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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA PAG.

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FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
PROFESOR VÍCTOR GARRIDO.

TEMA NO 8
COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL

CONTENIDO. 1. PREMISAS; 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA; 3. NOCIONES GENERALES: 3.1. Fundamento teórico: 3.2. Naturaleza de la
cooperación; 4. FUENTES NORMATIVAS: 4.1. Normas de Derecho público sobre la materia; 4.2. Normas de DIP convencional; 4.3. Normas de
DIP autónomo venezolano; 4.4. Normas materiales internas; 5. COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL Y LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA; 6.
DERECHO APLICABLE A LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL; 7. LAS COMISIONES: EXHORTOS Y ROGATORIAS; 8. VÍAS DE TRANSMISIÓN
DE EXHORTOS Y ROGATORIAS; 9. EJECUCIÓN EXTRATERRITORIAL DE ACTOS Y DILIGENCIAS PROCESALES: 9.1. Actos procesales de mero trámite;
9.2. Citación de los no presentes en la República; 9.3. Ejecución de medidas cautelares; 9.4. Información a cerca del Derecho extranjero;
10. LA COOPERACIÓN JURÍDICA EN EL MERCOSUR.

BIBLIOGRAFÍA VENEZOLANA:

 MAEKELT, Tatiana B. de, ¨Introducción al estudio del Derecho Procesal Civil Internacional¨, en: Derecho Procesal Civil
Internacional. In memoriam Tatiana B. de Maekelt, Caracas, ACPS/CDCH-UCV, 2010; pp. 3-
32.

 ______________________ Teoría General del Derecho Internacional Privado, Caracas, ACPS, 2005.

 ____________________ Ley venezolana de Derecho Internacional Privado. Tres años de su vigencia, ACPS, Caracas, 2002.

 BARRIOS, Haydée, ¨ Algunos aspectos sobre cooperación judicial internacional en el sistema venezolano de Derecho
Internacional Privado ¨, en: Libro - Homenaje a Werner Golsdchmidt, Caracas, FCJPUCV, 1997; pp. 383-419.

 BORJAS, Arminio, Comentarios al Código de Procedimiento Civil Venezolano, T.I, 3a ed. Caracas, Ed. Sales, 1964.

 GUERRA, Víctor Hugo: ¨ Parte general de la cooperación judicial internacional¨. en: Derecho Procesal Civil
Internacional.
In memoriam Tatiana B. de Maekelt, Caracas, ACPS/CDCH-UCV, 2010; pp. 321-351.

 HERNÁNDEZ-BRETÓN, Eugenio, ¨ El Derecho Procesal Internacional en el Código de Procedimiento Civil veinte años después¨,
en: Revista de Derecho No 26. Caracas, RBV/TSJ, 2008.

MADRID MARTÍNEZ, Claudia: ¨ Ejecución de medidas cautelares dictadas en el extranjero ¨, en: Derecho Procesal Civil
Internacional. In memoriam Tatiana B. de Maekelt, Caracas, ACPS/CDCH-UCV, 2010; pp. 321-351.

 PARRA ARANGUREN, Gonzalo: ¨La citación de los no presentes en la República¨: en: Ensayos de Derecho Procesal Civil
Internacional, BACPS, Caracas, 1986; pp. 130-269.

 RODRÍGUEZ REYES, Miriam: ¨ Medios de la cooperación judicial internacional en los actos de mero trámite ¨, en: Derecho
Procesal Civil Internacional. In memoriam Tatiana B. de Maekelt, Caracas, ACPS/CDCH-UCV, 2010; pp. 353-400.

 PICÓN, Delia, Venezuela en los tratados multilaterales, Caracas, Ministerio de Relaciones Exteriores, Academia
Diplomática Pedro Gual, 1984.

QUINTERO TIRADO, Mariolga: ¨ La medida cautelar y la cooperación judicial internacional: algunas reflexiones sobre su
regulación ¨, en: Libro - Homenaje a Werner Golsdchmidt, Caracas, FCJPUCV, 1997; pp. 443-502.

BIBLIOGRAFÍA EXTRANJERA:

 FERNÁNDEZ ROZAS, J. C. / SÁNCHEZ LORENZO, S, Curso de Derecho Internacional privado, 3º ed. Madrid. Civitas. 1996.

 FERNÁNDEZ ARROYO, Diego (coordinador) et al, ¨ Aspectos generales del sector de la jurisdicción internacional ¨, en:
Derecho Internacional Privado de los Estados del Mercosur, Buenos Aires, Zavalia, 2004.

 SIQUEIROS, JOSÉ LUIS: ¨ La cooperación procesal internacional en el Derecho mexicano¨, en: Libro Homenaje a Werner
Goldschmidt, FCJPUCV, Caracas, 1997; pp. 313-342.

 ETEL RAPELLINI, Liliana: Tramitación de exhortos internacionales, Colegio de Abogados de La Plata, Buenos Aires, 2013.

 TELLECHEA BERGMAN, Eduardo: ¨El actual marco regulador de la cooperación cautelar internacional en el ámbito del
Mercosur. El Protocolo de Ouro Preto de medidas cautelares¨, en: Liber Amicorum. Homenaje
a la obra científica y académica de la profesora Tatiana B. de Maekelt, T. II, FCJPUCV,
Caracas, 2001; pp. 257-281.

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DESARROLLO DEL TEMA

1. PREMISAS.

 La cooperación judicial internacional es considerada como uno de los elementos esenciales del
Derecho Procesal Internacional en la actualidad ( MAEKELT, Tatiana B, Ley venezolana de Derecho Internacional
Privado. Tres años de su vigencia …, op. cit., p. 129).

 El incesante desplazamiento de bienes y personas, la apertura gradual del comercio exterior, el


aumento de la litigiosidad en los tribunales y otros factores que introducen elementos extranjeros en el
juicio, determinan la necesidad de la cooperación procesal a nivel internacional¨ ( SIQUEIROS, JOSÉ LUIS: ¨ La
cooperación procesal internacional …¨, op. cit., ; pp. 315).

 La Carta de las Naciones Unidas (26/06/1945) en su artículo 55, capítulo IX, al establecer la
cooperación internacional económica y social dispone lo siguiente: ¨ Con el propósito de crear las
condiciones de estabilidad y bienestar necesarias para las relaciones pacíficas y amistosas entre las
naciones, basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación
de los pueblos, la Organización promoverá:

1. niveles de vida más elevados, trabajo permanente para todos, y condiciones de progreso y desarrollo
económico y social;
2. La solución de problemas internacionales de carácter económico, social y sanitario, y de otros
problemas conexos; y la cooperación internacional en el orden cultural y educativo; y
3. el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción
por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertades ¨.

 El principio de la cooperación internacional en la realización de la justicia se erige como principio


motor en la colaboración entre autoridades judiciales y extrajudiciales de países diversos,
constituyendo una de las realizaciones más trascendentales en el marco de las relaciones del tráfico
externo de nuestros días (FERNÁNDEZ ROZAS/ SÁNCHEZ LORENZO, Curso de Derecho Internacional …, op. cit.,; p. 55).

 En general, la cooperación judicial internacional (también denominada asistencia judicial


internacional) como rasgo característico del Derecho internacional Privado, constituye un sector del
Ordenamiento Jurídico destinado a paliar los inconvenientes que produce – en el desarrollo del
proceso – la imposibilidad de ejercer el poder jurisdiccional fuera del territorio del propio Estado
(téngase en cuenta el principio fundamental forum regit processum), con el fin de realizar
determinados actos procesales que son necesarios para llevar a buen término el proceso en el que se
sustancia una situación de tráfico jurídico externo ( FERNÁNDEZ ROZAS, J. C. / SÁNCHEZ LORENZO, S, Curso de Derecho
Internacional privado, 3º ed. Madrid. Civitas. 1996; pp. 645).

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.


 Cuando los tribunales venezolanos son internacionalmente competentes para conocer y decidir con
fuerza de cosa juzgada un caso con elementos de extranjería relevantes, puede ocurrir que,
ocasionalmente, la eficacia en la administración de justicia sea imposible de lograr con la sola
actividad procesal de los órganos del Estado. Ello se pone de manifiesto cuando, debido a especiales
circunstancias, se hace necesario el cumplimiento de determinadas actuaciones procesales fuera del
territorio venezolano. Por ejemplo: citar personalmente o notificar a una persona que se encuentra en
el extranjero; evacuar alguna prueba en un país extranjero por requerirlo así la situación de los bienes;
etc. (BARRIOS, Haydée, ¨ Algunos aspectos sobre cooperación …¨, op. cit., pp. 384-385).
 En este sentido, aparece la figura cooperación judicial internacional entre los Estados que integran la
comunidad jurídica internacional como una vía necesaria para garantizar el derecho a una tutela
judicial efectiva (MAEKELT, Tatiana B. de, ¨Introducción al estudio del Derecho Procesal Civil Internacional¨, en:
Derecho Procesal Civil Internacional. In memoriam Tatiana B. de Maekelt, Caracas, ACPS/CDCH-UCV, 2010; p. 20).

