Su-107-24 T-7.867.632 Ac

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REPÚBLICA DE COLOMBIA

CORTE CONSTITUCIONAL

SENTENCIA SU-107 DE 2024

Expedientes AC: T-7.867.632, T-7.930.563, T-7.936.682,


T-7.938.558, T-7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315, T-
7.946.354, T-7.981.335, T-8.031.929, T-8.040.807, T-
8.224.223, T-8.235.289, T-8.256.424, T-8.261.557, T-
8.255.677, T-8.319.475, T-8.322.441, T-8.355.875, T-
8.357.853, T-8.405.298, T.8.464.250, T-8.464.951, T-
8.484.811 y T-8.489.328

Acciones de tutela instauradas por la Administradora


Colombiana de Pensiones -en adelante, Colpensiones- y por
particulares determinados, en contra de diversas autoridades
judiciales del país.

Magistrado Ponente: Jorge Enrique Ibáñez Najar

Bogotá, D.C., nueve (9) de abril de dos mil veinticuatro (2024)

La Sala Plena de la Corte Constitucional, en ejercicio de sus competencias


constitucionales y legales, en el proceso de revisión de los fallos de tutela expedidos en
cada uno de los expedientes acumulados, ha proferido la siguiente:

SENTENCIA

I. ANTECEDENTES

1. La Corte Constitucional procede a revisar veinticinco (25) decisiones con las cuales
se decidieron sendas acciones de tutela impetradas contra providencias judiciales en las
que se resolvió sobre la presunta ineficacia de los traslados que realizaron algunas
personas, en el período comprendido entre 1993 a 2009, del Régimen de Prima Media
con Prestación Definida -en adelante, RPM-, al Régimen de Ahorro Individual con
Solidaridad -en adelante, RAIS-.

2. Las acciones de tutela presentan una narrativa similar, con algunas particularidades.
Por razones metodológicas, la presentación de los antecedentes se dividirá en dos
grupos.1
1
El relato pormenorizado de los hechos que soportan de cada una de ellas y que están contenidos en cada uno de los
expedientes, se sintetiza en el Anexo 1 de esta Sentencia.
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

3. En el primero,2 se ubican las acciones de tutela que se dirigen contra providencias


judiciales en las que no se accedió a la declaratoria de la ineficacia del traslado que una
persona hizo del RAIS al RPM, argumentando la necesidad de estudiar cada demanda a
partir del régimen de las nulidades sustanciales.3

4. En el segundo, se ubican las acciones de tutela dirigidas contra providencias


judiciales en las que no se accedió a las pretensiones de los demandantes, pero por
razones distintas a las del primer segmento. Estas razones son las siguientes: (i) se decretó
la prescripción de la acción;4 (ii) probatoriamente se llegó a la conclusión de que la
persona no fue engañada, en modo alguno, al momento de efectuar su traslado del RPM
al RAIS;5 (iii) no se hizo uso del derecho al retracto;6 (iv) con posterioridad al traslado,
la demandante se afilió a distintas Administradoras de Fondos de Pensiones privados -en
adelante, AFP-, lo cual confirmó su intención de continuar en dicho régimen y no en el
RPM (teoría de los actos de relacionamiento)7 y, (v) en sede de casación, la Sala Laboral
de la Corte Suprema de Justicia estableció que la ineficacia del traslado era
imprescriptible. A partir de esta decisión, casó la sentencia del ad quem, en la que se
habían negado las pretensiones de la persona demandante por cuenta del tiempo que
transcurrió entre el momento del traslado y la formulación de la demanda (17 años).
Contra esa determinación, Colpensiones instauró la correspondiente acción de tutela.8

5. De otro lado, cabe advertir que, dentro de las 20 acciones de tutela que hacen parte
del primer grupo, se presentaron 5 casos donde las personas demandantes presentaron
una multi vinculación. Esto es, permanecieron durante algún periodo afiliados a ambos
regímenes y su pertenencia definitiva a uno de ellos se determinó administrativamente,
luego de que las AFP y Colpensiones definieran su situación de conformidad con las
reglas contenidas en el Decreto 3995 de 2008.9 De cualquier manera, dentro de los
procesos ordinarios laborales que se siguieron en estos 5 casos, nunca se discutió la
múltiple afiliación de los usuarios. En efecto, ni las personas ni los demandados hicieron
hincapié en este asunto, de manera que el proceso judicial se centró en identificar si cada

2
Expedientes T-7.930.563, T-7.936.682, T-7.938.558, T-7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315, T-7.946.354, T-8.040.807,
T-8.224.223, T-8.235.289, T-8.256.424, T-8.261.557, T-8.322.441, T-8.355.875, T-8.357.853, T-8.405.298, T.8.464.250,
T-8.464.951, T-8.489.328 y T-8.255.677.
3
En estas providencias, como se relatará más adelante, las autoridades judiciales accionadas establecieron que: (i) el
precedente de la Corte Suprema de Justicia, según el cual, la carga de la prueba respecto del deber de información recae en
las AFP siempre que se demande la ineficacia del traslado pensional, es aplicable solo en aquellos eventos en los que las
personas que se trasladaron hubieren contado con la expectativa de hacer parte del régimen de transición o, en su defecto,
que estuvieren cerca de consolidar un derecho pensional en el RPM. (ii) El deber de información, para el periodo
comprendido entre 1993 y 2009, se acredita con el formulario de traslado. (iii) Los demandantes no cumplieron con la carga
de demostrar que fueron engañados por las AFP al momento de realizar sus traslados, y (iv) la ignorancia de la ley no sirve
de excusa.
4
Expediente T-8.031.929. En los términos del artículo 488 del Código Sustantivo del Trabajo.
5
Expediente T-7.981.335.
6
Expediente T-8.319.475. Derecho contemplado en el Decreto 1161 de 1994 -artículo 3-, del que podía hacerse uso dentro
de los 5 días siguientes al traslado inicial.
7
Expediente T-8.484.811.
8
Expediente T-7.867.632.
9
Se trata de los siguientes casos: Armando padilla Romero (T-7.936.682); María del Carmen Castañeda (T-7.938.558);
Maritza Navarro García (T-7.944.741); Elsy Jeannete Garzón Martínez (T-8.256.424); y Magda Cristina Suárez Rodríguez
(T-8.355.875).

2
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

afiliado fue debidamente informado o no antes de que efectuara su traslado al RAIS.


Asimismo, esta situación tampoco había sido informada en los procesos de tutela y solo
se conoció después de que Asofondos remitiera, el 7 de junio de 2022, un escrito a la
Corte en el que daba cuenta de esta circunstancia.

A. Hechos relevantes en el primer grupo y decisiones de instancia

6. De los veinticinco (25) casos acumulados, veinte (20) comparten una situación
fáctica similar.10 Se trata de personas que pasaron del RPM al RAIS, como ya se dijo, en
el periodo comprendido entre 1993 y 2009. Luego iniciaron un proceso ordinario laboral
con el ánimo de que allí se declarara la ineficacia de ese traslado, sobre la base de que
habían sido indebidamente informadas y asesoradas por las AFP al momento en que
tomaron dicha determinación. Los demandantes señalaron que esa ausencia de
información repercutió en la decisión de optar por un régimen que, a la postre, les resultó
lesivo.

7. En la mayoría de estos casos, los jueces de primera instancia accedieron a las


pretensiones de los demandantes y declararon la nulidad o la ineficacia del traslado.11 En
otros casos, los jueces negaron lo pretendido.12

8. De cualquier modo, luego de que en cada proceso se surtiera el grado jurisdiccional


de consulta o se interpusiera el respectivo recurso de apelación, los jueces de segunda
instancia confirmaron las decisiones que negaban la ineficacia del traslado, o revocaron
aquellas en las que se había accedido a ello.13 Las razones para tomar estas decisiones
fueron las mismas y se pueden resumir del siguiente modo:

Primera. Los demandantes que se trasladaron al RAIS no estaban llamados a recuperar


el régimen de transición, por tener menos de 15 años de cotizaciones antes de la entrada
en vigencia de la Ley 100 de 1993 (1 de abril de 1994). Los tribunales resaltaron que,
atendiendo a razones de estabilidad económica del Sistema General de Seguridad Social
en Pensiones, el artículo 13 de la Ley 100 de 1993,14 y el Decreto 3800 de 2003, limitaron
el derecho de traslado de régimen impidiendo que el mismo se llevara a cabo por una
persona cuando a esta le faltaren 10 años o menos para alcanzar la edad de pensión. Sin
embargo, la posibilidad de retornar al RPM solo se mantuvo para aquellos que contaran
con 15 años de cotizaciones a la entrada en vigencia del sistema. Como los demandantes

10
Expedientes T-7.930.563, T-7.936.682, T-7.938.558, T-7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315, T-7.946.354, T-8.040.807,
T-8.224.223, T-8.235.289, T-8.256.424, T-8.261.557, T-8.322.441, T-8.355.875, T-8.357.853, T-8.405.298, T.8.464.250,
T-8.464.951, T-8.489.328 y T-8.255.677.
11
Expedientes T-7.930.563, T-7.936.682, T-7.938.558, T-7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315, T-7.946.354, T-8.224.223,
T-8.235.289, T-8.322.441, T-8.357.853, T-8.405.298, T.8.464.250, T-8.464.951, T-8.489.328 y T-8.255.677.
12
Expedientes T-8.040.807, T-8.256.424, T-8.261.557 y T-8.355.875.
13
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral- (Expedientes T-7.930.563, T-7.936.682, T-7.938.558, T-
7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315, T-7.946.354, T-8.224.223, T-8.235.289, T-8.256.424, T-8.261.557, T-8.322.441, T-
8.355.875, T-8.357.853, T-8.405.298, T.8.464.250, T-8.464.951, T-8.489.328 y T-8.255.677). Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Armenia -Sala Civil, Familia, Laboral (Expediente T-8.040.807).
14
Modificado por el artículo 2 de la Ley 797 de 2003.

3
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

no acreditaban esta condición -advirtieron las autoridades judiciales censuradas- no


podían regresar al RPM. Asimismo, también se hizo hincapié en que ninguno de los
demandantes, para el momento en que se trasladó al RAIS, estaba cerca de acceder a la
pensión en el RPM.

Segundo. Dado que los demandantes alegaron que, por virtud de la ausencia de
información, se afiliaron al RAIS, correspondía establecer si su consentimiento se vio
viciado por esta circunstancia. Al resolver sobre las demandas formuladas en estas
causas, los jueces accionados concluyeron que no era posible trasladar la carga de la
prueba a las AFP. En consecuencia, y desde su interpretación, cada demandante debía
acreditar de qué manera fue objeto de coacción, error o inducción a efectos de probar que
su decisión de trasladarse al RAIS no fue consciente ni libre; esto siguiendo los términos
del artículo 167 del Código General del Proceso. Así las cosas, dado que no se demostró,
en ningún caso, la existencia de presuntas presiones indebidas por parte de los asesores
del RAIS, no era posible acceder a las pretensiones de los demandantes.

Tercero. Todos los demandantes suscribieron debidamente el formulario de afiliación al


RAIS, sin que, como ya se dijo, demostraran probatoriamente haber sido engañados en
la toma de esa decisión. Además, lo firmaron en una época en la que el deber de
información, que debían prestar las AFP, se acreditaba con la explicación de los dos
regímenes y las implicaciones genéricas de pertenecer a uno u otro. Reiteraron los
tribunales que, en la época comprendida entre 1993 y 2009, las AFP no estaban en la
obligación de realizar proyecciones pensionales más específicas, pues ello solo se ordenó
con la Ley 1748 de 2014.15

9. Contra estas decisiones, en la mayoría de los casos, no se instauró el correspondiente


recurso de casación.16 En otro, el recurso se promovió, pero se negó en auto del 31 de
octubre de 2018, proferido por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia -
Sala Civil, Familia, Laboral-.17 En otro, se presentó, pero luego se declaró desierto por
falta de sustentación.18 Y en tres más se promovió, pero las demandantes, a través de
apoderado, desistieron del mismo.19

10. A pesar de no agotar todos los recursos ordinarios y extraordinarios con que
contaban, todos los demandantes formularon acciones de tutela contra las sentencias de
los tribunales. En ellas señalaron, básicamente, que los accionados habían desconocido
el precedente establecido por la Corte Suprema de Justicia al abordar materias como
15
En el caso de la accionante Claudia Victoria Pareja Martínez (T-8.040.807), el Tribunal Superior de Distrito Judicial de
Armenia señaló, como juez de segunda instancia, que el traslado al RAIS no implicó para la actora la pérdida del régimen
de transición, por lo cual ella tenía el deber de demostrar algún vicio de consentimiento al momento en que efectuó su
traslado, y no lo hizo. Algo similar se argumentó en el caso de Maritza Navarro García (T-7.944.741). Allí se dijo que la
actora no era beneficiaria del régimen de transición pues no contaba ni con 35 años de edad, ni con 15 años de servicio para
el 1 de abril de 1994. La demandante diligenció el formulario de Colmena de manera voluntaria y podía continuar en el ISS
si así lo quería. Por tanto, el traslado al RAIS cumplió con los presupuestos legales requeridos para su validez.
16
Expedientes T-7.930.563, T-7.936.682, T-7.938.558, T-7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315, T-7.946.354, T-8.224.223,
T-8.235.289, T-8.256.424, T-8.261.557, T-8.322.441, T-8.357.853, T-8.489.328 y T-8.255.677.
17
T-8.040.807.
18
T-8.355.875
19
T-8.405.298, T.8.464.250 y T-8.464.951.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

estas. En dicho precedente, señalaron que se tiene establecido, entre otras cosas, (i) que
corresponde a las AFP demostrar que sí informaron debidamente a los usuarios del
sistema sobre las consecuencias de su traslado al RAIS, y (ii) el formulario de afiliación
no es prueba suficiente e idónea para demostrar dicho suministro de información.

11. En todos los casos, quien conoció del proceso de tutela en primera instancia fue la
Corte Suprema de Justicia en su Sala de Casación Laboral. También, en todos los casos,
se amparó el derecho al debido proceso de los tutelantes, al comprobarse que las
autoridades judiciales accionadas habían desconocido el precedente vertical, establecido
en sede de casación. En estas providencias se expusieron los siguientes argumentos
relevantes:

Primero. La Corte Suprema de Justicia concluyó, de manera preliminar, que todos los
casos eran procedentes. Ahora, respecto del presupuesto de la subsidiariedad, esa
Corporación fue consciente de que el recurso extraordinario de casación no se adelantó
en debida forma (o se desistió de él). Sin embargo, señaló que esta circunstancia no
impedía que las acciones de tutela procedieran contra las decisiones judiciales
censuradas. La razón fundamental para concluir aquello fue que el desconocimiento de
su precedente, por parte de las accionadas, había sido evidente, al punto que, de declarar
la improcedencia de la acción, se ocasionaría una seria lesión a los derechos de los
accionantes.

El siguiente fragmento es tomado de una de las sentencias de tutela, pero replicado en


todas las demás:

“El principio de subsidiariedad, conforme al artículo 86 de la Constitución, implica que la acción


de tutela procede cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que se
utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. En este caso, si bien
la accionante no agotó el recurso extraordinario de casación, considera la Sala que este requisito
debe flexibilizarse en aras de la defensa del orden jurídico, la libertad ciudadana, la dignidad, el
debido proceso, el derecho a la igualdad y el respeto a los derechos fundamentales de los
potenciales pensionados que se trasladaron entre regímenes pensionales, sin la debida
información.

“En efecto, esta Corporación en sentencia STL13133- 2019 explicó que el requisito de
subsidiariedad no es absoluto y debe examinarse en cada caso concreto, «al punto que es posible
que ceda cuando se advierte la vulneración de derechos fundamentales que no pueden ser
restablecidos efectivamente mediante las vías ordinarias, pues de no concederse el amparo, se
consumaría un daño irreparable».

“Ahora, es cierto que en otras oportunidades la Sala ha considerado improcedente la acción de


tutela por no haberse agotado el recurso de casación; sin embargo, una nueva reflexión sobre la
materia la lleva a concluir que cuando en sede de tutela se detecte una rebeldía infundada y
obstinada contra la jurisprudencia consolidada de esta Corporación, en relación con un asunto
decantado por más de una década, se impone flexibilizar este requisito para garantizar la
supremacía constitucional y la vigencia de los valores de un sistema jurídico que aspira a ser
justo.”20

20
Expediente T-8.261.557. Contenido en siicor. Ver sentencia de primera instancia.

5
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

Segundo. Respecto del fondo, se adujo que los tribunales desconocieron abierta y
deliberadamente el precedente establecido por la Sala de Casación Laboral de la Corte
Suprema de Justicia. Se recordó que dicha Corte ha establecido algunas reglas o pautas
en lo relativo a la forma en que los jueces ordinarios en lo laboral deben resolver las
cuestiones referidas a la ineficacia de los traslados pensionales. Una de esas reglas
establece que es deber de las AFP “suministrar al afiliado información clara, cierta,
comprensible y oportuna de las características, condiciones, beneficios, diferencias,
riesgos y consecuencias del cambio de régimen pensional y, además, que en estos
procesos opera una inversión de la carga de la prueba en favor del afiliado.”21

12. La Corte resaltó que esta regla no debe aplicarse únicamente en favor de aquellos
beneficiarios del régimen de transición, o de quienes, para el momento del traslado,
estaban ad portas de adquirir un beneficio prestacional en el RPM. Al contrario, dijo que,
siempre que se busque en un proceso judicial la declaratoria de la ineficacia de un
traslado, debe asumirse que las condiciones antedichas son irrelevantes a la hora de
invertir la carga de la prueba, “dado que la violación del deber de información se predica
frente a la validez del acto jurídico de traslado, en sí mismo considerado”.22

13. También recordó la Corte que desde la Sentencia CSJ SL 9 sep. 2008, rad. 31989, se
adujo que la simple suscripción del formulario de afiliación, “al igual que las
afirmaciones consignadas en los formatos preimpresos, tales como «la afiliación se hace
libre y voluntaria», «se ha efectuado libre, espontánea y sin presiones» u otro tipo de
leyendas de este tipo, no son suficientes para dar por demostrado el deber de
información. A lo sumo, acreditan un consentimiento libre de vicios, pero no
informado.”23

14. Se indicó que, según lo dicho por esa Corte, el deber de información ha existido
desde el momento mismo en el que se creó el Sistema General de Seguridad Social en
Pensiones. En tanto todos los demandantes, como se ha mencionado, pretendían en el
proceso ordinario laboral la declaratoria de la ineficacia de los traslados que hicieron del
RPM al RAIS, en el periodo comprendido entre 1993 y 2009, la Sala reiteró, al resolver
cada tutela, que lo exigido a las AFP, por la normatividad vigente en ese momento, era:
“dar a conocer «la información necesaria para lograr la mayor transparencia en las
operaciones que realicen [los afiliados], de suerte que les permita, a través de elementos
de juicio claros y objetivos, escoger las mejores opciones del mercado» (numeral 1.°,
artículo 97 Decreto 663 de 1993)”.24 Según la misma Corte, este deber implicaba “una
descripción de las características, condiciones, acceso y servicios de cada uno de los
regímenes pensionales, de modo que el afiliado [pudiera] conocer con exactitud la lógica
de los sistemas públicos y privados de pensiones; pero también la obligación de dar a

21
Ibidem. Para ello se citaron sentencias como las siguientes: CSJ SL 31989, 9 sep. 2008, CSJ SL 31314, 9 sep. 2008, CSJ
SL 33083, 22 nov. 2011, CSJ SL12136-2014, CSJ SL19447-2017, CSJ SL4964-2018 y CSJ SL4989-2018.
22
Ibidem.
23
Ibidem.
24
Ibidem.

6
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

conocer toda la verdad objetiva de los regímenes, en un lenguaje claro, simple y


comprensible.”25

15. La Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia también hizo énfasis
en que los tribunales desconocieron el hecho de que la consecuencia de la afiliación
desinformada es la ineficacia y no la nulidad. Explicó la Sala que, desde la óptica de las
nulidades sustanciales, correspondería a los afiliados demostrar la existencia de vicios en
su consentimiento (error, fuerza y dolo). Sin embargo, estos vicios no deben ser
demostrados si se alega la falta de información en el acto del traslado. Según la Sala, la
Corte Suprema de Justicia ha asumido que, a partir de la lectura de los artículos 271 y
272 de la Ley 100 de 1993, el incumplimiento del deber de información trae como
consecuencia la declaratoria de la ineficacia del acto de traslado.

16. También se resaltó que el desconocimiento del deber de información no se sanea con
el tiempo, lo que sí puede ocurrir con determinadas nulidades. En consecuencia, y frente
a todos los casos, la Corte Suprema de Justicia concluyó que los tribunales:

“[transgredieron], de nuevo, el precedente de esta Corporación al analizar la temática propuesta


desde el régimen de las nulidades, exigiendo a [los demandantes] la prueba de vicios del
consentimiento. En vez de ello, [debieron] abordar el asunto a partir del instituto de la ineficacia
en sentido estricto, terreno en el cual no se exige la presencia de vicios en el consentimiento, sino
que le basta al afiliado alegar el incumplimiento del deber de información de la administradora
para que opere una inversión de la carga de la prueba”.26

17. Dicho esto, en todos los casos señalados en este primer grupo, la Corte Suprema de
Justicia -Sala de Casación Laboral, actuando como juez de tutela, amparó el derecho al
debido proceso de los accionantes y dejó sin efectos las sentencias censuradas. Acto
seguido, otorgó un plazo para que los accionados emitieran una nueva decisión teniendo
en cuenta el precedente aludido.

18. Luego de impugnadas estas decisiones, la Sala de Casación Penal de la Corte


Suprema de Justicia (en sus distintas Salas de Decisión de Tutelas), resolvió confirmar
las sentencias proferidas en primera instancia con fundamento en los mismos argumentos
del a quo.

B. Hechos relevantes respecto del segundo grupo y decisiones de instancia

Expediente T-8.031.929 (sobre la prescripción de la solicitud de ineficacia)

19. La accionante27 inició proceso ordinario laboral con el objeto de que se reconociera
la ineficacia del traslado que efectuó del RPM al RAIS en agosto del año 2000.28 El 12

25
Ibidem.
26
Ibidem.
27
María Cecilia Gamboa Casablanca.
28
Expediente ordinario laboral No. 11001310503420160002200. Folio 5.

7
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

de marzo de 2018, el Juzgado 34 Laboral del Circuito de Bogotá accedió a sus


pretensiones. Empero, el 22 de agosto de 2018, el Tribunal Superior del Distrito Judicial
de Bogotá -Sala Laboral-, revocó la antedicha decisión, sobre la base de que había
operado el fenómeno de la prescripción trienal establecida en los artículos 151 del Código
Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social y 488 del Código Sustantivo del Trabajo,
por cuanto advirtió que la accionante había descubierto los efectos adversos del traslado
que había efectuado al RAIS, desde el 3 de agosto de 2009, momento en el que solicitó
a las administradoras su devolución al ISS, y solo acudió a la jurisdicción ordinaria
laboral el 11 de marzo de 2016.29

20. La accionante formuló la presente tutela el 7 de febrero de 2020, tras considerar que
el fallo del ad quem había desconocido la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia,
según la cual, la solicitud relativa a la ineficacia del traslado es imprescriptible.30

21. El 27 de mayo de 2020, la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia


profirió fallo. Allí señaló, primero, que había que flexibilizar los presupuestos de
inmediatez (la acción de tutela se dirige contra una providencia judicial emitida 1 año y
6 meses antes de su formulación) y de subsidiariedad (no se presentó recurso de
casación), porque el desconocimiento del precedente jurisprudencial había sido evidente.
Sobre el fondo del asunto, la Corte indicó que “esta Sala se ha pronunciado en relación
con la aplicación del fenómeno prescriptivo, en aquellos casos relacionados con la
ineficacia del traslado de regímenes pensionales, considerando que esta extinción, no es
ajustable a este tipo de asuntos”.31 La sentencia fue confirmada por la Corte Suprema de
Justicia -Sala de Casación Penal, Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, el 21 de julio de
2020.32

Expediente T-7.981.335 (se niega el amparo porque la decisión censurada se soportó


en elementos materiales probatorios recaudados)

22. La accionante33 se trasladó al RAIS el 4 de abril de 1995. El 8 de septiembre de 2017


formuló demanda ordinaria laboral contra Colpensiones y Porvenir S.A., solicitando la
declaratoria de la ineficacia de dicho traslado. Informó en la demanda ordinaria laboral,
por conducto de apoderado, que:

“Luego de la entrada en vigencia del Sistema General de Pensiones, la señora Patiño Duque fue
visitada y contactada por una dependiente de la Administradora de Fondo de Pensiones Porvenir,

29
Ibidem. Folio 485.
30
Expediente T-8.031.929. Contenido en siicor. Ver acción de tutela.
31
Expediente T-8.031.929. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de primera instancia. Allí se citó la Sentencia CSJ
SL1421-2019, en la que se señaló sobre el particular lo siguiente: “De igual forma, destaca la Sala la inoperancia del medio
exceptivo, frente a nulidad del traslado, no solo por su nexo de causalidad con un derecho fundamental irrenunciable e
imprescriptible, acorde a los lineamientos normativos del artículo 48 de la Constitución Nacional, sino por el carácter
declarativo que ostenta la pretensión inicial, en sí misma, acaecimiento ultimo frente al que además no resulta dable alegar
el fenómeno advertido, en tanto los sustentos facticos que soportan la pretensión se hayan encaminados a demostrar su
existencia e inexistencia como acto jurídico, lo que a su vez da lugar a consolidar el estado de pensionado, y en consecuencia
propiciar la posibilidad del disfrute de un derecho económico no susceptible de extinción por el trascurso del tiempo”.
32
Expediente T-8.031.929. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de segunda instancia.
33
Gloria Patricia Patiño Duque.

8
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

quien la invitó y asesoró para trasladarse del régimen de prima media con prestación definida al
régimen de ahorro individual con solidaridad.

“La asesoría de la dependiente de la AFP Porvenir consistió en convencer a la demandante de


que si se producía el traslado al régimen de ahorro individual con solidaridad, tendría una
pensión de vejez no solo anticipada sino superior a la que obtendría si se mantuviera en el
régimen de prima media con prestación definida y con derecho a excedentes de libre
disposición.”34

23. Aunque en providencia del 30 de julio de 2018, el Juzgado Cuarto Laboral del
Circuito de Pereira declaró la ineficacia de dicho traslado, en segunda instancia tal
determinación fue revocada por el Tribunal Superior del mismo Distrito Judicial -Sala
Laboral-, en sentencia del 30 de abril de 2019. El análisis de esta última autoridad judicial
fue fundamentalmente probatorio. Advirtió, sobre el particular, que se había demostrado
a través de un interrogatorio de parte que la accionante había recibido información sobre
las implicaciones del cambio de régimen y que esto había sido confirmado con los
testimonios brindados por sus compañeros de trabajo.

24. Contra esta decisión, la accionante no presentó recurso de casación. Pero sí formuló,
el 14 de agosto de 2019, acción de tutela. Señaló que la sentencia censurada había
valorado indebidamente las pruebas y que, además, había desconocido el precedente de
la Corte Suprema de Justicia, dado que no invirtió la carga de la prueba en su favor, para
que fuese la AFP quien demostrara que actuó con diligencia en el suministro de
información relativa a la afiliación al RAIS.35

25. En sentencia del 27 de agosto de 2019, la Sala de Casación Laboral de la Corte


Suprema de Justicia resolvió no amparar el derecho fundamental alegado. Para esto,
indicó que la sentencia censurada no contenía ninguna “vía de hecho”, pues, de cualquier
manera, la decisión se fundó en el material probatorio obrante en el expediente, del cual
se desprendía que la accionante, el 4 de abril de 1995, sí fue debidamente informada
respecto de las características de ambos regímenes, luego de lo cual, optó por afiliarse al
RAIS.36 El 17 de marzo de 2020, la sentencia de primera instancia fue revocada por la
Sala de Casación Penal -Sala de decisión de tutelas No. 3- de la Corte Suprema de
Justicia. En esa oportunidad, el ad quem señaló que la acción debió ser declarada
improcedente desde el inicio, luego de verificar que no se agotó el recurso extraordinario
de casación.37

Expediente T-8.319.475 (sobre el derecho de retracto respecto del traslado)

26. La accionante38 nació el 6 de febrero de 1955. Estuvo afiliada al RPM hasta el 27 de


marzo de 1995, fecha en la cual se trasladó al RAIS mediante la AFP Colfondos. El 28
de octubre de 1996, según señaló la tutelante, presentó una “solicitud de retracto”,

34
Expediente ordinario laboral No. 66001310500420170041300. Folios 13-15.
35
Expediente T-7.981.335. Contenido en siicor. Ver acción de tutela.
36
Expediente T-7.981.335. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de primera instancia.
37
Expediente T-7.981.335. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de segunda instancia.
38
Araminta Angarita.

9
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

amparándose en lo dispuesto en el artículo 2 del Decreto 1642 de 1995, según el cual,


“[l]as personas que con ocasión de la vigencia del Sistema General de Pensiones se
trasladaron de régimen podrán, hasta el 31 de diciembre de 1996, solicitar su retiro de
la entidad administradora seleccionada y por lo tanto regresar a la entidad
administradora de la cual se desafiliaron, cuando se cumplan los siguientes dos
requisitos: // 1. Que el solicitante sea beneficiario del régimen de transición previsto en
el artículo 36 de la Ley 100 de 1993 y sus reglamentos; y // 2. Que el traslado de régimen
evidencia un perjuicio al afiliado frente al régimen del cual se trasladó”.39

27. El 27 de abril de 1997, el Gerente de Colfondos le informó que la solicitud de retracto


había sido aprobada. Sin embargo, luego de solicitar a Colpensiones, en el año 2015, una
certificación de pertenencia al RPM, esa Administradora le informó que no estaba
afiliada allí. Acudió entonces a Colfondos, donde se le informó que seguía afiliada al
RAIS, en concreto, desde el 27 de marzo de 1995. Así las cosas, formuló demanda
ordinaria laboral contra Colpensiones y Colfondos, solicitando tener en cuenta “el
derecho de retracto” del que trata el artículo 2 del Decreto 1642 de 1995.40

28. A pesar de que, en sentencia del 20 de noviembre de 2019, el Juzgado 19 Laboral del
Circuito de Bogotá accedió a las pretensiones de la demandante, en segunda instancia
dicha providencia fue revocada por el Tribunal Superior del mismo Distrito Judicial -
Sala Laboral-, el 30 de septiembre de 2020. En interpretación de esta última autoridad,
si la demandante quería hacer efectivo el derecho de retracto respecto del traslado que
realizó hacia el RAIS, debía manifestarlo así en los 5 días siguientes a ese momento. Esto
según lo establecido en el artículo 3 del Decreto 1161 de 1994.41 Dado que la demandante
no cumplió con dicho requisito, porque la solicitud de traslado al ISS la presentó el 28
de octubre de 1996, no era posible acceder a sus pretensiones.

29. De otra parte, indicó la autoridad judicial que, además, si la accionante pretendía
trasladarse del RAIS al RPM, debía cumplir los requisitos establecidos en el Decreto 692
de 1994 -artículo 15- según el cual, “[u]na vez efectuada la selección de uno cualquiera
de los regímenes pensionales, mediante el diligenciamiento del formulario, los afiliados
no podrán trasladarse de régimen, antes de que hayan transcurrido tres años contados
desde la fecha de la selección anterior”. Dicho esto, concluyó que para el momento en
que la señora Angarita solicitó el traslado “no habían transcurrido 3 años”.42

30. Contra esta decisión, la accionante no presentó recurso de casación. Pero sí formuló,
el 11 de diciembre de 2020, acción de tutela. Señaló que la sentencia censurada había

39
Decreto 1642 de 1995. Artículo 2. Parágrafo transitorio.
40
Expediente T-8.319.475. Contenido en siicor. Ver acción de tutela.
41
Decreto 1161 de 1994. Artículo 3. “Se entenderá permitido el retracto del afiliado en todos los casos de selección con el
objeto de proteger la libertad de escogencia dentro del Sistema General de Pensiones, de una administradora de cualquiera
de los regímenes o de un plan o fondo de pensiones, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a la fecha en la cual aquel
haya manifestado por escrito la correspondiente selección. // En caso de retracto deberá darse aviso al empleador o a la
administradora según sea el caso, con el objeto de que esta traslade la correspondiente cotización. // Cuando las
administradoras efectúen procesos de promoción, deberán informar de manera clara y por escrito a los potenciales afiliados
el derecho a retractarse de que trata el presente artículo.”
42
Expediente T-8.319.475. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de primera instancia.

10
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

desconocido el derecho al debido proceso, contenido en el artículo 29 de la Constitución


Política, tras haber interpretado de modo restrictivo las normas que regulaban el traslado
entre regímenes en la época.43

31. En sentencia del 27 de enero de 2021, la Sala de Casación Laboral de la Corte


Suprema de Justicia resolvió amparar el derecho fundamental alegado. Esa autoridad
judicial citó el contenido de la petición presentada por la accionante el 28 de octubre de
1996, de donde se extrae que su intención no era hacer efectivo el derecho de retracto
contemplado en el Decreto 1161 de 1994, ni solicitar un traslado normal, sino acogerse
al “Decreto 1642, artículo 2°, parágrafo transitorio, emanado el 25 de septiembre de
1995”. En consecuencia, la Sala de Casación Laboral concluyó:

“(…) se equivoca el ad quem al establecer que el traslado de la afiliada se regía de conformidad


con el artículo 15 del Decreto 642 de 1994 y, por ello, Angarita debía esperar el término de 3
años para efectuar dicha elección, pues como ya se dijo, la norma que rige el traslado de aquella
es el parágrafo transitorio del artículo 2 de Decreto 1642 de 1995, disposición posterior a la
reseñada por el colegiado, ya que la afiliada radicó esa solicitud el 28 de octubre de 1996 y esa
norma otorgó esa posibilidad hasta el 31 de diciembre de esa anualidad, esto es, dentro de dicho
período.”44

32. Esta sentencia fue confirmada por la Sala de Casación Penal -Sala de decisión de
tutelas No. 2-, el 23 de marzo de 2021, con base en los mismos argumentos expuestos
por el a quo.45

Expediente T-8.484.811 (sobre los actos de relacionamiento)

33. La accionante Ana Esperanza Lara Rodríguez nació el 10 de julio de 1957. Estuvo
afiliada al RPM hasta el 30 de noviembre de 1998, pues, en diciembre de ese mismo año,
se trasladó al RAIS. Desde esa fecha, en adelante, cambió constantemente de AFP dentro
del mencionado régimen. En concreto, estuvo afiliada a Horizonte S.A.,46 Porvenir
S.A.,47 y Colfondos S.A.48 La señora Lara formuló demanda ordinaria laboral con el
objeto de que se declarara la nulidad o ineficacia del traslado que efectuó al RAIS a
finales de 1998. En tanto este, según afirmó, fue consecuencia de un “acoso sistemático
por parte de los asesores de la AFP BBVA HORIZONTE, quienes le ofrecieron
beneficios superiores a los que podría obtener con el Régimen de Prima Media con
Prestación Definida al momento de pensionarse”.49

34. En sentencia del 1 de julio de 2015, el Juzgado 28 Laboral del Circuito de Bogotá
desestimó las pretensiones y absolvió a las entidades demandadas. Decisión que se

43
Expediente T-8.319.475. Contenido en siicor. Ver acción de tutela.
44
Expediente T-8.319.475. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de primera instancia.
45
Expediente T-8.319.475. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de segunda instancia.
46
En dos periodos: a) desde el 1 de diciembre de 1998 hasta el 30 de mayo de 1999; y b) desde marzo hasta agosto de 2004.
47
En cuatro periodos: a) desde junio de 1999 hasta mayo de 2001, b) desde junio de 2002 hasta mayo de 2003, c) desde
diciembre de 2003 hasta febrero de 2004, y d) desde septiembre de 2005 hasta el 13 de noviembre de 2007.
48
En un periodo: desde junio de 1999 hasta mayo de 2001.
49
Así se relata en la Sentencia de la Corte Suprema de Justicia SL3752-2020, a través de la cual se resolvió el recurso de
casación dentro del proceso ordinario No. 11001310502820140013900.

11
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

confirmó por parte de la Sala Laboral del Tribunal Superior del mismo Distrito Judicial,
el 7 de octubre de 2015. El ad quem advirtió, fundamentalmente, (i) que los elementos
materiales probatorios que obraban en el proceso no acreditaban la existencia de vicios
en el consentimiento de la demandante al momento de su traslado de régimen, aspecto
que ella debía probar, según lo dispuesto en el artículo 177 del Código de Procedimiento
Civil; y (ii) que la demandante había sido juez de la República y, por tanto, debía conocer
las normas jurídicas que regulaban aspectos tales como los traslados o el régimen de
transición en el RPM.50

35. Contra esta decisión, la accionante formuló recurso de casación. En él argumentó,


nuevamente, que fue engañada por parte de la AFP demandada, que, entre otras cosas,
debía demostrar en el proceso laboral que actuó con diligencia prestándole la información
necesaria en su proceso de traslado. Dado que dicha AFP no cumplió con la mencionada
carga, aquella debió ser condenada.51

36. La Corte Suprema de Justicia -Sala Laboral, Sala de Descongestión No. 4-, en
sentencia del 15 de septiembre de 2020, decidió no casar la sentencia del ad quem. Luego
de recordar las reglas relativas (i) al deber de información que deben prestar las AFP en
los traslados; (ii) a la inversión de la carga de la prueba en este tipo de casos; y (iii) a los
efectos de la ineficacia del traslado, señaló lo siguiente:

“(…) si bien las conclusiones del Tribunal fueron inicialmente desacertadas, en el sentido de
asignarle la carga de probar al afiliado los presuntos vicios del consentimiento en los que
incurrió y no a las administradoras de pensiones, lo cierto es que tal desatino no sería relevante
teniendo en cuenta la situación jurídica concreta de la señora Lara Rodríguez. Lo anterior,
puesto que a través de los actos de relacionamiento que quedaron plenamente acreditados dentro
del proceso, esto es, el traslado horizontal constante entre administradoras de pensiones dentro
del Régimen de Ahorro Individual, la información, aunque parcial, dio cada uno de los fondos y
el regreso permanente a la primera entidad elegida, se puede razonablemente entender la
vocación que tenía la accionante de permanecer vinculada en el Régimen de Ahorro y, sobre
todo, de no retornar a Colpensiones pese a las prerrogativas con las que allí inicialmente
contaba.” (Subraya fuera de texto).52

37. El 12 de noviembre de 2020, la accionante promovió la acción de tutela contra la


anterior decisión. En sustento de ello, adujo que la sentencia censurada había
desconocido su derecho al debido proceso tras haber resuelto el recurso extraordinario
alejándose del precedente establecido por la propia Corte Suprema de Justicia en asuntos
que guardan identidad fáctica con el suyo.53

38. En Sentencia del 1 de diciembre de 2020, la Sala de Casación Penal -Sala de Decisión
de tutelas No. 1- de la Corte Suprema de Justicia, negó el amparo deprecado. Para tal
efecto, señaló que la simple discrepancia con las razones contenidas en la sentencia
censurada, no era suficiente para tener como acreditada la vulneración del derecho al

50
Expediente ordinario laboral No. 11001310502820140013900. Folio 465.
51
Cfr., Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral-. Sentencia SL3752-2020.
52
Ibidem.
53
Expediente T-8.484.811. Contenido en siicor. Ver acción de tutela.

12
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

debido proceso.54 Esta sentencia se confirmó por la Sala de Casación Civil, el 7 de julio
de 2021, al reiterar los mismos argumentos del a quo.55

Expediente T-7.867.632 (sobre la prescripción de la solicitud de ineficacia)

39. El señor José Benito Zúñiga Pino se afilió al RPM el 11 de febrero de 1978. Se
trasladó al RAIS el 1 de octubre de 1995 y retornó al RPM el 1 de diciembre de 2002.
Por virtud del traslado que efectuó al RAIS, perdió el régimen de transición y, en
consecuencia, se le negó una pensión de vejez con base en las normas anteriores a la Ley
100 de 1993.56 Así entonces, tal y como ocurrió en los casos anteriores, presentó demanda
ordinaria laboral con el objeto de que allí se declarara la ineficacia de su traslado al RAIS
en 1995. Señaló que no obtuvo información por parte de los asesores de la AFP Porvenir
respecto de las implicaciones del referido traslado.

40. El Juzgado 4 Laboral del Circuito de Pereira, en sentencia del 14 de junio de 2013,
absolvió a las entidades demandadas. En segunda instancia, luego de formulado el
respectivo recurso de apelación, la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Pereira confirmó la decisión. En ambas decisiones se expuso que, de acuerdo
con lo dispuesto en los artículos 1502 y 1508 del Código Civil, son vicios del
consentimiento el error, la fuerza y el dolo. También que, de acuerdo con el régimen
general de las nulidades, la ausencia de información al afiliado, al momento de su
traslado de régimen, deriva en una nulidad relativa y no en una absoluta. De modo tal
que el tiempo con que cuentan las personas afectadas por este tipo de nulidades para
demandar, es el previsto en el artículo 1750 del Código Civil (4 años). Este tiempo se
cuenta desde el momento del traslado y, si no se formula la demanda en dicho lapso,
cualquier vicio queda automáticamente saneado. Ese, señalaron las autoridades
judiciales, fue el caso del señor Zúñiga Pino, quien alegó la presunta nulidad 17 años
después de que tuviera lugar el traslado que reprocha.57

41. El accionante formuló recurso de casación y aquel se resolvió en la Sentencia SL1689


del 8 de mayo de 2019, proferida por la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema
de Justicia. En esta providencia, el órgano de cierre de la jurisdicción ordinaria laboral
resaltó que el accionante había manifestado que la AFP no le brindó información
relevante al momento de hacer efectivo su traslado. Así, la Corte recordó tres cosas: (i)
Que este tipo de pretensiones derivan en la declaratoria de la ineficacia del traslado y no
en su nulidad.58 (ii) Que el derecho del trabajo y de la seguridad social contiene normas
54
Expediente T-8.484.811. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de primera instancia.
55
Expediente T-8.484.811. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de segunda instancia.
56
A través de la Resolución No. 63224 del 12 de octubre de 2011. Porque no contaba con 15 años de cotizaciones efectuadas
para el momento en que entra en vigencia el Sistema General de Seguridad Social en Pensiones.
57
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor. Cuaderno AC C1. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral,
Sentencia SL1689-2019.
58
Ibidem. Se advirtió en la sentencia lo siguiente: “Sea lo primero señalar que, en este asunto, el recurrente refirió como
sustento de su demanda que el fondo accionado incumplió con el deber legal de brindarle información relevante al momento
de su afiliación y, por tanto, solicitó que se declare la nulidad de tal vinculación. No obstante, la Corte advierte que la
reacción del ordenamiento jurídico a la afiliación desinformada, es la ineficacia o la exclusión de todo efecto jurídico del
acto de traslado -artículos 271 y 272 Ley 100 de 1993-; de ahí que, es este, el tratamiento que le corresponde a la Sala darle
al examen del acto de cambio de régimen pensional por trasgresión al deber de información”.

13
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

procesales propias, y solo es posible acudir a las reglas de otros ordenamientos ante la
ausencia de regulación legal especial. En ese sentido, si se pretendía acudir a la figura de
la prescripción, dicha institución debió abordarse desde los artículos 151 del Código
Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social y 488 del Código Sustantivo del Trabajo,
y no, como se hizo, desde el artículo 1750 del Código Civil. Y, por último, (iii) que la
pretensión relacionada con la declaratoria de la ineficacia de un traslado, por falta de
información, “goza del carácter de imprescriptible”. Sobre este último aspecto, la Corte
amplió su argumento del siguiente modo:

“En torno al punto, esta Corporación en la sentencia CSJ SL 8397, 5 jul. 1996, reiterada en CSJ
SL 28479, 4 jun. 2008, CSJ SL 39347, 6 sep. 2012 y CSJ SL12715-2014, sostuvo que «la acción
para obtener la decisión judicial declarativa de que un hecho ocurrió de una determinada manera
jamás se extingue por prescripción». De acuerdo con dicha línea no es «aceptable sostener que
el sistema legal cierre la posibilidad jurídica de que judicialmente se reconozca después de cierto
tiempo la existencia de un hecho del cual dependan consecuencias legales». Lo dicho cobra más
sentido en relación con la pretensión de «ineficacia», en la medida que esa consecuencia
impuesta por el ordenamiento jurídico se caracteriza porque, desde su nacimiento, el acto carece
de efectos jurídicos sin necesidad de declaración judicial. La sentencia que declara la ineficacia
de un acto, en realidad, lo que hace es comprobar o constatar un estado de cosas (la ineficacia)
surgido con anterioridad al inicio de la litis.”59

42. Con fundamento en lo anterior, la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de


Justicia casó la sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Pereira. Acto seguido: (i) declaró la ineficacia del traslado efectuado el 1 de
octubre de 1995 por el demandante (lo cual implica la asunción de que dicho traslado
nunca se realizó); y (ii) ordenó a Colpensiones reconocer y pagar la pensión de vejez al
actor, teniendo en cuenta el régimen de transición del cual hace parte.60

43. Contra esta última sentencia, Colpensiones formuló acción de tutela el 18 de octubre
de 2019, tras considerar, entre otras cosas, que la providencia atacada desconocía que los
derechos pensionales no son absolutos y que, al momento de definir sobre su prestación,
deben seguirse los criterios relativos a la sostenibilidad financiera del sistema.61

44. En sentencia del 30 de octubre de 2019, la Sala de Casación Penal de la Corte


Suprema de Justicia -Sala de Decisión de Tutelas No. 3-, resolvió negar el amparo tras
considerar que la sentencia de casación había resuelto el recurso extraordinario
acudiendo a argumentos no solo razonables, sino respetuosos del precedente
jurisprudencial. El a quo resaltó que la simple discrepancia con los argumentos vertidos
en dicha providencia no conduce a la vulneración de derecho fundamental alguno.62 Esta
sentencia fue confirmada por la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia,
el 16 de enero de 2020.63

59
Ibidem.
60
Ibidem.
61
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor. Ver acción de tutela.
62
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de primera instancia.
63
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de segunda instancia.

14
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

Selección de los 25 casos y su conocimiento por parte de la Sala Plena

45. Por medio de distintos autos de selección, cuyas fechas corresponden al 29 de octubre
de 2020,64 al 29 de enero de 2021,65 al 19 de julio de 2021,66 al 30 de julio de 2021,67 al
17 de septiembre de 2021,68 al 28 de septiembre de 2021,69 al 29 de octubre de 202170 y
al 15 de diciembre de 2021,71 se escogieron, para su revisión, las tutelas de la referencia.
Cada uno de los expedientes seleccionados se acumuló al proceso principal, cuya
referencia es T-7.867.632.

46. En el Auto del 29 de octubre de 2020, a través del cual se escogieron los primeros 8
expedientes, el asunto se repartió a la Sala Segunda de Revisión. Esa Sala era, en su
momento, presidida por la Magistrada Diana Fajardo Rivera, quien, de conformidad con
lo consignado en el artículo 61 del Acuerdo 02 de 2015,72 puso el caso en conocimiento
de la Sala Plena para que, si ésta lo consideraba pertinente, lo resolviera a través de una
sentencia de unificación.

47. En sesión del 17 de junio de 2021, la Sala Plena asumió el conocimiento del proceso
para que fuera resuelto mediante sentencia de unificación. Con todo, tanto la Magistrada
Fajardo Rivera, como los Magistrados Alejandro Linares Cantillo y Alberto Rojas Ríos,
presentaron impedimento para continuar con el conocimiento del caso. La Sala Plena, en
sesión del 14 de octubre de 2021, aceptó los impedimentos formulados. De este modo,
en esa misma sesión, el caso fue reasignado al Magistrado que obra como ponente de
esta providencia.

48. Posteriormente, el 17 y el 31 de mayo de 2023, respectivamente, la Magistrada


Natalia Ángel Cabo y el Magistrado Antonio José Lizarazo Ocampo formularon
impedimentos para conocer del caso. Esos impedimentos se aceptaron el 2 de agosto de
2023. En esa misma sesión se nombró por sorteo a los conjueces Ruth Stella Correa
Palacio, Iván Darío Gómez Lee, Jaime Humberto Tobar Ordoñez y Juan Camilo Restrepo
Salazar.

49. Los conjueces Ruth Stella Correa Palacio e Iván Darío Gómez Lee presentaron, el 9
y el 10 de agosto de 2023, respectivamente, manifestaciones de impedimento para
participar en el presente proceso toda vez que concurrían en ellos la causal de tener

64
Auto notificado el 13 de noviembre de 2020, a través del cual se seleccionaron los expedientes T-7.867.632, T-7.930.563,
T-7.936.682, T-7.938.558, T-7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315 y T-7.946.354.
65
Auto notificado el 12 de febrero de 2021, a través del cual se seleccionaron los expedientes T-7.981.335, T-8.031.929 y
T-8.040.807.
66
Auto notificado el 3 de agosto de 2021, a través del cual se seleccionaron los expedientes T-8.224.223 y T-8.235.289.
67
Auto notificado el 13 de agosto de 2021, a través del cual se seleccionaron los expedientes T-8.256.424, T-8.261.557 y T-
8.255.677.
68
Auto notificado el 1 de octubre de 2021, a través del cual se seleccionaron los expedientes T-8.319.475 y T-8.322.441.
69
Auto notificado el 13 de octubre de 2021, a través del cual se seleccionaron los expedientes T-8.355.875 y T-8.357.853.
70
Auto notificado el 17 de noviembre de 2021, a través del cual se seleccionó el expediente T-8.405.298.
71
Auto notificado el 19 de enero de 2022, a través del cual se seleccionaron los expedientes T.8.464.250, T-8.464.951, T-
8.484.811 y T-8.489.328.
72
“Por medio del cual se unifica y actualiza el Reglamento de la Corte Constitucional”.

15
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

interés en la decisión. Esos impedimentos se aceptaron en la sesión de Sala Plena del 24


de agosto de 2023 mediante Auto 2012 de 2023, fecha en la que, a su turno, se
seleccionaron, en reemplazo de los anteriores, las conjueces Adriana Guillén Arango y
Diana Durán Smela.

50. A su turno, la Conjuez Diana Durán Smela expresó su impedimento el 6 de


septiembre de 2023. El cual se aceptó por medio del Auto 2223 del 13 de septiembre de
2023. En su remplazo se designó por sorteo al Conjuez Luis Guillermo Guerrero Pérez,
quien mediante escrito del 13 de octubre de 2023 manifestó estar impedido para
pronunciarse sobre el asunto por ser apoderado de una de las partes. Dicho impedimento
se aceptó mediante Auto 2628 del 18 de octubre de 2023. Ese mismo día se designó como
conjuez a Antonio Barreto Rozo.

51. Posteriormente, mediante oficio remitido el 25 de octubre de 2023, la Conjuez


Adriana María Guillén Arango también formuló su impedimento para pronunciarse sobre
la tutela de la referencia, pues consideró estar incursa en la causal prevista en el numeral
1 del artículo 56 del Código de Procedimiento Penal. Este último impedimento se aceptó
en el Auto 2757 del 2 de noviembre de 2023. Fecha en la que se designó por sorteo al
Conjuez Mauricio Fajardo Gómez.

52. En sesión del 20 de febrero de 2024, y tras recomponerse la Sala Plena por el
vencimiento del periodo del entonces Magistrado Alejandro Linares Cantillo, y la
posesión del Magistrado Vladimir Fernández Andrade, éste último desplazó al Conjuez
Mauricio Fajardo Gómez.

Audiencia pública

53. Mediante Auto 583 del 25 de agosto de 2021,73 la Sala Plena convocó a una audiencia
pública que tendría como fin indagar sobre la incidencia que la ineficacia de traslados
tiene sobre las finanzas públicas y, especialmente, sobre la sostenibilidad del sistema de
pensiones. La audiencia se realizó el 28 de octubre de 2021, luego de que se establecieran
las reglas sobre su metodología y desarrollo por medio del Auto 766 del 15 de octubre
de 2021.74

54. En dicha audiencia se abordaron cuatro ejes. El primero, correspondió al diseño


económico-legal de la destinación de los aportes al Sistema General de Pensiones y de la
política pública de traslados entre los regímenes que lo integran. El segundo, indagó por
el diagnóstico sobre la litigiosidad judicial de la petición de traslado de régimen
pensional, su impacto económico y su incidencia en el derecho a la seguridad social en
pensiones. El tercero, buscó una interacción con la Corte Suprema de Justicia, el Consejo
de Estado y la Procuraduría General de la Nación. Y, el cuarto, buscó información

73
Auto disponible en Web: https://www.corteconstitucional.gov.co/Relatoria/autos/2021/A583-21.htm
74
Auto disponible en Web: https://www.corteconstitucional.gov.co/inicio/AUTO%20766-21-%20T-
7.867.632%20Agenda%20audiencia%2028%20Oct-23.pdf

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

respecto del diseño e implementación operativa de los instrumentos de información


puestos a disposición de los afiliados al sistema para definir su vinculación a cualquiera
de los dos regímenes de pensiones.

55. En el desarrollo de la audiencia, cada una de las entidades invitadas tuvo la


oportunidad de exponer sus proyecciones sobre el impacto fiscal que acarrearía la
ineficacia de los traslados que las personas hicieron del RPM al RAIS. Aquellas
resaltaron que, cuando dichas anulaciones son ordenadas vía judicial, quienes se ven
beneficiados, en detrimento de la sostenibilidad del propio sistema, son los afiliados con
mayores ingresos.

56. Adujeron que lo antes dicho obedece a que, contrario a lo que ocurre en el RAIS,
donde el monto de la pensión depende de lo ahorrado por el afiliado y de las proyecciones
sobre los años que vivirá, en el RPM una pensión de vejez se liquida con base en el
salario percibido y una tasa de reemplazo que se establece de acuerdo al mayor o menor
número de semanas cotizadas. Por esto, de ordinario, una persona con ingresos elevados,
especialmente en los últimos 10 años de su vida laboral, tendrá una mesada más alta en
el RPM que en el RAIS. En el Anexo III de esta providencia se hace un resumen de las
posturas planteadas por los intervinientes en dicha audiencia.75

57. En este punto, es importante señalar que, sobre el impacto fiscal que podría tener el
precedente de la Corte Suprema de Justicia, algunas autoridades expresaron su
preocupación en la audiencia. Allí se habló de algunas cifras, aunque las presentadas por
las entidades diferían. De modo que fue necesario, posteriormente, solicitar mayor
claridad sobre este aspecto.

58. Por ejemplo, el Ministro de Hacienda y Crédito Público señaló que, a la fecha de la
audiencia, se habían presentado 43.277 demandas. De ellas, 39.941 demandas habían
sido resueltas a favor de las personas demandantes, lo que arroja una tasa de pérdida del
92.4%. El Ministro estimó que, de las 478.000 personas que podrían demandar (porque
les falta 10 años o menos para cumplir la edad de pensión), probablemente lo harían cerca
de 223.306. Sin embargo, no todas esas personas se pensionarían en Colpensiones, pues
solo lo harían 131.751. Con ello calculó que el impacto fiscal, respecto de las demandas
que podrían presentarse a futuro, sería de 35 billones de pesos.

