La Ley Penal Unidad 2 DP

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DERECHO PENAL

UNIDAD 2

La Ley Penal

Temario

Unidad 2. La Ley Penal

 2.1. La ley penal


o 2.1.1. Definición
o 2.1.2 Estructura
 2.1.2.1. Tipo
 2.1.2.2. Definición
 2.1.2.3. Elementos
 2.1.2.3.1. El tipo Penal
 2.1.2.3.1.1. Historia del tipo penal, importancia, función de garantía y el
bien jurídico
 2.1.2.3.1.2. Clasificación de los tipos conforme a sus elementos y
atendiendo a su estructura y ordenación
 2.1.2.3.1.3. El tipo objetivo y el tipo subjetivo
 2.1.2.3.1.4. El tipo de delito doloso
 2.1.2.3.1.5. El tipo de delito culposo
 2.1.2.3.1.6. Distinciones entre tipo de injusto y tipo en sentido amplio
 2.1.2.3.2. Punibilidad
 2.1.2.3.2.1. Definición
 2.1.2.3.2.2. Finalidad
 2.1.2.3.3. Diferencias respecto a la punición y la pena

Introducción

Para su estudio, el Derecho penal se subdivide en dos partes; una parte general y una parte especial. La parte
general es la más abstracta, en cuanto expone al Derecho penal en un sentido amplio y la parte especial consiste
en el estudio específico de determinados delitos, referidos a una legislación en particular.

Dentro del estudio de la parte general, es importante entender otra de las manifestaciones del Derecho penal,
nos referimos a la ley penal, es decir, a las características que debe revestir la norma penal, con independencia
del contenido específico que ésta pueda tener, como producto de la actividad legislativa.

Estudiar las características de la ley penal, nos permite entender la complejidad de la norma penal, la cual, en
ocasiones está vinculada con otras ramas del Derecho, asimismo, nos permite entender las diversas fuentes de
creación de la misma, así como sus ámbitos de aplicación y los aspectos relacionados con su interpretación.

En esta unidad, vamos a analizar la teoría de la ley penal, lo que nos permitirá entender, entre otros aspectos;
sus características, sus fuentes, ámbitos de validez e interpretación, lo que permitirá comprender la
trascendencia de su aplicación en la práctica para la resolución de casos penales.
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¡Adelante!

Objetivo particular

El alumnado localizará los rasgos que caracterizan a la ley penal y comprenderá sus principales aspectos
técnicos, entre otros.

Creando conciencia

¿Hasta qué punto obedecemos mandatos sin importar sus consecuencias?

La obediencia a la autoridad ayuda a explicar cómo la gente común puede cometer el más horrible de los
crímenes, ausentándose su sentido de la responsabilidad, si se encuentra bajo la influencia de una fuerte
autoridad.

En la década de 1960, tres meses después de que Adolf Eichmann fuera sentenciado a muerte en Jerusalén por
crímenes contra la humanidad durante el régimen nazi, el psicólogo Stanley Milgram llevó a cabo una serie de
experimentos que cambiaron para siempre nuestra percepción de la moral.

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directamente en el sitio, pulse Obediencia.

¿Hasta dónde sería capaz de llegar por obedecer a una figura de autoridad?

La Ley Penal

Definición

Tradicionalmente se define al Derecho Penal Objetivo como un conjunto de normas jurídicas que asocian a la
realización de un delito como presupuesto, la aplicación de penas y o [sic] medidas de seguridad, como
principales consecuencias jurídicas, pero, ¿Qué se entiende por norma jurídica penal o, simplemente, por norma
penal?

“Norma es toda regulación de conductas humanas en relación con la convivencia. La norma tiene por base la
conducta humana, que pretende regular y su misión es la de posibilitar la convivencia entre las distintas
personas que componen la sociedad (Muñoz y García, 2012: 33).
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Definamos…

Ley penal

En este sentido, entenderemos por Ley penal el sistema normativo de carácter jurídico,
formal y materialmente válido, que constriñe la conducta de las personas (físicas y morales)
(cfr. CNPP, art. 421), mediante la imposición de consecuencias jurídicas, penas o medidas de
seguridad, a la realización de la expectativa que el Derecho mismo tiene sobre el acontecer
social.

