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INTRODUCCION

Realizado un hecho punible, la acción penal es la que pone en funcionamiento


el órgano jurisdiccional del Estado para la persecución del delito e imposición
de la pena. Sin embargo la acción penal y la misma ejecución de la pena, no
son de duración indefinida, así pues, son susceptibles de extinguirse según las
causas previstas por la legislación penal.
Existen factores en los que a pesar de los esfuerzos por concluir el proceso
penal mediante una sentencia, los jueces se encuentran imposibilitados de
llevar adelante el proceso penal, y menos aplicar la sanción para el titular de
una responsabilidad penal. Esta función llamada pretensión o potestad punitiva
del Estado, se ve entonces interrumpida, no por obstáculos circunstanciales de
hecho, sino por normas jurídicamente reconocidas y denominadas causales de
extinción de la responsabilidad penal.
Una de las razones primordiales que motivó realizar la presente monografía es
establecer cuando se da la extinción de la responsabilidad penal, cuyas
específicas circunstancias que sobrevienen después de cometida la infracción,
anulan la acción penal o la ejecución de la pena.
A. PLANTEAMIENTO GENERAL.

Perpetrado el hecho punible se activa el sistema de control penal,


persiguiéndose el delito e imponiéndose la pena correspondiente. Ocurre sin
embargo, que tanto la acción penal como la pena son extinguibles por distintas
situaciones que la ley prevé en atención a causas naturales (muerte del
infractor), a criterios de pacificación o solución de conflictos sociales (seguridad
jurídica (prescripción) o por causas socio políticas o de Estado (amnistía o
indulto).

La doctrina y la legislación comparada denominan y tratan a la extinción de la


acción y de la pena como causales de extinción de la responsabilidad penal. En
estos casos el Estado da por realizada sumisión, ya sea porque la sanción
penal ha sido cumplida o es de imposible cumpliendo (muerte de reo,
cumplimiento total de la condena, etc.), ya sea porque el particular perjudicado
por el delito perdona el autor –perdón que solo tiene eficacia en algún delito-, o
bien porque particulares sentimientos de justicia determinen al estado, a través
de sus instituciones, a perdonar u olvidar el hecho (indulto o amnistía), o, por
último, porque el espacio de tiempo concurrido desde la comisión de hecho a la
imposición de la pena desaconsejan, por innecesaria, la persecución de aquel
o la ejecución de esta (prescripción del delito y la pena)(1).

Las causales de extinción de la responsabilidad penal hacen que, por un lado,


ya no se pueda interponer la acción porque se encuentra esta fenecida, y por
otro, que impuesta una pena por sentencia firme, ésta no puede ejecutarse.
Estos factores hacen también que a pesar de los esfuerzos por concluir el
proceso penal mediante una sentencia, los jueces se encuentran
imposibilitados de llevar adelante el proceso penal, y menos aplicar la sanción
para el titular de la responsabilidad penal. Esta pretensión del estado, se ve
entonces interrumpida, no por obstáculos circunstanciales de hecho, como la
fuga del delincuente, sino por normas jurídicamente reconocidas y
denominadas causales de extinción de la responsabilidad penal.
1.(QUINTERO OLIVARES, 1992: 677).
B. MARCO TEÓRICO.

1. DEFINICIÓN.

En sentido amplio extinguir significa, cesación, término, conclusión,


desaparición de una situación o relación de sus efectos y consecuencias.

Extinguir es hacer que cesen o acaben las cosas, si se trata de la vida, es


sinónimo de muerte, si de una obligación, ocurre el pago.

Penalmente, la acción y la pena se extinguen por el transcurso del tiempo,


mediante la institución de la prescripción. La responsabilidad penal desaparece
(se extingue) por la amnistía, el indulto, el perdón judicial; por el matrimonio con
la víctima en los delitos contra el honor y, obviamente, con la prescripción. La
muerte del autor extingue la acción contra él emprendida.

Las causas de la extinción de la responsabilidad penal son determinadas


circunstancias que sobrevienen después de la comisión del delito y anulan la
acción penal o la pena.