59. El Gerente General del Banco de la República, señaló que de continuar vigente el
precedente de la Corte Suprema de Justicia, el costo fiscal sería de 68.1 billones de pesos
(7 puntos porcentuales del PIB). El envío a Colpensiones de lo que en su momento fue
aportado en el RAIS implicaría un ingreso, en favor del RPM, de 27.4 billones de pesos
(3 puntos porcentuales del PIB). En tal sentido, el costo neto sería de 4 puntos
porcentuales del PIB.

75
Con Auto del 5 de agosto de 2022 se ordenó correr traslado a las partes y terceros con interés de “las 35 intervenciones
que por escrito llegaron luego de la realización de la audiencia pública que se llevó a cabo el 28 de octubre de 2021, y (ii) el
material probatorio recaudado a partir de los Autos del 13 de diciembre de 2021, del 31 de enero de 2022 y del 21 de abril
de 2022”. Adicionalmente, en el Anexo III de la presente sentencia se encuentra disponible la relatoría de audiencia en cita.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

60. Por su parte, el presidente de ANIF, indicó que, en un escenario laxo, solo la mitad
de quienes potencialmente podrían trasladarse judicialmente al RPM, lo harían. Y solo
el 59% de esas personas (135.000) cumpliría los requisitos para acceder a una pensión
en el RPM. El costo total de esos traslados sería de 46 billones de pesos (4 puntos
porcentuales del PIB). Ese costo lo asumirían todos los colombianos a través de
impuestos, de modo que el desequilibrio fiscal sería elevado y se vería agravado por los
efectos de la pandemia en la economía. Ahora, el 74% de esos subsidios (34 billones de
pesos) se destinaría al 20% de las personas trasladadas (las que devengaron mayores
salarios). Mientras tanto, menos del 1% de esos subsidios, se destinaría al 20% más
pobre, lo cual incrementaría la desigualdad que podría ser peor si, en un escenario no
laxo, se asumiera que se trasladarán más de 135.000 personas.

Recusación formulada contra el Magistrado Sustanciador

61. Luego de concluida la Audiencia pública del 28 de octubre de 2021, la ciudadana


Anhy Durley González Durán formuló recusación en contra del Magistrado sustanciador
tras considerar que su imparcialidad en la resolución del caso estaba comprometida. La
solicitud se resolvió por parte de la Sala Plena de esta Corporación, mediante Auto 483
de 2022. En esa oportunidad se le informó a la solicitante que en los procesos de tutela
no cabe la formulación de recusaciones, dado que se trata de trámites que deben ser
resueltos de manera célere, con el objeto de garantizar la protección de derechos
fundamentales.

Decreto de pruebas

62. Debido a la diversidad de temas y de sujetos procesales, y con el fin de aclarar la


situación fáctica dentro de los 25 casos acumulados, se profirieron diversos autos de
pruebas. Así, mediante Auto del 1 de febrero de 2021 se requirieron algunos expedientes
que contenían los procesos ordinarios laborales promovidos por algunos accionantes.76
De estas pruebas se ordenó el traslado respectivo, trámite dentro del cual solo se remitió
a la Corte un escrito, presentado por Claudia Álvarez Vejarano, en su calidad de
apoderada de Mauricio Perea Restrepo (accionante en el expediente T-7.940.054). En él
solicitó a la Corte continuar con el amparo de los derechos fundamentales de su
poderdante, tal y como ya lo había ordenado la Sala de Casación Laboral de la Corte
Suprema de Justicia, en su calidad de juez de tutela.77

63. Luego, con Auto del 20 de agosto de 2021, y con el propósito de contar con
elementos de juicio de tipo técnico, se requirió al Ministerio de Hacienda y Crédito
Público, a Colpensiones y a Asofondos, para que remitieran datos exactos respecto de la

76
Se solicitaron los expedientes ordinarios laborales de las tutelas T-7.867.632, T-7.930.563, T-7.936.682, T-7.938.558, T-
7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315 y T-7.946.354.
77
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor.

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M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

presunta afectación a la sostenibilidad financiera del Sistema General de Seguridad


Social en Pensiones, por cuenta de la declaratoria masiva de la ineficacia de los traslados
que, originalmente, los afiliados realizaron del RPM al RAIS. Igualmente, se solicitó a
Colpensiones, a Asofondos y a la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado,
mayor información respecto de los datos sobre la litigiosidad en este tipo de asuntos. En
dicho Auto se otorgó un plazo de 10 días para la remisión de lo solicitado.78 Luego de
que las autoridades referidas solicitaran una ampliación del término otorgado para las
respuestas, se les concedió 10 días hábiles más para allegar lo requerido.79

64. Posteriormente, por medio de Autos del 13 de diciembre de 2021,80 del 31 de enero
de 202281 y del 21 de abril de 2022,82 se decretó la práctica de diversas pruebas
adicionales. Entre otras cosas, se solicitó (i) al Ministro de Hacienda y Crédito Público,
al Director General de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, al Contralor
General de la República, al Presidente de Colpensiones y al Presidente de Asofondos,
una precisión respecto de las cifras presentadas en la audiencia pública del 28 de octubre
de 2021; (ii) a Asofondos y a Colpensiones, información detallada respecto de la historia
laboral de cada uno de las personas involucradas en las acciones de tutela que revisa en
esta oportunidad la Corte; (iii) a varias autoridades judiciales del país, copia íntegra
digital de los expedientes relativos a los procesos ordinarios laborales iniciados por las
personas que fungen como parte en estas causas; y (iv) a la Contraloría General de la
República, copia de los estudios denominados “Análisis y discusión técnica de la
situación del Sistema General de Pensiones (SGPe) en Colombia” (2017) y “COVID 19
y SGPe en Colombia: observaciones generales a la situación, gestión y resultado 2020”
(2021).

65. El Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Colpensiones y Asofondos, en


conjunto, allegaron un nuevo documento en el que se refirieron a las razones por las
cuales las cifras sobre el impacto fiscal de la anulación de traslados, presentados en la
audiencia pública del 28 de octubre de 2021, diferían. Señalaron que ello sucedió por
cuenta de los datos que cada una de las entidades tomó en la realización de la proyección.

66. A renglón seguido, concluyeron que, a pesar de lo antedicho, las cifras que más se
aproximaban a la realidad eran las suministradas por el Ministerio de Hacienda y Crédito
Público.83 Por otra parte, en respuesta al segundo requerimiento, Asofondos y
Colpensiones remitieron las historias laborales de los accionantes y, además, presentaron
las proyecciones respecto de lo que cada uno de ellos percibiría, por concepto de pensión
de vejez, en el RAIS y en el RPM. 84 Asimismo, las autoridades judiciales requeridas

78
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor.
79
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor.
80
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor.
81
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor.
82
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor.
83
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor.
84
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor.

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remitieron, en su mayoría, los expedientes solicitados y lo propio hizo la Contraloría


General de la República con los documentos que se le pidió.85

67. De otra parte, el 7 de junio de 2022, Asofondos comunicó a esta Corte que en algunos
de los casos estudiados los accionantes habían pasado por un proceso de multi
vinculación antes de ser asignados al RAIS, en cumplimiento de las reglas contenidas en
el Decreto 3995 de 2008. En atención a esta nueva información, a través del Auto de
pruebas del 5 de agosto de 2022, se solicitó a Asofondos la presentación de un informe
detallado en el que aportara, respecto de cada una de las personas que hacen parte de las
tutelas bajo estudio, datos sobre su fecha de afiliación al Sistema de Pensiones y sobre el
escenario de múltiple afiliación que presentaban. También le solicitó a Colpensiones y a
la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia pronunciarse sobre esta materia. Todas
estas autoridades remitieron lo requerido. En el anexo II se encontrará un resumen de las
respuestas.

Traslado de las pruebas

68. En virtud de lo dispuesto en el inciso 1° del artículo 64 del Acuerdo 2 de 2015, por
medio de Auto del 9 de agosto de 2022, se ordenó que, por conducto de la Secretaría
General de la Corporación, debía ponerse a disposición de las partes y terceros con interés
que figuran en estas causas, (i) las intervenciones que por escrito llegaron luego de la
realización de la audiencia pública que se llevó a cabo el 28 de octubre de 2021, y (ii) el
material probatorio recaudado a partir de los Autos del 13 de diciembre de 2021, del 31
de enero de 2022 y del 21 de abril de 2022.

69. En consecuencia, y de acuerdo con la información remitida por la Secretaría


General de esta Corporación,86 la señora Ana Esperanza Lara Rodríguez, un
representante de Porvenir S.A. y uno de la UGPP, dieron respuesta al traslado. La señora
Lara Rodríguez reiteró los argumentos formulados en su acción de tutela, mientras las
dos entidades fijaron su postura sobre el tema en cuestión, oponiéndose a la línea
jurisprudencial establecida por la Corte Suprema de Justicia.

70. Asimismo, a través de Auto del 25 de octubre de 2022 se ordenó a la Secretaría


General poner a disposición de las partes y terceros con interés el material probatorio
remitido “(i) por Asofondos, el 7 de junio y el 6 de septiembre de 2022; (ii) por el
presidente de la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia, el 2 de
septiembre de 2022; y (iii) por Colpensiones, el 23 de septiembre de 2022. Ello con el
fin de que, si las partes o los terceros con interés lo encuentran necesario, se pronuncien
al respecto.”87

85
Expediente T-7.867.632. Contenido en siicor.
86
A través de informe del 8 de septiembre de 2022.
87
El recuento pormenorizado de las pruebas allegadas, y de los documentos remitidos por las partes o por terceros con interés
luego del traslado que hiciera esta Corte, será relacionado en el Anexo II de esta providencia.

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M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

71. Al respecto, solo la apoderada del señor Mauricio Perea Restrepo envió un
documento a través del cual manifestó adherirse a la posición expuesta por la Corte
Suprema de Justicia en su sólida jurisprudencia. Los demás intervinientes, guardaron
silencio.88 A su turno, el 15 de diciembre de 2022, el doctor Luis Guillermo Guerrero
Pérez, como apoderado de Porvenir S.A., remitió un escrito a esta Corte en el que
cuestionaba el precedente de la Corte Suprema de Justicia, por desconocer los derechos
fundamentales de las AFP y establecer en contra de estas una especie de responsabilidad
objetiva.

II. CONSIDERACIONES

A. Competencia

72. La Corte Constitucional es competente para revisar los fallos proferidos dentro
de los expedientes de la referencia, con fundamento en los artículos 86 y 241.9 de la
Constitución Política.89 También en razón de lo ordenado en los Autos del 29 de octubre
de 2020, del 29 de enero de 2021, del 19 de julio de 2021, del 30 de julio de 2021, del 17
de septiembre de 2021, del 28 de septiembre de 2021, del 29 de octubre de 2021 y del 15
de diciembre de 2021, a través de los cuales se seleccionaron los procesos de tutela para
su revisión.

B. Planteamiento del caso, problema jurídico y esquema de resolución

73. En resumen, a partir del estudio de las veinticinco decisiones judiciales seleccionadas
por la Corte Constitucional, se pretende indagar sobre las causas que pueden llevar a
declarar ineficaz el traslado que una persona hizo entre regímenes pensionales.
Especialmente, es necesario hacer énfasis en el traslado del RPM al RAIS ocurrido entre
1993 y 2009. También es preciso analizar las consecuencias que dicha ineficacia, vía
judicial, tendría en el esquema del Sistema de Seguridad Social en Pensiones y en su
sostenibilidad.

74. En el primer grupo de tutelas identificado, que reúne veinte (20) de las veinticinco
(25), la narrativa es la misma. Se trata de personas que iniciaron procesos judiciales con
el objeto de que se declarara la ineficacia o la mal llamada “nulidad” del traslado que,
del RPM al RAIS, hicieron en el periodo comprendido entre 1993 y 2009. En segunda
instancia, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral- (en 19

88
La Secretaría General de esta Corte informó, a través de informe del 25 de noviembre de 2022, que esta fue la única
intervención que se había aportado en respuesta al Auto del25 de octubre de 2022.
89
Constitución política. Artículo 86. (…) El fallo, que será de inmediato cumplimiento, podrá impugnarse ante el juez
competente y, en todo caso, éste lo remitirá a la Corte Constitucional para su eventual revisión (…)”. Artículo 241. “A la
Corte Constitucional se le confía la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, en los estrictos y precisos
términos de este artículo. Con tal fin, cumplirá las siguientes funciones: (…) 9. Revisar, en la forma que determine la ley,
las decisiones judiciales relacionadas con la acción de tutela de los derechos constitucionales (…)”.

21
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

casos) y el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia -Sala Civil, Familia,
Laboral- (en 1 caso) decidieron no acceder a esas pretensiones (para lo cual revocaron
las sentencias que, en primera instancia, habían accedido a las pretensiones; o
confirmaron aquellas que las habían negado).

75. Lo anterior, sobre la base de que los demandantes no estaban amparados por el
régimen de transición, ni estaban cerca de pensionarse para el momento en el que
surtieron el traslado. Además, sostuvieron que a los actores les correspondía la carga de
la prueba respecto del vicio del consentimiento que alegaban. Así, como ellos no habían
demostrado en cada proceso el engaño que sufrieron por parte de las AFP y, además,
suscribieron debidamente cada formulario de afiliación, no podía declararse la nulidad
de sus traslados.

76. La Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral-, al resolver las respectivas
acciones de tutela en primera instancia, concluyó que los jueces ordinarios habían
incurrido en el defecto denominado “desconocimiento del precedente”. Ello porque no
se respetó la línea defendida por ésa Corte, según la cual, (i) corresponde a las AFP
demostrar que suministraron la información suficiente al afiliado para que este, sobre esa
base, eligiera en libertad el régimen pensional de su preferencia; (ii) el formulario de
afiliación no es prueba suficiente para acreditar un consentimiento informado; y (iii)
siempre que se alegue la ausencia de información, los casos deben resolverse a partir de
la institución de la ineficacia y no de la nulidad.

77. La Corte Suprema de Justicia en su Sala de Casación Laboral reiteró que este
precedente aplica para la generalidad de los casos en los que se advierta ausencia de
información, y no solo para aquellos en los que el demandante esté amparado por el
régimen de transición o esté cerca de acreditar el derecho pensional en el RPM. En tal
sentido, en todos los casos -se repite-, ordenó, como juez de tutela, la emisión de nuevas
sentencias en lo ordinario laboral, que fuesen respetuosas de su precedente.

78. Dentro de este primer grupo, cinco (5) demandantes se encontraban en situación de
múltiple afiliación. Sin embargo, como se adujo, esta circunstancia jamás fue ventilada
en los procesos ordinarios laborales ni en las respectivas acciones de tutela. De manera
que ninguna instancia judicial se pronunció sobre este particular aspecto del debate que
resulta fundamental, pues se trata de personas que, en principio, fueron asignadas al
RAIS a través de un proceso administrativo y siguiendo las directrices del Decreto 3995
de 2008. Por eso es importante estudiar este punto, pues los accionantes afirman que, en
su traslado al RAIS, no se les brindó la información mínima correspondiente. Con todo,
si su afiliación se definió por las administradoras, debido a la múltiple afiliación que
presentaban, es necesario indagar si esta circunstancia afectó la libertad, con que
contaban aquellos, de escoger el régimen de su preferencia. Y este análisis comprende
elementos diversos a aquellos que se abordarán al resolver el grupo mayoritario de
tutelas.

22
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

79. Por otra parte, los cinco (5) casos restantes tienen algunos elementos en común con
los anteriores, pero también algunas diferencias. En el expediente T-8.031.929, el
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-, en segunda instancia y
dentro de un proceso ordinario laboral promovido por la accionante, estimó que había
operado el fenómeno de la prescripción. Sin embargo, luego de formulada la respectiva
acción de tutela, la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia concluyó
que con el referido fallo se había desconocido el precedente de esa misma Corporación,
según el cual, la solicitud de ineficacia de traslados entre regímenes es imprescriptible.

80. En el expediente T-7.981.335, se declaró en el proceso ordinario que la falta de


información, alegada por la demandante, no se acreditó. Atacada esta decisión, vía acción
de tutela, la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia la declaró ajustada
a derecho, luego de advertir que la misma se fundó en un análisis probatorio adecuado.

81. En el expediente T-8.319.475, se discutió si, en el caso de la accionante, debía darse


aplicación (i) al artículo 2 -parágrafo transitorio- del Decreto 1642 de 1995, (ii) al artículo
3 del Decreto 1161 de 1994 o (iii) al artículo 15 del Decreto 692 de 1994. El Tribunal
accionado, amparándose en las dos últimas normas, negó las pretensiones de la
demandante. La Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia, al resolver la
acción de tutela, encontró que el accionado debió dar aplicación a la primera. Por esto,
tuteló el derecho al debido proceso de la actora.

82. En el expediente T-8.484.811, la Corte Suprema de Justicia indicó, en sede de


casación, que, en tanto la accionante había estado afiliada a varias AFP luego de su
traslado inicial al RAIS, había, con su actitud, ratificó su intención de estar en dicho
régimen. Atacada esta determinación vía tutela, por el presunto desconocimiento del
precedente jurisprudencial, la Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de tutelas No. 1-
de la Corte Suprema de Justicia negó el amparo requerido.

83. Por último, solo en el expediente T-7.867.632, Colpensiones es la accionante. Por


medio de la acción de tutela busca dejar sin efectos una sentencia de la Corte Suprema
de Justicia, Sala de Casación Laboral, que casó y declaró la ineficacia del traslado (del
RPM al RAIS) por falta de información. En la decisión censurada, la Corte señaló que
cuando se alega la falta de información en el acto de traslado, no es posible declarar
prescripción alguna. La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia -Sala de
Decisión de Tutelas No. 3-, actuando como juez de tutela, negó el amparo.

84. Teniendo en consideración los antecedentes expuestos, corresponde a la Sala Plena


de la Corte Constitucional resolver, en su orden, los siguientes problemas jurídicos, a
saber:

(i) En la acción de tutela T-7.867.632, establecer si el precedente de la Sala de


Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia, sobre la ineficacia de los
traslados y la forma en que se debe probar el consentimiento informado, es contrario
a la Constitución y, en consecuencia, debe ser matizado por la Corte Constitucional

23
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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(ii) Frente a las demás acciones de tutela, debe esta Corte establecer si las
autoridades judiciales accionadas vulneraron los derechos a la seguridad social, a la
igualdad, al acceso a la administración de justicia y al debido proceso de los
accionantes, tras desconocer presuntamente el precedente establecido por la Sala
Laboral de la Corte Suprema de Justicia en casos donde se discute la ineficacia de
los traslados entre regímenes, o tras fundar sus decisiones en normas equivocadas,
o interpretar de modo errado la figura de la prescripción en este tipo de acciones.

85. Con todo, antes de abordar directamente las cuestiones planteadas, la Corte debe
identificar si en los casos que se examinan se cumplen los requisitos generales de
procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales. Si ello es así, (i) se
describirán las características esenciales del Sistema General de Seguridad Social en
Pensiones, y los regímenes que lo componen, haciendo énfasis en las reglas sobre el
traslado entre ellos, en el deber de información que ha de garantizarse en ese proceso y
en la manera en que se deben resolver las situaciones de multi vinculación. Acto seguido,
(ii) se caracterizará el defecto relativo al desconocimiento del precedente jurisprudencial,
(iii) se incluirán algunas consideraciones respecto de las tensiones constitucionales que
produce el precedente de la Corte Suprema de Justicia, en materia de ineficacia de
traslados y; (iv) con los elementos identificados, se estudiará si, en cada caso, se
desconoció alguno de los derechos fundamentales alegados por los actores.

C. Procedibilidad de la acción de tutela

86. La Corte Constitucional ha admitido que la acción de tutela procede contra


providencias judiciales, pero solo excepcionalmente. Esto, entre otras cosas, porque es
necesario tener el máximo respeto por la seguridad jurídica, la cosa juzgada y la
independencia judicial.90 Los asuntos o discusiones propias de los procesos ordinarios no
deben ser trasladados al juez de tutela, pues esto afecta de modo más o menos intenso la
autonomía de los jueces al momento de fallar. Ello fue reconocido desde la Sentencia C-
543 de 1992, providencia que, sin embargo, contempló la posibilidad excepcional de que
el recurso de amparo procediera contra sentencias, especialmente, cuando se esté ante:
“(…) actuaciones de hecho imputables al funcionario por medio de las cuales se
desconozcan o amenacen los derechos fundamentales”, o en los eventos en que “(…) la
decisión [del juez] pueda causar un perjuicio irremediable”.91

87. Inicialmente, la Corte construyó la doctrina de la “vía de hecho”,92 que, en esa


interpretación inicial de la jurisprudencia, tenía lugar cuando con la lectura de la
providencia censurada se advertía “(…) una manifiesta desconexión entre la voluntad

90
Cfr. Corte Constitucional, sentencias SU-168 de 2017, SU-222 de 2016, T-006 de 1992, C-543 de 1992, T-079 de 1993 y
C-590 de 2005.
91
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-543 de 1992.
92
Cfr. Corte Constitucional, sentencias T-158 de 1993, T-173 de 1993, T-079 de 1993, T-322 de 1999, T-260 de 1999 y T-
296 de 2000.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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del ordenamiento y la del funcionario judicial”.93 Con todo, desde la Sentencia C-590
de 2005, en adelante, se abandonó la denominación “vía de hecho”, para adoptar las
“causales de procedencia de la acción”. Con esas causales se pretende lograr una
armonización entre la supremacía de la Constitución, por una parte y, por la otra, el
principio de autonomía judicial. Así, para que una tutela proceda contra una providencia
judicial, el accionante debe demostrar que se acreditan determinados requisitos de
naturaleza procesal (generales) y sustantiva (específicos).94

88. En lo que concierne a este acápite, es necesario revisar si, en los casos que se
estudian, se cumplen los requisitos generales de procedencia. Esto añadiendo la
legitimación en la causa por activa y por pasiva.

89. De entrada, para la Sala es claro que en ninguno de los asuntos que conoce en esta
oportunidad se enjuicia una presunta irregularidad procesal, así como tampoco se atacan
sentencias proferidas en el marco de acciones de tutela. En lo referido a los demás
requisitos generales de procedibilidad, se advierte lo siguiente.

90. Legitimación en la causa por activa. La Constitución política establece, en su


artículo 86, que toda persona tendrá derecho a ejercer la acción de tutela. También, el
Decreto 2591 de 1991, en su artículo 10, resalta que toda persona podrá actuar por sí
misma o a través de representante. En todos los casos bajo estudio, se observa que los
accionantes promovieron las tutelas por sí mismos95 o a través de apoderado judicial
especialmente constituido,96 con el fin de que se protegiera su derecho fundamental al
debido proceso, que estimaron vulnerado por el actuar de las autoridades judiciales
accionadas.

91. Legitimación en la causa por pasiva. El artículo 86 de la Constitución señala que


la acción de tutela procede contra cualquier autoridad pública. En estos procesos, las
tutelas se dirigieron contra (i) la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de
Justicia,97 (ii) la Sala de Casación Laboral, Sala de Descongestión No. 4, de la Corte
Suprema de Justicia,98 (iii) el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala
Laboral-,99 (iv) el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira -Sala Laboral-,100 y
(v) el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia -Sala Civil, Familia, Laboral101.

93
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia T-231 de 1994.
94
Cfr. Corte Constitucional, sentencias SU-950 de 2014 y SU-489 de 2016.
95
En el caso de Colpensiones, Armando Padilla Romero, María del Carmen Castañeda, Maritza Navarro García, Claudia
Victoria Pareja Martínez, Pilar Barrientos Ortega, Diana del Pilar Aguilera Anzola, Magda Cristina Suarez Rodríguez, José
Manuel Ríos Martínez, Ana Esperanza Lara Rodríguez, Blanca Nieves Herrera Majén y Lucelly García Rico.
96
En el caso de Ana Patricia Rodríguez Rubiano, Mauricio Perea Restrepo, Blanca Leonor Aponte Castro, Leyla Esperanza
Escobar Vásquez, Gloria Patricia Patiño Duque, María Cecilia Gamboa Casablanca, Elsy Jeannete Garzón Martínez, Judith
Rodríguez Gómez, Araminta Angarita, Nubia Ingrith Cardona, Rosa Ángela Cruz Poveda, Rocío del Socorro Jaimes
Villamizar y Luz Stella Corredor Cañón.
97
Expediente T-7.867.632.
98
Expediente T-8.484.811.
99
Expedientes T-7.930.563, T-7.936.682, T-7.938.558, T-7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315, T-7.946.354, T-8.031.929,
T-8.224.223, T-8.235.289, T-8.256.424, T-8.261.557, T-8.319.475, T-8.322.441, T-8.355.875, T-8.357.853, T-8.405.298,
T.8.464.250, T-8.464.951, T-8.489.328 y T-8.255.677.
100
Expediente T-7.981.335.
101
Expediente T-8.040.807.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

Todas son autoridades judiciales (y, por tanto, públicas) según lo previsto en el artículo
11 de la Ley 270 de 1996. Aquellas, presuntamente, incurrieron en el desconocimiento
del derecho al debido proceso de los accionantes en los procesos ordinarios laborales
promovidos por estos.

92. Relevancia constitucional. El juez constitucional no puede invadir o entrometerse


en asuntos propios de otras jurisdicciones, creadas por el legislador para dirimir
conflictos determinados. Solo le corresponde, en tal caso, ocuparse de asuntos que le
permitan mantener la vigencia de la Constitución.102 En estos asuntos la Corte advierte
que existe relevancia constitucional, pues, de un lado, se discute el alcance del derecho
fundamental al debido proceso de las personas que buscan, en procesos que se adelantan
en la jurisdicción de lo ordinario laboral, que las autoridades judiciales de menor
jerarquía apliquen la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. De otro lado, es
relevante e importante que esta Corte revise las implicaciones del precedente establecido
por ese alto tribunal en materias como estas, especialmente, a la luz de lo contenido en
el artículo 48 de la Constitución Política sobre el derecho a la seguridad social y la
sostenibilidad financiera del Sistema de Seguridad Social en Pensiones.

93. Inmediatez. En cada una de las tutelas que se estudian, el mecanismo


constitucional se activó en los tiempos siguientes, contados desde la fecha de la emisión
de la sentencia que cada accionante reprocha:

Fecha en la que se
Número de Fecha de la sentencia Tiempo de diferencia entre
interpone la acción de
proceso censurada los dos momentos
tutela
T-7.867.632 8 de mayo de 2019 18 de octubre de 2019 5 meses y 11 días
T-7.930.563 25 de septiembre de 2019 16 de enero de 2020 3 meses y 22 días
T-7.936.682 21 de agosto de 2019 28 de octubre de 2019 2 meses y 8 días
T-7.938.558 20 de noviembre de 2019 3 de febrero de 2020 2 meses y 14 días
T-7.940.054 20 de marzo de 2019 2 de septiembre de 2019 5 meses y 13 días
T-7.944.741 18 de septiembre de 2019 19 de marzo de 2020 6 meses y 2 días
T-7.946.315 8 de mayo de 2019 24 de septiembre de 2019 4 meses y 17 días
T-7.946.354 5 de noviembre de 2019 9 de junio de 2020 7 meses y 5 días
T-7.981.335 30 de abril de 2019 14 de agosto de 2019 3 meses y 15 días
T-8.031.929 22 de agosto de 2018 7 de febrero de 2020 1 año, 5 meses y 16 días
T-8.040.807 27 de septiembre de 2018 7 de julio de 2020 1 año, 9 meses y 11 días
T-8.224.223 29 de septiembre de 2020 21 de octubre de 2020 23 días
T-8.235.289 31 de julio de 2020 17 de septiembre de 2020 1 mes y 18 días.
T-8.256.424 30 de julio de 2020 29 de octubre de 2020 3 meses
T-8.261.557 31 de agosto de 2020 7 de octubre de 2020 1 mes y 8 días
T-8.319.475 30 de septiembre de 2020 11 de diciembre de 2020 2 meses y 12 días
T-8.322.441 31 de julio de 2020 14 de octubre de 2020 2 meses y 15 días
T-8.355.875 11 de septiembre de 2018 21 de abril de 2021 2 años, 7 meses y 11 días
T-8.357.853 10 de marzo de 2020 27 de noviembre de 2020 8 meses y 18 días
T-8.405.298 22 de octubre de 2019 13 de enero de 2021 1 año, 2 meses y 22 días
T.8.464.250 6 de noviembre de 2019 16 de febrero de 2021 1 año, 3 meses y 11 días
T-8.464.951 29 de octubre de 2019 12 de abril de 2021 1 año, 5 meses y 14 días
T-8.484.811 15 de septiembre de 2020 12 de noviembre de 2020 1 mes y 28 días

102
Cfr. Corte Constitucional, sentencias T-173 de 1993 y T-781de 2011.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

T-8.489.328 21 de enero de 2020 24 de noviembre de 2020 10 meses y 4 días


T-8.255.677 29 de septiembre de 2020 4 de noviembre de 2020 1 mes y 6 días

94. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 86 de la Constitución Política, la


Corte Constitucional ha señalado que el objeto de la acción de tutela es garantizar la
protección inmediata del derecho fundamental amenazado. Por esta razón, y porque no
es posible eludir la protección de los derechos de terceros, corresponde a los accionantes
interponer la tutela en un tiempo razonable, que deberá contabilizarse desde la ocurrencia
del hecho, acto u omisión causante de la trasgresión.103

95. Ahora, en lo relativo a la valoración que debe hacerse del requisito de la


inmediatez, esta Corte ha sostenido que cuando la acción de tutela se formula contra una
providencia judicial, el análisis del juez constitucional debe ser más estricto. Así, esta
Corporación reiteró, en la Sentencia SU-108 de 2018, lo siguiente:

“(…) En este sentido, el requisito de inmediatez, aplicado al análisis de procedencia de una tutela
contra providencia judicial, corresponde a un examen más estricto, en el sentido en el que su
desconocimiento sacrificaría los principios de cosa juzgada y de seguridad jurídica, generando
una total incertidumbre sobre la firmeza de las decisiones judiciales. Así lo reconoció esta
Corporación en la sentencia C-590 de 2005, en la que, al referirse a la aplicación del principio
de inmediatez en tutela contra providencia judicial, la Corte estableció que “de permitir que la
acción de tutela proceda meses o aún años después de proferida la decisión, se sacrificarían los
principios de cosa juzgada y seguridad jurídica ya que sobre todas las decisiones judiciales se
cerniría una absoluta incertidumbre que las desdibujaría como mecanismos institucionales
legítimos de resolución de conflictos. La anterior consideración de esta Corporación reviste la
mayor importancia, por cuanto los ciudadanos confían en el sistema judicial como una institución
legítima para la resolución de los conflictos que se pueden presentar en la sociedad, por lo que
el cuestionamiento incesante a través de la tutela con respecto a las decisiones emitidas por el
sistema judicial, podría generar una desconfianza frente a la legitimidad de las vías
institucionales para dar solución final a los conflictos”.104

96. Como se advierte en el recuadro anterior (supra 93), la mayoría de las tutelas se
instauraron antes de que hubieren transcurrido 6 meses contados desde la emisión de la
sentencia censurada por cada accionante, plazo que, en algunos eventos, la Corte
Constitucional ha estimado razonable. Con todo, en 9 expedientes, dicho plazo de 6
meses se superó de modo irrazonable.105 Esos casos corresponden a los expedientes T-
7.946.354, T-8.031.929, T-8.040.807, T-8.355.875, T-8.357.853, T-8.405.298,
T.8.464.250, T-8.464.951 y T-8.489.328. En estos expedientes la Corte declarará la
improcedencia de la acción, dado que los actores acudieron a la acción de tutela varios
meses después de haber sido proferida la decisión judicial contra la cual dirigen su
reproche. De otra parte, no se advierte que los actores se encuentren en una circunstancia
especial de vulnerabilidad en virtud de la cual deba flexibilizarse este requisito
específico.106 En todos los demás asuntos, se acredita el requisito de la inmediatez.
103
Cfr. Corte Constitucional, Sentencias SU-961 de 1999 y SU-108 de 2018.
104
Cfr. Corte Constitucional. Sentencia SU-108 de 2018.
105
Se trata de los expedientes T-7.946.354, T-8.040.807, T-8.355.875, T-8.357.853, T-8.405.298, T.8.464.250, T-8.464.951
y T-8.489.328.
106
En la Sentencia T-359 de 2019 se discutía un caso donde la persona solicitó que se declarara la ineficacia de un traslado
de régimen pensional. En lo relativo al análisis de la inmediatez, la Corte resaltó lo siguiente: “la accionante se trasladó de

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

97. Identificación de los hechos que generaron la vulneración y si estos fueron


alegados en el proceso judicial ordinario. En cada escrito de tutela los actores relataron,
en detalle, en qué consistió el presunto desconocimiento del precedente jurisprudencial
establecido por la Corte Suprema de Justicia. Sostuvieron que dicho desconocimiento
significó la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la seguridad social y a la
igualdad.

98. Subsidiariedad, la regla general y sus excepciones. De conformidad con lo


establecido en el artículo 86 de la Constitución, la acción de tutela tiene un carácter
estrictamente subsidiario. De modo que solo puede acudirse a ella cuando el actor no
disponga de otro mecanismo judicial de defensa. En materia de tutela contra providencias
judiciales, la Corte Constitucional ha resaltado que el accionante, antes de acudir al
recurso de amparo, debe agotar todos los “medios –ordinarios y extraordinarios- de
defensa judicial”, excepto cuando aquel se presente como mecanismo transitorio.107

99. Esta misma lectura es reproducida en el artículo 6 del Decreto 2591 de 1991 -numeral
1-. Allí se dispone que la acción de tutela será improcedente “(…) cuando existan otros
recursos o medios de defensa judiciales, salvo que aquella se utilice como mecanismo
transitorio para evitar un perjuicio irremediable. La existencia de dichos medios será
apreciada en concreto, en cuanto a su eficacia, atendiendo las circunstancias en que se
encuentre el solicitante” (subrayas fuera de texto). De esta disposición se sigue que la
acción de tutela será procedente contra una providencia judicial, a pesar de que no se
agoten todos los mecanismos de defensa judicial principales, si (i) se acude a ella con el
fin de evitar un perjuicio irremediable; o (ii) se advierte que, a la luz de las condiciones
particulares de los sujetos involucrados, los medios con que aquellos cuentan no son
idóneos108 o eficaces para la protección de sus derechos fundamentales.

100. Cabe reiterar que los dos presupuestos anteriores son la excepción a la regla
general. Pues, en principio, y especialmente en lo referido a tutelas contra providencias
judiciales, las personas tienen el deber de “desplegar todos los mecanismos judiciales

régimen pensional desde el 1º de marzo de 2002 y, según ella manifiesta, solicitó por primera vez el cambio en el 2006, es
decir, desde hace más de 10 años la demandante estaba inconforme con el traslado de régimen y, sin embargo, no fue sino
hasta el año 2018 cuando acudió a este mecanismo judicial. Adicionalmente, no existe justificación alguna para la demora
en la presentación de la demanda, que se logre evidenciar con las pruebas allegadas al expediente. // Finalmente, cabe
destacar que, en algunos casos, cuando el conflicto se concentra en la mesada pensional o en prestaciones periódicas, esta
Corporación ha considerado cumplido el requisito de inmediatez aun cuando, en principio, el tiempo transcurrido entre el
primer hecho que ocasionó la vulneración de los derechos y la presentación de la tutela hubiese sido extenso, lo cual se ha
justificado en que se trata de un perjuicio permanente. Sin embargo, en este asunto no está en discusión el derecho pensional
en sí mismo, sino el traslado al régimen de prima media, en el cual la demandante considera que el monto de la mesada
pensional sería más elevado cuando se reconozca el derecho. En esa medida, no resulta procedente la aplicación de este
criterio.”
107
Cfr. Corte Constitucional, sentencias C-590 de 2005, SU-946 de 2014, SU-537 de 2017, entre otras.
108
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia T-499A de 2017. “(…) Esta Corporación ha entendido que el mecanismo ordinario
previsto por el ordenamiento jurídico para resolver un asunto no es idóneo cuando, por ejemplo, no permite resolver el
conflicto en su dimensión constitucional o no ofrece una solución integral frente al derecho comprometido. La Corte ha
señalado que por dimensión constitucional del conflicto se entiende la interpretación del asunto enfocada a una protección
más amplia que la legal, ya que “tiene el propósito de optimizar un mandato en las más altas condiciones de racionalidad
y proporcionalidad”. Cuando un mecanismo ordinario no sea idóneo, al juez constitucional le corresponderá asumir de
fondo del conocimiento del asunto y, en caso de amparar el derecho invocado, deberá hacerse de forma definitiva”

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

ordinarios [y extraordinarios] que el sistema jurídico les otorga para la defensa de sus
derechos”.109 Si se desconociera masivamente esta regla, podría incurrirse en un
vaciamiento de las competencias de otras jurisdicciones y en una indeseable
concentración, en la jurisdicción constitucional, de los litigios pertenecientes a otras
áreas del derecho.110

101. La ineficacia del recurso extraordinario de casación. Al revisar acciones de


tutela contra providencias judiciales, proferidas en la Jurisdicción Ordinaria es su
especialidad Laboral y de la Seguridad Social, esta Corte ha declarado la improcedencia
de varias de ellas, bajo el argumento de que el actor desatendió el deber de agotar el
recurso extraordinario de casación.111 Pero, también en otros casos, la Corte ha entendido
que aun cuando el accionante hubiere agotado el referido recurso extraordinario, aquel
no resultaba eficaz para la protección de sus derechos.

102. Esto último ha ocurrido, especialmente, cuando en los tutelantes confluyen


condiciones que los sitúan en un escenario de marcada vulnerabilidad, caso en el cual, la
carga relativa a la instauración del recurso de casación resulta particularmente
desproporcionada. 112 Ello tiene que ver con que, si se exigiera a todas las personas agotar
los mecanismos ordinarios y extraordinarios de defensa judicial, con independencia de
sus condiciones particulares, se atentaría contra el derecho fundamental a la igualdad,
instituido en el artículo 13 de la Constitución Política. Particularmente, se desconocería
lo contenido en el inciso 3 de dicho artículo, según el cual: “[e]l Estado protegerá
especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se
encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos
que contra ellas se cometan”.113

103. En algunos casos puede resultar complejo identificar si el recurso extraordinario


de casación es ineficaz en la protección de un derecho fundamental. La Corte ha adoptado
algunos criterios para definir en qué consiste dicha ineficacia. Así, en la Sentencia SU-
543 de 2019 la Corte advirtió lo siguiente:

“Para establecer la eventual eficacia del medio judicial principal al que podría acudir la
persona, la Corte ha advertido que el juez constitucional deberá revisar si este tiene la virtualidad
de proteger el derecho fundamental presuntamente conculcado y, además, de hacerlo en términos
oportunos. Ello, que encuentra inescindible relación con la protección inmediata del derecho
invocado –finalidad del recurso de amparo en los términos del artículo 86 Superior– implica
para el juzgador cuestionar si el tutelante se encuentra en condiciones de asumir y soportar el
trámite judicial principal que ha dispuesto la Ley.

“Para esto tendrá que analizar el asunto desde una doble perspectiva: (i) el objeto o los intereses
que la persona pretende hacer valer con el escrito de tutela, así como sus condiciones reales que,

109
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-590 de 2005.
110
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia T-180 de 2018.
111
Cfr. Corte Constitucional, sentencias T-906 de 2005, T-453 de 2010 y T-828 de 2012, entre otras.
112
Cfr. Corte Constitucional, sentencias T-852 de 2011, T-112 de 2013, T-401 de 2015, T-629 de 2015 y T-464 de 2016,
entre otras.
113
Constitución Política. Artículo 13, inciso 3.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

por decir lo obvio, serán particularísimas y pertenecerán, por tanto, solo a ella, y (ii) el tiempo
promedio que tarda ese medio judicial, basado en las reglas de la experiencia. De este modo la
evaluación de la eventual procedencia habrá de hacerse caso a caso, como en efecto lo ha
señalado la jurisprudencia de esta Corporación.

“Estos dos aspectos tienen, necesariamente, que ser valorados por el juez de tutela en un mismo
momento. Así, verbigracia, no podría afirmarse que un proceso judicial que tarda, en promedio,
dos años en resolverse, adolece per se de eficacia, pues, lo que para una persona puede constituir
una demora desproporcionada, para otra no. En asuntos pensionales, si una persona en edad
avanzada acude a la acción de tutela a efectos de lograr el reconocimiento y pago de su pensión
de sobrevivientes, pero cuenta con un ingreso importante que le proporciona la posibilidad de
vivir dignamente desde la dimensión material, no le corresponderá al juez de tutela desplazar las
facultades otorgadas por el legislador al juez ordinario. Empero, si además de la edad
avanzada, la persona no cuenta con ingreso alguno y padece alguna enfermedad de tipo
catastrófico, el análisis habrá de ser otro, pues la falta de eficacia en este último evento sería,
cuando menos, notoria.”114

104. También es importante tener presente que, para evaluar la vulnerabilidad de los
accionantes, debe identificarse si, dentro ese grupo, se ubican “los niños, los
adolescentes, los adultos mayores, los disminuidos físicos, síquicos y sensoriales, las
mujeres cabeza de familia, las personas desplazadas por la violencia y aquellas que se
encuentran en extrema pobreza.”115

105. Análisis de la subsidiariedad en los casos concretos. De las dieciséis (16) tutelas
conocidas en esta providencia, donde se superó el requisito de la inmediatez, solo dos (2)
se dirigen contra fallos de la Corte Suprema de Justicia (T-7.867.632 y T-8.484.811). Es
decir, solo en esos dos (2) casos existe certeza de que los accionantes agotaron todas las
vías ordinarias y extraordinarias para defender sus pretensiones. En todos los demás
procesos el recurso extraordinario de casación debió promoverse y sustentarse, y ello no
se hizo.116 Esto supondría que, prima facie, en todos aquellos casos debió declararse la
improcedencia en razón del incumplimiento del requisito de la subsidiariedad.

106. Esto sería así porque ninguno de los accionantes se encontraba, en principio, en
una situación de indefensión tal que, instaurar el mencionado recurso extraordinario, le
hubiere significado una carga desproporcionada. En efecto, la persona de mayor edad
en el grupo de accionantes es la señora Araminta Angarita (expediente T-8.319.475),
quien nació el 6 de febrero de 1955 y quien, para la fecha en que instauró la acción de
tutela, tenía 65 años. A su turno, la persona más joven, dentro del grupo de tutelas
seleccionado, nació el 26 de enero de 1963. Se trata de Lucelly García Rico (expediente
T-8.255.677). Ella, cuando instauró la tutela, tenía 57 años.

114
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-543 de 2019.
115
Cfr. Corte Constitucional, sentencias T-719 de 2003, T-456 de 2004, T-700 de 2006, T-953 de 2008, T-707 de 2009, T-
979 de 2011, T-1000 de 2012 y T-395 de 2013, entre otras.
116
Al revisar acciones de tutela contra providencias judiciales, proferidas en la jurisdicción ordinaria laboral, esta Corte ha
declarado la improcedencia de varias de ellas, bajo el argumento de que el actor desatendió el deber de agotar el recurso
extraordinario de casación. (Cfr. Corte Constitucional, sentencias T-906 de 2005, T-453 de 2010 y T-828 de 2012, entre
otras).

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

107. Ninguno de los actores, en consecuencia, contaba con una edad tan avanzada
que, por esa circunstancia, no hubiese podido esperar el fallo de la Corte Suprema de
Justicia en sede de casación. Pero, además, aquellos no demostraron, en las acciones de
tutela formuladas, un estado de vulnerabilidad económica en virtud del cual resultara
urgente e imperiosa la resolución de su caso. Para esta Corte, no es posible que todos los
casos en los que no se formule o no se sustente el recurso extraordinario de casación
superen automáticamente el requisito de subsidiariedad. Con esto, claramente, se
propicia que litigios propios de la Jurisdicción Ordinaria en su especialidad Laboral y
Seguridad Social se estén tramitando por conducto de la acción de tutela.

108. La Corte Constitucional, en consecuencia, es consciente de que la mayoría de las


tutelas acumuladas debieron declararse improcedentes. Sin embargo, a pesar de lo
antedicho, en este específico caso, y sin que implique un cambio en las reglas de
subsidiariedad, la Corte Constitucional procederá a flexibilizar de manera excepcional y
solo para los casos aquí mencionados el requisito señalado con base en dos argumentos:

(i) Durante un tiempo la Corte Suprema de Justicia entendió que la pretensión de la


ineficacia era declarativa y que, en esa medida, no existía interés económico para
recurrir en casación

109. En efecto, durante un tiempo extenso la Corte Suprema de Justicia consideró que
la declaratoria de la ineficacia de un traslado no podía cuantificarse. En esa medida,
cuando los tribunales de lo ordinario laboral no accedían a dicha pretensión, el
demandante no tenía la posibilidad de acudir al recurso extraordinario de casación por
no tener “interés jurídico para recurrir” (Cfr., Autos AL, 9 oct. 2012, rad. 57289.
Reiterado en los autos AL, 29 jul. 2015, rad. 67272, AL5108-2017 y AL5102-2017).
Sobre esto, cabe recordar que el artículo 86 del Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social -modificado por el artículo 43 de la Ley 712 de 2001-, dispone que
“sólo serán susceptibles del recurso de casación los procesos cuya cuantía exceda de
ciento veinte (120) veces el salario mínimo legal mensual vigente”.117 Para calcular dicho
interés jurídico, es necesario, de acuerdo con la propia jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia identificar “el agravio que sufre el impugnante con la sentencia
acusada, que tratándose del demandado se traduce en la cuantía de las condenas
económicas impuestas y, en el caso del demandante, en el monto de las pretensiones
negadas en la sentencia que se pretende impugnar, eso sí, teniendo en cuenta la
conformidad o no del interesado respecto del fallo de primer grado”.118

110. Cuando se han formulado recursos de casación en procesos donde se pretende la


ineficacia de traslados entre regímenes pensionales, la Corte Suprema de Justicia ha
manejado, en distintos momentos históricos, tres tesis a saber: La primera señalaba que
dicha pretensión era declarativa y que, por tanto, no era susceptible de ser cuantificada.
Esto significaba que, en casos como los estudiados en esta causa, donde la pretensión de

117
Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social. Artículo 86.
118
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral. Auto AL1662-2020.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

ineficacia de los traslados no fue acogida por parte de los Tribunales Superiores de los
Distritos Judiciales, no existiría interés jurídico para recurrir. Así ha sido expuesto por la
Corte Suprema de Justicia este argumento:

“[…] las pretensiones del actor que, como se dijo líneas atrás, se contrajeron a la declaratoria
de nulidad del acto mediante el cual se produjo su traslado al régimen de pensiones administrado
por el Fondo de pensiones y cesantías demandado, entendiéndose sin solución de continuidad su
afiliación al sistema pensional administrado, a su vez, por el Instituto de Seguros Sociales, con
el consabido traslado de los aportes que a dicho fondo hubiera realizado; ni emerge verdadero
motivo de duda acerca de dicho quantum, como para que deba acudirse a un perito para que lo
estime, conforme a lo previsto por el artículo 92 del Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social, por cuanto que, las pretensiones formuladas, como lo advirtiera el Tribunal,
son eminentemente declarativas, entrañando tal situación que, en principio, no pueda
cuantificarse o concretarse en específicas sumas, menos cuando quiera que la sola afirmación
del recurrente de que fue viciado su consentimiento para obtener el referido traslado no es
suficiente para establecer que el monto del interés jurídico que le asiste para acudir al recurso
extraordinario fuere cuando menos, al 29 de marzo de 2012, igual a $68’004.000,00, equivalentes
a los mentados 120 salarios mínimos mensuales legales vigentes a la fecha del fallo de segundo
grado”.119 (Subrayas fuera de texto).

111. La segunda, que se expuso por primera vez en el Auto AL1237 del 21 de marzo
de 2018, plantea lo siguiente: “si bien es cierto las pretensiones denegadas por el
Tribunal, fueron exclusivamente declarativas, en tanto se concretaron a la nulidad del
traslado de régimen y las consecuencias que tal decisión acarrea, la cuantía para
recurrir en casación de la parte demandante en estos casos, debe examinarse en torno a
la expectativa que tiene el afiliado de recuperar el régimen de transición, y así poder
acceder al reconocimiento de la pensión de vejez en el régimen de prima media con
prestación definida, con los requisitos que tales normativas disponen.”120 (Subrayas
fuera de texto).

112. Con la lectura de la regla antedicha, podría pensarse que aquella aplicaba solo
para las personas que tenían la expectativa de acceder a la pensión de vejez, en el RPM,
bajo el amparo del régimen de transición. Sin embargo, la propia Corte Suprema de
Justicia se encargó de descartar esta lectura. En el Auto AL3807 del 1 de agosto de 2018,
señaló que: “si bien (…) la demandante no es beneficiaria del régimen de transición, no
encuentra la Sala, motivos para dar un trato diferente entre aquellas personas que
acceden a su derecho pensional bajo los parámetros de aquel, y los trabajadores que
causan su prerrogativa a través de los presupuestos generales de la Ley 100 de 1993.”121

113. La tercera, expuesta en el Auto AL1533 del 15 de julio de 2020, plantea que
“(…) el concepto económico sobre el cual debe calcularse el monto del interés jurídico
para recurrir en casación del demandante, [en casos como estos], es el de la diferencia
económica en la prestación pensional que eventualmente podría producirse de acceder

119
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral. Auto AL, 9 oct. 2012, rad. 57289. Reiterado en los autos AL,
29 jul. 2015, rad. 67272, AL5108-2017 y AL5102-2017.
120
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral. Auto AL1237-2018.
121
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral. Auto AL3807-2018.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

el afiliado al derecho a cargo del régimen pensional que señaló el fallo atacado, teniendo
en cuenta para efectuar el cálculo dos factores: i) la probabilidad de vida de aquél, y ii)
las afirmaciones de la demanda que sobre el monto de la pensión hiciere el
interesado.”122 (Subrayas fuera de texto).

114. Esta modificación de criterios al interior de la Sala de Casación Laboral de la


Corte Suprema de Justicia pudo hacer que se presentara confusión en los actores, y que
estos no tuvieran del todo claro la idoneidad y eficacia del recurso extraordinario de
casación en asuntos como estos. En efecto, los demandantes pudieron pensar,
razonablemente, que en los procesos judiciales en los que fungían como demandantes no
era posible instaurar el recurso extraordinario de casación porque no contaban con el
interés jurídico para recurrir. Y así también pudieron interpretarlo algunos tribunales de
la jurisdicción ordinaria laboral.

(ii) La Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral- ha sostenido, en su rol


de juez de tutela que, en todos estos escenarios, debe flexibilizarse el requisito de la
subsidiariedad porque, en su sentir, existe una evidente vulneración de derechos
fundamentales

115. Esto pudo hacer que los actores confiaran en esa línea jurisprudencial y, por ello,
dejaran de agotar el recurso extraordinario de casación, aunque era su deber hacerlo. La
Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral- empezó a flexibilizar el requisito
de la subsidiariedad, para casos como estos, el 18 de marzo de 2020. Ese mismo día se
profirieron, por ejemplo, las siguientes providencias en sede de tutela: STL3226-2020,
STL3202-2020, STL3201-2020, STL3200-2020, STL3199-2020, STL3197-2020,
STL3196-2020 STL3193-2020, STl3191-2020, STL3187-2020 y STL3186-2020. En
ellas se señaló que el requisito de la subsidiariedad debía flexibilizarse por las siguientes
razones, a saber:

“El principio de subsidiariedad, conforme al artículo 86 de la Constitución, implica que la acción


de tutela procede cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que se
utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. En este caso, si bien el
accionante no agotó el recurso extraordinario de casación, considera la Sala que este requisito
debe flexibilizarse en aras de la defensa del orden jurídico, la libertad ciudadana, la dignidad, el
debido proceso, el derecho a la igualdad y el respeto a los derechos fundamentales del potencial
pensionado que se trasladó entre regímenes pensionales, sin la debida información.

“En efecto, esta Corporación en sentencia STL13133-2019 explicó que el requisito de


subsidiariedad no es absoluto y debe examinarse en cada caso concreto, «al punto que es posible
que ceda cuando se advierte la vulneración de derechos fundamentales que no pueden ser
restablecidos efectivamente mediante las vías ordinarias, pues de no concederse el amparo, se
consumaría un daño irreparable».

“Ahora, es cierto que en otras oportunidades la Sala ha considerado improcedente la acción de


tutela por no haberse agotado el recurso de casación; sin embargo, una nueva reflexión sobre la

122
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral. Auto AL1533-2020.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

materia la lleva a concluir que cuando en sede de tutela se detecte una rebeldía infundada y
obstinada contra la jurisprudencia consolidada de esta Corporación, en relación con un asunto
decantado, en este caso, por más de una década, se impone flexibilizar este requisito para
garantizar la supremacía constitucional y la vigencia de los valores de un sistema jurídico que
aspira a ser justo.”123

116. Esa posición fue secundada con posterioridad y se mantiene actualmente, como
puede verse en las recientes Sentencias STL10068 del 26 de septiembre de 2023,
STL16416 del 27 de septiembre de 2023 y STL16047 del 25 de octubre de 2023. Así,
solo luego del 18 de marzo de 2020, y conociendo la nueva postura de la Corte Suprema
de Justicia, los demandantes pudieron confiar en la flexibilización del requisito de la
subsidiariedad. Para la Corte Constitucional “(…) la confianza legítima consiste en que
el ciudadano debe poder evolucionar en un medio jurídico estable y previsible, en cual
pueda confiar. Para Müller, este vocablo significa, en términos muy generales, que
ciertas expectativas, que son suscitadas por un sujeto de derecho en razón de un
determinado comportamiento en relación con otro, o ante la comunidad jurídica en su
conjunto, y que producen determinados efectos jurídicos; y si se trata de autoridades
públicas, consiste en que la obligación para las mismas de preservar un comportamiento
consecuente, no contradictorio frente a los particulares, surgido en un acto o acciones
anteriores (…)”.124

117. Esta confianza, y solo para los casos concretos aquí revisados, que surgió en los
actores, debe protegerse por parte de la Corte Constitucional, aun a pesar de que, en
términos generales y como se ha dicho, esta Corte entienda que los casos debieron
declararse improcedentes desde un inicio. Improcedencia que debe ser aplicada para el
resto de tutelas presentadas a futuro sin agotar el recurso extraordinario de casación.

118. Estas dos razones, leídas en su conjunto, permiten flexibilizar de manera


excepcional y solo para los expedientes analizados en la presente sentencia, el requisito
de subsidiariedad.

