Cuentos Realistas 5to
Cuentos Realistas 5to
Cuentos Realistas 5to
Y yo no sé, don Anteno. Por mí no hay… –y no alcanzó a decir que no había
–
Abelardo Castillo inconvenienteporquenolesaliólapalabra.Yentoncestodoestabadecidido.Cinco
minutos después él salió del rancho, pasó junto a Paula y dijo “vaya, que la vieja
I quiere hablarla”. Ella entró y dijo:
a vieja Tomasina, la partera se lo dijo, tas preñada, le dijo,yellasintióunmiedo
L –Sí, claro.
oscuroypegajoso:llevarunacriaturaadentrocomounbichoenrollado,unhijo,que
alomejorundíaibaatenerlosmismosojosduros,lamismapielásperadelviejo. unosmesesdespuéselcuraloscasó.Hubomaliciaenlosojosesanoche,enel
Y
Estás segura, Tomasina, preguntó, pero no preguntó: asintió. Porque ya lo sabía; patio de la estancia vieja. Vino y asado y malicia. Paula no quería escuchar las
siempre supo que el viejo iba a salirse con la suya. Pero m’hija, había dicho la palabras que anticipaban el miedo y el dolor.
mujer, llevo anunciando más partos que potros tiene tu marido. La miraba. Va a –Un alambre parece el viejo.
estarcontentoAnteno,agregó.YPauladijosí,claro.Yaunqueyanoseacordaba,
una tarde, hacía cuatro años, también había dicho: uro, retorcido como un alambre, bailando esa noche, demostrando que de viejo
D
sólo tenía la edad, zapateando un malambo hasta que el peón dijo está bueno,
–Sí, claro. patrón, y él se rió, sudado, brillándole la piel curtida. Oliendo a padrillo.
sa tarde quería decir que aceptaba ser la mujer de don Antenor Domínguez, el
E olos los dos, en sulkylallevóalacasa.Casitresleguas,solos,contodoelcielo
S
dueño de La Cabriada: el amo. arriba y sus estrellas yelsilencio.Degolpe,alsubirunaloma,comounaparecido
Mire que no es obligación. –La abueladePaulateníalosojosbajosyseveíade
– se les vino encima, torva, la silueta del Cerro Negro. Dijo Antenor:
lejos que sí, que era obligación. –Ahora que usté sabecómohasidosiempredon –Cerro Patrón.
Anteno con una, lo bien que se portó de quenosfaltasupadre.Esonoquitaque
haga su voluntad. Y fue todo lo que dijo.
in querer, las palabras fueron ambiguas; pero nadie dudaba de que, en toda La
S espués,alpasarelúltimopuesto,Tomás,elcuidador,losaludóconelfaroldesde
D
Cabriada, su voluntad quería decir siempre lo mismo. Y ahora quería decir que lejos.Cuandollegaronalacasa,Paulanoviomásqueaunamujerylosperros.Los
Paula, la hija de un puestero de la estancia vieja –muerto, achicharrado en los perrosqueseabalanzabanysefrenaronensecosobreloscuartos,porqueAntenor
corralesporsalvarlanovilladacuandoelincendioaqueldel30–podíaserlamujer los enmudeció, los paró deungrito.Paulaadivinóqueesamujer,nadiemás,vivía
delhombremásricodelpartido,porque,unratoantes,élhabíaentradoalranchoy ahí dentro. Por una oscura asociación supo también que era ella quien cocinaba
había dicho: para el viejo: el viejo le había preguntado “comieron”, y señaló los perros.
Quiero casarme con su nieta –Paula estaba afuera, dándoles de comer a las
– hora, desde la ventana alta del caserón se ven los pinos, y los perros duermen.
A
gallinas;elviejohabíapasadosinmirarla.–Semehadadoportenerunhijo,sabes. Largos los pinos, lejos.
–Señalóafuera,elcampo,ysuademánpasóporencimadePaulaqueestabaenel
Todoloquequieroesmujerenlacasa,yunhijo,unmachoenelcampo–Antenor
–
patio, como si el ademán la incluyera, de hecho, en las palabras que iba a
señalóafuera,alohondodelanocheagujereadadegrillos;enalgúnsitioseoyóun
pronunciar después. –Mucho para que se lo quede el gobierno, y muy mío.
relincho–. Vení, arrímate.
¿Cuántos años tiene la muchacha?
Ella se acercó.
Diecisiete, o dieciséis –la abuela no sabía muy bien; tampoco sabía muy bien
–
cómohacerparadisimularelasombro,laalegría,lasganasderegalar,devendera –Mande –le dijo.
la nieta. Se secó las manos en el delantal.
Todovaaserparaél,entendés.Ytambiénparavos.Peroandasabiendoqueacá
–
El dijo: se hace lo que yo digo, que por algo me he ganao el derecho a disponer. –Y
señalaba el campo, afuera, hasta mucho más allá del montedeeucaliptos,detrás
Qué me miras. ¿Te parece chica? En los bailes se arquea para adelante, bien
–
delospinos,hastapasarelcerro,abarcandoaguadasycaballosyvacas.Letocóla
pegada a los peones. No es chica. Yenlacasagrandevaaestarmejorqueacá.
