Desarrollo Personal
Desarrollo Personal
Desarrollo Personal
Cada individuo esta llamado a desarrollarse; desde su nacimiento, ha sido dado a todos, como
un germen, un conjunto de aptitudes y cualidades para hacerlas fructificar. Dotado de
inteligencia y de libertad, el hombre es responsable de su desarrollo, ayudando, y a veces
estorbo por lo que educan y lo rodean… el hombre puede crecer, valer mas, ser mas humano:
esta es la finalidad suprema del desarrollo personal.
1.2.2- EL EXISTENCIALISMO.
Aparece a fines del siglo XIX y comienza en el siglo XX, integra conceptos
1.2.3- LA FENOMENOLOGIA.
Esta es una escuela de la filosofía y de la psicología, de igual manera aparece a fines del siglo
XIX y comienza en el siglo XX.
Que en la realidad existe según sea percibida por el campo perceptual de cada persona y que
el individuo tiene necesidades que representan las acciones necesarias para mantener o
reforzar su propio yo fenoménico. El hombre es básicamente bueno, y que puede desarrollar
sus potenciales y lograr por si mismo una reorganización de sus percepciones del mundo que
lo rodea.
Para uno llegar a " ser lo que uno verdaderamente es " se requiere de un aprendizaje, de un
auto descubrimiento total que se da a nivel interno ( subjetivo).
Sostiene que las conductas inadecuadas (actuales), se pueden considerar como resultado de
decisiones irracionales de la infancia. Que estas se pueden cambiar, redecidiendo sobre ellas,
que las conductas inadecuadas (actuales), provienen de un aprendizaje inadecuado, el cual se
puede corregir a través de un aprendizaje (el A.T., es un modelo de aprendizaje).
Asimismo el A.T, sostiene que cada individuo posee un plan de vida o argumento de la vida,
trazado a través de su infancia de manera inconsciente que afecta a negar su autonomía, sin
embargo, esta se puede recuperar a través de la redecisión y el aprendizaje.
"Cuando nuestras actitudes superan nuestras habilidades, aun lo imposible se hace posible".
John C Maxwell (2000, p57).
En el pasado siglo uno de los psicólogos que comenzó a darle importancia al potencial humano
y lo hizo evidente en sus expresiones, fue Willians Lames, quien señalo: " El individuo
promedio emplea únicamente una parte de la totalidad de su potencial. En comparación con lo
que deberíamos ser, somos a medias; nuestra leña está húmeda, nuestro esquema, refrenado:
estamos empleando sólo una parte de nuestras reservas mentales y físicas ¨ (Goble Frank,
1997)
2- AUTOCONOCIMIENTO.
Sin embargo todos coinciden en que cada individuo posee un sistema de ideas, actitudes,
valores y compromiso que van a influir, a regular y a normar su conducta y actitudes hacia la
vida, el amor, la familia, la pareja y todas las acciones humanas.
La necesidad de autoestima se describe como una experiencia interior en la cual las personas
sienten la necesidad de ser valiosos, dignos de respeto y admiración; por lo tanto cuando las
necesidades de autoestima están satisfechas los sentimientos de confianza en sí mismo, de
autovalor, de fuerza, de capacidad y respeto aumentan de tal forma que es notorio el cambio
de actitud.
Este proceso de valoración personal se inicia antes del conocimiento de la persona debido a
que los padres comienzan a formarse una idea del niño que tendrán y lo que este nuevo ser
significa en sus vidas. Estos y muchos otros pensamientos empiezan a conformar el entorno
donde la persona se desarrollará.
Llegar a ser una persona. Rogers sostiene que esto es algo provisional y no definitivo, que es
producto de las observaciones de experiencias compartidas con sus clientes. La posibilidad de
hallar la propia realidad de ( conocerse a sí mismo ) puede ser aterradora y frustrante. Muchos
individuos esperan descubrir lo peor, pero tambien existe un temor oculto en el hecho de que
pueden descubrir lo mejor.
Los roles que se asumen están relacionados con el concepto que tenemos de nosotros mismos.
La posición o rol que asumimos se conforma desde nuestra infancia a través de las relaciones
que establecemos con el entorno familiar, social y cultural. No es fácil identificar y tomar
conciencia de los roles que asumimos, generalmente los roles llevan mensajes acuestas o
encubiertos que pueden ser transmitidos no sólo verbalmente sino expresiones faciales,
posturas corporales, tono de voz y gestos.
Actitudes: Hostil, agresivo, dominante, intransigente. No acepta que otro pueda ser diferente o
mejor que él. No toma en cuenta al otro. Lo desvaloriza y de esa manera espera sentirse
importante.
Funcionamiento de sí mismo: Niega sus necesidades, no las toma en cuenta. No confía en sus
capacidades. Se relaciona a través de la lástima, asume la posición de víctima. No sabe poner
límites a los demás y teme que lo dejen o lo abandonen. Sintiéndose débil, espera ser capaz de
controlar y dominar a los demás, provoca lástima.
Funcionamiento de sí mismo: Evade sus sentimientos y evita el contacto consigo mismo. Niega
sus propias necesidades. Se aísla y evita deprimirse o emocionarse. No toma en cuenta sus
sentimientos ni los de los otros. Aparece como una persona muy controlada, que todo lo sabe
y descalifica a los otros.
Actitudes: Responsable, congruencia, creativo, proactivo, con alta motivación al logro. Expresa
lo que siente, está en contacto con sus necesidades y las de los otros. No protege, interfiere o
bloquea. Es directo, competente.
4- EXCELENCIA PERSONAL.
La excelencia personal se define como un camino, una actitud mental y una posición ante la
vida, en donde el ser humano se siente capaz, buscando siempre más lo mejor.
.En otras palabras se puede definir como la manera en que el individuo hace las cosas
desarrollando todo el potencial posible, sin perder tiempo en buscar excusas i razones para
demostrar que algo no se puede hacer.
Miguel Cornejo, Todos los secretos de la excelencia, (1999) ¨... El único camino parar lograr
convertir nuestra riqueza potencial en real es precisamente a través del trabajo intenso y de
calidad.¨
4.1- CONCEPTO.
Todo individuo que tome conciencia de lo que es, siente, piensa, hace, desea y dice esta en un
darse cuenta de sí mismo, y de lo que le rodea, lo que importa es el ser y no el debe ser, esto
involucra el auto concepto y el autoestima.
4.2- AUTOESTIMA.
4.3- AUTODIRECCIÓN.
La autodirección implica estar claro con relación a las metas y objetivos que se quiere lograr,
rehusando en un alto grado de desempeño y planificando las acciones que se van a llevar a
cabo, resistiendo ante las dificultades, auto evaluándose para comprender lo que es útil o no,
de esta manera, se auto regula la conducta y por consiguiente se aprende de la experiencia,
iniciándose un nuevo ciclo, pensando con visión de futuro.
4.4- AUTOEFICIENCIA.
El individuo debe ser capaz de utilizar bien y oportunamente las habilidades, integrándolas
para lograr el o0bjetivo deseado, llegando así a altos desempeños. El desempeño es
productivo, cuando además de tener la habilidad confiamos y creemos tener la capacidad y
seguridad necesaria parar lograr la autoeficacia, es indispensable ser consecuente en los tres
pasos anteriores, es decir, autoconocimiento, autoestima y autodirección, ya que las personas
que alimentan poca confianza en si mismos abandonan sus objetivos cuando se encuentran
con los primeros tropiezos o barreras.
QUÉ ES LA AUTOESTIMA.
No existe un concepto único sobre Autoestima, más bien hay diferentes formas de entender lo
que significa. Como todo, el significado de Autoestima puede entenderse a partir de varios
niveles, el energético y el psicológico.
Autoestima es la fuerza innata que impulsa al organismo hacia la vida, hacia la ejecución
armónica de todas sus funciones y hacia su desarrollo; que le dota de organización y
direccionalidad en todas sus funciones y procesos, ya sean éstos cognitivos, emocionales o
motores.
De aquí se desprende:
_ Esa fuerza es responsable de nuestros procesos de funcionamiento, y tiene que ver con
nuestros pensamientos, nuestros estados emocionales y nuestros actos.
_ La Autoestima es desarrollable.
_ Existen necesidades reales y otras que no lo son aunque a veces así lo pensemos.
Otros conceptos de Autoestima, relacionados de alguna forma con los que ya hemos expuesto
arriba, sugieren que:
_ La convicción de que con lo que soy basta para funcionar; que no tengo que incorporar nada
nuevo a mi vida, sino reconocer aspectos de mí que no he concientizado, para luego
integrarlos.
_ Es una manera de vivir orientada hacia el bienestar, el equilibrio, la salud y el respeto por mis
particularidades.
Cuando nos referimos a personas o situaciones de poco amor o respeto hacia nosotros
mismos, utilizaremos los términos "DESVALORIZACIÓN" o "DESESTIMA", como palabras que se
refieren a una manera inconsciente de vivir que niega, ignora o desconoce nuestros dones,
recursos, potencialidades y alternativas.