D. Breve caracterización del sistema general de pensiones

119. Como punto de partida, el artículo 1 de la Constitución determina que Colombia


es un Estado Social de Derecho, democrático, participativo y pluralista, fundado en el
respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la
integran y en la prevalencia del interés general. El artículo 2 de la misma Constitución
establece, entre los fines del Estado, el de promover la prosperidad general y garantizar
la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en ella, e instituye a las
autoridades para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los
particulares, entre otros. Complementariamente, la Constitución Política reconoce la
Seguridad Social Integral y la prevé como un derecho irrenunciable, al mismo tiempo

123
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia STL3226-2020.
124
Cfr., Corte Constitucional. Sentencia C-131 de 2004.

34
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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que determina que es un servicio público de carácter obligatorio que puede ser prestado
por entidades públicas o privadas, de conformidad con la ley, bajo la dirección,
coordinación y control del Estado y con sujeción a los principios de eficiencia,
universalidad y solidaridad, también en los términos que establezca la ley.

120. La Seguridad Social Integral es aquella “(…) protección que una sociedad
proporciona a los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia
médica y garantizar la seguridad del ingreso, en particular en casos de vejez, desempleo,
enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de la
familia”.125 El sistema de pensiones es apenas una parte o rama del Sistema Integral de
la Seguridad Social.126 Las otras partes o ramas son el sistema de seguridad social en
salud,127 el sistema de riesgos laborales,128 y los servicios sociales complementarios.129

121. Para comprender mejor el problema que pretende resolver la Corte, es preciso
tener presente una razón histórica insoslayable: el RPM ha sido desde siempre un sistema
de reparto y el monto de las pensiones ha estado ligado al salario del afiliado, y no al
ahorro efectuado en su vida laboral, por lo cual las pensiones se financian con un
importante componente de subsidio.

122. Antes de la Ley 100, sancionada en 1993, en materia de pensión de vejez existía
un régimen general, que aplicaba al conjunto de la población, y existían regímenes
especiales, compuestos por aquellas normas establecidas para un grupo poblacional
específico, que ejecutaba tareas muy determinadas o que prestaba sus servicios para
empleadores concretos. El siguiente cuadro resume, en lo que importa para este caso, la
dispersión de regímenes pensionales existente antes de la entrada en vigencia de la Ley
100 de 1993, e indica quiénes eran los responsables de la financiación de las prestaciones
en cada caso:

Régimen Beneficiarios Financiación


Trabajadores de empresas cuyo capital Recursos propios del
Pensiones patronales
superara nominalmente el $1.000.000 empleador
Trabajadores del sector privado vinculados a Trabajador, empleador y
Régimen ISS
empresas afiliadas al ISS Estado

125
Esta es la definición de la OIT. Que coincide parcialmente con la contenida en el preámbulo de la Ley 100 de 1993, según
el cual “La Seguridad Social Integral es el conjunto de instituciones, normas y procedimientos, de que disponen la persona
y la comunidad para gozar de una calidad de vida, mediante el cumplimiento progresivo de los planes y programas que el
Estado y la sociedad desarrollen para proporcionar la cobertura integral de las contingencias, especialmente las que
menoscaban la salud y la capacidad económica, de los habitantes del territorio nacional, con el fin de lograr el bienestar
individual y la integración de la comunidad”.
126
Cfr. Constitución Política, artículo 48, entre otros; Ley 100 sancionada en 1993, Libro I, Sistema General de Pensiones
(Desde el artículo 10 hasta el artículo 151F) y normas que la modifican, sustituyen, complementan y reglamentan.
127
Cfr. Constitución Política, artículos 49 y 50, entre otros; Ley 100 sancionada en 1993, Libro II, Sistema General de
Seguridad Social en Salud (Desde el artículo 152 hasta el artículo 248) y normas que la modifican, sustituyen, complementan
y reglamentan.
128
Cfr. Constitución Política, artículos 47 y 53, entre otros; Ley 100 sancionada en 1993, Libro III, Sistema General de
Riesgos Profesionales (Desde el artículo 249 hasta el artículo 256) y normas que la modifican, sustituyen, complementan y
reglamentan.
129
Cfr. Constitución Política, artículos 42 a 47, entre otros; Ley 100 sancionada en 1993, Libro IV, Servicios Sociales
Complementarios (Desde el artículo 258 hasta el artículo 263) y normas que la modifican, sustituyen, complementan y
reglamentan.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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Régimen público Empleados públicos Estado


Empleados públicos pertenecientes a
Regímenes especiales Estado
entidades o actividades específicas
Trabajadores con tiempos públicos y Trabajador, empleador y
Regímenes mixtos
privados Estado
Trabajadores pertenecientes a empresas o
sectores económicos beneficiarios de
Pensiones convenciones colectivas que preveían
Empleador
convencionales condiciones más beneficiosas para
pensionarse que las previstas en el régimen
general del ISS

123. Las pensiones que se reconocían antes de la Ley 100 de 1993, en el sector
privado, se pagaban con base en el salario devengado por los afiliados y, si estos
cotizaban un número elevado de semanas, la tasa de reemplazo podía aumentar. A mayor
salario y mayor número de semanas cotizadas, mayor mesada. A menor salario y menor
número de semanas cotizadas, menor mesada. En el sector público, por su parte, al no
existir un sistema de cotizaciones propiamente dicho, las reglas establecidas en la
normatividad siempre fijaron, como tasa de reemplazo, un porcentaje estático.
Normalmente correspondía al 75%. Con todo, a pesar de esta pequeña diferencia,
también en ese sector la mesada pensional era directamente proporcional a lo devengado
por el servidor público. Además, en este último sector, el ingreso sobre el cual se
determinaba el valor de la pensión solía incluir factores salariales devengados en el
último año de la vida laboral, lo cual generaba también mesadas proporcionalmente
mayores a las reconocidas a los trabajadores del sector privado.

La pensión de vejez en la Ley 100 de 1993 y en la legislación complementaria

124. Uno de los objetivos de la Ley 100 de 1993, fue mejorar la eficiencia, eficacia y
equilibrio financiero del sistema pensional mediante la simplificación de regímenes
pensionales. Esto reducía la complejidad y los costos del proceso de reconocimiento y,
por esa vía, aumentaba la eficiencia del sistema. Esto también aumentaba la eficacia dado
que las pensiones no se adquirían por los servicios prestados a un único empleador,
público o privado, sino en función de las cotizaciones efectivamente realizadas por el
trabajador o el servidor. Por último, la relación cotización-pensión permitiría reducir el
subsidio estatal de las pensiones, con lo que se esperaba mejorar el equilibrio financiero
del sistema y, por esa vía, reducir el subsidio estatal, que podría ser destinado al aumento
de la cobertura.

125. Para 1993, ya era claro que el monto de las cotizaciones no era suficiente para
financiar la pensión. Y por esto, entre otras soluciones, se previó una, según la cual, el
sistema de reparto, vigente desde la Ley 90 de 1946, coexistiría con otro régimen, que
no sería de reparto, en el cual las pensiones se pagarían no al completar determinado
número de semanas, sino al completar determinado ahorro en una cuenta individual. Allí
nació el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad. Más adelante se abordarán las

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principales características de dicho régimen. Por lo pronto, es necesario recordar que el


sistema de reparto (RPM) continuó vigente después de 1993.130 Solo que, con el objeto
de hacerlo más sostenible, las reglas sobre el reconocimiento pensional fueron
sustancialmente modificadas.

126. Así, por ejemplo, la Ley 100 estableció en su artículo 33 -original- que accedería
a una pensión de vejez solo quien (i) cumpliera 60 años de edad (en el caso de los
hombres) y 55 (en el caso de las mujeres); y, (ii) cotizara 1.000 semanas en cualquier
tiempo.131 Como se advierte, esta norma no admitió que alguien se pensionara con 500
semanas, como sí lo reconocía el Acuerdo 049 de 1990. En lo referido al monto de la
pensión, en el artículo 34 -original- de la misma Ley, se indicó que este correspondía, en
principio, al 65% del ingreso base de liquidación (últimos 10 años de cotizaciones, o toda
la vida laboral si el afiliado había cotizado más de 1.250 semanas).132 Ahora, se admitió
que la tasa de reemplazo aumentara de conformidad con el mayor número de semanas
cotizadas, posteriores a las primeras 1.000, pero dicho porcentaje no podía ser, en ningún
caso, superior a 85%.133

127. Por su parte, las reglas antedichas cambiaron con la Ley 797 de 2003. Allí se
dispuso, primero, que, a partir del 1 de enero de 2014, la edad de pensión sería de 62 años
(para hombres) y 57 (para mujeres). También, que las semanas mínimas necesarias para
pensionarse irían en aumento paulatino desde 2005 hasta 2015, año en el que se exigirían,
desde ahí y en adelante, 1.300.134 En lo referido al monto de la prestación, se indicó que
correspondería al 65% del IBL, y que aquel porcentaje aumentaría de acuerdo al número
de semanas que hubiere cotizado la persona. Sin embargo, la norma incluyó una fórmula

130
Asimismo, el sistema de cotizaciones se mantuvo. En la Sentencia SU-313 de 2020, se recordó, sobre este aspecto, lo
siguiente: “El Régimen de Prima Media con Prestación Definida es, por antonomasia, solidario. Su correcto funcionamiento
está atado al apoyo intergeneracional toda vez que el pago de las pensiones que se reconocen en la actualidad, depende de
las cotizaciones que, al mismo tiempo, se encuentran realizando las personas vinculadas a un trabajo. Esas cotizaciones, que
serán de orden obligatorio, provienen de la labor que adelanten quienes (i) sean servidores públicos, (ii) hayan suscrito un
contrato laboral o por prestación de servicios, o (iii) aporten como independientes. Con la afiliación al Sistema General de
Pensiones, inicia la obligación de cotizar y ella habrá de mantenerse hasta tanto la persona no acredite los requisitos para
acceder a una pensión de vejez o, de manera excepcional, a una de invalidez. Esas cotizaciones, conforme ha sido necesario
por consideraciones presupuestales, han aumentado históricamente. Antes de la Ley 100 de 1993, aquellas correspondían al
orden del 8% del salario mensual que devengaba el trabajador, con posterioridad se estableció, en el artículo 20 de esa última
norma, que ascenderían anualmente así: para 1994, al 11,5%; para 1995, al 12,5%; y desde 1996, en adelante, serían del
13,5%. Desde la entrada en vigencia de la Ley 797 de 2003, han vuelto a variar, así: para 2004, al 14,5%; para 2005, al
15,0%; para 2006 y 2007, al 15.5%; y, desde 2008, hasta la fecha, al 16%. Por supuesto, dependiendo de las circunstancias,
ese porcentaje puede ser superior, como ocurre, por ejemplo, con quienes devengan más de cuatro salarios mínimos. Con
todo, de las cotizaciones se nutre el RPM para pagar las pensiones que tiene a su cargo y que se causaron con ocasión del
cumplimiento de requisitos mínimos exigidos por la ley. Estos aportes van a un fondo común que será de naturaleza pública”.
131
Ley 100 de 1993, Artículo 33 -versión original-.
132
Ley 100 de 1993, Artículo 21: “Se entiende por ingreso base para liquidar las pensiones previstas en esta ley, el promedio
de los salarios o rentas sobre los cuales ha cotizado el afiliado durante los diez (10) años anteriores al reconocimiento de la
pensión, o en todo el tiempo si este fuere inferior para el caso de las pensiones de invalidez o sobrevivencia, actualizados
anualmente con base en la variación del índice de precios al consumidor, según certificación que expida el DANE. // Cuando
el promedio del ingreso base, ajustado por inflación, calculado sobre los ingresos de toda la vida laboral del trabajador,
resulte superior al previsto en el inciso anterior, el trabajador podrá optar por este sistema, siempre y cuando haya cotizado
1250 semanas como mínimo”.
133
Ley 100 de 1993, Artículo 34 -versión original-.
134
Ley 797 de 2003, Artículo 9.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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novedosa, a través de la cual la tasa de reemplazo podría disminuir, por debajo del 65%
y hasta el 55%, si el IBL del afiliado era alto.135

128. La Corte Constitucional, en la Sentencia C-295 de 2021, explicó el contenido de


esta nueva fórmula de la siguiente manera:

“Para una mejor comprensión de este artículo, piénsese en un ciudadano que acreditó edad y
semanas para pensionarse por vejez en el año 2020. El cálculo hipotético del IBL arrojó una
suma de $7.022.424. Este valor corresponde a 8 salarios mínimos para ese año. Piénsese también
que la persona solo cotizó 1.300 semanas. En tal caso, aplicando la fórmula contenida en el
artículo en cita, la tasa de reemplazo que corresponde es el 61,5%. Este es el resultado de,
primero, multiplicar 0,50 por 8 (número de salarios mínimos del ciudadano), y, segundo, de
restarle 4 unidades (valor que arrojó el cálculo anterior) a 65,50%. Si el IBL hubiese ascendido
a 9 salarios mínimos, la tasa de reemplazo habría disminuido al 61%. Del mismo modo, si el IBL
hubiese correspondido a 7 salarios mínimos, la tasa de reemplazo se habría fijado en el 62%.
Así, queda claro que la tasa de reemplazo, en la pensión de vejez, se fija en función del ingreso,
ergo, a mayor IBL, menor tasa; a menor IBL, mayor tasa.”136

El régimen de transición

129. Como se observa, tanto la Ley 100, como la Ley 797, incluyeron importantes
modificaciones al sistema de reparto que ya existía. Con todo, para no afectar demasiado
las expectativas legítimas que tenían aquellas personas que pretendían pensionarse antes
del advenimiento de estas normas, se estableció el denominado régimen de transición. El
régimen se incluyó en el artículo 36 de la Ley 100 de 1993. Para estar amparado por él,
las personas debían: a) tener 35 años (mujeres) o 40 (hombres), al momento en que entra
en vigencia la norma; o, b) contar con 15 años de servicios prestados para esa misma
fecha.137

130. Quien acreditaba una de estas condiciones, se encontraba protegido por el


régimen de transición, lo cual suponía que podría pensionarse de conformidad con las
reglas de una norma anterior, en lo relacionado con la edad, el tiempo de servicios y el
monto establecidos en ella. Por monto, habrá de entenderse tasa de reemplazo y no
Ingreso Base de Liquidación -IBL-. En algún momento se pensó, con ocasión de la
interpretación que defendió, por años, el Consejo de Estado, que dentro del concepto

135
Ley 797 de 2003, Artículo 10: “A partir del 1 o. de enero del año 2004 se aplicarán las siguientes reglas: // El monto
mensual de la pensión correspondiente al número de semanas mínimas de cotización requeridas, será del equivalente al 65%,
del ingreso base de liquidación de los afiliados. Dicho porcentaje se calculará de acuerdo con la fórmula siguiente: // r =
65.50 - 0.50 s, donde: r = porcentaje del ingreso de liquidación. s = número de salarios mínimos legales mensuales vigentes.
// A partir del 2004, el monto mensual de la pensión de vejez será un porcentaje que oscilará entre el 65 y el 55% del ingreso
base de liquidación de los afiliados, en forma decreciente en función de su nivel de ingresos calculado con base en la fórmula
señalada. El 1o. de enero del año 2005 el número de semanas se incrementará en 50 semanas. Adicionalmente, el 1o. de
enero de 2006 se incrementarán en 25 semanas cada año hasta llegar a 1.300 semanas en el año 2015. // A partir del 2005,
por cada cincuenta (50) semanas adicionales a las mínimas requeridas, el porcentaje se incrementará en un 1.5% del ingreso
base de liquidación, llegando a un monto máximo de pensión entre el 80 y el 70.5% de dicho ingreso, en forma decreciente
en función del nivel de ingresos de cotización, calculado con base en la fórmula establecida en el presente artículo. El valor
total de la pensión no podrá ser superior al ochenta (80%) del ingreso base de liquidación, ni inferior a la pensión mínima”.
136
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-295 de 2021.
137
Ley 100 de 1993, Artículo 36.

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monto estaba incluido el IBL, pero esta última postura no se defiende en la actualidad
por ninguna alta Corte.138

Régimen de transición y traslado al RAIS

131. Ahora, el mismo artículo 36 estableció en sus incisos 4 y 5, las siguientes reglas:

“Lo dispuesto en el presente artículo para las personas que al momento de entrar en vigencia el
régimen tengan treinta y cinco (35) o más años de edad si son mujeres o cuarenta (40) o más
años de edad si son hombres, no será aplicable cuando estas personas voluntariamente se acojan
al régimen de ahorro individual con solidaridad, caso en el cual se sujetarán a todas las
condiciones previstas para dicho régimen.

“Tampoco será aplicable para quienes habiendo escogido el régimen de ahorro individual con
solidaridad decidan cambiarse al de prima media con prestación definida.”139

132. En otras palabras, estos incisos dispusieron dos cosas: quien se traslade al RAIS,
y se mantenga allí afiliado, perderá el régimen de transición. Y, quien se traslade al RAIS,
y regrese al RPM con posterioridad, también perdería en principio dicho régimen.

133. Frente a ambos incisos se presentó acción pública de inconstitucionalidad, la cual


fue resuelta en la Sentencia C-789 de 2002. En esta oportunidad, la Corte declaró su
exequibilidad condicionada al considerar que “los incisos 4º y 5º del artículo 36 de la
Ley 100 de 1993 resultan exequibles en cuanto se entienda que [aquellos] no se aplican
a las personas que tenían 15 años o más de trabajo cotizados para el momento de
entrada en vigor del sistema de pensiones consagrado en la Ley 100 de 1993”.140 La
Corte indicó en esa sentencia que sería desproporcionado el hecho de que una persona
que cumplió “con el 75% o más del tiempo de trabajo necesario para acceder a la
pensión a la entrada en vigencia del sistema de pensiones”141 pierda el régimen de
transición tras regresar al RPM. Pero, la misma Corte, señaló dos condiciones de

138
En efecto, varias discusiones se suscitaron en la jurisprudencia nacional respecto de si el régimen de transición protegía
el monto. El Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional se refirieron, en diversos momentos,
al asunto. El Consejo de Estado sostuvo que el monto, entendido como la confluencia entre la tasa de reemplazo y lo que
hoy se entiende como el IBL, debía hacer parte del régimen de transición, específicamente porque el inciso 2° del artículo
36 de la Ley 100 de 1993 establecía que “La edad para acceder a la pensión de vejez, el tiempo de servicio o el número de
semanas cotizadas, y el monto de la pensión de vejez de las personas que al momento de entrar en vigencia el Sistema
tengan treinta y cinco (35) o más años de edad si son mujeres o cuarenta (40) o más años de edad si son hombres, o quince
(15) o más años de servicios cotizados, será la establecida en el régimen anterior al cual se encuentren afiliados […]”.
(Cfr. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo. Sentencia de 4 de agosto de 2010, Expediente No.
250002325000200607509 01 (0112-2009). Con todo, la Corte Suprema de Justicia manejó otra tesis. Dijo que el monto sí
hacía parte del régimen de transición, pero, advirtió que el monto es equivalente a la tasa de reemplazo y no al IBL. Y esto
lo dijo porque el inciso 3° del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, sostenía lo siguiente: “El ingreso base para liquidar la
pensión de vejez de las personas referidas en el inciso anterior que les faltare menos de diez (10) años para adquirir el
derecho, será el promedio de lo devengado en el tiempo que les hiciere falta para ello, o el cotizado durante todo el tiempo
si este fuere superior, actualizado anualmente con base en la variación del Índice de Precios al consumidor, según
certificación que expida el DANE […]”. Esta última tesis ha sido la acogida por la Corte Constitucional hasta la fecha. Una
muestra importante de ello, es la Sentencia C-258 de 2013.
139
Ley 100 de 1993, Artículo 36, incisos 4 y 5.
140
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-789 de 2002.
141
Ibidem.

39
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favorabilidad que tendrían que darse para que operara la recuperación de la transición:
“a) [que se traslade al RPM] todo el ahorro [que las personas efectuaron] al régimen de
ahorro individual con solidaridad; y b) [que] dicho ahorro no sea inferior al monto del
aporte legal correspondiente, en caso [de] que hubieren permanecido en el régimen de
prima media”.142

134. Posteriormente, en la Sentencia SU-062 de 2010, se abordó especialmente y para


casos en los que una persona retorna al RPM en las circunstancias antedichas, el requisito
relativo a la equivalencia entre lo ahorrado en el RAIS y lo que se hubiere cotizado en el
RPM y se añadió que si esta equivalencia no se daba, en cualquier caso, “no se [podía]
negar el traspaso a los beneficiarios del régimen de transición del régimen de ahorro
individual al régimen de prima media por el incumplimiento del requisito de la
equivalencia del ahorro sin antes ofrecerles la posibilidad de que aporten, en un plazo
razonable, el dinero correspondiente a la diferencia entre lo ahorrado en el régimen de
ahorro individual y el monto total del aporte legal correspondiente en caso que hubieren
permanecido en el régimen de prima media.”143 (Subrayas originales).

Terminación del régimen de transición

135. En un primer intento, tanto la Ley 797 de 2003, “por la cual se reformaron
algunas disposiciones del sistema general de pensiones previsto en la Ley 100 de 1993
y se adoptaron disposiciones sobre los Regímenes Pensionales exceptuados y
especiales”, como la Ley 860 de 2003, “por la cual también se reformaron algunas
disposiciones del Sistema General de Pensiones previsto en la Ley 100 de 1993 y se
dictaron otras disposiciones”, pretendieron poner fin o por lo menos limitar el alcance
del régimen de transición. La primera de ellas, en su artículo 18, mantuvo la garantía
únicamente para la edad y no para los demás requisitos (semanas y monto -tasa de
reemplazo-). Sin embargo, dicho artículo fue declarado inexequible por la Corte
mediante la Sentencia C-1056 de 2003, por vicios de forma.144

136. Luego, en una segunda oportunidad, el artículo 4 de la Ley 860 de 2003 buscó
mantener el régimen de transición hasta el 31 de diciembre de 2007. Desde esa fecha solo
sería respetada la edad y no los demás requisitos (semanas y monto -tasa de reemplazo).
Pero, este artículo también fue declarado inexequible por la Corte mediante la Sentencia
C-754 de 2004.145

142
Ibidem.
143
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-062 de 2010.
144
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-1056 de 2003. Sobre el particular, encontró la Corte que “este artículo no fue
votado ni aprobado en las Comisiones Séptimas Permanentes, “para no tener una votación con escaso quórum”, lo que
resulta inaceptable desde el punto de vista constitucional y en cambio, pone de manifiesto la omisión de un deber jurídico
de pronunciarse para adoptar una decisión sobre la norma propuesta la cual queda, así, sin aprobación en 2 de los debates
exigidos del artículo 157 de la Constitución para convertirse en ley”.
145
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-754 de 2004. Allí se advirtió que “el texto del artículo 4° demandado no fue
discutido por las comisiones séptimas constitucionales en sesiones conjuntas, ni por la plenaria de la Cámara de
Representantes. Ahora bien, dado que lo que exige la Constitución es que efectivamente se realicen todos los debates
señalados en el artículo 157 superior, el artículo 4° acusado se encuentra claramente viciado de inconstitucionalidad.” Luego

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

137. Por su parte, el Acto Legislativo 01 de 2005 dispuso que el régimen de transición
no podía extenderse más allá del 31 de julio de 2010, excepto para los trabajadores que,
estando en dicho régimen, además, tuvieran 750 semanas cotizadas -o su equivalente en
tiempos de servicio- para el 22 de julio de 2005. En favor de aquellas personas, se
mantendría, hasta el año 2014 (entiéndase 31 de diciembre). Dicho acto reformatorio de
la Constitución también estableció la finalización de los regímenes especiales y
exceptuados, salvo en el caso del presidente de la República, los miembros de la fuerza
pública y los docentes.

138. Como se señaló en la Sentencia SU-555 de 2014, “la sostenibilidad


financiera del Sistema General de Pensiones fue una preocupación transversal a la
reforma”, y este criterio motivó que el Acto Legislativo 01 de 2005 incluyera aspectos
tales como los siguientes:

“(i) la garantía de sostenibilidad financiera del sistema de pensiones, es decir, las leyes en
materia pensional que se expidan con posterioridad a la entrada en vigencia de este Acto
Legislativo, deberán asegurar la sostenibilidad financiera de lo establecido en
ellas; (ii) cumplimiento de los requisitos legales para adquirir el derecho a la pensión será
necesario cumplir con la edad, el tiempo de servicio, las semanas de cotización o el capital
necesario, así como las demás condiciones que señala la ley, sin perjuicio de lo dispuesto para
las pensiones de invalidez y sobrevivencia. Los requisitos y beneficios para adquirir el derecho a
una pensión de invalidez o de sobrevivencia serán los establecidos por las leyes del Sistema
General de Pensiones; (iii) unificación de requisitos y beneficios pensionales. Todas las
personas, incluidos los de pensión de vejez por actividades de alto riesgo, serán los establecidos
en las leyes del Sistema General de Pensiones. No podrá dictarse disposición o invocarse acuerdo
alguno para apartarse de lo allí establecido; (iv) imposibilidad de hacer pactos o convenciones
colectivas con beneficios pensionales superiores. A partir de la vigencia del presente Acto
Legislativo no podrán establecerse en pactos, convenciones colectivas de trabajo, laudos o acto
jurídico alguno, condiciones pensionales diferentes a las establecidas en las leyes del Sistema
General de Pensiones; (v) liquidación sobre los factores efectivamente cotizados. En relación con
la liquidación de las pensiones, el Acto Legislativo dispuso que sólo se tendrán en cuenta para
determinar la base de liquidación, los factores sobre los cuales cada persona hubiere efectuado
las cotizaciones y (vi) Límite en el valor de las pensiones. Ninguna pensión podrá ser inferior al
salario mínimo legal mensual vigente. El artículo 48 también señala, de forma tajante en el
parágrafo 10, que a partir del 31 de julio de 2010 no podrán causarse pensiones superiores a
veinticinco (25) salarios mínimos legales mensuales vigentes, con cargo a recursos de naturaleza
pública”.146

La pensión de vejez en el RAIS

139. En el RAIS: “(…) las cotizaciones efectuadas por una persona no serán
dirigidas a un fondo común, sino a una cuenta de naturaleza individual que, junto con

de dicho esto, la Corte, a pesar de no ser necesario, evaluó la constitucionalidad de la medida desde un punto de vista
material. También en ese ejercicio encontró que la norma era inexequible.
146
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-555 de 2014.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

sus rendimientos, servirá de sustento económico al momento de reconocer y pagar la


pensión a la que tenga derecho el afiliado.”147

140. Una de las particularidades más relevantes de este régimen es que, contrario a lo
que ocurre con el RPM, además de las cotizaciones obligatorias previstas en el artículo
20 de la Ley 100 de 1993, una persona puede efectuar cotizaciones voluntarias con el
único propósito de que el monto de su mesada pensional crezca, o que la prestación se
pague antes de los 62 o de los 57 años. Así lo establece el artículo 62 de dicha Ley, al
señalar que “[l]os afiliados al Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad podrán
cotizar, periódica u ocasionalmente, valores superiores a los límites mínimos
establecidos como cotización obligatoria, con el fin de incrementar los saldos de sus
cuentas individuales de ahorro pensional, para optar por una pensión mayor o un retiro
anticipado.”148

141. En este régimen, las personas podrán acceder a la pensión de vejez a cualquier
edad siempre que, como lo dispone el artículo 64 de la Ley 100 de 1993: “el capital
acumulado en su cuenta de ahorro individual les permita obtener una pensión mensual,
superior al 110% del salario mínimo legal mensual vigente a la fecha de expedición de
esta Ley, reajustado anualmente según la variación porcentual del Índice de Precios al
Consumidor certificado por el DANE. Para el cálculo de dicho monto se tendrá en
cuenta el valor del bono pensional, cuando a éste hubiere lugar.”149

142. Cuando los afiliados no logran reunir ese capital, tienen la opción de contar con
la garantía de pensión mínima si cumplen 62 o 57 años, dependiendo del sexo, y cotizan
un mínimo de 1.150 semanas.150 Si la persona no logra, finalmente, pensionarse con
ninguna de estas reglas, operará la devolución de saldos.151 Ahora bien, en el RAIS, la
pensión de vejez se puede pagar en una de tres formas escogidas por el afiliado: (i) renta
vitalicia inmediata,152 (ii) retiro programado153 o (iii) retiro programado con renta

147
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-313 de 2020.
148
Ley 100 de 1993, Artículo 62.
149
Ley 100 de 1993, Artículo 64.
150
Ley 100 de 1993, Artículo 65: “Los afiliados que a los sesenta y dos (62) años de edad si son hombres y cincuenta y siete
(57) si son mujeres, no hayan alcanzado a generar la pensión mínima de que trata el artículo 35 de la presente Ley, y hubiesen
cotizado por lo menos mil ciento cincuenta semanas (1.150), tendrán derecho a que el Gobierno Nacional, en desarrollo del
principio de solidaridad, les complete la parte que haga falta para obtener dicha pensión. // Parágrafo. Para efectos del
cómputo de las semanas a que se refiere el presente artículo se tendrá en cuenta lo previsto en los parágrafos del artículo 33
de la presente Ley”.
151
Ley 100 de 1993. Artículo 66: “Quienes a las edades previstas en el artículo anterior no hayan cotizado el número mínimo
de semanas exigidas, y no hayan acumulado el capital necesario para financiar una pensión por lo menos igual al salario
mínimo, tendrán derecho a la devolución del capital acumulado en su cuenta de ahorro individual, incluidos los rendimientos
financieros y el valor del bono pensional, si a éste hubiere lugar, o a continuar cotizando hasta alcanzar el derecho”.
152
Ley 100 de 1993, Artículo 80: “La renta vitalicia inmediata, es la modalidad de pensión mediante la cual el afiliado o
beneficiario contrata directa e irrevocablemente con la aseguradora de su elección, el pago de una renta mensual hasta su
fallecimiento y el pago de pensiones de sobrevivientes en favor de sus beneficiarios por el tiempo a que ellos tengan derecho.
Dichas rentas y pensiones deben ser uniformes en términos de poder adquisitivo constante y no pueden ser contratadas por
valores inferiores a la pensión mínima vigente del momento. // La administradora a la que hubiere estado cotizando el afiliado
al momento de cumplir con las condiciones para la obtención de una pensión, será la encargada de efectuar, a nombre del
pensionado, los trámites o reclamaciones que se requieran, ante la respectiva aseguradora.”
153
Ley 100 de 1993, Artículo 81: “El retiro programado es la modalidad de pensión en la cual el afiliado o los beneficiarios
obtienen su pensión de la sociedad administradora, con cargo a su cuenta individual de ahorro pensional y al bono pensional
a que hubiera lugar. // Para estos efectos, se calcula cada año una anualidad en unidades de valor constante, igual al resultado

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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vitalicia diferida.154 En cualquier caso, a diferencia de lo que sucede en el RPM, el monto


de la pensión en el RAIS depende exclusivamente del ahorro acumulado. Por ejemplo,
una persona puede tener un monto elevado de ahorro y pensionarse a los 50 años con un
salario mínimo. O podría continuar cotizando voluntariamente a efectos de que su
mesada aumente. En este régimen, entonces, el valor de la mesada pensional no está
directamente ligado al promedio de los salarios percibidos en los últimos 10 años de vida
laboral. Y tampoco existe el concepto tasa de reemplazo.

143. A continuación, se resumen brevemente las diferencias entre regímenes en


función de las prestaciones a las que pueden acceder los afiliados:

RPM RAIS
Reparto simple. La pensión se
Ahorro Individual. La pensión se financia con
financia con los recursos existentes
los recursos provenientes de las cotizaciones
Sistema de en el fondo común del régimen que,
del afiliado (obligatorias y voluntarias), los
financiación a su turno, se nutre con las
rendimientos recibidos por la inversión de ese
cotizaciones de los afiliados activos
ahorro y el bono pensional.
y sus rendimientos.
La pensión se puede disfrutar a cualquier edad
siempre que el monto acumulado de la cuenta
Edad 57 años mujeres y 62 hombres
permita financiar una pensión del 110% del
SMLMV
Ley 100 de 1993: 1.000 No hay mínimo de semanas cotizadas. La
Semanas de Ley 797 de 2003: Aumenta 50 pensión se puede disfrutar siempre que el
cotización semanas cada año a partir de 2005 monto acumulado de la cuenta permita
hasta llegar a 1300 semanas. 155 financiar una pensión del 110% del SMLMV
El monto de la pensión se determina en función
Tasa de Ley 100 de 1993: 65% como base
del ahorro acumulado y las condiciones
reemplazo hasta el 85%
elegidas para disfrutar de la jubilación

de dividir el saldo de su cuenta de ahorro y bono pensional, por el capital necesario para financiar una unidad de renta
vitalicia para el afiliado y sus beneficiarios. La pensión mensual corresponderá a la doceava parte de dicha anualidad. // El
saldo de la cuenta de ahorro pensional, mientras el afiliado disfruta de una pensión por retiro programado, no podrá ser
inferior al capital requerido para financiar al afiliado y sus beneficiarios una renta vitalicia de un salario mínimo legal
mensual vigente. // Lo dispuesto en el inciso anterior, no será aplicable cuando el capital ahorrado más el bono pensional si
hubiere lugar a él, conduzcan a una pensión inferior a la mínima, y el afiliado no tenga acceso a la garantía estatal de pensión
mínima. // Cuando no hubiere beneficiarios, los saldos que queden en la cuenta de ahorro al fallecer un afiliado que esté
disfrutando una pensión por retiro programado, acrecentarán la masa sucesoral. Si no hubiere causahabientes, dichas sumas
se destinarán al financiamiento de la garantía estatal de pensión mínima.”
154
Ley 100 de 1993, Artículo 82: “El retiro programado con renta vitalicia diferida, es la modalidad de pensión por la cual
un afiliado contrata con la aseguradora de su elección, una renta vitalicia con el fin de recibir pagos mensuales a partir de
una fecha determinada, reteniendo en su cuenta individual de ahorro pensional, los fondos suficientes para obtener de la
administradora un retiro programado, durante el período que medie entre la fecha en que ejerce la opción por esta modalidad
y la fecha en que la renta vitalicia diferida comience a ser pagada por la aseguradora. La renta vitalicia diferida contratada
tampoco podrá en este caso, ser inferior a la pensión mínima de vejez vigente”.
155
Con la Sentencia C-197 de 2024 la Corte declaró la “INEXEQUIBILIDAD del inciso 2° del numeral 2° del artículo 9°
de la Ley 797 de 2003, que modificó el inciso 2° del numeral 2° del artículo 33 de la Ley 100 de 1993 y el apartado final del
inciso 5° del artículo 10 de la Ley 797 de 2003, que modificó el artículo 34 de la Ley 100 de 1993, en relación con sus
efectos para las mujeres. // Diferir los efectos de la declaratoria de inexequibilidad hasta el 31 de diciembre de 2025, para
que en dicho lapso el Congreso de la República, en coordinación con el Gobierno Nacional, en el marco de sus competencias,
adopte un régimen de causación del derecho a la pensión de vejez en el que se considere integralmente el enfoque de género
y, especialmente, la condición de las mujeres cabeza de familia. // Una vez expire el término señalado, es decir, a partir del
1° de enero de 2026 y si el Congreso no establece el régimen pensional antes indicado, el número de semanas mínimas de
cotización que se exija a las mujeres para obtener la pensión de vejez en el régimen de prima media se disminuirá en 50
semanas y, a partir del 1° de enero de 2027, se disminuirá en 25 semanas cada año hasta llegar a 1000 semanas.”

43
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

Ley 797 de 2003: 55% - 65% como


mínimo y aumenta por semanas
adicionales de cotización
El monto de la pensión será una suma fija
vitalicia si se elige la modalidad de renta
vitalicia. Podrá ser una suma variable en
Suma fija vitalicia que se obtiene de
Monto de la función del saldo de la cuenta si se elige retiro
aplicar la tasa de reemplazo al
pensión programado.
ingreso base liquidación
O bien podrá ser una suma fija con un
porcentaje variable
Si el afiliado llega a la edad de
pensión sin cumplir el requisito de Si el afiliado llega a 57 años de edad si es
semanas de cotización tiene derecho mujer, 62 si es hombre y el capital de su cuenta
a una indemnización sustitutiva de ahorro individual no permite financiar una
Prestación
equivalente a un salario base de pensión del 110% del salario mínimo, ni
alternativa a
liquidación promedio semanal cumple requisitos para la garantía de pensión
la pensión
multiplicado por el número de mínima, podrá optar por la devolución de
de vejez
semanas cotizadas; al resultado así saldos de su cuenta, que incluye las
obtenido se le aplica el promedio cotizaciones, los rendimientos y el bono
ponderado de los porcentajes sobre pensional.
los cuales haya cotizado el afiliado.
Si el afiliado llega a 57 años de edad si es
Si una persona cumple la edad y a
mujer, 62 si es hombre y el capital de su cuenta
partir de 2015, las 1300 semanas
de ahorro individual no permite financiar una
Garantía de
necesarias para acceder a una pensión del 110% del salario mínimo, pero ha
pensión
pensión de vejez, su prestación será
cotizado 1.150 semanas, el Estado asume la
mínima
por lo menos equivalente a un diferencia necesaria para garantizar la
salario mínimo. financiación de una pensión equivalente al
salario mínimo.
Si el afiliado logra financiar una pensión igual
o superior al 75% de su ingreso base de
Excedentes liquidación y esta supera el 110% del salario
No hay. El afiliado solo tiene
de libre mínimo, podrá pedir la devolución de lo que
derecho a la pensión legal
disposición exceda del capital necesario para financiar la
pensión. La devolución incluye el bono
pensional si a ello hubiere lugar
El afiliado que haya acumulado en su cuenta
individual de ahorro pensional el capital
Uso del requerido para financiar una pensión superior
ahorro al 110 % de la pensión mínima de vejez, podrá
No aplica
como emplear el exceso de dicho capital ahorrado,
garantía como garantía de créditos de vivienda y
educación, de acuerdo con la reglamentación
que para tal efecto se expida.

144. Como se puede observar, en términos de diseño, cada uno de los regímenes
ofrece condiciones diferentes que pueden representar ventajas o desventajas para el
afiliado dependiendo de su situación laboral, de su densidad de cotizaciones, de su monto
cotizado, o de las expectativas que tenga sobre su pensión, etc. Así, por señalar solo un
ejemplo, para una persona con vinculaciones laborales irregulares e ingresos inferiores a

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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2 salarios mínimos podría ser mejor permanecer en el RAIS, pues para acceder a una
pensión equivalente a un salario mínimo solo deberá acreditar 1.150 semanas de
cotización en ese régimen. Por el contrario, esa misma persona en el RPM necesitará
haber cotizado 1.300 semanas para acceder a la pensión de vejez. En contraste, para una
persona que tenga altos ingresos, que no realice cotizaciones voluntarias y que no tenga
la intención de pensionarse antes de la edad legal para el efecto, podría ser más
beneficioso permanecer en el RPM pues su pensión será calculada en función del salario
percibido en los últimos diez años, y si cotiza más tiempo podrá acceder a una tasa de
reemplazo más alta. Sin embargo, para una persona con altos ingresos que no aspire a
una pensión igual a su ingreso salarial, pero quiera pensionarse antes de la edad legal,
podría ser más favorable permanecer en el RAIS, pues, aunque puede obtener una
pensión más baja, podría acumular rápidamente un capital suficiente para poder iniciar
la fase de desahorro de su cuenta individual.

145. El diseño del sistema pensional mixto previsto en la Ley 100 de 1993 permite
que, conforme a la pluralidad de regímenes pensionales, los trabajadores puedan escoger
la alternativa que les resulte más favorable en función de su situación particular y sus
expectativas para la vejez. Como se explicará a continuación, esa decisión se toma en el
momento en el que se elige un régimen de pensión u otro, pero se puede revaluar a lo
largo de la vida laboral siempre que se cumplan las condiciones del traslado que prevé la
ley. Así, la afiliación a uno u otro régimen está mediada por un derecho del afiliado a ser
informado sobre las implicaciones de su elección, y por un correlativo deber del
administrador de proveer esa información.

Reglas respecto de los traslados de personas entre regímenes

146. Desde la expedición de la Ley 100, sancionada en 1993, el traslado entre el RPM
y el RAIS ha sido una facultad de las personas, pero sometido a algunas reglas
específicas. En primer lugar, en su artículo 13 -literal e- se indicó originalmente que los
afiliados tenían la opción de escoger el régimen de su preferencia. Empero, se incluyó el
siguiente límite a esa facultad: “(…) [u]na vez efectuada la selección inicial, estos sólo
podrán trasladarse de régimen por una sola vez cada tres (3) años, contados a partir de
la selección inicial, en la forma que señale el gobierno nacional.”156

147. Este artículo se reglamentó por medio del Decreto 692 de 1994 que, entre otros,
reconoció en su artículo 11 que “[l]a selección del régimen implica la aceptación de las
condiciones propias de éste, para acceder a las pensiones de vejez, invalidez y
sobrevivientes, y demás prestaciones económicas a que haya lugar. La selección de uno
cualquiera de los regímenes previstos en los artículos anteriores es libre y voluntaria
por parte del afiliado.”157 Adicionalmente, en el mismo artículo se señaló que cuando
ocurriera un primer traslado desde el RPM hacia el RAIS, en el formulario de afiliación
debía consignarse, con total claridad, “(…) que la decisión de trasladarse al régimen

156
Ley 100 de 1993, Artículo 13, literal e, -versión original-
157
Decreto 692 de 1994, Artículo 11.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

seleccionado se ha tomado de manera libre, espontánea y sin presiones.”158 Acto


seguido, en el mismo artículo se permitió que este tipo de leyendas fuesen preimpresas.

148. Con todo, para garantizar que la libertad de escogencia del régimen se
materializara, el Decreto 1161 de 1994 introdujo el denominado derecho de retracto.
Aquel se incluyó en el artículo 3, en los siguientes términos: “[s]e entenderá permitido
el retracto del afiliado en todos los casos de selección con el objeto de proteger la
libertad de escogencia dentro del Sistema General de Pensiones, de una administradora
de cualquiera de los regímenes o de un plan o fondo de pensiones, dentro de los cinco
(5) días hábiles siguientes a la fecha en la cual aquel haya manifestado por escrito la
correspondiente selección.”

149. Otro mecanismo de protección a los afiliados, y, en específico, a su libertad de


elección, fue el contenido en el artículo 2 del Decreto 1642 de 1995. Esta norma permitía
a las personas que se habían trasladado al RAIS, volver al RPM, siempre que (i) lo
solicitaran antes del 31 de diciembre de 1996, y (ii) se cumplieran las siguientes
condiciones: “1. Que el solicitante sea beneficiario del régimen de transición previsto en
el artículo 36 de la Ley 100 de 1993 y sus reglamentos; y // 2. Que el traslado de régimen
[evidencie] un perjuicio al afiliado frente al régimen del cual se trasladó.”159

150. Posteriormente, la Ley 797 de 2003, en su artículo 2, modificó el literal e) del


artículo 13 de la Ley 100 de 1993. Allí se señaló que “[l]os afiliados al Sistema General
de Pensiones podrán escoger el régimen de pensiones que prefieran. Una vez efectuada
la selección inicial, estos sólo podrán trasladarse de régimen por una sola vez cada
cinco (5) años, contados a partir de la selección inicial. Después de un (1) año de la
vigencia de la presente ley, el afiliado no podrá trasladarse de régimen cuando le
faltaren diez (10) años o menos para cumplir la edad para tener derecho a la pensión de
vejez”.160

151. La razón por la cual (i) se amplía de 3 a 5 años el periodo mínimo de permanencia
en uno de los regímenes y, (ii) se le impide a una persona trasladarse cuando le falten 10
años o menos para cumplir la edad pensional es, en lo fundamental, proteger la
sostenibilidad financiera del sistema en su conjunto. En la exposición de motivos de la
Ley 797 de 2003 este punto quedó claro.

152. Allí quienes promovieron la medida explicaron que “[e]n un Estado como el
nuestro, con recursos limitados, es muy importante que antes de discutir su utilización,
nos pongamos de acuerdo en los principios básicos que se deben cumplir para la
destinación de los dineros públicos. Así mismo, los principios deben servir de guía para
analizar la utilización que, actualmente, se le da a los recursos públicos destinados al

158
Ibidem.
159
Decreto 1642 de 1995, Artículo 2, Parágrafo transitorio.
160
Ley 797 de 2003, Artículo 2.

46
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

sistema pensional vigente. Estos principios rectores son: [entre otros, el de la]
responsabilidad fiscal”.161

153. La necesidad de pensar en disciplinar las finanzas del sistema pensional, tenía
que ver con que aquel, para el momento en que se presenta el proyecto de ley que
introdujo la barrera de los 10 años, no cubría a “8 de cada 10 colombianos con edad para
pensionarse”.162 De hecho, en la misma exposición de motivos se sostiene que “[e]n el
año 2001, solo el 23% de los adultos mayores, con igual o mayor edad para pensionarse,
[estaban] cubiertos por el sistema”.163 Al tiempo que “[e]n el régimen de prima media
con prestación definida de manera regresiva, se [subsidiaba], con recursos públicos,
entre el 42 y el 72% de cada pensión reconocida (…). Quiere esto decir, en cifras del
año 1999, que el Gobierno Nacional dedicó 2,04 puntos del PIB (cerca de 4 billones de
pesos), para que dos personas de cada diez, con edad superior a la de jubilación,
pudieran recibir el subsidio a la pensión.”164 Ante este panorama, los ponentes del
proyecto vaticinaron, en ese entonces, que en caso de continuar esta tendencia regresiva
“el Gobierno central debería destinar, en el año 2019, cinco punto cinco (5.5) puntos
del PIB para que esa gran minoría siga recibiendo subsidio a su pensión”.165

154. En lo que tiene que ver con el pasivo pensional, se añadió que aquel ascendía “al
206% del PIB del año 2000”166 y que, dicho “desfinanciamiento existente, para asegurar
que una minoría [gozara] de su pensión, [tendría] que ser cubierto con recursos de la
Nación en caso de seguir con las mismas condiciones.”167 Precisamente por ello, se
pensó que limitar “la posibilidad de traslado entre regímenes, en los últimos diez (10)
años anteriores al cumplimiento de la edad para tener derecho a la pensión”,168 sería
una medida importante para garantizar una adecuada responsabilidad fiscal en el manejo
del sistema.

155. De cualquier modo, y con el objeto de evitar que la modificación tomara por
sorpresa a los afiliados, se determinó que la medida no empezaría a regir sino luego de
que hubiere transcurrido un año contado desde la vigencia de la Ley 797 de 2003. Así,
quienes estuvieren a 10 años o menos de adquirir la edad de pensión, podían trasladarse
libremente, sin sujeción a este último requisito, en el periodo comprendido entre el 29 de
enero de 2003 y el 29 de enero de 2004. Así, esta norma impide a los usuarios trasladarse
al otro régimen cuando estén cerca de acceder a la pensión.

156. En el marco de lo anterior, el artículo 2 de Ley 797 de 2003 fue cuestionado


mediante acción pública de inconstitucionalidad que fue resuelta en Sentencia C-1024 de
2004. En dicha oportunidad, la Corte declaró la norma en cita ajustada a la Constitución

161
Gaceta del Congreso No. 350 del 23 de agosto de 2002. Proyecto de Ley 56 de 2002, Senado, p. 13.
162
Ibidem.
163
Ibidem.
164
Ibidem.
165
Ibidem.
166
Ibidem.
167
Ibidem.
168
Ibidem.

47
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

luego de encontrar que con ella se protegía la sostenibilidad del sistema. Los siguientes
fueron los argumentos planteados en ese fallo:

“(…) el objetivo [de la medida], consiste en evitar la descapitalización del fondo común del
Régimen Solidario de Prima Media con Prestación Definida, que se produciría si se permitiera
que las personas que no han contribuido al fondo común y que, por lo mismo, no fueron tenidas
en consideración en la realización del cálculo actuarial para determinar las sumas que
representarán en el futuro el pago de sus pensiones y su reajuste periódico, pudiesen trasladarse
de régimen, cuando llegasen a estar próximos al cumplimiento de los requisitos para acceder a
la pensión de vejez, lo que contribuiría a desfinanciar el sistema y, por ende, a poner en riesgo
la garantía del derecho irrenunciable a la pensión del resto de cotizantes. No sobra mencionar
en este punto, que el sustento actuarial es el que permite asumir los riesgos que se encuentran
involucrados con el sistema y que, en ese orden de ideas, su falta de ajuste con la realidad
económica del país, simplemente podría llegar a poner en riesgo la garantía del derecho
pensional para los actuales y futuros pensionados.

“Así las cosas, el período […] de permanencia obligatoria, permite, en general, una menor tasa
de cotización o restringe la urgencia de su incremento, al compensar esta necesidad por el mayor
tiempo que la persona permanecerá afiliado a un régimen, sin generar los desgastes
administrativos derivados de un traslado frecuente y garantizando una mayor utilidad financiera
de las inversiones, puesto que éstas pueden realizarse a un largo plazo y, por ello, hacer presumir
una creciente rentabilidad del portafolio conformado por la mutualidad del fondo común que
financia las pensiones en el régimen de prima media con prestación definida.

“Desde esta perspectiva, si dicho régimen se sostiene sobre las cotizaciones efectivamente
realizadas en la vida laboral de los afiliados, para que una vez cumplidos los requisitos de edad
y número de semanas, puedan obtener una pensión mínima independientemente de las sumas
efectivamente cotizadas. Permitir que una persona próxima a la edad de pensionarse se beneficie
y resulte subsidiada por las cotizaciones de los demás, resulta contrario no sólo al concepto
constitucional de equidad (C.P. art. 95), sino también al principio de eficiencia pensional (…)”169

157. Siguiendo lo indicado en la Sentencia C-789 de 2002, en dicha providencia se


señaló que quienes se habían trasladado al RAIS, estando amparados por el régimen de
transición en el RPM por haber cotizado 15 años -o más- para el 1 de abril de 1994,
podrían regresar a este último en cualquier tiempo.

Reglas relacionadas con el deber de información que las administradoras deben prestar
a quien pretende un traslado o una afiliación

158. El deber de información es clave en las relaciones contractuales que emprendan


los particulares y es vinculante para aquella parte que, por su experticia, puede ofrecer a
la parte débil de la relación los datos mínimos que caracterizan el objeto contractual. Las
AFP siempre han estado legitimadas para promocionar el régimen de ahorro individual
con solidaridad con el fin de lograr que cada vez más personas se afilien a él y así ser más
competitivas en el sistema pensional. De cualquier modo, dichas AFP tienen el deber de

169
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-1024 de 2004.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

informar a los potenciales afiliados, con criterios de transparencia y suficiencia, sobre las
condiciones y consecuencias que tendrá su vinculación a ellas.

159. Este deber es consecuencia de la regla prevista en el artículo 13 de la Ley 100 de


1993 según el cual la afiliación de una persona al RAIS o al RPM debe ser libre y
voluntaria. Es decir, la escogencia de una u otra opción, debe contar con conocimiento
de causa. Esto supone que la persona debe reconocer, cuando menos, el funcionamiento,
condiciones y reglamentación del régimen al que pretende pertenecer. Valga advertir que
la decisión de afiliarse y permanecer afiliado a alguno de los dos regímenes, impactará
el futuro de la persona y sus condiciones económicas en la vejez, razón por la cual, la
relación contractual que se da entre una persona y las administradoras del RAIS, al
momento en que aquel se afilia a estas, y mientras permanece afiliado, debe estar
mediada por el principio de la buena fe que incorpora el de confianza legítima.

160. Sobre el principio de la buena fe, la Corte ha reconocido que, primero, “irradia
a todo el ordenamiento jurídico”;170 y, segundo, impone “a los particulares y a las
autoridades públicas el deber moral y jurídico de ceñir sus actuaciones a los postulados
que la orientan -lealtad y honestidad-”.171 Acatar el principio de la buena fe implica que
las AFP informen a la persona que busca afiliarse a ellas sobre los pormenores del
régimen pensional. Todo esto sin esconder u ocultar datos que bien podrían modificar la
decisión del usuario.

161. Las AFP son actores económicos, responsables de la prestación de un servicio


público en el marco del modelo de economía social de mercado que el Constituyente de
1991 adoptó como un eje de la Constitución Política. En este modelo, las libertades
económicas, en particular la libertad económica y la libre competencia económica,
además de ser derechos, son también garantías para la correcta operación de los
mercados. La teoría económica señala que la libre competencia -que es un derecho
colectivo que garantiza el artículo 333 de la Carta- entre actores que ofertan bienes o
servicios redunda inevitablemente en que los mismos sean prestados en condiciones
óptimas, eficaces, eficientes y oportunas. Esto porque cada participante en el ejercicio
competitivo se esforzará por captar consumidores mediante el ofrecimiento de productos
mejores en términos de calidad, disponibilidad y precio.

162. Así las cosas, le corresponde al Estado, en ejercicio de sus funciones de dirección
e intervención de la economía, regular los límites dentro de los cuales pueden actuar los
agentes del mercado. Justamente, en la Sentencia C-063 de 2021, la Corte precisó que la
fórmula del Estado Social de Derecho y su compromiso con la realización de los derechos
fundamentales y la dignidad humana demandan del Estado un papel activo en la
economía. Así, como uno de los ejes de la Constitución, se adoptó el modelo de economía
social de mercado que reconoce un papel predominante a la autonomía de la voluntad
privada en ejercicio de los derechos de contenido económico y social que ella garantiza
y protege, al tiempo que le impone deberes al Estado para garantizar la efectividad de

170
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-207 de 2019.
171
Ibidem.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

tales derechos, regular determinadas actividades económicas, ejercer la inspección,


vigilancia y control sobre algunas actividades económicas y respecto de los sujetos que
las realizan, dirigir la economía y, por mandato de la ley, intervenir en ella, de forma que
las diferentes expresiones de la actividad económica sirvan a la sociedad como vehículos
de mejoramiento de las condiciones de vida e impulsores del desarrollo.172

163. El modelo de la economía social de mercado reconoce que pueden existir fallas
que impidan su correcto funcionamiento, y le atribuye a la organización estatal el deber
de actuar o intervenir en su corrección. Para cumplir este propósito, dicha organización
fue dotada de funciones de inspección, vigilancia y control, o incluso de la facultad de
intervenir en la economía para proveer directamente bienes y/o prestar servicios cuando
ello resulte necesario para satisfacer las necesidades de los usuarios. Una falla de los
mercados puede provenir de la asimetría de la información, que se presenta, básicamente,
cuando una de las partes de un negocio tiene más información que su cocontratante
respecto del objeto de la transacción. Esa diferencia supone un obstáculo para que las
fuerzas del mercado fijen el precio de un bien o servicio en condiciones de eficiencia.

164. La asimetría de la información puede generar comportamientos de selección


adversa que aumentan los precios al punto de excluir un bien o servicio del mercado, o
generar tratamientos discriminatorios contra cierto tipo de consumidores que los obligue
a asumir precios artificiosamente altos por el mismo bien o servicio. Para lo que importa
a este caso, en el mercado de pensiones una de las manifestaciones de la asimetría de
información consiste en que los usuarios no tienen suficiente información para decidir,
entre las opciones que tienen su a disposición, cuál es la que mejor garantiza sus intereses
o satisface sus expectativas. Estas dificultades puede recaer sobre la decisión de afiliarse
a uno u otro régimen pensional, decidir sobre su permanencia en el régimen elegido,
determinar si realiza o no cotizaciones voluntarias, decidir si cumple o no el deber legal
de cotizar, asumir o no el riesgo de dejar de cotizar, escoger una modalidad de retiro en
el RAIS, etc.

172
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-063 de 2021: “En el modelo económico previsto en el sistema constitucional
colombiano, los agentes participan en toda clase de mercados de competencia perfecta e imperfecta y la organización estatal
actúa para evitar, controlar o corregir esas fallas y lograr: (i) los fines sociales que los mercados por sí mismos no alcanzarían
y, (ii) los fines económicos para que los mercados funcionen adecuadamente en beneficio de todos. // “163. La actuación
del Estado en la economía corre por cuenta de distintas autoridades públicas y se ejerce por medio de diferentes instrumentos.
En particular, la Constitución Política prevé que el Congreso de la República, expida leyes que regulen determinadas
actividades y servicios públicos (C.Pol., artículos 150-23 y 365); regule el ejercicio de las funciones de inspección, vigilancia
y control previstas en la Constitución (Artículo 150-8); e imponga mandatos de dirección e intervención en la economía
(Artículos 150-21 y 334), todo lo cual cumple conforme a las atribuciones que la Constitución le confiere o en ejercicio de
la cláusula general de competencia y, en general, mediante el ejercicio de su libertad de configuración normativa en materia
económica. Así mismo, la Constitución y la ley le exige a las autoridades que ejerzan funciones administrativas y judiciales
respetar y garantizar la efectividad de los derechos en general y los de contenido económico en particular. // “164. La
confección de planes y programas de desarrollo y la expedición de la Ley del Plan Nacional de Inversiones Públicas, permiten
utilizar instrumentos de dirección de la economía (arts. 334, 339 y 341), que materializan el concepto de planificación como
piedra angular de la función pública, así como la intervención (general o sectorial) de la economía, se ejerce, previa la
expedición de leyes que contienen mandatos para tal efecto, por las autoridades correspondientes. Las facultades de
regulación, reglamentación y decisión general, también pueden ser ejercidas por agencias estatales mediante el empleo de
competencias normativas de naturaleza administrativa, con sujeción a las reglas que señala la ley, en tanto que las
atribuciones de inspección, vigilancia y control de la actividad económica como de los agentes económicos que se dedican
a ellas, corresponde a autoridades que cumplen funciones de policía administrativa en los términos previstos en la ley.”

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165. Consciente de que la asimetría de información conduce a la ineficiencia del


mercado, el Estado, en ejercicio de su potestad regulatoria, puede prever en la ley reglas
específicas que permitan disminuir el desconocimiento de la persona al escoger uno u
otro régimen pensional, mediante la creación de obligaciones de información a cargo del
administrador de pensiones -en este caso, el agente más informado- y en favor del menos
informado -el afiliado-.

166. Los anteriores deberes de información son mucho más vinculantes cuando de por
medio está el derecho a la seguridad social que se traduce en una mesada pensional como
fuente principal de sustento de una persona que, por razón de su edad, puede ya no
pertenecer al conjunto de la población económicamente activa. La seguridad social
integral, por la definición contenida en el artículo 48 de la Constitución Política, es un
derecho irrenunciable y un servicio público. Precisamente por la importancia que tiene
este derecho, la relación que establece una AFP con un usuario del sistema es más que
contractual, pues el Estado debe garantizar que lo que allí se pacte no suponga un
aprovechamiento de la falta de conocimiento del afiliado, o de sus deficiencias en
comprender sus decisiones de cara a lo que ofrezca el mercado. En tanto servicio público,
corresponde al Estado dirigir, controlar y coordinar su prestación.

167. Por lo anteriormente expuesto, con el tiempo, el deber de información ha ido


madurando y especializándose. Esto con el único propósito de evitar que el afiliado
decida pertenecer a uno u otro régimen sin tener en cuenta los elementos característicos
de aquel que escoge. La elección, en este caso y como se ha dicho, no es una de cualquier
tipo, sino una que tendrá, irremediablemente, impacto en el derecho a la seguridad social
irrenunciable de la persona. De allí que, aunque en un inicio los deberes de información
recaían sobre cuestiones básicas relativas al funcionamiento del sistema, con el tiempo
los mismos fueron robusteciéndose hasta llegar a la figura de la doble asesoría que rige
actualmente. Así, como bien lo ha señalado la Corte Suprema de Justicia en su
jurisprudencia,173 la obligación de informar a la persona sobre las implicaciones de los
traslados entre el RPM y el RAIS, ha recaído tradicionalmente en los asesores de las
AFP. Pero esta obligación no ha sido siempre la misma. En efecto, aquella puede
dividirse en 3 etapas que van: (i) de 1993 a 2009, (ii) de 2010 a 2014, y (iii) de 2015 en
adelante. Para lo que interesa a este asunto, la Corte ahondará en el deber de información
exigido en el primero de los periodos indicados.

Primera etapa: Período comprendido entre 1993 y 2009

168. Como se ha dicho, el artículo 13, literal b, de la Ley 100 de 1993, establece que
la selección de uno de los regímenes -Régimen Solidario de Prima Media con Prestación
Definida o Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad- es libre y voluntaria por parte

173
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencias SL1004-2022, SL1006-2022, SL1007-2022,
SL1008-2022, SL1011-2022, SL1005-2022, SL1009-2022, SL1010-2022, SL1069-2022, SL896-2022, SL891-2022,
SL892-2022, SL890-2022, SL906-2022, SL904-2022, SL905-2022, SL916-2022, SL1022-2022, SL967-2022, SL1017-
2022, SL932-2022, SL934-2022 y SL761-2022, entre muchas otras.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

del afiliado, quien para tal efecto debe manifestar por escrito su elección al momento de
la vinculación o del traslado. El empleador o cualquier persona natural o jurídica que
desconozca este derecho en cualquier forma, se hará acreedor a las sanciones de que trata
el inciso primero del artículo 271 de la citada Ley.

169. La Corte Suprema de Justicia ha entendido que “la expresión libre y voluntaria
del literal b), artículo 13 de la Ley 100 de 1993, necesariamente presupone
conocimiento.”174 Así, la libertad de escogencia es un derecho que el afiliado tiene y que
puede ejercer si está debidamente informado. Precisamente, con el propósito de proteger
ese derecho que tiene toda persona de seleccionar libre y voluntariamente el régimen de
su preferencia, el artículo 271 de la Ley 100 de 1993 estableció que el empleador, y en
general cualquier persona natural o jurídica, que impida o atente en cualquier forma
contra este derecho, se hará acreedora, en cada caso y por cada afiliado, a una multa que
no podrá ser inferior a un salario mínimo mensual vigente, ni exceder cincuenta veces
dicho salario. Así mismo, dispuso que la afiliación respectiva quedará sin efecto y podrá
realizarse nuevamente en forma libre y espontánea por parte del trabajador.175

170. También la Corte Suprema de Justicia ha señalado que la obligación que tenían las
AFP durante el periodo referido, para brindar información a la persona que pretendía
trasladarse al RAIS, se hacía más vinculante con la lectura del artículo 97 -numeral 1- del
Decreto 663 de 1993.176 Según esta norma, correspondería a las AFP: “suministrar a los
usuarios de los servicios que prestan la información necesaria para lograr la mayor
transparencia en las operaciones que realicen, de suerte que les permita, a través de
elementos de juicio claros y objetivos, escoger las mejores opciones del mercado y poder
tomar decisiones informadas.”177

171. Finalmente, como también lo ha indicado la Corte Suprema de Justicia, el deber


de información que se desprende de las normas citadas, implica “dar a conocer al usuario,
en un lenguaje claro, simple y comprensible, los elementos definitorios y condiciones del
régimen de ahorro individual con solidaridad y del de prima media con prestación definida,
de manera que la elección pueda realizarse por el afiliado después de comprender a
plenitud las reglas, consecuencias y riesgos de cada uno de los oferentes de servicios.”178
(Subrayas fuera de texto).

172. En consecuencia, durante este período, la información que debía prestarse a las
personas que pretendieran afiliarse al Régimen de Ahorro Individual y Solidaridad -
174
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia SL1452-2019.
175
Ley 100 de 1993, Artículo 271: “El empleador, y en general cualquier persona natural o jurídica que impida o atente en
cualquier forma contra el derecho del trabajador a su afiliación y selección de organismos e instituciones del Sistema de
Seguridad Social Integral se hará acreedor, en cada caso y por cada afiliado, a una multa impuesta por las autoridades del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social o del Ministerio de Salud en cada caso, que no podrá ser inferior a un salario
mínimo mensual vigente ni exceder cincuenta veces dicho salario. El valor de estas multas se destinará al Fondo de
Solidaridad Pensional o a la subcuenta de solidaridad del Fondo de Solidaridad y Garantía del Sistema General de
Seguridad Social en Salud, respectivamente. La afiliación respectiva quedará sin efecto y podrá realizarse nuevamente en
forma libre y espontánea por parte del trabajador”. (Énfasis propio).
176
Estatuto Orgánico del Sistema Financiero.
177
Decreto 663 de 1993. Artículo 97, numeral 1.
178
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral. Sentencia SL1452-2019.

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RAIS estaba relacionada, en lo esencial, con la forma en que dicho régimen operaba. Los
asesores de las AFP debían, entre otras cosas, ilustrar al usuario sobre:179

(i) Los tipos de riesgos que allí se reconocerían (pensiones de vejez, invalidez y
sobrevivientes), y cada una de sus modalidades (retiro programado, renta vitalicia
inmediata o el retiro programado con renta vitalicia diferida). Igualmente debía
informársele sobre la figura de los excedentes de libre disposición en el RAIS, o
sobre las posibilidades que en este se tienen para usar los aportes en la adquisición
de vivienda.

(ii) La posibilidad de realizar cotizaciones adicionales a las obligatorias, de


conformidad con lo dispuesto en el artículo 62 de la Ley 100 de 1993.

(iii) Qué sucedería si no lograba reunir, en su cuenta, el monto mínimo para acceder a
una pensión de vejez con el 110% del salario mínimo.

(iv) La manera en que opera la garantía de la pensión mínima; y,

(v) La forma en que se garantizaría la devolución de saldos en caso de que no lograra


acceder a una pensión. A su turno, a diferencia de lo que ocurre en el Régimen de
Prima Media con Prestación Definida - RPM, las AFP debían explicar a las
personas que el monto de las pensiones en el Régimen de Ahorro Individual con
Solidaridad - RAIS no depende necesariamente de lo que devenguen en sus
últimos años de trabajo, sino que dicho modelo se caracteriza porque la mesada se
liquida con base en lo que se logre ahorrar en una cuenta individual y los
rendimientos y que, por lo tanto, no cuentan con ningún tipo de subsidio en el
monto de la mesada.

La multi vinculación o afiliación múltiple

173. La Ley 100 de 1993 determinó que una persona solo puede afiliarse y cotizar en
uno de los dos regímenes vigentes: el Régimen de Prima Media con Prestación Definida
RPM o el Régimen de Ahorro Individual y Solidaridad RAIS. El artículo 12 de la citada
Ley, establece que “[e]l Sistema General de Pensiones está compuesto por dos regímenes
solidarios excluyentes (…)”.180 Esto implica que nadie puede estar afiliado y cotizando,
de manera simultánea, en ambos, pues ello está prohibido por la propia normatividad, lo
cual se hace más evidente con lo dispuesto en el artículo 16 de la misma Ley, según el
cual: “[n]inguna persona podrá distribuir las cotizaciones obligatorias entre los dos
Regímenes del Sistema General de Pensiones.”181 El Decreto 692 de 1994, en su artículo
17 (compilado en el Decreto único Reglamentario 1833 de 2016), reiteró con

179
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral. Sentencia SL1452-2019.
180
Ley 100 de 1993, Artículo 12.
181
Ley 100 de 1993, Artículo 16.

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contundencia lo ya dispuesto por la Ley 100 de 1993: “Está prohibida la múltiple


vinculación. (…)”.

174. El hecho es que una vez expedida la Ley 100 de 1993, y debido a diversos
problemas administrativos, varias personas se trasladaron del RPM al RAIS sin contar
con los requisitos legales mínimos exigidos para ello. Recuérdese que, inicialmente, el
artículo 13, en su literal e, señaló que luego de seleccionar por primera vez un régimen,
la persona solo podría trasladarse al otro luego de que hubieren trascurrido 3 años. Regla
que fue modificada a partir de la Ley 797 de 2003 que, en su artículo 2, dispuso que el
tiempo mínimo de permanencia sería de 5 años (y no de 3), y que una persona no podría
trasladarse si le hacían falta 10 años o menos para adquirir la edad de pensión.

175. Las administradoras de pensiones debían conocer todas estas reglas y, por tanto,
evitar el traslado de una persona que no cumpliera con ellas. Precisamente, el artículo 12
del Decreto 692 de 1994 ordenó a estas administradoras comunicar al afiliado y a su
empleador “cuándo la vinculación no [cumple] los requisitos mínimos establecidos”. Sin
embargo, por sus propias fallas técnicas y, especialmente, por la falta de comunicación
entre las administradoras, algunas personas pasaban de un régimen a otro, por ejemplo,
sin cumplir los 3 años mínimos de permanencia, con lo cual quedaban en estado de multi
afiliación, multi vinculación o afiliación múltiple fenómeno que entonces surgió de
forma atípica contra legem.

176. Con el objeto de solucionar estos inconvenientes, el artículo 17 del Decreto 692
de 1994 dispuso que, si la múltiple afiliación tenía lugar, sería válida solo “la última
afiliación efectuada dentro de los términos legales”. Es decir, todas las demás
afiliaciones, realizadas sin el cumplimiento de los requisitos exigidos, eran inválidas.
Esta, entonces, fue la regla que siguió por años la Corte Suprema de Justicia cuando
personas demandaban a las administradoras del RAIS por haber permitido la afiliación a
ese régimen, sin que se hubieren cumplido los presupuestos jurídicos para ello.

177. En desarrollo de lo dispuesto en el Decreto 692 de 1994, artículo 17, la entonces


Superintendencia Bancaria emitió la Circular 058 de 1998. En ella estableció algunas
reglas para definir los supuestos de la multi vinculación. Las siguientes fueron las
situaciones hipotéticas que estableció y la posible forma de solucionarlas.

Situación de la persona Manera de solucionar la multi vinculación

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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(i) Personas que estaban vinculadas al ISS para el


31 de marzo de 1994, que ratificaron -o no- su
afiliación a dicha administradora y que, menos de Se entienden vinculadas al RAIS, porque
tres años después, se afiliaron al RAIS. aquellas habían optado por el RPM antes de la
vigencia de la Ley 100 de 1993. Luego, la
(ii) Personas que estaban afiliadas al ISS para el ratificación de su permanencia en el ISS no
31 de marzo de 1994, que se desvincularon supone una nueva afiliación a partir de la cual
laboralmente luego, y que volvieron a cotizar al las personas deban esperar 3 años antes de
RPM después de adquirir un nuevo empleo, afiliarse al RAIS.
afiliándose al RAIS sin haber permanecido 3 años
en el RPM.
Personas que no estaban vinculadas con el ISS Se asume que continúan afiliadas al ISS por
para el 31 de marzo de 1994, que se afiliaron a cuando la afiliación al RAIS se habría
éste luego y que, sin haber permanecido en él 3 presentado en contra de los presupuestos legales
años, se trasladaron al RAIS. que regulaban la materia.
Se asume que las personas están vinculadas a la
Personas que se afiliaron a una administradora primera administradora que seleccionaron, si
diligenciando indebidamente el formulario, y esta no les informó sobre las inconsistencias del
menos de 3 años después de ese momento, se formulario. Ello en concordancia con lo
trasladaron al otro régimen. dispuesto en el artículo 12 del Decreto 692 de
1994.
Personas que diligenciaron al tiempo dos
Pertenecen a la entidad a la que estén efectuando
formularios de afiliación. Uno con el RPM y otro
cotizaciones. O a la última en la que cotizaron.
con el RAIS.
Personas que a la entrada en vigencia de la Ley
Se asume que están afiliadas al ISS, pues la
100 de 1993, estaban vinculadas a una Caja de
segunda afiliación al RAIS no puede entenderse
Previsión Social, luego se afiliaron al ISS y luego,
como válida.
sin cumplir 3 años, se trasladaron al RAIS.

178. Así, entonces, para esa época (1998), se privilegiaba aquella afiliación que se
hubiere hecho conforme a la Ley, de manera tal que la segunda afiliación no era tenida
en cuenta para ningún efecto en tanto se había producido de manera irregular o espuria.
Esta postura era acompañada por la Corte Suprema de Justicia. Como ejemplo de ello,
puede verse la Sentencia del 1 de septiembre de 2004, radicación 22029, en la que se
analizó si el traslado que una persona hizo al RAIS, sin que hubieren transcurrido los 3
años mínimos de permanencia en el RPM, podía tomarse como válido. La Corte advirtió
que no podía validarse este último traslado, según lo dispuesto en el artículo 17 del
Decreto 692 de 1994. Citando una Sentencia del 6 de mayo de 2004 (radicado 21898)
esa Corte recordó que “en sana hermenéutica de las citadas disposiciones [se refiere a
los artículos 15 y 17 del Decreto 692 de 1994] cuando se presenta una múltiple afiliación,
no puede ser válida la última si no se realiza dentro de los términos previstos en la ley,
que al determinarse la verdadera a ella se deben transferir los saldos, como lo determine
la superintendencia bancaria.”182 (Subrayas fuera de texto).

182
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia del 1 de septiembre de 2004, radicación 22029. Que
citó la Sentencia del 6 de mayo de 2004 (radicado 21898). Posición que ha sido reiterada en otras providencias, como la del
5 de octubre de 2010, radicación 39772.

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179. Luego de la sanción de la Ley 797 de 2003, el Decreto 3800 de ese mismo año
permitió, en su artículo 2, a las personas que para el 28 de enero de 2004 se encontraban
multi vinculadas, elegir voluntariamente el régimen al que querían pertenecer. En caso
de que estas personas no tomaran una decisión, se entenderían “vinculadas a la entidad
a la que se [encontraban] cotizando a 28 de enero de 2004 o a aquella que recibió la
última cotización antes de dicha fecha”.183 Como se advierte, en este Decreto se les
permitió a las personas decidir voluntariamente entre los dos regímenes existentes, antes
de optar por asignarlos a uno determinado en razón de las cotizaciones que hubieren
hecho.

180. De cualquier modo, se presentaron muchos casos de multi vinculación que nunca
fueron resueltos con la normatividad antedicha. Y, dada esa magnitud, las
administradoras encontraron dificultades en la identificación de aquellos. Entonces, se
expidió el Decreto 3995 de 2008, con el objeto de remediar definitivamente esta
situación. En los considerandos del mismo se señaló que “los procesos de cruce de
información (…), así como los controles para la prevención en el futuro de la múltiple
vinculación, solamente pudieron realizarse y finalizarse con base en procesos
tecnológicos de manera adecuada durante los años 2006 y 2007, lo que impidió que las
administradoras pudieran cumplir oportunamente con su obligación de informar a sus
afiliados o cotizantes su situación de múltiple vinculación o de cotizante no vinculado.
Dicha situación generó, a su turno, que durante el periodo transcurrido entre la entrada
de vigencia del Sistema General de Seguridad Social de Pensiones y el 31 de diciembre
de 2007, surgieran numerosos casos de personas con vinculaciones y/o cotizaciones
simultaneas a los dos regímenes pensionales (…)”.184

181. El Decreto 3995 de 2008 se aplicó para todas las personas que se encontraban
multi afiliadas para el 31 de diciembre de 2007, con independencia del momento en que
tuvo origen dicha circunstancia. Ahora, dependiendo de la situación de las personas, se
establecieron algunas reglas para definir el régimen al que pertenecerían. En el siguiente
recuadro se resumen dichas reglas:

Situación de la persona Reglas para la definición del régimen al que pertenecerá


(i) “Cuando el afiliado haya efectuado cotizaciones efectivas entre
el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2007, se entenderá vinculado a
Personas que se trasladaron al la administradora que haya recibido mayor número de cotizaciones.
nuevo régimen, sin haber (…)”187
cumplido 3185 o 5186 años de
permanencia en el antiguo (ii) “En caso de no haber realizado cotizaciones en dicho término,
régimen. se entenderá vinculado a la administradora que haya recibido la
última cotización efectiva.”188

183
Decreto 3800 de 2003, Artículo 2.
184
Decreto 3995 de 2008, Considerandos.
185
En caso de que el traslado se hubiere hecho en vigencia de la Ley 100 de 1993.
186
En caso de que el traslado se hubiere hecho en vigencia de la Ley 797 de 2003.
187
Decreto 3995 de 2008, Artículo 2, inciso 3.
188
Ibidem.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

(iii) “Cuando el afiliado no haya efectuado ninguna cotización o


haya realizado el mismo número de cotizaciones en ambos
regímenes entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2007, será
válida la última vinculación efectuada dentro de los términos
legales antes de la situación de multivinculación.”189
Las personas que ya venían
afiliadas al ISS (RPM) antes
de la entrada en vigencia de la
Ley 100 de 1993 y, sin Se entiende que su afiliación al RAIS es válida. 190
ratificar su afiliación al RPM,
posteriormente se afilian al
RAIS.
Las personas que cumplieron
con el término de “[p]or una única vez, para aquellas situaciones presentadas hasta
permanencia, pero nunca han el 31 de diciembre de 2007, la persona se entenderá vinculada a la
hecho cotizaciones al nuevo administradora a la cual ha hecho las cotizaciones.”191
régimen seleccionado
(i)“(…) se entenderá vinculado el trabajador a la administradora
donde realizó el mayor número de cotizaciones entre el 1 de julio y
Las personas que realizaron el 31 de diciembre de 2007.”192
cotizaciones sin haberse
afiliado al sistema. (ii) “En caso de no haber realizado cotizaciones en dicho término,
se entenderá vinculado a la administradora que haya recibido la
última cotización efectiva.”193
Las personas que se afiliaron
“se entenderá vinculado a la administradora en donde haya
simultáneamente a ambos
efectuado el mayor número de cotizaciones efectivas.”194
regímenes.
Las personas que tienen
derecho a una pensión No pueden entenderse afiliadas al RAIS.195
compartida en el RPM
La pensión la pagará la administradora en la que (i) el afiliado estaba
cotizando para la fecha de la invalidez o del fallecimiento; (ii) si no
Las personas que tienen existían cotizaciones para ese momento, la pagará la administradora
derecho a una pensión de donde se efectuó la última cotización, previa a la materialización del
invalidez o de sobrevivientes. riesgo; y (iii) si ninguno de los dos requisitos anteriores resulta
definitorio, la pagará la administradora donde se efectuó la última
vinculación válida.196

182. Así mismo, la Corte Suprema de Justicia en su Sala de Casación Laboral ha


interpretado las reglas establecidas en el Decreto 3995 de 2008. En la reciente Sentencia
SL3989-2021, aplicó el criterio del mayor número de cotizaciones realizadas por una
ciudadana en el periodo comprendido entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2007,
para concluir que ella se entendería afiliada al RAIS y no al RPM. Señaló que en lo que

189
Ibidem, Artículo 2, inciso 4.
190
Ibidem, Artículo 3.
191
Ibidem, Artículo 5, inciso 1.
192
Ibidem, inciso 3.
193
Ibidem.
194
Ibidem, inciso 4.
195
Ibidem, inciso 5.
196
Artículo 6.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

tiene que ver con el derecho a la seguridad social, es preciso resolver los conflictos
relativos a las afiliaciones apelando a las actuaciones que las personas despliegan y en
virtud de las cuales es posible inferir cuál es su intención.

183. Citando como ejemplo el caso de quien no suscribe un formulario y, sin embargo,
efectúa un número importante de cotizaciones en un régimen determinado, esa Corte ha
sostenido que “[e]n estos casos, se estima que la persona manifestó indirectamente su
intención de estar vinculado en dicha sociedad y, en tal sentido, no puede verse truncado
su derecho prestacional por la falta del formalismo como lo es el correspondiente
formulario.”197

184. La Corte Suprema de Justicia ha entendido que en este tipo de supuestos opera
la denominada “afiliación tácita”. Así, cuando existan dificultades para determinar el
régimen al cual una persona está afiliada, será preciso acudir al principio mínimo
fundamental previsto en el artículo 53 de la Constitución de “primacía de la realidad
sobre las formalidades”, por cuya aplicación puede concluirse que la realización
constante de cotizaciones en uno u otro régimen permite develar cuál es el deseo del
afiliado y si su voluntad es la de pertenecer al RPM o al RAIS. Así lo explicó esa Corte:

“(…) la jurisprudencia de la Sala en distintas ocasiones ha dado preeminencia a la intención real


del trabajador o afiliado en asuntos relativos al derecho de la seguridad social por encima de las
formalidades. Así, por ejemplo, en punto al disfrute de la pensión de vejez, ha sostenido que si
bien la regla general es la desafiliación formal del régimen, en determinados casos es dable
derivar la intención del afiliado a partir del cese definitivo de las cotizaciones al sistema (SL5603-
2016; SL9036-2017; SL15559-2017; SL11005-2017; SL11895-2017); también frente a la figura
de la «aceptación tácita de la afiliación», consistente en que, cuando hay silencio de la
administradora de pensiones con relación a las posibles deficiencias de la afiliación o
vinculación y, al tiempo, esta recibe el pago de aportes por un período significativo, se da una
manifestación implícita de voluntad del afiliado, que lleva a que no pueda perderse el derecho a
la pensión, a pesar de la falta de diligenciamiento del formulario (SL 40531, 19 jul. 2011;
SL14263-2015).

“Como puede advertirse, en estas hipótesis se le ha dado un lugar preeminente a la realización


de cotizaciones (afiliación tácita) o al cese de ellas (desafiliación tácita) como un claro reflejo
de la intención del trabajador, más allá de la existencia del acto formal del diligenciamiento y
entrega del formulario de vinculación o reporte de retiro.

“Por esta misma razón, en casos como el presente, donde se discute la materialización del acto
jurídico de la afiliación o traslado, es relevante tener en cuenta los aportes al sistema, no como
un requisito ad substantiam actus de la afiliación, como lo sostuvo el Tribunal, sino como una
señal nítida de la voluntad del trabajador cuando existen dudas razonables sobre su genuino
deseo de cambiarse de régimen.”198

185. Un escenario similar se dio en la Sentencia SL4695-2021. Allí se presentó el


caso de una persona que inicialmente estaba afiliada al ISS y luego se trasladó al RAIS.

197
Cfr., Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia SL3989-2021.
198
Cfr., Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia CSJ SL413-2018. Citada en la Sentencia SL3989-
2021.

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Sin embargo, al paso que siguió efectuando sus cotizaciones con normalidad ante el ISS,
nunca cotizó efectivamente en el RAIS. De modo tal que la Corte, recordando que la
realización de cotizaciones da cuenta de la intención real de la persona, concluyó que en
aplicación de las reglas contenidas en el Decreto 3995 de 2008, aquella se entendería
afiliada al RPM.199 Para este propósito la Corte reiteró que, al momento de definir el
régimen al que pertenece una persona, la realidad prima sobre las formalidades. Al
respecto, señaló que:

“(…) la ausencia de cotizaciones al fondo privado versus la continuidad en las que hizo al ISS,
denota la voluntad de la aportante de no pertenecer a aquella administradora, y sí al Régimen de
Prima Media con Prestación Definida, pese a la suscripción del formulario de afiliación a la AFP
Colpatria. Tal inferencia es constitucionalmente admisible, ya que el derecho de la seguridad
social también se ve permeado por el principio de la primacía de la realidad sobre las formas
estatuido en el artículo 53 superior, y es por ello por lo que la jurisprudencia de esta Corporación
ha hecho prevalecer la real intención del afiliado, usuario o beneficiario del sistema en cada caso
concreto, por encima de las formalidades.”200

186. Esta misma interpretación se hizo en la Sentencia SL2177-2020, donde se


determinó que el régimen al que se entendería vinculada una persona era el RPM, porque
allí efectuó un mayor número de cotizaciones en el periodo comprendido entre el 1 de
julio de 2007 y el 31 de diciembre de 2007.201 Algo similar ocurrió en la Sentencia
SL3001-2022, caso en el cual se discutía sobre la afiliación de una señora que se vinculó
al RPM el 1 de mayo de 1997 y, poco más de un año después, se trasladó al RAIS. La
Corte sostuvo que aun cuando la afiliación de la ciudadana al RAIS se había efectuado
desconociendo la normatividad vigente para la fecha en que se produjo (porque no se
habían cumplido los 3 años de permanencia), lo cierto era que, para el 17 de octubre de
2008, fecha en la que entró en vigencia el Decreto 3995, la situación de multi vinculación
pervivía. Luego, la definición de su situación debía darse a través de las reglas
establecidas en el mencionado Decreto. De este modo, concluyó que la persona estaría
válidamente afiliada al RAIS, pues allí había realizado cotizaciones, por lo menos, desde
1998 hasta 2016.202

187. En un número reducido de sentencias, la Corte Suprema de Justicia ha evaluado


la pretensión relativa a declarar la ineficacia de un traslado y, al mismo tiempo, el

199
En particular, se dio aplicación a las reglas del artículo 5 del Decreto 3995.
200
Cfr., Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia SL4695-2021
201
Se trataba de una persona que había estado afiliada inicialmente al RPM. El 23 de septiembre de 2004 se trasladó al
RAIS, pero lo hizo cuando le faltaban menos de 10 años para cumplir la edad de pensión. En consecuencia, incurrió en el
fenómeno de la multi vinculación. La Corte Suprema de Justicia determinó, siguiendo lo dispuesto en el Decreto 3995 de
2008, lo siguiente: “al efectuarse el traslado al Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad el 23 de septiembre de 2004
por fuera del término legal establecido, y al haberse cotizado exclusivamente en Colpensiones entre el 1º de julio y el 31 de
diciembre de 2007, debe definirse que el señor Perdomo Saldaña se encuentra vinculado válidamente al Régimen de Prima
Media en cabeza de Colpensiones, y no al de Ahorro Individual con Solidaridad, en cabeza de Protección S.A”.
202
En esta Sentencia se reconoció la jurisprudencia previa, emitida por esa misma alta Corte, según la cual, en atención a lo
dispuesto en el artículo 17 del Decreto 692 de 1994, “cuando un afiliado se traslada entre regímenes pensionales (del
RPMPD al RAIS o viceversa), por fuera del término otorgado por la ley para tales efectos; [la consecuencia es] que deba
tomarse como válida, únicamente, la última afiliación que se hizo, respetando, eso sí, los plazos concedidos para ello”.
(Cfr., CSJ SL2259-2022, SL4777-2019). Con todo, la Sala Laboral se apartó de esta tesis precisamente porque cuando la
situación de multi vinculación se mantiene para el momento en que entra en vigencia el Decreto 3995 de 2008, este último
es el que debe aplicarse a efectos de resolver a qué régimen pertenece la persona.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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escenario de la multi vinculación. Esto se ha presentado, por lo menos, en las Sentencias


SL149-2020 y SL2833-2021. En ambas providencias se presentó el supuesto de personas
que estaban multi vinculadas y que, en cumplimiento del Decreto 3995 de 2008, fueron
asignadas por decisión administrativa al RPM. Con todo, estas personas alegaban no
haber sido informadas respecto del traslado que hicieron al RAIS y, en particular, sobre
las consecuencias de dicha decisión. De manera que, la Corte Suprema de Justicia
encontró insubstancial referirse a esta presunta ineficacia del traslado, dado que, de
cualquier manera, ya se había definido su situación de multi vinculación, entendiendo
que estaban afiliadas al RPM. En la segunda providencia, la Corte Suprema de Justicia
señaló que:

“(…) la situación de multivinculación que presentaba la demandante fue resuelta mediante


comité realizado por Asofondos, siguiendo los lineamientos normativos del artículo transcrito [se
refiere al artículo 2 del Decreto 3995 de 2008], es decir, que en aquella oportunidad y por
mandato legal, se desató el nudo que impedía a la actora hacerse con una pensión de vejez en el
Régimen de Prima Media, dado que la única afiliación valida (sic) era la correspondiente al
régimen administrado por el ISS, hoy Colpensiones.

“En tal sentido, advierte la Sala que, si el problema ya se encontraba resuelto, la declaratoria
de nulidad de la afiliación al RAIS era innecesaria, visto que la misma fue invalidada (…)”203

188. La Sentencia SL5139-2021 decidió un caso similar de forma distinta. Allí se


discutía si se debía o no declarar la ineficacia de un traslado que la demandante había
hecho hacia el RAIS, traslado que, además, se había efectuado cuando a la referida
demandante le faltaban menos de 10 años para cumplir la edad de pensión. En la
providencia se declaró la ineficacia del traslado al RAIS, debido a que no se había
demostrado en el proceso ordinario laboral que la actora hubiere sido informada respecto
de las consecuencias del mismo y, adicionalmente, se señaló que, como el traslado se
había hecho incumpliendo la barrera de los 10 años, se había presentado un fenómeno de
multi vinculación que debía resolverse en aplicación del artículo 2 del Decreto 3995 de
2008. Estos dos argumentos fueron usados en conjunto por la Corte para decir que la
demandante se encontraba válidamente vinculada al RPM.

189. En relación con este fallo, el Magistrado Giovanni Francisco Rodríguez Jiménez
presentó aclaración de voto y en él resaltó que “la sentencia [incurrió] en una
contradicción al plantear un argumento adicional, pues, si el fallo [estaba] diciendo que
el traslado a Porvenir fue ineficaz, es claro entonces que no produjo ningún efecto. Por
lo tanto, si debe entenderse que nunca se dio esa afiliación, entonces no se puede decir
que hubo múltiple afiliación”.204

190. La Corte Constitucional no ha cuestionado ni puesto en duda la eficacia de las


reglas contenidas en el Decreto 3995 de 2008. De hecho, las ha recordado, por ejemplo,
en las Sentencias T-698 de 2009 y T-686 de 2010 para, con ellas, definir la situación de
los accionantes y determinar su pertenencia a uno u otro régimen. Posteriormente, en la

203
Cfr., Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia SL149-2020.
204
Aclaración de voto a la Sentencia SL5139-2021.

60
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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Sentencia T-191 de 2020, la Corte se cuestionó si una sentencia, adoptada en la


Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, había incurrido en los defectos sustantivo
y fáctico cuando estableció que la accionante no podía trasladarse al RPM porque le
faltaban menos de 10 años para adquirir la edad de pensión, sin atender al hecho de que
aquella se encontraba multi vinculada y que, en consecuencia, su caso debía resolverse
de acuerdo con lo dispuesto en los decretos antes citados. La Sala determinó, finalmente,
que los defectos señalados sí habían tenido ocurrencia. Lo importante de este fallo fue la
subregla que fijó la Corporación, en lo relativo a la forma en que las autoridades
judiciales deben resolver conflictos donde se presentan casos de múltiple afiliación. Al
respecto, la Sala Novena de Revisión, luego de recordar la existencia de dos regímenes
distintos en el país, y de reafirmar que los afiliados cuentan con el derecho a elegir
libremente entre ellos, adujo que “[l]a libertad de elección presupone conocimiento de
los regímenes pensionales, así como de las consecuencias que implica la elección. Este
conocimiento, a su vez, se rige por el principio de la información, el cual vincula al
empleador al momento de enganchar al trabajador, así como a la administradora de
fondos de pensiones, al momento de afiliarse o trasladarse.”205

191. Así las cosas, la Corte dispuso que los jueces de la República, que deban resolver
sobre la validez de las afiliaciones o de los traslados entre regímenes, deberán, en primer
lugar, revisar “la existencia de información por parte del empleador –de la necesidad de
afiliarse– y de asesoría brindada por parte de la administradora de fondo de pensiones.
Posteriormente deberá verificarse que la persona haya manifestado su voluntad de
afiliarse en un régimen, así como de trasladarse de uno a otro.”206 Luego de verificado
lo anterior, en segundo lugar, deben estudiar las reglas de la multi vinculación y, con
ellas, determinar a qué fondo pertenece la persona. Para esto habrán de seguirse los
enunciados normativos contenidos en el Decreto 692 de 1994 y en el Decreto 3995 de
2008, así como aquellas reglas dispuestas en la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia sobre la materia.

192. La Corte también recordó que, tal y como lo dispone el propio Decreto 3995 de
2008, cuando se defina por parte de las administradoras y sus comités de multi
vinculación la situación de una persona, esta última tendrá derecho al debido proceso.
Por tanto, la decisión tomada se le debe notificar para que, si lo considera pertinente y
necesario, formule los respectivos recursos contra esas determinaciones.

193. La Sala Plena reitera la tesis aplicada en la Sentencia T-191 de 2020, pues es
claro que, si un traslado se hizo sin que se le proporcionara debidamente la información
a la persona, el mismo debe ser declarado ineficaz. Y si el traslado es ineficaz desde un
inicio, no se habrá incurrido en el fenómeno de la multi vinculación. Esta lectura tiene
sentido, porque, si se analiza primero el escenario de la multi vinculación antes que el de
la ineficacia, podría validarse un traslado respecto del cual nunca se ilustró a la persona,
aplicando, por ejemplo, el Decreto 3995 de 2008, lo cual comprometería seriamente el
derecho a la libertad de elección con que cuentan los usuarios del sistema de pensiones.

205
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia T-191 de 2020, Fundamento Jurídico 88.
206
Ibidem, Fundamento Jurídico 110.

61
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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E. Caracterización del defecto relativo al desconocimiento del precedente


jurisprudencial

194. El precedente está contenido en las sentencias previas proferidas por órganos
judiciales que sirvieron para resolver un caso y que pueden utilizarse para resolver otro
similar. En dichas providencias, se establece una subregla que, teniendo estructura de
norma jurídica, da respuesta a un problema concreto que surgió con ocasión de unos
hechos dados. Con posterioridad a este pronunciamiento, puede que vuelvan a
presentarse hechos similares (en lo relevante) a los ya estudiados, situación en la cual
sería deseable aplicar la subregla que, construida en el fallo previo, sirvió para brindar
una solución.207

195. Esto guarda íntima relación con el derecho fundamental a la igualdad, en cuya
virtud, los casos asimilables deben ser tratados de modo paritario.208 Ahora, para que el
precedente pueda ser reconocido como tal, es importante que sea sólido y que las
autoridades judiciales no tengan, en su jurisprudencia, criterios contradictorios. En tal
caso, si casos asimilables se fallan sistemáticamente de modo diverso, ello impedirá que
la subregla sea fácilmente reconocida por las autoridades de igual o inferior jerarquía.209

196. Asimismo, ha de tenerse presente que no todo lo contenido en una sentencia


previa puede considerarse precedente. De hecho, como se recordó en la reciente
Sentencia SU-380 de 2021, las providencias judiciales tienen tres partes perfectamente
identificables: el decisum, la ratio decidendi y los obiter dicta

“(i) la parte resolutiva o decisum, en la que se dictan las normas u órdenes particulares que
vinculan a las partes del proceso, y constituyen la solución al problema analizado; 210 (ii) la ratio
decidendi, compuesta por las consideraciones (razones) necesarias para sostener la decisión
adoptada, y (iii) los obiter dicta, argumentos de contexto y complementarios, que no son
lógicamente imprescindibles para soportar la conclusión normativa de la sentencia. El segundo
componente, es decir, la ratio decidendi posee fuerza de precedente (…)”.211 (Subraya fuera de
texto).

197. Según lo dicho, solo la ratio decidendi constituiría precedente. No así el decisum
ni los obiter dicta. Y esto tiene una razón específica: es la ratio decidendi la que contiene
la regla de decisión que puede expresarse a la manera de una norma jurídica. Esta
subregla (construida en un caso previo) indicaría que, si se dan las condiciones tipo a,
habrá de adjudicarse la consecuencia tipo b. De este modo, si en el futuro se presenta un
caso en el que se están dadas las condiciones tipo a, nuevamente, sería deseable que se
adjudicaran las consecuencias tipo b. De lo contrario se desconocería, prima facie, el

207
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia T-292 de 2006.
208
Cfr. Corte Constitucional, Sentencias C-836 de 2001, T-292 de 2006, C-539 de 2011, C-634 de 2011 y SU-432 de 2015.
209
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-634 de 2011.
210
Se utiliza la expresión partes para caracterizar lo que frecuentemente ocurre en los fallos judiciales. No debe pasarse por
alto, sin embargo, que decisiones como las que se adoptan en sede de control de constitucionalidad, o nulidad simple, tienen
efectos erga omnes, y que esta Corporación, en sus fallos ha acudido a dispositivos de extensión de efectos inter pares e
inter comunis.
211
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-380 de 2021.

62
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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derecho a la igualdad con que cuentan las personas que, entre otras cosas, esperan ser
tratadas de la misma manera por parte de la judicatura.

198. Así, la relación entre el respeto a los precedentes jurisprudenciales y el derecho


a la igualdad es, cuando menos, evidente. La igualdad, ha sostenido esta Corporación, es
un concepto fundamentalmente relacional. Se trata de comparar el trato asignado a dos
personas o grupos, que pueden estar en circunstancias idénticas o disímiles. De la
relación entre estas dos personas o grupos, surgen cuatro mandatos, a saber:

“(i) un mandato de trato idéntico a destinatarios que se encuentren en circunstancias idénticas,


(ii) un mandato de trato enteramente diferenciado a destinatarios cuyas situaciones no comparten
ningún elemento en común, (iii) un mandato de trato paritario a destinatarios cuyas situaciones
presenten similitudes y diferencias, pero las similitudes sean más relevantes a pesar de las
diferencias y, (iv) un mandato de trato diferenciado a destinatarios que se encuentren también en
una posición en parte similar y en parte diversa, pero en cuyo caso las diferencias sean más
relevantes que las similitudes.”212

199. Estos cuatro mandatos son muy importantes en lo referido a la aplicación del
precedente. Así, frente a circunstancias análogas, se espera un trato análogo. Del mismo
modo que, frente a situaciones diferentes, se espera un trato diferente. La complejidad,
en materia de precedentes, está en identificar cuándo dos grupos o dos personas, que
tienen elementos en común y otros que los separan, deben ser tratados de modo paritario
o diferenciado por parte de los jueces. La respuesta a este interrogante pasa por identificar
cuáles son las similitudes o diferencias “relevantes” que tienen los sujetos comparados.
La Corte Constitucional se ha referido a este punto como sigue:

“En ese sentido, el juez por regla general debe seguir el mismo principio de decisión previamente
establecido; aplicar la misma regla de conducta a situaciones de hecho similares en lo relevante;
o adoptar un nuevo rumbo de decisión si, a pesar de existir elementos comunes entre el caso
previamente decidido y el actual también se evidencian aspectos que los diferencian de forma
relevante (siempre desde un punto de vista jurídicamente relevante), o si existen razones de
especial fuerza constitucional para modificar el rumbo trazado, caso en que es válido que se
aparte del principio o regla de decisión contenida en la sentencia previa. Por eso, la doctrina
autorizada explica que el respeto por el precedente comprende tanto su seguimiento como su
abandono justificado.”213

200. En la misma providencia en cita, y conforme se lee en el párrafo anterior, se


indica cuál es la carga con que cuentan los jueces para apartarse de los precedentes. En
efecto, reconocer el precedente es un deber jurídico de las autoridades judiciales. Sin
embargo, de allí no se sigue que aquellas estén estrictamente obligadas a seguirlo en
todas las circunstancias. De modo que, en determinados casos, pueden separarse de él
exponiendo, para tal efecto, las razones de dicha decisión.

212
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-432 de 2020. Que citó las Sentencias C-862 de 2008, C-818 de 2010, C-629 de
2011, C-250 y C-1021 de 2012, C-015, C-239, C-240 y C-811 de 2014, C-329 de 2015, C-104 y C-335 de 2016, C-015 de
2018. C-295 de 2021.
213
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-380 de 2021.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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201. De este modo, los jueces que se aparten de un precedente tienen que (i)
identificarlo y citarlo, para, posteriormente, (ii) explicar a) por qué los hechos probados,
reconocidos en la sentencia previa, no son asimilables -en lo relevante- a los hechos que
se presentan en el expediente que decide; o b) “exponer las razones por las cuales la
nueva orientación no solo es “mejor” que la decisión anterior, desde algún punto de
vista interpretativo, sino explicar de qué manera esa propuesta normativa justifica una
intervención negativa en los principios de confianza legítima, seguridad jurídica e
igualdad, de la parte que esperaba una decisión ajustada a las decisiones previas”.214
Estas son cargas de transparencia y suficiencia.

202. En lo relativo a los precedentes de la Corte Suprema de Justicia, es preciso


recordar que, según lo estatuido en el artículo 234215 de la Constitución Política, a ese
tribunal le corresponde unificar la jurisprudencia al interior de la jurisdicción ordinaria.
El precedente que establezca es, en principio, vinculante para las autoridades de menor
jerarquía dentro de dicha jurisdicción. De hecho, el recurso extraordinario de casación
tiene un propósito esencial en el sistema jurídico colombiano consistente en “proteger la
coherencia del ordenamiento y la aplicación del derecho objetivo.”216

203. Con todo, los jueces de inferior jerarquía pueden apartarse del precedente
establecido por su órgano de cierre, luego de acreditar las cargas de transparencia y
suficiencia explicadas. En la reciente Sentencia SL1214-2022, la Sala Laboral, citando
las Sentencias SL4823-2021 y SL440-2021, se refirió del siguiente modo a este punto:

“(…) de existir un precedente aplicable, los jueces laborales deben identificarlo -carga de
transparencia- y, hecho esto, acatarlo o disentir del mismo. Si es lo segundo, asumen la
obligación de desplegar una carga argumentativa suficiente que explique las razones del disenso
-requisito de suficiencia-, bien por: (i) ausencia de identidad fáctica, que impide aplicar el
precedente al caso concreto, (ii) cambios normativos, (iii) transformaciones sociales que obligan
a dar una nueva mirada a determinada cuestión, dado que los jueces deben adaptarse a las
exigencias que impone la realidad y reconocer la evolución del derecho (CC T-446-2013), o (iv)
divergencias hermenéuticas fundadas en la prevalencia de mejores y más sólidos argumentos que
permiten un desarrollo más amplio de los derechos, libertades y garantías constitucionales.”217

F. Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia frente a la tesis de la ineficacia


del traslado entre regímenes pensionales

204. La Corte Suprema de Justicia ha sostenido que siempre que se indique, en la


demanda, que una AFP no informó sobre las consecuencias de un cambio de régimen
pensional, corresponde a la AFP demostrar que sí brindó dicha información. Esta regla

214
Ibidem.
215
Constitución Política, Artículo 234: “La Corte Suprema de Justicia es el máximo Tribunal de la Jurisdicción Ordinaria y
se compondrá del número impar de Magistrados que determine la ley. Esta dividirá la Corte en Salas y Salas Especiales,
señalará a cada una de ellas los asuntos que deba conocer separadamente y determinará aquellos en que deba intervenir la
Corte en pleno.”
216
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-998 de 2004.
217
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia SL1214-2022.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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se enunció por primera vez en la Sentencia 31989 del 9 de septiembre de 2008, en la que
se advirtió lo que sigue: “[e]n estas condiciones el engaño, no solo se produce en lo que
se afirma, sino en los silencios que guarda el profesional, que ha de tener la iniciativa
en proporcionar todo aquello que resulte relevante para la toma de decisión que se
persigue; de esta manera la diligencia debida se traduce en un traslado de la carga de
la prueba del actor a la entidad demandada.”218 (Subrayas fuera de texto).

205. Esta regla fue reiterada con posterioridad,219 y ha adoptado varias


manifestaciones: (i) Algunas providencias señalaron que el traslado de la carga de la
prueba obedecía a la aplicación estricta del artículo 1604 del Código Civil (v. gr.,
Sentencias SL19447-2017220 y SL17595-2017); (ii) otras indicaron que la inversión
aludida obedece a la facilidad que tienen las AFP de demostrar el suministro de
información (Sentencia SL4296-2018221); y, (iii) en otras providencias se ha advertido
que quien alega una falta de información no está obligado a demostrar una negación
indefinida (SL1452-2019). Con estas tres razones la Corte Suprema de Justicia ha
asumido que, cuando una persona formule una demanda ordinaria, solicitando que se
declare la ineficacia de un traslado de regímenes, sin excepción alguna, debe trasladarse
la carga de la prueba a la AFP. En otras palabras, corresponderá a la AFP demostrar que
sí suministró la información correspondiente al accionante. Al respecto, pueden revisarse
las sentencias: SL1421-2019, SL2030-2019, SL2817-2019, SL2865-2019 y SL2954-
2019, entre muchas otras.

206. Esta regla se explicó por la propia Corte Suprema de Justicia en la Sentencia
SL1004-2022, así:

“(…) debe precisarse que si el afiliado alega que no recibió la información debida cuando se
afilió, ello corresponde a un supuesto negativo que no puede demostrarse materialmente por
quien lo invoca. En consecuencia, si se arguye que a la afiliación, la AFP no suministró
información veraz y suficiente, pese a que debía hacerlo, se dice con ello, que la entidad
incumplió voluntariamente una gama de obligaciones de las que depende la validez del contrato
de aseguramiento. En ese sentido, tal afirmación se acredita con el hecho positivo contrario, esto
es, que se suministró la asesoría en forma correcta. Entonces, como el trabajador no puede
acreditar que no recibió información, corresponde a su contraparte demostrar que sí la brindó,
dado que es quien está en posición de hacerlo.”222

218
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral. Sentencia del 9 de septiembre de 2008. Expediente No. 31989.
219
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sentencias SL31314-2008, SL33083-2011, SL12136-2014, SL9519-2015
220
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL19447-2017. Allí se indicó que “en los términos del artículo 1604 del Código
Civil, la prueba de la diligencia y cuidado incumbe a quien debió emplearlo”. Esto suponía, de conformidad con lo advertido en
esa misma sentencia, que la AFP debía entregar en el proceso judicial “la evidencia real sobre que la información plasmada
correspondiera a la realidad y atendiera las pautas para que se adoptara una decisión completamente libre, en las voces del
referido artículo 13 de la Ley 100 de 1993”.
221
Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL4296-2018. En esa sentencia se advirtió lo siguiente: “Según el mandato del
artículo 177 del CPC, incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que consagran el efecto jurídico que
ellas persiguen, de donde se impone que el fallador evalúe cuidadosamente qué es lo que se debe probar, para determinar
en cabeza de quién está dicha obligación, pues no se trata solo de que aporte la prueba la parte a quien le favorece, sino
también de quién tiene el material probatorio en su poder o a qué parte le queda más fácil probar.”
222
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sentencia SL1004-2022.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

207. A esta regla, que es la principal, pueden sumarse las siguientes:223

Primera. Sobre el deber de información

208. La Corte ha señalado que el deber que tienen las administradoras de pensiones
de informar a los afiliados sobre las implicaciones de su traslado de régimen no es
reciente. 224 Al contrario, nació en el mismo instante en el que se implementó el Sistema
General de Seguridad Social en Pensiones. De modo que, según ha recordado: “(…)
[desde ese momento] se estableció también en cabeza de estas entidades [las AFP] el
deber de ilustrar a sus potenciales afiliados, en forma clara, precisa y oportuna, de las
características de cada uno de los dos regímenes pensionales, con el fin de que pudieran
tomar decisiones informadas.”225 Lo dicho significa que, incluso antes de la Ley 1328 de
2009, del Decreto 2555 de 2010 o de la Ley 1748 de 2014, las AFP tenían la carga de
informar al afiliado sobre las características esenciales del régimen al que iba a
pertenecer.226 Esta idea se reiteró en la reciente Sentencia SL3134-2023, en los siguientes
términos:

“(…) [L]as AFP, desde su creación, tenían el deber de brindar información a los afiliados o
usuarios del sistema pensional a fin de que estos pudiesen adoptar una decisión consciente y
realmente libre sobre su futuro pensional. Desde luego que con el transcurrir del tiempo, el grado
de intensidad de esta exigencia cambió para acumular más obligaciones, pasando de un deber
de información necesaria al de asesoría y buen consejo, y finalmente al de doble asesoría. Lo
anterior es relevante, pues implica la necesidad, por parte de los jueces, de evaluar el
cumplimiento del deber de información de acuerdo con el momento histórico en que debía
cumplirse, pero sin perder de vista que este desde un inicio ha existido”.227

Segunda. Sobre el formulario de afiliación

209. La Corte Suprema de Justicia también ha indicado que los formularios de


afiliación, suscritos por las personas al momento de efectuar su traslado al RAIS, no son
prueba suficiente para acreditar el cumplimiento del deber de información. Pues una cosa

223
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencias CSJ SL, 8 sep. 2008, rad. 31989; CSJ SL, 9 sep.
2008, rad. 31314; CSJ SL, 22 nov. 2011, rad. 33083; CSJ SL, 6 dic. 2011, rad. 31314; CSJ SL12136-2014 – rad. 46292;
CSJ SL17595-2017 – rad. 46292; CSJ SL19447-2017 – rad. 47125; CSJ SL4964-2018 – rad. 54814; CSJ SL4989-2018 –
rad. 47125; CSJ SL1452-2019 – rad. 68852; CSJ SL4360-2019 – rad. 68852; CSJ SL1421-2019 – rad. 56174; CSJ SL1688-
2019 – rad. 68838; CSJ SL1689-2019 – rad. 65791; CSJ SL2877-2020 – rad. 78667; CSJ SL373-2021 – rad. 84475; CSJ
SL3535-2021 – rad. 88234; CSJ SL3611-2021 – rad. 88467; y CSJ SL3707-2021 – rad. 86706. En el último año, estas reglas
se han reiterado en las Sentencias SL048-2024, SL3020-2023, SL3074-2023, SL2788-2023, SL2716-2023, SL2702-2023,
SL2680-2023, SL2685-2023, SL2588-2023, SL2831-2023, SL2424-2023, SL2425-2023, SL2390-2023, SL2284-2023,
SL3150-2023, SL2300-2023, SL2339-2023, SL2236-2023, SL2238-2023, SL2334-2023, SL2515-2023, SL2154-2023,
SL2374-2023, SL2128-2023, SL2048-2023, SL2468-2023, SL2176-2023, SL1959-2023, SL1998-2023, SL2086-2023,
SL1794-2023, SL1408-2023, SL1282-2023 y SL1426-2023.
224
Cfr., Corte Suprema de Justicia, Sentencias CSJ SL12136-2014, CSJ SL17595-2017, CSJ SL19447- 2017, CSJ SL1452-
2019, CSJ SL1688-2019, CSJ SL1689- 2019, CSJ SL3464-2019 y CSJ SL4360-2019.
225
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia SL1217-2021.
226
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia SL1004-2022.
227
Ibidem.