Qué me contestas.
intura, yellasepusorígidadebajodelvestido.–Veintiochoañosteníacuandome
c la dureza despiadada del viejo.Sólounavezloviodistinto;lepareciódistinto.Ella
lo gané –la miró, como quien se mete dentro de los ojos–, ya hace arriba de treinta. cruzaba los potreros, buscándolo, y un peón asomó detrás de una parva; Paula
había sentido la mirada caliente recorriéndole la curva de laespalda,comoenlos
Paula aguantó la mirada. Lejos, volvió a escucharse el relincho. El dijo: bailes, antes. Entonces oyó un crujido, un golpe seco, y se dio vuelta. Antenor
–Vení a la cama. estaba ahí, con el taleroenlamano,yelpeónabríalabocacomoenunaarcada,
abajo, juntoalospiesdelviejo.Fueesasolavez.Sesintiómujerdisputada,mujer
II nomás. Y no le importó que el viejo dijera yo te voy a dar mirarme la mujer, pión
rotoso, ni que dijera:
olaconsultó.Latomó,delmismomodoquesecortaunafrutadelárbolcrecidoen
N
elpatio.Estabaahí,dentrodeloslímitesdesustierras,aesteladodelospostesy –Y vos, qué buscas. Ya te dije dónde quiero que estés.
el alambrado de púas. Una noche –se decía–. muchos años antes, Antenor
Domínguez subióacaballoygalopóhastaelamanecer.Niunminutomás.Porque n la casa, claro. Y lo decía mientras un hombre, todavía en el suelo, abría y
E
el trato era “hasta que amanezca”, y él estaba acostumbrado a estas cláusulas cerraba la boca en silencio, mientras otros hombres empezaron a rodear al viejo
viriles,arbitrarias,queserubricabanconunapretóndemanosoavecesnisiquiera ambiguamente, lo empezaron a rodear con una expresión menos parecida al
con eso. respeto que a la amenaza. El viejo no los miraba:
Deacáhastadondellegues–yelcaudillo,mirandoalhombrejovenestirólamano,
– –Qué buscas.
y la mano, que era grande y dadivosa, quedó como perdida entre los dedos del La abuela –dijo ella–. Me avisan que estámala–yrepentinamentesesintiósola,
–
otro–. Clavas la estaca y te volvés. Lo alambras y es tuyo. únicamente protegida por el hombre del talero; el hombre rodeado de peones
adie sabía muy bien qué clase de favor seestabacobrandoAntenorDomínguez
N agresivos,ambiguos,queahora,alescucharalamuchacha,sequedaronquietos.Y
aquellanoche;algunos,losmássuspicaces,asegurabanqueelhombrecaídojunto ella comprendió que, sin proponérselo, estaba defendiendo al viejo.
almostradordelRozasteníaalgoqueverconesetrato:todalatierraqueseabarca Qué miran ustedes –la voz de Antenor, súbita. El viejo sabía siemprecuálerael
–
en una noche de a caballo. Y él salió, sin apuro, sin ser tan zonzo como para momento de clavar una estaca. Los miró y ellos agacharon la cabeza. El capataz
reventar el animal a las diez cuadras.Ycuandoclavólaestacaempezóaserdon venía del lado de las cabañas, gritando alguna cosa. El viejo miró a Paula, y de
Antenor.Yalosquinceañoseraélquienpodía,sicuadraba,regalarleaunhombre nuevo al peón que ahora se levantaba, encogido como un perro apaleado–. Si
todoelcampoqueseanimaraacabalgarenunanoche.Claroquenuncalohizo.Y andas alzado, en cuanto me dé un hijo te la regalo.
ahora habían pasado treinta años y estaba acostumbradoaentendersuyotodolo
que había de este lado de los postes y el alambre. Por eso no la consultó. La cortó. III
llaloestabamirando.Parecióqueibaadeciralgo,peronohabló.Nadie,viéndola,
E los dos años empezó a mirarla con rencor. Mirada de estafado, eso era. Antes
A
hubieracomprendidobienestesilencio:lamuchachaeraunamujergrande,anchay habíasidoimpaciencia,apurodeviejoportenerunhijoyasombrodenotenerlo:los
poderosa como un animal, una bestia bella y chucara a la que se le adivinaba la ojos inquisidores del viejo y ella que bajaba la cabezaconunpocodevergüenza.
violencia debajo de la piel. El viejo, en cambio, flaco, áspero como una rama. Después fue la ironía. O algo más bárbaro, pero que se emparentaba de algún
modoconlaironíayhacíaquelamuchachasequedaraconlavistafijaenelplato,
Contesta, che. ¡Contesta, te digo! –se le acercó. Paula sentía ahora su aliento
– durante la cena o el almuerzo. Después, aquel insulto en los potreros, como un
junto a la cara, su olor a venir del campo. Ella dijo: golpe a mano abierta,prefigurandolamanopesadayanchayrealquealgunavez
–No, don Anteno. va a estallarle en la cara, porque Paula siempre supo que el viejo iba a terminar
golpeando. Lo supo la misma noche que murió la abuela.
–¿Y entonces? ¿Me querés decir, entonces…?
