Recurso 7 - Emprendimiento Universitario
Recurso 7 - Emprendimiento Universitario
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RESUMEN
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas las Instituciones de Educación Superior (IES) y los Centros e Institutos
Públicos de Investigación (CPI) han jugado un papel cada vez más activo en la solución de
problemas de poblaciones y organizaciones de mercado y de no-mercado. Este proceso de
cambio reconfigura a diferente nivel e intensidad las tres funciones centrales de las IES, i.e.,
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docencia, investigación y difusión de la cultura, para responder a esas demandas a través de la
formación de recursos humanos especializados, la creación y difusión de conocimiento científico
y tecnológico en un contexto de aplicación (véase, por ejemplo, Gibbons, et al, 1994). En
respuesta a una creciente necesidad del mercado por crear conocimiento aplicado, valorizarlo y
generar innovaciones tecnológicas, las IES/CPI han puesto en marcha diversos modelos de
vinculación y de emprendimiento universitario. En éstos últimos, la premisa central consiste en el
involucramiento de los académicos en el desarrollo comercial de sus invenciones (Mowery,
2005) y a través de las múltiples funciones de docencia, investigación, difusión de la
cultura/conocimiento y de las diversas actividades de emprendimiento en las universidades, las
innovaciones contribuyen al crecimiento económico (v.g., Guerrero, et al, 2015). En estos
modelos subyace la valoración comercial de saberes y conocimientos.
Sin embargo, en países como México, estos mecanismos han sido relativamente de baja
intensidad y pobres en sus efectos en el crecimiento económico. Dada la concentración de
actividades de investigación y desarrollo (I+D) en las IES/CPI, parece relevante replantear los
objetivos y estrategias para aprovechar los cúmulos de conocimiento creados en las IES/CPI. Es
decir, con los grandes retos sociales y económicos que presenta el país, el aprovechamiento de
esos cúmulos de conocimiento podrían estar predominantemente orientados a objetivos sociales
(no sólo comerciales) y coadyuvar a la solución de problemas asociados con la pobreza, el
cambio demográfico y epidemiológico, cambios climático, movilidad y transporte, etcétera. Pero,
¿cómo? ¿con qué racionalidad?
El objetivo de este trabajo responde a una preocupación analítica sobre las formas de valoración
del conocimiento creado en las IES/CPI para la solución de problemas sociales, lo cual requiere
de una construcción conceptual y explicativa para entender los cambios en sus funciones
centrales, sus procesos, actores, instituciones, incentivos, efectos, etc. Los resultados plantean
que el emprendimiento académico es un mecanismo que coadyuva a la generación y “captación
de valor comercial”, pero en muchos casos esta lógica parece distinta de la concepción original y
primigenia de las IES públicas como creadoras y difusoras de conocimiento para la “generación
de valor social”. Las IES en su lenta evolución han incorporado programas de estudio y
estrategias con mayor orientación al mercado, pero manteniendo objetivos sociales, humanísticos
y culturales, una evolución marcada por la configuración de diversos modelos que combinan
elementos de esas lógicas.
La metodología utilizada es cualitativa y basada en el análisis documental, se exploran las
propuestas teóricas actuales sobre los modelos de vinculación y emprendimiento universitario y
se evalúan las categorías analíticas más importantes, de tal manera que permita desarrollar una
propuesta analítica de los procesos y actores en el emprendimiento académico y la valorización
social del conocimiento.
Después de esta introducción, en el primer apartado se discute el concepto de emprendimiento
universitario, desde la perspectiva comercial y social. En el siguiente se describen los modelos
más importantes de transferencia/difusión del conocimiento, desde los modelos tradicionales de
vinculación universidad-sociedad hasta los modelos actuales de emprendimiento universitario. En
el tercer apartado se presenta la propuesta conceptual y analítica para la valorización social del
conocimiento creado en IES/CPI. Finalmente, se presentan las conclusiones.
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1. EMPRENDIMIENTO, ¿SOCIAL O COMERCIAL, EMPRESARIAL O
UNIVERSITARIO?
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En algunos casos, el emprendimiento social hace uso de mecanismos de mercado para solucionar
los problemas sociales, pero enfatizando una misión social (v.g., Grimes et al, 2013) como una
forma innovativa de negocio que combina exitosamente objetivos sociales y prácticas
comerciales (Kostetska y Berezyak, 2014). Es estos casos, la creación de valor es una condición
necesaria para asegurar la viabilidad financiera del emprendimiento social (Mair y Martí, 2006),
lo cual permitirá generar y distribuir beneficios, pero sólo como un instrumento para apoyar el
proyecto social (Peredo y MaLean, 2006).
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mucho menor medida se ha explorado la lógica y los factores que impulsan el proceso de
transferencia de tecnología entre academia y empresas a través de otros modos de vinculación,
tales como la formación y entrenamiento de recursos humanos, la movilidad del personal, el
establecimiento de contactos informales, las relaciones de consultoría, y el intercambio informal
de información (Brimble y Doner, 2007; Mathews y Mei-Chih, 2007). Estos modos de
vinculación parecen ser más importantes para el caso de los países en desarrollo en términos del
desempeño innovador de las empresas (Torres, et al, 2011; Dutrénit y Arza, 2010; Fernandez, et
al, 2010).
La universidad emprendedora
En las últimas tres décadas el rol de las IES/CPI se ha vuelto fundamental en los modelos de
desarrollo social y económico pues hay un reconocimiento sobre la cantidad y calidad de
cúmulos de conocimiento creado en su interior, expresados en prototipos, invenciones,
innovaciones, patentes, spin-offs, entre otros, y no sólo en publicaciones y formación de recursos
humanos especializados. En los países desarrollados esos actores han reconfigurado sus alcances,
objetivos y estrategias para responder a las demandas de mercado (en algunos casos creando
nuevos mercados y todo lo que ello implica) asumiendo un comportamiento diferenciado y en
algunos casos alineado entre sus funciones sustantivas (docencia, investigación y difusión) y las
actividades de emprendimiento.
El concepto de emprendimiento académico se centra en el involucramiento de los académicos e
investigadores en el desarrollo comercial de sus invenciones (Mowery, 2005). Diversos estudios
han mostrado una correlación significativa y positiva entre la productividad científica y los
emprendimientos exitosos (v.g., Van Looy, et al, 2011) y entre el emprendimiento académico y el
crecimiento económico (v.g., Guerrero, et al, 2015). El actual modelo de emprendimiento
universitario ha resaltado estas relaciones, particularmente aquellas en las que el conocimiento se
crea en las IES/CPI pero en un contexto de aplicación y resulta en alguna innovación con efectos
en el crecimiento económico. Estos efectos son derivados de las múltiples funciones de docencia,
investigación y difusión que acompañan las actividades de emprendimiento (v.g., Guerrero, et al,
2015; Arocena y Sutz, 2005).
Pero esto requiere esfuerzos intencionales de varios actores, por ejemplo, de los inventores
(científicos, ingenieros, etc.), profesionales de la transferencia de tecnología que evalúen el
potencial comercial de las invenciones y desarrollen modelos de negocio para su
comercialización, abogados que se involucren en los diversos aspectos de propiedad intelectual,
emprendedores que exploren el potencial de uso de las invenciones e identifiquen oportunidades
de mercado (Thursby, 2005), alumnos de grado y posgrado, así como de las escuelas de negocio
(Boni y Emerson, 2005). Además, requiere del desarrollo de varios procesos, estructuras de
incentivos para que los científicos se incorporen en actividades empresariales y mecanismos de
monitoreo y desempeño (Siegel y Phan, 2005). La comunicación y el desarrollo de redes de
interacción entre los actores son cruciales para el emprendimiento (Thursby, 2005).
Si bien las actividades centrales de las IES/CPI son la docencia e investigación, cada vez más las
universidades tratan de hacer uso de mecanismos como la vinculación con la industria para
comercializar la investigación académica (v.g., Rosenberg y Nelson, 1994; Mowery, 2005;
Nagata, 2007), lo cual requiere de la participación de otros actores como las oficinas de
licenciamiento y transferencia de tecnología. Otras de las características del modelo de
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emprendimiento académico es la profesionalización de la investigación, lo cual implica el diseño
de estructuras organizacionales e institucionales al interior de las IES/CPI y de financiamiento
para valorizar comercialmente ese conocimiento.
Pero esta forma de valorización no es la única, convive con formas de valorización social
particularmente alineadas con los principios fundacionales de las IES/CPI. El emprendimiento
académico social tiene como dominio los problemas sociales debido a que el mercado no tiene un
buen desempeño para solucionarlos y el potencial para capturar el valor (comercialmente) es
constreñido.
En México, aunque entre el año 2000 y 2014 la participación del sector empresarial aumentó (de
29.75% a 39.01%) en las actividades de I+D, las IES/CPI son las responsables de
aproximadamente la tercera parte del gasto en I+D, de manera similar también el gobierno. Esta
tendencia parece irreversible en el corto y mediano plazos, y esto podría considerarse como un
problema para el desarrollo y crecimiento, pero, ¿realmente lo es? ¿O bien se tiene que mirar
creativamente esa realidad y convertirla en una oportunidad?
