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Ada Bezos

CUBA EN VERSO:
LA ISLA ENTRE REJAS

Un recuento en verso de hechos significativos


en la historia del castrismo en Cuba
CUBA EN VERSO:
La Isla Entre Rejas
Un recuento en verso de hechos significativos
en la historia del castrismo en Cuba.
Ada Bezos

CUBA EN VERSO:
La Isla Entre Rejas
Un recuento en versos de hechos significativos en la historia
del castrismo en Cuba
Un recuento en verso de hechos significativos
en la historia del castrismo en Cuba.

editorial
Colección BETANIA de Poesía
Colección BETANIA de Poesía
Dirigida por Felipe Lázaro

1ª edición: 10 de octubre 2011.


2ª edición: 20 de mayo de 2012.
3º edición: 28 de enero de 2018. (En inglés).
4º edición: 17 de abril de 2021.

Portada: Acuarela, F. Lennox Campello


Diseño y Maquetado: MC Design Studio
Fotografía de la autora: © Michael Cervantes

© Ada Bezos, 2021.

Editorial Betania.
Apartado de Correos 50.767
Madrid 28080. España
Email: editorialbetania@gmail.com
Blog BETANIA: https//ebetania.wordpress.com.

I.S.B.N.: 978-84-8017-436-7
Déposito Legal: M-9487-2021.

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Impreso en España - Printed in Spain
Índice

I
Huellas del Castrismo

Notas de la autora 13

Entrada triunfal 19

Los Tribunales Revolucionarios 23

El juicio 29

El buzo 33

La jinetera 37

Las huellas en la arena 41

Oda a los desaparecidos 45

Recordatorio 49

Recuento de un capitán y su hijo 53

En el puño cerrado 59

La Habana inquieta 63

Cuba en la espera 69

7
II
Tributo a los Mártires del Castrismo

Sentenciados en el Escambray 77

La saga del legendario Thondike 81

Tributo a Pedro Luis Boitel 85

La fuga 89

El funesto cumpleaños 93

El titán de los plantados:


Eusebio Peñalver Mazorra 97

Honremos la memoria:
Mario Chanes de Armas 101

A las víctimas del remolcador


“13 de Marzo” 105

Apresados en el tiempo:
Tributo a los mártires camagüeyanos
fusilados el 2 de junio de 1964 109

Al mártir del presidio:


Orlando Zapata Tamayo 111

Los campos de concentración en Cuba 115

8
Este libro está dedicado a mis dos
hijos: Edgar y Andrea, por ser
tan brillantes en todo lo que han
escogido hacer, y por el amor que
ambos han traído a nuestra familia.
También, para que conozcan todo lo
que lo cubanos han tenido que sufrir,
viviendo en esa bella isla que fue
Cuba.
La obra maestra de la injusticia es
parecer ser justo, sin serlo.

Platón
Notas de la autora

La poesía siempre ha sido un instrumento poderoso para


perpetuar la historia de los pueblos. Desde los tiempos
remotos, la poesía oral fue el lenguaje de los rapsodas
para describir las leyendas que se transmitían a través de
muchas generaciones. Era el medio por excelencia para
informar e instruir cuando la humanidad no tenía un
lenguaje escrito. La poesía, por su rima y métrica es fácil
de memorizar. Su composición resumida la hace directa
e inflamatoria. De la poesía surgieron las grandes obras
escritas del mundo occidental, la Ilíada y la Odisea, pro-
ductos de esa tradición oral, que al correr de los tiempos
fueron recopiladas bajo el nombre homérico.
A través de las épocas, los diferentes movimientos li-
terarios han modificado las reglas estrictas que caracteri-
zaban la poesía. Pero aun dentro de los diferentes estilos
poéticos, las cualidades intrínsecas de la poesía son pe-
rennes. Desde los antiguos versos épicos hasta la poesía
contemporánea, la poesía es una composición rítmica de
palabras. Pero su flujo de palabras y su uso de metáforas

13
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

hacen más que exponer un significado; suscitan imáge-


nes que, al ser transmitidas al lector, lo hacen partícipe
de esa nueva dimensión. Para complementar, llega a ser
conductiva a un aislamiento psíquico, cuando su rima o
ritmo lo enfrascan a la expectativa de esa última frase, o
palabra, que define el verso. Para el poeta, es la catarsis de
sus inquietudes y de su poder creativo; como tal, suele ex-
traer y resaltar la esencia y los rasgos de lo más profundo
en el ser humano. También es provocativa. Alcanza a en-
focar pensamientos, al parecer no relacionados, y renacer
con uno nuevo. Es impredecible, porque no se atiene a
reglas de continuidad como la prosa. Abstracta, puede a
penas rozar la verdad; cruda, puede penetrar en nuestra
más recóndita realidad hasta provocar intensas emocio-
nes. Ese es su poderío, y esas son algunas de las razones
por las que yo admiro la poesía.
La razón de este poemario surge por esa necesidad inex-
plicable que tenemos aquellos que nacemos con la vena
poética, que nos impulsa a escribir, con la certitud de que
si no lo hacemos podemos terminar en una sala psiquiá-
trica. He escrito poemas de variados temas, y los he reco-
pilado en varios poemarios; pero supe por intuición lo
que tenía que escribir primero. Tenía que ser algo de esa
historia brutal dentro de ese periodo que me tocó vivir.
Como cubana y como mujer creí poder tener la empatía
para componer en verso alguno de los pasajes del sórdido
historial del castrismo, que le brindara a los lectores, qui-

14
Ada Bezos

zás a mis hijos algún día, un vistazo relampagueante de


lo que los cubanos han sufrido en el transcurso de un
régimen dictatorial y depravado.
La inspiración de estos versos proviene principalmente
de tres fuentes. La más importante, la memoria impre-
sionable de una joven que, apenas acabando de salir de
la pubertad, se vio inmersa en un torbellino de eventos
de una magnitud apocalíptica. La segunda, la indeleble
presencia de mis padres, en Cuba y después en el exilio;
su inmensurable fuente de sabiduría y estoicidad y sus
frecuentes relatos y alusiones a sus vidas en un país que
ellos sabían jamás volverían a ver. Y por último, he hur-
gado en muchas de las historias legadas por las víctimas,
sus familiares, y por dedicados historiadores, donde he
encontrado un vasto arsenal de verdades tan crudas, san-
guinarias y en la mayoría de los casos tan conmovedoras
que ni miles de versos pudieran darle cabida a su alcance.
Pero más que nada, el trasfondo de estos versos radica
en esa llaga colectiva que llevamos tantos millones de cu-
banos y que trasciende un lugar o un momento. Está en
nuestra sangre, en el aire que respiramos, y nos define
como una gente marcada por los eventos de una historia.
De los pormenores del régimen castrista no voy a elabo-
rar en estas notas. Dejaré que mis simples poemas lo ha-
gan. Los versos están compuestos con métrica de octosíla-
bos, endecasílabos, dodecasílabos y algunos versos libres.
Por su naturaleza descriptiva, son altamente narrativos,

15
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

basados en hechos actuales, simbólicos, o figurativos, de


eventos claves en el transcurso de este régimen; y de por
sí, son viñetas representativas de incontables crímenes y
fusilamientos, miles de vidas perdidas en el mar, y el de-
rrumbe social de un pueblo que por sus tradiciones, sus
nobles patriotas y su cultura, no era merecedor de tales
barbaries.
Con esta introducción edifico en estas páginas mi ver-
sión, en verso, de las huellas del castrismo, incluyendo
tributos a algunos de los patriotas que sufrieron y su-
cumbieron bajo la dictadura castrista. Acompañados de
fotografías verídicas, que muestran la desbruñida reali-
dad que ha hecho de nuestra bella Cuba una isla de opre-
sión y calamidades.

Ada Bezos

16
I
Huellas del castrismo
Entrada triunfal

Este poema es un recuento de aquel primero de enero de 1959, que por siempre
quedó grabado en la memoria de todos los cubanos. Un episodio en la historia,
que aunque lleno de esperanzas y algarabía, fue el comienzo del triste y penoso
calvario del pueblo cubano.

Tropas rebeldes entrando victoriosas en La Habana. Fotógrafo: Grey Villet

C on collares de semillas
los amuletos de palo
bajaron de las montañas
en enero de aquel año.

19
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Cabellos lacios al hombro,


o hirsutos rizos trenzados
eran emblemas del tiempo
que en el monte habían pasado.

En ropas de verde olivo,


y con la insignia en los brazos
del negro y rojo ‒alegórico‒
de la sangre de soldado.

Los revólveres al cinto,


los rifles a medio lado,
y las mochilas gimiendo
con el olor del pantano.

Las caravanas seguían,


por días y días pasaron
en camiones de campaña,
jeeps, y hasta tanques blindados.

Ellos a todos sonreían


a niñas enamorando,
el pueblo los aplaudía
y les tendían sus manos.

Fue un episodio aquel grande,


‒es difícil olvidarlo‒
cuando un grupo de barbudos
a un pueblo entero inspiraron.

Pero la euforia fue efímera.


El resplandor se hizo opaco
cuando en las tenues penumbras
se oyen descargas, disparos.

20
Ada Bezos

Sin ley u honor. ‒¡Con impugna!‒


en los recónditos patios
ante el paredón infame
caían los desgraciados.

Los tumultos en las aceras


poco a poco se esfumaron.
La celebración fue misa;
la justicia, asesinato.

Y la turba arrastrada
por demagogias de engaños
gritaban enardecidas:
¡Paredón! ¡A fusilarlos!

El espectáculo triunfal
‒paz que recién estrenamos‒
se volvió algo monstruoso,
algo mórbido y pagano.

21
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

El cabo José Cipriano frente al Padre Domingo Lorenzo, minutos antes de ser
ejecutado frente al paredón de fusilamiento.

22
Los Tribunales Revolucionarios
Una de las primeras decisiones del nuevo gobierno revolucionario fue la imple-
mentación de los juicios revolucionarios. Miles fueron denunciados y juzgados
por medio de juicios sumarísimos, fusilados en ejecuciones que se extendieron
a toda la isla.

Juicios públicos en La Ciudad Deportiva, La Habana. Fotógrafo: Joseph Scherschel

E sta es historia hecha en rasgos


etapa de gran violencia
de vidas desperdiciadas
de tantas promesas huecas.
Titulada Comisión
Depuradora, vil lema
para ajusticiar sin leyes
los derrocados en guerra.
El comienzo de los Juicios

23
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Revolucionarios; brechas
de los falsos tribunales
de Lucifer en la tierra.