–O cuarenta y tantos, es lo mismo.
bedecer es fácil, pero un hijo no viene pormásobedientequeseauna,pormás
O
que aguante el olor del hombre corriéndole por el cuerpo, su aliento, como si lguien lo había dicho en el velorio: cuarenta y tantos. Los años de diferencia,
A
entrase también, por más que se quede quieta boca arriba. Un año ymedioboca querían decir. Paula miró de reojo a Antenor, y él, más allá, hablando de unos
arriba,viejomachodesementera.Unañoymediosintiéndoselasangretumultuosa cueros, adivinó la mirada y entendió lo que todos pensaban: que la diferenciaera
galopándole el cuerpo,queriendosalírseledelcuerpo,saliendoyencontrandosólo grande. Y quién sabe entonces si la culpa no era de él, del viejo.
–Volvemos a la casa –dijo de golpe. lla le alcanzó el mate. Preñada, había dicho la Tomasina. Él pareció adivinarlo.
E
Paula estaba agarrando el mate que él le devolvía, quiso evitar sus ojos, darse
sa fue la primera noche que Paula lesintióoloracaña.Después–hastalatarde
É vuelta.
aquella, cuando un toro se vinoresoplandoporelandarivelyhubogritosysangre
por el aireyelviejosequedóquietocomountrapo–pasóunaño,yAntenortenía –Che –dijo el viejo.
siempre olor a caña. Un olor penetrante,queparecíaquerermeterseenlasvenas
de Paula, entrar junto con el viejo. Alfinaldelterceraño,quedóencinta.Debióde –Mande –dijo Paula.
haber sido durante una de esas nochesfuribundasenqueelviejo,brutalmente,la stabamirándolootravez,mirándolelasmanosanchas,llenasdesangrepegajosa:
E
tumbaba sobre lacama,comoaunanimalmaneado,poseyéndolaconrencor,con recordó el bofetón de la noche anterior. Por el andarivel traían un toro grande,un
desesperación. Ella supo que estaba encinta y tuvomiedo.Deprontosintióganas pinto, que bufaba y hacía retemblar las maderas.LavozdeAntenor,mientrassus
de llorar; no sabía por qué, si porque el viejo se había salidoconlasuyaoporla manosdesanudabanunascorreas,hizolapreguntaquePaulaestabatemiendo.La
mano brutal, pesada, que se abría ahora: ancha mano de castrar y marcar, hizo en el mismo momento que Paula gritó, que todos gritaron.
estallándole, por fin, en la cara.
–¿Qué te dijo la Tomasina? –preguntó.
–¡Contesta! Contéstame, yegua.
todos, repentinamente, gritaron. Los ojos de Antenor se habían achicado al
Y
lbofetónlasentóenlacama;peronolloró.Sequedóahí,odiandoalhombrecon
E mirarla, pero de inmediato volvieron aabrirse,enormes,ymientrastodosgritaban,
los ojos muy abiertos. La cara le ardía. elcuerpodelviejodiounavueltaenelaire,atropelladodeatrásporeltoro.Huboun
–No –dijo mirándolo–. Ha de ser un retraso, nomás. Como siempre. revuelo de hombres y animales y el resbalón de las pezuñas sobre la tierra. En
mitad de los gritos, Paula seguía parada con el mate en la mano, mirando
Yotevoyadarretraso–Antenorrepetíalaspalabras,lasmordía–.Yotevoyadar
– absurdamente el cuerpo como un trapo del viejo. Había quedado sobre el
retraso. Mañana mismo le digo al Fabio que te lleve al pueblo, a casa de la alambrado de púas, como un trapo puesto a secar.
Tomasina. Te voy a dar retraso.
todo fue tan rápido que, por encimadeltumulto,lossobresaltólavozautoritaria
Y
a había espiado seguramente. Había llevado cuenta de los días; quizá desde la
L de don Antenor Domínguez.
primera noche, mes a mes, durante los tres años que llevó cuenta de los días.
–¡Ayúdenme, carajo!
–Mañana te levantas cuando aclare. Acostate ahora.
IV
na ternera boca arriba, aldíasiguiente,enelcampo.Paulalaviodesdeelsulky,
U
cuandopasabahaciaelpuebloconelviejoFabio.Oloracarnequemadayunagran sta orden y aquella pregunta fueron las dos últimas cosas quearticuló.Después
E
“A”, incandescente, chamuscándole el flanco: Paula sereconocióenlosojosdela estaba ahí, de espaldas sobre la cama, sudando, abriendo y cerrando labocasin
ternera. pronunciarpalabra.Quebrado,partidocomosilehubiesendescargadounhachazo
en la columna, no perdió el sentido hasta mucho más tarde. Sólo entonces el
lvolverdelpueblo,Antenortodavíaestabaahí,entrelospeones.Untoritomugía,
A médico aconsejó llevarlo al pueblo, a la clínica. Dijo que el viejo no volvería a
tumbado a los pies del hombre; nadie como el viejo para voltear un animal y moverse;tampoco,ahablar.CuandoAntenorestuvoencondicionesdecomprender
descornarlo ocaparlodeuntajo.Antenorlallamó,yellahubieraqueridoquenola alguna cosa, Paula le anunció lo del chico.
llamase:hubieraqueridoseguirhastalacasa,encerrarseallá.Peroelviejolallamó
y ella ahora estaba parada junto a él. –Va a tener el chico –le anunció–. La Tomasina me lo ha dicho.