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Es decir, las IES/CPI han acumulado diversos cúmulos de conocimiento en diversas disciplinas
científicas y tecnológicas que bien podrían ser utilizados para coadyuvar a resolver los múltiples
problemas sociales, económicos, ambientales y políticos que padecen no sólo las empresas sino
otras organizaciones y poblaciones. Me refiero a la pobreza, al aumento de la prevalencia de las
enfermedades crónico-degenerativos y un cambio en la pirámide poblacional, a la insuficiencia
de medios de transporte eficiente, a los diversos retos medioambientales, sin dejar de lado los
retos en la productividad y competitividad de diversos sectores industriales. Los mecanismos de
difusión/transferencia de ese conocimiento dados por el mercado no necesariamente han sido los
más eficientes para solucionar esos problemas, por lo menos para el caso mexicano.
Desde una perspectiva de mercado o comercial, el conocimiento creado en las IES/CPI se ha
transformado en pocos casos en nuevos productos o procesos, desde una perspectiva social, las
IES/CPI podrán aprovechar esa ventana de oportunidad para transformar esos cúmulos de
conocimiento en soluciones efectivas de tal manera que coadyuven a resolver los diversos
problemas sociales y económicos de la mayor parte de la población de este país. Por ejemplo,
para el sector agropecuario mexicano, las IES/CPI han desarrollado nuevas semillas mejoradas,
recomendaciones y nuevas técnicas de producción, así como otras tecnologías agrícolas que se
transfirieron a productores agrícolas (v.g., Ekboir, 2009; Rivera, et al., 2011); para el sector salud
se han desarrollado nuevos fármacos y protocolos. Entre las formas de valorización social y
comercial hay diversas posibilidades combinatorias, sin embargo, el objetivo en esas soluciones
deberá ser predominantemente social, por encima del comercial. Esto se corresponde con un tipo
de “universidad desarrolladora”.
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La Ley de Ciencia y Tecnología (reforma del 7 de junio de 2013), en su Artículo 40 bis, establece que “Las universidades e
instituciones de educación pública superior y los Centros Públicos de Investigación, podrán crear unidades de vinculación y
transferencia de conocimiento. Estas unidades podrán constituirse mediante la figura jurídica que mejor convenga para sus
objetivos, en los términos de las disposiciones aplicables, siempre y cuando no se constituyan como entidades paraestatales…”
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Figura 1. Ciclo de aprovechamiento de los cúmulos de conocimiento en la solución de problemas
sociales.
Sin embargo, no es suficiente la creación de una OTT/OTC, para configurar una universidad
emprendedora, las IES/CPI tendrán la oportunidad de reconfigurar aspectos como los siguientes:
1. Definición de objetivos y estrategias de las IES/CPI para el emprendimiento, con una
orientación de valorización social del conocimiento y por tanto de creación de valor
social, cuyo dominio son los diversos problemas sociales y económicos.
2. Redefinición y diagnóstico efectivo de los diversos problemas a nivel local, regional, de
la zona de influencia, de diversas poblaciones y organizaciones.
3. Los anterior conduce a dos estrategias de creación y uso del conocimiento: una de
exploración en la que las IES/CPI construyen nuevas agendas de investigación para un
problema, y otra de explotación del conocimiento ya creado y utilizado en algunos casos
para otros propósitos con los cuales fue creado.
4. En cualquiera de las dos estrategias anteriores, se requiere de estructuras jurídicas que
acompañen y vigilen los derechos de propiedad y el régimen de apropiación (de mercado,
académico, colectiva/social), es decir, nuevos modelos de apropiación y uso del
conocimiento. Y esto exige de esquemas propicios y flexibles de regulación formal.
5. La incorporación de recursos humanos especializados para esos propósitos es
fundamental, tales como gestores tecnológicos, de vinculación, abogados especializados
en derechos de propiedad, investigadores emprendedores, entre otros, que apoyen en la
toma de decisiones de la universidad y que coadyuven a la construcción de capacidades
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de gestión, transferencia y difusión del conocimiento y la tecnología. Los académicos,
científicos y alumnos de grado y posgrado son los actores centrales.
6. Lo anterior ha obligado a las IES/CPI a diseñar nuevas estructuras organizacionales
(intermediarias) e institucionales, con presupuesto o partidas presupuestales anuales,
políticas, lineamientos y acciones concretas. Tal es el caso de las OTT/OTC, las cuales,
además, fungen como facilitadoras en la comprensión/traducción de necesidades y
oportunidades y como un coordinador organizacional e institucional, tanto al interior de
las IES/CPI como hacia fuera con otros actores.
7. Uno de los aspectos no menos complejo es la creación de una estructura de incentivos que
alinee dos posibles lógicas del emprendimiento: la de mercado y la social, y entre alguna
de éstas y la académica. Pocas universidades del país permiten en su legislación tasas de
retorno al investigador/científico cuando éste se involucra en algún proyecto de
emprendimiento.