Estructura
La estructura elemental de una norma consiste en dos elementos, por un lado, el supuesto de hecho y, por otro,
la consecuencia jurídica; en materia penal, el supuesto de hecho consiste en la descripción hipotética de una
conducta contenida en la norma, mientras que la consecuencia jurídica se constituye por la imposición de una
pena, medida de seguridad o, conforme a lo establecido en el artículo 422 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, consecuencias jurídicas para personas morales, a lo que llamamos tipo penal.

Al respecto encontraremos tres tipos de normas penales (Muñoz, 2012: 35-40):


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Tipo

El tipo penal es la impresión del principio de legalidad, expresado en la máxima nullum crimen sine lege, es
decir, no existirá crimen sin una ley previa que lo establezca, pues el tipo penal es el mecanismo por el cual
el Estado establece su potestad para determinar las conductas más lesivas para la sociedad (principio de mínima
intervención), para que de esta forma, al ser quebrantada la ley, pueda proceder a sancionar a aquellas personas
que sean responsables.

Definición

“Tipo es la descripción de la conducta prohibida que lleva a cabo el legislador en el supuesto de hecho de una
norma penal” (Muñoz, 2017: 40), en otras palabras:

Definamos…

Tipo penal

Es la descripción hipotética normativa que contiene el supuesto de hecho (conducta


prohibida) y la consecuencia jurídica (pena, medida de seguridad o consecuencia jurídica
para personas morales).

Así pues, el tipo penal cumple tres funciones:

1. Función seleccionadora: determina las conductas prohibidas por el Estado.


2. Función de garantía: asegura que solamente aquellas conductas perfectamente encuadradas en el tipo, puedan
ser sancionadas.
3. Función motivadora: el tipo penal cumple las veces de mensaje para que la ciudadanía conozca el contenido
valorado como negativo por la ley, es decir, la expectativa de cumplimiento del Derecho mismo hacia el
ciudadano, de manera que enuncia lo que no debe realizar.

Elementos

Como hemos analizado, el tipo penal representa la descripción normativa de la conducta prohibida, así como la
enunciación de la sanción que impondrá el Estado, sin embargo, para que dicha sanción pueda ser impuesta a la
personas (físicas o jurídicas), la conducta desplegada tendrá que encuadrarse perfectamente en dicha
descripción, es decir, la tipicidad.

Dicho encuadramiento deberá darse en las dimensiones objetivas y subjetivas contenidas en el tipo, esto es, las
cuestiones perceptibles por los sentidos y las condiciones dirigidas a la voluntad del sujeto activo del delito; al
mismo tiempo hemos de analizar que el tipo penal puede contener elementos que requieren una valoración para
su entendimiento, así pues, encontraremos que el tipo penal tiene tres elementos:

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Elemento objetivo

“[...] consiste en la fría descripción, los elementos están presentes en la redacción del tipo… el
proceso de percepción llega a través del conocimiento, los sentidos como la vista, que cuando
se da lectura al tipo hace que conozcamos sus requerimientos” (Pérez, 2009: 49). Es decir, son
elementos que son simplemente percibidos por los sentidos, sin involucrar cuestiones
valorativas sobre la intención del sujeto activo. Entre estos elementos encontramos:
referencias temporales, referencias espaciales, calidad específica del sujeto activo, calidad
especifica del sujeto pasivo, medios comisivos, nexo causal, bien jurídico tutelado, etcétera.

Elemento subjetivo

Dentro del desarrollo de la teoría del delito encontramos contribuciones importantes, entre
ellas, el finalismo aportó que la consumación del delito no solamente corresponde a la suma
de sucesos causales que determinan un resultado, sino que la voluntad del sujeto es
sumamente relevante.

Así pues, el elemento subjetivo del tipo representa la parte interior del sujeto activo, es decir,
el contenido de voluntad con el que se realizó la conducta, si ésta se realizó dolosa o
culposamente; o bien, si el tipo penal introduce una finalidad específica, por lo que si el
resultado obtenido con la conducta fue derivado de la voluntad del sujeto, se
considerará dolo; en cambio, si no existe coincidencia con la voluntad de desplegar una
conducta específica y el resultado obtenido, se considerará culposo; mientras que
encontraremos tipos penales que especifiquen finalidades exclusivas o elementos subjetivos
específicos diversos al dolo o a la culpa, por ejemplo, el delito de abuso sexual que indica que
las conductas deben tener una carga sexual, pero que el sujeto que las efectúa no tenga
finalidad de copular con la víctima.

