Notas Acerca de Los: Orquídeas Mexicanas

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34 ANALES DEL M(;SEO XAC!OXM~.

Notas acerca de los ·~'fzauhtli"


ú Orquídeas mexicanas.

I.
'
Las Orquídeas comprenden un grupo numeroso de plantas, lla-
madas falsas parásitas, que viven generalmente sobre la corteza
de los árboles, buscando sólo un apoyo por medio de sus raíces
blancas, esponjosas, que las fijan de un modo firme sobre Jos tron-
cos; algunas son terrestres y se sostienen por medio de raíces tu-
berosas en terrenos pedregosos; sus alimentos los toman por me-
dio de sus hojas y raíces en el aire que las rodea, sin necesidad de
tomarlos del suelo; las epífitas forman rizomas de seudo--bulbos ó
cormos que representan el tallo, donde acumulan sus reservas nu-
tritivas.
Sus inflorescencias, unas solitari<ts, otras en racimos ó panojas,
son Jlevadas por ástiles que dan las flores de una inmensa V[lricdad
de formas, de tan diverso tamaño, de tan espléndidos colores y per-
fume tan exquisito, que han sido y serán las preferidas por los hor--
ticultores para la recreación y encanto de sus jardines.
Sus flores tan raras, tan caprichosas, que ya imitan la cabeza
de un insecto con antenas, como el Epidendrum auritwn, LINÓL.,
de Veracruz; ya un antiguo sombrero de tres picos, como el Epi-
dendrum arbusculunt, L!;-:oL., de San Juan Sacatepec (Oaxaca); ya
la forma de angelitos, como el Epidettdrwn aciculare, R\TEM., de
Tabasco; una cabeza de víbora, como la Stanhopea tígrína, BATE::\L,
de Jalapa; la forma de una chancleta, como el Cyprípedium ir apea·
11U11't, LEx., de Michoacán, 6 apéndices córneos en forma de astas,
como los toritos que pertenecen á las Stanhopeas, &., &., nos dan
idea de lainfinita variedad que hay en la forma de sus flores.
Nuestro país ha sido muy favorecido en la producción de es-
tas plantas, que abundan en diversos estados de la República, prin-
cipalmente en Oaxaca, Chiapas, V eracruz, y por este motivo lla-
maron la atención de nuestros indígenas, que las llevaban desde
SE<~C\DA ÉPOCA. T0.\!0 l.

largas distancias para cultivarlas en los vastos jardines que po-


seían Moctecuzoma y Nctzahualcoyotl en Chapultepec y Tetzcoco.
El nombre ele T.zamtli ó Tzauhtli, servía, entre los antiguos
mexicanos, para designar el mucílago que extr<lían de los seudo--
bulbos ó cormos ele las plantas conocidas hoy con el nombre ele
Orquídeas.
Para prepararlo cortaban en rebanadas estos bulbos, quepo-
nían á secar al sol, y los guardaban en el momento oportuno, en
cuyo caso, las remojaban en cierta cantidad de agua para disolver
el mucílago y emplearlo en los diversos usos á que lo destinaban.
Este mucílago les servía de pegamento ó gluten para pegar el
papel ú otros objetos en los cuales se emplea la goma; 6 también
de mordente para fijar sus pinturas; aún hoy se usa mezclado con
miel de azúcar para la fabricación del Alfeñique, ( 1) y todavía los
obreros mexicanos emplean la baba 6 mucilago del nopal para fijar
las pinturas <í la aguada, que les da tenacidad y resistencia á la in-
temperie.
Los nombres que pongo á continuación, demuestran desde lue-
go el criterio que les servía para denominar sus plantas, y los usos
ó aplicaciones que hacían de estas panísitas.
La palabra h;acutli ó Tsauhtli, se encuentra comprendida en los
nombres de sus plantas, sea como pr.efijo ó sufijo, ú otras veces in-
tercalada entre dos palabras, aludiendo al color, disposición 6 for-
ma de sus flores. No es m::traño, pues, que plantas tan apreciadas
por sus flores, tan raras, tan caprichosas en sus formas y colores,
como delicadas en sus perfumes, en muchas de ellas se aplicara el
nombre más bien por la forma de la flor que por la aplicación de su
mucilago, de manera que en algunos nombres se omite la palabra
Tsauhtli, como en Coatzontecoxochitl y en Tlilxochitl, lo que no
repugna, por ser flores y fruto tan apreciados como plantas ele or-
nato, ó en algunas de ellas la palabra mexicana servía más bien pa-
ra designar el carácter principal que la aplicación del mucilago.
Establecido el carácter genérico, que es la palabra Tzauhtli, se-
guía el carácter específico, tomado, sea del lugar en que crece la
planta, 6 del tiempo en que florece, ó de la forma de la flor, 6 del co-

( 1) Alfeñique: Pasta de azúcar amasada con aceite de almendras. (Dice.


de la Acad.) Se hacen de esta pasta, convertida en hilos más ó menos delga-
dos, multitud de figuras, muñecos, canastos,&.,&., que se arman sobre palillos
de madera, siendo vendidos en la fiesta llamada: •Las Bendiciones de SanAn-
tonio Abad,, que tiene lugar en el mes de Enero, y en las fiestas de Todos
Santos y Di (untos, á principios de Noviembre. El mucilago del Tzauhtli es muy
apropiado para dar á estos objetos cierta tenacidad ó resistencia, sin perjudi-
car el buen sabor de estas golosinas.
!Ví

lor del fruto. Cm1lidades que hoy todaví<l sirven, en la dasifícaci(n1


moderna, para establecer con prccisi6n las circunstancias m<ís no~
tahles que tienen las especies.
Los nombres usados como específicos son los siguiente:;:

l 0 • Tzacutti: G·luten 6 cola pan! pegar.


2°. At.?:acutli: Zautle de agua.
3°. ¿1caltG·acutli: Zaulle ele carri~:o.
4°. Tf:;acu.xochitl: Zautle ele flor.
5°. Tlaft.;;;acutli: Zautle humilde de malva.
() • TBmtxilotl: Zautlc de jilote ó espiga dclg;:¡da ele m<tíz.
0

7°. Amatzattlltli: Zautle para peg;n- el papel.


H0 • Coz:tiu;acatc;acuxochitl: Zautlc herbaceoy de flor amarilla.
9°. Cm::tictepetzacuxochitl: Zmltlc de flor mm1rilla que se da
en el monte.
10°. lrdru:tepetz;acuxochitl: Zautle de flor blanca que se d<:!
en el monte.
11°. Chiclziltictepet.sacnxocldtl: Zautle de flor roja que se cl.c1
en el monte.
12°. Tonalxodzitl: Zautle del estío, () que p~1rccc sol. (Aquí
falta la rad. T::::;acutli.)
13°. Coatz:ontecoxochitl: .Zautlc con flor ímitanclo la cabc~:a de·
una víbora.
· 14°. Co:z'liccoat/?JOnlecoxochit: Zautlc con flor amarilla imitan-
do la cabeza de una víbora.
15°. Tlilxochitt: Zautlc con vainas negras.

V camos ahora las descripciones de l-lernánde~:, las que he iden-


tificado eonla autorizada opinión clel distinguido naturalista el Sr.
Juan Lexarza, á quien es justo tributarle en este lugar un homeml-
je respetuoso de gratitud y reconocimiento por su magnífico opúscu-
lo de Orquídeas mexicanas, admirando el gran desinterés que
demostró siempre, en compañía del Sr. D. Pablo de la Llave, en la
obra tjtulada Novorum Vegetabiliwn Descriptiones, ilféxico} 1824;
siendo uno de los primeros que señaló las masas polínicas, como el
carácter fundamental para las divisiones en grupos y géneros ele
esta ínteresante familia.
. H.
C.\PÍTULO LXXIV.
¿lfzau!ttli (1) ó Tz.\UHTT.l .\cu,\nc\. ..
"El Atzauhtli se apoya en tallos cilíndricos, huecos, del grue-
so de un dedo, lisos, revestidos de una. epidermis rojiza, y adelga-
ztíndose de la parte media á la extremidad; con raíces blancas, c:-1-
si redondas, bulbosas, fibrosas, y casi nada ele escamas; las flores en
el extremo de los ramos, mcelia.nas, oblongas y pálidas, de las cua-
les nacen unas vejig·as en forma ele siliqua, y rellenas de semillas,
con hojas de orquídea, <í cuya familia necesariamente pertenece.
La raíz es fría y húmeda, y bastnnte glutinosa; por lo cual los in-.
dios, y princip<tlmentc los pintores, hacen uso de este gluten, por
];¡ tcnncid:lcl y ;¡dhcrcncia que presta para diversos usos, sin tener
en cucnl;l que puede aprovecharse su ayuda para mejorar la salud.
Sin embargo, es fücil de presumir que puede <lplicarse para corre-
gir los flujos, cerrar hs hcricl<ls, curar las l1emoptisis, las disente-
rías, las fr;¡ctur;¡s ele los huesos y las inflamaciones, extinguir la.s
fiebres, y otras aplicaciones que pueden hac<:>rse de este medica-
mento ;¡dmirablc. Hay otra planta, Acalt.zazthltz: ó Tzmthtli de ca-
rri.co, cuya planta tiene el mismo aspecto y Usos, y sólo se distin-
<..;·uc por su habitación, y análoga ti ésta porque en todo son igua-
les. Nace en Tepoztlán, donde cuidamos de dibujarla.»
Estas dos plantas de que habla Hcrn<índez, han sido clasifica-
das por el Sr. Juan Lcxarza; (2) una la desig-na con el nombre de
Cranichis speciosa, que es el AtzauhtLi, encontrada por el mismo
señor en la Cañada del Rincón, cerca de Morelia: es una planta te-
rrestre, de 2 pies y m<ís de altura, con la raíz fasciculada, con tubér-
culos oblongos, carnosos, de color verdioso y fétidos, con una sola
hoja, según la descripción hecha por el mencionado naturalista, y
cuya clasificación se conserva. ·
El Acalt.'Cfalthtli es muy semejante en todos sus órganos á la
anterior: también terrestre, con la raíz fasciculada y de tubérculos
g-ruesos, el tallo con escamas envainantes, semejando un carrizo,
como dice Hernández; fué designada. por Lexarza como Cranichis
tubularis, y hallada también en la misma localidad.

( 1) Hernz., ed. matr. i., p. 235.


(2) Llav. et Lcx., Orch., Opuse. ii., p. 5-6.
15 \
;\:\",\LES DEL .\IL'SEO S.\C/0.\.\L.

Limlley sugiere la idea que estas dos especies del mismo ;¡utor
puedan pertenecer al género Stenoptcra, del cual no se ,·onocc
ninguna especie dentro ele nuestros límites.