Ceba mate. –Algo como una tijera enorme, o como una tenaza, se ajustó en el
– n brillo como de triunfo alumbró ferozmente la mirada delviejo;seleachisparon
U
nacimientodeloscuernosdeltorito.Paulafrunciólacara.Seoyeronuncrujidoyun los ojos y, dehaberpodidohablar,acasohubieradichograciasporprimeravezen
mugido largo, y del hueso brotó, repentino, un chorro colorado y caliente. –Qué su vida. Un tiempo después garabateó en un papel que quería volver a la casa
fruncís la jeta, vos. grande. Esa misma tarde lo llevaron.
l campo y el vientre hinchado de la mujer: las dos únicas cosas que veía. El
E espués pareció reflexionar en algo que acababa de decir Fabio; él había
D
médico, ahora, sólo lo visitaba si Paula –de tantoentanto,yfinalmentenunca–lo preguntado por la mujer que ayudaba en la casa. No la he visto hoy, había dicho
mandaba llamar, yelmismoFabio,queunavezporsemanaatabaelsulkyeibaa Fabio.
compraralpueblolosencargosdelamuchacha,acabóporolvidarsedesubiralpiso
alto al caer la tarde. Salvo ella, nadie subía. Ha de estar enelpueblo–dijoPaula.YcuandoFabioyamontaba,agregó:–Silo
–
ve al Tomás, mándemelo. Luego vino Tomás y Paula dijo:
–Podes irte nomás a ver tu chica. Fabio va a cuidar la casa esta semana.
esde la ventana, arriba, Antenor pudo ver cómo Paula se quedaba sola junto al
D ÉQUIEM CON TOSTADAS
R
aljibe. Después ella se metió en la casa y el viejo no volvió a verla hasta el día Mario Benedetti
siguiente, cuando le trajo el chico. Sí, me llamo Eduardo. Usted me lo pregunta para entrar de algún modo en la
conversación, y eso puedo entenderlo. Pero usted hace mucho que me conoce,
ntes, de cara contra la pared, quizá pudo escuchar algún quejido ahogado y, al
A aunque de lejos. Como yo lo conozco a usted.
acercarse la noche, un grito largo retumbando entre los cuartos vacíos; por fin, Desde la época en que empezó a encontrarse con mi madre en el café de
nítido, elllantotriunfantedeunacriatura.Entonceselviejocomenzóareírsecomo LarrañagayRivera,oenéstemismo.Nocreaquelosespiaba.Nadadeeso.Usted
un loco. De un súbito manotón se aferró a las correas de la cama y se quedó alomejorlopiensa,peroesporquenosabetodalahistoria.¿Oacasomamásela
sentado, riéndose. No se movió hasta mucho más tarde. contó? Hace tiempo que yo tenía ganas de hablar con usted, pero nomeatrevía.
uando Paula entró en el cuarto, elviejopermanecíaenlamismaactitud,rígidoy
C Asíque,despuésdetodo,leagradezcoquemehayaganadodemano.¿Ysabepor
sentado.Ellalotraíavivo:Antenorpudoescucharlarespiracióndesuhijo.Paulase quéteníaganasdehablarconusted?Porquetengolaimpresióndequeustedesun
acercó.Desdelejos,conlosbrazosmuyextendidosyelcuerpoechadohaciaatrás, buen tipo. Y mamá también era buena gente.Nohablábamosmuchodeellayyo.
apartandolacara,elladejóalchicosobrelassábanas,juntoalviejo,queahoraya Encasa,oreinabaelsilencio,oteníalapalabramipadre.PeroelViejohablabacasi
no se reía. Los ojos del hombre y de la mujer se encontraron luego. Fue un exclusivamente cuando venía borracho, o sea casi todas las noches, y entonces
segundo: Paula se quedó allí, inmóvil, detenida ante los ojos imperativos de másbiengritaba.Lostresleteníamosmiedo:mamá,mihermanitaMirtayyo.Ahora
Antenor. Como si hubiera estado esperando aquello, el viejo soltó las correas y tengo trece años y medio, y aprendí muchas cosas, entre otras que los tipos que
tendióelbrazolibrehacialamujer;conelotroseapoyóenlacama,pornoaplastar gritanycastiganeinsultan,sonenelfondounospobresdiablos.Peroentoncesyo
al chico. Sus dedos alcanzaron a rozar la pollera de Paula, pero ella, como si eramuchomáschicoynolosabía.Mirtanolosabenisiquieraahora,peroellaes
también hubiese estado esperando el ademán, se echó hacia atrás con violencia. tres años menor queyo,yséqueavecesenlanochesedespiertallorando.Esel
Retrocedióunospasos;arrinconadaenunángulodelcuarto,alprincipiolomirócon miedo.¿Ustedalgunaveztuvomiedo?AMirtasiempreleparecequeelViejovaa
miedo. Después, no. Antenor había quedado grotescamente caído hacia un aparecer borracho, y que sevaaquitarelcinturónparapegarle.Todavíanoseha
costado:pornoaplastaralchicoestuvoapuntoderodarfueradelacama.Elchico acostumbrado a la nueva situación. Yo, en cambio, he tratado deacostumbrarme.