Elementos normativos
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Son aquellos términos que encontramos en el tipo penal que requieren una valoración
cultural o jurídica para su entendimiento, es decir, palabras que requieren interpretarse para
llegar a dimensionar la finalidad del tipo penal. Por ejemplo, dentro del delito de aborto
encontramos diversos términos que hemos de definir, entre ellos, "producto", "fecundación"
o "gestación".

El tipo Penal

Como hemos analizado, el tipo penal comprende la determinación de las conductas prohibidas por el Estado y la
enunciación de las consecuencias jurídicas de las que se hará acreedor la persona que realice dichas conductas,
esto es le representación de la garantía que el mismo Derecho Penal brinda para asegurar que los gobernados no
serán víctimas de sanciones autoritarias.

El tipo penal, dentro de la descripción de las conductas prohibidas también podrá encontrar una variedad de
elementos que deban ser valorados conforme a la voluntad del sujeto que despliega la conducta, es decir, cual
fue la finalidad del sujeto para realizar la conducta, si la finalidad era conseguir el resultado prescrito se
considerará dolosa la conducta; mientras que si no se buscaba dicho resultado, la conducta se entenderá culposa.

Historia del tipo penal, importancia, función de garantía y el bien jurídico.

Para hablar de la historia del tipo penal hemos de remontarnos al siglo XVIII, cuando Cesare
Bonesana, Marques de Beccaria, publicó su famoso “Tratado de los delitos y de las penas”, donde se asientan
las primeras bases de un derecho penal moderno, con grandísimas contribuciones como lo es el establecimiento
de la importancia de las conductas sancionadas, de manera que los juzgadores no las pudiesen determinar a su
albedrío, o bien, que se impusieran límites a las sanciones que se podrían imponer.

Pero no es sino hasta inicios del siglo XX, cuando el famoso Ernst Von Beling aportó la idea de que el tipo
penal es una mera descripción de diversos elementos, separados, completamente, de la antijuridicidad y la
voluntad del sujeto (Von Beling, 2002: 78). Posteriormente nos trasladamos a las ideas de Max Ernst Mayer y
de Binding, consistente en que el tipo penal es un elemento indiciario de la tipicidad, que ya indicaba un
elemento de contradicción a la expectativa normativa, pero seguía sin valorar los elementos internos del sujeto.

Finalmente, nos encontramos con la aportación de Mezger, quien considera que el tipo penal se encuentra
conexo a la antijuridicidad, esto derivado de que la conducta será antijurídica siempre que contraríe lo dispuesto
por la Ley, esto cuando se encuadra en el tipo; así pues, la conducta típica será antijurídica.

De todo lo antes manifestado, hemos observado que la relevancia contenida en el tipo penal es evitar
autoritarismo del Estado en la determinación de las conductas prohibidas, así como el establecimiento de los
márgenes sobre los cuales se regirá la sanción que los juzgadores podrán imponer. Al mismo tiempo, la
determinación típica penal se significa como una motivación que realiza el derecho penal mismo a la conducta
de las personas; en otras palabras, el tipo penal sirve como un mensaje a la sociedad sobre la expectativa de
comportamiento de la misma.

No podemos omitir que la construcción de toda norma y, aún más, de cualquier tipo penal, gira en torno a la
protección de bienes jurídicos tutelados; esto es, el tipo penal debe, por fuerza, construirse alrededor de la
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protección de bienes estimados de tal importancia por el Estado y la sociedad, que serán velados por el poder
punitivo del Estado mismo en caso de su alteración o destrucción. Así pues, a la par de que el tipo penal señale
las conductas prohibidas para las personas, las garantías en el ejercicio de la potestad punitiva del Estado
también hace las veces de determinante sobre los valores que, por sobre toda cuestión, deben ser respetados por
los gobernados, y protegidos por el Estado mismo.