CAPÍTULO LXXV .
. Cozticzacot.sacuxoc/zitl ( 1) ó TzAcuxocHITL IIFixB.úTo
\'DE FLOl~ ;-UlAlW.L\.

«El Co,sticz;acatsacuxochit!, y que otros llaman Icolzueyo, tie-


ne una raíz bulbosa y t:brosa, de donde nacen t;Illos de cuatro pal-
mos de longitud, rojizos; hojas de Llantén ú Orquídea; y en la p<Ir
te superior del tallo, en un intervalo de ocho pulgadas, está lleno
de flores blancas y ele Llll pálido rojizo, de olor muy suave, y las flo-
res semejantes por su forma {t las de la <Izuccna ó aquilegia. Tie-
ne las mismas virtudes que las precedentes. Nace en las regiones
templadas corno México, en donde tratamos ele dibujarla.»
Esta planta la trae mencionada el Sr. Lcxmza (2) con el nom-
bre de lstactepelzawxochitl Icohueyo; en la descripción el ice: que
es casi terrestre, con el aspecto ele Lili;:ícca, por lo que le dan el
nombre de Azucena del monte, llevando una n¡íz compuesta ele un
bulbo sólido, subgloboso, cubierto de pequeñas membranas, sobre
saliendo fuera de la tierra, con raicillas cilindro-flexuosas, cortas
y fasciculaclas. Las flores blancas, bracteoladas, llevadas en tirso
elegantísimo, el labello blanco, aov<Iclo, aquillado, ascendente, de
limbo íntegro, manchado en la base de puntos de color rojo de ocre.
Habita cerca ele Morelia, bajo la sombra ele Jos árboles, y ;í \T·
ces sobre las raíces, floreciendo en los meses de estío.
Lexarza la clasificó con el nombre ele JV.[axillaria liliacca, que
corresponde hoy al de Gmxnia liliacea1 Lrl\DL.

CAPÍTULO LXXVI.

EL Cotdictepetzacuxochitl. (3)

«Es una planta semejante á la precedente, con raíces fibrosas,


de las cuales brotan tallos rojizos cí purpúreos, de cerca de tres
palmos de largo, y en su extremidad una flor blanca y amarilla, se-
(1) Hernz., cd. matr. i., p. 237.
(2) Llav. ct Le.x:., Orch., Opuse. ii., p 12.
(3) HenlZ., ed. matr. i., p. 237.
mcj:mtl' <í ltt ;¡zuccn:t, por lo qnc la llaman lztadcpets·acuxochitl:
~.·on hoj;¡s de Llantén ;mg-oslas y tres veces m;ís lurgas.
«La raíz es ue n;ttur;tlcza frfa, húmeda y g-lutinosa, lo mismo
que sus con.~·éncres, y lns flores tienen las mismas aplicaciones que
las anteriores." •
Esw, lo mismo que la anterior, es de ig·ual g-énero, c.lífcren-
ci<índosc sólo en el color de la flor, que es amarilla, y debido á es·
tu llc\·;¡ el nombre de .l.:ucl.'JW amarilla,· las hojas de Llantén, que
le da Ilcrmíndcz, cmTcspondcn exactamente con l~t descripción de
Lcxarza: (j'o!iis !ato-!anccolatis, rup;atis, 7lCY7'Dsis, subpetiolaris),
quien l1l llamó Jlla.'Y:i!laria supaba, ( l) y por Lindlcy Go·vnlia
. .·11perba.
Habita también en los montes cerca de Morelia, y es conodch1
con el nombre ele Costíczacaü:acuxochit!. Florece en Agosto.

CAPÍTULO LXXVII.

Cltichiltictcpet.zacuxoclzitl. (~)

,,El Chicltíllictcpclsacuxochítl, tiene raíces semejantes al Coa·


lsonli'coxodnl! cun las hojas del lirio, pero rn<ís gruesas y cortas,
Lomando m;'ts tarJe el color rojizo; tallos cilindricos, purpúreos, de
y medio de tamaño, del g-rueso de una pluma ele ánsar; las flores
son también semejantes á las del lirio, pero de un rojo desvane-
ciéndose en blanco. Su naturaleza es la misma que la precedente.
Lo müs que se puede decir acerca de él, es que la raíz, aunque bas-
tante glutinosa, el gluten que se saca de ésta tiene menos valor que
aquella que llaman Tzacutli: es el único uso que le conocemos.»
ITernández asegura que el Tzauhtlíflorida se parece mucho(¡
esta planta, ó m<ts bien dicho le es semejante; de consiguiente, si
aquella es una Blccia según dicho del Sr. Lexarza, ésta debe ser del
mismo género, suposición que llega á comprobarse ta.nto por el
nombre mexicano, que quiere decir Zautle rojo de cerro, como por
la descripción y figura ele la ed. rom. que corresponde ú la Bletia
m11umnalis, LLAV. ET LEx. (3) y que actualmente lleva el de La:-
lia autumnalis, LINDL
planta, tan apreciada como ornamental, lleva el nombre
vulgar de Flor de Todos Santos, por corresponder á la fiesta del
(1) Llav. et loe. cit., p. 13.
Hcrnz., cd. matr. i., p. 238; cd. Rom., p. 568, .eum ícone.
Llav. et Orch., Opuse. ii., p. 19.
bO AXALES IJEL .lflJSEO X,\CfOX.\L.

mismo nombre, que es en el otoño; fué colcct;¡d;t por el Sr. Lexarza


en Itzzínuu¡ua, ( 1) que quiere decir en el idioma tarasco: calétbazíl
con que sacan su vino, lugar situado en la isla ck Xmzicfw, la m;\s.
hermosú del lago de Pútzcuaro. (E. de Michoac<ín.)
Aunque l¡t Hletia p;rrmdiflora, según el Sr. Lexarza, es conoci-
da también como Itzúmaqua, entiendo que este nombre es debido
al lugar en que se encuentra.

CAPÍTULO LXXVIJJ.

Tzrtcuxoclzitl (J TzAUHTLI FLOI~JD,\. (2)

«Es otra planta semejante á la precedente, descubierta pur no--


sotros, y aunque sin flores, sin embargo cuidamos de dibujarla: con
raíces fibrosas de donde brotan tallos gruesos, arrodillados y con
hojas de azucena."
«Las flores y las raíces tienen los mismos usos que las anteriores."
Pocos caracteres da Hern:lnclcz en esta descripción: s(iJo indi-
ca que «eS semejante á la precedente, y aunque sin flores, cuidó ele
dibujarla:'' el dibujo no está, por desgracia, en la edición romnn<.l,
para poder identificada! pero á pcs;u· de. esto, me atengo ú los pro-
fundos conocimientos del Sr. Lexarza, que la menciona en su opúscu-
lo con el nombre de Bletia caTnjJm1.1tlata)· (3) fué hallada entre
Trapeo y Acuitzio, del Municipio de Pátzcuaro, cerca ele Morclia, y
florece en el mes de Ag-osto. Colectada por Hartweg ( -1-) en los mon-
tes de Teojomulco, en el Distrito ele Jamiltepcc. (E. de Oaxaca.)

CAPÍTULO LXXIX.
DE oTRA Tzacuxoclzitl. (:.,)

«Esta otra Tzacuxochitl tiene raíces fibrosas semejantes al


Coatzontecoxochitl) de donde brotan hojas semejantes á las del lirio,
pero méls cortas; tallos algo rojizos, delgados y largos: y en ellos
las flores también rojizas, con cinco hojuelas largas y angostas; la

(1) Gilbcrti. V oc. tarasco, reimp. México, 1901., p. 66. Vocab. de la lengua
de Michoacán, p. 33.
(2) Hcrnz., ed. matr. i., p. 238.
(3) Llav. et Lex., Opuse., fase. ii., p. 17.
(-1-) Walp. Ann. vi., p ..-1-42.
(3) Hernz., ed. matr. i., p. 239.
(J 1

de en mc·dío en formn de ombligo. aunque m;ís larg<l y también roji-


za. Su nnturalez;¡ y habitaci6n Jo mismo c¡ue las ~mteriores. Hay
otr<t cspc,·ic que n;wc en Zayul;1, donde la llam;m !imal.x:ochitt, se-
nwj<tntc ;í !a prcccdcnL', pero con l;ts flores estrelladas y C(Í]or de
minio, 1:! que cuidamos tnmbí(n dibujarla.>>
1";¡ clescripcirín del Tsacu.x·ocllit! corresponde perfectamente <í
1:t d:1sifkaci6n de FJ!ctia coctinm, qu~ le di6 ·c1 Sr. Lcxarza. ( 1)
P!;mta suhtcrrcstrc, con la raíz tubcros;1, con un tubérculo horizon-
t;¡] en forma de pie, hojas de lirio plegadas. bnceoladas. Astil co
lorido, l;wgo, lleY;mdo flores de color rojo desvanecido, en la base
:tmarillcntas, y la bello profundamente remellado. S u altura es de un
pie ó 1mís, vive sobre lns raíces ele los ürbolcs, florece en Agosto;
fué co1cctada en Tzitzio, pueblo ele la sierra de PMzcuaro. ele
:vrichoac;ín.)
La otra especie de Tonalxochitl (sic) que nace en Zayula, pue-
blo del Estndo de Chi<tpas, con las flores estrelladas, color de mi-
nio, son cm:actcn:s que concuerdan exactamente con el Epiden-
drum l'itdlinum, LI?\DL y con su nombre mexicano, sea porque su
color encendido p<trezca un sol, 6 porque florezca en el estfo. Aun-
que el. SI-. Lexarza da este mismo nombre <1la anterior, creo que de-
be rcser\·arse exclusi,·;tmcntc <í esta especie.

CAPÍTULO LXXX.

Tzacutlí () GLUTEN. (2)

«El Tzacutli da raíces semejantes al AsfJhodelo, blancas y fibro-


sas, ele las nacen hojas parecidas ;:í las del puerro, con líneas
paralelas á lo largo de la hoja, tallos rectos y geniculados que lle-
van flores ele un ama.rillo rojizo, algo semejantes á las del lirio, pe-
ro más cortas. La raíz es fría, húmeda y glutinosa; muy usada por
indios, pero principalmente por lo~ pintores, sirviendo de mor-
dente para fijar los colores y representar con facilidad la imagen
de los objetos. Cortan la raíz en pequeños pedazos que secan al
sol. se muelen. y sirven pan.1 preparar este género gluten. Se
podría trasportar á España y cultivarse con facilidad, en el'campo
6 en las llanuras, pero escogiendo los lugares cálidos. El cocimien-

(l)Llav. et Orch., Opuse. ii., p. 16.


