Tema 2

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DEONTOLOGIA POLICIAL

TEMA 2: ETICA Y RESPONSABILIDAD POLICIAL

1. LA FUNCION POLICIAL COMO ELEMENTO FUNDAMENTAL EN


EL DESARROLLO HUMANO:

Podemos definir el DESARROLLO HUMANO como el Proceso de


ampliación de las opciones y capacidades de las personas, que se concreta en
una mejora de la esperanza de vida, la salud, la educación y el acceso a los
recursos necesarios para un nivel de vida digno. Ahora bien, La función policial
ocupa un lugar primordial en materia de seguridad ciudadana. Por ello que la
legitimidad y eficacia de las actuaciones de los funcionarios policiales son
fundamentales para promover la seguridad, la justica y los derechos humanos en
las sociedades, además de ejercer una función indispensable de la administración
del Estado, es un instrumento de intervención social que tiene un efecto en las
principales formas de relación entre el Estado y la sociedad.

El cumplimiento de esta importante responsabilidad supone un elemento


positivo para la satisfacción de las necesidades y para la tutela de las libertades y
derechos fundamentales de la sociedad. Es por ello que la función policial juega
un papel importante en el desarrollo humano, porque está estrechamente ligada a
la sociedad, en el velar por los derechos humanos, por la libertad, por cumplir y
hacer cumplir la ley, por el servicio al pueblo, cuyas características forman una
sociedad de rasgos positivos.

2. LA CONFIANZA COMO RECURSO MORAL Y SU DIMENSIÓN ÉTICA

La confianza no solo tiene que ser un concepto con significado romántico en


el que da por supuesto que como institución debe tener, se debe adquirir a través
del comportamiento de los funcionarios policiales, basados en modos de actuación
correctos, la confianza se convierte en un recurso imprescindible para el
establecimiento de relaciones sociales de todo tipo, la confianza tiene un elemento
moral sin el cual no es posible explicar ni su sentido ni su función social y
económica

La ética en la gestión pública sirve de columna para generar la confianza que


ésta requiere, constituye un mecanismo de control para enfrentar los antivalores y
prevenir actos contrarios a la moral. Implantar los valores de la ética pública es
una tarea nada fácil puesto que ésta, se relaciona con la tradición y cultura
político-administrativo de cada país y como todo proceso de cambio, el
reforzamiento de ciertos valores implica tiempo y esfuerzo para su logro y
desarrollo.

El comportamiento de los funcionarios policiales está sometido a diversas


situaciones que pueden atentar contra la ética. Esto se observa cuando actúan de
forma contraria a la honestidad, lealtad, decoro, equidad, y cuando no garantizan
el bienestar de la sociedad. Esas actitudes antiéticas, muestran una gestión
pública lenta, con pérdida de la confianza en sus actuaciones y, por supuesto,
ineficiente.

3. TRANSFORMACIÓN DEL PAPEL SOCIAL DE LA POLICÍA:

La Policía venezolana evoluciona hacía un modo de actuar basado en la


asistencia y, sobre todo, en intentar facilitar la vida de los ciudadanos. Todo esto
con las complicaciones que tienen lugar.

Lejos queda ya aquel modelo al servicio oprimido de una normativa que


cambia constantemente, normativa que solo queda al albedrío de los órganos
judiciales. Modelo en el que la distancia entre el ciudadano y el Policía era
abismal. Distancia provocada por que esos ciudadanos tuvieron que enfrentarse a
esa policía para poder conseguir sus libertades. Aquel modelo defendía que la
policía estaba al servicio de un determinado poder político y órgano de represión e
imposición de ese poder. Aunque ha pasado mucho tiempo son prejuicios muy
difíciles de olvidar.
La Policía venezolana ha sufrido una transformación, fruto del pasar de los
tiempos. En esa transformación ha tenido mucho que ver el mayor nivel de
formación de sus miembros. De ahí que la policía tenga más preparación para
entender y desarrollar la labor policial de otra forma.

