El documento describe una conversación entre un fotógrafo gastronómico y un chef. El chef explica su enfoque meticuloso a la cocina, viendo cada receta como un conjunto de "mini recetas" que deben completarse correctamente para que el plato final quede bien. Más tarde, el autor aplica esta metodología a la venta en línea, creando sitios web donde cada parte conduce a la siguiente venta pequeña hasta lograr la venta grande final de manera inevitable.
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El documento describe una conversación entre un fotógrafo gastronómico y un chef. El chef explica su enfoque meticuloso a la cocina, viendo cada receta como un conjunto de "mini recetas" que deben completarse correctamente para que el plato final quede bien. Más tarde, el autor aplica esta metodología a la venta en línea, creando sitios web donde cada parte conduce a la siguiente venta pequeña hasta lograr la venta grande final de manera inevitable.
El documento describe una conversación entre un fotógrafo gastronómico y un chef. El chef explica su enfoque meticuloso a la cocina, viendo cada receta como un conjunto de "mini recetas" que deben completarse correctamente para que el plato final quede bien. Más tarde, el autor aplica esta metodología a la venta en línea, creando sitios web donde cada parte conduce a la siguiente venta pequeña hasta lograr la venta grande final de manera inevitable.
El documento describe una conversación entre un fotógrafo gastronómico y un chef. El chef explica su enfoque meticuloso a la cocina, viendo cada receta como un conjunto de "mini recetas" que deben completarse correctamente para que el plato final quede bien. Más tarde, el autor aplica esta metodología a la venta en línea, creando sitios web donde cada parte conduce a la siguiente venta pequeña hasta lograr la venta grande final de manera inevitable.
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Cuando estuve trabajando como fotógrafo gastronómico, hice buenas migas con un
chef. Tanto que, mientras le hacía las fotos, me iba contando batallitas y técnicas que usaba en la cocina.
Una de ellas me sirvió para tener una metodología de trabajo mejor.
Te la cuento y tú haces con ella lo que quieras.
Verás, el chaval era muy meticuloso.
Yo había trabajado con otros chefs que en la cocina eran como Pocholo en una farmacia, pero éste era diferente.
Hacía las cosas con cuidado y atención.
Me decía "mucha gente falla al cocinar porque van a por el resultado. Sólo ven el final, pero cada receta es un conjunto de mini recetas. Tienes que ir realizando elaboraciones independientes que al final se convertirán en el plato que quieres.
Si fallas una, el resultado final ya no es tan bueno.
Si fallas varias, no me pidas que lo pruebe.
No pienses en cómo tiene que quedar o te perderás, ve paso a paso y conforme
termines mini recetas, el plato cogerá forma.
Si las haces todas como toca, que el plato salga bien es inevitable".
Me flipaba.
El tío podría cobrar por enseñar cosas así, pero me las contaba con todo el gusto. Desde entonces, me han pasado dos cosas.
Una, que cocino mejor.
Dos, que vendo mejor.
Te lo cuento porque esa enseñanza del chef simpático es algo que poca gente aplica y que puede llevarte a convencer a más clientes.
Y a engordar tu cartera.
Yo lo aplico en mis webs.
No las enfoco para conseguir clientes, eso sería pensar en el plato final.
Lo hago para realizar pequeñas ventas desde el momento que entran.
Cada parte de la web está hecha y pensada para vender algo.
Una mini receta.
Algo que no se paga con dinero, sino que en cada una, compran una cosa. Cosas que sé que son necesarias para el gran SÍ.
Si consigo que compren todas, la venta final es inevitable.
Si fallo una, se complica.
Si fallo varias, se va y no vuelve.
Toda web que realmente vende está diseñada de esta forma.
Para convertir visitas en clientes, o para que te dejen tu correo, o para lo que sea, necesitas hacerlo consiguiendo pequeñas ventas. Que digan que sí a cada paso que les propones.
Y ahí es cuando la venta se convierte en una consecuencia, no en un objetivo.
Si buscas vender lo que haces desde el principio, no tienes nada que hacer.
Este sábado voy a contar esas cinco mini recetas que debe seguir toda web que aspira a vender mucho.
Cómo hacer que cada persona que entre en ella vaya comprando todo lo que le propones.
Y ya sabes cómo acaba.
Sólo para quien esté dentro de mi membresía antes del viernes a las 23:59.
Eso es mañana.
Dentro de esta membresía.
Saludos.
Si quieres darte de baja, lo haces desde aquí.
Javier Somoza, Avda/ Pianista Martínez Carrasco 4, 46026 Valencia, Valencia, España