2. CAUSAS DE EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL Y LA PENA.


 Causas naturales, se llama así, porque impiden la aplicación de la pena
(muerte del delincuente)
 Causas por necesidad de paz social y consolidación de las situaciones
de hecho, transcurrido cierto tiempo (prescripción)
 Causas por renuncia del propio Estado a sus pretensiones punitivas,
atendiendo a consideraciones sociales o políticas, e incluso, por
iniciativa de un particular en quien el ordenamiento jurídico adjudica la
titularidad de dicha pretensión (indulto, amnistía, perdón del ofendido)

Es necesario, hacer notar las diferencias entre estas causales de extinción, con
las causales eximentes de responsabilidad penal. Una diferencia, y al parecer
la principal, es que mientras las causales eximentes impiden que la
responsabilidad nazca, las causales extintivas, le ponen término después de
haber nacido.
Las causales eximentes, importan la ausencia o exclusión de algún elemento
del tipo legal, motivo por el cual no se genera la responsabilidad; las causales
de extinción, presuponen la consideración existencial de una responsabilidad
que nació, y que, realmente habría permitido la imposición de la sanción
correspondiente, de no existir el obstáculo legal. (2)
El Art. 78 del C.P. señala como causas que extinguen la acción penal tr las
siguientes:
a) Muerte del imputado.

b) Prescripción.

c) Amnistía.

d) Cosa juzgada

e) Desistimiento.

f) Transacción en acción privada

a) Muerte del imputado.

La acción penal se extingue desde luego con la muerte del imputado, en


atención al principio de personalidad de las penas y al principio de
responsabilidad penal que es personalismo “mors omnia solvit”( La muerte lo
deshace todo). Queda incólume la responsabilidad civil que dará pie a la
víctima a iniciar la acción civil contra los bienes del agente fallecido, aun
cuando no haya habido sentencia condenatoria o absolutoria. (3)
La muerte del delincuente extingue la acción penal, así como las sanciones que
se le hubieren impuesto, a excepción de la reparación del daño, y la de
decomiso de los instrumentos con que se cometió el delito y de las cosas que
sean efecto u objeto de él. Tal precepto establece una situación obvia y
necesaria, pues al morir el sujeto activo del delito no existe persona a la cual
aplicar la sanción penal.

2.- PEÑA cabrera, Raúl, Tratado de Derecho Penal, volumen1, 3ra Edición, editorial Sagitario EIRL.
3.- VILLA stein, Javier, Derecho Penal, Parte General, editorial San Marcos.
Esta puede ocurrir antes o después que haya recaído respecto al hecho que se
le imputa, una condenación definitiva, o que haya sido condenado
irrevocablemente en cada uno de esos casos, se producen consecuencias
jurídicas distintas. La muerte del culpable impide, no sólo el ejercicio de la
acción pública, sino la ejecución de la pena imposibilitada de hacerlo; situación
ésta ultima que si no está prevista de manera expresa en la ley, se deduce de
los fines que hoy se atribuyen a la pena. Si el inculpado, el prevenido o
acusado a muerto antes de toda condenación irrevocable, sea cual fuera la
jurisdicción penal o de excepción apoderada del caso, se extingue la acción
pública para la aplicación de la pena, y tal individuo muere integris status. Esta
causa de extinción es personal, lo que significa que cuando los coautores o
cómplices vivan, nada impide que la acción pública sea puesta
en movimiento contra ellos. Si la muerte ha sucedido después de una
condenación que tenga carácter irrevocable, entonces la sentencia subsiste,
sólo que la pena no puede ser ejecutada, salvo cuando tiene un carácter
pecuniario, y con las distinciones establecidas

b) Prescripción.

Nos dice Maurach que se trata de un instituto de naturaleza procesal cuyo


núcleo justificador lo da el transcurso del tiempo que convierte la persecución
en innecesaria por extemporánea.(4)

Dice a su turno Edelmiro Porto que, “ocurre esta extinción porque el Estado,
como titular exclusivo de la potestad punitiva, puede renunciar a ella en forma
total o parcial, y absoluta o condicionada, y así lo hace, en efecto, en los casos
y con las condiciones que el mismo preestablece mediante leyes con las que
autolimita el ejercicio de su soberanía”.(5)

La prescripción de la acción penal lo regula el art. 78 inc. 1 del C.P .Prescribe


la acción penal por el solo transcurso del tiempo. Se trata “de la perdida de la
pretensión punitiva del Estado por haber dejado pasar el tiempo sin ejercer la

4 y 5.- VILLA stein, Javier, Derecho Penal, Parte General, editorial San Marcos.
acción.”

Se admite modernamente que el fundamento de la prescripción es político


criminal, pues se hace innecesario el castigo habida cuenta del tiempo
transcurrido y además este mismo transcurso dificulta la actividad probatoria.
Finalmente, se añade un criterio de seguridad jurídica.

