sala de fumadores
mientras intentaba subir al ascensor.

Yeon-woo se detuvo inadvertidamente cuando lo vio fumando


con el ceño fruncido y poniendo una expresión seria. Al ver
que no se daba cuenta de la mirada que le dirigía a través de la
pared de cristal transparente, parecía estar sumido en
profundos pensamientos.
Yeon-woo le miró durante un rato, se decidió y se dirigió
hacia sus pasos.

"Disculpe, jefe de equipo adjunto".

Cuando Yeon-woo, que abrió suavemente la puerta y entró, le


llamó, el hombre que hasta entonces había permanecido
inexpresivo le miró sorprendido.

"Oh, Yeonwoo". Oh, Dios".


Mirando su mano, se apresuró a frotar su cigarrillo contra el
cenicero y enderezó su postura. Sólo había dos salas de
fumadores. Cuando Yeon-woo se acercó, el jefe de equipo
adjunto sonrió y habló como siempre.

"¿Qué pasa aquí?" Supongo que tenías algo que hacer".

"Sí, los documentos, y hay algo así.

Yeon-woo, que pasó de largo, se sentó primero en el sofá y


golpeó el asiento de al lado un par de veces sin decir nada.
Luego, el jefe de equipo adjunto se sentó un poco lejos de él.
Yeon-woo abrió la boca haciéndose él desentendido,
pensando que probablemente se trataba de sus feromonas.
"Creo que hay algo en lo que estás pensando". "¿Estás bien?
Estabas frunciendo el ceño".

"Oh, ¿yo?"

"Sí".

Yeon-woo, que asintió, preguntó en voz baja.

"¿Es por algo de la mañana?"...."

"¿Qué?"
El jefe de equipo adjunto abrió mucho los ojos, sorprendido.
Intentó negarlo, pero pronto suspiró como si se hubiera
rendido y se rascó la cabeza.

"Así es. Estaba pensando por qué soy tan patético".

Yeon-woo le dio una palmadita en el hombro como si lo


consolara y lo sacó a relucir con cuidado.

"Bueno, esto es sólo mi suposición..."... ¿Estás interesado en


Emma? ...."

"¿Qué?"
Esta vez, el jefe de equipo adjunto, lo suficientemente
sorprendido como para saltar en su asiento, hizo varios
pucheros con la boca y preguntó con voz temblorosa después
de un largo tiempo.

"¿Te has dado cuenta?"

Todo el mundo en la secretaría lo sabe. Excepto Emma.

Yeon-woo ocultó su corazón y sonrió vagamente.

"Es difícil estar tranquilo delante de alguien que te gusta".


¿He hecho esto delante de KEITH?

Mirando los recuerdos que ya se habían vuelto lejanos, Yeon-


woo pensó. ¿Reveló con todo su cuerpo que estaba tan
inmerso en él? De ninguna manera. No lo creo. Keith sólo
habría pensado que no podía trabajar.

Igual que Emma trata así a este hombre ahora.

Cuando pensó hasta ahí, de repente sentía pena por el jefe de


equipo adjunto. Desde el punto de vista de experimentar
primero un amor inútil no correspondido, quería animarle,
pero no podía ignorar el corazón de Emma. Como resultado,
Yeon-woo tuvo la suerte de conectar con Keith, pero sabía
bien que era realmente suerte.

"Anímate, subjefe de equipo".


Yeon-woo trató de sostener su mano por impulso. Pero tal vez
debido a la distancia, dejó de cometer errores. Sostener la
mano del jefe de equipo adjunto en su muslo significa que le
agarró el muslo.

"Oh."

Estaba avergonzado en ese momento y abrió mucho los ojos


sin darse cuenta. El jefe de equipo adjunto también miró a
Yeon-woo con cara de sorpresa.
El problema es que ambos accidentes se detuvieron al
encontrarse en situaciones inesperadas.

Afortunadamente, la incómoda situación no duró mucho. De


repente, la puerta de la sala de fumadores se abrió y se oyó una
voz familiar.
"¿Qué estás haciendo?"

Yeon-woo, que giró la cabeza ante una voz llena de desagrado,


se levantó rápidamente tras encontrar a Keith distorsionando
su frente.

"Keith".

Al acercarse, Keith se abrazó inmediatamente a la cintura de


Yeon-woo como si hubiera esperado. Yeon-woo respiró
profundamente el aroma de feromonas que lo hacía sentir
cómodo y luego apoyó la cabeza en su hombro.
"¿Cómo has llegado hasta aquí?"

respondió Keith, acariciando la cintura de Yeon-woo.

"Llamé a la oficina del secretario y me dijo que no ibas a


volver porque habías bajado a hacer negocios".

"Ya veo".

Yeon-woo le devolvió la sonrisa y saludó sin pensarlo mucho.

"Te veo luego en la oficina". "Discúlpame primero".


Yeon-woo se dio la vuelta, dejando al jefe de equipo adjunto
de pie y saludándole cara a cara. En cuanto salió del pasillo,
Keith abrazó inmediatamente a Yeon-woo, y éste, ya
acostumbrado, le abrazó por el cuello como si fuera algo
natural.

"El evento de la próxima semana..."...."

Estaba hablando, y de repente Keith le besó los labios. Yeon-


woo estaba desconcertado por los labios que le tocaron de
repente, pero cerró los ojos por reflejo y aceptó el beso. Yeon-
woo se puso naturalmente frente a frente y superpuso sus
labios con el sentido de estar de pie, empujando su lengua
hacia adentro y acariciando su boca.
"¿Qué te pasa?"

Después de apenas detener el beso, Yeon-woo sonrió y


preguntó. Mirando a Yeon-woo que se limpiaba la saliva de
los labios con el pulgar, Keith respondió con indiferencia.

"Sólo porque sí".

Después de despedirlo con simples palabras, comenzó a


caminar. Yeon-woo pensó en hablar sobre el vice-jefe de
equipo y pronto desistió. No es bueno hablar de la intimidad
de otras personas con facilidad. Además, Emma está envuelta,
así que es mejor fingir que no lo sabe.
No es algo que Keith necesite saber.

Los pequeños cotilleos de la secretaría no son de su


incumbencia. No es de su incumbencia lo que haga mientras
no interfiera con su trabajo.

Yeon-woo, que pensaba así, cambió rápidamente de tema y


sacó a relucir la historia del próximo evento. Keith sólo le
escuchó sin reaccionar mucho.

***

Yeon-woo, que terminó su trabajo y organizó su asiento, vio a


Emma levantarse de su asiento y consultó su reloj. Pronto
sería la hora de comer. Pensaba que iba a hacer el último
informe antes del almuerzo, pero como era de esperar,
comprobó el reloj de su muñeca y dijo.
"Entonces todos, coman por su cuenta". Saldré después de
informar. Nos vemos luego".

Al ver a Yeon-woo estirándose y relajándose aquí y allá, Yeon-


woo se levantó a toda prisa y persiguió a Emma.

"¿Eh? Yeonwoo, ¿tienes algo que hacer?"

se preguntó Emma al ver a Yeon-woo, que corrió delante de


ella y abrió la puerta en su lugar. Yeon-woo se puso de pie y
preguntó mientras apoyaba la puerta con su cuerpo para que
no se cerrara.
"Si no hay nada especial, ¿puedo hacerlo?"

Emma parpadeó y pronto sonrió como si lo supiera.

"De acuerdo. Se lo dejaré a Yeonwoo y puedo ir a comer,


¿verdad?"

"Por supuesto, Emma".

Cuando Yeon-woo se rió, Emma le tendió las carpetas con una


sonrisa.
"Ya está terminado, así que sólo necesito conseguir la firma
del Sr. Pitman. Espero su amable colaboración".

Emma, de buena gana, entregó los documentos y volvió a su


asiento. De repente, Yeon-woo se sintió apenado por
encontrar a un jefe de equipo adjunto que seguía a Emma.
Pero no había nada que pudiera hacer para ayudar en este
momento.

Yeon-woo salió de la oficina con los documentos,


compadeciéndose de él. Mientras subía el piso en el ascensor,
suspiró despreocupadamente.

Me alegro de que Keith no haya dicho nada.

Estaba preocupado porque estaba atrapado en la incómoda


escena, pero sorprendentemente, siguió adelante sin mucha
reacción. Gracias a esto, Yeon-woo se volvió confiado. De
hecho, no se engañó. Sólo cometío un error de alguna manera,
pero eso es como un pequeño suceso que le puede pasar a
cualquiera.

Keith no es un hombre tan estrecho de miras e


incomprensible.

Teniendo en cuenta su pasado, cuando cambiaba de pareja


cada tres meses, los niños no son ninguna broma. Keith
también debe tener conciencia. Eso creé, pero el ascensor se
detuvo al oír una notificación. Mientras caminaba por el
pasillo familiar, los pasos de Yeon-woo eran sólo ligeros.

Toc, Toc

Tocó y esperó un rato, y de repente recordó sus viejos


recuerdos. Había momentos como este todos los días y varias
veces al día. Unos segundos antes de abrir la puerta, respiraba
profundamente mientras se calmaba.
Sonreía despreocupadamente y respiraba profundamente
como entonces. Mientras sostenía el pomo de la puerta, su
mano temblaba por alguna razón. Cuando abrío la puerta
girando el pomo con fuerza, el dulce aroma lo saludó primero.
Era el aroma de la feromona de Keith.

Keith estaba sentado en una silla sobre el escritorio. Los


viejos recuerdos se superponen en la cara lateral mirando a un
lugar con las cejas recogidas como si estuviera perdido en sus
pensamientos.

Yeon-woo dio un paso nervioso y se acercó a él. A cada paso


que daba, el sonido de los pasos resonaba en el silencioso
despacho. Keith, que escuchó el sonido, giró la cabeza y las
miradas de ambos se encontraron.

Keith pareció dudar, como si no hubiera esperado que Yeon-


woo viniera. Yeon-woo estuvo a punto de reírse porque le
gustó la reacción, pero se aguantó y dio un paso. Mirándole
fijamente, Yeon-woo siguió caminando. Keith tampoco giró
los ojos.
Finalmente, Yeon-woo dejó de caminar y los alrededores
volvieron a quedar en silencio. Los dos se enfrentaron con el
escritorio en medio. Yeon-woo abrió la boca.

"Señor Fitman".

Keith levantó las cejas. Como si se preguntara qué está


diciendo. Yeon-woo se hizo el inocente y siguió hablando.

"Este es el documento que necesitas firmar. Pronto será la


hora de comer. ¿Tienes algo más que pedir?"
Al preguntarle con un tono empresarial a propósito, Keith,
que se dio cuenta de la intención de Yeon-woo, entornó los
ojos. Yeon-woo le observó apoyándose lentamente en la silla
con el corazón palpitante. ¿Cómo se sintió entonces? ¿No
centró toda su atención en él y trató de no perder ni una sola
respiración? ¿Cómo reaccionará KEITH?

Si me trata tan fríamente como lo hizo entonces.

Por alguna razón lo estaba deseando, así que Yeon-woo se


culpó a sí mismo. Seo Yeonwoo, ¿eres un pervertido?
después…

Su corazón largamente esperado revivió, y las puntas de sus


dedos temblaron y se quedaron sin aliento. Junto con él,
Yeon-woo vino a la mente.

Lo mucho que aún ama y desea a este hombre.


"...Yeonwoo."

Keith dijo su nombre. Yeon-woo parpadeó y le miró. Keith,


que se enfrentó a su excitada mirada, suavizó sus labios y
sonrió extrañamente.

"El olor a feromonas es demasiado fuerte".

El corazón de Yeon-woo pareció hundirse ante esas palabras.


Su deseo por él parecía haber quedado intacto, por lo que su
rostro se calentó de vergüenza.

Pero no pretendía negarlo. En primer lugar, todo su cuerpo


gritaba más claramente que las palabras. Decía que le deseaba
mucho.
Keith extendió su mano. Yeon-woo se armó de valor y movió
sus pies un paso a la vez mientras lo miraba con aliento.

¿Qué había hecho en el pasado?

Mientras daba la vuelta al escritorio y se acercaba a Keith,


recordó con la cabeza nublada. Keith le tendió la mano y
esperó a que Yeon-woo se acercara a él. Con la mirada fija en
él, Yeon-woo se acercó paso a paso, mirando fijamente sus
ojos morados, que se oscurecían como la noche.

¿Cuántos años he vivido ocultando su deseo por este hombre?

"...¡Ah!"
De repente, Keith extendió la mano y tiró de la cintura de
Yeon-woo. Yeon-woo se dejó llevar por él sin darse cuenta,
tragando saliva. Un dulce aroma envolvió todo su cuerpo en
un instante. Es el aroma de la feromona de Keith. Su olor se
volvió tan fuerte como el de Yeonwoo. En un instante, su
mente se quedó en blanco. Yeon-woo miró a Keith con la
mirada perdida. Keith seguía mirándole, sujetando la cintura
de Yeon-woo con una mano y bajando la otra.

"¡Oh, Dios mío!"

En cuanto su gran mano le agarró el trasero, Yeon-woo se


asustó y tragó saliva con brusquedad. Los ojos púrpura oscuro
de Keith se llenaron de ojos naturalmente agrandados y los
hombros temblaron con una respiración corta.
La mano que le sujetaba el trasero se aflojó y, en su lugar, le
acarició suavemente la curva. Yeon-woo se mordió los labios
para contener su temblorosa respiración, pero no pudo
contener su jadeo.

Más allá de la fina tela, allí donde la mano de Keith tocaba, su


piel parecía calentarse y arder. La mano, que se movía a lo
largo de la línea redonda de las nalgas, bajó. La excitada
respiración de Yeon-woo empeoró aún más. Mirando a Yeon-
woo, la mano, que recorría el interior de su muslo, se detuvo.
Pronto se supo la razón.

Los largos dedos de Keith, que se detuvieron en el lugar,


acariciaron lentamente los finos pantalones del traje. El
corazón de Yeon-woo estuvo a punto de estallar ante el
secreto tacto que sentía sobre la suave tela. Keith, que
acariciaba la liga de la camisa sobre los pantalones, preguntó.

"¿Qué es esto, Yeonwoo?"


Había una leve sonrisa en su voz. Yeon-woo le miró
avergonzado cuando ya lo sabía e hizo una pregunta pícara.
¿Es una extensión de la obra?

No podía terminar aquí porque había empezado. No cálculo


en absoluto que fluyera en esta atmósfera, pero de todos
modos, según la intención de Keith, Yeon-woo abrió la boca
con voz temblorosa.

"Camisa..." La liga de la camisa. Si la camisa se sale o se


desordena...... Porque no puedo".

Sabía que estaba diciendo tonterías. Pero su boca no se


detuvo. Los ojos de Keith se inclinaron ligeramente mientras
miraba a Yeon-woo.
"Ya veo".

Susurró en voz baja. Yeon-woo se preguntó de repente qué


sabía. Pero incluso antes de darse cuenta del significado,
Keith lo ordenó primero.

"Quítatelo para que pueda verlo".

"¿Qué?"

Yeon-woo se sorprendió y gritó sin darse cuenta. Yeon-woo se


avergonzó por la voz más alta de lo habitual, pero Keith no se
inmutó en absoluto y dijo con una sonrisa.
"Quítate esto".

Keith abrió la mano acariciando la liga de la camisa y tiró


ligeramente de los pantalones de Yeon-woo. A Yeon-woo le
pareció que los pantalones se desprendían tal cual, y dejó de
sacudir todo su cuerpo. Ha, respirando con dificultad, miró a
Keith con excitación.

No quería hacer esto, pero lo había pensado, pero el ambiente


ya ha florecido así. Lo que Keith quería era obvio. Yeon-woo
pensó que debía estar dispuesto a responder a los
acontecimientos inesperados porque era una obra que él había
empezado.

En mi cabeza.
"Yo, yo... ¿Aquí?" ¿Ahora mismo?

"Sí. No es que no entiendas de que habló".

Keith sonrió y fue sarcástico. Incluso este ligero cinismo era


el mismo que entonces, por lo que el corazón de Yeon-woo
latía ridículamente. Sin embargo, al pensar así, se le hizo más
difícil quitarse la ropa. Estaba avergonzado como si nunca se
hubiera mostrado delante de Keith. En su cabeza, podía oír
cómo le regañaba ahora, pero no podía alcanzar fácilmente a
su cuerpo, así que se limitó a chillar, y Keith, que estaba
mirando a Yeon-woo, abrió la boca.

"Pensé que eras un secretario muy competente..."...."


Como si fuera a propósito, borró el final de su discurso. Keith
distorsionó su frente al ver que Yeon-woo volvía a jadear.

"Había cosas que no podías hacer".

Un escalofrío recorrió la espalda de Yeon-woo. ¿Existe alguna


otra palabra que me haga retroceder tanto como esa palabra?
En ese momento, su instinto se movió como si el interruptor
estuviera encendido. Tenía que hacerlo. Lo que Keith ordene.
Sólo para satisfacerlo.

Todo el cuerpo tembló y se entregó a la mano de Keith, que


permanecía intacta en su cuerpo. Yeon-woo movió lentamente
sus dedos mirando a Keith. No podía ni parpadear. Mirando a
los ojos de Keith, apretó el cinturón con sus manos nerviosas.
El sonido del tintineo del metal golpeó débilmente su oído.
Había demasiados movimientos innecesarios. Todo lo que
tenía que hacer era desatar el cinturón, abrir la cremallera y
bajar los pantalones, pero metía la pata varias veces.

"Suspiro".

Yeon-woo, que dejó de respirar y se agarró la cintura, dudó un


momento. Ya casi estaba allí, pero no podía dar el último
paso. Como cuando no podía hacer nada a pesar de ver a Key
delante de él todos los días,

Keith, que sólo había estado observando a Yeon-woo dudar


sin hacer esto o aquello con sus manos temblorosas, frunció el
ceño. Cuando Yeon-woo se sorprendió al verlo, Keith abrió la
boca.
"Yeonwoo, ¿sabes lo que pasa si no haces lo que te dicen que
hagas?"

Yeonwoo preguntó con cuidado.

"¿Es el despido?"?

Keith sonrió ligeramente en lugar de responder, y una parte


de la razón apenas volvió a la realidad al ver que la risa lo
tranquilizaba. ¿Es el final del juego? ¿Se va a casa? A Yeon-
woo, que así lo pensaba, se le cayó el alma a los pies cuando
escuchó la siguiente palabra.
"No".

Keith, que respondió brevemente, le agarró de repente la


mano. Cuando Yeon-woo, que accidentalmente se perdió el
baile de los pantalones, titubeó, Keith siguió mirándole.

"Hay que castigarte".

¿Eh?

Fue cuando pensó que algo era raro. Keith giró las manos de
Yeon-woo hacia atrás y las sujetó con una mano alrededor de
la cintura, y abrió el pantalón con las manos restantes. Yeon-
woo se colocó inesperadamente contra el escritorio, por lo que
no podía saber lo que Keith estaba sacando.

Tan pronto como sentía una sensación ominosa, algo frío cayó
sobre su muñeca con un ruido seco. Yeon-woo se sintió
avergonzado por la inesperada sensación de pesadez y giró la
cabeza para comprobar la situación por encima de sus
hombros.

No puede ser.

Los ojos de Yeon-woo, que vieron un objeto plateado y


brillante a primera vista, se agrandaron hasta el punto de no
poder más.

"¿Qué es esto?"
Sin tener en cuenta la jugada, se alejó rápidamente de su
cabeza. Yeon-woo se avergonzó y gritó fuertemente, pero eso
no fue el final. Keith agarró la muñeca esposada de Yeon-woo
y simplemente giró su cuerpo. De repente, tumbado en el
escritorio, Keith le dijo a Yeon-woo.

"Te lo dije, debes ser castigado".

Poco después, agarró la cintura de Yeon-woo, que no podía


quitarse. Con la banda del escrito.

"......!"
Al instante, el calzoncillo y los pantalones fueron arrastrados
hacia abajo, y las pinzas de la liga de la camisa rebotaron en
vano. Inmediatamente, el aire frío tocó la parte inferior del
cuerpo de Yeon-woo. Yeon-woo sólo se dio cuenta de la
intención de Keith, pero todavía no podía creerlo. No puede
ser, no puede ser.

"Yeonwoo".

Keith se inclinó sobre él y susurró en voz baja.

"El número es alto.


Cuando contuvo la respiración con tensión, Keith le agarró el
hombro con una mano y levantó la otra. Reflexionando, todo
el cuerpo de Yeonwoo se endureció. En cuanto el viento fresco
pasó junto a su cuerpo desnudo, un sonido agudo sonó desde
abajo.

"¡Ah!"

Yeon-woo gritó sorprendido por el sonido de las bofetadas y


los golpes en la carne. Pronto, su respiración se vio alterada y
sus ojos se abrieron de par en par. Keith ordenó de nuevo con
un tembloroso Yeon-woo presionado por detrás.
"Yeonwoo, ¿qué he dicho?"

"Eso, eso..."

Le distrajo la repentina situación. Keith, que frunció


brevemente el ceño ante la reacción de Yeon-woo de no
responder correctamente y tartamudear, volvió a golpear el
trasero de Yeon-woo. De nuevo escuchó un sonido feroz.
Cuando Yeon-woo tragó saliva y encogió el hombro, Keith
finalmente abrió la boca.

"Es un número".

Era una voz tranquila, pero fue suficiente para asustar a Yeon-
woo. Yeon-woo tembló y apenas abrió los labios. Después de
recoger la saliva seca y tragarla antes de emitir un sonido,
consiguió hablar con voz entrecortada.

"Ha... Uno..."...."

¿Sigue jugando?

Yeon-woo ni siquiera podía saber qué clase de juego era éste,


así que giró la cabeza en silencio y miró la cara de Keith. Sin
embargo, en lugar de captar su expresión, su mano alta
apareció primero, y Yeon-woo tragó saliva por la sorpresa.

Una bofetada, el sonido volvió a sonar desde el fondo. Yeon-


woo se encogió y tragó saliva.
"Dos, dos... "

Cuando tartamudeó y contó, Keith dijo.

"Sigue adelante".

Fueron unas palabras cortas, pero Yeon-woo no le dio tiempo


a protestar, y el siguiente giro llegó de inmediato. Una palma
grande y dura dejó una marca roja en la cadera blanca y
redonda, claramente revelada.

"Tres..."
Yeon-woo, que apenas gritó el número, finalmente rompió a
llorar. Las lágrimas que estaba conteniendo se derramaron
rápidamente y la cara se arruinó. Sólo entonces Keith se
detuvo.

Las huellas rojizas de las manos dejadas en la piel del loto


blanco destacaban demasiado. Keith lo miró por un momento
y apartó los ojos con dificultad. Yeon-woo, tumbado en el
escritorio, sollozaba y lloraba. Como si no tuviera ni idea de
por qué él tenía que estar así.

Por supuesto, no empezó a esperar esto.

pensó Keith. De hecho, ha estado de mal humor todo el


tiempo desde que presenció una escena no muy agradable.
Tenía que resolver este disgusto de alguna manera. Sin
embargo, el "cómo" era el problema, pero Yeon-woo empezó a
jugar primero. Era como si un conejo apareciera delante de él
como si tuviera que coger y abrazar la leña para asar y comer
sin miedo. Por supuesto, Keith no perdió la oportunidad.
Tenía la intención de comer este conejo por todas partes.
Antes de eso, debería saber qué hizo mal.

Yeon-woo todavía no sabía mucho sobre Keith. Keith era un


hombre mucho más estrecho de miras e incomprensible de lo
que pensaba. Especialmente para Yeon-woo.

Sin embargo, al ver a Yeon-woo llorando, se sentía débil. Iba a


jugar y castigarle con moderación, pero se pasó. Keith
acarició lentamente el trasero rojo de Yeon-woo. Yeon-woo se
estremeció de sorpresa bajo su palma. Keith sintió el deseo de
ensuciarlo y el impulso de abrazarlo y calmarlo al mismo
tiempo, y cayó en la agonía durante un rato.

...... Es suficiente.

Keith aguantó el deseo y besó el hombro de Yeon-woo como


si lo estuviera calmando.
"Yeonwoo".

Yeon-woo, que moqueaba ante una voz mucho más amable y


suave que la habitual, se sorprendió. Keith continuó, sintiendo
claramente su cuerpo nervioso bajo su palma.

"¿Lo entiendes ahora?" "¿Qué has hecho mal?"

Yeon-woo respondió con un resoplido.

"Los pantalones, no me los quité...".


El final de las palabras se apagó con seguridad. La respuesta
que encontró al rodar la cabeza con toda la fuerza posible fue
suficiente para desanimar a Keith. Yeon-woo sonrió y
parpadeó como si estuviera avergonzado por la reacción de
Keith. Al verle fruncir el ceño y poner los ojos en blanco aquí
y allá, Keith parecía tener claros sus pensamientos. Ahora,
incluso Keith tiene dificultades para distinguir si se trata de
una extensión de la obra o si va en serio.

"¿Crees que es porque quiero penetrarte?"

En lugar de responder, Yeon-woo contuvo la respiración y le


miró con sus ojos laterales. Por supuesto, eso era cierto en
parte, pero no era la respuesta que quería.
"Yeonwoo".

Keith acarició el trasero de Yeon-woo, que se había puesto


rojo. Yeon-woo, que estaba nervioso por dentro, se sorprendió
y tragó saliva. Keith movió lentamente las manos, saboreando
el tacto de las nalgas que se pegaban a su palma. Los sollozos
se cortaron y de vez en cuando gemía en silencio. Keith miró
ahora a Yeon-woo, que temblaba por otra razón, y dijo.

"Si has tocado el muslo de otro hombre en mi ausencia,


deberías reflexionar".

"¿Qué?"
Yeon-woo, que parpadeó sin entender lo que decía, respondió
tarde.

"Qué... No, ¡no es eso!" Eso es sólo un error......."

Incluso antes de terminar de hablar, caí profundamente en la


feromona que rodeaba a Yeon-woo. Keith le preguntó a Yeon-
woo, sorprendido por el fuerte olor a feromonas.

"¿Le has tocado el muslo por error?"


Su voz era amenazantemente tenue, diferente a la de antes.
Yeon-woo tragó saliva, sintiendo que se le ponía la piel de
gallina. Keith continuó con la voz baja.

"Yeonwoo, si accidentalmente me acostara con otra chica, ¿te


lo creerías?"

"¿Qué quieres decir con acostarte?"

Yeon-woo se sobresaltó y negó el salto excesivo.

"Sólo intentaba consolarle. Intentaba cogerle de la mano, pero


cometí un error..."...."

"¿Tomar la mano?"
Incluso antes de terminar el discurso, Keith escupió como si
masticara con la boca del mal.

"¿Por qué le tomas de la mano cuando me estás consolando?"

"Eso es...."

Yeon-woo, que intentaba hablar más, se calló. Lo sé. ¿Por qué


hice eso? Puedes hacerlo sin tomarte de la mano. Sólo quería
decir que se animara.

La cabeza que llegó a su límite excedió su capacidad y se


fundió temerariamente. De repente cumplió con Keith y le
echó la culpa de todo.
¿Por qué había entrado en la sala de fumadores?

La autoestima penetró sin cesar en el suelo mientras el


autoestudio alcanzaba su punto álgido. No debería haber
intervenido en la relación de otra persona, ¿qué sé yo? He
estado luchando sola durante años, y tuve mucha suerte de
conseguir el corazón de Keith.

"... Lo siento."

Finalmente, Yeon-woo moqueó y se disculpó.

"Lo siento, no lo volveré a hacer". ......yo ni siquiera me acercó


a otros hombres. "Lo siento mucho".
Keith miró a Yeon-woo, que se disculpó suavemente, sin decir
una palabra. Era obvio que estaba celoso de sus tonterías, pero
Yeon-woo realmente estaba reflexionando sobre su culpa. No
era sólo el corazón el que palpitaba porque la figura fuera tan
encantadora. El fondo también se estaba calentando desde
antes.

Keith se complicó y no se sintió culpable en absoluto, pero


esto fue culpa de Yeon-woo desde el principio hasta el final.
En primer lugar, consoló a otro hombre y ofendió a Keith, y
ahora lo está volviendo loco de esta manera. Era tan natural
que Yeon-woo fuera castigado.

Ahora sigue siendo así. Yeon-woo reveló sus rojas nalgas


acaloradas con sólo una camisa arrugada, y sus zapatos se
desprendieron de un lado y presionaron fuertemente la
alfombra con los dedos de los pies conectados a la liga de
saxofón. Además, si se mira la imagen de sus muñecas atadas
a las esposas y llorando con lágrimas fijas a la espalda, ni
siquiera un santo lo habría soportado. Además, Keith nunca
fue un santo.

Keith, que llegó a una conclusión, se quitó la mano, que había


permanecido en su trasero hasta entonces. Yeon-woo, que
estaba moqueando, no se dio cuenta de su movimiento. Keith
se inclinó hacia abajo, y poco después, su gran mano agarró
sus rojas e hinchadas nalgas.

"¡Ah!"

Sorprendido en ese momento, Yeon-woo gritó. A Keith no le


importó la reacción de Yeon-woo y le agarró las nalgas y abrió
el agujero que tenía escondido. Temblando, tenía un pequeño
agujero a la vista de Keyth. Keith sopló el viento como una
broma. Yeon-woo forzó su cuerpo tragando su aliento desde
arriba. Keith se rió de su respuesta, pero el de abajo no estaba
en situación de reírse en absoluto. Tal vez debido a las
expectativas, el rostro interior de Yeon-woo estaba húmedo y
brillante, y la pena fluía.

Sacó la lengua con paciencia. En cuanto su lengua tocó la


lengua arrugada, Yeon-woo tembló como un ataque. Keith
empezó a lamer lentamente las arrugas, agarrando con fuerza
el trasero de Yeon-woo. Cada vez que la lengua tocaba, un
pequeño agujero se abría y volvía a reducirse. Cuando Keith,
que hacía suaves cosquillas en el agujero mientras examinaba
la reacción, lamió las largas arrugas con una lengua ancha,
Yeon-woo lanzó un largo grito.

"¡Ahhhhhhhhhhhhh!"
Posteriormente, sentía una sensación resbaladiza en la lengua.
Keith, que intentaba acariciar de nuevo el agujero, levantó la
cabeza. Yeon-woo se detuvo ante la sensación de frescor que
sintió de repente. Una gota de amor goteó del agujero
empapado en su saliva.

Keith, que seguía mirándolo, miró hacia abajo y confirmó que


los pies de Yeon-woo se encogían al máximo. El cuerpo de
Yeon-woo, temblando de expectativas y ansiedad, podía verse
con sus ojos. Keith no dudó en absoluto y enterró sus labios
entre las caderas de Yeon-woo.

"Ugh..."

Yeon-woo gritó y dobló las rodillas. Si la parte superior del


cuerpo no hubiera estado doblada y tumbada en el escritorio,
se habría derrumbado tal y como estaba. Dejando que Yeon-
woo se desmoronara, sin poder ayudar a sus piernas, Keith
cerró los ojos y siguió lamiendo y chupando el agujero de
Yeon-woo.

El estrecho agujero jadeaba sin parar cada vez que Keith lo


frotaba con sus labios. Unas finas arrugas se estrechaban y
hacían cosquillas en el interior de los labios de Keith. Era
como si quisiera seducirlo. Date prisa y entra. Keith empujó
su lengua sin dudarlo.

Yeon-woo no pudo ni siquiera gritar sobre su lengua


profunda. Sólo dejó escapar una serie de gemidos a través de
su áspera respiración.
Las feromonas de Yeon-woo se volvieron varias veces más
espesas, pero a Keith le pasó lo mismo. Los alrededores se
llenaron con el olor de las feromonas, haciendo volar por
completo su razón.

El agujero derretido por la continua caricia se abrió con


fuerza, y la caricia completa fluyó por la barbilla desde los
labios de Keith. Sin embargo, Keith no se detuvo. Continuó
lamiendo, frotando y chupando con su lengua la suave carne
del interior del agujero de Yeon-woo.

El estómago de Yeon-woo picaba y palpitaba, haciéndole


morir. No podía soportar más. Finalmente, se sacudió y gritó.

"Para, KEITH, para...". Ahora, ya que está hecho...... ¡Por


favor, ponlo en......!"

Cuando sus manos esposadas se agitaron con urgencia


alrededor de su cintura, Keith todavía se lamió las arrugas y
las agarró. Yeon-woo no podía mover las manos a voluntad y
rompió a llorar.

"Ah, ah, ah..."...."


La fiebre parecía subir caliente en el estómago. Sentía algo
extraño. El fondo palpitaba con la sensación de la electricidad
que fluye en su cabeza. Quiso barrer el calor acumulado en el
granero con sus manos, pero sus muñecas esposadas estaban
atrapadas en una mano de Keith y no podía moverse.

El sonido constante de la humedad hizo que su mente se


quedara en blanco. Su voz, que había estado llorando, se cortó
en algún momento y todo su cuerpo tembló. Yeon-woo se
limitó a parpadear en blanco, derramando saliva alrededor de
su boca abierta. Mientras tanto, sacudía todo su cuerpo de vez
en cuando y tensaba los dedos de los pies. La relajación se
repetía.

"...Yeonwoo".
Keith finalmente retiró sus labios y pronunció su nombre.
Pero Yeonwoo no entendió. Keith, que estaba tumbado en el
escritorio y le miraba respirando con dificultad, volvió a bajar
la mirada y frunció el ceño. Los genitales de Yeon-woo, que
estaban llenos de fiebre, estaban perdiendo su fuerza.

"Yeonwoo, ¿te has ido sin preguntar?"

Como si fuera increíble, lo dijo, pero no pudo escucharlo en


los oídos de Yeon-woo. La forma en que llegó a su propio
camino y se emborrachó con el resplandor posterior tocó la
mala personalidad de Keith.

Inmediatamente se levantó y comenzó a aflojar su cinturón.


Se oyó un fuerte tintineo, pero Yeon-woo siguió sin
responder. Sus genitales, sacados del boxer, ya se habían
calentado al máximo y la punta estaba mojada.

La retenía para verterla en el interior de Yeonwoo, pero éste


se satisfacía solo. Keith llegó a la conclusión de que no hay
hombre en el mundo que aguante esto. Al menos, Keith no
quiso soportarlo.

Hasta ahora, el amor seguía saliendo del agujero de Yeonwoo.


Yeonwoo respiraba.
Cada vez que exhalaba, apretaba el agujero inferior. Se
liberaba repetidamente, pero cuando el agujero se abría, el
dolor fluía hacia abajo sin falta. No puedo creer que te hayas
ido solo después de empapar tu estómago de esta manera.
Keith agarró la cintura al Omega y le metió el pene.

"......?"
Yeon-woo, que había estado decaído, abrió mucho los ojos
sorprendido por el peso de su repentino empujón. De ninguna
manera, lo pensaba, pero lo sabía. No podía negar una
sensación demasiado familiar.

Pero, pero.

"¡Besame!"

Yeon-woo se apresuró a gritar y miró hacia atrás. Tan pronto


como intentó comprobar la cara de Keith, de repente levantó
la espalda.

"¡Oh, Dios mío!"


Keith, que dejó de moverse con los ojos cerrados ante el grito
que estalló por su cuenta, abrió la boca.

"¿Te ha gustado?"

La voz lenta era inusual. Yeon-woo, que apenas levantó los


párpados, encontró la cara de Keith sonriendo mientras torcía
la boca y tragaba su saliva seca. Su frente estaba seriamente
arrugada.

Keith, que vio la expresión de Yeon-woo, entornó los ojos. Los


genitales, que parecían estar bajando, se clavaron
bruscamente en su interior al momento siguiente. Yeon-woo
gritó y volvió a reír. Jadeó y respiró con fuerza, y Keith le
habló.
"Oh, Dios. Yeonwoo".

La voz de Keith continuó tan pronto como se puso nervioso


por el tono que parecía patear su lengua.

"Te has vuelto a levantar".

"¿Eh?"

Yeon-woo parpadeó avergonzado. Keith mirando a Yeon-woo


que no podía hacerlo con sus propios ojos y que sólo crujía
sobre la mesa, Keith suspiró increíblemente corto. De una
bofetada, Keith volvió a golpear el trasero de Yeon-woo. En
cuanto Yeon-woo se endureció por la sorpresa, los genitales
que había metido dentro se apretaron. Keith distorsionó su
rostro y rechinó los dientes.

"¿Crees que lo dejaré pasar?"

Aunque lo dijo, su aliento ya estaba muy alterado. Gracias a


que Yeon-woo llegó primero, su estrecho estómago se aflojó y
lo introdujo con bastante comodidad, pero acabó siendo en
vano. Hasta ahora había aguantado, pero casi dejaba de rogar.
Mientras estaba confiado en golpear su trasero, Keith culpó a
Yeon-woo. Volvió a golpear a Yeon-woo en el trasero. Hee-ik
y Yeon-woo se encogieron por completo y volvieron a
encogerse.
"Suspiro".

Keith dejó escapar su gemido. El interior de Yeon-woo estaba


caliente, suave, y succionaba un pene muy excitado como si
hubiera entrado. Era como si Yeon-woo se hubiera tragado
sus genitales en su totalidad.

Por supuesto, no puede suceder. Yeon-woo no podía tragar ni


la mitad del pene de Keith porque su garganta era estrecha.
Por otro lado, el orificio inferior se tragó con avidez la raiz.
Keith, que había estado respirando con dificultad y
saboreando los pensamientos de Yeon-woo durante un rato,
dio un paso atrás y volvió a bajarla.

"¡Argh!"
Yeon-woo gritó una palabra. Keith, que lo puso al final de sus
raíces de inmediato, se echó encima de él y respiró
profundamente. Cuando se detuvo un rato y se frotó el trasero
como estaba, el pene de Yeon-woo se empapó de un espeso
líquido preseminal que se frotó en el amplio agujero de Yeon-
woo.

"Yeonwoo, ¿qué ha pasado?" El agua está goteando".

Keith se recostó sobre Yeon-woo y susurró. Un aliento áspero


irrumpió en el oído de Yeon-woo.

"Dime. ¿Te gustó tanto?" No lo puse hasta el punto de no


tener que venir".
Si fuera como siempre, Yeon-woo habría notado que la última
palabra era el punto. Pero ahora estaba fuera de sí. No mucho
después de las eyaculaciones, el pene, que se reinició, pero
rara vez llegó a su límite. Me gustaría que Keith tocara la
parte delantera o frotara el interior, pero rara vez mostraba
esas señales. Yeon-woo abrió la boca a toda prisa.

