ESQUEMA Oficial Capitulo XI MORAL FUNDAMENTAL CARLOSPARRA

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Instituto Universitario Eclesiástico “Santo Tomás de Aquino”

Moral
Alumno Carlos Eduardo Parra Moreno IV Semestre de Teología
Fundamental II
El Pecado y la Conversión
La acción voluntaria puede ser moralmente buena o mala. El pecado es la respuesta
negativa del hombre al don y llamado de amor de Dios.
1. El Pecado y la conversión en la Sagrada Escritura
El hombre inicialmente fue formado en un estado de justicia y amistad
divina del que los primeros padres se autoexcluyeron. El pecado se adhiere
Antiguo
al corazón del hombre y se convierte en una potencia expansiva y
Testamento
destructora. El pecado no es solo la oposición a una norma sino a Dios, por
el que rechaza su amor.
El pecado es el alejamiento de Dios, deseando encontrar la
propia felicidad fuera de él, aunque esto le conduzca a una
Evangelios
Sinópticos
desventura. De su encarnación le viene al hombre la
libración del pecado, acogiéndolos con misericordia. Se le
pide al hombre una actitud “penitente” y no de “auto
perdón”
San Pablo habla del pecado (hamartía) en singular como
poder personificado que actúa en el hombre y por medio de
él. La universalidad del pecado tiene su origen en la
Corpus
Nuevo desobediencia de Adán (Rom 5, 12). El pecado ha sido
Paulinum
Testamento vencido con la cruz. Por el bautismo el hombre es “nueva
criatura” que no está plenamente libre del fons peccati, por
lo que está en peligro de alejarse de Dios, por ello
recomienda la lucha ascética.
Escritos Existe un pecado por antonomasia: el rechazo de acoger a
Joaneos Cristo como luz, como verdad. y se opone al amor.
«Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Rom
La remisión de 5,20) el pecado es una realidad que puede y debe ser
los pecados superada y vencida. El sacrificio de Jesús en la cruz, es
muestra de ello.
2. Principales momentos del desarrollo de la doctrina eclesial sobre el pecado.
Los padres apostólicos hablan de las dos vías, el bien y el mal. Hacen
listas de virtudes y vicios. Los apologistas, hablan de la especificidad
religiosa del pecado frente al paganismo como acción externa que merece el
castigo. San Agustín muestra la psicología de la culpa, distinguiendo entre
Los Padres
sugestión, delectación y consentimiento. El pecado viene de la libre
voluntad desordenada cuando pierde el bien y la rectitud moral debida,
desarrolla la doctrina sobre el pecado con la fe en la redención de Cristo y
por ella la posibilidad de ser perdonados y la necesidad de conversión.
Expone la doctrina sobre el pecado original, el recorrido de la justificación
donde recalca que no solo la falta de fe, sino que todo pecado mortal priva
El Concilio
de la gracia de Cristo y la necesidad de diferenciar entre pecado mortal y
de Trento
venial. y tercero, muestra la importancia y necesidad de confesar todos los
pecados mortales.
Especialmente en la Gaudium et Spes nn 13 y 37 se ha tratado el tema del
Concilio pecado, en el que el hombre descubre cierta inclinación al mal. Infringe el
Vaticano II debido orden hacia sí mismo, los demás y hacia la creación. Llama la
reconciliación con Dios (Cf. GS n. 13).
La Exhortación Apostólica Reconciliatio et paenitentia desarrolla tres
puntos fundamentales: la conversión, el pecado y la pastoral de la
reconciliación.
El pecado, en sentido verdadero y propio, es siempre un acto libre de la
persona que, si bien puede estar condicionada, nunca resulta determinada
Otros por las realidades externas. Puede hablarse de pecado social, en tres
Documentos sentidos: a) Todo pecado repercute negativamente sobre todos, Iglesia y
del mundo. b) hay algunos pecados más directamente opuestos al prójimo, que
Magisterio constituyen una ofensa a Dios precisamente porque ofenden al hermano; c)
se puede hablar, en sentido análogo, de pecado social ante ciertas
situaciones o comportamientos colectivos, pero sabiendo que son el fruto y
la concentración de muchos pecados personales. (RP) Excluye la triple
división en veniales, graves y mortales Y recuerda la división del pecado en
mortal y venial.
3. Esencia del Pecado
«Acto, palabra o deseo contrario a la ley eterna» San Agustín.
Acto contrario a las virtudes éticas (naturales y sobrenaturales), que rompe
Definición
la comunión del hombre con Dios en Cristo y, consiguientemente, impide
llegar a la plenitud definitiva de la filiación divina.
El elemento formalmente constitutivo del pecado como tal es la aversio a
Deo. El elemento cuasi material del pecado es la conversio ad creaturas.
La palabra latina “aversio” significa separación, alejamiento, y no
necesariamente odio o aversión. El pecado asume un paradójico trueque: el
“Aversio a pecador desea el bien parcial que le puede ofrecer una criatura y, para
Deo” y poseerlo, se aleja de Dios que es el Bien infinito, nuestro verdadero y
“conversio ad definitivo bien, y fuente de la que mana la relativa bondad que se encuentra
creaturas” en las cosas en la base de todo pecado se evidencia el amor propio y la
desconfianza en Dios, que lleva al hombre a buscar la propia satisfacción en
el uso desordenado de los bienes terrenos. este desorden hace que, al pecar,
la persona entre en oposición con su más profunda tendencia, que es amar a
Dios
Único mal Los males de carácter no moral (enfermedad, pobreza, etc.) son privaciones
verdadero en de bienes, limitados. Cualquier pecado mortal, priva al hombre del Bien
sentido infinito, pleno y definitivo del ser humano. En este sentido, el pecado es el
absoluto único mal en sentido absoluto, pues es la privación de todo bien.
Para las personas con un grado elevado de vida moral, es entendible que los
actos opuestos a las virtudes son objetivamente incompatibles con la
tendencia de la voluntad hacia Dios, de tal manera que realizar uno de esos
actos y separarse voluntariamente de Dios ¿Qué sucede con los no
¿Por qué el
creyentes, o bien con los creyentes que por falta de formación moral y
pecado es
religiosa no son conscientes, o lo son en un grado muy bajo? Las
siempre
exigencias morales se presentan, en efecto, con un carácter absoluto e
alejamiento
incondicional, dimensión que en sentido propio solo se puede aplicar a
de Dios?
Dios; por tanto, presentan un “carácter divino”, que quizá no se vea como
divino, pero ciertamente se considera como absoluto. El valor del acto
humano, se fundamenta en su participación e imitación del bien absoluto
(Dios) el pecado es real oposición y resistencia a la gracia del Espíritu Santo
4. División de los pecados
Pecado "Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida
Mortal y y le dará vida - a los que cometan pecados que no son de muerte pues hay
Pecado un pecado que es de muerte, por el cual no digo que pida. Toda iniquidad es
Venial pecado, pero hay pecado que no es de muerte." 1 Jn 5, 16-17
La razón de pecado se encuentra plenamente solo en el
pecado mortal y, de manera imperfecta, en el venial, pues el
pecado mortal es del todo incompatible con la gracia y la
caridad, y, por tanto, implica la separación de Dios, mientras
Sentido
que el pecado venial no es incompatible con la caridad,
Análogo del
Pecado aunque la debilite. Pecado mortal: acto, mediante el cual un
hombre, con libertad y conocimiento, rechaza a Dios, su ley,
la alianza de amor que Dios le propone, prefiriendo volverse
a sí mismo, a alguna realidad creada y finita, a algo contrario
a la voluntad divina (conversio ad creaturam)».
Condiciones
Materia Grave, Advertencia Plena y Perfecto
para el pecado
grave Consentimiento.