Respecto a su naturaleza jurídica, se sigue la propuesta de Welzel en el


sentido que la prescripción “tendría una doble índole: De una parte es causal
jurídico material de la pena y de otro es un obstáculo procesal para su
persecución”.

b.1.- Plazos de Prescripción

La ley fija en periodo o plazo después del cual la acción penal no puede
incoarse. A este periodo o plazo se le conoce como plazo de prescripción.

El plazo lo fija el art. 80 del C.P. , veamos:

Articulo 80º,.La acción penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena


fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad.

En caso de concurso real de delitos las acciones prescriben separadamente en


el plazo señalado para cada uno.

En caso de concurso ideal de delitos las acciones prescriben cuando hayas


transcurrido un plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave.
La prescripción no será mayor a veinte años. Tratándose de delitos
sancionados con pena de cadena perpetua se extingue la acción penal a los
treinta años.

En los delitos que merezcan otras penas la acción prescribe a los dos años.

En caso de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos contra el


patrimonio del Estado o de organismo sostenidos por este, el plazo de
prescripción se duplica.

Es de advertir que para la determinación de la prescripción la penalidad que se


toma en cuenta es la abstracta con la que el tipo conmina, y no con la pena
pronostico para el caso concreto.

Finalmente, tratándose de agentes con edad menor de veintiún años o mayor


de sesenticinco años, el plazo de prescripción de cualquier infracción se reduce
a la mitad.

b.2.- Iniciación del Plazo

El art. 82 del Código penal, muy claramente señala el momento en que


comienza a computarse el plazo de prescripción.

Con la tentativa, desde el día siguiente en que ceso la actividad delictuosa.


En el delito instantáneo, el plazo comienza a computarse a partir del día en que
se consumo. En el delito continuado, desde el día en que termino la actividad
delictuosa.
En el delito permanente, a partir del día en que ceso la permanencia.

b.3.- Interrupción de la prescripción

Lo norma el art. 83 del C.P., que establece en que circunstancia se interrumpe


el plazo de Prescripción y comienza a computarse uno nuevo. La prescripción
se interrumpe:

* Por las actuaciones del Ministerio Publico: Ej. Denuncia fiscal, dictamen
acusatorio, etc.
* Por actuación de las autoridades judiciales: Ej. Auto apertorio de instrucción,
orden de captura, etc.
* Por la comisión de un nuevo delito doloso.

Ahora bien, como una demora excesiva derivada de la pasividad de los


órganos de control penal pudiera atentar con el debido proceso o contra la
seguridad jurídica, la ley ha previsto que la acción penal prescribe, en todo
caso, cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario
de prescripción.

A esto último, se le conoce como “prescripción larga” o “prescripción


extraordinaria”.

b.4.- Prescripción suspendida.

Señala el art. 84 que el plazo de prescripción se suspende “si el comienzo o la


continuación del proceso penal depende de cualquier cuestión que deba
resolverse en otro Procedimiento”.

Se trata de un recurso civilista por el que excepcionalmente se suspende el


cómputo del plazo, hasta tanto se resuelva el asunto-no penal- que lo motivo.

Las cuestiones que suspenden el plazo de prescripción son dos:

* Cuestiones previas.

* Cuestiones pre judiciales.

Se da la cuestión previa o se la deduce cuando se ha abierto investigación


faltando un requisito de procedibilidad. Ej. En el delito de omisión de asistencia
económica, se requiere previamente el correspondiente juicio de alimentos.
La cuestión prejudicial impide la acción penal pues es necesario determinar en
la vida extra-penal la existencia de un elemento del tipo.
La exigencia del art. 84 de que la cuestión deba ventilarse en “otro
procedimiento”, este otro procedimiento extrapenal puede ser civil,
administrativo, laboral, etc.

Respecto de los participes al art. 88 del C.P. dispone que la prescripción corre,
se suspende o se interrumpe separadamente para cada uno de los participes
del hecho punible.

El art. 91 del Código penal consagra que el imputado tiene derecho a renunciar
a la prescripción de la acción penal.

La fuente de este artículo está en el art. 86 del Código penal colombiano de


1980.
Señala el maestro Roy Freyre con razón, que existiendo la presunción de
inocencia conforme el art. 2. Inc.24, apartado e) del Constitución Política del
Perú, “ya no tiene razón de ser la renuncia de prescripción”.

b.5.- La suspensión de la prescripción en el nuevo código procesal penal.

