Trabajo Derecho
Trabajo Derecho
Trabajo Derecho
1
Universidad Nacional de Colombia - UNAL, Medellín, Colombia. iramirezj@unal.edu.co.
Resumen. En el presente artículo se expone una postura acerca de los hechos relacionados a la construcción de la hidroeléctrica
Urrá por parte de la Empresa Multipropósitos Urrá SA, guiada por una revisión de la literatura que le compete al tema haciendo
especial énfasis en los impactos sociales y culturales que se generaron debido a las diferentes irregularidades en la toma de
decisiones, lo cual genera un crítica basada en lo considerado legalmente correcto según las leyes contemporáneas al proyecto,
adicionalmente se analizan las decisiones tomadas por la Corte Constitucional para solucionar aquellas irregularidades bajo la
cual se construyó la hidroeléctrica.
Abstract. In the present article, a stance is presented regarding the events related to the construction of the Urrá hydroelectric
power plant by Empresa Multipropósitos Urrá SA, guided by a review of the literature relevant to the subject, with a special
emphasis on the social and cultural impacts that arose due to various irregularities in the decision-making process. This results in
a critique based on what is considered legally correct according to contemporary laws at the time of the project. Additionally, the
decisions made by the Corte Constitucional to address those irregularities under which the hydroelectric power plant was
constructed are analyzed.
Así pues, la protección del ambiente frente a la gran cantidad de desafíos y amenazas ambientales que existen en el
siglo XXI depende en gran medida de la legislación ambiental existente y de la capacidad institucional que haya
para hacerla cumplir. En Colombia, pese a que la normatividad ambiental es extensa y abarca muchos temas,
muchas veces es más simbólica que real, pues al ser poco divulgada y varias veces modificada en los últimos años,
deja de cumplirse y aplicarse correctamente.
Antecedentes
La quebrada la Hueso, uno de los afluentes del río Medellín, nace en el barrio San Javier y su cauce es canalizado en
la parte sur occidental del Valle de Aburrá con un recorrido de 8.18 km en dirección oeste - este que desemboca en
el río Medellín. Su microcuenca tiene un área aproximada de 12.38 km2 y durante su trayecto es fuertemente
impactada por diferentes vertimientos de aguas residuales (Patiño et al. 2004). En cuanto a su estudio, existen varios
trabajos que han determinado sus características hidrológicas e hidráulicas como los de (Salazar y Betancur 1991) y
(Montoya M y Patiño Q 2001) donde se presentan y comparan caudales máximos para distintos periodos de retorno,
hidrogramas y mapas geológicos y de usos del suelo. Asimismo, levantamientos como los realizados por (Instituto
Mi Río et al. 1995) contienen información básica sobre las características morfológicas de la quebrada como su área,
perímetro, pendientes, etc, y se reseñan características geológicas del suelo y sus usos.
Sin embargo, debido a crecientes súbitas ocasionadas por la lluvia, en 1988 ocurrió un evento de desbordamiento de
la quebrada en algunos de sus tramos, inundado varios barrios aledaños y dejando gran cantidad de familias
damnificadas. Esto estuvo relacionado también con el hecho de que para el diseño hidráulico de algunos de los
tramos de la quebrada, se utilizaron perfiles para caudales máximos de retorno muy bajos (Nanclares y Instituto Mi
Río 1996), haciendo que la gran cantidad de escorrentía sobrepasara la capacidad de las obras de canalización y
fuese necesario ampliar las secciones hidráulicas de los cauces luego de 1988 para evitar nuevas inundaciones
(Montoya M y Patiño Q 2001).
En cuanto la normatividad, la ordenación y el manejo de cuencas hidrográficas es uno de los primeros aspectos
sobre el cual la legislación ambiental colombiana hace énfasis, pues es mediante la reglamentación del Código
Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente (Decreto 2811 de 1974) que se
adopta el concepto jurídico “cuencas” y se da inicio a las directrices sobre su administración, estableciendo en el
artículo 316 que: “se entiende por ordenación de una cuenca la planeación del uso coordinado del suelo, de las
aguas, de la flora y la fauna, y por manejo de la cuenca, la ejecución de obras y tratamientos”. De esta manera, se
designan las cuencas como áreas de manejo especial sujetas a ordenación y manejo para proteger los recursos
naturales y el ambiente, permitiendo imponer restricciones a las actividades productivas desarrolladas en esas zonas.
Por su parte, según los artículos 2.2.3.1.1.3 y 2.2.3.1.1.4 del Decreto 1076 de 2015, se entienden por microcuencas
aquellas cuencas cuya área de drenaje es menor a 500 km^2.
Por otra parte, la Ley 99 de 1993 asigna a las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) y Áreas Metropolitanas
las competencias y funciones para ordenar y establecer las normas de manejo de las cuencas hidrográficas que estén
dentro de su área de jurisdicción y además se establece la creación de comisiones conjuntas encargadas de concertar,
armonizar y definir políticas para el manejo ambiental de cuencas hidrográficas comunes a dos o más CAR que
tengan jurisdicción sobre éstas. Posteriormente, en el año 2002 se expidió el Decreto 1729, el cual le dio un
horizonte más claro al manejo y ordenación de cuencas hidrográficas al desarrollar con un mejor enfoque técnico la
metodología prevista en el Decreto 2857 de 1981, reforzando el componente participativo de todo el proceso y
otorgando una jerarquía normativa a los planes de ordenación y manejo de cuencas hidrográficas sobre cualquier
otro instrumento de regulación de los recursos naturales y el medio ambiente, siendo determinante incluso de los
planes de ordenamiento territorial.
Más adelante, se expide el Decreto 1640 de 2012 que introduce importantes modificaciones en la gestión del agua,
atendiendo a la Política para la Gestión Integral del Recurso Hídrico formulada por el Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial en 2010. Sus disposiciones superan las perspectivas del anterior decreto al
diferenciar entre cuencas objeto de instrumentación y monitoreo a nivel nacional, cuencas sujetas a ordenación y
manejo, y microcuencas y acuíferos donde se debían implementar planes de manejo. Asimismo, esta reglamentación
define una nueva estructura de planificación, ordenación y manejo de cuencas permitiendo mayor claridad en su
nivel de gestión por parte de las entidades y actores que se encargan de su formulación e implementación.
Finalmente, se expide como norma recopilatoria el Decreto 1076 de 2015, donde se presentan los instrumentos para
la planificación, ordenación y manejo de las cuencas hidrográficas y acuíferos.
