UNIDAD II - Doctrinas Económicas

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DOCTRINAS

ECONÓMICAS

MBA Iván Cuentas Galindo


UNIDAD II
Capítulo N° 3: La Escuela
Fisiócrata
Tema N° 3
La Escuela Fisiócrata
LA ESCUELA FISIÓCRATA

La fisiocracia, como se denomina a esta corriente, fue una escuela de


pensamiento económico fundada en el siglo XVIII por el economista francés
François Quesnay. Esta corriente nace y se desarrolla exclusivamente en
Francia, como respuesta al mercantilismo y su ideología.

La fisiocracia, nacida en el 1750, fue una corriente de pensamiento económico,


la cual basaba su ideología principal en la escasa intervención del Estado en la
economía. Los fisiócratas, en contraposición del mercantilismo y su fuerte
apuesta por la intervención del Estado en la economía, apoyaban una corriente
más libre.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Una corriente basada en que la economía poseía un fenómeno natural, el cual


da origen a parte del término “fisiócrata» (“physis”, naturaleza en griego), que
regulaba el mercado por sí solo.

Quesnay, así como Turgot, formaron lo que sería una de las primeras escuelas
en contra de la intervención del Estado. Por otro lado, dando origen,
posteriormente, al liberalismo económico, al influir en la vida de Adam Smith.
Los fisiócratas creían en un fenómeno natural del mercado que garantizaba el
buen funcionamiento del Estado sin necesidad de que este intervenga en él.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Ideas fundamentales de la escuela fisiócrata

Entre sus expresiones más reconocidas, se encuentra el término “Laissez


Faire”, frase que, en francés, significa “dejar hacer”.

La fisiocracia, como corriente de pensamiento, basa sus ideas principales en


dos cuestiones fundamentales, basadas en la ley natural, aunque luego
desarrolla otras para el cumplimiento íntegro de la ideología fisiócrata:
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Ideas fundamentales de la escuela fisiócrata

En primer lugar, la ley natural; la cual defendía esa innecesaria intervención


del Estado por la autorregulación y el buen funcionamiento de un mercado sin
la necesidad de que lo intervengan. Los fisiócratas consideraban que la
intervención del Estado impedían que la naturaleza manifestase su ley natural,
ya que el Estado era incapaz de interpretar el derecho natural, por lo que se
impide el conseguimiento de los beneficios del orden natural.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Ideas fundamentales de la escuela fisiócrata

En segundo lugar, la productividad exclusiva de la agricultura. Para


Quesnay, la agricultura, muy practicada en la economía por aquel entonces,
era la única fuente de productos netos. Es decir, Quesnay consideraba a la
tierra como la única fuente de riqueza, así como a la agricultura el multiplicador
necesario. La agricultura, para los fisiócratas, era la única actividad que
generaba un excedente superior a los recursos utilizados, considerando al
resto de ramas de producción como “estériles”, ya que no gozaban de esa
capacidad que sí poseía la agricultura.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Principios de la fisiocracia

Aún siendo estos dos puntos anteriores sus principios elementales, la


fisiocracia basó su ideología en más premisas para conseguir el
funcionamiento óptimo de la economía. Estas ideas, en consonancia con los
dos principios elementales, constituían el sistema perfecto para los fisiócratas.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Principios de la fisiocracia

1. La propiedad privada. Para los fisiócratas, la propiedad privada era un


derecho fundamental. Pues aspiraban a la garantía total del derecho a que
el hombre pudiese poseer lo obtenido con su propio trabajo. Solamente
garantizando la propiedad privada podría existir el progreso económico. De
esta forma, la garantía de la retroalimentación entre trabajo y propiedades
garantizaba el esfuerzo de los individuos y los intereses de seguir
progresando.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Principios de la fisiocracia

1. Además, en base a la desigualdad y la concentración de riqueza, los


fisiócratas consideraban la desigualdad como un factor determinante para
el crecimiento. Su punto de vista acerca de la economía proponía que la
igualdad absoluta impedía la generación de riqueza, consideraban.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Principios de la fisiocracia

2. A la propiedad privada la sigue el cuestionamiento del sistema


mercantilista y la defensa que hace este del comercio exterior como fuente
de riqueza. Los fisiócratas consideraban el comercio exterior como un
trueque, el cual era una fuente de riqueza “estéril”. Con esto no es que los
fisiócratas rechazasen el comercio, pues consideraban que toda la
actividad económica era relevante. Los fisiócratas que el comercio no era la
principal fuente de riqueza, así como un error el principio mercantilista de
acumular oro y plata como riqueza.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Principios de la fisiocracia

2. Para los fisiócratas, el comercio debía ser libre y servir como método para
obtener recursos que no pueden obtenerse en el país, pero no como motor
de crecimiento y desarrollo. Además, consideraba el comercio como una
amenaza para el bienestar al ser el posible causante de las guerras al
enriquecerse unas de otras.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Principios de la fisiocracia
3. También se encuentra entre los principios, aún habiendo sido mencionado
superficialmente en la creencia de la ley natural, el liberalismo económico, o
lo que los fisiócratas hacían referencia en la expresión “Laissez faire”. Para
los fisiócratas, el liberalismo económico era irrenunciable para el
cumplimiento del orden natural. Estos consideraban que la excesiva
regulación del Estado, las prohibiciones, los controles y límites de la
producción, así como cualquier intervención del Estado, impedía el buen
funcionamiento de la economía. Incluso, toda intervención para corregir la
desigualdad de un país, en consonancia con la idea de la acumulación de
riqueza, en la mente de los fisiócratas no estaba justificada.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Principios de la fisiocracia

3. Es por ello que uno de sus principios más básicos es el liberalismo


económico, rechazando así cualquier intervención que impida el desarrollo
económico que contempla el orden natural.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Breve historia de la fisiocracia

Como respuesta al mercantilismo, en el siglo XVIII, se originan dos nuevas


escuelas económicas que pretenden acabar con la corriente que predominaba.
Estas escuelas, una en Francia y otra en Gran Bretaña, eran la escuela
fisiócrata y la escuela liberal clásica. Una impulsada por el economista francés
François Quesnay, y otra impulsada por el afamado economista escocés Adam
Smith, surgieron como respuesta a la idea mercantilista, ofreciendo una
alternativa liberal a la gran apuesta que hacían los mercantilistas por una
economía intervenida.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Breve historia de la fisiocracia

La fisiocracia, considerada por algunos la madre de las ciencias sociales,


derivó en lo que se conoce como el periodo de la ilustración. Durante el siglo
XVIII se aplicaron teorías que desarrollaron los fisiócratas, aunque estas no
fueron en la forma que lo idearon los padres teóricos de la fisiocracia.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Breve historia de la fisiocracia

Durante la guerra de los siete años, donde Francia jugaba un papel


fundamental, la fisiocracia comenzó a tener un gran peso en la economía.
Muchas ideas fisiócratas vieron la luz y comenzaron a implantarse en el
sistema económico. Medidas que acabaron con muchas políticas mercantilistas
que impedían el librecambismo, la regulación de precios, la exclusividad de los
gremios, así como una gran relación de impuestos a la tierra. Una serie de
ideas con las que la escuela fisiócrata acabó.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Breve historia de la fisiocracia

Esto fue posible gracias a la presión mediática de los diarios económicos de la


década, así como la promoción de las ideas fisiócratas. Medidas que acabaron
aplicándose y que trajeron beneficio, pero que acabaron dando paso al sistema
capitalista. Un nuevo sistema en el que el desarrollo industrial primó sobre el
desarrollo agrícola que promovían los fisiócratas.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Críticas a la escuela fisiócrata

Pese a que muchos economistas han reconocido el aporte de los fisiócratas a


la economía, la fisiocracia también ha sido duramente criticada por grandes
opuestos a lo largo de la historia.

Entre las teorías más polémicas para estos autores estaba la de la producción
agrícola como única fuente de riqueza. Pues estos la subestimaban con
estudios en los que trataban de demostrar la pobreza de aquellos países que
primaron la producción agrícola frente a la industrialización de la economía
como método de desarrollo.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

Críticas a la escuela fisiócrata

También fue criticable por estos la idea de un impuesto único, así como la
visión de los fisiócratas acerca de la intervención del Estado. No obstante,
siguen primando los aportes de esta corriente de pensamiento, así como los
aportes en el contexto histórico que vivían los fisiócratas en el país galo.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

François de Quesnay fue un médico


francés del siglo XVIII. Sin embargo,
su gran pasión fue la economía.
Influenciado por su formación médica,
elaboró un cuerpo teórico sobre el
funcionamiento económico de las
sociedades.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

François Quesnay (1694 -1774) nació de una familia de agricultores y


comerciantes. Su padre Nicolás se dedicó a la tarea de recaudar impuestos en
nombre de una abadía. Esta ocupación le permitió asegurarle a la familia un
nivel de vida razonable. Parece que uno de los primeros maestros de Quesnay
fue el jardinero de su padre. Bajo su influencia, leyó el libro «L’ Agriculture et
Maison Rustique» de los doctores Charles Estienne y Jean Liébaut. Esta obra
era una famosa enciclopedia de la vida en el campo publicada en el siglo XVI y
reimpresa varias veces. Hasta principios del siglo XVIII. Ello marcó el posterior
interés de François Quesnay en materias como la agricultura y la medicina.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

No se sabe cómo Quesnay siguió sus estudios, hasta en 1711. En ese año
decidió dedicarse a la cirugía. Para hacerlo prosible, primero siguió las
enseñanzas de un cirujano que ejercía en el municipio vecino de Ecquevilly.
Posteriormente marchó a París, donde se casó con Jeanne-Caterine Dauphin
en 1717 y se graduó en 1718. Quesnay comenzó a practicar en Mantes-la-
Jolie, donde ganó una excelente reputación, y en 1723 recibió el título de
cirujano real.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

Su fama se expandió con la publicación en 1736 de «Essai physique sur


l’économie animale» (1736). Desde este momento siguió una brillante carrera
hasta convertirse en médico de Madame de Pompadour. Y, posteriormente, del
rey. En reconocimiento a la efectividad de su trabajo, el rey lo nombró escudero
en 1752. En el mismo año, Quesnay se convirtió en miembro de la «Académie
des sciences». Un año después lo hizo en la Royal Society. Su actividad
profesional no le impidió dedicarse a la economía con pasión. Pasión que le
llevó a fundar y promover la conocida como escuela fisiocrática.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

La vida en la corte permitió a Quesnay frecuentar d’Alembert , Diderot , Buffon ,


Condillac y otros intelectuales de prestigio. Esta situación le permitió escribir
las entradas para la «Encyclopédie», tales como «Fermiers» (1756), «Grains»
y «Hommes» (ambas en 1757). También publicó otras obras, como «Maximes
générales du gouvernement économique d’un royaume agricole»(1758) y una
serie de artículos en el «Journal de l’Agriculture, du Commerce et de la
Finance».
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

En 1758 publicó su obra económica más importante, «Tableau économique».