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es que la persona haya decidido trasladarse, y otra muy distinta es que haya tomado tal
determinación con conocimiento de causa.228

Tercera. Sobre la imprescriptibilidad de la ineficacia

210. En lo relativo a la ineficacia del traslado, la Corte Suprema de Justicia ha


sostenido que aquella no prescribe. La razón obedece a que “las acciones judiciales
encaminadas a que se compruebe la manera en que ocurrió un hecho o se reconozca un
estado jurídico, son imprescriptibles”,229 y la ineficacia es una de esas acciones
judiciales, pues con ella se pretende demostrar la ocurrencia de un hecho determinado:
la ausencia de información aportada por la AFP al momento del traslado. En la Sentencia
SL2929-2022, la Corte Suprema de Justicia, citando las Sentencias SL1688-2019,
SL1421-2019, SL4426-2019, SL4360-2019 y SL373-2021, justificó su postura sobre el
punto del modo que sigue:

“«la acción para obtener la decisión judicial declarativa de que un hecho ocurrió de una
determinada manera jamás se extingue por prescripción». De acuerdo con dicha [teoría] no es
«aceptable sostener que el sistema legal cierre la posibilidad jurídica de que judicialmente se
reconozca después de cierto tiempo la existencia de un hecho del cual dependan consecuencias
legales».

“Lo dicho cobra más sentido en relación con la pretensión de «ineficacia», en la medida que
dicha consecuencia impuesta por el ordenamiento jurídico se caracteriza porque desde su
nacimiento el acto carece de efectos jurídicos. La sentencia que declara la ineficacia de un acto,
en realidad, lo que hace es comprobar o constatar un estado de cosas (la ineficacia) surgido con
anterioridad al inicio de la litis.

“Conforme lo explicado, los afiliados al sistema general de pensiones pueden solicitar, en


cualquier tiempo, que se declare la ineficacia del traslado entre regímenes pensionales y, por esa
vía, que se reconozca a cuál de los dos regímenes pensionales (RPMPD o RAIS) se encuentran
afiliados. Lo expuesto no es algo nuevo en la jurisprudencia del trabajo, pues incluso desde la
sentencia CSJ SL795-2013 ya la Corte había adoctrinado que «el asegurado está legitimado para
interponer, en cualquier tiempo, reclamos relacionados con la afiliación, las cotizaciones, el
ingreso base de cotización y todos aquellos componentes de la pensión».”230

211. Esta postura se reafirmó en la Sentencia SL3179-2023, del 29 de noviembre de


2023.

Cuarta. Sobre la teoría de los actos de relacionamiento

212. La Corte Suprema de Justicia sostuvo en algunas sentencias que la movilidad


entre distintas AFP, al interior del RAIS, permitía suponer que la persona pretendía

228
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sentencia SL2685-2023. En esa Sentencia, citando su propia jurisprudencia, la Corte
Suprema de Justicia reafirmó la idea de que: “la simple firma del formulario al igual que las afirmaciones consignadas en los
formatos pre-impresos, son insuficientes para dar por demostrado el deber de información. Esos formalismos, a lo sumo, acreditan
un consentimiento sin vicios, pero no informado”.
229
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sentencia SL1004-2022.
230
Corte Suprema de Justicia, Sentencia SL2929-2022.

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permanecer en dicho régimen y no trasladarse al RPM. 231 De un modo u otro, con ese
actuar -según esta tesis- la persona estaría convalidando el traslado que inicialmente
efectuó hacia el régimen privado -RAIS-, a pesar de que hubiera alegado que dicho acto
se llevó a cabo sin el suministro de la debida información. Sin embargo, en la Sentencia
SL1055-2022, la Corte abandonó esa tesis, para sostener que:

“(…) los actos u omisiones posteriores del afiliado, bien sea porque se trasladó entre fondos
privados o no retornó a prima media en las oportunidades legales previstas, no pueden validar
el desacato legal que genera la ineficacia del acto jurídico del traslado de régimen, precisamente
porque al ser posteriores dejan intactos los hechos u omisiones que anteceden al acto jurídico
ineficaz, el cual no puede sanearse como la nulidad.

“De modo que no es dable siquiera sugerir que los posteriores traslados entre administradoras
pueden configurar un acto de relacionamiento capaz de ratificar la voluntad de permanencia en
ellas.”232 (Subraya fuera de texto).

Quinta. Sobre la imposibilidad de declarar la ineficacia de un traslado al RAIS, en favor


de una persona que ya está pensionada en ese régimen

213. Algunas personas ya pensionadas en el RAIS han solicitado, a través de


demandas ordinarias, que se declare la ineficacia de su traslado a ese régimen dado que,
cuando se trasladaron a él, las administradoras no les proporcionaron información idónea
sobre su funcionamiento y características. Sobre esto, la Corte Suprema de Justicia ha
indicado que no es posible declarar dicha ineficacia. La razón es práctica, y ha sido
expuesta por esa Corte en los siguientes términos:

“(…) a criterio de esta Corporación, no es posible volver al mismo estado en que las cosas se
hallarían de no haber existido el acto de traslado (vuelta al statu quo ante), teniendo en cuenta
que la calidad de pensionado da lugar a una situación jurídica consolidada o un hecho
consumado que no se puede revertir sin afectar «a múltiples personas, entidades, actos,
relaciones jurídicas, y por tanto derechos, obligaciones e intereses de terceros y del sistema en
su conjunto»”.233

214. Esta posición se reiteró recientemente en la Sentencia SL3180-2023.234 En este


tipo de casos, lo que ha sostenido la Corte Suprema de Justicia, es que, aunque no se

231
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sentencia SL3752-2020 y SL4934-2020.
232
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sentencias SL1055-2022, SL4205-2022 y SL2685-2023.
233
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL3491-2022. En concordancia con las Sentencias SL373-2021, SL1113-2022
y SL1718-2022.
234
En dicha sentencia se dijo que algunas de las situaciones que se pueden presentar, y que ha puesto de presente la Corte
Suprema de Justicia en la Sentencia SL5172-2021, para decir que no se puede declarar la ineficacia de un traslado en favor
de una persona pensionada por el RAIS, son las siguientes: “Desde el punto de vista de los bonos pensionales, puede ocurrir
que se haya pagado el cupón principal por el emisor y las cuotas partes por los contribuyentes y, además, que dicho capital
esté deteriorado en razón del pago de las mesadas pensionales. En tal caso, habría que reversar esas operaciones. Sin
embargo, ello no parece factible porque el capital habría perdido su integridad y, por consiguiente, podría resultar afectada
La Nación y/o las entidades oficiales contribuyentes al tratarse de títulos de deuda pública. // Desde el ángulo de las
modalidades pensionales, en la actualidad las entidades ofrecen un diverso portafolio de alternativas pensionales. Algunas
son retiro programado, renta vitalicia inmediata, retiro programado con renta vitalicia diferida, renta temporal cierta con
renta vitalicia de diferimiento cierto, renta temporal con renta vitalicia diferida, renta temporal variable con renta vitalicia
inmediata. // Cada modalidad tiene sus propias particularidades. Por ejemplo, en algunas el afiliado puede pensionarse sin

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pueda declarar la ineficacia del traslado, lo que sí puede hacer el demandante es “solicitar
el pago de una indemnización de perjuicios en los términos del artículo 16 de la Ley 446
de 1998 (CSJ SL373-2021)”.235 Esto porque “la improcedencia de la ineficacia del
traslado en el caso de los pensionados, en modo alguno condona la falta de información,
pues dicha omisión produjo un daño que no ha sido saneado o convalidado (CSJ
SL1113-2022).”236

215. En todo caso, esta regla no se extiende a los pensionados del RPM que pretenden
la ineficacia de un traslado que efectuaron en el pasado al RAIS, porque estos
pensionados “se encuentran en una situación completamente distinta, al punto que el
restablecimiento de sus derechos no apareja las complejidades y tensiones propias de
los pensionados del RAIS.”237 Y recientemente declaró que tampoco se extiende al caso
de los ciudadanos que han recibido una devolución de saldos en el RAIS, pues esta no
sería propiamente una situación jurídica consolidada. En la Sentencia SL2520-2023,
indicó que en este caso es posible declarar la ineficacia del traslado bajo la condición de
que el ciudadano: “(…) retorne el dinero a modo de compensación o restitución. Ello es
así, en la medida en que la devolución de saldos no deja de ser de carácter subsidiario
de la prestación principal (CSJ SL1423-2023), que el sistema ofrece como verdadero
mecanismo para cubrir la contingencia de la vejez, como lo es la pensión, de modo que,
en rigor, el hecho de ser beneficiario de tal prestación alternativa, no tiene la
equivalencia jurídica de la condición de pensionado”.238

Sexta. Sobre los dineros que la administradora del RAIS debe devolver al RPM si se
declara una ineficacia de traslado

216. La Corte Suprema de Justicia sostiene que la declaratoria de la ineficacia de un


traslado que se surtió del RPM al RAIS, implica asumir que el ciudadano nunca hizo

que importe la edad o puede contratar dos servicios financieros que le permitan acceder a una renta temporal cierta y a
una renta vitalicia diferida. En otras, el dinero de la cuenta de ahorro individual es puesto en el mercado y genera
rendimientos administrados por la AFP. Incluso se puede contratar simultáneamente los servicios con la AFP y con una
aseguradora en aras de mejorar las condiciones de la pensión. Es de destacar que en la mayoría de opciones pensionales
intervienen en la administración y gestión del riesgo financiero, compañías aseguradoras que garantizan que el pensionado
reciba la prestación por el monto acordado. // Por lo tanto, no se trata solo de reversar el acto de traslado y el
reconocimiento de la pensión, sino todas las operaciones, actos y contratos con el afiliado, aseguradoras, AFP, entidades
oficiales e inversionistas, según sea la modalidad pensional elegida. // Si se trata de una garantía de pensión mínima, volver
las cosas a su estado anterior, implicaría dejar sin piso los actos administrativos que mediaron en el reconocimiento de la
garantía. Como La Nación asume el pago de dicha prerrogativa, se requería la intervención de la Oficina de Bonos
Pensionales del Ministerio de Hacienda y Crédito Público para que defienda los intereses del Estado que se verían afectados
por la ineficacia del traslado de una persona que ya tiene el status de pensionado. Esto a su vez se encuentra ligado a lo
dicho acerca de los bonos pensionales, pues la garantía se concede una vez esté definido el valor de la cuenta de ahorro
individual más el bono. // Ni que decir cuando el capital se ha desfinanciado, especialmente cuando el afiliado decide
pensionarse anticipadamente, o de aquellos casos en que ha optado por los excedentes de libre disponibilidad (art. 85 de
la Ley 100 de 1993), en virtud de los cuales recibe la devolución de una parte de su capital ahorrado. En esta hipótesis, los
recursos, ya desgastados, inevitablemente generarían un déficit financiero en el régimen de prima media con prestación
definida, en detrimento de los intereses generales de los colombianos”.
235
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL2924-2023.
236
Ibidem.
237
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL2929-2022.
238
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL2520-2023

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M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

parte del RAIS y, por tanto, siempre estuvo afiliado al RPM. Bajo ese entendimiento,
consideran que le corresponde a la AFP que ocultó información relevante al momento
del traslado, remitir a la administradora del RPM “los saldos obrantes en la cuenta de
ahorro individual de la demandante junto con el bono pensional, si lo hubiere. Asimismo,
(…) devolver (…) el porcentaje correspondiente a los gastos de administración,
comisiones y primas de seguros previsionales de invalidez y sobrevivencia, así como el
porcentaje destinado al fondo de garantía de pensión mínima, debidamente indexados y
con cargo a sus propios recursos”.239

217. La Corte Suprema de Justicia justifica esta regla con el siguiente argumento:

“Puesto que la ineficacia del acto de cambio de régimen pensional supone negarle efecto al
traslado, tal situación solo es posible bajo la ficción de que el mismo nunca ocurrió. Esto quiere
decir que «si una persona estaba afiliada al régimen de prima media con prestación definida, ha
de entenderse que nunca se cambió al sistema privado de pensiones, y si estuvo afiliado al
régimen de ahorro individual con solidaridad, ha de darse por sentado que nunca se trasladó al
sistema público administrado por Colpensiones» (CSJ SL3464-2019)”.

“La tesis de la ineficacia del acto de traslado ha sido el fundamento para ordenar en numerosas
ocasiones a las AFP no solo la devolución a Colpensiones de los saldos obrantes en las cuentas
de ahorro individual de los afiliados, sino también de los porcentajes correspondientes a los
gastos de administración, primas de seguros previsionales de invalidez y sobrevivencia, y lo
destinado al fondo de garantía de pensión mínima. Esto bajo el argumento lógico de que, si la
ineficacia supone que el afiliado nunca abandonó el RPMPD, ha de entenderse que «esos
recursos, desde el nacimiento del acto ineficaz, han debido ingresar al régimen de prima media
con prestación definida administrado por Colpensiones» (CSJ SL3464-2019)”.240

Séptima. Sobre la posibilidad de declarar la ineficacia del traslado en un caso, aun


cuando el solicitante no hubiere estado amparado por el régimen de transición

218. Algunos tribunales superiores de distritos judiciales han sostenido que la


declaratoria de la ineficacia solo puede tener lugar cuando el solicitante hubiere estado
amparado por el régimen de transición, o cuando hubiese estado cerca de pensionarse.
Esa, de hecho, fue la tesis que usaron algunas de las autoridades judiciales accionadas en
estas causas para negarse a declarar las aludidas ineficacias. Según estos tribunales, esta
posición se desprende de las Sentencias SL31989-2008, SL12136-2014, SL4964-2018,
SL037-2019, SL1688-2019, SL1452-2019, SL3852-2019 y SL1897-2019.

219. Sobre el particular, la Corte Suprema de Justicia, en la reciente sentencia


SL1458-2023, citando la Sentencia SL1688-2019, aclaró lo siguiente:

“(…) la regla jurisprudencial identificable en las sentencias CSJ SL 31989, 9 sep. 2008, CSJ SL
31314, 9 sep. 2008 y CSJ SL 33083, 22 nov. 2011, así como en las proferidas recientemente CSJ
SL12136-2014, CSJ SL17595-2017, CSJ SL19447-2017, CSJ SL4964-2018, CSJ SL4989-2018 y

239
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencias SL2929-2022 y SL2105-2023. Reiteradas en la Sentencia SL048-2024.
240
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL2929-2022.

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CSJ SL1452-2019, CSJ SL 1688-2019, CSJ SL 1689-2029 y CSJ SL3463-2019, consiste en que,
por tratarse de un derecho mínimo que consagra garantías en favor de los afiliados, las
administradoras de fondos de pensiones deben suministrarles oportunamente, información clara,
cierta y comprensible de las características, condiciones, beneficios, diferencias, riesgos y
consecuencias del cambio de régimen pensional, «sin importar si se tiene o no un derecho
consolidado, se tiene o no un beneficio transicional, o si está o no próximo a pensionarse, dado
que la violación del deber de información se predica frente a la validez del acto jurídico de
traslado, considerado en sí mismo. Esto, desde luego, teniendo en cuenta las particularidades de
cada asunto» (CSJ SL1452-2019, CSJ SL1688-2019, CSJ SL1689-2019 y CSJ SL3463-2019)”.241

Octava. Sobre la diferenciación entre las instituciones de la ineficacia y de la nulidad.

220. La Corte Suprema de Justicia ha concluido que, si se establece que existió un


incumplimiento al deber de información, lo que procede es declarar la ineficacia del
traslado.242 Esto en consideración de lo consignado en los artículos 271 y 272 de la Ley
100 de 1993. Ahora, si lo que se acredita en el proceso es un vicio del consentimiento
(error, fuerza o dolo), es necesario declarar la nulidad del traslado. Esta diferenciación
tiene, por supuesto, varias implicaciones en el proceso ordinario laboral. Esto porque,
mientras los vicios del consentimiento deben probarse por quien los alega, la falta de

241
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL1458-2023.
242
La diferencia entre las instituciones de la nulidad y de la ineficacia no siempre fue clara. Inicialmente, la Corte Suprema
de Justicia, al conocer casos como estos, declaraba la nulidad de la afiliación al RAIS. Ello ocurrió, por ejemplo, en la
Sentencia del 9 de septiembre de 2008 (Radicado 31314. M.P., Elsy del Pilar Cuello Calderón); y en la Sentencia del 9 de
septiembre de 2008 (Radicado 31989. M.P., Eduardo López Villegas). En esta última providencia, la Corte Suprema de
Justicia concluyó que: “Las consecuencias de la nulidad de la vinculación del actor a la Administradora de Pensiones del
Régimen Individual, por un acto indebido de ésta, tiene la consecuencia de no producir sus efectos propios, sino los que
en su lugar establece la ley, de conformidad con lo que se pasa a decir. // La nulidad de la vinculación a partir de cuando
esta se declara la priva hacia futuro de todo efecto, esto es, de ella no se puede derivar ningún derecho u obligación entre
el actor y la entidad demandada, por mesadas pensionales o gastos de administración a partir de la fecha de notificación
de esta sentencia; de esta manera la nulidad de la vinculación acarrea la del acto de reconocimiento del derecho pensional
que el primero venía disfrutando, y así por tanto la Administradora queda relevada de toda obligación de pago futuro por
mesadas pensionales. // Las consecuencias de la nulidad de la vinculación respecto a las prestaciones acaecidas no es
plenamente retroactiva como lo determina la normatividad del derecho privado, la que no tienen cabida enteramente en el
derecho social, de manera que a diferencia de propender por el retorno al estado original, al momento en que se formalizó
el acto anulado, mediante la restitución completa de las prestaciones que uno y otro hubieren dado o recibido, ha de valer
el carácter tutelar y preservar situaciones consolidadas ya en el ámbito del derecho laboral ora en el de la seguridad
social; en la doctrina es indiscutido que la nulidad del contrato de trabajo, no priva al trabajador del derecho a su
remuneración; o que en materia de seguridad social, en el laboral administrativo, según el mandato expreso del artículo
136 del C.C.A. el trabajador o el afiliado de buena fe, tiene el derecho a conservar, sin deber de restituir las prestaciones
que le hubieren sido pagadas. // En el sub lite, la anulación de la vinculación ha de obrar sin perjuicio de dejar incólume
la situación consolidada por el otorgamiento de las mesadas pensionales; el afiliado, que lo fue de buena fe, no está en el
deber de restituir las mesadas pensionales a su administradora y ésta debe asumir lo erogado por ella como un deterioro
de la cosa entregada en administración; el afiliado a la seguridad social tendrá derecho a reclamar por cobertura de vejez
por el tiempo en el que las mesadas fueron pagadas, sólo la diferencia que se presentare entre las mesadas que ya le fueron
pagadas, y las que resultaren del reconocimiento que hiciere la administradora de régimen de prima media al que retorna.
// La administradora tiene el deber de devolver al sistema todos los valores que hubiere recibido con motivo de la afiliación
del actor, como cotizaciones, bonos pensionales, sumas adicionales de la aseguradora, con todos sus frutos e intereses como
los dispone el artículo 1746 del C.C., esto es, con los rendimientos que se hubieren causado. // Como la nulidad fue conducta
indebida de la administradora ésta debe asumir a su cargo los deterioros sufridos por el bien administrado, esto es, las
mermas sufridas en el capital destinado a la financiación de la pensión de vejez, ya por pago de mesadas pensionales en el
sistema de ahorro individual, ora por los gastos de administración en que hubiere incurrido, los cuales serán asumidos por
la Administradora a cargo de su propio patrimonio, siguiendo para el efecto las reglas del artículo 963 del C.C”.

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información no. A su turno, mientras las nulidades sustanciales prescriben, la ineficacia


no.243

221. En efecto, la Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral- diferencia


dos escenarios a la hora de estudiar si procede la “anulación” de los traslados hechos por
los ciudadanos desde el RPM al RAIS. La primera institución es la de la nulidad de dicho
acto. Aquella, en palabras de la Corte, se presenta en los eventos en que el usuario del
Sistema de Seguridad Social acusa la ocurrencia de un vicio en su consentimiento al
suscribir el formulario de afiliación al RAIS. En contraste, se estará ante la institución
jurídica de la ineficacia, cuando el demandante señale que no fue informado sobre las
consecuencias de su traslado.

222. En efecto, los vicios del consentimiento son obstáculos que le impiden a una
persona tomar una decisión en completa libertad. Aquellos son, fundamentalmente, tres:
el error, la fuerza y el dolo.

223. El error se presenta como una distorsión entre lo que se desea y lo que se
manifiesta. Los errores, asimismo, pueden ser de hecho o de derecho. Serán de hecho
cuando se presentan (i) sobre la persona con quien se contrata, o sus cualidades; o (ii)
sobre el objeto del contrato. Respecto de este último punto, el artículo 1511 del Código
Civil señala lo siguiente:

“El error de hecho vicia asimismo el consentimiento cuando la sustancia o calidad


esencial del objeto sobre que versa el acto o contrato, es diversa de lo que se cree; como
si por alguna de las partes se supone que el objeto es una barra de plata, y realmente es
una masa de algún otro metal semejante.

El error acerca de otra cualquiera calidad de la cosa no vicia el consentimiento de los


que contratan, sino cuando esa calidad es el principal motivo de una de ellas para
contratar, y este motivo ha sido conocido de la otra parte.” 244

224. La fuerza, por su parte, está constituida por “todo acto que infunde a una persona
un justo temor”245 para la toma de sus decisiones. Y el dolo es toda maquinación
fraudulenta realizada por una persona encaminada a hacer que otra tenga una percepción
equivocada de la realidad con la intención positiva de inferirle injuria a ella o a los
derechos de otro. Según lo dispuesto en el artículo 1514 del Código Civil, “el dolo no
vicia el consentimiento sino cuando es obra de una de las partes, y cuando además
aparece claramente que sin él no hubiera contratado”.246

225. La Corte Suprema de Justicia ha indicado, no obstante, que el no suministro de


información a una persona, en el momento en que aquella se traslada al RAIS, es un
escenario que no cabe dentro de ninguna de las categorías antedichas, reconocidas como

243
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL1688-2019.
244
Código Civil. Artículo 1511.
245
Código Civil. Artículo 1513.
246
Código Civil. Artículo 1514.

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M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

vicios del consentimiento. De modo tal que esta circunstancia, alegada por los
demandantes, debe valorarse a través de la figura de la ineficacia. Entre otras cosas, esta
diferenciación hecha por la Corte, tiene implicaciones sobre el campo probatorio. Pues,
como bien lo ha reconocido el órgano de cierre “la parte que alega la nulidad por un
vicio de su consentimiento tiene la carga de acreditarlo”.247 En concreto, ha dicho la Sala
Laboral de la Corte Suprema de Justicia que:

“(…) el juez laboral no puede presumir los vicios en el consentimiento ni suponer su


existencia, pues deben estar suficientemente acreditados dentro del juicio, en el entendido
de que «con arreglo a los arts. 1508 a 1516 del C.C, el error, la fuerza y el dolo como
vicios del consentimiento capaces de afectar las declaraciones de voluntad, no se
presumen, deben acreditarse plenamente en el proceso»”. 248

226. En contraste -como se ha podido ver- la Corte Suprema de Justicia señala que, si
el demandante alega la ausencia de información suministrada, la carga de la prueba debe
trasladarse a la AFP demandada. Y será aquella quien demuestre lo contrario, esto es,
que en efecto suministró la cantidad de información mínima exigida en la normatividad
vigente para la fecha del traslado.

G. Análisis constitucional del precedente de la Sala de Casación Laboral

227. La Corte Constitucional está facultada por la Constitución para revisar si un


precedente, construido por otra Corporación, se ajusta a la Constitución. En el marco de
una tutela contra providencia judicial, la competencia de la Corte está limitada por los
defectos alegados por los accionantes. En este sentido, la razón por la que esta Corte
puede pronunciarse sobre la constitucionalidad del precedente de la Sala Laboral de la
Corte Suprema de Justicia es porque, en una de las tutelas acumuladas (T-7.867.632),
Colpensiones lo cuestiona.

228. De conformidad con lo anterior, en anteriores oportunidades, la Corte


Constitucional, en sede de tutela, ha revisado la compatibilidad de algunos precedentes
con la Constitución Política que han sido proferidos por otras Cortes en sus respectivas
jurisdicciones. En ocasiones, ha indicado que dichos precedentes, a pesar de ser
construidos en ejercicio de las competencias que cada una de esas Corporaciones tiene y
ejerce, desconocen algún contenido normativo previsto en la Constitución Política. Ello
ha sucedido en diversos temas pensionales como, por ejemplo, en el debate que se suscitó
respecto de la indexación de la primera mesada pensional,249 o en lo relativo al alcance
de la condición más beneficiosa.250

247
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL3053-2020.
248
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL3053-2020. Donde se citó, a su vez, las Sentencias SL16539-2014,
SL10790-2014 y SL13202-2015.
249
Cfr. Corte Constitucional, Sentencias SU-1073 de 2012, SU-131 de 2013 y SU-637 de 2016.
250
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-442 de 2016. En esta providencia se pretendió zanjar una discusión, relativa al
alcance del principio de la condición más beneficiosa. Luego de definir este tema, en dicha sentencia se recordó que: “la
jurisprudencia de esta Corte, encargada de garantizar la integridad y supremacía de la Constitución, […] es vinculante para
todas las autoridades, incluidas las judiciales (CP. Art. 241). Cabe recordar que las reglas establecidas en la Sentencia SU-

73
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

229. Dicho esto, la Sala Plena de la Corte Constitucional advierte que el precedente
de la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia cuestionado goza de un
carácter eminentemente tuitivo en aplicación del artículo 53 de la Constitución al punto
anular la actividad probatoria por parte de la parte demandada y su valoración por parte
de juez. Con todo, en razón de lo expuesto por las autoridades administrativas en el marco
del presente proceso, puede advertirse la presencia de varias tensiones, algunas de orden
jurídico sustancial (presunta afectación al debido proceso), y otras de naturaleza
económica.

a. Tensiones de orden jurídico sustancial

230. Algunas de las personas naturales y jurídicas que han intervenido en este
proceso, han sostenido que la posición de la Corte Suprema de Justicia vulnera o
desconoce el derecho al debido proceso de las AFP demandadas en los procesos
ordinarios laborales. Esto porque, de un lado, la única responsabilidad que tendría un
afiliado en esta clase de litigios es señalar que una AFP determinada no le brindó la
información necesaria que le hubiese permitido trasladarse de régimen con pleno
conocimiento de causa. Así, con el precedente de la Corte Suprema de Justicia, los
afiliados por conducto de sus apoderados judiciales no tienen carga probatoria alguna
para demandar la ineficacia del traslado, pues, de cualquier modo, siempre procede la
inversión de la carga de la prueba.

231. Esto, sumado al hecho de que la Corte Suprema de Justicia no reconoce valor
probatorio alguno a los formularios de afiliación, supone, para las AFP, una ostensible
dificultad en su defensa. Además, el precedente aludido hace que el juez comprometa su
imparcialidad, pues exige siempre y en todo caso que las administradoras demuestren,
más allá de toda duda, que sí informaron al afiliado sobre las consecuencias del traslado
surtido entre 1993 y 2009. Demostrar lo anterior, con pruebas directas, puede ser una
carga irrazonable porque en ese periodo las administradoras no tenían el deber legal de
guardar una reproducción de lo que, específicamente, el asesor comentó al afiliado en la
antesala de su afiliación. Recuérdese que tan solo con el Decreto 2241 de 2010 -artículo
7- se dispuso que las administradoras debían consignar en medios verificables que el
afiliado fue informado, que recibió asesoría adecuada, y que entendió los efectos de su
decisión. Antes de tal norma, el traslado y su legalidad se demostraban,
fundamentalmente, con el formulario de afiliación (Cfr., Decreto 692 de 1994, artículo
11).

232. Ahora, si se determinara que corresponde a cada persona -y solo a ella- demostrar
que no fue debidamente informada al momento de efectuar su traslado al RAIS, se
generarían, también, algunas tensiones. Aunque ello resultaría acorde con la teoría de la
carga de la prueba, tendría un inconveniente. Exigir, de manera exclusiva, a las personas

442 de 2016 fueron reiteradas en la Sentencia SU-556 de 2019, pero solo en favor de aquellas personas que se encontraran
en un escenario claro de vulnerabilidad. Lo cual tendría que acreditarse a través de la superación de un test de procedencia.

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demostrar que la administradora no les brindó la información suficiente respecto de su


traslado, sí podría implicar una carga importante y desproporcionada para ellas. Si la
persona no pudiera demostrar esta situación, irremediablemente se denegarían sus
pretensiones. Así, el traslado no sería declarado ineficaz.

b. Tensiones de orden financiero

233. Igualmente, señaló Colpensiones en este proceso que las subreglas de la Corte
Suprema de Justicia podrían abrir la posibilidad de que muchas personas, que ya no
cuentan con la expectativa de trasladarse con las reglas de la Ley 100 de 1993 (artículo
13 –literal e–), busquen por medio de procesos judiciales que se declare la ineficacia del
traslado que efectuaron hacia el RAIS. Esto derivaría en que, de prosperar sus
pretensiones, Colpensiones tuviese que recibir un número indeterminado de nuevos
pensionados, muchos de ellos amparados por el régimen de transición. Y ello implicaría,
por supuesto, que el Estado deba destinar nuevos recursos con miras a financiar, en una
importante proporción, cada una de dichas pensiones.

234. En razón de las tensiones que se identifican, y que podrían comprometer el


derecho a la seguridad social de las personas, o la sostenibilidad financiera del Sistema
de Seguridad Social en Pensiones, es preciso estudiar la posibilidad de modular el
precedente de la Corte Suprema de Justicia. Esto con el propósito de que las eventuales
afectaciones que aquel produzca en el sistema financiero se reduzcan sin que, al tiempo,
se desconozca el derecho a la seguridad social del que son titulares los ciudadanos. Para
esto, se abordarán dos cuestiones en particular y, finalmente, se desarrollará unas
precisiones sobre el alcance del precedente y unas reglas en materia probatoria.

Primera cuestión: la función de la prueba en el proceso judicial y los responsables de


aportarla

235. La carga de la prueba y su dinamización. La carga de la prueba es un principio


neurálgico dentro de la estructura del modelo dispositivo que rige al procedimiento
laboral. 251 Por remisión normativa, son aplicables al proceso laboral los artículos 1757252

251
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-086 de 2016. “En términos generales puede decirse que el modelo
dispositivo caracterizó la configuración de los códigos desde el liberalismo clásico hasta bien entrado el siglo XX, bajo una
concepción privatista e individualista de los fines del proceso donde se acentuó la capacidad de las partes para dar inicio,
impulsar y llevar a su culminación las diligencias judiciales. Con sustento en doctrina autorizada, esta corporación ha
explicado que los sistemas dispositivos confieren a las partes el dominio del procedimiento y el juez no cumple ningún papel
activo en el desarrollo del proceso sino en la adjudicación, al momento de decidir un litigio. Al respecto ha señalado: “[E]l
sistema dispositivo confiere a las partes el dominio del procedimiento y se caracteriza por los siguientes principios: (i) el
juez no puede iniciar de oficio (nemo jure sine actore); (ii) el juez no puede tener en cuenta hechos ni medios de prueba que
no han sido aportados por las partes (quod non est in actis non est in mundo); (iii) el juez debe tener por ciertos los hechos
en que las partes estén de acuerdo (ubi partis sunt conocerdes nihil ab judicem); (iv) la sentencia debe ser de acuerdo con lo
alegado y probado (secundum allegata et probata); (v) el juez no puede condenar a más ni a otra cosa que la pedida e la
demanda (en eat ultra petita partium)”.
252
Código Civil. Artículo 1757. “Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas o ésta”.

75
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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del Código Civil y 167 del Código General del Proceso (que reemplazó al 177253 del
Código de Procedimiento Civil). Lo establecido en el artículo 167 del Código General
del Proceso -primer inciso- ilustra este principio: “incumbe a las partes probar el
supuesto de hecho de las normas que consagran el efecto jurídico que ellas persiguen”.

236. En el proceso judicial, cada parte presenta su relato sobre la ocurrencia de unos
hechos determinados. El deber del demandante, en principio, es demostrar, a partir de los
elementos probatorios que allegue, que su relato corresponde a la realidad. Solo así, el
juez que conoce del asunto podrá definir si otorga la consecuencia jurídica que, según el
ordenamiento vigente, se sigue luego de confirmar la ocurrencia del supuesto de hecho
descrito en la demanda.254

237. Las partes tienen la carga de aportar al proceso judicial las pruebas necesarias,
pertinentes y conducentes, que le permitan al juez, independiente e imparcial, reconstruir
unos hechos ocurridos en el pasado y tomar una decisión luego de ello. Aportar la prueba
constituye un deber y por lo tanto una carga procesal. Con todo, el promotor de una
demanda puede -o no- aportar pruebas ante la autoridad judicial con el propósito de
demostrar los supuestos de hecho que sirven de causa a sus pretensiones. Si asume una
actitud negligente, y no aporta prueba alguna (teniendo el deber o la posibilidad de
hacerlo) sus pretensiones pueden ser desestimadas.255

238. Por su parte, el juez laboral como director del proceso goza de amplios poderes
y facultades, entre otros, para “adopta[r] las medidas necesarias para garantizar el
respeto de los derechos fundamentales y el equilibrio entre las partes, la agilidad y
rapidez en su trámite”,256 por lo que puede advertir, en un caso concreto, que la parte
interesada está en la imposibilidad material de aportar las pruebas que sustenten los
supuestos de hecho de sus pretensiones o de sus excepciones, según el caso. En tal
evento, previendo dicha dificultad, atenta contra la recta administración de justicia que
el caso se resuelva en su contra sin que se haya adelantado por el juez, cuando menos,
una mayor indagación. Para esto, la autoridad judicial puede valerse de dos herramientas.
Una de ellas, muy importante, es la facultad oficiosa con que cuenta para decretar y

253
Código de Procedimiento Civil. Artículo 177. “Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que
consagran el efecto jurídico que ellas persiguen. // Los hechos notorios y las afirmaciones o negaciones indefinidas no
requieren prueba”.
254
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-129 de 2021. “El litigio, en todas las áreas del derecho, suele ser un escenario
en el que se exponen –por las partes– distintos enunciados sobre la ocurrencia de unos hechos en particular. Cada enunciado
contiene una descripción del hecho que se pretende hacer valer, a efectos de lograr determinada consecuencia jurídica (el
reconocimiento de un derecho o la absolución de responsabilidades). Estos enunciados, a su turno, pueden calificarse de
verdaderos o falsos, dependiendo de su correspondencia con lo ocurrido en la realidad.”
255
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-086 de 2016. “La jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, recogida en
varias ocasiones por la Corte Constitucional, ha [definido el concepto] cargas procesales, en los siguientes términos: las
cargas procesales son aquellas situaciones instituidas por la ley que comportan o demandan una conducta de realización
facultativa, normalmente establecida en interés del propio sujeto y cuya omisión trae aparejadas para él consecuencias
desfavorables, como la preclusión de una oportunidad o un derecho procesal e inclusive hasta la pérdida del derecho
sustancial debatido en el proceso. // Como se ve, las cargas procesales se caracterizan porque el sujeto a quien se las impone
la ley conserva la facultad de cumplirlas o no, sin que el Juez o persona alguna pueda compelerlo coercitivamente a ello,
todo lo contrario de lo que sucede con las obligaciones; de no, tal omisión le puede acarrear consecuencias desfavorables.
Así, por ejemplo, probar los supuestos de hecho para no recibir una sentencia adversa”.
256
Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, Artículo 48.

76
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practicar pruebas, en los términos del artículo 54 del Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social, según el cual, “[a]demás de las pruebas pedidas, el Juez podrá
ordenar a costa de una de las partes, o de ambas, según a quien o a quienes aproveche,
la práctica de todas aquellas que a su proceso sean indispensables para el completo
esclarecimiento de los hechos controvertidos”.257 (Subraya fuera de texto).

239. Que el Código Procesal del Trabajo faculte al juez para decretar la práctica de
todas las pruebas que sean necesarias a efectos de lograr el “completo esclarecimiento de
los hechos controvertidos”, permite asumir que la finalidad de la prueba en los procesos
ordinarios laborales es, en últimas, demostrar que un supuesto de hecho determinado sí
ocurrió. El juez reconstruye el hecho para, luego de ello, atribuir la consecuencia jurídica
que se siga.

240. En el proceso laboral, esta Corte ha aceptado que los jueces acudan a sus poderes
oficiosos con el único propósito de reconstruir los hechos de manera correcta, y así llegar
a una decisión objetiva y justa soportada en los materiales probatorios decretados,
practicados y valorados. La Corte Constitucional se ha pronunciado sobre el particular
del modo que sigue:

“(…) el proceso debe procurar la eliminación de la incertidumbre. La incertidumbre no es más


que la indefinición respecto de si un enunciado descriptivo es verdadero o falso. A fin de lograr
ese objeto es necesario entonces acudir precisamente a los medios de prueba. Pero su aporte,
decreto y práctica cuentan también con reglas precisas en nuestro ordenamiento jurídico con el
propósito de garantizar igualmente los derechos de defensa, de contradicción y, en general, del
debido proceso. En principio, el influjo e importancia del sistema dispositivo en el país, hizo que
algunas normas de derecho civil incorporaran la teoría de la carga de la prueba. De conformidad
con este principio, las partes tienen la responsabilidad de probar todo aquello que alegan en su
interés. Esto permite, según la doctrina, que (i) las partes participen en igualdad de
condiciones, (ii) entre ellas se geste un diálogo técnico y reglado; y, (iii) se garantice el principio
democrático.

“Con todo, aún con las pruebas aportadas por las partes, puede subsistir la incertidumbre en el
proceso. En este tipo de escenarios, la doctrina ha propuesto una solución que permitiría develar
la verdad. La tesis de la carga de la prueba tiene como base la libertad humana. Es por esto que,
las partes son libres de demostrar la ocurrencia de los hechos que pretenden hacer valer y,
siéndolo, también son responsables por no actuar en procura de sus intereses. Pero, ¿qué pasa
si la parte interesada estaba en la imposibilidad de allegar la prueba faltante? En ese caso,
aquella no podría asumir las consecuencias de la ausencia probatoria, pues no pudo hacer uso
de su libertad. De manera que, en tanto la función jurisdiccional es pública, corresponde al juez,
procurando la no emisión de fallos non liquet, acudir a ‘los poderes de instrucción para
esclarecer las dudas que afectan la decisión.’ Para esto podrá decretar y practicar pruebas de
manera oficiosa.”258 (Subraya fuera de texto).

241. Esta, por supuesto, es una excepción al principio de la carga de la prueba, pues
el juez laboral debe ceñirse, prima facie, a lo aportado por las partes para adoptar la
decisión que en derecho corresponda. La Corte Suprema de Justicia ha sido muy clara en

257
Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, Artículo 54.
258
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-129 de 2021.

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cuanto a que estas “(…) facultades y deberes que tienen los funcionarios de las instancias
en materia de práctica de pruebas no llegan ni pueden llegar en ningún caso a desplazar
la iniciativa de los litigantes ni a reemplazar las tareas procesales que a cada uno de
ellos les incumbe: Al demandante, demostrar los hechos fundamentales de su acción. Al
demandado, acreditar aquellos en que base su defensa.”259

242. Otra herramienta con que cuenta el juez laboral para procurar los medios de
prueba necesarios, pertinentes, idóneos y conducentes que le permitan conocer los
hechos y luego de su valoración decidir el litigio propuesto por las partes, es el principio
de la carga dinámica -no estática- de la prueba y con ella, la inversión de la carga
probatoria. A aquella habrá de acudirse cuando el demandante, que en principio debe
demostrar la ocurrencia de los hechos que le sirven de causa a sus pretensiones, está en
imposibilidad de hacerlo, pero al menos debe suministrar evidencias o fundamentos
razonables sobre la existencia del derecho que reclama, para que la contraparte, que posee
mejores condiciones de producir la prueba o la tiene a su alcance, entre a probar, rebatir
o desvirtuar de manera contundente el hecho afirmado. El artículo 167 del Código
General del Proceso, luego de recordar que corresponde a las partes, por regla general,
demostrar el supuesto de hecho que alegan, señala lo siguiente en su inciso segundo:

“No obstante, según las particularidades del caso, el juez podrá, de oficio o a petición de parte,
distribuir, la carga al decretar las pruebas, durante su práctica o en cualquier momento del
proceso antes de fallar, exigiendo probar determinado hecho a la parte que se encuentre en una
situación más favorable para aportar las evidencias o esclarecer los hechos controvertidos. La
parte se considerará en mejor posición para probar en virtud de su cercanía con el material
probatorio, por tener en su poder el objeto de prueba, por circunstancias técnicas especiales, por
haber intervenido directamente en los hechos que dieron lugar al litigio, o por estado de
indefensión o de incapacidad en la cual se encuentre la contraparte, entre otras circunstancias
similares”.260

243. La expresión podrá, presente en la primera línea del fragmento que se cita, fue
demandada ante esta Corte. Los demandantes consideraron contraria a la Constitución la
voluntad del legislador mediante la cual simplemente facultara al juez para distribuir la
carga de la prueba, y no lo obligara, con lo cual sostuvieron que se afectaba el principio
de la tutela judicial efectiva. En cambio, la Corte Constitucional, en la Sentencia C-086
de 2016, encontró válida y sujeta a la Constitución la consagración de la inversión de la
carga de la prueba como excepción, y no como regla general. En tanto excepción, aquella
figura solo podía ser aplicable a partir del análisis de cada caso concreto. Así se
pronunció la Sala Plena:

“En la regulación aprobada por el Legislador este decidió -también de manera deliberada y
consciente- no fijar un catálogo cerrado de episodios en las cuales puede tener cabida la carga
dinámica de la prueba. Por el contrario, dejó abierta esa posibilidad al juez, ‘según las
particularidades del caso’, para lo cual mencionó solo algunas hipótesis: (i) la posesión de la
prueba en una de las partes, (ii) la existencia de circunstancias técnicas especiales, (iii) la previa

259
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral. Sentencia del 17 de febrero de 2021, rad. 76659. Citada en la Sentencia
SU-129 de 2021.
260
Código General del Proceso, Artículo 167, inciso 2.

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y directa intervención en los hechos, (iv) el estado de indefensión o de incapacidad de una de las
partes, ‘entre otras circunstancias similares.’

“Los eventos mencionados recogen en buena medida las reglas trazadas por la jurisprudencia
tanto de la Corte Suprema de Justicia como de la propia Corte Constitucional. Sin embargo, el
Legislador facultó a los jueces para evaluar las circunstancias de cada caso y definir si se dan o
no los supuestos genéricos para recurrir en ciertos casos a la carga dinámica de la prueba. Esta
decisión resulta comprensible y completamente válida, no solo ante la dificultad para anticiparse
a nuevas situaciones en una sociedad que presenta vertiginosos cambios –algunos tal vez
inimaginables-, sino porque son los contornos de cada situación los que permiten evaluar si la
igualdad entre las partes se ha visto o no comprometida y se requiere de la ‘longa manus’ del
juez para restablecerla.” 261

244. Precisamente por lo antedicho, la Corte no halló razón al reparo de los


demandantes, pues, en cualquier caso, advirtió que la norma aludida simplemente estaba
“encaminada a procurar un prudente equilibrio entre la función del juez en el Estado
Social de Derecho y el cumplimiento de las cargas procesales que constitucionalmente
corresponde asumir a las partes cuando ponen en marcha la administración de
justicia.”262 Acto seguido, citando la Sentencia T-599 de 2009, la Corte recordó que “la
mayor eficacia en cuanto a la justa composición de un litigio se obtiene a partir de un
delicado equilibrio entre la iniciativa de las partes –principio dispositivo- y el poder
oficioso del juez –principio inquisitivo-, facultades de naturaleza distinta que operadas
de forma coordinada deben concurrir en un mismo y único propósito: la solución justa
y eficiente del proceso”.263 Así, ordenar al juez la distribución de la carga de la prueba
siempre y en todos los casos, desconocería la importancia del principio dispositivo en el
sistema judicial colombiano.

245. Todo lo dicho no es desconocido por la Sala de Casación Laboral de la Corte


Suprema de Justicia. En una de sus providencias, esa Corte recordó que:

“El denominado principio de la carga dinámica –y no estática- de la prueba, también tiene


aplicación en asuntos de índole laboral o de la seguridad social y, dadas las circunstancias de
hecho de cada caso en particular, en que se presente dificultad probatoria, es posible que se
invierta dicha carga, a fin de exigir a cualquiera de las partes la prueba de los supuestos
configurantes del thema decidendum. Sin embargo, la parte que en comienzo tiene la obligación
de probar, debe suministrar evidencias o fundamentos razonables sobre la existencia del derecho
laboral que reclama, para que la contraparte, que posee mejores condiciones de producir la
prueba o la tiene a su alcance, entre a probar, rebatir o desvirtuar de manera contundente el
hecho afirmado.”264

246. La Corte Suprema de Justicia también ha invertido la carga de la prueba, en todos


estos casos, sosteniendo (i) que cuando un afiliado sostiene que no fue informado
respecto de las consecuencias de su traslado, ello corresponde a una negación indefinida;
o (ii) que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1604 del Código Civil, “[l]a

261
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-086 de 2016.
262
Ibidem.
263
Ibidem.
264
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sentencia SL11325-2016.

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prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que ha debido emplearlo”. La Sala Plena


entiende que la tesis expuesta por la Corte Suprema de Justicia, según la cual, siempre
que alguien alegue no haber sido informado respecto de las consecuencias de su traslado
al RAIS, corresponderá a la AFP demandada demostrar que prestó una asesoría
adecuada, busca la protección de la persona. Sin embargo, la aplicación estricta de esta
tesis libra al demandante de presentar cualquier prueba, indicio, evidencia o fundamento
razonable sobre la existencia del derecho laboral que reclama. De contera,
adicionalmente ello también exonera al juez de decretar y practicar pruebas de manera
oficiosa. La Corte Constitucional también entiende que la inversión de la carga de la
prueba puede ser, dentro del proceso judicial, un recurso más y no el único o el primero
al que podría acudir el juez si, como director del proceso, lo estima necesario.

247. El precedente de la Corte Suprema de Justicia hace de la inversión de la carga de


la prueba la única herramienta disponible, a pesar de que el ordenamiento jurídico la
reconoce como una herramienta más a la que el juez laboral puede acudir -pero no la
única-. En consecuencia, la Corte Constitucional reitera que solo las circunstancias que
rodean a las partes, en cada caso concreto, pueden permitir al juez evaluar la posibilidad
excepcional de invertir dicha carga o de distribuirla. Y esta debe ser una decisión del juez
ordinario laboral, en su calidad de director del proceso y que además tiene repercusiones
en la autonomía e independencia judicial.

248. Estas razones permiten establecer que la jurisprudencia de la Corte Suprema de


Justicia, en lo referido a la ineficacia de los traslados, está modificando las reglas
relativas a la carga de la prueba. Así, este precedente hace que, en últimas, baste a los
demandantes expresar genéricamente en la demanda que no fueron informados al
momento del traslado de régimen pensional y, por lo tanto, no se les exige aportar prueba
alguna para demostrar los supuestos de hecho que sirven de causa a sus pretensiones. Así
pues, dado que las AFP, especialmente en el periodo comprendido entre 1993 y 2009,
encuentran dificultades para demostrar que sí informaron a los demandantes -a partir de
pruebas directas-, casi la totalidad de estos casos culmina con una sentencia condenatoria.
Con dicha regla, aparte de desbalancear la actividad probatoria de las partes, se
desconoce que el juez es el director del proceso judicial, se afecta la autonomía e
independencia de este para decretar y practicar todas las pruebas que sean necesarias,
pertinentes y conducentes y se altera la regla acerca de la apreciación y valoración de las
mismas conforme a la sana crítica. Precisamente por la dificultad probatoria que
comportan este tipo de casos, sería deseable una posición más activa en materia de
pruebas, tanto por parte del demandante y del demandado, como por parte del juez.

Segunda cuestión: las implicaciones del precedente de la Corte Suprema de Justicia


sobre la sostenibilidad financiera del sistema pensional y el criterio de sostenibilidad
fiscal (artículos 48 y 334 de la Constitución Política)

249. Del Acto Legislativo 01 de 2005, se destaca la incorporación que hizo en el


artículo 48 de la Constitución Política del principio y garantía de la sostenibilidad

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financiera del Sistema Pensional. En efecto, el inciso 7 del mencionado artículo prevé lo
siguiente:

“El Estado garantizará los derechos, la sostenibilidad financiera del Sistema Pensional,
respetará los derechos adquiridos con arreglo a la ley y asumirá el pago de la deuda pensional
que de acuerdo con la ley esté a su cargo. Las leyes en materia pensional que se expidan con
posterioridad a la entrada en vigencia de este acto legislativo, deberán asegurar la sostenibilidad
financiera de lo establecido en ellas.”265

250. En la exposición de motivos del proyecto de acto legislativo, se señaló que la


garantía de la sostenibilidad financiera en el sistema pensional, implica “que en cualquier
regulación futura que se [hiciera de este] se [debía] preservar su equilibrio financiero,
evitando por consiguiente situaciones críticas como las que podrían producirse de no
adoptarse las reformas que han venido siendo estudiadas por el Congreso (…).”266 Las
medidas planteadas en el referido proyecto, involucraban, entre otras cosas: (i) la
eliminación de los regímenes exceptuados o especiales;267 (ii) algunas restricciones a las
negociaciones colectivas;268 y, (iii) la eliminación de la mesada 14.269

251. En la misma exposición de motivos se señalaron las razones que servían de causa
para la presentación de dicho proyecto de reforma constitucional, las cuales tenían que
ver con (i) un aumento progresivo de la esperanza de vida de la población colombiana;270
y, (ii) un incremento en la tasa de dependencia, derivado del hecho de que, con el pasar
de los años, el número de afiliados cotizantes disminuía en relación con el número de
pensionados, pues, “de 2 pensionados por cada 100 afiliados en 1980, [se] llegó a un

265
Constitución Política, Artículo 48, inciso 7.
266
Gaceta del Congreso No. 385 de 2004, pp. 13 y siguientes en las que obra el texto del proyecto de Acto Legislativo No.
34 de 2004 (Cámara) y de su correspondiente exposición de motivos.
267
Ibidem. Sobre esto se dijo que: “las reformas legales mantienen los regímenes de transición y más grave aún, no impiden
que se celebren pactos o convenciones por los cuales se convengan beneficios pensionales muy superiores a los previstos
por las leyes que regulan el Sistema de Seguridad Social. Dicha situación tiene un impacto profundo desde el punto de vista
de la equidad, de la sostenibilidad del Sistema General de Pensiones, de muchas empresas públicas y de la posibilidad para
la Nación de atender sus deberes en otras materias. En efecto, no es justo que los colombianos con el pago de impuestos
crecientes y/o con sus cotizaciones financien el que algunas personas puedan pensionarse con edades y tiempos de cotización
inferiores.”
268
Ibidem. Sobre esto se dijo que: “o, dado que la Constitución Política garantiza el derecho a la negociación colectiva, con
las excepciones previstas en la ley, no se ha podido lograr el propósito de la Ley 100, expresado en su artículo 11, pues aún
existe la posibilidad de continuar estableciendo reglas particulares en materias pensionales, por lo cual y a pesar de que la
Corte Suprema de Justicia ha afirmado reiteradamente que los beneficios pensionales deben armonizarse con la Ley 100 de
1993, no solamente no se han armonizado las convenciones colectivas con la ley, sino que se siguen suscribiendo convenios
en los que las entidades se obligan a asumir directamente nuevas obligaciones pensionales, privilegiando a ciertos servidores
y rompiendo la igualdad que quiso el Constituyente imprimirle al régimen de seguridad social.”
269
Ibidem. Sobre esto se dijo que: “Debe recordarse que esta mesada adicional fue creada por la Ley 100 de 1993 para
compensar la falta de ajuste de las pensiones reconocidas con anterioridad a 1988, es decir para compensar su pérdida de
poder adquisitivo, y fue extendida a todas las demás pensiones por una decisión de la Corte Constitucional (Sentencia
C489/94), generando un desequilibrio adicional en la financiación de los pasivos pensionales. Dado el origen de esta mesada,
no es razonable que la misma deba pagarse a los nuevos pensionados, cuyas pensiones se liquidan con base en lo dispuesto
por la Ley 100 de 1993 y normas que la han modificado y no se ven expuestas a pérdida de poder adquisitivo. Es por lo que
se propone su eliminación. El costo anual de esta mesada adicional asciende hoy a $1.1 billones. Sin embargo, debe aclararse
que este costo no se va a reducir en la medida en que se seguirá pagando esta mesada a los actuales pensionados, pero dejará
de incrementarse a futuro por efecto del presente Acto Legislativo”
270
Ibidem. “La esperanza de vida al nacer pasó de 61 años al inicio de los años setenta, a 70 años a finales de los años
noventa y es posible que aumente a 74 años en el 2015. Así mismo la esperanza condicional de un adulto que alcanza los 60
años supera los 80 años.”.

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nivel de 10 pensionados por cada 100 afiliados cotizantes en 1993 y a 21 pensionados


por cada 100 afiliados cotizantes en el Régimen de Prima Media en el año 2002.”271A
esto se sumaba la pervivencia del régimen de transición, y la generosidad con que las
reglas del RPM ofrecían pensiones a las personas, en comparación con la regulación
establecida en otros países del mundo.272

252. Estas consideraciones son similares a aquellas reconocidas por la Corte


Constitucional en la Sentencia SU-140 de 2019. En esa providencia, donde la Sala Plena
analizaba si el incremento pensional previsto en el artículo 21 del Acuerdo 049 de 1990
era o no imprescriptible, 273 se añadió que, a pesar de los importantes esfuerzos por parte
del ejecutivo y del Congreso de la República por reducir los problemas de sostenibilidad
financiera en el sistema, estos pervivían y eran los siguientes:

“(i) la inversión de la pirámide poblacional logra que cada vez haya menos cotizantes en edad
laboral que puedan sostener las pensiones de los actuales pensionados en el RPM; (ii) la gran
informalidad del sector laboral colabora a que la base de cotizantes en edad laboral sea menor
a la necesaria para el equilibrio del sistema; (iii) los fenómenos atrás referidos hacen insostenible
un régimen pensional que ha agotado sus reservas y exige cada vez más que el Estado lo
intervenga aportando una parte significativa de su PIB; (iv) el sistema RPM actualmente vigente
tiene un notable componente de subsidios que no permite un reparto equitativo de los recursos
públicos; y (v) el sistema tiene una cobertura muy baja que deja desprotegida a un relevante
porcentaje de población dependiente como las personas de la tercera edad y los niños”. 274

253. La sostenibilidad financiera del sistema pensional no es un fin en sí mismo, sino


un principio orientado a la materialización efectiva de la faceta prestacional del derecho
fundamental a la seguridad social, pues sin sostenibilidad financiera el goce de las
prestaciones económicas que el legislador define en la ley sería inocuo. Para la Corte es
claro que la Constitución reconoce el papel del Estado en la garantía del pago de las
pensiones, pero también incluye previsiones orientadas a que el sistema sea sostenible
por sí mismo. Por ejemplo, el inciso 5 del artículo 48, incluso antes de las modificaciones
introducidas por el Acto Legislativo 01 de 2005, prohibía destinar los recursos de las
instituciones de seguridad social para fines diferentes a ella, mientras que el inciso 6
ordenaba al legislador definir en la ley los medios para que los recursos destinados a
pensiones mantengan su poder adquisitivo.

