Corteza Cerebral
Corteza Cerebral
Corteza Cerebral
La corteza cerebral (o córtex cerebral) es la sustancia gris que cubre la superficie de los
hemisferios cerebrales. A la corteza se le reconocen tres componentes principales:
la arquicorteza (o arquicórtex), la paleocorteza (o paleocórtex) y la neocorteza (o
neocórtex). La corteza cerebral se presenta como una delgada lámina de materia gris,
de pocos milímetros de espesor, que cubre ambos hemisferios cerebrales. Es en la
corteza cerebral donde ocurren la percepción, la imaginación, el pensamiento, el juicio y
la toma de decisiones.
La corteza alcanza su máximo desarrollo en los primates y cetáceos.
En los seres humanos, la corteza cerebral está muy evolucionada; representa casi el
80 % del peso de su encéfalo y contiene el 20 % de todas las neuronas de su encéfalo.
El espesor cortical es variable entre 1,5-4 mm (dependiendo del lóbulo cerebral y de
la circunvolución cortical) y se le describen entre 2 y 6 capas horizontales superpuestas.
Esta delgada lámina está fuertemente plegada y empaquetada en el humano, si se
extendiese aplanándola, ocuparía una superficie calculada de 1900-2300 cm² (0.23 m²).
La corteza cerebral humana incluye un número de neuronas estimado entre
14 000 000 000 (catorce mil millones; 14 × 109) y 18 000 000 000 (dieciocho mil
millones; 18 × 109) y, además, 60 000 000 000 (sesenta mil millones; 60 × 109) de
células que no son neuronas.
Se ha calculado que la corteza cerebral humana alberga 1,4-2,4 billones (2,4 × 1014)
de sinapsis.
Tal acúmulo de somas neuronales y fibras amielínicas en la corteza,
macroscópicamente (a simple vista), se observa como una sustancia gris, de allí su
nombre.
Filogenéticamente, la corteza es de aparición reciente si se compara con las otras
áreas del sistema nervioso central. Aun dentro de la corteza cerebral se pueden
distinguir áreas más modernas y con capacidad de procesar la información; son soporte
principal del registro de lo simbólico, y pertenecen a la neocorteza.
Desde el punto de vista de su estructura interna se distinguen tres tipos básicos de
corteza: neocorteza, paleocorteza y arquicorteza.
Neocorteza: La neocorteza es la encargada de los procesos de raciocinio, la
parte consciente del cerebro.
Pertenecen a la neocorteza:
El lóbulo temporal que contiene neuronas de la corteza auditiva primaria.
El lóbulo frontal que aloja la corteza motora primaria y la corteza prefrontal.
El lóbulo parietal que contiene a la corteza somatosensorial primaria.
El lóbulo occipital que aloja la corteza visual primaria.
Paleocorteza: La paleocorteza se origina en la corteza olfativa.
Arquicorteza: La arquicorteza está constituido por la formación del hipocampo, parte
del sistema límbico; esta es la parte «animal» o instintiva
Se ha descrito la estructura laminar o de capas, en la corteza de diferentes especies.
2) Funciones de áreas corticales específicas
Los estudios realizados con seres humanos han demostrado que las diversas áreas de
la corteza cerebral cumplen funciones independientes. Algunas de estas funciones
según quedaron determinadas mediante la estimulación eléctrica cortical en pacientes
despiertos o durante la exploración neurológica después de haber extirpado partes de
la corteza. Los pacientes sometidos a la estimulación eléctrica relataban las ideas
evocadas por este proceso y, a veces, experimentaban movimientos. En ocasiones,
emitían espontáneamente un sonido o incluso una palabra, u ofrecían algún otro signo
de estimulación.
La siguiente imagen muestra las principales áreas motoras de la corteza primarias y de
las secundarias premotoras y suplementarias, así como las principales áreas sensitivas
primarias y secundarias encargadas de la sensibilidad somática, la visión y la audición,
que se explican en los capítulos anteriores. Las áreas motoras primarias poseen
conexiones directas con músculos específicos para originar movimientos musculares
concretos. Las áreas sensitivas primarias detectan sensaciones concretas (visual,
auditiva o somática) que se transmiten directamente hasta el cerebro desde los órganos
sensitivos periféricos.