comenzó a llorar. El viejo abrió la boca, buscó sentarse y no dio con la correa. Usted apareció hace un año y medio, pero el Viejo se emborrachaba desde hace
Durante un segundo se quedó así, con la boca abierta en un grito inarticulado y muchomás,ynobienagarróesevicionosempezóapegaralostres.AMirtayamí
feroz, una especie de estertormudoeimpotente,tansalvaje,sinembargo,quede nosdabaconelcinto,duelebastante,peroamamálepegabaconelpuñocerrado.
haber podido gritarse, habría conmovido lacasahastaloscimientos.Cuandosalió Porque sí nomás, sin mayor motivo: porque la sopa estaba demasiado caliente,o
del cuarto, Paula volvió la cabeza. Antenor estaba sentado nuevamente: con una porque estaba demasiado fría, o porque no lo había esperado despierta hastalas
manoseaferrabaalacorrea;conlaotra,sosteníaalacriatura.Delantedeellosse tresdelamadrugada,oporqueteníalosojoshinchadodetantollorar.Después,con
veía el campo, lejos, hasta el Cerro Patrón. eltiempo,mamádejódellorar.Yonosécómohacía,perocuandoéllepegaba,ella
ni siquiera se mordía los labios, y no lloraba, y eso al Viejo le daba todavía más
l salir, Paula cerró la puerta con llave; después, antes de atar el sulky, la tiró al
A rabia. Ellaeraconscientedeeso,ysinembargopreferíanollorar.Ustedconocióa
aljibe. mamácuandoellayahabíaaguantadoysufridomucho,perosólocuatroañosantes
(meacuerdoperfectamente)todavíaeramuylindayteníabuenoscolores.Además
eraunamujerfuerte.Algunasnoches,cuandoporfinelViejocaíaestrepitosamente
ydeinmediatoempezabaaroncar,entreellayyololevantábamosylollevábamos
hasta la cama. Era pesadísimo, y además aquelloeracomolevantaraunmuerto.
La que hacía casi toda la fuerza era ella.Yoapenassimeencargabadesostener
una pierna, con el pantalón todo embarrado y el zapato marrón con los cordones
sueltos.UstedseguramentecreeráqueelViejotodalavidafueunbruto.Perono.A
papálodestruyóunaporqueríaquelehicieron.Yselahizoprecisamenteunprimo
de mamá, ese que trabaja en el Municipio. Yo no supe nunca en qué consistió la
porquería,peromamádisculpabaenciertomodolosarranquesdelViejoporqueella
se sentía un poco responsable de que alguien de su propia familia lo hubiera
perjudicadoenaquellaforma.Nosupenuncaquéclasedeporqueríalehizo,perola
erdaderaquepapá,cadavezqueseemborrachaba,seloreprochabacomosiella
v lhambre,consiguieronnuncaembrutecerla.Laponíantriste,esosí.Avecessele
e
fuese la única culpable. Antes delaporquería,nosotrosvivíamosmuybien.Noen formaban unas ojeras casi azules, pero se enojaba cuando yo le preguntaba si le
cuanto a la plata, porque tanto yo como mi hermana nacimos en el mismo pasabaalgo.Enrealidad,sehacíalaenojada.Nuncalavirealmentemalaconmigo.
apartamento (casi un conventillo) junto a Villa Dolores, el sueldo de papá nunca Ni con nadie. Pero antes de que usted apareciera, yo había notado quecadavez
alcanzóparanada,ymamásiempretuvoquehacermilagrosparadarnosdecomer estabamásdeprimida,másapagada,mássola.Talvezporesofuequepudenotar
y comprarnos de vez en cuando alguna tricota o algún par de alpargatas. Hubo mejorladiferencia.Además,unanochellegóunpocotarde(aunquesiempremucho
muchosdíasenquepasábamoshambre(sivieraquéfeoespasarhambre),peroen antesquepapá)ymemiródeunamaneradistinta,tandistintaqueyomedicuenta
esaépocaporlomenoshabíapaz.ElViejonoseemborrachaba,ninospegaba,ya de quealgosucedía.Comosiporprimeravezseenteraradequeyoeracapazde
veces hasta nos llevaba a la matinée. Algún raro domingo en que habíaplata.Yo comprenderla. Me abrazó fuerte, como con vergüenza, y después me sonrió.
creo que ellos nunca se quisieron demasiado. Eranmuydistintos.Aúnantesdela ¿Usted se acuerda de susonrisa?Yosímeacuerdo.Amímepreocupótantoese
porquería, cuando papá todavía no tomaba, ya era un tipo bastante alunado. A cambio,quefaltédosotresvecesaltrabajo(enlosúltimostiemposhacíaelreparto
veces selevantabaalmediodíaynolehablabaanadie,peroporlomenosnonos deunalmacén)paraseguirlaysaberdequésetrataba.Fueentoncesquelosvi.A
pegaba ni la insultaba a mamá. Ojalá hubiera seguido así toda la vida. Claro que usted y a ella. Yo también mequedécontento.Lagentepuedepensarquesoyun
después vino la porquería y él se derrumbó, y empezó a ir al boliche y a llegar desalmado, y quizá no esté bien eso de haberme alegrado porque mi madre
siempre después de media noche, con un olor a grapa que apestaba. engañabaamipadre.Puedepensarlo.Poresonuncalodigo.Conustedesdistinto.
