Minería de Uranio en La República Argentina
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Agradecimientos
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Índice de contenidos
Índice de Figuras 7
Índice de Cuadros 11
Resumen 13
Abstract 14
1. Introducción 15
2. Objetivos 18
3. Materiales y métodos 19
4. La radiactividad y el uranio 20
4.1. Radiactividad 20
4.2. El uranio y las series radiactivas 22
4.3. Equilibrio secular 25
4.4. Química del uranio 28
4.5. Mineralogía del uranio 30
4.6. Ciclo geoquímico exógeno del uranio 35
5. Los depósitos de uranio 37
5.1. Generalidades 37
5.2. Tipos de depósitos 37
5.3. Reservas de uranio 41
6. Ciclo del combustible nuclear 45
6.1. Generalidades 45
6.2. Etapas del ciclo del combustible nuclear 46
a) Minería y procesamiento (mining & milling) 46
b) Conversión 47
c) Enriquecimiento 48
d) Deconversión y fabricación de elementos combustibles 49
e) Generación de energía eléctrica y almacenamiento del combustible gastado 50
f) Reprocesamiento 51
7. Minería de uranio 52
7.1. Generalidades y terminología minera 52
7.2. Fases de un proyecto minero 54
a) Prospección 54
b) Exploración 54
c) Producción 55
d) Cierre de mina: restauración y remediación del sitio 56
7.3. Tipos de explotación minera 56
a) Minería a cielo abierto (open pit mining) 56
b) Minería subterránea (underground mining) 58
c) Minería por lixiviación in situ 61
7.4. Escombreras 67
8. Procesamiento de minerales de uranio 69
8.1. Etapas 69
8.2. Diques de colas 80
8.3. Comparación de técnicas 81
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8.4. Panorama internacional 81
9. Panorama energético internacional 83
9.1. Fuentes de energía 83
9.2. Matriz energética mundial 84
9.3. Energía nuclear 87
10. Depósitos de uranio en la República Argentina 89
10.1. Distritos uraníferos de la República Argentina 89
10.2. Depósitos de uranio más relevantes 91
a) Don Otto y otros (Distrito Tonco-Amblayo), provincia de Salta 91
b) Los Colorados, provincia de La Rioja 93
c) Huemul, provincia de Mendoza 94
d) Dr. Baulíes-Los Reyunos (Sierra Pintada), provincia de Mendoza 95
e) Schlagintweit (Los Gigantes), provincia de Córdoba 98
f) La Estela, provincia de San Luis 100
g) Los Adobes y Cerro Cóndor, provincia de Chubut 101
h) Amarillo Grande, provincia de Río Negro 103
i) Cerro Solo, provincia de Chubut 105
j) Meseta Central, provincia de Chubut 108
10.3. Reservas de uranio en la República Argentina 110
11. Minería de uranio en la República Argentina 111
11.1. Historia de la minería de uranio en la República Argentina 111
a) Antecedentes previos a la creación de la CNEA 111
b) Creación de la CNEA y período inicial (1951-1955) 111
c) Reorganización y expansión de la CNEA (1956-1960) 113
d) Hacia la primera central nuclear (1961-1968) 115
e) Consolidación del esquema minero-productivo y cierre del frente del CCN (1968-1990) 118
f) Globalización, apertura de la economía y reestructuración de la actividad nuclear 124
g) Situación de parada y creación del PRAMU (1998 en adelante) 129
11.2. Producción minero fabril histórica en la República Argentina 130
11.3. Ciclo del combustible nuclear argentino 134
12. Impactos ambientales de la minería de uranio 137
12.1. Residuos generados en la minería de uranio 137
12.2. Residuos generados en la minería por lixiviación in situ 139
12.3. Clasificación de residuos radiactivos por el OIEA 140
12.4. Características radiológicas de los concentrados comerciales de uranio 142
12.5. Características radiológicas de las colas de mineral 143
12.6. Características fisicoquímicas de las colas de mineral 144
12.7. Compartimentos ambientales impactables y rutas de exposición 146
12.8. Identificación de los riesgos posibles en un sitio 147
a) Riesgo por exposición externa 147
b) Riesgo por emanación de radón 148
c) Riesgo por infiltración y percolación (seepage) 151
d) Riesgo por drenaje ácido de mina (acid mine drainage) 153
e) Riesgo por inestabilidades geotécnicas 154
f) Riesgo por erosión hídrica y eólica 158
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g) Riesgo por intrusión 159
h) Riesgo por derrames durante el transporte 159
12.9. Riesgos potenciales en minería por lixiviación in situ 160
13. Remediación de sitios 163
13.1. Etapa de cierre y post-cierre de una instalación 163
13.2. Remediación vs. Restauración 164
13.3. Terminología utilizada por el Organismo Internacional de Energía Atómica 166
13.4. Razones para realizar una remediación 167
13.5. Características generales de una remediación 168
14. Alternativas de gestión y tecnologías asociadas 170
14.1. Gestión de colas de mineral 170
a) Clasificación de alternativas de gestión 170
b) Alternativas prohibidas: disposición en océano 170
c) Alternativas utilizadas en el pasado no compatibles con prácticas actuales 171
d) Alternativas viables menos recomendadas: disposición en relleno de valle 172
e) Alternativas viables en la actualidad 172
f) Tecnologías 183
g) Colas de mineral producto de lixiviación en pilas 188
14.2. Gestión de minerales marginales 188
14.3. Gestión de minerales estériles 189
14.4. Gestión de residuos líquidos 189
a) Tratamiento con lechada de cal, Ca(OH)2 190
b) Tratamiento con cloruro férrico, FeCl3 192
c) Tratamiento con cloruro de bario, BaCl2 192
d) Intercambio iónico 192
e) Floculación 193
f) Biorremediación 193
14.5. Gestión de lodos 193
14.6. Remediación de acuíferos contaminados por minería por lixiviación in situ 194
a) Tecnologías para la remediación in situ de agua subterránea 194
b) Tecnologías para la remediación ex situ de agua subterránea 196
15. Situación ambiental de las instalaciones mineras en la República Argentina 198
15.1. Complejo Fabril Córdoba 198
15.2. Mina Huemul y Complejo Fabril Malargüe 200
15.3. Complejo Minero Fabril Tonco 205
15.4. Minas Los Adobes y Cerro Cóndor y Complejo Fabril Pichiñán 208
15.5. Complejo Minero Fabril San Rafael 212
15.6. Complejo Minero Fabril Los Gigantes 223
15.7. Complejo Minero Fabril La Estela 230
15.8. Complejo Minero Fabril Los Colorados 233
15.9. Resumen 234
16. Proyectos de remediación en la República Argentina 236
16.1. Complejo Fabril Malargüe 236
a) Antecedentes 236
b) Etapas del proyecto y características generales 237
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c) Desmantelamiento de instalaciones, hijuelas de riego y drenaje superficial 238
d) Drenaje subterráneo 238
e) Preparación del terreno de fundación del encapsulado 241
f) Diseño y construcción del encapsulado 243
g) Infiltración de aguas subterráneas en el encapsulado 248
h) Remoción de suelos contaminados y descontaminación 248
i) Remediación del acuífero contaminado 249
j) Resultados y período de verificación 249
16.2. Complejo Minero Fabril San Rafael 251
a) Antecedentes del proyecto 251
b) Tratamiento de aguas de cantera 252
c) Extracción de uranio de los residuos sólidos (RS) 259
d) Obras construidas y por construir para el proyecto de remediación 261
e) Detalle de las instalaciones a utilizar en los tratamientos de la Fase 1 de remediación 263
17. Proyectos de remediación en el mundo 271
17.1. Grand Junction, Colorado, Estados Unidos 271
17.2. Fábrica de uranio de Andújar, España 276
17.3. Lodève, Francia 282
17.4. Schlema-Alberoda, Alemania 285
18. Minería de uranio en el siglo XXI 289
18.1. Cambios en el contexto internacional 289
a) Cambio del contexto geopolítico y económico 289
b) Conciencia ambiental y desarrollo sostenible 290
c) Rol de la energía nuclear en el siglo XXI 291
d) Relación con la sociedad 296
18.2. Cambios en el contexto nacional 298
a) Organismo regulador independiente 298
b) Cambio de marco legal en minería de uranio 299
18.3. Instrumentos de gestión ambiental 300
18.4. Matriz energética, energía nuclear y minería de uranio en la República Argentina 301
a) Matriz energética argentina 301
b) Energía nuclear y minería de uranio en la República Argentina 302
18.5. Marco regulatorio nuclear argentino en minería de uranio 304
a) Marco regulatorio nuclear argentino 304
b) Instalaciones minero fabriles 306
18.6. Rol del organismo regulador 307
19. Discusión y consideraciones finales 310
20. Conclusiones 323
21. Referencias 325
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Índice de Figuras
Figura 1. Penetración de los distintos tipos de radiación y el blindaje necesario para frenarlas. 21
Figura 2. Tabla periódica de los elementos. 23
Figura 3. Series radiactivas naturales del torio y del neptunio. 24
Figura 4. Series radiactivas naturales del uranio 238 y uranio 235. 25
Figura 5. Energías de decaimiento promedio para las series radiactivas del U-238 y U-235. 25
Figura 6. Características radiológicas de un mineral de uranio. 27
Figura 7. Características radiológicas de un mineral de uranio (desglosado por radionucleído). 27
Figura 8. Aspecto de la uraninita. 33
Figura 9. Aspecto de la uraninita, variedad pechblenda. 33
Figura 10. Coffinita con pechblenda. 33
Figura 11. Aspecto de un cristal de brannerita. 34
Figura 12. Comportamiento del ion uranilo y especies minerales formadas. 35
Figura 13. Ciclo exógeno natural del uranio y sus procesos de conversión. 36
Figura 14. Distribución por países de las reservas mundiales de uranio. 43
Figura 15. Distribución de las reservas razonablemente aseguradas de acuerdo al tipo de depósito. 43
Figura 16. Producción de uranio en el mundo distribuida por países. 44
Figura 17. Cambios en el aspecto y propiedades del uranio a lo largo del ciclo del combustible nuclear 45
Figura 18. Esquema del ciclo del combustible nuclear. 46
Figura 19. Aspecto físico de la yellow cake. 47
Figura 20. Enriquecimiento de uranio por centrifugación. 48
Figura 21. Almacenamiento de cisternas conteniendo UF6 empobrecido. 49
Figura 22. Fabricación de elementos combustibles. 49
Figura 23. Combustibles nucleares gastados en almacenamiento en húmedo. 50
Figura 24. Combustibles nucleares gastados en almacenamiento en seco. 50
Figura 25. Ley de uranio y la correspondiente actividad para cada radionucleído de la serie U-238. 52
Figura 26. Fases de una mina de uranio. 54
Figura 27. Diferencia esquemática entre prospección y exploración. 55
Figura 28. Vista de la mina Ranger #3 (en su estadio inicial) en Australia. 56
Figura 29. Diseño de una mina a cielo abierto. 57
Figura 30. Mina Rössing en Namibia. Año 2012. 57
Figura 31. Esquema de una mina subterránea construida a continuación de otra a cielo abierto. 59
Figura 32. Esquema de minería subterránea por el método de cámaras y pilares. 59
Figura 33. Método de raise boring para minería subterránea. 60
Figura 34. Método de boxhole boring para minería subterránea. 60
Figura 35. Método de jet boring para minería subterránea. 60
Figura 36. Esquema general del proceso de lixiviación in situ. 61
Figura 37. Esquema de los depósitos de areniscas más comunes: roll-front y tabulares. 63
Figura 38. Esquema de un campo de pozos de lixiviación in situ. 64
Figura 39. Campo de pozos en la mina Beverley (Australia). 64
Figura 40. Pozo en la mina Beverley (Australia). 65
Figura 41. Diagrama del flujo subterráneo para extraer el uranio de un depósito por lixiviación in situ. 65
Figura 42. Campo de pozos en el norte de Estados Unidos. 66
Figura 43. Configuraciones posibles de escombreras según la topografía del sitio. 67
Figura 44. Etapas del procesamiento de menas de uranio para obtención de concentrados. 70
Figura 45. Esquema del método de lixiviación en pilas (para lixiviación ácida). 74
Figura 46. Corte transversal de una pila de lixiviación ácida. 75
Figura 47. Segregación natural por tamaño en pilas con deficiencias en construcción. 76
Figura 48. Proceso de percolación en materiales aglomerados y no aglomerados. 76
Figura 49. Diques de efluentes de la planta de White Mesa, Utah, Estados Unidos. 81
Figura 50. Distribución de energía primaria global según la fuente de energía para el año 2019. 85
Figura 51. Evolución de la matriz energética mundial para el período 1994-2019. 85
Figura 52. Porcentajes de consumo energético por regiones. 86
Figura 53. Evolución del consumo de energía primaria mundial para el período 1994-2019. 86
Figura 54. Distribución mundial de la capacidad instalada de energía nuclear según regiones. 87
Figura 55. Lista de países con mayor proporción de energía nuclear en sus matrices energéticas. 88
Figura 56. Distribución y ubicación de los principales depósitos de uranio en Argentina. 89
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Figura 57. Distrito uranífero Tonco-Amblayo en la provincia de Salta. 91
Figura 58. Producción en la mina Don Otto. 92
Figura 59. Litología y niveles uraníferos del yacimiento Los Colorados. 93
Figura 60. Distrito uranífero Pampa Amarilla (Malargüe) y principales depósitos de uranio. 94
Figura 61. Corte esquemático mostrando los niveles uraníferos en el sector Agua Botada de Huemul. 95
Figura 62. Ubicación de la unidad morfoestructural “Bloque de San Rafael”. 96
Figura 63. Principales sectores y zonas mineralizadas del Yacimiento Dr. Baulíes-Los Reyunos. 97
Figura 64. Ubicación del yacimiento Schlagintweit dentro del distrito uranífero Los Gigantes. 99
Figura 65. Distrito uranífero Comechingones y ubicación del yacimiento e indicios La Estela. 100
Figura 66. Fotografía de la explotación de Los Adobes. 101
Figura 67. Mapa geológico del área del yacimiento Cerro Cóndor. 102
Figura 68. Vista panorámica hacia el sudeste mostrando el yacimiento uranífero Cerro Cóndor. 102
Figura 69. Ubicación del proyecto Proyecto Amarillo Grande y sus cuatro áreas principales. 104
Figura 70. Aspecto en superficie del depósito Ivana, dentro del Proyecto Amarillo Grande. 104
Figura 71. Ubicación del depósito Cerro Solo en un paleocanal cretácico. 106
Figura 72. Sección transversal ilustrando la geometría de los cuerpos mineralizados en Cerro Solo. 107
Figura 73. Fotografía del depósito de Cerro Solo a nivel superficial. 108
Figura 74. Ubicación de los principales depósitos del Proyecto Meseta Central. 109
Figura 75. Instalación de lixiviación en pilas en mina Don Otto, Departamento San Carlos, Salta. 115
Figura 76. Vista aérea de la Planta Córdoba. 116
Figura 77. Instalaciones de minería y procesamiento de minerales de uranio en Malargüe, Mendoza. 117
Figura 78. Instalaciones de procesamiento de minerales de uranio en Salta y Chubut. 119
Figura 79. Instalaciones de minería y procesamiento de minerales de uranio en Malargüe, Mendoza. 120
Figura 80. Vista aérea del Complejo Minero-Fabril San Rafael. 121
Figura 81. Vista aérea del Complejo Minero-Fabril Tonco (yacimiento Don Otto). 121
Figura 82. Instalaciones de procesamiento de minerales de uranio en el Complejo Fabril Pichiñán. 121
Figura 83. Instalaciones del ciclo del combustible nuclear argentino. 122
Figura 84. Vista aérea del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. 123
Figura 85. Vista aérea del Complejo Fabril Malargüe. 124
Figura 86. Evolución de los precios internacionales del uranio a lo largo del período 1982-2019. 125
Figura 87. Complejo Minero-Fabril Los Colorados. 126
Figura 88. Vista aérea del Complejo Minero-Fabril San Rafael. 126
Figura 89. Instalaciones de procesamiento de minerales en el Complejo Minero-Fabril San Rafael. 127
Figura 90. Ubicación de los Complejos Minero Fabriles y Complejos Fabriles en Argentina. 132
Figura 91. Esquema del proceso productivo de los Complejos Minero Fabriles en Argentina. 134
Figura 92. Producción de concentrados comerciales de uranio en Argentina para el período 53-99. 134
Figura 93. Centrales Nucleares en operación en Argentina. 135
Figura 94. Esquema del ciclo del combustible nuclear argentino a partir de 1997. 136
Figura 95. Clasificación de residuos radiactivos del OIEA. 141
Figura 96. Características radiológicas de los concentrados comerciales de uranio. 143
Figura 97. Características radiológicas de las colas de mineral. 144
Figura 98. Potenciales rutas de transferencia de contaminantes hacia los humanos, flora y fauna. 146
Figura 99. Esquema de los riesgos posibles para las colas de mineral. 147
Figura 100. Progenie del Radón-222. 148
Figura 101. Procesos de liberación del Rn-222 a la atmósfera. 149
Figura 102. Variación del coeficiente de emanación de radón en función del tamaño de grano. 150
Figura 103. Desplazamientos de diques debido a base o cimientos débiles. 155
Figura 104. Riesgo de colapsos por eventos sísmicos. 156
Figura 105. Riesgo de colapso por aumento excesivo del nivel de agua. 156
Figura 106. Riesgo de colapso por rebalses. 157
Figura 107. Riesgo de colapso por canalizaciones. 157
Figura 108. Riesgo de colapso por relleno excesivo. 158
Figura 109. Fallas en el sistema de inyección/extracción durante la lixiviación in situ. 160
Figura 110. Fallas en el sistema distribución durante la lixiviación in situ. 161
Figura 111. Fallas en el dique de retención durante la lixiviación in situ. 161
Figura 112. Fugas inadvertidas por los pozos de monitoreo durante la lixiviación in situ. 162
Figura 113. Restauración “ajardinada” como ejemplo de restauración insuficiente. 165
Figura 114. Cantera en actividad y remediación de la misma realizada en Limousin, Francia. 169
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Figura 115. Instalaciones superficiales para disposición de colas de mineral. 175
Figura 116. Esquema de un dique de retención de agua. 176
Figura 117. Esquema de un dique por ascensos en sus tres variantes. 177
Figura 118. Superficie freática en diques construidos por ascensos. 178
Figura 119. Esquema de una instalación con cobertura de agua. 182
Figura 120. Sistema de capa permeable alrededor de las colas de mineral. 183
Figura 121. Contenido de agua de colas de mineral, propiedades y tratamientos. 184
Figura 122. Variedad de diseños de coberturas. 186
Figura 123. Diagrama de proceso de la técnica de lodos de alta densidad. 191
Figura 124. Esquema del proceso de remediación ex situ de aguas subterráneas. 197
Figura 125. Imagen satelital del ex Complejo Fabril Córdoba y del área conocida como “El Chichón”. 199
Figura 126. Ubicación del Complejo Fabril Malargüe y del yacimiento Huemul 40 km al sur. 200
Figura 127. Imagen satelital con ubicación del Complejo Fabril Malargüe. 201
Figura 128. Foto aérea del Complejo Fabril Malargüe. 202
Figura 129. Sectorización del Complejo Fabril Malargüe y predios aledaños. 202
Figura 130. Complejo Minero Fabril Tonco en producción. 205
Figura 131. Esquema del Complejo Minero-Fabril Tonco y ubicación de las colas de mineral. 206
Figura 132. Imagen satelital del Complejo Minero-Fabril Tonco. 207
Figura 133. Imagen satelital de la región de las Sierras de Pichiñán. 209
Figura 134. Sector de explotación del yacimiento Los Adobes (CNEA, 2005). 209
Figura 135. Imagen satelital del campamento y mina Los Adobes (sector explotación y escombreras). 210
Figura 136. Imagen satelital del yacimiento Cerro Cóndor. 210
Figura 137. Imagen satelital del Complejo Fabril Pichiñán. 211
Figura 138. Esquema del Complejo Minero-Fabril San Rafael. 213
Figura 139. Imagen satelital del Complejo Minero-Fabril San Rafael. 214
Figura 140. Aspecto de las colas de mineral en escombreras en Sector XV dentro del CMFSR. 214
Figura 141. Esquema transversal de las perforaciones realizadas debajo de colas del CMFSR. 215
Figura 142. Canteras de explotación del Complejo Minero-Fabril San Rafael. 216
Figura 143. Sector XV del Complejo Minero Fabril San Rafael. 217
Figura 144. Esquema transversal de los muestreos de precipitados y suelos del CMFSR. 220
Figura 145. Aspecto de los residuos sólidos ubicados en trincheras dentro de las colas del CMFSR. 221
Figura 146. Escombrera de estériles de minería del Complejo Minero-Fabril San Rafael. 222
Figura 147. Escombrera de minerales marginales del Complejo Minero-Fabril San Rafael. 223
Figura 148. Esquema del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. 224
Figura 149. Imagen satelital del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. 224
Figura 150. Área de diques en el Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. 226
Figura 151. Área de diques del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. 227
Figura 152. Cantera de explotación del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. 228
Figura 153. Cuenca del río San Antonio y su desembocadura en el lago San Roque. 229
Figura 154. Imagen satelital de las instalaciones en el Complejo Minero-Fabril La Estela. 230
Figura 155. Escombrera de estériles en el Complejo Minero-Fabril La Estela. 231
Figura 156. Imagen satelital del sector de mina y escombrera de estériles de La Estela. 231
Figura 157. Imagen satelital del predio que alojaba la planta de procesamiento de La Estela. 232
Figura 158. Imagen satelital del Complejo Minero-Fabril Los Colorados con sus principales sectores. 233
Figura 159. Sector de explotación dentro del Complejo Minero-Fabril Los Colorados. 234
Figura 160. Desmantelamiento de instalaciones en el Complejo Fabril Malargüe. 238
Figura 161. Trazado del drenaje subterráneo en el Complejo Fabril Malargüe. 239
Figura 162. Construcción del drenaje subterráneo en el Complejo Fabril Malargüe. 241
Figura 163. Sectorización del Complejo Fabril Malargüe. 242
Figura 164. Corte transversal del encapsulado construido en el Complejo Fabril Malargüe. 243
Figura 165. Corte transversal de la barrera inferior del encapsulado del Complejo Fabril Malargüe. 244
Figura 166. Disposición de colas de mineral en el encapsulado en el Complejo Fabril Malargüe. 245
Figura 167. Frente de colas de mineral en el Complejo Fabril Malargüe. 246
Figura 168. Corte transversal de la barrera superior del encapsulado del Complejo Fabril Malargüe. 246
Figura 169. Fotografías aéreas de distintos momentos de la construcción del encapsulado. 247
Figura 170. Mapa de tasa de dosis equivalente ambiental gamma en el Complejo Fabril Malargüe. 249
Figura 171. Evolución de la construcción del encapsulado del Complejo Fabril Malargüe. 250
Figura 172. Parque El Mirador dentro del predio del Complejo Fabril Malargüe. 250
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Figura 173. Esquema de tratamiento de las aguas de cantera del Complejo Minero Fabril San Rafael. 253
Figura 174. Conexión de aguas entre las canteras y la planta de tratamiento (Tramo 1) en el CMFSR. 254
Figura 175. Conexión de aguas de cantera parcialmente tratadas. 255
Figura 176. Esquema de vaciado de canteras mediante bomba en balsa en el CMFSR. 255
Figura 177. Esquema de la distribución de los alrededores de la planta de tratamiento del CMFSR. 256
Figura 178. Área de Cultivos Restringidos Especiales (ACRE) dentro del predio del CMFSR. 259
Figura 179. Etapas de remoción de colas de mineral, extracción y traslado de los RS. 260
Figura 180. Esquema de tratamiento de los residuos sólidos (RS) dentro del CMFSR. 261
Figura 181. Esquema de producción para ambas corrientes de tratamiento en el CMFSR. 263
Figura 182. Obras de impermeabilización de cisternas en cercanías de la planta de tratamiento. 264
Figura 183. Esquema del Dispositivo de Apertura Segura de Tambores (DAST) ubicado en CMFSR. 265
Figura 184. Corte transversal de la base del Dique DN 8-9 construido en el CMFSR. 268
Figura 185. Obras del Dique DN 8-9 en el Complejo Minero Fabril San Rafael. 269
Figura 186. Imagen satelital del Dique DN 8-9 y alrededores, dentro del CMFSR. 270
Figura 187. Ubicación del sitio de procesamiento de Grand Junction, Estados Unidos. 272
Figura 188. Evolución del sitio de procesamiento de Grand Junction a lo largo del tiempo. 273
Figura 189. Ubicación de la celda de disposición final de Grand Junction. 274
Figura 190. Operación en la celda de disposición final de Grand Junction. 275
Figura 191. Corte transversal de la celda de disposición final de Grand Junction. 276
Figura 192. Diagrama del proceso de cierre y remediación de la Fábrica de uranio de Andújar. 278
Figura 193. Imágenes de la ubicación de los productos de desmantelamiento de la FUA. 279
Figura 194. Esquema del encapsulado de la Fábrica de uranio de Andújar. 279
Figura 195. Esquema de la cobertura multicapa de la celda de disposición de la FUA. 281
Figura 196. Evolución en el tiempo del encapsulado de la Fábrica de uranio de Andújar. 282
Figura 197. Ubicación de los sitios afectados por minería en la región cercana Lodève, Francia. 283
Figura 198. Esquema del proceso de remediación de aguas en las minas de Lodève, Francia. 284
Figura 199. Imagen satelital de las minas de Lodève y planta de tratamiento de aguas. 285
Figura 200. Planta de tratamiento de aguas del sitio Schlema-Alberoda en Alemania. 286
Figura 201. Esquema del proceso de remediación de aguas en las minas de Schlema-Alberoda. 287
Figura 202. Imagen satelital de Schlema-Alberoda y ubicación de las principales instalaciones. 288
Figura 203. Tres pilares fundamentales del desarrollo sostenible. 291
Figura 204. Distribución de energía primaria global según la fuente de energía para el año 2019. 292
Figura 205. Crecimiento del consumo de electricidad en un escenario de bajas emisiones de carbono. 292
Figura 206. Emisiones promedio de CO2 eq. de diversas energías teniendo en cuenta el ciclo de vida. 293
Figura 207. Uso del suelo relativo de diversas alternativas de generación de electricidad. 294
Figura 208. Evolución del organismo regulador en Argentina. 299
Figura 209. Matriz energética argentina. 301
Figura 210. Instalaciones y sitios en donde la ARN realiza monitoreos radiológicos ambientales. 309
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Índice de Cuadros
Página | 11
Cuadro 57. Características básicas del encapsulado de la Fábrica de uranio de Andújar. 281
Cuadro 58. Caracterización de las aguas a tratar en Lodève y valores objetivo de la remediación. 284
Cuadro 59. Caracterización de las aguas a tratar en Schlema-Alberoda y valores finales de efluentes. 288
Cuadro 60. Instrumentos de gestión ambiental. 300
Cuadro 61. Evolución de la matriz energética argentina. 301
Cuadro 62. Reservas de uranio actuales en Argentina. 303
Cuadro 63. Leyes provinciales argentinas que restringen la minería de uranio. 303
Cuadro 64. Clasificación de instalaciones según marco regulatorio nuclear argentino. 305
Cuadro 65. Valores límite de descarga al ambiente en Lodève, Schlema-Alberoda y San Rafael. 318
Cuadro 66. Identificación de fortalezas y debilidades en el marco regulatorio nuclear argentino. 321
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RESUMEN
El estudio integral de minería del uranio se lleva a cabo en forma ordenada comenzando
con los tipos de depósitos y los aspectos operativos de una mina de uranio. Se detallan los
impactos ambientales que genera esta actividad y las técnicas de remediación de sitios una vez
finalizadas las operaciones. Posteriormente, se repasa la historia de la minería de uranio en la
República Argentina y se detalla el escenario ambiental de las instalaciones mineras en el país.
Se describen los proyectos de remediación realizados y se compara con la normativa
internacional y con los casos seleccionados similares realizados en el mundo. Se analiza el rol
de la energía nuclear en el siglo XXI (tanto internacionalmente como en la República Argentina),
en el marco del calentamiento global y la creciente demanda de energía. Al respecto, la minería
de uranio constituye una etapa fundamental dentro del ciclo del combustible nuclear, pero debe
realizarse en un contexto dominado por el desarrollo sostenible y por las exigencias de las
sociedades actuales. En particular, la República Argentina tiene el potencial para desarrollar la
minería de uranio, impulsar la energía nuclear y diversificar su matriz energética. A su vez, un
organismo regulador independiente y eficiente debe otorgar las garantías de que estas
operaciones se realicen de manera segura.
Palabras clave: minería de uranio, ciclo del combustible nuclear, remediación ambiental,
desarrollo sostenible, energía nuclear, República Argentina.
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ABSTRACT
The comprehensive study of uranium mining is carried out in an orderly manner beginning
with the types of deposits and the operational aspects of a uranium mine. The environmental
impacts generated by this activity and the site remediation techniques at the end of mining
production are detailed. Subsequently, the history of national uranium mining and also the
environmental scenario of mining facilities is reviewed. The remediation projects carried out are
described and compared with international regulations and with similar selected cases carried out
in the world. The role of nuclear energy in the 21st century (both internationally and in the
Argentine Republic) is analyzed in the context of global warming and the continuous growing
demand for energy. In this regard, uranium mining constitutes a fundamental stage within the
nuclear fuel cycle, but it must be carried out in a sustainable development context and concerning
the demands of today's societies. In particular, the República Argentina has the potential to
develop uranium mining, promote nuclear energy and diversify its energy mix. In turn, an
independent and efficient regulatory body must provide guarantees that these operations are
carried out safely manner.
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1. Introducción
Adicionalmente, fueron desarrollándose todas las etapas del ciclo del combustible
nuclear, como son la purificación de los concentrados de uranio y su conversión en óxido, y la
fabricación de las pastillas de este compuesto para la construcción de los elementos
combustibles de la central. De esta manera, en 1982, con la construcción de la planta de
producción de UO2 en la ciudad de Córdoba y la fábrica de elementos combustibles en Ezeiza,
provincia de Buenos Aires, se cerró el llamado frente del ciclo del combustible nuclear,
culminando el proceso de autoabastecimiento del combustible nuclear en nuestro país.
Por estos años la actividad nuclear fue reestructurada, la CNEA fue dividida y se creó la
empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) para operar las centrales nucleares, Dioxitek
S.A. para operar la planta de producción de UO 2 y la Autoridad Regulatoria Nuclear como
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organismo regulador de la actividad nuclear, en particular de los complejos minero fabriles que
se dedicaron a la extracción y procesamiento de minerales de uranio. Además, el marco legal
fue modificado para permitir la concesión de yacimientos de uranio directamente a operadores
no estatales, abriendo la actividad de exploración y explotación de uranio a empresas privadas.
Es por ello que la CNEA decidió crear a tal fin el Programa de Restitución Ambiental de
la Minería del Uranio (PRAMU), cuyo objetivo es desarrollar los estudios y la ingeniería
necesarios para remediar aquellos sitios en los que el ambiente se vio afectado por la minería
del uranio. Las provincias afectadas son Mendoza, Córdoba, San Luis, Chubut, Salta y La Rioja.
El primer sitio en ser remediado por el PRAMU ha sido el Complejo Fabril Malargüe, cuyas obras
finalizaron en 2017. Actualmente otros sitios se encuentran con diversos estados de avance en
sus respectivos proyectos de remediación.
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producción se realizará en forma responsable con el medio natural, minimizando los impactos
ambientales y utilizando las tecnologías más aptas para este fin. Para garantizar una actividad
sustentable, es necesario realizar la producción de uranio respetando todas las etapas,
incluyendo la restauración y remediación. En este nuevo enfoque acorde al siglo actual, la
extracción del mineral, el procesamiento en planta y el tratamiento de todos los residuos que se
van generando, se realizan con una visión integral.
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2. Objetivos
Describir las alternativas actuales y las tecnologías disponibles para realizar una remediación
de sitios afectados por minería de uranio.
Analizar los nuevos enfoques sobre minería del uranio en el contexto del desarrollo sostenible
del siglo XXI y su aplicación a futuros proyectos en Argentina.
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3. Materiales y métodos
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4. La radiactividad y el uranio
4.1. Radiactividad
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Figura 1. Penetración de los distintos tipos de radiación y el blindaje necesario para frenarlas. Se incluye además la
radiación neutrónica. Tomado de (Housecroft y Sharpe, 2006).
Las partículas α son núcleos de helio [4He]2+, las partículas β son electrones emitidos a
partir del núcleo, y la radiación γ es radiación electromagnética de muy alta energía. Los tres
tipos de emisión son de origen nuclear.
Una partícula β es emitida con una energía comprendida entre el rango de 0,02 MeV a
3,12 MeV, pero como son mucho más ligeras que las partículas α, viajan mucho más rápido y
tienen un mayor alcance. El poder de penetración de las partículas β supera el de las partículas
α y se necesita una barrera de aluminio para detenerlas. A su vez, mientras que las partículas α
emitidas por un núcleo determinado tienen energías discretas, la energía de las partículas β
provenientes de un núcleo determinado muestra una distribución continua hasta un valor
máximo.
La radiación γ tiene una longitud de onda muy corta y, por consiguiente, una energía
muy elevada. Su emisión siempre acompaña la pérdida de partículas α o β. Este fenómeno se
origina porque el núcleo hijo1 se encuentra con frecuencia en un estado excitado y cuando tiene
lugar la transición desde el estado excitado al fundamental, se emite energía en forma de
radiación γ. La energía de la radiación γ está en el intervalo de las partículas β, pero su poder
de penetración es mucho mayor: se necesita un blindaje de plomo (de algunos centímetros de
espesor) para absorber la radiación electromagnética γ (Housecroft y Sharpe, 2006).
Para estudiar cómo interactúan las radiaciones con las sustancias, y en particular los
tejidos, se definen una serie de magnitudes de interés. Se denomina dosis absorbida a la
cantidad de energía que es depositada por radiaciones ionizantes en una sustancia. En
1
Núcleo hijo: núcleo producido por la pérdida de una partícula α o β.
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consecuencia, esta magnitud tiene unidades de J/kg, y esta relación se define con la unidad gray
(Gy).
El sievert es una unidad muy grande. Por ejemplo, una persona que ha absorbido una
dosis de 1 Sv en todo el cuerpo ha absorbido un joule de energía en cada kg de tejido corporal
(para el caso de rayos gamma). Es por ello que muchas veces se utilizan las unidades mSv y
µSv (Radiation Dosimetry, 2021). En el Cuadro 1 se mencionan algunos ejemplos de dosis
recibidas para diferentes escenarios de exposición. Muchas de estas situaciones se deben a la
exposición a la radiación natural (debida a la radiactividad natural), mientras que en otros casos
es debido a radiación ionizante no natural, como es el caso de los estudios médicos.
Cuadro 1. Dosis recibidas a partir de diferentes escenarios de exposición. Tomado de (Radiation Dosimetry, 2021).
Acción Dosis recibida
Comer una banana 0,1 µSv
Radiografía de tórax 20 µSv
Vuelo en avión de 5 horas 40 µSv
Mamografía 600 µSv
Límite de dosis para miembros del público
1 mSv
(dosis efectiva total por año)
Tomografía computarizada de tórax 5,8 mSv
Dosis promedio anual recibida en el torno
10 mSv
natural de Ramsar, Irán
Tomografía computarizada de cuerpo
20 mSv
completo
Dosis anual de radiación natural en una
playa de monacita cerca de Guarapari, 175 mSv
Brasil
Dosis letal para un ser humano con un
riesgo del 50% en 30 días (DL50/30) si la
5 Sv
dosis se recibe durante un período muy
corto
El uranio fue descubierto en 1789 por el químico alemán Martin Klaproth, durante sus
estudios del mineral conocido como pechblenda. Fue nombrado de esa manera por el planeta
Urano, recientemente descubierto en 1781. Klaproth lo descubrió en su forma de óxido, mientras
que el elemento en su estado metálico fue recién aislado en su estado puro por el químico francés
Eugene Melchior Peligot en 1841 (Karpas, 2015).
Dentro de la tabla periódica de los elementos, el uranio se encuentra ubicado dentro del
bloque f, conformado por los llamados elementos de transición interna. Dentro de este bloque,
pertenece a su vez al grupo de los actínidos, en el Período 7 de la tabla, como se muestra en la
figura 2.
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Figura 2. Tabla periódica de los elementos. En lila se destacan los lantánidos y en rosa los actínidos.
Es conveniente además definir otro grupo asociado al uranio, no por sus características
químicas, sino por razones geológicas. Éstos son los denominados elementos tierras raras,
definidos por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) como el itrio (Y), el
escandio (Sc) y los 15 lantánidos: lantano (La), cerio (Ce), praseodimio (Pr), neodimio (Nd),
prometio (Pm), samario (Sm), europio (Eu), gadolinio (Gd), terbio (Tb), disprosio (Dy), holmio
(Ho), erbio (Er), tulio (Tm), iterbio (Yb) y lutecio (Lu). Es decir, son en total 17 elementos.
Sin embargo, los únicos tres isótopos que existen naturalmente en concentraciones
significativas son los que tienen 146, 143 y 142 neutrones. Estos isótopos son el 238U, 235U y 234U,
respectivamente, como se observa en el Cuadro 2.
Abundancia
Abundancia natural
Isótopo natural Período de semidesintegración
(%m/m)
(% atómico)
238
U 99,284 99,274 4,468 millones de años
235
U 0,711 0,720 704 millones de años
234
U 0,00539 0,00548 245.500 años
Desde el polonio (Z=84) en adelante, todos los elementos cuentan únicamente con
isótopos radiactivos. El uranio es el elemento más pesado que se encuentra en la naturaleza,
siendo todos los elementos posteriores (Z>92), los elementos transuránidos, de origen antrópico
(Atkins et al., 2010).
El uranio no decae a un núcleo estable directamente, sino que lo hace a través de una
serie de reacciones nucleares sucesivas hasta alcanzar la estabilidad. A esta serie de reacciones
se la denomina serie radiactiva, serie de decaimiento o cadena de desintegración.
2
Número atómico (Z): es el número total de protones que tiene un átomo en su núcleo y determina un elemento químico.
3
Número másico (A): es la suma de todos los protones y los neutrones que tiene un átomo en su núcleo y que dan lugar
a todos los isótopos de un mismo elemento químico.
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En la naturaleza existen cuatro series radiactivas (Figs. 3 y 4). Tres de ellas permanecen
activas hoy en día, mientras que la serie del neptunio ya ha desaparecido debido a que todos
sus miembros tienen períodos de semidesintegración cortos en relación a la edad de la Tierra
(Morss et al., 2008). Las series radiactivas son las siguientes:
en donde n es un número entero natural tal que 4n+k = A (número másico) y k=0,1,2,3.
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Figura 4. Series radiactivas naturales del uranio 238 y uranio 235.
A continuación, se muestra en la figura 5 un diagrama con las energías emitidas por los
núcleos más importantes de las cadenas naturales del 238U y del 235U, las dos más relevantes en
este trabajo.
Figura 5. Energías de decaimiento promedio para las series radiactivas del U-238 y U-235. Se puede ver que en su
mayoría son emisiones α, con algunas emisiones β y γ minoritarias. Tomado de (WISE, 2021).
Como fue mencionado anteriormente, en las series naturales radiactivas existen varios
pasos sucesivos de decaimiento, en donde un núcleo padre decae a un núcleo hijo, y a su vez
éste decae también a otro núcleo hijo:
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La variación temporal de la cantidad de átomos de X 2 está dada por la diferencia entre
la formación de éste (dada por la desintegración del núcleo padre X1) y su propia desintegración
hacia X3:
en donde N1,0 y N2,0 representan el número de átomos del padre y del hijo respectivamente a
tiempo t = 0.
El primer término de esta ecuación indica cómo varía el número de átomos del hijo como
consecuencia de su formación y posterior decaimiento. El segundo término indica el decaimiento
de aquellos átomos del hijo que ya estaban presentes a t = 0.
En el caso hipotético de tener únicamente 238U, no habrá inicialmente nada del núcleo
siguiente de la cadena, el 234Th, con lo cual N2,0 = 0. Por otro lado, el tiempo de observación es
mucho más corto que el período de semidesintegración del 238U, con lo cual no habrá cambios
significativos en el número de átomos de uranio, por lo que N1 = N1,0.
Además, si tenemos en cuenta que el 238U tiene una constante de desintegración muy
corta (debido a que su período de semidesintegración es muy largo), se puede hacer la siguiente
simplificación: λ1<<λ2.
Esta ecuación muestra que después de un tiempo la cantidad de átomos del hijo es
constante. A ese tiempo, la tasa de decaimiento del núcleo hijo se vuelve igual al decaimiento
del núcleo padre, es decir que las actividades de ambos son iguales, A2 = A1. Sin embargo, las
cantidades de cada núcleo (N1 y N2) no son iguales ya que N2 es mucho más chico que N1.
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Esta condición en la que A2 = A1 es lo que se denomina equilibrio secular. Por ejemplo,
en las series radiactivas del 235U y del 238U, todos los elementos de cada cadena se encuentran
en equilibrio secular. Cada uno de los descendientes ha acumulado una cantidad de equilibrio y
toda la velocidad de desintegración está establecida por el padre original. Las actividades son
iguales, aunque cada isótopo se encuentra presente en una proporción directa a su período de
semidesintegración.
Figura 6. Características radiológicas de un mineral de uranio. Actividad contenida en 1 gramo de mineral con 0,1% U.
La actividad total (180 Bq/g inicialmente) se encuentra desglosada en cada una de las series radiactivas que contiene
(U-238 y U-235). El eje de abscisas se encuentra en escala logarítmica y el eje de ordenadas en escala lineal.
Confeccionado utilizando (WISE, 2021).
Figura 7. Características radiológicas de un mineral de uranio (desglosado por radionucleído). Actividad contenida en 1
gramo de mineral con 0,1% U. La actividad total (180 Bq/g inicialmente) se encuentra desglosada en cada
radionucleído. El eje de abscisas se encuentra en escala logarítmica y el eje de ordenadas en escala lineal. Los
radionucleídos se encuentran apilados de abajo hacia arriba. Las bandas más importantes corresponden a la serie del
U-238, mientras que las bandas más pequeñas (arriba del gráfico) corresponden a la serie del U-235. Confeccionado
utilizando (WISE, 2021).
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El equilibrio secular es fundamental en todas las series radiactivas naturales. Durante los
4.500 millones de años de la historia de la Tierra, especialmente el 238U, 235U y el 232Th, y los
miembros de sus cadenas de desintegración radiactiva, han alcanzado el equilibrio entre el
núcleo principal y los diversos descendientes (Radiation Dosimetry, 2021).
El uranio tiene una química variada debido a que presenta estados de oxidación que van
desde el U(III) hasta el U(VI). Sin embargo, los más comunes son el U(IV) y el U(VI) (Atkins et
al., 2010). En el Cuadro 3 se muestran los principales compuestos de uranio relevantes para la
industria nuclear.
Como elemento metálico no forma una capa pasiva de óxido en su superficie en contacto
con el oxígeno, por lo que en contacto prolongado con el aire se corroe dando una compleja
mezcla de óxidos. Estos óxidos incluyen al UO2, U3O8 y varios polimorfos de estequiometría UO3.