En ella, proporcionó la primera representación de las interdependencias
estructurales de un sistema económico. Su objetivo era describir como circulan
las rentas (producto neto) de un sector a otro. En ello, le influyó su formación
como médico, ya que se inspiró en el funcionamiento del cuerpo humano.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

En 1763, tras conocer al marqués de Mirabeau, participa con él en la obra


«Philosophie rurale ou économie générale et politique de l’agriculture, réduite à
l’ordre immuable des lois physiques et morales qui assurent la prospérité des
empires. Quesnay escribe el séptimo capítulo, con lo que da inicio a la
fisiocracia.
La última parte de su vida la dedicó al estuido de las matemáticas, un tanto
alejado de la economía política. Sus posiciones, una vez escuchadas e
influyentes perdieron fuerza y cada vez fueron más criticadas. Finalmente,
François de Quesnay murió el 16 de diciembre de 1774.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

Además de un afamado médico, François Quesnay estudió la economía. Más


concretamente, la economía política, en un contexto en el que la Francia de
Luis XV había dejado atrás el esplendor del reinado de Luis XIV, conocido
como el Rey Sol. El estado estaba endeudado y el sector agrario se mantenía
casi intacto desde la época medieval, basado en unas propiedades
fragmentadas y de muy poca extensión y el uso de unas herramientas
obsoletas y arcaicas.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

Tras una importante hambruna que causó la muerte de más de tres millones de
personas, Quesnay hizo una crítica feroz al sistema mercantilista que impulsó
Colbert, que daba preferencia al comercio y las manufacturas, frente a la
agricultura. Francia quedaba en un segundo plano frente a la pujanza de
Inglaterra y los Países Bajos.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY
Una de las contribuciones más importantes de Quesnay en la economía
política es el «Tableau économique» de 1758. En ella describe el sistema
económico, las interdependencias estructurales y las relaciones entre los
sectores productivos y las clases sociales. Para ello, se inspira en el organismo
humano, donde, los órganos mantienen una relación de interdependencia
recíproca. Quesnay observa la capacidad natural del organismo vivo para
encontrar un equilibrio entre los órganos, sin la necesidad de ayuda externa. Lo
mismo sucede en un sistema económico en el que los sectores productivos
están relacionados entre sí y todos contribuyen a determinar el equilibrio
económico del sistema.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

Esta interdependencia se da también entre las tres clases sociales que


distingue. Cada una de ellas cumple un papel específico:

• Los agricultores son la clase social productiva: En su opinión, la tierra es


el único origen del producto neto (excedente) o de riqueza adicional.
Cultivando la tierra, de las semillas (input) obtenemos frutos (output) de un
valor mucho más alto.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

• La clase distributiva la conforman los terranientes: Estos adquieren el


excedente producido por la tierra para comprar bienes y productos agrícolas.

• La clase estéril se vincula con el sector secundario y terciario: Según


Quesnay, la industria produce un valor de salida igual al valor de las
entradas. En este grupo también incluye a los comerciantes.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

FRANÇOIS QUESNAY

• Las clases sociales intercambian bienes y divisas entre sí: Por lo tanto,
el sistema económico está representado por flujos circulares , a través de
los cuales una clase social compra bienes o servicios de otra, detrás de un
pago en dinero. En el «Tableau économique» de Quesnay para cada flujo de
bienes o servicios (compra) se da un flujo inverso en la moneda (pago).
LA ESCUELA FISIÓCRATA

ANNE ROBERT JACQUES TURGOT


Anne Robert Jacques Turgot (1727-
1781) nació de una familia noble de
Normandía que durante varios años le
había proporcionado al Estado
funcionarios administrativos capaces.
Cuando era joven lo educaron para la
Iglesia, pero después de recibir su
título teológico, decidió entrar al
servicio judicial y administrativo.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

ANNE ROBERT JACQUES TURGOT

Turgot progresó en las filas del servicio al gobierno hasta convertirse en


ministro de finanzas de Francia en 1774; ése había sido el cargo de Colbert
cien años antes. Después de menos de dos años de desempeñar ese cargo,
introdujo medidas antifeudales y antimercantilistas, de acuerdo con las ideas
fisiócratas. Se ordenó la libertad del comercio interior de grano y se abolieron
los gremios y las corporaciones comerciales privilegiadas.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

ANNE ROBERT JACQUES TURGOT

Le puso fin a la opresiva corvée, los doce o quince días de trabajo no pagado
que se exigía a los aldeanos cada año para trabajar en el mantenimiento de
carreteras, puentes y canales; en su lugar aprobó un impuesto que debían
pagar todos los terratenientes. Turgot redujo drásticamente el gasto del
gobierno, con lo que el crédito del gobierno mejoró a tal grado que pudo
solicitar un préstamo por una suma considerable a los holandeses, a una tasa
de interés del cuatro por ciento, en vez del siete o el doce por ciento previos.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

ANNE ROBERT JACQUES TURGOT

Los pagos de interés anuales del gobierno se redujeron casi a las dos terceras
partes. Turgot abogaba por un impuesto sobre la nobleza, la libertad de que
todas las personas eligieran sus ocupaciones, la educación universal y la
creación de un banco central, que Napoleón establecería más adelante en
1800.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

ANNE ROBERT JACQUES TURGOT

Los edictos y planes de Turgot despertaron la oposición más determinada de


toda clase de personas. La nobleza lo odiaba porque quería gravar la tierra. El
clero descon- fiaba de él como un escéptico que no sólo muy rara vez asistía a
misa, sino que también aconsejaba la libertad religiosa. Los financieros
resentían el hecho de que hubiera obte- nido préstamos en el extranjero con
tasas de interés más bajas de las que ellos cobraban. Los miembros del
séquito del rey estaban encolerizados por la oposición de Turgot a sus
extravagancias, sus canonjías y sus pensiones.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

ANNE ROBERT JACQUES TURGOT

Los edictos y planes de Turgot despertaron la oposición más determinada de


toda clase de personas. La nobleza lo odiaba porque quería gravar la tierra. El
clero desconfiaba de él como un escéptico que no sólo muy rara vez asistía a
misa, sino que también aconsejaba la libertad religiosa. Los financieros
resentían el hecho de que hubiera obtenido préstamos en el extranjero con
tasas de interés más bajas de las que ellos cobraban. Los miembros del
séquito del rey estaban encolerizados por la oposición de Turgot a sus
extravagancias, sus canonjías y sus pensiones.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

ANNE ROBERT JACQUES TURGOT

Turgot, lo mismo que otros fisiócratas, creía en el absolutismo ilustrado y creía


que el rey llevaría a cabo todas las reformas. Se oponía a la interferencia del
parla- mento en la legislación. Un plan que le presentó al rey habría permitido
que sólo los propietarios de tierras constituyeran al electorado. El parlamento
elegido ya no tendría poderes legislativos, pero administraría los impuestos, la
educación y la ayuda a los pobres.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

ANNE ROBERT JACQUES TURGOT

En Reflections on the Formation and the Distribution of Riches, escrito en 1766,


Turgot desarrolló una teoría de los salarios en la cual afirmaba que la
competencia entre los trabajadores disminuye el salario a un nivel mínimo de
subsistencia. Esta fue una declaración temprana de lo que más adelante se
llamó la “ley de hierro de los salarios”. Sólo los agricultores producen un
excedente, que se utiliza para alimentar a toda la sociedad y proporcionarle
materia prima.
LA ESCUELA FISIÓCRATA

ANNE ROBERT JACQUES TURGOT

Turgot decía que los ricos agricultores arrendatarios eran los más capaces
para una labor agrícola eficiente, porque tenían el capital necesario para
invertirlo en la tierra. Recibían utilidades y un rendimiento sobre su inversión,
con intereses. Los empresarios reinver- tían la mayoría de sus utilidades y
ahorros, pero los terratenientes no lo hacían.
UNIDAD II
Capítulo N° 4: La Escuela
Clásica
LA ESCUELA CLÁSICA

La escuela clásica se inició en 1776, cuando Adam Smith publicó su


Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones.
Terminó en 1871 cuando W. Stanley Jevons, Carl Menger y Leon Walras, cada
uno por su parte, publicaron obras que expresa- ban las teorías neoclásicas.
En este capítulo, primero se ofrece un panorama de las escuelas clásicas y
después se examinan las contribuciones de varios de los precursores de dicha
escuela. (Sus nombres aparecen directamente arriba de la escuela clásica en
la Escala de tiempo de las ideas económicas.)
LA ESCUELA CLÁSICA

Es una escuela de pensamiento económico que se basa en la idea de que el


libre mercado es la forma natural del funcionamiento de la economía y que esta
produce progreso y prosperidad.

La economía clásica reorientó el pensamiento económico alejándose del


enfoque que se basaba en las preferencias de los gobernantes o las clases
sociales. Los clásicos enfatizaron los beneficios del libre comercio y
desarrollaron un análisis organizado del valor de los bienes y servicios como
reflejo de su costo de producción.
LA ESCUELA CLÁSICA

Los economistas clásicos se oponían a la intervención del gobierno en el


mercado a través de controles de precios, cuotas, regulaciones o cualquier otro
mecanismo que alterara su normal funcionamiento.
LA ESCUELA CLÁSICA

Antecedentes históricos de la escuela clásica

La revolución científica. En 1687 Isaac Newton (1642-1727) adelantó


considerablemente las primeras leyes científicas del movimiento planetario, de
Kepler, y las leyes matemáticas del movimiento de los cuerpos sobre la Tierra,
de Galileo. En sus Principios matemáticos de filosofía natural, Newton expuso
la ley de la gravitación universal: la fuerza de atracción entre dos cuerpos
cualesquiera en el universo es proporcional al producto de las masas de los
dos, e inversa al cuadrado de la distancia entre ellos. Esta ley explica, entre
otras cosas, el movimiento de los planetas.
LA ESCUELA CLÁSICA

Antecedentes históricos de la escuela clásica

La Revolución Industrial. En 1776 la Revolución Industrial apenas se iniciaba,


pero se intensificó a lo largo del periodo en el que escribieron los últimos
economistas clásicos. En el siglo XVII, Inglaterra capacitó a Holanda en el
comercio y se quedó atrás de Francia en la fabricación. Pero a mediados del
siglo XVIII, Inglaterra logró la supremacía en el comercio y en la industria.
Tanto la Revolución Industrial como la economía política clásica se
desarrollaron primero en Inglaterra.
LA ESCUELA CLÁSICA

Antecedentes históricos de la escuela clásica

La Revolución Industrial. Smith y sus contemporáneos, que vivieron durante


las primeras etapas de la Revolución Industrial, no pudieron identificar en forma
adecuada la importancia de este fenómeno y la dirección que seguiría su
desarrollo. Ese conocimiento sólo es posible al ver las cosas en retrospectiva;
pero estaban conscientes del considerable crecimiento de la fabricación, el
comercio, los inventos y la división del trabajo. Este crecimiento de la industria
condujo a un creciente énfasis en el aspecto industrial de la vida económica en
el pensamiento actual.
LA ESCUELA CLÁSICA

