s3 PNP Molleapaza Cieza Jose Enrique

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abril
MANUEL

10

DIECINUE

1
Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra
Independencia, y de la conmemoración de las heroicas
batallas de Junín y Ayacucho

TRABAJO INDIVIDUAL

ASIGNATURA: TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS DE


INTERVENCIÓN POLICIAL

TEMA: LA FUNCIÓN POLICIAL

CATEDRATICO: CORONEL R GALVEZ ROMERO


MANUEL

ESTUDIANTE: S3 PNP MOLLEAPAZA CIEZA


JOSE ENRIQUE

2024

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DEDICATOR
IA
Al Dios Supremo, Por habernos dado la
Vida, el conocimiento y estar rodeado de
las personas que más queremos.
A todos los compañeros dignos de un
aprendizaje futurista y a los superiores
por guiarnos en el camino hacia el

3
futuro.

AGRADECIMIENTO
El agradecimiento a nuestros padres;
quienes con sus sabios consejos
supieron hacer de nosotros (as) de bien
y vocación de servicio a la colectividad, a
mis compañeros gracias a ellos,
aprendimos y aun aprendemos ser un
mejor PNP.

4
INDICE

INTRODUCCIÓN................................................................................................

LOS DERECHOS HUMANOS EN LA ACTUACIÓN POLICIAL..................................

LA ÉTICA EN LA FUNCIÓN POLICIAL..................................................................

ATRIBUCIONES Y FACULTADES…………………………………………………………………10

LOS PODERES DE LA POLICIA……………………………………………………………………………………………………

11

CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………………………………………12

RECOMENDACIONES………………………………………………………………………………………………………………13

BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………………………………………………………………14

5
 INTRODUCCIÓN

Los altos índices de inseguridad y violencia que actualmente registran diversos


países en América Latina, así como el abuso de la fuerza pública y las
constantes violaciones a los derechos humanos, hacen necesario replantear la
función policial con una perspectiva basada en los derechos humanos y en una
nueva concepción de la ética pública. Este trabajo se fundamenta en la teoría
de los derechos humanos; desde esta perspectiva, se aborda la función policial
y se analiza la manera en que lleva a cabo esta función pública y si se apega o
no a los principios constitucionales y convencionales en la materia. En
contrapeso, se aborda la ética pública como una posible solución. Fortalecer el
aspecto preventivo es indispensable, pues el objetivo consiste en evitar que en
el ejercicio de la función policial se cometan violaciones a derechos humanos,
más allá de los instrumentos de reacción y reparación con los que se cuente.
La función policial ocupa un lugar primordial en materia de seguridad
ciudadana. Por ello, la legitimidad y eficacia de las actuaciones de estos
agentes estatales son fundamentales para promover la seguridad, la justica y
los derechos humanos en las sociedades democráticas. La cuestión policial
justifica su trascendencia actual, pues, además de ejercer una función
indispensable de la administración del Estado, es un instrumento de
intervención social que tiene un efecto en las principales formas de relación
entre el Estado y la sociedad.

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 Los derechos humanos en la
actuación policial
Los derechos humanos se encuentran relacionados con la historia de la propia
humanidad. Desde sus orígenes, el ser humano ha encabezado constantes
luchas para acceder a mejores formas de vida, el respeto de su dignidad y de
sus derechos y libertades fundamentales.

En el contexto actual, los derechos humanos coadyuvan a los elementos de


gobernanza, incluyendo evidentemente a la administración pública. Pero, el
trasfondo de estos derechos no sólo debe permear las actividades o
responsabilidades estatales, pues la cultura de tutela de estos derechos
constituye un elemento indispensable para el bien común y la satisfacción en
las necesidades básicas en cualquier sociedad democrática de derecho. Visto
desde este punto, está claro que los derechos humanos en engranaje con una
normatividad adecuada y la ética pública tienen un impacto positivo y directo en
la buena administración, entendida en su más amplio sentido.

Cuando nos referimos a los derechos humanos, debemos aludir a la dignidad,


pues es el punto medular de su protección.