El UO2 adopta la estructura cúbica, pero puede tomar átomos de oxígeno intersticiales para
formar óxidos no estequiométricos, UO2+x, con 0 < x < 0,25 (Atkins et al., 2010).
La mayoría de los ácidos disuelven el UO3 para dar soluciones amarillas que contienen
el ion uranilo (UO22+), en forma de complejo (Housecroft y Sharpe, 2006). El uranilo es un ion de
geometría lineal y se atribuye esta linealidad a efectos relativistas en sus orbitales (Atkins et al.,
2010). La estabilidad del dicatión UO22+ hace que en muchas reacciones permanezca inerte. En
disolución acuosa, UO22+ se hidroliza parcialmente a especies como U2O52+ y U3O82+ (Housecroft
y Sharpe, 2006).
Este ion es muy importante en la química del uranio en los ambientes naturales. En agua,
el ion uranilo forma complejos con muchos aniones, como nitratos (NO3-), sulfatos (SO42-) y
carbonatos (CO32-).
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Cuadro 3. Compuestos de uranio relevantes en la industria nuclear. Confeccionado a partir de (Alchetron, 2020;
Añasco et al., 1980; Argonne National Laboratory, 2020; Dioxitek, 2020; Gaviría et al., 2015; Haynes, 2017; Safford y
Kuebel, 1943; U.S. Department of Energy, 2020; Wheeler et al., 1964; Willis, 2020).
Estado de
Forma
Fórmula Compuesto oxidación Aspecto
física
del U
Sólido
U Uranio metálico 0
metal gris
Cristales
UO2 Dióxido de uranio +4
negros
Cristales
amarillo-
UO3 Trióxido de uranio +6
naranja
(forma γ)
Cristales
U3O8 Octaóxido de triuranio +5, +6
gris-negro
Cristales
UO2(NO3)2 Nitrato de uranilo +6
amarillos
Cristales
UO2(CH3COO)2 Acetato de uranilo +6
amarillos
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Cristales
UO2SO4 Sulfato de uranilo +6
amarillos
Polvo
amorfo
Diuranato de amonio
(NH4)2U2O7 +6 amarillo-
(ADU)
rojizo
Sólido
UF6 Hexafluoruro de uranio +6
blanco
Cristales
UF4 Tetrafluoruro de uranio +4
verdes
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Cuadro 4. Contenido de uranio en materiales naturales. Tomado de (López, 2010).
Material Contenido de uranio (ppm)
Peridotita 0,003-0,05
Eclogita 0,013-0,8
Basalto promedio 0,07-0,1
Andesita continental 0,5-1,0
Andesita de arco de isla 0,2-0,4
Granodiorita promedio 2,0
Granito promedio 3,8
Sienita nefelínica 200-600
Lutita común 3,7
Lutita negra carbonosa 3-1250
Arenisca 0,45-3,2
Roca carbonática media 2,2
Rocas fosfáticas marinas 50-300
Rocas evaporíticas 0,01-0,43
El uranio es un elemento litófilo4 con una gran afinidad por el oxígeno. En la naturaleza,
no existe como metal nativo ni como sulfuro, arseniuro o telururo. En la mayoría de los ambientes
subsuperficiales está presente como U4+, mientras que el estado hexavalente U6+ es estable
principalmente bajo condiciones oxidantes a nivel superficial o cerca de la superficie (Dahlkamp,
1993).
Dentro de cada uno de estos dos tipos principales (minerales con U4+ y minerales con
U6+), los minerales de uranio pueden subdividirse en varios grupos según el componente aniónico
principal, con algunos grupos químicos agrupados conjuntamente debido a similitudes
estructurales (Finch y Murakami, 1999), como se observa en el Cuadro 5.
4
Litófilo: es un elemento químico que tiene una alta afinidad por el oxígeno y que forma principalmente silicatos.
5
Paragénesis: conjunto de minerales que aparecen juntos en una roca, formados por el mismo proceso genético durante
una misma etapa. Están temporal y genéticamente asociados.
6
Minerales isoestructurales: dos o más minerales de composición química diferente, pero con estructuras análogas, sin
importar la dimensión de la celda unidad.
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Cuadro 5. Grupos de minerales que contienen U4+ y U6+.
Grupos que contienen uranio reducido (U4+) Grupos que contienen uranilo (U6+)
Óxido de uranio (IV) Oxihidróxidos de uranilo
Silicatos de uranio (IV) Oxihidróxidos de Pb-uranilo
Niobatos, tantalatos y titanatos de uranio (IV) Carbonatos de uranilo
Fosfatos de uranio (IV) Silicatos de uranilo
Otros minerales de uranio (IV) Fosfatos y arseniatos de uranilo
Vanadatos, molibdatos y tungstatos de uranilo
Sulfatos, seleniatos y teluriatos de uranilo
De todos los minerales que se conocen, en este trabajo se describirán únicamente los
más relevantes para la minería. De los minerales de uranio (IV), los más importantes son la
uraninita, la coffinita y la brannerita.
Uraninita
(U1−x−y−z4+Ux6+ETRy3+Mz2+)O2+x−(0.5y)−z
en donde ETR representa algún elemento de las tierras raras y M algún catión divalente.
7
Radiogénico: núcleo formado por el proceso de desintegración radiactiva de un núcleo padre.
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Figura 8. Aspecto de la uraninita. Tomado de (Carmona, 2020).
Coffinita
Página | 33
Brannerita
El ion uranilo es la especie acuosa dominante en la mayoría de las aguas con pH menor
que 5, en condiciones moderadamente a altamente oxidantes. A pH mayor, el uranilo se hidroliza
formando un número de complejos hidróxido acuosos. Estos hidroxi-complejos son
moderadamente débiles y en la mayoría de las aguas subterráneas el uranilo se combina con el
carbonato disuelto para formar complejos de uranil-carbonato en solución. Estos complejos son
bastante estables y, en consecuencia, casi todo el uranio disuelto en las aguas subterráneas
cercanas a la superficie está presente de esta forma.
8
Minerales accesorios: son minerales que aparecen en pequeña proporción en una roca (menos del 5 % del volumen
total) pero que no afecta a la clasificación de la misma.
Página | 34
Figura 12. Comportamiento del ion uranilo y especies minerales formadas. Modificado de (Finch y Murakami, 1999).
Tanto el ion U4+ como el UO22+ son fuertemente adsorbidos por sustancias inorgánicas y
orgánicas debido a su gran tamaño y a su gran densidad de carga. Estas sustancias incluyen
geles hidratados o hidróxidos de Fe, Mn, Ti, Zr, Si, Al, Mo, además de zeolitas, partículas de
arcilla, complejos húmico-arcillosos y sustancias húmicas. La capacidad de adsorción tanto de
materia inorgánica como orgánica parece aumentar con el incremento del pH hasta valores de
Página | 35
aproximadamente 8,5, con una máxima adsorción en el rango de pH de 4,5 a 7,5 para materia
inorgánica y de 3,5 a 6 para materia orgánica (Dahlkamp, 1993). La figura 13 detalla el ciclo
geoquímico exógeno del uranio en la naturaleza y los procesos de conversión de las diferentes
formas.
Figura 13. Ciclo exógeno natural del uranio y sus procesos de conversión. Modificado de (Dahlkamp, 1993).
Página | 36
5. Los depósitos de uranio
5.1. Generalidades
Los yacimientos primarios están relacionados con los escudos precámbricos. La mayoría
de los yacimientos secundarios (sedimentarios) lixivian el uranio en condiciones oxidadas de
acuerdo con la movilidad del uranio en forma hexavalente (UO22+) y lo re-depositan en ambientes
reductores, bajo forma de U4+ el cual tiende a ser insoluble (Villareal-Fuentes et al., 2011).
A nivel mundial existen varias formas de clasificar los depósitos de uranio. Algunas
clasificaciones tienen en cuenta criterios puramente geológicos y otras añaden criterios
económicos. En este trabajo se utiliza la clasificación empleada por el Organismo Internacional
de Energía Atómica (International Atomic Energy Agency, IAEA).
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El OIEA establece 15 categorías principales para clasificar los depósitos de uranio (IAEA,
2018a). En comparación con clasificaciones previas realizadas por el organismo, la clasificación
vigente no tiene en cuenta parámetros económicos. Los depósitos siguen un orden con un
sentido geológico, variando desde los depósitos primarios magmáticos profundos hasta los
depósitos sedimentarios y superficiales, como se detalla en el Cuadro 6.
Cuadro 6. Clasificación de los depósitos de uranio utilizada por el Organismo Internacional de Energía Atómica.
# Tipo Características
9
Rocas metasedimentarias: roca sedimentaria que ha sufrido o tiene indicios de haber sufrido un metamorfismo.
10
Episienita: roca de composición sienítica producida por la disolución hidrotermal de cristales de cuarzo en un granito
alterado.
11
Brecha: roca compuesta por fragmentos angulares de roca de tamaño mayor a 2 mm cementados por una matriz de
grano fino.
12
Máfico: rico en elementos más pesados, como hierro y magnesio, y relativamente pobre en silicio.
13
Félsico: rico en elementos más livianos como silicio, oxígeno y aluminio.
14
Stockwork: serie de vetas pequeñas que interceptan toda la roca, de varias formas y tamaños.
15
Metasomatismo: proceso metamórfico que implica la sustracción o adición de componentes químicos a
una roca mediante fluidos acuosos con la condición de que la roca se mantenga en estado sólido.
16
Discordancia: es un vacío del registro litológico que representa un largo período durante el cual se interrumpió la
sedimentación, la erosión eliminó las rocas previamente formadas y luego se reinició el depósito. Pueden ser
discordancias angulares, paraconformidades o inconformidades. Estas últimas separan rocas metamórficas o ígneas
más antiguas de estratos sedimentarios más jóvenes.
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fuertemente hematizadas y alteradas a arcilla, posiblemente debido a procesos de
paleometeorización y/o alteraciones diagenéticas o hidrotermales. Los depósitos consisten
en cuerpos masivos o vetas conformados principalmente por uraninita. Están
preferencialmente ubicados en dos grandes distritos, la cuenca de Athabasca en Canadá
y el cinturón orogénico de Pine Creek en Australia. Ejemplo: Mc Arthur River (Canadá).
Ocurren en cuencas sedimentarias dentro de tuberías verticales17 rellenas con fragmentos
de unidades litológicas superiores. Estas tuberías son cavidades kársticas que fueron
formadas en el estrato carbonático subyacente. El uranio se encuentra en forma de
Tuberías de
8 minerales primarios de uranio tetravalente, principalmente uraninita, en la matriz
brechas
permeable de brecha y en la zona de fractura anular y curva que rodea a la tubería. La
uraninita está asociada con numerosos minerales de sulfuros y óxidos conteniendo Cu,
Fe, V, Zn, Pb, Ag, Mo, Ni, Co, As y Se.
Los depósitos de uranio están alojados en areniscas 18 de grano medio a grueso
depositados en ambientes sedimentarios continentales fluviales o marinos marginales. Las
cenizas volcánicas pueden representar una fuente importante de uranio dentro de la
arenisca. El uranio fue precipitado por procesos de reducción causados por la presencia
9 Areniscas de una amplia variedad de agentes reductores: material carbonáceo (principalmente
material detrítico de plantas), sulfuros (pirita), minerales ferromagnesianos, actividad
bacteriana, fluidos producto de la migración de reservorios subyacentes de hidrocarburos,
y otros. Los depósitos de areniscas pueden a su vez dividirse en 5 subtipos principales.
Ejemplo: roll-fronts de Wyoming (Estados Unidos).
En este tipo de depósitos el uranio se encuentra en conglomerados 19 de cuarzo como
Paleo- unidades basales en sistemas fluvio lacustres anastomosados o entrelazados de 2300 a
10 conglomerados de 2400 millones de años de edad. La matriz del conglomerado es pirítica, y a menudo están
cuarzo presentes en cantidades menores el oro y otros minerales accesorios de tipo óxido y
sulfuro.
En términos generales, son depósitos jóvenes (del terciario en adelante) conformados por
concentraciones de uranio cerca de la superficie, alojado en sedimentos y suelos. Los más
grandes se encuentran alojados en caliche (carbonatos de calcio y magnesio) y están
11 Superficiales principalmente localizados en Australia y Namibia. Estos depósitos en caliche ocurren
principalmente en sedimentos acumulados a lo largo de canales de drenaje terciarios y en
sedimentos de lagos secos (playas) en áreas de granitos uraníferos fuertemente
meteorizados. Ocurren menos frecuentemente en turberas, cuevas kársticas y suelos.
Pueden ocurrir depósitos de uranio en lignitos20 o carbón, mezclado con detritos minerales
(limo, arcilla), y en los lodos carbonáceos inmediatamente adyacentes y en horizontes de
12 Lignitos limolitas y areniscas. Los contenidos de pirita y cenizas pueden ser elevados.
Ejemplos: Serres Basin (Grecia), North and South (Estados Unidos), Mulga Rock (Western
Australia), Springbock Flats (Sudáfrica).
Son depósitos de uranio alojado en rocas carbonáticas (caliza, dolomía). La mineralización
13 Carbonatos puede ser singenética 21 o estratiforme 22 , o más frecuentemente, relacionada con
determinadas estructuras como karsts, fracturas, fallas y pliegues.
Están representados principalmente por fosforitas marinas de plataformas continentales
14 Fosfatos
que contienen uranio diseminado de forma singenética o estratiforme en apatitas de grano
17
Tubificación (piping): formación de conductos (pipes) naturales en el suelo u otros depósitos no consolidados por
eluviación o por procesos de erosión diferencial sub-superficial. También llamado erosión en túnel.
18
Areniscas: rocas sedimentarias de tipo detrítico, de color variable, que contiene clastos de tamaño arena.
19
Conglomerados: rocas sedimentarias de tipo detrítico formadas mayoritariamente por clastos redondeados de tamaño
grava o mayor (> 2 mm).
20
Lignitos: rocas sedimentarias de color marrón oscuro formadas por procesos diagenéticos de la turba.
21
Singenético: formado al mismo tiempo que el material encapsulante.
22
Estratiforme: alojado paralelamente a los planos de estratificación de la roca huésped, la cual invariablemente está
formada por rocas sedimentarias.
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fino. Estos depósitos en fosforitas constituyen grandes recursos de uranio (millones de
toneladas) pero poseen una muy baja ley. El uranio puede recuperarse como un
subproducto de la producción de fosfatos. Los depósitos en fosfatos continentales no son
muy comunes. Ejemplo: Florida, Estados Unidos.
La mineralización de uranio se encuentra en lutitas 23 marinas ricas en compuestos
orgánicos y lutitas piríticas ricas en carbón, donde se halla diseminado en forma
sinsedimentaria y adsorbido en el material orgánico y en minerales de arcilla. Además,
15 Lutitas negras puede haber mineralización en zonas controladas por fracturas, alojada dentro o
adyacente a horizontes de lutitas negras. Ejemplos: Alum shales (Suecia), Rudnoye y
Zapadno-Kokpatasskaya (Uzbekistán), Chatanooga (Estados Unidos), Región Autónoma
de Guangxi (China) y Gera-Ronneburg (Alemania).
Cuadro 7. Agrupación de los tipos de depósitos de uranio según el grupo litológico al que pertenecen.
Rocas sedimentarias Rocas ígneas Rocas metamórficas
7. Inconformidades proterozoicas 1.2 Intrusivos (plutónicos) 1.1 Intrusivos (anatécticos)
8. Tuberías de brechas 2. Graníticos 5. Metasomáticos
3. Complejos de brechas
9. Areniscas polimetálicas de óxido de hierro 6. Metamórficos
23
Lutitas: rocas sedimentarias de tipo detrítico constituidas por partículas de tamaños muy fino, de tipo arcilla y limo.
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Cuadro 8. Clasificación de los depósitos de uranio en convencionales y no convencionales.
Las reservas de uranio tienen varios esquemas de clasificación. En este trabajo se utiliza
la clasificación que siguen la Agencia de Energía Nuclear (Nuclear Energy Agency, NEA) y el
Organismo Internacional de Energía Atómica (International Atomic Energy Agency, IAEA).
En primer lugar, las reservas se dividen en categorías que reflejan el nivel de confianza
en las cantidades de uranio reportadas. En segundo lugar, estas categorías a su vez se dividen
en subcategorías basadas en los costos de producción.
Reservas identificadas
o Reservas inferidas
Reservas desconocidas
o Reservas pronosticadas
o Reservas especuladas
La división en función de los costos de producción opera en cuatro categorías: < USD
40/kgU, < USD 80/kgU, < USD 130/kgU y < USD 260/kgU. Se definen de acuerdo a los costos
del uranio recuperado en la planta de procesamiento. Estos costos incluyen: los costos directos
de la minería, el transporte y el procesamiento del mineral de uranio; los costos asociados con
la gestión de residuos y la gestión ambiental durante y luego de la etapa de minería; los costos
de mantenimiento de unidades de producción no operativas (si corresponde); los costos de
24
Monacita: se utiliza este término para designar a cuatro minerales fosfáticos de color rojizo-castaño que contienen
elementos de tierras raras: cerio, lantano, neodimio y samario.
Página | 41
capital por la provisión de nuevas unidades de producción, incluyendo el costo de financiamiento;
los costos indirectos como gastos generales, impuestos y cánones, entre otros (Cuadro 9).
Cuadro 9. Esquema de clasificación de reservas de uranio utilizado en las publicaciones conjuntas de la Agencia de
Energía Nuclear y el Organismo Internacional de Energía Atómica.
Reservas
Reservas Reservas
< USD 40/kgU razonablemente
inferidas pronosticadas
aseguradas
Reservas
Reservas Reservas
USD 40-80/kgU razonablemente
inferidas pronosticadas
Recuperable aseguradas Reservas
con costos Reservas especuladas
Reservas Reservas
USD 80-130/kgU razonablemente
inferidas pronosticadas
aseguradas
Reservas
Reservas Reservas
USD 130-260/kgU razonablemente
inferidas pronosticadas
aseguradas
Las estimaciones de las reservas in situ ofrecen una lectura más optimista de los
recursos disponibles y muestran cómo pueden incrementarse los recursos recuperables si se
mejoran los métodos de minería y de procesamiento, produciendo mejores rendimientos. Sin
embargo, las estimaciones de las reservas recuperables proveen una estimación más realista
del suministro de uranio.
Cuadro 10. Reservas identificadas mundiales. Valores actualizados al 01/01/2019. Se muestran tanto las estimaciones
in situ como las reservas recuperables (que tienen en cuenta las pérdidas por minería y procesamiento de los
minerales). Se indican únicamente los cortes de USD 130/kgU y USD 260/kgU (NEA y IAEA, 2020).
< USD 130/kgU < USD 260/kgU
In situ 8.070.300 toneladas 10.584.500 toneladas
Recuperables 6.147.800 toneladas 8.070.900 toneladas
Teniendo en cuenta las reservas recuperables con el corte de costos de USD 130/kgU,
en la figura 14 se muestran los 15 países con mayores cantidades de reservas, que
conjuntamente poseen casi el 95% del total. Para la misma categoría de reservas, el mismo corte
de costos de producción y período, las reservas de Argentina representan el 0,63% del total.
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Figura 14. Distribución por países de las reservas mundiales de uranio. Valores actualizados al 01/01/2019
correspondientes a las reservas identificadas (recuperables) obtenidas con un costo de hasta UDS 130/kgU.
Modificado de (NEA y IAEA, 2020).
Figura 15. Distribución de las reservas razonablemente aseguradas (recuperables) de acuerdo al tipo de depósito.
Realizado para el corte de costos de hasta USD 260/kgU, es decir, el más elevado de los considerados
(valores al 01/01/2019). Modificado de (NEA y IAEA, 2020).
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En el año 2018 hubo 16 países productores de uranio en el mundo: Kazajistán, Canadá,
Australia, Namibia, Uzbekistán, Rusia, Níger, China, Ucrania, India, Sudáfrica, Estados Unidos,
Pakistán, República Checa, Irán y Hungría. La producción del año 2018 estuvo distribuida como
se muestra en la figura 16.
Figura 16. Producción de uranio en el mundo distribuida por países. Realizado para el año 2018. Modificado de (NEA y
IAEA, 2020).
Los cinco mayores productores continúan manteniendo su posición en los años recientes
y suman en conjunto el 82% de la producción. Si se tienen en cuenta los diez países con mayor
producción, éstos logran llegar al 97% de la misma. En el caso de Hungría, sólo produce uranio
como producto de actividades de remediación de minas. El régimen de producción es variado,
pudiendo ser totalmente estatal (Rusia, India, China, República Checa, Ucrania, Uzbekistán,
Irán), totalmente privado (Australia, Sudáfrica, Estados Unidos) o mixto (Kazajistán, Níger).
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6. Ciclo del combustible nuclear
En este capítulo se describen brevemente todas las etapas del ciclo del combustible
nuclear y cómo se relaciona la minería de uranio con las etapas posteriores a la misma.
6.1. Generalidades
Figura 17. Cambios en el aspecto y propiedades del uranio a lo largo del ciclo del combustible nuclear: a) Mineral de
uranio (β-uranofano) obtenido de una mena en Silesia, Polonia; b) Elemento combustible utilizado en la Central Nuclear
Embalse en Argentina (CNEA, 2020).
Las etapas que comprenden desde la extracción del mineral en la mina hasta su
utilización como combustible en una central nuclear se denominan parte frontal o front end del
ciclo. Las etapas posteriores de gestión del combustible, luego del quemado en la central, se
denominan cola del ciclo o back end.
A su vez, el ciclo puede ser de tipo abierto, en el cual el combustible de la central, luego
de su quemado, es tratado íntegramente como un residuo radiactivo y se realiza su disposición
final. El ciclo es cerrado cuando al combustible ya utilizado se lo somete a un reprocesamiento
químico para recuperar algunos de sus elementos constituyentes (con todavía un potencial
energético) y retroalimentar el ciclo. Los países con industria nuclear suelen tener un ciclo
abierto. En la figura 18 se muestra un esquema general del ciclo del combustible nuclear. En el
caso de la República Argentina, el país cuenta con una adaptación específica de este ciclo
general, ya que no es necesario el enriquecimiento de uranio por las características de sus
centrales nucleares.
25
Elemento combustible: cada una de las unidades que contienen el combustible nuclear y que se puede emplear
directamente en un reactor para su quemado y obtención de energía.
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Figura 18. Esquema del ciclo del combustible nuclear. Se mencionan todas las etapas que lo componen y se muestra
el ciclo cerrado completo, incluyendo el reprocesamiento y el enriquecimiento. No todos los países tienen estas etapas
y presentan algunas adaptaciones particulares. Modificado de (World Nuclear Association, 2020).
Estos dos procesos son referidos como el mining & milling 26 en la terminología
internacional. En este sentido, una mina (mine) donde se tratan minerales radiactivos es toda
aquella que produce mineral que contiene radionucleidos de la serie del uranio (o de la serie del
torio), mientras que una planta o fábrica (mill) es toda instalación donde se tratan física y
químicamente dichos minerales extraídos con el fin de producir un concentrado (IAEA, 2019).
26
Si bien la palabra milling implica estrictamente una molienda o trituración, en la industria nuclear este término se utiliza
en un sentido más amplio abarcando también el procesamiento químico al que se someten los minerales de uranio.
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pueden ser diuranato de amonio, diuranato de sodio, hidróxido de uranilo, peróxido de uranio
hidratado o el óxido U3O8 (Varga et al., 2011), dependiendo de qué minerales se haya partido y
qué tratamiento hidrometalúrgico tuvo lugar en la planta. Sin embargo, usualmente suele
representarse como U3O8. En la figura 19 se visualiza el aspecto de un concentrado de uranio o
yellow cake.
Figura 19. Aspecto físico de la yellow cake. Este concentrado puede ser amarillo, amarrillo-negruzco hasta negro,
como es el U3O8. Tomado de (IAEA, 2022a).
b) Conversión
Los principales objetivos de esta etapa son el refinamiento del concentrado comercial y
su conversión a UF6. La Asociación Nuclear Mundial indica que la conversión se puede realizar
por dos vías diferentes: el proceso húmedo (Canadá, Francia, China, Rusia) y el proceso seco
(Estados Unidos) (World Nuclear Association, 2021).
UF4 + F2 → UF6
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c) Enriquecimiento
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Figura 21. Almacenamiento de cisternas conteniendo UF6 empobrecido.
Para poder fabricar los combustibles de uranio enriquecido, el UF6 enriquecido tiene que
ser reconvertido a polvo de UO2. Una vez obtenido el polvo del óxido de alta pureza, se lo trata
mecánicamente y térmicamente hasta obtener pastillas de UO2. Se introducen las pastillas dentro
de vainas de zircaloy27 y éstas se sellan, formando barras combustibles. Estas barras, junto a un
soporte metálico, generan la estructura conocida como elemento combustible, que es la que se
introduce posteriormente en el reactor (World Nuclear Association, 2021).
27
Zircaloy: aleación de circonio con otros metales, utilizada como vaina en las barras combustibles por sus propiedades
útiles (alta dureza, ductilidad, resistencia a la corrosión y baja sección eficaz de absorción de neutrones térmicos).
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e) Generación de energía eléctrica y almacenamiento del combustible gastado
Figura 23. Combustibles nucleares gastados en almacenamiento en húmedo. Tomado de (Liu, 2015).
Luego de un tiempo prolongado (desde meses hasta algunos años) son retirados de las
piletas y almacenados en sistemas de ingeniería en seco (World Nuclear Association, 2021).
Figura 24. Combustibles nucleares gastados en almacenamiento en seco. Tomado de (U.S. Nuclear Regulatory
Commission, 2004).
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f) Reprocesamiento
Un elemento combustible gastado típico aún contiene un 93% de 238U, 0,67% de 235U,
28
Combustible MOX: es el combustible formado por OXidos Mixtos, es decir, UO2 y PuO2.
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7. Minería de uranio
El término mena se utiliza para definir la sustancia mineral que se puede extraer con
beneficio económico. Sus componentes útiles se llaman minerales de mena y lo que acompaña
sin valor económico, ganga. Son términos relativos, ya que lo que puede ser mineral de mena en
un yacimiento, puede ser ganga en otro.
Figura 25. Ley de uranio y la correspondiente actividad para cada radionucleído de la serie U-238. Tomado de (WISE,
2021).
29
% m/m = g del elemento de interés cada 100 g de material.
30
1 ppm = 1 μg/g = 1 mg/kg = 1 g/ton. A su vez, 10.000 ppm = 1%.
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satisfactoriamente con menas de muy baja ley, alrededor de 0,02% (World Nuclear Association,
2021).
Cuadro 11. Clasificación de los depósitos de uranio en función de la ley y el tonelaje que posean. La ley representa un
promedio para todo el depósito estudiado (Dahlkamp, 2009).
Clasificación de los depósitos
< 0,15% 0,15 - 0,5% > 0,5%
Ley
Ley baja Ley media Ley alta
< 5.000 toneladas 5000 - 20.000 toneladas > 20.000 toneladas
Tonelaje
Pequeño Mediano Grande
Por otro lado, dos conceptos muy importantes relacionados con la minería del uranio son
los de NORM y TENORM. Los NORM, naturally occurring radioactive material por sus siglas en
inglés, o materiales radiactivos naturales, son aquellos materiales que pueden contener
cualquiera de los radionucleidos primordiales o elementos radiactivos tal como ocurren en la
naturaleza, como por ejemplo uranio, torio, potasio-40 y sus productos de decaimiento (U.S. EPA,
2007).
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7.2. Fases de un proyecto minero
Una mina de uranio tiene un ciclo de vida que presenta diferentes fases, como se puede
ver en la figura 26.
a) Prospección
b) Exploración
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En esta fase se incorporan los sondeos, que son una herramienta muy importante para
integrar y mejorar la información minera obtenida hasta el momento. Las perforaciones permiten
obtener muestras del subsuelo a distintas profundidades. La importancia de la exploración es
que permite definir la forma del cuerpo mineralizado y sus dimensiones.
Figura 27. Diferencia esquemática entre prospección y exploración. Tomado de (Griem, 2020).
c) Producción
Se debe tener en cuenta que poner un yacimiento en producción toma un tiempo mínimo
de cuatro a cinco años e involucra la construcción de la infraestructura necesaria y la puesta a
punto de todos los procesos involucrados.
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Los factores que inciden en la selección del método de explotación son de índole
geológico (geometría del yacimiento, estructura, ley); de equipamiento; económicos (reservas,
costos de explotación; regionales o locales (ubicación del yacimiento, factores climáticos, fauna
y flora) y la relación con la comunidad, entre otros.
El acceso a la mina es a través de una o varias rampas construidas con una pendiente
adecuada y un ancho suficiente para permitir el acceso del equipamiento necesario, como se
muestra en la figura 28.
Figura 28. Vista de la mina Ranger #3 (en su estadio inicial) en Australia. Tomado de (IAEA, 2022a).
El diseño de las paredes del rajo abierto (open pit) depende mucho de las características
geotécnicas. En general, cuanto más alta es la ley y el tamaño del depósito, el rajo puede
31
Sobrecarga: en minería, la sobrecarga es el material que se encuentra por encima de la mineralización económica.
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alcanzar mayores profundidades (económicamente viables) que la que se esperaría para un
depósito de baja ley o poco tonelaje (Woods, 2016).
El rajo abierto tiene que estar protegido de las inundaciones provenientes de captaciones
de agua o arroyos, y puede ser necesario también el control de los acuíferos (Woods, 2016).
Figura 29. Diseño de una mina a cielo abierto. Tomado de (Abzalov, 2016).
La pendiente de las paredes de la mina se describe por dos ángulos: el ángulo total y el
ángulo de cada uno de los bancos individuales. Ambos ángulos son parámetros importantes y
junto con el ancho de la berma y la altura de los bancos garantiza la seguridad y la economía de
la mina. Dependen de las características geotécnicas de las rocas y de la selección de
equipamiento minero. Cuanto más competentes son las rocas de las paredes, más empinadas
pueden ser las pendientes de las mismas (Abzalov, 2016). En la figura 30 se muestra la mina
Rössing en Namibia en producción con explotación a cielo abierto.
Figura 30. Mina Rössing en Namibia. Año 2012. Tomado de (Woods, 2016).
En la minería a cielo abierto, las propiedades de las rocas determinan en gran medida el
método de extracción. Cuando las rocas de caja son relativamente friables (con baja resistencia
geotécnica), se utilizan máquinas para excavar, transportar y volcar el material en las
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escombreras. En general se remueve sólo una pequeña capa de material en cada pasada, o en
su defecto, el material puede aflojarse y moverse con la cuchilla de una topadora y luego
disponerse en una pila. La pila se carga en un camión o en una cinta transportadora para su
remoción. En algunos casos se mezcla con agua para formar una lechada, la cual es bombeada
fuera del sector (Woods, 2016).
Por otro lado, cuando el material presenta mayor resistencia debe ser fragmentado antes
de su excavación y remoción. El método más común es el de perforación y voladura (drill & blast).
En esta técnica se preparan agujeros mediante el uso de un taladro, usualmente verticales,
ubicados con un espaciado y patrón predeterminado. Los agujeros se cargan con explosivos,
normalmente en forma de polvo, pellets o empaquetados, y los explosivos son detonados en una
secuencia definida para fragmentar la roca, permitiendo así la excavación y posterior remoción
en camión o cinta transportadora (Woods, 2016).
Las chimeneas son aberturas verticales que tienen típicamente unos pocos metros de
diámetro y varias decenas o centenas de metros, e incluso miles de metros en algunos casos.
Sirven tanto para transporte del personal como de los materiales y ductos de ventilación, que
son transportados en contenedores o montacargas operados desde un castillete o torre de
extracción (headframe).
Las galerías son labores sub-horizontales, en distintos niveles, comunicadas entre sí por
labores verticales. Puede instalarse una vía para el transporte de personal o de material. Pueden
estar revestidos para prevenir colapsos o derrumbes, y pueden ser utilizados para el drenaje de
agua subterránea que pudiera entrar a la mina.
En algunos casos, se han desarrollado minas a cielo abierto donde previamente existían
minas subterráneas, y a la inversa, luego de la construcción de un rajo abierto se han continuado
las operaciones a través de minería subterránea para acceder a las menas más profundas. En
la figura 31 se esquematiza una mina subterránea construida a continuación de otra a cielo
abierto previamente agotada.
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Figura 31. Esquema de una mina subterránea construida a continuación de otra a cielo abierto (previamente agotada).
Modificado de (Abzalov, 2016).
Las técnicas más utilizadas en minería subterránea son (CAMECO, 2020; Woods, 2016):
Minería por realce (stoping): consiste en extraer el mineral dejando un espacio vacío en su
lugar. Se utilizan a su vez algunas variantes:
o Corte y relleno (cut & fill): el espacio generado por la remoción de la mena es llenado
con materiales residuales.
o Cámaras y pilares (room & pillar): el material es extraído en un plano horizontal
creando un arreglo de cámaras y pilares, en donde las cámaras se originan por la
extracción de las menas y los pilares son de material intacto con el fin de soportar la
sobrecarga (Fig.26).
Figura 32. Esquema de minería subterránea por el método de cámaras y pilares. Tomado de (Zevgolis, 2005).
Raise boring: se utiliza una máquina para excavar un agujero circular entre dos niveles de
una mina sin utilizar explosivos, como se esquematiza en la figura 33. La mena y zonas
adyacentes son previamente congeladas. La técnica consiste en la perforación (desde arriba
Página | 59
hacia abajo) de un agujero guía de diámetro pequeño que penetra hacia la galería inferior.
Luego, se reemplaza el tricono por un escariador de diámetro adecuado y se realiza la
operación inversa (hacia arriba) agrandando el agujero. Los escombros generados caen
hacia la galería inferior por gravedad.
Figura 33. Método de raise boring para minería subterránea. Adaptado de (CAMECO, 2020).
Boxhole boring: es una variante del raise boring utilizada cuando no hay suficiente espacio
en el más alto de los dos niveles a conectar. La máquina se sitúa en la galería inferior, perfora
el agujero guía y luego conduce el escariador por el agujero desde el nivel inferior al superior,
agrandándolo, como se esquematiza en la figura 34.
Figura 34. Método de boxhole boring para minería subterránea. Adaptado de (CAMECO, 2020).
Jet boring: es otra variante del raise boring. En esta técnica se perfora el agujero guía con
una máquina y posteriormente se coloca una boquilla que permite que el sistema perfore la
roca utilizando un chorro de agua de alta presión. La mena removida cae hacia abajo por el
agujero guía y luego de un procesamiento inicial, se bombea hacia arriba en forma de lodo
o lechada. Se esquematiza en la figura 35.
Figura 35. Método de jet boring para minería subterránea. Adaptado de (CAMECO, 2020).
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c) Minería por lixiviación in situ
Una tercera forma de extraer los minerales de uranio de sus depósitos es la lixiviación in
situ. Esta metodología consiste en la extracción del uranio directamente en el lugar donde se
encuentra el depósito (in situ, o en el sitio) y su posterior procesamiento mediante un tratamiento
químico convencional en superficie. De esta manera, se unifican las etapas de minería y
procesamiento en el mismo sitio.
Figura 36. Esquema general del proceso de lixiviación in situ. Se muestran los sistemas y componentes más
relevantes. Adaptado de (World Nuclear Association, 2021).
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La lixiviación in situ no es aplicable a todos los tipos de depósitos de uranio. Para poder
realizarla, se deben reunir determinadas condiciones geológicas e hidrogeológicas adecuadas
(U.S. Nuclear Regulatory Commission, 2009), entre ellas:
1) Geometría del depósito: se definen los límites de los campos de pozos basándose en
la geometría específica de cada mineralización de uranio. El depósito debe ser horizontal
y tener suficiente tamaño y continuidad lateral para permitir una lixiviación
económicamente viable (U.S. Nuclear Regulatory Commission, 2009).
2) Permeabilidad de la formación huésped: la formación huésped debe ser
suficientemente permeable para permitir el acceso de las soluciones mineras y su
interacción con la mineralización de uranio. Las fracturas pueden interferir el flujo
hidrogeológico, acortar las distancias y secciones de interacción con la mineralización y
reducir la eficiencia de la recuperación. Las formaciones más comunes son las areniscas
(U.S. Nuclear Regulatory Commission, 2009).
3) Capas confinantes: debe prevenirse la migración vertical de fluidos. Típicamente, las
areniscas que alojan el uranio están confinadas por capas de baja permeabilidad como
arcillas o lutitas, tanto por arriba como por abajo. Esto facilita el aislamiento del horizonte
de extracción de uranio de las capas supra y subyacentes (U.S. Nuclear Regulatory
Commission, 2009)
4) Condiciones de saturación: la formación en donde se aloja el uranio debe estar
saturada con agua y debe poseer un nivel piezométrico suficientemente alto para lograr
un régimen hidráulico de bombeo estable (IAEA, 2016).
5) Matriz mineral: la matriz mineral que contiene al uranio debe ser capaz de sufrir
lixiviación y tener una baja cantidad de minerales y otros constituyentes que interfieran
en la misma (IAEA, 2016).
6) Reciclado: debe poderse realizar un reciclado múltiple de la solución lixiviante a través
de la formación huésped (IAEA, 2016).
De los depósitos de uranio descriptos previamente, las formaciones que cumplen muy
bien con estas condiciones y requisitos son las areniscas.
Estos depósitos están contenidos en una misma capa (estrato) de roca sedimentaria.
Fueron formados a partir del transporte de uranio por agua subterránea en condiciones
oxidantes, es decir, agua subterránea con agentes químicos tales que causen la pérdida de
electrones del uranio (de estado de oxidación +4 a +6), típicamente rica en oxígeno. Esta agua
subterránea fluyó a través de las rocas que contenían el uranio, causando su disolución y
lixiviación desde las rocas hacia el agua. El uranio permaneció soluble en las aguas hasta
encontrar un ambiente reductor, es decir, con agentes químicos que causen la ganancia de
electrones del uranio (nuevamente de estado oxidación +6 a +4), que es menos soluble y
precipita (U.S. Nuclear Regulatory Commission, 2009).
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Dependiendo de las condiciones ambientales, este tipo de depósitos pueden clasificarse
en varios subtipos, pero los más comunes son los roll-front y los tabulares, como se ve en la
figura 37. Ambos se encuentran distribuidos a lo largo de una interfaz redox. Se diferencian en
su morfología y requieren de diferentes enfoques y patrones de distribución de pozos para su
tratamiento (Pelizza y Bartels, 2016).
Figura 37. Esquema de los depósitos de areniscas más comunes: roll-front y tabulares. Ambos son muy tratados con
lixiviación in situ. Adaptado de (Dahlkamp, 2009).
Los minerales más comunes en los depósitos roll-front son la uraninita y la coffinita. El
uranio forma usualmente partículas finamente dispersas que van desde una hasta las decenas
de µm (U.S. Nuclear Regulatory Commission, 2009).
El tamaño de una instalación comercial de lixiviación in situ puede oscilar entre 1000 y
6000 hectáreas e incluye una instalación central de procesamiento y la infraestructura en
superficie de soporte de uno o más campos de pozos. Sin embargo, la cantidad de suelo
efectivamente afectado por estas actividades es mucho menor (U.S. Nuclear Regulatory
Commission, 2009).
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Pozos de monitoreo para evaluar el seguimiento de las operaciones y realizar
monitoreos ambientales.
Figura 38. Esquema de un campo de pozos de lixiviación in situ. Modificado de (U.S. Nuclear Regulatory Commission,
2009).
Figura 39. Campo de pozos en la mina Beverley (Australia). Año 2004. Tomado de (Pelizza y Bartels, 2016).
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Figura 40. Pozo en la mina Beverley (Australia). Tomado de (Pelizza y Bartels, 2016).
Figura 41. Diagrama del flujo subterráneo para extraer el uranio de un depósito por lixiviación in situ: Izquierda: corte
transversal; Derecha: visto desde la superficie (para el caso de una configuración de pozos de 5 puntos). Adaptado de
(U.S. Nuclear Regulatory Commission, 2009).
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Figura 42. Campo de pozos en el norte de Estados Unidos. Tomado de (Pelizza y Bartels, 2016).
Cuadro 12. Ventajas y desventajas de la lixiviación in situ en comparación con otras técnicas de minería (a cielo
abierto y subterránea). Confeccionado a partir de las referencias mencionadas en cada ítem.
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7.4. Escombreras
Los materiales que son extraídos de la corteza terrestre y que no tienen valor económico
(estériles), o tienen mineral de interés pero en cantidades sub-económicas (marginales), deben
ser acopiados en un sitio adecuado mientras dure la operación de la mina (Oyarzún y Oyarzún,
2014). Estos materiales suelen provenir de la sobrecarga, es decir, del material que se encuentra
por encima de la mineralización con interés económico.
Figura 43. Configuraciones posibles de escombreras según la topografía del sitio: a) En pilas, b) relleno de valle, c)
Relleno de ladera, d) Relleno de cresta. Tomado de (Kennedy, 1990).
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Relleno de valle (valley fill): los materiales se depositan en un valle mediante descargas
pendiente abajo desde la elevación final. También pueden construirse de abajo hacia
arriba mediante capas compactadas ascendentes, pero resulta una opción generalmente
más cara. Si la escombrera se construye en forma transversal al valle, suele
denominarse de relleno de valle transversal (cross-valley fill).
Relleno de ladera (side-hill fill): también muy utilizadas, la escombrera se construye sobre
una ladera ya existente en el terreno. La construcción se realiza permitiendo el flujo
descendente del material por la ladera desde una determinada altura.
Relleno de cresta (ridge fill): este tipo de escombrera se construye a lo largo de una
cresta de manera que el material se deposite a ambos lados del filo.
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8. Procesamiento de minerales de uranio
8.1. Etapas
La etapa más importante de todas es la lixiviación del uranio desde los minerales que lo
contiene. Desde un punto de vista químico, la lixiviación es un método de extracción sólido-
líquido, en el cual se extrae un componente soluble desde una matriz sólida con un disolvente
líquido (Richardson et al., 2003). En particular, en la hidrometalurgia la lixiviación implica la
extracción selectiva de un metal desde sus menas en forma de sales solubles con un solvente
líquido acuoso.
32
También denominada block o in-place (no debe confundirse con lixiviación in situ).
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Figura 44. Etapas del procesamiento de menas de uranio para obtención de concentrados comerciales: Izquierda:
Variante de lixiviación ácida. Derecha: variante de lixiviación alcalina. Modificado de (Edwards y Oliver, 2000).
1) Trituración y molienda
33
El producto de una mina tal cual sale de ella se conoce internacionalmente como el run-of-mine (ROM) y es el material
en bruto sin ningún tipo de tratamiento físico o químico.
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trituración y molienda tienen que ser acordes a las características de la mena, como la dureza,
el tamaño, el contenido de arcillas, entre otros factores (Woods, 2016).
Previamente suele realizarse una clasificación del material de mina, que consiste en la
selección del material o fragmentos con mayor ley y el rechazo de fragmentos de baja ley.
Históricamente, esta clasificación se realizaba manualmente basándose en aspectos visuales o
realizando un escaneo gamma, pero posteriormente comenzó a realizarse una clasificación
mecánica basada en características físicas, mineralógicas o radimétricas (Woods, 2016).