"Besame..."

Jadeando, Yeon-woo le devolvió la mirada. Parpadeando sus


ojos llenos de lágrimas, confesó.

"Te quiero".
En ese momento, sentía que escuchaba algo romperse dentro
de Keith.

"Oh".

Inconscientemente, las exclamaciones vacías fluyeron. El


semen, que había estado conteniendo, se vertió en el
estómago de Yeonwoo en un instante. Keith miró hacia abajo
mientras sostenía la cintura de Yeon-woo. Los genitales, que
se habían calentado al máximo, estaban perfectamente
enterrados en las raíces entre las caderas enrojecidas.

De alguna manera, estaba aturdido en su cabeza. Keith sabía


lo que era esta sensación. Yeon-woo también se enteró por el
olor más pesado y oscuro de las feromonas.
Rut llegó a Keith.

"Keith".

Yeon-woo le llamó urgentemente por su nombre con voz


quebrada, pero ya era tarde. Keith se agarró a su cintura y
comenzó a golpear hacia abajo. No hubo ningún tipo de
relajación. Se limitó a hacer la eyaculación, pero los genitales
de Keith no mostraron signos de disminución, sino que se
expandieron más y llenaron el interior. Sentía que su
estómago iba a explotar.

"Oh, oh, me duele.... "Me duele, Keith".


Yeon-woo suplicó con urgencia, pero Keith no pudo
escucharlo. Debe llenar rápidamente su cuerpo con su semen.
Sembrar su semilla en lo más profundo del estómago. Hasta el
punto de que todo el cuerpo de Yeon-woo esté empapado de
su semen.

"¡Ah!"

Yeonwoo gritó. Los genitales de Keith se hincharon y


bloquearon el interior con fuerza. Ahora, ni una sola gota de
semen salpicada en el éstomago se desborda.

Queda embarazado.

Keith movió su espalda, hipnotizado. Sólo le quedaba el


instinto. Sólo había una cosa en su cabeza que seguía
rondando. Comer todo este cuerpo. Para que nadie más pueda
perderlo.

Quedar embarazado. Dar a luz a mi hijo.

Jadeó, dejando marcas horribles en el cuello y los hombros de


Yeonwoo.

Eres mío.

"Ugh..."

La cantidad de semen que caía en el estómago era enorme.


Yeonwoo estaba completamente fuera de sí debido al fuerte
olor a feromonas de los fluidos corporales que parecía ser
varias veces más de lo habitual.
Capítulo#2

Se oyó un clic, la puerta se abrió. Yeon-woo, que estaba


tumbada en la cama y cerrando los ojos, se vio obligado a abrir
los ojos al ver la presencia que se acercaba.

"¡Papá!"

gritó Spencer, que cruzó corriendo la habitación, mientras


saltaba sobre la cama. Yeon-woo abrazó al niño acostado.
Spencer, que besó a Yeon-woo en la mejilla como si hubiera
esperado, preguntó.
"Papá, ¿estás enfermo otra vez?" ¿Aún te duele? ¿Cuándo te
duele?

"Eh..."

Yeon-woo miró a Keith, que le siguió y respondió a las


interminables preguntas.

"No pasa nada. Puedes descansar".

Añadió una sonrisa, pero la expresión de Keith no cambió.


"Asegúrate de ir al hospital hoy".

Keith, sentado junto a la cama con rostro serio, barrió el pelo


de Yeon-woo y siguió hablando.

"Sigues sin sentirte bien". ¿Cuántos días han pasado? He


hablado con el administrador, así que no lo pospongas. "Es a
las 11 en punto".

"Sí".

Yeon-woo asintió suavemente con la cabeza.


"Siento haberte hecho preocupar..."...."

"Sólo mejórate".

Keith se limitó a dar la vuelta a las palabras y levantó a


Spencer, que hasta entonces había estado tumbado sobre el
estómago de Yeon-woo.

"Ahora, Spence. Papá necesita descansar más, así que vamos a


salir. Tienes que ir a la guardería".

Keith, con el niño en brazos, besó los labios de Yeon-woo y


frunció el ceño.
"No tienes muy buen aspecto".

Además, últimamente ha adelgazado. Keith ha visto a Yeon-


woo saltarse las comidas varias veces, diciendo que está
enfermo. Además, a menudo tomaba una siesta porque estaba
cansado de vez en cuando y a menudo se quedaba dormido
antes de que Keith saliera del trabajo. Por supuesto, no podía
ir a la empresa.

Yeon-woo, que al principio había pasado sin pensarlo mucho,


empezó a ponerse vagamente ansioso a medida que sucedían
más esos días. Por fin, Keith, que veía que se repetía
durmiendo y despertando sin beber un sorbo de agua en todo
el día, intentó llevarlo a urgencias.
<Prepararé el tratamiento médico de Steward primero.>

Keith se negó a escuchar lo que Yeon-woo, avergonzado, le


decía mientras lo disuadía. Sin embargo, Yeon-woo se negó a
ir de nuevo a la sala de emergencias sólo porque tenía
indigestión y no tenía apetito, así que no tuvo más remedio
que bajar con cara de descontento. Sin embargo, Keith
escuchó a Yeon-woo hasta entonces, y cuando llamó a
Steward, si no podía conseguir una cita en tres días, tenía que
ir a otro hospital inmediatamente. Y Keith llamó al
mayordomo él mismo sin pasar por la secretaria, y
afortunadamente, el mayordomo fijó la fecha dos días
después.

Yeon-woo, que no había podido comer nada el día anterior, se


animó a duras penas y se metió en la boca varias veces la sopa
de verduras clara que trajo Charles a medida que se acercaba
la hora. La sopa, que hacía que el plato de sopa tailandesa
estuviera casi libre de sólidos haciéndola caldosa, era perfecta
para que Yeonwoo comiera ahora. Mientras tanto, sumergido
en el agua caliente de la bañera que Charles había arreglado,
se tomó un descanso para lavarse y prepararse para salir.

Cuando estaba a punto de salir de la mansión, oyó el tono de


llamada de su teléfono móvil. Yeon-woo, que confirmó el
número, contestó al teléfono y dio un paso.

"Sí, KEITH voy a salir ahora".

Mientras subía al coche que le esperaba con antelación,


preguntó con picardía.

"¿Me has llamado por si acaso no salgo?"

[Llámame cuando termines el tratamiento]


Keith cambió de tema y colgó pronto. Yeon-woo sonrió
amargamente, dejó el móvil y se enterró en el asiento.
Mientras se dirigía al hospital, se sintió cómodo después de
mucho tiempo.

Ya que estamos fuera, ¿deberíamos?

Con una agradable imaginación, Yeon-woo cerró los ojos. ¿A


qué hora será después del tratamiento? ¿Debo recoger a
Spencer? Llamaré a Emma y le preguntaré cómo es el horario
de la tarde de Keith.....

Cuando se quedó dormido antes de darse cuenta, apenas abrió


los ojos al sentir que el guardaespaldas que detuvo el coche le
sacudía con cuidado los hombros. Tenía el cuerpo caído y la
mente mareada. Entró en el edificio pensando que le diría al
mayordomo que le recetara suplementos nutricionales.
"Bienvenido, Yeonwoo". Oh, no, me he enterado, pero no
tienes muy buen aspecto".

El mayordomo, que le dio la bienvenida como siempre,


parecía preocupado y le recomendó una silla. En cuanto se
sentó en el asiento designado, el auxiliar le hizo algunas
preguntas y le indicó que se sometiera a un examen.

Estaba sentado en la sala de espera, aguardando los resultados


tras extraerle sangre y hacerle un análisis de orina, tal como
me habían dicho, y de repente se dio cuenta de que había un
refrigerio preparado para el huésped. Las galletas de
chocolate, que no suelen gustar mucho, llamaron
especialmente la atención.

Levantó una a hurtadillas y abrió el paquete, rompió la galleta


y se metió un trocito en la boca. Se sentía muy mal, pero,
sorprendentemente, las galletas se deshacían en la boca con
mucha facilidad. Yeonwoo abrió otra y se la metió en la boca.
Una más. Una más.

Cuando el personal llegó un momento después de oír golpes y


golpes, Yeon-woo estaba metiendo en su boca la última
galleta de chocolate de la cesta.

"Bienvenido, Yeonwoo. ¿Has descansado un poco?" "Tienes


mejor aspecto".

Yeon-woo sonrió vagamente, avergonzado por las amistosas


palabras del mayordomo. Estaba sorprendido y avergonzado
de haberse comido todas las galletas de chocolate de la cesta.
Quizá no podía dejar de comer porque no había podido comer
bien durante días.

"Las galletas estaban deliciosas, así que comí demasiado".

Cuando habló avergonzado, el camarero se rió como si


estuviera bien.

"Lo dejé para que te lo comieras. Buen trabajo". Hay mucha


gente que pide más".

Sonriendo despreocupadamente, pronto miró el monitor y


abrió la boca.
"Dijiste que no habías comido bien recientemente, ¿verdad?
¿De una semana a diez días?

"Sí, tengo náuseas... No tengo apetito".

"¿Te duermes a menudo?".

"Sí. Estoy mareado y no tengo energía".

Adivinó que probablemente era porque no podía comer bien,


pero la reacción del doctor fue diferente a la que él pensaba.
Um, dijo el doctor, que se cruzó de brazos con una cara seria.

"Yeonwoo, ¿puedes adivinar algo?"


"¿Qué?"

Más bien, Yeon-woo respondió avergonzado cuando le


preguntaron por ello.

"Bueno, no sé si es porque no he comido bien


últimamente..."...."

"¿No ha pasado esto antes?" ¿Nunca?

Era extraño seguir preguntando. Yeon-woo estaba


desconcertado pero se esforzaba por recordar.
"No lo sé..."... ¿No tardará un momento? Ha pasado un día
como mucho. Nunca ha sido tan largo....."

Al terminar su discurso, el doctor se quedó mirando la cara de


Yeon-woo sin decir una palabra. Cuando se inquietó por el
repentino silencio, abrió la boca.

"Yeonwoo, no te sorprendas y escúchalo".

"Sí".

¿Qué está tratando de decir? El doctor finalmente declaró a


Yeon-woo, quien inadvertidamente tragó su saliva seca.
"Estás embarazado".
Capítulo#3

Estaba tan sorprendido que ni siquiera pudo preguntar qué


significaba. Mirando a Yeon-woo, que acababa de abrir los
ojos de par en par y dejaba de respirar, el doctor declaró de
nuevo.

"He comprobado los resultados de las pruebas varias veces.


"Estoy seguro, estás embarazado".

Yeon-woo seguía sin poder decir nada. Ante el rostro que se


revelaba claramente conmocionado, el doctor sonrió.
"Normalmente decimos felicidades..."...."

Seguía diciendo algo, pero Yeon-woo no podía oírlo.


¿Embarazo? ¿Tengo un hijo dentro?

¿El segundo?

Las mejillas de Yeon-woo, que fue comprendiendo la


situación poco a poco, se fueron sonrojando. Al ver eso, el
doctor dejó de hablar y lo miró.

"Si quieres saber con más precisión, ve al médico que ves".


Ante el tranquilo consejo, Yeon-woo asintió aunque estaba
desconcertado.

"Aun así, ¿estás seguro?" Con los resultados del examen".

"De acuerdo".

El doctor asintió.

"Estoy seguro".

"Gracias".
Yeon-woo, que saludó, se dio cuenta tarde. Hacía demasiado
tiempo que tenía estos síntomas, así que lo había olvidado.
Fue cuando tuvo a Spencer. Todo su cuerpo estaba
somnoliento, por lo que a menudo se adormecía o se cansaba,
y a menudo vomitaba o se saltaba comidas porque sentía
náuseas. Todos los síntomas eran los mismos. Si había algo
más, era el hecho de que Yeon-woo estaba mucho más débil
que entonces.

¿Pero cómo? ¿Cuándo?

Dijo varias veces que quería tener un segundo hijo, pero cada
vez Keith se negaba firmemente. Después del matrimonio,
Keith rara vez se enfadaba con Yeon-woo o levantaba la voz.
Excepto cuando Yeon-woo insistía y mentía sobre tener un
hijo. Así que Yeon-woo casi se daba por vencido ahora.

¿Cómo?

No hay posibilidad de que Keith lo embarazara


intencionadamente. Debe haber habido algún error. Igual que
antes tenía a Spencer embarazado cuando estaba
inconsciente.

Pero Keith tiene una marca. Las feromonas son estables, e


incluso cuando llega Rut, la conciencia nunca desapareció.

¿Realmente no había ninguna?

A Yeonwoo se le ocurrió de repente. ¿Alguna vez Keith estuvo


particularmente excitado? Piénsalo bien, debe haberla habido.
Si no, esto es imposible. En ese momento, el recuerdo
olvidado cruzó su mente.

No puede ser. En la oficina.

No había duda. ¿No era Keith y él simplemente como bestias


ese día?

Es natural que esté embarazado porque ha estado muy


excitado.
Además, Keith estaba en su Rutt. ¿Perdío la conciencia por un
segundo? Por eso no pude controlarlo, ¿verdad? No puedo
creer que Keith, que se oponía mucho al segundo, cometiera
semejante error.

La gente dice que es un milagro.

Yeonwoo estaba seguro. Dios hizo realidad su desesperado


deseo. Nunca había creído en la existencia de Dios hasta
ahora, pero sentía su existencia en este momento. De lo
contrario, este milagro no puede suceder.

Al ver que Yeon-woo se animaba, el doctor sonrió y preguntó.

"¿Vas a decírselo a Fitman en persona, verdad?"

"Sí".
Yeon-woo asintió. Como dijo, sería mejor ver al médico una
vez más y hablar después de la revisión. Después de buscar
urgentemente la información de contacto del médico que
debía cuando dio a luz a Spencer, tuvo la suerte de saber que
podía ser tratado el mismo día y se dirigió inmediatamente al
hospital.

No puedo creer que las cosas vayan tan fácilmente.

Yeon-woo no podía ocultar su emoción porque esto también


parecía implicar su suerte. Tras llegar al hospital y reunirse
con el médico, le explicó la situación y se sometió a varias
pruebas. A la espera de los resultados tras someterse al mismo
examen que en el hospital anterior, Yeon-woo se esforzó por
reprimir su emoción y se agarró las manos con fuerza.

"Felicidades".
Poco después de ver al doctor que le hablaba con una brillante
sonrisa, Yeon-woo casi dejó de gritar. Al ver que apenas
contenía sus vítores, el doctor también le comunicó que
habían pasado cinco semanas más y que habían entrado a la
sexta semana.

***

Incluso después de volver a casa, Yeon-woo seguía


emocionado. Intentaba calmarse pensando que debía estar
tranquilo y calmado, pero no podía calmarse en absoluto.
Miró su vientre y lo acarició suavemente, pero todavía no se
sentía real.

Quédate aquí.
Con más satisfacción que nunca, cerró los ojos e inclinó la
cabeza hacia atrás. Debería decírselo a KEITH primero, ¿no?
Después, hablar con Spence.

¿Qué tan felices serían al saber que tiene un hermano menor?

Yeon-woo sabía que Spencer envidiaba mucho a Pete por


tener un hermano menor. Sólo estaba soportando el hecho de
que Yeon-woo no pueda tener un hermano menor debido a su
mala salud. En cambio, Keith volcó todo lo que pudo en
Spencer. Excepto por el un hermano menor.

Pero ahora puedo dárselo.

Al pensar que el mundo de Spencer sería más perfecto, su


corazón latía con fuerza y no podía soportarlo. Se tapó la boca
y contuvo la risa, y de repente sonó el teléfono. Sorprendido,
Yeon-woo se apresuró a respirar profundamente con las
manos sobre la mesa de té cercana.

Tienes que tener cuidado.


Después de calmarse, miraba tranquilamente a su alrededor.
Encontrando un teléfono móvil que había tirado al azar sobre
la cama, caminó deliberadamente a paso lento. Se dijo a sí
mismo que no debía caer mientras tenía prisa, pero en el
momento en que extendío la mano hacia el teléfono, el tono
de llamada se cortó. Cuando comprobó el número, era Keith.

Debe estar preocupado.

Ya ha pasado un tiempo, así que valía la pena estar nervioso.


Estaba cansado de esperar a que Yeon-woo le llamara primero
y finalmente pulsó el botón de su teléfono móvil. Sin embargo,
incluso antes de que lo sintiera, el timbre volvió a sonar y
comenzó a esperar. Estuvo a punto de apostar una y otra vez
hasta que lo recibió. Yeon-woo respiró profundamente y pulsó
el botón de llamada. Tenía la garganta ronca, así que se
apresuró a toser y contestó al teléfono.
"¿Hmm, yo, KEITH"?

Su voz sonaba excepcionalmente excitada. En cuanto emitió


un sonido, reaccionó al otro lado.

[¿Por qué contestas tan tarde?]

La voz de Keith mostraba claramente signos de nerviosismo.


Parecía haber estado bastante impaciente mientras esperaba
que Yeon-woo contestara al teléfono.

"Sólo... No encontraba mi móvil".


Grosso modo, lo glosé, pero no era tan importante para Keith
ahora. No se tomó tiempo y fue directamente al grano.

[¿Fuiste?] ¿Cómo fue eso?]

Yeon-woo abrió la boca para responder, pero no hubo ningún


sonido de corazón abrumador. Keith entendió mal su reacción
de respirar profundamente.

[¿Qué pasa? ¿Ha pasado algo?]


Ahora hay trabajo. Es un gran problema.

Yeon-woo pensaba en su interior, pero de alguna manera no


podía hablar con facilidad. De repente, se le ocurrió que
siempre se había opuesto al niño. No pensó en la alegría
antes, pero el hecho del embarazo puede tener un gran
impacto en Keith. ¿Cómo debo darle la noticia? Como el
silencio de Yeon-woo continuaba, Keith volvió a preguntar.

[¿Qué te dijeron] El maldito chico te digo que escuches.]

Keith pronunció un lenguaje abusivo. Volvió a presionar sin


esperar mucho.

[Yeonwoo] Apúrate y dilo. ¿Es una gran enfermedad?]


Yeon-woo sacudió la cabeza apresuradamente.

"No, no es así. No hay ningún problema con mí salud".

[¿Entonces el problema no es el cuerpo sino otro?]

Keith respiró con fuerza. Estaba claro que la respuesta de


Yeon-woo era completamente inesperada ahora. Ahora ha
trasladado su atención a otra parte. Cuando Yeon-woo no
habló con facilidad, Keith, que confiaba en sus dudas, respiró
profundamente varias veces como para reprimir sus
emociones.

[¿Qué está pasando?] Yeonwoo, di algo].


Keith apenas abrió la boca con una voz algo apagada. Yeon-
woo apenas respondió.

"Es difícil hablar por teléfono". ...... "Cuando salga del trabajo
más tarde, te lo diré entonces".

Hablar con la mayor calma posible, pero sentía una sensación


de bullicio como si moviera su cuerpo con urgencia más allá
del teléfono móvil.

[Espera, me voy a casa ahora]]


"No".

Yeonwoo lo escupió inmediatamente. Aprovechando la pausa


de Keith, volvió a decir.

"No vengas, KEITH". No es urgente. Es suficiente con


hacerlo. No, será mejor escucharlo después".

[¿Qué?]

Preguntó Keith como si fuera increíble. Yeon-woo le


persuadió de la manera más suave posible.
"Simplemente, está bien, así que no te preocupes demasiado y
ven. Te lo contaré todo más tarde".

Después de mirar el reloj, añadió.

"Te vas a casa pronto". No es demasiado tarde para terminar


de organizarse. ...... Estaré aquí todo el tiempo".

Keith se quedó callado un momento cuando añadió que estaba


en medio. No tardé en oír un suspiro y dijo.

[De acuerdo, por supuesto]


"De acuerdo".

Yeon-woo continuó hablando con confianza.

"Hasta luego, Keith". No te apresures y ten cuidado".

[De acuerdo]

Después de colgar el teléfono, Yeon-woo respiró


profundamente. Había mucho que hacer a partir de ahora. En
primer lugar, iba a dar de cenar a Spencer y a acostarlo
temprano. Y vamos a darle la noticia a Keith.

Por supuesto que se alegrará.


Como es inevitable, no tendrá más remedio que aceptarlo.
Puede estar un poco desanimado. Estaba preocupado por el
estado de Yeonwoo. Pero iba a decir que no tiene que
preocuparse por eso y abrazarlo fuerte.

Todo saldrá bien.

Pensó Yeonwoo. Acariciando su estómago con la cara


ligeramente enrojecida, volvió en sí y se apresuró a llamar a
Charles para pedirle que preparara la cena de Spencer.

***

A la misma hora de siempre, Keith entró en la mansión. Yeon-


woo sabía que su coche cruzaba el jardín a una velocidad
mucho menor que la habitual y que había dado vueltas
innecesariamente. Tal vez intentó deliberadamente volver a
casa a la misma hora que antes en consideración a Yeon-woo.
En consecuencia, no hubo ninguna diferencia significativa
para Yeon-woo, que se quedó mirando por la ventana, pero,
por el contrario, se sentía más culpable.

Keith tardó un poco más en entrar en la habitación. Era


temprano, pero el niño se durmió rápidamente después de la
cena, quizá porque jugaba con especial entusiasmo en el
jardín de infancia.

Yeon-woo recordó lo feliz que era mientras criaba a Spencer.


Su madre dijo que nunca había visto a un niño tan tierno y
que no sabía cuánto lo quería. Desde que era un bebé, rara vez
se despertaba en mitad de la noche y lloriqueaba, y nunca
lloraba sin dormir ni se quejaba sin saber el motivo.

He sido mala contigo tantas veces, pero me quieres tanto.

Yeon-woo sentía afecto y culpa al mismo tiempo cada vez que


veía a Spencer. Así que la oportunidad que se le presentaba
ahora era aún más desesperada y necesaria para él. Esta vez
puedo hacerlo muy bien.

Fue cuando se le ocurrió una nueva resolución. Sentía una


débil presencia. Era el sonido de los pasos de Keith cruzando
el pasillo. Yeon-woo estaba nervioso en ese momento y se
apartó de la ventana. Los pasos regulares se fueron acercando
poco a poco.

Finalmente, se acercó la hora. Le ardía la boca, así que se


apresuró a la mesa del té y bebío agua de la tetera preparada.
Apenas soltaba la boca y dejaba la taza porque volvía a sentir
náuseas y trataba de estar lo más fresco posible.

Los pasos que se acercaban se detuvieron en la puerta. Al ver


que habían pasado unos segundos de intervalo antes de abrir
la puerta, Keith también pareció prepararse. Las manos de
Yeon-woo temblaban finamente mientras se acercaba a la
puerta. Y finalmente, la puerta se abrió tras romper el
silencio.
Keith, que entró en la habitación, no era muy diferente al de la
mañana. Al menos en su aspecto. Por supuesto, la excepción
era un rostro pálido y rígido.

Dio unos pasos más lentos de lo habitual y se detuvo a cierta


distancia de Yeon-woo. La puerta que se cerró a sus espaldas
golpeó e hizo un sonido ominoso.

Hubo un pesado silencio entre los dos. Ninguna de las dos


partes abrió la boca. Yeon-woo agachaba los hombros con una
tensión inesperada y apenas despegaba los labios.

"Oye, Spence..."... "Lo puse a dormir temprano".

"Lo sé".
Keith finalmente habló. A pesar de haber dicho esa corta
palabra, tenía la voz ronca. Yeon-woo no podía entender por
qué Keith lo miraba con una cara tan pálida. ¿Había dicho
algo malo? ¿Había lugar a un malentendido? ¿O había pasado
algo en el trabajo?

Mirando a Yeon-woo, que sólo ponía los ojos en blanco, Keith


no pudo evitar respirar profundamente con la boca seca. Ya
había pasado por la habitación de Spencer. No era muy
diferente de lo que había hecho hasta ahora. No, más bien,
miró más a fondo su antiguo comportamiento. Antes de
conocer a Yeonwoo.

Y finalmente, llegó el momento. Keith sabía bien que ya no


había lugar para retroceder.

Suspiro.

Poco después, Keith, que dejó escapar un largo suspiro,


finalmente abrió la boca.
"Ahora, dime". ¿Qué he hecho mal esta vez?"

"¿Qué?"

Yeon-woo abrió mucho los ojos, sorprendido. Sólo entonces


descubrió por qué Keith le miraba con una cara tan pálida.
Además, incluso mostraba signos de nerviosismo. A juzgar
por su expresión y tono decididos, parecía preparado para
todo. Estaba a punto de arrodillarse incluso si pudiera.

¿Qué demonios está tratando de decir Yeon-woo? Se preguntó


y volvió a preguntarse hasta justo antes de ponerse de pie.
Recordando y reflexionando sobre todo lo que le dijo a Yeon-
woo, acciones y cosas triviales.

Pero no había nada que se le ocurra.


Pensó Yeon-woo. Por supuesto. No lo dije porque Keith
tuviera la culpa. Quizás Keith estaba más nervioso y ansioso
porque no tenía ni idea. ¿Y no habría pasado un tiempo sin
sentido en el coche de vuelta y finalmente habría renunciado a
encontrar la respuesta y se habría comprometido en su lugar?
No importa lo que diga Yeon-woo, incluso si vierte críticas
irracionales, lo aceptará incondicionalmente. Excepto por
decir que vamos a romper.

Como prueba, ahora estaba levantando completamente las


manos y esperando que fuera sentenciado por Yeon-woo. Con
la seguridad de que debía tener un problema.

Al ver la cara de Keith, que parecía cansado, Yeon-woo se


sintió culpable y con el corazón roto. Incapaz de soportarlo, se
abalanzó sobre Keith.

"No es tu culpa".
"¿Entonces?"

preguntó Keith, que se abrazó al loto como un reflejo.

"¿Qué es lo que no puedes decir por teléfono?"

Finalmente, Yeon-woo levantó la cabeza ante la voz áspera. Al


ver el rostro pálido de Keith, que parecía haberse convertido
en la mitad en un día, se quedó sin palabras en ese momento.
El olor a feromonas de Keith se hizo más fuerte. Había una
fuerte señal de contener desesperadamente la ira. Yeon-woo
abrió la boca después de escupir su temblorosa respiración.
"Keith".

Cuando dijo su nombre, se puso nervioso de inmediato.


Durante unos segundos, antes de decir la siguiente palabra, la
cabeza de Keith fue bombardeada con todo tipo de palabras
siniestras y todas las alternativas que podía ofrecer.

¿Debería decir que te daré todas las acciones que tengo? ¿Dirá
Christie que me comprará todo lo que quiera? Dije que no
quería un jet privado. ¿Regalo uno? ¿Damos una fiesta de
cumpleaños en el Palacio de Versalles? ¿Debo arrodillarme?
¿Pido un anillo de diamantes que merezca figurar en el Libro
Guinness de los Récords? Sí, hagamos volar una nave espacial.
Grabemos el nombre de Yeonwoo junto a la nave espacial. El
cumpleaños de Yeonwoo es el mejor día para volar una nave
espacial, ¿verdad? Espera, ¿Su cumpleaños no está muy lejos?
¿Cuándo es el aniversario más cercano? No, es un aniversario.
Podemos hacerlo. Sí, ponle cualquier cosa. Digamos que es un
regalo de Yeonwoo porque se ve especialmente encantador.
Ya veo, es una razón muy válida.
Por favor, no digas simplemente que vamos a romper.

Cuando estaba pensando en todo lo que podía para atrapar a


Yeon-woo, ésta finalmente confesó.

"Estoy embarazado".

¿Habría sido mejor que le dijeran que rompieran?

Keith miró la cara de Yeon-woo que le sonreía. Y su cabeza,


que tenía tantos pensamientos, estaba completamente en
blanco
Capitulo#4

Se produjo un silencio impresionante. Este silencio era mucho


más pesado e incómodo que antes. Yeon-woo estaba
preocupado por si Keith respiraba bien. Ni siquiera podía
parpadear debido a la excesiva conmoción. Tal vez si un
extraño lo viera, podría pensar en él como un muñeco de cera
bien hecho. Hasta ese punto, Keith estaba completamente
endurecido.

"Qué..."

Después de un largo rato, habló con voz presionada.


"¿Qué? ¿Qué?" ¿Ahora mismo?

Ni siquiera podía hacer una frase adecuada. Yeon-woo abrió


la boca, desconcertado por la reacción de Keith, que parecía
estar más sorprendido de lo esperado.

"Estoy embarazado..." Eso dijo el médico, así que fui a la


clínica de obstetricia y ginecología a la que fui antes y me hice
un chequeo. Estoy seguro, estoy embarazado. ......5 semanas".

Yeon-woo añadió tímidamente y comprobó sus sentidos.


Keith abría la boca como si fuera a decir algo, pero no emitió
ningún sonido. Ni siquiera podía hacer un simple gesto con
los labios. La expresión de Yeon-woo, inexpresiva como si le
hubieran golpeado fuertemente con un instrumento
contundente, hacía imposible saber cómo continuar sus
siguientes palabras.

Keith no habló durante mucho tiempo, como si se tragara lo


que Yeon-woo decía con el estómago y le obligara a digerirlo.
Cuando Yeon-woo no pudo soportar más el continuo silencio
y quiso presionarlo, Keith finalmente abrió la boca.

"¿Cómo?"

Apenas dijo una palabra, volvió a preguntar.

"¿Cómo...?" ¿5 semanas? ¿Qué quieres decir con embarazó?


¿Tienes un bebé? ¿Cómo?
Como si no pudiera entenderlo, repitió lo mismo. Yeon-woo
estaba avergonzado, pero trató de hablar como si nada
hubiera pasado.

"Ese día..." ¿Te acuerdas? En el trabajo, cuando me


esposaste...... Fuimos un poco...... Lo has hecho muchas veces.
Tú, hasta el punto de que vino el Rutt".

"Sí, estuvo bien".

Era Keith quien normalmente se contenía pensando en el


cuerpo de Yeon-woo, pero ese día era diferente. Keith, que
involuntariamente recordó su memoria, hizo una pausa. Al ver
su reacción avergonzada, Yeon-woo inclinó la cabeza.
"En ese momento..." Creo que fue".

Ha, Keith suspiró como si fuera increíble. Al ver su expresión


como si hubiera perdido su espíritu, Yeon-woo no pudo
soportarlo más.

"Di algo".

Se obligó a sonreír y a mirar a Keith, pero éste seguía sin


responder. Yeon-woo no se dio por vencido y continuó
deliberadamente hablando con viveza.
"¿Será un hijo o una hija?" Me gustaría que fuera una hija,
pero no me importa si es un hijo ¿No es increíble que me
quede embarazado? El médico dijo que es realmente un
milagro. Aunque me empeñara en quedarme embarazado,
había una alta probabilidad de que no pudiera. Pero tener un
hijo así no es un milagro.......".

Cuando estaba a punto de decir: "¿Debería llamar al niño...?",


de repente Keith agarró el brazo de Yeon-woo y se lo quitó
bruscamente. Sujetando a Yeon-woo, que perdió el equilibrio
y tropezó con fuerza, preguntó con cara fría

"Ahora, ¿qué has dicho?"

"¿Eh?"
Yeon-woo parpadeó avergonzado. Keith le miraba fijamente
con la cara pálida. A Yeon-woo, que no podía responder a la
inesperada respuesta, le instó de nuevo.

"¿Ni siquiera puedes quedar, pero vas a tener un hijo?".


¿Cómo?

"No lo sé".

Yeon-woo sacudió la cabeza apresuradamente.


"Sólo que, en aquel entonces..."... Como estabas muy excitado,
creo que estuviste inconsciente durante un segundo por culpa
del Rutt.....".

Con cuidadosa especulación, Keith tenía la mirada perdida


como si estuviera fuera de sí. La forma en que lo miraba sin
siquiera parpadear era agobiante, pero no podía evitarlo
porque sus brazos estaban fuertemente agarrados. Cuando no
pudo soportar el continuo agarre y distorsionó su rostro,
Keith, que tardó en darse cuenta de lo que había hecho, se
apresuró a relajar su mano. Tras confirmar que Yeon-woo se
mantenía en equilibrio, quitó la mano y abrió la boca con la
cara pálida.

"¿Estás bien?"
"Sí, no te preocupes".

Dijo Yeon-woo, pero entonces se dio cuenta de dos


significados escondidos allí.

"Mis brazos están bien y mí cuerpo está bien, Keith".

"Está bien".

Sólo entonces Keith suspiró de alivio. Pero eso fue todo.


Cuando se dio cuenta de que había embarazado a Yeon-woo,
volvió a distorsionar su rostro. Yeon-woo dudó y abrió la boca.
"Lo siento, KEITH..."...."

Era una responsabilidad común tener hijos. Yeon-woo, que no


esperaba que Keith estuviera tan conmocionado, trató de
consolarlo por ahora. Sin embargo, la idea de Keith era
diferente.

"No te disculpes. No es tu culpa".

Continuó con voz áspera.


"Yo soy el que te dejó embarazado, es mi culpa de todos
modos". Porque fuí arrogante y de pensar que podría
controlarme".

Incluso si el cuerpo de Yeon-woo no se quedaba embarazado


fácilmente, él puede controlar su fertilización, así que no es
diferente de su voluntad de quedarse embarazado. Keith lo
sabía muy bien. Instintivamente deseó.

Voy a verter mis semillas en este dulce cuerpo y dejarlo


embarazado.

"...... Estoy condenado".


Keith cayó en la vergüenza y se sentó en una silla de la mesa
del té escupiendo palabrotas. Yeon-woo, que lo vio enterrar su
cara en ambas manos, se quedó allí sin decir una palabra. No
puede creer que haya dejado embarazado a Yeon-woo porque
estaba celoso. Keith gimió profundamente con la cara
enterrada.

¿Soy una bestia?

Yeon-woo, que lo miraba sufriendo de vergüenza, se sentó


cuidadosamente frente a frente en la silla de al lado. Cuando
extendío suavemente la mano y agarró el brazo de Keith, le
sorprendió ver que su cuerpo nervioso se movía. Keith, que no
había respondido durante un rato, aflojó el brazo. Levantó
lentamente la cabeza y Yeon-woo se enfrentó a Keith, que
estaba pálido. Yeon-woo contuvo su deseo de abrazarlo de
inmediato y en su lugar abrió la boca.

"Keith".
Keith, que abrió la boca con dificultad, sólo le miró. Con una
mirada vacía, como si no pudiera adivinar lo que estaba
tratando de decir. Yeon-woo sacó todo el valor que tenía y
sacó las palabras que tenía en mente durante el día.

"No hay nada que podamos hacer sobre lo que es"

Yeon-woo se preguntó qué tipo de expresión tendría en los


ojos de Keith. ¿Debería sonreír? ¿Estará distorsionada? ¿Cree
que es..

Tenía curiosidad, pero no había ninguna expresión en la cara


de Keith. Se limitó a mirar a Yeon-woo con una cara
insensible, como si sus emociones hubieran desaparecido.
Yeonwoo continuó hablando de nuevo.

"Tú y yo fuimos muy cuidadosos, pero vamos a tener un niño".


Creo que es un regalo de Dios para nosotros. Yo...."

"Yeonwoo".

Keith abrió la boca incluso antes del final de la conversación.


Yeon-woo tuvo que contener la respiración y escuchar porque
su voz era terriblemente tenue. Keith cogió la mano de Yeon-
woo, que había estado en su brazo hasta entonces, y la bajó.

"Bórremoslo".
Sólo salió una palabra de la boca de Keith. Estaba decidido, y
lo que quería también estaba claro. Yeon-woo estaba
hipnotizado por las inesperadas palabras. Ante Yeon-woo,
que se quedó con la mirada perdida, Keith volvió a pronunciar
con voz clara.

"Es un simple error. No lo necesitamos, bórralo mañana


mismo".

"¡Keith!"

Yeon-woo, sin saberlo, subió el volumen.


"¿Cómo puedes decir eso? Eres tú y mi bebé".

"Es sólo una célula, no lo llames aún. Spence es suficiente


para nosotros".

La voz de Keith también aumentó.

"No vas a dar a luz, ¿verdad?" Espera, no lo digas. En el


momento en que lo digas en voz alta, te arrepentirás".

Yeon-woo se vio obligado a callar ante las duras palabras.


Pero no era porque no tuviera nada que decir. Más bien, había
muchas, pero no podía hacerlas todas. Yeon-woo respiró
profundamente lo suficiente como para sobresalir. Podía
sentir el aroma de la feromona de Keith al máximo. La
confusión, la ira, la angustia, la autocrítica y todas esas
emociones estaban llenas en él.

Yeon-woo trató de levantarlo con dificultad, pero Keith se


levantó casi al mismo tiempo. Mirando a Yeon-woo, que
seguía sentado en una silla, Keith dijo.

"Voy al hospital mañana". Haré una reserva y espera en casa,


te recogeré".

"Keith".

"He dicho claramente que no".


Keith cortó las palabras de Yeon-woo como advertencia y
entró en el baño. Escuchando el débil sonido del agua después
de un rato, Yeon-woo se quedó sentado en silencio.

Yeon-woo no se movió hasta que Keith salió de la ducha. Al


volver al dormitorio, frunció el ceño al ver a Yeon-woo, pero
pronto se acercó a él. Keith, que abrazó a Yeon-woo como si
fuera algo natural, lo llevó a la cama.

"Keith..."

Yeon-woo abrió la boca para suplicar una vez más, pero Keith
no le dio tiempo a hacerlo.
"Yeonwoo, ya sabes lo mucho que odio repetir lo mismo.
Espero que no hagas cosas inútiles".

Yeon-woo se vio obligado a callar ante las palabras que se


bloquearon con frialdad. Keith, tumbado a su lado, abrazó el
cuerpo de Yeon-woo como siempre, pero de alguna manera su
mente se sentía más lejos que nunca. Aunque sabían que no
podían dormir, los dos cerraron obstinadamente sus bocas y
no hablaron. Así pasó la noche.

***

Hasta el desayuno del día siguiente, los dos no se dijeron ni


una palabra. Cuando Yeon-woo abrió los ojos por la mañana,
Keith ya se estaba preparando para el trabajo. Sólo a Spencer,
le sonrió y le habló cariñosamente como siempre, pero Yeon-
woo ni siquiera le miró.

Seguro que lo hace porque se sentirá débil cuando vea mi cara.

Yeon-woo pudo mirar en su mente con más claridad que


nunca, pero giró la cabeza e hizo lo que tenía que hacer.
Keith, que siempre lleva a Spencer a la guardería y luego se va
a trabajar, se dirigió a la puerta principal con su hijo en
persona una vez terminados todos los preparativos. Yeon-woo
le siguió sin decir una palabra.

"Ahora vuelvo, papá".

Spencer, que besó a Yeon-woo en la mejilla, corrió primero


hacia el coche de Keith, y los dos se quedaron atrás. Sólo
entonces Keith volvió a mirar a Yeon-woo y le habló por
primera vez desde la pelea.

"Te recogeré por la tarde, así que prepárate". Emma te dirá la


hora exacta".

Yeonwoo no dijo nada. Sin embargo, Keith se dio la vuelta y


subió al coche sin esperar respuesta, como si supiera que iba a
suceder. Poco después, el coche arrancó, y Yeon-woo se quedó
mirando cómo se alejaba el coche, y volvió a la habitación con
impotencia.

La mansión estaba tan silenciosa como la muerte. Tumbado


en la cama, se acarició cuidadosamente el estómago mientras
miraba al techo. En el caso de Spencer, tal vez porque sabía
que estaba embarazado tarde, se sentía como si hubiera
nacido y a veces tenía ganas de patear, pero ahora no tenía eso
en absoluto. Cuando el niño crece más, los ojos de Yeon-woo
se calentaron de repente.

¿Puede este niño crecer más?

Respiró profundamente mientras se frotaba los ojos con


ambas manos y se detuvo. ¿Realmente no hay manera? Ya
había escuchado esto hace unos años. ¿No se habría
desarrollado más la medicina y mejorado su cuerpo? Piensa
en lo que Keith hizo por mí. He estado haciendo todo lo
posible para estar más saludable. Así que

Así que...

Yeon-woo, que estaba agonizando, se quedó dormido. Volvió


a abrir los ojos porque el tono de llamada sonó de repente.
Yeon-woo, que parpadeaba en blanco mientras dormía, volvió
a la realidad tardíamente y encontró su teléfono móvil.
[¿Yeonwoo? ¿Has dormido?]

"Emma".

Yeon-woo se sintió avergonzado y se revolvió el pelo. Emma,


que simplemente intercambió saludos, continuó.

[Nos pusimos en contacto con usted bajo la dirección del Sr.


Pittman. La cita en el hospital es a las 4 p.m., y el Sr. Pitman
dice que se irá a casa a las 3 p.m. Me dijo que lo preparara a
tiempo].

"Gracias, Emma".

[Yeonwoo, ¿no te sientes bien?]


preguntó Emma con atención. Era una pregunta natural
porque seguía saliendo de la empresa y tenía una cita en el
hospital. El valor de la existencia de Yeon-woo en la secretaría
era insignificante, así que no tendría un impacto significativo,
pero era natural que estuviera preocupada.

No sabe que estoy embarazado.

pensó Yeonwoo. Incluso cuando era secretario, Keith a


menudo daba instrucciones desconocidas. Como si la
secretaria no tuviera que saber cada razón. Lo mismo ocurre
esta vez. No tienes que avisarme porque voy a operarme de
todos modos. Emma también conocía el estado físico de
Yeon-woo, por lo que no parecía pensar que estuviera
embarazado.

"No, Emma". Es sólo un chequeo regular. Gracias".


Formalmente, Emma se despidió brevemente con una palabra
de preocupación y colgó el teléfono. Yeon-woo se sentó y miró
el móvil. Lo sé. Emma sólo hace lo que se le ordena. Así que
no hay razón para culparla en absoluto.

En el corazón de Yeon-woo, lo que dijo Keith el día anterior


siguió dando vueltas. Pero no tenía que decir eso.

Por supuesto, la mente de Keith no ha cambiado en absoluto.


Más bien, parecía ser firme, y la llamada de Emma lo
demostró. Keith nunca renunciará.

Por supuesto, lo mismo ocurrió con Yeonwoo. El corazón que


se había decepcionado se ha convertido en terquedad, y se ha
solidificado con la promesa de proteger al niño.

¿Pensaste que me llevarían al hospital?

Yeon-woo trató de ser lo más frío posible, pero no pudo


calmarse. En primer lugar, sólo pensaba que debía evitar esta
crisis. La idea se hacía más fuerte a medida que Keith se
acercaba.

Finalmente, cuando quedaba una hora, salió corriendo de la


habitación. Bajó conscientemente al ascensor para evitar las
escaleras, con cuidado de no caerse.

Sin embargo, la huida no fue fácil. En cuanto se abrió la


puerta del ascensor en el primer piso, se topó con Charles.

"Yeonwoo, ¿a dónde vas?"

se preguntó Charles. Tal vez había sido contactado de


antemano por Emma. Es hora de que Keith llegue pronto,
pero era natural que pensara que era extraño salir con tanta
prisa. Yeon-woo tartamudeó avergonzado.
"Eh, espera..."... Volveré. "Me pondré en contacto con Keith".

Charles parecía avergonzado, pero pronto abrió la boca.

"Te conseguiré un coche".

Desde el punto de vista del mayordomo, no tenía derecho a


preguntar al empresario por qué o a detener sus acciones. Sólo
tenía el deber, como empleado, de proporcionar toda la
comodidad posible. Además, si conduce un coche con chófer,
puede saber su destino en tiempo real, así que es lo mismo
que estar a la vista de Keith de todos modos. Yeon-woo
tampoco tenía intención de esconderse. Sin embargo, sólo
quería ganar tiempo para evitar la crisis inmediata. Yeon-woo,
que estaba nervioso mientras miraba el reloj, pronto salió de
la mansión en el coche que Charles había preparado.

"¿A dónde debemos ir?"

Mientras corría por el jardín, Yeon-woo dudó un momento


cuando el conductor le preguntó. Al salir de la mansión, había
una presencia que le molestaba.

"Por favor, vaya al jardín de infancia de Spence".

El conductor dijo que sí y cerró la boca. El coche de Yeon-woo


fue seguido por un coche con un guardaespaldas.
***

"¡Papá!"

En cuanto vio a Yeon-woo esperando en el coche, Spencer


saltó a sus brazos gritando de alegría. Sosteniendo al niño,
Yeon-woo le sostuvo el brazo entumecido y sonrió.

"¿Te has divertido?"

"Sí, mucho".

El niño estaba emocionado y empezó a hablar de lo que había


pasado hoy. Tras colocar al niño en el asiento y abrochar el
cinturón, Yeon-woo enderezó su postura. Mientras tanto,
Spencer seguía balbuceando. Estaba escuchando el día de un
niño sin nada especial, pero de hecho, no se le ocurrió nada a
Yeon-woo.

"¿Papá, papá?"

Yeon-woo volvió en sí al escuchar al niño cantar una tras otra.


Spencer le miró con cara de preocupación y le preguntó.

"Papá, ¿qué te pasa?" ¿Te duele otra vez? ¿Estás llorando?

"Spence".
El niño parecía ansioso. Yeon-woo sacudió la cabeza
sintiéndose culpable.

"No, Spence. No pasa nada. Entonces, ¿tu amigo te ha dado la


merienda?

Cuando Yeon-woo preguntó, Spencer asintió con la cabeza,


"Sí", y comenzó a charlar a solas de nuevo. Mientras intentaba
escuchar al niño, no dejaba de pensar en otra cosa en su
cabeza. No era fácil vaciar una mente tan complicada como la
suya.

"¿Eh?"
El niño, que llevaba mucho tiempo hablando, miró por la
ventana y ladeó la cabeza. Parecía haberse dado cuenta de que
no siempre estaba en su camino. Yeon-woo, que acariciaba
con cuidado la mejilla de Spencer, respiró profundamente
antes de sacarlo a relucir. Cuando miró su cara de inocencia y
recordó lo que tenía que decir a continuación, su corazón se
sintió pesado por la culpa.

"Bueno, hola. Spence".

Yeon-woo, que se apresuró a toser y afinar la voz, abrió la


boca.
"¿Quieres ir a algún sitio con papá?" Sólo nosotros dos".

"¿Eh?"

El niño ladeó la cabeza. El coche se dirigía al hotel que Yeon-


woo había dicho de antemano. Yeon-woo puso la voz como si
no hubiera pasado nada y lo dijo.

"Me voy porque papá tiene algo que hacer. ¿Qué te parece?

"¿Y papá?"

Preguntó Spencer. Yeon-woo mintió apresuradamente ante


una pregunta muy evidente.
"Papá no puede ir por el trabajo. ¿O quieres ir a casa y esperar
con papá?" Papá hará algunos negocios y volverá cuando haya
terminado".

El rostro del niño se sintió inmediatamente ansioso. Yeon-


woo parecía estar haciendo algo que no podía hacer, así que
su corazón se derrumbó.

Pero no podía volver ahora. En su lugar, Yeon-woo, que


inmediatamente abrazó al niño, dijo.

"Voy a volver pronto". Así que, ya sabes, tener una aventura


con papá por un tiempo, no toma mucho tiempo. Te vas de
casa y te vas a una nueva aventura. ¿Qué piensas?
"¿Puedo volver?"

"Por supuesto".

Yeon-woo asintió y añadió.

"¿Conoces Spence?" Si golpeas tus talones tres veces, puedes


ir a casa cuando quieras".

Cuando Spencer dijo eso, le brillaron los ojos y pronto sacó la


boca.

"Soy un hombre. Dorothy es una chica".


En ese momento, Yeon-woo se quedó sin palabras. Cuando
empezó a asistir al jardín de infancia, su vocabulario que
podía escribir aumentó significativamente, haciendo que
Spencer a menudo se quedara sin palabras para Keith y
Yeonwoo.

"En fin".

Yeon-woo sonrió torpemente y glosó.

"Volveré pronto, así que está bien, Spence. Vamos a dormir,


¿vale?
Spencer, que miraba fijamente a Yeon-woo, preguntó al oír
estas palabras.

"Papá, ¿te vas a divorciar de papá?"

"¿Qué? No!"

Yeon-woo se sintió avergonzado por la inesperada pregunta y


se apresuró a negarlo.

"De qué estás hablando..." ¿Dónde has aprendido eso? Es


El niño se inclinó y murmuró.

"Ben no vendrá a la guardería a partir de mañana". Papá y


mamá se han divorciado y se van a Utah con mamá. ¿Vamos a
ir a YUTA también?"

"No, Spence".

Yeon-woo se apresuró a abrazar al niño y le dijo al conductor.

"Por favor, ve a cualquier hotel cercano".

"De acuerdo".
Mientras el conductor visitaba el hotel, Yeon-woo acarició la
cabeza de Spencer y lo tranquilizó.

"Es diferente al de Ben". Spence, papá no se han sentido bien,


¿verdad? Por eso voy a descansar un rato. Papá está muy
ocupado y no puede ir".

"¿En serio?"

"De verdad".

Cuando asintió, el niño pareció aliviado, pero pronto se


deprimió.
"¿No te sientes solo cuando papá y yo nos vamos?"

En ese momento Yeon-woo, su corazón pareció hundirse. No


encontraba nada que decir y se limitó a mirarlo, y el conductor
se limitó a informar de que había encontrado un hotel
cercano. En nombre de una famosa cadena hotelera, Yeon-
woo respondió que fuera allí, y aunque sabía que había evitado
la pregunta del niño, fingió deliberadamente no saberlo.

"Spence, ¿comemos pudín cuando lleguemos al hotel?"

*
*

Keith me llamó cuando Yeon-woo se sentó en la cama después


de registrarse.

[¿Dónde estás?]

Yeon-woo respondió tranquilamente a la repentina pregunta.

"Estoy en un hotel. Lo sabes, ¿verdad?


Los guardaespaldas ya habrían informado. Además, es
imposible que no lo sepa porque escribiste Across desde el
móvil, oyó una voz apretada, apretando los dientes.

[Yeonwoo, este método no es bueno]]

Parecía contener su ira. Yeon-woo se armó de valor mientras


sentía que su corazón latía de miedo.

"Intentaste deshacerte del bebé".

[¿Pero te vas de la casa?] ¿Me dejas atrás?


Su voz se elevó. Yeonwoo murmuró en voz baja.

"No pude evitarlo".

[Te lo llevaste contigo]]

Finalmente, Keith rechinó los dientes. Yeon-woo volvió a


repetir lo mismo.

"No pude evitarlo..."...."

[Suspiro...]
Un suspiro hirviente salió de la boca de Keith. Los dos no
dijeron nada durante un rato. Con el silencio de por medio,
Keith finalmente abrió su boca primero.

[No es nada, ¿verdad?]

Yeon-woo se apresuró a responder con una voz que parecía


cansada en alguna parte.

"Mantente a salvo, KEITH". Todo está bien entre Spence y


yo".
Al responder inmediatamente, Keith volvió a guardar silencio.
Sintiendo el aire pesado, estaba esperando lo siguiente, y
Keith preguntó con una voz que parecía muerta.

[...¿Intentas dejarme?]

Por un momento, Yeon-woo se dio cuenta de que estaba


equivocado. Keith no está deprimido. Tenía miedo de ello.
Yeon-woo tragó saliva seca y abrió la boca. Lo pasaba mal
porque no podía escuchar bien el sonido porque se sentía
culpable.

"Eso no es cierto".
Yeon-woo continuó hablando, tratando de forzarse a hacer
saliva y tragarla.

"Si fuera a hacer eso, habría dejado al guardaespaldas en paz y


no habría usado mi tarjeta".

[Muy bien]

Me pregunto si te sientes aliviado. Las respuestas que escuchó


fueron tan breves que era difícil calibrar el ambiente. Yeon-
woo esperaba ansioso, pero Keith, que suspiraba
profundamente, preguntó.

[Ya veo. ¿Cuándo volverás?]


"Eh..."

No lo he pensado. Yeonwoo dudó y respondió.

"No tardaré mucho".

[Suspiro]

Esta vez escuchó un suspiro. Yeon-woo imaginó que se


frotaba la cara con ambas manos. No puedo hacerlo con las
dos manos porque estaba contestando el móvil. En esta
situación, era divertido para él lidiar con un problema tan
realista, pero no se rió. Keith volvió a preguntar.
[¿Has comido?]

Mirando la hora, era casi la hora de cenar. Yeon-woo


respondió sin problemas.

"Voy a hacerlo ahora".

Keith dijo como siempre.

[Apúrate y come. ¿Qué es de Spence?]

"Se está divirtiendo".


[De acuerdo]

Después de algunas conversaciones más formales, concluyó.

[Entonces, llámame cuando estés listo]

"Sí".

Justo antes de colgar, Yeon-woo añadió apresuradamente.

[Lo siento, KEITH] ......Gracias.]


Keith colgó el teléfono sin decir nada. Yeon-woo bajó la
mirada a su teléfono móvil, que ya no se oía, suspiró y salió al
salón. Después de dar de cenar a Spencer, de bañarse juntos y
de acostarse en la cama para dormir, volvió al salón solo y se
tomó un té. Tenía el cuerpo y la mente cansados, pero no
podía dormir. Mirando la vista nocturna fuera de la ventana,
Yeon-woo se perdía en sus pensamientos a solas.

El embarazo es ahora innegable, qué hacer en el futuro, y sólo


queda su elección.

No puede simplemente huir.

A Yeon-woo se le ocurrió la idea más fría posible. De hecho,


quería huir a algún lugar si podía. Ni más ni menos hasta que
dé a luz.

¿Qué pasa con Spence?


Por supuesto, no hay nada de qué preocuparse porque está
Keith. Él protegerá al niño más que nadie.

¿Pero no es suficiente?

¿No sabes lo solo que estaba Spencer mientras estaba en


Corea? Lo pasó mal a pesar de que fue menos de un mes, pero
¿lo dejas por casi un año? Yeon-woo negó inmediatamente
con la cabeza.

¿Debería llevar a Spence conmigo?

Tampoco era una buena manera. ¿Cómo vas a


responsabilizarte de Spencer sola en un momento en el que no
te sientes bien y no vas a dar a luz a un niño?

Pero Keith seguirá oponiéndose.

Cuando vuelva, puede arrastrar a Yeon-woo para que se


deshaga del niño en su estómago inmediatamente y le obligue
a llevarlo al hospital. Eso no es todo. Él quería tener hijos. No
quería imaginar lo difícil que era deshacerse de él.

Sin embargo, no era algo que pudiera hacer solo. El médico de


Keith también es importante. Por supuesto, su voluntad era
tan firme que parecía poco probable que se dejara vencer.

Es para mí porque me quieres.

Yeon-woo sintió un dolor de cabeza y se llevó la cara a las


manos. En ese momento, se dió cuenta de repente.

Tenía miedo de dejar a Keith mientras pensaba en llevarse al


niño.

La palabra "dejarlo" era una expresión tan suave. Admitió con


dificultad que "intentó huir de Keith otra vez".

¿No se siente solo papá?>


De repente, las palabras de Spencer le vinieron a la mente.
Yeon-woo gimió profundamente de dolor, diciendo que no
sabía lo que el niño sabía. No, no es que no lo supiera. Hizo la
vista gorda y lo ignoró. Enfadado por las palabras para
deshacerse del niño imprudentemente.

Keith, que tuvo que decir eso, debe haber estado sufriendo.

Cuando se dio cuenta de lo egoísta que había sido, la culpa


creció hasta un tamaño inaceptable y se lo tragó.

***

Cuando una mansión familiar apareció a la vista, a Yeon-woo


ya le empezó a doler el estómago. Estaba decidido, pero tenía
miedo de afrontar el momento. Saltó del coche así y se
reprimió a sí mismo que quería huir. Huir es fácil, pero no
ayuda en nada. Sólo se hace más difícil de resolver.

No puedo hacer que Keith se preocupe más.

Volvío a respirar profundamente con la mente puesta en ello.


El coche se detuvo por fin y Charles abrió la puerta. Sin saber
nada, Spencer saltó primero del coche emocionado.

"¡Papá!"

Primero fue el niño que corrió hacia el hombre que sobresalía


se lanzó a sus brazos y lo besó.

"Papá, ¿me has echado de menos?" ¿No te sentiste solo?"


"Claro que te he echado de menos, Spence".

Le besó la mejilla después de comprobar la cara del niño.

"Me sentí muy solo".

Como si estuviera satisfecho con la respuesta de Keith,


Spencer sonrió alegremente y lo abrazó por el cuello.

"¡Yo también te he echado de menos!"


Keith sonrió naturalmente ante la entusiasta expresión de
afecto del niño. Spencer fue muy reconfortante porque estuvo
devastado por la ansiedad y la vergüenza durante toda la
noche.

Mientras recibía el beso mezclado con saliva del niño, Keith


esperó a que Yeon-woo saliera del coche. No mostró su
voluntad de prepararse.

Desde que tuvo un hijo, Keith ha aumentado su paciencia


considerablemente. En el pasado, ya habría estado enfadado
con Yeon-woo o habría preguntado qué estaba haciendo para
no bajarse rápidamente, pero todavía se está aguantando.
Yeon-woo parecía haber duplicado su paciencia de nuevo
porque estaba embarazado.

Se quedó quieto hasta que Yeon-woo finalmente salió del


coche con cuidado.
"Keith".

Yeon-woo dijo su nombre con voz rastrera. Keith entregó a


Spencer a Charles sin decir una palabra. Charles sedujo
rápidamente al niño.

"Spence, ¿no tienes hambre?" Emily preparó un bocadillo, así


que vamos a comerlo".

"¿Merienda?"

"Sí, vamos a comer Pudding y galletas y cacao, que a Spence le


gusta. ¿Te gusta?"
El sonido del niño riendo de alegría se fue alejando poco a
poco. Pronto, hubo un pesado silencio entre Yeonwoo y Keith.
Después, Keith suspiró con fuerza y finalmente abrió la boca.

"¿Entramos? No podemos quedarnos aquí hablando".

Parecía no haber pegado ojo en toda la noche. Al ver su cara


de cansancio, Yeon-woo no pudo levantar la cabeza porque se
sentía culpable.

Después de asentir en silencio, caminó tras Keith. En el


silencioso pasillo, sólo los pasos de los dos resonaban
regularmente.

Keith no dijo ni una palabra hasta que llegó al dormitorio.


Keith, que por fin estaba frente a la puerta, la abrió y se hizo a
un lado. Yeon-woo se vio obligado a pasar junto a él y entrar
primero. Keith, que entró más tarde, cerró la puerta y
finalmente se enfrentaron a solas.
Capítulo#5

El silencio continuó durante mucho tiempo. Yeon-woo se


limitó a mirar hacia abajo con las manos juntas porque sus
labios no podían despegarse. El olor a feromonas de Keith se
sentía más fuerte que de costumbre. Yeon-woo pensó que su
ira había llegado a su punto máximo. Por supuesto. Era
increíble para Yeon-woo no viniera tan pronto como supo
dónde estaba el día anterior.

"...Yeonwoo".
Yeon-woo se encogió de hombros sorprendido por la voz baja.
Cuando dudaba y levantaba la vista, inesperadamente, Keith,
que parecía muy cansado, le estaba mirando.

"¿Estás bien?"

De pie, a unos pasos de distancia, Keith preguntó. Yeon-woo


tragó saliva seca y abrió la boca.

"Estoy bien".

"Estoy bien".
Ese fue el final. Keith volvió a guardar silencio. Yeon-woo se
quedó de pie, incómodo, sin poder decidir si acercarse a él o
retroceder.

Yeon-woo rezaba para que este momento incómodo pasara,


pero sabía claramente que también era él quien había creado
esta situación. Por lo tanto, no tenía más remedio que esperar
hasta que Keith llegara a una conclusión. Aunque el tiempo
sea infinitamente largo y parezca una eternidad.

Suspiró, Keith suspiró de repente.

"Yeonwoo".

Llamando sólo su nombre, se frotó la cara con ambas manos y


habló con voz cansada.
"Dime si estás enfadado conmigo. Si me dejas cada vez......."

Un suspiro salió de nuevo a través del hueco entre los dedos


que cubrían la cara. Yeonwoo dejó de congelarse. Intentaba
hablar, pero los labios, que se habían endurecido por la culpa,
no bajaban en absoluto. La mano, apenas levantada, se detuvo
allí, y Yeon-woo se quedó sin mirar al hombre que
probablemente no había dormido en toda la noche.

"Lo siento".

Yeon-woo apenas lo recitó.


"Actué demasiado impulsivamente".

Keith dejó caer su mano ante la confesión de Yeon-woo. El


rostro que se revelaba lentamente estaba lleno de
desconfianza.

¿"Impulsivo"? "¿Te llevaste a Spence?"

En el momento en que le tocó las palabras afilado, se quedó


sin palabras. Al ver la expresión de la cara de Yeon-woo, Keith
no tuvo más remedio que estar seguro de que sus
pensamientos no estaban equivocados. Ha, esta vez, suspiró
porque era increíble.
"No puedes tirar al niño, pero ¿me estás tirando a mí?"

"No".

Yeon-woo sacudió la cabeza con urgencia.

"He vuelto..."...."

"No sé por qué has cambiado de opinión, pero al principio te


fuiste con esa idea".
Yeon-woo no pudo negarlo de nuevo esta vez. En su lugar,
evitó mirar y murmuró, mirando al suelo.

"Pensé que era ridículo llevarme a Spence y abandonarte a


ti..."...."

"Muchas gracias por recordar que existo".

"Keith..."

Yeon-woo dijo su nombre con entusiasmo.

"He vuelto después de reflexionar sobre mí mismo. Y nunca te


he olvidado, jamás. Te lo digo. Confía en mí".
Suplicó desesperadamente, pero la expresión de Keith no
cambió. Teniendo en cuenta el infierno por el que habría
pasado de la noche a la mañana, era una reacción natural.
Yeon-woo se quedó embarazado de repente y desapareció de
sus ojos con su hijo. La razón por la que no visitó a Yeon-woo
de inmediato y lo arrastró es porque estaba embarazado. En
medio de eso, cuando pensaba en él que habría soportado y
aguantado el cuerpo de Yeon-woo, ésta se sentía culpable y no
sabía qué hacer.

"Si hubiera estado aquí, habrías tratado de deshacerte de este


niño".
Yeon-woo se envolvió instintivamente el estómago y miró a
Keith. Quería que conociera sus verdaderos sentimientos,
pero lo único que devolvió fue una risa.

"¿Me abandonaste por un niño no nacido?"

Yeon-woo no pudo hablar más y se detuvo. El silencio entre


los dos era más pesado que nunca. No importa cuánto niegues
y digas que no, al final Keith tiene razón. Yeon-woo eligió a
un niño antes que a Keith. Sabiendo que se sentiría herido, lo
ignoró.

"Tú eres... Eres un adulto."...."

"¿Qué?"
Keith frunció el ceño ante las palabras que consiguió sacar a
relucir mientras trataba de encontrar algo que decir. Yeon-
woo dudó y abrió la boca.

"Una vez que pase varios meses..."... Pensé que podrías


esperar. Spence es un niño, así que me necesita, pero puedes
soportarlo. No es que vayamos a romper para siempre. Sólo
iba hacer unos meses.... Si sabes que estoy bien, lo
entenderás....."

"Yeonwoo, yo también soy un humano".


Keith cruzó la voz sin confianza. Yeon-woo, sorprendido,
cerró los ojos e inclinó la cabeza, seguido de una voz débil un
momento después.

"Yo también estoy herido"".

¿Qué?

Yeon-woo, que levantó la cabeza tras dudar ante un


comentario inesperado, vio la cara de Keith y su cabeza estaba
vacía. Sólo entonces se dió cuenta de la razón del olor a
feromonas que se sentía especialmente fuerte. La
desesperación, la frustración, la angustia, el abatimiento y
toda la emoción de Keith estaban enredados en él.

Ah.
Yeon-woo tragó saliva y se tapó la boca con las manos. No lo
sabía. No, ni siquiera intentaba pensar en ello. Las acciones
de uno, las elecciones, harán que Keith se angustie tanto.

Sólo pensaba en el niño.

Se las arregló para admitirlo. Desde el momento en que supo


que estaba embarazado hasta que se enfrentó a Keith, lo único
que tenía en mente era la seguridad del niño. Porque Keith
es...

Pensé que me aceptaría sin importar lo que hiciera.

Yeon-woo también se sorprendió cuando se dio cuenta de sus


verdaderos sentimientos ocultos. Abrío la boca, pero no sabía
qué decir. Yeon-woo tragó saliva seca y emitió un sonido con
dificultad.

"Kaith".
Se acercó un paso con la mano extendida, pero
inesperadamente Keith dio un paso atrás. Lejos de
estrecharse, Yeon-woo parpadeó avergonzado en la distancia.
¿Qué debería decir? ¿Cómo puedo consolar a Keith? ¿Me
quieres? ¿No puedo vivir sin ti? ¿Quieres que te crea?

¿Cuántas veces he dicho eso?

Se repitió innumerables veces, pero todas fueron imágenes


virtuales. Yeon-woo hizo que todo lo que dijo con sus
acciones no tuviera valor. Todo depende de ti.

Retiró su mano e inclinó la cabeza. Apretó sumano que caía


impotente. La abrío, pero no tuve valor. Después de exhalar su
temblorosa respiración, apenas abrió la boca.
"Lo sé".

Keith también está herido.

"Ahora lo sé".

Y que soy yo él que le ha hecho daño.

Yeon-woo le miró y dudó en levantar la mano. Keith vaciló de


nuevo.

Qué egoísta soy.


Yeon-woo se acercó valientemente. Además, Keith, que estaba
a punto de bajar, estiró los brazos y lo abrazó con todas sus
fuerzas.

"Keith..."

Yeon-woo, que abrazaba a Keith con todas sus fuerzas, se


mordió los labios y contuvo las lágrimas que estaban a punto
de salir. Creo que Keith es el que quiere llorar ahora. Fue muy
vergonzoso que llorara delante de él. Si Yeon-woo llora, Keith
lo calmará y sus sentimientos no podrán ser confesados en
ningún sitio. Yeon-woo pensó que no debía hacer algo tan
cobarde. Todo esto depende de mí

"Lo siento".
Yeon-woo apenas se disculpó.

"No quise herirte tanto...".... Yo... Soy el único que lo sabe......


Lo siento".

Después de derramar rápidamente, levantó la cabeza en los


brazos de Keith. Tan pronto como sus ojos se encontraron, un
valor desconocido brotó de Yeonwoo

"¿Aún así, no puedo?"


Suplicó de nuevo.

"¿No puedo darla a luz?" Por favor, déjame tenerlo. No


querías, pero todavía te ves así. Es demasiado para deshacerse
de él..... Por favor. Te lo ruego. Eres preciosa para mí. Más que
nada en el mundo, soy realmente sincero. Pero por eso este
niño tampoco puedo renunciar. Por mi hijo y por vos".

"......."

Keith se limitó a mirar a Yeon-woo sin decir una palabra. La


cara de la amante, que nunca había mirado algo tan
desesperadamente hacia él, hizo que su corazón se
derrumbara ahora.
La mano de Keith, que había estado colgando hasta entonces,
acarició la mejilla de Yeon-woo. Keith, que le tocaba
lentamente la cara con sus manos débilmente temblorosas,
finalmente abrió la boca.

"Si te pasa algo mientras das a luz al niño".

Su voz temblaba inestablemente. Yeon-woo confirmó


claramente que sus ojos púrpura oscuro estaban húmedos a
primera vista. Y Keith escupió bruscamente como si estuviera
vomitando un aliento bloqueado.

"Voy a culparle".
Yeon-woo se avergonzó en el momento de la inesperada
confesión. Nunca había imaginado que pensaría así. Al igual
que a Spencer, estaba vagamente seguro de que sería un buen
padre.

"También era peligroso con Spence. Pero mira, di a luz sin


problemas y me va bien contigo así".

Para aliviar su carga de alguna manera, Yeon-woo sonrió


deliberadamente, hablando en un tono ligero. Pero Keith no
se rió. No, más bien, fue el cinismo lo que volvió.

"Yeonwoo, al principio odiaba a Spence".


"... ¿Qué?"

Preguntó Yeonwoo sin comprender. Keith susurró como un


quejica a Yeon-woo, que se limitó a parpadear ante la
increíble confesión y le miró.

"Si no estuvieras abrazado de él, no habrías huido".

"Eso es..."

"Yo soy el que te dejó embarazado". Lo sé."

Cuando Yeon-woo sacó el tema con urgencia, Keith lo


bloqueó inmediatamente. Y añadió en tono de autoayuda.
"No hay nada malo con Spence".

Por un momento, miró a Yeon-woo sin decir una palabra.


Yeon-woo sólo esperó en silencio a que Keith abriera la boca.
La mano de Keith, que seguía acariciando la mejilla de Yeon-
woo, se detuvo. Keith, que miraba a Yeon-woo sin siquiera
parpadear, finalmente confesó.

"Yeonwoo, no quiero volver a sentirme así".

Yeonwoo abrió la boca. Quería decir algo, pero no había


ningún sonido. Apenas habló en mucho tiempo después de
mirar a Keith con la boca abierta.
"Yo también".

No podía hablar bien, como si alguien le apretara el interior


del cuello. Yeon-woo dijo una palabra cada vez, sintiendo el
dolor de apretar sus cuerdas vocales.

"Yo también, tengo miedo".

Habló despacio, fijando su mirada en Keith, que le miraba con


desprecio.
"...... Tengo miedo de morir, tengo miedo de perderte y tengo
miedo de no volver a ver a Spence".

Yeon-woo, que respiró una vez y exhaló, dijo por fin sus
verdaderos sentimientos que nunca antes había expresado.

"No eres el único que odiaba a Spence".

Los ojos de Keith temblaron. Estaba claro que nunca se lo


había esperado, así que Yeon-woo sonrió casualmente con
amargura.

"De hecho, intenté matarlo".


"Eso es..."

"He estado pensando lo mismo desde que supe que tendría un


hijo. "Nunca daré a luz a este niño".

Yeon-woo continuó hablando sin esperar.

"Pensé que deshacerme del niño mientras huía de ti era la


venganza que podía hacer. Nunca tendras hijos a no ser que
sea yo, pero me esconderé para que no me encuentres nunca,
así que quise hacer para que estuvieras sola para siempre".

Lloré porque me sentía culpable.


"¿Qué tan triste estaría Spence si lo supiera?" ¿Cómo pudiste
usar a un niño como herramienta?"

Yeon-woo siguió confesando con voz temblorosa.

"Después de que decidí dar a luz a un Spence, tuve miedo todo


el tiempo. Tenía miedo de que le pasara algo a mi hijo con esa
mente, y que pudiera ocurrir algo. Estaba muy agradecido por
que halla nacido sano y salvo. ......pero".

Exhaló tras respirar profundamente.


"Eso fue sólo el principio".

Seguí sollozando y tuvo que morderse los labios y tragar saliva


varias veces. Sin embargo, la confesión aún no ha terminado.

"Si Spence tose, me da miedo de repente. Tal vez tenga un


problema porque he tomado muchas medicinas. Siempre que
tiene fiebre, me da miedo. Lo hice todo mal, así que por favor
no se lleven a Spence. ......En primer lugar, decidí deshacerme
de él, y cada vez que confirmaba que me quería, me asustaba y
me volvía loco. No puedo creer que haya intentado
deshacerme de este chico.....".

Tragando su saliva seca, miró a Keith.


"¿No es por esto que Dios está tan contento de castigarme
después?"

Keith intentó negar lo que había dicho. Pero Yeon-woo dijo


sin esperar.

"Pero tengo un hijo".

Continuó hablando más rápido y más caliente que nunca.


"Estaba realmente feliz. Estaba avergonzado y confundido,
pero estaba agradecido. Keith, tal vez esto me dé otra
oportunidad. Por favor, esta vez valórala. No cometas un error
como el que cometió Spence. Mira, fuiste tan cuidadoso que
naciste con él".

Yeon-woo, que había estado soltando palabras vigorosamente,


se detuvo. Antes de darse cuenta, un aliento áspero salió de su
boca abierta. Los ojos de Yeon-woo, que habían estado
mirando a Keith durante un rato, derramaron lágrimas.

"Pero cómo voy a renunciar a él..."...."


Keith no dijo nada. Miró tranquilamente a Yeon-woo, y
lentamente le limpió las lágrimas moviendo la mano que
había quedado en su mejilla.

Yeon-woo, que le vio inclinar la cabeza, cerró los ojos todavía.


Las lágrimas volvieron a fluir, seguidas de los labios. Keith,
que lentamente acercó sus labios y acarició la lengua de Yeon-
woo con su lengua, lo abrazó.

Al principio, el brazo que sostenía con suavidad puso fuerza


en él, y Yeon-woo lo abrazó con tanta fuerza que le costaba
respirar. Keith retiró sus labios y enterró su cara en el hombro
de Yeon-woo.

"Si te pasa algo, ¿cómo voy a vivir?"


La voz, que se apagó por reprimir las emociones, se dispersó
de los oídos de Yeon-woo.

"¿Sabes? La mayoría de los alfa viven más que su propio


omega".

Ha, Keith vomitó un sollozo.

"Dios mío, no puedo ni imaginarlo".

Tienes que seguir viviendo una vida que no conoces hasta


cuando estás solo. Su Omega ya no está en el mundo.
¿Es realmente una vida?

"Es la mayor parte del tiempo".

Yeon-woo lo abrazó y dijo.

"Viviré más que tú, no te preocupes".

Añadió ligeramente a propósito.


"Ni siquiera podrás morir de ansiedad porque tengo miedo de
quedarme solo y encontrarme con Alpha que no seas tú".

Keith soltó una breve carcajada como si estuviera frustrado.


Después de detenerse un rato, levantó la cabeza. Los ojos
púrpura oscuro estaban llenos de agua.

"Te ame".

susurró Keith. Yeon-woo aflojó el brazo que lo abrazaba y en


su lugar envolvió su mejilla con ambas manos.

"Te amé antes que vos a mí".


Cuando sonreí y dije, Keith sarcásticamente.

"Debo haberte amado más". Porque no me imagino dejándote


atrás pase lo que pase".

Yeon-woo se echó a reír con su tono habitual. Los labios


volvieron a superponerse y rodeó el cuello de Keith con su
brazo como si fuera algo natural.

"¿Y si nos vamos de vacaciones a una isla?"

preguntó Yeon-woo, aprovechando el momento en que sus


labios se despegaban.
"Vayamos con Spence y los tres a descansar durante una
semana. Hagamos una fiesta de bienvenida para el bebé. ¿Qué
te parece? Le preguntaré a Emma sobre su horario".

"El médico es lo primero".

Keith seguía siendo cauteloso. Lo más importante para él era


la seguridad de Yeon-woo. Yeon-woo también sintió su
corazón más fuerte que nunca, así que asintió suavemente.

"Primero pediré una cita en el hospital".


Cuando Yeon-woo dijo, Keith besó brevemente sus labios y
sacó su móvil del bolsillo de su pantalón.

"Emma".

Dio instrucciones en cuanto la secretaria contestó al teléfono.

"Yeonwoo está embarazado". Sí, por eso hice una reserva.


Mantengamos esto en secreto y hagamos una reserva de
nuevo. Sí, tan pronto como sea posible. Al doctor antes. Sería
mejor si mañana fuera de inmediato".

Tras escuchar la respuesta, Keith colgó el teléfono y volvió a


besar los labios de Yeon-woo. Como si fuera natural, sintió
que su estómago se calentaba al entrelazar sus labios más
profundamente con los de Yeon-woo, que abrió la boca y
aceptó su lengua. Sólo han pasado cinco semanas como
mucho. Sabía bien que había que tener especial cuidado en las
primeras etapas del embarazo.

Como mucho un mes.

Keith aguantó y aguantó el ardor él mismo.

***

"No puedes".
Ante las firmes palabras de la doctora, Keith se endureció.
Yeon-woo, que estaba sentado a su lado en la clínica, se
avergonzó y preguntó.

"Bueno, hablemos hasta que estemos en un periodo de


estabilidad"...

El médico volvió a negar con la cabeza, esta vez con una voz
borrosa y sin confianza.

"No, me refiero a todo el período de embarazo".

"¿Qué?"
Keith hizo de repente un ruido fuerte. Mirando su dura
expresión distorsionada, el médico le hizo una fría
advertencia.

"Ten cuidado, hay muchos casos de aborto espontáneo por


sorpresa".

Keith, que intentaba decir algo más, se calló. Yeon-woo, que


se dio cuenta rápidamente de su mirada, sonrió en lugar de
decir que estaba bien.

"No puedo creer que esté embarazado..."... ¿No has dicho que
han pasado 5 semanas para el bebé?
"Sí, ya han pasado seis semanas". Y todo el período de
embarazo significa desde ahora hasta el nacimiento del niño".