Debate En cuanto al pecado grave, se trata de un mysterium
reciente sobre iniquitatis. El magisterio eclesiástico, desmiente aquellos
el pecado
autores que rechazan «la distinción tradicional entre los
mortal
pecados mortales y los pecados veniales; ellos subrayan que
la oposición a la ley de Dios, que causa la pérdida de la
gracia santificante –y, en el caso de muerte en tal estado de
pecado, la condenación eterna–, solamente puede ser fruto
de un acto que compromete a la persona en su totalidad, es
decir, un acto de opción fundamental. Ellos de basan en dos
razones falsas, primero, la secularización, debilitando el
conocimiento de Dios y por tanto una disminución del
sentido del pecado, rechazando que la gracia viene de la
intimidad del hombre con Dios que es cercano, «no entrará
nada profano, ni el que comete abominación y falsedad»;y el
segundo postulado es una antropología equivocada que
deteriora el significado de la libertad humana, olvidando que
esta es capaz de modificar la intención más profunda de la
persona. Es por ello importante la distinción de los pecados
enseñada por la Iglesia: «Esta doctrina basada en el
Decálogo y en la predicación del Antiguo Testamento,
recogida en el Kérigma de la Apóstoles y perteneciente a la
más antigua enseñanza de la Iglesia que la repite hasta hoy,
tiene una precisa confirmación en la experiencia humana de
todos los tiempos». (RP n 17)
Los pecados externos son los que se cometen con una acción que puede ser observada
desde el exterior (robo, adulterio, etc.). Los pecados internos permanecen en el interior
del hombre: en el pensamiento, en la voluntad o en los sentidos internos (fantasía, etc.)
Jesús enseña: «Todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio en su
corazón» El acto moral es propiamente el acto interno de la voluntad; por eso, los actos
puramente interiores pueden ser pecado e incluso grave: los dos últimos mandamientos
del Decálogo prohíben tales pecados.
El pensamiento consentido (delectatio morosa) es un querer
pensar o imaginar un determinado acto inmoral, en su formalidad de
malicia. Los malos pensamientos –de orgullo, impureza, crítica injusta,
Pecados etc.– pervierten moralmente al hombre, extraviándolo en una medida
siempre creciente
internos y
El deseo (desiderium) no supone tanto la decisión de hacer una cosa,
Pecados cuanto un deseo interior y genérico en el cual la persona se complace;
externos está íntimamente unido a la delectatio morosa. El deseo malo, por
Tipos de ejemplo, ambición de riqueza o sed de poder, aleja de Dios y del
pecado interno prójimo y pone a la persona en el peligroso declive del mal
La satisfacción (gaudium) por el acto realizado significa gozar de algo
realizado en el pasado sin asumir necesariamente la decisión de hacerlo
de nuevo. El pecado reside propiamente en la particular complacencia
originada por el mal deseo: «Quien se complace en el mal será
condenado» . El gaudium peccaminosum puede ser la satisfacción ante
un mal efectuado o la tristeza ante un mal no realizado; por ejemplo,
afligirse de no haber sabido aprovechar una ocasión en la cual robar
habría sido fácil y sin riesgo.
Existe un “pecado del mundo” y una responsabilidad social de los pecados. Pecado
social: todo pecado, incluso el más oculto, afecta a toda la sociedad; hay pecados que
El pecado hieren más directamente la vida social; existen situaciones colectivas que inducen al
social y el pecado. La moralidad depende de la advertencia y, sobre todo, del libre querer de cada
problema de persona. Una persona no es, en sí misma, responsable del bien o del mal ejecutado por
la otros o por la mayoría del grupo al que pertenece.En sentido riguroso, la
responsabilid responsabilidad moral se reduce siempre a la responsabilidad individual de uno o
más sujetos. Sin embargo, el reconocimiento de carácter personal de la
ad colectiva
responsabilidad no debería hacernos insensibles ante la dimensión cultural y social de
algunos fenómenos morales.
