Autónomo Urgencias Oncologicas
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CUENCA - ECUADOR
2024
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
En cuanto a las metástasis cerebrales, se estima que entre el 20% y el 30% de los
pacientes con cáncer desarrollarán metástasis en el cerebro durante el curso de su
enfermedad. Esta incidencia varía según el tipo de cáncer primario, siendo más
común en cánceres de pulmón, mama y melanoma (4).
Se debe tener en cuenta que el cáncer puede dar lugar a diversos signos clínicos
que en el peor de los casos pueden llegar a poner en peligro la vida del paciente, en
muchas de las ocasiones las alteraciones estructurales que se llevan a cabo a
distancia del tumor, síndromes paraneoplásicos, son de las primeras
manifestaciones que puede tener el cáncer, por tal motivo como se mencionó
anteriormente pueden llevar a una sospecha diagnóstica (7). Enfrentarse a estas
complicaciones necesita de un alto nivel de sospecha por parte del médico, sobre
todo si no se cuenta con la adecuada historia clínica del paciente, ya que estos
casos pueden llevar a no solo un aumento de la morbilidad o aparición de secuelas,
sino también a la muerte (8). Se debe considerar que algunas urgencias oncológicas
son insidiosas por lo que tardan meses en desarrollarse, sin embargo las más
devastadoras son las que se manifiestan en horas, por lo que es esencial un
enfoque centrado en el paciente, con comunicación continua entre los profesionales
de la salud, teniendo en cuenta que la mayoria de urgencias se clasifican en
metabólicas, hematológicas, relacionadas con el tratamiento y estructurales, siendo
este último el eje central de esta revisión (9).
Este es un tema de gran importancia ya que según datos oficiales solo en Estados
Unidos 16 millones de personas viven con cáncer, de las cuales 4 millones de ellas
reflejan visitas a departamentos de emergencia (6). Existiendo aproximaciones de
que esta cifra podría aumentar hasta más de 19 millones para los años 2024 - 2025,
siendo este el motivo principal por el cual los médicos deben estar familiarizados
con estas urgencias, sobre todo las más prevalentes, con el fin de lograr la correcta
estabilización o inicio de medidas paliativas (9).
COMPRESIÓN MEDULAR
Definición
En los pacientes con cáncer de pulmón, mama, próstata y mieloma múltiple suele
ser su complicación más frecuente (12). Según Al-Qurainy y Collis, 2016, Wänman
et al, 2017 y Lawton et al, 2019 concuerdan que la compresión medular en
pacientes con cáncer suele presentarse en un 2,5 a 5%, siendo así alrededor de 80
casos por millón de personas al año (12-14). La tasa de supervivencia en pacientes
varía según el tipo de tumor primario, siendo más alta en aquellos tumores que
responden favorablemente al tratamiento, y cuando se realiza un diagnóstico y
tratamiento temprano antes de que empeore el deterioro neurológico (14).
Fisiopatología
Se sabe que el cáncer de pulmón, mama, próstata y mieloma múltiple son los
principales causantes de compresión metastásica de la médula espinal,
representando aproximadamente el 50% de los casos (14). El hueso es el tercer
lugar más común de metástasis, después del pulmón y el hígado. Según Levack et
al. (2001), alrededor del 5% al 10% de los pacientes con cáncer desarrollan
compresión metastásica de la médula espinal (15). Las metástasis espinales se
pueden dividir en intradurales (ya sea intramedulares o extramedulares) y
extradurales. La gran mayoría, alrededor del 95% son las lesiones extradurales son
masas tumorales que se localizan exclusivamente en el espacio epidural, sin infiltrar
la duramadre ni el tejido nervioso circundante (15,16). Las lesiones epidurales puras
son relativamente raras, pero pueden ser muy graves debido a su capacidad para
comprimir la médula espinal y las raíces nerviosas y las extradurales pueden surgir
inicialmente en la vértebra y luego migrar hacia el espacio epidural, donde también
pueden comprimir el saco tecal y su contenido, esto puede causar síntomas
neurológicos graves debido a la interrupción del flujo de líquido cefalorraquídeo y la
compresión de las raíces nerviosas (16).