Yeon-woo se quedó sin palabras ante la firme respuesta. El


médico le explicó con calma.

"De hecho, es estupendo que Yeon-woo haya podido concebir


y quedar embarazado sin problemas". Sin embargo, si la pared
interna está debilitada como la de Yeon-woo, hay casos en los
que el niño no puede sostenerlo adecuadamente después de
haberse asentado completamente. Entonces baja tal cual. En
general, sus huesos y músculos son débiles, por lo que no
puede sostenerlo. En ese caso, no tengo que explicar lo que le
pasará a su hijo, ¿verdad?"

La situación era más grave de lo que pensaba. Yeon-woo


estaba nervioso y tragaba saliva seca. Esto no era suficiente
para decir un milagro. Confiaba en que su cuerpo había
mejorado, pero era un engreído. Pero eso no era el final.

"No se trata sólo de las relaciones matrimoniales. "Por favor,


absténgase de moverse tanto como sea posible".

El médico que miraba las expresiones de los dos añadió.

"Le digo que no salga de la cama".

Yeon-woo, que pensaba en si debía abstenerse de salir si era


posible, dijo algo que superó fácilmente sus expectativas, y su
mente quedó vacía.
"¿No salir de la cama?"

Keith también repitió lo que dijo el médico. Tal vez debido a


la advertencia, la voz era más baja que de costumbre, pero la
conmoción se transmitía intacta. El médico asintió y
continuó.

"Eso es demasiado decir. Así de cuidadoso hay que ser.


También es bueno que tenga cuidado al caminar hasta que
tenga al bebé. Si es posible, deberías acostarte en la cama y
relajarte, ¿vale?"
Yeon-woo se quedó mirando fijamente la cara del médico que
no dejaba de prestarle atención. Hasta que tenga al bebé,
continuamente.

¿Será Keith capaz de esperarme durante casi 10 meses?

El recuerdo de pensar que realmente había olvidado ahora


volvió a la esquina de su cabeza.
Capítulo#6

"Woof woof".

Yeon-woo hizo varios ruidos de vómitos dolorosos en la gran


sartén de la enfermera. Dolía como si el esófago se quemara
por el amargo jugo gástrico, pero no había nada de comida.
Esto se debe a que casi no comí nada.

"¿Estás bien, Yeonwoo?"


Preguntó la enfermera que lo observaba con ansiedad. Era una
enfermera privada contratada por Keith inmediatamente el
día que recibió tratamiento en el hospital, y era una mujer con
una impresión linda y confiable. La enfermera, que alimentó a
Yeon-woo con agua y medicinas para calmar su estómago, la
ayudó y la acostó en la cama, comenzó a limpiar los
alrededores. Mientras estaba fuera un rato, sonó el teléfono.
Cuando comprobé el número, era Keith.

"Sí".

Cuando apenas emitío un sonido con la voz agotada, oyó una


voz justo enfrente.
[¿Qué pasa? ¿Qué sucede?]

Yeon-woo apenas se esforzó por responder a la pregunta


urgente como si fuera a correr de inmediato.

"No, es sólo que no me siento bien". No pasa nada. También


tomé la medicina".

[¿Y la enfermera?]

Justo a tiempo, la puerta se abrió y ella entró. Yeon-woo


sonrió sin poder evitarlo y le dijo.
"Está a mi lado".

[...ah]

Keith suspiró profundamente. Llamaba varias veces al día


para comprobar el estado de Yeon-woo, y si había algún signo
de anormalidad, reaccionaba así. Yeon-woo pensó que era
demasiado sensible, pero no dijo nada porque pensó que él
habría hecho lo mismo si estuviera en la posición contraria.

"Estoy bien, así que trabaja, Keith".

Cuando añadí: "No te preocupes", Keith no habló durante un


rato y pronto colgó. Yeon-woo colgó el móvil y suspiró
profundamente. La enfermera que comprobó su estado volvió
a preguntar.

"¿Cómo te sientes por dentro?" ¿Puedes comer algo?"

Yeon-woo negó con la cabeza y dijo.

"Un té negro es suficiente". Muy ligero, con limones


flotando".

La enfermera lo miró con cara de preocupación y murmuró


para sí misma.
"Tendrá problemas si no puedes comer así, pero las náuseas
matutinas duran demasiado".

Al escucharla pedir un té negro al mayordomo, Yeon-woo


cerró los ojos. Ha oído que hay casos de náuseas matutinas
durante todo el embarazo, pero no lo creyó. No es que no
pueda comer nada, así que está bien. Aun así, sabía que todo
lo que comía era un poco de té negro y galletas, pero Yeon-
woo cerró los ojos fingiendo no saberlo. Tal vez porque no
tenía energía, a menudo se quedaba dormido. Este lado es
mejor porque tengo que quedarme así en la cama. Yeon-woo
se durmió de repente exhalando una respiración uniforme.

*
De repente, sentía una temperatura corporal fría en su frente y
abrío los ojos. Keith estaba mirando a Yeon-woo con una cara
seria.

"¿Estás aquí?"

Sonrió sin poder evitarlo, pero Keith no sonrió. Sólo había dos
personas en la habitación. Tras el regreso de Keith, la
enfermera de turnó. Yeon-woo abrió la boca tumbado sin
energía.

"La cena es..."


"Dijiste que no habías comido nada hoy".

Se las arregló para sacar el tema, pero Keith lo dijo antes.


Yeon-woo se quedó sin palabras, dudó y asintió ligeramente.
Keith suspiró con fuerza y Yeon-woo se avergonzó y se limitó
a mirarle en silencio. Sus ojos se dirigieron al brazo de Yeon-
woo en la cama. Al ver su brazo mal secado, se sentía mal y sin
darse cuenta le barrí la cara con una mano.

"¿No quieres comer nada?" Dime, cualquier cosa está bien".

Su tono sonaba como si estuviera suplicando por sí mismo,


pero no importaba. Yeon-woo estaba a punto de salvar los
hielos del Himalaya cada vez que hablaba.
Yeon-woo no tuvo más remedio que reírse torpemente por la
desesperación de su voz. Pero aunque diga que está bien, sólo
hará que Keith se preocupe más. Pensó que debía comer
cualquier cosa por su hijo, así que lo pensó mucho, pero no
importaba lo que pensara, no quería comerlo. Después de
contemplar durante mucho tiempo, Yeon-woo apenas dijo
huevos revueltos.

Pensaba que los huevos blandos serían fáciles de comer, pero


se equivocaba. Yeon-woo, que estaba a punto de estar en el
plato, volvió a sentir náuseas en cuanto lo olió.

Suspiro. Suspiro.

Junto a Yeon-woo, que estaba completamente agotado y


acostado, Keith suspiró profundamente y se frotó la cara
violentamente con ambas manos. Yeon-woo se sintió culpable
al ver semejante Keith. Volvía a pensar en qué comer, pero
sólo se le ocurrió uno. Justo cuando iba a abrir la boca, Keith
dijo con el ceño fruncido.
"¿Es otra vez una galleta?

Yeon-woo quiso estallar en carcajadas, pero se limitó a


sonreír porque no tenía energía. Keith negó con la cabeza y le
indicó al mayordomo que hiciera galletas. Antes de colgar,
Yeon-woo le hizo una seña urgente. Yeon-woo le susurró a la
mirada como si se preguntara qué era.

"No lo enfríes. Quiero comer galletas blandas antes de que se


pongan duras".

Después de pronunciar las palabras de Yeon-woo tal cual, el


mayordomo apareció con galletas calientes recién sacadas del
horno por tipo. Curiosamente, el olor de las galletas no le
incomodó en absoluto el estómago.

Yeon-woo, que cogió la galleta de pistacho y sacó el trozo, se


la llevó a la boca. Cuando el calor de las galletas dulces y
pegajosas se extendió por toda la boca, una sonrisa surgió de
forma natural.

Keith suspiró como si se asombrara al ver la delgada cara de


Yeon-woo, que casualmente puso cara de felicidad.

"¿Por qué no llamas a tu hijo Galleta?"

Era un comentario sarcástico, pero la sugerencia para Yeon-


woo no era mala.
"¿Debería?"

"Yeonwoo".

Keith, que distorsionaba la frente, trató de corregirlo, pero


Yeon-woo ya estaba acariciando su vientre y sonriendo.

"Galletas, ¿te gusta?"

"Come algo más que galletas".

Yeon-woo sonrió amargamente y se llevó las galletas a la boca


a Keith, que no pudo evitar decir una palabra. Y así pasaron
otros días.
***

toc, toc

Yeon-woo se despertó de un profundo sueño ante el repentino


golpe. Mientras parpadeaba con los ojos entreabiertos y
miraba a la puerta, ésta se abrió un momento después y una
pequeña sombra brilló.

"¿Papá?"
Yeon-woo extendió una mano y sonrió ante el pequeño sonido
de la llamada.

"Entra, Spence".

En cuanto se le concedió el permiso, el niño se apresuró a


entrar. Antes, saltaba directamente a la cama y abrazaba a
Yeon-woo, pero ahora era diferente. Deteniéndose justo
debajo de la cama, miró a la enfermera y le preguntó.

"McDonnell, ¿puedo abrazar a papá?"


Al preguntarle amablemente, la enfermera sonrió alegremente
y asintió.

"Por supuesto. ¿Sabes qué reglas tienes que seguir en su


lugar?".

"Sí, Sr. MacDonnell".

Spencer asintió y respondió con valentía.

"No grites". "No corras. Cállate y compórtate".

"Me gusta que sea bueno".


Cuando la enfermera se lo permitió, Spencer se quitó los
zapatos a toda prisa y se acercó a la cama, se arrastró con
cuidado sobre sus rodillas y fue al lado de Yeon-woo. Yeon-
woo le esperaba con los brazos abiertos.

"Papá".

El niño, que apenas llegó a los brazos de Yeon-woo, suspiró y


se dejó coger en brazos. Yeon-woo abrazó a Spencer, le dio
unas palmaditas en la espalda y le preguntó.

"¿Has ido bien a la guardería?"

"Sí".
Respondiendo frotándose la cabeza, Spencer no tardó en
arrastrarse. Él estaba observando lo que intentaba hacer, y
pensó que estaba vagando por la sábana cubierta por Yeon-
woo, pero se detuvo cerca del estómago y le habló.

"Cookie, soy yo, Spence".

Spencer levantó suavemente su mano y acarició el vientre de


Yeon-woo. Yeon-woo sonrió y observó el comportamiento del
niño. Spencer besó a Yeon-woo en la sábana y le habló
cariñosamente.
"Date prisa y sal, galleta". Te leeré un libro, te daré un
columpio y te enseñaré mi potro".

Yeon-woo no pudo contener la risa y se acarició la cabeza al


ver al niño besándole uno tras otro.

"¿Tanto echas de menos a tu hermano?"

"Sí".

Spencer apoyó su cabeza en el vientre de Yeon-woo y sonrió


alegremente.
"Fitt, Angela y Peyton tienen hermanos menores, pero yo soy
el único que no tiene. "¡Ahora tengo un hermano menor!"

Yeon-woo se rió naturalmente al ver al niño feliz. De hecho,


su periodo de embarazo nunca fue tranquilo.

Después de escuchar la advertencia del médico, Keith se


volvió más sensible a la condición de Yeon-woo que antes.
Después de abrazar a Yeon-woo desde que salió de la clínica,
no ha permitido que Yeon-woo camine desde entonces. Antes,
Keith cargaba a menudo a Yeon-woo, pero ahora no es
exagerado decir que es incondicional. Cuando Keith estaba
cerca, no podía caminar ni un paso a voluntad y, además, tenía
que estar en la cama. Le volvía loco porque estaba frustrado,
pero no tenía más remedio que soportarlo.

Es por galletas.
Yeon-woo pensó en el nombre de nacimiento del niño en su
estómago y sonrió despreocupadamente. Recordaba la época
en que a Spencer le llamaba Pudding. Cuando Spencer estaba
en su estómago, tenía muchas ganas de comer pudín, pero
incluso después de nacer, a Spencer le gustaba el pudín. A
este niño le gustaran las galletas. Aunque casi no podía
comerlo debido a las fuertes náuseas matutinas, las galletas le
gustaban.

Para Yeon-woo, Keith le indicó que comiera las galletas que


quisiera en cualquier momento. Por supuesto, era una galleta
que reducía o eliminaba la harina o el azúcar por motivos de
salud, pero el sabor seguía siendo excelente. Gracias a esto,
Yeon-woo aguantó las fuertes náuseas matutinas comiendo
galletas, y ahora estaba tumbado en la cama y pasando un rato
aburrido.

Sin embargo, afortunadamente, tenía sueño de vez en cuando.


Era difícil pasar mucho tiempo solo, tumbada en la cama,
durante el día sin Keith ni Spencer. De alguna manera, cuando
abrío los ojos temprano, esperaba a que Spencer volviera de la
guardería. Ventajosamente, Spencer fue el primero en lavarse
las manos al llegar a casa y corrió al dormitorio donde estaba
Yeon-woo. De nuevo esta vez, Yeon-woo sonrió al niño que se
acercó a la cama y charló.

Muy poca gente sabía que Yeon-woo estaba embarazado,


excepto los médicos y los miembros de la familia. Emma era la
única secretaria entre Josh, Dane y Keith, a quien Yeon-woo
informó directamente por teléfono. Josh estaba en otro estado
a cargo de su nuevo trabajo, y había oído que el contrato
terminaría pronto.

<Iré a buscarte con los niños>>

Josh colgó con un comentario de felicitación. Dane tampoco


respondió mucho, pero cuando le pidieron que fuera a la fiesta
del bebé más tarde, respondió que lo haría. Yeon-woo, que
seguía siendo un poco difícil para Dane, se sintió feliz y
curioso por su respuesta. De Emma recibió una llamada de
felicitación, y cuando se enteró de que Yeon-woo tenía que
quedarse en la cama todo el tiempo, suspiró profundamente y
preguntó: "¿Por qué es tan difícil que nazca un niño?". Por
supuesto, no quería una respuesta.

La noticia del embarazo de Yeon-woo puso a su familia patas


arriba. Yeon-woo mintió más o menos porque su madre le
preguntó varias veces si se sentía bien. Si le dice que tenía que
acostarse hasta que tenga al bebé, seguro que la madre le
llamará de vez en cuando para preguntarle por su estado. Fue
algo muy bueno teniendo en cuenta que habría respondido a
las llamadas de Keith y de la madre alternativamente durante
todo el día. También se negó a decir que sus hermanos
menores vendrían a cuidar de Yeon-woo. Afortunadamente,
después de eso, bastó con hacer llamadas ocasionales de
saludo como antes. Yeon-woo se aburría día a día.

***
"...Sí."

Yeon-woo, que se despertó de repente, abrió los ojos


lentamente. Estaba oscuro a su alrededor, como si ya fuera de
noche. Antes de que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad,
se dió cuenta de la cálida temperatura del cuerpo que tocaba
su espalda. Keith estaba dormido abrazando su cintura. Yeon-
woo contuvo la respiración y recordó su memoria antes de
acostarse.

Ah.

Yeonwoo no tardó en darse cuenta. Nos comimos las galletas


que nos dio Spencer e hicimos rompecabezas juntos en la
cama. Incluso recuerdo haber pensado que Keith volvería
pronto al acercarse la hora de la noche, pero parece que se ha
quedado dormido. Mientras Yeon-woo dormía, Yeon-woo no
tenía ni idea de Keith hasta que volvió a cenar con su hijo, lo
puso a dormir y se metió en la cama.

Yeon-woo se sintió culpable por haber estado acostado en la


cama todo el día y haberse quedado dormido sin oír a Keith
volver. Cuando se despertó por lo profundo que había
dormido, tenía la mente más clara que nunca. Le costó abrir
los ojos con claridad y volver a cerrarlos. Mientras parpadeaba
en blanco, sus pensamientos acudían a la mente.

Ahora que lo pienso.

De repente le vinieron a la mente los churros que se vendían


delante del colegio cuando estaba en la universidad. Un
bocadillo dulce que estimulaba la punta de la nariz
espolvoreando canela en polvo. Era realmente delicioso si se
le ponía mucha nata montada.

"Quiero comer..."
Fue cuando Murmuró en voz baja. De repente, el brazo que
sujetaba la cintura se puso tenso, y una voz surgió de repente
por detrás.

"¿Qué?"

Yeon-woo abrió mucho los ojos y miró hacia atrás


sorprendido. La luz de la luna que entraba por la gran ventana
reflejaba tenuemente el rostro de Keith mirándole.

"Perdona, ¿te has despertado?"


Se avergonzó y preguntó, pero Keith volvió a preguntar sin
importarle.

"Dijiste que querías comer. ¿Qué es?"

Yeon-woo nunca intentaba comer nada porque no tenía


apetito después de tener al bebé. Keith, que tenía miedo de
que se secara así y desapareciera un día, no podía dejar de
decir esa palabra. Yeon-woo se avergonzó y murmuró bajando
los ojos.

"Bueno, ahí..."...."
Para, ¿cómo puedo conseguirlo en medio de la noche?

Yeon-woo trató de contenerse porque sentía haberle


despertado sin motivo, pero la comida que se le ocurrió una
vez no abandonó su mente e hizo que su estómago hiciera
ruido. Keith frunció el ceño al ver que Yeon-woo dudaba
sobre qué hacer.

"Yeonwoo, está bien. Cuéntame". Hace tanto tiempo que no


comes algo en condiciones".

Estaba diciendo que unas galletas y un té negro no eran


suficientes. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan a gusto
y quería comer algo, así que Yeon-woo también se estremeció.
El sonido tranquilizador en un tono más relajado le animó a
abrir la boca.
"Churros..."

¿"Churros"?

preguntó inmediatamente Keith como si hubiera cogido


comida. Yeon-woo contuvo su timidez y murmuró
suavemente.

"Lo comía de vez en cuando cuando estaba en la escuela..."...


Con canela en polvo, era muy delicioso....."

"Está bien".

Como si lo hubiera hecho bien, besó la frente de Yeon-woo


para que hiciera un sonido, e inmediatamente se levantó.
Yeon-woo se sintió apenado mientras su corazón latía con
expectación, escuchando cómo Keith con el teléfono en la
mano despertaba al pastelero y le indicaba que hiciera
churros. Aunque era un recuerdo lejano que no sabía cuántos
años había pasado, el sabor le venía a la mente vívidamente y
se le hacía la boca agua.

"¿Cómo te sientes?"

Parecía nervioso por el lugar donde estaba la voz de Keith. Era


una reacción natural porque le vio vomitar varias veces con
sólo oler la comida. Yeon-woo sonrió y asintió a propósito.

"Estoy bien. No puedo esperar a comerlo".


Hablar lo hizo tímido por alguna razón, y su cara se puso roja.

"Lo siento, a estas horas".

"No importa, mientras comas". ¿No necesitas un trago para


beber?"

Preguntó de nuevo Keith, que simplemente lo descartó. Yeon-


woo fijó su mirada en un lado por un momento para revivir su
memoria.

"Sabe mejor con capuchino".

"Bien".
Asintiendo, Keith volvió a llamar al mayordomo y le indicó
que trajera el capuchino. Y no mucho después, el mayordomo
llamó a la puerta con un capuchino con los churros recién
hechos.

"Cóme".

El mayordomo, que puso los aperitivos y las bebidas en la


bandeja de la cama, dio un paso atrás. Yeon-woo cogió con
cuidado los churros ante la mirada de dos personas nerviosas
y se los llevó a la boca. El sonido del "crujido" resonó en el
silencio en cuanto tragó saliva con cuidado y dio un mordisco
al olor de la canela que estimulaba la punta de su nariz.
"¿Qué te parece?"

preguntó Keith, que observaba a Yeon-woo masticando


lentamente los churros en su boca y saboreando el sabor.
Yeon-woo se llevó el capuchino a la boca sin decir una palabra
con el rostro serio. Después de tragar un sorbo, dejó
tranquilamente la taza de café en la bandeja. Y Yeon-woo
habló con las dos personas que habían estado observando
hasta entonces.

"Lo siento, no tiene este sabor".

"¿Qué?"
Cuando Keith frunció el ceño, el mayordomo intervino
rápidamente.

"Durante el embarazo, se vuelven sensibles y notan enseguida


las pequeñas diferencias. No era el sabor del restaurante lo
que Yeonwoo quería, ¿verdad?

"Sí".

Yeon-woo asintió suavemente con la cabeza.

"No puedo explicarlo bien, pero el local era un lugar donde la


gente hacía cola para comer. Era bastante famoso. ¿No lo
sabes?"
Pregunté ligeramente, pero con la expresión de Keith, Yeon-
woo podía saber la respuesta.

"No era un lugar al que iban todos los estudiantes.

Cuando añadío en voz baja, Keith volvió a decir.

"¿Cuál es el nombre de la tienda?" Quieres comer churros de


ese restaurante, ¿verdad?

"Sí..."
Yeon-woo se apenó pero contestó honestamente.

"El capuchino de allí también sabe diferente. Era el doble de


delicioso cuando comíamos juntos. Así que pedí dos tazas de
café y compré un churro y lo compartimos, y la cantidad era la
justa. Nos chupamos mutuamente el azúcar de los dedos......
Yo… yo..... Ésto... "

La voz de Yeon-woo, que estaba disfrutando de su recuerdo,


se fue apagando. No pasó mucho tiempo hasta que se hizo el
silencio, y todos no hablaron. Yeon-woo no se atrevió a ver la
cara de Keith, así que se apresuró a abrir la boca mirando al
lugar equivocado.
"Bueno, está bien. No tienes que comerlo. Los churros son lo
mismo, ¿no?

le pregunté al mayordomo como pidiendo ayuda, pero él negó


con la cabeza con cara seria y respondió: "No". Keith le dijo a
Yeon-woo, que se había quedado contemplativo.

"Sólo necesito saber el nombre de la tienda". No tienes que


contarme todo lo que hiciste allí con tu novia en el pasado,
Yeonwoo".

Era un tono frío, pero estaba claro que estaba enfadado


cuando vio que la feromona se oscurecía.
Actualmente, Keith ve a hablando a Yeon-woo así de su
relación anterior, se enfada.

Yeon-woo se disculpó por lo bajo, diciendo: "Lo siento".


Keith, que se enteró del nombre de la tienda, llamó
inmediatamente a Emma y le indicó que comprara la receta de
la tienda de inmediato. Sólo cinco horas después, el pastelero
de la mansión hizo un nuevo churro y lo trajo con
Cappuccino.
Capítulo#7

"Ahora, es medicina para un mes".

El mayordomo se sentó en el sofá de la consulta del médico y


le entregó un frasco de medicina a Keith, que estaba sentado
enfrente con una mesa de por medio. Miró la etiqueta con el
nombre del medicamento, el nombre del ingrediente y el
método para tomarlo sin sentido, y el mayordomo habló.

"¿Qué te parece?" Yeonwoo. ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Fue


hace unas 20 semanas?

"21 semanas".
"Vaya, ya es más de la mitad".

Steward lo admiraba sinceramente, pero había muchas


razones. También significa que Yeon-woo, que no se siente
bien, ya ha pasado la mitad de su embarazo acostada por su
hijo, y también significa que Keith se está absteniendo de
hacer ascetismo.

"¿Estás bien?"

Keith levantó la vista ante la pregunta del médico. La cara del


hombre que lo miraba al otro lado de la mesa no era muy
diferente de la habitual. Keith respondió lentamente.
"¿Qué?"

"Bueno, todo".

El sonriente médico continuó.

"¿Cómo está el cuerpo de Yeonwoo, cómo está él, y cómo está


creciendo el bebé?"

"Está bien. Crece bien".

Keith, que contestó de forma breve y sencilla, sacó una


cápsula del frasco de la medicina. El médico añadió que lo
veía tragar la medicina con un vaso de cristal que contenía
agua.

"¿Cómo está el Sr. Pittman?"

"......."

Keith miró al médico sin decir una palabra. No parecía muy


diferente de lo habitual, pero si se miraba de cerca, había una
tenue sombra bajo sus ojos. Es un rastro de fatiga acumulada
durante varios meses. El mayordomo rara vez simpatizaba con
el alfa Extremadamente Dominante. Es muy inusual.

Keith dejó el vaso de cristal con un clic y un pequeño ruido.


Sin dejar de mirar al médico, abrió la boca.
"Bien".

"......."

"Muy".

Era mejor no añadir la última palabra. Por desgracia, su voz se


quebró. Keith frunció el ceño y levantó un vaso de cristal y se
bebió toda el agua que quedaba. El médico, que había estado
observando en silencio, sólo habló entonces cuando dejó el
vaso.

"Pero es genial tomar inhibidores de feromonas para el


cuerpo de Yeonwoo". "Es realmente conmovedor".
Hablaba en tono teatral con una mano en el pecho, pero no se
notaba en absoluto su sinceridad. ¿Estás siendo sarcástico?
Keith lo miró con el ceño fruncido. Era un hombre al que no
quería conocer a menos que fuera por la medicina. No podía
entender en qué estaba pensando, y todos los experimentos
que hacía eran sospechosos.

Sin embargo, este es el único instituto de investigación que


hace medicina para los alfa Extremadamente Dominantes. Por
supuesto, es posible porque hay un enorme apoyo, pero la
mayoría de los alfa eran extremadamente reacios a visitar este
lugar. Esto es sólo un seguro en caso de necesitarlo. Gracias a
esto, rara vez se beneficiaba de su patrocinio, de Keith, pero el
hecho de que fuera una situación incómoda no cambiaba.

Aun así, comparado con Yeon-woo, que tiene que acostarse y


aguantar todo el día, su lado es mejor.

Keith aguantó un tiempo incómodo pensando así.


Afortunadamente, Yeon-woo estaba comiendo algo más que
galletas. Keith siempre se guardaba lo que quería comer a
toda costa. Recientemente, Yeon-woo quería comer
tteokbokki que vendían en una tienda en Corea, pero contactó
con el hermano menor de Yeon-woo y lo llevó en un avión
privado. Gracias a esto, Yeon-woo mejoró, pero por el
contrario, Keith se puso un poco ojeroso.

No era una razón tan grande y conmovedora. La falta de sueño


no era nada, pero la abstinencia, que duraba meses, era fatal.
Era como una tortura estar en la cama con Yeon-woo todas las
noches sin hacer nada. Además, después del embarazo, su olor
a feromonas se hizo más fuerte y atractivo, atrayendo a Keith
de vez en cuando. Por eso empezó a tomar inhibidores. Si no
hubiera tomado la medicina, podría haber perdido la razón y
atacar a Yeon-woo. Por supuesto, la dosis del medicamento no
era pequeña. Por eso, por primera vez en su vida sufría de una
fatiga extrema.

Steward, que apartó los ojos de Keith, que seguía cansado y


agotado, miró la tabla preparada de antemano.
"Bien, entonces..." Esta vez no tienes que vacunarte. "Puedes
ponértela el mes que viene".

Levantando la cabeza, entregó los resultados de la prueba a


Keith y dijo.

"Los niveles de feromonas son estables y buenos. Es por el


exceso de trabajo que estás cansado ahora, así que mejorarás
si descansas bien. Extremadamente Dominante, ¿verdad?
Mucho más fuerte que la gente normal".

Las palabras de fondo sonaron sarcásticas, pero Keith las


ignoró.
"¿Sigue estando bien el RUT?"

Al preguntarle mientras miraba los resultados, el médico


asintió.

"Sí, debe haber tomado la medicina muy fielmente. A este


ritmo, las feromonas no se acumularán peligrosamente. En el
gráfico, creo que Rut aparecerá el mes que viene, pero te
pondré una inyección entonces, así que después de un par de
horas de sueño, todos estarán fuera."

"Ya veo".
Keith habló con una voz que no le hacía mucha gracia.
Mientras tanto, la eficacia de la droga parecía haber mejorado
a través de varios estudios, pero las secuelas permanecían.

"Es una gran mejora en comparación con el pasado".

A Keith, que sufre un terrible dolor de cabeza, el


administrador le sonrió y le dijo. Si la inyección se toma
durante mucho tiempo, existe el riesgo de amputación,
confusión u otras secuelas graves, pero se dice que el
medicamento actual ha mejorado mucho. Sin embargo, Keith
no estaba de buen humor desde la mañana del día de la
inyección, diciendo que no podía evitar el dolor de cabeza.
Fue una suerte que el ciclo fuera sólo una vez cada tres meses.

¿Tengo que hacerlo dos veces a partir de ahora?


Keith pagó a grandes rasgos y recogió el frasco de medicina
que había dejado sobre la mesa.

"¿Hay algo más que decir?"

El médico asintió.

"Sí, puedes irte". "Sólo es la mitad del tiempo, pero según tu


mente, puedes decir que ya es la mitad".

Sonrió cómodamente, pero Keith ni siquiera sonrió. Cuando


salió de la clínica y se dirigió al exterior, el guardaespaldas
que le esperaba abrió inmediatamente la puerta del coche y
bajó. En el coche que salió un momento después, Keith cerró
los ojos e inclinó la cabeza.

Medio

Le vino a la mente lo que había dicho el médico.

Sólo la mitad.

Hoo, un suspiro salió de su boca.

La mitad.

***

Suspiro.

Yeon-woo soltó el tenedor con un suspiro satisfactorio.


Después de comer un plato de fresas que había estado
esperando, naturalmente sonreí felizmente.
No era la temporada, y había que esperar para conseguir la
variedad de fresas que Yeon-woo quería. Por desgracia, le
consiguieron fresas locales y las probó, pero no tenían el sabor
que Yeon-woo quería. Al ver su mirada de decepción, Keith le
indicó inmediatamente que comprara fresas de Corea. Y
Yeon-woo pudo comer fresas dulces a su antojo después de
eso. Hoy, Yeon-woo comió un montón de fresas frescas y
mordió el plato sintiéndose lleno.

¿Por qué quiero comer tanto?

El problema era que sólo pensaba en cosas difíciles de


conseguir. Cada vez, Yeon-woo se compadecía de Keith, pero
decía fácilmente: "De acuerdo", sin ningún signo de
desagrado o vergüenza. Y apareció delante de Yeon-woo en el
momento más largo.

Supongo que a este chico le gusta comer mucho.


Yeon-woo se acarició la barriga mientras pensaba. ¿No
podemos decidir el nombre del niño? Mirando el folleto que
recibió del hospital, pensó. Los bebés con nombres comunes
estaban escritos en orden alfabético, pero quería ponerles un
nombre especial. Por desgracia, Spencer perdió la
oportunidad. Esta vez, Yeon-woo también decidirá el nombre
del niño con Keith. Keith lo dejó todo en manos de Yeon-woo,
pero éste quiso decir que quería tomar la decisión final juntos.
Puso algunos nombres como candidatos y escribío sus
nombres en un papel para reflexionar sobre el significado, y la
enfermera, que estaba registrando el estado, miró por la
ventana y dijo.

"El Sr. Pittman está aquí".

"¿De verdad?"
Cuando Yeon-woo levantó la cabeza, la enfermera se acercó a
la cama, hizo algunas preguntas habituales y sonrió.

"Es un alivio que estés en buenas condiciones estos días".


Todo el mundo está contento".

"Gracias por cuidar bien de mí". Gracias".

Cuando Yeon-woo sonrió y dijo, sonrió y salió de la


habitación después de organizar su asiento. Keith regresará
pronto a la habitación, así que se alejó con antelación. Como
él esperaba, Keith pronto abrió la puerta.

"Keith".
Keith, que se sentó en la cama y sonrió alegremente con los
brazos abiertos, no tardó en abrazarle y besarle.

"¿Cómo te ha ido el día hoy?" ¿Estuvo bien?

Yeon-woo asintió cuando le preguntaron como siempre.

"Bien. Las fresas estaban muy ricas, gracias".

"Dime lo que quieras comer, no te lo guardes".

"Sí".
Yeon-woo volvió a asentir esta vez y sonrojó suavemente sus
mejillas. De hecho, no era fácil de soportar. Tal vez porque
estaba embarazado, cuando se le ocurría algo,
inmediatamente sentía que se moría por comerlo. Y si no
podía comerlo, se ponía nervioso, ansioso y deprimido.

Cuando la fresa le vino a la mente, Yeon-woo no pudo ni


siquiera decir eso, así que trató de aguantarse. Sin embargo,
fue sorprendido por Keith llorando por la depresión.

¿Por qué lloras?

Keith se avergonzaba a menudo y preguntaba. Al final, Yeon-


woo lloró y confesó que quería comer fresas. Keith primero le
indicó que consiguiera fresas y luego calmó a Yeon-woo, pero
tampoco se olvidó de advertirle.

<Resistir es malo para tu cuerpo también. Te he dicho que me


lo digas porque está bien. ¿Crees que me conmoverás si lloras
así mientras retienes tus disculpas?>

Sin duda, su tono era mezquino, pero Yeon-woo podía ver


completamente las preocupaciones y los suspiros en él.

"Lo siento".

Yeon-woo se disculpó honestamente y dijo cuidadosamente:


"Yo también quiero comer chocolate". Lo que Yeon-woo
quería era el chocolate caliente que había tomado antes en
Italia, pero Keith lo aceptó inmediatamente también. Y Yeon-
woo pudo comer fresas a gusto con el chocolate que tanto
quería. Cuando vio la cara de Yeon-woo brillando de felicidad,
Keith quiso abrazarlo y besarlo, pero en lugar de eso, miró el
folleto que desplegó.

"¿Qué estabas haciendo?" ¿Estás viendo los nombres de


nuevo?

"Sí".

Yeon-woo le siguió con la mirada y recitó varios nombres que


había elegido.
"Si es una niña, ¿qué tal Mia o Eva?" Clare también está
bien...... También me gusta Charlotte. Si es un chico, Ian,
Joseph, y......."

Keith miró a Yeon-woo, que hablaba con dificultad. Al ver que


Yeon-woo recuperaba su vitalidad, era reconfortante pensar
que sus esfuerzos no eran en vano. Incluso ahora, parecía
perder los nervios de vez en cuando con el fascinante aroma
de las feromonas vagando a su alrededor, las mejillas rojas y
los ojos negros de Yeon-woo mirándole, pero sigue estando
bien.

Puedo aguantar.

se reprendió Keith para sus adentros. Sin saber en absoluto la


realidad que ponía a prueba su paciencia, Yeon-woo se
durmió en los brazos de Keith aquel día.
***

......?

De repente, Yeon-woo se despertó del sueño. Todavía estaba


oscuro en el exterior. Cerró los ojos para dormir de nuevo,
pero pronto se dio cuenta de por qué se había despertado.
Yeon-woo se detuvo ante el repentino significado.

Tomé demasiado chocolate caliente.

El arrepentimiento le invadió tardíamente, pero ya era tarde.


Cuando los niños crecen, se despiertan más para ir al baño
cada noche. Era un hecho que conocía, pero era cierto que le
avergonzaba cuando se hacía realidad.

Es una felicidad tener hijos, pero.......


Yeon-woo suspiró despreocupadamente y se tranquilizó. No
tiene sentido quejarse de que sólo es así de incómodo cuando
lo pasas mal.

Era bueno renovar su mentalidad, pero el siguiente problema


era. Keith estaba dormido sujetando la cintura de Yeon-woo
como siempre. Keith no ha dormido bien desde que se
embarazó. Se despertaba con frecuencia para comprobar el
estado de Yeon-woo y escuchaba lo que quería. Yeon-woo
decidió, recordando que la cara de Keith parecía
excepcionalmente cansada durante la cena del día anterior.

Vamos a aguantar.

Pensó que era sólo una orina, pero no pudo aguantar ni un


minuto. Pronto, estaba frente a sus ojos y sudaba sudor. Al
final, Yeon-woo prestó atención a la existencia a sus espaldas,
manteniendo todo su cuerpo alerta. La débil respiración de
Keith se oía regularmente.
Deslizó su cuerpo con la esperanza de haberse quedado
dormido tan profundamente como él. El brazo suelto que le
sujetaba la cintura era el más problemático. Yeon-woo se
quitó el brazo y levantó la mano con cuidado. En el momento
en que intentaba levantarla después de respirar
profundamente.

"¿A dónde vas?"

De repente, se oyó un sonido grave en su espalda y, al mismo


tiempo, su brazo suelto se tensó. Abrazándolo con fuerza,
Yeon-woo miró hacia atrás avergonzado.

"¿No estabas dormido?"


"Estaba dormido. Pero intentaste huir".

"No es huir".

Debe ser una broma, pero Yeon-woo no pudo sonreír mientras


pensaba. Mirando la débil cara de Keith apoyándose en la luz
de la luna que entraba por la ventana en la oscuridad, abrió la
boca.

"Espera, eso es todo lo que he estado tratando de mover..."....


Un poco... Tengo algo que hacer".

Preguntó Keith cuando no pudo hablar con claridad y borró el


final vagamente.
"¿Cuál es tu asunto?"

Era difícil saber su expresión porque estaba oscuro, pero de


alguna manera parecía estar frunciendo el ceño. Yeon-woo
dudó de nuevo ante la voz que incluso sonaba aguda. No podía
decir nada, pero no quedaba mucho tiempo. Sintiéndose
desesperado por si acababa mostrando su fealdad, se vio
obligado a decir la verdad.

"Baño..."... Tapa… coy......."

Estaba avergonzado y sentía que todo su cuerpo ardía. Hasta


ahora, ha evitado de alguna manera los ojos de Keith, pero le
han pillado. Se apresuró a decir, tratando de aflojar los brazos
que todavía estaban envueltos alrededor de su cintura.

"Suelta, suelta. Tengo prisa..."... Date prisa".

Yeon-woo trató de alejarse de él a toda prisa, pero Keith no


aflojó el brazo en absoluto. Cuando parecía que literalmente
estaba amarillo frente a él, soltó a Yeon-woo. Con un suspiro
de alivio, Yeon-woo se apresuró a intentar salir de la cama.
Pero en ese momento, Keith le tiró de repente por detrás.

"¡Ah!"
Yeon-woo abrió mucho los ojos y gritó brevemente de
sorpresa. Sin tiempo para hacer nada, Keith le abrazó y se
levantó de la cama. Sorprendido, Yeon-woo se apresuró a
intentar detenerlo.

"Bueno, está bien. Incluso si voy al baño solo......."

Le pedía que le dejara, pero Keith no fingió escucharlo.


Mientras atravesaba la habitación iluminada por la luna,
empujó la puerta del baño con el hombro y entró.