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3. NOCIONES GENERALES.

 El Derecho Internacional Privado de nuestros días se basa mucho más en la cooperación internacional
que en la vieja idea de la reciprocidad ( FERNÁNDEZ ARROYO, Diego (coordinador) et al, ¨ Aspectos generales del sector
de la jurisdicción internacional ¨, en: Derecho Internacional Privado de los Estados del Mercosur, Buenos Aires, Zavalia, 2004; p. 141).

 Descrita la justificación de la cooperación judicial internacional, a continuación procedemos a señalar


algunos aspectos que permitan encuadrar esta institución en el ámbito del Derecho procesal Civil
Internacional, para su mejor comprensión.

3.1. FUNDAMIENTO TEÓRICO. En sentido estricto, el fundamento teórico de la cooperación judicial


internacional – entendida como la actuación conjunta de las autoridades competentes de los distintos
Estados para lograr finalmente la realización de actos procesales – no se encuentra en la propia existencia
de una obligación internacional de cooperación impuesta por una presunta costumbre internacional,
mucho menos en una obligación internacional basada en criterios de reciprocidad. Ciertamente, los
Estados se avienen con normalidad a colaborar por interés mutuo, pero en ningún caso se detecta una
convicción u opinio juris acerca de la obligatoriedad de tal actuación conjunta ( FERNÁNDEZ ROZAS, J. C. /
SÁNCHEZ LORENZO, S, Curso de Derecho Internacional privado, op. cit.; p. 645).

3.2. NATURALEZA DE LA COOPERACIÓN. La cooperación judicial internacional – en tanto que sector del
Derecho Procesal civil Internacional – se incardina con la teoría de los actos procesales, particularmente
con ciertas actuaciones judiciales que deban tener lugar fuera del territorio del forum, como una vía de
alcanzar la tutela judicial efectiva, como derecho constitucional consagrado en la norma contenida en el
artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

4. FUENTES NORMATIVAS.
 Tradicionalmente, las normas jurídicas que regulan la cooperación judicial internacional se encuen –
tran en las legislaciones procesales de los Estados, por lo que pueden diferir considerablemente
de un ordenamiento jurídico a otro. La Doctrina – fuente complementaria de DIP en los sistemas de
civil law (MAEKELT, Tatiana B. de, Teoría General …, op. cit.; p. 189) – reconoce que lo ideal es regular esta materia
mediante el derecho convencional, pues la uniformidad sin duda contribuye a facilitar y promover la
cooperación (MAEKELT, Tatiana B. de, ¨Introducción …¨, op. cit.; p. 21).

 La comprensión de los diferentes aspectos relacionados con la figura de la cooperación judicial


internacional requiere del conocimiento de las normas que los regulan. A tal efecto, recurrimos al
orden de prelación de las fuentes normativas de DIP establecido en el artículo 1 o LDIPV.

4.1. NORMAS DE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO SOBRE LA MATERIA.

4.1.1. CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES CONSULARES (CVRC).


(Concluida en el seno de la Conferencia de las Naciones Unidas el 24/04/1963. Ley Aprobatoria en G.O. Ext. N o 976 de 16/09/1965).

ARTÍCULO 5 CVRC: ¨Las funciones consulares consistirán en: (…) j) comunicar decisiones judiciales y
extrajudiciales y diligenciar comisiones rogatorias de conformidad con los acuerdos internacionales en
vigor y, a falta de los mismos, de manera que sea compatible con las leyes y reglamentos del Estado
receptor; (…)¨.

4.1.2. CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES DIPLOMÁTICAS (CVRD)


(Viena, 18/04/1961. Ley Aprobatoria en G.O. No 27.612 de 07/12/1964).

ARTÍCULO 3 CVRD: ¨(…) 2. Ninguna disposición de la presente Convención se interpretará de modo que
impida el ejercicio de funciones consulares por la misión diplomática¨.
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4.2. NORMAS DE DIP CONVENCIONAL.

4.2.1. ACUERDO SOBRE EJECUCIÓN DE ACTOS EXTRANJEROS (ACUERDO BOLIVIANO: AB).


(Caracas, 1911. Aprobación Legislativa: 11/06/1912. Ratificación Ejecutiva: 19/12/1914)

ARTÍCULO 9 AB: ¨Los exhortos y cartas rogatorias que tengan por objeto hacer notificaciones, recibir
declaraciones o practicar cualquier otra diligencia de carácter judicial, se cumplirán en los Estados
signatarios, siempre que dichos exhortos o cartas rogatorias reúnan las condiciones establecidas en este
Tratado¨.

ARTÍCULO 10 AB: ¨Cuando los exhortos y cartas rogatorias se refieran a embargos, tasaciones, inventarios o
diligencias preventivas, el Juez exhortado proveerá lo que fuere necesario respecto al nombramiento de
peritos, tasadores, depositarios y en general, a todo aquello que sea conducente al mejor cumplimiento de la
comisión. En este caso procederá el Juez con arreglo a las leyes de su país¨.

ARTÍCULO 11 AB: ¨ Los exhortos y cartas rogatorias se diligenciarán con arreglo a las leyes del país en
donde se pide la ejecución¨.

ARTÍCULO 14 AB: ¨Los documentos comunicados por las respectivas Legaciones no necesitan del requisito de
la legalización¨.

4.2.2. TRATADO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO (CÓDIGO BUSTAMANTE: CB)


(La Habana, 20/02/1928. Ley Aprobatoria 23/12/1931. Depósito Instrumento Ratificación 12/03/1932 en G.O. de 09/04/1932).

ARTÍCULO 388 CB: ¨Toda diligencia judicial que un Estado contratante necesite practicar en otro, se
efectuará mediante exhorto o comisión rogatoria cursados por la vía diplomática. Sin embargo, los Estados
contratantes podrán pactar o aceptar entre sí, en materia civil o criminal, cualquier otra forma de
transmisión¨.

ARTÍCULO 389 CB: ¨Al Juez exhortante corresponde decidir respecto a su competencia y a la legalidad
y oportunidad del acto o prueba, sin perjuicio de la jurisdicción del Juez exhortado.

ARTÍCULO 390 CB: ¨El Juez exhortado resolverá sobre su propia competencia ratione materiae para el acto
que se le encarga¨.

ARTÍCULO 391 CB: ¨El que reciba el exhorto o comisión rogatoria debe ajustarse, en cuanto a su objeto, a la
ley del comitente y en cuanto a la forma de cumplirlo a la suya propia¨.

ARTÍCULO 392 CB : ¨El exhorto será redactado en la lengua del Estado exhortante y será acompañado de una
traducción hecha en la lengua del Estado exhortado, debidamente certificada por intérprete juramentado¨.

ARTÍCULO 393 CB: ¨Los interesados en la ejecución de los exhortos y cartas rogatorias de naturaleza privada
deberán constituir apoderados, siendo de su cuenta los gastos que estos apoderados y las diligencias
ocasionen¨.

4.2.3. CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE EXHORTOS O CARTAS ROGATORIAS (CIECR).


(CIDIP I, Panamá, 1975. Ley Aprobatoria en G.O. No 33.033 de 03/08/1984. Depósito Instrumento Ratificación el 04/10/1984)

ARTÍCULO 1 CIECR: ¨Para los efectos de esta Convención la expresión exhortos o cartas rogatorias se utilizan
como sinónimos en el texto español. (…)¨.

ARTÍCULO 2 CIECR: ¨La presente Convención se aplicará a los exhortos o cartas rogatorias expedidos en
actuaciones y procesos en materia civil o comercial por los órganos jurisdiccionales de uno de los Estados
Partes en esta Convención, y que tengan por objeto:
a) La realización de actos procesales de mero trámite, tales como notificaciones, citaciones o
emplazamientos en el extranjero;
b) La recepción y obtención de pruebas e informes en el extranjero, salvo reserva expresa al respecto.
ARTÍCULO 3 CIECR: ¨La presente Convención no se aplicará a ningún exhorto o carta rogatoria referente a
actos procesales distintos de los mencionados en el artículo anterior; en especial, no se aplicará a los actos
que impliquen ejecución coactiva¨.