Principios más importantes de la escuela clásica

Con frecuencia se llama a la doctrina clásica liberalismo económico. Sus bases


son la libertad personal, la propiedad privada, la iniciativa individual, la empresa
privada y la interferencia mínima del gobierno. El término liberalismo se debe
considerar en su contexto histórico: las ideas clásicas eran liberales en
contraste con las restricciones feudales y mercantilistas sobre la elección de
ocupaciones, las transferencias de tierras, el comercio, etcétera. Un testamento
del cambio histórico es el hecho de que hoy día se califica de “conservadora” a
una persona que defienda al liberalismo económico.
LA ESCUELA CLÁSICA

Principios más importantes de la escuela clásica

• Participación mínima del gobierno. El primer principio de la escuela


clásica era que el mejor gobierno tutela al menor. Las fuerzas del mercado
competitivo libre guiarían la producción, el intercambio y la distribución. La
economía se debía autoajustar y debía tender a un empleo total, sin la
intervención del gobierno. La actividad del gobierno se debía limitar a
imponer los derechos de propiedad, encargarse de la defensa nacional y
proporcionar educación pública.
LA ESCUELA CLÁSICA

Principios más importantes de la escuela clásica

• Conducta económica en interés propio. Los economistas clásicos


suponían que la conducta en interés propio es básica para la naturaleza
humana. Los productores y comerciantes proporcionaban bienes y servicios
por el deseo de obtener utilidades; los trabajadores ofrecían sus servicios de
trabajo para obtener salarios y los consumidores compraban productos
como una forma de satisfacer sus deseos.
LA ESCUELA CLÁSICA

Principios más importantes de la escuela clásica

• Armonía de intereses. Con la importante excepción de Ricardo, los


clásicos hacían hincapié en la armonía natural del interés en una economía
de mercado. Al buscar satisfacer los propios intereses individuales, las
personas servían a los mejores intereses de la sociedad.
LA ESCUELA CLÁSICA

Principios más importantes de la escuela clásica

• Importancia de todos los recursos y actividades económicos. Los


clásicos señalaban que todos los recursos económicos, tierra, trabajo,
capital y capacidad empresarial, así como las actividades económicas,
agricultura, comercio, producción y el intercambio internacional, contribuyen
a la riqueza de una nación. Los mercantilistas habían dicho que la riqueza
se derivaba del comercio; los fisiócratas consideraron que la tierra y la
agricultura eran la fuente de toda la riqueza.
LA ESCUELA CLÁSICA

Principios más importantes de la escuela clásica

• Leyes económicas. La escuela clásica hizo considerables contribuciones a


la economía al enfocar el análisis en teorías o “leyes” económicas explícitas.
Algunos ejemplos incluyen la ley de la ventaja comparativa, la ley de los
rendimientos decrecientes, la teoría malthusiana de la población, la ley de
los mercados (ley de Say), la teoría de la renta de Ricardo, la teoría de la
cantidad de dinero y la teoría del valor del trabajo. Los clásicos creían que
las leyes de la economía son universales e inmutables.
Tema N° 4
Adam Smith
ADAM SMITH

Adam Smith

Es uno de los economistas más


famosos de la historia y es
considerado el padre de la
economía moderna. En sus teorías
económicas combina historia,
filosofía, desarrollo económico,
psicología y ética.
ADAM SMITH

Nació en Kirkcaldy, 1723 y falleció en Edimburgo, en 1790. Fue un


Economista escocés, hijo de un interventor de aduanas, a la edad de
catorce años ingresó en la Universidad de Glasgow, donde fue discípulo
de Francis Hutcheson, profesor de filosofía moral. Graduado en 1740,
ganó una beca en el Balliol College de Oxford, en el que adquirió
formación en filosofía. Ejerció la docencia en Edimburgo, y a partir de
1751, en Glasgow, como profesor de lógica y filosofía moral.
ADAM SMITH

En 1759 publicó Teoría de los sentimientos morales, obra


profundamente influida por el utilitarismo de Jeremy Bentham y John
Stuart Mill en la que describía la formación de los juicios morales en el
marco de un «orden natural» de ámbito social, y sobre cuyos principios
basaría su posterior liberalismo económico.
ADAM SMITH

Smith veía en el comportamiento humano la presencia de una dualidad


entre razón e impulsos pasionales. La naturaleza humana, individualista
y racional al mismo tiempo, empuja al hombre tanto al enfrentamiento
como a la creación de instituciones destinadas a la consecución del bien
común. Expuso además la creencia en una «mano invisible»
armonizadora de los intereses individuales en el marco de la actividad
colectiva.
ADAM SMITH

En Francia inició la redacción de su obra más importante, la


Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las
naciones (An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of
Nations), dividida en cinco libros, que terminó de escribir durante seis
años en su pueblo natal de Kirkcaldy, cerca de Edimburgo, y publicó
después de una estancia de tres años en Londres, en 1776.
ADAM SMITH

El pensamiento económico de Adam Smith

La principal aportación teórica de Adam Smith es el análisis del


mecanismo mediante el cual el libre juego de mercado (tanto a escala
interna como en las relaciones comerciales con otros países) entre los
diversos sectores de la economía genera el máximo beneficio
económico del conjunto. Como consecuencia, se mostró siempre
contrario a cualquier intervención o regulación de la actividad
económica, reduciendo el papel del Estado al de garante de las reglas
del juego.
ADAM SMITH

El pensamiento económico de Adam Smith

Adam Smith se opuso al mercantilismo al considerar la riqueza de una


nación como la producción anual de bienes y servicios («las cosas
necesarias y útiles para la vida»), en lugar de las reservas de metales
preciosos, y a la escuela fisiócrata al descartar la tierra como el origen
de toda riqueza y proponer en su lugar el factor trabajo. A este respecto,
incidió en la especialización como el determinante de la capacidad de
una sociedad para aumentar su productividad, y en consecuencia, su
crecimiento económico.
ADAM SMITH

El pensamiento económico de Adam Smith

Estableció una teoría del valor de un bien que distinguía entre su valor
de cambio (capacidad de ser intercambiado por otros bienes) y su valor
de uso (utilidad que aporta). Con respecto al valor de cambio, su medida
era el trabajo útil incorporado en su obtención; es decir, que una
mercancía tiene un precio natural determinado por el coste de
producción medido en trabajo, y un precio de mercado. En situación de
libre competencia, este último convergería hacia el primero.
ADAM SMITH

El pensamiento económico de Adam Smith

Adam Smith completó su análisis con una teoría sobre la distribución de


la renta que distinguía entre tres categorías de rentas (salarios,
beneficios del capitalista y rentas de la tierra), para sostener a
continuación que los salarios eran fijados por las leyes de la oferta y la
demanda, aunque reconoció la existencia de un valor mínimo de
subsistencia por debajo del cual ya no podían descender.
ADAM SMITH

Críticas a Adam Smith

Las críticas a Adam Smith han venido mayoritariamente por su idea de


que la economía de mercado es la herramienta para alcanzar el
bienestar social, mientras cada uno busca su propio interés (reflejado en
la mano invisible). Sin embargo, nunca creyó que el mercado fuese
perfecto o funcionase automáticamente por arte de magia. Es más,
admitió que un mercado de comercio totalmente libre era una utopía.
Smith tampoco apoyó un sistema anárquico, sin normas ni leyes, sino
una economía de mercado donde se permitiera en libre comercio.
ADAM SMITH

Críticas a Adam Smith

También han surgido críticas hacia Adam Smith por considerar al ser
humano como un individuo frío y egoísta, sin ninguna ética y solo
preocupado por sus intereses materiales. Nada más lejos de la realidad.
Smith fue precisamente catedrárico de Filosofía Moral en la Universidad
de Glasgow y, como veremos más adelante, en su libro «Teoría de los
sentimientos morales» describe el sentimiento del ser humano de la
empatía como su mayor virtud.
ADAM SMITH

Obras de filosofía y economía de Adam Smith

El libro “Teoría de los sentimientos morales”, su obra maestra desde una


perspectiva filosófica, se publicó en 1759. En ella exponía los principios
de la naturaleza humana que guiaban el comportamiento social del
hombre y hablaba por vez primera de “la mano invisible” que, sin saberlo
y sin proponérselo, orientaba el propio interés personal hacia el bien de
la sociedad. El libro comienza explorando las conductas humanas, en
las que en ningún lugar aparece el egoísmo con un rol principal.
ADAM SMITH

Obras de filosofía y economía de Adam Smith

En cambio, narra el proceso del ser humano de sentir empatía y ponerse


en el lugar del otro como su mayor virtud, ya que lo siente de forma
natural aun cuando no tenga beneficio de ello. Este sentimiento de
empatía «no se limita en absoluto al virtuoso ni al humano, aunque quizá
lo sienta con la más exquisita sensibilidad. El mayor rufián, el más
endurecido violador de las leyes de la sociedad, no está completamente
sin él.»
ADAM SMITH

Obras de filosofía y economía de Adam Smith

Posteriormente, en 1764, e instalado ya en París, fue donde su amigo


David Hume -secretario de la embajada británica- le introdujo en los
exquisitos ambientes de la ciudad. Es más, fue entonces cuando
conoció a François Quesnay, economista y fundador de la escuela
fisiocrática, una corriente ideológica fiel seguidora de la máxima “dejar
hacer, dejar pasar” –laissez faire, laissez passer, que sitúa al margen la
intervención del Estado- y que sostenía que la existencia de la ley
natural podía asegurar el buen funcionamiento del sistema económico.
ADAM SMITH

La riqueza de las naciones

Tres años más tarde, en 1767, comenzó a escribir su “Ensayo sobre la


riqueza de las naciones” que fue finalmente publicado en Londres seis
años más tarde. Esta obra representó el primer gran trabajo de
economía política clásica y liberal; es decir, en ella se aplicaban a la
economía -por vez primera- los principios de investigación científica, en
un intento por construir una ciencia independiente.
ADAM SMITH

La riqueza de las naciones

Además, el libro fue la continuación del tema iniciado en su obra


filosófica, donde mostraba cómo el juego espontáneo del egoísmo
humano bastaría para aumentar la riqueza de las naciones, si los
gobiernos no interviniesen con sus medidas; en definitiva, constituye el
primer libro moderno de economía, por el cual se le considera el padre
de la economía moderna (junto con Cantillon), su éxito fue tal que
eclipsó la teoría de los sentimientos morales, obra que muchas veces ni
siquiera se menciona como referencia del pensamiento de Adam Smith.
ADAM SMITH

