Fibromialgia Intervencion Nutricional
Fibromialgia Intervencion Nutricional
Fibromialgia Intervencion Nutricional
1. Fibromialgia y fisiopatología
Además, durante la noche, hay una menor secreción de melatonina en los pacientes con
fibromialgia, contribuyendo a un sueño nocturno deficiente, fatiga matutina y mayor percepción
del dolor. El 90% de los pacientes con fibromialgia experimenta alteraciones del sueño. Además, se
evidencia una disfunción del sistema nervioso autónomo a nivel cardiovascular central.
Diversos estudios en fibromialgia han revelado niveles elevados de marcadores de estrés oxidativo
y acumulación de ADN mitocondrial dañado, desencadenando una respuesta inflamatoria innata.
Esto conduce a un desequilibrio proinflamatorio y antiinflamatorio, con mayores niveles de
citocinas proinflamatorias (TNF, IL-1, IL-6 e IL-8) y potencial neuroinflamación central, aumentando
citocinas y factores neurotróficos.
La pandemia por Covid-19 ha ocasionado más de 220 millones de casos y 4,5 millones de muertes
en todo el mundo. Los avances en el manejo médico y la vacunación han conllevado a un aumento
en la tasa de recuperados, sin embargo, en estos pacientes han quedado secuelas físicas y
psicológicas. El espectro de los signos y los síntomas que persisten días, meses e incluso años
después de la infección se reconocen como síndrome post-Covid (SPC). Se presenta principalmente
14 semanas después del inicio de la enfermedad, siendo fatiga, disnea, dolor de cabeza y
trastornos de la memoria y deterioro cognitivo los síntomas más relevantes.
En un estudio, evaluaron el impacto del Covid sobre los síntomas de la fibromialgia y evidenciaron
que las manifestaciones clínicas de los pacientes con fibromialgia pueden empeorar con la
infección por SARS-CoV-2. Además después de 3 a 6 meses de la infección, hombres con un índice
de masa corporal entre sobrepeso y obesidad y que tengan enfermedades crónicas pueden
manifestar fibromialgia. además, los autores describen una nueva entidad, definida como
“fibrocovid”.
Es decir pacientes sin antecedentes clínicos de enfermedades reumatológicas osteomusculares con
síndrome post-covid pueden presentar sintomatología clínica similar a la fibromialgia, reconocida
por alguno de los autores como fibrocovid. Por lo anterior, los pacientes con o sin diagnóstico
previo de fibromialgia, luego de infectarse por SARS-CoV-2 pueden verse más afectados.
El dolor crónico por fibromialgia previo a la infección por COVID puede presentar exacerbaciones,
debido a las lesiones tisulares ocasionadas por la liberación de citoquinas proinflamatorias como
IL-1a, IL-1B, IL-6 y TNF-a, que caracteriza la tormenta de citocinas durante el covid sintomático,
puede contribuir a la patogénesis del empeoramiento del cuadro clínico en sobrevivientes. Por
otro lado, la ausencia de seguimiento medico y de tratamiento de otras patologías autoinmunes
crónicas que afectan el sistema musculoesquelético, como la artritis reumatoide, el síndrome de
Guillain-barré o el lupus eritematoso sistémico, pueden contribuir a una mayor carga de lesión
tisular por una respuesta inmunológica no controlada.
Las características nutricionales recomendadas para las personas con fibromialgia difieren
significativamente de las de otras personas debido a que sus necesidades de diversos nutrientes
están aumentadas.
En general, las personas con fibromialgia tienden a experimentar una pérdida crónica de calcio y
magnesio en su organismo, lo que puede dar lugar a contracturas espasmódicas en los puntos
dolorosos de la musculatura. Además, es común encontrar déficits de selenio, zinc, yodo, hierro y
vitamina D.
Proteínas: Deben constituir alrededor del 15% de la ingesta diaria de energía. Se recomienda que
solo el 40% provenga de fuentes animales, mientras que el 60% sea de origen vegetal. Algunos
alimentos clave incluyen pescado, legumbres y huevos.
Hidratos de carbono: Deberían representar entre el 45% y el 50% de la energía diaria, con un 40%
proveniente de carbohidratos complejos y menos del 10% de azúcares simples. Alimentos como
legumbres, tubérculos, verduras y frutas deben ser la principal fuente de carbohidratos.
Lípidos: Las grasas deben contribuir al 35% de la energía diaria. Menos del 7% deben ser ácidos
grasos saturados, un 20% ácidos grasos monoinsaturados, entre un 5% y un 7.5% ácidos grasos
poliinsaturados, y menos del 1% ácidos grasos trans. Se recomienda consumir ácidos grasos
omega-3 y omega-6 a través de fuentes como pescado azul, aceite de oliva virgen, frutos secos y
semillas. El colesterol debe limitarse a un máximo de 300 mg al día.
Las necesidades de micronutrientes, como vitaminas y minerales, también se ven alteradas, con
recomendaciones específicas para calcio (mínimo de 1,500 mg/día), magnesio (entre 400 y 1,000
mg/día), zinc (10 mg/día) y selenio (70 µg/día). Además, se sugiere un aumento en las cantidades
diarias de vitaminas como A (mínimo de 1,000 µg), C (entre 80 y 300 mg), E (mínimo de 10 mg), B6
(mínimo de 1.5 mg) y ácido fólico (mínimo de 400 µg).
Algunos estudios han demostrado una asociación entre niveles bajos de vitamina D y dolor
musculo esquelético difuso, incluido la fibromialgia. Además, se ha observado niveles séricos
reducidos de zinc (Zn), magnesio (mg), calcio (ca), cobre (Cu), hierr (Fe) y manganeso (mn) entre
pacientes con fibromialgia y están relacionado con síntomas clínicos como fatiga, debilidad y
deterioro cognitivo.
Se observo que niveles más bajo de Zn y Mg en sangre en mujere con fibromialgia entre los 40 y 50
años. Los niveles bajos de Zn se asociaron con el numero de puntos sensibles y la fatiga se asocio
con niveles bajos de Mg.
La deficiencia de acido fólico y vitamina B12 reduce la producción de glóbulos rojos, lo que lleva a
una reducción del transporte de oxigeno, las consiguiebtes disfunciones en el metabolismo
energético muscular en las placas terminales motoras dan como resultado regiones musculares
dolorosas conocidas como puntos gatillo.
además existe una relación positiva entre la deficiencia de vitamina D y la presencia de FM.
Estudios recientes han señalado que la deficiencia de vitamina D como el principal factor
desencadenante de enfermedades relacionadas con el dolor crónico difuso, dolor articular,
debilidad muscular, fatiga. La deficiencia de vitamina D causa osteopenia y precipita y exacerba la
osteoporosis, lo que lleva a la osteomalacia, una enfermedad ósea dolorosa. Además, la deficiencia
de vitamina D reduce la fuerza de los músculos proximales y el equilibrio postural y, por lo tanto,
debe considerarse en el diagnostico de Fibromialgia.
Los estudios han relacionado con la FM con anomalías neuroendocrinas que afectan al eje HPA y al
déficit en los sistemas endógenos de modulación del dolor. El principal aspecto relacionado con los
síntomas de la Fm es la presencia de dolor crónico generalizado. El dolor crónico se ha asociado
con cambios en la anatomía del cerebro, particularmente relacionados con la reducción de la
materia gris en los pacientes. Estos cambios afectarían las regiones de modulación del dolor y del
estrés, reforzando la teórica de que la FM está asociada con hipersensibilidad de las vías del dolor
en el SNC.
Los niveles séricos de Se eran más bajos en los pacientes con FM que en los controles sanos,
aunque los niveles séricos de Cu, Zn y Mg eran normales en los controles. Además, observaron una
correlación significativa entre los niveles de Se, la duración de la enfermedad, la intensidad del
dolor y el numero de puntos sensibles.
Existe una correlación positiva entre la deficiencia de minerales y la presencia de FM. Entre los
nimerales evaluados, se encontró evidencia únicamente de deficiencias de Ca, Fe, Mg, Zn, y Cu. Los
niveles séricos de Mg eran más bajos en pacientes con Fm que en sus controles, y había una fuerte
asociación entre los niveles séricos Mg y fatiga,.
En un estudio de intervención en el que se trato a pacientes con FM con citrato de Mg, lo niveles
bajos de Mg se sorellacionaron con la intensidad del dolor, numero de puntos sensibles, la
capacidad funcional, la depresión y la ansiedad, así como la fatiga, los tratsornos del sueño, dolor
de cabeza y los tratsornos gástricos.
Respecto a la deficiencia de Ca, se reportó una asociación positiva entre los niveles de Ca en el
cabello de mujeres con FM. Los niveles de ca intracelular en pacientes con FM son más bajos en
comparación con los controles sanos y pueden ser potencialmente respondables de la hipertonía
muscular, lo que explica el dolor muscular relacionado con síntomas de la FM.
Algunos minerales como Mg, ca, Zn, Fe y Mn parecen estar asociados con algunos de los signos
clínicos más comunes de la FM (es decir, fatiga, debilidad y dolor) y pueden desempeñar un papel
importante en la fisiopatología de este síndrome.
Parece que la deficiencia de minerales (p. ej., Fe, Mg, Mn, Zn y Ca) juega un papel
importante en la aparición de la FM y sus síntomas principales. Por ejemplo, la
deficiencia de Mg y Fe se asocia con fatiga, debilidad y deterioro cognitivo. Además, un
Ca intracelular más bajo está relacionado con un aumento del tono y la tensión
muscular y, por tanto, con dolores musculares. Además, las deficiencias de Zn y Mn
están relacionadas con cambios en el equilibrio oxidativo celular.
No hay un tratamiento considerado como el estándar de oro para la fibromialgia, ya que los
regímenes de tratamiento pueden variar significativamente de una persona a otra según sus
síntomas. A pesar de esta diversidad, es común que los individuos reciban una combinación de
enfoques farmacológicos, fisioterapia y terapia cognitivo-conductual. Entre las alternativas
terapéuticas, las intervenciones nutricionales y los cambios en la dieta se han convertido en
enfoques alternativos frecuentes. Estas intervenciones permiten a las personas con fibromialgia
desempeñar un papel activo en el manejo de su condición. Por lo tanto, es esencial contar con
conocimientos actualizados sobre intervenciones dietéticas basados en evidencia científica. Existe
una serie de mecanismo potenciales mediante las cuales la nutrición podría ser beneficiosa,
incluido entre otros: estado o daño oxidativo, disfunción de la modulación proinflamatoria o
antiinflamatoria, disfunción de la producción de energía, o disfunción de la neuromodulación
dentro de los sistemas nerviosos periféricos o centrales.
Los pacientes con fibromialgia a menudo tienen síntomas gastrointestinales que se superponen
significativamente con diversos trastornos relacionados con el gluten, como nauseas, dolor
abdominal, fatiga, cansancio, dolor crónico y alteraciones del estado del ánimo, lo que sugiere una
posible coexistencia de sensibilidad al gluten no celiaca en estos pacientes. La dieta libre de gluten
debe ser entre 12 meses a 16 meses para ver resultados, como lo comprobó Rodrigo (2014) e Isasis
(2014) que observaron mejora en todos los resultados probados, disminución del dolor y gravedad,
disminución en la fatiga, aumento de la calidad de vida y retorno a la vida laboral. Una duración
menor a lo propuesto no tendrá resultados positivos en los pacientes con fibromialgia.
Se sabe que el índice de masa corporal alto se asocia con una serie de afecciones
musculoesqueléticas incapacitantes, lo que sugiere que la obesidad puede empeorar los síntomas
de la fibromialgia. La estrategia dietética más utilizada para reducir el peso corporal es sin duda la
restricción calórica. Cuando existe una reducción del 4,4% del peso corporal, empiezan las mejoras
en los síntomas del dolor, aumenta la satisfacción y mejora la calidad de vida de los pacientes con
fibromialgia. Una dieta hipocalórica entre 800 a 1500 kcal durante 6 meses se evidencio niveles
mas bajos de interleucina-6, PCR, menor episodios de depresión y una mejora en la calidad de vida
y sueño.
Dieta vegetariana:
La dieta vegetariana se caracteriza por consumir grandes cantidades de alimentos vegetales ricos
en fibra, vitaminas, minerales y elementos antioxidantes, lo que favorece efectos analgésicos en
pacientes con fibromialgia, debido a propiedades antiinflamatorias y a su ausencia 8º reducción)
de proteínas animales. Después de un periodo de 3 semanas con una vegetariana, los pacientes
con fibromialgia informaron una mejoría general en su bienestar. Durante 3 meses con una dieta
vegana estricta existió mejora en el dolor y autonomía, disminución de la rigidez en las
articulaciones y mejora en la calidad del sueño.
También con una dieta lacto-vegetariana durante 4 semanas combinada con ejercicios de
estabilización central los pacientes con fibromialgia disminuyeron el dolor lumbar y mejoro su
composición corporal y aumento su calidad de vida.
Dieta mediterránea:
La dieta mediterránea puede jugar un papel determinante en la salud ósea en mujeres con
fibromialgia. Una dieta mediterránea con altas dosis de triptófano (60 mg) y magnesio (60 mg)
produjo varios efectos beneficiosos sobre el procesamiento emocional, disminución de la fatiga,
ansiedad y depresión y reducción de posibles trastornos alimentarios e insatisfacción con la
imagen corporal.
Suplementación: Vitamina D
Suplementación: Minerales
Con respecto al hierro, la deficiencia de este mineral puede potenciar los síntomas de la
fibromialgia. La suplementación de carboximaltosa férrica debe ser 15mg/kg durante 6 semanas.
Es importante recordar que este medicamento se administra de forma inyectable en un total de
dos dosis en intervalos como mínimo de 7 días. También se puede administrar en forma de dosis
única en adultos.
Suplementación de probióticos:
Cada vez existe mas evidencia que sugiere que los pacientes con fibromialgia presentan una
microbiota intestinal alterada. En una investigación del doctor Romano (2018) se suplementó por 7
semanas con un probiótico de multiespecies que mostro mejoras en la cognición, elección y toma
de decisiones en pacientes con fibromialgia, además se observaron efectos beneficios con respecto
al dolor, la calidad de vida, la depresión y ansiedad. Los probióticos seleccionados fueron
lactobacilo ramnosos GG, casei, acidófilo y bifidobacteria bífido.
Q10
Aceite de oliva: El aceite de oliva extra virgen (AOVE) se caracteriza por una alta concentración de
compuestos fenólicos. Los innumerables beneficios del AOVE para la salud se deben
principalmente a su actividad antioxidante, que está ligada a su capacidad para proteger el ADN,
las proteínas y los lípidos del daño causado por la exposición a especies reactivas de oxigeno (ROS)
que a su vez aumentan en los pacientes con fibromialgia. 50 ml/día de AOVE en comparación con
el aceite de oliva refinado, durante 3 semanas de intervención mejoro significativamente la
carbonilación de proteínas, la peroxidación lipídica, el estado mental, además disminuyo los
marcadores de riesgo cardiovascular en mujeres con fibromialgia.
Amitriptilina:
En mecanismo de acción también incluye efectos bloqueantes sobre los canales iónicos del sodio,
el potasio y el NMDA, tanto a nivel central como medular. Se sabe que los efectos sobre la
noradrenalina, el sodio y el NMDA son mecanismos implicados en el mantenimiento del dolor
neuropático, la prevención de la cefalea crónica tipo tensional y la profilaxis de la migraña. Existe
un efecto reductor del dolor con el consumo de amitriptilina.
Con respecto a su absorción, la administración oral de los comprimidos recubiertos puede generar
concentraciones plasmáticas máximas al cabo de unas 4 horas.
Con respecto a las interacciones con otros medicamentos, la amitriptilina contrarrestar los efectos
de los medicamentos antihipertensivos.
Reacciones adversas: La amitriptilina puede inducir efectos adversos similares a los de otros
antidepresivos tricíclicos. Algunos de los efectos adversos mencionados a continuación como, p.
ej., cefalea, temblor, alteraciones de la atención, estreñimiento y disminución de la libido también
pueden ser síntomas de depresión y suelen mitigarse al mejorar el estado depresivo.
Fluoxetina
Paroxetina
alprazolam
Ciclobenzaprina
Zolpidem
zoplicona
tramadol
4. Recomendaciones generales