Se iniciaron en venganza,
con irracional bajeza
cuando todavía en los trillos
de Las Villas y La Sierra,
en polvaredas quedaban
señales de la contienda.

Al mandato de los jefes


los supremos, las cabezas.
Tribunales apañados
juicos sumarios, sin pruebas,
hasta matanzas en grupos
fosas comunes de tierra.
La filosofía marxista
les dictaba la encomienda.

En coliseos ajustician
cual romanos, en arenas
donde hasta niños endebles
y a guajiros los entrenan
a testificar historias
ensayadas de reseñas.
Algunos hasta tropiezan
cuando oyen la verborrea
de un osado defensor
que de pronto los enfrenta.

Total… una acusación,


o declaración cualquiera
será prueba suficiente,
al paredón que no espera.

24
Ada Bezos

¡No demoren! ¡No hagan pausas!


en las causas que se acercan.
Ésta es la revolución
y no es burguesa tarea.

De todos lados salían


fogosos testigos; presas
del momento que servía,
a sus revanchas secretas.
De prisa y sin pudor
o esperando recompensas
los nombraban asesinos
fueran culpables o no fueran.

Fue carnicería humana.


Fue charco de sangre abierta.
En Santiago, bajo la orden
del hermano de la Hiena,
son cientos de ejecutados
y ese era el principio, apenas.

Santa Clara, paredones


se montaron con presteza
balaceando a los soldados
y a los “casquitos”, sin tregua.
En la Habana, en La Cabaña,
la debacle fue completa
cuando el malévolo en boina
de posesión, tomó fuerzas.

Gran parte de militares


‒bajos grados en la esfera‒
políticos sin relieve,
jóvenes comunes eran
que débilmente imploraban:
¡soy inocente, tengan cuenta!

25
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Las familias suplicaban:


¡tengan piedad, no son bestias!
En medio de llantos, gritos
entre las filas inciertas
abarrotadas de madres,
y esposas que sin defensa
se desplomaban de horror
al escuchar las sentencias
dictada por viles sádicos
sin prestigio, ni decencia.

Y los reos anonadados


dientes temblando… y muecas…
un último abrazo, el final
segundos unidos… ¡y afuera!

El castillo medieval
se sacudió hasta sus piedras
con el eco de las balas
en procesional afrenta.
El rastrillo de fusiles,
las voces de mando hechas
y el retumbar de descargas
hasta asesinar sus presas.

Las quejas de moribundos


el vocerío de las fieras;
las cabezas destrozadas
¡sesos vuelan, manos tiesas!
Un valiente militar
dio al pelotón las certeras
órdenes, de disparar
con arrojo y entereza.

26
Ada Bezos

Y así en todas las provincias


en madrugadas grotescas
se fueron llevando a cabo
las matanzas más horrendas.
Sellando inhumano rumbo
de un pueblo, que ya en cadenas,
caía en macabras garras
de secuaces sin conciencia,
guiados por el mismo diablo
disfrazado de profeta.

27
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Fusilamiento del capitán de la policía, Alejandro García Olayón, luego de


juicio sumario.

El comandante René Rodríguez Cruz da el tiro de gracia al capitán


Alejandro García Olayón.

28
El juicio

Un típico juicio revolucionario de un joven opositor, un estudiante. Farsas gro-


tescas que en nombre de la justicia le costaron la vida a miles de hombres ante los
infames paredones de fusilamientos.

Jorge “Papito” Serguera; implacable fiscal de los tribunales revolucionarios. Fotógrafo:


Joseph Scherschel

C on el escenario listo,
el tribunal preparado
el preso entró titubeante
seguido por dos soldados.

29
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Era un joven estudiante


frágil en su porte, pálido,
con las manos esposadas
el traje ancho y ajado.

De la tribuna se alzaron
voces y gritos mezclados.
De la sala, hervor continuo,
y el reo estoico y callado.

El fiscal comenzó el juicio


con una arenga de cargos.
Sus manos revoloteaban
apuntando al acusado.

Citando hechos y fechas,


nombrando gentes y datos.
No cabía duda: conspirar
en contra del jefe máximo.

De la tribuna dijeron:
¡Traidor! ¡Vende patria! ¡Gusano!
Y como hambrienta jauría,
a fácil presa atacaron.

El joven habló, ‒cosa extraña‒


en este tipo de casos.
Como si hubieran querido
mostrar justicia en este acto.

Se expresó en forma precisa


refutando algunos cargos.
Su voz firme contrastaba
con su porte de guiñapo.

30
Ada Bezos

En un momento aclaró
que ellos habían errado
que no había otro individuo,
en el hecho involucrado.

Que en el plan de acción a tomar


no se había conspirado...
Ya que él, y sólo él
había participado.

Con rapidez objetaron


a su osadía, replicando
con insultos, ademanes
y frenéticos vocablos.

Que aunque no tenían prueba,


ellos sabían de antemano
que el poder imperialista
los había contratado.
‒Y fue noble el gesto aquél‒
al tratar él de salvarlo
cuando ya su propia suerte
se daba por descartado.

El veredicto fue rápido:


¡Pena de muerte al culpado!
Y de pie, el erudito,
no pareció oír el mandato.

El populacho estalló
en una ola de aplausos
y gritaron al unísono:
¡Paredón! ¡A fusilarlo!

31
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Lo sacaron muy de prisa


concluyendo así el teatro.
Él fue manso como oveja
pero con ojos nublados.

Afuera en la noche obscura


los cocuyos alumbraron.
Una descarga se oyó,
y el rocío mojó el prado…

32
El buzo

Este poema tuvo como fuente de inspiración una entrevista hecha por un perio-
dista extranjero a un joven cubano, reducido a buscar sustento en la basura. Es
un triste recordatorio de que las nuevas generaciones que viven bajo el régimen
castrista, siguen siendo sus víctimas.

Joven cubano (buzo) hurgando en la basura. Fotógrafo: Kevin García

Nació en la Cuba vejada


la que el líder profanó.
Como tantos otros niños
hijos de revolución.

33
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

De pionero hasta becado


del Che Guevara aprendió
que el imperialismo era
del mundo, el culpable actor.

Cortando caña en los campos


como esclavo en eslabón
su joven embrión en ansias
penando bajo el rigor.

Años pasaron fugaces


en la miseria vivió
y aún trató de superarse,
estudiando con ardor.

Pero nada mejoraba,


iba de mal en peor.
Los sueños y las promesas
languidecían sin fulgor.

Sólo represión y angustia,


atolondrado encontró.
Los principios aprendidos
no tenían aplicación.

Recorriendo callejuelas
de madrugada empezó
buscando entre los latones
cualquier cosa de valor.

Su noble frente aguileña


temprana arrugas mostró
sus manos llenas de grietas
hasta los dientes perdió.

34
Ada Bezos

Como prófugo en harapos


‒campo de concentración‒
correteando en las penumbras
rastreando a su alrededor.

Un buen día alguien del Norte


vino y lo entrevistó;
‒un reportaje secreto
sólo para el exterior.

Le preguntaron: ‒¿Qué hacía


para el sustento, su don?
‒¿En qué empleaba su tiempo?
‒¿Cuál era su profesión?

Se acuclilló, y de una bolsa


cuatro pomos exhibió.
‒Esto es lo que tengo ‒dijo.
‒Son fruto de mi labor.

‒Los encuentro en la basura


los limpio con gran rigor...
después los vendo en la calle
de lo que hago, vivo yo.

‒Aunque algo había aprendido


de arte, de computación;
ahora me llaman “El Buzo
de la Basura”, ese soy.

Y se fue todo encorvado


por la esquina se perdió
dejando un viso en el aire
de su alma de luchador.

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CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Por lo que pudo haber sido


pero nunca se forjó...
Las ambiciones de un joven
‒la revolución truncó‒.

36
La jinetera

Este poema es una cruda sátira que describe los extremos de degradación a que
el régimen castrista ha llevado a miles de jóvenes cubanas, para poder asegurar
su sobrevivencia y en ocasiones las de sus familias. Muchas de ellas educadas,
otras desde temprana edad, supliendo el comercio carnal de un turismo depra-
vado que las lleva a la prostitución con extranjeros.

Prostituta cubana (jinetera) exhibiéndose en El Malecón.


Fotógrafo: William N.Trumbull, Ph.D.

J oven, fugaz, jinetera…


Venciste con tus caderas
conquistaste con tus nalgas
suaves, duras, sandungueras.

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CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

La perspicacia es tu estilo,
el realismo tu culto, tu empresa.
Con todo lo que Natura
te dotó en amplias metas
logras salir día a día,
al jineteo en las aceras.

No te consideras víctima,
eres rápida y coqueta.
Aceptaste la revancha,
en temprana pubescencia
cuando tus senos en punta,
asomaban como estrellas...
y supiste que no había nada
para aliviar tu pobreza.

Joven, fugaz, jinetera…

El Comandante senil
ignoró tus mudas replicas...
Los compañeros ineptos
no salen a tu defensa...

De tus padres, el recuento


de los años se refleja,
en una lata vacía
de coca-cola, que se sienta,
en solitaria repisa
para que todos la vean.

Sólo los Yumas te dan,


te piden, te usan, te encuentran.
A cada paso que das
saben que siempre estás cerca;
y babosos te ofrecen

38
Ada Bezos

lo que tienen en reserva


para así verter de lleno
su tumulto entre tus piernas.

Joven, curtida, jinetera...

Tienes ya multi-cultura...
En tu seno se recuestan
el italiano, español,
el mexicano, el de Grecia.

Conoces su idiosincrasia,
hasta en la ropa que llevan
y le sacas los pellejos
de carteras semi-abiertas.

No ambicionas mucho
no conoces los lujos
ni las riquezas;
comerte un pollo quizás
estrenar las medias negras,
y mandarles cuatro pesos
a tus viejos, y a tus nueras.

Joven, fugaz, jinetera…


Meretriz de chance, de época...
Que te juzguen, no te importa
simplemente, no te interesa.

Que no le haces daño a nadie


ni vas a cumplir condena
por el adagio que dice:
–“Que es la profesión más vieja”–
y tal así que ni la Biblia
abiertamente condena.