Sin embargo, podemos dar la sensación de haber perdido la esencia de la


seguridad ciudadana, pero si tenemos en cuenta que somos un agente educador
directo de las conductas ciudadanas, es todo lo contrario. El acercamiento a los
ciudadanos de un modo cordial y próximo para que éstos se relacionen con la
policía con confianza y entiendan el sentido de lo que hace es la vanguardia y, a
nuestro juicio, conduce al éxito de la función policial.

4. LA RESPONSABILIDAD COMO RECURSO MORAL Y SU DIMENSION


ETICA:

Según lo establecido en el Artículo 11 de la Ley Del Estatuto De La


Función Policial

“Los funcionarios y funcionarias policiales responderán penal, civil,


administrativa y disciplinariamente por los hechos ilícitos, delitos, faltas e
irregularidades administrativas cometidas en el ejercicio de sus funciones de
conformidad con la ley, reglamentos y resoluciones.”

Existen dos opciones fundamentales que condicionan a los seres humanos,


una es personal y otra social. La acción personal queda sujeta a la realización y
formación del yo como sujeto, Con la opción social se toma la decisión de buscar
el bien común, participamos en una actividad comunitaria.

La policía debe tener una actuación responsable y comprometida ante la


sociedad, su familia y ellos mismos, desarrollando con responsabilidad el servicio
público encomendado.
Debemos hacer mención de que el hecho de eximir a un sujeto de la
responsabilidad moral de una de sus acciones, no necesariamente implica
liberarlo de una responsabilidad jurídica.

Por otro lado, la responsabilidad del hombre radica en el hecho de que él


tiene que responder por lo que es (lo que ha hecho de sí), tanto ante los demás
como ante sí mismo, ya que lo que el individuo es, resulta de lo que ha hecho.
Esto quiere decir, que cuando elegimos una opción entre varias, ésta puede tener
consecuencias buenas o malas, y el resultado es atribuible al sujeto que la realiza,
es decir, si elijo hacer acciones buenas, por ende, me considero como una
persona buena, “soy lo que elijo hacer”

La responsabilidad social aplicable a la Policía genera desconfianza y


disgustos por el significado y la función desarrollada por ésta. La visión que tiene
el ciudadano de los cometidos policiales, se orienta más a la represión, el control
del poder político, la recaudación, la arbitrariedad, la corrupción, entre otros

Debemos de ser conscientes del poder del que disponemos, el poder de


cambiar las cosas en beneficio del ser humano. La capacidad de evolucionar junto
con la sociedad y conseguir que la definición de libertad tenga un sentido. Un
sentido real, de compromiso, de compartir trayectoria en la vida

Los funcionarios policiales deben ser un eslabón más de la sociedad, y


utilizar el poder del que disponen, por ser los ejecutores de la delegación de la
autoridad, y su aplicación en pos de conseguir una sociedad más justa y
equilibrada.

5. LA ESTRUCTURA DE LA RESPONSABILIDAD Y LO JUSTO:

La responsabilidad moral constituye la base de todas las responsabilidades


por cuanto se refiere a los derechos y obligaciones que tenemos como personas
frente a las personas. Estamos ante un concepto relacional en el que el sujeto es
responsable ante otro.
Ahora bien, los 4 componentes básicos de la responsabilidad nos definen
que:

De Alguien: individuo o institución. Ante el ciudadano como personalidad


jurídica, ante otra administración pública o privada.

De Algo: Contenido de la acción u omisión, expresable en forma de bienes,


intereses, obligaciones, expectativas, entre otros. Igualmente, en la función policial
la acción u omisión acarrea consecuencias a la sociedad, en cuanto a los
intereses, ya que éstos son diferentes, no son solo económicos sino sociales o
profesionales. En cuanto a las obligaciones, sí que tenemos las legales que son
distintas de las que una institución privada pueda tener.

Frente a alguien: interlocutores implicados y/o afectados por la decisión


actuación. Ante el ciudadano como personalidad jurídica, ante otra administración
pública o privada.

Con referencia a un criterio: punto de vista desde el que decidimos la


validez o justicia de la actuación. En este punto es donde está el problema en
cuanto a la ponderación de la función ¿Aplicamos la Ley con carácter general y
dejamos que sean los jueces quienes la interpreten, o ajustamos la función al caso
concreto y ayudamos a los jueces a que la justicia se haga terrenal y tenga
significado?

Ahora bien, ¿qué es lo justo? Evidentemente dependiendo de quién se


refiera a este concepto obtendremos una u otra definición.

Las instituciones deben aspirar a la justicia como si se tratase de una


autentica virtud, de modo que los que se encuentran bajo la protección y
administración de estas reciban lo que les pertenezca. Las instituciones deben de
promover el bien entre sus administrados.

La justicia tiene razón de ser en una comunidad donde debe arraigar. Es


evidente que si la justicia debe cumplir como requisito el moverse por criterios de
imparcialidad requiere estar por encima de la subjetividad y las intervenciones de
las instituciones. Esta consideración suele entenderse en un contexto de sociedad
ideal. ¿Por qué en este contexto ideal? Porque en un contexto real es evidente
que hay manipulación de los órganos que deben impartir justicia, dado que éstos
son regidos por personas. Es evidente que el sentido filosófico de la intención de
aplicar justicia está limitado por la manera de actuar de esos órganos. Es evidente
que la imparcialidad es más un deseo que una realidad.

6. LIDERAZGO BASADO EN PRINCIPIOS:

Existen cuatro dimensiones que representan las necesidades básicas por las
cuales los líderes llevan a cabo determinadas actuaciones: 

Seguridad: entendida como autoestima y desarrollo de las


fortalezas personales y que genera el “ingrediente” para afrontar críticas

Su Guía O Norte: que procede de la orientación y valores del líder y que


muestra su capacidad para determinar los objetivos de la organización y su trabajo
dentro de la empresa.

Sabiduría: que delimita una visión en conjunto de la entidad apostando por


la mejora continúa

Poder: entendido como la dosis de valentía y fuerza para llevar a cabo las


actuaciones necesarias y colaborar con el resto de miembros de la empresa.

Partiendo de estos cuatro parámetros necesarios se delimitaron ocho


características principales del liderazgo: aprendizaje constante, servicio hacia los
demás, comportamiento positivo, creencia en los demás, conciliación, disfrutar,
generar sinergias y practicar la autorrealización.

7. EL FIN ESPECÍFICO O BIEN INTERNO POR EL QUE LA ACTIVIDAD


POLICIAL COBRA SU SENTIDO Y ADQUIERE LEGITIMIDAD SOCIAL:
La búsqueda de la legitimad social a través de la excelencia profesional,
propiamente dicha, en la que la comunidad tenga la confianza suficiente para
otorga esa legitimidad, que acepte la autoridad ejercida con convencimiento y
responsabilidad. Responsabilidad cimentada en unas convicciones plenas de los
funcionarios, en el que se tienda a enfocar su función desde un prisma
humanizador que se orienta por los valores que sustentan los derechos humanos.

En definitiva, con la legitimidad social y la ética profesional pretendemos


humanizar la función policial. Si bien, como hemos comentado en el principio de
este trabajo, es muy difícil conseguir la plena satisfacción de todos, intentando al
menos conseguir los menos perjuicios posibles a la hora de ejercer de forma lícita
la profesión.

La ética cívica es una ética social pretende humanizar la acción de los


integrantes de las instituciones que tienen como función hacer cumplir la ley.
Superar una moral meramente normativa, orientada no solo por normas y reglas, y
avanzar hacía una ética de profundas convicciones y compromisos.

La consideración de la persona y su dignidad como valor supremo, es el


punto de partida para la aplicación de una ética policial, legitimando su actuación
de forma responsable.

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