8. Finalmente, las IES/CPI deben procurar ambientes óptimos para el trabajo colaborativo y
el desarrollo de redes entre investigadores, entre éstos y las diferentes organizaciones
(empresas, ONG, organizaciones del sector público, colectivos, comunidades, etc.)
Los componentes centrales de un modelo de universidad emprendedora están interrelacionados y
coexisten con otros elementos externos a las IES/CPI, tales como el marco institucional y de
manera particular con las políticas federales (por ejemplo, con las políticas para la educación
superior), programas formales de emprendimiento, leyes y normas formales (por ejemplo,
aquellas relacionadas con los derechos de propiedad individual y colectiva y aquellas
relacionadas con los incentivos académicos y económicos) y acciones que en su conjunto definen
un proceso holístico y configuran un entorno y comportamiento emprendedor.
4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
El entorno socio-económico de las IES/CPI demanda con urgencia una participación mucho más
proactiva en las diferentes fases de desarrollo e implementación de soluciones efectivas, no sólo
internamente sino también con los actores externos y con aquellos potenciales de ser “población
objetivo”. ¿Qué tipo de emprendimientos son relevantes en esos entornos, los emprendimientos
comerciales con una orientación hacia la creación y captación de valor comercial o
emprendimientos sociales con una orientación hacia la creación de valor e impacto social? Sobre
el primer tipo de emprendimiento, el mercado (las empresas, el sistema financiero, etc.), se
supone, realiza esa función. Sobre el segundo tipo, por razones expuestas anteriormente, el
mercado tendrá pocos incentivos, así que la IES/CPI (particularmente las públicas) tienen un
dominio social legitimo de acción. En algún punto los intereses y objetivos de las funciones
sustanciales de las IES/CPI convergerán en ese dominio. Las actividades de investigación tendrán
una oportunidad creciente de coadyuvar a un mayor acceso al conocimiento de los actores
sociales (Arocena y Sutz, 2005) y los diferentes tipos de emprendimiento les permitirán obtener
retornos sociales (Austin, et al., 2006) que estimulen el cambio social y organizacional (Mair and
Martí, 2006).
Pero surgen también varias preguntas, por ejemplo:
1. ¿Se configuran nuevos roles para la tercera misión de la universidad? ¿Cómo vincular
efectivamente las tres misiones de la universidad, particularmente la difusión/transferencia de
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conocimiento y el emprendimiento con la docencia e investigación? El surgimiento de las
oficinas de transferencia tecnológica/de conocimientos y otras organizaciones de
intermediación son parte de esta respuesta.
2. ¿Cómo construir arreglos institucionales de largo plazo y efectivos entre los diversos actores
para esa configuración? ¿Qué tipo de estructura de incentivos es óptima para una eficaz
apropiación/asignación de recursos entre los diversos actores? Esto está en función del tipo de
legislación, normatividad, lineamientos, modos de coordinación, grados de liderazgo y del
ejercicio del poder entre los distintos órganos internos de las IES/CPI, así como de la
asimilación de las políticas de financiamiento a las actividades de docencia e investigación.
3. ¿Este paradigma está orientado a la generación de valor (social) o la captura de valor
(comercial)? ¿Y en consecuencia a la mejora de la calidad, productividad, competitividad,
crecimiento, por un lado, y el desarrollo y bienestar social, por el otro? Parece que no hay
paradigmas puros sino modelos híbridos que responden dualmente a ambos formas de
valoración, en algunos casos tratándose de acercar más a la generación y captura de valor
comercial pero con muchas limitaciones y ambigüedades.
4. ¿El emprendimiento académico es un nuevo mecanismo de difusión/transferencia de
conocimiento, con efectos en el desarrollo y crecimiento económico de los países en
desarrollo? Hay pocos casos exitosos como excepción a la regla y son difíciles de replicar en
otros contextos, el entramado local, sus instituciones, políticas, actores, procesos, etc. definen
las trayectorias particulares de emprendimiento y de validación de, por ejemplo, las
innovaciones.
5. ¿Es posible la planificación y por tanto influir en el comportamiento de los académicos en esa
dirección, o se debe considerar como un orden espontáneo y azar evolutivo? La respuesta de
las IES/CPI ante las políticas de la educación superior son, al parecer, para el caso mexicano
de adaptación y simulación ante las nuevas reglas del juego. Pero también hay fuerzas micro
sociales, por ejemplo modos de coordinación, que se han creado y permeado históricamente
la naturaleza y dinámica de las relaciones entre las IES/CPI y los problemas locales.
Estas y otras preguntas se insertan y abren las agendas de investigación sobre el emprendimiento
universitario comercial versus emprendimiento universitario social.
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