Pecado Original, es el que cometieron nuestros primeros padres y que
se transmite por generación a todos los hombres; es un desorden
Original y
inherente en toda persona desde el momento de la concepción.
actual
Pecado actual es el cometido por el mismo sujeto y del cual es
plenamente responsable
Pecado Formal, es la voluntaria –y por tanto culpable– transgresión de
la ley divina. El pecado material es un acto objetivamente desordenado
Formal y en el cual falta la debida voluntariedad, por ignorancia invencible, por
material violencia externa o por falta de uso de razón.
El pecado material no hace al sujeto culpable, pero en cuanto acto
desordenado produce un daño objetivo, que conviene evitar.
Acto
El acto pecaminoso, es el acto de la voluntad que elige contra el bien
pecaminoso y
humano y la ley moral. Este acto produce en la persona un estado
estado de
(macula peccati) que es el desorden dejado en el pecador, como el
pecado
reato de culpa y de pena y, en el pecado mortal, la privación de la
(pecado
gracia.
habitual)
Otras De Se refiere al factor interno que induce a pecar. Ordinariamente, la
divisiones de ignorancia, de ignorancia y la fragilidad disminuyen la voluntariedad y, por ende, la
los pecados fragilidad y culpa; mientras los pecados de malicia son los que nacen precisamente
de malicia de la mala voluntad.
Carnales, según tiendan desordenadamente a un bien sensible (por
Carnales y ejemplo, la lujuria) o espiritual (la soberbia). De por sí, los segundos
espirituales son más graves; aunque los pecados carnales son, ordinariamente, más
vehementes y tienen mayor fuerza de atracción inmediata.
Todo pecado comporta la realización de un acto voluntario
De comisión y desordenado. Se llama pecado de comisión; si se traduce en una
de omisión acción, en cambio, el acto voluntario se traduce en omitir algo debido,
se llama de omisión.
5. Distinción específica y numérica de los pecados
Son específicamente distintos los pecados cometidos contra virtudes o preceptos diversos; por ejemplo, el
homicidio es un pecado específicamente diverso del robo. La distinción numérica indica la cantidad de
pecados de un mismo tipo que han sido cometidos. Ambas distinciones son importantes, puesto que en el
sacramento de la penitencia es necesario arrepentirse y manifestar los pecados en su especie y número. La
integridad formal de la confesión, necesaria para la validez del sacramento, requiere la acusación de todos
los pecados mortales recordados después de un diligente examen de conciencia, especificando el número del
modo más exacto posible.
6. Causa del Pecado
El concepto de pecado, como mal moral, implica una causa libre del hombre por lo que
Causa remota y no está en Dios. En el hombre es posible distinguir una. La causa remota es la
causa próxima defectibilidad natural del hombre y el desorden moral que producen los pecados, no
explica cada pecado singular más puede explicar la presencia del pecado en general. La
causa próxima, es la malicia de la propia voluntad. Se debe concluir, por tanto, que «la
raíz del pecado está en el corazón del hombre, en su libre voluntad»
Los vicios son hábitos operativos moralmente malos, opuestos, por tanto, a las virtudes.
Los vicios desarrollan en el plano intelectual, afectivo y dispositivo una tarea análoga,
Los pecados y pero de sentido contrario, a la de las virtudes. Son cualidades libremente adquiridas
los vicios que tienen en sí mismos un valor moral negativo, en cuanto constituyen un poderoso
capitales obstáculo para que el hombre consiga individuar, desear y realizar, efectivamente, una
conducta congruente con el seguimiento de Cristo. se llaman metafóricamente vicios y
pecados capitales los hábitos y los actos que por sus características actúan como fuente y
principio directivo de otros pecados. San Gregorio Magno. La soberbia, o amor propio
desordenado, más que un pecado capital es la raíz de todo pecado ex parte aversionis, en
cuanto el alejamiento de Dios surge de un amor desordenado de sí mismo.