Acuerdo plenario N° 1-2010/CJ-116 de fecha 16 de noviembre del 2010 se


pronuncia respecto al inciso primero del artículo 339 de código procesal penal y
señala en su fundamento 26 del desarrollo del tercer tema que “ … la literalidad
del inciso 1 del artículo 339 del Código Procesal Penal evidencia que regula
expresamente una suspensión “ sui generis” diferente a la ya señalada, por que
afirma que la Formalización de la Investigación Preparatoria emitida por el
Fiscal, como director y coordinador de esta etapa procesal – quien adquiere las
funciones de las que actualmente goza el Juez de instrucción- , suspende el
curso de la prescripción de la acción penal . Con la formalización de la
imputación se judicializa el proceso por la comunicación directa entre fiscal y el
Juez de Investigación Preparatoria y culmina la etapa preliminar de
investigación practicada por el fiscal .
c) Amnistía.

La amnistía (del vocablo latino”amnesis”) es olvido. Un derecho de gracia, por


el cual el Estado decide perdonar u olvidar lo ocurrido en atención a intereses
del Estado más importantes.

La amnistía extingue la acción penal en procura de la concordia nacional. Es un


acto conciliatorio y propiciador de la paz social.

Lascano la define como “un acto de soberanía interna del Estado por el que,
fundado en graves razones de orden público cuya existencia y oportunidad solo
el Poder Legislativo le compete valorar, este, por medio de una ley con efecto
retroactivo, declara el olvido de infracciones de naturaleza penal (delitos
comunes o políticos e infracciones contravencionales o disciplinarias),
ocurridas con anterioridad, produciendo la extinción de todas sus
consecuencias represivas, sin individualizar a los destinatarios del beneficio,
quienes no pueden renunciarlo, y una vez reconocido por una resolución
judicial pasada en autoridad de cosa juzgada, es irreversible”.

Siguiendo a Roy Freyre, precisamos que la amnistía elimina la adecuación


típica. “La amnistía reconoce que nada hubo o nada hay que deba subsumirse
en la parte preceptiva de la norma penal puesto que nunca existió realmente
una acción u omisión capaz de lesionar o poner en peligro bien jurídico alguno”.

La amnistía se refiere únicamente al tiempo pasado. Lo importante es que


suprime el hecho punible, y sus consecuencias sin referirse a las personas,
vale decir, es general; de manera que resultan impunes sus autores, sin
importar quienes son, ni interesar sus calidades.(6)

d) Cosa juzgada

Cuando a resultas de un procedimiento penal se tiene una resolución firme o

6.- PEÑA cabrera, Raúl, Tratado de Derecho Penal, volumen1, 3ra Edición, editorial Sagitario EIRL.
ejecutoriada, condenatoria o absolutoria, ella produce el efecto de cosa
juzgada, por lo que dicha sentencia se hace imposible abrir nuevo proceso por
el mismo delito al mismo autor.

Esta garantía la consagra el inc. 13 del art. 139 de la Constitución, que señala
“la prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada”.
Asimismo, el inc. 2 del art. 78 de la ley penal, “la acción penal se extingue por
autoridad de cosa juzgada”.

La institución de la “cosa juzgada” produce y garantiza la seguridad jurídica que


asegure que no se puede juzgar dos veces, al mismo agente, por la misma
comisión.(7)

e) El desistimiento.

Todo delito cometido que llega a conocimiento de la autoridad, ya sea por


acción penal pública, privada o mixta, genera el proceso penal. Pero no
obstante este accionar, hay delitos que lesionan bienes jurídicos, cuya cautela
compete más al ofendido que a la sociedad. En estos casos, la publicidad
puede acarrear perjuicios a la honra del agraviado y de sus familiares. En esta
clase de delitos, el Estado deja al arbitrio del sujeto agredido o de sus
representantes legales la facultad de decidir la continuación de la investigación
penal, iniciada por su acción.

En efecto, si la parte agraviada decide no continuar con el proceso, surge una


causal de extinción de responsabilidad penal, consistente en el perdón que da
el ofendido al ofensor. Está renuncia del ofendido, resulta de la facultad que se
le otorga, y que se denomina: desistimiento.

El desistimiento puede hacerse efectivo, en cualquier momento y estado en


que se encuentre el juicio, y su consecuencia efectiva, es el archivamiento.
Claro está, que se refiere a los delitos perseguibles por acción privada.

7.- VILLA stein, Javier, Derecho Penal, Parte General, editorial San Marcos.
En los delitos de acción mixta, si el Ministerio Público se opusiera, el juicio
debe continuar, porque el desistimiento puede ser un perdón negociado e
inconveniente.

f) La transacción.