2) Lixiviación
a) Lixiviación convencional
La cantidad de ácido sulfúrico que se debe añadir varía entre 15 y 50 kg por tonelada de
mena (Woods, 2016). El consumo de ácido no depende del tenor de uranio del mineral, sino de
los elementos que constituyen la ganga. Los carbonatos presentes son frecuentemente los
principales consumidores de ácido (Seidel, 1981).
34
También denominada block o in-place (no debe confundirse con lixiviación in situ).
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Los equipos utilizados suelen ser tanques agitados mecánicamente o neumáticamente,
como los tanques de tipo pachuca, para brindar un buen contacto entre las fases líquida y sólida
(Edwards y Oliver, 2000). Los tiempos de residencia usualmente van desde varias horas hasta
un día, aunque pueden llegar a alcanzar hasta 4 días (Woods, 2016). En el caso de ciertos
minerales se puede reducir notablemente el tiempo de lixiviación calentando el mineral molido
mezclado con el ácido, y en varias plantas de tratamiento se utilizan temperaturas entre 40 y
60°C (Seidel, 1981).
Las reacciones que tienen lugar en fase acuosa entre el ion uranilo y el ion sulfato que
aporta el ácido sulfúrico son las siguientes (Edwards y Oliver, 2000; Navarro, 1984):
Mantener un ambiente oxidante durante la lixiviación ácida es crítico para obtener altos
rendimientos de uranio. A menos que el oxígeno libre esté presente, la disolución real del óxido
de uranio es producida por el ion férrico (Fe3+), que se reduce al ion ferroso (Fe2+) en el proceso.
Los otros oxidantes se utilizan para re-oxidar el Fe2+ a Fe3+ para mantener la disolución del uranio
(Woods, 2016). Las reacciones involucradas son (Navarro, 1984):
En el caso del MnO2, al tener una relativamente baja capacidad oxidante por tonelada,
sólo se utiliza cuando la distancia de traslado desde el proveedor hasta la planta es corta
(Edwards y Oliver, 2000).
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El ácido peroxosulfúrico, el peróxido de hidrógeno y el oxígeno tienen la ventaja
ambiental de no añadir iones contaminantes a los efluentes de la planta. Esto es particularmente
importante en el caso de los iones cloruro generados cuando se utiliza el clorato como oxidante,
ya que es extremadamente costoso removerlos de los efluentes (Edwards y Oliver, 2000).
Por otro lado, cuando en la mena hay un contenido mayor al 1-3% de carbonatos, estos
consumen una buena parte del ácido sulfúrico empleado y el proceso no resulta económicamente
viable (Woods, 2016). En este caso se emplea la lixiviación alcalina utilizando carbonato de sodio
para generar un medio alcalino. Sin embargo, esta opción es mucho menos utilizada.
2 UO2 + O2 → 2 UO3
La solución es más específica para los minerales de uranio, sin atacar la mayoría de los
minerales de la ganga.
El uranio puede ser precipitado directamente desde el lixiviado.
La solución de carbonato puede ser fácilmente regenerada.
Se requiere una molienda muy fina para exponer la superficie de los minerales de uranio.
Algunos minerales de la ganga (como el sulfato de calcio y la pirita) pueden reaccionar
con la solución alcalina y producir un gran consumo de la misma.
Los minerales de uranio más refractarios no se disuelven bajo condiciones alcalinas.
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b) Lixiviación en pilas
Figura 45. Esquema del método de lixiviación en pilas (para lixiviación ácida). Adaptado de (U.S. Nuclear Regulatory
Commission, 2020).
En este tipo de lixiviación, la mena triturada se dispone sobre una superficie o plataforma
relativamente plana (aunque con una pendiente adecuada para un correcto drenaje interno)
formando una pila de varios metros de altura. Se ubican sobre una base impermeable como por
ejemplo una membrana plástica. La solución lixiviante (ácida o alcalina) se dispersa mediante
líneas de rociadores o aspersores y cañerías a través de la pila. La solución pasa a través de la
pila y va disolviendo el uranio y otros metales como en la lixiviación convencional descripta
anteriormente. Los lixiviados son captados por gravedad mediante un sistema de captación
compuestos por tuberías y drenajes (previamente instalados en la base), luego son colectados
mediante una canaleta o tubería más grande y son almacenados en tanques o cisternas.
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(Thenepalli et al., 2019). Los porcentajes de recuperación se encuentran entre el 50 y el 80%
(World Nuclear Association, 2021). En la figura 46 se muestra un corte esquemático transversal
de una pila.
Figura 46. Corte transversal de una pila de lixiviación ácida. Adaptado de (IAEA, 1993).
Sin embargo, los tiempos de lixiviación son considerablemente mayores, se requiere una
mayor área de suelo para realizarla y no es adecuada para todos los depósitos de uranio.
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segregaciones y separaciones del mismo, como se esquematiza en la figura 47. Generalmente,
los trozos más gruesos tienden a permanecer en la superficie de la pila, mientras que los
materiales más finos tienden a permanecer en la parte interna. Esta segregación ocasiona una
mala percolación y reduce la permeabilidad de la pila (Dhawan et al., 2012).
Figura 47. Segregación natural por tamaño en pilas con deficiencias en construcción. Tomado de (Dhawan et al.,
2012).
Figura 48. Proceso de percolación en materiales aglomerados y no aglomerados: Izquierda: con aglomeración.
Derecha: sin aglomeración. Tomado de (Dhawan et al., 2012).
En algunos casos se utiliza una sustancia aglutinante que fortalece los aglomerados
(Hoummady, 2018). Se utilizan equipos denominados aglomeradores que consisten en tambores
cilíndricos.
En este método se fragmentan las menas del depósito en forma subterránea mediante
voladuras, pero no son transportadas a la superficie (ni a ningún otro sector subterráneo) para
su procesamiento. En cambio, se hace percolar la solución lixiviante a través de los fragmentos
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directamente en el lugar y luego el lixiviado resultante se colecta y bombea a la superficie para
la recuperación del uranio en forma tradicional (Woods, 2016).
d) Lixiviación in situ
Como fue mencionado anteriormente, cuando se realiza la lixiviación in situ se unifican las
etapas de minería y lixiviación, ya que se realiza la lixiviación directamente sobre los depósitos
de uranio. Una vez obtenidos los lixiviados, se continúa en superficie como en una planta de
procesamiento ordinaria.
Para realizar la lixiviación in situ se pueden utilizar lixiviantes tanto ácidos como básicos.
Para la lixiviación ácida se puede utilizar ácido sulfúrico diluido y para la alcalina una solución de
carbonato y bicarbonato. Los oxidantes típicos son el oxígeno y el peróxido de hidrógeno, que
oxidan el uranio a UO22+ y luego es complejado como iones sulfato o carbonato, como se
describió previamente. La cantidad total de solución lixiviante a utilizar en el ciclo de extracción
está principalmente determinada por el volumen efectivo de poro disponible para el transporte
de fluidos en el acuífero (IAEA, 2016).
Algunas plantas que han utilizado soluciones lixiviantes con amoníaco experimentaron
algunas dificultades, ya que tiende a adsorberse en los minerales arcillosos. El amoníaco se
desorbe lentamente de la arcilla, y por lo tanto se requiere la remoción y tratamiento de mucha
agua subterránea para lograr la remediación del acuífero (U.S. Nuclear Regulatory Commission,
2009).
3) Separación sólido-líquido
Esta operación puede realizarse con cualquier equipo de separación sólido-líquido, como
espesadores, filtros de tambor, filtros de disco, filtros de banda horizontal, clasificadores de
rastrillos, clasificadores de espiral, entre otros. El mejor equipo a utilizar depende de las
condiciones específicas de la planta y los costos. Se deben minimizar las pérdidas de uranio
soluble en esta etapa (Edwards y Oliver, 2000).
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4) Concentración
El objetivo de esta etapa es obtener una separación selectiva y concentración del uranio
disuelto en los lixiviados. La solución resultante tiene que tener relativamente bajas
concentraciones de impurezas. Los métodos que se utilizan son el intercambio iónico y la
extracción con solventes (Navarro, 1984).
M + I ⇌ MI
En la primera etapa del proceso, el metal M se transfiere desde la solución acuosa con
uranio disuelto (obtenida luego de las etapas de lixiviación y separación sólido-líquido) hacia la
fase orgánica intercambiadora I, formando un complejo MI. Esta etapa, en la que el equilibrio
se desplaza hacia la derecha en la ecuación, se denomina extracción en extracción con
solventes y carga en intercambio iónico (Edwards y Oliver, 2000).
En la siguiente etapa, el metal es transferido desde la fase intercambiadora hacia una
corriente acuosa, distinta de la primera, y el equilibrio se desplaza nuevamente a la izquierda.
Esta etapa se denomina re-extracción o stripping en extracción con solventes y elución en
intercambio iónico. La nueva corriente acuosa a la cual se transfiere el uranio se denomina re-
extractante o fase de re-extracción en extracción con solventes y eluyente en intercambio iónico
(Edwards y Oliver, 2000). Todo el proceso se repite varias veces: en cada paso, la concentración
de uranio obtenida aumenta y la cantidad de impurezas indeseadas disminuye (Woods, 2016).
El método de extracción con solventes se basa en las solubilidades diferenciales de
un compuesto en dos líquidos inmiscibles distintos, usualmente agua y un disolvente orgánico
(como kerosene mezclado con aminas). Este método sólo se utiliza en conjunto con lixiviación
ácida (Woods, 2016).
Se mezclan la solución acuosa de uranio con el disolvente orgánico, resultando en la
transferencia selectiva del uranio de una fase a la otra y dejando en la fase acuosa los otros
metales disueltos. Se deja estacionar la mezcla, de manera que el solvente (ahora con uranio)
flote arriba de la solución acuosa. Esta solución se devuelve a la etapa de extracción para su
reutilización. La fase orgánica con uranio se separa y se mezcla con la nueva fase acuosa de re-
extracción de diferente composición. Bajo estas nuevas condiciones, el uranio es transferido
nuevamente a esta fase y el disolvente orgánico es reciclado para extraer más uranio de la
solución acuosa original (Woods, 2016).
En la fase orgánica de extracción se utilizan aminas alifáticas primarias (RNH 2),
secundarias (R1R2NH) y terciarias (R1R2R3N) de cadena larga. Deben ser convertidas a su
correspondiente sal, por ejemplo, con ácido sulfúrico (Edwards y Oliver, 2000). Debe agregarse
además un modificador de fases (usualmente isodecanol) para evitar la formación de emulsiones
y aumentar la solubilidad entre las aminas y el kerosene (Navarro, 1984). Como re-extractantes
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se suele utilizar una solución de sulfato de amonio y en algunos casos ácido sulfúrico (Edwards
y Oliver, 2000).
Por otro lado, el método de intercambio iónico consiste en el intercambio de iones
entre una solución líquida y una resina orgánica sólida. El proceso es reversible, ya que permite
luego recuperar el ion blanco (el complejo de uranio) y regenerar la resina. Se utiliza tanto en
lixiviación ácida como alcalina, por lo que el uranio se encuentra presente en forma de complejos
aniónicos de carbonatos o sulfatos y no en forma de cationes metálicos. Es un proceso de
intercambio aniónico (Woods, 2016).
Las resinas están conformadas típicamente por microesferas o microperlas de
aproximadamente 0,5 mm de diámetro (Woods, 2016), usualmente compuestas por polímeros
de estireno y divinilbenceno tratados químicamente para proveer los sitios activos de intercambio
iónico (Edwards y Oliver, 2000).
La solución que contiene los aniones de uranio se hace pasar por tanques o columnas
de intercambio, en donde el uranio es adsorbido selectivamente en la resina como un complejo
aniónico (Woods, 2016). La resina cargada se eluye con una segunda solución acuosa
transfiriéndose nuevamente el uranio, mientras que las microesferas de la resina son
regeneradas con una tercera solución acuosa para prepararlas para la absorción de más uranio
presente en la solución acuosa original.
Como eluyentes pueden utilizarse iones nitrato, cloruro o bisulfato, aunque nitratos y
cloruros son más enérgicos y rápidos (Navarro, 1984).
El método de intercambio iónico es más adecuado para soluciones de uranio con
relativamente bajas concentraciones (< 1g/L) y lixiviaciones in situ. Cuando las soluciones tienen
una relativamente alta concentración, la extracción con solventes es más económica (Edwards
y Oliver, 2000).
5) Precipitación
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Actualmente se está dejando de utilizar amoníaco para lograr la precipitación, ya que
puede causar pasivos ambientales adicionales, al ser difícil de remover de los efluentes
generados (Woods, 2016).
La elección del reactivo a utilizar depende de las características específicas del proceso,
como la pureza de la solución, las especificaciones del producto, los costos de los reactivos y los
impactos ambientales generados.
6) Secado y envasado
Luego del lavado se realiza un secado para una remoción final de humedad del
precipitado. En plantas más grandes, se realiza una calcinación a aproximadamente 700°C para
llevar el producto a un estado óxido, normalmente U 3O8, con un contenido de uranio del 85%
(Woods, 2016). De lo contrario, el producto tiene peróxidos, magnesio, sodio o amonio, como se
discutió previamente cuando mencionó la composición de la yellow cake.
Las colas o relaves (tailings) son los residuos del procesamiento de los minerales. Estos
residuos pueden ser sólidos (restos de minerales, ganga), líquidos (efluentes de proceso), barros
o pulpas.
Las colas suelen depositarse en unas estructuras que se denominan diques de colas. En
estos diques se almacenan los líquidos, barros y pulpas. Cuando las colas de minerales se
encuentran en forma sólida (como en el caso de la lixiviación en pilas), suelen depositarse en
otro sitio distinto al dique.
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almacenar, la hidrología y el clima, el riesgo sísmico, los caminos de acceso, el transporte de
líquidos mediante ductos y las condiciones de impermeabilidad.
Las fallas que pueden ocurrir durante su operación pueden deberse a fallas
constructivas, mantenimientos inadecuados, o eventos naturales que superen las previsiones
constructivas.
Figura 49. Diques de efluentes de la planta de procesamiento de minerales de uranio en White Mesa, Utah, Estados
Unidos.
Cuadro 13. Cantidad de reservas razonablemente aseguradas según método de minería y procesamiento. Se
considera para el corte de costos <260 USD/kgU. Tomado de (NEA y IAEA, 2020).
Factor de recuperación
Método de minería y procesamiento Cantidad (toneladas de U)
promedio (%)
Minería a cielo abierto + lixiviación convencional 559.066 80
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Cuadro 14. Principales operadores del mundo en la minería del uranio. Se consigan sus países de origen, la
producción en 2019 y la proporción del total mundial. Tomado de (World Nuclear Association, 2021).
Otros - 3.001 5
Cuadro 15. Lista de las 10 mayores minas productoras de uranio a nivel mundial. Se detalla su método de extracción y
producción para el año 2019. Tomado de (World Nuclear Association, 2021).
Proporción del
Producción
Mina País Operador Tipo total mundial
(ton de U)
(%)
Cigar Lake Canadá Cameco/Orano Subterránea 6.924 13
Husab Namibia CGN Cielo abierto 3.400 6
Subproducto/
Olympic Dam Australia BHP 3.364 6
Subterránea
Moinjum &
Kazajistán Orano/Kazatomprom In situ 3.252 6
Tortkuduk
Inkai, sitios 1-3 Kazajistán Kazatomprom/Cameco In situ 3.209 6
Uranium
Budenovskoye 2 Kazajistán In situ 2.600 5
One/Kazatomprom
Rössing Namibia Rio Tinto Cielo abierto 2.076 4
SOMAIR Níger Orano Cielo abierto 1.912 4
Central
Kazajistán Kazatomprom In situ 1.964 3
Mynkuduk
South Inkai Uranium
Kazajistán In situ 1.601 3
(bloque 4) One/Kazatomprom
Total del Top 10 - - - 30.032 55
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9. Panorama energético internacional
Ante todo, es conveniente definir a la energía primaria como aquella fuente de energía
disponible en la naturaleza, en variadas formas, que puede ser utilizada para realizar actividades,
transformarla, almacenarla y transportarla. Son recursos naturales como el viento, las
radiaciones solares, el agua en movimiento, el carbón, el uranio, el gas natural, el petróleo, la
leña, el bagazo y otros residuos vegetales.
Otra forma de clasificar a las energías es según éstas sean renovables o no renovables.
Así, se entiende a las energías renovables como aquellas obtenidas de flujos de energía
repetitivos y persistentes que ocurren naturalmente (Twidell y Weir, 2015). Se incluyen en esta
categoría la radiación solar, el viento, la biomasa, los flujos de agua (ríos, olas, mareas) y el calor
geotérmico. Cabe destacar que estos recursos sólo son renovables en la escala de tiempo
humana. A estas energías se las suele denominar además energías verdes, energías limpias o
energías sustentables, con la única excepción de la energía hidroeléctrica a gran escala, que no
suele considerarse una energía sustentable por sus grandes impactos ambientales negativos, a
pesar de ser de carácter renovable.
Por el otro lado, se entiende como energías no renovables las obtenidas de depósitos
estáticos de energía que se encuentran en la corteza terrestre, salvo que sean liberados por
alguna acción humana (Twidell y Weir, 2015). Se incluyen en esta categoría a los ya
Página | 83
mencionados combustibles fósiles y al uranio. En estas fuentes, la energía es inicialmente un
potencial de energía aislado, y se requiere de una acción externa para iniciar la provisión de
energía para usos prácticos (Twidell y Weir, 2015). El Cuadro 15 resume los diferentes tipos de
fuentes de energía.
35
Bioenergía: son todas las energías que derivan de fuentes biológicas, incluyendo la utilización de biomasa en forma
directa o sus derivados. También se denomina energía de biomasa.
36
Biomasa: es toda la materia presente en plantas y animales, incluyendo sus desechos. En particular se utiliza la leña,
los cultivos energéticos, los residuos forestales, agrícolas, hortícolas, ganaderos y de procesamiento de alimentos.
37
Biocombustibles: productos secundarios derivados de fuentes de biomasa, entre ellos el bioetanol, el biodiesel y el
biogás.
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Figura 50. Distribución de energía primaria global según la fuente de energía para el año 2019. Tomado de (BP, 2020).
Figura 51. Evolución de la matriz energética mundial para el período 1994-2019. En el eje de las abscisas se
encuentran los años y en el eje de las ordenadas se encuentra el porcentaje del total. Se tienen en cuenta las fuentes
de energía primaria. Tomado de (BP, 2020).
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Si se analiza cómo se distribuye este consumo energético por regiones, se observan
algunas diferencias destacables, detalladas en la figura 52. La región que más depende del uso
de combustibles fósiles es Medio Oriente, la región donde es mayor la proporción de energías
renovables y de energía nuclear es Europa, y la región que más hace uso del carbón es Asia-
Pacífico (Sur de Asia, Asia Oriental y Oceanía). En el caso de nuestra región, América Central y
del Sur, más allá de que los combustibles fósiles cubren más del 50% de la demanda, posee la
mayor proporción de uso de energía de origen hidroeléctrico, mientras que el uso de energías
renovables también es importante.
Figura 52. Porcentajes de consumo energético por regiones. Se presentan los datos del año 2019. CEI representa la
Comunidad de Estados Independientes (Rusia y las ex-repúblicas soviéticas, salvo Ucrania y los países bálticos).
Tomado de (BP, 2020).
A su vez, si en lugar de analizar los datos relativos porcentuales se observan los números
absolutos, se ve que en los últimos 25 años el consumo energético (en todas sus formas de
energía) viene aumentando consistentemente, como se observa en la figura 53.
Figura 53. Evolución del consumo de energía primaria mundial para el período 1994-2019. En el eje de las abscisas se
encuentran los años y en el eje de las ordenadas se encuentra el consumo en exajoules 38. Tomado de (BP, 2020).
38
Exajoule (EJ): equivalente a 1018 joules y a 277,8 terawatts-hora.
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9.3. Energía nuclear
La energía nuclear generó globalmente 2.563 TWh de electricidad en el año 2018 y 2.657
TWh en el año 2019. Ésta provino de la generación de 450 reactores nucleares comerciales
ubicados en 30 países. Para el mismo período 55 reactores adicionales se encontraban en
construcción (NEA y IAEA, 2020).
La capacidad instalada sumaba en todo el mundo 396 GWe39 al 2019 pero la distribución
se encuentra fuertemente concentrada en Europa, América del Norte y los países de Asia
Oriental, como se muestra en la figura 54 (NEA y IAEA, 2020).
Figura 54. Distribución mundial de la capacidad instalada de energía nuclear según regiones. Los porcentajes se
refieren a la proporción de cada región con respecto a los 396 GWe al 01/01/2019. Modificado de (NEA y IAEA, 2020).
En total son 30 países los que producen energía eléctrica de origen nuclear. Sin
embargo, en función de la cantidad de reactores, el consumo energético del país y la población
del mismo, la relevancia de la energía nuclear en la matriz energética nacional es muy variable.
En la figura 55 se muestran los países con mayor presencia de energía nuclear en su matriz
energética, encontrándose todos ellos en el continente europeo.
39
GWe (gigawatts eléctricos): potencia eléctrica que produce una planta, en contraposición con los gigawatts térmicos.
Página | 87
Figura 55. Lista de países con mayor proporción de energía nuclear en sus matrices energéticas nacionales. Tomado
de (IAEA, 2018b).
Para poder lograr esta generación de energía nuclear se requirieron globalmente 59.200
toneladas de uranio al 01/01/2019 (NEA y IAEA, 2020). Esta demanda de uranio fue cubierta con
extracción de uranio y posterior procesamiento en plantas, lo que se denomina producción
primaria de uranio.
Como fue mencionado en capítulos anteriores, la producción primaria para 2018 fue de
53.516 toneladas de uranio. El resto provino de fuentes secundarias de uranio: reprocesamiento
de combustible nuclear, re-enriquecimiento de colas de uranio empobrecido, excesos de
inventarios comerciales o gubernamentales de uranio de producción pasada y sub-alimentación
(underfeeding) de plantas de enriquecimiento de uranio.
Página | 88
10. Depósitos de uranio en la República Argentina
Figura 56. Distribución y ubicación de los principales depósitos de uranio en Argentina. Adaptado de (López y Cuney,
2019).
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Cuadro 17. Lista de distritos uraníferos en Argentina y los depósitos más relevantes.
Don Otto
Los Berthos
Salta Tonco-Amblayo M. M. de Güemes
Pedro Nicolás
Emmy
La Cienaguita
Agua de los Pájaros
Catamarca Tinogasta
Quebrada El León
Las Termas/Franca
Sañogasta – Cuesta de Miranda San Sebastián
Los Mogotes Colorados
Los Colorados Cueva del Chacho
El Salto
- San Santiago
- San Roque
Alipán
La Rioja
Sierras de Velasco La Chinchilla
Lucero
Urcal
Urcuschún
El Resistido
Guandacol – Jáchal Sonia
La Marthita
Chepical
Cerro Áspero
San Juan
- Carrizal
- Médano Rico
Papagayos
Papagayos Soberanía
Independencia
Mendoza
Huemul
Malargüe/Pampa Amarilla
Cerro Mirano
Sierra Pintada Dr. Baulíes-Los Reyunos
Cerro Blanco
Distrito pegmatítico Comechingones Lourdes
Cerro de las Ovejas
Córdoba
Cosquín/Valle de Punilla Rodolfo
Schlagintweit
Los Gigantes
Los Europeos
Comechingones La Estela
San Luis
- Rodeo de los Molles
La Primera
Rahue-có La Segunda
La Tercera
Neuquén
María Teresa
Los Chihuidos
Palo Quemado
Barda Negra Barda Negra
Ivana
Río Negro Amarillo Grande Anit
Santa Bárbara
Los Adobes
Cerro Cóndor
Cerro Solo
Pichiñán
Graben (Proyecto Meseta Central)
Plateau West (Proyecto Meseta Central)
Plateau East (Proyecto Meseta Central)
Sierra Cuadrada Sierra Cuadrada
Chubut Laguna Colorada Laguna Colorada
- Mirasol
- Bajo del Gualicho
- Cañadón Gato-Krüger
Guanaco
Lago Seco
Laguna Salada
La Susana
La Rosada
Santa Cruz - Laguna Sirven
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Cabe destacar que esta lista no incluye cada una de las manifestaciones de uranio en el
país, sino que pretende mostrar los depósitos más grandes hallados en Argentina. De todos ellos,
se describen a continuación los más relevantes, listados de norte a sur.
Las reservas para todo el distrito totalizan 542 toneladas de U con una ley media de 0,1%
de U (Romano, 1999).
Figura 57. Distrito uranífero Tonco-Amblayo en la provincia de Salta. Izquierda: distribución de los principales
depósitos de uranio dentro del distrito; derecha: ubicación del distrito y su principal yacimiento Don Otto. Modificado de
(Gorustovich, 2013).
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La Formación Yacoraite es la unidad portadora de la principal mineralización de uranio
del distrito. Está integrada por areniscas, pelitas y calizas, con cambios de facies que controlan
los principales niveles mineralizados de uranio (Gorustovich, 2013).
Dentro de éstos, el Miembro Don Otto es el de mayor importancia económica por alojar
los principales niveles mineralizados de uranio y posee 67 metros de espesor. En su Sección
Verde, de 27 metros de espesor, se inicia con areniscas de color gris, finas con cemento
calcáreo, y continúa con una secuencia alternante de areniscas y pelitas de bajo tenor calcáreo.
Se identificaron varios niveles mineralizados (Gorustovich, 2013).
Los depósitos que fueron explotados por la Comisión Nacional de Energía Atómica
(CNEA) fueron Don Otto, Los Berthos y M. M. de Güemes. Se utilizó tanto minería a cielo abierto
como subterránea. Dentro de la minería subterránea los métodos empleados fueron las de
cámaras y pilares, corte y relleno y realce sobre saca (shrinkage stoping). Este último resultó el
método más efectivo y el más utilizado debido a características litológicas y de yacencia de la
mineralización (Romano, 1999). La producción alcanzó las 265 toneladas de uranio. La CNEA
es titular de los derechos mineros de las minas Don Otto, Los Berthos y Emmy (Romano, 1999).
Figura 58. Producción en la mina Don Otto. Tomado de (López y Cuney, 2019).
Los yacimientos de este distrito son clasificados por el OIEA en su base de datos World
Distribution Uranium Deposits (UDEPO) como de tipo arenisca, subtipo tabular (IAEA, 2022b).
40
Sinclinal: pliegue de la corteza terrestre que presenta los estratos más recientes en su núcleo. Se forman por los
efectos tectónicos de la dinámica terrestre.
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b) Los Colorados, provincia de La Rioja
Dahlkamp (2010) indica reservas de 110 toneladas de uranio, con una ley media de
0,065% U. La exploración de este depósito la inició la CNEA y la continuó la empresa Uranco
S.A., cuya investigación geológica permitió la interpretación geométrica espacial del mineral,
confirmar el orden de magnitud de las reservas estimadas por la CNEA y estimar la viabilidad de
su aprovechamiento en un complejo minero-fabril (Belluco et al., 1999).
Figura 59. Litología y niveles uraníferos del yacimiento Los Colorados. Tomado de (Belluco et al., 1999).
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c) Huemul, provincia de Mendoza
Huemul
Arroyo Seco
Agua Botada
Las Vegas
El yacimiento Huemul, en el sector Huemul, poseía una ley media estimada de 0,21% de
U, 2% de Cu y 0,11% de V, y en su sector denominado Agua Botada, una ley media de 0,127%
de U y 0,1% de Cu (Rojas, 1999). La figura 60 muestra el distrito uranífero Pampa Amarilla
(Malargüe) y principales depósitos de uranio.
Figura 60. Distrito uranífero Pampa Amarilla (Malargüe) y principales depósitos de uranio. Tomado de (Rojas, 1999).
41
Anticlinal: es un pliegue de la corteza terrestre que presenta los estratos más antiguos en su núcleo. Se forman por los
efectos tectónicos de la dinámica terrestre.
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El área que enmarca la zona mineralizada de Pampa Amarilla se encuentra en la
denominada Cuenca Neuquina. Este grupo está constituido por una sucesión alternante de
depósitos continentales conglomerádicos, arenosos y limoarcillosos, de coloración castaño rojiza
a gris amarillenta y de un espesor de 950 m en el sector de estudio (Rojas, 1999).
El nivel más importante del yacimiento Huemul se localiza en una sección con predominio
de conglomerados de carácter torrencial con desarrollo de entrecruzamiento y superficies de
corte y relleno. La mineralización se distribuye en diferentes niveles estratigráficos relacionados
con bancos de areniscas y areniscas conglomerádicas intercalados con niveles de arcilitas rojas
(Rojas, 1999). La zona corresponde a una estructura anticlinal, en cuyo cierre sur se ubican las
manifestaciones. Su eje principal tiene rumbo norte-sur, aflorando los cierres norte y sur, y parte
del flanco occidental (Fig.54).
Figura 61. Corte esquemático mostrando los niveles uraníferos en el sector Agua Botada del yacimiento Huemul y en
Cerro Mirano. Tomado de (Rojas, 1999).
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Figura 62. Ubicación de la unidad morfoestructural “Bloque de San Rafael” y ubicación del yacimiento Dr. Baulíes-Los
Reyunos al norte del mismo. Tomado de (Salvarredi, 1999).
Las reservas totales estimadas del yacimiento ascienden a las 12.500 toneladas de
uranio, con una ley media de 0,09% U (Dahlkamp, 2010). La CNEA es propietaria de los derechos
mineros de este yacimiento (Salvarredi, 1999).
Tigre I-La Terraza: dividido en tres cuerpos (A, B y C), contiene las principales reservas
del yacimiento.
Tigre II-III y Media Luna I-II-III: segundo sector en importancia del yacimiento, ubicado a
1,2 km de Tigre I.
Gaucho I-II: ubicado 300 m al noreste de Tigre II-III.
La Terraza Norte: ubicado unos pocos cientos de metros al norte de La Terraza, puede
ser considerado como una extensión de ése.
Otras mineralizaciones menores: Gaucho III-IV, La Ollada, La Caverna, Los Chañares.
42
Braquianticlinal: anticlinal corto que tiene una sección transversal ovalada.
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Figura 63. Principales sectores y zonas mineralizadas del Yacimiento Dr. Baulíes-Los Reyunos. Modificado de
(Dahlkamp, 2010).
En 1975 comenzó la explotación de una pequeña cantera en el Sector Tigre III y en 1976
comenzó la explotación parcial en Tigre I, para luego extenderse a otros sectores. De todos los
cuerpos mineralizados, sólo contaron con un proyecto de ingeniería básica de mina los sectores
Tigre I y La Terraza B y C, realizados en 1984 (Salvarredi, 1999).
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La historia geológica del Bloque de San Rafael es muy compleja. Particularmente para
el área de Sierra Pintada, sobre un basamento devónico y carbonífero, afectado por un intenso
tectonismo, se desarrolló en el Pérmico inferior una profusa actividad volcánica que derivó en la
acumulación de una importante secuencia de rocas volcánicas y volcaniclásticas interdigitadas,
que conforman el Grupo Cochicó (Mansilla y Dieguez, 2013).
En el área del yacimiento Dr. Baulíes-Los Reyunos, el Grupo Cochicó está integrado por
la Formación Yacimiento Los Reyunos y la Formación Arroyo Punta de Agua. A su vez la
Formación Yacimiento Los Reyunos está constituida por los Miembros Psefítico, Andesítico,
Toba Vieja Gorda y Areniscas Atigradas, destacándose estas últimas por ser la roca fuente y
huésped del uranio (Mansilla y Dieguez, 2013).
Este yacimiento se ubica en el faldeo oriental de las Sierras Grandes de Córdoba, 3900
metros al sureste del cerro Los Gigantes, entre el río Cajón al norte y el río Cambuche al sur, 90
km al oeste de la ciudad de Córdoba, en el Departamento de Punilla. La CNEA tiene la propiedad
minera del yacimiento (Blasón, 1999a). Las reservas estimadas son de 1500 toneladas de uranio
con una ley media de 0,02% U (Dahlkamp, 2010).
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Las estructuras principales se orientan en la dirección NNO-SSE, con fallas menores que
se ramifican en dirección ONO-ESE. En la intersección de ambos tipos de estructuras, se
desarrollaron en venillas (stockworks) en forma de cuña de fracturación intensa que
constituyeron sitios favorables para la mineralización (Dahlkamp, 2010).
Figura 64. Ubicación del yacimiento Schlagintweit dentro del distrito uranífero Los Gigantes, en una zona granítica
afectada intensamente por fallas y diaclasas. Tomado de (Dahlkamp, 2010).
No han sido encontrados minerales primarios de uranio (Blasó, 1999a). Los principales
minerales son la autunita y la meta-autunita, y en menores cantidades otros minerales de U6+
(Dahlkamp, 2010).
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f) La Estela, provincia de San Luis
Las reservas estimadas son 300 toneladas de uranio con una ley media de 0,08% U
(Dahlkamp, 2010). El propietario es un particular (Blasón, 1999b). La mina fue una de las
primeras en suministrar minerales de uranio: entre 1953 y 1962 en una primera etapa, y
posteriormente en la década de 1980 a cargo de una empresa privada (Blasón, 1999b).
Figura 65. Distrito uranífero Comechingones y ubicación del yacimiento e indicios La Estela. Tomado de Blason
(1999b).
Los minerales de uranio son uranofano, y en menor proporción autunita (Blasón, 1999b;
Dahlkamp, 2010). El modelo genético postulado es similar al yacimiento Schlagintweit: la
principal mena mineral del depósito, uranofano-autunita, constituiría el producto de oxidación de
una mena hipogénica, uraninita, más profunda. Esta habría sido oxidada y redistribuida a favor
de todas las estructuras presentes (Blasón, 1999b).
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El yacimiento es clasificado por el OIEA en su base de datos UDEPO como de tipo
granítico, subtipo endogranítico (IAEA, 2022b).
Figura 66. Fotografía de la explotación de Los Adobes. Tomado de (López y Cuney, 2019).
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Figura 67. Mapa geológico del área del yacimiento Cerro Cóndor. Tomado de (Fuente y Gayone, 1999).
Figura 68. Vista panorámica hacia el sudeste mostrando el área del yacimiento uranífero Cerro Cóndor. Afloramiento
de la Formación Los Adobes (Miembro Bardas Coloradas) de color rojizo, cubiertas por rocas blanquecinas de la
Formación Cerro Barcino. Tomado de (Silva Nieto et al., 2002).
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La Formación Los Adobes constituida por depósitos fluviales está dividida en dos
miembros. El inferior, Arroyo del Pajarito representado por depósitos de alta energía, está
constituido por areniscas medias a gruesas con intercalación de niveles conglomerádicos en
estado oxidado, que desarrollan estratificación en artesa con paleocorrientes. El superior, Bardas
Coloradas incluye depósitos de baja energía representado por bancos limolitas o-tobáceos que
intercalan con secciones intercalaciones de areniscas medianas de hasta 5 m de espesor, ambas
litologías con importe grado de oxidación (Brea y Maison, 2014). La mineralización está asociada
al Miembro Arroyo Pajarito (Fuente y Gayone, 1999).
En el yacimiento Cerro Cóndor, los cuerpos mineralizados tienen una corrida de entre 5
y 40 m y los espesores entre 0,5 y 7 metros (Fuente y Gayone, 1999). La mina a cielo abierto
produjo 85 t U con una ley de 0.05% U tanto en la mena oxidada como reducida dentro de una
corrida de 150 m con un ancho de 75 m y un espesor de 5–10 m dentro del canal fluvial basal
(Dahlkamp, 2010). Las especies uraníferas determinadas son autunita, metaautunita, uranofano,
carnotita, entre otros (Fuente y Gayone, 1999).
Tanto Los Adobes como Cerro Cóndor se clasificarían como yacimientos epigenéticos
supergénicos hospedados en sedimentos continentales (areniscas con yacencia tabular a
lenticular) (Fuente y Gayone, 1999; Silva Nieto, 2002). Son clasificados por el OIEA en su base
de datos UDEPO como de tipo arenisca, subtipo canal basal (IAEA, 2022b).
Este proyecto es llevado adelante por la empresa Blue Sky Uranium Corporation y se
encuentra en el centro-este de la provincia de Río Negro, cerca de la pequeña ciudad de
Valcheta, a más de 300 km de la capital provincial Viedma, como se ve en la figura 69.
El proyecto incluye cuatro áreas principales, denominadas Santa Bárbara, Anit, Ivana y
Bajo Valcheta. Incluye alrededor de 100 propiedades que totalizan un área de 280.000 hectáreas
y es controlado completamente por Blue Sky (Blue Sky, 2018).
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Figura 69. Ubicación del proyecto Proyecto Amarillo Grande y sus cuatro áreas principales. Se destaca el depósito
Ivana con borde violeta, y en particular en negro el sector con mayor exploración y estimación de reservas. Tomado de
(Blue Sky, 2018).
El depósito Ivana se encuentra en una zona de topografía plana, en una depresión local
con una elevación de 100 m sobre el nivel del mar, pero a 100 m menos que Valcheta. Este bajo
se denomina Bajo de Valcheta y se conecta al noroeste con el Bajo de Santa Rosa. Ambas
depresiones son parte del Gran Bajo del Gualicho. Comprenden las secciones más bajas de los
abanicos aluviales provenientes del Macizo Norpatagónico, al sudoeste. Los abanicos aluviales
terminan en una serie de lagunas causadas por la finalización de la cuenca endorreica en estas
depresiones (Blue Sky, 2018). La figura 70 muestra los afloramientos del depósito Ivana.
Figura 70. Aspecto en superficie del depósito Ivana, dentro del Proyecto Amarillo Grande. Tomado de (Blue Sky,
2018).
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consolidadas piríticas y carbonosas de color gris (Blue Sky, 2018). La mineralización oxidada
está compuesta por impregnaciones de carnotita y otros óxidos, sobre clastos de arena y cantos
rodados, y como diseminados en rocas sedimentarias de grano fino gris (Blue Sky, 2018).
Depósitos similares fueron descriptos en Australia (Yeelirre y otros) y Namibia (Langer Heinrich).
Sin embargo, Ivana carece de capas bien desarrolladas de caliche, generalmente asociadas con
estos depósitos superficiales de uranio ubicados en climas áridos y semiáridos. Por otro lado, la
mineralización primaria tiene grandes similitudes con otros depósitos de uranio tipo arenisca en
el mundo, particularmente los de subtipo canal basal. Por lo tanto, Ivana es considerado un
depósito híbrido, en parte un depósito superficial, y en parte un depósito tipo arenisca, por lo que
requiere un modelo genético único (Blue Sky, 2018).
Las reservas para el depósito Ivana son de 7.300 toneladas de uranio, con una ley
promedio de 0,03% U. Estas reservas son de tipo inferidas, y únicamente para las 5 propiedades
intensamente estudiadas, no para todo el depósito Ivana del Proyecto Amarillo Grande (Blue
Sky, 2018).
Blue Sky ya ha realizado una evaluación económica preliminar del depósito, ha finalizado
en 2018 las primeras pruebas de diseño de procesos para la planta de procesamiento de uranio-
vanadio. Se proyectaba para 2021 el comienzo de la segunda fase de pruebas del diseño de
planta (Blue Sky, 2021).
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Figura 71. Ubicación del depósito Cerro Solo en un paleocanal cretácico. Tomado de (Dahlkamp, 2010).
Las reservas identificadas de uranio totalizan 9.230 toneladas (NEA y IAEA, 2020). La
ley media en la principal zona del depósito es de 0,3% U (Dahlkamp, 2010).
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Figura 72. Sección transversal en dirección norte-sur ilustrando la configuración litológica y geometría de los cuerpos
mineralizados en Cerro Solo. Tomado de (Dahlkamp, 2010).
Desde 1990 hasta 1997 la CNEA llevó a cabo un intenso programa de exploración para
definir las principales características morfológicas y el modelo de mineralización del yacimiento,
actualizar las estimaciones de sus reservas y seleccionar las metodologías de minería y
procesamiento a implementar. Los resultados le permitieron a la CNEA completar la evaluación
económica preliminar del depósito de U-Mo de Cerro Solo en 1997 (NEA y IAEA, 2020).
43
Potencia: en minería, significa el espesor de una capa o un estrato de mineral medida en ángulo recto con el plano
de la estratificación desde su techo a su piso.
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Durante el período 2012-2018 se realizaron en el yacimiento estudios para determinar la
línea de base ambiental. En este sentido, se completaron estudios hidrológicos, de suelos, de
calidad de aire, de flora y de fauna, paleontológicos y socioeconómicos. Otros estudios, como
los radimétricos y los arqueológicos, continúan en desarrollo (NEA y IAEA, 2020).
Figura 73. Fotografía del depósito de Cerro Solo a nivel superficial. Tomado de (López y Cuney, 2019).
Este proyecto se llevó a cabo por la empresa UrAmerica Ltd en los alrededores del
yacimiento Cerro Solo de la CNEA. Los principales depósitos son Graben, Plateau Oeste y
Plateau Este y todos se encuentran al este de la sierra de Pichiñán, provincia de Chubut, como
se ilustra en la figura 74.
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Figura 74. Ubicación de los principales depósitos del Proyecto Meseta Central: Graben, Plateau Oeste y Plateau Este.
Los tres depósitos (celeste) se encuentran ubicados en las inmediaciones de los depósitos Cerro Solo (rojo) y Los
Adobes de la CNEA. Tomado de (UrAmerica, 2021).
Al igual que en Los Adobes y Cerro Solo, estos depósitos involucran una sucesión
sedimentaria compuesta por los depósitos cretácicos del Grupo Chubut, representados en la
zona por la Formación Los Adobes del Cretácico inferior y por la Formación Cerro Barcino del
Cretácico inferior a superior (Brea y Maison, 2014).
UrAmerica sostiene que el depósito Cerro Solo de la CNEA podría ser uno de una serie
de depósitos remanentes de uranio de alto grado en ser descubierto dentro del paleocanal Los
Adobes y se han obtenido pruebas que sugieren la presencia de un roll-front (UrAmerica, 2021).
Las reservas para todo el proyecto totalizan 7.350 toneladas de uranio y corresponden a
reservas de tipo inferidas (NEA y IAEA, 2020).
Según lo reportado por la empresa, alrededor del 75% de las reservas de uranio
evaluadas se encuentran ubicadas en acuíferos confinados. Por lo tanto, se necesitarán más
estudios hidrogeológicos para determinar la factibilidad de la utilización de la lixiviación in situ
(NEA y IAEA, 2020).
Los depósitos son clasificados por el OIEA en su base de datos UDEPO como de tipo
arenisca, subtipo tabular (IAEA, 2022b). Sin embargo, la clasificación del subtipo no está del todo
determinada.
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10.3. Reservas de uranio en la República Argentina
Cuadro 18. Resumen de los depósitos relevantes de uranio en Argentina en cuanto a reservas y producción pasada.
Inactivo significa con producción pasada y actualmente en suspenso. Construido a partir de (Blue Sky, 2018;
Dahlkamp, 2010; IAEA, 2022b; UrAmerica, 2021; Zappettini, 1999).