Las áreas secundarias interpretan las señales procedentes de las áreas primarias. Por
ejemplo, las áreas premotora y suplementaria funcionan junto con la corteza motora
primaria y los ganglios basales para suministrar «patrones» de actividad motora. En el
ámbito de los sentidos, las áreas sensitivas secundarias, situadas a unos centímetros
de distancia de las primarias, comienzan a analizar los significados de las señales
sensitivas concretas, como por ejemplo:
1) la interpretación de la forma y la textura de un objeto cogido con la mano;
2) la interpretación del color, la intensidad lumínica, las direcciones de las líneas y los
ángulos y otros aspectos de la visión,
3) la interpretación de los significados que tienen los tonos sonoros y sus secuencias en
las señales auditivas.
3) Áreas de asociación
También recoge varias áreas extensas de la corteza cerebral que no encajan dentro de
las rígidas categorías formadas por las áreas motoras y sensitivas primarias y
secundarias. Estas áreas se denominan áreas de asociación porque reciben y analizan
simultáneamente las señales de múltiples regiones corticales tanto motoras como
sensitivas, así como deotras estructuras subcorticales. Con todo, hasta las áreas de
asociación presentan sus especializaciones. Algunas de estas áreas importantes son
las siguientes:
1) el área de asociación parietooccipitotemporal;
2) el área de asociación prefrontal
3) el área de asociación límbica.
Área de asociación parietooccipitotemporal
El área de asociación parietooccipitotemporal está situada en el gran espacio de la
corteza parietal y occipital cuyo límite anterior corresponde a la corteza
somatosensitiva, el posterior a la corteza visual y el lateral a la corteza auditiva. Según
cabría esperar, proporciona un alto grado de significación interpretativa a las señales
procedentes de todas las áreas sensitivas que la rodean. Sin embargo, hasta el área de
asociación parietooccipitotemporal posee sus propias subáreas funcionales.
Mapa de las áreas funcionales específicas en la corteza cerebral que muestra sobre
todo las áreas de Wernicke y de Broca para la comprensión y la producción del
lenguaje, situadas en el hemisferio izquierdo en el 95% de las personas.
Análisis de las coordenadas espaciales del cuerpo: Un área que comienza en la
corteza parietal posterior y se extiende hacia la corteza occipital superior permite el
análisis continuo de las coordenadas espaciales de todas las partes del cuerpo, así
como de sus inmediaciones. Esta área recibe información sensitiva visual desde la
corteza occipital posterior e información somatosensitiva simultánea desde la corteza
parietal anterior. Con todos estos datos, calcula las coordenadas del medio visual,
auditivo y corporal que la rodea.
El área de Wernicke es importante para la comprensión del lenguaje
El área principal para la comprensión del lenguaje, denominada área de Wernicke, está
detrás de la corteza auditiva primaria en la parte posterior de la circunvolución superior
del lóbulo temporal. Más adelante la explicamos con más detalle; se trata de la región
más importante de todo el cerebro para las funciones intelectuales superiores porque
casi todas ellas están basadas en el lenguaje.
Área de circunvolución angular necesaria para el procesamiento inicial del
lenguaje visual (lectura): Por detrás del área para la comprensión del lenguaje,
situada sobre todo en la región anterolateral del lóbulo occipital, hay un área visual de
asociación que suministra la información visual transportada por las palabras leídas en
un libro hasta el área de Wernicke, la región para la comprensión del lenguaje. Esta
zona se llama área de la circunvolución angular y es necesaria para extraer el sentido
de las palabras percibidas por la vista. En su ausencia, cualquier persona aún puede
conservar una excelente capacidad de comprensión lingüística a través del oído, pero
no a través de la lectura.
Área para la nominación de los objetos
En las porciones más laterales del lóbulo occipital anterior y del lóbulo temporal
posterior hay un área encargada de nombrar los objetos. Los nombres se aprenden
especialmente por medio de las proyecciones auditivas, mientras que la naturaleza
física de los objetos se capta sobre todo a través de las proyecciones visuales. A su
vez, los nombres son fundamentales para la comprensión auditiva y visual del lenguaje
(funciones llevadas a cabo en el área de Wernicke que ocupa una posición
inmediatamente superior a la región auditiva “de los nombres” y anterior al área de
procesamiento visual de las palabras).