Hablar de derechos humanos supone situar al ser humano como eje rector de
cualquier actividad estatal o particular. Esto supone, además, enfocar las
acciones a la protección y tutela de la dignidad humana, entendida como el
valor mismo de la esencia de las personas. La definición de los derechos
humanos es un concepto plural, existen tantas definiciones como autores, no
obstante, los elementos que le distinguen del resto de los derechos son claros
y contundentes. Se trata de un conjunto de prerrogativas, principios y valores
atribuidos al ser humano y que son indispensables para el aseguramiento de su
dignidad, así como para su pleno desarrollo.

En cuanto a sus características, los derechos humanos son universales, porque


son patrimonio de todos los seres humanos; imprescriptibles, porque no se
adquieren o se pierden con el paso del tiempo; inalienables, porque no pueden
ser objeto de transferencia a otro sujeto; irrenunciables, porque no se puede
hacer dejación voluntaria de ellos; e indivisibles, porque conforman una unidad,
y no existe rango de jerarquía entre ellos.

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 La ética pública en la función
policial
La palabra ética proviene del griego ethos, que significa costumbre, hábito; por
su parte, costumbre, en latín, se deriva del término nos, morís; es decir, la ética
por sí sola se relaciona con la costumbre y la moral. “El carácter moral expresa
el modo de ser del hombre por medio del cual éste conoce, juzga y actúa justa
o injustamente. Moral y ética hacen referencia por tanto al modo de ser de las
personas.”

Pero, cuando ésta se pone en práctica en el servicio público, entonces se habla


de la ética pública, entendida como aquella “que estudia y analiza el perfil, la
formación y el comportamiento responsable y comprometido de las personas
que se ocupan de los asuntos públicos, generando un cambio de actitud en ella
al inculcarles valores de servicio público”. Esta disciplina constituye un aspecto
importante en el ejercicio de la función estatal porque establece los parámetros
y las directrices que deben regir el actuar de cada servidor público y, por
consiguiente, tiene un efecto directo en la actividad estatal y en la calidad de la
Administración Pública.

La educación se fortalece a través de principios y valores que inician desde


casa y que a través de la formación académica y profesional se van
fortaleciendo. Los principios y valores generan conciencia y ésta, a su vez,
permite generar responsabilidad ante nuestros comportamientos. Diego
Bautista explica que “cuando no hay educación, ni principios ni valores en la
mente de las personas, se da paso a la ignorancia cultivo para los antivalores y
las prácticas corruptas”.

En el mismo sentido, Betancourt Higareda sostiene que la formación ética y


cívica dentro de una sociedad es un factor que influye positivamente en las
sociedades, más allá de los factores socioeconómicos y culturales de cada
Estado. Para sostener dicha afirmación hace referencia al contexto histórico,
concretamente, a las civilizaciones griega y romana. Resalta que, desde
aquella época, la ética y la jurisprudencia constituyeron el pilar fundamental de
dichas sociedades, conscientes de la importancia que estas virtudes
representaban para alcanzar el desarrollo, la prosperidad y la felicidad de sus
respectivos pueblos.

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Los derechos humanos deben constituirse como un límite y a la vez como un
objetivo de las instituciones de seguridad pública. En las sociedades
democráticas es evidente que los derechos humanos y la función policial tienen
una relación estrecha, pues su finalidad es lograr el bienestar de la ciudadanía
y garantizar su integridad y seguridad.

La actividad de la fuerza pública legítimamente orientada a la protección de la


seguridad ciudadana ocupa un papel fundamental. Sin embargo, en la
actualidad, el abuso de las autoridades policiales se ha constituido como un
factor de riesgo para la seguridad de las personas.

Si bien es cierto que los cuerpos policiales, en ejercicio de sus funciones,


cuando la ley lo estime necesario, pueden limitar el ejercicio de ciertos
derechos y libertades, esto no puede, bajo ningún supuesto, justificar
violaciones a derechos humanos. Las herramientas legales con las que
cuentan los agentes estatales para defender la seguridad de la ciudadanía no
pueden ser utilizadas para avasallar estos derechos.