Tonelaje Ley
Depósito Provincia Tipo Subtipo media Estado
(t de U) (% U)
Distrito Tonco
Salta Arenisca Tabular 542 0,1 Inactivo
(Don Otto y otros)
Schlagintweit (Los
Córdoba Granítico Endogranítico 1500 0,02 Inactivo
Gigantes)
9.230
En
Cerro Solo Chubut Arenisca Canal basal (aseguradas 0,3
exploración
+ inferidas)
Tabular, roll-
Meseta Central (Graben,
front, canal 7.350 En
Plateau Oeste y Plateau Chubut Arenisca -
basal (varía (inferidas) exploración
Este)
según fuente)
*toneladas producidas
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11. Minería de uranio en la República Argentina
44
Pegmatita: roca ígnea filoniana que tiene un tamaño de grano muy grueso, superior a 20 mm, incluso en ocasiones
con cristales gigantes, de varios metros.
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existencia. La CNEA excluyó las pegmatitas como fuente de reservas uraníferas relevantes,
dejando en ese momento como único punto de inicio en la investigación nacional la continuación
de la exploración llevada a cabo hasta 1948 por Fabricaciones Militares en la Mina Soberanía de
la provincia de Mendoza (Vergara Bai, 1992).
En esa época, la incipiente industria del uranio en el mundo era desarrollada por muy
pocos países y los conocimientos sobre la distribución de los minerales de uranio en la corteza
terrestre y sobre las metodologías para su prospección y procesamiento tenían muy escasa o
nula divulgación.
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la instalación con miras a abastecer normalmente a la Fábrica Ezeiza. Esta planta se instaló para
proseguir el refinamiento hasta la obtención del uranio metálico de pureza nuclear (CNEA, 1955).
La CNEA decidió crear hacia fines de 1953 una Dirección de Materias Primas para
atender los programas de exploración y explotación mencionados. El convenio con la UNC se
mantuvo hasta octubre 1954, cuando se consideraron cumplidos los objetivos del acuerdo y se
convino transferir a la CNEA e incorporar a la Dirección de Materias Primas las estructuras e
infraestructuras técnicas y operativas generadas hasta el momento (Vergara Bai, 1992).
Con los logros alcanzados en el período anterior, la CNEA procedió a incrementar sus
recursos humanos y materiales y se realizó una reorganización de sus actividades de
exploración, explotación y procesamiento del uranio mediante una regionalización de sus
operaciones, a través de una central en Buenos Aires y cuatro sedes regionales, que cubrieron
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los principales ambientes geológicos con perspectivas uraníferas del país (Noroeste, Centro,
Cuyo y Sur) (Vergara Bai, 1992).
A comienzos de este período no existía aún un instrumento legal para esta actividad. Sin
embargo, el Poder Ejecutivo estableció en diciembre de 1956 el Decreto-Ley 22.477 (y su
Decreto Reglamentario en enero de 1957), en el cual se fijó el régimen legal y de
comercialización para los materiales nucleares, que hasta esa fecha no contaban en el Código
de Minería con una legislación que contemplase sus características particulares (Hurtado, 2012;
Vergara Bai, 1992). Si bien, por un lado, la política asumida fue la de considerar a los minerales
nucleares como bienes del Estado -por ser fuentes energéticas-, por otro lado, se incentivaba el
apoyo necesario de la iniciativa privada (Hurtado, 2012).
A fines de los años cincuenta, como complemento de las tareas de prospección, la CNEA
se proponía ganar experiencia de diseño y operación de plantas industriales para el
procesamiento del uranio. El objetivo de mediano plazo era asegurar el autoabastecimiento de
combustible para los futuros reactores de potencia (Hurtado, 2012). Finalmente, el Poder
Ejecutivo, mediante el Decreto 7006 de 1960, declaró de alto interés para la nación las
actividades desarrolladas por la CNEA.
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vez, en el resto del país donde aún no se habían implementado programas de prospección
terrestre similares a los efectuados en Cuyo, la prospección aeroradimétrica proporcionó
resultados destacables al poner en evidencia nuevos distritos uraníferos importantes, como
Tonco-Amblayo en Salta y Los Adobes en Chubut (Vergara Bai, 1992).
En los primeros años de este período se buscó consolidar la capacitación técnica en las
distintas especialidades que involucran el desarrollo de los recursos uraníferos y se implementó
la ejecución de programas intensivos de prospección regional que permitieron poner de
manifiesto la casi totalidad de los distritos uraníferos conocidos. También se lograron avances
sustantivos en el área de procesamiento de minerales de uranio y se comenzaron a establecer
los primeros cronogramas de necesidades de incrementos de reservas y de producción de
concentrados de uranio para cubrir los requerimientos que generaría la primera central nuclear
(Vergara Bai, 1992).
Figura 75. Instalación de lixiviación en pilas en mina Don Otto, Departamento San Carlos, Salta. De derecha a
izquierda: pilas de mineral de uranio, baterías de cubas de recepción de líquidos y bombas de reciclaje, laboratorio,
reactor de precipitación y playas de desecación de pre-concentrado (diuranato de calcio) (CNEA, 1964).
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Por otro lado, en la Planta Córdoba se continuó manteniendo el concepto de planta
experimental y al mismo tiempo se logró la posibilidad de sostener una pequeña producción para
abastecer los requerimientos propios de la CNEA y los de exportación (Vergara Bai, 1992). Se
instaló una planta de extracción de uranio por solventes aminados para concentración selectiva
de uranio (CNEA, 1963), la cual fue la primera en su tipo en América Latina. Esta planta se utilizó
como etapa de estudio a escala piloto para el proyecto de una planta de similares características
y de mayor tamaño en Malargüe (Vergara Bai, 1992).
Figura 76. Vista aérea de la Planta Córdoba, destinada al procesamiento de minerales de uranio y producción de
yellow cake. Tomado de (CNEA, 1964).
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Se montaron pilas experimentales de lixiviación cargadas con diferentes minerales, y se
realizaron ensayos de optimización de concentración y recuperación de líquidos de lixiviación de
Don Otto y precipitación cálcica de los mismos (CNEA, 1964).
Por otro lado, en Malargüe, hubo una aceleración de las actividades de exploración-
evaluación del distrito que permitió incrementar las reservas del mismo, en especial las del
yacimiento Huemul, lo que permitió justificar la implementación de una nueva planta de
procesamiento hidrometalúrgico de los minerales de aquella zona (Vergara Bai, 1992). Para 1963
ya el proyecto definitivo y la construcción de las instalaciones se encontraba en marcha (CNEA,
1963), inaugurándose la planta en 1965 (CNEA, 1965). Esta planta tenía una mayor capacidad
(100 toneladas de mineral por día) y operaba mediante lixiviación convencional y concentración
por solventes aminados (CNEA, 1965; Vergara Bai, 1992). Continuó tratando los minerales
cupro-uraníferos de los yacimientos Huemul y Agua Botada, como se muestra en la figura 77.
Figura 77. Instalaciones de minería y procesamiento de minerales de uranio en Malargüe, Mendoza (comienzos). a)
Campamento e instalaciones de la mina Huemul, Departamento de Malargüe (CNEA, 1964); b) Vista aérea de Planta
Malargüe (CNEA, 1966). De derecha a izquierda (al centro): instalación de trituración primaria, cinta transportadora, silo
de acopio de mineral y planta hidrometalúrgica. Al fondo: usina, tanques de almacenamiento y planta de ácido sulfúrico.
En primer plano: instalación de acondicionamiento de estériles.
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La decisión política de la República Argentina de construir su primera central nuclear de
potencia, Atucha I, hecho que se plasmó en la firma del contrato entre la CNEA y la empresa
Siemens para la instalación de una central nuclear con un reactor de tipo recipiente de
presión con uranio natural y agua pesada en Lima, provincia de Buenos Aires (CNEA, 2022).
El descubrimiento del distrito uranífero Sierra Pintada, en San Rafael, provincia de Mendoza,
cuyas reservas, sumadas a las de otros yacimientos de menor envergadura del país, permitía
contar con materia prima suficiente para cubrir la demanda de nuevos reactores que se
pudiesen instalar en el futuro (Vergara Bai, 1992).
Cuadro 19. Esquema minero-productivo nacional al año 1968. Tomado de (CNEA, 1967; Vergara Bai, 1992).
e) Consolidación del esquema minero-productivo y cierre del frente del ciclo del combustible
nuclear (período 1968-1990)
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Las primeras estimaciones de reservas de los yacimientos de Sierra Pintada
representaron un significativo cambio de escala en la actividad minera hasta entonces, ya que
se pasaba de reservas de algunos cientos de toneladas, conocidas entre las minas Huemul y
Don Otto, a reservas estimadas en miles de toneladas de uranio (Lardone y Solís, 2004).
Además, también en 1970 se instaló en Don Otto, Salta una nueva planta con resinas de
intercambio iónico para la extracción del uranio (Lardone y Solís, 2004), con pre-concentrados
sódicos con más del 50% de U3O8 (CNEA, 1970), como se observa en la figura 78.
Figura 78. Instalaciones de procesamiento de minerales de uranio en Salta y Chubut. a) Mina Don Otto en Salta:
secado de pre-concentrados (CNEA, 1970); b) Interior de la planta de concentración de Pichiñán, en Chubut (CNEA,
1978).
En 1976 se inició y completó la extracción de uranio del yacimiento Los Adobes (CNEA,
1976). El mineral extraído se transportaba desde el yacimiento hasta las cercanías del río
Chubut, en paso Berwyn, donde se acomodaba en pilas de lixiviación en las instalaciones de la
planta de concentración que comenzó a funcionar al año siguiente, en 1977, con una capacidad
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nominal de 50 t de U/año. Esta planta recibió posteriormente para su tratamiento, durante 1979,
el mineral procedente de la explotación del yacimiento Cerro Cóndor (Lardone y Solís, 2004).
Figura 79. Instalaciones de minería y procesamiento de minerales de uranio en Malargüe, Mendoza (años posteriores).
a) Mina Huemul, en Malargüe: laboreo minero efectuando perforación para voladura (CNEA, 1971); b) Complejo Fabril
Malargüe (CNEA, 1981).
Ya para el año 1976 se empieza a denominar a los diferentes sitios como “Complejos
mineros”, “Complejos fabriles” o “Complejos minero-fabriles”, según realicen actividades de
minería, de procesamiento de mineral, o ambos (CNEA, 1976).
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Figura 80. Vista aérea del Complejo Minero-Fabril San Rafael. Abajo al centro e izquierda: planchadas de lixiviación;
abajo a la derecha: sector administrativo; arriba a la izquierda: uno de los open pits de la mina. (Lardone y Solís, 2004).
Por otro lado, la mina y planta de concentración Don Otto en Salta continuó operando
durante toda la década de los setenta, para finalmente culminar operaciones en 1980 por
agotamiento de reservas (CNEA, 1980), como se ve en la figura 81.
Figura 81. Vista aérea del Complejo Minero-Fabril Tonco (yacimiento Don Otto). Tomado de (Plaza, 2011).
Figura 82. Instalaciones de procesamiento de minerales de uranio en el Complejo Fabril Pichiñán. a) Pilas de
lixiviación; b) columnas de intercambio iónico. Tomado de (Plaza, 2011).
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Durante la década de los años setenta, la Planta Córdoba pasó a denominarse Complejo
Fabril Córdoba, y continuó desarrollándose la siguiente etapa del ciclo del combustible nuclear,
es decir, la de refinamiento y conversión de los concentrados. Cabe destacar que en la República
Argentina esta etapa de conversión es a UO2 y no a UF6, como se detallará más adelante cuando
se describa el ciclo del combustible nuclear argentino.
Para 1976 quedó finalizado el montaje de la línea uranil tricarbonato de amonio (AUC)
(CNEA, 1976) y para 1978 se pusieron en funcionamiento dos hornos rotativos y se completó el
montaje y pruebas de operación de la planta de reducción para la producción de UO 2 (CNEA,
1978). Esta línea de producción de tecnología argentina se encontraba en etapa de planta piloto,
con una producción de 3 toneladas anuales (CNEA, 1980).
En 1979 se creó el Proyecto UO2 en el Complejo Fabril Córdoba a los fines de establecer
una línea combinada de purificación nuclear de los concentrados de uranio por el proceso AUC
y su conversión a UO2 (CNEA, 1979). Para ese entonces ya se encontraba en construcción
también la siguiente etapa del ciclo del combustible, la fabricación de elementos combustibles a
partir de polvo de UO2.
Figura 83. Instalaciones del ciclo del combustible nuclear argentino. a) Planta de producción de UO2 en el Complejo
Fabril Córdoba, luego perteneciente a Dioxitek S.A. (U-238, 2016); b) Planta de fabricación de elementos combustibles
en el Centro Atómico Ezeiza operada por CONUAR S.A. (Agendar, 2021).
De esta manera, con estas dos plantas se cerró el llamado frente del ciclo del
combustible nuclear, que alimentaba las necesidades de la Central Nuclear Atucha I, cuya
operación había comenzado en 1974, y alimentaría las futuras necesidades de la Central Nuclear
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Embalse, a partir de su operación en 1984. En el Cuadro 20 se presenta un esquema minero-
productivo nacional al año 1979, en su máximo despliegue territorial.
Cuadro 20. Esquema minero-productivo nacional al año 1979, en su máximo despliegue territorial.
Figura 84. Vista aérea del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. En este complejo se extrajo mineral del yacimiento
Schlagintweit: a) vista aérea del sitio (Huella Minera, 2021); b) Planchada con pilas de lixiviación (Plaza, 2011).
Además, en 1980 la CNEA firmó un contrato con otra empresa privada para la
explotación minera de la antigua mina La Estela (operada en los años cincuenta), en la provincia
de San Luis, y la producción de concentrados comerciales de uranio (CNEA, 1980). El complejo
minero-fabril comenzó sus operaciones, luego de varios retrasos, en 1985 (CNEA, 1985). En
este caso, a diferencia del yacimiento Schlagintweit en Los Gigantes, Córdoba, inclusive la mina
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era de particulares (CNEA, 1985). El contrato de explotación estuvo vigente hasta 1993, año en
el que se agotaron las reservas de mineral (Lardone y Solís, 2004).
Por otro lado, una vez agotada la mina Huemul al sur de Malargüe, la planta de
concentrado ubicada en el Complejo Fabril Malargüe continuó operando hasta el año 1986, hasta
que finalizó sus operaciones porque no resultaba económico seguir trasladando el mineral de
Sierra Pintada desde San Rafael (Fig.85).
Figura 85. Vista aérea del Complejo Fabril Malargüe. En el centro se pueden ver las pilas de lixiviación (Plaza, 2011).
Históricamente, el precio del uranio se había mantenido por debajo de los USD 20/kgU,
en el mercado de corto plazo. A partir de 1974 subió hasta los USD 100/kgU hasta principios de
los años ochenta, y desde ese momento comenzó un descenso sostenido hasta 1993, en que
volvió a valores cercanos a los USD 20/kgU (Lardone y Solís, 2004). Continuó con precios bajos
(tuvo una leve suba en 1996-1997) hasta la suba abrupta del 2007, y desde entonces continúa a
precios relativamente más altos, como se puede ver en la figura 86.
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USD/lb U3O8
USD/kg U
Figura 86. Evolución de los precios internacionales del uranio a lo largo del período 1982-2019. Tomado de (NEA y
IAEA, 2020).
Por otra parte, a fines de la década de 1980, con la caída del Muro de Berlín, la
desintegración de todo el Bloque del Este y la disolución de la Unión Soviética, se entró en un
período de desestabilización de la oferta y la demanda. Posteriormente, en la década de 1990,
el sistema de libre mercado de occidente y los sistemas de planificación centralizada del este se
fueron integrando en un mercado libre mundial. Esta integración económica se ha extendido a
casi todos los productos básicos, incluidos los combustibles nucleares (Lardone y Solís, 2004).
En 1992 la CNEA firmó también un contrato con una empresa privada para la explotación
del yacimiento Los Colorados, en La Rioja, previamente descubierto en 1974. Este Complejo
Minero-Fabril operó entre los años 1992 y 1996, y producía concentrados comerciales de uranio
que eran adquiridos por la CNEA, como se observa en la figura 87.
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Figura 87. Complejo Minero-Fabril Los Colorados. Tomado de (Plaza, 2011).
La producción en Sierra Pintada, San Rafael continuó también en los primeros años de
la década de 1990 (Fig.88). Bajo las condiciones internacionales mencionadas anteriormente, el
costo de producir los concentrados de uranio en el país era aproximadamente el triple
(Palamidessi, 2006). Con el pasar de los años los requerimientos fueron cubiertos de manera
creciente con concentrados de uranio importados, a la vez que fue disminuyendo la producción
nacional hasta finalizar totalmente (Lardone y Solís, 2004).
Figura 88. Vista aérea del Complejo Minero-Fabril San Rafael. a) hacia el centro-arriba se ven las planchadas de
lixiviación cargadas con pilas; arriba el sector administrativo del complejo (CNEA, 2005); b) Planchadas con pilas de
lixiviación, piletas de lixiviados y planta de concentración (Plaza, 2011).
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Figura 89. Instalaciones de procesamiento de minerales en el Complejo Minero-Fabril San Rafael. a) Piletas de
recolección de lixiviados, b) Columnas de intercambio iónico. Tomado de (Tomellini y Ferri, 2016).
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conformó con capitales estatales y pasó a operar la planta de producción de UO2 establecida en
el Complejo Fabril Córdoba de la ciudad de Córdoba.
Cabe destacar que, durante el tratamiento del proyecto de esta última ley, la CNEA bregó
porque la misma estableciera la obligatoriedad del aporte de 30% de mineral extraído en el país
en la fabricación de los elementos combustibles, como medio para evitar la parálisis total de la
actividad minera de uranio (Palamidessi, 2006). Sin embargo, ese porcentaje se elevó al 100%,
ya que el Artículo 40 estableció que las “las centrales nucleoeléctricas deberán utilizar
combustible nuclear procedente o elaborado de minerales radiactivos de yacimientos ubicados
en el país” (Ley Nacional N° 24.804, 1997), una condición muy difícil de sostener
económicamente, y que se utilizó para justificar el veto al artículo por parte del Poder Ejecutivo
Nacional (Palamidessi, 2006).
En efecto, este artículo fue observado porque “modificaba” los principios contenidos en
materia de minerales nucleares en la Ley N° 24.498 (de modificación del Código de Minería) en
el cual se sustituía el régimen especial para los minerales de uranio, y se argumentó que con el
nuevo régimen se aseguraba a los productores de uranio nacional la compra del producto por
parte del operador de las centrales nucleares, cuando éste fuera competitivo en precio y calidad
(Ley Nacional N° 24.804, 1997).
El mismo artículo señala que la aplicación del principio “impacto ambiental tan bajo como
sea posible” deberá ser integrado con programas complementarios de desarrollo sustentable
para las comunidades directamente afectadas y quedará sometido a los procedimientos de
evaluación de impacto ambiental que dispongan las provincias o la Ciudad de Buenos Aires (Ley
Nacional N° 25.018, 1998).
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del yacimiento Cerro Solo, ubicado en el distrito uranífero de Pichiñán, en la zona central de la
provincia de Chubut (Lardone y Solís, 2004).
Para concretar la remediación de los sitios afectados por la minería del uranio, como
estableció la Ley N° 25.018 del Régimen de gestión de residuos radiactivos, en el año 2000 la
CNEA puso en ejecución el Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio, por sus
siglas PRAMU (CNEA, 2005).
En 2001 se iniciaron las negociaciones con el Banco Mundial para que este organismo,
a través de una de sus instituciones, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento,
financiara parte de las obras (CNEA, 2001). Estas negociaciones fueron interrumpidas debido a
la crisis económica argentina de 2001-2002, y fueron retomadas recién en el año 2004. Desde
1997 habían comenzado algunos trabajos de desmantelamiento y obras de drenajes en el
Complejo Fabril Malargüe (considerado prioritario para cerrar y remediar) realizadas con
recursos propios, que continuaron como tareas del PRAMU a la espera del avance de las
negociaciones por el crédito con el Banco Mundial.
El crédito fue finalmente aprobado en 2008 por un monto total de USD 30.000.000
(CNEA, 2008). En 2010 se publicó el llamado a licitación internacional para la ejecución de las
obras para la finalización del encapsulado de las colas de mineral ubicadas en el Complejo Fabril
Malargüe (CNEA, 2010). Las obras de remediación del sitio finalmente concluyeron en 2017
(CNEA, 2017a), convirtiendo al complejo en el primer sitio de procesamiento de uranio remediado
en el país. Posteriormente se inauguró el Parque El Mirador, al tiempo que se iniciaron las
actividades de monitoreo post-cierre (CNEA, 2018).
Por otro lado, en relación con Sierra Pintada en San Rafael, a fines de los años noventa
comenzó a considerarse la reapertura del complejo minero-fabril por parte de la CNEA. La CNEA
encaró un estudio de factibilidad para la reactivación de la producción de concentrados de uranio
en un plazo no mayor a dos años (CNEA, 2000).
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Ni bien comenzadas las tratativas para la reapertura, se originó en San Rafael un
movimiento de oposición impulsado por parte de los sectores industrial, agrícola y del turismo.
La resistencia a autorizar la reactivación se centró en la necesidad de aprobación de una
evaluación de los impactos ambientales que ocasionaría la explotación (Palamidessi, 2006).
En el Cuadro 21 se muestra una lista de todos los yacimientos que produjeron uranio en
el país desde 1952, cuando inició la minería de uranio, hasta 1995, cuando se interrumpió la
extracción de mineral de Sierra Pintada en San Rafael.
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Cuadro 21. Producción minera argentina para el período 1952-1995. Tomado de (Lardone y Solís, 2004) y (NEA y
IAEA, 2020).
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Figura 90. Ubicación de los Complejos Minero Fabriles y Complejos Fabriles en Argentina.
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Cuadro 22. Producción argentina de concentrados de uranio para el período 1952-1997. Confeccionado a partir de
(Lardone y Solís, 2004; Vergara Bai, 1992) y las Memorias Anuales de CNEA.
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Figura 91. Esquema del proceso productivo de los Complejos Minero Fabriles en Argentina.
Figura 92. Producción de concentrados comerciales de uranio en Argentina para el período 1953-1999. Las cantidades
anuales están expresadas en toneladas de uranio. Para los años 1998 y 1999 se produjo uranio mediante el
tratamiento de residuos. Tomado de (Lardone y Solís, 2004).
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nacionales como los importados, continúan su procesamiento a través del ciclo del combustible
nuclear.
Uranio levemente
Atucha I 1974 PHWR46 362 MWe Agua pesada
enriquecido (0,85%)
Atucha II 2014 PHWR 745 MWe Uranio natural (0,71%) Agua pesada
Figura 93. Centrales Nucleares en operación en Argentina. a) Centrales Nucleares Atucha I y II; b) Central Nuclear
Embalse.
45
Agua pesada: óxido de deuterio (D2O), de estructura equivalente al agua, pero sustituidos los dos isótopos de 1H por
2
H (es decir, cada átomo de hidrógeno posee un protón y un neutrón).
46
PHWR (pressurized heavy-water reactor): reactor de agua pesada a presión.
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Como consecuencia de la utilización de reactores de agua pesada, las etapas del ciclo
del combustible de enriquecimiento y deconversión no existen en nuestro país, y la etapa de
conversión sólo llega hasta la producción de UO2, ya que no es necesaria la fluoración para
producir el UF6.
Figura 94. Esquema del ciclo del combustible nuclear argentino a partir de 1997.
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12. Impactos ambientales de la minería de uranio
En este capítulo se analizan los impactos ambientales de la minería de uranio. Para ello,
se describen los tipos de residuos que se generan durante la minería y el procesamiento de
minerales de uranio, tanto por minería a cielo abierto, subterránea como por lixiviación in situ. Se
menciona la clasificación de residuos radiactivos del OIEA y se comparan las características
radiológicas de los concentrados comerciales de uranio y de las colas de mineral. Finalmente,
se identifican todos los riesgos y posibles impactos que pueden producirse en un sitio donde se
realizan este tipo de procesos.
De esta manera, sólo se removían pequeños volúmenes de sobrecarga para crear rajos
a cielo abierto poco profundos o labores subterráneas pequeñas. A medida que los yacimientos
más accesibles se fueron agotando, se tuvo que recurrir a una minería subterránea de mayor
envergadura (U.S. EPA, 2007).
En el Cuadro 24 se listan los residuos que pueden generarse en las etapas de minería y
procesamiento de uranio.
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Cuadro 24. Lista de residuos generados durante la minería y el procesamiento de minerales de uranio. Confeccionado
a partir de (IAEA, 1986; IAEA, 2002a; U.S. EPA, 2007).
Residuo Descripción
Minerales estériles Minerales residuales del proceso de extracción que no contienen uranio.
Además de los residuos generados, deben considerarse otras alteraciones que se producen
cuando un yacimiento se encuentra en producción:
Oquedad del rajo abierto generado y/o de las labores subterráneas producidas.
Modificación de la topografía y/o relieve original.
Alteración o desviación de cursos de agua superficiales.
Alteración de la vegetación original.
Posible contaminación de acuíferos (en el caso de lixiviación in situ).
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Los residuos generados en la extracción y el procesamiento de minerales de uranio
presentan, además de los riesgos radiológicos asociados al uranio y sus dos cadenas de
desintegración radiactiva, riesgos no radiológicos. Estos riesgos no radiológicos son debido a la
toxicidad química de los metales involucrados y son similares a los que surgen de actividades de
minería de otros metales. Ambos tipos de riesgos deben tenerse en cuenta a la hora analizar las
evaluaciones de los impactos ambientales y las estrategias para la gestión de los residuos y la
remediación del sitio (IAEA, 2002a).
Además de los contaminantes radiactivos como uranio (U), radio (Ra), radón (Rn), torio
(Th), polonio (Po) y los plomos radiactivos, los residuos pueden contener contaminantes no
radiactivos como níquel (Ni), arsénico (As), molibdeno (Mo), circonio (Zr), selenio (Se), cobre
(Cu), bario (Ba), hierro (Fe), vanadio (V), manganeso (Mn), cloruros (Cl -), fluoruros (F-), nitratos
(NO3-), sulfatos (SO42-), amonio (NH4+), entre otros (IAEA, 1986; U.S. EPA, 2007).
A su vez, para los contaminantes radiactivos, se deben tener en cuenta también los
aspectos no radiológicos de los mismos, es decir, su toxicidad química. La toxicidad química
puede causar impactos ambientales importantes incluso a concentraciones menores que las
correspondientes a la radiotoxicidad (IAEA, 2002a).
Es muy importante conocer los tipos de rocas de caja y asociadas presentes en cada
caso y las características litológicas y estructurales de los depósitos de uranio para poder
desarrollar modelos de riesgo apropiados, evaluar los impactos ambientales y determinar
posteriormente los mejores métodos para remediar el sitio (U.S. EPA, 2007).
Otro aspecto importante son los suelos que pueden contaminarse tanto en el proceso
minero como en el tratamiento del mineral, como por ejemplo algún derrame accidental, falla de
contención, o por materiales acopiados directamente.
La minería por lixiviación in situ produce varias corrientes de residuos radiactivos líquidos
y sólidos: las soluciones de purga (bleed solutions), los efluentes de proceso, los residuos sólidos
generados por la precipitación de minerales debido a soluciones altamente concentradas y los
residuos sólidos de la planta de procesamiento (al igual que otras plantas de procesamiento de
minerales de uranio asociadas a minería a cielo abierto o subterránea), como por ejemplo ropa
contaminada y equipamiento. (Mudd, 1998).
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solución de purga asegura que se genere un flujo constante hacia el campo de pozos desde el
acuífero y sirve para limitar el flujo de las soluciones lixiviantes hacia fuera de la zona de minería.
Contiene varios elementos disueltos de la mena, como radio, arsénico y hierro, y junto a otras
soluciones del procesamiento de planta, es considerada una corriente residual (Hore-Lacy,
2004).
Los residuos radiactivos sólidos son generalmente dispuestos en una instalación para
residuos radiactivos debidamente autorizada, o en una instalación diseñada en el sitio. Debido a
que la mena en sí no es extraída, no hay colas de mineral o materiales estériles que permanezcan
en grandes diques de colas.
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El grado de contención y aislamiento varía en función de los riesgos potenciales a largo
plazo (Fig.95):
Figura 95. Clasificación de residuos radiactivos del OIEA. Modificado de (IAEA, 2009).
Los límites entre las distintas clases de residuos radiactivos no son líneas fijas, sino que
representan una zona de transición entre diferentes clases que deberá ser determinada con
mejor precisión en cada situación particular (IAEA, 2009).
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radiactivos mencionado anteriormente, ya que los residuos de la minería de uranio no suelen
trasladarse a instalaciones diseñadas específicamente para la disposición final de residuos
radiactivos, como pueden ser los repositorios para residuos de nivel bajo, intermedio o alto,
debido a los grandes volúmenes que implican.
pertenecientes a la cadena del U-238 y el 235U a su propia cadena) del resto de los elementos de
la cadena radiactiva contenidos en el mineral (radio, radón, torio, etc) y de los elementos que
conforman la ganga, que pasan a formar parte de las colas de mineral. Al separar químicamente
al uranio, se altera completamente el equilibrio secular establecido en forma natural (WISE,
2021).
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Una vez completadas todas las etapas del procesamiento en planta se obtienen los
concentrados comerciales de uranio. Las características radiológicas de este producto se
muestran en la figura 96.
Figura 96. Características radiológicas de los concentrados comerciales de uranio. Actividad contenida en 1 gramo de
material, teniendo en cuenta que proviene de minerales de 0,1% U con un 90% de extracción. La actividad total (30.000
Bq/g inicialmente) se encuentra desglosada en cada radionucleído. El eje de abscisas se encuentra en escala
logarítmica y el eje de ordenadas en escala lineal. Los radionucleídos se encuentran apilados de abajo hacia arriba.
Las bandas más importantes corresponden a la serie del U-238, mientras que las bandas más pequeñas (arriba del
gráfico) corresponden a la serie del U-235. Confeccionado utilizando (WISE, 2021).
Al comienzo, el uranio purificado sólo contiene los tres isótopos naturales del uranio. Al
cabo de unos días, el 231Th (serie U-235), y al cabo de unos meses, el 234Th y el 234mPa (serie U-
238), comienzan a crecer. La actividad permanece estable así durante 10.000 años. Después de
este tiempo, el 230Th y todos los otros productos de decaimiento de la serie del U-238, y el 231Pa
y todos los otros productos de decaimiento de la serie del U-235 empiezan a crecer. Sin embargo,
no es esperable que esto ocurra ya que los concentrados de uranio suelen utilizarse e
introducirse en el ciclo del combustible nuclear para la producción de energía (WISE, 2021).
Las colas de mineral están formadas por los residuos del proceso de lixiviación del uranio
de los minerales. Dado que se extrae sólo el uranio, los otros elementos de las cadenas de
desintegración radiactiva permanecen en las colas con su actividad original. Además, en las
colas también quedan pequeñas cantidades de uranio no extraído del mineral, ya que la
extracción no es 100% eficiente. La cantidad de uranio que permanece en las colas varía en
función de la eficiencia del proceso de lixiviación realizado.
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Figura 97. Características radiológicas de las colas de mineral. Actividad contenida en 1 gramo de material, teniendo
en cuenta que proviene de minerales de 0,1% U con un 90% de extracción. La actividad total (150 Bq/g inicialmente) se
encuentra desglosada en cada radionucleído. El eje de abscisas se encuentra en escala logarítmica y el eje de
ordenadas en escala lineal. Los radionucleídos se encuentran apilados de abajo hacia arriba. Las bandas más
importantes corresponden a la serie del U-238, mientras que las bandas más pequeñas (arriba del gráfico)
corresponden a la serie del U-235. Confeccionado utilizando (WISE, 2021).
Una vez producidas las colas de mineral, al comienzo la actividad total representa el 85%
de la actividad que había en la mena. Al cabo de unos meses, los isótopos 234Th y 234mPa decaen
a los valores dados por la actividad residual del 238U. La actividad total en las colas permanece
entonces constante por 10.000 años a un 75% de la actividad original (WISE, 2021; World
Nuclear Association, 2021).
Luego de varios cientos de miles de años, cuando el 230Th haya decaído al nivel residual
del 234U, se produce un descenso significativo de la actividad total. Luego de este tiempo, la
actividad de todos los miembros de la cadena es igual a la actividad residual de 238U y 234U, y
permanecerá en este nivel por algunos billones de años.
En comparación con una mena de uranio en su depósito natural, la radiación alfa de las
colas de uranio y por lo tanto el riesgo por ingestión o inhalación es aproximadamente un 25%
menor, mientras que el riesgo por radón permanece igual. La radiación externa por radiación
gamma permanece prácticamente igual, mientras que se reduce la radiación beta (WISE, 2021).
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pilas sólidas (con grado variable de humedad) cuando fue procesado mediante lixiviación en pilas
(U.S. EPA, 2007).
Las fases sólidas de las colas consisten en materiales de grano fino. Contienen, por un
lado, minerales que han resistido la lixiviación en la planta y permanecen relativamente
inalterados en su composición, como por ejemplo minerales de silicatos como cuarzo,
feldespatos y arcillas. Por otro lado, contienen compuestos formados por la precipitación de
especies presentes en la mena y los reactivos agregados durante la lixiviación y eventual
neutralización, como por ejemplo oxihidróxidos de hierro o sulfatos de calcio o bario (Abdelouas,
2006).
Desde el punto de vista químico, las colas de mineral contienen todos los radionucleídos
de las cadenas del uranio, otros metales pesados específicos de cada mineral, y además los
reactivos agregados durante el proceso de lixiviación, como puede ser ácido sulfúrico (si la
lixiviación fue ácida) o complejos de carbonatos (si la lixiviación fue alcalina) (U.S. EPA, 2007).
Cuadro 25. Composición química de colas de mineral de diferentes orígenes. Tomado de (Abdelouas, 2006; CNEA,
2005; CNEA, 2013).
Los Sierra
Utah, Utah,
Gigantes, Pintada,
Analito Canadá Francia Estados Estados Eslovenia
Córdoba, Mendoza,
Unidos (1) Unidos (2)
Argentina Argentina
SO42- (µg/g) 101.000 110.522 61.100 6.760 - 4.000 -
Ca (µg/g) 51.800 52.500 63.100 17.700 - - -
Al (µg/g) 34.100 69.527 - - - - -
Fe (µg/g) 19.200 27.000 18.200 7.640 - - -
As (µg/g) 5.640 120,6 74 48 - - -
Pb (µg/g) 749 150,5 158 72 - - -
V (µg/g) 205 - 517 2.820 - - -
U (µg/g) 152 126 531 350 81 84 180
Mo (µg/g) 91 - 35 10 - - -
Ba (µg/g) 77 195,4 1.010 777 - - -
- No
Cr (µg/g) 25 48,5 - - -
detectable
SiO2 (%) 28 52,3 - - - - 57,49
226
Ra (Bq/g) 74 28,4 26,3 21,2 8,78 1,2 5,55
210
Pb (Bq/g) 18 - - - - - -
210
Po (Bq/g) 14 - - - - - -
230
Th (Bq/g) 19,5 - 32,3 26,1 3,93 - -
Página | 145
12.7. Compartimentos ambientales impactables y rutas de exposición
Las vías de exposición a través de las cuales puede haber una exposición son: la
incorporación (principalmente por inhalación e ingestión) y la exposición externa (radiación
directa).
Suelos y
polvo
Atmósfera
(exteriores e
interiores)
Cultivos y
forraje
Residuos Agua
de minería subterránea
Producción
animal Humanos
Agua
superficial
Animales
acuáticos
Plantas
acuáticas
Sedimentos
Figura 98. Potenciales rutas de transferencia de contaminantes hacia los humanos, flora y fauna. Modificado de (IAEA,
2002b).
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12.8. Identificación de los riesgos posibles en un sitio
Figura 99. Esquema de los riesgos posibles para las colas de mineral. Modificado de (WISE, 2021).
Los tipos de radiación que contribuyen a la exposición externa son la gamma y la beta.
La radiación gamma es más penetrante que la beta, por lo que tiene un mayor alcance que la
misma. De cualquier manera, ambas decaen rápidamente con la distancia a las pilas y
representan un muy bajo riesgo para la población y el ambiente (IAEA, 2002b), salvo en un caso
de intrusión, y contacto directo con los residuos, como por puede ser la manipulación, remoción
o manejo no autorizado de los mismos.
Muchos isótopos presentes en las series naturales emiten radiación gamma, pero por lo
general son picos de baja energía y de muy baja probabilidad.
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La principal fuente de radiación gamma proviene del Pb-214 y del Bi-214 (de la serie del
U-238) que además son emisores beta (su principal emisión).
Picos gamma del Pb-214: 242 keV (7,43%), 295 keV (19,3%), 352 keV (37,6%)
Picos gamma del Bi-214: 609 keV (46,1%), 1,12 MeV (15,1%), 1,764 MeV (15,4%)
Los principales emisores beta importantes son, además del Pb-214 y del Bi-214, los
isótopos Pa-234m y Bi-210 (de la serie del U-238) y el Pb-211 (de la serie del U-235)
El radón (Rn) es un gas noble, inerte y pesado que se produce como parte de las cadenas
de desintegración naturales. Está clasificado como un carcinógeno por la Organización Mundial
de la Salud (World Health Organization, 2009).
Existen tres isótopos principales: 222Rn (miembro de la serie del U-238), 220Rn (miembro
de la serie del 232Th) y 219Rn (miembro de la serie del U-235/actinio). Al 220Rn y al 219Rn se suele
denominarlos torón y actinón, respectivamente.
Para el caso de los minerales de uranio, los isótopos presentes son por lo tanto el 222Rn
y el 219Rn. Sin embargo, el 219Rn tiene un período de semidesintegración de 3,98 segundos y una
baja concentración de actividad en un mineral en relación al 222Rn, por lo que para fines prácticos
su impacto radiológico resulta despreciable frente al del 222Rn (IAEA, 2013a).
En la figura 100 se puede observar tanto la progenie de vida corta como la progenie de
vida larga del radón:
Figura 100. Progenie del Radón-222. a) Progenie de vida corta; b) Progenie de vida larga. El eje de abscisas se
encuentra en escala logarítmica y el eje de ordenadas en escala lineal. Los radionucleídos se encuentran apilados de
abajo hacia arriba, para 1000 Bq de Rn-222 inicialmente. Modificado de (WISE, 2021).
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El radón presenta un riesgo por inhalación, pero su progenie de vida corta (Po-218, Pb-
214, Bi-214 y Po-214) presenta un riesgo por radiación mayor, una vez inhalada.
Dentro de las pilas de residuos mineros, los átomos de radón que se encuentran dentro
de los granos sólidos son poco proclives a su liberación, debido principalmente a que poseen un
coeficiente de difusión muy bajo en sólidos. Sin embargo, si los átomos se hallan en el espacio
intersticial que se encuentra entre los granos, sí pueden difundir hacia la superficie (IAEA,
2013a).
Por lo tanto, la liberación de radón desde una pila de residuos mineros hacia la atmósfera
procede mediante tres procesos, como se observa en la figura 101 (IAEA, 2013a):
a) Emanación: los átomos de radón formados a través del decaimiento del radio escapan
de los granos (principalmente por retroceso del núcleo) hacia el espacio intersticial que
existe entre los granos.
b) Transporte: los procesos de difusión y de advección causan el movimiento del radón
emanado a través del residuo o perfil de suelo hacia la superficie del mismo.
c) Exhalación: los átomos de radón transportados a la superficie son entonces exhalados
a la atmósfera.
Figura 101. Procesos de liberación del Rn-222 a la atmósfera. Modificado de (IAEA, 2013a).
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comprendieran (y denominaran) en detalle los procesos descriptos, se la continúa llamando tasa
de emanación, por lo que se la referirá de este modo en este trabajo.
Como ejemplo, las tasas de emanación para un suelo típico normalmente pueden variar
entre 0,02 y 0,19 Bq/m2/s (U.S. EPA, 2007).
En particular, el tamaño y la forma del grano determinan cuánto uranio y radio hay cerca
de la superficie del grano disponible para escapar a los poros intersticiales. Por ejemplo, si el
radio estuviera uniformemente distribuido en el grano, el coeficiente de emanación varía
inversamente con el tamaño de grano, de manera que a mayor tamaño de grano menor será el
coeficiente de emanación. En cambio, si la distribución del radio es superficial, el coeficiente de
emanación no varía con el tamaño de grano (IAEA, 2013a), como se ve en la figura 102.
Coeficiente de emanación
Figura 102. Variación del coeficiente de emanación de radón en función del tamaño de grano para distribuciones
uniformes y superficiales. Se considera un grano esférico. Tomado de (IAEA, 2013a).
Los minerales primarios de uranio suelen tener una distribución uniforme, mientras que
los minerales secundarios suelen tener una distribución superficial, como por ejemplo los
depósitos sedimentarios (IAEA, 2013a).
Por esta razón, el radón puede ser más susceptible a la emanación (y por ende tener
una tasa de emanación mayor) en residuos muy procesados como las colas de mineral, donde
los minerales han sido triturados, molidos y tratados químicamente (IAEA, 2009).
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El contenido de humedad tiene un efecto muy fuerte en el coeficiente de emanación.
Esto se debe a que los rangos de retroceso del átomo de radón en agua son mucho menores
que en aire, por lo que el agua es más efectiva para frenar los átomos de radón dentro del espacio
intersticial entre los granos (IAEA, 2013a).
Para instalaciones que operaron por lixiviación en pilas, por ejemplo, el agua que
atraviesa los residuos puede provenir de las precipitaciones directamente sobre las pilas, de la
escorrentía a través del terreno o de la infiltración de agua subterránea. A su vez, las colas de
mineral u otros residuos luego de ser procesados pueden despedir el agua retenida en su interior
y facilitar la migración de contaminantes (IAEA, 2002b).
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Bajo condiciones reductoras, el U4+ precipita como UO2, que es altamente insoluble. En
las pilas de residuos como las colas de mineral prevalecen las condiciones oxidantes, pero los
iones uranilo (UO22+) pueden adsorberse en oxihidróxidos de hierro (Abdelouas, 2006).
Sin embargo, la acidificación puede causar la desorción de los minerales y mantener alta
la concentración de uranio en los poros de agua (Abdelouas, 2006). En general, la adsorción de
uranio en suelos es baja a pHs menores a 3, se incrementa rápidamente cuando aumenta el pH
de 3 a 5, alcanza un máximo en el rango 5-8 y luego vuelve a decrecer cuando los pHs son
mayores a 8. Esta tendencia está relacionada con la dependencia con el pH de las propiedades
de carga superficial de los minerales del suelo y del complejo comportamiento acuoso del ion
uranilo (U.S. EPA, 2007).
En el caso del arsénico, las concentraciones en ciertos depósitos pueden llegar hasta un
10%. En las condiciones oxidantes que habitualmente poseen las colas de mineral, el arsénico
se encuentra como arseniatos (AsO43-) y en menor medida como arsenitos (AsO33-). El arsénico
se adsorbe en las superficies minerales (como por ejemplo de oxihidróxidos de hierro), pero a
concentraciones altas precipitan arseniatos de calcio. Las condiciones son muy variables, por lo
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que en el caso de liberación la extensión de la pluma de contaminación depende de la
hidrogeología del sitio y de las características del suelo involucrado (Abdelouas, 2006).