39
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Y tú usas tus atributos


con buena armadura puesta.
La de tu sexto sentido
que a sobrevivir te lleva.
¡Que no critiquen! ¡Que no lloren!
¡Que no vuelvan la cabeza
cuando tu figura erguida
dobla una esquina habanera!

40
Las huellas en la arena

Desde la playa Cojímar, un poblado habanero, partieron cientos de balseros en


el año 1994. Este poema está inspirado en dos escritos publicados en el Blog Los
hijos que nadie quiso, de Ángel Santiesteban, con títulos “ Madres de la Plaza de
Agosto I y II ” fechados el 2 y 4 de octubre de 2010, respectivamente.

Reflexionando antes de lanzarse al mar. Fotógrafo: Al Díaz

L as madres oyeron voces lejanas


en noches de penurias revestidas
‒era la hora de abandonar la costa−.
La espera era fútil, no aparecían.

41
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

El mar fue resonando con bramidos


les devolvió la embarcación vacía.
Alguien dijo: –Enterrados en la arena
es igual, no hay esperanza en la orilla…

Con jalones de cabellos, con rabia


por el final ritual ‒la despedida‒
de rodillas clamaban a las aguas
con el rencor y dolor que las partía.

Unos lanzaron flores como ofrenda.


Llamaron al padrino; el del poder
de mover caracoles en la arena
y descifrar con el santo la partida.

Los rociaron con humo y aguardiente,


alguien trajo la miel, un coco a romper...
echar la blanca masa en las aguas
tratar de deshacer los maleficios
que los espíritus dañinos poseían.

El padrino habló de un sacrificio


‒rezos y promesas no eran potentes‒
pues él veía en la arena algo turbio
de funestos augurios, en cercanía.

Le ofreció a Yemayá un pato vivo


que agitado a las alturas voló…
Los niños jubilosos que a la fuga,
escapaba de muerte presentida.
Se alejaron las madres; pasos lentos
en procesión, ojerosas, rendidas.
Con nietos arrastrados de la mano,
hambrientos y descalzos, las seguían.

42
Ada Bezos

Ellas contemplaban las dulces huellas


aún presente, de sus hijos. ¡Oh madre mía!
Y esperando, esperando que los restos
quizás, la marea devolvería.

43
Oda a los desaparecidos

Este poema está dedicado a todas las víctimas del masivo éxodo cubano que
perecieron tratando de cruzar las aguas del Estrecho de la Florida, que terminó
siendo su tumba, al no poder llegar a las costas ansiadas, hacia una libertad que
nunca lograron alcanzar.

Balsa vacía a la deriva en Boyton Beach, Fla. Fotógrafo: Christopher Collura.

-I-
Inmolación
O diseas de trágicos finales
forjadas en tiránicas cadenas.
Se hundieron en las cúspides de olas
los gemidos de náufragos en pena.
45
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Multitud de incontables, innombrables


que inmolaron su humanidad latente
por el ansia de una nueva alborada,
y por no doblegar ya más sus frentes.

Mudas madres con regazos vacíos


otras sacrificadas en las aguas.
Los niños que futuro no tuvieron
y los viejos que en temblores rezaban.

Jóvenes curtidos, miradas huecas


brazos pujantes, rostros emaciados
que moviendo los remos del ensueño,
angustiosas vigilias encontraron.

Intelecto desperdiciado al viento,


ambiciones y pasiones truncadas.
Supieron de penurias y suplicios
en vidas inconclusas, malogradas.

-II-
Réquiem
Garzas blancas, los ángeles velados
contemplando los seres desvalidos
batieron huecas alas pesarosas
en sus réquiems agónicos y píos.

Los elementos desataron furias


de implacables e inexorables giros
envolviendo a los seres lastimosos
borrando del horizonte suspiros.

46
Ada Bezos

El fondo abismal fue frío sudario


recibió los cadáveres inertes.
Despojos de ilusiones incumplidas
–quimeras enterradas para siempre–.

-III-
Invocación
Hoy, las almas invocan la justicia,
en el eterno océano donde yacen...
Y si no aquí, donde lo etéreo exista
¡por eso y más las pagará el cobarde!

47
Recordatorio

Este poema es un tributo a todos los balseros, lancheros, a todos los que trataron
de escapar de una manera u otra y con gran valentía y arrojo lo lograron. Tam-
bién es un tributo a los miles que no lo lograron y perecieron por el ansia a la
libertad.

Endeble embarcación a la vista de los guardacostas de


la Florida. Fotógrafo: USCG

49
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

De la isla prisión, en las tinieblas


salieron con presteza, decididos.
Buscando horizontes de riquezas
de libertad, justicia y desafíos.

Enfrentando con heroicos esfuerzos


de épicas proporciones los peligros.
Algunos lograron sus anhelos
otros perecieron sin testigos.

Recordemos a los lancheros perdidos.


A los cientos de balseros que se ahogaron.
A los que en frágiles veleros se rindieron.
A los que en llantas de gomas se lanzaron.

A los que fueron masacrados en las costas.


Los que del aire cayeron a pedazos.
Los que en navíos de carros sucumbieron.
Los que murieron, sin poder intentarlo.

Recordemos que el tirano malévolo


no contuvo sus designios errados...
ante el éxodo humillante de un pueblo
¡que no quiso ser esclavizado!

50
Ada Bezos

Balseros diciendo adiós. El Castillo del Morro detrás. Fotógrafo: Rafael Pérez.

51
Recuento de un capitán y su hijo

Este poema es una estampa anónima de hechos ocurridos. Ejemplifica una de


tantas estampas de violencia y dolor dentro de un régimen donde las familias
fueron separadas, y muchas veces por siempre destruidas, al ser volcadas en el
caos y el pavor del castrismo.

Balseros jóvenes a punto de partir, desde la playa de Cojímar. Fotógrafo: JB Russel.

E ra gallardo y valiente
combatiente de campañas.
Capitán de los rebeldes;
de cientos de hombres en armas.

53
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Con el Comandante en Jefe


guió guerrillas, redadas
y bajó con la mochila
de amplios sueños desbordada.

Su barba negra y tupida


resaltaba en su tez blanca.
Ojos azules de isleño,
y sonrisa pura y franca.

Siguiendo los ideales


de la causa que exaltaba
creyó de lleno en el bien
que las teorías predicaban.

Su compañera en las lomas


era su esposa, su amada,
y le dio un hijo tan bello
que acertó Adonis nombraran.

Llegan tiempos perniciosos


persecuciones sin trabas.
De represión, paredones,
y de destierros en masa.
De descensos demoníacos
por gentes bestializadas
que a los infiernos dantescos
tronchaban almas en bandas.

Pero él se mantenía firme,


al empeño que forjara...
al que ceñía su destino
como ave al vuelo que embarca.

54
Ada Bezos

Su esposa con desaliento


las injusticias nombraba;
osó decir que el Marxismo
eran teorías caducadas.

Él se encerraba en logísticas
en versiones de montaña…
le prometía que muy pronto
todas las cosas cambiaran.

Y entonces su hijo, Adonis,


le dijo que no esperaba.
Que él era un joven de logros
con ímpetus, con prestancia.

Que no tendría futuro,


y en la Cuba esclavizada
sólo podría ser soldado,
o a la cárcel si rehusaba.

Quería informarle en secreto


la próxima madrugada
en balsa, con sus amigos
se arriesgarían a las aguas.

El capitán lloró esa noche


lágrimas de hiel, mezcladas
con la sangre de sus venas
que en borbotones pulsaba.

Lo que había guiado su vida,


‒ésta ya desmoronada‒
era el látigo que ahora
su carne descuartizaba.

55
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Y con el cuerpo febril


se calzó las botas altas
se ciñó el revolver al cinto;
decidido en su mirada.

Caminó con pasos lentos


al cuartel que él comandaba.
En el grosor de la noche
su cuerpo ondulado en andas.

Ordenó que Adonis, su hijo,


esa misma madrugada
planeaba una huida cobarde:
‒Y que al Norte se escapaba‒.

¡Que fueran a su escondrijo!


¡Que hicieran lo que él mandaba!
‒y a merced de la justicia‒
¡a todos los condenaran!

Y deambuló sin sentido,


en su aposento tanteaba...
Y se arrastró hacia una soga
que a una viga deslizara.

Hizo un nudo en la otra punta


‒la tersa misión lograda‒
se abandonó hacia el vacío
que ilusorio lo esperaba...

Con promesa de una eterna


complacencia en alboradas
que finalizó en secuencias
sulfurosas, y en la nada...

56
Ada Bezos

La soga. Fotógrafo: Kevin M. Jackson.

57
En el puño cerrado

Este poema tiene raíces en el periodo de gran crisis económica que comenzó en
el año 1990, y que fue nombrado Periodo Especial. También está inspirado en el
escrito publicado en el Blog Los hijos que nadie quiso, de Ángel Santiesteban, con
título, “El Tesoro”, fechado el 7 de octubre de 2010.

Sin esperanza en La Habana. Fotógrafo: Percy Monge.

E ra el Período Especial
no “especial” por su grandeza.
El brutal, total colapso
de un sistema en dependencia.

59
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

De Moscú engavetaban
ineficiente, obsoleta,
teoría que Marx y Lenin
proclamaron como cierta.

Y la nueva economía,
estatal estaba en quiebra.
La Reforma Agraria era
sin incentivos, funesta.

Era el Período Especial


“especial” por su miseria…
Algo tenían que llamarle
‒charlatanes de quimeras‒
apelando a las verbosas
demagogias de la Sierra
valorizándole un título
de indignidad encubierta.

Ahora vendrán tiempos duros.


La opción cero que se acerca:
cero comida, ni ropa
cero nada, ¡nada apenas!

Las cuotas que por libretas


impusieron los sesentas
ahora parecían lujos,
comparadas con la quiebra.

El picadillo de soya,
incorporado a la dieta,
o de cáscara molida
de plátanos, si se encuentran.

60
Ada Bezos

Agua con azúcar prieta


del desayuno la ofrenda.
Se empezaron a perder
los gatos de las aceras.

Alguna lata vencida


de carne rusa era fiesta,
o de sardina de Albania,
era manjar de excelencia.

En todas las capitales


se mantenían chiqueras.
Desde cerdos hasta pollos
viviendo en las bañaderas.