Área de asociación prefrontal: El área de asociación prefrontal funciona en íntima
asociación con la corteza motora para planificar los patrones complejos y las
secuencias de los actos motores. Como contribución a esta actividad, recibe potentes
señales aferentes a través de un enorme haz subcortical de fibras nerviosas que
conectan el área de asociación parietooccipitotemporal con el área de asociación
prefrontal. Por esta vía, la corteza prefrontal recibe mucha información sensitiva
sometida ya a un primer análisis, referida especialmente a las coordenadas espaciales
del cuerpo, que hace falta para planificar unos movimientos eficaces. Gran parte de los
impulsos emitidos desde el área prefrontal hacia el sistema de control motor atraviesan
la porción correspondiente al caudado dentro del circuito de retroalimentación para la
planificación motora establecido entre los ganglios basales y el tálamo, lo que aporta
muchos de los ingredientes secuenciales y paralelos para la estimulación del
movimiento. El área de asociación prefrontal también resulta fundamental para llevar a
cabo los procesos “de pensamiento”. Se supone que esta característica depende en
parte de las mismas propiedades de la corteza prefrontal que la permiten planificar las
actividades motoras; en este sentido, parece ser capaz de procesar información tanto
motora como no motora procedente de amplias áreas del cerebro y, por tanto, de
alcanzar un pensamiento de carácter no motor, aparte de los de tipo motor. En realidad,
el área de asociación prefrontal suele describirse simplemente como un área importante
para la elaboración de los pensamientos, y se dice que almacena «memoria operativa»
a corto plazo que se emplea para combinar los nuevos pensamientos al tiempo que
están llegando al cerebro.
El área de Broca proporciona los circuitos nerviosos para la formación de palabras
El área de Broca, en parte está situada en la corteza prefrontal posterolateral y en parte
en el área premotora. Es aquí donde se ponen en marcha y donde se ejecutan los
planes y los patrones motores para la expresión de cada palabra o incluso de frases
cortas. Esta área también funciona íntimamente vinculada al centro para la
comprensión del lenguaje de Wernicke en la corteza de asociación temporal, según
explicamos con mayor detalle más adelante en este capítulo.
Un descubrimiento especialmente interesante es el siguiente: cuando una persona ya
ha aprendido un idioma y a continuación aprende otro nuevo, el área cerebral donde se
guarda este último queda un poco apartada del área dedicada a almacenar el primero.
En cambio, si los dos idiomas se aprenden a la vez, se depositan juntos en la misma
área del cerebro.
Área de asociación límbica: Está situada en el polo anterior del lóbulo temporal, en la
porción ventral del lóbulo frontal y en la circunvolución singular que queda en la
profundidad de la cisura longitudinal por la cara medial de cada hemisferio cerebral. Se
ocupa sobre todo del comportamiento, las emociones y la motivación. La corteza
límbica forma parte de un todo mucho más amplio, el sistema límbico, que abarca una
compleja serie de estructuras neuronales en las regiones basales medias del encéfalo.
Este sistema límbico proporciona la mayoría de los impulsos emocionales para activar
otras áreas del encéfalo e incluso suministra el estímulo encargado de motivar el propio
proceso de aprendizaje.
Área para el reconocimiento de las caras: Un tipo de alteración cerebral interesante
llamada prosopagnosia consiste en la incapacidad para reconocer las caras. Este
trastorno sucede en personas con una amplia lesión en la parte inferomedial de ambos
lóbulos occipitales además de en las caras medioventrales de los lóbulos temporales.
La pérdida de estas áreas destinadas al reconocimiento facial, aunque parezca mentira,
propicia pocas alteraciones más del funcionamiento cerebral. La porción occipital de
esta área para el reconocimiento facial queda contigua a la corteza visual, y su porción
temporal está íntimamente vinculada con el sistema límbico que tiene que ver con las
emociones, la activación cerebral y el control de la respuesta conductual al medio
4) Revisión de las principales funciones de los lóbulos cerebrales: frontal,
temporal, parietal, occipital.
Función de los lóbulos parietales: Cada hemisferio cerebral tiene unos territorios
definidos como lóbulos cerebrales, delimitados por grandes surcos (Cisuras). Estos
lóbulos son: el frontal, parietal, temporal y occipital. Hay una diferenciación y
complementariedad de funciones entre cada uno de ellos. A modo esquemático se
puede decir que:
El lóbulo Frontal es el encargado de decidir la conductamotora apropiada en cada
caso. Cuando vemos una objeto que nuestro cerebro identifica como peligrosa
unaserpiente, la decisión de salir corriendo o quedarnos quietos se efectúa a nivel del
lóbulo frontal, interviniendo el sistema de detección de peligros (sistema límbico)
cargando de fuerza y emoción a nuestro accionar . Otro ejemplo más cotidiano, pero no
menos significativo, se da diariamente cuando colocamos la mano de forma diferente
para coger una taza o una cuchara. La manera que la mano actúa el plan motor- se
define y decide en el lóbulo frontal. En el lóbulo frontal hay una banda de tejido a modo
de mapa anatómico de nuestro cuerpo “el homúnculo motor” donde el tamaño de cada
segmento corporal es proporcional a la complejidad del movimiento y acción a realizar.
Así la mano, los dedos y la cara tienen, en este mapa, una mayor extensión que los
hombros o las caderas.
El lóbulo frontal: Está muy desarrollado en el ser humano albergando importantes
tareas no motoras como la planificación de la conducta , el control de nuestras
emociones, el razonamiento y juicio que son funciones complejas no siempre fáciles de
analizar en el paciente con ictus. Las áreas responsables de estas habilidades están
por delante de las consagradas a la función motora (áreas premotoras y prefrontales).
El Lóbulo parietal: Está involucrado en el mapa de “donde actuar” integrando la
información sensorial interoceptiva (de nuestro cuerpo: los músculos, articulaciones,
tendones) y exteroceptiva (del exterior). Se le atribuyen básicamente funciones
sensitivas, asociativas, así como de reconocimiento del espacio.
El lóbulo parietal: Parte del cerebro es una zona de la corteza cerebral que queda
ubicada justo por detrás del lóbulo frontal: ambos lóbulos quedan separados por el
llamado surco central. Este lóbulo está situado en la parte trasera superior del encéfalo,
es decir, por encima del occipital y del temporal y por detrás del frontal.
Sin embargo, el lóbulo parietal trabaja conjuntamente con ese y el resto de lóbulos del
cerebro, ya que incluye una gran área de asociación, que puede ser visto como una
central en la que muchos tipos de información se mezclan para generar una unidad.
Estructuralmente se divide:
Giro postcentral o área 3 de Brodmann: Aquí se localiza el área somatosensorial
primaria, encargada de recibir y procesar la información de los sentidos.
Corteza parietal posterior: Esta estructura es clave para procesar todos los estímulos
que vemos y para coordinar a su vez los movimientos.
Lóbulo parietal superior: Esta estructura es clave para la orientación espacial y la
motricidad fina.
Lóbulo parietal inferior: Esta región es una de las más interesantes, se encarga de
relacionar expresiones faciales con emociones. A su vez también es esencial para
llevar a cabo operaciones matemáticas y para ejecutar el lenguaje o la expresión
corporal.
De esta manera, el lóbulo parietal, gracias a las conexiones neuronales que tienen lugar
en su interior, tiene un gran impacto en muchos procesos mentales, desde la
percepción sensorial hasta el desarrollo de la personalidad.
¿Cuáles son las principales funciones del lóbulo parietal?
Integración de la Información Sensorial: Se encarga de captar estímulos visuales,
auditivos, olfativos, táctiles (incluida la temperatura) y gustativos. si estos no se unieran
para dar lugar a una percepción sensorial plena.
Esto quiere decir que, tiene la importante función de integrar toda esta información (de
sentidos diferentes) en una sola, lo que nos permite disponer y disfrutar de una
experiencia sensorial muy compleja en la que todos los sentidos se “mezclan”. En
definitiva, el lóbulo parietal se encarga del procesamiento somestésico, es decir, la
capacidad sensorial de reconocer las sensaciones corporales.