Inmediatamente, el sensor se activó y la luz se encendió con


fuerza. Sólo después de confirmar que todas las luces del baño
se habían encendido, Keith bajó a Yeon-woo. Sin embargo,
Yeon-woo, cuyos pies apenas tocaban el suelo, no podía
sentirse aliviado en absoluto. Porque había un destino justo
delante de él.
Yeon-woo se paró frente al retrete, titubeó y miró a su
alrededor. Deseaba que Keith saliera, pero no había señales de
ello. Más bien, le abrazó a la cintura de Yeon-woo y se colocó
detrás de él, tirando de él con fuerza. Sin preguntar qué estaba
haciendo, Keith agarró el dobladillo del baile de la cintura de
Yeon-woo y tiró de él hacia arriba.

Yeon-woo llevaba un pijama en forma de una pieza ancha


durante todo el tiempo en que el médico le aconsejó que no
llevara ropa ajustada. La ropa interior también era un bóxer,
no el habitual calzoncillo. Cuando Keith le agarró a la cintura
del boxer, Yeon-woo dejó de cogerle la mano.

"¿Qué te pasa?"
preguntó Keith con el ceño fruncido. Yeon-woo tanteó con la
cara al rojo vivo.

"¿Qué te pasa?" ¿Qué estás haciendo?"

"¿Qué crees que estamos haciendo aquí porque acabamos de


despertar?"

Yeon-woo se sintió avergonzado y con la boca abierta ante el


sarcasmo que había vuelto. Yeon-woo dijo, conteniendo
urgentemente la mano de Yeon-woo para que no intentara
sacar el pene de nuevo sin importar su respuesta.

"Puedo hacerlo solo".


"No seas terco y aparta las manos".

Aunque Yeon-woo se esfuerce, no le funciona. Como era de


esperar, Keith, que rechazó la rebelión con todas sus fuerzas,
bajó el boxer. Yeon-woo gritó sorprendido al ver el boxer por
debajo de la cintura.

"¡Para! Te dije que no lo hicieras". ¡Para!"

Keith detuvo su mano de mala gana tras los repetidos gritos.


Todavía con el ceño fruncido, preguntó con desagrado.

"¿Qué te pasa?" "¿Cuál es el problema?"


Yeon-woo giró la cabeza y miró a Keith. Hace tiempo que
sabe que este hombre carece de consideración y comprensión
hacia los demás. Pero, ¿tengo que explicar esto? Yeon-woo
inclinó la cabeza profundamente, sintiendo que su cuello
ardía en rojo.

"Para, estoy avergonzado..."...."

Keith, que hizo un extraño sonido respiratorio como Huh y un


corto suspiro, abrió la boca.

"Yeonwoo, has estado embarazado de mi hijo dos veces.


De repente, preguntándose qué estaba diciendo, Yeon-woo
parpadeó y volvió a mirarle. Keith continuó con el ceño
fruncido.

"¿No sabes cuánto sexo hemos tenido hasta ahora?" ¿Hay


algún lugar donde no te haya lamido?"

"¡Keith-woo, Keith y cooky escucha!"

Yeon-woo se sintió avergonzado y se apresuró a envolver su


estómago como si estuviera cubriendo los oídos del bebé.
Mirando la cara de Yeon-woo, que no se había puesto roja
pero sí madura, Keith dijo con indiferencia.
"Estoy diciendo que he visto a esta pequeña y linda cosa hasta
el punto de estar harto". ¿Lo entiendes?"

Yeon-woo tartamudeó: "Es verdad", ante la reacción que


parecía nueva. Mientras dudaba, Keith tiró
despreocupadamente el pene de Yeon-woo hasta sus caderas y
le agarró los genitales a medias.

"¡Ah!"

dijo Keith, que le agarraba los genitales con la otra mano


mientras se abrazaba a la espalda de Yeon-woo avergonzado.
"Adelante, hazlo".

"Keith, keith..."...."

La cara de Yeon-woo está ahora azul. Al ver que sacudía la


cabeza apresuradamente, Keith le dio una breve patada en la
lengua e inclinó la cabeza.

"Shh..."

Yeon-woo se vio sorprendido por el aliento que salía de sus


orejas y todo su cuerpo se puso rígido. Sin embargo, Keith
acarició el pene de Yeon-woo, que se lo estaba aguantando
tranquilamente, a pesar de todo, y lo estimuló de nuevo. Yeon-
woo intentó aguantar, pero su instinto, que ya había llegado a
su límite, no duró mucho.

"No quiero..."

Llorando como Spencer, Yeon-woo temblaba. El agua fluía de


los genitales que estaba nervioso por un tiempo. Durante la
micción, Yeon-woo seguía frotándose los ojos con el dorso de
la mano y moqueando. Cuando por fin resolvió su asunto,
Keith se sacudió ligeramente el pene y se levantó el tronco.

"Tú también estás a la izquierda, ¿verdad?"


Hablando despreocupadamente, introdujo su mano en
Yeonwoo. En respuesta a la sorprendida reacción, Keith, que
organizó sus genitales hacia la izquierda, sacó su mano de
nuevo y dijo.

"¿Realmente necesitas decidir la dirección?"

Su voz estaba llena de risas. Yeon-woo se dio cuenta del


significado de las palabras sólo después de limpiarse la ropa,
abrir el agua del fregadero, lavarse las manos, limpiar el agua
con una toalla y volver a sostenerlo en sus brazos. Hasta
entonces, estaba confundido por una mezcla de vergüenza
mental y alivio físico, pero tardíamente descubrió que Keith le
estaba tomando el pelo y se enfadó.
"¿Qué pasa?"

preguntó Keith, que se dirigía a la cama tras salir del baño. Se


dio cuenta de que la cara hinchada de Yeon-woo era inusual.
Yeon-woo dijo con voz sarcástica.

"Dije que podía hacerlo solo. Cuando no estás, voy al baño


solo....."

"Yeon-woo".

Keith se limitó a atender las quejas de Yeon-woo. Yeon-woo


se quedó sin palabras por un momento, pero pronto encontró
el siguiente.
"Aún así, así..."... Para mostrar eso".

Keith, que lo miró tartamudeando sin pronunciar claramente


la palabra, se inclinó sobre la cama. Como si temiera hacerse
un poco de daño, Yeon-woo se estremeció ante el cuidado de
Keith, que se colocó muy lentamente sobre la cama como si
manipulara una botella de vidrio justo antes de que se
rompiera la grieta.

Fue vergonzoso, pero Keith lo hizo por mí.....

Le pareció cruel seguir culpando a un hombre por ayudarle


con eso cuando se despertó sin dormir bien.
"... La próxima vez, lo haré solo. Gracias, pero... "

Cuando no pudo terminar su frase y borró el final, Keith, que


se acercó a la cama, miró a Yeon-woo y se rió.

"¿Qué te pasa?" El tuyo es muy lindo y bonito".

¡Este tipo!

dijo Yeon-woo con cara seria.


"Dijiste la media asiática, ¿verdad?

"Oh, vale".

Como si no estuviera muy interesado, Keith bajó el pijama de


Yeon-woo y organizó su ropa. Yeon-woo se hinchó más por su
reacción.

"Te estoy diciendo la verdad". Lo comprobé cuando fui a


Corea. Además, allí era un poco más alto que los demás".

El pequeño orgullo no duró mucho. Keith, que estaba


cubriendo a Yeon-woo con una sábana, dejó de moverse.

Vaya.
Se avergonzó y cerró la boca, pero ya era tarde. Se hizo un
silencio. Rompiendo el vacío, Keith abrió la boca.

"¿Comprobar? ¿Cómo?"

Su voz era tranquila, pero no había ninguna risa. Ni siquiera


podía adivinar lo que pasaría si decía una mentira precipitada.
Yeon-woo tartamudeó, diciendo: "Quiero decir", y finalmente
confesó.

"Eh... Fui al baño porque tenía prisa". Ahí fue cuando


conseguí verlo".

"Yeonwoo".
Keith dijo su nombre con una voz inquietante.

"¿No te dije que no fueras al baño afuera?"

Por supuesto que sí, pero tenía algo que decir Yeon-woo. Miró
a Keith con insatisfacción y preguntó.

"¿Sabes que eso es imposible?

Esperaba una respuesta, pero la respuesta a la vuelta fue tibia.


"Bueno, ¿por qué no aprovechas esta oportunidad para
quedarte en casa?". Entonces,....".

Keith, que estaba hablando, se calló de repente. Yeon-woo


empezó a sospechar porque rara vez se retenía lo que tenía
que decir o se quedaba sin palabras. ¿Qué está tratando de
decir? Esperó porque tenía curiosidad, pero Keith pronto
cambió sus palabras.

"Es sólo un fenómeno fisiológico".


Yeon-woo se sintió aliviado por la vana respuesta. Estaba
claro que Keith le ocultaba algo a sí mismo. ¿Qué iba a decir?
Quería saberlo, pero parecía no tener intención de seguir con
esta historia.

"Buenas noches".

Tras besar la frente de Yeon-woo y tumbarse a su lado, la


abrazó con naturalidad y tiró de él. Yeon-woo contuvo la
respiración, sintiendo la cálida temperatura del cuerpo de
Keith en su espalda. Pronto, Keith pudo oír un sonido de
respiración como si se hubiera dormido, pero Yeon-woo
apenas podía dormir. De alguna manera sentía que se había
perdido algo importante. ¿Qué es? Una vez que empezó a
ponerme de los nervios, eso le vino a la mente. Finalmente
Yeon-woo apenas se durmió hasta el amanecer.
Capítulo#8

Keith, que volvió a casa antes de lo habitual, encontró algo


mientras cruzaba el pasillo y se dirigía directamente al
dormitorio donde Yeon-woo descansaba. No había duda de
que una pequeña sombra se asomaba frente a la puerta del
dormitorio.

"¡Spence!"

Cuando Keith lo llamó por su nombre, el sorprendido niño


giró la cabeza y pronto corrió hacia él gritando "¡Papá!". Keith
dobló las rodillas y esperó a que el niño se lanzara, e
inmediatamente le arrebató de la cintura.

"Oh, Dios".

"Reír a carcajadas".

Cuando escuchó al niño reírse como si se fuera a pasar, Keith


sintió que su estrés acumulado desaparecía un poco. Keith,
que besó en la suave mejilla y abrazó al niño, preguntó.

"¿Qué estabas haciendo, Spence?" Frente a la puerta de papá".

"Uhhaha.
Spencer dudó y abrió la boca.

"Tengo un regalo para papá, pero MacDonnell me dijo que no


despertara a papá porque estaba durmiendo". Estaba
esperando a que se despertara".

Sólo entonces Keith descubrió que Spencer tenía las orejas


pegadas a la puerta. Oyó la presencia de Yeon-woo desde
dentro, pero le dio pena, así que se rió por su cuenta.

"¿Un regalo?" ¿Qué es? Lo sabes, ¿verdad? Papá tiene a


cookie en el estómago, así que no puede comer nada".
"Lo sé".

Spencer habló con voz hosca y se dio la vuelta. Keith, que


rápidamente sujetó al niño con firmeza para que no se hiciera
daño, observó cómo Spencer cogía algo de una pequeña bolsa
que llevaba a un lado.

"Este".

Lo que Spencer sacó fue una galleta más grande que la palma
de su mano. Mirándola con duda, Spencer enderezó el pecho y
dijo con orgullo.
"La guardería me ha dado galletas". Mira esto. Hay un oso de
goma".

Tal y como dijo, las galletas marrones estaban incrustadas en


pequeñas gomitas con forma de oso en varios lugares. Keith
sólo comprendió la situación.

"¿Trajiste la gelatina de la guardería?" ¿No te la vas a comer?

"Sí".

Spencer asintió.
"La he traído para papá y Cookie".

La cara del niño estaba llena de orgullo. Mojar galletas en


leche era lo que más le gustaba a Spencer después de comer
pudín. Aguantarlo y traerlo, Keith se sorprendió de que ese
niño tuviera semejante idea.

"Spence, siempre que quieras comer, el pastelero cocina para


ti, ¿verdad?"

"Sí".

Spencer asintió.
"Pero esto sigue siendo diferente". Hay un oso".

"Puedes pedirle que lo haga con un oso, Spence".

"Sí".

Spencer abrió los ojos de par en par como si no lo hubiera


pensado. Era desgarrador ver cómo el orgullo desaparecía de
la cara del niño avergonzado, pero también era
insoportablemente encantador. Keith besó la mejilla de
Spencer en voz alta y preguntó.

"¿Y papá?"
Al ser una pregunta pícara a propósito, Spencer se sorprendió
y parpadeó. Keith sonrió y volvió a preguntar.

"¿No tienes un regalo para papá?"

"Eh..."

Spencer miró a su alrededor como si estuviera avergonzado y


bajó la vista a sus galletas. Parecía estar pensando mucho en
si dárselas por separado o no.

"Uf..."
Keith observó a Spencer, que estaba gimiendo, sin prisa. No
creía que fuera a cansarse de la cara de preocupación del niño
aunque lo observara todo el día. Mientras tanto, el osito de
gelatina de Cookie se derretía con la temperatura corporal del
niño y se volvía pegajoso. Sabiendo que era tarde, Spencer se
apresuró a abrir la bolsa e intentó volver a meter las galletas.

"Sí".

En ese momento, el oso de gelatina unido a la galleta se


desprendió y se pegó a la mano de Spencer. Spencer abrió
mucho los ojos y se miró la palma de la mano. Keith esperó
con curiosidad a que el niño hiciera lo siguiente. Spencer, que
parecía estar de nuevo en apuros, levantó de repente la cabeza.
Cuando Keith se encontró con los ojos, el niño sonrió.
"Un regalo de papá".

dijo Spencer y le tendió un oso de gelatina pegado a la mano.


En ese momento, Keith estalló en carcajadas.

"¿Me estás regalando este osito, Spence?"

"Sí".

Spencer asintió e hizo su propia lógica.

"Porque papá es el más grande". Una gran frente".


"¿Y qué?"

"Soy pequeño, así que tengo que comer mucho". Las galletas
son más pequeñas que las mías, así que tienes que comer más.
"Papá está enfermo".

"¿Tengo que comer más?"

"Sí".

Spencer asintió con seriedad. Keith no podía dejarse vencer


por la lógica del niño.

"Sí, tienes razón".


Sonrió y en silencio mordió la gelatina que Spencer se llevó a
la boca. La gelatina que sostenía el niño tenía un sabor salado
antes que dulce. Ese no era el final. Spencer agarró la cara de
Keith y le besó las mejillas alternativamente. Spencer, que
besaba sonoramente, sonrió y dijo.

"Papá se comió el oso más pequeño, así que te besaré a ti en


su lugar".

Como si se tratara de Salomón, el niño estaba muy animado.


Ahora todos los problemas parecían haberse resuelto. Al
menos en su cabeza.

"Vale, gracias".
Keith le dio una palmadita en la cabeza al niño, elogiándolo.
Las huellas de las manos del niño estaban enterradas por todo
el traje y la camisa y el polvo de la merienda estaba pegado,
pero no le importaba. Era un problema tan trivial que la ropa
se ensuciara mientras criaba a un niño.

"Entonces, ¿debemos ir con papá?" "Creo que ya se habra


despertado".

"¡Sí!"

respondió inmediatamente Spencer. El niño estaba


emocionado por entregar su precioso regalo.
Vamos...

Keith, que abrió la puerta sujetando a Spencer con un brazo y


sujetando el pomo con la mano restante, dio un paso hacia
dentro. El niño también miró hacia la cama con una cara muy
nerviosa.

Yeon-woo se sentó en la cama como siempre. Él, que parecía


cansado como si acabara de despertarse, miró hacia la puerta
y pronto sonrió alegremente.

"¡Papá!"

Keith dejó en el suelo al niño que aleteaba dentro de su brazo.


Entonces Spencer empezó a correr de repente hacia la cama a
toda velocidad.
"¡Spence!"

Keith atrapó a Spencer, que estaba a punto de saltar a la cama


con una sonrisa, por un estrecho margen. Keith, que levantó
su cuerpo, puso al niño en un brazo y lo pidió.

"Spence. Papá te lo ha dicho, ¿verdad? Papá debe tener mucho


cuidado por el momento. No te metas ni hagas que se
escandalicen. ¿De acuerdo?

"Normalmente lo haces muy bien".

Yeon-woo lo defendió en nombre de Spencer.


"Hoy es algo especial". ¿Verdad, Spence? ¿Estabas ocupado?
¿Tienes algo que decirle a papá?"

"¡Sí!"

El niño asintió enérgicamente y volvió a tambalearse. Cuando


Keith lo dejó en la cama, Spencer se arrastró rápidamente
hacia Yeon-woo de rodillas. Se detuvo un poco lejos de Yeon-
woo y luego abrió su bolsa. Yeon-woo ladeó la cabeza cuando
vio una galleta rota en la esquina que Spencer sacó.

"Spenser trajo del jardín de infancia. Es una galleta con ositos


de goma, así que quiere dársela a papá y a su hermano".
Esta vez, Keith representó la posición de Spencer. Al oírlo,
Yeon-woo abrió los ojos de par en par y alternó entre Spencer
y las galletas que le había dado. Keith dijo que no podía abrir
la boca.

"Puedes conmoverte porque yo también estuve así".

"Spence..."

Yeon-woo llamó al niño por su nombre y lo abrazó con fuerza.


Las migas de galleta cayeron sobre la cama, pero a nadie le
importó. Spencer le tendió su galleta apretada a Yeon-woo.
Yeon-woo dijo: "Gracias", y cogió el trozo y se lo metió en la
boca.
"Yo también voy a comer un poco".

Yeon-woo rompió la esquina y se la dio a Spencer. El niño


abrió la boca como un gorrión, comió las galletas y sonrió.
Estaba muy satisfecho de que se convirtiera en un final feliz
como esperaba. Yeon-woo cogió al niño en brazos, cortó la
galleta y se la volvió a dar a Spencer. Spencer, que se llevó la
galleta a la boca, se negó a meterse la galleta en la boca y
apartó la mano de Yeon-woo.

"Es el turno de papá".

"De acuerdo".
Yeonwoo se rió y comió las galletas. Keith observó cómo los
dos cortaban las galletas alternativamente y se las llevaban a
la boca. Al ver a Yeon-woo abrazando y besando al niño de
nuevo, cayó en el delirio.

Desde que lo abrazaba innumerables veces, era más fácil


pensar en el cuerpo desnudo de Yeon-woo oculto en una fina
camisa que en la respiración. Incluso cuando Yeon-woo era
simplemente un secretario, a veces caía en esos delirios, pero
en cuanto recuperaba el sentido común, se negaba a sí mismo,
pero a veces era inevitable imaginar cómo sería estar desnudo
en el traje de Yeon-woo, que parecía una pared de hierro.

Ahora la situación es diferente a la de entonces. Se puso


nervioso aunque podía recordar el cuerpo desnudo de Yeon-
woo en cualquier momento. Como lo sabía, estaba más
molesto. ¿Cómo puede ser lo mismo cuando simplemente
estás imaginando la dulzura y el calor del cuerpo y después de
probarlo realmente?
Hay que aguantarse.

Keith se apoderó rápidamente de la razón, sintiendo que la


fiebre subía por debajo de él. Sin embargo, la paciencia no era
fácil, tal vez porque Rut se acercaba. Keith murmuró como un
gemido.

"......only half".(solo la mitad)

"¿Eh? ¿Qué has dicho?"

preguntó Yeon-woo, extrañado. Keith simplemente negó con


la cabeza.

"No, nada".
Keith se inclinó y pensó, besando a Yeon-woo en la mejilla.
Por esta felicidad, puede soportar sus triviales deseos. Ahora
era como tener todo en el mundo. Todo era perfecto.

¿Qué?

Hasta que Yeonwoo notó algo raro.

***

"Yeonwoo, has trabajado mucho".


Después del chequeo regular, el doctor sonrió y elogió sus
esfuerzos. Cuando la cara de Yeon-woo, que estaba nervioso y
esperando el resultado, se iluminó, continuó con una sonrisa.

"Su hijo está creciendo bien". Todo se debe a que Yeon-woo


soportó la frustración y descansó bien".

"Estoy casi siempre en la cama, excepto cuando voy al baño o


me aseo".

La enfermera que vino le ayudó como si hubiera estado


esperando. Yeon-woo se sintió orgulloso de la forma en que
los dos pares de ojos lo miraban. Pero Keith preguntó sin
reírse del todo.
"¿Cuál es el estado de Yeon-woo?"

Al preguntarle como si hubiera llegado antes que el niño, el


médico aún respondió con una sonrisa.

"Por supuesto, está bien". Creo que está comiendo bien, y


vamos a seguir así. "Ya que estás más de la mitad del camino,
sólo tienes que aguantar".

"Sí".

Yeon-woo asintió, pero suspiró sin querer. Al menos, cuando


salía en nombre de ir al hospital, era la única oportunidad de
tomar un poco de aire fresco. Hoy también era una salida que
llevaba esperando unos días con ilusión. Naturalmente, Yeon-
woo se deprimió cuando pensó que tenía que volver a
acostarse en la cama al haber terminado el tratamiento.
Consolando a Yeon-woo, el doctor le dio unas ligeras
palmaditas en el brazo.

"Tu duro trabajo definitivamente dará sus frutos".

Después de añadir varios suplementos nutricionales, el


tratamiento se completó. Yeon-woo, que abrazó a Keith como
siempre, regresó a la mansión en un coche juntos. Keith puso
a Yeon-woo en la cama y se dirigió a la guardería para recoger
a Spencer. Gracias a que Yeon-woo se había ido hoy al
hospital, Keith tenía bastante tiempo.
Cuando Yeon-woo, que se quedó dormido mientras esperaba
el regreso de Keith, abrió los ojos, sólo estaba la enfermera a
su lado. Yeon-woo, que se durmió pensando que estaría Keith
después de despertarse, se quedó perplejo por la inesperada
situación y preguntó.

"¿Keith no ha vuelto todavía...?"

"Ha venido antes". Spencer fue al establo".

Yeon-woo, que asintió a la historia de ir a jugar con el querido


potro de Spencer, pronto frunció el ceño. Entonces, ¿por qué
no vino Key a la habitación? ¿Pasó algo urgente en el trabajo?

"Creo que había un cliente".


Cuando estaba ansioso, la enfermera dijo. ¿Un cliente? Yeon-
woo parpadeó, desconcertado.

Hace 30 minutos.

Keith, que salió de la habitación tras confirmar que Yeon-woo


estaba dormido, caminó solo por el largo pasillo. El lugar al
que se dirigía era un salón situado al final del pasillo.
Al abrir la puerta corredera, el hombre que llegó primero
estaba bebiendo agua con gas. Al girar la cabeza al oír el
sonido de la puerta, sonrió como si siempre lo hubiera hecho.
"Keith".

Keith abrió la boca.

"Grayson".

Cerrando la puerta a sus espaldas, se movió con presteza y se


sentó frente a Grayson. Grayson, que había estado esperando
hasta entonces, abrió la boca sólo cuando sus ojos se
encontraron.

"Gracias por invitarme".


El saludo estereotipado no era más que un saludo mecánico de
boquilla porque había aprendido que debía hacerlo. A veces se
malinterpretaba como si se riera de la otra persona, pero a
Grayson no le importaba demasiado. Keith, que lo conoce
bien, pasó fácilmente la palabra y lo saludó de manera formal.

"Le agradezco que sea yo quien venga".

No había ninguna sinceridad, pero fue suficiente para que los


dos se saludaran cortésmente. A continuación, Keith sacó
inmediatamente lo que iba a decir.

"¿Qué pasó con lo que pedí?" ¿Lo tienes?

***
Yeon-woo, que estaba sentado en la cama esperando a Keith,
miró el reloj y se levantó con cuidado. Sonrió torpemente a la
enfermera que lo miraba como si nada hubiera pasado.

"Necesito ir al baño..."...."

Si Keith lo hubiera sabido, le habría abrazado y se habría


dirigido al baño. Sin embargo, Yeon-woo quería evitar esa
situación en la medida de lo posible. Ya le han golpeado
bastante, pero aún no se ha rendido. No le gustó que Keith
fuera tan descarado.

Si digo que no, escúchame.

Sé que estás preocupado por mí, pero no me gustó lo que no


me gustó. Yeon-woo quería proteger su último orgullo. No
importa cuánto interfiera Keith en él, nunca se rendirá.
Al menos la enfermera respetó su voluntad. Llevando a Yeon-
woo al baño, lo dejó entrar y esperó fuera de la puerta. Yeon-
woo, que se quedó solo en un espacio privado, salió después
de ocuparse de sus asuntos.

"KEITH, ¿todavía está aquí?"

Cuando Yeon-woo preguntó, la enfermera asintió: "Sí". ¿Qué


está pasando? Yeon-woo, que había empezado a sospechar,
cogió el teléfono por impulso.

"Sí, Yeon-woo".
Yeon-woo le dijo al mayordomo que inmediatamente contestó
el teléfono.

"He oído que ha venido un invitado. ¿Quién es?"

"Oh, es Grayson Miller".

"¿Grayson Miller?"

Yeon-woo, que sin saberlo, volvió a preguntar por su


inesperado nombre.

"Todavía se están viendo, ¿verdad?" "¿Están en el salón?"


"Sí, la habitación al final del pasillo".

Dando las gracias por la respuesta del mayordomo, colgó el


teléfono y se quedó ensimismado un momento. La historia se
estaba alargando más de lo que pensaba. Sentía curiosidad por
lo que estaba ocurriendo y pensaba que debía saludar a un
huésped que había llegado a casa.

Dijo que estaba en buenas condiciones.....

Yeon-woo, que pensó en las palabras del doctor, se decidió y


le dijo a la enfermera.

"¿Puedo tomar un momento?"


Estaba a menos de seis metros de la sala de espera donde
estaba Keith. La enfermera le siguió hacia la mirada y asintió.
Yeon-woo se movió, sintiendo que sus pasos la seguían un par
de pasos por detrás para poder ayudarlo inmediatamente. Sólo
voy a saludars. Pensando en su interior, pronto se le ocurrió
otra imaginación.

¿No se habría encontrado Keith con un mayordomo si le


hubiera pasado algo a su cuerpo?

Teniendo en cuenta su constitución especial, sin duda era


cierto. No será por el cuerpo de Keith, pero ¿por qué vino
Grayson hasta aquí?

Justo al llegar a la sala de espera, Yeon-woo encontró una


forma humana sobre el cristal translúcido. Había dos sombras
tenues. Eran Grayson y Keith.

Era sólo una pequeña parte, pero el dulce aroma de las


feromonas se sentía débilmente a través del estrecho hueco.
Mirando hacia el interior, Yeon-woo trató de golpear
ligeramente la puerta tras confirmar que sólo había dos en el
salón.

En ese momento, la voz de Grayson llegó a sus oídos.

"Sólo porque estés casado no significa que no puedas


hacerlo". Hay un dicho que dice que tu naturaleza no cambia.

En ese momento, todo su cuerpo se endureció. Pensó que era


malo escuchar, pero de alguna manera Yeon-woo no podía
darse la vuelta. Se quedó quieto, y la voz de Grayson continuó.

"Todo el mundo tiene curiosidad por saber cuánto tiempo


puedes mantener la calma". Byron garantizó que es hora de
cansarte. Si te quitas la ropa delante de persona favorita,
caerás en la trampa. ¿Verdad? En el pasado, tampoco lo
habrías creído. Keith Pittman ya lleva años con un solo
omega......."
Grayson, que estaba bebiendo agua con gas con una sonrisa,
giró despreocupadamente la mirada y estableció contacto
visual con Yeon-woo. Yeon-woo abrió mucho los ojos,
sorprendido. Pensaba que iba a beber agua descaradamente,
pero inesperadamente Grayson también se detuvo.

De alguna manera, parecía pensar en algo a toda prisa. Yeon-


woo vio que sus ojos temblaban tan rápidamente por primera
vez. Por alguna razón, Yeon-woo se puso el dedo en la boca y
le marcó que se callara porque parecía haber escuchado una
conversación que no debería haber oído. Hasta entonces, iba a
volver a la sala de espera fingiendo que no había pasado nada
y a esperar a Keith.

Después de unos segundos de intervalo, Grayson añadió con


una sonrisa como de costumbre.

"Sabes que estoy bromeando, ¿verdad?"


Keith no respondió a las palabras. No puede distinguir su
expresión porque giró la cabeza hacia el lado contrario. Yeon-
woo frunció el ceño y Keith abrió la boca.

"Bueno, como has dicho, es hora de cansarse. Si tratas con un


solo omega normal durante años".

Y Yeonwoo definitivamente lo vio. La boca de Keith se


suavizó y una clara sonrisa.

Grayson rápidamente lanzó sus ojos a Yeon-woo. Al ver la


expresión de Yeon-woo, comenzó a pensar en algo de nuevo.
Parecía estar pensando en salir de esta situación, pero no
existía.
Yeon-woo ya no escuchó y dio un paso atrás. La enfermera
que estaba en la calle inclinó la cabeza, preguntándose. En su
posición, su conversación no se oía. Yeon-woo se esforzó por
acercarse a ella con una sonrisa.

"Debe ser una historia importante".

Cuando fingía estar bien y daba un paso primero, la enfermera


también le seguía. Yeon-woo, que volvió a la sala de espera, se
bebió dos vasos de agua para calmar su ardiente estómago. Sin
saber nada de la situación, Keith siguió hablando con
Grayson.

"Así que no lo sabes, ¿verdad?"


Grayson abrió la boca tras confirmar que las sombras
humanas ya no gruñían.

"Deberías haber llamado a Chase para preguntar eso. No creo


que haya un alfa dominante que haya tomado tanta medicina
como él. Habría respondido a todo lo que preguntaste. Conoce
los efectos y los efectos secundarios mejor que Steward".

Los datos de Steward también pueden ser suyos, así que Chase
puede ser más útil. Además, puede ser más realista que
Steward porque están en la misma posición. Pero Keith eligió
a Grayson. No fue una gran razón. Esto es porque Grayson es
un oponente más familiar y cómodo.
"Mientras no lo sepas".

Keith suspiró y apoyó la cabeza en el respaldo del sofá


después de hablar. Grayson le preguntó por su aspecto
cansado.

"¿Cuántos meses han pasado?" De la abstinencia".

"27 semanas y 3 días". ......6 horas".

Grayson se rió de la palabra añadida tras mirar el reloj de la


pared.
"Lo sabes exactamente". ¿Lo estás contando?"

"Si estuvieras en mi lugar, contarías hasta los segundos".

Keith entornó los ojos y se mostró sarcástico. Grayson volvió a


reírse y dijo.

"No sabía que fuera posible aguantar tanto. No me arruinaré


el pelo hasta dentro de un año o dos....."

Continuó, con curiosidad.


"Es increíble que te hayas vuelto tan demacrado". Todo el
mundo es curioso. Si estás tan frustrado, puedes resolverlo en
otra parte".

El adversario puede ahorrarse todo lo posible. Todos lo


sabían. Incluso Keith. Pero Keith frunció el ceño.

"No es Yeonwoo".

"¡Oh!"

Grayson silbó brevemente. Como si no supiera que iba a


escuchar esto.
"Estoy sorprendido. ¿Es Yeonwoo tan increíble?"

"Es increíble. Lo descubrirás cuando abraces a Yeonwoo".

Keith, que habló sin dudar, añadió con una ligera sonrisa.

"No lo sé por el resto de mi vida".

Incluso Keith, que estaba lleno de experiencia, ni siquiera se


dio cuenta de que era su primera vez. Pero Grayson no se echó
atrás hasta ese punto.
"Hay muchos oponentes técnicos".

"Sí, pero no es Yeonwoo".

Keith dijo lo mismo una y otra vez.

"No me importa quién sea mientras el objetivo sea sólo hacer


sexo. Lo sé."

En el pasado, él también vivía así. Si alguien se adecuaba a sus


gustos, tenía sexo y buscaba a la siguiente persona cuando se
cansaba de ella. Era sólo un acto de excreción.
"Yeonwoo te conoce bien, así que lo entenderá."

"No, esa es una historia diferente".

Ante las palabras de Grayson, Keith negó con la cabeza. Por


supuesto que lo sabe. Veamos cuánta Keith se disipó. Además,
había muchas excusas. Sobre todo, las feromonas eran una
excusa apropiada. De hecho, había innumerables alfas que
cometían actos fraudulentos con ese pretexto.

¿Por qué te reprimes mientras tomas la medicina?

preguntaba Grayson. La respuesta de Keith fue sólo una.

<Si vuelves a besar a otra persona, te mataré.>


Recordando las palabras de Yeon-woo, sonrió lentamente.

"No quiero morir a manos de Yeon-woo".

"¿Qué?"

Grayson frunció el ceño. Como si le preguntara qué está


diciendo. Sin embargo, Keith no se explicó necesariamente.
Sonriendo, añadió insignificantemente.

"Yeonwoo es suficiente para mí".


No era sólo sexo. No sólo quería el cuerpo de Yeon-woo, sino
también todo. Todo lo que quería era eso. Esperar y esperara y
aguantar hasta que llegue al límite.

Hasta que dé a luz con seguridad, y hasta el día en que


finalmente pueda tener a Yeon-woo en mis brazos.

27 semanas y 3 días. Seis horas y media.

Keith suspiró profundamente.

***

Cuando Keith llegó al dormitorio con Grayson, Yeon-woo


estaba sentado en la cama como siempre. Yeon-woo, que
estaba sentado en blanco pensando profundamente en algo,
giró la cabeza al oír el sonido de la puerta que se abría y se
detuvo cuando vio entrar a la gente.
"Yeonwoo".

Keith, que entró primero, se acercó a la cama, besó


ligeramente sus labios y abrió la boca.

"Grayson está aquí". Porque quería saludarte".

"Hola, Yeonwoo".

Yeon-woo miró sin querer a Grayson, que le saludó en el


momento justo. Él sabe que Yeon-woo escuchó su
conversación. Yeon-woo pensó que estaba aquí para
comprobar su reacción. Por la actitud de Keith, estaba claro
que no dijo nada. Yeon-woo no estaba muy contento, pero
igualmente, tenía curiosidad por la reacción de Grayson.

El comportamiento que había visto hace un rato era muy


diferente al que Yeon-woo conocía. Examinar la reacción del
oponente era algo que Grayson nunca hacía, por lo que Yeon-
woo sabía.

¿Qué tipo de expresión está haciendo ahora?

Yeon-woo sintió curiosidad, pero Grayson se limitó a mirar su


rostro y no respondió. Yeon-woo se sintió incómodo con la
mirada persistente de mirar su estado de ánimo como si lo
estuviera analizando. Finalmente, cuando levantó su mano
primero y agarró la de Keith, Grayson entrecerró los ojos y
cambió repentinamente su expresión. Poco después, volvió a
su habitual cara de circunstancias, y abrió la boca.
"Entonces, KEITH, ¿por qué no nos vamos ahora?" Yeonwoo,
hasta la próxima vez. "Fue un placer conocerte".

Después de no olvidarse de saludar a Yeon-woo, se dio la


vuelta y salió de la habitación. Yeon-woo, que rápidamente
apartó la vista de él, preguntó con retraso.

"¿A dónde vas?"

"Tengo algo que hacer".

Keith dijo poco y volvió a besar los labios de Yeon-woo.

"Volveré".
Dijo que hoy iba a descansar.

Yeon-woo soportó a duras penas las palabras que le subieron


a la punta de la lengua y forzó una sonrisa en su lugar.

"Que tengas un buen viaje".

Cuando saludó con la mano mientras se sentaba en la cama,


Keith sonrió brevemente y salió de la habitación. Oyó cómo se
cerraba la puerta y Yeon-woo finalmente bajó la mano. Ya no
se reía.

<Bueno, ya es hora de cansarse, como has dicho>.


<Si tratas con un solo omega ordinario durante años.>

Al pensar en Keith, que sonreía, se le formaron arrugas en la


frente. Ahora no cometerá nada impuro. ¿No es hora de
confiar en Keith por sus acciones a lo largo de los años? Sin
embargo, a diferencia de la regañina racional, no pudo evitar
ignorar la sensación de veinte en una esquina de su mente.

Un omega normal con el que llevaba años tratando.

Era una expresión que se refería al propio Yeon-woo. A


medida que pasaba el tiempo, la mente se volvía más ansiosa y
la fiebre parecía subir con la ansiedad.

***
"¡Sr. Pitman!"

Keith apenas abrió los ojos ante las repetidas llamadas. Sentía
un mareo como si aún le quedara la medicina, pero era
soportable. El medico le dijo a Keith, que parpadeaba
inexpresivamente.

"¿Te estás recuperando?" ¿Estás bien?

Cuando apenas se centró, el médico estaba mirando a Keith


con un ceño raro. Keith, que sólo recordaba que había perdido
el conocimiento tras recibir una inyección, distorsionó su
frente al ver fuera de la ventana donde ya había caído la
oscuridad.
"Estaba preocupado porque tardó más de lo previsto. Supongo
que había más feromonas de las esperadas".

El médico volvió a su tono ligero de siempre y añadió.

"¿Puedo despertarte?" No importa si te tomas un día libre en


la habitación del hospital".

"Está bien".

Keith se interpuso entre ellos y levantó lentamente su cuerpo.


Tras comprobar el reloj de su muñeca, su expresión empeoró
aún más. El médico, que se dio cuenta, golpeó el reproductor y
abrió la boca.
"He llamado a la mansión. El mayordomo lo recibió".

"¿Qué ha dicho?"

El médico no tardó en responder a la mirada suspicaz.

"Le dije la verdad".

"¿Vas a llegar tarde por el trabajo?"

El mayordomo asintió ante la voz avergonzado de Yeon-woo.


"Este es un mensaje de que tal vez no pueda venir hoy. No te
preocupes y descansa cómodamente".

¿Por qué no me llamaste directamente?

Yeon-woo no pudo hablar y agachó la cabeza. Hacía cinco


horas que había salido con Grayson. No importaba lo ocupado
que estuviera, volvía a casa a tiempo para cenar y, si tenía
circunstancias inevitables, llamaba en persona para explicar la
situación. Eso rara vez ha ocurrido hasta ahora, así que puede
contarlo con la mano, y además, no podía creer que esté
hablando a través de un mayordomo.

"¿Yeonwoo?"
Cuando se despertó con el sonido llamado por el mayordomo
y levantó la cabeza, se miró a sí mismo con duda. Parpadeó
avergonzado y la enfermera que lo observaba desde un lado se
deslizó.

"Han preguntado qué vamos a preparar para cenar". Han


dicho que les gusta el marlín azul que ha llegado hoy. ¿Lo
quiere?"