Problema
Con el propósito de contribuir al ordenamiento y manejo integral de la ciudad de Medellín, el Área Metropolitana
del Valle de Aburrá presenta en el año 1997 el “Plan de Ordenamiento y Manejo de la Microcuenca de la quebrada
La Hueso”, este estudio se usó como un instrumento de planificación que permitió acercar las políticas de desarrollo
a la problemática particular del territorio en esa época y reconocer particularmente el estado de los recursos
naturales, el grado y sentido de apropiación de los pobladores por la microcuenca y los fenómenos económicos,
sociales y físico-espaciales, presentes en ella (Transformación Municipal, Área metropolitana del Valle de Aburrá y
Patiño Toro 1997). Sin embargo, no es sino hasta años después que se formula el Plan de Ordenamiento Territorial
de Medellín mediante el Acuerdo 062 de 1999 y se adopta el Plan de Ordenación y Manejo de Cuenca Hidrográfica
- POMCA del Río Aburrá en 2007, lo que hace que el Plan de Ordenamiento de la quebrada La Hueso, debido a su
antigüedad y desactualización, carezca de una aplicación real o tenga una aplicación muy incipiente al momento de
incorporarse en estos planes, impidiendo visualizar resultados eficaces a corto plazo.
.
Frente a ello, pese a que la quebrada La Hueso se caracteriza por ser un corredor ecológico y ser uno de los afluentes
del Río Aburrá priorizado en función de indicadores de su alto estado de contaminación a partir de la Resolución
Metropolitana 001739 del 21 de septiembre de 2015 (por medio de la cual se declara en ordenamiento el recurso
hídrico del Río Aburrá), esta microcuenca no cuenta con un Plan Integral de Ordenamiento y Manejo de
microcuencas (PIOM) como los que se ejecutaron para quebradas como La Iguaná, La Picacha, Altavista y La
Guayabala, entre otras; ni tampoco posee un Plan de Manejo Ambiental de Microcuencas (PMAM) como
instrumento de planificación y/o de manejo de recursos naturales renovables existentes. Es por ello que surge el
siguiente interrogante: ¿Es necesario actualizar el Plan de Ordenamiento y Manejo de la Microcuenca de la quebrada
La Hueso para contribuir al manejo de la red hídrica de Medellín?
Objetivos
Objetivo general.
Objetivos específicos
Desarrollo
El Plan de Ordenamiento y Manejo de la Microcuenca de la quebrada La Hueso presentado en 1997 por la firma
Transformación Municipal de Teresa Patiño Toro, bajo contratación directa del Área Metropolitana del Valle de
Aburrá, sigue el esquema metodológico de ordenación del territorio propuesto por (Orea 1994) en ausencia de las
guías y metodologías elaboradas posteriormente para la formulación de POMCAS (IDEAM 2008), PIOMs y
PMAM. Este contempla cuatro etapas principales: un prediagnóstico donde se revisó información secundaria y
primaria para obtener una visión preliminar sobre la microcuenca; un diagnóstico en el que se analiza y sintetiza la
información, se estudian los aspectos biofísicos y antrópicos y se presentan unidades de síntesis del diagnóstico en
mapas y matrices; la formulación del plan con la definición de las unidades de ordenamiento y los objetivos,
estrategias y proyectos con metodología Bpin (Banco nacional de programas y proyectos de inversión); y finalmente
la implementación con el plan de inversión.
El objetivo general de dicho plan era establecer un conjunto de estrategias de ordenación que permitieran en el corto,
mediano y largo plazo la gestión en favor del ambiente, de los recursos naturales y del mejoramiento de la calidad de
vida de los habitantes de la cuenca, en términos del concepto de desarrollo sostenible de ciudad, definido por la ley
99 de 1993 que, junto con el Decreto 2811 de 1974 , el Decreto 2857 de 1981 y el Proyecto de Ley Orgánica de
Ordenamiento Territorial (ahora conocido como el Proyecto de Ley No.058 DE 2010), constituían la legislación
vigente más relevante frente al ordenamiento ambiental y manejo de cuencas hidrográficas en aquella época.
Aunque la elaboración del Plan de Ordenamiento y Manejo de 1997 proporcionó información documental
importante y aportes valiosos con herramientas metodológicas consecuentes, para el momento en el que se adoptó el
Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín mediante el Acuerdo 062 de 1999, se establece en el Artículo 18,
parágrafo 2 la necesidad de formular, actualizar y sistematizar Planes Integrales de Ordenamiento y Manejo de
Microcuencas conocidos como PIOMs, como requisito para emprender acciones e intervenciones de conservación,
rehabilitación y prevención. Frente a ello, desde el año 2004 el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha venido
destinando recursos que permitieron realizar estudios para la formulación de planes de manejo para las
microcuencas o PIOM, los cuales se basaron en la metodología de (Corantioquia, Instituto Mi Río, y Universidad
Nacional de Colombia Sede Medellín 2002) siguiendo el entonces vigente Decreto 1729 del 2002.
Las principales diferencias que se identifican entre esta nueva metodología y la utilizada en el plan de ordenamiento
y manejo de 1997 para La Hueso son la falta de unidades síntesis de diagnóstico donde se sinteticen las diferentes
características de la microcuenca, la ausencia de una fase prospectiva donde se desarrollen escenarios que permitan
entender posibles situaciones futuras, la carencia de criterios de priorización de proyectos y métodos de análisis
multiobjetivo en la fase de formulación del plan y finalmente no se encuentra una fase de seguimiento y evaluación
que permita evaluar el cumplimiento del plan. Por otro lado, aunque hasta la fecha se han contratado los estudios
para la formulación de 14 planes de ordenación y manejo de microcuencas para ser articulados como estudios de
detalle en el POMCA del Río de Aburrá adoptado en 2007, la quebrada La Hueso que junto con otras ocho
quebradas hace parte parte de la Red de Conectividad Ecológica según el Acuerdo 48 de 2014 donde se revisa y
ajusta el POT, no posee un PIOM, lo cual, sumado a las notables diferencias en la metodología planteada, denota la
necesidad de replantear la revisión y actualización del plan antiguo.
Implementación del Plan de Ordenación y Manejo de Cuenca Hidrográfica - POMCA del Río Aburrá
Como parte de la implementación del POMCA adoptado en el año 2007, se contrataron los estudios para la
formulación de planes de ordenación y manejo de microcuencas, los cuales se articulan al POMCA como estudios
de detalle. Dentro de dicho plan, en la fase de aprestamiento se indicó la necesidad de mejorar la información
existente sobre las quebradas afluentes al Río Aburrá para lo cual se plantea hacer un seguimiento y actualización de
los PIOM y monitorear la calidad del agua para identificar las causas de su contaminación y definir responsables. En
la fase de diagnóstico, reconocen a la microcuenca La Hueso como abastecedora del Río Aburrá y se estiman sus
parámetros morfométricos. Finalmente, en la fase de formulación, dentro del proyecto llamado “Manejo integral del
Recurso Hídrico de la Cuenca del río Aburrá” se plantea realizar la formulación y ejecución de los planes de manejo
para las quebradas priorizadas por las autoridades ambientales y se identifica a la quebrada La Hueso como una
cuenca bajo una situación de presión importante sobre el recurso, ya que su índice de escasez fue valorado como
medio y se caracterizó como sitio crítico por su alta amenaza de inundación.