Procesamiento del dolor: El lóbulo parietal es una de las regiones más involucradas
en el procesamiento y la experimentación de este dolor. Al recibir unos estímulos
concretos a través de los conocidos como nociceptores, unas neuronas especializadas
en la transmisión de impulsos nerviosos vinculados al dolor, este (y otros) lóbulos se
activan de tal manera que experimentamos el dolor en sí.
Desarrollo del razonamiento matemático: El lóbulo parietal es una de las regiones
del cerebro más vinculadas a las habilidades matemáticas, y es que gran parte de todo
lo que tiene que ver con la lógica de las operaciones matemáticas nace de las
conexiones neuronales de esta región del cerebro.
Posibilita el lenguaje verbal: No es necesario decir la importancia que tiene el habla
ya no solo en nuestro día a día, sino en el desarrollo intelectual de la especie humana.Y
este lenguaje verbal es posible, en parte, gracias a la evolución por la que ha pasado el
lóbulo parietal, el cual dispone de conexiones neuronales que hacen posible que los
humanos seamos el único animal con un lenguaje verbal complejo.
Control de esfínteres: El lóbulo parietal tiene una gran implicación en el control de los
esfínteres urinarios (y los anales), los cuales son unos anillos musculares que,
dependiendo de si están abiertos o no, permiten o impiden el paso de la orina desde la
vejiga hasta la uretra para la micción.
Cuando el lóbulo parietal está sano, podemos controlar conscientemente esto, pero en
cuanto hay lesiones, hay problemas para controlar la micción, pues los esfínteres no
están bien regulados.
Lóbulo occipital: se encarga básicamente de la visión, elabora la informaciónvisual
aunque esta trasciende a los lóbulos parietales y temporales.
El lóbulo temporal es el asiento de los últimos peldaños de procesamientoauditivo, así
como el lugar donde, en su cara medial, asientan importantes estructuras de la
memoria (hipocampo), y del sistema emotivo inconsciente (sistema límbico).
5) La memoria.
La memoria es la capacidad de adquirir, almacenar y recuperar la información. Somos
quienes somos gracias a lo que aprendemos y recordamos. Sin memoria no seríamos
capaces de percibir, aprender o pensar, no podríamos expresar nuestras ideas y no
tendríamos una identidad personal, porque sin recuerdos sería imposible saber quiénes
somos y nuestra vida perdería sentido. La función principal de la memoria es
proporcionar a los seres humanos los conocimientos necesarios para comprender el
mundo en el que viven. La memoria conserva y reelabora los recuerdos en función del
presente y actualiza nuestras ideas, planes y habilidades en un mundo cambiante.
Existe una memoria implícita, que comprende los hábitos, la sensibilización y el
condicionamiento clásico, y también las destrezas perceptivas y motoras, como andar
en bicicleta. Además, está la memoria explícita que incluye los recuerdos conscientes
sobre personas, lugares, objetos y acontecimientos.
Primeras investigaciones sobre la memoria: Las primeras investigaciones
experimentales sobre la memoria se deben al psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus,
que al final del siglo xix estudió cómo se retienen las sílabas sin sentido (BAT, SIT,
HET) y defendió que el mecanismo de la memoria requiere una única actividad
(repetición), para que los datos que recordamos se asocien entre sí.
Más tarde, Frederic Barlett estudió la memoria utilizando historias, y no sílabas sin
sentido como Ebbinghaus, e introdujo en la psicología la teoría de los esquemas y su
influencia en los recuerdos. Los esquemas son conocimientos almacenados en la
memoria como consecuencia de las experiencias pasadas. Estos conocimientos están
organizados en forma de representaciones mentales, y constituyen nuestro
conocimiento sobre un objeto o un acontecimiento. En 1956, George Miller publicó un
artículo, ya clásico, titulado «El mágico número siete, más o menos dos: algunos límites
de nuestra capacidad para procesar información”. Con él, Miller demostró que las
personas pueden retener aproximadamente de cinco a siete elementos a la vez en la
memoria a corto plazo. Un elemento es un chunk o unidad de información y puede ser
una letra simple o un número, y también una palabra o una idea.
Procesos básicos de la memoria: Los seres humanos construimos y renovamos
nuestra representación del mundo a partir de tres procesos cognitivos fundamentales: la
percepción, el aprendizaje y la memoria.
El aprendizaje consiste en adquirir conocimientos sobre el mundo a través de la
experiencia, y la memoria es la retención y evocación de esos conocimientos.
La memoria tiene tres funciones básicas: recoge nueva información, organiza la
información para que tenga un significado y la recupera cuando necesita recordar algo.
El recuerdo de rostros, datos, hechos o conocimientos consta de tres etapas:
codificación, almacenamiento y recuperación.
• Codificación: Es la transformación de los estímulos en una representación mental. En
esta fase, la atención es muy importante por la dirección (selectividad) y la intensidad
(esfuerzo) con que se procesan los estímulos.
• Almacenamiento: Consiste en retener los datos en la memoria para utilizarlos
posteriormente. La organización de la información se realiza mediante esquemas,
unidades estructuradas de conocimiento que reúnen conceptos, categorías y
relaciones, formando conjuntos de conocimientos.
• Recuperación: Es la forma en que las personas acceden a la información
almacenada en su memoria. Puede ser espontánea, cuando los recuerdos surgen de
forma casual, o voluntaria.
•Estructura y funcionamiento de la memoria: Richard Atkinson y Richard Shiffrin
desarrollaron la teoría multialmacén de la memoria, y reconocieron tres sistemas de
memoria que se comunican e interactúan entre sí:
• Memoria sensorial (MS): registra las sensaciones y permite reconocer las
características físicas de los estímulos.
• Memoria a corto plazo (MCP): guarda la información que necesitamos en el
momento presente.
• Memoria a largo plazo (MLP): conserva nuestros conocimientos del mundo para
utilizarlos posteriormente. Es nuestra base de datos permanente.
•Memoria sensorial: Registra la información que proviene del ambiente externo
(imágenes, sonidos, olores, sabores y el tacto de las cosas) durante un tiempo muy
breve (un segundo), pero el suficiente para que esa información sea transmitida a la
MCP.
• La MS explora las características físicas de los estímulos y registra las sensaciones.
Los rasgos físicos de los estímulos, su forma, color, intensidad, son determinantes en el
registro de la información.
• La capacidad de la MS es grande y existe un subsistema para cada sentido. La
memoria icónica registra la información en forma de iconos (imágenes o figuras) y la
memoria ecoica registra sonidos y palabras.
• La duración de la información depende del sentido.
• Memoria a corto plazo: La información almacenada en la memoria sensorial se
transfiere en parte a la memoria a corto plazo, antes de pasar a la memoria a largo
plazo. La función de la MCP es organizar y analizar la información (reconocer caras,
recordar nombres, contestar en un examen, etc.) e interpretar nuestras experiencias.
• La información es codificada en la MCP sobre todo de forma visual y acústica, y en
menor medida por signos semánticos. Es una memoria de trabajo que integra todos los
conocimientos y recuerdos que importan en la situación presente y ante los problemas
del futuro.
• La capacidad de almacenamiento de la MCP es limitada, no puede retener más de
siete ítems a la vez y eso si no se la distrae mientras los registra. Los recuerdos de la
memoria a corto plazo sepueden alterar por nuevas experiencias.
• La duración temporal de la información en la MCP es breve, entre 18 y 20 segundos.
Si lainformación se interpreta y organiza de forma lógica, puede ser recordada más
tiempo.
Memoria a largo plazo: La memoria a largo plazo contiene nuestros conocimientos del
mundo físico, de la realidad social y cultural, nuestros recuerdos autobiográficos, así
como el lenguaje y los significados de los conceptos.
• La información de la MLP es semántica cuando el material es verbal, y visual cuando
se trata de figuras o gráficos. El código semántico permite establecer relaciones
significativas entre la diversidad de conocimientos almacenados.
• La MLP tiene una capacidad ilimitada, no existen fronteras conocidas para la
información que en ella se pueda depositar, pero no garantiza su recuperación.
• En cuanto a su duración, es una estructura de almacenamiento estable y sus
contenidos se mantienen durante unos minutos, varios años o toda la vida del individuo.