Hernz., cd. matr. i., p. 2:39; Ib., ed. rom., cum. icone, p. 283; Jiméne;,:,
cd. Mor., p. 22-L
16
to hecho con media onza de raíz, se usa par;¡ curar l;¡ disentería y
otras enfermedades que provienen de soltur:1 de est<ímag-o (Í de-
posiciones.»
Planta señalada por el Sr. Lcxarzn, ( 1) colectada sobre los :ír-
boles en diversos lugares del Estmlo ele J\lichoacán, como ~\cuit
zio, Unclameo y Ario, y lleva el nombre vulgar, según el mismo na
turalista, de Anzatcaulztli ¿ TcacutLi ele Hcrnándcz.
«Plantas con el tallo leñoso, articulmlo, bulbos turbinados,
oblongos, con raicillas esponjosas. Hojas lineacbs, aquillad:1s ysub-
tortuosas.l=<'lores con sépalos linemlo-espatulados, acuminnclos; pé-
talos espatulado--agudos, labcllo trilobado, lobos laterales, intcgé
n~imos, con la base semilunar, abrazando la columna alrededor, lo-
bo medio acorazonado, má.s pequeño, doblado, con la margen agu-
da y encorvado en la base, columna casi cilíndrica, llevando tres
dientes obtusos, perica.rpios alargados, agudos y tríangular~s.
"Las flores son de un aroma delicado, como la vainilla; de co-
lor amarillo al exterior, estriada de líneas purpúreas y morenas aJ
interior, labello blanquizco llegando al amarillo, con manchas ro-
jas en los lobos laterales y pequeños puntos rojizos en el lobo me-
dio. Columna morena con tres manchas amarillas en su extremi-
dad."
He puesto estos pormenores de la descripción, para identifi-
car mejor el TBacutti cuando sea habido por otras personas: esta
planta, dibujada en la e d. ro m. ( 2) sin colores, corresponde con los
pocos caracteres que describe y la figura conviene en lo princip;¡J.
y si iL esto se agrega la incli~putable auturicbd del Sr. Lexmza, de-
bemos admitirla como el EjJidcndrzml pastoris, LEX. Florece en
los meses de Junio y Julio.
Tiene la importancia ele ser la planta preferida por los anti-
guos mexicanos para la preparación del g-luten, pues aunque 1:1
mayor parte de los «l:;auhtli" lo tienen, no todos son á propósito.
Hernánclez (3) trae esta misma planta como Amatzauhtli: co-
tejando las dos descripciones se nota muy poca diferencia, convi-
niendo en todos los demás ~aracteres y usos, de manera que los
dos nombres corresponden á la misma plant<t.

(1) Llav. et Lex., Orch., Opuse. ii., p. :23; vValp., Ann. vi., p. 333.
(:2) Hernz., ed. rom., p. 283.
(3) Hcrnz., ed. Matr., 1., p. 169; Ann. Mus. Nac., vii., p. 101.
C.\PÍTCLO LX.:\\':T.
Co:/fccoalSO!l!CtOXOChit/ ( 1) ÚI'L\::\T.\ (lt:E LLEV.\ FLORE!'
~\JL\1-'!U.. \.'-' SE:I!EJAXTFS A L\BEZ.\ DE (.TLEBR\.

"El Co:liaoal:ontcw.Yoclnll tiene una raíz en fon11<1 de bue·


\·o. ó semej<llltc ¡¡ peras pcquci1;¡s, con n1íccs fibros¿¡s y estriadas,
y casi todas del mismo grueso, pa rccic1;¡ al Coat:onfi'CO.Yodtill, por-
que sus hoj;ts s(ln de la misma form:l, pero m;ís anchas y lar,g·as:
flores mnarilléts y pequeí'las, poco diferentes del Tsacu:>..:ocllitl, y del
mismo o\m·; la raíz es de naturaleza fría y húmeda, y es tomada,
en la dosis de una onz<t ó müs, por aquellos que siendo heridos han
sido abandonados.
"Las flores, ó m<is bien las corolns, suelen usarse frecuente-
mente entre los indios para hacer ramilletes () festones y coronas.>•
Esta especie, desi.trnada por Lexarza (2) con nombre de So-
bralín citrina, ln describe del modo siguiente: «Bulbos oblongo-
turbinados ú aovados, revestidos de apinadas membranas blancas,
con raicillas cornifonnes, esponjosas ..Hojas ao'vaclas ü oblongo-lan-
ceoladas, con duplicadas, carnosa.s, glaucas, sin nervaduras y lisas.
Astil cilíndrico, colgante: con pequeí'ías brúcteas escamosas en la
hase, llcYamlu una, y rara vez dos flores. Flor tenninal, sll.·ande,
muy olorosa, recordando el olor del limón, de un solo color. Peri-
gonio carnoso, grueso, un amarillo canario, glaucescente, con
dnc¡.¡ segmentos iguales, extendidos: tres exteriores aovados, in-
tcgérrimos, clos interiores angostos, remellados y limbo internu
festonado. Labcllo trilobado, de color uniforme, con el lobo inter-
medio venoso, ondulado, rcmelJado y de limbo escarioso blanco.»
Habita en los montes cerca de ~1orelia. Florece en '!\layo y
Abril y lleYa en Michoacán el nombre vulgar de Tatzi11gumú) que
en idioma michoacano engrudo. Corresponde hoy á la
Cattlt?ya citrina.

CAPÍTULO LXXXII.
El Coatzontecoxochitl. (3)
«Esta planta presenta una raíz oblonga semejante por su for-
ma á los higos maduros; verde, vigorosa, estriada y torcida: de la

(1) Hernz., ed. ~Iatr., l., p. 2-J.O.


Le:x:., Orch., Opuse. ii., p. 21.
Hernz., ed. matr. i.; p. Hen1Z., cd. rom., cum. icone., 266.
(Ual nacen hujas como las del lirio. peru m<ls larg·as y anchas: flo
res semejantes ü cabeza ele serpiente (de donde viene el nombn:~).
de color rojo, salp:caclas con manchas de: un blanco p:í!ido y rcs-
planckcicnte; tallos delgndos, lisos, cortos y verdes. Provícn~ de
lug;¡res cülidos, y algunas veces de templadas, cerca de
las rocas <'} ndhcridns al tronco de los árboles; lo que no impide cul-
tivarla en los huertos, tom{lndola de estos lugares para adornar los
jardines, causando placer por lo exquisito ele sus flores, pues son
una forma tan admirable y de olor de azLlcena que no hay pal<t-
hrns con que expresar su hermosura, ni pincel que pueda jmn<ís
imitarle; muy buscadas por los príncipes de los indios por su ele~
:.rancia y mantvilloso aspecto, y por esta razón tenidas en gran es-
tima. No es difícil de cultivarla, si se hace con grande esmero, por
SLl única raíz muy fecunda.')
"Con estas flores y otras plantas amílogas :í esta que hemos
d:tdo <í conocer anteriormente, ai'íadiendo rnafz rojiJ, preparaban <l
los príncipes de los indios las tortillas que comínn pant moderar In
fatig;¡ producida por los rayos del sol 6 desmayos producidos por
'Jtra causa, ya sea internaó externa. Su naturaleza es fría y húmeda."
Llama la atención que el Sr. Lcxarza no haya tenido oportu~
nielad de estudiar esta orquídea tan hermosa y tan notable, habien-
do estudiado otras muchas de menor interés; tal vez no se ocupó de
ella, por no ser una especie nueva y no tener lugar entre las que
publicü como tales.
La clasificnci6n de esta especie fné hecha por Batcman, (-+)
yue la llamó Stanhopea tigrina: su descripción específíca no pue-
de dar idea del valor que tiene como planta ornamentaL habiendo
muchas variedades, no es Lkil compn:nderla en um1 sola, por lo
lJUC me rderiré aquí á lo que se encuentra en la obra del «Botn-
nkal Mag<lzine,, en el relato que acompai'ía á la l;ím. 4197; dice así:
«Acaso no haya orquídea m::ís valiosa para atraer la atención
que esta Stanhopea, si nosotros consideramos el gnm tamaño de
sus flores, su forma tan extraña y consistencia casi de cera, sus
singulares marcas, 6 poderoso perhime que exhala, capaz ele
saturar todo un invernadero, y cuyo olor simula al de una mezcla
de mel<Sn y vainilla.>>
,,Como las demás Stanhopeas es de fcicil cultinJ en los inver~
naderos, colocúndola en una canastilla ele alambre con capas
musgo: los pedúnculos de las flores penetrando por las rejas del
alambrado, se dirigen hacia abajo, colgando las flores abajo de la
canastilla, quedando los seudo-bulbos en la parte superio;."

(1) Orch., :\léxico., t. 7.


«1\o l1:1y nada p:trticular que sc:t digno de not:trsc en las ho-
j:t:-; y lo.-; bulbos, respecto de l:ts dem:ís especies. De la base ele!
scml o-hulho sale el L'orto :tstil que SL' a rroj:t colg-;m do h;¡cia ab:l-
jo; ;tl principio tot;¡lnwntc cubierto por g-raneles brácteas mem-
br:mos:ts, de un colot· moreno p:ílido, que lo abr:tzan en clisposkión
cmpizarr:td:t. Este :tstii lJcy;¡ tres 6 L'Uatro gTamlcs flores ele unu
fonn;t, si no imposible, tan difkil de dcsLTibir. que no se puede dar
un;t idea cx<tct;t en el arreglo y distribución de sus partes. 1,os tres
sép:tlos s<>n :mchos, am·ados y extendidos, cónc:tYos especialmente
llaci:t al1;1jo, con las m;írg-enes m:ís ()menos cncory;¡clas. Pétalos
nblong·o lanceolados: tanto ellos, L:omo Jos s(palos, de un color
am<lrillo tir;mclo ú moreno, matizados, especialmente en la b:1se, de
un color purpúreo ó rojo sang·uíneo obscuro. Labello muy ancho
y de una fig-ura notable, dividida en tres porciones; la m;ís inferior
( hipoquilio) es muy cóncn·a y en forma de copa, con un gTan dien-
te en su <ípice, y en su interior algunas líneas granulosas y radia-
das; la porción media, lJlle es el "metaquilio,, es corta y lleva dos
l:trgos cuernos encorYados y arrodillados, y encierra, como si fue-
se d epiquilio, un lobo medio del labello que tiene la forma de un
romboide y con tres dientes en el <ípicc. Tcxlo el labcllo es grueso
y carnoso, ó más bien de la consistencia de cera, del mismo color
general que el periantio, mús ó menos manchado de púrpura; sin
unbargo, la parte superior y lateral del epiquilio es teñida de co~
lor anaranjado. Una gran parte de este labello está. cubierta por la
columna enconTada muy ancha y espatulacla, alada en las márge-
nes, mús ó menos manchada de púrpura, llevando las anteras aba-
jo del <ípice. Las masas poHnicas, en forma de clava, están sostc-
nicl<ls por un pie muy curioso con aspecto de pedúnculo.»
Esta espeCie se encuentra en j<Tlapa (E. de V eracruz), clasifi-
cada con el nombre de Stanhopea tzi;;-rina, BATEl\1. Como se ha
~visto por la descripción, apenas se purcle dar una ligera idea de su
belleza como planta ornamental; puede á.firmarse que es la prime-
ra que sobresale entre todas las orquídeas mexicrrnas por su her-
mosura y su perfume tan penetrante: su cultivo es fácil de hacerse
en f..féxico, en pleno aire, sin necesidad de estufa: yo he logrado
obtener la floración, como se ha dicho antes, en canastillas de alam-
bre de acero, muy abiertas para facilitar el paso del astil, con un
poco de musgo y teniendo cuida.do del riego en época oportuna, es
decir, cuando se acerca la floración, que es en el verano, necesita
de riego abundante; en cambio las flores son de duración breve,
comparadas con las demás orquídeas, pues sólo duran tres ó cua-
tro días.
El Coaü:ontecoxochitl, ó flor ele cabeza de víbora, es de in-
17
()(¡ A:\',\LES DEL .\ll;SEO :\'.\CfOS.\L.

comparable hermosura. ( l) Compón ese de cinco pétalos, morados


en la parte interior, blancos en medio, y color de rosa en las ex-
tremidades; manchados aclem;ís en toda su extensión con puntos
blancos y amarillos. La planta tiene las hojas semejantes <t las del
iris, pero más anchas y largas. Los tallos son pequeños y dclg·a-
clos. Esta flor era una ele las que más apreciaban los mexicanos.