Estas dos vías provocan una compresión tumoral que conduce a un estasis venoso,
lo que resulta en edema vasogénico. Este edema ejerce presión sobre las
estructuras nerviosas y vasculares, lo que reduce el flujo sanguíneo y, en última
instancia, resulta en isquemia del tejido nervioso. La compresión prolongada y sin
tratamiento produce lesiones vasculares que pueden resultar en un infarto de la
médula espinal, que a menudo es irreversible (17,18). Se sabe que varios
mediadores bioquímicos intervienen en este proceso, especialmente el factor de
crecimiento vascular y la prostaglandina E2, junto con diferentes citocinas y
neurotransmisores (18).
Manifestaciones clínicas
Los síntomas se deben al daño en la médula o las raíces nerviosas por lesiones
fuera de la médula en el 95% de los casos. La columna torácica se afecta con
mayor frecuencia (59-78%), seguida por la lumbar (16-33%) y la cervical (4-15%).
En el 10-38% de los casos, hay metástasis en más de un nivel. La invasión del
espacio epidural ocurre en 1-4% de los casos. El cuadro clínico tiene varias etapas y
la velocidad de su aparición determina la urgencia del tratamiento (20).
CUADRO CLÍNICO
Dolor El dolor es el síntoma más común, reportado por el 95% de los
pacientes. Generalmente, aparece en la etapa inicial, días o
semanas antes de que se presente la disfunción neurológica
(con una media de 7 semanas). Suele ser constante y
empeora por la noche o temprano en la mañana. El dolor es
progresivo y se localiza en la espalda o el cuello dependiendo
del nivel de la lesión. Tiene características mecánicas y
empeora con el movimiento y la maniobra de Valsalva. Los
signos de Lasége y L'hermiltte suelen ser positivos. Cuando se
afecta una raíz nerviosa o la cola de caballo, el dolor es de
tipo radicular, ya sea bilateral o unilateral.
Diagnóstico
Los estudios de imagen son muy importantes porque también nos orientan en el
diagnóstico y posible tratamiento. Como primera opción tenemos la resonancia
magnética (RM), con una sensibilidad y especificidad superiores al 90%, las
secuencias de imágenes usadas para evaluar las metástasis espinales son las
medidas en T1 y T2 (22). La RM es más sensible que la tomografía axial
computarizada (TAC) y la radiografía para detectar tumores primarios en huesos y
lesiones óseas metastásicas. Se recomienda realizar una RM siempre que sea
posible y de manera inmediata debido a sus ventajas (22,23):
a) No es un proceso invasivo.
Hasta hace algunos años, la mielografía solía ser la técnica preferida en estos
casos. Esta técnica permite evaluar los espacios ocupados por elementos neurales
e identificar estructuras comprimidas. Sin embargo, tiene desventajas, como ser una
prueba invasiva y asociarse con mayor morbilidad, además de tener menor
exactitud diagnóstica que la resonancia magnética (21,25).
Pronóstico
Para el paciente que sufre compresión de la médula espinal por cualquier causa
neoplásica su calidad de vida en la mayoría de los casos cambia a una
discapacidad grave, esto se puede prever por la puntuación en el rendimiento del
paciente y del estado neurológico antes del tratamiento, además del tipo de cáncer y
el estadio del mismo, incluyendo su aparición y de ser el caso del número de
metástasis (26). Según Sabroe et al (27), en la actualización sobre el estado de esta
patología en países Daneses, la esperanza de vida luego de un diagnóstico de
compresión medular es corta, siendo la mediana de edad estimada de 6,8 meses
luego del tratamiento quirúrgico, aunque algunos pueden llegar a vivir mucho más,
dentro de los pacientes que se tomaron en cuenta fueron los pacientes con
metástasis espinales con cáncer de mama con receptores hormonales positivos, las
cuales tuvieron una mediana de supervivencia de 21,5 meses, mientras que los
pacientes con receptores hormonales negativos tuvieron una supervivencia de 10,6
meses (27).
Se han propuesto puntuaciones para estimar la supervivencia, con el fin de ayudar a
elegir las opciones de tratamiento en los casos de compresión de médula espinal y
metástasis espinales (28). Existen diversas herramientas que permiten predecir de
cierta forma el pronóstico de supervivencia de los pacientes posterior a presentar
esta urgencia, como son las herramientas Bauer, Lei, Bauer modificado, Radesm
SORG Classic,Tokuhashi, etc (29). Sin embargo Masahiro et al (30), en su estudio
sobre la efectividad de la herramienta Tokuhashi, reafirmó que esta es una de las
herramientas más confiables hasta la fecha para predecir la supervivencia de los
pacientes con tumores espinales, logrando una precisión del 66,7 % a corto plazo,
60% a mediano plazo y del 100% a largo plazo.