"Oh, oh, sí".

De hecho, no tenía nada de apetito, pero Yeon-woo asintió


bruscamente. Estaba confundido, pero el mayordomo sólo
salió de la habitación después de pedir aperitivos y postres y
comprobar las bebidas. Yeon-woo sólo supo lo que había
pedido después de recibir un plato.
Como Keith no estaba, Yeon-woo llamó a Spencer a su
habitación y cenaron juntos. Al menos cuando pasaba el
tiempo con su hijo después de cenar, era atendido en un lugar
un poco diferente, pero el mayordomo fue a lavar a Spencer e
inmediatamente la cabeza del hombre se llenó de un solo
pensamiento.

<Sólo porque estés casado no significa que no puedas hacerlo.


Hay un dicho que dice que tu naturaleza no cambia, ¿verdad?

<Todo el mundo tiene curiosidad, cuánto tiempo puedes


mantener la calma>>

<Byron lo garantizó, diciendo que es hora de cansarte>>.

<Si te quitas la ropa delante de tu persona favorita, también


caerás en él>.
<Si fuera en el pasado, tampoco te lo hubieras creído.>

<El Pitman ya lleva unos años con un solo Omega...>....>

Las palabras de Grayson seguían rondando en su cabeza sin


perder una palabra. Cerraba los ojos y agarraba las manos con
fuerza como si rezara con el corazón palpitando, pero no
podía detener los pensamientos que seguían.

<Bueno, ya es hora de cansarse, como has dicho.>

<Si tratas con un solo omega ordinario durante años.>

Por último, Yeon-woo no pudo soportar la cara sonriente de


Keith y se envolvió la cabeza con ambas manos.
"¿Yeonwoo? ¿Qué pasa? ¿Qué te pasa?"

Preguntó inmediatamente la enfermera que respondió. Yeon-


woo negó con la cabeza y apenas le dijo, preparándose para el
kit de emergencia a toda prisa.

"Está bien, hace frío". Yo sólo... Sólo tengo un dolor de


cabeza....."

Yeon-woo respiró y trató de calmarse de alguna manera.


Realmente podría ser por el trabajo. Esto tampoco es bueno
para al bebé. ¿Y si no confío en Keith? No puedo huir de
nuevo ahora.

Si

Si vuelve a pasar.

"Yo".

Yeon-woo no pudo soportarlo y levantó la cabeza. Le


preguntó a la enfermera que le miraba con cara seria y voz
temblorosa.

"¿Pueden darme una pastilla para dormir?" Espero que


podamos comer e irnos a la cama pronto....."
"Sí, por supuesto".

Después de comprobar una vez más el estado de Yeonwoo, la


enfermera preparó un somnífero seguro y agua que se puede
tomar incluso estando embarazada.

Afortunadamente, el efecto del medicamento fue muy bueno.


Poco después de tomar la medicina, Yeon-woo respiró
profundamente y se quedó dormido.

***

De pie frente a la puerta principal, el mayordomo se mantuvo


erguido en la cintura, esperando el familiar sedán que cruzaba
el jardín a altas horas de la noche. Cuando el lento coche se
detuvo, se acercó al sedán, abrió la puerta del asiento trasero y
se hizo a un lado. El dueño de la mansión se enderezó y le
miró.

"¿Qué pasa con Yeonwoo?"

"La enfermera le recetó pastillas para dormir porque tenía


dolor de cabeza. Desde entonces, duerme sin problemas".

"¿De verdad?"

Keith suspiró y se atusó el pelo. Siempre me sentía mal


después de recibir una inyección para eliminar la feromona.

Keith, que caminaba a grandes zancadas y cruzaba la


mansión, subió de repente al ascensor y se vio reflejado en el
espejo. Un hombre con el pelo alborotado y una camisa
desordenada estaba frente a él con una cara bastante cansada.
Intentaba arreglar de nuevo la corbata suelta, pero se detuvo.
Estaba deseando volver a su habitación y descansar. Con la
feromona eliminada, hoy podra dormir sin problemas. Incluso
si huele el aroma de Yeonwoo, podrá soportarlo un poco más
fácilmente.

Salió del ascensor pensando y caminó por el pasillo. En el


pasillo vacío, sólo el sonido de sus pies resonaba tenuemente.

"Sr. Pittman".

Al abrir la puerta y entrar, la enfermera, sentada en una silla


junto a la cama, se levantó. Ahora que Keith está aquí, ella
también puede descansar. Keith se enteró brevemente de su
estado, la envió y se dirigió a la cama.
Al oírlo, Yeon-woo estaba dormido. Los somníferos parecen
ser efectivos. Keith sonrió despreocupadamente y besó
ligeramente sus labios.

Fue entonces. Yeon-woo, que pensaba que se habría dormido


profundamente, abrió los ojos. Keith, que intentaba levantarse
como si nada, se detuvo y miró a Yeon-woo a los ojos.

¿"Keith"?

A Yeon-woo, que murmuraba con el rostro inexpresivo como


si aún estuviera medio dormido, Keith le sonrió
cariñosamente y le apartó el pelo de la mejilla.

"Bien. ¿Y si te duele la cabeza?"


"Está bien..."

Yeon-woo, que estaba embriagado de sueño y murmuraba,


frunció el ceño como si recordara de repente.

"¿Qué hora es ahora?"

Ante la pregunta de Yeon-woo, Keith consultó el reloj de su


muñeca.

"Las 3 en punto".
"Las 3 en punto..."

Yeon-woo, que recitaba la respuesta de Keith igual, volvió a


preguntar.

"¿Acabas de llegar?"

"Si".

añadió Keith, inesperadamente, con un humor algo reacio.

"Surgió algo urgente en la empresa..."...."


Hablaba de esto y de lo otro, pero Yeon-woo parecía no
escuchar. Cuando Keith, que sentía algo extraño, frunció el
ceño, Yeon-woo abrió la boca.

"... La camisa".

"¿Qué?"

Sólo entonces supo Keith que Yeon-woo no le miraba a la


cara.

"... Está arrugada. La corbata también está aflojada".


En voz baja, se miró a sí mismo. Cuando se acordó reflejado
en el espejo, una sonrisa de autoayuda cruzó su boca. La cara
de Yeon-woo se puso blanca al ver semejante beso mientras se
reía y pasaba de largo sin pensarlo mucho.

Keith, que se quitó la chaqueta del traje, se aflojó la corbata


suelta y la colgó en el respaldo de la silla junto con la
chaqueta. Entró en el baño y se dio la vuelta para quitarse la
ropa y lavarse, y Yeon-woo le abrazó de repente por detrás.

"¿Yeonwoo?"

Sorprendido por el inesperado comportamiento, Keith no


tardó en agarrarle la mano, frunciendo el ceño. No bajes de la
cama. Dime si necesitas algo. Deberías haber dormido más.
¿Por qué has bajado? Dijo lo que se le ocurrió, pero Keith no
pudo decir nada. Esto se debe a que Yeon-woo se acercó
inmediatamente y le besó los labios en el momento en que se
dio la vuelta y se enfrentó a él.

Fue una situación inesperada, pero Keith lo abrazó en lugar de


retroceder. Al mismo tiempo, el aroma de las feromonas de
Yeon-woo fluyó densamente alrededor, y él inhaló el aroma
profundamente en sus pulmones. Al mismo tiempo, un lado
del cerebro se aflojó mientras se relajaba. Los dulces labios, la
lengua y la saliva lo derritieron.

Mezclando la saliva bajo la lengua superpuesta lamiendo los


labios con fuerza, Keith se concentró en todos los sentidos
con los ojos cerrados. Cuando se tragó un profundo gemido en
sus excitadas extremidades inferiores, Yeon-woo, que apenas
despegó los labios, le susurró entre los brazos.

"El olor de las feromonas..."...."


Sin embargo, Keith tenía la cabeza aturdida. Con su cerebro
adormecido por las feromonas y los besos de Yeonwoo,
respondió casualmente.

"Oh, lo saqué".

Yeon-woo se endureció en su brazo, pero Keith no se dio


cuenta. Cuando Yeon-woo se sintió desolado por la cara de
Yeon-woo, volvió a superponer sus labios con él.

Los labios, abrazando el cuello con ambos brazos y frotándose


con rudeza, eran diferentes a los del beso anterior. Era
persistente y apresurado, como si se abalanzara sobre él y
esperara algo. Sin embargo, Keith, que abrazaba a Yeon-woo y
aceptaba el beso, no podía aceptar sin más que siguiera
apoyándose en él. Casi cayó momentáneamente en el deseo de
abrazar a Yeon-woo en la cama y abrazarlo violentamente,
pero lo soportó por un estrecho margen.

"...¡Ah!"

Cuando de repente le agarró el hombro y se lo quitó, Yeon-


woo se sorprendió y dio una breve exclamación. Keith miró a
Yeon-woo con una respiración agitada. Yeon-woo miraba a
Keith con la cara blanca. Era peligroso. Keith respiró
profundamente pensando. Lo escupía lentamente.

"No puedes hacer esto, Yeonwoo".


Apenas se aferró a la razón, se embaldosó.

"No me seduzcas, no es el momento para esto. Lo sabes,


¿verdad?"

Keith, que era lo más suave posible, abrazó a Yeon-woo y trató


de escucharlo. Iba a llevarlo a la cama y recostarlo, pero Yeon-
woo se le escapó de la mano como si lo notara. Keith frunció
el ceño con las manos enredadas en el aire que se le escapó en
vano. Como si se preguntara por qué. Yeon-woo abrió mucho
los ojos como si estuviera sorprendido, pero no intentó volver
a Keith. En su lugar, forzó la boca y sonrió y habló. Con voz
temblorosa.
"Está bien. El médico lo ha dicho. Mi cuerpo está bien
mantenido".

"Te dije que tuvieras cuidado en el futuro".

Keith señaló fríamente. De repente, no podía saber por qué


Yeon-woo estaba haciendo esto. Tal vez Yeon-woo se
contenía como Keith. ¿No se pegaban los dos cada vez que
hacían contacto visual hasta que tenían un hijo? Keith se las
arregló para persuadirlo soportando los gemidos irreflexivos.

"Yeonwoo, no queda mucho tiempo". Lo has aguantado bien


hasta ahora. Volvamos a la cama ahora".

"Estoy bien".
Yeon-woo, que esta vez volvió a evitar la mano de Keith, dio
un paso atrás y miró a Keith.

"Puedes hacerlo, KEITH". Tú también me quieres, ¿no?. Tú


también me quieres, ¿no?

La voz de Yeon-woo cambió gradualmente de forma


desesperada y empezó a temblar. Yeon-woo le suplicó a Keith,
que le miró con cara de sorpresa.

"Por favor, dime que...

"Yeonwoo, ¿qué te pasa de repente?"


Yeon-woo, que no soportaba ver a Keith, que estaba
confundido porque no sabía, se abalanzó sobre él primero.
Después de ser arrastrado por Yeon-woo, que estaba pegado a
todo su cuerpo y le besaba las mejillas, Keith entró en razón
tardíamente y volvió a apartar a Yeon-woo.

"¡Te he dicho que pares!"

Fue cuando no pudo aguantar y lo lanzó con brusquedad.


Yeon-woo lo miró con la cara blanca. Keith, que se dio cuenta
de lo que había hecho, se avergonzó tardíamente y abrió la
boca. Sin embargo, no se dio la oportunidad de disculparse.
Yeon-woo, que de repente sintió un tremendo dolor de
estómago, distorsionó su cara y dobló la espalda.

"Oh..."
"¡Yeonwoo!"

Keith se sorprendió, gritó y abrazó a Yeon-woo. Yeon-woo


comenzó a jadear y gemir mientras se cubría el estómago.
Keith abrazó a Yeon-woo y salió corriendo del dormitorio.
Durante el tiempo, no muy largo, hasta que salió tarde para
preparar un coche y corrió a la sala de urgencias del hospital,
Keith abrazó a Yeon-woo y sólo repitió las mismas palabras,
diciendo: "Está bien, está bien".
Capítulo#9

Cuando Yeon-woo apenas abrió los ojos en unas horas, Keith


ya sentía que había cruzado el umbral de la muerte varias
veces. Yeon-woo, que abrió los ojos y vio el rostro de Keith
mirándole con cara demacrada, no encontró nada que decir y
se limitó a mirarle. Keith extendió la mano hacia Yeon-woo,
titubeó un rato y le acarició lentamente la mejilla.

Cuando Yeon-woo inclinó la cabeza y apoyó la cara en su


mano, un suspiro tembloroso salió de la boca de Keith.
Cuando Yeon-woo, que se dio cuenta de que estaba tumbado
en la cama de la habitación del hospital, contempló
tardíamente, Keith se apresuró a abrir la boca.

"El bebé está bien".


Sólo entonces Yeon-woo relajó los hombros con alivio. Keith
continuó hablando mientras miraba a tal loto.

"Podría haber sido peligroso". "¿Por qué has hecho eso?"

Keith, que volvió a exhalar su temblorosa respiración, se sentó


junto a la cama y abrazó cuidadosamente a Yeon-woo.
Aliviado por la realidad que sentía dentro de su brazo, la subió
de nuevo.

"Sé que lo estás pasando mal". No queda mucho tiempo, así


que tienes que aguantar un poco más. El médico dijo que
estaría bien caminar despacio por el jardín una vez al día
durante unos 30 minutos, así que no lo aguantes demasiado y
avisa a la enfermera cuando te sientas frustrado....."

Era la primera vez que Keith hablaba tanto. Yeon-woo sintió


que la punta de su nariz ardía con fuerza para tranquilizarlo.
La incomprensión de Keith se profundizó por el pequeño
sonido de los mocos.

"Está bien, Yeonwoo". No ha pasado nada. Descansemos bien


un día y volvamos a casa. Todo estará bien. Está bien".

Acarició la cabeza de Yeon-woo y lo acarició cariñosamente.


Como para calmar a Spencer, Yeon-woo enterró la cara en su
hombro y tragó saliva. Cuando el aroma de feromonas de
Keith se desprendió suavemente, se volvió aún más
desgarrador.
Casi lo pierdo todo.

Cuando recordó lo imprudente que fue, se volví aún más


patético. Aún así, ¿no está Keith a su lado ahora? Entonces
está hecho. Pensó Yeonwoo.

No estoy ayudando a Keith de todos modos.

No podía soportar cuando pensó que hacía a su hijo pasar


peligro por los celos y la ansiedad. Fue él quien insistió en
mejorar. Yeon-woo finalmente se disculpó debido a la
desilusión consigo mismo.

"Lo siento".

"No hiciste nada malo, Yeonwoo".


Keith, que no entendió el significado, se negó a disculparse.
Pero Yeonwoo negó con la cabeza.

"Cookie estuvo en peligro por mi culpa. Es mi culpa......."

"Eso no es cierto".

Keith lo dijo de nuevo.

"Te ha ido tan bien que has ido demasiado lejos. Si has
aguantado tanto, claro que es hora de cansarse. No te culpes".
Seguía sin entender. Yeon-woo apartó su cuerpo de Keith y le
miró la cara. Su rostro pálido se veía especialmente delgado
que de costumbre. Yeon-woo confesó honestamente,
sintiéndose culpable.

"Lo hice a propósito".

"¿Qué?"

Preguntó Keith. Yeon-woo confesó con agonía.

"A vos... Te seduje a propósito porque pensé que estabas


cansado de mí".

"¿De qué estás hablando?"


Realmente no entendía. Yeon-woo dijo que había escuchado
su conversación con Grayson con dificultad. Sin embargo,
Keith seguía desconcertado.

¿"Pero"?

Keith ni siquiera podía recordar la conversación. Yeon-woo se


dio cuenta una vez más de la tontería que había hecho,
mientras se resentía.

"Dijiste que tu naturaleza no cambia, a Miller".


Keith se limitó a parpadear ante el comentario resentido.
Yeon-woo se apresuró a seguir hablando con Keith, que
parecía estar frunciendo el ceño y pensando en algo.

"Todo el mundo tiene curiosidad, pero cuánto puedes durar".


Byron dijo que pronto te cansarás de mí".

Al ver a Keith, que seguía sin responder, Yeon-woo habló con


una voz más alta.

"¡Si te quitas la ropa delante del striptease de tu gusto,


también caerás en él!"
"...Ha".

Al pronunciar las últimas palabras, Keith pareció revivir a


duras penas su memoria, pero volvió a respirar abatido.

"¿Por eso dices que esa fue la razón?" ¿Sólo por escuchar a
Grayson?

Keith, que sacudió la cabeza una vez, levantó y bajó las manos
y volvió a mirar al aire, pronunció finalmente con voz áspera,
como si estuviera enfadado.
"Oh, Dios. Yeonwoo". ¿Estás diciendo que sospechabas que
podía engañarte porque estaba demasiado excitado por ver a
un stripper? ¿Cómo puedes pensar en eso? Eso no puede ser
cierto. ¡Es demasiado tarde! Si lo hiciera, no me perdonarías
esta vez, pero no soy idiota. ¡Eso lo sé!

"Sin embargo, no lo negaste".

"¡No hay razón para enfadarse con cada una de esas


tonterías!" De todos modos es un lío!"

La voz de Keith aumentó gradualmente. Yeon-woo también


gritó sin perder.

"Tú también lo has dicho, es hora de cansarse. Si estás


tratando con un omega ordinario durante años, ¡es obvio!"
"¡Sí, si es un omega ordinario!"

Keith finalmente comenzó a gritar después de apenas superar


la temperatura que había estado presionando hasta ahora.

"¡Vaya! ¿Me estás diciendo que sos un omega normal?" Si


hubiera pensado eso, no me habría casado contigo ni habría
mantenido una relación contigo durante años como ésta.
¿Cómo puedes pensar eso? ¿No me conoces tan bien? Eres el
único con la que he tenido una relación de más de tres meses,
¿cuántos años has vivido conmigo y todavía no puedes sentir
lo mucho que me gustas? Muy bien, adelante. ¿Cómo puedo
confiar en mí? ¡Dime ahora mismo!
Yeon-woo abrió los ojos de par en par al escuchar un duro
grito. Hacía mucho tiempo que no veía a Keith tan enfadado.
Cuando grabó en secreto una marca en la oreja de Keith,
estaba tan enfadado como cuando rechinó los dientes para
encontrar y matar al criminal.

Ah.

Sólo entonces Yeonwoo se dio cuenta. Que tenía un increíble


malentendido. Cuando se dió cuenta, se despertó como si
estuviera cubierto de agua fría.

¿Qué hice?

"Lo siento".

Yeon-woo estaba pálido ante la furia huracanada de Keith.


"Es mi culpa".

"Ni siquiera te disculpes, de todas formas no confías en mí.


No confiarás en mí hasta que entres en la tumba, ¿verdad?".

Keith, que había gritado con aspereza, apretó los dientes, miró
al aire y murmuró para sí mismo.

"......Esto también es autoayuda".

"Keth..."
Yeon-woo no pudo disculparse más y se limitó a decir su
nombre de nuevo. Keith respiró profundamente. Yeon-woo
después de dudar y bajarse de nuevo. Exhaló y preguntó,
rechinando los dientes.

"¿Por qué se te ocurrió esa idea?" Lo que dijo con Grayson no


lo es todo, ¿verdad?

Yeon-woo no parecía saber mucho de Keith, pero por el


contrario, Keith lo conocía bien. Yeon-woo, que no consiguió
ganar el repetido interrogatorio, confesó honestamente.

"El olor de las feromonas..."... Esta debilitado".


Keith se detuvo un momento. Estaba claro que no se había
pensado en ello. Keith sacudió rápidamente la cabeza ante la
reacción de Yeon-woo, que se puso rápidamente pálido.

"No, Yeonwoo. Está mal".

Tras suspirar, se detuvo mientras intentaba levantarse de su


asiento. Al darse cuenta de que corría mientras intentaba
quitarse la ropa y sólo llevaba una camisa de vestir arrugada y
sin corbata, escupió un gemido hirviente en lo más profundo
de su cuello y confesó como si se hubiera rendido.

"Me estaba reteniendo".


"¿Qué?"

Preguntó sorprendido Yeon-woo sin darse cuenta. Keith


continuó hablando casualmente porque era una reacción
esperada.

"Puedo enseñarte si me pides que te muestre la medicina,


pero está en el bolsillo de mi chaqueta. Lo encontrarás cuando
vuelvas a la mansión. Y la razón por la que el olor de la
feromona ha disminuido es porque me he puesto una
inyección hoy, no ayer".

¿"Inyección"?

"Sí".
Keith asintió a Yeon-woo, que repitió lo mismo.

"Una inyección para eliminar las feromonas".

Las palabras abrieron los ojos de Yeon-woo aún más.


Entonces la razón por la que dijo que llegaba tarde por el
trabajo....... Keith abrió la boca como si respondiera a una
pregunta silenciosa.

"Después de la inyección, perdí el conocimiento durante unas


horas. Hoy, no, ayer, sólo tardé un poco más que antes. El
auxiliar dijo que era porque había muchas feromonas
acumuladas".
Ya veo.

Sus palabras fueron meticulosamente correctas. Luego se


arremangó para mostrar las marcas de la inyección en su
brazo, sin dejar más dudas.

"¿Está relacionado con la visita de Miller?"

Keith contestó rápidamente a la pregunta de Yeon-woo.

"Lo hablé porque tenía una pregunta sobre medicina. No


sirvió de mucho".
"Ya veo..."

Acabo de tener una conversación infructuosa con un amigo


con el que no se encuentra desde hace mucho tiempo, pero no
podía creer que le haya malinterpretado después de escuchar
esa parte. Yeon-woo no pudo ocultar su arrepentimiento y
preguntó.

"¿Por qué no lo dijiste?"

Keith frunció el ceño como si fuera extraño.


"¿Por qué? Sólo estoy recibiendo una inyección de
feromonas". "Ni siquiera te has levantado de la cama, y no
hace mucho que has empezado a comer bien".

Comparado con Yeon-woo, respondió que lo que había hecho


no era nada. Después de escuchar eso, Yeon-woo
naturalmente suspiró.

"Lo siento..."

Yeon-woo se avergonzó de sí mismo sospechando de él y


quiso esconderse en algún lugar.
"Realmente quiero huir a algún lugar".

Dijo Keith con cara seria mientras se inclinaba y murmuraba


su cara roja.

"No vuelvas a decir eso".

Yeon-woo, que sin saberlo levantó la cabeza en un tono


bastante agudo, se sentó frente a la cara de Keith mirándolo.

"Lo siento".
Yeonwoo se disculpó de nuevo.

"No lo haré más...".... No huiré ni me esconderé".

Yeon-woo, que lo prometió una vez más, deslizó su mano


sobre el brazo de Keith por lástima.

"... Es muy difícil, ¿verdad?" Porque estoy embarazada".

Ya han pasado meses desde que Yeon-woo se inyectó


regularmente con inhibidores y feromonas. Pensando en lo
mucho que Keith aguantó y soportó, su corazón se volvió más
pesado. Keith cogió la mano de Yeon-woo, inclinó la cabeza y
le besó en el dorso de la mano.

"Si digo esto, ¿tu corazón se sentirá más ligero?" En realidad,


no me sentí mal por el hecho de que estuvieras embarazada".

"¿Por qué?"

Ante la pregunta, Keith sonrió y respondió.

"No puedes ir a ninguna parte".


En eso, Yeon-woo se dio cuenta de que Keith también tenía
las mismas preocupaciones que él.

Porque no tiene que estar ansioso por qué se vaya

Cuando Yeon-woo se dio cuenta de su corazón oculto, todas


las dudas desaparecieron.

"¿Tenías eso en mente?"

Su boca se aflojó sola porque wj corazón estaba relajado.


Cuando Yeon-woo se rió, Keith también se rió, suavizando su
boca. Keith, que entonces lo abrazó con fuerza, dijo con una
voz todavía llena de risas.
"Tenemos que tener más fe el uno en el otro".

"Sí".

Yeon-woo asintió con la cara apoyada en su hombro.

"Te quiero, KEITH".

Keith, que besó la cabeza de Yeon-woo, de repente tuvo una


pregunta traviesa.

"¿Cómo terminaste gustando de mí?"


Había oído que le gustaba desde que era jugador de polo. Pero
Keith quería saber más.

"Después de enamorarme, en realidad no esperaba volver a


verte".

Yeonwoo confesó honestamente.

"Estoy buscando un trabajo..." Su empresa está reclutando


secretarios. Si te presentas y te aceptan...... Después de eso,
bueno, como sabes".
Era una respuesta fácil, pero en algún lugar no era suficiente.
Keith frunció el ceño y volvió a preguntar.

"¿Eso es todo? Debe haber más".

"¿Qué...?"

Yeon-woo respondió, dejando un momento entre medias


como si estuviera tanteando su memoria.

"Cuando nos volvimos a encontrar, fue más frío que cuando


nos vimos por primera vez. Todavía te recuerdo de pie en la
oficina y mirándome".
"¿Y qué?"

"Entonces..."

Yeon-woo vaciló de nuevo ante los repetidos impulsos.

"Sigo mirándote..."... "Llegó a gustarme más".

"¿Eso es todo?"

De repente, Keith agarró el brazo de Yeon-woo y se lo quitó


de encima. Keith, que miró la expresión avergonzada de Yeon-
woo, exhaló como si estuviera asombrado y cerró los ojos y los
abrió. Keith, que volvió a calmar su voz, le preguntó a Yeon-
woo, que estaba ansioso por dentro.
"Entonces, ¿qué pasa ahora?" ¿Qué te gusta de mí?"

Yeon-woo perdió brevemente el conocimiento. También


estaba la influencia del violento olor a feromonas de Keith,
pero quedó brevemente hipnotizado por el rostro feroz que
miraba. Keith, que se dio cuenta, no pudo contener su ira y
rechinó los dientes.

"¿No tienes nada más que mi cara?"

"Oh, no".
Yeon-woo se apresuró a recapacitar y sacudió la cabeza. Por
supuesto, no era sólo la cara. Por supuesto, es cierto que todos
los malos sentimientos desaparecen cuando se mira la cara,
pero no puede ser eso. Para Keith, hay muchas otras ventajas.

Muchas...... Ventajas.......

Poco a poco, su mente se quedó en blanco. Yeonwoo miraba


inexpresivamente la cara de Keith y parpadeaba. Consiguió
abrir la boca.

"Cada vez estás mejor".

"Entonces, ¿qué quieres decir?

Keith volvió a coger la vaina y preguntó de nuevo. Yeon-woo


finalmente dio una respuesta después de apretar su cabeza.
"Sólo... ¿Amabilidad?"

"...Ja".

Keith suspiró como si eso fuera todo. Sin embargo, los


pensamientos de Yeon-woo eran diferentes. Por supuesto,
Keith suele ser contundente y a menudo sarcástico o
enfadado, por lo que su amabilidad brillaba aún más. Todavía
no sabe cuánto late su corazón con la consideración y la
actitud amistosa de Keith a veces. Por eso Yeon-woo quería
decirle que le quería, pero en lugar de eso, sacó la cabeza y
besó a Keith en los labios porque pensó que no se lo creería.

"¿Por qué no me muestras más de tus puntos fuertes?"


Cuando se rió en broma, Keith frunció el ceño y pronto
devolvió el beso en los labios de Yeon-woo como si se hubiera
rendido.

"...Sí".

Cuando Yeon-woo, que había dejado escapar un gemido


satisfactorio alrededor de su boca, se abrazó a su cuello, Keith
se apoyó en él como si hubiera esperado. Keith, que
naturalmente se acercó a Yeon-woo tumbado en la cama, se
frotó los labios repetidamente, le chupó la lengua y continuó
besando.

Yeon-woo, que estaba inmerso en el beso mientras olía su


dulce aroma a feromonas, sintió de repente un calor inusual
debajo. Cuando dejó de besar y bajó los ojos, Keith, que no
tuvo más remedio que despegar los labios, también agachó la
cabeza y se detuvo. Al mismo tiempo, los ojos de los dos se
fijaron en la parte delantera de Keith muy hinchada.

"Oh..."

Cuando Yeon-woo soltó una vergonzosa exclamación, Keith,


que lo miraba, se levantó de repente. Keith le dijo a Yeon-
woo, que abrió mucho los ojos avergonzado.

"Está bien, así que ve a dormir".

"Pero..."

"He dicho que está bien".


Habiendo hablado de forma algo brusca, pronto suavizó su
tono y añadió.

"Duerme pronto".

Lo dijo casualmente, pero Yeon-woo pudo ver lo doloroso que


sería. ¿Cómo ha estado sabiendo que tiene que soportarlo
durante meses? Yeon-woo, que estuvo mirando su cara
durante un rato, se decidió y abrió la boca.

"Hey, Keith".
Keith, sentado en la cama, giró la cabeza. Yeonwoo sugirió
cuidadosamente.

"Oye, ¿quieres subir?" Lo haré con mi boca......."

"Ni lo sueñes".

En un instante, la atmósfera se volvió dura. El asustado Yeon-


woo se encogió y miró a su alrededor. La atmósfera de Keith
era literalmente brutal, pero no podía dejarlo pasar.

¿Qué hacemos?

Yeon-woo, que estaba agonizando, de repente encontró su


mano y brilló sus ojos.
"Keith".

Keith, que permaneció atento a la voz más brillante de Yeon-


woo y lo miró de nuevo, lo interceptó primero al ver que
Yeon-woo levantaba la mano y abría la boca.

"Yo también tengo manos, Yeonwoo".

"Eh..."

Yeon-woo titubeó y bajó la mano ante las sarcásticas palabras.


Poco después, Keith ladeó la cabeza y suspiró al ver que
bajaba los hombros y se moría. Este es el límite. Podría haber
aguantado un poco más, pero Yeon-woo lo arruinó todo. Si
Yeon-woo no estuviera embarazada, ya se habría subido
encima de él y lo habría derramado dentro una y otra vez.

Si no estuviera embarazada en primer lugar, no habría tenido


que soportarlo así.

Habiendo pensado en sí mismo, se barrió el pelo


violentamente y volvió a mirar a Yeon-woo.

"Si realmente quieres ayudar, ¿puedes hacer lo que te digo?"

"Sí".

Al ver que Yeon-woo asentía sin dudar, Keith volvió a fruncir


el ceño.
"Piensa un poco, Yeonwoo".

"......Es imposible que me hagas algo malo".

Tuvo un impulso absurdo de traicionar esta creencia


infundada, pero lo soportó. Keith reprimió el impulso y
ordenó en su lugar.

"Quítate los pantalones y toda la ropa interior".

"¿Eh? .... Uh".


Yeon-woo estaba desconcertado, pero asintió y siguió lo que
se le dijo. Keith observó cómo Yeon-woo vacilaba y se quitaba
la ropa y se bajaba la ropa interior.

"¿Funciona?"

Keith no respondió a Yeon-woo, que preguntó con las rodillas


pegadas y una mano cubriendo la parte inferior de sus nalgas.
En su lugar, se acercó a la cama y levantó las rodillas para
ponerse medio de pie y agarrar la rodilla de Yeon-woo.

"Yeonwoo".

"¿Eh?"
La voz de responder apresuradamente a la voz baja llamando a
sí mismo descansó y se dividió. Keith abrió la boca.

"Abre las piernas".

Esta vez ni siquiera podía emitir un sonido. Keith juntó las


cejas como si presionara a Yeon-woo, que contuvo la
respiración y abrió mucho los ojos. Yeon-woo dejó de encoger
los hombros como si la regañara por lo que estaba haciendo.

Ni siquiera es la primera vez.

Keith debe conocer su cuerpo mejor que el propio Yeon-woo.


Sin embargo, no era fácil revelar todo su trasero frente a su
mirada. Su cara se calentó de vergüenza y su aliento se secó
por sí mismo.

Las rodillas que se enfrentaban estaban más tensas y pegadas.


Keith se limitó a mirar a Yeon-woo, que temblaba con las
manos cubriendo su trasero. Ni urgido ni enfadado. Sólo lo
miraba. Yeon-woo sabía que le estaba esperando. Mientras
este tenso silencio continúa, su excitación sólo aumenta.

Suspiro. Suspiro.

Con una breve respiración, Yeon-woo abrió sus temblorosas


rodillas. Poco a poco, Keith observó en silencio a través de la
entrepierna que se produjo muy lentamente. El rostro de
Keith, que entró en el tembloroso campo de visión, se recordó
tenuemente. Cuando notó que su aliento también se había
vuelto áspero, el trasero de Yeon-woo estaba mojado.

"...Sí".
Yeon-woo, que no podía soportarlo, se quitó la mano que
hasta entonces le cubría el trasero y abrió claramente la
rodilla. En ese momento, Keith dejó de respirar. Su olor a
feromonas se volvió incomparablemente más fuerte que
nunca.

La excitada vista de Yeon-woo le mostró tirando de su camisa


y quitándosela. La mano que llevaba con los pantalones aflojó
el cinturón y abrió la cremallera. Y en ella, estaba tan excitado
que sacó su pene lleno de grandes manos.

Los vasos sanguíneos se enrojecieron en los ya acalorados


genitales, y el pulso era fluctuante. Keith acarició lentamente
el suyo mientras mantenía su mirada entre la entrepierna de
Yeon-woo. Yeon-woo sintió el impulso de morirse de
vergüenza, pero no podía negar que estaba muy excitado. El
estómago se estremeció y el agujero se encogió a voluntad.
Cada vez que respiraba, el dolor se filtraba poco a poco por el
agujero que se apretaba y se liberaba.

"Suspiro..."

Un gemido muy profundo salió de la boca de Keith con un


suspiro. Sus manos que miraban a través de su pene se
aceleraron gradualmente. Cuando comprobaba con los ojos
los genitales que entraban de lleno en el estómago de
Yeonwoo, la saliva de éste bajaba naturalmente por su
garganta.

Es tan grande dentro de mí.

Eso es lo que me dejó embarazado.


Cuando lo pensó, no pudo soportarlo porque el fondo estaba
palpitando. Se agarró a la sábana en lugar de a él porque
estaba conteniendo sus ganas de abrazarlo, pero no podía
hacer nada. Al apretar todo su cuerpo cerrando al máximo los
dedos de los pies, el agujero del fondo también se apretó.

La cara de Keith se distorsionó al ver las delicadas arrugas.


Junto con él, se formaron fluidos corporales claros en el
extremo de sus genitales. El agujero se mojó, y la mano que
barría los gruesos pilares se aceleró gradualmente. Yeon-woo
también tragó varias veces mientras observaba la erección del
hombre a través de su entrepierna bien abierta.

"Keith..."
Yeon-woo dijo su nombre con voz húmeda. Bajó la mano que
sujetaba la sábana y le agarró el culo y lo separó. El pequeño
agujero se abrió al máximo y la pena fluyó hacia abajo.

"Por favor, envuélvelo aquí..."...."

La mano de Keith, que agarró los genitales en la apelación


cerca de la petición, puso un momento de fuerza en ella.
Posteriormente, las cosas calientes se vertieron en el
estómago de Yeonwoo.

Yeon-woo cerró los ojos por reflejo ante el semen de Keith,


que le salpicó la cara. El semen siguió cayendo sobre su
cuerpo. Cada vez que Keith barría con el pene, el semen se
añadía sobre el vientre, la cara, el pecho y sobre la abertura de
Yeonwoo.
"Suspiro..."

Keith, que apenas suspiraba y abrazaba a Yeon-woo, le besaba


la cara aquí y allá. Yeon-woo aceptó con gusto su beso. Poco
después, Keith, que tenía su cara en el hombro de Yeon-woo,
murmuró.

"Ahora sólo tengo que aguantar 12 semanas".

"Sí".

Yeon-woo asintió y le abrazó.


"Hazlo hasta que no pueda caminar".

Keith sonrió ante estas palabras y preguntó.

"¿Estás seguro de que no te arrepentirás?"

Yeon-woo giró la cabeza sin dudarlo y le besó.

"No lo haré. Nunca".


Keith se rió y le devolvió el beso. Este beso continuó más
largo y oscuro.

"Keith".

Preguntó Yeon-woo, que apenas dejó de besarse, respirando


con dificultad.

"Cariño, ¿puedo hacer un celebración?"


Poco después, Yeon-woo murmuró evitando sus ojos como si
estuviera frunciendo el ceño y mirándolo como si estuviera
diciendo algo.

"No, sólo quería hacer una pequeña fiesta". No podía hacerlo


durante Spence.... Si invitas a Josh y a los niños, Spence puede
divertirse con sus amigos".

"¿Ahora?"

Yeon-woo se echó a reír al ver que Keith fruncía el ceño.

"Por supuesto, en la fecha en que nazca el bebé".


En qué estás pensando, Yeon-woo volvió a reírse. Keith le
sonrió ligeramente. Le gustaba cómo Yeon-woo seguía
sonriendo, pero no le gustaban los niños de Bailey. Pero eso
no significa que no pueda estar en desacuerdo. Sería natural
que quisiera ser felicitado porque es un niño precioso que
apenas ha nacido, y Spencer también apreciará más la
existencia de un amigo en el futuro. En una situación
inevitable, a Keith se le ocurrieron medidas.

"Invita también a Angela".

"De acuerdo".

Keith preguntó a Yeon-woo, que asintió.


"¿Estará bien? Habrá muchas cosas a las que prestar atención
en el futuro". Te he dicho que tú también necesitas una
secretaria. Será mucho más útil cuando gestiones tu agenda y
tengas una fiesta así".

Yeon-woo se echó a reír brevemente.

"Keith, ¿te has olvidado de lo que he hecho?"

Por supuesto, lo recuerda. Era un secretario muy capaz que


siempre terminaba su trabajo antes de que yo lo pensara.
pensó Keith. Además, es muy hábil para llevar a cabo actos
descarados que con frecuencia sacan el alma de su jefe.
¿"Keith"?

Keith, que llevaba un rato pensando en otra cosa, volvió en sí


al oír la llamada. Yeon-woo le miraba extrañado. Keith se
apresuró a recordar lo que Yeon-woo había dicho. Recordando
las palabras que le hicieron caer en el delirio, frunció el ceño.

"¿Lo harás solo?"

"Voy a hacerlo muy pequeño".

Yeon-woo se rió, diciendo: "No hay mucha gente a la que


llamar". También añadió que no necesita una secretaria
personal.
"Spence puede escribir la invitación".

Por supuesto, Spencer aún no podía escribir bien las cartas,


así que la mayoría tenía que rellenar imágenes y apenas
escribir su nombre y el de los invitados. Le correspondía a
Yeon-woo escribir el contenido. Pero eso se limitaba
probablemente a los invitados de Spencer, Pete, Cecil y
Angela.