Enlosúltimostiempostodavíaerapeor,porquetambiénseemborrachabadedíay Ustedlaquería.Yesoparamífuealgoasícomounasuerte.Porqueellasemerecía
ni siquiera nos dejaba ese respiro. Estoy seguro de que los vecinos escuchaban que la quisieran. Usted la quería ¿verdad que sí? Yo losvimuchasvecesyestoy
todoslosgritos,peronadiedecíanada,claro,porquepapáesunhombregrandotey casiseguro.ClaroquealViejotambiéntratodecomprenderlo.Esdifícil,perotrato.
le tenían miedo. También yo le tenía miedo, no sólo por mí y por Mirta, sino Nuncalopudeodiar,¿meentiende?Seráporque,pesealoquehizo,siguesiendo
especialmentepormamá.Avecesyonoibaalaescuela,noparahacerlarabona, mipadre.Cuandonospegaba,aMirtayamí,ocuandoarremetíacontramamá,en
sino para quedarme rondando la casa, ya que siempre temía que el Viejo llegara medio de mi terror yo sentía lástima. Lástima por él, por ella, por Mirta, por mí.
durante el día, más borracho que de costumbre, y la moliera a golpes. Yo no la También lasientoahora,ahoraqueélhamatadoamamáyquiénsabeporcuánto
podíadefender,ustedveloflacoymenudoquesoy,ytodavíaentoncesloeramás, tiempoestarápreso.Alprincipio,noqueríaqueyofuese,perohaceporlomenosun
peroqueríaestarcercaparaavisaralapolicía.¿Ustedseenteródequenipapáni mes que voy a visitarlo y aceptaverme.Meresultaextrañoverloalnatural,quiero
mamá eran de ese ambiente? Mis abuelos de uno y otro lado, no diré quetienen decirsinencontrarloborracho.Memira,ylamayoríadelasvecesnodicenada.Yo
plata, pero por lo menos viven en lugares decentes, con balcones a la calle y creo que cuando salga, ya no me va a pegar. Además, yo seré un hombre, a lo
cuartos con bidet y bañera. Después que pasó todo, Mirta se fue a vivir con mi mejormehabrécasadoyhastatendréhijos.Peroyoamishijosnolespegaré,¿no
abuela Juana, la madre de mi papá, y yo estoy por ahora en casa de mi abuela le parece? Además estoy seguro de que papá no habría hecho lo que hizo si no
Blanca, la madre de mamá. Ahora casi se pelearon por recogernos, pero cuando hubieseestadotanborracho.¿Oustedcreelocontrario?¿Ustedcreeque,detodos
papá ymamásecasaron,ellassehabíanopuestoaesematrimonio(ahorapienso modos,hubieramatadoamamáesatardeenque,porseguirmeycastigarmeamí,
que a lomejorteníanrazón)ycortaronlasrelacionesconnosotros.Digonosotros, diofinalmenteconustedesdos?Nomeparece.Fíjesequeaustednolehizonada.
porque papá y mamá se casaron cuando yo ya tenía seis meses. Eso me lo Sólo más tarde, cuando tomó más grapa que de costumbre, fue que arremetió
contaron una vez enlaescuela,yyolereventélanarizalBeto,perocuandoselo contra mamá. Yo pienso que, en otras condiciones, él habría comprendido que
preguntéamamá,ellamedijoqueeracierto.Bueno,yoteníaganasdehablarcon mamá necesitaba cariño, necesitaba simpatía, y que él en cambio sólo le había
usted, porque (no sé qué cara va a poner) usted fue importante para mí, dado golpes. Porque mamá era buena. Usted debesaberlotanbiencomoyo.Por
sencillamente porque fueimportanteparamimamá.Yolaquisebastante,comoes eso,haceunrato,cuandoustedsemeacercóymeinvitóatomaruncapuchinocon
natural, pero creo que nunca podré decírselo. Teníamos siempretantomiedo,que tostadas, aquí en el mismo café donde se citaba con ella, yo sentí que tenía que
no nos quedaba tiempo para mimos. Sin embargo, cuando ella no me veía, yo la contarle todo esto. A lo mejor usted no lo sabía, o sólo sabía una parte, porque
mirabaysentíanoséqué,algoasícomounaemociónquenoeralástima,sinouna mamáeramuycalladaysobretodonolegustabahablardesímisma.Ahoraestoy
mezcla de cariño y también de rabia por verla todavía joven y tan acabada, tan seguro dequehicebien.Porqueustedestállorando,y,yaquemamáestámuerta,
agobiadaporunaculpaquenoerasuya,yporuncastigoquenosemerecía.Usted eso es algo así como un premio para ella, que no lloraba nunca.
alomejorsediocuenta,peroyoleaseguroquemimadreerainteligente,porcierto
bastantemásquemipadre,creo,yesoeraparamilopeor:saberqueellaveíaesa
vidahorribleconlosojosbienabiertos,porquenilamiserianilosgolpesnisiquiera
Dibujo lo que quiero ser cuando sea grande, había escrito la señorita, que se
ACTIVIDADES:
) Identifique los personajes principales y secundarios.
