4.2 GE Con Rumbo A La Calidad

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Doctorado en Ciencias de la Educación

Gestión en la calidad de la Educación Superior

Willer Ferney Montes Granada


MDCO19693

4.2. Documento: “La Gestión educativa rumbo a la


calidad de la educación”
Unidad 4. Gestión Educativa y Liderazgo

Dra. Maria Teresa de León Gallo


Medellín (Colombia), 07 de febrero de 2021

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Introducción

A la hora de plantear un Sistema de Gestión de Calidad y centrarse en la calidad


de la educación, se considera al liderazgo como uno de los factores clave. Sin
embargo, este sigue siendo uno de los temas más controvertidos en el campo de la
elaboración teórica, en el de las políticas educativas y prácticas concernientes a la
organización de las instituciones educativas.

Es una gran responsabilidad de la alta dirección y de todo el staff administrativo,


el tener que demostrar su liderazgo y compromiso con respecto al sistema de gestión
de calidad, asegurándose de que los objetivos y la política de calidad se establecen y
son compatibles con la dirección estratégica y, además, con el contexto de la
organización. En este ejercicio diario del ámbito de la educación se deben tener en
cuenta condiciones que enmarcan al liderazgo como un factor clave en el éxito de las
instituciones educativas: el contexto global, la filosofía de la organización, las
condiciones políticas, el factor multicultural, diverso y cambiante del sector.

En el contexto actual y con los estándares internacionales de calidad que se


establecen en el sector educativo hay temas que se han trabajado a lo largo del
doctorado y a la luz de los Sistemas de Gestión es momento de visualizarlos. Por esto,
el objetivo de esta actividad es elaborar un trabajo donde se puedan comprender e
integrar temas que surgen en la realidad de las organizaciones al establecer los
Sistemas de Gestión de Calidad en Educación.

Primero, se parte de elaborar un organizador gráfico que


permita esquematizar cómo se integran los siguientes elementos en un Sistema de
Gestión de Calidad para el sector educativo, en torno al tema de “Política y educación
en la era de la globalización”. Seguidamente, se contextualiza y se entrega el soporte
teórico basado en los materiales de consulta, para generar un ensayo en torno al tema:
“Los retos de la calidad educativa: el financiamiento en Latinoamérica”.

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Organizador Gráfico
Figura 1. La Gestión Educativa como elemento clave en la calidad. Fuente: autor

Figura 2. Gestión Educativa Estratégica. Fuente: autor

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Ensayo
Conforme a los postulados de la UNESCO entregados en el informe de Delors y otros
(1996), la ES se debe considerar como un patrimonio público en el cual se entrelazan
corresponsabilidades de todos los actores que intervienen, especialmente los
gobiernos, constituyéndose en un pilar estratégico para el crecimiento y desarrollo
económico, social y cultural de los países. Por esto en Colombia, además de la
educación ser consagrada como un servicio público con función social, es uno de los
factores que bien direccionados puede coadyuvar a incentivar la paz y alcanzar equidad
con transformación social.
En esta línea, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) ha propuesto como
meta ser el país más educado en América Latina para el año 2026, como resultado del
Plan Nacional Decenal de Educación 2016-2026 (MEN, 2017), lo que conlleva a un
gran esfuerzo en el fortalecimiento del sistema educativo y al mejoramiento de la
calidad de la educación.
Como la educación es uno de los pilares más importantes del desarrollo de toda
sociedad; no sólo provee la mano de obra calificada necesaria para el desarrollo y
crecimiento económico de las naciones, sino que aporta los principios de formación
integral para que las personas se desarrollen de forma sana, productiva y competitiva,
impactando en todos los ámbitos que envuelve a una sociedad.
Entonces, una correcta gestión educativa a través de Liderazgos bien aplicados
aportará beneficios al funcionamiento de las actividades administrativas y hará que la
actividad educativa sea más eficaz, eficiente y de calidad. Peter Senge (1990) en su
libro La quinta disciplina, señaló que las organizaciones deben adaptarse al entorno
cambiante que las rodea y esto exige líderes que motiven y dirijan a la organización y a
todos sus miembros para que aprendan a adaptarse a los cambios; adicionalmente, el
liderazgo de la organización también debe cambiar a medida que ésta se desarrolla y
madura. Lo anterior permite evidenciar la importancia del Liderazgo en la Gestión
donde sin duda alguna son trascendentales los Cinco puntos clave que propone Peter
Senge (1990) para aplicar el liderazgo como una quinta disciplina en la Empresa:

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1. Mantener una visión personal
2. Criticar permanentemente los propios paradigmas
3. Construir un liderazgo de trabajo en equipo
4. Valorar como unidad fundamental al equipo
5. Integrar todas las disciplinas en un solo programa de acción.