Los componentes necesarios para que tenga lugar este proceso son: 1) sulfuros
minerales, 2) agua o una atmósfera húmeda y 3) oxígeno, por lo general el oxígeno atmosférico.
Además, en la mayoría de los casos, determinadas bacterias tienen un rol importante en la
aceleración de la generación de ácido (Akcil y Koldas, 2006). Entre ellas se encuentran las
bacterias autótrofas Acidithiobacillus ferrooxidans y Acidithiobacillus thiooxidans (Abdelouas,
2006; Mielke et al., 2003).
A valores de pH de entre 2,3 y 3,5 el ion férrico precipita como hidróxido de hierro y
jarosita (KFe3(SO4)2(OH)6), disminuyendo la concentración de hierro en solución y aumentando
más el pH (Akcil y Koldas, 2006):
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La regeneración del ion férrico (que puede ser reducido a ion ferroso nuevamente al
reaccionar con más pirita) es la reacción clave que promueve la continua oxidación del mineral.
A valores de pH por encima de 4, esto puede ser realizado química o biológicamente (por
bacterias oxidantes de hierro como Gallionella ferruginea), mientras que a pHs menores a 4, la
oxidación abiótica del hierro es mínima, por lo que la actividad las bacterias acidófilas oxidantes
de hierro se vuelve primordial en la generación del drenaje ácido (Johnson y Hallberg, 2005).
En colas de lixiviación alcalinas, la migración del uranio hacia las aguas subterráneas se
facilita por la formación de complejos de uranilcarbonatos estables como UO 2(CO3)22- y
UO2(CO3)34-. Desde un punto de vista ambiental, el drenaje alcalino de mina produce menores
daños que el drenaje ácido de mina (Akcil y Koldas, 2006).
Las fallas o colapsos de las estructuras que albergan residuos (diques, escombreras,
pilas, antiguas minas que contienen agua, por ejemplo) pueden resultar en una liberación de
contaminantes radiactivos y no radiactivos de manera no controlada, afectando suelos, cursos
de agua y pérdida de biodiversidad en el ambiente (IAEA, 2002b).
Estas fallas pueden ser causadas por eventos extremos como terremotos, inundaciones,
tormentas y precipitaciones severas, pero también por procesos superficiales y subsuperficiales
más lentos y graduales, como pueden ser la erosión, obstrucciones en las pendientes y desagües
pluviales e inestabilidades geotécnicas en los taludes o bases de estructuras (IAEA, 2002b).
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Como resultado de los procesos de extracción y procesamiento de los minerales, los
residuos tienen una capacidad mecánica y geotécnica más pobre, debido a los tamaños de grano
pequeños y los altos contenidos de agua que pueden tener (WISE, 2021).
Tanto en diques con líquidos como en minas que contienen agua en su interior, deben
establecerse cotas de seguridad para evitar posibles fallas en la estructura.
Figura 103. Desplazamientos de diques debido a base o cimientos débiles. Tomado de (WISE, 2021).
Los residuos pueden llegar a tener poca resistencia o estabilidad ante eventos sísmicos,
de acuerdo a la magnitud (Fig. 104). Durante eventos de estrés mecánico cíclico, las colas de
mineral y los lodos (así como también el material utilizado en la construcción del dique) pueden
presentar licuefacción, con lo que puede generarse liberación de materiales o colapsos de
estructuras (WISE, 2021).
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Figura 104. Riesgo de colapsos por eventos sísmicos. Tomado de (WISE, 2021).
Estos eventos a su vez pueden verse incrementados por vibraciones causadas por
equipamiento pesado en las instalaciones, voladuras en las minas, entre otros eventos.
Los aumentos excesivos en el nivel de líquidos de un dique (o de una mina rellena con
agua) pueden provocar colapsos, incluso aunque no ocurran rebalses (Fig. 105). Este aumento
del nivel del líquido puede deberse a intensas precipitaciones, a un influjo de agua subterránea
o a una mala gestión en la operación de los diques por parte del operador (WISE, 2021).
La falla puede ocurrir desde la base del talud hacia arriba, provocando el colapso total del
talud del dique y la liberación del contenido del mismo al ambiente.
Figura 105. Riesgo de colapso por aumento excesivo del nivel de agua. Tomado de (WISE, 2021).
Si el aumento sostenido del nivel del líquido en el dique (o mina) es tal que se alcanza y
supera la cresta del talud que lo contiene, se pueden originar rebalses con derrame y liberación
del contenido líquido del dique (Fig.106). A su vez, puede ocurrir la erosión del talud y el colapso
total del mismo provocando una liberación mayor de contenido. Una vez alcanzada la altura
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máxima del dique, la erosión del talud puede darse en un período muy corto de tiempo y provocar
el colapso total en unos pocos minutos (WISE, 2021).
Eventos extremos con tormentas severas pueden originar un aumento tal del nivel de agua
y una colmatación en su capacidad de retención.
v) Riesgos de canalizaciones
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vi) Riesgos de colapso por relleno excesivo
Si el dique es llenado muy rápidamente, puede generarse una presión de poros de agua 47
excesiva y provocar colapsos en el talud y en la estructura del dique (Fig.108).
Figura 108. Riesgo de colapso por relleno excesivo. Tomado de (WISE, 2021).
De igual manera que con otros riesgos presentes en las minas, la geografía y el clima de
la zona determinan en qué medida el agua y el viento pueden provocar la erosión de los residuos
alojados y su movimiento fuera del lugar de origen (U.S. EPA, 2007).
Cuando la superficie de las pilas de residuos o de los lodos se encuentra seca, el viento
puede dispersar la fracción más fina hacia las áreas adyacentes (IAEA, 2002b; WISE, 2021).
Además de la dispersión de radionucleídos y metales pesados, pueden dispersarse los silicatos
contenidos en los residuos (IAEA, 2002b). Todos estos componentes están más disponibles para
su dispersión que lo que estaban originalmente en sus depósitos originales (WISE, 2021).
47
Presión de poro de agua: la presión de los poros es la presión del fluido alojado en los poros de la roca. Cuando esta
presión excede la presión hidrostática, se genera una sobrepresión.
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Adicionalmente a los efectos radiológicos y químicos adversos, la erosión eólica que
dispersa los finos sedimentos puede generar contaminación por sedimentos en diversos cuerpos
de agua superficiales, dañando los ecosistemas involucrados (IAEA, 2002a).
El riesgo de intrusión humana depende de varios factores, pero está relacionado con la
seguridad, señalización y accesibilidad del predio. Si los sitios donde se realizaron la extracción
y el procesamiento de minerales permanecen en un estado de abandono, aumentarán los riesgos
de intrusión humana. Si esto sucede puede darse una remoción no autorizada de materiales con
uranio o una alteración de las estructuras que contienen los residuos.
Por otro lado, las plantas y los animales pueden perturbar los residuos y alterarlos,
exponiendo y/o dispersando más los contaminantes en el ambiente. Este fenómeno se denomina
biointrusión. En particular, los animales excavadores y constructores de madrigueras pueden
contribuir a la perturbación del sitio (IAEA, 2002b; WISE, 2021).
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Los modos de transporte pueden ser a través del bombeo por tuberías en el caso de los
lodos, que pueden ser de varios kilómetros de extensión, o a través de camiones, trenes o cintas
transportadoras en el caso de los materiales secos (IAEA, 2002b).
Las tuberías pueden fallar o poseer uniones o conexiones que pueden tener pérdidas.
Las cintas transportadoras pueden perder materiales a lo largo de su recorrido, especialmente
en codos, vueltas o empalmes. En los camiones en los cuales los materiales no estén
apropiadamente cubiertos, puede generar derrames y dispersión en el sitio.
Figura 109. Fallas en el sistema de inyección/extracción durante la lixiviación in situ. Tomado de (Mudd, 1998).
Si los acuíferos adyacentes son utilizados para algún fin, como por ejemplo agricultura o
para agua de consumo, una falla en las bombas plantea una seria amenaza a la calidad del agua
de dichos acuíferos.
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Las infiltraciones de las soluciones utilizadas hacia el suelo llevarán a una contaminación
directa del mismo en el área del incidente, con una potencial contaminación de las aguas
subterráneas y la potencial contaminación fuera del sitio de minería, afectando actividades como
agricultura o turismo, como se ve en la figura 110.
Figura 110. Fallas en el sistema distribución durante la lixiviación in situ. Tomado de (Mudd, 1998).
Pueden ocurrir fallas en el sistema de contención del dique que ocasionen pérdidas o
fugas de soluciones residuales que pueden contaminar el sustrato inferior y alcanzar los
acuíferos ubicados debajo, como se muestra en la figura 111.
Figura 111. Fallas en el dique de retención durante la lixiviación in situ. Tomado de (Mudd, 1998).
La ubicación de los pozos de monitoreo es fundamental para detectar fugas que puedan
ocurrir. Si la configuración no está bien diseñada, es posible que una fuga pueda pasar
inadvertida, como se esquematiza en la figura 112.
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Figura 112. Fugas inadvertidas por los pozos de monitoreo durante la lixiviación in situ. Tomado de (Mudd, 1998).
e) Interferencias químicas
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13. Remediación de sitios
Una vez que se produce el cese de operaciones de una mina, se debe pasar al siguiente
paso que es la etapa de cierre. El objetivo del cierre de mina es lograr que, una vez finalizadas
las operaciones mineras, las áreas afectadas por el proyecto sean compatibles con un ambiente
sano, equilibrado y apto para el desarrollo (Ministerio de Producción de Argentina, 2019).
Para lograr este objetivo, se debe garantizar la seguridad del sitio para evitar el riesgo a
las personas y animales, y garantizar la estabilidad física y química del sitio mediante la
prevención de efectos adversos en la calidad ambiental local debido a drenaje ácido de mina,
lixiviación de metales, entre otros. A su vez, garantizar la estabilidad ecológica asegurando que
el ecosistema post-cierre sea estable o se desarrolle siguiendo una trayectoria deseada,
controlar los riesgos a un nivel aceptable y minimizar la necesidad de cuidado y mantenimiento
post-cierre (Ministerio de Producción de Argentina, 2019).
Todas estas consideraciones deben formar parte de un plan de cierre, que constituye un
documento en el cual se plasma la planificación de las tareas a realizar, así como también los
compromisos ambientales y sociales asumidos por el operador.
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13.2. Remediación vs restauración
Existe una gran variedad de términos para referirse a las actividades que se realizan en
la etapa del cierre de mina, como por ejemplo remediación, restauración, rehabilitación,
recuperación, o restitución.
Por el otro lado, el término restauración muchas veces es utilizado en un sentido mucho
más exigente. El concepto de restauración puede entenderse como el conjunto de acciones
realizadas para regresar un ecosistema a una condición lo más aproximada a la condición que
tenía antes de su perturbación (Bahadori y Smith, 2016; National Research Council, 1992).
Por definición ninguna restauración puede ser perfecta, ya que es imposible replicar la
secuencia de eventos biogeoquímicos y climatológicos que llevaron a la formación de un
ecosistema a lo largo del tiempo geológico. Por lo tanto, toda restauración implica
necesariamente una aproximación a las condiciones que tenía el sitio antes de su perturbación
(National Research Council, 1992).
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Esta forma de restauración es normalmente muy costosa y puede ser prácticamente
imposible en determinados casos (Bahadori y Smith, 2016).
Más allá del enfoque que se adopte, es decir, el de reducir los niveles de contaminación
hasta valores que resulten aceptables, o intentar restaurar el sitio a las condiciones más
parecidas a las que se encontraba antes de la perturbación, es importante destacar que no se
puede considerar remediación o restauración a una simple acción de cubrir la zona contaminada
con vegetación (Oyarzún y Oyarzún, 2014). Este tipo de acciones suelen ser únicamente
estéticas.
Se puede tapar la zona contaminada con tierra limpia vegetal, e incluso se pueden
plantar flores y árboles, pero si no se adoptan las medidas adecuadas el problema no
desaparecerá, ya que, por ejemplo, en el caso de los residuos mineros los metales pueden seguir
contaminando el acuífero (Oyarzún y Oyarzún, 2014). Cualquier trabajo ambiental debe
comenzar con medidas de remediación orientadas a la corrección, mitigación o eliminación de
los contaminantes que puedan tener efectos adversos en el ambiente o la salud de la población
(Oyarzún et al., 2011). La figura 113 muestra una restauración “ajardinada” como ejemplo de
restauración insuficiente.
Figura 113. Restauración “ajardinada” como ejemplo de restauración insuficiente. En este caso la imagen está
modificada digitalmente para ilustrar el hecho de que no basta con cubrir el terreno con geotextiles, tierra vegetal y
plantas para poder remediar o restaurar un sitio. Tomado de (Oyarzún et al., 2011).
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13.3. Terminología del Organismo Internacional de Energía Atómica
Las acciones que se realizan como parte del retiro de servicio son el desmantelamiento,
la remoción y la descontaminación de todas las estructuras, sistemas y componentes de la
instalación. También se incluye la gestión de todos los residuos radiactivos generados en estas
actividades. Estas acciones se realizan para lograr la progresiva y sistemática reducción de los
riesgos radiológicos de la instalación (IAEA, 2018c).
Cabe mencionar que el OIEA destaca que con la remediación no se busca la completa
remoción de la contaminación. El objetivo es reducir la contaminación hasta valores aceptables.
En este sentido, desaconseja utilizar los términos restauración y rehabilitación porque pueden
implicar que mediante estas acciones se pretende alcanzar las mismas condiciones que tenía el
sitio antes de que fuera perturbado, y esto no es posible en la mayoría de los casos (IAEA, 2019).
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pueden resultar similares a una remediación, pero para estos casos se reserva el término
limpieza (cleanup) porque se llevan a cabo dentro del contexto del decommissioning de la
instalación (IAEA, 2019).
Existen diversas razones para realizar una remediación ambiental, que van desde las
ambientales hasta las políticas, legales y/o regulatorias, sociales y económicas.
La razón fundamental para llevar adelante una remediación es reducir los riesgos y, por
ende, los impactos sobre la salud humana y el ambiente, además de reducir los niveles de los
impactos en donde ya existen efectos claros o evidentes. Sin embargo, muchas veces las
razones detrás de una remediación responden a preocupaciones relacionadas con los costos
potenciales que se derivarían de un escenario de no-remediación (IAEA, 2004).
Existe mucha información en la literatura acerca de los altos costos que implicaron los
trabajos de remediación realizados en áreas contaminadas por prácticas pasadas. En este
sentido, es claro que, en términos de costos, es mucho más efectivo prevenir la contaminación
que removerla con posterioridad, una vez que la misma ya se ha extendido. Esto ha sido
corroborado por experiencias en otras industrias mineras no uraníferas (IAEA, 2004).
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13.5. Características generales de una remediación
Es importante remarcar que no existe un proyecto de remediación único, sino que las
características y los enfoques que se tomen en cada uno van a depender de varios factores. Un
proyecto de remediación debe considerar los siguientes aspectos:
Por otro lado, hay que remarcar que existe una diferencia entre remediar un sitio
histórico, cuyo cese de operación se produjo mucho tiempo antes de los trabajos de remediación,
y remediar un sitio cuyo cese de operaciones ha sido reciente.
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contenido en radionucleídos de período de semidesintegración largo y metales pesados (IAEA,
2002a).
Figura 114. a) Cantera en actividad; b) Remediación de la misma cantera realizada en la región de Limousin, en
Francia. Tomado de (IAEA, 2022c)
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14. Alternativas de gestión y tecnologías asociadas
En este capítulo se detallan las principales alternativas que existen para gestionar los
diferentes tipos de residuos generados en la minería de uranio. Además, se exponen las
tecnologías disponibles para encarar dicha gestión.
Debido a que las colas de mineral conforman los residuos más importantes y complejos
generados en la minería de uranio, se abordará en primer lugar las distintas alternativas que
existen para su gestión.
Cuadro 26. Clasificación de alternativas de gestión para colas de mineral. Confeccionado en base a (Collier, 2016;
IAEA, 2002a; IAEA, 2004; NEA y IAEA, 2002; U.S. EPA, 2007).
Aceptabilidad Alternativa
Esta alternativa ha sido empleada para la disposición de colas de mineral de otras minas
no uraníferas, como por ejemplo algunas minas de oro en la región suroccidental de Estados
Unidos (IAEA, 2004).
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actividades que pudieran causar contaminación marina, y que finalmente entró en rigor en 1975
(IAEA, 2004; Sjöblom y Linsley, 1994).
En esta convención se generaron dos listas: una negra y otra gris. La disposición de los
residuos incluidos en la lista negra estaba prohibida, excepto en cantidades traza. La disposición
de los residuos incluidos en la lista gris estaba sujeta a medidas especiales que debían garantizar
que no se produjeran efectos adversos en los ambientes marinos, y requería de un permiso
especial. Los residuos radiactivos de alto nivel se encontraban en la lista negra, mientras que los
de nivel intermedio y bajo se encontraban en la lista gris (Sjöblom y Linsley, 1994).
Históricamente, cuando se han dispuesto colas de mineral en terrenos sin ningún tipo de
contención, se han utilizado las siguientes alternativas (IAEA, 2004):
48
Wadi: es un término árabe para referirse a un valle o río seco por el cual solo discurre agua en la temporada de lluvias.
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ii) Disposición en diques o terraplenes de baja altura
Otra opción utilizada ha sido la disposición de colas de mineral en sitios rodeados por
terraplenes de baja altura construidos sobre pendientes suaves del terreno. Estas estructuras
eran propensas a favorecer una acumulación de agua de precipitaciones y posterior rebalse y
descarga del contenido fuera de la estructura (IAEA, 2004).
Este enfoque no está en línea con las prácticas actuales, pero en determinadas zonas
montañosas puede ser una de las pocas alternativas posibles, o incluso la única. En el pasado
se han dispuesto colas de mineral en sitios donde no existían terrenos planos para construir otro
tipo de estructuras, como por ejemplo detrás de diques de valle transversales (Collier, 2016;
IAEA, 2004).
Las razones por las cuales no son consideradas prácticas seguras es porque los valles
comprenden zonas de alto flujo de agua. Determinados eventos como inundaciones o
precipitaciones extremas pueden aumentar el flujo de agua en el valle y causar una falla del
dique o contención de las colas de mineral. Además, estos eventos aumentan el volumen de
agua que entra en contacto con las colas, produciendo agua contaminada y aumentando las
cantidades de materiales a tratar posteriormente. Tanto el agua contaminada como las colas de
mineral pueden verse transportadas a través del valle a lo largo de distancias significativas (IAEA,
2004; NEA y IAEA, 2002).
Muchas veces los terrenos de fondo de valle corresponden a los sectores con mejor
calidad agrícola de la zona, por lo que la disposición de residuos mineros puede comprometer
en gran medida su calidad y aptitud.
Este enfoque implica un gran desafío en cuanto a una adecuada gestión del agua para
desviar los flujos lejos de la contención de manera efectiva.
La diferencia entre las alternativas actuales y las pasadas radica básicamente en que
actualmente las colas de mineral deben disponerse en una contención segura a largo plazo, y
esta situación debe ser evaluada y demostrada.
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Las razones principales de esta evolución en cuanto a los enfoques utilizados son (IAEA,
2004):
Una mejor apreciación del alcance de los impactos generados por las prácticas pasadas,
en términos ambientales, sociales, económicos y de salud de la población.
La gran cantidad de información producida por los monitoreos y la investigación acerca
de los impactos ambientales producidos y sus mecanismos de ocurrencia.
Un mejor conocimiento de los sistemas ambientales, tanto a nivel ecosistémico como a
nivel individual.
El desarrollo de regulaciones más estrictas en cuanto a los límites en los volúmenes y
concentraciones de contaminantes.
El desarrollo de guías sobre el diseño, construcción, manejo y operación de diques de
colas.
El aumento del interés público en cuanto a la seguridad de las estructuras que albergan
residuos mineros, en particular las colas de mineral.
Los esfuerzos de las entidades mineras, en la mayoría de los países, para adecuarse a
buenas prácticas y lograr una mayor transparencia en cuanto a la divulgación de la
información ambiental.
Instalaciones superficiales
o Disposición en diques de colas cerrados o anulares (ring dykes)
o Disposición en relleno de ladera
Instalaciones subterráneas
o Retorno a una mina de rajo abierto
o Retorno a una mina subterránea
Instalaciones sub-acuosas
o Retorno a una mina de rajo abierto con cobertura de agua
Disposición en instalaciones diseñadas
i) Lineamientos generales
Para evaluar la seguridad del diseño elegido, debe realizarse una evaluación de riesgos
que contemple tanto la situación normal como las posibles situaciones incidentales que puedan
surgir. Para evaluar esto último, deben considerarse los escenarios accidentales que puedan
tener lugar y verificar la respuesta de la estructura de contención frente a cada uno de ellos.
Ejemplos de escenarios accidentales son la inundación del sitio, los eventos sísmicos, la intrusión
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humana y animal, los vientos fuertes, las precipitaciones extremas, entre otros. Como parte de
la evaluación de seguridad, debe contemplarse la estabilidad de la estructura a largo plazo.
En este sentido, las mejores alternativas para lograr este diseño basado en sistemas
pasivos son los rajos excavados específicamente para realizar la disposición final, el uso de rajos
a cielo abierto de donde se extrajo el mineral, o las minas subterráneas, todos constituidos en
sitios geológicamente estables. Además, las alternativas subterráneas son menos susceptibles
a la erosión superficial y a la intrusión animal y humana (IAEA, 2002a).
Existen alternativas que pueden no resultar aceptables tanto para la sociedad como para
los organismos reguladores, como por ejemplo la disposición final de colas de mineral en
entornos sub-acuosos. En otros casos, pueden resultar viables con un mayor grado de estudios
y evaluaciones (IAEA, 2002a).
Cualquier otra estrategia empleada para la gestión de los residuos mineros, distinta a las
mencionadas anteriormente, debe ser evaluada en un estudio caso por caso, mediante la misma
evaluación de riesgos empleada para las estrategias habitualmente utilizadas. Por ejemplo, se
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pueden enviar pequeñas cantidades de colas de mineral a instalaciones de residuos radiactivos
de bajo nivel ya operativas en el país, siempre y cuando estos residuos cumplan con los criterios
de aceptación de la instalación en cuestión (IAEA, 2002a).
Por lo general, lo que determina si se realiza un dique de colas cerrado, una instalación
de relleno de ladera o, inclusive una instalación de relleno de valle como se describió
previamente, es la topografía del terreno.
Las instalaciones superficiales tienen como desventaja que presentan un mayor riesgo
frente a la erosión, tanto eólica como hídrica. Por lo tanto, poseen inherentemente mayor riesgo
a largo plazo, en cuanto a su integridad y aislamiento físico, que las instalaciones subterráneas
(Collier, 2016; IAEA, 2004).
Figura 115. Instalaciones superficiales para disposición de colas de mineral. Tomado de (Collier, 2016; IAEA, 2004).
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Disposición en diques de colas cerrados
Los diques de tipo retención de agua poseen una estructura con diferentes partes: un
núcleo de arcilla impermeable, zonas de drenaje, filtros y una capa de rip-rap49 en el lado interno
del muro de contención, como se observa en la figura 116 (Vick, 1990).
Estos diques se construyen usualmente en una sola operación, aunque existen casos en
los que se fueron construyendo en etapas ascendentes sucesivas (IAEA, 2004). Son muy
utilizados para alojar colas de mineral con altos contenidos de agua. Por ejemplo, en aquellas
zonas donde el ingreso de agua al dique por precipitaciones puede ser muy elevado, o en
situaciones en donde no se pueden recircular los efluentes líquidos de planta y se deben alojar
junto con las colas en el interior del dique (Vick, 1990).
La superficie freática se desarrolla por debajo de la cara interna del núcleo de arcilla y
pasa por debajo de la fundación del muro del dique, lo que provee una alta seguridad con
respecto a las filtraciones y, por lo tanto, mejora la estabilidad (IAEA, 2004).
Por otro lado, los diques por ascensos son estructuras en las que la altura de los muros
de contención va aumentando mediante diversos ascensos sucesivos. Al comienzo de su
operación se realiza un dique inicial, de manera de alojar las colas de mineral producidas en los
primeros años de operación y un margen apropiado para almacenar ingresos de agua
adicionales. A medida que se necesita alojar volúmenes mayores de colas de mineral, se van
realizando los ascensos de los muros de contención, siempre evaluando posibles inundaciones
e ingreso de agua adicional por precipitaciones o escorrentía (Vick, 1990).
49
Rip-rap: capa de rocas dispuestas de tal forma de prevenir la erosión hídrica y eólica y ofrecer una estructura de
protección.
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La ventaja de ir construyendo el dique por ascensos a lo largo del tiempo es que los
costos de capital al inicio de la operación minera son mucho menores, ya que se distribuyen los
costos de construcción a lo largo de toda la vida de la mina. Además, permite sincronizar la
construcción del dique con los períodos de disponibilidad de materiales (IAEA, 2004).
Los ascensos de los muros de los diques pueden ser construidos con material de la zona,
con rocas estériles e inclusive con minerales de uranio sub-económicos. Cuando estas opciones
no están disponibles, en particular cuando se realiza minería subterránea, los ascensos del dique
se construyen con la fracción gruesa de las colas de mineral, luego del ciclonado de las mismas
(IAEA, 2004).
Existen tres métodos de construcción de estos diques: aguas arriba, aguas abajo y de
eje central. Los mismos se esquematizan en la figura 117 (IAEA, 2004; Vick, 1990).
Figura 117. Esquema de un dique por ascensos en sus tres variantes. Arriba: aguas arriba; centro: aguas abajo; abajo:
de eje central. Se muestran las alturas (H) y las áreas (A) relativas. Tomado de (Vick, 1990).
El método aguas arriba es el más barato ya que requiere menos material para su
construcción. Sin embargo, requiere que la parte de las colas sobre las cuales se construye el
sucesivo ascenso tenga un alto contenido de materiales arenosos, para que pueda constituir una
fundación con buena resistencia y buen drenaje (IAEA, 2004; Vick, 1990). Esto puede lograrse
si las colas tienen un alto contenido de agua de tal manera de que exista una segregación de
tamaños a lo largo de los bancos, y la fracción arenosa se deposite cerca de los taludes mientras
que las fracciones más finas discurren hacia el centro del dique, ubicadas lejos de los bordes
(IAEA, 2004).
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implicancias en la estabilidad del dique. En este aspecto, el dique de tipo aguas arriba es el que
tiene un peor desempeño, por lo que se requieren sistemas internos de drenaje que aseguren
una correcta estabilidad (IAEA, 2004).
Figura 118. Superficie freática en diques construidos por ascensos. Tomado de (IAEA, 2004).
Cuando se debe realizar el cierre del dique de colas, a veces puede resultar dificultoso
el acceso a la parte superior del mismo para instalar las coberturas debido a las pobres
condiciones geotécnicas de las colas (IAEA, 2004).
Si los muros de contención del dique son construidos con la fracción ciclonada gruesa
de las colas de mineral o con minerales de uranio sub-económicos, hay que tener en cuenta los
aspectos radiológicos de los mismos a la hora de construir la cobertura del dique. La cobertura
deberá extenderse por encima de los muros y taludes de contención para así evitar el flujo de
radón, la dispersión de materiales radiactivos, la erosión y el arrastre de radionucleídos por la
escorrentía (IAEA, 2004).
Por otro lado, si los muros de contención se construyen con materiales no radiactivos,
como por ejemplo minerales estériles, estos pueden permanecer sin modificaciones durante el
cierre, y los taludes originales formar parte del terreno remediado final (IAEA, 2004).
Este tipo de dique posee las mismas características de diseño y construcción que los
diques de colas cerrados. La única diferencia significativa es que se construyen terrenos planos
inclinados, como puede ser una ladera (IAEA, 2004).
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iii) Instalaciones subterráneas
Este enfoque consiste en el retorno de las colas de mineral a una mina a cielo abierto o
a una mina subterránea y provee de una buena seguridad a largo plazo en cuanto al aislamiento
y contención de las colas. Sin embargo, estas alternativas solamente son viables cuando existen
minas a cielo abierto o subterráneas a una distancia relativamente accesible desde donde están
alojadas las colas de mineral, y no siempre resulta así.
Se han utilizado, por lo general, minas de uranio para ubicar las colas de mineral. Existen
ejemplos en el mundo en donde se han utilizado minas no uraníferas, como por ejemplo en
Ucrania, en donde se ha utilizado una antigua mina de hierro a cielo abierto (IAEA, 2004).
Las ventajas de las alternativas subterráneas con respecto a las superficiales son las
siguientes:
Las alternativas subterráneas comprenden la mejor opción para garantizar una alta
seguridad ambiental a largo plazo. Sin embargo, deben tenerse en cuenta las posibilidades de
contacto de las aguas subterráneas con las colas de mineral y la consiguiente migración de
contaminantes, por lo que deben considerarse diferentes opciones para abordar este problema,
como por ejemplo la implementación de barreras por debajo de la contención (Collier, 2016;
IAEA, 2004; NEA y IAEA, 2002).
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Retorno a una mina de rajo abierto
Es importante destacar que en ciertos casos el volumen del rajo de la mina puede no
alcanzar para contener la totalidad de las colas de mineral (y otros residuos que quieran incluirse
en la estructura de contención). En estos casos es determinante maximizar la densidad de los
residuos extrayendo toda el agua posible que puedan contener (Collier, 2016; IAEA, 2004; NEA
y IAEA, 2002).
En la mayoría de los casos utilizados se realiza un ciclonado de las colas de mineral para
utilizar la fracción gruesa como relleno en una mina subterránea, en especial para proveer
estabilidad y así poder seguir removiendo los bloques adyacentes (durante la operación). En
estos casos el objetivo es lograr la estabilidad de la mina y no puntualmente la disposición final
de colas de mineral, por lo que solamente se utilizan las fracciones ciclonadas de una pequeña
parte del volumen total de colas de mineral (IAEA, 2004).
Si las colas de minerales de uranio se ciclonan para obtener las fracciones gruesas,
deben considerarse los siguientes aspectos (IAEA, 2004):
Página | 180
de las colas), si las colas o la roca de caja es susceptible al drenaje ácido, o si la roca
de caja circundante posee muchas fracturas.
Esta alternativa consiste en utilizar una mina a cielo abierto para alojar las colas de
mineral, pero en vez de cerrarla posteriormente con diversas coberturas y convertirla en una
instalación subterránea, se cubre con un estanque o lago artificial por encima (IAEA, 2002a). Si
bien es aceptada en algunos países, hay otros en los que no está permitido su uso, como por
ejemplo en Estados Unidos (U.S. EPA, 2007).
Puede ser necesaria una cobertura que separe las colas de mineral de la cobertura de
agua para poder evitar el contacto directo entre ambas capas, como se observa en la figura 119
(IAEA, 2002a; NEA y IAEA, 2002).
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Figura 119. Esquema de una instalación con cobertura de agua. Tomado de (Canadian Nuclear Safety Commission,
2021).
v) Instalaciones diseñadas
Si bien todo el material extraído para realizar estas construcciones deberá disponerse
posteriormente en superficie, el objetivo principal de esta alternativa es reemplazar la existencia
en superficie de residuos más peligrosos por otros menos peligrosos (NEA y IAEA, 2002).
La ventaja de esta opción es la libertad de poder elegir la roca de baja permeabilidad que
actúe como lecho y la posibilidad de diseñar libremente la excavación de manera que permita
alojar los materiales a disponer de manera óptima. Las desventajas son los altos costos de
construcción y la necesidad de remediar o restaurar la pila de residuos generada por la propia
excavación (IAEA, 2004).
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f) Tecnologías
i) Preparación de la contención
Otra opción relativamente reciente para instalaciones subterráneas es utilizar una capa
altamente permeable (grava) que rodee completamente a las colas de mineral a contener (Fig.
120). El objetivo de esta construcción es que el flujo de agua subterránea pase preferencialmente
a través de esta capa de gravas en vez de atravesar las colas de mineral (Collier, 2016; IAEA,
2004; NEA y IAEA, 2002).
Figura 120. Sistema de capa permeable alrededor de las colas de mineral. Tomado de (IAEA, 2004).
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ii) Preparación de las colas
Neutralización de colas
Deshidratación de colas
Las colas de mineral pueden existir en diferentes estados físicos, teniendo en cuenta su
contenido de agua y sus propiedades geomecánicas. Estos se resumen en la figura 121.
Figura 121. Contenido de agua de colas de mineral, propiedades y tratamientos. Adaptado de (Davies, 2011).
Las colas de mineral suelen tener una pobre capacidad de deshidratación únicamente
por gravedad, debido a su distribución uniforme de tamaño de partículas y sus características
fisicoquímicas tipo gel (IAEA, 2004).
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Existen diversas técnicas para acelerar la reducción o eliminación del contenido de agua
de las colas, con diferente grado de eficacia (IAEA, 2004):
Ciclonado
Centrifugación
Filtración
Evaporación en bateas
Electro-ósmosis
Sub-drenaje
Sistema de pozo único
Sistema de pozos múltiples
Electro-ósmosis con pozos múltiples
Evapotranspiración
Perforaciones verticales (wicks)
Barreras permeables
Para acelerar el proceso de deshidratación natural de las colas, se suelen instalar las
perforaciones verticales que favorecen una consolidación más rápida y de esta manera obtener
la densidad adecuada en menos tiempo (IAEA, 2004; NEA y IAEA, 2002; U.S. EPA, 2007).
iii) Coberturas
Existen varios tipos de coberturas que exhiben diferentes grados de protección y complejidad,
como se muestra en la figura 122.
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Figura 122. Variedad de diseños de coberturas. Estos ejemplos han sido utilizados en el Proyecto UMTRA (Uranium
Mill Tailings Remedial Action) en Estados Unidos. Tomado de (IAEA, 2004).
Criterios de diseño
Los principales criterios que deben tenerse en cuenta para el diseño de la cobertura se
detallan en el Cuadro 27.
50
Sucesión ecológica: es un proceso de cambios que experimenta un ecosistema en la composición de sus especies a
través del tiempo hasta llegar a un equilibrio dinámico.
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Cuadro 27. Criterios de diseño para diseño de coberturas. Confeccionado en base a (Collier, 2016; IAEA, 2004; NEA y
IAEA, 2002; U.S. EPA, 2007).
Función Características
Este criterio es transversal a todos los otros, ya que
todas las capas deben estar diseñadas para lograr una
Duración a largo plazo
duración de su funcionalidad por varios centenares de
años. Típicamente se utiliza un horizonte de 1000 años.
La protección contra la radiación gamma puede lograrse
Blindaje
con una capa de suelo, típicamente del orden de 0,5 m.
La emanación de radón puede limitarse con la
Control del radón aplicación de una capa relativamente delgada de arcilla
compactada. Muchas veces se utiliza bentonita.
Para evitar la dispersión se coloca una cobertura vegetal
Control de la dispersión de polvo
o una capa de rocas no consolidadas (rip rap).
Para prevenir la infiltración de agua y su contacto con
las colas de mineral se utiliza una capa de sellado
Prevención de la infiltración de agua compuesta de un material de baja conductividad
hidráulica (10-9 m/s o menos). Típicamente se utilizan
arcillas, en especial bentonita51.
La infiltración de oxígeno puede lograrse de la misma
manera que para la limitación de agua y el control del
radón, es decir, con una capa de arcilla. Es importante
Prevención de la infiltración de gases
en casos donde pueden darse reacciones de oxidación
que puedan movilizar más los contaminantes (drenaje
ácido).
Resistencia a ciclos de congelamiento- En ciertas estructuras puede llegar a ser necesaria la
descongelamiento aplicación de una capa anti-heladas.
La erosión puede prevenirse mediante la suavización de
los taludes y pendientes, la aplicación de capas de rip
rap o de coberturas vegetales. En el caso de utilizar
coberturas vegetales, debe estudiarse qué tipo de
plantas pueden garantizar una protección a largo plazo
Control de la erosión
en las condiciones específicas del sitio. En
determinadas situaciones puede ser necesaria la
implementación de revestimientos de polímeros
sintéticos para lograr un mejor establecimiento de la
cobertura vegetal.
Por encima de la capa de sellado de arcilla, se suele
implementar una serie de capas que tienen como
Almacenamiento y drenaje de agua objetivo el almacenamiento del agua infiltrada. Estas
capas actúan como una esponja, captando el agua y
permitiendo su drenaje y evapotranspiración.
En ciertas zonas puede ser necesaria la aplicación de
una capa que impida la intrusión debido a animales
Resistencia a la biointrusión excavadores o raíces que puedan penetrar en la
estructura de contención. Para ello se utiliza una capa
de cantos rodados rellenos con suelo.
51
Bentonita: arcilla de tipo montmorillonita que tiene una gran superficie y una elevada capacidad de intercambio
catiónico, siendo el Na+ y el Ca2+ los cationes intercambiables típicos.
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g) Colas de mineral producto de lixiviación en pilas
Durante la operación de una mina que procesa sus minerales por lixiviación en pilas, las
colas de mineral pueden permanecer en la planchada de lixiviación o ser trasladadas a otro sitio
para utilizar ese espacio para continuar procesando mineral (NEA y IAEA, 2002).
Si bien estas colas de mineral usualmente provienen de menas de baja ley, para su
correcta disposición final se deben tener en cuenta los mismos aspectos mencionados
anteriormente, es decir, el control de la dispersión de polvo, la infiltración de agua y oxígeno, el
control del radón, la erosión de las pilas, entre otros. Se deben cubrir mediante un sistema de
coberturas, se deben suavizar las pendientes y taludes y facilitar su integración con el entorno
natural (NEA y IAEA, 2002).
Otra opción de gestión incluye la utilización de estas pilas como primera cobertura de
otras colas de minerales más tradicionales. En este caso se deben tener en cuenta sus
propiedades radiológicas y su capacidad de generación de drenaje ácido, ya sea por contener
minerales de sulfuro o por contener residuos ácidos de lixiviación (NEA y IAEA, 2002; U.S. EPA,
2007).
De todos los residuos mineros que restan considerar, luego de las colas de mineral, los
que resultan más difíciles de manejar son los minerales marginales de uranio y los materiales
estériles, acopiados usualmente en escombreras (IAEA, 2002a).
Estos residuos pueden ser utilizados como material de relleno en cierre de minas tanto
a cielo abierto como subterráneas. Sin embargo, debe tenerse en cuenta la implementación de
una cobertura con materiales inertes (IAEA, 2002a). Por ejemplo, cuando se utilizan marginales
como materiales para la construcción de los muros de contención de un dique de colas en
superficie, como fue mencionado anteriormente, la cobertura utilizada debe cubrirlos (IAEA,
2004).
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14.3. Gestión de materiales estériles
Los materiales estériles no tienen riesgos radiológicos apreciables, pero pueden tener
riesgos no radiológicos debido a metales pesados que deberán ser tenidos en cuenta (IAEA,
2002a).
Usualmente son los únicos residuos de minería que resultan aceptables para la
construcción de coberturas e integración de paisajes (NEA y IAEA, 2002). También pueden
utilizarse como material de relleno en minas a cielo abierto o subterráneas (U.S. EPA, 2007).
Se deben suavizar las pendientes y alisar el relieve que conforman las pilas de estos
materiales para mejorar la estabilidad de la cobertura y favorecer la integración con el paisaje.
Es importante, antes que nada, asegurar que las pilas estén adecuadamente consolidadas, de
manera de evitar que se generen depresiones que actúen reteniendo agua y favoreciendo la
infiltración (U.S. EPA, 2007).
Los residuos líquidos comprenden las aguas de los diques de colas (sobrenadante), los
efluentes líquidos de planta, el agua de mina y el agua de drenaje proveniente de infiltración y/o
escorrentía recogida mediante algún sistema de drenaje.
En el caso del agua alojada en los diques de colas en forma de sobrenadante puede
retornarse a la planta de procesamiento si ésta se encuentra en fase operativa. Alternativamente,
se puede realizar el correspondiente tratamiento y liberarla al ambiente (IAEA, 2004; NEA y IAEA,
2002). En determinados sitios ubicados en climas áridos, la práctica usual es la reducción de
volumen en diques de evaporación, a veces asistida por métodos de aspersión para acelerar la
evaporación (IAEA, 2004).
Página | 189
La técnica de tratamiento a emplear es seleccionada en función de la naturaleza de los
contaminantes de la corriente acuosa a tratar, su concentración y la concentración máxima
permitida en el efluente final. Además de estos criterios básicos, también deben tenerse en
cuenta otros criterios de análisis costo/beneficio, como por ejemplo las concentraciones naturales
del cuerpo de agua al cual se piensa descargar el efluente tratado o la reducción de volumen de
los residuos (NEA y IAEA, 2002).
Los métodos de precipitación son los más utilizados en la minería de uranio para tratar
los efluentes de planta y otras corrientes residuales acuosas. La ventaja de estos métodos es
que usan poca cantidad de reactivos y son de bajo costo. Por otro lado, la desventaja es que
producen grandes volúmenes de residuos sólidos (NEA y IAEA, 2002; U.S. EPA, 2007).
Este método se utiliza cuando se tienen efluentes ácidos provenientes de plantas que
emplean ácido sulfúrico para la lixiviación de los minerales de uranio. También se utiliza para el
tratamiento del drenaje ácido de mina, del agua sobrenadante de los diques de colas y para el
agua recogida mediante sistemas de drenaje (NEA y IAEA, 2002).
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concentraciones residuales de metales que cumplen normalmente con las restricciones
impuestas por la regulación, aunque debe ajustarse el pH final a un valor entre 6 y 8 antes de su
descarga, para lo cual se utiliza ácido sulfúrico diluido o ácido clorhídrico diluido. La corriente
inferior que contiene los lodos con todos los metales precipitados es gestionada para su
disposición final (NEA y IAEA, 2002).
Una forma de incrementar la eficiencia del proceso es utilizar la técnica de lodos de alta
densidad (HDS, high density sludge) (Collier, 2016; NEA y IAEA, 2002). Esta técnica utiliza
múltiples etapas de adición de la lechada de cal y recirculación de los lodos resultantes para
mejorar los resultados finales, que llegan hasta un 15% de sólidos en los lodos. Se recircula
hasta el 90% de los lodos, en donde se mezclan con más efluentes frescos y atraviesan
sucesivas etapas de adición de cal en tanques agitados, como se esquematiza en la figura 123.
Normalmente el pH se eleva hasta 10, pero en el caso de que se quiera precipitar el magnesio
se eleva hasta 11,5 para precipitarlo como hidróxido de magnesio. Se puede utilizar también
hidróxido de sodio, pero en ese caso se generan mayores cantidades de lodos (NEA y IAEA,
2002; U.S. EPA, 2007).
Figura 123. Diagrama de proceso de la técnica de lodos de alta densidad. Tomado de (NEA y IAEA, 2002).
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b) Tratamiento con cloruro férrico, FeCl3
Esta técnica se utiliza para eliminar el arsénico del efluente a tratar. Si bien mediante el
tratamiento de neutralización con lechada de cal, la mayor parte del arsénico precipita como
arseniato de calcio, para poder liberar el efluente al ambiente normalmente es necesaria una
reducción mayor de las concentraciones de arsénico en solución. La técnica es muy eficiente en
reducir el arsénico en solución, llegando a valores menores a 0,1 mg/L (NEA y IAEA, 2002; U.S.
EPA, 2007).