1 llamaba Alba y tenía olor a quitaesmalte.
2) ¿Qué características personales puede señalar en los protagonistas?
¿Dónde transcurren los hechos? Cuando abrí la cartuchera, me encontré con un lápiz negro, unlápizamarilloyun
3) ¿Cuál es el deseo del protagonista, que luegoseconvierteenelconflicto lápizverdeypenséqueconesostrescoloresnoalcanzabaparamostrarlealaseño
de la historia? Citar un fragmento del cuento donde se refleja esta
lo que yo quería ser cuando fuera grande. LepreguntéaGabisimeprestabasus
anticipación.
4) ¿CómoeslarelaciónentreAntenoryPaula?¿Cuáleselroldelamujeren lápicesymedijoquelamamánoledabapermiso,asíquetuvequedibujarmecon
la historia? Ejemplifica con 2 citas. los colores que tenía. Esmuydifícildibujarloquequeréssersinotenéscoloresy
5) En el cuento la relación de Antenor y Paula es desigual porelpoderque
tiene él sobre ella. ¿A partir de qué momento se produce la inversión de nadie quiere prestarte.
roles de los protagonistas y como pasa a ser ésta? Extraiga del cuento
-¿Cómo no le pediste quesepongaunpreservativo?¿Noteacordásquetehablé
donde se indica.
6) Investigue el significado de la palabra Patriarcado en nuestra cultura. de los preservativos? ¿Te acordás que te mostré como se ponían?
¿Está presente en el relato?
7) ¿Qué tipo de alegoría se hace presente en este texto? Desarrolla. La señora Raquel me miraba fijo, con las cejas juntas y la boca hecha una línea
recta. Yo murmuré que sí, que me acordaba.
-¡Pariste hace cuatro meses, nena! ¿Tu mamá sabe que estás embarazada de -¿A vos te parece lindo que tus nenes no tengan padre?
nuevo? Tienen padre, pensé, pero no dije nada. Qué iba a decir, si en mi casa manda el
Parece que la señora Raquel no entiende que, aunque a mí me duelatantotener MiguelyelMiguelmedijoquesidigoalgo,lavaadejaramimamáenlacalle.Qué
queiraverla,necesitoquemeayude.Parecequeellaseolvidaquehayvecesque iba a decir, si la señora Raquel no me quería prestar los colores para explicarle.
uno odia lo que necesita, como ese beso que te da tu mamá antes de soltarte la
mano para que entres a la escuela, cuando sos demasiado chiquita para que tu
guardapolvo esté tan gastado y la señorita te pone última en la fila para que la
1) ¿Cómo se siente la protagonista del cuento, para vos, de acuerdo a
directora no vea tus zapatillas de lona, llenas de agujeros. Yo odiaba ese último
lo que percibiste a través de su relato?
beso, porque anunciaba su ausencia, pero lo necesitaba para sobrevivir. 2) ¿Qué opinás del trato de la Señora Raquel hacia ella? ¿Entenderá
-¡Vos tenés que aprender a decir que no, mamita! Quince años, tenés. ¿Sabés por lo que tiene que pasar la adolescente o le habla desde sus
propios prejuicios? Desarrolla.
quién es el padre de este, por lo menos? 3) ¿La protagonista sentíaquehabíaesperanzasdeunasalidadeesa
Yo miré fijo las baldosas de la salita, que eran un poco blancas y unpocogrises, situación? ¿Podía hablar sinceramente con alguien de su entornoy
contarle lo que estaba viviendo?
como la tiza contra el pizarrón negro.
4) ¿Te animás arelacionareltítuloconlasituacióndelaprotagonista?
e xplicaba las cosas que no comprendías. Hablábamos. Entonces erafácilescuchar,contartetodolo
Qué significa la frase: “Qué iba a decir,silaseñoraRaquelnome
¿
que a los otrosselescalla.Avecesmemirabasconunaespeciadeperplejidad,unamiradarara,la
quería prestar los colores para explicarle.”? misma mirada, acaso, con la que yo no me atrevía a mirarte.
5) Explica la siguiente frase y relacionala con lo que cuenta la
protagonista“Y
o odiaba ese último beso, porque anunciaba su Una tarde me dijiste:
ausencia, pero lo necesitaba para sobrevivir.”
—Sabés, te admiro.
o pude aguantar tus ojos. Mirabas de frente, como los chicos, y decías las cosas del mismo modo.
N
Eso era.