Tabla 3: Sistema de evaluación revisado para el pronóstico de las metástasis de columna
(Tokuhashi).
Características Score
>3 0
1-2 1
0 2
>3 0
2 1
1 2
Metástasis en órganos internos mayores
No resecables 0
Resecables 1
No metástasis 2
Otros 2
Riñón, útero 3
Recto 4
Parálisis
Completa (Frankel A, B) 0
Incompleta (Frankel C, D) 1
No parálisis (Frankel E) 2
Tratamiento
Al ser una urgencia médica el tratamiento debe administrarse dentro de las 24 horas
del diagnóstico, este tratamiento debe tener como objetivos la prevención de
mayores daños a nivel neurológico, preservar la más posible la función motora y el
alivio del dolor, en general todos los pacientes deben recibir una dosis de carga de
corticosteroides como tratamiento de primera línea, luego de eso el plan terapéutico
a seguir dependerá de la causa de la compresión, siendo por ejemplo en el caso de
que el agente causal sea un plasmocitoma optar por la radioterapia, mientras que la
cirugía solo se la recomienda si la columna vertebral es inestable o si la compresión
es debida a fragmentos óseos, teniendo en cuenta la quimioterapia o la terapia
dirigida cuando el paciente cuente con una disfunción neurológica mínima, en todos
estos casos se debe considerar antes de la administración del tratamiento (31).
A. Corticosteroides
Considerado de primera línea en la compresión medular, debido a sus propiedades
para reducir los déficits neurológicos al reducir el edema vasogénico e inhibir las
reacciones inflamatorias y eliminar el dolor, llegando incluso a administrarse con
regímenes de quimioterapia (32). A pesar de que no existe una dosis estandarizada
de administración, Grahan et al (33) sugiere el uso de dosis altas de dexametasona
de 4 mg tres veces al día vía intravenosa cada una acompañada de una cubierta de
inhibidor de bomba de protones, ayudando además a mejorar el estado ambulatorio,
recalcando la importancia del uso de este fármaco en pacientes diabéticos, teniendo
en cuenta el riesgo beneficio.
B. Cirugía
Empleada sobre todo ante la inestabilidad de la columna vertebral, evaluando esta
empleando la puntuación neoplásica de inestabilidad de la columna, corrigiendo la
inestabilidad y reduciendo el dolor causado por el movimiento, anteriormente la
laminectomía era el único tratamiento quirúrgico para la compresión medular,
aunque no se la consideraba la mejor para esta ya que podía aumentar la
inestabilidad de la columna (34). Estudios recientes como el de Kyriakou et al (35),
menciona que una de las terapias más efectivas y que ha venido usándose desde
2021, la cifoplastia y la vertebroplastia, han proporcionada hasta la actualidad
resultados favorables para los pacientes con compresión medular, ya que
comparado con procedimientos anteriores, mejoran el control del dolor, la calidad de
vida y la función neurológica, más aún cuando se combina con el uso de
radioterapia sobre todo ante la resección parcial del plasmocitoma que suele
formarse anteriormente a la columna.
Actualmente existe una cirugía cuyo enfoque es menos agresivo que las cirugías
antes mencionadas, siendo la cirugía de separación para la compresión epidural
metastásica de la médula espinal, ya que logra su objetivo de separar la
circunferencia de la médula espinal creando un objetivo seguro para la radioterapia
estereotáxica (36).
Tabla 4: puntuación neoplásica de inestabilidad de la columna (SINS).
Componentes Puntaje
Localización
Si 3
Lesión no dolorosa 0
Lesión Ósea
Lítica 2
Mixta (lítica/blástica) 1
Blástica 0
Alineación normal 0
Colapso >50 % 3
Colapso <50 % 2
Unilateral 1
Estabilidad 0-6
Inestabilidad 13 - 18
Fuente: Federspiel C, Morgen SS, Suppli MH, Kamby C, Kelsen J, Gehrchen M. [Treatment
of metastatic spinal cord compression]. Ugeskr Laeger. 2021; 16:183(33):V10200725 (34)
C. Radioterapia
Actualmente se la considera una de las piedras angulares para el tratamiento de
compresión medular neoplásica, siendo el principal objetivo de su uso el alivio del
dolor, la descompresión y la preservación de la integridad neurológica, se debe
tener en cuenta que la mayoría de los pacientes tienen múltiples sitios de
enfermedad metastásica, por lo cual es esencial que al igual que la cirugía, medir el
estado de inestabilidad de la columna vertebral (37). Una de las radioterapias más
usadas en la de haz externo convencional (cEBRT), sobre todo cuando se usa en
pacientes ciclos de larga duración ante un control local, evaluando los resultados
mediante el estado ambulatorio del paciente, encontrándose una mejoría aún mayor
cuando se utiliza en conjunto con el procedimiento quirúrgico (38).