Así pues, la falta de un Plan Integral de Ordenamiento y Manejo de la quebrada La Hueso que esté actualizado
incumple con el marco del programa del POT para la actualización de la red hídrica, reglamentación del agua y
ordenación de las cuencas afluentes del río Aburrá, y a su vez dificulta que se implementen estrategias de
intervención y mantenimiento para prevenir desastres o daños generados por el uso inadecuado de los recursos
naturales y los conflictos de uso del suelo, haciendo la microcuenca aún más vulnerable a presiones como las que ha
tenido por el gran crecimiento y desarrollo que ha experimentado la ciudad, aumentando los problemas en materia
de usos del suelo y las necesidades de la población.
Frente a su vulnerabilidad, la quebrada La Hueso se ha venido monitoreando desde el año 2013 por el área
metropolitana del valle de aburrá para elaborar el Índice de Calidad del río Aburrá Medellín y de sus principales
quebradas afluentes y hacerle seguimiento a los objetivos de calidad establecidos mediante la Resolución 2016 de
2012: Por medio de la cual se adoptan nuevos objetivos de calidad del Río Medellín-Aburrá, para el periodo 2012-
2022. Asimismo, la quebrada ha sido priorizada para intervenciones por parte de la Alcaldía de Medellín, que
implican reparaciones de placas, losas de piso de canales y coberturas, así como estabilización de estructuras de
protección en los cauces, con el objetivo de eliminar las altas cargas de sedimentos, residuos y rocas. como acciones
de mantenimiento preventivo
Otras consideraciones
Así pues, la alta intervención que presenta la quebrada La Hueso la convierte en una de las más críticas en la región,
lo cual concuerda con el hecho de que sea un afluente priorizado en función de sus estado de contaminación según la
Resolución Metropolitana 001739 del 21 de septiembre de 2015. Al estar priorizada la microcuenca por la autoridad
ambiental competente, según el Parágrafo 3 del artículo 2.2.3.1.10.4 del Decreto 1076 de 2015 se debe utilizar la
Guía metodológica para la elaboración del Plan de Manejo Ambiental de Microcuencas -PMAM (Ministerio de
Ambiente y Desarrollo Sostenible 2018) para establecer medidas para su preservación y restauración. Esto
obedeciendo también a la estructura hidrográfica y a los instrumentos que se deben implementar según el tipo de
cuerpo de agua establecido en los artículo 2.2.3.1.1.4 y 2.2.3.1.1.5 del Decreto 1076 de 2015.
Por otro lado, en la adopción de las Directrices Metropolitanas de Ordenamiento Territorial mediante el Acuerdo
metropolitano 15 de 2006, se identifica a la Quebrada La Hueso tras su valoración como una de las microcuencas
prioritarias para la ejecución de un ejercicio de ordenación a escala más detallada, mediante la realización de un
proyecto de ordenación y manejo de cuencas que deberá ser desarrollado a través de la Comisión Conjunta de las
autoridades con jurisdicción en la cuenca. A su vez, en el Informe de gestión del 2009 del AMVA, se informa que
dentro del proyecto llamado Recuperación y conservación de la cuenca del Río Medellín el contrato cuyo objeto es
la formulación del plan de ordenación y manejo de la microcuenca La Hueso – Ana Díaz se encuentra en proceso de
liquidación. Sin embargo, pese a que la microcuenca se encuentra priorizada y pendiente de la formulación de un
nuevo plan de ordenación y manejo, existe una disparidad entre la realidad y lo que se plantea, donde se ha
normalizado la ineficacia de las normas para detener el permanente deterioro de las aguas y del medio ambiente y
existen fallas del aparato administrativo encargado de cumplir y hacer cumplir la normativa vigente para la adecuada
gestión de esta microcuenca.
Conclusiones:
Aunque el estudio y la regulación de los cuerpos hídricos en Colombia cuenta con una amplia legislación que se ha
desarrollado durante los últimos años, la expedición de las normas para el manejo y la ordenación de la quebrada La
Hueso no se ha acompañado ni de los recursos ni de la voluntad política suficientes para hacerlas cumplir, limitando
su adecuada gestión y protección.
El estado de degradación actual de la quebrada La Hueso y el hecho de que su único plan de ordenamiento y manejo
se haya formulado hace 26 años pese a la existencia de una nueva normatividad vigente y de guías y metodologías
para la formulación de POMCAS, PIOMs y PMAM que consideran las nuevas necesidades del ordenamiento
territorial en la ciudad, denota la necesidad de actualizar el plan existente como un estudio a detalle que pueda
articularse al POMCA del Río Aburrá y ser congruente con con el programa del POT para la actualización de la red
hídrica, reglamentación del agua y ordenación de las cuencas afluentes del río Aburrá.
Recomendaciones
Deben encontrarse las causas del rezago que han tenido las autoridades ambientales frente a la formulación de un
nuevo plan de ordenación y manejo de la quebrada La Hueso para poder lograr una protección y recuperación
efectiva de la misma.
Los ciudadanos deben dejar de darle la espalda a las problemáticas que afectan los recursos hídricos del territorio
que habitan y parar de resignarse a la poca capacidad de gestión y comunicación de sus dirigentes frente al manejo
de las microcuencas.
Meter la población que puede afectar (comunas 11,12 y 13 zona4)
Los ciudadanos reportaron las lluvias desde diferentes lugares. Uno de ellos
se detuvo en el cruce de la carrera 65, a la altura de la estación Suramericana
del Metro.
Allí se registró la creciente en la quebrada La Hueso. El nivel del agua estuvo a ras con el cauce
de la canalización; e incluso provocó, una vez más, la inundación del barrio naranjal.
https://www.minuto30.com/video-a-ras-ciudadanos-reportaron-la-creciente-de-la-quebrada-la-
hueso-en-suramericana/400569/
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, aprobó mediante Resolución Metropolitana No.
00056 de febrero 2 de 2006, el Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos - PSMV de
Empresas Públicas de Medellín E.S.P – EPM. De acuerdo al cronograma modificado, aprobado
mediante Resolución Metropolitana No. 0795 de junio 30 de 2009, se realizó seguimiento a las
obras a ejecutar durante el año 2009, donde se intervinieron las subcuencas de las quebradas:
Santa Elena, La Rosa, La Quintana II, Madera II, La Hueso, Altavista, La Aguacatala, Doña María,
El Zanjón, La Presidenta, La Bermejala, Granizal y El Molino, con obras que incluyen:
Construcción de redes, por ampliación de cobertura, reposición o modernización de las
mismas.