Clasificación de los tipos conforme a sus elementos y atendiendo a su estructura y


ordenación

La formación y la estructura de los tipos penales están sujetas a determinados requisitos legales que son
importantes para su clasificación y ámbito de aplicación. Con arreglo a la dirección de protección
correspondiente a cada tipo, se distingue, por ejemplo, entre delitos de homicidio, de lesión corporal, contra
la propiedad y el patrimonio. Sobre este principio de división se basa la sistemática de la parte especial
del Código Penal. El núcleo de la formación del tipo lo constituye la descripción de los presupuestos de
punibilidad, descripción que es terminante y caracteriza el especial tipo delictivo, de su realización depende la
consecuencia penal amenazada y deslindada en el marco penal.

Existen grupos de delitos que están integrados por el tipo fundamental del delito correspondiente conforme a
sus elementos y atendiendo a su estructura, esto es calificativas o agravantes, típicas o no típicas. Además de
existir una ulterior formación legal de delitos independientes, autónomos respecto de su tipo básico, que siguen
jurídicamente sus propias reglas y se juzgan, en consecuencia, por separado.

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Tipo fundamental o básico

Establece los presupuestos mínimos de la punibilidad que dan al delito, por ejemplo el robo
simple que únicamente establece en el artículo 220 del Código Penal para el Distrito Federal,
al que con ánimo de dominio y sin consentimiento de quien legalmente pueda otorgarlo se
apodere de una cosa mueble ajena.

Modificaciones, calificativas, agravantes o atenuantes

Son aquellas que el legislador establece para ampliar el tipo fundamental con características
especiales, como serían circunstancias precisas de modo tiempo y lugar, forma de comisión,
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empleo de medios determinados, relación entre autor y lesionado; estas solo son calificadas
como de “tipo” si conciernen al contenido de disvalor del hecho, en tal sentido que deban
aplicarse siempre y solo si concurren en un marco penal más severo, o bien mas benévolo.

Por lo que un tipo penal se agrava si concurren circunstancias adicionales al tipo


básico, como se ha señalado si concurren circunstancias de modo, tiempo y lugar especificas,
por ejemplo un robo que se cometa con violencia física y moral a una persona mayor de 60
años, es un tipo penal agravado.

Si nos trasladamos al delito de homicidio, el tipo base establece que comete el delito de
homicidio al que prive de la vida a otra persona, pero si concurre alguna circunstancia
adicional, se estará frente a un homicidio calificado, como lo es que dicho homicidio se
cometa con ventaja, traición, alevosía, retribución, saña, estado de alteración voluntaria u
odio, tal como lo prevé el artículo 138 del Código Penal para el Distrito Federal.

Las disculpantes o atenuantes, en el caso concreto y continuando con el tema de


homicidio, si este se comete de manera culposa, por ejemplo al inobservar un deber de
cuidado, el sujeto A atropella al sujeto B por pasarse un semáforo, y B fallece, pero si A era el
hijo que había tomado prestado el auto de su padre B, estaremos ante una atenuante, ya
que no es punible el delito de homicidio culposo en agravio de algún familiar.

Especiales

Los que además de los elementos propios del básico, contienen otros nuevos o modifican
requisitos previstos en el tipo fundamental; por eso se aplican con independencia de éste.

Subordinados o complementados
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Los que refiriéndose a uno básico o especial, señalan determinadas circunstancias o aspectos
que cualifican la conducta, los sujetos o el objeto descrito en éstos; por esta razón no se
pueden aplicar de manera independiente; su vida jurídica depende de la del tipo básico o
especial al que se refieren.

Tipo compuesto

Es aquel que tiene pluralidad de conductas, cada una de las cuales puede conformar un tipo
penal distinto, aunque referido al mismo bien jurídico, se identifican sin mayor dificultad por
que tienen varios verbos rectoras.

Autónomos

Los que describen un modelo de comportamiento al cual puede adecuarse directa o


inmediatamente la conducta del actor, sin que el intérprete deba aludir al mismo o a otro
ordenamiento jurídico para completar su significado; de esta especie son, entre otros,
el secuestro y el aborto.

En blanco

Aquellos cuya conducta no está integralmente descrita en cuanto el legislador se remite al


mismo o a otro ordenamiento jurídico para actualizarla o precisarla; mientras tal concreción
no se efectúe, resulta imposible realizar el proceso de adecuación típica.