La Tentación La palabra tentar puede tener el significado de probar las fuerzas de
alguien. La tentación es la incitación al mal. La voluntad puede estar
influenciada y atraída, aunque no dominada, por la presencia de bienes
aparentes: la tentación es precisamente la instigación al mal moral que
Naturaleza de
se propone bajo la apariencia de bien para engañar a la voluntad.
la Tentación
Las tentaciones, afrontadas con espíritu sobrenatural, ayudan a crecer
en gracia, en virtudes y en mérito: «Bienaventurado el hombre que
soporta con paciencia la adversidad (tentationem), porque, una vez
probado, recibirá como corona la vida que Dios le tiene preparada.
El mundo, no se trata del mundo en cuanto criatura de Dios, que es
bueno, sino del mundo pervertido por el pecado, que se comporta como
enemigo de Dios e incita a los hombres a separarse de Él.
El demonio, el demonio es el tentador por antonomasia; su tarea es por
así decir instigar al hombre a ofender a Dios por odio contra Él: «No es
nuestra lucha –enseña San Pablo– contra la sangre o la carne, sino
Tipos de contra los principados, las potestades, las dominaciones de este mundo
Tentaciones de tinieblas, y contra los espíritus malignos que están en los aires»
La carne, la palabra carne, en este caso, significa el hombre viejo
marcado por el pecado; se llama también concupiscencia, no como
apetito sensitivo, sino como inclinación interior al mal: en esta
perspectiva, la concupiscencia consiste en el desorden de las fuerzas
del alma como resultado de los pecados, original y actuales, es decir, el
fomes peccati.
El hombre debe rechazar las tentaciones, sabiendo que:
1- Las tentaciones no pueden ser vencidas únicamente con las
propias fuerzas.
2- Con ayuda de la gracia siempre se puede vencer la tentación
3- Es necesario luchar con prontitud frente a las tentaciones. Se
puede resistir la tentación de dos modos:
Principios
a) con actos directamente opuestos, y esto es aconsejable en las
Morales
tentaciones contra la fe, la esperanza y la caridad;
b) ocupando la mente en otras cosas, y esto se recomienda en las
tentaciones de sensualidad, pues de otro modo pueden adquirir
mayor violencia.
4- Sentir la tentación no es pecado, lo es solo el consentir
5- No es lícito ponerse voluntariamente en la tentación
Ocasión del Aquellas circunstancias exteriores que se presentan más o menos
Pecado voluntariamente y suponen una tentación al pecado. La ocasión puede
ser: a) próxima, cuando el peligro de caer en la tentación es serio;
remota, cuando ese peligro es ligero; b) absoluta, cuando cualquier
persona normal siente tal peligro; relativa, cuando es peligroso
solamente para algunas personas; c) continua o discontinua, según su
modalidad temporal; d) libre, cuando ponerse en la ocasión depende de
la voluntad personal; necesaria, cuando depende de un cierto estado de
vida; e) grave o leve, según la especie teológica del pecado. Hay
obligación grave de evitar las ocasiones graves, próximas y libres. Se
debe hacer todo lo posible para que una ocasión próxima y necesaria se
convierta en remota. Conviene evitar las ocasiones remotas, continuas
y libres, ya que corroen la vida espiritual y predisponen al pecado
grave;
7. Efectos del Pecado
Los efectos del pecado están íntimamente ligados con su esencia y enlazados unos con otros; derivan
principalmente de la aversio a Deo y secundariamente de la conversio ad creaturas. El primer efecto del
pecado mortal es la exclusión de la amistad divina –la aversio a Deo–: el pecado grave priva de la
inhabitación de la Trinidad. Con la gracia se pierden también las virtudes infusas y los dones del
Espíritu Santo, aunque la fe y la esperanza pueden permanecer en un estado informe, esto es, no
vivificadas por la caridad.