271
Ibidem, p. 10.
272
Ibidem. Sobre esto se señaló que: “Desde otro punto de vista hay que tener en cuenta, además, que las pensiones
reconocidas por el sistema colombiano son comparativamente más generosas que en la mayoría de los países
industrializados, así como de los de Latinoamérica. Al respecto, debe considerarse que mientras en Colombia, el período de
cotización para acceder a una pensión que sea un promedio del 65% del Ingreso Base de Liquidación (IBL) es de 20 años,
en Bolivia es de 33 años, en Chile de 35 años, en El Salvador es de 49 años y en México es de 34 años. Así mismo, mientras
que el nivel de las pensiones en nuestro país es, aproximadamente, del 65% del IBL, en el resto de los países
latinoamericanos, es en promedio cercano al 44%”
273
Acuerdo 049 de 1990, Artículo 21. “Las pensiones mensuales de invalidez y de vejez se incrementarán así: // a) En un
siete por ciento (7%) sobre la pensión mínima legal, por cada uno de los hijos o hijas menores de 16 años o de dieciocho
(18) años si son estudiantes o por cada uno de los hijos inválidos no pensionados de cualquier edad, siempre que dependan
económicamente del beneficiario, y // b) En un catorce por ciento (14%) sobre la pensión mínima legal, por el cónyuge o
compañero o compañera del beneficiario que dependa económicamente de éste y no disfrute de una pensión. // Los
incrementos mensuales de las pensiones de invalidez y de vejez por estos conceptos, no podrán exceder del cuarenta y dos
por ciento (42%) de la pensión mínima legal.”
274
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-140 de 2019.

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254. Por su parte, el Acto Legislativo 01 de 2005 robustece ese diseño al: a) hacer
explícito el principio de sostenibilidad financiera (inciso 7), b) asegurar que el Estado
asuma la deuda pensional (inciso 7), c) incorporar la garantía de sostenibilidad como
condición de validez de las leyes en materia pensional (inciso 7); d) introducir un tope
máximo a las mesadas que se pagan con cargo a recursos públicos; y e) prever una regla
de proporcionalidad entre las cotizaciones y la mesada pensional (inciso 12).

255. A juicio de la Corte, la sostenibilidad financiera del sistema pensional permite


reducir la presión que este genera en el presupuesto público, de forma que los recursos
públicos sean dirigidos bien a la ampliación de la cobertura del sistema (por ejemplo,
mediante el aumento de los beneficiarios o de la cuantía de las pensiones no
contributivas) o bien a la satisfacción de otros derechos fundamentales de la población.
Así, la racionalización del gasto público de pensiones se presenta como una herramienta
para asegurar que el gasto público satisfaga de forma más eficiente los fines que para él
ha previsto la Constitución. De este modo, la sostenibilidad financiera del sistema
pensional está íntimamente ligada con el principio de sostenibilidad fiscal, entendida
como un manejo de las finanzas públicas en el que se limite el déficit fiscal para que la
deuda pública no crezca más allá de la capacidad de pago del país.275

256. Ahora, en materia pensional, la Corte ha sido enfática en que la sostenibilidad


financiera del sistema pensional no solo debe ser escrutada de acuerdo con las reglas del
artículo 48, modificado por el Acto Legislativo 01 de 2005, sino que también debe ser
analizada en concordancia con lo previsto en el artículo 334 de la Constitución
modificado por el Acto Legislativo 3 de 2011. Esta última norma constitucional prevé
que “[l]a sostenibilidad fiscal debe orientar a las Ramas y Órganos del Poder Público,
dentro de sus competencias, en un marco de colaboración armónica.” En la Sentencia
C-110 de 2019, al estudiarse el impacto fiscal que tendría una subvención pensional, la
Corte expuso que este criterio constitucional y herramienta debe ser utilizada por todas
las Ramas del Poder Público para garantizar la efectividad de las garantías otorgadas por
el Estado Social de Derecho. En especial, concluyó lo siguiente:

“76.1. La obligación de garantizar la sostenibilidad financiera del sistema pensional se refleja,


primariamente, en las reglas especiales para el reconocimiento de pensiones establecidas en el
propio artículo 48 de la Constitución, modificado por el Acto Legislativo 01 de 2005. Tales reglas
se encaminan a evitar los desequilibrios producidos por el otorgamiento de mesadas en cuantías
excesivas, que no correspondan a lo efectivamente cotizado, que establezcan privilegios
injustificados o que desconozcan el régimen legal bajo el que se causó el derecho.

“76.2. La sostenibilidad financiera del sistema pensional supone, en segundo lugar, la adecuada
correspondencia entre los recursos que ingresan al sistema de seguridad social y los recursos

275
El superávit o déficit primario es un concepto que permite evaluar si los ingresos del gobierno, descontando sus gastos,
alcanzan para pagar los intereses sobre la deuda o si, por el contrario, tiene que endeudarse para ello. Si el gobierno tiene un
déficit primario no logra pagar los intereses con sus propios recursos. Aunque esto puede ocurrir por periodo cortos con
razones justificables, si ocurre de manera recurrente se presenta un problema de sostenibilidad fiscal pues hace necesario
endeudarse para pagar intereses, lo que genera un espiral de aumento del endeudamiento. Cárdenas, M., 2020. Introducción
a la economía colombiana. Alpha Editorial.p.209

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que deben destinarse a la protección de las personas que han asegurado su contingencia de vejez.
En esa dirección, es relevante a la luz de tal exigencia, el modo en que se arbitran recursos
provenientes de aportes parafiscales para el financiamiento de prestaciones asistenciales, tal y
como ocurre con aquellas que se cubren con cargo a la cuenta de subsistencia del Fondo de
Solidaridad Pensional establecido en la Ley 797 de 2003 -supra num. 50.2 y 50.3-.

“76.3. La sostenibilidad fiscal, definida como criterio orientador, instrumental y adjetivo de la


actuación de las ramas del poder, disciplina la administración de las finanzas públicas a fin de
que sea posible que la proyección hacia su desarrollo futuro reduzca el déficit fiscal, a través de
la limitación de la diferencia entre los ingresos nacionales y los gastos públicos. Tiene entonces
una naturaleza exclusivamente instrumental que emplaza a las autoridades públicas a valorar,
discutir y tomar las medidas que se requieran para evitar un desequilibrio entre los gastos e
ingresos públicos que pueda afectar la vigencia de la cláusula de Estado Social.

“77. Las manifestaciones de la sostenibilidad descritas en los fundamentos de los numerales 76.2
y 76.3 -una referida al sistema pensional y otra a la dirección general de la economía- se enlazan
por el hecho común de que la Constitución no establece reglas específicas que definan la forma
concreta de su garantía. A efectos de establecer qué es lo que exigen, la Corte avanzará en el
examen de las normas que han tratado de precisarlas.”

257. En el marco de lo anterior, es claro que la Rama Judicial al ser parte de la


estructura del Estado e integrar el Poder Público debe acatar e involucrar en sus
decisiones las reglas tanto de la sostenibilidad financiera como de la sostenibilidad fiscal.
Esto no significa de ninguna manera que se esté soslayando el parágrafo del artículo 334
de la Constitución y, so pena de invocar la sostenibilidad fiscal, se menoscaben derechos
fundamentales, se restrinja su alcance o se niegue su protección efectiva. La
sostenibilidad fiscal no es un obstáculo para el goce de los derechos fundamentales; todo
lo contrario; es un instrumento para el cumplimiento de los fines esenciales del Estado
Social de Derecho, y para garantizar la efectividad de los derechos consagrados en la
Constitución Política y la vigencia de un orden justo.276

258. En el modelo del Estado Social de Derecho el gasto público tiene por fin último
garantizar la efectividad de los derechos fundamentales de las personas, en el entendido
que todos ellos, incluso los otrora llamados derechos civiles y políticos, demandan la
inversión de recursos para su materialización. Correlativamente, el artículo 95.9 de la
Constitución Política prevé que es deber de las personas contribuir a la financiación de
los gastos e inversiones del Estado en condiciones de justicia y equidad. Dado que el
gasto público se financia con recursos públicos, es decir, recursos que provienen de todos
los colombianos (sin importar si estos son de naturaleza tributaria o no) el manejo
ineficiente, inequitativo o insostenible de este impacta la vida diaria de todas las
personas, y por lo mismo su consideración es esencial para garantizar la vigencia de un
orden justo. Así, la consideración del impacto de las decisiones públicas en la
sostenibilidad fiscal es condición para garantizar la supremacía e integridad
constitucional.

276
En palabras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL, la sostenibilidad fiscal fortalece dos
pilares del desarrollo sostenido: promueve la necesaria estabilidad para alcanzar el crecimiento inclusivo y permite el
financiamiento de las políticas públicas que generan igualdad. Arenas de Mesa, A. (2016). Sostenibilidad fiscal y reformas
tributarias en América Latina.

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259. La Corte ha evaluado el impacto fiscal de decisiones judiciales que interpretan


el alcance de las leyes que definen el sistema de seguridad social integral. En materia de
pensiones, por ejemplo, ha reprochado algunas interpretaciones judiciales que han
propiciado incrementos artificiosos de las mesadas pensionales, el desbordamiento de los
topes pensionales, las reliquidaciones pensionales en contravía de las reglas de
liquidación del IBL, el cómputo de mesadas por fuera de los factores salariales sobre los
que se cotizó o las vinculaciones precarias.

260. Así, por ejemplo, en la Sentencia C-258 de 2013, la Corte Constitucional conoció
una demanda de inconstitucionalidad en contra del artículo 17 de la Ley 4 de 1992, que
regulaba lo relacionado con las pensiones de magistrados de Alta Corte y congresistas.
Esa norma disponía que aquellos funcionarios se pensionarían siempre que cumplieran
55 años de edad y 20 años de servicios prestados. Y señalaba que la pensión se calcularía
con el 75% de lo devengado durante el último año de servicios. En el cálculo de la
pensión se tenían en cuenta todos los factores salariales y, anualmente, las mesadas
pensionales incrementaban en el mismo porcentaje del salario mínimo.

261. La Corte advirtió que, en relación con la generalidad de la población, la norma


demandada adoptaba un tratamiento privilegiado, en favor de algunos exfuncionarios del
Estado, que podía ser altamente injusto. Por ello concluyó que la forma en que se
reconocían estas pensiones era inequitativa. Para remediar el asunto, estableció en la
referida providencia: i) que las pensiones reconocidas en virtud de la Ley 4 de 1992, aun
cuando se causaran en cumplimiento del régimen de transición, debían liquidarse de
acuerdo con las reglas de los artículos 36 -inciso 3- y 21 de la Ley 100 de 1993; ii) que
toda pensión debía actualizarse de acuerdo con el IPC y no con el aumento del salario
mínimo; y iii) que ninguna prestación, pagada con recursos públicos, podía superar los
25 salarios mínimos.

262. En línea con lo anterior, la Corte Constitucional empezó a revisar acciones de


tutela formuladas contra decisiones administrativas en las que se reliquidaban pensiones
sin tener en cuenta las reglas establecidas en la Sentencia C-258 de 2013. Para ello esta
Corporación partió de la base de que “la seguridad social es esencialmente solidaridad
social”,277 y se caracteriza por ser un “(…) esfuerzo mancomunado y colectivo, (…) en
el que la protección de las contingencias individuales se logra de mejor manera con el
aporte y la participación de todos los miembros de la comunidad”.278 Y, si la seguridad
social tiene un componente de solidaridad, entonces no es aceptable que algunos grupos
sociales tengan ventajas irrazonables, en relación con la generalidad de la población, a
partir de lecturas o interpretaciones ilegítimas de las leyes. Así, toda ventaja irrazonable
que se otorgue a un grupo específico de personas, en detrimento de los derechos
reconocidos a la mayoría de la población, constituye, para la Corte Constitucional, un
abuso palmario del derecho. Esta tesis se adoptó a través de la Sentencia SU-427 de
2016, y se desarrolló con la Sentencia SU-631 de 2017.

277
Cfr., Corte Constitucional. Sentencia C-529 de 2010.
278
Ibidem.

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263. De acuerdo con la Sentencia SU-631 de 2017, un abuso palmario del derecho se
puede presentar cuando se advierta que en el reconocimiento de una pensión se aplicó de
manera ultractiva un IBL distinto al fijado por la Ley 100 de 1993. Sobre esto, la propia
Corte Constitucional ha sostenido lo siguiente:

“La jurisprudencia de esa Corporación [Corte Suprema de Justicia], como la de la Corte


Constitucional ha señalado que el régimen de transición excluyó deliberadamente el IBL. De tal
modo a las personas beneficiarias del mismo, si bien le son aplicables los requisitos de acceso a
la pensión del régimen anterior, cuales son la edad y el tiempo de servicio o las semanas
cotizadas, para efecto de cuantificar la prestación, deben conciliar el monto de la pensión fijado
en el régimen especial, y el IBL del artículo 36 de la Ley 100 de 1993.

“En esa medida cualquier pensión que en marco del régimen de transición, haya sido
cuantificada exclusivamente con arreglo al régimen anterior y sin armonizarlo con las reglas
sobre el IBL del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, conlleva “la concesión de una ventaja a los
beneficiarios del régimen especial cobijados por la transición, que no fue prevista originalmente
por el Legislador al expedir la Ley 100 y que, por tanto, carece de justificación” y puede llegar
a afectar patrimonialmente al sistema de pensiones, en desconocimiento de los principios de
solidaridad e igualdad.”279

264. Otro ejemplo de abuso palmario del derecho es, de acuerdo con la misma
sentencia, el que se presenta a partir de las vinculaciones precarias. Este tipo de
vinculaciones ha sido caracterizado por esta Corporación, así:

“La vinculación precaria ha sido entendida como la relación entre un empleado o funcionario
público y el Estado, que tiene una duración reducida en el tiempo. El elemento que define la
precariedad del vínculo laboral es por lo tanto su fugacidad.

“En muchos casos el carácter fugaz de la relación laboral obedece a la satisfacción de un


encargo o una provisionalidad (temporales por definición) por parte de un servidor que
desempeña funciones en propiedad o de un particular, para desempeñarse en un cargo de mayor
jerarquía y remuneración.

“La brevedad en el desempeño de las funciones de mayor remuneración puede llegar a


menoscabar en casos concretos los cimientos del sistema de seguridad social, cuando propicia
la consolidación de derechos pensionales con fundamento único en la remuneración percibida
durante la vinculación precaria”. 280

265. Este es el caso de quien pretende beneficiarse con la forma de liquidación


prevista en el Decreto 546 de 1971 (artículo 6), de acuerdo con el cual la pensión equivale
al “75% de la asignación mensual más elevada que hubiere devengado en el último año
de servicio [la persona]”.281 Así, una persona podría acceder a un monto elevado de
pensión si durante su último año desempeñó algún cargo que le representara una
remuneración elevada. Todas estas reglas han sido reiteradas en Sentencias más recientes
como la T-034 de 2018, la T-039 de 2018 o la T-212 de 2018.

279
Cfr., Corte Constitucional. Sentencia SU-631 de 2017.
280
Cfr., Corte Constitucional. Sentencia SU-631 de 2017.
281
Decreto 546 de 1971. Artículo 6.

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266. Del mismo modo, en la actualidad, es claro que ninguna pensión puede exceder
de los 25 salarios mínimos legales mensuales vigentes. Ya que si ello ocurre podría
estarse también dentro de lo que la jurisprudencia constitucional ha llamado “abuso
palmario del derecho”.282

267. Todo esto permite sostener que esta Corte ha sido sumamente cuidadosa al
evaluar si, a partir de interpretaciones de leyes, ha podido desconocerse de manera
manifiesta el principio de la sostenibilidad financiera y, con ello, el derecho a la
seguridad social de la generalidad de los afiliados.

268. Recuérdese que el principio de la sostenibilidad financiera ha sido tan importante


en la historia del Sistema de Seguridad Social, que ya había sido considerado al expedirse
la Ley 797 de 2003, en cuyo artículo 2 se endurecieron las reglas relativas al traslado
entre regímenes pensionales. Como se advirtió supra (al citar el contenido de la Sentencia
C-1024 de 2004), la restricción consistente en que una persona, a quien le falten “diez
(10) años o menos para cumplir la edad para tener derecho a la pensión de vejez”, no
puede trasladarse de régimen, tiene que ver con razones macroeconómicas que exigen
garantizar el equilibrio financiero.

269. Para el reconocimiento de pensiones, las administradoras hacen proyecciones


teniendo presente el número de afiliados con que cuentan y el momento en el que aquellos
podrán acceder a una pensión. Si la restricción de los 10 años se desconociera, a partir
de la anulación masiva -vía judicial- de los traslados que se efectuaron del RPM al RAIS,
se afectaría el cálculo actuarial con que cuenta, particularmente, Colpensiones. Pues,
además de tener que pensionar a sus propios afiliados, tendría que pensionar a los
afiliados procedentes del RAIS, que llegan al fondo público a último momento y a
quienes se les trataría como si nunca hubiesen abandonado tal régimen, pero sin haber
aportado a las subcuentas de solidaridad.

270. Precisamente, en la audiencia pública surtida el 28 de octubre de 2021, en el


marco de las acciones de tutela que en esta sentencia se revisan, diversas autoridades
retrataron el impacto que la declaratoria de la ineficacia general de los traslados tendría
sobre las finanzas públicas, teniendo en cuenta el número de demandas que, finalmente
y por cuenta del precedente de la Corte Suprema de Justicia, terminan siendo favorables
a los intereses de las personas afiliadas.

271. Así, el Banco de la República,283 por ejemplo, resaltó que las personas que
podrían pasar al RPM, por los cauces judiciales, para pensionarse en Colpensiones, serían
133.000. El pago de esas prestaciones supondría, para el Estado, erogaciones que
ascenderían a los 68.1 billones de pesos que, en términos reales, corresponderían a 7

282
Ello ha sido expuesto, particular y recientemente, en las Sentencias T-039 de 2018, T-360 de 2018, SU-575 de 2019 y
SU-050 de 2022.
283
Cfr., Anexo III. Informe de la audiencia surtida el 28 de octubre de 2021. Núcleo temático número 2. Intervención del
Banco de la República.

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puntos porcentuales del PIB. Y este egreso no se cubriría con el recibo de lo aportado
por cada ciudadano, en su momento, al RAIS. De manera que el costo real, de acuerdo
con las cifras presentadas por el Banco de la Republica en esa audiencia, sería de 4 puntos
porcentuales del PIB.

272. El Banco de la República añadió que esta era una simple estimación que podría
ser eventualmente superada. Al punto que los costos fiscales podrían ascender al 10%
del PIB, costos que se sumarían al pasivo pensional actual que, de acuerdo con sus
estimaciones, es del 40% del PIB. Hizo hincapié esa autoridad en que esto aumentaría el
gasto y el endeudamiento, reduciendo el ahorro de la Nación y contribuyendo al
debilitamiento de las finanzas públicas.

273. Según las estimaciones del Banco de la República el debilitamiento de las


finanzas públicas producto del precedente de la Corte Suprema de Justicia no beneficia
a personas de escasos recursos, sino a personas que durante su vida laboral percibieron
salarios elevados. Señaló sobre la materia que el 7.7% de las personas que desean
regresar al RPM por la vía judicial, percibieron más de 10 salarios mínimos en su vida
laboral. Si dicho retorno se aceptara, estas personas se beneficiarían del 47% de los costos
estimados. Por ello criticó el hecho de que la restricción de los 10 años sea desdibujada
a través de procesos judiciales. Y resaltó, en ese sentido, que, de modificarse las reglas
de juego en materia de traslados, ello debería hacerse por la vía legislativa a través de un
amplio debate democrático y no por la vía judicial.

274. En una línea similar se pronunció la ANIF.284 Esa entidad empezó por reconocer
que la razón fundamental, que propiciaba este tipo de traslados por la vía judicial,
consistía en que, en comparación con el RAIS, el RPM otorgaba subsidios mayores a las
pensiones y que esos subsidios se concentraban mayormente en personas de más altos
ingresos. En su intervención la ANIF resaltó que 135.000 personas podrían trasladarse
judicialmente al RPM, y cumplir allí los requisitos para pensionarse. En sus cálculos, el
costo total de estos traslados sería de 46 billones de pesos, que corresponderían a 4 puntos
porcentuales del PIB.

275. De cualquier modo, resaltó nuevamente que ese costo fiscal beneficiaría
específicamente a quienes, durante su vida laboral, percibieron salarios elevados. Así,
indicó que el 74% de esos subsidios (35 billones de pesos), se destinaría al 20% de los
ciudadanos más privilegiados. Mientras que menos del 1% de esos subsidios se destinaría
al 20% de la ciudadanía más pobre. De acuerdo con la ANIF, este escenario podría
empeorar si más personas, de las estimadas, se trasladan. Agravándose así la desigualdad
social e incentivándose la inequidad.

276. Por su parte, la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado expuso que, de
todos los procesos judiciales iniciados con el propósito de obtener la declaración de la
ineficacia de un traslado entre regímenes, 32.579 se encontraban activos. De todos ellos

284
Cfr., Anexo III. Informe de la audiencia surtida el 28 de octubre de 2021. Núcleo temático número 2. Intervención de la
ANIF.

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-según lo expuso la misma Agencia- el 81% surtía el trámite de primera instancia, el 18%
se encontraba en segunda instancia, y solo el 1% se encontraba en casación.285 Añadió
que la tasa de pérdida de ese tipo de procesos era del 78% en el año 2017, pero que esta
había aumentado hasta el punto que, para el año 2021, era del 90%. En otras palabras,
esto supone que si una persona, para ese último año, demandaba al Estado solicitando
que se declare la ineficacia de un traslado entre regímenes, tenía el 90% de probabilidades
de triunfar. Esta última cifra es muy similar a la presentada por la Contraloría General de
la República286 que, en la misma audiencia, sostuvo que era del 92%.

277. Sobre este mismo asunto se pronunció Colpensiones. Esa Administradora resaltó
que, también para la fecha de la audiencia pública, 43.277 procesos habían sido
formulados para obtener la anulación de un traslado entre regímenes. Y que, de esa cifra,
31.071 procesos estaban activos.287 Como se advierte, aun cuando las cifras no son
estrictamente idénticas, sí brindan un panorama general respecto del número de procesos
que aún no se habían fallado el 28 de octubre de 2021.

278. Pero, además, Colpensiones añadió otras consideraciones. Expuso, por ejemplo,
que los procesos judiciales se habían incrementado con los años luego de que la
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia se flexibilizara cada vez más. Así,
mientras en el año 2018 existían 11.288 procesos, en 2019 existían 21.519, en 2020
existían 26.217, y en 2021 existían 31.804. Esa cantidad de procesos, según indicó esa
administradora, hacía que tuviera que destinar cerca de $14.354.813.623 en su defensa
judicial. Ello sin contar con que, a pesar de ese esfuerzo económico que representaba la
defensa de la entidad, en la inmensa mayoría de casos resultaba derrotada.

279. Por su lado, Asofondos añadió que cerca de 58.000 personas habían demandado
con el objetivo de anular un traslado entre regímenes. Y que, de esos procesos, solo en
14.000 casos había finalizado el litigio.288 Además, hizo hincapié en que la razón por la
cual se implementó la restricción de los 10 años, obedeció a que para el año 2003 el
déficit fiscal ascendía al 247%. La finalidad era mitigar ese déficit evitando los traslados
de régimen a último momento. De manera que la regla imponía a los ciudadanos tomar
decisiones en escenarios de incertidumbre.

280. Asofondos reprochó el hecho de que, con el uso que se está dando al precedente
de la Corte Suprema de Justicia, la regla de los 10 años está desapareciendo, pues se está
permitiendo a los ciudadanos regresar al RPM pese a que les falta muy poco para acceder
a la edad de pensión. Además, recalcó que esta regla está beneficiando específicamente
a quienes devengan salarios altos y que, en muchos casos, se trata de personas que han
sido formadas académicamente.

285
Cfr., Anexo III. Informe de la audiencia surtida el 28 de octubre de 2021. Núcleo temático número 2. Intervención de la
Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado.
286
Cfr., Anexo III. Informe de la audiencia surtida el 28 de octubre de 2021. Núcleo temático número 2. Intervención de la
Contraloría General de la República.
287
Ibidem. Núcleo temático número 2. Intervención de Colpensiones.
288
Ibidem. Núcleo temático número 2. Intervención de Asofondos.

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281. De otro lado, Fedesarrollo hizo énfasis en las diferencias entre los regímenes
pensionales, y en las inequidades que estos presentan.289 Al respecto señaló que, en
principio, existe una inequidad horizontal por el hecho de que ambos regímenes tratan
de modo diverso a sus afiliados. Por ejemplo, si una persona pertenece al RPM, la tasa
de reemplazo que se le asigna puede llegar a ser, en promedio, del 65%. Mientras que la
tasa de reemplazo en el RAIS es mucho menor. Y, sin embargo, una figura como la
devolución de saldos puede llegar a ser mucho más beneficiosa en el RAIS que en el
RPM, donde aplica la indemnización sustitutiva.

282. Añadió también el representante de Fedesarrollo que otro de los problemas era
el de la inequidad vertical. Y es que en el RPM se otorgan altos subsidios a quienes han
tenido salarios elevados. Resaltó su preocupación por el hecho de que estos subsidios
son, en muchos casos, incluso más altos que aquellos destinados a programas de salud o
de vivienda. Para exponer la gravedad del asunto, indicó que el 73% de estos subsidios
llegan al 20% de la población con más altos ingresos. De este modo, reiteró que el mayor
inconveniente que existe al aceptar estos traslados de última hora a través de procesos
judiciales, es que se acentúa la regresividad del sistema. Y esta regresividad se daría por
el hecho de que se protegen los intereses de la población de mayor ingreso, en relación
con la población de menor ingreso.

283. De hecho, sobre esto último, en la Sentencia C-295 de 2021 se recordó que:

“(…) las pensiones de vejez se [subsidian] mayormente cuando el valor de la mesada [es]
superior. Como ejemplo, (…) una pensión que asciende al salario mínimo requiere 237 millones
de pesos para financiarse, de ese valor, 78 millones de pesos (el 33%), constituye el ahorro del
ciudadano a través de la realización de cotizaciones. Lo restante: 159 millones de pesos (el 67%),
es lo que subsidia el Estado. En cambio, una pensión cuya mesada asciende a 10 salarios mínimos
necesita 2.139 millones de pesos para financiarse, de ese valor, 1.148 millones de pesos (el 54%),
corresponde al ahorro del ciudadano por cuenta de las cotizaciones que efectuó. Pero lo restante,
991 millones de pesos (el 46%), lo subsidia el Estado. Así (…) en términos estrictamente
monetarios, el Estado sí destina un monto muy superior para el pago de la pensión más
elevada.” 290

289
Ibidem. Núcleo temático número 2. Intervención de Fedesarrollo.
290
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-295 de 2021.

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284. En esta gráfica, elaborada por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, puede
advertirse que el subsidio siempre será mayor si la mesada es más alta. El color gris
representa los aportes del ciudadano que se pensiona, y el rojo representa el subsidio por
el que debe responder el Estado para pagarle la pensión. Así las cosas, el Ministerio
concluyó, en esa oportunidad, lo siguiente:

“Como puede verse, en la primera columna una pensión de vejez de un salario mínimo genera
un pasivo con valor presente estimado total de 237 millones de pesos, de los cuales 159 millones
corresponden a subsidios, es decir un 67% del total, y el valor restante de 78 millones representa
el valor ahorrado por los afiliados a través de las cotizaciones antes de pensionarse. En estas
pensiones de un salario mínimo está considerado el efecto del incremento anual del salario
mínimo, que aplica para que las pensiones no sean inferiores a dicho valor, de acuerdo con lo
dispuesto en el Acto Legislativo 01 de 2005.

“De manera similar, en la segunda columna la pensión de vejez de dos salarios mínimos tiene un
valor presente total del pasivo que se estima en 428 millones, de los cuales 224 millones, un 52%
del total, corresponden a subsidios. Nótese que el valor del subsidio expresado en millones de
pesos aumenta a medida que aumenta el nivel de la mesada percibida por el pensionado, por lo
cual se habla de la regresividad de los subsidios en el RPM.” 291

285. Para demostrar cómo operarían los subsidios en este caso concreto, a modo de
ilustración, puede revisarse el documento que remitieron conjuntamente los
representantes de Asofondos y de Colpensiones, en respuesta a los autos de pruebas del
13 de diciembre de 2021 y del 31 de enero de 2022. En el documento aludido, Asofondos
y Colpensiones aportaron la siguiente información. Allí se comparó la mesada que cada
uno de los ciudadanos percibiría en el RPM con la mesada que cada uno percibiría en el
RAIS:

Valor de la mesada en el RPM Valor de la mesada en el


Expediente
(año 2022) RAIS (año 2022)
T-7.930.563 $2.210.689 $1.730.989
T-7.936.682 $9.007.430 $2.853.242

291
Ibidem.

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T-7.938.558 $1.567.193 $1.223.834


T-7.940.054 $4.010.515 $2.464.705
T-7.944.741 $1.000.000 $1.000.000
T-7.946.315 $4.174.067 $2.046.265
T-7.946.354 $5.550.552 $2.320.642
T-7.981.335 $1.815.517 $1.000.000
T-8.031.929 $8.616.282 $6.658.790
T-8.040.807 $1.762.966 $1.313.342
T-8.224.223 $3.894.966 $2.513.466
T-8.235.289 $5.256.972 $2.052.638
T-8.256.424 $2.434.116 $1.959.006
T-8.261.557 $2.869.900 $1.510.348
T-8.319.475 $1.944.230 $1.000.000
T-8.322.441 $4.224.514 $3.354.384
T-8.357.853 $2.427.181 $1.000.000
T-8.464.951 $2.335.716 $1.000.000
T-8.489.328 $2.953.842 $2.634.798
T-8.255.677 $3.446.042 $2.287.321
T-8.405.298 $3.938.588 No se informó.
T-8.355.875 $4.904.250 No se informó.
T-8.484.811 $5.823.688 $1.100.370
T-8.464.250 $2.811.161 No se informó.
T-7.940.054 $1.000.000 $1.104.925

286. Lo anterior supone que la afectación a las finanzas públicas, derivada de la


ineficacia generalizada de los traslados del RPM al RAIS beneficiaría, en mayor medida,
a personas con ingresos más elevados. Así, el sistema, con este tipo de traslados masivos,
profundiza su regresividad. Porque al tiempo que no mejora las condiciones de la
población más vulnerable (a través, por ejemplo, de la ampliación en su cobertura)
maximiza los ingresos de la población con mayor capacidad salarial y todo esto
contribuye, finalmente, al crecimiento de la deuda pensional que tendrá que financiarse,
por las generaciones presentes y futuras, a través de cargas impositivas.

287. Según información presentada por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público,


de 43.277 demandas que, para la fecha de la audiencia, se habían presentado, cerca de
39.941 resultarían favorables a las personas afiliadas, esto es, el 92.4% del total. De todas
las personas que en la actualidad se encuentran afiliadas al RAIS, quienes mayor interés
tendrían en demandar, solicitando la declaratoria de la ineficacia de su traslado, serían
aquellas que ya no cuentan con la opción de trasladarse por los cauces legales,
precisamente, porque les falta 10 años o menos para acreditar la edad de pensión. Estas
personas, señaló el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, serían cerca de 478.000.
De todas ellas, algunas no accederían a una prestación en el RPM; solo lo lograrían cerca
de 131.751.

288. Con base en los datos antes expuestos y, se reitera, teniendo en consideración la
alta tasa de pérdida que existe en estos procesos judiciales en razón de la amplitud de la
regla establecida por la Corte Suprema de Justicia, ese Ministerio calculó un impacto
fiscal, a futuro, del orden de los 35 billones de pesos. Valga recordar que, por la

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financiación de este tipo de pensiones, en el RPM, responde mayoritariamente el Estado.


Pues, si bien la persona financia una parte con sus cotizaciones, aquellas siempre son
insuficientes para garantizar el pago de toda la prestación.

289. La Corte Constitucional es consciente del impacto fiscal relacionado por el


Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y relievado por otros intervinientes, tales
como el Banco de la República, la ANIF y Fedesarrollo. Todos los informes presentados
constituyen una proyección y, en cuanto tal, no tienen por ahora las condiciones de
exactitud, pero sí cuentan con un grado plausible de probabilidad en cuanto al
desequilibrio en las finanzas pensionales administradas por el fondo público. De hecho,
en la citada audiencia pública, las entidades disentían respecto del impacto real que la
litigiosidad tuviera en la declaratoria de la ineficacia de los traslados, aspecto sobre el
cual, la Contraloría General de la República centró su atención. Dicha entidad
fiscalizadora hizo énfasis en que mientras el Ministerio de Hacienda y Crédito Público
aportaba unos datos sobre el número de demandas potenciales, Asofondos aportaba otros.
Sin embargo, para ambos intervinientes, la afectación al erario sería cercana, pues, estaría
entre los 34,1 billones de pesos (Asofondos) y los 35 billones de pesos (Ministerio de
Hacienda y Crédito Público). La Contraloría añadió que estas diferencias en las
proyecciones podían obedecer a que cada una de las AFP reportó a Asofondos
información aparentemente incompleta.

290. Con ocasión de esta alerta, se requirió información más precisa sobre los datos
proporcionados. En respuesta, a través de un comunicado conjunto, los representantes de
Asofondos, del Ministerio de Hacienda y Crédito Público y de Colpensiones, aclararon
las cifras presentadas.

291. Inicialmente, en la audiencia pública, Asofondos había informado que la


cantidad de procesos judiciales activos ascendía a 44.787. Sin embargo, en la última
respuesta, indicó que en ese dato no se habían tenido en cuenta la cantidad de cédulas
duplicadas que existían. Así, luego de una depuración en sus bases de datos, informó que
el número de procesos que estaban reportados en esa agremiación era de 33.102 (con
corte al 13 de diciembre de 2021). Cifra más cercana a la reportada por Colpensiones:
33.880 (con corte al 30 de noviembre de 2021). En la respuesta conjunta también se
señaló que la diferencia entre los datos de Colpensiones y de Asofondos, podía responder
al hecho de que, inicialmente, algunos demandantes dirigen sus acciones solo contra
Colpensiones, luego de lo cual los jueces integran el contradictorio llamando al proceso
a las administradoras del RAIS.

292. También se explicó en ese documento, que las diferencias iniciales entre las
cifras correspondían al hecho de que cada entidad elaboró sus proyecciones con base en
fuentes de datos diversas. Así, por ejemplo, (i) el Ministerio de Hacienda y Crédito
Público tomó como fuente, para sus cálculos, la base de datos de las personas afiliadas a
las AFP con corte a diciembre de 2018, mientras que Asofondos tuvo en cuenta esa
misma base, pero con corte a diciembre de 2020. Asimismo, (ii) el Ministerio de
Hacienda y Crédito Público consideró el número total de personas que podrían solicitar

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la ineficacia del traslado de régimen, mientras Asofondos solo tuvo presente a aquellas
que potencialmente podrían beneficiarse de esa declaratoria por cuenta de la mesada que
recibirían en el RPM.

293. Dicho esto, todas las entidades coincidieron en que el reporte más completo era
el elaborado por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, dado que había tomado en
consideración variables en las que no repararon las demás autoridades. Así las cosas,
habría coincidencia en que el impacto de la anulación masiva de traslados sería,
eventualmente, de 35 billones de pesos, valor que se calculó así: (i) Se tomó el número
total de afiliados a las AFP, a quienes les falta 10 años o menos para adquirir la edad de
pensión y, por tanto, ya no pueden trasladarse al RPM: 478.000 personas. (ii) De esa
cifra, se estimó que podrían presentarse 223.306 demandas. (iii) Se proyectó que la tasa
de pérdida, en los procesos judiciales, sería de un 100% (por el avance de la
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia). Y, (iv) se indicó que, en todo caso, no
todas las personas beneficiadas con las sentencias recibirían alguna prestación en el
RPM, pues, solo lo harían 131.751.

294. De este modo, el eventual traslado por vía judicial, de esas 131.751 personas,
implicaría: (i) que del RAIS al RPM se remitirían a) un promedio de 29,4 billones de
pesos, correspondientes a lo contenido en las cuentas individuales, y b) un monto de 9,9
billones de pesos, relativos a la anulación de los bonos tipo A. Así, aunque estos valores
aliviarían, en el corto plazo, las finanzas del RPM, en el largo plazo se vería la afectación.
Esto porque el pasivo pensional que generaría el pago de quienes se pensionen dentro del
grupo señalado (131.751 personas), sería de 71,8 billones de pesos. Ahora, no todas estas
personas se pensionarían en el RPM, pues, algunas recibirían una indemnización
sustitutiva de pensión de vejez. En relación con estos casos, el Ministerio calculó un valor
de 2.5 billones de pesos, que se generaría por el reconocimiento de la referida prestación.
Haciendo los cruces de cuentas respectivos, el valor total del impacto fiscal sería de 35
billones de pesos. La siguiente tabla fue elaborada por ese Ministerio:

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295. El Ministerio de Hacienda y Crédito Público resaltó y reiteró que ese impacto
fiscal estaría concentrado en las personas que devengan montos elevados de salarios.
Señaló que “(…) el conjunto de los afiliados con aportes de más de 4 SML hasta 25 SML,
que representan el 25,5% de la población demandante, es decir unos 55.826 de un total
de demandantes de 223.305, recibirían el 82,8% de los subsidios, esto es 29 billones del
total de déficit de la nación”.292 Esto, en su perspectiva, envolvería una afectación
desproporcionada en las finanzas del Estado.

296. Esta afectación es grave y continuará incrementándose, de no tomarse medidas


inmediatas para superarla. En una comunicación remitida el 15 de febrero de 2024, la
vicepresidenta jurídica de Asofondos se pronunció sobre el estado actual de los litigios
que involucran una discusión sobre la ineficacia de los traslados entre regímenes. En su
documento informativo, indicó que “[h]asta ahora se han dictado y cumplido 46.739
sentencias de nulidad o ineficacia del traslado”. Luego señaló que, en la actualidad,
27.303 demandas se encuentran activas.

297. Por otra parte, en otro informe del 14 de febrero de 2024, la Procuraduría
Delegada para Asuntos del Trabajo y de la Seguridad Social, alertó que “para enero de
2024, se reporta un incremento del 161% de procesos activos en contra de Colpensiones
por la pretensión de traslados del Régimen de Ahorro Individual al Régimen de Prima
Media con Prestación Definida. Encontrándose para enero de 2024, 26.432 procesos
activos” tal y como se ilustra a continuación:

292
Respuesta conjunta al auto del 13 de diciembre de 2021.

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298. En el informe anterior, la Procuraduría Delegada para la Salud, Protección


Social y Trabajo Decente alertó sobre otra problemática derivada del precedente de la
Corte Suprema de Justicia en relación con el cumplimiento de las ordenes que señalan
que la ineficacia supone que tiempo se retrotrae al momento del traslado entre 1993 y
el 2009. Esto es, la imposibilidad material de devolver todo al momento del traslado,
pues no todos los recursos pueden devolverse ya sea porque en el proceso ordinario
no se vincularon a las aseguradoras, o a todos los fondos donde estuvo afiliado el
demandante, o la AFP fue disuelta y liquidada, ordenan a la última administradora la
devolución de gastos de administración que nunca ha tenido en su poder. En suma
presentó más de 25 escenarios creados por los magistrados y jueces para el pago y
cumplimiento de sentencias judiciales o vía tutela, que no pueden ser cumplidos.293

293
Escenarios ordenados por el juez para pago por ineficacia de la afiliación:
1. Traslado del capital de la Cuenta de Ahorro Individual -CAI del afiliado.
2. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora.
3. Cuenta de Ahorro Individual + Prima de seguro.
4. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora + prima de seguro.
5 Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora + prima de seguro + BONO.
6 Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora + prima de seguro + gastos de administración +
reconocimientos de perjuicios.
7 Cuenta de Ahorro Individual + Comisión administradora indexada + prima de seguro indexada.
8 Cuenta de Ahorro Individual + Comisión administradora indexada + prima de seguro indexada + Bono.
9 Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora indexada.
10. Cuenta de Ahorro Individual + Prima de seguro indexada.
11. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora + prima de seguro + Fondo de solidaridad + Fondo de
garantía.
12. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión administradora indexada + prima de seguro indexada + gastos de
administración indexada.
13. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora indexada + prima de seguro.
14. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora + prima de seguro indexada.
15. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora indexada + gastos de administración indexada.
16. Cuenta de Ahorro Individual + Prima de seguro indexada + gastos de administración indexada.
17. Cuenta de Ahorro Individual + Prima de seguro indexada + gastos de administración.
18. Cuenta de Ahorro Individual + Prima de seguro + gastos de administración indexada.
19. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora indexada + prima de seguro + gastos de administración.

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299. En relación con estas 25 modalidades de devolución, es menester aclarar que


materialmente a pesar de que se declare la ineficacia del traslado no es posible
retrotraer al afiliado al día previo al traslado. Así, tan solo es susceptible de traslado el
ahorro de la cuenta individual, los rendimientos y si se ha pagado el valor de un bono
pensional, pues no toda la cotización es apta de traslado toda vez que el aporte se
desglosa entre otros, en primas de seguros, gastos de administración, el porcentaje para
el fondo de garantía mínima. Incluso, tampoco sería posible devolver los aportes
voluntarios realizados por el afiliado mientras estuvo en el RAIS y que implicaron
beneficios tributarios a efectos de la declaración de renta, la compra de acciones u otro
tipo de inversiones, pues se trata de una serie de situaciones que consolidaron.294

300. De acuerdo con la naturaleza de las primas de seguros y el riesgo que amparan
hacen que mes a mes se pague el respectivo seguro para cubrir ya sea el riego de
invalidez o de muerte. En la Sentencia SU-313 de 2020, la Corte recordó que en
relación con la distribución de la cotización obligatoria que del 16% que la compone,
la Administradora de Fondos Pensionales que corresponda deberá destinar un 11,5%
a la cuenta individual del afiliado, un 1,5% al Fondo de Garantía de Pensión Mínima
y un 3% al financiamiento de los gastos de administración, la prima de reaseguros de
Fogafín, y las primas de los seguros de invalidez y sobrevivientes. Así entonces, la
Corte explicó que la forma en la que se financia una pensión de invalidez en el RAIS,
de acuerdo con el inciso primero del artículo 70 de la Ley 100 de 1993, así:

“6.3.3. El seguro previsional que contratan las administradoras del RAIS deberá, por mandato
de la ley, ser colectivo. Esas AFP no podrán realizar este tipo de negocios jurídicos en beneficio
de un solo individuo, sino en favor del conjunto de sus afiliados. Una vez se suscriba el contrato,
el pago de la prima debe efectuarse de manera obligatoria toda vez que, si ello no ocurre y el
siniestro se produce, le corresponderá al fondo responder por los perjuicios que se causen a la
persona.

“Quien habrá de tomar la póliza, como se desprende de lo antedicho, será la AFP. Ello debe
hacerse garantizando, en todo caso, una licitación pública que haga posible la libre concurrencia
de las entidades que estén autorizadas para asegurar este tipo de riesgos. Ejercicio que deberá
permitir la igualdad de acceso, de información, la objetividad en la selección, la periodicidad y
la publicidad. Una vez seleccionada la sociedad que servirá a este propósito, se entenderá que
aquella habrá de responder por la suma adicional que haga falta para completar el capital
suficiente a fin de financiar (i) la pensión de invalidez, solo en caso de que lo contenido en la

20. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora + prima de seguro indexada + gastos de administración
indexados.
21. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora + prima de seguro + gastos de administración indexados.
22. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora indexada+ prima de seguro + gastos de administración
indexada.
23. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora indexada+ prima de seguro indexada + gastos de
administración.
24. Cuenta de Ahorro Individual + Comisión de administradora indexada+ prima de seguro indexada + gastos de
administración.
25. Cuenta de Ahorro Individual + Interés + Valor de la Garantía de Pensión Mínima (que ya está incluida en la cuenta de
ahorro individual).
294
Los aportes voluntarios a fondos de pensiones obligatorias están permitidos solo para los afiliados al RAIS, y se tienen
como un ingreso no constitutivo de renta ni ganancia ocasional de hasta el 25% del ingreso laboral anual o de la cédula
general, porcentaje que no podrá ser superior en todo caso a 2.500 UVT.

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cuenta individual de la persona no sea suficiente para el mismo propósito –como ya se dijo– y
(ii) la pensión de sobrevivientes, en circunstancias similares a la anterior.”295

301. En cuanto a los gastos de administración, si bien no se tiene un


pronunciamiento expreso en pensiones, esta Corte ha expresado frente a los mismos
gatos de administración en salud “que es legítimo desde el punto de vista
constitucional que los particulares que participan en el sistema de salud sean
recompensados por los gastos de administración en los que incurren y perciban una
utilidad razonable, pero que la consecución de esa retribución no puede afectar el
derecho fundamental de los usuarios a un servicio de calidad, oportuno y eficiente.
Tal interpretación es acorde con la protección de la libertad de empresa y del derecho
de propiedad de las EPS.”296Ahora es de resaltar, que esta utilidad por la
administración en pensiones tiene un impacto incluso para determinar a qué fondo
pertenece un afiliado. Por ejemplo, en la Sentencia T-266 de 2023 la Corte amparó los
derechos de una afiliada a la que Colpensiones le negó el traslado por considerar que
no se encontraba en su aplicativo de traslados. En esta ocasión, la Sala Segunda de
Revisión concluyó que operó la figura de la afiliación tácita: “(i) por la actitud que
tuvo la administradora al aceptar, sin reparos, el traslado de la actora; (ii) porque
(la entidad accionada) ha recibido sus aportes hasta la actualidad y durante un lapso
prolongado; y (iii) porque cuando se solicitó el traslado de régimen, solo se había
trasgredido la prohibición del artículo citado en este párrafo por dos meses… (la
entidad accionada) vulneró los derechos fundamentales al debido proceso
administrativo y a la seguridad social de la (accionante) cuando negó el
reconocimiento de una pensión de vejez bajo el argumento de que el traslado hecho
hacia el RPM era nulo.”297

302. Por su parte, en la Sentencia C-687 de 2017 la Corte analizó una demanda de
inconstitucionalidad de un ciudadano que alegaba que la imposición de la contribución
para el Fondo de Garantía de Pensión Mínima -FGPM- desconocía el derecho a la
seguridad por cuanto dicha financiación no era retribuida al afiliado constituyendo una
especie de enriquecimiento sin causa. Pese a que la Corte se declaró inhibida, dentro
de las razones esgrimidas se destaca que la cotización en el RAIS no solo tiene por
destino nutrir la cuenta de ahorro individual sino también nutrir un componente de
solidaridad. Incluso, en las pruebas recaudadas se constató que con los recursos del
FGPM “han sido reconocidas 3568 pensiones de vejez bajo la Garantía de Pensión
Mínima.”298

303. En suma, ni las primas de seguros, los gastos de administración, o el


porcentaje del fondo de garantía de pensión mínima ya sea de forma individual,
combinada o indexada son susceptibles de devolución o traslado al configurar

295
Cfr., Corte Constitucional, Sentencia SU-313 de 2020.
296
Cfr., Corte Constitucional, Sentencia C-262 de 2013.
297
Cfr., Corte Constitucional, Sentencia T-266 de 2023.
298
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-687 de 2017.

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situaciones que se consolidaron en el tiempo y que no se pueden retrotraer por el


simple hecho de declarar la ineficacia del traslado pensional.299

304. Sobre la posición de la Corte Suprema de Justicia en lo relativo a la


afectación de la sostenibilidad financiera. La Corte Suprema de Justicia se ha referido
últimamente a este aspecto, precisamente, porque en los recursos de casación
Colpensiones le ha manifestado que declarar masivamente la ineficacia de los
traslados está afectando las finanzas del sistema general de pensiones en su conjunto.
En respuesta, la Corte Suprema de Justicia ha sostenido que el principio aludido no se
desconoce con la aplicación de sus reglas, porque “(…) como con profusión lo ha
explicado la Sala, [la declaratoria de la ineficacia] comporta retrotraer la situación al
estado en que se hallaría si el acto no hubiera existido (CSJ SL1688-2019, CSJ
SL3464-2019, CSJ SL2877-2020 y CSJ SL373-2021, etc.); por ello, se ordena el
retorno de todas las sumas que conforman la cuenta de ahorro individual, a efectos
de financiar las prestaciones en el marco del régimen de prima media”.300 En una
sentencia más reciente, la Corte reiteró la anterior idea al decir que: “los recursos que
deben reintegrar el fondo privado a Colpensiones serán utilizados para el
reconocimiento del derecho pensional, con base en las reglas del régimen de prima
media con prestación definida, lo que descarta la posibilidad de que se generen
erogaciones no previstas”.301

305. Desde la perspectiva constitucional, derivada del Acto Legislativo 01 de 2005,


sobre el anterior argumento habría que reiterar dos cuestiones. La primera, es que, como
ya se ha sugerido, la afectación a la sostenibilidad financiera del RPM no está dada en el
corto plazo, sino en el mediano y largo. En efecto, nunca el valor que la AFP traslada a
Colpensiones por razón de la declaratoria de la ineficacia de un traslado (así se incluyan
valores como el porcentaje destinado a gastos de administración, el pago de primas o los
aportes al fondo de garantía de pensión mínima, entre otros) será suficiente para financiar
una prestación en el RPM. Y no lo será porque el RPM tendrá que financiar el subsidio
a pensiones con altos ingresos en su base de cotización. Y la financiación será más
elevada en la medida en que el monto de la mesada crezca.
299
De hecho, la propia Corte Suprema de Justicia, en su Sala de Casación Civil, ha advertido que si bien la regla general es
que cuando se declara la ineficacia de un negocio jurídico lo que corresponde es “retrotraer la situación al estado en que se
hallaría si el acto o negocio no hubiera existido jamás, es decir con ineficacia ex tunc (desde siempre)” (Cfr., Sentencia
SC4654-2019, donde se citó la Sentencia SC3201 del 9 de agosto de 2018), ello no debe ocurrir así siempre. En algunas
ocasiones, no es posible realizar dicha restitución. En la providencia en cita se afirmó que “[c]omo el vicio invalidante se
produce en el origen o conformación del negocio, es natural que la invalidez se retrotraiga a ese instante, desapareciendo
todos los efectos que pudo haber producido desde entonces. Esta retroactividad se da en las relaciones de los contratantes
entre sí, o bien respecto de terceros, siempre que hayan sido parte en el proceso. // Entre las excepciones está lo concerniente
al objeto o causa ilícita, casos en los cuales no es posible repetir lo que se haya dado o pagado a sabiendas de la ilicitud
(1525); como tampoco lo que se haya dado o pagado al incapaz, salvo prueba de haberse hecho este más rico (1747).
Tampoco hay lugar a la restitución material del bien cuando ello no sea posible por motivos de utilidad pública o interés
social, casos en los cuales se dará una reivindicación ficta o compensatoria (artículo 58 de la Constitución Política)”
(Ibid.). Por las razones expuestas en esta providencia, se advierte que la restitución que dispone la Corte Suprema de Justicia
es sumamente compleja. Al tiempo, no podría ordenarse, por ejemplo, a las aseguradoras que han recibido la prima con el
objeto de cubrir pensiones de invalidez o de sobrevivientes, restituir esos dineros. Esto último porque en la inmensa mayoría
de casos, aquellas no han hecho parte del proceso judicial que declara la ineficacia del traslado y, por tanto, dicha declaratoria
les es inoponible.
300
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL3134-2023.
301
Cfr., Corte Suprema de Justicia. Sentencia SL055-2024.

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306. La segunda, es que la argumentación de la Corte Suprema de Justicia pasa por


alto la regla que limita los traslados entre regímenes, impidiendo que estos se lleven a
cabo si al afiliado le restan 10 años o menos para cumplir la edad de pensión. Esa regla
tiene un fundamento técnico y financiero, dirigido precisamente a proteger la
sostenibilidad financiera del sistema. En efecto, la regla de los 10 años ha procurado
garantizar una adecuada responsabilidad fiscal en el manejo de los recursos del RPM.

307. La posición de la Corte Suprema de Justicia es que, si el traslado de un ciudadano


hacia el RAIS se declara ineficaz, entonces habrá de asumirse que este ciudadano jamás
salió del RPM. Pero, lo que sostiene esta Corporación, es que no es lo mismo haber estado
siempre vinculado al RPM, que pasar a dicho régimen a último momento por cuenta de
la declaratoria judicial de la ineficacia de un traslado.

308. En efecto, la persona que siempre estuvo afiliada al RPM contribuyó, con sus
aportes, al pago de las pensiones en ese mismo régimen, dado que dicho fondo es común,
solidario y de naturaleza pública. Si todas las personas que hoy se devuelven al RPM por
cuenta de la declaratoria de la ineficacia de su traslado siempre hubiesen estado afiliadas
-verdaderamente- a dicho régimen, este habría contado con más recursos para financiar
sus pensiones y, en consecuencia, se habría acudido en menor proporción al presupuesto
general de la Nación para completar el pago de pensiones. Esto supone, a su turno, que
una buena parte del dinero que del presupuesto se destinó para el pago de pensiones en
el RPM, pudo utilizarse en otras materias que resultaran importantes para el Estado y que
hicieran parte del gasto público social.

309. En contraste, una persona que durante años contribuyó al RAIS, y solo a último
momento pasó al RPM, en la práctica no contribuyó al fondo común de naturaleza
pública que administra Colpensiones. Y, por tanto, el dinero de sus cotizaciones no sirvió
para pagar pensiones en dicho régimen. Por ello, el que regrese intempestivamente al
RPM sí supone una afectación seria al fisco máxime como se indicó en sede de pruebas
van más de 46.739 sentencias de ineficacia del traslado y se encuentran activos 27.303
procesos judiciales (supra 293). Además, esa persona recibirá una pensión no
contemplada en el cálculo actuarial de la administradora del RPM.

310. Ahora bien, la posición de la Corte Suprema de Justicia sobre este punto puede
ser contradictoria. En la Sentencia SL3020-2023 se presentó el caso de una mujer que
sostenía haber sido afiliada al RAIS, sin conocer las características de dicho sistema
porque, de conocerlas, se habría afiliado al RPM. Este caso tenía una particularidad y era
que la persona nunca estuvo afiliada al RPM, siempre perteneció al RAIS.