Para ello se utiliza el agregado de cloruro férrico (FeCl3), el cual actúa de dos maneras
diferentes. Por un lado, los arseniatos presentes en el efluente precipitan como arseniato de
hierro (FeAsO4), el cual tiene una muy baja solubilidad y permanece en los lodos formados. El
arsénico debe estar como arseniato (estado de oxidación +5) y el pH debe ser menor a 7.
Por otro lado, los arseniatos se adsorben en la superficie de los oxihidróxidos de hierro
formados. Estos oxihidróxidos de hierro tienen una gran área superficial disponible para la
adsorción (NEA y IAEA, 2002).
Esta técnica se utiliza para eliminar el radio del efluente a tratar y es ampliamente
utilizada en la industria del uranio. La técnica es muy eficiente para reducir el radio en solución,
llegando a valores menores a 0,3 Bq/L o 8 pCi/L (NEA y IAEA, 2002; U.S. EPA, 2007).
El sulfato de bario y radio es cristalino. Sin embargo, debido a los cortos tiempos en que
se llevan a cabo estas reacciones, sólo se forman pocos cristales y son, por ende, difíciles de
separar por filtración. Es habitual realizar la precipitación del radio en conjunto con la
neutralización y precipitación con lechada de cal o con la precipitación de arsénico con cloruro
de hierro (NEA y IAEA, 2002).
d) Intercambio iónico
Esta técnica puede utilizarse para remover selectivamente algún ion en particular. Se
utiliza de la misma manera que como fue descripto anteriormente, cuando se describió el proceso
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de concentración de los lixiviados de uranio por resinas de intercambio iónico utilizado luego de
la lixiviación del mineral (NEA y IAEA, 2002).
Es una tecnología relativamente cara, y por lo tanto sólo utilizada en determinados casos
(NEA y IAEA, 2002; U.S. EPA, 2007). Por ejemplo, ha sido utilizada en el pasado para el
tratamiento y remoción de uranio de los efluentes de planta y de los diques de colas, en diferentes
proyectos de remediación (NEA y IAEA, 2002).
e) Floculación
Para los casos en los que el uranio y otros contaminantes no se extraigan nuevamente
para otros usos, esta técnica posee ventajas económicas con respecto al intercambio iónico, ya
que los costos operativos son menores. Como los precipitados obtenidos pueden separarse con
técnicas convencionales de separación sólido/líquido, el proceso de tratamiento puede realizarse
en modo continuo. En cambio, para realizar el proceso de intercambio iónico, se deben regenerar
continuamente y lavar las columnas, lo que agrega costos operativos y de mantenimiento (NEA
y IAEA, 2002).
f) Biorremediación
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disposición final (U.S. EPA, 2007). Para ello, estos barros o lodos que contienen radionucleídos
y metales pesados, deben ser inmovilizados.
En el caso de yacimientos que han sido explotados mediante la minería por lixiviación in
situ, una buena política y práctica consiste en restaurar la calidad del acuífero a sus niveles pre-
operacionales (Mudd, 1998), o en su defecto remediar el agua subterránea hasta alcanzar
valores aceptables por la regulación.
Para ello, es fundamental definir los niveles finales de calidad del agua subterránea a los
que se quiere llegar con la remediación. Es sumamente importante poseer buena información de
los niveles de base (pre-operacionales) de la calidad del agua subterránea para poder determinar
los niveles finales de remediación para todos los parámetros considerados, como sulfatos, pH,
salinidad total, uranio, radio, arsénico, molibdeno, selenio, entre otros (Mudd, 1998).
i) Atenuación natural
Puede ser la solución de remediación para acuíferos con un alto flujo de agua
subterránea y altas condiciones de dispersión ya que estas propiedades favorecen los niveles
de dilución requeridos. Adicionalmente, puede también ser la alternativa de remediación más
económica para acuíferos con bajo flujo de agua subterránea y bajas dispersiones cuando se
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combina con controles institucionales (por ejemplo, limitación de acceso) que provean suficiente
tiempo para lograr el lavado de los contaminantes (IAEA, 1999).
Una barrera permeable es una barrera porosa que se ubica en la trayectoria de una
pluma de contaminación en el agua subterránea. Esta barrera, o al menos la parte porosa de la
misma, contiene un medio que reacciona o adsorbe los contaminantes y ayuda a removerlos de
la pluma y retenerlos en la barrera, mientras el agua subterránea fluye a través de ella (IAEA,
2014b).
Los materiales que se utilizan para retener los contaminantes pueden ser hierro granular,
carbón activado, arcillas, turba, entre otros (U.S. EPA, 2007).
Muchas de las barreras reactivas permeables son del tipo trinchera (del tipo corte y
relleno). Conforman un sistema prácticamente permanente: una vez que la barrera es instalada,
realizar modificaciones puede resultar relativamente costoso. Por lo tanto, es muy importante
asegurar que la barrera sea diseñada e instalada correctamente (IAEA, 2014b).
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b) Tecnologías para la remediación ex situ de agua subterránea
En casi todos los casos la remediación ex situ genera dos productos: el agua remediada
y el residuo que contiene los contaminantes, que puede ser sólido, líquido o en forma de lodos,
y que requerirá una disposición final en una instalación apropiada (IAEA, 1999).
Para que una tecnología sea considerada viable, debe generar volúmenes mucho
menores de corrientes con contaminantes que los volúmenes de agua remediada. En términos
generales, si la eficiencia de la remediación es aceptable, a mayor reducción de volumen se logre
en el proceso, más exitosa será la tecnología de remediación (IAEA, 1999).
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Figura 124. Esquema del proceso de remediación ex situ de aguas subterráneas. Modificado de (IAEA, 1999).
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15. Situación ambiental de las instalaciones mineras en la
República Argentina
En este capítulo se describe la situación ambiental de todos los sitios donde hubo minería
de uranio en la República Argentina, tanto en las minas como en las plantas de procesamiento
de minerales.
Si bien no se tiene detalle del volumen individual de los minerales tratados, se conoce la
cantidad total de mineral que ingresó al complejo, que es de 18.000 toneladas. Los residuos
sólidos o colas de tratamiento de estos minerales fueron ubicados en una zona específica del
Complejo Fabril, conocidos posteriormente como “El Chichón”.
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A partir de 1961 se iniciaron ensayos a escala laboratorio y de banco. En 1963 se instaló
una planta piloto de carácter semi-industrial para la recuperación de uranio en solución, que
operaba mediante el principio de extracción líquido-líquido en continuo. Además, en este
Complejo Fabril se desarrolló la tecnología de purificación de concentrados, su transformación a
diuranato de sodio y amonio, y a nitrato de uranilo hexahidratado, que era la materia prima para
una planta de uranio metálico ubicada en Ezeiza.
Figura 125. Imagen satelital del ex Complejo Fabril Córdoba y dentro de éste el área conocida como “El Chichón” de
CNEA. Los límites del ex Complejo Fabril Córdoba se muestran en rojo y los límites del Chichón en azul. En la parte
oeste del predio funciona la planta de producción de UO2 operada por Dioxitek.
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Las características de las colas de mineral en el sitio se muestran en el Cuadro 28
(CNEA, 2005).
Cuadro 28. Caracterización de las colas de mineral que componen “El Chichón” de CNEA.
La Mina Huemul fue operada por CNEA entre 1954 y 1976, mientras que la planta de
procesamiento de minerales, ubicada en el Complejo Fabril Malargüe operó desde 1954 hasta
1986 por CNEA en tres etapas diferentes:
Figura 126. Ubicación de la planta de procesamiento de minerales dentro del Complejo Fabril Malargüe y el yacimiento
Huemul 40 km al sur.
Página | 200
La CNEA tramitó el abandono de la mina Huemul (CNEA, 2005) y sigue siendo
propietaria de los terrenos donde funcionaba la planta de Malargüe dentro del Complejo Fabril
Malargüe.
En la mina Huemul, al momento del cese de explotación quedaron en el sitio los estériles
de minería y los marginales. Los estériles acumulados conforman 19.505 m 3 en un área de
23.856 m2, mientras que los minerales marginales y de baja ley conforman 2.441 m3. Además,
se ha verificado el ingreso de aguas subterráneas que inundan las galerías (CNEA, 2005).
Como parte de los trabajos posteriores a la operación, se han clausurado las bocas de
mina y los accesos (de forma no definitiva). En 2001 se instaló cartelería de prevención y se
construyó un cerco perimetral aislando un sector con incipientes derrumbes y probabilidad de
ocurrencia de otros derrumbes mayores (CNEA, 2005).
Figura 127. Imagen satelital con ubicación del Complejo Fabril Malargüe en las inmediaciones de la ciudad de
Malargüe.
Dentro del Complejo Fabril Malargüe no existían efluentes líquidos acumulados (CNEA,
2005). La figura 128 muestra una vista de este complejo.
Página | 201
Figura 128. Foto aérea del Complejo Fabril Malargüe (CNEA, 2005). En el centro de la imagen se puede ver la antigua
planta (posteriormente desmantelada) y en la parte inferior al frente se ven las colas de mineral (antes de la
remediación del sitio).
Las colas de mineral se encontraban acumuladas en pilas compuestas por los sectores
A, B, C y D. La pila propiamente dicha ocupaba una superficie aproximada de 60.000 m 2, más
un talud construido con residuos de pilas de lixiviación que encerraba una superficie ligeramente
superior a los 27.000 m 2, pero sin contenido de residuos en su interior. La altura promedio de la
pila de residuos era de 6 m (CNEA, 2005).
Figura 129. Sectorización del Complejo Fabril Malargüe y predios aledaños. Tomado de (Barari y Meza, 2015).
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Los residuos acumulados estaban constituidos principalmente por los residuos sólidos
del mineral tratado y aquellos provenientes del proceso de neutralización de la pulpa estéril
(CNEA, 2005).
Cuadro 29. Caracterización de las colas de mineral ubicadas en el Complejo Fabril Malargüe (CNEA, 2005). Los
valores de concentración de uranio natural y los de actividad de radio-226 corresponden a valores promedios obtenidos
con las muestras integradas de cada pozo de muestreo.
Las colas de mineral presentaban una acidez residual aumentando hacia la base de las
mismas. Los ensayos realizados con los residuos sólidos han mostrado que el valor del pH del
líquido en contacto con el material superficial de la pila estaba entre 7 y 8, pero para el de la base
el pH era del orden de 3. Los pHs neutros en superficie se deben al hecho de que la pulpa era
neutralizada con cal durante los últimos tres años de operación de la planta (CNEA, 2005).
Cuadro 30. Concentración de uranio y radio en suelos debajo de las colas de mineral del Complejo Fabril Malargüe
(CNEA, 2005). Los datos corresponden al promedio de 8 pozos para ambas mediciones.
En cuanto a la emanación de radón desde las colas, la tasa de emanación medida sobre
las mismas fue de 6,1-10,1 Bq/m2s. La concentración de radón medida a 0,5 m sobre la superficie
de las colas fue de 584-5062 Bq/m3. Por otro lado, la concentración de radón medida en el
perímetro del sitio dio los valores: 363 Bq/m 3 (al noreste), 279 Bq/m3 (al sudeste) y 290 Bq/m3 al
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sudoeste (CNEA, 2005). A modo de comparación se puede mencionar que la concentración de
radón máxima recomendada internacionalmente para interior de viviendas es de 300 Bq/m3
(World Health Organization, 2009).
La tasa de dosis fue determinada en forma teórica entre 3,4 y 9,7 µSv/h y la máxima
medida sobre las colas fue 10,5 µSv/h. El fondo natural de radiación en la zona es de 0,1 µSv/h
(CNEA, 2005).
Con los datos de emanación de radón y tasa de dosis se realizó una estimación de dosis
al público, teniendo en cuenta estas dos vías como las principales aportantes a la dosis. En el
Caso 1 se consideró un individuo hipotético expuesto a la máxima dosis, es decir, con residencia
sobre las colas de mineral. En el Caso 2 se consideró un individuo hipotético residiendo en el
perímetro del Complejo Fabril Malargüe. Los resultados de la estimación se muestran en el
Cuadro 31. A modo de comparación se puede mencionar que el límite de dosis para una persona
perteneciente al público (es decir, no un trabajador) es de 1 mSv/año (ARN, 2019a).
Cuadro 31. Estimación de dosis al público debido a las colas de mineral del Complejo Fabril Malargüe para dos casos
hipotéticos (CNEA, 2005).
Caso 1 Caso 2
Exposición directa 68 mSv/año 0,8 mSv/año
Inhalación de radón 89 mSv/año 6 mSv/año
Total 157 mSv/año 6,8 mSv/año
Cuadro 32. Impacto en aguas subterráneas debido a la migración de contaminantes desde las colas de mineral del
Complejo Fabril Malargüe (CNEA, 2005). LD: límite de detección; en los valores marcados con asterisco se informa
cero, pero se presume menor al límite de detección.
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Los aumentos más importantes se dan para uranio, radio, sulfatos, sodio y calcio.
Por otra parte, existe una diferencia importante entre el comportamiento del acuífero por
encima de la capa confinante y por debajo de ella. Ambos niveles presentan una circulación del
flujo en el sentido SO – NE. El nivel freático se encuentra muy próximo a la superficie y el agua
muestra un aporte recibido de los líquidos de las pilas de colas de mineral. Por debajo del nivel
arcilloso, no existe contaminación y los valores coinciden con los valores normales de la zona
(CNEA, 2005).
La planta de procesamiento operó desde 1964 hasta 1981 en tres etapas diferenciadas
(Fig.130):
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Se ha estimado que el 98% del mineral procesado en la planta correspondió al
yacimiento Don Otto, mientras que el resto provino de los yacimientos Los Berthos y Güemes
(CNEA, 2005).
Las minas Los Berthos y Güemes quedaron dentro de los límites del Parque Nacional
Los Cardones, creado en 1996. La mina Los Berthos pertenece a una empresa privada, pero de
cualquier manera no se pueden realizar explotaciones mineras debido a su ubicación dentro del
Parque Nacional. Por otro lado, la mina Güemes tiene tramitación de abandono. La mina Don
Otto posee el canon minero actualizado por CNEA (CNEA, 2005).
En el predio del Complejo Minero-Fabril Tonco se encuentran ubicadas las colas del
procesamiento de minerales, cuyas características se muestran en el Cuadro 33. Estas se
encuentran distribuidas en dos grandes grupos: una parte está alojada en forma de pilas en las
planchadas de lixiviación, mientras que otra parte se encuentra ubicada en escombreras, como
se muestra en el esquema de la figura 131.
Cuadro 33. Caracterización de las colas de mineral del Complejo Minero-Fabril Tonco.
Figura 131. Esquema del Complejo Minero-Fabril Tonco y ubicación de los distintos sectores que albergan las colas de
mineral.
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En la figura 132 se muestra la imagen satelital del Complejo Minero-Fabril Tonco en
donde se pueden visualizar los distintos sectores de colas de mineral y la Quebrada Sunchales.
Figura 132. Imagen satelital del Complejo Minero-Fabril Tonco donde se visualizan los distintos sectores de colas de
mineral y la Quebrada Sunchales.
Las colas de mineral sobre planchadas están sobre base impermeable, mientras que las
colas ubicadas en las escombreras están sin ningún tipo de base impermeable. Las planchadas
de lixiviación A, B y C tienen unos tres metros de altura. Dos de ellas (B y C) tienen talud natural,
mientras que la tercera (A), la más antigua, posee una pared vertical impermeable sobre el sector
noroeste, armada con malla de alambre tejido y membrana asfáltica, postes de madera y
puntales (CNEA, 2005).
La planta operó toda su vida útil sin un sistema de retención de efluentes líquidos y sin
neutralización. Los efluentes ácidos de las columnas de intercambio iónico (con
aproximadamente 4 g/L de H2SO4) eran descargados directamente a la Quebrada Sunchales
(brazos norte y sur), por lo que se produjo una contaminación convencional y radiológica
superficial apreciable en la zona de descarga (CNEA, 2005).
En 1981 se presentó el cierre temporario del complejo con los siguientes objetivos:
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Mantener una vigilancia física permanente en el complejo para evitar el ingreso de
personas y para cuidado del patrimonio.
Modificar los taludes de las escombreras de mineral para mejorar su estabilidad
estructural.
Desmantelar y descontaminar todo el equipamiento de planta e instalaciones anexas
mediante lavados con soluciones diluidas de ácido sulfúrico y agua, hasta obtener niveles
de contaminación aceptados para libre disponibilidad.
Proteger los sectores de almacenamiento de colas de mineral y planta de escurrimiento
de las cuencas de drenaje circundante, mediante canales de desviación.
Retirar parte del equipamiento minero de las galerías de mina.
Cerrar las bocas a cielo abierto de Mina Don Otto y todos los laboreos mineros del distrito
uranífero no considerados como reservas.
Implementar una rutina de vigilancia en bocaminas cerradas, planta e instalaciones de
lixiviación.
Actualmente, en la mina Don Otto, de las cinco galerías de salida a nivel, cuatro fueron
clausuradas definitivamente y 1 cerrada provisoriamente. Existen varias chimeneas que no han
sido clausuradas y otros muros sobre viejas labores que merecen ser reparados (CNEA, 2005).
Con respecto a la mina Los Berthos, algunos sectores de acceso más difícil carecen de
cerramiento, aunque gran parte fue vallado y señalizado. Con respecto a la mina Güemes, se
completó un cerco alrededor del pique y de las labores expuestas a la superficie (CNEA, 2005).
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Figura 133. Imagen satelital de la región de las Sierras de Pichiñán donde se ubican los yacimientos Los Adobes y
Cerro Cóndor y la planta de procesamiento de minerales dentro del Complejo Fabril Pichiñán, a la vera del Río Chubut.
En la mina Los Adobes el material estéril fue depositado fuera de los límites de la cantera
de explotación en el sector noroeste y norte del sitio. También fue extraído y depositado en una
escombrera, al sudoeste de la cantera de explotación, un total aproximado de 10.000 toneladas
de mineral arcilloso. En este material el mineral uranífero se encontraba en nódulos muy bien
definidos en la masa arcillosa, lo que imposibilitaba su tratamiento en planta mediante lixiviación.
El sector de explotación del yacimiento Los Adobes se observa en la figura 134.
Figura 134. Sector de explotación del yacimiento Los Adobes (CNEA, 2005).
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Figura 135. Imagen satelital del campamento y mina Los Adobes (sector de explotación y escombreras de estériles).
Por otro lado, en la mina Cerro Cóndor sólo quedan actualmente la depresión generada
por la cantera de explotación y la escombrera de estériles. El material estéril fue depositado en
esta escombrera ubicada a 500 metros al oeste de la cantera de explotación, como se ve en la
imagen satelital de la figura 136.
Figura 136. Imagen satelital del yacimiento Cerro Cóndor con el sector de explotación al este y la escombrera de
estériles al oeste.
Por ende, actualmente existen 85.000 toneladas de colas ubicadas sobre una planchada
de lixiviación de 180 m x 100 m, establecida sobre una membrana asfáltica impermeable, y otras
60.000 toneladas de colas ubicadas en una escombrera de sólidos establecida sobre una
membrana de polietileno de 200 µm de espesor.
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La ley residual de las colas de mineral de Los Adobes es de 81 ppm de U, mientras que
la ley residual de las colas de mineral de Cerro Cóndor es de 115 ppm de U.
Además, dentro del Complejo Fabril Pichiñán funcionó un dique de efluentes líquidos que
posee una base de arcilla. Los líquidos fueron evaporados en forma natural completamente
quedando únicamente los lodos de precipitación en el fondo del dique.
En la figura 137 se muestra una imagen satelital del sitio con todos los sectores
mencionados.
Figura 137. Imagen satelital del Complejo Fabril Pichiñán. Se pueden visualizar el campamento/sector administrativo,
la planchada de lixiviación con colas, la escombrera de colas, el dique de efluentes, el piso de la ex planta de
procesamiento, las cisternas de recolección de lixiviados y el alambrado perimetral.
Una vez concluida la cobertura de pilas y dique se construyó un cordón perimetral con
ripio, bordeando el pie de los taludes de las dos áreas para colectar el agua de lluvia, con dientes
transversales para impedir corridas de agua laterales y acumulación en los extremos más bajos,
que podrían romper dicho cordón. La superficie recubierta fue de aproximadamente 32.000 m 2.
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Las cisternas de captación de los líquidos de lixiviación fueron descontaminadas,
conjuntamente con el resto del equipamiento, rellenadas con tierra y cubiertas con ripio.
La mina Cerro Cóndor se encuentra en las mismas condiciones en las que quedó luego
de su operación (CNEA, 2005), mientras que en la mina Los Adobes se realizaron algunos
trabajos de remediación en 1998 (CNEA, 1998; CNEA, 2005). Se transportaron las 10.000
toneladas de mineral arcilloso sin procesar, con una ley de uranio apreciable, desde la playa de
acopio cercana a la cantera hasta el interior de la misma, con el objetivo de confinar el material
e impedir el arrastre y diseminación del mismo a los terrenos circundantes. En dicha playa de
acopio, una vez transportado el mineral, se construyó un cordón perimetral con tierra para impedir
que pequeñas cantidades de polvo del mineral acopiado que pudieran haber quedado en el suelo
no fueran arrastradas fuera del lugar por la lluvia.
Esta instalación fue primero denominada Complejo Minero San Rafael desde 1976,
derivando los minerales extraídos a la planta de procesamiento de Malargüe, hasta que en 1979
comenzó a ser el Complejo Minero Fabril San Rafael con la inauguración de su propia planta.
Entre los años 1998 y 2000 también se retrató concentrado de uranio proveniente de la
planta Los Gigantes, en Córdoba, con el objetivo de eliminar impurezas contenidas en los mismos
(CNEA, 2013).
La CNEA continúa siendo propietaria de los yacimientos Dr. Baulíes y Los Reyunos del
distrito uranífero de Sierra Pintada. Luego de suspendida la operación principal en 1997,
quedaron en el complejo minero-fabril los sectores que se muestran en la figura 138.
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Figura 138. Esquema del Complejo Minero-Fabril San Rafael (Ramírez Santis, 2015).
En la figura 139 se muestra una imagen satelital del Complejo Minero Fabril San
Rafael. A continuación, se describen sus principales características.
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Figura 139. Imagen satelital del Complejo Minero-Fabril San Rafael.
a) Colas de mineral
Las colas de mineral del complejo minero-fabril se encuentran ubicadas en dos sectores.
La gran mayoría se encuentran en el Sector XV (sector donde se encuentran los residuos
provenientes de la etapa del procesamiento de minerales), donde se acumulan hasta una altura
de 20 m respecto de la cota natural del terreno. El volumen estimado en este sector es de 946.667
m3. Además, hay colas de mineral que quedaron dispuestas en las antiguas pilas de lixiviación
(sobre planchada) y que totalizan un volumen de 109.495 m 3. Entre los dos sectores suman un
volumen de 1.056.162 m3 (CNEA, 2013).
Las colas ubicadas en las escombreras del Sector XV se encuentran por encima del nivel
freático, pero no han sido neutralizadas ni cubiertas con material inerte. Además, están
dispuestas sobre suelo desnudo, es decir, sin ningún tipo de barrera impermeable debajo de las
mismas (CNEA, 2013). La figura 140 muestra las colas de mineral en escombreras en Sector XV
dentro del Complejo Minero-Fabril San Rafael y el Cuadro 34 sus características.
Figura 140. Aspecto de las colas de mineral en escombreras en Sector XV dentro del Complejo Minero-Fabril San
Rafael (CNEA, 2013).
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Cuadro 34. Caracterización de las colas de mineral ubicadas en el Complejo Minero-Fabril San Rafael
(CNEA, 2013).
Figura 141. Esquema transversal que muestra las perforaciones realizadas debajo de las colas de mineral del
Complejo Minero-Fabril San Rafael (CNEA, 2013).
Los efluentes reciclables eran enviados al denominado “dique pulmón”, desde donde se
enviaban por bombeo a una planta de neutralización cercana a las canteras Gaucho I y II. Una
vez neutralizados con cal, se enviaban al fondo de las canteras, donde muchos de los iones
presentes se precipitaron. De estas canteras se extraía el agua para su re-uso como agua para
lixiviación de pilas, la cual era una mezcla de agua clarificada proveniente de la recirculación,
neutralización y clarificación por precipitación, con agua de origen natural que ingresaba a las
canteras por precipitaciones y en forma subterránea (CNEA, 2013).
Las otras tres canteras del Complejo Minero-Fabril (La Terraza, Tigre I y Tigre III) también
se fueron llenando de agua de lluvia e ingresos de agua subterránea. El Cuadro 35 detalla los
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volúmenes de las cuatro canteras de explotación del Complejo Minero-Fabril San Rafael y sus
correspondientes fotos se observan en la figura 142.
Cuadro 35. Caracterización de las cuatro canteras de explotación del Complejo Minero-Fabril San Rafael (CNEA,
2013; Ramírez Santis, 2015). Estos valores presentan una gran variabilidad debido a los procesos naturales de
precipitación/evaporación e ingresos/egresos de aguas subterráneas.
Figura 142. Canteras de explotación del Complejo Minero-Fabril San Rafael (Ramírez Santis, 2021).
Cuadro 36. Composición química de las cuatro canteras de explotación del Complejo Minero-Fabril San Rafael (CNEA,
2013). Los valores de Gaucho I-II y La Terraza corresponden a septiembre 2011; los valores de Tigre I corresponden a
agosto 2011; los valores de Tigre III corresponden a julio 2011. Estos valores presentan una gran variabilidad debido a
los procesos naturales de precipitación/evaporación e ingresos/egresos de aguas subterráneas.
El alto contenido de uranio se debe a que las aguas de cantera se encuentran en contacto
constante con áreas mineralizadas. Esta situación es especialmente importante en la cantera La
Terraza, en la que todavía existe mineral de alta ley en contacto con el agua (CNEA, 2013).
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Las canteras poseen a su vez, en su fondo y márgenes, precipitados que fueron
decantando desde el agua contenida. Por ejemplo, en la cantera Gaucho I-II se encuentran
54.600 m3 de precipitados decantados (Ramírez Santis, 2015).
Por otro lado, en el caso de los efluentes no reciclables, estos se neutralizaban con cal
en otra planta de neutralización ubicada en el Sector XV, y luego se descargaban en diques de
evaporación ubicados al lado de las colas de mineral. Las aguas de proceso enviadas a
neutralización durante la operación del complejo minero-fabril tenían un contenido medio de 8
ppm de uranio y 0,222-0,259 Bq/L (6-7 pCi/L) de radio (CNEA, 2013).
Figura 143. Sector XV (diques de efluentes, colas de mineral, residuos sólidos en trincheras) del Complejo Minero-
Fabril San Rafael. a) Esquema del Sector XV (Ramírez Santis, 2015); b) Fotografía aérea del Sector XV (Ramírez
Santis, 2021).
El dique DN3B fue construido posteriormente a los otros para recibir el agua bombeada
de los diques restantes del Sector XV, mientras se procedía a la estabilización de los mismos.
Cumple la doble función de actuar como reservorio temporal de los efluentes líquidos no
reciclables y de proveer una amplia superficie de evaporación que permite la reducción de los
volúmenes a tratar en una etapa posterior (CNEA, 2013; Ramírez Santis, 2015). Está conformado
por dos vasos impermeabilizados con membrana denominados vaso chico y vaso grande.
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Cuadro 37. Contenido de los diques de efluentes del Complejo Minero-Fabril San Rafael (CNEA, 2013; Ramírez
Santis, 2015). Los valores del Dique 3B presentan una gran variabilidad debido a los procesos naturales de
precipitación/evaporación e ingresos/egresos de aguas subterráneas. Para los Diques 8 y 9 se detalla el contenido
antes de su reconversión en el nuevo Dique 8-9.
Cuadro 38. Caracterización de los efluentes líquidos del Dique 3B del Complejo Minero-Fabril San Rafael (Ramírez
Santis, 2015) Estos valores presentan una gran variabilidad debido a los procesos naturales de
precipitación/evaporación e ingresos/egresos de aguas subterráneas.
c) Lodos/precipitados
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Se proyectó una estabilización superficial en los diques 2, 4, 5, 6, 7, 8 y 9, mientras que
la estabilización integral fue proyectada para el dique 10.
En ambos casos se debieron realizar pozos en el seno de los precipitados, en las zonas
con mayor espesor, con el fin de extraer mediante bombeo el agua que pudiera aparecer
producto de la consolidación mediante el enrocado de los precipitados. Los pozos se practicaron
hasta la profundidad en que fuera visible el líquido, teniendo cuidado de no perforar la membrana
del fondo de los diques (CNEA, 2013).
Por otro lado, como parte del proyecto de remediación, se construyó sobre los antiguos
diques 8 y 9 un nuevo dique denominado 8-9, y se encuentra en construcción un nuevo dique 5
sobre el antiguo dique 5. Ambos diques serán descriptos más adelante cuando se describa el
proyecto de remediación del sitio. Las condiciones generales de los diques de efluentes del
Complejo Minero-Fabril San Rafael se caracterizan en el Cuadro 39.
Cuadro 39. Condiciones generales de los diques de efluentes del Complejo Minero-Fabril San Rafael.
Con membrana
Dique Condición de los precipitados
impermeable
1 NO Sin estabilizar
2 NO Estabilizado parcialmente
3A NO Sin estabilizar
Con efluentes líquidos y
3B SÍ
precipitados húmedos
4 SÍ Estabilizados
5 SÍ Estabilizados
6 SÍ Estabilizados
7 SÍ Estabilizados
8 SÍ Estabilizados
9 SÍ Estabilizados
10 SÍ Estabilizados
En el caso del Dique 1, éste fue construido sobre terreno natural, es decir, sin ningún
tipo de impermeabilización, y tiene una superficie aproximada de 5 hectáreas. Contiene 52.000
m3 con una profundidad variable en el terreno, debido a que han ido rellenando la topografía
original del sitio. El espesor máximo de los precipitados en este dique se estima en 4 metros
aproximadamente (CNEA, 2013). La caracterización de los precipitados de este dique se muestra
en el Cuadro 40.
Cuadro 40. Caracterización de los precipitados alojados en el Dique 1 del Complejo Minero-Fabril San Rafael (CNEA,
2013).
Parámetro Concentración
U 308 µg/g
Ra 1,025 Bq/g (27,7 pCi/g)
As 36 µg/g
SO42- 45 g/100g
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Por otro lado, se ha evaluado la migración de los precipitados en la dirección vertical
hacia el suelo natural subyacente (Fig. 144).
Figura 144. Esquema transversal de los muestreos de precipitados y suelos del Dique 1 del Complejo Minero-Fabril
San Rafael (CNEA, 2013). Se muestra el terreno natural, la pulpa de precipitados y la pulpa semideshidratada hacia la
superficie del dique. M1, M2, M3, M4 y M5 corresponden a las muestras realizadas a diferentes profundidades.
Cuadro 41. Concentración de uranio y radio de los precipitados y suelos subyacentes del Dique 1 del
Complejo Minero-Fabril San Rafael (CNEA, 2013).
Se puede observar que tanto el uranio como el radio son muy poco móviles en este caso
y su migración hacia el terreno subyacente sólo ha avanzado unos pocos centímetros. El
contenido de estos iones cae drásticamente en la zona de contacto entre el precipitado y el suelo
natural, y ya a mayores profundidades el contenido de uranio se encuentra dentro de los valores
esperados para la corteza terrestre (CNEA, 2013).
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d) Residuos sólidos (RS)
Los residuos fueron enviados en diferentes partidas entre 1985 y 2000. Fueron
embalados en bolsas de plástico y colocados dentro de tambores de acero de 200 L de
capacidad, transportados hasta el Complejo Minero-Fabril San Rafael, y una vez allí, acumulados
en forma transitoria en el Sector XV de diques de efluentes y colas de mineral. Se ubicaron en
ocho trincheras georreferenciadas dentro de las pilas de colas de mineral y cubiertas por las
mismas colas (CNEA, 2013). El aspecto de los residuos sólidos se muestra en la figura 145.
Figura 145. Aspecto de los residuos sólidos ubicados en trincheras dentro de las colas de mineral del Complejo
Minero-Fabril San Rafael. Tomado de (Ramírez Santis, 2021).
Cuadro 42. Número de tambores por trinchera en el Sector XV del Complejo Minero-Fabril San Rafael. Tomado de
(CNEA, 2013).
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e) Estériles
Figura 146. Escombrera de estériles de minería del Complejo Minero-Fabril San Rafael. Tomado de (CNEA, 2013).
Se han utilizado estos materiales para realizar distintas obras, entre las que se cuentan
la estabilización de precipitados en los diques de evaporación y la construcción de los nuevos
Diques 8-9 y 5. En el Cuadro 43 se muestran las características de los estériles.
Cuadro 43. Caracterización de los estériles de minería del Complejo Minero-Fabril San Rafael. Tomado de (CNEA,
2013). Valores al 31/10/2016.
73% tobas + derrubio + obras
Cantidad original en escombreras 19.551.984 m3
27% areniscas
Concentración de uranio promedio 1-3 ppm
Estabilización de precipitados
Cantidad utilizada para obras 199.343 m3 Construcción de diques nuevos
Otros
Cantidad en escombreras 19.352.641 m3
f) Marginales
Durante la etapa de operación del Complejo Minero-Fabril San Rafael el mineral extraído
era clasificado según su contenido de uranio en (CNEA, 2013):
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Los minerales marginales se han dispuesto en escombreras separadas de los estériles
(Fig. 147) y totalizan 375.932 toneladas, con una ley media de 0,029% de U. Por otro lado, los
minerales de baja ley se han dispuesto también en escombreras y totalizan 34.901 toneladas,
con una ley media 0,016%U. Estos minerales también han sido utilizados en obras de
estabilización de precipitados, utilizándose 152.410 m 3 al 31/10/2016 (CNEA, 2013).
Figura 147. Escombrera de minerales marginales del Complejo Minero-Fabril San Rafael. Tomado de (CNEA, 2013).
g) Otros impactos
Para poder explotar los sectores Tigre I y La Terraza del yacimiento, se procedió a
desviar el cauce del arroyo El Tigre que pasaba sobre los cuerpos mineralizados (Cuerpos A y
C). La obra consistió en la construcción de un canal nuevo, la rectificación de un tramo del cauce
del arroyo El Toscal y la construcción de una ataguía para impedir el ingreso del caudal del arroyo
hacia el antiguo cauce, teniendo una extensión total de 1650 metros. En 1981 se amplió la obra
de desvío mediante la construcción de otro canal de 600 metros de longitud (CNEA, 2013).
ii) Depresiones
El Complejo Minero Fabril Los Gigantes fue operado por la empresa Sánchez Granel
S.A. entre 1982 y 1989, quien firmó un contrato con la CNEA. Con respecto a los terrenos donde
funcionó el complejo minero y donde actualmente se encuentran los residuos de la producción
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pasada, la CNEA alquila los mismos a la Provincia Franciscana de la Asunción de la Santísima
Virgen María del Río de la Plata (CNEA, 2005).
La figura 148 representa un esquema del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes, mientras
que en la figura 149 se muestra una imagen satelital del área.
Figura 148. Esquema del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. Tomado de (CNEA, 2017b).
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a) Colas de mineral
Cuadro 44. Caracterización de las colas de mineral del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. Tomado de (CNEA,
2005). El contenido de sulfatos es del orden de 0,4%, valor más elevado que el del estéril de cantera y marginales, por
efecto del tratamiento ácido de las colas.
Cantidad 2.400.000 toneladas
Concentración de uranio promedio 84 µg/g
Concentración de radio promedio 1,2 Bq/g
Tasa de emanación 0,33 Bq/m2s
Tasa de dosis 0,4 µSv/h
Contenido de sulfatos 0,4%
5,5 (promedio)
pH
4,85 (mínimo)
La gran altura de los frentes de colas (20 a 70 m), las altas pendientes y el alto régimen
de lluvias de la zona, definen condiciones propicias para que las mismas sean movilizadas,
requiriéndose su estabilización (CNEA, 2005).
b) Estériles
Cuadro 45. Caracterización de los estériles de minería del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. Tomado de (CNEA,
2005).
Cantidad 1.000.000 toneladas
Concentración de uranio promedio 59 µg/g
Concentración de radio promedio 0,6 Bq/g
Tasa de emanación 0,21 Bq/m2s
0,4 µSv/h (fondo
Tasa de dosis
natural 0,22 µSv/h)
Además, se determinó que estos minerales no son formadores de sulfuros (CNEA, 2005).
c) Marginales
Cuadro 46. Caracterización de los minerales marginales del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. Tomado de (CNEA,
2005).
Cantidad 600.000 toneladas
Concentración de uranio promedio 120 µg/g
Concentración de radio promedio 0,8 Bq/g
Tasa de emanación 0,22 Bq/m2s
0,39 µSv/h (fondo
Tasa de dosis
natural 0,22 µSv/h)
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Además, como en el caso de los estériles de minería, se determinó que estos minerales
no son formadores de sulfuros (CNEA, 2005).
d) Efluentes líquidos
Cuadro 47. Caracterización de los efluentes líquidos en el Dique Principal del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes.
Tomado de (CNEA, 2005). Estos valores presentan una gran variabilidad debido a los procesos naturales de
precipitación/evaporación e ingresos/egresos de aguas subterráneas. Los datos corresponden al año 2004.
Volumen 120.000 m3
Área 28.000 m2
Concentración de uranio promedio 10,5 µg/L
Concentración de radio promedio 1,3 Bq/L
Concentración de manganeso 28 mg/L
Concentración de amonio 164 mg/L
pH 4,5
Figura 150. Área de diques en el Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. Tomado de (CNEA, 2017b).
El contenido de radio está por encima del fondo de la zona y del requerimiento para agua
de bebida (según EPA, ya que en la República Argentina no está reglamentado), por lo que se
debe considerar su disminución al definir un proceso de tratamiento. El contenido de amonio es
elevado respecto al fondo de la zona y al requerimiento para agua de bebida: es probablemente
el elemento convencional de mayor riesgo en los efluentes líquidos dados los efectos que tiene
sobre la biota de las aguas. El contenido de Mn también es elevado respecto al fondo de la zona
y al requerimiento para agua de bebida. Por último, el pH del líquido es 4,5, y se debe plantear
su corrección hasta valores de neutralidad (CNEA, 2005).
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e) Lodos/precipitados
Cuadro 48. Caracterización de los precipitados acumulados en zona de diques dentro del Complejo Minero-Fabril Los
Gigantes. Tomado de (CNEA, 2005).
Cantidad 101.350 m3
5 metros (cubiertos con
Espesor colas de mineral de
espesor 0,5 a 2m)
Concentración de uranio promedio 217 µg/g
Concentración de radio promedio 1 Bq/g
Tasa de emanación 1,1 Bq/m2s
Tasa de dosis 0,45 µSv/h
pH < 7 (mínimo 4,85)
Contenido de sulfatos 25-30%
Figura 151. Área de diques del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. Al fondo se ve el Dique Principal con efluentes,
mientras que hacia adelante están los demás diques con precipitados y sin efluentes. Tomado de (CNEA, 2005).
f) Agua de mina
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Figura 152. Cantera de explotación del Complejo Minero-Fabril Los Gigantes. Foto de arriba tomada de (CNEA,
2017b); foto de abajo tomada de (CNEA, 2005).
Con respecto a las acciones realizadas en el Complejo Minero Fabril Los Gigantes desde
el cese de operaciones, se han realizado las siguientes tareas:
Recopilación de información.
Relevamiento topográfico.
Muestreo de residuos sólidos y líquidos.
Gestión provisoria de diques de acumulados de precipitados (diques 0, 1, 2 y 3).
Reducción por evaporación natural del volumen de efluentes líquidos.
Desmantelamiento parcial de instalaciones.
Construcción de un dique impermeabilizado.
g) Evaluación del impacto ambiental del Complejo Minero Fabril Los Gigantes
En el año 2000 se realizaron dos estudios para evaluar el impacto ambiental del área de
Los Gigantes. Por un lado, se realizó un estudio hidrológico e hidrogeológico del área a través
de un convenio con el Instituto Nacional del Agua (INA) y, por otro lado, se realizó un estudio de
la biota a través de un convenio de consultoría.
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río Cajón, el arroyo de la Mina, el río Cambuche, el río Icho Cruz, el río San Antonio y el lago San
Roque, junto a la ciudad de Villa Carlos Paz (CNEA, 2005). La figura 153 muestra la cuenca del
Río San Antonio.
Figura 153. Cuenca del río San Antonio y su desembocadura en el lago San Roque. Modificado de (Grande Cobián et
al., 2009).
Como conclusión del estudio, se determinó que las características químicas del agua
superficial y subterránea están influenciadas por la actividad minera e industrial existente en el
sitio.
52
Según Resolución N° 174/16 del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de la provincia de Córdoba, el valor
aconsejable es 0,05 mg/L y el límite tolerable es 0,1 mg/L.
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Los ríos Icho Cruz y San Antonio, aguas abajo en la cuenca y hasta la desembocadura
en el lago San Roque, mantienen buenas condiciones para agua de consumo.
Por otro lado, el otro estudio que se realizó en el área fue el de la biota. Los arroyos del
sector Norte presentan un estado de sanidad buena, coherente con la fauna y flora de que
presenta en la región.
Sin embargo, no ocurre lo mismo en los arroyos del sur, en donde los residuos sólidos
penetran en el arroyo de la Mina cambiando su estructura geomorfológica y química,
transformando a este arroyo en una corriente de agua incolora en la que no se observa vida
alguna y sólo bajo microscopio se contabilizan unos cuantos individuos de dos especies de algas.
Sólo algunos kilómetros aguas abajo, debido a la incorporación de arroyos de la ribera sur y
quizás por sedimentación de los sólidos disueltos, el arroyo comienza a recuperarse y va siendo
paulatinamente colonizado por algas e invertebrados. De los resultados obtenidos se desprende
que es necesario desarrollar medidas de mitigación que eviten el ingreso de los residuos sólidos
al arroyo de la Mina (CNEA, 2005).
El Complejo Minero Fabril La Estela fue operado por la empresa URANCO S.A. entre
1985 y 1990, quien firmó un contrato con la CNEA.
El Complejo tenía dos sectores ubicados a unos kilómetros entre sí, pero no adyacentes,
ambos a la vera de la quebrada el río Seco. En la margen izquierda se situaba la mina y en la
margen derecha se situaba el sector fabril donde se procesaban los minerales de uranio, como
se observa en la figura 154. Además de los minerales extraídos de esta mina, en la planta de
procesamiento se trataron minerales de uranio provenientes del yacimiento San Sebastián,
ubicado en la provincia de La Rioja (3,5 toneladas de uranio).
Figura 154. Imagen satelital de la disposición de las instalaciones en el Complejo Minero-Fabril La Estela.
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Ambos terrenos pertenecen actualmente a privados. En particular, en el predio fabril
existe una vivienda ocupada por una persona.
Luego del cese de operaciones por parte de la empresa minera, han quedado algunos
residuos en ambos sectores. En el sector de mina se encuentra ubicada la escombrera de
estériles. Estos minerales son aproximadamente 1.140.000 toneladas, como se observa en la
figura 155 (CNEA, 2005).
Figura 155. Escombrera de estériles en el Complejo Minero-Fabril La Estela. Tomado de (CNEA, 2005).