Ya se reía al pensar en conocer gente y pasar un buen rato


después de mucho tiempo. Poco después, con el permiso del
doctor, Yeon-woo regresó a la mansión, y cuando quedaba
poco para dar a luz, por fin celebró la fiesta que quería.
Capítulo#10

<Querido Bailey, y Sr Miller.

Hola, soy Spencer S. Pittman. Tengo un hermano menor.

Tenemos una fiesta con almuerzo a las 12 en punto el 3 de


abril. Por favor, vengan a felicitarme.

Spencer, que pronto se convertirá en un hermano mayor>

Josh parpadeó al ver la carta de invitación en el correo. Tras


ojear el contenido una vez, abrió la boca.
"Cecil. Spence quiere invitarnos a una fiesta". "Tendra un
hermano menor".

"¿Qué?"

Cecil, que estaba tumbado en el suelo y dibujando, levantó la


cabeza.

"¡Muéstranos! Muéstranos!" ¡Muéstrame!

Josh se rió estupefacto al ver a Cecil, que tiró los lápices de


colores y corrió de un lado a otro gritando.
"Todavía no sabes leer"".

"¡Léelo! Léelo". ¡Muéstrame la carta de Spencer! ¡Muéstrame!


¡Voy a verlo! Ah!"

Cecil estaba impaciente y gritaba desaforadamente, agitando


los brazos. Josh dejó la mancuerna al ver que el niño
lloriqueaba.

"Cecil".

Llamando al niño en un tono serio a propósito, se inclinó y


siguió hablando con contacto visual.
"¿Qué ha dicho papá?" Por mucho que quieras, no puedes
enfadarte y lloriquear, ¿verdad? Si haces esto, ¿la gente tratará
de escucharte? Espero que no.

Cuando preguntó: "¿Eh?" Cecil dijo en voz baja: "No. voy a


escuchar". Josh sonrió al ver que el niño dejaba de tener un
comportamiento violento.

"Bien, ¿te pido que lo hagas de nuevo?"

Cuando se puso de pie y le dió otra oportunidad, Cecil se puso


de pie y se levantó la falda. Y sonrió de forma hermosa y dobló
ligeramente una rodilla.
"Joshure Bailey, ¿puedes mostrarme la carta?"

"Oh, bueno".

No quiso decir que se detuviera aquí.

Josh sintió angustia por un momento ante la petición del niño


que le miraba con los ojos más brillantes que las estrellas,
pero pronto dejó de pensar. Cuando le tendió la carta, Cecil le
tendió inmediatamente la mano con sus ojos centelleantes. En
el momento en que Cecil estaba a punto de recibir la carta que
tanto deseaba.

"¿Qué es esto?"
Una mano repentina se la arrebató. Cecil se quedó allí, en
blanco, con la boca abierta tan grande como sus ojos. Sin
importar la reacción del hermano menor, Pete comenzó a leer
la carta mientras se movía.

"Peter, deja tu bolsa primero".

Chase, que le seguía, le tendió la mano. Pete pasó la carta de


mano en mano, levantando y soltando los brazos uno a uno
según le decía. Mientras tanto, los ojos no dejaba la carta en
todo momento.
"¡Dame la carta, dámela!"

Cecil estiró los brazos gritando, pero Pete se limitó a evitarlo.


La expresión de Pete al ver a Cecil, que estaba muy enfadado,
mostraba claramente signos de molestia.

"¿Por qué me pides algo si ni siquiera sabes leer las cartas?"

"¡Puedo leerlas!" Dámelo. ¡Papá me lo ha dado! "¡Eres un


tonto!

"Tú eres el tonto, apenas has memorizado el alfabeto."

"¡Papá!"
Cecil pidió urgentemente ayuda a Josh, pero justo a tiempo
salía al jardín. Chase dejó la bolsa de Pete y se dirigió a la
cocina para preparar zumo para los niños, y sólo había dos en
el salón.

Cecil miró a su alrededor y se dio cuenta de que no había


nadie que le ayudara, así que volvió a mirar a Pete. La cara de
Pete al leer la carta estaba llena de sonrisas. Al mirarlo, Cecil
se apresuró a acercarse a él porque. Sin embargo, el
movimiento del hermano menor con los brazos abiertos no
pudo estar a la vista de Pete.

"¡Ay!"

Con sólo dar un paso atrás, Pete simplemente evitó el ataque


de Cecil. Debido a eso, Cecil gritó y pegó la cara en el suelo.
"Eh..."

Mientras gemía de dolor, se levantó apresuradamente, pero


Pete ya estaba caminando hacia el ascensor. Con la carta de
Spencer en la mano.

"¡Dame la carta!"

Cecil se precipitó hacia Pete, gritando con urgencia. Pero, por


desgracia, el ascensor se cerró ante sus ojos y la carta de
Spencer desapareció por completo.
"Oh... oh... oh...".

Cecil se quedó de pie y tembló de asombro y sorpresa.

"Muerto...".

Con los dientes apretados y lágrimas en los ojos, finalmente


gritó.

"¡Voy a matarte, Pete!"

"¿Qué?"
Chase, que volvía con zumo y bocadillos, se detuvo
sorprendido por el repentino grito. Pero ese no fue el final.
Cecil se tumbó en el suelo y empezó a llorar, balanceando los
brazos y las piernas de forma temeraria.

"¿Qué pasa? ¿Qué está pasando?"

Josh, que acababa de entrar en el salón, se acercó


apresuradamente. Intentó abrazar al niño, pero Chase estiró
un brazo para detenerlo.

¿Por qué?
respondió Chase en voz baja a Josh, a quien le preguntaron
por la forma de su boca.

"Te vas a cansar pronto. "Dejémoslo por ahora, y me enfadaré


aún más si lo tocas ahora".

"......."

Josh miró al niño con los brazos cruzados con el ceño


fruncido.

"¿Cecil?"

"Debe haber subido".


Cuando Chase miró alrededor del ascensor en el segundo piso
y dijo, Josh pronto supo lo que estaba pasando.

"Cecil, ¿Te robaron la carta a Spence?"

Cuando Josh preguntó, Cecil comenzó a llorar más fuerte.


Josh señaló con una mano en la frente al niño gritando con
todo su cuerpo que tenía razón.

"¿Qué pasó?"
Josh trató de explicar la cara de Chase cuando le miró
avergonzado, pero se detuvo. Debería decirles que nos
enviaran correo a partir de ahora. Cada vez que Spencer
enviaba algo, se producía un disturbio en casa. Josh, que
suspiró, volvió a mirar a Chase.

"Yeonwoo nos invitó a un baby shower. "Tendra un segundo


hijo de Pitman".

Mientras hablaban del contenido del correo, el llanto del niño


continuaba.

***

Unos 30 minutos antes de la carta de invitación, una gran


furgoneta llegó a la mansión de Pittman. Josh, que conducía él
mismo el coche y traía a los niños, entró en la casa siguiendo
las indicaciones del mayordomo y se dirigió a la pequeña sala
de estar donde Yeon-woo esperaba.

"¡Josh! Bienvenido". Pete, Cecil también está aquí".

Josh, que entró con una sonrisa al ver a Yeon-woo dando la


bienvenida a los invitados, se detuvo un momento. Una silla
de ruedas estaba colocada junto al sofá donde se sentaba
Yeon-woo. Yeon-woo, que se dio cuenta de la mirada, sonrió y
dijo con cara de vergüenza.

"Eso es un poco... Tengo una razón".


Josh asintió alrededor de los niños.

"Ahora, tienes que saludar al señor Pitman.

En cuanto las palabras cayeron, Pete se quitó primero el


sombrero fedora que llevaba, se acercó a Yeon-woo y le tendió
la mano derecha.

"Hola, Sr. Pitman".

"Hola, Pete".
Yeon-woo le tendió la mano en señal de admiración y la
estrechó ligeramente. Pete dio un paso atrás con el sombrero
sobre el pecho. Tal vez por la conciencia de hermano mayor,
Pete era amable y educado. Llevaba un sombrero fedora y una
chaqueta gris a cuadros que hacía juego con su actitud, con
una camisa blanca y unos pantalones cortos hasta la rodilla
por dentro. Llevaba calcetines blancos con las pantorrillas
medio cubiertas y zapatos negros, era un pequeño caballero
que no dejaba de imaginar.

¿Puede Spence ser un hermano mayor o un hermano mayor


tan maduro?

Yeon-woo lo pensó, pero no podía imaginar a Spencer con


una actitud tan disciplinada. Sonrió despreocupadamente con
amargura, y pronto Cecil se adelantó.

"Hola, Sr. Pitman. "Gracias por invitarme".


Cecil, que llevaba un vestido blanco con una cinta de seda roja
en la cintura, se sujetó la falda ligeramente e inclinó las
rodillas para saludar. Como era de esperar, con unas medias
blancas y unos zapatos Mary Jane morados, se parecía a
Chase, con un rubio brillante y colorido hasta el codo, y con
una diadema con joyas en la cabeza.

Yeon-woo se confundió al ver una cara bonita que le sonreía.


Cada vez que veía a Cecil, sospechaba del género. Aunque
sabía que el género de los niños era a menudo difícil de
distinguir, no podía creer que Cecil fuera un niño.

Debe ser porque Josh lo dijo.

Todavía dudando de sus ojos, Yeon-woo sonrió torpemente.


Josh preguntó cuando Cecil retrocedió como Pete.
"¿Vas a jugar aquí?" Ahora que lo pienso, no puedo ver a
Spence".

"Oh".

Yeon-woo volvió tardíamente a la realidad y contestó.

"Otro amigo llegó primero y estan jugando juntos". Espera un


momento, Charles".

El mayordomo, que estaba esperando la llamada, se adelantó


de inmediato.

"¿Puedes traer a Spence?" Sus amigos están aquí".


"Bien. ¿Preparamos el té y los refrescos de inmediato?"

"Por favor".

De acuerdo con las instrucciones, el mayordomo intentó


mover su cuerpo, pero Pete se adelantó.

"Hola, Sr. Pitman".

Mientras todos centraban su atención en él, Pete continuó en


tono cortés.

"¿Puedo ir a buscar a Spence con usted?" Tendré cuidado de


no molestarlo".
El mayordomo miró a Yeonwoo. Como si estuviera bien
permitirlo. Yeon-woo recordó la actitud demasiado madura de
Pete y dijo:

"¿Qué edad tenía Pete?"

"Hazlo, Pete. Charles, si encuentras a Pete, ¿prepararás


bocadillos para los niños?"

Mientras se preparaba para el baby shower, Yeon-woo


también preparó una sala separada para que los niños se
reunieran y jugaran. El suelo está lleno de atracciones
interiores con almohadillas antideslizantes para que puedan
jugar libremente. Por supuesto, también había una zona de
juegos separada cerca de la mansión para que los niños
pudieran jugar al aire libre si querían, que normalmente
utilizaba sólo Spencer. Había montañas rusas, toboganes y
tiovivos, que no tenían nada que envidiar a los pequeños
parques de atracciones. Por supuesto, estaba hecho para
niños, así que era pequeño y lento, pero Spencer estaba muy
satisfecho. Estará aún más contento de estar con sus amigos
de hoy.

"Gracias, señor Pitman".

Cuando se le concedió el permiso, Pete inclinó ligeramente la


cabeza y le saludó, y se apresuró a seguir a Charles. Al ver eso,
Cecil miró por turnos a Pete y Yeon-woo y se apresuró a
avanzar.
"Pittman, ¿puedo ir también?" "Tendré cuidado".

Intentó imitar las palabras de Pete, pero casi estallo en


carcajadas en cuanto Yeon-woo preguntó vagamente como si
todos no lo recordaran. ¿Por qué son tan lindos? Al verle
preocuparse por cosas pequeñas y esforzarse, quiso abrazarle
sin darse cuenta. Yeon-woo sonrió y asintió.

"Hazlo".

"¡Gracias!"
Cecil, que saludó como si fuera un lanzamiento, se apresuró a
perseguir a Pete. Josh sacudió la cabeza con una sonrisa
amarga dentro de la habitación, que pronto se quedó en
silencio. Como si supiera que esto iba a suceder.

"Ven y siéntate, Josh".

Ante las palabras de Yeon-woo, Josh se movió de inmediato y


se sentó junto al gran sofá en el que se encontraba. El techo y
las paredes del espacioso salón estaban llenos de globos de
colores, y los simpáticos muñecos que colgaban en varios
lugares estaban bordados con coloridas frases en cursiva como
"bebé", "amor" y "celebración". La ventana mostraba la
palabra "Baby Shower" grabada en oro, y el gran jarrón estaba
lleno de flores en plena floración. Alrededor de la colorida
araña, colgaba una bandera con la palabra "Felicidades"
escrita con una bonita letra, y debajo se veía una tarta de tres
pisos de colores. En la parte superior de la tarta había una
maqueta de un bebé sentado en una silla de colores con
pañales en la que se sentaría el emperador.

Josh, que miraba a través de la sala de estar que estaba


decorada hasta desbordar cada rincón, se volvió hacia Yeon-
woo y le preguntó.

"¿Soy el único invitado?"

"De ninguna manera".

Yeon-woo sonrió y negó con la cabeza.

"Emma y el personal vendrán pronto. También he invitado a


Dane".
"¿Emma?"

Josh, que había hecho una pausa, pronto entrecerró los ojos y
preguntó.

"EMMA, ¿sabe esto?" Que voy a venir".

"Por supuesto".

Después de contestar, Yeon-woo vio la mirada de decepción


de Josh y pronto se dio cuenta de que había desperdiciado la
oportunidad de burlarse de su hermano y comer.

¿Es un alivio para Emma?


Él también tiene dos hermanos pequeños, pero la relación
entre Josh y Emma parecía ser diferente a la que había entre él
y sus hermanos pequeños. Fue cuando Yeon-woo, que
frecuentemente discutía con él e incluso pensaba en Emma,
que había estado rechinando los dientes cada vez que hablaba
de Josh, sonrió tranquilamente, diciendo:

"Pero estoy seguro de que estan en buenos términos".

"Oh, Yeonwoo. Lo siento, pero tengo que pedirte un favor".

"Sí, ¿qué es?"

Yeon-woo escuchó porque estaba un poco nervioso. ¿Es por


esto que Josh vino antes de lo previsto? Pensando en ello,
abrió la boca con una sonrisa amarga.
"En realidad, hubo una pequeña conmoción debido a esta
invitación. Lucharon entre sí para conseguir la invitación de
Spence.

"Oh, Dios".

Cuando Yeon-woo abrió mucho los ojos ante un comentario


inesperado, Josh se encogió de hombros, volvió a sonreír y
continuó.

"Como estaba diciendo, pido dos invitaciones a partir de


ahora. "Quieren mucho a Spence".

"Lo siento, Spence hizo una amiga llamada Angela en el


jardín de infancia y la invitó también".
Yeon-woo suspiró y se disculpó.

"Spence sacó dos invitaciones, pero creo que llevó una al


jardín de infancia para dársela a Angela".

Fue un error de Yeon-woo entregarla al mayordomo sin


comprobar el interior del sobre. No esperaba que Spencer
abriera el sobre y tomara uno del interior.

No sabía que había dado el nombre del destinatario sin


cambiarlo.

"¿Angela? ¿Es una chica?"


A Josh, que mostraba interés, Yeon-woo respondió: "Sí".

"Van a la misma guardería". Parece que juegan juntos todos


los días.

"Ya veo".

Dijo Josh como si lo supiera y pronto dejó de hablar.

"Lo olvidarán rápidamente". ¿Cómo te sientes ahora? "¿Estás


bien?"
Afortunadamente, Yeon-woo no tardó en responder gracias a
que hablaba de otra cosa.

"Sí, ahora estoy muy bien. He estado acostado un rato".

"Escuché que estuviste acostada durante todo tu embarazo".

Al ver que Josh fruncía el ceño, Yeon-woo sonrió y le estrechó


la mano.

"Está bien, no fue tan difícil". Keith y todos los demás me


ayudaron".

"Pero no es normal quedarse en la cama".


Fue cuando Yeon-woo volvió a reírse ante la reacción de Josh
de morder la parte superior de su cuerpo como si no quisiera
ni imaginarlo. Escuchó un golpe y el mayordomo abrió la
puerta.

"Yeonwoo, los invitados están aquí".

"¡Yeonwoo!"

"¡Yeonwoo, estamos aquí!"

Tan pronto como las palabras del mayordomo terminaron, un


fuerte grito vino de atrás, y el personal de la oficina de la
secretaria entró corriendo. Emma, que estaba al frente, saludó
a Yeon-woo, que se levantó con una brillante sonrisa.
"Yeonwoo, gracias por invitarme".

"De nada. Me alegro de que hayas venido".

Empezando por Emma, el ambiente era bueno hasta que se


turnó para abrazarse con el personal de la secretaría. Sin
embargo, el ambiente amistoso terminó en el momento en que
Emma descubrió a Josh. Inmediatamente Emma abrió los ojos
del hacha, y Josh sonrió alegremente y levantó una mano.

"EMMA, bienvenida".

"Josh".
Cuando Emma pronunció su nombre sin sonreír siquiera, el
personal de la secretaría que venía con ella miró
alternativamente a los dos con ojos curiosos. Emma, que se
dio cuenta de las miradas, cambió rápidamente a una mirada
de negocios y presentó a ambas partes. En un tono tan seco.

"Saluda, Josh". Estas son las secretarias con las que trabajo.
Este es mi hermano. Joshua Bailey. Lo llaman Josh".

"Sin importar si es Josh".

Josh, que añadió las palabras de Emma, sonrió por completo.


En cuanto vio la cara, Yeon-woo se detuvo.

Está aquí. El sol de California.


Como era de esperar, el personal femenino de la secretaría
sonrió alegremente y le miró con cara de asombro. Era obvio
que a Emma no le gustaría la situación, pero Josh devolvió la
mirada al personal con una cara natural y habló con afecto.

"Es muy agradable conocer a la gente con la que trabaja mi


hermana. "Quiero escuchar mucho sobre Emma en una
empresa que no conozco".

"Josh..."

Emma amenazó con bajar la voz, pero ya era después de un


pequeño harén se creó alrededor de Josh. Desgraciadamente,
Josh sólo se presentó ante ellos como un "amable príncipe que
sentía curiosidad por la vida habitual de su hermana menor".
Emma estaba demasiado familiarizada con esta situación. Es
algo que ha vivido durante toda su vida.
Ahora que está casado y tiene dos hijos, no volverá a tener un
accidente así.....

Emma, a la que tenía en mente, volvió inmediatamente a la


realidad.

¿De qué estás hablando? Es Josh. No bajes la guardia.

Emma, que había estado trabajando duro para lidiar con la


situación de alguna manera, abrió la boca sorprendida cuando
vio que incluso el vice-jefe de equipo, que había estado
actuando como una espina en sus ojos, estaba mezclado en la
multitud. Estaba a punto de dar un paso adelante pensando
que realmente no debía hacerlo.

Volvíp a escuchar un golpe, y el mayordomo que abrió la


puerta dijo.

"Yeonwoo, tengo un invitado". "Dane Striker está aquí".


"Hola".

Al ver a un hombre alto y pelirrojo con un físico sólido, los


ojos de las mujeres reunidas se fijaron de inmediato. Dane
caminó despreocupadamente frente a Yeon-woo como si
estuviera familiarizado con esta mirada.

"Felicidades, Yeonwoo". Toma, regalo".

Con el rostro agrio de siempre, le tendió una caja bien


empaquetada. Yeon-woo la recibió con un mensaje de
agradecimiento y la puso en la mesa con otros regalos. Esta
vez, fue el turno de Yeonwoo de presentar a Dane a la gente.
"Les presento es Dane, un bombero al que le debo mucho
dinero". Este es el personal del equipo de secretaría para el
que trabajo. Como sabes, Josh es......."

Iba a presentar a Emma por separado con una sonrisa de por


medio, pero Josh intervino de repente.

"Dane, bienvenido". ¿Cuánto tiempo ha pasado?"

Dane contestó escuetamente a Josh, que lo abrazó y le dio la


bienvenida exageradamente.

"Nos vimos la semana pasada".

"¿Ah, sí?"
Josh se rió jaja. ¿Está nervioso? Yeon-woo asintió con la
cabeza, y una de las secretarias que los miraba atentamente
preguntó.

"¿No es el bombero de la última vez?"

La atención de todos se centró en las preguntas inesperadas.


Yeon-woo ni siquiera lo sabía, así que cuando levantó la vista
con los ojos muy abiertos, Dane sorprendió con una sonrisa
floja alrededor de la boca y entrecerró los ojos.

"¿Has visto eso?"


"¡Por supuesto! ¡Oh, Dios mío! No esperaba que fueras tú".
Compré el calendario en el que saliste. Soy una fanática. No
puedo creer que te conozca así. Lo que está pasando

El ambiente cambió repentinamente en respuesta a sus gritos


y despistes. Cuando Yeon-woo parpadeó en blanco al ver que
un ambiente amistoso rodeaba a Josh y Dane en un instante,
Emma susurró, que se acercó a ella.

"¿Ves? Ahora sabes por qué odio a Josh".

Emma sonrió y añadió a Yeon-woo, que le miró con una


sonrisa incómoda.

"Bienvenido a mi mundo".
***

"Cinco, seis, siete".

Spencer, que había estado contando con fuerza con los ojos
cerrados, hizo una pausa para pensar en el siguiente número.
Volvía a contar por dentro y, de repente, alguien abrazó a
Spencer por detrás.

"Lo he encontrado, Spence".

"¿Eh?"
Cuando Spencer, sorprendido, giró la cabeza, vio
inmediatamente su pecho. Levantando la mirada, pronto
encontró un rostro familiar y sonrió alegremente.

"¡Pit!

Spencer, que abrazaba a Pete, le miró y le preguntó.

"¡Bienvenido! ¿Cuándo has llegado?" ¿Acabas de llegar?


¿Cómo me has encontrado?"

"Antes de eso, vamos a saludar".


Pete, que sonrió, inclinó la cabeza. En cuanto sus labios
estuvieron a punto de tocar la mejilla de Spencer.

"¿Eh?"

De repente, alguien se interpuso y agarró la cara de Spencer, y


le besó repentinamente en los labios. Spencer abrió los ojos de
par en par, y Pete también puso cara de asco. Sin embargo,
Cecil ignoró ligeramente a Pete y saludó a Spencer con una
hermosa sonrisa como si se estuviera derritiendo.

"Hola, Spence. Gracias por invitarme".

"Hola, Cecil".
Spencer, que fue besado por casualidad y no se dio cuenta en
absoluto, sonrió. Cecil continuó, agarrando su mano y
apartándola de Pete sin darle tregua.

"Spence, ¿por qué no sales conmigo estos días?". ¿Ya no te


gusto?"

"¡No, eso no puede ser! Pete y Cecil son mis preciosos


amigos".

Dijo Spencer, que sacudió la cabeza con fuerza.

"Es porque estoy muy ocupado. Tengo que ir a la guardería,


jugar con caramelo y tener un hermano pequeño. Yo tengo
que comer budín todos los días, pero ahora tengo que comer
galletas en lugar de mi hermano menor. Ni siquiera tengo
tiempo para montar en el tobogán. Estoy muy ocupado".

Al verle suspirar y frotarse los ojos parecía el de un oficinista


agotado por la sociedad. Creo que sólo estoy jugando. pensó
Pete, pero Cecil se compadeció sinceramente de Spencer y
puso cara de pena.

"¿Qué debo hacer?" "Yo también quiero jugar con Spence".

A Spencer, que vio una cara muerta, se le ocurrió una buena


idea.

"¡Ven a la guardería, Cecil!"

"¿Qué?"
"¿Qué?"

Por supuesto, Cecil y Pete se sorprendieron por la inesperada


solución, pero las reacciones que siguieron fueron diferentes.
Spencer continuó, alternando entre el Cecil iluminado y la
cara distorsionada de Pete.

"Entonces podemos vernos todos los días, ¿no? ¡Pete también


puede venir a la guardería! ¡Así podremos jugar todos juntos!

"Spence, yo..."

Pete intentó decir: "Ya estoy en la escuela", pero antes


intervino otra voz.
"Eso es genial, entonces somos invencibles porque somos los
cuatro".

Cuando todos miraron a un lugar en la voz que escucharon


por primera vez, había una niña de pie. La niña se acercó
fácilmente a ellos y miró de arriba abajo a Pete y a Cecil.
Entonces la niña, que volvió a fijar su mirada en Pete, frunció
el ceño y preguntó

"Pareces mayor. ¿Cuántos años tienes?" No vas a la guardería,


¿verdad?".

"Ya he superado la edad para ir al jardín de infancia".


Pete contestó disgustado, pero contenía el significado de "no
soy un niño como tú". Por desgracia, el niño giró la cabeza
como si no fuera de su incumbencia.

"Entonces estás fuera". Puedes hacerlo. ¿Seguro que eres una


niña?

Esta vez, cuando Cecil miró a través y preguntó con


desconfianza, Cecil gritó de repente y se escondió detrás de
Spencer.

"Spence, da miedo".

"Está bien, no tengo miedo".

Spencer calmó a Cecil y se presentaron mutuamente.


"Esta es Angela". El es Cecil. Los dos son familia".

Y Spencer se puso al lado de Ángela y le cogió la mano y


sonrió alegremente.

"Somos amigos del jardín de infancia". "¡Vamos a jugar juntos


todos los días!"

"¿Qué?"

"¿Todos los días?"

Pete y Cecil dijeron cada uno una palabra. Rara vez, el mismo
pensamiento vino a sus mentes.
¿Hizo Spence amigos además de nosotros? ¿También es una
chica?

Angela continuó, ignorando a los dos que se mostraron


inmediatamente recelosos.

"No parece tener mucha fuerza". Pero es mejor que nada.


"Puede hacer de cebo".

"¿Qué quieres decir con cebo?"

Cuando Pete miró con desconfianza y preguntó, Spencer miró


a Ángela y preguntó.
"¿Quieres regañar a Payton?"

"Por supuesto."

Tras confirmar a Ángela, que asintió, Spencer abrió la boca


con cara decidida.

"Hay una niña que nos molesta en el jardín de infancia.


Cuando Angela y yo estamos jugando, siempre viene y me
interrumpe".

"Ah, vale".
Pete pronto se desinteresó. Ya es mayor para intervenir en las
peleas del jardín de infancia. Sin embargo, la reacción de
Cecil fue diferente.

"¿Molestando a Spence?" ¿Cómo?

"No es sorprendente. "Pensé que debía echarle un vistazo a su


mano porque me daba pereza".

Dijo Angela con indiferencia. Sin embargo, el interés de Cecil


sólo se dirigía a Spencer. Spencer dudó y abrió la boca.

"A veces, golpéa la cabeza y sale corriendo".

"¿Va a pegarte?"
La voz de Cecil aumentó, y Pete también cambió su actitud. Se
le dijo de nuevo a Angela.

"No quiero lidiar con eso porque es muy infantil, pero lo dejo
pasar y sigue pasando". Pero si entras, tenemos tres personas
de nuestro lado, así que podemos ganar".

"¿Qué vas a hacer?

Preguntó Cecil. Ya ardía de determinación. Ángela, que


alzaba la barbilla con arrogancia, contestó echándose el pelo
por detrás de los hombros.

"No es nada del otro mundo para una niña tan pequeña".
¿No tienen la misma edad?

Pete lo pensó, pero no era tan importante, así que siguió


adelante. Lo importante ahora era que Spencer tenía razón.
declaró Angela con un rostro más decidido.

"He estado callada durante un tiempo, pero estos días ha


vuelto a husmear". "Le voy a enseñar lo que he visto para que
no vuelva a meterse".

"Hagámoslo".

Cecil también asintió, y Pete también reflexionaba sobre la


situación con rostro serio. En medio de la tranquilidad,
Spencer, que miró una vez a su alrededor, levantó de repente
el brazo y gritó.

"¿Quién quiere montarse en el flume rider?"

***

"¡Felicidades, Yeonwoo!"

Todo el mundo dijo enhorabuena en una sola voz. Una


enfermera estaba sentada al lado de Yeon-woo, y los
suministros médicos también estaban preparados para que
pudiera usar sus manos lo antes posible. Yeon-woo empezó a
abrir las cajas una por una, agradeciendo a los que estaban
dispuestos a felicitarle.

"Bueno, este es el regalo de Jane. ¿Qué puede ser?"

Al quitar el lazo con una sonrisa, salió un bonito juguete.


Yeon-woo, que vio un juguete para bebés que emitía un
sonido chirriante, exclamó conmovido por el tamaño que era
lo suficientemente pequeño como para caber en la mano del
niño.

"Gracias, me gusta mucho".


Yeon-woo, que cogió el juguete con el dedo y lo agitó, sonrió y
le dio las gracias, y dijo tímidamente.

"Quería algo mejor, pero no se me ocurre nada..."...."

"No, este también me encanta".

Yeonwoo sacudió la cabeza de inmediato. Cuando Spencer


comenzó a asistir al jardín de infancia, hubo muchas
oportunidades de acercarse a una clase que no conocía antes,
pero no fue fácil adaptarse. La tarjeta que llevaba también
estaba llena de corazones, así que Yeon-woo puso la tarjeta en
la caja y cerró la tapa.

"Gracias, lo guardaré bien".


Además, Dane estaba apoyado en una pared y observaba a
Yeon-woo abriendo una nueva caja. Inclinó la cabeza hacia
Josh, que estaba de pie al lado, y preguntó en voz baja.

"¿Esa chica rubia es tu hermana menor?" ¿Era Emma?

"¿Por qué?"

Significó que era correcto cambiar de tema en lugar de


responder. Dane sonrió y dijo.

"No es tan fea. Es bastante guapa".

"¿Qué quieres decir con que es guapa?"


En respuesta al repentino escalofrío de Josh, Dane silbó
brevemente y volvió a tararear la canción en voz baja. Cuando
sentía algo siniestro, de repente Dane se despegó de la pared y
se alejó.

De ninguna manera ese tipo.

Mientras el avergonzado Josh lo observaba, Dane se acercó


con orgullo a Emma y le habló. Emma, que estaba sentado en
el sofá riendo y aplaudiendo mientras miraba a Yeon-woo, se
echó los brazos a la espalda y giró la cabeza hacia Dane, que
estaba diciendo algo, y frunció el ceño.

Así es.

Josh se alivió y relajó su expresión. En ese momento,


agradecía el mal gusto de Emma. Dane Striker estaba a un
millón de años luz de "un hombre con forma de ciervo que se
seca en los ojos húmedos". Fue cuando se cruzó de brazos
para ver cómo se deshacían de Dane.
Emma y Josh, que de repente se dieron cuenta de la mirada, se
encontraron.

*
*

Emma, que sonreía mientras aplaudía la apertura de una


nueva caja de regalo, no tardó en fruncir el ceño tras girar la
cabeza al sentir que alguien le tocaba ligeramente el hombro.

¿Qué es esa masa muscular?

El guapo pelirrojo, que miraba con los brazos apoyados en el


respaldo del sofá individual donde estaba sentada Emma,
estaba demasiado lejos de su gusto. Además, no había
ninguna razón para que Emma le gustara al amigo de Josh.
Intentó fruncir el ceño y girar la cabeza, pero en ese
momento, Josh y ella se encontraron con los ojos.

Él estaba apoyado en la pared con una sonrisa relajada como


siempre. Se sentía peor cuando pensó que estaba viendo a ella
y a Dane. Josh a menudo presentaba al buen hombre que
pensaba a Emma, todos los cuales eran masa muscular. No
había razón para juzgar nada más porque no le gustaba su
aspecto. Sin embargo, Josh tenía una idea completamente
diferente a la de Emma.

<"¡Si eres un hombre, por supuesto que tienes que tener


músculos para proteger a tu mujer!">

En resumen, el gusto de Emma, los huesos flacos, no era


confiable en absoluto. ¿Qué importa? Aprendí lucha libre y
estoy boxeando. ¡No tienes que protegerme en absoluto!
Emma se enfadó y trató de mirar fijamente a Dane. Pero en
ese momento, Dane sacó su teléfono móvil y dijo.

"¿Te gustan los gatos?"

"Oh, vaya".

En cuanto Emma vio la foto del gato en la pantalla, todo su


enfado y disgusto se desvanecieron. El gato dormitando junto
a la ventana era la paz misma. Al ver que llevaba un collar con
joyas en el cuello e incluso una pequeña corona, se sentía
como si estuviera recibiendo a Su Majestad.

"Qué linda".
dijo Dane, que vio la reacción de Emma con una brillante
sonrisa, pasando la siguiente página.

"El nombre es Darling". Es un nombre que encaja bien,


¿verdad?".

"Ya veo".

Emma, que había sonreído y asentido, no tardó en recapacitar.


¿De dónde viene este viejo truco? Normalmente, los hombres
se disgustarían por utilizar animales si hicieran esto, pero este
hombre no era de esa clase. Ni siquiera tuvo que mostrarle el
gato, pero ¿se esforzó por mí? No, Josh debe haberte
aconsejado.
Se sintió más ofendida y trató de mirar fijamente a Josh, pero
Emma, que volvió a girar los ojos, se detuvo ante una
respuesta inesperada. Josh los miraba con cara de
desconcierto. Como la expresión de Josh, siempre llena de
soltura, era rara, Emma se quedó perpleja por un momento.

¿No era tu intención?

Emma, que miraba a Dane con media duda, susurró en voz


baja.

"¿Dijo Josh que te pagaría si tenías una cita conmigo?".

Dane también susurró en voz baja ante esas palabras.


"No, iba a decirte que tienes que pagar 100 dólares porque te
he enseñado mi gato".

Emma sonrió ampliamente y habló con voz amable.

"Si te metes conmigo, seras un chivato".

A buena hora, oyó que llamaban a la puerta y pronto entró el


mayordomo.

"El almuerzo está listo". ¿Quieren ahora? ¿O debemos esperar


más?"
"Haré el resto cuando vuelva". "He preparado una comida
aparte para los niños, así que no tienes que preocuparte,
Josh".

Yeon-woo miró alrededor con una gran sonrisa. Las personas


reunidas se levantaron una a una y comenzaron a caminar tras
el mayordomo. Emma también estaba a punto de seguirlos,
pero de repente Josh la agarró del brazo.

"Emma".

Mirando hacia atrás con el ceño fruncido, inesperadamente,


puso su habitual cara de astucia y la miró con una mirada muy
enfadada. Aunque estaba sorprendida por la reacción
desconocida, Emma fingió y preguntó.
"¿Por qué?"

"¿De qué hablaste con Dane?"

"No hablamos mucho"".

Emma dijo la verdad, pero Josh pensó que la estaba evitando.

"Dane no es tu taza de té".

Siguiendo a Emma a toda prisa, susurró. Emma respondió


despreocupadamente.
"Mis gustos pueden cambiar".

"Emma".

Continuó Josh con un raro signo de nerviosismo.

"No Dane, te presentaré a otra".

"¿Por qué no?"

Preguntó Emma con naturalidad.


"Dijiste que eras tu amigo musculoso favorito". Tiene una
cara bonita, un bombero y un gato. Lo tiene todo. "¿No es un
tipo perfecto?"

"Es porque no sabes lo promiscuo que es".

Emma, que se echó a reír, negó con la cabeza.

"Josh tampoco llevaba una vida modesta".

"Soy tu hermano, no un hombre para acostarte contigo".

"Por supuesto. Sólo pensar en ello me hace vomitar".

"Gracias, yo siento lo mismo".


Josh, que rara vez rechinaba los dientes, volvió a decir con
seriedad.

"De todos modos, no Dane. Te lo advierto seriamente, pero


vuelve así".

"No. Tengo mucha, mucha hambre. Es una oportunidad para


experimentar lo increíble que es el chef de Pittman. ¿Por qué
debería hacerlo?"

"¡Emma!"

"¡Dane, vayamos juntos!"


Josh abrió la boca y exhaló un aliento áspero como si estuviera
sorprendido por la acción de Emma de correr mientras decía
Dane a propósito.

*
*

Yeon-woo también se sorprendió al ver a Emma y a Dane


sentados uno al lado del otro en la mesa y hablando. La
actitud de Josh, que aún mostraba signos de incomodidad
mientras adoptaba una actitud amistosa ante el rostro
contemplado del vicejefe de equipo y el personal que hablaba
a su alrededor, también le preocupaba. Fue cuando Yeon-woo
volvió al salón después de la comida.
Aprovechando el momento en que Josh dijo que iba a ver a los
niños, llamó a Emma.
"Emma".

"Sí, Yeonwoo".

Emma caminó de lado a lado en la fila con Yeon-woo, que


caminaba al final con la fiesta al frente.

"Parece que te llevas bien con Dane". "....".

Emma contestó de forma insignificante a la cuidadosa


pregunta de Yeon-woo.

"Bueno, tenemos algo en común".


Dijo Yeon-woo, con curiosidad, a ella, que añadió: "Como un
gato".

"No sabía que a Dane le gustaba, Emma".

En cuanto pensó que debería haberla presentado antes, Emma


se puso seria de repente.

"Por supuesto que no". ¿Crees que me gustaría un hombre


con el pecho más grande que yo?"

"¿Qué?"
Yeon-woo, que estaba avergonzado en ese momento,
parpadeó.

"Pero antes, estaban un rincón donde se estaban llevando


bien". ...."

"Por supuesto. No hay nada en común entre los humanos".


Dos ojos, una nariz y una boca. Nosotros ya tenemos tres".

La respuesta cínica era completamente diferente a lo que


Yeon-woo esperaba. Yeon-woo, que intentaba animar la
relación entre los dos, tartamudeó confundido.
"Pero entonces, yo, tú parecían muy íntimos antes".

Entonces Emma sonrió alegremente y dio una respuesta clara.

"Porque Josh lo odia".

Para Yeon-woo, que no sabía qué decir, Emma miró a los ojos
y rechinó los dientes.

"Si puedo intimidar a Josh, puedo soportarlo todo lo que


quiera. ¿Viste la cara de Josh antes? Oh, Dios. Nunca me
había sentido tan renovada. Lo grabaré y celebraré el día de
hoy todos los años. Por supuesto, esto es un secreto".

Añadió: "Confío en Yeon-woo", y se giró refrescantemente y


caminó hacia Dane. Con una brillante sonrisa.

"Dane, ¿seguimos hablando de lo que hemos hablado antes?"

***

Qué infantil.