La formación de la función policial desde la perspectiva de la ética pública y de


los derechos humanos es un requisito sine qua non en los Estados
democráticos de derecho. Son éstos quienes, a través de sus agentes, están
obligados a garantizar el orden y la seguridad públicos. La participación de la
ciudadanía en el alcance de este objetivo es un factor relevante, no obstante,
estará sujeta al nivel de confianza que tengan en sus instituciones de
seguridad, de ahí que resulte importante trabajar en dicha reestructuración
institucional y funcional. Las estrategias y políticas públicas en materia de
seguridad deben ser evaluadas desde la perspectiva de los derechos humanos.
Sólo a través de una ética pública, basada en el respeto a la dignidad y a los
derechos y libertades fundamentales, podremos cruzar esta ola de inseguridad
y violencia que desafortunadamente se ha generalizado en gran parte de
América Latina.

Desde esta perspectiva, la solución que se plantea radica en una nueva cultura
gubernamental de los derechos humanos. Esto quiere decir que todos los
servidores públicos, independientemente del rango y de las funciones que
desempeñen, deben conocer y entender los derechos humanos. De esta
manera, estarán en posibilidades de llevar a cabo sus funciones con ética y con
respeto a estos mínimos vitales.

Esta propuesta tiene un trasfondo relativamente sencillo, pero aún no se ha


logrado establecer en la praxis del Estado de derecho actual. Se trata pues de
forjar, en primer lugar, ciudadanos honrados, que conozcan y respeten los
derechos humanos para que, consecuentemente, tengamos servidores
públicos éticos. De tal forma sería posible inhibir la reproducción de conductas
corruptas.

El ejercicio de la función policial es indispensable para el desarrollo y progreso


de los Estados y, de igual manera, constituye una herramienta valiosísima para

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el aseguramiento de las personas, de sus bienes y de la sociedad misma. Por
ello, su resignificación desde el ámbito de los derechos humanos, a través de la
implantación de una cultura y de la ética pública, debe ser una tarea de
urgencia en las agendas estatales.

La Policía Nacional del Perú es una institución del Estado creada


para
garantizar el orden interno, el libre ejercicio de los derechos fundamentales de
las personas y el normal desarrollo de las actividades ciudadanas.
Es
profesional y jerarquizada. Sus integrantes representan la ley, el orden y la
seguridad en toda la República y tienen competencia para intervenir en todos
los asuntos que se relacionan con el cumplimiento de su finalidad fundamental

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 Atribuciones
Son atribuciones de la Policía Nacional del Perú las siguientes:
a. Intervenir en toda circunstancia, cuando el ejercicio de la función
policial así lo requiera, por considerarse permanentemente en
servicio.
b. Requerir la presentación de documentos de identidad personal
cuando el caso lo amerite.
c. Registrar y centralizar los antecedentes policiales de las
personas, así como las requisitorias judiciales.
d. Expedir certificados de antecedentes policiales, domiciliarios, de
supervivencia y otros derivados del cumplimiento de sus
funciones.
e. Realizar peritajes criminalísticos, técnico-vehiculares y otros
relacionados con sus funciones.
f. Obtener, custodiar, asegurar y procesar indicios, evidencias y
elementos probatorios relacionados con la investigación policial,
poniéndolos oportunamente a disposición de la autoridad
competente.

Facultades
Son facultades de la Policía Nacional del Perú las siguientes:
a. Realizar registros de personas e inspecciones de domicilios,
instalaciones y vehículos, naves, aeronaves y objetos, de acuerdo
a la Constitución y la ley.
b. Ingresar gratuitamente a los espectáculos públicos y tener pase
libre en vehículos de transporte público masivo, cuando sea
necesario para el cumplimiento de sus funciones.
c. Poseer, portar y usar armas de fuego de conformidad con la
Constitución y la ley.
d. Intervenir, citar y detener a las personas de conformidad con la
Constitución y la ley.
e. Intervenir como conciliador en los casos de conflicto que no
constituyan delitos o faltas que alteren el orden y la tranquilidad
pública.
f. Ejercer las demás facultades que le señalen la Constitución y las
leyes.