Desde el momento mismo en que somos concebidos, cuando el vínculo entre nuestros padres
se consuma y las células sexuales masculina y femenina se funden para originarnos, ya
comienza la carga de mensajes que recibimos, primero de manera energética y luego
psicológica.
El hecho de que alguno de los progenitores, por ejemplo, asuma como un problema la llegada
del niño, es captado por éste emocionalmente, y su efecto formará parte del archivo
inconsciente del pequeño y tendrá repercusiones más adelante, cuando reaccione de
diferentes formas y no logre comprender las causas generadoras de sus conflictos. Igualmente,
cuando ya se ha producido el alumbramiento, todo estímulo externo influirá en el recién
nacido y le irá creando una impresión emocional que influirá sus comportamientos futuros. Los
padres y otras figuras de autoridad, serán piezas claves para el desarrollo de la Autoestima del
niño, quien dependiendo de los mensajes recibidos, reflejará como espejo lo que piensan de él
y se asumirá como un ser apto, sano, atractivo, inteligente, valioso, capaz, digno, respetado,
amado y apoyado o, por el contrario, como alguien enfermo, feo, ignorante, desvalorizado,
incapaz, indigno, irrespetado, odiado y abandonado. La forma como nos tratan define la forma
como nos trataremos, porque esa es la que consideraremos como la más normal.
Para entonces, ya hemos construido una imagen de nosotros (autoimagen), puesto que
habremos aprendido una forma de funcionar, y llevamos como marca en la piel de vaca, el
sello de lo que creemos que podemos o no ser, hacer y tener.
LOS MAPAS.
Es pertinente definir un término al que ya nos hemos referido sin darle nombre: LOS MAPAS.
La Autoestima, como lo hemos visto, obedece a un conjunto de programaciones que define la
forma como el individuo funcionará y procesará sus experiencias, los mapas son informaciones
codificadas, obtenidas de nuestros padres, maestros, personas importantes más cercanas, que
hemos ido guardando desde que nacemos. Experiencias del ayer que quedaron codificadas,
ancladas en el sistema nervioso central o periférico.
La vida humana es el transcurrir de experiencias y eventos con los que entramos en contacto;
un transcurrir en ritmos y fluctuaciones; un ir y venir de flujos y reflujos. En este devenir,
podemos llegar a vivir momentos altos y momentos bajos.
La relación social, generalmente signada por cambios rápidos y frecuentes, y por una elevada
competitividad, nos obligan a permanentes readaptaciones. En ciertas circunstancias, nuestro
sentido de valor personal y de confianza en las propias capacidades pueden verse afectados y
hacernos creer que vivimos a merced de las contingencias. En esos momentos la confusión, la
impotencia y la frustración producidas por el no logro, nos lleva a dudar de nuestro poder
creador, de la capacidad natural de restablecernos, y es entonces cuando optamos por crear y
a veces sostener conductas autodestructivas, lejanas al bienestar generado por la Autoestima,
es decir, por la consciencia, el amor incondicional y la confianza en uno mismo. Los seres
humanos, somos "la única especie capaz de traicionar y actuar contra nuestros medios de
supervivencia". En estado de desequilibrio, el hombre opta por manejarse de formas diversas
aunque nocivas y elige, generalmente, los siguientes caminos:
PARÁLISIS.
La frustración es interpretada de forma tal que incapacita para la acción creativa. La apatía es
una forma de manifestación de esta reacción.
NEGACIÓN.
EVASIÓN.
Aquí la estrategia es hacer todo lo que nos impida ver la situación a la cara. Se conoce su
presencia pero se teme enfrentarla y se pospone. La diversión compulsiva es una forma de
evasión bastante común.
ENFERMEDAD.
Todos estos modos de reacción, de manejo inadecuado de la energía interior, reflejan ausencia
de Autoestima, de conciencia de la capacidad para responder creativamente a las
circunstancias. Es por eso, por la tendencia creciente que exhibe el humano de hoy a la
autodestrucción, por lo que necesitamos un recurso protector que nos guíe hasta nuestro
poder personal, hacia el restablecimiento del ritmo, del equilibrio, de la conciencia, de la
integración. Ese recurso es la Autoestima, con él nacemos pero debemos reencontrarlo.
INCONSCIENCIA.
DESCONFIANZA.
IRRESPONSABILIDAD.