Josh se quedó con los brazos cruzados, frunciendo el ceño,


viendo cómo cambiaba el número de placas del ascensor. El
interior de Emma es obvio.
¿Podría el gusto establecido incluso antes de convertirse en
un adolescente haber cambiado ahora? Vio claramente que
simplemente estaba tratando de provocar a Josh.

Pero no conoce la relación entre hombres y mujeres.

Josh, que acababa de llegar al ascensor de la planta deseada,


estaba perdido en sus pensamientos mientras caminaba por el
pasillo. Hay mucha gente que se deja llevar por el ambiente o
se enfada, ¿verdad? Dane no es el tipo de persona que va a
forzar a su oponente, pero de todos modos no puede ser
relevado.

¿Me he burlado demasiado de Emma?

Había demasiados años acumulados para darse cuenta ahora,


pero no había vuelta atrás. Emma era demasiada seria para
enfrentarse a Dane. Si Emma hubiera sido más ligera, Josh no
habría objetado. Dane no es malo como cita. Pero si se pone
seria, está claro que sólo Emma saldrá perjudicada, y Josh no
podía dejarlo pasar. El problema era que Emma ni siquiera
intentaba escuchar a Josh.

Josh gimió con cara seria y dejó de caminar. Estaba frente a la


sala de juegos donde los niños estaban jugando. Como dijo el
mayordomo, comprobó la puerta, que estaba garabateada al
azar con un rotulador y lápices de colores a la altura de las
rodillas, llamó ligeramente y abrió la puerta.

"Entonces, Cecil".

Cuando entró diciendo su nombre, había tres caras conocidas


y una niña que veía por primera vez. Los niños miraron
enseguida a la puerta, pero Pete volvió a levantar el techo de la
torre que Spencer estaba construyendo, y Cecil corrió hacia él
y le abrazó diciendo: "Papá". Josh, sosteniendo a Cecil con un
brazo, se acercó de inmediato al lugar donde jugaban los
niños y se sentó en el suelo igualmente.

"Hola, Spence. ¿Cómo has estado?"

Acariciando ligeramente su cabeza, no tardó en dirigirse a la


niña y preguntarle.

"Hola, soy Josh. ¿Cómo te llamas?" Princesa".

La niña había estado mirando la cara de Josh hasta entonces.


Incluso cuando se le preguntó, seguía mirando a Josh sin
comprender, con el muñeco del potro de Spencer en una
mano, pero no hubo respuesta. Pete, que estaba mirando, se
deslizó.

"Ángela. Es una amiga del jardín de infancia como Spence".

"Ya veo".

"¡Papá, papá!"

De repente, Cecil le agarró del brazo y lo levantó con


urgencia.

"Quiero ir al jardín de infancia mañana. Iré al jardín de


infancia con Spence.
"¿Guardería? ¿De repente?"

explicó brevemente Pete al desconcertado Josh.

"Spence y Angela juegan juntos todos los días, así que yo


quiero unirme".

"Ya veo. Vale, lo hablaré con papá".

Josh, que acariciaba la cabeza de Cecil, no tardó en dirigir su


atención a los juguetes con los que jugaban los niños. Ángela
no dejaba de mirarle, de mirar la estación de tren a medio
terminar y de decir cumplidos. Pete susurró al acercarse al
inusual ambiente.
"Estoy casado".

"Lo sé. El amor consiste en ganar".

Pete parecía harto, pero Angela juntó las manos y confesó


encantada, apoyándose en sus acaloradas mejillas.

"Me gustan los hombres maduros".

"Es demasiado maduro".

señaló Pete, pero Ángela no lo oyó. Hubo numerosos altibajos,


pero la fiesta terminó sin contratiempos, y todos volvieron a
casa tras recibir regalos a cambio de la fiesta. Angela se negó
a decir que la recogería y le pidió a Josh que la acompañara a
casa, pero Pete se opuso, pero Josh, que no tenía motivos para
desconfiar de la niña que sólo acudía a su regazo, lo aceptó de
buen grado. Por supuesto, Angela se sentó en el asiento del
copiloto.

Fue después de que Keith regresara a casa unas horas más


tarde cuando Yeon-woo, que estaba agotado tras enviar a los
invitados, abrió los ojos. Despertó por la repentina presencia,
abrió la boca con voz somnolienta cuando vio a Keith que
estaba a punto de quitarse la chaqueta del traje y ponerla
sobre una silla.

¿"Keith"?
Keith, que giró la cabeza al oír su voz, sonrió ligeramente y se
acercó a la cama y le besó los labios.

"¿Estás despierto?"

"Sí..." ¿Qué hora es?"

Ante la pregunta con voz aún somnolienta, Keith, que


consultó el reloj de su muñeca, respondió

"Las 11 en punto. Spence ya está durmiendo".

"¿Cena?"

"Charles y Emily me dieron de comer".


"Sí..."

Yeon-woo, que volvió a bostezar pero pronto se aclaró, se


tumbó en la cama y miró a Keith y preguntó.

"¿Dónde ha ido?" Todo el día".

Hoy, no sólo el personal de la secretaría, sino también el


propio Keith, se han tomado unas vacaciones por el baby
shower de Yeon-woo. Yeon-woo dijo que tenía otra cosa que
hacer, pero pudo ver que los empleados no estaban
incómodos. Por alguna razón, parecía haber echado a Keith,
pero gracias a esto, todos se lo pasaron bien con tranquilidad.
La cara de Yeon-woo se aflojó naturalmente con su atenta
consideración. Keith también sonrió y preguntó a la cara de
Yeon-woo, sonriéndole cómodamente.

"¿Por qué te ríes?"

"Sólo porque".

Contestó Yeon-woo.

"Porque me gusta".

Keith sonrió brevemente, se inclinó y le besó los labios.


Volviendo a bajar sus labios ligeramente tocados, lamió
suavemente la boca de Yeon-woo con su lengua. Yeon-woo se
abrazó alegremente a su cuello, pero Keith no tardó en
despegar sus labios y agarrar el brazo de Yeon-woo y besar su
palma en su lugar.

"¿Quieres saber lo que he hecho hoy?"

"Sí, mucho".

Cuando asintió, Keith volvió a reírse y le besó la frente. De


hecho, Keith, que tenía a Yeon-woo en sus brazos en lugar de
abrazarlo, dijo que quería derramar besos por todo su cuerpo.

"Tengo algo que enseñarte".


"¿Qué es?"

Ante la pregunta, Keith sonrió y dio un paso en lugar de


responder. Keith, que abrió la puerta y salió, preguntó
mientras caminaba por el pasillo.

"¿Cómo fue la fiesta?"

"Fue muy divertido".

Yeon-woo no perdió la oportunidad y añadió.


"Gracias, KEITH". Todo el mundo se lo pasó bien. Creo que
estuve más cómodo porque tú no estabas".

"Resulta que tenía algo que hacer".

Keith dijo poco, pero la mente de Yeon-woo no cambió.


Cuando Yeon-woo, que levantó la cabeza y le besó la mejilla,
se rió, Keith también sonrió y le besó ligeramente los labios.

Justo a tiempo, Keith dejó de caminar y Yeon-woo giró la


cabeza. Keith abrió la puerta delante de él mientras le
abrazaba. Y cuando la habitación iluminada apareció, Yeon-
woo se sorprendió y no supo qué decir con los ojos muy
abiertos.

Dentro de la habitación llena de rosas de colores, había


montones de cajas de regalo. Yeon-woo, que vio los coloridos
embalajes de los regalos de diferentes tamaños, gritó sin darse
cuenta.
"¿Qué es todo esto?"

Como si le gustara la reacción, Keith dijo con una sonrisa.

"Es un regalo de baby shower".

"¿Tú? ¿Para mí?"

"SÍ".

Yeonwoo se sorprendió de nuevo. Keith hacía regalos de vez


en cuando, pero esta vez era especial. A Yeon-woo, que le
recordaba a él que se oponía tanto al niño, Keith también le
habló con una ligera torpeza como si lo hubiera recordado.

"Creo que no he dicho nada hasta ahora".

"¿Qué?"

Cuando le preguntaron todavía desconcertado, Keith dijo


después de robar rápidamente sus labios como si no pudiera
soportarlo porque era adorable.

"Felicidades por tu embarazo, Yeonwoo".


Yeon-woo no pudo decir nada y se limitó a respirar con
fuerza. No se le ocurrió nada. Keith frunció el ceño al ver que
ni siquiera parpadeaba.

"Pensé que me besarías porque estabas tan feliz..."...."

Incluso antes de terminar la charla, Yeon-woo se abrazó a su


cuello y le besó imprudentemente. Si pudiera, habría atacado
a Keith aquí mismo. Apenas retiró sus labios, jadeó y
preguntó.

"¿Te he dicho que te quiero?

"Bueno, no lo sé".
Keith fingió a propósito. Yeon-woo, que estalló en carcajadas,
volvió a besarle. Esta vez, superponía los labios un poco más.
Yeon-woo, que apenas retiró los labios después de retorcer la
lengua y respirar a gusto, preguntó.

"¿Por qué has comprado tanto?" "¿Saliste hoy de casa para


comprar esto?"

"Hace mucho tiempo que lo pedí". "Me costó un poco de


esfuerzo coincidir hoy".

Yeon-woo se sorprendió por las palabras.


"Tú también te esfuerzas".

Keith exhaló un corto aliento como si estuviera sorprendido.

"Yeonwoo, crees que soy increíble".

"Porque eres increíble".

Yeon-woo miró a Keith con una dulce mirada y susurró.

"Eres mi Alfa".
En ese momento, Keith mordió la rueda de la oreja de Yeon-
woo con sus labios. Yeon-woo tembló ligeramente cuando
lamió con su lengua la marca claramente grabada. Yeon-woo
dijo, calmando a la fuerza su aliento, que se estaba agotando
por sí mismo.

"El regalo, mañana..."... "Quiero abrirlo con Spence".

"Como quieras".

Yeon-woo, que volvió a sonreír, se dirigió a un regalo. Veía


varias cajas especialmente grandes. Yeon-woo adivinó el
interior. Cama, cochecito...... ¿Qué más?

le dijo Keith a Yeon-woo, que tenía curiosidad.


"Es un coche".

"¿Coche?"

Spencer tres años, pero ¿no es demasiado pronto para su


hermano menor? pensó Yeon-woo, pero Keith tenía otra
intención.

"Spence conduce y el bebé va detrás. Por supuesto, también


tiene un asiento especial. "¿No sería muy bonito que fueran
juntos en el coche?"

"Eso es…"
Yeon-woo brilló con admiración. Además, cuando el bebé
crezca y se siente en el asiento del conductor, podrá poner su
muñeca en el asiento trasero, lo que también será muy bonito.

"Eres un genio".

Keith sonrió satisfactoriamente ante las palabras de Yeon-


woo. Los labios se superpusieron de nuevo, y Yeon-woo
aceptó felizmente su beso.

Y finalmente, llegó el día.


Capítulo#11

En la mañana de la fecha prevista, el sol salió alto desde muy


temprano y brillaba con fuerza. Sin una nube, el cielo azul
estaba despejado como si dijera a todo el mundo que iban a
ocurrir cosas buenas.

Una sonrisa surgió lentamente alrededor de la boca de Yeon-


woo mientras estaba acostado en la cama y miraba el cielo a
través de la ventana.

"¿Qué pasa?"
Keith, sentado en una silla junto a la cama, se inclinó con un
brazo junto a la cama y acarició la mejilla de Yeon-woo. Yeon-
woo inclinó la cabeza y frotó su cara en la mano de Keith y
sonrió.

"Porque me siento bien". Quizá sea porque hace buen tiempo,


pero creo que mi cuerpo se ha vuelto más ligero".

"Va a pasar pronto".

Keith dijo eso y acarició el vientre de Yeon-woo. El niño se


movió desde dentro como si lo hubiera escuchado. Al sentir la
reacción del niño, Yeon-woo se rió en voz alta.

"Supongo que cookie también quiere salir pronto".


Keith también sonrió y besó ligeramente a Yeon-woo en los
labios.

"Si te ha monopolizado tanto, es hora de parar".

Yeon-woo suspiró satisfactoriamente y pronto frunció el ceño.


Yeon-woo, que inmediatamente se dio cuenta del cambio, se
cogió de la mano y dejó de intentar levantarse de inmediato,
dijo Keith.

"Está bien, es porque


Fue a partir de la tarde del día anterior cuando empezó el
parto. Afortunadamente, el dolor no duró mucho, aunque
estaba totalmente preparado para entrar en quirófano de
urgencia inmediatamente. Al final, Yeon-woo se sintió
extraña cuando fue operado a tiempo para la fecha prevista.

"Supongo que el chico sabe algo. Cuando lo veo preparándose


para salir".

"Si lo sabe, dígale que no cree problemas".

Keith le regañó como si estuviera cansado de ello. Además de


tener que estar acostado casi todo el tiempo durante el
embarazo, el período de náuseas matutinas era largo, por lo
que no podía comer bien. Teniendo en cuenta el duro trabajo
de Yeon-woo hasta el momento, era difícil creer que se
acercaba el final.

"Realmente, fue largo".

Yeon-woo acarició a Keith en la mejilla. Keith cogió la mano


de Yeon-woo y la besó con sus labios en la palma de la mano.
La hora de la operación se acercaba poco a poco.

"Habrá terminado para cuando Spence vuelva del jardín de


infancia, ¿verdad?"

Keith asintió a la pregunta de Yeon-woo.


"Sí. Podrás ver la cara de Cookie entonces".

"Estoy deseando que llegue".

Yeon-woo volvió a sonreír. Había estado hospitalizado desde


el día anterior por una operación, así que la gente de la casa
estaba cuidando de Spence. El niño ya era bastante grande y
aceptó con valentía el hecho de que papá y mamá tuvieran que
pasar la noche fuera para llevar a su hermano pequeño. Yeon-
woo y Keith, que salían juntos en el coche, salieron a la puerta
principal y agitaron las manos, y Yeon-woo se quedó con el
corazón roto.

Justo a tiempo, sonó el tono del teléfono móvil, y Keith, que


confirmó el remitente, pulsó el botón y dijo.
"Spence".

[¡Papá!]

En cuanto contestó al teléfono, el niño gritó desde el otro lado


del teléfono. Keith, que cambió al altavoz, dejó el móvil sobre
la cama y escuchó al niño con Yeon-woo.

[¡Papá, Spence!] ¡Papá!

"Sí, Spence. ¿Vas a la guardería?"


Cuando Keith preguntó cariñosamente, el niño respondió:
"Sí".

[¿Ya llegó el bebé?] ¿Llegó Cookie? ¿Cuándo va a salir?


¿Cuándo voy a verl? ¿Cuándo va a estar conmigo?].

Yeon-woo se rió en voz baja ante la serie de preguntas


excitadas. En ese momento, Keith, que sostenía su mano con
fuerza, dijo cuando pronto frunció el ceño debido a otro dolor.

"Después del almuerzo y de la guardería, Charles te recogerá.


Ven al hospital conmigo".

[¿Puedo ver a cokie si almuerzo?]


"Por supuesto".

Cuando Keith respondió con una sonrisa, el niño gritó:


"Vaya". Empezaron a preparar la operación pronto. Keith
trató de que el niño escuchara su voz el mayor tiempo posible
para que Yeon-woo no se pusiera nervioso hasta que la
enfermera entrara y lo tratara con inyecciones.

"¿Qué es lo primero que quieres hacer cuando nazcas,


Spence?"

Yeon-woo, que se dio cuenta de la intención de Keith de hacer


una pregunta a propósito, le besó el dorso de la mano con
gratitud, y de repente Spencer gritó.
[¡Voy a golpear a Payton!] ¡Voy a derribar los bloques que
Peyton apiló! Voy a rociar con agua a Peyton!]

"......."

Yeon-woo y Keith se quedaron sin palabras por la inesperada


respuesta. Al mismo tiempo, mirándose el uno al otro,
hablaron con los ojos.

¿Quién es Payton?

Cuando Keith preguntó, Yeon-woo negó con la cabeza.

Yo tampoco lo sé.
Los dos se sorprendieron de que el niño tuviera ya un secreto
que no conocían, pero no era el momento de estar desolados.
Primero, Keith, que volvió en sí, abrió la boca con calma.

"Spence, ¿qué quieres decir?" ¿Quién es Payton?

preguntó Keith con voz amable para que el niño no se


asustara. Cuando se rió como si estuviera gastando una
broma, Spencer comenzó a hablar con entusiasmo.

[Payton siempre viene a interrumpirme cuando estoy jugando


con Angela] Derribó el bloque y le tiró del pelo a Angela.
Cuando Angela y yo estamos mirando las flores, ¡viene y rocía
agua! ¡Eres un tipo malo!]
"Ya veo".

Keith volvió a mirar a Yeon-woo con una cara todavía


sonriente.

"Voy a matar a Whittaker porque no me dijo lo que pasaba".

"Es una pelea, KEITH".

Yeon-woo detuvo a Keith, pero era desgarrador pensar que


Spencer podría haberse molestado. ¿Hay alguna buena
solución? Preguntó, tratando de no agitarse.
"¿Y qué hiciste?" "¿Te has aguantado?"

[Angela lanzó un bloque a Peyton y éste lloró]]

¿Debería pensar en esto como algo bueno?

Yeon-woo se quedó sin palabras al darse cuenta de lo bien que


hecho su hijo hasta ahora. Keith, que le dirigió una mirada,
volvió a centrar su atención en Spencer.

"¿Eso es todo?" Spence, ¿qué has hecho? No dejaste que la


niña luchara sola, ¿verdad?".

[¡No!]
gritó Spencer con orgullo.

[¡Soy un hombre! ¡Necesito proteger a una niña!]

Keith, que escuchó el grito del niño, volvió a preguntar con


voz suave.

"Entonces, ¿qué hizo Spence?"

Spencer se desanimó de repente y permaneció en silencio por


un momento. Yeon-woo esperó pacientemente mientras el
niño aguardaba. Spencer respiró con dificultad y pronto
murmuró en voz baja.
[Intentó proteger a Angela, pero Peyton trajo a su hermano]
Cuando Angela y yo jugamos, siempre vienen, molestan y
huyen. Así que cuando Angela se enfada y persigue a Peyton,
el hermano de ésta viene y me rocía con agua y destruye el
bloque].

Spencer, que estaba lleno de resentimiento, empezó a llorar


cuando le vinieron a la mente sus recuerdos del pasado. A
Yeon-woo se le rompió el corazón e inmediatamente corrió
hacia el lugar donde estaba el niño y quiso abrazarlo. Sin
embargo, las lágrimas que tenía de joven se desprendieron
suavemente en el momento en que vio a Keith.

"Keith, espera".
Yeon-woo, que salió con cara de enfado y secó a Keith, que
estaba a punto de llamar de nuevo a Whitaker, le preguntó
cariñosamente.

"¿Su hermano pequeño va a la misma guardería?"

[Sí]

Spencer moqueó y dijo.

[Payton solía ir solo, así que Ángela y yo le dejamos jugar


juntos] Pero cuando su hermano pequeño entró, los dos nos
molestaron juntos. A Angela no le gusta Peyton porque es
infantil. A mí tampoco me gusta Payton. Y su hermano menor
también]
Yeon-woo, que estaba escuchando las quejas del niño, ladeó la
cabeza.

"¿Salieron juntos antes?"

[Sí]

respondió Spencer.

[Cuando llegó por primera vez al jardín de infancia, estaba


llorando solo en un rincón, así que le pedí que jugara con él]
Así que Ángela y los tres pasamos el rato con él].
"Ya veo. Éran amigos, pero ¿qué le pasa?"

"Probablemente no recibió una educación adecuada en casa".

Yeon-woo, que volvió a guiñar el ojo a Keith para que


esperara, volvió a centrar su atención en Spencer.

"¿Por qué crees que Spence lo es?"

Pensó que lo pensaría, pero, sorprendentemente, la respuesta


salió sencilla.
[Payton me pidió que jugara con él, pero le dije que no] Luego
trajo a su hermano menor y nos molestó a Angela y a mí].

"¿Qué?"

"¿Qué?"

Keith y Yeon-woo se sintieron avergonzados por el inesperado


acontecimiento y preguntaron. Espera, ¿qué significa esto?
preguntó Keith en nombre de Yeon-woo, que sólo parpadeó.

"Así que te negaste a jugar coj él, y desde entonces, Peyton lo


ha estado molestando a ti y a Angela, ¿verdad?" ¿Con un
hermano menor?

[Dong Won]
"Porque no nos pediste ayuda".

Yeon-woo explicó, pero Spencer todavía respondió


vagamente, "¿Eh?" No parecía entender, pero lo que quería
estaba claro.

[¡Voy a golpear a Payton si tengo un hermano menor también!


Y el hermano de Peyton debería haberle dicho a mi hermano
que le pegara. ¡Venganza! Me voy a vengar!]

"¿Dónde has aprendido eso?"

Yeon-woo estaba avergonzado, pero el niño decía lo mismo


una y otra vez. Era bueno que el vocabulario del niño
aumentara significativamente mientras asistía al jardín de
infancia, pero los suspiros brotaban del fondo de su corazón
por aprender incluso palabras tan indeseables. Aunque sabía
que esto también formaba parte del proceso de crecimiento,
su mente se complicaba. Yeon-woo y Keith querían escuchar
más, pero el tiempo se estaba acabando. Inevitablemente,
Yeon-woo calmó a Spencer con una voz amable.

"Spence, pero eso no es bueno. Cookie va a salir al mundo


esperando tener un gran hermano, ¿vas a hacer que le pegue a
otro?".

No hubo respuesta de Spencer. Yeon-woo volvió a preguntar


cuando el niño dudó y escuchó.

"¿No se pondría triste Cookie si lo supiera?"


[...Entonces, ¿tengo que ser golpeado por Payton?]

Yeon-woo tuvo que respirar hondo porque se le rompió el


corazón cuando el niño preguntó lleno de hierba. Por otro
lado, la reacción de Keith fue inmediata.

"Por supuesto que no". Lo mataré".

"Eso no es cierto, Spence".

Yeon-woo, que se apresuró a bloquearlo, continuó con calma.


"Si Peyton utiliza a su hermano menor para hacer algo malo,
tenemos que detenerlo. Y no está bien que te golpeen
unilateralmente".

Pero no había nada que pudiera hacer de inmediato. En su


lugar, Yeon-woo sugirió una receta temporal para el niño.

"¿Qué tal si te tomas un descanso del jardín de infancia hoy?"


¿Quieres venir al hospital? Estoy esperando al bebé con
papá".

[¿Está bien?]

La voz del niño se volvió más brillante. Yeon-woo asintió y


respondió.
"Por supuesto. Charles, ¿estás escuchando conmigo?"

[Sí, Yeonwoo]

Charles, que estaba en el coche con Spencer para llevarlo a la


guardería, respondió. Yeon-woo continuó hablando.

"¿Puedes dar la vuelta al coche y venir al hospital?" Me van a


operar pronto, pero estará Keith".

[De acuerdo]
Posteriormente, se escuchó a un mayordomo hablando con el
conductor. También se oyó la risa de Spencer, y Yeon-woo
sonrió despreocupadamente.

[Hasta luego] Yeonwoo, anímate].

La llamada terminó después de que el mayordomo, que volvió


al teléfono, le saludara. Yeon-woo, que miraba vagamente su
teléfono móvil en medio de una conversación huracanada,
fruncía el ceño con una mirada seria mientras volvía a mirar a
Keith. Yeon-woo no quería saber lo que estaba pensando.

Sonrió alegremente y le volvió a doler el estómago. Keith


comprobó la hora cuando vio a Yeon-woo que distorsionó su
rostro.
"¿No se está acortando la distancia?"

Si hubiera sido un parto natural, no habría habido lugar para


reír y hacer ruido así. El parto de Omega es diferente al
ordinario y se dice que es más peligroso. En cuanto se puso
nervioso, oyó un ligero timbre. Después de un rato, la puerta
se abrió y la enfermera empujó el carro.

"Hola, Pitman, Yeonwoo". "¿Cómo está tu dolor?"

Al preguntarle con una sonrisa amable, Yeon-woo apenas


aflojó la cara y respondió.

"Es soportable".
Nada más contestar, le volvió a doler el estómago, así que esta
vez gritó durante un rato. A diferencia de Keith, que se quedó
rápidamente contemplado, la enfermera se acercó
tranquilamente y tranquilizó a Yeon-woo.

"Está bien, es una reacción normal". Voy a empezar a operar


pronto, así que después de unas horas de sueño, todo habrá
terminado"

La enfermera le dio unas palmaditas en el dorso de la mano y


volvió a mirar a Keith.

"Pittman, ¿puedes moverte un momento?" Tiene que recibir


tratamiento antes de la cirugía".
"Por favor, Keith".

Antes de que Keith se negara, Yeon-woo, que había hablado


primero, miró a Keith. Keith le miró un rato, suspiró, se dio la
vuelta y salió de la habitación del hospital. Mientras tanto, se
olvidó de la realidad durante un rato mientras hablaba con
Spencer y Keith, pero enseguida se puso nervioso con la
enfermera a solas. Al ver la cara de Yeon-woo, que se
endureció en un instante, la enfermera habló con una voz más
alegre.

"Me alegro de que estés en buenas condiciones". Hoy hace


muy buen tiempo, ¿verdad? "¿Durmió bien anoche?"
Yeon-woo agradeció la consideración de la enfermera por
hablar deliberadamente de forma reparadora y recordó. No
había nada especial, excepto estar en el hospital el día anterior
y estar en la habitación del hospital sola con Keith todo el
tiempo. Cuando recordó lo sucedido durante todo el
embarazo, sonrió amargamente sin querer.

"He dormido bien, gracias".

A veces se despertaba con dolor de estómago, pero su estado


no era malo. Ahora es realmente el momento. Animando a
Yeon-woo, que estaba algo nervioso, sacó los artículos que la
enfermera había preparado. Yeon-woo respiró profundamente
y se relajó cuando le dijo.

*
*
Keith, que no paraba de deambular por el pasillo, se apresuró
a acercarse al carrito al ver salir a Yeon-woo.

"Yeonwoo".

Después de comprobar su cara, pronto miró la inyección en el


brazo de Yeon-woo. Yeon-woo sonrió a propósito al ver su tez
pálida y su expresión tensa.

"Volveré".
Keith volvió a mirar la cara de Yeon-woo. Poco después,
mientras el personal médico empujaba el carro y caminaba
por el pasillo, Keith también siguió a Yeon-woo a toda prisa.

"Yeonwoo, está bien". No va a pasar nada".

Keith lo dijo rápidamente, pero Yeon-woo pensó que era


Keith más de lo que necesitaba. Y no tuvo más remedio que
retroceder debido a la contención del personal médico
después de sostener la mano de Yeon-woo hasta la sala de
operaciones.

Se vio a Keith de pie en vano a través de la puerta que se


cerraba. Yeon-woo le hizo señas, pero Keith no pudo moverse
y se limitó a observar.

Whoo.
Finalmente, Yeon-woo tumbado en la mesa de operaciones
respiró profundamente. Pronto, el médico que se acercó a la
cama le preguntó con voz amable.

"¿Estás listo para conocer a tu segundo hijo?" Yeonwoo".

Yeon-woo volvió a respirar profundamente y asintió.

"Sí".

El médico asintió, seguido por un anestesista y una enfermera.


Como había decidido recibir anestesia general después de
varias pruebas, Yeonwoo pronto se quedaría dormido. Tal y
como le dijeron, sus sentidos se adormecieron lentamente
durante varias respiraciones profundas. De alguna manera, la
cara de Keith, que lo miraba a través de la puerta que se
cerraba, fue memorable hasta el final.

<"¿No tengo nada más que mi cara?">

Sabes, Keith. Hay algo que quiero decir cuando abra los ojos.

<¿Estás diciendo que sos un omega común y corriente? Si


hubiera pensado eso, no me habría casado contigo ni habría
tenido una relación contigo durante años como esta.>
Siento haberlo ocultado todo este tiempo. Siento haberlo
ocultado todo este tiempo.

<"¿Cuántos años has vivido conmigo y no puedes sentir


todavía lo mucho que me gustas?">

En realidad, me gustas desde hace mucho tiempo.

<Te quiero.>

Yo también te quiero.

Te he estado mirando todo el tiempo. Así que cuando te


convertiste en mío, me sentí tan feliz que pensé que podía
morir ahora.
......pero ahora.

vagamente, Keith parecía sonreír mientras abrazaba al recién


nacido. Yeon-woo también le sonrió alegremente.

Cuando vuelva a abrir los ojos, tengo algo que decirte primero
entonces.....

***

"¡Papá!"

Keith, que estaba sentado en una silla de espera ante el llanto


de Spencer y envolviendo su cabeza con ambas manos, levantó
la cabeza. La única salvación que le quedaba ahora era correr
hacia él con una brillante sonrisa.

"Spence".
Con un suspiro de alivio, abrazó al niño como si lo hubiera
arrebatado, y apenas relajó los hombros.

"¿Qué pasa con papá? ¿Y el hermano pequeño?

Spencer miró a su alrededor en los brazos de Keith y preguntó


con urgencia si tenía grandes expectativas. Keith besó
primero la redonda mejilla del niño y luego respondió.

"Se está preparando para conocer a Spence. Tardará unas


horas".

"¿Cuántas horas?"
Keith cambió de tema al ver que Spencer volvía a mirar a su
alrededor como si buscara un reloj.

"Spence, ¿qué haces en el jardín de infancia?"

"Eh..."

Spencer, que pasó rápidamente al lado de Keith, pareció


parpadear y rastrear su memoria, y pronto empezó a hablar
emocionado. Sentado en una silla de espera frente al
quirófano con el niño en brazos, Keith esperó a que el tiempo
pasara rápidamente.
¿Cómo fue durante Spence?

Keith puso su nariz en el cuello de Spencer e inhaló


profundamente el singular olor a carne del niño. Escuchaba la
voz del niño, sintiéndose un poco aliviado. Pensando en los
viejos tiempos olvidados, no podría decir cómo soportó este
tiempo en ese momento. La puerta que no se abrió hasta bien
pasada la hora prevista. Lo que el médico, que apenas salió,
dijo con el rostro pálido.

<"Hice lo que pude..."....>

A Keith, que casi corrió hacia la ventana y saltó, el médico le


añadió que Yeon-woo estaba inconsciente debido a una
hemorragia excesiva. De repente, fue cuando volvió tan claro
como ayer, y Keith se oscureció de repente ante sus ojos.
"¿Papá, papá?"

Spencer le dio unas palmaditas en la cara, preguntándose.


Keith finalmente recobró el sentido y trató de sonreírle, pero
su cara no podía moverse como él quería.

¿No debería haberse opuesto hasta el final? ¿Y si algo sale


mal? ¿Cómo superó Yeonwoo la crisis?

Tal vez no debería haber traído a Yeon-woo entonces.

Porque Yeon-woo se vio obligado a traer a Yeon-woo, Yeon-


woo casi murió en un accidente y dio a luz a un niño.

Pero no puedo creer que esto esté sucediendo de nuevo.

<"Supongo que no le gustó que fueras su padre.">


¿Por qué me viene a la mente esa palabra ahora?

Keith casi gimió sin darse cuenta. Las palabras son realmente
sorprendentes. Se agazapó en esa profunda oscuridad y
apareció en un momento inesperado y le tocó el pecho.

Yeonwoo me ama.

Por eso ha aguantado hasta ahora y ha conservado a mi hijo.

Con su vida en juego.

El tiempo siguió su curso. Keith abrazó al niño con fuerza


bajo una presión insoportable. ¿Alguna vez has tenido tanto
miedo? Cada vez que el segundero se movía, Keith sentía un
miedo asfixiante.
"Papá".

Spencer abrazó a Keith con fuerza. Su miedo parecía haberse


contagiado al niño, pero éste trató valientemente de
consolarlo y animarlo.

"¿Sabes que cookie y papá nos están esperando?

"Por supuesto, por supuesto.

Cuando Keith contestó, Spencer le puso la mano en la cara y


trató de forzar su boca.
"Entonces tienes que reírte". Cookie está triste cuando tienes
una cara de miedo como esta".

Spencer sonrió ampliamente como si lo estuviera mirando.


Sólo entonces Keith consiguió relajar su boca.

Yeon-woo

Cuanto más miraba, más se asfixiaba por la hermosura del


niño que se parecía a su Omega, y besó a Spencer en la
mejilla.

Date prisa y dime que me quieres otra vez.

"Sr. Pittman".
De repente, el mayordomo le habló. Cuando giró la cabeza con
nerviosismo, vio la puerta del quirófano que se abrió justo a
tiempo. Cuando Keith, que se levantó apresuradamente con el
niño, no pudo acercarse a él y se quedó congelado como
estaba, el médico, que se acercó a él, le quitó la mascarilla
médica y sonrió alegremente.

"Felicidades, señor Pittman".

En cuanto oyó eso, Keith casi se derrumbó. Si Spencer no


hubiera abierto los ojos de par en par y hubiera emitido un
sonido de "guau", podría haber mostrado esa mirada. El
médico abrió la boca.
"El bebé está sano". Podrás abrazarlo pronto".

"¿Qué hay de Yeonwoo? ¿Está bien?"

Al preguntarle apresuradamente, el doctor hizo una pausa por


un momento y continuó con una mirada incómoda.

"Todavía está bajo anestesia..."... Creo que tendremos que


esperar y ver, pero la condición se ha estabilizado. Hubo una
crisis peligrosa en el medio, pero la superé bien".

Incapaz de entender al médico, Spencer ladeó la cabeza y miró


a Keith. Esperaba que lo explicara con facilidad, como
siempre, pero Keith estaba de pie con la cara pálida y no podía
decir nada.
***

El sonido de la máquina llegó tenuemente. A medida que una


parte del cerebro se despertaba poco a poco, los sentidos
volvían uno a uno. A medida que el sonido se volvía claro y la
conciencia se aclaraba poco a poco, las yemas de los dedos se
movieron inadvertidamente. Inmediatamente, alguien le
sujetó la mano con fuerza y, naturalmente, su frente se frunció
ante el agarre.

Cuando consiguió recomponerse y levantarse los pesados


párpados, alguien se reflejó en su visión adicional. Tardó un
poco más en darse cuenta de que el rostro del hombre que le
miraba era familiar y de quién se trataba. Yeon-woo, que
estaba parpadeando en blanco, recordó lentamente una
sonrisa.
"Keith..."

Cuando apenas pronunció su nombre con voz ronca, Keith,


que no se movía, abrió mucho los ojos. Ha, un profundo
aliento salió de su boca. Keith, que exhaló con fuerza como si
hubiera estado conteniendo la respiración hasta entonces,
sujetó la mano de Yeon-woo con más fuerza.

"......."

Abrió la boca para decir algo. Yeon-woo se quedó en silencio


esperando sus palabras. Sin embargo, Keith no podía hablar
con facilidad, y su boca, que había sido dulce varias veces, se
cerró con fuerza de nuevo. Bueno, Keith, que se aclaró la
garganta tosiendo por la boca, consiguió sacarlo a relucir.
"Yeonwoo".

Inspiró, exhaló y volvió a preguntar.

"¿Has tenido un buen sueño?"

Yeon-woo, que parpadeó varias veces al escuchar la voz baja,


sonrió.

"Sí".
En lugar de asentir, agarró la mano de Keith y susurró en voz
baja con una voz que aún tenía somnolencia.

"En mi sueño..." Te reías con el bebé. Spence también.......


Quería estar allí contigo......."

Yeon-woo, que estaba hablando, volvió a sonreír. Abrió la


boca para decir lo que había pensado antes de perder
completamente la conciencia, pero pronto se detuvo.

Keith seguía mirando a Yeon-woo. Yeon-woo se dio cuenta de


que intentaba reírse de los ojos rasgados detrás de su voz
estrujada. Sin embargo, contrariamente a su intención, su
rostro estaba distorsionado y ni siquiera podía sentir los
rastros de su sonrisa.
Yeon-woo, que miraba con duda, pronto abrió los ojos con
sorpresa. Los ojos de color púrpura oscuro parecían brillar
con claridad a primera vista, pero pronto dejaron escapar la
humedad.

"¿Qué?"

Un torrente de lágrimas bajó por su mejilla y cayó. Keith


también exclamó inexpresivamente como si estuviera
sorprendido por las repentinas lágrimas. Tras limpiarse la
cara a toda prisa, parpadeó varias veces al ver el agua en su
mano.

"No sé... ¿Por qué?"


Keith intentó hablar a duras penas, pero su voz no pudo
continuar porque se le atragantó. Después de volver a secarse
las lágrimas a toda prisa, se aclaró la garganta
apresuradamente. Yeonwoo esperó en silencio a que sus
emociones se calmaran. Abrío la boca.

"Quería decirte algo".

Como si no hubiera pasado nada, miró hacia otro lado. Yeon-


woo siguió hablando, sintiendo el calor de sus manos.

"Gracias por quererme así".


En ese momento, la vacilación de Keith se sintió a través de
sus manos. Parpadeando con los ojos abiertos de par en par,
se mordió los labios y aguantó mientras intentaba escupir
tarde el lenguaje abusivo. Pronto confesó con un suspiro.

"......Eso es lo que te iba a decir".

Keith, que sacudió la cabeza como si estuviera enfadado por


haber perdido al jugador, inclinó la espalda. El beso que se dio
ligeramente pronto se profundizó. Después de escudriñar
suavemente la boca de Yeon-woo, Keith se inclinó sobre él y
le susurró.

"Bienvenido de nuevo a mí".


Y no olvidó ser sarcástico.

"Gracias por abrir los ojos antes de que envejezca. Esta cara
que te gusta casi desaparece".

Yeonwoo se rió a carcajadas. Significa que el tiempo que


esperaba para abrir los ojos se sentía así de largo. Pensando
así, Yeon-woo todavía dijo sin perder la sonrisa.

"Estoy deseando ver tu vieja cara".


Mientras Keith miraba a Yeon-woo, éste seguía sosteniendo
su mano con una mano y acariciando su mejilla con la
restante.

"¿Y si te vuelves más sexy de lo que soy ahora?"

"Yeonwoo".

Keith inclinó la cabeza como si fuera a besarle de nuevo. Él


cerró los ojos de buena gana para aceptar el beso, pero Keith,
que se detuvo justo antes de que sus labios se tocaran,
susurró.

"Ningún tercero, nunca".


El siguiente fue el de los labios.

***

Al día siguiente, el periódico sensacionalista fue noticia por


un artículo que decía que había nacido el segundo hijo de la
familia Pittman.
"The End"

También podría gustarte