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 LOS PODERES DE LA POLICÍA
La policía tiene encomendados amplios poderes que pueden tener efectos
trascendentales sobre las vidas de las personas y que, en caso de utilizarse de forma
indebida, pueden conducir a graves violaciones de los derechos humanos. Por este
motivo las normas internacionales han establecido límites a estos poderes. Una
acción policial orientada a los derechos humanos significa acción policial conforme a
estas normas internacionales. Significa tratar de evitar el uso de la fuerza, pero poder y
estar dispuesta a usar la fuerza de manera lícita y proporcionada cuando sea
estrictamente necesario y rendir cuentas de su uso después. La policía tiene a su
disposición muchos medios distintos de usar la fuerza, que varían de unas jurisdicciones
a otras. La mayoría de los policías portan
algunos instrumentos de coerción como esposas, una porra o un arma de fuego. Las
situaciones que hacen necesario el uso intencional de medios letales se presentan con
escasa frecuencia en la acción policial cotidiana; de hecho, la mayor parte del trabajo
policial no requiere ninguna clase de uso de la fuerza. Cuando es necesario
recurrir a la fuerza, la policía debe comenzar empleando el método menos
violento, y sólo de forma gradual aumentar la fuerza cuando sea estrictamente
necesario para lograr un objetivo policial legítimo. El uso de armas de fuego
debe ser notificado en todo caso.

pág. 32
LAPOR POLICIAL

12
 CONCLUSIONES

1. Sin duda alguna, la evolución de esta institución desde épocas


prehispánicas, fueron acontecimientos importantes para las posteriores
evoluciones y la consecuente creación de esta entidad que resguarda
nuestro orden interno.

2. En cuanto a las funciones y servicios que brindan los miembros de la


policía nacional del Perú, se ve claramente una deficiencia, pues
necesita respuestas efectivas ante los distintos fenómenos delictivos que
se presentan en nuestra sociedad.

3. Como bien sabemos la policía presenta una detallada


organización,
pero, en la actualidad no se plasma esa organización con resultados
positivos, como una consecuencia de pésimos manejos institucionales y
una baja inversión que el Estado efectúa.

4. En el diagnóstico, se puede apreciar las irregularidades que se aprecian


en los distintos ámbitos que son regulados por esta institución y
producto de ello es la realidad social, política, que hoy vemos en nuestro
querido Perú.

5. El diagnostico nos proporciona también, a tener en cuenta las


dificultades que posee, para así, pronosticar posibilidades de solución
en un futuro sobresaliente para la Policía Nacional del Perú.

13
 RECOMENDACIONES

1. Teniendo en consideración que esté presente trabajo es un desarrollo


general de la policía nacional del Perú, por lo tanto, se recomienda tener
conocimiento y analizar algunas funciones que no es muy difundido en la
sociedad, para así tener claro las atribuciones que deben cumplir.

2. La Policía Nacional del Perú, puede ganarse la confianza de la sociedad


incorporando a sus programas de acción, mecanismos concretos para
examinar sus actividades como el diagnóstico que se presenta en esta
monografía.

3. Para efectos de optimizar el gobierno institucional de la PNP, es


necesario aplicar, ciertos criterios que se dan a conocer y erradicar los
problemas.

14
 BIBLIOGRAFÍA
1. Constitución Política del Perú
2. coronel Zapata Cesta, Víctor. Historia de la Policía del Perú.
Lima,
Dirección General de la Guardia Civil y Policía, 1949.
3. CANEVARO Bocanegra, Nicolás (2004) Auditoría Integral. Lima. Escuela
Nacional de Control.
4. Historia de la Policía del Perú en el siglo XX por el General GC Ernesto
Belmonte Tajero
5. Revista de la Guardia Civil del Perú, Año LVI, N.º 434, noviembre-
diciembre de 1988, artículo: Historia de la Guardia Civil del Perú refleja
abnegación, sacrificio, patriotismo y heroicidad a la patria y a la
sociedad, que la cubre de gloria e inmortalidad, páginas 10-20.
6. Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 14, N.º 82, abril-mayo-junio
de 2002, artículo: Caballeros de la ley, Custodios de la paz, Parte Final,
páginas 67-83.
7. http://es.slideshare.net/NelaAmp/savedfiles?s_title=monografia-policia-
nacional-del-per-15094781&user_login=William Álvaro
8. https://www.google.com.pe/?gws_rd=ssl#q=estructura+policial+del+peru
pág. 36
LAPOR POLICIAL

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