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ARTÍCULO 4 CIECR: ¨Los exhortos o cartas rogatorias podrán ser transmitidos al órgano requerido por las
propias partes interesadas, por vía judicial, por intermedio de los funcionarios consulares o agentes
diplomáticos o por la autoridad central del Estado requirente o requerido según el caso.
Cada Estado Parte informará a la Secretaría General de la Organización de los Estados
Americanos acerca de cual es la autoridad central competente para recibir y distribuir exhortos o cartas
rogatorias¨.
(*) SIGUEN ARTÍCULOS NO 5 @ 25.

4.2.4. PROTOCOLO ADICIONAL A LA CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE EXHORTOS Y CARTAS ROGATORIAS


(CIDIP II, Montevideo, 1979. Ley Aprobatoria en G.O. No 33.171 de 25/02/1985. Depósito Instrumento Ratificación el 16/05/1985)

Este protocolo se aplica a las actuaciones procesales enunciadas en la CIECR, las cuales comprenden tanto la
comunicación de actos o hechos de orden procesal como las solicitudes de información por órganos jurisdiccionales de un
Estado Parte a los de otro, cuando dichas actuaciones son el objeto de un exhorto trasmitido por la Autoridad Central del
Estado requirente o del Estado requerido. En líneas generales, este Protocolo reglamenta la CIECR, regulando
específicamente el trámite entre autoridades centrales, lo que facilita la asistencia judicial, uniformiza el trámite y asegura
el cumplimiento de los exhortos y rogatorias a través de un mecanismo novedoso

4.2.5. CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE PRUEBA E INFORMACIÓN ACERCA DEL DERECHO EXTRANJERO
(CIPIDE) (Montevideo, 1979. Ley Aprobatoria en G.O. No 33.170 de 22/02/1985. Depósito Instrumento Ratificación el 16/05/1985)

ARTÍCULO 1 CIPIDE : ¨La presente Convención tiene por objeto establecer normas sobre la cooperación
internacional entre los Estados Partes para la obtención de elementos de prueba e información acerca del
derecho de cada uno de ellos¨.

ARTÍCULO 2 CIPIDE: ¨Con arreglo a las disposiciones de esta Convención, las autoridades de cada uno de los
Estados Partes proporcionarán a las autoridades de los demás que lo solicitaren, los elementos probatorios
o informes sobre el texto, vigencia, sentido y alcance legal de su derecho¨.

ARTÍCULO 3 CIPIDE : ¨La cooperación internacional en la materia de que trata esta Convención se prestará
por cualquiera de los medios de prueba idóneos previstos, tanto por la ley del Estado requirente como por la
del Estado requerido. Serán considerados medios idóneos a los efectos de esta Convención, entre otros, los
siguientes:
a. La prueba documental, consistente en copias certificadas de textos legales con indicación de su
vigencia, o precedentes judiciales;
b. La prueba pericial, consistente en dictámenes de abogados o expertos en la materia;
c. Los informes del Estado requerido sobre el texto, vigencia, sentido y alcance legal de su derecho sobre
determinados aspectos¨.
(*) SIGUEN ARTÍCULOS NO 4 @ 18.

4.2.6. CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE RECEPCIÓN DE PRUEBAS EN EL EXTRANJERO (CIRPE)


(CIDIP I, Panamá, 1975. Ley Aprobatoria en G.O. No 33.170 de 03/02/1985. Depósito Instrumento Ratificación el 28/02/1985)

Esta Convención se aplica a los exhortos (o cartas rogatorias) emanados del procedimiento jurisdiccional en materia civil
o comercial que tuvieren como objeto la recepción u obtención de pruebas o informes, dirigidos por las autoridades
jurisdiccionales de uno de los Estados Partes a las de otro de ellos. Los exhortos o cartas rogatorias podrán ser
transmitidos por vía judicial, por intermedio de los funcionarios consulares o agentes diplomáticos o por la Autoridad
Central designada. Ellos deberán contener los elementos pertinentes para su cumplimiento.

4.2.7. PROTOCOLO ADICIONAL A LA CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE RECEPCIÓN DE PRUEBAS EN EL EXRANJERO


(CIDIP III, La Paz, 1984. Ley Aprobatoria en G.O. Ext. No 4.580 de 21/05/1993. No Ratificado aún)

Cuando la Autoridad Central de un Estado Parte reciba de la autoridad de otro Estado Parte un exhorto o carta rogatoria,
lo transmitirá al órgano jurisdiccional competente para su diligenciamiento.

4.2.8. CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE RÉGIMEN LEGAL DE PODERES PARA SE UTILIZADOS EN EL EXTRANJERO
(CIDIP I, Panamá, 1975. Ley Aprobatoria en G.O. No 3.511 de 30/01/1985. Depósito Instrumento Ratificación el 16/05/1985)

Los poderes debidamente otorgados en uno de los Estados Partes en esta Convención serán válidos en cualquiera de los
otros Estados Partes. Las formalidades y solemnidades se sujetarán a las leyes del Estado donde se otorguen, a menos que
el otorgante prefiera someterse a la ley del Estado en que hayan de ejercerse. Los efectos y el ejercicio del poder se
sujetan a la ley del Estado donde éste se ejerce.

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4.2.9. PROTOCOLO SOBRE UNIFORMIDAD DEL RÉGIMEN LEGAL DE LOS PODERES


(Washington, 1940. Aprob. legislativa: 01/07/1941. Ratificación ejecutiva: 09/10/1941. Dep. instrumento de ratificación: 04/11/1941)

Este protocolo establece las reglas que deben ser observadas por los poderes destinados a obrar en el extranjero.

4.2.10. CONVENIO DE LA HAYA RELATIVO A LA NOTIFICACIÓN O TRASLADO EN EL EXTRANJERO DE DOCUMENTOS


JUDICIALES Y EXTRAJUDICIALES EN MATERIA CIVIL O COMERCIAL (CLHNT).
(La Haya, 1965. Ley Aprobatoria en G.O. Ext. No 4.635 de 28/09/1993. Depósito del Instrumento de Ratificación el 01/07/1994)

Este Convenio se aplica, en materia civil o comercial a todos los casos en que un documento judicial o extrajudicial deba
ser remitido al extranjero para su notificación o traslado

4.2.11. CONVENIO DE LA HAYA RELATIVO A LA OBTENCIÓN DE PRUEBAS EN EL EXTRANJERO EN MATERIA CIVIL


O MERCANTIL (CLHOPE)
(La Haya, 1970. Ley Aprobatoria en G.O. Ext. No 4.635 de 28/09/1993. Depósito del Instrumento de Ratificación el 31/12/1993)

ARTÍCULO 1 CLHOPE: ¨En materia civil o mercantil, la autoridad judicial de un Estado Contratante podrá, en
conformidad a las disposiciones de su legislación, solicitar, de la autoridad competente de otro Estado
Contratante, por comisión rogatoria, la obtención de pruebas, así como la realización de otras
actuaciones judiciales.
No se empleará una Comisión Rogatoria para obtener pruebas que no estén destinadas a utilizarse en
un procedimiento ya incoado o futuro.
La expresión otras actuaciones judiciales no comprenderá ni la notificación de documentos judiciales
ni las medidas de conservación o de ejecución.

ARTÍCULO 15 CLHOPE: ¨En materia civil o mercantil, un funcionario diplomático o consular de un Estado
Contratante podrá, en el territorio de otro Estado Contratante y dentro de una circunscripción en donde
ejerza sus funciones, proceder, sin compulsión, a la obtención de pruebas de nacionales e un Estado que
dicho funcionario represente y que se refieran a un procedimiento incoado ante un Tribunal de dicho
Estado. (…)¨.

4.2.12. CONVENIO DE LA HAYA SUPRIMIENDO LA EXIGENCIA DE LEGALIZACIÓN DE LOS DOCUMENTOS PÚBLICOS


EXTRANJEROS (La Haya, 1961. Ley Aprobatoria en G.O. No 36.446 de 05/05/1996. Vigente en Venezuela desde 15/03/1999)

ARTÍCULO 1 : ¨El presente Convenio se aplicará a los documentos públicos que hayan sido autorizados en
el territorio de un Estado contratante y que deban ser presentados en el territorio de otro Estado
contratante. Se considerarán como documentos públicos en el sentido del presente Convenio:
a) los documentos dimanantes de una autoridad o funcionario vinculado a una jurisdicción del Estado,
incluyendo los provenientes del ministerio público, o de un secretario, oficial o agente judicial;
b) los documentos administrativos;
c) los documentos notariales;
d) las certificaciones oficiales que hayan sido puestas sobre documentos privados, tales como menciones
de registro, comprobaciones sobre la certeza de una fecha y autenticaciones de firmas.
Sin embargo, el presente Convenio no se aplicará:
a) a los documentos expedidos por agentes diplomáticos o consulares;
b) a los documentos administrativos que se refieran directamente a una operación mercantil o aduanera.

ARTÍCULO 2 : ¨ Cada Estado contratante eximirá de legalización a los documentos a los que se aplique el
presente Convenio y que deban ser presentados en su territorio. La legalización, en el sentido del presente
Convenio, sólo cubrirá la formalidad por la que los agentes diplomáticos o consulares del país en cuyo
territorio el documento deba surtir efecto certifiquen la autenticidad de la firma, la calidad en que el
signatario del documento haya actuado y, en su caso, la identidad del sello o timbre que el documento
ostente.

4.3. NORMAS DE DIP AUTÓNOMO VENEZOLANO

4.3.1. LEY DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO (G.O. No 36.511 de 06/08/1998)


ARTÍCULO 59 O LDIPV:¨Los tribunales de la República podrán dirigirse a cualquier autoridad competente
extranjera, mediante exhortos y comisiones rogatorias, para la práctica de citaciones, diligencias
probatorias o de cualquier otra actuación judicial que resulte necesaria para el buen desarrollo del
proceso. Así mismo evacuarán, dentro de la mayor brevedad, los exhortos y comisiones rogatorias
provenientes de Tribunales extranjeros que se ajusten a los principios de Derecho Internacional aplicables
en la materia¨.

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4.4. NORMAS MATERIALES INTERNAS VENEZOLANAS

4.4.1. CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA (Publicación reimpresa, por errores materiales, en G.O. Ext. No 5.453, 24/03/2000)

ARTÍCULO 26 CRBV: ¨Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para
hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a
obtener con prontitud la decisión correspondiente. (…)¨

ARTÍCULO 257 CRBV: ¨El proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia.
Las leyes procesales establecerán la simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y adoptarán un
procedimiento breve, oral y público. No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales¨.

4.4.2. CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL (Publicado en G.O. Ext. No 3.694 de 22/01/1986. Vigente desde 16/03/1987. Ley de
Reforma Parcial en G.O. EXT. No 4.209 de 18/09/1990)

ARTÍCULO 188 CPC: ¨ (…) Las ejecutorias y las rogatorias que se dirijan a los tribunales o funcionarios
extranjeros y las suplicatorias, exhortos o despachos que se envíen a otras autoridades venezolanas, se
encabezarán En nombre de la República de Venezuela. Las rogatorias para el extranjero se dirigirán por
la vía diplomática o consular, y las demás, por la vía ordinaria, sin necesidad de legalización. Esto
documentos deberán llevar el sello del Tribunal, sin lo cual no tendrán autenticidad¨.

ARTÍCULO 224 CPC: ¨Cuando se compruebe que el demandado no está en la República, se le citará en la
persona de su apoderado, si lo tuviere. Si no lo tuviere, o si el que tenga se negare a representarlo, se
convocará al demandado por Carteles, para que dentro de un término que fijará el Juez, (…) comparezca
personalmente o por medio de apoderado. Si pasado dicho término no compareciere el no presente, ni
ningún representante suyo, el Tribunal le nombrará defensor, con quien se entenderá la citación¨.

ARTÍCULO 393 CPC: ¨Se concederá el término extraordinario hasta de seis meses para las pruebas que hayan
de evacuarse en el exterior, siempre que concurra alguna de las circunstancias siguientes: (…) 1o Que lo
que se intentare probar (…). 2o Que haya constancia de (…). . 3o Que, en el caso de ser instrumental la
prueba, (…)¨.

ARTÍCULO 857 CPC: ¨Las providencias de actos extranjeros concernientes al examen de testigos, experticias,
juramentos, interrogatorios y demás actos de mera instrucción que hayan de celebrarse en la República, se
ejecutarán con el simple decreto del Juez de Primera Instancia que tenga competencia en el lugar donde
hayan de verificarse tales actos siempre que dichas providencias vengan con rogatoria de la autoridad que
las haya librado y legalizadas por un funcionario diplomático o consular de la República, o por vía
diplomática. (…)¨.

5. COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL Y LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA


 PUNTO DE PARTIDA. Señala nuestra profesora Tatiana de MAEKELT que la cooperación jurídica
internacional comprende aquella actividad necesaria, de carácter procesal, desplegada en un Estado, al
servicio de un proceso incoado o a incoarse ante la jurisdicción de otro Estado, aunque el Derecho
internacional Público prohíbe a los funcionarios de un Estado realizar actos de soberanía en el
territorio de otro Estado sin su autorización. Luego, La necesidad de cooperación es reconocida por
los Estados que integran la comunidad jurídica internacional con el fin de garantizar el derecho a una
tutela judicial efectiva (MAEKELT, Tatiana, ¨Introducción … ¨, op.cit.; pp.20-21).

 La normativa internacional que tiene como objetivo la protección de los derechos humanos ha sido
incorporada al ordenamiento jurídico venezolano, ocupando un lugar primordial en la CRBV (vid.
artículos 19 @ 31), por lo que el desarrollo de los principios establecidos a escala internacional sobre
esta materia ha sido tomada en cuenta por el constituyente y por el legislador nacionales. De ese modo,
derechos y garantías tales como la defensa y la asistencia en juicio (numeral 10 del artículo 49
CRBV) o la tutela judicial efectiva (artículo 26 CRBV) tienen un impacto muy directo sobre el
sistema de jurisdicción venezolano, según una doble base de Derecho Internacional y de Derecho
Constitucional (cfr. FERNÁNDEZ ARROYO, D. (coord..), ¨ Aspectos generales … ¨, op. cit, p. 142).

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 En el DERECHO MATERIAL INTERNO VENEZOLANO, la Constitución de la República de Venezuela es el


fundamento del ordenamiento jurídico venezolano (vid. artículo 7 CRBV). Como tal, la Republica de
Venezuela propugna la preeminencia de los derechos humanos como valor superior de su
ordenamiento jurídico (vid. artículo 2 CRBV). En este sentido, el derecho a la tutela judicial efectiva
está consagrado en el artículo 26 CRBV, bajo el Título III De los Derechos Humanos y Garantías, y
de los Deberes (vid. sub-epígrafe 3.4.1. supra).

 En el DERECHO CONSTITUCIONAL COMPARADO, la Constitución española (Publicada en el BOE el 29


diciembre de 1978) dispone, en su artículo 24: ¨ 1. Todas las personas tienen derecho a obtener la
tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que,
en ningún caso, pueda producirse indefensión¨.

 En el ámbito de las NORMAS DE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO SOBRE LA MATERIA:


La Declaración Universal de los Derechos Humanos (adoptada y proclamada por la Asamblea General de las
dispone en su artículo 8: ¨ Toda
Naciones Unidas, mediante Resolución 217 A (III), de 10/12/1948 en la ciudad de New York )
persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o por la ley ¨.

6. DERECHO APLICABLE A LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL.

 El carácter bidireccional de la cooperación judicial internacional plantea la existencia de dos


ordenamientos jurídicos vigentes y espacialmente divergentes (conflicto de leyes): por una parte el
ordenamiento jurídico del Estado requirente y el ordenamiento del Estado requerido ( Rodríguez Reyes,
Miriam: ¨ Medios de la cooperación judicial internacional … ¨, op. cit.; p. 382).

 Luego, por ser la cooperación judicial internacional una actividad de naturaleza procesal, desplegada
en un Estado (Estado requerido), al servicio de un proceso incoado o a ser incoado ante la jurisdicción
de otro Estado (Estado requirente), las regulaciones de la cooperación judicial se encuentran,
tradicionalmente, en las legislaciones procesales de los Estados, en virtud del principio universal
forum regit processum.

 En Venezuela, las regulaciones de la cooperación judicial internacional se encuentran, en primer lugar,


en convenciones de ámbito universal y regional (vid. epígrafes 4.1. y 4.2., supra); en segundo lugar, en
normas de DIP autónomo (vid. epígrafe 4.3., supra) y, en tercer lugar, en normas materiales internas
(vid. epígrafe 4.4. , supra).

 Como puede apreciarse del epígrafe 4 supra (fuentes normativas), la profusa reglamentación de origen
convencional en materia de cooperación (sub-epígrafes 4.1 y 4.2, supra) coloca a la normativa de
fuente interna (sub-epígrafes 4.3 y 4.4 supra) en situación de régimen residual, no solamente por su
prevalencia en virtud del artículo 1 0 LDIPV, sino porque, desde un punto de vista práctico, el gran
desarrollo de las normas convencionales reduce la posibilidad de aplicar el régimen interno, pues la
uniformidad sin duda contribuye a facilitar y promover la cooperación judicial internacional ( FERNÁNDEZ
ROZAS, J. C. / SÁNCHEZ LORENZO, S, Curso de Derecho Internacional privado, op. cit.; p. 646).

7. LAS COMISIONES: EXHORTOS Y ROGATORIAS.


 Cabe precisar (calificar) el significado de estos vocablos que se utilizan indistintamente en las fuentes
normativas de la cooperación judicial internacional. En general, son instrumentos o medios de
tramitación los documentos que puede emplear la autoridad judicial del Estado requirente a fin de
solicitar la cooperación judicial del Estado requerido a través de las vías de transmisión (autoridades
que se emplean para la tramitación del exhorto, comisión rogatoria o carta rogatoria). Luego, no es lo
mismo instrumento que vía (ETEL RAPELLINI, Liliana: Tramitación de exhortos …, op. cit., p. 3).

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 Cabe señalar desde ahora que, tanto los exhortos como las rogatorias – en tanto que instrumentos –
son conocidos con el nombre genérico de comisiones (BORJAS, Arminio, Comentarios al Código …, op. cit., p. 63 ).

 Sinónimos de la voz exhorto son las de comisión rogatoria o carta rogatoria (Cabanellas, Guillermo:
Diccionario de Derecho Usual, T. II, 9a ed., Heliasta, Buenos Aires, 1976; p. 147 ).
No obstante, la norma contenida en el
artículo 188 CPC reserva la expresión exhortos para referirse a la colaboración que se solicitan entre sí
los órganos judiciales dentro del país. ( BARRIOS, Haydée, ¨ Algunos aspectos sobre cooperación …¨, op. cit., p. 388).
Por otra parte, a tenor de la misma norma, las rogatorias (comisiones rogatorias o cartas rogatorias),
son las comisiones dirigidas a los tribunales o funcionarios extranjeros por un juez venezolano en
forma de súplica para la evacuación de diligencias judiciales tales como citaciones, declaraciones de
testigos, notificaciones, etc. (BORJAS, Arminio, Comentarios al Código …, op. cit., p. 63 ).

 Por comisión rogatoria se entiende una ¨ comunicación oficial que un juez o tribunal dirige a una
autoridad judicial extranjera, para que ésta ejecute un acto de instrucción o practique otra diligencia
(Cabanellas, Guillermo: Diccionario de Derecho Usual, T. I,, …, op. cit., p.425).

 Las comisiones rogatorias conforman el auxilio judicial internacional que conjuga las modalidades de
comunicación entre autoridades con potestad jurisdiccional de distintos países, con el fin de
llevarse a cabo diligencias o actos de comunicación involucrados en un procedimiento precisamente de
índole judicial (ETEL RAPELLINI, Liliana: Tramitación de exhortos internacionales, …, op. cit.; p.1).

 Los exhortos, en tanto que especie de comisión, van dirigidos a un funcionario judicial (Estado
requerido) de la misma categoría que el comitente (Estado requirente), pues no incumbe a éste
ordenar, sino insinuar o exhortar a aquel (BORJAS, Arminio, Comentarios al Código de Procedimiento …, op. cit.; p. 63).

 En este sentido, el exhorto consiste en el encargo o solicitud dirigida por un órgano jurisdiccional de
un Estado a su similar de otro, a efectos de la realización de algún acto en interés de un proceso
incoado o a incoarse ante el requirente (Tellechea Bergman, Eduardo: ¨ El actual marco regulador de la cooperación cautelar
internacional en el ámbito del Mercosur. El Protocolo de Ouro Preto de medidas cautelares¨, en: Liber Amicorum. Homenaje a la obra
científica y académica de la profesora Tatiana B. de Maekelt, T. II, FCJPUCV, Caracas, 2001; pp. 257-281, especialmente p. 269).

 En relación con los comentarios expuestos supra, cabe hacer las siguientes observaciones:

 La redacción de los artículos 9, 10 y 11 del Acuerdo Boliviano hace referencia a ¨ exhortos y cartas
rogatorias¨, insinuando que son dos comisiones de diversa calificación. En igual sentido, el artículo
590LDIPV hace referencia a ¨exhortos y comisiones rogatorias ¨. Por su parte, la norma contenida en
el artículo 188 CPC discrimina, como ya hemos señalado supra – entre exhortos y rogatorias.

 La redacción del artículo 388 CB hace referencia a ¨ exhorto o comisión rogatoria¨ insinuando que,
por lo contrario, son términos sinónimos. En este sentido, el artículo 1 CIECR dispone expresamente
a los efectos de esa Convención, que se utilizan como sinónimos en el texto en español. Igualmente,
en el ámbito del Mercosur, el artículo 18 del Protocolo de Ouro Preto de Medidas cautelares expresa
que los términos exhorto y carta rogatoria son sinónimos, a los efectos de ese protocolo.

 Como se puede apreciar, en el ordenamiento venezolano parece persistir la imprecisión terminoló -


gica que se presenta al mantener la utilización de las expresiones exhortos y rogatorias con signifi -
cados distintos, por cuanto, desde mucho tiempo atrás, se encuentran vigentes en Venezuela diversas
fuentes normativas de origen convencional internacional que utilizan ambas expresiones como
sinónimos; tales son los casos, por ejemplo, del Acuerdo Boliviano, el Código Bustamante y la
Convención Interamericana sobre Exhortos o Cartas Rogatorias (BARRIOS, Haydée, ¨ …¨, op. cit., p. 389).

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8. VÍAS DE TRANSMISIÓN DE EXHORTOS Y ROGATORIAS.

 REPETIMOS: no es lo mismo instrumento que vía: instrumento es el documento que se emplea


(exhortos y comisión rogatoria o carta rogatoria), mientras que la vía de transmisión es el medio o
la autoridad que se emplea para su tramitación (ETEL RAPELLINI, Liliana: Tramitación de exhortos …, op. cit., p. 3).

 Podemos distinguir cuatro vías de transmisión de exhortos o rogatorias: (a) judicial; (b) diplomática
o consular; (c) particular o esencial y, (d) por autoridad central.

(a) VÍA JUDICIAL: ha sido la vía tradicionalmente utilizada en la cooperación internacional. Por
tratarse de una tramitación entre autoridades judiciales soberanas de distintos Estados, la ejecución
de la cooperación no es el mandato del tribunal requirente al tribunal requerido, sino más bien una
rogatoria en forma de súplica formulada por parte de aquel (vid. artículo 4 CIECR y artículo 10.b
CLHNT). Esta vía es lenta. Su forma positiva se expone cuando se trata de comunicación directa
entre tribunales fronterizos. Los exhortos y rogatorias requieren de legalización en el Estado
requirente (artículo 5.a CIECR) salvo en los casos de tribunales fronterizos (artículo 7 CIECR).

(b) VÍA DIPLOMÁTICA O CONSULAR: los exhortos y rogatorias podrán ser transmitidos al órgano
requerido por intermedio de los funcionarios consulares o agentes diplomáticos (vid. artículo 5
CVRC, artículo 30.2 CVRD y artículo 4 CIECR). Se trata de una vía lenta con instancias de tenor
burocrático; empero, por la naturaleza de la autoridad de trámite se exime del requisito de la
legalización (artículo 6 CIECR y artículo 188 CPC). A tenor del artículo 388 CB, los exhortos o
rogatorias deben transmitirse por la vía diplomática, a menos que los Estados involucrados pacten o
acepten entre sí otra forma de transmisión ( Cfr. RODRÍGUEZ REYES, Miriam: ¨ Medios de la cooperación judicial …¨,
op. cit.; pp. 378-379).

(c) VÍA PARTICULAR O PRESECIAL: es la propia parte interesada quien podrá transmitir el
exhorto al órgano requerido (artículo 4 CIECR y artículo 10.c CLHNT), “en mano” o a
través de personas competentes del Estado requerido por todos y cada uno de los pasos que
deben cumplirse, incluidos los que se llevan a cabo en el país requerido. En esta modalidad el
requisito de legalización se exige a fin de preservar la legalidad y autenticidad de las piezas
llevadas (artículo 5.a CIECR).

(d) VÍA AUTORIDAD CENTRAL: vale decir, a través de comunicación directa entre pares:
autoridad central requirente y autoridad central requerida. Tal vez, esta vía constituye la figura
más novedosa de transmisión de exhortos o rogatorias. En el ámbito regional, cada Estado deberá
informar a la Secretaría General de la O.E.A. a cerca de cuál es la autoridad central competente
para recibirlas y distribuirlas (artículo 4 CIECR). Por la naturaleza de las autoridades centrales,
los exhortos o rogatorias se encuentran exentas de legalización (artículo 6 CIECR). En general,
son autoridades administrativas como los ministerios de Relaciones Exteriores o los de Justicia
a los que se les designa la transmisión de exhortos o rogatorias (GUERRA, Víctor Hugo: ¨ Parte general de la
cooperación judicial …¨, op. cit., pp. 324-325).

9. EJECUCIÓN EXTRATERRITORIAL DE ACTOS Y DILIGENCIAS PROCESALES.


 El desarrollo de este epígrafe se fundamenta en la consideración de las fuentes normativas de DIP que
regulan la cooperación judicial internacional atendiendo, tanto respecto de la materia que sea objeto
de la comisión (actos procesales de mero trámite, recepción y obtención de pruebas, citación de los no
presentes, medidas cautelares, poderes, información del Derecho extranjero aplicable) como a las
formas de su tramitación (las comisiones: exhortos o rogatorias y sus vías de transmisión). En sentido
estricto, la cooperación judicial internacional se limita a los actos procesales de mero trámite y a la
recepción y obtención de pruebas e informes en el extranjero. Es decir, materias propias del Derecho
Internacional Privado tales son las actuaciones y procesos en materia civil, comercial y laboral
(GUERRA, Víctor Hugo: ¨ Parte general de la cooperación internacional …¨, op. cit.; p. 323).

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 También podemos diferenciar grados de cooperación que, en suma, engloban una idea idéntica a la
esbozada supra, sin que se pretenda establecer una clasificación taxativa sino enunciativa. Así, la
cooperación de primer grado comprende las medidas de mero trámite tales como citaciones,
intimaciones, notificaciones, producción de pruebas, etc. La cooperación de segundo grado
comprende las medidas cautelares tales como el embargo y el secuestro de bienes, mientras que la
cooperación de tercer grado abarca materias personales, tales como restitución de menores, custodia
de un incapaz, etc. (ETEL RAPELLINI, Liliana: Tramitación de exhortos internacionales, …, op. cit.; p.1).

9.1. ACTOS PROCESALES DE MERO TRÁMITE:

 En primer lugar, a esta especie de actos procesales pertenecen: citaciones, intimaciones,


emplazamientos, notificaciones, comunicaciones y ¨cualquier otra actuación judicial que
resulte necesaria para el buen desarrollo del proceso ¨, que deban ejecutarse en territorio extranjero
(Cfr. artículo 59O LDIPV). Tales actos procesales están ubicados en la fase inicial del proceso y están
relacionados con la tutela judicial efectiva de los derechos e intereses de toda persona, incluso los
colectivos o difusos (artículo 26 CRBV) y a un proceso con las debidas garantías a la defensa (artículo
49 CRBV). Tal relación enfatiza la importancia y condiciona el propio contenido y alcance de los
textos convencionales internacionales que facilitan la cooperación internacional (Cfr. sub-epígrafes
4.1. y 4.2. supra). Por otra parte, en atención al artículo 257 CRBV, las leyes procesales venezolanas
(vid. sub-epígrafe 4.4.2. supra) establecen las formalidades (vid. epígrafes 7 y 8 , supra) para tramitar
la ejecución extraterritorial de aquellos actos procesales necesarios para el buen desarrollo del
proceso, instrumento fundamental para la realización de la justicia.

 En segundo lugar, en materia de recepción y obtención de pruebas en el extranjero, la cooperación


judicial internacional opera para solicitar de la autoridad extranjera la realización de aquellas
diligencias probatorias que deban ser evacuadas siempre que: (a) lo que se intentare probar haya
ocurrido en el territorio del Estado donde haya de hacerse la prueba; (b) haya constancia de que los
testigos que deban declarar tengan su residencia habitual en el territorio del Estado donde haya de
evacuarse la prueba; (c) en el caso de ser instrumental la prueba, se exprese la oficina donde se
encuentren los instrumentos o la persona en cuyo poder existan (Cfr. artículo 393 CPC). A tal efecto,
la petición correspondiente se solicita a través de una rogatoria dirigida al tribunal o funcionario
extranjero y transmitida vía diplomática o consular, a tenor del artículo 188 CPC.

 En el caso de la prueba de confesión, si la parte que tiene la carga de absolver posiciones juradas se
hallare en el extranjero, se librará rogatoria al Juez extranjero respectivo dentro de los primeros
quince días del lapso probatorio indicado en el artículo 396 CPC, solicitando en ella la absolución de
posiciones (artículo 418 CPC). Cabe mencionar que el Código Bustamante no tiene disposición que
regule la prueba de confesión

 Cuando corresponda – en el ámbito regional americano – la tramitación de los exhortos o cartas


rogatorias emanados de procedimiento jurisdiccional en materia civil o comercial, que tuvieren
como objeto la recepción u obtención de pruebas o informes en el extranjero, es regulada por la
Convención Interamericana sobre Recepción de Pruebas en el Extranjero (vid. sub- epígrafe
4.2.6. ). Tales comisiones – equivalentes a efectos de este tratado (artículo 1 CIRPE) – podrán ser
transmitidas al órgano requerido por vía judicial, por intermedio de funcionarios consulares o agentes
diplomáticos o por la autoridad central del Estado requirente (cooperación activa o en sentido
positivo) o requerido (cooperación pasiva o en sentido negativo), según el caso (artículo 11 CIRPE).

 Igualmente, La rogatoria (exhorto o carta rogatoria) que tenga por objeto la recepción y obtención
de pruebas e informes en el extranjero está regulada por la Convención Interamericana sobre
Exhortos o Cartas Rogatorias (artículo 2.b CIECR) y podrá ser transmitida también por las mismas
vías establecidas en el artículo 11 CIRPE y además, por vía de la propia parte interesada (artículo 4
CIECR).


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 En materia civil y mercantil, EL Convenio de la Haya relativo a la Obtención de Pruebas en el


Extranjero en materia Civil o mercantil (vid. sub-epígrafe 4.2.11. supra) tiene como finalidad
facilitar la remisión y ejecución de comisiones rogatorias vía Autoridad Central, a efectos de
acrecentar la eficacia de la cooperación judicial para la obtención de pruebas en el extranjero, así
como la realización de otras actuaciones judiciales, con exclusión de notificación de documentos
judiciales y medidas de conservación y ejecución (artículos 1 y 2 CLHOPE).

9.2. CITACIÓN DE LOS NO PRESENTES EN LA REPÚBLICA.

 Es principio universal que nadie puede ser juzgado y sentenciado, sin antes haber sido oído
previamente, a fin de que haga uso de su natural derecho a la defensa¨. La vigencia de este principio
no se limita a los procesos que se ventilan en Venezuela; cabe mencionar que su importancia
trasciende al campo de la eficacia extraterritorial de las sentencias ( PARRA ARANGUREN, Gonzalo: ¨ La citación
de los no presentes en la República¨: …, op. cit.; pp. 140). El derecho a la defensa está consagrado en la norma
humanitaria contenida en el artículo 49 CRBV.

 La citación del demandado para la contestación de la demanda – en todo juicio que se ventile ante un
tribunal venezolano internacionalmente competente – es formalidad necesaria para la validez del
juicio (artículo 215 CPC).

 La no presencia en Venezuela del demandado en un proceso que cursa ante un tribunal venezolano
internacionalmente competente puede derivarse de las siguientes situaciones: (a) que el demandado
esté domiciliado en Venezuela, pero que precisamente no esté presente en el territorio del Estado
venezolano; (b) que el demandado esté domiciliado en un Estado extranjero.

 Para ejecutar la citación del demandado en cualquiera de las dos situaciones indicadas supra, se
puede recurrir, en primer lugar, a la citación personal del demandado – de manifiesta preferencia por
el legislador venezolano (Cfr. PARRA ARANGUREN, G.: ¨ La citación …¨; op. cit.; p. 148) – mediante una rogatoria
librada por el juez venezolano que conoce del caso y dirigida al órgano o funcionario competente del
país respectivo (artículo 188 CPC), aplicando analógicamente la norma contenida en el artículo 227
CPC (comisión para practicar la citación), inspirada en la indiscutida preferencia del legislador
venezolano por la citación personal ( PARRA ARANGUREN, G.: ¨ La citación …¨; op. cit.; p. 150). No obstante,
tengamos siempre en cuenta la posible aplicación de las normas de fuente convencional internacional
que regulan la cooperación judicial internacional (sub-epígrafes 4.1. y 4.2., supra).