De daño o puesta en peligro


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Los primeros requieren para su concreción que el bien jurídico sea destruido o lesionado, y
los de puesta en peligro solo toman en consideración la posición de riesgo en la cual se
coloca el bien jurídico.

Abiertos

Dentro de las leyes penales existen casos en los que el legislador adopta una concepción
abierta en torno al tipo penal, esto es, la descripción sólo es comprensible a partir del
complemento que realice otro texto legal, les falta una guía objetiva para completar el tipo,
de modo que en la práctica resultaría imposible la diferenciación del comportamiento
prohibido y del permitido con la sola ayuda del texto legal.

Cerrados

Resultan suficientes en todos y cada uno de sus elementos por sí mismos, como el delito de
homicidio, que es clara la conducta sin tener que remitirnos a otra norma para comprender
el contenido de dicha prohibición.

El tipo objetivo y el tipo subjetivo

En la conducta humana se puede unir a consecuencia de un hecho perjudicial para la sociedad.

Cuando la ley penal presupone, al lado de la acción, la producción de un resultado determinado, como podría
ser la muerte de una persona, el tipo objetivo solo se realiza si existe, entre acción y resultado, una relación
causal y se debe imputar al causante el resultado concreto, refiriéndonos al resultado como aquel que se
produce en el mundo externo, no como un elemento de la “acción” sino como una característica independiente
del tipo legal. En los delitos de resultado, la existencia de la relación causal es el presupuesto más importante,
pero no el único de la imputación del resultado. Base de la imputación objetiva del resultado socialmente
perjudicial es la causalidad de la acción respecto de la producción del resultado típico, pero no toda causación
es jurídicamente relevante a los fines de la fundamentación de la responsabilidad penal. Objetivamente
imputables son únicamente las consecuencias del hecho que dependen de un curso causal penalmente relevante,
o “típicamente adecuado”.

En los delitos dolosos, el dolo de tipo determina la dirección y el fin de la acción. Como núcleo de lo injusto
personal de la acción, forma la característica general del tipo subjetivo y la base para la imputación subjetiva del
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resultado típico. Solo es punible la acción dolosa si la ley no amenaza con pena de manera expresa, la
acción culposa. Por lo tanto el dolo es, como situación psíquica, la voluntad de realizar un tipo penal
conociendo todas sus circunstancias objetivas de hecho. La fórmula abreviada corriente “conocimiento y
voluntad de la realización del tipo” es, desde el punto de vista idiomático, menos precisa, pero prácticamente lo
mismo. El momento decisivo para la existencia del dolo de tipo es la comisión del hecho, a saber, la
ejecución de la acción típica.

El tipo de delito doloso

En el plano de la voluntad, el dolo se exterioriza conforme a la voluntad del autor frente a la realización del
tipo, en las tres formas siguientes: la intención, el dolo directo y el dolo eventual.

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La intención

Es la forma más intensa del dolo directo, se da cuando al autor le interesa producir el
resultado típico o realizar la circunstancia para la cual la ley presupone una acción
intencional. Es la voluntad dirigida al resultado, que puede ser al mismo tiempo, motivo de
la acción. Si al autor le interesa la producción del resultado, es indiferente que se presente la
realización del tipo como segura o solamente como posible. Un resultado que en el momento
de actuar le interesa al autor, es siempre objeto de la intención, no importando que
“considere la realización como segura o tan sólo como posible, o que la desee internamente”.
En caso de que la producción del resultado sea incierta, sólo es necesario que el autor cuente,
en general, con una posibilidad de influir sobre el suceso real.

Dolo directo

Si el autor sabe o prevé como seguro que su acción conduce a la realización del tipo
legal. Quien a pesar de este conocimiento o previsión, actúa voluntariamente, da cabida en
su voluntad de realización a todo lo que se representa como consecuencia necesaria y segura
de su conducta, aunque uno u otro efecto de su acción pueda no ser deseado por él. Por
ejemplo, si A incendia un granero, sabiendo que B se encontraba ahí dentro, entonces A
considero que B moriría como consecuencia segura del incendio.
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Dolo eventual

Cuando el autor considera seriamente como posible que su conducta ha de producir la


realización del tipo legal y se conforma con esta posibilidad. Constituye un problema en
extremo discutido establecer en que forma el dolo eventual se diferencia de la culpa
consciente. En ambos casos, el autor se representa como posible la producción del resultado;
la diferencia reside en que en el dolo eventual toma a su cargo el resultado y se conforma
con el riesgo que la realización del tipo representa, en tanto que en la conducta
conscientemente culposa confía en la no producción del resultado.