En el Derecho penal peruano no existe propiamente “la composición” por la que


víctima y victimario decidirán resolver entre si el conflicto entre ellos nacido de
la infracción de la norma. Sería necesario que se legislara sobre la materia.
La transacción está reservada a la querella de parte, es decir, en la acción
privada, por las que las partes – querellante y querellado-pueden poner fin a la
misma acordando lo que estimen adecuado y no vulnere el orden público.

El principio de oportunidad contenido en el art. 2 del C.P.P es primer paso para


introducir la composición en delitos mayores.

3. CAUSAS DE EXTINCIÓN DE LA PENA.

a) La muerte del condenado.

La muerte del condenado es la causal de extinción de la pena que se


encuentra regulada en el artículo 85, inciso primero del Código penal. La
muerte del condenado, a diferencia de la muerte como causa de extinción de la
acción penal, es que en la primera se regula la muerte después de la sentencia
condenatoria. La extinción de la pena, por muerte del condenado, recae sobre
la pena o penas que se hayan impuesto, es decir, sobre penas principales,
penas accesorias o medidas de seguridad e incluso sobre las pecuniarias. De
ahí la necesidad de precisar que la responsabilidad penal no es heredable en
virtud del “principio de personalidad de las penas”, otra cosa distinta es la
responsabilidad civil sobre los bienes transmisibles de los herederos.
El carácter de la personalidad de las penas hace que muerto el penado se
extinga su responsabilidad penal. Sería absurdo seguir con la ejecución a un
muerto que ya no es sujeto de derecho si no objeto del mismo. El Código penal
fija que la ejecución de la pena se extingue: por muerte del condenado (art.85
inc.1 Causas de extinción de la acción penal).

b) La amnistía

La amnistía, como dijimos antes, es expresión del derecho de gracia, por el


cual y por fines de política criminal, el Congreso de la República decide excluir
la responsabilidad penal extinguiendo la pena y por lo que da por no ocurridos
los hechos considerados delitos y por no existente la culpabilidad de los
autores.
En esta línea MUÑOZ CONDE afirma: Aunque, ciertamente desde el punto de
vista político –criminal, el derecho de gracia puede ser utilizado como medio
para conseguir la rehabilitación del condenado, corregir errores judiciales o
templar el excesivo rigor de penas legalmente impuestas, de hecho, en la
práctica, se utiliza por simples razones coyunturales de política general e
incluso como un arma política. Sucede esto sobre todo con la amnistía.

c) El indulto

El indulto es también una manifestación del derecho de gracia, que junto a la


amnistía pervive desde tiempos de la Monarquía. Al indulto hay que entenderlo
–dice MORILLAS CUEVA -como el acto de renuncia por parte del Estado de
ejecutar todo o parte de la pena, o conmutarla por otra menos grave, impuesta
a un individuo. Es más, el indulto es un acto de gracia concedido por el Jefe de
Estado y cuyo efecto es la extinción de la pena jurisdiccionalmente impuesta en
su totalidad o en parte; sin embargo, subsistente el delito y la obligación de
indemnizar los daños y prejuicios. Cuando el indulto es parcial, es decir cuando
se sustituye una pena por otra más benigna o menos grave nos encontramos
ante la conmutación de la pena.

El indulto es una facultad que se reconoce al Jefe de Estado. En el caso


peruano, la Constitución Política vigente faculta al Presidente de la República
conceder indultos y conmutar penas y ejercer el derecho de gracia en beneficio
de los procesados en los casos en que la etapa de instrucción haya excedido el
doble de su plazo más su ampliatoria. (art.118, inc. 21 Constitución Política del
Perú).

La extinción de la pena, por la causal del indulto, está reconocida en el inciso


primero del artículo 85 del Código penal. Esta institución del indulto aplicada
acorde a los fines de justicia no menoscaba la autonomía judicial, ni vulneran
debilitando las leyes penales. Una reglamentación escrupulosa y principista,
asegura la no desvirtualización de los fines políticos-criminales del indulto. La
posibilidad de corregir errores judiciales, de reconsiderar circunstancias
superiores al juzgamiento, y el estimulo a una pronta reintegración y
convivencia pacífica de la sociedad, son motivos más que suficientes que
justifican el derecho de gracia-indulto.

El indulto y la amnistía estudiados en particular, manifiestan algunas


diferencias que son:

* la amnistía suprime el delito y la pena; el indulto extingue solamente la pena.