Los escombros tienen una pendiente natural generalizada de 35°, excepto algunos
sectores de taludes con ángulos de reposo inestables, en los que la empresa que operó la mina
ejecutó tareas de saneamiento y vallados de seguridad (CNEA, 2005).
La escombrera de estériles fue dispuesta directamente sobre el lecho del río Seco, dando
origen a una laguna aguas arriba del rajo. Las crecientes estacionales terminaron cortando la
escombrera y redistribuyendo el material aguas abajo, modificando la altura del aluvión, que en
su extremo oeste se incrementó en aproximadamente 3,5 metros (CNEA, 2005). La figura 156
muestra la imagen satelital del sector de la mina y la escombrera de estériles ubicadas a la vera
del río Seco.
Figura 156. Imagen satelital del sector de mina y escombrera de estériles ubicadas a la vera del Río Seco en el
Complejo Minero-Fabril La Estela.
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Las colas de mineral ubicadas en pilas están dispuestas sobre lo que fue la planchada
de lixiviación, sobre una membrana impermeable. La planchada abarca una superficie neta de
12.000 m2 (120 m x 100 m) y contiene 65.000 toneladas de colas de mineral provenientes de la
mina La Estela y 500 toneladas de colas de mineral provenientes de San Sebastián.
Las colas de mineral ubicadas en piletas fueron tratadas mediante lixiviación por
inundación. Las piletas son recipientes semienterrados ubicados en el sector centro-norte del
predio, ocupando una superficie de 480 m 2 (12 m x 40 m) y alojan 4500 toneladas de residuos
sólidos remanentes. Las características de las colas de mineral se detallan en el Cuadro 49.
Figura 157. Imagen satelital del predio que alojaba la planta de procesamiento de minerales en el Complejo Minero-
Fabril La Estela. En el centro de la imagen se puede ver la planchada de lixiviación rectangular que aloja las colas de
mineral recubiertas.
Las colas de mineral en pilas fueron cubiertas con un espesor promedio de 1 m de suelo
nativo, con suaves pendientes de 1 a 3% y varios sectores de descarga de aguas para impedir
escorrentías caudalosas. Este sector se dejó protegido por un canal de desviación mejorado,
siguiendo la descarga natural de la zona.
Las piletas de lixiviación también fueron recubiertas con suelo nativo con un espesor
promedio de 1,2 metros, mientras que el dique de efluentes fue recubierto con suelo nativo con
un espesor promedio de 1 m.
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15.8. Complejo Minero Fabril Los Colorados
El Complejo Minero Fabril Los Colorados fue operado por la empresa URANCO S.A entre
1992 y 1996, quien firmó un contrato con la CNEA. La figura 158 destaca la ubicación de los
distintos sectores del complejo.
Figura 158. Imagen satelital del Complejo Minero-Fabril Los Colorados con sus principales sectores.
Luego del cese de operaciones por parte de la empresa minera, quedaron en el sitio
varios residuos para gestionar. Los terrenos actualmente pertenecen a un particular.
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En la parte más baja de la cantera de extracción de minerales se ha acumulado una
cantidad de agua. La figura 159 destaca el área de explotación dentro del Complejo Minero-Fabril
Los Colorados.
Figura 159. Sector de explotación dentro del Complejo Minero-Fabril Los Colorados. Tomado de (CNEA, 2005).
Luego del cese de operaciones, todas las instalaciones fueron desmanteladas, previa
descontaminación y nivelación de terrenos para evitar acumulación de agua (CNEA, 2005).
Los elementos cuya descontaminación fue factible, como bombas, reactores, columnas
de intercambio, galpones, paneles y recubrimientos de cisterna, fueron desarmados
completamente, lavados con soluciones ácidas y agua y retirados del predio. Por otro lado, los
elementos cuya descontaminación no podía practicarse, como ropa, guantes, cañerías, entre
otros, fueron enterrados en el seno de las pilas de lixiviación.
15.9. Resumen
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Cuadro 50. Identificación de pasivos ambientales en cada uno de los sitios donde hubo minería del uranio en
Argentina.
Efluentes Agua de
Instalación Sitio Colas Marginales Estériles Lodos Otros
líquidos mina
Sí
Huemul (mina) - 2.500 m3 19.500 m3 - - No
Complejo (subterránea)
Minero-Fabril
Malargüe Malargüe
715.273 t - - No No - No
(planta)
Descargados sin
Suelos
Don Otto (mina tratamiento
500.000 t No No No No contaminados
y planta) directamente a
removidos
curso de agua
Complejo
Minero-Fabril Los Berthos
- No No - - No No
Tonco (mina)
Güemes (mina) - No No - - No -
Mineral
Los Adobes
- Sí Sí - - No extraído sin
(mina)
tratar
Complejo
Cerro Cóndor
Minero-Fabril - Sí Sí - - No No
(mina)
Pichiñán
Pichiñán
85.000 t - - Evaporados 60.000 t - No
(planta)
Complejo
Los Gigantes Dique Principal:
Minero-Fabril 2.400.000 t 600.000 t 1.000.000 t 101.350 m3 Sí No
(mina y planta) 120.000 m3
Los Gigantes
La Estela (mina
70.000 t No 1.140.000 t Evaporados Sí No No
Complejo y planta)
Minero-Fabril
La Estela San Sebastián,
No aplica Desconocido Desconocido - - Desconocido No
La Rioja (mina)
Complejo
Los Colorados
Minero-Fabril 135.700 t No 937.000 t Evaporados Sí Sí No
(mina y planta)
Los Colorados
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16. Proyectos de remediación en la República Argentina
Además, en la República Argentina hay otros dos sitios con remediación proyectada: el
yacimiento Schlagintweit en el Complejo Minero Fabril Los Gigantes que al 2022 tiene un
proyecto de cierre pendiente de aprobar por parte de la provincia de Córdoba y el Complejo Fabril
Córdoba (“El Chichón”) que tiene al 2022 un proyecto parcial de remediación que no incluye la
ubicación de la disposición final de las colas de mineral.
a) Antecedentes
Para realizar la gestión de las colas de mineral, principal objetivo de la remediación del
sitio, se evaluaron diversas alternativas, entre las cuales figuran la gestión en el emplazamiento
en el cual se encontraban en ese momento, la gestión con desplazamiento dentro del predio, la
gestión en la zona sur de la región y la gestión en el Complejo Minero Fabril San Rafael.
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Se realizaron dos audiencias públicas, en 1994 y en 1996. Finalmente, en 1997 las
autoridades de la provincia de Mendoza emitieron la Declaración de Impacto Ambiental que dio
luz verde al proyecto.
El proyecto de cierre y remediación del sitio donde funcionó el Complejo Fabril Malargüe
consistió básicamente en las siguientes etapas (Kurtz, 2013; Meza y Giordano, 2005):
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c) Desmantelamiento de instalaciones, hijuelas de riego y drenaje superficial
Figura 160. Desmantelamiento de instalaciones en el Complejo Fabril Malargüe. Tomado de (Kurtz, 2013).
Entre los años 1998 y 1999 se realizaron las obras en las hijuelas de riego y se
construyeron los drenajes superficial y subterráneo (Meza y Giordano, 2005).
Con respecto a la red de riego, teniendo en cuenta únicamente la porción que suministra
agua a las propiedades vecinas, se modificaron y se realizó el hormigonado de las hijuelas que
cruzaban el predio o lo circundaban, conformando un total de 988 metros de longitud (Meza y
Giordano, 2005). El aporte constante de estos canales hacia el agua subterránea agudizaba la
situación de elevación y afloramiento de las aguas subterráneas en el extremo norte del predio
(CNEA, 2005).
Con el fin de permitir el libre escurrimiento de las aguas de las precipitaciones, se ejecutó
un drenaje superficial de 950 metros de longitud coincidente con la elongación mayor del drenaje
subterráneo y ubicado sobre este último (CNEA, 2005; Meza y Giordano, 2005).
d) Drenaje subterráneo
Para proceder al diseño del encapsulado se debió realizar una exhaustiva evaluación del
comportamiento de las aguas subterráneas de la zona y en especial de las variaciones en el nivel
de las mismas (CNEA, 2005).
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de recarga por precipitaciones níveas en cordillera (± 2m). En segundo lugar, tiene variaciones
estacionales con una máxima en abril y una mínima en octubre (± 1m). Finalmente, debido a su
topografía, el nivel freático es cambiante en el sector en que se realizaría el encapsulado, en la
ubicación original de las colas de mineral y en el sector de la pluma contaminante (CNEA, 2005).
De los estudios realizados por el CRAS, se concluyó que el sector del encapsulado más
desfavorable es el sector noroeste del mismo, con una probabilidad de que el nivel freático
ascienda 2 metros por encima de los niveles medidos en 1995, con una probabilidad de
ocurrencia de una vez en 1000 años (Liseno y Giordano, 2000).
Figura 161. Trazado del drenaje subterráneo en el Complejo Fabril Malargüe. Tomado de (Meza y Giordano, 2005).
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El objetivo del sistema de drenaje subterráneo es deprimir los niveles del agua
subterránea para mantener a largo plazo las colas de mineral alejadas de la misma, además de
permitir la realización de las tareas de remediación en los sectores inundables en períodos de
mayor recarga (CNEA, 2005).
Una de las condiciones de mayor importancia es su duración a largo plazo, pero que al
mismo tiempo permita, si llegara a ser necesario, realizar cualquier mantenimiento sin afectar las
colas de mineral dispuestas posteriormente en el encapsulado (Giordano y Liseno, 2000).
Zanjeo.
Colocación de la cama de asiento de arena.
Descenso de la cañería.
Alineación y nivelación de la cañería.
Colocación del material de filtro hasta tres cuartas partes del caño.
Verificación de deformaciones.
Colocación del material de filtro y compactación del suelo hasta un metro por encima de
la cañería.
Relleno de la zanja hasta nivel de terreno y compactación del material utilizado.
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Figura 162. Construcción del drenaje subterráneo en el Complejo Fabril Malargüe. Tomado de (Kurtz, 2013).
El primer metro del terreno es un estrato areno-limoso con alta humedad y con posibilidad
de ser saturado por ascensión del nivel freático. A continuación, se encuentra un estrato aluvional
constituido por gravas con un espesor variable del orden de 20 m (CNEA, 2005).
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Las tareas de preparación del piso del encapsulado consistieron según (Castillo, 2005;
CNEA, 2005; Liseno y Giordano, 2000; Meza y Giordano, 2005) en:
Figura 163. Sectorización del Complejo Fabril Malargüe. Tomado de (CNEA, 2017b).
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f) Diseño y construcción del encapsulado
Las colas de mineral fueron desplazadas dentro del predio a un emplazamiento cuya
superficie se encuentra más alejada del nivel freático (CNEA, 2005). La figura 164 muestra un
corte transversal del encapsulado construido en el Complejo Fabril Malargüe.
Figura 164. Corte transversal del encapsulado construido en el Complejo Fabril Malargüe. Tomado de (CNEA, 2017b).
Las dimensiones son las siguientes (CNEA, 2005; Meza y Giordano, 2005):
Altura total: 8 m.
Base mayor: largo mayor 750 m, largo menor 650 m, ancho 185 m.
Base menor: largo mayor 673,5 m, largo menor 573,5 m, ancho 108,5 m.
Área ocupada: 11 ha.
Los espesores de las capas fueron calculados mediante modelado por el CRAS (Centro
Regional de Aguas Subterráneas) y en el Centro Atómico Bariloche de la CNEA (CNEA, 2017b;
Kurtz, 2013). El encapsulado fue diseñado de forma tal de cumplir con la restricción de 0,1
mSv/año de dosis a miembros del público, según estableció la Autoridad Regulatoria Nuclear
(CNEA, 2005).
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i) Características de la barrera inferior (Castillo, 2005; CNEA, 2005; Liseno y Giordano,
2000; Meza y Giordano, 2005). Consiste en tres capas: una capa de material poroso
compactado, una capa de suelo areno-limoso y una capa de arcilla compactada, como
se ve en la figura 165.
Figura 165. Corte transversal de la barrera inferior del encapsulado del Complejo Fabril Malargüe. Tomado de (CNEA,
2017b).
Cuadro 51. Características de las capas de la barrera inferior del encapsulado del Complejo Fabril Malargüe.
Sobre la capa de arcilla compactada se colocaron las colas de mineral, los suelos
contaminados y los materiales de demolición.
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Para la extracción de los materiales de la pila se utilizó como metodología el arranque
vertical con pala cargadora, como se observa en la figura 166. Para evitar la generación de
polvo se realizó una humectación controlada (Castillo, 2005; Liseno y Giordano, 2000).
Figura 166. Extracción y disposición de colas de mineral dentro del encapsulado en el Complejo Fabril Malargüe.
Tomado de (Kurtz, 2013).
Se llevó a cabo la neutralización de las colas con el fin de eliminar la acidez remanente
y estabilizar el sistema desde el punto de vista químico, ya que el uranio y otros cationes pesados
son insolubles a pH 7 (Castillo, 2005; Liseno y Giordano, 2000).
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Figura 167. Frente de colas de mineral en el Complejo Fabril Malargüe. Frente de colas en 2003, 2008 y 2015.
Tomado de (CNEA, 2017b).
iii) Características de la barrera superior (Castillo, 2005; CNEA, 2005; Liseno y Giordano,
2000):
Los taludes del encapsulado tienen la misma estructura mencionada, pero con espesores
variables debido a la inclinación de los mismos (CNEA, 2005). Consta de tres capas: una capa
de arcilla, una capa de suelo areno-limoso y una capa de enrocado (Fig. 168).
Figura 168. Corte transversal de la barrera superior del encapsulado del Complejo Fabril Malargüe. Tomado de
(CNEA, 2017b).
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Las características básicas se detallan en el Cuadro 52.
Cuadro 52. Características de las capas de la barrera superior del encapsulado del Complejo Fabril Malargüe.
La capa de arcilla tiene dos partes: una capa de suelo cohesivo superior o de
coronamiento del encapsulado, y una capa de suelo cohesivo perimetral con una pendiente que
enlaza la capa inferior de fundación con la superior.
Figura 169. Fotografías aéreas de distintos momentos de la construcción del encapsulado. Tomado de (CNEA, 2017b).
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g) Infiltración de aguas subterráneas en el encapsulado
Teniendo en cuenta los resultados anteriores, que desde la superficie se tienen 0,75 m
de altura para llegar al seno del encapsulado y acceder a los residuos, y que se antepone una
capa de arcilla de muy baja permeabilidad de 0,5 m de espesor, resulta esperable una contención
completa de las colas de mineral en el rango de 1000 años evaluado, aún en los casos más
extremos.
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Figura 170. Mapa de tasa de dosis equivalente ambiental gamma en el Complejo Fabril Malargüe y alrededores.
Izquierda: noviembre de 2014. Derecha: agosto de 2016. La variación de colores va desde verde (fondo natural de
radiación) hasta 2,5 µSv/h. Tomado de (CNEA, 2017b).
Por otro lado, el drenaje subterráneo contribuyó a deprimir los niveles de aguas
subterráneas debajo del encapsulado y la base arcilla compactada del encapsulado disminuyó
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la permeabilidad de la base de asentamiento de las colas de mineral desde valores de 10 -3 cm/s
a valores del orden de 10-8 a 10-9 cm/s.
Figura 171. Evolución de la construcción del encapsulado del Complejo Fabril Malargüe según imágenes satelitales.
Arriba a la izquierda: 2004; arriba a la derecha: 2009; abajo a la izquierda 2012; abajo a la derecha 2020. Tomado de
Google Earth.
Figura 172. Parque El Mirador dentro del predio del Complejo Fabril Malargüe. Tomado de (La Nación, 2017).
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El monitoreo ambiental que se desarrolla en el sitio consta de las siguientes mediciones
(Barari y Meza, 2015; Kurtz, 2013):
Posteriormente, entre los años 2013 y 2014 se realizó y presentó ante la provincia de
Mendoza la Manifestación General de Impacto Ambiental para la primera fase de la remediación
(CNEA, 2013).
Cuadro 53. Prioridades para la remediación de los pasivos ambientales dentro del Complejo Minero Fabril San Rafael.
Tomado de (CNEA, 2013).
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En el año 2019 finalmente fue aprobado el proyecto y tuvo su Declaración de Impacto
Ambiental para la Fase 1: agua de cantera y residuos sólidos. El proyecto se encuentra
actualmente en ejecución.
Como se mencionó anteriormente, las aguas acumuladas en las canteras tienen altos
valores de concentración de uranio, radio y arsénico, por lo que deben tratarse antes de realizar
su descarga al ambiente.
Por otro lado, comparando estas dos alternativas, se concluyó que tanto la inversión
como los gastos operativos eran mayores para la técnica de nanofiltración que para la de
tratamiento por resinas de intercambio iónico-precipitación. Además, los componentes de la
planta de nanofiltración deberían importarse y el sistema presentaría un mayor grado de
complejidad que el asociado a la técnica de resinas de intercambio-precipitación, por lo que
finalmente se decidió optar por esta última (CNEA, 2013).
Para la gestión del agua tratada, una vez removidos el uranio, radio y arsénico, se
adoptará la metodología de evaporación-infiltración en un área específica dentro del predio del
Complejo Minero Fabril San Rafael (CNEA, 2013).
Las resinas de intercambio iónico se utilizarán para retener el uranio, mientras que la
precipitación se utilizará para remover el radio y el arsénico.
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Después de remover el uranio, el agua de cantera será enviada a un dique pulmón
impermeable de 2000 m 3 de capacidad, y luego será enviada a dos tanques agitados en serie
para efectuar la precipitación del arsénico y del radio, ubicados en una planta de precipitación.
El proceso de precipitación trabajará de lunes a viernes, un turno por día a razón de 120 m 3/h.
Este dique pulmón y los tanques de precipitación estarán ubicados en el área de diques de
residuos sólidos y líquidos del Complejo Minero Fabril San Rafael (CNEA, 2013).
Figura 173. Esquema de tratamiento de las aguas de cantera del Complejo Minero Fabril San Rafael. Tomado de
(CNEA, 2013; Ramírez Santis, 2015).
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iii) Conducción del agua de cantera
El agua de cantera será conducida utilizando cañerías que van desde las distintas canteras
hasta las cisternas colectoras C4 y C5, las cuales servirán de alimentación a la planta de
tratamiento. Estas cañerías de conducción fueron instaladas en forma soterrada (CNEA, 2013).
Tramo 1: utiliza la cantera Tigre III como un pulmón donde se derivará el agua de las demás
canteras:
Además, existe una conexión entre la cañería Tigre III-planta de tratamiento y un ramal
que sale desde la cantera Gaucho I-II, para enviar a la planta de tratamiento el agua contenida
en esta última (Fig. 174). En el punto de conexión existe una válvula de paso que permite enviar
el flujo de una u otra cantera hacia la planta de tratamiento (CNEA, 2013).
Figura 174. Conexión de aguas entre las canteras y la planta de tratamiento (Tramo 1) en el Complejo Minero Fabril
San Rafael. Tomado de (CNEA, 2013).
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Tramo 2: cañería desde la planta de tratamiento hasta la planta de precipitación de Ra y As.
Figura 175. Conexión de aguas de cantera parcialmente tratadas entre la planta de tratamiento y la planta de
precipitación (Tramo 2). Tomado de (CNEA, 2013).
Figura 176. Esquema de vaciado de canteras mediante bomba contenida en una balsa dentro del Complejo Minero
Fabril San Rafael. Tomado de (CNEA, 2013).
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Figura 177. Esquema de la distribución de los alrededores de la planta de tratamiento del Complejo Minero Fabril San
Rafael. Tomado de (CNEA, 2013).
Posteriormente, el agua filtrada pasará por una serie de columnas de intercambio iónico.
Para esto se utilizarán 4 columnas conteniendo resinas de intercambio iónico aniónicas Amberlite
IRA 40053, lo cual permitirá una capacidad de tratamiento de 20 m 3/h de agua de cantera (Asenjo
y Perrino, 2006; CNEA, 2013; Ramírez Santis, 2015).
53
Amberlite IRA 400: resina de intercambio iónico con matriz de poliestireno y polidivinilbenceno, grupo funcional de
amonio cuaternario (-N+R3) y forma aniónica Cl-.
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circuito de fijación. Este proceso se continuará en forma continua (CNEA, 2013; Ramírez Santis,
2015).
Luego del paso por las columnas de intercambio iónico, el agua de cantera (hasta ahora
parcialmente tratada) será enviada a la cisterna C1 y desde allí hacia un dique pulmón
impermeable de 2000 m3 (CNEA, 2013; Ramírez Santis, 2015).
La elución del uranio desde las resinas de intercambio iónico se realizará empleando una
solución de sulfato de amonio (1,2-1,3 M) y ácido sulfúrico (5g/L) (CNEA, 2013; Ramírez Santis,
2015).
Elución de la primera fracción (cabeza): con bajo contenido de uranio, se retornará a las
cisternas A o B (cisternas de dilución de residuos sólidos).
Elución de la segunda fracción (corazón): con alto contenido de uranio, se enviará al
proceso de precipitación.
Elución de la tercera fracción (cola): con bajo contenido de uranio, se destinará a la
preparación de nuevos eluyentes.
A partir de aquí se obtendrá, por un lado, el agua de cantera parcialmente tratada (sin
uranio), y por el otro, una solución de sulfato de uranilo con el uranio recuperado.
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La pulpa obtenida se enviará a una centrífuga en donde se realizará una separación
sólido-líquido, obteniéndose un producto con un 50% de humedad. Este caerá por gravedad a
un extrusor, en donde el precipitado será comprimido y saldrá en forma de pellets que se enviarán
al horno de secado (CNEA, 2013).
Cuando los resultados de los análisis se encuentren dentro de los valores establecidos,
el agua se enviará al ACRE para su infiltración dentro del predio. Por otro lado, los precipitados
serán trasvasados periódicamente al dique DN 8-9 (CNEA, 2013; Ramírez Santis, 2015). Las
concentraciones finales esperadas luego del tratamiento de aguas de cantera en el Complejo
Minero Fabril San Rafael se muestran en el Cuadro 54.
Cuadro 54. Concentraciones finales esperadas luego del tratamiento de aguas de cantera en el Complejo Minero Fabril
San Rafael. Tomado de (CNEA, 2013; Ramírez Santis, 2015).
El área de vuelco final escogida para el agua de cantera tratada tendrá una superficie de
10 ha, la cual se subdividirá en 5 sectores de 2 ha cada uno. A su vez, cada sector de 2 ha se
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subdividirá en 3 subsectores de 0,66 ha cada uno. En cada subsector se colocarán 5 aspersores
con un caudal de 8 m 3/h cada uno, dando un total de 75 aspersores (CNEA, 2013; Ramírez
Santis, 2015).
Esta metodología fue elegida para favorecer la infiltración de los líquidos y no provocar
una saturación del suelo y posibles escorrentías superficiales (CNEA, 2013; Ramírez Santis,
2015). La figura 178 muestra el área de cultivos restringidos especiales (ACRE) dentro del predio
del Complejo Minero Fabril San Rafael.
Figura 178. Área de Cultivos Restringidos Especiales (ACRE) dentro del predio del Complejo Minero Fabril San Rafael.
Tomado de (CNEA, 2013).
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Figura 179. Ilustración de las etapas de remoción de colas de mineral, extracción y traslado de los residuos sólidos
(RS). Tomado de (CNEA, 2022; Gobierno de Mendoza, 2019).
Una vez en el tanque, los residuos sólidos serán primero lavados con agua (tres lavados)
para eliminar los nitratos solubles. Para ello se utilizará agua de cantera. También se eliminarán
en esta etapa los vestigios de materia orgánica que pueda contener la pulpa de residuos sólidos.
Es importante eliminar la materia orgánica antes de la disolución sulfúrica, ya que dificulta el
tratamiento posterior por resinas (Asenjo y Perrino, 2006; CNEA, 2013; Ramírez Santis, 2015).
Luego se realizará una disolución de los residuos sólidos con una solución de ácido
sulfúrico hasta lograr un pH de 0,5. La disolución será trasvasada a una serie de tanques de
decantación para separar impurezas y restos de líquido orgánico que pudieran contener.
La disolución limpia conteniendo los iones uranilo será diluida con agua en las cisternas
A y B para obtener un líquido de pH 1,3. A continuación, se hará pasar a través de columnas
conteniendo resinas de intercambio iónico aniónicas con el objetivo de fijar el uranio en las
mismas. El uranio será posteriormente eluído y la solución resultante será tratada de igual
manera que para la corriente de aguas de cantera. Es decir, se realizará la precipitación del
uranio, su conversión a pellets y su secado en horno (Asenjo y Perrino, 2006; CNEA, 2013;
Ramírez Santis, 2015).
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Por otro lado, los efluentes ácidos que resulten del paso por la serie de columnas de
intercambio iónico serán neutralizados con cal para el ajuste de pH y la precipitación de
potenciales contaminantes. Luego, serán dispuestos en el dique DN 8-9 para acumulación de
precipitados y evaporación de las soluciones neutras (CNEA, 2013). La figura 180 esquematiza
el tratamiento de los residuos sólidos (RS) dentro del Complejo Minero Fabril San Rafael.
Figura 180. Esquema de tratamiento de los residuos sólidos (RS) dentro del Complejo Minero Fabril San Rafael.
Tomado de (Ramírez Santis, 2015).
La gestión de los tambores vacíos y las bolsas plásticas se hará de la siguiente manera:
en primer lugar, se separarán las bolsas plásticas y éstas se ubicarán en un sector diferente a
los tambores. Luego, los tambores serán lavados, prensados y ubicados en trincheras con base
impermeabilizada (empleando suelo cohesivo) en las colas de mineral, como parte de la
remediación de las mismas. Finalmente se cubrirán los tambores con material de colas de
mineral y se procederá a su compactación (CNEA, 2013).
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Cuadro 55. Obras construidas y proyectadas en el Complejo Minero Fabril San Rafael y su estado actual.
Tomado de (Arrondo y Dieguez, 2016; CNEA, 2013).
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Figura 181. Esquema de producción para ambas corrientes de tratamiento (aguas de cantera y residuos sólidos) como
parte de la Fase 1 de remediación ambiental en el Complejo Minero Fabril San Rafael. Tomado de (CNEA, 2013).
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Mantenimiento de las instalaciones generales de la planta, como pisos, iluminación,
calefacción y ventilación.
Ampliación para alojar el Dispositivo de Apertura Segura de Tambores (DAST).
Entre medio de estas dos capas se instaló una geored con la función de conducir los
líquidos en caso de pérdidas en la primera membrana. Cada celda cuenta con un sistema de
captación de fugas independiente. Estos líquidos serán conducidos por gravedad hacia la
estación de bombeo a través es una cañería de PVC de 110 mm de diámetro (Arrondo y Dieguez,
2016).
Figura 182. Obras de impermeabilización de cisternas en cercanías de la planta de tratamiento (antigua planta de
concentración). La fotografía fue tomada durante la prueba hidráulica de una de las cisternas. Tomado de (Arrondo y
Dieguez, 2016).
Tarima.
Gabinete de descarga.
Caja de guantes.
Gabinete de equipos auxiliares.
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Los sistemas principales son (Arrondo y Dieguez, 2016):
Figura 183. Esquema del Dispositivo de Apertura Segura de Tambores (DAST) ubicado en la planta de tratamiento del
Complejo Minero Fabril San Rafael. No se muestra la campana del sistema de extracción que se encuentra en la parte
superior. Tomado de (CNEA, 2013).
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iv) Sistema de diques DN 5
Con respecto al diseño de las barreras de seguridad del sistema de diques, se consideró
únicamente la incorporación de materiales sintéticos, debido a que estos diques son
exclusivamente operativos y no serán utilizados para la disposición final de residuos (CNEA,
2013).
El sistema de detección de fugas (drenaje) que se colocará entre las dos geomembranas
constará de una geored que cubrirá integralmente la superficie interior del dique y una zanja
central de drenaje ejecutada sobre el fondo de cada reservorio. Esta zanja albergará material
drenante de relleno y una tubería perforada que conducirá las pérdidas a un sumidero ubicado
en el punto más bajo del sistema (CNEA, 2013).
Desde cada uno de los reservorios del dique DN 5 partirán dos cañerías hacia el dique
DN 8-9:
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Ambas cañerías dispondrán de válvulas esclusas colocadas en una cámara de válvulas
construida en hormigón armado.
v) Dique DN 8-9
Este dique fue construido como un dique de disposición final de residuos y tendrá las
siguientes funciones:
El nuevo dique 8-9 tiene un volumen operativo estimado de 112.500 m 3 (CNEA, 2013) y
fue terminado de construir en el año 2014 (Arrondo y Dieguez, 2016). Está construido sobre la
superficie de los precipitados estabilizados mecánicamente en los antiguos diques 8 y 9 (CNEA,
2014).
Con respecto al diseño de las barreras de seguridad de este dique, se consideró una
mezcla de materiales naturales y sintéticos. Esto se debe a que los materiales sintéticos
proporcionan una gran eficiencia en el manejo de líquidos, mientras que los materiales naturales
proporcionan una barrera de seguridad a largo plazo para los residuos que se almacenarán en
disposición final (CNEA, 2013).
El sistema de impermeabilización consta de una doble barrera sintética formada por dos
geomembranas de PEAD, entre las cuales se colocó un sistema de drenaje para la conducción
y captación de las fugas que pudieran originarse en la primera barrera (CNEA, 2014; U-238,
2014). Como barrera geológica natural se empleó una capa de arcilla de 0,5 m de espesor
(CNEA, 2013). Debajo de esta existe una capa horizontal de drenaje y por debajo el subdrenaje
en forma de zanjas (Fig. 184).
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Figura 184. Corte transversal de la base del Dique DN 8-9 construido en el Complejo Minero Fabril San Rafael. 1, base
estabilizada con roca; 2, manto de drenaje de canto rodado (espesor 0,4 m); 3, capa de arcilla compactada (espesor
0,5 m); 4, geomembrana de PEAD de 1 mm de espesor; 5, geored de polipropileno de 5 mm para drenaje; 6,
geomembrana de PEAD de 1,5 mm de espesor; (mgia); 7, envoltura de geotextil; 8, relleno de material drenante (canto
rodado seleccionado); 9, zanja de drenaje (0,6 m x 0,8 m); 10, tubería de drenaje de PEAD ranurado. Tomado de
(CNEA, 2013; Ramírez Santis, 2015).
Este sistema se colocó entre las dos geomembranas y consta de una geored que cubre
integralmente la superficie interior del dique. Este sistema tiene la función de captar posibles
pérdidas que se originen en la primera geomembrana (CNEA, 2014; U-238, 2014).
Los eventuales líquidos serán canalizados a un sumidero ubicado en el punto más bajo del dique,
en el muro que divide el dique 8-9 y el antiguo dique DN 10. Desde el sumidero parte una cañería
de acero inoxidable de 15 cm de diámetro que conducirá las pérdidas hasta la estación de
bombeo (CNEA, 2013).
Este sistema consta de una capa de drenaje horizontal colocado sobre toda la superficie
del fondo del dique 8-9 y un subdrenaje en forma de zanja siguiendo la pendiente natural del
terreno.
La función de este drenaje es conducir el agua que pudiera ingresar al sistema ante una
situación extrema de precipitación hasta una estación de bombeo y evitar el contacto del agua
con la arcilla que se encuentra por encima.
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En particular, el drenaje horizontal tiene las funciones de evacuar rápidamente los
líquidos hacia el sistema de subdrenaje, romper el ascenso capilar y nivelar la superficie para
recibir la capa de material cohesivo (arcilla). Este drenaje consiste en una capa de canto rodado
de 0,4 m de espesor que se colocará en toda la base del dique 8-9.
Por otro lado, el subdrenaje tiene la función de conducir el agua hasta la estación de
bombeo. Consiste en una zanja excavada en el enrocado de estabilización (precipitados). Se
construyó un subdrenaje central (denominado drenaje B) y dos laterales que se vinculan al
subdrenaje central (denominados A y C). El subdrenaje central continúa hasta la estación de
bombeo ubicada fuera del dique 8-9.
En el fondo de esta zanja se colocó una cañería ranurada apoyada sobre una capa de
unos 3-5 cm de canto rodado lavado. Tanto la cañería como sus accesorios son de PEAD. Los
caños están corrugados en su exterior y son lisos en su interior. Poseen perforaciones elípticas
en toda su extensión y definen la dirección de conducción preferencial del subdrenaje.
Se colocó una tela geotextil cubriendo totalmente la parte inferior y las paredes laterales
de la zanja. Luego la zanja fue rellenada con canto rodado hasta una altura rasante con la altura
de los precipitados estabilizados y cubierta con tela geotextil por encima haciendo los traslapes
y uniones correspondientes. Este geotextil tiene la función de filtración, ya que tiene la capacidad
de dejar pasar el agua y retener el material fino del sitio. Se utilizó un tipo no tejido elaborado
con filamentos poliméricos unidos mecánicamente.
Estación de bombeo:
Figura 185. Obras del Dique DN 8-9 en el Complejo Minero Fabril San Rafael. a) Construcción del vaso del dique; b)
Estación de bombeo del dique. Tomado de (CNEA, 2014).
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Los líquidos que provengan del sistema de drenaje de seguridad, es decir, por debajo de
la doble membrana geosintética y la capa de arcilla impermeable, serán conducidos por cañerías
de PEAD y se almacenarán en un tanque de PEAD. Estos líquidos serán recirculados hacia la
planta de neutralización y luego al dique 3B.
Por otra parte, los líquidos que provengan del sistema de captación de fugas (entre la
doble membrana geosintética) serán canalizados a través de una cañería de acero inoxidable
hacia un segundo tanque de PEAD igual que el anterior. La cañería dispone de una válvula
esclusa ubicada antes de su descarga. Estos líquidos serán recirculados hacia el dique 8-9.
Figura 186. Imagen satelital del Dique DN 8-9 y alrededores, dentro del Complejo Minero Fabril San Rafael. Año 2021,
tomado de Google Earth.
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17. Proyectos de remediación en el mundo
La planta de procesamiento de Grand Junction estaba ubicada en el Gran Valle del río
Colorado, a 1402 metros sobre el nivel del mar, en el centro-oeste del estado de Colorado de
Estados Unidos. El predio ocupaba 46 hectáreas y era propiedad de la ciudad de Grand Junction,
estaba ubicado en un área industrial de la ciudad en la ribera norte del río Colorado.
Por otro lado, desde 1950 hasta 1966 la empresa vendió una gran cantidad de colas de
mineral (de naturaleza arenosa) a numerosos contratistas y ciudadanos particulares como
material de relleno y de construcción. Como resultado de esto, cerca de 300.000 toneladas de
colas fueron distribuidas en más de 4000 propiedades privadas y comerciales de toda el área de
Grand Junction. En 1966 empezaron a surgir preocupaciones por posibles efectos adversos en
la salud derivados de las colas de mineral, por lo que la empresa fue obligada a detener su
distribución (U.S. Department of Energy, 2021).
En la figura 187 se muestra una imagen satelital del sitio donde se encontraba la planta
de procesamiento de minerales de uranio de Grand Junction.
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Figura 187. Ubicación del sitio de procesamiento de Grand Junction. Imagen satelital tomada de Google Earth en
2015.
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La concentración de radio promedio en un área de 100 m 2 no debe superar los 5 pCi/g
sobre los valores de fondo en la primera capa de 15 cm de suelo.
La concentración de radio promedio en un área de 100 m 2 no debe superar los 15 pCi/g
en la siguiente capa de 15 cm de suelo.
Además, los niveles de radiación gamma no deben exceder de 0,18 µSv/h sobre los
valores de fondo de la zona. Los valores máximos de concentración aceptables en aguas
subterráneas son 0,05 mg/L de arsénico, 5 pCi/L de radio, 30 pCi/L de uranio y 15 pCi/L de
actividad alfa total (excluyendo radón y uranio) (U.S. Code of Federal Regulations, 2022).
Figura 188. Evolución del sitio de procesamiento de Grand Junction a lo largo del tiempo. Imágenes satelitales
tomadas de Google Earth en 1993, 2015 y 2021.
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(U.S. Department of Energy, 2021). En la figura 189 a y b se muestra una imagen satelital del
área de Grand Junction y de la celda de disposición.
Figura 189. Ubicación de la celda de disposición final de Grand Junction. a) Distancia entre el sitio de procesamiento y
la celda; b) Celda de disposición final. Imágenes satelitales tomadas de Google Earth en 2019.
La celda de disposición final está ubicada a 1585 metros sobre el nivel del mar, sobre
una ladera con pendiente hacia el oeste. La base del terreno está compuesta por 12 metros de
depósitos aluviales y coluviales y terrazas de gravas. Por debajo yace la Formación Mancos
Shale, con un espesor aproximado de 213 metros. El DOE eligió esta ubicación por su lejanía y
aislamiento, su ausencia de aguas subterráneas y por la mencionada espesa formación
impermeable de la Formación Mancos Shale (U.S. Department of Energy, 2021).
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La celda fue completada y cerrada parcialmente en 1994 cuando finalizó la transferencia
de las colas de mineral desde el sitio de Grand Junction. El resto de la celda permanece abierta
en la actualidad (2022) para recibir materiales contaminados con colas que permanecen aún sin
remediar y remover en caminos y obras de servicios públicos. El objetivo es cerrarla en 2031 o
cuando se complete la capacidad de la celda (lo que ocurra primero). En la figura 190 se muestra
la operación de la celda en diferentes etapas.
Figura 190. Operación en la celda de disposición final de Grand Junction. Tomado de (U.S. Department of Energy,
2021).
En este tipo de celdas deben considerarse los efectos localizados o temporarios, como
la formación de grietas o las intrusiones de animales excavadores. Además, deben
implementarse las medidas para minimizar la migración de líquidos a través de la celda. Estos
sistemas deben funcionar sin mantenimiento, promover el drenaje y minimizar la erosión de la
cobertura. Deben evitarse los asentamientos diferenciales y la subsidencia de manera de
mantener la integridad de la cobertura (U.S. Code of Federal Regulations, 2022).
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El diseño está evaluado además para garantizar la contención a largo plazo, con 200
años de mínimo y 1000 años como objetivo de diseño, como en todas las celdas de disposición
construidas por el DOE para el proyecto UMTRA (U.S. Code of Federal Regulations; U.S.
Department of Energy, 2021; U.S. Department of Energy, 2014). Como parte de la evaluación,
se tienen en cuenta eventos extremos tales como la precipitación máxima probable, la crecida
máxima probable y el sismo máximo creíble (U.S. Nuclear Regulatory Commission, 2017).
Además, la celda fue diseñada para que en su superficie no se exceda de 20 pCi/m 2/s
(0,74 Bq/m2/s) de tasa de emanación de radón, de acuerdo a los estándares fijados por la EPA
(U.S. Code of Federal Regulations, 2022).
Cuadro 56. Características de la cobertura multicapa de la celda de disposición de Grand Junction. Tomado de (U.S.
Department of Energy, 2021; U.S. Department of Energy, 2022).
Figura 191. Corte transversal de la celda de disposición final de Grand Junction. Tomado de (U.S. Department of
Energy, 2021).
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Funcionó desde 1959 hasta 1981, y en sus veintidós años de producción se procesaron
minerales de uranio procedentes fundamentalmente de varios yacimientos ubicados en las
sierras de Andújar y en Cardeña, en las sierras de Albarrana-El Cabril, para obtener
concentrados de uranio con una pureza de 80% de U3O8 (Muñoz Castillo, 2017).
En 1991 comenzaron los trabajos de cierre y remediación del sitio, extendiéndose hasta
1994 y comenzando en 1995 un período de vigilancia. Por otra parte, los trabajos de remediación
y restauración de las 19 antiguas minas en las regiones de Andalucía y Extremadura comenzaron
en 1997 y finalizaron en 2000. Todos los trabajos fueron realizados por ENRESA, una empresa
pública española creada en 1984 dedicada a la gestión de residuos radiactivos en todo el
territorio nacional (Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España, 2006).
Los principales residuos eran las 1.218.098 toneladas de colas de mineral que tenían un
volumen de 980.000 m3, una granulometría limo-arcillosa y limo-arenosa, y además poseían una
estabilidad y un confinamiento precario. En términos radiológicos, las colas tenían una actividad
total de 5400 Ci (199,8 TBq), una actividad específica media de 345 pCi/g de 226Ra, y una tasa
de emanación de radón de aproximadamente 350 pCi/m 2/s (12,95 Bq/m2/s) (Sánchez y De
Santiago, 1994).
Por otro lado, en el predio se encontraban las instalaciones de proceso, que incluían
restos y costras de mineral y de concentrado de uranio, con un volumen de 1.800 m3 de productos
metálicos con contaminación superficial, desprendible, pero con una actividad muy inferior a la
de las colas. Además, el sitio poseía instalaciones y edificios auxiliares ligeramente
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contaminados que terminaron aportando 28.000 m3 de productos de demolición con actividades
despreciables. En el sitio había además suelos contaminados que tenían actividades específicas
medias en torno a 20 pCi/g de 226Ra y totalizaron unos 70.700 m 3 (Sánchez y De Santiago, 1994).
Como estrategia de gestión de cierre del sitio, se adoptó un confinamiento de todos los
materiales existentes en el mismo, conjuntamente con toda la masa de colas de mineral, en un
dique remodelado con una configuración estable, cubriendo el conjunto con un sistema multicapa
e integrando la celda con el paisaje de la zona. El proceso de desmantelamiento y cierre del sitio
se resume en la figura 192.
Figura 192. Diagrama del proceso de cierre y remediación de la Fábrica de uranio de Andújar. Tomado de (Sánchez y
De Santiago, 1994).
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Figura 193. Imágenes de la ubicación y acondicionamiento de los productos de desmantelamiento de la Fábrica de
uranio de Andújar. a) Jaulas con productos de desmantelamiento; b) Hormigonado de las jaulas formando losas.
Tomado de (Sánchez y De Santiago, 1994).
Figura 194. Esquema del encapsulado de la Fábrica de uranio de Andújar. a) Vista desde arriba con ubicación de las
losas de hormigón; b) Corte transversal a lo largo de la dirección A-A’. Tomado de (Sánchez y De Santiago, 1994).
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Para la construcción de la celda de confinamiento se siguieron 8 criterios de diseño
(Sánchez y De Santiago, 1994):
Por otra parte, debido a que la actividad media de los suelos contaminados era del orden
de los 20 pCi/g de 226Ra, muy inferior a la correspondiente a las colas de mineral, y el volumen
de ellos era significativo, el diseño de la celda consideró la colocación de estos suelos
directamente sobre las colas de mineral actuando de este modo como ayuda para la reducción
de la emanación de radón (Sánchez y De Santiago, 1994).
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Figura 195. Esquema de la cobertura multicapa de la celda de disposición de la Fábrica de uranio de Andújar. El suelo
perdido es la fracción más superficial y por ende la más rica en nutrientes. Tomado de (Ruiz Sánchez-Porro, 2010).
Además, en taludes se incorporó una capa de suelo-roca que proporciona una adecuada
protección contra la erosión y permite el establecimiento de vegetación para una mejor
integración de la celda con su entorno.