Como afirma Sierra Villamil (2016), un líder educativo es quien es capaz de influir , en
general, en todos los estamentos de la comunidad académica (estudiantes, docentes y
administrativos), en la cual pueden estar los grupos de interés (stakeholders), entre
ellos los padres de familia de los estudiantes, con el propósito de lograr objetivos de la
institución fundamentados en su filosofía y componentes teleológicos para poder
generar valor diferenciador en los programas de formación que oferta.

Algunas de las implicaciones de ejercer un acertado liderazgo educativo, pueden ser


(OCDE & BANCO MUNDIAL, 2012):
 La existencia de Liderazgo motiva a estudiantes, docentes y toda la comunidad
educativa.
 Hace que se desarrollen las actividades de manera armónica y favorable para
todos.
 Si el docente aplica bien el Liderazgo, hará que los estudiantes aprendan de
forma más significativa, apropiándose del conocimiento para aplicarlo en
situaciones de su vida cotidiana.
 El alumno reconocerá en el docente a alguien de autoridad, pero sin asociarlo a
algo negativo, sino más bien a una figura que lo guía de forma armoniosa en su
aprendizaje.
 Genere empatía en la manera de relacionarse dentro del contexto educativo.

El liderazgo educativo es un concepto que pueden aplicar jerárquicamente en Top


Down, tanto los directivos de instituciones educativas, pasando por todos los

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estamentos institucionales, hasta llegar a los profesores y alumnos dentro del salón de
clases.
Su principal objetivo es mejorar la calidad de la educación que se imparte. Con ese
horizonte en la mente, se pueden realizar ciertas acciones estratégicas para que la
institución educativa, ya sea escuela, universidad, instituto o la que fuera, trabaje
alineada en ese mismo objetivo de calidad:
 El Liderazgo en educación permite que exista un “sentido de pertenencia”
a la institución, tanto de sus trabajadores como de sus estudiantes.
 Esto hace que se obtengan resultados educativos positivos y que exista
un ambiente laboral y de relaciones humanas que mejorarán en todos los
aspectos a la comunidad educativa.

¿Qué diferencia a un Líder Educativo de un administrativo tradicional?


El colectivo imaginario pudiera pensar que se trata del mismo concepto; sin embargo,
hay una marcada diferencia entre ambas connotaciones, como se detalla en la Tabla 1.

Tabla 1. Comparativo entre un director clásico y un líder educativo. Fuente: autor


Directivo clásico Líder educativo
Rígido en sus decisiones; no cambia Escucha a los demás y es flexible en
de opinión sus ideas
Es cortoplacista y limitado Tiene visión a largo plazo
No quiere problemas y cuando los hay, Se anticipa a los problemas y busca
delega a otros para que se encarguen soluciones de forma proactiva
El ambiente laboral no es su prioridad, Se preocupa de que exista un
ya sea por desconocimiento o ambiente sano y favorable para todos
desinterés los integrantes de la comunidad
educativa
Le preocupa que los sistemas Le preocupa la calidad e involucra a
funcionen, no es amigo de los cambios todos los participantes de la

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comunidad educativa
Prefiere mantener todo tal como está; Busca innovar y actualizar la labor
no se sale de su zona de confort. académica y/o administrativa
A partir del material de estudio, se infieren diez (10) cualidades del liderazgo educativo:
1. Visión macro: partiendo desde los lineamientos que da el PEI (Proyecto
Educativo Institucional) y sus componentes teleológicos, pero impactando en el
liderazgo ejercido por los docentes y estudiantes en sus aulas de clase.
2. Empatía e ilusión: motivación intrínseca para crear una cultura de trabajo en
equipo colaborativo y sinérgico, entre todas las dependencias y estamentos
institucionales.
3. Hoja de ruta: traza una línea conductora de la gestión estratégica institucional,
que permite planificar, marcar objetivos y metas, optimizando tiempo y recursos.
4. Escuela abierta: favorecer un clima laboral de respeto, equidad, aprendiendo a
escuchar a los demás y delegando, para crear una escuela abierta y
participativa.
5. Luz orientadora: aprender a gestionar la presión, a aprender de los demás
(tanto de los aciertos como de los errores), superando los fracasos y aportando
una luz orientadora que guíe los procesos con liderazgo.
6. Servir de referente: con habilidades para la toma de decisiones a todo nivel,
obteniendo lo mejor de cada uno en su diversidad.
7. Innovación y transformación: reinventarse y transformarse, innovando con las
nuevas competencias que exige esta era digital.
8. Creatividad: crear nuevos y mejores entornos y situaciones de aprendizaje.
9. Comunicador: expresando sus ideas de forma clara, directa y asertiva.
10. Despertar la curiosidad: no perder la capacidad de asombro, para conocer y
aplicar nuevos procesos, metodologías, tecnologías y personas; creando
nuevos retos y nuevas oportunidades de hacer mejor las cosas.

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Globalización e impacto en la calidad de la Educación Superior (ES).
La globalización, fenómeno que concibe al mundo moderno sin barreras
espaciotemporales es considerada por algunos como catastrófica, irreversible y
avasallante; para otros, una gran oportunidad a partir de los riesgos que genera; pero a
ciencia cierta que impacta, en mayor o menor grado, en todos los ámbitos de la
humanidad. Se concibe entonces a la globalización como un “proceso mundial en el
cual los límites temporales y geográficos se desdibujan permitiendo una mayor
integración de todos los campos de la vida social, en especial de la economía, la
política y la cultura” (Martín-Cabello, 2013, p.8). Por esto se constituye en un pilar
estratégico en el crecimiento y desarrollo de los países, dado que aporta al progreso
individual y colectivo de la sociedad, configurándose como un instrumento que
incrementa la movilidad (comercial, social, académica e investigativa), la competitividad
laboral, el acceso al empleo y el nivel de ingresos, permitiendo una mayor participación
en el mundo interconectado (Gómez, 2016).
En el contexto educativo, en las últimas dos décadas diferentes autores
coinciden en señalar la existencia de una importante relación causa/efecto entre el
fenómeno de globalización y la ES, manifestada a través de la internacionalización. En
los últimos treinta años la importancia del contexto global se ha magnificado, por lo que
la dimensión internacional de la ES ha adquirido mayor relevancia en la agenda de los
gobiernos y las organizaciones internacionales, las IES y sus organismos
representantes, las organizaciones estudiantiles, las agencias internacionales y las
acreditadoras de calidad de la ES (De Wit, 2011).
La dinámica económica mundial impulsada por la globalización siempre tendrá
repercusión directa en la Educación Superior (Pugh & Lozano, 2019). En este orden de
ideas, existen organismos internacionales, tales como el Banco Mundial, la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus entes encargados de la educación,
la organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Internacional de Desarrollo
(BID) y la UNESCO, entre otros, que ejercen una influencia de alto impacto en las

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políticas de los países en vía de desarrollo, especialmente en el ámbito de la
educación. Estos organismos otorgan financiamiento a proyectos, realizan estudios y
emiten propuestas de mejoramiento a los sistema educativos, lo que permite articular
las tendencias educativas con las propuestas de educación de cada país, promoviendo
oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, en función de cumplir
con los preceptos de formación integral por los que propenden las cartas magnas de
cada nación, proclamando que la educación debe ser consagrada como un servicio
público con función social (Hevia, 2010). La llamada sociedad del conocimiento, los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la nueva revolución industrial 4.0, ponen a
la educación en la ruta de la agenda internacional, imponiéndose marcadas tendencias
a nivel mundial y en América Latina y el Caribe, como la formación por competencias y
los resultados de aprendizaje, la enseñanza para los derechos humanos, la enseñanza
para el desarrollo sostenible, la enseñanza soportada en las TIC, la enseñanza para el
conocimiento global, entre otros (Urriola, 2018).
Se trata entonces de integrar a la educación un enfoque multidimensional y
holístico, para que asuma principios éticos como el respeto a la vida, a la dignidad
humana, a la diversidad cultural, a la igualdad de derechos y justicia social, así como un
sentido de solidaridad y responsabilidad compartida. Así, los fines de la educación se
reorientan a una formación integral que promueva la paz, los derechos humanos, la
equidad, la aceptación de la diversidad y el desarrollo sostenible (Hevia, 2010;
UNESCO, 2015).
Según Ardila (2017) la Política educativa de los Sistemas educativos e
instituciones, debe articular los conceptos de considerar a la educación como un
derecho y a la vez como un elemento que está sujeto a las condiciones del mercado,
por lo que busca aumentar la visibilidad institucional a través de la calidad en la
prestación de sus funciones sustantivas.

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Conclusiones

En este mundo globalizado, cada vez más el sistema educativo cobra relevancia
en términos individuales y sociales. Una educación de calidad sería aquella cuyos
contenidos responden a lo que el individuo necesita para su desarrollo integral: moral,
física, intelectual, afectiva y como persona, entre otros, y una adecuada inclusión al
contexto social en el cual se desarrolla en ámbitos políticos, económicos y sociales.

A su vez, la calidad educativa incluye asuntos como la enseñanza y aprendizaje


individual, áreas de equidad como la inclusión, las áreas de eficacia como la autonomía,
la descentralización, la responsabilidad y el liderazgo.

Para Chacón (2011), el aplicar el concepto de liderazgo a la educación implica


pasar de los viejos esquemas tradicionales o enfoques clásicos, basados en la
dirección de una sola persona o alta gerencia, hacia enfoques más innovadores,
democráticos y participativos. Este autor define que lo que se pretende es hacer
copartícipes a los docentes y padres de familia en los procesos y las prácticas
institucionales, las cuales se deben desarrollar a través de diferentes líneas de acción.

Esta concepción considera que el líder ha de articular una visión para la


organización, comunicarla a los demás y lograr de ellos asentimiento y compromiso.
Un líder transformacional se esfuerza en reconocer y potenciar a los miembros de la
organización y se orienta a transformar las creencias, actitudes y sentimientos de los
seguidores, pues no solamente gestiona las estructuras, sino que influye en la cultura
de la organización en orden a cambiarla.

Es una gran responsabilidad de la alta dirección y de todo el staff administrativo,


el tener que demostrar su liderazgo y compromiso con respecto al sistema de gestión
de calidad, asegurándose de que los objetivos y la política de calidad se establecen y
son compatibles con la dirección estratégica y, además, con el contexto de la
organización.

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Referencias

Chacón Luna, G. L. (2016). Liderazgo transformacional y su relación con la satisfacción


laboral.

Delors, J., Al Mufti, I., Amagi, I., Carneiro, R., Chung, F., Geremek, B., & Nazhao, Z.
(1996). Informe a la Unesco de la comisión internacional sobre la educación para
el siglo XXI: La educación encierra un tesoro. Madrid: Santillana, Ediciones
UNESCO, 91-103.

DeWit, Hans (2011). Globalización e internacionalización de la educación superior.


Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento (RUSC). Vol. 8, n.º 2, págs.
77-84. UOC. ISSN 1698-580X. Disponible en:
http://rusc.uoc.edu/ojs/index.php/rusc/article/view/v8n2-dewit/v8n2-dewit.

Gómez, A. C. (2016). Globalización y desarrollo económico, Colombia como caso de


estudio. Journal of Internacional Law EAFIT, 7, 33–67.

Hevia, R. (2010). El Derecho a la Educación y la Educación en Derechos Humanos en


el contexto internacional. Revista Latinoamericana de Inclusión Educativa, 4 (2),
pp. 25-39. Disponible en: http://www.rinace.net/rlei/numeros/vol4-num2/art1.pdf

Martín-Cabello, A. (2013). On the origins of the globalization process. Methaodos.


Revista De Ciencias Sociales, 1(1). https://doi.org/10.17502/m.rcs.v1i1.22

Martínez Rizo, F. (2013). El futuro de la evaluación educativa. Sinéctica, (40), 01- 11.

MEN. (2017). Plan Nacional Decenal de Educación 2016-2026: “El camino hacia la
calidad y la equidad”. Bogotá D.C., Colombia: Oficina de
Comunicaciones_Gobierno de Colombia.

OCDE & BANCO MUNDIAL. (2012). Evaluaciones de políticas nacionales: La


Educación superior en Colombia. Paris: OCDE - publishing. doi:DOI
http://dx.doi.org/10.1787/9789264180710-es

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Pugh, G., & Lozano, A. (2019). El desarrollo de competencias genéricas en la
educación técnica de nivel superior: un estudio de caso. Calidad En La Educación,
(50), 143. https://doi.org/10.31619/caledu.n50.725

Senge, P. (1990). Libro: La Quinta Disciplina. “Disciplinas de la Organización


Inteligente.

Sierra Villamil, G. M. (2016). Liderazgo educativo en el siglo XXI, desde la perspectiva


del emprendimiento sostenible. Revista Ean, (81), 111-129.

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