El Libro Álbum en Argentina
El Libro Álbum en Argentina
El Libro Álbum en Argentina
El destinatario
Una de las características innovadoras del libro álbum es el destinatario que postula. No es fácil
adoptar los usuales criterios de clasificación por edades con estos libros. Podemos decir que la
distancia que separa los libros para chicos de los libros para adultos estalla cuando un lector
tiene en sus manos un libro álbum. Las formas en que esto ocurre son diversas, pero podrían
sintetizarse en el planteo de la lectura de este género como un juego en el que el lector está
llamado a ser un partícipe privilegiado debido a que el significado sólo comienza a tramarse
con él. Se puede decir que este encuentro lúdico ocurre con mucho de lo que se denomina
arte, pero el libro álbum lo logra con procedimientos no muy hallables en la literatura infantil y
juvenil, como los que antes detallamos.
Las ideas habituales acerca de lo que se considera leer son puestas en cuestión por este
género. Como cuando la lectura de la imagen por parte de un niño que todavía no accedió a la
comprensión del código escrito, le permite, gracias al juego propuesto por la imagen en algunos
libros álbum, anticipar o contradecir el sentido que transmite el texto. Estos libros confirman que
el niño sabe leer antes de leer, en el sentido clásico. En relación con estas posibilidades del
libro álbum son interesantes las reflexiones del artista Ivan Pommaux (6):
"(...) es importante tener en cuenta la idea de que un niño que todavía no sabe leer, pueda
comprender por sí mismo un libro que cuenta una historia actualizada, densa o compleja. (...)
Por eso imagino a los padres de mi joven lector como rivales y trato de hacer todo lo posible
por eliminar a esos rivales (aún sabiendo que nada reemplazará jamás la lectura que de un
cuento hace la madre o el padre a su hijo)..." (7)
¿Por qué prácticamente no hay libros álbum en Argentina?
A las dificultades para acceder a los libros importados (8) (y ya no hablamos exclusivamente de
los libros álbum), debemos sumar la ausencia de libros que, publicados en el extranjero por
sellos editoriales con filial en Argentina, han dejado de distribuirse aquí. Este es el caso de
libros de autores consagrados de la literatura infantil como Tomi Ungerer, Margaret
Mahy,Michael Ende, Frank Tashlin, Janosch, Christine Nöstlinger, Roald Dahl, Katherine
Paterson, Gianni Rodari, Arnold Lobel, Maurice Sendak, Helme Heine, por nombrar algunos.
La paradoja es tal que autores e ilustradores argentinos que publican en el extranjero, incluso
en sellos editoriales con filial en nuestro país, no pueden ser leídos por los lectores argentinos.
En este oscuro panorama de títulos y autores ausentes, el libro
álbum brilla por su inexistencia. Los libros álbum publicados en
Argentina pueden contarse con los dedos de una mano.
Sabemos que estos libros son caros en cuanto a su edición,
pero no creemos que ésta sea una de las razones
fundamentales y definitivas para impedir su publicación, más aún
cuando entre los pocos libros álbum publicados en Argentina nos
encontramos con un buen número perteneciente a editoriales
pequeñas de poco poder económico. Este es el caso
de Cándido de Olivier Douzou, de Ediciones El Hacedor y
Ediciones del Cronopio Azul; El Señor Viento Otto de María
Fragmento de una ilustración de Chris Rosa Finchelman y Ayax Barnes, de Fínchelman
Van Allsburg para su libro Los Editora; 1492de Jorge Cuello, editado por CEDILIJ; Los
misterios del señor Burdick (México,
Fondo de Cultura Económica, 1996)
animales no se visten y Los animales no deben actuar como la
gente de Judi Barret y Ron Barret, editados por Ediciones de la
Flor; Los botones del Elefante de Noriko Ueno, de la misma
editorial; la colección Ocho Lados de Ediciones del Cronopio Azul; la Serie del Tipito de
Gustavo Roldán (h), Zoológico y Quiero ganar este concurso de Istvan, publicados por A-Z
Editora.
Como hemos mencionado, el libro álbum implica un desafío. Desafío para el lector movilizado
hacia nuevas formas de lectura que no se contentan con lo argumental y desvían la atención
hacia su construcción formal, hacia el juego estético de los diversos lenguajes implicados.
Desafío para los escritores e ilustradores de la literatura destinada a los chicos dispuestos a no
poner límites a su búsqueda artística. Pero desafío también para los editores, mediadores
(padres, docentes, bibliotecarios) y especialistas.