Dado que las paredes de la vena cava superior son delgadas, están susceptibles a
la compresión, lo que la hace vulnerable a la obstrucción por crecimientos de
estructuras adyacentes, como los ganglios linfáticos circundantes (40). Cuando se
comprime u obstruye la vena cava superior, la sangre se desvía hacia venas anexas
como la vena mamaria interna, la vena torácica lateral o la vena esofágica. Estas
venas tardan un tiempo en dilatarse lo suficiente para manejar el aumento de
volumen, razón por la cual las presiones venosas son más altas en un inicio (41).
Si la compresión ocurre por debajo de la desembocadura de la vena ácigos, la
sangre intenta regresar por la vena cava inferior, generando una mayor presión
venosa. Usualmente la presión venosa de la región cervical oscila entre 2 y 8
mmHg, pero en caso de obstrucción se puede alcanzar niveles de hasta 20 a 40
mmHg (42).
EPIDEMIOLOGÍA
En la antigüedad, antes de la aparición de los antibióticos, las causas más
frecuentes eran infecciosas encontrándose entre ellas la mediastinitis fibrosante,
tuberculosis y aneurisma de aorta torácica sifilítico. Actualmente el 90% de las
causas del síndrome de vena cava son atribuidas a neoplasias malignas y entre
ellas el primer lugar lo ocupa el cáncer de pulmón (43).
Tabla 5: causas más comunes del síndrome de vena cava.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los signos y síntomas varían según la gravedad y la rapidez con que se presenta la
obstrucción, siendo más evidentes en las primeras semanas cuando los vasos
colaterales aún no se han expandido por completo. Las manifestaciones clínicas
(tabla 6) no son exclusivamente el resultado del aumento de la presión hidrostática
en la vena cava superior, sino también debido a la compresión o invasión de las vías
respiratorias o los nervios adyacentes (44).
Tabla 6: principales signos y síntomas en la obstrucción de vena cava.
Cianosis 20%
Disfagia 9%
Disnea 60%
Tos 24%
Fuente: Rachapalli V, Boucher L. Superior vena cava syndrome: role of the interventionalist.
Can Assoc Radiol J. 2014; 65(2): 168-76 (44).
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico es eminentemente clínico, no obstante, se debe realizar una serie de
estudios de imagen con confirmación histológica sobre todo para garantizar el
tratamiento adecuado.
- Estudios de imagen
Constituyen la parte fundamental para confirmar el diagnóstico. En la mayoría
de los casos, se lleva a cabo una tomografía axial computarizada de tórax
con medio de contraste, que muestra una alta sensibilidad, aproximadamente
del 92%, y proporciona información detallada sobre las estructuras
importantes involucradas. En la actualidad se han publicado grandes avances
sobre el uso de ultrasonido como método diagnóstico más fiable y económico
(45).
- Diagnóstico histológico
Antes de comenzar cualquier tratamiento con radioterapia o quimioterapia, es
crucial obtener una confirmación histológica. Esto se puede lograr mediante
un aspirado con aguja fina endobronquial guiado por la TAC. En situaciones
donde no sea factible realizar el aspirado, se sugiere realizar una
mediastinoscopia diagnóstica o, como último recurso, una toracotomía
exploratoria con toma de biopsia. En los casos en los que se presente
derrame pleural, también es posible realizar una toracocentesis diagnóstica
(46).
TRATAMIENTO
El objetivo del tratamiento del síndrome de vena cava superior asociado a una
etiología maligna es aliviar los síntomas y abordar la enfermedad subyacente. Esto
dependerá de factores como la extensión del tumor. En la mayoría de los casos, se
recurre a la quimioterapia, la radioterapia o una combinación de ambas. Cuando hay
presencia de estridor debido a una obstrucción significativa de las vías respiratorias,
o si hay edema cerebral, se requiere un tratamiento inmediato con radioterapia o la
colocación de un stent, ya que esto puede representar un riesgo inminente de
muerte para el paciente (47).
