Batalla de Cepeda, Reformas Rivadavianas
Batalla de Cepeda, Reformas Rivadavianas
Batalla de Cepeda, Reformas Rivadavianas
Luego de la sanción de la Independencia, entre 1816 y 1819, Juan Martín de Pueyrredón se desempeñó como Director
Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. A diferencia de las Juntas y los Triunviratos, el Directorio
centralizaba el poder en una sola persona, el Director Supremo.
En el terreno militar, Pueyrredón contaba con el apoyo del Ejército de los Andes. Sin embargo, en la política interna no
tuvo la misma suerte: buscó afianzar su poder nombrando a los gobernadores y persiguiendo a los opositores a su
gobierno, como Manuel Dorrego. Apoyó la invasión portuguesa a la Banda Oriental (donde gobernaba el caudillo José
Gervasio Artigas, opositor al Director Supremo) e intervino las provincias del Litoral. Tras comenzar el proceso de
sanción de la Constitución de 1819, Pueyrredón renunció a su cargo de Director y fue reemplazado por José Rondeau. La
Constitución de 1819 era eminentemente centralista, siguiendo con la tradición directorial, lo que provocó una fuerte
resistencia de las provincias del Interior, que no querían caer bajo el yugo de Buenos Aires.
Desde ese momento, comenzó una etapa muy convulsionada: varios caudillos se rebelaron trente al poder central de
Buenos Aires. Los caudillos eran, en muchos casos, hombres que habían participado en la guerra revolucionaria, poseían
un efectivo poder militar dado por sus seguidores, conocían muy bien el territorio de sus provincias y habían sido elegidos
gobernadores.
En el Litoral, la situación también era tirante. Rondeau siguió con la política de Pueyrredón en la Banda Oriental,
aceptó el dominio portugués y trató de obtener su apoyo para enfrentar a Estanislao López y Francisco Ramírez (caudillos
de Entre Ríos y Santa Fe), sin embargo, no lo consiguió. Los caudillos del Litoral, entonces, se dispusieron a enfrentarse a
las fuerzas de Rondeau.
Rondeau fue derrotado militarmente por López y Ramírez en la batalla de Cepeda el 1 de febrero de 1820. A partir de
Cepeda, en todo el territorio se suscitaron situaciones difíciles de controlar: en Buenos Aires, varias personas y facciones
se disputaron el poder, en el resto de las provincias, si bien hubo alianzas y pactos intermedios, a mediano plazo se
sucedió una situación en la que cada una de ellas quedo librada a su suerte.