Un día se oyó un relato,


y del cual testigos quedan:
un hombre mayor, que inmóvil
en el umbral, en la acera,
su cabeza casi hundida
entre los brazos, sin fuerza.
Desplomado cual muñeco
de trapo, yacía en vela.

Protegía en su puño
contra su pecho, cual prenda,
algo que era tan precioso
que no osaba darle rienda.

Tanto tiempo se mantuvo,


en tan inusual inercia
que alguien que pasó indagó:
¿Qué le pasa? ¿Qué lo apena?

61
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Estaba tan débil ya


sus palabras eran huecas.
Lo ayudaron a pararse,
a sostenerse, apenas,
para que entrara a su casa
su esposa esperando inquieta.

Y en susurro confesó
la verdadera epopeya.
Llevaba días comiendo
arroz solo, ‒que él no cuenta;
pero su infeliz mujer
ya no podía, era vieja…
No le pasaba el tragar
los pocos granos que quedan.

Que salió desesperado


forrajeando adonde fuera,
y un buen alma le ofreció,
el último, el último que les queda.
Y de su puño agrietado
lo expuso como una perla…

Era un huevo de gallina,


un huevo, era la prenda.

62
La Habana inquieta

Nuestra Habana fue ciudad gloriosa por su idiosincrasia española, su esencia


afro-cubana, su música y vivencias criollas. Siempre arrullada por la brisa del
mar. Fue una gran ciudad, admirada y visitada por muchos. Su nombre tiene
inquietud y sonoridad en sus sílabas, tiene belleza y dolor en sus entrañas y sus
hijos la recuerdan y la aman a pesar de todo.

La Habana admirada desde el cielo. Como se publicó en el Número Centenario


del Diario de la Marina, 1932.

E ras inquieta Habana, como las aves


con plumajes gloriosos en tus rincones.
Eras sonora como finos cristales
y perfumabas con esencias de flores.

63
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Tus mujeres cimbreaban cual palmares


bajo los vientos sensuales de alamedas.
Tus bailarinas, las blancas, las morenas
danzaban como sílfides entre encajes.

Tus avenidas del mundo eran paseos.


Tus hoteles y tus playas impecables.
Las antiguas ruinas y los monumentos
contaban de tus patriotas sus verdades.

Te envidiaban las metrópolis de Europa.


De las ciudades del mundo eras la llave.
Tenías séquitos de príncipes y nobles
que en ti olvidaban todos sus afanes.

Eras tan inquieta Habana, como un cauce.


Corrías feliz buscando una aventura...
Al amanecer, vestías de mantones
y en la noche enamorabas a la luna.

¿Cómo poder profanar tu santa esfinge?


¿Cómo lograr destruir tal hermosura?
¿Cómo todo es oscuridad, decadencia
y hasta tu aire se hace hedor en las alturas?

Tus calles son ahora los basureros.


Tus hogares prostíbulos en penumbras.
El paseo del Malecón era un orgullo,
ahora es una pocilga casi inmunda.

Hombres, mujeres confusos te deambulan.


Otros sin fuerzas, raídos, se deshacen.
Del Caribe eres Sodoma y Gomorra
cuando antes eras la perla de los mares.

64
Ada Bezos

Tus jóvenes se comercian en esquinas.


Tus bellos edificios en ruina yacen.
Tu música es el solaz de aquellos parias
que tus lágrimas ignoran al comprarte.

¡Oh Habana! Tus hijos lloran tu impotencia...


¡Oh Habana! Tu destrucción irreemplazable...
Sólo tu alma queda ahora, quizás escondida,
entre las raíces de un árbol, en un parque.

Aquel innombrable que te halló repleta,


te destruyó con afán, parte por parte,
algún día retendrá en sus pesadillas
los espíritus malignos que lo invaden.

Y los que te recordamos en silencio


te decimos con las ansias que nos cabe
que amor y orgullo por ti siempre tendremos...

¡Y que tú perdurarás en nuestra sangre!

65
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Techos y casas dilapidadas. La Habana, 2010. Fotógrafo: Uli Danner.

Desolación, caminando por el Paseo del Prado. Fotógrafo: Franxys.


66
Ada Bezos

Fachada de edificio, erosión, calle San Ignacio, La Habana. Fotógrafo: Roxana González.

67
Cuba en la espera

Las voces dentro de Cuba se alzan en protesta. Los periodistas independientes y


la “bloguera” de Generación Y denuncian el régimen a nivel mundial. Las Da-
mas de Blanco empuñan las flores como fusiles y salen en protesta con gran cora-
je. Los presos de conciencia demuestran con ferocidad su patriotismo.

Antiguo esplendor. Mujer contempla la calle frente al


Malecón. Fotógrafo: Ian Cowe.
.

69
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

E sperando lo que nunca se avecina.


En un recodo de olvido, marginados.
Entre las ruedas de un tiempo que no avanza
nuestro pueblo se detuvo en el pasado.

Fuimos erguidos, de pasiones ardientes


los que aquella gloriosa isla habitábamos.
Con la herencia ibérica en nuestras frentes
y los ecos de tambores en las manos.

Nuestras letras exaltadas y leídas.


Por nuestras obras y música adulados.
En la cresta de la fama y ante un mundo
lucíamos, con libertad de expresarnos.

Hoy, vigilancia persigue a los atletas


si van a competir a suelos extraños.
Los artistas sólo exhiben sus proezas
si juran fidelidad, a los tiranos.

Hoy, el dragón les devora sus insignias


a maestros, ingenieros, y letrados.
Los vuelca, los arremete en las orillas
de un mundo turbio, anácronico, cercado.

En los rincones brumosos se detienen.


Conversan en monosílabos cortados;
hombres con cicatrices, tantos remiendos
de los años de escaseces y quebrantos.

Otros optan por embotar los sentidos


con el barato alcohol suministrado.
Renunciando así a un futuro que no existe,
en grotescos tumbos, parapetos vanos.

70
Ada Bezos

Y los viejos aún pacientes se asoman


aparentando dignidad en letargos...
con la única y zurcida guayabera,
y aquellos viejos zapatos ya gastados.

Todo es espera... en escalones, se espera.


No hay ya bullicio, no hay cambio... ¡No hay escape!
Sólo una semblanza fugaz que se esfuma
de un pasado, en una tarde, bajo un sauce.

¡No esperes más Cuba sufrida! ¡Ya es la hora!


¡Que al lagarto de la gorguera lo saquen!...
Has esperado tanto ya, y tus días
de nueva gloria vendrán, si ahora lo haces.

Tus hijos en las calles no se amedrentan.


Los prisioneros protestan en las cárceles.
Tus mujeres ya no quieren que las vejen,
tus débiles ancianos que no maltraten.

El “rockero” denuncia opresión en versos.


La “bloguera” al mundo grita tus pesares.
Las Damas de Blanco protestan sin miedo.
Los disidentes se arrojan a las calles.

En el mundo se vislumbra... que tu espera...


¡En danza de la victoria está a tu alcance!

71
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Gorki Aguila. Colección: Campaña por la Libertad.

Joani Sánchez. Fotógrafo: José Goitia

72
Ada Bezos

Las Damas de Blanco en marcha. Al frente, la ya fallecida Gloria Amaya,


madre de los héroes hermanos Sigler Amaya, y Laura Pollán, líder de Las
Damas de Blanco, también fallecida.

73
II
Tributo a los mártires
del castrismo
Sentenciados en el Escambray

Este poema relata el juicio y subsecuente fusilamiento de los primeros


cinco mártires de las guerrillas anticomunistas, campesinas y democrá-
ticas del Escambray: Plinio Prieto Ruiz, ex comandante del ejército rebel-
de; Sinesio Walsh Ríos, ex capitán del ejército rebelde; Porfirio Remberto
Ramírez, ex capitán del ejército rebelde y presidente de la FEU de la pro-
vincia de Las Villas; Ángel Rodríguez del Sol y José Palomino Colon, el
12 de octubre de 1960. Está basado en el relato de RP Olegario Cifuentes
y en el testimonio escrito de José Prieto, hermano del mártir Plinio Prieto
Ruiz, Testimonio personal: la caída de Plinio Prieto y sus compatriotas con fecha
del 12 octubre de 2004. Miles de guerrilleros les seguirían, fusilados im-
punemente, o rodeados y balaceados por el plomo castrista.

Plinio Prieto Ruiz Sinesio Walsh Rios Porfirio R. Ramírez

Bajo el sol recalcitrante


–mediodía en paradoja–
un espectáculo trágico
macabro y teatral se entorna.

En Santa Clara, en la finca


La Campana –es historia–
se anuncia que la justicia
se cumplirá, con gran pompa.

77
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Juicio Revolucionario
lo llaman, ¡fue gran afronta!
En una estampida humana
se abren las puertas, se arrojan
ciento cincuenta acusados
de la Guerrilla Demócrata.

Se apretujan familiares,
las madres de los patriotas;
entre fiscales, testigos
abogados sin sus togas.

Largas horas de discursos


de testigos que abarrotan
entre confusos epítetos
hasta que insultos agotan.

Desde el tribunal anuncian


un receso en ceremonia.
Prometen dar las sentencias
en las veinte y cuatro horas.

Cae la tarde, y en penumbras


las madres de los patriotas
no les alcanzan suspiros,
las lágrimas no les brotan.

Envían sus emisarios.


¿Dónde están? ¿Por qué no asoman?
Hasta la posta se plantan…
Un soldado los acosa;
primero es amenazante,
pero al ver que no se apocan
algo turbado les dice:

78
Ada Bezos

¡Ah sí! ¡Ya los fusilaron!


¡Váyanse ahora!...
–los exhorta.
Dejándolos calcinados
sin palabras, que se borran.
¿Cómo se mira a los cielos
ante un dolor que los dobla?

No habrá receso… ¿Por qué?


La sentencia era obvia.
Para cinco dirigentes
no habría tregua en su derrota.

No aceptaron que vendaran


sus ojos, luces enfocan.
Tributo a los Mártires
Atados, tres de rodillas,
otros de pie, filas forman.
del Castrismo
Han caído ametrallados.
Las ráfagas los engolfan
y le dan tiros de gracia
para terminar su obra.

A las madres las conducen


en procesión dolorosa.
Montoncillos arenosos
y una cruz de palo posan…
La certitud de unas vidas,
sus tesoros, en las fosas.

Fueron designios siniestros


de un sádico, un psicópata.

79
La saga del legendario Thondike

Su nombre era Margarito Lanza Flores, su nombre de guerra capitán Thondike,


jefe de guerrillas que operaba en la zona Norte de Las Villas. Junto a los hom-
bres que quedaron con vida después de tres días de intensa batalla, fueron cap-
turados y ya quemados y sedientos, fusilados en febrero de 1962.

Margarito Lanza Flores, conocido como “El capitán


Thondike”.

M argarito era su nombre


de raza negra, sin rango.
Humildes ropas con parches
sus manos llenas de callos.

81
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Guajiro de su conuco,
en su finquita afianzado
de sol a sol embistiendo
con su yunta, con su arado.

Era un hombre sin violencia.


Con la honestidad de antaño.
Nunca tuvo una pelea
no arremetía al hermano.

Hasta que en un día escabroso


vinieron los milicianos
a intervenir su finquita;
siembra de café y tabaco.

Thondike se volvió jíbaro,


a la manigua se alzaron
con su fiel amigo Macho
no entendían tal engaño.

Los dirigentes con rabia


persiguiéndolo, ensañados
al ver que ya el guerrillero,
era el jefe de un gran bando
de guajiros que se unían
a la causa sin reparos.

Thondike los aludía


con trampas les dio trabajo.
Se movía entre las cercas
dejando caminos falsos.
Despistaba a las milicias,
¡no podían acorralarlo!

Trajeron los helicópteros


con mirillas los buscaron.

82
Ada Bezos

Miles de hombres al acecho


de Thondike y sus hermanos.

Ellos escarbaron huecos


buscando refugio, amparo.
Las bestias prendieron fuego,
al cañaveral rodearon.

Y aun así ellos peleaban


hasta que balas faltaron.
Ya quemados y sedientos
fueron al fin capturados.
Allí mismo, con premura
todos fueron fusilados.

Y a Thondike le colgaron
de su cuerpo mutilado,
un cartel que proclamaba:
ES UN CRIMINAL ALZADO.

El verdor de la campiña
se quejó ante el macabro
cuadro de aquel hombre justo,
de espíritu legendario…
que sólo quería sembrar
su terruño, con sus brazos.

Margarito Lanza Flores


(Thondike)

83
Tributo a Pedro Luis Boitel

Dirigente sindical, líder estudiantil, dirigente del Movimiento 26 de Julio. Al


triunfo de la revolución, con las señales de un régimen totalitario en marcha,
Boitel se dispuso a participar en la lucha por la democracia. Arrestado en no-
viembre de 1960; después de innumerables huelgas de hambre inició su última
batalla, una huelga de hambre que duró 53 días. El ex prisionero político Jorge
Luis Pérez Antúnez le dedica su libro: Boitel vive.

Pedro Luis Boitel (1931-1972)

“Los hombres no abandonan la


lucha cuando la causa es justa”.

La blanca página yace postrada...


Mi pluma fiel descansa en un retiro.
El verbo se escapa de mi mente
y un adjetivo locuaz, aún escudriño.

85
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Me martilla mis sienes su rostro


de arcángel, su joven silueta,
su mirada sutil y pura que trasciende
el espacio vivido...

El líder estudiantil, idolatrado,


se extinguió en profundos calabozos
donde los lamentos retumbaban
desde descensos abismales,
nutridos por salvajes torturas
designadas a aniquilar
los nítidos sentidos...

El jabalí de colmillos sedientos


no sabía que el cuerpo frágil, casi de niño,
encasaba fortaleza de gigantes
el estoicismo de épicos guerreros.
Y así fue deprivándolo de todo....
exigió horribles castigos...

Bajo su mando, los monstruos sedientos


cumplieron sus órdenes.
Dieciocho huelgas de hambre fue su guerra
exigiendo los derechos proscritos.
Siempre sereno en la espera
del tormento supremo, el vaticinio.

Los que en vigilia aguardaron


con impotencia lo inevitable, lloraron...
Hasta los guardias, en las galeras,
caminaron confundidos
bajando la cabeza en muda ofrenda,
al valiente tendido.

86
Ada Bezos

Esbozando su fe indómita hizo historia


como ningún otro, en El Castillo.
Nos dejó un legado ejemplar
que para siempre
con unción, repetimos.

Humilló al tirano demoniaco.


Lo dejó borboteando flemas de ira
recomiéndose del rencor
que lo lleva a engolfar héroes,
que ante él no han sucumbido.

Y subió con los gigantes


al Olimpo de los Dioses escogidos.
“No voy a ceder ni un ápice”
fue su respuesta triunfal.

Y aun el tirano quiso exudar


la última, la última afrenta a una madre,
‒es difícil decirlo‒
al no dejarla ver los restos mortales
de su hijo querido.

Así fue, que lo recuerden todos ‒lo mediten


los que no lo han oído,
que un joven patriota cubano alcanzó
el epítome de resistencia,
ante la bestia pertrechada
entre murallas imbricadas de engaños.

Pedro Luis Boitel ganó la inmortalidad


que se le otorga a los que no se han rendido,
y en espíritu y gloria alzan sus alas
en vuelos hacia reinos divinos.

87
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Y algún día cuando ondule la bandera


y las palmas cimbreen en los ríos
le cantaremos que Cuba ya es libre.
¡Que la justicia triunfó, que él ha vencido!

88
La fuga
Estos hechos ocurrieron en la prisión habanera de Quivicán, en el año 2003. Noel
Rosales Fuentes de 31 años, natural de Güines, muere bajo las ráfagas de los AK-
47. Reinier Hernández Piloto es arrastrado de nuevo hacia la prisión. Raudel
Morales y Roberto Frías escapan despavoridos. Este evento fue transmitido oral-
mente desde la prisión y publicado en el artículo “Cuando el pánico sustituye al
oxígeno”, Cubanet, 17 de octubre de 2003.

Prisionero en Cuba. Colección: Caras de la Represión.

Padeciendo entre insectos, alimañas,


hacinados en los vapores de inmunda
celda, tratan de engañarse con sueños
no logran conciliar en las tinieblas.

Débiles, y de hambre casi vencidos


sus sentidos en estupor se eludan;
cuando alguien entre las sombras, inquieto,
se resbala, tropezando y deambula.

89
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

De pronto desde el techo carcomido


un trozo cae a sus pies. ¡Oh que apertura!
Sus manos temblorosas se deslizan
hurgando en sigilo, en gran angustia.

Un barrote de hierro ya ha atrapado


lo va sacando despacio… ¡lo empuña!,
lo alza como un sable de guerrero
mareado con la euforia que lo inunda.

¿Tratará una fuga inesperada


de ese antro terrible que lo abusa?
Donde se consume en realidades
que ya las pesadillas no lo asustan...

Otros se revuelven y lo rodean


como líder, hacia una senda ilusa...
No hay palabras ‒corazones latiendo‒
no hay plan, sólo almas en penurias.

Se trepan al techo que los ampara


por momentos, del acecho que perdura.
Corren hacia una esquina y sin aliento
se apelotonan, calculan la fuga.

Esperan, esperan... la ocasión despejada;


la noche los contempla, hasta la luna
con su luz traicionera se embelesa
entre piruetas de sombras, figuras.

¡Oyen los centinelas en sus puestos!


¡Miran los reflectores que deslumbran!
Y sin señal, en un final intento
corren hacia la efímera aventura.

90
Ada Bezos

Atraviesan la primera alambrada,


aun temiendo la corriente que oculta.
Siguen con la agudeza de venados
que presienten la caza que redunda.

¡El reflector fatídico, los señala!


Ha llegado el momento de la angustia...
‒no habrá balas de salva en el aire‒
¡las ráfagas de rifles se apresuran!

El primero ha caído, yace inerte.


Otros tan aturdidos ni se ocultan,
a la merced ya están de los verdugos
que al pútrido infierno los empujan.

A celdas de castigo los arrastran


los cuerpos sangrantes que ya renuncian...
Otros, corren despavoridos entre
voces, tiros, soldados en trifulcas.

¿Y el crimen? Se preguntarán algunos.


¿Cuál fue el crimen que merece la injusta
matanza de jóvenes y castigos
que sin reserva a infelices imputan?

Presos: por sacrificio de ganado...


¡Es la triste verdad que hoy no se oculta!

91
El funesto cumpleaños

Esta es la historia de una madre cubana de veinte ocho años de edad, que optó
por arriesgarse a la travesía que tantos cubanos han escogido como último es-
cape. Su nombre, Raysa Teresa Santana. Rescatada en el mar de las Bahamas,
fue trasladada a los EE.UU. donde murió en el hospital Jackson Memorial de la
ciudad de Miami, Florida, el 19 de mayo de 1993. Su hijo Frank Miguel González,
de nueve años se salva. Esta foto es una representación de una partida similar.

Armando una balsa que los lleve a la libertad. Fotógrafo: Al Díaz.

L a joven madre fingió


que era un día como tantos.
Vistió a su niño de limpio,
iría todo engalanado.

93
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Les dijo a todos, al salir


que retornaban temprano.
Iban solo a celebrar
la fiesta de un cumpleaños.

En verdad, apresurada
cogió al niño de la mano,
y se dirigió hacia un punto
donde se habían citado.

Era un grupo de sufridos


desesperados cubanos.
Su propósito: encontrar
la libertad, sin tiranos.

En frágil embarcación
con penas habían armado.
Miraron atrás, un adiós,
el grupo en silencio, orando.

Ella con gran entereza


no entretuvo mal presagio.
El niño medio dormido
se acomodó entre sus brazos.

Se despertó de repente
al ver las olas, temblando.
Ella lo calmó en susurro
con rimas de cuna y salmos.

Navegaron esa noche


hacia el Norte ilusionados
pero el mar los traicionaba,
oscuro, y huracanado.

94
Ada Bezos

Dos, tres días, ya sin agua


bajo gigante sol hacinados,
una botella en reserva
de agua, envuelta, cual regalo;
‒pero esa era para el niño‒,
al cuarto día de quebranto
los balseros ya bebían
el salitre con sus manos.

Dos habían enloquecido


y a las aguas se arrojaron.
Ella seguía humedeciendo
los labios del niño a ratos,
y ella bebía de aquel mar…
sólo en el mar…¡había tanto!

En el horizonte al fin
un velero les dio amparo,
allá cerca en las Bahamas
los habían encontrado.

Los llevaron desvalidos,


todos ya deshidratados.
El niño sobrevivió;
ella al niño había salvado.
Pero su vida se fue…
‒fue muy duro su letargo‒.
La madre que no llegó
al funesto cumpleaños.

95
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Raysa Teresa Santana

96
El titán de los plantados:
Eusebio Peñalver Mazorra.

Oficial del Ejército Rebelde. Apenas se percató del engaño de la Revolución cas-
trista, comenzó a conspirar y a principio del 1960, alzado en armas en las mon-
tañas del Escambray, formó filas en el Primer Frente Nacional del Escambray,
comandado por Sinesio Walsh Ríos, quien sería posteriormente fusilado. El 5 de
octubre de 1960 fue capturado y condenado a 30 años de privación de libertad y
trabajos forzosos, cumpliendo 28 años en prisión, sujeto a vejaciones y castigos.

Eusebio Peñalver Mazorra (1936 - 2006)

Triunfante arribó en la marcha


desde la Sierra Maestra.
Pero al verse confrontado
con perniciosas arengas,

97
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

demagogias arrogantes
y engaños a la contienda
realizó que la victoria
era falsa, era perversa.

Reunió a sus centuriones


y en la primera reserva
se alzó en armas, nuevamente
a la lucha, a la pelea.
Al Escambray, donde hordas
de soldados descendieran;
sumisos a los mandatos
lo trajeron en cadenas.

Treinta años de prisión


fue la épica condena
impuesta ante un tribunal
de farsantes sin conciencia.

Comandados por actores


en tropeles de blasfemias
a las ordenes supremas
de un sanguinario en careta.

Hablar de tormentos fuera


descartar conchas deshechas...
Cada una de vejaciones,
gritos, torturas horrendas.

Veinte y cuatro horas al día


padeciendo hambre sin tregua,
contemplando a los verdugos
cometiendo las diabólicas
vejaciones a infelices,
para exacerbar sus penas.

98
Ada Bezos

En las mazmorras de Castro


cumplió su heroica epopeya.
Los cumplió con gran moral
con mística resistencia,
agigantando su hombría
entre cobardes y bestias.

Le brindaron otros caminos.


Le ofrecieron otras sendas;
las víboras pesarosas
les molestaba la afrenta
al no poder erradicar
la convicción de sus venas.

Él prefirió estar plantado.


Prefirió cumplir condena.
Con infames no haría pacto...
su honra intacta se queda.
Fue ejemplo de dignidad
dio su juventud en ofrenda,
a la causa de los justos
fue un ejemplo de entereza.

Y en milagro realizado,
emergió de aquellas celdas
su rostro sin amargura
con palabras de grandeza
con deseos de integrarse;
–que el exilio lo acogiera–
cuál hijo prodigo que fue,
y de aventura regresa.

99
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Pero no fue una aventura...


¡Fueron años de gran pena!
Y él no olvidó los que en sombras
sufrían injustas condenas.
Nunca rehusó un tributo,
una vigilia a su tierra
por los que están en martirio
deshaciéndose en cadenas.

Murió antes de ver a Cuba


romper el yugo que apresa
por lo que parecen siglos...
Pero en algún lugar… él se sienta,
con Maceo, con Martí, confiado
que un día puedan, los cubanos
perdurar como él perduró...
¡En su constante protesta!

Lo usaremos como ejemplo


con orgullo que nos llena,
al decir que hay esperanzas
cuando en la sufrida tierra
todavía nacen titanes
¡que a los tiranos se enfrentan!

100
Honremos la memoria:
Mario Chanes de Armas

Mario Chanes de Armas sufrió 30 años de prisión política (desde 1961 hasta
1991). Condenado, sin prueba alguna, de planear atentados contra los dirigentes
del gobierno de Castro. Veterano del asalto al Cuartel Moncada, combatiente del
ejército rebelde; se resistió a los intentos de la reeducación carcelaria cubana. Sus
carceleros no pudieron quebrar su amor por Cuba.

Mario Chanes de Armas (1927 - 2007)

Mario Chanes de Armas,


su nombre suena a leyenda de aquellos
caballeros que luchaban en míticas batallas…
Y no saben lo que nunca han escuchado
la verdad que encierra su historia
casi nunca contada,

101
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

olvidada en las tormentas y senderos


plagados de horribles acciones
por una dictadura inmisericorde y
tiránica.

El prisionero político con más años


encarcelado…en el mundo.
Es su legado. Su increíble hazaña.
De hombre joven creció viejo entre rejas
sin haber nunca disparado una bala.

Su arsenal: su oposición ideológica,


sus convicciones.
Treinta injustos años por su causa.
No habría indulto. Por su valentía,
al no haberse amansado entre verdugos
que azotaban su carne,
con venganza.

Fue veterano del Moncada.


Combatiente por los derechos de un pueblo
a decencia y democracia.
Con presteza se opuso a los que usurpaban
‒aquellos que sin vergüenza‒
quisieron sovietizar a su patria
idolatrada.

Recorrió todas las cárceles cubanas.


En “gavetas” de castigos fue encerrado.
En la cárcel conoció que había sido padre,
luego que su joven hijo pasó al otro mundo,
mientras él preso, en solitud,
lo lloraba.

102
Ada Bezos

Le ofrecieron ir al entierro, si en amarillo


uniforme de convicto se vestía;
rotundo dijo que jamás accedería
a presentarse ante su hijo, –ya muerto–
humillado, en derrota.

No hay cuartillas en Cuba que relaten su historia.


Su memoria totalmente olvidada,
pero en la histórica prisión de Los Plantados
dio luz a sus hermanos, esperanzas.
Y será por un siempre un místico caballero,
que peleó ferozmente,
con la lanza del honor, empuñada.

103
A las víctimas del remolcador
“13 de Marzo”

El espantoso crimen que ocurrió a 7 millas de las costas cubanas, quedará para
siempre como una tragedia más en la larga cadena que ha caracterizado a la
tiranía de Fidel Castro. Una que muchos en la arena internacional optaron por
ignorar. Un total de 72 cubanos salieron hacia alta mar en busca de la libertad en
los Estados Unidos de América, a bordo del remolcador de madera “13 de Mar-
zo”. Las embarcaciones estatales Polargo 2, Polargo 3, y Polargo 5, remolcadores
de acero, bloquearon y embistieron al remolcador de madera “13 de Marzo”,
mientras con sus equipos de cañones de agua les lanzaban agua a presión a todas
las personas que buscaban refugio en la cubierta.
Desde el primer momento las autoridades de Castro establecieron un plan de
masacre y naufragio para el transbordador, donde murieron 41 civiles, el 13 de
julio de 1994.

S ombras turbias en las aguas se formaron


ansiosas olas; quebrantos de reflejos
señales mudas de escombros y suspiros
que quedaron de testigos bajo el cielo.

105
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

¿Cómo hombres desde entrañas encarnados


pudieron así atacar con vil empeño?...
Ignorando inocentes seres en llantos
y las súplicas de madres en tormento.

Cuando aves de las costas se recreaban


y el sol contaba a las nubes sus portentos...
¿Cómo no vieron que la vida es sagrada?...
¡Y arrebatarla es romper todo precepto!

¡Oh espíritus que en las noches deambulan


y que en brumas te revelas en alientos!...
¿Cómo no fueron a socorrer las almas
cuando sólo el refugiarse era su intento?...

Es tanta la vil malicia que ha engendrado


el que se esconde entre víboras y cuervos
el que duerme entre espasmos en guarida
y ya respira el azufre del infierno.

¡Ayúdenme jurídicos, y legados...


a entender! ¿Por qué no hay ya un juramento?,
¿Por qué a nadie se le imputa una condena
por una matanza impune y sin objeto?

Embistieron la vieja nave repleta


con un cargo de esperanzas y de sueños.
Y la hundieron adrede en acción diabólica
hasta en vórtices quebrar todo su empeño.

Y a los náufragos que apenas escaparon


en pocilgas de castigos los pusieron...
Con intentos de volverlos hombres mansos
doblegados a vivir en el silencio.

106
Ada Bezos

Sólo los que en misticismo hayan refugio


y con plegarias divinas dan consuelo...
pudieran dar lucidez a este gran crimen.
¡Cometido a orillas de nuestro suelo!

Las Víctimas (cuatro no identificadas).

Niños Asesinados

Hellen Martínez Enríquez, 5 meses


Xicdy Rodríguez Fernández, 2 años
Angel René Abreu Ruiz, 3 años
José Carlos Nicle Anaya, 3 años
Giselle Borges Álvarez, 4 años
Caridad Leyva Tacoronte, 5 años
Juan Mario Gutiérrez García, 10 años
Yasser Perodín Almanza, 11 años
Yousell Eugenio Pérez Tacoronte, 11 años
Eliecer Suárez Plasencia, 12 años

Jóvenes y Adultos Asesinados

Mayulis Méndez Tacoronte, 17 años


Miladys Sanabria Cabrera, 19 años
Joel García Suárez, 20 años
Odalys Muños García, 21 años
Yaltamira Anaya Carrasco, 22 años
Yuliana Enríquez Carrazana, 22 años
Lissett María Álvarez Guerra, 24 años
Jorge Gregorio Balmaseda Castillo, 24 años
Ernesto Alfonso Loureiro, 25 años
María Miralis Fernández Rodríguez, 27 años
Leonardo Notario Góngora, 28 años
Jorge Arquímides Levrígido Flores, 28 años

107
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Pilar Almanza Romero, 31 años


Rigoberto Feu González, 31 años
Omar Rodríguez Suárez, 33 años
Lázaro Enrique Borges Briel, 34 años
Martha Caridad Tacoronte Vega, 35 años
Julia Caridad Ruiz Blanco, 35 años
Eduardo Suárez Esquivel, 38 años
Martha M. Carrasco Sanabria, 45 años
Augusto Guillermo Guerra Martínez, 45 años
Rosa María Alcalde Puig, 47 años
Estrella Suárez Esquivel, 48 años
Reinaldo Joaquín Marrero Alamo, 48 años
Amado Gonzáles Raíces, 50 años
Fidencio Ramel Prieto Hernández, 51 años
Manuel Sánchez Cayol, 58 años

108
Apresados en el tiempo:
Tributo a los mártires camagüeyanos
fusilados el 2 de Junio de 1964.
Marcelino Martínez Tapia, nació en Santa Cruz del Sur, abogado, hombre
honrado y cabal en su posición política de Representante. Alberto Fernández
Medrano, nació en Camagüey, también abogado, ejercitaba su profesión, así
como sus actividades de beneficio social en la asociación del Club de Leones.
Manuel Paradela Gómez, nació en España, su familia se trasladó a Camagüey
cuando contaba cuatro años. A fuerza de su tesón incansable llegó a formar una
empresa importante en Camagüey, donde se unió a actividades cívicas junto a
sus dos amigos.
El fusilamiento de estos tres hombres de bien conmovió a la comuni-
dad camagüeyana. Fue la realización para muchos de que el régimen de
Castro sería un poder dictatorial donde la sangre de inocentes se verte-
ría en torrentes. Los tres fueron involucrados por la “justicia revoluciona-
ria” como supuestos agentes de la CIA. Luego de un juicio sumarísimo, fue-
ron fusilados inmediatamente en la madrugada del 2 de junio de 1964.

Alberto Fernández Medrano Marcelino Martínez Tapia Manuel Paradela Gómez

Fusilados sin razón!… ¡Que atroz crimen!


mi madre dijo con dolor punzante.
La oí esa noche y, a través de siglos,
me parecieron siglos sus pesares…

109
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

De ella escuché fatídica noticia


cuando mis años eran quince azahares,
terrores en perennes pesadillas
que me asaltaban por doquier sin paces.

Tres jóvenes rebosantes de hombría


habían intentado rebelarse,
osando conspirar al ver los hechos
de la infamia y traición avecinante.

No habría esperanza alguna –dijo ella.


Acribillados ya sus restos yacen.
Masacrados por una infame turba
porvenires truncados por cobardes.

Preludios de horrores fueron sus muertes;


orquestado escarmiento de rapaces.
Fueron así inmolados como ejemplo,
que otros no imitaran sus verdades.

Hombres amplios de sueños y principios


pero humildes en trato, familiares.
No respetaron honor o intelecto
con ráfagas cegaron sus afanes.

¡Tantas víctimas del régimen sangriento!


Les seguirían miles, (pobres madres)…
Engranadas cadenas de tormentos
que llenaron las cúpulas y mares.

No olvidemos sus jóvenes esfinges


como ángeles perduran: son reales.
En sus actos quedó apresado el tiempo.
¡Algún día renacerán sus ideales!

110
Al mártir del presidio:
Orlando Zapata Tamayo

Nació el 15 de mayo de 1967 en Santiago de Cuba. Era albañil de profesión y


perteneció al Movimiento Alternativa Republicana y al Consejo Nacional de
Resistencia Civil. Detenido en el 2002 por agentes de la policía cubana, acusa-
do por el supuesto delito de desacato. Recluido en varias prisiones, sus conde-
nas se fueron acumulando hasta 36 años de cárcel. Fallece tras una huelga de
hambre de 86 días, pidiendo que se reconocieran los derechos a un tratamien-
to humano hacia los presos de conciencia. Zapata formaba parte de los 75 disi-
dentes condenados, en lo que se conoce como “La Primavera Negra del 2003”.

Orlando Zapata Tamayo


(1967 - 2010)
Fotógrafo: Adalberto Roque
Su testamento:
“Mi sangre al servicio de la libertad y de la democracia de once millones de cubanos
que, al tratar de expresarse, por miedo se hacen más encarcelados de lo que están”.

No era troyano ni príncipe


trabajaba en cal y arena.
Con su paleta tratando
de enjuiciar razón, certeza.
111
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

No era troyano ni príncipe,


era un hombre de alma bella.
Nació después que las hordas
desataron sus vendettas
y rasgaron los infiernos
vertiéndolos en la tierra.

Su mirada cabizbaja
denotaba su entereza.
Sus ojos serenos, dignos
no lo humillaron las rejas.

Pasó innumerables años


consolidando condenas
por supuestos desacatos
ante corruptos emblemas.

Y después de nueve juicios


los años de prisión eran
como perlas que se pierden
entre áridas arenas.

Por su sólida postura


como preso de conciencia
le aplicaban los más duros
maltratos; forzadas penas.

Atropellos y golpizas
no debilitó su arenga.
Y nos dejó un testamento
que a su dignidad atesta.

No era troyano ni príncipe,


era un titán entre fieras.

112
Ada Bezos

Exigiendo un trato humano


en su fatídica huelga
confinado a un calabozo
desapareció entre hienas.

Ya después sólo se supo


que militares de agenda
desplegaban temerosos
sus armas –entre protestas‒,
ante un pueblo y ante un mundo
que clamaban por su pérdida.

No era troyano ni príncipe…


–Fue un cubano de grandeza–.
¡Y su madre es ahora reina
de un principado de ofrendas!

113
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Reina Luisa Tamayo.


Fotógrafo: Desmond Boylan

“Me volveré a tirar para la calle, con los


hermanos que me acompañen; y que me
maten, con valor defendiendo siempre el
ideal de Zapata”.

114
LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN EN
CUBA
Este poema relata la triste historia de los campos de concentración, también
referidos como campos de trabajo en Cuba, que, durante los sesenta, y en un
contexto de alta tensión, el gobierno castrista instaló en la provincia de Camagüey,
con el objetivo de aislar a diversos elementos potencialmente disidentes del
régimen del 59. Se calcula que treinta mil hombres jóvenes estuvieron en esos
campos denominados, como: Unidades Militares para Ayuda a la Producción
(UMAP).

Grupos de prisioneros en las UMAP

Las Unidades Militares de Ayuda


los campos forzados de concentración
para jóvenes de quienes sospechaban
el no aceptar la nueva revolución.

115
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

De sectas religiosas, intelectuales,


homosexuales, disidentes menores,
los no aptos a entrenar con militares
llevados como esclavos a una prisión.

Obligados con la más férrea potencia.


Maltratados como unos criminales,
infligidos con penurias por las bestias
sin conciencia, padeciendo entre salvajes.

A los homosexuales los sentenciaban


a las peores torturas, de más rigor,
descargas eléctricas eran preferidas
para erradicar tal aberración.

Bajo estricto control social y físico,


arduo trabajo en los campos de caña…
Trabajando largas horas bajo el sol.
¿Luego? A oír charlas revolucionarias.

Comidas putrefactas, aguas inmundas,


a los divergentes, solo represión.
Barracones abarrotados, letrinas
de angustia, débiles, y sin -ninguna opción-.

¿Y qué de los sobrevivientes? Quinientos


al psiquiátrico, fusilados, setenta,
más de ciento ochenta mueren suicidados
al no soportar la constante hambre y terror.

La prensa publicaba, los fines eran


militares, y no de concentración.
La malévola bestia, siempre en defensa,
dijo que eran campos dignos, con valor.

116
Ada Bezos

Pero hoy, con nuestro espíritu aún fuerte,


nunca olvidaremos esa infame acción
porque nuestras mentes son también las víctimas,
¡de imágenes, y recuerdos del horror!

Barracón de las UMAP

117
Ada Bezos
FUENTES DE FOTOS

Parte -I-

Huellas del castrismo


Pág. #17 Tropas entrando en La Habana. ©Time& Life Pictures/Getty Images.
Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #20 Cabo José Cipriano y Padre Domingo Lorenzo. ©Bettmann/Corbis


Corp. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #21 Juicio público en La Habana. ©Time& Life Pictures/Getty Images.


Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #26 Fusilamiento y tiro de gracia al capitán Alejandro García Olayón. Del
libro: The Cuban Revolution, Teo A. Babún y Victor Andrés Tiray. Au-
torización del Dr. Teo A Babún Jr. para esta publicación.

Pág. #27 Fiscal Jorge Serguera. ©Time& Life Pictures/Getty Images. Licen-
cia/derechos no exclusivos.

Pág. #31 Hambre - El ‘buzo’ en la basura. ©Kevin García/KG Creative. Licen-


cia/derechos no exclusivos.

Pág.#35 La prostituta (jinetera). De la página web:wvu.edu/divecon/econ/


Trumbull/cuba/picture.htm. Etiqueta: Picture Gallery of Cuba. Au-
torización de William N. Trumbull, College of Business and Econom-
ics, West Virginia University, para esta publicación.

Pág. #39 Reflexionando antes de lanzarse al mar. ©Al Díaz/Photoshelter. Col-


ección Balseros. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #43 Balsa vacía, Boyton Beach, Fla. ©Christopher Collura/sky-chaser.


com. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #47 Embarcación a la vista de los guardacostas, Fla. Propiedad de Coast


Guard Historian Office; ahora en la colección Sea is History, Perkins
119
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Library, Duke University. Publicación autorizada por las leyes del go-
bierno de los EE.UU.

Pág. #49 Balseros diciendo adiós. Fecha de 1ro de Septiembre de 1994.


©Corbis Corp. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #51 Balseros en la playa de Cojímar. Fecha del 20 de Agosto de 1994.


©JRussel/Sygma/Corbis Corp. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #55 La soga. ©Kevin M. Jackson/Getty Images. Colección: Dumhi Album


Concepts, Flicker. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #57 Sin esperanza en la Habana. ©2011, Percy Monge Fotógrafo. Licen-
cia/derechos no exclusivos.

Pág. #61 Vista panorámica de La Habana, 1932. Guije.com. ©2003-2008


Mariano Jiménez II y Mariano G Jiménez.

Pág. #64 Techos y casas dilapidadas, La Habana. Agosto 16, 2010. ©Uli Dan-
ner/Dreamstime.com. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #64 Caminando por el Paseo del Prado, La Habana. ©Franxys/Dream-


stime.com. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #65 Fachada de edificio, calle San Ignacio, La Habana. Noviembre 10,
2009. ©Roxana González/Dreamstime.com. Licencia/derechos no
exclusivos.

Pág. #67 Mujer contempla la calle frente a El Malecón, Cuba. ©Ian Cowe/
Photostream. Colección ‘Cuba’, Flicker. Licencia/derechos no exclu-
sivos.

Pág. #70 Gorky Aguila. ©Capitol Hill Cubans’ Photostream. Colección ‘Cam-
paign for Freedom’, Flicker . Autorizada para esta publicación.

Pág. #70 Yoani Sánchez, 2007 ©2010 Getty Images. Colección ‘Gamma-Ra-
pho’. Fotógrafo: José Goitia. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #71 Las Damas de Blanco. Foto tomada de Capitol Hill Cubans’ photo-
stream. Colección ‘Campaign for Freedom’, Flicker.

120
Ada Bezos

Parte -II-

Tributo a los mártires del castrismo


Pág. #75 Plinio Prieto Ruiz. Foto tomada de la página web: autentico.org,
publicada junto al Testimonio personal: la caída de Plinio Prieto y
sus compatriotas, de José Prieto, Octubre 12, 2004.

Pág #75 Sinesio Walsh Rios. Foto tomada y adaptada del libro de Enrique
Encinosa: Héroes del Escambray. Autorizada para esta publicación.

Pág. #75 Porfirio Remberto Ramírez. Foto tomada del libro de Enrique Enci-
nosa: Héroes del Escambray. Autorizada para esta publicación.

Pág. #79 Cadáver de Margarito Lanza Flores, capitán Thondike. Foto tomada
del libro de Enrique Encinosa: Héroes del Escambray. Autorizada
para esta publicación.

Pág. # 81 Margarito Lanza Flores, “Thondike”. Foto tomada del libro de En-
rique Encinosa: Héroes del Escambray. Autorizada para esta publi-
cación.

Pág. # 83 Pedro Luis Boitel. Foto tomada de la página web: latinameri-


can studies.org. Historial académico ‘Estudios Latino Americanos’
creada por el Dr. Antonio Rafael de la Cova, Diciembre, 1997.

Pág. #87 Prisionero en Cuba. Foto tomada de Capitol Hill Cubans’ photo-
stream. Colección ‘Faces of Repression’. Flicker.

Pág. #91 Armando balsa. ©Al Díaz/Photoshelter. Colección Balseros. Licen-


cia/derechos no exclusivos.

Pág. #94 Raysa Santana. Foto de los archivos de Al Díaz/Photoshelter. Licen-


cia/derechos no exclusivos.

Pág. #95 Eusebio Peñalver Mazorra. Foto tomada de la página web: super-
politico.blogspot.com; foto y artículo publicado en homenaje al
destacado líder en Febrero 9, 2010.

121
CUBA EN VERSO: LA ISLA ENTRE REJAS

Pág. #99 Mario Chanes de Armas. Foto tomada de la página web: cubaout.
wordpress.com; con artículo publicado Septiembre 24, 2010.

Pág. #103 Las víctimas del Remolcador. Foto tomada de Capitol Hill Cuban’s
photostream. Colección ‘Faces of Repression’. Flicker.

Pág. #107 Alberto Fernández Medrano, Marcelino Martínez Tapia y Manuel


Paradela Gómez. De la página web: Gaceta de Puerto Príncipe de
Ana Dolores García, Etiqueta: Camagüey - Historia, con escrito ‘En
recuerdo de una fecha luctuosa’, Junio 2 del 1910, por la Sra. García.

Pág. # 109 Orlando Tamayo Zapata. ©Getty Images. Colección: AFP. Licencia/
derechos no exclusivos.

Pág. #112 Reina Luisa Tamayo. Marzo 15, 2010. ©REUTERS/Desmond Boylan.
Etiqueta: Cuba-Politics Civil Unrest. Licencia/derechos no exclusivos.

Pág. #115 Grupos de prisioneros en las UMAP.

Pág. #117 Dibujo de barracones en las UMAP.

122
Este libro se terminó de imprimir
el 17 de abril de 2021,
en el 60 Aniversario del Desembarco de la Brigada 2506
en Bahía de Cochinos.
editorial

Apartado de Correos 50.767 Madrid 28080 España.


E-Mail: editorialbetania@gmail.com
http://ebetania.wordpress.com

RESUMEN DEL CATÁLOGO (1987-2021)

Colección Betania de Poesía:

La novia de Lázaro, de Dulce María Loynaz.


Voluntad de Vivir Manifestándose y Leprosorio (Trilogía Poética), de Reinaldo Arenas.
Piranese, de Pierre Seghers. Traducción de Ana Rosa Núñez.
13 Poemas, de José Mario.
Venías, de Roberto Valero.
Un caduco calendario, La luz bajo sospecha y Érase una vez una anciana, de Pancho
Vives.
Confesiones eróticas y otros hechizos, de Daína Chaviano.
Oscuridad Divina, Polvo de Ángel y Autorretrato en ojo ajeno, de Carlota Caulfield.
Hermana, Hemos llegado a Ilión, Hermana/Sister, Dos mujeres y Volver de Magali
Alabau.
Altazora acompañando a Vicente, Merla y Quemando Luces, de Maya Islas.
Delirio del Desarraigo (2ª ed.) y Psicalgia/Psychalgie, de Juan José Cantón y Cantón.
Noser y Sin una canción desesperada, de Mario G. Beruvides.
Los Hilos del Tapiz y La Resaca del Absurdo, de David Lago González.
Blanca Aldaba Preludia, de Lourdes Gil.
Tropel de espejos, de Iraida Iturralde.
Puntos de apoyo, de Pablo Medina.
Hasta agotar el éxtasis, de María Victoria Reyzábal.
Señales para hallar ese extraño animal en el que habito, de Osvaldo R. Sabino.
Leyenda de una noche del Caribe, Vigil / Sor Juana Inés / Martí, Bajel último y otras
obras y Calles de la tarde, de Antonio Giraudir.
Cuaderno de Antinoo, de Alberto Lauro.
Poesía desde el paraíso, Cosas sagradas y Resaca de nadas y silencios, de Orlando
Fondevila.
Memoria de mí, de Orlando Rosardi.
Equivocaciones, de Gustavo Pérez Firmat.
Fiesta socrática, Versos como amigos y Los silencios del rapsoda, de Florence L.
Yudin.
Hambre de pez, de Luis Marcelino Gómez.
Juan de la Cruz más cerca, Batiburrillo y Canciones y Ocurrencias y más canciones, de
José Puga Martínez.
Cuerpo divinamente humano, de León de la Hoz.
Hombre familiar o Monólogo de las Confesiones y Bajó lámparas festivas, de Ismael
Sambra Haber.
Mitologuías, de María Elena Blanco.
Entero lugar e Íntimo color, de Laura Ymayo Tartakoff.

125
La Ciudad Muerta de Korad, de Oscar Hurtado.
No hay fronteras ni estoy lejos;... Se ríe de esquina peligrosa, ¿Qué porcentaje de
erotismo tiene tu saliva?, Una cruz de ceniza en el aliento, Que un gallo me cante para
morir en colores,... Y se te morirán las manos vírgenes de mí, No sé si soy de agua o de
tu ausencia y La cadena perpetua de nunca olvidarte, de Roberto Cazorla.
Oasis, de José Ángel Buesa.
Versos sencillos, de José Martí.
Voces que dictan, de Eugenio A. Angulo.
Tantra Tanka, de Arístides Falcón Paradí.
La casa amanecida y El invitado, de José López Sánchez-Varos.
Sombras imaginarias, Vigilia del aliento y Sigo zurciendo las medias de mi hijo, de
Arminda Valdés-Ginebra.
De_Dos que el amor conocen, de Pedro Flores y Lidia Machado.
Rosas sobre el cemento (Poemario de la primera mitad del siglo), de Carlos Pérez
Casas.
Catavientos, de Lola Martínez.
País de agua, de Carlos E. Cenzano.
Desde los límites del Paraíso y Alicia en el Catálogo de Ikea-La noche de Europa, de
José Manuel Sevilla.
En las regiones del dios Pan, de Carlos Miguel González Garrido.
La flauta del embaucador, de Eduarda Lillo Moro.
Madona, de Jaume Mesquida.
Poemas a ese otro amor, Desencuentros, Símpatos, Sentimientos y Huellas, de Víctor
Monserrat.
Los vencidos, de Joaquín Ortega Parra.
El viaje de los elegidos, de Joaquín Gálvez.
Una suma de frágiles combates, de Lucía Ballester.
Lo común de las cosas, de Ricardo Riverón Rojas.
Melodías de mujer, de Joely R. Villalba.
La guadaña de oro y Jesús,tú eres mi alegría y El hotel de los lunes, de José Villacís.
Amaos los unos a los otros, de Oscar Piñera Arenas.
Numeritos y palabras, de Roberto Ferrer.
Afuera, de Camilo Venegas.
Vendedor de espejos, de Eliecer Barreto Aguilera.
Hasta el presente (Poesía casi completa) y Otro fuego a liturgia, de Alina Galliano.
Fugitiva del tiempo, de Emilia Currás.
Cuba, sirena dormida, Refranero español de décimas y Hontanar. Antología de déci-
mas, de Evelio Domínguez.
La memoria donde ardía, de Olga Guadalupe.
Contemplación. Thoughts and Poems, de Ileana González Monserrat.
Tribunal de sombras, de Guillermo Arango.
Las palabras viajeras, de Aimée G. Bolaños
Cuba en verso: la isla entre rejas, de Ada Bezos.

126
2018
Ada Bezos (Cuba). Nació en Palo
Seco, un pueblo de campo en la
provincia de Camagüey, en 1948.
Sus años jóvenes transcurrieron en
el histórico pueblo de Guáimaro.
Llega a los EE.UU. en Los Vuelos de
la Libertad en 1966, con sus padres.
Graduada de la Universidad de
Maryland. Después de una larga
carrera en el área de Desarrollo
Internacional en Washington D. C., su
inspiración de poeta, siempre latente,
la lleva a organizar varios poemarios y
participar en eventos poéticos. El tema
de la tragedia cubana es su prioridad.
En 2010 recibe el premio internacional
de poesía “Yo soy mujer” de Mujeres
Poetas Internacionales, en la República
Dominicana. En 2014 recibe el premio
© Michael Cervantes “Décima al Filo”, en Cuba. Autora del
poemario Cuba en verso: La isla entre
rejas (2011 y 2012) con una edición en
inglés (2018) y de la novela Palo Seco y
la historia de Inés (2017).

“Es una poesía estilo romancero, para contar las tribulaciones de la


desgraciada isla. Son cantares adoloridos y testimoniales sobre una
historia que ha marcado a un pueblo sufriente”.
Olga Connor, el Nuevo Herald

editorial
Colección BETANIA de Poesía

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