La riqueza de las naciones

En los cinco libros que componen la riqueza de las naciones habla de


temas que ahora se han convertido en aspectos fundamentales de la
economía, pero que hasta ese momento no se habían aplicado. Destaca
su análisis sobre como la riqueza de una nación procede del trabajo y no
tanto de los recursos. En el primer volumen habla de temas tan
relevantes como la división del trabajo, los salarios, el uso del dinero y el
precio de los bienes, los beneficios de los accionistas, la renta de la
tierra y las fluctuaciones del oro y la plata.
ADAM SMITH

La riqueza de las naciones

El uso del dinero y los precios es una rama muy importante de la


economía, ya que determina el funcionamiento de la misma. Te
recomiendo que veas este contenido complementario para poder ampliar
tu conocimiento en este tema: Curso de funcionamiento del dinero y los
precios.
ADAM SMITH

La riqueza de las naciones

En ocasiones se ha tildado a Smith como el gurú del egoísmo por su


idea de que lo mejor para una sociedad es que cada individuo busque su
propio beneficio. Sin embargo, si se analizan sus estudios se puede
comprender que Smith va mucho más allá de esas ideas, reconociendo
que los seres humanos no se guían solo por el propio interés, sino que
la humanidad, la justicia, la generosidad y la solidaridad son cualidades
imprescindibles para el bienestar de una sociedad.
Tema N° 5
Thomas Robert Malthus
THOMAS ROBERT MALTHUS

Fue un erudito británico que, con


polémicas teorías, ejerció una notable
influencia en ámbitos como la economía,
la política y la demografía. Es
considerado como uno de los principales
autores en el seno de la escuela de la
economía clásica. Una muestra de la
importancia de este autor es que fue
distinguido como miembro de la Royal
Society.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Nació en Dorking, en 1766 y murió en Bath, ien 1834. Fue un


economista y demógrafo británico. Hijo de una familia rural acomodada,
su padre, que era amigo del filósofo David Hume y estaba influido por el
filósofo radical William Godwin y el economista francés Nicolas de
Condorcet, lo educó siguiendo las orientaciones del Emilio, de Jean-
Jacques Rousseau.
THOMAS ROBERT MALTHUS

En 1784 fue admitido en el Jesus College de Cambridge, donde se


graduó en 1788. En 1791 obtuvo la licenciatura y en 1793 entró a formar
parte de la institución, en la cual se ordenó sacerdote anglicano en 1797.
En 1805 ingresó como profesor de historia y economía política en el
East India Company's College de Haileybury. En 1811 conoció a David
Ricardo, con quien mantuvo una sincera amistad a pesar de sus
diferencias teóricas.
THOMAS ROBERT MALTHUS

En 1798 había publicado de forma anónima la primera edición de su


Ensayo sobre el principio de la población, obra que se reeditó en 1803
con importantes modificaciones. El libro nació como consecuencia de las
discusiones entre Malthus y su padre, quien, como buen discípulo de
Godwin, sostenía que la miseria era una consecuencia del papel
desempeñado por malas instituciones, ya que la Tierra podía alimentar a
todos los seres humanos, y lo único necesario era que mejorase la
asistencia pública contenida en las «leyes de pobres» inglesas, para
conseguir así una mayor igualdad social.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Malthus difería radicalmente de esta teoría, pues sostenía que el


crecimiento demográfico es mayor que el de los medios de subsistencia,
afectados por la ley de rendimientos decrecientes. Así, mientras la
población crece en progresión geométrica, la producción de alimentos lo
hace en progresión aritmética. Los momentos de crisis de subsistencia
se resolverían gracias a las hambrunas, guerras y epidemias por las que
disminuiría la población, sobre todo la perteneciente a los grupos más
desfavorecidos.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Éste es el mecanismo por el que, según sostenía Malthus, la naturaleza


restablecía el equilibrio natural entre población y medios de subsistencia.
La solución por él propuesta para evitar estas crisis era, entre otras, el
matrimonio tardío y la continencia prematrimonial.

En otra obra menos conocida pero no por ello menos importante,


publicada en 1820, Principios de economía política, considerados desde
el punto de vista práctico, aportó el resto de su teoría respecto a las
crisis y la demanda efectiva.
THOMAS ROBERT MALTHUS

A diferencia de los economistas de su época, se planteó qué


actuaciones de política económica había que adoptar para evitarlas. Con
este objetivo elaboró una teoría sobre las crisis, cuyas causas atribuyó al
ahorro excesivo y a la insuficiencia de la demanda en relación a la
producción. Razonó que el descenso de la demanda de productos,
resultado de una contracción del consumo, conllevaba una disminución
del ahorro invertido en la fabricación, a su vez, de nuevos productos.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Sostuvo que podía existir un desequilibrio entre ahorro e inversión, y que


el problema del excesivo crecimiento demográfico podía paliarse
haciendo un esfuerzo por aumentar la producción. Además, fue contrario
a creer, al revés que sus contemporáneos, en la neutralidad del papel
del dinero. Sus aportaciones innovadoras despertaron la admiración de
John Maynard Keynes, quien en su Teoría general (1936) se inspiró en
las teorías malthusianas de la insuficiencia de la demanda para elaborar
su principio de la demanda efectiva.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Malthus: un escéptico frente a las reformas ilustradas

Poco después de escribir La crisis, y a pesar de las influencias de


pensadores liberales, su postura ante la pobreza y sus causas, cambió.
Comenzó a mostrarse escéptico ante la posibilidad de que las reformas
políticas y sociales tuviesen efecto. Al contrario, comenzó a plantear
ideas que bebían de las corrientes utilitaristas y pragmáticas, y se alejó
del optimismo reformista propio de la Ilustración.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Malthus: un escéptico frente a las reformas ilustradas

Desde esa perspectiva escribió Ensayo sobre el principio de la población


en lo que afecta al futuro progreso de la sociedad, que fue publicado de
forma anónima en 1798. La base de esta obra era la afirmación de que
la crisis en la que se encontraba inmersa Europa tenía su fundamento
en cuestiones demográficas.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Malthus: un escéptico frente a las reformas ilustradas

Planteaba que el número de individuos crece más rápidamente,


geométricamente (es decir, pasando de 2 a 4, de 4 a 8… y así
sucesivamente), que los medios de subsistencia, que lo hacen
aritméticamente (pasando de 2 a 4, de 4 a 6, etcétera… ) con lo cual las
crisis eran un elemento difícilmente evitable, en tanto que el número de
individuos existentes sería siempre, y cada vez más, superior a la
cantidad disponible de alimentos.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Malthus: un escéptico frente a las reformas ilustradas

Por tanto, las políticas reformistas, en opinión de Malthus, no iban a


solucionar el problema de la pobreza. Es más, se mostraba seguro de
que simplemente empeoraría la situación, derivando al intervencionismo
y a economías de carácter socialista. Frente a las políticas reformistas,
en cambio, apelaba a reducir las tasas de natalidad, especialmente de
las clases desfavorecidas.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Malthus: un escéptico frente a las reformas ilustradas


En 1820 publicó su obra titulada Principios de economía política para su
aplicación práctica. En esta obra defendía que la crisis económica debía
paliarse con inversión en empleo público y con un aumento del consumo
privado. De esta forma, argumentaba, se podría incrementar la demanda
real, y, en consecuencia, la fluidez de los intercambios. Por tanto, el
objetivo de cualquier nación era maximizar su riqueza, equilibrando sus
capacidades producción y de consumo. En cierta forma, Malthus, con
esta obra, sentó algunos términos que, un siglo después, desarrollaría
Keynes.
THOMAS ROBERT MALTHUS

La influencia de Malthus

Malthus ejerció una notable influencia. Muestra de ello es que, además


de miembro de la Royal Society, desde 1810 fue miembro de diferentes
instituciones. En 1821, entró en el Club de Política Económica. En 1824
pasó a formar parte de la Real Sociedad de Literatura. Durante 1833 fue
nombrado miembro de la Academia francesa de las Ciencias Morales y
Políticas y de la Real Academia de Berlín. También participó en la
fundación de la Sociedad Estadística de Londres.
THOMAS ROBERT MALTHUS

La influencia de Malthus

Las tesis de Malthus influyeron de un modo importante en política,


economía y otras ciencias sociales. Autores como el novelista Harriet
Martineau, o los biólogos Charles Darwin o Alfred Russel Wallace, se
vieron influenciados por las tesis del economista británico.
Además, las inspiración malthusiana se ha dejado sentir en diferentes
modelos de crecimiento y agotamiento de los recursos. Entre ellos, el
informde del Club de Roma titulado Los límites del crecimiento.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Críticas a Malthus

A pesar de múltiples ediciones, Malthus nunca matizó nada de lo escrito


en su Ensayo sobre el principio de la población. La principal crítica
realizada a esta obra se basaba en las débiles evidencias empíricas
sobre las que se basaba. Por ejemplo, Messedaglia demostró la
incompatibilidad de las dos progresiones enunciadas por Malthus.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Críticas a Malthus

Es decir, este autor italiano señaló que no era posible que se diesen las
dos premisas malthusianas de que la población aumentara de forma
geométrica, mientras los alimentos lo hacía de forma aritmética.
Progresiones que, como hemos visto, eran parte fundamental del
pensamiento de Malthus.
THOMAS ROBERT MALTHUS

Críticas a Malthus

Entre las críticas se señala que no tuvo en cuenta los avances


tecnológicos y la influencia de la industrialización, que mejoraría la
productividad. Por tanto, la producción de alimentos sería cada vez
mayor.
Malthus tampoco previó que los cambios sociológicos pudiesen generar
cambios en la natalidad. Ello es lo que ocurre en las sociedades
occidentales, donde la población se ha estancado o, incluso, se ha
reducido.
Tema N° 6
David Ricardo
DAVID RICARDO

David Ricardo fue un economista


inglés de origen judío-sefardí
portugués. Fue uno de los más
célebres economistas del siglo XIX.
Formó parte de la corriente de
economistas clásicos, de la cual
fue uno de sus mayores iconos.
DAVID RICARDO

Economista inglés (Londres, 1772 - Gatcomb Park, Gloucestershire,


1823). Procedía de una familia judía sefardí originaria de Holanda, y en
aquel país recibió su primera educación judía ortodoxa. Luego se formó
en la práctica ayudando a su padre, que era corredor de Bolsa. Tras
romper con su familia por su matrimonio con una mujer cristiana
(cuáquera), se estableció por su cuenta como corredor y especulador de
Bolsa, acumulando en poco tiempo una gran fortuna, que le permitió
retirarse de los negocios a los cuarenta años.
DAVID RICARDO

Su formación económica fue autodidacta y tardía, y se debió a la lectura


de la obra fundamental de Adam Smith, La riqueza de las naciones. A
partir de ella desarrolló su propio pensamiento, centrado inicialmente en
cuestiones monetarias; en ese terreno no fue muy original, defendiendo
la teoría cuantitativista que vinculaba la inflación monetaria con la
abundancia de dinero, y postulando, por tanto, la vuelta del Banco de
Inglaterra al patrón oro.
DAVID RICARDO

