La Industria Argentina 1
La Industria Argentina 1
La Industria Argentina 1
economías de mayor producción industrial del mundo y 45 en términos per cápita Si bien el
posicionamiento de la Argentina en términos manufactureros puede parecer poco relevante, es
importante señalar que, sobre 217 países existentes en el mundo, los 10 primeros explican el
71% de la producción industrial global y los 30 primeros el 90%. En otras palabras, la producción
industrial mundial está acotada a unos pocos países y la Argentina forma parte de ese mapa,
aunque en un lugar de menor relevancia relativa.
El desarrollo industrial argentino contemporáneo puede ser subdividido en cinco grandes etapas.
Este período puede ser, a su vez, subdividido en dos subetapas. En la primera de ellas (1991-
2001), el sector inicia su fase de producción flexible en la industria automotriz y expande sus
industrias más vinculadas al procesamiento de recursos naturales. Hacia 1998 llega a su límite y
sufre los efectos de la crisis macroeconómica que afecta notablemente su desempeño hasta
2002. Se trata de una industria que opera con mucho menos empleo que en el pasado y mayor
flexibilidad en el desarrollo de proveedores y el reemplazo por importaciones. En el año 2000, la
industria tenía un nivel de producción similar al de 1975, aunque sensiblemente menor en
términos por habitantes.
En la segunda fase se observa que, a fines de 2002, el sector retoma el crecimiento basado,
primero, en una política macroeconómica heterodoxa, que sostuvo un tipo de cambio real en
términos muy competitivos hasta el año 2008, y luego con una combinación entre un fuerte
impulso fiscal que estimuló al mercado interno y algunos intentos remozados de política industrial,
comercial y tecnológica. Ello permitió un crecimiento muy intenso que logró recuperar en 2011 el
mismo nivel de producto industrial por habitante de 1974, es decir, el pico del proceso de
industrialización argentino. Pero dicha expansión no modificó las bases estructurales del modelo
abierto y flexible y, sumado al fin de la holgura externa, las restricciones macroeconómicas
impusieron límites al crecimiento del sector, el cual inició una fase de declive a partir de 2012.