EL MARICA
de Abelardo Castillo —Es un marica.
scuchame,César,yonosépordóndeandarásahora,perocómomegustaríaqueleyerasesto,porque
E —Qué va a ser un marica.
hay cosas, palabras, que uno lleva mordidas adentro y las lleva toda la vida, hasta que una noche
siente que debe escribirlas, decírselas a alguien, porque si no las dice van a seguir ahí, doliendo, —Por algo lo cuidás tanto.
clavadas para siempre en la vergüenza. Escuchame.
upongoquealgunaveztuveganasdedecirquetodosnosotrosjuntosnovalíamosnilamitaddelo
S
os eras raro, uno de esos pibes que no pueden orinar si hay otro en el baño. En la Laguna, me
V queél,deloquevosvalías,peroenaqueltiempolapalabraeradifícilylarisafácil,yunotambién
acuerdo,nuncatedesnudabasdelantedenosotros.Aelloslesdabarisa.Yamítambién,claro;pero acepta –uno también elige–, acaba por enroñarse, quiere la brutalidad de esanochecuandovinoel
yo decía que te dejaran,queunoescomoes.Cuandoentrasteaprimerañoveníasdeuncolegiode negro y habló de verle la cara a Dios y dijo me pasaron un dato.
curas;SanPedrodebiódeparecertealgoasícomoBrobdignac.Notegustabatreparalosárbolesni
romper faroles a cascotazosnicorrercarrerashaciaabajoentrelosmatorralesdelabarranca.Yano Me pasaron un dato —dijo—, por las Quintas hayunagordaquecobracincopesos,vamosyde
—
recuerdo cómo fue, cuando uno es chico encuentra cualquier motivo para querer a la gente. Sólo paso el César le ve la cara a Dios. Y yo dije macanudo.
recuerdoqueundíaéramosamigosyquesiempreandábamosjuntos.Undomingohastamellevastea
misa.Alpasarfrentealcafé,elcoloradoMartínezdijoconvozdeflauta,adiós,losnovios,avossete —César, esta noche vamos a dar una vuelta con los muchachos. Quiero que vengas.
pusolacaracomofuegoyyomedivueltaputeándoloylepeguétantremendosopapo,derevés,en
los dientes ,que me lastimé la mano. — ¿Con los muchachos?
alomejornoerantusmanos,alomejoreratodo,tusmanosytusgestosytumanerademoverte,
O — Entrá, te digo.
de hablar.
lmaridodelagorda,grandotecomolapuerta,nosmirabacomosinosmidiera.Dijoqueerancinco
E
oahorapiensoqueenelfondoaningunodenosotrosleimportabamucho,yalgunavezlodije,dije
Y pesos.Cincopesosporcabeza,pibes.Sieteporcinco,treintaycinco.VerlelacaraaDios,habíadicho
queesascosasnosignificabannada,quesoncuestionesdeeducación,deandarsiempreentremujeres, elnegro.Delapiezasalióunchico,tendríacuatroocincoaños.Moqueando,sepasabaelrevésdela
entrecuras.Peroellossereían,yunotambién,César,acabariéndose,acabaporreírsedemachoque manoporlaboca,nuncaenmividamevoyaolvidardeaquelgesto.Suspiecitosdesnudoserandel
es y pasa el tiempo y una noche cualquiera es necesario recordar, decirlo, todo. mismo color que el piso de tierra.
otequisedeverdad.Oscuraeinexplicablemente,comoquierenlosquetodavíaestánlimpios.Eras
Y
unpocomenorquenosotrosymegustabaayudarte.Alasalidadelcolegioíbamosatucasayyote
lnegrohizopunta.Yosentíaunapelotaenelestómago,nomeanimabaamirarte.Losdemáshacían
E alunagrande,nomeolvido,blanquísimalunadeveranoentrelosárbolesytucaradetristezaode
L
chistesbrutales,anormalmentebrutales,envozdesecreto;todosestábamosasustadoscomolocos.A vergüenza,tucaradepedirmeperdón,amí,tuhermosacarailuminada,desfigurándosedepronto.Me
Aníbal le temblaba el fósforo cuando me dio fuego. ardíalamano.Perohabíaquegolpear,lastimar,ensuciarteparaolvidarsedeaquellacosa,comouna
arcada, que me estaba atragantando.
— Debe estar sucia.
—Bruto— dijiste —Bruto de porquería. Te odio. Sos igual, sos peor que los otros.
Cuando el negro salió de la pieza venía sonriendo, triunfador, abrochándose la bragueta.
ellevastelamanoalaboca,igualqueelchicocuandosalíadelapieza.Notedefendiste.Cuandote
T
Nos guiñó un ojo. ibas, todavía alcancé a decir:
asá vos.
P —Maricón. Maricón de mierda.
—No, yo no.
después lo grité.
Y
Yo después. Escuchame,César.Esnecesarioqueleasesto.Porquehaycosasqueunollevamordidas,trampeadas
enlavergüenzatodalavida,haycosasporlasqueuno,asolas,seescupelacaraenelespejo.Perode
ntróelcolorado;despuésentróAníbal.Ycuandosalían,salíandistintos.Salíanhombres.Sí,esaera
E golpe,undíanecesitadecirlas,confesárselasaalguien.Escuchame.Aquellanoche,alsalirdelapieza
exactamente la impresión que yo tenía. delagorda,yolepedí,porfavor,noselovayaacontaralosotros.Porqueaquellanocheyonopude.
Yo tampoco pude.
Entré yo. Cuando salí vos no estabas.
belardo Castillo, “El marica”, en Las otras puertas. Los mundos reales I (1976), Buenos Aires,
A
DóndeestáCésar.—Disparó.Yelademán–unademánquepudoseridénticoaldelnegro–seme
— Emecé, 1993
helóenlapuntadelosdedos,enlacara,meloborróelvientodelpatioporquedeprontoyoestaba (pp.47-52).
fuera del rancho.