CAPÍ'rUU) LXXXlli.
T/altzacutli (2) (¡ TZACUTLI HlJ;\1JLDE.

«El Tlaltzawtli que otros llaman Tlalaalam, tiene una rafz fi-
brosa ele donde brotan tallos, y en estos lleva hojas largas, angos-
tas, serradas y casi blancas, senH;jantc:s ;1Ja salvia ú ortiga ele ho-
ja angosta. Flores purpúreas, oblongas en forma de vaso, aunque
algunas veces las lleva rojizas y blancas. Las hojas son todas glu-
tinosas y de naturaleza fría, como las malvas, de donde le viene el
nombre. Reducida;[ polvo y tomada en cantidad de media onza
con Chía, ó sin ella, sirve para curar las diarreas y otras inflama-
ciones del cuerpo humano, como los lobanillos. Nace en lugares
templados cerca de la ciudad de México.''
El Tlaltzacutli es indudable que no es una orquídea: los carac-
teres que da Hernández me hacen creer que esta planta es de la
familia de las malváceas; la semejanza con la salvia ú ortiga de
hoja angosta, sus flores en forma de vaso, ser glutinosa y emplea-
da como emoliente, son caracteres c.¡ ue concuerdan con la ivlalva
rmgust?lolia, Cw., ó como se conoce hoy, con el nombre de SpJur-
ralcea angustifolia, llevando el vulgar ele hierba del negro.
(1) Flos forma spcctabilis, ct quam vix c¡uispiam possit. exprimerc, aut pt>
nici.llo pro dignitatc imitari, á Principivus Jnclorum ut naturac miraculum
valde cxpetitus, et in magno habilus prctio. Hcrnández, Historia Xatural. N.
Hispanüe, lib. 8., cap. 8. Los académicos Linceos de Roma, que publicaron ,.
comentaron esta Historia de Hernándcz en 1631, y vieron el clihujo de aqu~­
lla flor hecha en México con sus colores naturales, formaron tal idea de su
hermosura, que la adoptaron por emblema de su Academia, llamándola flor
del Lincc.-Cla vijero, trad. de Mora, 18-1--L, i., p. 11.
(2) Hemz., ed. matr. i., p. 2-1-2.
67

C\.PÍTULO LXXXIV.
T:an~:i/ot/ ( 1) Ú TZACTLI DE ESPIG_\ DELGAJ).\ DE :\IAÍZ.

''El T~rmtlí es una planta que tiene raíz formada de fibras blan-
cas y de ;¡specto del corcho. en cierto modo lis<IS y blandas, y al-
gunas veces con hilos encerrados en ellas, quedando descubiertos
cuando c;tc la corteza. De ellos brotan tallos cilinclri.cos, arrodilla-
dos, ,[jnliculados <l intervalos, ele cuatro palmos de altura y llevan-
do en su extremidad una flor roja y pequeña. Nacen cerca de la raíz
cañas semejantes al carrizo con entre nudos pequeños y abundan-
tes y ele consistencia vigorosa. Las hojas son semejantes á las de
las palmas: una pulgada del tallo, macerada en agua, se administra
en ayunas para curar la disentería. Nace en las colinas pedregosas
de las regiones cülidas. Su naturaleza es fría y glutinosa, por lo
cual se le da este nombre.,
El Tzauhxilotl fué clasificado también por el Sr. Lexarza con
el nombre de .Arpophyllmn spicatum, (2) que describe así:
«Planta panísita, destituída de bulbos. Raíz lei'1osa, articulada,
con fibras numerosas que brotan ele los nudos. Tallos cilíndricos,
deprimidos, en la base articulados, envueltos en membranas esca-
riosas. Lleva una sola hoja gruesa, cori<icea, larguísima, canalicu-
lacla, cnerviada, abrazando un extremo del astil del tallo, algunas
veces articulada, arqueada ó falciforme; en la cara superior, car-
nosa, de un verde transparente, en la inferior lisa. Espata membra-
nosa, colorada, unifila, dchiscente de un lado, destilando un licor
g'lutinoso. Astil cónico, alargado, purpúreo, cilíndrico, con flores
numerosas densamente aglomeradas en una espiga cilíndrica. Flo-
res pequeñas de color rojo pálido, sésiles, cubiertas gluten, la-
bello de igual color, opérculo blanco.»
i\grega el mismo autor que la hoja, por su forma, se asemeja {t
la hoz de los segadores.
Fué colectada en Arúmbaro (Estado de Michoacán); florece
en Septiembre y Octubre.
El Sr. Lindley, al ocuparse ele la misma, dice: «que el tallo
es de 1-l Yz pie de largo, con las vainas ó brácteas imitando el
aspecto rugoso ó áspero del cuero Chagrin. Est{t terminado por

(1) Herm:., ed. matr. i., p. 2.+2.


(2),Lez., Orch., Opus. ii., p. 20.
(3) Lindl., Bot. RGg., XXV., 1839, Mise., 16
tina larga hoja encorvad<l. ele la axila ele la cual se cncoJTa en di-
recci6n opuesta una densa espiga ele flores. de un púrpura p;ílído
{) color ¡mn::t!. de: tres pulgnda.s de lnrgo.
Es una especie demasiado rara aún en \léxico, donde se ha
visto crecer sobre los ;1rboles en Sultcpcc y cerca ele /\rúmbmo.
cnlectacla por Hartweg en la Hacienda del Carmen.
~-
Hay dos especies m;1s, que son: el A. alpimtnt, LL\DL., encon-
trada en la ¡·oc¿¡ inaccesible ele la cmiacla de Tocios Santos (E. ele
Oaxaca\ y el /l. g~[[rmleum., LT:\'DL, entre Talca y Tanetzc (E.
ele Oaxaca): los dos colectados por Hartweg.

"Es una planta Yoluble con hojas de Llanten, pero m;ís gTue·
sns y mas largas, de un color verde obscuro, naciendo altenmdas
sobre el tallo, con siliquas largas, an.gostc1s, cnsi cilfndricas, con el
olor de almizcle 6 ele Bálsamo del Perú, y negTas, de donde toman
su nombre. Es cálida en tercer grado y acostumbran tomarla con
el Cacaoatly el il1ecaxodlitl. (2) Preparan una bebida con dos sili-
quas que reblandecen en el agua par0 provocar la orina; con el
JJfecaxocllitl ( excit<m el menstruo, ace.lernn el parto y las secun-
clinas, ayudando la salida cuando el feto estú muerto: estimula y
fortifica el estómago. disipa el flato, re~~uch'e y arroja los humo-
res crudos, estimulnndo el cerebro y las funciones del útero. Se cla
en las regiones dlidas, abrazmia á la corteza de los árboles, y fruc-
tifica en la primavera, produciendo las mencionadas siliquas. Se
rccorniendan como un remedio especial contn1 los venenos fríos y
las mordidas de las serpientes venenosas. Acostumbran, para des-
terrar el flato, mezclarla con la bebida del Cawoatl, agrcg<lndole
Chilli, al cual se le quitan las semillas."

(1) Herz., ed. mad. iH., p. 219.


(2) Piper boargei? 6 cucmantcanum?
Hcrz., ed. rom., cum icone., p. :>S.
SEC;t;;\'))A É1'0C\. TOMO l. ()C)

III
HISTORIA.
«Por los más verídicos informes ( 1) que ultimamente se han
recibido de personas inteligentes, que antes trataban en el comer-
cio de vainilla, se puede afirmar que antes del año de 1810 salía por
el puerto de V eracruz importe de cer~a de medio millón de pesos,
sin contar con el contrabando que se hacía por Tampico y las ba-
rras que hay intermedias desde este puerto al primero citado; y
que en el día apenas girarán ochenta mil pesos en tan precioso ve-
getal. Preguntando las causas de su decndencia, se atribuyen por
unanimidad al poco esmero que en el día tienen para beneficiarla,
y la libertad en que están los criadores ó dueños de bejucos para
hacer las cortas, pues antes no podían proceder á cortar una vai-
nilla sin previa orden del subdelegado del partido. el cual tenía pre-
venciones bastante rígidas para obligar á dejar madurar bien en el
bejuco las vainillas; y aun cuando el comercio en general sufría con
esto un monopolio criminal por la autoridad despótica de los sub-
delegados, el resultado era que el efecto, por su bondad y lo bien
acondicionado, tenía doble valor en sí, y quintuplicada salida para
el comercio exterior. Ahora, teniendo presente lo expuesto, sería
muy conveniente que se combinase la libertad del propietario con
la utilidad que debería sacarse de su exportación, pues algunos que
antes llevaban caudales empleados en vainilla, no lo hacen en el
día, porque la compran como de primera clase, se vuelve en la na-
vegación zacate, y pierde su aroma; así nos lo han afirmado no sólo
uno, sino varios, y el deseo de un bien procomunal para nuestros
conciudadanos es el que impulsa el pre~nte artículo.
«Para principiar los cortes de vainilla era preciso esperar la or-
den del subdelegado, que no la daba hasta que informado de varios·
inteligentes sabía que se hallaba toda ó la mayor parte en su per-
fecto estado de madurez. Las reglas que observaban los reconoce-
dores comisionados, eran: tomar una vainilla, y pasándola por en-
tre los dedos pulgar é índice algo apretados, ver si sonaba como
si por dentro se le quebrase alguna cascarita seca, y hasta que una
de las más pequeñas ó desmedradas no tenían este sonido, no esta-
ban las demás en estado de corte. Lo mismo parece que deberían

(1) Dice. Univ. de Hist. y Geogr., A p.; Vainilla.


