El Vuelo de Los Cóndores3
El Vuelo de Los Cóndores3
El Vuelo de Los Cóndores3
(Adaptación)
-Narrador: Este teatro está adaptado al cuento “el vuelo de los cóndores”.
ACTO I
Escena I
-Narrador: El circo llega a Pisco. Abraham, un niño del lugar, se detiene en el
muelle para ver a los artistas olvidando la preocupación que causaría en su casa
por su tardanza.
Escena II
-Anfiloquio: ¡Como! ¿Dónde has estado?
-Abraham: Nada, que salimos tarde del colegio…
-Anfiloquio: No puede ser; porque Alfredito llegó a su casa a las cuatro y
cuarto…
-Hermanita: Anda, come, no seas zonzo. No te van a hacer nada… Pero eso
si, no lo vuelvas a hacer.
-Mamá: (abrió el sobre) ¡Oh, papelillos morados! Son entradas para el circo,
dice: El afamado barrista kendall, el hombre de gom; el célebre domador; payaso
“Confitito”, y el extraordinario y emocionante espectáculo “El Vuelo de los
Cóndores”, ejecutado por la pequeñísima Miss orquídea.
ACTO II
-Narrador: Se vistieron todos y se despidieron de mamá y papá. Entraron por
un estrecho callejoncito de adobes, en un inmenso corralón. Se instalaron. Sonó
una campana. - ¡segunda! -gritaron todos. aplaudiendo. ¡Tercero! ¡Bravo, bravo!
el público exclamó al terminar - ¡El Vuelo de los Cóndores!
-Anfiloquio: Mira hermano mira ya va a empezar “El Vuelo de los Cóndores”
-Abraham: ¡Sí!
-Narrador: la niña se instaló y saludo al público, se dieron las voces, se soltó el
trapecio opuesto, y en el suyo la niña se lanzó mientras el bombo-detenida la
música-. Serenamente realizo la hazaña. El hombre que la traía del muelle hablo
algunas palabras con los otros. La prueba iba a repetirse.
ACTO III
-Narrador: algunos días más tarde, al ir, después del almuerzo, a la Escuela,
por la orilla del mar, Abraham volvió la cara al oír unas palabras en la terraza en
tenía en su espalda. Vio a una niña muy pálida, delgada, sentada mirando allí el
mar. Era Miss orquídea. La niña levanto los ojos y miro Abraham dulcemente.
Abraham se metió entra las gentes para verla bajar al bote. La niña busco algo
con los ojos, lo vio, sonrió muy dulcemente y dijo al pasar por Abraham: