Teoría Sociopolítica y Educación Trabajo Final

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Teoría Sociopolítica Y Educación (8va.

Mayo-22)
Trabajo Final

APELLIDO Y NOMBRE:

AÑO Y MES de cursada: 2022/05

Este trabajo final consiste en una sopa de letras que contiene diez conceptos
centrales de esta materia, que deberán encontrar y definir desde la bibliografía
aportada por la cátedra. Las palabras pueden estar escritas en horizontal (de derecha
a izquierda o de izquierda a derecha), en vertical (de arriba hacia abajo o de abajo
hacia arriba) o en diagonal (en cualquier sentido).

N D I S C I P L I N A R I A S
C A P E R N T Y U N B V F I L
M D N Y A C S X N F U M N N Z
D L G G A L P O N P Ñ M O O F
P A S B M U I O R E J I I M T
A U T F C S O N D D C P T E A
R G I X U I P Z N A A T Y G R
M I E L D O E T Z R T T N E A
A C C R D N R I Z O N S E H R
R X A E E A N O U B R A E E S
E X R T D T A G A R U T L U C
T D V Y E R C V H K M D F G V

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Palabras y sus conceptos/definiciones:

1) Galpón: Lewkowicz (2004, pp.7-10) plantea que hoy en día, con el agotamiento del
estado-nación, se produce un debilitamiento de las instituciones disciplinarias, entre
ellas la escuela, la cual se aleja de su función de productora y reproductora de la
subjetividad ciudadana y se asemeja a una organización que presta un servicio de
enseñanza. En su funcionamiento, estas instituciones resignificadas, no perciben la
destitución de la lógica estatal y su nueva dependencia a la dinámica del mercado.

Por lo tanto, se convierten en galpones, donde sus integrantes sólo coinciden


materialmente en el espacio físico, pero no comparten las mismas representaciones.
En estos galpones, el aula deja de ser parte de una institución y se convierte en una
situación, con el serio problema de lograr instituir algo, sin el respaldo de leyes que
rijan de antemano y donde solo se establecen reglas compartidas, temporales y
precarias.

2) Disciplinarias: Lewkowicz (2004, pp.1-4) llama disciplinarias a aquellas


instituciones que funcionan como los pilares de la existencia del estado. La vida social
e individual atraviesa este tipo de instituciones (la familia, la escuela, el hospital, la
prisión, etcétera) que con el respaldo del estado, desarrollan un lenguaje en común
que les permite ejecutar las mismas operaciones en las distintas instituciones, para de
esta manera, intensificar la efectividad de su operatoria disciplinaria.

A través de los procedimientos de la vigilancia jerárquica, la sanción normalizadora y


el examen (Michel Foucault, 1989), estas instituciones disciplinarias se caracterizan
por su función de producción y reproducción de la subjetividad ciudadana, la cual se
estructura bajo la proposición de que la ley funciona igual para todos.

Esta sociedad de vigilancia, producto del estado-nación y sus instituciones, distribuye


a la población en distintos espacios de encierro en donde se busca normalizar a los
individuos a través de la vigilancia y el castigo.

3) Igualdad: Es un concepto que toma fuerza a partir de 1948 con la Declaración


Universal de los Derechos Humanos. En su artículo 26, se reconoce por primera vez a
la educación universal, gratuita y obligatoria como un derecho humano fundamental.

Al respecto, la segunda mitad del siglo XX en Latinoamérica se ha caracterizado, en


primer lugar, por el crecimiento de la capacidad de los sistemas escolares para asistir
a los sectores excluidos y en segundo término, por la expansión del marco jurídico del
derecho a la educación. Sin embargo, las marcadas diferencias regionales hacen que
para muchos este derecho sea una utopía. Además del hecho de que, estos avances
son el resultado de luchas y movilizaciones de organizaciones populares, sectores
relegados, sindicatos, y no un beneficio otorgado por el estado.