18
70 A:'\ALES DEL .\!\:SEO :'\.\C!O:'\.\L.

hacer ahora todos los dueños ele bejucos si consultasen su vcnla-


dcra utilidad, y el crédito del efecto para lo sucesivo; pero como
no hay quiénes, como antes, anticipen dinero prestado <t cobrarlo
después en vainilla, hacen Jos cortes sin madurez, y el resultmlo h<t
sido perder el crédito el efecto, convirtiéndose en zacate al fin de
la navegación, lo que deben evitar con todo empeño, si han ele go-
. zar utilidades reales y dejárselas <í. sus hijos ó herederos.
«Cortada la vainilla en estado ele madurez, se procedía ú darle
sol del modo siguiente: se forma un. cua~lro ele petates para evitar
que entre el viento, cuya fig-ura se varía según permite el local, pues
su objeto es sólo evitar que <,lé el viento úlas vainillas, mientras que
perciben el sol; formando el cuadro se ponen debajo unos carrizos
6 varitas al propósito, pero de las que no manchen la vainilla, pues
las hay que son el añosas, para ir tendí en do las vainillas de modo que
no den en el suelo; se ticnckn separadas y sin que den unas encima
de otras. Esta opcra.ción se hace como ü las diez de la mañana, y
se tienen tomando sol hasta las tres 6 cuatro de la tarde: en el in-
termedio de este tiempo se voltean para que tomen sol por ambos
lados; al tiempo ele tenderlas se registran todos los días pasándo-
las por entre los dedos fnclice y pulgar; si alguna se observa man-
chada ó con alguna rajadura, se separa para formar del total las
tres clases de primera, zacate y zacatillo, pues cada cual tiene su
distinto precio en el n1ercaclo. Algunas vainillas de las de primera
suelen abrirse en los últimos asoleos, y los inteligentes les cosen
la rajadura con un zacatillo con bastante habilidad y finura; pero
las manchadas se separan con el mayor cuidado, porque si no pe-. ·
ga su mancha el las dcm;:is. Por la tarde, cuando van el recog-er los
tendidos, llevan sus cajones y frazadas, ponen en cada cajón una
clase y los tapan muy bien con frazadas, petates ó guangoches, para
que conservando el calor, suden y no se les vaya el aroma, evitando
con el mayor cuidado que les dé el viento, y ponen después los ca-
jones dentro de las habitaciones que destinan para guardarlos, por-
que no ·Se deben mojar ni recibir la intemperie ele la noche. Esta
·operación diaria la repiten tantos días, cuantos son necesarios para
ponerlas en su estado de sequedad y flexibilidad, como requiere el
mercado, y no se puede fijar número, porque si el sol ha estado
fuerte, se vendrán dos ó más días antes, que cuando el sol esté flo-
jo; sobre todo, en caso de que amenace lluvia, las quitan luego de los
asoleaderos, pues si se mojaran se mancharían y perderían todas.
Las manchadas se separan con cuidado, porque comunican sus man-
chas en el sudor de por las noches á las otras, y las rajadas, aun
cuando ellas no se manchan, lo hacen sobre las que cae la humedad
que destila. Como no puede pararse el sudor de la vainilla desde
SE<.t:XD.\ l~l'OC..\. T0,\!0 l. 71

que principia su primer asoleo, y como puede muy bien suceder que
los días de sol no sean continuos, tantos cuantos se necesitan, ha teni-
do la industria que buscarren1edioá las mutaciones atmosféricas, pa-
r;¡ lo que se ''alen del fuego y de poscollones~ que son unos tejidos de·
ota tes como los que usan en las camas de tierra caliente, y así cuan-
do los vainilleros tienen alguna cantidad puesta en asoleo, se pre-
Yienen de poscoltoncs, y el día que no pueden asolear, ü causa de
lluvia ú otro temor, hacen una gran lumbrada y después que ha con-
cluído su llama y humo, cuelgan con unos mecates encima ele l~t
lumbre los poscollones; van colgando en ellos sus vainillas lo mis-
mo que lo hacían en el asoleo, y las tienen allí hasta que toman el
suficiente calor, tal como lo tomarían al sol, para que por la noche si~
,g·an su sudor; esta operacic)n, como regularmente se practica por
miedo á las lluvi<ts, es preciso hacerla bajo de techado; y cuando la
pieza no tiene las púrcclcs necesarias <'t evitar el viento, se p·onen
petates, frazadas ó guangoches: el objeto es evitar que dé el viento
á las vainillas al ponerlas, mientras toman calor y al tiempo de vol-
Ycrlas á los cajones donde toman sudor.
''Ya se deja conocer que en el mecanismo que se lleva explicado,
unos habrá que lo hagan con más esmero que otros, y de ello pro-
viene que el más exacto y cuidadoso saca mejor vainilla que el des-
cuidado y perezoso, y el muy inteligente las claní mejor puntoque
el que no lo sea.
,,concluído el asoleo, se forman los manojos por cientos ó por
cincuentas, y dividas las clases, las de primera se platean por en-
cima ellas solas, no así las otras; mas como en todas las cosas hu-
manas suele haber su trampa, también la hay en materia·de vai-
nilla. Algunos compran zacate para venderlo después como de
primera, separan lo menos manchado, quita.n el azogue á. Jos es-
pejos viejos, lo ponen entre lo que han escogido, y dándole sudor
consiguen platear varios zacates: si hallan un compnldor que no
sea inteligente, le pegan su gran petardo, lo que también sucede
en la grana y demás efectos cuando los manejan hombres sin bue-
na fe. ·
«Estas operaciones de beneficiár la vainilla, regularmente las
hacían antes los encargados por el comercio de Veracruz, y alguno
que otro que lograron dinero para repartir á los mizantecos, pues
en sí son demasiado minuciosos y delicados para los criaderos de
bejuco, rancheros ó labradores de aquel cantón; y esto creemos sea
otra de las causas má.s principales para la decadencia en que se halla
el comercio de vainilla, restando sólo advertir, que para beneficiarla
es preciso tener un estómago muy fuerte, porque un aroma tan su-
bido, él sólo.y ~veces la lumbre que debe usarse, causan vasc.a y
72 AX!l.LES DEL ~IUSEO :."ACIQX,\L.

calenturas que llaman del país: por último, es ejercicio demasiado


enfermizo, aunque tuvo tiempo de ser lucrativo.---F. A."
Entre las que han sido mejor estudiadas, la especie ptanifolia
de México lo ha sido por Andrews, (1) cuya descripción es la si-
guiente:

IV.

PARTE BOTA.KICA.
"Vainílla planifolia, Andrews. Planta sarmentosa y trcpadom
que crece en los estados marítimos de México, Colombia y la Gua-
yana, en las riveras de las hondonadas (criquc'ts) abrigadas por los
mangleros y sujetas á ser sumergidas en las altas mareas. Sus ta-
llos son verdes, cilfndricos, nudosos, del grueso de un dedo. Est<ín
provistos de raíces adventicias que se fijan en las cortezas de los

,].1
2. I.

árboles vecinos y les sirven de apoyo. Sus hojas son sésiles, alter-
nas, oblongas, lanceoladas, obscu1amcnte estriadas, un poco grne-

. (1) Morren, Bull. de 1' A ca d. Roy. de Bclg. XVII., num. 2.


SEGC:"\DA ÉPOCA. TOMO l. 73

sas. Las flores están cEspuestas en' el vértice ele los tallos en raci-
mos axilares pedunculaclos. (Fig.l.) El perígono es articulado con el
ovario, ele un verde amarillo, form~tclo de seis sépalos, los tres exte-.
riores iguales y regulares, oblongos y algo obtusos,.y los tres interio-
res, de los cuales dos son planos, ondulados en sus bordes: el tercero
arrollado en forma de cornete y soldado con la columnilla. La co-
lumnilla es erguida y privada de apéndices laterales; la antera es
terminal, operculada, de dos celdillas y cada una contiene una masa
de polen de granos aglutin.::tclos. El fruto es una cápsula carnosa,
larga y silicuiforme, dehiscente, unilocular, pero de dos valvas.
(Fig. 2.) Las semillas son muy numerosas, negras, globulosas, ro-
deadas de un jugo moreno, espeso y balsámico. Se recoge este fruto
antes ele su perfecta madurez, para evitar que se abra y deje escu-
rrir el jugo que contiene. Se le suspende á la sombra para hacerlo
secar, se le cubre en seguida ligeramente de una capa ele aceite,
con el objeto de conservarle la elasticidad y alejar los insectos; por
último, se forman paquetes de 50 ó 100 que se guardan en cajas de
hoja de lata. (Fig. 3.)
3.

"Esta especie, como hemos dicho, es originaria de México, que es


hoy uno de los países productores más importantes. El cultivo ha
sido introducido en otros lugares donde la planta ha podido prospe-
rar, como en la India Occidental, Java, la Reunión y en Mauricio. Se
cultiva hace muchos años también en los invernaderos de Liege y
delJardfn de plantas.
"Los Vainilleros ( 1) forman cerca de veinte especies, esparci-
das en las regiones tropicales del Asia, África y América. En Mé-
xico se conocen hasta hoy seis especies, que son: Vanilla inodora,
ScHIEDE; Vanilla pfaviana, RErcH; Vanilla planifolia, ANDREws;
Vanilla pompona, ScHrEDE; Vanilla sativa, ScHIEDE; Vanilla syl-
~'estris, ScHIEDE, que se dan en Misantla, Papantla, Nautla, Mira-
dor y Colipa, lugares todos del Estado ele V eracruz.
«Se conocen tres especies comerciales, (2) de las cuales dos pue- ·

(1) Biol. Cent. Am.. Bot. iii., p. 294.


(2) Guibourt, Bis t. Nat. des Drogues simples, ii., p. 234.
19
A::\ALES DEL MUSEO NACIO:\'AL.

den pertenecer á dos varieclactcs ele la misma planta, pero la ter-


cera pertenece á una especie diferente.
«La primera especie, que es la más estimada, se refiere á la plan-
taque los españoles llamaron Vrmilla Lec ó legítima: Várulla sativa,
ScHIEDE. Se presenta en vainillas de 16 ü 20 ccntím2tros de lrrrgo,
de 7 á 9 milímetros de grueso, rugosas y estriadas en el sentido
de longitud, estrechas en sus extremidades y encorvadas en la ba-
se. Esta vainilla es poco blanda y viscosa, un moreno rojizo su-
bido, y dotada ele un color fuerte análogo al del Bálsamo del Perú,
pero mucho más suave.
"Conservündola en un lugar seco y en vaso que no esté herméti-
camente cerrado, esta vainilla no tarda en cubrirse de cristales de
agujas brillantes que se habían tomado por ácido benzoico ó ciná-
mico,pero que son en realidad una substancia particular llamada·vai-
nilla escarchada. vainilla es siempre de un precio muy elevado.
«La segunda especie es llamada vainilla cimarrona ó bastarda
y corresponde á la Vanilla sylvestris, ScHIEDE. Presenta todos los
caracteres de la precedente, de la cual no es sino una variedad; pero
es más corta, mt'i.s delgada, más seca, de un color menos subido; es
menos aromé'itica y no se escarcha nunca.
«La última especie llamada entre nosotros vainillón, y por los
españoles Vanilla pompona ó bova, pertenece á la V anilla pom-
pona, ScHIEDE: se encuentra en largasv ainas ele 14-19 centímetros
y anchas de 14-21 milímetros; es morena, negra, blanda visco-
sa, casi si~mpre abierta, y parece haber pasado su punto de madu .
rcz. Posee un olor fuerte, mucho menos fino y menos agradable que
el de las dos primeras especies, y menos balsámico: frecuentemen-
te tiene un sabor de fermentada. Es de vil precio comparada á las
dos primeras. La vainilla es usada, sobre todo, para aromatizar el
chocolate, las cremas, los licores y otras composiciones análogas.
"La vainilla más estimada es la de México, ( 1) conocida como
Vanilla Lec. La de Bombon tiene un olor menos fuerte, su pre-
cio es menos elevado y á pesar de esto es muy buscada.
«El promedio de su composición química es: de 11,8 de materias
grasas y cerosas, 4 ele resina, 16,5 ele azúcar y goma, ácido vaníli-
co y una substancia particular que existe al estado cristalino en el
interior del fruto ó su superficie, ó disuelta en el líquido aceitoso que
rodea los granos. Esta substancia había sido considerada como áci-
do benzoico 6 ácido cinámico. Fué Gobley quien demostró su na-
turaleza especial y la llamó ·vanillina. Se le asignó como fórmula
química C8 H 8 0 3 y se le considera como el éter metílico de Ja al-

(1) A. E. Brehm, Les Plantes, ii., p. 5i7.


75

debida protocatéquica. La vainilla constituye casi enteramente los


cristales bl<mcos que cubren las vainas y á los que se da el nombre
de cscarclta de raiuilla.
«T~a vainilla que es de un precio relativamente elevado 1 ( 1) es
frecuentemente el objeto de fraudes, algunos difíciles de conocer.
«La escarcha, es decir, la vanillina cristalizada, es considerada
como la señal de una calidad :::;uperior: los falsificadores se esfuer-
zan en imitarla empleando, sobre todo, el ;icido benzoico; son an-
chas, vistas con lente son paralelas <í la superficie de la vaina,
mientras que los cristales de Yanillina son pequeños, agudos y per-
pendiculares ú la superficie.
«El fraude m<is común y que se practica en más grande escala,
consiste en agotar las vainas por el alcohol díluído, que recibe mu-
chas aplicaciones en la repostería y destilación de los licores, y en
revestir estas vainas de Bálsamo del Perú, cuyo olor, diferente del
de la vainilla, basta para manifestar su presencia.
«Se examina generalmente la cola de la vainilla, es decir, el
pedúnculo del fruto, que siendo de naturaleza dañosa, llega á ser
quebradiza cuando la vaina ha sido agotada, y como este carácter
es conocido, se le quita frecuentemente esta cola. Las vainas así
tratadas deben ser sospechosas.
«Las vainillas se recogen (2) antes de que maduren por comple-
to, y desecadas á la sombra se entregan al comercio. El olor que
·exhalan es delicioso, recuerda el del Bálsamo del Perú: su sabor es
caliente, aromático y persistente. Es uno de los principales aromas
conocidos, y es incomparable por la suavidad de su perfume. La
vainilla es empleada en farmacia como estimulante aromático, ex-
citando las funciones intelectuales y aumentando en general la ener-
gía del sistema animal. la perfumería es empleada en diversas
preparaciones, pero su principal uso, en el día, es aromatizar el
chocolate, las cremas y los licores .
.. El cultivo y la preparación de la vainilla ( 3) exigen grandes
cuidados, y varían según los diversos países.
"En México las plantaciones se hacen, sea en las selvas vír-
genes, sea en el campo. primer caso, se limpia el terreno de
modo que no queden más que los árboles que han de servir de apo-
yo á la vainilla, y al pie de los cuales se colocan dos estacas pro-
vistas de tres ojos (yemas) y á las que se les quitan las hojas. Al
cabo de un mes estas estacas han arraigado: tres años después co-

(1) Actualmente vale .$30 el Kilogramo.-M. U.


A. E. Brehrri. Les Plantes, ii., p. 547.
A. E. Brehm. Les Plantes, ii., p. 5:1.7.
76 ,\:'iALES DEL MUSEO XACIO:\'AL.

mienzan á dar fruto. En el segundo caso se comienza por labra¡- la


tierra, después se siembran árboles de crecimiento rápido que al
cabo de un año puedan servir de sostén á las estacas plantadas co-
mo se ha dicho arriba. En este país la fecundación se hace natu-
ralmente por intermedio ele los insectos. otros países la fecun-
dación se hace por la mano del hombre, puesto que d insecto que
vis~ta las flores no puede ser transportado lo mismo que la planta.
«La vainilla debe ser abrigada contra los vientos reinantes,
pero es necesario que no sea muy sombt-eada, porque las vainillas
que produciría entonces serían muy delgadas y blandas. El riego
es muy necesario al principio: se abona cacla año, evitando los abo-
nos fuertes, que son peligrosos.
«La disposición de [os órganos reproductores de la ~vainilla es
de tal manera, que la fecundación natural es imposible. En \:lé-
xico, en la Guayana, donde existen insectos que visitan las flores,
la fecundación no es tan fácil como podría creerse, es tan sólo ac-
cidental, puesto .que en un tallo de una longitud capaz de llevar unas
cuarenta flores, es muy raro encontrar más de una vaina. La fe-
cundación por la mano del hombre es, pues, necesaria para asegu-
rar una abundante producción. Morren, en 1837, demostró que la
fecundación podía hacerse por el hombre; pero un negro llamado
Edmond ya había hecho esta observación en 1R17, indicando el pro-
cedimiento empleado todavía en la actualidad. Gradas ;:í él se puede
obtener un número considerable de vainas en una m:sma planta.
Sin embargo, para no fatigar á las vainillas con una projucción ex-
cesiva, es conveniente no fertilizar más que las flores que tienen el
pedúnculo carnoso y bien desarrollado, de manera que se obtengan
5 ó 6 vainas por racimo.
«Las vainillas (1) son plantas excesivamente vigorosas. En con-
diciones favorables de calor y humedad, en pocos años toman un
desarrollo increíble, dando en cada estación retoños de muchos me-
tros que acabarían por invadir todo un invernadero.
«El ejemplar que poseo, dice M. Buisson, si se hubiese dejado
desarrollar, habría llegado á obtener una longitud ele sesenta me-
tros, cuando hace ocho años tenía la estaca que fué sembrada una
longitud de cincuenta centímetros. Hasta los cuatro años comenzó
á florecer.
«Si se puede disponer de una rama de muchos metros de largo
y provista de ramificaciones, se pondrá inmediatamente á florecer:
Se le aplicará los mismos cuidados que él los Aerides y Vandrz: en
estío, calor y humedad sostenidos, frecuentes riegos y aire tanto

(1) Buisson, L'Orchidophile, 1884, p. 230.


77

como sea posible; el invierno d<1rle una temperatura entre 15 y 20°


y que no baje müs de 10°. En una palabra, el tratamiento ordinario
de las plantas de la India.
«l~a fecundación artificial de las flores de vainilla no es tan fü-
cíl como en la mayor parte de las orquídPas: no hay semanas de
que disponer: sus flores efím:::ras no viven sino algunas horas, y si·
este momento se pierde, no se puede recobrar como en las especies
de flores de larga duración: es necesario estar pendiente de la an-
thcsis, es decir, el instm~te muy corto en que la vainilla tiene sus
órganos dispuestos ú la fecundación. Según la estación, el tiempo
exterior, sombrío ó luminoso, y la temperatura del local, el momen-
to puede variar de las 7 de la mañana á las 11, y se puede conocer
por la abertura de las divisiones de la flor, que no se extiende ja-
m<ís, sino se entreabre solamente. Las flores soh llevadas sobre un
vigoroso astil que sale de la axila ele una hoja, en número de lO á
12, y no se abren sino ele dos en dos y sucesivamente durante quin-
ce días, lo que permite rehacer la operaci6n en las siguientes, si ha
fa ltaclo en las primeras. ·
«Las vainillas no tienen Jos órganos de la generación confor-
mados como las ele otras tribus. La antera forma en el vértice del.
ginostema un casquete aplanado que tiene que levantarse para des-
cubrir el polen; pero allí polen no forma masa; provisto de uná
caudfcula, se lanza y se fija sobre el objeto ó animal que ha levan-
tado el casquete y queda en el lugar de su celdilla: si, no Se tiene el
cuidado de recoger este casquete, que cae dcs:l::; que se le toca,
el polen se pierde.
«Además: el estigma, que tiene la forma de dos tumores muy
pequeños, viscosos, está herméticamente oculto por un tablero cua-
drado que es absolutamente necesario para fecundarlo.
«Por consiguiente, para poder obrar con certidumbre y preci-
sión, las personas novicias deben cortar una flor y examinar con
la lente el lugar y forma de órganos de que hablamos, que no
es posible describir mejor.
"Veamos cuál es la manera más segura de obrar, reconocida
después de muchos años experiencia.
«Debe desecharse el empleo de toda clase de pinzas, que dete-
rioran el polen y hacen incierta su aplicación. Yo me sirvo de un pin-
cel muy fino de pintura de aceite, al cual se le corta la varilla á 10
centímetros de longitud y se le taja en punta como un lápiz, sir-
viéndose de él para levantar el opéJ·culo.
«Desde que se percibe una flor desarrollada, se le entreabre
para desprender el gjnostema, y con la punta del mango del pincel
se hace caer el casquete, el cual se recibe en una caja de cartón,
20
78 A:\"ALES DEL MCSEO :\'ACJO:\,\L.