Fue su amigo James Mill el que, consciente del valor intelectual de


Ricardo, le animó a poner por escrito su concepción teórica del sistema
económico, en la época en que ya se había retirado al campo a cultivar
sus aficiones. Fue así como surgieron los Principios de economía
política y tributación (1817), una obra breve que contiene la formulación
más sistemática y coherente del pensamiento económico clásico.
DAVID RICARDO

Mill quiso ir más allá y convenció a Ricardo para que entrara en la


política activa, a fin de «educar» al Parlamento en materia de economía;
efectivamente, se hizo elegir por un distrito de bolsillo de Irlanda en 1819
y actuó en la Cámara de los Comunes hasta su muerte como un liberal
independiente. Durante años mantuvo un acalorado debate intelectual -
compatible con relaciones de amistad y respeto- con Thomas Malthus..
DAVID RICARDO

La obra de Ricardo destaca por su razonamiento abstracto, simplificando


la realidad hasta definir un modelo teórico que dé cuenta del
funcionamiento esencial del sistema económico; se le considera, por
ello, el padre de la teoría económica y el primer economista profesional.
DAVID RICARDO

Fue un ardiente liberal, partidario de políticas económicas que


impulsaran el crecimiento económico a base de garantizar a los
capitalistas altos márgenes de beneficio, de manera que vino a teorizar
el proceso de la Revolución Industrial británica. Razonó sobre la base de
suponer que los salarios no podían -ni debían- elevarse sobre el nivel de
la mera subsistencia; y criticó hasta la saciedad a los terratenientes,
describiendo la renta de la tierra como un ingreso parasitario que no
contribuía a la producción, pero que frenaba el crecimiento.
DAVID RICARDO

Por la ley de los rendimientos decrecientes, creía inevitable un proceso


de elevación de las rentas de la tierra y de los salarios de los
trabajadores, que iría reduciendo los márgenes de ganancia hasta
provocar el fin del crecimiento capitalista (el estado estacionario).
DAVID RICARDO

Con su teoría de la ventaja comparativa argumentó de manera


convincente en favor del librecambismo; y propugnó la abolición de las
Leyes de Granos británicas, mecanismo proteccionista que contribuía a
enriquecer a los terratenientes (que dominaban el Parlamento y la vida
política) en detrimento de los verdaderos creadores de riqueza, que eran
los empresarios capitalistas.
DAVID RICARDO

Ricardo fue, por tanto, un portavoz cualificado de los intereses


empresariales surgidos al calor de la Revolución Industrial; y así se
explica su influencia sobre el resto de la escuela clásica (hasta John
Stuart Mill) y sobre el pensamiento económico ortodoxo del mundo
capitalista hasta el siglo XX (actualizado por revisiones como la de Alfred
Marshall).
DAVID RICARDO

Sin embargo, también había en sus escritos elementos que permitieron


interpretaciones de tipo socialista, y de hecho el pensamiento económico de
Marx consistió en desarrollar las ideas de Ricardo hasta sus últimas
consecuencias: por ejemplo, Ricardo había asentado definitivamente la
teoría del valor-trabajo, según la cual sólo el trabajo produce valor, de donde
Marx extrajo la conclusión de que los capitalistas explotan a sus
trabajadores porque detraen una parte del producto de su trabajo -la
plusvalía- para apropiárselo como beneficios; también aprovechó Marx la
idea ricardiana del estado estacionario para profetizar un derrumbamiento
inevitable del sistema capitalista, agotado por sus propias contradicciones.
DAVID RICARDO

Aparte de esta vinculación con el socialismo marxista, Ricardo dio pie


también a otras interpretaciones heterodoxas, como la de Henry George
(basada en la ilegitimidad de la renta de la tierra, que debía ser
confiscada por el Estado mediante un impuesto), la de los socialistas
ricardianos o, ya en el siglo XX, la escuela neorricardiana fundada por
Sraffa.
DAVID RICARDO

Principales aportaciones a la teoría económica

David Ricardo hizo grandes aportaciones a la teoría económica,


especialmente a la macroeconomía: analizó la relación entre beneficios
y salarios, que significó una de las bases de la ley de rendimientos
decrecientes. También fue obra suya la teoría cuantitativa del dinero.
DAVID RICARDO

Principales aportaciones a la teoría económica

Corrientes tan dispares como el liberalismo y el marxismo lo han tomado


como referencia, lo que denota la gran aportación de David Ricardo a la
ciencia económica, aportando análisis económicos neutrales que
ensalzan la economía como herramienta de gestión, independiente de
cualquier filosofía o ideología económica.
DAVID RICARDO

El valor de cambio de las mercancías

David Ricardo trabajó con rigurosidad la teoría del valor. Sobre ello
expuso que la cantidad de trabajo necesario para la producción de una
mercancía determinaba su valor de cambio. Ricardo, al igual que Adam
Smith, entendió que en las sociedades primitivas, el valor quedaría
determinado por el tiempo requerido para producir aquellos bienes de
subsistencia necesarios para el trabajador y su familia.
DAVID RICARDO

El valor de cambio de las mercancías

Pero en las nuevas sociedades en las que el mercado jugaba un papel


importante, ello podía no ser exactamente así. No obstante, la
diferencia, cuando se diese, sería mínima. En este caso, la
consecuencia sería una variación de la población, creciendo o
descendiendo según el salario de mercado fuese superior o inferior al
salario natural. En definitiva, existiría siempre una tendencia a una
situación de equilibrio.
DAVID RICARDO

Teoría de la renta diferencial

En un contexto geográfico e histórico en el que los propietarios de las


tierras las arrendaban en lugar de explotarlas directamente, David
Ricardo, observó las cuestiones relativas a la renta de la tierra.
DAVID RICARDO

Teoría de la renta diferencial

Defendió que la renta de la tierra se basaba en la diferencia existente


entre la fertilidad que ofrecía y la ley de los rendimientos decrecientes.
Partiendo de esta base se explicaba que si la relación entre población y
tierras disponibles era favorable a aquella, solamente se cultivarían las
mejores tierras. En tal caso nadie estaría dispuesto a pagar una renta
por cultivar tierras mientras existiesen otras de similar calidad
desocupadas.
DAVID RICARDO

Teoría de la renta diferencial

Con la teoría de la renta diferencial, David Ricardo, introdujo la Ley de


los rendimientos decrecientes. En función de esta, cuando se produce
un aumento de la población y, por tanto, de demanda de alimentos, se
van cultivando cada vez tierras menos fértiles. Ello implicaría un
aumento continuo de los precios de los alimentos. Por tanto, los salarios
nominales deberían aumentar de una forma acorde al costo de las
subsistencias, aunque, por otra parte, no sería necesario que también lo
hiciesen los reales.
DAVID RICARDO

Teoría de la ventaja comparativa

David Ricardo defendió el comercio internacional, por lo que se opuso a


las tesis proteccionistas. En consonancia con ello, en su Principios de
Economía Política (1817), argumentaba la necesidad de que cada país
se especializase en aquellos productos, bienes o servicios, para cuya
elaboración y producción resultasen más eficientes. Con ello, enfatizaba
el papel de la productividad en el desarrollo de las economías
nacionales. Por ello, trabajó en la teoría de la ventaja comparativa.
DAVID RICARDO

Teoría de la ventaja comparativa

Por tanto, la ventaja comparativa era uno de los pilares sobre las que se
asentaba su modo de entender el comercio internacional. Centrarse en
producir aquello para lo cual se encontraban en una situación de
superioridad que el resto de países era, para Ricardo, la forma más
adecuada de dirigir la economía.
DAVID RICARDO

Teoría de la ventaja comparativa

En definitiva, podemos afirmar que David Ricardo fue uno de los más
importantes economistas clásicos. Ocupó importantes cargos públicos y
una elevada posición social. Participó de grandes debates que, a día de
hoy, siguen siendo recurrentes, como cuales deben ser las pautas a
seguir en relación con el comercio internacional.
Tema N° 6
David Ricardo
JEREMY BENTHAM

(Houndsditch, 1748 - Londres,


1832) Pensador inglés, padre del
utilitarismo. Proveniente de una
familia acomodada, a los siete años
leía ya en el texto original los
clásicos de la literatura francesa; a
los trece ingresó en Oxford, y
empezó a ejercer como abogado a
los 19 años.
JEREMY BENTHAM

Reveló también precozmente su carácter anticonformista llevado, por


naturaleza, a la crítica de cuanto había sido legado por la tradición;
suscribió, en efecto, los 39 artículos de la Iglesia anglicana sólo porque
ello resultaba necesario para su admisión en el colegio, y no sin haber
criticado antes su falta de correspondencia con los dictámenes de la
razón.
JEREMY BENTHAM

Su padre, procurador, le indujo a la abogacía; pero Bentham dejó muy


pronto la profesión para dedicarse a la investigación científica pura de la
jurisprudencia. Fruto de tales estudios fue el Fragmento sobre el
gobierno (1777), que, ya a su aparición, obtuvo un gran éxito y fue
juzgado obra de algún autor famoso. Tales trabajos iniciales, que
atacaban el sistema legal y judicial inglés, le llevaron a la formulación de
la doctrina utilitarista, plasmada en su obra principal: Introducción a los
principios de la moral y la legislación (1789).
JEREMY BENTHAM

En ella preconizaba que todo acto humano, norma o institución, deben


ser juzgados según la utilidad que tienen, esto es, según el placer o el
sufrimiento que producen en las personas. A partir de esa simplificación
de un criterio tan antiguo como el mundo, proponía formalizar el análisis
de las cuestiones políticas, sociales y económicas, sobre la base de
medir la utilidad de cada acción o decisión. Así se fundamentaría una
nueva ética, basada en el goce de la vida y no en el sacrificio ni el
sufrimiento.
JEREMY BENTHAM

El objetivo último de lograr «la mayor felicidad para el mayor número» le


acercó a corrientes políticas progresistas y democráticas: la república
surgida de la Revolución Francesa le honró con el título de «ciudadano
honorario» (1792), si bien Bentham discrepaba profundamente del
racionalismo de Rousseau y consideraba absurdo el planteamiento
iusnaturalista subyacente a la Declaración de Derechos del Hombre y
del Ciudadano de 1789.
JEREMY BENTHAM

Por aquel entonces Jeremy Bentham ya había empezado a viajar por


Europa. Además del francés hablaba corrientemente el italiano, el
alemán y el ruso, y no desconoció el chino. En 1786 se dirigió a Rusia,
donde tenía un hermano arquitecto, y allí emprendió el estudio de una
reforma del régimen penitenciario, entonces muy atrasado; pretendió
asimismo llevar a cabo una aplicación práctica de sus ideas, y, a tal fin,
planeó un edificio destinado a ser la nueva prisión modelo, proyecto que
defendió por espacio de veinticinco años sin resultado concreto alguno.
JEREMY BENTHAM

