Dinosaurología II - Muerte y Fosilización
Dinosaurología II - Muerte y Fosilización
Dinosaurología II - Muerte y Fosilización
Pueden suceder innumerables cosas desde que el dinosaurio muere hasta que su esqueleto
es desenterrado. Involucra mucha cantidad de trabajo duro y premeditado para encontrar y
excavar los huesos de dinosaurios. No solo se encuentran huesos, sino también sedimentos. En
efecto, el estudio de cómo se encuentran los huesos en los sedimentos se llama tafonomía, la
cual nos dice que ocurrió entre la muerte del animal y su descubrimiento por los
paleontólogos.
I. LA TAFONOMÍA
Usando la tafonomía podemos aprender sobre los entornos en los que vivían y a veces sobre
qué provocó la muerte de los dinosaurios excavados. También, si se tiene mucha suerte, se
puede incluso saber qué estaban haciendo esos dinosaurios hasta su muerte. La tafonomía es
pues un elemento muy importante de los estudios ya que cada fósil nos cuenta una historia.
Uno de los lugares más famosos para la búsqueda de fósiles de dinosaurio es el Dinosaur
Provincial Park, en Alberta, una tierra antes cubierta por glaciares que ayudaron mucho a
formar el terreno actual y a preservar su contenido, además de que actualmente este parque
tiene una escasa vegetación que favorece la erosión del terreno. Los sedimentos del Dinosaur
Provincial Park se remontan desde hace 72 m.a. hasta hace 78 m.a.
Hace 75 millones de años, D.P.P. era un buen lugar para que los huesos de dinosaurios fueran
enterrados al haber grandes ríos recorriendo la zona, llevando muchos sedimentos de arena y
barro consigo que enterraban eventualmente a los animales, lo que significa que tenían muy
buenas posibilidades de ser fosilizados. Era de hecho una zona húmeda, plana y con grandes
cantidades de ríos, pantanos y ciénagas, un poco como el Golfo de Méjico o el sur de los
Estados Unidos. Las tormentas provocarían también inundaciones que enterrarían
rápidamente los cuerpos de dinosaurios, de ahí que se encuentren tantos dinosaurios hoy en
día en el Dinosaur Provincial Park. Si se muriesen en una tierra seca, los huesos se secarían, se
romperían y se convertirían en polvo.
El tercer tipo de roca son las rocas metamórficas o metamorphic rocks, pudiendo ser rocas
sedimentarias ígneas modificadas por calor y profunda presión bajo tierra, en las cuales no se
van a encontrar fósiles. Los paleontólogos trabajan con geólogos llamados geólogos
sedimentarios que van a un lugar específico y observan las estructuras en cada uno de estos
niveles, y pueden decir después en qué entornos están representados y maximizar las
posibilidades de encontrar fósiles de ciertos tipos, como el buscar areniscas para poder
encontrar más fácilmente esqueletos de dinosaurio.
Los huesos depositados en aguas rápidas se romperán. Cuanto más se desplaza un hueso en
el agua, más se desgastará. A veces se puede incluso observar si algunos huesos se
depositaron en un río de corriente rápida gracias a lo que se llama Alineación de Huesos
Largos o Long-bone Allignment: los huesos del cuerpo más largos estarán orientadas en la
misma dirección debido a la física que hay detrás de la corriente de agua.
La permineralización ocurre cuando los espacios internos del tejido y de los huesos se llenan
de minerales disueltos transportados por el agua. El reemplazo da lugar cuando el material
original es reemplazado por minerales y ya NO se trata del material original. Es un molde o
impresión del material original.
La deformación plástica es un efecto tafonómico que ocurre una vez los huesos han sido
fosilizados. El peso de los sedimentos y de las rocas sobre el cráneo, así como la presión de las
rocas debajo y de los lados, hace que muchos fósiles sean aplastados.
Muchos de los fósiles expuestos pueden ser tan sólo vértebras aisladas, fragmentos de hueso
o restos que no dan una cantidad notable de información acerca de los animales a la vez de
que son difíciles de identificar. Sin embargo, también hay muchos huesos aislados que son más
interesantes, como los dientes de dinosaurio del Dinosaur Provincial Park preservados gracias
al esmalte del exterior y su dureza. Estos pueden darse debido a que los dinosaurios mudaban
de dientes durante sus vidas, como hacen los tiburones. Se pueden identificar mejor que los
trozos de hueso o las vértebras, llegando en ocasiones incluso a la especie concreta.
Los lechos óseos o bone beds son acumulaciones masivas de huesos de muchos animales
individuales encontrados generalmente en el canal de un río, pero esto no es necesariamente
así. Esos huesos representan acumulaciones de huesos de mucho tiempo que se han visto
arrastrados corriente abajo por el río y que acabaron depositándose en lugares donde había
aguas tranquilas. Como consecuencia, se pueden encontrar animales que vivieron en la región
durante cientos o miles de años. Hay casos muy específicos donde haya restos de dinosaurios
específicos, llegando incluso a haber lugares donde haya solo dinosaurios de una especie
exclusivamente, como en el sitio
de Dannick, en la ciudad de
Edmonton, donde hay un lecho
óseo de Edmontosaurus, un
dinosaurio de pico de pato gigante.
En este sitio hay al menos unos 15
individuos que probablemente
murieron juntos al mismo tiempo
enterrados muy poco después.