En el sistema de la literatura infantil actual en Argentina parece predominar la imagen de un
lector cómodo en lo conocido. Se repiten colecciones y autores, cuando no mundos
representados y temáticas cuya eficacia de venta, particularmente en las escuelas, parece
estar ya probada. Ejemplo de esta tendencia es la proliferación en estos últimos años de libros
literarios "políticamente correctos" que se ocupan de transmitir a los "futuros ciudadanos"
contenidos sociales, ecológicos, etc. Libros que vienen como anillo al dedo para el desarrollo
en las aulas de los contenidos curriculares. En otras palabras, cambiando de traje, más
adecuado a los tiempos que corren, en los libros destinados a los niños y adolescentes es
frecuente la preponderancia del elemento formativo por sobre su valor estético y literario, algo
así como una idea de que los libros infantiles y juveniles deben servir para "algo más". Los
temas cambian pero la intención y la posición paternalista del adulto frente al niño, libro
mediante, permanece. Un niño lector al que se quiere instruir y sermonear. El problema radica
cuando en los anaqueles de las librerías y de las bibliotecas, paulatinamente (y en este último
tiempo de manera vertiginosa), los lectores descubrimos cada vez mayores ausencias, y que
va quedando poco para elegir.
El libro álbum (9) no se adecua a este molde, a un estereotipo de "libro conveniente" para los
niños. El libro álbum, como lo señalan especialistas de todo el mundo, rompe inercias, es
heterodoxo (10), es desafiante; se sale de los cauces, implica búsquedas y riesgos. Aire puro
para un lector respetado en su autonomía y libertad.
Notas
(1) Un síntoma de esta posición de inferioridad de la ilustración frente al texto es la aparición
del nombre del ilustrador en letras pequeñitas en la contratapa del libro en algunas editoriales,
incluso cuando se trata de libros en los cuales el papel de la ilustración es mayor que el del
texto.
(2) Es necesario destacar la labor del Fondo de Cultura Económica de México, y su colección
"Los especiales de A la orilla del viento", dirigida por Daniel Goldin, gracias a la cual hasta el
año 2001 en Argentina disfrutamos de libros de excelencia artística y autores de
reconocimiento internacional. En Venezuela, el Banco del Libro a través de Ediciones Ekaré
difunde y publica libros de alto nivel estético tanto en su texto como en su ilustración y edición.
Desgraciadamente Ekaré no ha tenido distribución en nuestro país.
(3) La mayoría de los trabajos teóricos realizados en torno al libro álbum no tienen distribución
en nuestro país.
(4) Olivia, de Ian Falconer (México, Fondo de Cultura Económica, 2001; colección Los
especiales de A la orilla del viento).
(5) En Imaginaria se publicó un listado bibliográfico sobre esta especie: "Libros álbum: libros
para el desafío. Una bibliografía".
(6) Yvan Pommaux es un reconocido escritor-ilustrador francés de libros para niños. Es autor
de la serie del detective John Chatterton, editada por Ediciones Ekaré de Venezuela:Detective
John Chatterton (2000), Lilia (1999) y El sueño interminable (2002), entre otros libros álbum.
(7) Pommaux, Yvan. "La ruta de un artesano", en Enlaces con la crítica N° 4; Caracas, Banco
del Libro/Conac, junio-septiembre de 2001.
(8) Los pocos libros importados que se encuentran en las librerías exhiben precios inaccesibles
—producto de la devaluación de la moneda argentina frente al dólar o al euro— y, en
consecuencia, no se venden y su distribución tiende a desaparecer en nuestro país.
(9) Nos referimos a las características innovadoras del libro álbum como género o tipo de libros,
esto no excluye la posibilidad de encontrarnos con libros álbum pobres en su propuesta
estética y/o literaria.
(10) "El álbum es heterodoxo, no sólo por lo que dice, sino sobre todo por cómo lo dice, y
también por quien lo dice y para quien lo dice. Puesto que el álbum rompe inercias, tanto en la
práctica editora como en la práctica lectora, ya que no siempre se puede precisar, cuando está
entre tus manos, qué fue primero, si el huevo o la gallina, si el texto o la imagen, si la idea o el
libro resultante, si se destina a un lector infantil o adulto..." Teresa Durán en "¿Qué es un
álbum?", incluido en ¡Hay que ver! Una aproximación al álbum ilustrado (Salamanca,
Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 2000).
Bibliografía
A.A.V.V. El libro-álbum: Invención y evolución de un género para niños. Caracas, Banco del
Libro, 1999. Colección Parapara-Clave.
Borrero, Lucía. "Narrativas de fin de siglo para niños y jóvenes". En Revista Latinoamericana
de Literatura Infantil y Juvenil Nº 12. Bogotá, Fundalectura, julio-diciembre de 2000.
Colomer, Teresa. Introducción a la literatura infantil y juvenil. Madrid, Síntesis Educación,
1999.
Colomer, Teresa. La formación del lector literario. Salamanca, Fundación Germán Sánchez
Ruiperez, 1998.