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Figura 196. Evolución en el tiempo del encapsulado de la Fábrica de uranio de Andújar. Arriba a la izquierda: antes de
las obras (enero 1991); arriba a la derecha: desmantelamiento y demolición del edificio de procesos y construcción del
dique de líquidos (noviembre 1991); abajo a la izquierda: colocación del filtro y suelo vegetal del encapsulado (octubre
1993); abajo a la derecha: finalización de la celda e integración paisajística (abril 1994).
Para 1997, la COGEMA era dueña de 450 hectáreas en la región. El complejo minero
estaba compuesto por varias minas a cielo abierto y subterráneas, además de la mencionada
planta de tratamiento operada por la Sociedad Industrial de Minas del Oeste (Société Industrielle
des Mines de l’Ouest, SIMO), una filial de la COGEMA. Las minas y planta pueden agruparse en
diferentes sitios, los cuales se muestran en la figura 197 (Constantin-Blanc, 2003):
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Figura 197. Ubicación de los sitios afectados por minería y procesamiento de minerales de uranio en la región cercana
a la ciudad francesa de Lodève. Los núcleos urbanos se muestran en gris, mientras que las instalaciones mineras se
muestran en color crema. Tomado de (Constantin-Blanc, 2003).
Sitio principal de COGEMA-SIMO (mina principal Mas Lavayre, donde se extrajo cerca
del 80% del mineral, planta de procesamiento de minerales y antigua planta de tratamiento
de aguas).
Mas d’Alary (2 minas a cielo abierto en donde se encuentran en disposición final las colas
de mineral de la planta, 1 mina a cielo abierto en donde se encuentra la actual planta de
tratamiento de aguas y otra mina a cielo abierto adicional).
Tréviels (1 mina a cielo abierto/subterránea y otra a cielo abierto)
Les Mares (2 pequeñas minas subterráneas y 3 minas a cielo abierto)
Rabéjac (2 minas a cielo abierto)
La Plagne-Campagnac (2 minas a cielo abierto)
Pueche-Bouissou (1 mina subterránea)
Lodève finalizó sus operaciones en 1997. Como parte del cierre del sitio, la planta de
tratamiento fue desmantelada y todo el equipamiento contaminado, materiales de demolición y
los materiales de scrap de planta fueron almacenados en un área especialmente dedicada a tal
fin ubicada encima de las colas de mineral. Posteriormente fueron cubiertos (NEA y IAEA, 2002;
Roche, 2002).
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escombreras de residuos fueron suavizadas y por encima de ellas se plantaron árboles y se
establecieron paneles fotovoltaicos para aprovechamiento de la luz solar (Waggitt, 2019).
Con respecto al tratamiento de las aguas y efluentes, en 1998 los estudios para la
remediación del sitio mostraron dos tipos de aguas que debían tratarse (NEA y IAEA, 2002):
Cuadro 58. Caracterización de las aguas a tratar en Lodève y valores objetivo de la remediación antes de su descarga.
Tomado de (NEA y IAEA, 2002).
Figura 198. Esquema del proceso de remediación de aguas en las minas de Lodève. Adaptado de (NEA y IAEA,
2002).
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Figura 199. Imagen satelital de las minas de Lodève y planta de tratamiento de aguas. Izquierda: se ven los paneles
fotovoltaicos instalados (tomado de Google Earth, año 2020); Derecha: columnas de intercambio iónico de la planta de
tratamiento de aguas, tomado de (AREVA, 2017).
El sitio fue operado por la empresa SDAG Wismut (Sociedad Anónima Soviética-
Alemana) mediante minería subterránea desde 1946 a 1991, en territorio de la entonces
Alemania Oriental. Produjo una cantidad aproximada de 80.000 toneladas de uranio,
representando el depósito de uranio más grande de toda la región de los Montes Metálicos
(Wismut, 2022).
El sitio posee además muchas galerías cercanas a la superficie que fueron realizadas
durante los primeros años de minería. Éstas tuvieron que ser reabiertas y rellenadas como parte
de los trabajos de remediación. Se removieron muchos contaminantes y se cerraron y sellaron
muchas entradas. Por otro lado, se demolieron y desmantelaron las estructuras superficiales y
los edificios (Wismut, 2022).
Cuando finalizó la operación en 1991 y dejaron de operar las bombas para extracción
del agua de mina, se comenzó un proceso de inundación controlada de las galerías subterráneas.
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Stolln. Esta galería fue construida durante la Edad Media para permitir el drenaje de las minas
de cobre, plata y cobalto de Schneeberg y Schlema. En los próximos años se espera que el nivel
del agua alcance gradualmente el nivel de descarga en el río Zwickauer Mulde (Wismut, 2022).
El agua es bombeada hacia una planta de tratamiento ubicada cerca del sitio. Esta planta
consiste en dos líneas de tratamiento iguales que fueron instaladas en 1998 y 2000, y tiene una
capacidad de diseño de 1.150 m 3/h. El tratamiento del agua de mina deberá continuar hasta que
los niveles de los contaminantes mencionados estén por debajo de los límites establecidos para
su descarga directa, lo cual no se espera que ocurra sino hasta 25 años después de operación
(Wismut, 2022). En la figura 200 se muestra la planta de tratamiento.
Figura 200. Planta de tratamiento de aguas del sitio Schlema-Alberoda en Alemania. Tomado de (Wismut, 2022).
Los residuos sólidos que se generan durante el tratamiento son inmovilizados en una
matriz cementicia y se realiza su disposición final en un sector adyacente a la boca de mina,
dentro de una celda de confinamiento (NEA y IAEA, 2002).
Para realizar la eliminación del uranio se utiliza el método de adsorción iónica, mientras
que para la eliminación del radio, el arsénico, el hierro y el manganeso se utiliza el método de
precipitación.
1. Disminución del pH hasta 3,4 por adición de ácido clorhídrico y oxidación del hierro y el
manganeso por aireación. Simultáneamente, se destruyen los complejos de uranil
carbonato.
2. Ajuste del pH hasta 5,8-6,0 por adición de hidróxido de sodio.
3. Precipitación del radio por adición de cloruro de bario.
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4. Separación del uranio por adsorción en la superficie reactiva de un polímero de alto peso
molecular denominado GoPur®54 3000.
5. Ajuste del pH hasta 6,2 por adición de hidróxido de sodio y precipitación del hierro en
solución como hidróxido de hierro.
6. Precipitación del arsénico como arseniato férrico por adición de cloruro férrico.
7. Oxidación del manganeso por adición de permanganato de potasio.
8. Adición de floculante para fomentar la floculación de precipitados.
9. Separación sólido/líquido en un clarificador Lamella.
10. Filtración de los líquidos obtenidas en la separación sólido/líquido.
11. Descarga de los líquidos tratados al río Zwickauer Mulde.
12. Concentración de los sólidos obtenidos en la separación sólido/líquido mediante un
tanque espesador.
13. Deshidratación de los sólidos concentrados mediante un filtro de prensa para obtener
una pulpa con 40% de peso de sólidos.
14. Inmovilización de los contaminantes por mezcla de la pulpa en una matriz cementicia.
15. Almacenamiento en big bags.
16. Traslado de las bolsas acondicionadas hacia una celda de disposición final
especialmente preparada.
Figura 201. Esquema del proceso de remediación de aguas en las minas de Schlema-Alberoda en Alemania. Tomado
de (NEA y IAEA, 2002).
54
GoPur®3000: es un polímero orgánico que posee grupos amidoxima y ácido hidroxámico en su estructura. Se
adiciona al agua de mina para lograr una fijación altamente efectiva del ion uranilo en solución y una floculación
intensiva debido a la agregación molecular. Se recicla mediante lavados para utilizar nuevamente en el proceso (HeGo
Biotec, 2022).
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En el Cuadro 59 se muestran los valores iniciales y finales, luego del tratamiento
realizado.
Cuadro 59. Caracterización de las aguas a tratar en Schlema-Alberoda, valores finales de los efluentes y valores
límites de descarga adoptados. Tomado de (NEA y IAEA, 2002).
En la figura 202 se muestra una imagen satelital del sitio y las principales instalaciones.
Página | 288
18. Minería de uranio en el siglo XXI
A pesar de estos avances y de los mayores conocimientos que se tienen acerca de las
cantidades de uranio que tienen las instalaciones, los productores y los gobiernos en sus
inventarios, todavía quedan incertidumbres con relación al tamaño y la movilidad de estos
inventarios, así como también la disponibilidad de uranio proveniente de las denominadas
fuentes secundarias de abastecimiento (NEA y IAEA, 2020).
Página | 289
Con respecto a la producción, luego de 1990 cayó muy por debajo de la demanda y
fueron las fuentes secundarias de abastecimiento quienes alimentaron al mercado. Desde 2007,
la producción de uranio ha aumentado y se ha cerrado parcialmente la brecha entre la producción
y los requerimientos comerciales de uranio (NEA y IAEA, 2020).
La noción de conciencia ambiental comenzó en la década de 1960 con los inicios del
movimiento ecologista y ambientalista, de la mano de publicaciones como Primavera Silenciosa
de Rachel Carson en 1962, La Bomba Demográfica de Paul Ehrlich en 1968 y La Tragedia de
los Comunes de Garrett Hardin en 1968.
En el plano internacional, fue fundado en 1968 el Club de Roma por un pequeño grupo
de políticos y científicos con interés en problemáticas como el deterioro ambiental, la pobreza,
las enfermedades endémicas y su interrelación.
Página | 290
Se definió al desarrollo sostenible como el desarrollo que permite satisfacer las
necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las necesidades de las
generaciones futuras (Brundtland, 1987).
Figura 203. Tres pilares fundamentales del desarrollo sostenible. Tomado de (World Nuclear Association, 2021).
Si se tienen en cuenta las tendencias de las últimas décadas, se espera que la demanda
de energía aumente dramáticamente en el siglo XXI, en especial en los países en desarrollo
donde más de 1000 millones de personas no tienen acceso en la actualidad a los servicios
energéticos modernos. Cubrir esta demanda mundial de energía requerirá una expansión del
75% de la oferta de energía primaria hacia el año 2050 (IAEA, 2013b).
El sistema energético mundial actual está basado en el uso de los combustibles fósiles:
más del 80% del consumo de energía primaria proviene de la quema combustibles fósiles
(petróleo, gas natural y carbón), y permanece inalterado en estos valores desde 1990 (World
Nuclear Association, 2021).
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Figura 204. Distribución de energía primaria global según la fuente de energía para el año 2019. Tomado de (BP,
2020).
Este desafío doble, es decir, la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero y simultáneamente proveer más energía a la población, posiciona al sector
energético en el centro de importancia para lograr un desarrollo sostenible (World Nuclear
Association, 2021).
Figura 205. Crecimiento del consumo de electricidad en un escenario de bajas emisiones de carbono. Tomado de
(World Nuclear Association, 2021).
No existe ninguna tecnología que no conlleve riesgos a las personas o al ambiente. Por
ejemplo, mientras que las fuentes de energía bajas en carbono no emiten dióxido de carbono
durante su operación, sí son responsables por las emisiones durante la construcción y su
desmantelamiento (World Nuclear Association, 2021).
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En la figura 206 se grafican las emisiones promedio de CO 2 equivalente de diversas
energías, teniendo en cuenta su ciclo de vida completo.
Figura 206. Emisiones promedio de CO2 equivalente de diversas energías teniendo en cuenta el ciclo de vida
completo. Tomado de (World Nuclear Association, 2021).
En este sentido, resultará mucho más difícil que el mundo alcance los objetivos de
asegurar un suministro sostenible de energía y al mismo tiempo lograr la disminución de los
gases de efecto invernadero sin la contribución de la energía nucleoeléctrica (IAEA, 2013b).
Entre los factores que contribuyen al creciente interés por la energía nuclear se
encuentran algunos de los ya mencionados, como la creciente demanda mundial de energía y
las preocupaciones por el cambio climático, además de la inestabilidad de los precios de los
combustibles fósiles y la seguridad del suministro de energía (IAEA, 2013b).
Para ello, se ha elaborado el programa Harmony como una iniciativa global por parte del
sector nuclear que promueve la generación del 25% de la electricidad mundial proveniente de
energía nuclear para el año 2050. De esta manera se piensa contribuir a satisfacer la creciente
demanda de energía sostenible en un marco de una matriz energética limpia, confiable y de bajas
emisiones de carbono. Para lograr esto se necesita que la generación de energía nuclear se
triplique para el año 2050 (World Nuclear Association, 2021).
Este programa puede parecer una meta muy ambiciosa, pero el ritmo de construcción de
reactores nucleares que se necesita para lograrla no es mayor que el que se ha conseguido
históricamente (World Nuclear Association, 2021).
Página | 293
Sin embargo, el uso del suelo por parte de las tecnologías generadoras de energía se
extiende más allá de su huella de generación, de modo de incluir la minería y/o la extracción de
las materias primas necesarias para desarrollarlas, y en el caso de fuentes convencionales de
energía, su ciclo del combustible. Teniendo en cuenta esto, el uso del suelo por parte de las
energías de biomasa, hidroeléctrica, eólica y solar se encuentra entre uno y tres órdenes de
magnitud más que la energía nuclear (World Nuclear Association, 2021), como se ilustra en la
figura 207.
Figura 207. Uso del suelo relativo (generación y minería de los combustibles) de diversas alternativas de generación
de electricidad por unidad de electricidad. Adaptado de (World Nuclear Association, 2021).
Otra ventaja de la energía nuclear es que ocupa el primer lugar entre todas las demás
tecnologías energéticas en lo que se refiere a la “internalización” de todos los costos externos,
desde la seguridad a la disposición final de los desechos y el retiro de servicio de las
instalaciones. Por “internalización” de los costos se entiende que los costos de todas esas
actividades están ya ampliamente incluidos en el precio que pagamos por la electricidad nuclear.
En contraste, si los costos ambientales se internalizaran en el precio que se paga por el uso de
los combustibles fósiles, se pagaría mucho más por la electricidad producida (IAEA, 2013b).
Por el contrario, las preocupaciones que suele generar la energía nuclear son las
siguientes (Brook y Bradshaw, 2015):
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Su desarrollo es lento y costoso.
Los informes sugieren que las consecuencias de esto serían más severas para países
con un limitado acceso a fuentes de energía y que hayan planificado depender fuertemente en
la energía nuclear para su seguridad energética. Además, para países en desarrollo, sería mucho
más difícil satisfacer su creciente y rápida demanda de electricidad (International Energy Agency,
2011).
Por otro lado, si disminuyera dentro de la matriz energética la energía, otros cambios
serían esenciales si se quiere lograr el objetivo de mantener la temperatura promedio mundial
por debajo de 2°C a largo plazo. Esto implicaría que (International Energy Agency, 2011):
Página | 295
A su vez, toda sustitución de la energía nuclear debería provenir de tecnologías de baja
emisión de carbono, de manera de no generar incrementos netos en las emisiones globales. Esto
sería extremadamente costoso y difícil (International Energy Agency, 2011).
Por este motivo, la energía nuclear tiene el enorme potencial de seguir desempeñando
una importante función en el esfuerzo por limitar las emisiones futuras de gases de invernadero
y de satisfacer a la vez las necesidades mundiales de energía (IAEA, 2013b). Debería al menos
ser considerada seriamente, en conjunto con las fuentes de energía renovables como la eólica y
la solar, en la matriz energética mundial (Brook y Bradshaw, 2015).
Otro de los aspectos que cambió profundamente en las últimas décadas es la relación
de las empresas y las instituciones con la sociedad.
Dos conceptos que tienen que ver con la relación con las sociedades son la
transparencia y la rendición de cuentas (accountability). Se puede definir a la transparencia como
la publicación o divulgación de la información por parte de una institución o empresa, y se
entiende la rendición de cuentas como la evaluación a la cual se encuentra sujeto el accionar de
una institución o empresa por parte de la sociedad (Moldaieva, 2021).
Página | 296
Particularmente, en la industria minera los mecanismos de transparencia fomentan los
canales de comunicación y promueven el escrutinio público sobre temas a través de audiencias
como los procesos de extracción de recursos naturales y los ingresos o ganancias que se derivan
de ellos, como control ambiental, remediación y restauración. Estos procesos están relacionados
con la responsabilidad social empresarial (Moldaieva, 2021).
En este sentido, se pueden mencionar dos tipos muy diferentes de enfoques a la hora
de involucrar a las partes interesadas en las decisiones de un proyecto: son el modelo DAD y el
modelo EDD.
Este modelo parece resultar más rápido y simple ya que una menor cantidad de personas
se encuentran involucradas en las decisiones. A su vez estas decisiones son tomadas por un
grupo de expertos y esto asegura que las órdenes se sigan debido a las estructuras de poder y
jerarquía que operan en la institución (Walker, 2019).
Sin embargo, el modelo DAD es muy proclive a generar mucha resistencia por parte de
la población. La resistencia consume una enorme cantidad de tiempo y de recursos debido a que
se debe proveer una respuesta a la sociedad. Por esta razón muchos proyectos se demoran
extensamente en el tiempo o directamente terminan siendo abandonados (Straw, 2022; Walker,
2019).
En la industria nuclear son abundantes los ejemplos que han seguido el modelo DAD,
llegando a provocar que determinadas comunidades que no tienen ningún tipo de actividad
nuclear en su territorio hayan tomado medidas para prevenir o directamente prohibir proyectos
nucleares, siguiendo el principio de “no en mi patio trasero” (Danesi, 2003).
El tiempo y los costos que demanda inicialmente el modelo EDD son sustancialmente
mayores que los que demanda el modelo DAD, en el cual sus decisiones provienen únicamente
por parte de expertos. Sin embargo, una vez que una decisión ha sido alcanzada mediante el
modelo EDD, está será más innovadora, adaptada a múltiples necesidades y perspectivas por
Página | 297
parte de las diferentes partes interesadas del proyecto, y por ende más aceptada por parte de la
sociedad (Everard, 2013).
La Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) fue creada tres años después, en 1997, a través
de la Ley Nacional N° 24.804 de la Actividad Nuclear y su Decreto Reglamentario N° 1390/98.
De este modo se estableció a la ARN como un organismo autárquico e independiente con
jurisdicción nacional y con competencias en materia de protección radiológica, seguridad nuclear,
seguridad física y salvaguardias 55. Su evolución se muestra en la figura 208.
55
Salvaguardias: son un conjunto de medidas técnicas aplicadas a materiales y actividades nucleares, por medio de las
cuales este trata de verificar de manera independiente que las instalaciones nucleares no se utilizan de manera indebida
y que los materiales nucleares no se desvían de los usos pacíficos (IAEA, 2022c)
Página | 298
Figura 208. Evolución del organismo regulador en Argentina. Tomado de (ARN, 2022).
El artículo 205 del título undécimo del Código de Minería indica que la exploración y
explotación de minerales nucleares y de los desmontes, relaves y escoriales que los contengan,
se regirán por las disposiciones de este código referentes a las minas de primera y segunda
categoría, en todo lo que no se encuentre modificado por el presente Título. El organismo que
por ley se designe, prestará a los estados provinciales asesoramiento técnico, minero y de
prevención de riesgos, con respecto a las actividades de exploración y explotación nuclear que
se desarrollen en cada provincia. A tales efectos dicho organismo podrá celebrar convenios con
las provincias respecto a las actividades a desarrollar. A su vez, el artículo 206 indica: Declárense
minerales nucleares el uranio y el torio.
El objetivo de esta nueva ley, en correspondencia con una nueva política minera, fue
incentivar la participación e inversiones de la actividad privada (Lardone y Solís, 2004). Desde
Página | 299
entonces varias empresas privadas han realizado tareas de prospección y exploración, pero
todavía ninguna ha realizado operación de minas de uranio.
Página | 300
18.4. Matriz energética, energía nuclear y minería de uranio en la República
Argentina
Figura 209. Matriz energética argentina. Datos de 2020 teniendo en cuenta valores de generación (GWh). Tomado de
(CAMMESA, 2021).
Cuadro 61. Evolución de la matriz energética argentina. Años 2005-2020 teniendo en cuenta valores de generación
(GWh). En renovables se incluye biomasa, biogás, eólica, solar y mini-hidro. Tomado de (CAMMESA, 2021).
Año Térmica (%) Hidroeléctrica (%) Nuclear (%) Renovable (%) Importación (%)
2005 52 39 6 1 1
2006 52 39 7 2 1
2007 56 33 6 2 3
2008 60 31 6 2 2
2009 55 35 7 1 1
2010 57 34 6 1 2
2011 61 31 5 1 2
2012 65 28 5 2 0
2013 64 30 4 2 0
2014 63 30 4 2 1
2015 63 29 5 2 1
2016 65 26 6 2 1
2017 65 29 4 2 1
2018 64 29 5 2 0
2019 60 26 6 6 2
2020 61 21 7 9 1
Por otro lado, el aporte de la energía nuclear se mantiene estable en torno a un 7%,
mientras que la participación de las energías renovables (salvo hidroeléctrica) ha tenido un
Página | 301
aumento considerable al pasar de un 1% al 9%, impulsada principalmente por la energía eólica
y la solar (CAMMESA, 2021).
Atucha II y Embalse utilizan como combustible uranio natural (0,71% de 235U), fabricado
a partir de uranio natural importado como concentrado comercial y purificado y convertido a UO 2.
En cambio, Atucha I usa como combustible uranio levemente enriquecido (0,85% de 235U). Para
fabricar el combustible de Atucha I se importa uranio enriquecido al 3-4% y se lo mezcla con
uranio natural para bajarlo al enriquecimiento deseado (Ministerio de Energía y Minería de
Argentina, 2016).
En este sentido, para sostener la demanda actual y proyectada de uranio de nuestro país
va a ser necesaria la continuación de la importación de concentrados de uranio para poder seguir
fabricando los combustibles nucleares dentro del ciclo del combustible nuclear argentino.
Página | 302
Cuadro 62. Reservas de uranio actuales en Argentina. *Consolidated Uranium adquirió el proyecto de U3O8
Corporation en 2021; **tU para la categoría de costos de producción ≤ 260 USD/kgU. Tomado de (López, 2022).
Reservas Reservas
razonablemente inferidas
Depósito Operador Provincia Tipo Estado
aseguradas (tU ≤ (tU ≤ USD 130
USD 130 kg/U) kg/U)
Sierra
CNEA Mendoza Volcánico Reapertura 3.900 6.110
Pintada
Don Otto CNEA Salta Arenisca Reapertura 180 250
Cerro Solo CNEA Chubut Arenisca Nuevo 4.420 3.760 (4.810**)
Meseta UrAmerica
Chubut Arenisca Nuevo - 5.290
Central Ltd.
Laguna
CNEA Chubut Volcánico Nuevo 100 60
Colorada
Laguna Consolidated
Chubut Superficial Nuevo 1.860 1.120
Salada Uranium*
Blue Sky
Amarillo Río Arenisca/
Uranium Nuevo - 7.200
Grande Negro superficial
Corp.
SUBTOTAL 10.460 23.790 (24.840)
TOTAL 34.250 (35.300) t U
En cualquiera de las dos situaciones, los yacimientos de uranio deberán adecuarse a las
nuevas reglamentaciones, a las nuevas prácticas vigentes en materia de minería y a los nuevos
estándares ambientales que indica el estado del arte.
Cuadro 63. Leyes provinciales argentinas que restringen la minería de uranio. Tomado de (Ministerio de Energía y
Minería de Argentina, 2016).
Página | 303
De este modo, por el momento la puesta en producción de los yacimientos de Mendoza
(Sierra Pintada) y en Chubut (Cerro Solo, Meseta Central, Laguna Colorada y Laguna Salada)
se encuentra impedida legalmente por sendas leyes provinciales.
56
Entidad Responsable: es la persona humana o jurídica a la que la Autoridad Regulatoria le ha otorgado una o varias
licencias, registros o autorizaciones de práctica no rutinaria.
Página | 304
Cuadro 64. Clasificación de instalaciones según marco regulatorio nuclear argentino. Tomado de (ARN, 2019a).
Página | 305
Las instalaciones Clase I tienen más de una etapa de licenciamiento, pudiendo obtener
una Licencia de Construcción, Licencia de Puesta en Marcha, Licencia de Operación o Licencia
de Retiro de Servicio. En cambio, las instalaciones Clase II sólo tienen una Licencia de Operación
y las instalaciones Clase III sólo tienen un Registro de Operación. Las Licencias de Operación
son renovables por períodos de 5 años. En cada renovación, la Entidad Responsable debe enviar
toda la documentación técnica actualizada para su evaluación por parte de la ARN.
Sin embargo, los complejos minero fabriles que operaron en la República Argentina
nunca tuvieron ningún tipo de licencia para operar. Históricamente operaron mediante
autorizaciones emitidas por la propia CNEA en donde se detallaban las condiciones y límites de
operación.
Los operadores, ya sea la CNEA o algún privado en contrato directo firmado con la
CNEA, generaban la documentación técnica necesaria para que la rama regulatoria de la propia
CNEA evaluara las condiciones de seguridad radiológica y emitiera la autorización para operar.
Página | 306
En los comienzos de la actividad, con las primeras minas y plantas de procesamiento
ubicadas en Malargüe (Mendoza) y Don Otto (Salta), la documentación aprobada era más
reducida, pero fue evolucionando gradualmente con los siguientes complejos minero fabriles
hasta incluir varios documentos técnicos.
Desde el cese de operaciones del último complejo minero fabril en operación en 1997
(Complejo Minero Fabril San Rafael en el distrito uranífero de Sierra Pintada), no ha habido
nuevos operadores de este tipo de instalaciones. Sin embargo, puede volver a ocurrir, como fue
mencionado en la sección precedente, que nuevos yacimientos sean puestos en producción en
el futuro, tanto por parte de operadores estatales como la CNEA como por operadores privados.
Adicionalmente, la ARN tiene la facultad de aplicar sanciones, que son graduadas según
la gravedad de la falta (apercibimiento, multa, suspensión de licencia, o revocación de licencia).
Página | 307
tasa de dosis ambiental. Esto actualmente se lleva a cabo en los alrededores de los complejos
fabriles y minero-fabriles que actualmente se encuentran fuera de operación: el Complejo Minero
Fabril remediado Malargüe (Mendoza) y los ex complejos minero fabriles San Rafael (Mendoza),
Los Gigantes (Córdoba), La Estela (San Luis), Los Colorados (La Rioja), Tonco (Salta) y Los
Adobes (Chubut). También se monitoreó el Complejo Fabril Córdoba, en el cual se encuentran
la Planta de Producción de Dióxido de Uranio (Dioxitek) y las colas de mineral de uranio. Estos
monitoreos son independientes de los que realizan los operadores (ARN, 2019b).
La figura 210 muestra la ubicación de las instalaciones y sitios en donde la ARN realiza
monitoreos radiológicos ambientales.
Página | 308
Figura 210. Instalaciones y sitios en donde la ARN realiza monitoreos radiológicos ambientales. Tomado (ARN,
2019b).
Página | 309
19. Discusión y consideraciones finales
Como se vio en el trabajo, el OIEA utiliza una clasificación que los agrupa en 15 tipos de
depósitos que incluyen tanto depósitos convencionales como no convencionales. El OIEA cuenta
con una base de datos constantemente actualizada en donde recopila la información de todos
los depósitos de uranio conocidos, denominada UDEPO (Uranium Deposits). Esta clasificación
es muy útil a la hora de estudiar depósitos que comparten características similares. Sin embargo,
hay que remarcar que cada depósito de uranio es único y depende del ambiente geológico en
que se ha formado.
Se analizaron los impactos ambientales que se producen por la operación de una mina
de uranio, siendo muchos de ellos comunes a la minería de otros metales. En este trabajo no se
analizaron los riesgos radiológicos ocupacionales debido a que el foco está puesto en los
impactos al ambiente y no en los trabajadores.
En contraposición, los aspectos que distinguen a la minería de uranio del resto de los
metales son los impactos radiológicos que tienen los materiales radiactivos que se extraen y
procesan y los residuos radiactivos que se generan. En particular, todos los impactos se derivan
de las cadenas de desintegración del 238U y 235U y de la serie de radionucleídos que estas
poseen. Por esta razón, se analizaron las propiedades radiológicas de las colas de mineral,
Página | 310
principal residuo minero de esta actividad. Se puede observar que la mayor parte de la
radiactividad original permanece en las colas de mineral, por lo que este aspecto es fundamental
a la hora de realizar su disposición final.
Este aspecto clave define las estrategias de almacenamiento y disposición final a realizar
y obliga a tener en cuenta grandes horizontes de tiempo para asegurar una correcta contención
de los residuos y garantizar su aislamiento.
Por lo tanto, se puede verificar que todas las etapas de un proyecto minero están
relacionadas entre sí, por lo que a la hora de realizar la remediación de un sitio es fundamental
conocer de qué tipo de depósito se hizo la extracción, qué tipo de minería se realizó y cómo se
procesaron los minerales. De esta manera se puede determinar qué tipo de estructuras y/o
instalaciones se generaron (diques de efluentes, escombreras, labores subterráneas, entre otros)
y qué impactos ambientales se produjeron en el sitio. La remediación propuesta debe considerar
y entender profundamente cómo se alteró el sitio para poder brindar las soluciones adecuadas y
dejar el sitio en condiciones aceptables.
Página | 311
temporal apropiado, y se tengan en cuenta diversos factores que puedan alterar las condiciones
de seguridad del sitio, como pueden ser la erosión eólica e hídrica, la biointrusión, la generación
de asentamientos diferenciales, entre otros.
Se puede ver claramente que el objetivo de todos estos aspectos es contener los
residuos radiactivos a largo plazo y garantizar su aislamiento del ambiente por grandes períodos
de tiempo, aún ante eventos naturales extremos.
En este sentido, se remarca que en líneas generales la mejor disposición para estos
residuos es el retorno a sus correspondientes sitios originales, ya sea una mina subterránea o
un rajo en el caso de minería a cielo abierto. Esta disposición garantiza una mejor contención y
aislamiento debido a que dispone los residuos radiactivos en un entorno geológico favorable y
similar al que se encontraba originalmente.
Una vez que se produce el cese de operaciones y se comienza con el cierre de la mina,
es fundamental continuar con los monitoreos para evaluar el seguimiento y la evolución de las
actividades planificadas, y además verificar que las remediaciones propuestas se están
realizando correctamente.
Finalmente, luego de finalizado el cierre es importante continuar con los monitoreos para
verificar si las acciones de remediación realizadas fueron hechas correctamente, corroborar si
se cumplieron los objetivos planificados al inicio de la remediación y verificar que las condiciones
ambientales se mantengan aceptables a lo largo del tiempo.
Página | 312
minerales), criterios generales y enfoques para realizar una remediación, técnicas de
remediación específicas, remediación de acuíferos, entre muchos otros. Esta bibliografía es
revisada continuamente y continúan saliendo nuevas publicaciones.
Las normas prescriptivas especifican cómo tiene que ser el diseño de una instalación y
tienden a ser mucho más detalladas en cuanto a los parámetros a alcanzar. Por el contrario, las
normas de desempeño establecen el proceso de diseño de manera que la instalación satisfaga
ciertos objetivos de seguridad. Esto hace que la normativa de desempeño tenga un carácter más
flexible y la normativa prescriptiva sea más rígida.
La normativa de desempeño tiene además la ventaja de ser más flexible frente a los
cambios tecnológicos que ocurran en el tiempo. En cambio, la normativa prescriptiva tiende a
necesitar una mayor cantidad de actualizaciones para poder reflejar los cambios y mejoras
tecnológicas.
En líneas generales, para el caso del diseño de una instalación de disposición final de
colas de mineral, principal residuo radiactivo generado en una mina de uranio, los objetivos de
seguridad son efectivamente la contención y el aislamiento del ambiente por grandes períodos
de tiempo, como fue mencionado anteriormente.
Adicionalmente, las publicaciones del OIEA no son obligatorias, es decir que los Estados
miembro pueden seguir sus recomendaciones o no. Por lo general es de utilidad hacerlo, ya que
Página | 313
el OIEA basa sus recomendaciones en experiencias pasadas de los propios Estados miembro y
en las lecciones aprendidas que surgen de estas experiencias.
La República Argentina tiene mucha experiencia en minería de uranio, ya que fue pionera
en América Latina de la mano del impulso que tuvo la Comisión Nacional de Energía Atómica
desde la década de 1950. Se desarrolló tanto minería a cielo abierto como subterránea. Sin
embargo, el país no ha experimentado hasta el momento con la minería por lixiviación in situ.
Esta evolución en las prácticas mineras está en sintonía con la experiencia internacional,
en donde se han documentado diversos casos con colas de mineral sin una correcta disposición
final, la utilización de colas de mineral con fines de construcción, o directamente el vertido de
residuos radiactivos (no mineros en este último caso) a los océanos.
Página | 314
lentamente estas actividades. Estos hechos se concretaron con el cierre, desmantelamiento de
instalaciones y remediación del sitio en donde funcionó el Complejo Fabril Malargüe. Además,
se ha comenzado a planificar la remediación de los pasivos ambientales generados por la
producción pasada del Complejo Minero Fabril San Rafael.
En el caso del Complejo Minero Fabril Tonco (Salta), que ha operado toda su vida útil
sin diques de efluentes mediante descarga directa a cursos de agua, se ha evaluado la extensión
de la contaminación y los suelos contaminados fueron removidos y dispuestos dentro del
Complejo Minero Fabril.
En el caso del Complejo Minero Fabril Los Gigantes (Córdoba), los impactos de los
residuos alojados son únicamente en las inmediaciones del Complejo Minero Fabril y afectan a
los cursos de agua de los alrededores. Sin embargo, en ambos casos todavía se encuentra
pendiente la realización de la remediación de estos sitios, de modo de establecer condiciones
seguras a largo plazo para el ambiente.
En los casos del Complejo Minero Fabril La Estela (San Luis), Complejo Minero Fabril
Los Colorados (La Rioja) y Complejo Fabril Pichiñán junto a sus dos minas (Chubut), estas
explotaciones han sido de menor producción, los volúmenes de residuos a gestionar son
menores y se espera que los impactos ambientales sean menores también. La CNEA todavía
tiene pendientes la remediación de estos sitios.
Página | 315
Cierre y remediación del Complejo Fabril Malargüe
Se han utilizado materiales naturales para garantizar la durabilidad a largo plazo, lo que
se encuentra en línea con lo recomendado internacionalmente por el OIEA. De igual modo, esto
se ha realizado en las celdas de disposición final diseñadas por el Departamento de Energía de
Estados Unidos en su plan de remediación de colas uranio (UMTRA), como por ejemplo en el
caso estudiado de Grand Junction, y también se ha aplicado en la Fábrica de uranio de Andújar,
en España.
Los valores de tasa de dosis utilizados en Malargüe son los mismos fijados por el UMTRA
en Estados Unidos, es decir 0,18 µSv/h sobre el fondo de radiación de la zona. De igual manera,
la tasa de emanación de radón máxima se fijó en 0,74 Bq/m 2/s (20 pCi/m2/s), igual valor que el
utilizado en el proyecto UMTRA.
Los valores máximos aceptados de radio en suelos han sido seleccionados de manera
de que no se sobrepasen los 5 pCi/g en los primeros 15 cm de suelo remanente y los 15 pCi/g
en los siguientes 15 cm. Estos valores son los mismos que se adopta en el proyecto UMTRA de
Página | 316
Estados Unidos, y los mismos adoptados en la remediación del sitio de la Fábrica de uranio de
Andújar en España.
Los criterios de dosis a público que se fijaron en Malargüe ha sido de 0,1 mSv/año,
teniendo en cuenta todas las vías de exposición. Este valor es el mismo que se utilizó en la
Fábrica de uranio de Andújar.
Es importante remarcar la prioridad que la CNEA dio al cierre y remediación del Complejo
Fabril Malargüe. El sitio se encuentra muy cercano a la población de la ciudad y, además, el
sector del acuífero debajo de las colas de mineral ya se encontraba contaminado (por infiltración
y percolación de agua de precipitaciones y por ascensos del agua subterránea) y había que evitar
que los impactos ambientales fueran mayores.
Página | 317
de concentración de uranio hacia una planta de tratamiento de recuperación del uranio en los
RS.
De lo evaluado para el proyecto de esta primera fase se pudo determinar que los
procesos que se llevarán a cabo, es decir, la recuperación del uranio por resinas de intercambio
iónico y la precipitación del radio con cloruro de bario y del arsénico con cloruro férrico, son
ampliamente conocidos y utilizados internacionalmente. Estos se encuentran recomendados en
las publicaciones del OIEA.
En particular, tanto la recuperación por intercambio iónico como la precipitación del radio
y arsénico con cloruro de bario y cloruro férrico, han sido aprobados y utilizados para la
remediación del sitio de la región de Lodève, en Francia. En el otro sitio estudiado, el de Schlema-
Alberoda, Alemania, se utilizó un método diferente para la remoción del uranio de los efluentes
a tratar (adsorción en polímeros) pero sí se utilizaron los métodos de precipitación con cloruro
de bario y cloruro férrico para la remoción del radio y el arsénico de efluentes, respectivamente.
En el caso del Complejo Minero Fabril San Rafael, los efluentes tratados (aguas de
cantera) no serán descargados a un curso de agua, sino que serán asperjados en un área
especialmente determinada para ello. En el caso de Schlema-Alberoda los efluentes tratados
son descargados a un curso de agua.
Los valores objetivo a alcanzar por la CNEA en la remediación que tendrá lugar en el
Complejo Minero Fabril San Rafael son incluso más estrictos que los utilizados en los sitios
estudiados de Francia y de Alemania. En el Cuadro 65 se comparan los valores límite de
descarga o de referencia utilizados en cada uno de los sitios estudiados.
Cuadro 65. Valores límite de descarga al ambiente utilizados en los sitios de Lodève (Francia), Schlema-Alberoda
(Alemania) y San Rafael (Argentina).
Cabe destacar que el OIEA no impone valores de descarga determinados, sino que
reconoce que estos valores se fijarán en función de varios criterios propios del sitio en cuestión
y del país de que se trate, como pueden ser leyes nacionales o provinciales específicas,
características naturales del curso de agua receptor de los efluentes, usos de esos cursos de
agua, entre otros factores.
Por otro lado, además del tratamiento y posterior descarga de los efluentes tratados, se
debe gestionar el uranio recuperado y los precipitados conteniendo radio y arsénico. En los tres
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sitios analizados se realiza una disposición final in situ de los mismos. En el caso de Lodève se
ubican en una celda de disposición final que también alberga a las colas de mineral, mientras
que en el caso de Schlema-Alberoda se ubican en una celda de disposición final adyacente a la
boca de mina (subterránea).
En el Complejo Minero Fabril San Rafael, la CNEA planea realizar la disposición de los
lodos conteniendo radio y arsénico en un dique de disposición final construido específicamente
para ello. Este dique (DN 8-9) posee varias barreras y sistemas de protección y cuenta con
buenas condiciones de seguridad. Además, posee tanto materiales sintéticos como naturales
(capa de arcilla), siendo estos últimos muy recomendados para garantizar la contención y
aislamiento a largo plazo.
Con respecto a la producción (recuperación) de uranio por este medio, si bien la CNEA
no tiene definido el destino final del mismo, podría perfectamente introducirse en el ciclo del
combustible nuclear. Algunos países como Francia, Alemania o Hungría han producido
pequeñas cantidades de uranio por remediación de antiguas minas.
En cuanto a la situación ambiental del resto de los pasivos ambientales, se han realizado
algunos trabajos que vale la pena destacar, como puede ser la estabilización mecánica de
precipitados en la zona de diques y la construcción de un dique especial (DN 3B) para recibir los
efluentes remanentes y los líquidos que drenaban de esta obra, y de este modo garantizar su
almacenamiento temporario seguro.
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19.7. Perspectivas en la República Argentina
La minería de uranio podría ofrecer una opción para garantizar los suministros de
concentrados de uranio y abastecer el ciclo del combustible nuclear argentino. Sin embargo,
existen limitaciones legales en algunas provincias con reservas de uranio para poner en
producción los depósitos identificados, como por ejemplo en Mendoza y Chubut, pero no existen
actualmente en otras provincias como Río Negro y Salta.
Por el contrario, en el presente siglo existe otro contexto que modifica completamente el
escenario que había cuando la minería de uranio comenzó en la década de 1950. En este trabajo
se han estudiado algunos aspectos que han cambiado, como la transición geopolítica y
económica internacional de los años noventa, la relación con la sociedad y el surgimiento de la
licencia social, el rol de la energía nuclear en el contexto del calentamiento global y el cambio
climático, y fundamentalmente la mayor conciencia ambiental que se tiene actualmente y cómo
el modelo de desarrollo sostenible ha modificado profundamente la forma de producción de
muchas actividades industriales y tecnológicas.
Cada uno de los nuevos yacimientos puestos en producción deberá contar con una línea
de base completa, a fin de comparar la situación ambiental del emprendimiento con los valores
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base antes del inicio del proyecto y poder evaluar (y medir) correctamente los impactos
ambientales.
Deberá realizarse una evaluación de impacto ambiental que considere todas las matrices
o compartimentos ambientales y en donde se identifiquen todos los impactos que generará el
proyecto y la propuesta o plan de cómo serán mitigados, prevenidos o corregidos. Además,
deberá realizarse un análisis de los riesgos más probables y cómo evitar que ocurran incidentes
y/o accidentes.
Cuadro 66. Identificación de fortalezas y debilidades en el marco regulatorio nuclear argentino aplicado a la minería de
uranio.
Debilidades Fortalezas
No está definida la clasificación de este tipo de A pesar de no contar con licencia, las
instalaciones (Clase I o Clase II). instalaciones mineras sí se encuentran sujetas al
control regulatorio mediante inspecciones
rutinarias.
No existe normativa regulatoria referida a los La ARN posee laboratorios propios para analizar
aspectos de remediación de sitios. sus muestras, agilizar su procesamiento y no
tener que tercerizar estos servicios.
No existe normativa específica con los requisitos La ARN cuenta con una norma específica que
que se necesitan cumplir en caso de que un describe los criterios generales de seguridad
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nuevo operador decida volver a realizar radiológica para la gestión de los residuos
extracción y procesamiento de minerales de radiactivos provenientes de instalaciones minero
uranio. fabriles. Sin embargo, esta norma es muy breve y
necesita actualización y ampliación.
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20. Conclusiones
Se cumplieron todos los objetivos planteados en este trabajo. Se realizó una síntesis
descriptiva de los distintos tipos genéticos de depósitos de uranio, siguiendo la clasificación
utilizada por el OIEA. El uranio se distribuye en la naturaleza en ambientes muy variados y bajo
condiciones geológicas muy diversas. En particular, los depósitos de areniscas sobresalen por
su importancia y abundancia.
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Se consideró el marco regulatorio nuclear argentino en minería de uranio, se identificaron
las fortalezas y debilidades del mismo y se proponen algunas recomendaciones o mejoras para
su revisión y actualización. En particular, se recomienda la adecuación de la situación regulatoria
de las instalaciones mineras al marco regulatorio vigente bajo la figura de una licencia emitida
por el organismo regulador, la implementación de tipos de licencias que contemplen la situación
actual en que se encuentran estas instalaciones, como por ejemplo la situación de cierre y de
parada prolongada, y el desarrollo de normativa específica para los procesos de remediación de
sitios.
Esta nueva etapa en la producción de uranio debe contemplar los nuevos instrumentos
de gestión ambiental que se encuentran disponibles en la actualidad y que son exigidos por los
gobiernos y por las sociedades actuales.
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