Maravillas de Salacat
Maravillas de Salacat
Maravillas de Salacat
El autor: isper
DEDICO ESTA HISTORIA CON MUCHO AMOR Y CARIÑO
A MIS PADRES
DEDICO ESTA
LA FUERZA DE MÍ
CORAZON Y SON LA
FUENTE DE MI VIDA
DOS PERLAS SIN CONOCER
mujer muy alta, buena moza, y refinada, una imagen que parecía una
del Perú.
los aledaños y eso que ella no era nativa del lugar; era de la Provincia
para los ponchos, los pullos (mantas coloridas), las alforjas, los chales,
torcían los hilos, había otra que rajaba la leña, otras mamachas que
cada paso que daba, hacia estremecer el piso, era tan grande, que
quisiera tenerlos estampadas en una foto para que mis hijas también
los vean con ese asombro que yo lo hacía. Y decirles les amo abuelos
en una paila, pelar el maíz para el mote, etc. Ese día estaban
harina que estaba en una lapa, como para hacerse una manea o
sango (caldo más harina mezclado) así decían los antiguos, que cuando
cholo! ¡Come cholo come! para que aguantes todo el día, como él era
paisanos que se ganaban el jornal, hasta por un almud (un lado lleno
mente.
-¿Qué?
la Simona contestó:
-a ver quien de los dos levanta más pechada (el que avanza más
rápido en la chacra)
otra esquina.
ver que se agarre con mi abuelo, de un dos por tres lo hace orinar en
casa para recibir su puñau de coca (Porción de coca), cada uno recibió
empezó a caer la lluvia. Los peones, cada uno tenía su función que
mi abuelo,
herramientas de grandes.
lavaban cabuya (fibra de maguey) para hacer sogas que usaban para
- ¡ha!!!!!
chamba de todos mis hijos, uno de los más machos de sus hermanos
fuera niño,
Ella una vieja viuda de unos cincuenta años, su casa era chiquita, con
todos, también vivía el mate grande, (apodo que le pusieron, cuando era
llegamos a don Martín (difunto), desde ese sitio se podía mirar casi
una casa grande (Una de las casas más grandes de Salacat), decían
cansado, claro que era una larga travesía, pampas y pampas, a orillas
jushti, este tenía una hija bonita, pero la cara llena de mocos, era
-en esa casa vive una bruja ña nativa pique, tiene un perro muy
malo y bravo-
(testículos);
creo que mucho le preguntaba y ya se estaba cansando, pero de
última parte:
-en este sitio trillamos la cebada y el trigo, con las mulas y los
caballos,
peso del grandulón, ya al otro lado del río, noté una casita chiquita
chochoca (maíz seco), el trigo para hacer el pan en el día de todos los
grandeza, lo inmenso que era, sus caminos, sus faldas y laderas, sus
(sacar choclos), comer las cañas y shinguirlos (pelarlos con los dientes),
(leña menuda).
sitio: “el Plan”, que le llamaban todos los peones y respiré tranquilo
sigues mirando-
(recipiente tipo pera para almacenar la cal) bien adornados con figuras y
Pero no parecía que les armaba, más bien, que les amargaba el bolo,
Se suponía que la jornada iba a ser ardua todo el día, eran las
niebla por la conga (anexo) empezó a caer la garúa, un poco que tuve
gritar y volar las águilas los gallinazos, los halcones, los chuquiacs;
indio pighgos, (gorrión) cantaban tristes, se cruzaban vez tras vez, los
pugos (palomas silvestres) cantaban desentonados, las ranas parecían
que iban a salir debajo de las pircas, (fortalezas de piedra) pero lo que
no cantes tu melancolía,
mientras tú cantas
yo lloro,
mientras tú silvas,
yo sufro.
Todo ello era otro mundo para mi, nunca había salido de la
casa, cuando pasaban las nubes por encima de nosotros, parecía que
era, que ya estaba por llover, las nubes nos cubrieron todo, no se
primo pasteaba un par de toros flacos, una mula blanca muy vieja y
este mi tío era hijo de mi abuelo. Soberana era el hijo mayor de los
maltratado), las gotas empezaron a pasar por los huequitos que tenía
coqueada”
mono
su intensión.
roja de tanto meter los dedos para sacar sus ajos como él decía, el
me preguntó:
huevón, y preguntón.
decía:
pensamiento
mucho mejor.
Pasó el aguacero y todos a trabajar, la yunta de toros estaban
pun, eran por las moscas, las que hacían su agosto porque los pobres
por la lluvia, mis dientes se daban unos contra otros y mis manos no
poco, pensé que mi mamá venía, pero no fue así, eran las vecinas,
mono Antonio.
después ya me había acostumbrado, pero esta vez era con las ovejas
en mi pueblo, hay que tener hijos varones para que nos sirvan, y no
pagar peones, por eso mi papá tuvo cuatro peones; años después
quien ponía la garra era yo, hasta que crezcan el flaco y el Ghute.
la casa, tenía que huir muy lejos donde nadie me encuentre, porque
una semana.
gran pendiente que daba miedo, (el río se veía muy abajo, al pie de
huaynito hasta que se haga tarde, recién ahí pude ver, el panorama
completo de Salacat.
Un día no llevé fiambre, en mi mente estaba otra cosa
-Mamá- le dije
hasta ahí todo estaba bien, es seguro que no amarré bien y de una
enfurecía y hasta que logre una patada en la bolas, que me hizo ver a
par de lamidas de gato, ese día tuve más hambre que nunca y
conga, (anexo) ella tejía por un saco de papas; fui a buscar en las
estaba en la mitad del cielo; no tuve miedo, quise dormir más, pero
me dijo:
hubiera ido a pastear, creo que voy a venir a vivir aquí; hay bastante
comida, cancha como para llenarme los bolsillos, harina para hacer
del frío que hacía por las mañanas, esas dos chicas eran mis tías: una
-¡Y este cholito!, -¿que hace aquí?- dijo una de ellas, -que ¿no
harina a su mate.
parece que ese día se fue así toda pagpuma (despeinada) tal como se
cuarto donde estaba Meshe Chico (Alfonso el hijo menor de todos los
llegando a la escuela.
de las doce del medio día llegaron trayendo varias noticias de sus
hablar de las mangas tiesas adornadas con mocos, los pies sucios,
el pantalón shil perejil (roto por todos lados), las mangas de las
jalaba las orejas, las patillas, les pateaba el trasero a los cholos que
las mujeres), les metía la mano y nadie decía nada porque el era el
Walter, era bien abusivo, pateaba a todos, les quitaba sus trompitos
chato Mino.
–Así- dijo…. -un dos- -un dos- -un dos- estiró la pierna y
Pregunté a mi mamá.
la plazuelita de Salacat,
¿Y para que?-
-sí- contestó,
panadero sin truza los comentarios de las chismosas de Salacat, era que tío
-¡Tío!- -¡tío!-
-¡ña Sarela!-
pero el chato mino ya tenía como cinco carrizos en las manos, logró
(espantapájaros)
abuela,
del gran susto que se había llevado del perro, poco después lo vi
manifestó:
-tío no hay papel-
conversando,
a mi tío:
que no lo haría, pero este chato Antero era muy hábil y sin
sombrero.
– ¡Papá!- – ¡Papá!-
hermano-
escuchando seguramente,
–ven te mido-
jaló el centímetro, midió mi cintura, agarró la silla y la llevó cerca de
de plásticos que me compraron para ese día; los zapatos solo nos
poníamos para fiestas y seguro que ésta era una de ellas, por eso mi
mamá dijo:
acostumbran a comprarle a sus hijos dizque para que dure más tiempo)
una galleta,
cuando por fin logré verlos, eran luces multicolores con diferentes
formas; esa noche estuve muy feliz, estaba maravillado, quería que
camino porque era de noche, sin embargo con los faroles parecía un
-mamá- le dije
la señora Rumalda, (su hija fue mi enamorada por muchos años), una
casa muy bonita, con unas rejas que jamás había visto, me quedé
mirando asombrado, de pronto; salió una niña bonita con pelo negro
lleva una tapita de la misma lata con un huequito por donde sale el
mecherito, éste era nuestra luz eléctrica de todos los días, meses y años,
-¿comprar?-
estaban formados y listos, veía tocar unas cornetas por alumnos que
tocaba los platillos, otros los tambores y uno el bombo y esa era
marchaba mejor que todos los alumnos, y no era así, sino; que era el
Tacilla y otros que nos los veo tan de cerca, cuando pasábamos ellos
unos diez panes y me daría dos como premio por el desfile, apenas
compró seis panes y caramelos uno para cada uno, no fue como yo
-no los voy a gozar- -de repente ya estaré bajo tierra- se puso
mamá decir:
-a Chiclayo-
-¡No!- contestó
habían decidido, teníamos que ir todos para allá, así que nos
alistamos rápidamente y en una semana estábamos viajando; no
bastante fiambre, mataron las gallinas, los cuyes, frieron las cecinas,
amaneciera,
-¡amaneció cholos!
escuché una voz toda triste y meditabunda, era Antero Pérez, salí
Las cosas las ataron en los mulos, mi tío Alfredo agarró una
Mi tío Alfredo iba con nosotros (él tenía que regresar los mulos
este lugar muy cálido, lleno de frutas, y chirimoyas, cada vez más
cuesta a lo largo de unas dos horas; que larga y cansada era este
sonriendo amorosamente.
aquellas ricas papas con augana (aderezo: azafrán, zanahoria y ají bien
viaje, pasamos por Molino Pampa, (caserío) una pampa inmensa que
pregunta.
nuevo, -cholito casi ya llegamos no más falta una hora- noté que los
ahí media cuadra y a la derecha, bajamos por una calle muy bonita
polvo, ni monte, era “la otra cara de moneda”. Gente que vestiía:
suelo sobre las caronas (frazadas o mantas viejas que se les pone a las
mulas y caballos debajo del enjalme o montura) y salimos a divisar de la
esquinita ya eran las siete de la noche, observe que algo raro corría,
pero no tenía patas y atrás llevaban una luz roja parecía una bola y
nos dejaría, ansiosos no veíamos la hora de subir, por fin subieron las
El carro demoro unas horas para luego seguir con el viaje con
moneda”.
mis choclos, el flaco pedía la canchita, el chato mino pedía las papas,
etc.
LOS VIAJES Y MÁS VIAJES
Ignacio etc. con un tal Santos Rojas (capataz por muchos años en las
carreteras QEPD) y nos quedamos con mamá, ese día me quedé triste
pedrada, y se retiró.
la cama.
cuentos como: Juan amansa burritos, Juan Tutupe, Juan osito, Juan
prepararlo.
eso no era bebe, era preferible que se quedara durmiendo; era bien
hecho el dos, mamá tenía que bañarlo calatito con agua fría en la
pampa (frente de la casa había un área de gras que servía para jugar)
otras veces mamá nos hacía acarrear agua del pozo, aunque estaba
mamá tenía que lavar la cama. Esta rutina se repetía casi siempre.
cositas.
agarré un caramelo
-nadie me vio- dije. La negra había visto lo que estaba
estaba en mi panza.
paquete cuadrado del fondo del costalillo, era como una galleta
desierto, un lugar a unos 3700 msnm, donde hoy en día se fabrica bastante
aquí ya se puede llamar por celular, ver las mejores películas por cable
mágico, utilizar un USB etc.). Allí vendíamos todo lo que llevábamos, la
El nos levantaba de la cama, desde los tres cantos del gallo (no
teníamos reloj ni radio, para ver o escuchar la hora) ; los lugares donde
sitio “El Plan”, a veces a “El aluche”, “la cruz” o a “la Pauca”; para
arreando los toro, los amarrarlos en la huaylla para luego el día siguiente
que servían de soporte para las ollas de barro) y sobre las tulpias.
Los trabajos que hacíamos con mi papá o sin él, era la siembra de
los tarpuches (arar en terreno eriazo exclusivo para las papas) etc.
negra
-Yooo- dije
–Si- respondí-
regañaba diciendo:
nada difícil-
finos y bonitos) a traer sogas, esto era a unas seis días de viaje
machazo.
la correa, meshe chico me dio un coscorrón (el vivía con nosotros desde
fue hablar con mi abuelo para que no nos dieran la maja (pegar)
nosotros. Después papá meshe (abuelo) fue a traer una carpa que
frío; ésta nos sirvió por mucho tiempo, ya que mi papá de cólera no
La choza era nuestro dormitorio por muchísimo tiempo alli, por las
zona como:
donde cae la gotera. Empezaba con el flaco perico este era como
panzón que no podía correr (comía de gula hasta pedía mash, mash)
dormíamos juntos en una sola cama y como yute comía de gula, una
lo metió con todo ropa a la gotera, el yute lloraba como una muñeca
(una frazada por un saco de papas), mamá nos hacía ovillar hasta las
solo los días viernes a dos horas de Salacat, hoy a esta plaza ya
provincia de Celendín.
etc. que nos llenaban y llenan de orgullo el ser Salacatino); donde la letra
rincón quita calzón decían unos cuantos por ahí, cuando regresé de
por el paso de los años, tenía los cabellos blancos, la cara añeja llena
tanto miedo
cuantos pelos, y sin querer les mataban las liendres y los piojos,
(jalaba) la oreja, o talvez les daba una patada en las cuatro letras, les
otros llevaban trigo tostado, cachangas, harina con azúcar, unos que
La Jesusa, con sus gritos nos ponía los cabellos de punta, que
salimos.
a las rondas.
Esta maestra nos hizo jugar, mata tiru, tirulá, con su voz de
colmo que casi pierde el ojo en una bronca con Estela por este
Mi inquietud fue tanto, que ese día no comí, ni pude dormir esa
siquiera sabía cual era su nombre, pero cuando le pregunté por ella
el hombro-
seguro que se quejó en su papá, eso más que seguro, porque cuando
yo iba con mis ovejas a pastear, el día sábado me encontré con él, en
pantalón de lana de color negro, una leva marrón, una alforja, llevaba
diciéndome:
(sin testículos) o como un buey que solo servía para jalar el arado.
porque yo era el brigadier del salón y sabía mas que todos mis
para contarle que yo estaba con Estela y con Marta a la vez, que
me sentía celoso, hasta que un día tome fuerza y le dije que quería
hoy vive en EE. UU, donde tiene un condominio y está muy bien
casada.
Fin