Niega o evade sus dificultades, problemas o conflictos. Culpa a los demás por lo que sucede y
opta por no ver, oír o entender todo aquello que le conduzca hacia su responsabilidad. Sus
expresiones favoritas son: "Si yo tuviera", "Si me hubieran dado", "Ojalá algún día", y otras
similares que utiliza como recurso para no aclarar su panorama y tomar decisiones de cambio.
INCOHERENCIA.
El desestimado dice una cosa y hace otra. Asegura querer cambiar pero se aferra a sus
tradiciones y creencias antiguas aunque no le estén funcionando. Vive en el sueño de un
futuro mejor pero hace poco o nada para ayudar a su cristalización. Critica pero no se
autocrítica, habla de amor pero no ama, quiere aprender pero no estudia, se queja pero no
actúa en concordancia con lo que dice anhelar. Su espejo no lo refleja.
INEXPRESIVIDAD.
Por lo general reprime sus sentimientos y éstos se revierten en forma de resentimientos y
enfermedad. Carece de maneras y estilos expresivos acordes con el ambiente, porque no se lo
enseñaron o porque se negó a aprenderlos. En cuanto a la expresión de su creatividad, la
bloquea y se ciñe a la rutina y paga por ello el precio del aburrimiento.
IRRACIONALIDAD.
Se niega a pensar. Vive de las creencias aprendidas y nunca las cuestiona. Generaliza y todo lo
encierra en estereotipos, repetidos cíclica y sordamente. Pasa la mayor parte de su tiempo
haciendo predicciones y pocas veces usa la razón. Asume las cosas sin buscar otras versiones ni
ver otros ángulos. Todo lo usa para tener razón aunque se destruya y destruya a otros.
INARMONÍA.
porque necesita del conflicto. En estado de paz se siente extraño y requiere de estímulos
fuertes generalmente negativos. En lo interno, esa inarmonía se evidencia en estados ansiosos,
que desembocan en adicciones y otras enfermedades.
DISPERSIÓN.
No planifica, vive al día esperando lo que venga, desde una fe inactiva o una actitud
desalentada y apática. Se recuesta en excusas y clichés para respaldar su permanente
improvisación.
DEPENDENCIA.
El desestimado necesita consultar sus decisiones con otros porque no escucha ni confía en sus
mensajes interiores, en su intuición, en lo que el cuerpo o su verdad profunda le gritan.
Asume como propios los deseos de los demás, y hace cosas que no quiere para luego quejarse
y resentirlas. Actúa para complacer y ganar amor a través de esa nefasta fórmula de negación
de sí mismo, de autosacrificio inconsciente de sus propias motivaciones. Su falta de
autonomía, la renuncia a sus propios juicios hace que al final termine culpándose,
autoincriminándose, resintiendo a los demás y enfermándose como forma de ejecutar el
autocastigo de quien sabe que no está viviendo satisfactoriamente. La dependencia es el signo
más característico de la inmadurez psicológica, que lleva a una persona, tal como dice Fritz
Perls, a no pararse sobre sus propios pies y vivir plenamente su vida.
INCONSTANCIA.
Desde el miedo, una de las emociones típicas del desestimado, las situaciones se perciben
deformadas y el futuro puede parecer peligroso o incierto. La falta de confianza en las propias
capacidades hace que aquello que se inicia no se concrete. Ya sea aferrándose a excusas o
asumiendo su falta de vigor, el desestimado tiene dificultad para iniciar, para continuar y para
terminar cualquier cosa. Puede que inicie y avance en ocasiones, pero frente a situaciones que
retan su confianza, abandonará el camino y buscará otra senda menos atemorizante. La
inconstancia, la falta de continuidad, señala poca tolerancia a la frustración.
RIGIDEZ.
La persona desvalorizada lucha porque el mundo se comporte como ella quiere. Desea que
donde hay calor haya frío, que la vejez no exista y que todo sea lindo. Le cuesta comprender
que vivimos interactuando en varios contextos con gente diferente a nosotros en muchos
aspectos, y que la verdad no está en mí o en ti, sino en un "nosotros" intermedio que requiere
a veces "estirarse". Sufrir porque está lloviendo, negarnos a entender que una relación ha
finalizado, empeñarnos en tener razón aunque destruyamos vínculos importantes, demuestra
incapacidad para abandonar posturas rígidas que nos guían por la senda del conflicto
permanente. Eso es no quererse, eso es Desestima.
Mentir
Llegar tarde
Necesitar destacar
Creerse superior
Descuidar el cuerpo
Negarse a aprender
Quejarse
Actuar agresivamente
Autodescalificarse
Actuar tímidamente
CREENCIAS SANADORAS.