y se hace la misma operación <l todas las flores que se encuentren


en este estado en la mañana de ese día. Se cierra la caja y s~ lle\·a
al vestíbulo del invernadero, en la parte más seca y menos caliente.
El polen completa su madurez y nos da una espera de dos horas
antes de su aplicaci<Sn.
«El polen es pulverulento y forma una aglomeración de grú-
nulos numerosos y microscópicos ligados entre sí por una red de
hilos elásticos muy finos. Cuando se pasa el pincel sobre la masa,
desgarra este tejido y los granos se fijan sobre los pelos en gran
cantidad. Es, pues, más f<kil por tal medio impregnar el estigma,
que tomando con la pinza un casquete sin consistencia, que se quie-
bra y se escapa antes de llegar ú aplicarlo en buen sentido bajo el
tablero, que se opone á la introducción de un cuerpo muy grueso.
<<Cuando se han provisto de polen los pelos del pincel, se le
pasa bajo el tablero del ginostema, y desde que se le retira se opri-
me con el dedo el tablero contra el estigma para hacer adherir los
granos que ha enjugado, si por casualidad el estigma no los hubie-
re guardado, y la fecundación quedarú hecha con seguridad.
<<Obrando como acabo de indicarlo: primero cosechar el polen
y procurar después su aplicación, se da al polen el tiempo de ad-
quirir toda su madurez y ú los órganos femeninos la aptitud para
recibirlo.
«Se acerca la operación, de esta manera, al estado natural. El
insecto que, bajo los trópicos, arranca y lleva el polen de una flor,
no llega sino al cabo de cierto tiempo, en sus continuas idas y veni-
das, ú fecundar flores tal vez las más lejanas de la que ha tomado
la semilla. Si la naturaleza obra de este modo, tiene sus razones
y sus secretos que el hombre no tiene más que imitar, no pudien-
do penetrarlos.
<<El éxito de la fecundación de una flor se conoce al cabo de
24 horas. Si se ha malogrado, la flor cae, y algunos días después
·la vaina se pone amarilla y aborta. Si la flor queda unida, se ve el
ginostema hincharse, la flor se seca en su lugar, y el ovario enver-
dece y se desarrolla.
<<Para obtener fuertes vainas, él medida que son más gruesas
tienen más perfume, es necesario no dejar cuando más dos ó tres
por racimo.
«Desde que se les ha obtenido, se deben cortar los botones no
abiertos para concentrar la savia en los frutos, preservando éstos
de la podredumbre hasta el momento de la. madurez, que tiene lu-
gar en la primavera siguiente. La madurez se anuncia por el cam-
bio de color progresivo de la vaina. Después de haber alcanzado
todo su crecimiento durante los meses calientes del estío y del oto-
SEGüXDA ÉPOCA. TOMO l. 79

f'ío, queda durante todo el invierno ele un verde subido. Desde que
el sol de }\:larzo comienza á iluminar y calentar el invernadero, co-
mienz;¡ también <í tomar un tinte de un amarillo rojizo, que sube
m;ís cada día hasta el moreno castaño.
«En este momento es necesario vigilar· más ele cerca. Reco-
gida muy pronto, la va ir. a carece de perfume; cortada cuando en-
treabierta deja ver sus granos, ha perdido entonces la parte má.s
fina de su esencia. Es necesario fijar el momento donde va á eles-
unirse. Se le desprende, se le envuelve en una bandilla de calicó
ó de indiana, y así envuelta se le lleva {t un departamento seco y
caliente para que su resina aromática pueda condensarse y crista-
lizarse bajo su cubierta. Al cabo ele quince días se colocan las vai-
nas en una caj<l cerrada, sin desnudarlas, y así son enviadas de los
trópicos.
«Si en Europa son despojadas ele sus banclillas para su venta,
es para mostrar mejor su crrlidacl, viendo el polvo brillante que las
cubre, y para quitar la repugnancia y el disgusto muy natural que
provoca el recuerdo del servicio primitivo de estas bandillas de,in-
clianas ó hilachas, restos de los vestidos de las negras 6 de los sal-
vajes que hacen la cosecha.
«Para la cosecha es necesario vigilar que el ovario haya sido
fecundado, lo que se conoce cuando la flor persiste y se seca en su
lugar. Al cabo de algún tiempo esta flor desaparece y el ginoste-
ma queda terminando el fruto. Este continúa en clesan:ollarse du-
rante un mes, pero no se le debe cosechar sino seis meses después.
El tinte verde 6 amarillo verdoso no es un carácter suficiente de
la madurez de las vainas; se reconoce que están en sazón cuando
pellizcadas entre los dedos hacen oír un crujido. El fruto maduro
no desprende en ningún caso el olor tan especial de líl vainilla.
Este perfume trrn buscado no se desarrolla sino bajo la influencia
ele la fermentación.
q Para prepararlas en México, las vainas recogidas son amon-

tonadas bajo un tejado que las protege del sol y de la lluvia. Cuan-
do se arrugan, se les hace sudar. Si la estación es caliente y favo-
rable, se extienden todos los días las vainas sobre un lienzo de
lana que se expone directamente al sol. En la tarde se les guarda
en cajas bien cerradas, de manera que suden toda la noche. Des-
pués de algún tiempo toman un color ele café tostado, tanto más
pronunciado si las vainas han sudado con más abundancia.
«En la estación lluviosa se reunen las vainas en pequefl.os pa-
quetes con los que· se forman bolas que se envuelven en un lienzo
ele lana, después en hojas de plátano, y el todo encerrado en una es-
tera de palma cuidadosamente amarrado y regado con agua.
80 A:-\ALES DEL >Il"SEO :\',\CIOX.\L.

«Las bolas que encierran las m<ís lx:ll<ts ,·ainas sun puestas en
un horno calentado éÍ. 60°. Cuando la tcmpcralura híl b<tjmlo de
se introducen las vainas m<ís pequeñ<ts y se cierra el horno. Des·
pués de 24 horas se quitan las últimas, y después de :)6 horas las
primeras.
«Durante esté! operación la vainilla ha. sudado y tomado un
tinte de ciruela. comienza en seguida la operación tan delicada
de la desecación.
«Las vainas son extendidas sobre una red y expuestas cada
día al sol clunmtc dos horas. Cuando la desecación es casi comple-
ta, se le acnba ú la sombra, y las vainas son puestas en seguida en
pequeños paquetes.
"En La Retmión, las vainas arregladas según su long·itucl son
colocadas en agua á. 90°, las m<ls Jm·gas clunmte 10 segundos, las
medianas durante 15 segundos y las müs pequefías durante 1 mi·
nuto. Se les nrro11a en un lienzo de lana y se les expone al sol has-
ta que hayan tomado un tinte ciruela, es decir, durante 6 á 9 dfas:
después se les hace secar bajo un tejado formando una especie de
estufa de aire caliente. Esta desecación cerca de un mes, du-
rante el cual se están volteando las vainas. reconoce que están
en bLten estado cuando pueden ser tordclas al derredor de los de-
dos sin crugir. en seguida cada vaina entre los dedos, re·
pitiendo frecuentemente esta manipulación para hacer saLir el aceite
que eneicn'a y le comunique el lustre y Ja elasticidad que se busca.
Lasvainas del mismo largo son ligadas en paquetes."

V,

Las orqufdeas. cuyo número se ha estimado por Bcntham et


Hooker en 4 ó 5000 especies, comprendiendo 334 géneros, cstá.n ex-
tendidas en todos los lugares del globo donde hay vegetación ele
plantas fanerógamas; siendo muy escasas en las altas regiones al-
pinas, más raras aún en las regiones del polo, y bastante escasas en
los lugares secos.
La mayor parte de las especies se encuentran distribuíclas en
gran número en las montañas de la América Central y al noroes-
te de la América del Sur.
El Sr. Hemsley, en su obra de la Biología Central Americana,
enumera 463 especies mexicanas, incluídas en cerca de 80 géneros,
de las cuales el mayor número corresponden: 104 al Epidendnmt,
SEGC\D/' ÉPOL\. TOMO I. .81

3S al Ol!ddium, :~3 al Plcurotluzlis, 21 al Odontoglossum, 19 al


Jla.titlaria, 19 aLSpirant/!es, 18 a!Jlabenaria, y el resto á Jos de-
m;ís g·éncros de las Lcvlias, 13/ctias, Govenürs, JJ1icrostylis, Cra-
Jtidús, &., &.
Ya que hemos tratado del cultivo especial de la Vainilla, justo
es decir algo acerca del cultivo en general de las orquídeas. Para
conseguir un buen desarrollo y crecimiento, es necesario ante to-
do el asco y limpieza en sus diversos órg·anos; aquí en México no
se necesita del invernadero, como etl Europa, para conservarlas y
obtener su floración. La temperatura de 15 á 20° 1 que es el prome-
dio de nuestro clima, basta para que el cultivo pueda hacerse al
aire libre, sea amarrando los tubérculos sobre los árboles y aban-
domíndolos por completo, como se hace con las La;lias, ó usando
de diversos utensilios, según las especies, que son muy variadas:
los bulbos se colocan en cajas cuadradas de 20 cent. por lado y
de 8 á 10 ccnt. de alto, formadas de varillas cuadradas 6 redondas
de madera de cedro, por ser la m;1s apropiada para resistir la hu-
medad, sujetándolas por medio de alambres ele cobre para formar
la caja ()huacal, como se dice entre nosotros; se llenan después con
mús,t(·o humedecido y se colocan dos ó m<ís bulbos de los que se
quieren cultivar. .
De esta manera se arreglan los Odontoglossum, l!pidendrum,
Oncidium, &., &. y en g~neral todas las que tengan bulbos. Otras,
como las Stanhopeas necesitan canastos ele alambre de reja muy
abierta, para que puedan salir con facilidad sus flores, que brotan
por el fondo y cuelgan sus racimos; las Cattleyas, que también tie-
nen flores colgantes, pueden fijarse sobre cortezas de troncos, ama-
rrándolas con alambres y poniéndoles un poco de musgo; los Spi-
rmzthes, Jlficrosty!is, Sobralias, &., que son terrestres y de raíces
tuberosas, en macetas perforadas á los lados, usando de tierra ve-
getal muy permeable y arenosa.
El musgo es el más usado para el cultivo, acompañado de pe-
dazos de barro y pequeños trozos de carbón; en las orquídeas que
yo mismo he cultivado en el jardín del Museo Nacional, me ha da-
do muy buen resultado agregar al musgo un poco de polvo de cas-
calote en la cantidad 30 gramos para cada caja (vainas de la
Casalpinia cacalaco), con el objeto de violentar la pudrición del
musgo, que lo pone negro y quebradizo.
Como es sabido, generalmente las orquídeas epifitas viven so-
bre las cortezas de los árboles, en los que abunda como substancia
principal el tanino, y mi deseo era investigar si ésta substanCia tenía
alguna importancia en la alimentación de estas parásitas, por ser
el lugar preferido por ellas. Mis repetidas observaciones en diver-
21
AXALES DEL i\ll;SEO Xc\CTOS.\L.

sas especies me han convencido de que aunque las orquídcns tienen


una vida esclusivamente aérea, no desdeñan un poco de materia
orgánica descompuesta, que contribuye de algún modo á facilitar
Jos cambios gaseosos, por su porosidad ó acci6n de presencia, co-
mo lo hace el barro y el carbón, ó tal vez en la formación de algu-
na substancia asimilable que les sirva ele alimento.
Sea lo que fuere, puedo afirmar que la adición del cascalote,
por su acción astringente, carboniza con facilidad el musgo y pre- t
f
para un abono inmejorable para el cultivo de estas plantas. f
l
¡
Una recomendación esencial es el riego, que ele he evitarse cuan-
do están en su período de letargo, mientras que debe hacerse con
frecuencia, si empiezan á brotar los renuevos ó retorios, cosa que
sólo la observación y la experiencia lo hacen conocer mejor.
En cuanto {t sus usos y aplicaciones, ya Hernández nos da á
conocer la importancia del mucilago especial que tienen estos bul-
bos entre nuestros indígenas, siendo el Anwtzauhtli el de uso más
frecuente para pegar el papel, y el Atcauhtli para fijar sus colores
6 dar aderezo á las telas. Aunque bay otros mucílagos, como el de
la chía, ele la calabaza, ele los cogollos ó corazones de membrillo,
del nopal, de las malvas, de la saragatona, &., & ., no todos son igua-
les en sus cualidades para la industria, ni en su aplicación en la
medicina.
Como plantas ornamentales no tienen rival con las demás fa-
milias conocidas, pues en lo poco que he tratado de ellas. se pue-
de juzgar del grande interés y solicitud con que son buscadas, sien-
do pagadas algunas á precios fabulosos.
Doy á continuación el resumen de los verdaderos Tzrmhtli, que
corresponden todos á las orquídeas, y uno que declaro falso por
pertenecer á las malvüceas.

VI.
VERDADEROS TZAUHTLI.
Arpophyllum spicatum, LLAV. et LEx. Nov. Veg. Descr. fase. ii, p. 20.
N. Mex. Tzauhxilotl.
Cañada de Todos Santos, cerca de Arúmbaro, Hacienda del Carmen (Es T.
DE ÜAxAcA). Cordillera de id., de 7 á 8300 pies.
Bletia campanulata, LLAv. et LEx. Nov. Veg. Descr. fase. ii, p. 17. BENTH.
PI. Hartw., p. 7'2. BoNPLANDIA, 185+, p. 22. vV ALP. Ann. vi, p. 442.
Bletia coccinia,LLAV. et LEx. Nov. Veg. Descr. fase. ii, p. 16. LINDL. Gen
et Sp. Orch. PI., p. 122. BENTH. Pl. Hartw., p. 53.
N. Mex. Tzacuxorhitl.
SECt:XDA !~POCA. TOMO 1. 83

Tzitzio (Esr. DE MIC!IOACÁN); Talea y Rancho ele Aguacate (ES1'. nE


ÜAXACAl.
Epidendrum pastoris, LLAv. et LT<:x. Nov. Vcg. Descr. ii, p. 23; LlNDL. Fol.
Orch. :Júm. ,¡¡; W ALP. Ann. vi, p. 333.
N. 1\lex. Tzacutli, Amatzauhtli.
Acuitzio, Undameo y Ario (Esr. DE MlCIIOACÁN).
Epidendrum vitellinum, LINDL. Gen. et Sp. Orch. PI., p. 97. Fol. Orch.
Núm. 4, et SEI<TUM. Orch. t.l5. Bot. Reg. 1840, t. 3'i. Bot. Mag., t. 4107.
Fl. des Serres, t. 10::!6. RnJB. f. Beitr. Ore h. Centr. Am., p. 24.
N. Mex. Toualxochitl.
Cima de Totontepec \EST. DE OAxAcA). Jalapa ,EsT. DE VEI1ACRUZ'. Zavu-
la (Esr. DE CHIAPAS,'. . -

Cattleya citrina, LINDL. Bot. Reg. xxx sub t. 5, et Gen.&. Orch. PI., p. 117.
Bot. Mag. t. 37 -+2. Gartenfiont, t. 931.
CattleJ'a kar1.t'illsld, MART. Ausw. merkw. Pfl., p. 14., t. 10.
Epidendrum cilrimtm, Rom. f. Xenia Orch. ii, p. 31, et in vVALP. Ann.
vi, p. 317.
Sobralia citrina, LLAV. et LEx. Nov. Veg. Descr. ii, p. 21.
N. r-.kx. Cozticcoat.wntecoxochitl. N. Mich. Tat.zingueni.
Cerca de Morelia DE MicHOACÁN). Orizaba o.E VERA CRUZ). Re·
gión de Oaxaca.
Lrelia autumnalis, LINDL. Bot. Reg. t. 1751, et 18-l2 sub t. 62. Bot. Mag. t.
3:-H 7. BATEM. Ore h. Mex. &. Guat. t. 9.
Bletia autumnalis, LLAv. ct LEx. Nov. Veg. Descr. ii, p. 17. W ALP. Ann.
vi, p. 427. RcHB. f. Xenia Orch. ii, p. 56.
N. Mex. Chichiltictepetzacuxochitl, Flor ele Jesús, Flor de Santos. N.
Mich. ltzu·maqua.
Lago de Pátzcuaro de MICHOACÁN). Región de Oaxaca. Cuernava
ca (EsT. DE MoRELos'.
Laelia majalis, Lt~DL. Bot. Reg. 1839. Mise., p. 18.t2, sub t. 62, et 1844,
t. 30. BATEM. Orch. Mex.&. Gua t. t. 23. Bot Mag. t. 5667. P AXT • .1\lag.
Ro t. x11, p. 1, cum ic color.
Blelia speciosa, l:l. B. K. Nov. Gen. et. Sp. i, p. 3.t2. WALP. Ann. vi,
p. 428.
Cattleya grahami, LINDL. Gen. et Sp. Orch. P!., p. 116.
Bletía gnmdijlora, LLA v. et LEx. Nov. Veg. De ser. ii, p. 17. RClm. f
Xenia Orch. ii, 35.
N. Míe. ltzunwqua. N. V. Lirio, Flor de Corpus. (Lleva este último nom-
bre por florecer cuando se celebra esta fiesta.)
Región de Michoacán. San Bartolo, á 8,000 (Valle de :..féxico).
Govenia liliacea, LnmL. Bot. Reg. 1836 sub. t. 1795, et 1838, t. 13. WALP,
Ann. vi, p. 566.
ilfaxillaria iliacea, LLAV et LEx. Nov. Veg. Dese. ii, p. 12.
N. M ex. Iztactepetzacttxochitl, Icohueyo. N. V. Azucena del monte.
Cerca de Morelia (EsT. DE MICHOACÁN). Jalapa (Esr. DE VERAcRUZ). Re-
gión de Oaxaca.
Govenia superba, LJNDL. in Looo. Bot. Cab. t. l i09, et Bot. Reg. t 1795.
Gen. et Sp. Orch. Pl., p. 153; VvALP. Ann. v, p. 558.
AXALES DEL i'IIUSEO XAClO.:>UL. l
Maxillaría superúa, Lr.Av. ct LEx :\'ov. Vcg. De;:,c. íi, p 13.
N. Mcx. Co:zticzacat.s·acuxoch.tl, Tzacttxoclzitl. N. V. At.ucena amarilla.
Cerea de Morelia iEsT. l)J~ M!CHOACÁN) . .Jalapa (EsT. I)E VEHACRUZ). z¡.
1
mapán (Ewr. nE HmALGo!.
1
Stanhopea tigrina, BATDl. Orch. Mex. et Gunt. t. 7. LumL. Fl. Orch. Núm.
1T. Bot. H.eg. 1839. t l. Bot. Mag. t. l-i97. \V 1\LF. Ann. vi, p. 587. Ann. f
Gand. i, t. 21. var. 11igroviotacea.
Auguloa herwnule.sii, K.uwr. Synop. í, p. 332, (nomen tantum).
N. Mex. Coatzmztecoxochitt. N. V. Toritos.
Jalapa y Orízaba (EsT. DE VEHACIWZ).
Vanílla planifolia, ANDREW1; Bot Rep. t. f)38. 1< BH in Ait. Hort. Kew, ed
2, v1 p. 220, BA UER, Ill Gen. Orch tt. 1Oet 11. LJNDL. Gen. et Ore h. PI.,
p. 435. GI~ISEB. Fl. Brit. W. lnd, p. 638. BERC. &. ScHMIDT. Offlz. Gewáchs,
!
L 23, a ctb.
Jl.fi1'obroma }i'agaus, SALISB. Parad. Lond, t 82. r
N. rvtex. Tlilxochitt. N. V. Vainilla.
PapanLla, Colipa, Misantla (EsT. DE VEt<ACRUZ).
Cranichis speciosa, LLAV, et LEx. Nov. Veg. Dcscr. ii, p. 3. Lr~DL. Gen et
S p. Q¡·ch. PI., p. 4~8.
N. M<>x. Atzauhtli. N. V. Flor de Corpus.
Cañada del Hincón cerca de Morclia (EsT. DE MtcHoACÁN).
Cranichis tubularis, LLA v. et LEx. Nov. veg. Descr. íí, p. 6. LINDL. Gen. ct
Sp. Orch. Pl., p. 4+8.
1
N. Mex. Acaltzauhtli.
Tepoztlári (EsT. DE MoRELos). Cañada del Rincón, cerea de .Morclia (EsT.
r
DE MlCHOACÁN), \
¡
Cypripedium irapeanum, LLAL et LEx. Nov. Veg. De::;c. ií, p. lO. LJNDL.
Gen. et Sp. Ore h. PI., p. 528. Bot. Reg. 18+6, p. ~)ti,
c::ypripedium molle, IA~OL. in Benth. PI., Hartw., p. 72.
Cypripcdiumlcxarzae, ScHJEDW. in Otto &. Dictr. Allg. Gart. Zeit. 1H39,
p.265?
Cypripediunz sptemlidum, ScHiEDw., loe. cit., p. 266?
CJ'Pripedium turgidum, Moc. et SESSE, PI. Nov. Hisp., ed Fom., p. 143.
N.l\iex. Pipixihuat.3tli, ?-!.V. Zapato de Venus. ¡
Irapeo (EsT, DE MicHoACÁN).

FALSO TZi\UHTLI.
1
Sphooralcea angustifolia, ST. HtL S. WATSoN. in Proc. Am. Acad. xx,
p. 337.
Malva angustifotia, CAv. Diss. i, p. 64, t. 20. Bot. Mag. t. 2839.
Spharoma angustí{olium, Scu. in Linm:ea, x1, p. 3:J3.
N. Mex. TLaltzacutlí. N. V. Hierba del negro •.
Planta muy abundante en el Valle de México y otras muchas regiones.
México, Septiembre de 1903.

D11. MANUI':L CrmtNA.

--~--.--

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