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.metropol.gov.co/area/
Documents/informes-de-gestion/anuales/informe-de-gestion-2009.pdf
Durante el año 2013, se realizaron dieciocho (18) campañas de monitoreo a lo largo del Rio
Aburrá-Medellín, cuatro (4) campañas de quebradas donde se monitoreo la hueso
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.metropol.gov.co/area/
Documents/informes-de-gestion/anuales/informe-de-gestion-2013.pdf
Informe 2016
Q9: La Hueso
Actualmente el río Aburrá cuenta con su PORH, cuyo proceso de revisión y arpobación se llevó
a cabo en la Comisión Conjunta de la Cuenca del Río Aburrá, siguiendo los lineamientos
establecidos por el Ministerio de Ambiente Desarrollo Sostenible en el artículo 2.2.3.3.1.4 del
Decreto 1076 de 2015 y la Guía técnica para la formulación de planes de ordenamiento del
recurso hídrico (MADS, 2014). El PORH, entonces, fue adoptado por resolución de cada una de
las autoridades ambientales con jurisdicción en la cuenca del río Aburrá, mediante los actos
administrativos: Resolución 002994 / 2019-Área Metropolitana del Valle de Aburrá; Resolución
040-RES1910-6158 / 2019-CORANTIOQUIA; Resolución 112-41602019-CORNARE
Realizar el monitoreo análogo en el límite urbano-rural de las nueve (9) corrientes priorizadas
por calidad en el PORH en el proyecto 6A (Doña María, La García, La Picacha, Altavista, La
Hueso, Santa Elena, La Iguaná, El Hato, La Madera), de manera que sea posible evaluar la
evolución de la calidad del agua hasta su confluencia con el Río Aburrá-Medellín.
Durante el año 2022, se realizó monitoreo de la calidad y cantidad del agua, mediante la
ejecución de 2 campañas en 22 quebradas afluentes al río Aburrá Medellín (La Valeria, La Miel,
La AltaVista, La Bermejala, La Grande, La Mina, La Doctora, Doña María, La Ayurá, La Picacha,
La Hueso, La Iguaná, Santa Elena, La Rosa y La Madera, El Hato, La García, Piedras Blancas, El
Chuscal, El Salado, Ovejas y La López ) y en las 14 estaciones localizadas sobre el río Aburrá-
Medellín; esto con el fin de continuar el seguimiento a la calidad del agua y evaluar los avances
de la implementación de los Planes de Saneamiento y Manejo de Vertimiento en los municipios
frente al cumplimiento de los objetivos de calidad definidos en el Plan de Ordenamiento del
Recurso Hídrico.
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.metropol.gov.co/
Documentos_SalaPrensa/INFORME%20DE%20GESTION%202022.pdf
https://www.icbf.gov.co/cargues/avance/docs/resolucion_minambienteds_0667_2016.htm#top
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.corantioquia.gov.co/wp-content/
uploads/2021/12/Plan_Accion_2020-2023.pdf
En segundo lugar y de acuerdo con la Ley 99 de 1993, Ley 142 de 1994, Ley 388 de 1997 y Ley
489 de 1998, se resaltan los siguientes actores: la Nación, al ser el responsable del mantenimiento
de vías de carácter nacional como lo es la Avenida Regional que se encuentra paralelo al Río en
todo su recorrido dentro de la urbe; Empresas Públicas de Medellín, al ser el prestador del Servicio
Público de Alcantarillado y Saneamiento encargado de recibir y tratar la carga contaminante
generada por el sector residencial, comercial, industrial, que se encuentra en las áreas adyacente al
Río y a sus afluentes; la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia - Corantioquia - y
la Corporación Autónoma Regional de los Ríos Negro y Nare - Cornare , que cumplen las mismas
funciones que el Área Metropolitana del Valle de Aburrá en el área rural; los municipios con
jurisdicción territorial sobre el Río, pues les corresponde la gestión del riesgo y de transporte en
materia ambiental; y, por último, el Departamento de Antioquia, como entidad de ámbito territorial
superior (Alcaldía de Medellín et al., 2015. pp. 2 – 9).
siguen reconociendo que el recurso hídrico es esencial para la supervivencia del hombre y que es
indispensable para una vida digna, pero más que concentrarse en el criterio teleológico de carácter
sanitario o regular simplemente el aprovechamiento de los recursos hídricos, hacen énfasis en la
necesidad de darle una gestión integral al recurso hídrico del país.
ó abrir el debate sobre posibilidades diferentes en el devenir de nuestro rio. Sin embargo, aunque
hoy podríamos dar muchos argumentos para proponer soluciones alternas, la normativa de esa
época, la falta de datos técnicos, el poco entendimiento ambiental y el ordenamiento jurídico que
regía el manejo de cuencas y microcuencas y que daba un gran margen de acción a los propietarios
de los inmuebles colindantes, fueron las razones para que se tomaran estas decisiones
planificadoras, basadas en intereses económicos y no en la protección del medio ambiente y el
aseguramiento de los recursos para las futuras generaciones.
Según el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (2012), desde la década de los 90, las instituciones
públicas, la academia y la comunidad ha realizado acciones encaminadas a la recuperación y
preservación de su entorno natural. Dentro de estas acciones está, por ejemplo, el monitoreo y
evaluación permanente de la calidad y cantidad del agua, en todo su recorrido, a través de la Red
de Monitoreo Ambiental en la Cuenca Hidrográfica del Río Aburrá (Red Río) y los sistemas de
medición de variables hidro climatológicas que integran el Sistema de Alerta Temprana (SIATA) que
sirven para recopilar información sobre la calidad del agua, permitiendo identificar si están
ocurriendo vertimientos a las corrientes. Sin embargo, las corrientes hídricas siguen sufriendo serias
alteraciones tanto en las condiciones naturales de su cauce como en sus alrededores. Se identifica
la desarticulación e inadecuadas obras hidráulicas, ausencia de mantenimiento y rehabilitación de
cauces naturales y de las obras hidráulicas, aumento de escorrentía, alta impermeabilización de las
zonas de descarga, aprovechamiento informal del recurso, vertimiento de aguas residuales
domésticas a fuentes hídricas, ocupación de suelos de protección con asentamientos formales e
informales, asentamientos en zonas de riesgo de inundación o avenidas torrenciales, etc.
