Elaboración de Chorizo
Elaboración de Chorizo
Elaboración de Chorizo
CHORIZO
1. INTRODUCCIÓN Y ORIGEN A LOS EMBUTIDOS
En la Antigua Grecia se sabe la existencia del embutido por alusiones en fragmentos de la Ilíada
y la Odisea de Homero. En el Imperio Romano era frecuente el uso de embutidos en
celebraciones y rituales relacionados con la fertilidad y el paganismo. De hecho, se considera
que los romanos abrieron las primeras carnicerías.
Durante la Edad Media (entre 500 y 1453 d.C), era habitual que las familias que criaban cerdos
celebrasen la matanza aprovechando toda la carne del animal incluyendo la elaboración de
embutidos para alimentarse el resto del año.
Según el RD 474/2014, del 13 de junio, por el que se aprueba la norma de calidad de derivados
cárnicos, se entiende por embutidos aquellos productos y derivados cárnicos preparados a partir
de una mezcla de carne picada, grasas, sal, condimentos, especias y aditivos e introducidos en
tripas naturales o artificiales.
2. TIPOS DE EMBUTIDOS
Son elaborados con carnes o carnes y grasa y otros productos alimenticios que no sufren ningún
tratamiento térmico en su fabricación, pero son sometidos a procesos de curado-maduración,
oreo, marinado-adobado, etc. que le confieren características organolépticas propias.
La definición de chorizo es: embutido elaborado con carnes y grasa generalmente de cerdo u
otros animales, con un grado de picado grueso o fino, sometidos a salazón. Se les añade
pimentón como ingrediente caracterizante (también en los chorizos blancos), junto con otras
especias, condimentos, ingredientes y aditivos (opcional). Son amasados y embutidos en tripas
naturales o artificiales y sometidos a curado-madurado, acompañado o no de fermentación, y
opcionalmente ahumados, para adquirir aroma y sabor típicos. Pertenece a este grupo el
chorizo, la longaniza, la chistorra y el morcón.
2. Oreados. Sometidos a salazón o curación y oreo. Son la panceta oreada, bacon oreado, chorizo
oreado, chorizo criollo, etc.
3. ETAPAS DE LA ELABORACIÓN
En función del tipo de producto, la fabricación de embutidos puede constar de distintas fases,
que en general se pueden agrupar en los procesos que se describen a continuación.
• Preparación de las materias primas
Las materias primas son, junto con los condimentos y especias, los ingredientes que constituyen
los embutidos.
Cada embutido tiene unas características propias que son debidas tanto a los distintos
ingredientes empleados en su elaboración como al proceso tecnológico utilizado. En cuanto a la
materia prima utilizada, la elección está en función del producto a desarrollar, que va a
determinar:
La materia prima debe proceder de animales sanos, bien nutridos, etc., que proporcionen carne
con niveles de pH adecuados, ha de estar sometida a condiciones higiénicas idóneas durante las
operaciones de sacrificio, despiezado, etc. Después deben ser rápidamente refrigeradas (< 4 ºC),
e incluso congeladas (< 0 ºC) cuando el periodo hasta la elaboración del embutido sea
prolongado. La aplicación de estos tratamientos frigoríficos tiene como objetivo retardar el
desarrollo de los microorganismos, evitar la aparición de alteraciones fermentativas en el tocino
que favorecen el enranciamiento, y aumentar la consistencia, tanto de la carne como del tocino,
para facilitar el corte durante su posterior picado o triturado.
• Picado
El tamaño del picado dependerá del tipo de embutido a elaborar. Se pueden distinguir
embutidos con picado grueso (chorizo), medio (salami) y fino (sobrasada). Cuanto más fina sea
la masa de carne, ésta resulta más blanda, uniforme y permite una mejor distribución de los
ingredientes, sin embargo, se conserva peor y se altera antes. En cambio, cuanto más grueso
mejor se conserva.
Se debe vigilar que las cuchillas estén bien afiladas, porque de no ser así se produce un picado
deficiente (la carne se desgarra), lo que ocasiona excesivas pérdidas de exudado que dan lugar a
defectos en la posterior maduración y desecación del producto.
Las carnes y grasas deberán añadirse troceadas en tiras o tacos cortados en dirección a las fibras
musculares, lo que facilita el picado.
• Mezclado y amasado
Tras el picado de la materia prima, se procede a su mezcla y amasado con el resto de los
ingredientes (condimentos y especias) y los aditivos en máquinas mezcladoras-amasadoras
provistas con paletas giratorias, a fin de conseguir una masa uniforme. Ha de realizarse al vacío,
eliminando el aire ocluido en la masa para evitar alteraciones posteriores en el producto
(decoloraciones, mayor desarrollo de microorganismos, etc.) y manteniendo la T de la masa por
debajo de 4° C. Debe hacerse suavemente para evitar que la masa se caliente y no apretar las
carnes y grasas para que no quede apelmazada, sino que sea elástica y que al cogerla con la
mano resbale, dejando la mano limpia.
Una vez preparada la masa se procede a llenar las tripas con ella. El embutido es la operación de
introducción de un derivado cárnico en una tripa natural o en una envoltura artificial como
puede ser el colágeno, celulosa u otros materiales poliméricos, dando lugar a un embutido. Para
ello, se emplean embutidoras que comprimen la masa, provistas con boquillas lisas y no
excesivamente largas que impidan el calentamiento de la carne.
Los parámetros para controlar: presencia de aire, humedad y lavado de tripas con solución ácida.
Se debe evitar la presencia de aire, tanto el ya existente en la masa como el que se pudiera
producir durante el llenado de las tripas, por ejemplo, al realizarse ésta con presión insuficiente.
El aire da lugar a la formación de cavidades que pueden provocar en el producto la decoloración,
aparición de moho, etc.
También se debe evitar durante el embutido que la masa entre en contacto con agua o con zonas
húmedas que favorecerían también la aparición de coloraciones anormales.
Para las envolturas artificiales se suelen utilizar materiales permeables al vapor de agua como el
colágeno o la celulosa. Las tripas se deben lavar antes de su llenado para retirar la sal y evitar
que ésta forme una costra en la superficie del producto. La mayoría de las sustancias empleadas
en el lavado son soluciones acuosas con ácido láctico, con bajo pH, que abre los poros de la tripa
haciéndola más permeable. Esto favorece la desecación del embutido en los productos curados
y la hace más elástica para adaptarse a la superficie del producto a medida que éste se vaya
retrayendo durante la maduración y/o ahumado.
• Cocción y ahumado
Su finalidad es dar al embutido una consistencia firme debido a la coagulación de las proteínas
y a la deshidratación parcial del producto, fijar su color por desnaturalización de la mioglobina
dando lugar a la formación del nitrosilhemocromo (proporciona el color rosado del lomo o las
salchichas) y prolongar su vida útil debido a la pasteurización que supone. Dependiendo del tipo
de embutido, se realiza a temperaturas comprendidas entre 75-80 °C, durante períodos de
tiempo variables (10 a 120 minutos) y con humedades relativas superiores al 98%.
Este proceso a nivel industrial se realiza en cámaras de acero inoxidable pero también se sigue
haciendo en algunos lugares, de forma artesanal en «ahumaderas» o en cocinas caseras,
utilizando el humo y calor procedente de leña de roble o carbón de encina, durante períodos de
varios días.
• Fermentación
Llegado este punto de la elaboración, la microbiota que se ha adueñado de los embutidos estará
constituida preferentemente por bacterias ácido-lácticas y cocos Gram-positivos catalasa-
positivos (CGC+).
Entre las otras especies de BAL, cabe destacar Carnobacterium maltaromaticum, cuya presencia
es deseada e incluso es un aditivo habitual en morcilla y chorizo por su capacidad para inhibir el
crecimiento de Listeria monocytogenes.
En cuanto a los hongos, la alta concentración de sal, la baja actividad de agua y las temperaturas
del proceso de secado hacen que la superficie de los productos cárnicos curados sea casi
inhóspita. Sin embargo, los mohos pertenecientes al género Penicillium están bien adaptados
para superar estas condiciones xerófilas y halófilas y dominar el periodo de maduración,
limitando el crecimiento de otros hongos no deseados. Aunque depende del tipo de producto,
las condiciones de elaboración e incluso el país en el que se elabore, generalmente Penicillium
representa entre el 50% y el 90% de las especies fúngicas que aparecen en la superficie de los
embutidos curados en seco. En cuanto a su papel, se cree que el crecimiento superficial de
hongos podría ejercer un efecto antioxidante gracias a la barrera física que supone su micelio,
reduciendo la penetración de oxígeno y luz en el producto.
Las buenas prácticas evitan la contaminación del producto con sustancias y organismos que
pongan en peligro la salud del consumidor y logran alimentos seguros y saludables. Una vez se
tienen esos productos, deben ser sometidos a un control de calidad que en el caso de los
embutidos crudos-curados incluye un análisis sensorial que consta de 2 partes: el aspecto
externo o valoración visual; y los atributos olfativos y de flavor. La prueba analítica es realizada
por técnicos sensoriales que evalúan utilizando la ficha de cata marcada en la norma. En el
mercado hay muchos tipos de embutidos con características heterogéneas que identifican la
calidad de cada marca. Los chorizos son productos con atributos sensoriales bien definidos (ajo,
humo o picante) por lo que no se aconseja valorar más de 4-5 muestras del producto en una
misma sesión. Hay una gran variedad de rasgos comunes como consecuencia de su
fermentación.
El aspecto al corte presenta un color característico y brillante con grasa infiltrada en la masa
muscular. En el chorizo se comprueba el color blanco-rojizo de la grasa, magro de color rojo
oscuro, brillante.
El perfil del olor y flavor del embutido depende de los ingredientes utilizados y de las condiciones
de preparado y secado.
Las características descriptivas o atributos más comunes son: dulzor, acidez, intensidad de
curado, astringente, picante y otras notas.
Este es un ejemplo de hoja de cata que muestra los resultados de le evaluación sensorial del
chorizo. Se evalúan los parámetros indicados en las diapositivas anteriores y todos ellos deben
tener valores del rango 4-5 de la escala utilizada según el Reglamento de Uso. El valor medio de
todos los parámetros será igual o superior a 4, y la puntuación obtenida entre todos deberá
superar los 76 puntos, es el valor mínimo exigido en el Reglamento de Uso para Embuchados y
Embutidos.
5. CARACTERÍSTICAS FÍSICO-QUÍMICAS
En el Real Decreto 474/2014 se establecen las características físico-químicas que deben cumplir
los derivados cárnicos, en este caso se muestran los embutidos curados-madurados. Este cuadro
es aplicable a productos de cualquier especie animal de las contempladas en esta Norma de
Calidad y se indica la cantidad de grasa, proteína, hidratos de carbono aceptables para este tipo
de productos (chorizo, salami, sobrasada, etc).
6. ALTERACIONES
Es difícil conservar productos cárnicos debido a su composición ya que las bacterias aerobias
crecen de forma superficial dando lugar a malos olores y sabores. Las causas de contaminación
microbiana son diversas, provocando consecuencias de diferente gravedad (desde producto en
mal estado hasta enfermedades de transmisión alimentaria)
• Problemas de nitrificación
Color verde-gris en el exterior en la superficie de los embutidos cuando el óxido nítrico reacciona
con el oxígeno dando dióxido de nitrógeno. Para evitarlo debe mantenerse la superficie con una
humedad suficientemente baja para reducir la absorción de O2 y utilizar cultivos microbianos
con capacidad estabilizadora del color, como Staphylococcus carnosus. Además, se añaden
antioxidantes.
• Precipitados de creatina
Cuando en los embutidos crudos curados se desea el crecimiento de mohos se realiza una
siembra previa con esporas de Penicillium evitando contaminaciones cruzadas con otros
embutidos que tengan crecimiento indeseado. En los que no se realiza siembra se puede
producir crecimiento de flora salvaje (Aspergillus), que puede generar un aroma desagradable.
Para evitarlo, los embutidos se tratan con antifúngico, se desinfectan los secaderos y el producto
se envasa en atmósfera sin oxígeno residual.
• Agujeros en el interior
Uno de los chorizos más conocidos en España es el Chorizo de Cantimpalos, amparado por la
Indicación Geográfica Protegida con el mismo nombre.
Por otra parte, en el artículo 8 se indica que la zona de elaboración del producto solo está
constituida por municipios de la provincia de Segovia que estén a altitudes superiores a 900 m
sobre el nivel del mar. Es un requisito porque las temperaturas son más frías, los días de niebla
son menores (15/año) y son condiciones más favorables para la curación del chorizo en la etapa
de secado natural.
El artículo 6 indica que las explotaciones porcinas que pretendan dedicar su producción a la
elaboración de Chorizo de Cantimpalos, deberán estar enclavadas en la zona de producción
definida en el artículo 5 y estar inscritas en el Registro del Consejo Regulador. Algunas de ellas
se muestran en el recuadro. Respecto al animal, se deben emplear:
- Cerdos de raza blanca de ambos sexos aunque los machos deben estar castrados.
- Su alimentación durante los tres últimos meses de vida contendrá un mínimo de 75% de
cebada y trigo.
- Se sacrificarán con edad entre 7 y 10 meses y peso entre 115 y 160 kilogramos totales.
- Estarán identificados según la legislación vigente y, además, con el marcado individual
identificativo de la Indicación Geográfica Protegida
7.2. Ingredientes
• Básicos
Carne de cerdo: las zonas son principalmente el cabecero (parte superior más pegada a la
cabeza), lardeo (retales parte superior de las piernas) y falda (parte baja, costillar lateral)
contenido entre 70-80 % de magro y 20-30 % de grasa en la cual debe haber máximo 0,4 % de
hidroxiprolina (aminoácido abundante en el colágeno, presente en tejidos conjuntivos (nervios
y tendones) que son las partes cárnicas de menor calidad nutritiva y comercial), mínimo 13 % de
ácido esteárico (ácido graso saturado presente en manteca de cerdo, tocino), máximo 0,5 ppm
de androsterona y 0,2 ppm de escatol (feromonas sexuales de cerdos machos no castrados que
proporcionan olor desagradable a la carne). No podrán añadirse grasas subcutáneas (tocinos) ni
serán carnes congeladas o refrigeradas por periodos superiores a 6 días.
Pimentón: polvo de molienda seco de variedades Capsicum annun L. y Capsicum longum L. (IGP
Pimentón de la Vera). Se añade una cantidad entre 18 y 25 g/kg de carne.
Sal marina refinada (NaCl): con granulometría inferior a 2 mm. Se añade una cantidad entre 15
y 22 g/kg de carne.
• Opcionales
- Especias
Ajo: picado de bulbos sanos y limpios de Allium sativum, máximo 4 g/kg de carne.
Orégano: hojas y flores secas de Origanum vulgare, máximo 0,2 g/kg de carne.
- Aditivos
Fosfatos.
• Prohibidos
• Sarta: chorizo embutido con calibre estrecho (34-40 mm) pero en una sola pieza. Su
superficie es roja oscura, lisa o ligeramente rugosa sin destacar trozos externos de grasa.
• Achorizado: chorizo embutido con calibre más ancho (36-50 mm) atado o grapado
constituyendo una ristra formada por varios chorizos. Su superficie es roja oscura, lisa o
ligeramente rugosa sin destacar trozos externos de grasa pero con presencia de flora
externa de aspecto harinoso blanquecino.
• Cular: chorizo embutido en tripa de porcino con calibre > 38 mm, de forma cilíndrica
irregular, determinada por la morfología de la tripa. Su superficie es roja oscura y puede
presentar flora externa de aspecto harinoso blanquecino así como un fondo verdoso
procedente de la oxidación de la tripa.
En su conjunto debe tener agradable palatabilidad, ligera acidez y no tener sabor picante.
Todos los chorizos comercializados como IGP son realizados por los operadores certificados por
la IGP y deben presentar 2 identificadores para ser comercializados:
Es un producto sin gluten y puede presentar como alérgenos: trazas de leche y soja según su
etiquetado.
1. Obtención de las materias primas. Respecto a la carne de cerdo, debe ser acondicionada
eliminándose excesos de grasa o tendones de la carne. Se realiza en el obrador, a T ambiental <
12º C, durante un máximo de 2 horas.
2. Picado: la carne debe estar entre 0 y 2º C y las picadoras utilizarán placas de agujeros de
diámetro variable en función del formato: 10-16 mm para sarta y achorizado y 18-26 mm para
cular.
3. Amasado: mezcla hasta formar masa homogénea de los ingredientes. Después del mezclado
es necesaria una etapa de reposo de la masa en cámaras de refrigeración a T entre 2 y 7º C
durante un período entre 12 y 36 horas. El pH de masa estará comprendido entre 5,5 y 6,5.
4. Embutido: introducción de la masa cárnica en la tripa según el formato con cuidado que no
entre aire. También se realiza el grapado o atado con hiladura tricolor (rojo, negro y blanco),
según formato. No hay etapa de cocción y ahumado en este tipo de chorizo.
5. Curación: la duración viene marcada por el formato y por la pérdida de peso del 25 % respecto
a la masa inicial. Los valores mínimos son 21, 24 y 40 días para el chorizo sarta, achorizado y
cular, respectivamente. Comprende 2 etapas:
Otros autores de la Universidad de León como José Javier Sanz, Jesús-A Santos, Andrés Otero
identificaron también géneros como Bacillus, Enterococcus, Micrococcus.
En el caso del achorizado es más evidente su superficie cubierta con moho blanco o verde que
aparece de forma natural. Según López-Díaz et al. (2001), se trata de las especies P. commune, P.
olsonii, P. chrysogenum del género Penicillium. También se aislaron mohos del orden Mucorales.
En el caso de este chorizo, estos mohos proceden del ambiente porque no se suele realizar
siembra ni emplear cultivo iniciador. Entre sus funciones destacarían:
8. EMBUTIDOS EN LA DIETA
Para concluir, queremos recordaros que por su calidad nutricional, el chorizo y cualquier
embutido debe consumirse ocasionalmente y de forma moderada.