Confío en mi mismo
Me gusta mi vida
Soy inteligente
Todo lo que pasa tiene una razón de ser y siempre deja algo positivo
La vida es maravillosa
Le agrado a la gente
Cuando la vida se vive desde la Autoestima todo es diferente. Las cosas cambian de color ,
sabor y signo, ya que nos conectamos con nosotros y con el mundo, desde un perspectiva mas
amplia, integral, equilibrada, consciente y productiva.
La caracterología que ofrece una persona con una Autoestima desarrollada, es mas o menos la
siguiente:
CONSCIENCIA.
El autoestimado es la persona que todos podemos ser. Alguien que se ocupa de conocerse y
saber cuál es su papel en el mundo. Su característica esencial es la consciencia que tiene de sí,
de sus capacidades y potencialidades así como de sus limitaciones, las cuales tiende a aceptar
sin negarlas, aunque o se concentra en ellas, salvo para buscar salidas más favorables. Como se
conoce y se valora, trabaja en el cuidado de su cuerpo y vigila sus hábitos para evitar que
aquellos que le perjudican puedan perpetuarse. Filtra sus pensamientos enfatizando los
positivos, procura estar emocionalmente arriba, en la alegría y el entusiasmo, y cuando las
situaciones le llevan a sentirse rabioso o triste expresa esos estados de la mejor manera
posible sin esconderlos neuróticamente.
En el autoestimado el énfasis está puesto en darse cuenta de lo que piensa, siente, dice o hace,
para adecuar sus manifestaciones a una forma de vivir que le beneficie y le beneficie a quienes
le rodean, en vez de repetir como robot lo que aprendió en su ayer cuando era niño o
adolescente. Esa consciencia de la autoestima, hace que el individuo se cuide, se preserve y no
actúe hacía la autodestrucción física, mental, moral o de cualquier tipo. La gratitud es norma
en la vida de quien se aprecia y se sabe bendito por los dones naturales que posee.
CONFIANZA.
Autoestima es también confianza en uno mismo en las fuerzas positivas con las que se cuenta
para abordar el día a día. Esta confianza es la guía para el riesgo, para probar nuevos caminos y
posibilidades; para ver alternativas en las circunstancias en que la mayoría no ve salida alguna;
para usar la inteligencia y seguir adelante aunque no se tengan todas las respuestas. Estas es la
características que hace que el ser se exprese en terrenos desconocidos con fe y disposición de
éxito. Cuando se confía en lo que se es, no se necesitan justificaciones ni explicaciones para
poder ser aceptado. Cuando surgen las diferencias de opinión, confiar en uno hace que las
críticas se acepten y se les utilice para el crecimiento.
RESPONSABILIDAD.
El que vive desde una Autoestima fortalecida asume responsabilidad por su vida, sus actos y
las consecuencias que éstos pueden generar. No busca culpables sino soluciones. Los
problemas los convierte en un "cómo", y en vez de compadecerse por no lograr lo que quiere,
el autoestimado se planteará las posibles formas de obtenerlos. Responsabilidad es responder
ante alguien, y ese alguien es, él mismo o Dios en caso de que su visión de la vida sea
espiritual. Toma como regalo el poder influir en su destino y trabaja en ello. Quien vive en este
estado no deja las cosas al azar , sino que promueve los resultados deseados y acepta de la
mejor forma posible lo que suceda.
COHERENCIA.
La Autoestima nos hace vivir de manera coherente y nos impulsa a realizar e esfuerzo
necesario para que nuestras palabras y actos tengan un mismo sentido. Aunque el
autoestimado guste de hablar, sus actos hablarán por él tanto o más que sus palabras. No
quiere traicionarse y se esmera en combatir y vencer sus contradicciones internas.
EXPRESIVIDAD.
Los que viven confiado en su poder, aman la vida y lo demuestran en cada acto. No temen
liberar su poder aunque puedan valorar la prudencia y respetar las reglas de cada contexto.
Mostrar afecto, decir "te quiero", halagar y tocar físicamente, son comportamientos naturales
en quienes se estiman, ya que disfrutan de sí mismos y de su relación con las personas. La
forma de vincularse es bastante libre y sin l típica cadena de prejuicios que atan culturalmente
al desvalorizad. En esa expresividad, es seguro observar límites, ya que para expresarse no hay
que invadir ni anular a nadie. La expresividad del autoestimado es consciente y natural, no
inconsciente ni prefabricada.
RACIONALIDAD.
ARMONÍA.