 Por diversas causas no siempre es posible ejecutar la citación personal del demandado no presente en
territorio venezolano. En este caso, la solución que ofrece el Derecho procesal venezolano está
contenida en el artículo 224 CPC (citación del no presente). Esta norma señala, en primer lugar, la
citación del demandado en la persona de su apoderado. En su defecto (no lo tuviere o si el que tenga
se negare a representarlo), se convocará al demandado por Carteles. Pero, si el no presente no
compareciere –en ambos casos – al término establecido por la norma, el Tribunal le nombrará
defensor ad-litem con quien se entenderá la citación. Se pregunta: ¿procede la cooperación judicial
internacional en esta situación?. Téngase en cuenta que los métodos de citación consagrados por el
legislador venezolano no tienen carácter facultativo sino obligatorio: ni el actor ni el Tribunal pueden
escoger aquel que estimen más conveniente para el caso concreto. Luego, el incumplimiento
de las formalidades previstas por el CPC constituye un vicio que afecta de nulidad la citación
(PARRA ARANGUREN, G.: ¨ La citación …¨; op. cit.; p. 153). En tal sentido, la norma en cuestión no supedita la
citación por carteles a una previa gestión de la citación personal o a un cumplimiento acumulativo de
ambas formas de citación, creándose una verdadera discriminación entre la forma de considerar las
citaciones que deben practicarse a las personas no presentes en Venezuela, en un proceso con
elementos extranjeros que cursa ante un tribunal internacionalmente competente ( BARRIOS, Haydée, ¨
Algunos aspectos sobre cooperación …¨, op. cit., pp. 404-405). Sin embargo, el silencio del artículo 224 CPC sobre
la citación personal del demandado ausente por rogatoria ha sido interpretado por la jurisprudencia
venezolana en el sentido de considerar ineficaz todo alegato de nulidad de la citación por la
circunstancia de no haberse hecho el trámite correspondiente a través de comisión rogatoria
(PARRA ARANGUREN, G.: ¨ La citación …¨; op. cit.; p. 213).

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 Por último, la norma contenida en el artículo 224 CPC presupone el alegato por la parte actora
de que ¨ el demandado no está en la República.¨ El demandante debe presentar pruebas de sus
alegatos al respecto. Además, el funcionamiento de la norma en cuestión presupone la existencia de
la parte demandada: sólo regula la citación del no presente cuando no hay dudas a cerca de su
existencia y la comprobación previa de que no está en el territorio venezolano ( PARRA ARANGUREN,
G.: ¨ La citación …¨; op. cit.; p. 213).

9.3. EJECUCIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES.

 Como se ha podido apreciar, las medidas cautelares se excluyen del grupo de actos procesales
calificados como de mero trámite De allí surge la mencionada diferenciación entre grados de
cooperación; así: la cooperación de primer grado se encuentra ocupada por los actos de mero trámite
(sub-epígrafes 9.1. y 9.2. supra), mientras que la cooperación de segundo grado es ocupada por las
medidas cautelares. Esta exclusión encuentra su fundamento en la reserva, dentro de la doctrina y
jurisprudencia venezolanas, a utilizar los exhortos o rogatorias como comunicación oficial para
tramitar la ejecución de medidas cautelares en el extranjero. Esta situación se ha mantenido
debido a la ausencia de un cuerpo normativo de DIP convencional que se pronuncie sobre este punto,
como lo es la Convención Interamericana sobre Cumplimiento de Medidas Cautelares (en
adelante: CICMC), no ratificada aún por Venezuela ( MADRID MARTÍNEZ, Claudia: ¨ Ejecución de medidas
cautelares dictadas en el extranjero ¨; op. cit.; pp. 411, 413-414).

 En el contexto del CPC, la expresión ¨medidas preventivas¨ (bajo el Título I del Libro Tercero, Del
procedimiento cautelar y otras incidencias) hace alusión directa a las medidas cautelares,
entendiéndolas como aquellas medidas de carácter provisorio que estrictamente vayan dirigidas a
garantizar las resultas del juicio (artículo 586 CPC), excluyendo, de esta manera, las ¨ medidas
ejecutivas¨ (artículos 534 y ss. CPC). Igualmente, quedan excluidas las ¨medidas provisionales de
protección de las personas¨ a las que hace referencia la norma atributiva de jurisdicción contenida
en el artículo 43 LDIPV, porque su finalidad es la de habilitar, excepcionalmente, la jurisdicción
venezolana no prevista en la Ley en virtud del forum necessitatis; a efectos de proteger a la persona
presente físicamente en el territorio de Venezuela, que de otro modo quedaría en estado de
indefensión.

 La función cautelar constituye una manifestación de la actividad jurisdiccional. En consecuencia, la


procedencia de la medida cautelar se decretará conforme al Derecho del funcionario ante el cual se
desenvuelve el proceso (lex fori regit processum). Luego, en Venezuela las medidas cautelares
procederán (las decretará el Juez): (1) sólo cuando exista riesgo manifiesto de que la ejecución del
fallo quede ilusoria (periculum in mora) y, (2) la existencia de un medio de prueba que constituya
presunción grave del periculum in mora y de la presunción fundada del derecho que se reclama
(fumus boni iuris), tal como lo dispone la norma contenida en el artículo 585 CPC, ante el peligro
que representa la pérdida del derecho que se reclama por el tiempo que transcurre entre la demanda y
la sentencia.

 La exigencia de la prueba del periculum in mora (artículo 585 CPC ) presupone necesariamente la
pendencia de un proceso (pendente lite) cuyos resultados quieran asegurarse, para que el Tribunal
competente pueda decretar, en cualquier estado y grado de la causa, las medidas cautelares,
nominadas o innominadas, previstas en el artículo 588 CPC. Las medidas cautelares nominadas
hacen referencia a situaciones perfectamente preordenadas con un contenido y requisitos propios,
llevando consigo la referencia necesaria que se hace en los ordenamientos procesales. Son las
siguientes: 1) el embargo de bienes muebles, 2) el secuestro de bienes determinados y; 3) la
prohibición de enajenar y gravar bienes inmuebles (encabezamiento del artículo 588 CPC). Las
medidas cautelares innominadas son aquellas que no están objetivamente determinadas, sino que el
juez define, según su prudente arbitrio y en ejercicio de su poder cautelar, ordenando la que más se
adecúa al caso específico, cuando se cumplen ciertas condiciones. ( QUINTERO TIRADO, Mariolga: ¨ La medida
cautelar y la cooperación …¨; op. cit.; p. 448). En este sentido, el parágrafo primero del artículo 588 CPC
dispone que ¨ Además de las medidas preventivas anteriormente enumeradas, (…) el Tribunal

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venezolano podrá acordar las providencias cautelares que considere adecuadas, cuando hubiere
fundado temor de que una de las partes pueda causar lesiones graves o de difícil reparación al
derecho de la otra (…)¨. La norma contenida en el parágrafo primero del artículo 588 CPC regula lo
que la doctrina ha denominado el ¨poder cautelar general¨ (MADRID MARTÍNEZ, Claudia: ¨ Ejecución de medidas
cautelares dictadas en el extranjero¨; op. cit.; p. 404).

 Importancia relevante tiene el tratamiento de la ejecución de la medida cautelar cuando ésta haya
sido decretada por un tribunal extranjero. En Venezuela, ha sido tema de discusión doctrinaria
y jurisprudencial lo relativo a la pertinencia de los instrumentos o medios de tramitación utilizados
para solicitar la ejecución de una medida cautelar en un Estado extranjero. En ausencia de normas
de DIP convencional como la Convención Interamericana sobre Cumplimiento de Medidas
Cautelares (no ratificada aún por Venezuela) los desacuerdos han girado en torno de la necesidad
del exequátur (ejecución previo juicio exequátur) o la suficiencia de una simple rogatoria; aparte de
que existen ordenamientos que no admiten absolutamente la ejecución, en su territorio, de medidas
cautelares decretadas en el extranjero y otros que prevén la ejecución recíproca de medidas
cautelares (MADRID MARTÍNEZ, Claudia: ¨ Ejecución de medidas cautelares dictadas en el extranjero¨; op. cit.; p. 411).

 Aunque la doctrina y la jurisprudencia se pronuncian por la procedencia de la tramitación de las


medidas cautelares por medio de un juicio previo de exequátur, no es menos cierto que este proceso
nos enfrenta con una serie de problemas que atentan contra la necesidad del planteamiento ágil que
debe materializar el proceso cautelar ( QUINTERO TIRADO, Mariolga: ¨ La medida cautelar …¨; op. cit.; p. 448):
(1) la medida cautelar no es una sentencia definitivamente firme, requisito indispensable para que
pueda hablarse de un procedimiento de exequátur; (2) aunque es perfectamente posible dictar
medidas cautelares dentro de un procedimiento de exequátur, tal concesión sólo es posible cuando se
den las ¨condiciones sine qua non de procedibilidad¨ establecidas en el artículo 585 CPC;
(3) la medida cautelar proveniente de otro país no debería necesitar de exequátur previo o, al menos,
éste debería limitarse al reconocimiento de las formalidades extrínsecas de la resolución que la
acuerda; (4) aunque el efecto cautelar es absolutamente procesal, no tiene el carácter de fuerza, por
lo que no es posible el reconocimiento del mismo a través del procedimiento de exequátur.