En el plano educativo, aquella igualdad impulsada por la Declaración de 1948, no


resulta de igual manera para toda la población, como consecuencia de distintos
factores y sus articulaciones. Las condiciones de pobreza, desigualdad de
oportunidades, exclusión, y una mirada mercantilista de la educación, actúan como
frenos y limitan la capacidad de este derecho. (Gentili, 2011, pp. 2-8)

4) Inclusión: La inclusión es un proceso democrático que se consolida cuando


distintos factores de tipo económico, político, social y cultural que generan de forma
sistemática la exclusión, son superados. En el plano educativo, este proceso se

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constituye frente aquellos fenómenos que actúan en contra del derecho a la educación
del sector más relegado de la sociedad. (Gentili, 2011, pp. 9-10)

Si bien la escolaridad se ha expandido en los últimos tiempos, el derecho a la


educación, promulgado en 1948, no está garantizado (en la práctica) en los países
Latinoamericanos, como consecuencia de distintos factores que operan en su contra e
impiden su desarrollo efectivo.

5) Exclusión: La exclusión es una relación social que supone una situación de


marginalidad que afecta a distintos grupos sociales, como por ejemplo minorías de tipo
racial, política, religiosa, sexual, etc. Es decir, que determinadas personas se
encuentran en condiciones desiguales en el acceso a ciertos bienes o recursos, con
respecto a otros individuos que sí tienen un acceso fluido.

En cuanto a la educación, si bien hoy las sociedades tienen más oportunidades que
varias décadas atrás, las formas de exclusión educativa se volvieron más complicadas
y hay personas a las que se les niega este derecho, o se les da de forma restringida,
pese a estar dentro del sistema. Gentili (2011, pp. 8-9) lo define con el término de
“exclusión incluyente”. Se trata de mecanismos de inclusión institucional que no son
efectivos para contrarrestar la marginalidad y el aislamiento producto de distintos
factores como la clase social, el lugar de residencia, el nivel económico, entre otros.

6) Poder: Este concepto ha tenido distintas interpretaciones que varían según lo que
se comprenda por la naturaleza del poder, la fuente que origina el poder y el sujeto
que lo ejerce, además de cómo se relacionan entre sí estas tres cuestiones.

En su texto, José Tamarit (1994, pp. 3-6) propone dos miradas contrapuestas de este
concepto. Cita a T. Parsons, quien entiende a la sociedad como un sistema armónico
en el que el poder es un recurso producido y distribuido dentro de la sociedad.
Además, es la facultad de movilizar los recursos de la sociedad, a través de ciertas
funciones, para alcanzar objetivos que son relevantes para toda la comunidad.

N. Poulantzas, al revés de Parsons, quien remite al discurso del orden, sostiene que
“se designará por poder la capacidad de una clase social para realizar sus intereses
objetivos específicos”, lo cual remite al conflicto.
Este tipo de relaciones se dan en los distintos ámbitos sociales, políticos, e ideológicos
por lo cual es preciso hablar de poder en distintitos campos de la sociedad.
Tamarit plantea que el poder se construye a partir de la organización y que es el
Estado “el gran centro de construcción y de ejercicio del poder”.
Es importante considerar el modo en que este concepto se articula dentro del campo
educativo. Puede ser un recurso de la sociedad a través del cual se busca lograr los
intereses colectivos de la comunidad, o bien un instrumento que favorece las
relaciones de dominación y las luchas de clases, es decir, las relaciones de poder. Lo
cierto es que tanto en el ámbito público como privado, el sistema educativo es un
centro de poder ideológico fundamental.

7) Hegemonía: La hegemonía es un sistema de valores y significados que atraviesan


la sociedad y determinan nuestra forma de concebir al mundo, la vida, además de
condicionar la experiencia, el sentido común y nuestras relaciones. (Tamarit, 1994,
pp.6-7)
Es decir, que aquello que comprendemos como realidad, es producto del impacto del
discurso hegemónico en nosotros. A través de este discurso, las clases dirigentes
buscan legitimar el actual estado de las cosas. Para ello recurren a lo que Gramsci
denomina “aparatos de hegemonía”.