311. La Corte Suprema de Justicia se negó, en ese caso, a declarar la ineficacia de la


afiliación al RAIS. Y esto lo hizo bajo la tesis de que no podía condenarse a Colpensiones
a pagar una pensión “que jamás se construyó bajo su imperio, pues la falta de
contribución al fondo común, en el caso del régimen de prima media, afecta el derecho
pensional de los actuales y futuros pensionados”. Para sostener lo anterior, acudió a lo

100
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establecido por la Corte Constitucional en la Sentencia C-1024 de 2004. Igualmente, en


la sentencia SL3020-2023, la Corte Suprema de Justicia también reprochó el hecho de
que la demandante no se hubiere trasladado al RPM en los términos que le permitía la
Ley 797 de 2003 -artículo 2-.302

312. En suma, la tesis de la Corte Suprema de Justicia, según la cual, la declaratoria


de la ineficacia no afecta la sostenibilidad financiera del RPM porque los aportes
recibidos por el RAIS deben ser devueltos, comporta algunas complejidades. Esto por
tres razones: (i) porque desconoce que el valor de los aportes devueltos es, de ordinario,
insuficiente para financiar una mesada con un IBC elevado; (ii) porque desconoce las
importantes razones, de orden técnico y financiero, que tuvo el legislador para imponer
el límite de los 10 años a los traslados entre regímenes y, (iii) por más que se declare que
por conducto de la ineficacia el tiempo se devuelve al día del traslado ello es
materialmente imposible, pues el afiliado en el RAIS durante muchos años o incluso
décadas se benefició de la administración de su pensión, su capital obtuvo rendimientos,
pudo hacer aportes voluntarios, se pagaron primas para los riesgos de invalidez y muerte,
entre otras situaciones consolidadas.

313. Además, sería muy importante recalcar en este punto que la protección de la
sostenibilidad financiera es vinculante para todas las ramas y órganos que integran el
Poder Público. De hecho, es muy diciente que el legislador, en el proyecto de ley No.
293 de 2023 Senado “Por medio de la cual se establece el Sistema de Protección Social
Integral para la Vejez, Invalidez y Muerte de origen común, y se dictan otras
disposiciones”, haya tenido la precaución de salvaguardar dicha sostenibilidad
financiera. En efecto, el Gobierno Nacional, así como el Congreso de la República, han
procurado respetar la sostenibilidad financiera del sistema de seguridad social a efectos
de que el proyecto de reforma pensional no suponga un menoscabo a las finanzas de la
Nación. Sobre dicho proyecto, como puede advertirse en la Gaceta del Congreso No.
1435 del 9 de octubre de 2023, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público conceptuó
que:

“(…) la implementación de la propuesta de reforma, consistente con las disposiciones del


articulado de ponencia propuesto para segundo debate, implicaría un impacto fiscal neto que se
acoge a las posibilidades financieras de la Nación en el marco de las restricciones fiscales
actuales y proyectadas. Todas las consideraciones incluidas son fiscalmente factibles
manteniendo la sostenibilidad del sistema de protección a la vejez de las finanzas públicas en el
largo plazo, de modo que pueden incorporarse en la planeación financiera del Gobierno nacional
en línea con las restricciones presentadas por el Marco Fiscal de Mediando Plazo (MFMP), el
Marco de Gasto de Mediano Plazo (MGMP) y el estricto cumplimiento de la regla fiscal”.303

302
Esta regla se ha reiterado recientemente en las Sentencias SL140-2024 y SL162-2024. En la última de las providencias
citadas se indicó lo siguiente: “en cuanto al deber de información la jurisprudencia de esta Sala ha establecido que lo que
puede invalidarse es el acto de traslado entre regímenes, no la selección inicial, y menos cuando no existe acto previo de
afiliación al sistema pensional. De esa forma, no puede aceptarse que la violación de este deber afecta directamente la
validez del acto jurídico de vinculación al sistema, pues no existe, antes de ese acto ninguna expectativa, aún simple, de
consolidar un derecho, tal como se expresó en la sentencia CSJ SL1688-2019, que posteriormente fue reiterada entre
muchas en CSJ SL3464-2019”.
303
Gaceta del Congreso No. 1435 del 9 de octubre de 2023. P. 12.

101
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314. Esta Corte ha sido enfática en que el deber de respetar la sostenibilidad financiera
del régimen pensional no es una obligación exclusiva del legislador, toda vez que los
jueces de la República también están vinculados por ese principio. Al respecto, en la
Sentencia SU-063 de 2023, esta Corte sostuvo que “[e]l inciso séptimo del artículo 48
de la Constitución, adicionado por el artículo 1° del Acto Legislativo 01 de 2005, le
impuso al Estado el deber de garantizar “la sostenibilidad financiera del Sistema
Pensional”. La Corte Constitucional ha reconocido en varias ocasiones que este
principio es cardinal en la citada reforma, por lo que tiene naturaleza de principio
constitucional específico del sistema de seguridad social, que debe ser consultado en
todas las medidas de dirección y control de este sistema y contiene un mandato
hermenéutico para los operadores judiciales (…)”.304

Análisis de los argumentos en pugna y reglas de decisión

315. Hasta este punto es claro que ambos regímenes cuentan con diferencias
sustanciales. Una de estas es la forma de liquidar la mesada pensional, aspecto que resulta
fundamental en la resolución de los casos bajo estudio. Por un lado, en el RPM,
Colpensiones reconoce pensiones tomando como referencia lo devengado por sus
afiliados durante los últimos diez (10) años de cotización o el promedio de toda la historia
laboral -según el monto más favorable-. Por otro, en el RAIS, las AFP reconocen
pensiones siempre que en la cuenta individual de las personas se reúna el monto mínimo
para ello. El valor de la mesada, en este último caso, no dependerá necesariamente de lo
que la persona hubiere percibido por concepto de salario, sino de la cantidad de dinero
acumulada en su cuenta individual: a mayor ahorro, mayor mesada; a menor ahorro,
menor mesada.

316. Las diferencias estructurales de cada régimen pensional han propiciado toda
clase de demandas mediante la acción pública de inconstitucionalidad y mediante
acciones de tutela,305 pero también han sido la causa para que se formulen demandas
ordinarias laborales como las que conoce la Corte Constitucional en este proceso. En
todos estos casos, como se ha visto, cada persona pretende que se declare la ineficacia
del traslado que hizo, en principio, al RAIS. Todo ello sobre la base de que en el RPM
tendrá una mesada pensional cuantitativamente mayor.

317. Precisamente por las diferencias estructurales que han existido desde la entrada
en vigencia de la Ley 100 de 1993 entre ambos regímenes, era absolutamente necesario
que quien se decidiera por uno u otro conociera de antemano sus características
esenciales. Solo así, la decisión de pertenecer al RPM o al RAIS habría sido libre y
voluntaria. En otras palabras, si una persona desconoce las características del régimen al

304
Cfr., Corte Constitucional. Sentencia SU-063 de 2023.
305
Algunas de las Sentencias de la Corte Constitucional que han evaluado las diferencias estructurales entre ambos
regímenes han sido las siguientes: Sentencias C-378 de 1998, C-773 de 1998, C-389 de 2000, C-613 de 2013, C-401 de
2016 y T-672 de 2016, entre otras.

102
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cual se afilió o se trasladó, su decisión no habría sido plenamente consciente y, por tanto,
no habría sido tomada bajo una libertad informada.

318. Dicho ello, la Sala Plena de esta Corte Constitucional comparte buena parte de
lo sostenido por la Corte Suprema de Justicia en su jurisprudencia. El deber de
información que debía prestarse a los afiliados, antes de que estos optaran por el nuevo
régimen pensional, existía desde el mismo momento en que se creó el RAIS. Fue a partir
de la Ley 100 de 1993 que las personas tuvieron la opción de escoger entre el régimen
pensional hasta el momento conocido y el nuevo régimen pensional que entraba a
competir por los afiliados y escoger implicaba, de suyo, conocer los alcances de tal
decisión.

319. Es cierto que, como lo señaló Asofondos en su intervención ante esta Corte, las
razones que pueden tomar en consideración las personas para afiliarse a un régimen
pueden ser muchas y muy variadas (v. gr. consejos de sus amigos o de sus familiares).
Sin embargo, lo que aquí se discute no es cuál fue el motivo que cada persona tuvo, en
su fuero interno, para trasladarse. Lo que realmente interesa es definir si las personas
fueron debidamente informadas o no, de acuerdo con el estándar que existía para la fecha
del traslado, antes de adoptar una decisión que a la postre repercutiría en su derecho
pensional. En este orden, el deber legal de las administradoras era simplemente informar
y hacerlo de manera objetiva. Si luego de ello la persona voluntariamente resolvía
trasladarse al RAIS, esa determinación gozará de plena validez, con independencia de
que aquella les hubiere dado más importancia a las opiniones de terceros, que a la misma
información suministrada por las AFP.

320. También puede señalarse, como conclusión preliminar, que el deber de


información fue modificándose y haciéndose más exigente con el tiempo. En esto,
también hay una coincidencia con la Corte Suprema de Justicia. En efecto, de 1993 a
2009, se debía informar sobre las características esenciales del régimen al que la persona
pretendía trasladarse.

321. También se coincide con la Corte Suprema de Justicia en el hecho de que no


informar debidamente a los usuarios, conforme al estándar exigido por las normas
vigentes al momento en que estos efectuaron su respectivo traslado, genera la ineficacia
del mismo pues esa es la consecuencia jurídica que determina el artículo 271 de la Ley
100 de 1993 a la práctica de obstruir (en este caso a través del ocultamiento de datos
relevantes) el derecho a la libre elección entre regímenes.

322. Sin embargo, al tiempo que se acepta todo lo anterior, la Sala también encuentra
razonables algunos de los argumentos expuestos por las autoridades públicas que han
participado en este proceso judicial. Así, por una parte, en lo que tiene que ver con el
debate estrictamente probatorio, el precedente de la Corte Suprema de Justicia puede
generar algunas dificultades. En efecto, con fundamento en la normatividad existente
sobre la materia, puede resultar altamente complejo para una AFP demostrar -en la
actualidad y por medio de pruebas directas- que sí brindó información a una persona que

103
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M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

se trasladó en el periodo comprendido entre 1993 y 2009. Y ello tiene que ver con que el
artículo 11 del Decreto 692 de 1994 establecía que: “[c]uando el afiliado se traslade por
primera vez del régimen solidario de prima media con prestación definida al régimen de
ahorro individual con solidaridad en el formulario deberá consignarse que la decisión
de trasladarse al régimen seleccionado se ha tomado de manera libre, espontánea y sin
presiones. El formulario puede contener la leyenda preimpresa en este sentido”.306
(Subrayas fuera de texto).

323. En una inmensa mayoría de casos, las AFP solo cuentan en sus archivos con el
formulario exigido en la norma trascrita, formulario que, sin embargo, y como lo ha
resaltado la propia Corte Suprema de Justicia, no es tenido en consideración a efectos de
establecer si la afiliación se dio, en efecto, con pleno conocimiento de causa.

324. Distinta es la situación que se presenta, al menos, desde la expedición del


Decreto 2241 de 2010, pues, en su artículo 7 -parágrafo 2-, se dispuso de manera
categórica que era obligación de las AFP guardar todos los documentos a través de los
cuales se pudiere verificar que “el consumidor financiero recibió la información
suficiente y la asesoría requerida y que, en consecuencia, entiende y acepta los efectos
legales, así como los potenciales riesgos y beneficios de su [traslado]”. Este mandato se
volvió a incluir en la Circular Externa 016 de 2016, expedida por la Superintendencia
Financiera de Colombia. Así, toda aquella documentación que dé cuenta de la
información que se prestó a la persona afiliada en el traslado que este hizo luego del año
2010, debe encontrarse en poder de las administradoras. Estas deben cumplir con la
obligación de custodia documental, en el sentido expuesto por la jurisprudencia
constitucional, debiendo guardar todos estos archivos y haciéndose responsables por su
preservación.307

325. De cualquier modo, las dificultades probatorias que se advierten en esta clase de
procesos, no deberían suplirse solo acudiendo a la figura de la inversión de la carga de la
prueba. De hecho, debería promoverse la participación de la parte demandante (que
podría aportar los elementos con que cuente) y del juez (que podría acudir a sus poderes
oficiosos), con el objeto de que se esclarezcan los hechos, tal y como se señaló supra.

326. De otra parte, en lo referido al argumento de la presunta afectación de la garantía


de la sostenibilidad financiera del sistema pensional, esta Corte advierte que aquella
puede presentarse en alguna medida. Como se ha visto, el Ministerio de Hacienda y
Crédito Público ha sostenido que, de las 478.000 personas que ya no pueden trasladarse
libremente entre regímenes porque están a 10 años o menos de adquirir la edad pensional,

306
Decreto 692 de 1994, Artículo 11, inciso 7.
307
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia T-214 de 2004. “Los archivos, en contextos de complejidad sistémica como los son
las sociedades contemporáneas, suponen no sólo la correcta organización de los documentos que se producen en el ejercicio
estatal, sino que implican la posibilidad de ejercer derechos tan diversos como el acceso a la información y el goce efectivo
de prestaciones sociales –entre otros-. Constituye además, uno de los pilares sobre los cuales se edifica el Estado de derecho
en la modernidad: la posibilidad de ejercer control social, político y jurídico de las actuaciones que se desarrollan al
interior de Administración pública. En la sistematización de la información, además, se manejan un saber y un poder
específicos que, como tales, deben estar abiertos al conocimiento y debate públicos –dadas ciertas excepciones-.”

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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demandarían 223.306. Igualmente, el Ministerio señala que, en un 100%, las AFP


perderían estas demandas. Ese Ministerio da por sentado que siempre que se demande se
declarará la ineficacia del traslado entre regímenes. Esto, aunque puede ser relativo, debe
llamar la atención de esta Corte.

Reglas de decisión

327. Lo primero sea precisar tres cuestiones relevantes: (i) el alcance de esta decisión
se circunscribe a los procesos judiciales donde se demanda la ineficacia de un traslado
ocurrido entre 1993 y 2009, en tanto y en cuanto todas las personas que hacen parte de
las tutelas que se revisan se trasladaron en dicho periodo; (ii) de las pruebas aportadas,
las intervenciones realizadas en la audiencia y en el mismo precedente de la Sala de
Casación Laboral se identificó que se hace referencia a la nulidad y a la ineficacia del
traslado como si se tratara de figuras similares o iguales. Frente a este punto, se aclara
que la tesis correcta es la de la ineficacia del traslado no siendo posible aplicar o hacer
referencia a la nulidad del traslado, ya que ello, de por sí, llevaría a la anulación de la
sentencia por cuanto no existe una norma legal que contemple una causal expresa de
nulidad tal y como se vio en acápites previos (supra 220 y ss). Y, (iii) en los casos en los
que se declare la ineficacia del traslado solo es posible ordenar el traslado de los recursos
disponibles en la cuenta de ahorro individual, rendimientos y el bono pensional si ha sido
efectivamente pagado, sin que sea factible ordenar el traslado de los valores pagados por
las distintas primas, gastos de administración y porcentaje del fondo de garantía de
pensión mínima ni menos dichos valores de forma indexada (supra 298 y ss).

328. Lo segundo que debe advertirse, es que con la flexibilización que se hace en esta
Sentencia de unificación, sobre el precedente de la Corte Suprema de Justicia, se
reconoce que la Constitución y la ley procesal no permiten imponer cargas probatorias
imposibles de cumplir para ninguna de las partes (ni al afiliado, ni a la AFP). Para esta
Corte es sumamente importante no despojar al juez de su papel de director del proceso,
de su autonomía judicial para decretar y practicar todas las pruebas que sean necesarias,
pertinentes y conducentes para analizar las pretensiones o las excepciones propuestas y
de su facultad para, conforme a las reglas de la sana crítica, valorar las pruebas con el
objeto de resolver los casos de ineficacia de traslados de los afiliados del RPM al RAIS.

329. Por ello, en contraste con lo ordenado por la Corte Suprema de Justicia, se
dispondrá que en los procesos donde se pretenda declarar la ineficacia de un traslado
deberán tenerse en cuenta, de manera exclusiva, las reglas contenidas en la Constitución
Política, en el Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social y en el Código
General del Proceso, que se refieren al debido proceso. Esto supone que el juez, debe
actuar como director del proceso judicial, con la autonomía e independencia que le son
propios y, dentro de las muchas actuaciones dirigidas a formar su convencimiento para
decidir lo que en derecho corresponda, puede:

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

(i) Analizar si el afiliado conocía las consecuencias que tendría al trasladarse al RAIS,
en el periodo 1993-2009. De manera más precisa, el juez debe identificar si, en los
términos del artículo 13, literal b, de la Ley 100 de 1993 y del artículo 97 -numeral 1- del
Decreto 663 de 1993, los asesores de las AFP comunicaron sobre: a) los riesgos que se
reconocen en el RAIS; a) las posibilidades de efectuar cotizaciones adicionales; c) las
consecuencias que tendría el no reunir el capital mínimo exigido para pensionarse por
vejez; d) la garantía de la pensión mínima; o, e) la devolución de saldos, etc.

(ii) Decretar, practicar y valorar en igualdad todas las pruebas que soliciten las partes que
sean necesarias, pertinentes y conducentes para demostrar los hechos que sirven de causa
a las pretensiones o las excepciones. En ese propósito, el juez debe procurar la obtención
de todas las pruebas que requiera, acudiendo a las enlistadas en el artículo 161 del Código
General del Proceso: “(…) la declaración de parte, la confesión, el juramento, el
testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección judicial, los documentos, los
indicios, los informes”, y a las demás que considere necesarias. De hecho, el artículo 51
del CPTSS dispone que en el proceso laboral “[s]on admisibles todos los medios de
prueba establecidos en la ley”. Estas pruebas pueden ser solicitadas o aportadas por las
partes, o pueden ser requeridas de manera oficiosa. La práctica de estas pruebas es
importante si se asume que el objeto del proceso ordinario laboral es reconstruir los
hechos ocurridos en el pasado para, en caso de comprobarse, acceder a las pretensiones
o negarlas. La prueba, en tal sentido, tiene el propósito de desentrañar la verdad de lo
ocurrido.

(iii) Valorar las pruebas decretadas y debidamente practicadas con su inmediación, de


manera individual y en su conjunto con las demás, luego de lo cual puede determinar el
grado de convicción que aquellas ofrecen sobre lo ocurrido.

(iv) En lo relativo a las pruebas documentales, el juez puede oficiar para que se aporte al
expediente ordinario, por ejemplo, el formulario de afiliación. En ese formulario, de
acuerdo con lo dispuesto en el Decreto 692 de 1994 -artículo 11-, pueden encontrarse
leyendas preimpresas en las que normalmente se señala “que la decisión de trasladarse
al régimen seleccionado se ha tomado de manera libre, espontánea y sin presiones”.
Esta Corte entiende que esa sola prueba no demuestra, per se, el suministro de
información y que, por tanto, no puede ser suficiente para absolver a las demandadas. En
ello le halla razón a la Corte Suprema de Justicia. Con todo, en criterio de esta Corte,
dicho formulario debe ser una prueba más en el expediente que deberá ser estudiado en
su conjunto con las demás que se alleguen. Igualmente, en materia de documentos, los
jueces pueden solicitar de oficio a la AFP la carpeta administrativa del accionante para
establecer si de allí pueden extraerse elementos de juicio que permitan identificar si la
persona fue informada o no.

(v) Ahora, si se asume que, en este tipo de procesos, como se ha dicho, es muy complejo
acudir a pruebas directas (v. gr. los documentos), a partir de las cuales pueda sostenerse
-más allá de toda duda- que la información realmente se entregó, corresponderá al juez
acudir, por ejemplo, a los interrogatorios. En efecto, en los interrogatorios las partes y el

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juez pueden formular diversas preguntas sobre las circunstancias en que pudo -o no-
prestarse la información que se echa de menos, esto en los términos dispuestos en los
artículos 59 y 77 del CPTSS, y 198 del CGP.

De conformidad con lo indicado en el artículo 59 del CPTSS, el juez puede “ordenar la


comparecencia de las partes a las audiencias a fin de interrogarlas libremente sobre los
hechos controvertidos”. En este ejercicio el juez puede, comunicando a las partes sobre
las consecuencias de faltar a la verdad, pedirles que informen sobre las circunstancias en
que se entregó la información, sobre las razones que los asesores de las AFP
suministraron en ese momento y que motivaron el traslado final, sobre la forma en que
se prestó asesoría (si se hizo en una reunión o de manera individual), etc. En este ejercicio
podría, inclusive, obtenerse alguna confesión por parte del demandado o del demandante.

(vi) Igualmente, los testimonios pueden ser fundamentales. Específicamente cuando se


citan personas que pudieron atender la asesoría en un mismo espacio, y que por ello
pudieron escuchar los argumentos presentados por los asesores de las AFP cuando
conminaron a diversos ciudadanos a trasladarse al RAIS. Como lo dispone el artículo
221 -numeral 3- del CGP, en este supuesto el juez puede exigir “al testigo que exponga
la razón de la ciencia de su dicho, con explicación de las circunstancias de tiempo, modo
y lugar en que haya ocurrido cada hecho y de la forma como llegó a su conocimiento”.
Luego de ello podrá valorar si lo dicho por el testigo puede tener mayor o menor valor
probatorio.

(vii) A su turno, el juez puede tener en cuenta diversas pruebas indiciarias que, en
cualquier caso, también deberán analizarse en conjunto con los demás elementos
probatorios aportados, en los términos de los artículos 176 y 242 del CGP.

(viii) Finalmente, el juez también podría, excepcionalmente, invertir la carga de la


prueba, más no como único recurso. La inversión de la carga de la prueba no puede ser
una regla de obligatorio uso en este tipo de procesos (como lo ordena la Corte Suprema
de Justicia), pero, al mismo tiempo, tampoco puede ser prohibida. En efecto, no se debe
usar esa posibilidad cuando con las pruebas debidamente aportadas, decretadas,
practicadas y valoradas se logra demostrar los hechos que sirven de causa a las
pretensiones de la demanda. Pero puede suceder que, en casos excepcionales, el juez esté
ante un demandante que se encuentra en la imposibilidad de probar los hechos que le
sirven de causa a sus pretensiones o en un proceso en el cual a pesar de los esfuerzos de
las partes y de la facultad oficiosa desplegada por el juez no sea posible desentrañar por
completo la verdad.

330. En estos últimos escenarios podría pensarse en invertir la carga de la prueba.


Para ello, debe aceptarse que el derecho procesal laboral no puede obviar las diferencias
notorias que, en algunos casos, existen entre las partes que se enfrentan. De allí que
corresponda al juez implementar medidas, dentro del propio proceso, tendientes a que
dicha desigualdad de armas se atempere, y que el afiliado no resulte afectado por la
imposibilidad de aportar pruebas al proceso para demostrar los hechos que le sirven de

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

causa a sus pretensiones. En efecto, la imposición desproporcionada de cargas


probatorias al afiliado puede derivar en el desconocimiento de su derecho al debido
proceso o en el acceso efectivo a la administración de justicia.

331. En este escenario, la inversión de la carga de la prueba encuentra fundamento no


solo en el artículo 167 del Código General del Proceso, sino en que: a) el juez tiene el
deber imperioso de fallar y para ello debe resolver previamente las dificultades
probatorias; b) el derecho procesal laboral tiene una naturaleza proteccionista o tuitiva
con la parte que se considera débil; y, c) el demandado tiene el deber de colaborar en el
proceso para reconstruir los hechos de manera adecuada. Este último deber se desprende
de la propia Constitución (artículo 95.7).

332. En suma, las partes deben aportar al proceso todas las pruebas que estén a su
alcance y que siendo necesarias, pertinentes y conducentes para la resolución del litigio
el juez debe decretar y practicar, al tiempo que el juez debe hacer uso de sus poderes o
facultades oficiosas en materia probatoria para lograr desentrañar la verdad de lo
ocurrido. En ese contexto, la inversión de la carga de la prueba puede ser
excepcionalmente una opción de la que puede hacer uso el juez, pero no la única
herramienta probatoria para desentrañar los hechos ocurridos y con ellos la verdad que
le permitan luego de su valoración conforme a las reglas de la sana crítica resolver los
casos sometidos a su escrutinio y decisión. En otras palabras, tanto las partes como el
juez deben contribuir a la reconstrucción de los hechos, haciendo uso de las herramientas
que conforme a las reglas constitucionales del debido proceso ya se encuentran
dispuestas en el CPTSS y en el CGP. En criterio de esta Corte, esta regla supone que, en
ningún caso, se podrá despojar al juez de su papel de director del proceso, de su
autonomía judicial para decretar y practicar todas las pruebas que sean necesarias,
pertinentes y conducentes, y para valorarlas al momento de analizar y resolver las
pretensiones o las excepciones propuestas. En efecto, luego de haber recabado todos los
medios de prueba que considere útiles, pertinentes, necesarios y conducentes, el juez
debe conforme a las reglas de la sana crítica, proceder a valorarlos con el objeto de
resolver los casos donde se discuta la ineficacia de traslados hechos del RPM al RAIS.

333. Estas reglas probatorias debe usarse en todos aquellos procesos que siguen su
curso actualmente, y en todos aquellos que se inicien con posterioridad.

Aplicación a futuro de las reglas de unificación

334. Las reglas que se acaba de exponer tendrán efectos solo a futuro, por lo que no
serán usadas para resolver los casos concretos que se presentan en esta oportunidad.308

308
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-449 de 2020. En esta oportunidad pese a que se negó el amparo por violación
del precedente la Corte fijó que los efectos de la regla de unificación serían a futuro. “271. En este sentido, en vista de que
existían pronunciamientos en varios sentidos y que la Corte Suprema de Justicia había mantenido una línea reiterada en
sentido distinto al aquí adoptado, se consideró necesario definir una regla de interpretación del artículo 62 del CST hacia el
futuro, tanto por razones de seguridad jurídica para los empleadores y los trabajadores, como por aspectos de certeza y
coherencia en el ordenamiento jurídico. (...)”

108
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

En efecto, no podría reprocharse a los jueces de lo ordinario laboral haberlas dejado de


aplicar porque, como es evidente, ellos conocían el precedente de la Corte Suprema de
Justicia y a él estaban obligados. En principio, estos jueces estaban sometidos, al
momento de resolver cada una de las causas, al precedente creado por su órgano de cierre
ampliamente señalado en esta sentencia, y formulado con anterioridad a las fechas en
que se decidieron los casos. O podían apartarse de aquel, solo de manera suficientemente
justificada. Por esta razón, para la Sala Plena, las reglas contenidas en el acápite anterior
deberán ser aplicadas a los procesos ordinarios laborales que se encuentren en curso, ya
sea en primera, segunda instancia e incluso en sede de casación y los que susciten en sede
de tutela.

335. De esta manera, se protege el principio de la seguridad jurídica, pues no se


sorprende a los accionantes que actúan en estas causas con una regla de decisión que
desconocían por completo. Recuérdese que la seguridad jurídica, como lo ha indicado
esta Corte en diversos pronunciamientos, “está relacionada con la buena fe, consagrada
en el artículo 83 de la Constitución, a partir del principio de la confianza legítima”.

336. En consecuencia, para resolver los casos concretos, esta Sala procederá a
identificar si las autoridades judiciales accionadas, en cada caso, se apartaron de manera
injustificada de los precedentes establecidos por la Corte Suprema de Justicia, si
aplicaron una norma jurídica de manera arbitraria o si incurrieron en un defecto fáctico
a partir de una indebida valoración probatoria.

H. Análisis de los casos concretos

337. Téngase presente que doce 12 de los 16 casos que superaron el requisito de
procedencia tienen una narrativa similar.309 Los actores indican que las sentencias
proferidas por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral- y por
el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia -Sala Civil, Familia, Laboral-,
desconocieron su derecho al debido proceso tras apartarse del precedente establecido por
la Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral- en lo relativo a la ineficacia de
los traslados entre regímenes. Estos tribunales, en segunda instancia, señalaron que era
deber de los actores demostrar que hubo un vicio en su consentimiento al momento en
que se trasladaron al RAIS, para que, luego de ello, se pudiese declarar la “nulidad”
(SIC) entiéndase ineficacia de dicho acto. La Corte Suprema de Justicia -Sala de
Casación Laboral- halló razón a los accionantes en sede de tutela, y amparó sus derechos
en primera instancia. Todas estas decisiones fueron confirmadas por la Sala de Casación
Penal (en sus distintas Salas de Decisión de Tutelas) de la misma Corporación. Dentro
de este primer grupo se encuentran 4 casos310 en los que se presentaron escenarios de
múltiple afiliación. Sin embargo, ni en el proceso ordinario ni en el proceso de tutela se
advirtió esta circunstancia.

309
Expedientes T-7.930.563, T-7.936.682, T-7.938.558, T-7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315, T-8.224.223, T-8.235.289,
T-8.256.424, T-8.261.557, T-8.322.441 y T-8.255.677.
310
Se trata de los siguientes casos: T-7.936.682, T-7.938.558, T-7.944.741 y T-8.256.424.

109
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

338. En contraste, en un segundo grupo, existen 4 tutelas que presentan sutiles


diferencias respecto del grupo mayoritario. En una de ellas, se discute si, respecto de la
ineficacia, es procedente declarar la prescripción; en otra, ha de revisarse si el análisis
probatorio que llevó a cabo el accionado fue adecuado; en otra, se debate si debía darse
-o no- aplicación al Decreto 1642 de 1995, artículo 2 -parágrafo transitorio-, a efectos de
que la demandante regresara al RPM. Y, en una última tutela, se indaga sobre el presunto
desconocimiento del precedente de la Corte Suprema de Justicia, en el que habría
incurrido la Sala de Descongestión No. 4, de la Sala de Casación Laboral de ese mismo
tribunal, al declarar que, por la movilidad que al interior del RAIS llevó a cabo una
accionante, aquella ratificó su intención de permanecer en el RAIS y no en el RPM.

339. Por razones de metodología, esta Sala procederá a identificar, primero, si


respecto de cada uno de los casos contenidos en el primer grupo, las autoridades
judiciales accionadas vulneraron los derechos al debido proceso o a la seguridad social
de los actores. Luego de ello, se evaluará la presunta afectación de los derechos
fundamentales de los accionantes comprendidos en el segundo grupo.

1. Primer grupo de tutelas: Expedientes T-7.930.563, T-7.936.682, T-7.938.558, T-


7.940.054, T-7.944.741, T-7.946.315, T-8.224.223, T-8.235.289, T-8.256.424, T-
8.261.557, T-8.322.441 y T-8.255.677

a. Casos en los que no se presenta el fenómeno de la múltiple afiliación

340. En 8 de los 12 expedientes que componen el primer grupo no se presentó ningún


fenómeno de multi vinculación. Los accionantes, que nacieron entre 1958 y 1963,
estuvieron afiliados inicialmente al ISS para luego, en el periodo comprendido entre 1993
y 2009, trasladarse al RAIS.311 Todos, de acuerdo con sus propias manifestaciones,
indicaron que en el instante en que se produjo el traslado, no se les informó sobre las
condiciones del Régimen de Ahorro Individual ni sobre las implicaciones de afiliarse a
aquel.312

341. Años más tarde, tras percatarse del monto de la mesada que tendrían en el RAIS,
formularon, cada uno y por separado, demandas ordinarias laborales a través de las cuales
pidieron que se declarara la ineficacia del traslado al RAIS que habían llevado a cabo.
Esto porque, como se ha dicho, para cuando lo efectuaron no se les brindó información
suficiente sobre las características de dicho régimen.313 A continuación se indican los
nombres de los accionantes, sus fechas de nacimiento, y las fechas en que se trasladaron
al RAIS.

311
Para verificar la fecha específica en la que los actores se trasladaron al RAIS, revísese el Anexo I. Antecedentes.
312
Cfr. Anexo I. Antecedentes.
313
Ibidem.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

Número de Fecha en la que se trasladó


Nombre del accionante Fecha de nacimiento
proceso al RAIS
T-7.930.563 Ana Patricia Rodríguez Rubiano 19 de junio de 1959 1 de marzo del 2000
T-7.940.054 Mauricio Perea Restrepo 30 de mayo de 1956 1 de julio del 2000
T-7.946.315 Blanca Leonor Aponte Castro 11 de junio de 1958 20 de octubre del 2000
T-8.224.223 Pilar Barrientos Ortega 22 de marzo de 1959 1 de marzo de 1999
T-8.235.289 Diana del Pilar Aguilera Anzola 28 de mayo de 1962 28 de junio de 2002
T-8.255.677 Lucelly García Rico 26 de enero de 1963 30 de septiembre de 1999
T-8.261.557 Judith Rodríguez Gómez 25 de diciembre de 1962 18 de septiembre de 2000
T-8.322.441 Nubia Ingrith Cardona 1 de agosto de 1961 1 de abril de 1995

342. En 7 de los 8 casos,314 los jueces de primera instancia accedieron a las


pretensiones, siguiendo el precedente de la Corte Suprema de Justicia. En el caso
restante,315 los jueces de primera instancia negaron las pretensiones y absolvieron a las
demandadas. Con todo, en segunda instancia se revocaron las decisiones que habían
accedido a las pretensiones de los demandantes, o se confirmaron aquellas que las habían
negado. En todos estos casos, los fallos de segunda instancia fueron proferidos por la
misma autoridad judicial: la Sala Laboral del Tribunal Superior de Bogotá.

343. De cualquier manera, en todos estos procesos los Tribunales mencionados


presentaron los mismos argumentos para decidir. En primer lugar, sostuvieron que la
Corte Suprema de Justicia sí ha señalado que la consecuencia de la falta de información,
en los traslados, es la ineficacia. En segundo lugar, también recordaron que, según esa
Corte, quien debe demostrar que otorgó información suficiente, en los procesos
ordinarios laborales como estos, es la Administradora de Pensiones.

344. Sin embargo, en tercer lugar, resaltaron que aquel es un precedente aplicable solo
para quienes se han encontrado amparados por el régimen de transición o para quienes,
al momento del traslado que efectuaron al RAIS, estaban cerca de obtener una pensión
en el RPM. Como este no era el caso de ninguno de los accionantes, encontraron
necesario apartarse del precedente indicado y fundar su decisión en otras reglas. Acto
seguido, los dos tribunales señalaron, (i) que, de acuerdo con los formularios de afiliación
aportados a los expedientes, se había demostrado que los accionantes recibieron la
correspondiente información sobre los alcances de su traslado; y (ii) que ellos no habían
probado que su consentimiento hubiere estado viciado. Por tanto, absolvieron a las
demandadas.316 Contra estas decisiones no se formuló recurso de casación.

345. Presentadas las respectivas acciones de tutela, la Sala de Casación Laboral de la


Corte Suprema de Justicia amparó el derecho al debido proceso de los accionantes, e
indicó que los Tribunales accionados habían desconocido su precedente, según el cual,
(i) cuando no se informe adecuadamente sobre las características esenciales del RAIS, al
momento de un traslado, procede declarar su ineficacia; (ii) las AFP, deben demostrar,
en el proceso ordinario laboral, que brindaron información clara y suficiente sobre lo
anterior; y (iii) el formulario de afiliación no es prueba suficiente para acreditar un

314
Expedientes T-7.930.563, T-7.940.054, T-7.946.315, T-8.224.223, T-8.235.289, T-8.255.677 y T-8.322.441.
315
Expediente T-8.261.557.
316
Cfr. Anexo I. Antecedentes.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

consentimiento informado. En consecuencia, ordenó a los accionados emitir una nueva


decisión, teniendo en cuenta su precedente. La Sala de Casación Penal de la misma
Corporación confirmó, en segunda instancia, estas decisiones.317

346. Como se afirmó en la parte dogmática de esta providencia, los precedentes


judiciales establecidos, especialmente, por la Corte Suprema de Justicia, deben ser
particularmente seguidos por las autoridades de inferior jerarquía. Esto permite que los
casos en los que se planteen escenarios idénticos o similares en lo relevante, sean
resueltos de la misma manera. El respeto al precedente, entonces, garantiza el derecho a
la igualdad.

347. Con todo, lo antedicho no supone que siempre y en cualquier caso los
precedentes deban ser aplicados por las autoridades judiciales. Esto porque, como se
explicó, habrá escenarios en los cuales lo más razonable será separarse de aquellos. Y
eso puede ocurrir por dos razones en particular: (i) porque el nuevo litigio plantea un
escenario marcadamente distinto respecto de aquel resuelto en un fallo anterior. En este
caso, el mandato de trato igualdad contenido en la Constitución, exigiría que el nuevo
proceso fuese abordado de manera diferente. Y, (ii) porque es necesario exponer una
nueva tesis que resulte más adecuada a la luz de la Constitución y el ordenamiento
jurídico, que aquella contenida en el precedente.

348. La Corte Constitucional estima que en estos casos los tribunales cumplieron con
el requisito de la transparencia, pero no con el de la suficiencia. Cumplieron con la
transparencia porque reconocieron la existencia del precedente aplicable en la materia.
Empero, no cumplieron con el criterio de la suficiencia porque, para la Sala Plena, los
casos resueltos previamente por la Corte Suprema de Justicia -respecto de los cuales se
creó el precedente aludido-, son relevantemente asimilables a los casos expuestos por los
actores.

349. En términos precisos, es cierto que en las primeras sentencias que la Corte
Suprema de Justicia emitió sobre este particular, se conocieron casos de personas que,
para el momento en que se trasladaron al RAIS, estaban amparadas por el régimen de
transición o, incluso, estaban cerca de acreditar los requisitos para pensionarse en el
RPM. Esto ocurrió en sentencias como la SL31314-2008, la SL12136-2014, la SL9519-
2015, la SL482-2018, la SL1421-2019, o la SL5462-2019, entre otras.

350. No obstante, con el tiempo, la Corte Suprema de Justicia amplió la aplicación de


las reglas relativas a la inversión de la carga de la prueba con independencia de que el
afiliado perteneciera o no a un régimen de transición. En la sentencia SL19447-2017, por
ejemplo, se indicó que los afiliados, al momento de su traslado, debían contar con “(…)
los elementos de juicio suficientes para advertir la trascendencia de la decisión adoptada,
tanto en el cambio de prima media al de ahorro individual con solidaridad, encontrándose
o no la persona en transición (…)” (Subrayas fuera de texto).

317
Cfr. Anexo I. Antecedentes.

112
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

351. Esta idea se aclaró en la Sentencia SL1452-2019. Allí se indicó que “[d]e hecho,
la regla jurisprudencial identificable en las sentencias CSJ SL 31989, 9 sep. 2008, CSJ SL
31314, 9 sep. 2008 y CSJ SL 33083, 22 nov. 2011, así como en las proferidas a la fecha CSJ
SL12136-2014, CSJ SL19447-2017, CSJ SL4964-2018 y CSJ SL4989-2018, es que las
administradoras de fondos de pensiones deben suministrar al afiliado información clara,
cierta, comprensible y oportuna de las características, condiciones, beneficios, diferencias,
riesgos y consecuencias del cambio de régimen pensional y, además, que en estos procesos
opera una inversión de la carga de la prueba en favor del afiliado.” En esta Sentencia la
Corte culminó sosteniendo que esta regla de decisión aplicaba: “(…) sin importar si se
tiene o no un derecho consolidado, se tiene o no un beneficio transicional, o si está
próximo o no a pensionarse, dado que la violación del deber de información se predica
frente a la validez del acto jurídico de traslado, considerado en sí mismo.” Esta posición
se repitió, insistentemente, en las Sentencias SL2648-2019, SL1689-2019, SL1688-
2019, SL2955-2019, SL4856-2019, SL5630-2019 y SL731-2020.

352. Con todo, solo hasta el 16 de junio de 2020 esa Corte aplicó la regla antedicha
en favor de una persona que nunca fue beneficiaria del régimen de transición. Ello se
presentó en la sentencia SL2427-2020, donde la Corte, nuevamente, señaló que el estar
amparado -o no- por dicho régimen, no era importante a efectos de invertir la carga de la
prueba. Luego de ello, casos similares a este se han resuelto en la Corte Suprema de
Justicia.

353. Hecho este recuento, se advierte que, si bien es cierto el precedente de la Corte
Suprema de Justicia, inicialmente, se aplicó solo en favor de personas que estaban
amparadas por el régimen de transición, el ser beneficiario o no de un régimen de
transición no debía ser una circunstancia relevante para aplicar -o dejar de aplicar- el
precedente de la Corte Suprema de Justicia sobre la inversión de la carga de la prueba.
La inversión de la carga de la prueba puede obedecer a distintos factores, pero todos ellos
tienen que ver con que, en los procesos judiciales, debe procurarse obtener un mínimo
de justicia con quien está en la imposibilidad de probar un hecho. En efecto, esa inversión
solo puede tomarse en razón de las circunstancias particulares que presentan los
demandantes, en lo relativo a la obtención del medio probatorio.

354. Así las cosas, para el momento en que se profieren las sentencias contra las
cuales se dirigen las acciones de tutela, sí existía un precedente sólido que indicaba -sin
ambigüedades- que en todos estos casos debía invertirse la carga de la prueba para que
la AFP demostrara, de manera suficiente, que sí informó a los afiliados sobre las
consecuencias de su traslado al RAIS.

355. En efecto, los casos resueltos por las autoridades judiciales accionadas en estas
causas, y los resueltos previamente por la Corte Suprema de Justicia eran asimilables, y
el hecho de que una persona esté o no amparada por el régimen de transición no
constituye una diferencia relevante en virtud de la cual deba asignarse a los demandantes
un trato distinto. Con independencia de lo anterior, en todas las situaciones, los

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

demandantes señalaron no haber recibido información suficiente respecto de las


consecuencias de su traslado al RAIS y, por ello, solicitaron la declaratoria de la
ineficacia. Por esta circunstancia debieron recibir el mismo trato en materia probatoria.

356. Es por esta razón que la Sala Plena advierte que los tribunales accionados
desconocieron los derechos a la seguridad social, a la igualdad, al acceso a la
administración de justicia y al debido proceso de los actores al apartarse del precedente
establecido por la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia. Precedente
que estaba vigente para el momento en que se profirió cada una de las sentencias que se
reprochan. De este modo, la Corte concluye que se violó el derecho al debido proceso de
los accionantes por desconocimiento del precedente vertical y, en consecuencia,
procederá a confirmar las sentencias de tutela que ampararon dicho derecho y ordenaron
la emisión de nuevas providencias.318

b. Casos en los que se presenta el fenómeno de la múltiple afiliación

357. En 4 de los 12 casos que componen este primer grupo de tutelas, se advirtió por
Asofondos que se había presentado un fenómeno de múltiple afiliación.319 Esto se dio
porque, de acuerdo con lo informado por dicha agremiación, cada uno de los actores,
cuando se trasladó al RAIS, no había cumplido el tiempo mínimo de permanencia en el
RPM. Dada esta situación, y teniendo en cuenta que para la entrada en vigencia del
Decreto 3995 de 2008 los actores figuraban con afiliación en ambos regímenes, las
administradoras, mediante comités y siguiendo las reglas del decreto mencionado,
definieron, el 16 de octubre de 2008, que la única afiliación válida de todos ellos sería la
que efectuaron ante el RAIS. Esto porque en ese régimen cotizaron el mayor número de
semanas en el periodo comprendido entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2007.320
Esta información fue confirmada por Colpensiones en su respuesta al Auto de pruebas
del 5 de agosto de 2022.

358. De cualquier manera, nunca en el proceso ordinario laboral que se surtió en cada
caso, ni en el trámite de tutela que se llevó a cabo en las dos instancias, se informó sobre
esta circunstancia. Este aspecto solo se advirtió por Asofondos en un escrito remitido el
7 de junio de 2022 a esta Corte.

359. Precisamente por lo antedicho, en el proceso ordinario laboral que se surtió


respecto de estos 4 casos, los hechos son idénticos, en lo sustancial, a los que se
presentaron en los 8 casos referidos en el acápite anterior. Así, respecto de estos cuatro
4 procesos, se tiene que: (i) los accionantes nacieron entre 1960 y 1962, (ii) se trasladaron
al RAIS en el periodo comprendido entre 1993 y 2009; (iii) señalaron que, cuando
realizaron el traslado referido, nadie les informó sobre las consecuencias de esa decisión

318
Proferidas, en primera instancia, por la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia y, en segunda instancia,
por la Sala de Casación Penal de esa misma Corporación.
319
Se trata de los siguientes casos: Armando padilla Romero (Exp. T-7.936.682); María del Carmen Castañeda (Exp. T-
7.938.558); Maritza Navarro García (Exp. T-7.944.741); y Elsy Jeannete Garzón Martínez (Exp. T-8.256.424).
320
Respuesta de Asofondos al Auto de pruebas del 5 de agosto de 2022.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

-la del traslado por multi afiliación-; y (iv) por esto, formularon, por separado, demandas
ordinarias laborales con el objeto de que se declarara la ineficacia del mismo. A
continuación, se indican los nombres de los accionantes, sus fechas de nacimiento, y las
fechas en que se trasladaron al RAIS.321

Número de Fecha en que se


Nombre del accionante Fecha de nacimiento
proceso trasladó al RAIS
T-7.936.682 Armando Padilla Romero 29 de enero de 1961 9 de agosto de 1994
T-7.938.558 María del Carmen Castañeda 18 de marzo de 1961 31 de mayo del 2000
15 de noviembre de
T-7.944.741 Maritza Navarro García 26 de mayo de 1962
1994
8 de noviembre de
T-8.256.424 Elsy Jeannete Garzón Martínez 4 de septiembre de 1960
2000

360. En 3 de los 4 casos,322 los jueces de primera instancia accedieron a las


pretensiones, siguiendo el precedente de la Corte Suprema de Justicia. En el caso
restante,323 los jueces de primera instancia negaron las pretensiones y absolvieron a las
demandadas. Con todo, en segunda instancia y en todos los procesos, la Sala Laboral del
Tribunal Superior de Bogotá revocó las decisiones que habían accedido a las pretensiones
o confirmó aquellas que las habían denegado. Esa autoridad judicial reconoció (i) que la
Corte Suprema de Justicia sí ha señalado que la consecuencia de la falta de información,
en los traslados, es la ineficacia; y (ii) que, según esa alta Corte, quien debe demostrar
que otorgó información suficiente, en los procesos ordinarios laborales como este, es la
Administradora de Pensiones.324

361. Sin embargo, resaltó que aquel es un precedente aplicable solo para quienes se
han encontrado amparados por el régimen de transición o para quienes, al momento del
traslado que efectuaron al RAIS, estaban cerca de obtener una pensión en el RPM. Y,
como este no era el caso de ninguno de los accionantes, encontró necesario apartarse del
mismo y fundar su decisión en otras reglas. Acto seguido, el tribunal señaló que los
actores no demostraron la ocurrencia de un vicio en su consentimiento al momento de
efectuar sus traslados y que, de acuerdo con los formularios de afiliación aportados a los
expedientes, se había demostrado que recibieron la correspondiente información sobre
los alcances de su decisión. Contra estas providencias no se formuló recurso de
casación.325

362. Por su parte, la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia -en su
calidad de juez de tutela y en todos los casos- amparó el derecho al debido proceso de
los actores tras indicar que el Tribunal Superior de Bogotá se había apartado de forma
infundada de su precedente. En consecuencia, ordenó al accionado emitir nuevas

321
Cfr. Anexo I. Antecedentes.
322
Expedientes T-7.936.682, T-7.938.558 y T-7.944.741.
323
Expediente T-8.256.424.
324
Cfr. Anexo I. Antecedentes.
325
Ibidem.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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sentencias respetuosas de aquel. Estas decisiones fueron confirmadas en segunda


instancia por la Sala de Casación Penal de la misma Corporación.326

363. Así entonces, dos cuestiones se discuten en el marco de estos 4 expedientes de


tutela. La primera, es si, en efecto, hubo un déficit en la información suministrada a los
usuarios cuando estos se trasladaron del RPM al RAIS no por su voluntad sino por la
forma en la que se resuelve administrativamente el problema de la coexistencia de varias
afiliaciones; y, la segunda, tiene que ver con la forma en que debe resolverse el presunto
escenario de la multi vinculación que presentaron los demandantes.

364. En la presente sentencia de unificación se ha recordado cuáles han sido las reglas
que, a través de los años, han permitido a los fondos de pensiones resolver conflictos de
múltiple afiliación. En efecto, de un lado, se encontraba el Decreto 692 de 1994 o la
Circular 058 de 1998, cuyos criterios de definición privilegiaban la afiliación que se
había dado de acuerdo con las previsiones legales existentes, y tomaban por nula toda
afiliación que se hubiere efectuado sin acatar dichas previsiones. Empero, luego se
expidió el Decreto 3995 de 2008 que privilegió la afiliación hecha al fondo donde la
persona había cotizado regularmente en el periodo comprendido entre julio y diciembre
del año 2007.

365. De cualquier manera, como se ha dispuesto en esta providencia y siguiendo la


regla de decisión establecida en la Sentencia T-191 de 2020, siempre que en un proceso
administrativo o judicial se discuta sobre (i) la ineficacia de un traslado ante la
deficiencia de información que sobre él se suministró al usuario; y (ii) la múltiple
vinculación de aquel y la forma de resolverla, habrá que estudiar, primero, si el traslado
efectuado al RAIS es ineficaz. Esto porque, si lo es, se entenderá que la persona nunca
abandonó el RPM y que, por tanto, nunca se presentó el escenario de la múltiple
vinculación. Ahora, si la administración o la judicatura advierte que el traslado no puede
declararse ineficaz entonces el escenario de la múltiple afiliación debe definirse a favor
del afiliado que no decidió su traslado sino que le fue impuesto por una decisión
administrativa.

366. Ya se ha dicho que, en estos 4 casos, ninguno de los demandantes advirtió sobre
la múltiple afiliación que presentaban. De manera que el debate giró exclusivamente
alrededor de la presunta ineficacia del traslado hacia el RAIS. De acuerdo con los
accionantes, el Tribunal Superior de Bogotá habría desconocido el precedente de la Corte
Suprema de Justicia.

367. Sobre ello, la Corte estima que en estos casos el Tribunal cumplió con el requisito
de transparencia al reconocer la existencia del precedente de la Corte Suprema de
Justicia, pero no con el de la suficiencia. Esto porque, para la Sala Plena, los casos
resueltos previamente por esa alta corte -respecto de los cuales se creó el precedente
pluricitado-, son relevantemente asimilables a los casos de los actores. Lo que los hace

326
Ibidem.

116
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

asimilables es que, en todas las situaciones, los demandantes señalaron no haber recibido
información suficiente respecto de las consecuencias de su traslado al RAIS. Esta Corte
entiende que la aplicación de las reglas establecidas por la judicatura para resolver esta
específica demanda, debería darse independientemente de que los demandantes
pertenezcan o no al régimen de transición, o que hubieren estado cerca o no de
pensionarse en el RPM justo antes del traslado.

368. Es por esta razón que la Sala Plena advierte que el Tribunal accionado
desconoció los derechos a la seguridad social, a la igualdad, al acceso a la administración
de justicia y al debido proceso de los actores al apartarse de un precedente construido por
la Corte Suprema de Justicia. Precedente que estaba vigente para el momento en que
profirió cada una de las 4 sentencias que se reprochan.

369. Por lo expuesto, y tras considerar que se vulneró el derecho al debido proceso de
los accionantes, la Sala Plena procederá a confirmar las sentencias de tutela que
ampararon dicho derecho y ordenaron la emisión de nuevas providencias. Finalmente,
solo en el evento en que no se declare la ineficacia del traslado que los accionantes
hicieron al RAIS, el Tribunal accionado deberá identificar en qué escenario de múltiple
afiliación se encontraban estos demandantes y si la solución adoptada por las
administradoras de pensiones, al asignarlos administrativamente al RAIS, fue la
adecuada.

2. Segundo grupo de tutelas: Expedientes T-7.981.335, T-8.319.475, T-8.484.811 y T-


7.867.632

a. Expediente T-7.981.335 (Gloria Patricia Patiño Duque contra la Sala Segunda


de decisión Laboral del Tribunal Superior de Distrito de Pereira)

370. La accionante nació el 5 de julio de 1963. Inicialmente estuvo afiliada a la Caja


de Seguridad Social del Departamento de Risaralda, pero luego, el 4 de abril de 1995, se
trasladó al RAIS. El 8 de septiembre de 2017, después de haber solicitado de manera
infructuosa a las administradoras de pensiones del RAIS y del RPM la “anulación” SIC,
entiéndase ineficacia de su traslado, demandó a aquellas porque, en su versión, no le
habían suministrado un mínimo de información que le permitiera ser consciente de las
consecuencias del traslado que había efectuado hacia el RAIS.327

371. Según la accionante Gloria Patricia Patiño Duque una asesora de Porvenir la
convenció de realizar el traslado prometiéndole una pensión anticipada, cuyo monto sería
superior a la que percibiría en el RPM.328

372. Aunque en primera instancia el Juzgado Cuarto Laboral del Circuito de Pereira
le halló razón y declaró la ineficacia de dicho traslado, en segunda instancia esa decisión

327
Cfr. Anexo I. Antecedentes.
328
Ibidem.

117
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

se revocó. El Tribunal Superior del mismo Distrito Judicial -Sala Laboral-concluyó que
la alegación, según la cual, un afiliado no fue suficientemente informado sobre las
consecuencias de su afiliación al RAIS, debió abordarse desde el régimen de las
nulidades sustanciales y no desde la ineficacia. Con todo, esta no fue la razón principal
por la cual se revocó la decisión proferida por el Juzgado Cuarto Laboral del Circuito de
Pereira.329

373. La razón principal obedeció a que, finalmente, se demostró en el expediente


ordinario laboral que la señora Gloria Patricia Patiño Duque había sido debidamente
informada antes de que pudiera optar por el RAIS. De hecho, fue en el interrogatorio de
parte donde la referida accionada aceptó que, en la asesoría prestada, se le informó sobre
los beneficios y perjuicios del cambio de régimen. Afirmación que luego se confirmó por
parte de los testigos en el proceso ordinario: compañeros de trabajo de la demandante, en
la época de su traslado. Contra esta decisión no se formuló recurso de casación.330

374. Con todo, la accionante formuló directamente acción de tutela contra esta
providencia. Señaló que “la interpretación de los elementos fácticos y jurídicos brindada
en la sentencia censurada dista, antagoniza, riñe y es injustificadamente contraria de la
regla jurisprudencial sentada por la honorable Sala de Casación Laboral de la Corte
Suprema de Justicia”. De cualquier manera, la Sala de Casación Laboral de la Corte
Suprema de Justicia, en sentencia del 27 de agosto de 2019, decidió no amparar el
derecho al debido proceso de la accionante. Señaló, para tal efecto, que la sentencia
censurada se había fundado en una correcta interpretación de las pruebas aportadas al
proceso. La Sala de Decisión de Tutelas No. 3 de la Sala de Casación Penal de esa misma
Corte confirmó, en segunda instancia, esta decisión.331

375. En tal sentido, lo que corresponde identificar en este caso es si el Tribunal


Superior del Distrito Judicial de Pereira -Sala Laboral- desconoció los derechos al debido
proceso, a la seguridad social y a la igualdad de Gloria Patricia Patiño Duque, tras
advertir que del material probatorio obrante en el proceso se desprendía que la señora sí
había sido informada de las características de los regímenes pensionales antes de su
trasado al RAIS.

