Aditi Vos Aliment A Rios
Aditi Vos Aliment A Rios
Aditi Vos Aliment A Rios
Viene a ser, toda sustancia que normalmente no se consuma como alimento en si misma, ni se
use como ingrediente característico de los alimentos, tenga o no valor nutritivo y cuya adición
intencionada (con un propósito tecnológico) a un alimento durante su fabricación, transformación,
preparación, tratamiento, envasado, transporte o almacenamiento, tenga por efecto, o quepa
razonablemente prever que tenga por efecto, que el propio aditivo o sus subproductos se conviertan
directa o indirectamente en un componente del alimento.
LEGISLACIÓN
Antes de que se autorice el uso de un aditivo ha de someterse a
una valoración científica rigurosa para garantizar su seguridad. En
Europa se encarga de evaluar la seguridad de los aditivos el Comité
Científico para la Alimentación Humana de la Unión Europea (SCF).
Además, hay un Comité Conjunto de Expertos en Aditivos
Alimentarios (JECFA) que trabaja bajo los auspicios de la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), y la Organización Mundial de la Salud (OMS). A
nivel mundial, la Comisión del Codex Alimentarius, una
organización conjunta de la FAO y la OMS, que se encarga de
desarrollar normas internacionales sobre seguridad alimentaria,
está preparando actualmente una nueva Normativa General sobre
los Aditivos Alimentarios (GSFA), con el propósito de establecer
unas normas internacionales armonizadas e incuestionables para
su comercio en todo el mundo.
A partir del análisis de las pruebas
toxicológicas, efectuadas en humanos y
animales, se determina un nivel dietético
máximo del aditivo, que no tenga efectos
tóxicos demostrables. Dicho valor se
emplea para determinar la cantidad de
"ingesta diaria admisible" (IDA) para cada
aditivo. La IDA, que se calcula con un
amplio margen de seguridad, es la
cantidad de un aditivo alimentario que
puede ser consumida en la dieta
diariamente, durante toda la vida, sin que
represente un riesgo para la salud.
NÚMERO “SIN”
Cada aditivo tiene un código asignado por la Unión Europea, formado por la letra E seguida de tres o cuatro
cifras. Este es el número asignado a un aditivo alimentario de conformidad con los Nombres Genéricos del
Codex y el Sistema Internacional de Numeración (SIN) para los Aditivos Alimentarios. La primera de esas cifras
hace referencia al tipo de aditivo. Así, por ejemplo, la sacarina, un edulcorante, posee el código E-954.
PROCEDENCIA DE LOS ADITIVOS ALIMENTARIOS
Un punto controvertido sobre los aditivos se halla en su naturaleza: ¿naturales o artificiales? Aunque la
traducción de esta pregunta parece ser ¿buenos o malos? En general, los consumidores opinan que las
sustancias artificiales son más tóxicas que las naturales. Nada más lejos de la realidad. La patata cruda contiene
solanina, una sustancia que puede causar problemas gastrointestinales y neurológicos, y en la nuez moscada y
el perejil se encuentra la miristicina, una sustancia también tóxica. Y el cloruro sódico es el condimento más
antiguo usado por el hombre, y se ha usado como conservante esencial para los alimentos. Ni el perejil, ni la
nuez moscada o la sal común se encuentran en las listas de aditivos autorizados. Estos productos, naturales, se
utilizaban mucho antes de que se elaboraran dichas listas y por ello no han sido investigados como los otros, ni
hay IDA establecida para regular su ingesta diaria. Sin embargo, hoy sabemos que debemos controlar su uso,
especialmente el de la sal. No podemos, por tanto, asociar el término natural con el de inocuo, ni el de artificial
con el de tóxico.
La distinción entre natural y artificial solo atañe al origen
de la sustancia. Muchos aditivos proceden de la propia
Naturaleza, como los colorantes vegetales y ácidos
orgánicos, como el acético (vinagre), cítrico (limones) o
láctico (yogur). Algunos de ellos, para poder ser
conseguidos a un precio razonable, se obtienen
sintéticamente, son los productos de biosíntesis.
Finalmente, los puramente sintéticos son moléculas que no existen en la naturaleza pero que poseen
propiedades muy interesantes. Los edulcorantes intensivos y muchos colorantes son aditivos sintéticos.
El colorante procedente de la cochinilla, E-120, se
encuentra presente en las hembras de estos
insectos, parásitos de algunas especies de cactus.
Pero hacen falta unos 100.000 insectos para
obtener 1 Kg de producto, por lo que su precio es
bastante alto. Es preferible, desde un punto de
vista económico, sintetizar un colorante sustituto.
CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS MEDIANTE PRODUCTOS QUÍMICOS
Aunque existe una gran cantidad de productos químicos
activos en la conservación de alimentos, solamente se
ha permitido añadir a éstos un número relativamente
pequeño de ellos. Esto es debido, en gran parte, a las
rigurosas normas de seguridad señaladas por las
organizaciones internacionales encargadas de evaluar
los aditivos y, en menor proporción, al hecho de que no
todos los compuestos que presentan actividad
antimicrobiana la conservan cuando se añaden a
determinados alimentos.
Desde la recolección de los vegetales o desde el momento del sacrificio del animal, el alimento “fresco”
comienza a sufrir una serie de fenómenos de degradación que lo conducen a la calificación de alimento
impropio o incluso nocivo. Los aditivos que impiden o, al menos, frenan estas alteraciones son los Conservantes
y los Antioxidantes. A diferencia de los colorantes o los aromas, estos aditivos son absolutamente necesarios.
En términos generales, la utilización de aditivos en los alimentos, obedece a cinco razones principales:
3
JUSTIFICACIÓN DEL USO DE ADITIVOS
Según el Codex Alimentario, el uso de aditivos alimentarios está justificado únicamente si ello ofrece
alguna ventaja, no presenta riesgos apreciables para la salud de los consumidores, no induce a error a
éstos, y cumple una o más de las funciones tecnológicas establecidas por el Codex:
ANTIOXIDANTES
Son sustancias que se añaden a los alimentos (sobre todo a los grasos) con el fin de frenar los procesos de oxidación
provocados por la luz y el oxígeno. Cuando un alimento se oxida, aparece el sabor a rancio y se altera tanto el color
como la textura. Además, se reduce su valor nutritivo, por lo que los antioxidantes resultan imprescindibles en
estos casos.
Artificiales: son colorantes de síntesis. Han sido estudiados mucho más que los naturales y de forma
exhaustiva, ante la preocupación de su seguridad debido a su alta utilización en la industria alimentaria.
Naturales: son productos de origen vegetal que han sufrido una extracción o modificación química.
Artificiales: son sustancias de síntesis y han sido estudiados muy en profundidad, debido a la
preocupación que existía por su seguridad a largo plazo.