 En principio, la doctrina y la jurisprudencia venezolanas descartan el exhorto o rogatoria


como instrumento o medio de tramitación para la ejecución de medidas cautelares en el extranjero
(QUINTERO TIRADO, Mariolga: ¨ La medida cautelar …¨; op. cit.; p. 454). El principal obstáculo que se opone al
recurso de estas comisiones es la exclusión de las medidas cautelares del grupo de actos procesales
de mero trámite. No puede compararse el trámite de una prueba con el trámite de una medida
cautelar pues, respecto de éstas se trata de niveles superiores de cooperación porque la medida puede
significar la imposibilidad de disponer de un bien o la intervención de una empresa, pudiendo afectar
severamente los derechos de las personas (MADRID MARTÍNEZ, Claudia: ¨ Ejecución …¨; op. cit.; pp. 413-415).

 Caben los siguientes comentarios en relación con las fuentes normativas de DIP convencional y
DIP autónomo en materia de cooperación judicial internacional:

 La norma contenida en el artículo 10 AB (vid. supra) no excluye el recurso a los exhortos o


rogatorias cuando estas comisiones se refieran a embargos, inventarios o diligencias preventivas.
 La norma contenida en el artículo 388 CB (vid. supra) no hace distinción entre cooperación de
primer grado (actos de mero trámite) y cooperación de segundo grado (medidas cautelares) al
hacer referencia a que toda diligencia judicial se efectuará mediante exhortos o rogatorias.

 En cuanto a la Convención Interamericana sobre Cumplimiento de Medidas Cautelares (no


ratificada aún por Venezuela) reproduce en su artículo 13 – en relación con las medidas cautelares
de que trata esta Convención – la norma contenida en el artículo 4 CIECR relativa a las vías de
transmisión de exhortos o rogatorias como medios de tramitación.

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 Por su parte, la norma contenida en el artículo 59 o LDIPV dispone que – además de los actos de
mero trámite – cualquier otra actuación judicial que resulte necesaria para el buen desarrollo del
proceso, podrá ser tramitada mediante exhortos o rogatorias.

9.4. INFORMACIÓN A CERCA DEL DERECHO EXTRANJERO.

 “El Derecho es propio (lex fori) o extranjero (lex causae) según la relación que guardemos con dicho
Derecho” (W. Goldschmidt: Derecho Internacional …, op. cit., p. 138).

 Por otra parte, las leyes son territoriales o extraterritoriales. Cuando decimos que un Derecho es
territorial queremos expresar que dicho Derecho rige todos los hechos realizados en un determinado
territorio o que interesan al mismo. Cuando la ley es territorial, el Juez no puede nunca aplicar
ninguna otra. Espacialmente, todas las leyes no pueden ser territoriales, a no ser que se suprima el
Derecho internacional privado (Niboyet, J. P.: Principios de Derecho …, op. cit. , p. 201).

 Cuando se dice que la ley es extraterritorial, el Juez puede aplicar un Derecho espacialmente
distinto a hechos acaecidos en su territorio o que presentan un interés para el mismo (J. P. Niboyet:
Principios de Derecho …, op. cit. , p. 201). La extraterritorialidad de leyes o derechos se ha visto favorecida
por el desarrollo de las relaciones internacionales. Estas relaciones han impuesto a los Estados,
progresivamente, la necesidad de aplicar Derecho extranjero, lo cual obliga, por una parte, a analizar
su naturaleza jurídica y, por otra, analizar su tratamiento en el proceso ( MAEKELT, Tatiana B. de: Teoría
General …, op. cit., p. 257 ). El problema de la naturaleza jurídica del Derecho extranjero así como otros
aspectos e su tratamiento procesal serán estudiados más adelante (Tema 11: aplicación del Derecho
extranjero).

 Dentro del tratamiento procesal del Derecho extranjero, nos interesa el sistema legal de la
cooperación internacional en materia de información del Derecho extranjero, a efectos de
interpretarlo y aplicarlo.

 Régimen de DIP convencional:

 La Convención Internacional sobre Normas Generales de Derecho Internacional Privado


(CINGDIP) establece, en su artículo 2, la obligación que tienen los jueces y autoridades de los
Estados partes a aplicar el Derecho extranjero, sin perjuicio de que las partes puedan alegar y
probar la existencia y contenido de la ley extranjera invocada.

 La Convención Interamericana sobre Pruebas e Información a cerca del Derecho Extranjero (vid.
sub-epígrafe 4.2.5. supra) tiene por objeto establecer normas sobre la cooperación internacional,
entre los Estados Partes, para la obtención de elementos probatorios o informes (no obtención de
pruebas) sobre el texto, vigencia, sentido y alcance legal del derecho foráneo. Son medios de
prueba idóneos a los efectos de la Convención: a) copias certificadas de los textos legales con
indicación de su vigencia, o precedentes judiciales; b) dictámenes de abogados o expertos en la
materia; c) informes del Estado requerido sobre el texto, vigencia, sentido y alcance legal de su
derecho sobre determinados aspectos. Estos informes podrán ser solicitados por las autoridades
jurisdiccionales de los Estados Partes. Las vías de transmisión son las autoridades centrales del
Estado requirente a la correspondiente del Estado requerido.

 El Código Bustamante establece Reglas especiales sobre la prueba de leyes extranjeras en los
artículos 408 @ 413, en los cuales se prevé la aplicación de oficio de la ley extranjera. Al respecto,
cabe señalar lo que ha expresado el Profesor Santiago Sentis Melendo en cuanto a que ¨ con la
mayor naturalidad se hace referencia a la prueba del Derecho extranjero. No es que el Derecho
haya de probarse; lo que ocurre es que se hace necesario colaborar con el Juez; hay que ayudarlo
en su función juzgadora (Sentis Melendo, Santiago: ¨ La prueba es …¨, op. cit., p. 13).

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 Régimen de DIP autónomo:

 La materia relativa a la información, aplicación y tratamiento procesal del Derecho extranjero se


encuentra en las normas contenidas en los artículos 2 o, 60o y 61o LDIPV. Cada una de estas
normas hace referencia a un aspecto específico sobre el Derecho extranjero, aunque existe una
estrecha relación entre ellos. Los artículos 60 o y 61o LDIPV regulan, respectivamente, el
tratamiento procesal del Derecho extranjero y los recursos que podrán interponerse ante el Juez
venezolano competente con motivo de la aplicación del Derecho extranjero de cualquier país.

10. LA COOPERACIÓN JURÍDICA EN EL MERCOSUR.

 A nivel MERCOSUR, ha habido un desarrollo normativo muy interesante en esta materia. En 1991 en
el Tratado de Asunción, todos los países firmantes se comprometieron a “armonizar sus
legislaciones” para hacer efectivo el Tratado que daba nacimiento al Mercado Común del Sur.

 Desde sus comienzos, el MERCOSUR ha asignado mucha importancia a la Cooperación Jurídica


Internacional. Una excelente medida fue la creación de Reuniones de Ministros de Justicia, que
proponen medidas tendientes al desenvolvimiento de un marco común para la cooperación jurídica
entre los Estados parte. Las Reuniones de Ministros comenzaron sus tareas sobre la base de una
Comisión Técnica de Cooperación Jurídica, que entendió que no era posible concebir un proceso de
integración que ponga obstáculos al desarrollo de la actividad procesal en el marco de la
Cooperación Jurídica Internacional.
 Hay varios instrumentos que se han aprobado sobre Cooperación Jurídica, algunos de los protocolos
más importantes son:

 “Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en Materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa”; (Las Leñas)
 “Jurisdicción Internacional en Materia Contractual”; (Buenos Aires)
 “Medidas Cautelares”; (Ouro Preto)
 “Asistencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales”; (San Luis)
 “Responsabilidad Civil Emergente de Accidentes de Tránsito”; (San Luis)
 “Jurisdicción Internacional en Materia de Relaciones de Consumo”; (Santa María)
 “Acuerdo Complementario al Protocolo de Cooperación y Asistencia de Las Leñas; (Asunción)
 “Acuerdo Complementario al Protocolo de Medidas Cautelares” (Asunción)

 Lo hecho hasta ahora en esta materia es muy importante, pero todo ello no basta para lograr una
verdadera libertad de circulación de decisiones en la región. Y esta situación no se debe solamente a
una escasa normativa en este sentido. El problema central lo encontramos en la interpretación que se
le da a la normativa existente, que manifiesta un gran desconocimiento de la misma por parte de los
órganos encargados de aplicarla.

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