8. Cooperación al mal
Es la realización de un acto humano que de algún modo facilita que otro individuo
efectúe una acción inmoral, de la que este es el autor principal. No basta “actuar bien” en
el campo individual, sino que es necesario que las propias acciones tengan una
repercusión positiva en la sociedad. Es necesario distinguir entre la cooperación al mal y
Noción de el escándalo. «El escándalo es la actitud o el comportamiento que induce a otro a hacer
el mal». La cooperación material al mal puede ser, por una parte, inmediata o directa o
Cooperación bien mediata o indirecta y, por otra, próxima o remota.
al mal a) Tiene lugar la cooperación material inmediata o directa cuando se ayuda a otro a
realizar la acción inmoral; b) Se da la cooperación material mediata o indirecta cuando
se pone a disposición un instrumento que el otro empleará para hacer el mal; c) La
distinción entre cooperación material próxima y remota depende de la concatenación
física o moral entre la acción de quien coopera y la del autor principal.
La cooperación material y material al mal, en términos generales, es moralmente ilícita,
La sociabilidad tiene y debe tener un sentido eminentemente positivo: supone un factor
necesario a toda persona para crecer en humanidad y vivir día a día una vida honesta. Sin
Principios
embargo, hay algunas circunstancias que pueden hacer lícita la cooperación material al
morales sobre
mal. Tratándose de cooperación material, esta no responde a la libre iniciativa de
la cooperación
cooperar, sino a una cierta necesidad de conseguir un bien o de evitar un mal a través de
al mal
una acción de la que otro se sirve para realizar sus propósitos inmorales. Para ello debe
darse realmente la necesidad de realizarla, es decir, que no exista otra posibilidad de
conseguir un bien.
9. Conversión del pecado
La realidad del pecado no es definitiva, se puede conseguir el perdón de un la realidad de la culpa
manifiesta cuatro ideas sólidamente enraizadas en la Revelación: la profundidad de la misericordia divina,
la necesidad de aceptar la debilidad humana, la sobreabundancia de la gracia y el requisito de la
cooperación humana.
La parábola llamada “del hijo pródigo”, cuyo centro es “el padre misericordioso” (Lc 15,
La
11-24) manifiesta la misericordia, pues es uno de los atributos de Dios que más se
misericordia de
recuerdan en la Escritura. El mysterium pietatis es más grande que el mysterium
Dios
iniquitatis: ningún pecado puede extinguir la misericordia divina.
La Metánoia metánoia significa: a) arrepentimiento y dolor del pecado cometido; b) conversión de la
mente y transformación de la manera de pensar, que lleva a confiar en Dios y a la firme
decisión de cumplir su voluntad; c) respuesta positiva a la gracia divina en la que se
encuentra la salvación; d) esfuerzo por adoptar una actitud moral nueva, en relación a
Dios y al prójimo, que involucre todas las energías personales. La palabra griega más
empleada en la Biblia para la actitud humana de reconocerse pecador, capaz de pecado e
inclinado al pecado es metánoia.
La Reconciliación se realiza a través de la Iglesia, sacramento universal de salvación. La
reconciliación con Dios es posible solamente en Cristo y mediante Cristo, quien
Los
instituyó los sacramentos, que justifican y transforman a la persona. Así la moral
Sacramentos
cristiana es necesariamente una moral sacramental primero en el bautismo y por la vía
del Perdón
ordinaria para la remisión de los pecados cometidos después del bautismo es el
sacramento de la penitencia.
10. Conversión, vida moral y lucha ascética
Es necesario el deseo y la resolución de cambiar de vida, con la misericordia de Dios y la ayuda de su
gracia. La regeneración en Cristo es un acontecimiento profundo, de alcance ontológico, que se manifiesta
moralmente como tránsito de los vicios a las virtudes cristianas, con la ayuda de la gracia, la llamada a la
santidad es ya en este mundo algo concretamente realizable y que debe realizarse. De allí la necesidad de
luchar contra el pecado y actuar para hacer siempre la voluntad de Dios.

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