* la amnistía se dirige a un grupo de delitos que puede haberse cometido en un
determinado tiempo, y por cuya renuncia pueden encontrarse favorecidos una
pluralidad de personas; el indulto se dirige a casos particularizados;
* la amnistía tiene efecto retroactivo, pues elimina el delito, además de sus
posteriores efectos; el indulto, solo deja sin efecto a la pena a partir del
momento en que es concedido.

d) La prescripción.

El fundamento y naturaleza de la prescripción como ya lo señalamos antes, son


las mismas razones que las de la prescripción de la acción, solo que en este
caso van dirigidos a extinguir la pena. El transcurso del tiempo, por plazo legal,
extingue la ejecución de la pena.

e) La cosa juzgada

Se extingue la responsabilidad penal del autor “por cumplimiento de la pena”


(art.85, inc.2 C.P.). Ello está íntimamente en correlación al precepto del artículo
90 del mismo texto punitivo que expresa; “Nadie puede ser perseguido por
segunda vez en razón de un hecho punible sobre el cual se falló
definitivamente”.

f) La exención de la pena

Esta causal que extingue la ejecución de la pena está referida a los supuestos
que el mismo Código penal vigente recoge en el artículo 68. En efecto, el texto
punitivo que aludimos señala que se extingue la ejecución de la pena por
exención de pena (art. 85 inc. 3 C.P.).

El supuesto de extinción de la ejecución de la pena por exención de la misma


consiste en que la ley faculta al juez eximir de la sanción penal cuando la
responsabilidad del agente es mínima y el delito esté previsto en la ley con
pena privativa de la libertad no mayor de dos años o con pena limitativa de
derechos o con multa.

g) El perdón del ofendido

Esta causa de extinción de la pena opera en los casos en que la pena ha sido
impuesta por delitos cuya persecución es por querella, es decir, en los delitos
de acción privada (art.85, inc.4 C.P).

La institución del perdón –como dice MORILLAS CUEVA- ha sido fuertemente


criticada por la doctrina al ser identificada con una dimensión jurídico-penal de
matiz privatista ajena a la evolución actual del Derecho punitivo que incluso ha
sido calificada por algún sector doctrinal como “salto atávico con el
ordenamiento jurídico”.

El perdón como causa que extingue la ejecución de la pena, ha sido


cuestionado, pues sería totalmente admisible, hasta antes de la sentencia firme
condenatoria, pues una vez ejecutoriada, es contradictorio. En ese sentido,
LANDROVE DIAZ, considera al perdón como “gracia privada”.
La institución del perdón consiste en el reconocimiento que la ley penal ( art.
85; inc. 4 C.P.) hace a la voluntad –de revisión o renuncia personalísima –del
ofendido o agraviado por el delito, dejando sin efecto las consecuencias
jurídicas –la pena – de la querella presentada.

El perdón del ofendido resulta parcial e insuficiente frente a la causa de


justificación prevista en el art.20, inc. 10 del C.P. y que reza: está exento de
responsabilidad penal el que actúa con el consentimiento, valido del titular de
un bien jurídico de libre disposición.
CONCLUSIÓN

La acción penal como la pena son extinguibles por distintas situaciones que la
ley prevé en atención a causas naturales (muerte del infractor), a criterios de
pacificación o solución de conflictos sociales (seguridad jurídica prescripción) o
por causas socio políticas o de Estado (amnistía o indulto).

Extinguen la acción penal: Muerte del imputado, Prescripción., Amnistía, Cosa


juzgada; Desistimiento, Transacción en acción privada.

Se distinguen las causas de extinción de la responsabilidad penal de las de


exención (eximentes) en que éstas suprimen un elemento del delito, mientras
que aquéllas parten del supuesto de la existencia de una infracción criminal con
todos sus elementos constitutivos. Unas y otras se asemejan en sus efectos
excluyentes de la punición, por lo que Battaglini ha intentado sin éxito su
asimilación. Se ha destacado en la doctrina española la notoria extravagancia
que supone poner en un mismo plano la legítima defensa y el indulto o la
prescripción.

Penalmente, la acción y la pena se extinguen por el transcurso del tiempo,


mediante la institución de la prescripción. La responsabilidad penal desaparece
(se extingue) por la amnistía, el indulto, el perdón judicial; por el matrimonio con
la víctima en los delitos contra el honor y, obviamente, con la prescripción. La
muerte del autor extingue la acción contra él emprendida.

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