376. Para resolver el interrogante, es preciso recordar que, según lo dispuesto por esta
Corporación, “[el] defecto fáctico puede presentarse de dos formas: una positiva y
una negativa. La primera tiene ocurrencia en los eventos en que se decide acudiendo a
argumentos irrazonables, que hacen que la valoración probatoria sea por completo
deficiente. La segunda obedece a las omisiones del juzgador en la etapa probatoria.
Puede presentarse cuando no se decretan o no se practican pruebas relevantes para
llegar al conocimiento de los hechos, teniendo el deber de hacerlo”.332

329
Ibidem.
330
Ibidem.
331
Ibidem.
332
Corte Constitucional. Sentencia SU-129 de 2021. En esta providencia se citaron las Sentencias SU-337 de 2017 y T-
074 de 2018.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

377. En la acción de tutela, la actora parece indicar que el Tribunal accionado incurrió
en un defecto fáctico, desde su dimensión positiva. Y también parece sugerir que, a pesar
de los materiales probatorios obrantes en el expediente, la accionada debió resolver el
litigio condenando a la demandada, pues lo cierto es que, desde su perspectiva, aquella
no demostró, de acuerdo con la teoría de la carga dinámica de la prueba, haberle
suministrado la información suficiente al momento en que se trasladó al RAIS.

378. Esta Sala no comparte la postura de la accionante. En efecto, la sentencia judicial


censurada se fundó en el contenido de los materiales probatorios que obraban en el
expediente. La autoridad judicial accionada resolvió con base en ellos. Su decisión fue
objetiva y razonable, de manera tal que no se advierte una palmaria vulneración del
derecho al debido proceso de la actora. A continuación, se cita un fragmento de la
sentencia censurada, que da cuenta de lo antedicho:

“[Obra] interrogatorio de parte de Gloria Patricia Patiño Duque, en el que confesó que
sí había recibido información de los asesores de Porvenir S.A., que le había indicado
tanto los “pro y los contra” del cambio de régimen, información por que recibió 2 o 3
asesorías individuales. “En ese sentido señaló que el asesor le informó que en el RAIS
tendría una cuenta individual en la que obtendría mejores rendimientos, que “de pronto”
iba a acceder a una pensión anticipada y que podía escoger el momento en el que se
pensionaría, pero para ello debía tener en su “canasta” un ahorro de muchos millones”.

(…)

“Información que se confirmó con la prueba testimonial practicada, esto es, con las
declaraciones de los testigos Edilson Valencia Castañeda, Luz Helena Marín Valencia y
Sandra Patricia Cárdenas Castañeda, compañeros de trabajo de la demandante
coincidieron en afirmar que para el año 1995 los asesores de todas (sic) los fondos de
pensiones, entre ellos de Porvenir S.A., asistieron a la Contraloría Departamental de
Risaralda y de manera individual pasaron por cada puesto dando la asesoría.”333

379. Dicho esto, parece evidente que la sentencia atacada no desconoció derecho
fundamental alguno. Por ello, la Sala Plena procederá a confirmar la sentencia de tutela
que negó el amparo del derecho al debido proceso de la accionante y que fue proferida,
en primera instancia, por la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia y,
confirmada en segunda instancia por la Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de
Tutelas No. 3- de esa misma Corporación.

b. Expediente T-8.319.475 (Araminta Angarita contra la Sala Laboral del Tribunal


Superior de Bogotá)

333
Expediente T-7.981.335. Contenido en siicor. Ver sentencia de tutela de primera instancia. Transcripción del audio de la
audiencia de juzgamiento que se llevó a cabo en el Tribunal el 30 de abril de 2019. Estos fragmentos también fueron citados
en la parte considerativa del fallo de primera instancia en el proceso de la referencia.

119
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

380. La accionante nació el 6 de febrero de 1955 y estuvo afiliada al RPM hasta el 26


de marzo de 1995. El 27 de marzo de ese año se trasladó al RAIS. El 28 de octubre de
1996 presentó una solicitud de retracto, amparada en lo contenido en el artículo 2 del
Decreto 1642 de 1995, según el cual, hasta el 31 de diciembre de 1996, las personas que
se habían trasladado de régimen podían solicitar su regreso a aquel que habían
abandonado siempre (i) que fuesen beneficiarias del régimen de transición, y (ii) que esté
demostrado el perjuicio que el traslado pudo causarles.334

381. En respuesta a su solicitud, el 27 de abril de 1997, el Gerente de Colfondos le


informó que el retracto se había aprobado. No obstante, en el año 2015, Colpensiones le
informó que no estaba afiliada al RPM. Esto último se confirmó por parte de
Colfondos.335

382. La accionante formuló demanda ordinaria laboral porque, desde su perspectiva,


las administradoras de pensiones no habían dado cumplimiento al artículo 2 del Decreto
1642 de 1995 aunque estaban obligadas a ello. En primera instancia, el Juzgado 19
Laboral del Circuito de Bogotá accedió a lo pretendido, pero esta decisión fue revocada
en segunda instancia por parte del Tribunal Superior del mismo Distrito Judicial -Sala
Laboral-.336

383. Dos fueron los argumentos de esta última autoridad judicial para revocar la
decisión del a quo: (i) que, si la señora pretendía hacer uso del derecho de retracto, tenía
que haber presentado la solicitud 5 días después de haberse trasladado y no un años y 7
meses después. Esto de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 3 del Decreto 1161 de
1994. Así, como la solicitud de retracto fue formulada el 28 de octubre de 1996, no había
lugar a aceptarla.337

384. El otro argumento tiene que ver con que, (ii) de acuerdo con lo exigido en el
Decreto 692 de 1994, si la accionante quería trasladarse al RPM, debía permanecer 3
años en el RAIS. Dado que para el momento en que solicitó volver al RPM no habían
trascurrido esos 3 años, no era posible validar dicho retorno. Contra esta decisión no se
formuló recurso de casación.338

385. Formulada la acción de tutela en contra de dicha decisión, la Sala de Casación


Laboral de la Corte Suprema de Justicia amparó el derecho al debido proceso de la actora.
Esto luego de advertir que el Tribunal accionado había fundado su decisión en dos
normas que no eran aplicables al contexto de lo requerido por ella. La Corte señaló que
la señora Angarita no estaba solicitando propiamente el retracto del que trata el Decreto
1161 de 1994, y tampoco trasladarse con las reglas del Decreto 692 de 1995. Muy al
contrario, estaba pidiendo que en su caso se diera aplicación a lo dispuesto en el artículo

334
Cfr. Anexo I. Antecedentes.
335
Ibidem.
336
Ibidem.
337
Ibidem.
338
Ibidem.

120
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

2 del Decreto 1642 de 1995. Este fallo se confirmó por la Sala de Decisión de Tutelas
No. 2 de la Sala de Casación Penal de la misma Corporación.339

386. En tal sentido, lo que corresponde identificar en este caso es si el Tribunal


Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral- desconoció el derecho al debido
proceso de Araminta Angarita, cuando no resolvió su demanda aplicando lo dispuesto en
el artículo 2 -parágrafo transitorio- del Decreto 1642 de 1995, sino acudiendo a una
normatividad distinta.

387. En esta discusión la pregunta fundamental que subyace es si el Tribunal


accionado incurrió o no en un defecto sustantivo. Como ya lo ha referenciado la Corte
Constitucional, este defecto implica “la existencia de un error por parte del juez en la
interpretación o en aplicación de las disposiciones jurídicas que utilizó para resolver un
determinado caso. Sin embargo, para que dicho yerro dé lugar a la procedencia de la
acción de tutela debe evidenciarse una irregularidad de significante trascendencia, que
haya llevado a adoptar una decisión que obstaculice o lesione la efectividad de los
derechos fundamentales.”340

388. Uno de los supuestos en los que puede presentarse el denominado defecto
sustantivo, es aquel en el que una autoridad judicial determinada basa su decisión en una
norma que “(a) no es pertinente, (b) ha perdido su vigencia por haber sido derogada,
(c) es inexistente, (d) ha sido declarada contraria a la Constitución, o (e) no se adecúa
a la situación fáctica a la cual se aplicó (…)”341 (Subrayas fuera de texto).

389. En este caso, la Sala Plena comparte lo decidido por la Corte Suprema de Justicia
-Sala de Casación Laboral- en su calidad de juez de tutela. Esto porque, en efecto, aunque
la señora mencionó en la demanda ordinaria que buscaba la aceptación del “derecho de
retracto”, lo cierto es que en el escrito que presentó ante Colfondos, el 28 de octubre de
1996, pretendía ser beneficiaria de la opción que el artículo 2 -parágrafo transitorio- del
Decreto 1642 de 1995 daba a algunas personas para retornar al RPM, siempre que así lo
solicitaran antes del 31 de diciembre de 1996.

390. No obstante, el Tribunal accionado interpretó, de manera errada (i) que la


peticionaria estaba haciendo referencia, en estricto sentido, al “derecho de retracto” del
que trata el Decreto 1161 de 1994 -artículo 3-, según el cual, dicha solicitud tendría que
ser presentada dentro de los 5 días siguientes al traslado que efectuó; y (ii) que, al margen
de lo anterior, si la accionada pretendía devolverse al RPM, debía permanecer en el
RAIS, como mínimo, 3 años, según lo dispuesto en el Decreto 692 de 1994 -artículo 15.
Norma que, a su turno, desarrolló el literal e) del artículo 13 de la Ley 100 de 1993.

391. Entonces, para dirimir el conflicto, el Tribunal no acudió a la norma citada por
la accionante (Decreto 1642 de 1995) sino a la del retracto. Con ello, resolvió su caso

339
Ibidem.
340
Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T-097 de 2022.
341
Ibidem.

121
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

apelando a una normatividad que no le era aplicable en estricto sentido. Por lo dicho, la
Sala Plena procederá a confirmar la sentencia de tutela que amparó los derechos a la
seguridad social, a la igualdad, al acceso a la administración de justicia y al debido
proceso de la actora y que fue proferida, en primera instancia, por la Sala de Casación
Laboral de la Corte Suprema de Justicia y confirmada, en segunda instancia, por la Sala
de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 2- de esa misma Corporación.

c. Expediente T-8.484.811 (Ana Esperanza Lara Rodríguez contra la Sala de


Descongestión Laboral de la Corte Suprema de Justicia)

392. La accionante nació el 10 de julio de 1957. Inicialmente estuvo afiliada a


Caprecundi y luego al ISS. En diciembre de 1998 decidió trasladarse al RAIS. Estando
en dicho régimen, cambió varias veces de AFP. Estuvo afiliada, en distintos momentos,
a Horizonte S.A., a Porvenir S.A. y finalmente en Colfondos S.A.342

393. La accionante indicó que decidió trasladarse al RAIS luego de sufrir el “acoso”
de los asesores de las AFP, quienes le ofrecieron mayores beneficios pensionales en ese
régimen respecto de los que tendría en el RPM. Además, según señaló, en octubre de
2013 Porvenir S.A. calculó el valor de su eventual mesada en $1.290.800, que se pagaría
desde que cumpliera 56 años. En contraste, en Colpensiones, tras realizar la misma
proyección, se le indicó que recibiría, a partir de los 55 años, una mesada que ascendería
a $4.598.017. Por estas circunstancias, y al sentirse “engañada”, formuló demanda
ordinaria laboral indicando que nunca recibió información idónea respecto de las
implicaciones de su traslado al RAIS.343

394. En primera instancia, el Juzgado 28 Laboral del Circuito de Bogotá absolvió a


las demandadas. Indicó que en el proceso no se había acreditado la existencia de un vicio
en el consentimiento de la actora. Esta decisión se confirmó en segunda instancia por
parte del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. Allí también se indicó que la
carga de la prueba, respecto de la presunta existencia de un vicio en su consentimiento,
recaía sobre la señora Lara Rodríguez. De modo que, al no haber demostrado que las
AFP habían omitido informarle sobre las consecuencias del traslado, se denegaron sus
pretensiones.344

395. Contra esta decisión se formuló recurso de casación. La Corte Suprema de


Justicia, -Sala de Casación Laboral, Sala de Descongestión No. 4-, al resolver el referido
recurso, indicó que, si bien el Tribunal se había separado de su precedente, en lo referido
a la carga de la prueba, de cualquier modo, la movilidad de la accionante, entre distintas
administradoras al interior del RAIS, ratificó su intención de permanecer en dicho

342
Cfr. Anexo I. Antecedentes.
343
Ibidem.
344
Ibidem.

122
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

régimen. Esto, a pesar de que, eventualmente, no hubiere recibido información idónea en


el momento de su traslado inicial.345

396. Formulada la respectiva acción de tutela contra la decisión antedicha, la Sala de


Casación Penal -Sala de Decisión de tutelas No. 1- de la Corte Suprema de Justicia,
resolvió negarla. Para esto indicó que en la demanda de tutela la actora expuso,
simplemente, una discrepancia frente a las razones del traslado. Esta Sentencia se
confirmó, en segunda instancia, por parte de la Sala de Casación Civil de la misma
Corporación.346

397. En consecuencia, corresponde a esta Corte identificar si en el proceso de la


referencia la Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral, Sala de
Descongestión No. 4-, desconoció el derecho al debido proceso de Ana Esperanza Lara
Rodríguez, tras considerar que con sus traslados entre distintas AFP del RAIS ratificó su
intención de permanecer en ese régimen y no en el RPM.

398. Al respecto, en esta providencia se ha indicado que, para que un precedente


pueda ser tenido por tal, debe ser sólido en el tiempo. En lo relativo a los fallos de la
Corte Constitucional, por ejemplo, se ha explicado que para que pueda hablarse de
jurisprudencia en vigor y, por tanto, de precedente constitucional, “se requiere que la
lectura de las salas sea uniforme, reiterada y consolidada, pues de presentarse un
desacuerdo o una divergencia de posiciones entre ellas, no habría un criterio
homogéneo que resulte exigible”.347 Algo similar podría decirse de la jurisprudencia de
la Corte Suprema de Justicia. Si esta mantiene importantes divergencias en lo relativo a
la aplicación de una regla, será sumamente complejo exigir que alguna de las posiciones
en disputa se asuma como precedente.

399. En lo relacionado con la tesis esgrimida por la accionada, conocida como la


teoría de los actos de relacionamiento, es preciso recordar que esta ha sido adoptada por
la Corte Suprema de Justicia, no solo en el caso de la accionante, sino en otros similares
a este. Es el escenario, por ejemplo, de la Sentencia SL4934-2020. Ahora, como se
recordó supra, la unificación de criterios respecto de este punto solo ocurrió con la
adopción de la Sentencia SL1055-2022, en la que se recordó que el tránsito que los
afiliados hagan de una AFP a otra, no puede entenderse como una validación del traslado
inicial que hicieron hacia el régimen de ahorro individual. De cualquier manera, para la
fecha en que se tomó la decisión que se reprocha vía tutela (15 de septiembre de 2020),
no existía un precedente consolidado sobre el punto. De modo que, con dicho fallo, no
se incurrió en el defecto señalado por la actora.

400. Ahora bien, lo dicho no implica que en este caso no se hubiere desconocido el
derecho al debido proceso de la accionante. En efecto, ella no alegó la existencia de otro
defecto en la providencia que reprocha. Sin embargo, como se revisó supra, la teoría de

345
Ibidem.
346
Ibidem.
347
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-449 de 2020.

123
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

los actos de relacionamiento hoy está en desuso. Al punto que, en la actualidad, la Corte
Suprema de Justicia no acepta el argumento, según el cual, los traslados que se presenten
entre diferentes administradoras del régimen de ahorro individual, sanean la falta de
información que se dio cuando la persona se trasladó. Y esto es así porque la ineficacia,
al contrario de lo que ocurre con ciertas nulidades, no se puede sanear.

401. De este modo, aunque la actora no hubiere alegado la existencia de otro defecto,
esta Corte es competente, por virtud del principio iura novit curia, para analizar si la
providencia objeto de censura pudo afectar, de algún modo, su derecho al debido
proceso.348 Sobre el particular, la Sala advierte que la Sentencia sí pudo incurrir en un
defecto sustantivo. Recuérdese que este defecto se configura cuando una autoridad
judicial le asigna a una norma jurídica un sentido distinto al que, naturalmente, se
desprende de ella.349 La accionante, en el proceso ordinario laboral, indicó que no fue
debidamente informada sobre las características del RAIS. En ese sentido, el caso debía
resolverse a la luz de la institución de la ineficacia, como lo ha señalado la Corte Suprema
de Justicia.

402. Esta institución aparece en el artículo 271 de la Ley 100 de 1993. Allí se
establece que si una persona natural o jurídica, atenta “en cualquier forma contra el
derecho del trabajador a su afiliación y selección de organismos e instituciones del
Sistema de Seguridad Social Integral”,350 entonces la afiliación que se dio de manera
irregular, “quedará sin efecto y podrá realizarse nuevamente en forma libre y espontánea
por parte del trabajador”.351 Así, la ineficacia se presenta como una figura distinta a la
de la nulidad. Y una de las diferencias fundamentales entre ellas, como se ha visto, es
que la segunda se puede sanear con el tiempo, pero la primera no. Por esta razón, cuando
la Corte Suprema de Justicia resolvió en casación el asunto planteado por la actora,
incurrió en un defecto sustantivo, pues dio a la figura de la ineficacia el alcance de la
figura de la nulidad. Con ello afectó el derecho al debido proceso de la señora Lara
Rodríguez. En consecuencia, como accionada en esta causa, le corresponde fallar
nuevamente el caso de acuerdo con las reglas, hasta el momento, establecidas por la Sala
de Casación Laboral de esa alta Corporación.

403. Por lo expuesto, la Sala Plena procederá a revocar la sentencia de tutela que negó
el amparo del derecho al debido proceso de la accionante y que fue proferida, en primera
instancia, por la Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de tutelas No. 1- de la Corte
Suprema de Justicia y confirmada, en segunda instancia, por la Sala de Casación Civil
de esa misma Corporación. Con ello se ordenará a la Sala accionada resolver nuevamente
el asunto de la actora con base en las reglas que, hasta el momento, han sido decantadas

348
Cfr., Sentencia T-084 de 2021. En esa providencia se recordó lo siguiente: “Bajo el principio iura novit curia (el juez
conoce el derecho), la Corte ha manifestado que el juez de tutela es el conocedor del derecho constitucional y, en
consecuencia, a él le corresponde, aplicando toda su experiencia, bagaje jurídico, técnicas de interpretación,
argumentación y sana crítica, encontrar “la esencia y la verdadera naturaleza de la situación jurídica puesta en
conocimiento de la jurisdicción constitucional para asegurar la más cabal protección judicial de los derechos
fundamentales.”.
349
Cfr., Corte Constitucional, Sentencias T-462 de 2003, T-001 de 1999 y T-765 de 1998.
350
Ley 100 de 1993, Artículo 271.
351
Ibidem.

124
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

por la Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral-. Para ello deberá tener en
cuenta, especialmente, lo establecido sobre la teoría de los actos de relacionamiento en
la reciente Sentencia SL1055-2022.

d. Expediente T-7.867.632 (Colpensiones contra la Sala de Casación Laboral de la


Corte Suprema de Justicia)

404. En este caso, el señor José Benito Zúñiga Pino se trasladó al RAIS en octubre de
1995, pero luego retornó al RPM en diciembre de 2002. Él ya está afiliado en la
actualidad al RPM, empero, la razón por la cual demandó la ineficacia del traslado que
realizó en 1995, obedeció a que pretendía recuperar el régimen de transición. Esta
demanda se formuló 17 años después del acto cuya declaratoria de ineficacia se pide.

405. El actor, en su demanda ordinaria laboral, señaló que, cuando se trasladó al


RAIS, no se le informó sobre las condiciones de dicho régimen. También indicó que en
ese momento “se le generó una idea inexacta con respecto a los requisitos que debía
acreditar para el reconocimiento de su pensión de vejez”.352 En primera instancia, el
Juzgado Cuarto Laboral del Circuito de Pereira negó sus pretensiones, luego de advertir
que, en el proceso, no se había demostrado que el accionante hubiere sido objeto de
engaño por parte de la administradora de la AFP.353

406. En segunda instancia, la Sala Laboral del Tribunal Superior de Pereira señaló
que el no suministro de información genera un vicio en el consentimiento. Y que aquel
deriva en una nulidad relativa y no en una absoluta. Así, recordó que las nulidades
relativas deben ser alegadas en el término de los 4 años siguientes al acto que se reprocha.
Pues, de no respetarse este término, el vicio queda automáticamente saneado. En este
caso, el Tribunal indicó que el señor Zúñiga efectuó su traslado en 1995 y, dentro de los
4 años siguientes, no alegó nulidad alguna. Luego, por esa circunstancia, no era posible
acceder a sus pretensiones.354

407. Contra la anterior sentencia se formuló recurso de casación. Al resolverlo, la Sala


Laboral de la Corte Suprema de Justicia, reiterando lo ya dicho por ella en otros casos
similares, estimó que este tipo de pretensiones, primero, no debían estudiarse a la luz de
las nulidades sustanciales, sino de la ineficacia; y, segundo, que la ineficacia era una
acción imprescriptible. Así, entonces, casó la sentencia del ad quem y accedió a las
pretensiones del demandante luego de indicar que dentro del proceso no se había
acreditado, por parte de la demandada, el suministro de información mínima al
asegurado.355

352
Cfr. Anexo I. Antecedentes.
353
Ibidem.
354
Ibidem.
355
Ibidem.

125
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

408. Contra la anterior decisión de la Corte Suprema de Justicia Colpensiones formuló


acción de tutela. Esa administradora indicó en su demanda que la Corte había
desconocido su derecho al debido proceso al invertir la carga de la prueba, generando
una especie de responsabilidad objetiva. Asimismo, añadió que la Corte había omitido
analizar el caso a la luz del criterio de la sostenibilidad financiera, contenido en el Acto
Legislativo 01 de 2005.356

409. La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia negó la acción de


tutela. Señaló que la Sala de Casación Laboral había sido respetuosa de su propio
precedente y que, en consecuencia, no había desconocido derecho fundamental alguno.
Decisión que se confirmó en segunda instancia, por la Sala de Casación Civil de la misma
Corporación.357

410. De esta manera, corresponde a la Corte Constitucional determinar si la Corte


Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral-, vulneró el derecho al debido proceso de
Colpensiones, tras declarar la ineficacia del traslado que el señor José Benito Zúñiga Pino
efectuó, el 1 de octubre de 1995, al RAIS. Esto advirtiendo, además, que dicha acción es
imprescriptible.

411. A simple vista podría concluirse que la Corte Suprema de Justicia, al proferir el
fallo que se reprocha en esta causa, no hizo más que respetar el precedente establecido
por ella misma para resolver este tipo de pretensiones.

412. Colpensiones, en su escrito de tutela, reitera que ese precedente puede afectar la
sostenibilidad financiera del RPM. Y esta Corte le ha hallado razón de manera parcial.
Precisamente por eso, y teniendo en cuenta los elementos adicionales aportados a este
trámite, esta Corte fijó las reglas contenidas en acápites previos de esta providencia.

413. Estas reglas, como se ha mencionado, procuran armonizar el derecho a la


seguridad social de los usuarios del Sistema de Pensiones considerados individualmente,
frente al impacto financiero y fiscal que recae sobre el Régimen de Prima Media. Por
ello, la Corte Constitucional considera que cuando una persona alegue un presunto déficit
de información en el traslado que efectuó al RAIS, el juez, como suprema autoridad del
proceso, deberá desplegar todos sus esfuerzos en aras de recolectar la mayor cantidad de
pruebas posibles que le permitan, con un grado de razonabilidad, resolver de fondo sobre
lo debatido. En ese ejercicio, incluso, podría invertir la carga de la prueba, pero siempre
que advierta la necesidad de hacerlo en la causa que conoce. De cualquier manera, dado
que esta regla deberá ser aplicable en los casos que se adelanten actualmente, y en las
demandas que se formulen a futuro, no puede sostenerse que la Sala de Casación Laboral
de la Corte Suprema de Justicia, actuando como Tribunal de Casación, haya desconocido
derecho alguno a la administradora tutelante.

356
Ibidem.
357
Ibidem.

126
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

414. En consecuencia, la Sala Plena de la Corte Constitucional procederá a confirmar


las sentencias de tutela que negaron el amparo del derecho al debido proceso de la entidad
accionante y que fueron proferidas, en primera instancia, por la Sala de Casación Penal
- Sala de Decisión de Tutelas No. 3- de la Corte Suprema de Justicia y, en segunda
instancia, por la Sala de Casación Civil de esa misma Corporación.

I. Remedios judiciales

a. Sobre los 16 casos acumulados, respecto de los cuales se superó el análisis de


procedibilidad

Como resultado de todo lo expuesto en acápites precedentes y lo valorado en los casos


concretos de la presente sentencia de unificación, la Corte Constitucional, en el primer
grupo de tutelas: (i) expedientes T-7.930.563, T-7.940.054, T-7.946.315, T-8.224.223,
T-8.235.289, T-8.255.677, T-8.261.557 y T-8.322.441; (ii) T-7.936.682, T-7.938.558, T-
7.944.741 y T-8.256.424 confirmará las sentencias que ampararon los derechos a la
seguridad social, a la igualdad, al acceso a la administración de justicia y al debido
proceso de los accionantes, y ordenaron la emisión de nuevas providencias por el
desconocimiento del precedente vertical.

Por lo demás, en lo relativo al segundo grupo de tutelas, la Corte: (i) en el expediente T-


7.981.335, no amparará el derecho al debido proceso de la actora, porque se advirtió que
la decisión censurada se había fundado en los elementos materiales de prueba que habían
sido aportados al proceso. (ii) En el expediente T-8.319.475, amparará los derechos a la
seguridad social, a la igualdad, al acceso a la administración de justicia y al debido
proceso de la accionante, tras advertir que el Tribunal accionado había incurrido en un
defecto sustantivo en tanto que fundó su decisión en una normatividad que no era
aplicable al contexto debatido. (iii) En el expediente T-8.484.811, amparará el derecho
al debido proceso porque se advirtió que la autoridad judicial accionada había incurrido,
no en un defecto por el desconocimiento del precedente, sino en un defecto sustantivo.
Y (iv) dentro del expediente T-7.867.632, no amparará el derecho al debido proceso de
Colpensiones, pero advertirá que la regla probatoria fijada en esta providencia deberá
aplicar a futuro.

b. Efectos inter pares

415. Por virtud del artículo 36 del Decreto 2591 de 1991, los efectos de las sentencias
de tutela son, de ordinario, inter partes. Esto quiere decir que las decisiones que se
profieren en el marco de este recurso recaen, exclusivamente, sobre las partes que
componen el proceso, o sobre los terceros que intervienen legítimamente en él. Sin
embargo, esta regla general admite, por lo menos, dos excepciones. Una es la de los
efectos inter pares y otra es la de los efectos inter comunis.

127
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

416. En la Sentencia SU-349 de 2019, la Corte Constitucional recordó cuándo y de


qué manera operan los efectos inter pares:

“(…) los efectos “inter pares” son aplicados por la Corte Constitucional en aquellos eventos en
los que ésta resuelve un problema jurídico relacionado con la interpretación y/o aplicación de
un marco normativo concreto, en un contexto fáctico específico. En estos eventos, se dispone que
la resolución que ha dado al asunto debe ser asumida en los casos que, sin integrar
necesariamente una misma comunidad, son o llegarán a ser semejantes. La primera vez que este
Tribunal hizo uso de esta figura corresponde al Auto 071 de 2001. Allí, la Corporación resolvió
un aparente conflicto negativo de competencias que se había suscitado alrededor del
conocimiento de una acción de tutela, promovido por dos autoridades judiciales con base en las
supuestas “reglas de competencia” contenidas en el artículo 1º Decreto 1382 de 2000. La Corte
aclaró que la aplicación de esta disposición, en el sentido que lo habían hecho los operadores
jurídicos en tensión, era contraria al artículo 86 de la Constitución Política, por limitar el
ejercicio del derecho fundamental a la acción de tutela. Por ello, dispuso apartarse de la norma,
por vía de la excepción de inconstitucionalidad y aclaró que “cuando en la parte resolutiva de
sus providencias decide inaplicar una norma y aplicar de manera preferente un precepto
constitucional, la resolución adoptada tiene efectos respecto de todos los casos semejantes, es
decir inter pares, cuando se presentan de manera simultánea las siguientes condiciones”.

En la Sentencia SU-783 de 2003, igualmente se otorgó efectos “inter pares” a la decisión. Este
antecedente resulta importante en la medida que, a diferencia de lo resuelto en el Auto 071 de
2001, no se trató del uso de la excepción de inconstitucionalidad. En esta Sentencia, la Sala Plena
conoció un grupo de acciones de tutela que habían sido promovidas por unos estudiantes
universitarios, en contra de las respectivas instituciones educativas en las que adelantaban su
formación como abogados. Los actores señalaban que las accionadas vulneraban sus derechos
fundamentales al exigirles la superación de los exámenes preparatorios, como requisito para
obtener el respectivo título profesional. La Corte negó el amparo tras advertir que tal exigencia,
de acuerdo con la Sentencia C-505 de 2001, era razonable y no era contraria a la Constitución
Política. Asimismo, la Sala advirtió que la decisión adoptada tiene efectos “inter pares”, por lo
que “debe ser aplicada a todos los casos que reúnan los supuestos legales analizados en esta
sentencia”.358

417. En pocas palabras, por medio de la figura de los efectos inter pares, aplicado
recientemente en la Sentencia SU-543 de 2023, esta Corte pretende materializar el
principio de la igualdad, establecido en el artículo 13 de la Constitución Política, de
acuerdo con el cual, “[t]odas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la
misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos,
libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen
nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”.359 En efecto, si un
número importante de personas se encuentra en una situación equiparable, no habría
razón para tratarlas de manera diversa ya sea en sede de la justicia ordinaria, o en sede
de tutela. Ello con independencia de que esas personas hubiere, o no, hecho parte de una
determinada acción de tutela.

418. En esta causa, se advierte que gran parte de los accionantes consideraron
desconocidos sus derechos fundamentales porque, en su interpretación, diversas

358
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia SU-349 de 2019.
359
Constitución Política. Artículo 13 -inciso 1-.

128
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

autoridades judiciales del país se apartaron del precedente establecido por la Corte
Suprema de Justicia en lo relativo a la ineficacia de los traslados entre regímenes.
Adicionalmente, la situación particular de los accionantes, de acuerdo con lo recabado
con las pruebas decretadas en el marco del presente proceso, es similar a la de aquellos
que, a pesar de no ser parte de este trámite, pretenden que se declare la ineficacia de un
traslado. Por lo tanto, resulta pertinente indicar que los efectos de la presente sentencia
de unificación serán inter pares.

c. Reglas de unificación a aplicar con efectos inter pares

419. Como se pudo comprobar en la audiencia pública y en el recaudo de pruebas,


actualmente existe un alto número de litigios en la Jurisdicción Ordinaria Laboral, en los
cuales se solicita la declaratoria de la ineficacia de traslados. Igualmente, puede que con
posterioridad a la notificación de esta providencia se inicien nuevos procesos judiciales
con características similares. Por ello, la Corte señalará en la parte resolutiva de esta
sentencia, las precisiones sobre el alcance del precedente (supra 327) y las directrices
probatorias (supra 328 y 329) que habrán de ser aplicadas directamente en los procesos
en curso de la Jurisdicción Ordinaria Laboral, así como también en aquellos litigios que
se susciten ante los jueces de tutela.

420. Por último, en algunos casos la Corte ha identificado la necesidad de realizar una
pronta notificación del fallo.360 De manera que, por virtud de las garantías
constitucionales que se encuentran en riesgo y por la magnitud de los efectos del
precedente judicial aquí analizado, la Sala Plena estima necesario que la notificación de
la presente sentencia de unificación se realice de manera directa por parte de la Secretaría
General de la Corte Constitucional.

J. Síntesis de la providencia

421. La Corte Constitucional conoció veinticinco (25) decisiones judiciales que


resolvieron acciones de tutela dirigidas contra providencias en las que se había resuelto
sobre la ineficacia del traslado que algunas personas hicieron hacia el RAIS, en el periodo
comprendido entre 1993 y 2009. En veinte (20) de ellas los accionantes señalaron, en sus
escritos, que las autoridades judiciales se habían apartado de manera injustificada del
precedente de la Corte Suprema de Justicia, según el cual, (i) cuando el demandante
alegue que fue indebidamente informado sobre las implicaciones de su traslado,
corresponde a los jueces declarar la ineficacia del mismo y no su nulidad; (ii) en el
proceso judicial, quien debe demostrar el suministro de la información aludida, es la AFP
demandada; y (iii) el formulario de afiliación no demuestra dicho suministro de
información. En cinco (5) de estos casos se presentó un fenómeno de múltiple afiliación,

360
Cfr. Corte Constitucional, Sentencias SU-484 de 2008, SU-335 de 2020 y SU-180 de 2022, entre otras.

129
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

en el que, durante un periodo específico, los actores estuvieron afiliados a ambos


regímenes de pensiones y su asignación al RAIS se resolvió administrativamente.

422. Los casos restantes presentaron diferencias respecto del anterior grupo. En dos
de ellos, se discutió si, respecto de la ineficacia, era procedente declarar la prescripción;
en otro, se revisó si el análisis probatorio que llevó a cabo el accionado fue adecuado; en
otro, se debatió si debía darse -o no- aplicación al Decreto 1642 de 1995, artículo 2 -
parágrafo transitorio-, a efectos de que la demandante regresara al RPM. Y, en una última
tutela, se indagó sobre el presunto desconocimiento del precedente de la Corte Suprema
de Justicia, en el que habría incurrido la Sala de Descongestión No. 4, de la Sala de
Casación Laboral de ese mismo tribunal, al declarar que, por la movilidad que al interior
del RAIS llevó a cabo una accionante, aquella ratificó su intención de permanecer en el
RAIS y no en el RPM.

423. En primer lugar, la Corte resolvió si cada una de estas acciones superaba los
requisitos de procedibilidad de tutela contra providencias judiciales. Allí advirtió que, en
todos los casos, (i) los accionantes estaban legitimados para instaurar los recursos de
amparo; (ii) los accionados estaban legitimados para responder por la presunta
vulneración de derechos fundamentales alegada; (iii) se acreditaba la relevancia
constitucional, pues se discutía el presunto desconocimiento del derecho al debido
proceso de los actores, y (iv) se identificaron los hechos que causaron la eventual
vulneración de las prerrogativas.

424. Luego la Corte se detuvo en el cumplimiento del requisito de la inmediatez. Al


respecto, indicó que, aunque la inmensa mayoría de tutelas acreditaban este requisito,
ello no ocurría en los siguientes expedientes: T-7.946.354, T-8.031.929, T-8.040.807, T-
8.355.875, T-8.357.853, T-8.405.298, T.8.464.250, T-8.464.951 y T-8.489.328. Esto
porque en esos casos la acción de tutela se formuló después de los 6 meses desde que se
conoció la sentencia objeto de reproche. En tal sentido, la Corte declaró la improcedencia
de estos asuntos por incumplir el requisito referido.

425. Acto seguido, la Corte advirtió que en la inmensa mayoría de los casos los
actores tampoco formularon el recurso extraordinario de casación contra las decisiones
que censuraban cuando, en principio, era su deber. Sin embargo, resolvió flexibilizar, y
solo para los casos analizados en la presente sentencia de unificación, dicho requisito
sobre la base de que (i) durante un tiempo extenso la Corte Suprema de Justicia consideró
que la declaratoria de la ineficacia de un traslado no podía cuantificarse. En esa medida,
cuando los tribunales de lo ordinario laboral no accedían a dicha pretensión, el
demandante no tenía la posibilidad de acudir al recurso extraordinario de casación por
no tener “interés jurídico para recurrir” (Cfr., Autos AL, 9 oct. 2012, rad. 57289.
Reiterado en los autos AL, 29 jul. 2015, rad. 67272, AL5108-2017 y AL5102-2017). Y
(ii) que la Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación Laboral- empezó a flexibilizar el
requisito de la subsidiariedad, para casos como estos, el 18 de marzo de 2020 (Sentencias
STL3226-2020, STL3202-2020, STL3201-2020, STL3200-2020, STL3199-2020,
STL3197-2020, STL3196-2020 STL3193-2020, STl3191-2020, STL3187-2020 y

130
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

STL3186-2020). Esto supuso que los demandantes confiaban en la flexibilización del


requisito de la subsidiariedad. Y esta confianza que surgió en ellos, estimó la Corte, debía
protegerse en este proceso. Por eso, frente a los casos donde no se interpuso el respectivo
recurso de casación, la Corte no declaró la improcedencia.

426. En segundo lugar, respecto de los dieciséis casos restantes, sobre los cuales no
se declaró la improcedencia por incumplir el requisito de la inmediatez, la Sala Plena se
propuso resolver dos problemas jurídicos: Primero, determinar si el precedente de la Sala
de Casación Laboral sobre la ineficacia de los traslados y la forma en que se debe probar
el consentimiento informado es contrario a la Constitución y, en consecuencia, debe ser
matizado por la Corte Constitucional. Este problema jurídico se deriva de la tutela
interpuesta por Colpensiones (Expediente T-7.867.632). Segundo, determinar si los
tribunales accionados desconocieron o no el precedente de la Sala de Casación Laboral
en lo referido a la ineficacia de los traslados y al estándar probatorio que debe llevarse a
cabo para demostrarla. Ambos problemas jurídicos se circunscribieron a los traslados
que tuvieron lugar entre 1993 y 2009.

427. Luego de resaltar algunas consideraciones, históricas y legales, relacionadas con


el funcionamiento del Sistema General de Seguridad Social en Pensiones, la Sala Plena
resaltó la importancia que tiene el deber de suministrar información clara, pertinente y
suficiente a los usuarios que desean trasladarse de régimen. Esto porque esa decisión
tiene importantes repercusiones sobre el derecho a la seguridad social de estos. Por ello,
puntualizó que el deber de información que se exigía, de 1993 a 2009, imponía a los
asesores de las administradoras comunicar las características esenciales del régimen al
que la persona pretendía trasladarse.

428. La Corte Constitucional recordó que muchas de las personas que se trasladaron
en el aludido periodo, han demandado ante la jurisdicción ordinaria laboral con el ánimo
de que allí se declare la ineficacia de dicho traslado. Esa pretensión ha suscitado un
importante precedente, creado por la Corte Suprema de Justicia, que ha sostenido que
siempre que se indique, en la demanda, que una AFP no informó sobre las consecuencias
de un cambio de régimen pensional, corresponde a la AFP demostrar que sí brindó dicha
información. Esta regla se enunció por primera vez en la Sentencia 31989 del 9 de
septiembre de 2008, y se ha reiterado hasta la fecha.361 Igualmente, la Corte
Constitucional reconoció que esta regla estaba vigente cuando se profirieron todas las
providencias censuradas en este proceso.

429. A esta regla de decisión, con el tiempo, se han sumado otras como, por ejemplo,
(i) que el formulario de afiliación no demuestra, con suficiencia, el suministro de
información; (ii) que la solicitud de la ineficacia de un traslado es imprescriptible; (iii)
que el traslado entre AFP, al interior del RAIS, no sanea la falta de información; (iv) que
no se puede declarar la ineficacia si el peticionario está pensionado por el RAIS; (v) que
si se declara la ineficacia, debe devolverse lo que obre en la cuenta individual y el

361
Al respecto, pueden revisarse las sentencias: SL1421-2019, SL2030-2019, SL2817-2019, SL2865-2019 y SL2954-2019,
entre muchas otras.

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

porcentaje de los gastos de administración, de las primas y el destinado al fondo de


garantía de pensión mínima; y (vi) que la declaratoria de ineficacia puede proceder
aunque el peticionario no hubiese estado amparado por el régimen de transición.

430. Dicho esto, la Corte se ocupó de revisar, desde una perspectiva constitucional, el
alcance e implicaciones de este precedente. Esto porque Colpensiones lo problematizó
en su acción de tutela (T-7.867.632), y dijo de él que afectaba el principio de la
sostenibilidad financiera del régimen pensional.

431. Sobre este punto, la Corte Constitucional reconoció que el precedente de la Corte
Suprema de Justicia tenía un componente altamente tuitivo. Sin embargo, indicó que,
específicamente en lo que tiene que ver con la carga de la prueba, la regla según la cual,
siempre y en todos los casos corresponde a la AFP demandada demostrar que suministró
información, puede generar algunos inconvenientes. La Corte indicó que, con dicha
regla, aparte de desbalancear la actividad probatoria de las partes, se desconoce que el
juez es el director del proceso judicial, se afecta la autonomía e independencia de este
para decretar y practicar todas las pruebas que sean necesarias, pertinentes y conducentes
y se altera la regla acerca de la apreciación y valoración de las mismas conforme a la
sana crítica.

432. Igualmente, indicó que el precedente parece imponer a las administradoras la


carga de demostrar, por medio de pruebas directas, que sí informaron al afiliado sobre
las consecuencias del traslado surtido entre 1993 y 2009, cuando demostrar esto es
sumamente complejo a través de esos mecanismos. De mantenerse el precedente de la
Corte Suprema de Justicia en el tiempo, una cantidad importante de personas sería
remitida al RPM, pasando por alto las reglas normales de traslado entre regímenes
establecidas en el artículo 2 de la Ley 797 de 2003, lo cual afectaría la sostenibilidad
financiera del RPM en un grado importante.

433. Precisamente por lo anterior, la Corte Constitucional procuró modular -o, lo que
es lo mismo, flexibilizar- el precedente establecido por la Corte Suprema de Justicia en
lo relativo a la inversión de la carga de la prueba en este tipo de procesos. Para ello,
ordenó que en los procesos donde se pretenda declarar la ineficacia de un traslado deben
tenerse en cuenta, de manera exclusiva, las reglas contenidas en la Constitución Política,
en el Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social y en el Código General del
Proceso, que se refieren al debido proceso. Esto supone que el juez, debe actuar como
director del proceso judicial, con la autonomía e independencia que le son propios y,
dentro de las muchas actuaciones dirigidas a formar su convencimiento para decidir lo
que en derecho corresponda, puede: (i) Decretar, practicar y valorar en igualdad todas las
pruebas que soliciten las partes que sean necesarias, pertinentes y conducentes para
demostrar los hechos que sirven de causa a las pretensiones o las excepciones; (ii)
procurar, de manera oficiosa, la obtención de pruebas acudiendo a las enlistadas en el
artículo 161 del Código General del Proceso: “(…) la declaración de parte, la confesión,
el juramento, el testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección judicial, los
documentos, los indicios, los informes”, y a las demás que considere necesarias; (iii)

132
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

valorar las pruebas decretadas y debidamente practicadas con su inmediación, de manera


individual y en su conjunto con las demás, luego de lo cual puede determinar el grado de
convicción que aquellas ofrecen sobre lo ocurrido; (iv) acudir a la prueba indiciaria si lo
estima necesario, en los términos de los artículos 176 y 242 del CGP; e (v) invertir la
carga de la prueba cuando, analizando el caso concreto y la posición de las partes, esté
ante un demandante que se encuentra en la imposibilidad de demostrar los supuestos de
hecho de sus pretensiones, y en un proceso donde no haya sido posible desentrañar por
completo la verdad a pesar de los esfuerzos probatorios oficiosos desplegados por el juez
de la causa.

434. La Corte Constitucional hizo énfasis en que la inversión de la carga de la prueba


puede ser una opción de la que puede hacer uso el juez en casos excepcionales, pero no
puede ser la única herramienta que por regla general permita resolver los casos como los
que son objeto de análisis. Consideró necesario entonces que tanto las partes como el
juez contribuyan a la reconstrucción de los hechos, haciendo uso de las herramientas que
ya se encuentran dispuestas en el CPTSS y en el CGP. La Corte Constitucional señaló
que esta regla de decisión, que, por supuesto, supone una flexibilización o modulación
del precedente de la Corte Suprema de Justicia, debe ser aplicada en todos aquellos
procesos que siguen su trámite actualmente, y en los que se inicien con posterioridad a
esta providencia.

435. De cualquier modo, la Corte Constitucional advirtió que estas reglas, por razones
de seguridad jurídica, no podían aplicarse en todos los 16 casos respecto de los cuales se
pronunciaría de fondo. En tal sentido, señaló que, respecto de estos, era imperioso
analizar si los tribunales accionados se habían apartado del precedente de la Corte
Suprema de Justicia objeto de análisis.

436. Así, en lo relativo a 12 expedientes,362 sostuvo que objetivamente se había


desconocido el derecho al debido proceso de los accionantes porque las autoridades
judiciales accionadas se habían apartado de un precedente construido por la Corte
Suprema de Justicia, sin presentar razones poderosas para ello. Por esta razón, la Sala
confirmó la decisión de los jueces de instancia que, en todas estas causas, habían
amparado los derechos fundamentales a la seguridad social, a la igualdad, al acceso a la
administración de justicia y al debido proceso.

437. En los casos en que se había presentado un escenario de múltiple afiliación,


también se confirmó la decisión de tutela que amparaba el derecho al debido proceso de
los actores. Esto por las mismas razones contenidas en el párrafo anterior. De cualquier
modo, se indicó que solo en el remoto caso en que no se declare la ineficacia de los
traslados surtidos por los accionantes, el Tribunal accionado deberá identificar en qué
escenario de múltiple afiliación se encontraron estos y si la solución adoptada por las
administradoras de pensiones, al asignarlos al RAIS, fue la adecuada.

362
Expedientes T-7.930.563, T-7.940.054, T-7.946.315, T-8.224.223, T-8.235.289, T-8.261.557, T-8.322.441, T-8.255.677,
T-7.936.682, T-7.938.558, T-7.944.741 y T-8.256.424.

133
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
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438. Por lo demás: (i) en el expediente T-7.981.335, no se amparó el derecho al debido


proceso de la actora, porque se advirtió que la decisión censurada se había fundado en
los elementos materiales de prueba que habían sido aportados al proceso. (ii) En el
expediente T-8.319.475, se ampararon los derechos a la seguridad social, a la igualdad,
al acceso a la administración de justicia y al debido proceso de la accionante, tras advertir
que el Tribunal accionado había incurrido en un defecto sustantivo en tanto que fundó su
decisión en una normatividad que no era aplicable al contexto debatido. (iii) En el
expediente T-8.484.811, se amparó el derecho al debido proceso porque se advirtió que
la autoridad judicial accionada había incurrido, no en un defecto por el desconocimiento
del precedente, sino en un defecto sustantivo. Y (iv) dentro del expediente T-7.867.632,
no se amparó el derecho al debido proceso de Colpensiones, pero se advirtió que todas
sus consideraciones relacionadas con el desconocimiento del criterio orientador de la
sostenibilidad financiera, habían sido tenidas en cuenta para establecer la regla probatoria
fijada en esta providencia. Regla que, como se ha dicho, aplicará a futuro.

439. La Corte recordó que, como se pudo comprobar en la audiencia pública y en el


recaudo de pruebas, actualmente existe un alto número de litigios en la Jurisdicción
Ordinaria Laboral en los cuales se solicita la declaratoria de la ineficacia de traslados.
Igualmente, puede que con posterioridad a la notificación de esta providencia se inicien
nuevos procesos judiciales con características similares. Por ello, la Corte precisó que las
reglas probatorias establecidas en los fundamentos jurídicos 327-333 tendrán efectos
inter pares, por lo cual habrán de ser aplicadas directamente en los procesos en curso de
la Jurisdicción Ordinaria Laboral, así como también en aquellos litigios que se susciten
ante los jueces de tutela.

III. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Sala Plena de la Corte Constitucional, administrando justicia


en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución Política,

RESUELVE

PRIMERO.- LEVANTAR la suspensión de términos decretada en este proceso.

SEGUNDO.- REVOCAR las sentencias que ampararon los derechos fundamentales a


la seguridad social, a la igualdad, al acceso a la administración de justicia y al debido
proceso en el marco de los siguientes 9 expedientes. En su lugar, declarar la
IMPROCEDENCIA de esas acciones de tutela por no acreditarse el requisito de
inmediatez:

T-7.946.354. Sentencia proferida el 28 de julio de 2020 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la decisión
proferida el 24 de junio de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma

134
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Leyla Esperanza Escobar


Vásquez, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.031.929. Sentencia proferida el 21 de julio de 2020 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la decisión
proferida el 27 de mayo de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por María Cecilia Gamboa
Casablanca, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.040.807. Sentencia proferida el 17 de septiembre de 2020 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 3-, que confirmó la
decisión proferida el 22 de julio de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Claudia Victoria Pareja
Martínez, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia (Sala Civil-
Familia-Laboral).

T-8.355.875. Sentencia proferida el 29 de junio de 2021 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la decisión
proferida el 5 de mayo de 2021 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Magda Cristina Suárez
Rodríguez, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.357.853. Sentencia proferida el 15 de junio de 2021 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la decisión
proferida el 9 de diciembre de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por José Manuel Ríos
Martínez, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.405.298. Sentencia proferida el 6 de abril de 2021 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 2-, que confirmó la decisión
proferida el 27 de enero de 2021 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Rosa Ángela Cruz Poveda,
contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T.8.464.250. Sentencia proferida el 20 de mayo de 2021 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 3-, que confirmó la decisión
proferida el 10 de marzo de 2021 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Rocío del Socorro Jaimes
Villamizar, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.464.951. Sentencia proferida el 13 de julio de 2021 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la decisión
proferida el 21 de abril de 2021 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Luz Stella Corredor Cañón,
contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

135
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

T-8.489.328. Sentencia proferida el 13 de julio de 2021 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la decisión
proferida el 9 de diciembre de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Blanca Nieves Herrera
Majén, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

TERCERO.- CONFIRMAR el amparo de los derechos fundamentales a la seguridad


social, a la igualdad, al acceso a la administración de justicia y al debido proceso en el
marco de los siguientes 12 expedientes:

T-7.930.563. Sentencia proferida el 26 de mayo de 2020 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal, que confirmó la decisión proferida el 18 de marzo de
2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma Corporación, en el proceso de acción
de tutela promovido por Ana Patricia Rodríguez Rubiano contra el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-7.940.054. Sentencia proferida el 9 de junio de 2020 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal - Sala de decisión de tutelas No. 2-, que confirmó la decisión
proferida el 18 de marzo de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Mauricio Perea Restrepo,
contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-7.946.315. Sentencia proferida el 18 de junio de 2020 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 3-, que confirmó la decisión
proferida el 18 de marzo de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Blanca Leonor Aponte
Castro, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.224.223. Sentencia proferida el 2 de febrero de 2021 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la
decisión proferida el 11 de noviembre de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa
misma Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Pilar Barrientos
Ortega, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.235.289. Sentencia proferida el 10 de diciembre de 2020 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 3-, que confirmó la
decisión proferida el 30 de septiembre de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa
misma Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Diana del Pilar
Aguilera, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.261.557. Sentencia proferida el 19 de enero de 2021 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la
decisión proferida el 21 de octubre de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma

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Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Judith Rodríguez Gómez,


contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.322.441. Sentencia proferida el 16 de diciembre de 2020 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 3-, que confirmó la
decisión proferida el 21 de octubre de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Nubia Ingrith Cardona,
contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.255.677. Sentencia proferida el 9 de febrero de 2021 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la
decisión proferida el 18 de noviembre de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa
misma Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Lucelly García
Rico, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-7.936.682. Sentencia proferida el 30 de junio de 2020 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal - Sala de decisión de tutelas No. 1-, que confirmó la decisión
proferida el 18 de marzo de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Armando Padilla Romero,
contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-7.938.558. Sentencia proferida el 18 de junio de 2020 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 3-, que confirmó la decisión
proferida el 18 de marzo de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por María del Carmen
Castañeda, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-7.944.741. Sentencia proferida el 23 de junio de 2020 por la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 2-, que confirmó la decisión
proferida el 27 de abril de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Maritza Navarro García,
contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral-.

T-8.256.424. Sentencia proferida el 16 de marzo de 2021 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 1-, que confirmó la
decisión proferida el 11 de noviembre de 2020 por la Sala de Casación Laboral de esa
misma Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Elsy Jeannete
Garzón Martínez, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala
Laboral-.

CUARTO.- En el expediente T-8.319.475, CONFIRMAR la Sentencia proferida el 23


de marzo de 2021 por la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal -Sala de
Decisión de Tutelas No. 2-, que confirmó el amparo en la decisión proferida el 27 de
enero de 2021 por la Sala de Casación Laboral de esa misma Corporación, en el proceso
de acción de tutela promovido por Araminta Angarita Angarita, contra el Tribunal

137
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

Superior del Distrito Judicial de Bogotá -Sala Laboral- al constar la ocurrencia de un


defecto sustantivo.

QUINTO.- CONFIRMAR las sentencias que negaron el amparo al derecho al debido


proceso en el marco de los siguientes 2 expedientes:

T-7.981.335. Sentencia proferida el 17 de marzo de 2020 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 3-, que confirmó la
decisión proferida el 27 de agosto de 2019 por la Sala de Casación Laboral de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Gloria Patricia Patiño
Duque, contra el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira.

T-7.867.632. Sentencia proferida el 16 de enero de 2020 por la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Civil, que confirmó la decisión proferida el 30 de octubre de
2019 por la Sala de Casación Penal -Sala de Decisión de Tutelas No. 3- de esa misma
Corporación, en el proceso de acción de tutela promovido por Colpensiones, contra la
Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia.

SEXTO.- En el expediente T-8.484.811, REVOCAR la sentencia proferida el 7 de julio


de 2021 por la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, que confirmó la
decisión proferida el 1 de diciembre de 2020 por la Sala de Casación Penal -Sala de
Decisión de Tutelas No. 1- de esa misma Corporación, en el proceso de tutela promovido
por Ana Esperanza Lara Rodríguez, contra la Sala de Casación Laboral de la Corte
Suprema de Justicia, que negó el amparo deprecado, y en su lugar, amparar el derecho
fundamental al debido proceso de la accionante Ana Esperanza Lara Rodríguez.

SÉPTIMO.- DEJAR SIN EFECTOS la sentencia del 15 de septiembre de 2020


proferida por la Corte Suprema de Justicia -Sala Laboral, Sala de Descongestión No. 4.
En consecuencia, ORDENAR a dicha Sala de Descongestión, que dentro de los 30 días
siguientes contados a partir de la notificación de la presente sentencia, dentro del proceso
ordinario laboral No. 11001310502820140013900, promovido por Ana Esperanza Lara
Rodríguez, adopte una nueva decisión de acuerdo con las reglas, hasta este momento,
establecidas por la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia.

OCTAVO.- EXTENDER, con efectos inter pares y de inmediato cumplimiento, las


reglas expuestas en esta providencia a todas las demandas que estén en curso ante la
Jurisdicción Ordinaria Laboral ya sea en primera, segunda instancia o en sede de
casación, como también las que se tramiten mediante acción de tutela y cuya pretensión,
principal o subsidiaria, esté dirigida a que se declare la ineficacia del traslado del
Régimen de Prima Media al Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad.

NOVENO.- NOTIFICAR la presente providencia por conducto de la Secretaría General


de la Corte Constitucional a las partes y a los terceros con interés, para lo cual librará las
comunicaciones pertinentes.

138
Expedientes AC: T-7.867.632 y otros
M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar

Notifíquese, comuníquese y cúmplase.

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