Se recomienda el tratamiento con radioterapia en pacientes con tumores
radiosensibles, especialmente en el caso del cáncer de pulmón, y en aquellos que
no han recibido radioterapia previamente. Su aplicación puede proporcionar un alivio
significativo al reducir la carga tumoral (47). La quimioterapia es la opción de
tratamiento inicial preferida para los linfomas No Hodgkin y los tumores de células
germinales. Proporciona un alivio completo de los síntomas en aproximadamente el
80% de los pacientes. Hoy en día se han llevado a cabo estudios que han
demostrado una respuesta exitosa al utilizar quimioterapia combinada con
radioterapia (48).
METÁSTASIS CEREBRAL
DEFINICIÓN
FISIOPATOLOGÍA
Cuando hay una invasión del tumor primario en la pared arterial, es el primer paso
de diseminación hematógena, permitiendo que algunas células neoplásicas se
desprendan y entren en la circulación sanguínea, y posteriormente se adhiere a la
vasculatura cerebral, en la cual se involucran mediadores, para cruzar las barrera
hematoencefálica, misma que se compone por endotelio de células no fenestradas
con uniones intracelulares de oclusión (tight junctions), las cuales recubren la
microvasculatura del cerebro, impidiendo la entrada de macromoléculas, drogas y
microorganismo, pero no impide la entrada de células neoplásicas (52).
Los dos mecanismos conocidos por la cual las células neoplásicas atraviesan la
barrera hematoencefálica son: atravesando de manera paracelular y transcelular, lo
que ocasiona que las células de barrera se mueran, esto debido, a que se destruyen
uniones de oclusión que hay entre las células endoteliales, expresando proteasas y
mediadores inflamatorios (53).
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
PRONÓSTICO
Viani G. et al, comparó la escala GPAs con otros modelos predictivos y concluyó
que GPAs fue el método más sensible para estimar la supervivencia (65). GPA
específico de la enfermedad (DS-GPA) no solo destaca la heterogeneidad en la
supervivencia entre pacientes con diferentes tipos de tumores, sino también subraya
la importancia de considerar variables específicas de la enfermedad (59). Por
ejemplo, para pacientes con cáncer de mama y metástasis cerebrales, el subtipo
biológico de cáncer de mama (basal, luminal A, sobreexpresión de HER2 o luminal
B) es un determinante crucial del pronóstico. Similar al cáncer de pulmón de células
no pequeñas, la mutación de EFGR o la translocación de ALK influyen en la
supervivencia (66).
TRATAMIENTO
Resección quirúrgica
Radioterapia Holocraneana
Neurocirugía
Radiocirugía Estereotáctica
Quimioterapia
Fuente: Sajama C, Lorenzoni J, Tagle P. Diagnosis and treatment of brain metastasis. Rev
Médica Chile. octubre de 2008;136(10):1321-6.
METODOLOGÍA
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
Los pacientes con posibles complicaciones oncológicas de metástasis cerebral,
compresión medular y obstrucción de vena cava son problemas de salud que ponen
en riesgo la vida de los pacientes, por lo que se requiere una intervención médica
urgente, con el propósito de salvaguardar la integridad de los mismo y evitar
complicaciones para obtener un pronóstico de buena recuperación. Por lo tanto, es
imprescindible la aplicación de las estrategias para la prevención y manejo de estos
tipos de pacientes, con las que el tratamiento que se les brinde, sea una solución
viable para reducir los factores de riesgo que predisponen a estas complicaciones.
En el enfoque diagnóstico de urgencias oncológicas es esencial realizar una historia
clínica detallada, prestando atención a los antecedentes oncológicos y los síntomas
neurológicos. Dentro de los estudios de imagen a realizar se encuentran: resonancia
magnética cerebral para metástasis cerebrales y resonancia magnética de columna
para compresión medular, además de tomografía computarizada de tórax para
evaluar la obstrucción de vena cava. Los análisis de laboratorio pueden
proporcionar información adicional sobre la función orgánica y los marcadores
tumorales.
Es importante tener en cuenta que el enfoque multidisciplinario debe ir de la mano
con el tratamiento que se le aplique en cualquiera de las complicaciones que se
puedan presentar en las patologías oncológicas. De esta manera podremos influir
en las posibles etapas avanzadas de cáncer, reduciendo la incidencia y mejorando
el pronóstico, con una detección temprana, mejoramiento en el tratamiento y
evitando posibles manifestaciones clínicas en las distintas etapas oncológicas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS