Loveluck 2023 Mariano Picón Salas
Loveluck 2023 Mariano Picón Salas
Loveluck 2023 Mariano Picón Salas
E ,N breve tiempo,
presente, los últimos días de
entre hispanoamericanas
las letras
1964 y los iniciales del
se vieron disminuidas en
valores representativos, singulares, cuya pérdida -tras la sorpresa- re-
cién empezamos a tasar.
Ezequiel Martínez Estrada en Bahía Blanca (Argentina), Mariano
Picón-Salas en Caracas, y en La Habana -donde formaría parte de un
jurado internacional- Ricardo A. Latcham, son voces y talentos redu-
cidos a silencio por las tareas de la muerte.
En los tres casos nos queda, si varia y distinta en cantidad y direc-
ción, la obra escrita, que es como un dique de contención en la hora
de las elegías. Habla esa obra de una labor cumplida en medio de
luchas a veces muy arduas, bajo la opresión de las persecuciones polí-
ticas, en los días oscuros del destierro, en la incomodidad de oficios
peregrinos y desilusionantes, en suma, entre las dificultades con que se
enfrentaban cuarenta años ha los intelectuales de Hispanoamérica. Lengua
es la de esa obra que traduce algo que seguirá vigente más allá del trán-
sito físico de quienes la escribieron, por lo mismo que expresa lo no
caedizo ni sujeto a humano azar. Picón-Salas lo dijo bien y contenida-
mente al final de uno de sus últimos libros -Hora y deshora-: "lo ver-
daderamente libre no es el cuerpo que envejece y muere, sino el espíritu
que pretende traspasar el tiempo y hacernos invulnerables a la muerte".
EN LA QUIETUD DE MÉRIDA
"ESTACIÓN EN CARACAS"
AÑOS DE CHILE
contados. Pero antes, unas líneas del capítulo "En la fértil provincia
señalada", del libro Regreso de tres mundos. Cobijado por el verso de
"La Araucana", expresó Picón-Salas, en entera dimensión, lo entrañable
de su deuda con el país que lo recogió como suyo, cuando el azar polí-
tico de Venezuela le negó tantas cosas:
JUAN LQovELUCK