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://repository.eafit.edu.co/bitstream/
handle/10784/32384/
Analisis_critico_de_las_normas_juridicas_que_regulan_las_cuencas_y_microcuencas_h
%C3%ADdricas_MariaClara_CortesAlzate_Esteban_GomezTamayo_2023.pdf?
sequence=4&isAllowed=y
Como parte de la implementación del POMCA (adoptado el año 2007), se contrataron los
estudios para la formulación de planes de ordenación y manejo de microcuencas, los cuales se
articulan al POMCA como estudios de detalle.
Conclusiones:
● Aunque el estudio y la regulación de los cuerpos hídricos en Colombia cuenta con una
amplia legislación que se ha desarrollado durante los últimos años, la expedición de las
normas para el manejo y la ordenación de la quebrada La Hueso no se ha acompañado
ni de los recursos ni de la voluntad política suficientes para hacerlas cumplir, limitando
su adecuada gestión y protección.
Recomendaciones
Deben encontrarse las causas del rezago que han tenido las autoridades ambientales frente a
la formulación de un nuevo plan de ordenación y manejo de la quebrada La Hueso para poder
lograr una protección y recuperación efectiva de la misma.
Los ciudadanos deben dejar de darle la espalda a las problemáticas que afectan los recursos
hídricos del territorio que habitan y parar de resignarse a la poca capacidad de gestión y
comunicación de sus dirigentes frente al manejo de las microcuencas.
Como parte de la implementación del POMCA (adoptado el año 2007), se contrataron los
estudios para la formulación de planes de ordenación y manejo de microcuencas, los cuales se
articulan al POMCA como estudios de detalle.
en los cuales se ha establecido una nueva legislación vigente y se han elaborados guías y
metodologías para la formulación de POMCAS, PIOMs y PMAM que consideran las nuevas
necesidades del ordenamiento territorial, sería apropiada la actualización del plan existente
para ser congruente también con el programa del POT para la actualización de la red hídrica,
reglamentación del agua y ordenación de las cuencas afluentes del río Aburrá,
Lo anterior, se traduce en disposiciones válidas y vigentes pero, la mayoría de las veces, ineficaces.
estrategias de intervención y mantenimiento para prevenir desastres o daños generados por el uso
inadecuado de los recursos naturales y los conflictos de uso del suelo
PMAM:
1. Aprestamiento: se conformará el equipo técnico para realizar y acompañar la formulación e
implementación del plan, se definirá plan de trabajo, la estrategia de socialización y
participación y la logística, entre otros aspectos.
2. Diagnóstico: se identificará y caracterizará la problemática generada por desequilibrios del
medio natural, la degradación en calidad o cantidad de los recursos naturales renovables, los
riesgos naturales y antrópicos, estableciendo las causas, los impactos ambientales, entre otros
aspectos.
3. Formulación: Se definirán los proyectos y actividades a ejecutar por la autoridad ambiental
competente, con el fin de solucionar la problemática identificada en el diagnóstico,
estableciendo el cronograma de ejecución, costos y responsables.
4. Ejecución: se ejecutarán los proyectos y actividades, conforme a lo dispuesto en la Fase de
Formulación.
5. Seguimiento y evaluación: se realizará el seguimiento y la evaluación del Programa,
conforme a las metas e indicadores planteados en el respectivo programa, con el objeto de
definir los ajustes a que haya lugar”
PIOM
POMCA
El río Medellín también se ve afectado por las condiciones sanitarias e hidráulicas que
presenta La Hueso. Aunque muchos de los materiales de arrastre se extraen previamente
antes de la desembocadura, algunos de ellos pasan al canal del río aumentando todos los
parámetros estudiados, especialmente los sólidos y la turbiedad.
1. https://documentcloud.adobe.com/gsuiteintegration/index.html?state=%7B%22ids
%22%3A%5B%221bfiJ5-mlCiKqv-SnlaG0lUUj3mIKyEX5%22%5D%2C%22action
%22%3A%22open%22%2C%22userId%22%3A%22105478181253647170162%22%2C
%22resourceKeys%22%3A%7B%7D%7D
La Hueso: el 50% de la población encuestada, piensa que están en riesgo continuo por la
contaminación del agua de la quebrada, otro 30% cree que algunas veces pueden verse
afectada su salud por el agua de la quebrada.
https://documentcloud.adobe.com/gsuiteintegration/index.html?state=%7B%22ids%22%3A%5B
%221Y3xAzM87ZvWPCUObHNZp5N1hQmePwKC5%22%5D%2C%22action%22%3A
%22open%22%2C%22userId%22%3A%22105478181253647170162%22%2C
%22resourceKeys%22%3A%7B%7D%7D
Para los sólidos suspendidos totales se presentó un comportamiento variable de acuerdo a los
registros de la Fase V, el cual puede obedecer a cambios en la carga contaminante aportada
por la industria minera ubicada en diferentes subcuencas de quebradas afluentes al río como
Altavista, La Hueso, El Hato y La García
se consideró el saneamiento de quebradas que presentan una calidad mala de acuerdo con el
índice de calidad del agua en corrientes superficiales (ICACOSU), sin embargo, para este caso
solo se contemplaron las quebradas que se encuentran priorizadas a partir de la Resolución
Metropolitana 001739 del 21 de septiembre de 2015: Doña María, La Picacha, Altavista, La
Hueso, Santa Elena, La Iguaná, La García y El Hato.
los tributarios que dentro del rango de calificación mala del agua evidenciaron un mayor grado
de contaminación, fueron las quebradas La Picacha (Q20) y La Hueso (Q9), con calificaciones
de 0,26 y 0,28; respectivamente, muy cercanas al valor de un agua con calidad muy mala, cuyo
límite superior es de 0,25.{
Con una clasificación de calidad mala (ICACOSU) y regular (ICA Global), se encuentran las
quebradas La Hueso (Q9), Santa Elena (Q10), La García (E10), la Madera (Q13) y el Tábano
(Q26); microcuencas que presentan un alto deterioro por agua residual doméstica e industrial
4. chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.metropol.gov.co/
ambiental/recurso-hidrico/PORH/fase-2-diagnostico/fase-2-diagnostico.pdf
. De manera general, puede concluirse que la quebrada La Hueso es una microcuenca que se
ve afectada en un alto porcentaje por el transporte de materiales producto de la explotación de
arenas y disposición de escombros en su parte alta. Es una quebrada torrencial, capaz de
conducir todo tipo de sedimentos. En los tramos de baja pendiente y con amplios canales, la
acumulación es mayor, observándose simetría en los objetos, mientras que en los de pendiente
alta, la heterogeneidad es mayor, debido a las facilidades en el transporte por la corriente.
o tendríamos la ocupación ilegal de las orillas, con población en riesgo por inundación o
avenidas torrenciales
Y las necesidades de información se centran en los muestreos de vegetación actualizados al
interior de las coberturas boscosas existentes en la cuenca del río Aburrá, actualización de los
PIOMs, elaborar el mapa de coberturas de la cuenca del río Aburrá actualizado, y documentos
que evidencien la ejecución de los planes de manejo formulados para las áreas protegidas de
la cuenca
Formulación y ejecución de los planes de ordenamiento y manejo del Recurso Hídrico, planes
de manejo para las quebradas priorizadas por las autoridades ambientales y proceso de
reglamentación de las que se requiera
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.medellin.gov.co/es/wp-
content/uploads/2023/01/1.6-Plan-de-Ordenacion-y-Manejo-de-la-Cuenca-del-Rio-Aburra-
POMCA-Regional.pdf
“En nuestra experiencia técnica así como la vivida en los territorios y con las comunidades
podemos concluir que si en Medellín se hubieran ejecutado todos los PIOM y los retiros de las
quebradas estuvieran intervenidos con proyectos como los Parques Lineales, no tendríamos la
ocupación ilegal de las orillas, con población en riesgo por inundación o avenidas torrenciales”
https://www.personeriamedellin.gov.co/index.php/listanoticias/149-a-pesar-de-los-
planes-integrales-de-ordenamiento-de-microcuencas-persisten-los-riesgos-de-
inundaciones-en-zonas-de-influencia-de-quebradas-en-medellin
conocidos como PIOM, entre los que se pueden mencionar los planes de la quebrada
La Iguaná (2003), la quebrada La Picacha (2008), la quebrada Altavista (2007) y la
quebrada la Guayabala (2009), entre otros; estos planes han sido desarrollados durante
los últimos años cada vez con mayor importancia para el manejo del recurso hídrico en
el Municipio de Medellín
Adicionalmente, en las vigencias 2008-2010 se realizaron actividades para la
implementación de Planes de Manejo de Microcuencas Afluentes del Río Medellín
(PIOM´s), interviniendo áreas de sus vertientes con actividades de reforestación,
recuperación de suelos degradados, ejecución de obras para mejorar el tránsito
peatonal, paisajismo y revegetalización de taludes, que contribuyen con la preservación
y el embellecimiento del espacio público.
es por tal razón que durante el proceso de formulación del POMCA de Caño Grande se
evidencio la necesidad de efectuar un trabajo de mayor detalle en virtud de los resultados del
diagnóstico ambiental y el análisis situacional que implica el desarrollo prioritario de estrategias
de manejo orientadas a mitigar los conflictos ambientales en esta zona de alta ocupación
La calificación final para cada cuerpo de agua se obtiene de la sumatoria de los productos
Peso*valor asignado
Para La Hueso: Calificación 30 y orden de prioridad 5
6. Cuerpos de agua y/o acuíferos en los que exista conflicto por el uso del recurso. (5)
8. Cuerpos de agua y/o acuiferos que presenten evidencias de deterioro de la calidad del
recurso que impidan su utilización (15)
9. Cuerpos de agua cuya calidad permita la presencia y el desarrollo de especies
hidrobiológicas importantes para la conservación y/o el desarrollo socioeconómico. (10)
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.medellin.gov.co/irj/go/km/
docs/pccdesign/SubportaldelCiudadano_2/PlandeDesarrollo_0_15/Publicaciones/Shared
%20Content/GACETA%20OFICIAL/2015/Gaceta%204329/RESOLUCION
%20METROPOLITANA%20NUMERO%20001739%20DE%202015.pdf
Priorización de microcuencas:
**De otro lado, el artículo 2.2.3.1.6.5 del Decreto 1076 de 2015, establece que dentro de las
fases de elaboración del Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca Hidrográfica- POMCA se
deberán considerar los instrumentos de planificación y/o de manejo de recursos naturales
renovables existentes, como los planes de manejo de Microcuencas, entre otros.
La Hueso: afluente directo del río Aburrá - Medellín. Nace en el costado suroriental de la vereda
La Loma, a los 2.115 msnm, posee un cauce rectilíneo de cañón poco profundo, a medida que
desciende su cauce se hace sinuoso, el cañón se profundiza en forma de V y aumenta de
caudal.
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.medellin.gov.co/irj/go/km/
docs/pccdesign/SubportaldelCiudadano_2/PlandeDesarrollo_0_15/InformacinGeneral/Shared
%20Content/Documentos/comunas/COMUNA11_LAURELES_ESTADIO.pdf
Por otro lado, quebradas como La Iguaná, La García, La Grande, La Hueso y Santa Elena
reflejan aún el efecto de aguas residuales no recolectadas en los sistemas de colectores. Como
puede observarse en la Figura 2.45 las concentraciones promedio de oxígeno disuelto no
explican adecuadamente los cambios de la calidad del agua ya que en algunos caso han
aumentado (Santa Elena y La Hueso), a pesar de que el total de materia orgánica (expresado
como DBO+DQO) claramente aumenta en el período de análisis. Los sólidos suspendidos
guardan coherencia con los cambios observados en las demás variables, aunque es importante
tener en cuenta que los procesos que inducen cambios en las concentraciones de esta
variables incluyen escenarios de lluvias no controlables e incluso eventos antrópicos como
explotación de material aluvial como el que se realiza en la quebrada la Hueso, lo cual explica
en parte la alta variabilidad (barras de error) que se observa en la Figura 2.48 para dicha
cuenca
Del aspecto hidráulico se encontró que pocas microcuencas de la Cuenca del río Aburrá tienen
un estudio detallado que describa el estado de los cauces y afluentes. Para realizar la
caracterización hidráulica de la zona, se analizaron los estudios realizados en algunas de las
corrientes (Planes Integrales de Ordenamiento y Manejo de Microcuencas, PIOM , Estudios de
Reglamentación, Actualizaciones de Red Hídrica, entre otros
https://documentcloud.adobe.com/gsuiteintegration/index.html?state=%7B%22ids%22%3A%5B
%221bfiJ5-mlCiKqv-SnlaG0lUUj3mIKyEX5%22%5D%2C%22action%22%3A%22open%22%2C
%22userId%22%3A%22105478181253647170162%22%2C%22resourceKeys%22%3A%7B
%7D%7D
La Hueso: el 50% de la población encuestada, piensa que están en riesgo continuo por la
contaminación del agua de la quebrada, otro 30% cree que algunas veces pueden verse
afectada su salud por el agua de la quebrada.
https://documentcloud.adobe.com/gsuiteintegration/index.html?state=%7B%22ids%22%3A%5B
%221Y3xAzM87ZvWPCUObHNZp5N1hQmePwKC5%22%5D%2C%22action%22%3A
%22open%22%2C%22userId%22%3A%22105478181253647170162%22%2C
%22resourceKeys%22%3A%7B%7D%7D
En la zona Suroccidental, la quebradas La Picacha y la Hueso son las que presentan los
estados sanitarios más deficientes, “muy contaminada”
https://documentcloud.adobe.com/gsuiteintegration/index.html?state=%7B%22ids%22%3A%5B
%221blkwqNoCElGIyxlhF9_KxRjj5CsO4PmK%22%5D%2C%22action%22%3A%22open
%22%2C%22userId%22%3A%22105478181253647170162%22%2C%22resourceKeys
%22%3A%7B%7D%7D
Para los sólidos suspendidos totales se presentó un comportamiento variable de acuerdo a los
registros de la Fase V, el cual puede obedecer a cambios en la carga contaminante aportada
por la industria minera ubicada en diferentes subcuencas de quebradas afluentes al río como
Altavista, La Hueso, El Hato y La García
se consideró el saneamiento de quebradas que presentan una calidad mala de acuerdo con el
índice de calidad del agua en corrientes superficiales (ICACOSU), sin embargo, para este caso
solo se contemplaron las quebradas que se encuentran priorizadas a partir de la Resolución
Metropolitana 001739 del 21 de septiembre de 2015: Doña María, La Picacha, Altavista, La
Hueso, Santa Elena, La Iguaná, La García y El Hato.
los tributarios que dentro del rango de calificación mala del agua evidenciaron un mayor grado
de contaminación, fueron las quebradas La Picacha (Q20) y La Hueso (Q9), con calificaciones
de 0,26 y 0,28; respectivamente, muy cercanas al valor de un agua con calidad muy mala, cuyo
límite superior es de 0,25.{
Con una clasificación de calidad mala (ICACOSU) y regular (ICA Global), se encuentran las
quebradas La Hueso (Q9), Santa Elena (Q10), La García (E10), la Madera (Q13) y el Tábano
(Q26); microcuencas que presentan un alto deterioro por agua residual doméstica e industrial
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.metropol.gov.co/ambiental/
recurso-hidrico/PORH/fase-2-diagnostico/fase-2-diagnostico.pdf
Quebrada La Hueso: obtuvo 53 puntos. De acuerdo con este valor, los impactos por estar en
zona de influencia de ladrilleras, canteras y/o escombreras pueden considerarse como
SEVEROS. La quebrada la hueso a lo largo de todo su recorrido evidencia gran cantidad de
sedimentos, y prueba de ello es la extracción de arenas y canto rodado en los barrios Eduardo
Santos, Antonio Nariño, San Javier y Naranjal. También se observan residuos y escombros en
márgenes y cauces en la parte alta de la microcuenca.
Por las situaciones encontradas a lo largo de la quebrada La Hueso, puede afirmarse que la
disposición de escombros y la explotación de materiales pétreos en la parte alta de San Javier
es el factor más determinante del deterioro de la microcuenca. Gran parte de los materiales
dispuestos y extraídos en las canteras pasan directamente a la corriente, y prueba de ello es la
extracción de arenas, canto rodado y triturado que se hace en los barrios Eduardo Santos,
Antonio Nariño y Suramericana, con fines comerciales. Aunque podría pensarse que la
extracción es benéfica ya que se evita la sedimentación del cauce y colmatación del canal, se
genera un efecto contrario, ya que se remueve todo el sustrato, produciendo un incremento en
la suspensión de sólidos y de turbiedad. La parte baja de la cuenca, a la altura de la estación
Suramericana del Metro, es la que mayores dificultes presenta a lo largo de la cuenca. Aunque
este tramo está canalizado, la forma del canal favorece la ocurrencia de desbordamientos e
inundaciones. Desde el sector Estadio hasta la Carrera 65, el canal tiene ancho entre los 8 y 6
metros. Pasando dicha carrera, el canal sufre un estrangulamiento, que sumado a la baja
pendiente y acumulación de materiales, produce un colapso en el un curso normal de la
corriente, saliéndose del canal. Con respecto al vertimiento de escombros y residuos
domiciliarios la incidencia es menor, sin embargo, las cargas se incrementan en cada sitio por
situaciones muy puntuales como es el caso de los botaderos clandestinos en el Barrio San
Michael y cerca de la estación San Javier del Metro. En definitiva y al igual que en la quebrada
anterior, las consecuencias directas sobre el río Medellín por las situaciones expuestas, saltan
a la vista, contribuyendo en gran medida al deterioro de los fenómenos de transporte y al
aumento de las tasa de sedimentación por el arrastre, extracción y depositación en las laderas
de los materiales desplazados por la corriente
. De manera general, puede concluirse que la quebrada La Hueso es una microcuenca que se
ve afectada en un alto porcentaje por el transporte de materiales producto de la explotación de
arenas y disposición de escombros en su parte alta. Es una quebrada torrencial, capaz de
conducir todo tipo de sedimentos. En los tramos de baja pendiente y con amplios canales, la
acumulación es mayor, observándose simetría en los objetos, mientras que en los de pendiente
alta, la heterogeneidad es mayor, debido a las facilidades en el transporte por la corriente.
Impacto Ambental y Social del Vertimiento de Residuos Sólidos y Escombros Sobre la Calidad
del Río Medellín y Algunos de sus Afluentes
PMAM
El PMAM tiene como propósito identificar la principal problemática que aqueja a la microcuenca
y su zona de influencia, resaltando sus potencialidades y reduciendo las problemáticas, a fin de
que éste responda a las necesidades de las comunidades y se aproveche las capacidades
socio ambiental que posee. El Plan se ve materializado con las medidas de manejo que
obedecen al mismo y para las cuales se gestionarán recursos conforme a lo planteado dentro
del plan.
Para dar cumplimiento al anterior propósito, la normativa vigente, regulada mediante el Decreto
1076 de 2015, establece los requerimientos necesarios para el desarrollo de los planes de
manejo ambiental de Microcuenca, que contempla las fases de aprestamiento, diagnóstico,
formulación, ejecución y de seguimiento y evaluación de los resultados de la implementación
de proyectos y acciones establecidos por parte de los diferentes actores y partes interesadas.
La Autoridad ambiental debe garantizar que los resultados de los PMAM, y de manera
específica las medidas de manejo, se incorporen en el POMCA, cuando éste se desarrolle, con
el fin de mantener la visión integral del territorio; igualmente deberán tenerse en cuenta, los
resultados del PMAM para los Planes o Esquemas de Ordenamiento Territorial del o los
municipios en los que se ubique y en los diferentes instrumentos de planificación que apliquen
en ese territorio.
El Decreto 1640 de 2012 contenido en el decreto 1076 de 2015, que reglamenta los
instrumentos para la planificación, ordenación y manejo de las cuencas hidrográficas y
acuíferos establece que dichos instrumentos son: i) los planes estratégicos en las cinco macro-
cuencas o áreas hidrográficas; ii) el programa nacional de monitoreo del recurso hídrico en las
zonas hidrográficas; iii) los planes de ordenación y manejo de cuencas hidrográficas (POMCA)
en sub-zonas hidrográficas o de nivel subsiguiente; iv) los planes de manejo ambiental de
micro-cuencas en el nivel inferior al subsiguiente y; v) los planes de manejo ambiental de
acuíferos.
**De otro lado, el artículo 2.2.3.1.6.5 del Decreto 1076 de 2015, establece que dentro de las
fases de elaboración del Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca Hidrográfica- POMCA se
deberán considerar los instrumentos de planificación y/o de manejo de recursos naturales
renovables existentes, como los planes de manejo de Microcuencas, entre otros.
Priorización de microcuencas:
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.andi.com.co/Uploads/GUIA
%20TECNICA%20DE%20MICROCUENCAS_%20Versi%C3%B3n%2008%2006%2017_
%20para%20publicaci%C3%B3n-rev%20final.pdf
ANTIGUO ORDENAMIENTO
Con el fin de dar las bases legales existentes para cumplir con las exigencias de éste
estudio, se presentan a continuación algunos apartes de la legislación vigente, relacionados
con el Ordenamiento Territorial, entre las cuales se cita la ley 9 de ·1989 (sobre Reforma
Urbana); ley 136 de 1994 (Código de régimen municipal); ley 152 de 1994 (ley orgánica
del Plan de Desarrollo); ley 99 de 1993 (creación del Ministerio del Medio Ambiente) y
al código de régimen departamental (Decreto 1222 de 1986) entre otros.
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.corantioquia.gov.co/ciadoc/
AGUA/AIRNR_CN_3258_2001_INTRODUCCION1.pdf
La ordenación y el manejo de las microcuencas es uno de los primeros lineamientos sobre los
cuales la legislación colombiana hace hincapié, mediante la reglamentación del Código
Nacional de los Recursos Naturales (Decreto Ley 2811 de 1974), específicamente en la Parte
III, Título II, Capítulo III, que establece que los recursos naturales pueden ser declarados bajo
protección o en ordenación.
Por su parte, la Ley 99 de 1993 asigna a las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) y
Áreas Metropolitanas (Artículo 31 numeral 18) las competencias y funciones para ordenar las
cuencas hidrográficas ubicadas dentro del área de su jurisdicción y para establecer las normas
y directrices requeridas para su manejo, conforme a las disposiciones superiores y a las
políticas nacionales que se expidan a tal fin. Además, en el artículo 33 parágrafo 3, se
establece la creación de comisiones conjuntas encargadas de concertar, armonizar y definir
políticas para el manejo ambiental de cuencas hidrográficas comunes a dos o más CAR que
tengan jurisdicción sobre éstas.
Mediante el Decreto 3930 de 2010 (retomado en el Decreto Único Reglamentario del Sector
Ambiente y Desarrollo Sostenible-Decreto 1076 de 2015), se reglamenta parcialmente el Título
I de la Ley 9ª de 1979, así como el Capítulo II del Título VI -Parte III- Libro II del Decreto-ley
2811 de 1974 y se establecen las disposiciones relacionadas con los usos del agua (artículo 9),
con la formulación de los planes de ordenamiento del recurso hídrico, así como con las normas
de vertimientos al recurso hídrico, al suelo y a los alcantarillados. De acuerdo con el artículo 4°
del Decreto 3930 de 2010, el ordenamiento del recurso hídrico para las aguas superficiales se
realiza con el fin de establecer la clasificación de las aguas, fijar en forma genérica su
destinación a los diferentes usos del agua y posibilidades de aprovechamiento (Ministerio de
Ambiente y Desarrollo Sostenible - MADS, 2014, p.18). De manera coherente con lo
consagrado en el Decreto 3930 de 2010, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible
publica en diciembre de 2014, la Guía Técnica para la Formulación de Planes de Ordenamiento
del Recurso Hídrico -PORH-. En la misma se establecen los pasos y alcances mínimos a seguir
en cada una de las fases definidas para el ordenamiento (Figura 1): Declaratoria, Diagnóstico,
Prospectiva (Identificación de usos potenciales del recurso hídrico) y la Elaboración del Plan de
Ordenamiento.
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.metropol.gov.co/ambiental/
recurso-hidrico/PORH/fase-3-prospectiva/fase-3-prospectiva.pdf
INTRO
Se entiende por ordenamiento ambiental del territorio para los efectos
previstos en la presente Ley, la función atribuida al Estado de regular y
orientar el proceso de diseño y planificación de uso del territorio y de los
recursos naturales renovables de la Nación, a fin de garantizar su adecuada
explotación y su desarrollo sostenible.
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.corantioquia.gov.co/ciadoc/
AGUA/AIRNR_CN_3258_2001_ASPECT_LEGALES2.pdf
La quebrada La Hueso nace en el barrio San Javier donde presenta un canal natural en
la zona rural, cauce estrecho con lecho rocoso y poco caudal. Una vez llega a la zona
urbana del mismo barrio, el cauce es canalizado hasta su desembocadura. Durante su
trayecto es fuertemente impactada por diferentes vertimientos de agua residual.
Diagnóstico
Salazar, Jose & Betancur Jaime, 1991. Estudio hidrológico e hidráulico de las quebradas
La Hueso, La Ana Díaz, La Picacha. Tesis de grado. Universidad Nacional de Colombia,
Sede Medellín, Facultad de Minas.
Alcaldía de Medellín, Secretaria del Medio Ambiente. (2011). PLAN AMBIENTAL MUNICIPAL – PAM: 2012 –
2019 HACIA UNA CIUDAD SOSTENIBLE: TOMO II. DIAGNOSTICO ACTUALIZADO (CONTRATO No.
4600029146 DE 2010).
RedRío Aburrá Medellín, Área Metropolitana del Valle de Aburrá, & Universidad de Antioquia. (2016). Red de
Monitoreo Ambiental en la Cuenca Hidrográfica del Río Aburrá en Jurisdicción del Área Metropolitana - Fase V
(CONVENIO 368 DE 2014).
Área Metropolitana del Valle de Aburrá. (2015). Informe de Gestión 2014
Área Metropolitana del Valle de Aburrá. (2009). Informe de Gestión 2009.
.
Área Metropolitana del Valle de Aburrá. (2009). Informe de Gestión 2009