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Estos aparatos ideológicos bien organizados (la escuela, los medios de comunicación,
distintas instituciones, partidos políticos, etc.) allanan el camino para que se den las
transformaciones sociales y culturales más acordes a sus necesidades e intereses.
Los principales aparatos hegemónicos son la escuela y los medios de comunicación, y
aunque no es uno de estos aparatos, la familia cumple un papel clave en el
mantenimiento de la hegemonía, ya que es allí donde el individuo entra en contacto
con esta realidad producto del discurso hegemónico.

8) Cultura: La cultura es una lengua, un conjunto de símbolos, valores, costumbres,


tradiciones, significados que le otorgan identidad y sentido a una sociedad.
R. Williams plantea que nuestra herencia cultural no es un proceso inocente, sino que
supone “una selección y re-selección de aquellos elementos significativos del pasado,
recibidos y recuperados que representan no una continuidad necesaria, sino deseada”.
Esto queda en evidencia al comparar el contenido cultural de distintas sociedades, o
de una misma sociedad en diferentes momentos históricos. Sucede que estas formas
culturales ya establecidas, se naturalizan y de esta manera, su origen queda relegado.
Williams plantea una analogía entre aquello y lo que sucede en la escuela, donde la
selección de contenidos a dictar no es algo ingenuo, sino de carácter arbitrario y
responde a las dinámicas sociales predominantes. (Tamarit, 1994, pp. 8-9)

9) Etnización: Es un proceso en el cual se consolida un sujeto político y se delimita un


nosotros-ellos desde una perspectiva cultural. Estos grupos étnicos (histórica y
socialmente relegados) que forman parte de una nación, se organizan en movimientos
etnopolíticos y se afianzan como tales desde sus experiencias de lucha, de
movilización y de identificación social.
En el plano educativo, es moneda corriente que en zonas urbanas, los jóvenes
pertenecientes a estos grupos, sean marginados o discriminados por su condición
étnica, socioeconómica, por sus creencias y tradiciones, etc. (Dirección General de
Cultura y Educación, 2007, p. 16)

10) Estado: El Estado moderno es una forma de organización social que se establece
a partir de la consolidación del monopolio de la violencia física legítima (o reconocida
socialmente), o la amenaza de la utilización de dicho poder.
Es así que el Estado, desde sus aparatos represivos institucionalizados, ejerce un
control hacia el interior de su territorio a través de la policía y una defensa contra un
posible enemigo externo, a través del ejército, sobre la base de un sistema de
recaudación de impuestos. (Tenti Fanfani, 2010, pp. 2-4)
Sin embargo, no es el único tipo de violencia que ejerce el Estado. Para asegurar su
dominación, la maquinaria estatal recurrió al sistema educativo, el cual produce un tipo
de violencia más sutil, que regula los comportamientos de los individuos de manera
pasiva, es decir, la violencia simbólica. Si bien, el sistema educativo no es el único que
ejerce este tipo de violencia, es el más indicado para legitimar su dominación a través
de la alteración de las subjetividades. La fuerza de este tipo de violencia radica en la
naturalización del orden impuesto.
En su concepto de Estado pleno, Gramsci plantea que el estado no solo tiene el
consenso, sino que también lo educa mediante aparatos de hegemonía y su discurso
hegemónico que condicionan nuestras vidas. (Tamarit, 1994, p. 6)

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Bibliografía:

Tenti Fanfani, E. (2010). El mundo de la educación.

Tamarit, J. (1994). La función de la escuela: Conocimiento y poder.

Lewkowicz, I. (2004). Escuela y Ciudadanía.

Dirección General de Cultura y Educación (2007). Nuevos mapas culturales, nuevas


mapas escolares. Pueblos originarios y etnicidades en disputa

Gentilli, P. (2011). Marchas y contramarchas: el derecho a la educación y las


dinámicas de exclusión en América Latina.

Gvirtz, S., Grinberg, S. Abregú, V. (2015). ¿Cómo pensar una escuela mejor?

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