Autoestima es sí misma armonía, equilibrio, balance, ritmo y fluidez. Cuando existe valoración
personal, también se valora a los demás, lo que favorece relaciones sanas y plenas medidas
por las honestidad, la ausencia de conflicto y la aceptación de las diferencias individuales. Por
ser las paz interna la máxima conquista de la Autoestima, quienes están por ese camino hacen
lo posible por armonizar y aminorar cualquier indicador de conflicto. Esta armonía interior
ahuyenta la ansiedad y hace tolerable la soledad, vista a partir de un estado armónico de vida
como un espacio de crecimiento interior, encuentro con uno mismo y regocijo.
RUMBO.
El respeto hacia nosotros y hacia la oportunidad de vivir engendra una intención de expresar el
ser, de trascender , de lograr y de ser útil. Eso se hace más factible al definir un rumbo, un
propósito, una línea de objetivos y metas, un plan para ofrendarlo a la existencia y decir "esto
es lo que soy y esto es lo que ofrezco". La vida es un don que se expresa a través de una misión
y una vocación; descubrirlo es tarea de cada quien, y es únicamente en ese camino donde
hallaremos la plenitud y la alegría de vivir. No hacerlo, equivale a nadar en tierra o arar en mar.
E rumbo es indispensable aunque podamos modificarlo, si se llegara a considerar necesario.
AUTONOMÍA.
La autonomía tiene que ver con la independencia para pensar, decidir y actuar; con moverse
en la existencia de acuerdo con las propias creencias, criterios convicciones, en vez de cómo
seguimiento del ritmo de quienes nos rodean. No se puede vivir para complacer expectativas
de amigos, parientes o ideologías prestadas, mientras algo dentro de nosotros grita su
desacuerdo y pide un cambio de dirección. El autoestimado busca y logra escucharse,
conocerse, dirigirse y pelear sus propias batallas confiado en que tarde o temprano las ganará.
No se recuesta en la aprobación, sino que mira hacia el interior donde laten sus autenticas
necesidades, sin desdeñar lo que el mundo puede ofrecerle.
VERDAD.
El autoestimado siente respeto reverencial por la verdad, no la niega sino que la enfrenta y
asume con sus consecuencias. Los hechos son los hechos, negarlos es un acto irresponsable
que nos quita control sobre nuestra vida. Cuando se evade la verdad, comienza uno a creerse
sus propias mentiras. No recuerdo quien fue la persona que dijo "no le temas tanto la verdad
como para negarte a conocerla".
PRODUCTIVIDAD.
PERSEVERANCIA.
Cuando alguien tiene confianza en sí mismo, es capaz de definir objetivos trazar un rumbo,
iniciar acciones para lograr esos objetivos y, además desarrollar la capacidad para el esfuerzo
sostenido, la convicción de que tarde o temprano verá el sueño realizado. La perseverancia es
por eso característica clara de la persona autoestimada, para quien los eventos frustrantes son
pruebas superables desde sus conciencia creativa.
FLEXIBILIDAD.
Algunos comportamientos que revelan Autoestima, sin que deban ser tomados como algo
absoluto, son los siguientes:
Aprender
Agradecer
Reflexionar
Planificar
Procurarse salud
Producir dinero
Cuidar el cuerpo
Vivir el presente
Valorar el tiempo
Disfrutar la soledad
Abrirse a lo nuevo
Actuar honestamente
Perdonarse y perdonar
CREENCIAS LIMITADORAS.
No le agrado a la gente
Detesto mi vida
Estoy preocupado(a)
Me odio, no me soporto
Mi familia no me gusta
No quiero vivir
AUTOESTIMA Y RELACIONES.
En la vida social, todo lo que logramos tiene que ver con personas. Vivimos en un permanente
estado de interdependencia en el cual todos nos necesitamos mutuamente, y lo que uno hace
afecta a los demás de distintas maneras.
En virtud de que no es posible vivir y realizarse sino a través de la relación social, es fácil intuir
que necesitamos aprender a relacionarnos para obtener y brindar más y mejores beneficios
para todos. Ese es el destino del "animal político", del que habla Platón al referirse al hombre.
Sin embargo, no todo es tan sencillo, ya que cada quien se relaciona con los demás desde su
nivel de conciencia, desde su equilibrio o su desorden interior, desde su manera particular de
experimentar la vida e interpretarla; desde lo que aprendió y reforzó con el tiempo; es decir
desde su Desvalorización o desde su Autoestima.
Cuando estamos centrados, satisfechos con lo que somos y confiados de nuestra capacidad
para lograr objetivos, la manera como nos relacionamos con las personas suele ser
transparente y honesta; nos acercamos a ellos para compartir y los valoramos por el simple
hecho de ser humanos, de haber nacido. Esto es lo que se conoce como "relación primaria",
vínculos que se basan en compartir lo que somos.
Por el contrario, cuando nuestros Mapas, los aprendizajes que traemos archivados en la
memoria, nos dicen que no somos capaces, cuando nuestra Autoestima está debilitada,
tendemos a establecer vínculos desde el interés material, desde utilitarismo. Es entonces
cuando deja de importarnos la persona y pasamos a prestar atención al beneficio que nos
pueda deparar. Pasamos a preguntarnos lo que nos aporta, lo que podemos obtener de ellas.
Este es el tipo de relación que se conoce como "relación secundaria".
TIMIDEZ.
Es una estrategia de vinculación basada en el miedo, asumida por las personas cuando
intentan evitar ser desaprobadas y proteger la imagen que tienen de si mismas (autoimagen).
La Timidez puede ser muy nociva cuando:
Evadir miradas
Hacerse el indiferente
AGRESIVIDAD.
ASERTIVIDAD.
Vale decir que las razones por las que no somos asertivos, y optamos por relacionarnos a
través de formas autosaboteadoras, son:
LA RELACIÓN FAMILIAR.
Dependiendo de cómo sea la familia, así será la persona, la cual resultará modelada por las
reglas, los roles, forma de comunicación, valores, costumbres, objetivos y estrategias de
vinculación con el resto del mundo que impere a su alrededor.
LA FAMILIA AUTOESTIMADA.
En las familias que se forman y desarrollan con una Autoestima sana, la forma de
funcionamiento de sus miembros tiene características particulares. En este contexto grupal, las
reglas están claras, sus miembros las adoptan como faro de mar para transitar con certeza por
las aguas de la vida, aunque se muestran dispuestos a revisarlas e incluso a modificarlas si
acaso éstas llegan a quedar desactualizadas y dejan de guiarlos a puerto seguro. No se siguen
parámetros automáticamente, sólo por el hecho de que los abuelos o los tíos así lo hayan
hecho. Hay disposición a buscar lo que conviene a las necesidades de todos los integrantes.
La comunicación es abierta, por lo que esta permitido expresar los sentimientos directamente,
sin el temor de parecer ridículos, cursis o de recibir una cruda represalia. La interacción se basa
en el amor más que en el poder, por lo que emociones como la rabia, la tristeza o el miedo,
tienen cabida y son respetadas siempre que se expresen adecuadamente con la intención de
encontrar soluciones, y no de manera irresponsable y anárquica, como simple catarsis. En la
familia Autoestimada quienes dirigen se afanan en comprender en vez de escapar por las
puertas oscuras de la critica, la queja estéril y la acusación ciega.
Desde esta óptica, los padres comprenden que sus hijos no se "portan mal" por ser malos, sino
porque algo los desequilibra y afecta temporalmente.
Existen objetivos familiares que permiten que todos sus miembros crezcan sin que tengan que
renunciar a su vocación fundamental para complacer a padres u otros familiares. Cada quien
debe elegir, en algún momento, el sabor del agua que desea beber, lo cual es síntoma inicial
de verdadera madurez. Cuando los objetivos son comunicados adecuadamente, satisfacen las
necesidades reales del grupo y logran ser comprendidos, todos se sienten motivados para
involucrarse sin traumas; se benefician, aprenden y crecen a través del apoyo mutuo. La forma
de proceder de la familia Autoestimada es nutritiva porque se orienta a partir del deseo de
ganar y no del miedo a perder.
LA FAMILIA DESVALORIZADA:
Las familias que carecen de Autoestima se caracterizan por la ausencia de reglas, las cuales
cuando existen son difusas, contradictorias o basadas en la tradición y en estereotipos que
nada tienen que ver con las verdaderas necesidades del grupo. Hacen lo que se ha hecho
siempre, lo aceptado, lo tradicional, sin considerar su verdadera utilidad y adecuación. Hay
obligaciones para todos y por todas partes, aunque nadie sepa en qué se basan, quién las
establece y con qué criterio. Creer en Dios, ser Comunista, ponerse la pijama antes de dormir,
no caminar descalzo o ser vegetarianos, pueden ser mandatos arbitrarios, caprichosos u
hormonales, cuando nadie explica las razones, el porqué debemos hacerlo.
Impera la anarquía porque no existen roles definidos y cada quien actúa dependiendo de cómo
se siente. Lo que uno arma el otro lo desarma; uno hace, el otro interfiere. Los hermanos
mayores juegan a ser papas de los menores: les pegan, los castigan y resienten la
responsabilidad que padres insensatos les han endilgado; las madres actúan como niñas y
obligan a sus hijos a velar por ellas; los padres son duros hoy y blandos mañana. Nadie sabe
que calle tomar.
Los hijos trataran de evitar de hacer todo aquello que puede desagradar a sus padres o lo
harán a escondidas abrazando la mentira, a la que terminaran viendo como algo normal. Para
cuando los miembros de la familia desestimada puedan percatarse de lo que han estado
haciendo, deberán conformarse con sentirse culpables, quejarse, rumiar su pena e infligirse
enfermedades psicosomáticas.
Si aceptamos que los padres tienen una influencia dramática en los hijos, expresada durante la
crianza, debemos admitir que la Autoestima de los primeros, será el modelo a seguir de los
segundos. Podemos destacar algunos vicios de trato que los padres suelen tener con los hijos
en la relación comunicacional cotidiana, así como las estrategias más afectivas para optimizar
los vínculos, he aquí algunas de las más nefastas, y unas cuantas alternativas favorables y
efectivas.
Estrategias Inefectivas:
Dar ordenes
Amenazar
Moralizar
Negar percepciones
Distraer
Criticar y ofender
Ridiculizar
Comparar
Elogiar
Confundir
Estrategias Efectivas:
Aunque no existen recetas mágicas para la crianza, la actitud amorosa y consciente es la que
parece brindar los mejores resultados. Algunas alternativas que pueden funcionar mejor que
las fórmulas antes expuestas, son:
Sintonía
Honestidad
Responsabilizar
Delimitar
Negociar
Anticipar
Reforzar
En la adolescencia, las fricciones entre padres e hijos suelen acentuarse durante esta etapa, ya
que los jóvenes necesitan ser ellos mismos, sin perder el cariño y el apoyo de sus padres,
quienes a su vez temen que sus hijos sufran daños a causa de la inexperiencia. Además el
miedo de muchos adultos a perder el control que durante tantos años han mantenido, genere
no pocos inconvenientes.
Comparan a sus hijos con otros ("mira como lo hace tu hermano"), o con ellos (los padres)
cuando eran jóvenes ("cuando yo tenía tu edad...").
Los asustan haciéndoles creer que el mundo es peligroso y que nadie como ellos (sus padres)
podrán cuidarlos debidamente
LA RELACIÓN DE PAREJA.
La pareja Autoestimada:
Se dedica a crecer
Se compromete
La pareja Desvalorizada:
Por su parte, la pareja desestimada funciona de manera diferente, con un nivel reducido de
consciencia de sus capacidades y necesidades, poca confianza de sus miembros, indignidad y
mínima valoración de si misma. Sus características resaltantes suelen ser:
Es conflictiva e inarmónica
AUTOESTIMA Y TRABAJO.
Aceptando esto como cierto, podemos decir que la persona que trabaje desde su Autoestima,
se desempeña de una manera diferente a aquella que lo hace desde su Desvalorización. En el
plano de las creencias, el Desvalorizado suele estar anclado, envuelto en una serie de creencias
negativas con relación al trabajo.
El trabajador Desvalorizado:
Algunas de sus características más resaltantes, en relación con el marco laboral, son:
Su estilo es la rutina
Depende de otros, de sus decisiones y aprobación, lo cual le resta autonomía y le hace sentirse
indigno, culpable y manejable
Carece de control sobre su trabajo; su estado más frecuente es la confusión y tiene mal
relación consigo mismo, con las máquinas, los procesos y las personas.
El trabajador Autoestimado:
Trabaja desde su vocación, tiene un propósito claro y posee objetivos y metas definidos
Valora su tiempo y su energía, por lo que elige con agudeza a qué dedicar su atención y su
intención
Confía en sus potencialidades porque las conoce, e intenta cultivarlas a través del
discernimiento, el estudio y la práctica. Usa lógica y también la intuición
Disfruta lo que hace ya que es consciente de que actúa, no por obligación, sino por elección
personal, lo cual lo lleva alejarse de lo que no le produce auténtica satisfacción
Respeta la realidad y no niega los hechos; tiende a buscar las lecciones que se ocultan detrás
de lo que parece estar en contra
Es relativamente autónomo en sus decisiones sin perder la apertura a las opiniones foráneas
Se vincula honestamente con los demás, respeta sus ideas, estados emocionales y decisiones
Controla su trabajo y mantiene armonía consigo mismo, con las máquinas, con las personas y
con los procesos