También en Rusia, país en el que permaneció durante dos años, escribió


Defensa de la usura (1787), obra con la cual deshizo muchos prejuicios
respecto a la cuestión.
JEREMY BENTHAM

Desde 1814 convirtió su casa en centro de intercambio intelectual y foco


de un activo movimiento utilitarista. Entre sus amigos y seguidores más
cercanos se encontraba James Mill, el cual quiso hacer de su hijo, John
Stuart Mill, el heredero de Bentham al frente del movimiento. Ambos
fueron editores de importantes obras de Bentham, quien tenía la
costumbre de escribir mucho, pero dejando la mayor parte de los textos
inacabados para que los completaran sus editores.
JEREMY BENTHAM

El utilitarismo ejerció su influencia sobre toda una generación de


políticos británicos, representada por Robert Peel; también puede
señalarse la incidencia que tendría, a la larga, sobre las doctrinas
subjetivas del valor que se impusieron en la teoría económica occidental
a partir de la «revolución marginalista» (Léon Walras, Vilfredo Pareto,
etc.). Bentham fundó el University College de Londres, donde, por
expreso deseo suyo, está expuesto al público su esqueleto.
JEREMY BENTHAM

El utilitarismo ejerció su influencia sobre toda una generación de


políticos británicos, representada por Robert Peel; también puede
señalarse la incidencia que tendría, a la larga, sobre las doctrinas
subjetivas del valor que se impusieron en la teoría económica occidental
a partir de la «revolución marginalista» (Léon Walras, Vilfredo Pareto,
etc.). Bentham fundó el University College de Londres, donde, por
expreso deseo suyo, está expuesto al público su esqueleto.
JEREMY BENTHAM

El utilitarismo es una teoría ética que trata de diferenciar el bien del mal
al enfocarse exclusivamente en los resultados de las acciones. Es una
versión del consecuencialismo.

El utilitarismo determina que la opción más ética es la que produce el


mayor beneficio para el mayor número de personas. Es el único marco
moral que puede ser usado para justificar el uso de fuerza militar y hasta
la guerra. También es una perspectiva de las cuestiones éticas mucho
más común en el mundo empresarial ya que toma en cuenta los costos y
beneficios.
JEREMY BENTHAM

No obstante, ya que no podemos adivinar el futuro, es difícil saber con


certeza si las consecuencias de nuestras acciones serán buenas o
malas. Este es uno de los límites del utilitarismo.
JEREMY BENTHAM

El utilitarismo también tiene dificultades con valores como la justicia y los


derechos individuales. Por ejemplo, supone que en un hospital hay
cuatro personas cuyas vidas dependen de un trasplante de órganos: un
corazón, unos pulmones, un riñón, y un hígado. Si una persona llega al
hospital, sus órganos pueden ser usado para salvar cuatro vidas a
cambio de perder una. Esto podría producir el mayor bien para el mayor
número de personas. Pero pocos lo considerarían una medida
aceptable, y mucho menos la más ética.
Tema N° 7
Jean Baptiste-Say
JEAN-BAPTISTE SAY

(Lyon, 1767 - París, 1832)


Economista francés. Junto a Adam
Smith, Thomas Robert Malthus y
David Ricardo, Jean-Baptiste Say
es considerado uno de los
principales representantes de la
escuela clásica de pensamiento
económico.
JEAN-BAPTISTE SAY

Este empresario de origen protestante fue el primer profesor de


economía política de la Europa continental y el gran divulgador fuera de
Gran Bretaña de las ideas liberales de la escuela clásica y, muy
particularmente, de su obra fundacional: La riqueza de las naciones, de
Adam Smith. Say publicó en 1803 un Tratado de economía política que
cumplió esa misión de dar a conocer la nueva ciencia, empleándose
como libro de texto en toda Europa y en Norteamérica hasta finales del
siglo XIX.
JEAN-BAPTISTE SAY

Fue también un pensador original, que se permitió añadir algunos


retoques al sistema clásico. Uno de los más importantes fue el
descubrimiento de la figura del empresario como factor fundamental de
la producción en un medio capitalista; partiendo de su experiencia
personal en los negocios, definió el empresario como el personaje que
asume la responsabilidad, la dirección y, por tanto, el riesgo de las
actividades productivas, que puede ser una persona distinta de quien
pone el capital.
JEAN-BAPTISTE SAY

Otra innovación de Say fue la introducción del concepto de utilidad como


determinante de la demanda de los bienes y, por tanto, de su precio; no
llegó, sin embargo, a defender una teoría subjetiva del valor, que le
habría llevado a contradecir los fundamentos de la economía clásica.
JEAN-BAPTISTE SAY

Pero, sobre todo, Jean-Baptiste Say es recordado por la ley de los


mercados o ley de Say, que asegura que en un mercado libre es
imposible una crisis general de superproducción, ya que la oferta crea su
propia demanda (o sea, que toda actividad productiva genera rentas,
salarios y beneficios suficientes para adquirir los productos que lanza al
mercado). John Maynard Keynes criticó ásperamente esta supuesta ley,
que juzgó carente de fundamento.
JEAN-BAPTISTE SAY

Seguramente han conocido la famosa “Ley de Say” presentada como


“toda oferta crea su propia demanda”. Desde el punto de vista, digamos,
del ‘marketing’, la frase parece absurda; nadie tiene garantizado que
simplemente por ofrecer algo exista alguien que esté dispuesto a
comprarlo. Pero, ¿es eso lo que dijo Say?, o ¿es eso lo que quiso decir?

La siguiente lectura es sobre el capítulo de su libro ‘Tratado de


Economía Política’ donde precisamente presenta esta idea:
JEAN-BAPTISTE SAY

“Una persona que dedique su esfuerzo a invertir en objetos de valor que


tienen determinada utilidad no puede pretender que otros individuos
aprecien y paguen por ese valor, a menos que dispongan de los medios
para comprarlo. Ahora bien, ¿en qué consisten estos medios? Son los
valores de otros productos que también son fruto de la industria, el
capital y la tierra. Esto nos lleva a una conclusión que, a simple vista,
puede parecer paradójica: es la producción la que genera la demanda
de productos.”
JEAN-BAPTISTE SAY

“Si un comerciante dijera: «No quiero recibir otros productos a cambio de


mi lana; quiero dinero», sería sencillo convencerlo de que sus clientes
no podrían pagarle en dinero si antes no lo hubieran conseguido con la
venta de algún bien propio. Un agricultor podrá comprar su lana si tiene
una buena cosecha. La cantidad de lana que demande dependerá de la
abundancia o escasez de sus cultivos. Si la cosecha se pierde, no podrá
comprar nada. Tampoco podrá el comerciante comprar lana ni maíz a
menos que se las ingenie para adquirir además lana o algún otro artículo
con el cual hacer la compra...”
JEAN-BAPTISTE SAY

“…El comerciante dice que sólo quiere dinero. Yo digo que en realidad
no quiere dinero, sino otros bienes. De hecho, ¿para qué quiere el
dinero? ¿No es acaso para comprar materias primas o mercaderías para
su comercio, o provisiones para su consumo personal? Por lo tanto, lo
que quiere son productos, y no dinero. La moneda de plata que se
reciba a cambio de la venta de productos propios, y que se entregue en
la compra de los de otras personas, cumplirá más tarde la misma
función entre otras partes contratantes, y así sucesivamente. De la
misma manera que un vehículo público transporta en forma consecutiva
un objeto tras otro…”.
JEAN-BAPTISTE SAY

“Si no puede encontrar un comprador, ¿diría usted que es solamente por


falta de un vehículo donde transportarlo? Porque, en última instancia, la
moneda no es más que un agente que se emplea en la transferencia de
valores. Su utilidad deriva de transferir a sus manos el valor de los
bienes que un cliente suyo haya vendido previamente, con el propósito
de comprarle a usted. De la misma manera, la próxima compra que
usted realice transferirá a un tercero el valor de los productos que usted
anteriormente haya vendido a otros…”
JEAN-BAPTISTE SAY

“…De esta manera, tanto usted como las demás personas compran los
objetos que necesitan o desean con el valor de sus propios productos,
transformados en dinero solamente en forma temporaria. De lo contrario,
¿cómo es posible que la cantidad de bienes que hoy se venden y se
compran en Francia sea cinco o seis veces superior a la del reinado
miserable de Carlos VI? ¿No es evidente que deben haberse producido
cinco o seis veces más bienes, y que deben haber servido para
comprarse unos a otros?”
JEAN-BAPTISTE SAY

Y aquí el párrafo que diera lugar a esa interpretación llamada “Ley de


Say”. ¿Parece tan ilógico como alguien (¿quién?) lo quiso presentar?:

“Cuando un producto superabundante no tiene salida, el papel que


desempeña la escasez de moneda en la obstrucción de sus ventas en
tan ínfimo que los vendedores aceptarían de buen grado recibir el valor
en especie para su propio consumo al precio del día: no exigirían dinero
ni tendrían necesidad de hacerlo, ya que el único uso que le darían seria
transformarlo inmediatamente en artículos para su propio consumo.
JEAN-BAPTISTE SAY

Esta observación puede extenderse a todos los casos donde exista una
oferta de bienes o servicios en el mercado. La mayor demanda estará
universalmente en los lugares donde se produzcan más valores, porque
en ningún otro lugar se producen los únicos medios de compra, es decir,
los valores. La moneda cumple sólo una función temporaria en este
doble intercambio. Y cuando por fin se cierra la transacción, siempre se
habrá intercambiado un bien por otro.
JEAN-BAPTISTE SAY

Vale la pena señalar que desde el instante mismo de su creación el


producto abre un mercado para otros por el total de su propio valor.
Cuando el productor le da el toque final a su producto, está ansioso por
venderlo de inmediato, por miedo a que pierda valor en sus manos. De
la misma manera, quiere deshacerse del dinero que recibe a cambio, ya
que también el valor del dinero es perecedero. Pero la única manera de
deshacerse del dinero es comprando algún otro producto. Por lo tanto, la
sola creación de un producto inmediatamente abre una salida para
otros.”
JEAN-BAPTISTE SAY

En 1800, publico Olbie, ou essai sur les moyens de reformer les moeurs
d’une nation (Como reformar la moralidad de las naciones) y, en 1803,
publicó su trabajo más conocido, Treatise on Political Economy (Tratado
de Economía Política), sobre la composicion y distribucion de la riqueza.
En este trabajo introdujo la famosa Ley de Say o Ley de Mercados de
Say, siguiendo la teoría clásica de Adam Smith y de David Ricardo,
donde postuló que antes de poder demandar, se debe producir para
intercambiar con lo comprado.
JEAN-BAPTISTE SAY

Esta teoría se describió como que “la oferta crea su propia demanda” y,
aunque hay debate sobre quién inventó esta frase (se dice que fue
James Mill, el padre de John Stuart Mill), no hay debate sobre la
invención del concepto.
JEAN-BAPTISTE SAY

Inicialmente Thomas Malthus y luego John Maynard Keynes, criticaron


su análisis, pensando en el corto plazo. No obstante, llegó a ser
bastante aceptado que en el largo plazo era cierto. Aunque esta teoría
llevó a muchos a decir que la oferta crea su propia demanda, en
términos más comunes se podría decir que, sin dinero no puedo
comprar y para conseguir dinero, necesito trabajar, es decir, producir.
JEAN-BAPTISTE SAY

Say también investigó la necesidad e importancia del dinero que


demandaban tanto los que producían como los que demandaban
productos como una forma de facilitar este intercambio. Como parte de
este análisis, habló del atractivo del oro y plata haciendo el papel de
dinero, por sus características de durabilidad, portabilidad, divisibilidad,
alto valor y uniformidad, aunque también habló de la posibilidad de que
estos podrían ser reemplazados por otros medios de cambio que
puedan ser comunmente aceptados.
JEAN-BAPTISTE SAY

Finalmente, analizó detalladamente el impacto negativo de los


impuestos sobre el labor empresarial y la creación de riqueza, impacto
que se ve reflejado a lo largo de la economía y de su crecimiento, ya que
la reducción de producción resulta en reducción de demanda en un
círculo vicioso negativo para todos.
Tema N° 7
Nassau William Senior
NASSAU WILLIAM SENIOR

(1790 – 1864) Fue el hijo mayor de


un clérigo rural que tuvo diez hijos.
En 1825 Senior se convirtió en el
primer profesor de economía
política en Oxford. El gobierno lo
nombró miembro de varias
comisiones reales que investigaban
problemas sociales importantes.
NASSAU WILLIAM SENIOR

Senior concebía a la economía política como una ciencia, por lo que


deseaba separarla de todos los criterios de valor, de todas las
declaraciones políticas y de todos los esfuerzos para promover el
bienestar. Hoy en día se hace referencia a este tipo de análisis como
economía positiva, en contraste con la economía normativa, que se
interesa en lo que “debería ser” y utiliza a la economía para defender las
políticas públicas. Según Senior, los economistas se deben interesar en
el análisis de la producción y distribución de la riqueza, no en la
promoción de la felicidad.
NASSAU WILLIAM SENIOR

Senior manifestó:
“Pero sus conclusiones [del economista], cualesquiera que sean su
generalidad y su verdad, no lo autorizan a añadir una sola sílaba de
consejo. Este privilegio le corresponde al escritor y estadista que ha
considerado todas las causas que pueden promover o impedir el
bienestar general de aquellos a quienes se dirige, no al teórico que sólo
ha considerado una de esas causas, aun entre las más importantes. La
función de un economista político no es recomendar ni disuadir, sino
declarar un principio general”.
NASSAU WILLIAM SENIOR

Senior formuló cuatro principios de la economía que creía verificables


empíricamente y de los cuales se podía deducir una teoría integrada de
la economía:

1. Que el hombre desea obtener una riqueza adicional con tan poco
sacrificio como sea posible. [Principio del ingreso o de la
maximización de la utilidad.]
NASSAU WILLIAM SENIOR

2. Que la población del mundo, en otras palabras, el número de


personas que lo habitan, está limitada sólo por la moral o el mal
físico, o por el temor de una deficiencia de aquellos artículos de
riqueza que los hábitos de cada clase de sus habitantes la conducen
a requerir. [Principio de la población.]
3. Que los poderes del trabajo y de los otros instrumentos que producen
riqueza se pueden incrementar indefinidamente utilizando sus
productos como medios de mejorar la producción. [Principio de la
acumulación de capital.]
NASSAU WILLIAM SENIOR

4. Que si la capacidad agrícola sigue siendo igual, el trabajo adicional


empleado en la tierra dentro de un distrito determinado produce un
rendimiento menos proporcionado o, en otras palabras, que aun
cuando con cada incremento del trabajo empleado el rendimiento
total se incrementa, el incremento del rendimiento no está en
proporción con el incremento del trabajo. [Principio de los
rendimientos decrecientes.]
NASSAU WILLIAM SENIOR

El valor de intercambio de los bienes, según Senior, depende de la


demanda y la oferta. La demanda implícita es el concepto de la utilidad
marginal en disminución de los bienes a medida que se adquieren más
unidades. Esta fue una percepción importante que más adelante
aplicaron los marginalistas. La oferta depende de los costos de
producción. Pero el costo, decía Senior, es subjetivo: es la suma de los
sacrificios requeridos con el fin de utilizar a los agentes de la naturaleza
para producir bienes útiles.
NASSAU WILLIAM SENIOR

Los costos de producción son el trabajo de los trabajadores y la


abstinencia de los capitalistas. Abstinencia era un nuevo término con el
que Senior contribuyó al vocabulario de la economía política como sigue:
NASSAU WILLIAM SENIOR

“Pero aun cuando el trabajo humano y la acción de la naturaleza,


independientemente de la del hombre, son los principales poderes
productivos, requieren la cooperación de un tercer principio productivo
para darles una eficiencia completa. Al tercer principio, o instrumento de
producción, sin el cual los otros dos son ineficientes, le daremos el
nombre de abstinencia: un término mediante el cual expresamos la
conducta de una persona que se abstiene de la utilización improductiva
de lo que puede disponer, o bien que intencionalmente prefiere la
producción de los resultados remotos a los inmediatos.”
NASSAU WILLIAM SENIOR

El empleo de Senior del término abstinencia implicaba un criterio de


valor acerca de los sacrificios realizados por el capitalista al posponer el
consumo de la riqueza (o prescindir de él para siempre). Marx y
Ferdinand Lassalle, el socialista del Estado alemán, se burlaron a lo
grande de este concepto. Este último escribió en forma despectiva
acerca de la abstinencia de un barón Rothschild y de la despilfarradora
prodigalidad del trabajador inglés que malgastaba en el consumo todo
su ingreso de unos cuantos chelines a la semana.
NASSAU WILLIAM SENIOR

Alfred Marshall rediseñó más adelante la función de los ahorros como


espera, es decir, posponer el consumo. Este término era tanto menos
colorido como menos controversial que el de abstinencia; no implicaba
ningún sufrimiento o sacrificio de parte de los ricos mientras acumulaban
riquezas.
NASSAU WILLIAM SENIOR

Los críticos socialistas que ridiculizaban el concepto de lo tedioso de


ahorrar pasaron por alto un punto decisivo: el sacrificio no es la cantidad
total del ahorro, sino más bien el sacrificio en el margen, el punto de
cambio en el cual se toman las decisiones. Es probable que un
millonario pudiera ahorrar $10 000 y sufrir mucha menos agonía por
dólar de la que sufriría un pobre al ahorrar $100. Sin embargo, considere
aquella porción del ahorro que se hace en el límite de la incertidumbre,
el punto en el cual uno decide ahorrar una cantidad extra o gastarla en el
consumo.
NASSAU WILLIAM SENIOR

En esos márgenes, el de $10 000 dólares y el de $100 dólares, los


sacrificios de posponer el consumo muy bien pueden ser iguales.
También pueden ser suficientemente gran- des para requerir una
remuneración en forma de intereses.
NASSAU WILLIAM SENIOR

Senior estaba en desacuerdo con Smith, quien creía que todos los
productores de servicios son improductivos. Los abogados, doctores y
maestros, decía Say, son productivos debido a que promueven el
incremento de la riqueza. Cuando un soldado debe proteger a un
agricultor, ambos son productivos. Suponga que mil personas están
empleadas forjando barras y tornillos para mantener alejados a los
ladrones; si cien de ellos logran el mismo propósito al convertirse en
trabajadores de seguridad, ¿la riqueza disminuye con esta conversión
de trabajadores “productivos” a “improductivos”?.
NASSAU WILLIAM SENIOR

Para Senior, la distinción apropiada no era entre trabajo productivo e


improductivo, sino más bien entre consumo productivo e improductivo.
Esta última categoría incluye el consumo de encajes, bordados, joyería,
tabaco, ginebra y cerveza, todo lo cual disminuye la masa de bienes sin
contribuir a la capacidad de los trabajadores para producir.
NASSAU WILLIAM SENIOR

Senior no le prestaba atención a su propia prescripción de que los


economistas nunca deben ofrecer una sola palabra de consejo. En su
larga carrera en la vida pública, hizo numerosas declaraciones sobre
aspectos políticos, sin explicar nunca si sus recomen- daciones se
ofrecían o no respaldadas por todo el peso de sus teorías económicas.
NASSAU WILLIAM SENIOR

• Leyes de los pobres. Senior prestó sus servicios en la Comisión de


la Ley de los Pobres nombrada en 1832. Escribió la mayor parte del
reporte que resultó en la severa Enmienda de la Ley de los Pobres de
1834, que buscaba desalentar las solicitudes de ayuda por parte de
personas físicamente capaces de trabajar. El acta estableció el
principio de que las condiciones de vida de quienes recibían ayuda
deberían ser peores que las de los trabajadores más mal pagados.
Esas leyes de los pobres estuvieron vigentes durante setenta años.
NASSAU WILLIAM SENIOR

• Sindicatos. Como un apasionado defensor del gobierno limitado, la


libertad económica (según él la consideraba) y la movilidad del
trabajo, Senior se oponía inequívocamente al movimiento sindical.
Entre sus propuestas estaban la prohibición de todas las
conspiraciones y restricciones al comercio por parte de los
trabajadores, un severo castigo para todas las solicitudes de formar
sindicatos, la confiscación de fondos propiedad de los sindicatos y
una compensación proveniente de los fondos públicos para las
personas que resultaban lesionadas cuando oponían resistencia a los
sindicatos.
Tema N° 7
John Stuart Mill
JOHN STUART MILL

(Londres, 1806 - Aviñón, Francia,


1873) Economista, lógico y filósofo
británico. Hijo del también
economista James Mill, fue
educado de forma exclusiva por su
progenitor según los estrictos
principios del Emilio de Rousseau.
JOHN STUART MILL

Dotado de una inteligencia extraordinaria, a los diez años estaba


versado en griego y latín y poseía un exhaustivo conocimiento de los
clásicos. A los trece años su padre le introdujo en los principios de la
lógica y de la economía política, centrándose en este ámbito en la obra
de Adam Smith y David Ricardo.
JOHN STUART MILL

En 1823 ingresó en la Compañía de las Indias Orientales, donde llegaría


a ocupar el cargo de jefe de la Oficina para las Relaciones con los
Estados Indios. Activo políticamente en defensa de la causa abolicionista
durante la guerra civil estadounidense, desde 1865 y durante tres años
ocupó un escaño en la Cámara de los Comunes, donde sería objeto
constante de polémica a causa de su decidido apoyo a las medidas a
favor de las clases menos privilegiadas y de la igualdad de derechos
para la mujer.
JOHN STUART MILL

Sus primeros escritos aparecieron publicados en las páginas de los


diarios The Traveller y The Morning Chronicle, y se ocuparon
fundamentalmente de la defensa de la libre expresión. En 1824, la
aparición de The Westminster Review, órgano de transmisión de la ideas
filosóficas radicales, proporcionó a Mill un atrio privilegiado desde el que
difundir su ideario liberal.
JOHN STUART MILL

En el campo de la ética, John Stuart Mill defendió una suerte de


matizado utilitarismo en el que pueden entreverse influencias de
Bentham y en el que introdujo una constante preocupación por incluir en
el concepto habitual de «utilidad» las satisfacciones derivadas del libre
ejercicio de la imaginación y la conciencia crítica. Sobre las principales
tendencias filosóficas de su tiempo, Mill se manifestó a favor del
positivismo de Auguste Comte y contrario al intuicionismo de Hamilton.
JOHN STUART MILL

Políticamente mostró siempre un gran entusiasmo por la democracia


como forma de gobierno, atemperado por el pesimismo sobre la
incidencia real en el bienestar social de su práctica. Sus trabajos sobre
lógica y metodología de las ciencias revistieron gran importancia en su
tiempo, fundamentalmente mediante su búsqueda constante de un
principio válido para la inferencia de leyes generales; tras los pasos de
Hume, Mill definió la causalidad como un proceso empírico falsable que
denominó «inducción por enumeración».
JOHN STUART MILL

En la primera, Mill elaboró un completo análisis del proceso de


formación de los salarios que entendió determinado por la interacción
entre la oferta de trabajo y de la demanda del mismo en forma de fondo
de salarios. Consideró el beneficio como renta del capital y lo hizo
dependiente del nivel general de precios. En su teoría del intercambio
introdujo la utilidad como factor determinante del valor de cambio de un
bien, a la par con su coste de producción. En el campo de la economía
internacional se le debe la introducción del término «relación real de
intercambio».
JOHN STUART MILL

En la segunda parte se ocupó de cuestiones de estática y dinámica y


expuso su idea de una evolución hacia el estancamiento de la totalidad
del sistema capitalista a causa de una tendencia irreversible a la
reducción de los beneficios, concepto que sería recuperado por Marx. La
tercera parte es la que mejor refleja su talante reformista y trata de las
medidas necesarias para favorecer una más justa distribución de la
renta, entre las que Mill propuso la limitación de la herencia, la
cooperación obrera e interterritorial y la promoción de la pequeña
propiedad campesina.
JOHN STUART MILL

En la segunda parte se ocupó de cuestiones de estática y dinámica y


expuso su idea de una evolución hacia el estancamiento de la totalidad
del sistema capitalista a causa de una tendencia irreversible a la
reducción de los beneficios, concepto que sería recuperado por Marx. La
tercera parte es la que mejor refleja su talante reformista y trata de las
medidas necesarias para favorecer una más justa distribución de la
renta, entre las que Mill propuso la limitación de la herencia, la
cooperación obrera e interterritorial y la promoción de la pequeña
propiedad campesina.
JOHN STUART MILL

En la segunda parte se ocupó de cuestiones de estática y dinámica y


expuso su idea de una evolución hacia el estancamiento de la totalidad
del sistema capitalista a causa de una tendencia irreversible a la
reducción de los beneficios, concepto que sería recuperado por Marx. La
tercera parte es la que mejor refleja su talante reformista y trata de las
medidas necesarias para favorecer una más justa distribución de la
renta, entre las que Mill propuso la limitación de la herencia, la
cooperación obrera e interterritorial y la promoción de la pequeña
propiedad campesina.
JOHN STUART MILL

La obra de Mill, Principios de economía politica, se divide en cinco libros:


“Producción, “Distribución”, “Intercambio”, “Influencia del progreso de la
socie- dad en la producción y distribución” y “Sobre la influencia del
gobierno”. Estos temas proporcionan la estructura para el resto del
capítulo.
JOHN STUART MILL

Producción
En el primer libro, Mill analizó tres factores productivos: tierra, trabajo y
capital. La riqueza se define como algo que incluye todas las cosas
útiles que poseen un valor de intercambio; sólo se incluyen objetos
materiales, debido a que son los únicos que se pueden acumular. El
trabajo productivo incluye sólo aquellas clases de esfuerzos que
producen utilidades incluidas en los objetos materiales. Pero también se
dice que el trabajo que rinde un producto material sólo indirectamente es
productivo.
JOHN STUART MILL

Producción
Por consiguiente, los educadores y los funcionarios del gobierno son
productivos porque sus servicios crean las condiciones requeridas para
la producción de bienes materia- les. El trabajo improductivo es aquel
que no termina en la creación de una riqueza material.
JOHN STUART MILL

Distribución
En el segundo libro, “Distribución”, Mill empezó con su famosa
declaración trascendental:
“Las leyes y condiciones de la producción de la riqueza comparten el
carácter de las verdades físicas. No hay nada opcional ni arbitrario en
ellas. No sucede lo mismo con la distribución de la riqueza. Eso es
exclusivamente un asunto de las instituciones huma- nas. Una vez que
las cosas están allí, la humanidad, individual o colectivamente, puede
hacer con ellas lo que más le agrade”.
JOHN STUART MILL

Distribución
Mill no reconocía que la producción y la distribución están
interrelacionadas y que la interferencia con una implica la obstrucción
con la otra. Las “cosas” no están allí como una masa de bienes ya
producidos. Aparecen como un flujo continuo que se produce mediante
los incentivos proporcionados por los pagos a los factores de
producción. El flujo se puede reducir o interrumpir completamente si la
distribución del ingreso es desfavorable para el mantenimiento de la
producción.
JOHN STUART MILL

Distribución
Aun cuando sus dos proporcio- nes en la cita son exageraciones,
permitieron que Mill planteara la perspectiva de un papel mayor para el
proceso político en la determinación de la distribución apropiada del
ingreso. Es posible decir, a favor de Mill, que abandonó la idea de
Ricardo de las “leyes de distribución” inexorables, conforme a las cuales
la humanidad es impotente. Mill desafió la creencia de la escuela clásica
en la universalidad y la permanencia de la ley natural.
JOHN STUART MILL

Distribución
Esto racionalizó su defensa de las limitaciones sobre la herencia para
fami- liares lejanos y su apoyo para otras medidas que promoverían una
difusión más amplia de la propiedad de la riqueza. Aun cuando
básicamente estaba comprometido con una empresa privada y una
economía orientada a las utilidades, aceptaba la “participación de
utilidades” y las “cooperativas de productores” como métodos mediante
los cuales los trabajadores podrían mejorar su riqueza.
JOHN STUART MILL

Intercambio
En la parte de sus Principios titulada “Intercambio”, Mill declaró
confiadamente lo siguiente:

“Por fortuna no hay nada en las leyes del valor que quede para que lo
aclare el escritor presente o futuro; la teoría del tema está completa: la
única dificultad que se debe supe- rar es la de expresarla con el fin de
resolver con anticipación las principales perplejidades que ocurren en su
aplicación”.
JOHN STUART MILL

Intercambio
El precio expresa el valor de algo en relación con el dinero; el valor de
un bien se mide por su poder general para comprar otros bienes. Puede
haber un aumento de precios, pero no un aumento general de valores,
debido a que en términos relativos el valor de todas las cosas no puede
aumentar simultáneamente.
JOHN STUART MILL

Intercambio
El valor de un bien no puede aumentar a un nivel más alto que su valor
de utiliza- ción estimado para el cliente. La demanda válida, el deseo
más la capacidad de com- prar, es por consiguiente el único factor
determinante del valor. Pero hay una demanda de diferentes cantidades
a distintos valores. Si la demanda depende en parte del valor y el valor
depende de la demanda, ¿no es esto una contradicción?, preguntaba
Mill. La resolvió introduciendo el concepto de un programa de demanda
(una relación entre el precio y la cantidad demandada) y al hacerlo hizo
un adelanto considerable a la teoría del valor.
JOHN STUART MILL

Intercambio
La cantidad de la demanda es lo que varía según el valor (o precio). El
valor de mercado se determina mediante la interacción de la oferta y la
demanda y, una vez que se establece este valor, se determina la
cantidad de la demanda.
JOHN STUART MILL

Dinámica de la economía
Los tres primeros libros de sus Principios, decía Mill, cubrían las leyes
económicas de una sociedad estacionaria e inmutable en equilibrio, lo
que él llamaba estática. En los dos últimos libros añadió una teoría del
movimiento, de los cambios progresivos y las tendencias últimas, que él
llamaba dinámica.
JOHN STUART MILL

Dinámica de la economía
En el cuarto libro, “Influencia del pro- greso de la sociedad sobre la
producción y distribución”, Mill pronosticó un aumento en la producción y
la población, un continuo crecimiento del dominio de la sociedad sobre la
naturaleza, un aumento en la seguridad de la persona y la propiedad y
un creciente papel para las corporaciones. Los mejoramientos en la
producción industrial se compensarían con los rendimientos disminuidos
en la agricultura y la minería a medida que la población continuara su
crecimiento.
JOHN STUART MILL

El Gobierno
En el último libro, “Sobre la influencia del gobierno”, Mill defendió el
concepto del gobierno mínimo:

En todas las comunidades más avanzadas, la inmensa mayoría de las


cosas se hacen peor con la intervención del gobierno de lo que harían
los individuos más interesados en el asunto, o de lo que se verían
obligados a hacer si las dejaran en sus manos.
JOHN STUART MILL

El Gobierno
Las bases de esta verdad se expresan con una exactitud tolerable en las
máximas populares: que las personas comprenden sus propios negocios
y sus propios intereses mejor y cuidan más de ellos, de lo que lo hace el
gobierno, o de lo que se puede esperar que lo haga.
JOHN STUART MILL

El Gobierno
Sin embargo, Mill introdujo las suficientes excepciones para pulir la idea.
Señaló que los individuos que operan en una economía de mercado no
necesariamente son los mejores jueces de qué tanta educación debe
proporcionar la sociedad. El trabajo para los niños se debería regular.
Las autoridades municipales deberían operar monopolios naturales tales
como compañías de gas y agua, o el Estado debería regular sus tarifas.
JOHN STUART MILL

El Gobierno
Cuando los individuos son buenos jueces de sus propios intereses, el
gobierno puede actuar para poner en ejecución ese criterio; por ejemplo,
si los trabajadores ganaran con la reducción del día laboral, de10 horas
a nueve, se podría requerir una acción del gobierno para lograr esa
concesión. Si las personas van a recibir ayuda de bene- ficencia, es
deseable que dicha ayuda provenga de las autoridades públicas, más
que de obras caritativas privadas inciertas.
JOHN STUART MILL

El Gobierno
Los legisladores deberían supervisar y regular los programas de
colonización. El gobierno también debería hacer aquellas cosas que
sirvan a los intereses generales de todas las personas, pero que no son
rentables para los individuos, tales como emprender exploraciones
geográficas o científicas.

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