El elemento intelectivo del tipo de delito doloso

En el ámbito intelectivo, la acción dolosa presupone que el autor haya conocido, al cometer el hecho, todas
las circunstancias fundamentadoras y agravantes de la pena referentes al tipo penal realizado objetivamente.
Su representación debe abarcar el hecho concreto en sus rasgos fundamentales, las peculiaridades típicamente
relevantes de la ejecución, la producción del resultado típico, el curso causal en sus perfiles esenciales, así como
todas las demás características del tipo objetivo. Es suficiente que el autor determine el objeto del hecho en
forma genérica, por ejemplo, que le sea indiferente cual es la persona que mata en una multitud al disparar al
azar, cual es la cosa que encuentra o quién era el propietario de la cosa.

Conocimiento del dolo

No se exige que el autor subsuma bajo la ley, con exactitud jurídica, la situación que conoce; de lo contrario
sólo podrían actuar dolosamente los juristas. Si existen características normativas como lo sería “ajeno” o
“apoderamiento”, no basta el simple conocimiento de los hechos que corresponden al concepto; el autor debe
haber concebido exactamente el sentido jurídico-social de la circunstancia del hecho, a la manera de un
profano.

El tipo de delito culposo

Todo hecho punible es una conducta humana socialmente relevante; este criterio es válido tanto para delitos
culposos como para delitos dolosos. No obstante, mientras el hecho doloso le corresponde la voluntad de
realizar el tipo conociendo las características objetivas del tipo, para el hecho culposo es esencial la
realización no querida del tipo legal, al desatender contrariamente al deber de cuidado. La causación de
un resultado socialmente perjudicial. Es inobservar un cuidado objetivamente necesario y el cuidado que el
autor estaba en condiciones de observar. Así entonces, la culpa no es una simple forma de culpabilidad, sino un
tipo especial de conducta punible que reúne elementos del delito y de culpabilidad. La culpa tiene como forma
de conducta y culpabilidad una doble naturaleza.

Si un hecho antijurídico se niega la existencia del dolo, esto no significa que automáticamente se vuelva culpa,
sino que deben examinarse sus presupuestos en forma independiente. Existen dos tipos de culpa,
la consciente y la inconsciente.
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Culpa consciente

Actúa con culpa consciente (o con representación) quien considera como posible la
realización del tipo penal, pero, contrariamente al deber y en forma reprochable, confía que
no lo realizará.

Culpa inconsciente

El sujeto no advierte el peligro de su acción, menos aún quiere el resultado lesivo, ya que ni
siquiera prevé su posibilidad. Otras definiciones se basan en la idea que el autor advertiría la
posibilidad abstracta de realizar el tipo, pero ignoraría el riesgo concreto y seguiría actuando
al considerar que el peligro sería insignificante, o porque cree que está en condiciones de
poderlo dominar, ya sea porque sobrevalora sus fuerzas confía en sus habilidades especiales
espera que de su habilidad o de su fortuna el resultado no sobrevenga.

Distinciones entre tipo de injusto y tipo en sentido amplio

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Tipo en sentido amplio

Se define como tipo en sentido amplio el conjunto de todos los presupuestos de la


punibilidad. Es un concepto amplio que abarca las características de lo injusto, de la
antijuridicidad y de la culpabilidad, así como de las condiciones objetivas de punibilidad. Este
concepto es importante respecto de la función de garantía de la ley penal por que comprende
todos los presupuestos de la punibilidad regulados legalmente, los que no pueden
fundamentarse o ampliarse en perjuicio del autor por el derecho consuetudinario o por
analogía.

Tipo de injusto
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A diferencia el tipo de lo injusto, reside en la síntesis de las características que fundamentan


el contenido típico de injusto de la conducta prohibida (sentido de la prohibición) y confieren
al especial tipo delictivo forma y figura. El legislador tiene la función de escoger, entre las
diversas acciones que pueden ser objeto de un juicio de disvalor, conductas que, por ser
socialmente perjudiciales y reprochables desde el punto de vista ético-social, prohíbe con la
pena. La formación asociada, cumple así una doble finalidad, por un lado, da a cada
ciudadano la posibilidad de orientarse por sí solo, dado que comprueba, con una exacta
descripción de la conducta desaprobada, que es lo ilícito y hasta dónde la prohibición
general limita la libertad social de actuar. El tipo de lo injusto abarca todas las
características de la disposición penal que fundamentan, elevan o disminuyen lo injusto
penalmente relevante; se hace cargo de separar las conductas típicas de los sucesos
penalmente irrelevantes; a esto también se le conoce como función de selección del tipo. La
realización del tipo de lo injusto “indica” la antijuridicidad de la conducta. Esta formulación
significa que la tipicidad propiamente dicha sólo hace posible un juicio general y transitorio,
no aún definitivo acerca de la antijuridicidad y el carácter material de lo injusto del hecho;
el indicio puede resultar eliminado por una causa de justificación (tipo permisivo). De esta
manera la tipicidad es si un elemento de lo injusto, pero solamente es un elemento del injusto
a lado de otros.

Dentro del tipo de lo injusto hay que hacer una distinción entre características del tipo descriptivas y
normativas, objetivas y subjetivas.

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Características descriptivas

Son las que expresan precisamente con una simple descripción, lo que pertenece
concretamente a la prohibición o al precepto típico. (cosa, mueble, sustraer, etc.

Características normativas

Se habla de características normativas (que necesitan ser llenadas de valor) cuando se trata
de circunstancias de hecho que sólo pueden pensarse dentro del presupuesto lógico de una
norma y que el juez puede comprobar recurriendo exclusivamente a un juicio
complementario de valor, por ejemplo en el delito de robo, el carácter de ajeno de la cosa o
con ánimo de dominio.
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Características objetivas

Por características objetivas (externas) del tipo se entienden circunstancias que determinan
la manifestación externa del hecho; pueden ser descriptivas o normativas, referirse al hecho
o al autor. El concepto de “objetivo” en el tipo de lo injusto no corresponde, sin más, a los
objetos del mundo exterior, perceptibles por los sentidos, sino que se realiza con frecuencia
con elementos subjetivos, en consecuencia, no existe un límite rígido entre el tipo objetivo y el
subjetivo.

Características subjetivas

Características subjetivas (internas) del tipo son las circunstancias que corresponden al
ámbito psíquico y al mundo de representaciones del autor, debe considerarse como tipo de lo
injusto todos los elementos subjetivos del tipo que caracterizan el disvalor de la acción y
señalan en detalle especial forma del acto de lesión o de puesta en peligro.

El hecho de asignar la voluntad de realización al tipo subjetivo de lo injusto no tiene como consecuencia
necesaria que el dolo pierda, en el ámbito de la culpabilidad, todo significado; más bien hay que tomar como
punto de partida el criterio de que el dolo debe llenar, como forma de conducta y de culpabilidad, una doble
función en el sistema delictivo. Esta interpretación se puede señalar de la siguiente manera: El derecho penal
alemán está dominado por el principio de culpabilidad, con arreglo al cual debe existir mutua correspondencia
entre la culpabilidad y penal. La circunstancia de que las penas sean esencialmente menos severas en los hechos
culposos que en los dolosos, expresa la idea del legislador de que entre unos y otros no existe una única
diferencia en cuanto a lo injusto de la conducta, sino también una diferencia relativa a la culpabilidad que
concierne a la magnitud de la pena

Punibilidad
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Consiste en el merecimiento de una pena en función de la realización de cierta conducta. Un comportamiento es


punible cuando se hace acreedor a la pena; tal merecimiento acarrea la conminación legal de aplicación de
esa sanción. La amenaza establecida en el tipo penal por la comisión del delito, siendo la consecuencia que
deriva de una conducta típica, antijurídica y culpable, sin confundir punibilidad con pena, ya que esta es la
sanción correspondiente por la comisión de un delito. Se considera como parte integrante del delito, por lo que
se vuelve una conducta antijurídica, culpable y punible.

Las excusas absolutorias son ciertas situaciones en las que por razones de política criminal se considera
pertinente no aplicar una pena en concreto; en consecuencia, si el Estado establece en ciertas circunstancias
no aplicar la pena establecida para cierto delito, la conducta o hecho será típica, antijurídica, culpable, pero
no punible, lo que dará una inexistencia del delito.

Definición

Punabilidad

Imposición concreta de la pena a quien ha sido declarado culpable de la comisión de un


delito. Es punible una conducta cuando por su naturaleza amerita ser penada, se engendra
entonces la conminación estatal para los infractores de ciertas normas jurídicas. Es la
consecuencia de dicha conminación, la acción específica de imponer a los delincuentes, a
posteriori, las penas conducentes. En resumen, es:

Merecimiento de penas.

Conminación Estatal de imposición de sanciones si se llenan los presupuestos legales.

Aplicación fáctica de las penas señaladas en la ley.

Finalidad
Es no dejar impune la conducta reprochable por el derecho penal, aunado a que si falta punibilidad en una conducta no se
puede hablar que esta sea delictiva, pero principalmente es la prevención general del delito, encaminada a que el sujeto
activo del delito no vuelva a reincidir.

Diferencias respecto a la punición y la pena

Comenzaremos con la pena, la cual en fase administrativa cuenta con tres instancias y se lleva a cabo por
el poder ejecutivo, y se refiere a la privación o restricción de bienes jurídicos del autor del delito, con la
finalidad de cumplir con una prevención especial y justificada al impedir mediante esta pena que vuelva a
delinquir, la ejecución de la pena comienza luego de la punición realizada por el juzgador, mientras que la
punición es la fijación de la particular y concreta privación o restricción de bienes del autor del
delito, realizada por el juez para reafirmar la prevención general y determinada cuantitativamente por la
magnitud de la culpabilidad (Ramírez, 2000:17).
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La determinación judicial de la pena es la determinación de las consecuencias jurídicas del hecho punible
llevada a cabo por el juez conforme a su naturaleza, gravedad y forma de ejecución, eligiendo una de las
diversas posibilidades previstas legalmente. La determinación judicial de la pena no comprende, como su
nombre parece indicar, solamente la fijación de la pena aplicable, sino también su suspensión condicional con
imposición de obligaciones e instrucciones, la amonestación con reserva de pena; con lo que se infiere que el fin
específico de la punición es únicamente la retribución. El juzgador deberá dictar su sanción observando
condiciones concretas del sujeto activo y del delito cometido; y que, si bien no puede rebasar el marco legal
fijado por el legislador, si tiene un margen de discrecionalidad dentro de delimitación que realiza la
punibilidad, lo que ha llevado a diversas críticas sobre la valoración judicial para determinar la punición.

A pesar del inequitativo trato de los juristas entre el precepto penal y la sanción jurídico penal, la importancia de
ambos elementos de la norma jurídico penal es indiscutible.

La sanción jurídico penal, en particular es una reacción ante el ataque y puesta en peligro de los bienes
jurídicos más importantes para la sociedad, cuya tutela resulta necesaria para mantener el orden y la armonía
social. La pena es muchas veces utilizada como sinónimo de sanción jurídico penal, sin embargo, a pesar de ser
parcialmente correcto, es mucho mejor dar una designación concreta a cada fase de determinación que se realiza
de dicha sanción, punibilidad, punición y pena.

La sanción penal por lo tanto debe considerarse multifacética y, por tanto, definida necesariamente en cada
una de las tres instancias, encontrando que cada una contempla además de órganos específicos de realización,
fines y justificaciones propios, haciendo evidente su consideración para poder llevar a cabo su determinación.
Sin embargo es notorio que si bien cada parte es poco tratado, mucho menor es el estudio relacionado con la
fase legislativa.

Mi experiencia de aprendizaje

La ley penal y los tipos penales


Mapa conceptual

El estudio de la ley penal permite conocer la importancia de la norma penal en la regulación de las conductas
delictivas, sus fuentes de creación, sus ámbitos de aplicación e interpretación, además de sus relaciones con
otras ramas del Derecho.

Lo anterior, nos permite entender la importancia para un Estado de Derecho, en el que el poder punitivo del
estado es encausado de manera adecuada y legítima.

Con base en lo estudiado en la presente unidad, elabore un mapa conceptual en el que se plasmen los aspectos
relacionados con las características de la ley penal y de los tipos penales abarcando la punibilidad y la diferencia
con la punición.

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