Interpretar los lechos óseos es una
de las muchas cosas que los
paleontólogos hacen.
La fangolita o mudstone, la limolita o silt stone y la lutita o shale son rocas de grano muy
fino donde se pueden encontrar fósiles de dinosaurio, como los de Dannick, y representan
ambientes de aguas tranquilas, como las marismas o pantanos, en donde el barro se asienta
muy lentamente y entierra los huesos de los dinosaurios durante un periodo largo de tiempo.
La mayoría de los dinosaurios encontrados en Alberta, por ejemplo, se hallan en areniscas.
Estas son de grano mucho más grueso y hace falta más energía para que el agua mueva la
arena. Esto representa un depósito en el canal en un río y, por ende, cuando un dinosaurio
llegaba al fondo del río, era enterrado muy rápidamente por la arena. La preservación de este
tipo de enterramientos es muy diferente a las de los lechos óseos de fangolitas, limolitas o
lutitas.
Las rocas del Dinosaur Park son generalmente suaves y se tarda unas tres semanas en
recoger un fósil de dinosaurio. En otras partes del mundo obviamente esto no se da. Por
ejemplo, en la Antártida es muy difícil el excavar, recurriendo a herramientas y maquinaria
pesada constantemente, como dinamita, sierras de roca y martillos neumáticos.
Para extraer los huesos se usan técnicas parecidas a las que usan los médicos para proteger
brazos o piernas fracturadas, como la gypsona (un tipo de venda para envolver el miembro
fracturado). La idea principal es proporcionar una capa protectora sólida para proteger los
huesos para que no se desmoronen. El yeso es un método muy común para estos trabajos.
Antes de poner el yeso, se cubre el hueso con toallas de papel mojadas que actúan como
separador para que no se adhiera el yeso al hueso. Una vez se endurece el yeso, se le da la
vuelta al hueso, retirando un poco de la roca y poniendo yeso en el otro lado.
Tras secarse todo, se le pone un número en la chaqueta, es decir, la carcasa de yeso, siendo
un número único que se coloca también en los mapas. De esta forma se sabe de qué cantera
se ha extraído qué hueso. Las pesadas chaquetas se transportan en camión, siendo en algunas
ocasiones un trabajo difícil dependiendo de la accesibilidad de la cantera y su distancia a la
carretera más cercana. Los helicópteros son usados a menudo para extraer estas chaquetas y
llevarlas a camiones que estén bastante lejos.
Los especímenes llegan a los laboratorios, donde se quita la roca extra de los huesos usando
púas dentales y cepillos. Si los huesos están rotos, se usa cola y masilla para pegarlos. A veces
es más fácil identificar qué huesos se tienen y de qué especies son una ve la roca se quita. No
obstante, hay ocasiones donde una roca es demasiado difícil de eliminar tan solo con picos,
recurriendo a herramientas especiales como la escriba de aire, un pequeño martillo neumático
que se usa lentamente alrededor del hueso para evitar dañarlo. La preparación de fósiles es un
trabajo largo, detallado y minucioso donde se necesita mucha paciencia.
Como es de esperar, los fósiles de una especie igual pero de diferentes individuos varían de
tamaño y edad. Se sabe por comparación con otros esqueletos y por el trabajo en las secciones
delgadas de los huesos las distintas edades entre individuos, así como sus tamaños e incluso su
peso. Los fragmentos de hueso son también importantes al brindarnos información sobre sus
fracturas (por ejemplo, una fractura en espiral es algo que solo ocurre en un hueso fresco,
pues los huesos viejos y secos no se rompen de esa manera). Eso nos da una pista sobre
cuándo pudo haberse roto e incluso sobre el cómo si se encuentran pistas adicionales, como
marcas de dientes de depredadores o lesiones. Muy a menudo los dientes de los depredadores
penetraban en los huesos y los rompían, provocando esas fracturas espirales. Estos dientes
también son muy útiles para saber la especie a la que pertenecen, si estaban en proceso de ser
reemplazados por otros dientes más nuevos y, en ocasiones, el contexto del propio yacimiento
(e.g.: si un esqueleto de un herbívoro se halla con varios dientes de un depredador y fracturas
en los huesos, se podría pensar que murió por las heridas provocadas por el carnívoro). Era
común que los dientes que iban a ser reemplazados estuviesen aflojados y se perdiesen
cuando comían.
Los mapas de las canteras representan cada uno un metro cuadrado del lecho óseo
[desconozco si las medidas pueden cambiar]. Estos nos dicen el tamaño de los huesos, cómo
están asociados entre sí, su ubicación en la cantera y nos brindan un sentido de la orientación
de los fósiles. Al mirar todas las evidencias de los mapas y de los fósiles se puede realizar una
interpretación del yacimiento (e.g.: en el sitio de Dannick se sabe que una manada de
Edmontosaurus murieron al mismo tiempo por razones desconocidas y que un Albertosaurus
se alimentó de sus cuerpos, quien desgarró los huesos en muchos casos, lo que hizo que se
mezclasen entre sí). Las pistas para saber de qué murió un animal suelen ser muy difíciles de
encontrar, por lo que se realizan arduas investigaciones sobre ello. El problema es que en
cualquier excavación paleontológica (y arqueológica) se han de responder a muchas
preguntas, y por cada pregunta respondida, se crean otras tantas sin respuesta, lo que hace
que se tenga que profundizar al respecto.